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Etnobotanica Cuantitativa Entre Los Hoti PDF
Etnobotanica Cuantitativa Entre Los Hoti PDF
by
EGLEE L. ZENT
of the
DOCTOR OF PHILOSOPHY
ATHENS, GEORGIA
1999
Etnobotánica Hotì: Explorando las interacciones entre la flora y el ser
Egleé L. Zent
B.S., Universidad de Los Andes, 1985
M.A., Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, 1991
M.A., University of California 1994
of the
DOCTOR OF PHILOSOPHY
ATHENS, GEORGIA
1999
© 1999
Eglee L. Zent
by
Egleé L. Zent
Aproved:
Approved:
Approved:
23 October 1999
Date
Para Stanford
por todos los segundos en que la selva nos reveló uno...
iv
EGLEE L. ZENT
Hotì: Ethnobotany: Exploring the interactions between plants and people in the Venezuelan
Amazon
(Under the direction of O. BRENT BERLIN)
This study describes the ethnobotany of the Hotì, a group of about 800 Indians living in
the Serranía de Maigualida of the Venezuelan Amazon. Field research was conducted
between 1996 to 1999, mostly in four socioecologically different Hotì communities: Caño
Iguana, Caño Mosquito, Caño Majagua y Kayamá. The methodology includes quantitative and
were made in four one-hectare plots set up in different ecological areas, and on the
basis of this data different forest types were defined. A total of 59 families, 247
2. Explore Hotì cultural ecology, one of the least known ethnic groups in Venezuela.
analyzed in the light of current theory. The system exhibits well defined
ethnobotanical categories: Kingdom (unnamed), Life Form (10 taxa), Generic (565
taxa), Specific (509 taxa) and Varietal (5 taxa). The percentage of polytipic generic
taxa, (108) 23,6%, is in agreement with the 20% predicted by the theory.
4. Test the hypothesis that the Hotì, described as incipient horticulturalists, have less
extensive and less detailed knowledge of the plant world than more horticultural
lowland groups. Data from the ethnobotanical plot surveys in fact shows that the
comparison to other groups, thus falsifying the null hypothesis. The global use
percentages of the plot species are between 49% to 100%, corresponding to the
Muchos momentos segmentados y continuos han pasado desde que este trabajo
apareció como posibilidad de vida por tres años. Innumerables gestos de apoyo se esconden
en la mayoría de palabras que expresan esta exploración de la selva y los hombres a través
múltiples por más de una conciencia sensible que me tocó en este paisaje tempo-espacial que
Hotì, la palabra que resume mi vida de los tres años objetivos pasados aparece ahora
calada en mis huesos y verdad toda. Mucho más allá que circunscribir a un grupo de personas
toda por el mero hecho de ser y estar diferentes a otros entes. La condición humana no
escondida compleja y sencilla, cruda y con poco adorno se repite en ecos casi primevales en
despierta del ahora. Trascendiendo la gratitud objetiva y auténtica que siento hacia todos
transmitieron la sutilidad de saberse hombre y nada más. Sigo aprendiendo en esta senda a
partir de ellos. Gracias a los Hotì por ser el único y más importante vehículo de acceso en
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vi
interconecta con el cosmos mediante múltiples niveles. Gracias por haberme permitido otear
en algunos de esos niveles y aun sonreir ante lo absurdo de mis peticiones. Gracias por
sílaba de esta expresión científica y de aquel recorrido a un íntimo yo. Gracias. Tu presencia
investigación científica compleja dejando lugar a un recorrido sólo sensible mas allá de la
aterrizaje fueron leña presta a mi configuración de ideas pese y en virtud de las miles de
discrepancias que nos caracterizan. Gracias por dejarme adentrar en el mundo de los
números comulgando con las letras en una suerte de contrapunteo crónico. Gracias por tus
intelectual, por creer en mí como ser pensante y creativo. Aun, gracias por respetarme
trabajo jamás habría alcanzado la profundidad, intensidad y extensión que logró. Siento
gratitud especial hacia Basilio Márquez, Piaroa amigo y colaborador genuino, gracias por el
resolución de problemas prácticos en el campo, desde buscar leña o el camino perdido hasta
permitir el acceso a través de los troncos tapando los caños o escalar lo más alto por aquella
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flor unicata en el dosel del bosque. Gracias por cuidarme siempre en la selva. Junto con
Basilio, otros Piaroa en especial Julio Márquez, Jesús Antonio Martínez, Felipe Mendoza,
el acceso a las localidades, las tareas de transporte, carga y colecta de muestras botánicas
y pusieron de manifiesto que sin los indígenas de la selva, ellos, es sencillamente imposible
ganar acceso efectivo a este ambiente. A ellos se suman los Yabarana Adrián Díaz, Canoso
Pérez, Hermes Díaz y Joel Pérez. Gracias a todos, incluyendo los buenos gestos y atenciones
Márquez sus padres e hijos, a Olmer y Norberta Díaz y sus hijos. María Elena González
además, nos alojo con mucha simpatía en su casa, donde podíamos disfrutar además de
interesantes conversaciones, de los servicios del único baño accesible luego de meses.
Gracias por permitirnos usar tu casa pese a que estabas ausente, lo aprecio genuinamente.
lengua Hotì. Su amistad y buen humor durante los meses que compartimos las caminatas en la
Deseo agradecer encarecidamente a Otto Huber, Nelda Dezzeo y Erika Wagner, por
la cuidadosa y critica revisión de algunos de los capítulos de este trabajo. Sus sugerencias
fueron incorporadas y bienvenidas. Con Otto y Erika además tengo una deuda intelectual que
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académicos, palabras y amistades, Gracias a ambos por siempre! Otto además me permitió
Dos de los mapas y las figuras 1 a 6, fueron dibujadas con muy buena voluntad y
eficiencia por Carlos Quintero, profesional y amigo con quien siempre he contado, gracias.
Con muy buena disposición y una sonrisa siempre, Pedro William Bello facilitó el transporte
personal y de las muestras, del equipo y los datos desde Puerto Ayacucho hasta sus destinos
finales. No solamente fue agradable viajar con el Sr. William dadas sus interesantes y
amenas conversaciones además de sus agudas observaciones sobre la selva y su gente, sino
“Julian Steyermark” no sólo las plantas colectadas y el equipo depositado fueron cuidados,
Gracias a todos por sus sonrisas y estímulos, reconocimientos y afecto de todas las
muy buena voluntad. Siempre se encontró allí afecto y palabras de aliento. Gracias Stephen
venezolana.
es invalorable, recibe mi mas sincera gratitud. Fred Stauffer, Otto Huber, Gerardo Aymar,
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ideas. Gracias Brent por respetarme siempre como persona y como pensante. Gracias por tu
recepción y por el esfuerzo evidenciado en la lectura del manuscrito del aquel primer esbozo
este estudio que traje a Athens con la intención de terminar el doctorado, luego de una
ausencia y silencio básico de los tres años de campo. Gracias por recordarme luego de todos
esos meses! Mi gratitud honesta con el mismo peso y en esta línea de ideas, se hace
extensiva al resto de los miembros de mi comité, Elois Ann Berlin, Frank Golley, Ted Gragson
y Carl Jordan. Citados sin orden de prioridad sino más bien alfabéticamente! F. Golley y C.
Jordan además han constituido mas de lo que podría reconocer figuras de estimulo siempre
presente dados sus trabajos de campo pioneros en el Amazonas venezolano, puedo imaginar
las dificultades que superaron para llevar a cabo trabajos de investigación de calidad en un
ambiente inaccesible hace más de dos décadas. Ted Gragson además de haber trabajado
contestar mis mensajes cada vez que lo contacté, Gracias Ted aprecio tu buena voluntad y
recepción. El seminario que atendí dictado por Ted Gragson y Carl Jordan en conjunto,
contribuir a mi crecimiento intelectual. Durante horas las ricas y animadas discusiones que
mantuve con Frank Golley en los seminarios tutoriales que me brindó con una sonrisa y una
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apoyo. Una sonrisa y amistad muy lindos, he sentido también de Elois Ann Berlin, agradezco
opiniones. Aunque nunca tome clases con Elois Ann, su trabajo en el Amazonas como mujer e
intelectual me estimularon en mas de una ocasión, Gracias! Junto con los miembros de mi
Georgia, son académicos que pese al poco tiempo en que asistí a esta institución me
proporcionaron instrumentos intelectuales que sin duda han dejado su huella en mí, además
desagradables o tristes: salvo un caso de malaria para el que se contó con el tratamiento
adecuado en la selva, salud y bienestar fueron constantes prácticamente todo el tiempo. Las
investigación final de este estudio. Junto con mi Madre, mis hermanos y sobrinos me
estimularon siempre y me recibieron con mucho cariño cada vez que regresé de las
temporadas de campo. Francisco, Mirita, Chuy, Balín... Mi segunda familia, la que me adoptó al
contraer matrimonio también se mostró siempre muy cercana, solidaria, y cálida apoyando mi
trabajo, entre ellos debo mencionar en especial a Maureen and Tom, quienes durante los
últimos meses me han bienvenido en carino intelectual, material y espiritual. Todos ellos son
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parte de aquellos sólo sensible intangibles que siempre empujan a ser más en amor e
·Kali, mi hijo por nacer, que apareció en mi vida justo al emprender la redacción de
este trabajo, constituyó sin duda mi estímulo mayor para acelerar el paso anticipando su
bienvenida con amor. Gracias! tu presencia sin rostro en mi vientre aun demarcó una agenda
no prevista y me indicó el camino adecuado para terminar con felicidad esta etapa de mi vida.
Etnobotánica Hotì: Explorando las interacciones entre Plantas y Hombres del Amazonas
Venezolano
Dedicatoria ................................................................................................................................................ iv
Agradecimientos ........................................................................................................................................ v
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Apendice 1: Listado general de plantas ordenadas por Familia botánica .............………….….. 418
Apendice 2: Listado general de plantas ordenadas por Género botánico ……………………….…… 447
Apendice 3: Listado general de plantas ordenadas por Genérico Hotì ………………………….…… 472
Apendice 4a: Respuestas con el concenso más alto en Caño Iguana ……………………………….…… 497
Apendice 4a: Respuestas con el concenso más alto en Caño Mosquito …………………………….…. 500
Apendice 4a: Respuestas con el concenso más alto en Caño Majagua …………………………….….. 504
Apendice 4a: Respuestas con el concenso más alto en Kayamá …………………………….………….... 509
Apéndice 5: Algunas fotografías que ilustran las actividades de los Hotì ………………...……… 514
Indice de Tablas
especie, CI .......................................................................................................................................................... 99
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Tabla N° IV.1: Algunas plantas utilizadas en el aseo personal y limpiezas ................................. 158
Tabla Nº IV.3 Lianas que alivian la sed y mitigan la fatiga en las caminatas ............................ 176
Tabla N° IV.6: Valores Relevantes de tres especies colectadas por los Hotì en las parcelas
Tabla N° IV7: Algunos recursos bióticos colectados que estimulan expediciones .......................... 193
Tabla N° IV8: Algunos artefactos elaborados con maderas de plantas silvestres ................ 195
Tabla NºIV.10: Animales de presa: Mamíferos cazados por los Hotì ....................................... 216
Tabla NºIV.11: Animales de presa: Aves cazadas por los Hotì ................................................. 217
Tabla Nº IV.14: Inventario parcial de peces capturados por los Hotì ..................................... 238
Tabla Nº IV.15: Plantas usadas en la Pesca como carnada o barbasco ..................................... 240
Tabla Nº IV.16: Parcelas de Muestreo en Conucos Hotì según Edad ...................................... 246
Tabla Nº IV.17: Parcelas de Muestreo en Conucos Hotì según Lugar ..................................... 246
Tabla Nº IV.19: Frecuencia de los cultígenos en 1 hectárea de conuco sembrado ................. 250
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Tabla N° V.4: Atributos perceptuales característicos diferenciados entre las especies de iye
Tabla Nº V.8: Distribución de taxa residuales según la categoría supeordinal del segundo
Tabla Nº VI.1: Distribución de las entrevistas etnobotánicas en las parcelas botánicas según
CI ......................................................................................................................................................................... 340
MO ....................................................................................................................................................................... 348
MA ....................................................................................................................................................................... 355
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KA ........................................................................................................................................................................ 362
Tabla Nº VI.8: Población relativa de los grupos étnicos donde se han conducido estudios de
Tabla Nº VI.9: Porcentaje de plantas usadas por algunos grupos de tierras bajas
1996-98 .. ............................................................................................................................................................ 57
1996-98 ............................................................................................................................................................. 59
1996-98 ................................................................................................................................................................ 68
1997-1999 ............................................................................................................................................................ 83
Gráfico Nº III.5: Temperaturas Máximas y Mínimas Promedios en el área Hotì 1996-1999 ...86
1996-1999 .. ........................................................................................................................................................ 88
Gráfico Nº III.8: Histograma de tamaño (DAP) de los individuos de la parcela, CI .............. 104
Gráfico Nº III.9: Area Basal Total en los 10,000 m observados en los 25 cuadrantes ....... 105
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xx
Gráfico Nº III.11: Histograma de tamaño (DAP) de los individuos de la parcela, MO ........... 116
Gráfico Nº III.12: Area Basal Total en los 10,000 m observados en los 25 cuadrantes ...... 118
Gráfico Nº III.14: Histograma de tamaño (DAP) de los individuos de la parcela, MA........... 130
Gráfico Nº III.15: Area Basal Total en los 10,000 mts observados en los 25 cuadrantes .. 131
Gráfico Nº III.17: Histograma de tamaño (DAP) de los individuos de la parcela, KA ........... 143
Gráfico N° III.18: Area Basal Total en los 10,000 m observados en los 25 cuadrantes ..... 145
Gráfico N° IV.1 : Frecuencia de plantas no comestibles en los conucos Hotì .......................... 251
Gráfico Nº IV.3: Carbohidratos cultivados que presentan las mayores frecuencias en los
Gráfico Nº IV.4: Frecuencia de las gramíneas cultivadas en los conucos Hotì ....................... 254
Gráfico Nº IV.5: Frecuencia de los tubérculos cultivados en los conucos Hotì ...................... 255
Gráfico Nº IV.6: Frecuencia de frutales cultivados en los conucos Hotì ................................. 255
Gráfico N° IV7: Frecuencia de Musa paradisiaca y Carica papaya en conucos Hotì ............. 256
Gráfico N° VI.10: Competencia Etnobotánica en la Categoría Genérico según sexo ............ 377
Gráfico N° VI.11: Competencia Etnobotánica en la Categoría Específico según sexo .......... 378
Gráfico N° VI.12: Competencia Etnobotánica en la Categoría Alimento según sexo ............ 379
Indice de Figuras
Figura N° 2: Términos Clasificatorios de tres etapas de vida de la Palma y su raíz ............ 308
xxii
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Capítulo I -
Introducción:
2. explorar el estilo de vida de los Hotì, el grupo étnico menos conocido y contactado en
4. verificar la hipótesis de que los Hotì, descritos como un grupo humano relativamente
(Balée 1994).
dada la carencia de información científica acerca de ellos, en tanto que los dos últimos se
insertan en los cuerpos teóricos fundamentales de la disciplina científica que abraza esta
corresponden a las cuatro motivaciones señaladas, salvo el siguiente capítulo (II), que
1
2
contemporánea.
Más específicamente, el inicio del inventario botánico se llevó a cabo en la región que hemos
(metros sobre el nivel del mar), donde mayormente tienen lugar las actividades humanas. Cabe
recursos vegetales que ocurren sobre esa elevación, las cuales también fueron objeto de
exploración.
La Serranía o Sierra Maigualida ha sido considerada por botánicos y ecólogos como una
de las áreas potencialmente más rica en biota y al mismo tiempo constituye una de las regiones
menos exploradas científicamente en Venezuela (Otto Huber, Angel Fernández, Paul Berry,
Nelda Dezzeo comunicación personal). En este sentido, las publicaciones más recientes acerca
de la flora global de la Guayana venezolana que incluye la Sierra Maigualida, registra descritas
9411 especies de plantas vasculares, determinadas en 1786 géneros y 230 familias (Berry et
al. 1995:161; MARNR 1998:29). Vale destacar que pese a los esfuerzos de las dos últimas
décadas, la región es aún poco conocida y tal vez un número significativo de plantas no se ha
descrito. Por otra parte, sólo tres familias (Brassicaceae, Crassulaceae y Plantaginaceae) no
son nativas o locales, encontrándose sólo 123 especies no nativas a la Guayana venezolana
(Berry et al. 1995:162). Estas cifras expresan un nivel muy bajo de invasión o introducción de
especies foráneas que a su vez es indicativo de poca alteración y una flora local
3
montañoso más largo y contínuo del Escudo Guayanés, lo que convierte a esta formación de
1995b:200).
local los factores determinantes que estimularon nuestro primer recorrido exploratorio por la
región. Salvo amplias categorizaciones de tipos de bosque deducidas a partir de fotos aéreas e
para la Sierra Maigualida se resumen a cinco recorridos restringidos a áreas con acceso aérea
y a las cimas de las montañas. No fue sino hasta 1988 que la región fue visitada por un
fitoecólogo, Otto Huber de la Fundación Instituto Botánico de Venezuela (FIBV) quien contó
con financiamiento de Edelca (Electricidad del Caroní, compañía del Gobierno venezolano).
Huber recorrió las cimas de Maigualida en helicóptero y colectó las primeras muestras
botánicas locales (Huber 1995a:122). Subsecuentemente, O. Huber y Paul Berry del Missouri
Botanical Garden, realizaron tres visitas más (Huber 1995c:93), entre finales de la década 80
e inicios de la 90, cuando colectaron muestras botánicas, desplazándose también con la ayuda
de helicópteros. Según Huber (1995:93c) puede considerarse que las cimas de Maigualida
están moderadamente exploradas. Finalmente, las laderas norte de la Sierra Maigualida fueron
visitadas en 1989 por dos botánicos venezolanos, Gerardo Aymard y Angel Fernández, de
recorrido Aymard y Fernández colectaron las primeras muestras botánicas locales aunque se
considera que el área fue mínimamente explorada (Huber 1995c:93). Han sido probablemente
el difícil acceso a la Sierra Maigualida (que además eleva) y los costos de financiamiento, las
razones que explican las pocas expediciones científicas a la zona que dan como resultado el que
se conozca tan poco de esta región (Huber 1995a:122). En conclusión, las únicas muestras
cuales provenían de sondeos exploratorios efectuados vía aérea desplazándose con la ayuda de
(alrededor de los 2000 m snm), es decir en las áreas de la provincia vegetal de los tepuy, las
singulares y antiguas montañas con topes aplanados de la Guayana venezolana (el término tepuy
fue adoptado por la comunidad científica siendo originalmente un vocablo indígena Pemón,
lengua de tronco Caribe). La riqueza vegetal del área a alturas inferiores, se infería dadas las
sin duda el conocimiento de la flora local, dado que hasta 1995 al menos, no existía información
El grupo étnico con el que se llevó a cabo esta investigación se conoce como los Hotì,
vocablo que traduce seres humanos. En general, los Hotì constituyen un pequeño grupo de
indígenas que ocupan las estribaciones y flancos de la Sierra de Maigualida, al norte y al sur, en
los Estados Amazonas y Bolívar, al sur de Venezuela (véanse Mapas Nº 2, Nº 3 y Nº 4). Los
indígenas Hotì son el grupo etnolingüístico menos conocido y contactado en Venezuela y para
algunos incluso en las tierras bajas Suramericanas (Henley 1982:23). La historia oral reporta
que en 1942 los Hotì fueron contactados por primera vez por lugareños mestizos criollos,
5
aunque la observación fue breve y frugal, se reportó que aun utilizaban instrumentos cortantes
de piedra (Coppens 1983:254). Contactos más frecuentes entre los Hotì y el exterior se
Las afiliaciones culturales, lingüísticas y genéticas de los Hotì han sido tópicos de
debate, sin haberse establecido aun ninguna conclusión firme (cf. Guarisma y Coppens 1978;
Coppens 1983; Mattéi-Müller et al. 1997). En su gran mayoría, los Hotì son hablantes
monolingües aunque algunos pueden comunicarse en la lengua de tronco caribe del grupo étnico
aledaño, E'ñepa, y algunos pocos manejan un español básico. Existen muy pocas referencias
un estilo de vida descrito como cazadores-recolectores. Las relaciones entre los Hotì y su
Amazonas venezolano, donde tradiciones orales de indígenas como los Piaroa, Yabarana o
E'ñepa o de aquellos criollos rurales que escucharon acerca de ellos, los describen en términos
contradictorios. Así, la tradición oral define a los Hotì en una suerte de gradiente que se
extiende desde versiones cercanas a la literatura roussoniana donde los Hotì encarnarían bien
al buen salvaje, hasta aquellas percepciones que los tacha de salvajes, incontrolados o
los Hotì con sus actividades diarias, incluyendo la descripción de las diferentes esferas de
categorías etnobotánicas Hotì, con respecto a sus correspondencias o divergencias con los
Berlin et al. (Berlin et al. 1966, 1973, 1974; Berlin 1972, 1973, 1976, 1992; Hunn 1976, 1982;
Bulmer 1967, 1970, 1974, 1979; Conklin 1954, 1962; Hays 1979, 1982, 1983; Kay 1971, 1975;
etnobiológicos son complejos y comprehensivos (Brown 1985; Berlin 1992; Atran 1985; entre
otros). No obstante, se ha señalado que desde perspectivas comparativas los grupos humanos
más elaborados que aquellos grupos con tendencias menos agrícolas. La aseveración anterior
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sugiere la exploración comparativa del conocimiento botánico poseído por grupos más
sedentarios versus aquellos con una orientación más nómada. Así, se ha afirmado que los grupos
en una politípia muy baja o ausente (Berlin 1992:131; Hunn y French 1984; Brown 1985) si se lo
compara con el de grupos horticultores (cf. Hunn y French 1984; Brown 1985). Se han
propuesto varias hipótesis para explicar esta diferencia, tales como: (1) bajas densidades de
población y altas movilidades de los grupos forrajeros (Hunn y French 1984); (2) contar con
una fuente de alimento alterna o con una suerte de garantía en contra de los riesgos
agrícolas, en caso de que los cultivos fallen (Brown 1985), (3) una mayor familiaridad con la
flora local en virtud de patrones de asentamiento más sedentarios (Balée 1994), y (4) aumento
de la biodiversidad local mediante la actividad humana (Logan y Dixon 1994). Pese a que se las
Hotì constituyen un grupo atractivo para verificar esta hipótesis, ya que los datos etnográficos
sugieren que, a lo largo del continuo de estrategias de subsistencia de grupos de tierras bajas
neotropicales, exhiben un estilo de vida más cercano a aquellos descritos como cazadores-
recolectores.
En esta vena de ideas, se han señalado específicamente a los Hotì como potencialmente
por dedicar al menos seis meses al año a actividades de forrajeo (fundamentalmente caza y
pobre reflejado en la riqueza del vocabulario asignado a las plantas que a su vez redunda en un
menor despliegue en el ámbito de usos con respecto a aquellos grupos definidos como
clasificatorios se predice que grupos humanos como los Hotì presentarán un menor
conocimiento de las plantas locales expresado ello en un número más bajo de plantas
reconocidas. Datos de grupos humanos descritos como trekking en las tierras bajas del Brasil
parecen reflejar un inventario de plantas mucho menor y, más importante aun, una mínima
de los grupos humanos en cuestión. Se proyecta, según este modelo hipotético una relación
directa y proporcional entre las siguientes variables: una mayor aprehensión y conocimiento de
la flora local, en tanto mayor sea el sedentarismo y las prácticas hortícolas de los grupos
observados.
Hotì con aquellos colectados entre otros grupos de tierras bajas suramericanos bajo
metodologías similares ponderables tales como los llevados a cabo por W. Balée entre los
Ka'apor (1994) y Tembe (Prance et al. 1987), o por B. Boom entre los E'ñepa (1990) y Chácobo
I.5 Hipótesis
de los seres humanos en general. Estos se expresan además en dos niveles de análisis: (a) los
botánica en torno, o bien, ¿cómo ilustra la etnobotánica Hotì al confrontársela con los
genéricas y específicas en el sistema clasificatorio Hotì? (Berlin 1992; Balée 1994) y (b) los
aspectos utilitarios relativos a los porcentajes de plantas locales conocidas y utilizadas por
ambiente botánico utilizan los Hotì al compararse porcentualmente las categorías utilitarias
H Los Hotì, un grupo étnico del Amazonas venezolano, posee un conocimiento botánico
Ho Los Hotì, un grupo étnico del Amazonas venezolano, posee un conocimiento botánico
I.6 Permisología.
Venezuela bajo la jurisdicción del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales
permiso en la División de Asuntos Indígenas (DAI) nivel nacional, dependencia del Ministerio
de Educación (ME). Al otorgarse ambos permisos a nivel nacional, las instancias regionales de
MARNR y ME deben apoyar o denegar los estudios propuestos. Por el MARNR corresponde al
Servicio Autónomo para el Desarrollo del Estado Amazonas (SADA) otorgar la tercera
Amazonas (GEA), emitido paradójicamente por la Oficina de Turismo Regional (OTR). Todos
estos permisos deben ser aprobados por el Ministerio de la Defensa, a través del Regimiento
de la Guardia Nacional de Venezuela (GNV), sectorial Puerto Ayacucho, capital del Estado
cuando las reglas del juego cambian a medio camino como sucedió en nuestro caso.
comprometiéndose a preservar y conservar no sólo los recursos genéticos sino también los
11
miembros de las comunidades locales. Sin embargo, no fue sino hasta 1998 cuando se
conformación por las dependencias de SADA, DAI, ORAI y de la ONG indígena conocida
la OTR y GNV son muy recomendados también. Sin embargo, para obtener los permisos de
Genéticos, sin el cual los restantes permisos no son otorgados ni procesados. Obtener este
contrato es complejo y difícil, sólo sería justo añadir que gran parte de la legislación actual
venezolana pertinente está aun en revisión lo cual dilata el proceso usualmente mas allá de
El presente proyecto se condujo con todos los permisos vigentes en cualquier etapa
incluir los períodos de traslados. Como se mencionó en el proyecto original, durante todas las
esposo, Stanford Zent, quien estaba llevando a cabo un proyecto paralelo y comprehensivo
entre los Hotì, titulado La Ecología del Comportamiento entre los Indígenas Hotì del
12
Movilidad Espacial. En los apartes siguientes se especifican los períodos y naturaleza de las
En Agosto de 1994, se llevó a cabo una primera exploración del área Hotì de Caño
Mosquito y Caño Iguana. Durante los meses de Mayo a Agosto de 1996 se condujo una
exploración más intensiva y general de las poblaciones y territorios Hotì. Parte de esta
de Manchester, Inglaterra. Los fines de esta exploración pueden resumirse como sigue: (1)
evaluar las variaciones socio-ecológicas, (2) seleccionar la(s) comunidad(es) para el estudio
intensivo, y (3) alcanzar un primer acercamiento con el idioma Hotì. Durante esta
regiones: Río Asita, Caño Iguana, Caño Majagua, y Caño Mosquito, Estado Amazonas; y Alto
Río Cuchivero y Caño Kayamá, Estado Bolívar, al sur del Orinoco en Venezuela. Con la ayuda
de manera aislados unos de otros, variando el número de miembros que ocupan el mismo
Kayamá que puede alcanzar en algunas épocas del año entre 200 a 300 Hotì. El Censo
Indígena de 1992 (OCEI 1993), reporta 643 Hotì distribuidos entre aproximadamente 25
comunidades, y el registro censal llevado a cabo en esta investigación alcanza a 750 Hotì.
intensivo (véanse Mapas Nº 1 y Nº 2 al final de este capítulo): Caño Iguana, Caño Majagua
13
(Medio), caño Mosquito (Medio) en el Estado Amazonas y San José de Kayamá en el Estado
dos se ofrece una descripción detallada de las diferencias y similitudes entre los cuatro
asentamientos.
