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PRGLOGO UN PUEBLO ELIGE UN DIRIGENTE “Fn Anenecuilco se abre, como una herida, la histori —easrOn cancia CANTO. del pafs. ..” Simade a unos cuantos kil6metros al sur de Cusutla, en el rico Plan de ‘Amilpns, del estado de Morelos, con sus casas de adobe y sus chozae de palme dispersas bajo el sol, en las laderas achaparradas que deseuellan sobre el rio Ayala, Anenecuilco era, en 1909, una aldea tranquila, entris. tecida, de menos de 400 habitantes! Era uz pueblo que estaba al borde del colapso, y su crisis era tanto Ia consecuencia de una historia particu- lar, que tenia 700 afios de antigiedad, como el resaltado de Tuchas es pecificas. Pero era también, destacindose entre los detalles singulares, un paradigms de la crisia que sufrian muchos otros pueblos de Morelos y de toda la Repitlica? Durante treinta afios, os grandes terratenientes cultivadores de cafia de aaticar le habian disputado a Anenecuilco los derechos sobre las tie '¥ las aguas de la comarca. En los campos, a lo largo de las aooquias de Tego y en los tribunales, lbs de Anenccuileo habian Iuchado por sus dere- ‘chos a los recursos locales. Pero, por lo general, gracias a que los hecen- dados influian poderosamente en el gobiemo federal de la ciudad de México, a que dominaban el gobierno de Morelos y tenian sujetos = los funcionarios de las cabeceras de diatrito, los campesinos perdieron sus pleitos. En 1909, In presign que se ejercia sobre ellos se habia. vuelto ‘especialmente pesada. En esa primavera, los hacendados de Morelos se ‘apoderaron pot completo del gobierno del estado e impusieron Ia eleccién de un miembro de su propis banda, notablemente complaciente, como sgobernador. Es verano, el nuevo gobernador decreté una nueva ley de bienes rafces, que reformé los impueatos y loe derechos a tierras todavia iis en beneficio de los hacendados. Este golpe se sintié duramente en todos los pueblos del estado. En Anenccuileo descorazoné por completo 1 os viejos que eran los regentes establecidos del pucblo# ‘Loe cuatro ancianos que componian el concejo regente de Anene- 4 Elizabeth Hole Bittner: “Evaluciéo do te lceliads en el etado de Moreloe epi fox consee de poblacién, 1900-1960" (Tesis pare Ja macatria en geografia, UNAM 1962), np, 947. *F Jexin Sotslo Inclan: Raiz y ranin de Zapata. Anenecuilc. Invoutigacin his térice (México, 1989), pp. 19 ss. 2 Ibid, pp- 1784. Paca el toxto de la ley, viase Semanario Oficiot del Gobier- no de Mores, xmth, 26, 2. m1 : PROLOCO cuileo reconocieron piblicamente que no se sentian capaces de ditigir el pueblo hasta que se sortease la crisis. No hay testimonice de que hubiesen Fracasado por falta de valor © por negligencia. Por lo que se tebia, seguian siendo hombres de caricter firme y leal. Uno de los concejales, Carmen Quintero, habia participado activamente en la politica local deade 1884, ou carrera habia comenzado antes de que muchos de los hombres adul- tos de Ia aldea hubiesen nacido, Otro, Antonio Pérez, habia cargado su rifle para defender las tierras ‘del pueblo desde 1887, Los otros dos, ‘Andrés Montes y José Merino (presidente del concejo), habfan cumplido son deere firme y felmente durante mis de un déeada Tams sabe que los concejales hayan fracasado por no contar con Ta confianza de ay personan 8 ie ‘que representaben. Por lo que se sabe, los aldeanos todavia los respetaban. Por lo menos, los concejalee disfrutzban de unx confianza “familiar”, en la acepcién literal del xérmino, puesto que, pro- bbablemente, casi todos los de Anenecuilco podian considerar « uno de Jos cuatro ancianos regentes como tio, fo abuelo, primo, hermano, cufiado, padre, surgro, padrino © abuelo, A lo largo de toda su dificil historia, Ia aldca habia vivido gracias a la foerza de voluntad de hombres como ellos, y ahora no contaba con una fuerza mejor en la que apoyarse. Lo que anonadaba a los concejles y los hacia sentirse desvalidon era, sim- plemente, un sentimiento de incepacidad fisice. Eran, como dijo su pre dente (que tenia més de sctenta fics), demasiado viejos. Antes, le fatiga no los habfa extenuado, Pero ahora, por la nueva fuerza del influjo de Tas hacendado, Ia defense de In ala exigia una ener que ellos ya no podian generar. El tencr que tratar con los administradores y lox cde los hacendados, en los términos de la nueva legislacién, el enfrentarse al jefe politico de Cuautla, el andar contratando aboj fl desplazarse para ir a hablar con el nuevo gobemador de Cuerna ca, el tener quo hacer viaje haste la ciudad de México, inchuive, result, de pronto, ser demasindo para hombres vicjos. Precisamente porque los cconcejales eran pergonta con sentido de responsabilidad, por tradicién por caricter, decidieron traspasar su autoridad a otros que pudiesen Girigir a la gente de Is aldea, En la tarde del 12 de septiembre de 1909, los hombres de Anene- cuiloo se reunieron a la sombre de las arcedas que se levantaban detris de In iglesia del puchlo. Sebfen que la rcunién tenia que ser importante. Para que todo el mundo pudiese acudir, los anciancs la habian convocado para este dia, que era domingo. Y para que no se enteraran los capataces de In hacienda no habia hecho sonar, como acostumbreban, la campane, ‘sino que se habjan pasado el aviso de boca en boca. Se encontrabe al Ja mayoria de los que eran cabeza de familia y casi todos los demés bom- bres adultos, pero solteros. Llegaron de 75 a 80 hombres, parientes, amigos, 4 Para enterane de Quintero, afombro de ls clegion clectaales de ls dis tox, viase Peribdico Oficial del Goblemo del Enodo de Morea, £01, 285, ¥ Sema- nario Oficial, vi, 28, 7. Por lo que wea * Pérez, Montes y Marin, wave Sotclo Flin: op- et, pp 155, 159, PROLOGO 3 parientes politicos, riveles. El presidente del concejo, Merino, les explioé lag razones por las que ya n0 podian seguir haciéndose cargo de loa asuntos del pueblo. Los ancianos babian servido al pueblo lo mejor que habjan podido durante afios, y el mejor servicio que ahora le podian hacer era el de renunciar. Los ticmpes estaban cambiando tan répida- mente que la aldea nevesitaba algo mis que Ia prudencia de la edad, Era nevesario elegir hombres nuevos, mis j6venes, para que los repre- fentaran. Luego, Merino pidiS candidaturas para su propio cargo. ‘Modesto Gonzilea. fue el primero en ser propuesto. Luego, Bartolo Parral propuso a Emilisno Zapata y éstc, « su ver, propuso a Parra, se aoe votcion'y, Zapata gand ficimente? sorprendié. Zapata era joven, pues apenas en el mes anterior ‘aba eumpido los trina a, per lo fombres que votaron lo como. ¥ conocian a su familia; y consideraron que’ si querfan que un hombre joven los drigiese, no podrfan encontrar « ningén ole. que oseyese un sentido mis claro y verdadero de lo que era ser responsable del pueblo.’ Habia tenido problemas con las autoridades del distrito, la primera vex cuando slo tenia diecisicte afios, un afio 0 dos dexpués de la muerte de sus padres. Entonces babja tenido que salir del estado durante varios meses y esconderse en el rancho de un amigo de ox fami. Tia, en el sur de Puebla. Peto nadie se lo tomaba a mal: en el campo, lor Ios con la poliefa eran casi un grito de libertad. De todas mancras, en los Gitimos treee aiios habia sido uno de los dirigentes del grupo de hombres jévenes que babian participado activamente en la defensa del pueblo, firmando protestes, formando parte, como fivenes, de lax dele- gaciones enviadas ante el jefe politico, y ayudando en general « mantener levada la moral del pueblo." Recientemente, habia ayududo orgunizar Ja campaiia local de un candidato a gobernador, de la oposicién; y aun. ‘que ou partido habia sufrido una desastrosa derrota (se habia intimidads Tos votantes, se hublan escamotesdo votos, se habia detenido a los México, 3 volu (México, 193640), 1, 1047 ‘ob, 5 vola (México, 1951-2), 1,’ 94, Véase Dromunda: Vide de Emiland Zopaie (Mo. ‘ico, 1961), p. 27. En lo tocente a le de “alrededor do 1679", viase, Baltesor Dromundo: ‘Emiliano Zopaia. Ringrafia (México, 1904), p. 21. Octavio. Par dale de 1883: “Emiliano Zapata”, en José T. Meléndes, prepamdor de In edicén. de Historia de ta Revoluciin Mexicana, 2 vola. (MEsico, 193640), 1, 319. Loe. dos hinoriedores mis concieamdoa. de lee cuestiones del xapatiamo, Sotelo, Tnelén Porfirio Palaciow dan la focha de 8 de agoato de I Ye, respectivamente ex op, cit, p. 169 ¥ Emiliano Zepase, Desos biogrfices histérices’ (México, 1960), Pp. 1617."Dan la minnn fecha Alfonzo Reyes H.: Emiliano Zopase. Su vida 7 #8 obra (México, 1968) y Mario Mena: Zapato (México, 1959), p. 162, nen: op. cit, pp. 1626 1728, ia PROLOGO dirigentes y se los habja deportado a los campos de trabajo forzado de ‘Yocstin), habia tsablecido relacioes con politicos de tons el nado Después de Ia promulgacién de Ia nueva Ley de Bienes Raices, babia ‘comenrado a trabajar regularmente, con el eoncejo? Segiin las normas del campo, los campesinos sabian que no era pobre: Jos Zapata vivian en una s6lida casa de adobe y tierra, y no en una choze. Ni 4 ni su hermano mayor Eufemio, habian trabajado nunce como jor. naleros en las haciendas, y ambos habian heredado un poco de tierra ¥ algo de ganado al morir sus padres. Eufemio habia vendido su pat ‘monio para hacerse de un eapital con ef cual dedicarse a los negocios en el estado de Veracruz, y se habfe dedicado a buhonero, revendedor, ‘comerciante, y a quién sabe cudntas cosas mis. Pero Emiliano se habi quedado en Ia regién de Anenecuilco. Trabajaba su tierra, era aparcero de unas cuantas hectireas més de una hacienda local, y en las tempo. radas en las que aflojaba el trabajo levaba una recua’ de mulas por los y vendia eaballos, aunque no en grande. Por falta de ticrres, le fami Zapata habia comenzado desde hacia afios a tratar en ganado, y Emiliano Labia aprendido desde joven el oficio. También habia aprendido a sentir el orgullo que los caballos despiertan en los hombres, y cuando ganaba algo de dinero lo empleaba en ello; se compraba uno nuevo, le ponta una de fantasia a su caballo faverito, se compraba botas y espuelas de calidad, para poder cabalgar orgullosamente en los lomos brillantes. del caballo’ que mis queria. La repatacién de conocedor de cabsllos le dio buenos resultedos, pues los duefios de haciendas'del centro y del este de Morelos, y del oeste de Puebla, y aun de la ciudad de México decian que era el mejor domador de caballos y se peleaban sus servicios."" Pero nunca lo con. quistaron con sus elogios y advirtieron siempre en él una independencia Inboriosa, Los de Anenecuilco se acordaban de una historia de su nifer, sepiin la cual, siendo nifio, habia visto a su padre Morar de rabia por causa de Ia usurpacién que Ia hacienda local habia hecho de un huerto que pertenecia al pueblo, y habia prometido que au padre recuperaria le tierra.!® Si oeurtié el incidente, debié tener entonces nueve afos de edad, y era el noveno de diez hijos, silo cuatro de Jos cuales vivieron hasta alcanzar la edad adulte.® Si Ia historia ex apécrfa, le determin. 4 Bn el capitulo 1 se habla de cata leceén, 2 Setelo Taelin: op. lly pp. 1765. 10 Seafin M, Robles: “HY grace Zapata Agscahor y argo” BI Campe sino, ectubre de 1951, 1 Sotelo Inclin: op. cit» pp. 170,172. Antonin Diaz Soto y Gama: La revolucin err del sa 7 Emilns Zapat, st coudle (México, 960), pp. 86 12 ‘Dremundo? 1. a Sdende de Elan eeivern Buena dos bermanas Mara de Fx y Marh de lo Inelén: op. city 9p. 16870. Mario Gil: Eplaading me. sleaos. México en la hoguera (30, 0h; México, 1960), pp. S61. Gildardo Magafio, sucesor de Zapata PROLOGO cin de que se habla en ella si se podia ver en su mirada; y a veces, aunque era duro como la piedra y nadic se atrevia a gastarce bromas parecia estar a punto de derramar lagrimas, Hombre tranquilo, ‘menos que la mayoria de los demés varoncs del pueblo, y se a tuba también menos que ellos cuando lo hacia. En cierta ocasién, durante varies semanas, se encargé de los Injosos establos que en Ia ciudad de Mé xxlco tenfa un dueio de ingenios azuearcros de Morelos, Era una buena ‘oportunidad para comenzar # progresar social y econémicamente, para ir haciendo su lucha y terminar siendo duefo de sus propios establos y tal vez, inclusive, de un ranchito, Pero no era hombre al que Te gustase andar con zalamerias, pequefios enredos, dobleces, ni adulonas tortuosi- dades. Inquieto y deprimido, no tard6 en hallaise de regrovo en Anene- ceuileo, donde coment6 amargamente que en la capital tos caballos viv fen eatablos que podrian avergonzar Ia cast de cualquier trabajador de todo el estado de Morelos. Aunque los dias de fiesta se-xjstiese de pun- ta en blanco y cabelgese por la aldea y por el pueblo cefeano de Villa de Ayala en su caballo con sila plateada, la gente muneal dud6 de que figuiese siendo une de los suyos. A pesar de sus excelentes|eaballos y de sus ricos trajes, los de Anenceuileo nunca lo Hameron don aniliano, Jo ‘cual lo hubiese apartedo a& las mosces, el estiércol y el barro fe la vida Tocal, y hubiese troeado el respeto real que sentisn por él en tng va respetabilidad de sefior del campo. En Anenecuilco, sentian que ei e los suyos, y nunca les hizo sentirse mal por traterlo como a tal IMamaban Miliano y, cusndo murid, “pobrecito”, Para ellos, era un decino, tun primo joven que podria encebezar el clan, un eobrino amadf, firme y verdadero. ‘fate fue el hombre que los aldfanos cligieron para presidente de su cconcejo. Pero cuando lo eligieron, también estaban apostando Ihabria de cambiar. Lo que los conveneia de que, una ver d cl poder, no habria de eambiar y abusar de su confianza gue ls duda no surgicse en la mente de nadie) fue la re familia, El apellido Zapata era importante en Anenecuileo. Hab recido por primera vet en los asuntos Tocales como el nombre de un rebelde, durante la guerra de Independencia, de comienzos del sigh.'® El padre de Emiliano, Gabriel, hombre tranuilo, popular, trabajador, que tartamudeaba ligeramente, y 94 madre, Cleofas, eran, por todos con- ceptos, gente del comtin, pero trasmiticron a su hijo las cualidades raras y sencillas del valor sin arabiciones y de la integridad empecinada que brillaba a lo largo de la historia de la familia. Los Zapata y los Sala zar (la familia de su madre) Mevaban en los huesos la historia de México, Cuando un ejército espaiiol puso sitio a los rebeldes en Cuautla, 14 Silvano Rasba Gonsiler: La lacks por la terra Emiliano Zapata. (México, 1940), pp. 3845. Sotelo Tali: op. city pr 168. 1 Tid, pp. 18842. ‘ PROLOGO durante In Guerra de Independencia, los muchachos de las aldeas vecinas cruzaron las lineas durente semanes levando tortillas, sal, aguardiente y pélvora a los insurgentes. Uno de los muchachos de Anenecuileo fue José Salazar, el abuelo materno de Emiliano, Dos de los hermanos de su padre, Cristino y José, habjen peleado en la Guerra de Reforua y contra Ja Tntervencién Francesa en la écada de 1860, y efios més tarde Emi- liano recordaba atin los relatos que le solian contar de sus campafias con- tra los reaccionarios y los imperislistas."