Revista Observaciones Filoséficas
Foucault; ‘Los Anormales’, una
genealogia de lo monstruoso 1
Dr. Adolfo Vasquez Rocca - Universidad Andres
Bello - Universidad Complutense de Madrid
Resumen
Este articulo busca dar cuenta del concepto de Anormal
desarrollado por Foucault y sus alcances médicos, juridicos y
politicos. Dictado en el Collége de France entre enero y marzo
de 1975, el curso sobre Los Anormales prolonga los analisis que
Michel Foucault consagré desde 1970 a la cuestién del saber y
el poder; poder disciplinario, poder de normalizacién, biopoder. A
partir de midltiples fuentes teolégicas, juridicas y médicas,
Foucault enfoca el problema de esos individuos ‘peligrosos' a
quienes, en el sigio XIX, se denomina ‘anormales.. Define sus
tres figuras principales - los monstruos, que hacen referencia a las leyes de la naturaleza y las normas
de la sociedad, los incorregibles, de quienes se encargan los nuevos dispositivos de domesticacién del
cuerpo, y los onanistas, que dan pabulo, desde el siglo XVIll, a una campafia orientada al
disciplinamiento de la familia modetna. Los anélisis de Foucault toman como punto de partida los
peritajes médica legales que alin se practicaban en la década de 1950. Esboza a oontinuacién una
arqueologia del instinto y el deseo, a partir de las téonicas de la revolacién en la confesion y en la
direcoién de conciencia. Plantea de ese modo las premisas histéricas y te6ricas de trabajos que
retomara, modificara y reelaboraré en su ensefianza en el Collage de France y en obras posteriores.
Foucault, Abnormal. A Genealogy of the Monstrous
Abstract
This article seeks to explain the concept of Abnormal developed by Foucault and soope medical, legal
and political. Taught at the Collége de France between January and March 1975, the course on The
Abnormal extends Michel Foucault analyzes since 1970 devoted to the issue of knowledge and power,
disciplinary power, power of normalization, biopower. From multiple sources theological, legal and
medical, Foucault focuses on the problem of those individuals ‘dangerous’ who, in the nineteenth
century, is called ‘abnormal. Define the three main figures - the monsters, referring to the laws of nature
and rules of society, the incorrigible, who are in charge of the new devices domestication of the body,
and masturbators, that feed from the eighteenth century, a campaign aimed at disciplining the modern
family. Foucault analyzes take their point of departure the forensic expert who stil practiced in the
1950s. Outlined below an archeology of instinct and desire, from the technical disclosure in confession
and spiritual direction. Thereby raises the historical and theoretical premises of jobs resume, modified
and reworked in his teaching at the College de France and later works.
Palabras clave
Anormales, monstruo, incorregible, loco, biopolitica, cuerpo, razén, psiquiatria, juridico, politico,
genealogia, poder, medicina, locura, ética, clinica, encierro, hospital, instinto, crimen, anti-psiquiatria
domesticacion, sexualidad
Keywords
Abnormal, freak, incorrigible, crazy, biopolitical body, reason, psychiatry, law, politics, genealogy, power,
medicine, madness, ethics, clinic, prison, hospital, instinct, crime, ant-psychiatry, domestication,
sexuality7= Andtomo-politica: las disciplinas del cuerpo y las regulaciones de la poblacion,
hacia la biopolitica.
En la obra de Foucault no sorprende hallar un interés “historico”, asi como una
fascinacién “romantica”, por las zonas marginales de la sociedad. En efecto, su mirada,
tras haberse detenido en la Jocura, y después en la cércel, la criminalidad y la
delincuencia, se vuelve hacia la sexualidad. "Foucault habia instalado su observatorio en
las zonas del ser viviente donde las distinciones tradicionales de! cuerpo y del espiritu,
del instinto y de la idea, parecen absurdas: la locura, la sexualidad, el crimen. Desde alli
su mirada giraba como el haz de luz de un faro y se posaba sobre la historia y sobre el
presente, dispuesta para los descubrimientos menos tranquilizadores”,
El tranquilo suefio de la raz6n no dejaré de generar monstruos. Monstruos que son
consecuencia de la domesticacién, del conformismo y de la seguridad garantizada por el
ejercicio del poder. Foucault dard una doble funcién a este ejercicio: En primer lugar, una
anétemo-politica del cuerpo humano que obedece a la mecanica de las disciplinas. EI
principal objetivo de ellas es la comprensién de! cuerpo como maquina. Estos
procedimientos intentan conseguir docilidad politica y utilidad econémica de los
individuos. En segundo lugar, destaca una biopolitica de la poblacién. En este caso se
considera al cuerpo individual en tanto forma parte de la especie. Esta operacién queda
a cargo de una serie de intervenciones y controles reguladores del individuo en tanto
participe de los avatares propios de la especie humana: nacimiento, muerte, migraci6n,
reproduccién, etc. Por lo tanto, el cuerpo es considerado como soporte de los procesos
biolégicas. Los mecanismos de poder ya no tienen alli por objeto la muerte, sino actiian
como administradores de la vida. Las disciplinas del cuerpo y las regulaciones de la
poblacién constituyen los dos polos alrededor de los cuales se desarrollé la organizacién
del pader sobre la vida.
