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Sei corel MENU La educacién IIRC) desde una perspectiva (oli) Alan J. Bishop AUECM eae ete Paidos SUMARIO Agradecimientos . B Prefacio . c » 1. Hacia una manera de conocer "7 11. Elconflicio 3 "7 12. Mitarea 9 13, Pensamientes preliminares sobre educacion Matematica ycultura 20 1.4, El cucriculo dirigido al desarrollo detéenices.. . 24 1.5. Aprendizaje impersonal 26 16. Laensefianza basadaen textos. 28 17. Suposiciones falses 2 18, La educacién matemitica como proceso social... 31 1.9. ¢Qué tiene de matemitica una educacion matcmética? 34 110, Perspectiva general 37 2. Actividades relacionadas con el entorno, y cultura matemiti 39 2.1. Perspectivas ofrecidas por los estudios crosculturales 39 2.2. La bisqueda de similitudes matemticas 4 23. Contar 4 24, Localizar : ‘ 48 25, Medir é | eget ees 2.6, Disenar 60 27. Jugs. om 6 28 Explicar a 2.9. Delos 78 2.10. Resumen, 7 anes 12 | Enouturactén Metorstion Indice de nombres. . . 2 pueden considerar los portadores de una cultura, Tag, 26), Por To sant, para Wilder, la cultura de ese complejo Je eomprens (ws. 2) ematica y el yrupo cultural es el de alos matemiticos», El interés de ‘Wilder se centra en cémo evolucionan lis ideas mateméticas yen qu ce evolucionar» Sin embargo, a mine me interest no ofrece ninguna base para contemplar una educ mo esel mundo. No obstante, tengo que encontrar maneras de nctuir ete RTAPO todo Giseno porque co evidente que tiene una func importants en le cules oe eisieay ana buent echicacion matematia general no deberia ser un obs ares desertll, Las ideas de Wider so» importantes yvolveremos clas mis adelante. aca ides ni Klin se refieren al resto de nosotres, salvo como partes de de ala cultura anftriona» (Wilder). Los que ic Wilder), ctencmos algiin papel cultural ‘evolucién eultural de otras per son las implica speci a civilizacion occidental» (Kline) © ho somos matemiéticos (en el sentido d {que desempefiar? 2Somos meros receptores dela sanas, 0 también formamos parte de esa evolucién? Y, gcusles Clones educativas de las respuestas a estas preguntas? ‘Nostnalmente, os antropélogos abordan este problema etiquetando en Pr iver lugar el grupo cultural y describiendo después su cultura: asi vernon fot cpl ores sabre ls indios navajo y sobre ls esquimles. A veces, la defini son de las personas que se extudian se toma en serio, pero con frecuencia no one sonst, more podemos esta sequres, por ejemplo, desi la eltura que se des, ee rane fonada con todas ls personas que tengan sangre navalo cn las caer aes con les persona totalmente nevo que viven en las reserves, Pode: thes Jer inmediatamente el problema si intentamos aclarar quiénes son los euro Pooe gue moseen iz cultura europea o, peor atin, quiénes son los eoccidentales» ue forman parte dela «cultura accidental» de Kbne. Perera estoy interesado en [os problemas de los antroplogos. de los historiadgresY de hecho tampoco me interesan especialmente los ce los mate 24 | Enculturacién Materstca miticns, aunque es indudable que son bastante mas interesan teresa son los problemas de la educacon materi y eng suc ocean; mer neras educativanente significacivas de relacionat las personas y su cultura mate aitica. Coneretamente, tengo que encontrar maneras de relacionst alos nin con su cultura matematca, a Quisiera empezar observando ‘ servando con una mirada exticalo que sucede en la ma talents il adoprar una pestura cca yen un iba como te seas bl atorio hacerlo pronto para que el lector pueda empevar aver el problema tal como lo ve el autor. Esta critica también pondré de manifiesto algunes aque, sin duda, tendré que abordar, eens __ Desde mi perspectiva cultural, el estado actual dela enscianca de las mate: imdvcs presents cuatro teas principales de inter, que snl coral di esarrollo de técnicas, el aprendizaic impersonal, Ia ensehanza bacada en textos y las suposiciones subyacentes a todas ellas. - 1.4, El curriculo dirigido al desarrollo de técnicas. La primera drea importante que tiene interés para mies el cursiculo de temitieas que eniste en la mayoris de los pafses del mundo totalmente ovlentado hacia a exccion de teicas Eletele seenecorné hae ee ine dleleurriculo de mateméticasy las pars referee «aspects sxiales de supe como distin al rina «toils reftid«Issocedad en venidoamplic. Ena rade 5 ‘mantine lads del auto (N. de) Hacia una manora de conver | 39 temétices escolares deban ser las mismas en una escuela de una sociedad y en une tscuela de otta. Naturalmente, habré similicudes como en el libro de Swetz, pero fambién babra diferencias, Un curso de Algebra 1 en un instituto estadouniden- Sc serd muy distinto de las metematicas integra que se ensefian en Inglaterra a Tos niios de trece altos de edad, y las dos serén diferentes de las matemiticxs que se ensefian a los nifios de 13 aos en un centro belga de segunda ensefianza. Tn el nivel pedazogico, las influencias sociales en la educacién matemitica del nifio se pueden identificar mucho mis facilmente con personas concretas ¥ CO- hocidlas el ensefiante y los restantes alumnos del grupo. Dentro de las imitacio- tres establecidas por la sociedad y por la institucién, el ensefiante y el grupo mol- dean, en su interaccién, los valores que recibira cada nifio en relacién con las tnatematicns. Mediante actividades, y con refuerzo y negociaciGn, el nifo sigue tin proceso de enculturacién en el que adquiere maneras de pensar, de ceompor- larse, de sentity de valorar. Se podria decir que quienes participan en la clase son los formadores mis importantes de valores, aunque nunca debemos perder de ata ls limitaciones establecidas por la sociedad, ls influencias intrainstitucio- tales y, naturalmente, os valores culturales que conllevan las matemiticas mis tus, Una aclase de matemiticas» ya esta definida de manera que slo sean posi bles unas actividades determinadas; en consecuencia, sdlo se desarrollan ciertos tipos de valores, Puede que parezca extraiio,o por lo menos innecesati, tener un 80 cial llamado individual, pero considero may importante reconocer que, cuando contemplamos la educacién matemitica como un proceso social, elindi toca, integra y comprende los diferentes mensajes relacionados con valores. El fio no llega « la escuela como un recipiente vacio y tampoco deja de aportar al- 20 la empresa educitiva Cadi nifo, como alumno y ereador de significedos, aporta una dimensién personal a esta empresa en funcién de su familia, su historia y su «cultura» local No hay dos alurnnes que sean iguales; en consecuencia, aunque los mensajes que se teansmitan acerca de valores se puedan considerar «iguales» el menssje recibide seri diferente porque los receptores son diferentes. Como el receptor aporta el contexto conceptual que da significado al mensaje, toda comunicacién est in fluida por la personalidad del individuo, ‘Mis ain, cl incividuo aporta valores al proceso edacativo y, como forma pat. te del grupo de la clase, contribuye a influir en el proceso de dar forma al nivel pedagogico, Elnifio incorpora continuamente influencias ajenas ala insttucién yala educacién formal en el proceso formal de edcacién, influyendo asi en este proceso, El nifo no es un simple receptor de educacién o una mera esponja que absorbe valores: el nifio desempefia un papel fundamental en Ia dinimica social dela ensefianza de las matemticas Porlo tanto, un nifto que forma parte de un grupo en una clase determinada, con un ensefante concreto, en na escuela particular y en una sociedad dada, participa en una experiencia educativa muy particular, Y sila materia en cuesti6m 84 | Encutureciin Metemstes «on las mateméticas, el nifo participe en una experiencia educetiva matematica ‘muy particular. No obstante, esta experiencia también es una experiencia matematice y, en consecvencia, tiene una base cultural. Las matemstieas no som el producto de una sola sociedad y las matemiticas escolates no son una materia «societab> como pueden serlo la ecucacién civic, la historia o incluso el lenguaje. Com las ma tematicas son un fendmeno cultural, trascienden los limites sociales de lt misina rmancra que It msica, le religi6n, la ciencia, el arte o el deporte. La wsoledad del contedor de fondo» que compite en una maratén olimpica de hoy es una expe: siencia tan cultural como la emoci6a provocada por un oratorio de Hiindel o la belleza expresada por los trazos eparentemente simples de ub pinceljaponés. Los valores redles pueden ser muy diferentes, pero ls raices suprasociales de estos va lores soa claras. El placer y la satisfaccisn producidos por la demostracion pita. ‘s6rieao porel método sumativo de Gauss no son un mero fenémeno social. Tam: poco Jo es la sorpresa de descubrir una pauta, nila s6lida previsibilidad de un algoritino comprobado. Cuando hablamos del poder del método matematico, no vemos este poder como si estuviera dentro de unos limites societales estrechos: imaginamos gue es visible en cualquier lugar, 4.9. Qué tiene de matematica una educacion matematica? Esta pregunta puede parecer bastante extrafta hasta que nos acordamos de la cuestiGn planteada anteriormente acerea de a cleccién dela cultura matemitica ‘Quiza este pregunta se leberia recucir a «amo deberia ser la hase matemtica cde una educacién matemitica»? Es evidente que no podemos incluir todo lo ma- tematico, oni siquicta todo lo matematieamente simple, para los alunos de cor 1 edad, Entonces, 2cdmo deberfatmos elesir? v, mas importante alin para este ca- pitulo introductorio, equé tipo de marco conceptual nes ofrece unta buena base ‘estructural para elegir? En primet lugar, n0 solo cechazaré la idea de «la totaidad de las matemiti caso sino también Ia idea de un marco xeronolégico». Aunque es evidente que li bbros como los de Kline © Wilder tienen valor, la cronologéa de la cultura matema- tica no tiene por qué ofrecer necesariamente el «andamiaje» ideolégico para la educacién matemética en un lugar y en una época dados. Lo que hace falta es un jequcma que relacione la ensefianza de las mateméticas con su entomo social, y las matematicas como fenémeno cultural nos ofrecen una manera de hacerlo. White (1959) nos ofrece un punto de partida prometedor en su libro The Evolution of Calture, donde arguments, come hacen otros autores, que «las fun ciones de la cultura son, por un lado, relacianar al hombre con su entorno y, por otro, relacionar al hombre con el hombre> (pig. 8). Sin embargo, White va mis alld y agrupa los componentes de la cultura en cuatro categorias; Hacia una manera de conocer | 35 Idcologica: se compone de ereencias, depende de simbolos,filosofias. Sociolégica: coatumbres, instituciones, normas y pautes de comportamien to interpersonal Sentimental: ecsitudes, sentimiencos relacionados con personas, comporta ‘Teenologica: fabricacion y empleo de instrumentos y utenstlios, demas de mostrar que estos enatro componentes estn relacionados entre si, White argumenta convincentemente que «el factor tecnol6gico es el bisico; 10- dos los demés dependen de él. Ademas, el factor teenolégico determina, por lo ‘menos de una manera generel, la forma y el contenido de los factores socal, filo- sofico y sentimentaly (pag, 19). Este punto de vists est4 apoyado por un argumento de Washburn (1960) y otros, basado en pruebas arcueolégicas recientes, segiin el cual el hombre Weg6 ser hombre mediante el empleo y el deserrollo de instrumentos y utensilios. En palabras de Washburn: «... segiin el punto de vista predominante, el hombre evolucion6 eas’ hasta su estado estructural actual y después descubrid fos instru ‘mentos ylos nuevos mados de vida basados en ellos. Ahora parece que los homi- nidos... ya haban aprendido « fabricar y utilizar instrumentos. De esto se sigue quela cstructura del hombre medemo debe ser el resultado dél cambio, desde el punto de vista de Ia seleccién natural. que se produjo con el estilo de vida basa do enel empleo de instrumentos» (pag. 11). El hecho de que las insttuciones sociales de un pueblo descritas por White dependen de su tecnologia es evidente desde las épocas mis remoras. Por ejem- plo, ls procesos de caza, pesca, cultivo 0 pastoreo y todos los procesos de pro duecisn alimentatia, Feron y son algo mas que simples procesos tecnoldgicos: también son procesos sociales. Las tecnologias de la era industrial crearon mur chas