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7,0 fer ‘gil At (i) Signos especiales usados (y/ africada sorda del bable occidental en mucher, agucha Fonema fricativo siseante sonoro, : /21 pivo-alvcolar e6ncava, come la catalana de casa, rosa fel dental, como en desde, las diez. ‘2/ predorso dental convexa, como en el judco-espaiio her moza 0 en el francés poison. Fonema dental africado sonoro, como el italiano de meszo, azeurro. Fonema 0 aléfono prepal al fricativo sonoro rehilante, como el portugués de janela, el francés de jamais, gentil, linglés de pleasure, etc Fonema interdencal fricativo sordo ciceante, como el caste- Mano decerca, decir Fonema o aléfono bilabial fricativo sorde Fonema velar fricativo sordo, como en jerdin, mojar, gente. ‘Ad postpalatal, frecuente en la diccién hispanoamericana, sobre todo ante /e/, i, gente, México, LAS LENGUAS PRERROMANAS, § 1. PUEBLOS ARORIGENES, INMIGRACIONES ¥ COLONIAS 1. La historia de nuestra Peninsula antes de la conquista romana enciera un edimulo de problemas atin distantes de ser esclarecidos. Los investiga~ dores tienen gue construir sus teorias apoyindose en datos heterogéncos ¥ ambiguos: restos humanos, instrumental y testimonios aststicos de tiem pos remotos; mitos, como el del jardin delas Hespérides ola lucha de He cules con Geridn, que, si poctizan alguna lejana realidad hispanica, sélo sirven para aguzar més el deseo de conocerla sin la envaltura legendasia; indicaciones —imprecisas muchas veees, contradictorias ottas— de auto- res griegos y romanos; monedas e inscripciones en lenguas ignoradas; nombres de multitud de pueblos y tribus de diverso origen, que pulularon, en abigarrada promiscuidad; designaciones geogrificas, también de varia Combinando noticias y conjeturas, etndgrafos, arquedlogos procedencia ¥ lingidistas se esfuerzan por arrancar espacio a la nebulosa, que defiende aso a paso su secreto, 2. Al alborcar los tiempos historicos, pucblos con un idioma comén Aue sobrevive en el vasco actual se hallahan establecidos a ambos lados del Pirineo, Porla costa de Levante y regiones vecinas se extendfa, qui resto de un dominio anterior mas arnplio, a cultura de los iberos, de origen probablemente nosteafricano: a ellos debié la Peninsula el nombre de Tbe- como ria, que le dan los escritores griegos. 1. Segin A Gael y Bellido, Lam remotes nombres de Eada, Arbors 1097s Pp.5-2% La denominaciin de Bera precedeta de uns bers asentaos en la zana de Hele, me~ iocque dels ibeoos de este peninsula 25 26 Historia de ta lengua espafiola 3. Laactual Baja Andalucia y el sur de Portugal fucion asiento de la ci vilizacién tartesia o turdetana, que hubo de recibir tempranas influencias de los navegantes venidos de Oriente. Se ha relacionado a los tartesios con los titsenos de Lidia, en Asia Menor, de los cuales proceden los tirrenos 0 ctruscos de Italia, Incluso sc ha dado como posible una colonizacién etrus- a en las costas espaitolas del Mediodia y Levante, ya que desde Huelva all Pirinco hubo topdnimos que teaparecen con forma igual o aniloga en Etruria 0 en otras zonas italianas (Tarraco, Subur, un tio Arnus, etc.) Bs peremos a que otras investigaciones confirmen o rechacen las hipétesis, Elflorecimiento de la eivilizacién tartesia fuc largo, ya antigiiedad nos ha transmitico curiosas noticias acerca de ella. La Biblia dice que Salomén cnviaba sus naves a Tarsis el nombre biblico de Tartsssos—, de donde volvian cargadas de oro, plata y marfil. Tam én los fenicios sostenian re- laciones comerciales con el sur de Espaiia: el profeta Isafas menciona las naves de Tarsis como simbolo de la pretérita grandeza de T 0. Herédoro cuenta que Argantonio, rey de Tartessos, proporcion6 alos focenses plata bastante para construir un muro, con el que resistieron algin tiempo los ataques de Ciro, La longevidad y riquezas de Argantonio’ se hi verbiales en la Hela ‘on pro- le Estas noticias responden al hechoindudable de que los dos pucbtos navegantes del Mediterraneo oriental, fenicios ygriegos, se dispuraron el predominio en la regién tartesia, La pugna, que acabé con la desaparicién de las factorias griegas, barridas por los cartagineses, herede- tos de los fenicios, debi6 de acarrear la ruina de Tartessos 4. Los fenicios se establecicron, pues, en las costas metidionales. Ya ha- cia el afto r100 antes de Jesucristo tuvo ugar la fundacién de GAdir, 2 Véase Adolf Scholten, Die Etruer in Spanien y Die Tyrserer in Spanien, Klio, XXII, 1930, ¥ XXXU, 1940, 3 Et nombre de Argantonio ha dado lugar a diversas hipétesis H. Hubert (Revue Celtigue, XLIV, 1927, pp. 84-85] veen lun cético a rga nto s, hermano del latin a ¢ Ben tum; ya fuese Arguntonio ol nombre efeciva de un monarca, ya e teatara slo del sustantivo que designaba la plata personificado miticamentc como smbolo de las vique 28 tartesias, revelaria de tolos modos a presencia deceltasen Tartesis tiers inmed as. En cambio, Sebulten(Klio, XXII, 1930.9 supdereedescubriren Aegantonio ua icin de un sulijo griego, Los topninas Argenta, rgendona, de tras regiones,apoyan la hipétesis clita (véase§ 1.) i Las lenguas prerromanas ayo nombre equivala.a‘recinto amurallado’; deformado por los romanos Ge desy ‘rabes (Qa is) ha dadoe actual Cds, Oras colonias fen ‘das cran Asido, hoy Medinasidonia, relacionable con el Sidén a Malaka > Méluge, probablemente facoria' y Abdera, boy Ade Mis tarde, los cartagineses reafirmaron, intensificdndola y extendiéndola Jus conquistas a influencia que habjan tenido sus antecesores los feni- oe éndelanuevaCarta- tosen el sur. A los cartagineses se debe la fundacion de la e (Cartagena), capital de sus dominias en Espaiia, y la de Portus Magonis > Mohén, que lleva el nombre de un hijo de Asdrébal. De origen piinico se dice sercl nombrede Hi s pa nia, queen lengua fenicia Gre busus > [bisa que origina fica tierra de conejos’, ast como el de aa 0% divinidad iamente querria deci ‘isla o tierra de pinos’o “sla del dios Bes’, di ees co, se halla atestiguado cgipcia cuyo culto, muy popular en el mundo pai en monedas y figurillas de la isha 5. La colonizacién helénica, desterrada del sur, prosiguié en Levante, donde se hallaban L ucen tum > Alicante, Heme roscopion (De- nia), ho de (Rosas) y Em por ion > Ampurias. Al contacto con las ci \ilizaciones oriental y griega se desarrollé el arte ibérico, que aleanz6 bri- antisimo florecimiento: las monedas y metalisteria, Jas figurillas de sculturas del Cerro de los Santos y el singular puntoacertaron los his- Castellar de Santisteban, la encanto dela Dama de Elche, panos primitivos a asimilarse influencias extrafias dandoles sentido nuevo. 