You are on page 1of 12
Esteban Dipaola y Nuria Yabkewski lo que hay entre A y Ap, segiin Badiou, es diferencia, desproy in, no-identid: Para Adorno ~: que para Deleuze, ento idad es captable, lo que no es posible es plant légico de ese movimiento ni plantear un elas como cambio, transformacién global.. Ambos pensadores postulan una resistencia a partir de la diferencia, y en el caso especifico de Adomo, a partir de esa negatividad decisiva, constante. No hay para este autor un momento especulativo porque, justamente, no puede haber esa positividad tal como el telas del movimiento. Esto ¢s, el movimiento dialéctico es una resistencia al interior de quello que plantea una totalidad cosificada. La positividad co- rregida es ese restum que no se puede ubicar itividad corregida implica que la dialéctica como movimiento es una in de lo dntico, y una ruptura con el principio de no contradiccién, ruptura con el anclaje en el sujeto. Como hemos visto, Deleuze -pero también Adorno- rompe con el principio de identidad leibniziano. En términos de Zizek: Ja premisa bisica de la ontologia deleusiana es precisamente que la causalidad corpérea NO es completa: en I emergencia de lo nueio, curre algo que NO PUEDE ser descrito apropiadamente en el nivel de las eausas y efectos coxpéreos. [.} Ia cuasi-causa lea la bred dela causlidad eorprea. Bn este sentido estricto, y en la mi da en que ccimiento es el acontecimiento de sentido, Ia cuasi-causa es el no-sentdo inherente al sentido: i un discurso pu- diera ser reducido a su sentido, entonces formaria parte dela reai~ dads la relacin entre el sentido y a realidad designada seria simple mente la de los objetos en ef mundo. EI no-sentido es lo-que ‘mantiene la autonomfa del nivel del sentido, de erica de puro devenir con respecto a la realidad designads (referento”) (Gite, 2003: 40-81, destacados en el original)? pune geese 7. En tu ardor y en tu frio:* contradiccion, emancipacion Sets Nes y critica ;mposibilidad de que lo miltiple se resigne a izacién en lo Uno. ¥ también hemos dicho que es necesa- rio partir del concepto para que el proceso de pensamiento pue- da tener cauce, pero, ain asi, el problema sigue residiendo en la cosa. Es necesario entonces dar cuenta ahora del verdader ificado que estas ideas adquieren tanto en le dindmica de la -dad como en las posibilidades de transformaciGn que pue- gar a gestarse en ésta, \ciabilidad a la que ere todo su sentido al dar cuenta del problema de las contradicciones en el capitalismo tardio. Es decir, en la problemitica de las entradicciones se condensa gran parte de lo que tanto Adomo como Deleuze piensan en tomo a las sociedades modernas, adjudicando en ello todo el sig- nificado de lo que debe estipularse como el caricter utépico~ aporético de las relaciones en este tipo dle sociedades. No pode- toda eta nieve! / Si yo pudiese ‘eepada /Y con ell os cotaris ent 1 Europa, / Otros América, / Uno lo conserea- ndo, / Toda el mondo £cI ‘ouopy ap upgadsoton > nnuossju ‘ot 4 espusur une ap ‘Sououan 5 “Acugoeupsiop &] 9p ofa [> i) eonopad owas sneouneaoetepany outs uD ‘owas e1waru0u0> > aq}ouo> 2s ou eb ous o1s9 30d sy “onuenagTine ne 2jqi0d owpor ue anb sourmi & sousuysosszaud So mU9ND Wo Opa HOH 0s eo uD OU ‘oauaEEsUad [9p 1959 | UD o(95 OU SOalqo $0] ‘eoign epejoazesap wontnpapeped ‘ondsovea ep Keo os tn opduanD 03 “sje anb souapustaa Sura-95],obyy 2p sear seme exoys optainaes "7 -0q deanean efouaiod A penunyoa ezapeproa eum us1q spau OMS un ‘ean | Wa oto “Key ‘owioo eBuojosd as 4 vonys9 to aXnansuo> 2% as anb [p ua orreuiou [2 0 oroedso jap O10 -o1e9 Jap eiuano sep sapod aqap e9Hp exapepsaa poy “euusTUL o8isuoo une epeperdsap eas anb A ‘e102 A epeperdsap vary ppuodsar agap spuape o1ad ‘eurasut a$ anb ua [e1205-0 sop opand ou eropeuoysuea eoUEIS PA uorpeunsossuen ey ap omtatiow apduano ‘oznajagg unas ‘vizneansus wt -wapuvup sexed e| ‘o1sa opor wy ‘aduan 9p pa sod i fopewsojard wopro ungira wis eanva.o exsuozod eux suoRuos [ea owe a anb. ‘cust js ua wzsany eum so ofdryae Of “opumas foxdaouos ap exnjosqe pepnuapt ev [eax 59 £ ovroroapentioo sonsprto asa asimurasqns apand oi “oxsip 3 4 oud ‘oxauntd:stso9 Seqrea pnsono ua ustiod as sabe ‘S291 ~1g“ouerzzuqta] pepnusp! ap oxdisund jp opuadnnsop ‘ 91 & apdinyger of ap euxs0§ ef & ‘oonfponsere (Ng) woDoIpenuoD ou 9p oxdioutid jo woo aruoureaniyap eqeoe anb ‘Prion woisiaso ¥{ ‘worsorpenuoo op ordourad Jp sons