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(2007) Foerster & Montecino - Un Gesto Implacable Guardado en Nuestras Entrañas Notas Reflexivas Sobre Una Encuesta Iluminadora
(2007) Foerster & Montecino - Un Gesto Implacable Guardado en Nuestras Entrañas Notas Reflexivas Sobre Una Encuesta Iluminadora
hablar del
long. One might conclude, then,como that quien
the coalition is simply
tira el lazo. El indioready tofuera
no está expire.
nuestro:
Any of these forces, or some combinationlo of them,y could
comimos indeed
lo llevamos dentro
undermine the Concertación, but we do (Gabriela Mistral,these
not regard en Pensando
factorsa Chile.)
as
necessarily devastating to the coalition’s survival for a number of reasons.
In the first place, the Chilean economy has come through the last five years
in far better shape than that of any Introducción
of its Southern Cone neighbors, and
E
employment and growth figures rebounded in first months of 2003. The
Concertación may
comentamos
n primer
well lugar
reside en
be indeseamos
a positiondestacar
quemany
in 2005que
sus resultados
to elclaim
hacen
valorcredit
de la encuesta
for good que
posible replantear
economic stewardship. Next, of the issues surrounding the non- una
serie de lugares comunes sobre la identidad y
democratic legacy of the Pinochet era —including the renowned la cultura mapuches vincula-
dos a la lengua, a sus costumbres y tradiciones, a sus demandas y anhelos,
así como al universo simbólico y político en torno a la tierra. Junto a ello,
trae a escena una mirada inédita: por primera vez contamos con una aproxi-
mación amplia y sistemática de las percepciones de sus vecinos no mapu-
ches. La sorprendente concordancia de opiniones obliga a un ejercicio de
re-conceptualización de nuestra percepción respecto a la “cuestión mapu-
che”, en la medida que pone de manifiesto que ella está construida de un
modo dialógico. Se había pensado hasta ahora que la discriminación sufrida
por este pueblo originario transformaba a su cultura en una suerte de refu-
gio, mas hoy parece ser que la “esencia” de lo indígena se constituye en
ese diálogo: sus vecinos valoran tanto o más la lengua, los ritos, la cultura
mapuches que los propios portadores de esos signos2; asimismo ambos
mejor que se adapten y mezclen con el resto de los chilenos”. La primera afirmación
corresponde al actual paradigma multicultural que comienza a generalizarse en Chile en
la década de los 80; la segunda, a uno de integración y asimilación que fue dominante, en
América Latina, a lo largo del siglo XX. Los resultados de esta encuesta evidencian que
el primer modelo es el que hoy prevalece (un 64% para el ABC1; un 76% para el C2; un
68% para el C3; un 65% para el D; un 60 para el E) y sobre todo en la derecha (un 73%
ella, un 68% la izquierda y un 65% el centro).
3 Bengoa y Valenzuela (1984), pp. 142-143.
4 “Las familias con menos recursos (primer decil más pobre) del país tienen un
ingreso mensual autónomo per cápita del hogar de $63.866; pueden obtener hasta
100.729 pesos mensuales en subsidios estatales, dependiendo de las ayudas a las que
postules” (declaración de Clarisa Hardy, ministra de Planificación Nacional, en El Mer-
curio, 11/10/2006, p. A1.) Sin duda los mapuches han sido y son parte de esas familias
que postulan a esos subsidios, incluso “la población indígena accede igual o en mayor
proporción que la población no indígena a esta red de prestaciones. En el caso de la
población indígena rural, cerca del 10% de sus ingresos totales son generados por este
tipo de subsidios monetarios, proporción muy superior a la no indígena rural, que es de
3,8%” (MIDEPLAN, 2006, p. 30)
coalition’s leaders have issued premature announcements of its death
(Latin America Adviser 2002; El Mercurio 2003a). Some observers of
Chilean politics, therefore, might regard the dissolution of the Concertación
as both a foregone conclusion and an overdetermined event –that is, as the
product of so many factors, all working toward the same end, that it is
impossible to assign responsibility among them. We share the opinion that
the Concertación may well dissolve before Chile’s next election, but not for
the reasons commonly cited. Our argument is based, instead, on the
structure of Chilean political careers, which in turn is connected inextricably
with124
Chile’s unusual electoral rules. ESTUDIOS PÚBLICOS
Harbingers of the Concertación’s demise point out that the Chilean
economy has slowed somewhat since the coalition’s early years in
Con respecto a la confianza en instituciones, las diferencias entre
government during the 1990s. Moreover, the coalition itself was initially
mapuches
galvanized around y no mapuches
opposition son mínimas.
to the Destacan
Pinochet regimela ofbaja theconfianza
1970s en los
and
partidos 5
1980s, so aspolíticos (9% ythe
time passes, 8%)compelling
y en los tribunales
force of (19%
that initial , no así en la
y 18%)motivation
radio (56% y 59%), en los carabineros (48% y 53%) y en las
might naturally weaken. In addition, the Concertación, and even its component fuerzas armadas
(46% y 50%).
parties —most notably the Christian Democrats— are internally divided
A más de alguien sorprenderá que en el acápite “La confianza en las
over social issues, such as the legal status of divorce and access to birth
instituciones mapuches”, la CONADI (Corporación Nacional de Desarrollo
control. Finally, by the 2005 elections, the Concertación will have held the
6, por sobre “el lonko de mi
Indígena)
presidency andostente un lugar
a majority in theprioritario
Chamber of (40%)
Deputies (the legislative house
comunidad”
elected by popular (32%) y lafor
vote) “machi de la comunidad”
16 years. By the standards(31%).of Enmultiparty
este contexto
también se preguntó por un número significativo
coalitions anywhere, much less among Latin America’s presidential de organizaciones mapu-
ches (Admapu,
systems, Consejoisdegeriatric,
the Concertación Todas lasbearing
Tierras,the
Coordinadora Arauco Malle-
scars of miscellaneous
co, etc.) las que al relacionarlas con la pregunta “qué tan representado se
corruption charges against members, including the stripping of
siente usted por ellas”, deberíamos reconocer que éstas han ganado un
parliamentary rights from five of the coalition’s deputies in 2002, and the
importante
general lugar en el
disillusionment thatimaginario
goes withpolítico
holdingdethelosreins
mapuches,
of power en especial
for so el
www.cepchile.cl
long.Consejo
One mightde Todas las Tierras:
conclude, then, thata the
un 22% los representa
coalition is simply readymucho y a un 32%
to expire.
