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PROTOCOLO DE PRÁCTICA CLÍNICA PREFERENTE

Blefaritis

© ®
Copyright 2017. American Academy of Ophthalmology . All rights reserved.
© ®
Copyright 2017. Academia Americana de Oftalmología . Todos los derechos reservados.

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AUTORES

Coordinador:
José María Herreras Cantalapiedra

Grupo de trabajo:
Sara Sánchez Tabernero
Manuel Ángel Marcos Fernández
Lidia Cocho Archiles
Lucía Ibares Frías
Yrbani Lantigua Dorville
Alejandro Portero Benito

Coordinador General Protocolos Sociedad Española de Oftalmología:


José A. Gegúndez Fernández

Fecha de traducción al español: julio-2016

Traducción del texto original de:


Panel de Protocolos de Córnea/Enfermedades externas 2012-2013
Robert S. Feder, MD, Co-presidente
Stephen D. McLeod, MD, Co-presidente
Esen K, Akpek, MD, Representante de la Sociedad de Córnea
Steven P. Dunn, MD
Francisco J, García-Ferrer, MD
Amy Lin, MD
Francis S. Mah, MD
Audrey R. Talley-Rostov, MD
Divya M. Varu, MD
David C. MUsch, PhD, MPH, Metodólogo

Revisado por:
Comité de Protocolos de Práctica Clínica Preferente 2013

2

Stephen D. McLeod, MD, Chair
David F. Chang, MD
Robert S. Feder, MD
Timothy W. Olsen, MD
Bruce E. Prum, Jr., MD
C. Gail Summers, MD
David C. Musch, PhD, MPH, metodólogo.

Disclaimer:

This publication is a translation of a publication of the American Academy of


Ophthalmology entitled Preferred Practice Pattern and Summary Benchmarks.
This translation reflects current practice in the United States of America as of
the date of its original publication by the Academy, and may include some
modifications that reflect national practices. The American Academy of
Ophthalmology did not translate this publication into the language used in this
publication and disclaims any responsibility for any modifications, errors,
omissions or other possible fault in the translation. The Academy and the
Ophthalmology Spanish Society (SEO) provide this material for educational
purposes only. It is not intended to represent the only or best method or
procedure in every case, or to replace a physician´s own judgment or give
specific advice for case management. Including all indications,
contraindications, side effects, and alternative agents for each drug or treatment
is beyond the scope of this material. All information and recommendations
should be verified, prior to use, with current information included en the
manufacturers’ package inserts or other independent sources, and considered
in light of the patient’s condition and history. The Academy and the SEO
specifically disclaims any and all liability for injury or other damages of any kind,
from negligence or otherwise, for any and all claims that may arise from the use
of any recommendations or other information contained herein.

3

Limitación de responsabilidad:

Este texto es una traducción de una publicación de la Academia Americana de


Oftalmología titulada “Preferred Practice Pattern and Summary Benchmarks”.
Esta traducción refleja la práctica actual en los Estados Unidos de América en
la fecha de su publicación original por la Academia, y puede incluir algunas
modificaciones que reflejen las prácticas nacionales. La Academia Americana
de Oftalmología no es la responsable de la traducción al español de esta
publicación y no asume ninguna responsabilidad por las modificaciones,
errores, omisiones u otros posibles errores en la traducción. La Academia y la
Sociedad Española de Oftalmología (SEO) proporcionan este material sólo con
fines educativos. No está destinado a representar el único, mejor método o
procedimiento en cada caso, ni tampoco para reemplazar el criterio del médico
o dar consejos específicos para el manejo de los casos. La inclusión de todas
las indicaciones, contraindicaciones, efectos secundarios y opciones
alternativas para cada fármaco o tratamiento, quedan fuera del alcance de este
material. Toda la información y las recomendaciones deben ser verificadas,
antes de su aplicación, con la información actual incluida en los folletos del
fabricante o en otras fuentes independientes, y en cualquier caso consideradas
en base a las peculiaridades del paciente y su historia clínica. La Academia y la
SEO renuncian específicamente a toda responsabilidad por lesiones u otros
daños de cualquier tipo, por negligencia o por cualquier otra causa o
reclamación que pueda surgir del uso de cualquier recomendación u otra
información contenida en este documento.

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Copyright 2017. American Academy of Ophthalmology . All rights reserved.
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Copyright 2017. Academia Americana de Oftalmología . Todos los derechos reservados.

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CONFLICTOS DE INTERESES

Coordinador:
José María Herreras Cantalapiedra: sin conflictos de intereses

Grupo de trabajo:
Sara Sánchez Tabernero: sin conflictos de intereses
Manuel Ángel Marcos Fernández: sin conflictos de intereses
Lidia Cocho Archiles: sin conflictos de intereses
Lucía Ibares Frías: sin conflictos de intereses
Yrbani Lantigua Dorville: sin conflictos de intereses
Alejandro Portero Benito: sin conflictos de intereses

5

ÍNDICE

OBJETIVOS DE LOS PROTOCOLOS DE PRÁCTICA CLÍNICA PREFERENTES ...................... 7


MÉTODO Y NIVELES DE EVIDENCIA .......................................................................... 10
HALLAZGOS DESTACADOS Y RECOMENDACIONES DE TRATAMIENTO ...................... 13
INTRODUCCIÓN ....................................................................................................... 15
Definición de la enfermedad ............................................................................................ 15
POBLACIÓN ..................................................................................................................... 15
OBJETIVOS CLÍNICOS ....................................................................................................... 15

ANTECEDENTES ....................................................................................................... 16
PREVALENCIA .................................................................................................................. 18
FACTORES DE RIESGO Y ENFERMEDADES ASOCIADAS ...................................................... 19
HISTORIA NATURAL ......................................................................................................... 21

PROCESO DE ATENCIÓN AL PACIENTE ...................................................................... 24


CRITERIOS DE RESPUESTA AL TRATAMIENTO ................................................................... 24
DÍAGNÓSTICO ................................................................................................................. 24
MANEJO TERAPÉUTICO ................................................................................................... 31
ABORDAJE MULTIDISCIPLINAR Y CRITERIOS DE DERIVACIÓN AL ESPECIALISTA ................ 38
EDUCACIÓN SANITARIA ................................................................................................... 39
CONSIDERACIONES SOCIOECONÓMICAS ......................................................................... 39

APÉNDICE 1. CRITERIOS DE CALIDAD EN LA ATENCIÓN OFTALMOLÓGICA ................ 41


APÉNDICE 2. CÓDIGOS ESTADÍSTICOS DE LA CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE
ENFERMEDADES Y PROBLEMAS RELACIONADOS CON LA SALUD ............................. 45
APÉNDICE 3. GRADOS DE RECOMENDACIÓN DE LOS PROTOCOLOS DE PRÁCTICA
CLÍNICA PREFERENTES ............................................................................................. 47
MATERIAL DE LA ACADEMIA AMERICANA DE OFTALMOLOGÍA (AAO) RELACIONADO
............................................................................................................................... 56
REFERENCIAS ........................................................................................................... 56

6

OBJETIVOS DE LOS PROTOCOLOS DE
PRÁCTICA CLÍNICA PREFERENTES

Como servicio a sus miembros y al público, la Academia Americana de


Oftalmología (AAO) ha elaborado una serie de protocolos de prácticas clínicas
preferentes (Preferred Practice Pattern®, PPP), que identifican las
características de una atención oftalmológica de calidad. En el apéndice 1
se describen los criterios básicos de calidad de la atención oftalmológica.

Los PPP están basadas en la mejor evidencia científica disponible interpretada


por comités de expertos profesionales de la salud. En ciertas ocasiones, como
cuando los resultados de ensayos clínicos cuidadosamente diseñados están
disponibles, los datos son suficientemente evidentes y aportan criterios clínicos
claros. En otras circunstancias, los paneles de expertos tienen que confiar en
su juicio colectivo y su valoración de la evidencia disponible.

Estos documentos proporcionan una pauta para práctica médica general,


no para la atención médica de un caso particular. Mientras que, por lo
general, estas pautas deben satisfacer las necesidades de la mayoría de los
pacientes, no pueden adaptarse perfectamente a los requerimientos de todos
los pacientes. Ceñirse a estos PPP no asegurará un resultado exitoso en
cualquier situación. Entre estas pautas no se considera que estén incluidos
todos los métodos apropiados de atención oftalmológica ni excluye otros
razonablemente enfocados a conseguir los mejores resultados. Puede ser
necesario aproximarse a las diversas necesidades de los pacientes de
diferentes maneras. Corresponde al médico la decisión acerca de la
conveniencia de la atención oftalmológica que finalmente recibirá cada paciente
concreto a la luz de todas las circunstancias que concurran en dicho paciente.
La Academia Americana de Oftalmología (y la Sociedad Española de
Oftalmología) muestra su disposición para ayudar a sus miembros en la
resolución de los dilemas éticos que se planteen en su ejercicio profesional.

7

Las directrices recogidas en los PPP no son criterios estandarizados que
deban ser seguidos en todas las situaciones individuales. La Academia
renuncia a toda responsabilidad por lesiones o cualquier otro tipo de daño,
negligencia y por cualquier otra actuación susceptible de reclamación que
pueda surgir como consecuencia del seguimiento de cualquier recomendación
u otra información contenida en el presente documento.

Las referencias a ciertos medicamentos, instrumentos y otros productos


sanitarios están hechas con fines únicamente ilustrativos y no pretenden
constituir un respaldo de los mismos. Dicho material puede incluir información
sobre sus aplicaciones que no son consideradas como estándar en nuestro
medio, incluso que reflejan indicaciones no incluidas en los permisos de
comercialización concedidos por la U.S. Food and Drug Administration (FDA), o
las aprobadas para su uso sólo en entornos restringidos de investigación. La
FDA ha declarado que es responsabilidad del médico determinar el estatus
regulatorio de cada fármaco o dispositivo que éste desee usar, y para usarlos
debe contar con adecuado consentimiento informado del paciente, en
cumplimiento con la ley establecida.

Las innovaciones médicas son esenciales para asegurar la salud futura de la


población y la Academia Americana fomenta el desarrollo de nuevos métodos
diagnósticos y terapéuticos que mejoren la atención oftalmológica. Es esencial
reconocer que la excelencia médica se logra sólo cuando las necesidades de
nuestros pacientes son la consideración primordial.

Todas las directrices incluidas en los PPP son revisadas por su un panel de
expertos cada año o antes en caso de necesidad. Para asegurar que todos los
PPP están actualizados, cada uno es válido durante cinco años a contar desde
su fecha de aprobación salvo que sea reemplazado previamente por una
revisión. Los PPP son financiados por la Academia sin apoyo comercial.
Autores y revisores de los PPP son voluntarios y no reciben ninguna
compensación económica por su contribución a los documentos. Los PPP son
sometidos a revisión externa por expertos y demás partes interesadas,
incluidos representantes de los consumidores, antes de su publicación. Los

8

PPP se desarrollaron de acuerdo con el código de relaciones empresariales del
Consejo de Sociedades de especialidades médicas. La Academia tiene un
procedimiento de relación con la industria con el que cumple dicho código.

