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& PETER LANG [New York + San Francisco « Bern + Baltimore Frankfurt an Main « Berlin - Wien « Pais Elzbieta Sklodowska Testimonio hispanoamericano historia, teoria, poética Recipient of the 1991 Northeast Modem Language Association Foreign Language Award & PETER LANG [New York San Pancisco + Dem - Baltimore ‘Frankfurt am Main « Berlin» Wien » Paris brary of Congress Cataloging in Publication Dara ‘Stlocowsta, Etat. “Tesmonio hispanoamericana : histone, aria, pogica / Btzbiew Sodowska, p.m, includes bibtographicalreferonces. 1. Spenish American prase Iterature—20th century— Lisiony and eniicism. 2: Reporiage Iterature, Spanish ‘American History and emtessm. 3. Noaiiction novel ‘Spanish American—History and cstcism, 1. Tile PQ7OE Pres5 1902 B68~de20 OLS17AL SBN OF201 1705 ‘cP Die Deutsche Bibiomhok car-zinheitsaumahmne Skiodowska, Eizbets: ‘Testimonio hispanoamericano : historia, tora, poéien Elzieia skiodowsia, New Yor Gerin; Bem: Freniunh, Pars: Wien: tang, 1902 ‘cover Design by Sue Lobel “The paper in thls book meets the guidelines for permanence {and durabiy oF the Committee on Production Guidclries [or [Book Longevity of the Counc on Library Resouces, Se © Peter Lang Publishing, inc.. New York 1982 Allrights reserved. ‘Reprint or reproduction, even partial in al forms such as microti, xerogranhy. microfiche, microcard, offer strictly prontpiod A Alexander Ludomir, quien nacié con este libro: ‘A Tadeusz, Pawluc, in memoriam Indice ‘Agradecimientos... ix Introduccién sem 1 1, Este que ves engafio colorido: autorretratos del testimonio hispanoamericano 7 arnet y Randall LL Gencalogta y metodologt 2. Testimonio ante la crftica .. Canonizacién del testimoni Contradicciones y controversias 28. Testimonio: éuna novela postburguesa? 24, Una propuesta tipolégica Notas 3. Biografta de un cimarrin y Me lamo Rigoberta Menchii: (po)ética de la mediacié: 3.1. Etnografia, heterologfas, testimonio 3.2. Mediacion, verediccidn, verificeién Notas 4. Elarte de verdades parciales: testimonio noticiero de Walsh y Poniatowska. 4.1. Nuevo periodismo: algunas perspectivas cxiticas 4.2. Escrito en caliente: Operacién masacre y La noche de Tlatelolco Notas mnennnnnmneseronnnne LBL Conclusiones vere Bibliografia Agradecimientos La realizacién de este libro ha sido posible gracias a la beca de investigaci6n que me permitié disfrutar de las excelentes condiciones de National Humanities Center en Research Triangle Park, North Carolina. En primer lugar, deseo agradecer a Mellon Foundation por su generoso apoyo. A los empleados del Centro, mi agradecimiento por haber creado un clima excepcionalmente propicio para mi trabajo y por haber acomodado con carifio a mi familia, La redaccién final de estas péginas en el curso del afio académico 1990/91 no hubiera sido posible sin el apoyo del profesor James F. Jones Jr., jefe del Department of Romance Languages and Literatures de Washington University. Una beca de investigacién propiciada por Arts and Sciences Faculty Research Grant de Washington University me permitié ampliar el enfoque del libro y poner al dia la bibliograffa. Los colegas del Departamento, John Garganigo, Joseph Schraibman, Mané Lagos, Charles Oriel, Randolph’ Pope, Nina Davis y Alessandra Luiselli me ayudaron con sui sentido profesional, sn amistad y su sentido de humor, guiéndome por los laberintos académicos y cotidianos. En la composicién del manuscrito agradezco la colaboracién de los estudiantes graduados, Adriana Culasso, Angel Tuninetti y Rafael Saumell. Quiero dejar constancia de mi més __profundo agradecimiento a Roberto Gonzélez Echevarrfa, Antonio Cornejo Polar y Raymond L. Williams por haberme animado a continuar mi trabajo sobre Ia literatura hispanoamericana durante los afios més complicados de mi estancia en el otro lado del ya histérico “teln de acero.” ‘También estoy en deuda de gratitud con Alfredo A. Roggiano, Cynthia Steele, Walter Mignolo, Alicia Andreu, Roger Zapata, Antonio Benitez Rojo y John Beverley, quienes x Agradecimientos compartieron conmigo sus conocimientos y su tiempo. A Djelal ‘ Kadir, mi agradecimiento especial por la generosidad de su Advertencia amistad epistolar. ‘Todas las traducciones al espafiol son mfas, a no ser que se indique de otro modo. Introduccién “La palabra que define, que pretende concluir, que limita, es una tampa. Es constriccién, freno, derrota. Nada més controvertible, més engafioso y opresivo que la definicién novela” (Barnet “La novela” 99). Con estas palabras, Miguel Barnet— poeta, etndlogo y narrador cubano—abre un ensayo que, irénicamente, quedard edificado sobre la traicién de la premisa antinormativa tan elocuentemente planteada al principio. Desde una éptica latinoamericana ofrecer Barnet tun diagnéstico sobre “la crisis de la novela de ficcién en el Occidente europeo” (103) para luego proponer un remedio: la exploracién de la potencialidad estética ¢ ideol6gica de w forma narrativa no-ficticia denominada novela-testimoniof socio-literatura. Barnet-escritor ya habia ensayado el método testimonial en Biografic de un cimarrin (1966). El éxito internacional de esta primera novela-testimonio— coadyuvado por la reflexi6n teérica del mismo escritor —fue crucial para la incorporacién del término al vocabulario de la critica latinoamericanista. El subsiguiente florecimiento de la narrativa no-ficticia en Latinoamérica (1970-85) seguido de un auge de la actividad critica (la década del 80) terminé por canonizar al testimonio como modalidad literaria “auténtica- mente” latinoamericana, Como se veré més adelante, las paradojas van marcando Ia trayectoria del testimonio desde el principio puesto que el ensayo de Barnet—a pesar de sus declaraciones antinorma- tivas—fue difundido, glosado y usado por los eriticos en tanto arte poética y metodologta. Muchos hemos cafdo en la trampa seméntica a la cual alude el escritor cubano en su ensayo. El testimonio fue canonizado como una “dominante” de la literatura hispanoamericana del lamado post-boom y se lo hizo funcionar como un iérmino-paraguas que supuestamente englobaba—pero en realidad encubria— las diversas ramifica- 2 Introducciin ciones de la narrativa no-ficticia. En vez de leer el testimonio como ideologema, sus primeros crfticos optaron por neutralizarlo, domesticarlo, pregonar la armonfa del rhismo y silenciar sus contradicciones. Parecen curiosos los paralelos entre los usos a los cuales fueron sometidos el ensayo de Barnet y el texto de Alejo Carpentier sobre lo real-maravilloso americano: los dos se convirtieron en teorfas, recortados convenientemente para crear una ilusiéa de categorias admirablemente categoricas. El efecto de estas manipulaciones fae, otra ver, paradéjico: los respectivos campos seménticos del testimonio y de lo real-maravilloso se fueron dilatando y se agregé con cada articulo o resefia un nuevo sedimento connotativo, pero al mismo tiempo se mantuvo la apariencia de un consenso fundamental. En ambos casos esta peculiar tension taxonémica desembocé, finalmente, en enfrentamientos, polémicas y ensayos de sistematizacién, En un simposio sobre el realismo magico, Emir Rodriguez Monegal, desesperado por la vaguedad del término, abogé por borrarlo del todo del vocabulario crftico. El realismo mgico, arguy6 Rodriguez Monegal, “en vez de estimular el didlogo eritico, lo paraliza; en vez de permitir la comunicacién, la interrumpe; en vez de iluminar la obra, la oscurece” (33), Eliana Rivero, a su vez, en una recapitulaci6n de los debates de la mesa redonda sobre el testimonio convocada en La Habana en 1983, también enfatiz6 la incomunicacién critica, He aqui su recreacién de la atmésfera babélica del encuentro: {Dos docenas de autores y erios parcparon en tna discuss sobre el testimonia que en conclusién no puso definir homogéneamente, ya satsfcccn de tres, los pardmetros de dicha modalided de escrira, El mismo. Barnet ae citetionaha el teaimanin come genero. 