EDUCACION Y
DIVERSIDAD
CULTURAL
SERGIO De ZupiriA SAMPER
Licenciado en Filosofia de la Universidad de Los Andes, Magister en Historia de
la Universidad Nacional de Colombia. En 1a actualidad es profesor del
Departamento de Filosofia de la Universidad de Los AndesSuma Cucrunat. No, 6, sermamant 2002, 23-45
“Quiza el tema central de las politicas culturales sea hoy
cémo construir sociedades con proyectos democraticos
compartidos por todos sin que igualen a todos, donde la
disgregaci6n se eleve a diversidad y las desigualdades
(entre clases, etnias o grupos) se reduzcan a diferencias”
Néstor Garcia Canclini
INTRODUCCION
El presente documento intenta ser un texto de apoyo que
aporte en la discusién conceptual sobre las relaciones entre
cultura-educacién, contribuya a la orientacién en la for-
mulacién de politicas educativas, y promueva el recono-
cimiento de los grandes desaffos que contiene la diversidad
cultural para construir una educacién respetuosa de la
diferencia. No constituye una fundamentacién completa,
sino un material en construcci6n; su intenci6n es indicar
unas sefiales o puntos de atenci6n en este dificil recorrido
por los retos actuales de la educaci6n.
Para ello este trabajo aborda en forma sintética tres
grandes temas: primero, el reconocimiento institucional
en el campo educativo de la importancia de la diversidad,
a partir de la década de los noventa del siglo XX; en segundo
lugar, algunas nociones filosdficas basicas para abordar el
problema de la diversidad cultural; y tercero, una propuesta
de tipologia de los distintos enfoques en América Latina
para asumir la educacién multicultural.EDUCACION Y DIVERSIDAD CULTURAL
I. Horizontes Y TENSIONES DE DE LA DIvERSIDAD EN
EL Discurso EpucaTivo
A partir de los primeros afios de la década de los noventa
del siglo XX, el grupo de intelectuales e investigadores que
conformaron el Club de Roma iniciaron los primeros diag-
nésticos sobre la problematica global mundial que caracte-
rizaria los dias venideros, intentando andlisis de relativa
larga duracion. Ademés de ciertos “viejos” problemas que
tenderian a agudizarse, tales como las disparidades econ6-
micas cada vez mayores entre el norte y el sur, el crecimien-
to del numero de seres humanos viviendo bajo la linea de
pobreza critica, las migraciones masivas hacia pafses con
mayor bienestar material y la degradacién general del medio
ambiente, las préximas décadas traerian problemas atin no
conocidos en relaci6n a la virulencia del racismo, la xeno-
fobia, el hipernacionalismo, los fundamentalismos religio-
sos, la intolerancia, la violencia y las violaciones genera-
lizadas de los derechos humanos. En este sentido el mundo
que empieza a aparecer ante nuestros ojos se distancia mu-
cho de reproducir la apariencia de unidad y homogeneidad
caracteristicas de la guerra fria. Y la pretendida cohesién
politica y social empezarfa a ceder ante conflictos que con-
siderabamos ya terminados: las luchas interétnicas y reli-
giosas, la discriminacion ciudadana y sexual, la intolerancia
con la diversidad y profundas fracturas en el tejido profundo
de las sociedades.
Frente a este panorama sombrio esas fracturas ven-
drian a tomar el lugar metaf6rico de la explosién atémica
que no se produjo, y los desafios tendrian que provenir de
dos escenarios centrales: el andlisis de las cinco revolu-
ciones que estan en curso, y de una profunda reflexién sobre
25SERGIO DE ZUBIRIA SAMPER
las relaciones entre educacién, cultura y desarrollo. Es por
ello que la UNESCO en los afios noventa decide convocar
una “comisi6n internacional sobre cultura y desarrollo”
que enfrentard el desaffo de estos dos escenarios.
La caracterizacion y consecuencias de las revoluciones
cientifica, tecnolégica, econémica, politica y del Estado
naciOn, son objeto de estudio necesario para construir una
brijula que oriente las acciones en un ambiente de tantas
incertidumbres. La revolucién cientifica ha acelerado la
explosién de los conocimientos y la obsolescencia de éstos,
convirtiendo nuestras anteriores certidumbres, en un
mundo infinito de incertidumbres e interrogantes. Esta
revolucién ha hecho del conocimiento un factor funda-
mental del desarrollo. La revolucién de las nuevas tecno-
logias ha incidido radicalmente en la transformaci6n de la
informacién y las comunicaciones; los modos de gestionar,
planificar, pensar, organizar, etc... son afectados integral-
mente por esta revolucién y su enorme potencial de innova-
cién era insospechado en la historia de occidente. La
globalizacion de la economia y los procesos contradictorios
del predominio de una economia del libre mercado afec-
tardn los procesos de desarrollo estructural de las sociedades
humanas. Las transformaciones politicas en el campo de
la ciudadania y lo publico y la nueva situacién que empieza
a experimentar el Estado naci6n, posiblemente llevaran a
una tendencia al fortalecimiento de las entidades locales y
regionales y de las subjetividades colectivas organizadas.