1997 para la primera fase, desde Mayo a Septiembre de 1997 para la segunda fase, desde
Enero a Mayo de 1998 para la tercera fase, y desde Septiembre de 1998 a Febrero de 1999
colección de datos: la comunicación con los Hotì en su propia lengua. Dado que estos son casi
mediatizada por traducciones, pero obliga a una mayor inversión de tiempo en el aprendizaje
inversiones diarias de dedicación desde el primer al último día de colección de datos. Sin
duda, al paso de los meses el nivel de comunicación e interacción entre los Hotì y el autor se
tradujo en más eficiente cuando se ganaba más habilidad en tal lengua. Una mayor
conocimiento etnobotánico entre los Hotì, que permite considerar pocos márgenes de error
Los datos sobre el conocimiento botánico entre los Hotì, se colectaron mediante
Las técnicas cuantitativas se centraron en los estudios de las parcelas botánicas y las
manejo de plantas. Ambos métodos beneficiaron la exploración en torno a la manera en que los
botánico entre los Hotì llevada a cabo a lo largo de las fases de trabajo de campo, puede
detallarse así: (1) se registró tanto el conocimiento general acumulativo de este grupo
étnico sobre las plantas de su medio como (2) la variación del conocimiento de diferentes
individuos de acuerdo a variables como sexo y edad, etc., además (3) se participó
encontró partes fértiles de los individuos colectados. Los números botánicos colectados se
Universidad Central de Venezuela (UCV), Caracas, bajo el cuidado del curador Dr. Stephen
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Tillett. Cada número consiste de al menos 5 especímenes botánicos, que además de MYF
de Guayana, Puerto Ordaz, Estado Bolívar, además del Herbario Nacional de Venezuela
donde se colectó determinadas con GPS, altura aproximada de la planta, hábitat, diámetro a
la altura de pecho [DAP], usos y técnicas de preparación, informante, fecha, etc.). Las tablas
Altura Emergente
Diámetro Canopia
Color:
hojas Presencia
flor Dominante
fruto Abundante
corteza Común
raíz Rara
otros
Descripción:
Flor
16
Fruto
Hojas
Corteza
Tendril
Otros
Proceso
Fitoindicadora
Otros
primera actividad de colecta de datos emprendida y que consistió en solicitar a los Hotì que
mencionaran los nombres de todas y cada una de las plantas que pudiesen recordar (un rango
variable entre 77 y 209 plantas fueron mencionadas por los diferentes entrevistados en
comunidades seleccionadas, se los entrevistó de esta manera (las edades varían entre 9 y 55
17
a través del continuum de agrupamientos codificados en lengua Hotì. Usualmente este tipo
de entrevistas se llevó a cabo en las viviendas Hotì, fuera del contexto botánico per se. El
el analista, sin implicar que se indaga sobre el conocimiento botánico aparte de su realidad
cognitiva, sino más bien que no se exploro in extenso la percepción Hotì con respecto a la
dicotomía naturaleza versus cultura. Dado que tal dicotomía está codificada en la lengua
Hotì y que las plantas mencionadas o los referentes no estaban cerca de la percepción del
hablante, resulta honesto diferenciar este tipo de entrevistas de aquellas donde las plantas
Las entrevistas contextualizadas se realizaron junto con las colecciones botánicas y las
observaciones de actividades asociadas a las plantas. En general, se llevaron a cabo dos tipos
qué planta(s) se usan para fabricar un artefacto cultural particular, ello seguido de la colección
I.7.2b Colección de datos sobre variación del conocimiento botánico entre los Hotì.
forestales de 1 hectárea cada una (20 m x 500 m), ubicadas respectivamente en cada una de
18
las cuatro localidades de estudio intensivo mencionadas antes. En estas 4 hectáreas, todos
los individuos mayores de 10 cm DAP fueron medidos, su altura se calculó y se los marcó con
preferiblemente fértiles (incluye árboles, lianas y palmas básicamente). Estas parcelas están
densidades de plantas madereras (Caño Iguana 355 individuos; San José de Kayamá 538;
Caño Mosquito 556; y Caño Majagua 563), observándose que comparten sólo entre 14% y
30% de las especies. Además de datos florísticos y fitoecológicos, las parcelas permitieron
En las parcelas, se realizaron 104 entrevistas totales con Hotì de diferentes edades-
aproximadamente). A cada uno de los 104 Hotì se les preguntó acerca de todos los individuos
para cada individuo botánico, nombre genérico e indagar si se nominaba con un nombre
específico, forma de vida, usos y otra información cultural (ideológica por ejemplo) o
ecológica. En las comunidades más nucleadas de las misiones (KA y CI), los informantes no
fueron realmente seleccionados, diría mas bien que ellos decidieron participar y colaborar en
Cada entrevista fue compensada con lo que cada Hotì demandase (bienes materiales puesto
que pocos conocen o manejan dinero). En las comunidades pequeñas (MA y MO), en cambio,
19
todos los individuos mayores de 6 años fueron entrevistados, incluso se solicitó en varias
I.7.2c Datos acerca de las tareas de subsistencia Hotì relativas al manejo de plantas.
de cultivo agrícola de los Hotì se llevaron a cabo inventarios generales y censos de individuos
actividades de subsistencia en las que las plantas son centrales, tales como: recolección de
frutos silvestres, insectos o larvas, pesca donde la carnada la constituye frutos silvestres,
así como jornadas de cacería donde las plantas cumplen un papel más bien mágico o son
precisamente los frutos de determinados árboles los que atraen a los animales de cacería así
como a los Hotì que se acercan a tales plantas para cazar. Las tareas agrícolas, también
permanecer con los Hotì durante todo el día o el transcurso de tiempo que realizan la
días en las áreas frecuentadas durante el trabajo de campo. Para ellos se contó con
Este capítulo pretende ofrecer una panorámica global del contexto que circunda a los
abanico de culturas en Venezuela, y se discuten las nominaciones dadas a este grupo étnico.
En términos más específicos, se ofrece una discusión acerca de los agentes de contacto
cultural con los Hotì, los aspectos demográficos de los que se dispone data y las tipologías
investigación intensiva.
esas etnias, han ocupado tradicionalmente áreas de la Guayana venezolana (véase Mapa Nº 3) de
los Estados Bolívar y Amazonas (divididos en tres troncos lingüísticos principales: Caribes:
Akawayo, E'ñepa, Kariña, Mapoyo, Pemón, Yabarana, y Ye'kwana; Arawako: Arawak, Baniva, Bare,
Kurripaco, Piapoko, Puinave, Uruak, Warekena, Yeral; y Sáliva: Mako, Piaroa, Saliva; además de
algunos grupos sin afiliación lingüística y considerados hasta ahora Independientes: Guajibo,
Hotì, Pume, Sanema, Sape, y Yanomami). Estos 25 grupos para 1992 sumaban una población
total de 72.938 personas o el 24% de la población indígena de todo el país (OCEI 1993:42), de
23
24
los cuales los Hotì constituían tan sólo el 0.9% es decir, 643 personas. En otros términos, los
Hotì constituían el 0.2%. de la población indígena total de Venezuela. Hasta este momento, no
se han trazado relaciones lingüísticas, culturales o genéticas entre los Hotì y ninguno de los
grupos mencionados. Es decir, para la ciencia etnográfica, los Hotì conforman un grupo humano
II.2 Denominación.
El grupo étnico que nos ocupa es conocido en la escasa literatura sobre ellos y en la
escala a proporciones al tratar de descifrar ¿de cuál grupo en realidad se trataba?, en términos
geográfica Hotì actual. Se pensó que los Hotì podrían corresponder a algún grupo no
contactado, tal vez a uno de los siguientes: Chicano, Shikana, Orechicano, Waruwarú,
Waruwadú, Yabarana monteros, Jajá, o ¿sería un nuevo grupo humano hasta ahora desconocido?
1971:1; Coppens y Mitrani 1974:133; Coppens 1975:65; Coppens 1983:251). Trabajos de campo
realidad a los Hóti (Coppens y Mitrani 1974:133; Coppens 1983:252). Otras apelaciones con las
que se los ha conocido, son las siguientes Hodï, Joti, Jodi, Hotì, Yuana, y Yowana. Estos dos
últimos términos, considerados por los misioneros como autodenominaciones, podrían ser tal vez
25
las transcripciones iniciales del complejo término de parentesco afinal luwena, que podría
traducir usual pero no exclusivamente contemporáneo de ego con el que se intercambian bienes
parecer, los Hotì se conocen como Rua o Rue entre los Yabarana (Keogh 1995:47).
Se ha adoptado aquí la denominación Ho, que traduce hombre, siendo la forma Hotì
hombres, puesto que el plural de seres humanos y animales se construye en esta lengua con el
sufijo tì. Sin embargo, está nominación no es inclusiva de los seres humanos que integran ese
grupo étnico, por el contrario, no excluye a ningún ser humano. Si se los insta a
autodenominarse, se referirán a ellos mismos como lìõ Hotì, que traduce los verdaderos hombres
o los hombres tipo en términos de clasificación comparativa, aunque consideran a todos los
seres humanos como Hotì. No se registró ningún caso en que los Hotì se autodenominaran sin
aparentes entre los diversos grupos culturales. Ello no indica que los Hotì no aprecien las
diferencias entre ellos y otros grupos étnicos, las conocen y comentan. No obstante, reconocen
Así, los miembros identificados con ego constituyen mayormente su grupo de subsistencia y
residencia especial pero no exclusivamente si existen lazos de parentesco entre ellos y (aunque
paterna. Individuos que no cohabitan pueden en algunos casos considerarse gente de ego si
lazos de parentesco bien definidos se crearon durante las edades tempranas. Existen
divergencias significativas a esta última aseveración que impiden considerarla como regla. Sin
26
embargo, es desde la perspectiva externa que se construye la segregación de los Hotì como
Los criterios que privan aquí, para considerar a los Hotì como grupo étnico definido son
especialmente tres: (1) Lingüísticos, comparten la misma lengua inteligible para un grupo
determinado y limitado. (2) Culturales de subsistencia, poseen las mismas pautas de explotación,
viviendas y trazan patrones de asentamientos similares (véase capítulo IV) y (3) Culturales
ellos o con foráneos (e.g. poca empatía hacia individuos débiles o enfermos, o aquellos torpes en
el movimiento por la selva, etc.), fabrican los mismos tipos de adornos y ropajes, utilizan los
mismos símbolos corporales de transición de edad infantil a adulta (como tapones nasales en
carencia de datos definitivos. Hasta ahora, al igual que el Yanomami, el Hotì se clasifica
Se ha sugerido una conexión genética entre las lenguas Hotì y Piaroa, dada la
Coppens y Mitrani 1974; Durbin citado en Coppens 1983; Vilera 1985; Zent 1999). En apoyo
morfológicos de ambas lenguas (Stanford Zent, comunicación personal). Otro hecho curioso,
27
es que los nombres en Hotì para muchas de las plantas de cultivo son muy similares a aquellos
en Piaroa (Ibid).
Se han señalado también otras potenciales afiliaciones lingüísticas, como con los
Yanomami (Mosonyi citado en Coppens 1983), con el tronco Caribe en especial con el
Yabarana (Wilbert 1963; Guarisma 1974), o más recientemente (Mattéi-Müller et al. 1999),
con los Makú, otro grupo sin afiliación lingüística hasta ahora, hablado por un grupo de
alegadamente similar a los Hotì. En esta vena de ideas, otro lingüista, Marshall Durbin
(1977:34), sugiere que los Hotì constituyen un grupo étnico remanente cuyos ancestros
La afiliación de la lengua Hotì con la Piaroa, resulta sin duda la más sustentada por
las observaciones lingüísticas previas. No sólo ha sido sugerida por la mayoría de lingüistas
que han tenido acceso a vocablos Hotì, sino que cobra mas fuerza a la luz comparativa de
nuestra propia base de datos lingüísticos tanto en Piaroa como en Hotì (S. Zent comunicación
personal).
menos que se especifique lo contrario, los símbolos utilizados aquí para representar tales
sobre los fonémas vocálicos. Los sonidos de los fonémas son aproximadamente como se
especifica a continuación:
i como iris
iõ como i nasalizada
e como elixir
eõ como e nasalizada
è como hay en Inglés
èõ como è nasalizada
ì casi como but en Inglés
ìõ como ì nasalizada
u como columpio
uõ como u nasalizada
ò como bought en Inglés
òõ como ò nasalizada
o como óleo
oõ como o nasalizada
á como alambre
áõ como mañana
·t como two en Inglés
t como torta
cõ como chayota
·cõ como church en Inglés
·k como cut en Inglés
29
k como kiko
b como boca
h como jalar
·w como Juan
w como guamo
historia conocida de los Hotì data de su reciente contacto con la cultura occidental. Tal vez
debido al difícil acceso al área Hotì, tales contactos han tenido lugar en realidad en los
occidental, que han causado efectos y traído consecuencias significativas para los Hotì: (1)
científicos, (2) misioneros, (3) grupos étnicos locales y (4) mineros indígenas y/o criollos. Tal
gama de contactos, aunque reciente, ha generado en el último lustro una suerte de gradiente
para emprender estudios básicos, hasta algunos Hotì no contactados (algunos visitados por
nosotros). Pese a la complejidad de este rango, pueden destacarse elementos culturales Hotì
Hotì, resulta pertinente una aclaratoria. Dado que el trabajo de campo de la presente
investigación no ha tenido por objeto observar los términos en los que se plantean las relaciones
entre Hotì y científicos, misioneros, otros indígenas o criollos, la colecta de datos no refleja
tan compleja realidad. Así, de manera explícita se quiere enfatizar aquí, la intención de no
expresar juicios de valor acerca de la polémica temática indígenas-mundo externo. Antes bien,
II.4.1 Científicos.
primera referencia conocida acerca de los Hotì aparece al inicio de este siglo, cuando
y hostiles ocupando las cuencas de los ríos Caura, Erebato y Ventuari. Koch-Grünberg jamás
Todavía aun en la segunda parte de este siglo, los estudios etnográficos emprendidos
entre los Hotì se han caracterizado por ser breves y superficiales. Iniciándose en 1961, con
(IVIC), quien con ayuda de guías E'ñepa y Yek'wana, fue el primer científico occidental en
contactar a los Hotì del área del Alto Cuchivero, alrededor del río Kayamá (tributario del río
Ventuari, a su vez tributario del Orinoco), Estado Bolívar. Luego de una estadía de pocos
días, Cruxent escribe las primeras impresiones de los Hotì para la ciencia, aunque nunca las
publicó. De los sesenta, se conoce solamente una otra mención, que tuvo lugar en 1969 cuando
Jean-Paul Dumont (Jangoux 1971), quien conducía un estudio de campo entre los E'ñepa,
conoció en el río Zariapo (tributario del río Cuchivero) a dos mujeres Hotì cazadas con
hombres E'ñepa.
con la visita de Jacques Jangoux, fotógrafo belga con interés etnológico serio. Jangoux
contactó en dos oportunidades a los Hotì del Alto Cuchivero, un breve recorrido primero en
1970 y una visita de 23 días en 1971, cuando estuvo acompañado de Henry Corradini y María
lamentablemente no publicado aun, que pese al corto período de observación, aporta valiosas
y precisas aseveraciones acerca de la forma de vida Hotì (1971). Henry Corradini, también
fotógrafo, luego de fallidos intentos logró contactar a los Hotì en 1971 y viajó en varias
contacto con ellos (1973). También en la década de los setenta, tiene lugar la investigación
previa más extensa publicada entre los Hotì, conducida por Walter Coppens, antropólogo
belga quien los visitó en tres oportunidades durante las estaciones secas de los años 1972,
1973, y 1976 (Coppens 1983:249). Phillipe Mitrani, antropólogo francés, acompañó a Coppens
Eibesfeldt publicó en 1973 una descripción etnográfica de los Hotì del área del Caño Iguana,
que aporta precisas observaciones de primera mano. Una lista de palabras Hotì se publicó a
finales de los setenta (Guarisma y Coppens 1978). Dos estudios de pregrado ricos en datos
etnográficos y lingüísticos, se han conducido entre los Hotì, en ambos casos se trata de
1985). Salvo este último trabajo acerca de la morfología de la lengua Hotì, la década de los
ochenta ofrece sólo una investigación adicional publicada entre los Hotì, aquella sobre
Como protegidos del mundo académico, los Hotì permanecieron excluidos del corpus de la
literatura científica por una década. Diversas circunstancias, ajenas a los Hotì, han
32
conocen al menos tres proyectos de estudios que nunca cumplieron su acometido original,
estudiante del primer proyecto sufrió agresivos ataques aunque no físicos, por parte de un
campo. Los involucrados en los otros dos proyectos, ventilaron sin cohibiciones sus criticas a
la Misión Católica, cuyo costo político derivó en la no cooperación de los misioneros hacia
ellos y sus proyectos. Como consecuencia, uno de los proyectos jamás se llevó a cabo y el
otro sufrió un cambio de orientación para convertirse en un estudio poco acabado basado en
pocas observaciones de campo intermitente. Pese a las limitaciones, el mayor aporte de este
antropólogos, etc.) con respecto a y en virtud de los indígenas tomando a los Hotì como
La década de los noventa ha contado con cierto tráfico de científicos en el área Hotì. Al
presente proyecto y al mencionado antes, llevado a cabo por Stanford Zent, se suma el
proyecto del estudiante británico Robert Storrie, quien realizó trabajo de campo intensivo
entre los Hotì de la comunidad de Kayamá como parte de sus investigaciones de tesis de
33
II.4.2 Misioneros.
por 100 km de distancia en línea recta, las cuales constituyen sin duda los vectores de
(MNT), Ron Bodin y Paul Dye, encuentran por primera vez a los Hotì. Advertidos por conversos
Piaroa de la presencia de un grupo humano desconocido alrededor, quienes habrían sido vistos
por otros Piaroa, ambos misioneros sobrevuelan inicialmente el área del Caño Iguana, Estado
Amazonas, (afluente del Asita a su vez afluente del Ventuari), y luego de detectar con
dificultad lo que parecían viviendas de palma deciden explorarlas en el terreno dos días mas
tarde, acompañados de ocho guías Piaroa (Bodin 1969; Dye 1970). Luego de remontar los ríos
Manapiare, Ventuari y Asita, el grupo sube por el Caño Iguana hasta donde permite la
navegación, la base del raudal grande. Acampan y caminan por dos días antes de encontrar
señales frescas de presencia humana y contactar a los Hotì por primera vez. Según estos
familiaridad con la lengua en el que participaron otros dos misioneros, dos parejas Piaroa y un
Finalmente, una pareja misionera estadounidense, Tom y Lila Blinco viajaron a la zona en
Marzo de 1971 y construyeron la primera estación de misión en las márgenes del Caño Iguana
sobre el raudal. En Septiembre de ese año, otra pareja misionera, los Kennedy se unieron a la
34
labor de crear la base física de la misión. Desde esa época hasta el presente la misión ha estado
ocupada de manera casi continua, tanto por misioneros estadounidenses como por Hotì, e
incluso en algunos períodos por E’ñepa. Con relación a esto último, se reporta que hacia 1974 un
hacia el río Asita a la población Hotì local un par de meses mas tarde (Coppens 1983:298).
Eventualmente salvo una familia de 10 miembros, los E’ñepa regresarían a su territorio y los
observamos que la presencia de misioneros fluctúa a lo largo del año entre 2 a 21 individuos,
usualmente permanecen en el área dos familias o dos parejas. El flujo de recursos materiales
familiaridad del ambiente Hotì local. La orientación global de la base MNT de Caño Iguana se
podría calificar de corte individualista, en virtud no sólo del flujo de materiales sino de la
interacción humana cotidiana, la división y/o compensación por los trabajos realizados.
Los misioneros dedican gran parte de su tiempo al aprendizaje a profundidad del idioma
Hotì. Una medida de dificultad de la lengua Hotì, ha sido expresada verbal y conductualmente
por los misioneros que residen actualmente en Caño Iguana. Solamente tres misioneros
consideraron a finales de 1996 poseer un suficiente conocimiento del Hotì que les permitiera
lengua para emprender la difícil tarea de iniciar la traducción de la Biblia al Hotì: declarado
morbilidad y natalidad entre los Hotì a corto y largo plazo sin duda han dejado ya una huella. En
términos relativos y en comparación a los recursos con los que cuentan los indígenas del
Amazonas venezolano, los misioneros han ofrecido sistemáticamente una excelente atención
médico-sanitaria a los grupos Hotì que residen o se acercan a la misión con problemas de salud.
Esta observación aplica también a la Misión de San José de Kayamá, del Estado Bolívar.
Laura, mejor conocidas como Lauritas, fundan un asentamiento religioso en las márgenes del río
Kayamá. Una de las misioneras fundadoras, explicó que la misión inicialmente se fundó y orientó
exclusivamente hacia el grupo étnico E'ñepa, de filiación lingüística caribe, pues para este
factor determinante que estimuló un lustro más tarde que grupos Hotì se asentaran lentamente
originarios dominantes, los E'ñepa. La coexistencia de dos grupos étnicos tan diferentes sin
distribución de los que poseen entre los indígenas es intencionalmente repartido con equidad
Ninguna de las hermanas conoce la lengua Hotì, los argumentos causales que desde las
de mantener un equilibrio social de convivencia pacífica entre los Hotì y los E'ñepa, que podría
romperse fácilmente si un mejor conocimiento de una de las dos lenguas es interpretado por los
36
indígenas como favoritismo; (2) en sintonía con el argumento anterior, la necesidad de crear un
área neutral representada por una cultura diferente, aquella portada por las hermanas, la
cultura latina puesto que todas las residentes son de nacionalidad colombiana o ecuatoriana; (3)
el imperativo político a largo plazo, de entrenar algunos Hotì en la lengua y cultura dominantes
envolventes, dado que uno de los objetivos abiertos de las misioneras consiste en incorporar
líderes Hotì al discurso indigenista, con ánimo de defender sus derechos, humanos y de
No existe contacto entre las dos misiones. Ambas no sólo se desconocen mutuamente
sino que la información que poseen de cada una está mediatizada por terceros, usualmente Hotì,
El área cultural Hotì, está limitada actualmente por al menos cuatro grupos étnicos
bien diferenciados, tres de filiación lingüística caribe, los E'ñepa, los Ye'kwana y los
Yabarana y uno independiente lingüísticamente, los Piaroa. Los dos primeros bordean el
sector norte, noreste del territorio Hotì, mientras que los dos restantes se encuentran al
sur-suroeste de la zona Hotì. Jangoux (1971) señala un encuentro de indígenas Piaroa con
grupos desconocidos asentados en la cuenca del Caño Iguana, y otro encuentro de Yabaranas
con otro grupo desconocido cerca de las cabeceras del Caño Majagua ocurridos en 1969. En
ambos casos se especula que los contactados fuesen grupos Hotì, y probablemente no por
primera vez con indígenas Yabarana y Piaroa. Sin embargo, el que indígenas de ambos grupos
37
étnicos consideraran grupos desconocidos a los Hotì, implica de alguna manera que para
aquellos los Hotì no constituían grupos familiares para este momento histórico al menos.
Coppens y Mitrani (1974:134) señalan otro encuentro, esta vez en el Caño Iguana entre
Piaroa y dos hombres y una mujer que aquellos denominaron Waruwaru. Otro grupo Hotì del
Caño Majagua habría iniciado recorridos (a finales de la década sesenta), hasta el hato Yavi
(Río Parucito) con el fin de cambiar cerbatanas y collares por instrumentos de metal
cortantes o ropas occidentales (Ibid). La tradición oral Hotì reciente, registra variados
contactos con estos otros grupos étnicos aledaños a su área de ocupación tradicional, pero
la interacción más significativa parece haber tenido lugar con los E’ñepa.
de la comunidad de Kayamá. Gregorio, uno de los E’ñepa de mayor edad residente de esta
comunidad, afirma ser el producto de una unión Hotì (padre)-E’ñepa (madre), siendo además
extintas pero de fecha relativamente reciente. Alrededor de 75-80 años atrás, según
asediaría al grupo de su Madre E’ñepa, quien para ese momento no sería mayor que pre-
puber. La dureza del ataque obligaría la huida de casi la totalidad de la población E’ñepa.
esconderían en las zonas aledañas al área de ataque, las sabanas marginales flanqueando el
río Kayamá. La Madre de Gregorio, habría corrido sola selva adentro hasta encontrarse con
hombre Hotì desposaría a la Madre de Gregorio, quien sería el producto de esta unión. Pese
38
a su origen bi-étnico, reflejado en su cualidad bilingüe, y a que Gregorio creció entre los
mantener relaciones con grupos E’ñepa, lo que estimuló que en su juventud temprana,
E’ñepa es de vieja data, incluyendo los matrimonios entre ellos. De hecho, se observó en mas
de una ocasión la comunicación bilingüe entre miembros de uno y otro grupo, fenómeno
subestimador que dan los E’ñepa a los Hotì, Ongwa que traduce animal. Según esto, grupos de
E’ñepa mantendrían una posición de supremacía y dominación hacia los Hotì, en parte debido
a su mayor acceso a bienes materiales y/o occidentales. De mayor peso aún, tuvo lugar al
parecer hasta muy recientemente una cierta relación de dependencia económica signada por
el monopolio del conocimiento en la preparación del curare por parte de los E’ñepa. El curare
E’ñepa es famoso a lo largo de todo el área cultural Hotì. Los adultos de mayor edad
coincidían en afirmar que recordaban a sus padres realizar trayectos hacia comunidades
comerciales, donde los dos ítems de demanda primaria lo constituían las cerbatanas (Hotì) y
el curare (E’ñepa). Actualmente algunos pocos jóvenes Hotì de Kayamá reportaron conocer
cómo fabricar el curare aunque al parecer esta habilidad se considera parte del dominio
E’ñepa. El contacto Hotì-E’ñepa en Kayamá va mas allá de meras interacciones: los Hotì de
39
Kayamá han adoptado elementos culturales E’ñepa que no se observaron en ninguna otra
comunidad Hotì, incluyendo festivales rituales y hasta el uso de sus vestimentas. Sin
parece actualmente disminuida dada la supremacía numérica de los Hotì en ese asentamiento.
Además de las dos reportadas por Dumont y de otra más reportada por Jangoux
(1971), se conocen dos uniones más contemporáneas entre Hotì (mujeres)-E’ñepa (hombres),
estas últimas en la comunidad E’ñepa de Culebra. En estos casos es significativo que los
hombres E’ñepa casados con mujeres Hotì ocupan posiciones marginales dentro de sus
comunidades, sus vástagos además se identifican como E’ñepa y jamás como Hotì, reflejando
los conocidos tienen lugar entre mujeres Hotì con hombres E'ñepa.
Finalmente, cabe señalar a Guarisma (1974:3) como la única fuente que señala
contactos de intercambio comercial entre los Hotì y los Mapoyo, un grupo étnico casi extinto
ubicado al oeste del área de ocupación Hotì. Añade además que vio indígenas Mapoyo y
E'ñepa trasladarse al área Hotì en búsqueda de atención médica por parte de curanderos y
brujos Hotì.
II.4.4 Mineros
parece datar de fecha reciente según la tradición oral, siendo el resultado de la búsqueda de
minerales en la zona de ocupación tradicional Hotì por parte de miembros de los tres grupos
étnicos restantes. La existencia de un grupo interfluvial era sin embargo conocida, por estos
grupos. En la tradición oral Piaroa por ejemplo, los Hotì se conocen como Waruwaru, y se los
teme por considerarlos potentes brujos conocedores de males y virtudes extraídas a la biota
40
ocupación Hotì y solo la idea de acercarse a los Hotì se consideró en extremo peligroso.
Hotì a las áreas de ocupación de éstos. Aunque superficiales, los contactos han, de alguna
grupos similares. Las interacciones han tenido lugar en términos pacíficos y girando
Hotì a explorar las comunidades indígenas no Hotì, lo cual ha conducido a contactos más
para los Hotì y que lentamente algunas pocas (2) mujeres empiezan a adoptar. Otro ejemplo
considerar este tipo de interacciones entre grupos étnicos indígenas amazónicos como
características de una tradición y que en realidad fluyen con mayor libertad que la
dinámicas de contacto contemporáneo pueden reflejar aquellas que han tenido lugar por
siglos de ocupación.
41
A las de grupos indígenas, se añaden aquellas interacciones con un grupo étnico local,
las poblaciones mestizas criollas, usualmente producto de uniones de uno o más grupos
indígenas locales.
proximidad del área de ocupación Hotì, al menos tres días de camino (en velocidad Hotì) o dos
en época de lluvia remontando los ríos (véase Mapa Nº 2). San Juan de Manapiare fue fundado
en 1945 por Melicio Pérez, un mestizo venezolano, acompañado de un pequeño grupo de criollos.
sus inicios ha atraído poblaciones provenientes de otras áreas. Hoy en día, el pueblo y sus áreas
circundantes, está ocupado por alrededor de 1000 personas (incluyendo áreas aledañas además
de la porción nucleada), de las cuales al menos un 65% lo constituyen indígenas de unas cinco
etnias, Piaroa, Ye’kwana, Yabarana, Hiwi y Baniwa. El 35% restante, la población criolla,
sostienen el poder económico y político, y demarcan de alguna manera las pautas sociales
dominantes. El acceso a SJM está restringido a las vías fluviales y aéreas, ya que las planicies
mantenimiento de una carretera. Existe una trocha de tierra por la que vehículos de doble
tracción se han aventurado en dos oportunidades hasta donde se conoce, aunque dado lo arduo
del camino han decidido regresar por vía fluvial utilizando las gabarras de los comerciantes
Orinoco) según a estación, las embarcaciones de SJM acceden a Puerto Ayacucho (PA), capital
del Estado Amazonas. Actualmente San Juan de Manapiare cuenta con acceso aéreo,
acerca de los Hotì. Hacia 1941, Cruxent (1961) refiere que un indígena Hotì fue contactado por
dos lugareños criollos colectores de sarrapia (Dipteryx punctata), Enrique Nuñez y Alejandro
Nuñez, internados en la región circum-Maigulaida. Luego de una breve y frugal observación, los
criollos reportaron un grupo humano desconocido, los Hotì, viviendo en estado primitivo
reflejado por el uso de instrumentos cortantes de piedra (Coppens 1983:254). Otro frugal
encuentro tuvo lugar al parecer en 1942, cuando Tertuliano Bettancourt habría encontrado un
grupo de indígenas desconocidos en las márgenes del Caño Majagua usando hachas de piedra y
denominados por sus guías Yabarana Waruwaru (Coppens y Mitrani 1974:134), denominación con
la que aun hoy Piaroa y Yabarana nominan a los Hotì. Aunque no sean recordados por la tradición
como las que pudieron darse con los colectores de sarrapia (Dipteryx punctata), pendare
(Couma macrocarpa), o balatá (Manilkara bidentata), con grupos de caza y/o mineros locales.
Vale señalar que se observaron troncos de árboles de pendare con signos de cicatrización en la
De cualquier modo, no se conoce de otros contactos entre criollos- Hotì. Lo que resulta
innegable es la imagen, colorida y compleja, en la memoria colectiva criolla local acerca de los
Hotì. Tal vez desde esas fechas de contacto inicial, los Hotì crecieron en la imaginería popular
historia local, encarnada por los Hotì en espectro desde nobles salvajes a violentos primitivos.
Sin embargo, la realidad Hotì resultaba desconocida para los criollos locales hasta muy
recientemente, no más de un lustro, cuando pocos Hotì osados, exploraron e iniciaran una
43
suerte de contactos más permanentes con individuos de SJM, estimulados una vez que éstos
venezolana, grupos de indígenas provenientes de otras áreas, así como criollos se han dedicado a
relaciones Hotì - criollos tal vez por ser recientes, están signadas por ser aun superficiales y
territorio Hotì solicitan en intercambio productos alimenticios de los Hotì, por bienes
Los cuatro agentes de contacto con los Hotì descritos, fueron observados aunque no
fenómenos, los efectos significativos en la modulación de la cultura Hotì podrán trazarse sin
II.5 Demografía.
Las primeras cifras demográficas de los Hotì provienen del momento de contacto en la
misión de Caño Iguana cuando la presencia de Hotì, aunque nomádica e impermanente, sumaba
30 personas (Dye 1970:4). Dos años más tarde, hacia 1972 se cuentan 99 Hotì en 10 viviendas
(Eibl-Eibesfeldt 1973). La población del Alto Cuchivero aledaña al río Kayamá sumaba 43
observaciones de primera mano, se calculó inicialmente una población total Hotì de 300 a 400
300 a 500 personas (Guarisma 1974:2). El primer censo indígena en el que aparecen los Hotì
44
como etnia, registra un total de 398 personas (OCEI 1985:475). El Censo Indígena de 1992
(OCEI 1993:42), registra 643 Hotì distribuidos entre unas 25 comunidades aproximadamente.
Las siguientes secciones ofrecen un panorama demográfico con datos recabados durante
exploratorios en el campo, se condujo un censo poblacional cartográfico. Los resultados del tal
refieren a las aquellas seleccionadas para llevar a cabo el trabajo de campo intensivo.