® Ademés, habia otro José Zapata, cuya vide, definitivamente, puso fa familia Zapata en muy alto lugar en le estimacién de fa gente de sa pueblo. En 1866, durante la Gucrra de Intervencién, Porfirio Ding, el joven general republicanc, separado de su gobierno, que se habia a refugiar en ef lejano norte, comenz6 por cuenta propia a organizar compafias de hombres por el centro-sur de México para tomar parte en el staque final contra los franceses. En cada veeindario necesitaba contar on un agente digno de confianza para movi encabezar a las fuer- as locales. Su hombre, en los alrededores de Villa de Ayala, fue ese otro Joué Zapata.” Zapete ya era un viejo, pero conocta la zegién y a fu gente como Ia palma de su mano, y por dondequiera que pasaba espertaba respeto. Tenfe su casa en Anenccuileo, y cuando la guerra termin6 con la restauracién de la Replica, la gente del lugar y de Villa de Ayala, naturalmente, pens6 en 4 para que los ayudara a restablecer ‘una paz y un orden populares. Durante los tiempos turbulentos de los ‘timos afee de le década de 1860 y principios de la de 1870 fue el dig- natario principal de Anenecuilco y desempeié cargos clectivos también en al gobierno municipal de Villa de Ayala."* Durante estos afios, José Zapata mantavo ficles conexiones con Diaz, que era entonecs un ambi- ‘ioso politico de la oposicién, mal orientado y confundido. Organizé un seereto club porfirista en Anenecuilco y mantuvo una correspondencia clandestina con su antiguo jefe en lo tocante a defender las tierras del pueblo contra las huciendas szucareras, las que describié con la frase dde “una enfermedad maligns”."® Las de Anenecuileo lo veneraben: exando ‘sus camaradas comunicaron a Diaz su muerte, en 1876, fe informeron “el fallecimiento de nuestro quetido presidente y a quien considerébamos ‘easi como padre”.% Y durante aos siguieron por el camino politieo que 1 pie, 1 Vietoran Gémoe, al alealde auxilar de Anenccuileo, 9 Archivo de Teain Sotelo Toelén %8 José Zapata al ayudante raunicipal de Aneneevileo, 10, 12 y 19 de octubre de 1670, ASI. 48 J, Zapata, A. Solares y Teodosio Franco = Porfito Dian 14 de junio de 18TH, citado en Alberto Maria Cerrefio, eneargado de. le edic ‘general Porfirio Dies. Memorias y documentos, 26 vole. México, 19578), x1, 1823. 30 Teodesio Franco, Alfredo Solas y Justine Arriaga a Porfirio Dian, 23 de PROLOGO 7 les habia trazado, confiando, aun después de que Diez legé al poder ¢ in- ccumplié sus antigues promesas, en que al finsl se acordaria y los ayudarfa ‘2 proteger sus campos. Ain en 1892, durante una refiida elescién presiden- cil, jvencs de Anenecuilco como Eufemio Zapata, Octavisno Gutiérrez y ‘Teodoro Placencia, consideraron que era su deber civico ingresar en los lubes porfiristas locales y votar por el dirigente en quien José habia ensefiado a los aldesaos a depositar su fe" No se eabe exactamente obmo fstaba emparentado Emiliano con este patriarca, que murié tres sfios antes de que Gl naciese, pero José Zapata probablemente era hermano de su abuelo, es decir, era su tio abuclo, Sea como fuere, el papel que ddesempefd en Ia historia de ese pueblo hizo que el apellido Zapata fuese tenido.en alta estima. Finalmente, Ia seguridad del parentesvo ee palpaba en cl aire mismo de aquella reunién: Emiliano era también eobrino del jefe del momento, José Merino.2 Los aldeanos sabian que les esperaban dures pruebas en Jos aiios venideros. No podian confiar en nadie mejor que Zapata para ayudarlos a salir del apuro. Lego 80 presentaron otros cargos electorates y fueron ocupades por jévencs, que habian sido los dirigentes de facto durante los dltimos cineo fos, dela nueva generacién de la aldea. Francisco Franco, amigo mo de Emiliano, fue elegido secretario; EAuviges Sanchez y Rafael Me Fino, hijo de José, fueron nombrados tesoreros, y José Robles fue nom- bredo vocel. Fue una ceremonia breve y sencilla que consistié en une asamblea, una eleceién ¥ un traspaso de Te autorided, Realmente, no era excepcional, pues en tiempos dificiles lo tradicional era que los “jueces’ fncianos cediesen su lugar a los ‘‘guerreros” més j6venes, y en aquella tarde los tiempos que xe avecinaban pera Anenecuileo paresian ser espe- ialmente dificil. cae “Zapata hablé brevemente. Dijo que accptabe el dificil cargo que te habia conferids, pero que esperabs que todo el mundo le diese su spoyo. Treinta efics mas tarde, Francisco Franco recordaba que alguien Je habia gritado a Zapata: “Nosotros te sostendremos, solo queremos que haya un hombre eon pantalones para que nos defienda” enero de 1876, - 1a generosidad de ‘esis Sotelo Teel, 21 La Idea Patrdtice, 10 de marzo de 1892. 2 Dromundo: Vida, p. 46. ® Sotelo Tntlin: op. city pe. 1756. LOS PROGRESOS DE LOS HACENDADOS 4 y no se conotia la existencia de los hoteles”. La visitante comprendié que 4] sefior Amor “tenia que atender a las necesidades espirituales y corporales de su gente” pues si no “...Jo Gnico que harfan seria beberse 1 dinero que les sobrase” #8 Pero la politica de Escand6n formaba perte también de una nueva clase de opresién que se habia venido constituyendo con fucrza creciente desde 1880, Su fuente econémica fue 1 competencia intemacional de las industrias del aziicar de eafia y do remolacha que se llevé a cabo « lo largo del siglo 11x. Para los cultivadores de cafia los heneficios mas notables que se desprendieron de la lucha fueron los grandes mejor ‘mientos tecnolégioos que produjo, especialmente las muevas mséquinas de moler que sacaban una proporcién mayor de azicar de les cafias que las prenses viejas. Hacia Ia década de 1870, estas 18 ser de uso general. Por el mismo tiempo, se inauguré en México un do de orden politico y vigoroso desarrollo econdmico. Se comenza- ron a hacer trabajos importantes en un sistema regular de ferrocarriles yy surgié la perspectiva de un mercado nacional. Los hacendados de Mo- relos vieron la oportunidad, y a pesar del amor que sentian por su bucé- Tico aislamiento, salieron de él inmediatamente para aprovechar la nueva demanda™ Astotamente, penetraron en los campos de Ia elaboracién industrial y de la venta para complementar sus intereses en la produc- cién de cafia. Metieron el ferrocarril al estado, importaron. maquinaria nueva y comenzaron a hacer planes para obtener nuevas tierras en las que cultivar més cafa, Y a medida que su produccién fue aumentando, cjereieron presién politica para redueir impuestos municipales y estatales, para abolir los impuestos interestateles subsistentes y para mantener 0 elévar los aranesles nacionales que protegian su industi a diforencia social entre Ia opresin vieja y Ta nueva fue tan pro fanda como la diferencia entre una finca solariega y una fabrica. Ante- riormente, diversas comunidades y empresas coondmicas habian coexist sin mayores roramientos en Morelos. Haciendas azucareras, rancherias tr: dicionales, pequefias propiedades, asricultores independientes, poblados de peones, pucblos mis grandes, eiudades provincisles; no todas estas dite rentes clases de sociedades florecfen, pero todas eran capaces, mal que bien, de sobrevivir. Habia opresién, ‘pero los casos individuales carccian de fuerea o de coordinacién. Asi, pues, la concentracién de le propiedad de la tierra era esporidica ¢ imegular, pues el motivo comin no era tanto 2 Tweedie: op. ety 33941, 20 Una imeresante comparacién con los eutivadores brasilefios de cafia que 2 abandonaron s un cémodo y anteconémico ruralismo véese en Celso Furtado: The Reonomie Growth of Braz. A Sureey from Colonial to Modern Times (Bet keley, 1963), pp. 1254, Lan plantedoree de café brasltos, orientados al meroado, n los que mis se parecen 2 Tos hacendados arveareros de’ Morelos, segin desribe aque ‘80 Daniel Cosio Villages, ed:t Historia modern de México. BL porfiriato. La sida econéiica, 2 volt. (Méxien, 1965), 1, 181 2 LOS PROGRESOS DE LOS HACENDADOS 4 eéleuto econSmico como Ta ambicién personal. Las haciendas szuca- eras de Morelos funcionaban todavia conforme a la tradicién principal de las haciendas mexicanas, més como simbolo que como