You are on page 1of 9
FUNDAMENTOS DE UNA PSICOLOGIA SOCIAL * Este trabajo, en tanto intento de fundamentar. una Psi- cologia Social, histérica yy concreta,. retoma casi puntual- mente muchos de los desarrollos del articulo ‘La concep- cin del sujeto en el pensamiento de Enrique Pichon-Rivié- re, publicado en 1978. Sin embargo explicitaremos y profundizaremos aqui la concepcién del hombre, del conocitniento y del orden so- cial histérico, que desde-el materialismo‘histérico y dialécti- co sostiene nuestra propuesta en psicologia, Esta’ explicita- cion resuliaba imposible en el pertodo en que fuera elabora- do.:el primer articulo, por las condiciones de represién existentes.. ‘A su vez este trabajo incluye ti sice sobre la ialécti- ca muhdo interno - mundo externo no desarrolladas en el citado articulo, * Intervencién pronunciada en el Encuentro Internacional de Psico- drama y Psicoterapia de Grupo, realizado en Buenos Aires en Agosto de 1985, 81 CONCEPCION DEL HOMBRE Y CIENCIAS SOCIALES “El hombre es un ser de necesidades que sélo se satisfa~ cen socialmente, en relaciones que lo determinan. Nada hay en él que no sea resultante de la interaccién entre indivi- duos, grupos y clases”. “Entiendo al hombre como configu- randose en una actividad transformadora, en una relacién dialéctica, mutuamente modificante con el mundo, que se da siempre a su experiencia como mundo social, es decir, entretejido de vinculos y relaciones sociales. Esa relacion dialéctica tiene su motor en la necesidad’’. “.. , la elabora- cién de un criterio de salud, al que nosotros Wamamos de adaptaci6n activa’ o aprendizaje, significa el andlisis de las formas que reviste la relacién del sujeto con el mundo, la indagacion de las, formas de esa relacién constitutiva de la subjetividad. El sujeto es sano en tanto aprehende la reali- dad en uma perspectiva integradora y tiene capacidad para transformar esa realidad, transformandose a su vez él mis- mo: Esta ‘activamente adaptado’ en la medida en que, man- tiene un interjuego dialéctico con el medio”. He imtroducido aqui, a través de frases de Enrique’ Pichon-Riviére, dos elementos teéricos de distinto grado de generalizaciGn, pero intimamente ligados entre si, ya que uno se elabora a partir del otro. Uno es una concepcién del hombre, el otro un criterio de salud desde el cual se orienta y da sentido a la operacion psicolégica, Esta inclusién yel establecimiento de. relaciones entre ambos conceptos apunta | a una de las tesis centrales de este trabajo acerca de los fundamentos de una Psicologia Social, histérica y concreta. Esta _tesis es que a toda reflexion en el campo de las clenciss sociales. dada la indole de su objeto, subyace una concepcion del hombre, una hipétesis acerca de Ja esencia y el (Origen de ese conjunto de procesos que instituyen mas alla del orden animal, una nueva instancia: el orden histori- co social, el orden de la cultura, orden simbélico, especifi- camente humano. Esta concepcién del hombre nos remite, en tanto esta 32 inscripta en ella, a una concepcién del mundo o Weltan- schaung, sistema social de representaciones, no necesaria- mente explicitado en el discurso cientifico, y que refleja y da cuenta, en tanto ideologia, de las distintas practicas de los hombres. s : .Decimos subyace, hablamos de su condicién no necesa: viamente explicita. Queda por’ plantear que aun desde esa latencia, fundamenta y determina la problematica de esa ciencia. Referidos ya al campo concreto de nuestro hacer; la prdctica en el campo de la psicologia, la concepcién del hombre, de la naturaleza, del orden social-histérico y sus interrelaciones, se constituye como “lugar teérico”, expli: cito o implicito, desde donde se plantea el problema del sujeto y su comportamiento. Se constituye como “lugar tedrico” en tanto, esa visién del mundo, esa concepcién de las relaciones entre hombre, naturaleza y sociedad orienta la formulaci6n de la pregunta por el sujeto y su comporta- miento, por la génesis y el desarrollo de los procesos psiqui- cos. Esta pregunta sera m4s.o menos abarcativa, abordara 0 no al sujeto en la complejidad de sus- determinaciones, segiin el grado de riqueza y objetividad de esta concepcién fundante. Desde la Weltanschaung se define el qué pregun- tar y el como de la pregunta,-qué fendmenos ¥ relaciones analizar, A su vez la pregunta establece lineas, perspectivas en la elaboracién sistematica de la respuesta. A partir de la practica y desde ese “lugar teérico”’ se da de hecho la enunciacién de leyes que darian cuenta de los procesos del sector de lo real a conocer y transformar. Desde dénde se interroga uh investigador? {Qué orienta la pertinencia de sus preguntas?’ La practica,. los hechos * {ismos. La pregunta por las condiciones de produccién de’ log ‘procesos ‘psiquicos no es especulativa ni tiene como punto de partida la teoria. Como hemos dicho, surge de la practica. Es la prdctica la que interroga a los hechos y en el procesamiento de esa practica emerge la teoria como res- puesta progresivamente abarcativa y sistematica, que intenta dar cuenta de los fendmenos en la complejidad de sus 33 relaciones y determinaciones: Pero el investigador, en tanto ser social, se sittia en su practica desde el interior de un sistema: social de representaciones que tiene sus condiciones de produccion en el complejo de telaciones sociales que constituyen el contexto de su tarea, Quien inyestiga en el campo de los procesos psiquicos indaga sus leyes a partir de -- su practica conereta, pero se sitia en ella y Ja’ interpreta desde su. concepcion de los érdenes natural, social e histéri- ¢o que convergen en el hombre. Esta concepcién opera como Optica, como perspectiva de abordaje y comprensién. Esta presente en el salto de calidad que implica el pasaje de ja experiencia clinica o de laboratorio a la‘interpretacion: y _eonceptualizacion de esa. experiencia. Se manifiesta como concepcion del siijeto. Emerge como hipétesis: acerca de qué detemmina, en Ultima instancia, la existencia y la forma de los procesos investigados. ‘7 Pero a su vez, esta concepcién global, orientadora, este lugar teérico. no ‘permanete estético en.esa confrontacién con Ia practica en un sector de-lo real. Es susceptible de rectificaciones, ratificaciones y desarrollos. Sostener, como se hace aqui, una determinacién social de la practica desde los sistemas de representacién vigentes en una sociedad no significa megar la dialéctica del conocer. RELACIONES ENTRE CIENCIA # IDEOLOGIA Ante lo expuesto puede surgir una pregunta: esta pre- “sencia fumdante de la concepcion del ratindo 0” Weltan. schating en Ja elaboracion de una tedria, no implicarfa tha posicién escéptica respecto a. la posibilidad de un conoci- ~ miento objetivo, cientifico? gComo opera una concepcion del mundo y de Ja naturaleza humana en Ia elaboracién de una. Psicologia cientifica? Es esta concepcién, en tanto ideologia, um “a priori” imaginario con el que se hace necesario establecer una ruptura?4Se constituye como un obstaculo epistemolégico? El tema remite a un debate que 34 no pierde actualidad: el de: las relaciones entre! ciencia e ideologia. Sobre este problema desarrollamos con Enrique Pichon-Riviére un trabajo sistematico de reflexién epistemo- légica. A partir de esta taxea hemos intentado redefinir los términos de este debate, rescatando la presencia de un tercer factor, fundante y muchas veces: escamoteado: la base social, los’ intereses sociales objetivos que expresa cada concepcién del mundo, como reflejo de Jas practicas de los hombres articulados, una sociedad determinada. Entende- mos que queda eludido el falso dilema,:de naturaleza sola- padamente idealista en el que qued6 atrapada la epistemolo- gia francesa: ciencia 0 ideologia: mk La relacién se plantea entonces entre: 1) concepcion del mundo, del hombre y la historia, 2) base social objetiva, intereses que esa concepcién expresa, 3) conocimiento obje- tivo. i El conocimiento humano tiene sui’ fundamento en nece- sidades. materiales que -los hombres resuelven a partir del establecimiento de relaciones sociales.’ En consecuencia, la prdctica social, compleja y contradictoria, opera como fac- tor determinante en el desarrollo del conocimiento. Lo complejo y lo contradictorio de esas relaciones sociales, la diversidad de intereses operantes en esa estructura, deterthi- nan a su vez formas del pensamiento, de la representacién, del conocimiento. Emergen desde alli diversas modalidades de interpretacién de lo real. Todas las formas: de’ ideologia son réflejo de la existencia social. En una sociedad dividida en clases, Jas ideologias tienen también caracter de clase. Una expresa Jos intereses de un’ sector dominante en la | sociedad y desde alli comprometido’a perpetuar un deter- minado ordenamiento social, consolidando una organiza-~ cién, un sistema. Desde estos intereses y este compromiso, la ideologia’ de los sectores dominantes’ sera consecuente- mente encubridora y distorsionadora de la realidad, en tanto tiende a legitimar, desde las formas de conciencia social, esa dominacién, aun al precio de escamotear lo real, negando o manteniendo ocultos hechos y relaciones. Su 35 discurso se caracterizard entonces por “naturalizar lo so- cial”, “eternizar lo histérico”, “universalizar. lo particular”, fragmentar y disociar lo que constituye una totalidad. Otras clases sociales, en lucha con las dominantes ven, por el contrario, comprometido su destino con el descubrimiento, Ja desocultacién de las relaciones entre naturaleza, hombre y sociedad. Sus intereses objetivos coinciden con el desarro- No del conocimiento cientifico. De esto se desptende que la posibilidad de que la concepeién del hombre opere como obst4culo epistemolégi- co en Ja elaboracién de. una. psicolog{a cientifica no depen- de de su relaciGn con un nivel ideolégico, de su pertenencia a’una Weltanschaung, de su mayor 0 menor. grado de. for- malizaci6n, sino de las caracteristicas de los intereses socia- les que expresa y del momento del desarrollo histérico social en que ha sido elaborada. De-alli devendr su cardc- ter de sistema de representaciones ocultante, distorsionante © su condicién de conociniiento objetivo, desocultante, des- mitificador. A nuestro entender, desde la coherencia con esta proposicién, quedaria invalidado tanto el planteo abs- tracto de una “teorfa de la ideologia” como el falso dilema ciencia 0 ideologia, concepcién del mundo 0 .conocimiento objetivo. c CONCEPCION DEL HOMBRE Y PSICOLOGIA SOCIAL Introducir esta reflexién epistemolégica sobre el valor cognoscitivo de las concepciones del mundo en este trabajo sobre fundamentos de la Psicologia Social planteada por Enrique Pichon-Riviére, me parece particularmonte perti- nente, ya que mi intencién cs mostrar cémo este autor fundamenta una psicologia y la define como social, a partir de una concepcién del sujeto como social e histéricamente determinado, configurandose en un interjuego con un con- texto que se da a su experiencia siempre interpenetrado de vinculos y relaciones sociales. Este interjuego tiene como 36 fundamento una contradiccién inherente al sujeto en tanto organismo vivo: contradicciém entre necesidad y satisfac- cién. Es la necesidad la que promueve la relacién activa con el mundo externo, con el otro, en la bisqueda de la fuente de gratificacién. Esa contradiccién intrinseca es la que remi- te a la dialéctica sujeto-contexto, en la que el sujeto se configura. En la elaboracién ‘de esta concepcion del sujeto se articularon, en un fecundo encuentro, una‘practica clinica y una concepcién del mundo que se constituye como conoci- miento objetivo en tanto da cuenta de la estructura de‘lo real, al esclarecer las relaciones entre naturaleza, hombre y sociedad. Segin esta concepcién, el hombre, .en funcién de su particular organizacion ‘biolégica es productor de su vida material en una doble relacién: con la naturaleza y con los otros hombres. El hombre-es naturaleza pero emerge de ella transformandola y transformandose a partir del trabajo y en la produccién de los bienes necesarios para.su subsistencia, en la que se apropia de la naturaleza modificdndola en vista a sus necesidades. Este proceso sdlo puede cumplirse -en yelaciones necesarias con otros. hombres. En esta doble relacién el hombre no es sélo productor, protagonista de Ja _ praxis, de la historia. Es también producido, determinado. Se constituye en el desarrollo de esas relaciones materiales y necesarias. Las relaciones de produccién instauran y sos- tienen —en tanto estructura— el orden social @ histérico, especificamente humano. En. el seno de estas relaciones emerge el psiquismo como initeriorizacién de las mismas, como instancia y funcién representacional que dard luego jugar al surgimiento del-pensamiento, el lenguaje y las distintas formas de simbolizacién. Ellas 'fundamentan las formas de la conciencia social, el orden juridico politico, Jas