9 fo janteaba como una modalidad de ta narrativay Oraido, Navarro irmaba que para él el esGmonio era dentro de f literatura Io mas ‘zreano al periodiomo ala historia, Liandro Otero, novela y autor 4e libros testimonials, la defends como “género literary” apuntando su parentesco con la metodologia dela novela realists natalia de figlo XIX, con su observacién objetiva y documentaclon veridica del acontecer social. "Discurso" 2) Introduccin 3 Las polémicas sobre el testimonio parecen, sin embargo, menos acaloradas que las disputas “mégicorrealistas” en el ya egendario simposio celebrado en Michigan diez. anos antes. @Serd porque no se trata de verdaderas controversias? A los estudiosos del testimonio—marcados por el pecado original del anhelo de una teorfa, de una poética fundacional, de un ‘ismo” auténticamente latinoamericano—no se les ha ocurrido renunciar al uso de este término. Al contrario, todos hemos sido muy solidarios en alimentar la ficcién del testimonio y sostener algunas esis insostenibles sobre el proyecto testimonial. Inclusive en uno de los estudios més recientes y comprensivos encontramos afirmaciones de tipo: “{el testimonio} altera las nociones occidentales de la realidad y desenmascara ‘Ia realidad’ como ficcién, y—merced a su postura testifical—presenta una vida real” (Gugelberger y Kearney, 11, énfasis nuestro). Pero no serfa justo concluir estas observaciones preliminares ‘con una nota tan negativa. En los afios recientes los estudiosos del testimonio (Hugo Achugar, John Beverley, Doris Sommer, Antonio Vera-Leén, George Yiidice, Cynthia Steele, Lucille Kerr) han logrado desenmarafiar muchos problemas, superar numerosas simplificaciones, clarificar algunos malentendidos. Esta bibliograffa critica requiere, sin embargo, un comentario y una sistematizaci6n. El esquema tipoldgico que cierra nuestro segundo capitulo representa precisamente un intento de delimitar el campo seméntico del testimonio a partir de la bibliografia existente. Es una medida necesaria: trabajamos un concepto que suscita aprensiones inmediatas a nivel semantico porque encubre muiltiples avatares del discurso no-ficticio (Amar Sanchez, “La ficcién” 447-8). De ahf que la validez. det término “testimonio” cn cl anélisis literario dependa de una delimitacién previa. Recalquemos otra vez: la tipologia aparece aqu{ s6lo por conveniencia expositiva, siendo una medida y no el fin en s{ mismo. Tampoco se trata de un “vacuo fantasma” lamado género (Mignolo 27), puesto que el concepto de género—si bien ayuda a entender las relaciones generales entre la forma y su efecto—sigue siendo un 4 Introduccién paradigma y como tal nunca puede “describir adecuadamente una obra particular” (Schwartz 115). literariedad, desambiguaci6n, "relacién—extraidas de los paratextos de varios testimonios (prélogos, advertencias, comentarios autoriales). Pero nuestro enfoque intenta combinar esquemas tedricos con andlisis textual, por lo cual dedicaremos la segunda parte del libro al estudio de ciertas particularidades discursivas de textos concretos € iremos matizando el esquema preliminar. En esta parte analftica hemos optado por interpretar dos tipos de testimonios mediatizados (transcritos por un editor) que de maneras diferentes hacen aflorar sus propi antagonismos formales, éticos ¢ ideol6gicos. Asi pues, en el capitulo 3 ponemos de manifiesto las ambivalencias de la escritura testimonial imbricada a la “otredad” cultural en dos textos aparentemente més cercanos al modelo te6rico del testimonio: Biografta de un cimarrén de Barnet y Me Uamo Rigoberta Menchés de Elizabeth