instituciones sociales, forjaron muchos procesos sociales y desarvollaron muchas de las costumbres sociales que siguen con nosotros hoy en dia Algo similar ocusze con los factotes idcoldgico y filoséfico. La tecnologia de una cultura esté estrechamente relacionada con su ideologia y los cambios en le ‘ecpologta crearén cambios en le filosofia de la cultura. «La agricultura a gean es cala como empresa capitalisca, que hoy es posible gracias a la maquinatia y los ttacrores, conlleva una filosofia totalmente diferente, como modo de vida, del cultivo con mulas o bueyes de 1850» (pag. 23) Laiinfluencia de la tecnologia en el factor sentimental es menos evidente se ‘kGn White, quien considers que esto se debe al hecho de que «en una explicacion de los sistemas cultarales, les mismos sentimientos son menos importantes que 1as instituciones sociales y los sistemas de creencias» (pa. 24). No obstante, Whi- {e muestra una vez mis que los cambios en la tecnologia pueden inflair en los Sentimientos y propone que cansideramos desde esta perspectiva cosas como «las ‘cides hacia la castidad, le eutanasia, la esclavitud, el divorcio, la indusitia, la frugalidad o el derroche, reglas especificas para la guerra y miles de elemplos 6 | Encutracien Materntica ‘mAs» (pig. 26). En el capitulo 3 veremos que las ideas de White acerca del «sen- timiento> tienen mucho valor ‘Aunque Stenhouse prefiere no centrarse por completo en lo que él denomi ra «cultara materials y se inclina por centratse en «ideas, pensamientos y seat mientes», apoya la postura gencral de White diciendo gue: «Por lo tanto, la cul tura se debe adaptar a Ins demandas del entorne material ¥ mantenerse en contacto con las ideas conservadas del pasado» (pig. 18). Ast pues, es evidence aque la teorologia de una culeura o fenémeno cultural de White, es un puente itm portante hacia el «entomo material» y que deberiamos explotar esta idea mis a fondo. Naturalmente, la idea de tecnologia cultural no se debe limitara la maquini- ria 0 a utensilios como hachas, palas o cuerdas. Alguios autores, como Bruner (1964), han argumentedo que el hombre ha evelucionaco «vinculindose con sis temas instrumentales nuevos y externas y no mediante cambios mozfol6gicos ma- nifiestos» (pig. 1). Segtin Bruner, hay res tipos de sistemas inscrumentales — Amplificadozes de las capacidades motrces. Amplificadores de la capacidad sensorial — Amplificidores de Ia capacicad de razonamiento. El desarrollo humano crucial en le tercers categoria esti relacionado con los simbolos. Los seres humanos difieren de los animales por su capacidad y su de- 300 de crear simbolos y sistemas de simbolos. Aungue el sistome de simbolos mis importante y que precedié a los demas fue el habla, aqui tiene mas importancia ‘para nosotros el lenguaje escrito y, nacuralmente, lasimbolizacién macematica. La matemitica es un eremplo por excelencis de «arnplificador dela eapacidad de ra zonamiento del ser humano» s, come fendmeno cultural, tiene un importanie componente «tecnolégico», empleando laterminologia de White. La matemitica es, en esencia una atecnolegia simbslices Bruner habla de ello como sigue: «Por instrumento amplificador se entiende una earacterstica weenolégica, ex «blanda» o «duras (en el lenguaje dela infor mética), que permite al individuo controlar recursos, prestigio v deferencia den- t0 de la cultura. Un ejemplo de amplificador culeural para las clases medias que potencia los procesos de pensamiento de quienes lo emplean es la disciplina que se ‘conoce, en términes generales, como «maiemitica», El empleo de iéenicas mate- raticas requiere el cultivo de unas aptitudes determinadas para el razonamiento incluso ciertos estos de desplegar los propios procesos de pensamiento. Si cul tivamos estrategias y estilos pertinentes al empleo deus maicmiticas, tendremos a muestra disposicidn la correspondiente gama de tecnologias. Si no cultivamos. aptitudes matemiticas, el resultado es una sincompetencia funcional» y la inca- pacidad de emplear este tipo de técnica» (Cole y Bruner, 1971, pig, $72). Sin em bargo, el esquema de White también nos oftece la oportunidad de explozar la ideologia, cl sentimiento y la sociologia impulsados por esta ceenclogiasimboli- Haoia una manera de conacer | 37 ca, Porlo tanto, me servité de este esquema en el capitulo 3 para centrarmeen los valores inherentes a una educacin matemtice. 1.40. Perspectiva general En el proximo capiculo propongo explorar con mayor detalle el componente tecnoiégico de lo quehe denominado cultura materética, eniendo siempre pre sente que, para mi, esta frase es una manera abreviada de decir y ellos», Podemos empezer a admitir la posbilidad de que todes las cult. ras participan en actividades matematicas 2.2. La busqueda de similitudes matematicas Mi primer borrador de este capitulo abarcabs lo que entonces considerabs ‘que eran las cuatro dreas principales de las matemétices; ntimero, medida, geo metria y lenguaje/I6ica. Pronto me di cuenta, y mis eriticos asi lo confi de que deheria haber incluido mas aspectos, pero el problems era como descr birlos y etiquetarlos. Ademis, resuli6 que basarme en «iemasy como éston no ert la mejor manera de abordar las similitudes que yo buscaba, Inv de ejemplo llevado hasta el ridiculo, que hubieramos elegido explorar la disemi nacién de una idea como «ecuaciones lineales simulténcas. De hecho, esta idea ha aparecido en dos o tres grupos culturales, pero es evidente que no es univer: sal y que no cabe esperar que lo sea necesariamente. También es dependiente de muchas otras ideas y es producto de un tipo determinado de desarrollo algebrai 0, Por lo tanto, este tema no sélo es una primera aproximacidn inadecuada pa- raencontrar un candidato para el anilisis croscultural: tampoco sirve pars mos 42 | Encuturasion Matométion tar pes 14é un enfoque basado en el examen de serras es inadecuado. Las ideas son, en esencia, productos de diversos procesos y podriamos plan "ea a ipotesis de que el caicter de estos productos es muy posible qe cies fe una cultura otra Por ejemplo, ahora esta bien establecide que todos los grupos humanos se comunican y que todas las culturas desarrollan un leaguaje. Pero en el mundo existen muchos tipos de lengusje diferentes, de los cuales algunos se pueden es. cribiry algunos no, Sin dudi, los lenguajes escritos se encuentran mas avanzados ea el camino de la evolucién que los lenguajes hablados, pero podemos com: render claramente que el lenguaje es un producto desarrollado a partir de la anccesidad y la actividad de comunicacién. También disponemes de revistas ol damente implantadas como Anshropological Linguistics, Peto exte nivel de cono. Cimentos ao ha exitido siempre se han necesita as de aboriosa invest cin para establececlo, Por lo tanto, me siento impelido a plantear una pregunta paralela: «:Dess- rrollan matemacicas todas las cultutas?o; en consecuencia, mi busqueda debe orientarse a ls actividades y los proceses que coaducen el desarrollo de li mo temdticas. En pocas palabras, ¢cules son las actividades matematicas equivalen- tesa ln «comunicaciéne, que dio lugar al desarrollo del lenguaje?! En este capitulo he optado por presentar seis actividades para su estudio. No creo quc exte nGimero en particular sea importance, pero lo que mas me interesa- ba el hacer la eleccidn ema la manera en que conceptuslizaban y definian el cam po de estudio. Las dos candidatas mis evidentes eran comar ¥ medir. Las dos se ‘cupan de ideas relacionadas con el nimero, aunque se trata de ideas bastante di fecentes. El aspecto discreto de contar es su caracteristica esencial y contrasts no- tablemente con la continuidad de los fenémenes a les que imponemos sistemas de medicién, No silo el concepta es distinto: todo el conterto societal para el de sacle de estos dos onjunos de es pareci ser gnficatvamente ferent yen consecencia, era conveniente separaclos. La estructuracién espacial también ha sido muy importante en el desarrollo deideas matematicas y de muevo he optado por separar dos tipos muy lferentes de estructuracicn que dan origen a tipos distintos de ideas geométricas. Llamo a es: tas actividades Jecelizar, que destaca los aspectos topografices y cartogrificos del entorno, y diver, que trata de las conceptualizaciones de objetos y artefactos y «conduce a la idea fundamental de «forme», Sin embargo, dado que la cultura no se limita a vinculames con nuestro en: torno fisico, como nos recuerda White, necesitamos defini algunas actividades sis orientadas a que nes relacioncmos unos con otros, vinculindonos como in: ividvos con nuestro entoro social. Las des actividades que presentaré como 1. Natucalnente,reconozeo el cardcter circler de esta statin, peo aun ai ero au es $e sito tenet laidea dels mstenitica cao prado cultaal ex decir, coma un ta de sencciniente Simbelisaa rexeleant de determinadae stv ‘etviadas rlzcionadas con alentorna, y cultura matamética | 43 ‘matemiticamente muy importantes para exte fin son jugery explicar. ugar se re fiere alas reslas y los procedimientos sociales para la acttacién y también est- ‘mula el aspecto «como si» de le conducia imaginada e hipotética. Explicar es la “iio actividad que hay que describir y su funcién es indicar los diversos aspec: tos cognitivos de investigar y conceptualizar el entorno y de compartir estes Cov- ceptvalizaciones, aad ete athlete otra poy neces clad ones cone entomo y, al mismo tiempo, ayudan a motivar estas necesidades, Todas elas esti mulan diversos procesos cognitivos y son estimuladas por éstos, y argumentaré «que todas son importantes, tanto por separado como en interaccion, para et de- sartollo de ideas mateméticas en cualquier cultura, Ademas, todas implican unos tipos especiales de lenguaje y de representacién. Todas ayudan a desasrollar la tecnologia simbélica que llamarvos y el eprimitivo»—como solia establecer la creencia convencional, sino una ti «ca varicdad de sistemas que varfan en funeién de la necesidad relecionada con el 2, Verse Lean, GA. Canatag Syientcof Papua New Gurnea en is referencias Segun Lea, lt Uipologi de sistemas de contr orvinel de Laney yano es adecuads para lsticn 0, tanto fisico como social. Por ejemplo, Lancy cita casos en los que las Siege personas emplean sistemas de tipo 'VyIten circunstancias diferentes naturalmente, esto también ocusre en otras culturas. En inglés, por ejemplo, po- demos encontrar combinaciones de idess con muchos ecuantificadores» como «cada», «algunos», «todos», eninguno», «muchos» 0 Necoergeomivicas 25 Superonet 236. Geomeaneament near he Incentsternsceninlpeiico 227. Genmsirzanente conser. 2b) Adterwveraco roll, or gl 308. Comer veraee 228. Geoso sper, volmen ene 209. Canvalumen plane sxpuco scingengrafico 211 Aneror/posedorleiernede,deiis de} 229 Mapa, escala 313 Proundo leas dimension de Bo Repose movimiento profinddich 331 Fstren en camin: vente aay Diam Ba Ney 515 Sabre bj: encima reruns crcon de mevimirto Fie Vertedrperpendielrtdinenc) 240. Caceres dt epaco 217 Atwfrofunds tence) sanreediee 21h Lateral ade de 241 Abst 218 talerel derecho 22 Fintontnae 2) Hoven inna) BS Limindastintads 221 Ani ancho terres 244, Conta dcontinso 22) Panton catia dvertonecatines 243 Hemosencofbcernenco (Las eaegoas de los otos ds niveles espacisles del UFOR ve parecen a estas) 50 | Encultuacién Matamética Pinsten argumenta la universalidad de los referentes expaciales come sigue: «Todas las culturas tienen sus maneras especificas de representar el mundo. Sin embargo, todas ellas se refieren al mismo sol, la misma luna o la misma tierra * queestin ahi” y todas lo hacen mediante los mismos “instrumentos” basices pa: +a obtener conocimiento y comprension, es deci, manipulando la materia con las ‘manes, mirando ef mundo a través de unos ojos idénticos, movigndose alrededor de un cuerpo uniformemente estructurado de una manera idéntica (por ejemplo, caminando hacia adelante y hacia atré, girando en un plano horizontal), ete» (pag. 45), Una vez establecidas estas similitudes, Pinsten identifica para nosotros algunas diferencias importantes entre lo que él llama espacio «occidental» y es- pacio navajo: 1. Aunque en el espacio navajo existen nociones basicas (él las denomina ‘movimiento, con volumen/plano, dimensiones) lt manera en que se orgs nizan las ideas espaciales no parece ser jerérquica, como en la perspectiva occidental. 