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TEORIA DE LA FALTA DE OBJETO ve con su amante la misma del principio, quince afos mayor que él y como ya no vuelve a mencionar su talla, se le considera curado de fobia. Por despraia, slo piensa en una cosa, en la talla de sus zapatos ‘Tan pronto son demasiado grandes y entoncespierde el equilibrio, como son demasiado pequefior yentonces le aprietan, de forma que el virje, Ia tansformacin de la fobia, se ha completado. Después de todo, por qué no considera esto como el final de un trabajo analitico?Seguramente, desde el punto de vista experimental no carece de interés. LL pretendida buena distancia respecto del objeto real — aqui hay como un guifo de reconocimiento entre iniciados — se considera obte rida y alcanza su cambre cuando el sujeto percibe olor a orina en pre- sencia de su analista, La analista considera que en este momento la die tancia respecto del objeto rel — alo largo de toda la observacin se nos indica que en eso pecs toda relacién neurdtica — se sjusta por fin a su dimensin exacta, Desde luego, este hecho coincide con el pogeo dela perverién, [Nose tata propiamente de una perversign — y el autor ao se eng: 2 en est sentido — sino mis bien de un artefact, Tales fendmenos, aunque puedan ser permanentes o muy duraderos, son de todos mados susceptibles de una ruptura 0 una disolucibn a veces bastante bruscs. Ai, en este cas, al cabo de certo tiempo el sujeto es sorprendido por una acomodadora,y asi desaparece dela noche a la mafana la frecuentacién el lugar particularmente propicio que lo real le habfa ofrecido en el mo- ‘mento oportuno. Si, loreal siempre ofrece en el momento oportuno todo lo que hace fakactand por fin ean shistado sun, por el buen amino ala bue 19 de diciembre de 1956 LAS V{AS PERVERSAS DEL DESEO vl LA PRIMACIA DEL FALO Y LA JOVEN HOMOSEXUAL Froud, le ni yo fala El siguiente Niederkomnmt. ‘Las mntias del inconscent, Servi a le Dame El mie alld del objets Hoy daremos un salto para adentrarnos en un problema que nor- smalmente no hubiéramos debido abordar hasta més adelante en nuestro Aiscurso, de haber procedido paso a paso. Este problema es el de la per version, entre comillas, mis problemitica que pueda haber en la pers- pectiva del andlisis, es decir la homosexvalidad femenina. ‘Bor qué procedo de exa forma? Hay en ello alguna contingencia Pero si hay algo seguro es que no podriamos examinar este ao a rel cin de objeto sin dar con el objeto femenino. El problema no es tanto saber cbmo encontramos el objeto femeni- 10 en el andlsis. En euanto a esto, con lo que el ands nos da ya sabe- ‘mos a qué atenernos — la materia de exe encuentro no es natural. Ya se lo mosteésuficientemente el lsimo timestre en la primera parte de cee seminario, recordindoles que el sujeto femenino es siempre convo- «ado, cvando el hombre lo encuentra, a inseribirse en una especie de reen- ‘euentro que le sta de entrada en una posicién earacerizada por la am- bighedad ence las relaciones naturals y las relacionessimbélias. En esta ambigtiedad reside precsamente, como trata de demostrarles, la dimen- sin analtca, El problema ahora es qué piensa de elo el objeto emenino, es decis, qué camino toma tras su primera aproximacién al objeto natural y pri ‘mordial del deseo, o sea el eno materna, Ese camino es ain menos na tural que para el sujeto mazculina, narla hacia i posiciSn femenina. Para mostrar en est sentido que la pri- vacién del hijo deseado del padre puede intervenir con una incidencia actual y preipitar el movimiento del Edipo, siempre planteado como inconsciente en lo esencial, certo autor cits como ejemplo el exso de tuna nifla que, por estar en andlisis, tenia segin él mis luces que otras sobre lo que ocurria en su inconsciente. Tras alguna aclaraci6n que le hhabfan hecho, amanecfa todas las matfianas preguntando # ya habla le- ado el hijo del padre, si legabe hoy o Ilegaria mafana. Y lo preguataba enfadada y lorando cada mafiana. Laanéedota me parece ejemplar en lo reference a esta desviacin de 1a pritica analitica referencia siempre presente