6. Respecto al centro y oeste de le Peninsula, las primeras noticias la- 1as de los historiadores antiguos y los hallazgos de la moderna arqueologia atestiguan inmigraciones indocuropeas que, procedentes de la Europa central, comenzaron con cl primer milenio antes de nuestra era y se suce- dicron durante vacios siglos. Parece ser que las primeras corresponden a la cultura de los campos ce urnas funerarias. En el siglo vr pueblos célticos puestran hasta q 4. Véanse Albert Dietrich, Phtnisiche Ortsnamen in Sponien, Abhandlungen fir dic Kunde des Morgnlandes, XI, Lega 199 José M. Millis De tponiia pace Patol, Sefarad, I, 9gti J.M. Sold Sole, La erimologia pinica de Ibiza, ibid. XVI, 1956, ¥ Toponimia feicin-ptinice, «Enciclopedia LingBistica Hisptnica», 1, 495-499, Para otas ‘timologias dadas a His pan ia, véase B. Maurenbrecher, Zu eHfispanian und oF ">, Berliner Philafogische Wochenschrift, 1938, LVI, 142-144 28 Historia dela lengua espahole su n legado hasta Portugal y la Baja Andalucia, y evaban ya instalaclos allisa ellos se refiere, hacia el afo 445, Herddow de Halicarnaso,cn dos pa- sajes donde por primera vez consta de manera fidedigna el nombre decel. 1as. Es posibie que hubiera otras oleadas célticas posteriares. En este marco hay que encuadrar las diversas afirmaciones c hipdtesis sobre la presencia de ligures, mas 0 menos indocuropeizados,y de indocurapeos iitios, véne tos y hasta germanos, en ka Hispania prerromana, Tratindose de una épo- ‘@.en que las distintas etnias no estaban plenamente cor figuradas, ¢s muy Glficil precisar silos invasores centsocuropeos que Hlegaron aqui en ticm- os mis remotos eran preceltas, esto es, pueblos antericres a la existencia © venida de los celta, o eran protoceltas, es decir, celtas que todavia no se Mamaban ast y cuya lengua no se habia diferenciado marcadamente atin de tas de sus vecinos ilirios 6 vénctos, protogermanes, etc. Hay también quienes suponen que en las primeras migraciones participaron, junto a los proto celtas, pueblos afines (paraceltas), ya fsesen indocuropeos, ya de otto ori- gen. Las tres tcorias —prectltica, protocéltica y paracéltica— tratan deex- plicar el hecho de que en las inseripciones peninsulares indocuropeas hay algunos rasgos lingdsticos ajenos, segin vercmnos, al arquetipo celta 5H e'Arbois de Jubainvill, Les Cees depuis les temps les plaencen: uigu'on Fan soo aeant nar re, Parts 1914s. Hubert, Les Celts ct expanion cebique juga’ Pepe de La Tene, Ports, 1933; P, Besch-Gimpera, Enolgia dela Peninsula Tica, Barelona, 1932! pablamiento omtguoy a frmacin de los pueblas de Eipaia, México, sya y Pater, nolegia dea Pensa Tosca, Gr, 19745}. Pokorny, Zur Ueschiche der Kelton und Il rer, eis, Feeksche Pilologi, XX, 1946 y XXI, 1998; A. Tovar dior sobre spi= ‘ities longs hignicas, Buenos Aires rogo; Indo-European Layers in the Hispanic Peninsula, «Proceedings ofthe Vth, Congress of Linguist, 1957. 735-730 Lenguas pre. ‘romana: dela Penta Ibrica. Lengua indocropes 1. Tesimaniesantiur, eEnciclope- ‘ia Linguistica Hispénicay 1, Madrid, 1960, vo1-1a65 The Ancient Legpuaee of Spain ond Portugal, Nueva York, wt; La lucha de lenguat en la Pinel Price, Madi, v6, 76-96% Bl nombre de celta en Hiipunia, «Homenaje a Garcta Belidos, 1M (Rev. de la Univ, Complutense, XXXVI, 1977, 100), 163-178,y Einihreng indie Sprachgeschiche der Ie vichen Halbinsl, Tubinga, 1977,97-1245M. Almagro, La Espa dels invarone) ceca, «Historia de Espatiay dirigida por R. Menéndez Pidal, I, ol I, Madrid, rosa, 241-278 Us Schinoll, Die Sprachen der worReltvchen Indogermancn Spaniens und das Kelubercche, Wieshaden, 1959, ete. J. Coromina sia’ y Béeneeew sa el término sovondpico (lel gr. opi ‘uta cinera a’) para designar a precelta y paraceltas, ast comes sus lenguas, Las lenguas prerromanas 29 7. La hipétesis de una inmigracién ligur, basada en referencias de his- tifieativas coinciencias formales entre ropdnimos expats yates de 20 ti italiana 0 francesis que se han venido considerand ligtricas: Langa ‘Goria, Zaragoza, Cuenca y Avila), Berganza (Alava) y Toledo, por ej os inden a Langa, Bergensa y Toleto de Piamonte y Lombardia rosie endusivo see dado como caratriticamente igure suf rrp ite abun en denorninaciones geogrdfics de la enitadsepteatro See eee a sere eee Tam (Crease); Pier Santander); Benaszue (Flues) Bale (rida nds al sur, Magacca, rio de la provincin de Céceres; Benascos (Murcia), Se dan también como ligures las terminaciones -osco, -useo de Amusco (Palencia), Ledusco (Cotta), Oruico (Madtid), Biosea (Lérida). Algunos de estos nombres se hallan con forma idéntica 0 gemela en la region mediterrénea francesa, en cl valle del Rédano o en el norte de Italia, Igual sucede con Ve~ asco (Alava, Logro‘io, Soria, etc.) derivado de bela ‘euervo' y arraigado enlaonoméstica personal hispsinica, y Balase(L rida), que tienen paralelos en cl Medindia francés, Lombardia y Ticino (Balasque, Velasca, Balasco). Ls que afrecen la rafz *bo rm ,*borb, "born (Bormela en Portugal, Sevilla, Bornos en Cadiz, Borbén cn Formate en Albacete, Rormujos en ‘i Pontevedra) tienen analogias no sélo en el dominio ligur, sino también en el antiguo de ls iliros. Lo mismo ocurre con el sufijo-ona, de Barcelona, Badalona, Ausona, Tarazona, frecuente en ¢l sur de Prancia, norte de Italia yen la Hliria balcdinica. Algunos topénimos como Corconte, Corcuera y los derivados de *e ar aw ‘piedra’ (Caravantes, Carabanso, Caravia, Caraban hel, de Soria, Asturias y Madrid), s6lo encuentran semejantes en Tliria, Precisamente hao admitido algunos que la lengua de los ligures, no indo europea en su origen, sufrié el influjo de vecinos inclocuropeos, que, segin lunos, fueron fos ilirios, , segtin otros, los Ambrones; de estos tiltimos nos hablan los toponimicos Ambrona, Ambroa y Hambrén, de Soria, Coruita y Salamanca 6. M. Gear Moen, Se sie yep, Home Mendes Pd UL, Madsid, 1925,J. Pokorny Zar Ungeschichre (vase n.5) especialmente t.XXT, Mss R. Menéndex Pil, Sobre ef rubstrato mediterndneo occidental, Zetsch.f romanische Phi 30. Historia dela lengua espariola ge 8. Muchas ciudades fundadas por los celta tienen nombres guerteros, compuestos con brig a Yortaleza’o sego.segi ‘vctoria’sConim bri ga > Coimbna, Mirobriga (Ciudad Rodrigo),Mundobriga » Munébrega (unto a Calatayud), Nem etobriga (Puebla de Trives), Lacobriga Carin), Brigantium (Betanzosi Brigaetium (Benavente), Segontia > Sigiensa, Seg Bvia > Segovia y Sigieya (Leén). Ovos nombres eélicos que contienen en vee de brig su sindni- tno dv num, se encuentran todes en el Pirineo central y orient tin (Zaragoza), Berdiin (Huesca), Verdti y Salardd (Létida), Bis ul du num > Besald (Gerona). De otros tipos tenemos U x.ima > Ooma, que vo celta equivalente a ‘muy alta’ formacio- nes anilogas parecen Se gis imo > Sasamdn (Burgosi y Ledesma (véase 82). Célticocs el sufijo-a cu