2. Aunque la distincisn parte/todo desempefa un papel fundamental en el pensamiento occidental, no ocusre lo mismo para les navajo, que «tienden ‘thablar del mundo aludiendo a procesos, sucess y flujos, més que a par tes y todos o a realidades estiticas claramente discernibles» (pig. 161). 3. En esencia, el espacio navajo es mas dinimico que estético, Mientras que nosotros distinguimos objetos y consideramos las relaciones que mantic nen entre si, para los navajos «todo se mueve>, aunque puede que la esc la temporal implicada no siempre nos permits ver el movimiento, Claramente, Pinxten y sus colegas han sacado ¢ la luz un sistema espacial complejo que tiene muchos detalles de interés para nosotros. En particular, pone de manifesto la disyuntiva objeto-proceso en la clasificacién del espacio que en Ja cultura «occidental» se remonta, por lo menos, hasta la Grecia antigua. El pun- tode vista que Demerito tenia del espacio y que ha dominado desde entonces el pensamiento «occidental» es el punto de vista «del objeto», mientras que el pun- tode vista de Hericlito es mucho mas parecido al de los navajo. Hericlito indies {que nunea podemos adentrarnos dos veces en el mismo rio, una opinién que in- tuitivamente creemos que serfa muy aceptable para los navaio, Qué mis podemos aprender acerca de «localizar» a partir de estudios llevs dos a cabo en otros continentes? La capacidad de les aborigenes australianos para orientarse en lo que para cualquier otra persona seria un paisaje monstono, ha formado paste del folelor sustraliano durante muchos afios. Cuando un antropélogo pregunt6 a unos abo- sigenes qué hacfan cuando se perdian, la eespuesta fue: «Nos vamos a casa». ;No tenian el concepto de perderse! El fascinante estudio de Lewis (1975) desu ca- pacidad para encontrar la rua y oricntarse en cl espacio, nos muestra des aspec- tos que tienen importaneia para nosotros. En primer lugar, no hay ninguna duda ‘Acvidads rolaconadse con alentornc, ycutura matematica | 91 SRE DP REN Figura 1 i Je de brijula interiorizada: co: de que les personas estudindas poseian una especie de b ets jo ursinformador indigena, «los aborigenes conocian el norte, el su, el este ae trates dea bra cel hombre blanco» (pi. 265). Podianhablae dees qc sistema y de su empleo —de su relacién con cl sol y con la temperatura del Viento y sus lenguajes reflejan esta eapacidad. Las relaciones intimas entre las tstaciones, las direcciones, la temperatura y el sl estén muy bien ilustradas por elcalendario de la figura 1 (de Harris, 1984, pég, 11). ‘ Sin embargo, para las ideas expecticas ce localizacién, era més important intrincado conocimiento del paisae en relacicn con sus mitosy con su histor dentro de exe paisaje. Segtin Lewis: «Los pintupi cantaban los Suenos de cada 62 | Enouuraotin Metemstoe afloramienco de rocas, lecho de fo o llanura, hora tras hora, durante todo el dia mientras conduciamos a través de su ‘pais"... Constantermente hacian referencia, ‘en eada contexto concebible, al red de senderos de Suciio que entrecruaaben le tierra, atestiguando, cabe imaginar, su valor de supervivencia para los némadas de esta tradicién» (pag. 276) Porllo tanto, no sélo conoctan al detulle el paisaje topogrifico: éste también estaba totalmente saturado de historias y de conocl rientos sabre hechos histéricos y miticos. Anteriormente, Lewis (1872) habia realizado un estudia muy detallado de los étodos de localizacion empleados por los navegantes polinesios en sus latgos Viaies por mary, ademés de encontrar el uso esperado de las esiells, también des. ‘cubti6 su intimo conocimiento topogrifico del mar: sus oleajes, las pautas de las las y sus intersecciones, Su capacidad para rclacionar este conocimiento con la posicidn de las ilas ra fundamental para su supecvivencia y le explicacién de Le swis demuestra realmente, mejor que cualquier oxro ejemplo, el hecho de que lane. cesichd telacionads con el entomo estimula el conocimiento intelectual, Curios. ‘mente, los polinesios también habian desarrollado mapas de piedra y madera para simbolizar y representer su conocimicnto. Estos mipus 10 son, por elemplo, me. as representaciones a escalt de las sls, sino que también inchayen la representa. i6n delos oleajesy las pautas de as olas mediante unas codificaciones especiales Es evidente que la navegaciéa he ejercido una poderosa iniluencia en dl de satollo desistemas de resto de informacion espacial en todos los continents, ya que requiere a capacidad de documentar informacién sobre una situacion que Duele ser invisible par el observader on ese momento. Ene pucde soccer toe sjemplo, cuando se desean recorrer grandes distancias por tierra, o euanda se pierde de vista la tierra al visi por mar, o cuando se insiruyea navegantes jove nes, En consecuencia, no es ninguna sorpress descubrir la importancia gue te nian el sol el viento y las estrellas para los primeros navepantes de todo el mun- doe, incluso hoy, para quienes no emplean ayudas tecnoldgicas. El estudio de los cielos no se debia Gnicamente a su portento y belleza: este trabajo también tenia luna gran impostancia prictca Naturalmente, el sol he tenido una importancia especial para la localizacin, tanto de una manera formal como informal. Recuerdo haberme sorprendido mu cho y haberme sentido muy desorientade cuando descubri gue en el hemis{erio sus las sombras eiban en direccién contraria». Sin embargo, dese una perspec tiva mis formal, las posiciones del orto y el ocaso del sol sicmpre han tenido un significado mistico para el ser humano. Las iglesias cristianas se orientan hacia cl seston, es decir, en la diveccién det orto, como un legado de anteriores tradicio- nes epaganiso: de hecho, suclen haber orientaciones mis precisas que la simple sshacia e ester. Las iglesias nombradas en honor de un sento se selinn constcuit cencaradas hacia el orto solar del dia cortespondiente a ee santo en el aho en que se empezaban a construir. Sin embargo, las pindmides de Egipto ce otientaron se. sin los puntos cardinales al igual que muchos ot1os eificios antiguos. La chadad antigua de Pekin esti orientada hacia los polos norte y sur magnéticos, Ademis, ‘cividades relacionadas con elentorno, ycutura matemetica | 83 aunque se ha dado una gran controversia sobre el significado de monumentos, imenhites y circulos de piedra como Stonehenge, el campo de la astroarqueologia sigue teniendo muchos seguidoces.' Ena cultura China el estudio de la geomancia era muy sofisticadlo y se con sideraba una forma muy imporcante de conocimiento. Ronan (1986), junto con Neccham, define la geomancia como wal arte de aclaptar la residencias de los vi- wos y las tumbas de los muectos para que cooperen y arinonien con las cortien tes locales del aliento césmico» (pig. 6). También dice, unas lineas mas adelante, aque «La historia dela brijula magnética solo se puede comprender en cl conte: to deeste sistema de ideas, porque ésta es lt matriz en a que se generén. A con: tinuacién ofrece una explicacién muy detallada de una bréjula geoméntica, con cerca de 24 anilles concéntricos en toro alla aguja de la brGjula que contienen Conjuntes determinados de informacién come los puntos cardinals, ditecciones de estrellas y determinantes astrol6gicas. Naturalmente, el impacto de la brijula maguética en los procesos de local: zacién fue enorme, pero la relacién con Ja geomancia, que enlaza una vez mas con 1a prediceion, la adivinacion y a religibn, es importante, De hecho, el desarrollo histérico de todas las ayudas tecnoldgicat pars «localizar» podria dar pie aun cs- pitulo matematico fascinante por derecho propia. La cuerdas anudadas de les ke- mal, el cayado de Jacob, el astrolabio, la brajula, os relojes de sol y todo el ins ‘trumental del agrimensor, contienen en su interior las bases de muchas de las ideas geométricas con las que estames familiarizados, Sin erabargo, la brojula de les geoménticos nos ofrece un tipo diferente de dimensidn que nos revela la com- plejidad de la interrelacion que ha existido —y que sigue existiendo— entre los feriémenos fisicos y «cOsmieosy. Nos recucrda que debemos tener la precaucién de no evaluar las ideas Ginicamente desde la perspectiva de nuestra tradicion ‘cientifica», Pero incluso desde esa perspectiva, Ronan y Necdham dicen que aunque la geomancia en si misma siempre fue una pseudociencia, ello no obsta para que fuera la verdadera madre de nuestro conocimiento sobre el magnetistn0 terrestre, dela misma manera que la astrologia lo fue dela astronomia yla alqui- mie dela quimice» (pig, 36). La literatura antropologica nos da informa «ién y locelizacién en todos los continentes y, ademss de observar similitudes. es indudable que podemos reconocer diferencias entre culturas como resultado de iscintas presiones del cntorno y culturales. Por ejemplo, aquellos de nosotros aque vivimos en sociedades complejas yen su mayoria urbanas, parecemos desear unas localizaciones precses que se manifiestan en un conjunto de preposiciones como en, sobre, tras, bajo. Empleamox estas preposiciones junto con una vacie- ‘dad de sistemas para a localizacion espacial (puntos catdinales, angulos,distan- cias, coordenadas, blogues de edificios, ete). Sin embargo, pars los pelle, sus sobre fendmenos de orients 6 Porcjemplo, veae parte de la documentaclbn penineate en Michell, 1977, Pennich, 1979 y Gritchiow. 179. 4 | encuturason warematice nombres para localizar «actian como sustantivos dependientes»: por ejemplo, onde nosotros dirfamos «deniro de casa», os kpelledirian «la parte inferior de la casa», Segtin Gay y Cole, «estos términos forman un cuerpo ily flexible de pa labras funcionales con una relevancia geomeétrica indudable» (pag. 60), y pode mos ver que, como ccurria con el lengusje de contar, cl lenguaje de localizac tam: bien presenta variedad. Los «sustantivos dependientes» de Gay y Cole se parecen bastante 4 los nombres de ndimeros especializados mencionados unas péginas atris, que se desarzollaron en funcién de una necesidad particular planteada por determinados tipos de entorno fisico y social. Littlejohn (1963) también comunica los ticossignificados espaciales emples dos por el pueblo temne de Sierra Leona, Entre otras cosas, dice esto: Pera nosotros, ls puntos cardinaes son ccordenadas para establecer wna local zacién. Los cemne nunca los emplean de esta manera, aunque si surge la necesidad cemplesrin uno de ellos para indica la dreccién peneral en la que ge encventra un ki gat Sus puntos cardinales contienen signficados que calfican actividades y sucesos devarias maneras..Flestey el oeste no sélo son dtecciones opuestas en el uncon: miento del intelecto sino upuescos exisienciales,siendo el este la diseecién que sus tenta la vida yel oeste le destructive... Como el este es ude donde tomames la divee cia», la palabra para nore es «izquierda»y la palabra para sur es wlerecha» (pags 9.10), Al tratar de comprender las matemiticas como un fenémeno cultural, debe- mos tener la precaucién de no sacar de contexto las ideas con demasiada rapidez Estos estudios nos reeuerdan les profundos valores humanos de la existencia y cl significado de In vida que mutren la construccién del conocimiento. Aquellos de :nosoiros que vivimos en unas sociedades muy orientadas hacia la tecnologta, po- demos olvidar muy fécilmente las necesidades humanas bisicas de satisfacer la coexistencia entre mente, cuerpo, alma y entorno. Tenemos mucho que aprender de las perspectivas diferentes que tienen otras culturas. No obstante, a pesar de las diferencias que hemos visto en todos los niveles de conocimiento, no puede haber ninguna duda acerca de la universalidad de la actividad de localizar. Podemos empezar « comprender cémo influyen los aspec: tos reales del entomo espacial en el lenguale y le representacion de localiza, al igual que influye la necesidad societal de coherencia y precisis Los mapas son modelos a excala del entorno y, una ver més, los datos antro- pol6gicos y culturates disponibles nos muestran que la representacién simbdlica del entomno espacial est especializada culeuralmente. Hay distintas maneras de escribir y representar localizaciones, pero mediante las similitudes entre el len- ssuaic y los mapas podemos ver las raices de muchas de nuestrus ideas geomet: cas. Noes poraccidente que, sabre el papel, el norte