El informe de la Comisién Mundial de Cultura y
Desarrollo, publicado en 1997, plantea la necesidad de
repensar las relaciones entre cultura, educacién y desarrollo
en puntos centrales tales como: la necesidad de un enfoque
endogeno del desarrollo que tenga siempre en cuenta el
contexto sociocultural, en el cual el desarrollo debe
26EDUCACION Y DIVERSIDAD CULTURAL
realizarse, as{ como las condiciones especificas vinculadas
a una determinada cultura; este enfoque asigna a la pobla-
cién beneficiaria una funcién activa en su propio desarrollo
que integre siempre sus propias estructuras socioculturales
y, Por tanto, solo es posible con la activa participacién de
las comunidades interesadas. Muchos de los obstculos y
dificultades del desarrollo se deben al irrespeto del caracter
endégeno y las condiciones socioculturales de las comu-
nidades. Otro punto central seria la idea de una ecuacion
del desarrollo que puede integrar factores mas alla de los
econémicos, por ejemplo la eleccién del tipo de desarrollo,
la eleccién de las tecnologias que hay que importar, adaptar
0 crear, la eleccin de las formas de organizacién y signifi-
cado de los valores culturales y la eleccién del contenido
del sistema educativo. Si la cultura es entonces la lave
que abre las puertas del potencial creador de una comunidad
o de una sociedad, la educacién es la dimension que puede
configurar y guiar el desarrollo de ese potencial. En térmi-
nos de la Comisién tiene que existir una interaccién
constante entre cultura y educaci6n, porque si la primera
es la que ilumina, la segunda da la necesaria perspectiva.
Es en el informe a la UNESCO de la Comisién Interna-
cional sobre la Educacién para el Siglo XXI, coordinada por
Jacques Delors (1996), donde se plasman todas estas preo-
cupaciones, horizontes y tensiones en el campo de la educa-
cidn. En tres 6rdenes se constatan profundos desencantos:
ante el desarrollo econémico y social; la posible reduccién
de la guerra; y la posibilidad de aprender a vivir juntos.
Experimentamos grandes desilusiones en el posible progre-
so econémico y social que se manifiestan en el aumento
del desempleo y de los fenémenos de exclusién, como
también en el mantenimiento de las desigualdades de
desarrollo en el mundo actual (el denominado “crecimientoSERGIO DE ZUBIRIA SAMPER
econémico a ultranzas” no se puede considerar ya como el
camino adecuado hacia la conciliacién del progreso
material, la equidad y el respeto a la naturaleza). Quienes
vieron en el final de la guerra fria la perspectiva de un
mundo més pacifico, viven el desencanto del incremento
de la violencia y las guerras hasta tal punto que después de
la caida del muro de Berlin se han presentado muchisimas
guerras entre naciones, entre grupos étnicos, en relacién
con injusticias acumuladas en los planos econémico y
social, contra la droga y el terrorismo y muchos enemigos
imaginarios. Las dificultades que enfrenta el aprender a
vivir juntos en una posible aldea planetaria”, si no po-
demos ni siquiera vivir en esas comunidades a las que
pertenecemos casi por naturaleza: la naci6n, la region, la
ciudad, el barrio, el pueblo, la vecindad, la escuela, etc...
Se convierte en integrante central de nuestra demo-
cracia si queremos y si podemos participar en una vida en
comunidad, por esto la Comision se interroga c6mo podrian
las politicas de la educacién no sentirse aludidas por estos
tres grandes desafios.
Las principales tensiones que, sin ser nuevas, estan
enel centro de la problematica en el siglo XXI, como expre-
si6n también de esos desencantos, son por lo menos seis.
En primer lugar, la tension entre lo mundial y lo local
como manifestacién de la construccién de un ciudadano
que, respetuoso de lo mundial, no pierda sus raices y parti-
cipe activamente en la vida de su nacién y de sus comuni-
dades de base. De un tipo de ciudadano que, sin renunciar
asu vocacién de escoger su destino y realizar sus potencia-
lidades, no abandone su preocupaci6n por los proyectos
colectivos de una vida en comin.
En segunda instancia, la tensi6n entre tradicién y
modernidad como el interrogante del tipo de modernidad
28EDUCACION DIVERSIDAD CULTURAL
que deseamos y si ésta necesariamente va a destruir nues-
tras propias tradiciones; o la posibilidad de un tipo de mo-
dernidad que también respete y potencie las tradiciones
culturales.
En tercer lugar, ante las nuevas experiencias del tiempo
como imperio de lo efimero y la instantaneidad, las ten-
siones entre el largo plazo y el corto plazo en todos los
Ambitos de la vida humana. Entre unas polfiticas educativas
que logren sensibilizarse tanto a los proyectos de largo plazo
como a las transformaciones de corto plazo.