= La historia de [a locura en la época clasica; la constitucion de la psiquiatria como
saberehigienedelcuerposocil. =
La microfisica del poder, como la genealogia de lo monstruoso requieren ser
complementadas por la exposicién que Foucault hace de la historia de la locura en la
6poca cldsica, y en particular, por el desarrollo de la psiquiatria como disciplina
normativa e inquisidora,
La psiquiatria, tal como se constituyé entre fines del siglo XVIII y principios det XIX,
sobre todo, no se caracterizé como una especie de rama de la medicina general. La
psiquiatria funciona -a principios del siglo XIX y ya avanzado éste, quizés hasta
alrededor de 1850-.no como una especializacién del saber o Ia teorla médica, sino
mucho mas como una rama especializada de la higiene publica. Antes de ser una
especialidad de la medicina, la psiquiatria se institucionalizé como dominio particular de
la proteccién social, contra todos los peligros que pueden venir de la sociedad debido a
la enfermedad o a todo lo que se puede asimilar directa o indiractamente a ésta. Lapsiguiairia se institucionalizé como precaucién social, como higiene del cuerpo social en
‘su totalidad nunca hay que olvidar que la primera revista en cierto modo especializada
de la psiquiatria en Francia fue fos Annales d'hygiéne publique. Es una rama de la
higiene publica y, por consiguiente, habran de darse cuenta de que la psiquiatria, para
poder existir como instrumento de! saber, es decir, como saber médico fundado y
justificable, tuvo que efectuar dos codificaciones simulténeas. En efecto, por una parte
debié codificar la locura como enfermedad; tuvo que patologizar los desérdenes, los
errores, las ilusiones de Ia locura; fue preciso llevar a cabo analisis (sintomatologia,
nosografia, pronésticos, observaciones, historiales clinicos, etcétera) que aproximaran lo
més posible esa higiene publica, e incluso la precaucién que estaba encargada de
asegurar, al saber médico y, en consecuencia, permitieran el funcionamiento de ese
sistema de protecclén en nombre de este saber. Pero, por otra parte, podran advertir
que fue necesaria una segunda codificacién, simultanea de la primera. Al mismo tiempo.
hubo que codificar Ja locura como peligro, como esencialmente portadora de riesgos y,
por ello, fa psiquiatria, en la medida en que era el saber de [a enfermedad mental podia
funcionar efectivamente como la higiene piblica. En términos generales, la psiquiatria,
por un Jado, hizo funcionar toda una parte de la higiene publica como medicina y, por el
otro, hizo funcionar el saber, la prevencién y la curacién eventual de la enfermedad
mental como precaucién social, absolutamente necesaria si se querlan evitar cierta
cantidad de peligros fundamentales y ligados a la existencia misma de la locura®.
Esa doble codificacién va a tener una muy prolongada historia a lo largo del siglo XIX.
Puede decirse que los tiempos fuertes de la historia de la psiquiatria en ese siglo, pero
también en el siglo XX, se produciran justamente cuando las dos codificaciones estén
efectivamente ajustadas, o bien cuando haya un Unico tipo de discurso, un Unico tipa de
andlisis, un Unico cuerpo de conceptos, que permitan constituir la locura como
enefermedad y percibirla como peligro. Asi, al comienzo del siglo XIX, la nacién de
monomania va a permitir clasificar dentro de una gran nosografia de tipo perfectamente
médico (en todo caso, completamente isomorfo a todas las otras nosografias médicas) y,
por Io tanto, codificar dentro de un discurso morfoldgicamente médico toda una serie de
peligros. De tal modo, encontraremos Ja descripcién clfnica de algo que serd la
monomania homicida o la monomanta suicida. De igual manera, dentro de la psiquiatria,
el peligro social se codificard como enfermedad. A causa de ello, la psiquiairia podré
funcionar efectivamente como ciencia médica encargada de la higiene publica.
Asimismo, en la segunda mitad del siglo XIX, encontraremos una nocién tan masiva
como la monomanfa, que en cierto sentido desempefia el mismo papel con un contenido
muy diferente: la de degeneracién*. Con ella tenemos una manera determinada de
aislar, recorrer y recortar una zona de peligro social y darle, al mismo tiempo, un status
de enfermedad, un status patoldgico. También podemos preguntamos si la nocién de
esquizolrenia no cumple el mismo papel en el siglo XX. En la medida en que algunos laentienden como enfermedad que se cofunde con toda nuestra sociedad, este discurso
sobre la esquizofrenia es claramente una manera de codificar un peligro social como
enfermedad, Lo que reencontramos, asi, a lo largo de esos tiempos fuertes 0, si lo
prefieren, de esos conceptos débiles de la psiquiatria, es siempre la funcién de higiene
publica, cumplida por ella®,
3. La Psiquiatria como disciplina reguladora de la ‘normalidad'— y el Psicoanalisis
coma tecnologia de correccién y normalizacion de la economia de los instintos.
