Etica ) Formalizacién: juna ética nodal?
Ethics ) Formalization: 3a nodal ethics?
Por Dario Charaf*
RESUMEN
En el presente trabajo nos proponemos abordar la
relaciGn entre el Ultimo aparato de formalizacién propues-
to por Lacan, el nudo borromeo, y la ética del psicoané-
lisis. Nos preguntaremos qué aportes (silos hay) pueden.
extraerse, para la ética del psicoanslisis, de la clinica
nodal:;pueden extraerse de las elaboraciones lacanianas
fn torno a los nudos avances en la formalizacién de la
ética del psicoanslisis? ;Hay una ética nodal? Estas
preguntas suponen, como condicisn previa, preguntarnos.
por las relaciones entre ética y formalizacién en general
Comenzaremos entonces desplegando esta pregunta.
Abordaremos las relaciones entre la ética, la teoria y la
experiencia psicoanaliticas, para finalmente proponer
algunas hipétesis acerca de las consecuencias éticas del
ultimo aparato de formalizacién elaborado por Lacan.
Palabras clave: ftica - Psicoanslisis - Formalizacién -
Nudos
ABSTRACT
In this paper we propose to address the relationship
between the last formalization scheme proposed by
Lacan, the Borromean knot, and the ethics of psychoa-
nalysis. We will ask what contributions (if any) can be
drawn, to the ethics of psychoanalysis, from the nodal
clinic: jean be drawn from the Lacanian working around
knots progress in formalizing the ethics of psychoanaly-
sis? ls there a nodal ethics? These questions pase, as a
precondition, ask about the relationship between ethics
and formalization in general. Then we will begin deplo-
ying this question. We will address the relationship
between ethics, psychoanalytic theory and experience, to
finally propose some hypotheses about the ethical impli-
cations of the last scheme of formalization developed by
Lacan.
Keywords: Ethies - Psychoanalysis - Formalization -Knots
‘Universidad de Buenos Aires (UBA). Facultad de Psicologia. Licenciado en Psicologia (UBA) Maestrando en Psicoaniliss (UBA] Decente
Citeda I de Psicopatologia. Buenos Aires, Argentina. Universidad de Buenos Ares, (UBA). Facultad de Psicologia. Miembro del Proyecto
[UBACYT “El sintoma, el sentido y loreal en et hima periodo de la ensenanza de Lacan (1971-1981)", Ditector: Claudio Godoy, Buenos
Aires, Argentina, E-Mail: dariochara gmail.com
ha de presentacin: 23/08/2016
Fecha de aceptacign:
3/03/2017
FACULTAD DE PSICOLOGIA UBA | REVISTA UNIVERSITARIA DE PSICOANALISIS (2017, N° 17) 97-104 [ISSN 1515-3894 97‘Erica 9 FORMALIZACION: suNA Erica NODAL
1. Introduccién
El presente trabajo se enmarca en el Proyecto UBACYT
2014-2017 “El sintoma, el sentido y lo real en el cltimo
periodo de la ensefianza de Lacan (1971-1981)" (Godoy,
2014), en la Cat. I de Psicopatologia (Schejtman) de la
Facultad de Psicologia (UBA) y en nuestra investigacién
de Maestcia acerca de la ética del psicoanilisis en el
‘timo perfodo de la ensefianza de Lacan (Charaf, 2016a)
En esta ocasién nos proponemos abordar la relacién
entre el ukimo aparato de formalizacién propuesto por
Lacan, el nudo borromeo, y la ética del psicoandlisis.