estéarriba, que «horizontal signifique a lo largo de la pigina y «verticabs signifique de arriba a abajo, No es por accidente que utilicemos sistemas axiales de dos y eres dimensiones y tampo: 0 €s por accidente que gran parte de las imagenes y el lenguaje informal de la ‘ctidades relacionadas con el entorno, y cultura meteratica | 55 ctria se basen en recorridosy localizaciones en espacios a gran escala como, iad f co, ala altura de vo ejemplo, «gitar 90 gracosm, «una Linea recta entee dos puntos», ala je ingle a gelon sobre un punto», «rflexién en un planom. Muchas ide te geométriens Failiares sean desarrollado, y contindan desarrllindose, a par tirde la actividad universal dc loalizat 2.5. Medir ir es In tercera actividad «universal» ¢ importante para el desarrollo de sen tec we ocupa de compara ondenarycuantfica cusidades que tienen valor e importancia. Aunque todas les cultures reconocen Ia importancia de clertas cosas, de nuevo vemos que no todas las culturas valoran las mismas co- sas en la misma medida, Gran parte depende del entorno local y de las necesida te ents el entorno lel insnedat es el que propotcons ls ual des que nehan de medir ademis das unidedes de meds. Por cemploy cl cue ‘mano fue, probablemente, el primer dispositivo para medir que se empl aot clean, Teens cans (apchira de 6 manos 024 ede el do, el dedo, el pie, el palmo, el paso y la braza (distancia entre los extremos de Gos bruzos extendides), todas ellas medidas muy prictieas de longitud, Estas un: ides o sus equivalentes existen en Ia mayoria de las sociedades. Sin embargo, cuando realizamos observacioneseroscltaales debemos tenet la precaueidn de no deartos cepa por nuestos propos sistemas de med, Por cjemplo, varios estudios han demostrado que, en algunas culturss, po sélo no eisten unas unidades independents: similares ls noestas sine gue sdents puede ocursr quel cuabidad particular que nos interesa a nsetios ne se cus ‘een absoluto, Por ejemplo, en Papta-Nueva Guinea, Jones (1974) reeopil6 Crna ot jrmsbcs acre de canidades y medias espacial, ee yendo afirmaciones como étas La unidad local de distancia, que no es muy precisa, es un dia de vijer. “Ise podria decir (que dos huertos ocupan la misma érea), pero siempre ss tema de discusisn.» (Al comparar un volumen de coca con otro de agua) «Este tipo de compare: cién no existe: no hay ninguna razén para hacerla.» “ is entre grupo aborigenes ast nestle sma levado cabo por Haris entre gr anes bigs cnvontré abundantes pruebas como as de asib <éNo hay ninguna palabra para describirel volumen:no existen unidades lo~ cales» (pig. 56) 96 | Encuturacicn Matematica Sin embargo, haba otros datos que ponian de manifiesto otzas capacidades onccesidades: <«Las personas “miden” por medio de una imagen mental 0 "a ojo”. Practica: mente no hay nadie que no pueda comprar un vestido para un pariente sim plemente mirando el vestido; casi siempre compran la tlla correcta» (pig 52), (Bn relacién con el «érea») «Las areas pequetias se equiparan con un campa: mento. Cada hombre necesita su propia drea o campamento: un espacio en rclacién con otras familias» (pa 33), Uno de mis propios informadotes (Bishop, 1979) me conté que en su pobla: do dePaptia:Nueva Guines, cuando habia disputas sobre las dreas ocupads por 4os huertos, ln medida empleada ere sumar la longitud y la anchura (los huertos «ani més o menos rectangulares). Para él, multiplicar estos dos factores era «el sistema del hombre blanco» que habia aprendido en la escuela, pero en su casa, isiempre sumaba! Como vimos anteriormente, es facil desestimer estas ideas por , porque ls necesidad de medit sélo se plantea si se quieren comparar dos ¢ més fenéme not. Como decfa antes uno de los informadares de Jones, sino hay razén para comparar un volumen de agua con un volumen de roca, es improbable que el Lenguaje contenga las palabras y las estructuras necesarias para establecet esta comparacién Ene apartado dedicado a (pig. 139) Por lo tanto, no necesariamente debe valorarse mucho la precisin: su valoz depence del propésito de la medicibn, Para aquellos de nosotzes que vivimos en una cultura mis orientada matematicamente, la necesidad de que la ciencia ten- 2 uns precision cada ver mayor en sus medidas parece haberse filtrado hacia la cultura general, Fl peligro que esto tiene para nosotros es que tendemos a gene ralizar en exceso esta necesidad de medir con precisién 0, como comenta Eshi wari (1979), «Une de los puntos dbites de las personas criades en una tradicin utematica/cientifica es que tienden a supones que lo gue no pueden cuantificar © medir facilmente cs insignificante. Naturalmence, nada podria estar mis lejos de la verdad (pig. 35). En nuestra sociedad, damos tan por sentado que las medidas deben ser pre cisas que las «imprecisiones» y las xincoherencias» son eausa de preocupacién, ‘Queda en manos de los antropélogos indicar por qué nuestra encuituracién nos hhace ver ouros enfoques como diferentes o incluso «erréneos». Biersack (1978), en sa trabajo con los paiela—un pueblo de las tierrusaltas de Papiia-Nueve Gui nea— describe su manera de comprender los fen6menos espaciales y la autors llega «la conclusién de que «signifiea que el tamafio (para ellos) seria como cl va Jor (para nosotros), es decir, no alzo absoluto 0 evaltiado mediante medidas ob: jetivas, sino algo relativo y dependiente de los factores subjetivos de la evaluacién dela escala de comparaciény. De hecho, quiza nuestros puntos de viste han acabado por distorsionarse. Quizd el desarrollo de medidas cada vex mas precises ha ampliado de alguna ma nera el valor que atribuimos alas cualidades. Tomemos el tiempo como ejemplo, Los kpelle tiene palabras para «dia», «semana», ames» y «aiion, aunque segiin Gayy Cole: «Todos muestran mis el caricter del tiempo que el transcurso de una cantidad detinida de tiempo [2De nuevo el aspecto adietival? AJB). El dia es el petiodo de luz, cuando el sol ha salido... La semana es el periodo que finaliza en un dia de mercado» (pg. 71). No existe un sistema interrelacionado de unidacles sino que las palabras dedicadas al tiempo estén relacionadas con sucesos o fend- menos sociales de impoctancia, Zaslavaky confirma este punto de vista dentro de la sociedad africana en general y también comunica la presencia de semanas me didas de varias maneras, «La economia de mercado se vinculs con una semana de tres, cuatro, cinco, seis, siete u ocho dias» (pig, 64). Es evidente que no se consi ddera neceseria la precisién que ofrecen los sofisticados celojes digitales de how. v «sto puede hacer que nos preguntemes hasta gué punto necesitan este grade de precisin las personas que llevan estos relojes. La economia de mercado est vin- culada con otto tipo de escala temporal: una escala temporal mis natural, del mundo vivo, donde se deben tomar en consideracién otros valores. 60 | Enouttuacien Matemstca Fignia2 Cuando pregunté a mi informador de Papi 3 1 mi informador de Papiia-Nueva Guinea por las éreas de los huerts de su poblade, dibujé dos recséngulos (figura 2) y le pegunte quest pes dos rectangulos fueran huertos, eusl preferira posscr? «Depend de mic chat costs dij, adel suelo, la sombra, el drenaje..». Estaba clara que axl ‘mada educacion «matemstica» me habia hecho observar tnicamente la relacion Sayre los tamaios numéricos de los dos huertos Pata mi informader, el mato lel huerto era, en muchas aspectos, su earacteristica menos important. 26. Disenar En el primer cepitulo me refer’ «Ia nocién de tecnologia y cenfonnacin del entomo, Portman ex imporeane ee eee a nevalizacla que resuma est idea y he optado por denominarla«disefars, Mice tras que las actividades relacionadas con «locilizar» se reficien ala stuacion th uno mismo y de otros objetos en el entorno espacial, las uetividades de cischo ve refieren a la tecnologia, los artefacts y los objtos «manufacturadess gue neiae Ins cultura crean para su vida domésticn, paral eomersin come ie nein suerra, pate jugar y con fines religiosos. Ademas, el diseno se puede apliea al ea ‘Acividadesroleciorades con ol ontorn, cutwa atomstica | 61 tone espacial mismo como en el caso de las casas, las aldeas, los huertos, los ‘campos, las carreteras y hasta las ciudades. Laesencia de disenar es transformar una parte de la naturaleza, es decir, to mar un fenémeno natural, sea madera, arcills 0 terreno y transformaslo en otra cosa: quizé un ornamento tallado, uns olla 6 un huerto. Disefar implica impo: per una estructura particular a la naturaleza, Cuando vamos caminando y nos tencontramos una rama de drbol en medio del camino, podemos quitatle las par- tes innecesaries, darle una longitud conveniente y convertirla en un bastén, To- dos los bastones son diferentes y al mismo tiempo sen similares. Tenemos un scdisefio» en la mente que podemos imponer a esa rama. O podsiamos cortarla de otta manera, quitarle otras partes, levarnosla a cass. pulit algunas partes as peras ybarmizatla, porque ereemos que quedari bien sobre una mesa, como ob- jeto de arte Disefar implica imaginer la naturaleza sin las partes para describir lo que yo he llamado forma, figura y estructura. Por ejemplo, Oswale dice: xLa idea de hoje cortante como entdad es tructural es mucho més importante que el material concreto empleado pata fabri carlo» y Por lo tanto, la estructura ola forma, no la técnica de produccion 0 el ma terial, es Lo que adquiere mayor importancia al intentar hacer compuraciones ‘Seon de ean aleance desde una bse costa (pi. 97) ed eto modo, esta pla mental cat represetal per el cjeo dse- ‘ado y 6 interesante observar que un objeto sive para representar el disefo por rmedia del cual se pueden consteuie ots objetos. En particular, sabemos gute la imitacién y la copia son las principales maneras de conservat formes disedadas, Naturelmente, cl homlore ha desarrollado ottas maneras de representar disesios, especialmente dibujandoenla arena, construyendo modelo mis adelante, mundo en papa ¥en pana electrenieas, Todos eos desarolls an ido creados por lt necesidad de considerar aspectos de la forma disefiada sin er gquchacerreiment elobjeto, Netutaimete ome necesidad cs mis gene cone, dose discfan sobjetos muy grandes como terrenos agricolas, huerts, obelscos § monuments, aunque también er important sel material de que cad hecho cl objevo es caro, ruro o las des cosas’ Es facil yer la medida en que necesidades como éstas han creado una demanda de ideas importantes mateméticas relacio. 7. Otservese de nuevo que el desarrollo de as ideas i sao que el dessrolo de sides simbalias et provocid por la eacncis Contr: Los ties que corlucen aun coten indice, cain, GuInEOBD Poem eorert eo idtnts Localira: Gaandosno podemos ve alae hapa que buscamos, Mecir: Guandono podenos yuxtaponerfscamente los dos ohetos gue comparames. Dseisr: Cuando obtener ra scope e demasiado sara ola copia calennnndo pane Por lo tanto la matematieas pascen desarolasecuan spit p ase cuando se provaca una actividad imagined Actividades ralaconadas con | entorno, y cultura matematica | 63, pnadas con la forma el tamafo, la escsla, la media y muchos otros conceptos geo- étricos. ‘Ontos investigedores también se han serprendido ante la potencialidad geo métrica y matemitica de muchas de las formas disefiadas que se encuentran en todas las cultura (véase, por ejemplo, Pinxten, 1983). Zaslavsky (1973) tambien documenta la rice tradicidn geométrica de los disefios decorativos de las socieda- des africanas, Esta autora cita como ejemplos las pesas de bronce de los asante, los estampados de los vestides del Africa oriental, las pautes entrclazadas de los tejidos y las redes de pesca del arre kuba y l arte benin en general. También des ibe la arquitectura de los pueblos africanos, mostrando que las casas suclen te- niet formas circulaces o sectangulares, con algunos disefios més sofsticados bast- dos en ést0s Gay y Cole confirman esto con el hecho de que los kpelle poseen una tecao: Jogfa desarrollads para construir sus casas con métodos para trazar angus tec: tos y circulos. «Saben que silos lades opuestos de un cuadrilétero tienen la mis ‘malongicud y si las diagonales también miden lo mismo, la figura resultante sera tun rectingulo» (pig. 61). Gay y Cole también afaden gue «No verbalizan estas reglas pero conocen el procedimiento> Le eforma> del éngulo recto y el triéngulo