(Disponible en http://one.aao.org/CE/PracticeGuidelines/PPP.aspx)

En el apéndice 2 figuran los códigos estadísticos de la Clasificación


Internacional de Enfermedades y problemas relacionados con la salud a los
que este PPP hacen referencia. El PPP sobre blefaritis está dirigido a
oftalmólogos.

9

MÉTODO Y NIVELES DE EVIDENCIA

Los PPP debieran ser clínicamente relevantes y lo suficientemente específicos


como para proporcionar información útil a los profesionales implicados. En
aquellos casos en los que exista evidencia suficiente para apoyar las
recomendaciones médicas, la recomendación se acompañará de un código
que refleje el nivel de evidencia.

Con este fin se emplea el método desarrollado por la Scottish Intercolletigate


Guideline Network1 (SIGN: Red intercolegial de directrices escocesa) y el
Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation2
(GRADE: Clasificación de recomendaciones de valoración, desarrollo y
evaluación). El sistema GRADE es una aproximación sistemática para
cuantificar la fuerza total de la evidencia científica disponible que sustenta las
recomendaciones para un caso clínico específico. Las organizaciones que han
adoptado el sistema GRADE incluyen a la SIGN, la Organización Mundial de la
Salud, la Agencia para la investigación y política sanitaria (Agency for
Healthcare Research an Policy) y el colegio de médicos americano.3

♦ Todos los estudios utilizados para justificar una recomendación son


clasificados individualmente según su nivel de evidencia científica, y ese
grado se refleja acompañando a la referencia de cada estudio.
♦ Para evaluar cada estudio, se utiliza como base la escala SIGN1. Las
definiciones y los niveles de evidencia referidos a estudios concretos son los
siguientes:

I ++ Meta-análisis de alta calidad, revisiones sistemáticas de ensayos


clínicos controlados aleatorizados (ECCA) o ensayos clínicos
controlados con un riesgo muy bajo de sesgo
I+ Meta-análisis bien realizados, revisiones sistemáticas de ECCA, o
ECCA con bajo riesgo de sesgo.
I- Meta-análisis, revisiones sistemáticas de ECCA, o ECCA con alto riesgo
de sesgo.

10

II Revisiones sistemáticas de alta calidad de estudios de casos y controles
++ o de cohortes.
Estudios de casos y controles o de cohortes de alta calidad con un
riesgo muy bajo de confusión o sesgo y una alta probabilidad de que la
relación sea causal.
II + Estudios bien realizados de casos y controles o de cohortes con un
riesgo bajo de probabilidad de confusión o sesgo y un grado medio de
probabilidad de que la relación sea causal.
II - Estudios de casos y controles o de cohortes con un alto riesgo de
confusión o sesgo y un riesgo significativo de que la relación no sea
causal.
III Estudios no-analíticos (series de casos, reportes de casos clínicos)

♦ Las recomendaciones médicas están sustentadas por el nivel de evidencia.


La calidad de la evidencia se define mediante el sistema GRADE2,
expuesta a continuación:

Calidad Es muy poco probable que futuras investigaciones cambien


óptima nuestra confianza en la estimación del efecto.
Calidad Es probable que futuras investigaciones tengan un impacto
moderada importante en nuestra confianza en la estimación del efecto y
que puedan cambiar dicha estimación.
Calidad Es muy probable que futuras investigaciones tengan un
insuficiente impacto importante en nuestra confianza en la estimación del
efecto y es probable que modifiquen dicha estimación.
Cualquier estimación del efecto es muy incierta.

11

♦ Clave para definir la firmeza de las recomendaciones médicas según el
sistema GRADE:

Recomendación Se utiliza si los efectos deseables de una intervención


sólida superan claramente los efectos indeseables o
claramente todo lo contrario.
Recomendación Se utiliza cuando las expectativas son menos seguras,
discrecional ya sea debido a una evidencia de baja calidad o porque
la evidencia sugiere que los efectos deseables e
indeseables están estrechamente equilibrados.

♦ Los puntos enunciados en la sección de hallazgos destacados y


recomendaciones médicas han sido determinados por el panel de expertos
por resultar de especial importancia para la visión y calidad de vida de los
pacientes.
♦ Todas las recomendaciones incluidas en esta guía de PPP fueron
calificadas usando el sistema descrito anteriormente. Para información
adicional sobre la valoración específica de cada recomendación, ver
Apéndice 3.
♦ Las búsquedas bibliográficas precisas para actualizar este PPP fueron
realizadas entre junio de 2012 y enero de 2013 recurriendo a PubMed y a la
Biblioteca Cochrane. Los detalles concretos de dichas consultas
bibliográficas están disponibles en: www.aao.org/ppp

12

HALLAZGOS DESTACADOS Y
RECOMENDACIONES DE TRATAMIENTO

En el manejo de las patologías de la superficie ocular, es fundamental distinguir


la blefaritis y la disfunción de glándulas de Meibomio (DGM) del síndrome de
ojo seco hiposecretor o acuoso deficiente. El empeoramiento matutino de los
síntomas es característico de la blefaritis mientras que la exacerbación
sintomática al final del día es propia del síndrome de ojo seco por deficiencia
del componente acuoso de la lágrima.

La blefaritis es, típicamente, una condición crónica por lo que no puede ser
curada de forma total ni permanente. Su correcto manejo depende de se
mantenga un adecuado régimen terapéutico de forma indefinida por lo que esto
debe ser claramente explicado y comprendido por el paciente.

Se debe procurar tratar aquellas blefaritis, moderadas y graves, mediante la


higiene palpebral y antibióticos tópicos antes de la cirugía intraocular, si a juicio
del cirujano la condición del párpado pueda haber incrementado la carga
bacteriana de la superficie ocular, incluso si el paciente está asintomático, con
el fin de reducir el riesgo de endoftalmitis.

Las costosas nuevas tecnologías disponibles, incluyendo los dispositivos que


se basan en la pulsación térmica, pueden ser empleadas pero la evidencia
científica disponible no es suficientemente sólida como para acreditar su
utilidad en el tratamiento de la blefaritis.

13

Pomadas antibióticas tópicas, con o sin corticoides asociados, o ciertos
antibióticos orales pueden ser efectivos en el tratamiento de la blefaritis. A
pesar de que la azitromicina es usada habitualmente como arma terapéutica
frente a la blefaritis, puede resultar perjudicial cuando se administra por vía oral
en pacientes con comorbilidad cardiovascular. En marzo de 2003, la FDA alertó
sobre la posibilidad de que la azitromicina oral indujera alteraciones en la
actividad eléctrica cardíaca, con el riesgo potencial de desencadenar arritmias
graves.

En pacientes con blefaritis crónica que no responden a tratamiento


convencional, debe valorarse la posibilidad de que se trate de un carcinoma,
particularmente carcinoma sebáceo (síndrome de mascarada original)4-6,
especialmente en casos que asocien pérdida de pestañas. Un diagnóstico
precoz y un tratamiento apropiado evitan la desfiguración estética del párpado
y pueden salvar la vida del paciente.

14

INTRODUCCIÓN

DEFINICIÓN DE LA ENFERMEDAD

Este documento se centra en la blefaritis crónica, es decir, en la inflamación


crónica que afecta al borde palpebral de forma primaria y constituye una causa
frecuente de irritación ocular.

POBLACIÓN

La población afectada incluye individuos de todas las edades que presentan


signos y síntomas sugestivos de blefaritis, tales como irritación y enrojecimiento
ocular o de los párpados.

OBJETIVOS CLÍNICOS

♦ Establecer el diagnóstico de blefaritis, diferenciándola de otras causas de


irritación ocular
♦ Identificar el tipo de blefaritis
♦ Establecer un tratamiento adecuado
♦ Aliviar el dolor y el malestar
♦ Prevenir las complicaciones
♦ Educar y conseguir la adherencia del paciente al tratamiento de esta
patología crónica

15

ANTECEDENTES

La blefaritis se puede clasificar según su localización en anterior, cuando afecta


la piel del párpado, base de las pestañas y folículos pilosos; y blefaritis
posterior, si afecta a las glándulas de Meibomio y sus orificios.

Tradicionalmente ha sido subcategorizada en estafilocócica, seborreica, por


disfunción de glándulas de Meibomio (DGM), o combinación de las anteriores.7

Las formas estafilocócica y seborreica afectan sobre todo a la parte anterior


del párpado, y ambas pueden denominarse blefaritis anterior. La DGM, definida
por el Workshop Internacional en Disfunción de glándulas de Meibomio
(www.tearfilm.org/mgdworkshop/index.html), hace referencia a una afectación
crónica y difusa de las glándulas de Meibomio, caracterizada por obstrucción
terminal de los conductos asociada a alteraciones cualitativas o cuantitativas en
la secreción glandular. Puede ocasionar una alteración de la película lagrimal,
síntomas irritativos, inflamación y alteración de la superficie ocular. La DGM
puede ser clasificada a su vez en hiposecretora, obstructiva, e hipersecretora.8
Este documento describe las tres subcategorías de la blefaritis crónica.9

Existe un solapamiento considerable de los síntomas de todos los tipos de


blefaritis. Esta frecuentemente lleva a una inflamación de la superficie ocular,
incluyendo conjuntivitis, queratitis y alteraciones de la película lagrimal. La
blefaritis además puede exacerbar los síntomas de enfermedades de la
superficie ocular coexistentes, como la alergia o el síndrome de ojo seco (SOS)
hiposecretor. La naturaleza crónica de la blefaritis, su etiología incierta, y su
frecuente asociación a enfermedades de la superficie ocular, hacen de ella una
patología difícil de manejar.

La blefaritis estafilocócica se caracteriza por descamación, formación de


costras y eritema en el borde palpebral, con la formación de collaretes o
manguitos en la base de las pestañas. Esta inflamación crónica puede
exacerbarse en ocasiones, produciéndose blefaritis ulcerativa. Además, puede

16

aparecer pérdida de las pestañas y afectación corneal, en forma de queratitis
punteada superficial, infiltrados periféricos y neovascularización.

Aunque con una alta frecuencia (89-100% de los casos) pueden aislarse
estafilococos coagulasa negativos de los párpados de pacientes con blefaritis y
sujetos normales, el estafilococo aureus se encuentra con mayor frecuencia en
parpados de pacientes diagnosticados de blefaritis estafilocócica.7 Se cree que
ambos, los estafilococos coagulasa negativos y el S. aureus, tienen un papel
fundamental en el desarrollo de la blefaritis estafilocócica, aunque el
mecanismo patogénico no se conoce de forma exacta a día de hoy. La
producción de toxina se ha correlacionado con la existencia de
blefaroconjuntivitis;10 sin embargo, otros estudios no hallaron esta asociación
entre la producción de toxina por el S. aureus y la presencia de enfermedad
clínica.11

También se han documentado mecanismos inmunológicos en la base de esta


enfermedad. La inmunidad mediada por células frente a S. aureus se ha
detectado en un 40% de pacientes con blefaritis crónica, no evidenciándose en
sujetos sanos.12 Estos mecanismos de inmunidad mediada por células también
se han visto implicados en el desarrollo de queratitis asociada con blefaritis
estafilocócica.13 Los propios antígenos estafilocócicos pueden iniciar una
reacción inflamatoria por medio de su adhesión a receptores específicos
presentes en el epitelio corneal.14,15

Los pacientes con blefaritis seborreica presentan escamas oleosas en la parte


anterior del párpado, y frecuentemente asocian dermatitis seborreica de las
cejas y el cuero cabelludo.

