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Homicidio PDF
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LESIONES
INTENCIONALES
Autorretrato dibujando un asesino.
Óleo / tela. 1.50 x 1.50 mt., 2000.
CARACTERIZACIÓN DEL
HOMICIDIO EN COLOMBIA
Homicides
During 2002, the Colombian system of Forensic Medicine, registered 28.534 homicides which are 71% of the
violent deaths. The death rate by this way was 65 homicides for every 100.000 inhabitants. This index has shown
an important decrease since the 90s when it was higher than 85 homicides for every 100.000
Men preferable are involved in most of cases of violence, except for sexual attacks and familiar violence, where
exists a balance among men, children and women. Last year 92% of the homicides were committed against men,
especially those between 18 and 44 years, population which has affecting and economic link so their families are
violence victims as well. Homicides made last year more than a million of years potentially lost (AVVP from the
Spanish, working years in English).
Most homicides were committed in public places ( streets, bares, nightclubs and abandoned backyards) reaching
about 73%, as well as this 46% of the cases there was no information about the criminals and 42% it was an
unknown their causes were not known either in more than 50%, revenge was 15.7%, robbery 4.6%. Public force
and armed conflict was 7.1% which meant an increase of 5.2% related to the year before.
En el commitment of any kind of violent act, is usually found a device which makes easier the surrender of the
victims, for homicides there is a relationship between device lethality and the quantity of acts committed with it,
so guns were used in the 86% of the cases, followed by sharp arms (knives) with 8.6%.
As we see homicides in Colombia happen in several contexts, from death in a family as a result of familiar violence to
deaths of either civil or soldiers related to the security problem which the country faces currently, as well as this the
terrorism with its implications such as lack of security in public places where the people are supposed to feel safe.
Introducción
El homicidio se presenta en la vida del hombre como consecuencia LUZ JANETH FORERO M.
extrema de los problemas de seguridad y convivencia mal resueltos, Médica Epidemióloga
Jefe CRNV
fenómeno al que no escapa la realidad interna colombiana, generando
por su carácter irreversible erosión en la riqueza humana de la nación y
deterioro de la percepción objetiva y subjetiva en materia de seguridad.
Planteado de esta manera, más como problema social que como delito,
es innegable la relación que guarda el homicidio con las dinámicas de
interrelación de los seres humanos en su colectividad, con el ejercicio
de la pluralidad, el reconocimiento de la diversidad y el derecho de los
otros. El homicidio, como expresión extrema de la violación del derecho
a la vida, encuentra sus motivaciones o factores desencadenantes en la
pugna diaria de emociones e intereses y la clave de su protección puede
estar en la educación y en velar por el resarcimiento o restauración
oportuna de otros derechos que han sido vulnerados.
Son múltiples las prácticas que a diario se ejecutan a pesar de que algo
interiormente parece indicar al autor que son indebidas y no en pocas
ocasiones ni siquiera hará presencia tal advertencia moral, porque la
persona se ha desarrollado en un ambiente en el cual jamás le inculca-
ron que estaba mal o precisamente esto era lo cotidiano y su costumbre
lo hace ver como correcto o aceptable. En esta instancia se hace
necesario anotar que las prácticas socialmente deseables deben ser
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transmitidas y hacer parte de la educación. A manera de ejemplo, si el Del homicidio
individuo carece de toda posesión le es mucho más difícil reconocer y
respetar el derecho a la propiedad de otros individuos, pero incluso como crimen
algo común a todos, como la vida, puede llegar a desdibujar su real valor
Juan Ignacio Cardona Giraldo
y carácter en un ambiente que privilegie al más fuerte y haga dudar del Filósofo C RNV
derecho que se tiene a vivir, llegando incluso a asumir una actitud de librar
al azar la propia existencia, renunciando a la esperanza de un futuro.
