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78 REVISIÓN

R e v. Soc. Esp. Dolor


7: Supl. II, 78-97, 2000

Síndrome de dolor regional complejo


M.D. Rodrigo*, M.J. Perena**, P. Serrano***, E. Pastor**** y J.L. Sola*****

ting in severe disabling and chronic pictures, sometimes


Rodrigo MD, Perena MJ, Serrano P, Pastor E and So - with permanent sequelas. © 2000 Sociedad Española del
la JL. S y n d rome of complex regional pain. Rev Soc D o l o r. Published by Arán Ediciones, S.A.
Esp Dolor 2000; 7: Supl. II, 78-97.
Key wor d s : S y n d rome of complex regional pain. Reflex
sympathetic dystrophy. Algodystrophy. Causalgia.

SUMMARY
RESUMEN
The syndrome of complex regional pain is a painful di-
s o rder which come out as different clinical entities, appa-
El síndrome de dolor regional complejo corresponde a
rently unrelated to each other, but with a common physio-
un trastorno doloroso que se manifiesta como entidades
pathologic mechanism that is similar or identical in all of
clínicas distintas, aparentemente parecen no re l a c i o n a d a s
them.
e n t re sí y sin embargo mantienen en común un mecanismo
The pathogenetic mechanisms are not fully known, but
fisiopatológico que es similar o idéntico en todas ellas.
t h e re is a constant abnormal neuronal activity involving the
Se desconocen a ciencia cierta los mecanismos patogé-
whole nervous system, a syndrome initiated and maintai-
nicos, pero se mantiene constante una actividad neuro n a l
ned by peripheral o peripheral-central mechanisms.
a n o rmal que afecta a todo el sistema nervioso, cuadro ini-
It has an own clinical pattern characterized by pain, vas-
ciado y mantenido por mecanismos periféricos o periféri-
cular and sudomotor disorders, delayed functional re c o-
co-centrales.
very, trophic disorders and, in some cases, psychological
Tiene un patrón clínico propio caracterizado por dolor,
d i s o rd e r s .
t r a s t o rnos vaso y sudomotores, retraso de la re c u p e r a c i ó n
Clinically, the classical evolution is in two stages: a
funcional, trastornos tróficos y en algunos pacientes altera-
pseudoinflammatory or edematous “hot phase”, and a
ciones psicológicas.
“cold phase” with cutaneous fibrosis and amyotrophia mo-
Clínicamente la evolución se realiza clásicamente en dos
re o less associated to other trophic disord e r s .
tiempos: una “Fase caliente” pseudo-inflamatoria o edema-
T h e re are three degrees of severity and the long-term
tosa, y una “Fase fría” que cursa con fibrosis cutánea y
evolution is generally favorable, but completely unfore s e e a-
a m i o t rofia más o menos asociada a otros trastornos trófi-
ble, with consecutive episodes in different areas or a pro-
cos.
g ressive spreading from an initially involved location, re s u l-
Se distinguen tres grados de severidad y la evolución
es, a largo plazo, generalmente favorable, aunque total-
mente imprevisible pudiendo manifestarse en episodios
sucesivos en diferentes territorios, o presentar una exten-
*Doctor en Medicina. Especialista de Anestesiología, Reanimación y sión pro g resiva a partir de una localización inicialmente
Terapia del Dolor. Jefe Unidad del Dolor. Servicio Anestesiología. Clí-
afectada, dando lugar a cuadros graves invalidantes y cró-
nico Universitario “Lozano Blesa”. Zaragoza
**Licenciado en Medicina. Especialista de Anestesiología, Reanima- nicos en algunos casos con secuelas permanentes.
ción y Terapia del Dolor. Servicio de Anestesiología. Hospital Univer- © 2000 Sociedad Española del Dolor. Publicado por
sitario Sant Joan. Reus. Arán Ediciones, S.A.
***Licenciado en Medicina. Especialista de Anestesiología, Reanima-
ción y Terapia del Dolor. Hospital Provincial. Logroño. Palabras clave: S í n d rome de dolor regional complejo.
****Licenciado en Medicina. Residente Anestesiología Reanimación
D i s t rofia simpático refleja. Algodistrofia. Causalgia.
y Terapia del Dolor. Clínico Universitario “Lozano Blesa”. Zaragoza
*****Doctor en Medicina. Especialista de Anestesiología, Reanima-
ción y Terapia del Dolor. Médico Adjunto. Servicio A n e s t e s i o l o g í a .
Clínico Universitario “Lozano Blesa”. Zaragoza
SÍNDROME DE DOLOR REGIONAL C O M P L E J O 79

