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creas Tegel Historia y filosofia de las ciencias sociales Ariel Referencia Disefocubierta: Nacho Soriano “Tilo original The History and Philosophy of Social Science “Traduccidn de JM, ALvaRez Florez ediln:sepiomibre 1995 © 1991: H. . Gordon Derechos exelusivos de edcién en espatol reservados para todo el mundo {propiedad de a raducei6n: ‘811995: Editorial Ariel, S.A. Céroega, 270 08008 Barcelona ISBN: 84-344.0505.9 Depésito legal: B. 34.021 - 1995 Impreso en Espata Ning pare deta pba ini el sei dels coblera puede se ered, lmacensds onsite ‘St manes guna mi po ingen medi, ya ea elec, (uimico, mevinea dco, de prataicn ode Fecal, tin pernigo peso et edo. CapituLo 1 SOCIABILIDAD Y CIENCIA SOCIAL En la universidad modema el campo de estudio se halla dividido, en general, ‘en varios «departamentos», como mateméticas, astronomia, filosoffa, economfa, biologfa, inglés, historia, etc. En muchas universidades vemos que algunos de es tos departamentos se hallan agrupados en una «divisién o «facultad> llamada «Ciencias Sociales» 0 «Ciencias Sociales y de la Conducta». Si nuestro mundo fuese muy claro y esttico no tendrfamos mucho problema para determinar qué es «ciencia social», 0 sus diversas ramas; no tendriamos més que examinar las mate- rias y programas de investigacién de los departamentos de ciencias sociales. Pero nuestro mundo no esta claro. Si un extraterrestre estuviese preparando un informe sobre nuestras actividades cientificas y académicas, podria empezar por examinar nuestra organizacién universitaria, pero chocarfa en seguida con dificultades. Se encontraria, por ejemplo, con que el estudio del delito se realiza no sélo en la Fa~ cultad de Derecho, sino también en departamentos de Criminologia o Estudios Forenses, Sociologia, Economia, Filosofia, Ciencia Politica y Psicologia, algunos dé los cuales se clasifican como ciencias sociales mientras que otros no. Descu- brirfa que en algunas universidades la historia se considera una ciencia social yen ‘otras se encuentta en otra divisién, normalmente denominada «humanidades». Si ese visitante del exterior intentase obtener alguna ayuda del estudio de nuestros jomas, se encontrarfa con que Ia palabra “Tos humanos no son los tinicos animales que forman sociedades, tal como utilizamos aqut este término, En cuanto nos desplazamos por encima del nivel de Jos organismos unicelulares, como la ameba, es evidente cierto grado de «sociabi lidad» en la mayoria de las especies, que s6lo pueden reproducirse si interactiar cooperativamente dos organismos para unir su material genético. (De hecho, los biélogos han descubierto que hasta los organismos unicelulares que se multipli- can por divisiOn intercambian a veces material genético en un proceso que re- cuerda la reproduccién sexual.) Por encima de este minimo absoluto encontramos muchas especies que forman grupos familiares en Jos que los dos progenitores prosiguen Ia cooperacién en el cuidado de su progenic. A medida que ascende- mos en Ia escala encontramos muchas especies que forman grupos mayores que ‘cooperan en la recoleccién de alimentos, la provision de cobijo y la defensa. Y as- cendemos asi sucesivamente en la escala de la sociabilidad hasta las formas més complejas_ que se dan en los insectos sociales (hormigas, termitas, abejas, etc.) ¥ en el hombre. arece un poco arbitrario compartimentar el estudio de! comportamiento s0- cial, con el hombre en un departamento y todos los dems animales en otro, ya ‘que Ja sociabilidad es un fendmeno independiente de las diferencias entre esp cies. Algunos bidlogos afirman que la economia, la sociologfa, la ciencia politic yy el resto de las ciencias sociales serfan més fructiferas si se reorganizaran como Tamas de la biologia. El lector hallaré a lo largo de este libro muchas alusiones a factores biolégicos y a teorfas bioldgicas en el estudio de la ciencia y de la filoso- fia social. Una caracteristica de la ciencia social moderna es que aborda al hom- bre como una especie social, diferente de los demds animales en aspectos importantes, por supuesto, pero no diferenciada de ellos del modo categ6rico im- plicito