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La memoria y el dese: Estudios gay y queer en México Rodrigo Parrini y Alejandro Brito (cooicinadoves) SEMINARIOS * 4 & a iSon cosas de la vida! Transmasculinidades en la Ciudad de México Eleonora Garosi* Introduccién En las sociedades occidentales, la masculinidad suele concebirse como una propiedad intrinseca de los varones.' Ya sea que se considere como una ma- nifestacién de la biologia (Wilson, 1975) 0 como una construccién social del género masculino (Brod y Kaufman, 1994; Berger et al., 1995; Connell, 1995, 2002a y 2012; Connell y Messerschmidt, 2005; Kimmel et al., 2005, Amuchistegui y Szasz, 2007), la masculinidad se interpreta como tna ca- tacteristica de los “hombres”? concebidos como varones. Aqui se sostiene, en cambio, que no solo existen multiples'masculini- dades que vatian en contextos histéricos, geoculturales y sociales diferentes (Connell, 1995, 2002a y 2012), sino que estas masculinidades no las pro- ducen necesariamente individuos con cuerpos de varones, sino también ssujetos con cuerpos modificados e hibridos (Califia, 2006; Preciado, 2008) ‘© con cuerpos de “mujer” (Devor, 1989; Halberstam, 2008). La perspectiva que adoptamos se enmarca en el campo de los estudios sociologicos de tipo constructivista y con enfoque de género (Kessler y McKenna, 1978; West y Zimmerman, 1987; Lorber, 1994; Risman, 2004). + lnvestigadora independiente. Programa de Estancias Académieas,rurG-unau. "El término “varon” hace referencia ala dimension fenotipica de los cuerpos sexvados. EL ‘érmino “masculinidad” en singular se wliza para refenrsea la dimension anaitica del ‘concepto; se trata de un concepio en construccion ms que de tna nocidn definitva (Mi- ‘ello, 2002a y 20025). La utilizacion del terming “maseulinidades” en plural hace refe- rencia alas manifestaciones empiricas del concep. Los términos “hombre” y “mujer” se colocan entre comillas pata evidenciar el cardcter ‘uestionable y no-antoevidente de estos conceptos. Para una dscusion sobre el carder te- lacional ehistrico del concepto“mnujer" véase Rubin, 1975, Scot, 1986 y Butler, 2002. En el marco de los estudios sobre masculinidad, véase Hood, 2002 178 Etzonona Gano | Segan esta perspectiva, el genero no se concibe como una propiedad natu-| ral de los cuerpos sexuados, sino como un proceso relacional que se define a partir de Ia interaccién simbdlica y material con su contrapartida en el sistema binario de géneros En particular, en este articulo pretendemos analizar las masculinidades de un grupo de “hombres trans” en la Ciudad de Mexico: las “transmascu- linidades” se consideran una expresion de las masculinidades contempori- nneas. Los analisis se basan en los resultados cle una investigacion sociologica sobre lo trans que se Ilevé a cabo en la Ciudad de México en el afio 2011.4 {Como definen su masculinidad los hombres trans? Como la expresan? iQue transformaciones realizan para vivir en el género masculino? ¢Cémo actiian para reconocerse a s! mismos y ser reconocidos por los demas como “hombres”? {Que “tipos’ de masculinidades encarnan en el contexto consi- derado? Estas son algunas de las preguntas.a las que pretendemos brindar posibles respuestas en este articulo. En la primera seccién se aborda el marco tedrico. En la segunda, se pre- senua el trabajo de campo y se expone sintéticamente la metodologia de in- vestigacién, En la tercera, se plantea la justificacién de Ia investigacion y se exponen unas breves reflexiones sobre las masculinidades en el contexto latinoamericano,,con particular referencia a México. En la cuarta seccién, se examinan los resultados del andlisis de los materiales empiticos; en es- pecifico, se analizan las actuaciones de masculinidad que desarrollan los hombres trans en relacidn con el cuerpo, la sexualidad y la hombria.> En la quinta seccién se presenta una tipologia de las masculinidades encarnadas por los hombres trans entrevistados. Finalmente, en las conclusiones se sintetizan los principales resultados de la investigacién y se sugiere la nece- sidad de ulteriores estudios sobre las transmasculinidades. Los resultados de la investigacion no son definitivos ni permiten ela- borar generalizaciones analiticas debido a la perspectiva exploratoria del estudio y al limitado niimero de entrevistas que fundamentan el andlisis. Se configuran, todavia, como un aporte original para rellextonar sobre las > Com “hombre trans” se hace relerencia a personas que han sido asignadas al sexo-genero femenino al nacer y que modifican su pertenencia de genero. * La snvestigacion ha sido tealizada como estancia académica del orc, nan, gracias a una bea de l Secretaria de Relaciones Exteriores del gobierno federal de Mexico. > Gon hombria” se hace referencia ala definicion de “sentido comtin” (Garfinkel, 1967) de rmasculinidad, a su significado social (Fuller, 2002). En particular, la hombrta se entiende como conjunto de aciudes, comportamients y actividades que se asocian aser hombre’ {0% cosas De La vi! | mltiples experiencias de masculinidad y sobre el caracter socialmente cons | wuido del género, | La masculinidad en perspectiva de género: la actuacién y la atribuci6n de género como procesos relacionales Los estudios criticos sobre masculinidades (Berger et al., 1995; Connell, 1995, 2002a y 2012; Connell y Messerschmidt, 2005; Kimmel et al., 2005; Amuchastegui y Szasz, 2007) y los estudios de género (Kessler y McKenna, | 1978, West y Zimmerman, 1987; Kimmel, 2000; Connell, 2002b) han puesto de manifiesto que la masculinidad no existe antes de lo social como estado biolégico o como rasgo de personalidad, sino como actuacion social | que se reproduce en las interacciones sociales: “No se trata de ln expresion ‘mas 0 menos esponténea de cuerpos masculinos sino de cémo tales cuer- pos encaman pricticas de género presentes en el tejido social” (Amuchas- | tegui y Szasz 2007: 16, cursivas de las autoras), De acuerdo con Connell | _y Messerschmidt (2005; 836): “La masculinidad no es una entidad fija situa- daenel cuerpo oen los rasgos de personalidad de losindividuos, Las mascu- | linidades son configuraciones de précticas que se actilan en interacciones sociales y, por lo tanto, pueden variar de acuerdo con las telaciones de gé- nero en un contexto social especifico” * Por lo tanto, és preciso hablar de ‘masculinidades en plural: diferentes culturas, periodos historicos y grupos sociales (definidos por distintas variables, como clase social, generacion, einia, etc.) ¢ incluso los mismos individues construyen a lo largo de su trayectoria de vida la masculinidad de varias maneras.” Como tecuerdan Careaga y Cruz Sierra (2006: 10), “la masculinidad es) una posicion, que no ¢s fija sino condicionada por otras categorias de distincion social Ademis, en cuanto actuaci6n social, la masculinidad existe en el marco dde-un sistema binatio de géneros en interacciones complejas con la femini- dad (Amuchastegui y Szasz, 2007; Connell, 1995, 2002a y 2002b; Connell * “Masculinity i not a fixed entity embetided inthe body or personality traits of individuals, ‘Masculinites are configurations of practice that are accomplished in socal action and, therefore, can difler according tothe gender relations ina particular social setting"; adc. cin de la autora, Como recuerda Minello (2002b; 19), [L}2 masculinidad |...] es una construccién socal, historic, por ende, cambiante de una cultura a otra, dentro de cada cultura en distintos ‘momentos historios, a lo largo del curso de vida de cada individuo y entte diferentes ‘grupos de hombres de acuerdo con su clase social [..)o etna” 79 180 Euzonona Gases y Messerschmidt, 2005; Minello Martini, 2002a; Murphy, 2004; Nitiez No- tiega, 2004): "El géneto es siempre relacional, y los patrones de masculini- dad son definidos social mente en contraposicién con algain modelo (ya sea teal 0 imaginario) de feminidad” (Connell y Messerschmidt, 2005: 848). Finalmente, la masculinidad en tanto genero se caracteriza por su rela- cién con la dominacién y el poder (Connell, 1995, 2002a, 2002b y 2012; Minello Martini, 2002a y 2002; Nuihiez Noriega, 2004; Parrini Roses, 20072). Connell (1995) ha elaborado a propésito el famoso y discutido concepto de “masculinidad hegemsnica”, con el que se refiere a la posicién cultural de autoridad y leadership de alguna forma de masculinidad sobre las otras, en ‘un contexto de dominacién hacia las “mujeres”? Se trata de una forma de hegemonia parcial que, en tanto historica y culturalmente definida, puede modificarse."