superviviente en Luzaga, Buitrago, Sayago y otros. Una ciudad antigua, donde ahora esti La Bafieza (Le6a), se llamaba Bedunia, como hoy Bedova (Guiptizcoa), Begotia Vizcaya), Bedoya (antander), Redeja (Corufia); derivan todos del celta bed us ‘anja, areoyo’. Los celtas adoraban a los rios; recuerdo de este aulto son los nom bres Dewa (Guiptizcoa y Santander) y Riodeva (Teruel), euya raiz indoew- ropea es la misma del latin divus, deus. Corua y Coruia del Conde (Burgos) son resultado del celta Cu n ja. Mas al sur, se atribuye origen celta a Alcobendas, topénima hermano del nombre perscnal Aleov in dos ‘corzo blanca’; Caslada, de cos10,cosla ‘avellana’; Arganda, Ar- gandoia, Argance, de ar ganto ‘metal brillante, plata’; Yebra < Ae- bitra, y algunos mas de la antigua Carpetania. En el Occidente absindan los nombres célticoss aparte de algunos ya mencionados, hay Evora, proce- 6s probablemente un super lol, LIX, 2938, y Ampuris, Il, 19405 .jgureso ambroitiris en Portage, Rev. a Faculdade de Letras de Lisboa, X, 1943, y Toponiia preromndnica hspune, Made 1952; G. Bonta te Rev. de Fil. Hisp, VIL, 1945, 392, y rei, epo Ati dei Convegni figure, il alia, it sardo,iteor- th 39) Roma, 2979, 208-2003 A. Tovar, Estudios sabre lar primi, lenguashitp (wise 0.5), 9-119 194-210; | Hubschmnid Lengua presvomanas no indoc, ‘opeas, Testimonios romdniees y Toponimia prerromuna, en «Enciclopedia Ling, Hispin aT 1960, 42-48, 57°66, 466-474 y 482-486, y Die acho! usho-Sufixe und das Problema des Ligurvchen, Revue Internat, d Onomastique, 18-19, 1966-1967 (resetado por A. Tovar, Language 46,1970, 695-600) M. Rabanal, Habla hipénicat Temasgategaryleoneses a dic, 19657, 9-137, te Las lenguas prerromanas a ates dane de oo Ae bia Brag (< Bracina o Drackla aint de Brack ra), dl rio Tamega (< Tam ga) ete, Peculiar de los rac habitaban hacia la actual provincia de La Cora, e la termi- Be rap ae paae lesa Tape a una tiimtal pestle Ses toe nacion -obre de Fiobre, y situados en Galicia? LAS LENGUAS DE LA HISPANIA PRERROMANA §2 in la €poca de Augusto el ge6grafo griego Estrabin afirmé que entre ee de a Peninsula hispana habia diversidad de lenguas. Tal aserto ha sido plenamente corroborado por los estudios que en nuestro si- alo sc han hecho sobre las inscripciones de kipidas y monedas antiguas. La Ercritueaibériea oftece ya pocas dficultades para su lectura, gracias 2 que don Manuel Gémez-Moreno, el gran maestro de la arqueologia hispanica, descubrié.en ella ua combinacién de signos sildbicos, como los de los siste- sas gificoscrctenseychipriota, con signos representatives de sendos for rnemas, como ls de ls alfabetos fenicioy rieyo, También Gomez-More- no descifré la escritura rartesia, precedente de la thérica y mds arcaica* La 2. Véanse ls obras de D' Arbo de Jubinville, Hubert y Tovar meneionadas en las nots 56. demas, A. Castro y G. Sachs, «Beds, Rev. de Fl Esp, XI, 1935 1875 Bente Pe, opis reoiripr, 79-2, Toe, Namo cep esi apy V1.2 oie inka) comin 1, Archivio Glotlogico ltaliano, XXXIX, 195, 56-64;TopOnimos conten Hispania 1 el nombre de Sularanea, «Actes t Mémeites du Cinguitme Congr loteaat. de Scien £3 Onomastiquet Salamanca 1958, 95-16; Mis coneionspectias en hidrénimos 1 ernines de Hispania, Palencia), La lengua de los celtiberos se extendia por las zctuales provincias de Burgos, Logroio, Soria y Guadalajara, sur de Navaria y oeste de Zara 02a y Teruel; ella corresponden las inscripciones muriles de Peialba de Aid 1995, 495-479 Las lenge hipnias,discursa de ecepcién en h R. Acad. Exp, 1942 La esariteca thsi, Bol. R. Acad, deta Historia, CXIL, 1943, 251-278; Digresionesshércos, Bal. R. Aca. Esp, XXIV, 1945, 276-28; Micedinea Dipese,emendata, inate) Exterpen Lar exeritura iba yu lengua. Supleminto de epigafiaibéviea, Madi, 1948s La exeritana éstul-srdeana (rintion hspéice, Rev. de Auchivos, Biblio. y Mas, LIX, wp 950i]. Vallejo La exrtwa ibeven Etado actual dese conccimiento, Emerita, XU, 1948 or- Corvalho», Figueira da Foz, robs, 784-7045 J Casares, Eilabimo en la exter iba, BOL R, Acad. Esp., XXIV, 1945, 11-39, Schmoll, Die sdlsitanischenInnchrifin, Wien baden, 1964, et Las lenguas prerromanas 3B Villastar (Teruel), en caracteres latinos, los bronces de Luzaga (Guadala fay Rotorrta (Zaragoza), ambos en esritua ibéricas el de Botorrita, re is Sl celtibérico era lescubierto, es de considerable extensién oe arcaizante, con notables diferencias respecto al ap, Las formas pretromanas antecesoras del topénimo Ledesma Sov F pron y Salarmanca)ilustran sobre las divergencias entre las lengtas cel- ta nmr henson cate ctisama, que supone *PletisSma ‘muy an aa ivosfona lactic dep Eals zs dca ta eas mucho en el conocimiento de las lenguas hispanicas prerroma srarde origen indoeuropeo: se ha reconstruido la declinacin celto-hispsni- corse an identiicado no pocos elementos Léxios y nombres propios de hu- ars la onoméstica personal ha sido estudiads a la vista de sus relaciones con otras lenguuas inclocuropeas.* — i Endaoe llegéa haber niteleos de poblacién pinico-fenicia que con: ron vu lengua hasta el comienzo dela época imperial romana, Tnde- eiacsenani Tos turdetanos o tartesios tuvieron su lengua propia, que, 2, Hernando Balmori, 9. ene ior inaaen o 6 7 4 sono G Herman sino Sobve ta inseripeinblingtie de Lansas de Moledo, Emerita, Ml, 1935, 77-149; A. Tovar, Lax inseripcionesibércas ya lengua de loceltberos, Bel. R. Acad. Esp., XXV, 5046, 1-435 Ganta ‘ria pemomana, Madi, 1955: Lav iscripeiones de Botorita y de Petalba de Vallastar yo 73. 367-405, y Eire neues Denkmal nite orientales de los cettberes, Hispania Antigua, 3, 1973, 367-405: ¥ beach ‘on Rotorite, Zeitsch. fue Celische Philologe, 54 ica Hispinica», I, Madrid, eo, 347-3875 M* L. Allertos ‘mastic personal pela ‘mana, «Enciclopedia Ling f Font amin pent pintive de Hipana Tenor Bee Sao 21466; J. de Foz y L. Michelena, La iseripoiin celbevca de Botoreita, Salamanca, 19743 Ard Goon Lary arrose etl Sle 27 srdrrno ap nan 97d HCl) Tb 7-9 de 1976, Salamanca, tp eo comnnnsons del Fer y #, Sere sabre as insripeines de Boe y Fetal ce Vist; i Nota ones de Bote de Lazag, Habis VIM 197, 74.0 4 Historia de la lengua espatiola §2 segiin Estrabén, contaba con algiin cultivo en poems y leyes versificadas Parece que el tartesio, hablado desde el Algarbe hasta cl Bajo Guadalqui- vir, era distinto del ibérico,” extendido por el este de Andalucia, todo le- vante y la parte oriental del Valle del Ebro hasta liegar por el sur de Francia ‘nis alld del Rosell6n. A pesar de que cuenta con abuncante documenta cién y pasan del millar sus palabras registradas, es muy poco lo que se sabe del ibérico: su sistema fonol6gico, algunas raices y sufijos la reiterada apa- Ficién de otros elementos cuyo