ÍNDICE En 1923 Leriche tiene el mérito de insistir sobre la


perturbación del sistema simpático en este trastorno
1. HISTO R I A doloroso, lo cual sigue conservando su vigencia más
2. CONCEPTO de medio siglo después (5).
3. MECANISMOS FISIOPATO L Ó G I C O S En 1925 Maillard y Renard (6) realizan la primera
4. HALLAZGOS HISTO PATO L Ó G I C O S descripción de un proceso algodistrófico yatrógeno
5. ETIOLOGÍA por tratamiento con fenobarbital denominándolo co-
5.1. Factores predisponentes mo “reumatismo gardenálico”.
5.2. Factores desencadenantes Leriche y Fontaine (7) en 1930 y Livingston (8) en
6. CLÍNICA 1938, comunican acerca de este cuadro doloroso co-
6.1. Formas clínicas según su localización mo “osteoporosis álgica post-traumática” y “síndro-
6.2. Formas clínicas particulares evolutivas me doloroso postraumático”.
7. EVOLUCIÓN En 1939 Leriche, según Schott (9), refiere formas
8. REPERCUSIONES MÉDICO-LEGALES graves invalidantes y crónicas de este trastorno con
9. DIAGNÓSTICO agravamiento progresivo y extendido en toda la ex-
9.1. Diagnóstico clínico tremidad.
9.2. Bloqueo neuronal diferencial
9.3. Determinaciones bioquímicas En 1940 Homans (10) lo denomina como “c a u s a l -
9.4. Radiología gia minor” y Johnson (11) describe, en 1943, la rela-
9.5. Escintigrafía ción entre el infarto de miocardio y los trastornos
9.6. Resonancia magnética nuclear (RMN) distróficos dolorosos en la extremidad izquierda, lla-
9.7. Exploraciones transóseas mándolo “esclerodactilia postinfarto”.
9.8. Escanografía
9.9. Tomodensitometría (TDM) Es Evans (12) quien, por primera vez en 1946, ha-
9.10. Medida del contenido mineral óseo por ab- ce referencia a este síndrome con el nombre de “dis-
sorción fotónica trofia simpático refleja”.
9 . 11. Absorbiometría bifotónica Este mismo año Ravault y un año después Stein-
9.12. Exploraciones vasculares brocker, según Herrisson (5), describen un cuadro al-
10. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL godistrófico con el nombre de “reumatismo neurotrófi-
11. T R ATA M I E N TO co del miembro superior” y “síndrome hombro-mano”.
11.1. Profilaxis Once años después, en 1958, Ravault (13) realiza
11.2. Farmacológico
11.3. Bloqueo nervioso una nueva descripción de este cuadro al que denomi-
11.4. Estimulación eléctrica na “osteoporosis dolorosa idiopática del pie”.
11.5. Apoyo psicológico Curtis (14), Hunder (15) y Marchi (16) entre 1959
11.6. Tratamiento rehabilitador y 1968 publican tres casos de algodistrofia decalci-
ficante de cadera con el nombre de “desmineraliza-
ción transitoria de la cadera”, en 1962 Vincent (17)
1. HISTORIA refiere un primer y único caso al que identifica como
“algodistrofia” y Lequesne (18) en 1968 ya se refie-
El síndrome de dolor y transudación que ocurre re a estos procesos localizados en la cadera como al-
después de un traumatismo ha sido reconocido du- godistrofia.
rante muchas centurias (1). La primera descripción Las primeras publicaciones sobre algodistrofia
parece deberse a Hunter en 1766; el término de “cau- vertebral son descritas por Lievre (19) y Bacri (20)
salgia” fue utilizado por Weir Mitchell hace alrede- en 1951, Layani (21) en 1959, Gougeon (22) en
dor de 100 años, durante la guerra civil americana, 1966, Serre (23) en 1968, Schiano (2) en 1976, Del-
para definir un estado doloroso (1,2) seguido a lesión bart (24) y Doury (25) en 1978 y 1981 y May y A m o r
nerviosa traumática como hechos clásicos del síndro- en 1982, citados por Cayla (26).
me. Este término fue clarificado 100 años después
por Richards (3), en 1967, con la sugerencia de Ro-
bley Duglison, profesor de Medicina en el Colegio 2. CONCEPTO
Médico de Jefferson.
Sudeck (4) describe, por primera vez en 1900, este El síndrome de dolor regional complejo (27)
síndrome severo post-traumático llamándolo “atrofia (SDRC) o los fenómenos algodistróficos constituyen
ósea inflamatoria aguda”, con marcada referencia a un vasto cuadro nosológico que reagrupa entidades
los cambios que aparecen a nivel óseo. patológicas variadas, descritas en periodos muy dife-
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rentes. La coherencia de su conjunto está ligada a pático refleja (1), causalgia, causalgia minor, atrofia
una determinada unidad etiológica, clínica, radioló- ósea de Sudeck, distrofia refleja, distrofia refleja neu-
gica, escintigráfica y biológica. La evolución del rovascular (32), esclerodactilia postinfarto (33), oste-
SDRC a largo plazo es generalmente favorable, aun- oporosis dolorosa post-traumática, reumatismo neuro-
que para un enfermo en concreto puede ser totalmen- trófico de Ravault, descalcificación dolorosa
te imprevisible, con episodios sucesivos en diferen- idiopática del pie, reumatismo inducido por barbitúri-
tes territorios o extensión progresiva a partir de una cos, pseudo-reumatismo inducido por quimioterapia
localización inicialmente afectada. Las secuelas son antituberculosa, distrofia simpático refleja decalci-
posibles, en forma de dolor residual y/o edema mo- ficante, osteoporosis transitoria, osteoporosis transito-
derado (28). ria de la cadera después de la preñez, síndrome de
Doury (29) lo describe como un conjunto de mani- Steinbrocker, osteoporosis transitoria migratoria re-
festaciones clínicas caracterizado por dolor e impo- gional, fascitis palmar con poliartritis y distrofia sim-
tencia funcional, acompañado de un estado pseu- pática post-traumática (34).
doinflamatorio inconstante y transitorio en relación La desmineralización ósea regional es de intensi-
con trastornos vasomotores, particularmente intensos dad variable, a menudo marcada, lo cual ha definido
y prolongados, con estasis vascular. mayoritariamente la enfermedad, sin embargo este
Avouac (30) lo refiere como “un síndrome doloro- síndrome es un proceso regional politisular, que pue-
so y trófico, ligado a disfunción simpática refleja, de interesar otros tejidos (sinovial, envolturas articu-
que generalmente se caracteriza por dolor, trastorno lares, tegumentos), con aspecto pseudo-inflamatorio
vasomotor y cambios tróficos que afectan a parte o la y trastornos vasomotores (30).
totalidad del miembro”.
El subcomité de taxonomía de la IASP, en 1979,
definió la causalgia como “un síndrome de dolor
mantenido, quemante, seguido de trastorno tróficos, 3. MECANISMOS FISIOPATOLÓGICOS
presentado después de una lesión nerviosa traumáti-
ca, combinado con trastorno vasomotor y sudomo- Múltiples teorías basadas en mecanismos periféri-
tor” (9), y la distrofia simpático refleja y algodistro- cos y/o periférico-centrales hacen referencia a la res-
fia como “un cuadro similar, pero originado por otras ponsabilidad del sistema nervioso vegetativo y cen-
causas” . tral en el inicio y desarrollo de estos cuadros. Según
En 1994 ha publicado la nueva taxonomía de estos Schott (9,35) esta responsabilidad se apoya en los si-
procesos con el nombre de “Complex Regional Pain guientes hechos: el desarrollo del síndrome de dolor
S y n d ro m e ” (Síndrome de Dolor Regional Complejo), regional complejo asociado a trastornos localizados
clasificado en tipo I y II, con la única diferencia de en el SNC; el que pueda ocurrir espontáneamente
la presencia asociada y conocida en el tipo II de le- con mínimo daño del sistema nervioso periférico e
sión nerviosa (27). incluso en ausencia de este; que la distribución del
En la literatura inglesa se conoce por distrofia dolor frecuentemente no siga la distribución nerviosa
simpático refleja, un síndrome de dolor con cambios espinal o craneal; que en algunos casos se extienda
tróficos de los tejidos y trastorno del sistema autóno- gradualmente por encima de la extremidad afectando
mo local en una extremidad o en una parte de la mis- un cuadrante, un área contralateral o áreas más ex-
ma. tensas; el que pueda aparecer en este síndrome tras-
En la literatura francesa el término comúnmente tornos de la función motora, con temblor, espasmos,
usado es el de algodistrofia, concepto que incluye distonía agotamiento y contractura que habitualmen-
también la osteoporosis regional transitoria y la osteo- te se presentan en la misma distribución del dolor o
lisis migratoria regional (31). se extienden y aparecen en el lado contralateral,
A lo largo de los años ha sido designado de dife- acompañándose de efectos psicológicos variados y
rentes formas, haciendo referencia a su mecanismo otros fenómenos centrales.
fisiopatológico, a su etiología o a los primeros auto- Igualmente se basa en el hecho de que el bloqueo
res que describieron la afección (30). del simpático suele mejorar, en muchos pacientes,
Se han utilizado los términos de algoneurodistrofia los fenómenos de este síndrome, pudiendo resultar
decalcificante simpática refleja, síndrome de Sudeck- eficaz cuando la lesión está proximal o lejana al blo-
Leriche, atrofia ósea inflamatoria aguda de Sudeck, queo o incluso si se encuentra en el mismo SNC,
síndrome hombro-mano, reumatismo gardenálico efecto beneficioso que no sólo se puede explicar por
(30), algodistrofia, algoneurodistrofia, distrofia sim- su acción a nivel periférico.
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Se desconocen a ciencia cierta los mecanismos pa- ceptores alfa-adrenérgicos, capacitan la aparición de
togénicos de esta enfermedad (36), pero en su fisio- marcapasos ectópicos que producen espontáneamen-
patología se mantiene constante una actividad neuro- te descargas de despolarización. La circulación de
nal anormal que afecta a todo el sistema nervioso y catecolaminas y su liberación desde fibras simpáticas
son varias las hipótesis a cerca de sus mecanismos fi- eferentes activa el brote de marcapasos ectópicos y
siopatológicos que la intentan explicar y en las que aumenta la descarg a .
está involucrado el sistema simpático. Roberts (45) en 1986 presenta una hipótesis con-
Según Schwartzman (32), Livingston en 1943 pro- cerniente a un mecanismo neuronal que conlleva a un
puso la teoría de la reverberación de circuitos en los dolor simpáticamente mantenido y considera respon-
cordones espinales con un mecanismo específico. El sable del SDRC.
estímulo nocivo provoca una descarga simpática seg- En ese año los estudios de Ochoa y cols. (46) co-
mentaria y suprasegmentaria produciendo vasocons- mentan las propiedades de las fibras C y también que
tricción, isquemia y una nueva activación nocicepto- el daño de las mismas induce dolor quemante con hi-
ra. perpatía e hiperalgesia.
En 1944 Doupe y cols. (37), consideraron el dolor Igualmente en 1986, Schott (35) llama la atención
como estimulante de las fibras sensoriales eferentes sobre las consecuencias del desarrollo de neuromas y
simpáticas. regiones focales de desmielinización. En ambas cir-
En 1947 Nathan (38) propone el desarrollo de si- cunstancias existe actividad espontánea anormal y
napsis artificiales con transmisiones creadas entre el sensibilidad a las catecolaminas y a los efectos de la
simpático eferente y fibras aferentes somáticas. estimulación simpática.
Noordenbos en 1959, citado por Doupe (37), refie- Según Renier (1987) (47), las manifestaciones clí-
re como responsable un daño selectivo en fibras nicas pseudo-inflamatorias del SDRC, las explora-
gruesas que se oponen a fibras nerviosas pequeñas y ciones complementarias y los estudios histológicos,
e n c a rgadas de la inhibición de los estímulos doloro- testimonian la existencia de trastornos de la micro-
sos. circulación, y atribuye la responsabilidad de esta al-
Melzack y Wall (39,40) en 1965 y 1971 desarro- teración a una perturbación de la inervación vegetati-
llan esta teoría según la cual los impulsos sensitivos va del miembro lesionado. La fisiopatología no es
procedentes del miembro afecto deben ser modula- completamente conocida, parecen estar en juego su-
dos por un mecanismo central inhibidor que resulta- cesivamente un factor desencadenante, una neuro-
ría inoperante o insuficiente tras la lesión o destruc- transmisión del impulso a los centros simpáticos re-
ción de las fibras sensitivas. gionales, una percepción probablemente deformada
Sunderland (41) propone en 1976 la teoría de la del mensaje y una respuesta neurovegetativa excesi-
turbulencia. La enfermedad sería la expresión de fo- va en intensidad y extensión, anormalmente prolon-
cos de actividad neuronal anormal situados en el asta gada, que se traduce esencialmente por una perturba-
posterior de la médula que se producen por una reac- ción regional y durable de la microcirculación.
ción neuronal retrógrada. En 1987 Janbon (48) refiere que la vaso-motilidad
Deshayes (42) en 1982 insiste sobre el origen sim- es la causa de la génesis de los trastornos experimen-
pático como factor común del síndrome basándose tados en el curso de la primera fase, el punto de par-
en los datos clínicos que recogen los transtornos va- tida de este reflejo simpático es un estímulo nocicep-
somotores de la fase inicial de la enfermedad. tivo conducido a los centros medulares por las fibras
Arlet (43) ese mismo año confirma mediante ex- sensitivas de los nervios mixtos, en función de la in-
ploraciones transóseas un llenado y enlentecimiento tensidad del estímulo varios niveles del asta lateral o
circulatorio intraóseo a partir del segundo mes de del tracto intermediolateral pueden ser reclutados,
evolución, hecho fisiopatológico fundamental en el explicando de este modo la extensión del territorio
SDRC, en contraposición de la vasodilatación activa de respuesta.
clínicamente evidente por otros métodos explorato- La hiperexcitación del simpático entraña una va-
rios, discordancia aparente, explicable por la acción soconstricción arteriolar seguida de forma indirecta,
simpática a nivel de ambas circulaciones. puesto que la vasomotilidad capilar es independiente
En 1983 Devor (44) propone la hipótesis de que de toda estimulación nerviosa sistémica, de una difi-
cualquier forma de traumatismo o inflamación oca- cultad metabólica a nivel de la unidad microcircula-
siona una desmielinización local en las células de toria, engendrando una vasodilatación capilar con
Schwann o en sus propios axones. Este segmento con extravasación, edema y sufrimiento celular, círculo
un excesivo número de canales de calcio, sodio y re- vicioso que es mantenido por la liberación de sustan-
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cias tóxicas. En condiciones normales el edema in- Las lesiones a nivel de la médula ósea más preco-
tersticial se drena por vía venosa y linfática, ésta úl- ces y características son de origen vascular, aparece
tima está destinada mayormente a macromoléculas vasodilatación y estasis, los capilares están dilata-
proteicas y a suplir la vía venosa en caso de sobre- dos, los espacios intercelulares están ocupados de
c a rga hídrica o por insuficiencia anatómica. La inca- una sustancia amorfa de color rosa, plasmoestasis
pacidad de estos sistemas hace que aparezca el ede- extra y/o intravascular que ocupa numerosos espa-
ma con modificaciones de la sustancia fundamental cios medulares. Se ha encontrado también en los es-
que se polimeriza, y una actividad intensa de los fi- pacios medulares focos de necrosis lipocitaria con
brocitos que elaboran mucopolisacáridos y ácido hia- atrofia reticular y a veces formación de pseudoquis-
lurónico, precursor de fibrina y colágeno. De este tes por confluencia de lipocitos necrosados
modo la fase edematosa e inflamatoria da lugar a una (36,43,52-54).
fibrosis de importancia variable, a veces cicatricial y A este nivel y según el estado evolutivo se distin-
retráctil, explicando las modificaciones observadas guen tres estadios, en el primero existe hiperemia
en la segunda fase de la enfermedad. con reabsorción osteoclástica, en el segundo aparece
Sin embargo, Restelli (49) en 1989, sugiere que la atrofia ósea con intensa reconstrucción y en el terce-
disfunción responsable para estos trastornos doloro- ro desaparecen los trastornos vasculares con restitu-
sos es central y no periférica, disfunción que consis- ción ad íntegru m con trama ósea más o menos grose-
tiría en una sensibilidad anormal de las neuronas es- ra (30).
pinales nociceptivas. La membrana sinovial de las articulaciones algo-
Para Avouac (30) (1991), las perturbaciones vascu- distróficas es congestiva con vasodilatación y ede-
lares son el fenómeno central del SDRC, tratándose de ma, se observa hipervascularización en la sub-ínti-
anomalías de la microcirculación que evolucionan en ma, a veces pseudoangiomatosa, pero sin alteración
dos fases, se suceden una vasodilatación activa arterio- de las paredes vasculares, más tardíamente el tejido
lar de origen simpático y un bloqueo de los esfínteres sinovial es invadido por una fibrosis (30,36,43).
metaarteriolares con espasmo venular, responsables En la superficie el cartílago es reemplazado por un
que condicionan un estasis marcado con acidosis local. tejido fibroso denso, estratificado poco o nada vas-
En el mismo año Cormier (50), propone como me- cularizado. En profundidad es destruido por yemas
canismo fisiopatológico, un desarreglo de la regula- vasculares que atraviesan la placa subcondral que
ción neurovegetativa regional condicionado por la después lo calcifican y osifican (43).
respuesta a un estímulo. En cápsulas y ligamentos hay lesiones inflamato-
Chard (1) igualmente en 1991, refiere que en la rias y edematosas en la primera fase, después apare-
patogénesis de esta enfermedad, por razones escasa- ce esclerosis, retracción e hipertrofia. También se
mente conocidas, después de una estimulación noci- pueden fibrosar los tendones y bolsas serosas.
ceptiva aferente se produce una sensibilización en el En la piel, tras la fase de edema subcutáneo y
p o o l de neuronas internunciales espinales con res- cambios vasculares, se pueden encontrar, con el
puesta refleja anormal, resultando una excesiva libe- tiempo, atrofia en epidermis y folículos pilosos así
ración simpática como gran disminución del tejido fibroso (36).
Para Zimmermann (51) (1991), la responsabilidad
patofisiológica en el SDRC, es una secuela bioquími-
ca prolongada inducida en las neuronas periféricas y 5. ETIOLOGÍA
centrales tras la lesión nerviosa.
Parece ser que el sexo no influye en la etiología
del síndrome de dolor regional complejo. Los hallaz-
4. HALLAZGOS HISTOPATOLÓGICOS gos difieren de unos autores a otros con predominio,
femenino en algunos casos o masculino en otros, que
La responsabilidad atribuida al sistema nervioso no es significativo, excepto en los casos de etiología
simpático y a las alteraciones vasculares, en la pato- traumática y para la localización en la cadera que tie-
genia de la enfermedad, es corroborada por los ha- nen una mayor incidencia masculina (18,26,55-67).
llazgos anatomopatológicos, descripciones histopa- La edad media global oscila, según las series, en-
tológicas que, aunque son poco numerosas y tre 22, 44 y 65 años, con rangos entre 14,4 y 84,2
relativamente recientes (43), reflejan vasodilatación (18,33,55,57,59,60,63-69).
capilar en torno a la cual hay reabsorción trabecular La localización es variable y son referidas como,
con osteoclastos. formas mono o poliarticulares (hombro, mano, rodi-
SÍNDROME DE DOLOR REGIONAL C O M P L E J O 83