ua Ieattap artoureLtesazou esqap ‘erouasayp ef A pepnuspr-ou ¥ argos “upiquiea Y ofoyjar PP tHoat zombyens & wooey onb eons ef axqos ‘sazopesuad sop soaso ap eidord eySojoruo ey argos owsondsa soutay aonb or] ‘oxdsouoo un une asitiajax opand ou ‘ose as9 ua ‘& pepyfeas ¥] ua “eae of uo ep as Uugtorpentioa t] ‘sisanUys UK “eUNSHUH e509 Bf UD SePEP TEAse UG ~urey sauopporpentioa se ‘siuauseasn{ ‘onbsod $9 ‘ozn2qaqq 21012 2s anb je opor-oun,, 2s dey eso vf ap aiuaroyp A vor pep ~praduts vpeo uo 1s ‘onuouneyy [> uo vase pepysnoa e 1g “rapored -esap ¥ epraptin sa[e120s souo!aE|ax st] ap oLLoIDIpENUOD same [p ‘oiuawotr opeurissarap un us ‘anb ef ua ‘sasep> uts peparoos bun ‘opdurafa 10d ‘pepamos ef 2p 0 ouside [2p esopesodns adeio vun eisey osaooud un ap sured owes sejasiysuod apond osoduren 4 ,'p>8947 op: \, OwOD “eapr e] ap soy uo Soaiejd ap aysas eun wezyear sznajacy & ousopy ~axvad ap oxdaouos fe teatpnipe 29[ sozopesuad sop soiso aab eaneoynufis wie] epor‘sossoied ~oueur seuro|qoud soy sesuad apuataud a 8 ‘spwape ‘etaqo sour pysmoygng vuanyy Kopovdicy unger enésima potencia y es esencialmente plur des mips. mejor estas cuestiones, parece necesario lo del tema de las s, apreciemos que es @ través de las contradiceiones como se mantiene el orden social, y no @ pesar de esas contradicciones. En este sentido, al negar el tercer momento de la di negativa se convierte en una dialéctica que se mantiene en sus- penso y que no va a llegar nunca al momento de le organicidad.* De este modo, la dialéctica “corrige” Ia filosofia primera, en la ‘medida en que las post losofia primera, para Adorno, as, y la posici6n dialéctica es, por el contra postura critica. Hs de para Adorno es la sociedad, particularmente, la sociedad antagénica, una sociedad que man- tiene su orden a través de las contradicciones. Es por eso que la del conocimiento y Ia captacién del objeto tien empezar con una consideracién de la interpelaci demos denominar el sistema de la praxis: dicho sistema viene a icar que la sistematicidad articulada en la totalidad social liquida el tipo de subjetividad que Adorno intenta rescatar, es deci lad de autodeterminacién. Pues, para epto de recaer en el momento especulati tica que se mantenga en suspenso. La crf- se complements y supera con una postura que se rel ciona con lo que podriamos denominar una filosofia de la hi ria. La filosofia de la historia, en esta linea de argumentacién, no s6lo complements la critica social, sino que, ademés, de Adorno, la funda, Fse, y no otro, es el movimiento que hay beers del are, pero pensamor que e fouosaspectos del pens gue tener en cuei social en por ejemplo, el arte, Jo no-idéntico-. Especificamente podemos decir que, segrin Hieg Estado que se dan en la sociedad civil, producto de la competencia entre Jos individuos. Asi, el Estado soberano es el Estado dis autoritario. Adorno, al criticar el tercer momento de esa di tica que culminaria en el Estado absoluto, esti proponiendo un momento crucialmente revolucionario, pues Adorno no aboga por Ia eliminacién de los antagonismos sino que més bien les, restituye su no-lugar. Este fildsofo no ac sino que piensa en una sociedad antagénic cuyo movimiento es acorde con la légica del mercado. Este es el cargceer de la utopia adorniana y en ese todo su potencial transformador en contraposicién con Hegel, quien, al absorber lo particular en el universal abstracto, elimina toda lidad de cambio, pues con ello toda relacién social se “identifica” en un tinico y ltimo fondamento. Por el contrario, para Adorno, ya no hay alli lugar para la libertad, porque el ‘momento especulativo es el s mn, para Theodor Adorno se da en os planos: primero, en el plano del pensimiento, y, segundo, 5, Sobre este punto, Deleuze también presenta una postura antihegeliana, pues hace asi ‘a que en Hegel Ia organizacisn sot fetica de lo ‘edguiida asf por derecho ¢ la eontradicion, puede relejarse en ella” (Aldhuser, Pour Mare, citado en: Delevze, 2002: 4), 125 at sopsuo> seunlle Hoo OMrOpY 2p to12e soup spe [9 sao920855 HP'S ope Hum-o8y, ony ap dub of sabe reeousaydite> (0 apuop ,jemdoou0 pepyeopr,, eun us so ou sang 4'59se]9 UIs peparsos vj v osed-ma |» a]qisod 19s aqap tu apand ox ‘pepawos 2] ap seotuoSenue sou eLOPEMMIO}SUEN epUEIS sns 9p esto © awa -ot 0] ap opsedsa oxdoxd a idsop ey opueatect ‘pep ‘eupjd ns ue peporoos e| estoid owropy oxtoo pour 2289 9p s3 (125261 ‘ouropy) opauss ap peprun eu oxoo vanelqo pepyeos op eouatiede ej aezadns aoey 9{ oppuas oxdoad ns aiqos ‘oxdaauie> fap uomayou e -oadaoueo jp wzed [Su0!