De esta manera, aqui nos preguntaremos qué aportes
(si los hay) pueden extraerse, para la ética del psicoand-
lisis, de la clinica nodal (Schejtman, 2013a, 2015). Si bien
fn la ensefanza de Lacan no hay progreso (Schejtman,
2013a, 61, 354), pueden extraerse de las elaboraciones
lacanianas en torno a los nudas avances en la formaliza-
cidn de la ética del psicoandlisis? sHay una ética nodal’
Estas preguntas suponen, como condicién previa,
preguntarnos por las relaciones entre ética y formaliza-
cidn en general. Comenzaremos entonces desplegando
esta pregunta, Abordaremos las relaciones ent la étca,
Ja teoria y la experiencia psicoanaliticas, para finalmen-
te proponer algunas hipstesis acerca de las consecuen-
cias éticas del tltimo aparato de formalizacién elabora-
do por Lacan,
1, Etiea 0 Formalizacién
Lacan introduce la ética del psicoandlisis promedian-
do los afos 'S0 de su enseRanza (Lacan, 1955, 1958a,
1958) y la desplioga con clardad a partir de comienzos,
de los afos “60 (Lacan, 1959-60). Se trata, para Lacan. de
preguntarse cuéles son los prineipios que guian la accién
analitica, el acto analitico.
Desde una perspectiva filoséfica, tanto aristotéica
como kantianamente, la pregunta ética podria formularse
asi “qué debo hacer” En el campo del psicoansliss, no
se tata de una pregunta por la técnica ("joSme hacer?”)
sino por los fines de la accién, por aquello hacia lo cual
Ja accién tiende, aquello que ésta busca. Es decir que la
ética determina los fines de la accién, y la pregunta por
Ja ética del psicoandlsis es entonces una pregunta por el
fin del psicoandlisis.
‘Ala par que despliega esta pregunta, Lacan is elabo-
rando progresivamente distinos aparatos de formalizacién
de a experiencia analtia. Kantianamente, puede plantear-
se que sila pregunta éicaes“;qué debo hacer, apregun-
ta que habita en los intentos de formalizacién Seria “qué
puedo conocer?”. Son, claramente, dos preguntas diferen-
tes (y s porello que Kant distingue larazén prctica-tica-
ylarazén “pura” teérca -conocimiente, asfcomo Lacan
propane que el analsta es al menos dos, aquel que inter-
viene en la experiencia y aquel que la teoriza: el analista
en acto, y aque! que dicho acto lo formaliza)
‘Ahora bien, shay alguna relaci6n entre la pregunta por
Jos fines de la accidn analtica y la pregunta por qué se
puede conocer-y eventualmente transmitir dela experien-
cia analitica? {Hay relacién entre ética y formalizaci6n?
Intentaremos abordar esta pregunta “hegelianamente’
ILL, Afirmacién
Partiremos asi de una afirmacidn: hay una estrecha
relacidn entre ética y formalizacién. As‘ lo propone Lacan,
creemos, al menos para el concepto de transferencia:
“Este concepto est determinado por la funcién que tiene
en una praxis. Este concepto rige la manera de tratar @
los pacientes. A la inversa, la manera de tratarlos rige al
concepto” (Lacan, 1964, 130}!
Sies la posicidn ética del analista la que determina la
direceién de la cura, el concepto que éste se haga de la
twansferencia serd fundamental en la manera de tratar a
los pacientes, en la experiencia y la praxis (acid) anal
tica. Y a la inversa, sila clinica es la formalizacién
(conceptualizacién) de a experiencia (Schejtman, 2013)
Ia experiencia (manera de tratar a los pacientes) incide en.
el concepto que el analista se hace de la transferencia.
Sise aplicara a cualquier concepto o aparato de forma-
lizacién aquello que Lacan subraya acerca del concepto
de transferencia, entonces podria afirmarse que la ética
(que determina y habita el acto del analista) es insepara-
ble del mocio de formalizacién de la experiencia (es decir,
de la clinica) y, ala inversa, la formalizacién es insepara-
ble dela ética,
Pero aquf cabe plantear algunas objeciones a ésta
afirmacidn: por un lado, jes aplicable a cualquier concep-
to lo que Lacan propone para el de transferencia? Tal vez
no todo concepto responda a ésa misma légica. Por otro
lado, si la ética fuera lo mismo que la formalizacién,
podria plantearse que hay tantas éticas como modos de
formalizacisn: podria hablarse as{ de una ética del Esqu
‘ma L, una ética transicional o de la envidia y la gratitud,
tuna ética de la primera y la segunda t6pica, ete."
