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38 I. Entre filosofia y educacién Fundamentos En la primera parte de este libro analizamos los fundamentos y metodologfa de la propuesta filosofia para nifios de Matthew Lipman, difundida en muchos paises, incluido el nuestro, Sugerimos alli que la prictica con este programa ha motivado desafios en diversos niveles. En esta parte, nos proponemos explorar algunos desafios tedricos y metodolégicos. Sefialébamos la importancia de pensar la pregunta sobre el sentido de Hevar la filosofia a la escuela. En los modelos de educacién formadora como el de Lipman— se educa para formar personas “x”, porque se pretende que los nifios sean “...".Y alli vienen las mejores intenciones que harén del otro aquello que queremos que sea Sugeriamos también que, tal ver, la préctica de la filosofia pueda abrir el espacio de los propésitos y sentidos educativos a otras voces. Vamos a explicitamos més en esta direccién. En este esquema, se mira a los nifios como si no fueran més que adultos en miniatura. No se los reconoce como nifios. Se busca apropiarse de la diferencia, reducitla, climinarla. Se los mira como si se estuviera delante de un espejo: se acepta en ellos lo que se acepta en nosotros mismos, se rechaza en ellos lo que se rechaza en nosotros. Se quiere que sean como los adultos creen que deberfan ser. Con esa perspectiva nos acercamos a ellos, los estudiamos y creemos conocerlos, saber todo sobre ellos y su “evolucién”; nos preocupamos tanto por ellos que hasta escribimos su estatuto, sus derechos universales, a imagen y semejanza de los nuestros. Al fin, la vida de los nifios termina siendo como Ia nuestra: donde hay adultos con cuerpos golpeados también hay nifios con cuerpos golpeados; dénde hay adultos sin techo, también hay nifios sin techo, o sin ropa, o sin salud, 0 explotados en su trabajo y su sexualidad, Los espejos no pueden devolver otra imagen. Pero precisamente en esa metifora del espejo se encierra nuestra ceguera incomprensién. No podemos ver la nifiez. No somos capaces. Nos asusta. Por eso queremos conocerla, adaptarla, amoldarla, Asi, 10 podemos entenderla. Sin embargo, a pesar de nuestra presencia, 1a niifiez sigue siendo un otro, que “perturba la seguridad de nuestro saber, cuestiona el poder de nuestras pricticas y abre un vacio en que el edificio 9 bien construido de muestras instituciones de acogida” (Larrosa, 1998). A pesar de todos los dispositivos que preparamos para ello, la diferencia resiste. Lo aceptemos 0 no, 1a nifiez sigue siendo un otro, Nos Io dice en su propio idioma que no es el nuestro, Los proyectos de apropiacién fracasan, Podrfamos pensar esa diferencia, ese inquictud, ese cuestionamento y ese vacfo, Pero no hacemos. Quizés la préctica de la filosofia con nifios pueda ayudamos a pensar ese vacio desde otra 6gica. Tal vez, a partir de esa préctica los nifios puedan ser més tranquilamente nifios, Pero, ,qué filosofia es esa? {Cules son los sentidos afirmados en su préctica? (Por qué filosofia? Podriamos decir, de modo general, que llevar Ia filosoffa a las escuelas significa promover alli “experiencias de pensamiento filos6fico”. {Qué quiere decir esto? El término experiencia viene del latin experientia que, a su vez, deriva del verbo experior que significa "demostrar”, “tener la experiencia de.” En griego hay un substantivo original petra (prueba, experiencia) del que se derivan palabras interesantes como empeirfa (experiencia), péras (limite, extremo), dpeiron (inatravesable, inmenso, sin limite, infinite), péros (paso, camino), aporfa (sin camino, sin salida, imposibilidad), empérion (centro de trénsito, mercado), y peiratés (que cruza el mar, pirata). En castellano, algunas palabras que fluyen de esta raiz son: experto, perito (“que tiene experiencia”) y peligro. Peligro viene de periculum que originariamente significa ensayo, prueba, De tal manera que en la rafz de la palabra experiencia hay una pteposicién (ex) que indica origen, procedencia, y un tema verbal (perf) que sefiala un movimiento que atraviesa, un curso que no tiene destino cierto y por eso es incierto, peligroso. Como lo indica su etimologia, toda experiencia auténtica es un viaje, un curso que atraviesa la vida de quién la sostiene. También es un peligro. En este sentido, afirmamos la filosoffa como experiencia del pensamiento, como ‘un movimiento del pensar que atraviesa la vida de quien la practica, Como tal, comporta tun rumbo incierto, un destino indeterminado, un peligro, La prictica de la filosofia conlleva riesgos. No promete tesoros ciertos —‘ciudadanos de tal y cual manera”— al final del camino. Es una forma de abrir el pensar a si mismo y a lo nuevo, abritlo a nuevas formas de pensar y a pensar de nuevo. Por eso mismo, la incidencia que esto tendré en cada subjetividad es imprevisible, Nunca hay dos experiencias iguales de pensar filos6fico: dos grupos, ante un mismo acontecimiento, tienen experiencias diferentes y un mismo grupo no puede repetir una misma experiencia de pensamiento