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J. Habermas: Pragmdtica universal y normatividad JOSEP CORBI (Universitet de Valencia! RESUMEN: Esto trabajo dofiendo las siguiontes tesis: la pragmética de Habermas no puede dotarnos de una base normativa para le teoric critica. Pues ningin sistema de reglas puede determinar la racionalidad o irracionalided de situaciones particulores de habla. Esta prion dad del juicio respecio de las reglas no exoluye la posibilidad de una filosotia transcendental ni conlleva el rechaza de la idea de une rellexién crftica ABSTRACT: This Works defends the fellowing theses: Habermas Pragmatics cannot provide us with a normative base for critical Theory. No set of rules can determine the rationality er irratio nility of particular situations of speechs. This neither excludes the possiblity of« transcendental philosophy, nor implie the rejections of the idea of crilical reilecion, Apprincipies de la décde de los setenta, J. Habermas presenté el programe de tna pragmé tica universal como parte central de su proyecto para una teorla critica, Habermas se sentia insatisfecho con los planteamientos dominantes en metodologia de las ciencias sociales, ya que tanto el positivismo como la hermeneutica parecian excluir la posibilidad de una critica de la ideoloaia, ai tierapo que el recurso ata filosolia hegeliana de Ia historia habia dejado ya de resultar plausible. Habermas consideré, sin embargo, que ciertos resultados recientes de la filosofia analitica del lenguaje podrian ser utiles para sus aspiraciones criticas tras un adecuado proceso de generalizacién; por ello adomé el sustaniivo epragméticas con el adjet: ‘vo «universal. En este escrito trataré precisamente de determinar el clance exacto de este djetivo, con el fin de esclarecer hasta qué punto una pragmaética universal puede dotar a la tooria critica de unc instancia normativa, ‘owner 1 ~ 1989, Pgs. 36-57. 39 J, Habermas osigna ala pragmética universal la tarea de «identficar y reconstruir ("‘nachkons- ‘ruieren ’) las condiciones universoles de toda comprension posibler"), En este contexio, la no: cién de comprensién es\é primariamente vinculada alla ideade accion, pues, segin Habermas, Jas sacciones crientadas a la comprensién» (eversiGndigungorientierten Handelnss), las accio: 1n9s comunicativas, represenian ol modo fundamental de acei6n social. Por oo lado, et hecho de que en nuesiro estadio de desarrollo socio-cultural los proceso de comprensién estén lin giilsicamente mediados, nos permite alirmar que la comprension por medic del lenguaje re- presenta el caso més bésico de accién comunicativa. Podemos circunscribir, po ello, la tarec de la pragmétiec: universal c la identificacién y reconsinuecién de todas las ccciones lingitisti- ‘cas posibles. De acuerdo con ello, Habermas cdopta como punto de partida de su programe la distinci6n entre actuacién y competencia lingiistica introducida por N. Chomsky”, Asi, podemos decir que el1uso efectivo del lenguaje por parte de un hablante-oyente particular constituye su ac ‘uaci6n, mientras que el conocimiento que le permite entender y emitir oraciones muna fdas vendria errepresentar su competencia. El cardcter generative de la competencic del hablante- oyente se explica apelando al conocimiento tdcito de un sistema de reglas que subyace a la estructura superficial del lenguaje. Cuando un hablante-oyente emile © entiende una orcci6n, se supone que esié siguiondo un conjunto de reglas profundas, aunque ello no implique que haya de ser capaz de explicitarlos, La identificcion de ese sistema subyacente de reglas que constituye la competencia del hablante-oyente vendria « definir, en cambio, Ia tarea de la lin aiistica. Habermas insite, sin embargo, en la conveniencic de ampliar a distincién de Chomsky en un sentido pragmétic: «Estas estructuras generales de toda situacién posible de habla son el objeto de la prag. ‘mitica universal 0, como me gustaria proroner, de Ia teoriade la competencta comunica- tive, Lertarea de esta teoric consisie on la reconsiruccién del sistema de reglas segtin el cual producimos © generamos, en general, las situaciones de habla pesibless) Habermas utliac el concepto de acto de habla introducido por .L. Austin y J. Searle para desarrollar su nocién de competencia comunicativa. Asi, si aceplames que hablar un lenguc je es una conducta regida por reglas y reconocemos que los actos de habla representan la tunidad baisiea de comunieacién, podemos sentirnes inclinados a pensar que la competencic comunicativa de un hablante es el sistema subyacente de realas que le permite realizar actos de habla afortunados. En este sentido, si Searle intent describir el sistemarde reglass que todo hablante ha de seguir para realizar una promesa, Habermas puede asignar tla pragmaitica universal la tarea de especificar el sistema de reglas que todo hablante asume necescricmen- tec lahora de llevar a ecbo un octo de habla cualquiera. Mas en concreto, dado que Haber ‘mas asume el principio de expresabilidad de Searle, seatin el cual todo lo que se quiera dar entender mediante unc accion comunicativa puede hacerse explicito mediante un acto de habla en forma standard, es decir, un acto en el que el contenido proposicional y la fuerza ilocucionaria se presenton de manera explicitay diferenciada; entonces pademos conchuir que GP) Habercs (19760). 174 @ Clr. Chemeky (1965), cap. 1 @) Habermas (1971), p. 102 40 4a pragmétion universal consiste en la identiticacién y la reconstruccién de las condiciones uni- versales de todo posible acto de habla en forma standard, {La cuestién chore es determinar cémo se ha de llevar a cabo la identificacién de tal sistema universal de regias, La nocién clave en este punto parece ser la idea de reconstruccién, pues a pragmaétioa universal es, segin Habermas, una ciencia reconstructivat) Uno de los tasgos fundementales y especiticos de las ciencias reconstructivas es el hecho de que estas ciencias han de restringit su objeto de estudio a conductas que han sido previa. mente identificadas como regladas. Por ello, si optamos Por mantenemos un nivel puramen- te observacional e identificamos una determinada conducta en términos de meras egularidades, tal conducta podré ser objeto de las ciencias empirico-analiticas, pero en nin. giin caso podré ser estudiada por las ciencias reconstructivas. ‘Mas, como al caracterizar una Conducta como lingtistica, hemos de suponer que el hablante estd siguiendo ciertas reglas ‘cuando habla, entonces su estudio puede ser objeto de una ciencia reconstructiva, Tal vez seat conveniente examinar ahora con mayor detenimiento lo que est implicado en Ja capacidad del hablante para Segui reglas lingiiisticas, presupuesta en Is ciencias recons- tructivas del lenguaje, Inicialmente podriames decir que una persona es un hablante compe. tente si, en general, scbe hablar correctamente, es decir, sabe seguir las reglos de su lengua ‘moterna; cunque no sea capaz de explicitarios. Hay no obstanie, otro elemento importante implicado en la capacidad que un cientitico reconstructivo debe atribuir todo hablante com- petente, a saber: cierto grado de reflexividad sobre su Propia conducta linguiistica y la de sus interlocutores. Pues hablar, en la medida en que es una conducta reglada ha de incluir no séle la capacidad de realizar actos de habla, sino también la competencia para juzgar acerca de su correccién. Esta ttima habilidad representa lo que se denominc sia intuicién linglistica del hablantes y que, segiin Habermas, nos proporciona los dates de los que ha de dar cuenta luna pragmétion universal. Puss la apelacién a este: capacidad reflexiva nos permite tener en ‘cuenta no sélo los actos de habla efectivamente realizados, sino también el juicio del hablante acerca de la correccién de todo posible acto de habla. En cualquier caso, resulta fundamental ‘que la capacidad intuitiva del hablante no sea dite- tente de su competencia comunicativa, si se quiere garantizar | ‘que el estudio de las intuiciones linguistioas de les hablontes pueda interpretarse como tna investigacién acerca de su compe. ‘encia comunicativa. Sélo si esto es asi, puede Habermas afirmiar que el sistema de reglas pro- puesto