‘Al margen de estas codificaciones generales, es necesario puntualizar que la psiquiatria
necesité y no dejé de mostrar el cardcter -especificamente— peligroso del loco en cuanto
tal, esto es, que desde el momento mismo en que empez6 a funcionar como saber y
poder dentro del dominio general de. la higiene publica, de la proteccién del cuerpo
social, la psiquiatria siempre procuré reencontrar el secreto de los crimenes que
amenazan habitar cualquier locura, el ndcleo de la locura que, sin duda anida en todos
los individuos que pueden llegar a ser peligrasos para la sociedad, Fue, pues preciso
que Ja psiquiatria, para funcionar como disciplina reguladora de la ‘normalidad', a partir
de la cual se organiza el poder sobre la vida, estableciera la pertenencia esencial y
fundamental de la locura al crimen y del crimen a la locura. Esta pertenencia es
absolutamente necesatia y una de las condiciones de constitucién de Is psiquiatria como
rama de la higiene publica. De modo tal que la psiquiatria procedié efectivamente a
realizar dos grandes operaciones, Una, dentro del hospicio, la operacién que consiste en
erigir un andlisis de la locura que se desplaza con respecto al andlisis tradicional y en el
cual ya no surge que aquélla tiene por nucleo esencial el delirio sino Ja irreductibilidad, la
resistencia, la desobediencia, la insurreccién, literalmente, el abuso de poder como
forma nuclear, Puede notarse que para la psiquiatria del siglo XIX, el loco siempre es
alguien que se cree rey, es decir, que exalta su poder contra y por encima de cualquier
poder establecido, ya sea el de la institucién oe! de la verdad. Por |o tanto, en el interior
mismo del hospicio, la psiquiatria funciona claramente como la deteccién 0, mejor, la
operacién por medio de la cual se une a todo diagnéstico de looura Ja percepcién de un
“peligro posible. Pero, inclusive al margen del hospicio, me parece que tenemos un
proceso mas 0 menos del mismo tipo, es decir que en su exterior la psiquiatria siempre
procuré -en todo caso, en el siglo XIX, de una manera particularmente intensa y
crispada, porque de lo que se trataba, en el fondo, era de su constitucién misma-
detectar el peligro que acarrea consigo la locura, aun cuando sea una locura moderada,
inofensiva o apenas perceptible. Para justificarse como poder y ciencia de la higiene
pUblica y de la proteccién social, Ja medicina mental debe mostrar que es capaz de
advertir, aun donde nadie mas puede verlo todavia, cierto peligro; y tiene que mostrar
que, que si puede hacerlo, es en la medida en que es un conocimiento médico,
La psiquiatria se dié a si misma esta especie de prueba e reconocimiento de su realeza,
prueba de reconocimiento de su soberanla, su poder y su saber: yo soy capaz deidentificar como enfermedad, de encontrar signos en aquello que, sin embargo, nunca se
sefiala,
Por un lado el poder penal, no va @ dejar de decir al saber médico: mira, estoy frente a
un acto sin razén. Entonces, te lo ruego: o bien me presentas razones para ese acto, y
con ello podré ejercese mi poder de castigo, o bien, si no las encuentras, es porque se
trata de un acto loco. Dame una demosiracién de demencia y no aplicaré mi poder
punitivo.
La irrupeién de un objeto 0, mejor, de todo un émbito de nuevos objetos, toda una serie
de elementos que, ademas van a ser nombrados, descriptos, analizados y, poco a poco,
integrados 0, mds bien, desarrollados dentro del discurso psiquidtrico del siglo XIX. Se
trata de los impulsos, las pulsiones, las tendencias, las inclinaciones, los automatismos;
‘en suma, todas las nociones, todos lo elementos que, a diferencia de las pasiones de la
edad clasica, no se ordena segtin una representacién primera sino que, al contrario, lo
hacen segiin una dindmica especifica, con respecio a la cual las representaciones, las
pasiones, los afectos, ocupardn una posicién secundaria, derivada o subordinada. En el
caso de Henriette Cormier verios el mecanismo por el cual se opera la invencién de un
acto, cuyo escandalo juridico, médico y moral obedecia a que no tenla razén y
planteaba a la medicina y al derecho cuestiones especificas, en la medida en que era
presuntamente de la incumbencia de una dindmica del instinto. Del acto sin razén se
pasa al acto instintivo.