que acompatia a nuestra cexploracin tedrica de la rlaci6n de objeto. Aqui es palpable cmo de- terminada forma de comprender y de enfrentarse a as frstraciones con- duce al analista, en la realidad, a una forma de intervencién no s6lo du- 109 sis LA PRIMACIA DEL FALO ¥ LA JOVEN HOMOSEXUAL dosa por sus efectes, sino manifiestamente opuesa a lo que est en juego cna interpretaci6n analtca. La nocién que podamos tener de a apari- tin del hijo del padre imaginario en un momento dado de Is evolu cidn, como objeto imaginario sustituto de flo faltante que desempeta tn la evolucién de Ia pequefia un papel tan esencial, no se puede hacer imervenie en cualquier momento, ni de cualquier manera. Sélo puede hacerse més tarde, o incluso en una etapa contemporinea, a condicién de que dicho hijo, en Ia medida en que el sujeto se ocupa de A, entre fen el juego de una serie de resonancias simbdlicas relacionadas con las reacciones posesivaso destructivasexperimentada en el pasado, en el mo- mento de Ia criss fica, con lo problemética que ésta resulta en verdad tn la etapa correspondiente. En sums, todo lo relacionado con Is prior- ‘dado el predominio del falo en una etapa de la evolucin del nfo, slo tendrh su incidencia a posteriori ‘Slo se puede hacer intervenir al flo en la medida en que es necess- ro, en determinado momento, para simbolizar algin acontecimiento, ya sea la legada tardia de un hijo para alguien que tiene una relacibn Jnmediata con el ni, o bien por parte de sujeto mismo, ante la cues sn planeda po su rpia aera y 1 pow de un nfo, Ha cer interven vin elemento que no se inscribe en la estructuracin sir bélica del sujet, preipitar mediante la palabra, en el plano simbélico, ddeterminada relacin de sustitucién imaginaria ante algo que el sujew ‘viveen se momento deforma totalmente ditint, supone ya sancionar ‘una organizacin, ovorgarle una expecie de legtimidad. Esto es liteal- mente la consagracion de la frustraci6n, instaurarla en el centro de la experiencia. : a frustracién de por «i sélo puede introducirselegtimamente en la interpretacién si efetivamente se ha producido en el plano del incons- cent, como nos dice Ia teoria apropiada. La frustracién al principio no ‘e mis que un momento evanescent. Sélo tiene su funcién para noso- ‘ror, anal, y en un plano puramenteteérico, como artculacién de le que ee a producido. Su realizaci6n por parte del sujetoestéexcluida, por defini, porque es extraordinariamente inestable. La frustracin, tal como se vive en el orgen, inicamente tiene imporcancia e interés por evanto desembaca en uno de los do niveles que he distinguido pare tstedes — castrcin o privacién. En realidad, slo la castracion instau- 13, en el orden que verdaderamente le correspond, la necesidad de la frustracin, lo que la tratciende y Ia instaura en una ley que le da otro valor. La cstracién también, por otra pate, consagra Ia existencia de la 101 LAS VIAS PERVERSAS DEL DESEO privacién, puesto quel ida de a privacién no puede concebirse de nine ‘gin modo en el plano real. Una privicibn sélo puede concebiela efecti- vamente un ser que artcula algo en el plano simbélico, fodo esto lo vemos claramente en esas intervenciones estilo de ape 90,655 intervenciones de psicoterapia, como aquella que les mencioné ripidamente el otro dia a propésito de una nifa en manos de una alum- na de Anna Freud, ‘Aquella nifia, como ustedes recordarin, presentaba el inicio de una fobia, srgida con ocasién de la experiencia que habia tnido de sr efec tivamente privada de algo, en condiciones distintas de la stuacién a la «que se habla visto empujada la nia del ejemplo de hoy. Les he mostrado en qué senido esta fobia era un desplazamiento necesario y cul era su motor ~ no el hecho de que ella no tenga el falo sino que su madre 0 pod dine mis an, que no pda dinelo porque ell misma La intervencibn dela psicoterapeuta consiste en decitle ala nia — y iene raz6n ~— que todas las nif son asi. Esto puede dar la impresign de ser una reduccin a lo real, pero no lo es. La nifa sabe muy bien que ella no tiene falo, pero no sabe que eso es la