Las manifestaciones palpebrales de la DGM incluyen telangiectasias en la


unión mucocutánea del párpado, presencia de secreción espumosa en el borde
palpebral, taponamiento de los orificios de salida de las glándulas de Meibomio,
secreción de estas glándulas que varía de un líquido turbio a un material denso
similar al queso, engrosamiento y descamación del borde palpebral, triquiasis y
lesiones del tipo de chalazión. Estos cambios pueden llevar a la ulterior atrofia

17

de las glándulas y cicatrización. Los pacientes con DGM frecuentemente
asocian rosácea o dermatitis seborreica.7,16 Además, se han encontrado
diferencias en la composición bioquímica de la secreción meibomiana entre
pacientes con DGM y sujetos normales.17 El resultado de la DGM es la
disminución de la secreción meibomiana en el borde palpebral y película
lagrimal, lo que produce, a su vez, un incremento de la evaporación de la
lágrima, hiperosmolaridad e inestabilidad de la misma, inflamación y daño en la
superficie ocular.18

PREVALENCIA

Aunque la blefaritis es una de las patologías oculares más frecuentes, se


carece de información epidemiológica acerca de su incidencia y prevalencia.
Un estudio de 90 pacientes con blefaritis crónica demostró que la edad media
de estos individuos era de 50 años.18 Al compararlos con pacientes con otros
tipos de blefaritis, aquellos con blefaritis estafilocócica resultaron ser más
jóvenes (42 años) y mayoritariamente mujeres (80%).7 Un estudio de una
muestra representativa de adultos de Estados Unidos (n = 5000), reveló que
los síntomas típicos de la blefaritis son frecuentes, así como que los pacientes
más jóvenes los refieren con más frecuencia que los mayores. En otro estudio
en el mismo artículo, oftalmólogos y optometristas apuntaron que la blefaritis
afectaba a un 37% y un 47% de sus pacientes respectivamente. La DGM,
asimismo, se vio como la causa más frecuente de ojo seco evaporativo.19

La prevalencia de la DGM varía ampliamente en la literatura,18 considerándose


que es significativamente más común en pacientes asiáticos que caucásicos.
Sin embargo, existe una gran variación en la definición de la enfermedad y en
la edad de los grupos estudiados.20-24

18

FACTORES DE RIESGO Y ENFERMEDADES ASOCIADAS

1. Síndrome de ojo seco (SOS)

Hasta un 50% de los pacientes con blefaritis estafilocócica presentan además


un SOS.7 Inversamente, en una serie de 66 pacientes con SOS, un 75%
presentaron blefaritis o conjuntivitis estafilocócica.25

Una disminución en los niveles de lisozima e inmunoglobulinas, frecuentemente


presentes en pacientes con insuficiente producción lagrimal, puede alterar la
resistencia a infecciones bacterianas, actuando como factor predisponente para
el desarrollo de blefaritis estafilocócicas.13

Se estima que un 25-40% de los pacientes con blefaritis seborreica y DGM,7 y


un 37-52% de los pacientes con rosácea16 presentan además un SOS
hiposecretor, que puede ser el resultado de un aumento de la evaporación de
la película lagrimal debida a una deficiencia en el componente lipídico de la
lágrima, además de una alteración en la sensibilidad corneal.26,27 Además, una
disminución de los niveles de fosfolípidos en lágrima se ha correlacionado con
la presencia de SOS en pacientes con blefaritis crónica.28

2. Enfermedades dermatológicas

La patología dermatológica asociada a la blefaritis seborreica y DGM puede


compartir una etiología común y factores predisponentes. En un estudio, el
95% de los pacientes con blefaritis seborreica presentaron también dermatitis
seborreica.7 En pacientes con DGM, y específicamente aquellos que padecen
un subtipo de esta denominado meibomitis primaria, se ha visto que un 74%
padece dermatitis seborreica y un 51% acné rosácea.7,18

3. Demodicosis

Se ha encontrado infestación por el ácaro Demodex folliculorum en el 30% de


los pacientes con blefaritis crónica, aunque también se ha visto con la misma
frecuencia en sujetos sin blefaritis.29 Sin embargo, el tratamiento dirigido a la
erradicación del Demodex ha resultado curativo en algunos casos de blefaritis

19

recalcitrante.29 El hallazgo de manguitos cilíndricos alrededor de las pestañas
se considera patognomónico de la infestación ocular por Demodex.30

4. Acné Rosácea

Se trata de una enfermedad de la piel y los párpados que afecta principalmente


a individuos de piel clara,31 aunque puede verse en personas de todas las
razas. Los hallazgos más característicos en la piel de estos pacientes son
eritema, telangiectasias, pápulas, pústulas, prominencia de las glándulas
sebáceas y rinofima. Además, se asocia con alteraciones de la membrana
basal del epitelio de la córnea y la aparición de úlceras recidivantes.32,33 En
pacientes con piel oscura la rosácea es en ocasiones más difícil de
diagnosticar debido a la dificultad para visualizar el enrojecimiento facial y las
telangiectasias.

La rosácea afecta típicamente a pacientes en edades medias de la vida, y


aunque ocurre con más frecuencia en mujeres,34 puede ser más severa en
varones.35,36

Su diagnóstico pasa en muchas ocasiones desapercibido, ya que muchos


pacientes muestran sólo signos leves, como telangiectasias y rubor facial. Esto
ocurre especialmente en niños, que pueden presentar queratoconjuntivitis
recurrente, úlceras corneales y solamente signos leves de rosácea.37 En los
niños con rosácea ocular la afectación es frecuentemente asimétrica, y en
muchas ocasiones asocian afectación corneal y complicaciones que
potencialmente pueden afectar la visión. La afectación facial es menos
frecuente en niños que en adultos, y suele aparecer en el contexto de
atopia.38,39 Los pacientes con historia de orzuelos frecuentes en la infancia
presentan, además, alto riesgo de desarrollar rosácea en la edad adulta.40

5. Isotretinoína

Se trata de una medicación oral para el tratamiento de las formas severas de


acné, y cuyo uso se asocia con un aumento significativo de la colonización de
la conjuntiva por S. aureus, blefaritis y alteraciones de la película lagrimal.41 En

20

la mayoría de los casos la interrupción del tratamiento lleva a la desaparición
de los síntomas.41-44

6. Conjuntivitis papilar gigante

Pacientes que padecen conjuntivitis papilar gigante asociada al uso de lentes


de contacto han demostrado tener con mayor frecuencia DGM,45 cuya
severidad puede correlacionarse con la de la conjuntivitis. La tabla 1 recoge
otras entidades que pueden producir inflamación del borde palpebral.

HISTORIA NATURAL

La blefaritis es una enfermedad crónica, con períodos de exacerbación y


remisión. Aunque aparece normalmente en adultos de mediana edad también
puede observarse en la infancia.37,46

Aunque la blefaritis estafilocócica suele disminuir su gravedad con el paso del


tiempo, las formas severas pueden llevar a la pérdida de las pestañas,
cicatrización del párpado, triquiasis, y el desarrollo de úlceras corneales y
neovascularización.12 Los pacientes con blefaritis seborreica y DGM
generalmente son mayores y tienen una historia más larga de síntomas
oculares (rango 6.5 a 11.6 años).13 Pacientes mayores con telangiectasias del
borde palpebral, estrechamiento y oclusiones de los orificios de salida de las
glándulas de Meibomio pueden permanecer asintomáticos.47 Puede observarse
DGM en ausencia de inflamación,8 y los pacientes con rosácea ocular severa
pueden desarrollar complicaciones como queratitis punteada superficial,
neovascularización, úlceras corneales y cicatrización. Sin embargo, todo ello
puede ocurrir en blefaritis sin rosácea.

21

TABLA 1: Otras condiciones asociadas con la inflamación del párpado

Condición Entidad

Infecciones bacterianas • Impétigo (por Staphylococcus aureus)


• Erisipela (por Streptococcus pyogenes)
Infecciones víricas • Virus Herpes simplex
• Molluscum contagiosum
• Virus Varicela zoster
• Papillomavirus
• Vacunas
Infecciones parasitarias • Pediculosis palpebral (por Phthirus pubis)

Enfermedades • Dermatitis atópica


inmunológicas • Dermatitis de contacto
• Eritema multiforme
• Pénfigo foliáceo
• Penfigoide cicatricial ocular
• Síndrome de Stevens-Johnson
• Conectivopatías
• Lupus discoide
• Dermatomiositis
• Enfermedad de injerto contra huésped (EICH)
• Enfermedad de Crohn
Dermatosis • Psoriasis
• Ictiosis
• Dermatitis exfoliativas
• Eritroderma
Tumores benignos de los • Hiperplasia pseudoepiteliomatosa
párpados • Queratosis actínica
• Papiloma escamoso
• Hiperplasia de glándulas sebáceas

22

• Hemangioma
• Granuloma piogénico
Tumores malignos de los • Carcinoma de células basales
párpados • Carcinoma escamoso
• Carcinoma sebáceo
• Melanoma
• Sarcoma de Kaposi
• Micosis fungoide
Traumatismos • Químico
• Térmico
• Radiación
• Mecánico
• Quirúrgico
Reacciones tóxicas • Medicamentosa

23

PROCESO DE ATENCIÓN AL PACIENTE

CRITERIOS DE RESPUESTA AL TRATAMIENTO


Como objetivos del manejo de la blefaritis se incluyen los siguientes:


♦ Reducir los signos y síntomas de la blefaritis.
♦ Minimizar el daño estructural.
♦ Prevenir la pérdida de la función visual.

DÍAGNÓSTICO

La evaluación inicial de un paciente con signos y síntomas sugestivos de


blefaritis debe incluir los aspectos más relevantes de una evaluación
oftalmológica exahustiva.48,49 El diagnóstico de blefaritis se basa normalmente
en la historia clínica del paciente y en los hallazgos biomicroscópicos
característicos de la lámpara de hendidura. Pueden ser de ayuda pruebas
complementarias como son los cultivos conjuntivales.

