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BoLLis , i. * WWEeros Con Poet e> Qa ones" CaPiTULo 6 JUEGOS CON AGENTES RACIONALES | E a El individualismo, de manera general y vigotosa, sostiene que élo existen los particulares, con la clausula metodolégica de que, en tltimo anélisis, Ja referencia a los particulares explica todo cuanto parezca implicar mas que eso. Pero los cientificos sociales son tan inquisitivos como el que mas en lo que se refiere a los in- dividuos humanos, a aquello que les hace latir, y en lo que con- cierne a si son creadores 0 criaturas del mundo social. Es de es- Perar que esa curiosidad baste para centrar las versiones del indi. vidualismo en torno a los individuos, que aparecen como agentes humanos con deseos y creencias, y acitian de forma que dan cuen. ta de lo que sucede. Por supuesto que hay conductistas que aseve. tan que el enfoque cientifico correcto no quiere ni necesita atribuit alos individuos un punto de vista subjetivo o, de hecho, ningtin es- ‘ado mental. Hemos visto también que, en algunas teorias habi. tualmente consideradas individualistas, los individuos son empre- Sas, naciones u otros agentes que no son de carne y hueso. Pero, abundand> indulgentemente en. mi propia curiosidad, propongo explorar la tesis de que «da historia es el resultado de la accién hu- mana, no de !os designios humanos». Esta cita procede del fildsofo escocés del siglo xvut, Adam Fer- Suson, y con ella empuja hacia la teoria econémica como ciencia 12s CIAS SOCIALES | speial en Ja que se ha desplegado consecuentemente un tipo hu. rano de individualismo. Lionel Robbins definié la teoria econs. ca como «ia ciencia que estudia la relacidn entre fines, de un Jado, y medios escasos susceptibles de usos alternatives, del otros (1932, p. 15). y, eso, desde luego, hace potenciaimente de ella una cjencia de gran alcance. La politica y la sociologia son sdlo dos de las ciencias sociales que en tiempos recientes han sucumbido fas. cjnadas por los anal «econdmicos» de la interaccién social. La lea de que en todos los aspectos de nuestra vida nos comporia. (05 COm6 oh mercado, no sélo es cuniosa em St mie nha, sino que iia. a.una_paderose explicacin indvidealsta de Jas instituciones, las normas y lag prichieas, hartandole ast alho- lismofsus ases.. = “tumano» quizés no sea la palabra idénea. La teorfa econdémi- ch de la elecci6n racional nos trata a modo de individuos raciona- es y egofstas, cada uno de los cuales intenta maximizar su propia utilidad. La teorfa de juegos, que prosigue analizando dicha inte. racein, descansa sobie la teoria-de-la-eleccién-racional. Esto difi- cilmente pareceria un tratamiento humano; no obstante, el enfo- ghe puede ser més generoso de lo que aparenta a primera vista. El capitulo dart comienzo definiendo al agente racional dentro de la nocion estindar de racionalidad, en la teorfa econémica. Litego es- bozara los elementos de Ia teoria de juegos. A esto sigue la argu: mentacion sobre el surgimiento de las normas y sobre si, en reali- dod, disponemos de un andlisis que dé cuenta de ellas. 1La FILOSOFIA DE LAS Cli | Los agentes racionales | «El primer principio de Ia teorfa econdmica es que todo agen: te actiia exclusivamente en interés propio.» El aserto de Edgeworth sigue siendo un buen punto de partida, y no solo porque su titulo, Mathematical Psvchies (1881, p. 16), capte tan bien cl espiritit de Jo que esta entre manos. No obstante, es preciso tomarlo con cau tela. No todos tos economistas aceptarfan esa maxima como su principio primordial. si bien es cierto que 19s neoclasicos suelen aceptarlo y que otros, como los keynesianos y los marxistas, sue~ Ién emplear fa nocion basica de la racionalidad para analizar la ac. clon individual. Adeuris, atin queda el problema, todavia no re- Suelto, ya mencionado anteziormente, en