los Any
representa un poco.
of these forces, or some combination of them, could indeed
undermineSin theembargo es preciso
Concertación, but destacar
we do las not diferencias
regard these de género
factors queas se
producen respecto a estas confianzas. En términos muy generales, las muje-
necessarily devastating to the coalition’s survival for a number of reasons.
res demuestran dar menos crédito que los hombres a todo tipo de institucio-
In the first place, the Chilean economy has come through the last five years
nes. En este sentido quizás su propia experiencia, sobre todo en relación
in far better shape than that of any of its Southern Cone neighbors, and
con la escasa
employment y a veces
and growth nula participación
figures rebounded inen lasmonths
first organizaciones
of 2003.étnicas
The y
estatales (como la CONADI) las lleva a ser más suspicaces respecto a su
Concertación may well be in a position in 2005 to claim credit for good
adhesión
economic y sentimientos
stewardship. Next,demany
representación. Por otro
of the issues lado, y como
surrounding sugeri-
the non-
mos más adelante, las mujeres mapuches portan una percepción de la discri-
democratic legacy of the Pinochet era —including the renowned
minación más acentuada que los hombres, en la medida en que su posición
general en la sociedad chilena es más vulnerable7. Quizás por eso su con-
fianza respecto a las fuerzas armadas, los carabineros, la prensa y la televi-
sión, los sindicatos, los partidos políticos, el congreso, etc., sea siempre
res quienes
long. One se siententhen,
might conclude, mayormente discriminadas
that the coalition is simplyporready
instituciones
to expire.como la
escuela,
Any of these forces, or some combination of them, could las
en las oficinas públicas (aun cuando comparten con no mapu-
indeed
undermine the Concertación, but we do not regard these factors as que
ches este sentimiento), al buscar trabajo y en los sueldos. Es claro
estas formas de discriminación son generales a las mujeres chilenas, sin
necessarily devastating to the coalition’s survival for a number of reasons.
embargo, adquieren un claro contenido étnico en el caso de la educación y
In the first place, the Chilean economy has come through the last five years
en la búsqueda de trabajo. Las dimensiones de género unidas a las étnicas
in far better shape than that of any of its Southern Cone neighbors, and
y de clase
employment andquizás
growthconfiguren un modo de
figures rebounded estar months
in first en el mundo of 2003. donde
Thela des-
Concertación may well be in a position in 2005 to claim credit for good las
confianza pueda ganar un lugar preponderante a la hora de evaluar
diversas
economic institucionalidades
stewardship. Next, many de las
of cuales son marginadas
the issues surrounding y segregadas.
the non-
Queda claramente de manifiesto, asimismo, que las mujeres se sien-
democratic legacy of the Pinochet era —including the renowned
ten menos representadas que los hombres en las organizaciones políticas
generales y en las propias de su etnia, y no es menor que un 33% de ellas
estima no ser representada por ninguna. Si vinculamos esto a los altos
niveles de desconfianza que plantean, podemos pensar que ellas mantienen
una brecha considerable de marginalidad y distancia con las instituciones
formales, situación que por cierto se liga a las vivencias acentuadas de
discriminación que expresan padecer. En este sentido, podríamos decir que
las mujeres mapuches, en esta encuesta, estarían mostrando que su posi-
ción de género es doblemente desmedrada: tanto al interior de su propio
grupo como en el no mapuche8.
Estos datos, por cierto, pueden resultar un tanto contradictorios
cuando observamos que en el plano de la “aparición” pública, son a menu-
do las mujeres las que emblematizan la lucha en muchos de los conflictos,
Estado
long. One mightel llamado
conclude,a then,
solucionarla— pero suis concreción
that the coalition simply ready —más tierra— no
to expire.
puede ser leída bajo una fórmula etnonacionalista
Any of these forces, or some combination of them, could indeed (tierras autónomas).
undermine the Demos una vuelta de
Concertación, buttuerca
we doa lo not
anterior.
regard Si la tierrafactors
these posee esa
as cen-
tralidad simbólica (daño y reparación) y política (el papel del Estado) para
necessarily devastating to the coalition’s survival for a number of reasons.
los mapuches (y también para sus vecinos), no resulta extraño, entonces,
In the first place, the Chilean economy has come through the last five years
que el 20% justifique siempre el “uso de la fuerza” y el 40% en algunas
in far better shape than that of any of its Southern Cone neighbors, and
circunstancias
employment and growth(pero,figures
debemos ser finosinenfirst
rebounded estomonths
pues noofsignifica
2003. Theque lite-
Concertación may well be in a position in 2005 to claim credit for good en
ralmente lo lleven a cabo), y es notable que las mujeres lo justifiquen,
este sentido,
economic stewardship.un poco
Next, másmany
que losof hombres
the issues (42% y 39% respectivamente).
surrounding the non-
Sorprende nuevamente que sus vecinos también aprueben el “uso de la
democratic legacy of the Pinochet era —including the renowned
fuerza”. Sin duda esto se corresponde con el clima de violencia soterrada
que existe en la Araucanía (cuya expresión son los múltiples pequeños
incendios intencionales que afectan a las forestales, los juicios por terroris-
mo a los lonkos, etc.).
¿Cómo interpretar este conjunto de señales que mantienen a la tierra
en el núcleo del conflicto (real e imaginario)? ¿Cómo entender esta valora-
ción del uso de la “fuerza propia” con la misma valuación que se da a la
“fuerza ajena” (la alta confianza en carabineros y fuerzas armadas)? Sin
embargo, también es cierto que no todos los mapuches y vecinos están de
acuerdo con el uso de la violencia. ¿Será, entonces, el escudo de armas de la
nación el que nos sirva para comprender este fenómeno o para simbolizar
esa vacilación que signa nuestra historia en la zona central y en la Frontera:
“por la razón o la fuerza”, entre el tierno e inocente huemul del sur y el
sanguinolento cóndor de la zona central?
