Puede advertirse un amplio espacio destinado al establecimiento de dico-
mia La principal es la constituida por el par “nosotros” / “ellos”.
Nosotros” designa la gente bienpensante, el grupo social afin al proyecto esta.
ik “ellos”, la oposicién. Esta dicotomia (tipica del discurso oficial durante el
*roceso) tiene como fin cohesionar el propio bando, creando una idea de
anidad, y efectuar un distanciamiento del grupo enfrentado.
Otras dicotomias trazadas por el discurso del Primer Ministro (también
tomadas directamente del repertotio de la iltima dictadura) son: realidad /
falsedad, temas nobles / temas deleznables, artistas puros y sinceros / artis-
tas rencorosos, goce de vivie / nihilismo. Dejo a la sagacidad del lector dedu-
cir qué mitades corresponden a los artistas renacentistas y neoclisicos, y cus-
les alos de vanguardia.
‘La falta de la respuesta deseada (el acatamiento) genera el abandono de
‘toda mascara de concordia. Se llega al acto final, a la respuesta clisica del
‘otalitarismo estatal al disenso: el exterminio. En una alusién al secreto con
que eran levados a cabo los secuestros durante el Proceso, Filloy presenta al
‘Primer Ministro camuflando la destruccién de la isla como un desastre natu-
ral, para evitar que la masacre se divulgue en el exterior.
Como hemos podido apreciar a la largo del presente ensayo, La purga
constituye una representaci6 sdrica (pero atin asi transparente) de la
situacion argentina entre 1983. Quizd la frase que mejor resume el
planteo sea la pronunciada por uno de los pensonajes en un momento de
desesperacién: “Estamos en un confin del planeta, cagados de miedo”.
[22]
‘VisIONES FUTURAS EN EL FIN DE SIGLO:
La SENSIBILIDAD DECADENTE ¥ LA DIALECTICA
Procreso / DECADENCIA
EN LA CIENCIA FicclON DE FINALES DEL SIGLO XIX
Nuestro objetivo en el presente ensayo es estudiar los diversos modos y
aspectos que hacia finales del siglo XIX asume la sensibilidad decadentista
dentro del género ciencia fzcin.
Nuestras
~ aAMMOOOOONNN AHAB:
Stesis son dos:
A) La critica identifica con frecuencia a a cencia ficcién decimonénica
con posicionamientos ideologicos positivistas y progresistas, y con proyectos de
sociedades futuras rigidamente ondenadas y ascéticas Sin embargo, postulamos
que este ambito textual presenta numerosos r2sgos adscabibles al decadentismo,
21. CF at especto: Capanna, Pablo; lmao dL sale fvila Buenos Aire, Ediciones Letea Buena,
1992, Scholes, Robert & Rabkin, Ei; Lass. Hida, ei, ppt Nad, Taurus, 1982. Ari,
er map of elt Arey of sic fin, New Yor, Harcourt Pest, 1960. Fees, Franco: Qué es
n. Madd, Donedl, 197. Pichon, Jean Chae; Juin, Hubert &e Dobyns,
ud, Boenos hits, Caos Péter Er, 1968.
ase en las novelas Newer (1922) de Evgeni Zamjatin
ire (1898) de Geonge Gai, es cuales los protagonists no poseen nombres sino nme
{0% ssignndos por el Estado y cada asg dela vida pain 0 pavada (por ejemplo, la cantdad de hijon que
Puede tener cada paca) aparece sujeto a teplamentaciones
(23)=). Las marcas genéricas de la ciencia ficcién (amt
Presencia de avances tecnolégicos) resultan determinant
TF 666,
pecto, al
1c la extrapolacién especulativa ad extremiz de los rasgos decadent
cen el imaginasio del siglo XIX (como la artificialidad y el excesivo refina
B)- En la segunda mitad del siglo XIX se produjo el desarrollo de una
ia de crisis, que a menudo adquirid matices apocaliptico-milenatis-
ictura con frecuencia, en ese imaginario, el concepto de decaden-
ién con el concepto de progreso. El futuro, segiin el paradigma
inante en el periodo, estaba signado por la nocién de “‘progreso
bién aparece el fantasma de la decadencia a la manera
stro. Postulamos que la ciencia ficcién, al
hipertrofia de los elementos tecnolégicos de la moders
Breso”), en
10 literario
result serun géne-
rante para la repres conciencia de crisis y
decadencia (hecho que no ha sido sefialado en los estudios respectivos”).
Breve presentaiin dels coneptos a utilizar, El decadentisoo,
El decadentismo es un fendmeno cultural que, a pesar de algunos inequivo-
cos precedentes%, se singulariza y consolida en las dos tiltimas décadas del siglo
XIX. No constituye un concepto bien definido ni una escuela artistica, debido
a la heterogeneidad de las propuestas estéticas que le son adscribibles. Es mas
bien una estructura de senti, ala que podemos denominar semsibilidad decadente.