lla, hombro-mano, tobillo-pie), o localizadas en gún la inervación o dermatomas sino más bien una
miembros superiores, inferiores, o vertebral distribución de vascularización.
(18,55,57,59,62-66,68-74). La clínica evoluciona en estadios:
—Primer estadio. Tras un tiempo variable des-
pués del traumatismo, el paciente presenta dolor que-
5.1. Factores pre d i s p o n e n t e s mante, constante o pulsátil que puede disminuir con
el reposo y aumenta con los movimientos, el estrés y
Metabólicos los estímulos visuales o auditivos. Se acompaña por
lo general de hiperalgesia, hiperestesia, edema, es-
Las anomalías metabólicas son importantes facto- pasmo muscular e hiperpatía. Al principio el dolor
res predisponentes de estos procesos (74,75). La dia- está localizado en la parte distal y la piel por lo gene-
betes, por ejemplo, constituye un terreno favorecedor ral se halla seca, caliente y roja. Al final del estadio
y es una afectación frecuente la presentación en el el dolor se extiende proximalmente y la piel empieza
hombro bajo la forma de periartritis anquilosante a ponerse cianótica, fría y sudorosa, al mismo tiempo
(28). que comienzan las alteraciones tróficas, y manifesta-
das en el crecimiento del pelo y uñas.
—Segundo estadio. Se suele desarrollar alrededor
Psicológicos del tercero a sexto mes del comienzo del síndrome.
Persiste el dolor, hiperestesia, hiperalgesia y la hi-
La personalidad de los sujetos afectos de un perpatía. La piel está fría, cianótica con un gris páli-
SDRC es, a menudo, juzgada de “particular”. Son, do. El edema pasa de ser blando a duro, disminuye el
frecuentemente, ansioso-depresivos, emotivos, ner- crecimiento del pelo y las uñas se agrietan y estrían.
viosos e irritables (28,67,76). Hay engrosamiento de las articulaciones y una pérdi-
da de la masa muscular, con lo que la movilidad se
limita todavía más.
5.2. Factores desencadenantes —Tercer estadio. Es característico de esta fase una
atrofia de todos los tejidos que puede llegar a ser irre-
Son extremadamente variados y también puede so- versible. El dolor, hiperalgesia, e hiperpatía pueden
brevenir sin causa desencadenante. El factor encon- ser menos severos. La piel esta pálida o cianótica, lisa
trado con mayor frecuencia es el traumatismo, enten- y brillante. El tejido subcutáneo está atrófico y los
diendo por éste, el accidente inicial, una dedos son delgados y puntiagudos. Hay atrofia mus-
intervención quirúrgica, una inmovilización, o la re- c u l a r, osteoporosis y desgaste de las articulaciones,
educación mal realizada. No es preciso que sea un pudiendo aparecer finalmente una anquilosis (36).
traumatismo grave, por lo que habitualmente com- Según su severidad Chard (1) distingue tres gra-
porta grandes incomprensiones por parte del enfermo dos:
(28,29,36,77). • Grado I o Severo.
Hay también casos de yatrogenia como el reuma- • Grado II o Moderado.
tismo gardenálico (hombro congelado, síndrome • Grado III o Leve.
hombro-mano) en el tratamiento con fenobarbital o
fármacos como la isonacida, etionamida y con menos
frecuencia el iodo radioactivo (28,78). 6.1. Formas clínicas según su localización