Propongamos una última vuelta de tuerca. Si la tierra es tan funda-
mental, ¿cómo explicar, por un lado, el anhelo de los mapuches que sus hijos
coalition’s leaders have issued premature announcements of its death
(Latin America Adviser 2002; El Mercurio 2003a). Some observers of
Chilean politics, therefore, might regard the dissolution of the Concertación
as both a foregone conclusion and an overdetermined event –that is, as the
product of so many factors, all working toward the same end, that it is
impossible to assign responsibility among them. We share the opinion that
the Concertación may well dissolve before Chile’s next election, but not for
the reasons commonly cited. Our argument is based, instead, on the
structure of Chilean political careers, which in turn is connected inextricably
with128
Chile’s unusual electoral rules. ESTUDIOS PÚBLICOS
Harbingers of the Concertación’s demise point out that the Chilean
economy has slowed somewhat since the coalition’s early years in
e hijas sean profesionales, y el deseo que éstos(as) se vayan a vivir a la
government during the 1990s. Moreover, the coalition itself was initially
ciudad? around
galvanized Pensamos que hay aquí
opposition un Pinochet
to the desfase generacional
regime of the ligado a unaand
1970s estra-
tegiasofamiliar:
1980s, se sabe the
as time passes, (porcompelling
experiencia ya de
force varias
of that décadas)
initial que sólo
motivation
might naturally weaken. In addition, the Concertación, and even its component los
unos(as) pocos(as) podrán seguir viviendo y subsistiendo de la tierra,
otros(as)
parties —most hijos(as)
notablydeberán migrar aDemocrats—
the Christian las ciudades:are
y siinternally
lo deben divided
hacer ¿por
qué no desear que la educación les permita llegar a ser profesionales?11
over social issues, such as the legal status of divorce and access to birth
control. Finally, by the 2005 elections, the Concertación will have held the
presidency and a majority in the Chamber of Deputies (the legislative house
Identidad
elected by popular vote) for 16 years. By the standards of multiparty
coalitions anywhere, much less among Latin America’s presidential
El conjunto de preguntas que nos acercan a la identidad mapuche
systems, the Concertación is geriatric, bearing the scars of miscellaneous
tornan visible la necesidad de superar las imágenes tradicionales y esencia-
corruption charges against 12 members, including the stripping of
listas que tenemos sobre ella . Resalta al respecto que las “dos característi-
parliamentary rights from five of the coalition’s deputies in 2002, and the
cas más importantes que definen a un mapuche” sean, en primer lugar, la
general disillusionment that goes with holding the reins of power for so
www.cepchile.cl
(1998).
coalition’s leaders have issued premature announcements of its death
(Latin America Adviser 2002; El Mercurio 2003a). Some observers of
Chilean politics, therefore, might regard the dissolution of the Concertación
as both a foregone conclusion and an overdetermined event –that is, as the
product of so many factors, all working toward the same end, that it is
impossible to assign responsibility among them. We share the opinion that
the Concertación may well dissolve before Chile’s next election, but not for
the reasons commonly cited. Our argument is based, instead, on the
structure of Chilean political careers, which in turn is connected inextricably
ROLF FOERSTER
with Chile’s y SONIArules.
unusual electoral MONTECINO 129
Harbingers of the Concertación’s demise point out that the Chilean
economy has slowed somewhat since the coalition’s early years in
(anglicanas, metodistas, presbiterianas, etc.), evangélicas (el universo pen-
government during the 1990s. Moreover, the coalition itself was initially
tecostal,
galvanized dondeopposition
around los “aliancistas” parecen ser
to the Pinochet mayoría)
regime of the y católicas—
1970s and y no
1980s,cristianas
so as time como los Bahai.
passes, the compelling force of that initial motivation
Hay otros
might naturally weaken. In dosaddition,
aspectos theque no podemos
Concertación, dejaritsdecomponent
and even mencionar en
cuanto a la alta consideración que los(as) mapuches
parties —most notably the Christian Democrats— are internally divided dan al conocimiento y
uso del mapudungun como parte clave de su cultura. Por un lado, existe lo
over social issues, such as the legal status of divorce and access to birth
que podríamos denominar un “políticamente correcto mapuche” que se vin-
control. Finally, by the 2005 elections, the Concertación will have held the
cula con
presidency and el hecho que
a majority el propio
in the Chamber discurso político
of Deputies delegislative
(the las organizaciones
house ha
elected by popular vote) for 16 years. By the standards of multipartyde sus
designado y reiterado a la lengua como un elemento frontal dentro
demandas,
coalitions lo cualmuch
anywhere, ha dado lesspieamong
a políticas estatales
Latin y académicas
America’s relaciona-
presidential
das the
systems, conConcertación
la “educaciónisintercultural bilingüe”.
geriatric, bearing Por otra
the scars parte, y sobre todo
of miscellaneous
en el universo urbano, muchos de los procesos de “re-etnificación” que se
corruption charges against members, including the stripping of
producen allí han puesto como medida de la “mapuchidad” en la ciudad el
parliamentary rights from13five of the coalition’s deputies in 2002, and the
hablar
general mapudungunthat. De
disillusionment goesesewithmodo, no esthe
holding difícil
reinsconstatar
of powerque forlasolengua
www.cepchile.cl
emerja
long. One conconclude,
might la relevancia
then,numérica con que islosimply
that the coalition hace. El segundo
ready aspecto, es
to expire.
que desde la tradición oral y la transmisión de la
Any of these forces, or some combination of them, could indeed memoria histórica y cultu-
undermine the Concertación, but we do not regard these factors as en su
ral, los(as) mapuches contemporáneos monolingües en castellano,
gran mayoría, se las han arreglado muy bien para transmitir a sus hijos(as)
necessarily devastating to the coalition’s survival for a number of reasons.
un sentido de la tierra que no guarda, conceptualmente, relación con el
In the first place, the Chilean economy has come through the last five years
“occidental” (como lo demuestra la encuesta), las historias de sus linajes, el
in far better shape than that of any of its Southern Cone neighbors, and
universoand
employment mítico,
growthcreencias,
figures etc. De esteinmodo,
rebounded no podemos
first months engañarnos
of 2003. The al
pensar que el no hablar mapudungun trae consigo
Concertación may well be in a position in 2005 to claim credit for good la pérdida de una memo-
ria cultural,
economic sino más
stewardship. Next,bienmany
comoofdiría
the Walter Ong, desde elthe
issues surrounding castellano
non- (y
junto a él el influjo de la escritura) los mapuches recrean en su oralidad
democratic legacy of the Pinochet era —including the renowned
rasgos claves para la reproducción de su cultura. La oralidad castellana
mapuche —y nos atrevemos a decir, sobre todo la de las mujeres— es un
nudo fundamental de la transmisión transgeneracional de una determinada
concepción de la historia cultural.