en oo dos momentos. La experiencia constituye algo de lo cual se sale transformado y el punto final de esa transformacién no puede anticiparse. Se trata, al fin, de abrir el pensar, ensayar con él, intentar pensar en serio con ottos: dejamos y dejarlos pensar. No se busca que los otros piensen de cierta forma sino que de alguna manera, filoséfica, piensan y dejan pensar, no se molesten con la diferencia, que permitan que se libere su pensar de aquello que ya tiene de listo, de fijo, de cierto, de previsible, de repetible, de técnica, de no pensar. Queremos que tengan lugar experiencias —singulares, inesperadas, intersubjetivas— de pensamiento filoséfico en Ia escuela, Bienvenido el docente que pueda promoverlas, Vamos a precisar el sentido de estas afirmaciones. {Qué significa pensar? G. Deleuze dice (1988, Cap. IID) escribiendo sobre una imagen platénica del pensar que “hay en el mundo algo que fuerza a pensar. Ese algo es el objeto de un encuentro fundamental y no de un reconocimiento”. El pensar seria algo inevitable, surge de un acontecimiento, Por eso no se puede implementar métodos que garanticen esa “experiencia”. Por eso, también dice Deleuze, “no hay método para encontrar, nada més que una larga preparacién”, porque el “clic” del encuentro, la experiencia de pensamiento, es impredecible. Poner en juego Ia filosofia es un riesgo, una apuesta. Lipman la propuso. ‘También propuso un método sistemstico para que ocurra, En esta tensin se dirime su ptopuesta. Porque, para pensar, no hay tanto método cuanto preparacién, Entonces, podemos preguntamos si insistir en las habilidades o en el uso de herramientas es una buena preparacién. Podemos poner en cuestién si un método a /a Lipman, con novelas y manuales ad hoc, es una buena preparacién para que tenga lugar el “clic” del encuentro, Ia experiencia impredecible de pensamiento filos6fico. Es que Lipman no s6lo hace de Ja Titeratura un instramento de Ia filosoffa, sino de esta un instrumento de la democracia. En su visién, 1a filosoffa en la escuela es la mejor forma de formar ciudadanos democriticos, tolerantes, respetuosos, pluralistas, el mejor camino para educarlos. Claro que estos conceptos podrin ser cuestionados. Pero, en tiltima instancia, en su reconocimiento —aun cuando s a “eritico”, “creativo” y “cuidadoso”— radica la mejor forma, el punto de Ilegada del pensar en filosofia para nirios. Alli, eso es lo mejor que podemos esperar del pensar. De todos modos, la opcisn “Lipman sf 0 no” no parece un camino interesante, Tal vez filosofia para nifios sea una buena preparacién. Tal vez no. Con todos los dispositivos pedagégicos presentes en la escuela —incluidos los dispuestos por la 6 filosofia— un individuo puede terminar teniendo esa experiencia. Por eso, no importa tanto si se trata de novelas u otros textos, sino de la relaci6n que establecemos con ellos. Sin minimizar los caminos que abre y cierra, no se trata tanto de estar a favor o conta el ptograma de Lipman, sino de pensar qué cosas se hacen — y se pueden hacer - con su propuesta. Heréclito decéa que si no se espera lo inesperado no se lo encontraré, dado lo dificil de descubrir y encontrar (fragmento 18). “E: sperar lo inesperado”, no resistirfa a Ia légica de Ari. No se puede pensar en la contradiccién, dirfa Ari a sus amigos. Eso dice la l6gica clésica. Pero, precisamente, de pensar en la contradiccién y en lo pensado se trata cuando uno se prepara a pensar. Precisamos esperar lo que no sabemos, lo nuevo, lo impensable, lo que no podemos prevenir, Io que hoy, en las condiciones actuales, parece imposible. Heréctito nos da una imagen interesante de la préctica de la filosofia y sus profesores, esperar lo inesperado, abrirse a la sorpresa, a lo inusual, a lo imposible, disponerse a pensar, a escuchar. ,Acaso estamos preparados para esperar lo inesperado? En la segunda mitad de esta parte, daremos sugerencias coneretas sobre cémo pensamos esa preparacién. En lo que sigue, explicitaremos algunos sentidos que la fundamentan, Desnaturalizar la realidad Un primer sentido se refiere a desnaturalizar la realidad, pensar el mundo de lo humano como si fuera cat ver la primera vez. Esta cara del pensar filoséfico se inquieta con las certezas, incluidas aquellas emanadas del propio pensar. En esta linea, M, Foucault ha enfatizado (1996) que Ia erftica es percibir las obviedades y familiaridades, el tipo de pensamiento sobre el que reposan nuestras précticas més cotidianas; también es extraet ese pensamiento ¢ intentar modificarlo; mostrar que nada es tan obvio como se cree ni tan capaz. de legitimarse a si mismo. En este sentido, la critica desnaturaliza el mundo, Io vuelve mas complejo, menos obvio, més producto de contingencias, que necesitan ser exploradas, entendidas y transformadas, que de ciegas necesidades. Al pensar filoséficamente perdemos algo de fe en las apariencias, en las rutinas Ejercemos una cierta vocaci6n iconoclasta, de poner en cuestién los escenatios, las

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