La historia natural del SDRC varía ampliamente


6. CLÍNICA de un caso a otro dependiendo de su localización y
de factores individuales (26,30,34,79-82) (Tabla I).
El SDRC tiene un patrón clínico muy genuino, el
cuadro está marcado por dolor, trastornos vaso y su-
domotores, retraso de la recuperación funcional, 6.2. Formas clínicas part i c u l a res evolutivas
cambios distróficos y en algunos pacientes alteracio-
nes psicológicas. El SDRC se presenta habitualmente centrado en
Es característica la no proporcionalidad en cuanto una articulación, pero no son infrecuentes otras ma-
a la severidad en los diferentes síntomas y signos, así nifestaciones con particularidades evolutivas que dan
como no presentar una distribución topográfica se- lugar a numerosas formas clínicas (50) (Tabla II).
84 M.D. RODRIGO ET A L . R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 7, Suplemento II, Septiembre 2000

TA B L A I. FORMAS CLÍNICAS SEGÚN LA L O C A L I- tico, hace a este síndrome un problema médico le-
ZACIÓN gal frecuente, y esto se agrava por las caracterís-
Miembro superior Miembro inferior ticas clínicas y evolutivas particulares de esta afec-
SDRC hombro-mano SDRC aislado del pie ción (63).
SDRC aislado de mano y muñeca SDRC de rodilla La incapacidad temporal total o parcial es en mu-
SDRC aislado del hombro SDRC de cadera chas ocasiones larga, con medias del orden de 4 a 6
—Hombro congelado post-traumático SDRC de sacroilíaca meses, y la permanente parcial está motivada por la
—Hombro congelado post ACV existencia de secuelas (85).
—Hombro congelado idiopático
SDRC bilateral del hombro
9. DIAGNÓSTICO

