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§ 110. Jecarquia de las criatucas a base del fin de la Creacién 1, De la doctrina relativa al fin de la Creacién se deduce la existencia de un orden jerdrquico de las cosas, de los acontecimien- tos y del trabajo humano. El grado axioldgico del ser y del obrar corresponde a las proporciones en que en ellos se manifiesta la gloria de Dios. Segiin lo ensefia la experiencia, el mundo se compone de ex tratos. Cabe distinguir tres sectores o reinos superpuestos: el esse, 130 § 110 TEOLOGIA DOGMATICA el vivere, el intelligere, o sea los estratos del ser anorganico, de la vida y del espfritu. Cada uno de los estratos superiores comprende ¢ implica los inferiores y es superior a éstos debido a una especial cualidad ontolégica. De este modo hay en el mundo concordancia (cl mundo no es un caos de elementos totalmente distintos y desor- denados) y diversidad. Un determinado estrato superior revela a Dios mds adecuadamente y de otro modo que el correspondiente estrato inferior. Mientras que las Ciencias Naturales del siglo xix no admitian mds que una explicacién del mundo meramente cuantitativa, actual- mente reconocen la necesidad de una explicacién simulténeamente cuantitativa y cualitativa, De igual modo, una determinada orien- tacién do 1a filosofia moderna (N. Hartmann) constituye un paso hacia la teorfa de los estratos del ser, K. Jaspers exagera la inde- pendencia y autonomia de tales estratos, afirmando que entre cada uno de ellos se abren abismos infranqueables, sin pucntes ni transi- ciones. Por encima de ios estratos ontoldgicos accesibles a nuestra ex- periencia se hallan las realidades sobrenaturales (véasc e] § 114). En ellas, Dios mamifiesta su gloria de un modo especial y superior. El valor y la importancia de las realidades sobrenaturales son supe- tiores al valor e importancia del ser natural, a pesar de que en lo que concierne a su modo de existencia parecen ser bien tenues y quebrantables, Tales realidades son, por ejemplo, los Sacramentos, la Iglesia, Ja naturaleza humana de Cristo. 2. De estas reflexiones sobre el sentido de la Creacién se de- duce que la totalidad, es decir, la comunidad, es superior, en cier- to sentido, al individuo, puesto que la totalidad representa la gloria de Dios de un modo més perfecto que el individuo. Esto s6lo puede afirmarse cuando se comparan entre si cosas que per- tenecen al mismo estrato ontoldgico, Cuando se trata de diferen- tes estratos ontoldgicos, el superior, debido a su superioridad cua- litativa, refleja la gloria de Dios de un modo més perfecto que el respectivo estrato inferior. Resulta, pues, que un solo ser viviente representa la gloria de Dios de un modo més perfecto que la in- conmensurable inmensidad de] universo anorganico, La dignidad de éste es inferior a la de aquél. El hombre, por su parte, a causa de Ja personalidad, en Ja cual se manifiesta la participacién en la per- sonalidad de Dios, es superior a la Naturaleza entera, aunque ésta sea inmensamente superior desde el punto de vista cuantitativo. 131 MICHAEL SCHMAUS § 10 3. Por io que se refiere a nuestros csfuerzos por jerarquizar Jas criaturas, es decir, por establecer una valoracién axioldgica, hemos de tomar como norma la participacién en Ja gloria de Dios. Seria falso, por consiguiente, el querer llevar a cabo la jerarquizacion teniendo sdlo en cuenta el punto de vista del ser natural, es decir, atendiendo sélo al hecho de si una criatura es material o espiri- tual, En tal caso, los dgeles se hallarian en el grado superior. En cuanto que son inmateriales y espirituales, son mds semejantes 4 Dios que todas las otras criaturas. Pero ademas de este punto de vista, hay que tener en cuenta otros aspectos. Porque en realidad, Cristo es la cabeza del Universo entero (Col. 1, 16). Cristo es su- perior a los Angeles, a pesar de su naturaleza humana corporal. La razon de eilo consiste en el hecho de que la naturaleza humana cor- poral de Cristo es, dentro de la Historia, ja suprema manifestacién de Dios. Esa naturaleza se halla incorporada al movimiento amo- roso que media entre el Padre y el Hijo en el Espfritu Santo. En ella se manifiesta la gloria de Dios de un modo tan decisivo y pode- Toso que Cristo puede decir a Felipe que le mire a El si quiere ver al Padre (Io. 11, 9 y sigs.). San Juan descubre en ella el resplandor del Padre Yo. 1, 14). Cristo es el mediador entre Dios y el hombre, y el camino que conduce hasta e] Padre. Por consiguiente, la cercania con respecto a El determina de un modo superior al de los otros puntos de vista en qué proporciones una cosa o un hombre feflejan 1a gloria de Dios y cual es el grado ontoldgico gue les corresponde. En defi- nitiva, la dignidad de una criatura depende del grado de su unién con Cristo. Cuanto mds intimamente se halle unida con Cristo, tan- to mds resplandecerd en su esencia natural la gloria de Dios, la gloria que San Juan vié en el semblante de Cristo, es decir, la glo- ria de la Verdad y del Amor personales. La dignidad derivada de la cercanfa con respecto a Cristo es superior al valor natural de las cosas. En primer lugar, se trata aqui de una situacién objetiva. Ahora bien, el hombre unido con Cristo percibe conscientemen- te este estado de cosas. Ama y afirma su comunidad con Cristo y trata de tomar parte en su vida y voluntad. De este modo se cleva conscientemente sobre s{ mismo y por encima de su propia natu- raleza humana, alcanzando mediante la fe, Ja esperanza y Ja catidad un grado superior al de todas las esferas naturales del ser. El hom- bre unido con Cristo, ei hombre que mediante Cristo y en el Es- piritu Santo se ha convertido en una manifestacién especial de] Pa- dre celestial, revela en su vida y en todo su ser la fuerza de Ja 132

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