En cuarto lugar, la cuestién clasica de la justicia
educativa entre la equidad como igualdad de oportunidades
y lo relativo a la competencia, en un mundo donde cada
vez se habla y discute mas sobre lo relativo a los limites y
posibilidades de la competencia.
En quinta instancia, la tensidn entre el extraordinario
y rapido desarrollo de los conocimientos y las capacidades
de asimilacién del ser humano; entre el caracter perenne y
el caracter efimero que traen como consecuencia las
actuales revoluciones cientificas y tecnoldgicas.
Y por ultimo, la tension entre la mercantilizacion de
la vida y los valores humanos, y la importancia de los
principios y los valores que luchan contra la mercantiliza-
cin. La revalorizacion de los aspectos éticos y culturales
de la educaci6n o el primado exclusivo de la ganancia y el
ascenso social.
En este panorama la respuesta educativa tendria que
estar basada en cuatro pilares o fundamentos: aprender a
conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos en medio
de la diversidad, y aprender a ser. Una educaci6n que no se
estructure a partir de estos cuatro ejes no podré resolver
las tensiones y desafios de la educacién para el siglo XXI.
Desde esta perspectiva los informes anteriores de la
29SERGIO DE ZUBIRIA SAMPER
UNESCO habian acentuado uno de estos pilares, pero en
este momento se intenta una visi6n o perspectiva integral.
Aprender a conocer, no en el sentido de la adquisicién
de conocimientos clasificados y codificados previamente,
sino aprender a comprender el mundo que nos rodea, en
forma suficiente para vivir con dignidad, desarrollar nues-
tras potencialidades y comunicarnos con los demas. Cuyo
fin no es una funci6n operativa sino el placer que contiene
el comprender, el conocer y el descubrir. Renunciando a
la idea de un conocer enciclopédico como también de
caracter omnisciente. Un aprender a conocer que nos
aboque a una cultura integral, a la apertura a otros lenguajes
y conocimientos y a la posibilidad de la comunicacién.
Aprender a hacer, no en el simple significado de pre-
parar a alguien para una tarea material predefinida o la
fabricacién de algo, tampoco la mera transmisién de
practicas rutinarias, sino a apropiar caminos y procesos
que posibiliten innovaciones en la accién del hacer. Que
las tareas puramente fisicas sean suplantadas por activi-
dades mucho mis intelectuales y conceptuales.
Aprender a vivir juntos dentro del didlogo y respeto a
la diversidad es, sin duda, una de las mas dificiles empresas
de la educacién contempordnea. No basta simplemente
ensenar la no violencia o el repudio a cualquier forma de
discriminaci6n, sino buscar orientaciones adecuadas para
el descubrimiento gradual del otro en su diferencia y el
incremento en la participacién en proyectos comunes en
medio de la diversidad. La educacién tendria que buscar
métodos adecuados para solucionar una doble misién:
ensefiar a reconocer las diversidades de todo tipo y contri-
buir a fomentar la interdependencia entre seres humanos
diversos. Un descubrimiento del otro distinto a mf, que
también pasa forzosamente por el reconocimiento de uno
30EDUCACION ¥ DIVERSIDAD CULTURAL
mismo. Tal vez los proyectos comunes que respetan la
diversidad y superan los habitos individualistas son
escenarios apropiados para enfrentar esa dificil misién de
aprender a vivir juntos en medio de la diferencia.
Aprender a ser, fue el titulo del informe sobre educa-
cién de la UNESCO de 1972, el cual manifestaba en su
preambulo el temor a una deshumanizacién del mundo
vinculada a las consecuencias de una evolucién exclusiva-
mente tecnoldgica. En el contexto actual la comisién diri-
gida por Jacques Delors reafirma ese principio fundamental
comprendiéndolo como una educacién que contribuye al
desarrollo global de cada persona, una educacién que
fomente la inteligencia, la sensibilidad, el sentido estético,
los valores éticos, el pensamiento auténomo y critico y
todas las potencialidades de cada ser humano en particular,
Se trata de lograr una educacién que tenga por objeto el
despliegue completo del hombre en toda su riqueza y en la
complejidad de sus expresiones y compromisos como
individuo, miembro de una colectividad, ciudadano,
inventor de técnicas y creador de suefos, pero en ningtin
caso se trata solamente de una educacién que fomente el
individualismo 0 rechace algunos aspectos de la técnica.
