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EL REAVIVAMIENTO PROMETIDO

 INTRODUCCIÓN
Inglaterra es una de las ciudades más fascinantes del mundo, por sus magníficos edificios y
monumentos tales como el reloj Big Ben, la abadía de Westminster y el puente de Londres.
Se cuenta la historia de un mendigo que hace muchos años estaba sentado en un extremo del
puente de Londres, rasgando miserablemente un viejo violín. El pobre anciano intentaba
inútilmente que los transeúntes le dieran unos pocos centavos. Pero, nadie parecía preocuparse
por la música del mendigo, si a eso se le podía llamar música. El rostro triste del pordiosero
revelaba la tristeza de su corazón.
Un desconocido bien vestido pasó por allí, pero se detuvo y regresó para escuchar al anciano,
cuyos ojos cansados buscaban en su rostro una señal de caridad. Sin embargo, en lugar de ofrecer
el esperado centavo, el desconocido le pidió su violín. Lo ayudaría con la ejecución de una pieza
musical.
Los dedos torpes, entumecidos por el frío, entregaron el viejo instrumento. Las manos hábiles del
desconocido afinaron cuidadosamente el violín y comenzaron a tocar una melodía magnífica.
Pronto, la gente se detuvo a escuchar. Al principio eran unas pocas personas; pero, a medida que
las ondas melodiosas surcaban los aires, la gente se fue acercando: primero, un puñado; luego, un
gran grupo. La música era irresistible. Una densa multitud ahora se apiñaba en el extremo del
puente de Londres, y se detuvo el tránsito. Una moneda de plata tras otra caía en la caja abierta
del violín. Una dulce melodía había reemplazado los arañazos cansinos del mendigo. Y el rumor
corrió entre la multitud: "Son las manos del maestro Paganini las que tocan el violín del viejo
pordiosero".

Dios anhela que cada uno de nosotros responda como lo hizo el viejo violín en las manos del
maestro. Entonces, nuestra vida se llenará de música celestial. Cuando el Espíritu Santo toma el
control total de nosotros, hace cosas asombrosas. Como un instrumento en las manos del
Maestro, el Espíritu hará más a través de nuestras vidas de lo que podamos imaginar.