El diagnóstico definitivo que es muy sencillo de


TA B L A I I . FORMAS CLÍNICAS PA RT I C U L A R E S realizar en las formas completas típicas, se complica
EVOLUTIVAS y hace difícil en las formas incompletas o atípicas.
Debe ser primeramente clínico y posteriormente
Formas limitadas
confirmado con las exploraciones complementarias
Formas plurifocales
(32,34,86).
Formas extensivas o de evolución prolongada
Episodios múltiples
Formas severas
9.1. Diagnóstico clínico
Formas clínicas asociadas
SDRC del niño
Se establecen los criterios de:
—Antecedente etiológico.
—Presencia de un dolor persistente.
7. EV OLUCIÓN —Existencia de uno o más de los siguientes datos:
• alteraciones vasomotoras o sudomotoras
La evolución del SDRC, a largo plazo, es general- • cambios tróficos
mente favorable. Sin embargo, para un enfermo da- • edema del miembro
do, es totalmente imprevisible, se puede manifestar • sensibilidad al frío
en episodios sucesivos en diferentes territorios o pre- • atrofia o descenso de la masa muscular (36).
sentar una extensión progresiva a partir de una loca- En depedencia de los datos clínicos existentes:
lización inicialmente afectada. —El diagnóstico es probable cuando se asocia do-
Las secuelas son posibles, a menudo menores, tipo lor con hipersensibilidad y trastornos vasomotores o
dolor residual y edema moderado, en los casos gra- edema.
ves las formas retráctiles o trastornos vasculares —Es posible cuando existen trastornos vasomoto-
pueden conducir a múltiples operaciones y amputa- res o de sudoración.
ciones. Su persistencia es variable, y ningún criterio —Es dudoso ante dolor e hipersensibilidad inex-
preciso permite valorar inicialmente la gravedad de plicables.
un SDRC, parecen menos agresivos en sujetos jóve- El carácter poco específico de estos signos obliga
nes y las evoluciones más prolongadas se encuentran a practicar exámenes complementarios para confir-
sobre todo en los miembros superiores (28,30,32,83). mar la existencia o no de un SDRC (50).
La influencia del tratamiento sobre la evolución es
un tema delicado y los estudios comparativos no son
concluyentes. En otras ocasiones el carácter yatróge- 9.2. Bloqueo neuronal difere n c i a l
no de ciertas evoluciones queda claramente estable-
cido (84). Basado en la mejoría del dolor y modificación de
los signos tras un bloqueo simpático (36). Según
Schwartzman (32) constituye un buen método para
8. REPERCUSIONES MÉDICO-LEGALES confirmar la presencia de un SDRC. Es diagnóstico
de certeza del dolor mantenido por el simpático
La particularidad de que el factor desencadenan- (DMS) (86), concepto propuesto por Roberts (45)
te más habitual del SDRC sea el de origen traumá- como responsable de este síndrome.
SÍNDROME DE DOLOR REGIONAL C O M P L E J O 85

9.3. Determinaciones bioquímicas En la cadera constituye un método de diagnóstico di-


ferencial con la osteonecrosis. Las anomalías de señal
La característica del SDRC es la ausencia de ele- no son constantes pero se modifican según el estado
mentos en favor de un proceso inflamatorio (28), y evolutivo y estos aspectos son más netos y más preco-
las exploraciones biológicas aportan, sobre todo, da- ces que los de la radiología convencional (89,93-95).
tos negativos (34,50).

9.7. Exploraciones transóseas


9.4. Radiología
El estudio de la circulación intraósea, utilizando
Los aspectos radiológicos en los que se apoya clá- métodos directos penetrando en el interior de la médu-
sicamente el diagnóstico del SDRC son inconstantes, la ósea, se puede realizar con tres exámenes, flebogra-
no específicos y de aparición tardía. Generalmente el fía intraósea, medida de la presión intraósea y gases
intervalo que separa los primeros signos clínicos y la en sangre ósea, son simples, se pueden realizar con
expresión radiológica es de varias semanas una única punción y muestran anomalías mensurables
(28,34,87). Las exploraciones radiológicas permiten que reflejan, estasis, enlentecimiento circulatorio con
confirmar el diagnóstico (50). Lo más típico son imá- hiperpresión y falta de utilización del oxígeno (43,52).
genes unilaterales de desmineralización subcondral,
heterogénea, moteada, de intensidad variable, relati-
vamente mal limitada, en la que el carácter regional 9.8. Escanografía
es muy evocador. El signo negativo más importante
es el respeto de la interlínea articular (88). Es necesa- La escanografía puede contribuir, en algunos ca-
rio realizar un estudio radiológico de gran calidad, sos difíciles y sin ningún riesgo para el paciente, a
comparativo con el lado sano, con el fin de que sea orientar el diagnóstico. La imágenes muestran el as-
interpretable. También de las articulaciones adyacen- pecto de los tejidos blandos articulares y periarticu-
tes, para determinar la extensión de la afección y que lares, tendones, ligamentos, cápsulas, que participan
permita controlar la evolución (18,30,87,89). más o menos aisladamente en las modificaciones li-
gadas a los desórdenes vasomotores (29).

9.5. Escintigrafía
9.9. Tomodensitometría (TDM)
Las anomalías isotópicas aparecen al inicio de las
manifestaciones funcionales y antes de los signos ra- Los aspectos mostrados mediante esta exploración
diológicos. La estrategia de la exploración escinti- evidencian hipodensidad global o parcial, considera-
gráfica, con la ayuda de un radiotrazador óseo (MDP da más espectacular y sobre todo más precozmente
99m Tc), se desarrolla clásicamente en tres tiempos. detectable que los signos radiológicos clásicos (93).
Cada uno de estos tiempos tiene por objeto la explo-
ración de un proceso fisiopatológico particular.
Comprende un registro dinámico y estático vascular 9.10. Medida del contenido mineral óseo por
y un análisis de la fijación ósea (90). Refleja, habi- a b s o rción fotónica
tualmente hipercaptación precoz, intensa y de exten-
sión variable en la región interesada, la hipofijación Permite medir el contenido mineral óseo basado
es mucho más rara y suele aparecer en la fase tardía. en la atenuación sufrida por un haz fotónico mono-
Ayuda a confirmar el diagnóstico, a controlar la evo- cromático al incidir en el seno de un cuerpo de densi-
lución, y a identificar formas parcelares, dudosas, o dad conocida. En el SDRC evidencia la desminerali-
precoces infrarradiológicas (18,30,48,87,90-92). zación, substrato anatómico de esta enfermedad, con
precocidad (58).

9.6. Resonancia magnética nuclear ( R M N )


9 . 11. Absorbiometría bifotónica
Las imágenes obtenidas por resonancia nuclear
magnética aportan datos que ayudan en el diagnósti- La determinación no traumática del contenido mi-
co precoz de esta afección. neral óseo se realiza con métodos derivados de la ab-
86 M.D. RODRIGO ET A L . R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 7, Suplemento II, Septiembre 2000

sorbiometría fotónica, pero esto queda limitado a es- linfático, en las fases iniciales, de los pacientes con
tructuras óseas periféricas. La utilización de un rayo SDRC, encontrando un enlentecimiento de la veloci-
bifotónico permite medidas sobre la columna lumbar dad de tránsito linfático y que el grado de edema
o el cuello femoral, algo que no era posible con un puede guardar relación con una mayor o menor afec-
solo haz. El aparato está equipado de una fuente de tación previa de esta sistema (100).
gadolinium 153, emitiendo dos rayos principales a
44 y 100 kev (96).
Velocimetría Doppler

9.12. Exploraciones vasculare s El estudio de la onda de la velocidad del flujo sue-


le ser normal. Destaca el hecho de la existencia de
El interés suscitado por este tipo de exploraciones flujo diastólico en la fase inicial de los SDRC de los
s u rge en el intento de una mejor comprensión de los miembros superiores (50).
mecanismos fisiopatológicos de la enfermedad en
sus diferentes estadios (42).
Pletismografía

Estudios macrocirculatorios La pletismografía permite estudiar las variaciones


de volumen de un segmento del miembro debidas a
Medida del índice oscilométrico (hiperpulsatilidad las modificaciones de la vascularización arterial o
a rt e r i a l ) venosa. Aprecia de manera global el débito arterial y
el contenido venoso. La pulsopletismografía muestra
Se reflejan aumentos de la oscilometría y medida la capacidad vasomotriz y la fotopletismografía las
del índice oscilométrico en la primera fase, activa, modificaciones de la circulación cutánea.
de la enfermedad, con vuelta a la normalidad en la En pacientes con SDRC, estos métodos, pueden
fase de fibrosis (42,48,97,98). mostrar una parte de la reactividad, con aumento del
tono simpático por onda pletismográfica, y/o enlen-
tecimiento de los débitos locales con ensanchamien-
A rt e r i o g r a f í a to del lecho capilar secundario a un estado de vasodi-
latación permanente (33,42,48,50,101).
El estudio angiográfico no aporta reseñas específi-
cas de la red arterial, consecuencia de que el trastor-
no ocurre en la unidad microcirculatoria (42,48,59). Te r m o g r a f í a

Al inicio de la enfermedad existe, normalmente,


Flebografía hipertermia regional y posteriormente hipotermia,
generalmente, más localizada. Confirman los fenó-
Puede permitir confirmar la integridad de los tron- menos clínicos de las fases edematosa y atrófica
cos venosos cuando el diagnóstico se puede confun- (48,50,79,102).
dir con una flebitis, confirmando en otros casos for- Las variaciones de temperatura oscilan, según los
mas pseudoflebíticas o tromboflebitis causa o estudios, con valores medios alrededor de 3°C. Des-
consecuencia de un SDRC (50). hayes (42) encuentra las mayores diferencias de 1 a
8º en el estadio I, en el estadio II entre 2 a 5°, con
otros casos de isotermia y situaciones de hipotermia
Linfografía (-4°C) en el estadio III.