Se observa que para 1996, se registraba una población total de 750 Hotì, ocupando
la región circum-Maigualida. Sin embargo, la alta movilidad de los Hotì, así como la
45
flexibilidad para agruparse, escindirse y formar nuevos reagrupamientos a lo largo del año,
826
850
750
643
398
0
1982 1992 1996 1999
1982 y 1992 por los Censos oficiales conducidos por la Oficina Central de Información
venezolana (OCEI), y los totales de nuestras bases de datos. Si todas estas cifras se
tomaran como precisas y absolutas, la población Hotì se habría duplicado en quince años.
registra 220 Hotì en el Estado Amazonas y sólo 178 en el Estado Bolívar, aunque según la
tradición oral el corazón del área de ocupación original estaría ubicado en Bolívar y las
migraciones de los últimos 20 años tendrían lugar del Norte al Sur, de Bolívar a Amazonas. 2)
La inaccesibilidad del área de las cabeceras y afluentes del Río Cuchivero, donde se asume
por lo que las cifras aparecen deprimidas. 3) La alta movilidad de los Hotì y el
probabilidad la cantidad absoluta de Hotì. Estos tres errores pueden haberse repetido tanto
en el censo de 1992 como en los que nosotros llevamos a cabo recientemente. Un fenómeno
innegable sin embargo, es que la población Hotì está en franco y pujante crecimiento.
Hotì.
inicial, consistió en observar que la gran mayoría de la población Hotì es menor de 50 años de
edad aproximadamente. Asumimos que la expectativa de vida debe ser baja. La mención de
pérdida de neonatos e infantes es muy común entre las mujeres Hotì, reportando en muchas
ocasiones mas de un deceso de infante por historia de vida fértil. Especulamos que las tasas
de mortalidad infantil son altas, en especial en las áreas no beneficiadas por las misiones: las
únicas fuentes de atención de salud occidental ofrecidas a los Hotì. Se aprecia también, un
radio entre los sexos bastante desigual, observándose para algunos grupos etáreos
proporciones de hombres tres veces mas altas que las mujeres. No se descarta, aunque
mediante el uso de diversas plantas podría ser también una posibilidad en términos de
47
regular los nacimientos (ver base de datos más adelante), aunque verbal y conductualmente
Durante el ciclo de tres años en que se visitó el área Hotì, se observaron patologías
parecen tener una alta incidencia entre los Hotì, en términos relativos al Amazonas
venezolano, según refieren estudios pilotos recientes del CAICET o Centro Amazónico de
Sánchez comunicación personal). Otras patologías frecuentes entre los Hotì, las constituyen
este tipo de afecciones, comunes en nuestro medio, pueden ser drásticos en una población
resistencia natural o anticuerpos a patologías epidémicas es mínima (cf. Black 1992). A esto
se suman, los bajos números totales relativos de población. Todas las categorías
casos fatales. Entre los niños, los casos fatales parecen ocurrir con mas frecuencia en los
personal). La tabla Nº II.4 ofrece una lista de los casos de decesos observados, debe
aclararse que debido a que no se contaba con un profesional de la medicina, las causas de
Todos, salvo dos de los casos de decesos registrados en la tabla Nº II.4, ocurrieron
lejos del área de influencia accesible a las misiones. En la misión de Caño Iguana se
registraron, de la misma madre y en un lapso de sólo 11 meses, dos muertes de infantes al día
demográficos serios probablemente arrojarían cifras significativas en las que las pequeñas
evidente resulta este fenómeno en las dos misiones donde la atención médica, los programas
mortalidad. Se conoce de casos significativos por ejemplo, donde los misioneros han
transportado y costeado Hotì con cuadros graves de salud, o en sus efectos, aquellos que
Actualmente, pareciera que la sobrevivencia biológica de los Hotì depende en gran medida de
miembros), caracterizados por ser aislados, dispersos, nómadas y situados en bosques altos
cerrados, difícilmente discernibles desde el aire y cercanos a pequeños cursos de agua (Bodin
una unidad grupal: permanentes y temporales (Ibid:7; Guarisma 1974:6-8; Coppens 1983:268).
de asentamiento describiendo un modo de vida interfluvial, con una orientación terrestre por
Mitrani 1974:135; Coppens 1975:67). Los ríos profundos, se consideraban como infranqueables
para los Hotì, quienes habrían aprendido a hacer las primeras curiaras monóxilas a través de los
Piaroa trabajando en la MNT de Caño Iguana (Coppens y Mitrani 1974:138; Coppens 1983:281).
50
constituidos por solamente una pareja o una familia nuclear (2-3 personas). En este rango, las
posibilidades de asentamientos que tienen lugar no describen patrones de asentamientos per se,
antes bien, se produce una suerte muy flexible de ocupación del espacio estrechamente ligada a
Hotì que convive durante un período prolongado utilizando el (los) mismo(s) asentamiento(s).
aquella de sus miembros humanos individuales. Estos generalmente están unidos por lazos de
ocupación análogos, sin implicar que las viviendas per se son homogéneas. En estos términos,
asentamiento regresa allí sin periodos fijos o delimitados, luego de las múltiples salidas
así como la permanencia en las viviendas, son flexibles por excelencia y parecen estar
motivados por criterios ecológicos y sociales tales como: tipo y distribución de recurso
biótico a extraer, estación del año, éxito del intercambio comercial, encuentros con
construyen usualmente con mayor solidez aunque pareciera existir una correlación
este tipo de asentamiento son variados, observamos que están relacionados a la muerte
aledaños.
reposos de una noche como pausa en recorridos a áreas distantes estimulados por
etc.). Los asentamientos temporales son reusados en múltiples oportunidades usual pero
seleccionados sin criterios agudos de excelencia. El área del Alto Cuchivero está poblada
52
de estos pequeños asentamientos temporales entre los que circula una densidad humana
levantan con la intención de que permanezcan activas por períodos de tiempo no superiores a un
excepción significativa la constituyen las hojas de palma de báõláyá hiõ (Geonoma deversa∗),
recorridos exclusivos para colectar, apilar y transportar este material algunas veces por
días de camino. Se observaron además tres especies arbóreas comunes al área Hotì que
parecen ser preferidas para levantar las viviendas: háõliõ hoõloõ ·yáì (Lecithys sp., Lecythidacea),
·weõleõweõleõ ·yáì (Brownea coccinea), y ·tuõliweõtì hele (Rinorea pubiflora). La mayoría de las
erecciones de las viviendas se inicia con una suerte de cobertizo o alpende de una vertiente o
una agua, a la que se añaden sucesiva pero dilatadamente, dos, tres y cuatro aguas. Aunque
todos los abrigos y viviendas Hotì conocidos se construyen con hojas de palmas y horcones de
troncos de árboles (véase Tabla IV.7 para una revisión de las especies usadas en la
arquitectura), se han observado al menos cuatro tipologías: dos de carácter relativo más
permanentes, una circular y la otra rectangular, además de los abrigos transitorios estacionales,
y abrigos nocturnos o sólo para pocos días. Las dimensiones promedio de las viviendas son
∗
Los autores de las determinaciones botánicas se encuentran en los Apéndices.
53
influencia en las tipologías más tradicionales. Así, usualmente las paredes consistían de hojas de
palmas entretejidas hasta el suelo, actualmente pueden verse paredes de barro de corte
inacabado aunque más duraderas en el tiempo. En todos los casos, los claros abiertos en el
participar la mayoría de los miembros del asentamiento incluidos los niños en diversos grados de
colaboración.
representativas de las formas en que los Hotì interactúan y ocupan el ambiente, siendo estas
las comunidades seleccionadas para el estudio intensivo: Caño Mosquito Medio, Caño Majagua
Medio, Caño Iguana y San José de Kayamá. Tales localidades se señalan con letra cursiva en
la Tabla N° 1. Los Hotì de esos cuatro asentamientos representan a 400 individuos del total
Mosquito Bajo, seis a Mosquito Alto, dos a Majagua Alto, y cuatro a Caño Yakahu. La
muestra de este estudio entonces, abarca al 56.2% de la población (422 personas). Además
II.6).
El área de Caño Mosquito tiene acceso (1) fluvial y (2) terrestre, desde SJM. (1)
Fluvial: Luego de remontar los Ríos Manapiare (afluente del Ventuari, a su vez afluente del
54
Orinoco) y Parucito (afluente del Manapiare), se empalma el Caño Mosquito (afluente del
tres regiones ocupadas por comunidades dinámicas asentadas en esta área, Mosquito Bajo,
Medio y Alto. Un recorrido que en época de invierno toma 3 o 4 días de ascenso en curiara
(impulsado por un motor fuera de borda 15), se duplica en época de verano debido al bajo
nivel del agua de los cursos de río, y fundamentalmente por los frecuentes y continuos
troncos y bejucos que al caer sobre los cursos de agua bloquean el paso y deben ser
removidos o cortados. La ayuda de indígenas Piaroa y Yabarana fue esencial en todos los
recorridos fluviales que nos permitieron acceder a la región Hotì. En ocasiones, durante
horas debimos cooperar entre todos los pasajeros y tripulantes de la embarcación con el
objeto de alcanzar el área objeto del recorrido. (2) Terrestre: Caminando por al menos unos
ocho a nueve días a través de trochas de sabana, bosques de diversos tipos hasta alcanzar la
laderas. Puede caminarse en efecto sólo en el verano, inundaciones profundas en las sabanas
El área del caño Mosquito constituye sin duda la región donde se observaron las
formas de vida menos influenciadas por el mundo no- Hotì. Mosquito Bajo se visitó por
sector está plagado de un número mayor que el soportable de mosquitos, jejenes y zancudos,
lo cual debilitó los atractivos para decidir seleccionar esta región para el estudio intensivo.
adentro escalando la serranía, se conocieron así los cursos Medio y Alto del Caño Mosquito.
55
Aunque a lo largo de todo el trabajo se mantuvo contacto con los tres grupos, regionalmente
central a los dos otros grupos y debido a las mucho más agradables condiciones ambientales
generales.
transición al abandono del mismo estimulado por la muerte de uno de los hombres adultos de
estima que el asentamiento se ha ocupado intermitentemente desde al menos cinco (5) años,
localiza a unos 3.5 Km del nuevo asentamiento permanente donde además se abrió ya un
pequeño conuco o sembradio de maíz. Los Hotì del área de Caño Mosquito, han mantenido
contactos aislados e intermitentes con otras etnias, entre ellos algunos pocos E'ñepa,
Yabarana, y Piaroa. Estos se han acercado al área Hotì en búsqueda de oro, dada la
serranía. Los Hotì han visto a indígenas de otras etnias como potenciales comerciantes para
realizar trueques de bienes locales (alimentos, fuerza de trabajo como porteadores, etc.)
por industriales (ropa, ollas, cuchillos, perros, etc.). Los Hotì han iniciado recorridos hacia
las comunidades Yabarana y Piaroa desde hace pocos años, siendo impulsados por una suerte
56
de interés comercial y curiosidad. Resulta muy evidente sin embargo, que existe por parte de
los Hotì de MO, una explícita voluntad por mantenerse aislados e inaccesibles.
(véase capítulo III para la composición florística local). Mosquito Alto, describe bosques
similares a altitudes que van desde 450 a 1000 m snm. En tanto que Mosquito Bajo se
localiza en un rango altitudinal de 180 a 200 m snm, en bosques de galería a lo largo del curso
sus visitas podían extenderse semanas, en las que se intercambiaban bienes, servicio y muy
importante, información. MO está además situada en la ruta hacia las montañas donde se
colectan las cañas, materia prima para elaborar las cerbatanas denominadas wáláõ
al año, donde las familias nucleares se escinden y acampan solas por diversos períodos en las
múltiples viviendas temporales. En una comunidad tan pequeña, se observaron tres decesos y
4
Número de Individuos
0
0 -4 5 -9 1 5 -1 9 2 0 -2 4 2 5 -2 9 3 0 -3 4 4 5 -4 9
1996 2 0 1 3 2 0 1
1998 4 1 2 2 2 1 0
C a te g o r ía s E tá re a s
1996 1998
El área de Caño Majagua tiene acceso (1) fluvial y (2) terrestre, desde SJM. (1)
desembocadura del Caño Majagua en este último. Se asciende por este curso de agua
recorrido tiene una duración relativa de dos días desde SJM, que en verano se duplica y
puede hasta triplicarse debido a la alta dinámica de árboles, arbustos y bejucos flanqueando
el curso de agua que caen con mucha frecuencia y bloquean el tránsito. En verano el caño es
muy superficial y gran parte del recorrido se debe arrastrar manualmente la curiara o canoa.
(2) Terrestre: La caminata terrestre puede tener una duración de 5 días desde SJM,
58
accederse caminando sólo en el verano, pues durante el invierno MA se convierte en una isla
ubicaron los sectores ocupados por los Hotì en los cursos Altos y Bajos. Criterios logísticos
de acceso y número potencial de Hotì ocupando MA, estimularon su selección para el estudio
ocupantes actuales, la región ha sido ocupada de manera semi-continua por al menos unos seis
(6) años. El asentamiento permanente previo al actual, se localiza a unos 8 Km hacia el curso
frecuencia con otros grupos étnicos aledaños, originalmente sólo con los E'ñepa de la
Piaroa. Estos últimos, desde hace alrededor de una década han iniciado frecuentes visitas a
los cursos Alto y Bajo del Caño Majagua en búsqueda de oro a lo largo de pequeños afluentes
de este curso de agua. Los contactos interétnicos locales están signados por la dinámica
mundo exterior. Incluso, pareciera que una relativa facilidad de acceso constituyese uno de
los criterios selectivos de la ubicación del asentamiento actual. A diferencia de MO, algunos
Hotì de MA conocen algunas pocas palabras en español y pueden comunicarse con los E'ñepa
59
aunque cada hablante utiliza su lengua materna, y los diálogos despliegan una hibridación muy
180 a 210 m snm. Destacan, incluso para el ojo poco entrenado, la riqueza en recursos
1996-98.
6
Número de Individuos
0
0-4 5-9 10-14 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-
1996 5 6 7 3 3 3 2 2 1 0 1 0
1998 5 5 1 1 1 1 2 2 1 1 0 0
Categorías Etáreas
1996 1998
pareja bi-étnica Hotì ella, E’ñepa él, y sus tres hijos), estaban residenciados temporalmente
las tareas de subsistencia e incluso plantando algunos cultivos (sobre los que conservan la
propiedad no restringida). Hotì de los cursos Alto y Bajo, además de algunos de la comunidad
periféricos parecen ilustrarse bien aquí. La movilidad de los residentes permanentes de esta
comunidad, si bien es frecuente, no parece seguir una suerte de ritmo o patrón estacional. El
durante los tres años de estudio de campo. En este período se registraron cuatro muertes y
tres nacimientos.
El asentamiento de Caño Iguana cuenta con tres formas de acceso (1) aérea, (2)
fluvial y (3) terrestre, aunque la factibilidad de las dos últimas es difícil y ardua. (1) Aérea:
cuenta con una pista de aterrizaje de 400 metros, pocos pilotos conocen la ruta y son
suficientemente arriesgados para decidir hacer el recorrido, que toma alrededor de 1 hora y
30 minutos. (2) Fluvial: Remontando los ríos Manapiare, y Ventuari con el fin de alcanzar a los
Caños Asita e Iguana, y caminar alrededor de 8 horas hasta la comunidad. Un recorrido que
en época de invierno toma unos 3 días desde SJM, y en verano dependerá, al igual que en los
casos anteriores de la profundidad de los cursos de agua y de los troncos que bloqueen el
tránsito. Dado que se observó una alta dinámica de los bosques que flanquean los cursos de
agua, el recorrido pueden incrementarse hasta una semana mas que en la época de lluvia.
Ambas vías de acceso demandan un costo poco accesible lo cual sin duda no ha estimulado
mucho tráfico foráneo, salvo aquel arropado por la MNT. (3) Terrestre: Desde SJM,
61
flanqueando los cursos de agua, aunque factible, la tradición oral no reporta esta como ruta
asentamientos de las que sus miembros habrían migrado a CI, también se conocieron a unos 4
o 5 días de camino serranía arriba, tan inaccesibles y aislados como han optado permanecer.
ocupada desde mediados de la década de los 70 de manera continua. Los Hotì de este
entre los Hotì, una sola familia E'ñepa asentada en la margen opuesta del Caño Iguana, sin
embargo sus interacciones con los Hotì parecen ser relativamente pocas aunque cordiales.
Excepto éstos, los Hotì de CI parecen no recordar en su historia oral, contactos con otros
grupos indígenas de la región. Recientemente, han tenido lugar encuentros entre algunos
Ye'kwana que han incursionado en territorio Hotì en expediciones de cacería, además de los
encuentros indirectos entre nuestros guías Piaroa y los Hotì de CI. Los Hotì de CI provienen
antes a la atención médico-sanitaria como uno de los mayores atractivos que estimuló la
nucleación de los Hotì, a ello se suma la ventaja de acceder con relativa facilidad a bienes
(mediados y finales de 1996) con clara orientación a la lectura de la Biblia constituye sin
duda un aliciente para atraer a la población Hotì, en tanto que estos se sienten
Pocas familias no integran las múltiples y complejas redes de parentesco cognático o afinal.
Aunque extrapolado de lo que se cree más tradicional observado en MO y MA, incluso las
salidas de forrajeo de dos a cinco días observadas, parecen dar continuidad a un cierta
continuo verdor del bosque. Esta localizada en un rango altitudinal de 250 a 400 m snm.
de 1996. El proceso se inició con la instalación de una suerte de escuela donde se enseña a la
mayoría de Hotì a escribir y leer en su propia lengua como se mencionó. El fin último consiste
alfabetización rápidamente se ha convertido en una destreza muy apreciada por los Hotì.
lengua. Se inició entonces un estudio bíblico casi diario, impartiéndose una conferencia, una
grabación de la misma y un texto escrito acerca de los pasajes bíblicos discutidos. A cada
familia se le proporcionó un grabador manual para que escuchase día a día las enseñanzas
impartidas. Se sabe que a inicios de 1999, parte del Génesis y fragmentos del Nuevo
comunidad nativa o a los misioneros de MNT, por lo que no se pudo adquirir los textos
traducidos.
35
30
25
Número de Individuos
20
15
10
0
0-4 5-9 10-14 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-
1996 22 32 25 31 13 16 1 3 5 7 2 1
1998 29 33 27 20 22 15 7 6 9 5 1 1
Categorías Etáreas
1996 1998
aparece menos móvil en términos cualitativos, puesto que un número significativo de Hotì se
desplaza pero sólo por dos o tres días y con una frecuencia relativa de cada quince días para
actualmente poco frecuentes al parecer, y de tener lugar coinciden con períodos en que las
distantes. Sin embargo, la mayoría de la población, tanto de Caño Iguana como de San José
alejadas, suelen trasladarse a las misiones en busca de atención médica o con intenciones de
El acceso al asentamiento de Kayamá es posible vía (1) aérea y (2) terrestre, ya que
pese a estar ubicado al margen del Río Kayamá, afluente derecho del Río Cuchivero, el acceso
fluvial es imposible debido a los peligrosos raudales que caracterizan a ambos ríos caudal
abajo. (1) Aéreo: El asentamiento cuenta con una pista de aterrizaje de 1,000 metros de
costo de rentar los aero-taxi es prohibitivo para la mayoría. Como en CI, no existen vuelos
comerciales regulares a KA, pero a diferencia los MNT, las Lauritas no poseen medios
menor aquí que en CI. (2) Terrestre: Los Hotì se desplazan por trochas a través de bosques
nadie que caminara desde KA hasta los asentamientos indígenas o criollos en ninguna de las
número más alto de Hotì, la mayoría de los cuales provienen de diversos asentamientos,
la única de las cuatro seleccionadas donde los Hotì coexisten con un número significativo de
miembros de otro grupo étnico, los E'ñepa, no sin carecer de conflictos y diferencias. La
65
coexistencia de estos dos grupos étnicos tan diferentes desde puntos de vista socioculturales,
demás compleja y difícil. A esto se añade el impacto sobre el ambiente en términos de estrés
de explotación y manejo de los recursos en especial sobre los animales de cacería. La tensión
constantes conflictos, los Hotì y los E'ñepa en magno encuentro decidieron delimitar las áreas
de uso e incluso tránsito de los miembros de cada grupo étnico. Esta estrategia, impide no sólo
la extracción, explotación y manejo de recursos naturales sino incluso el paso de Hotì a áreas
miembros de ambos grupos se expresa al indicar que los mejores recursos se restringieron al
Como se mencionó, San José de Kayamá fue declarada una comunidad de misión en la
década de los 80. El otro grupo humano substancialmente diferente a ellos con quienes los
Hotì de esta región han mantenido contacto directo, lo constituye la Misión Católica de la
(Misioneras de la Hermana Laura). Según las Hermanas misioneras la población Hotì inició su
altitudinal se extiende desde 320 a 400 m snm. KA, junto con MA descrito antes,
Hotì, KA describe formas de interactuar con el ambiente que de muchas maneras aun se
moldean en la cultura Hotì. Se sabe sin embargo, que los Hotì solían transitar el área de
Iglesia y una escuela. La Iglesia funciona como centro aglutinador donde cada Domingo se
reúne gran parte de la población de ambas etnias con el fin de participar en servicios
fenómeno bíblico discutido. Filtrado ya del español, el mensaje final aparece mediatizado por
Las hermanas han instalado desde hace una década, una escuela básica donde se
imparte en las lenguas Hotì o E'ñepa, ya que los estudiantes están separados por aula de
acuerdo a su etnia, aunque se enseña a leer y escribir en español solamente pues allí no se ha
desarrollado un alfabeto en lenguas nativas. Los maestros son jóvenes adultos aventajados
de ambos grupos étnicos que en algunos casos han salido a las ciudades patrocinados por las
imparten también. Aunque la escuela no está reconocida por el Ministerio de Educación, está
asesorada por Fe y Alegría, un órgano educativo católico que en las zonas rurales e indígenas
tiene como fin último alfabetizar, consolidar a través de la formación integral los valores
67
se calcula que solamente unas 18 personas, en su mayoría varones, pueden seguir una
conversación en español y entender hasta cierto punto las dinámicas de la cultura externa
envolvente.
Tanto en KA como en CI, las actividades relacionadas a las escuelas absorben una
cantidad significativa del tiempo que previa a sus instalaciones, los Hotì dedicaban a las
Hotì es alta, en términos de la cantidad de individuos que se desplaza de o desde allí a áreas
en Caño Iguana, Hotì de otros parajes acceden a Kayamá en búsqueda de atención médica,
bienes materiales (siendo el curare uno de los ítems con mayor demanda) y esposas. En
Hotì. Dos de ellas resultan pertinentes en este discurso: la presión sobre los recursos al
o comunitaria (KA), orientaciones que consideramos ajenas a la cultura Hotì. Sobre la escasez
80
70
60
Número de Individuos
50
40
30
20
10
0
0-4 5-9 10-14 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-
1996 51 27 38 19 23 17 4 7 4 3 3 4
1999 72 35 36 25 35 16 5 10 5 4 3 4
Caqtegorías Etáreas
1996 1999
La misión de CI mantiene una relación de compensación directa hacia los indígenas una
vez que estos prestan un servicio o llevan a cabo un trabajo para misioneros particulares o en
(cuchillo, machete, hacha, jabón, etc.) proporcionales al trabajo realizado. Mas recientemente,
los misioneros han previsto la posibilidad de que la sociedad envolvente pueda en un período
corto alcanzar a los Hotì, por lo que familiarizarlos con el dinero podría beneficiarlos. En ese
sentido los pagos por servicios se efectúan ahora en dinero monetario en bolívares, la
mantenimiento de una arboleda policultivada con frutales alóctonos en su mayoría. Desde hace
una década las Hermanas han venido introduciendo paulatinamente diversos cultivos que suplen
indica L. Sp. Pl.), manga (Mangifera indica vrs. L. Sp. Pl), Anonaceae: anón (Annona reticulata L.),
guanábana (A. muricata L.), Lauraceae: aguacate (Persea americana Mill.), Mimosaceae: guama
(Inga spectabilis [Vahl] Willd.), Myrtaceae: guayaba (Psidium guajava L.), pomagas (Syzygium
malaccense [L.] Merr. & Perry), Rutaceae: grapefruit (Citrus paradisi Macfadyen), lima (C.
sinensis [L.] Osbeck), limón (C. aurantifolia Swingle.), limón francés (C. limón [L.] Burm. f.),
mandarina (C. reticulatus Blanco), naranja (C. aurantium L.), toronja (C. grandis [L.] Osbeck),
Sapindaceae: mamón (Melicoccus bijugatus Jacq.), Sapotaceae: níspero (Manilkara achras [Mill.]
Fosb.), y zapote (Pouteria sapota [Jacq.] H.E. Moore & Stearn). La Hermanas además, han
Bailey), la lechoza (Carica papaya L., Caricaceae), y el cambur (Musa paradisiaca L.).
consecuencia directa de la atención sanitaria de las misiones. Aun, las misiones junto con el
pueblo criollo de San Juan de Manapiare representan los vectores aculturativos primordiales
entre los Hotì. Sus efectos trascienden los objetivos de este estudio.
70
Luego de unos meses de trabajo de campo se pudo determinar además que las cuatro
Este capítulo expone en términos genéricos los aspectos ambientales más relevantes
del área de ocupación Hotì, la Serranía de Maigualida. Sin embargo, en virtud de la escasa o
nula bibliografía publicada sobre aspectos bióticos y abióticos específicos del área de
los aspectos para los que se poseen datos originales: climáticos y botánicos. Los datos
recabados durante 429 días de observación. A estos se añaden los datos colectados por
Olmer Díaz, el funcionario del Ministerio del Ambiente en la estación pluviométrica de San
Juan de Manapiare, la más cercana al área de investigación. En tanto que los datos botánicos
cuantificables se colectaron en las cuatro hectáreas de las cuatro parcelas botánicas en las
La Sierra o Serranía Maigualida, forma parte del Macizo Guayanés. Constituye el límite
natural entre los Estados Amazonas y Bolívar, en la región meridional de Venezuela, al Norte
de América del Sur. Está ubicada al Sur del Orinoco y enmarcada por los meridianos 65 y 66º
de Longitud Oeste, y por los paralelos 5º y 6º de Latitud Norte. Maigualida está situada casi al
geomorfológicos y florísticos, la Región Guayana, que incluye además de los dos Estados
mencionados al Estado Delta Amacuro (véasen Mapas Nº1 y Nº 4). La superficie total del Estado
Amazonas es de 178.095 km² y la de Bolivar 238.000 km² es decir aproximadamente 45% del
territorio venezolano (916.445 km²). Esta vastedad territorial presenta una gran diversidad
transicionales.
Cerro Yudi que supera los 2400 m snm. La Maigualida se extiende por aproximadamente 300 km
superficie total de unos 7000 km² (véase Mapa Nº 4) . Aunque no se poseen estimados
numéricos, practicamente toda la extensión montañosa esta cubierta por bosques densos y
altos, excepto en las elevaciones superiores a los 2000 m snm donde domina la flora tepuyana
(Huber 1995d:42). Así, una significativa porción de este territorio corresponde a selvas
la región, es genérica, y se refiere al área global del norte del Amazonas venezolano. No
existen trabajos científicos específicos en tales disciplinas sobre la Sierra Maigualida, lo que
aquí solamente proporcionar una imagen global del área de ocupación Hotì y enfatizar la
y compleja que describe una amplia variedad de formas litológicas. Los rasgos geológicos más
notables están signados por la antigüedad de sus rocas constituyentes y la relativa estabilidad
de las mismas desde el Precámbrico (> 109 años). Aquí los procesos de alteración y erosión
están bien avanzados y prácticamente no existen rocas que no estén desgastadas por estos
el Cámbrico. Se observan dos ciclos sedimentarios que tuvieron lugar en dos ciclos orogénicos
como areniscas, cuarzos y esquistos verdes esparcidos con rocas volcánicas piroclásticas. En
tanto que el segundo ciclo sedimentario (1.8-1.3 Ga), muestra grandes formaciones tabulares
deltaicos y costeros (Grupo Roraima). Este ciclo es responsable de la formación de los tepuyes.
Otra formación importante de este período, son los granitos anorogénicos (no tectónicos) que
cubren una extensa área y están asociados con muchas de las formaciones de serranías
76
guayanesas. El primer ciclo tectónico conocido como Pretransamazónico (2.5-2.3 Ga), está
sobrepasan los 2000 m snm, las rocas que se formaron durante este proceso orogénico
segundo ciclo conocido como Transamazónico (2.1-1.8 Ga) en cambio, generó grandes batolitos
graníticos con relieves más suaves y altitudes menores, las rocas que se formaron durante este
ascenso contínuo en lugar de muros verticales dada su geología granítica. La humedad parece
2000 m snm aparecen los singulares tepuyes o montañas de tope aplanado, únicos en términos
la Guayana. El rango altitudinal que va desde 1000 a 2000 m snm acuna tipos de bosques
algunas especies en parches o sectores de la montaña (e.g. Arundira spp., Lecythis spp.
Arthrostylidium spp., Eschweilera spp.), aunque el agua allí aparece relativamente escasa y
topografía se describe irregular unos metros más abajo (1000 a 500 m snm) y despliega una
serie de colinas estrechas consecutivas, dejando poco lugar a extensiones planas, tal como se
aprecia en la comunidad de Caño Mosquito, cortadas por quebradas que arrastran volumenes de
77
agua más significativos y se abren lugar en la densa selva hasta drenar como cursos de relativa
en numerosos cursos de agua. Algunos de estos, como el Caño Iguana alcanzan flujos regulares
que flanquean valles de colinas o bien drenan en áreas usualmente inundables en las estaciones
de lluvia como es el caso del Caño Majagua. No son poco frecuentes sin embargo, colinas más
suaves que dan paso a formaciones boscosas mas estables e incluso a ecotonos de sabana que
especies propias de formaciones vegetales distintas (sabanas, bosques por ejemplo), siendo
presenta altitudes desde 150 a 2400 m snm, e incluye varios paisajes tales como altiplanicies
rocosas y escarpadas (>1000 m), laderas montañosas, farallones y valles (400-1000 m),
(MARNR-ORSTOM 1988:27-29).
todo lo largo y ancho de la Sierra Maigualida, el cual puede constituir arterias de comunicación
y receptáculos de asentamientos humanos. El principal sistema de ríos que drena esta área
incluye a los ríos Cuchivero, Erebato, y Caura, en el lado del Estado Bolívar, que fluyen hacia el
norte en el Medio Orinoco, y los ríos Parucito y Asita, además de los Caños Iguana y Majagua
en el Estado Amazonas, que drenan hacia el sur en el Río Ventuari (véanse Mapas Nº 3 y Nº 5).
