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EducaciónMoralLaica 14thInternationalCongress HPSCG PDF
EducaciónMoralLaica 14thInternationalCongress HPSCG PDF
Abstract
This paper aims to address the concept of secular moral education in Mexico, after the
restoration of the republic, by analyzing the debate between Ignacio Manuel Altamirano (liberal
education project supporter) and “El Cura de la Sierra” (defender of conservatism), through the
newspaper columns at “El Federalista” and “La Voz de México” during 1871. I will analyze the
nature, purpose and moral foundations of education with the understanding that each one
conceived from their particular perspective, but according to the socio-historical and ideological
context in which they lived, using in turn inherited concepts and ideas of liberalism and the
European enlightenment; such as laissez faire and progress but adapted to the social, cultural and
considering their joint synchronic and diachronic so the understanding of these concepts is the
result of socio-cultural and political-ideological dynamics, consequently they are minted and
This debate deserves attention as it transcended the social sphere because of the role
played by the newspapers of that time, whose diversified content and opinion were subordinated
2
to the trends to groups and politicians who sponsored and/or participated in them, allowing the
dissemination of ideas and beliefs of thinkers and political ties between Mexican society in the
The conflict remains latent in the social activism of contemporary Mexican into social
activism of contemporary Mexican conservatism and current educational trends and the
hegemonic group in power as well as various groups that defend the separation of the Church-
Resumen
Restauración de la República, mediante un análisis del debate entre Ignacio Manuel Altamirano
(promotor del proyecto educativo liberal) así como de su antagonista, “El Cura de la Sierra”
(defensor del conservadurismo), a través de las columnas de los diarios El Federalista y La Voz
en el entendido de que cada uno la concibió desde su perspectiva particular pero conforme al
contexto sociohistórico e ideológico bajo el cual vivieron, utilizando, a su vez, conceptos e ideas
heredados del liberalismo y la ilustración europeos, tales como laissez faire y progreso, pero que
adaptaron a las circunstancias sociales, culturales y políticas del país que cada uno percibió como
Este debate merece atención ya que trascendió al ámbito social debido al papel
estaban subordinados a las tendencias de los grupos y personajes políticos que los patrocinaban
contemporáneo y las actuales tendencias educativas del grupo hegemónico en el poder así como
Advertencia preliminar
únicamente analicé los diferentes métodos propuestos y/o aplicados en pro de los respectivos
En esta ocasión deseo ampliar y profundizar mi comprensión del mismo problema aunque
comprendió dicho éste, tomando en cuenta que ambos personajes trataron el tema desde su punto
4
de vista particular pero durante el mismo año de 1871 y en el contexto social, político e
De ningún modo puede asumirse que este trabajo es definitivo o está concluido: es tan
podrían existir imprecisiones, confusiones o vacíos que son exclusivamente responsabilidad mía
Para abordar desde la perspectiva de la sociología de la educación el tema que ocupa este
trabajo, comenzaré por señalar que, de acuerdo con Jurjo Torres, el concepto de ideología fue
acuñado en Francia por Destut De Tracy en 1797, durante la Revolución francesa, y su función
se concentra principalmente en la constitución y modelo de formas bajo las cuales las personas
viven y construyen significativamente su realidad, sus sueños, deseos y aspiraciones. De acuerdo
con el también autor de Educación en tiempos del neoliberalismo, las ideologías someten y
cualifican a los sujetos diciéndoles, haciéndoles reconocer y relacionándolos con: 1) lo que existe
y, su corolario, lo que no existe; 2) lo que es bueno, correcto, justo, hermoso, atractivo,
agradable, y sus contrarios; 3) lo que es posible e imposible1.
Lo anterior resulta útil en función de su utilidad explicativa ante el fenómeno de la
educación moral laica en el proyecto de educación nacional del siglo diecinueve en México, ya
que el discurso para el mantenimiento de una sociedad, de defensa del orden establecido,
requiere de estas tres dimensiones del proceso ideológico, mismas que requieren ser transmitidas
a los integrantes del grupo a través de mecanismos efectivos que garanticen su adopción y su
práctica en la cotidianeidad de modo consensuado, legítimo y vigente; los integrantes de una
sociedad no nacen conociendo ni aceptando este discurso incondicionalmente, por lo que la
educación –entendida como el proceso de transmisión de los conocimientos técnicos y culturales
considerados indispensables para la sobrevivencia de un grupo social- se constituye como el
1
Jurjo Torres, El Currículum oculto (Madrid: Ed. Morata, 1996), p 17.