significado se desconoce. Nada hay seguro respectoa su procedencia, aunque ciertos indicios la hace: suponer camiti- a, norteafricana, Sus coincidlencias con el vasco se reducen a la carencia de el y M7 iniciales; posesién de un sufijo -tar de gemtilicios (saitabietar‘saita- bense, de Jativa’, como Bermcotar ‘natural de Bermeo’); existencia de un pronombre en que parece corresponder a la desinencia rasca de genitivo; abundancia de topénimos con clemento inicial ili- Ilerda > Lévida, T¥ei > Bleke, Liber ‘ciudad’; y aigin antropénimo como Ea nece s, identificahle con Fn - neko > fiigo. Pero que las dos lenguas compartan estos y otros rasgos ‘no quiere decir que tengan origen comén ni que una descienda de otra: el contacto entre los dos pueblos hubo de originar mutuo influjo lingtifstico, ms activo probable » ste.) que hace pensar en el vasco ini, ali, ari nte por parte de los iberos, dado el mayor avance de su cultura. El conocimiento del vasco ha servido poco para interpretar las, inscripciones ibéricas: caso aparentemente positivo es cl de un vaso de Li alencia) decorado con la figura de un guerrero y que tiene grabada la ase gudua deisdea, equivalente a ‘grito de guerra’ o ‘llamada a la guerra’ «en vasco actuals pero no hay certeza de que gedu y dei pertenezcan al léxico vasco patrimonial: pueden ser préstamos del ibérico multisecularmence conservados en vaseo." ro. Aparte de los enuctios de Gomez: Moreno, Tovar y Schmoll itados en la nota 8 9 referentesa la esritura ylengus tatesia otundetana, véanscotros de Tovar, Lenguas pre ‘rom. dela Pen. Toeria. A) Lengua no indocuropeas. Testinoniosantigue, «Encilop. Ling. isp. 1960, 5-9, Bloscare problema deta lenge dele artesios,en, Bol. Sociedad Vascong, de Amigos del Pats, Th. 1046.46-56,y A propdsito del vaicuence smanda»y Calahora ydeloshibridosG rac- churris, Cresentwi (véanse antes, apartado 3, y § 9,). Este mismo ele ‘mento se encuentra en el nombre de losG i gu ri ,comunidad astue que Scupaba una de las entradas de Galiciasel Forum Gigurrorum se Namaba en 1206 «uallem de Ores» y hoy Valdcoras; la evolucion Gi g u- rrio “Gigiieres > Oresestidocumentada en cada una de sus ctapas. Fn el extremo occidental, cerca de la costa atlintica gallega, Iria Fla via ha hecho pensar, desde Humboldt, en el vasco iri ‘ciudad’. En la 18, Véanse}. J.B. Merino-Urrutia, Boletin dela Sociedad Geogedfcs, EXXIy LXXI (493"-1932), y Revista Intern, de Pstudios Vaseos, XXVI (1935); La keg tase en la Roe fay Burgos, 32 eh Logrono, 1978; J. Cato Baroja, Materiales para una havi de la lengua 1a, «7-195 8. Menéndez Pia, Origen: del espanol, sed § 08 47349 Sabre a toponima ‘berovonica de te Ceiba, «Homenaje a don Julio de Urquiioy Ill, 1950. 463-46 E. Alarcos Llorach, punt sobre teponimiariojna,Berceo. Bo. de Fa. Riojanos,V 19s, 47355138 C. Sancher Alborno7, El nombre de Casilla, studios dedic, a M, Pals, I, 1950, 36 23 y os wabajos de varios autores ceunidos en los ton dela Lengua Vassar, Zarauz, obo, os eGeografla Historica ‘tierra de Ilanuras’,sinGnimo de «Tierra de Campos», que esel nom ‘asco terra de Ilanuras’y al de la comarca regada por el Valderaduey. En el centro, la anti brea vr - uae : A bre de la ciudad, sustituyendo Arriaca por Wad~- ‘ de piedras' > Guadalaja- 1 fara , que significa también rf 0 valle de pi venen Avuncues) y Aranzueque (Guadalajara) guardan indudable componente del vasco actual Aninaaza. Los con ef vasco arriaga ‘pedregal’; los drabes a. Avanjues (an relacion cona tan oa eee bres prerromanos de la cordillera Ibérica, [du béda, y de S nombres Morena, Oros péda, han recibido explicacion stators por fa logs vated i-bide ‘caminodelos bueyes.y or ot pide ‘cami de los terneros). En el sur, HHibEris o HLibE ris, antecedente de la inmediata a Granada, se ha tenido por latinizacion de Tribe rei ‘ciudad mucya’s i > Ecija Gevilla), A1Sstigi > Hudcija (Almerfa) se ha reconocido aspecto claramente vasco, identificando su -tigiicon te gi ‘cabui 6. Enea todala Penfnaula se encuentran topSaimos cone sulin én, ena. Su reparticién no es igual en todas las regiones, tanto por el nt a al a que se aplica el sufijo. Es mero como por el carécter dela base nom li ; sean en el centro y noroeste, dande Caracena (Soria y Cuenca), Nacaleno 1, Run, ris pas a a tH cd Deter Deki Sean derK. kaon der Wiseman Wier Phice-Hist Klase, CLV, 18,7148. Menénder Pia Origenerdelepal 88240 spin pen. oa aA Ta Carrera Mai 5.89 tp amartaco amar, may pénimo Avaya, «Ethyoologica. W. von a tgs cen Gr, ng S85 Ll, Nes wr Pet bigucen Antonie, N° Cans Intern de Topaymie ee Aattoponymie. cts 5-33: Hubschnid, Eaciop. L 7-48. Delos mochor tp 1 Hispoy bs 454 eMémoizes, Sian te yeontatnatbyenrigen racine acl que me pce prea mis epeesentativos,Paralos Gi gu rei. vase. Maluquer, Lor pueblos celine, His. de "gts te por Pla vol My Madi 9: Mengde: Pls Tovar Lots con are iat fu deel cic oi toni, Bl. Be ep. XLvil ssh th A Cay Belo a ia de Hips, Archive ap de Arqueologa, XL, 1967, 8.6, y Hubschaid, «Enceop, Ling. Hsp.» 1408-469 4 1, 1958, . Hioria de a lengua espaola & (Soria), Teleno (Leon), Borbén (Pontevedra) derivan de gentilicios y apel tivos prerromanos, y donde son pocos los formados sobre nombres perso- nales latinos, como Vidalén < Vitalis (Orense), Vieén [haya] > [ayal). El foco in cial del fens no se limita en los siglos 1x al x11 al norte de Burgos, La Montaiia y Rioja. Al otro lado del Pirineo, el gascén da igual tratamientoa Ja /M/ latina (Fi iu. > Ailh [hil)) Son, pues, dos regiones inmediatas al Pais Vasco, Cantabria y Gascuita, las que coinciden. Gascufia(< Va scania) cs la parte romanizada de la primitiva zona vasca frances. ¥ el vascuence parece no tener /f/originaria; en los fatinismos sucle omititla (Fi Lu > is Ficu > tho) o sustituirla con Ay 0 /p (Fa gu > bago; festa > pésta) 23. Véanse A. Alonso, Subsratum, superimaturn, Rev. de Filo. Hisp, IT, 1944185 248; R. Menéndez Pidal, Mado de obrar el rubato lngittico, Rev. de Filol Esp., XXXWV, 1950 1-S.y FHL Jungemann, Latent del sustratoy fos dialectoshispano-romances 9 gas. nes, Madrid, 1956. 