Burgos-Debray. En el capitulo 4, @ su vez, nos ocupamos del llamado testimonio noticiero— considerado a veces como un avatar latinoamericano del New Journalism 0, en otros casos, como una categorfa en sf, vecina al testimonio. Aquf mos concentramos en los paralelos_y diferencias con el contrato testimonial ejemplar. En las conclu- siones dedicamos un comentario a la novela testimonial y pseudotestimonial: miramos més de cerca los mecanismos que ponen en evidencia las estrategias de configuraci6n discursiva y cuyo efecto es una novelizacién més o menos consciente del testimonio. Esta seccién demuestra también c6mo el contrato testimonial queda incorporado—con una “diferencia” irénico- eriticaal marco puramente ficticio, dando como resultado formas parédicas que agrupamos bajo la ribrica de “novelas pseudotestimoniales.” Es un t6pico decir que la ideologia y la estética tienen pareja jportancia en cada texto y que en el testimonio el aspecto ideolégico cobra una intensidad especial debido a la wansparencia de su “mensaje.” Se trata, han ido repitiendo al tunfsono los criticos del testimonio, de discursos que comparten Introduccin 5 el anhelo de desmentir la ideologfa dominante y el ansia de traer a la literatura no solamente la imagen, sino también las voces hasta ahora asordinadas de los vencidos, marginados y oprimidos. En las paginas que siguen volveremos sobre este concepto de testimonio, procurando escrutar los distintos registros de su conflictividad interna. Hablar de las delimitaciones del presente trabajo implica hablar también de sus limitaciones. No pretendemos cuestionar la validez del término “testimonio” sino precisar nuestro entendimiento del mismo. En la parte que resume el estado de la critica intentamos ser sintéticos mas que exhaustivos, polémicos més que descriptivos. Aunque no podamos subsanar las insuficiencias de la metodologia existente, sf intentaremos contrarrestarlas con un escrutinio textual. Anticipando los posibles reparos en cuanto a la seleccién de los textos para el andlisis, quisiéramos destacar dos criterios: la pluralidad formal y conceptual de los discursos que caen bajo la riibrica del testimonio mediato y la dimensién ispanoamericana del fendmeno. Pero a la vez hemos procurado evitar un estudio atiborrado de datos, de modo que los textos analizados tan s6lo ejemplifican ciertas tendencias o ilustran algunos de los problemas discursivos. Y para terminar, ya dejando de lado advertencias y aprensiones: lo que sf esperamos conseguir es salvaguardar la integridad textual del testimonio en sus diversas encarnaciones y de esta manera contribuir a una conceptualizacién teérica y critica de los problemas inherentes a esta modalidad discursiva. Capitulo 1 Este que ves engafio colorido: autorretratos del testimonio hispanoamericano LL. Genealogfa y metodologfa: Barnet y Randall En el caso de una forma discursiva que esté en trance de autodefinicién y en desajuste con los modelos narrativos ‘existentes, los comentarios autoriales tienden a recibir una atencién especial. Segdn sugiere Alastair Fowler, cualquier elemento puede formar parte del repertorio genérico, pero los prélogos son para ello més indicativos puesto que “los indicios genéricos agrupados al principio de una obra tienen un papel estratégico en guiar al lector” (88). Siguiendo las premisas de la estética de la recepcién, Susan Sniader Lanser también comenta sobre la relevancia de titulos, prélogos, advertencias y epigrafes en la configuracién de la “funcién autor” y en la identificacién del género de un texto dado (125). En el planteo de Claude Duchet los elementos Ilamados paratextuales no son considerados como marginales. Antes al contrario, (pre)determinan la recepcién: Un territorio se define por las fronteras las del texto son movedizas. En

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