78
Vale mencionar que un número de ríos relativamente grandes se originan de hecho en la Sierra
Maigualida: Yudi, Cuyuwí, Chajura y Erebato al este, y Asita, Iguana y Ventuari al oeste y sur
(Huber 1995d:42). Sin embargo, son los cursos de agua de medios a pequeños los que atraen a
mencionados sólo se han observado viviendas temporales en las márgenes del Asita y aledaños
a los Caños Iguana y Majagua. Vale señalar además, que en su gran mayoría el sistema de ríos
Todos estos ríos se consideran ríos de aguas claras, esto es, cursos fluviales de color
estudios limnológicos específicos que pudiesen proporcionar datos descriptivos relevantes del
Los suelos del norte del Amazonas venezolano presentan una ausencia de bases, y una
predominancia de óxidos en las partículas finas. Se observa además una intensa remoción del
suelos heredados de épocas anteriores cuando pudieron haber experimentado ciclos climáticos
diferentes (Schubert y Huber 1990:15; MARNR 1979:6). Tanto los granitos precámbricos,
como las rocas ácidas que predominan en el área de investigación, han estado sometidas
climáticas entre períodos secos y húmedos son en parte responsables por la remoción de la
79
cubierta vegetal dejando expuestas secciones del suelo a las acciones eólicas y fluviales
los suelos de la Guayana venezolana, acarrea la formación de suelos con muy baja capacidad de
aluminio. Por una parte, los suelos presentan un bajo nivel de saturación de bases
excesivamente ácido. Por otra parte, debido al relieve topográfico tan agudo en muchos
sectores de las regiones montañosas, los suelos aparecen más susceptibles a la erosión en
Los mapas de suelos del norte del Amazonas venezolano, presentan diferentes
pendientes, laderas, farallones) están dominadas por granitos con oxisoles (suelos bien
ácidos y pobres en nutrientes) y entisoles, formados por fuertes procesos erosivos (suelos
superficiales, arenosos con una alta acumulación de materia orgánica). Paradójicamente, estos
suelos pobres en nutrientes y erosionados al extremo, sostienen una alta biomasa vegetal
boscosa que se mantiene debido al ciclo directo de nutrientes (cf. Jordan 1982:11), pero se los
considera pobres desde un punto de vista agronómico. Las altas elevaciones de los tepuyes del
norte del Amazonas venezolano, presentan suelos clasificados oxisoles, ultisoles, entisoles,
histosoles e incipientes espodosoles. Otra vez, estos tipos de suelos son superficiales y pobres
en nutrientes. Las superficies con menos relieve o relativamente planas, presentan suelos del
tipo oxisol y ultisol básicamente. Estos se describen como bien desarrollados, profundos
80
(MARNR-ORSTOM 1988:49).
por altos valores de precipitación, temperatura y humedad. Las variables que pueden hacer
variar este patrón genérico lo constituyen factores latitudinales, así como las diferencias en
macroclima de gran parte de la Región Guayana está definido según el sistema de Köppen como
Am es decir, húmedo tropical, con una estación seca de dos meses (definida como <75
mm/mes), aunque un régimen más seco corresponde a un incremento en latitud mientras que
Thornwaite, la región está clasificada como megatérmica (A’) y húmeda (B1-B4) con un pequeño
(r) o moderado (w) diferencial hídrico. Las excepciones a este esquema son una banda de
territorio alrededor de Puerto Ayacucho en el noroeste que se presenta con tres meses de
régimen seco, y un sector suroeste que corresponde a las cuencas de los ríos Atabapo-
Casiquiare-Negro que se presenta en cambio más húmedo y sin una estación seca propiamente
dicha. La Sierra Maigualida está localizada mucho más cerca del primer extremo al noroeste
de Puerto Ayacucho y por tanto se aproxima al régimen más seco. Según los mapas de
precipitación global de la región, el rango de pluviosidad para el sector Maigualida varia entre
1900-2600 mm/año, en tanto que los regímenes de humedad del suelo se describen como de
El microclima del área de ocupación Hotì, se caracteriza por tener dos estaciones
marcadas por la ausencia o recurrencia relativa de lluvias. Los datos colectados durante los
años de 1984 a 1998 en San Juan de Manapiare (SJM) revelan un rango que va de 2022 a 3227
(población multiétnica ubicada al noreste del área Hotì, entre las coordenadas geográficas
5°14’ N, 66°10’ W, y a 140 m snm) se localiza la estación climática más cercana al área de
ocupación Hotì, ubicada a sólo 70 Km en línea recta de una comunidad Hotì seminómada en el
3190
2790
2390
1990
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
Años 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998
mm 3013 2797 2238 2506 3227 2382 2851 2465 2022 2624 2384 3091 2972 2317 3043
evidente, pese a que los registros de pluviosidad son continuos y la distribución mensual
promedio esperada, o es al menos consistente con la caracterizada para las áreas bajas
neotropicales. Los años de 1986, 1992 y 1997 aparecen particularmente secos, en contraste
con los años más húmedos de 1988, 1995 y 1998. Los meses de Junio, Julio y Agosto
82
concentran la mayor cantidad de lluvia durante todos los ciclos anuales registrados, en tanto
que Diciembre, Enero y Febrero están caracterizados por la ausencia casi total de
precipitación.
500
400
300
mm
200
100
0
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
Meses
Febrero de 1999), se registró la lluvia caída con la ayuda de un pluviómetro portátil. Los datos
mensual de precipitación, como se aprecia en el Gráfico III.3, parece conformarse con los
rangos de distribución esperados para la Región Guayana. Los valores de desviación estándar
están en el rango de 27 mm para el mes de Enero a 292,7 mm para el mes de Mayo. Entre los
con los vocablos tuoleõ (estación seca o verano), y oõ·kuleõ (estación de lluvia o invierno). Cada
mes además, está codificado o marcado por eventos ecológicos significativos relacionados a la
83
División anual temporal Hotì Glosas equivalentes aproximadas de los meses Hotì
tuo bái Enero o inicio de la estación seca
k·ábálìõ Febrero o aparición del canto de las chicharras
k·ába eboõ báidolìõ Marzo o apogeo del canto de las chicharras
k·ábá báiye huidoláõ Abril o desvanecimiento del canto de las chicharras
oku báidoláõ Mayo o inicio de la estación lluviosa
oku k·ábáiye Junio o instalación plena de las lluvias
òiju báidoláõ/ò eboõláõ (s) Julio o apogeo de las lluvia
ò ebo báidoláõ/lebáõ du deláõ Agosto o época de colección del fruto de palma de pijiguao
tuo báidoláõ/tábuõ du deláõ Septiembre o desvanecimiento de las lluvias
tábuõ ijeká báidoláõ Octubre/Noviembre o época de cosecha del maíz
cËo káõi Diciembre o aparición de los loros
1999.
500
400
300
mm
200
100
0
Ene Feb Mar Abr May Jun Ago Sep Oct Nov Dic
Serie1 50,75 35,73 60,00 143,35 500,00 525,00 234,98 265,00 232,19 110,10 43,71
Meses
III.3 con aquellos del gráfico Nº III.2, se observa un patrón de distribución análogo durante
84
los meses de Diciembre a Marzo, en tanto que durante el mes de Abril se aprecia un
incremento de precipitaciones que para los meses de Mayo a Julio describe un marcado
Noviembre, bajan las lluvias en frecuencia y cantidad como se aprecia en el gráfico Nº III.3.
Los principales caracteres térmicos del ambiente tropical pueden sintetizarse en tres:
una temperatura media anual relativamente alta ≥ 25 °C al nivel del mar, un pequeño rango
anual de temperatura (diferencia entre el mes más cálido y el mes más frío) ubicado en < 5 °C,
y un rango diurno de temperatura que excede el rango anual (Snow 1976:295). En el área de
oscilación anual de temperatura mínima es poca, observándose una desviación estándar de 1,1º
1995 en la estación de SJM. El mes más caluroso se registra en Abril (20,6ºC), siendo Enero el
enfriamiento durante los meses más húmedos. Así, la mínima absoluta registrada se produjo en
el mes de Julio de 1992, alcanzando un valor de 15,2 °C y coincidiendo con uno de los años de
mayor precipitación, en tanto que la mínima más alta se produjo en Abril de 1989 con un valor
de 22,2 °C.
rango de desviación estándar que va de 0,5° a 1,1 °C, en tanto que el rango del coeficiente de
85
variación oscila entre 1,5° a 2,3 °C. La temperatura promedio máxima absoluta se registró en
Febrero de 1986 con un valor de 33, 7 °C y el menor para las máximas absolutas tuvo lugar en
Junio de 1985 con un valor de 30,3 °C, coincidiendo con las épocas en que los períodos de
sequía y lluvia están en su apogeo. El año más caluroso parece haber sido el de 1995, pero los
°C
34,4
32,9
31,4
29,9
28,4
26,9
25,4
23,9
22,4
20,9
19,4
17,9
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
Años 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1992 1993 1994 1995
°C 19,3 19,7 19,2 18,1 19,4 21,1 20,0 19,0 19,5 19,6 20,3
°C 33,4 33,8 33,8 33,8 33,4 34,3 33,6 33,8 33,5 33,7 33,9
grados centígrados, colocados a la sombra. Al igual que con los datos pluviométricos y de
humedad sin embargo, no se poseen datos durante los períodos de ausencia en el campo. Los
rangos de los valores de desviación estándar van de 0,14° a 1,7° C para las temperaturas
con un valor de 19,9 °C, en tanto que el valor absoluto más alto entre las mínimas es de 22,6 °C
variación oscilando entre 44° a 22 °C, en virtud de la localidad específica en la que se tomó el
dato. En este caso, los extremos están dados por Caño Majagua Medio y Caño Mosquito Medio,
estándar van de 0,5º a 5,1º. Las máximas promedios en el área Hotì se distribuyen anualmente
1999.
°C
35,0
32,0
29,0
26,0
23,0
20,0
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
°C 34,8 32,3 32,3 34,3 29,1 31,3 28,7 26,9 28,5 28,7 28,6 33,9
°C 20,3 21,2 21,1 22,5 22,3 21,9 22,1 21,7 21,9 22,1 21,1 21,8
Puede apreciarse que los meses menos calurosos parecen ser aquellos donde la lluvia
tiene una frecuencia relativa mediana, es decir aquellos transicionales o que podrían indicar un
cierto patrón biestacional signado por dos picos y relacionado posiblemente al patrón del
87
entre las zonas de alta presión subtropical en ambos hemisferios. Tal frente se mueve hacia el
sur o al norte del ecuador siguiendo con atraso las posiciones de zenit del sol. En el lugar en
que se encuentran los frentes de baja presión con vientos de alta presión se produce una
actividad conectiva que da lugar a fuertes lluvias (Snow 1976:295-337), aquellas denominadas
localmente chubascos. La alta nubosidad durante los meses de lluvia cubriendo los cielos de las
selvas, sin duda contribuyen a mantener las temperaturas más bajas con respecto a la estación
seca.
directo sobre la evaporatranspiración potencial (ETP), que a su vez afecta la humedad del
venezolana (125 mm de promedio mensual) pero disminuye a medida que aumenta la altitud
los meses de sequía. Se han definido tres regímenes de suelo en virtud del agua acumulada en
los mismos (MARNR-ORSTOM 1988:17): (1) ústicos: característicos de climas donde ocurre
una verdadera estación seca, en áreas bajas circundantes a la Sierra Maigualida. Este tipo de
suelo puede encontrarse en las sabanas donde tienen lugar definidos ciclos de acumulación,
exceso, utilización y déficit de agua, lo que favorece el desgaste de las bases del suelo; (2)
údicos: comunes a los suelos de clima húmedo ecuatorial, generalmente bajo cubiertas de
selvas pluviales tropicales que favorecen las hidrólisis ferrosas. Esta categoría de suelo es
característica de gran parte de la Sierra Maigualida, y (3) perúdicos: aquellos donde un exceso
88
de agua de lluvia se hace presente durante todos los meses del año, lo cual favorece procesos
Maigualida.
1996-1999.
% 103,0
96,0
89,0
82,0
75,0
68,0
61,0
54,0
47,0
40,0
Ene Feb Mar Abr May Jun Ago Sep Oct Nov Dic
Serie1 47,1 53,7 45,6 51,7 72,4 65,3 80,7 76,1 74,5 78,6 54,8
Serie2 93,6 92,0 89,6 90,7 92,7 93,7 94,1 93,3 92,6 93,6 93,2
No se poseen datos acerca de la humedad relativa del aire para áreas aledañas a las
zonas de ocupación Hotì, por lo que no se poseen parámetros comparativos. Al igual que la
términos generales, la humedad relativa en el área Hotì es alta, aunque los valores absolutos
alcanzando una oscilación de valores máximos de la mínima entre 21% a 86% en período de
sequía y de lluvias en las comunidades de Caño Majagua Medio y Kayamá respectivamente. Los
valores promedios para la mínima de humedad relativa se grafican a continuación. Los valores
89
de la desviación estándar son significativos pues el rango describe el valor inferior en Marzo
con 3,9% justo al fin de la época seca y el valor superior en Abril con 23% al inicio de la época
de lluvia. Sin duda, en este caso al igual que para el resto de parámetros descritos aquí,
registros sistemáticos a largo plazo podrían reflejar más certeramente la realidad climática
Los valores son consistentes con los esperados, las estaciones de más lluvia
corresponden con los valores de humedad atmosférica más alta, y los meses más secos
muestran valores inferiores. Vale destacar además, que la influencia de la altitud es evidente
también en este parámetro climático. Siendo los meses de sequía aquellos que experimentan
menor humedad atmosférica en las zonas de elevaciones inferiores. Este patrón se invierte
en aquellas localidades ubicadas a mayor altitud y durante los meses de mayor frecuencia de
lluvias. El rango oscila entre 72% en Kayamá y 99% en el Alto Cuchivero (cerca de 1000 m
snm). Los valores de desviación estándar oscilan entre 0,07% durante el mes de Febrero y
5,4% durante el mes de Enero. En este caso la desviación de los valores máximos se
concentra enteramente en el período seco del año. Al observarse los valores de desviación
para el resto de los meses, se aprecia que la variación es muy pequeña, entre el 1-2%
sustentando la cualidad húmeda por excelencia del área amazónica. También refleja la
necesidad de colectar datos climáticos por períodos más largos de tiempo que sustenten
relativa máxima durante el mes de Marzo, probablemente como resultado de que los datos
90
provienen de las cuatro localidades durante ese mes, alterando los valores medios en virtud
la bibliografía genérica para Venezuela y el Sur del Orinoco y a una escala macro descriptiva,
(Huber 1982; MARNR 1983; Huber y Alarcón 1988; Huber 1995; Huber y Riina 1997): (a) la
Región vegetal Amazonas-Hylaea, que constituye la vegetación base original y está presente
en gran parte de las formaciones selváticas en la cuenca del Amazonas y del área Hotì; (b) la
Norte (Alto Cuchivero, inmediaciones del Río Kayamá) y Sur del área Hotì (inmediaciones del
Caño Majagua Bajo); (c) la Región Guayana, que representa la gran mayoría de formaciones
selváticas al sur del Orinoco venezolano, incluyendo el área Hotì; (d) la Región Guayana Alta,
representada por bosques y arbustales de las zonas tepuyanas de los niveles altitudinales
inferiores y medios, los cuales salvo en muy pocas excepciones son visitados o frecuentados por
los Hotì; y (e) la Región Pantepui, que consiste en las comunidades de plantas herbáceas y
arbustivas características de las altas montañas (formación Roraima), presente en el área Hotì
en las cimas de las montañas de la Sierra Maigualida pero básicamente no visitadas por los
que la vegetación del área Hotì está dominada por selvas de diversos tipos en su gran parte de
A una escala micro descriptiva sin embargo, la región de la Sierra de Maigualida es muy
poco conocida desde el punto de vista botánico (Huber 1995a). La información publicada sobre
91
y C. Alarcón (1988). Sin embargo, se señala allí mismo que la Sierra Maigualida al norte del
sector Jáua-Maigualida, ha sido "aun poco explorada”. En éste mapa, se sugiere la presencia de
Sierra Maigualida. En la Sierra Parima están presentes bosques medianos (15-25 m) con
dos estratos arbóreos densos, sotobosque relativamente abierto, pocas epífitas y lianas.
Están caracterizados por especies como las siguientes: Eschweilera roraimensis, Guarea
guidonia, Tapirira guianensis, Cordia nodosa, Miconia sp., Vochysia venezuelana, Protium
calanense.
información botánica.
3. bosques ombrófilos montanos, siempreverdes, para los que se dispone información de otros
variable en el estrato herbáceo y el arbustivo, que alcanza hasta 3 m. Se ubican sobre los
partir de fotos aéreas y lecturas de radar) como las siguientes: bosques alisos, ribereños y de
galería. Tales formaciones en términos muy generales se describen como de medios a altos y
así como de su topografía quebradiza. W. Coppens colectó pocas muestras botánicas durante
sus exploraciones a inicios de la década de los 70, pero según el curador del herbario donde las
depositó, el material es muy fragmentario para tener algún valor taxonómico (Stephen Tillett,
altas del norte de la Sierra Maigualida en 1989, pero sus resultados no han sido publicados.
Otto Huber ha recolectado muestras botánicas durante cuatro recorridos desde 1988 hasta
1995, pero especialmente en las cimas de las montañas y las regiones más elevadas de la Sierra
ocupación Hotì de la Sierra Maigualida de la que se tenga noticia corresponde a la que sustenta
esta investigación, colectada por E. L. Zent y S. Zent y llevada a cabo desde Abril de 1996 a
Febrero de 1999, contando con 2340 números depositados en los Herbarios Ovalles (MYF) y
Nacional de Venezuela (VEN). La tabla Nº III.2 especifica los números colectados de acuerdo
De ese total absoluto se han determinado hasta este momento 1510 números a nivel de
Familia, 1134 números a nivel de Género y 805 números a nivel de especie. Se considera que
Vale señalar que algunos de los números son al parecer nuevos para la botánica occidental. En
los capítulos siguientes se mencionarán gran parte de los números colectados asociados a
datos cuantificables provenientes de parcelas botánicas trazadas en el área Hotì, puesto que
pueden aportar más que descripciones de la vegetación local, aseveraciones bien sustentadas
indudable utilidad tanto para inventariar las especies vegetales como para el conocimiento
selección obedeció al intento por satisfacer los objetivos botánicos y etnobotánicos de este
trabajo, y se sustentó luego de entrevistas sostenidas con botánicos (Brian Boom del New
York Botanical Garden, Gerardo Aymard del Missouri Botanical Garden y la Universidad de los
Llanos Ezequiel Zamora) y etnobotánicos (William Balée de Tulane University, Stanford Zent
beneficiado de esta metodología de campo. Por otra parte, las ventajas de proporcionar datos
94
confiables, justifican plenamente la opción de las parcelas como método de estudio (Phillips y
parcelas. Según B. Boom (comunicación personal 1996; Boom 1989, 1990) la forma rectangular
venezolana en un sector no muy alejado del área de investigación de este estudio, su opinión
vegetación local en las selvas tropicales amazonenses (Mori 1992; Boom 1989, 1990). A estas
consideraciones se añade que las investigaciones donde se han utilizado a las parcelas
extiende no sólo a estudios realizados por otros autores sino a las diferentes áreas de
ocupación Hotì, por lo que se trazaron cuatro parcelas de 20 x 500 m, en cuatro sectores de
20 m o de 400 m² cada uno (un total de 10,000 m²). Los lugares específicos donde se decidió
trazar las parcelas fueron seleccionados con la ayuda de Hotì locales dispuestos a caminar por
95
el área y señalar las áreas frecuentadas y utilizadas por ellos. Los criterios específicos de
selección, fueron entonces inducidos de alguna manera por los habitantes locales. No obstante,
ciertos elementos de azar se incorporaron en la selección de las áreas: se solicitó a los Hotì su
ayuda pero sin criterio definido se decidió trazar pequeñas trochas en dirección a la
comunidad sin conocer con certitud que tipo de bosque se incluiría en la hectárea. Se consideró
también la distancia de la parcela con respecto a los asentamientos, que en todos los casos no
sobrepasaba más de 15 minutos, excepto en San José de Kayamá, donde se requería caminar
Kayamá, 7 Hotì hombres adultos nos condujeron hasta lo que consideraban bosque alto
frecuentado por ellos, unos meses más tarde se conocieron bosques similares mucho más
cercanos a la misión. Sin embargo, dadas las características de: (1) ecotono sabana-bosque de
y en virtud de (3) que las viviendas de habitación Hotì se encuentran dispersas y en su mayoría
potencialmente entrevistable.
de varias longitudes (100 m y 30 m) para medir las distancias de los cuadrantes y el largo total
de cada parcela, una cinta de diámetros para medir los diametros de los troncos a la altura de
pecho (DAP) de todos los individuos ≥ 10 cm., una brújula para controlar la dirección precisa en
ángulos de las líneas imaginarias de la parcela así como las pendientes relativas de los
cuadrantes, un clinómetro para calcular las alturas relativas de los individuos bajo observación
así como las pendientes relativas de los cuadrantes, un altímetro barométrico para registrar la
96
altitud y las pendientes relativas, banderas de polietileno naranja con bases de metal para
marcar los cuadrantes particulares, cintas de vinyl naranjas y amarillas para marcar los
numerados previamente para marcar de manera más permanente los individuos, asegurados con
cegadoras y cuadernos de campo. Para corregir las dimensiones de los cuadrantes en virtud de
las pendientes particulares, se portaron tablas de valores que indican los ajustes a las
distancias a lo largo de las pendientes particulares de los cuadrantes (Peters 1996:255). Para
las colecciones botánicas se contaba además con podadoras, pinzas, cortadoras, sendas
De las cuatro parcelas, corresponde sin duda a la que presenta las laderas más agudas
extendiéndose el rango de pendiente de 10% a 75%, y la altitud desde 248 a 410 m snm.
posible fértiles. Treinta y seis familias 70 géneros y 107 especies se han logrado determinar
de ese total de individuos que incluyen además de árboles, lianas y palmas como formas de
97
vidas. Vale destacar que de 48 de esas especies identificadas a lo largo de la parcela están
representadas por sólo un individuo, en tanto que 19 de las especies están representadas por
dos individuos, otras 11 especies presentan densidades absolutas de tres individuos, ocho
especies ocurren cuatro veces, cinco en cinco oportunidades, dos especies están
representadas por 6 individuos, y tres especies por ocho. Es decir, 89% de las especies
relativa). Las otras tres especies que concentran los porcentajes más altos son las siguientes,
con 4,51% y 16 individuos, y Coccoloba fallax (Polygonaceae) con 3,94% y 14 individuos. Estos
valores expresan diversidad de especie representados por uno o pocos individuos y dominancias
absolutas concentradas en pocas especies. En este sentido, 73% (78) de las especies describen
valores menores al 1% de densidad relativa en tanto que 14% (15 especies) se presenta con
valores menores a 2% y 6% (6 especies) están en el rango del 2%. Cinco especies presentan
Los mayores valores de dominancia relativa, calculadas a partir del área basal (ab)
(Sapotaceae) con 16,97% aunque su densidad relativa es de 11 individuos (con una dominancia
absoluta de 560,52 dm²/ha) y nuevamente Brosimum alicastrum con la dominancia más alta
relativas de la mayoría de las especies no alcanzan el 1%, con 84 especies (79% del total de
especies) con valores que van del 0,02 al 0,99%, lo cual apunta hacia un alto dinamismo o
98
entre 1-2%, en tanto que cuatro especies tienen valores entre 2-3% y sólo una, Coccoloba
fallax tiene un valor expresado entre 3-4%. Los únicos dos valores mayores al 4,2%, son los
ya mencionados como los de la dominancia más alta, lo cual sin duda hace estas dos especies
individuos maduros (Micropholis sp. ostenta DAP en un rango de 53,8 a 115, 2 cm) y en
diversas etapas de maduración que dan probabilidades menores de riesgos de extinción local
(los DAP del Brosimum alicastrum van desde 10,9 a 111,7 cm). En términos genéricos, en CI
se observaron cuadrantes densos en troncos leñosos contrastando con aquellos ralos como se
especies (50% del total) presentes en sólo 1 de los 25 cuadrantes, en tanto que otras 16
especies (15%) se presentan sólo en dos de los cuadrantes, y 14 especies más (13%) en tres
de los cuadrantes. Igualmente, sólo 6 especies ocurren en cuatro de los cuadrantes, y otras
cinco en cinco cuadrantes, tres especies en seis, dos especies en siete y tres en ocho
cuadrantes. Sólo 4 de las especies (3,7%) aparecen en el número más alto de cuadrantes:
tres especies en nueve y sólo una en diez de los 25 cuadrantes. Los valores más altos de la
frecuencia relativa están concentrados en el taxón Protium opacum (3,70%), en tanto que
tres especies, presentan el mismo porcentaje de frecuencia relativa, 3,33%. Siendo estos
nuevamente, Sloanea laxiflora, Micropholis sp. e Inga sp. 2 (Mimosaceae). La tabla Nº III.3
muestra los valores relevantes de las especies encontradas en la parcela de CI. Los autores de
No resulta una sorpresa que los valores de importancia señalen en los porcentajes
más altos, a las cinco especies mencionadas antes. La especie Micropholis sp. con el valor más
significativo (8,55%), está seguida por Brosimum alicastrum (8,43%), en tanto que con
porcentajes mucho menores se encuentran Protium sp. 2 (3,68%) y Coccoloba fallax (3,58%).
son tropicales por excelencia: Sapotaceae, Moraceae y Burseraceae, en tanto que las
Como puede apreciarse en el Gráfico III.7, que ilustra la curva de especies a lo largo
110
100
90
Número de especies
80
70
60
50
40
30
20
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 m c/u)
siempreverde (cf. Huber y Alarcón 1988; Huber 1995; Huber y Riina 1997), referido a un
bosque de vegetación perennifolia con hojas de tamaño medio ancho e individuos de medio a
alto (15-30 m de altura), denso y presentando al menos dos estratos arbóreos, relativamente
pocas epífitas y un sotobosque algo denso. Algunos árboles además, pueden ser semideciduos
El dinamismo de los individuos de esta parcela puede ilustrarse con las siguientes
tres de estos individuos murieron por alteraciones humanas y los 14 restantes por alteraciones
naturales. En este último caso, los eventos más comunes consistieron en procesos de
desecación natural propios de la edad madura de los individuos en cuestión (e.g. Trichilia
103
mazanensis; Pouteria sp.), o bien, fuertes lluvias acompañadas de vientos que provocaron la
caída de los troncos desde el sistema de raíces la mayoría de las veces (e.g. Caraipa sp.,
Gustavia aff. poeppigiana, Sloanea laxiflora). Individuos que se desarrollaban sobre rocas
pobremente desarrollados (e.g. Rollinia sp., Urera caracasana) fueron más afectados por las
alteraciones naturales. Los otros 14 individuos se vieron afectados por eventos de alteración
natural (procesos fluviales y eólicos) que causaban la mutilación de parte del ramaje, sistema
de raíces o dividían en dos los troncos principales de aquellos individuos involucrados (e.g. Inga
Sin embargo, cuando en una primera observación se los consideró muertos, en una tercera o
cuarta observación luego de varios meses del evento alterador, el individuo retoñaba y
retomaba su ciclo vital con rapidez evidente: nuevas hojas, ramas, raíces y hasta flores
empezaban a mostrarse en algunas secciones de los individuos. En este caso, el evento natural
contribuye sin duda no sólo a la regeneración de los individuos afectados, sino a la dispersión
involucrada. La caída de troncos o partes de los individuos, sin duda constituye un aporte de
nutrientes a las comunidades locales. Los tres casos de eventos de alteración humana
consistieron en individuos maduros: dos Protium sp. uno de 44,2 cm y el otro de 45,2 cm DAP
cortados a la altura del tronco principal (alrededor de 1 m sobre el suelo) para cosechar los
panales de miel que sus troncos sustentaban. El dinamismo, además, se ilustra en el siguiente
100
90
80
Número de Individuos
70
60
50
40
30
20
10
0
100,0-124,9
10,0-14,9
15,0-19,9
20,0-24,9
25,0-29,9
30,0-34,9
35,0-39,9
40,0-44,9
45,0-49,9
50,0-54,9
55,0-59,9
60,0-69,9
70,0-79,9
85,0-89,9
90,0-99,9
DAP cm
cuadrantes. Se observan evidentes áreas densas en troncos y áreas ralas. El cuadrante 9 por
ejemplo, pese a que solamente incluye 12 individuos, ostenta la mayor área basal en virtud de
que tres de los árboles que lo componen tienen DAP considerables (dos Micropholis sp. de
111,4 y 100,3 cm DAP y una Tiliaceae, la Apeiba intermedia de 88,8 cm DAP). También en los
cuadrantes 14, 16, 23 y 24, se encontraron áreas basales totales significativas, debido
alicastrum domina los cuadrantes 14 y 16, en tanto que Protium sp. (53,8 cm DAP), una
Sterculiaceae no determinada aun (92,3 cm DAP) y una Erisma sp. (94,5 cm DAP,
Gráfico Nº III.9: Area Basal Total en los 10,000 m observados en los 25 cuadrantes.