‘Ahora bien, esto sucede en la época en que Geoffroy Saint-Hilaire mostraba que las
formas mosntruosas de ciertos individuos no eran nunca otra cosa que un juego
perturbado de las leyes naturales’. En esa misma época, la psiquiatria legal, en
referencia a cierta cantidad de casos -entre los cuales el de Henriette Cornier era con
seguridad el mas puro e interesante-, estaba descubriendo que los actos mosntruosos,
es decir, sin razon, de algunos criminales en realidad se productan no simplemente a
partir de la laguna que sefiala la ausencia de raz6n, sino por cierta dindmica mérbida de
los instintos. Cuando digo "descubrimiento*, sé que no es la palabra adecuada, pero no
me intereso en él sino en las condiciones de la posibilidad de la aparicién, la
construccién, el uso reglado de un concepto dentro de una formacién discursiva,
Importancia de ese engranaje a partir del cual la noci6n de instinto va a poder aparecer y
formarse; pues el instinto seré, desde luego, e! gran vector del problema de la anomalia,
¢ incluso el operador por medio del cual la mosntruosidad criminal y la simple locura
patolégica van a encontrar su principio de coordinacién. A partir del instinto, toda la
psiquiatria del siglo XIX va a poder devolver a los Ambitos de la enfermedad y la
medicina mental todos los trastornos, todas las irreguleridades, todos los grandes
trastornos y las pequefias irregularidades de la conducta que no competen a la locura
propiamente dicha®.,‘Toda la inscripcién de la psiquiatria en la patologia evolucionista, toda la inyecoién de la
ideologia evolucionista en la psiquiairia ya no podran hacerse en absolulo a partir de la
vieja nocién de delitio, sino de esta nocién de instinto, Todo esto sera posible desde el
momento en que el instinto pase a ser el gran problema de la psiquiatria. Y finalmente,
en los Uiltimos afios del siglo XIX, la psiquiatria va @ quedar enmarcada por dos grandes
tecnologias, como bien lo saben que, por un lado la bloqueardn y, por el otro, la
reactivaran, Por una parle, la tecnologia eugénica, con el problema de la herencia, la
purificacién de la raza y la correccién del sistema instintivo de los hombres mediante una
depuracién racial. Tecnologia del instinto: esto fue el eugenismo desde sus fundadores
hasta Hitler®. Por otra parte, frente a la eugénica tenemos la otra gran tecnologia de los
instintos, el otro gran medio que se propuso simulténeamente, en una sincronia que es
muy notable, la otra gran tecnologia de correccién y normalizacién de la economia de
los instintos, que es el psicoandlisis'®,
@-"Los Anormales™: Curso de Foucault en el Collége de France: El Monstruo, _
En Los Anormales curso dictado en el Collége de France entre enero y marzo de 1975,
Michel Foucault prolonga los analisis en torno a las relaciones entre el saber y el poder —
fal como apareceré en sus investigaciones sobre el origen y la naturaleza de la
Institucién psiquiatrica: poder disciplinario, poder de normalizacién, bio-poder. A partir de
miltiples fuentes teolégicas, juridicas y médicas, Foucault enfoca el problema de esos
individuos ‘peligrosos’ a quienes, en el siglo XIX, se denomina ‘anormales'. Define sus
tres figuras principales: los monstruos, que hacen referencia a las leyes de la naturaleza
y las normas de la sociedad, los incorregibles, de quienes se encargan los nuevos
dispositivos de domesticacién del cuerpo, y los onanistas, que dan pabulo, desde el siglo
XVIII, a una campatia orientada al disciplinamiento de la familia modema, Los andlisis
de Foucault toman como punto de partida las pericias médico legales que adn se
practicaban en la década de 1950. Esboza a continuacién una arqueologia del instinto y
el deseo, a partir de las técnicas de la revelacién en la confesién y la direccién de
conciencia, Plantea de ese modo las premisas histdricas y tedricas de trabajos que
retomara, modificaré y reelaboraré en su ensefianza en el Collage de France y en las
obras ulteriores, Este curso representa, por lo tanto, un elemento esencial para seguir
las investigaciones de Foucault en su formacién, sus prolongaciones y sus desarrollos!%,
Trétese de la locura, la clinica o el encierro, todo ello participa de una ecologia epocal
que posee su lengua propia. La constitucién de un campo histérico-politico se enfrenta al
estilo de la trascendencia. Y ya que esta trascendencia plantea la elaboracién
sistemética de une teorética especifica, [a anormalidad no es tanto la medida de un
movimiento institucional (médico o juridico) cuanto un signo indiscutible de su desborde.