negocio. Cuando los hacendados consideraban que los campesinos cstaban expe cialmente desvalides (cuando cl gobierno ‘federal o el estatal no parecian poder o querer proteger a los campesinos) entonces podian epoderarse de campos que venian codiciando desde hacia tiempo. A veces los campe- sinos se vieron reelmente privados de medios indcpendientes de vida y tuvieron que emigrar, 0 que trasladarse permanentcmente al real, a los campos de la hacienda. Pero esta crisis tenia caricter de un accidente Involuntario, casi sorprendente: lo constituia realmente una politica y nadie Ia consideraba revocable, Para bien o para mal, ln variedad social Paresia ser eterna. Después de 1880, esta suposicién te vino abajo rapidamente, Las ‘nuevas oportunidades que se les ofrecian a los hacendados de obtener ganancias constantes anunciaron un nuevo mundo y generaron nuevas tendencias sociales. Las hacicndas de Morelos se convirtieron en “pucblos de la compaiiia” y sus poblaciones permanentes oscilaron entre Tos 250 Y hasta casi los 3.000 individuos. Los hacendados organizaron sus propios servicios médicos y cclesifstions, sus propian tiendas, eseuclas, policia © instalaeién de enerpia eléctriee y formaron sus propios cucrpos eae de albediles, carpinteros, herreros, clectricistas. y mecinicos. Para ma nejar sus nuevas méquinas, importaron téenicos extranjeros. Llegaron inclusive a montar laboratorios de investigacién y a contratar quimicos, Y para dirigir sus empresas trajeron a nuevos administradores profesio- niles; Jos hacendados espafioles del estado lox encontraron entre los inmigrantes espafoles, cubanos o canarios de la ciudad de México y los Icendadoe mexicanes cominmente contrataron a mexianos experimen. tados o educaron a sas propios hijos para el desempefio de estas funcio. nes, Eran haciendas comme i faut, como eacares un orgulloso pe dista de Tepoetlin La plutocretizacién del rézimen de Diaz on la década de 1880 allané ‘camino de los hacendados. El Ministerio de Fomento les vendié casi todas las tierras piblicas que quedaban en el estado y les con: cedi6 rescluciones favorables en sus peticiones de titulos limpios a otras adquisiciones. Lo nueva legislacién federal suprimié muchos titulos de tierras y derechos de aguas, previamente reconocidos, muchos pueblos. 1 Forno B. Sandoal: La industria del axicar on Nueva Espaie (Mix 1951), pp. 146, Unseen te cae tema gener] el de Anes Motog Eniques: Los gratde: problemas nacional ‘Moxon, W900), pp. $698. El cate dio mejor y bt compley en cl de Pango “Chevalier: Le formation dex grandes domaine ou Mesigue. Terte et soise oom seve acer (Darin 1982), 32 Holt Biter: ope pp IOL2.Tweeile: op. cit, 38640. J. Carla mo iy p69. Ta Carin Pinel es Reardon» fennel” Morelos, 4 de junio de 1892, aa LOS PROCRESOS DE L0S HACENDADOS a Y¥ cuando los hacendados quisieron sacar ventaja de estos hechos Sortui- tos, acomodaticios tribunales locales eprobaron las expropiaciones.® En Ja pasada década de 1860, fos hacendados, o aus padres, babian luchado daramente por lograr que Morelos siguiese siendo parte del estado de México, pues temian que, de otra manera, los distritos de Cuernavaca y de Cuautla escepasin a su dominio® Veinte afios més tarde, gracias al patrocinio de Diez, tenian alli més poder qu: antes. Paulatinamente, sélo las haciendas cobraron cl earicter do inicas instituciones lepitimas Y progresistas. Era como si las demés clases 0 comunidades existiesen ‘como recursos para elles, como si todos los seres humanos de Morelos tuviesen que someterles sus destinos personales, superiores e inferiores, convertirse en simples elementos de la empresa cosmopolita de los he- cendados. Fl proceso que la codicia individual habia motivado se estaba tocando ahora en una prictica regular, cientifics. Hacia 1890 era evidente que, en medio de este auge novedoso, algu nos pueblos importantes, rodcados de haciendas, habian dejede cast de cereccr. Jonacatepec, por ejemplo, que en otto tiempo habia sido un flo- reciente centro de’ errieros, se levantaba ahora como una isla en el tcrritorio de Garcia Pimentel; su situacion le recordé a un morelense instruido la de los pueblos rurales oprimidos de Irlanda’* Deselentados ppor su bajo censo, los regidores de Cuautla discutieron a propésito de si ow ciudad se asfixiaria a causa de estar “enclavada on medio de pode- rosas haciendas, que limitan por todas partes con sus dilatadas siembras de caf”. Algunos juzzaron que aunque le restricién, con el tiempo, pondsia limites a In ciudad, mientras tanto podrian aumentar su pobla. ‘idn mediante una renovacién urbana; en las barriadas del norte habia pstizales y huertos miserables que pertenecian a “harapientos... a la vex famos y peones... que ningin servicio prestan a Ia sociedad en que viven”; los promotores querian que estas propiedades se expropiasen y subdividiesen cn lotes para “familias pobres que pudiesen ir retribuyendo fon abones convencionsles el pago”.® Pero esto no era sulucién, como no tardaron en teconocer sux promotores, El eementerio de Cuautla se encon- treba apenas a cuatro cuadras de le plaza principal y no babia lugar para mis lotes. Puesto que las haciendas cireundantes “de dia en di han venido encerrando la ciudad”, como comenté airadamente un perio- 2 Mazari: op. city p. 109, Para un aniline de este proceso como unt pol tien mcional, sae Wistano Unie Orewco: Lepslecién y jurupradencia sobre terre- rnos baldios, 2 vol. (México, 1095), 1, 387-85, y Molien Bariquea: op. cit, pp. 16896. ‘Dies: Bibliografia, p. cli. Fuoron Ins numerous patciones de los pueblos amtiguo Tercer Distrito lat que levaron al Cuarto Congreso a crear el estado. Véase Tovar: op, cit, 1, 181-2, 810; 1,580, 9825 1, 9, «2, 478, 50, 676. ‘a Diario de los ‘Debates del Congreso Constitayente, 1916-1917, 2 vole: (ME sxice, 1960), 11, 1083, Véaze también Fernando. Gomales Roa: Fl aspecto egraric de la Revoiueiin mexicana (México, 119), p. 30. 38 La Idea Pesrdtca, 6 de agosto de’ LL 4 LOS PROGRESOS DE LOS HACENDADOS dita, “como en un circu de bierro”, fos regidores de la ciudad tuvie- ron que recurrir a una aldea que se encontraba a unos dos kilémetros de distancia para cncontrar tierras nuevas de cementerio;™ En el campo, fuera de las ciudades, especialmente en los distritos de Yautepec y de Tetecala, las viejas y pequefias haciendas fracasaron y luego se fusionaron en empresas grandes y modernas. Alguaas, como la de Dolores, conservaron una personalidad subsidiaria en una gran haci da combinada, pero otras, Apanquezaico » Bi Charco desaparecieron para siempre del mapa de Morelos. Los ranchos, poqueiios poblados rarales que eran independientes, pero no tenian categoria de pueblo, se vinieron abajo también, En. 1876, los registros mencionaron 53 y en 1887 sola- mente 36. En 1891, quienes analizaron el reciente censo eitatal fijaron In fecha ‘de la extincién legal de 44 ranchos en la_generaciin anterior, cerca de un tercio de los mismos en el distrito de Teteesla ss Inclusive comenzaron a desaparecer puebios. Los que estaban sislados, ‘como Tepoxtln, en las montafias de la parte norte del estado permanecieron bastante seguros, pero los pueblos de las regiones baseosas accsibles, cer ccanas @ los ferrocarriles, 0 de los valles bien regados fueron muy vulnera- bles’ Aunque muchos eran poblados bien establecidos y promperos que podian remontar su historia hasta antes de la Conquista y contaban con titulos de propiedad de tierras que babian sido eoncedidas en los tiempos Virreinales, ninguno de ellos se enoontraba seguro ante el asedio. En 1876, afie en que Diaz tomé al poder, estaban registrados 118 pueblos ‘en Morelos. Hacia 1887, a pesar de un pequefio aumento de la poblacién del estado, habie Gnicamente 105.” De estos fracasos, el mas impresionante sin duda fue el de Teques- quitengo. Los campesinos habian ofendido al ducfo de la cercana ha ienda de San José Vista Hermosa, el cual, a manera de represalia, ‘metié su agua de riego al logo ¢ iounds todo ef pueblo. Llegé un mo: mento en que sélo la torre de la iglesia del pueblo descoll6 sobre les ‘aguas, @ manera de recordatorio de los riesgos de la independenciat ‘A lo largo de In déceda de 1890 y después de terminado el siglo, los pueblos siguieron desintegrindose. En 1909, slo te registré un centenar.