La agenda del siglo XXI para la educacién en América
Latina y el Caribe (1998), promovida por la Organizacién
de Naciones Unidas, sostiene que las politicas educativas
en la region enfrentan un conjunto de tensiones y deci-
siones centrales para orientar la educacién hacia el siglo
XXI. Las que se destacan son las siguientes: a) privilegiar
los asuntos sociales de la educacién 0 los problemas
académicos; b) delegar en otros agentes la evaluacién y
control de la educacién o mantener transformada la
regulacién estatal; c) una descentralizacién para mejorar
el servicio educativo o una descentralizacién para que los
31SERGIO DE ZUBIRIA SAMPER
gobiernos nacionales se “desembaracen’del servicio educa-
tivo; d) privilegiar los aspectos normativos legales de las
reformas educativas 0 convencer y persuadir a la ciudada-
nia; e optar por el papel y funcién del maestro 0 apostarle
a otros apoyos y ayudas educativas. Pero es en el prologo
de esa agenda del siglo XXI, elaborado por Carlos Fuentes,
donde se insiste con mas vehemencia sobre la importancia
de la diversidad cultural y sus tensiones con el orden econd-
mico y politico. Para este escritor los dramas de América
Latina en visperas del siglo XXI son profundos y desafiantes:
una continuidad cultural que no ha encontrado atin una
continuidad econdmica y politica comparable; no hemos
logrado la identificacién entre la nacion y las culturas; le
hemos dado preferencia a la ideologia, celebramos a la
cultura en sus aniversarios y en la plaza publica, pero no le
damos entrada en nuestros salones; algo est4 podrido en
los reinos latinos de América cuando la mitad de la pobla-
cién sobrevive apenas con ingresos de menos de noventa
dolares al mes; nuestras diferencias nos siguen separando
forzadamente y no hemos podido hacer de esas diferencias
virtudes; la sabiduria clasica nos dice que de la diversidad
nace la verdadera unidad y la actual experiencia contem-
pordnea nos recuerda que el respeto a las diferencias crea
las fortalezas, y su negacion la debilidad. Por eso para este
ensayista solo serd posible una educacion latinoamericana
que atienda a las particularidades nacionales y regionales
del continente, que nos vuelva a devolver la confianza en
que es desde nuestra diversidad respetada que naceré una
unidad respetable; unidos porque nos enriquecen nuestras
diferencias.EDUCACION Y DIVERSIDAD CULTURAL
TI. Atcunas Nociones INELUDIBLES
El caracter polisémico y la heterogeneidad de las acepciones
de cultura en occidente no nos exime de intentar aproxi-
maciones histéricas, contextuales 0 teéricas a los conceptos
de cultura. Tal vez la riqueza de ésta se encuentra en su
alto grado de indeterminabilidad y la imposibilidad de un
consenso definitivo sobre sus contenidos y fines ultimos.
La resistencia a una definicién univoca de cultura, tal vez
recuerda, que la existencia real e histérica de la cultura ha
sido siempre plural: culturas. Algunos investigadores
senalan mas de cien definiciones de cultura. Pero esa
nominaci6n plural de “culturas” nos obliga atin mds a
demarcar y poder diferenciar unas culturas de otras; asi
como sus distintas definiciones. Comprendiendo la dife-
rencia y cercanias con otras culturas conocemos las carac-
teristicas, los limites y las posibilidades de la nuestra.
El término cultura ha tenido siempre una connotacién
pluralista, recuerda Agnes Heller, en comparacién con otros
universales inventados en Occidente: “Se discutia sobre
ciencia o libertad, por ejemplo, pero no sobre “ciencia
occidental” o “libertad occidental” porque siempre se ha
asumido que habia muchas otras culturas junto a la occi-
dental, inferiores o superiores a ella o incluso sencillamente
distintas. Independientemente del hecho de que se
considerase a esas culturas como superiores 0 inferiores,
las relaciones entre culturas estaban siempre temporizadas
e historizadas.” La nocién de cultura necesita predicados
como “occidental”, “oriental”, “indigena”, “asiatica”,
“nacional”, “iberoamericana”, etc..
A diferencia de la Paideia Griega y el Cultus Anima
de los latinos donde el sentido de la cultura es armonizarse
o cultivar una naturaleza dada de ante mano, la nocion
33SERGIO DE ZUBIRIA SAMPER
predominante de cultura en la modernidad considera que
ésta nos independiza de la naturaleza animal para confi-
gurar lo verdaderamente humano. Se trata de que gracias a
la cultura se supere el “animalitas”para llegar al “huma-
nitas”. La cultura moderna es el cultivo de la “espiritua-
lidad” humana; la cultura en la modernidad es el camino
hacia la humanizacién.
Dentro de esta perspectiva moderna de cultivar el
“humanitas”, a partir del siglo XVIII se abren dos grandes
tradiciones del pensamiento occidental en torno ala cultura
que marcan sus huellas hasta hoy: una tradicién que po-
driamos llamar ilustrada (Voltaire, Kant }, y, otra tradici6n
posiblemente romantica (Rousseau, Herder).
La tradici6n ilustrada insiste en la nocién de univer-
salidad y con ella la de raz6n y naturaleza iguales para todos
los hombres, pero al mismo tiempo considera que algunos
pueblos habian desarrollado mas esa raz6n asi como los
elementos propios de su naturaleza espiritual. Como
resultado de esta valoraci6n caracteriza a Europa como la
verdadera civilizacién, mientras que los demas pueblos
aparecen como atrasados e inclusive como barbaros o
salvajes. Identifica cultura con civilizacién europea y dara
lugar a la oposicién entre naturaleza y cultura, pueblos
cultos e “incultos”.