8000
7000
6000
5000
dm2
4000
3000
2000
1000
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 m c/u)
El cuadrante 22 que cuenta con sólo seis individuos presenta una dominancia relativa
de 1463,25 dm²/ha, más del doble que el cuadrante 25 que ostenta la más baja dominancia
relativa (un total de 523,25 dm²/ha) pese a tener una densidad absoluta mayor (8
individuos). Algo similar sucede con el cuadrante 12, con 8 individuos y la mitad en valor
relativo en densidad (708,5 dm²/ha) con respecto al cuadrante 22. En estos casos no es sólo
la baja densidad de troncos presentes en los cuadrantes y sus bajos DAP (e.g. en la parcela
que al menos 5 individuos de Brosimum alicastrum con rangos de DAP de 33,7 a 111,7 cm se
aledaño. La baja densidad y dominancia relativas del cuadrante 8, que presenta sólo 7
106
individuos responde no solo a su relativamente baja área basal (808,75 dm²/ha) sino a la
sotobosque poco desarrollado. Se supone que la alteración en este caso fue natural y
consistió en erosión fluvial dada la pendiente microlocal. En el caso del cuadrante 17, tal
parece ser el caso, puesto que la mayoría de plantas que lo componen son de colonización
inicial, por ejemplo, están presentes allí tres Cecropia angulata (358,64 dm²/ha) y una
Cecropia sp. (38,87 dm²/ha), y tres Inga sp. (132,80 dm²/ha) jóvenes ya que dos presentan
Los Hotì de CI insistían en que esta área de bosque no había sido nunca utilizada como
conucos o asentamientos de ningún tipo al menos hasta donde la memoria de su historia oral
era recordada.
sólo 10 minutos de camino del asentamiento Hotì, e igualmente en áreas de bosque alto y
montaña frecuentado por los Hotì. Tanto CI como MO además, son áreas bien
aunque la longitud de esta pequeña depresión que forma parte de la parcela no alcanza los
cinco metros. Los cuadrantes 11 y 12 están atravesados también por un caño de tamaño
mediano, cuyas márgenes alcanzan 17,5 m de ancho. La corriente rápida del curso de agua no
impide que esté flanqueado por una vegetación arbórea que toma riesgo de crecer incluso
sobre rocas dentro del caño mismo. Para acceder al caño mediano, debe descenderse cuatro
rango de altitud total a lo largo de la parcela va desde 417 a 480 m snm en la parte superior.
colectaron. Cuarenta y tres familias de la botánica sistemática, 139 géneros y 188 especies se
han logrado determinar en ese total de individuos botánicos que incluyen árboles, lianas y
palmas como formas de vidas. Debe destacarse que 15 de los individuos colectados de la
parcela no han logrado determinarse ni aun a nivel de familia botánica. Se los considera aquí
De las 188 especies, 116 (61%) presentan una densidad absoluta de sólo un individuo en
toda la parcela, en tanto que 25 (13%) tienen una densidad absoluta de dos, nueve especies
(5%) presentan densidades de tres, otras nueve especies (5%) tienen densidades absolutas de
cuatro, y otra vez nueve especies (5%) están representadas por sólo cinco individuos. Cuatro
especies presentan seis individuos, dos presentan siete, cuatro presentan ocho, una presenta
nueve y una presenta 10 individuos. Es decir 180 de las especies o 96% de las mismas
ocurrentes en la parcela, tienen una densidad absoluta ≤ 10 por ha. El 4% restante de las
108
especies (8) expresa en términos de densidad relativa entre 1,98% a 12,05%, o con densidades
Bathysa bathysoides, con 67 árboles, precedida por otro taxón con una alta densidad,
Micrandra siphonoides representado por 52 individuos (9,35%). Con una densidad absoluta
significativa menor, el taxón Sloanea sp. 1 (Elaeocarpacea) ocupa el tercer lugar con el valor
más alto, 2,88% (16 individuos), sucedido por tres especies con la misma densidad de 12
Burseraceae Protium sp. 2, y una Cecropiaceae, Pourouma sp. 1. Con 11 individuos (1,98%)
laxiflora. Sin embargo, el que casi el 62% de la parcela presente un sólo individuo por especies
En términos de dominancia relativa, 169 especies presentan valores de menos del 1%,
en tanto que diez se encuentran en el rango de 1-2%, dos especies tienen dominancias relativas
entre 2-3%, y otras dos entre 3-4%. Es decir, 98% de las especies de la parcela presentan
Manilkara sp. presenta la dominancia más alta de 11,73%, pese a que su densidad absoluta es
pocos individuos maduros dispersos con una dominancia absoluta significativa (485,6
dm²/ha). En segundo lugar está otra vez la Bathysa bathysoides que domina el escenario
local maderero con 9,98% (413,37 dm²/ha de dominancia absoluta), sucedida nuevamente
por la especie Micrandra siphonoides con 9,12% (dominancia absoluta de 377,56 dm²/ha). Un
sólo individuo de Parkia pendula (Leguminosae) con una dominancia absoluta de 293,16
109
dm²/ha ocupa el cuarto lugar más alto en dominancia relativa expresada en 7,98%; en tanto
que ocho individuos de Erisma sp. (Vochysiaceae), están en cuarto lugar con 4,43% (183,44
dm²/ha).
solamente de un individuo por cuadrante. En tanto que otras 26 (14%) especies ocurren en
sólo dos cuadrantes, 11 (6%) en tres cuadrantes, 11 (6%) en cuatro cuadrantes, ocho (4%) en
cinco cuadrantes, cinco (3%) en seis de los cuadrantes, dos (1%) en siete cuadrantes, una
(0,5%) especie en ocho cuadrantes y una en nueve cuadrantes. Tres de las cuatro especies
restantes tienen una frecuencia absoluta de 10, y la especie con el valor más alto ocurre en
15 cuadrantes, siendo ésta una vez más, representado por Bathysa bathysoides con una
frecuencia relativa del 3,80%. Las tres especies que preceden a esta Rubiaceae son las
Euphorbiacea Micrandra siphonoides, todas con frecuencias relativas del 2,53%. En la tabla
Nº III.4 se presentan los valores relevantes de las especies presentes en la parcela de MO.
mencionadas, con el valor porcentual más elevado en la especie Bathysa bathysoides con
8,61%, sucedida por Micrandra siphonoides con 7%, Manilkara sp. con 4,61% y Erisma sp. con
114
2,55%. Dos de los géneros pertenecen a familias casi cosmopolitas. Estas dos familias son las
Euphorbiaceae que sin duda incluyen entre sus miembros géneros muy importantes para las
comunidades humanas no sólo a nivel de subsistencia (e.g. el caucho tan importante comercial
e históricamente) y las Rubiaceae, una de las familias más grandes y muy bien representada
de los trópicos. Las otras dos especies forman parte de familias tropicales por excelencia,
topográficos) de este rango altitudinal los que favorecen el desarrollo exitoso de esta
especie.
último cuadrante, a razón de 1 a 18 especies por cuadrante. Este fenómeno hace considerar
195
180
165
150
Número de especies
135
120
105
90
75
60
45
30
15
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 c/u)
115
siempreverde (cf. Huber y Riina 1997:82-84; Huber y Alarcón 1988), es decir, característico
de una vegetación perennifolia con hojas de tamaño mediano a ancho, con árboles de
medianos a altos (15-35 m de altura), densidad variable, presencia de ligneas, dos estratos
El dinamismo local puede ilustrarse con las siguientes apreciaciones. Durante los dos
años de observaciones se registraron sólo 16 individuos muertos, de los cuales uno sólo fue
talado, una Moraceae aun no determinada de 71,3 cm DAP (holoáká ·yáì). Esta alteración
humana estuvo motivada por un cazador, quien pretendía acceder a un animal de caza (buõ·kelo
Potos flavus) y ocasionó la muerte a varios individuos, en especial a una liana (Clitoria
javitensis, Fabacea) que crecía sobre el árbol talado. Plantas aledañas también cayeron bajo el
peso del tronco y murieron a consecuencia de ello (Protium crassipetalum. 17,6 cm DAP,
Burseracea, y Brownea sp. 10,7 cm DAP, Caesalpiniacea). Seis de los individuos crecían en la
margen del caño mediano que atraviesa el cuadrante 11 y fueron objeto de eventos naturales
de alteración fluvial que causaron sus muertes (dos individuos del género Mabea sp. 13,4 y
16,8 cm DAP, Euphorbiaceae; una Clusia sp. 21,3 cm DAP, Clusiaceae; una Pseuldolmedia sp.
11,3 cm DAP Moraceae; una Inga sp. Caesalpiniacea; y un árbol no identificado aun 13,5 cm
DAP). Una Rutaceae, Raputia sp. (11,5 cm DAP) fue objeto de presión eólica acompañada de
fuertes lluvias que erosionaron aun más su inestable sistema de raíces. La edad madura de
algunos individuos los hacia más vulnerables a eventos naturales que estimulaban su caída y
eventual muerte (e.g. Laetia procera 50,7 cm DAP, Flacourtiacea, Spondias sp. 69 cm DAP,
Anacardiacea). Vientos y lluvias son también responsables por la caída de algunos troncos
116
muerte (e.g. Pterocarous rohrii, 57 cm DAP, Bignoniaceae; dos individuos del género Trichilia
sp. 22,5 y 55,7 cm DAP, Meliacea; Coussapoa sp. 19,6 cm DAP, y Pourouma sp. 11,3 cmDAP,
Cecropiaceae).
de la superficie del área observada, con 480 plantas (86%) y contrastan con las 76 plantas
restantes (14%), pese a que las áreas basales de estas últimas dominan indudablemente el
paisaje local.
200
Número de individuos
150
100
50
0
125,0-200,0
10,0-14,9
15,0-19,9
20,0-24,9
25,0-29,9
30,0-34,9
35,0-39,9
40,0-44,9
45,0-49,9
50,0-54,9
55,0-59,9
60,0-69,9
70,0-79,9
80,0-89,9
90,0-99,9
DAP cm
absoluta de los cuatro Protium sp. (1374,74 dm²/ha), y de los tres Manilkara sp. (8506,55
dm²/ha), son sin duda los que describen la diferencia entre este y el resto de los
cuadrantes. El cuadrante 16 por otra parte, cuenta con 34 individuos, de los cuales las
Attalea maripa (525,9 dm²/ha Arecaceae), las Sloanea sp. (518,76 dm²/ha,
Elaeocarpaceae), la Parkia pendula (5883,35 dm²/ha) y las Bathysa sp. (222,93 dm²/ha)
explican la prominencia en área basal de éste cuadrante. Dos cuadrantes se distinguen por
sus bajos valores con respecto a la regularidad relativa de la distribución de áreas basales
en MO. El cuadrante 10 presenta el valor más bajo en área basal total (1060,86 dm²/ha), en
parte puesto que sólo contiene 17 individuos, una cifra en términos relativos baja con
respecto al resto de cuadrantes, además de que estos ostentas bajos DAP (el rango está
entre 10,4 y 29,5 cm). El cuadrante 4 por otra parte, presenta la densidad absoluta más
baja, con sólo 12 individuos aunque su área basal total es mayor a la del cuadrante 10
(1439,92 dm²/ha) puesto que el rango de DAP es más alto (10,5 a 37,5 cm). Estos dos
Cabe señalar finalmente, que a diferencia de las tres localidades donde se ubican las
pareciera observarse una suerte de gradiente de bosques siempre verdes a deciduos, similar a
16000.00
14000.00
12000.00
10000.00
dm2
8000.00
6000.00
4000.00
2000.00
0.00
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 c/u)
asentamiento mismo de la comunidad Hotì, ya que flanquea uno de sus costados. Constituye
una parcela particular desde el punto de vista ecológico y cultural. Desde este último
montaña, en parte estimulados por la riqueza de recursos ribereños y tal vez dada la
119
mayor cercanía a otras comunidades de distintos grupos étnicos (e.g. E’ñepa, Yabarana,
Piaroa, Criollos).
parecer volitivamente y no forzados por agentes y factores externos. Desde el punto de vista
extendiéndose el rango local de 130 a 175 m snm, donde la estacionalidad es sin duda mucho
más marcada que en las dos parcelas antes descritas. En este sentido, durante los meses de
superficie del suelo. En tanto que durante la sequía, el agua acumulada se deseca
progresivamente hasta el punto de que pareciera que localmente se experimentara una escasez
temporal largo. Durante los tres años de observación, no obstante, se sustenta el patrón de
casualidad entonces, que los extremos absolutos más altos de temperatura y más bajos de
de altas y bajas corrientes y caudales de agua de la arteria de agua principal, el Caño Majagua,
sin duda influyen y determinan muchos aspectos hídricos locales (e.g. evaporaciones,
transpiraciones, etc.), que sin duda afectan a las comunidades bióticas, incluyendo al hombre.
MA. Siendo esta su particularidad paisajística con respecto a las tres parcelas restantes.
total de 1 ha (10,000 m².). El rango altitudinal de la parcela varía poco, desde 138 a 173 m snm.
colectaron. Cuarenta y una familias botánicas, 117 géneros y 164 especies se han logrado
determinar en ese total de individuos botánicos que incluyen árboles, lianas y muy
significativamente palmas como formas de vidas. Debe destacarse que 8 individuos colectados
de la parcela no han logrado determinarse ni aun a nivel de familia botánica. Se los considera
ocurriendo dos individuos por especie en la parcela, 15 especies presentan tres individuos
(0,53% de densidad relativa), cuatro individuos ocurren en ocho especies (0,71% de densidad
relativa), seis especies presentan ocurrencias de cinco individuos (0,89% de densidad relativa),
cuatro especies presentan seis individuos botánicos (1,07% de densidad relativa), dos especies
presenta siete individuos (1,24% de densidad relativa), seis presentan ocho individuos (1,42%
de densidad relativa) y dos especies están representadas por 10 individuos (1,60% de densidad
relativa). Es decir, 96% (157) de las especies presentan bajas densidades relativas con
absolutas entre 11 y 59 individuos. Cabe destacar que de estas 7 especies, dos pertenecen a la
familia Arecaceae y dos a la familia Moraceae, lo cual hace a estas dos familias las más
Oenocarpus bacaba con un valor del 10,48%, siendo precedida de la Moraceae Pseudolmedia
laevis con una densidad absoluta de 40 individuos y una relativa de 7,10%. Otra palma, la
121
Socratea exorrhiza ostenta la tercera densidad absoluta más alta con 29 individuos y 5,15%
que usualmente domina como colonizador, la Cecropiaceae Pourouma sp. con una densidad
la quinta densidad absoluta más alta, con 22 individuos y 3,91% de densidad relativa, sucedida
por la Moraceae Helicostylis sp. con 15 individuos (2,66% de densidad relativa) y con 11
Los valores de dominancia relativa son significativos, en tanto que 84% (138) de las
especies presentan porcentajes menores al 1%. Otras 15 especies, presentan valores entre 1-
2%, otras cuatro tienen valores entre 2-3% y aun otras dos especies presentan dominancias
relativas entre 3-4%. Estas cifras apuntan hacia individuos con troncos de poco grosor, que
podría indicar instalación reciente de las plantas leñosas además de una dinámica significativa
del bosque en cuestión. Sólo cuatro especies (2,4%) dominan el escenario ligneo local. Los tres
valores de dominancia relativa más altos están presentes en las palmas. Las Arecaceae,
dominan sin duda esta parcela, la Attalea maripa con 7,37% presenta el valor más alto, en
segundo lugar está la Oenocarpus bacaba con 6,46%, sucedida de otra Attalea sp. con 5,69%.
En tanto que los cuarto y quinto valores más altos los ocupan dos arbóreas de la familia
Vochysiaceae, la Erisma uncinatum con 5,45% y la Qualea paraensis con 4,85%. Las
dominancias absolutas de estas cinco especies en sólo dos familias alcanza 931 dm²/ha, es
decir, el 30% del total de la parcela, dominando significativamente el paisaje de la flora local.
los 25 que conforman la parcela, en tanto que 32 se presentan en dos de los cuadrantes, 16
ocurren en tres cuadrantes, 12 en cuatro cuadrantes y cinco en cinco cuadrantes. Sólo una
122
especie se presenta en siete de los 25 cuadrantes, e igualmente sólo una ocurre en ocho de los
cuadrantes. De esta manera, 96% del total de las especies tienen una ocurrencia baja, ≤ 8
11 o 17 cuadrantes. Dos especies presentan los valores más altos: la Moraceae Pseudolmedia
laevis y la Arecaceae Oenocarpus bacaba, ambas presentes en 17 de los cuadrantes y con una
frecuencia relativa del 4,61%. Cuatro especies por otra parte ocurren en 11 de los cuadrantes,
expresando sus frecuencias relativas en 2,98%, tales especies son las siguientes: Socratea
exorrhiza, Pourouma sp., Helicostylis sp. y Qualea paraensis. No es casual entonces, que estas
especies correspondan con las familias que ostentan los valores de importancia más altos,
Arecacea (Oenocarpus bacaba con 7,18%, Attalea maripa con 3,26%, y Socratea exorrhiza con
3,04%), Cecropiaceae (Pourouma sp. con 3,51%), Moraceae (Pseudolmedia laevis con 5,22%, y
Helicostylis sp. con 2,36%), y Vochysiaceae (Qualea paraensis con 3,91% y Erisma uncinatum
con 2,47%). La tabla Nº III.5 presenta los valores relevantes de las 164 especies. Los autores
constante pero no gradual como se observó en las otras dos parcelas descritas antes. Justo
especies adaptadas de algún modo a condiciones hídricas extremas. Ello hace considerar, que
significativo, en tanto las áreas aledañas experimentan condiciones de luz y agua diversas a
las de este último sector de los cudrantes 18 al 25. El grafico Nº III.13 ilustra la curva de
170
160
150
140
130
Número de especies
120
110
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 m c/u)
Por una parte, los cuadrantes 1 a 17, parecen corresponder más apropiadamente a un bosque
ombrófilo tropical de baja altitud (cf. Huber y Alarcón 1988; Huber 1995; Huber y Riina
1997), exuberante aunque con una apreciable reducción de follaje durante la estación seca,
significativo de individuos con DAP menores a 1 m, pero con árboles de hasta 40 m de altura,
algunos con raíces zancos o contrafuertes, y con una dominancia de palmeras. Algunas
especies que caracterizan esta parte de la parcela son las siguientes, Oenocarpus bacaba,
bosque ribereño siempreverde estacionalmente inundable (cf. Huber y Riina 1997:93; Huber
y Alarcón 1988), macrotérmico y con poca vegetación en el sotobosque que aparece de ralo a
características de esta porción de la parcela son Spondias mombin (Anacardiacea), Ceiba sp.
apetala (Chrysobalanaceae).
parcela de MA, además de estar condicionado por las presiones ambientales extremas
hídricas mencionadas fue objeto de una alteración humana en la que las condiciones térmicas
jugaron un rol fundamental. Durante los meses de sequía de 1998, parte de la comunidad
migró hacia otra localidad, dejando en manos de unos pocos las labores agrícolas de quema
iniciar el fuego en el período clímax de la sequía, el denso follage seco decíduo acumulado en
fuego hacia parte de la comunidad y parte de la parcela. Como resultado, 113 individuos de
los cuadrantes 3 al 15, y abarcando árboles, palmas y lianas sufrieron quemaduras totales o
registraron vivos y regenerándose a 74 de los individuos quemados. En tanto que se cree que
que al parecer iniciaban lentamente los procesos de regeneración. Se observó que todas las
palmas de Oenocarpus bacaba aparecen resistentes al fuego, y pese que las llamas
regenerando nuevo tejido. Ni uno solo de los doce individuos de palma de esta especie
afectados por la alteración murió a consecuencia del fuego. No deja de llamar la atención la
alteración severa. Ello hace especular acerca de la posibilidad de fuegos naturales o también
la época de sequía sin duda plantea una suerte de extremo térmico crítico redundando en
alguna manera haber estimulado estrategias de resistencia al fuego. Basta esperar nuevas
observaciones sistemáticas locales así como recontar en las próximas estaciones los
especulaciones mencionadas.
por alteraciones naturales, de los cuales uno murió a causa de un rayo durante una tormenta
nocturna (Helicostylis tomentosa 26,6 cm DAP), y otros tal vez debido a frágiles sistemas de
raíces cayeron naturalmente cediendo ante eventos naturales de fuertes lluvias y vientos
(i.e. tres Socratea exorrhiza 11,9 cm, 10,9 cm y 11,8 cm DAP, Oenocarpus bacaba 18,7 cm
DAP, Helicostylis sp. 16,2 cm DAP, Tapirira guianensis 12,7 cm DAP, Anacardiaceae,
Pourouma guianensis 15,4 cm DAP). Dos individuos de Oenocarpus bacaba (22,7 cm y 18,8 cm
DAP), fueron además objeto de talado humano voluntario con el fin de estimular a los
como sus nidos puesto que eventualmente los Hotì los colectan y consumen. En esta parcela,
más que en las tres restantes, resulta evidente la afección de la conducta humana como
instalación, es prueba del dinamismo de las especies vegetales en los bosques de esta
200
Número de individuos
150
100
50
105,0-119,9
10,0-14,9
15,0-19,9
20,0-24,9
25,0-29,9
30,0-34,9
35,0-39,9
40,0-44,9
45,0-49,9
50,0-54,9
55,0-59,9
60,0-69,9
70,0-79,9
80,0-89,9
90,0-99,9
DAP cm
Como puede apreciarse, 90% de los individuos presentan DAP menores a 40 cm y sólo
1,5% presentan diámetros en los rangos de 80 a 120 cm, estas últimos en gran mayoría están
contrafuertes.
basal total de la superficie observada. El gráfico Nº III.15, describe una cierta regularidad
general gruesos. El cuadrante 22 por ejemplo, presenta 22 individuos, entre los que destacan
Gráfico Nº III.15: Area Basal Total en los 10,000 mts observados en los 25
cuadrantes.
6500.00
6000.00
5500.00
5000.00
4500.00
4000.00
3500.00
dm2
3000.00
2500.00
2000.00
1500.00
1000.00
500.00
0.00
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 m c/u)
Tal vez por su proximidad inmediata al curso de agua del Caño Majagua, el cuadrante
1 con 24 individuos ostenta uno de los valores más altos en áreas basales, dominada por
individuos de Attalea maripa (4409,80 dm²/ha), Eschweilera aff. tenuifolia (217,73 dm²/ha
(91,84 dm²/ha) entre otros especies. El cuadrante 5 por otra parte, es el que presenta el
valor más bajo en área basal, en parte porque tiene la densidad absoluta más baja de los
132
cuadrantes, 11 individuos, y además debido a que los mismos presentan diámetros delgados
preferido por los Hotì. De las cuatro comunidades e igualmente parcelas, KA corresponde al
área natural menos esperada a estar ocupada por miembros de la cultura Hotì, ya que está
nombre del Caño homónimo de Kayamá, parcialmente navegable, y conocido entre los Hotì
como wáõláõ hetò, o el caño de las cerbatanas ya que en las cabeceras del curso de agua
para elaborar las cerbatanas. Al igual que en MA, en KA la estacionalidad aparece muy
32% de humedad relativa mínima), y la estación lluviosa significativos (i.e. para el mes de Mayo
especies botánicas de ambos sistemas ecológicos (bosque y sabana). A diferencia de las tres
camino consiste en bosque bajo transicional y con evidentes huellas de intervención humana
regular. Este sector del asentamiento de KA, se corresponde con aquel considerado como
133
ocupación tradicional todavía habitadas por grupos Hotì. El sitio de la parcela según los Hotì
ocupación tradicional. Siendo este el criterio por el que ellos seleccionaron el lugar de la
parcela.
tres sectores de la parcela, correspondientes a los cuadrantes 10, 13, 22, la topografía
comunes al paisaje regional. Los cuadrantes 17 al 21, considerados por los Hotì como beõ ileõwáõ
kwá, constituyen una suerte de micro sabana compuesta por árboles pequeños y arbustos,
hierbas y bejucos, dominada por Clusia sp. (Clusiaceae) en el tope de una pequeña colina
consistentes con las tres descritas antes: rectangular y de 20 x 500 m con 25 cuadrantes de
colectaron muestras botánicas representativas de los mismos, en cuanto fue posible fértiles.
Cuarenta y cinco familias de la botánica sistemática, 128 géneros y 171 especies se han logrado
determinar en ese total de individuos botánicos que incluyen además de árboles, lianas y
palmas como formas de vidas. En este caso, cabe destacar la prominencia de las
estranguladoras (e.g. Ficus spp.), descritas también como lianas y que pueden tomar formas
estranguladoras están presentes también en las otras tres parcelas pero aquí son
individuos, además, no lograron determinarse ni aun a nivel de familia botánica. Pese a todo la
Ochenta y cuatro de las 171 especies presentan una densidad absoluta de sólo un
individuo por especie, en tanto que 33 de las especies están representadas por dos
densidades absolutas de cuatro, tres especies están representadas por cinco individuos,
cinco por seis individuos, tres por siete individuos, cuatro presentan densidades absolutas de
ocho y una especie de nueve. Es decir, 93% de las especies tienen una presencia o
densidades absolutas < a 10 individuos por cada uno y 49% de los individuos representan a
una sola especie. Las 12 especies restantes, presentan densidades absolutas en un rango de
con 27 individuos (5,16% de densidad relativa), sucedida por dos Clusiacae, Caraipa densifolia
con 20 (3,82% de densidad relativa) y Clusia sp. con 18 (3,83% de densidad relativa). El valor
más alto inmediato lo tiene una Polygonaceae, Coccoloba fallax, con 17 individuos (3,25% de
densidad relativa), sucedida por la Lecythidaceae Lecythis corrugata que presenta una
individuos cada una (2,29% de densidad relativa), están las especies Protium sp. 2
respecto a las tres parcelas restantes, KA evidentemente ostenta una mayor diversidad de
términos de diversidad, 146 de las especies presentan valores porcentuales menores al 1%, 16
de las especies tienen un porcentaje menor al 2%, en tanto que tres especies se ubican en
valores menores al 3%. De esta manera, 97% de las especies presentan tallos relativamente
pequeños y sólo el 3% (6) de las especies domina el escenario ligneo. El valor de la dominancia
relativa más alto está representado por la Clusiaceae Caraipa densifolia con el 10,53% (209,78
dm²/ha), reflejando no sólo una alta densidad absoluta sino también un número significativo de
los individuos de esta especie en edades maduras (en un rango de 23,1 a 71,3 cm DAP). La
segunda especie con la dominancia relativa más alta es Coccoloba fallax con el 6,64% (132,14
dm²/ha), seguido por Eschweilera sp. con 4,55% (90,53 dm²/ha), Attalea maripa con 3,83%
(76,36 dm²/ha) y Protium sp. 4 con el 3,65% (72,60 dm²/ha). Más diversa que las parcelas
restantes, se encuentran aquí cinco familias botánicas entre las que se distribuyen con valores
Arecaceae, y Burseraceae. Las tres últimas familias mencionadas son tropicales por excelencia
presentes en sólo uno de los 25 cuadrantes de la parcela (representando cada uno 0,26% de
la frecuencia relativa), otras 37 especies ocurren en sólo dos de las parcelas (0,52% de la
frecuencia relativa), en tanto que 13 especies más aparecen en tres de los cuadrantes
relativa) y otras cinco están en seis de los cuadrantes (1,56% de la frecuencia relativa).
sólo una especie aparece en ocho de los cuadrantes (2,08% de la frecuencia relativa). Son
sólo cuatro especies las que representan los valores de frecuencias absolutas superiores a 10
cuadrantes. Aunque estas cuatro especies concentran los porcentajes de las frecuencias
relativas en la parcela, los valores son bajos: con una ocurrencia en 11 de los cuadrantes
Eschweilera sp. ostenta el valor más alto de 2,86%, sucedida por tres especies con 10
individuos cada una (2,60% de frecuencia relativa), Protium sp. 2, Coccoloba fallax y Lecythis
Esperadamente, las cuatro especies que ostentan los valores de importancia más
altos son Caraipa densifolia (5,39%), Eschweilera sp. (4,19%), Coccoloba fallax (4,16%) y
Lecythis corrugata (2,76%). Las Lecythidaceae son muy significativas en esta parcela, donde
sistemática con la menor precisión, presenta el número más alto de familias, que si se tomara
ese como parámetro describiría la diversidad más alta de las cuatro parcelas. Probablemente
Nº III.16.
añade sólo un taxón, y en los cuadrantes siguientes el incremento es de nuevo constante (de 2
a 10 especies por cuadrante) y en algunos cuadrantes muy significativo, como del 14 al 15.
141
180
165
150
Número de especies
135
120
105
90
75
60
45
30
15
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 m c/u)
subsiempreverde (Huber y Riina 1997:86; Huber y Alarcón 1988), siendo de medio a alto (15-
25 m) denso y con dos estratos arbóreos, pocas epífitas y lianas, y un sotobosque bien
desarrollado y relativamente denso. Las especies más características son aquí, Caraipa
Coccoloba fallax, Protium sp., Trichilia sp., Toulicia sp., Tapirira guianensis, y Actinostemon
sp. En los cuadrantes 17 al 21, se interdigitan especies como las mencionadas con especies
transitorias o de sabana como Caraipa sp., Clusia sp., Curatella americana, Piptocoma
schomburgkii, Protium sp., Tachigali guianense, Ouratea sp., Bathysa sp., y Vochysia sp. Este
sobre las plantas, puesto que comprende plantas poco conocidas para los Hotì de
condición de plantas de sabana (beõ ·táwì). Los cuadrantes restantes, del 22 al 25,
parecieran describir un bosque ombrófilo submontano siempreverde, entre medio y alto (25
individuos que caían debido a la fuerza de eventos de alteración eólica y fluvial, o bien morían
por procesos de desecación. Fue precisamente la estación de lluvia de 1998 la que se hizo
sentir con mas fuerza. Un total de 38 individuos se vieron afectados por algún tipo de
recuperaron (e.g. Apeiba schomburgkii 19,3 cm DAP, Inga sp. 18,1 cm DAP, Iryanthera sp.
14,4 cm DAP, Toulicia sp. 15,8 cm DAP). Otros ocho individuos se desecaron rápidamente y al
final del período de observación aunque permanecían de pie habían muerto (e.g. dos
individuos de Clathrotropis sp. 17,5 cm y 16,2 cm DAP, Trichilia sp. 41,6 cm DAP, Schefflera
morototoni 13,2 cm DAP, Socratea exorrhiza 10,3 cm DAP, Bathysa sp. 31,8 cm DAP,
Tachigali sp. 28,5 cm DAP). Los 21 individuos restantes cayeron recientemente y al parecer
tenían poca o nula capacidad de regeneración; se los contó como perdidas o muertes de la
parcela (e.g. Inga sp. 17 cm DAP, Matayba arborescens 29, 7 cm DAP, Iryanthera sp. 16, 3
cm DAP, Ecclinusa guianensis 16,8 cm DAP, Caraipa densifolia 23,2 cm DAP, Ouratea
143
castaneifolia 18,6 cm DAP, dos individuos de Eschweilera sp. 12,8 cm y 27,8 cm DAP,
unifoliolatum 16,2 cm DAP, Guatteria sp. 11,4 cm DAP, Clusia sp. 16,9 cm DAP). Uno de los
(43,7 cm DAP y 22 m de alto) cayó estrepitosamente y llevó consigo cuatro individuos más de
la parcela (Apeiba sp. 27,5 cm DAP, Parinari sp. 29,4 cm DAP, Hirtella sp. 13,5 cm DAP,
Lecythis corrugata 34,9 cm DAP) y todos los árboles menores y arbustos alrededor causando
una suerte de apertura natural en el bosque cerrado. Estas aperturas sin duda facilitan la
instalación de especies colonizadoras a la par que liberan nutrientes en un suelo más bien
pobre, con probable alto contenido de bauxita desarrollado sobre el granito del Escudo
250
225
200
Número de individuos
175
150
125
100
75
50
25
0
10,0-14,9
15,0-19,9
20,0-24,9
25,0-29,9
30,0-34,9
35,0-39,9
40,0-44,9
45,0-49,9
50,0-54,9
55,0-59,9
60,0-69,9
70,0-79,9
DAP cm
144
indicarían reciente desarrollo, es prueba del dinamismo de las especies vegetales en los
individuos, 494 (95%), presenta diámetros menores a 40 cm. En tanto que sólo 7 individuos
(1,3%) ostentan diámetros superiores a los 55 cm Esta es además, la única parcela en donde
términos de áreas basales pese a que en densidades absolutas casi duplica a la parcela de CI.