Entre los precursores puede citarse a Arthur Schopenhauer, para quien la
'inica forma de trascender a la trivialidad y al vacio de la vida es el arte®. Es, en esta
23, Tal omisin es visible, por ejemplo, en: Kermode, Frank; Elenlde dean final Batcelona, Geis, 2000.
24. EI calificanwo “decadente” ya habia sido empleado por la critica francesa vanas décadat ati
Baudelaire se queja de est: “Décadence. Cest un mot ben commode a usage des pédagoguesignorans, mot
vague dernigrelequel s‘abrtent notre parese et note incusioité dela li". Citado en: Gourmone, Remy de,
La caleute des idées, pig 91. Pacis, Teésor, 1964
125. Schopenhauer, Arthur; Fi eat, pp. 37-39 [nl orginal: Keepin, Buenos Aires, To, 14.
[24]
concepcién pesimista del mundo, el Ambito por excelencia donde el sujeto puede
rar beleza abe hablar, por lo ant, de na tavacin 0 eedengin por a
jaudelaire aparece también la nocién de tedio vital, de ennai, y un.
‘no convencionales de bellea*. Thomas de Quincey” propo-
acciones humanas con un criterio estético no necesariamente coinci-
‘evaluacién moral, y que inclusive puede oponerse a ésta (porlo tanto,
Pater enuncia el dogma “el arte por el arte” y una teoria hedo-
stencia, sein a cual su realizacién plena de la misma slo puede le-
vvarse a cabo mediante la bisqueda de la belleza del placer”
Esta estructura de sentir se combina, a partir de 1880, con una concien-
cia de crisis histérica, Los decadentes, suscribiéndose a una visién cilica y
organicista de la civilizacién, establecen una analogia entre épocas histéticas
de decadencia (la romana, la bizantina, el anquilosamiento de China, etc) y el
siglo XIX en la Europa occidental. La senectud de esta iltima se evidenciaria
en sus productos artisticos refinados y “perversos”. Otro dato importante a
tener en cuenta en dicho periodo es la emergencia (en paises como Francia €
Inglaterta) del campo intelectual, una de cuyas caracteristicas es poser una
ética y una estética auténomas con respecto a las del resto de la sociedad”,
Pueden deslindarse los siguientes rasgos en la sensibilidad decadente:
a)- Hastio y desgano existencial. El decadente vive en una perpemua insa-
tisfaccién, un perpetuo inconformismo con su cixcunstancia vital y con el
mundo cotidiano, vulgar y burgués que lo rodea y sume en el enervamiento,
en el ennui. Se siente a contramano de su sociedad y del caricter ordinario de
1a vida, contra los que opone su diferencia. Se desarrolla, por lo tanto, un
culto a lo distinto, lo insélito y lo extravagante.
31. CE: Bourdieu, Pesce; Las me del arte, Gnesi erat de camp Gera Barcelona, Anagrama, 1995,
(25)CARLOS ABRAHAM
.
communes, capaces de ser sntidosy compartdos por euluicr mona we
combina con un notosio culto de lo artificial y desprecio a lo natural: los pata
sos decadentes son paraisos artificiales (las drogas, el arte, las coleccomee de
objetos extrafios y exsticos, el sexo “contra-natura”, et
Este rasgo puede leerse como un reto a las norm:
demos el interés del romanticismo por la Natural
sociedad, de las cuales el artista decadente busca
de las artes, la experimentacién en la rima y el uso de neologismos Estas inno-
i \ejor dicho, uso excesivo de procedimientos que otros autores ya
obedecen a un impulso de cultivar lo antinatural
exponent
tas manifestaciones de la misica, la litica, la pintura y la escultura medievales,
La sensibilidad decadente en la ciemcia ficsiin del siglo XIX.
La critica literaria® suele definir las visiones prospectivas de la ciencia fic-
cién del siglo XIX como especulaciones situadas dentro de un marco ideolo-
a. Es frecuente hallar los siguientes seftalamien-
terizados por la descripcin de fururos ascéticos
tos: a)- Los textos
“ples Buenos Aires, Coregidor, 1994
52: Foeanai, Vit Stor, Orc ol, Lig om Se
pan, abl; El meds ci fut, Std «hd Buenos Nee
[26]
ee
Eetupios sonne uiteratua FANTASTIC
‘ iea
y racionales, provistos de anquitecrura estrctamente funcional y de oFENE
damente estructuradas. Eso ocuzre tanto on las aPt0e
que describen generalmente un socialismo beset
como en las cavoutoplas (utopias pesimistas)™, donde aparece un