reetingulo son familiares en varias ‘calturss y en la China existian las ahora famosas soluciones «chinas» al teorema de Picigoras (véase Ronan, 1981). Elempleo de «triingulos» de euerda para me dit éngulos rectes era una aplicacién interesante y podeross de este conocimien- to. Los cftculos también desempefian una papel importante en representaciones sibélicas como los madalas, los hermosos dibujos contemplativos del subcon- tinente indio, De hecho, cuadrads, tridngules, pentigonos, pentagramas, heptl- ‘goes y octégonos, lian desempefiado un papel simbélico ayudando al hombre a imaginat relaciones entre fendmenos Gerdes, en varios articulos (véase, por ejemplo, Gerdes, 1986) nos ofrece cjemplos de ideas matemétisas inherentes en el trabajo de disefio de los artesanos ‘mozambiqueiios y apoya con fuerza el reconocimiento de este trabajo matemati- coen su cucticulo escolar para que «mediante la descongelacidn de estas mate indticas congeladas, mediante el recescubrimiento de las matemiticas ocultas en nuestra cultura mozambiqueta, realmente demostremos quc aestzo pucblo, co- mo todos los otros puebles, hacia matemétice» (pig. 12) Otro tipo de prueba material que plantea un reto a quienes estamos educa os enla creencia de que ls ideas geometricas fucton inveniadas dinicamente por los antiguos griegos e la canterfa neoitica analizada recientemente en Gran Bre. taiia (véase, por ejemplo, Critchlow, 1979), En un libro que esti eno de ideas provocadoras acerca de! disedo primitivo, Critchlow presenta fotografias de es feras de piedra tallada y de formas esféricss que demuestran que los «slides pla- {Gnicos» ya existian un milenio ances de los tiempos de Platén, Estas formas ta llades son verdaderamente sorprendentes por su precisién y belleza y la fotografia de Rod Bull les hace justicia, Como o:ros libros mencionados, los da- (64 | Encururacion Natematics ts y as ideas presentados por Critchlow no dejan ninguna duda de que el pen- samiento matemitico era y es un fendmeno generalizado. Sin embargo, una intcoduecién cultural al pensamiento geoméirico median- te la actividad de disenar y la idea de forma no seria completa sin una referencia ala importancia de la espiral. Mientras que los instrumentos y la tecnologia han avivado muchos pensarnientos geométricos desde una perspectiva prictiea y los ‘ornamentos y las decoraciones han apelado a nuestra naturaleza artistica, existe ‘otra dimensién totalmente distintesugerida por ls espiral Una de las formas mis simples de disefio nos da esta forma profunda. Una manera facil de hacer ung vasija de arcilla consiste en formar un cilindre largo y delgado y después enroscarlo sobre si mismo una y otra vez hasta que podamos transforma los lados en una vasija del tamafio deseado. Los espacios se pueden rellenar, los lados se pueden alisary se puede dara la abertura un acabado con la ecoracién que deseemos. La vasija en espiral también tiene equivalente en paja: Ja estera en espinal que se puede transformar en un cesto en espital. La tecnolo- sia es relativamente simple, pero a forma bisica en sina lo es En un libro maravillosamente ilustrado, The Mystic Spina, Jill Purce (1974) ‘nos muestra en qué medida se puede relacionar el pensamiento matematico con significado del lugar del hombre en Ia infinidad del espacio y el tiempo. La es- pital, que aparece de tantas maneras en la naturaleza, es uns forma que tiene su cexistencia en el «ahora y aqui» pero que no tiene principio ni fin. Llega a ser in- finitamente pequena en un sentido e infinitamente grande en otre. Como dice Puree, «denota cternidad, porque puede seguir por siempre. Pero come nosotros necesariamente concebsimas lo infinito en nuestros propios términos y, en conse: ccuencia, en términos finitos, nos vemos forzados a limicar lo ilimitado. Sélo im poniendo limites podemos hacer gue lo infinito nos sea accesiblew.* Mediante lasilustraciones elegidas, Purce muestra Jo importante que ha sido y continia siendo la espiral en muchas culturas de todo el mundo. La autora la vincula con laberintas, con vértices exféricos, con bales (los giros de los dervi ches}, con la micologia y la religién, con lo natural y losobrenatural, con los man: dalas y otros diagramas contemplatives, con la astronomia y con los calendarios. ‘Como hemos visto, a estructura enroscida de las vasias dearcllay las esteras de licacién prictica, pero en nuestra reflexién cultural sebre la ac a a importancia de la espiral es mas mistica que prictica. Nos recuerta, sies que hace falta, que el pensamiento matemitico se ocupa esencial: mente de la imaginacién y no de la fabricacién, y que nuestea imaginacién esté alimentada por sentimientos y creencias, al igual que lo esta por figuras y objeto. 8 Nos nor secidente qu ero profundo libro sobre la forms, eserto por Doc (198, sla se The Pacer of Lite orton por un arguect ‘Actividades relacionadas con el entoea,y cultura materrtica | 65 2.7. Jugar [A primera vista I inclusién de jugar en una coleccidn de actividades pert: nentes al desarrollo de las ideas matematicas puede parecer extraia, hasta que nos ‘damos cuenta della gran cantidad de uegos que tienen conexiones matersticas. Su inelusin es ain mas importante cuando abordamos la educacién Matemitica des: dde uns perspectiva aniropol6gica y cultural, «causa de a extenss documentacion Sobre juegos y sobrela actividad de jagat en todo el mundo. Esto nos obliga a dar rnox eventa de laimportancia que ba tenido «jugar» ene! desarrollo de a cultura En todas las culturas se juga y, mis importante atin, jtodas las culturas se to- rman la ectivided de jugar muy en serio! Con esto quiero decir que es esencial no tratarel juego como un aspecto relativamente poco importante de a vida cultu tal, Por ejemplo, Norbeck (1977), en su discurso : ‘Pueden estas caracteristicas encontrarse en le raiz del pensamientohipoté- tico? :Puede el juego representar la primera etapa de distanclamiento dela ree- 66 | Encuturecion Matematice lidad pera reflexionar sobre ella y quiz para imaginar su modificacin? De he cho, Vygotsky (1978) argumenté que «la influencia del juego en el desarrollo del nilio ex enormen (pig, 96) porque la accién y el significado se pueden separar y dar origen al pensamiento abstracs. Sin embargo, seria errénco concebir la actividad de jugar y os juegos s6lo co. ino actividades infantiles. Fs cierto que los juegos infantles desemperian diversas funciones, especialmence en el proceso de enculturacion, pero tambien es im- portante reconocer el juego como una actividad adulta. De hecho, nos podriamos Dreguntar si juega més el aculto que el nifio (como abservé un comentarista, simplemente se trata de que los juguetes sean mas grandes y mis caros a medi da que uno se hace mayors Por lo tanto, si en primer lugar examinamos la actividad de jugar como una actividad adulta significetiva, irmediatamente nos llamsacd lv atencin el hecho de ‘que en I literatura antropalégica no escasean lat clasificaciones del juego. Wal ter Roth (1902) produjo una descripcin may derallada de los juegos de los abo- rigenes australianos que deseubrié en su irea de Queensland, Agrupé estos jue- _gos en siete categoria Juegos imaginativos: por ejemplo, contar fibula, leyendas, etc, juzgados por su inteligencia y humor. placeres derivados de objeros reales dels naturale ‘a, orgnicos e inorgénicos; por ejemplo, jugar con animales, deslizarse por el lodo. incluye Ia mayor cantidad de juegos, que eran de dos tips: Juegos realistas: Juegos imitativos: 1, Juegos donde se imitan aspectos y objetos de la iaturaleca medianie movimientes, gestos y jue- gos con cuerdas (ala hamecs india») 2. Juegos imitativos infantiles donde se imitan acti vidades de los adults, Juegos de disctiminar: por ejemplo, el escondite y juegos de adivinacién. Juegos de disputa: como tirar de le cuerda y luchas, Juegos de impulsion: con juguetes que implican alguna forma de movi- riente, como peonzas, pelotss, bolos. Juegos de exultacién: — incluyenda misica, canciones, baile yoiras diversiones. Ahora ya esté claro que, si bien las carncteristicas de «jugar» (play) tal como las describe Huizinga se pueden ver en la lista de juegos de Roth, la nocién cle juego» (game) es mis restringida que la de «jugar». Parece como si giugar» fue sala actividad general (y por esta razén la he elegidlo para encabezar este aparta do) y quella ides de «juego» es una formalizacion de la primera, De hecho, po- Actividades relacionadas con e ertorna.y cultura matemasca | 67 demos concebir el «juego» como una forma y una «representeciéno de «jugar». Gon esto quiero decir que cada actividad que se describe en este capitulo desa srolia su propia forma de representacién: concar desarvella cl lengua, las ims genes y os sistemas numérieos;localizar desarrolla el lenguaje y ls imagenes es. paciales y fos sistemas de coordensdas; medir desarrolla el lenguaje de los cunntificadores y las unidadesy los sistemas de medicin; diseBar desarrella ima genes, formas € ideas neometricas.«Jugar» parece desarroliar la idea de porque muchos de ellos son representa ciones, hechas eon cuerdas, de objetos o situaciones reales como, por ejemplo, «dos mmichachos con lanzas> 0 auna holst de canguro». Ademas, la categoria de «juegos imitativos» comenia el mayor niimero de juegos en la lista de Roth. (Uno se siente impelido a preguntar si esto se aplics a todes los grupos culturales 0 sélo 2 los grupos concretos que estudié Roth). Sin duda, la imitacion, 0 a representa cin dela realidad, es una cacacteristica de muchos juegos y tiene mucha impor tancia para nuestros fines. Es otro aspecto de abstract ciertas formas y estructuras dela realidad, como se describi6 en el apartado dedicado a adiseiiar Laney y Tindall (1977) describen muy bien esta cuestisn en el siguiente pi. rrafo sobre el juego de los nifios kpelle: Jugar a cezares bastante parecido al juego de fantasia porque se escenifican sh raaciones reales. Pere shors, certos aspecios de l reoidad se abstraen mucho vse snaden reglas, come en un juego donde el objetivo reside en lanzarfleches a up blan- 0, Elarce y la flecha son armas de eszs ye! blanco puede tener el nombre do un an- ‘ilope, pero In caza se reduce al momento de lanzar. Las regls especifican que cada iuandor se debe sitnar deeris de una linea pars tirar y que sélo puede lanzar cuatro fechas. Los turnes son rotcorios, yas sucesivament (pag 8). Como ocurria con «disefar», la calidad de la forma desarrolleda en el juego puede llegat a ser valorada por méritos propios. Come la actividad de jugar es ‘sencialmente poco seria en sus metas, segin indicaba Huizinga, su ejecuci6n se 86 | Encuturacton Materratica convierte en su propia gratificacién. Por lo tanto, las figuras de cuerda y otras formas de juego llegan a tener interés cn si mismas y de nuevo podcmes ver aqui las raices de la apreciacién artistica y estética. La forma del juego puede ser mu- sical, como en los juegos exultativos de Roth o parecerse a una historia, como en Jos juegos imaginstives. Sin duda, los placeres de la apresiacién estética explican la popularidad y la longevidad de muchos juegos y actividades hidicas en todos Jos grupes culturales. Cuando la forma de la misma actividad de jugar se convierte en el centro y se desartolla un «juego>, las reals, los procedimfencos, las tareasy los ciceros se formelizan y ritualizan. Tambign ellos son productos de sugar». Los juegos sue len ser apreciados por los matemticas a causa de su conducta gobernada por re- ‘las que, sequin se dice, es como la matemétiea misma, Creo que no es demasiado dificil imaginar eémo se han desacrollado los criterios gobernados por reples de Ja matemitice a partir de los placeres y las satisfacciones de la conducta goberna- dla por reglas de juego. Dentro de lo que Huizinga denomina graficamente «el circulo migicom del juego, la conducta gobernada por reglas ese! interés princi pal. ¥ no hay duda de que personas de todas partes, adultos y nifios, distratan participando en la conducta gobernada por reglas de juego, quiz’ porque estos son, a diferencia de la realidad, situaciones sociales donde todos les jugadores ¢o- nocen las reglas y estén de acuerdo en guiarse por ellas, ¢Quizd todos deseamos cen secreto mis coherencia en nuestra realidad social? ‘Otras dos situaciones de juego que, como los juegos con cuerdas, estin asombrosamente