234. Hasta mediacos de nuestra siglo se vino norte y contro cela Peninsula era distin de al ico. orolosestadios de A. Martinet (Concerning some Slavic and Aryan Reflees FTE. s, Word, VM, 1951, 91-92) M. Joos (The Medieval Sibilans, Language, XX VIL, 1952222231) FH. Jungemann (Le tori de trata, 68-101) y Alvaro Galmés de Fuen- ‘es Las siilamteson tg Rorsania, Madi, 1962) obligan a aceptar que lA! existia originariamence en latin, admitiendo que la 4 jpicoralveotar del y procedia del substrate prertomano Spico-alveslar delsiglon Las lenguas prerromanas 6 ot el vasco—incluso cl vizcaino durante la Edad Media— posela en a cual alterna a én a ta Mf, com aspire qu palo ssi también ala cos ee santabria, la regidn espafiola cuya romanizacién fue més tardia, apse ¢s cierto que los cintabros uns yeces-C ; qisde compartir I repugnancia vasea por las Coston fntabros aparecen cons- haber sco semejante al ¥asco; por otra parte, os cantabros aparece 1 indoeuropeo, pero el substrato previo de la regién parece os 7 visigod: c Jascos durante las épocas romana y visigoda. ratemente asociados con los vascos durant ah jpotesis de un substrate cfntabro que actuara desde Tos tiempos de la - icativo: en el este de rnizacion cuenta con el apoyo de un hecho signifi setae y nordeste de L.c6n ha dvisoria actual entre kayla apirada rncidecon los antiguos limites entre astres y cincabros.* Este substrato ‘dotabro se vio seforvado decisivamente en la Alta Edad Media por el ads- fate vasco ca la Rioja, la Burcba y Juarros, donde, sein sha dicho, sub- sistian en el siglo x11 nGicleos vascos no romanizados atin } Raia aniloga se ha atribuido la ausencia de /v/ labiodental en fa snayor parte de Espatia y en gascén, siendo asf que el fonema existe en los 4s pal 4 nas laterales del mediodia peninsular, y demas paises romdnicos, en 20 anit 3 ‘exists en espafiol antiguo, aunque no en las regiones del norte. El i 1 cones, al menos desde la Edad Mei, yen la primera mitad del sie lo xu a proounciacién bilabial indistinta para by /x/ romnicas se ate ‘ ‘ Ahora bien, la ausencia de Av/ buta especialmente a gascones y vizcainos. ornate an amb >it vinumslewis, levis) yquese Teanscrbia con w ov (uenta,veniosuinwm, slewisslevishya 6 fistoria de a lengua espatola 4 Historia deta lengua espatol Sa labiodental se extendia a fines de la Edad Media desde Portugal, pasando por Ledn, Castilla y Aragén, hasta la mayor parte de Ca tala y algunas zonas del Mediovta francés, apart det Rowllon y Gascu Ma." En este caso el vasquismo parece manifestacién parcial de un substra. ‘omés antiguo y extenso que el representado por la Ja inicial latina 4 Aparte de los casos mis seguros de influ tvas semejanzas entre la Fonologia vasca y ‘ma de las vocales consta ce s6lo cinco fonenh se observan significa. la castellara. En ambas, el siste nas, repartidos en tres grados de aberturas dentro dle los limites de estos grados, cada una ce lee vocals, fir- tes y claras,admite variedades de timbre segin el carfeter dela silabay de tos sonidos eircundanees Los tes fomemas fb, /e/ pueden ser ok Pronuinciaba {w] en el latin clés ass aartcularse como fb] Ficativa bilabial desde le eee el Tmpeio, conflayndo a com la esleante de hale afjade Ae ne fe antes oclusiva. Este fonema //de dobe vecélica(habere,caballus,probare), ‘origen se hizo mis tarde /labiodental en unas zonas del dom: {uv0 bilabial en otras Parece ser que en la Peninsula iaeomsnico, pero se m la artieuacion x] arraigs principal mitad meridional, mientras que en Kino 0 venir, ayer, cavalo, vino), ‘egiones, fb en otras; en cambio teanscribia dente de /b/tatinainicial be me > bien, br fica 6a pere >seba,1u pus > fabok pen ey se corvieron al sue, hasta el ya pronunciacién debis de ser ful en unas on 6 el fonema ocluive bilabial by, proc acchium > b1ug0)ode py latina intervocs. ro las confisiones ermpezaron muy pronto cn el ninar la [yen la segunda mitad del siglo xvvsahvn on Portugal, Levante y Baleates (véanse§§ 3, y ga). 28 Ast ofa demostrado Dimaso Alonso, La fagmentacion once pein, HmestoaFumo dele “Eaciclop. Ling. Hisp.», Madrid, of, 155-205, El beac norte peninsular ba si colonizacién sun Revue des Eanes Roumaines, IM. 4 195, 146) y lung der romunizchen Labialhonsonanten, Romanistische Ver, So-B:), Serta necesario un examien mas detenido 22. Bate resultado ha sido posible en cxelano porque las vals acentuadas, Je ye dellatin vulgar se hicieron jek [mel bE ne > bien, bina > bueno}y porate ls element Fates de tales diptongs se ientfcaron con las fence fa” ee E Alarcon Lorach, Foro expats, 3. ed, 16, §§ 443, U4). Alaceas supone que fa cia y norte de aspiracién 0 pévdidade Las lenguas prerromanas 4 ‘ativos |, segtin condiciones iguales en las dos wees ato scene ean ronan Ft a de wa wbacién ya de dos om son fevers ditintos ques op A ‘ J, donde nuestros romances 1 intervocélica; en posicién inicial, cor ene stl el vascoexige protss de una veal roa,erege$ 3gama- | arrasa ‘rosa’), que también se dio en espafiol preliterario (arroturas rationed hla en topnimosy apelids Unions, ‘Teesonb) ee h icos (raga / Arredondo) y aparece como prefijo en multitud de dobletes Ié tr rebatar Larrebatar,rebozar /arrbonar, et)” Latinos como pla n tatu han perdido la consonante inicial en su adaptacién vascuence (lndata) cosa aniloga sucedié en la evolucion castellana de ls grupos in ciales latinos ipl, /cl, /A-/ (p1an.u > *[planul > [lano})." Estas y otras coincidencias no parecen casuales. 5. Encl Alto Aragén, las oclusivas sordas intervocdlicas latinas se con- sin sonorizar (ipa, foratar, lacuna). En algunos va: »(Fanlo y Sercue) se sonorizan la oclusvas que si (cambo ‘campo’, puande ‘puente’, chungo ‘junco’, restos dispersos en otras localidades denuncian servan frecnentemen Iles de la misma reg sguen a nasal o liquids aldo ‘alo’, suarde ‘suerte’ ; 7 que el fenémeno aleanzé antatio a todo el Pirineo aragonés. En Ia Rioja de los siglos x y xt las Glosas Emilianenses conservan de ordinario las sordas intervocdlicas (lueco, moueteras, etc.), mientras conorzan us i la/t/ de aliguantas >alguandas;en documentos riojanos de la época hay otros ee 7 y coinciden con el H en bearni ejemplos semejantes. Los dos rasgos se dan da el vascoa las oclusivas de los latinismos que ha adopta- Cratamiento qu ode wna sola fel ‘lrxongecin suryntacuande hspanos acostambadosa su sstemna voctic d itn ain vulgar entc ey ef ene y/o de adoptae a dist imatizando enfiticamente las clos voraes abieras. Esta hipStesis merecerd total asent ola hablabsn len- fscn amo ec ona cone enya eden cle see somoel ns de nin ese 8 39. Menéndez Pidal, Origencs, § 40,3 Michelena, Fon. Hist. Vasca, § 8.1 3 Menenes Pl Ones ep os FF Jngemans Laer "BP. e77y 189, rechara, sin argumentos concluyentes, el influjo vas. 8 Historia dela lengua espariola do: el vasco no altera las intervocélicas tipula ‘cebolla’, Akula ‘cogolla’ e~ ‘Patha ‘espada'); pero sonoriza las que van tras m, 7, 7°01, tanto en los lati- nismos (tem pira > dembora, fronte > boronde,altare > aldare) como en formaciones indigenas (emenkoa > emengoa, lrantik > rund n vasco, el cardcter sordo.o sonoro de una oclusiva depende de los sonidos vecinos, sin constituir rasgo fonolégico diferencial; y la escritura ibécica cempleaba un mismo signo para sorda y sonora, meras variantes, sin duda, de un mismo fonema.