° ‘Aunque la mayoria de estos estudios adopten enfoques criticos y una perspectiva constructivista, tienden a considerar la masculinidad como tuna caracteristica de los “hombres”, definidos finalmente, por su anatomia de varones. Sin embargo, los queer studies (Butler, 1998, 2002, 2006 y 2007; Halberstam, 2008; Preciado, 2002 y 2008; Rubin, 2006) han evidenciado que la masculinidad —justo en cuanto a su construccién, practica y rela- cion social—no dgpende “naturalmente” de los cuerpos de los varones. “Gender is always relational, and patterns of masculinity are socially defined in contra- distinction from some model (whether real or imaginary) of femininity; traduccion de a CCulturalmente algunas masculinidades se acepean mas que otras en Ia sociedad, incluso algunas suften discriminacign socal, como es el caso dela masculinidad homoseatal en ‘muchos contextos occidentales, Todavia, como afirma Minello (2002a: 727), ies cierto que “la masculinidad es ambigua, incieria, confusa yen alguns casos contradictora [| compart, en todos los hombres, Ia dominacién sobre las mujeres". En una elaboracion, posterior del concepto, Demetriou (2001) distingue dos dimensiones de la hegemonia, ‘masculina: una “externa” que se refiere a a institucionalizacion dela dominacion de los “hombres” hacia ls “mujeres, yuna “Interna” que se refiere al predominio social de un grupo de “hombres” sobre otros grupos de “hombres” “La caracterstica fundamental del concepto sigue siendo la combinacion de la puralidad de masculinidades y la jerarquta de masculinidades[...] La investigacion académica ha e918 sat Yun auaq ‘on renxesoraian | od) opese9 | opednsossq | ruoreredag| ve | onsaiy] “4 SonuaUIRDOp ap waeiodioo Temas jap | _peoge, | _orpmso ie} ole | sevoreayipow | uepewano | pers | _uomraue | _sprann | pepa | aquow | wow ‘O22K9W ap PePNid P| Ua SOpEySinayqUa sueA] SaiqUIOY So] ap se2yPFOWAapO!DOs seDIIS}J9}9eI2D *L OApEN, Ly eh [Nam] Nombre | Edad | Nivelde | Condicién | Est Orientacion | Modificaciones | Cambio legal estudio laboral civil sexual corporales de documentos fe. [Ricardo | 38 | Licenciatura | Desocupado | Tene novia: | Heterosexual | Vestimentas No mujer trans. Heterosexual | Hormonas No Liposuecién y rmastectomia Histerectomia Heterosexual | Hormonas No Mastecto cisgénero Histerectomia 9. |Tonatiuh | 38 | Licenciatura | Desocupado 70, |vietor [35 | Uicenciatura | Dentista Fuente: elaboraciin propia, de género corresponde a la identidad asignada al nacer mediante la inspecci ia de transicion de género, El sufjo “cis significa “del mismo lado” (en oposicidn ane”, que Iraplica un movimiento hacia algo) Tesla operacisn quirangiea que permit eliminar el exceso de teido graso de las mamas para reduc su yolumen total Los que se han definido como bisexuales hacen referencia mas asus pricticas sexuales (tanto con hombres como con mujeres) que a sus deseos y preferencias sexuales, A una pregun'a mis espectfia ambos han aftmado que prefieren las mujeres. Eltérmino “pansexual” hace referencia al deseo y priciicas sexuales con personas de cualquier género y sexo, incluso trans ¢intersexvaes, Esa aperacisn quirirgica m ‘completo los senos. 3 sla operacion quirirgica mediante la cual se ext if, Fn el caso de las hombres trans se extraen tambien los ovaros y las trompas. 'sow wioxorg {Sow cosas De La vi orientacién sexual los entrevistados hacen referencia al género en el que viven a diario, independientemente de las eventuales transformaciones fisicas que realicen. Por ejemplo, Andrés, que vive como hombre, sin tomar hormonas ni haberse practicado cirugias, se considera heterosexual, ya que siente deseo y tiene relaciones sexuales solo con mujeres. En relacién con las modi- ficaciones corporales, cinco estaban tomando hormonas; cuatro de ellos se habian practicado una cirugta de pechos y tres se habian quitado tambien elitero y los ovatios. Los otros cinco utilizaban estrategias de modificacién del cuerpo no permanentes, como el empleo de vestimenta masculina y, eventualmente, de vendas para camuflar el pecho. Algunas consideraciones sobre las masculinidades en América Latina y en México En el contexto de América Latina, los estudios sobre masculinidades se han transformado en un campo de investigacién a partir de finales de los afios cochenta. A lo largo de més de 30 aitos se han desarrollado originales reflexio- nes sobre los conceptos de “hombre” y “masculinidad”, entendidos como zo transparentes (Nufiez Noriega, 2004), asf como notables investigaciones empiricas (Prieur, 1998; Valdés y Olavarria, 1997 y 1998; Gutmann, 2000 y 2003; Nunez Noriega, 2000; Viveros Vigoya et al., 2001; Fuller, 2002 ‘Viveros Vigoya, 2002) que se enmatcan en lo que Connell (1995) ha llama. do el “periodo etnografico”, Estas investigaciones han contribuido a revelar algunas caractertstcas de las masculinidades en América Latina. Por lo ge- neal, se reconoce que la masculinidad se vincula de manera acritica con el ‘cuerpo biologico, lo que Fuller (2002: 28) define como “virilidad”, o sea, el “lado natural de la hombria”. Pero uno llega a ser plenamente “hom bre” solo “al cumplir ciertas etapas, al desarrollar ciertos atributos, al de- sempear ciertos roles” (Valdés y Olavarria, 1998: 14). “Ser hombre” significa, en primis, ser activo, mandar en el hogar y ser el proveedor de la familia. El hombre debe ser una persona segura y auténoma, debe ser fter- {e, no tener miedo y no expresar sus emociones en piblico. Es quien de- sempeia el trabajo productivo en el espacio publico, Es completamente heterosexual, debe desear a las mujeres, conquistatlas y penetrarlas (Valdes y Olavarria, 1998; Fuller, 2002; Viveros Vigoya, 2002), En México, los estudios sobre masculinidades se han desarrollado so- bre todo a partir de la década de los noventa (Hernandez, 2008). En este [ 189 7 Exzonoza Ganos campo, destacan algunas rellexiones tedricas y metodologicas significativas (Minello, 2002a y 2002b; Careaga y Cruz Sierra, 2006; Amuchastegui y Szasz, 2007), varias etnogralias originales (Prieur, 1998; Gutmann, 2000 y 2003; Niinez Noriega, 2000; Carrillo, 2003; Parrini Roses, 20076) y la reciente encuesta iNacts (Batker y Aguayo, 2012) sobre masculinidades y equidad de género. sos estudios revelan algunos de los rasgos tipicos de las masculinida- des en el contexto mexicano. Gutmann (2000) analiza en su etnografia los esquemas de masculinidad en una colonia popular de la Ciudad de Mexico, Identifica en particular cuatro “tipos” en el género masculino: el macho, el “mandilon” (definido como el hombre que ayuda en la tareas domésticas), el que no es ni macho ni mandil6n, y los hombres que tienen sexo con hombres, Son de particular interés sus reflexiones sobre los cambios de los significados de los términos “macho” y “machismo” como consecuencia de las transformaciones sociales y culturales en las relaciones entre hombres y mujeres en la década de los noventa. Otras investigaciones advierten que la masculinidad ya no es un at buto exclusivo de los hombres heterosexuales. Prieur (1998) investigé los patrones de masculinidad y feminidad en un grupo de “vestidas” y sus pa- rejas sexuales en Ciudad Nezahualesyotl. Encontro que el acto de la pene- tracion se utiliza como indicador de masculinidad entre los hombres que tienen sexo con hombres y diferencia a los “machos” de sus parejas *jotas”. Nuriez Noriega (2000) investig6 las expresiones de masculinidad en un ‘grupo de hombres