Ahora bien esta imagen “cultural” de la identidad debe ser puesta en
relación con los resultados de la pregunta: “Ud. diría que tiene mucha,
alguna o nada de sangre indígena”. El 62% de los mapuches considera que
suerte de “discriminación al revés” que sufrían los(as) mapuches que habían nacido en la
ciudad por parte de los mapuches rurales, quienes los(as) interpelaban por su mayor o
menor conocimiento de la lengua. Una mujer nos comentó una vez lo siguiente: “ahora
algunos dirigentes le ponen a uno un ‘mapuchistómetro’ que consiste en hablar mapu-
dungun, en hacer los ritos igual que en el campo… Por eso algunos han comenzado a ir
a cursos de mapudungun”. Este “mapuchistómetro” amenazaba de algún modo la con-
secución de ciertos beneficios del Estado y producía una tensión entre rural/urbano por
la legitimidad (hegemónica) de lo mapuche y por tanto por el poder de las organizacio-
nes frente al mundo huinca y al Estado.
coalition’s leaders have issued premature announcements of its death
(Latin America Adviser 2002; El Mercurio 2003a). Some observers of
Chilean politics, therefore, might regard the dissolution of the Concertación
as both a foregone conclusion and an overdetermined event –that is, as the
product of so many factors, all working toward the same end, that it is
impossible to assign responsibility among them. We share the opinion that
the Concertación may well dissolve before Chile’s next election, but not for
the reasons commonly cited. Our argument is based, instead, on the
structure of Chilean political careers, which in turn is connected inextricably
with130
Chile’s unusual electoral rules. ESTUDIOS PÚBLICOS
Harbingers of the Concertación’s demise point out that the Chilean
economy has slowed somewhat since the coalition’s early years in
tiene “mucha” y un 36% “algo”, contrastando fuertemente con sus vecinos
government during the 1990s. Moreover, the coalition itself was initially
no mapuches:
galvanized aroundunopposition
2% “mucha” to ythe“algo” un 33%.
Pinochet Este of
regime resultado
the 1970ses concomi-
and
tantesocon
1980s, la valoración
as time passes, the decompelling
los apellidos queofsethat
force poseen
initial(basta uno para
motivation
ingresar
might naturallya laweaken.
categoría de indígena).
In addition, Nos enfrentamos
the Concertación, and evenasí its
a una “racializa-
component
ción” de la identidad, un proceso que se viene gestando
parties —most notably the Christian Democrats— are internally divided desde comienzos
del siglo XX y que ha transformado “al cuerpo mapuche” en lugar de sobera-
over social issues, such as the legal status of divorce and access to birth
nía14. Este proceso, hay que señalar, no es sólo parte de una construcción
control. Finally, by the 2005 elections, the Concertación will have held the
simbólica
presidency andmapuche,
a majoritysino también
in the Chamber del ofespejeo que(the
Deputies produce en lahouse
legislative sociedad
chilena en general, que asiente y refuerza esta
elected by popular vote) for 16 years. By the standards of multiparty noción de “cuerpo otro”
coalitions anywhere, much less among Latin America’s presidential con
definitorio de la “mapuchidad”, de un soma que esculpe la diferencia
“lo chileno”.
systems, Hay que señalar,
the Concertación y ligado
is geriatric, a una
bearing thedimensión de género, que el
scars of miscellaneous
cuerpo de la mapuche ha sido simbolizado como el sitio de residencia de esa
corruption charges against members, including the stripping of
alteridad esperada (por ello, sus propias vivencias de discriminación son
parliamentary rights from five of the coalition’s deputies in 2002, and the
tan evidentes).
general disillusionment that goes with holding the reins of power for so
www.cepchile.cl
El análisis
long. One might de género
conclude, then, nos
that aporta también
the coalition otros matices
is simply ready toa expire.
las conside-
raciones anteriores. Las mujeres al igual que los
Any of these forces, or some combination of them, could indeed hombres piensan que la
undermine the Concertación, but we do not regard these factors as la
lengua y el apellido definen “lo mapuche”, sin embargo agregan que
vestimenta es una característica relevante (21%), e insisten en que una de
necessarily devastating to the coalition’s survival for a number of reasons.
las maneras de no perder la cultura se liga al fin a la discriminación (ellas en
In the first place, the Chilean economy has come through the last five years
un 35% y los hombres en un 28%) y dan un poco más de relevancia al
in far better shape than that of any of its Southern Cone neighbors, and
hecho de and
employment casarse entrefigures
growth mapuches y conocer
rebounded la historia
in first months of de 2003.
su pueblo.
The El
Concertación may well be in a position in 2005 to claim credit for goodpone
señalar que la vestimenta es un rasgo que define la pertenencia étnica
de manifiesto
economic nuevamente
stewardship. Next, quemany el of
cuerpo y los atuendos
the issues surrounding que lotheenvuelven
non-
son una marca significativa, una señal que indica participar de esa otra
democratic legacy of the Pinochet era —including the renowned
cultura, la mapuche. Para nadie es un misterio que la ropa constituye un
lenguaje identitario —es decir que habla de semejanzas y diferencias— en
todas las sociedades, y en este caso que permite transmitir al “otro” su
alteridad. Este énfasis femenino en la vestimenta como signo identitario
puede estar afincado en que las mujeres son las que han mantenido con
mayor pertinacia que los hombres el uso de sus trajes tradicionales (los
cuales no sólo entrañan la ropa en sí, sino una serie de accesorios como la
platería que son comprendidos como parte del “vestir” de las mujeres mapu-
ches y que portan una carga simbólica relevante).
Pero, retornemos a la valoración de la lengua, ya que hay una serie
de preguntas que permiten evidenciar el juego que se da en torno a ella.