* 6. Otros cambios fonéticos espafioles pueden atribuirse a substratos distintos del vasco. La sonorizacién de latinas parece coincidir origi s oclusivas sordas intervocélicas con la existencia de un anterior dominio céltico, Entre los celtas hispanos la indiferenciacién de sordas y sonoras debia de ser grande, a juzgar por gra- Flas alternas como Doitena y Doidena, Ambatus y Ambadas, Arcailo y Argae- 4a, Ataecina y Adaegina, -briga y -brica. Fstas vacilacioncs se extendian por todo el noroeste peninsular a partir de la linea Lisboa-Medellin-tierras de Soria: en las mismas regiones alcanzaron también a palakras latinas (im uw dauit por immutauit,perpeduo,Perecrinus,Aucus- tinus on inscripciones de la €poca romana); y hubieron de constituir base favorable para la sonorizaciéin de las oclusivas sordas intervocalieas, que en los siglos x al xt aparece especialmente arraigadaen Galicia, Portu. gal, Asturias y Letn,” 432 Véanse las stints opiniones expuestas por Sarothandy, Vestiges de phonétige iéienne eo teritoive roman, Revista Internacional de Bstuios Vasos, VI, 1913: R- Me- néndez Pidal, Onigenes del expatol, §8 46 y 55: G. Rohlf, Le Gascon, 1935, $8 364-370 ‘A. Kuhn, Der hockaragoneishe Dilek, Revue de Linguistique Romane, XI, £935,707 W.D. Bleock, De quelques affints phonétiques entre aragonite béarras, 1938; reseba de esta obra por T. Navarro ‘Tomis, Revista de Filologia Hispanica, 1, 1939. 195-17 A. Tovar, Los signoe silibicas ibis y lax pertnutaciones del eascuence, Emerita, XI, 1945 200 55.y A. Martinet, De la sonorsation de occlusive ntiales en basque, Word, VI, 950, "24-233 Para las Gloss y documentos rojanos, éase F. Gonsilee OM, Lasomorizaciin de lesconsonantessondastassomanate en ta Rofo. A propdsito del elemento ces en las Glovas Eni lianenses, Cuad, de Invest. Filoldg., Logzofo, {V, 1979, 113-124 33. A. Tovar, Lr wonoriaeiny end de las dteeoesiasy as exratsindocuropeose2 Hispania, Boletin de la R. Acad. Esp., XXVIIL 1948;Solre li cromaloga dela sonortaacin. Fn inscripciones celtibéricas constan Reet iamente en la Peninsula y en la Romania Cia prerormeeag En casi todos los paises roménicos donde estuvieron asentados los “grupo latino /kt/ evolucioné hasta llegar a iv 0 (2, soluciones en celtas Factu > pott. reparten los r a ve esp. noche, hechos cate nit, fe; prov. nec, fac rtf). La del Fenémeno (relajacién de la /k/ en [x], sonido igual al dela ‘oclerita) aparece en inscripciones galas y es general en irlandés, ugenus y su reduecién omances occidentales (lat, mocte s poste feito; primera fas castellana eno, que prohablemente habré de leerse *Reitugeno; el por Appano." Comoe! grupo kha sido una wansformacin andloga ttlade /kv/(lat.laxa re > port. feixars csp. exars fr. lasser), con igual ex ‘tensién, podria ser también de origen céltico. S Por himocen el centeoy noroestepeninsulars yen otras zonas oc cidentales de Europa hay testimonies eélticos de vocales inflexionadas por laaccién de otra vocal siguiente: por ejemplo, a un nominative Ancetus conresponde un genitivo Ang eiti. En este fenémena se ha visto un an- ricipo de la metafonia que con dliversa intensidad y aleance se da en la Ro» mania occidental: lat. FE ci, v €aT > fi.fis, vinss esp. hice, vines port fiz, tim. Seri necesario precisat las condiciones en que tal inflexi6n se produce ‘en las lenguas célticas y en los dlistintos romances.” § 5. HUELLAS PRERROMANAS EN LA MORFOLOGIA ESPASOLA 1. En enguas célicas ee Hispania —al menos en la celtibé bres de tema en /-o/ tenfan /-os/ como desinencia d ‘ot lu Romania Oceidental,«Hlomenaje a Frita Kulzer», 1952, 9-15: The Ancient Lang. of Sp and Port, 1961, 3-05 La hcl de lengeaton 1968, 88, y Einfhrung in die Sprach- ‘eihictne der ber, Hlbinsl,wgyy \t4-112:S. da Silva Neto, Histia da Lingna Portage, Rio de Jancito, 1952, 47-151. No rechazar la posbilidad del ubstratoctica A. Martine elke Leniton and Westers-Romance Consonants, Langoage, XVI, 1952 192-217, 8b Jungeman 5a 9h nnyep. cit 353989. = 34. W. Meyer-Lile, oduct linge romanicn, Madi, soa, $2375 To "2, The Ancient Lang, ofp. and Port, 81; Silva Neto, Hiri, 46 35. A.Tovar, The Acie Lang.,0s: infbrang 2 50 Historia a lengua espoiola 8s inseripcioncs aparecen araticos,calacoricos,lutiacos, etc, | en Funcién de sujeto. Ello pudo contribuir a que el nominativo plural lati. no en /i/ desaparecicra en Hispania y quedase una forma tinica -os para nominativo y acusativo. Véase § 18, 2. Fin espaiiol se conservan algunos sufijos derivatives nominales de abolengo prerromano, De ellos, los que tienen hoy mayor vitalidad son los lespectivos -arr0, -oFr0, -urro (buharr0, machorro, baturre), de origen medi terténeo primitive." Por los siglos xt y x1 subsistian ~ieco y -ueco (Ranma riecus, pennueco), procedentes de-Eccu y-Beeu nolatinoss ahora silo se encuentran, con pérdida total de significado, en palaras sueltas (mufie- a, morueco) y en nombres de lugar (arrueco, Baruecas)." En peiasco, ne- susca, Borrasea parcce sobrevi 1 un sufijo ligur asco." Acaso tenga el mismo origen el patronimico espaiiol en 2 (Sanches, Garciaa, Muitie, Mu ‘Roz, Ferrus); las esis contearias a su abolengo prerromano no han logtado ofrecer ninguna solucién satisfactoria, mientras que las terminaciones -2z, “<2, -02, abundan en toponimia peninsular y alpina presumiblemente li urs este su - fue incorporado por el vasco con valor posesivo 0 mo: dal. Del precélico 0 céltico -aiko,-aceu, muy atestiguade en ins: cripciones hispanas, proviene -iego, bastante activo en otro tiempo, pero 36. R. Menéndlez Pidal y A. Tovar, Los seis com-rr-en Espana fuera de ella, Bole la R. Acad. Esp,, XXXVIIL, 1958, 161-244 37. Menéndez Pidal, vigener§ 64, 38, Menendez Pidal, Toponimia prerom. hip 7981-83 ¥ 462-165, Supone origen Ho ligus J. Hubsehmid, «Encic, Ling. Hip.» , 462-963, y Die aiko-tuke-Suffve und das Pro (ler des Ligurischen (oba30 0.0) 39. Menéndez Pidal, Toponimia prervom.hip., 167-1925 Menéndee Pidal y A. Tovat, Los sf expatolesen «2m, execialmente los patrainicas, Bel. R. Ae. Esp, XL, 196% 371-460, Para otras teorfas, véanse Baist, Grund der ror, Phil cle Grober, 13" ed, 928: Conny tid, gpa; Carnoy, Le latin d'Bspagnc aps les inscriptions, 32-2355 W. Meyer- Llbke, Romaniiche Namensradien, Sitoungsberichte der. Akad.in Wien, 184, 1017.5°17) 1 Die iberoromanischen Patronymia auf «cz», Zetseh, f.. Philo, XL, 1919-1920, 210; ELC. Hilly, Spanish patronpmicr in 2, Revue Hispanique, LXWUL, 1926, 161-1931 LH. Gray, Lovgine dela termiaaison hisgano-portupase ez, Bulletin te la Société de L suistique de Paris, XXXVI, 1935, 103-166; [Caro Baraja, Materiales para una historia dé 1a lengua sascaen su rlacin con la asia, voq2, 102-113; E. Gaeta Gsmer, Hipocoriteas murciclago, de murciego, 0 en las alternancias s6tano y a viguo tal, Heércanos y Hércalfo) Overa. Aveces slo