® Ocultas en Ios campos de alta eaiia verde, las ruines de Ingares como ‘Acatlipa, Cuauchichinola, Sayula y Ahuchuepan se pudrian en el suclo.!? 8 TBid, 7 de enoro do 1802, 38 Jou Macia Pévex Herndnilen: Cartla de ta geogrejia del estado de Ho. relos (Méxieo, 1976), p. 24. Gobierno de Marelos: Memaria sobre el estade de la Cdninitracin pobica de Morelos, presentada al Hon X Congreso por el Gober nar constuclonel General Jesia M, Prociado, Abnt, 12, 18a? (Caemarace, xf WSBT (21). La Iden Potritica, 2,16 y 28 de abil de 189). 9 Lewin ops citys 12.” Dieat Dor confeencin, 0. 5. 4 Been Hlerndndes op. city p. 23, Memoria, (681) 41 BL Bea, 19 de mayo de 188. ‘© Semanario Oficial, av, 44, 6. Dea: Dos confereneias, p61. 4 Magan: op cit. (19512 ed aqui subnigaientemente), i, 82, Dla: ‘Dos conforenias,p. 89. La Iden Pawridicn, 18 de sbril de 109 108 PROGRESOS DE LOS HACENDADOS Los relatos de estos pueblos condenados eran muy conocides por los eam. pesines de Morelos, pues sus parientes a menudo habian participado en las tuchas por salvarlon, Y su desaparicién era una terrible leceién que no dejaba en paz ¥ sosicgo a los campesinos, En algunas regiones especialmente tensas, Jos pucblos que hobfan logrado sobrevivir estaben perdiendo poblacion. Villa de Ayala, por ejemplo, de 2041 habitantes que tenia en 1900 pasé a tener 1745 en 1910; y Anenecuileo, del municipio de Ayala, bajé de 411 a 371.4 Poco 1 poco, los campesinos fueron perdiendo sus tierras —como cl huerto de Olaque en Anencetileo, en el aio de 1887—, pero lucharon aio tras afio para preservar lo’ que les quedeba, Y cuando, finalmente, su situacidn se agravé tanto que no pudieron vivir del cultivo de la propi tierra, ensayaron nuevas clases de trabujo. La familia Zapata comenzd a critr ganado, como hicieron muchos de Jos alrededores de Cuautla cuando las haciendas de Hospital y de Cuahuixtla cercaron todas tas bue- nas terrae de lnbor® ‘Sin embargo, no todos se podrfan mantener en la independencie, ‘que era precisamente con lo que contaban los hacendades. Desposcidos y en la miseria, muekos campesinos comentaron a trabajar como apar- ceros las pores tierras de J haciende.“® Después, cuando sus deudas aumentaron, se ofrecieron como mano de obra y sunque seguian vivien- do en sus pueblos trabsjaban en cuadrillas de asalariados. Les parc- cicron muy clevados los salatios de hasta 65 centavos al dia en la este- cién invernal seca y un peto durante la cosecha de primavera, y a destajo les parecia atin mejor el sueldo, desde 75 centavos hasta 1.25 0 1.50 pesos al dia. Pero también encontraron que los precios eran’ muy altos: puesto que Morelos sélo produce anicar, arroz y ron en gran- des centidades y tenfa que importar telas y artfculos de primers necesi- dad como el maiz y el frijol, el costo de Je vida era tan grande casi ‘como en la ciudad de México’ ¥ al entrar en el circuito del dinero, 44 Hot Bitiner: op. city pp. 947. 48 Sotelo Inclan: op. elt, pp. 155-8, 170, Le Idea Patristicn, 17 de diciembre de 191. 49°Si tenian suerte 0 influencias locales, podian alavilar terra stficeatemen te buenas paca dedicarse'« la hortcultra. Eaulizao Zapata, « roots, fue apareero de la hacienda de Tenextepango, de de Ta Torze y Mier. Al y Eufesio experimen: taron con variedader de aaadia de Veracruz. Enterta peronal con Soto y Gama En lo que respects al. comereio de productos bertiolas de Villa de Ayala, véase los informes de Ia prcfectara ex Semonario Oficial, x1v, 8 12: xvi, 17, 34; x¥, 5, 6; 19, 3; 2%, 3 42, 45; ava, U7, 12. «7 Par Yo. que respects a los salaioe, yéuse J. P. Gareia Pimentel: op, cit, bp, 78: también George AE MeBiide: The Land Syuems of Mesico (Nueva, York 1925), p. 82; Lewis: op. cit, p. 94; y The Mexican Yearbook, 1909-1010 (Nuct ‘York, 1910), p. 992. ‘Les’ do Anenecuileo panaban solamente 37 centavos al dia cn a temporada floia en In in del Hospital (véase Sotelo Tneléa, op. cit, B. 185). ‘Pero esto era todavia muy superior al promedio. nacional ce 23 centavos 1 dia, ‘Por lo que toca al elevado costo de la vida, véuse “2Por qué existe y como 6 LOS PROGRESOS DE 10S HACENDADOS ‘contrajeron deudas més eltas. Finalmente abandonaron el pueblo para siempre y, como muchos ex rancheros, Tlevaron a sus familias a les tie- tras de la hacienda en calidad de gente de casa, de trabajadoren resis dentes permanentes. Ep ol real, si se portaban biea, tenian asegurado, ‘ad menos, lo imprescindible para vivir, ‘Asi, pucs, ademis de la tierra, los hacendados adquirieron una mano de obra dependiente, Alentaron este traslado de la residencia al rea, ‘como sefelé Joaquin Garcia Pimentel, mediante “todo el esfuerzo posi- ble”. Pues “el trabajo seguro y constante” de la gente de casa permi- tia una especializacion més eficiente de las tareas de Ia hacicnde y, durante las époces de gran necesidad de trabajo, iberaba a los admic ‘ministradores de la peligrosa y humillante dependencia de los aldeanos, que los odiaban y que podian abandonarlos para obtener un selario ‘més alto en algin otro lugar. El trabajo residents era especialmente importante para hacendados como Jos Amor de Tetecala y los Garcia Pi- rmentel de} distito de Jonacatepec, en el cual los pucblos y les cuadrillas de temporada que se podian sacar de ellos eran menos numerosos que Jos de las regiones centrales pobladas mis densamente; y en las planta- ciones de esas regiones relativamente apartadas se concentraron las més ‘grandes poblaciones permanentes. Pero también otros hacendados des- cubrieron que era muy conveniente colonizar sus tierras con trabaj dores, El cambio de residencia no se levaba a cabo con toda 1a rapi der gue qerian le cena; adcano moreleae, cbseeé Joan Garcia Pimentel, “es muy apegado a la tierra en que nace y emigra con suche ified uy cusndo palpablemente ve que mejor”, lo cual obligé a menudo & los administradores a tracr trabajadores emigran- tes de Puebla 0 de Guerrero." Pero con todo descaro, estos hacendados nto hicieron sino acclerar el ritmo de su lucha contra los pueblos. Al terminar el siglo, las presiones econdmicas ejercidas en loa ha- ccendados aumentaron notablemente. Su problema inmediato fue el de la competencia mis intenss, dentro de México, por conquistar el mer- cado azucarero nacional protegido. No sélo ‘sus rivales tradicionales de Veracruz, Puebla, Michoscin y Jalicco estaban ampliando y modern. zando sus empresas, sino que también aparecieron rivales nuevos en Sinaloe, en el distrito de Tepic y, sobre todo, en el Veracruz tropical, famenaza especialmente grave, porque capitalistas nortcamericanos es taban haciendo grandes inversiones en el ramo. La amenazn del norte xno ofrecia muchos peligros a Joe haceadados de Morelos: concertaron una alianza con Puebla y Veracruz, coltaron su producto en el mer- ccedo a manera de dumping y arrojaron a los intrusos de sus dominios comerciales. Pero los norteamericanos de Veracruz eran algo diferente. ty dla ol mptiona en el xa de Mordat”, La Tribe, 29 de mare de ‘48 J. Garcia Pimentel: op. city pp. 16. La Idea Potristicn, 2 de abril de W801. Mazaris op. ety p. 108. LOS PROGRESOS DE LOS HACENDADOS Las tierras bajas_ de) Golfo, por fo comén, producian alrededor de un 30% més de cafia por hectirea que las tierras altas de Morelos, Ins cuales, ademés, necesitahan mucho riego y que se las replantase mis frectentemente. Silos esfuern0s de los norteamericanos tenian éxito, podrian dafar gravemente la posicién de Morelos como primer pn ductor del pais. Otro problema apremiante era el de que la produecién nacional de aziear comenzabe a superar la demsnde interna. La solucidn evidente estaba en Ia exportacién de los exoedentes, y en 1902 comenzaron gran: des exportaciones.