La tradicién romantica inspirada en Rousseau y
desarrollada profundamente por Johann G. Herder (1744 -
1808), discute el universalismo y valora la diversidad de
culturas. Herder critica la nocién de continuidad para
comprender los procesos histéricos y muestra como por el
contrario cada cultura no ha sido hist6ricamente la conti-
nuacién de la anterior, sino cada una ha llegado al maximo
de su perfeccién y ha sido insuperable, cuestionando desde
esa perspectiva la idea de progreso. Herder opone a la fria
34EDUCAGION Y DIVERSIDAD CULTURAL
raz6n, a la uniformidad y a la continuidad, la fuerza de los
instintos, la vida y el valor de las costumbres; mostrando
como cada cultura es auténoma y no puede ser juzgada
con los parametros con los cuales se juzgan otras culturas.
Fueron finalmente los conceptos de universalidad y
Progreso los que se impusieron durante el siglo XIX, y con
ello el predominio de la nocién ilustrada de cultura, El peso
de la tradicién ilustrada conllevé las siguientes conse-
cuencias: a) La cultura es una, unica y universal; b) Las
artes, las ciencias y los libros son la forma mas alta de
cultura; c) La cultura ilustrada europea conforma un tipo
de cultura “avanzada”, “civilizada” o “superior”; d) Existe
progreso cultural y sus parametros son la civilizacién
europea.
Pero ya a finales del siglo XIX, como hace notar el
antropélogo James Clifford, se produce en el campo de la
filosofia, las ciencias sociales y el pensamiento en general
un curioso ¢ inédito acontecimiento relacionado con la
palabra cultura: empieza a utilizdrsela en forma plural
“culturas” y en un sentido mucho mds amplio que ciencias
y artes. Ya en 1871 en sus estudios antropologicos E. B.
Tylor propone un concepto bastante amplio de cultura: es
todo aquello que el hombre adquiere como miembro de
una sociedad y las sociedades concretas aportan distintos
elementos a sus miembros. Se inicia en este final de siglo
cierta distancia de la vision universalista de la cultura y de
su restriccién a las artes y ciencias occidentales,
La primera mitad del siglo XX se caracteriza en el
debate filoséfico y antropoldgico occidental por el sinnui-
mero de esfuerzos para consolidar un concepto extenso u
amplio de cultura, que incluyendo las artes y las ciencias
no se limite a ellas. Muchos son los pensadores e investi-
gadores que acometen esta tarea. Bastaria remitir a los
35SERGIO DE ZUBIRIA SAMPER
nombres de M. Scheller, T. Elliot, A. Weber, E. Cassirer, S.
Freud, B. Malinoski, E. Sapir, C. Levi-Strauss, entre muchos
otros.
M. Scheller afirma “cultura es una categoria del ser, no
del saber o del sentir”. Elliot aludiendo a su condicién
afectiva nos dice “cultura es aquello que hace que la vida
valga la pena de ser vivida”. A. Weber desde una vision
hist6rica “nuestra cultura arraiga en las culturas primitivas”.
Para E. Cassirer “la cultura forma parte de la naturaleza y
parte de la humanidad”. El etnélogo Malinowski considera
que la cultura es “evidentemente el conjunto integral
constituido por los utensilios y bienes de los consumidores,
por el cuerpo de normas que rige los distintos grupos sociales,
por las ideas y artesanias, creencias y costumbres”.
A partir de mediados de los afios 70, la busqueda de
una noci6n de cultura ha estado vinculada a la actitud ante
cinco importantes problemas del fin del siglo XX, respec-
tivamente:
a. Las relaciones existentes y las deseadas entre Naturaleza
y Cultura.
b. Los problemas relativos a las distintas formas de
“centralidades”: antropocentrismo, etnocentrismo, euro-
centrismo, latinoamericanismo, indigenismo, etc.
c. Los fenémenos del multiculturalismo e intercul-
turalismo.
d. Los nexos actuales entre la Cultura y el Desarrollo.
e. La construcci6n de una nocién extensa, pero con
ciertos rasgos distintivos de lo cultural.
Es a partir de la década de los ochenta que se reinicia una
profunda discusién filosdfica y antropologica en el pensa-
miento occidental que intenta comprender el fenémeno
36EDUCACION Y DIVERSIDAD CULTURAL
de lo cultural desde dos orillas bastante diferenciadas. La
primera, insiste en que el elemento central de lo cultural
tiene que ver con lo semidtico y lo linguistico; la segunda
considera que son los desarrollos recientes de la ciencia
los que més aportan para comprender la dimensi6n cultural.
Es conveniente acercarse a modelos explicativos que
aborden nociones como complejidad, caos, incertidumbre,
relatividad, sistemas, etc. Buscando inspiracion en trabajos
como los de E. Morin 0 I. Prigogine.