Ante la interrogante de si el mapudungun define o distingue a un mapuche,
un 82% de los indígenas rurales dice que sí, aumentando a un 92% en los
urbanos (un 85% de los vecinos también responde que sí). Si la lengua es
tan fundamental nos preguntamos cómo se explican los resultados a la pre-
14 Véase Pavez (2005), pp. 7-44.
coalition’s leaders have issued premature announcements of its death
(Latin America Adviser 2002; El Mercurio 2003a). Some observers of
Chilean politics, therefore, might regard the dissolution of the Concertación
as both a foregone conclusion and an overdetermined event –that is, as the
product of so many factors, all working toward the same end, that it is
impossible to assign responsibility among them. We share the opinion that
the Concertación may well dissolve before Chile’s next election, but not for
the reasons commonly cited. Our argument is based, instead, on the
structure of Chilean political careers, which in turn is connected inextricably
ROLF FOERSTER
with Chile’s y SONIArules.
unusual electoral MONTECINO 131
Harbingers of the Concertación’s demise point out that the Chilean
economy has slowed somewhat since the coalition’s early years in
gunta: “¿Con qué facilidad habla Ud. la lengua mapuche?”: 56% no la habla
government during the 1990s. Moreover, the coalition itself was initially
ni la entiende
galvanized (los vecinos:
around opposition un 92%),
to the Pinochet sóloregime
un 4%oflathe habla mejor
1970s andque el
1980s,castellano,
so as time unpasses,
11% igual the que éste, un 9%
compelling forcepeorof que
thatelinitial
castellano y un 20% la
motivation
entiende, pero no la habla. En concreto: un 76% no
might naturally weaken. In addition, the Concertación, and even its component la puede hablar. De
parties —most notably the Christian Democrats— are internally divided habla
modo concomitante son los resultados a la pregunta “¿En qué idioma
a los niños pequeños?”: el 86% de los mapuches se dirige a ellos en caste-
over social15issues, such as the legal status of divorce and access to birth
llano .
control. Finally, by the 2005 elections, the Concertación will have held the
presidency and Hay varias maneras
a majority de enfrentar
in the Chamber esta paradoja
of Deputies de valorarhouse
(the legislative lo que no
se practica. Nosotros nos inclinamos por la siguiente
elected by popular vote) for 16 years. By the standards of multiparty hipótesis: la lengua se
ha transformado en un significante flotante:
coalitions anywhere, much less among Latin America’s presidentialdesigna lo esencial de la identi-
dadthe
systems, y de la cultura mapuche,
Concertación is geriatric, pero es una
bearing theesencialidad “abierta” (y, por
scars of miscellaneous
tanto, se puede llenar de múltiples maneras), equivalente al papel que tienen
corruption charges against members, including the stripping of
las banderas o los himnos nacionales para los estados. Sin duda que los
parliamentary rights from five of the coalition’s deputies in 2002, and the
hablantes
general son valorados
disillusionment (máswith
that goes aún holding
si son personas
the reinsmayores)
of power como también
for so
www.cepchile.cl
todosmight
long. One aquellos que inician
conclude, then, that susthe“parlas”
coalitioncon el consabido
is simply ready to mari mari la-
expire.
mñen, mari mari peñi y asimismo los(as) que
Any of these forces, or some combination of them, could indeedposeen uno o dos apellidos
indígenas
undermine the (¡y qué decir delbut
Concertación, quewe tiene
donombre
not regardpropio!).
theseTodos(as)
factors ellos(as)
as
son los portadores(as) de la “lengua de la tierra” (mapudungun) y desplie-
necessarily devastating to the coalition’s survival for a number of reasons.
gan el significante de lo “muy y bastante importante” para la identidad y la
In the first place, the Chilean economy has come through the last five years
cultura mapuche.
in far better shape than that of any of its Southern Cone neighbors, and
employment Pero, retomemos
and growth figuresun rebounded
punto crucial: ¿quién
in first es responsable
months de que la
of 2003. The
lengua se recupere? Para responder, la encuesta
Concertación may well be in a position in 2005 to claim credit for good elaboró una interrogante
en la stewardship.
economic cual el 56% consideró
Next, many queof esathe
enseñanza debía ser obligatoria
issues surrounding the non-en las
escuelas para los niños y niñas mapuches. Por tanto la recuperación del
democratic legacy of the Pinochet era —including the renowned
mapudungun es entendida, en última instancia, como una responsabilidad
del Estado (un Estado del cual ellos son parte integrante). Es obvio enton-
ces que el vínculo entre “esa esencialidad abierta” y Estado se liga directa-
mente al tópico de la deuda, transformándola en “absoluta” (por tanto impa-
gable).
La última pregunta referida a la identidad encara directamente la
cuestión de la “nacionalidad”: “¿Se siente (Ud./su pareja) chileno, mapuche,
o una mezcla de los dos?” Que un 38% de los mapuches se sienta mapuche
antes que chileno y 37% mapuche primero y chileno después, podría ser
una clara señal de que la “identidad nacional” está en competencia con la
“identidad étnica” mapuche, una cuestión que al parecer no se habría pro-
ducido antes. Recordemos que para una buena parte de la intelectualidad
son convergentes con los resultados entregados en el trabajo denominado “Estudios del
Contexto Sociolingüístico de Comunidades Aymara, Atacameñas y Mapuche de Chile”,
cuyo autor es Hans Gundermann (2005).
coalition’s leaders have issued premature announcements of its death
(Latin America Adviser 2002; El Mercurio 2003a). Some observers of
Chilean politics, therefore, might regard the dissolution of the Concertación
as both a foregone conclusion and an overdetermined event –that is, as the
product of so many factors, all working toward the same end, that it is
impossible to assign responsibility among them. We share the opinion that
the Concertación may well dissolve before Chile’s next election, but not for
the reasons commonly cited. Our argument is based, instead, on the
structure of Chilean political careers, which in turn is connected inextricably
with132
Chile’s unusual electoral rules. ESTUDIOS PÚBLICOS
Harbingers of the Concertación’s demise point out that the Chilean
economy has slowed somewhat since the coalition’s early years in
mapuche entre 1900 y 1970 lo indígena era consustancial a la raíz de la
government during the 1990s. Moreover, the coalition itself was initially
“raza” chilena,
galvanized around por ello la to
opposition invocaron contraregime
the Pinochet los colonos
of they 1970s
para exigir
and el
reconocimiento
1980s, de sus tierras
so as time passes, (del mismoforce
the compelling modo ofen lasinitial
that marchas y nguillatu-
motivation
nes se enarbolaba la bandera chilena 16). Pero, lo notable de este “naciona-
might naturally weaken. In addition, the Concertación, and even its component
lismo”
parties —mostmapuche es que
notably theseChristian
exprese políticamente
Democrats— de areuna manera tan
internally “tenue”
divided
(más tierra) y no de forma “radical”: reconocimiento constitucional como
over social issues, such as the legal status of divorce and access to birth
pueblo, autonomía territorial, etc.