>e24 oj ap oxpmaN -sto> Janseieo jap FIuon9 asiep O98 too eyseysap as oped eso ‘ed ‘eprdur oj 2s 20b uopeagas sun ap aoaxeo senuozut ‘pepRUsps B[ F uppalns x ofIsuo> exoyy exdosuo> [g "eaneOU ¥oq99[eHp Ff 9p auzol jp piso yqr oust suo aaUaZaFIP 0] FEY O99I0A “eda “100 of 2p uorsaup eso siquits) “vosege anb mu soy ap maensqe peplun o1uens ua ‘eonug of ap onttayuelaye p> sod anBianstp 9s 234 ye oreg -Jetud2ou09 so ou gab oj woo uo!rjay ns 40d 29419878509 25 ‘oxdaouo> anh seuen> ap s> ou Ise 4 S04! uoUresour 9] ‘suo; saquouodutos ap sns329U o3aou09 un [-"] -oxdaattoD Pas ‘anb jp enuurepuny 294 ns & uotnb ‘opeoyruais as 8 sepead Ip uo 90 -qaaiqos jeuorseiat of 20d operpouu ap sa1>¢229 ng [20d 01129409 [3] sojnfas of ua sey upper ESD LeUTULIINAp UDgap "ORB ¥ A eayosopyexs001 ef epon ‘owopy e1eq ‘Teuo!esZr epsu 59 OW opstunsqns [3 10d oxtouoya ja anb sousut off & ‘ousrur ye oxdaouoa fap 22e4 anb eureyaiiay eonogpeip eso of 8129501 [8 ‘OWIOPY OWO9 JSE Sp P auesvad prpeuotoipenuaa 9 anb oxsoad jr 59 ovoduwe, “oasontesuod jop sopreqmedio oxjdiut oq, ES0> Hap waOD ‘ardaouo> 4 s803 3p wore 5 prpenos ow esp ‘eusp 209 Popuomsis ‘opens any“, ‘por ap siusweurur oztoKyso Jo ua ‘9 0389 “pepruaps ap ordourd [P wo entanoud as naaydsa jap e1ayso ef ua wo;Rayor Bnd & saxqUION, 80] a1q0s soaquioy so] 2p ontop ja ua ezmeoapes as A eBagdsap 28 oSiny jeno yo “Sungacecsoqenson) weaqeunaee ¥ ap upsoeutiOp ap ‘uppeuruop ap oxdioutid Jap sosea soquue uo exes8 96 [""] “ouormp ~ssso9 owarurevoduron ns epey mundo je uaanpuo9 ab sous: 50] wos eompBeiue ou pepyeos ej wewrosto9 anb sorteuiout 50] soxdsouoo un e pepisioasp e] & peput ~eqniiuys ej sanpas aab oueoynuapr ontonuestod jap yeradoouio9 ugzes owoa owvorurestod [ap ouy|d |p ta o35a 23s anb “woraeurtuop 9p 0% ssquodieaue [a ‘tiny eno woo worsompenttod e| “our 2189 uo i vorupeatre pepersos e] 9p ojapoun jp ouro auyop P anb 0] $9 uppoipentros ooo earteyd xoIne j2 anb of ‘oralqo Pp 0 eanolqo pepreas v ap owed ja uo ~Woo-0tf O| 23905 ‘tfoap $9 ‘ouENUOD ns ~t09 Jap omanUTAOW e eo: sow 1s ‘opor azqos 8500 ef & oxdaou09 ja 209 spur o ‘otofgo ns 4 endoouion fp anue uoiDep cowstar oxdaou09 fe arate 2 owopy ‘op = ‘ousopy unfias ‘uororpenuco soureupwuousp ‘onuantestad jap ‘ouejd je eoadsox anb of wg -eaniolqo pepyear vf ap oueyd fo us rasmoygag remy Copoodicy woqais sssieoan Lpacia y Nuria Yabewski e ; desde ef cual oto. Esa es la mayor aporia: que le pensarse desde su Estas ideas aparccen también expresadas, en otros térihinos, por Mao Tse-rang: La universalidad 0 to absoluto de la contradiccién tiene un doble: do. Uno es que la contradiceidn existe en el proce de desarrollo de todas las cosas y el otro es que en el proceso de desarrollo de cada cosa existe, desde el comienzo hasta el fin, ‘movimiento de contrarios. [... Peto] Toda forma de mi ntiene en sf su propia contradiccién particular particular de una forma de movimiento de la ada por su propia contradiccién particular: sociedad, cada forma ideol6gica tiene su contradiccién par lad particular (Tse-tung, 1973b:35 y 41), » mientras que la particularidad de Ja contradiceidn es reconocer que cada wi pio movimiento y su propia ley de desa jo interno, Si no se de a diferencia entre contradic nino se refiere une forma d doa su exremo y que, pr ansagoniona, Mienteas qu el segund: dentro de la contradicei, que hi radiceiones no antagénicss que lela sociedad, au es sélo por reden actuar y hacer medio de las contradicciones internas que efecto, La concepci de acabar c mo extremo, ue al pensamiento logico, a esa concep I mundo que no hace mds que impedir el proceso de desarrollo que subyace a la permanencia de los contratios, Estas iimas observaciones nos permiten una nueva apertu- 12 hacia el pensemiento de Deleuze. Ya ha quedado en evidencia que también para este pensador es una preocup: nante el cardcter contradictorio de la real faerzas, confronta consigo misma para, dese a ‘mo intensidad de fuerza. La maquina capitaista funciona acorde ‘esas contradicciones: de las erisis as que engendra, y de operaciones inferna- les que la revigorizan: el eapitalismo lo ha aprendido y ha dejado de dadar de sf mismo, mientras que incluso los, s renuneian a {a posibilidad de su muerte naeural por desgaste. Y cuanto © estropea, més