extendidas, son los juegos de mese ylos juegos de azar, que tie nen un gran interés para nosotros. Zaslavsky documenta lo que ella denomina se! juego mas antiguo del mundo», el juego de mesa llamado, depenciendo del lugar, mancala, wari, oware, soro, omweso, ayo, adi y centenares de nombres més através de Africa. Este juego consiste en varias cavidades © huecos en los que se distribuyen semillas © guijarros segiin diversas reglas, con el objetivo de capturar todas les semillas o guijarros del contrario, La canticad de huecos,flas y semillas varfa, pero el espititu del juego es el mismo en todas partes. Se puede jugar paramente al azar pero también se puede jugsr con estrategia y astucia, con los jugadores realizando calculos a velocidad de relimpago. (Como en el kkuns, el juego de eartas de los aborigenes australianes, los ntimeros no son infi tits press cambinaconet tienen una importance fundamental. Como une {clos juegos «de mesa» mis antiguos hoy existentes, sus imagenes de granos, su rakes cde de avecos: de eapnerarla iqiees del corssi ee, on fue ¢ ver las raices practicas y sociales de este funcionamiento hipotetico y, a medida gue el juego gonaba en importancia, es facil imaginar el cambio desde el meco azar y el ritual hasta la estrategia, la previsién y la astucia. Los juegos de mesa abundan en el mundo y, como el mancala y sus variantes, y el ajecrez y sus va Fiantes, se puede ver que todos tienen su origen en alguna modelizacién de le realidad. Esta modelizacion tiene una importancia fundamental en el desarrollo ‘Actigades reacionadas con a enioro,y outura metemitica | 69 El ajedrez también nos proporciona un interesante vinculo con otra idea, la de prediccién. Una vez ms, al llevar a cabo las investigaciones para este libro me sor prendieron enormemente los datos que encontré. Ronan (1986), trabajando con Ios textos de Needham sobrela China, ha escrito un capitulo Hamado «Magnetis ino y eleciricidad» que describe muchos de los datos relacionados con las inven: ciones vinculadas con la magnetita, la roca magnética de origen natural. Después de unos apartados que tratan aspectos de la geomancia y alos que ya me he refe. ido en el apartado dedicsdo a elacalizar», nos encontramos con uno titulado «E| iman, la adivinacién y el sjedrez», El ajedrex tiene muchas conexiones con la pre diecién y aadivinecidn,y parece que en las dinastias chinas antiguas, antes de que el ajedrez llegara a la India y se convirtiera en el juego «bélico» que conocemos hoy, las piezas xe solian arrojar sobreel tablero y los adivinos interpretaban sus po. siciones para predecir acontecimienios fururos. En una vatiante concreta, las pie 2as de sledrez se hacfan con magnetta para que interaecionaran entre si Porlo tanto, el jedrez no se origind como un juego bélico de estrategia y tac: tiea, sino como una ayuda para los adivinos orientada a predecit ] furuso. Ronan y Needham insindan otras conexiones ‘Aunque no podesnos embarcarnos agut en la historia de todos los juegos y todas las téenieas de adivinaciéa china, es evidente que, desde los periods mas anriguos, techar cosis s¢ presiaba tanto ale adivinacién como a ls juegos. En uno de los mix fatiguos se traban flechas a una vasia..S6iohacian falta marcas 0 numezos en las fe has para tener objetos que, por compresidn, se convertirian en dades y, por exten sin y despligue, darian origen« las fichas del Gominé por un lado y los juegos de areas por otro (pig. 55). Como sabemos, los jucgos de azar tienen un atractivo mundial y las apuestas no se hacen Gnicamente para obtener riquezas. Todavia tienen mucho que ver con la prediceién del futuro y presentan unos amplios vinculos conceptuales con Ta astrologia, una de las ciencias aplicadas més antiguas, Naturalmente, no pre tendo decir que una persona dedicada afanosamente a perder dinero con una mit Gquina tragapettas este dcsarrollando comprensién matemitics, De hecho, la re ticencia a emprender tina bisqueda tan einfructuosa» podria ser una medida de tuna comprensién matemitica adecuada! Sin embargo, los jucgos de azar sen otra forma de juego culturalmente generalizada por las razones que sea y normalmen- te, aunque no siempre, es una actividad exclusiva de los adultos. En los juegos de azar, el modelado de ls waltibajos» de la vida es evidente, al igual quella idea de arriasgarse. Como en todos los juegos, estos riesaos se aceptan en un micromun- do protegido y limitado por ceglas que, en cierta medida, puede proteger alos jw adores, y vemos auevamente que «seguir el juego» permite alos jugadores prac- ticar téenicas de prediccion, adivinacion, estimacién, conjetutae ingenio lejos de la dura realidad de la vida, Perder en la vida rel no ¢s un objetivo por el que val- 1 a pena apostar, pero a un juego siempre se puede jugar otra vez ¥, equiéa sa- be qué puede suceder entonces? 70 | Ereuturacén Matematica 27 6 a 5 4 4308 Figuea3 Hay otro aspecto del juezo que vale la pena considerar aqui: el valor que tie. ne pata el desarrollo matematico fo que posriems llamar juegos «soitarios», es decir, juegos a los que juega uno sola. Aunque hasts ahora no he limizado la dis usin, este apartado se podrts haber Iefdo como si jugar fuera por entero un fe ‘ndmeno social que exigiera dos 0 mis personas. No era ésta la intencidn pero, ya que se ha planieado, consideremos especificamente a situacién del «solitatio Podermos ver que muchos juegos con euerdas eacrian en esta categorfa, al igual ‘que alzunos juegos de mesa y algunos juegos de azar Un buen ejemplo de este aspecto es el «cuadrado magico: una pauta de ni rmeros que sigue unas reglas determinadas. Los cuadrados mégicos no son solo ‘muy antiguos sino que también estin muy extendides: por ejemplo, el de la fig 13 ho oparecido en manuseritos chinos, hebreos, drabes ¢ inios. Los placeres y las satisfacciones de jugar con niimeros de esta manera pueden ‘verse como la fuerza impulsora de desarrollos matemiticos interesantes. De ma- nera similar «jugar» con formas, medidas y localizaciones para ver qué cstruct ‘as peimiten que las ideas encajen setisfactoriamente ent si, tiene todas las ca racteristicas dela actividad investigadora matemitica. En genctal, me sorprendis ver la relative escasez de literatura acerca de la im- pportancia del jucgo para la educacién desde una perspectiva cultural, De hecho, ‘me senti bastante decepcionado cuando me encontré con un articulo titulads «Juegos y deportes: elementos ausentes en le psicologia croscultural» (Hopkins y Wober, 1973) que confirmaba ests carencia. No tengo ninguna duda, y espero que a estas alturas tampoco la tenga el lector, de que jugar es una actividad cru. ial para el desarrollo matemiitico y, en consecuencia, espero que la base de datos antropol6gicos e crosculturales se entiquezea més pari que podamos explotar cduestvamente I importa que tiene esta acivided universal en el ere 9. Por elemplo,vésseen Fatkener (1961) ura excelente exposcin sobre juegos ycearados mi sion, ‘Acthidades relaconades.con el entre, y cutura matematica | 74 28. Explicar Alasextay iltima actividad euniversaby la llamo «explicary: la actividad que clevalla cogniciéin humana poc encima del nivel asociado con la mera experiencia del entorno. Explicar centra la atencién en las abstcaceiones y formalizaciones ‘que se derivan de las otras actividades y, mientras que éstas tienen que ver con la respuesta a preguntas telativamente simples como «¢Cudntos?», «¢Donde?», ezCuinto?», «Que?» y aeCimo?», explicar se acupa can responder la com- pleja pregunta «Por qué? Explicar¢¢ la actividad de exponet las relaciones existentes entre unos fend- menos, yle ebiisqueda de una teoria explicativi», como la describe Horton (1967), «cs, basicamente, le bisqueda de la unidad que subyace a la aparente diversidad; dle lasimplicidad que subyace a la aparente complefidad: del orclen que subyace al aparente desorden; de la regularidad que subyace a la aparente anomalia» (pag. 208). O, como dijera Bateson (1972), le que se buses es «la pauta que conecto» La relacign explicativa mas importante se ocupa de la similitud. Probable- smente la seguridad de las cosas familiares eso que nos hace buscar «igualdadesy ‘osimilitudes y, naruralmente, el lenguaje es una arepresentaci6n de similitudes> fundamental. «Pajaro», epieclear, «feliz», «corre», son palabras que representan clases de fenémenos similares y a este sentido, explicares tan universal como el lenguaie Puede parecer que el mero hecho de asignar una ctiqueta @ algo no es digno de ser llamado explicar, pero unos cuantos ejemplos no matematieos pueden ayt~ dar: «El fatbol profesional ¢s espectéculo», «un ensefante es un policia», ala re ligin es el opio del pucblo». Todas estas frases establecen conexiones ontre fe rndmenos diferentes, explicando asf aspectos de esos fenéimenos. Hay que sdmitir ‘que las explicaciones son breves y muy poco detallacls, y que estén: muy basadas| cn Ia experiencia del lector o en su capacidad para imaginar experiencias. (Es probable que el lector nunce haya probado el opio, pero sabe lo que significa y la explicacién no es menos signifiestive por esta falta de experiencia disecte!| Por lo tanto, en un nivel de explicacién elemental, los sustantivos, los acetivos, los vverbos y les adverbios de los lengusjes, y las Frases que vinculan eatre sf, nos ayu- chm en nuestra busqueda de «unidad que subyace a la aparente diversidad», Pero, si bien clasificar es una actividad universal, las clasificaciones que se cbtience no lo son. La diversidad de los lenguajesconlleva una diversidad de cla- sificaciones. Para empezar, la estructura de las palabras es diferente: por cjernplo, Harris (1980) cita unos verbos en warlpiri (un lenguaje aborigen australiano} que indican la dizeccién dela acciSn en relacién con el hablante: Parukami — — corres Parukamirn’ — correr acercindose al hablante Parukamirrs — corseralejindose del hablante Parakaminpa — correr de 1 lado a otro del hablante, 72 | Eneuturecibn Matomitioe fF oTP TP TI Figura Ademls, tambien difiere Ia estructura de las clasificaciones. Lancy (1983) presenta un echaustivo trebajo levado a cabo en Papa Nueva Guinea sobre los sistemas de clasificacidin en el que aparece una gama enorme de tipos y niveles de casificacion, En un apartado del libro, el autor se centzaen la idea de clasifica ién jerarquica, que es la forma estindar en las culturas de una taxonomia jevditquica tan conocida en la ciencia y las matemiticas (figura 4) Lancy dlscute sila taxonomia es un fenémeno universal y dice: «Mientras que la taxonomia ¢s indudablemente importante en sociedades complejas, no es elinico modo —ni siquiera el preferido—de representa y procesar informucién para cl ser humano, De la misma manera que les sociedades pueden renunciar a a cuantificaci6n, crcemos que pueden renunciar, y de hecho renuncian, tla je rarquizacién» (pig. 115), Lancy cita ejemplos de otros tipos de clasificacién en apoyo de esta conjecure, Por elemplo, encontrs lo que él lame una «clasificacién por aristasn que permitia al hablante wdesplazarse alo largo de las conexiones en vvez de hacia arriba o hacia absjo en una taxonomia jerirquica» (figura 5). Esto conduce alo que Lancy denomina una preferencia por : acielay tierra, sol y luna, noche y dia» Parece que podemns deci, sin temor « aquivocarnos, quesisimpre que los melpa ddescan generalizar o crear una categorta, no lo hacen empleanco us solo lexema de orden superior, sino especiticand una parcie que, madisnteel contraste ola comple ‘mentariedad entre los miembros de las des micas, consticuye una toialidad |p 1661." 