se conoce la for ja derivaca y no la primitiva; ast ocurte en néfaga, bélago y tantos otto. ‘Los esdriijulos latinos que se han conservado no bastan para explicar un {endmeno tan amplio; en cambio, la toponimia prelatina abunda en nom bres como Naiiira ylos ya citados Tamiga y Bracira,con sus yariantes Bracina yBracXla, semejantes a los actuales Huéreanos, Soléreano. El sustantivo paramo es indudablemente prerromano, 'yprobablemente lo es también légamo o légano. Parece tratarse, por Io tan- io, de un habito heredado de las lenguas peninsulares anteriores al la §6. VOCABULARIO ESPANOL DE ORIGEN PRERROMANO 1, Son muy numerosas las palabras espafiolas que no encuentran et ff adecuada en latin ai en otras lenguas conocidas. No pocas, exc ‘ela Peninsula, son tan viejas, arraigadas y caracteristicas que invitan a su- _ Pouerlas mas antiguas que la romanizacion: pot ejemplo, abarea, artiga, _ mulaga 0 aliaga, barda, barraca, barro, cueto, charco, galipago,manteca, perro, tebeco, samarugo silo, sima, taro, toca, tojos* pero no se ha encontrado fun: 40. Y. Malkiel, The Hispanic Suffe-ego. A Morphological and Lexical Study based on ‘Monrial an Diatectal Sources, Berkeley, 1951 41. R. Menendez Pidal, Manual de Giamatics hiéricaepatola, § 84; Origenes de! espa LE 8 61 y 61 bis,y Sufjordtomoren ef Mediterndneo Orcidental, Nueva Rev. de Fill. His, ‘F105, 34-55. R.Craddock, Latin Legacy vers Sbstratm Residue, The Unareed atonal Suffer inthe Rorsance Vernacular ofthe Westers Medcerranean,Betkeey- os Angeles, 960. 42. ears, ante wh, el Dice. ef ei, de la lenge cteliana de J. Cvomias, Ma- 04-258: Re Mendndee Pia, viene, Historia de ta lengua espafiole damento suf palabra espatola y una de fen formas baica y vaiga, semejantes al vaseo ibaiko ‘ribera'sarto corresponde al vasco arte ‘encina’; igtiedo y el vasco aketo ‘macho cabrio! los altoaragoneses itn ‘laguna’, y sarvio “especie de gamuza o cabra mon. Tal vez sea de origen libio tamujo, port. camuge, planta que sélo se da en wna franja de la Peninsula y en una zona de Argelia donde estuyo asentaca la tés' parecen relacionarse con los vascos ibai ‘rio’, ¢ izar ‘altura’, ete | sibles parientes parecen ibéricas, mediterrineas 0 acaso ilirio-ligures da- : rranco, carvasca, géndava ‘pedcegal’ lama ‘barre’, ete. Nava no solo se ex tiende por todo el dominio castellano y vasco, sino también por zonas al sy en el celta insular. El léxico de origen preceltao celta comprende sustantivos referentes al terreno: berrueeo, légamo, sera; nombres de arbo. Puerco y toro (en la inscripciéin de Cabeco das Fraguas por com y tau om seanticipan aos latinos porcus y ¢awrus)sterminologta rela (boustom enel bronce de Botorrita), amelga 0 ambelga, colmena, gan- cho, gorar incubar’, gilero, huero; ¥ otras palabras de campos seménticos diversos: baranda, basca, berrendo, cantiga, tarugo, los verbos estancar, atan car, ranzar, vray, etc, El calz6n era prenda caraeteristica del vestido celta, el término correspondiente, b rac , ha dejado el espafiol Braga; el uso de braca en la Peninsula esté asegurado por la existencia de Braciira 88 13, ¥ 85, y Toponimia prevom, hsp 267-275; Silva Neto, Hatéri, 273-308 Hub- Schmid, eKnciel, Ling, Hisp.»,1,28-65 y t2y-tggry A. Tovar, Les traces lingutigues cei ques dala Péiovule Ibrique, «Celticum V1. Actes dv Troisieme Colloque Intern. Et des Gauloises, Celiques et Protoreltiques», Rennes, 1953, 381-403. 43. V.Rettaldi, Romance Philology, 193 11a presromana hay af nidades fonéticas y significativas suficientes para suponer entre ambas parentesco o relacién no explicables por via latina o posterior: eega tenia en los sigs x y at lay ambronera’ postulan un étimo comin “e ko to seilorta significa lomismo que el vasco bil pestara vale igual que el vasco piztule, en conexibn con pizta‘legaiia’y antigua localidad de T am u ga di.” A juzgar por la geografia de sus po- | les y plantas: abedut, ali, dlamo, belenio, belesa, Berra, zo6nimos: garza, cionada con los quichaceres rtsticos: bucto ‘cercado 0 establo para bucyes’ “ente para sefialarles procedencia coneseta de alguna lengua precromana conocida, Mayor es la probabilidad de acizrto cuando entre ly los no-celt {Campoo) atestigua ce ‘asa’, de dondle el espaiiol ‘xa votiva de Leén (glo n'd.C), Bese Lat lenguas prerromanas 1 compuesto 3 ri, pueblo que habitaba la regién de Braga. : a Octaviolca (ciudad situada entre Reinosa y Aguilar de 1a cl empleo de ol ¢ a ‘terreno cercado inmediato a la ‘huclga (hoy casi olvidado; recuérdense nombres . ficos corno Las Huelgas y comparese el francés ouche). ea epigrafia latina de la Peninsuln no proporciona muchos datos. nee “Tullo ofrecea la diosa Diana los cier- ‘azados «in param acquorer; paramo no tiene aspecto ibéricos éltica o protocéltica de los pueblos que ede pertenceer a la lengua precéltica 0 protocéltica d oe tun el oeste de ka meseta seprentrional, Balsa figura como nom ee fanoso; ¢s la primera je una ciudad lusitana enclavada en terreno pa - del espafiol y portugués balsa, cat, bassa. El bronce de Aljustrel nuestra del espafal , jose (Pocrugal, siglo da «la usiae lapides>;de “Ia usa vienen el espaiol ae, port. fousa, cat. Hosa. Pros autores nos citan como hispanas o ibéricas hasta unas trcinta Jabras, que en su mayor‘a no han llegado al romance. De las que han Ferdured 5 no son originarias de Espaiia, sino latinismos provin- éiales 0 voces extranjeras.° Quedan, sin embargo, ciertos testimonios inte- resantes: Varr6n (> espaol ansa) no era vor latina, sino hispana; podria ser, en efecto, o peninsular. Plinio recoge arrugia ‘conducto subterrineo’, antecedente de arroyo; da use 7 especie ibérica de en- Lum ( esp. coseaja, caseaja) como nombre de wna esp cing; atribuye origen hispano a.cumiculus (> esp congo) Quinti- liano sefiala como oriundo de Hispania el adjetivo gu rds ‘estétido, tiecio’ (> esp. gordo, con cambio de sentido}; la palabra se usaba en latin perdurado, alg firma que lance fe Mere oe ind Bsn dps main, Ben, rye, Inspcioneeisiana de a Epa romain y gna, Basen, 2 ei 1969 {© Porcpgio cathy -Neocon anes cielo dela uc ficanoo espa sein Quintiano sl orgen de xp com ‘bat’ ero es vor lies 0 gals San lidororenge de vulgo peninsular aa em probable reqeesion de {ellamy ba rea derivada seguramente del riego ba ris “barca eins’ peroates “itd ya hacia el ao 2006 Cena inscripci del Algae 46. Véase V. Bertolli, Archivum Remanicor, XV, 1931 40% Romance Phiclogy 24.) Nuova Revit de Fol. Hip, 1947, 41-1495 Phin, 8217 lporum generis sunt oe Hispania losappelat 54 Historia de la lengua espatola desde varias generaciones antes.” ¥ en el siglo susErimologias cama ysarnay stip “mata resinosa parecida a la jara’. Bs Jenguas hispanicas los nombres de al cipalmente en la Peni 1 san [sidoro menciona en a,variantede stip pa >estepy probable que el latin tomase de lay lgunos productos cue se obeenian prin. sula, como plumb um (> es plomo),g minium (ompérense el nombre fluvial donde se exteaia abundante alena Mitio —en Galicia, tierra de ido de plomo— y el vasco min ‘vistoso, en. cendido}. Hispania era ya gran exportadora de core: l latin s u bey ( esp.sabral cat. surer port.sovr0,sobreiroit.sughero,sovero) parece set na voz peninsular adoptada.