En la perspectiva que asume el giro linguistico encon-
tramos posiblemente cuatro enfoques: el fenomenoldgico-
hermenéutico (P. Berger - C.Geerz); la antropologia estruc-
tural (M. Douglas - C. Kluckhohn); el “postestructuralista”’
(M. Foucault - J. Derrida - G. Deleuze}; el neomarxismo (J
Habermas - C. Offe).
Estas cuatro perspectivas comparten en su mirada de
la cultura algunos elementos y matizan u insisten en algu-
nos rasgos especificos. Ninguna acepta la separacién u es-
tratificacion entre lo econémico-social y lo cultural, como
si fueran esferas independientes o jerarquicas; la cultura
hace parte del todo social. Destacan en lo cultural compo-
nentes alusivos al lenguaje, la comunicaci6n, los sistemas
de clasificaci6n y lo simbélivo-expresivo, Reconocen que
el lenguaje verbal no es la tinica forma ni de lenguaje ni de
comunicacién y los medios de comunicacién tampoco son
la forma exclusiva de comunicacién.
El enfoque fenomenolégico-hermenéutico orienta su
atenci6n a los reinos del significado e interpretacién; la
antropologia cultural al simbolismo; el neoestructuralismo
a los discursos; y, el neomarxismo a los procesos de comu-
nicacion. Buscando cada corriente la especificidad de lo
cultural en los reinos del significado, el simbolismo, el
discurso y la comunicaci6n.
37SERGIO DE ZUBIRIA SAMPER
Enelentorno latinoamericano ademas del giro semié-
tico o cientifico que han experimentado la nociones de
cultura, el debate también ha girado en torno a las cate-
gorias de identidad, diferencia y alteridad.
Para repensar hoy los procesos de la identidad cultural
es importante enfrentar ciertas “amarras” o dificultades
que impiden su comprensi6n: la asociacién de la identidad
a inmovilidad o ausencia de cualquier tipo de transfor-
maci6n; el desconocimiento de las relaciones de la iden-
tidad con la diferencia y la alteridad; la identificacion de la
identidad exclusivamente con la identidad nacional; y el
“imaginario”que utilizamos del “mestizaje” como el
componente clave de nuestra identidad.
La identidad cultural no puede ser concebida como
una especie de esencia ahistérica e inmutable, que fue
adquirida en un momento y permanece como algo inerte.
En los procesos concretos de la identidad se dan tanto el
momento de la transformacién como la sedimentacién y
permanencia. Una identidad que pretende ser congelada
es su propia muerte; preservar la identidad no puede ser
confundido con negarnos a desarrollar, a inventar, a cam-
biar. En palabras de J. Martin-Barbero “sin memoria no hay
posibilidad de vida. Pero la memoria tiene dos caras. Una
es la memoria del pasado y otra es la memoria de la que
estamos hechos: esa parte de la memoria que estd vinculada
alo que somos hoy, por tanto, a toda la ambigiiedad, a toda
la contradicci6n y a toda la busqueda del futuro”.
La identidad no se construye como algo aislado, sino
a partir del reconocimiento del otro y la diferencia; es
gracias a la mirada del otro que podemos sentirnos préxi-
mos y distintos. Las sefales de la identidad no surgen nunca
separadas de otras culturas, sino es esas relaciones 0
didlogos entre culturas. Tampoco la identidad actualmente
38EDUCACION Y DIVERSIDAD CULTURAL
remite s6lo al problema de lo nacional, sino tenemos que
plantearnos los problemas relativos a las identidades
personales, comunitarias, locales, regionales, postnacio-
nales, etc..
Pero también nuestro “imaginario” del mestizaje tiene
que ser repensado, porque a veces se simplifica como el
aporte “inmutable y unico” de lo indigena, lo negro y lo
hispano, desde hace quinientos afios hasta hoy. Afirmar
que somos “tri-étnicos” no puede significar, que la matriz
que aportaron esos factores étnicos no se han modificado
desde el inicio de la conquista y la colonizacién.
El discurso y las politicas educativas estan obligadas
a rediscutir las nociones de cultura, las relaciones entre
educacién y cultura, las visiones de la identidad cultural,
y, las relaciones entre identidades, desigualdades y dife-
rencias. En términos de N. Garcia Canclini, es la hora de
construir proyectos educativos compartidos que no nos
lleven a la “homogenizaci6n”, que no perpetuen la disper-
sidn sino la diversidad, y que combatan las diferencias
productoras de exclusion y desigualdad.