Las instituciones de educación, especialmente las de preescolar, básica La acción de matar puede enten-
derse desde múltiples contextos, y
y secundaria, más allá del desarrollo de aptitudes, habilidades y des- según los mismos puede pensarse
trezas en los educandos y de impartirles conocimientos del saber hu- igualmente en múltiples
mano, cumplen con otra tarea que puede resultar aún más importante implicaciones de diferente índole.
y es la transmisión de los valores de la cultura a la que se pertenece, a De aquí que, cuando se refiere
este acto con el término homici-
través de la formación cívica, en especial ahora cuando la familia tiende
dio, necesariamente se está com-
a adoptar una forma en la que cada uno de sus componentes es más prendiendo esta última acción en
independiente, con un menor grado de interrelación. La formación cí- la dinámica del crimen y el casti-
vica se debe traducir en civilidad, es decir, el comportamiento propio go. Por otra parte, autores como
de una sociedad democrática, la cual ha sufrido transformaciones a par- Malinowski desde la etnografía,
Eric Weil desde la filosofía políti-
tir de la figura republicana de un Estado de Derecho a la de Estado So-
ca y el mismo Ten desde la ética
cial de Derecho, con cambios intrínsecos importantes, implicando que aplicada, coinciden en afirmar
los valores que en el primer modelo se privilegiaban como cívicos y ne- que la palabra crimen no tiene un
cesarios para el mantenimiento del Estado, se sumen a otros propios significado unívoco; y que de he-
del mundo contemporáneo en el segundo, haciéndose más universal, cho, para podernos realizar una
representación de la misma, es
trascendiendo fronteras y considerando globalmente el género huma- decir, para poder hacernos a una
no. De tal manera que no basta con los valores propios de la cultura a definición del crimen, necesaria-
la cual se pertenece ni con salvaguardar las instituciones estatales, se mente necesitamos tener como
trata ahora de comprender la complejidad de lo humano. referente un acto concreto, figu-
rarnos un hecho en particular
para así, posteriormente, obser-
De hecho, el país se desenvuelve entre una tradición política propia, var las reacciones que suscita di-
marcada por matices culturales y signada por la violencia y una apertura cha representación en la
al mundo imparable, que privilegia el individualismo instrumental. Si fuera comunidad interpelada, o como
posible quedarse solo con el primero de estos elementos, la formación diría Eric Weil: no hay moralidad
cívica contaría con la opción de dictar postulados de comportamiento concreta fuera de una situación
1
concreta .
deducidos de la propia realidad y pretender que el acatamiento de los
mismos fuera lo necesario para garantizar una mejor convivencia futura
del país, dejando de sancionar conductas que al ser ejecutadas parecen MUJER EN PEDAZOS Y FANTASMA DE GUERRA. ÓLEO / MADERA, 1999.
Análisis de resultados
1
Constituido por Medicina Legal y los médicos oficiales que prestan servicios en esta materia, donde la
institución no tiene presencia directa.
2
Según el CIC de la Policía Nacional.
26
El indicador más empleado para medir los niveles de violencia humana
está dado por la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes, que
señala, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo BID,
cómo en América Latina y el Caribe en los años 90 la tasa era de 23,
índice que duplica la cifra promedio mundial de 11; otros países están
por debajo como Ecuador, 153, Estados Unidos, 7, y Japón 0,64. Para el
año 2000 se calculó que ocurrieron en el mundo cerca de 520.000 ho-
micidios, para una tasa estandarizada por edad de 8,8 homicidios por
100.000 habitantes. Este registro excluye las 14.000 víctimas de inter-
venciones legales 14.000. El 91,1% de estos casos ocurre en países
de ingresos medios o bajos5.
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cuatro víctimas de homicidio son hombres6. La tasa específica de homi- suministrado al culpable. La se-
cidios de hombres se ubicó en 119, es decir, supera más de 13 veces gunda postura es denominada por
Ten retributiva. Esta teoría justifi-
a la femenina. ca el castigo según sea la voluntad
que primó en la acción penalizada
Los departamentos que registran una mayor proporción de víctimas y presume que el malhechor merece
masculinas en relación con las femeninas son: Guajira 25 y Putumayo sufrir más allá de las utilidades de
25 a una, Sucre 22 a una, Caldas 20 a una y Cesar 19 a una. Por otro dicho sufrimiento.
lado, aquellos en los cuales el comportamiento tiende a reducir la bre- ¿Cuáles son las dificultades que
cha marcada por el sexo de las víctimas son: San Andrés 1 a una, ha- deben afrontar ambas teorías?