® Aunque los hacendados de Morelos no tomaron par- te, al principio, y dejaron este comercio para Veracruz y cl norte, ve ios comenzaron a exporter por lo menes ya desde 1903. El primero fue Ignscio de ia Torre y Micr de Tenextepango, que entonces era le hacienda més productive del estado Pero los’ nuevos mercados no hicieron sino abrir un nuevo campo de competencia. Los costos de produecién eran todavia clevados en Morclos y no se podia confiar en 1 mercado internacional, que caminaba a tropezones de crisis en crisis, También slarmante’ era la nueva amensza de le produccién de fazicar de temolacha nacional que segin creian los cultivadores de cafia podria destruirlos. A partir de 1906, los agrénomos scfieleron las “notables posibilidades” de Ja nueva industria. Los rancheros de Sonora declararon que tenian un interés vital en su estahlecimiento, y el go- Diemno federal oftecié generosas concesiones a una compafie. nortea- ‘mericana para que Sniciase el cuftivo de la remolacha en el Distrito Federal 0 en el estado de México Los proyectos no se realizaron, pero el peligro de que se bubiesen levado a cabo agudizd el espirita de competencia de los hacendados de Morelos. “Ademés de catos problemge, existia Ia amenaza de agotamiento de Jos ricos suelos de Morelos. Se que podrian soportar el cultivo constante de Ia caia de azticar sin abonos durante unos 30 afios; des pués, habria que dejarlos cn bathecho.™ De manera que el auge que se habia iniciado alrededor de 1880 tondria que comenzar a bajar des- ppués de 1910. Las perspectives no inguietaron a todos tos hacendados de Mordas, pero para algunos (eapecialmente para la familia Ruiz de Velasco, que era la que poseie Jo mejor preparacién cientifica en agri- +® Coxio Villegas: Fide econémicn, 1, 81. US. Department of Commerce end Labour, Burean of Manufactures: Monthly Consular and Trade Reports, oetubre de 1908, p. 155: obril de 1908, 140; jlo de 1905, pp. 1994. Intemational Bureau of ye American Republice: Mexico. Geographical Sketch, Notural Resources, Late, Economic Conditions, Actual Development, Prospects of Future Growth (Washing ‘on, 1904), pp. 1956. ‘© Cao Villegas: Vide econdimica, 1, 812. ‘8 BY hacendado mexicano y fabrizantc de exicar, x1, 128 (marzo de 1908), 65. 3 Consular Reports, septiembre de 1906, p. 101; marzo de 1007, [bid septiembre’ de 1906, p. 102. Mexico. Geographical Shet “ LOS PROGRESOS DE LOS HACENDADOS cultura) habia vendo siendo, desde hacia mucho tiempo, fuente de ‘preocupaeiones. [Las presiones crecientes Heveron a los hacendados a realizar in- versiones mayores, ya sea para diversificar los grados de refinamicnto el azicar o para producir més ron. La familia Araoz, por ejemplo, {imports maquineria nueva por un valor de 350000 délares pera su ha- ciende de Cuahuixtla.™ mntener trabajando saz miquinas caras, Jos hacendados tenian que cultiver todavia més eas, lo cual los obli ‘a ampliar todavia més sus propiedades. Esta expansién acclerada ex teba convirtiendo répidamente a Morelos en nna red de fabrieas rurales, cia 1908, los dievisiete duesos de las 36 haciendes principales del ‘estado eran ductios de mis del 25¢ de su superficie total, de Ia mayor parte de sus tierras cultivables y de casi todas sus tierrax buenas!" -Y ‘2 medida que los haccndados se fueron apoderando de suelos cada vex ‘menos ricos, necesitaron de crecientes suministros de agua para regar- fos. La inversién en obras de riego fue probeblemente tan grande como Je inversidn en mequineria para la molienda. En su hacienda de Te nengo, Luis Garcia Pimentel invirtié 166000 délares en la construc. ion de tineles, canales, acueductos, presas, acequiss, puentes, vilvulas de cierres de admisién para treer agua desde el rio Cuautla situado tinos 90 kilémetros de distancia. Ya lo largo del mismo rfo, Ignacio ide le Torre y Mier y Vicente Alonso invirtieron juntos més de 210 000 Aélares en obras hidréulicad para sus tierras.®™ Durante 1908, los pre- ‘Gos nacionales del azicar ge elevaron considerablemente porque el go- Diierno duplicé los arancele® al azicar de importacin para proteger a Jos eultivadores nacionales; y, claro est, las mayores ganancias fomenteron ‘ae mayor inversién y un aumento de le. produccién.® De tal manera, las hagiendas de Morclos cobraron fama de cer las més modemas de México! Se merecien esta reputaciéa. En 1908 los DA ingenios del estado lvaban a cabo més de una tereera parte de Ie prodzecién azucarere total del pais. Después de Hawaii y Puerto Rico, Morelos era la regidn mis productora de caia de azicar del mundo.% 4 Véase Angel Ruiz de Velasco: Extudios sobre ef cultiso de la coe de asicar (Cocravect, 1894), pp, 36, ¥ Felipe Rute de Velasco: Hiwaria y evolucio. tne del cultive de ta coka’y de le Industria azacarara en México, hasta ef ato do 1910 (México, 1987), op. 73:4. 85"“La industria anucareraven Mésico", Revisa Azucarera (Buenos Aires), vi, 1% Gunio de 1900}, 1601, 18 Vengo al epa en Dies: Dos eonferencias, p. 60. © Gobierno de Morelos: Memoria vobre Ix Administracin Piilica de More- tos, en lor periodor de 1898 0 1902. Gob. Sr. Cok Don Manucl Alarcin (Cocrna- vaca, sf, 1902121), pp. S260, SLC Prineem.Geerlige: The World's Cane Sugar Industry, Past ond Present (Manchester, 1912), pp- 1645. Consular Reports, marzo de 1908, p. 236, ‘0 Figueroa Doménech" op. cfu, 374 F. Ruiz de Velasco: an cit == 2" 146. 2519201 72 wt LOS PROGRESOS DE LOS HACENDADOS ® [Los hacendados, que se habian comprometido grandemente, no tenfan intencién de descansar, Entee 1905 y 1908 elevaron su produceién en mas de un 509681 Y maniobraron para obtener més tierras ain, mis ‘agua y mis ttabajadores residentes. En este desenvolvimiento, en este progreso de los hacendados, la ranchcria o el pueblo, como comunidad, no fonfan lugar. La utopia inminente era una hacienda axucarera. Le gente de los pueblos hizo resistencia a estas tendencias, espe- ciolmente en el femoro caso en el que el propio Pablo Eacandén se vio envudto. En 1903, Escandén le orden al administrador de hhacionda de Ailihueyin que levantase una cerca que se comié casi 1200 hectéreas de las tierras de pasto comunates de Yautepec. EL ganado de los campesinos, acostumbredo a pastar alli, dertibé Ia cerca fen algunos lugares y ee metié en cl tervitoria que ahora pertenecia. a la hacienda, Los guardias de ésta acorralaron Tos animales y los de- volvieron solamente después del pago de una fuerte multa. Parte del ganaio incautado murié por falta de alimento, otros animales fueron Yendidos, los duefios de otros més fueron encarcelados por haberles de- jado invadir el terreno. Pero los aldeanos no abandonaron su causa. Después de meses de protestar en vano, las personas alectadss eligieron ‘a un agricultor del lugar, Jovito Serrano, para que las representase fante las autoridades. Serrano. present6 sus quejas, primero, ante ol tribunal de Yautepec, que fallé en contra de él. Cuando el jefe pol tico de Yeutepec se neg a revisar la decision, Serrano apelé ante eb tribunal del distrito de Cuernavaca, que stendié el caso pero mantuvo la decisién original e impuso la multa de cien pesos a los querellantes. Sin perder el nimo, Serrano