Tl. Atcunas TipoLocias DE EDUCACION EN LA
Diversipap CULTURAL
Toda forma de educacion hist6rica implica mecanismos y
procedimientos para diferenciar personas, épocas, situa-
ciones, acciones, objetos, etc.. Implicita o explicitamente,
consciente o inconscientemente, en el acto educativo clasi-
ficamos, ordenamos, priorizamos, dignificamos, alejamos,
acercamos, etc.. Por tanto, la diferencia y los procesos por
los que la construimos son de importancia fundamental
en el reconocimiento de la diversidad.SERGIO DE ZUBIRIA SAMPER
En la educacién multicultural esa importancia se deri-
va de dos preguntas centrales: 1) los procesos de diferen-
ciacién y construccion de diferencia que realizamos
“inevitablemente” en la accién educativa, contienen 0 no
exclusién, discriminaci6n o desigualdad ?; 2) Qué tipos de
educacién promueven la desigualdad a través de las
diferencias y cuales no?.
Las posiciones ante estos interrogantes, para Peter
McLaren marcaran tres posturas filoséficas distintas ante
el fenémeno del multiculturalismo: conservador, liberal y
eritico. El multiculturalismo “conservador” persiste en la
necesidad de un mundo con una “cultura en comun” que
porta los “verdaderos” valores de la “civilizacion” humana;
el enfoque “liberal” defiende las tesis de un “pluralismo
tolerante” y considera que las diferencias de sexo, raza,
clase, no son centrales en la idea de “ciudadania” porque
lo determinante es la igualdad “formal” ante la ley; la
perspectiva del multiculturalismo “critico” concibe las
representaciones diferenciales de clase, raza, género el
resultado de largos procesos hist6ricos, los cuales hay que
ubicarlos en el campo de “conflictos sociales” y luchas
por el poder, siendo actualmente determinantes en la
condici6n de la ciudadania, ya que la igualdad formal puede
ser también un mecanismo de discriminacion.
En el campo de la educacion multicultural estas dis-
tintas posiciones se expresan en enfoques 0 tipologias que
marcan ciertos acentos en la finalidad de la educacién
multicultural. Seguin las investigaciones de Gibson, Banks
y Grant, en las sociedades hispanohablantes se pueden
detectar por lo menos seis tipos de enfoques.
a. Educar para igualar oportunidades: asimilaci6n cultural.
Se pretende igualar las “oportunidades educativas”/para
40EDUCACION ¥ DIVERSIDAD CULTURAL
alumnos culturalmente diferentes y los presupuestos claves
para postular esta visién son: 1) los ninos culturalmente
diferentes a la mayoria presentan dificultades de aprendi-
zaje en instituciones educativas dominadas por esos valores
culturales dominantes; 2) para remediar esas dificultades
debe aumentar la compatibilidad entre escuela y hogar: 3)
la asimilacién cultural garantizard el éxito académico.
b. El entendimiento cultural a partir del conocimiento
de la diferencia. Este enfoque apuesta por una educacién
que posibilite el conocimiento de las diferencias y no una
educaci6n de los denominados culturalmente diferentes.
Es conveniente ensenar a todos a valorar y relevar la riqueza
de las diferencias, sea de la cultura corriente dominante,
de minorias u otras culturas. La escuela es una espacio
que debe orientarse principalmente al enriquecimiento
cultural de la comunidad académica gracias a la visibilidad
y conocimiento de la diversidad cultural. En el aula hay
que asumir tanto las similitudes como las diferencias, para
preparar a los estudiantes a vivir en una sociedad multiét-
nica y multicultural.
c. El pluralismo cultural: preservar y extender el plu-
ralismo. Como rechazo a los proceso de “asimilacién”
cultural por parte de grupos sometidos a contacto con
culturas mayoritarias, esta perspectiva insiste en la funcién
de la educaci6n multicultural en la “preservacién” y la
“extensién” del pluralismo cultural. Ni el “separatismo”
ni la “asimilacion” deben ser las finalidades de la educa-
cién. Se necesita un modelo de transmisién y didlogo
cultural que fomente la amplitud, profundidad e interc-
ambios entre los grupos culturales. Para que pueda exten-
derse el pluralismo se necesitan cuatro condiciones: 1)
existencia de diversidad en las sociedad real; 2) interaccién
permanente inter e intragrupos culturales; 3) coexistencia
41SERGIO DE ZUBIRIA SAMPER
en condiciones de cierta equidad; 4) la sociedad en su
conjunto debe convertir la valoracién de la diversidad en
un principio fundamental.
d. Educaci6n bicultural 0 competencia por lo menos
en dos culturas, La educacién multicultural debe construir
sujetos educativos competentes en dos culturas diferentes;
ya sean estas las “cultura nativa” y la “cultura dominante
corriente”, como también otras posibilidades. Las culturas
no son necesariamente excluyentes y existen posibilidades
en que dos culturas se potencializan mutuamente; una
especie de inter-bi-culturalidad. Para Spincer y Anda, la
socializacién bicultural adecuada exige ciertas condiciones
como el papel de la lengua, destrezas en solucién de pro-
blemas grupales, solapamientos culturales, posibilidades
de “puentes”, entre otras.