control. Finally, by the 2005 elections, the Concertación will have held the
presidency and a majority in the Chamber of Deputies (the legislative house
elected by popular vote) for 16 years. By the standards of multiparty
Cultura
coalitions anywhere, much less among Latin America’s presidential
systems, the Concertación is geriatric, bearing the scars of miscellaneous
La pregunta más relevante para indagar en esta dimensión fue: “Se-
corruption charges against members, including the stripping of
ñale tres aspectos más importantes para mantener la cultura mapuche”.
parliamentary rights from five of the coalition’s deputies in 2002, and the
Nuevamente se responde que el hablar la lengua mapuche como máxima
general disillusionment that goes with holding the reins of power for so
www.cepchile.cl
prioridad: 55% para el mapuche rural; 50% para el urbano y el mismo por-
long. One might conclude, then, that the coalition is simply ready to expire.
centaje para el no mapuche. Mas también aparece con un 41% el vivir del
Any of these forces, or some combination of them, could indeed
trabajo de la tierra (mapuches rurales) y 42% el conocer la historia del pue-
undermine the Concertación, but we do not regard these factors as
blo mapuche (mapuches urbanos).
necessarily devastating to the coalition’s survival for a number of reasons.
Un conjunto de aspectos reputados como “esenciales” para la cultu-
In the first place, the Chilean economy has come through the last five years
ra como participar en ceremonias o ritos mapuches, casarse entre mapuches,
in far better shape than that of any of its Southern Cone neighbors, and
tienen una baja estima: así sólo un 14% menciona los ritos mapuches (rura-
employment and growth figures rebounded 17 in first months of 2003. The
les) y sólo un 16% valora la endogamia . Siendo claro que los patrones
Concertación may well be in a position in 2005 to claim credit for good
tradicionales del parentesco ligado a fórmulas prescritas de residencia se
economic stewardship. Next, many of the issues surrounding the non-
han transformado, es posible visualizar algunos rasgos que se mantienen
democratic legacy of the Pinochet era —including the renowned
como el hecho de que los(as) encuestados(as) opinen que si una mujer no
se casa tiene derechos en las tierras de su comunidad. Dos elementos son
relevantes desde una perspectiva de género: el hecho de que hoy se acepte
que un hombre pueda vivir en la comunidad de su esposa y una alta apro-
bación a que las mujeres se casen con hombres no mapuches. En el primer
caso, se rompe con la regla de la patrilocalidad y en el segundo, con una
que en el pasado sólo daba privilegio a los hombres a casarse con mujeres
no mapuches. Son muy conocidos los ejemplos en que las mujeres “blan-
cas” pasaron a formar parte de las familias poligámicas, gozando de presti-
gio aquellos hombres que las tenían como esposas. Ese “objeto del deseo”
se ve hoy día desplazado también a las mujeres, y de esa manera los matri-
monios mixtos, sobre todo en la ciudad, dan lugar a situaciones de mestizaje
16 A la pregunta “¿A Ud. le parece bien que en un nguillatun haya una bandera
por ejemplo,
long. One al tiempo
might conclude, delthat
then, velorio y otras características.
the coalition is simply readySin embargo, he-
to expire.
mos
Anyparticipado de funerales
of these forces, or some en el campo en los
combination of cuales
them, se ha realizado
could indeed una
misa, pero al mismo tiempo se ha mantenido
undermine the Concertación, but we do not regard these factors el festín culinario y alas
difunto
se lo ha enterrado con sus herramientas de trabajo agrícola, con comida,
necessarily devastating to the coalition’s survival for a number of reasons.
con agua, con cántaros de muday (chicha). Lo mismo hemos observado en
In the first place, the Chilean economy has come through the last five years
la ciudad. De este modo, la creencia de que las almas deben atravesar un
in far better shape than that of any of its Southern Cone neighbors, and
largo camino
employment para arribar
and growth figures al wenumapu,
rebounded in porfirst
lo cual tienenofque
months llevar
2003. Thecomida
Concertación may well be in a position in 2005 to claim credit for good que
y bebida, no ha desaparecido y pareciera ser que los mapuches piensan
lo questewardship.
economic abunda no daña Next, en many
términosof detherituales.
issues surrounding the non-
Esto mismo sucede con la pertenencia a las iglesias católica o evan-
democratic legacy of the Pinochet era —including the renowned
gélicas, una serie de significados son trasladados a los cultos (por ejemplo,
los sueños y la profecía; y machis que adoptan a la Virgen del Carmen como
espíritu protector), por lo cual el declararse católico o evangélico no signifi-
ca un “blanqueamiento” cultural, sino más bien una condensación de múlti-
ples sentidos donde “lo mapuche” no desaparece, sino que se reinventa.
Por ello, es preciso ser cautelosos a la hora de considerar de manera esen-
cialista, sobre todo, los rasgos ceremoniales y religiosos del pasado “que
no se practican”, la dinámica de la cultura es justamente su permanente
cambio y en el caso mapuche, toda su historia pone de manifiesto un inteli-
gente juego de absorciones y relecturas simbólicas que, hasta hoy, hacen
persistir el “problema” mapuche dentro de la sociedad chilena.