biéndose registrado solo 4 hechos, Chocó 4 a una, Amazonas 6 a una, Para el utilitarista, el problema
Casanare y Huila 7 a una y Vichada 8 a una. surge al tratar de explicar por qué
debe limitarse el castigo al culpa-
ble y no al inocente en las cir-
cunstancias adecuadas
aseveración que permite su mis-
Distribución según edad ma hipótesis; y para el
retribucionista, al dar razón de
porqué se debe castigar al culpa-
ble, aun si esta práctica no produ-
El rango de mayor número de víctimas identificadas de acuerdo con la ce consecuencias deseables. Para
edad se encuentra entre los 18 y 44 años, población de la cual la teoría utilitarista, se supone,
dependen afectiva y económicamente familias que resultan ser también existen ciertas circunstancias que
víctimas de la violencia, sumándose a esto el retraso consecuente en se presumen eximen a una perso-
na del castigo (como la no-preme-
el progreso y desarrollo del país por la disminución del capital humano
ditación del acto), a la vez que
y productivo. Es así como el homicidio produjo en el último año más de establece ciertas limitaciones a la
un millón de años de vida potencialmente perdidos (AVPP). En San práctica de castigar, de aquí afir-
Andrés y Amazonas, por su parte, cerca del 100% de las víctimas pertene- ma Ten, que no se castigue a las
cía a este grupo etáreo. Los demás departamentos tienen similar con- familias de los criminales aunque
esto se pueda traducir en una al-
centración a la nacional en los homicidios de personas entre 18 y 44 años, ternativa eficaz para reducir los
llamando la atención particularmente que en Cundinamarca y Atlántico índices de delitos graves.
se presentaron 14 homicidios de menores de un año de edad.
En últimas, la paradoja del utilita-
Acerca de las razones que se pueden esgrimir para entender por qué rista se asocia con la
instrumentalización del castigo
la población joven resulta ser la más vulnerada, se halla relación con el (disuasión o temor al mismo), que
papel preponderante que juega en múltiples espacios públicos de so- se supone tiene la finalidad de
cialización, predisposición a asumir prácticas sociales riesgosas basada restringir la voluntad de infringir
en la percepción de contar con toda la reserva fisiológica y mínimas po- la ley; restricción que no garanti-
sibilidades de ser lesionados, poca experiencia en los mecanismos que za en modo alguno que ésta sea
infringida involuntariamente, o la
aseguren su propio cuidado y control y el hecho de haberse constitui- posibilidad de fingir la
do en materia prima por excelencia para engrosar las filas de los gru- involuntariedad de un acto. En-
pos armados ilegales, al igual que de otras organizaciones delictivas. tonces, la paradoja radica (como
ya se había dicho), en la despro-
porción de la cuantificación del
Otro grupo especialmente sensible está constituido por los niños, quie-
castigo. Porque, aun aceptando
nes resultan muertos no solo como consecuencia del maltrato infantil, que el castigo no debe agravar las
sino también por diferentes eventos, bien sean accidentes de tránsito consecuencias nocivas del crimen,
o acciones intencionales de agentes externos, dejando de lado los ca- arguye Ten, empero esto último
sos de suicidio que lastimosamente ya los afectan, pero que no consti- no impide suponer que la idea de
un castigo ejemplar, se presente
tuyen un hecho punible. El homicidio sobre niños en el último año
como un medio eficaz para disua-
6
Op.cit 4. dir a una comunidad.
representó el 8% del total, encontrando que en Antioquia, Boyacá y
Chocó la participación porcentual superó este registro nacional, de tal
manera que en los primeros se ubicó alrededor del 10% y en el últi-
mo alcanzó un 27%, con amplia incidencia de la masacre de Bojayá, lo
cual actúa como alerta sobre las graves consecuencias que el conflicto
interno deja a este sector de la población, no solo como víctimas pasi-
vas sino también como actores involucrados de manera forzosa.
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Distribución según mes De la teoría retribucionista, se
afirma que limita el castigo a los
crímenes voluntarios, y si se de-
termina esta última mediación en
Figura 3. Homicidios según mes del hecho. el mismo (la de la voluntad), se
Colombia, 2002 predica culpabilidad respecto del
crimen. Pero de la misma manera,
en esta teoría aparece una figura
igualmente problemática a la de
la ejemplaridad del castigo en la
teoría utilitarista, la de la eximen-
te relevante, que posibilita excu-
sar legalmente un crimen, según
un hecho o circunstancia extraor-
dinaria, suponiendo que los cos-
tos del mismo recaen sobre la
responsabilidad moral de la perso-
na que lo ha cometido.