en la teologia, que compartian universalmente los pensadores antes de la ‘era modema y del desarrollo de la ciencia empirica Tipos de sociabilidad Podriamos intentar hacer una clasificacién de ta sociabilidad ordenando Tas diversas especies animales en una escala que indicase el grado en que sus miem bros interactiian entre sf. Aungue tal vez mereciese la pena hacerlo, seria muy di- ficil conseguirlo, pues no disponemos de ningtin medio satisfactorio de medir el «grado de interaccién», Uno de los problemas constantes de la ciencia es que po- demos establecer a menudo diferenciaciones cuantitativas conceptualmente, pero tno podemos cuantificarlas, Aun en el caso de que pudiésemos medi la sociabli- dad. y emplazar a la especie Homo sapiens en una escala general, 0 nO Nos ex: plicarfa gran cosa sobre el comportamiento humano, Yo ereo que es més sti Tdmitir que hay diferentes ripas de sociabilidad, que podemos diferenciar como fendmenos empiricos, aunque sea imposible establecer mediciones cuantitativas especificas de estas caracteristicas. Es conveniente para nuestros propsitos que diferenciemos cinco tipos de | sociabilidad que se basan en 1) la preferencia visible de los miembros de algunas | especies por la proximidad fisica: «gregarismo>; 2) la préctica de establecer una sjerarquian: 3) la existencia de una «diferenciacién bioldgicay; 4) la préctica de ‘una «especializacién funcional», y 5) el «altraismoy 2.1, GREGARISMO Si un pastor leva diez ovejas al campo, éstas no se distribuyen regularmente al azar por el campo. Durante el dia pastan por la mayor parte del campo, pero se desplazan por él juntas, formando un grupo. Un rebaiio de ovejas parece cons tituir un cierto tipo de entidad social, no un simple «agregado». Es dificil saber qué finalidad tiene esa conducta sin ser una oveja. La cuantia de alimento de que disponen las ovejas no aumenta pore! hecho de pastar como rebaiio en vez de ha- Carlo individualmente. Tal conducta no ayuda a proteger a los miembros contra Jos depredadores. Las ovejas no consiguen colectivamente, que se sepa, nada que no pudiesen conseguir individualmente, salvo satisfacer una aparente preferencia por la proximidad fisca, Si un rebaio de ovejas es una «sociedad, su organizacién ee minima y su uilidad no resulta perceptible para un observador exterior. TEs evidente que los seres hurmanos son gregarios, pero no se asocian entre sf de forma que incluyan a todos los miembros de la especie de una zona determi- ada, Se forman grupos més pequefios que incluyen a ciertos miembros y exclu- Yen of70s, A los individuos es gusta estar cerca de quienes son similares a ellos a cietos aspectos, pero prefieren estar alejados de quienes son diferentes. El tregarismo humano se halla limitado muy rigurosamente en su alcance, En un palabra, los seres humanos discriminan. Prefieren la asociacign con otros de Ia Prisma ocupacién, el mismo estatus o la misma clase socioeconémica, a misma religion, el mismo idioma, nacionalidad, raza, color, ete Fsa es la raz6n de algw- hos de [os problemas mas graves con los que se enfrentan las sociedades huma- thas, Ciertas asociaciones limitadas son mucho mas importantes que otras en este entido, Si los fabricantes de piezas y herramientas de una ciudad forman una aeociasién reereativa excluyente, este hecho provoca pocos problemas sociales nel caso de que provogue algumo, pero si los residentes de raza blanca forman freas residenciales exclusivamente para blancos o distrites escolares exclusiva- 16 HISTORIA Y FILOSOFIA DE.LAS CIENCIAS SOCIALES 10s, ya es otro asunto. El gregarismo limitado del hombre no mente para blar constituye, en sf, un problema social, pero hay igen al conflicto y a la hostilidad y que son disfuncionales para la eolectivi- soluciones s.0s tipos de discriminacién que dad. El estudio de la discriminacién, sus tipos, sus com cuando tienen efectos disfuncionales, es uno de los principales temas de de los cientificos sociales. 