norma. Esto es lo que le ensefia I terapeuta, Asi, hace pasar la falta al plano simbélico de la ley. sa intervencibn no deja de ser discuible, de todos modos,y a psicote- ‘apeuta se pregunta por su eficacia, que es sdlo momenténea. La fobia reaparece con mis fuerza y sélo se reduciré cuando la nifa e reintegre ‘en una familia completa. Por qué? En principio, su frastracié deberia parecerle ain mayor {que antes, pues ahora se enfrenta con un padrastr, sea un macho que incerviene en el juego familiar, evando la madre habia sido hasta exe m0- mento viuda, y ademés un hermano mayor. Sila fobia se reduce clans ‘mentees porque, literalmente, el sujeto ya no tiene necesidad de ella para ssp los elementos falforsausents en el resto imbélc dei, Estas observaciones critica se refieren sobre todo al uso del eemino frustracibn. Este uso seve legitimado de alguna forma por el hecho de aque lo esencial en esta dialética e a falea de objeto, mis que el objeto ‘mismo. En apariencia por lo tanto, la frustracién responde muy bien una nocién conceptual. Pero la cuestion es la inestabilidad dela propia ialéctica de la frustracion, Frustacién no es privacin,¢Por qué? La frustracién se refiere a algo de lo que uno se ve privado por alguien de quien precisamente podria 102 LA PRIMACIA DEL FALO Y LA JOVEN HOMOSEXUAL esperar lo que le pide. Lo que est en juego de este modo es menos el ‘objeto que el amor de quien puede hacer ese don. "Nos encontramos aqui en el origen de la dalética de la frustraci6n, ‘porque todavia est al margen de lo simbolico. Ete momento inicial es, 1 cada instant, fuguz. En efecto, el don sdlo aparece al principio con Cierea gratuidad. Viene del otro. Lo que hay detris del otro, 0 sea toda facadena donde se encuentra la azén del don, no se percibe todavia, y sélo mis adelante el aujeto puede advert que el don es mucho més ‘completo de lo que al principio pareta, que est interesada toda la cade na simbdlica humana. Al principio, slo est la confrontacién con el otro y el don que surge 'El don, cuando surge en cuanto tal, sempre hace desvanecerse al ob- jeto como objeto. Sila demanda es satisfecha, el objeto pasa 2 segundo plano, Sila demanda no e satisfecha el objeto se desvanece igualmente. Pero hay una diferencia. Sila demanda noes satsfcha, el objeto cam- bia de signifiacin. Que justice, en efecto, el rmino frustracién? Sélo hay frustracin — la misma palabra lo implica — sie sujto reivindica, siel objet se considera exgible por derecho. En ese momento el objeto entra en lo que se podria lamar el drea nacisista de las pertenencias* el sujeto. En ambos cass, lo subrayo, el momento de lafrustracin es un mo- ‘mento fugaz. Desemboca en algo que nos proyecta a un plano distinto del plano del puro y simple deseo. La demanda supone en efecto algo perfectamente conocido en Ia experiencia humana, que hace que nunca pueda ser propiamentesatisecha, Satsfecha o no, se anonada, se aniqui- Ine la etapa siguiente y enseguida se proyecea sobre otra cosa — o bien. en la articulacin de a cadena simbélica de los dones, o bien en el regis: tro cerrado y absolutamente inagotable llamado el nacisismo, en virtud del cual el objeto es para el sujeto algo que es ¥ no es él mismo, algo con lo que no puede satsfacerse, precisamente porque es y no es dla la vez. La entrada de Ia frustracién en una dialécica que la sivéa y Ia legalza,ademis de dare la dimensién de la gratuidad, es una condiciOn ecesria para el etablecimiento de ee orden simbolizado de loreal donde el sujeto podré instaurar por ejemplo como exitentes y aceptadas deter- ‘minadas privaciones permanentes. . + apparenance lla de epertenenceopereensa) ene tabi el esido de sdependencinn, seis he ependenie de un efico nex Peenencas tabs permis a wo sna en spall, pro ex menor acentunda (7) 103 LAS VIAS PERVERSAS DEL DESEO Si se ignora esta condicibn las diversas reconstrucciones de la expe- riencia y de los efectos vinculados.con la falta fundamental de objeto {que en ella se manifietan introducen toda una serie de obeticulo. El crror consiste en querer deducrlo todo del deseo