Linfografía isotópica. La linfografía isotópica


permite, por medio del radiotrazador, la visualiza- Estudios microcirculatorios
ción de los colectores linfáticos de las extremidades.
Proporciona un estudio estático y funcional de este La unidad microcirculatoria constituye un conjun-
sistema. Detecta trastornos por sobrecarga o hiper- to anatómico entre la arteriola y la vénula. El débito
flujo y trastornos por hipofunción (48,99). Esta ex- sanguíneo capilar puede considerarse como el ele-
ploración pone en evidencia la afectación del sistema mento más distal y esencial de la función cardio-cir-
SÍNDROME DE DOLOR REGIONAL C O M P L E J O 87

culatoria, regulando de forma sustancial el flujo san- gulación térmica a través de toda la superficie cutá-
guíneo. Realiza los cambios metabólicos con el teji- nea. La inervación simpática juega un papel esencial
do intersticial y la regulación térmica a nivel cutá- en estos cambios. La piel es el reflejo clínico de la
neo, es decir, asegura el débito nutricional tisular. vascularización de los miembros. Trastornos vaso-
A nivel funcional, la unidad microcirculatoria, tiene motores como la palidez y frialdad, son signos de in-
por objeto el intercambio de las sustancias nutrientes, suficiencia arterial.
fenómeno que está regulado por las condiciones físi- Los métodos termométricos o termográficos han
co-químicas locales producidas por los metabolitos, sido los únicos utilizados para valorar las variacio-
catabolitos y la presión intersticial. Estos intercam- nes en el débito sanguíneo cutáneo. Hoy día, se ha
bios se efectúan por medio de la difusión, filtración, introducido la fluximetría Doppler al láser para me-
ósmosis, y por la formación y traslado de vesículas in- dir la velocidad sanguínea a nivel de los capilares
tracitoplasmáticas. Todos estos intercambios depen- cutáneos.
den de los esfínteres precapilares y, por supuesto, de El principio de la fluximetría Doppler Laser es si-
los efectos a distancia de la vasomotricidad arteriolar milar a la del Doppler por ultrasonidos, basándose
y metaarteriolar, de la presión intersticial, del volu- ambas en el conocido efecto Doppler, pero diferen-
men de los líquidos intersticiales y del drenaje de és- ciándose en que la onda emitida es de tipo Láser, un
tos por la vénula y el capilar linfático. haz luminoso coherente, monocromático, con fre-
Una segunda función, muy importante, de la uni- cuencia de emisión perfectamente definida, de longi-
dad microcirculatoria es la reguladora del flujo san- tud de onda de 632,8 nm, y teniendo un alcance en
guíneo. Desde el punto de vista físico, el flujo san- profundidad de aproximadamente 1 mm, por lo que
guíneo está condicionado por una serie de factores, el campo de investigación está delimitado a los capi-
que se resumen en la fórmula de Hagen-Poiseuille, y lares terminales de pequeño calibre, generalmente
que son el gradiente de presión, el radio de los vasos inferiores a 100 micras (104).
y la viscosidad sanguínea. La alteración microcirculatoria está presente en el
Los métodos incruentos, disponibles y más utiliza- SDRC de los miembros. La exploración mediante
dos en la actualidad, que intentan detectar, de una D o p p l e r-láser en pacientes con SDRC en fase I y II
forma fiable, estandarizada, y repetible, las anomalías muestra importantes alteraciones de flujo, volumen y
ocurridas a nivel microcirculatorio, son la determina- velocidad en el territorio microvascular cutáneo. Da-
ción de la presión de oxígeno de forma transcutánea, to que se considera de alarma, para un diagnóstico
la fluximetría Doppler láser y la capilaroscopia. precoz de la situación crítica del SDRC (100,105).

P resión transcutánea de oxígeno C a p i l a ro s c o p i a

Esta técnica permite comparar de forma precisa y El objetivo de la capilaroscopia cutánea es estu-
cifrada el contenido de oxígeno en los vasos cutáneos diar mediante el microscopio óptico los capilares de
o subcutáneos y valorar pequeñas variaciones de oxí- la dermis papilar in vivo, de forma no traumática,
geno y por lo tanto de vascularización y la vasomotili- mediante epi-iluminación.
dad (48). El capilaroscopio es un microscopio óptico con
Para Pelissier (103) la medida de la presión trans- aumentos de 50 a 200 veces, con un sistema de ilu-
cutánea de oxígeno tiene interés en la evaluación de minación fría, una luz episcópica de bajo voltaje, ha-
la eficacia de la terapéutica y de la regresión del sín- bitualmente mediante un haz incidente 45º en rela-
drome de dolor regional complejo. ción con la superficie cutánea. Suele emplearse un
Casillas en 17 pacientes con síndrome hombro- sistema binocular para poder adaptar una cámara fo-
mano post-hemiplejia, ha encontrado una sensibili- tográfica o vídeo, y obtener así documentos icono-
dad, para esta exploración, del 80% y una especifici- gráficos.
dad del 84% (101). Practicada en el lecho ungueal muestra el asa ca-
p i l a r, su parte arteriolar estrecha, y la venular más
l a rga. Las observaciones que se pueden realizar me-
Fluximetría Cutánea por Técnica Doppler Láser diante la capilaroscopia son múltiples, y no existe un
criterio uniforme y universalmente aceptado de los
La vascularización cutánea constituye una unidad datos que deben ser obtenidos, variando según las
microcirculatoria que participa activamente en la re- disponibilidades técnicas, la propia patología a estu-
88 M.D. RODRIGO ET A L . R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 7, Suplemento II, Septiembre 2000

diar y las preferencias o experiencia del observador de una forma individual, tendrá siempre presente la
(106). relevante importancia de su instauración precoz en la
En el curso del SDRC la capilaroscopia muestra respuesta y evolución de la enfermedad (58,108).
precozmente edema, dilatación del asa capilar sobre Estas actitudes terapéuticas que comienzan con la
todo en su segmento venular, agrandamiento de los profilaxis (50,109,110), incluyen el tratamiento far-
plexos medulares con aumento de la coloración del macológico, rehabilitador, técnicas de bloqueo ner-
fondo rojo-cianótico. La circulación está enlentecida vioso, simpatectomía quirúrgica, técnicas de estimu-
con aparición a menudo de flujo granular, presencia lación eléctrica y el apoyo psicológico.
de gotas de sudor y algunas hemorragias. En un esta-
do tardío la atrofia cutánea permite visualizar las vé-
nulas y capilares dilatados, sinuosos, con estasis y 11.1. Pro f i l a x i s
fenómeno de Sludge. Su interés radica en que puede
confirmar la realidad de las hipótesis fisiopatológi- El conocimiento patogénico de esta enfermedad es
cas (42,50,87). lo que permitirá establecer estrategias de prevención
La apreciación de las modificaciones microcircu- en sujetos con factores predisponentes y riesgo ele-
latorias, permite penetrar mejor en la intimidad de vado (109).
los trastornos del SDRC, su precocidad y regularidad Lo ideal es realizar la profilaxis en el terreno trau-
les hace aparecer como el primer movimiento de esta matológico u ortopédico procurando una moviliza-
afección, en relación con un disfuncionamiento de ción rápida y un tratamiento precoz (50,11 0 ) .
los receptores locales. La puesta en juego del sistema
neurovegetativo deberá ser confirmado con criterios
objetivos más precisos (101). 11.2. Farmacológico