que tienen sexo con hombres en Hermosillo, Sonora. Analiz6 criticamente las nociones de actividad y pasividad para explicar la masculinidad, y concluys que en el contexto considerado, “ser hombre” es tener relaciones sexuales tanto con hombres como con mujeres. Carrillo (2003) analiz6 las formas de masculinidad encarnadas por hombres homo- sexualles y se percato de que la masculinidad ya no esta definida por el deseo heterosexual. Patrini Roses (2007b) estudié los esquemas de masculinidad en una carcel de la Ciudad de México; observ6 la tensién entre el modelo ideal de masculinidad que existe fuera de la carcel y la experiencia de mas- culinidad que se vive en el encierro, Sila masculinidad alla fuera se define en los terminos clasicos de hombre responsable y honesto, trabajador, jefe de familia y con cierto poder (en la casa y en el espacio puiblico), la masc linidad en la carcel se tuerce, cambia de contenidos (la caracterizan la agre- sividad y la violencia) y esta continuamente en peligro por la amenaza de iS0N cosas be La wn! relaciones homoer6ticas que descalifican a las personas como “putos”, ya no hombres. Finalmente, con la encuesta isaces es posible esbozar un cuadro cuan- titativo de algunos rasgos de las masculinidades de los hombres mexicanos en lo referente a la paternidad y el cuidado, la participacién en el trabajo doméstico, la sexualided, la violencia de género que se ejerce contra las mu- jetes y las actitudles homofobieas en el contexto del pais. Los autores apli- cana escala Gen de actitudes equitativas de genero (ce, Gender Equitable Men Scale) que mide las actitudes hacia la equidad de género en los hom- bres. Mexico obtiene 80 puntos en la escala de 0 100; es el pais latinoame- ricano donde parece ser mas elevada la actitud equitativa de los hombres, sobre todo de los que cuentan con niveles superiores de educacion® ‘Todavia en América Latina, y en particular en México, la masculinidad, aunque definida como una relacién social, se concibe casi exclusivamente como una caracteristica de los varones, de ahi que sean escasas las investi- gaciones sobre las masculinidades no normativas de “mujeres masculinas” u *homibres trans” (Cano, 2009). El estudio de las masculinidades como construceion social, separada de la dimensién material de los cuerpos sexuados, se configura, por lo tanto, como un émbito que debe investigarse mas en el contexto mexicano, Este articulo se presenta como un aportea los estudios sobre las masculinidades no normativas en México Hombres trans “haciendo el género” en la Ciudad de México: experiencias de masculinidad Los hombres trans, con sus vivencias, cuestionan el postulado normativo de la cotrespondencia entre el “ser hombre” y el “tener un cuerpo de var6n” * La encuesta neice (international Men and Gender Equality Survey, que fie realizada en. “México y en el mundo, y aplicada en 2009, representa el mis significativo esfuerzo ana Itico de tipo cuantitativo para analizar las masculinidades en América Latina y en otros pases del mundo. “Se trata de un estudio multipais sobre masculinidades en el cual se entrevst6 a hombres sobre sus experiencia, acttudes y prticas de género en sus vidas, su vez, se encuest6 a mujeres sobre sus parejas hombres" (Barker y Aguayo, 2012: 9) En Mexico se entevisté a 1001 hombres y 383 mujeres de entre 18 y 58 afios de eda, Los lagaes en donde se realizo la encuesta fueron la ciudad de Monterrey (n = 515 hom- ‘bres; 172 mujeres), la ciudad de Queretaro (n= 222 hombres, 127 mujeres) y la ciudad de Jalapa (n = 264 hombres y 84 mujeres) Aungue los autores senalen posible sesgos en los datos debidos a procesos de social desirably, ya que los encuestados hombres fueron entrevistados por mujeres. 197 192 Eteoxom Gatos. caracteristco de la idea de masculinidad en los contextos latinoamericanos (Valdes y Olavarria, 1998; Fuller, 2002; Viveros, 2002). Asignados al nacer al sexo-genero femenino por las caracteristicas anatomicas de sus genitales (Kessler, 1998; Fausto-Sterling, 2000), los hombres trans tienen que em- prender una serie de modificaciones de los marcadores sociales del genero pata lograr lo que consideran una correcta atribucion de genero. En cuanto ‘miembros competentes de la sociedad (Garfinkel, 1967), las personas trans comparten el conocimiento de sentido comin que define las diferencias en- tre “hombres” y “mujeres” en relacion con varias indicadores: las caracteris- ticas sexuales primarias y secundarias, las actitudes, los comportamientos, los afectos y emociones, los deseos y las pricticas sexuales. Son éstos los afectados por las transformaciones que buscan la transicion de género, un proceso que se desarrolla con cardcter individual y social. Subjetivamente, los hombres trans transforman los marcadores de género que les permiten lograr un equilibrio individual, de ahi que cada uno viva experiencias de transicion diferentes, Pero el género no es nunca un acto solitario, sino un proceso interactivo, una actuacion que cada quien despliega y que los demas descifran en el marco de un contexto cultural especifico. Si, por ejemplo, tuno de los marcadores de la diferencia entre el género masculino y el fere- nino es el timbre de voz, los hombres trans, a quienes por su vor aguda —que socialmente se considera indicativa del genero femenino— se trata como “mujeres”, tratarin de modificarla conforme a los estindares sociales ‘dominantes, como bien explica uno de los entrevistados: “A veces, cuando hablas y no te ven [me dicen]: ;Cunto es senorita”. Y luego me veian: jy, perdén joven!’ A veces la voz te engafta mucho” (Alberto, 34 atios). Es este caracter social e interactivo de la masculinidad, en tanto genero, lo que aqui interesa analizar. Con las entrevistas a los hombres trans, se han podido identificar las tres principales areas que entran en juego al actwar el ‘género masculino: 1) el cuerpo, 2) Ia sexualidad y 3) la hombria. Se trata de cuestiones a la vez materiales y simbélicas que definen el sistema binario de género en la mayoria de los contextos occidentales. Las personas trans, en cuanto miembros competentes de la sociedad, emprenden una serie de actuaciones y transformaciones en estos tres ambitos, para reproducit los significantes culturales y materiales del “ser hombre”. ‘Son coms HE LA MDA! Eleuerpo ‘A diferencia de los hombres que nacieron con cuerpos de varones, los hom- bres trans se ven llamados a construir su masculinidad no s6lo socialmente, | sino también corporalmente, El cuerpo representa, en su manifestacion | fisica, el medio del cual nos valemos para desarrollar nuestras interacciones: en el mundo social, Lejos de ser simplemente un sustrato material origi- nario, se convierte en un significante simbdlico de nuestro sexo-género, el | epositaro principal de los marcadores del género (Kessler y McKenna, 1978). El cuerpo con el que nacen los hombres trans se interpreta, tanto subjetiva como socialmente, como femenino: com ls transformaciones cor- porales se pretende modificar los indicadores de feminidad para que @ las personas trans se les considere sujetos masculinos Las tansformaciones basicas, que caracterizan de manera generalizada ‘a todos los entrevistados, se basan en aspectos estéticos del cuerpo y no iimplican modificaciones corpsreas. Se trata, por ejemplo, del empleo de vestimentas y de cortes de cabello que socialmente se consideran “mascu~ lines”, Una etapa decisiva en el proceso de transicién para los hombres trans 65, por ejemplo, el primer corte de cabello, de largo a muy corto: “Me cort el cabelo porque hasta los 15 afios tuve que Tlevarlo Igrgo porque mi mama no querta que lo Hlevara corto. Tave mi festa de 15 attos, y fue muy feo para mi, y al dia siguiente me fuia cortar el cabello” (Andrés, 21 aftos). “También la utilizacin de ropa socialmente considerada “masculina”, como los uajes, es una de las primeras transformaciones que realizan los hombres trans. ‘Me ponta la ropa que me comprabban mis papiis porque a ellos