esquizofrenia, mejor marc nna (Deleuze y Guattari, 1995: 158, cursiva en original) Pero Deleuze también percibe en ello el carcter meramente rético que contienen las relaciones en el mundo. Considera que las contradieciones se dan en la cosa, en cada singularidad, ¥ que eso conlleva un problema, un obsticulo clave: la contrad; 129 seouaiug (Bub) 28 opeoipoxd ose fen [p s1gos ost owoa ‘owourepeny owoo enfes un uiquan, avons amb ous ‘ge | ap ojjanbe ap eangasa pepryeno tun so eoypard as anb oye anh ops ov ats espe! Pp gon or sspannap to ea atl a enue an “Spm avoes po pepedoy elo {nnd pens sp cop 19z0r | aptataid owi09) $9 Ou eDUD! aj anb ap wen as ou :zagmu a6 epuaiayp ef 2a ns Diener ene eeaet | pccusniint pecs Hyon ojeoyy ano oso od eae on eats eo ten oad ap epeSrvaua vy so r1s3 ¥ omop9c] 1s “eantuyap eamtuyap asopupzz[eas “eas of U2 wOIoY susvtdtsp eouemosuoo wo ‘gueue 2s 9 BRIA HL 108 vavmazy exydxo s2n3}9¢] anb soduseo soso ap oundye ont tua oab ed ‘Sovund oneno soso ap ounsuru © epronpas 42s apand ou eisuaxayip 2 ‘opow ono ap oxi anb oj uo ejopuyoeie ‘t eeu an opour 9189 ap Se -anxa,, $9 ‘non [> xs apand ou 24 138 ‘onio ef spepransneypxe ‘operquiow: souray eX onb orf 395-(0t) fe FUE pox aycrefouns e 212 “foot “ojo of ua ovine 38 jap peprstaru “uprorodoadsap “eypast, Caueno uo outs uppysodo ante ta oWH epwaaafic] ¥{ seared exe ‘omnopeqy pub sod asreunSozd orseszoau avored “uo1q EHOUY “(ere-CIT span) ,eauniloud vy { eure;gord p ‘oaneSou of 2P spun Stas-(0u) [> 798-01 fap gfe SUE “EFOUOIO}!P 21 3p SIT SIAL, 2PIOx> 0 208 ns B Oxad ‘sO5-0H 98 ea sod 95 Efou2u9y1p | anbsod ‘0369 J “Pus ofis40D Pep caiiups ups ania {eso & oxdaauoo ante ayqnonpast feo aneno e ea aadurors anb euazye ‘sye apsap ‘ eouaseytct P| 2p ftatuou [e uorDospesTUOD ¥| eAay] [9 aN Of9s “es09 FO UO sqpadoo ugiquie yapod szn2fecq #50q B89 21G0$ (grap) (esau wun 9sep ap same) exuaBozd #9 Uo> [2 couroa apuorsszi00 anb 425 fp A ezoige aooueuiad anb ewundoid fun ap eiqitos ej ‘eara|qoud Fo sod epesadosd piso ey “ouotE vouayida yo 0 epsuatsede ej eaepor se wopoypenwod Bf ord, :7209] “qq tod op1oajqease aonpuode aFonf oop [9 22azee 2puop abe s9 4 "198 Pe Ue epero ‘ajana as ‘oanedeut of Us aoip sow aznajaq] 059 40q -2yip BL ap RAqUIOS yf ‘OATES sos v au314 ou ‘uo}eSau 1 uo}peunye ow0D ‘uoPetye e[ anb | US Ip so aanjacy Plqey aub Jap 425-(00) 953 pe soot '0 “196-(0t) 2S31q11989 U3Ig jouasaytp ef $9 195-08 jp sod ‘onneiou 0} 99 ou efounsayicy ep, tena EL 2p A eatoqqoxd [ap 49s p ‘conpuroyqord of 9p 398 | ap 235 [9 $2 0 196-01 [2 O14 95-011 $ rezneurajgoud exuaitt anb OT pepiansod ns reideo 22 -rurrad & ox eusayqoxd o ate ~onsano ‘ooo jst ‘S0uRIS oo soprexdeo ayussad £ sorsiqo So] ap auted euti0y tonpera|qoxd mons PT, ‘oroadsas ye autapacy 01C] 98 sod exundasde] uo asinsaquoo & wsed wor ap tauano rep seg “worpraaasaade ‘aoa opeyjousessp ou spzmab 0x2 (Sfp wos soa anb avon P2yjeax o2n2]°CT gomonygng vumyy Copan, gre Esteban Dipacla y Nuria Yabkowski exando Deleuze resliza fa anal crbo copulativo, ese verbo fagocitante, lo que hace es poner en movimiento tanto al sujeto como al predicado, porgue ellos en si mistnos han dejado de existr. “El drbol es verde” se torna de esta manera en “El Arbol verdea”, dando cuenta de un devenir verde del arbol al mismo tiempo que un devenir rbol de lo verde. Lo que conecta ahora estos dos términos es un constante devenir. Ast, ya no importa el ser sino el acontecimiento, Acontecer es un devenir y pot eso mismo no tiene principio ni fin. No hay devenir de algo, s6lo devenir, una transformacién que arrastra todo planteo énti- co posible. Hs en este nivel del acontecimiento donde no hay nada conformado al nivel del entc, en cuanto univocidad, sino ‘inicamente fluir. S6lo devenir incontrolable. En palabras de Deleuze: El mondo no es ni finio ni infinite, como en fa representaci6n: es acabado e ilimitado. El eterno retorno do mismo, el ser univoco que se dice de la di retorno, cl eaos-errancia se opone a la coherencia de la representa ‘Gn; exeluye tanto la coherencia de un sujeto que se representa co- imo la de un objeto representado. La repetici6n se opone a la repre~ : «sel shimo elemento dels repe Entonces, zde qué manera se da, al fin, ese ae enel ‘ierenci pu mar ald, siglendo a Deleuze, ns es rob Iron coe en Ta pra realidad? 