considersdo como un ‘lemento pura del individuo — el desc, con los contragalpes que com: porta, las satisfcciones y las decepciones. Alora bien, toda la cadena de la experiencia resulta lieralmente inconcebible salvo que se plantee de entrada el principio segin el cual nada se articula ni se construye en Ja experiencia, nada se instaura como conflicto propiamente analizable, hasta el momento en que el sujeto entra en un orden que es el orden el simbolo, orden legal, onden simbélico, cadena simbélies, orden de Ja deuda simblica. Tan Slo a partir de Is entrada del sujeto en un of den preexstente a todo lo que le sucede, acontecimientos, satisfacciones, ecepciones, todo aquello con lo que aborda su experiencia — a saber lo que suelen Tlamarse sus vivencias, ee algo confuso que habla antes = se ordena, se articula, cobra su sentido y puede ser analizado. ‘Nada mejor para demnostarles Ia lgitimidad de este repaso — debe- ‘a sersélo un repaso — que tomar algunos textos de Freud y hacerles entrar en ellos con toda ingenuidad Algunos hablaton ayer tarde de wn aspectoincierto y 2 veces para déjiamente salvaje de cierts textos de Freud, Hablaron de elementas de aventura, o también de diplomacia — de todas formas no se ve por ‘qué. Por mi pare, eso me ha incitado a teres aqui uno de los extos iis brillantes de Freud, incluso dirfa que uno de los mis inquiecances, aunque tal ver les parezcaarcico, hasta pasado de moda. Es Psiogénesis dde un caio de bomosexualidad fomenina, (Quisiers ecordarles algunas de sus ariculaciones esenciales. Se trata de una muchacha vienesa de buena familia, Para una familia. de esta clase dela Viena de 1920, mandarle alguien a Freud era dar un paso considerable Sise deciden, es que la nia — dieciocho aos, guapa, Inteligene, de clase social muy elevada — se habia convertido en objeto de preocupacién para sos padres. Ha ocurrido algo muy singular — va detris de tna persona diez afios mayor que ella, una mujer de mundo 108 LA PRIMACIA DEL FALO Y LA JOVEN HOMOSEXUAL “Toda clase de detalles aporsdos por la familia nos indica que ete de mo do tal vex podria considerarse maondana; de aeverdo con ls elasficaci6n fentonces en vigor en Viena, y merecer la califcacin de respetable. Eta relaciSn de la chica revela ser 2 medida que tanscurven los acon- «ecimientos, verdaderamente pastoral, y hace bastante dificiles sus rla- ‘ones con su familia, Luego sabremos que estas relaciones no son ajenas ‘a insauracion de la situacién. Por decirlo todo, el hecho de que eso tnfurezca absolutamente al padre constituye sin lugar a dudas un moti- to para la chica — no es que sostenga su pasin, pero hace que I leve ‘coma l levs. Me refiero a esa especie de tranquilo desafio con el que ‘mantine su asiduidad con la dama en cuestién, sus esperss en la calle, $0 forma de exhibir en cierto modo el asunto, Aunque no lega a laos. tentacién, ya es bastante pare que sus padres, y muy especialmente el pa- Gre estén al corriente. Nos indican también que la madre no es de nin- sgin modo alguien a toda prucba, que ha extado neurbtca y no se toma Th com tan mal, o al menos no tan en serio. : Vienen a pedirle a Freud que ponga las cosas en orden. El destaca ‘on toda pertinenca las dificultades que presenta un tratamiento cuan- do se trata de cumplir con las exigencias del entorno, y observa con ra- zn que so puede haere un adi por encar como qin scone truye una villa Luego introduce consideraciones ain mis extraordinarias sobre el anlisis, que a algunos les parecer superadas, Freud precss que este anlisis no lleg6 a su tfrmino, pero que le per mitié ver muchas cota, y por esta raza nos lo communica. Seguramente, subraya, no le permitié cambiar gran cosa del destino de eta joven. Para cxplicarl, introduce una idea no carence de fundamento aunque pueda parecer anticuada, una idea esquemética que deberia incitarnos a recon- Siderar algunos datos de partida, en vez de considerarnos 2 nosotros mis sos mis Mlexbles.Fsta idea es que hay dos etapas en un anilisis ~ la primera consiste en recoger todo lo que se pueda saber, la segunda con- siste en doblegar las resistencias que todavia siguen en pie perfectamente atungue el sujeto ya sepa muchas cosss La comparacién que entonces introduce no es de ls menos chocan- tes — antes de un viaje hace uno las maletas,y luego se trata de embar- carse y recorrer el trayecto en cuestin, Esta referencia, en alguien con tana fobia a los trenes y a os vise, tiene miga Lo mis inaudito todavia es que durante todo este tiempo Freud tie- ze la sensacin de que en efecto la cosa po funciona. Pero ve muy bien To ocurrida, y entonces destaca uma serie de pasos. 