La ética del psicoanslisis se verfa asi multiplicada
indefinidamente (si es que no infinitamente), habria
tantas éticas como modos de formalizar la experiencia, €
incluso tantas éticas como analistas hay. Sin embargo, asi
como Lacan si hablé de “desea del psicoanalista”, no hizo
referencia a una “ética del psicoanalista” sino ala “ética
del psicoandlisis", destacando que “hay una” (Lacan,
1959.60, 20). Como subrayamos anteriormente, en el
terteno de la ética el analista no es “libre”, su accidn es
dirigida por principios determinados por lo que Lacan
ama también “la politica” (Lacan, 1958).
11.2, Negacién
Pasemos entonces a la negacidn de la afirmacién
anterior: no hay relacién entre ética y formalizacién.
Mientras que la ética del psicoanslisis es una, los modos
de formalizacién pueden ser multiples y variados, Una
misma ética puede habitar en distintos modos o aparatos
de formalizacién. La manera en que cada analista y las
(98> FACULTAD DE PSICOLOGIA -UBA | REVISTA UNIVERSITARIA DE PSICOANALISHS (2017, N° 17) pp. 97-106 [ISSN 1515-3894‘Erica 9 FORMALIZACION: UNA Erica NODAL
distintas corrientes psicoanaliticas conceptualizan 1a
experiencia no incidirfan necesariamente en el modo en.
ue cada uno de és0s analistas interviene.
Asi, por ejemplo, tanto en El Seminario 1 como en El
Seminario 4 Lacan critica el modo de teorizacién (de
formalizacién) de Melanie Klein, al mismo tiempo que
elogia su modo de intervencidn (io mismo cabe decir del
comentario que Lacan realiza sobre Margaret Little en El
Seminario 10)..Con algunas excepciones (la ego psychoto:
4) en general, o el modo de intervencién de Kris en el
“caso de los sesos frescos"), la critica de Lacan a los
posfreudianos fue mucho mis tedrica que préctica: no
critica tanto e] modo de intervencién (incluso en muchos
casos lo elogia) sino el modo de conceptualizar la
experiencia, de formalizacién.
De esta manera ética y formalizacién aparecerian en
disyuncién: la ética del psicoandlisis habita en el acto del
analista, independientemente del modo en que el analis-
ta conceptualice y de razones de su acto.
Pero aqui también cabe plantear algunas objeciones,
Por un lado, cabe recordar que, junto a la critica te6rica,
Lacan realizé una fuerte ertica ética (y politica) al psicoa-
nilisis de su tiempo (la “armonia genital” de Abraham
como fin que buscaria el andlisis, la “identificacién con
el analista” al término del andlisis propuesta por Balint
y los “ideales analiticos” criticados en la primera clase de
El Seminario ?, por ejemplo). Es decir que algunas
concepciones tedricas pueden ser criticadas también (y
sobre todo) por las consecuencias éticas y por Io tanto
practicas que conllevan o implican
Por otro lado, si el modo de formalizacién no incide
en el modo en que el analistainterviene, gpara qué forma-
lizar en psicoanslisis? Se correria el riesgo de que la
formalizaci6n devenga un mero ejercicio te6rico, ¥
también el riesgo de un relativismo tedrico donde daria,
To mismo de qué manera se formaliza, La transmisién
quedaria asi reducida esotéricamente a la experiencia del
propio andlisis y eventualmente a la supervisién, y el
debate tedrico y cientifico en psicoandlisis se veria reduci-
do a una disputa entre escuelas segun e! gusto por tal 0
cual modo de formalizacién al cual cada analista adhieve
IL3. Negacién de la negacién
yeedamos entonces a una negactén de la negacién:
no “no hay relacién entre ética y farmalizacién”. Si bien
ética y formalizacién no se superponen, el modo en que
se conceptuatice la ética del psicoanslisis puede incidir no
sélo en la accién analitica, sino también en los distintos
‘modos de formalizar la experiencia. A la inversa, el modo
de formalizar puede no sélo en ocasiones incidir (aunque
no siempre ni necesariamente) en el modo de intervenir,
sino también en el modo en que se conceptualiza la ética
que habita en el acto analitico,
Es que si bien la ética del psicoanilisis esté estrecha-
‘mente ligada a la experiencia analitica, no es lo mismo
que ella: a medio camino entre la teoria y la experiencia,
la reflexién ética supone la busqueda de principios que
gufen la accién, Razén préctica, entonces.