Historia clínica

Se puede obtener información útil a partir de las siguientes preguntas sobre la


historia clínica del paciente:

♦ Síntomas y signos (ojo rojo, irritación, quemazón, lagrimeo, picor, formación


de costras en las pestañas, pérdida de las pestañas, párpados pegados,
visión borrosa o fluctuante, intolerancia a las lentes de contacto, fotofobia,
aumento de la frecuencia de parpadeo…)
♦ Momento del día en el que empeoran los síntomas (el empeoramiento de
los síntomas por la mañana es típico de la blefaritis, sin embargo cuando los
síntomas empeoran más tarde, son típicos del ojo seco acuoso deficiente o
hiposecretor)
♦ Duración de los síntomas
♦ Presentación unilateral o bilateral

24

♦ Condiciones exacerbantes (humo de tabaco, alergenos, viento, lentes de
contacto, baja humedad, retinoides, dieta, consumo de alcohol, maquillaje).
♦ Síntomas y signos relacionados con las enfermedades sistémicas (por
ejemplo: rosácea, alergia)
♦ Tratamientos tópicos y sistémicos previos y actuales (antihistamínicos o
fármacos con efectos anticolinérgicos, drogas usadas en el pasado como
isotretinoína, que parece tener efectos sobre la superficie ocular)
♦ Exposición reciente a individuos infectados (pediculosis [Phithrius pubis])
La historia clínica ocular debe incluir también detalles sobre las cirugías
intraoculares o palpebrales previas además de antecedentes de traumatismos
locales, incluyendo lesiones mecánicas, térmicas y las producidas por
radiaciones. También es importante preguntar por la existencia de
antecedentes de blefaroplastia cosmética, porque está relacionada con el
aumento de la exposición de la superficie ocular que puede aumentar también
la evaporación de la lágrima. Los antecedentes de chalazión son comunes en
pacientes con blefaritis.

La historia médica también debe incluir información sobre enfermedades


dermatológicas como la rosácea, dermatitis atópica y herpes zóster oftálmico.

Examen físico
El examen del ojo y anejos oculares incluye el registro de la agudeza visual y
examen externo, biomicroscopía con la lámpara de hendidura y medida de la
presión intraocular (PIO). El examen externo debe realizarse en una habitación
bien iluminada y se debe de dedicar una especial atención a los siguientes
hallazgos:

♦ Piel
♦ Cambios compatibles con rosácea como rinofima, eritema,
telangiectasias, pápulas, pústulas y glándulas sebáceas hipertróficas
en la zona malar.
♦ Párpados
♦ Posición anormal de los párpados (ectropion, entropion), alteración del
cierre palpebral (lagoftalmos) o respuesta al parpadeo

25

♦ Pérdida, rotura o pestañas mal situadas
♦ Vascularización o hiperemia de los márgenes palpebrales
♦ Depósitos anormales en la base de las pestañas
♦ Ulceraciones.
♦ Vesículas
♦ Costras, hiperqueratosis
♦ Chalazión/orzuelo
♦ Cicatrización
♦ La biomicroscopía con la lámpara de hendidura deberá incluir la evaluación
de los siguientes elementos:
♦ Película lagrimal
♦ Menisco lagrimal
♦ Tiempo de ruptura lagrimal y patrón
♦ Secreción de espuma
♦ Partículas de desecho en la película lagrimal
♦ Margen palpebral anterior
♦ Hiperemia
♦ Telangiectasia
♦ Cicatrices
♦ Cambios pigmentarios
♦ Queratinización
♦ Ulceración, vesículas
♦ Partículas de desecho teñidas de sangre
♦ Pediculosis palpebral (Phthirus pubis)
♦ Presencia de lesión
♦ Pestañas
♦ Mal posición o pestañas mal situadas
♦ Pérdida o rotura
♦ Pediculosis palpebral (Phthirus pubis)
♦ Manguitos cilíndricos (dermodicosis o seborrea)
♦ Depósitos cosméticos o collaretes

26

♦ Margen palpebral posterior
♦ Anormalidades de los orificios de las glándulas de Meibomio tales
como taponamientos, desplazamiento hacia atrás, metaplasia y
obliteración.50
♦ Características de la secreción de las glándulas de Meibomio como
grosor, turbidez y color.
♦ Vascularización, queratinización e irregularidad.
♦ Engrosamiento.
♦ Cicatrización.
♦ Conjuntiva tarsal (evertiendo los párpados)
♦ Apariencia de las glándulas y conductos de Meibomio, tales como
dilatación e inflamación.
♦ Chalazión.
♦ Eritema.
♦ Cicatrices.
♦ Queratinización, reacción papilar o folicular.
♦ Exudación lipídica/espesamiento/concreciones
♦ Conjuntiva bulbar
♦ Hiperemia.
♦ Flicténulas, folículos.
♦ Tinción punteada con fluoresceína, rosa de Bengala o verde de
lisamina (la fluoresceína se usa generalmente para la córnea y el
verde de lisamina o el rosa de Bengala para la conjuntiva).
♦ Córnea
♦ Defecto epitelial, tinción punteada con fluoresceína, rosa de Bengala o
verde de lisamina (la fluoresceína se usa generalmente para la córnea
y el verde de lisamina o el rosa de Bengala para la conjuntiva).
♦ Edema, infiltrados, úlceras y/o cicatrices (subepiteliales o en estroma
superficial, circunferenciales, en córnea medio periférica, normalmente
sin tinción suprayacente con fluoresceína).
♦ Vascularización y cicatrización que incluye pannus
♦ Flicténulas.

27

Pruebas diagnósticas

No existen pruebas diagnósticas específicas para la blefaritis. Sin embargo, los


cultivos de los márgenes palpebrales de los párpados pueden estar indicados
en pacientes que tienen blefaritis anterior recurrente con inflamación severa y
en pacientes que no responden al tratamiento. La evaluación microscópica de
pestañas depiladas puede revelar la existencia de ácaros de Demodex que han
estado implicados en algún caso de blefaritis crónicas. Esto se puede llevar a
cabo colocando las pestañas explantadas en un porta, añadiendo una gota de
fluoresceína y tapándolo con una cubierta.51 La infestación de Demodex se
asocia con la caspa cilíndrica o manguitos en las pestañas y se ha descrito en
pacientes con disfunción de glándulas de Meibomio, inflamación conjuntival y
rosácea ocular. También se ha descrito en pacientes con signos corneales,
como infiltrados marginales, flicténulas, vascularización superficial, opacidades
superficiales y cicatrices nodulares.30,52 A pesar de la frecuente presencia de
Demodex en las blefaritis, su papel como agente etiológico en los casos de
blefaroconjuntivitis no ha sido establecido todavía.

La posibilidad de un carcinoma debe ser considerada en pacientes con


blefaritis que no responden al tratamiento, especialmente cuando está afectado
un solo ojo. La biopsia del margen palpebral puede estar indicada para excluir
la posibilidad de carcinoma, en casos de asimetría marcada, resistencia a
tratamiento o chalazión recurrente unilateral que no responde bien al
tratamiento.53 Los signos adicionales que deben preocupar pueden incluir
pérdida de la morfología normal del borde palpebral y de la anatomía de la
conjuntiva, con pérdida focal de pestañas (madarosis ciliar). Antes de obtener
una biopsia de un carcinoma sebáceo sospechoso se recomienda consultar
con un patólogo para discutir la necesidad potencial de secciones en
congelación y el mapeado de la conjuntiva para buscar diseminación
pagetoide. La obtención de tejido en fresco puede ser necesaria para detectar
lípidos, usando tinciones especiales como aceite rojo-O (Oil-red O).

28

Los hallazgos clínicos que pueden ayudar al diagnóstico diferencial de blefaritis
estafilocócica, seborreica y disfunción de glándulas de Meibomio se resumen
en la tabla 2. Los rasgos de estas formas de blefaritis normalmente se
superponen. Además, pacientes con condiciones asociadas como ojo seco
pueden presentarse con rasgos clínicos similares.

TABLA 2: Descripción de los hallazgos clínicos de la blefaritis por


categoría

Característica Margen palpebral anterior Margen palpebral


posterior
Disfunción de las
Estafilocócica Seborreica glándulas de
meibomio
Pérdida de Frecuente Raro (-)
pestañas
Pestañas mal Frecuente Raro Puede ocurrir en
situadas enfermedad de larga
evolución
Depósitos en Enmarañado, Aceitosa o Exceso de lípidos,
los párpados escamas grasienta descarga de espuma
duras/collaretes
Ulceración en Con exacerbaciones (-) (-)
los párpados* severas
Cicatrización en Puede ocurrir (-) Puede ocurrir con
los párpados enfermedad de larga
evolución
Chalazión Raro Raro Entre ocasional a
frecuente, a veces
múltiple

29

Orzuelo Puede ocurrir (-) (-)
Conjuntiva Inyección conjuntival Inyección Leve a moderada
leve a moderada; conjuntival inyección
pueden aparecer leve conjuntival, reacción
flicténulas papilar de la
conjuntiva tarsal
Deficiencia Frecuente Frecuente Frecuente
acuosa de la
lágrima
Córnea Erosiones epiteliales Erosiones Erosiones epiteliales
puntiformes puntiformes puntiformes
inferiores, infiltrados epiteliales inferiores, infiltrados
marginales finos superiores e
(típicamente a las inferiores,
horas 10, 2, 4 y 8 del cicatrización,
reloj), cicatrización, neovascularización,
neovascularización y pannus, ulceración
pannus,
adelgazamiento,
flicténulas
Enfermedad Raro, atopia Dermatitis Rosácea
dermatológica seborreica

Nota: Un guión en la columna indica que la característica no se encuentra en


ese tipo de blefaritis.

Adaptado con permiso del Subcomité del Curso de Ciencias Básicas y Clínicas
de la Academia Americana de Oftalmología. Curso de Ciencias Básicas y
Clínicas. Enfermedades de la superficie ocular y córnea: Sección 8, 2013-2014.
Tabla 3-9. San Francisco. Academia Americana de Oftalmología, 2013.

*También debe considerarse Virus del Herpes Simple

30

MANEJO TERAPÉUTICO

Detección

La detección y el tratamiento adecuado pueden reducir los signos y síntomas


de la blefaritis, y en casos severos, pueden prevenir una posible pérdida de
visión y daños estructurales permanentes. Esto es de particular importancia en
los niños, en los cuales, la blefaroconjuntivitis crónica pasa desapercibida con
frecuencia. Ésta se debe sospechar en todo niño con conjuntivitis recurrente,
queratitis, inflamación palpebral, orzuelos y chalaziones.37-39,46,54

En pacientes con DGM el tiempo de ruptura lagrimal está significativamente


acortado, aun siendo la producción lagrimal normal.55 Esto sugiere que las
secreciones de las glándulas de Meibomio juegan un papel importante en el
mantenimiento de la estabilidad de la película lagrimal. El solapamiento de las
características clínicas de las diversas formas de blefaritis crónica y el hecho
de que todas las formas de blefaritis se asocien con una disfunción lagrimal,7
ponen de manifiesto la complejidad de la relación entre la blefaritis y la
disfunción lagrimal, así como también la necesidad de un abordaje terapéutico
personalizado en los pacientes con síntomas de irritación ocular.

Hay que tener en cuenta que algunas enfermedades sistémicas se pueden


asociar a blefaritis, por ej., el lupus eritematoso cutáneo puede enmascararse
como una blefaroconjuntivitis, además una blefaritis ulcerativa puede ser una
forma de presentación precoz de la enfermedad de Crohn. 56,57 Por lo tanto, el
reconocimiento de la asociación de la inflamación palpebral con estas
enfermedades sistémicas puede conducir a un tratamiento rápido y eficaz de
las mismas. En algunos casos, un carcinoma puede enmascararse con una
blefaritis; en estos casos, un diagnóstico precoz y un tratamiento apropiado
evitan la desfiguración estética del párpado y pueden incluso salvar la vida del
paciente.

