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Para Langlois y otros historiadores de esta escuela, los resultados de 1a estigacidn —concretados en la sintesis histérica~ pueden set considera- s “objetivos” en la medida en que Jos documentos son analizados con el yor rigor en los procedimientos. El andlisis de‘ Jos fenémenos histéricos Th luz de las leyes objetivas, posible por el caracter mediador de Tas fuen~ «no se realiza y, por tanto, se desvirttia Ia realidad histdrica aun cuando informacidn documental aportada resulte valiosa. En resumen, la debilidad de esta concepcion positivista de la fuente Iconsiste precisamente en que no entiende el papel que desempena la fuente o mediadora del hecho histérico objetivo hecho, acontecimiento- y la Convierte en centto de Ia investigacin. Pero esta falsa concepcidn del tu- “gir de la fuente en el proceso del conocimiento histérieo es la consecuen- cia ldgica de la falta de 1a teoria cientifica de la historia como base meto; dolégica de la inyestigacion. SENTIDO AMPLIO DEL CONCEPTO DE FUENTE. SU RELACION CON EL GRADO DE DESARROLLO DE LA CIENCIA HISTORICA Y DE LA CIENCIA EN GENER AL Hasta ahora nos hemos referido a !as fuentes propiamente histéricas -que podriamas denominar fuentes bistéritas fundanentales 0 see, aquellas que son el producto de la actividad humana pasada. Este concepto no se limita a las fuentes o documentos escritos, sino que abarca a todos los resultados de esta actividad. Wilhelm Bauer, historiador alem4n no marxista, define claramente el alcance del término, cuando establece que: Se consideran feentes histéricas propiamente dichas todo lo que ha He- gado basta nosotros como efecto cognoscible de los hechos, la mamis ee una camara sepulcral egipcia, los utensilios y atuendos, armas, en cuanto expresién de determinadas capacidades técnicas; las costumbres J fiestas, las instrucciones legales en cuanto efecto de ciertas concep- tiones juridicas y morales, y todas las manifestaciones de Ia vida espi- “ritgal que nos han sido trasmitidas por medio del lengua la escritura y la cepresentacién plistica. Tanto las que se refieren a_necesidades précticas, a los asuntos oficiales y juridicos como las relativas a la Rex ligién 9 a la misma vida intelectual. Todo se tierie en consideracién desde las notas ecandmicas, los calen- darios, cédigos, documentos, inscripciones, actas, hasta los sermones pucstos por escritos, 1as exposiciones histéricas, drboles geneal6gicos, premorias, diarios, libelos, y hojas sueltas, periddicos, poesias, novelas, etcétera! = 1 Bauen, W, Introduccién al estudio de la historia, pp. 220-221. 89 Como vemos, esta definicién incluye una gran variedad de fuentes, las cuales, en general no se crean propiamente con ese cardcter, sino que se convierten en fuentes histéricas cuando el historiador las utiliza como por= tadoras de informacion. , Podrlamos afiadir a las fuentes citadas otros resultados también de la actividad humana, que surgen con el decursar hist6rico, como producto del adelanto de la ciencia y de la técnica o aquellas que se descubren, o se ex- plotan debido al avance tecnolégico. Entre las primeras, podrfan estar los video tapes de acontecimientos actuales; entre los ultimos, piedras grabadas; cuyos signos pueden ser,descifrados con la ayuda de las técnicas de a com- putacién. Como podemos apreciar, el propio campo de las fuentes historicas fun- damentales sé amplia diariamente con el desarrdllo acelerado de las cien- cias, que aportan nuevas técnicas ¢ introducen nuevos posibles medios de informacién para el historiadoF. EI desarrollo cientifico-técnico ha permitido, ademés, la utilizacién de fuentes que son producto de la actividad humana y que, sin embargo, pue- den ofrecer informaci6n ‘necesaria. Por ello, es valido sostener el criterio de que no debe limitatse el cireu- do de fuentes histéricas a aquellas que reflejan directamente ¢l proceso his- térico y que este debe incluir todo aquello que contribuye a desentraftar el curso de dicho proceso. Refiriéndose a este concepto mds amplio, el his toriador soviético Sigurd Schmidt sefala: Tal concepcién, més amplia, de la fuente hist6rica, ademds de abarcar los resultados de la actividad humana (los “monumentos del pasado”, © sea, los