significaciones sociales. De alli la afirmacién de que la naturaleza humana no es una esencia presocial y ahistérica, sino social e histéricamente determinada, Las relaciones sociales al organizar y determinar, segiin sus fines, la expe- riencia de los sujetos que las establecen, determinan en 37 forme y contenido los vinculos interpersonales i- _ zacién familiar, 1a5 instituciones. Gobleman el proce : constitucion de la subjetividad, ya que todo sistema social gesta el tipo de sujeto que desde sus formas de Sensibilidad, Pensamiento y acciGn, desde sus modelos internos de apren. dizaje y vinculo, pueda mantenerlas y desarrollarlas. De esta complejidad de relaciones el sujeto es sintesis activa. Esta complejidad constituye sus condiciones concretas de existencia en las que la reflexion psicolégica debe abordarlo Para comprenderlo, no en forma unilateral y abstracta, sino concreta, es decir, multilateral, en la riqueza de sus milti- ples determinaciones. La Practica, situada desde esta Weltanschaung, siguiendo el triple movimiento de experiencia, conceptualizacién, transformacién, que hace a la esencia del conocimiento,. dio lugar a um sistema de conceptos, ECRO, que hace referencia aun sector de lo. real e instrumenta, en tanto da cuenta de sus leyes internas, para operar sobre él. En sintesis, es ‘desde la concepeién de la naturaleza humana, sociale histérica- mente determinada, desde el hombre entendido en cada aqui _y ahora como el punto de legada de un proceso histérico, sintesis o centro de anudamiento de una comple- jisima red de relaciones sociales, y a partir de una practica clinica que xemite a una dialéctica entre mundo interno y mundo externo, entre el sujeto y su contexto vincular, que el problema del sujeto puede ser planteado en sus justos términos. A partir de la concepcién del hombre y el mundo y de la tarea terapéutica que revela la estructura dialéctica . de a sul i es que Enrique Pichon-Riviére plantea una’ “nueva problematica”. a Es desde esa’ problematica del sujeto que somos referi- * dos a la tematica de la interaccién, del vinculo, del pepe oe d 2 a grupo Jas instituciones, en la investigacién de la dialéctica funda, te de la subjetividad. 38 LA CONSTITUCION DE LO SUBJETIVO. ROL DE LAS NECESIDADES. La concepcion pichoniana del sujeto lo define como emergente, configurado en un sistema vincular-social a par- tir del interjuego fundante entre necesidad y satisfaccion, interjuego que remite a su vez a una dialéctica intersubjeti- va. Es decir que la dialéctica esencial, coristitutiva de lo subjetivo, tiene como sustancia la interpenetracién de dos pores contradictorios: a) necesidad y satisfaccin; b) sujeto y contexto vincular-social en el que emerge y se resuelve, en una relacién con otro, esa contradiccién basica entre la necesidad y la satisfaccién. Enrique Pichon-Riviére concep- tualiza en términos de dialéctica entre necesidad y satisfac- cién, entre sujeto y trama vincular en la que las necesidades cumplen su destino social de gratificacién o frustracion, el interjuego de causas intermas y condiciones externas que operan en la constitucién del sujeto. La necesidad seria, en principio aunque no exclusivamente, un elemento de orden biolégico, el que con mayor claridad remite a la base material, orgénica del comportamiento del sujeto, Esa nece- sidad a su vez tiene su fundamento en otra contradiccién, ya que emerge del intercambio de materia de ese organismo con su medio. La necesidad es inherente al ser vivo. La contradiccién entre la necesidad y su opuesto, la satisfaccién, se da en el interior del sujeto, pero en tanto la fuente de gratificacién le es exterior, esta contradiccién promueve la relacién con el mundo externo, en la bisqueda de la fuente de gratificacién. La necesidad apatece asi como _ fundamento motivacional de, toda experiencia de contacto, * ” de todo aprendizaje, de todo vinculo. La éatisfaccion, ‘a la” que sdlo se accede en la experiencia con el otro, es eminen- temente social, vincular. La necesidad remite al objeto y a partir de las primeras experiencias y en el acto de satisfacer- se, la necesidad se metamorfosea, se somete a la determina- cién del objeto, se “objetaliza”, leva la huella del objeto. Desde las primeras experiencias las necesidades del sujeto se 32 transforman, y en consecuencia