cuanto a decidir si, em steel, ja maxima de Edgeworth ofrece una hipétesis falsable o tie~ JUEGOS CON AGENTES RACIONALES: ye un estatus diferente. Mas por el momento vamos a concentrat- eg en los agentes racionales y en el sentido en el que actéian en interés propion. La teorfa de la eleccién racional parte de un individuo tnico jdealmente , un clasico Robinson Crusoe, solo en una isla ert. Consta. dee emMpOTENE,peferecisstabnewe andes, informacion ‘Yun perfecto ordenador tntemo. Acta sialimente, en Ja medida en que escoge la acci6n.que él mismo. ‘calcula de un Tod Facional y que instrumentalmente es la mejor un SAUISTACET Si elerencias. z Supongamos, por ejemplo, que Crusoe tratara de decidir si me- yecetfa la pena tejer una red para pescar un mayor ntimero de pe- vesde los pescados hasta ahora con un palo de punia afilada. Las consecuencias de tejer una ved no entrafian sélo pescar (probable- nente) mas peces mafiana, sino también el esfucrzo de tejerla y pescar menos peces hoy. Imaginemos que esas consecuencias son fosibles estados del mundo, ocasionados por la eleccién de la ac- fron que se tome al respecto. Si Crusoe tuviera la seguridad de cap- furar diariamente un pez sin necesidad de la red, y estuviera se- fuiro de que podria capturar cuatro peces con ayuda de fa red tras un dia muy atareado y sin ningtin peg, su eleccién dependeria ex- dlusivamente de cémo él clasifique dichos resultados. Simplemen- te elegiria Ia accion cuyas consecuencias prelitiera. ‘Cuando los resultados son inciertos, las cosas sen. mas comple- jas. La teorfa supone que Crusoe cuenta con Ja clasificacién com- pleia die-todes los te: . 2s, independientemente desi 4 _ ae pone que la informacion es completa, en quanto aule conoce citin probable es cada uno de los resultados.” (Para ser exactos, cuenta con una «distribucién subjetiva de pro- babilidades» completa y consistente, y, por lo tanto, posee un jui- cio subjetivo de las oportunidades de pescar, pongamos por caso, dos peces 0 tres 0 cuatro o los que {uesen, que no le hard caer en contradicciones.) Puesto que, ademas, cuenta con va perfecto or denador-interne,-ya-puede calcular la wilidad espera esperada que entra penn Lak esperadle ANE SNE fia tejer una red y comparar dicha esperanza con Ta de rio téjer red ps Ia suma de la utilidad de cada po- do que se deja de lado, desconiada la probabilidad de ‘efecto. (Para entender la idea, piénsese en una apuesta de una libra esterlina que se haga sobre una carta sortea- da al azar, de una baraja completa, con retribuciones generosas de Luego, alguna. La sible result “cinco libras por la espada y tres libras por cuslquiera de los bas- 5S LA FILOSOFIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 0s, Suponiendo q.\c las utilidades se reflejan en beneficios o pér. didas al contado, la apuesta a la espada tiene una utilidad espera, da de 025 [= 5/4 — 1 libra] y la apuesta al basto de 0,50 [= 3/2 - 1 libra] Yel agente racional rechazara siempre cualquier accién que Cuenté con una utilidad esperada inferios- y se mostrar indiferen, te respecto a aquellas con igual utilidad esperad, el célculo necesitaria tener en cuenta tanto la varia tes como la de las probabilidades. Las complejidades dejan claro que el agente racional ideal, efec. tivamente, esté muy idealizado. Ninguno de nosotros contamos ja. mas con un conjunto de preferencias tan completo y consistente respecto a la gama, incluso, de los més plausibles de los resulta. dos. No contamos con nada que se parezea a una informacion completa, y el patrdn para funcionar con probabilidades subjetivas dentro de un mundo de incertidumbres es inequivocamente artifi, cial. No hemos sido bendecidos con perfectos ordenadores inter. nos. Sin embargo, éste es el tipo-ideal que asume una simple y po- fente nocién de racionalidad. Actuamos