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El departamento con mayor porcentaje de homicidios en la vía pública genéricos (es decir que no se ago-
fue Norte de Santander, con el 78%. Quindío presentó la mayor con- tan en una única representación)
que vengan al caso.
centración de homicidios en el hogar, mientras que Bolívar mostró la
mayoría de asesinatos en sitios de diversión. Meta con 41% y Cesar Esta perspectiva tiene serias
8
con 35% registran el mayor porcentaje de casos en zonas baldías. implicaciones de carácter ético ,
en particular el supuesto de que
En sólo tres departamentos del territorio nacional se concentró el 53% todos los ciudadanos se encuen-
tran en las mismas condiciones
del total de homicidios: Antioquia con el 25%, Valle con el 17% y que las del ciudadano cumplidor
Cundinamarca, incluyendo el área metropolitana de Bogotá, con el de la ley, y que ambos pagan el
11%. En este comportamiento incide la inclusión de las tres más gran- mismo precio por cumplir la ley.
des ciudades del país, focos por excelencia de convivencia y escenarios Desde este paradigma, el criminal
sería aquel que sólo acepta los
para el desarrollo de la civilidad; de igual forma se constituye en indicador
beneficios y no paga los costos
de como el grueso de los homicidios no se registra en aquellas regiones que implica cumplir la ley. Y el
en las que tiene lugar la confrontación armada abiertamente manifiesta, castigo, antes de ambicionar resti-
sino en aquellos escenarios de cotidianeidad y convivencia. Sin embar- tuir el daño causado a la víctima,
go, esta suposición debe ser vista con precaución, dado que el conflic- pretende equiparar el daño de
ésta al de la sociedad.
to armado permea de diferentes maneras las comunidades, no sólo con
los combates directos. Por otra parte en las grandes ciudades se facilita Por otro lado, el supuesto de que
el ejercicio organizado de la criminalidad, que seguramente es respon- todos los ciudadanos se encuen-
sable de una gran proporción de los homicidios de dichos sitios. tran en igualdad de condiciones,
no permite apreciar las determi-
nantes económicas y culturales,
que en últimas determinan el pre-
cio que paga una persona en par-
Distribución según presunto agresor ticular al autodeterminarse para
no transgredir la ley. Este supues-
to también presume en la totali-
Contar con información acerca de los agresores permite establecer ca- dad de los mismos ciudadanos, la
intención de transgredirla, a la
racterísticas de las dinámicas propias de este hecho. Y es que por cada vez que permite que se castigue a
homicidio ocurrido en Colombia no necesariamente existe un agresor los delincuentes sin tener presen-
diferente. Por el contrario, es posible que con un adecuado sistema te como uno de sus parámetros
investigativo se llegue a vincular como presunto responsable de varios las consecuencias sociales del
mismo castigo.
hechos a un solo individuo o grupo delincuencial, identificando patro-
nes en casos conexos.
Antioquia y el área
metropolitana de Bogotá, la zan un 43% y aquellos atacantes definidos como
desinformación con desconocidos fueron predominantes en ciertos de-
respecto al agresor supera
el 65%, participación que partamentos del litoral atlántico, tales como Magda-
obliga a reflexionar acerca lena, Atlántico, Córdoba y Bolívar, donde el rango
de la acción de grupos para esta variable va desde 80% a 65%.
delincuenciales conformados
por gente originaria de
zonas del país diferentes a La participación de miembros de la Fuerza Pública
aquellas en donde actúan, e como causantes de homicidios, es especialmente
incluso, en la protección
que brinda el anonimato de
representativa en regiones en las cuales el conflicto
una gran ciudad. armado es intenso, como Guaviare 39% y Caquetá
25%, o en aquellas con un bajo índice de homicidios,
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en las cuales uno o dos casos en frecuencia son altamente representa-
tivos porcentualmente, estas son: Amazonas con 29% y San Andrés
25%. Es pertinente advertir que no existen datos que permitan distin-
guir entre estos homicidios, cuántos se produjeron en enfrentamiento
armado con subversión, autodefensas, delincuencia común u organi-
zada, situaciones en las que seguramente se pueda predicar la legíti-
ma defensa.