también lo hace el siljeto, Cambian de calidad a partir de la incorporacién del objeto. Esa experiencia no es sélo base de la objetividad en tanto registro primario de lo externo, sino que por serlo, resulta también furdamento de la subjetividad. zPor qué? Porque en esa experiencia, en la que se resuelve la contradiccién necesidad-satisfaccién, el objeto se inscribe en el sujeto, configurando su interioridad. Lo constituye a partir de la determinacién de aquello que apareceria como lo més “subjetivo”, la necesidad mis- ma. El objeto se inscribe en el sujeto a partir dela expe- tiencia.y desde la necesidad, configurandolo. En la expe- viencia de satisfaccién el objeto se transforma en un refe- rente intemmo (objeto interno) interpenetrando la necesidad, conformandola. Lo que operaba hasta entonces como con- dicién externa eambia de caracter, para transformarse en un elemento de causalidad interna. F : Desde la éptica pichoniana, si la experiencia con el otro alcanza tal valor de determinacién de la subjetividad, la focalizacién, en ‘el andlisis de la dialéctica entre sujetos, de Jos procesos vinculares, de la interaccién, se constituye en el abordaje pertinente. jY esto por qué? En tanto no fragmenta la realidad a investigar permitiendo visualizar el interjuego entre causas internas y condiciones externas en la produccion, de un fendmeno. De alli que lo intrasujetal no seria sino um aspecto de un proceso mucho més complejo. De alli que una investigacién exclusivamente centrada en Jos procesos internos, en las relaciones fantasmaticas que no tuviera en cuenta la dialéctica mundo intermo-mundo exter- no no daria cuenta de la totalidad de determinaciones operantes en la génesis y desarrollo de esos procesos inter- nos, produciéndose en consecuencia una fetichizacion de lo subjetivo, El abordaje interaccional, vincular que plantea Enrique Pichon-Riviére al conceptualizar en términos de interjuego entre necesidad y satisfaccion, sujeto y contexto vincular- social la dialéctica de la subjetividad, permite un acerca- 40 - i ? 1 : miento mas totalizador a la multiplicidad de eas nes que operan en esa unidad biopsicosocial que es-el sujeto.” Entendemos que los conceptos de necesidad y es- tructura vincular significan una primera aproximaci6n al esclarecimiento del interjuego e interpenetracién de lo bio- légico y lo social en ese orden especifico de fendmenos que constituyen los procesos psiquicos. Es-en el escenario vincu- lar, en la relacién con el otro, donde -el sujeto de la necesidad, en la accién de satisfacerla.en una experiencia social, se transforma en sujeto de la representacién, de las significaciones sociales, sujeto humano; Es en el'‘interjuego necesidad-satisfaccién donde tiene su anclaje, su fundamen- to, toda representacién, toda norma, toda ideologia, toda acci6n. Hemos mencionado una ‘practica clinica a partir.de la cual, y desde una Weltanschaung, Enrique Pichon-Riviére sistematiza un Esquema Conceptual Referencial y Operati- vo. Cabe ahora preguntarse qué hechos ‘de la realidad abor- dada en esa practica determinaron el abandono’ de una perspectiva estrictamente intrasujetal, ‘para centrar su anali- sis en la dialéctica entre sujetos, en el interjuego entre mundo interno y mundo externo. EL MUNDO INTERNO. GENESIS DE.LOS CONCEPTOS El anilisis del proceso transferencial, al que caracteriza- mos como la adjudicacién de roles inscriptos en el mundo interno, actualizacién en el aqui y ahora de-la relacion’ de . modelos vinculares internalizados, ‘revela, la estructura de una_dimensién intrasubjetiva en la que se articulan_ objetos y relaciones en una mutua realimentacién, El mundo inter- no, en funcién de la interdependencia de sus elementos constitutivos, de las miltiples imagos:que en él interactian, puede ser definido como sistema. Pero ese sistema reviste la forma de una dramatica, de una trama argumental desde la cual el sujeto interpreta la realidad y orienta su accién en el 41 mundo _ extemo. La existencia de ese sistema interno, de esa dimensién intrasujeto y las formas que reviste, abre un interrogante fundamental: cudles son los principios de cau- ‘saciOn, configurantes de esa dimensién intrasujeto? gA par- tir de qué procesos surge esa dramitica, ese sistema de roles que en el espacio transicional de la