e. Educacién multicultural como reconstruccion y
transformaci6n social. Se concibe el papel del multicul-
turalismo educativo como un proceso encaminado a elevar
el nivel de conciencia de la comunidad académica en cuanto
asu realidad social; a fortalecer una compresi6n critica de
la realidad. Especialmente a crear mecanismos de “resis-
tencia” y oposicién de las culturas de los grupos no hege-
ménicos o contrahegemOnicos. La educacién ligada a la
diversidad cultural tiene una funci6n basica en el cambio
social. Las instituciones y mecanismos de control social y
cultural (racismo; aporofobia; sexismo; clasismo; etc..), son
criticadas y sometidas a la resistencia de grupos sociales
que plantean la transformaci6n social.
f. Educaci6n anti-racista. La educacién multicultural
debe acentuar su funcién anti-racista en el proceso peda-
gogico; las diferencias culturales que no abordan el pro-
blema racial y de género terminan albergando la desigual-
dad. Para Alegret, una de las diferencias mas importantes
42EDUCACION Y DIVERSIDAD CULTURAL
entre una educacién multicultural no-racista y una edu-
cacién radicalmente anti-racista se encuentra en la forma
de asumir las diferencias y desigualdades: para los no-
racistas las explicaciones de esta transformacién son s6lo
“ignorancia y prejuicios”, mientras para los anti-racistas
esas transformaciones son problemas ideolégicos que van
mucho mis alld de simples “patologias” 0 “prejuicios”. La
educaci6n anti-racista implica una estrategia muy sélida
de intervencién educativa que impida la “reproduccién”
cotidiana del racismo.
En un trabajo reciente del pedagogo espaiiol Xavier Besalu
(2002), partiendo de la premisa de Eduardo Galeano de que
“nunca han faltado pensadores capaces de elevar a categoria
cientifica los prejuicios de la clase dominante”, se llama
la atencién sobre la necesidad urgente de realizar un trabajo
sistematico sobre el lenguaje, las actitudes y los valores
del magisterio para combatir la discriminacién en el aula
de clase; y también se postula una tipologia y curriculum
de educacin intercultural. Para Besalu existen en términos
generales tres perspectivas tedrico-practicas para abordar
la diversidad cultural en la escuela: el Asimilacionismo, el
Multiculturalismo y el Interculturalismo.
El Asimilacionismo parte de dos presupuestos en la
orientacion del trabajo educativo: dar prioridad a la uni-
ficacién o cohesi6n social como finalidades para “superar”
la fragmentacion en las sociedades multiculturales; y con-
siderar que la cultura escolar vigente es la cultura universal
y valida para todos. Por tanto deben borrarse las diferencias
y todos deben aprender lo mismo. Desde esta perspectiva
teorica-practica la diversidad cultural se considera un
problema a resolver y hasta un obstaculo. Tanto los alum-
nos minoritarios, como los autéctonos, pueden ver
43SERGIO DE ZUBIRIA SAMPER
amenazados su nivel académico por la heterogeneidad cul-
tural. Para esta vision, es necesario para evitar la distancia
cultural y la deficiente adaptacion, crear lo que ellos deno-
minan programas compensatorios y aulas especiales.
El punto de partida y la finalidad central del Multi-
culturalismo es el reconocimiento y la valoracién de todas
las culturas. Todas las culturas son diferentes e irreducti-
bles. La pertenencia consciente a un grupo cultural aportan
al individuo elementos positivos para su vida y formacion
educativa. También la coexistencia de grupos culturalmente
diferenciados son considerados espacios deseables y de
justicia social. Las 6pticas multiculturalistas son variadas y
pueden ir desde la reivindicacién de escuelas especificas para
cada grupo o la convivencia de grupos diferenciados (esa
convivencia también puede tener modelos y acentos).
La posicién Interculturalista plantea dos objetivos
basicos: el pluralismo cultural concebido como el respeto
por la identidad de cada cultura; y la construccién de una
sociedad plural, cohesionada y democratica. Reconoce que
la coexistencia de grupos culturales distintos es inevi-
tablemente conflictiva, ya sea via el antagonismo 0 la sim-
ple complementariedad. Propone evitar el aislamiento cul-
tural y la fragmentacion, en que caen perspectivas multi-
culturalistas, Preservar la diversidad cultural significa que
la escuela debe defender una cultura plural, en la que estén
representadas todas las culturas que existen en un contexto
determinado. La mayores dificultades de este enfoque estan
en si las relaciones son de “igualdad”, si se posibilita la
relativizacion y descentramiento de la propia cultura. Pre-
servar la escuela intercultural implica ensefiar a los alum-
nos a convivir en un ambiente culturalmente diverso y
socialmente complejo y trabajar para construir un medio
construido con las aportaciones de todos.
44EDUCACION Y DIVERSIDAD CULTURAL
Esperamos que este recorrido incremente nuestra
conciencia sobre los complejos desaffos y las incertidum-
bres de una educacién respetuosa del reconocimiento de
la diferencia ).
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