les gustaba, pero nunca me preguntaron sia mi me gustaba... hasta los 18 ahos que empe- c& a trabajar y empece a comprar mi ropa, Yo amo los trajes saco, corbata, ppantalon. [Cuando recibil mi primer sueldo me fu aver los rajes a un centro ‘comercial con mi mama, que todavia vivia. Ella me dice: “gOye, por qué un traje y no un vestide?” Y yo: “iPues, porque no me gusta y es mi dinero, ademist". Cuando empecé a trabajar ya me compraba mi ropa y siempre era Rai, nunca el nombre de esa persona que esté en los papeles, hasta el dia de hoy (Rail, 31 aos). _ ELcowona Ganos Uheriores modificaciones tienen que ver con la materialidad del cuerpo, en particular con las caracteristicas sexuales primarias y secundarias, y pueden implicar intervenciones mas radicales sobre el cuerpo. Las estrategias que se adoptan para lograr esas transformaciones son variadas, De acuerdo con los resultados de investigaciones anteriores (Ekins, 1993; Ekins y King, 1999 y 2006; Garosi, 2012) se han identificado dos principales ticticas de trans- Formacién de las caracteristicas sexuales: 1) ocultamiento (concealing) y 2) sustitucion (substituting); ademds, se ha identificado una ulterior estrategia que Ekins y King (1999) denominan redefinicién (redefining). Las personas trans pueden mezclarlas de maneras distintas y con diferente intensidad. El “ocultamiento” se define como la tictica de esconder, con varias tée- niicas, las partes del cuerpo que socialmente se asocian con la feminidad. Esta estrategia produce modificaciones temporales de distintos elementos corporales y suele adoptarse antes 0 como alternativa a las modificaciones quirurgicas y hormonales permanentes. La parte del cuerpo que provoca mas conflicto a los entrevistados son Jos pechos, que son notorios y que en la vida cotidiana generalmente son uno de los indicadores para definir I atribucion de género (Kessler y McKenna, 1978) A.los 13 me vela al espejo y decia "iEsto no va aqui!” [seBalando los pechos y haciendo con la mano una forma de tijeral. Decia: “Esto debe de cortarse, «50 no va aqui, no debe de estar ali!" Fue mi trauma en esa edad (Juan, 26 anos) Yo no me vela como nifa.. era todo un martirio banarme, “:Por qué no puc- do ser lo que soy? gPor qué tengo esto aqu [seriala los pechos]?". Me veo y digo: “iBs que esto no soy yo!". Lo que mas me molesta es el pecho. No puedo ver mis pechos, es muy frustrante (Andrés, 21 anos) ‘Una estrategia frecuente de ocultamiento para los hombres trans, por ejem- plo, consiste en usar vendas o playeras muy estrechas para reducir los pe- chos. Como alternativa pueden utilizar playeras muy grandes para tapar las formas del cuerpo o adoptar posturas con la espalda encorvada para que los pechos pasen inadvertidos. ‘Antes [de la mastectomial me encorvaba demasiado para que no se notara el pecho, Ustba la sudadera también cuando hacia un buen de calor porque {Son Coss DE LA vin! tenia que ocultar mi cuerpo. Y luego, te digo, empect a utilizar vendas y era desgastante. Yo era vendedor, y como vendedor me gané premios. Me manda- ron a Acapulco, a Cuernavaca, Viajaba y, obvio, me tenta que quedat con algin companero en el hotel y era desgastante porque tenia que esperar de ial bano y quitarme las vendas, Y el cuate agarraba y se quitaba la playera “Ay. qué padre!". Y eran cosas que tt no podias hacer... entonces sentia angustia, No te podies meter ala playa porque se mojaban las vendlas. Y, por ejemplo, en temporadas de calor es horrible porque las vidas hacen mucho calor (Alberto, 34 aitos) Tenia una postura para que no se me viera nada [lo pechos). Caminaba siem- pre encorvado, y empece a usar vendas y mi postura, todo encorvado... y luego era playera, camiseta, suéter, chaleco y chamarra, todo ja esta tempe- ratura de verano! (Victor, 35 aos). En cambio los genitales, que permanecen ocultos en la mayorla de las inte racciones cotidianas, no representan un problema tan relevante para definir la pertenencia de género. Todos los entrevistados consideran mas impor- tante realizar las transformaciones corporales que les permiten “pasar como hombres” en la vida cotidiana® Muchos de ellos no quieren cirugfas geni- tales por los resultados poco estéticos de las operaciones, por los costos muy elevados, por los riesgos en términos de salud y pérdida del placer sexual, ‘simplemente porque sus genitales no les provocan incomodidad. Las ciraglas genitals son algo que yo no qulero para nada. No las considero porque no creo que me pudieran darlo que yo busco, No tengo ningin pro- blema con mis genitales.;Si me encantara poder hormonarme porgiie terra una vocesota, unos bigotes! Es que yo siempre he sonado tener pails... me verla més cuadrado, no me confundirian tanto. Pero fuera de todo, realmente el cambio que yo necesito hacer es la cirugia del pecho, es lo que necesito hacer lo mis pronto posible (Carlos, 21 anos). ‘A m{si me gustaria la faloplasta, peto he investigado y no es lo mas estético. Es algo parecido a una salchicha, y aparte te puede dar muchos problemas desalud y no st, Si me dijeran que voy a esta bien lo hari sin pensar, pero es muy riesgoso... yno lo voy a hacer. ;Aparte no me voy a arriesgar a perder imi placer! ;Por lo menos ast esta rico! (Mi clitoris creci! [rfe]. Queda algo © Bl concepto “passing” pasa") se refiere al éxito que obtienen las personas trans en el proceso de ser recomocias como miembros del género de eleccion (Arfini, 2008), 195 Exzonona Gasost ‘muy semejante a un dedito... 2 un pene de un nino de dos anos... es muy suavecito y ja las chicas les va muy bien! (Victor, 35 afos). Este resultado confirma el caricter social del proceso de atribucién de géne- 10, Como los hombres trans pueden “pasar” como masculinos en la mayoria de las interacciones cotidianas, no estan tan presionados por la necesidad de modificar sus genitales, Como diria Garfinkel (1967), ya poseen los “genita- les culturales”; es decir, los que se supone deberian estar “naturalmente” all tra estrategia que desarrollan los hombres trans es la “sustitucion”, {que implica suplirlas partes del cuerpo que socialmente se asocian al género femenino con las que caracterizan al género masculino. Esta puede invo- lucrar los genitales y las caracteristicas sexuales secundarias, como el vello corporal y facial, los pechos, el tono de la voz y la menstruacién. Tales operaciones de sustitucién generalmente incluyen intervenciones quirirgi- cas y tratamientos hormonales, y producen modificaciones permanentes del cuerpo. Laaplicacién de testosterona provoca algunos cambios relevantes para Jos hombres trans: bloquea la menstruacidn, lo que les da un gran alivio, por tratarse de un indicador de feminidad muy ineomodo para la mayoria de los entrevistados. Ademés, induce una mayor produccién de vello facial ¥ corporal, una modificacion del tono de voz, un alargamiento del clitoris y el desarrollo de mayor fuerza corporal, elementos todos asociados a la “masculinidad”. Las hormonas te sirven para cambiar la voz y la piel... para que sea un poquito més dura, no tan fina, el vello y todo eso, Pues, de hecho, la testos- terona me ayudé muchisimo para Ia voz, para acabar con la menstruacién y para que me creciera el vello jque ahora me esta saliendo un buen! jY me siento muy bien! También te crece el clitoris, ite crece un buen! De hecho yo ‘me quede asf de: Wow, dos raciones. No es como la faloplastia, pero crece. ‘También [...] empiezas a agarrar mas volumen (Alberto, 34 afos) Yo tomé las hormonas basicamente para la voz, la barba y €l bigote. Incluso sin hormonas puedes llegar a ser un hombre, pero hay cosas que no pue- des desaparecer milagrosamente como si tuvieras una varta magica: “;Hasta aqui la menstruacién”. Las hormonas no son esenciales pero si ayudan bas- tant, jYase paré la menstruacisn! Yo espero que cambien lo que pueda y lo demas, pues me toca a mi Guan, 26 aos) iSon cosas or 14 val Algunos de los entrevistados, ademas de los tratamientos hormonale, se han sometido a cirugias de pechos y a histerectomia, Se trata de operaciones bastante costosas que no todos pueden pagar pero que constituyen una transformacién decisiva, sobre todo la mastectomia, ya que permite a los hombres trans tener un pecho plano y hacer actividades en que antes se inhibfan, como ira la playa. En noviembre me hice la mastectomiay la histerectomia, todo en una vez. El cirujano me dijo: “Siguete inyectando cada 21 dias", pero como soy un poco vanidoso no querta que se me cayera el pelo y entonces empect a inyectarme cada mes [..]