105 LAS VIAS PERVERSAS DEL DESEO. Se ee et are ane ela rane cn ee ee ieee hcg rt re cera Fieepeol peer ieeengene tears St pte BE etnies me an ir ensacie deen pig npc dae pee oe ee EL Ieee ge ni ens fa oe coe eee ie omen fe ape die a ar abate ae eo teteie pas ote in emi ee Delmas i meee 2 a I atone meee, a ey carving Pie alse reo we pop cm ee ne ee elec I ee omcsatacs tee ie ee cla Te te tan ar cr ee eee tpt cnapicnen Se Ca ee esi cera ae ere ae rc ceeihauick pare Coen ee melon ae dome een 106 ———3, ie LA PRIMACIA DEL FALO Y LA JOVEN HOMOSEXUAL la qu encarn element aque sventu damien aque se juga dl decneadeoamieato del ans, come la problems de uns he ‘moveuaidad decarads El jes del en deco a Freud que por a parts ai hablar de abandonar ninguna de sus petnsionen oe dle ibn objeal. ar todo lo qu haa fata arena a al, pero seguir manteniendo su vinculo con aquella persona que i de lj ha Sejado de gusarley ademas aoe mucho nis sequble, conor como etd por su ctordinarin nena de devo 'A poplsto det relaciondelrdsy mantenia por sje, Freud sport oberaciones muy chocanesy la da valor de sinc explcat ‘tanto de lo ocurido ates del tami, por ejemplo la tenatva Uk suc, como desu propo cca, La priser parece nay pet ‘nese, Las Segunda aio, pero tl vez no exactamente como lo tatiende Bs propo de ls obueraciones de Fred que nos aportca un ‘laridad exraondinariainclaso sobre puntos que a€l mise, de agen modo le habiansupersdo Me refiroahors la oberatin de Dera, <2 rad ils ir — an Do aa reno Jgnorando su bomoseruaidd oe la orcnacion desu pregunta hala 8 mismo sexo. Au seconstata un desconocimientoaadlog, pero al ter mucho mis profundo rea mucho mis inst Otns oberacones que Freud nos oftece sin aprovecatss del todo, no son de menor importancia, se refiren alo que etd en juego eh ib tentca de suid, aco sigifienivo que coroa la eis. El tema 5 lnimamence vinelado con el aumento dense, bast momen tn que else coafiaa,ocure l extiarok ES ea Fl pu del ret normal del je twhiciael dso de obtener un no dl pdr Sep den ne regi 6s donde hay que conebir la cri origara quelle lsujee a omar una drciénesitamente opie, Huo ectvamente un verdadero wuele dela posiinsbjetva, que Freud trata de articular, Se rata de ‘no de sos aos en quel deepen dba al objeto del deseo se x dice por una invensén completa de a possi ~ el see se dentin on dicho obj lo que equa, como Freud lo artcula en una note 21una esi al nario. Cand hag exencaience de la dale del naressmo la velaibn yoroto con inks, ne ito» eviden Siar alo impicto en as dsntsexpreiones que Fre le da Cuil pues a deepen que oper ete velo? Enel momento, hacia os quine aos en que el ijn abla clei I va de ua tome d pousin del nif imagiacio yc ocupa de ello To bastante como 107 LAS VIAS PERVERSAS DEL. DESEO pra que sauna fecha sefalads ens sotecedenes—, su madre obtiene Fralmene otro bijo del padre Ls pacome oben un eer herman, Fe agu posse punto eave Eo foe cl cree en princi cepionl dea obsra «iba ¥ no er niferente que la itervencion de ut ermanito, qu I Sl mundo de esta maners, tenga por resultado ua inversion tas profs dst a oreataciOn sexual de un cue As ence moment cies cambia de poicibn. Ahora se tata de wr cal unde ser a mor ner. preacin Sepin Freud, el fenémeno dee considers ative El émine 20 se encuenrs ene tert, pero etd implica, pues e sopone que el Sentimieno contra el pede sige actvando Ese factor teneagu el pa pel principe. Esta piesa clave en lassen expla como se deatrla toda I venir. Ls chica se muekracaamenteapesia com el pate [a tentatin de suleidio