Esta basado en: fármacos antiálgicos sintomáticos,


10. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL como los antiinflamatorios no esteroideos que tienen
un interés limitado pero pueden servir de apoyo y los
En la fase caliente de la enfermedad se puede esteroideos o corticoides de utilización controverti-
p l a n t e a r, en algunas ocasiones, diagnóstico diferen- da; medicación desde el punto de vista vascular, va-
cial con la mono-oligo-artritis inflamatoria de origen sodilatadores, gangliopléjicos, griseofulvina, beta-
reumático o infeccioso, la oligo-artropatía inflamato- bloqueantes y calcitonina. La escuela marsellesa ha
ria, la trombosis venosa, la arteriopatía isquémica, el sido quien ha publicado los primeros trabajos relati-
síndrome de conversión y la espondiloartritis anqui- vos al interés de la calcitonina en el tratamiento del
losante. SDRC, la constatación, en la fase inicial de la afec-
En la fase desmineralización radiológica los pro- ción, de alteraciones biológicas evocadoras de una
cesos a diferenciar son los tumores benignos (osteo- osteoporosis activa secundaria a una hiperosteolisis,
ma osteoide y tumor de células gigantes), tumores abogan en favor de la buena respuesta a la utilización
malignos y la fractura de fatiga. de la acción antiosteoblástica de esta hormona
En el estado de secuelas, con la enfermedad de ( 1 , 3 0 , 5 0 , 5 3 , 5 8 , 5 9 , 6 1 , 6 2 , 6 6 , 7 0 , 1 0 7 - 1 0 9 , 111 - 11 6 ) .
Dupuytren, la esclerodermia, la fascitis palmar y po-
liartritis, la osteolisis idiopática y acro-osteolisis,
con la osteoporosis de la inmovilización y con el reu- 11.3. Bloqueo nervioso
matismo fibroplástico (50).
Cuando se localiza en la cadera el diagnóstico di- Indicación
ferencial se debe realizar con la osteonecrosis o con
la coxitis debutante (30,95). El momento en el que un paciente con un síndro-
me de dolor regional complejo debe ser sometido a
un tratamiento invasivo, con una técnica simpaticolí-
11. TRATAMIENTO tica-analgésica, es un tema controvertido, sin embar-
go la mayoría de los autores coinciden en que los re-
El polimorfismo del SDRC conlleva a la multipli- sultados obtenidos con estas técnicas son mejores
cidad en sus actitudes terapéuticas, multiplicidad que cuando se realizan precozmente (1,30,45,50,60,61,
refleja claramente las incertidumbres relativas a su 6 4 , 8 3 , 11 5 , 117-120), esta precocidad deberá estar de-
patogenia (107). El abordaje terapéutico, planteado terminada por la estimación individual de un conjun-
SÍNDROME DE DOLOR REGIONAL C O M P L E J O 89

to de factores referentes al cuadro clínico y funcional eficaz debe intentar conseguir el bloqueo del simpá-
de cada paciente, valorando con detenimiento el gra- tico. Esto reduce la hiperactividad simpática, que por
do de severidad, la fase evolutiva, la localización, sí misma ejerce una acción sensibilizante sobre los
extensión, tiempo de evolución, el componente nociceptores, cortando el círculo vicioso dolor- h i p e-
psicológico asociado (1,30,57,61,67,107,110,121) y ractividad simpática-dolor. Su eficacia a largo tiem-
en relación con la respuesta obtenida a los tratamien- po no está claramente demostrada y los mejores re-
tos previos realizados. sultados se obtienen cuando el bloqueo se instaura
Las técnicas de bloqueo nervioso, apoyándose en precozmente asociado con terapia física (56).
el hecho de la indiscutida necesidad de una moviliza- En 1991 Avouac y Chard (1,30) recomiendan las
ción precoz e indolora, constituyen un capítulo de re- técnicas de bloqueo simpático por el rápido alivio
levante importancia y siempre a tener en cuenta en el del dolor que permite una movilización activa más
tratamiento de estos pacientes. precoz evitando la anquilosis.
Inicialmente, en las formas simples, el tratamiento En 1992 Ribera (128) hace referencia a la simpa-
farmacológico (50,60,107-109,113,122,123) y reha- tectomía química como de gran valor terapéutico por
bilitador será de elección (30,32,34,56,99,109, la respuesta rápida y eficaz.
110,124-126), valorando la necesidad de asociarlo a
técnicas de bloqueo nervioso en aquellas situaciones
en las que la gravedad del cuadro álgico haga impo- Técnicas de bloqueo nervioso
sible aplicar el tratamiento rehabilitador.
Igualmente se planteará la realización de estas téc- Infiltración
nicas cuando el tratamiento farmacológico-rehabili-
tador durante un tiempo inferior a seis meses no ha Técnicamente de fácil realización, la infiltración
proporcionado ningún beneficio o cuando después de en la zona de máximo dolor con anestésicos locales,
un tiempo superior a seis meses el beneficio que se solos o asociados a corticosteroides, puede resultar
ha obtenido no es, del todo, satisfactorio (100,127). eficaz como coadyuvante a otras terapéuticas
En las formas graves, como son las de comienzo (81,125,128-130).
plurifocal, o con afectación sucesiva de varias articu-
laciones, o las que afectan al miembro en su totali-
dad con edema y cianosis, o en los casos con trastor- Bloqueo simpático re g i o n a l
nos tróficos rebeldes, anquilosis y fibrosis, o las de
aparición brutal y fría, los efectos del bloqueo ner- En 1974 Hannington-Kiff propuso, basado en la
vioso se buscarán desde el principio, son situaciones teoría de Leriche y como técnica menos agresiva de
severas que justifican actuaciones, inicialmente, más bloqueo simpático, un modelo de bloqueo con una
agresivas. técnica regional intravenosa (IV) de guanetidina
En 1982 Delcambre (107) manifestaba que las in- (64).
filtraciones anestésicas, con procaína o xilocaína en El mecanismo de acción se basa en el efecto sim-
la cadena simpática lumbar, constituían un trata- paticolítico presináptico post-ganglionar de la gua-
miento reciente. Las consideraba interesantes en el netidina, que resulta del bloqueo de la liberación de
tratamiento de algunas formas extensivas en miem- catecolaminas producidas por las terminaciones ner-
bros inferiores, expresaba sus reservas a las infiltra- viosas. La fuerte afinidad de la guanetidina por las
ciones del ganglio estrellado en las afecciones de estructuras tisulares hace que su unión se establezca
miembro superior con pronóstico benigno. después de 10 minutos del contacto, el relargaje a
Lejeune (109), ese mismo año, consideraba que partir de ellas será más lento.
los vasodilatadores habituales junto a la actividad El bloqueo simpático regional, estudiado por ter-
modesta de los ganglioplégicos y las infiltraciones mografía o por registro Doppler, comienza en la pri-
procaínicas del simpático, al igual que la guanetidi- mera hora, es máximo al tercer-cuarto día y dura una
na, resultaban indiscutiblemente eficaces pero no media de 7 días según la dosis utilizada.
exentas de riesgos, por lo que se debían reservar a El bloqueo regional IV con guanetidina, realizado
casos particulares. con ciertas precauciones, puede resultar interesante en
En 1986 Roberts (45), basándose en la hipótesis el tratamiento del SDRC. Su acción se traduce por una
de dolor simpáticamente mantenido, propone la utili- disminución rápida del edema y de los fenómenos dolo-
zación de bloqueos con anestésicos locales. rosos, permitiendo una reeducación más rápida de la ar-
Schwartzman (32), en 1987, refiere que la terapia ticulación. Los resultados son mejores en los casos re-
90 M.D. RODRIGO ET A L . R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 7, Suplemento II, Septiembre 2000