La primera de las figuras de lo que Foucault llama el monstruo humano es el que
trasgrede la ley. E] monstruo humano, vieja nocién cuyo marco de referencia es Ia ley:pero en sentido amplio, parque no sélo se trata de las leyes juridicas, sino también de
las leyes de la naturaleza; e) campo de aparicién del monsiruo es asi un dominio juridico
biolégico.*% Un juego y un deslinde nunca controlado ni demarcado del todo, entre la
excepcién de naturaleza y la infraccién al derecho. Estas dejan de superponerse sin
dejar de actuar una con respecto a la otra. La distancia natural con respecto a la
naturaleza modifica los efectos juridicos de la transgresién y, sin embargo, no los borra
por completo; no remite lisa y llanamente a la ley, pero tampoco la suspende; la
entrampa y suscita efectos, desencadena mecanismos, exige instituciones parajudiciales
y marginalmente médicas. Pudo estudiarse en ese sentido la evolucién de la pericia
médica legal en materia penal, desde el acto monstruoso problematizado a comienzos
del siglo XIX (con los casos Comier, Léger y Papavoine) hasta la aparicién de la nocién
de individuo peligroso a la que es imposible atribuir un sentido médico 0 un status
juridico, no obstante lo cual es la nocién fundamental de las pericias contempordneas®?,
La nocién de monstruo es asi —en principio— esencialmente una nocién juridica; juridica
en el sentido amplio del término, claro esté, porque lo que define al monstruo es el
hecho de que, en su existencia y su forma, no sdélo viola el pacto civico, sino también de
las leyes de la naturaleza-. Es, en un doble registro, infraccién a las leyes en su misma
existencia. El campo de aparicién del monstruo, por lo tanto, es un dominio al que puede
calificarse de juridico, biolégico y pléstico. Por otra parte, el monsiruo aparece en esle
espacio como un fenémeno extremo, mite, e! punto de derrumbe de la ley y, al mismo
tiempo, de la salud y lo natural. El monstruo es asi excepcional, precisamente por su
rareza, por su caracter de curiosidad de feria; lo que hace que un ser humano sea un
monstruo no es sélo la excepoién que representan en relacién a la forma de la especie,
‘sino e| problema que plantea a las regularidades juridicas (se trate de las leyes del
matrimonio, de los cénones de bautismo o de las reglas de la sucesién). El monstruo
humano combina lo imposible y lo prohibido .
Asi en esta genealogia de Io anormal va a hacer su aparicién la figura de! individuo
"peligroso" -al cual es imposible darle un sentido médico o un estatuto juridico- y que no
obstante es la nocién fundamental de los peritajes contempordneos. Al plantear hoy ala
medicina la pregunta en si misma insensata: ges peligroso este individuo? (pregunta
que contradice un derecho penal fundado en la sola condena de los actos y postula una
relacién de implicacién mutua y de naturaleza entre enfermedad e infraccién), los
tribunales estén prolongando —a través de transformaciones que se trata de analizar- los
equivocos de los viejos monstruos seculares.
Cada una a su turno, las figuras del ser a medias hombre y a medias bestia (valoradas
‘sobre todo en la Edad Media), de las individualidades dobles (valoradas sobre todo en el
Renacimiento) y de los hermafroditas (que plantearon tantos problemas en los siglos
XVII y XVIII) representaron esa doble infraccién; lo que hace que un monstruo humano.
‘sea monstruo no es tinicamente la excepcién con respecto a la forma de la especie, esel trastorno que acarrea a las regularidades juridicas (ya se trate de las leyes del
matrimonio, los cdnones del bautismo o las regias de la sucesidn). Fl monstruo humano
combina lo imposible y Io prohibido. Hay que estudiar en esta perspectiva los grandes
procesos de hermafroditas en que se enfrentaron juristas y médicos, desde el caso de
Rouen (principios del siglo XVII) hasta el proceso de Anne Grandjean (a mediados del
siglo siguiente), y también obras come la Embryologie sacré™ de Cangiamila, publicada
y traducida en el siglo XVII.
A partir de alli se puede comprender una serie de equivocos que seguiran frecuentando
el andlisis y el status del hombre anormal, aun cuando éste haya rebajado y confiscado
los rasgos del monstruo. En la primera fila de esos equivoco, un juego nunca controlado
del todo, entre la excepcién de naturaleza y la infraccién al derecho. Estas dejan de
superponerse sin dejar de actuar una con respecto a la otra. La distancia natural con
respecto a la naturaleza modifica los efectos juridicos de la transgresién y, sin embargo,
no fos borra por completo; no remite lisa y llanamente a la ley, pero tampoco la
‘suspende; la entrampa y suscita efectos, desencadena mecanismos, exige instituciones
parajudiciales y marginalmente médicas. Pudo estudiarse en ese sentido la evolucién de
la pericia médica legal en materia penal, desde el acto monstruoso problematizado a
comienzos del siglo XIX (con los casos Cornier, Léger y Papavoine) hasta la aparicién
de la nocién de individuo peligroso a la que es imposible atribuir un sentido médico o un
status juridico, no obstante lo cual es la nocién fundamental de las pericias
contemporaneas. Al hacer hoy al médico la pregunta verdaderamente insensata: ,este
individuo es peligroso? (pregunta que contradice un derecho penal fundado en la
exclusiva condena de los actos y postula una pertenencia de naturaleza entre
enfermedad e infraccién), los tribunales profongan, a través de las transformaciones que
‘se trata de analizar, los equivocos de los viejos monstruos seculares.
| monstruo es la excepcién por definicién; el individuo a corregir es un fenémeno
corriente. Tan corriente que presenta -y ésa es su primera paradoja- la caracteristica de
ser, en cierto modo, regular en su irregularidad. Por consiguiente, a partir de ahi también
van a desplegarse toda una serie de equivocos. En primer lugar, esto: en la medida en
que el individuo a corregir es muy frecuente, en la medida en que esta inmediatamente
proximo a la regia, siempre va a ser muy dificil determinario. Esta tan exactamente en el
limite de la indecidibilidad que dificimente se podré demostrar efectivamente que el
individuo es incorregible. Primer equivoco.