La endoftalmitis postoperatoria es una complicación muy temida tras una


cirugía de catarata intraocular. En un amplio estudio retrospectivo realizado en

31

un centro de tercer nivel de atención, se observó que los microorganismos
causantes de endoftalmitis postoperatoria aguda tras cirugía de catarata con
incisión en córnea transparente incluían los patógenos habituales de la
superficie ocular que se asocian comúnmente con blefaritis (Estafilococo
coagulasa-negativo [68,4%], Estafilococo aureus [6,8%], y varias especies de
Estreptococo [8,2%]).58 Por lo tanto, podría ser beneficioso tratar las blefaritis
moderadas y severas con antibióticos tópicos e higiene palpebral previos a un
procedimiento quirúrgico intraocular. En este sentido, existen opiniones muy
variadas con respecto a cuándo y cómo tratar la blefaritis antes de una cirugía
intraocular, ya que no existe evidencia científica sólida que demuestre que el
tratamiento prevenga la aparición de endoftalmitis, y además, el tratamiento a
largo plazo con antibióticos podría provocar el desarrollo de resistencia a
antibióticos.

Tratamiento

El tratamiento con antibióticos tópicos ha demostrado proporcionar cierto alivio


sintomático de las blefaritis y ha sido eficaz en disminuir las bacterias en el
borde palpebral en los casos de blefaritis anterior. También la higiene palpebral
puede proporcionar alivio sintomático tanto en las blefaritis anteriores como en
las posteriores, sin embargo, la evidencia sobre la efectividad de otros tipos de
tratamiento para la blefaritis, tales como los corticoides tópicos o antibióticos
orales han sido poco concluyentes.59 Es importante informar al paciente de que
la curación generalmente no es posible.

Los tratamientos potencialmente útiles incluyen:

♦ Aplicación de compresas calientes.


♦ Limpieza palpebral, incluyendo masaje palpebral en los casos de DGM para
exprimir las secreciones de las glándulas de Meibomio.
♦ Antibióticos (tópicos y/o sistémicos).
♦ Antiinflamatorios tópicos (ej. corticoides, ciclosporina).

32

Estas opciones terapéuticas generalmente son utilizadas en combinación. La
limpieza de los párpados es particularmente útil en los casos de blefaritis
anterior, mientras que las compresas calientes son muy útiles en la blefaritis
posterior y en la DGM. El régimen terapéutico óptimo con frecuencia se realiza
en función de la respuesta al tratamiento. Un paso inicial en el tratamiento es
recomendar al paciente la utilización de compresas calientes además de la
higiene palpebral,60 la cual puede realizarse de varias maneras.

Se pueden aplicar compresas calientes en los párpados durante varios minutos


para suavizar las costras y escamas y/o calentar las secreciones de las
glándulas de Meibomio. Para ello, se puede utilizar agua caliente sobre un
paño limpio o compresa, advirtiendo a los pacientes de que eviten el uso de
compresas muy calientes que les puedan provocar quemaduras en la piel.

Para la limpieza palpebral, primero se realizará un breve y suave masaje en


sentido vertical sobre los párpados para exprimir las secreciones de las
glándulas de Meibomio. Después se realiza la limpieza de los bordes de los
párpados indicando al paciente que frote suavemente la base de las pestañas
utilizando champú para bebé diluido o un producto comercializado específico
para la limpieza de los párpados, aplicado sobre un disco de algodón,
bastoncillo de algodón, una toallita diseñada a tal efecto o sobre la yema del
dedo limpio. La realización de esta maniobra requiere de cierta destreza
manual por parte del paciente, por lo tanto, el oftalmólogo debe tener en cuenta
la habilidad del paciente para llevar a cabo este tratamiento y adaptar el
tratamiento al paciente en caso de que fuese necesario.

Una correcta higiene palpebral realizada todos los días, en algunos pacientes
incluso varias veces al día o varios días a la semana, a la hora más
conveniente para el paciente, generalmente suele ser suficiente para controlar
los síntomas de la blefaritis crónica. Si este tratamiento (compresas calientes y
limpieza de los párpados) es eficaz, se debe mantener a largo plazo, porque
los síntomas suelen recurrir al abandonar el tratamiento.

33

Existen también otros procedimientos terapéuticos novedosos y muy costosos,
que se utilizan para limpiar los orificios de las glándulas de Meibomio mediante
luz pulsada intensa o por medios mecánicos ( ej., sondaje de las glándulas de
Meibomio o dispositivos de pulsación térmica). Sin embargo, todavía no se han
realizado ensayos clínicos aleatorizados para evaluar la eficacia de estos
tratamientos en casos de blefaritis.

También se puede indicar una pomada antibiótica tópica como bacitracina o


eritromicina para aplicar en el borde palpebral una o dos veces al día o antes
de acostarse durante varias semanas. El tratamiento antibiótico tópico se
puede repetir de forma intermitente utilizando diferentes tipos de medicamentos
con distintos mecanismos de acción para evitar el desarrollo de resistencias
antibiótica. También se puede utilizar metronidazol en gel aplicado sobre la piel
del párpado como tratamiento alternativo en casos que no responden al
tratamiento antibiótico tópico, particularmente en casos de demodicosis (uso
fuera de indicación).61 La frecuencia y duración del tratamiento dependerá de la
severidad de la blefaritis y de la respuesta al tratamiento.

La eficacia clínica de la suspensión oftálmica tópica de


tobramicina/dexametasona y la azitromicina de liberación prolongada (uso
fuera de indicación) ha sido evaluada en estudios no controlados y financiados
por el fabricante, y estos tratamientos tópicos parecen reducir algunos de los
signos y síntomas de la blefaritis. 62-64

En los pacientes con DGM, en los cuales los signos y síntomas crónicos no se
controlan adecuadamente con la higiene palpebral, puede ser útil tratar con
tetraciclinas por vía oral y antibióticos tópicos. Se puede utilizar doxiciclina o
minociclina 100 mg o tetraciclina 1000 mg al día vía oral dividido en varias
dosis, y disminuir la dosis de forma progresiva a doxiciclina o minociclina 40-50
mg o tetraciclina 250-500 mg diarios tras la mejoría clínica (generalmente en 2-
6 semanas). Como alternativa, se pueden utilizar antibióticos macrólidos como
la eritromicina oral (250-500 mg al día) o azitromicina (250-500 mg, 1-3 veces a
la semana, ó 1g a la semana, durante 3 semanas), los cuales, además de sus
propiedades antibióticas, también tienen efecto anti-inflamatorio.65

34

Dependiendo de la severidad de la blefaritis y de la tolerancia a la medicación,
estos tratamientos se pueden interrumpir de forma intermitente, para permitir la
recolonización de la flora normal.

La justificación para el uso de las tetraciclinas se basa en parte, en los


resultados de ensayos clínicos pequeños sobre la eficacia de estos fármacos
en la mejoría de los síntomas en los pacientes con rosácea ocular 66 y en la
prolongación del tiempo de ruptura lagrimal en pacientes con rosácea y DGM.67
Las tetraciclinas disminuyen la producción de lipasa tanto en S. Epidermidis
como en S. Aureus.68,69

Como efectos secundarios las tetraciclinas pueden causar fotosensibilización,


malestar gastrointestinal, vaginitis, y más raramente, azoemia. También han
estado implicadas en casos de pseudotumor cerebri,70,71 y su metabolización
puede alterar la efectividad de algunos fármacos (ej., disminuyen la efectividad
de los anticonceptivos orales y potencian el efecto de la warfarina). Para
reducir los efectos secundarios se puede utilizar un preparado de liberación
prolongada de 40 mg de doxiciclina. Las tetraciclinas están contraindicadas en
el embarazo, durante la lactancia materna, y en pacientes con antecedentes de
hipersensibilidad a éstas. Asimismo, tampoco deben ser utilizadas en niños
menores de 8 años de edad,72 debido a que pueden provocar cambios
permanentes de la coloración de los dientes; sin embargo, se puede utilizar
eritromicina por vía oral como alternativa.73 Se ha reportado que la minociclina
puede acumularse y provocar cambios de coloración permanentes en la piel,
las uñas, los dientes, el tiroides, la esclera, conjuntiva, la lengua y los
huesos.74-76

La azitromicina oral (uso fuera de indicación) ha sido utilizada de forma


satisfactoria en el tratamiento del acné rosácea como alternativa a las
tetraciclinas orales, especialmente en combinación con tacrolimus tópico al
0,1%. 77,78 Del mismo modo, la azitromicina oral 500 mg al día durante 3 días,
en tres ciclos con 7 días de intervalo, causó mejoría clínica en 13 pacientes con
blefaritis de una serie de casos prospectivos en un centro de referencia.79 Es
importante destacar que en una cohorte de pacientes se observó un pequeño

35

pero significativo incremento en las muertes de origen cardiovascular (hazard
ratio, 2,88; intervalo de confianza [IC] 95%, 1,79-4,63; P <0,001), este
incremento fue más pronunciado entre pacientes que tenían de base una
enfermedad cardiovascular de alto riesgo y que fueron tratados con una pauta
de azitromicina oral durante 5 días.80 En Marzo del 2013, la FDA alertó de que
el tratamiento con azitromicina oral puede inducir alteraciones en la actividad
eléctrica del corazón, con el riesgo potencial de arritmias cardiacas graves.81

Se puede utilizar un ciclo corto de corticoides tópicos aplicados varias veces al


día en casos de inflamación palpebral moderada o intensa, o en casos de
queratitis marginal o flicténulas. Una vez que se controla la inflamación, los
corticoides se pueden disminuir de forma gradual hasta suspenderlos y luego
utilizar de forma intermitente para mantener al paciente clínicamente estable.
Se debe utilizar la dosis mínima eficaz de corticoides y en la medida de lo
posible evitar el tratamiento a largo plazo. Los pacientes deben ser advertidos
de los potenciales efectos adversos de los corticoides, como son el riesgo de
aumento de la PIO y el desarrollo de catarata. Estos efectos adversos se
pueden reducir utilizando corticoides de acción local especifica como el
loteprednol etabonato y de baja penetración ocular como la fluormetolona.
También la ciclosporina tópica al 0,05% puede ser útil en algunos pacientes
con blefaritis.82

La modificación de la dieta ha sido una forma tradicional (aunque no está bien


documentada) de controlar el acné rosácea. El rol de los suplementos
dietéticos con ácidos grasos omega-3 para el tratamiento de la blefaritis se
evaluó en un estudio de 1 año de duración, en el cual los pacientes tomaron
dos capsulas de 100 mg de ácidos grasos omega-3 tres veces al día. Los que
recibieron el suplemento mostraron una mejoría en el tiempo de ruptura de la
película lagrimal, en los síntomas de ojo seco y en la calidad de la secreción de
las glándulas de Meibomio, lo que sugiere un beneficio potencial de este
tratamiento en algunos pacientes con blefaritis.83

Debido a que muchos pacientes con blefaritis tienen un síndrome de ojo seco
evaporativo e hiposecretor, el tratamiento con lágrimas artificiales puede

36

mejorar los síntomas cuando se utiliza como complemento de la higiene
palpebral y del tratamiento médico. En caso de que de que el paciente necesite
utilizar lágrimas artificiales más de 4 veces al día, se recomienda utilizar
lágrimas sin conservantes para evitar la posible toxicidad producida por los
conservantes. La ciclosporina tópica y/o los tapones del punto lagrimal también
pueden ser útiles en el manejo de estos pacientes cuando coexisten un
síndrome de ojo seco evaporativo y acuodeficiente.