. Para mt fue una gran liberacion quitarme esas cosas, porque apare, desafortunadamente para mi, me habia desarrollado mucho. (Creo que {uve el cuerpo que toda nia desea y yo no! “Por favor, ausili!”. Y fue una gran liberacion poder jugar futbol, ira la playa y esas cosas (Tonatiuh, 38 sho) Emipecé a tomar hormonas hace como ocho aos. Ahora he dejado, por mizo- nes propiamente estéticas, de inyectarme como se deberia y nada mas lo hago cada dos o tres meses, por la caida del cabello... ya practicamente es nla, Me hice la cirugia de pechos hace cuatro aftos; fue con un cirujano particular que es buentsimo en Ia materia, nada mas que es un poquito carg: la mas- tectomia en sf me costé 40 000 pesos y luego con medicaciones y medicinas ‘unos 50.000 pesos, mis 0 menos [..] De hecho la cirugfa fue muy liberatoria para mi (Manel, 32 anos). Cuando me opere,finalmente pude empezar a usar playeras, que para mi era ‘un suetio, algo incretble, yipoder caminar derecho! Esa cirugia para mi fue el parteaguas: nunca me habia sentido tan contento y tan tranquilo con mi ‘cuerpo, de no sentir ese peso, lteralmente. A los tres meses tuve mis prime ras vacaciones y anduve nadando, haciendo deporte, jugando futbol y iyo feliz! Nunca he vuelto a estar deprimido por mi cuerpo... a lo mejor por ‘otras cosas, pero por ese problema no. También me quité tompas, ovarios y ‘matriz, hace cuatro afios. Esa cirugia ya era necesaria porque tenia yo endo- ‘metrisis por tantos afios de hormonas (Victor, 35 aos). Como recuerda uno de los entrevistados, las operaciones de histerectomia se vuelven necesarias después de varios afios de tratamientos hormonales, ya que aumenta el riesgo de céncer de itero. En cambio, ninguno de los [ 7 Exzonions Ganos! entrevistados se habia sometido a cirugias reconstructivas del falo (falo- plastia)™* u otras operaciones genitales (como la metaidioplastia) >> Finalmente, algunos de los entrevistados han desarrollado interesantes, estrategias de “redefinicién’ (y aceptacién) del cuerpo. Con “redefinicion” se hace referencia a a capacidad de algunos hombres trans de vivir su mas- culinidad tanto en lo subjetivo como en lo social desde su posicionamiento en un cuerpo “femenino”, reinterpretando el significado de algunos marca- dores sociales del géneto. Esto significa que no necesariamente pretenden modificar su cuerpo para incorporar su masculinidad. No me quiero hacer cirugias, ni planteo meterme testosterona [...]. En mi no hay necesidad de vendarme. Cuando estoy en mis dias, los pechos se hinchan ‘un poco y a veces uso cinta microporosa y ya no se nota. Y con el asunto de menstruar... he aprendido a vivir con eso; no es que me moleste... es como situviera algin tiempo de incontinencia masculina, iyo asilo llamo! ;Bueno alo mejor me hice viejto antes del tiempo y tengo que usar panales! {rie} Esta es mi forma de verlo, porque yo no quiero modifiear cosas, asi como estoy me siento bien. Si tengo que modificar algo por lasituacion sexual lo hago, pero no es que yo quiera tener un falo colgando [...]. Yome siento bien ast como soy. ¥ del cuerpo ereo que necesitaria embarnecer un poco més, ppeto tampoco, asi como estoy no pasa nada, Me siento Rati asi, no siento {que me falten nis cosas... bueno, un poco més de ejercicio quiz, pero jast estoy bien... no hay nada mas que hacer! (Rati, 31 anos). Mi cuerpo no esta conectado con la masculinidad porque hablando estética y anatomicamente de la masculinidiad, mi cuerpo no tiene semejanzas[...] Lo veo como la parte femenina que esta conmigo |... Yano lo rechazo por ‘que finalmente es mi cuerpo, soy yo. La disforia”* viene por no cumplir ls expectativa estética de un cuerpo, iro? A veces esto me pasa porque no voy 4 tener un cuerpo de hombre y la sociedad nunca deja de pedirte que tengas » sl operacion qquintngica mediante Ia cual se constraye un organo perecido a un pene, yy sea con tejido del brazo, de la pierao del abdomen, 2» Es In operacion quirargica mediante la cual se libera el eltoris, alargado porla uiizacion de la tstosterona, de su sede (labia minora) 2% *Disforia de genero" es umn termino mécico que se utiliza en los actuales sistemas inter nacionales de clasificacién de las patologias mentales, en especifico en el Manual Digg nostico y Estaistico de ls Trastornos Mentales (OSM IV-R), elaborado por la Asociacion ‘Americana de Psiquiatria, yl Clasifiacion Internacional de Enfermedsdes (CIE-10), ela- borada por la OrganizaciOn Mundial de a Saud, para indicar la experiencia de ransicion. Ge género, Liveralmente“disfora” significa malesta y hace referencia ala incomodidad de las personas trans que “viven en el cuerpo equivocado', segim la definicion dominante en los eampos médico, sexolagica y psicalogeo. fr {S0% cosas nea win! ‘Yo nada mas me visto como un chico (Gilberto, 22 arios). tuna imagen anatomica de un cierto tipo para reconocerte como hombee [.. | | 9 Setrata de personas que elaboran un discurso ertico sobre la transexualidad ysu medicalizacion, y que critican también el rigido binarismo de genero, confirman que los estindares sociales del género son una de las caussas del malestar de las personas trans en relacién con su cuerpo. Ademas, valoran positivamente el hecho de que en ellos coexistan elementos masculinos (su identidad y su rol de género) y femeninos (su cuerpo). La sexualidad Otra cuestion que contribuye a definir la masculinidad de los hombres trans es la sexualidad: la heterosexualidad es la pauta que fija las conductas se- sales “normales” en la mayoria de los contextos occidentales *” Buena par- te de los entrevistados comparten esta vision normativa de la sexualidad y emprenden una serie de comportamientos y acciones para demostrarse a si mismos y « los dems su orientacion sexual “normal”, si bien hay tam- | _bién sujetos que encaman sexualidades no normativas. En.particular se han detectado cuatro estrategias que se relacionan con la sexualidad: 1) la “heterosexualizacion”; 2) la “degenerizacién de los genitales”, 3) la “homo- sexualizacién’, y 4) la “anulacién’. if La “heterosexualizacién’ es la tactica de reproducir el modelo hetero- | || sexual de la pareja hombre-mujer, incluso antes de empezar a vivir social- ||| mente como hombres | Algunos de los entrevistados, cuando todavia vivian como “mujeres”, \ ‘mantuvieron relaciones con “hombres" con cuerpos de varones para con- |) formarse a las expectativas sociales acerca de su “conducta sexual normal’ i Desde siempre tuve relaciones con novios,y nunca me fue mal, Nome sentia ‘gusto, pero tampoco me cortaba las venas. Sie tenido relaciones sexua~ les con hombres pero estas alturas ya no podria soportao, Me llevo muy bien con los hombres pero nada més a nivel de amistad... nunca volveia a tener un novio hombre (Manuel, 32 aos). ® Warmer (1993) creo el concepto de “heteronormatividad” para describir la supremacta social del modelo heterosexual 200 J Fisoxora Gasos En la universidad tuve un novio que era roquero, llevaba el pelo largo. Para mi era mi cuate porque nos gustaba la misma miisica, pero él vela a Claudia {su nombre femenino}. ¥ un dia me dijo: “gPor qué no nos hacemos novios?” Me lo pensé mucho y finalmente le dije que st, por lo de las expectativas de mi familia, pero luego terminamos porque él queria tener relaciones sexuales ‘conmigo y yo tuve que decirle que me gustaban las mujeres (Ricardo, 38 thos) Nunca me gustaron los chicos. Por la sociedad uve que tener alguna rela- ion, peto nunca me gustaron, Suena muy vulgar, pero jlas nalgas y las chi- chis son lo mio! (Andrés, 21 aftos). (Orros, en cambio, han tenido experiencias como mujeres lesbianas aunque nunca se hayan identificado con esta categoria, se trata mas bien de un acer- camiento estratégico para poder tener relaciones sexuales con mujeres. Alos 18 aftos empiezo a detectar un grapo de chicas lesbianas, y me gustaba tuna de ellas, Pero yo decia; "Es que yo no soy lesbiana!”, Y ellas me dectan “Es que site gustan las mujeres te tienes que declarar lesbiana!”