Este contexto es el que debemos tener en cuenta para leer los resul-
tados de la pregunta “¿Le preocupa la posibilidad de que se esté perdiendo
la cultura mapuche?” El 88% dice que sí (como también los no mapuches:
un 72%). ¿Esta preocupación es por la pérdida de la lengua o por la consta-
tación de la poca significación o realización de lo que ellos consideran como
coalition’s leaders have issued premature announcements of its death
(Latin America Adviser 2002; El Mercurio 2003a). Some observers of
Chilean politics, therefore, might regard the dissolution of the Concertación
as both a foregone conclusion and an overdetermined event –that is, as the
product of so many factors, all working toward the same end, that it is
impossible to assign responsibility among them. We share the opinion that
the Concertación may well dissolve before Chile’s next election, but not for
the reasons commonly cited. Our argument is based, instead, on the
structure of Chilean political careers, which in turn is connected inextricably
with134
Chile’s unusual electoral rules. ESTUDIOS PÚBLICOS
Harbingers of the Concertación’s demise point out that the Chilean
economy has slowed somewhat since the coalition’s early years in
prácticas culturales tradicionales? Los datos de la encuesta apuntan a la
government during the 1990s. Moreover, the coalition itself was initially
lengua yaround
galvanized al viviropposition
en la comunidad. Estas dos regime
to the Pinochet “moradas” (habría
of the queand
1970s añadir
una so
1980s, tercera:
as timela sangre),
passes, altheparecer, podránforce
compelling ser ponderadas de manera
of that initial diferen-
motivation
te según los escenarios. La encuesta, tal vez, indica algo
might naturally weaken. In addition, the Concertación, and even its component que no es difícil
percibir en la realidad: si las circunstancias permiten
parties —most notably the Christian Democrats— are internally divided la “lucha por la tierra”
se opta por este camino, si esta alternativa se cierra y se abre el sendero
over social issues, such as the legal status of divorce and access to birth
“culturalista” como una forma de apoyo a la comunidad, a la lengua, a sus
control. Finally, by the 2005 elections, the Concertación will have held the
economías
presidency and (subsidios),
a majority inlos themapuches
Chamber of estarán
Deputiesdispuestos a seguirlo;
(the legislative house pero,
también si la ruta es la profesionalización de los hijos,
elected by popular vote) for 16 years. By the standards of multiparty mejor todavía.
coalitions anywhere, much less among Latin America’s presidential
systems, the Concertación is geriatric, bearing the scars of miscellaneous
Tierra y comunidad
corruption charges against members, including the stripping of
parliamentary rights from five of the coalition’s deputies in 2002, and the
Como lo sostuvimos
general disillusionment that goes al inicio, la “tierrathe
with holding mapuche”
reins ofposee
powerunaforcentrali-
so
www.cepchile.cl
long.dad compleja,
One entre otras
might conclude, then, cosas,
that por no poderisdesprenderse
the coalition simply readynitodeexpire.
los víncu-
los Any
políticos con elforces,
of these Estadoor(sistema reduccional-títulos
some combination of them,de merced, exención
could indeed
de impuestos, registro de tierras en la CONADI, autorización para venta,
undermine the Concertación, but we do not regard these factors as
etc.) ni tampoco de la “comunidad”. Veamos qué nos dice la encuesta sobre
necessarily devastating to the coalition’s survival for a number of reasons.
este último nexo.
In the first place, the Chilean economy has come through the last five years
En primer lugar frente a la opción “¿Le gustaría (Ud., sus hijos, sus
in far better shape than that of any of its Southern Cone neighbors, and
hijas) irse
employment and al campo?” Más delrebounded
growth figures 50% opta in porfirst
el sí;months
y frenteofa2003.
“¿Le gustaría
The
irse (Ud., sus hijos, sus hijas) a la ciudad?”: un
Concertación may well be in a position in 2005 to claim credit for 69% dice que no (hijos
good un
39% que
economic no, e hijas unNext,
stewardship. 38%).many of the issues surrounding the non-
Esta valoración del campo se aprecia también en los resultados de la
democratic legacy of the Pinochet era —including the renowned
pregunta “¿Quién está mejor: los mapuches que viven en el campo o los
mapuches que viven en la ciudad?” Un 77% de los indígenas rurales postu-
lan que los que viven en el campo (sólo un 4% opina los que viven en la
ciudad) y un 56% los mapuches urbanos. También en la pregunta “¿Qué tan
importante es que los mapuches no se vayan a vivir a la ciudad?”. Un 77%
de los indígenas rurales y un 55% de los urbanos creen que es muy impor-
tante que no se vayan.
A pesar de esta exacerbada estimación del campo, la “tragedia” es
que sólo unos pocos pueden permanecer en él, los y las jóvenes tarde o
temprano deberán abandonarlo. Son precisamente los resultados ante la
pregunta “Los jóvenes que viven en comunidades… están interesados en
quedarse / se quedan porque no tienen otras oportunidades / tarde o tem-
prano se van a ir de la comunidad”, los que exteriorizan el “drama”: las dos
últimas alternativas concentran las opiniones del 31% y 40% respectiva-
mente. Este destino “trágico” es respaldado por sus padres: un 67% “lo/a
apoya en su proyecto” y sólo 23% “trata de que no se vaya”.
coalition’s leaders have issued premature announcements of its death
(Latin America Adviser 2002; El Mercurio 2003a). Some observers of
Chilean politics, therefore, might regard the dissolution of the Concertación
as both a foregone conclusion and an overdetermined event –that is, as the
product of so many factors, all working toward the same end, that it is
impossible to assign responsibility among them. We share the opinion that
the Concertación may well dissolve before Chile’s next election, but not for
the reasons commonly cited. Our argument is based, instead, on the
structure of Chilean political careers, which in turn is connected inextricably
ROLF FOERSTER
with Chile’s y SONIArules.
unusual electoral MONTECINO 135
Harbingers of the Concertación’s demise point out that the Chilean
economy has slowed somewhat since the coalition’s early years in
Pero ¿es la comunidad la que no puede retener a los(as) jóvenes o
government during the 1990s. Moreover, the coalition itself was initially
son las familiasopposition
galvanized around las que no to pueden hacerlo? ¿Qué
the Pinochet regime relevancia
of the 1970stiene laand
comuni-
1980s,dadso en
as los
timesujetos?
passes,¿Sethe trata de una “desventura”
compelling force of that familiar o comunitaria?
initial motivation
Una aproximación a estas cuestiones nos obliga a visualizar
might naturally weaken. In addition, the Concertación, and even its component los vínculos
entre familia (nuclear), comunidad y tierra. Hay
parties —most notably the Christian Democrats— are internally divided un cierto acuerdo entre los
estudiosos de la sociedad mapuche que los grupos domésticos (familia)
over social issues, such as the legal status of divorce and access to birth
gozan de una gran autonomía frente a la comunidad, incluso algunos inves-
control. Finally, by the 2005 elections, the Concertación will have held the
tigadores
presidency and ainsisten
majorityeninquetheesa autonomía
Chamber apunta directamente
of Deputies (the legislative al house
individuo y
que es estimulada por una socialización que valora
elected by popular vote) for 16 years. By the standards of multiparty una “ideología de inde-
pendencia personal” (Melville, 1976) y que fomenta
coalitions anywhere,18 much less among Latin America’s presidential las redes egocentradas
(Stuchlik,
systems, 1999) .