5
medio idóneo para la transmisión formal (institucionalizada) como informal (al interior de la
familia y de grupos sociales temporales) de los contenidos ideológicos identificados con el orden
social imperante.
En este sentido es necesario explicar, en beneficio de los propósitos que guían estas
reflexiones, la existencia de tres niveles de currículum educativo tanto en el ámbito formal como
informal: a) el currículum explícito, consistente en los contenidos concretos a enseñar (lo que se
enseña); b) el currículum oculto, determinado por los fines que validan o anulan un conocimiento
determinado (por qué se enseña); y el currículum vívido, resultante de las tensiones individuales
y comunitarias en la convivencia cotidiana formal e informal (lo que se aprende). Estos tres
niveles del currículum educativo no se presentan por separado en el proceso de enseñanza-
aprendizaje. Su presencia es inherente, complementaria y constante en la teoría y la práctica
tanto de la educación privada como pública de un grupo social determinado, lo cual espero poder
demostrar a lo largo de este documento.
traídas inicialmente del extranjero y poco a poco impresas localmente. Sin embargo, como
tendencia político-ideológica no produjo cambios radicales durante las tres primeras décadas del
una moral consensuada entre intelectuales y políticos del país que, de acuerdo con Eugenia
Roldán, puede identificarse en dos sentidos: moral social o civil, relacionada con la conducta del
personal y hacia la familia2, ambas -con sus respectivas ventajas y limitantes-, derivaron de la
profunda influencia de la religión católica en México pero también de las nuevas tendencias
2
Eugenia Roldán Vera, “The making of citizens: an analysis of political catechisms in nineteenth-century Mexico.”
Master diss., The University of Warwick, 1996, p 80. Las cursivas son mías.
6
vida privada de la mirada pública así como al resaltar la importancia de la inteligencia y voluntad
individuales, el desarrollo de las cualidades físicas del cuerpo así como la lucha contra las
pasiones o vicios sociales: gula, hedonismo, holgazanería, miedo, desapego a la patria, que
económica con base en el laissez faire4-, se difundió entre pensadores y grupos políticos
mexicanos debido a la propagación de diversas publicaciones relacionadas con el tema así como
a través del testimonio de aquellos connacionales que viajaron tanto a Europa como a Estados
regiones con base en la promoción y aplicación de los ideales mencionados así como mediante
Benito Juárez García y el propio Ignacio Manuel Altamirano-, nacidos en los años posteriores a
la constitución del Nuevo Estado independiente e influidos tanto por el liberalismo en boga como
comprendidos entre 1824 y 1857 (rebeliones, golpes de Estado, guerras civiles y/o
legitimación así como la consolidación de los ideales de libertad y progreso era necesario el
abandono de las creencias y prácticas políticas, económicas e incluso sociales que identificaban
3
Íbidem.
4
Vid. Adam Smith, Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (México: Fondo de
Cultura Económica, 1958), 917 pp.
7
como propios del régimen virreinal pues las suponían contrarias a la búsqueda de la prosperidad
unipersonal.