Los pacientes que no respondan al tratamiento o que presenten una


inflamación atípica del borde palpebral, deben ser reevaluados
cuidadosamente para descartar la presencia de un tumor palpebral. La
presencia de algunas características, tales como una masa nodular, ulceración,
cicatrices extensas, pérdida de pestañas, costras y descamación de la dermis,
o nódulos conjuntivales amarillentos rodeados de intensa inflamación pueden
sugerir la presencia de un tumor del párpado. El carcinoma de células basales
y el carcinoma de células escamosas son los tumores malignos que con más
frecuencia afectan los párpados, seguidos en orden de frecuencia por
melanoma y el carcinoma sebáceo.84 El carcinoma sebáceo puede tener un
origen multicéntrico y debido a su extensión pagetoide, puede inducir una
inflamación conjuntival severa. Este tipo de tumor suele ser difícil de
diagnosticar y se debe sospechar en pacientes de edad avanzada con
chalazión de repetición o con blefaritis o conjuntivitis unilaterales crónicas que
no responden al tratamiento.

Se debe considerar también la posibilidad de una infección por Demodex en


aquellos pacientes que no presenten mejoría clínica con los tratamientos
mencionados anteriormente. Recientemente se ha publicado una mejoría en
los síntomas y signos en una pequeña serie de casos que realizaron limpieza
semanal de los párpados con aceite de árbol de té al 50% y lavado diario con
champú de aceite de árbol de té durante un mínimo de 6 semanas en un grupo
de pacientes que no respondieron adecuadamente a las medidas terapéuticas
habituales.52 La ivermectina oral ha demostrado ser útil para tratar algunos
casos de blefaritis asociada a infección por Demodex.85,86

37

Seguimiento

En los casos de pacientes con blefaritis leve se recomienda acudir a su


oftalmólogo en caso de empeoramiento de los síntomas a pesar del
tratamiento. Los intervalos y frecuencia de la consulta dependerán de la
severidad de los signos y síntomas, el tipo de tratamiento, y de la presencia de
factores de comorbilidad, tales como el glaucoma en pacientes en tratamiento
con corticoides. Los pacientes que tengan programada una cirugía intraocular
deberán realizar una consulta de seguimiento después de haber iniciado el
tratamiento para reevaluar el control de la inflamación palpebral previo a la
cirugía. En la consulta de seguimiento se debe medir la agudeza visual, realizar
un examen externo y una biomicroscopía con lámpara de hendidura. En caso
de que se indique un tratamiento con corticoides, los pacientes deben ser
reevaluados a las pocas semanas para determinar la respuesta al tratamiento,
medir la PIO y evaluar el cumplimiento del tratamiento.

ABORDAJE MULTIDISCIPLINAR Y CRITERIOS DE DERIVACIÓN AL


ESPECIALISTA

El diagnóstico y tratamiento de la blefaritis requieren de una amplia experiencia


y habilidades clínicas debido a la posible asociación de la blefaritis con
enfermedades sistémicas. Por lo tanto, en algunos casos puede resultar útil un
abordaje multidisciplinar con un dermatólogo, alergólogo, o un especialista en
oculoplastia.

Los pacientes con blefaritis deben ser derivados de forma inmediata al


oftalmólogo si presentan algunas de las siguientes condiciones:

♦ Pérdida de visión.
♦ Dolor moderado o severo.
♦ Enrojecimiento severo o crónico.
♦ Afectación orbitaria.
♦ Episodios recurrentes.
♦ Falta de repuesta al tratamiento.

38

EDUCACIÓN SANITARIA

Uno de los aspectos más importante en el cuidado y seguimiento de los


pacientes con blefaritis es educarles acerca de la cronicidad y recurrencia de
esta patología. Los pacientes deben ser informados de que los síntomas con
frecuencia pueden mejorar, pero que rara vez se pueden eliminar por completo.
Los pacientes con una lesión inflamatoria palpebral sospechosa de malignidad
deben ser derivados al especialista apropiado.

CONSIDERACIONES SOCIOECONÓMICAS

Actualmente existen múltiples estudios sobre el impacto económico del


síndrome de ojo seco. Sin embargo, la repercusión económica de la blefaritis
como entidad aislada no ha sido evaluada adecuadamente. En un estudio
realizado en Estados Unidos, se evaluó el coste médico de las enfermedades
oculares en una muestra aleatoria de pacientes diagnosticados de al menos
una de las siguientes patologías: blefaritis, conjuntivitis crónica o
blefaroconjuntivitis, y se calculó una mediana de $658 y una media de $1428 ±
$1752 en un periodo de 5 años.87 El coste económico que supone la blefaritis
posiblemente se vea aumentada debido a su probable alta prevalencia. Se
necesitan estudios adicionales para valorar su verdadero impacto económico.

La correlación entre la DGM y el síndrome de ojo seco hiposecretor, y entre la


DGM y la blefaritis estafilocócica y seborreica está bien establecida.88-91 En una
encuesta realizada entre profesionales de la salud ocular en Estados Unidos,
entre el 74% y el 94% estaban de acuerdo o muy de acuerdo, en que la DGM
es la causa más común de síndrome de ojo seco evaporativo y el 97% de ellos
coincidían en que ambas alteraciones coexisten a la vez.19

El impacto de la blefaritis como patología aislada en la calidad de vida no ha


sido estudiado. Sin embargo, se ha demostrado que el síndrome de ojo seco
afecta de forma importante las actividades de la vida cotidiana de los pacientes
que lo padecen.92,93 Dada la relación existente entre el síndrome de ojo seco y

39

la blefaritis, es posible que los pacientes con blefaritis sufran un impacto similar
tanto en su calidad de vida como en la realización de sus actividades
cotidianas. Por lo tanto, serían necesarios estudios adicionales dirigidos a
evaluar el impacto real de la blefaritis en los pacientes para poder hacer frente
a sus necesidades y proporcionar los recursos adecuados para ello.

A pesar de que no existe una fuerte evidencia de que haya una cura definitiva
para la blefaritis crónica, sí hay evidencia de que ciertas modalidades
terapéuticas pueden proporcionar alivio sintomático en estos pacientes. Una
mejoría de los signos y síntomas de la blefaritis puede conducir a una
disminución en el número de consultas al médico y a un incremento en la
productividad, lo que puede redundar en una disminución de los costes directos
e indirectos, y en una mejor calidad de vida. Por el contrario, no se dispone de
evidencia científica suficiente para justificar la utilización de las nuevas
tecnologías, tales como los dispositivos de pulsación térmica, en el tratamiento
de la blefaritis. Además, su alto coste limita aún más su utilización. Aún así, se
necesitan estudios futuros para evaluar la rentabilidad económica y el impacto
en la calidad de vida de las distintas opciones de tratamiento para la blefaritis.

Para estudiar el impacto socioeconómico de la blefaritis de forma eficaz es


necesaria una mejor comprensión de la enfermedad, también un sistema de
clasificación uniforme y unos datos de prevalencia precisos deben ser
empleados. En ese sentido, el Workshop Internacional en Disfunción de
Glándulas de Meibomio ( www.tearfilm.org/mgdworkshop/index.html) se ha
esforzado en realizar dicha tarea, y los resultados de ese trabajo se publicaron
en el año 2011.8 Al igual que en los estudios disponibles sobre el síndrome de
ojo seco, los estudios futuros sobre blefaritis deben tener en cuenta el gasto
económico en asistencia sanitaria, incluyendo las visitas a consulta y los
tratamientos; los costes indirectos, como tiempo y productividad perdidos; y los
costes intangibles, como la calidad de vida. La blefaritis probablemente
representa una carga económica importante para la salud pública, y por lo
tanto, se necesitan de estudios adicionales para evaluar con precisión su
impacto socioeconómico real.

40

APÉNDICE 1. CRITERIOS DE CALIDAD EN
LA ATENCIÓN OFTALMOLÓGICA

La obligación ética más importante del médico y la base de la confianza pública


en los médicos es proporcionar una atención de calidad.
AMA Panel de fideicomisarios 1986

La atención oftalmológica de calidad se proporciona de una forma y con una


habilidad que es compatible con los mejores intereses del paciente. La
discusión que sigue caracteriza los principales elementos de dicha atención.

El oftalmólogo es ante todo un médico. Como tal, el oftalmólogo demuestra


compasión y preocupación por el individuo y utiliza la ciencia y el arte de la
medicina para ayudar a aliviar el miedo y el sufrimiento del paciente. El
oftalmólogo se esfuerza por desarrollar y mantener las habilidades clínicas en
el nivel más alto posible, en consonancia con las necesidades del paciente, a
través de la formación y educación continua. El oftalmólogo promueve estas
habilidades y conocimientos médicos en relación con las necesidades del
paciente y actúa en consecuencia. El oftalmólogo también asegura que los
pacientes necesitados reciban los cuidados necesarios directamente o
mediante remisión a las personas o instalaciones apropiadas. Además el
oftalmólogo apoya actividades que promueven la salud, la prevención de las
enfermedades y la discapacidad.

El oftalmólogo reconoce que la enfermedad traslada a los pacientes a una


situación de desventaja y de dependencia. Los oftalmólogos respetan la
dignidad e integridad de sus pacientes y no se aprovechan de su
vulnerabilidad.