Puede plantearse desde esta perspectiva que si bien
Stica y formalizacién no se superponen, el modo de escri-
tura de ta ética (San Miguel, 2016) incide en el modo en.
que ésta es conceptualizada y, por ésta via, en el acto
analitico. Siel analista es al menos dos, podemos pregun-
tarnos si no hay también una “ética del elinico” (Sehejt-
‘man, 2016), y si ella es separable de la ética del psicoa-
isis y del deseo del analista, Deseo del analista que
hhabitarfa no sélo en su acto, sino también en el modo en.
que dicho acto lo formaliza, en que da razones de él
Etica 0 formalizacién, siguiendo la escritura del
fantasma (que escribe una relacién -entre sujeto y objeto-
alli donde no hay relacién), supone al mismo tiempo la
conjuncién y la disyuncién de los términos, la no-relacién,
como condicién de las relaciones posibles. En otros térmi-
nos: el anudarse de no anudarse que se encuentra como
fundamento del nudo borromeo.
IL, Etica, teoria y experiencia: RSI
Eneste apartado nos proponemos entonces abordarla
relaciGn entre la érca, la teoria y la experiencia psicoana-
litieas, a partir del tltimo aparato de formalizacién
propuesto por Lacan en su ensefianza, el nudo borromeo.
Antes de hacerlo retomaremos brevernente, siguiendo
la propuesta del apartado anterior, la definicién de la
ca psicoanalftica en la enseianza de Lacan y situaremos su
relacién con la experiencia y la ética del psicoandlisis.
‘Nos proponemos de esta manera leer la ética, la teorta
y la experiencia como tres “registros” de la préctica
Psicoanalitica (en correlacidn con lo real, lo simbélico y
lo imaginario respectivamente), para asi intentar situar
luego cémo se “anudan” en la tiltima ensefianza de Lacan.
De mado subsidiario situaremos también el modo en que
la clinica, la técnica y la légica se sitdan en los puntos de
entrecruzamiento entre é0s ttes “registtos"”
UL. Clinica y ética: de la prevalencia de lo simbélico
ala de lo real
Elinicio mismo dela ensefianza de Lacan se encuentra
marcado por un esfuerzo de formalizacién de la experien-
cia analitica. Asi, pocos meses antes de la redaccién del
informe de Roma sobre “Funcidn y campo de la palabra y
del lenguaje en psicoanilisis” (que segiin el mismo Lacan.
marca el comienzo de su ensefianza en psicoanslisis)
Lacan pronuncia una conferencia dedicada alos tres regis
ttos ("Lo simbélico, lo imaginario y lo real”) durante la
cual propone un primer aparato de formalizacién de la
experiencia psicoanalitica (Lacan, 1953, 47-S1)
Al preguntarle Didier Anzieu si el esquema propuesto
sun “cambio de modelo para pensar los datos clinicos",
Lacan responde que “Se adapta mejor a la naturaleza de
las cosas, si consideramos que todo aquello de lo que se
trata en el anilisis es del orden del lenguaje, es decir, a
fin de cuentas, de una ligica. Eso es lo que justifica esta
FACULTAD DE PSICOLOGIA - UBA | REVISTA UNIVERSITARIA DE PSICOANALISIS (2017, N° 17) 97-104 [ISSN 1515-8894 «99>