e incluso aquellos elementos de orden político-ideológico que creían fundamentales para una
mayor y más directa participación de las nuevas generaciones de ciudadanos en los asuntos
políticos, económicos y sociales del país, en beneficio tanto de los individuos como de la
sociedad misma, por lo cual adoptaron la fe en la educación como panacea para las apremiantes
necesidades del aún débil Estado mexicano de mediados de siglo XIX: lograr la hegemonía
simultáneamente los males que aquejaban a la sociedad, sobre todo a las clases media y baja:
Desde esta perspectiva resultaba peligroso seguir reproduciendo las pautas morales
inculcadas por la Iglesia como institución religiosa, pues ello implicaba la subordinación no a
republicano liberal-, sino a un poder eclesiástico que consideraban anacrónico ya que promovía
el sacrificio de los intereses personales en pro del bienestar social, pero que también era visto
como “enemigo” de la democracia en virtud de su alianza con el antiguo régimen colonial –al
para satisfacer sus propios fines, lo cual desató una nueva guerra civil que agravó los apuros
de que en 1870 la ciudad de Roma, sede de la máxima autoridad católica (el Papa Pío IX), fue
ocupada militarmente por el recién constituido Reino de Italia, de carácter liberal y al año
siguiente fue declarada capital del Reino de Italia. Ello obligó a remover la sede de la Iglesia
Católica a la ciudad del Vaticano, sitio desde donde el Papa se declaró “prisionero” y se negó a
cualquier negociación con la corona italiana. La reprobación explícita que hizo Pío IX al
consideraciones de compasión y defensa de las clases menos favorecidas-, así como la imagen de
persecución difundida por la autoridad papal ante sus feligreses del mundo tuvieron eco en
México, y coincidieron con las acciones estatales que minaron la influencia político-económica
Por otra parte, cuatro años después de la caída del Imperio de Maximiliano de Habsburgo
encabezado por el Lic. Benito Juárez seguía en proceso de legitimación entre algunos sectores de
constituyó un medio a través del cual se buscó difundir e igualmente justificar las ideas y
proyectos del régimen en turno, de los cuales destaca para el tema que ocupa estas líneas El
partidario del liberalismo como doctrina política, económica y social como fuente remedial de
las necesidades nacionales, expuso, entre otras ideas, su concepto de educación moral laica, a
Si bien es cierto que durante la primera mitad del siglo XIX la influencia del clero
católico mexicano contribuyó -en algunos casos y sólo parcialmente-, en el estallido de algunos
de los múltiples conflictos tanto internos como con otras naciones, la educación difundida por el
claro católico mexicano también ayudó a evitar fracturas mayores o más profundas entre la
las tendencias así como de las diferencias entre individuos, estratos socio-económicos y
políticos armados que condujesen a la inestabilidad social resultaba indispensable, por lo que
requería formarse una imagen igualmente sólida, legítima, estable, y con la autoridad necesaria
una responsabilidad que ya no correspondería a la Iglesia como institución sino al propio Estado,
por lo que asumir la tarea educativa como recurso para el desarrollo de una identidad ciudadana
favorable a los intereses y necesidades del régimen en turno así como independiente a las
Sin embargo, ello no significó una ruptura total con el contexto religioso de México: es
posible encontrar diversos documentos de tal período en que se hallan mezclados elementos
tanto de moral religiosa como civil destinados a los ámbitos social y doméstico, con el propósito
10
asimilación de normas y lineamientos de conducta, apego, obediencia, lealtad e identidad con los
miembros de ésta: padre, madre, hermanos, tíos, abuelos, etc.-, y paralela o gradualmente de
contruir, legitimar, asignar y hallar consenso en torno a las relaciones de autoridad, los diversos
Preparatoria, institución promovida por Gabino Barreda –médico y filósofo mexicano discípulo
de Auguste Comte-, uno de los principales difusores del positivismo en la educación mexicana
consolidación del proyecto de nación juarista, y apoyado por dicho régimen debido a que se
mostraba alejado de cualquier dogma religioso, además que pretendía fundarse en una
A pesar del logro anteriormente señalado en favor del proyecto liberal, el literato y
político Ignacio Manuel Altamirano señaló que para ese momento, y no obstante que el gobierno
republicano asumió desde 1857 la administración de la educación pública -al menos en el papel-,
en el caso de la enseñanza básica: “Varias sociedades de carácter privado han tomado a su cargo
5
Roldán Vera, Op. Cit.
11
establecida recientemente”6.
directa del clero católico mexicano pues estaba convencido de que la enseñanza de la religión -y
pobreza entre la mayoría de la población del país para beneficio tanto del clero como de algunos
grupos privilegiados. Además señalaba que el clero católico había participado activamente en
en las cuales aún participaba el clero católico mexicano- aún se enseñara el catecismo en lugar de
materias más modernas, pues consideraba que los contenidos de éste documento iban en contra
“… ¿quién que tenga en algo á la razón y á la libertad, no detesta ese monstruoso código
pueblo republicano y culto se ocupan en multiplicar los ejemplares de ese librito odioso, que
6
Ignacio Manuel Altamirano. «Bosquejos: La Escuela en 1870.» El Federalista 25 (1871): 2.
7
«La Escuela Modelo».
12
sus raíces en la instrucción primaria hasta entonces administrada por el clero, ya que la
población, al ignorar los beneficios de vivir bajo un régimen respetuoso de la voluntad de cada
estado y conforme a una constitución política en lugar de decretos reales, privilegios o mandatos,
constantemente prefería delegar sus derechos o de plano renunciaba a ellos en beneficio de otros
sectores:
comprendió, y el pueblo ignorante y todavía temeroso de las teorías nuevas, y apegado á los
hábitos de antiguo servilismo se dejaba arrebatar fácilmente derechos que no comprendia, ni sabia
brutal, apoyado por las clases privilegiadas, volvió á atar al pueblo al poste del esclavo 9.