La atención oftalmológica de calidad tiene los siguientes atributos entre otros:

♦ Lo fundamental de una atención de calidad es que haya una relación


significativa entre el paciente y el médico. El oftalmólogo se esforzará por
comunicarse eficientemente con sus pacientes, escuchando

41

cuidadosamente sus necesidades. A su vez, el oftalmólogo informará a sus
pacientes sobre la naturaleza y pronóstico de su enfermedad y sobre las
modalidades terapéuticas apropiadas y adecuadas. Por esto, se trata de
asegurar su participación (adecuada a su estado físico, intelectual y
emocional individual) en las decisiones que afectan a su manejo y cuidado,
para mejorar su motivación y el cumplimiento del plan convenido de
tratamiento, y para ayudar a aliviar sus temores y preocupaciones.
♦ El oftalmólogo utilizará su mejor criterio para la elección de las
modalidades diagnósticas y terapéuticas, el momento apropiado para
proporcionarlas, además de la frecuencia de evaluación y seguimiento del
paciente, teniendo en cuenta la urgencia y la naturaleza de la condición del
paciente y sus necesidades y deseos.
♦ El oftalmólogo llevará a cabo sólo los procedimientos para los cuales esté
capacitado, debidamente formado y en los que tenga experiencia. Cuando
sea necesario, por falta de capacidad, formación o experiencia, intervendrá
con la asistencia de otra persona con dichas cualidades, dependiendo de
la urgencia del problema y la disponibilidad de proveedores alternativos.
♦ Los pacientes tendrán asegurado el acceso y la continuidad a una
asistencia oftalmológica adecuada. Dicha asistencia se puede describir
como sigue.
♦ Los oftalmólogos tratan a pacientes en función de su disponibilidad de
tiempo, conveniencia, y de su propia capacidad para proporcionar
dichos servicios.
♦ El oftalmólogo que opera hará una previsión suficiente y apropiada de
los cuidados pre y postoperatorios del paciente.
♦ Cuando el oftalmólogo no esté disponible para su paciente,
proporcionará atención oftalmológica apropiada alternativa facilitando
los mecanismos adecuados para informar al paciente de la existencia
de tales cuidados y de los procedimientos para su obtención.
♦ El oftalmólogo referirá a los pacientes a otros oftalmólogos o
especialistas en el cuidado de los ojos en función de su disponibilidad
y conveniencia para dicha derivación, las necesidades de los

42

pacientes, las cualificaciones y competencias de las personas a las
que se realiza tal derivación y el acceso y disponibilidad de dichos
profesionales.
♦ El oftalmólogo buscará una consulta adecuada, poniendo especial
atención en la naturaleza del problema ocular o de otro tipo médico o
quirúrgico. Los especialistas se sugieren por sus habilidades,
competencias y accesibilidad. Ellos recibirán una explicación completa
y precisa del problema según sea necesaria para proporcionar un
asesoramiento o intervención eficiente y eficaz y, a su vez, responder
de manera adecuada y oportuna.
♦ El oftalmólogo mantendrá registros médicos completos y precisos de
su actividad.
♦ A petición propia, el oftalmólogo proporcionará una reproducción
completa y exacta de los registros del paciente.
♦ El oftalmólogo revisará los resultados de las consultas y pruebas de
laboratorio de una manera eficaz y a tiempo para tomar las acciones
apropiadas.
♦ El oftalmólogo y aquellos que asisten en la prestación de cuidados se
identificarán a sí mismos y a su profesión.
♦ Para aquellos pacientes cuya patología no responda al tratamiento y
para los que el tratamiento adicional no esté disponible, el oftalmólogo
proporcionará el soporte profesional adecuado, asesoramiento,
servicios sociales y de rehabilitación y la apropiada y accesible
derivación si es necesaria.
♦ Antes de aplicar procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasivos el
oftalmólogo se informará adecuadamente de la patología del paciente,
recogiendo la información clínica y realizando los exámenes preoperatorios
pertinentes. Además facilita al paciente tomar una decisión plenamente
informada al proporcionar una explicación precisa y veraz del diagnóstico,
la naturaleza, propósito, riesgos, beneficios y la probabilidad de éxito del
tratamiento propuesto y del tratamiento alternativo así como los riesgos y
beneficios de no tratar.

43

♦ El oftalmólogo adoptará la nueva tecnología (por ejemplo; medicamentos,
dispositivos, técnicas quirúrgicas) de manera juiciosa, de manera
apropiada para el gasto y el beneficio potencial en relación con las
alternativas existentes y su seguridad y eficacia demostrada.
♦ El oftalmólogo mejorará la calidad de la asistencia que ofrece mediante la
revisión y evaluación periódica de su actuación personal en relación con
las normas establecidas, modificando sus prácticas y técnicas de manera
apropiada.
♦ El oftalmólogo mejorará la atención oftalmológica a través de la
comunicación de los conocimientos obtenidos mediante la investigación y
práctica clínica a otros compañeros a través de los canales profesionales
apropiados. Esto incluye alertar a los compañeros de la aparición inusual o
no esperada de tasas de complicaciones y problemas relacionados con
nuevos fármacos, dispositivos o procedimientos.
♦ El oftalmólogo proporcionará la atención en instalaciones dotadas de
profesionales y equipos adecuados para el manejo de complicaciones
potenciales oculares o sistémicas que requieran intervención inmediata.
♦ El oftalmólogo también ofrecerá atención oftalmológica con un coste
eficiente sin comprometer inaceptablemente los estándares aceptados de
calidad.

Revisado por: El Consejo


Aprobado por: Panel de Fideicomisarios
12 Octubre 198
Segunda impresión: Enero 1991
Tercera impresión: Agosto 2001
Cuarta impresión: Julio 2005

44

APÉNDICE 2. CÓDIGOS ESTADÍSTICOS DE
LA CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE
ENFERMEDADES Y PROBLEMAS
RELACIONADOS CON LA SALUD

Blefaritis, incluye entidades con las siguientes clasificaciones CIE-9 y CIE-10:

CIE-9 MC CIE-10 MC
Ulcerativa 373.01 H01.01-
Escamosa 373.02 H01.02-
Orzuelo 373.11 H00.01-
Meibomitis 373.12 H01.02-
Absceso palpebral 373.13 H00.03-
Infestación parasitaria del párpado 373.60* B89

MC= Modificación Clínica utilizada en EEUU; (-) = 1, párpado superior derecho;


2, párpado inferior derecho; 4, párpado superior izquierdo; 5, párpado inferior
izquierdo
* Codificar primero la enfermedad subyacente, tal como leishmaniasis (0.85.0-
085.9), loiasis (125.2), oncocercosis (125.3) o pediculosis (132.0)
Información adicional para los códigos de CIE-10:
♦ Ciertas categorías de CIE-10 MC tienen un séptimo carácter aplicable. El
séptimo carácter aplicable se requiere para todos los códigos dentro de la
categoría o como indican las notas en la Lista Tabular. El séptimo carácter
siempre debe ser el séptimo carácter en el campo de datos. Si un código
que requiere un séptimo carácter no tiene 6 caracteres, un marcador de
posición X debe utilizarse para rellenar los caracteres vacíos.
♦ Para casos bilaterales el carácter final del código en el CIE-10 MC indica
lateralidad. Si no se aporta un código bilateral y la enfermedad es bilateral,
se necesita asignar los códigos separados tanto del lado izquierdo como

45

del derecho. Los códigos inespecíficos deberían utilizarse únicamente en
casos donde no hay más opciones de códigos disponibles.
♦ Cuando el código diagnóstico especifica la lateralidad, independientemente
de en qué dígito se encuentre (e.j. 4º dígito, 5º dígito o 6º dígito):
♦ El párpado superior derecho es siempre 1
♦ El párpado inferior derecho es siempre 2
♦ El párpado superior izquierdo es siempre 4
♦ El párpado inferior izquierdo es siempre 5

46

APÉNDICE 3. GRADOS DE
RECOMENDACIÓN DE LOS PROTOCOLOS
DE PRÁCTICA CLÍNICA PREFERENTES

Los grados en este documento informan del SIGNO (en anglosajón SIGN)
asociado con los estudios incluidos que apoyan cada recomendación (I++; I+; I-
; II++; II+; II-;III), el GRADO (en anglosajón GRADE) de evaluación del cuerpo
de la evidencia (Bueno, Moderado, Insuficiente) y el GRADO de evaluación de
la fuerza de esa recomendación (Fuerte, Discreto). Los detalles de los sistemas
de clasificación se presentan en la sección de los Métodos y Explicación de los
Valores al inicio de este documento.

Hallazgos destacados y recomendaciones de tratamiento

Página 11: En el manejo de la enfermedad de la superficie ocular es de ayuda


distinguir blefaritis y disfunción de glándulas de Meibomio del síndrome de ojo
seco hiposecretor: III; Bueno; Fuerte

Página 11: La blefaritis es una entidad típicamente crónica que no se cura


permanentemente, y el éxito en su manejo depende del cumplimiento del
tratamiento por parte del paciente; esto debería explicarse al paciente: III;
Bueno; Fuerte

Página 11: Se debe intentar tratar las blefaritis moderadas y severas


previamente a una cirugía intraocular para reducir el riesgo de endoftalmitis,
incluso si el paciente está asintomático: III: Moderado; Fuerte

Página 11: Las pomadas antibióticas tópicas con o sin corticoides, o los
antibióticos orales se pueden utilizar como tratamiento: I-; Moderado; Discreto

Página 11: En los pacientes con blefaritis crónica que no responden al


tratamiento, hay que contemplar la posibilidad de un carcinoma, principalmente
si se asocia a pérdida de pestañas: III; Buena; Fuerte

47

Proceso de atención al paciente – Diagnóstico

Página 22: La evaluación inicial de un paciente con signos y síntomas


sugestivos de blefaritis debería incluir los aspectos más importantes de una
evaluación ocular exhaustiva: II++; Bueno, Fuerte

Página 22: Pruebas complementarias como los cultivos conjuntivales podrían


ser útiles: III; Insuficiente; Discreto

Página 23: La historia ocular puede incluir detalles sobre las cirugías
intraoculares o palpebrales al igual que traumatismos (mecánicos, térmicos,
químicos o secundarios a radiación): III; Bueno; Fuerte

Página 23: El antecedente de una blefaroplastia cosmética es importante al


aumentarse la superficie ocular expuesta incrementando así la evaporación
lagrimal: III; Bueno; Fuerte

Página 23: Los antecedentes médicos pueden también incluir información


sobre enfermedades dermatológicas como la rosácea, dermatitis atópica y el
herpes zoster oftálmico: III; Bueno; Fuerte

Página 23: La exploración ocular y de sus anejos incluye la medida de la


agudeza visual, un examen externo con la lámpara de hendidura y la toma de
la presión intraocular (PIO): III; Bueno; Fuerte

Página 23: El examen externo debería realizarse en una sala bien iluminada:
III; Bueno; Fuerte

Página 24: La lámpara de hendidura debería incluir la evaluación de la capa


lagrimal, el borde anterior y posterior palpebral, las pestañas, la conjuntiva
bulbar y tarsal, y la córnea: III; Bueno; Fuerte

Página 26: Los cultivos del borde palpebral podrían indicarse tanto para
pacientes con inflamación severa asociada a blefaritis anterior recurrente, como
para pacientes que no responden al tratamiento: III: Insuficiente; Discreto

48

Página 26: El examen microscópico de pestañas podría revelar ácaros como el
Demodex que ha sido relacionado con casos de blefaroconjuntivitis crónica: III;
Insuficiente; Discreto

Página 26: La posibilidad de carcinoma debería considerarse en los pacientes


con blefaritis crónica que no responden al tratamiento: III; Bueno; Fuerte

Página 26: La posibilidad de carcinoma debería ser tomada en cuenta en


pacientes con blefaritis crónica que no responden al tratamiento: III; Bueno;
Fuerte

Página 26: Una biopsia palpebral se podría indicar para descartar la posibilidad
de carcinoma en los casos con marcada asimetría, resistencia al tratamiento o
de chalazión unifocal recurrente que no responde bien al tratamiento: III;
Insuficiente; Discreto.