Las dominancias relativas a lo largo de los 25 cuadrantes, sin duda permiten apreciar
más efectivamente la distribución del área basal total de la superficie observada en KA.
Como podría esperarse, los cuadrantes que consideramos de ecotono, en especial los 19, 20 y
18 presentan los valores más bajos en área basal de toda la parcela. Ello, no sólo debido a las
bajas densidades absolutas (7, 9 y 16 respectivamente) sino debido a que las plantas que los
integran presentan dominancias bajas, por ejemplo en el cuadrante 19, los individuos de
Clusia sp. alcanzan sólo 32,69 dm²/ha, y los de Byrsonima sp. sólo 30,35 dm²/ha. Individuos
dm²/ha y los de Bathysa sp. de 26,01 dm²/ha. El cuadrante 18 pese a que casi dobla en
densidades a los dos anteriores, presenta también valores bajos como por ejemplo los
individuos de Ouratea sp. presentan 78,29 dm²/ha, los cinco de Clusia sp. llegan a 286,19
dm²/ha y los cuatro de Piptocoma schomburgkii suman 128,33 dm²/ha. Cabe destacar que
este sector de la parcela pareciera además estar sometido a un cierto estrés hídrico y se
presenta abierto con un desarrollo amplio de arbustos y hierbas. Los individuos arbóreos son
bajos (6-15 m a lo sumo) y están distribuidos de manera dispersa. Los otros dos cuadrantes
que merecen mención por sus bajos valores de áreas basales, son el 10 y el 13, ambos
145
ubicados en zonas de relativa pendiente local como se mencionaba al inicio, lo que hace
individuos botánicos. Ambos cuentan con 15 individuos, pero con diámetros pequeños. El
rango de DAP del cuadrante 10 va de 10 a 26,2 cm con un sólo individuo sobrepasando ese
rango Trichilia sp. con 41,6 cm El rango de DAP del cuadrante 13 va de 10,8 a 23 cm con
densidades absolutas de sólo un individuo por taxón excepto en el caso de los Protium sp. con
dos plantas.
cuadrantes.
3600
3000
Número de individuos
2400
1800
1200
600
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 m c/u)
Los cuadrantes con los valores más altos, son también esperados, especialmente los
de la parte final de la parcela. El cuadrante 8 ostenta el área basal más significativa, pese a
que no presenta las densidades más altas. El aporte más significativo está dado por una
Protium sp. con 778,76 dm²/ha. El cuadrante 12, presenta 24 individuos con DAP
146
significativos, siendo el más representativo la única Meliacea del cuadrante pero que aporta
el grueso del área basal, Cedrela odorata con 824,48 dm²/ha. El cuadrante 24, con 23
pero que otra vez podría tratarse de Sterculia pruriens con 535,02 dm²/ha, el resto de las
plantas además ostenta valores de DAP no despreciables localmente, siendo el rango de 10,5
a 52,2 cm. El cuadrante 1 con 22 individuos toma el grueso de su área basal de las arbóreas
e.g. altitud y latitud, además de condiciones locales microambientales, los bosques de las
parcelas observadas van desde siempreverdes a semideciduos en este orden MO, CI, MA y KA.
(gran cantidad de pérdida de follage de las plantas, resequedad del suelo, poco y bajo flujo de
corriente en los cursos de agua, etc.), aparecía poco perceptible en MO, donde los árboles
aparecían con abundante follage, los cursos de agua aunque disminuidos no al extremo como en
MA, los suelos además estaban húmedos aunque no anegados. En términos genéricos, los
factores que se consideran influyentes y que destacan en el paisaje de cada parcela, son la
tabla Nº III.7.
parcelas observadas.
el primer caso, es conocido que áreas donde se interdigitan sistemas ecológicos son
potencialmente más diversos. CI por su parte tiene la densidad absoluta más baja de las cuatro
parcelas, tal vez por sus agudas pendientes por lo que podría esperarse menor riqueza de
las diversas parcelas que la diversidad per se por lo que debe tomárselas con cautela. Sin
embargo, nuevamente el número más alto de especies está en MO. En términos de densidades,
MA y MO ostentan los valores más altos, aunque significativamente MO presenta las áreas
basales totales más altas seguida de la parcela con las densidades más bajas, CI. Esto último
apunta sin duda a la prominencia de los troncos de CI así como a la edad más madura del
148
bosque al parecer. Lo que se refleja consistentemente en las cifras de las áreas basales
promedio, con el valor más alto en CI, seguido de MO. Justo los dos ambientes naturales más
cultura Hotì en tanto sean relevantes para describir sus interacciones con la vegetación
circundante. Se inicia con una breve aproximación ontológica en la que especies vegetales
de los Hotì (recolección, caza, pesca, agricultura), basada en los datos colectados durante el
trabajo de campo. Se ofrece además una panorámica de la cultura material Hotì donde la
materia prima son plantas. El foco descriptivo se ubica en las actividades más relevantes del
contacto Hotì-plantas, reflejando el lugar importante que éstas ocupan en la vida de los
Hotì.
del hombre sobre la tierra desde tiempos originales se generó gracias a las plantas. La vida
verbalizadas por Hotì de Kayamá y Majagua Media, pero ni se denegaron o reconfirmaron por
miembros de muchas culturas del mundo, los Hotì aparecen mas bien reservados cuando
aquí de ningún modo analizar la ideología ontológica Hotì, antes bien, solo se quiere poner de
cËo ai cortó una sección del árbol que suena, el ·tìõ·tìõboõ ·yáì y
durmió con ella durante una semana. Regresó luego al árbol y de
allí surgió el primer niño hombre. Al paso del tiempo todos los
hombres que poblamos la tierra fuimos engendrados por el
·tìõ·tìõboõ ·yáì originalmente. Al crecer, el primer hombre desposó
a la concha de ·kolowá hiõ, desde entonces cada hombre tiene un
árbol que le pertenece durante toda su vida, cËo ai corta ese
árbol cuando nacemos y es nuestro...pero el ·tìõ·tìõboõ ·yáì es la
Madre de todos nosotros.
en este mito de creación, reflejando mas allá de una ontología la dependencia real entre
dominios humanos y vegetales. Según esta versión, los hombres nacimos del ·tìõ·tìõboõ ·yáì,
la familia Tiliaceae. Muestras botánicas denominadas ·tìõ·tìõboõ ·yáì por los Hotì han sido
verdadero parece ser el autor de la especie humana. Esta Apeiba, además de actuar como el
receptáculo de una ideología ontológica compleja, es usada por los Hotì en diversas
actividades, su tronco se usa como como leña y su fruto se considera una suerte de peine de
los ancestros, aun para algunos su corteza podría emplearse como reconfortante benéfico.
Se hace evidente en este mito de creación, una suerte de pertenencia del hombre al reino
vegetal. La palma de ·koloõwá hiõ (Scheelea sp.), es muy apreciada por los Hotì, su utilidad se
∗
Los autores de las determinaciones botánicas se presentan en los Apéndices.
154
extiende a casi todas sus partes: con los cogollos de las hojas se fabrican cestas, con las
hojas se traman las techumbres de las viviendas y pueden elaborarse algunas cestas,
paravientos, aventadores, coronas y esteras también, con los pedicelos de las hojas y la
nervadura central de las mismas se tallan las flechas, los frutos son comestibles y muy
como escoba, etc. Lo que en el mito se tradujo como concha sin embargo, constituye en
realidad la bráctea que protege la inflorescencia, utilizada por los Hotì como receptáculo de
alimentos.
Contrastando sin duda, con la creación dependiente en plantas silvestres, otro mito
de creación del hombre enfatiza la construcción humana basada en una de las especies más
derivado al hombre del desecho vegetal cultivado, la cáscara del plátano (wáluõleõ). La
dicotómica ontología Hotì basada en la materia prima vegetal en ambos casos, contrasta a
nivel ideológico al recrear una vez más la clásica discusión cultura vrs. naturaleza. Ello se
una u otra versión. De acuerdo a esto, algunas líneas Hotì descenderían de la Apeiba en tanto
que otras de la Musa. Este género domesticado introducido del Sureste de Asia abria
penetrado la ideología Hotì en un período no mayor a 500 años, reflejando la agilidad de los
generada.
Estas dos, no son las únicas especies botánicas que pueblan el mundo ideológico Hotì.
con otros dos árboles, curiosamente dos Caesalpineaceae, buõ·kè ·yáì [árbol de un tipo de
abeja]∗(Tachigali guianense) y buõye ·yáì (Hymenaea courbaril). Ambos habrían actuado como
los vehículos impulsadores de áõbiõyeõ, la luna, en su migración desde la tierra al cielo. Gracias
al vertiginoso crecimiento volitivo de estos árboles, áõbiõyeõ alcanza su sitial de luz nocturna
en la selva.
esferas sólo divinas, humanas, vegetales y animales, sino que las hacen perder sus límites
directo tiene lugar al nacer justamente. El padre del neonato, significativamente corta el
cordón umbilical (·uluwè) con una gramínea ·cËábo wiweõyo heõláõ [palo hueco blando blanco de
wiweõyo](Guadua sp.), recibiendo su primer baño con una Piperacea, huluwè·ka leõ·káõlá hele
(Piper reticulatum). Así mismo, en la transición entre el mundo de las ideas y las conductas,
el padre excava un hueco en el tronco bajo de una Leguminosa, i·cËeká báõliyoõ ·yáì [árbol
∗
Cuando los lexemas Hotì son productivos, se ofrecen entre corchetes [ ] las glosas equivalentes en
español.
156
día siguiente del nacimiento del bebé. La finalidad de esto es transponer de alguna manera
atributos de este árbol a la criatura con el fin de asegurar que ésta vivirá y crecerá muy
con la corteza y hojas de una planta aun no determinada, conocida entre los Hotì como cËo
báõláõ áhtikwèõ ·yáì [árbol silvestre de la trocha áhtikwè]. Durante cinco días luego del
nacimiento del bebé, los padres pueden consumir sólo alimentos de origen vegetal, aunque no
había gran consenso en esta prohibición en las diferentes comunidades. Baños con una o mas
caso de que presente dolencias, se registraron y observaron con frecuencia (véase Tabla N°
IV.13 para las plantas benéficas). Desde la primera infancia hasta su muerte, el Hotì
mantendrá múltiples y constantes contactos con su universo vegetal entorno, los apartes
paso de niño a adulto, marcado usualmente por el cambio del estado de solteria al
matrimonio. Tanto hombres como mujeres Hotì practican el uso de fragmentos ligneos en un
orificio interno que abren en el tabique de la nariz. El orificio se abre justo al marcar el paso
a la etapa adulta. La edad que marca el paso de niño a adulto varía significativamente entre
los diferentes Hotì con los que se conversó. En algunos casos al inicio de la pubertad (10-11
años) y en otros en la juventud temprana (19-20 años). Los hombres deben salir de cacería
solos por al menos cinco días. Las mujeres igualmente deben alejarse solas por un período
similar. Tal vez en ambos casos se simboliza la facultad de sobrevivencia en solitario. Al cabo
de esos días, la misma persona, o algún Hotì cercano cognática o afinalmente a la misma,
abrirán el orificio con la ayuda de una caña afilada, háõliõ luwiyo helaõ (Poacea) o más
157
usualmente con la vena central de ulu ·ko·ko [palma juvenil de cucurito](Attalea maripa). A
partir de ese momento, cada Hotì llevará oculto y de por vida un fragmento de madera de
unos .3 cm al interior de su nariz. Los pedazos ligneos preferidos provienen del árbol de la
Moraceae wáõiyoõ ·yáì [árbol blando] (Pseudolmedia sp.), y los troncos ligneos de la palma de
Este ritual de transición, esconde, sin embargo, significados más complejos y sirve a
propósitos intrincados no sólo con el marcamiento de etapas en la vida humana. Parte del
significado de este marcador físico permanente del enlace entre los dominios vegetal y
humano, se relaciona al menos a tres hechos más trascendentes: permitir el paso al mundo
del orificio nasal condena a la desaparición total del Hotì que no lo porte. El vínculo se
Se sabe que al morir un infante, la madre sobreviviente debe seguir una suerte de
ritos de purificación que incluyen baños consecutivos durante un mes con algunas plantas
silvestres, entre ellas la Melastomataceae háõliõõ yowáõleõte hele (Aciotis sp.), las Piperaceae uli
leõ·káõláõ hele (Piper hostmannianum ), háõliõ leõ·káõláõ hele (P. piscatorium), una Rubiaceae
wáõi·tuku hele [palo de cabeza wáõi](Psychotria poeppigiana), una Sapindaceae uli ·tiõ·tiõ ·yáì
[árbol grande amargo/fuerte] (Micropholis sp.), una Solanaceae tokwáõwáõ hele (Cestrum
latifolium), una Urticaceae liõliõ ·yáì [árbol amargo/fuerte] (Urera caracasana) y dos
☼
háõliõ como modificador traduce ‘pequeño, chico’, siendo su antónimo o contraparte uli que traduce
‘grande’. En todo el texto, donde se encuentren estos modificadores aplica las traducciones dadas
aquí.
158
Vochysiaceae ·káwìkè ·yáì (Erisma uncinatum) y háõliõ ·ti·ti ·yáì [árbol pequeño amargo/
fuerte] (Voshysia ferruginea). A estas se pueden añadir las señaladas en la tabla Nº IV.1∗. La
madre debe salir al bosque sola y realizar sus lavatorios en soledad también. Debe además
mantener ayunos durante ese mes, sin consumir carnes y solamente productos vegetales.
Estos ritos de purificación, tal vez se extienden a todos los parientes difuntos. Cantos por
cinco días se efectúan durante las noches/madrugadas si muere un adulto y por al menos
diez si se trata de infantes o niños difuntos. A esto se añade el abandono del asentamiento y
∗
Los autores de las determinaciones botánicas de las plantas mencionadas en todas las tablas de este
capítulo se presentan en los Apéndices.
159
renglones gira alrededor de la flora local. En términos materiales también, las tareas
La literatura etnográfica previa, describió a los Hotì como una cultura altamente
practicando únicamente una forma incipiente de horticultura (Corradini 1973; Coppens &
Mitrani 1974; Coppens 1983; Mattéi-Müller et. al. 1998). Probablemente las apreciaciones de
los autores previos estaban basadas en las actividades centrales de los Hotì durante el
esencialmente mixto de los sistemas de subsistencia de las tierras bajas, siendo el resultado
de una mezcla de componentes silvestres y domesticados. Por ello, resulta más preciso hablar
forraje a las que dependen más de la agricultura (Posey 1992; Sponsel 1989, 1996). S. Zent, en
un trabajo paralelo a éste, estudió la dinámica de integración, variación y cambio del sistema
económico mixto Hotì. El futuro análisis de sus datos cualitativos y cuantitativos (579 días de
específico de los recursos -pesados, identificados y 445 coordenadas de los sitios exactos de
160
recursos silvestres GPS) ofrecerá una ventana para comprender las dinámicas procesuales
desde la recolección a la producción de alimentos, así como definir con precisión los diferentes
tipos de asentamiento y movilidad logística practicada por los Hotì durante los diferentes
períodos estacionales. Debe esperarse aun el procesamiento de estas bases de datos para
contar con resultados más certeros. Las apreciaciones a continuación son cualitativas.
Los asentamientos interfluviales de los Hotì, así como sus estrategias de subsistencia
de los asentamientos, así como patrones de alta movilidad (e.g. para algunos grupos es su modo
mantienen constantemente parcelas agrícolas y dedican al menos una hora al día (por grupo
familiar) a tareas relacionadas a la horticultura, en tanto que otros grupos familiares más
recursos silvestres. La variabilidad se extiende además al énfasis agrícola otorgado sobre uno
agrícolas por Hotì particulares. En este sentido los Hotì describen rangos de variabilidad
similares a los descritos para otros grupos amazónicos (Denevan 1971; Hames y Vickers 1983;
Posey y Balée 1989), subrayando empero diferencias significativas en virtud del amplio rango
basada usualmente en una ambigüa dicotomía entre grupos forrajeros vs. agrícolas (Brosius
1991:123), dejando sin duda un amplio terreno definitorio. Una parcial y breve descripción a
grosso modo de tres subgrupos de Hotì contemporáneos ilustra la variable gama de tendencias
1. Los grupos de asentamiento más independientes, por ejemplo los conocidos como áõbiye
holoáká Hotì compuesto por unos 25 miembros, y quienes se desplazan por el área del
carbohidratos cultivados por otros subgrupos Hotì. Los áõbiye holoáká Hotì se
por Hotì pertenecientes a otros subgrupos. Vale mencionar además que los áõbiye
contribución alguna (en términos de trabajo, semillas, etc.). Los subgrupos Hotì
polémicas en la literatura (Bailey et al. 1989:59; Bailey y Headland 1991:263) según las
tropicales que dependieran solamente de productos silvestres, y que sus modos de vida
producción de los recursos domésticos. En este sentido, se asevera que muchos de los
durante décadas, han empezado a ser considerados por los etnógrafos como el
(Bailey et al. 1989:72), pudiendo en ciertos casos consistir en una suerte de regresión
décadas atrás optaron por estilos de vidas nomádicos en virtud de presiones externas
dramáticas (invasiones, cacería de esclavos, conflictos, etc.) o pudieron muy bien haber
año) pueden muy bien describirse en términos análogos a los Agta (Headland
más hortícolas que redunde en una forma de vida más eficiente en términos de
Reid 1989:51). Otro ejemplo pertinente, lo constituye el subgrupo, ku·cËo Hotì del Alto
163
Mosquito, compuesto solamente por una familia nuclear (cinco hijos varones y los
padres). Este grupo practicó parte del año 1996 una subsistencia basada
explotados por los Hotì se hará evidente en los apartes que siguen en este capítulo.
Ello podría sustentar además, no sólo la posibilidad de una subsistencia Hotì forrajera
Bailey y Headland 1991) o bien si constituye una suerte de alternativa volitiva adoptada
del área de Mosquito Bajo, quienes tomaban ventaja de claros naturales para sembrar
naturales (como la caída de un árbol o bien los claros originados por los procesos de
erosión estacional causados por los cursos de aguas en bancos o márgenes de caños o
164
ríos en virtud de los cambios en la cantidad del flujo del agua), para cultivar productos
anuales como el maíz (Zea mays). De igual modo, áõbiyebáõ Hotì un subgrupo del Alto
en las trochas y caminos para sembrar cultivos más permanentes como la batata
(Ipomea batata). En el caso del maíz, vale subrayar la evidente predilección y gusto de
los Hotì por este cultivo, tal como se apreciará más adelante en este capítulo (véase
aparte IV.6), reflejado en la alta densidad de este cultivo en conucos nuevos. A este
productos silvestres asociados con el cultivo anual del maíz (Balée 1992:40). En el caso
en recorridos de trekking sino además una fuente alternativa para potenciales períodos
Hotì aventajarse de una cosecha substancial de Attalea maripa durante una estación,
luego talar un tronco de esa palma, creando así un claro en el bosque donde se
flanqueando este pequeño sembrío, pero no realizó tareas agrícolas. Aun durante el
tercer año, los miembros del grupo ampliaron el claro y sembraron más productos
Cyperus spp.). Finalmente, algunos subgrupos Hotì, como aquellos con asentamientos de
165
agúdo en comparación con grupos étnicos aledaños como los E’ñepa o Piaroa) de sus
cultivos por una fracción temporal limitada a pocos meses. Mantienen empero una
dinámica de nomadismo o trekking por varios meses durante el año (en la estación seca
cosechas de sus propios conucos o conucos para los que no aportaron trabajo o semillas
etc.) que por el momento rebasa los límites de esta investigación a mayor profundidad.
Estos ejemplos no están en desacuerdo con la hipótesis de que grupos con tendencias
porciones significativas del año (Balée 1994). Pero parece sustentar con propiedad
también, aseveraciones en las que la alta variabilidad temporal y espacial de los grupos
año.
3. Algunos subgrupos Hotì, aquellos asentados en las misiones en cambio, describirán sin
duda modos de vida mas relacionados a las prácticas agrícolas de grupos con
recursos silvestres. En resumen, los Hotì exhiben una dinámica signada por una suerte
silvestres respectivamente. Cabe subrayar no obstante, que entre los Hotì, los conucos
están no sólo poco atendidos y trabajados, sino que además en períodos en que
Los ejemplos mencionados, reflejan sin duda una gama de caracterización de las
solamente con una caracterización nominal. En este texto, se comulga más con una percepción
de los Hotì como cambiantes a lo largo de un continuum con ascendencia forrajera aunque
En virtud de los dramáticos cambios que han podido tener lugar en las dinámicas de
movilidad entre los Hotì de las dos misiones, signadas por la nucleación y concentración de la
población, se considera como más representativas a MA y MO, las dos comunidades fuera de la
167
influencia foránea directa. Se asume aquí, que éstas últimas exhiben formas de vida más
El forrajeo o recolección, es una actividad codificada en la lengua Hotì con los términos
bosque]. Esta actividad está bien diferenciada como práctica de manejo y explotación en la
racionalidad Hotì. Así, central a la ecología de subsistencia Hotì, son sin duda las prácticas de
colección de recursos botánicos y zoológicos silvestres, los cuales son utilizados en una amplia y
recursos alimenticios, pero además pueden servir como la materia prima en la elaboración de
A partir de los cinco años de edad aproximadamente, todos los miembros de una unidad
de asentamiento toman parte activa en las salidas de recolección. Estas pueden tener una
duración de unas pocas horas a meses, requiriendo en este caso, la erección de asentamientos
por ejemplo.
para satisfacer algunas de sus necesidades. Sin duda alguna, la recolección de recursos
silvestre practicada por los Hotì está basada en su amplio conocimiento de la biota local, en
algunas especies botánicas o zoológicas que han sido manipuladas por los Hotì desde hace
décadas o quizás siglos. En los apartes siguientes se ofrecen ejemplos que especulan alrededor
de esta posibilidad.
alimentos del bosque se ha considerado como la actividad a la que los Hotì dedican más tiempo
(Jangoux 1971:17; Coppens 1975:70), en tanto que se sugiere que 52% de los alimentos que
ambos sexos, en la que intervienen pocos artefactos elaborados para tal fin, a lo sumo andamios
para acceder a los recursos y cestas para depositar lo colectado. La periodicidad de las
en tanto que algunos alimentos silvestres se ponderan como tan importantes para estimular
expediciones de salida en su búsqueda, otros alimentos parecieran ser oportunísticos, de los que
se aprovechan los Hotì si se los encuentra a su paso aunque no se los buscó intencionalmente. En
arboríferas. Estas se colectan usualmente luego de trepar a los árboles fértiles con la ayuda de
una suerte de aro denominado huõdibì por los Hotì, que fija y sostiene las extremidades
descenso. Este aro se fabrica con la fibra de algunas especies vegetales, entre las que destacan
las siguientes: la Annonaceae lìõ ·kutile ·yáì (Guatteria foliosa), la Boraginaceae eloli ·yáì
(Cordia sericicalix), la Lecythidaceae báhtuõ hoõloõ ·yáì [árbol de hoõloõ de corteza gruesa/ancha]
colectados se depositan en cestas elaboradas para ese fin con hojas o cogollos de generalmente
tres palmas: háõliõ bá·te hiõ (Oenocarpus bacaba), ulu hiõ (Attalea maripa) y ·wá·wì hiõ (Euterpe
sencillamente en recoger los frutos maduros ya caídos sobre el terreno bajo la copa de los
árboles. Se observaron individuos de prácticamente todos los grupos etáreos y de ambos sexos
(incluidos en el rango de 5 a 60 años), colectar frutas arbóreas tanto trepándose a los árboles
En caso de que el diámetro y altura de los árboles exceda las dimensiones accesibles al
suerte de andamios en las bases de los individuos botánicos involucrados que permitan el
ascenso y acceso a los recursos de las copas arbóreas. El trepar lianas o árboles vecinos no
170
obstante, constituye una alternativa más común. Se observó a hombres y mujeres en estas
actividades recolectoras, que por lo demás evidencian la habilidad y destreza de los Hotì en el
Una práctica extendida también, consiste en cortar o talar ramas o troncos completos
de las plantas que ostenten los frutos a los que se desea acceder. Se observó solamente a los
hombres realizando este tipo de colección, que por lo demás actúan como creadores de claros
bosque y no sólo un extractor de recursos (cf. López-Zent 1998; Barbour et. al. 1987).
oportunísticos de origen vegetal recolectados por los Hotì. Un total de 254 especies Hotì
fueron consideradas por ellos comestibles, no todas han logrado determinarse en latín.
Aunque se observó a los Hotì consumir la mayoría de las plantas de la tabla Nº IV.2,
de algunas de ellas solo se posee el dato verbal que sustenta la calidad de comestible del
La mayoría de las partes de las plantas consumidas son los frutos, aunque en algunos
casos como la epífita ibuè·ká heõláõ, o el bejuco hebá ibuhu, o el árbol titibu ·yáì (Erythryna
sp.), es el tallo la parte que se consume. En el último caso, la corteza se ingiere cruda o en
una suerte de sopa junto con el fruto de la palma de ulu. La mayoría de estas comidas son de
campamento, y a la boõláõ báõye ·yáì como comida de los ancestros o de períodos de escasez, al
igual que el fruto de la palma de ·wá·wì hiõ (Eterpe precatoria). Las resinas de plantas como
uli leõ·káõlá hele (Piper sp.) y ·kálibèõleõ ·yáì (Couma macrocarpa) también se consumen
A esta lista de plantas deben añadirse aquellas que los Hotì utilizan en substitución
del agua, cuando en caminatas o campamentos no hay fuentes cercanas del líquido. Vale
destacar sin embargo, que la savia de las siguientes plantas (lianas en su mayoría), se
considera benéfica (i.e. medicinal, reconfortante, energética) para el organismo. Ello subraya
el carácter continuo entre la percepción de alimenticio y medicinal (cf. Etkin 1986, 1994).
Tabla Nº IV.3 Lianas que alivian la sed y mitigan la fatiga en las caminatas
altamente valorados por su sabor y textura. Entre ellos están los siguientes.
procesuales en cambio, ofrecen sin duda, el terreno para especular acerca de posibles
expondrán aquí cinco ejemplos de estas interacciones, sin sugerir que sean las únicas o las más
importantes.
1. Entrada la época de lluvias, los Hotì colectan la fruta arborífera de una Sapotaceae, del
centímetros (cm), de piel amarilla rojiza al madurar y de pulpa gomosa jugosa amarilla. Es
una fruta dulce de sabor muy agradable, que como el tronco expele un látex blanco
colección por demás interesantes desde el punto de vista social y ecológico. En Mayo de
1998, se asistió a una dinámica salida de recolección de ese fruto en la que intervino un
individuos Hotì particulares para organizar la expedición de búsqueda del fruto así como
El fruto se colectó trepando los árboles, cortando ramas o troncos principales así como
recogiendo los frutos maduros del suelo directamente. La frecuencia de individuos Ecclinusa
guianensis parece reflejar un manejo humano de esta especie que trasciende la edad de la
flanqueando la pequeña trocha muestra pocos y aislados individuos de esa especie, hasta que
se alcanza una región con trazas de alteración humana en donde la dominancia de Ecclinusa
árbol alcanza a 47 individuos en una hectárea lo cual contrasta significativamente con los
valores que se encontraron en las cuatro parcelas botánicas del área Hotì como se observa
en la tabla Nº IV.6.
Tabla N° IV.6: Valores Relevantes de tres especies colectadas por los Hotì en las
parcelas botánicas.