1s de pensamiento pretenden oe como Io express el " ee tno, 1975: 27). for ris que lo meramente existent En tu ardor y en tu foo: comtradiccc cemancipaciin y critica Sélo resta dar cuenta del instante ello no es otra cosa que presentar a simular, En capivulos anteriores dijimos que el simulacto es lo que no resiste la prucba de la copia ni la instancia del modelo en el mareo de la teoria platénica de las Ideas, y es é&e el campo preciso donde la diferencia se excede y puede darse, pues el sinalacra es el sistema donde lo diferente s¢ relaciona con lo diferente por medio de la diferencia misma ({bid). De modo que el simulacro hace posible el despliegue de la diferencia sobre sf, en la cosa, El simulacro es el verdadero carécter o la forma de Jo que es ~el ente- en tanto el eterno retorno es la potencia del ser, En este sentido, podemos decir que lo que hace el simulacro es captar una disparidad constituyente en la cosa que destituye el rango de modelo: Cuando Ia identidad de las cosas se disuelve, el ser se excapa, aleanza la univocidad y se pone a grat en tomo de lo diferente. Lo gue es 0 vuelve no tiene aigrona identidad previa y constituida: la cosa esti reducida ala diferencia que la deseuartiza y 4 todas las, diferencias impicadas en éta, por las evales pasa, En este sentido, ol signo en tanto inte- rioriza as condiciones desu propia repeicin (hid: 118) Justamente, porque cada cosa esté Ilevada al estado de simul ro es que las contradicciones en la sociedad son insalvables. El sistema (y podemos decir, sin duda, el sistema eapitalista) se mueve para Deleuze dentro del ambito de esas condiciones: si las contradicciones no se pueden resolver es debido a que ya vie- nen simuladas en la cosa, v ahf mismo se hacen reales: “La cosa ¢s el simulacro mismo, el simulacro es la forma superior y lo dificil para toda cosa es aleanzar su propio simulacro, su estado de signo es la coherencia del eterno retorna” (Ibid: 116) Este es uno de los puntos cruciales en los que confluye Ia eri= tica a Hegel evada adelante por Deleuze, pues para él lo que hhace el autor de fa Fenomenologi del espivitu es sustituir la verda- dera relacién de lo singular y de lo universal en la Tdea por lar Jacidn abstracia entre lo particular y el concepto en general. Asi, Hegel se estaria limitando al clemento reftejado de la “represen on”, le generalidad. Para Deleuze, en definitiva, lo tacion", ala si que hace Hegel es una adecuacién 2 un falso movimiento, pre- 133, SEL ns sond “(epia ey 9p uoroemnye ef ‘oxquoyradns fap suo =iuoape je A owsoras ousaI9 fp UoD aqqysod ojos “eave ¥] $9 ou esaepor onbune) owe [2p ope] fap earqa rqra 2 anb ap eapy ns ua efyey as axpsziony ap pe 04 “siqWUOYodns op owtouOW Ja 59 99g “saz0peA $0} sopor 9p woPerojeasues eo a1NSUIEAUTIEOD ‘OuroIeE OU Jap " eurtLraa an 0] so anb ‘oamisod HU [op onresaoou osed tm eauejd anb soutopsosay “oaepose Jp A owe jap eono9feap uu ejeasod pay anb souoisrooud sey woo aypsciatyy ap seapt se] RawosjuoD wo arsistos omarumpaooad ns sand ‘eueypoBay eon: “ep e| ap oanejnoadso causIouE fe vans ns seHdure exed aanajeq and ‘seanovas se] A seanioe sezrany se] 21q0s 9qDs7I91 9p uppeppaide ef s9 sabe ofan{ ws opuoruod tase 28 anb oy “SMG: aye ouania) jo wa eiado [,gugeab?, [ef], (68 +4002) aPEEY 9DIp ‘owior “sezsany seso eumuuiarap anb ranged uoisejar ef eA ‘ou ~supuay un 9p 0 uoiossodoud eun ap onuap souorejar sestoarp sas ua seasany soy v ‘59 0359 ‘ozuaas Une outs ‘cuostod Eun & fe ‘onpipur un ¥ vsuasajaz eum Azy ou eA anb opueorpur uease sow aaiginb, p sod wiunosd ef ap upiodnuur e & ‘oznojag_ sod opejm “sods owe fea ‘worovznivuresp ap oporgut as2‘oused ns 10g (aopediouvua ef uonuansta 2s 120K iy ye anb sosuozoptp sourueo sop sew apand (oarde.1 o epnied op ord ows 9 anb somesuad ss euio3e as rious esa ‘epoueastp soy anb cauotaye agisod un owoo azaxede w9iq LUIEIpHORY A owopy waocy anb onpralput [e ejoutatajas exe b sennuatui ‘oznejacf A sozoane soxso anus uyutod onroxt9|> ‘seaioty 9p domeutojsuen ap ‘eotEasis31 P JP seouoI se “(SET TLE] ‘FaUOYPIIOF] £ ousopy) LONPLAIPUL Jp uoDEpmby e] cuLgUOD ooiHen of ap uoIep “mby ey, sordoxd so ap seaqrped tq “eozun oreo 202440 eaneuuye vinayao ef anb peprogas ap eisondord ef 0} Fond o6 A pepygap as eadaoe 1s “e/ouTUar 1s bun v artay omfias ommour3 ‘ontsed anjana as onpratpult [2 ‘ooiSen of 12 ‘opipaad 2 outo uozez Wy anb of $9 oporgur owod sznajogq ayes & uopodinpues ‘uoporpesiues copa ma ua sopan na ty pee | 61 SouHRHOH 4 owopy) ,easeoxnbuy eur jesioape en ororspod oF ap opoaper fap sogioads> eueoud ove > /gapmb?, aub sousgpses>y “pL seajdua axomb souoius anb of yy apeued A odurop. ja ent0> e1oLue9 eun so8I09 ‘2]q!