cientes y cuando afectan al miembro superior. Su efica- insensibles mediante el bloqueo de los nervios que
cia es mayor si se realiza antes de la aparición de los forman el plexo braquial. El abordaje puede ser inte-
trastornos tróficos y puede resultar inoperante cuando rescalénico y postganglionar axilar, con ténicas que
las retracciones cápsulo-ligamentarias y la amiotrofia permitan un bloqueo de forma continua, preferible-
se han instaurado (83,115,117-119,131,132). mente, indicado en el SDRC (128).

Bloqueo de ganglio estrellado (bloqueo simpático Simpatectomía


c e rv i c o t o r á c i c o )
En aquellos pacientes que responden completa-
Proporciona un efecto simpaticolítico con ausen- mente, pero sólo de forma transitoria, a los bloqueos
cia de bloqueo sensitivo motor. La extensión del blo- simpáticos repetidos, se debe considerar el trata-
queo del ganglio estrellado alcanza mediastino pos- miento con simpatectomía química o quirúrgica (56).
terior en el plano prevertebral y desde el cuello Las técnicas de simpatectomía lumbar percutánea,
caudalmente a T3 T4 o T5 y en algunos casos a la por denervación con radiofrecuencia, reducen la apa-
parte apical de la pleura parietal. rición de neuralgia posterior que cuando se realizan
Indicado, con demostrado efecto analgésico por el por fenolización, pero la incidencia de simpaticolisis
efecto simpaticolítico, en el tratamiento del SDRC incompleta es mayor, por lo que requiere mayor pre-
de miembro superior (128,133-135). cisión la localización del simpático. Se puede consi-
derar como una alternativa a las técnicas con fenol
(139).
Bloqueo simpático lumbar La simpatectomía quirúrgica está indicada cuando
el bloqueo simpático solo produce alivio pasajero
Esta técnica, descrita por Mandl en 1926 (136), propor- (1,140).
ciona un bloqueo selectivo de los ganglios simpáticos.
La actividad simpática de los miembros inferiores
corresponde a los ganglios lumbares L2, L3 y L4. 11.4. Estimulación eléctrica
Estos niveles se pueden bloquear mediante inyección
única, con un volumen de 10-20 cc de anestésico lo- La estimulación eléctrica periférica para tratar el
cal, por la difusión en el espacio virtual de la cadena dolor tiene una historia de casi dos mil años, desde
simpática (128). que Scribonius Largus en el año 46 de la era cris-
Está indicada en el síndrome de dolor regional tiana utilizaba el pez torpedo para producir analge-
complejo localizado en los miembros inferiores in- sia.
cluida la cadera, la afectación sacroilíaca y preferi- Galvani, en el año 1791, describió el uso de la es-
blemente de localización unilateral. timulación eléctrica, para modificar funciones loca-
les de estructuras neuronales específicas.
Bloqueo epidural

El bloqueo espinal epidural implica siempre un Estimulación eléctrica transcutánea


bloqueo simpático acompañado de bloqueo somático,
motor y/o sensitivo. La duración relativa, en la técni- La estimulación eléctrica transcutánea (TENS),
ca epidural, del efecto del bloqueo simpático con el aplicada en diferentes condiciones patofisiológicas,
sensitivo es controvertida e impredicible (128,137). ha demostrado efectos discretos sobre el sistema
Constituye la técnica de elección en el síndrome nervioso autonómico (141,142). Ejerce un efecto
de dolor regional complejo de los miembros de loca- modulador en los mecanismos centrales de control
lización bilateral y en aquellas situaciones que se del dolor. La eficacia de este tratamiento se puede
prevea un tratamiento prolongado (138). optimizar probando varios parámetros eléctricos o
varios lugares de estimulación. La asociación de
TENS con bloqueo simpático se puede usar junto a
Bloqueo del plexo braquial una rehabilitación precoz. Sin embargo el T E N S
puede, en algunas ocasiones, aumentar el tono sim-
Todas las estructuras profundas de la extremidad pático, por lo que debe ser considerada con precau-
superior y la piel distal a la mitad del brazo se hacen ción en cada paciente (5,56,141-144).
SÍNDROME DE DOLOR REGIONAL C O M P L E J O 91

Estimulación eléctrica medular las recaídas del proceso por una mala praxis. La re-
habilitación, bien realizada, debe formar parte funda-
Este método fue utilizado, por primera vez en clí- mental del tratamiento del SDRC desde el primer
nica humana en 1967, por Shealy (145) para el trata- momento, y no sólo tenerse en cuenta en la fase tar-
miento del dolor en pacientes terminales cancerosos. día de secuelas donde los resultados son pobres y po-
El éxito inicial impulsó, durante la década de los 70, co gratificantes (34,99). Juega un papel mayor en la
a otros investigadores para el estudio de este fenó- prevención y resolución de los cambios neurotrófi-
meno y su empleo en el tratamiento del dolor crónico cos (90).
de otras etiologías (146-153), también en la “reedu- La vuelta a la actividad normal deberá ser muy
cación” del sistema nervioso en pacientes con vejiga gradual y cuidadosamente supervisada. La reeduca-
neurógena (154-156), y en alteraciones espásticas ción debe ser extremadamente prudente, progresiva y
paréticas/motoras (157,158). perseverante, debiendo ser siempre indolora, asocia-
En el momento actual sus indicaciones se concre- da a la prescripción de calor y frío; puede agravar el
tan a procesos patológicos de diferente origen como proceso si es dolorosa y violenta.
el vascular isquémico, disrreactivo simpático, neuro- La responsabilidad de la reeducación como factor
funcional, angor inestable, y secuelas postcongela- desencadenante del SDRC es sin duda indiscutible, y
ción (159-185). en muchas ocasiones el paciente puede precisar fácil-
Con este tratamiento se obtienen beneficios clíni- mente el ejercicio responsable. Su posible papel no-
cos que se reflejan por una acción concluyente en el civo en la fase caliente es una realidad que no se de-
cuadro doloroso y el trastorno vasomotor del síndro- be olvidar, y es imprescindible, en todas las fases, un
me de dolor reginal complejo (49,185-191). Propor- reajuste permanente teniendo en cuenta la reacción
ciona excelente respuesta clínica y un efecto modula- del paciente a los ejercicios propuestos, a su intensi-
dor en el cuadro disreactivo vascular que se dad y a su número (30,32,193).
manifiesta al modificar y normalizar los valores alte-
rados de flujo cutáneo en las extremidades de los pa-
cientes con SDRC. Se considera indicada en situa-
ciones de SDRC crítico, en los que el tratamiento C o rre s p o n d e n c i a .
rehabilitador no ha aportado mejoría clínica en un
tiempo no superior a seis meses, cuadros clínicos en M. Dolores Rodrigo Royo
grados I y II, localizado en los miembros superiores Avda. de los Álamos. Urbanización la Foresta nº 1, 2º B
e inferiores, con estudio microcirculatorio funcional 50001 Zaragoza
alterado en los que el bloqueo simpático no ha pro-
porcinado un resultado satisfactorio mantenido
(100,105).
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