Las frecuencias absolutas en las parcelas de bosque alto donde ocurre esta especie no
alcanza más de 5 individuos, contrastando con las 47 observadas en el área de colecta de los
presencia de esta especie parece cobrar fuerza y sustentarse. Los individuos de este árbol
presentan diámetros a nivel del pecho (DAP) variables, en un rango que va desde los 7 a 109 cm
exitosa colonización de los mismos. Dado que gran parte de lo cosechado se consume en el lugar
de colección, no es una sorpresa pensar que al crear claros y desechar las semillas (una vez
consumida la pulpa) allí mismo, los Hotì favorezcan la instalación de individuos de la especie en
180
más alta de este árbol: (1) incrementan los bancos de semilla de esta especie: al comer el fruto
y descartar la semilla justo donde se colecta; (2) dispersan las semillas regionalmente ya que
donde nuevamente la semilla se desecha luego de ingerir la pulpa; (3) la tala de troncos
adventicias; (4) los troncos cortados facilitan la colecta de los frutos y mas importante aun, la
liberación de nutrientes que favorecerán a las plantas circundantes; (5) la remoción del ramaje
inclina a una suerte de práctica incluyendo el corte selectivo de ramas viejas (inclinadas por el
peso de los frutos) que al cortarse se dejan caer al terreno, favoreciendo el crecimiento de
ramas nuevas e (6) incrementando así los nutrientes disponibles para el mismo individuo e
individuos aledaños. En términos sociales, la práctica de colecta del wá·likye ·yáì (1) constituye
una suerte de festival colectivo que refuerza los lazos cohesivos entre miembros de las
explotación y manejo; (2) actúa como ítem de intercambio social ya que al llegar a la comunidad
los frutos se distribuyen entre aquellos que no participaron en la colecta; (3) es una práctica de
socialización o entrenamiento para los miembros jóvenes del grupo que aprenden las sutilezas
2. La Humiriaceae, háõliõ ·táwì áte ·yáì [árbol de la fruta pequeña] (Humiria balsamifera),
verano, se conoce entre los Hotì como tuwiyu ·yáì. Se observó que ambos frutos
pueden circundar los 700 m snm, de hecho el tuwiyu ·yáì se desarrolla sobre esa altitud
y se observa una mayor frecuencia de esa especie alrededor de 1000 m snm. Aunque no
se descarta, no se observó que se talasen los troncos de ambos árboles para cosechar la
háõliõ táwì ate oscilan entre 18 a 25 m y entre 16 a 55 cm DAP. El fruto, de tuwiyu tiene
alrededor de 3 cm, y una piel de verde a amarillo naranja dependiendo del estado de
madurez, la pulpa es amarillenta jugosa dulce y rodea a cuatro semillas oscuras, como
muchas sapotaceas, expele un látex blanco pegajoso. El fruto de háõliõ táwì áte es circular
cm de diámetro, su pulpa es dulce y agradable, fina y rodea a una sola semilla. Las
las ramas de los árboles para cosechar los frutos en cestas elaboradas para ello. Frutos
caen naturalmente al estar listos para ser consumidos. Las consecuencias sociales y en
gran medida ecológicas mencionadas para el caso anterior son válidas en éstos casos. Sin
los Hotì, es actuar como dispersadores de las semillas que transportan a otros sitios de
3. Las palmas ocupan un sitial especial en la gama de estrategias de manejo de las culturas de
tierras bajas en Suramérica. Los Hotì no son una excepción, como se observa en la tabla Nº
IV.7, al menos seis especies de palmas estimulan salidas de campamento. Colectar el fruto
de ulu hiõ (Attalea maripa) por ejemplo, fue el motivo de expediciones de campamento de
182
por ulu hiõ, ya que impulsa el campamento de la época de lluvia. El fruto de ulu hiõ, mide
alrededor de 3 cm, la piel o concha tiene una consistencia dura ocre marrón que protege
anteriores, que se consumen crudos básicamente, el ulu como el háõliõ táwì ate, puede
de jugos (hyuõ) o sopas (·tá·táõ). Las palmas de ulu alcanzan alrededor de 20-23 m de
cercanos a las palmas en fruta que usualmente exhiben una frecuencia relativa alta. La
directamente al manejo humano (Posey 1989). Puede muy bien aquí suceder lo mismo ya
que los Hotì cosechan intensa y extensamente esta especie, siendo básicamente el único
alimento vegetal que consumen durante el período intenso de cosecha, puesto que es un
familia nuclear Hotì compuesta por los padres y cinco hijos (de 1 a 13 años de edad
ribereña de palmas de ulu hiõ dominaba allí. Los altos apilados de conchas y semillas
que la familia habría estado durante al menos unas 3.5 a 4 semanas acampando en el lugar
y consumiendo mayormente ese fruto. Las técnicas de cosecha de ulu, repiten las
antes aplicables aquí también. En este caso, la frecuencia de Attalea maripa en el paisaje
selvático regional refleja los altos depósitos de semillas en el terreno, de los que sin
183
duda gran parte han sido depositados por los Hotì. Vale añadir, que de talarse
ya más, siendo una de las motivaciones principales para la tala, la utilización de la hoja
4. Involucrando esta vez al menos una especie de palma háõliõ bá·te hiõ (Oenocarpus bacaba),
además de especies animales, háõliõ bá·te háõ y uli bá·te háõ [gusano de seje] (Rhinostomus
recursos bióticos y estrategias sociales. Tal manejo, sólo podrá esbozarse aquí, dado que no
boscoso del territorio Hotì, alcanza alturas que oscilan entre 10 a 20 m y DAP entre 15 a
25 cm. El tallo del Oenocarpus bacaba es de dureza mediana a suave, la madera interna es
fibrosa y sus procesos de descomposición tienen lugar en ciclos temporales mas bien cortos.
Los insectos háõliõ bá·te háõ y uli bá·te háõ, son coleópteros (Curculionidae) comunes del
descomposición. Los Hotì conocen la etología de estos insectos y crean las condiciones
de cada especie e incluso en virtud de condiciones locales, la cosecha de háõliõ bát·ebo háõ y
uli bá·tebo háõ, depende de una combinación del conocimiento de la madurez de las palmas
así como de la acción humana, es decir, del momento en que se talen los troncos de la palma.
Así, los Hotì talan estas palmas luego de que la misma ya no fructificará más, el fruto es
colecta y consume en el lugar de cosecha, las semillas se depositan en la base de los troncos,
a los abrigos y se cocina para su consumo. La tala de los individuos improductivos facilita el
crecimiento de nuevos individuos, los cuales se benefician de los nutrientes liberados por
aquellos. Como resultado, los stands de palmas de bá·te están conformados por individuos
disponibilidad puede potencialmente ser anual o permanente y otra vez depende del manejo
especie de Oenocarpus bacaba taladas y yaciendo sobre el terreno en bosque cerrado. Los
Hotì suelen cortar los troncos de estas palmas y dejarlos iniciar el proceso de
descomposición natural que estimula que los coleópteros mencionados aprovechen las
condiciones ideales para depositar sus huevos, que crecerán por 3 o 4 meses alimentándose
de la fibra maderera de la palma. Luego de este período los Hotì cosechan las larvas y
ninfas y las comen de inmediato vivas crudas en el lugar de colección o bien las cocinan en
insectos adultos de este coleóptero. Los Hotì reportan una mortalidad relativa de las larvas
no cosechadas o liberadas de sus nichos dentro del tronco, indicando una suerte de límite
natural de éxito de sobrevivencia diferencial entre las larvas manipuladas. En cualquier caso
el resultado es de input ambiental. Esta práctica contribuye sin duda a la ingesta proteíca
de los Hotì, tal vez en períodos en los que la cacería no es muy alta. De esta manera,
185
grasas alcanza a 10.9, de cenizas 0.6 g, de carbohidratos 9.4 g, todo calculado para 100g
de larvas (Cerda et al. 1999). Su valor energético es de 165 Kcal/100g. La larva además,
(9.82 mg/100g de peso fresco de alfa tocoferol), una cantidad de 100 g de larva asegura
mg/per cápita/por día), y es rica además en 11 aminoácidos esenciales (véase Cerda et al.
1999). Se observaron cosechas de larvas muy recurrentes, al menos 3 veces por semana en
en el capítulo anterior. Desde los puntos de vista ecológicos y sociales, las consecuencias
de esta estrategia son múltiples, se mencionan aquí las más evidentes: (1) la frecuencia y
cosechar las hojas para usarlas como fibras en la construcción de techos y cestas) que
186
les acarrea la estrategia de manejo, lo cual a su vez (3) recrea una suerte de círculo
complejidad del fenómeno no se limita a lo expuesto aquí. Similar al caso del wá·likye ·yáì,
el aporte de nutrientes liberados por los troncos de palmas tumbados. En términos de las
dinámicas de bosques regionales, la estrategia humana, sin duda practicada por siglos, debe
este constituye además, uno de los pocos ejemplos en que la propiedad o usufructo de
recursos parecía tener relevancia entre los Hotì. No deja de asombrar que sea
demanden propiedad en una cultura consensual en la que los límites de propiedad son
miel. La lengua Hotì registra polisémicamente un vocablo para las abejas y la miel: báõeláõ.
Durante el periodo de verano, el alimento silvestre preferido de los Hotì parece ser justo
abejas (Meliponinae) y al acarreo de su producto principal, la miel. Una vez más, el amplio y
complejo conocimiento que los Hotì exhiben acerca de la etología de estos hymenópteros y
de la fenología de las especies arbóreas, nidos de aquellos, sólo podría esbozarse aquí pues
este fenómeno se exploró sólo superficialmente. Sería ingenuo considerar que las asiduas o
187
diarias salidas al bosque de los Hotì en búsqueda de miel son aleatorias o exploratorias. En
época de verano o invierno, en caminatas por los bosques, los Hotì señalan a sus
más efectivos de acceder al producto. Las salidas están conformadas por familias
nucleares, parejas o grupos de pocos miembros asociados por lazos cognáticos y algunas
veces afinales. Los recorridos pueden durar pocas horas o días en los que se erigen
localmente. Las técnicas de extracción son pocas y consistentes. Una vez localizado el panal
y ponderado la accesibilidad del mismo y la especie involucrada, se decide o bien (1) trepar
el árbol que lo contiene o un árbol aledaño (2) cortar el árbol donde se lo construyó, o (3)
excavar orificios en los troncos donde internamente yace el panal. En el primer caso, de ser
abejas mansas (Meliponia), se procede a golpear con estacas y/o machetes al panal en
cuestión para desprenderlo y cosechar la miel cuando aquel cae al terreno. Si se trata de
abejas africanizadas o bravas, se elaborará una suerte de toa con ramilletes de hojas de
palmas secas (usualmente de ulu) que se encenderá justo al iniciar el ascenso. Con esta toa
se quemarán parcialidades del panal al tiempo que se evita ser atacado por (no todas) la
188
que los panales habrían sido construidos por especies de abejas al interior de los troncos,
impedía que se los trepase. En tales caso, los Hotì decidían talar los troncos completamente
técnica del trepado y la toa al tratarse de abejas con ponzoña nominadas á·tu báõeláõ. En
este caso, el árbol conocido como uli báõlu ·yáì (Trattinnickia lawrancei, Burseraceae)
servía de base al panal de abejas. Vale destacar que no fue esta la única oportunidad en
que se registró este tipo de abeja construyendo su panal sobre la misma especie
arbórea, apuntando tal vez hacia una asociación intraespecífica entre estos organismos.
Quizás las resinas de las burseraceas compuestas por terpenes característicos actúan
como repelentes de otros insectos que de alguna manera protegen a las abejas. Los Hotì
que nos acompañaban además, acotaron que el polen habría sido producido con la flor
consistió en los siguiente. Un joven Hotì trepó una liana aledaña al uli báõlu ·yáì llevando
consigo una toa encendida de hojas de ulu secas la que expuso por unos 4,5 minutos
directamente al panal, al salir las abejas del mismo, procedió a golpear el panal con una
estaca que también llevó consigo provocando su caída. Los tres Hotì que observaban
recogieron los trozos de panal que caían al suelo al tiempo que consumían parte de lo
cosechado. El proceso estractivo ocupó un poco menos de veinte minutos. La báõeláõ ·kálu o
cera se colectó también para fabricar antorchas con ella (báõeláõ boõko deke). Una hora más
189
tarde a unos 2 kilómetros al norte del sitio anterior, el mismo individuo colectó casi 5 kg de
miel al talar un tronco del árbol áõbiõyeõ ·táwì [árbol de la luna] (Diospyros vestita,
Ebeneaceae) y excavar un orificio que puso al descubierto la miel depositada y oculta allí
por las abejas háõliõ báõeláõ esta vez (véanse fotos en el Apéndice Nº 5). Con delgados tallos
de individuos juveniles de báõláyá hiõ (Geonoma deversa), todos los miembros de la familia
(pupas, cera, miel). El tallo de esta palma es suave y absorbente, los Hotì lo mastican por un
extremo moldeándolo en una suerte de cepillo y facilitar su uso al actuar como esponja y
agilizar la colección de miel al introducirlo en el orificio. El talado del árbol tomó menos de
cuarenta minutos siendo sólo un Hotì el talador, en tanto que el proceso extractivo
completo incluyendo talado y cosecha no alcanzó la hora. No toda la miel, polen y cera se
extracción por los miembros de la familia que acompañaban al joven que colectó el producto,
jugó un rol esencial, más que la cartografía mental de los recursos, puesto que viajábamos
por una región alejada del área residencial del grupo con el que caminábamos. Debe
destacarse aquí la agudeza de la percepción Hotì puesto que al exterior del tronco y a 5 m
mayor a 1 cm de diámetro. Una hora mas tarde durante la misma caminata, los Hotì
señalaron otro panal de abejas sobre el ·tuõbiõlu ·yáì (Terminalia amazonia, Combretaceae).
Los Hotì reconocen qué especies de abejas y en qué árboles específicos pueden anidar
aquellas. Pareciera en este sentido incluso, que los Hotì reconocen las especies de árboles
190
preferidas por determinadas especies de abejas para construir sus panales. Esto señalaría
profundidad. Se registraron 23 tipos de abeja según los Hotì nominadas por igual número
especies científicas no se podrá determinar (no se contó con los permisos de colección de
miel, las abejas obreras jóvenes, las reinas y pupas, además de la cera. Con ésta además,
elaboran su antorcha nocturna por excelencia. Con los datos en mano, resulta difícil
ponderar el alcance de los efectos así como las consecuencias de las técnicas extractivas de
miel entre los Hotì. Puede alegarse sin duda, que la creación de claros en bosques cerrados
actúan como alteraciones medias que catapultan dinámicas en las comunidades y poblaciones
bióticas del lugar. De hecho, a lo largo de los caminos Hotì aparecen múltiples huellas de
eventos en los que se extrajo miel. Como se mencionó en el capítulo III, tres árboles de la
parcela botánica en CI fueron talados pues albergaban una cosecha jugosa de miel.
remotos indeterminados, habría de tomarse en cuenta al considerar las variables que definen
las composiciones florísticas regionales del territorio Hotì. Sin embargo, estudios más
mucho más elaboradas y complejas que las expuestas aquí. Vale explorar tentativamente
cambiar la disponibilidad de los recursos, del substrato o el ambiente físico (White y Pickett
ética ecológicas, siendo incluso actualmente una definición polémica (Hoopes y Harrison
1998). En la literatura se han considerado a las alteraciones como: (1) eventos que causan la
muerte a uno o más individuos, (2) sucesos que alteran la estructura y posiblemente la
composición de una comunidad biótica, o (3) fenómenos que liberan recursos previamente
utilizados, o que incrementan la disponibilidad de recursos para otros organismos (cf. Botkin
y Sobel 1975; Barbour et al. 1987; Petraitis et al. 1989; Botkin 1990; Pickett et al. 1992;
Odum 1993; Meffe y Carroll 1994). Las manipulaciones ambientales Hotì, constituyen sin duda
alteraciones ambientales de los tres tipos mencionados que transitan de múltiples maneras por
los Hotì como alteradores dinámicos del ambiente que ocupan, aunque resulte muy difícil
determinar el impacto global generado por su conducta ecológica (puesto que las alteraciones
La escala de las alteraciones Hotì, desde una perspectiva sincrónica o cinemática puede
considerarse pequeña, o a lo sumo, mediana (tala de uno o pocos árboles, creando claros de
unos 50-300 m² o conucos de unos 500 - 5,000 m² respectivamente). Sin embargo, desde
diferentes edades sin duda tiene un impacto en los bancos de semillas, en las dinámicas de la
añade la frecuencia de las mismas, la complejidad de los efectos resultantes es mayor. Los
intervalos de recurrencia de las alteraciones ambientales (días, años, horas, meses, etc.)
las áreas Hotì: (a) Sucesos de Alta frecuencia (intervalos cortos de recurrencia, 3-30 años)
en que los ambientes que los experimentan tienden a estar dominados por especies de
sucesión temprana (J). (b) Sucesos de Baja frecuencia (largos intervalos de recurrencia 50-
200 años) en que los ambientes que los experimentan tienden a estar dominados por especies
de sucesión tardía (K). (c) Sucesos de Media frecuencia (entre las dos aproximaciones de
interesantes aquí, pues se han relacionado directamente con las proporciones más altas de
biodiversidad puesto que los ambientes que las experimentan tienden a estar compuestos de
impacto de los agentes que producen la alteración ambiental. La conducta ecológica Hotì es
193
(Pianka 1966), una explicación sugestiva las considera como una función de las complejas
sucesos de alteraciones (Waide y Lugo 1992), tales como los descritos entre los Hotì, que a
las especies no humanas. Si a esta tentativa idea se añade que más del 75% de las semillas
de los bosques tropicales son dispersadas por animales (Janzen y Vázquez-Yanes 1991),
de la biología de las semillas entre los Hotì son también relevantes o parcialmente
Los recursos de esta macro categoría incluyen las materias primas vegetales, en la
facilitan el transporte (curiaras, puentes), para preparar medicinas, para actuar como cebos o
venenos para animales de caza o pesca, y para servir como combustible o leña. Las siguientes
194
tablas constituyen el vehículo más eficiente para sintetizar la información de aquellas especies
La cultura material Hotì es sencilla y más bien escasa. Salvo los instrumentos de metal
cortantes y las ollas de aluminio, hilos y anzuelos de pescar, todos los instrumentos de
subsistencia utilizados por los Hotì son elaborados con recursos locales. Especialmente a
partir de los troncos de los árboles, hojas y cogollos de palmas, resinas y cañas.
La cultura material utilitaria Hotì depende en gran parte de los recursos madereros
circundantes. De madera se elaboran los utensilios de cocina, los telares, los pequeños
maderos para prender el fuego que actúan a modo de fósforos portátiles, y las pequeñas
navegación fluvial, entre otros artefactos. Las maderas se seleccionan por sus caracteres en
virtud del artefacto a elaborar. Maderas suaves se prefieren para tallar espátulas, cucharas,
ollas, etc., aquellas de atributos livianos y resistentes se preferirán para probar suerte en la
La tabla Nº IV.8 resume algunas (118) de las especies botánicas mas usadas en esta
categoría utilitaria, a las que se añaden aquellas utilizadas en la construcción de viviendas. Una
o nulos, y es mas bien la disponibilidad inmediata y cercana de vigas derechas la que determina
horcones (aq), viviendas temporales (at), bateas (bt), canoas (ca), cucharas
jugo de caña (ex), fermentador de bebida tradicional (fc), kit de hacer fuego (fu),
instrumentos musicales: cuatros (im), mesas (ms), huso de hilar algodón (hu), ollas (ol),
puentes (pe), pilones (pn), platos (pt), puertas (pr), rayos (ry), receptáculos (rc), remos
realidad cualquier árbol creciendo en los bancos de cursos de ríos infranqueables se talaran
con la idea de que sirvan de pasaje temporal. Los puentes además, consisten solamente de
troncos horizontales a lo ancho de los cursos de agua, a lo sumo pueden añadirseles suertes
de pasa manos elaborados con bejucos o estacas a la mano, no parece existir otro criterio
Las fermentadoras de bebidas no son otra cosa que suertes de canoas de tamaños
más reducidos, consisten en troncos ahuecados donde se depositan por varios días los sumos
grados alcohólicos altos, y usualmente se preparan con fines sociales, aunque debe
destacarse que el calendario festivo Hotì aparece ralo y escaso, excepto en Kayamá, donde
IV.3.2.2 Uso de cortezas de árboles, fibras, resinas y semillas para elaborar artefactos.
preventivos. Una compleja práctica asociada con baños, inhalaciones o penetraciones directas
de partes de las plantas en las fosas nasales, se asocia con bienestar holístico. Las
desaparecer mediante el uso de una o más cortezas. Este tipo de conocimiento se exploró
con cautela, y no se pretende aquí exponer mas de lo necesario para ilustrar una porción de
la esfera de interacciones de los Hotì con su dominio vegetal. Dado lo precario del estado
medicinal ancestral (Posey 1996), se prefiere no profundizar en este tópico hasta que los
Hotì mismos decidan hasta donde están dispuestos a hacer público su saber. La tabla Nº
IV.9 menciona algunas (171) de las plantas reportadas como benéficas por los Hotì.
Las cortezas y fibras de árboles, lianas y palmas silvestres, se utilizan para múltiples
algodón una fibra cultivada y los elaborados con las cortezas fibrosas de algunos árboles
corrugata), la Moraceae toto ·yáì [árbol de ropaje/cordaje](Brosimum sp.) o uli we·tolo ·yáì
expediciones o campamentos temporales y se desechan con facilidad. Los usan también las
mujeres durante el período. Algunas cortezas se utilizan como tintes para colorear las
Las fibras de múltiples lianas se utilizan como amarres para una gran variedad de
usos, y las fibras provenientes de las palmas son la materia prima por excelencia en la
las fibras de la corteza de algunos árboles y la cocción de la cera de abeja, o las resinas de
árboles como las Burseraceae, áwelá báõlu ·yáì [árbol de ‘espíritus’ con resina de teñir los
cuerpos] (Protium aracouchini), háõliõ boõko ·yáì [árbol pequeño con resina que ilumina] (P.
heptaphyllum), uli báõu ·yáì [árbol grande de ‘espíritus’](P. opacum), háõliõ báõu ·yáì [árbol
Moraceae wáõiyoõ ·táwì ·yáì [árbol de madera suave] (Pseuldolmedia laevis) y la Sapotaceae
wá·likye ·yáì (Ecclinusa guianensis), los Hotì fabrican sus antorchas de iluminación nocturna.
Las fibras de la estranguladora ·láláká hu (Clusia sp. Clusiaceae), pueden utilizarse para
Cabe mencionar también aquí el uso de espatas de palmas para fabricar vasijas
son buõli hiõ (Socratea exorrhiza), ulu hiõ (Attalea maripa), y ·kolowá hi õ (Attalea sp.).
Algunas resinas y semillas se utilizan además como pintura corporal, con fines no sólo
estéticos sino preventivos. Entre los Hotì, la protección contra seres potencialmente
ocasionalmente el rostro. Resinas como las mencionadas en la tabla Nº IV.10, alejan animales,
registró que los Hotì usaban cuchillos de bambú (Eibl-Eibesfeldt 1973), actualmente algunos
Hotì reconocen la especie usada en el pasado como cuchillo y claman que grupos no contactados
de Hotì los utilizan aun. Se observó, sin embargo, que el uso de las bambusoides como
artefactos cortantes se restringe al corte del cordón umbilical como se mencionó, y al eventual
corte del cabello. En este caso se utilizan las hojas y la fibra de la caña. Aprovechando los
entrenudos de las cañas, se elaboran las flautas, los carcaj y pequeños receptáculos donde se
transportan resinas, tabaco para mascar, semillas, y brasas de fuego envueltas en la fibra de
tábáli ·yáì (Ceiba sp.), especialmente en épocas de lluvia cuando podría ser difícil encender el
fuego. El tocar las flautas constituye un hábito muy distintivo entre los Hotì, las que
usualmente portan y tocan durante sus actividades diarias con gran fascinación y habilidad. Con
aquellas bambusoides sin entrenudos o con espacios internudos extensos se fabrican las
Con las semillas de algunas plantas silvestres se elaboran mostacillas, adornos muy
preciados por hombres y mujeres Hotì. Con las fibras de la Socratea exorrhiza, además se
ensartaban las cuentas tradicionales en el pasado. Aun, el fruto de las Apeiba spp., puede
utilizarse como peine. Frutos de lianas se usan también para fabricar juguetes. En tanto que las
hojas de algunas plantas se utilizan como relajantes al mezclárselas tostadas con hojas de
tabaco. Las hojas de algunos monocotos fundamentalmente, se utilizan para cerrar las cestas
donde se transportan alimentos u otros ítems colectados, también con ellas se envuelven
alimentos (peces, miel, gusanos, cangrejos, larvas, etc.), tabaco y resinas para transportarse y
206
almacenarse. Las hojas de muchas plantas se utilizan también en las techumbres de las
La tabla Nº IV.9 lista las especies donde cañas, cortezas, fibras, mostacillas y
Tabla Nº IV.9: Algunas especies botánicas útiles: fibras de múltiples usos, amarres
benéficas (be), cuchillo de los ancestros (ca), cerbatanas (cb), corte del cabello (cc),
cestas (ce), chinchorros (ch), correas y cinturones (cr), carcaj (cj), corte de cordón
umbilical (cu), cedazos y coladores de jugos (cz), envolver alimentos, tabaco o resinas y
cerrar cestas (ea), escobas (eb), esteras (et), flautas (fa), juguetes (ju), mostacilla
(mo), pinturas de textiles de los ancestros (pa), portabebé (pb), pinturas de calabazas
y contenedores de alimentos (pc), peines (pe), ropas de los ancestros (ra), receptáculos
árboles (ta), mezcladas con tabaco (tb), techumbres de viviendas y residencias (te), y
IV.4 Cacería
Los animales son parte del ambiente cultural de los Hotì. No sólo aquellos
aparecen en una suerte de continuum semejante al hombre. La esfera animal está codificada
en la lengua Hotì con el vocablo clasificador háõ, en singular y háõtì para el plural. El plural de
(Hotì). Al ambiente Hotì se han añadido pocos animales alóctonos, fundamentalmente perros
pero no sobrevivió mucho tiempo. Los misioneros de CI trataron de introducir chivos con el
fin de socializar a los Hotì en una alternativa de fuente proteíca dada la escasez
intencionado experimento de los chivos fracasó, sin embargo, pues ni los Hotì se adaptaron a
ellos, ni los chivos a la selva tropical húmeda o a mantenerse alejados de los conucos.
Además, al parecer los chivos consumieron algunas plantas tóxicas para sus sistemas que les
aceleró su desaparición. Cinco vacas de la variedad zebus fueron donadas a las Hermanas de
ganado. Aparte de estos casos, el paisaje faunístico Hotì cuenta con la abundante fauna
Los animales parecieran cumplir más de una función implícita en las dinámicas sociales
Hotì. Pueden fungir como suerte de mascotas, presas, juguetes, piezas vivas de
animales además, parecen ser los receptáculos favoritos de las manifestaciones de agresión
de los Hotì de cualquier edad. Este singular fenómeno es llamativo en virtud de que los Hotì
habitaciones Hotì como mascotas. Aves, monos, mamíferos de la selva si se atrapan infantes,
214
crecerán como parte del asentamiento, y se transportarán como un enser más si la unidad de
asentamiento decide moverse a otro lugar. Estos animales, muchas veces los vástagos de
conocimiento acerca de los animales se inicia a muy temprana edad. Los niños Hotì tan pronto
practicando juegos con ellos, diseccionándolos, y criándolos como mascotas. Estas mascotas
sin embargo, no se consumen sí han sido parte del asentamiento ni siquiera cuando por alguna
razón mueren. Son los animales de afuera, del bosque (cËo báõ háõtì, ·táu·ku kwá báõ háõtì) los
El grueso del aporte proteíco entre los Hotì, proviene de los animales terrestres o
aéreos que cazan para consumo, aunque no debe minimizarse aquel de origen acuático. Más
etc.), hábitats, frecuencia, dimorfismos sexuales y edades de los animales entre otros
la caza desde muy jóvenes. Puede generalizarse que la cacería constituye una actividad
practicada mayormente por los hombres Hotì aunque el compañero de caza es usualmente la
pareja o esposa del cazador. Se observó además a algunas mujeres Hotì activamente
lanzas.
215
cuando los niños de ambos sexos se aprestan a contribuir a las tareas de producción y
padres, impartir la enseñanza informal del arte de la cacería. Los niños aprenden por
fabrican para los niños cortas cerbatanas con la materia prima apropiada. Alrededor de los 7
u 8 años los niños se atreven ya a iniciar salidas sin adultos en las que portan consigo sus
armas de caza y en efecto agudizan con pequeños animales sus habilidades de tiro y
estrategias de atrape. Favoritos para la práctica son las lagartijas, tuteques, colibríes, y
pájaros pequeños. También suelen practicar un juego de tiro involucrando un aro y una estaca
suaves (Jangoux 1971:29; Coppens 1983:292). El aro se fabrica con una sección de liana
flexible atada con bejucos y a modo de rueda uno de los niños la hace circular en tanto que
otro intenta traspasar el aro con una estaca suave. Afinando en el juego el tiro, los niños
imaginan que en lugar del vaho del aro, aciertan a animales de presa. El fruto de una
Cluseaceae, un pequeño árbol conocido como á·kuli hele [árbol del picure] (Chrysochlamis
cazar aves y roedores pequeños. Ya en la adolescencia temprana, los Hotì precisan sus
cacería. Alrededor de los 15 a 16 años los adolescentes Hotì pueden ser cazadores de gran
habilidad y efectividad.
Los animales predilectos al paladar y conducta de asedio de caza entre los Hotì,
parecen ser las diversas especies de monos locales. Implícitamente, las salidas de cacería
216
real se asocian con la caza de monos, en especial con Ateles belzebuth belzebuth. En las
comunidades de MA y MO, los números relativos de poblaciones de Cebidae son altos, y las
salidas de cacería suelen ser exitosas. Usualmente más de un individuo de Cebidae se caza al
mismo tiempo. La tabla Nº IV.10 lista las 43 especies de mamíferos que los Hotì cazaron en
el período de observación.
Las segundas presas preferidas parecen ser las aves. Un número alto de pájaros de
difícil determinación científica fue cazado por los Hotì durante nuestro trabajo de campo.
La cacería de aves tiene una frecuencia diaria. Muchas capturas de la avifauna se conducen
oportunidad a un adolescente elaborar una trampa de cacería para aves con hilos de ·toõèõ
con bejucos indeterminados (Jangoux 1971:19). Los pájaros cazados con más frecuencia y
siendo los mismos Hotì quienes señalaban e identificaban en las ilustraciones los pájaros
cazados. Dado que no se tomaron muestras de la avifauna, sin duda este listado es
incompleto.
Los artefactos esenciales básicos de cacería Hotì, se fabrican con plantas (a). El
escenario físico natural fundamental donde los Hotì buscan a sus presas son también plantas
(b). El conocimiento sobre la historia natural y cultural del arte de cazar animales de presa
El equipo de caza principal lo constituyen (1) la ·wáõláõ o cerbatana, (2) los wáeye hele o
dardos, (3) la báõláõwá o curare y (4) el luõkuwi o la lanza. No se observó el uso de arcos y
flechas, aunque algunos Hotì los conocen y podrían fabricarlos, con la planta oõleõ·ká li·ti bá ·yáì.
prima para fabricar la cerbatana, la cual sirve también como ítem primordial de
intercambio con grupos étnicos vecinos como los Piaroa o E’ñepa (Dumont 1978:180). Esta
gramínea constituye una caña que puede alcanzar 8 m de altura, con DAP homogéneos de
pasar los bosques montanos e iniciar la provincia vegetal tepuyana alrededor de los 2000 m
snm. Se conocen al menos tres áreas dentro de la zona de ocupación Hotì donde crece
colectar cantidades que suplan las demandas del cazador, para uso propio e intercambio,
se organizan cada estación de verano. Las dinámicas sociales involucradas en este tipo de
220
informaciones y servicios más allá de la colección de la planta, tienen lugar entre los
grupos provenientes de todas las áreas Hotì y aquellos regionales a ·wáõláõ ileõwá o la
cortadas. Los Hotì no esperan llegar a sus asentamientos para iniciar el proceso de
fabricación de las cerbatanas (véanse fotos en el Apéndice Nº 5). Al acampar, luego del
día de caminata de regreso a sus asentamientos, los Hotì encienden fogones de llamas
generosas e inician el cuidadoso secado de cada caña. Este involucra acercar la caña a la
aparezcan tan perfectas para desviar los dardos a las presas destinadas. El peso de los
atados puede reducirse a la mitad luego de una semana de camino en la que cada noche se
de una boquilla, un apuntador y dos cañas, una interna delgada y una externa más gruesa
cerbatanas se elabora con pocas especies, entre ellas se prefieren tres árboles de
maderas suaves para la talla y livianas, el áu·kuli hele [palo de picure] (Chrysoclamis
como aquellas de los árboles háõliõ we·káo ·yáì (Pourouma guianensis subsp. guianensis,
último propio de las sabanas, también puede usarse el musgo w·áõláõ hele kwáõ
2. Los dardos se elaboran con las venas centrales y los pecíolos de las hojas de cuatro especies
de palmas, el ulu ·ko·ko (Attalea maripa), ·kolowá ·ko·ko (Scheelea sp.), háõliõ bá·te ko·ko
(Oenocarpus bacaba) y táli ·ko·ko (Maulitia flexuosa). En todos los casos, se prefieren
individuos jóvenes que aun no han desarrollado troncos, en cambio se seleccionan hojas
maduras de dureza a la vez consistente y flexible. Para impulsar y dirigir el dardo, los Hotì
utilizan la fibra de aspecto algodonoso del fruto arbóreo de una Bombacaceae, el lìõ ·tábáli
·yáì (Ceiba sp.), la cual ajustan al dardo con saliva. Esta especie arbórea constituye una
emergente solitaria regional, conspícua en la flora local. Puede alcanzar unos 30 m de altura
y contar con DAP entre 20 y 95 cm. La distribución de esta ceiba está restringida a algunos
micro-ambientes, por lo que la colecta de este fruto puede muy bien estimular expediciones
elaboración de los dardos constituye una tarea relajante que usualmente se efectúa al
aledañas al asentamiento. Esta tarea que pareciera sencilla, consiste en tallar a su mínimo
grosor porciones flexibles de la fibra vegetal de unos 30-35 cm, en las que uno de los
depositan y transportan en aljabas o carcajs elaborados con cañas (Guadua sp. Poaceae).