2.2. Terarguia granjero mete en un corral veinte gall guna relacién entre ellas, se produce una gran batalla, que no finaliza hasta que se establece un «orden de picoteo». La gallina que ocupa la caispide de la jerarq puede, sin miedo a represalias, picotear a todas las otras diecinueve; la que ocupa el segundo puesto puede picotear a las dieciocho que estin por debajo de ella pero no a las que estan por encima, y asi sucesivamente hasta Ia pobre criatura que ocupael iitimo lugar, que no puede picotear a nadie y a la que pueden pico- tear todas. En este caso hi Siun ias, que no han tenido antes nin- sumamente ordenada, pues las galli- nas forman «sociedades» y no simples «agregados». Pero es dificil saber qué ob- jetivo tiene la organizacién jerdrquica. No tiene ninguna utilidad en el sentido de proporcionar alimento, cobijo o defensa. El grupo de gallinas no es capaz de con- seguir nada colectivamente que no pudiesen conseguir individualmente sus miembros, salvo que les atribuyamos deseos sadomasoquistas. Un bidlogo proba blemente diria que las gallinas (y las ovejas) son animales domésticos, y afadiria que su conducta social puede ser un vestigio residual de précticas que tenfan fina- wepasados salvajes: su conducta se explica més por una estructura soci lidades colectivas entre su razones «hist6ricas» que por razones «funcionales» La jerarqufa es una caracteristica de casi todas las organizaciones humanas. Pero el grado de orden jerarquico difiere considerablemente. En una organizacion como el ejército, todos los miembros se hallan graduados en distintas categorias de estatus que entrafian relaciones de superioridad y subordinacién claramente definidas; los generales en la cispide, luego los coroneles, y asf sucesivamente hasta llegar a los soldados rasos que ocupan el dltimo lugar. Pero una organiza cién como la Asociacién Econémica Estadounidense s6lo tiene un pequefio ‘cuerpo de gobiemo y el resto de los miembros no estén graduados en ningiin sen: tido. Las organizaciones también difieren notablemente en la amplitud de su or- den jerarquico. La Iglesia caidlica esté organizada de acuerdo con un esquema jerdrquico que abarca toda la comunidad de fieles en todo e1 mundo, mientras qu muchas Iglesias protestantes tienen una organizacién jerdrquica muy escasa fuera de la congregacién local individual Una organizacién social que se plantee objetivos de tipo colectivo ha de dis- poner de algtin medio que coordine las actuaciones de los miembros individuales SOCIABILIDAD Y CIENCIA SOCIAL 7 El orden jerdrquico es un medio de lograr esta coordinacién, pero no parece exis- tir ningin prineipio general que rija el grado y la amplitud de jerarquia precisos para alcanzar los fines colectivos. El interés de los cientificos sociales en la jerar- Guia aumenta por el hecho de que muchos problemas sociales graves se hallan in- timamente relacionados con este méiodo de organizacién social. La ordenacién jerdrquica entrafta que personas de posiciones superiores tengan poder pata dirisir jas acciones de los que ocupan posiciones subordinadas, lo que plantea el pro- blema de la libertad y la autoridad. El estatus jerdrquico suele ir asociado con los ingresos y la riqueza, como causa o como consecuencia, lo que plantea el pro- blema de la desigualdad econdmica. El estatus jerdrquico de los padres puede ser tun factor muy importante en Ia determinacin del estatus de los hijos, lo que plan- tea los problemas de la movilidad social, la igualdad de oportunidades y la justi- cia del sistema social 2.3. DIFERENCIACION BIOLOGICA En los animales superiores, como los vertebrados, entre los que se incluye al hombre, cada especie tiene dos formas, macho y hembra. Se caracterizan por la posesién de estructuras anatémicas diferentes para la reproduccién; hay también, fen muchisimos casos, otras diferencias, como el tamafio total del cuerpo, Se ha ‘comprobado que, en muchas especies que viven en grupos, machos y hembras es- tablecen una divisién del trabajo, correspondiendo en general unas tareas a los machos y otras a las hembras. Estos grupos tienen un grado mayor de sociabiliad {que el mero gregarismo o la simple jerarquia, puesto que la divisién del trabajo tiende a hacer que los individuos de un grupo dependan unos de otros para la alimentacidn, la proteccién, etc. Ademés, la division del trabajo aporta ventajas, basese 