ene lugar ta la decepion producia por el hecho de que dl objeto des ape de slguna forms homblogo see Gpone Se ustariatan slo de un lentmeno de contnagreviad, de una tue hacia el sujero de a agresin conta cl padre combinada con ena opecie ds hundinenso de coda la stwacibn,reducda al aos des princes, she cumple simbélicamenelo que een jugo mediante ua prespe {fcn, una reduccin al nivel de los obetos que verdaderamente tn xg Ea uo chi de pate aj ace nat tnhdic, qu noc sino el nsdrhommen de un sie cael par. Exe Gel temino alemdn pars desi sr paride sv nos Mev al sentido dima original del estructura dela En el segundo grupo de observaciones que hace Freud, trata de ex. pla por ga stucin no rove sali en interior del tani. ‘Al no conseguir vencer la resistencia, todo lo que se le pudo decir ala paciente slo consiguié inceresrle muchisimo, sin hacerle abando- nar sus ltimas posiciones. Se mantuvo, se dirfa hoy dia, en el plano de tun interés intelectual. Freud compara metafbricamente las reacciones de | muchacha com los de una dama a quien le muestra diversos objetos yea través de sus impertinentes, dice — Qué Bonito! 108 LA PRIMACIA DEL FALO ¥ LA JOVEN HOMOSEXUAL Freud indica, sin embargo que no se puede hablar de una completa ‘aueacia de transferencia, Sefala.con gran perspicaca la presencia de la « ansferencia en los suedos dela pacient. Paralelamente alas declaracio- fhe nada ambiguae que la pacient le hace sobre su determinacién de no Cambiar en absoluto sus comportamientos para con Ia dama, sus suefios Shuncian un sorprendente rebrote de la orientacin mds simpstica la ‘pera dealgtin espoto guapo y complaciente, no menos ansiado que wn ‘Seto fruto de ese amor. En suma, el cariceridilic, casi forzado, del ‘spos0 anunciado por el suefio, se muestra tan conforme con os esfuer- hs hechos en comin, que cualquiera que no hubiese sido Freud hubie- fa albergado las mayores esperanza. Freud no se engafa. Ve en ello una tansferencia. Redobla ea espe cie de juego de contraengafio que la paciente ha jugado en respuesta a In decepcién producida por el padre. En efecto, ella sélo se habia most do agresiva y provocativa, nose exhibfa de una forma escandalos, le ha- ‘ba hecho algunas concesiones. Se tataba tan sélo de mostrarle que le ‘engaflaba, Preud reconace que en esos sues se trata de algo andlogo, y dita es su significacién transferencial — reproduce con él su posicién fundamental, el juego cruel que ha jugado con el padre. "En este punto no podemos dejar de considerar nuevamente la relai- vidad profunda de la formacin simbélica, porque esl linea fundamen- tal de To que para nosotros consticuye el campo del inconsciente. Esto lo que Freud expresa de una forma muy just, con el nico inconve- tiene de un Enfasisexcesivo, cuando nos dice — Creo que la intencién de inducirme al error era sno de los elementos formadores de este suet Ena también una tentative de ganarse mi interés mi buena disposcin, probablemente para causarme una desilusion aim mds profunda ‘Se nsina aqui la atribucidn al sujeto de una intencién de cautivarlo 14), a Freud, para que se dé un tratazo, para que caiga de més alto tras ‘quedarse enredado en Ia stuaciéa. Ea el énfass de esta frase, se escucha Sin lugar a dudas lo que Iamamos una accién contratranserencial. El suelo es faz, Freud sSlo se queda con eso, y entra en una discusi6n {gue resulta apasionante encontrar en un escrito suyo. Sila manifestacién tipiea del inconsciente puede er mentirosa, Freud ya sabe por adelante <0 qué objeciones le van a hacer. Siel inconsciente también nos miente, ide qué podemos fiarnos? — din sus discipulo. Hl les da uma larga ex plicacién mostrindoles ebmo puede sera, con el resultado de que no fe contradic la teoria. La explcacin es un poquito tendencios,, pero de todos modos, lo 109 LAS VIAS PERVERSAS DEL DESEO que Freud destaca en 1920 es esto exactamente — lo esencial de lo que hhay en elinconsciente es Ia relacién del sujet con e! Ouro propiamente dicho, y esa relacin implica en su fundamento la posbilidad de que se efectie como mentira. En el anilisis, nos