the Concertación is geriatric, bearing the scars of miscellaneous
Es indudable que este peso de lo “individual” repercute directamen-
corruption charges against members, including the stripping of
te en los asuntos de la tierra. Por eso al inquirir la opinión sobre “¿Qué es
parliamentary rights from five of the coalition’s deputies in 2002, and the
mejor:
general que el dueño
disillusionment thatdegoes
la tierra
with sea…
holdingLas thepersonas
reins of ypower
sus familias
for so / La
www.cepchile.cl
comunidad?”,
long. One el 86%then,
might conclude, marcathatlatheprimera
coalitionalternativa
is simply (respuesta que tiene la
ready to expire.
misma ponderación para urbanos y rurales). Esta
Any of these forces, or some combination of them, could indeedautonomía individual-fami-
liar llevó
undermine the aConcertación,
economistas ybut sociólogos
we do not de los años these
regard 60 a considerar
factors as a los
mapuches una suerte de “pequeños burgueses”, olvidando las característi-
necessarily devastating to the coalition’s survival for a number of reasons.
cas del sujeto mapuche y de la particular importancia de la comunidad en
In the first place, the Chilean economy has come through the last five years
los vínculos económicos (Bengoa y Valenzuela, 1984). Prueba de ello es la
in far better shape than that of any of its Southern Cone neighbors, and
tensión and
employment entregrowth
propiedad individual
figures / propiedad
rebounded in firstprivada.
months of 2003. The
No obstante, hay que comprender
Concertación may well be in a position in 2005 queto la claim
valoración
creditdefor
la “propiedad
good
economic stewardship. Next, many of the issues surrounding the privada”
individual” está lejos de una valuación plena de la “propiedad non- y
ello queda plenamente demostrado porque:
democratic legacy of the Pinochet era —including the renowned
1) el 59% de los mapuches rurales opina que “no deberían poder
hipotecarse las tierras sin permiso del gobierno” (sólo un 20% que podría
hacerse sin ese permiso);
2) el 68% de los mapuches rurales y el 54% de los urbanos estiman
que las tierras no deberían poder venderse a no mapuches (sólo el 22% de
los rurales piensa lo contrario);
3) el 64% de los mapuches rurales y el 40% de los urbanos no “es-
taría dispuesto a vender” sus tierras (a pesar que el precio ofrecido sea
bueno).
long.bases
One para
mightuna “nueva”then,
conclude, redistribución del tanispreciado
that the coalition bien (Correa,
simply ready to expire.Moli-
na yAny
Yáñez,
of these forces, or some combination of them, could de
2005). El mejor ejemplo se encuentra en la Provincia Arauco.
indeed
undermine the Concertación, but we do not regard these factors ashoy
Allí la Reforma Agraria de Alessandri propició un imaginario que hasta
día gravita en la demanda mapuche: colonias indígenas que implicaron 60
necessarily devastating to19the coalition’s survival for a number of reasons.
hectáreas por familia . Este sueño se concretó después de las tomas de
In the first place, the Chilean economy has come through the last five years
Pangal y Huape (1962) en el corazón de Arauco, creándose las colonias
in far better shape than that of any of its Southern Cone neighbors, and
“Rosa Ester
employment andRodríguez de Alessandri”
growth figures rebounded y “Federico Peña”, of
in first months las2003.
que significa-
The
ron 5.100 hectáreas para los mapuches. Hay que
Concertación may well be in a position in 2005 to claim credit for tener presente quegood
bajo el
sistemastewardship.
economic reduccional en Arauco
Next, many se of
entregó sólo unsurrounding
the issues total de 9.699 the hectáreas
non-
(Foerster, 2004).
democratic legacy of the Pinochet era —including the renowned
Pacto
entrega la CONADI.
coalition’s leaders have issued premature announcements of its death
(Latin America Adviser 2002; El Mercurio 2003a). Some observers of
Chilean politics, therefore, might regard the dissolution of the Concertación
as both a foregone conclusion and an overdetermined event –that is, as the
product of so many factors, all working toward the same end, that it is
impossible to assign responsibility among them. We share the opinion that
the Concertación may well dissolve before Chile’s next election, but not for
the reasons commonly cited. Our argument is based, instead, on the
structure of Chilean political careers, which in turn is connected inextricably
ROLF FOERSTER
with Chile’s y SONIArules.
unusual electoral MONTECINO 137
Harbingers of the Concertación’s demise point out that the Chilean
economy has slowed somewhat since the coalition’s early years in
dad y elduring
government multiculturalismo. En el siglothe
the 1990s. Moreover, XVIII adquirió
coalition la forma
itself de una queja
was initially
sobre lo contradictoria que era la política de
galvanized around opposition to the Pinochet regime of the 1970s and los parlamentos, que hacía de
1980s,unos “salvajes”
so as una “nación”;
time passes, en el siglo
the compelling forceXIX,
of Vicuña
that initial Mackenna
motivation se condo-
might naturally weaken. In addition, the Concertación, and even its componentdel far
lía de nuestra imposibilidad de actuar en la Araucanía a la manera
partieswest
—mostamericano
notablyy lothe
atribuía al relato
Christian fundacional
Democrats— aredeinternally
Chile (Ladivided
Araucana de
Ercilla);
over social y, en such
issues, el siglo
as XX, se popularizó
the legal status ofpor la prensa
divorce andlaaccess
imagen todel “cordón
birth
control. Finally, by the 2005 elections, the Concertación will have held thede las
suicida” para hablar de las comunidades y el apoyo que recibían
políticas
presidency and proteccionistas
a majority in thedel Estado. of
Chamber Ahora bien,(the
Deputies lo novedoso
legislativeque revela la
house
electedencuesta
by populares que si antes
vote) for 16estimábamos
years. By the del standards
mapuche of su multiparty
pasado (porque
también
coalitions era el nuestro)
anywhere, muchyless despreciábamos
among Latin su presente
America’s (borracho, flojo, etc.),
presidential
hoythe
systems, apreciamos
Concertación ambas dimensiones
is geriatric, bearingtemporales
the scars alof resignificar
miscellaneous no sólo
su cultura
corruption (la lengua)
charges against sinomembers,
también suincluding
pasado (lathe deuda) y sus derechos
stripping of
parliamentary
(tierra). rights from five of the coalition’s deputies in 2002, and the
general disillusionment
En tercer lugar,that sigoes
todawith holding
identidad the reins (Tylor,
es dialógica of power for so
1993), hay que
www.cepchile.cl
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