 DESARROLLO
I. Un reavivamiento en el tiempo del fin
La Biblia predice que habrá un reavivamiento espiritual poderoso en los últimos días. El Espíritu
Santo será derramado con el poder de Pentecostés. El evangelio será proclamado rápidamente en
todo el mundo. Notemos estas dos promesas poderosas. "Y será predicado este evangelio del
reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin" (Mat.
24:14).
El último libro de la Biblia describe la revelación final del Dios de la gloria con estas palabras:
"Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada
con su gloria" (Apoc. 18:1). En este último gran reavivamiento, el Espíritu Santo será derramado
con todo su poder. El evangelio se extenderá rápidamente por todo el mundo.
La Biblia se refiere a este reavivamiento poderoso como el derramamiento de la lluvia tardía. La
lluvia temprana y la lluvia tardía son expresiones que se refieren a una parte del ciclo de la
agricultura de Israel. La lluvia temprana regaba la semilla que había sido plantada y la ayudaba a
germinar. La lluvia tardía caía al final del ciclo agrícola, para madurar el grano y llevarlo a la
cosecha. Sin lluvia tardía no había cosecha final. La lluvia tardía es uno de los símbolos, en la
Biblia, del derramamiento del Espíritu Santo en los últimos días. El Espíritu Santo da poder al
pueblo de Dios para realizar la tarea de predicar el evangelio a todo el mundo antes de que Jesús
venga por segunda vez. El apóstol Santiago lo expresa así: "Por tanto, hermanos, tened paciencia
hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra,
aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros
paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca" (San t. 57, 8).
Históricamente, la lluvia temprana cayó en Pentecostés. Tres mil personas fueron bautizadas en
un día en un solo lugar. La Palabra de Dios dice que este número es moderado respecto de lo que
ha de venir.
"La gran obra de evangelización no terminará con menor manifestación del poder divino que la
que señaló el principio de ella. Las profecías que se cumplieron en tiempo de la efusión de la
lluvia temprana, al principio del ministerio evangélico, deben volver a cumplirse en tiempo de la
lluvia tardía, al fin de dicho ministerio. Esos son los 'tiempos de refrigerio' en que pensaba el
apóstol Pedro cuando dijo: 'Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros
pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos del refrigerio y él enviará a
Jesucristo' (Hech. 3:19, 20.). CS 669
¿Anhela usted el verdadero derramamiento del Espíritu Santo en su propia vida y en la vida de la
iglesia? El mensaje del evangelio llegará hasta los confines de la Tierra solamente cuando sea
derramado el Espíritu de Dios. Zacarías, el profeta del Antiguo Testamento, proclama que la
finalización de la obra en este mundo no será "con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu,
ha dicho Jehová de los ejércitos" (Zac. 4:6)
II. Requisitos para recibir la lluvia tardía
l. Pedir el Espíritu a Dios. El primer requisito para recibir al Espíritu Santo es pedírselo al Señor:
"Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía" (Zac. 10:1). La mensajera de Dios añade, para su
iglesia de los últimos días: "Debemos orar tan fervorosamente por el descenso del Espíritu Santo
como los discípulos oraron el día de Pentecostés" (El colportor evangélico, p. 146).
2. Un corazón indiviso. Usted puede preguntarse: "¿Qué significa esto?" Un corazón indiviso es
un corazón totalmente dedicado a Jesús. Es un corazón completamente leal a él. Es una persona
que anhela hacer la voluntad de Dios. La vida de Jesús es el modelo de una vida llena del
Espíritu. El capítulo 3 de Lucas describe la escena de su bautismo: "Aconteció que cuando todo
el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, y descendió el
Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú
eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia" (Luc 3:21, 22).
Se cuenta de una mujer que hace unos años compró un refrigerador nuevo y todo lo que puso en
él quedó en mal estado: la leche, agria; la lechuga, las frutas y las verduras, marchitas; y el
helado, derretido. Ella no podía entender lo que estaba pasando. El refrigerador parecía que
estaba en buenas condiciones. Pero, para su absoluta sorpresa, descubrió que se había
desenchufado. No estaba conectado a la fuente de electricidad. Del mismo modo, el poder
espiritual viene solo cuando estamos conectados con la Fuente de poder ilimitado. Elena de
White describe los resultados de tener un corazón indiviso: "No tiene límite la utilidad de los que
ponen el yo a un lado, que permiten obrar al Espíritu Santo sobre su corazón y viven una vida
completamente consagrada a Dios" (Consejos para los maestros, padres y alumnos, p. 394).
3. Un tercero requisito para recibir al Espíritu Santo en la plenitud de su poder es superar todas
las disensiones entre nosotros. Cuando los discípulos estaban luchando por el cargo más alto,
limitaban el poder del Espíritu Santo. Cuando discutían entre sí y albergaban malos sentimientos
unos contra otros, limitaban el poder del Espíritu Santo. El Espíritu se derramará sobre nuestras
vidas únicamente si removemos del camino los obstáculos que producen separación, fricción y
conflicto.
Corrie Ten Boom sobrevivió a uno de los campos de exterminio de Hitler. Su hermana Betsy no
fue tan afortunada. Murió víctima de la brutalidad y la enfermedad en un campo de
concentración. Después de la guerra, Corrie viajó a través de su amada Holanda y de Alemania,
compartiendo un mensaje de reconciliación y de paz. Una noche, después de una presentación en
una iglesia de Alemania, ella lo vio: la imagen de ese guardia de cárcel nazi, bajo, fornido, con
cara de acero, había quedado grabada en su mente para siempre. Su trato inhumano le había
provocado la muerte a su hermana Betsy. Pero, ahora este hombre se puso delante de Corrie con
su mano extendida, y le preguntó: "¿Me perdonas?" Fue necesaria toda la gracia posible para
tomar la mano de este hombre, mirarlo a los ojos y decirle: "¡Sí, te perdono!" Corrie reconoció
esta verdad fundamental: el Espíritu Santo no puede llenar un corazón que no perdona. El
Espíritu Santo y la amargura no van juntos, como el aceite y el agua no se mezclan.
III. Para recibir la lluvia tardía, debemos entregarnos totalmente
Dios nos invita a que sus prioridades sean nuestra prioridad. Él nos insta a poner su voluntad
antes que la nuestra. Apela a nosotros, diciendo: "Buscad primeramente el Reino de Dios y su
justicia", en todos los aspectos de nuestras vidas. Durante cinco años, el Sr. Van de Venter luchó
para hacer del llamado de Cristo una prioridad en su vida. Poco a poco, Van fue convirtiéndose
en un artista reconocido. Pero, entonces sintió que el Espíritu Santo tocaba una y otra vez su
corazón. El Espíritu lo impresionó a convertirse en un evangelista, pero se resistió.
Así cuenta él la historia: "Durante algún tiempo, tuve que luchar entre desarrollar mis talentos en
el campo del arte o dedicar todo mi tiempo a la evangelización. Finalmente, llegó la hora del
cambio de mi vida, y me entregué totalmente. Un nuevo día amaneció en mi existencia". El
pastor Van de Venter tuvo una influencia destacada sobre Billy Graham. A menudo visitaba el
Instituto Bíblico de Florida, donde Billy Graham era un estudiante. El Dr. Graham escribió: "Uno
de los evangelistas que influyó en la primera parte de mi ministerio fue también un compositor
que escribió el himno 'Salvador, a ti me rindo': el pastor J. W. Van de Venter. Era un asiduo
visitante del Instituto Bíblico de Florida [...] al final de la década de 2930. Los estudiantes
amábamos a este caballero bondadoso y muy espiritual" (101 More Hymn Stories, p.136).
"Salvador, a ti me rindo" refleja la profundidad del compromiso espiritual del pastor Van de
Venter. A medida que lea cuidadosamente las palabras del himno, ¿por qué no toma la decisión
de entregar plenamente su vida al Cristo todopoderoso?
 CONCLUSIÓN
¿Es el mayor deseo de su vida ser llenado con el amor y el poder de Dios? ¿Desea su bendición
en este momento? ti está dispuesto a derramar hoy mismo las abundantes bendiciones del Cielo
sobre usted. Entonces, incline la cabeza y ore: "Jesús, me entrego completamente a ti. Te doy
todo lo que me pides y, por la fe, recibo todo lo que has prometido. Señor, tú has prometido
aceptarme, perdonarme, redimirme, liberarme, adoptarme como tu hijo, y concederme la
esperanza y el poder del Espíritu. Por la fe, reclamo hoy tus promesas y creo que las bendiciones
del Espíritu Santo son mías en este mismo momento. En el nombre de Jesús, Amén".

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