. “Es que yo no soy lesbiana! jYo voy a ser hombre de una u otra formal”. La verdad es que yo no tena idea [de como hacerlo, “Si soy lesbiana soy azul, jmachal!™ (ietor, 35 aos), Puedo andar con una chica lesbiana, pero que sea muy [énfasis] femenina, demasiado femenina, Con tna chica medio masculina no... digo... me eaen bien, puedo cotorrear, tengo amigas, pero no. No es que sienta que estoy besando a otro cuate, pero... no sé, no me gusta, Pero si, cuando yo era nila cera mas facil con las chicas lesbianas (Alberto, 34 aos). A pesar de que me juntaba con puros nfios, también me juntaba con nifas porque decia:“;Aqui hay buffet! Debo juntarme también con ella. Y siem- pre ha sido una atraccion que desde que tengo memoria la tengo; nunca me than gustado los niios [..]. Cuando ya era mas grande, por desgracia tuve esa fase [de ser lesbiana] porque no habla de otra. Yo no conocia a més gente. Como mi mama me decia que yo era mujer y que me gustaban las ‘mujeres y que a esto se le denomina “lesbiana", pues obviamente yo vivi como lesbiana varios afios de mi vida Juan, 26 afos) ‘Aun manteniendo relaciones con mujeres lesbianas, estos enteevistados cons- truyen su masculinidad en el campo de las pricticas sexuales a través de Sow cous ne La vin tuna diversificacion con las mujeres con las que se emparejan. En particular, evidencian la existencia de “dinamicas heterosexuales” en las relaciones er6- ticas, donde ellos juegan un “rol dominante”, “de hombre”, y definen los limites de lo que esta permitido en el intercambio sexual: muchos, por ejem- plo, prohiben a sus parejas que les vean y toquen los pechos, a menudo utilizando vendas y playeras en el transcurso del acto sexual Generalmente soy dominante. Si, se podria decir dominante. Soy quien trata de llevar las cosas por el camino. Lo tinico que aclaro antes de... ¢s: “El pecho, ino, no, no! Es una zona de no, jams! Todo lo dems, jadelante!” YY si puedo mantener las vendas, el binder muchisimo mejor. ¥ te voy a de- cir algo: la tinica persona con la que tuve contacto sexual en este tiempo fue la mujer con la que anduve y ella ya sabia qué si y qué no, en dénde tocar y donde no (Carlos, 21 ait). i qué tal el sexo?] Pues, jbien! Pero a la hora que me quieren tocar no es que no quiera, pero no me gusta, No me gusta que me toquen nada sexvalmente. Caricias s{, pero meter manos donde no se debe, no. ¥ yo puedo venirme haciéndole el amor a una chice. No es que haya que haber a fuerza una penetracion. ¥ el hecho de que no pueda haber no me afecta, al contrario lo disfruto muchfsimo, como si me estuvieran tocando (Andrés, 21 afjos) Mi primera relacién sexual fue con mi pareja a los 17, pero nunca me senti como mujer. A lo mejor tenia yo mi etiqueta de lesbiana pero las relaciones sexuales nunca las sentia como de mujer con mujer. ;Todo lo contrario! En la relacin sexual es cuando mis he afirmado mi hombria, porque en la ela- cién sexual es cuando yo no era para nade lesbiana,o sea, era como si fueran relaciones heterosexuales entre un hombre y una mujer, usaba protests [1 Es sobre todo una telacién como de hombre y mujer y a mi me gusta que haya ima penetracin pero nada mis de mi parte. Y siento mucho placer, jmas ahorita con las hormonas! (Juan, 26 aos) Algunos de los entrevistados hasta apelan ala heterosexualidad de sus pare~ {s, incluso antes de la transicién, para reafirmar su género masculino, confir- ‘mando que la heteronormatividad se configura como la norma dominante {que rige los patrones de sexualidad. Yo en ese entonces decia: “Yo soy machin’, pero no sabia ni como, Cuando centro a la carrera conozco a mi primera novia, ella totalmente heterosexual, 201 202 Etgonom Gatos. ieht,gotalmente heterosexual! Ahora es casada, tiene dos hijos ...].Tenlamos conifictos porque ella decia: “Es que @ mi me gustan los hombres. Yo sé que res un hombre, pero no te ves como tall". Nunca pude hacer el amor con ella sin camisa... eso para mi era un problema, porque me daba pena, muicha ‘vergence. “;No me toques!” Y para ella tambien era un problema ...]. ho- ra Tiana (su pareja actual] no me penetra porque es una mujer heterosexval, alla le gusta el flo, pero deseubrié una pequeta variante que le gust6 mucho porque con el pene no tenia éxtasisy ahora jcon mi pene sto tiene! jAparte lo tiene muy rapido! Es como un dedo muy suavecto... y aparte iyo manejo ‘mucho la parte de calentar! [re]. Porque yo sé que tengo que sustiuir algo, Alla no le gustan los juguetes sexuales, Yo siempre usé el arnés con el falo peto a ells no le gusta; ella le hago el amor y me compenetro con ellajEl amor entre nosotros ¢s de un hombre con una mujer! (Victor, 35 aos) De hecho siempre mi vida lavivi como si fuera un nifio, una persona hetero normal [énfasis|.. como cualquiera, ¢no?[...]-A mi por ejemplo me gustan ‘mas las mujeres heterosexuales [...]. Yo soy hombre, con mi cambio... por eso siento que me gustan mas las mujeres heterosexuals (Alberto, 34 anos). ‘Algunos entrevistados no son tan rigidos y declaran que su deseo y sus pric- ticas sexales van mas all de las etiquetas de homo y heterosexualidad Esto se refleja tambien en una utilizacién mas flexible del cuerpo, en parti- cular de los genitales, en las relaciones sexuales. Para estos hombres trans el hecho de ser penetrados por sus parejas sexuales no cuestiona su mascu- linidad; mas bien utilizan sus cuerpos degenerizando sus genitales: ya no consideran las caracteristicas sexuales primarias como el principal marca- dor de la pertenencia de genero. Esta estrategia ha sido definida como “dege- nerizacion de los genitales” [No me considero bisexual, mas bien pansexual. No me importa tanto el géne- ro de una persona, He tendo relaciones sexuales tanto con chicas como con. ‘chicos. Es mas bien la persona que me interesa, su esencia, no su género, sus genitals [..}. [2¥ emo mangjas eso de las telaciones sexuales?] Mmmm. hhay amigos que usan dildos y dicen que pueden sentir, pero yo soy un poco ‘aterialista-bico. No me gustaba la sensacion, porque no sentia nada y en tonces dij: “;Prefiero el cuerpo!” y, conforme han pasado los arios, el x0 ime ha ayudado a entender que hay zonas que son mias y ¢s agradable que te toquen, pues jtienes sensaciones all! Tengo amigos que dicen: “iYo pene- trado, nunca!”, pero eso es contrariarse a uno mismo. Si tienes genitals y Zonas erogenas, tal vez te gusta y note tienes que sentir avergonzado. Es una aa | | PS aT ET Son costs pe tA wos! isacion agradable y es parte de tu cuerpo, jno tienes por que sentirte mal forque te gusta! A mino me gusta tanto porque no siento mucho... una pene ‘ain vaginal no me llama mucho la atencion pero tampoco lo rechazo. Es parte de mi cuerpo, son sensaciones que llegan a ser placenteras y agradables. {engo una visién un poco mis libre del sexo... depende también de la pareja (Gilberto, 22 anos) Pues [...] munca digo: “/No, no me toques asi porque me siento nitia!”. Soy de a idea de que las cosas se dan y no quiero poner limites, aparte lo de los pe- chos.¥, de hecho, no entiendo eso de muchos chicos trans que dicen: “{No, ‘no me gusta que me toquen abajl”."jHijole! Entonces,jedmo le haces?”