transferencia se intenta actualizar, poner en escena? Es sin duda, en tanto estructu- a de fantasias, una produccién del sujeto. Pero, jqué materia prima ha procesado? ,Qué lugar ocupan en su ela: boracién Jas necesidades y las experiencias vividas, en: las que esas nmecesidades han encontrado su destino de gratifica- cién o frustracién? Si esa pregunta se plantea desde una practica en el campo de la “urgencia psiquidtriea”, que permite el contac- to con el paciente en crisis y su contexto grupal inmediato, las circunstancias mismas de esa practica adelantan algunos elementos de respuesta. En ese grupo la situacién de crisis, de emergencia de Ja enfermedad ponen de manifiesto, con toda transparencia, los mecanismos de la interaccién. El discurso de los integrantes, el juego de roles, las alternativas de presencia y ausencia, las formas comunicacionales reve- Jan una seméntica familiar y la conducta y el discurso del Paciente Se muestran, en relacién a ese contexto, como_un intento de respuesta coherente dentro del sistema interac- cional, en el que adquiere intencionalidad y significatividad. La conducta, aun Ja aparentemente més aislada, revela asi su caracter esencialmente relacional, El sujeto se comporta en y hacia un contexto que es horizonte de su experiencia. La eonducta aparece como comprensible, decodificable y en consecuencia transformable en tanto se la aborde en la intetioridad de la complejisima trama dé vinculos y relacio- ~ Nes sociales que operan como el conjunto de sus condicio- nes de produccién. A partir de la constatacién sistematica de este tipo de fenomenos, es posible establecer relaciones de causalidad dialéctica, mo especular 0 mecénica, entre la estructura y dinamica del mundo interno del paciente —desde entonces 42 denominado portavoz— y la estructura y dindmica de latrama relacional en la que esta inmerso. El descubrimiento de esas relaciones de causalidad, la calidad de emergente que reviste el acontecer del paciente, echa luz sobre el cardcter deter- minante, eficaz, de los procesos de interaccién. Estos se muestran asi como “dialéctica entre sujetos”, es decir un proceso de determinacién y transformacién reciproca. Se patentiza en él el caracter configurador, estructurante de la experiencia con el otro. Un otro que no sdlo opera por presencia, sino que tiene. una accion significante de esa experiencia, ya que se mueve en ella hacia la gratificacién o la frustracién. Otro que no permanece trascendente a esa relacién sino que desde su propia necesidad. reconoce .o desconoce la necesidad del sujeto, la gratifica o la descalifi- ca y la frustra. El otro desde su accién y sus significaciones, que no son sdlo individuales sino también sociales, significa a su vez la experiencia del sujeto, contribuyendo a determi- nar —siempre en una policausalidad— calidades de los obje- tos internos y formas de interpretacién de la realidad. Esta funcién constitutiva de la subjetividad que cumple Ja presencia y la accién ‘significante del otro tiene su para- digma en el protovinculo, en la funci6n yoica de continen- cia o funcién materma, estudiada por Bion, Winnicoit, Bowlby y otros. Desde esa funcién portadora del orden social, se sostiene la estructuracién del psiquismo. A partir de la comprensién de Ja eficacia de la interac- cién, de los procesos comunicacionales, se redimensiona el rol.de ,las relaciones reales, que dejan de ser consideradas como resto, diurno, para ser entendidas como un elemento, configuracional, en. primer término, dentro de Ja articula- cién de factores que rigen la constitucién de la subjetividad. No solo la practica clinica, el andlisis de los procesos transferenciales en pacientes psicéticos y neuréticos, la in- dagacién de la estructura vincular transferida y el abordaje grupal familiar de la enfermedad echan luz sobre Ja estruc- tura dramatica, escénica, interaccional del mundo o grupo interno. También el andlisis de la produccién alucinatoria, 43 de los mecanismos de juego infantil, la investigacién de los Procesos grupales y las formas de articulacién de los sujetos en grupos e instituciones muestran a esa dimensién intrapsi- quica como escenario habitado por personajes ligados entre si por una trama argumental. A partir de estos hechos adquiere una particular perti- nencia la pregunta por