>UDAU ONO eIAsaxd as ond OT[aNbE e Pepyyqisod e smansuao e rezeraU09 ey] ;aapaid ounsap un © seauialjua ‘Opa ‘ropradas antaurenioio ages as anb (pep Pp eouassos 9p spouraa ‘aqisodut O} Tustin eso tra A ope -ups aso uo ‘59 oogen -aos ep) eRoueasUy ean ane ONpEAEp -odo ap owtauiayo tm auodns oor { spt zaq tun optemoras ‘anb ours ‘059 0]95 OU OFEq “epElm -xoj wombs 498 espod ou soe anb erunsioad vy sesttod 9p pepy 1qisod pj ouodns ooien oporpur je “entana wo 0359 opuERoT, (9 e961 ‘a2 -na]9q) wopsezneuep op oporguer 2 s9 ‘opnuss ns aedoxduuo> an ouenstis & p soiped yp opor ap ,emtsp, eaqeyed ef = souel -odsap 1s ‘sospaid seur 195 estd ‘Q “oaisen opotsut sq een eiunBaid x e opuodsa1s09 oporpur suuel ope ot bf fu ‘opeiuourtiodse owwarainues [2 49s nramnbys ru equpod ou pena e] UIs pewunyos tun op eWWOINTS [> P ‘9p z9384 exed rapod ap peztnyos ej woo ord2ouco un. 1 anstsuon opoigUt [i so2uoqurested A sonore son Sepon ap "724 e] womyD A eongued ‘erouEsUE ef s2 191902) dopysess ‘reaypou & ‘opeagtusis [a & opntes Ja zesmye sowreqop anb?,, ‘feRay sey roNsOTg woIpen e] por We oUIOD op, requnaad senuguoo sowapod Ot ed S1t>9p so iorunsaud e] U2 O14 uae tun ‘epypattrasayo 9 ‘reaneyd 9 ¥ adngune aznaqoq anb opox 2 eiussaaday, 'S9 0189 {01101 Os[ey un, rIu9s smoygay mung Cnpondicy moray Esteban Dipaola y Nuria Yabhewski potencia ereativa Jo ha Hlevado a inventar valores y definir lo bueno y lo malo,” en tanto es el esclavo quien participa del nihi lisimo negative, exigiendo al amo que no use su fuerza. Para Nietzsche, ése es el paso realmente necesatio, es decir, no supli- car por el no uso de la fuerza, sino asumit la propia fuerza y de~ sarrollar una nueva potencia creativa. Deleuze retoma esto y dice, en relacidn con la légica del amo y del esclavo de Hegel, ‘que la negacién del esclavo se basa en ia ficcién de una fuerza separada de lo que esa fuerza puede hacer, En otras palabras, la Igica del esclavo niega la fuerza del fuerte no oponiéndole otra fuerza, sino dividiéndols: Bsta divisin ficticia erea el espacio para la imputacién de mal dad: no es malo ser fuerte, pero es malo poner ese fuerza en acc La negecién evahuativa del esclavo se basa en una concepci6n falsa de la naturaleza del poder. El esclavo estima que el poder es una tapacidad, exterior 0 tascendente al campo de fuerzas, que puede rmanifestarseo no en accin, Esta separacion del poder en dos par tes permite la ereacién de una relaci6n causal “fcticia” [.. EL estlavo establece una relacin en la cval la fuerza aparece meramen- te como tna causa formal: [a fuerza representa una manifestacién posible. No obstant, el amo de Nietzsche insste en que el poder fxiste s6lo en acto y no puede estar separado de su manifestacién: “La fuerza concreta es aquella que va hasta sus Gltimas consecuett~ ia, hasta el limite del poder o del deseo” (bid: 90-91, cursiva en el origina) Y serd definitivamente desde aquf que Deleuze afirmard su verdadera filosofia politica." A partir de su interpretacién de 12, Recordemos que esto en Nietasche se relaciona lca je y la verdad ewando demuncia al lenguae des como mero “ejército de metéforss” esté haciendo alusion al hecho de que, jstamente, son parte de un momento de ereatin de valores, No son mi sSseara de nsearas nérpretes y autres preferen hablar de I floso- fia del poder de Deleuze, o simplemente, del ser en tanto porencia, Pero nos perece mids apropiada pensar en términos de filosofia poles, puesto que {reemos que Deleuze habla desde las condiciones actuaes del mundo en que vive (o vivo) y no desarrolla sobre la base de ello solamente uns concepci6n En tu ardor y en tu fri: comtradiccién, emancipacién y critica Nictesche y su critica al momento especulativo de la dialéctica hegeliana, construird su riquisima nocién de eritica, a Ia que Ja 10d ‘ozngTaq ext “Se seziony se] ap worseistug ap aadso eum auodns anb 0} *: 9p stiotuoys se] op eiony faso anb upias eun ap uo!re=s9 two euruzs9r apqistas o] ap gif spur yiso anb exajso wun ap Ey, a2zt| anb uo) jeuopuoosen Eyoso[y ef ap [> sa euenuey £0 ediourd po ‘oznajaq wieg UL 28 2puop ‘suanuso> sand e| “oanonpoid oxuousoU “68 9961 209I%C) oxuoxtIO> fa apsop syan4 Fe OPErsD ouDuD1 [9 zefadsap,, aqop ‘ofa wo & Sovumstx9 eas CORHD of 1 woRD9TEP ef ap vULIE} eur 