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Colombia, 2002
Figura 9. Rango de tasa de homicidio.
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Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML Y CF
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Cuadro 2. Tasa de homicidios.
Colombia, 2002
Cuadro 2. Tasa de homicidios.
Colombia, 2002
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Centro de Referencia Nacional sobre Violencia - INML Y CF
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Cuadro 2. Tasa de homicidios.
Colombia, 2002
Conclusiones
*
Sustancia psico-activa.
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Recomendaciones de la función de suministrarlo.
Deficiencia que hace evidente la
necesidad de redescribir esa prác-
Se debe dar énfasis al aspecto educativo tendiente a preservar la tica y las instituciones que la per-
vida de las personas y ante esta necesidad el cuestionamiento: sonifican. Por otro lado, esa
¿Qué se debe implementar para propender por el desarrollo de misma sospecha deja entrever una
los principios éticos en las personas en una época y en un Estado intención clara de secularizar esa
que protege la libertad en todas las acepciones conocidas? ¿Cómo carga de sentido moral que con-
vencionalmente se asocia con la
evitar que sólo se cuente con un referente moral cargado de inte- práctica del homicidio; y centra
reses propios de una época y un entorno determinado? Se propo- su reflexión en la indagación de
ne la práctica de ejercicios en los diferentes ámbitos educativos, otros aspectos del mismo, que no
que permitan la generación de emociones relevantes para la con- necesariamente están asociados
vivencia, orientando, una vez aparezcan, una mejor forma de ma- con el tipo de intencionalidad que
se sobrentiende en la primera for-
nejarlas. Entre ellas se cuentan la compasión, frustración, aflicción, ma delictiva. De esta manera, di-
deseo o tendencia de adoptar la vía más sencilla. cha reflexión no indagará por los
En términos culturales, privilegiar y exaltar valores diversos a los niveles de culpabilidad, sino que
materiales permitiría que las personas, no estuvieran dispuestas a le apuesta al intento de rehabili-
tar al criminal.
exponer su integridad por cosas vanas con tanta frecuencia, es
cuestión de hacer una nueva escala de lo que es o no relevante. Escudándose en este último pre-
Fortalecer igualmente la cultura del autocuidado y el fomento de texto, surge una alternativa que
prácticas sociales saludables y desestimular posturas que puedan podría denominarse política de
entrañar algún tipo de riesgo. Esto focalizado a los niños en los higiene social. En esta política se
puede apreciar una acción de vigi-
cuales el aprendizaje ofrece mayor dividendo. Se deben diseñar
lancia e intervención del Estado,
programas dirigidos a las víctimas de la violencia, en cualesquiera en asuntos que convencionalmen-
de sus manifestaciones, en los cuales encuentren soporte para te se han asociado con la autono-
manejar la duda, el temor, la incredibilidad y el duelo. mía del ciudadano (como, por
El homicidio, por la envergadura del bien jurídico que niega y des- ejemplo, el consumo de alcohol).
De esto último, se critica esa no-
truye más que por su carácter de conducta punible investigable de ción de la ejemplaridad del casti-
oficio, debe tener como principal doliente al Estado a través de sus go, la que, asociada con el
autoridades, dejando en claro que lo que no se realice para pre- retribucionismo, limitará la auto-
servar la vida de las personas que han depositado en él su con- nomía que toda persona tiene
fianza, se constituye en una responsabilidad por omisión que debe para tomar decisiones, al prede-
terminar o moldear los cánones
ser facturada. Sin embargo, los servidores públicos no pueden estar según los cuales una persona eli-
solos y deben ser dotados de algunas herramientas, se sugiere: ge, en virtud del miedo o la incer-
I. El establecimiento de un sistema que permita la recolección tidumbre que representa la
de una mayor cantidad de información relativa al agresor, que posibilidad del castigo.