Otro equivoco es que, en el fondo, la persona que hay que corregir se presenta en ese
caracter en la medida en que fracasaron todas las técnicas, todos los procedimientos,
todas las inversiones conocidas y familiares de domesticacitn mediante los cuales se
pudo intentar corregirla. Lo que define al individuo a corregir, por lo tanto, es que es
incorregisle. Y sin embargo, paradéjicamente, el incorregible, en la medida misma en
que lo es, exige en torno de si cierta cantidad de intervenciones espectficas, desobreintervenciones con respecto a las técnicas conocidas y familiares de domesticacién
y Correccién, es decir, una nueva tecnologia de recuperacién, de sobrecorreccién. De
manera que alrededor de este individuo a corregir, vemos dibujarse una especie de
juego entre la incorregibilidad y la corregibilidad. Se esboza un eje de la coregible
incorregibilidad, donde mas adelante, en el siglo XIX, vamos a encontrar precisamente al
individuo anormal. Ese eje va a servir de soporte a todas las instituciones especificas
para anormales, que se desarrollarén en el siglo XIX. Monstruo empalidecido y
trivializado, el anormal de ese siglo es igualmente un incorregible, un incorregible a
quien se va a poner en medio de un aparato de correccién. Ese es el segundo
antepasado del anormal del siglo XIX
El monstruo es, en el fondo, la casufstica necesaria que el desorden de la naturaleza
exige en el derecho.
Asi se did que el monstruo el ser en quien leemos la mezcla de dos reinos, porque, por
una parte, cuando podemos leer, en un Unico y mismo individuo, la presencia del animal
y lade la especie humana, y buscamos la causa, a qué se nos remite? A una infraceién
del derecho humano y el derecho divino, es decir, a la fornicacién, en los progenitores,
entre un individuo de la especie humana y un animal
El individuo a corregir: El incorregible, la ‘interdiccion’y el‘encierro’._
El individuo a corregir. Es un personaje mas reciente que el monstruo, Es menos
correlativo a los imperativos de la ley y de las formas canénicas de la naturaleza que a
las técnicas de encauzamiento con sus exigencias propias. La aparicién del ‘incorregible’
es conternpordnea a a puesta en practica de las técnicas de disciplina a la que se asiste
durante los siglos XVII y XVIII en el ejército, las escuelas, los talleres, e incluso, un poco
mas tarde, en las familias mismas. Los nuevos procedimientos de encauzamiento
(dressage) del cuerpo, del comportamiento, de las aptitudes, abren el problema de
aquellos que escapan a esta normatividad que ya no es la soberania de la ley.
La ‘interdiccién’ constitula Ja medida judicial por la cual un individuo era, al menos
parcialmente, descalificado como sujeto de derechos . Este marco juridico y negativo
ser en parte colmado, en parte reemplazado, por un conjunto de técnicas y de
procedimientos con los cuales se intentaré encauzar (dresser) a aquellos que se resisten
al encauzamiento y corregir a los incorregibles. El “encierro", aplicado a gran escala a
partir del siglo XVII, puede aparecer como una especie de férmula intermedia entre el
procedimiento negative de la interdiccién judicial y los procedimientos positives de
encauzamiento (redressement). El encierro excluye de hecho y funciona fuera de la ley,
pero se da como justificacién la necesidad de corregir, de mejorar, de conducir al
arrepentimiento, de producir el retorn de los ‘buenos sentimientos'. A partir de esta
forma confusa, pero histéricamente decisiva, es preciso estudiar la aparicién con fechas
hist6ricas precisas de las diferentes instituciones de encauzamiento y de las categoriasde individuos a las cuales estan dirigidas, Nacimientos técnico-institucionales de la
ceguera, de los sordomudos, de los imbéciles, de los retardados, los: nerviosos, los
desequilibrados.
Monstruo banalizado y palido, el anormal del siglo XIX es también un descendiente de
‘508 incorregibles que han aparecido en los margenes de las técnicas modemas de
‘encauzamiento’.