apel6 ante la Suprema Corte Federal y eneaber5 a una comisidn de 70 yautepecanos que fue a entrovistarse ton el presidente Diaz en la ciudad de México. Menos formalmente, pero con no menos obstinacién, los habitantes de otros pueblos (como Santa Maria, Janteteleo, Coatlin del Rio, Tepaleingo y muchos otros) Gesafiaron a’ los caciques locales y trataron de defender sus antiguos derechoa® ‘Pero los hacendades o sus administradores dieron cuenta fécilmen- te de toda resistencia. En la mayoria de los casos, la vencieron de manera privads, local y brutal, que soli6 consistir en’ una buena paliza 6, a veces, en asesinatos. Si estas medidas tenian inconvenientes, los 81 Prinsen Geetligs: op. city ps 16h (8 Log registon Ge le. digpitaAilihuayén-Yautepee se encuentran en el AC. chiyo de Zayata (en To suceai AZ), caja, 90, legajo 2 ED registro del tribunal ati en SemenerioIudiial de Ix Frdcracién, Tribunal Plono. Ampuros (Cebtero “s2831. Hey una leven, repetide ras relentemente, iins of the Zapata Revolt in Morelos", Hispanic American 185, que dice que Zapata ford parte Ade ta comisgn, Es poco probable; ss nombre no figura en ningin registro del caso 2 Macatis op eit, pp. 18. 112. Magasa: op. cit, 1, 700, (4 Un ejemplo se eneuentsa en ibid. 1. LOS PROGRESOS DE LOS HACENDADOS ordenaban la conscripeién forzosa de un agri. chelde para que sirviese en el ejército, Io cual era también bru tal. Y en los pocos czas que se convirticron en asunto piblico, los hhacendados pudieron siempre apelar a don Porfirio para obtener una solucién favorable, no menos brutal. Asi, pues, aunque el Presidente Jes dijo a los yautepecanos que estaba de sw parte, y aunque pudo pa- recer que, al fin, habiaa de ganar, sus actividades legales, repentina y tmisteriosamente, lee trajeron desgratias. Mientras Serrano se hallaba en la civdad de México atendiendo a los detalles finales, fue detenido y los titulos de tierras y otros documentos de Ios yautepecanos I decomisedos. Y cl 21 de junio de 1904 la Suprema Corle rat decisiones anteriores eu contea de los yautepecanos. Lo tiltimo que supo la familia de Serrano fue lo que éste les deeia on una carta que logrs enviar de conteabando al pasar por Veracruz on destino a un campo Ae trabajos forzados en Quintana Roo. Con al iban otros 35 naturales de Morelos, agricultores como él, de Tepozthin, San Andrés de la Cal, Santa Maria y San Juanico, que habian obstruido los progresos de los hnacendados, Sereno murié on Santa Cruz de Bravo, Quintana Roo, fen noviembre de 1905.5 De auanere que esta oueva opresién se convirtié en la practica comin, La primera generacién de hacendados que se entrezé a ella (los despiadados precursores de la década de 1880) hahia dejado tras lucir un miedo atente sl futuro: el antiguo ducfio de Cuahuixtla ha. bia conservado como guardia personal una jauria de perros feroces, a los que les habia puesto como nombre el de los dias de la semana, de lunes a domingo, y de las meses, por lo menos hasta marzo.%* Peto la _generscién siguiente (los despiadados herederos de la década de 1890 y 1900) trabajaron_ con toda confianza. Fa esas afios los hermanos ‘Amor construyeron una impresionante cuadra de caballos de polo, tro tones y pura sangre de carrore en su hacienda de San Gab portaron también galges y foxterriers® En Santa Clara y Tenango, los Garcia Pimentel amucblaron tan espléndidamente sus magnificas casas que a un joven de Cucrnavaca le recordaron “los {palacios} que hhordean las orillas del Tamesis”. En Oacaleo el duefio tenia un jardin de cerca de 5 hectirens, estupendamente trazado, con un kiosco central, favenidas que se abrian en radio con palmas y fuentes, un oésped para jugar alos bolas y uma tumba para su perro muerto. Miacatlin fue a menudo cecenario de conciertos y opulentas fiestas, y Atlihua ‘en ous visitantes la impresién “de una deliciosa mansién de donde no icra salir jams”! Estos lujos eduardianos no eran solamente la stentacién de’ las nuevas fortunas, sine tembién la muestra de una 5 tid 1, 856, 8 Roblle! op. vit, pp. 12, BES. 8 Treeedies op. clty pp. 22, 317 °8 [bid 202 Roles op. cit, pp. 5, 80, 54, 612, 6A, LOS PROGRESOS DE LOS HACENDADOS st nuova actitud en Jos hacendados mas j6venes de Morelos, de una serena conviccién de que podrian conservar y aun aumentar las fuerzas y los poderes de que se heneficiaban. Hacia 1909, estaban preparades para consolidar su sistema. Bra la obligacién de Escandén, como buen hacendado cientfien, sustituir las ambiatiedades de Alarcén por la practica de la politica de la opre- sion, La gente de los pueblos ya estaba debiitada, y sus di ¥ abogadoe 2e ballaban en le céroel, 0 estahan escondidos a causa de Sus simpatias leyvistas en Ia reciente eloceién. Y Eseandén actus sin vacilacion. Que a gobierno del estado se negaba a hacer justicia se convittié en una repla clara. Muchos habitantes de los alrededores de la hacienda de Chinameca perdieron ganado en ol acorralamiento que se efectud alli en 1909 y sxe quejas munca fueron oidas. El pueblo de Tetelpa perdié gran pate del agua que necesitaba para sus huer tos, cuando, en una dispute sobre derechos al rio de Apatlaco, el tri hunal del lugar fallé en favor de la hacienda de San Nicolds Obispo El administrador de le hacienda no tardé en obrar con mas amplitud aun de Je que le permitia la decisiér del tribunal y eorté completa mente el agua del picblo, Los hucrtos se arruinaron, s© acabé el eo tnercio en frutas y Jegumbros y sus residentes comenasron a emigrar. En los municipios del noste los contratas para cortar maderas de las montafias, que habjan sido siempre una ries fuente de corrupcién, se valvieron’ mas escandalosos ain. Los pueblos no s6lo_perdieron sus bos ques, sino que no se les dio el dinero que les tocaba*® La injusticia mis flagrante tuvo lugar en Jojutla, « fines del verano de 1909. Una Plantacién de attox se spropié ol uso del suministro de egua de le ciudad. Et ayuntamiento protests, pero contra los favorites de Escan én ni squiera una eapital de distrito podia valerse efectivamente, Y la dispois prosiguis a lo largo del otuso, sin que los plantadores de arto dejaray de user el agua” EL objeto del trato que Escandén daba a los pueblos no era slo el de hacerles Is vida diffi, sino el de destrairlos como snstituciones independientes. En abril de 1910, por ejemplo, los deses perados dirigentes de Anenecuileo le eseribieron “que estando préximo temporal de aguas pluviales, nosotros los labradozes. pohres debemos comenzar a preparar Jos torrenos para muestras siembras de maiz; en cesta virtud... ocurrimos al Superior Gobierno del Estado, implorando su proteccion a fin de que, si # bien lo tiene, se sirva concedemos su ‘apoyo para sembrar los expresados terrenos sin temor de ser despojados, por los propietarios de Ia Hacienda del Hospital. Nosotros estamos tlspuestos a reconocer all que resulte ducio de dichos terrenos, soa cl pueblo de San Miguel Anenecuileo o sea otra pettona, pero deseamos embrar los dichos terrenos para no perjudicarnos, porque la siembra £9 Diet: Das conferencian, pp. 59, 68. 