incluya características físicas, vínculos con bandas
El homicidio en tanto crimen, ne-
delincuenciales, modo de operar, espacio en el que actuó, tipo cesariamente tiene una implica-
de arma empleada, características generales de las heridas ción jurídica. Las formas
inflingidas, conexión con otros hechos punibles, lugar de la jurídicas, en términos del Hegel de
geografía nacional en el que se registra el hecho, característi- Eric Weil, representan el contrato
entre voluntades que se saben y
cas de la víctima, entre otros aspectos. Todo esto con la posi-
reconocen como libres e iguales en
bilidad de interrelacionar las variables, establecer coincidencias la medida en que son libres, en la
y develar patrones que contribuyan a determinar vínculos medida en que se saben a sí mis-
entre lo que aparentemente era inconexo, como aporte a la mos como personas y que no reco-
investigación. nocen otro modo de seguir
realizando su libertad distinto del
II. En manos de la comunidad se encuentra la información nece-
derecho.
saria para resolver diversos hechos y lo más importante: para
prevenirlos. El número de autoridades que trabajan con ella
es alto, pero parece estar roto el vínculo que debe existir con
el aparato de justicia, el cual se puede recomponer a través
de un trabajo estrecho con los organismos que cumplen fun-
ciones permanentes de policía judicial, en los que se debería
crear una sección dedicada a buscar y canalizar la información
que las personas han entregado espontáneamente a otras au-
toridades.
Cambiar la actual concepción relativa al homicidio ocurrido en ac-
cidente de transito que tiende a presumir que en todas las ocasio-
nes se ha tratado de un hecho culposo, dando cabida a un
tratamiento benévolo por parte de la ley, facultando al autor para
acceder a la indemnización integral que extingue la acción penal,
lo cual, en el sentir de la familia, puede interpretarse como impu-
nidad y para el común de las personas implica una seria
desprotección frente al tráfico vehicular, con una consecuente y tácita
autorización para un actuar más descuidado. La propuesta no va
orientada a dar un tratamiento diametralmente diverso a los he-
chos en accidente de tránsito, pero sí se considera apropiado evitar
que aquellas personas que cometan una conducta de este tipo bajo
el influjo del alcohol o sustancias psicoactivas, o que abandonen la
escena del delito, vuelvan a tener bajo su control un vehículo au-
tomotor, para lo cual la licencia le debería ser retirada de por vida.
Estimular iniciativas y programas de prevención de la violencia de
base comunitaria, en la cual se trasciende la autoprotección para
pensar en el cuidado del otro, donde se estimule la conscientización
así como el debate y participación pública en torno a los proble-
mas puntuales que puedan constituirse en amenaza para la convi-
vencia pacífica y la seguridad ciudadana. Estructurar iniciativas de
afrontamiento a las causas sociales o materiales de la violencia en
los contextos locales, entre las que se cuentan modificaciones
ambientales, ejercicios lúdicos en los escenarios públicos y siste-
mas de seguimiento a las acciones específicas del Estado, dentro
de un esquema de corresponsabilidad social y formación de una
ética de lo público.
CF Y
dad privada legalmente autorizados para actuar con tenencia de Sin embargo, como lo afirma el
las mismas. Los controles hacia el porte no tendrían excepción al- mismo Weil, ese piso antropológico
guna y se deberían hacer más estrictos los dirigidos a las armas que necesariamente presupone la
blancas, por cuanto sustraer de las manos de las personas un ob- explicación hegeliana de la acción
libre no indica, pero tampoco exi-
jeto letal, tiende a ser reemplazado por el siguiente más efectivo a ge que todo individuo llegue a
este propósito que se pueda hallar. 13
esta comprensión (la del hombre
que se determina a sí mismo en un
sistema de derecho, movido por su
propia voluntad de ser libre). De
hecho, algunas páginas atrás, este
mismo autor nos dice, palabras
más o menos, que la libertad no se
realiza de manera completa, y que
de hecho esto es aquello que no
permite delimitar un fin último de
la historia, porque, de ser así, no
se podría dar cuenta de las trans-
formaciones en la misma, transfor-
maciones o nuevo paso que, en
palabras de Weil, no será dado
por aquellos que detentan el pen-
samiento (entiéndase tradición) de
la época considerada, sino por el
elemento insatisfecho, es decir, el
14
que actúa por pasión . Por ello,
como decíamos al inicio de este
escrito, la práctica homicida no
puede atraparse en una represen-
tación unidimensional, ni se valo-
ra según un mismo esquema
axiológico.