El individuo a corregir es un personaje més reciente que el monstruo. Asi, segin
Foucault, el incorregible surge luego del monstruo, tras la introduccién de técnicas
Uisciplinarias como las de! ejército, Jas escuelas y lugares de trabajo, asi como los
procesos de domesticacién del cuerpo y del comporiamiento. Entra el asunto de la
prohibicién, como método de descalificacién del individuo, para luego desatarse sin
medida en la préctica del encierro. Es por esta razén que no queda claro en qué
momento la locura y los problemas judiciales del comportamiento forman un solo
sistema a corregit. En Historia de la locura en la 6poca clasica se trata el tema de la
locura aparte del de la incorreccién, pero en este caso la aparicién en la escena del loco
(en el sentido moderno) se da cuando los antiguos males (como la lepra) tienden a
desaparecer a medida que se desarrollan formas médicas y sanitarias que tienden a
mejorar el ambiente de vida en la Europa del s. XVI, reforzdndose esta imagen de la
locura como enfermedad mental y biolégica en situaciones como fa del psiquiatra Pinel,
quien libera a los asilados del auspicio de parfs, con el fin de hacer la vida de los locos
un poco més util para los demas. (Poniéndolos a trabajar, ademas le servia para
estudiar sus grados de locura como cita Foucault sobre Pinel) En esta ocasién el punto
de ruptura lo constituye la famosa ‘liberacién’ del doctor Pinel a mediados del s. XVIII,
pero por supuesto sobre la fastuosa escena del gran encierra de los locos en el s. XVIL
7 Relaciones entre arte, locura y psiquiatria. El Outsider Art: Pinel, Esquirol y
Prinzhorn.
Desde el inicio de la psiquiatria clinica en la época de Pinel, se han desarrollado intentos
empiricos para definir la psicosis y su cortelato esencial, el delirio’® EI estudio
sistematico del delirio se inicia, en nuestra cultura, en 1800, con Pinel y Esquiral"®,
En los primeros decenios del siglo XX se va a producir un aumento considerable del
interés por muy diversas formas artisticas (el arte de los nifios, el arte psicético, el arte
de los pueblos primitivos)entendidas como marginales; esta preocupacién por conocer
aspectos hasta entonces casi desdefiados se debe enmarcar en la evolucién global de
la sociedad europea: pensemos en elementos como los graves acontecimientos
politicos, el desarrollo de las ciencias o los avances de Ia antropologia y la psiquiatria’?,
Estas clrounstancias van @ encontrar un punto de inflexién muy importante en el
estallido, en 1914 , de la Primera Guerra Mundial. El shock provocado por este drama
colectivo y la angustia que desencadena transforman, bruscamente, [a sensibilidadeuropea; la locura deviene total y universal . Es en este contexto donde el doctor Walter
Mongenthaler expresé la idea segiin la cual la enfermedad mental (en la medida que
destruye ciertas estructuras inhibidoras de la personalidad) puede favorecer la eclosion
de fuerzas expresivas habitualmente rechazadas. Paralelamente, y maravillado por la
obra de un enfermo psicatico llamado Adolf Walfli decide consagrarle una monografia
‘que se publica en 192218. Ese mismo afio Hans Prinzhorn'® escribié Expresiones de la
locura®, libro que tendria una gran repercusién entre los surrealistas y dadaistas, y que
‘se sustenta en el estudio de mas de cinco mil obras artisticas recogidas en diferentes
manicomios de Alemania y Suiza.
Adolfo Vasquez Rocca PhD.
de Antropologia y Este y Humanidades de ia Universidad
Bello UNAB. Profesor ce la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicologia y
1d de Arquitectura UNAS Santiago. ~ Miembro del Consejo Editorial Internacional de la
'Fundacién Etica Mundia’ de México. Director de! Consejo Consultivo Internacional de ‘Konvergencias'
Revista de Fi Ituras en Dialogo, Argentina. Miembro del Consejo Fcitorial Internacional de
Revista Praxis ~ Facultad de Filosof'a y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del
aselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Fstado do Rio
Grande do Sul, Brasil y de! Cuerpo Editovial de Sophia Revista de Filosofia de la Pontificia
Universidad Catdlica de dor. ~Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica PUCV. ~Asesor
rsullivo de Enfocarte -Revista de Arte y Literatura~ Calalufia / Gijén, Ast Mien
dei Consejo Ecitorial Internacional de "Reflexiones Marginales —Revisla de la Tacullad de Filosofia y
Ge la Federacion internacional de Archivos Filmicos (FA) con sede en
Ge Revista Observaciones Filos6ficas. Profesor visitante en la Maestria en
\d Autonoma de Puebla. - Profesor visilante Florida Christian
University USA y Profesor Asociaco al Grupo Theoria -Proyecto europeo de Investigaciones de
Postgrado- UCM. Académico Investigador de la Vi de Investigacién y Postgrad,
Universidad Andrés Bello. Artista conceptual. Ha aublicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada
césmica y politicas de climatizacién, Col ovatores, N° 28, Editorial de la Institucién Alfo
Magnanim (IAM). Valencia, Espafia, 2008. Invitado especial a la International Conference de la Trienal
de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale
2011
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TPOARTAUET, ROBEN Hintorle i buGault;dlids.Ahorhidlesta una geniealogialde [OsnGnstrudso7 Curso
AEGUMGIALT Mitch bistdSe rte fir dx BGA ich lel snatentokePkagsstot vo TNOP SiG. CXBIA y
DAxDIRUULEH MBGD LOG SCRA? PRIEUBAEOLOGIA, SUBJETIVIDAD Y CULTURA’ de la
BOUEANITENGIEOROGIAPUGV08 MalrendcDan Coteigio ciestimaidaatWBAnite’2ReVv sta de Arte y
CHAU AWAIAG ODT Hhttpllwwchomines:contipalabrasifoucadl) anormales/index.htm>
12FOUCAULT, Michel, La vida de los hambres infames, Editorial Altarnira, Buenos Aires, 1996, p. 61
43Al hacer hoy al médico la pregunta verdaderamente insensata: ,este individuo es peligroso?