10. Natutulmente, esa noviones parecda alae ny yangen li Chins antieue Véense mis de tallesen Ronan i181). Actnidades relacionadas con @ entome, cutie matematiee | 73, \ /\ VV \ Como ejemplo de otrs diferencia de clasifiesciéa, Philp (1973) cita una co municecién personal de Kelly que incluve esta vivide ilustracion acerca del pue- blo melpa: «Por ejemplo, “arma” es. lo que se ha disefiado especificamente pa ra matar hombres o animales (es deci, arcos,flechas y lanza). Una “piedea” no puede ser unt “arma” aunque se utlice para abrire la cabeza a alguien (es el me- dio mas empleado pars cometer homicidios en Hagen]. “Una piedra ¢s una pic: dra es una piedra’» (pas, 173) Pinxten, al discutr el concepto de espacio de los navajo, también menciona su sistema de elasifieacién diciender En conteaste con el desarrollo y a estructura de candcterjerirguico y perfects ‘mente regular que caracteriza la concep uslizacion oeciental del espacio, el espacio rnavajo parece fundamentarse, por lo menos, en tres nociones ebisicas» igualment= importantes. ninguna de ells es realmente eprimisivas en el sentido en que fo son las nnnciones occidentale: es evidente que por si mismas son computa y que estén for. ‘madas por nociones espaciles;se acodetenminar» mutuamente, De a que mucstren cierto earicter circular (nig. 161) Es interesante ver a investigadores como Lancy, Philp, Kelly y Piaxten esfor arse por comprender le manera de clasificar de otra cultura, y ello quizé nos snucsira Jo fundamental que es la clasificacién para el conocimiento de una cule ‘ura, Reflea el hecho de que, mientras cada una de las otro cinco actividades per- mite que una cultura pueda «tomer» y adoptar términos y nociones de otras cul- turas (un nuevo juego, une nuevs palabra numérica, un nuevo disefo), las maneras en gue se conectan y se relacionan las ideas y los fendmenos dentro del conocimiento de una eulturason mucho mis resistentes al cambio. Las ideas nue vas pueden ser relativamente ficiles de «asimilar» en el esquema de una cultura, pero la «acomodacién de los sistemas de clasificacion de otra cultura solo se da- Fimuy de vee en cuando durante el desarrollo de una cultura =a 74 | Enouturactn Matemstoa Esta observacién es atin més vilida cuando consideramos formas més com- plejas de explicucién, Hasta ahora sdlo hemos exarindo la clasificacién que, si bien es fundamental y universal, s6lo represents un tipo seneillo de explicacion, ¢Qué ocurre con la explicacién de los fenémenos dinémicos, de los procesos de Ia vida y del discurrir de los acontecimientos? En este caso, la representacisn fundamental y universal es el «relaton, Cada cultura tione sus relatos, sus cuentes populares y sus narcadores, y la frase «rae se ung vez...» se conoce en todas partes, aunque los términos precises senn dife- rentes, Naturalmente, los relatos son empleados por la culturas por més razones quel explicacién. Desempefian unas poderosas funciones sociales, constituyen cl apegamento» hisidtico de una cultura y, especialmente en las culturas orales, representan la acumulacién del conocimienco y la sabiduria de una cultura. Se en ecuentos populares» y estin bien documentades en la literarura an (véase, por ejemplo, Vansina, 1985). La norracién de relatos también puede ser una siruacién divertida, parecida 4 un juego, y en este conterto las historias se suelen exageraro incluso Henar de , ylos narradores de estos relatos pueden llegar a set venerados ¢ incluso recibir privilegios especiales como lox shombres sabios», los «ancia 103», los «iueces» 0 los «filbsofoss. Nasuralmens In cscals cd empo tambien pace ser mucha rd arg yl narracién se convieste en historia. «Irate una vez...» se corwvierte en «En el prin «pio eta el verbo...» Los sucesos de mucho tiempo atras se envuelven en el mis- tetio, y el erecimiento del misticismo, los mitos, las leyendas y es crecncias reli sgiosas se puede encontrar en todas partes. Los relatos también pueden set predictivosy, por ejemplo, la interpretacion de los suefios se puede converie en una forms de explicacién muy sofisticads. La persona que interpreta los suetios puede llegar a ocupar un lugar muy importante en una cultura, sobre todo si es tas interprecaciones también tienen una funeién predictiva. Porlla tanto, el erelato» es un fendmeno universal cayo lenguaje presents un aspect interesante desde el punto de vista del desarrollo de ideas mavemitices su capacidad para conectar el discurso de maneres ricas y variadas. Desde el pun- to de vista de la investigacién, se ha dedicado mucha atencién a los «conectores Isgicom de un lenguaje que permiten combinar proposiciones y oponerlas, ex tenclerlas, resringirlas, ejerplificarlas, desarrollarias, ete Los lenguajes indocuropeos poscen ricos conjuntos de conectores logices y, cn inglés, la obra defintiva fue realizada por Gardner (1977), que consigais cla borat 1.000 item para cuestionarios para comprobar la comprension de unos 800 conectores diferentes, Strevens (1972) también muestea que hay muchos otros ti- pos de palabras logico-gra Es evidente que, desde el punto de vists de la riqueza de expresion, el idioma inglés, come otros idiomes del grupo indoeuropeo, parece casi obse- icales en el inglés, como se mucsira en la tabla 2. Activia relacionedas eon @ entorne, yeuture matemitica | 7S TaMLA2, ALGUNAS CLASES DE BLEMENTOS LOGICO-NaTEMATICOS Nota, Estas caregorias son snocioaalesy; no se presentan en orden de importancia ecreciente; las categoria ls listas no son exhaustivas Vinculacién y secuencis ie de idea: ; ademas, también, & mas, mis aan, timuleineuments, por lo nto; parte de, asf como, adem de. Parifrass y aposicin: igual, de maners similar, ‘ams si, de la misma manera, de manera pari, Causilided en consecuencis, como, porque, por consiguiente, de ab que, en cuanto (ha ocuseide algo), puesto que, hasta que, siempre que; mientras que, como resultado de, por medio de, debide a con el fin de, ara, © sigue que, dado que, debido a; condicién necesara ysuficiente. Oposicidn » contraste alternativamente, aunque, pero si, sin embargo, no obstante, con todo, sun asi, mientras que; 4 pesar de, independiensemente de que, por mucho que, por otra parte; condicién necosara pero no suficiente Resiiceidn ‘excepto, imposible. ocasionalmente, s6lo si, sy slo s, slo cuando, Hipévesis (pig, 63). Ono de los sistemas de explicacidn mas importantes era, y es, el que oftece 1s esirologia. Esta aplicacién prietica del estudio astronémico ha sido zespalda: day rechazada a lo largo de la historie al entrar en competencia con otros siste- mas cxplicatives. Pero no se puede negar que desde Mesopotamia a la China, desde México a la India, en cada continente, ka habido y todavia hay un fuerte interés en la predicci6n astroWbzica. Le astrelogta se peda considerar como la primera ha tenido un profundo efecto en el desarrollo matematico. Ha estimulado él ccilculo, la prediccion, la creatividad en el desarrollo de calendarios, la bsqueda de pautas yel deseo de controlar fenémenos. Sus reluciones con la numeralogia y 1 geomancia son profundas y no se deben desestimar. La astrologia no es ciencia y sus verduces no se deben entender como empiricamente verificables, Esta pers- ppeetiva solo nos oftece una gama limitada de intespretaciones de los fendmenos ‘Como veremos en el proximo capitulo, la ideologia o visién del mundo do- rminante tiene un profundo efecto en el tipo de explicacidn aceptable en tiltima insiancia en una cultura, y la perspectiva croscultural hace que nos demos cuen- te delo necesario que es mantener Is mente lo ms abierts posible a las explica- ciones de otras culturas. Citando otra vez a Vansina (1985): licaciéa de la ciencia y En muchas culturas, le verdad es lo que se repte fielmente come contenido y que ba sido acreditado como cierto por los antepasades, Pero, en ocasiones, la verdad no incluye a nocién de que ¢ y ocurrieran realmente. Cuando los habicantes dela is las Trobrian (Nueva Guineal oyen afirraciones que van en contra de sus ideas cot lanes acerca de las lyes naturales, ls palabras de sus antepacados, aungue sean ver 78 | Encuturacién Matorstica daderas, deben estarapoyedas poral 0 conirario la tradicion es verdadera pero no es factual (pg. 129). in indcio del sucese visible cn el passe. En cx Y,mas adelante, dice: En algunas sociedad ertratificudae parece deree una corrclacién entre la verdad yl mango: cuanto mis elevado sea el rango del hablante, mas cierto sera lo que diga sungue hable dl pasado (pég. 130) ¢Gémo debemos interpretar la expresiGn «nis cierto»? Una vee mas, lo que nos interesa son las diferencias entre culturas, pero no porque muestren una superioridad cultural simplista, sino porque nos sersibilizan ‘las similitudes. En este caso, es evidente que sexplicary es universal para el de sarrollo cultural y social en general, y para el desarrollo matematico en particular “Todas las culturas escruccuran su lenguaje, todas casfican, odas tienen rela- tos explicativos, todas tienen maneras de conectar ideas mediante el discurso y todas tienen una referencia fundamental para validar explicaciones. Explicar és tan universal como al lenguaje y, sin duda, tiene una impontancia bésica para cl desarrollo matemitico, 2.9. Delos sea un criterio razonable que se pue- ca emplea aqui para poder argumentar que, por lo menos, plausible que estas seis actividades sean universales. Sin embargo, es concebidle que en algiin lugar pueda existic una sociedad remora que no tenga estos elementos en su culzurs De hecho, Denny (1986) sostiene que eazadores como los ojibway y les inuit no tienen ninguna necesidad de pensamiento matematico, Sin embargo, para nues- tos fines, esto no devalia a idea de que extas actividades son aspectos gencrali zados ¢ importantes ce la cultura. De todos modos, quizd una etiqueta més segura seria «universales culturocéntricos», es decis, universales desde nuesire posicién culturoeéntrica, ya que nosotros describimos los fendémenas en funcién de «on tar», ete, Por lo tanto, esto deja claro que nunce podemos extablecer la universa lidad de los fendmenos, sino que meramente elegimos describir de una manera ddeterminada un conjunto muy amplio de similitudes. Asi pues, y dentro de este concexto de significade, seguiré empleando la palabra «universabr para caracte Fizar las ses actividades que acabo de deseribie Si realmente son universales si he arzumentado con éxito que son activida- des insportantes para el desarrollo de los aspectos mateméticos de la cultura, er tonces el corolario debe ser que todas las culturas desarrollan matemsticas: que lar matemaiticas om wn fonémeno panculeural ‘Ademés, no puedo argumentar de ninguna manera que las amatematicasy ‘erapecaran en un momento determinado ck la hiscoria cultural. En cambio, aho- za podemos ver que la tecnologia rimbélica de las matemiticas evoluciona conti avamente en todas les culturas v en todas las sociedades como resultado de la realizacién de estas seis actividades por separado y en interaccién, Desde esta perspectiva, no existen war matematicas: de hecho, quiz sea acecuado que en inglés, y también en o1ros idiomas, la palabra «mateméicas» tenga una forma plural Es evidente que existen diferentes matemiticas: hemos ‘isto muchos sistemas diferentes de numerar y de contar, distintos ténminos para localiza, ditintas medidas, diferentes discos y tecnologias, juegos diferentes y distincas maneras de explicat. Podemos leer acerca de lis matemniticas chinas, las stieges, las romanas, las efricanss, las iskimicas, las indias y las neoliticas, por ci tar s6lo unas cuantas (véanse, por ejemplo, Ronan, 1986; Ronan, 1983; Nasr, 1976, Heath, 1921; Critchlow, 1979; Zaslavsky, 1973). 11, Saunders MacLane lev 4 cabo us anuins similar n wu article publi ex Ameiare Marbemavest Mowbly eo 198 12 Sin embarpa, Freudethal me ha rcerda que el wedi de ln arte matemiticaes de 1s amigas tadeinpitapvcsextaba fonmado peel artméicy, la geome, la lea ye nerone- ‘i (Freeenthal, 1973, pg, 80). Era lis cuatro mateméicas originales, en plural. Ei enstructo nt pertnente pr asides de ext capitals Ie setnomatemstie> (Ambrosio. 