Página 26: Previamente a la obtención de una biopsia por sospecha de


carcinoma sebáceo se recomienda consultar con el patólogo para discutir sobre
la importancia de congelar muestras y mapear la conjuntiva en busca de una
diseminación pagetoide: III; Bueno; Fuerte

Proceso de atención al paciente – Manejo terapéutico

Página 29: La blefaroqueratoconjuntivitis crónica debería sospecharse en un


niño con conjuntivitis recurrentes, queratitis, neovascularización, inflamación
palpebral, orzuelos y chalaziones. II-; Moderado; Fuerte

Página 29: Reconocer la asociación de inflamación palpebral y estas


enfermedades sistémicas puede permitir un pronto y efectivo tratamiento: III;
Insuficiente; Discreto

Página 30: Sería útil abordar la blefaritis con antibióticos tópicos e higiene
palpebral para que los síntomas se controlen previo a cualquier procedimiento
quirúrgico intraocular: III; Buena; Fuerte

49

Página 30: Los antibióticos tópicos han demostrado que proporcionan un alivio
sintomático y han sido efectivos en erradicar bacterias del margen palpebral en
blefaritis anteriores: I+; Bueno; Fuerte

Página 30: La higiene palpebral podría proporcionar un alivio sintomático en


blefaritis anteriores y posteriores: III; Insuficiente; Discreto

Página 30: Los tratamientos que podrían ser útiles incluyen compresas
calientes, limpieza palpebral, antibióticos y fármacos anti-inflamatorios tópicos:
III; Insuficiente; Discreto

Página 31: Las opciones terapéuticas son frecuentemente utilizadas en


combinación: III; Insuficiente; Discreto

Página 31: Un primer paso en el tratamiento de pacientes con blefaritis es


recomendar compresas calientes y una limpieza palpebral: II-; Insuficiente;
Discreto

Página 31: Una pauta es aplicar compresas calientes en los párpados durante
unos minutos para ablandar la caspa adherente y escamas o calentar y/o
facilitar las secreciones de las glándulas de Meibomio: III; Insuficiente; Discreto

Página 31: Es muy importante explicar a los pacientes que eviten el uso de
compresas demasiado calientes que pueden quemar la piel: III; Bueno; Fuerte

Página 31: La limpieza palpebral puede realizarse con un breve y suave


masaje de los párpados: III; Insuficiente; Discreto

Página 31: Los oftalmólogos deberían tener en cuenta la habilidad de cada


paciente para realizar este tratamiento y adaptarse a un plan de tratamiento
acorde: III; Bueno; Fuerte

Página 31: Programar una limpieza palpebral regularmente, como diariamente


o varias veces a la semana, suele mitigar los síntomas de la blefaritis crónica:
III; Insuficiente; Discreto

50

Página 31: La utilización de las compresas y el masaje una o dos veces al día,
a la hora que más que le convenga al paciente, es lo adecuado: III; Insuficiente;
Discreto

Página 31: Se debería avisar a los pacientes que el tratamiento con compresas
calientes y limpieza palpebral podría necesitarse durante un largo tiempo: III;
Buena; Fuerte

Página 32: Las pomadas antibióticas tópicas como la bacitracina o la


eritromicina se pueden prescribir y aplicar en los márgenes palpebrales una o
más veces al día o a la hora de dormir durante algunas semanas: III;
Insuficiente; Discreto

Página 32: Se puede repetir el tratamiento con antibióticos tópicos de forma


intermitente utilizando distintos tipos de medicaciones con diferentes
mecanismos de acción para prevenir el desarrollo de resistencias de los
organismos: III; Insuficiente; Discreto

Página 32: El metronidazol en gel se puede aplicar en la piel de los párpados


como alternativa en el tratamiento en los casos no respondedores a pomadas
antibióticas, especialmente en la demodicosis (Uso fuera de indicación): II-;
Insuficiente; Discreto

Página 32: La frecuencia y duración del tratamiento debería depender de la


gravedad de la blefaritis y de la respuesta al tratamiento: III; Bueno; Fuerte

Página 32: La tobramicina/dexametasona en suspensión oftálmica y los


sistemas de liberación sostenida de azitromicina parecen reducir algunos
signos y síntomas de la blefaritis: I-; Moderado; Discreto

Página 32: En los pacientes con DGM (Disfunción de Glándulas de Meibomio)


con signos y síntomas que no se controlan adecuadamente con la limpieza
palpebral, las tetraciclinas orales y los antibióticos tópicos podrían ser útiles: III;
Insuficiente; Discreto

51

Página 33: Los tratamientos pueden ser interrumpidos intermitentemente y
reinstaurados según la gravedad de la blefaritis y la tolerancia a la medicación,
y así permitir la recolonización de la flora normal: III; Insuficiente; Discreto

Página 33: La preparación de 40mg de doxiciclina de liberación sostenida


puede utilizarse para reducir los efectos adversos: III; Insuficiente; Discreto

Página 33: Las tetraciclinas no deberían utilizarse en niños menores de 10


años: III; Bueno; Fuerte

Página 33: La eritromicina oral podría sustituir a la tetraciclinas: III; Insuficiente;


Discreto

Página 33: La azitromicina oral (uso fuera de indicación) se ha utilizado


satisfactoriamente en el manejo del acné rosácea como alternativa a las
tetraciclinas orales: I-; Moderado; Discreto

Página 33: La azitromicina oral (uso fuera de indicación) se ha utilizado


satisfactoriamente en el manejo del acné rosácea , especialmente en
combinación con Tacrolimus tópico al 0.1%: III; Insuficiente; Discreto

Página 33: La azitromicina 500 mg oral al día durante 3 días en tres ciclos con
7 días de intervalo entre ellos tuvo una mejoría clínica en 13 pacientes con
blefaritis en un estudio prospectivo de series de casos no enmascarado en un
centro único: III; Insuficiente; Discreto

Página 34: Una breve pauta de corticoesteroides tópicos podría ser útil para las
inflamaciones de los párpados y de la superficie ocular como la inyección
conjuntival grave, la queratitis marginal o las flicténulas: III; Insuficiente;
Discreto

Página 34: Los colirios o pomadas de corticoesteroides son generalmente


aplicados varias veces al día en los párpados o en la superficie ocular: III;
Insuficiente; Discreto

52

Página 34: Una vez que la inflamación está controlada, los corticoesteroides
pueden reducirse e interrumpirse y, posteriormente, utilizarse de forma
intermitente para mantener el confort del paciente: III; Insuficiente; Discreto

Página 34: Debe utilizarse la dosis mínima efectiva de corticoesteroides y, si es


posible, debe evitarse un tratamiento a largo plazo con los mismos: III; Bueno;
Fuerte

Página 34: Se debe informar a los pacientes de los efectos adversos


potenciales de los corticoesteroides, incluyendo el riesgo de desarrollar
hipertensión ocular y catarata: III; Bueno; Fuerte

Página 34: Las guías de mantenimiento terapéutico deberían ser discutidas: III;
Bueno; Fuerte

Página 34: Modificar la dieta ha sido una forma tradicional de manejar el acné
rosácea: I-; Moderado; Discreto

Página 34: Las lágrimas artificiales podrían mejorar los síntomas utilizándose
asociados a la limpieza palpebral y a medicaciones: III; Insuficiente; Discreto

Página 35: Las lágrimas artificiales con conservantes no se deberían de utilizar


para evitar el efecto tóxico de los conservantes si se utilizan más de cuatro
veces al día: III; Bueno; Fuerte

Página 35: La ciclosporina tópica y/o los tapones lagrimales podrían también
ser útiles en el manejo de la deficiencia lagrimal acuosa: III; Insuficiente;
Discreto

Página 35: Se debe sospechar un tumor palpebral en los pacientes que


presenten una inflamación marginal palpebral atípica o en el caso de no
respondedores al tratamiento médico. Estos pacientes deberían ser
cuidadosamente reevaluados: III; Bueno; Fuerte

Página 35: Se debe sospechar un carcinoma sebáceo en pacientes ancianos


que no respondan al tratamiento, con una blefaritis o conjuntivitis crónica
unilateral o en caso de chalazión recidivante: III; Bueno; Fuerte

53

Página 35: La demodicosis se debe tener en cuenta en aquellos pacientes que
no mejoren con los tratamientos arriba expuestos: III; Bueno; Fuerte

Página 35: Recientemente se ha demostrado la mejoría de los síntomas y


signos utilizando una limpieza palpebral semanal con aceite del árbol del té al
50% y una limpieza diaria con jabón de aceite del árbol del té durante al menos
6 semanas: III; Insuficiente; Discreto

Página 35: El uso de ivermectina oral se ha demostrado beneficioso en casos


de blefaritis por Demodex recidivantes: III; Insuficiente; Discreto

Página 36: Se debería indicar a los pacientes con blefaritis leve que vuelvan a
su oftalmólogo si el cuadro empeora: III; Bueno; Fuerte

Página 36: Los pacientes con una cirugía intraocular programada deberían
tener un seguimiento posterior al inicio del tratamiento para lograr el control de
la inflamación palpebral previo a la cirugía: III; Bueno; Fuerte

Página 36: La visita de seguimiento debería consistir en una anamnesis de la


evolución de los síntomas desde la visita previa, la medida de la agudeza
visual, un examen externo y con la biomicroscopía con la lámpara de
hendidura: III; Bueno; Fuerte

Página 36: Los pacientes en tratamiento con corticoesteroides deberían ser


reevaluados en unas semanas para determinar la respuesta al tratamiento,
tomar la PIO y comprobar el cumplimiento del tratamiento: III; Bueno; Fuerte

Abordaje multidisciplinar

Página 36: Un manejo multidisciplinar con dermatólogos, alergólogos o


cirujanos oculoplásticos puede ser útil: III; Buena; Fuerte

Página 36: Los pacientes con blefaritis que no han sido evaluados por un
oftalmólogo deberían derivarse a este especialista con prontitud en el caso de
pérdida visual, dolor moderado o severo, enrojecimiento crónico o grave,
afectación orbitaria, episodios recidivantes o ausencia de respuesta al
tratamiento: III; Bueno; Fuerte

54

Educación sanitaria

Página 37: Se debería informar a los pacientes que los síntomas generalmente
mejoran pero rara vez desaparecen: III; Bueno; Fuerte

Página 37: Los pacientes con una lesión inflamatoria palpebral que sospeche
malignidad deberían ser derivado al especialista apropiado: III; Bueno; Fuerte

55

MATERIAL DE LA ACADEMIA AMERICANA
DE OFTALMOLOGÍA (AAO) RELACIONADO

Curso de Ciencias Básicas y Clínicas


Enfermedades Externas y Córnea (Sección 8, 2013-2014)

Folleto de Educación al Paciente


Enfermedad de Borde Palpebral Incluyendo Blefaritis (2011)

Protocolos de Prácticas Clínicas Preferentes- descarga gratuita disponible en


www.aao.org/ppp
Evaluación Ocular Exhaustiva del Adulto (2010)

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