0 no en la diferenciacién biolégica, de modo que el grupo que la prac- tica puede lograr realmente algo que sus miembros no podrian lograr como individuos, La diferenciacién bioldgica y la divisién del trabajo basada en ella se han de- . La fisiologfa y Ia biologfa modemas han demos- trado que hay ciertas diferencias raciales, como las frecuencias de grupos sangui- neos, pero ninguna de ellas tiene mas significacién que la pigmentacién de la piel, por ejemplo, en lo relativo a las capacidades funcionales de! sujeto individual. La creencia de que existen diferencias biol6gicas importantes no esta tan extendida como antes, pero es mas frecuente de lo que se piensa, Muchos cientificos socia- les adoptan la posici6n de que las diferencias biol6gicas son desdefiables en real: dad, pero que la creencia insistente en su existencia es un fenémeno que exige mucho mayor estudio, puesto que conduce a graves conflictos y a una hostilidad que es disfuncional para la organizacién social humana. Hay, sin embargo, un tipo de diferenciacién biolégica entre los humanos ob- 108 ses ai la los SOCIABILIDAD Y CIENCIA SOCIAL 19 jetivamente més significative: las diferencias de género, Dadas las caractersticas de la biologfa de Ia reproduccién, la funcién de alimentar al vastago durante el pe iodo de desarrollo embriol6gico sélo pueden realizarla las hembras. Sin em- bargo, en muchas sociedades humanas la diferenciacién de papeles entre hombres ¥y mujeres abarca mucho més que eso, No existe ninguna razén biolégica por In Jue los pilotos de lineas aéreasy los ejecutivos hayan de ser machos y las azafa~ tas y las mecanégrafas, hembras. Este modo de diferenciar las tareas es econémi- camente ineficaz, porque no hace el mejor uso posible de los recursos humanos de Ia sociedad, Puede considerarse también discriminacién injusta y una base no valida para la ordenacién jerarquca, eneradora de conflctos, hostilidadesy tensiones que ponen en peligro la capacidad de las colectividades humanas para colaborar y eo operar. ‘Machos y hembras de la especie humana, como los de la mayor de los animales, se diferencian en ciertas caracteristicas secundarias ademés de diferenciarse en las primarias de la fisonomia y la anatomfa reproductivas. Los hombres son, en términos generales, més grandes y mas fuertes que las mujeres y tienen la voz més grave. Estas caracteristicas son importantes para el desempeio de determinados papeles ocupacionales, pero no muchos, y el mimero de tareas ten que estos factores son importantes es decreciente. La diferenciacién de papeles centre hombres y mujeres puede ser, en parte, un residuo de diferencias que cum- plieron cierto propésito funcional en épocas anteriores. Las sociedades humanas, a diferencia de las de otros animales sociales, experimentan un cambio rapido. Pero el cambio no se realiza de un modo equilibrado, asi que es muy posible que haya ciertos aspectos de la sociabilidad humana muy descoordinados respecto @ otros. Este problema, de gran interés para los cientificos sociales, no se reduce, por supuesto, a la diferenciacién de papeles por el género. ‘Antes de dejar este asunto, hay que afiadir una precisin técnica importante: las diferencias categdricas no deberian confundirse con las diferencias estadts ‘cas. En los insectos sociales la diferenciacién biolégica en la que se basa la divi- sin primaria del trabajo es categdrica; todas las hormigas soldado tienen 1a cabeza y las mandibulas mayores que fodas las obreras. Entre los humanos, todas las hembras tienen titero y ningiin macho Jo tiene. Pero caracteristicas sexuales secundarias com la talla son estadisticas; Jos machos son, como media, mas altos {que las hembras, pero algunas hembras son més altas que algunos machos. Si la mayor tala fuese ventajosa para una tarea conereta, una sociedad en la que esa ta- rea se reservase exclusivamente a los machos no serfa eficiente. Lo mismo pode- ‘mos decir de otras diferencias macho-hembra secundarias, y de otras diferencias entre grupos de humans. Cuando la diferenciacién de papeles se basa en diferen- cias biol6gicas que son estadisticas, el reclutamiento para estos papeles es més eficiente si se