. Con sa zona de mi cuerpo no tengo ningun problema, es lo que me toco y coma me ha dado muchos gustos no puedo decir que no quiero que me toquen, porque en realidad si me gusta... ases |... Me defino bisexual... y, aparte, rm me gustan las personas, no me gusta usar etiquetas asi (Carlos, 21 aries), (Otro de los entrevistados, que tambien ha tenido relaciones sexuales tanto con hombres como con mujeres, se define como homosexual, ya que pre- fiere emparejarse con otros chicos (ya sean hombres trans u hombres con cuerpos de varones). Yo al principio crefa que era lesbiana, pero Tuego me di cuenta que era bise- xual, que me gustaban chicos y chicas [...]. Hasta que en 2008 empece a andar con un chico, un chico trans yentonces fue cuando dije: “Sf, creo que soy un nitto gay!” [rie ¥ ahora me gustan los chicos. He andado con dos chicos trans y soy un chico trans gay. Ya no creo ser bisexual. Si me gustan algunas chicas pero deberian mover mucho para andar con ellas. Creo que soy ochenta por ciento gay y veinte por ciento heterosexual [fe Asi est la cosal (Rail, 31 ahs). En las practicas sexuales, declara utilizar su cuerpo como el de un “hombre gay”. Aunque haya experimentado la penetracién vaginal, declara que el sexo con otros hombres “tiene que ser por cierto lado", por lo cual utiliza juguetes sexuales, Tambien en este caso, el hecho de ser penetrado no cues- tiona su masculinidad; més bien, a penetracién anal confirma su identidad de hombre gay, lo que ha sido definido como estrategia de “homosexuali- zacion’ 203 Etzonona Ganost [UY como mangjas el asunto de la penetracion?] jAh jComo todo nif gay, tiene que ser por cierto lado! Delante nada... bueno... con un chico st, pero hho me gusto mucho... porque... es que no... jAtras mejor! La primera vez aque anduve con tn chico éramos dos chicos gay y lo haces como lo haces, {no? “Esto es Jo mio! dj. ¥ de all fue cuando empezaron a gustarme los fhihos. De hecho empecé a buscar piginas de chicos trans que buscaban a ‘otros chicos trans o chicos bioldgicos {...]. ¥ pues st... entre chicos trans tusamos dildes y esas cosas... hay opeiones, Es de costumbre que emplezasa tocarte y si uno tiene, empiezas con estoy sino tiene, te consigues estas cosas iy ya! [re nervioso}. Ay, estoy muy rojo! (Ral, 31 afos) Finalmente, uno de los entrevistados puede clasificarse como asexual, ya {que declara no tener ningin interés por las relaciones sexuales, pese a que tiene una pareja, ‘Tampoco con mi novia tengo relaciones sexuales,;Somos novios de manita sudada! No tengo ni he tenido relaciones con nadie, Me da curiosidad, pero siento que no es una cosa importante. Me importan mas otras cosas. Si, pue- do sentirla calentura, pero... ya ni me interesa, Quizas es algo de las perso- nas trans porque no puedes ser quien quieres ser (Ricardo, 38 aos) En este caso, la sexualidad (en el sentido de précticas sexuales) no resulta significativa en la construccién de la experiencia de masculinidad, lo cual ha sido definido como estrategia de “anulacién”. La hombria La tltima cuestion que define la masculinidad de los hombres trans es el conjunto de actitudes, comportamientes y actividades culturalmente aso- ciados al “ser hombre”, a lo que se ha denominado “hombria”. Conforme a las experiencias de varias personas entrevistadas, la hom- ria se caracteriza por algunas de las caracterfsticas clasicas que definen 2 Jos “hombres” en los contextos latinoamericanos (Valdés y Olavarria, 1997; Gutmann, 2000; Fuller, 2002; Viveros Vigoya, 2002). Varios de los entre- vistados refieren que para ellos ser hombres significa ser fuertes y rudos, 204. responsables y proveedores de seguridad y proteccion hacia su pareja y familia, Algunos hacen referencia directa al concepto de “machismo”, con ISoN Coss DE LA wpa! lo que aceptan tanto la responsabilidad como la supremacia respecto de las mujeres, de acuerdo con los analisis de Gutmann (2000): 205 Mi papé adora a Iliana [su actual parejal y entonces nos habla de pareja y tiene poco, como seis meses, que ya no me dice “hija, porque como ve que Ja nia [hija de su pareja) me dice “papa, ambien mi papa ha cambiado mu- chisimo, Aparte que vio que me hice responsable, que me volvi quieto, que no tiene que decirme: *jcabronal”, porque ve que ya su hijo es un horabre casado. Y eambiaron muchas cosas, mi jerarquia en la casa cambid, el trato hhacia mi eambi6, Se me hace muy impresionante porque es mucho para mi padre, para una persona educad en un pueblo como el. jEs mucho! (Victor, 35 anos) {Quisiera saber qué consideras que te hace hombre. O sea... si tuvieras que explicarme qué te hace hombre, «que dirias?] Pues, yo creo que ti machis- ‘mo [re]. {No}, yo creo que hombre siempre he sido, nada mas que con un cuerpo equivocado. Como que Dios no se fjé y puso mal mi cuerpo, pero hombre siempre he sido, por lo menos hombre de corazon siempre he sido [..-] Por ejemplo, de nifio yo me iba con mi papa y me gustaba porque era luna cosa bien dura, recogiendo Ia basura de los arboles, barriendo o cortan- do el pasto. Y esto me gustaba porque me hacia sentir mAs masculino, no? {Mas tudo! (Alberto, 34 afios) Yo me concibo como tn hombre porque me gusta ser quien da proteccién, quien brinda seguridad, me gusta el rol masculino, no me gusta lo femenino. Me gusta vestimme como hombre, me gusta sentieme hombre [...]. Me gusta ® Elautor, ue ha analizado ls sgnificades del machismo en la colonia Sento Domingo de la Ciudad de Mexico, ha puesto de manifesto que se rata de una categoria contraditoria ¥y cambiante: el machismo se caracteriza a la vez por la hegemonta (tanto fisea como Social) de los hombres sobre las mujeres, y por las responstbalidades como proveedores de La familia. “Al igual que la religiosided, el individualismo, la modernidad y otros con. ceptos convenientes, el machismo se emplea y se comprente de diversas maneras. ¥ ls histori en la forma del nacionalismo, el feminismo y las eoyunturas socigecondmicas alec directamente las identidaces de género en México, incluyendo las identidades de Ja masculinidad y el machismo y cémo se les considera, Fodemes acepiar que haya mul- "ples y cambiantes significados de macho y machismo, o bien, podemos hacer que las zgeneralzaciones reifcadas sobre los hombres mexicanos se totmen escneiales Al igual ue cualquier identidad, ls dentidades mascubinas en la Ciudad de Mexico no revelan nada intrinseco sobre los hombres en ese lugar. La canciencia contradictona de muchos hombres en Is colonia Santo Domingo sobre sus propias identidades de genero, su sen tido y experiencia de ser hombres y macho, forma parte del caos reinante de sus vidas, al menos de la misma manera que la coberencia nacional imaginada, impuesta desde el exterior” (Gutmann, 1998: 255) Evzonora Gast ser quien da la proteccion a una mujer, me concibo como tal. Me gusta que tuna mujer esté bien, que se sienta querida conmigo, que se sienta a gusto (Manuel, 32 anos) No faltan, todavia, encarnaciones diferentes de la hombria, Algunos de losen- trevistados declaran que su hombria se distingue de la mayoria de los hom- bres biologicos con los que convivieron durante una parte de sus vidas como mujeres, fueron socializados como tales y experimentaron la diseri- minacidn y el sexismo, de ahi que traten de no reproducir esos esquemas de poder entre “hombres” y “mujeres”: gracias a su experiencia de transi- ion de género encarnan una masculinidad mas equitativa. Ademss, valo- ran la dimension emocional del ser humano y rechazan la idea del hombre insensible que nunca llora ‘Tato de no ser tna persona sexista, de ser solidario con las personas en gene- tal, Por ejemplo, ahorita te pregunté de cargar tus cosas y eso lo hagotambién con mis amigos cisgéneros, y a ellos les parece raro porque dicen: “jLuego vvan a pensar que somos gay. 0 que yo soy el pasivol". Pero para mi es normal ayudar. 