encontramos en el orden de la mentiray Ia verdad. Eso lo ve muy bien Freud. Pero al parece, algo se le esapa, a saber, ‘que se tata de una verdadera cranslerencia y se le abe la via de Ia inter- pretacin de un deseo de engafar. ¥ en ver de tomar esta via, por decir. Jo de forma algo més groser, se lo toma como algo drigido contra é. Es también, se dice, wna tentative de enredarme, de cautivarme, de ‘bac que la encuentre encanzadora. Con eta frase de mis, nos basta para instruirnos. Debe ser un encanto esta chica para que, como en el cao de Dora, Freud no ace con libertad en este asunto, Cuando afirma que lo peor estaba cantado, lo que quiere evitar es sentirse deilusionado, O s2 que estd dispuesto a hacerseilusiones. Si se pone en guardia contra cetasilusiones, ya ha entrado en el juego. Realiza el juego imaginario, [Lo convierte én real, porque él mismo esti dentro, ¥ eso no falls Como lo interpreta? Le dices la chiea que prevende engafarle como sueleengafia a su padre. El resultado es que enseguida corta en seco lo {que l mismo ha realizado como larelacin imaginaria. Su contratrans ferencia, de algin modo, hubiera podido servile — pero a condiciéa de no creérsela, de no estar implicado. Como silo ets e interpreta dems siado precozmente, introduce en lo rei el deseo dela chica, cuando sélo era un deseo y no'una intencién de engafarle. Asi, da cuerpo 4 dicho deseo. Opera con la paciente exactamente como la terspeutsintervenia ‘on aquella nia, dindole a la cosa un rango simbélico, Hie agut lo que se halla en el centro de ese deslizamienso del antlisis 2110 imaginario, que se convirté, mis que en una tampa, en una plaga, en cuanto se initaurd como doctrina, Aqui tenemos un ejemplo limite, transparent, que no podemos ignorar porque se encuentra en el texto. Con su interpreacién, Freud hace estallar el conflicto y le da cuerpo, cuando se trataba precisamente, como él mismo sient, de algo muy dis tino — de revelar el diseurso mentiroso que estaba ahi en elinconscien- te. Freud le dice que todo eo e contra dl, y en efecto el tratamiento ‘no va mucho mis lejos, se interrempe. Querienda unin, Preud separd. [No le pasé desapercibido,en efecto, que no es ésta una relacién ho ‘mosexual como las otras, aunque en verdad es propio de las relaciones homosexuals presenta toda Is vatiedad de las relaciones heterosexuales comunes,y tal vez incluso mis variaciones. Cuando dice que eta elec: 119 le LA PRIMACIA DEL FALO Y LA JOVEN HOMOSEXUAL iba objet esponde al tipo propiamente minnliche y expla lo que Sane Com eo, Few raya admablement y aru oo un SBC emordinario quests yu del sor panic en 8 mayor ones ‘un amor que no pide mas satsacion que ape ala dama. Es veradernen clamor fag por a dsc amor con en 58 “puts mis dren Freud ade Signs pars como ld Share 2oegpe ene un set uy parelr onl istora curl de Ale Tina esa eric ques enucne en el fondo dela lab Enna Sinaloa de oven con Ie dam en el grad mis lev {ord laelacibnamorona simbolzdspanteada como servic, como ioateis, como refenc Nose nts smplements de uns stein trdeuna neces de un amor gue en mam 0 slo prainde Scuisactone sno que spusta may presente ls 0 staeib. Enos orden presente pure drlle in aor ie Is in taco gel aa en erect con el oben Sin dd lasiuaciSn que penta ee eso es excepionl eo 54 nico inter conse en tomas en leit gue lee propia Es x Scpeonal porque ex particu, © sn se alr ae tereni itr nea eri ead sgn, No vee Simo se conan agen una pce de doles ps de un ro cov ques ela fastain snore? — ss venenumedes tomar - ria, porque no puede decir mucho més para caracterizar ese fantarma. ‘Ademis, no lo hace sin mostrar sna especie de aversion, de vergienza, incluso se avergienza Hay que destacar aqut un dato notable. Mientras que las pricticas masturbatorias mis © menos ssociadas con tales fantssmas no suponen para esos sujetos ninguna carga de culpabilidad, por el contari cuando 16 PEGAN A UN NINO Y LA JOVEN HOMOSEXUAL se vata de formula eos fats no sos preetan a menwdo a> Seficataces sino que adem es proguce un sven considera,

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