trata a las personas como individuos en vez de como yniembros de tun género, 0 de clases raciales, econémicas o de otto tipo. Considerar las diferen- cins estadisticas como si fuesen diferencias categ6ricas puede dar lugar a muchos problemas sociales, ademés de ser un evidente error cientifico. Sostener que hay resto 20 HISTORIA Y FILOSOTIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES diferencias raciales en algo denominado «inteligencia general» probablemente no sea cierto ni siquiera estadfsticamente, pero rave cuando se afirma, apoydndose en datos estadisticos, que hay diferencias categéri- cas de inteligencia entre grupos raciales, 2.4, ESPECIALIZACION FUNCIONAL Numerosas especies de animales practican una divisién del trabajo que no se basa en una diferenciacién biol6gica ni esté asociada a ella, pero esto no es muy frecuente, en general, Cuando se da, el grado de especializacisn es muy limitado, puesto que s6lo hay un ntimero reducido de tareas diferenciadas. La excepcién rms notable a esto es el hombre. Algunos humanos, como los aborigenes austra lianos, practican muy poca divisin del trabajo, pero la mayoria de los humanos viven en sociedades caracterizadas por una especializacién funcional de muy alto grado, en la que son muy numerosos los «papeles» u «ocupaciones» diferencia- dos, Una caracteristica notable de las sociedades humanas es el rdpido aumento de la especializacién que ha tenido lugar en los tiempos modernos. Hace dos si glos la tarea de un labrador era producir «alimentos»; hoy dia el labrador indivi- dual suele estar especializado en la produccién de cereales 0 lechugas o patatas 0 algin otro articulo conereto. Quizas los bidlogos tengan razén al afirmar que el grado de diferenciacién biol6gica aumenta en los insectos sociales con la evolu- ci6n, pero, si es ast, se trata de una evolucién muy lenta, y comparamos con lo que ha venido ocurriendo por medio de una especializacién funcional creciente en las sociedades humanas. El agricultor que consagra su tiempo a producir s6lo grano consume él mismo s6io una escasa parte de su propio producto, y hasta puede que ninguna, Sv tarea consiste en proporcionar algo para que lo usen otras personas. El, a su vez, consume miles de ott ariculos producidos por otros individuos especial zatlos como él, a la mayorfa de los cuales no conoce y que pueden estar viviendo muy lejos de él, Evidenterente, esto es socinbiidad de un orden muy elevado. El hombre vive en un sistema social que es muy complejo, y précticamente de escala planetaria en ciertos aspectos, Es un sistema cooperativo en el sentido de que los individuos satisfacen mutuamente necesidades y deseos, Olvidamos a veces este hecho esencial porque nos interesamos més por los problemas alos que esta so- mnetdo el sistema que por su organizacién basica, Nos interesamos mis por la To mismo que empezamos a jundamental de la ciencia social produccién de petréleo cuando el petréleo esca pensar en el estmago cuando nos duele. La tare es analizar cémo funciona este sistema tan amplio y tan complejo, principalmente con el objetivo de comprender sus defectos y deficiencias de manera que poda- mos hacer que funcione mejor. Para realizar esta tarea es necesario claborar modelos tedricos bastante abs- tractos. Si la sociedad humana estuviese compuesta de un pequeiio mimero de 'SOCIABILIDAD Y CIENCIA SOCIAL 21 instiuciones, con un papel invariable y claramente definido cada una de ells, ¥ si todos los individuos realizaran tareas especificas ¢ invariables. quizds fuese posi- ble explicar como funciona el sistema describiendo simplemente su estructura De hecho, algunos cientificos sociales consideran esta descripcin empirical ob- jetivo primario de su estadio, pero otros consideran que es necesario ir mas alld Be a descripcién e intentar descubrir o «el hombre es un animal altruista», estas afirmacio- nes son perfectamente aceptables, salvo que entrafien que el hombre no tiene. deseo alguno de soledad individual y nunca es egoista, Nadie razonable diria algo parecido, pero nos encontramos a menudo con la afirmacién de que el hombre es «

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