4 ellos st les hacen cosas absurdas porque tienen que cumplir con ese rol de “iNo soy el hombre fuerte, soy inquebrantable!. Yo, por ejemplo, no me considero un hombre fuerte e inquebrantable. Primero me considero unser humano, soy también muy emocional. En cambio, conozco a amigos que tratan de ser insensibles, muy poco emocionales, pero yo creo que e50 no te hace menos hombre. Si te gusta el futbol y eres mujer eso no te hhace menos mujer. Son gustos, json cosas de la vidal {No vas a experimen tarlas sélo porque tienes un programa en la mente que te dice que eso no es para ti? (Gilberto, 22 anos), Independientemente de cémo la asuman, los entrevistados concuerdan en considerar su hombria como algo intrinseco, una “esencia”, una “naturale- za" que poseen y que los ha levado a transformar su pertenencia de género. Muchos me dectan: “Pero cémo se te ocurre [cortarse el pelo], siendo una nina tan bonita?” *{Sabes qué? (Esa nifa no existe! jLa persona que tt estas viendo no exist”. Porque yo siempre he sido nino (Ricardo, 38 anes). St sentia que era "I", pero me faltaba mi nombre, pero “él” siempre he sido, nunca he tenido dudas sobre mi género. De hecho, me gustaria ensefarte unas fotos; soy igual que mi papa cuando era joven. Como st fuera el hijo de ie {Sow cosas ne La wnt ri papa y no de mi mama; a ella no me parezco para nada, De hecho, algu- nos vecinos creen que yo soy el hijo de mi papa que alguna vez se fue y que regtes6. Creen que yo soy ese hijo: "gOye, no has vistoa tu hermana™ "|No, pero yo se la mando a saludar!” (Rati, 31 afis) ‘Traté con todos mis esfuerzos de ser lo que la gente se esperaba de mi, pero no pude porque no esta en mi naturaleza. No sé si sea una naturaleza ideo logica o neurologica o espiritual, pero es algo que no puedo ocultar o negar { =]. Desde [chiquito] fue muy intrinseco que yo era un nig, tal vez esa no «ra la definicion pero sempre me identfique con el nombre de Gilberto. Era parte de mi personalidad... a eso me refiero como naturaleza. Es como un instinto, algo que no premeditas[...]. Yo en mi cabeza, en mi cerebro 0 en ri alma siento que mis emociones son masculinas y las defino ast por la idenuificacion con experiencias sociales. Es la manera en la que yo siento cosas, como el amor, el corae, la tristeza, Siento que mis sentimientos son rmasculinos. ¥ eso fue muy importante descubrilo para mi. Después de eso, podria decir cosas mas superficiales, como por ejemplo usar ropa, sentir ue en la comunicacion soy mas desenvuelto con un grupo de hombres, que {mis intereses] siempre han sido mas compatibles con los de los chicos (Gil- berto, 22 atios). Varios entrevistados narran que en su infancia empezaron a manifesta su masculinidad “intrinseca". A menudo se apoyan en sus prefetencias por -seus 0} aqua aque}su0> OYsUEA ‘sapenxas s9u0p cewawy jan Bap sewsope) 2p us [Pp uoiaei0}en owo> oxauadsue, | Ksasqwioy uod sajenxas seon>pid | fex0ds0> UP!EDYIPOW PUNSUIN wow soyenxas send se] va s9je 08 50] 3p upezyan | eqUaWNsOR k sepuDR ap UOPK ‘soyo|nws uo ey00 ap se ‘ou soquoyureyiodwsoo K sapmyay | & saiquioy ud sajenxas sean2eid | spoipausiod quauijediouud ‘seu epinnows “-PepHenxasoajay A | -PpUnoas sopenx9s seans9}20109 1] 9p Jojea jap ojuaIWDoUOD>y | owoY,, apsE.anbRese|aporeypoy | 5e| ap SefeIoduiy seUODE>Y POW uopenouu eyed K soypad ap ugpeayqn 2 uanbyduy an sojenxas seon>pad ap ozeypy fopau & apany 105 UBUIWop .FENxas 0 soln b| Bey up}229}014 | jenxeso19}—4 erxas u9DRIUaLG | ap sausUEUad SOLOREDY!POW reuop pest Ruquor pepyenxes 5 oan pepiaynaseus “sue ap sod, pepiulyroseus 2} uauyap anb sopuouioy3 02W @P PePnID B| Ua SepEpIU|oseUsUEA ap Sod *z o4peND BS ISON cosas DE La wi! Con la investigacién empirica sobre los hombres hemos podido iden- tificar algunos rasgos de las transmasculinidades en la Ciudad de México y reconocer al mismo tiempo el potencial heuristico del concepto de *mas- culinidad”, su utilidad para explicar distintas experiencias de género y su capacidad para individualizar las varias dimensiones que lo componen. En particular, mediante el analisis de las experiencias de masculinidad de un grupo de hombres ttans logramos cuatro hallazgos principales En primer lugar, se estableci6 que la biologia de los cuerpos de los varo- nes no determina la masculinidad. En el contexto latinoamericano, gene- ralmente se da por sentado que la masculinidad reside en los cuerpos de los varones (Valdes y Olavarria, 1998; Fuller, 2002; Viveros Vigoya, 2002), pero los hombres trans cuestionan ese postulado. La masculinidad es, mas bien, una actuacién social que pueden ejecutar tambien algunas personas {que nacen con cuerpos “femeninos”, Se trata de una cuestion importante, ya que permite identificar un rasgo de la masculinidad que poco se ha investigado. En segundo lugar, se ha reconocidbo el caricter de actuacign social del género; se ha puntualizado que el género no es un proceso exclusivamente subjetivo, sino una relacién social entre quien lo actia y quien Jo atribuye La masculinidad, en tanto género, se ejerce en el marco de un contexto so- cial que establece los marcadores que la definen, Para alcanzar una correcta atribucién de género y ser reconocidos como “hombres” por los demas, los trans tienen que reproducir esos marcadores del género, modificando diversos aspectos, sean estéticos, corporates, sexuales o telacionales. En tercer lugar, se ha ayudado a identificar las caracteristicas que defi- nen la transmasculinidad, en cuanto manifestacion de las masculinidades contemporéneas, El cuerpo ¢s, sin duda, el factor principal que concreta la ‘masculinidad de los hombres trans. Es gracias a las modificaciones del cuer- po mediante transformaciones transitorias 0 permanentes que las personas trans empiezan su proceso de transicion con miras a “pasar” como hom- bres, También la sexualidad y la hombria estan incluidas en la definicién de los diferentes tipos de masculinidad. Finalmente, se han construido algunos "tipos” de transmasculinidad que describen las posibles experiencias de masculinidad que viven los hombres trans. Si bien la mayoria de ellos reproduce un modelo de transmasculi- nidad tradicional, que se caractetiza por transformaciones normativas del ‘cuerpo, una sexualidad heterosexual y una hombria definida como fuerza [ 215 216 Etgonona Ganost y responsabilidad hacia la familia, hay algunos que incorporan modelos alternativos de transmasculinidad. Los que viven una transmasculinidad innovadora realizan modificaciones corporales no normativas sin someterse a transformaciones permanentes, sino conviviendo con elementos corporales femeninos, ademas, viven una sexualidad variada en cuanto a pricticas sexuales y patrones de emparejamiento y, por lo que se refiere ala hombria, valoran su emotividad y rechazan el sexismo. Hay, asimismo, otro tipo de transmasculinidad que se define como critica por su cardcter insubordina- do en relacién con las normas dominantes del sistema binario de géneros: la ejercen personas que no modifican sus cuerpos, que experimentan dife- rentes roles sexuales, tanto con hombres como con mujeres, y que, aunque se definan como “hombres”, valoran su parte femenina Si bien los resultados que aqui hemos presentado acerca de las trans- masculinidades en la Ciudad de México no son exhaustivos ni definitivos, demuestran la existencia de experiencias no normativas de masculinidad, muy a menudo desconacidas. Como dice uno de los entrevistados, final- ‘mente “json cosas de la vidal”. Es necesario emprencler una ulterior inves- tigacion empirica y una mayor reflexion tedrica para encontrar mejores respuestas a preguntas fundamentales, tanto en el marco de los estudios de xgénero coma.en el de los men’ studies, sobre lo que significa ser hombre y lo que es la masculinidad, independientemente de las caracteristicas biolé- sgicas de los cuerpos, Bibliografia Amuchastegui Herrera, Ana e Ivonne Szasz (coords.). 2007. Sucede que me canso de ser hombre. Relatos y reflexiones sobre hombres y masculinidades en México, Mexico, El Colegio de México Arfini, Elisa A. G. 2008. “Everybody's passing. Passing, crossing e narrazioni trans”, en Elisabetta Ruspini y Marco Inghilleri (coords.), Transessualita e scienze socili. Identita di genere nella postmodernita, Napoles, Liguori, pp. 275-293. Barker, Gary y Francisco Aguayo (coords.). 2012. Masculinidades y pottcas de cequidad de genero. 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