1985), £0 | Encuturasion Mavemetica Pero ya cigo el comentario de los escépticos: después de todo, tenemos esta lisciplina unificada a la que lamames «Mateméticas», gno es as{? Menos por ros es ms, estemos donde estemes, y en todos los tiingulos la suraa de los én alos intetnos es de 180 grados, eno es asi? Por desgracia, este rezonamiento confunde wel caricter universal de las verdaces Matematices» con su base cultu- ru: verdades Mateméiicas como éstas son valides independientemente del con- teato geogrifico, pero eso no nega las rafces culturales de esas verdades. empletdas en este contflicto —comervio,religién y educacin— acabarin sieado irresistibles, como ha ocu- trido en otres paises. Por fortuna, antes de que esto suceda, esta diversidad se es t documentando y ello nos permite reconocer cierras diferencias y similitudes. Por lo tamio, el contacto entre culturas tiene su vertiente negativa porque a: gunas culturas pueden dominer, y han dominado, a otras. No examineremos aqui dos detalles de este proceso, aunque cs evidente que intervienen las tres «armas» antes mencionadas, junto con otra mas, «la guertan, que seguramente ha elimi. rnaclo muchas culturas en Is historia de la humanidad, Sin embargo, seria errdneo considerar el contacto entre culturas como ua fe- nnomeno totalmente negativo. Independientemente de cémo se procuzes el prs cso, el contacto entre culturas también ha estimulado cl crecimiento cultural Desde la perspectiva particular de exze libro, el ctecimiento de las Matematicas tentendida como la disciplina internacionalizada que concceres nosotros) es el resultado de desarrellos producidos tanto dentro de las cultucas como catte cllas. Las Matematicas (con «Mo mayiscula tal como me estoy refirienda a ellas)cier tamente no son el producto de ana cultura, ni el resultado de las actividades de ‘Acthicacas relaconades con el entorno, y cutura matematica | 61 tun grupo cultural, Tienen un pasado verdaderamente multicultural que autores como Kline, Wilder y o:ros han cratado de documentar, Por lo tanto, las Mate- :aticas no son simplemente un subconjunto de todas las matemsticas que han cdesazrollado las distintas cultaras: es una linea particular de desarrollo del cono- cimiento que he sido cultivada por dererminades grupos culturales haste alean zat le forma conereta que conocemos hoy. ‘Aunque las simbolizaciones y los concepios de las Matemiitices sc han dess- rrollado y han erecido de determinadas manera, las seis actividades mencions- das todavia se pueden distinguir. Contas,localizar, medir y disenar han sido, y to- davia son, las bases de la ciencia, 1a ingenicria, la industria, el comescio, la agticultura, le guerra, etc. Los niimeros y los sistemas numéricos se han hecho ‘nas complejos:infinitamente grandes, infinitamente pequefes, infinitamente c- visibles, nuevos «nimeros» como veetores y matrices, operaciones con todos ellos, con anilisis de todos los sistemas numérices y alzebraicos pesibles. Locali zar nos ha dade gran parte de nuestra geometste: lineas y sngulos, cis, coord padas cartesianas y eaféricas,grafieas, teoria de grafos, ete ‘Medi siempre ha estado en el atcleo del empleo de las matemiticas por pat te dela ciencia: mas y mas precisién, fendmenos extremadamente grandes, fend. menos extremadamente pequefios, desarrollo de sistemas de medida y teorias de medida, apcoximacidn, estimacion, medios probabilistices y estadisticos para ‘mancjar niimeros grandes, etc. DiseRar atin se encuentra en el nticleo del desa- rrello teenolégico: no sélo en las Formas geomeéiticas, sino en el disco de todo t- po de cosas, desde flujos de tric a sistemas informiticos y lanzaderas espacia. les, En las cociedades técnicamente avanzadas, Ia mayor parte del entomo esta diseftado y fabricado, Incluso el entomo natural como los bosques y los lags se somete cada vez mis a exigencias de disci. Las otras dos actividades tambien han sido, v continGan siendo, muy impor- antes. Sin duda, jugar os uns cuestin muy seria porque los juegos no sélo mo- celizan la realidad con fines experimentales, sino también con fines educative. Gran parte dela vida moderna ha sido analizada por expertos de las teovias del juego, y la idea de «jucgo> es fundamental para comprender la interacci6n social (naturalmente, ;jugar atin puede ser algo divertido!) Por dltimo, explicar sc ha convertido en una actividad completamente refina day sofisticada. Ya he mencionado el estudio de Gardner mostrando nuestta ob sesicn con la logica de las explicaciones, que aleanza su culminacién con Ja de- ‘mosiracin; Ie forma chisica de explicacién Maremitica, La demostracién explica preguntas del tipo, «gPor qué ocurre que..2» ofteciendo una serie de afirmacio. nes vinculadas mediante conectores ligicos adecuados. Navurelmente las Mate initicos tambiga explican proporcionando modelos y estructuras conceptuales de fersimenos externes a su sistema simbolico, De hecho, las Maveméticas han creci do hasta convertirse en un medio de explicacién muy especial y potent. ‘Ademas, esta linea de desarrollo Matematica se puede identificer en socie- dades que se caracterizan por estar cada vez mis centradas on la tecnclogia, Tan 82 | Enouturzcibn Matematen to la documentacisn histdrica come la antropolbgica apuntan en esta direceién, La imagen que obtenemos es la de una interrelacién continua entre seres huma- 10s que crean la tecnologia para tener ms control sobre su enorno; después, la tecnologia llega a formar parte de este entorno y,en consecuencia, requiere la in vvencién y creacién de mas tecnologia. Esto no solo es cierto para la tecnologia f- sica de los insteumentos, los artefectosy los utensilios también se aplica a tecno- logias simbélieas como el lengusje y las matemsticas. Tanto el lenguaje como las :matemnéticas evolucionan continuamente, no s6lo mediante lo que podriamos de: nominar desarrollo «interno», sino también « causa de la presién del entorno, tanto fisico como social El vinculo Matemsatico con un entorno eada vez mis teenolégico es evidente. Como dice Marshal Stone, «cada vez se reconoce con mayor claridad que la en sefianea de las matemiticas es el verdadero fundamento de la sociedad recnol6- ‘ica cuya ereacién es el destino de nuestros tiempos» (pig. 18). El punto de vis ta de Stenhouse (véase el primer capitulo) acerca de «las demandas del entorno material» también es pertinente agut, En las sociedades modernas de hoy, el en- tomo material es cada veo mis artificial. Segin Lancy (1983), «slo en una época comparativamente reciente la diversidad de los artefactos producidos por el hombre ha igualado, y hasta ha legado a eclipsar, la diversidad de la naturaleza> (pig. 202). Sin dada esto es cierto, casi por definicién, pars los habitantes de 20- nas urbanas, pero también es cada vez mas cierto para los habitantes de zonas ru rales en virtud del enfoque tecnolégico del hombre sobre la agricultura y el en- tomo en general, Es indudable que para muchos nios del mundo moderno el ‘entorno sera, en esencia, mas artificial que natural, Esta influencia del entorno hecho por el hombre aumenta ain mis cuando tenemos en cuenta las muchas y variadas instituciones sociales existentes y que también son obra del hombre. Naturalmente, ahora es necesatio afiadir un nuevo fendmeno al entomo: el ordenador. Producto de las matematicas y de los matematicos, esta maquine ‘omnipresente se ha introducido, y tiene gran influencia, en muchas de nues: tras instituciones materiales y sociales. Vivimos en la era de las tecnologias de Ja informacion, y las Mateméticas, por medio del ordenador, controlan muchos ‘ds aspectos de nuestra existencia, El ordenador nos permite controlar mis y mis nuestro entomno y. al mismo tiempo, también controla cada vez mas nuestras ac: tividades. Como hubiera dicho White, esta teenologia influye cada vez mas en nuestras filosofias ¢ ideologias (véase Weizenbaum, 1976) y tiene unos profundos efectos ‘en nuestra instituciones sociales, Muchas de estas influencias son positivas (como mejorar la capacidad de comunicacién de jovenes mental y fsicamente discapaci tados), aungue otras son percibidas como potencialmente peligrosas (como los bancos de datos sobre los ciudadanos). La analogia informatica del cerebro ejerce tuna gran influencia en la investigacion cognitiva y en auestras imagenes del pen- samiento; y las posibilidades de almacenamiento, recuperacign y analisis dela in formacién oftecen soluciones potenciales a problemas todavia inimaginables, ‘Actviseces relacionadas con a eterno, yeutura matamatica | 88 i sore para las Mate ‘Ademis, l nueva tecnologia una potente fuerza imoulsore p sniticas: wt la sociedad actual, la tenclogia influye en et desarrollo de las ma Temiticas o bien directamente, planteando al experto problemas técnicos 215 eee constnajen el fandamento para cl desarrollo de ls itemise sreeultura, También he mostrado que todas las culturas han desarrollado ne- cesriamente sa propia tenolofasimbslica de as matemiicas como epee randase del entorno experimentadas « través de estas actividades. Si edema ads de cere dealin iracltarales 9 tabi de heraeciin yd conflict entre cultura diferentes, ha apasecide una ines de de anvcnila conereta e identificable, Esto ha dado lugar alas Maremiticas la disci- bina internacionalizada que conocemos boy, una version muy povente de las mate vtear en la cultura, EL impulso principal en cl crecimiento de estas Mateméticas procede de un encorno cada vee mis centrado en la tecnologia: con esto cro Uceir que la mayoria de nosotros vivimos en sociedades cala ver mis diseiadst y «que deperden cada vex més del desarrollo tecnolégico, De hecho. patiamos de- Gi gue la sociedad incustrieizada moderns x basa en una culture Matemitico secolien Por lo tanto, lo que tam ademas seco ona clte determina de tecnologia smb dora, yal mismo rempo product dunce valores detemindon, Si mos comprender las Matemétieas como una tecnologia simbdlica co ee cpreadacee tuna pequefa parte de ella: de hecho, quizé la par te menos importante para la educacién y para avestro futuro. Asi pues, pasemos tanaliser los valores de las Matematicas para ver qué implicaciones tienen pars In ecucseién matemitica nbign esté cada ver mas claro es que las Matemiéticas, ica, también es porta- inados. Sis6lo preten- 222 | Encuturacin Matematica 7.5.2. Lacomunidad de Educacién Matematica critica Elotro papel importante de los Edlucadores Mateméticos consiste en propor cionar el contexto social para reflexionar sobre la enculturacian Matematica yen cestimular la critica, Ia investigacién, el andlisis y el desarrollo, El tremendo creci- miento en investigaciSn y desarrolle dela Educacisn Matemitica durante los dt ‘mos eftos se puede atribuir al creciente reconacimiento de ls importancia de esta actu exten yal deseo de buscar mejores maneras de educar a nucsicos hijos La comunidad de la Edocacién Matematica deberia acoger y estimular la eri- tica, el andliss, la reflexi6n y el debate sobre todos los aspectos de la enculture- cin Matematica, como tributo a la «apertura». Mediante su papel como «analis: ta» y «conservadora> de la cultura, esta comunidad ayuda a estimular la produceidn de ideas sobre le misma cultura Matemitica y,ea consecucncia, ay da desartollat Ia cultura. Este libro es un ejemplo de lo que quiero decir y. por Jo tanto, no es ninguna coincidencia que este escrito por alguien que esté pro- fundamente integrado en Ia comunidad de la Educacién Matematica y que sien te que los valores de la cultura Matematica se estén perdienda de vista al satisfa cer las otras exigencias educativas dela sociedad de hoy Ast pues, éte es el contexto social actual en el quese debe socializarales nue vos ensefiantes de Maiemiticas, Como ecurre con cualquier grupo profesional, los miembros de més edad y mis experimentados desempefiarin un importante papel en la socializacicn de los recién llegedos. Los ensenantes experimentades siempre han socializado a los nuevos ensefantes en el cumplimieato de su papal y sia ten ddencia no va a desaparecer. La perspective de Ia enculturacion nos indica que tho- 1a la socialicaciGn del recién Hegado en el papel de Enculturador Matemico es responsabilidad de un grupo mucho mss amplio que los ensefiantes experimenta dos de Matematicas. Ademés, a cause dela creciente complejidad de la dela enculturaci6n, ahora ya he dejado de ser adeeuado pensar que los nuevos ct senantes se deben socializar, simplemente, en el papel de «ensefiantes de clase. E] nuevo Enculturador Matemétice esta siendo socializado en un grupo mu: cho mas smplio y, en consecuencia, puede desareollar una influencia profesional ‘que va mucho ms alld de los limites de su clase y de su escuela. (Por ejemplo, el uy influyente Cockeroft Commitee, que examinabs el estado de la Educacion Matemétics en el Reino Unido, estaba formsdo por varios ensesantes de Mate: mitice y muchas propuestas presentedas a esta comisin las orimularon varios ‘grupos de ensefiantes. También podemos encontrar ejemplos en otros paises. | Por lo tanto, la comunidad actual de It Educacién Matematica ofrece un contex- to social pars iniciar al reciéa legado en un papel cuya influencia llega mucho rs alld de lo que era posible, o incluso imaginable, hace cincventa afos.

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