Proyecto era
Coordnacion general de Ia br:
Asesoe genera
Investigacion eonogrfis
Federivo Paloto
Juan Sian
orgue Tandeter
Graciela Gaels Romero
lene! Rodegut
NUEVA HISTORIA ARGENTINA
tomo 10
DICTADURA Y DEMOCRACIA
(1976-2001)
Dizector de tomo: Jun Suriano
EDITORIAL SUDAMERICANAINDICE
ssobece Una Agen dere
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Cepia 1. #1 nea del Proceso?
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pfu. ta neconsreucadn de Le deamera axgemrt
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Capa V, cess y neporolacbn 2 las pines soaes
por Sis Beart. 2s
pial V. La sal pblica bao La regulon el poe
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Cepialo Vi. Las ranspoxosaones xine
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por Hse Pao an
Cepia Vt Fin de siglo urbane. Cade, ancarecanasy clus
trkana ee [as eansfounacioes Oe la ARgenrna Rcere
por rela Ses y Aden Geri as
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Diario Char, Pon, Noe (Resse) y Ri Neyo (Gener Roca
Bio Nepo)
— 37% —
Vil
Los cambios en el anundo del Trabajo y
Los dileams sindtcales
por HECTOR PALOMINOsociedad, Estas cestricsioncs fueron partievlarmenteintensas
fn la Argentina, dande la dependencia financiers externa al
tanz6 limites sin precedents, constituyéndose en el je cen
tral del nuovo modelo econdmico instalado en el timo cuarto
de siglo. Actualmente nuestro pais afonts la necesidad de mo-
dificar ese modelo, en un contexto en el que Ins fuerzas inter-
fas y enters que To sostuvieton siguen contando con signti~
cativo recursos, poder einflusacia social
LA CRISIS DEL SINDICALISMO
[La aceién sindieal frente ala dictadura
Apoueoy cla de los sindeatos
Los militares que encabezaron ef golpe militar de 1976
coviemtaron la represion tanto sobre Ia sociedad como sobre la
‘espide del poder civil, entre quienes se encontraban preci
‘mente los diigonts sindicales. Estos habian logrado desalojar
el gobierno, meses antes del golpe, a los funcionarios mis
‘ereanos alt presidents, label Pern, y omado el control de
reas importattes del Estado en el periodo que sigu inmedia-
{tamente al denominado "Rodrgazo". Posiblemente como nun-
ca anes ni despus, los drigentessindiealeshabianalesnzado
‘semejante grado de poder politico y contol sobre el Estado en
J Argentina; pero esto mismo permite medi tanto Ia magnitud
desu derota com le dificultad de esos dirigents para orien-
‘ar pliticamente alt sociedad argentina de modo perdurable.
"I grado de poder aleanzado par los dirigentes sndicales en
1975 se vincula tanto con sus bases materiles, foertemente
‘epraizadas en el mercado de trabajo yen la estructura de los sin-
‘cats, como en Ia adhesin politica de los trabsjadozes co el
peronismo, generalizada en esa época. Por entonees el mercado
de trabajo uncionaba en condiciones de plena ocupatin, 10
‘ual generaha tensiones poderosas para el aumento de saris
sl mismo tiempo, lamayer pare de los asalarados integraba las
Fils sindicales, como reflejo dela capacidad sindical para
sfiliarlos, no siempre de mado voluntario seguramente, Pero
‘aun para quienes fueren compulsivamente afiliados, es presumi=
‘ble que ne debiaresultaresajena esa condicién pra define sus
— 360 —
cexpectativas de ingresoscrecientes. Una mirada desde el ee-
Ssente sole las esalistica de esa epoca permite determina cla.
‘amente que al se siti el ms alto nivel alanzado por ls sela-
fies, cualquiera sea el indicadorwilizado para medilos, , s0-
tre todo durante Tos ochents, lor relamos slaries de loss
Aicets coloearon como sa fandamento y mea retomat et nvel
‘alata lcaneado antes del golpe militar.
Es decir que las condiciones de pleno empleo, ato nivel sa
laraly poder politica de los sndicatos,prevalecienes en 1974
y 1975, fueron determinants para explicar las expectaivas y
‘el compartamiento de los wabajadores y de Tos sindicaas en
los quince aos posteriores. Ese horizonte de expoctativs fue
‘lausurado recien con las sucesivasoleades hiporinflaions:
ras de 1989 y 1990 primero, y luego con la crisis el mercado
de trabajo registrada durante la tltima désada del siglo XX ¥
‘que ain perdura.
‘Maal de su incidencia ea las expectativas sociales y politi
«as posterores, la rrupcién de los sndioatos en el poder poli
0 con el “Rodrigazo” resulta cjemplr de Ia vision polities de
“corto plazo" de sus drigentes. Deteis de lat turbulenias del
“Rodrigazo”, Ia mayora de los analista observ —al menos 2
posteriori que los sueesos que lo enmarearon reflejaban ene
‘tos el proyecto de poder del establishment fnansieo y sea
pacidad para ponero en pritica.Precisamente la esvatega Je
los dirgentssindicales para presionar al mimo pore sumen-
to de salarios en le negoeiacioncoleetiva, como modo derefor-
2a su contol de la epresentacin de los wabsjadors, lo eon.