racionialmente cuand: _ « bemos qué es lo que queremos, tenemos la astuta idea de saber cusin plausible es cada curso de accién para satisfacernos, y a qué Coste, y escogemos la accién que, en consecuencia, nos parece el medio mas elicaz para lograr nuestros fines, La-accion racional es, por tanto, la accién instrumentalmente tacional. No importa si la gente prefiere las naranjas a las manZa- has, las armas a la mantequilla o la viriud al vicio. Los agentes ra- cionales pueden tener cualquier (consistente) preferencia si, y solo si, sus elecciones maximizan correspondientemente la wtilidad es. perada que acarician. N ns bre la racionalidad queta de sus fines. Aquellos i: orrogantes acerca de si las prefe- rencias causan Tas acciones, o simplemente clerivan de lo que se ha escogido, pueden esperar: Adviértase qu: te los cos Aho: . queda més claro qué es eso del Zinienés propio’s Edge- worth asumia que las personas cuentan con mucho amor propio y sork egoistas,\al menos en lo concerniente al ambito comercial: y que, por s""“uesto, son einteresadas», en el sentido cotidiano del término. En términos mas generales, Ia teorfa econémica se ha ga- nado el calificativo de «la ciencia higubren, y ello se debe, en par- te, a que, por regia general, los economistas suclen asumit: una vi sién parecida a la de los agentes cn la vida ccondmica e incluso so- cial. Pero, en rigor, el primer principio esténdar slo supone que los agentes estan guiados por sus propias preferencias. En ese sen- JUEGOS CON AGENTES RACIONALES 131 tido, los santos son tan «egofstas» como los pecadores, ¥ la teorfa de la accién racional no se compiomete con ningtin juicio respec- to. cudn santos 0 pecadores seamios. Aun si mas tarde sera preci- so que NOS pregunlemos, con qué, exactamente, esta filossfica- mente comprometida, comenzamos por suponer sélo que los agen- tes buscan maxi ar su utilidad esperada La teoria de juegos La teorfa de la elecci6n racional parte de un agente tinico en un — medio independiente. Una vez dada una delinicion basica de la ‘eleccién racional, procede a explorar las implicaciones que hacen que cl agente racional no pueda tener certeza de las consecuencias de su aceién. ¢ los pardinetros dentg de los cua- s debe hacerse Ja eleccién, No es necesario un medio estatico, os cualquier dindmica es independiente de las decisiones del agente, No es como si él dios de los mares quisiera anliciparse a 4s pasos de Crusoe. Llamargfraranctricas Jas decisiones tomadas qiun medio independiente. Sin embargo, tan pronto como Vier nes entra en escena, Ta election sacional de Crusoe dependera de lo que escoja Viernes. Cada uno podria necesitar ungfisirategiadque_ {ome en cuenta la estrategia del olraElecciones interdependientes7 de es a3, Abi da con uc de ese modo soyfestrarégicay, Aida comien7o Ta teovfa de jue- “> soe analida Tas estetepteae recciones caclgneles en im eicenavio detipo ideal, en el cual cada agente racional sabe, ademas de otras cosas, ds ageMes son racionales en el sentido ya deli nido. we © Todo eso parece harto desalentador, no obstante, la idea basica sigue siendo muy simple. El escenario basico requicredasapentes> cada uno con una eleccién que hacer sobre sus acciones, Dado que “ahorara mucha confusida si podemos referirnos a los agentes como «él» y «ella», de ahora.en adelante vamos a sustituir a Cru- soe y Viernes por Jack y Jill/Sypongamos que Jack3-Jil-sen_dos_ motoristas que se hallan ed los extremos los-de-ten-puente muy angosto err ef cual soto Nay espacio para un coche-Cada uno. debe elegir slavanza 6 espera. Hay ciatvo resultados posibles:(es- (AVANCE, “2)-Tavance,_espere). La situaciOn es un quego» representado en Ta forma esquematica de la figura 6.1 : Lo que suceda dependeré en parte de cémo cada uno de los ju-

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