290C4, sasap & unison us jor a1K0% “up e oxpauap je 24 jauod ey oypoy eye ~Hoy Jp eusa%9p anb ‘swomasep curd e|‘oanesatt ovusuemneues ap yeaviuo wea euoye| ap apasoud 2 ‘out sound un ap easton fei01 eonys9 e+] wonopad eopiead SEEYY 29H of OwD ‘oKparop fe FaHIHD =| aod aypSAaIN, FH Fanouep j7 onb of e osed po 2pqsod s2024 w ues anb kom ef HO REEWY 2p €] OWloD $9 IUEy| UoD aePsURINY 9p UOTDEAL ET 9p eoraxpanp ef ap sojesauaso Sonuaurows sop souodoad t va 27m 28d “SpsaaINl ap emUs9] ns opsacq esrowUT so nb ua saxo] suey eioey onbeve: +4 9p Utatpx jo wun] ‘opniias aso ua Xf oon sojea unum as Sip ered so|qipurssoudus seuss se] eozayo 2] aub esnoord 9p uo}ean e] twage Ou foanefou oxtoutoLH Jo uo eponb 26 ett wroqe “e8oq] 2p ovo] oj auoyua ered wesstans Ruy oRHD eT anb so suansos aenajacyanb oj “eanmigap Wt seaneSossaad sey ant “BOA ‘wun ezyfeas aznajacy ‘ons e ouoay esmsod ns A 9 ardwiars vonyio ey “uenuaasns saropea soso anb seauemnuop sax ‘SoURIZnOSp SOUTULIN U2 “oHpad mH -spod soy A soproajqeaso so1oqea so] enu09 jeuoroepuoatt suber ~opad van ear eonogad un wsey osed Jo xerouaH ap zedea ‘tp tn 39s agap yeaa toni eum ‘ewvoumsus auauretiveosou to onary $9 "vies rajgun wun vas anb oxfesapatt sa ‘soprayqeasa soxoyeA | sod 4 eazary ns e ayy) unSuru ‘appousar eunfuru ao0uos1 So] smnunsap aqap sond ‘eiusjoys auswear 48s 2qap tony ©, (cB +002) apsepy e[euas oW09 ‘onb semvaren ‘opor auqos 4 “upiquie ous ‘uproesaxdroaus spur {IRUOP UaPIO fep sopio{gexs> so40[ea so] enIuO) vioere ~so0au as anb ojps $9 oN “soxroredoweura sewia]qoxd so] v autos RUE FON}D ef anHUYop Ug “eooaoxd! ons TE onb exop 224 0] opos xesuad aqap as apuop apsop “Paugeasssep uproeBepur be 2jqeiowns vos & oxziqe aso opto us oxopepapa [op é i odssod wun 10 EQ, owr “49s wpand sur ‘upevaadaon seus 59 eye aaey an spread vy onb esed pomoygey K opoodicy uoqaosy rane Kuper ‘upporposiwe of me us Copan ma egy Esteban Dipaola y Nuria Vabkowoski del poder del Estado burgués y su destruccién hastz la extincién, luego, del Estado proletario.!® Asf, Lenin y Deleuze -en wna suerte de anacronismo- parecen bos conciben esa primera etapa de destruccién absoluta de lo establecido como un paso previo insoslayable para cia se convierte en el principio més relevante para hacer posible el pasaje hacia lo nuevo, pero, también para hacer viable la continuidad a través del momento creativ jencia permite, a su ver, concebir el estado de permanencia que debe contener la critica. No obs- tante, es imprescindible hacer una aclaracién, pues si bien en este punto Deleuze parece estar parafraseando a Lenin, hay que recordar que el ildsofo francés, al igual que Adorno, descrefa de Ja fuerza del proletariado como sujeto revolucionario. Podemos decir que en el caso de Deleuze esto resulta més complejo, puesto {que cuando plantea el problema de la diferenciaci6n entre orden ¥ organizaci6n, coloca al momento de la organizacin en el hugar el agente revolucionario. Sin embargo, la concepcién del prole- tariado no deja de ser apenas un concepto, un universal que, en. tanto tal, elimina las diferencias. En el caso de Adorno, la cucs- tién es todavia més importante, ya que, para él, el proletariado est inmesso en la estructura del capital y, por ende, su movi- miento se desliza sobre el eje de tales coordenadas. considera relevante el “interés de clase” que también atr conjanto de la clase proletaria restindole esas potencialidades revolucionarias 2 aquel sujeto en el que Marx depositaba Ia mayo- ria de sus preceptos. Horkheimer, al respecto, dice lo siguiente: en esta sociedad tampoco fa situaci6n del proletariado constinaye 1a garantia de conocimiento verdadero. Por més que el proletaria- 16, “El reemplazo del Estado barges por el Et sin una revolucion elent. La eliminacin de Estado en ge 1970: 33, roletario es imposible ado proletario, es deci, de proceso de ‘estincién’™ (Lenin, 140 1 ardor y en te fie: contradiccién, emancipacién y critica ‘oposicién entre intereses personales e intereses de clase, que s entos excepcionales se logra romper, impiden que esa concien- cia se imponga de un modo inmediato (Horkheimer, 1973: 240). eDénde se encuentra, entonces, el momento de emancipa- cién en estos dos autores? Justamente, en el momento de la prictica realmente ofectiva, Esa prictica que ya no esté desligada de toda teoria o de toda posibilidad de nueva interpretacién, pues tna praxis aislada de la interpretacién es