Vinten un colaboredor active en
Fitares pra dace golpe y pare situa al establishment fnsnciera
‘nla edspide del poder politico en la Argentina
Result emblematico que el "Rodrigazo” hubiera comenca-
do cuando los empresaros industries, comandados entre
‘otros por quien fue poco tiempo més tarde el primer ministo
economia de la dctadura militar, Martinez de oz, aepts-
ron olorpar un aumento que duplicaba con creceselsalario n-
rminal de los tabsjadores metalirgicos, epresentedos en la
esa de negociaci colectiva por Lorenzo Migeel, secrearia
‘general dela Union Obrera Metalirgica. En esa dpoca lanego-
— 381ciacion de los metazgicos fincionaba como el "caso testigo"”
pate los converios eoletivos que debian acordar los sndiea-
osde las restntes rama de actividad, claro refle de asco
ones de empleo y salatios provalecientes en una economia
fla que le industria habia aleanzado un rol decisivo, de ls
Centalidad de los obceros metalrgicos en ela. Pero el costo
involucrado en los aumentos nominales de salrios era tas
{dado por los empresaris alos precios de los bienes, por lo que
fl logro sindical en ls mesa de negocaci6n se treducia al poco
mmpo en ia derrotade los trabajadres en el mereado, como
‘onsuimidore, a saves dela inflacn,
EI "Exito”sindcal en la negociacin colectiva se treo en
sun incremente abrupto de precios yen el intento del gobiemo
pita contolar el deseqilirio macroeconémico mediante una
hga hacia delante que termind entronizando la elevada in-
‘acibn como un dato permaneate de la economia argentine en
los quince afos posteiores, Ete éxito de los sindeatos ls fa
cilté el acseso a resrtes clave del gobierno de IsebelPerén,
pero el poder aleanzado no fue sufleiente para extablessr el
Control sobre una ezonomia expuesta a cambio permancate de
Sus precios relativos,condicion ideal para el predominio poli-
tico del establishment financiero que acompané Is distadure
militar de 1976-1983,
Los sindcatos durante le ditadura
‘A parti del golpe de marzo de 1976, 1s miltazes scentua
ron la represininiiada durante el gobierno de Isabel Peron
Sobre trabajadoresy dirigentes sindiales, través del asesina-
to, la “desapariign” (asesinatosclandestnos) y el encarcela-
Imiento de muchos de ells. Los tesimonios de Is epoca dan
Cuenta de las expectatvas de los militares sobre la posibilidad
Ale respucsiasobrers al golpe, que los llev6 s sitar con solda-
dos numerosas plantas fabrilea en el rea metropolitena del
‘Gran Buenos Aites y en otros centos industries del pas
[Esos mismos testimonios dan cuenta también del inmovilismo
delas bases obreras ante el derrocamiento de un gobierno que,
contra las previsiones militares, no consideraban ya como
“propio” 0, al menos, que no vaia la pena defender ante fos
rlesgos evidenes de represin que se hactan sentir Con fuerzn
yyamuchos meses antes del golpe
— 382 —
Ee 28 nmol, a tres ein a
verte repesion sobre las bates obreasinclso en los propioe
establecinienosindustiales. En planas fables suiomott
Ses, come is de Mercedes Bene y Ford fern eabecdes
Senirn clanestios de detent de dlegaos sndisles 7
teatajadores. Pero esta represion habla eomenrado amen,
Come en Villa Cnsieidn(rvincia de Santa Fe) en 1975,
and los dtecdvos de ls enpres Acndat cto presidente
era por enonces Mariner de Hor habiiaron i nterver™
idm de os miltares ens plana sider y el enearcein:
tiento de secetario dele sccin local dele UOM,opueso
Al secretario nacional de ou gre,
Ls reresion mise sobre ls tebsjadores y los agentes
sindcales ae extend saccades poles nsx.
tales mediante la suspensin indfinida da accion singel y
deta epoca coletv, a ntervencn de mumeroses in
‘iets y de sus obras soiales, y una nueva leislacion tet
‘inte desl dl corral de easiness sins
Pero la rpresi jereds por lolitas no fe siete
tars scller por sompst a protests bers sind sam
festads en confctony uelgs no declrada” en heros
stablecimintos y Tugaes de trabajo, Los primers conflicts
Surgieron hacia fines de 1976, a unos seis meses del glpe de
fargo de ese ato, efnvolucraton a rabajadores de plantas a
tomotices y también de la electricidad, que consiiln los
Segmentos de mayores nveles de califiacin slate de una
Clase obera no dlemads ain por In desindstaliacion por
terior La mayor pate de esto confictos tena como sje a d=
anda slr estimolaa por una persistent inflaton on un
ontexo emg, vanment el nbn mii bse an
tener songcad los intern nominal.
a respuctaiel de loses ant ess cons fue
fuiminate!stncionaron una norma que etablsia pion por
‘aria aos alo tabajadoes que ptiparen en hel
enue ms elevadas a quienes “intgaen” a au relizacin
‘Aderds de et crminallaacio de os eonfictos, ls militares
indujeron deapos en Tas empress en hele, ysumerosos
teabajadoresy dlegaos sindisles fueron detenidosy despa.
reels, La represion aleanas no so alos diigety sides
deed iznserd, como René Salamanca del sindiato de mock.
— 383 —nigos de Cordoba, sizo tambidn a miembros eonspiewos de Ia
buroeraca sind, como Oseat Smith del Singieato de Luz y
Fucra,cuya “desapaicibn” (assinato clandestino) en febrero
{461977 fue un claro mensae de los militares hacia los drigen-
{es gremiales para que no slentaran los confiets labora.
‘Los intentos de regulacion del trabajo y del sano ealiza-
‘dos por et gobierno militar fe frstaren en parte por Ia propis
‘indica de un mercado de trabafo que fencionaba en condi
‘iones préctcas de pleno empleo, sobre tod & partir de la re
Cuperacion econdmica registrada en los meses posteriores al
tolpey hasta le veformafinanciera implementada en 1978. El
‘quipo econdmicn de I dietadura bus fijar el control de los
‘aumentos salaries, en un contexto de pesistenteinflacién
{Que generaba preiones importantes para el reajuste nominal