la génesis de ese mundo intemo, por sus principios organizadores. Desde el descubrimiento de la eficacia de la interaccién, del caracter instituyente de las relaciones reales, de la. ac- cién concreta y significante del otro, el mundo interno es entendido como reconstruccién de la trama relacional, del sistema vincular en el que el sujeto emerge y-en el que como horizonte de su experiencia, cumplen sus necesidades su destino social de gratificacion o frustracién. El mundo interno se constituye por internalizacién, pasaje fantaseado de un sistema de relaciones externo a una dimensién interna, y como una reinterpretacidn'de la expe- viencia del sujeto, como inscripcién y procesamiento de una trayectoria vincular, El mundo o grupo interno es un sistema abierto sobre la realidad, sobre el mundo externo, con el que mantiene una relacién dialéctica. Podemos entonces interrogarnos acerca de los factores operantes' en esa dialéctica, por los elementos que se articulan en Ja emergencia de esa recons- truccién o imterpretaci6n subjetiva de Ja experiencia. El sujeto mterpreta su experiencia desde su necesidad, escenificada en una fantasia inconsciente, que implica una estrategia, también inconsciente, de satisfaccion. En el con- ‘acto con el otro, incluido en la relacion desde sus necesida- 4 des y fantasias, es decir, desde su propia estrategia, recibe el sujeto el impacto de una presencia y una acciOn signifi- cante. A la vez ese sistema interaccional esta sostenido en un orden social y recorrido por determinaciones y represen- taciones emergentes de las relaciones sociales, de las que cada sujeto es portador. Como hemos dicho, cada organiza- cién social, en funcién de sus fines, organiza materialmente 44 la experiencia de los sujetos. Esto implica que encodifica sus necesidades reconociendo algunas, descalificando otras, ofreciendo metas socialmente disponibles y determinando formas de acceso a la gratificacién. Esa organizacién mate- rial de la experiencia, esa significacién social del sujeto y sus necesidades, esas formas socialmente propuestas de satis- facerlas se actualizan en cada vinculo, en. cada sistema interaccional, dando forma a esa dialéctica entre sujetos, ya que en ella tienden a reproducirse las formas dominantes en Jas relaciones sociales. La integracién de estos factores que acabamos de mencionar configuran el vinculo en su doble dimension: intersubjetiva e intrasubjetiva. Esa organizacién social material de la experiencia y el conjunto de representaciones y fantasias que recorre el sistema interaccional, determina formas concretas de rela- cién, determina el destino de las necesidades en el vinculo, la administracién de la gratificacién o la frustracién. Esto a su vez, realimenta la estructura de fantasias. Se produce entonces un interjuego enire lo real y lo fantasmatico, entre accién concreta y fantasia inconsciente. Este interjuego dialéctico nos permite hablar de una policausalidad en la configuracién del mundo interno. En tanto Enrique Pichon-Riviére sostiene esa policausali- dad, dada por la articulacién de relaciones reales y necesida- des escenificadas en las fantasfas, en tanto enfatiza la efica- cia determinante del orden social y de la experiencia y la significacién de ésta desde la accién del otro, factores todos estos operantes en la interpretacién de la experiencia, en la adjudicacién de una valencia positiva o negativa al objeto y al -vinculo, se planteara necesariamente una polémica con toda forma de innatismo, “" ~ 2 “ : Para finalizar sostenemos que la Psicologia Social consis- te en el desarrollo sistematico de una respuesta a la pregun- ta por el sujeto, y se plantea el anilisis de las relaciones entre estructura social y configuracién del psiquismo, lo que implica focalizar como unidad de indagacién la dialécti- ca entre sujetos, e investigar en su estructura y funcién las 45 distintas unidades interaccionales que operan como media- ciones entre las relaciones sociales fundantes :del psiquismo y la subjetividad. El estudio de estas mediaciones, escena- tios de la experiencia del. sujeto, echa'luz sobre la organiza- cién material de la experiencia y sus efectos en la constitu- cién de lo subjetivo, Desde alli la Psicologia Social se define como una critica de la vida cotidiana.

You might also like