de 1a cultura material y espiritual, abarca también lo que con- tribuye a definir y explicar la actividad humana, el medio geografico natural en el més amplio sentido de la expresién (incluidos los yaci- mientos de minerales, las calamidades de la naturaleza, ya sean terremo- tos, etc, o fenémenos que acontecen en el Sol) las propiedades fisico- psfquicas del individuo. Podemos sefialar, pues, queen su sentido mds amplio, las fuentes his- t6ricas abarcan todo lo que atafie al hombre y su relacion con la naturaleza. Pero debemos diferenciar entre las fuentes propiamente Aistéricas 0 historicas fandamentales, resultado de la actividad humana y las qué no tienen ese ca- rdcter, pero auxilian en almin momento a la investigacién histirica. Mien- tras que las fuentes histéricas fundamentales se procesan por los procedi- mientos propios de las ciencias sociales, y, por tanto, pueden ser trabajadas por el investigador histérico, las fuentes que ocasionalmente devienen en fuentes histdricas, requieren de la utilizacion de técnicas especificas de las ciencias de la naturaleza. La naturaleza pues, debe servir de fuente al histotiador, ya que et pro- pio cardcter ‘de la actividad humana es inseparable’del medio natural. Las " Scunupr, S, “Problemas actuales del estudio de las fuentes histérieas”, en Lestunet eseggidat de metodologia, p. 145. 90 telaciones geogrdficas y climaticas son fuente de datos importantes para el estudio de las sociedades mas antiguas, por ejemplo. No podemos olvidar que la historia del hombre y la historia de la naturaleza se condicionan mu- tuamente. Este vinculo se estrecha cada dia mas con el desarrollo acelerado de las ciencias, que posibilita la explotacién de las fuentes naturales. EI desarrollo social no solamente ha ampliado el campo de las fuentes _ autilizar por el historiador, sino que ha dado un nuevo contenido al con- cepto de fuente histérica, pero debemos precisar que el historiador trabaja directamente con las fuentes histéricas fundamentales; para la explotacién de otras fuentes recurre el auxilio de otros especialistas, que le informan sobre los resultados obtenidos mediante la utilizacién de sus técnicas es- pecfficas. LAS FUENTES COMO PROV EEDOR AS DE DATOS Ya hemos explicado cémo las fuentes nos proveen de la informacién que nos permite conocer el pasado. El fhvestigador recopila las fuentes que contienen hechos relevantes, pero al seleccionar las fuentes solo dispone de un alimero muy inferior de documentos que se han conservado como res- tos de la época que se estudia. Cada época “selecciona” a su vez los docu- menfos que conserva; aun en los archivos oficiales se guardan los legajos. por tiempo limitado, pasado el cual se destruyen los que se consideran no vigentes o intrascendentes. Esta depuracién que se realiza por razones practicas esté premeditada, desde luego por los intereses de la clase en el poder y, por los criterias subjetivos de los depuradores. Cada generacion conserva, pues, solo las fuentes que considera més v: ltosas. Miles de documentos que expresan las luchas de las masas por su li- beracién no se han conservado porque estos no se han considerado dignos de ser‘guardados para la historia. El critetio selectivo del Estado burgues ha traido en general una gran deficiencia en la base documental sobre las luchas populares. Existen algu- nas en el fondo de fuentes debido a qué fueron registradas en la esfera de la documentacién administrativa y politica. Pero, ademds, la propia prensa burguesa solo registra las noticias que considera importantes para los gru- pos dominantes; y la prensa opositora o clandestina, generalmente se ile- galiza y destruye. Asf, por ejemplo, no se han conservado ejemplares.de La- cha de clases, 6rgano de tos comunistas cubanos en 1924. A esta seleccién intencionada pudiéramos afadir la destructora accién del tiempo. En paises como Cuba, de clima htimedo y cilido, este es el principal enemigo de los papeles. Ademas, el abandono por parte de las au- toridades coloniales motivé que m-estros documentos oficiales s¢ guarda- ran en locales inadecuados donde fueron afectados por los ratones, la po- lilla y hasta el agua infiltrada por techos y paredes 1

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