Así, para el escritor la enseñanza en manos del clero y de sus simpatizantes (individuos o
instituciones), iba en detrimento del objetivo del Estado mexicano de promover el desarrollo de
8
«La Escuela en 1870».
9
«La Escuela Modelo».
13
La iglesia católica, muy hábil en la propaganda de sus doctrinas, y muy activa en esto de
favorecer sus intereses materiales, enseña a los niños, antes que todo, el catecismo… Así es que la
iglesia no hará con su enseñanza, ni patriotas, ni hombres virtuosos; pero eso sí, hace devotos…10
La oposición del autor de los Bosquejos obedecía a que consideraba, en coincidencia con
mexicanos tales como José María Luis Mora e Ignacio Ramírez que: “La educación dirigida por
el sacerdote, es una añeja monstruosidad… aprovechada por la teocracia hasta el siglo XVI en
algunos países de Europa, hasta el siglo XIX en México11”. También se debe a la influencia de
El autor estaba convencido de que para el gobierno juarista sería necesario ir más allá de
los logros alcanzados y asegurar el éxito de su proyecto liberal de nación, ya que según él
mismo, la instrucción primaria era el medio más seguro para la consolidación de la democracia,
y por consiguiente, de la República, para lo cual tomó como ejemplo el caso de los Estados
el Estado supervisara la enseñanza en las escuelas primarias, ya que de no hacerlo el riesgo sería
10
«La Escuela del Campo».
11
«El Maestro de Escuela».
12
«La Escuela Modelo».
14
discriminatorias, en contra del espíritu de igualdad entre los individuos, característico de una
democracia:
sólo por medio de la enseñanza de la tradición nacional, sino como una madre por su justicia
exacta y atenta. La libertad local será cosa excelente con cierta sobrevigilancia que no la deje muy
Altamirano propuso, entre otras asignaturas como la Historia Patria, la enseñanza de una moral
La Escuela del Estado no debe enseñar religion: esto es de ley, y una consecuencia
rigurosa de la tolerancia de cultos; pero sí debe enseñar Moral.… Hablamos de la Moral universal,
de aquella que no está fundada en religion ninguna de las que llaman reveladas, sino que es como
dice Ciceron, «la ley única, siempre una é inmortal que abraza todas las naciones y todos los
precepto de tolerancia de cultos pero también conforme a los ideales de libertad de credo
y pensamiento, mismos que debían ser enseñados en las escuelas primarias entre las
nuevas generaciones para reducir gradualmente la influencia del clero entre la población
que, pensaba, poco a poco se concebiría como ciudadana y participaría cada vez más en
13
Citando a Jules Michelet: Nuestros hijos, lib. V, cap. V. “De la escuela como propaganda cívica”, «La Escuela en
1870».
14
Ídem. Las cursivas son del original.
15
«La Escuela Modelo».
15
y el Estado mexicanos.
físico, tomaba en cuenta la educación moral de los niños; además creía que la familia
educación: familiar, escolar así como moral y social. No obstante que Pestalozzí creía
sociedad, no del clero, por lo cual coincidía con la visión socio-histórica y político-
en aquella época denominados párvulos-, y del mismo modo que Pestalozzi, presentó una
propuesta educativa en la cual son evidentes sus convicciones religiosas pero también su
La vocación y el destino específicos del hombre, como ser sensitivo y racional, es traducir su
esencia, el principio divino, o sea Dios, y su destino y vocación en conciencia plena, conocimiento vivo y
percepción clara, y también ejercitar y proclamar esto en su propia vida con autodeterminación y libertad.
16
Incumbe a la educación estimular y encauzar al hombre como ser consciente, pensante y sensitivo, a fin de
que con conciencia y arbitrio plenos reproduzca la ley interior y el principio divino, y además facilitarle los
medios de lograrlo16.
desarrollo humano planteada por Pestalozzi (en este caso intelectual, emocional y moral),
Fröebel incluyó la idea de que el ser humano realizaría la voluntad de Dios mediante el
Guerrero), no era ateo ni deseaba en modo alguno atacar a la religión católica, pero sí
participación del clero en los asuntos políticos del país, como se puede notar por la crítica
que hizo a Vicente Riva Palacio al confiar la dirección de un colegio de señoritas a las
Es decir, este crítico literario se mostró en desacuerdo con la influencia del clero católico
así como de aquellos grupos que también la promovían ya que estas prácticas eran adversas tanto
16
Helmut Heiland, “Educación del Hombre” (citado en 1993, Perspectivas: revista trimestral de educación
comparada, UNESCO: Oficina Internacional de Educación), disponible en
http://www.ibe.unesco.org/fileadmin/user_upload/archive/publications/ThinkersPdf/frobels.PDF
17
«El Maestro de Escuela».