por una pragmética universal ha de ser verificado ante las intuiciones lingiiisticas de Jos hablantes respecto a todo posible acto de habla, Ahora bien, dado que no hemos atibui. do una competencia teérica al hablante, esta verilicacién s6lo puede llevarse a cabo de ma. neta indirecta, es dect, preguntando ci los hablantes acerea de la correccién de ejemplos y ‘contzaejemplos sisteméticamente elaborados, y previamente generados a partir de nuestro sis- tema reconsimuide de reglas. Podemos, por tanto, concluir que reconstruir la competencia pragmética de un hablante con: (Ente las investigaciones de cordicter reconstructive hemos de inclu, sogtin Habermas, no sélo los ftabajes de N. Chomsky y J. Searle, sing también, por ejemplo, los resultados de los invosigciones ce |. Plaget y L. Kohlberg en el ambito de la evolucion ontogenética de nesta capacidad conniive 9 ae ‘uestra conciencia moral. respectivamente. Aunque Habermae nunca deline de manera goreral loc ean {gos fundamentales de este tipo de ciencia, podamos decir que el objetivo comin de las Cariccs recone. {Wuctivas eg dar cuenta de algun tipe de actuacién de lee sujotos a pari de Ic ocauisicion de una estrchir profunda de teglas. Por otto lado, Habermes subraya a menudo la existencia de roxgos fundacionales feciprocos entre les resultados de los diferentes ciencias teconstructivas y, panticularmente, desloce Ie imperiancia de los extudice de Koliberg sobre la eveucicn de nesta concienela moral @ (a hore de ‘poyar sus propuestas acerca de la tedencion discuraiva de los pretonsiones proctices os velises 41 siste en identiicar el sistema de reglas que permite generar todos los acts de habla que los haiblantes considerardn corrects, pero no los que se estimarén incorrectos. Més coneretamente, Jateconstruceién que ha de llevar « cabo une progmética universal puede definirse coma la ‘dentificaccién del sistema de reglas que ha de seguirse en larealizacién de todo posible acto de habla, de manera que cualquier acto de habla que violase tal sistema de reglas seria con- siderado incorecto por cualquier hablante®, Habermas saca a la uz algunes elementos importantes de este sistema universal de realas mediante el examen de lo que esté implicado en lo idea misma de comprensién. Habermas empieza destacando que el érmino «Verstéindigungs (comprensian) es equivoco en alemén; pues, por un lado, hay un sentido minimo en el que podemos decir que un oyente entionde aun hablante si capta el significado de su acto de habla; mientras que, por otro lado, hay un sentido fuerte en el que la «comprensi6ns, el entendimiento, requiete el «acuerdo entre Jas partes. Esa itima acepeién es ia que permite alirmar a Habermas que, al realizar un acto de habia, estamos necesariamente planieando cuatro pretensiones de valide2: inteliciblidad, verdad, conrecci6n y veracidad. La presencia de estas protensiones de validez queda de ma- nifiesto ai reflexionamos sobre las diferentes formas en las que podemos poner en entredicho Ja valider de un acto de habla particular. Asi, parece que el requisite primario para que se dé en un proceso de comprensién linalistica es que se pueda entender la onacién wiilizada en Iaemision de un aclo de habla, por lo que la manera mas inmediata de poner en cuestién levalidez de un acto de habla es neyando lainteligibilidad de la oracién empleadc en el mis- mo, Podemos también dudor de Ia verdad de los enunciados sobre el mundo explicitamente mencionados, o implicitamente presupuestos, en la reclizacién de un cierto acto de habia, y ‘tro tanto puede ocurtir respecto a la correccién de las normas implicadas en el mismo. Se puede desconfiar,linalmnte, dele veracicad del hablante respecto a los compromisos implici- ta 0 explicitamente asumidos en su acto de habla. Kahermas, cl presentar la ineligibilldad como una pretensién autonome de validez, parece esiar suponiende que el significado de las craciones puede capiarse independientemente del cccuerdo respecio del resto de las protensionos de validez planteadas. Sin embargo, sil se-

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