una praxis no crea- dora, una praxis fit, Una prictice poco préctica, podrfamos decir parafraseando algunas ideas de Deleuze. La prictica, asf, debe estar en ese espacio que aqui desde un principio nos dispu- simos a pensar el no-lugar. Solo desde ali la praxis podra marcar cl camino hacidla verdadera transformacién del mundo, al cons tituir la praxis dinamizadora que ansiaba Adorno. En este punto, las ideas del fil6sofo de Frankfurt tienen amplia relacién con su desarrollo acerca de la nocién de litertad. Aqui reside para Adorno, al igual que vimos con Deleuze, el gran momento ten- dente a la posibilidad de transformacién, en Ia medida en que la praxis puesta en marcha hacia Ia emancipacién no es otra cosa jomento mismo de volver a pensar la libertad en todo lo significa, vale decir, recuperar un sujeto capaz de" y hacer posible esa libertad. Y esto no difiere del sujeto creativo que propone Deleuze, pues Adorno también construye este mo- mento de la praxis y la iberacién rompiendo con la forma kan- tiana de expresar o concebir la critica La verdadera prasis es la suma de las acciones que satisfarfan fa idea de libertad. Ciertaments tl pravis requiere la plena conciencia te6rica. [..] Pero la praxis necesita también de algo més: un otro aque no se acaba en la concienci [..y] ala vex que dis tivamente de Ia raz6n, [...] Toda la ética kantians admitir mis que la r226n como motor de la prictica. Kant, la eonciencia por: ala accién; pero en & is que esa pora conciéncia: Io que brota por sorpresa, la esponta- neidad (Adorno, 1975: 229). Es en este sentido como debe entenderse Ja tensi6n, que Adomo se liminar, entre teoria y praxis, pues frente a los resultados filos6ficos, es la praxis dinamizadora la que debe inter- 141 ‘pas fouBuRWOURp ssuMIYLOH] A OWoPY anb of ap oj0} sorsodse sns uo souat “too souapod nb soup aawautrorrame i ~fuuiaiap anb seorurgunp sezasny sey asada 40d ‘opox aaqos 10s sauo} “naajoput apuodsazz09 sab sey © a1uauH9}q nUO LOFSUStIND eM eBuauOD ‘oonirsty sezaIN098 [9 unos nreu ap afo ns anbiod oj9s ow ‘eoud: saooad je sIgz>u09 soutepod oN, “ezxouy ns oper aunye sD “ e8oU v] 2p Japod yo zea "ppp a1uoureidoxd spas 0 ‘et>0s OL sau ua vis9 opod ng use fe sourexpnipe anb epurottomne ¥] por suanuo> ou fg *esalfu0 ouTp Jo anb sosmesseU sontotn ou & soraioeze> somuu9Hp so] ‘sasousIUE SO] UD sep seyto01 sty op anued b ‘soit. j ‘oanexsew afeusup owsius ns ug tidord ‘wejnonsed aquoueuinuad woresee 1p ean. 38 Ws suanuoo aur oumndss oper | “ofeqen onsen ap offox! ~es9p [P opueucagry wozany { sopruazabur sensont op o!RU! [> us osoqanaso senteFosrazuy sons “esoureus ume a¢y Zour fp 1esttad "ogtuats pnb? ‘opou ono ap oxpip ‘Q cours fo eayeu OULIPOUL auiy P ua UNIDAD suasvul DUN ossn *g wr ‘aenu sauoU/824 Of ap UOrDEAID ef ‘UapsO 289 9p ssuen [> B5I€90]09 agp | easUOD UpsqUIED ouad ‘ouuepuny omsawoye oUo> mye ¥] & ueGORIsog “uoloeME -s0}sueH | ap OwsIU ea, fo ‘oaneas9 oxuouzoce o Opuenesos tupse sozoane soquie anbrod ‘sured eno sod ‘sputope & “Upe -Hle24 op ajqnoey vajana os sixeid vy ap oust oypay Jo anb exed ‘wopseradionur spur ‘ep1003 seu ap pepisooau pj u2 ‘ured eun sod ‘oauaoe Jo uea0j0o soqure anb v opigap ‘uadnguos awusuese> ‘owopy ap & sanajaqy ap soauoruresuad sot sox2adse soise wi, 8 eas9 anb tayR20 od ‘sre 9p ozepad un optais ands Fexonpitoo oor ‘onb -oad ns xeznposqe epand a ou | omtanuresued ry “reqpaaoade -rdsor un orraqusesuod ye ut 4 ey onb saad ey oub uo upfoenus eun ap opesodsosap nd © eqap 25 oworurezeyde ja anb spur sod ‘au “s0jop off auduays so sread e] axqos ouoegp omroqurestted up, OIE owuanuresuad un admaasuoo ousopy exed ofa jsenu09 oj axamnb as opuens jeur fo 2984 ap ezeUDUIE ty ‘op s9 ‘euusyar woysazdo ef wos cwuseureze[de 2s9 9p uoroeoynisal 8 open unc ys 59 ons A ‘,sesadsa apand ou opueno vpeze(de 9 sread vf, anb eouue]d owropy -souesua uss atzoai etn ‘exo ~ertureuyp stxead wim 2sitige apand eopoeid { exsoms ana ups burxpur &[ uo ojps anb ‘spt urs ‘osreuniye agap ‘opezsear ty as ou opunut jap uoroewojsuen e] anb 294 eps ‘sixead vf @ euvss09 > tog “eanoaya vunz0y ap seasm too apand anb rarun ¥f sixead ej 59 34 ef & ‘ozad ‘opioaiqeaso of noutos ns sipadwt op opumen rpuodsax sab pspusy onb «oad vj ax sy pias ou ‘eas anb [93p 40d ‘worsesaqi, zn] Bf ¥ £908 fe;O0s erouatsIsas ef anb o] a1Ue “ouropy tieg “somaraponoad A setouafine setdoad sts wos 13K Rsmoygng orang & ondicy unger

You might also like