17
vicepresidencia de México.
Con el título de Carta a Fausto (supuesto nombre o también posible pseudónimo del
destinatario de las cartas), apareció el primero de una serie de artículos publicados en La Voz de
México, entre el 26 de febrero y el 23 de mayo de 1871, mismos que serían firmados por el
pseudónimo de “El Cura de la Sierra”. En cada uno de ellos el autor intentó responder a las
imputaciones hechas por Ignacio Manuel Altamirano acerca de la influencia negativa del clero y
la religión católica en la educación pública de México del mismo modo que cuestionó la validez
de los argumentos del novelista en pro de la intervención del Estado liberal en materia educativa
así como en contra de la educación moral laica, para lo cual se basó tanto en argumentos propios
como en obras de orientación católica e incluso de los intelectuales franceses citados por el
novelista.
propio cura identificó a algunos de los intelectuales que influyeron o sirvieron como soporte para
los argumentos del autor de la Navidad en las Montañas, tales como D’Holbach, Compte,
Lutero, Voltaire, Sué, Castelar y Gorostiza18. Sin embargo, cabe señalar que aparentemente el
cura no tenía intención de entablar una discusión directa o abierta con el co-fundador del
18
«Segunda Carta del Cura de la Sierra».
18
… he visto con la mayor sorpresa que abusando de mi amistad y con ultraje… has ido á lanzar al viento de
la publicidad mis mal pergeñados conceptos, estampando con letras de molde lo que nunca pensé tuviese otro
Escuela Moderna expuesta por el columnista liberal con un intento por difundir el ateísmo entre
lleva a la juventud a ese ateismo fatal de que ud. me ha hablado tantas veces, y en el cual creo que
piensa encontrar el escritor del Federalista el antídoto contra el virus que heredamos de nuestros
Del mismo modo que Altamirano criticó las concesiones de algunos políticos mexicanos
al clero católico mexicano en materia educativa, el cura lamentó la separación de las relaciones
ateísmo legal, tiene que ser fatalmente lógico…21”, y atribuyó la propuesta de la escuela modelo
hecha por Altamirano a su simpatía por el protestantismo así como por el liberalismo y el
republicanismo europeos:
A juzgar por los Bosquejos del Federalista, especialmente por el que trata de la Escuela
modelo, su autor profesa esas teorias, siguiendo á los protestantes que atribuyen á su heregía
19
«Tercera Carta».
20
«Carta a Fausto».
21
«Cuarta Carta».
19
que como los racionalistas Julio Simon y Edgar Quinet, tienden á la separación completa, al
divorcio imposible del elemento religioso y los demas elementos constitutivos de la sociedad
(sic)22.
la presencia de la religión, en este caso de la fe católica, pues “… la razón humana, por sí sola,
sirve para dividir, no para unir23”, es decir, se basa en la premisa de que el hombre requiere la
guía de una institución o algún ser superior, pues en caso de que intente decidir por sí mismo y
basado únicamente en su capacidad racional, se expone a aislar –en forma errónea desde la
perspectiva del cura-, prácticas que hasta ese momento daban sentido y unidad a las instituciones
de la sociedad mexicana, lo cual podría provocar una mayor inestabilidad social y, por ende,
política y económica.
elección de ciertas obras e ideas filosóficas modernas para sustentar la propuesta de Altamirano
obedecía más a intereses políticos propios de sus filiaciones políticas, pues afirmó: “… el
El cura intentó demostrar que la educación moral laica se basaba en un presupuesto falso,
pues declaró:
El gobierno, se dice, sin profesar ningun culto a la Divinidad, esto es, declarándose
oficialmente ateo, tolera y protege el ejercicio de todas las religiones; luego, no puede ni debe
prescribir la enseñanza religiosa en las escuelas. Este consiguiente es falso, á mi ver, en buena
22
«Tercera Carta».
23
«Cuarta Carta».