® 4: La influencia de las lenguas prerromanas en el vocabulario romance dela Peninsula, segtin lo que podemos apreciar hoy, se limita a términos de ‘ignificacién sumamente concreta, referentes en su mayor za yala vida material. No pervive ning tica y social ni a la vida del espiriu. ala naturale tino relativo a Is onganizacion poli § 7. ceuttsatos DEL Latin Noson prerromanos muchos celtismos que, tomados ce los galos, adqui- ron carta de naturaleza en latin y pasaron a todas o gran parte de las le ‘guas romances. Ast ocurrié con un no nbre caracteristico del vestido celta, amisia (> esp. camisa), La vivienda celta dejé al latin capanna (> esp. cabaria) la bebida tipica de los galos se lamaba ce revisia 5 ori gen del esp. cerveza, Medidas agearias de igual procedencia son nis > arpende yleuea > legua. Los rom: nombres de drboles, plantas y animales fol repen !anos aprencieron de los galos alauda y saimo sonenespa- alondra y salmén. La habilidad de los galos como constructotes de vehiculos hizo que los romanos se apropiaran los celtismos carrus » carro y 47. S Perndndea Ramirez, Rev. de Fiol, Esp., XXVI,1942,536,y A. Tovar, Noraer- ‘motigicas, «Homenaje V. Garcia de Diego>, 1, Madrid, 1976, 560-55, 48. V. Bertoldi La Hera en el susrarodenico-lingitico del Mediterinco, Nueva Rev de Filol. Hisp.1, 1997, 228-147. 49, W. Meyer Lib, Introd al Ling Romsnica, Macti, 1926,88 43-3. Las lenguas prerromanas 55 entum ‘carro de dos ruedas's carpentarius ae Pe fntido hasta hacerse equivalente de tigmarius, yes inos celtas que lograron gran difusién en el ocei- rigos ‘fuerza’ (> esp. brio) yvassallus eat __ pig su sentido hasta de carpintero.” Dos té dente de Ja Romania son & nos desconocfan. fo), que sirvié para designar una relacién social que los ror os esp, easallo)s P § 8. vasouismos Después de la romanizacién, el vascuence ha seyuido proporcionan al Fol algunes vacablos. En la Alta Fdad Media el domingo de la lengua __Ggocnera més extenso que ot ls atualidad, vel crecimiento del rina nav ro tavorec6 la adopcién de vasquismos, En el siglo x las Glosas Emil come one comancesen nono ols entaban nombres como Garsea > Garcia, Banco > lige’ encase ea see mente bildar ‘miedo’ como término conocido para sus oyentes. Por esta época annaia ‘hermano’ y cha (< vasco aia, ‘padre) formaban sobre nombres honorifics oafectivos («Minaya Alvar Paiiez» en cl Poema del Cid: «Miechs don Ordoniow, en documentos del sig x1) Sines, de tigen latino, contendia con isquierdo(< vasco €2 ke ),que habia dei ponerse. De za ti ‘pedazo’y su diminutive 2 atik o ,vienen ato y cai- 0 ‘pedazo de pan’, ‘pequena cantidad?, usado por Berceo; en las cortes rmedievales se Hlamaba atiquero al criado que levantaba Ia mesa de los tefiores 50. Elusodecarpentarius conelvalordetignarivs aparece ya en Paladio (Prange aia 1967.19). Cat tro von atm eden come rsd Hauser (Romanische Fochonge L197, 23} aged en pe fia st asepurada por la el derivado carpenterfa, que figura enn documento oveten Uossitlos ox (Mtioz y Romero Cole de Furor Municipals, 8475129). St. GM. VerdS, Ju hnigo,ftes, Huiegr. Histon y Morfologie, Misceténea Comi Was XX, 197445-61 y 207-293, 52. R. Menéncler,Pidal, Cantor de Mio Cid, I, 1946, 121%, y Chamanttn,en Toponini. reigp 239 _ Historia de ta lengua esp El vocabulario espaitol de origen vasco segura o prebable incluye side. ims términos alusivos a usos hogarefios, como secarray:® nombres de mic nrerales, plantas y animales, como pizarva, chaparro, acaso sumaya; preda, dle vestir, Bina y samara; agi traccién y ganaceria, Jaya, “pala de labrar’ narra, cencerro; navegacion, gabarra; metalurgia, chatarra; supers. \iciones, aguclarre; juego, drdago, etc. Del vasco burt ‘de cabeza’, ctuzady probablemente con una voz srabe, vienen los espaitoles de bruzos, de Bry. 4s,de braces, yel portugues de brucos.% En ocasiones la palabra vasca es, su vez, de origen latino 0 roménico: asi, del latin a ug uritum proviene la interjecci6n vasca de saludo 0 despedida agur, de donde el espaol agur, usado como despedida a partir del siglo xv pot lo mencs;el latinciste. Ha dio en vasco rristera, que ha pasado al castellano en la forma chistera, nuestta chabola es adopcién reciente del vasco trabola, pero éste procede | del Hamel capes iee clreel?® aoe | préstamos, a influencia lé siendo, enorme. * A cambio de estos y ottos escasos ca del espafiol sobre el vaseo ha sido, y sigue 453: J. Corominas, Revista de Fill. Hispsinica, Vp. 8 54 Tovar, Boletim de Filologia, VIM, Lisboa, 1947, 367, 55. A. Castro, Rev. de Filo Esp, XX, 1933, 60-61; J. Coron Peas 1 LALENGUA LATINA EN HISPANIA § 9. ROMANIZACION DE HISPANIA" sunda guerra pinica decidié tos dlestinos de Hispania, dudosa hasta entonces entre las encontradas influencias oriental, helénica, celta y “Africana, En Al aiio 218 a.C., con el desembarco de los Escipiones en Am- purias, empieza la incorporacién definitiva de Hispania al munclo grecola- tino, Gades, el éltimo reducto cartaginés, sucumbe el 206, y los romanos emprenden la conquista de la Peninsula. A principios del siglo 1 les que- “ daban sometidos cl nordeste del Ebro, cl litoral mediterréneo y la Bética Lacontienda sostenida por lusitanos y celtiberos duré més: aun después de | Tadestruccidn de Numancia (133) se registran nucvas insurrecciones. En el siglo repercuten en nuestro suelo las discordias eiviles de Roma. La paci - ficacién del tertitorio no fue completa hasta que Augusto domin6 a cénta- bbros yastures (afio 19 .C) Mientras tanto el se ‘mundo entonces conocido: a Talia y su el siglo 1 Hiria, Macedonia, Grecia, ef norte de Africa y la Galia Narbo- nense; en el 1, Asia Menor, Galia, Egipto, el sur del Danubio y los Alpes. Asi el Oriente, colosal y refinado; la Hélade, cuna del saber y la belleza, Pero incapaz de unificarse politicamente; y el Occidente europeo, habitado -quica, queciaban sujetos ala dis: {fo romano se habia ido extefidiendo por todo el as circundantes se aia or pueblos discordes en mezcolanza ‘iplina ordenadora de un Estado universal &: Veanse A. Garcay Belo Lalani de Hip, Achivo Bp. de Arqueolo- 2.XL, roy, yl bibligrafia citada por Baling, La formacin de los doin i Bits, la Peninsula Tbevica, Mobi 197, 104-105,

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