1 Diario dei Hoger, 81 de agosto y 1° de septiembre de 1900 2 10S PROGRESOS DE LOS HACENDADOS fs Ia que nos da la vida, de ella sacamos nuestro sustento y el de nues- tas familias” La peticin era urgente y muy fécil de eonceder y ordenar. Pero la respuesta, cuando finalmente Mlegé, fue un insulto burocritico. Ocho dias més tarde, un sectetario del ejecutivo del estado kes escribié: “Impuesto del escrito de Ude, del 25 de abril iltimo, por lo que pie den que s¢ les doje preparar para sembrar los terrenos que tienen ma. nifestados,... aoords el gobernador que se diga a Uds, que se sirvan ‘expresar Ia denominacién de los terrenos a que se refieren”. [Los dirigentes de Anenecuilco respondieron inmedistamente, Inten- samente preocupados porque se acercaba la temporads de Iluvias, in- dicaron varias de las maneras en que podria arreglarse la disputs. Inclusive Hegaron a aceptar pagarle a la hacienda un alquiler por los ‘campos en cuestién (aunque nunca Io habian hecho anteriormente y ol asi huverlo ahora era reconocer en efecto sus titulos) eon slo que la hacienda les permiticse comenzar 0 trabajo. Al eabo de una semana, el mismo secretario respondié de nuevo: “Ya se da conocimiento al propictario de la Hacienda de “El Hospital’ de los exeritos de Uds., del dia 25 de abril dltimo y del 8 del corriente, a fin de que se sirva ex- presar Jo que estime eonveniente sobre Ia solicitud que hacen en sus citados escrites”.® De tal manera Escandén aciaré cual era la politica de su regimen. Su tarea principal, sin embargo, fue trocar la nueva politica en legislacién. La “nueva orientaci6n”, como mis tarde la llama, comenz6 con Ia Ley de Revaluscién General de Bienes Raices, promulgada el 21 de junio de 1909. En parte esta ley regulé titulos sobre pero su intencién principal era depreciar las haciendas con fines de ‘menor pago de impuestos. Los hacendados habrian de pagar menos impuestns ain por sus tierras que antes, en tanto que la carga habria de aumentar para los poquefios agricultores y otros. duefios de propie- dades medianas o chicas que ya estaban pessdamente endeudados. Un joven ingeniero civil de Cuernavaca, que més tarde habria de conver- tirse en la mejor autorided en historia de Morelos, atinadamente juzg6 que esta ley era “el mayor error” de Escandén.™ "No le hebria hecho perder popularidad al gobernador en los pueblos y rancherias, donde no tenia ninguna Pero, en las ciudades, decididamente te conquist6 Ia ani mosidad de los comerciantes y tenderos que habrian acepiado su g0- iemo por fo demis, pero que ahora levantaron una serie de protestas contra las nuevas tarifas; el semanario de Cuautla llamado La £poca se convirtié en un verdadero foro para oir sus quejes® A corto plazo, sin embargo, esta gentecilla no importaba mayor cosa y a Escendén 11 Esta correspondencia eaté eitade em Sotelo Inclin: op. elt, pp. 175.82. 8 Dice: Biblionrafia, p. chix % Semanario Oficial, Xix, 2 1. Por Jo que respecta los datos acerea de lo impuestor menares de lox hacendados, vine ibid, 16, 32 38 25 39,2. LOS PROCKESOS LE LOS HACENDADOS no le costaria trabajo desentendersc de ella, Aun cuando sy resenti- ‘iento era profundo, era tan difuso politicemente también que inch @ podria arroglar sw supresién. Al concebir la nueva ley, los hacen- edos que habian llevade a Escandén al poder, hombres como Manuel ‘Araor y Luis Garcia Pimentel, habian decidido, simplemente, evar In crisis agearia del estado a su punto de fractura para después, sin que nadie se los pudiese disputar, cerrarla para su propio beneficio. Fue su primer paso oficial del establecimiento de au utopia. Esto se lev a cabo sin rozamientos, hasta tal punto que, en el stofio, los eyudantes de Ezcandén prepararon otros pasos todavia. mas ‘sudaces. HI propio Escandén no participS mayormente en Ia planea- ci6n, porque en octubre tuvo que irse del estado para dirigir el pro tocola de la reunién de Diaz con el presidente Taft, en Ciudad Juéres.™ Pero a fines de diciembre regresé para presmntar el esboro de las nue- vas reformas_a la legislature estatal. Eran ocho enmiendas a fa Cons- titucién del Estado que, como reconocié, darian lugar a “una completa revisién” de Ia politica en Morelos pero que eran “de argente necesidad” para preservar la “nueva ovientacién”. Las enmiendas consistian en cinco eambios. Uno era fiscal, In recaudacién de impuestos en junio (después de la cosecha de azicar) en ver de diciembre (antes de Ia misma) para ajustar las finanzas pablicas y las privadas al némico de las haciendas. Los otros cuatro cambios eran politicos, y cla ramente realzaban Ia autoridad del ejecutivo expensas del poder y del prestigio ya menguados de la legilstura. Uno de ellos exit de informar del estado de los asuntes al gobernador dej formal. Otro amenazé los ingresos de los diputados, pucs prohil Jos individuos retener y recibir salarios de més de un cargo elec ET cambio més importante anularfa el derecho de la legislature a apro- bar los nombramientos del gobernador para los cargos decisivos de te- sorero del estado y jefe de haciendo estatal, Escandén consideraba que el derecho “era una intervencién que”... podria “convertirse en origen ie dificultades” y pidié cl control absolute de Ia burocracia fiscal. Su- kiié que los diputados convirtieran en ley ou proyecto en la sesién Siguiente del mes de abril? ‘Al entrar 1910, los hacendados actuaban casi a su aniojo. En la tarea de convertir Morelos en In Hacienda Perfect, evanzaban tan fi cilmente contra los tenderos y comerciantes recientemente inconformes como contra los campesinos y rancheros tradicionelmente desafiantes. Sie sistema porfiriano bubiese durado otra década, bien podrian haber 4 Henry F, Pringle: The Life and Times of Wiliam Howard Taft. A Bio- srophy, 2 voln (Nueva, York, 1999), 1, 463, 5 Semenario Oficial, xx 2, 16. 5 LO$ PROGRESOS DE LOS RACENDADOS realisado sus euefios. Pero en la primavera del nuevo fio troperaron con les primeras sefiales de una complicacién earatégice, 1a del interés Jocal en una campafia do. oposicion, sorprendentemente.vigoross, para Je presidencia def pals. Teniendo como centxo de operaciones la. cit dad de Mexico, Ia campaiia cra obra de dispersos politicos indepen: dientes, que slo en fecha reciente se habian organizado en un Partido Antirrceleccionista apesionsdamente entzegados a un desafio oficiel del régimen porfirisia, Como los reformistas progresistas de Estados Unidos, tsas almas de Dios se consideraban a si mismas “eiudadanos slustrados que librarian los asuntos pliblicos de las bandas continuistas de “politicos corrompidos” que tenian el poder en sus mans. Su Jema era el de “su fragio elective y no reeleccién”, y el dirizente del partido, Francisco 1 Madero, ol vastago espiritista do una ran familia de torratenientes del norte, estaba defendiendo Ia causa valientemente por toda la nacién."* A pesar de las pereecuciones cada ver mas severas el movimiento se fue haciendo més grande y mas fuerte. La campaiia misma no parecia ser importante en Morelos. Madero, naturafmente, puso toda su atencién en los principales centros de po Hlscién © industriales de los estados mis grandes. Lo més cerca de Morelos que su itinerario lo lev ew 1909 y 1930 fue Puebla y los naturales de Moreles perticiparon silo periféricamente en el moviniento Ningiin destacado leyvinte torus parte. Es verdad que, a fines de febrero de 1999, el general’ Leyva y Patricio ayudaron a Madero a formar el grupo que con el tiempo se convirtis en el Pastida, Antirreeleccionista, pero, dusante el verano, meses antes de Ja fundaciéh. real del partido, se habian separado: Patricio se habfa unido 9 Jos hermanos Robles Dominguez en sa Partido Democrético Nacional, que entonces era mis rilitante, y luego se sopsré de clos también, en tanto que el genera, reounciando a la politica, puto sus papeles persorales en orden y los dond a los Archivos Nacionales. El eampedn de los Leyva en Morelos, Antonio Sedano, habia hecho viaje también a la ciudad de México y habia conversado con Madero en lo tocante a la ayuda que podis: pres tarle, en abril de 1909, pero después de la pena de caxeel que putas vdo regres a Cuemavacs renoneié también a la politica, A pesar © La impresiin aque Tas relesaas prlitces progresisine nertainericanas cat saron en Mailera y

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