24
«Cuarta Carta».
20
lógica, y hasta el estudiante mas ramplon inferiría, de aquel antecedente: luego el gobierno debe
enseñar en las escuelas todas las religiones. Y la cosa es tan cierta, que de admitir la proscripción
de toda la enseñanza religiosa, se seguiría que el gobierno, lejos de tolerar y proteger el ejercicio
de todos los cultos, condenaba a los niños y á los jóvenes á no estudiar los principios
fundamentales de ninguno, ó lo que es lo mismo, á ser ateos, como el gobierno, lo cual no entra,
que yo sepa, en el programa de la enseñanza oficial, ni puede entrar de ningun modo, porque sería
dar muerte á una de las garantías que otorga la constitución que rige al país 25.
En el caso de la afirmación anterior, el cura incluso señaló que la idea de enseñar moral
¿Cómo, pues conciliar este innegable principio con la idea de que el gobierno se abstenga por completo de
proteger ese elemento en las escuelas, diré mas, se consagra a destruir ese mismo elemento que en las escuelas debe
germinar y desarrollarse para que sus frutos sean mas tarde objeto de la garantia que la ley ofrece?26.
Es decir, para el cura resultaba paradójica la postura del Estado mexicano de la época en
contra de enseñar religión en las escuelas públicas y al mismo tiempo en favor de la tolerancia de
cultos, ya que desde su punto de vista ambos elementos serían complementarios y, por lo mismo,
resultaba necesaria la concordancia en sus contenidos, fines y métodos, idea que complementa:
25
«Quinta Carta».
26
Ídem.
21
unidad que debe presidirla para hacerla fecunda y provechosa, ciega la fuente de la felicidad
nacional y prepara con la muerte de las costumbres públicas la ruina total del pueblo. Pues que no
aprendan la religion en sus casas, que vayan a los templos. Bien; pero todos esos templos son
católicos en México…27
Por último, el cura antepuso al concepto liberal de progreso mencionado arriba la frase
Filosofia y Letras Severo Catalina28, por lo cual considero que, como Lucas Alamán, no se
oponía a los cambios propuestos por los partidarios del progreso, pero consideraba que los
cambios pretendidos por el régimen juarista eran precipitados y lejanos a la realidad social.
A manera de conclusión
asincrónicamente, una discusión en torno a lo que cada uno de ellos concebía como educación
moral, y al hacerlo, expusieron las causas por las cuales consideraban lógica y filosóficamente
abrevaron antes y durante este intercambio, ello no evitó que cada uno presentara divergencias
los ideales subyacentes así como de la influencia de su propia experiencia de vida y, más aún, de
las filiaciones político-ideológicas de cada uno: liberal y anticlerical por parte de Altamirano,
conservador y católico en el caso del cura. Esta plurivocidad aún hoy se manifiesta en la forma
27
«Quinta Carta».
28
«Cuarta Carta».
22
respectivas posturas alrededor de la educación moral laica en el caso del Sistema Educativo
Mexicano.
Por último, hace falta profundizar en las raíces filosóficas del pensamiento de cada uno
de estos personajes, pues considero que a pesar de que fue posible establecer de manera muy
general algunos de los elementos que sustentaron sus respectivas perspectivas desde esta
emprender estudios más avanzados y formales en relación con la disciplina histórica que me
permitan una comprensión más amplia, profunda y crítica del tema que aquí se abordó.
23
Bibliografía
Adam Smith, Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (México:
Ernesto Lemoine V., La Escuela Nacional Preparatoria en el período de Gabino Barreda (1867-
Eugenia Roldán Vera, “The making of citizens: an analysis of political catechisms in nineteenth-
century Mexico.” Master diss., The University of Warwick, 1996, 80. Copia disponible
Frederick Copleston, ed., Historia de la Filosofía. (México: Grupo Editorial Planeta, 1993), VIII:
125-147.
http://www.ibe.unesco.org/fileadmin/user_upload/archive/publications/ThinkersPdf/frobels.PDF
24
en
http://www.ibe.unesco.org/fileadmin/user_upload/archive/publications/ThinkersPdf/pesta
lozzis.PDF
William Fowler y Humberto Morales, “Una (re) Definición del Conservadurismo Mexicano del
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla- Saint Andrews University, 1999), 17, 19.
Hemerografía
Editorial. «Carta a Fausto por un Cura de la Sierra Norte de Puebla.» La Voz de México 49
(1871): 1-2.