(pregunta que contradice un derecno penal fundado en la exclusiva condena de los actos y postula una
perteneRecHa muumbepokitremalro del20 Htinfraccion). los trisunales prolongan, a través de las
transformaciones que se trata de analiza’, los equivocos de los viejos monstruos seculares.
14GANGebha/dé aceptecidnyjan GeQOHSACRE, italia Macric 1774: Embriologia sagrada : 0,
Tratado de la oblgacion que tienen los Curas, Confesores, Médicos , Comadres, y olras personas , de
coaperar a la sa'vacisn de los Nifios que aun no nan nacido , de los que nacen al parecer muertos , de
los avortivos de cooperar a la salvacion de los n ios que aun no han nacido, de los que nacen al
parecer muerios, de los abortivos, de los monstruos, & c.: contiene varias prevenciones .../ obra
Gesteuestaido ttaltaaq@Rde ler Parsisco Gn infasliga yoratlidaleDae TraNdés NABIOkere Dba ch qouteD.
nabdinlGastaiplee RdonddatinvgsligacknerBinkot tes Unsivérsidiad GonhplulsasedBWadhttea,
ASLAUNG yEMstiésaOladea SeibcAwe FalencialiBlpdy ls SlapuyiGindMadostgabandysSo@ereitin
Boake t825Andrés Bello ~ Chile ~ Fondo Jorge Millas 7011-2012, Facultad de Humanidades y
#6ESQ\siRONAB. Des Maladies Mentales. 11 Tome. Paris: JB Bailiere et Fils, 1838
ADUMASAIUESRRAAACA: toto mipsiquidyrise Neooas@hserianclel, adeptmnedentséiedad mental y
Griti2OKECIA UEFOMlonely BtscalioEndeiKASIM RBVBla GaFilesnli Palisa 1992011, ISSN 1885-5679 -
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ABABA zhslose SI Gud 7 Orden’y 6p032B-R8SI Ransitids ombittufisnienal Ate, keciBvialm. 165,
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Piadatin acres at86ta, in press).
5La nocién fue introducida por E. Bleuler, DementiaRevista Obsérvaciones Filosoficas «iN 14/1/2010
Viena, 191
Panne Michel, Les Anormaux 974-1975) : Gallimard, Paris, 1999. Los Anormales , Texto del
TSa OBsErrating ds iio a5 I 2 nc ey F Bah Vadguce
CRRRE OFE tee Fie DanoEX |
TSAINT-HILAIRE. Etiénne Goof is a9 Bi oe eo, Pen Lab que la organizacion de la
materia en el monstruo debia ser la misma que en la de un arganismo normal, por la que éste era sélo
parte de Un cortinuo, que tenfa en un extremo la normalidad, como la forma ideal, y la enfermedad y la
muerte, en el otro; por lo tanto la valoracién de la manstruosidat pocla ser sélo cualtativa y expresarse
en términos de grado,
Etienne Geoffroy Saint-Hilaire que detenta un singular primado, el de naber fundado la moderna
discipina de la teratoiogia, esto es, el "Esiudio de las anomalias y monstruosidades del organismo
animal 0 vegetal". Uno siempre tiende a concebir el monstruo en clave humana yio animal, sin
embargo también los geranios y jos lmoneros pueden sorprenderos a este respecto. Thomas Joseph
Peitigrew realizaria una deser/poidn general del hallazgo de Sain‘-Hilaire, El texto completo de
PETTIGREW al igual que ia obra Philosophie anatomique, Volume 2. "Menstruosités humaines’, puede
consultarse en los fondos de investigacidn de [a historia de la medicina ce la Universidad Complutense
de Magri. Para una vision genera! sobre la obra teratologica de Saint-Hiaire, vease B. Duhamel
(1972), "Louvre tératologique c'Etionne Geoffroy Saini-Hilaire’. Revue dihstorre des sciences
BFOUCAULT, Vichel, Les Anormaux, (1974-1975) : Gallimard, Paris, 1999. Los Anormales , Texto del
Informe cel curso de 1974-1975 dictado por Micrel Foucault en el College de France, Ed. Fondo de
Cultura Econémica, Buenos Aires, 2006, p. 129,
9VASQUEZ ROCCA, Adol’o, "El artista como dictador social o el politico como escendgrafo”, En
NOMADAS, Revista Critica de Ciencias Sociales y Juridicas - Universidad Complutense de Madrid
NOMADAS' N° (1) 31 | Julio-Dicembre 2011, pp. 369-386.
hitp:/www.uor.es/info/nomadas/31 /adolfovasquezrocca_3,pdf