3. El curare, o anestésico mortal para los animales de presa, se fabrica con una liana de
altos promedios de precipitación anual. Los individuos jóvenes son los preferidos para hacer
El conocimiento de la elaboración del curare parece ser muy preciado y poco compartido,
casí recluido en secreto. Muchos Hotì adultos reconocían no conocer como se elabora este
crucial veneno de cacería y aseguraban que al igual que sus padres y abuelos, hoy en día ellos
solían intercambiar bienes y servicios por curare con los E'ñepa del Alto Cuchivero. Otros
Hotì adultos, referían que habrían experimentado en la fabricación del curare sin éxito, ya
que la pasta resultante no mataría a sus presas. Lianas de poca calidad aledañas a sus áreas
pareciera que tanto la fitogeografía de la liana como la poca distribución del conocimiento
báõláwá asociada con las actividades Hotì, excepto como producto final. En MA, ambas
condiciones se cumplen: la liana crece a unas 4 horas de camino del asentamiento y uno de
los miembros de la unidad de asentamiento conoce los secretos de la elaboración del curare.
En Julio de 1997 fuimos afortunados al poder observar todo el proceso de la fabricación del
curare en MA, desde la colección de los troncos de Strychnos hasta su uso exitoso en
contexto Hotì. Los instrumentos que se utilizan, son preferiblemente exclusivos para el
223
proceso en cuestión. Todo el proceso fue observado por el pequeño hijo del joven cazador
como una suerte de preludio a la socialización del niño. Luego de raspar con un afilado
cuchillo la delgada corteza externa de los tallos de báõláwá, se los cocinó durante siete días
a las brasas sin llamas (se conoce de otro cazador en KA que aseveró que cocinaba la báõláwá
por nueve días). La cocción se efectúa muy lentamente y también con sumo cuidado y
paciencia se agita la preparación con una cuchara de madera elaborada con una
Melastomataceae local, el arbolito háõliõ iõliõyo ·yáì (Miconia. aff. holosericea). El sexto día, se
añadió a la espesa mezcla negra porciones de curare usado en el pasado, que según el
insistió en obtener nombres precisos ni identificaciones de ellas, en virtud del carácter mas
bien privado de todo el proceso. En CI sin embargo, en Febrero de 1997, se había colectado
bosque premontano a casi 500 m snm, no más alto que 4 m. Verbalmente se mencionó a
individuos jóvenes de ésta especie como utilizados en la elaboración del curare, y podría
especularse que probablemente fue una de las plantas contentivas de los alcaloides
vegetales que incluyó el cazador de MA. La tabla Nº IV.12 presenta además otras plantas
que se consideraron entraban como parte de la preparación del curare. Finalizada la cocción,
el producto final se deposita en pequeñas vasijas de barro elaboradas para ese fin, y se las
cierra con fracciones de hojas de monocotos (Heliconia sp. usualmente). Estas vasijas se
atrapan con la ayuda de lanzas. Las lanzas se elaboran preferiblemente con el delgado
tronco de ·kutile ·yáì (Guatteria foliosa, Anonaceae), o con hetò ·toõwáõko ·yáì
probablemente una Myrtaceae. Las puntas de las lanzas se fabrican con machetes que se
lijan por ambos lados y se desprenden del asa. Hacia la década setenta, se reportó que
las puntas de hierro estaban substituyendo a aquellas elaboradas con bambú (Coppens y
refieren a alguna de las gramíneas señaladas antes o bien cañas de distribución común
de cacería: arco (ac), atrae animales de presa (ap), suerte de balas para cazar
(ce), curare elaborado por los ancestros (ca), dardos (da), elaboración de curare (cu),
Las cacerías tienen lugar en el medio del bosque, cerca o lejos de los asentamientos.
Los recorridos de cacería se inician mayormente antes del amanecer, cuando la silueta de las
exclusivas de tal o cual cazador, aunque se observó en la práctica que no sólo quien abrió la
ruta la utilizaba para ese propósito, sino parientes o individuos afiliados afinalmente a aquel.
Se procura la caza con una frecuencia casi diaria en los asentamientos no nucleados y
kilómetros (km) garantizaban éxitos de caza. Los alrededores de las misiones en cambio, han
sido sobre explotadas en términos de presas, y sencillamente no sólo las densidades sino las
Las salidas de cacería pueden ser solitarias o colectivas. Las salidas de caza en
solitario no parecen muy frecuentes, en tanto que aquellas que involucran parejas de esposos
aparecen más comunes. En muchas ocasiones los hombres salen de cacería con sus esposas.
hombre joven y su adolescente esposa quien había dado a luz a una niña sólo tres días antes.
La caza se iniciaba alrededor de las 5 a.m. Las rutas de cacería estaban determinadas por el
tipo de árboles cuyas frutas proveían alimento potencial a los monos. Los árboles en fruto, al
atraer a los animales ofrecían cebos ideales que aventajaban al cazador facilitándole la
búsqueda de presas. La joven pareja actuaba en equipo, ella señalaba presas potenciales a él,
en tanto que recogía, acarreaba y limpiaba los animales cazados (además de cargar a su
a paso rápido sin producir sonidos ajenos al bosque que alertaría a sus presas. Al final de la
jornada, entre los dos trasladaban hasta el asentamiento lo cazado. Todos los recorridos con
demande en virtud de la presa seleccionada para el acoso, además de los perros que vivan en
persecuciones hacia donde lo esperan los hombres adultos prestos a atacarlos con sus lanzas.
Los perros atinan a dirigir al grupo hacia la dirección y ruta donde su olfato le indica que
227
pueden encontrarse las presas potenciales. La Piperaceae, báõyáõbáõlè ehtáõ (Piper piscatorum)
puede utilizarse para asear a los perros de cacería, a la par que elimina alegadamente pulgas,
Los Hotì sienten gran aprecio por los perros de caza, aunque no se evidencie en el
trato cotidiano que les dispensan. Los perros son de aparente adquisición reciente (Coppens
1983:266). Gran parte del tiempo se los ata con cuerdas dentro de una de las habitaciones y
se los deja salir sólo un par de veces al día. En salidas de caza colectivas sin embargo, los
por una joven pareja su infante de 7 meses, el padre del joven, el cuñado de éste y su hijo de
6 años, además del perro del asentamiento. Se planificaba cazar á·kuli (Agouti paca
Agoutidae). Todos los adultos portaban lanzas y al niño se le facilitó una estaca afilada. Las
plantas aquí actuaban como fitoindicadoras de los nidos potenciales de las presas. En este
el sugestivo áu·kuli hele [palo del picure] (Chrysochlamys membranacea) denominado a partir
procedió a asediarlos: cubrieron todas las salidas subterráneas del nido y se elaboraron
sendas antorchas con hojas secas de las palmas de ulu hiõ (Attalea maripa) y báõláyá hiõ
objetivo de una salida de cacería, de dos cazadores adultos en Diciembre de 1998. Alrededor
228
de las 4 a.m. se inició el recorrido río arriba, para detenernos unos 15 minutos antes de
romper el alba y a 5 km del asentamiento en la base del álukè ·yáì. Uno de los cazadores
trepó sigiloso el árbol vecino a aquel, conocido como háõliõ bá·tuõleõ ·yáì (Clathrotropis aff.
glaucophylla, Leguminosae). El otro reposó a la espera de las aves que vendrían a comer del
fruto de álukè ·yáì. Pese a que unas dos docenas de aves se posaron en las ramas de dicho
árbol, en esa oportunidad la caza no fue muy jugosa al fallar repetidamente el tiro los
cazadores. En otro evento, un experto cazador construyó una suerte de andamio con estacas
de la palma de ulu (Attalea maripa) sobre otro individuo de la misma especie arbórea y cerca
del amanecer esperó sigiloso el arribo de las aves para comer los frutos de la planta. Con la
ayuda de su cerbatana, en alrededor de dos horas había cazado 5 Cracidae de buen tamaño
las cuales ayudado por su esposa trasladó al asentamiento (S. Zent comunicación personal).
escondites, son usuales también como estrategias de caza. En estos casos, el cazador oculto
en el albergue imitará sonidos de animales o aguardará silente la aparición de las presas para
conuco viejo abandonado un recinto con hojas de ·káõláõwá hiõ (Phenakospermun guyannense,
Strelitziaceae) y ulu hiõ (Attalea maripa). El albergue temporal estaba bajo la sombra de un
árbol adventicio, el ·wáeká ·yáì (Guazuma ulmifolia, Sterculiaceae). Los jóvenes se ocultaron
en el albergue y aguardaron hasta que algunas aves se acercaron a comer la fruta del árbol para
probar suerte y capturarlas. Aunque la caza resultó sólo relativamente exitosa dada la
Sin embargo, las salidas de cacería colectivas por excelencia incorporan a todos o a
nunca en estas expediciones consideradas peligrosas para los inexpertos. Ocho de los
caza.
El 95% de las plantas colectadas, fueron consideradas por uno o más Hotì, como
alimento de animales. Los Hotì señalaron con precisión que frutas, hojas, semillas, cortezas o
raíces constituyen alimentos para animales específicos. Las plantas poveen la estructura física
del bosque, no sólo son autótrofas, sustentan la vida en la selva a través de proveer alimentos
básicos a los heterótrofos sino que además estimulan los complejos procesos ecológicos de
primarios de complejas ideologías que vinculan de manera efectiva y desde fechas imprecisas
las esferas botánicas, zoológicas y humanas. En este sentido, un carácter único a la cultura Hotì
perceptibles que facilitaban y agudizaban las habilidades del cazador en torno a la captura de
las presas. Cortezas de árboles, hongos y hojas de algunas especies botánicas, actuarían
hombres. Baños (áu iõbì), inhalaciones de porciones vegetales completas introducidas en las
fosas nasales (áu woõi) y lavados parciales del cuerpo del cazador (áu dìlì) con una o varias
especies botánicas, ganarían su favor en el intento por atraer los animales. Una suerte de ritual
cargado de respeto y más allá de la mera réplica o explicación racional tiene lugar en la esfera
humana al hacer explícita conductualmente los valores y poderes de las otras dos esferas
bióticas. El uso de plantas se practica el día anterior o el mismo día de la salida de cacería. La
gran mayoría de las plantas utilizadas son silvestres. Sin embargo, sólo se conocen siete
especies de plantas inductoras cultivadas, la aromática Amarantaceae ·wòli tuku hyá [hoja de
cabeza de pava] (Alternanthera sp.), de típicas amplias hojas la Araceae áliõluõ ·tukì ·wá·wá
(Caladium sp.), una hierba arbustiva de un poco mas que un metro, de olor pungente y tallo
suculento perteneciente a la familia de las Capparidaceae, ·kwáyo báõlo áye [hoja de mono
capuchino del camino](Cleome sp.), una Cyperaceae uli ·káõláõwiõleõ ·ko·ko (Cyperus sp.) de típico
tallo oscuro triangular, otra hierba, la Iridaceae conocida como ·ko·ko lìtìbiõbì (Eleutherine
rituales depuratorios. En este sentido, el cazador habría perdido su certeza al tiro y su buena
venia con los animales al haber transgredido límites en alguna de las esferas bióticas. Una de
algún tipo de poder que salpica a hombres y plantas en el continuum vital de la selva. El wáõyáõ
probablemente sea un tipo de secreción biliar. No todos los animales poseen wáõyáõ. Aunque el
wáõyáõ exhibe una localización específica en el cuerpo de los animales, no se lo ubica en el mismo
sitio de un animal a otro. El wáõyáõ recibe un tratamiento especial durante el corte y la limpieza
231
del cuerpo del animal cazado, previo a la cocción. Sumo cuidado en la manipulación y entierro del
wáõyáõ debe observar quien lo palpa. Según el animal cazado, el wáõyáõ debe enterrarse cerca o no
del fogón o del asentamiento o en el medio del bosque. La contraparte aglutinadora de la esfera
vegetal tampoco tiene una localización consistente y varía de acuerdo a la planta involucrada. En
algunas plantas, se concentra mayormente en las cortezas y rizomas de algunas de ella, aunque
en otras, sean las hojas los agentes activos que catalizan y catapultan la acción deseada. Las
esferas botánicas, zoológicas y humanas parecen en este caso formar una tríada que abre
paréntesis en las dinámicas de interacción de las tres esferas. En cierto sentido, la dependencia
animal estaría facilitado por la aprehensión de bioagentes vegetales que penetran físicamente al
hombre.
Los sueños ocupan sin duda un lugar prominente en las salidas de caza. Igualmente los
cantos nocturnos y aquellos entonados antes de que brote el alba están también relacionados a
las prácticas de cacería. Atinan además a un concepto de belleza expresado en el arte de cazar
ensartado en una compleja serie de fenómenos: uso de plantas específicas, cantos de tonadas
temporales limitados. Usualmente se canta a los animales del bosque el día anterior o el mismo
prolongadamente (entre 1 y 3 horas) canta en voz fuerte y dicción acelerada tonadas que
entre dos o mas cazadores. En cualquier caso la rapidez con la que se concatenan los fonémas
hace muy complejo e impreciso cualquier intento por traducir a nuestros términos significados
más precisos.
232
inductoras, en una salida de cacería de Cebidae. Por espacio de 40 minutos las tonadas de
joven cazador, su esposa y su hija infante de 15 días, remontaron los cerros aledaños en busca
de presas. Casi imperceptiblemente, el cazador, sin detener su acelerado paso de ascenso tomó
un par de hojas de un individuo joven de uli ·kwáyo ·tu hele [palo de cabeza de marimonda]
(Clavija lancifolia, Theophrastaceae), las estrujo entre sus dedos e introdujo porciones de
ellas en sus fosas nasales. Re-emprendió apresurado el ascenso y diez minutos mas tarde se
detuvo para tomar tres hojas jóvenes de háõliõ ·tiõ·tiõ ·yáì [árbol de corteza amarga pequeño]
porciones de la mezcla en sus fosas nasales, frotó además el exterior de su nariz con el
resto de la mezcla. Seguimos el camino en ruta de cacería y treinta y tres minutos más tarde
caía la primera presa uli ·káõbáõyá (Ara chloroptera, Psittacidae). Este individuo, formaba
parte de una pequeña banda de 7 aves quienes posaban ruidosas sobre el árbol de áwelá ·lute
pareja entonces se detuvo a colectar e ingerir frutos de la misma especie por mas de dos
cazador había atrapado tres presas de uli ·kwáyo (Ateles belzebuth belzebuth, Cebidae). La
cosecha consistió de un individuo macho, una hembra y su cría, quienes formaban parte de un
correspondientes a los monos capturados como cargas sujetadas con cortezas de háõliõ ·tokwa
233
Plantas inductoras del éxito en el asedio a los mamíferos más grandes intervienen en
prácticas asociadas al ambiente abiótico también. Esta actividad se codifica en la lengua Hotì
como ilõ·tile, y consiste en lo siguiente. El atinar a cruzarse con la huella dejada por uli yewo
[danta] (Tapirus terrestris), propicia el entierro bajo la misma de una mezcla de al menos dos
cazador joven habría visto la huella de un par de días de una danta, lo cual lo inclinó a extraer
cuidadosamente de su pequeño ·táwibo (caña usada a modo envase, Guadua sp., Poaceae),
rizomas de dos plantas: uli ·kálibèõle ·ko·ko (Cyperus sp.) y ·tuèõbe buleiõliõ ·ko·ko (Calathea
amarillo-naranja rizoma, en tanto que el rizoma blanco del Cyperus se caracteriza por un
fuerte olor y sabor ácidos. El joven cazador procedió a rallar porciones de ambos rizomas
utilizando las espinas de las raíces aéreas de la palma buõli hiõ (Socratea exorrhiza) y luego de
mezclarlas las enterró bajó la huella del animal. La mezcla fue cubierta entonces con pedazos
de troncos en putrefacción para ser cubierta con hojas y estacas flexibles de unos 20 cm de
·tuõliweõtì hele (Rinorea pubiflora, Violaceae). La captura de una danta unos pocos días más
tarde puede o no celebrarse a través de esta práctica para nuestra racionalidad científica.
Es palpable en cambio, que el asentamiento contó con carne por más de una semana luego de
aplica con la intención de preservar los alimentos de origen animal (pescados y carnes). Las
otras prácticas de cocina frecuentes consisten en cocer hervidos o azar directamente sobre
La efectividad real de estos ejemplos hace preguntarse ¿Dónde se traza la línea que
Una respuesta racional puede yacer en la explicación de los hábitos de cacería Hotì.
Prácticas similares entre los Machigenga del Amazonas peruano se han reportado
(Shepard 1997, 1998). Cuando los cazadores Machiguenga utilizan los Cyperus spp. cultivados
con el objeto de agudizar sus habilidades de caza, en realidad parecen responder a los
Claviceps, (la misma a la que pertenecen los receptores del LSD) infectan comúnmente a los
Cyperus cultivados, impregnando sus raíces de alcaloides. Estos son los responsables de las
propiedades medicinales atribuidas a los Cyperus. Las plantas silvestres utilizadas por los
para capturar únicos y animales específicos. Otras plantas, en cambio parecían actuar como
generalizadoras y son efectivas para cazar un amplio rango de animales de presas. La tabla Nº
IV.13 lista algunas de las especies mencionadas como inductoras más consistentemente.
con plantas. Así, con la denominada báõ·cËáõwa hele (Piper reticulatum, Piperaceae), se los baña
antes de la caza. Se cuenta con información de primera mano (S. Zent comunicación personal
digestión que habría ingerido el uli yewo (Tapirus terrestris) antes de ser cazado, y que se
extrae de sus intestinos, se utiliza exclusivamente para bañar a los perros de caza. Este
capturó la presa. En ambos casos, el fin último es agudizar las habilidades de caza del canino.
IV.5 Pesca
1975:68), evidenciado ser el menos productivo de aquellos practicados por los Hotì (Coppens:
1983:266) y el que contribuye menos al aporte dietético de este grupo (Coppens 1975:76).
Nuestras observaciones de campo, evidencian sin embargo, que la pesca puede constituir
recursos alimenticios. Al igual que sucede con los productos de recolección, cacería e incluso
agrícolas, los acuáticos exhiben períodos de alta y baja explotación y manejo. En la ecología
y abióticos.
Dada la tendencia interfluvial de los Hotì, los cursos de agua aledaños a sus
asentamientos suelen ser relativamente pequeños por lo que la ictiofauna que sustentan
animales acuáticos, parece ser suficiente para satisfacer las necesidades dietéticas de los
asentamientos Hotì. De hecho, cuando las presas animales de caza son escasas o nulas
pareciera optarse por una opción que con menor esfuerzo y casi siempre redundará en
cosechas: la pesca.
Además de un número de peces (véase tabla Nº IV.14) para los que lamentablemente
no se cuenta con todas las determinaciones científicas, los Hotì capturan ·káliõláõ háõ
(temblador, Electrophorus electricus), iye háõ (cangrejo de río, Fredius adpressus), áuleõ háõ
(baba, Paleosuchus trigonatus) y báõ·lálá háõ (camarón de agua dulce, Macrobrachium cf.
niños, adolescentes y adultos de ambos sexos. En ambos está signada por la flexibilidad,
tanto en términos de la duración de las salidas, como el lugar escogido para la pesca. A este
puede accederse caminando o utilizando las pequeñas canoas monóxilas mencionadas antes.
239
En algunas ocasiones incluso, las salidas de pesca colectivas están teñidas de un sabor
e hilos elaborados con fibras vegetales inespecificadas (Jangoux 1971:20). Esta fibra
mencionada unos años más tarde por Coppens (1975:73). La fibra de toõè se ha ido
comercial. Los peces pueden capturarse también manualmente con la ayuda de cuchillos y
elaborando suerte de paredes de piedras que recrean pozos en pequeños caños de una
estrechas que las destinadas a la caza de animales terrestres, elaboradas con individuos
jóvenes de ·weõleõweõleõ ·yáì (Brownea coccinea subsp. capitella). Esta Caesalpianeacea ofrece
dureza y flexibilidad, criterios considerados necesarios para lograr una pesca efectiva. A
cambio el uso del tronco de la palma buõli hiõ (Socratea exorrhiza) en el proceso inicial de
descomposición como una suerte de atrayente de peces y cangrejos a modo de trampa. Con
frecuencia se encuentra esta especie flanqueando caños y ríos. El tronco fibroso de esta
especie al descomponerse y colocarse dentro de los cursos de agua permite el flujo relativo
de la misma y de la ictiofauna. Los animales al entrar al tronco a ingerir su fibra, pueden con
facilidad atascarse y quedar atrapados allí. Es entonces cuando los Hotì los cosechan.
Las prácticas de pesca incluyen el uso de plantas. Muchos frutos vegetales se utilizan
asiduamente como cebos o carnadas (véase Nº IV.15) pero además, pueden servir como
240
inespecificadas utilizadas como venenos en los caños para pescar. Se registró el uso de dos
especies silvestres como barbascos, una Sapindacea arbórea y una liana de las Leguminosas,
posiblemente Lonchocarpus sp. Aunque poco frecuentes, las expediciones de pesca con
barbasco involucran sin distingos hombres y mujeres de todas las categorías etáreas que
huecos cercanos a los pequeños caños donde se pretende depositarlos. Se los tritura con la
elaboradas con las hojas de las palmas mencionadas antes y se sumergen en el agua
repetidamente. Pocos minutos más tarde, el agua enturbecida y baja en oxígeno desorienta y
adormece a los peces los cuales se atrapan con relativa facilidad. Algunos miembros del
grupo de pesca aguardan unos metros aguas abajo por los pescados adormecidos o escapando
del efecto apóxico de la fruta. Se puede elaborar una suerte de pared de piedras para
limitar el flujo del agua y facilitar la captura de los peces. La corteza del Dilodendron
bipinnatum, se declara además como inductora efectiva de una pesca exitosa, si el pescador
introduce en sus fosas nasales porciones rasgadas de la misma. La frecuencia del uso de
Tabla Nº IV.15: Plantas usadas en la Pesca como carnada (c) o barbasco (b).
Una frecuencia mayor parece tener el empleo de los tallos y las raíces de báõ·tuõleõ hu
de Lonchocarpus sp. flanqueando caños donde el agua fluía rápida pero no profundamente.
Asociadas con las pescas con anzuelo se encuentran las búsquedas de cangrejos
ocultos bajo las piedras de los cursos de agua de flujo rápido. En una jornada de sólo 3 horas
intercaladas con baños y juegos, 2 adolescentes Hotì capturaron en Febrero de 1999, casi
planifican el recorrido luego de que algún miembro avistó uno de estos animales. Una salida
Paleosuchus trigonatus.
interrumpen la continuidad del flujo del agua, dejando un panorama de pequeños pozos
aislados unos de otro, donde se concentran la ictiofauna que no logró salir a tiempo a los
cursos de agua continuos mayores. Los pescadores salen al amanecer armados con lanzas, y
244
especialmente estacas afiladas de más de una especie vegetal, tales como ·tuwobeleõkeõkeõ
(Raputia aromatica, Rutaceae) e i·cËeká ·táwì [árbol de madera muy dura] (Qualea paraensis).
Una vez en los pozos acosan y lanzan a los tembladores que luchan por desprenderse de las
afiladas armas. Usualmente extraen del agua aun vivos a los animales y forcejean con ellos
hasta debilitarlos golpeándoles la cabeza con otra estaca. Se observó comúnmente arrojar el
wáõyáõ de los tembladores al caño, luego de extraerlo de la cabeza del animal donde peces
Fundamentalmente, cortezas asociadas con baños y lavados de partes del cuerpo de los
pescadores. Las cortezas de dos árboles, una conspicua Mimosaceae de unos 27 m de alto y
40 cm DAP, ·kwáyo oõleõká toto ·yáì [árbol del lóbulo de la oreja del mono capuchino]
IV.6 Horticultura.
tendencias agrícolas entre los Hotì. Algunas descripciones de sus habilidades hortícolas, los
definían como cultivadores incipientes y en algunos casos se reportan sus conucos como poco
1974:17; María Eugenia Villalón comunicación personal). Otras referencias consideraban que
poseían diversos y variados conucos policultivados, plantados con tubérculos, cereales y árboles
245
por alrededor de dos años, luego de los cuales los Hotì conducirían cosechas esporádicas e
intermitentes (Coppens 1975:68-70). La incertitud acerca del sistema agrícola Hotì alcanzaba
también a dilucidar qué cultígeno constituía el más frecuentemente cultivado y consumido por
los Hotì. En reportes de contacto, se menciona al maíz como el preferido (Bodin 1969; Bou
1970; Guarisma 1974). Otras versiones registran a las variedades de Musa paradisiaca como
primordiales en la dieta y prácticas agrícolas Hotì (Jangoux 1971; Coppens 1975), en virtud de
que durante un muestreo de 30 días realizado durante la estación seca, se consumió Musa en
conocimiento de los Hotì acerca de las plantas cultivadas. Las aseveraciones siguientes acerca
del conocimiento hortícola Hotì, están basadas en tres categorías de datos: (1) observaciones
minutos; (2) la medición y mapeo de 30 conucos; e (3) inventarios de cultivos en 111 parcelas de
100 m², estos dos últimos tipos de datos se levantaron en conucos de diferentes edades y
localidades junto con S. Zent. El muestreo de las parcelas de 100 m², se determinó al azar,
utilizando un método simple, se colocaron en una bolsa números discretos y sin observarlos se
los tomaba de la bolsa, siendo estos los grados de la brújula hacia los que se orientaría la
los 100 m² con la cinta de medir y estacas cortadas para ese fin y se procedía a inventariar
todos los cultivos independientemente de su tamaño, edad o grado de fertilidad. Las tablas Nº
IV.16 y Nº IV.17 resumen el número de parcelas en conuco levantadas según la edad y localidad.
246
Caño Iguana 60
Caño Majagua 24
Caño Mosquito 21
Alto Cuchivero 6
Totales 111
Debe subrayarse al inicio de esta exposición que no todos los grupos, familias o Hotì
diverso de posibilidades entre aquellos Hotì que practican la agricultura como se describirá
decir aquellos que se utilizan para una gran variedad de tareas: machetes, cuchillos, y
·yáì (Guazuma ulmifolia ), actúan como fitoindicadoras de buenas tierras para el cultivo.
abrir el nuevo conuco, los Hotì talan por un par de días los arbustos, arboretos, bejucos y
plantas pequeñas. Unos días más tarde se talan los árboles grandes. Esta actividad puede
de las comunidades de MA y MO. Las asociaciones de intercambio de mano de obra son muy
variables. Usualmente los varones de una familia nuclear trabajaran juntos. Los miembros de
una familia extendida en cambio, pueden o no asociarse para los trabajos agrícolas. En la
misión de CI las alianzas para cooperar en la tala de conucos nuevos, implican complejos lazos
por afinidad que parecen no exhibir patrones de vínculos o asociación. Antes del inicio de la
controlarse por mujeres y hombres indistintamente. Algunas plantas muy apreciadas por su
alta combustibilidad y tal vez por el tipo de nutrientes que liberan son háõliõ we·tolo ·yáì
Meliaceae), uli iye (Trichilia mazanensis), boõko báõlu ·yáì [árbol de la resina resina que ilumina
la hierba compuesta ·káõláõwiõle táwì hele ·yáì, y la liana de las Olacaceas holokáli ibuhu.
ambos sexos participan con ánimo festivo en esta actividad. No sólo aquellos que participaron
en la tala y quema, siembran en los conucos nuevos. Sin embargo, parece reconocerse
propiedad sobre los individuos plantados aunque se practique gran flexibilidad para cosechar
limoncillo y la cocura cuyas semillas fueron traídas por los misioneros de CI y se dispersaron
limón. Uno de los resultados de los contactos recientes de los Hotì de MA con comunidades
apreciada por los Hotì pues es especialmente refrescante en el período de sequía o verano.
La fecha de posible introducción de la Musa sp. es en cambio desconocida, pero se asume una
La liana conocida como lilu hu, es considerada comida de los ancestros, y se refiere a ella
nula y además se la asocia con poderes mágicos de algunos individuos a los que se respeta o
teme así como también con poderes de los ancestros materializados en esa planta.
250
calculados para una hectárea, se presenta en la tabla Nº IV.19 y en los gráficos siguientes.
Contrastando en términos numéricos con las plantas silvestres utilizadas para elaborar
tres, representadas a continuación junto con el tabaco de uso recreacional, medicinal y ritual.
251
Este último presenta una alta frecuencia durante el año de apertura de siembra del conuco pero
la reduce drástica y significativamente a partir del primer año del conuco. El algodón en cambio,
repunta en el primer año y se mantiene relativamente estable por los años siguientes. El onoto y
la curagua no exhiben grandes oscilaciones durante los años activos del conuco representados
en el gráfico Nº IV.1.
1200
1000
800
600
400
200
0
0 año 1 año 2 año 3 año 4 año
minimizadas cuantitativamente con respecto a aquellas silvestres usadas para los mismos fines.
Sólo siete especies reconocidas mostraron una frecuencia en los conucos policultivados.
Los Cyperus spp. presentan su pico de presencia en el primer año pero al igual que el
Maíz (Zea mays), batata (Ipomea batata), plátano-cambur (Musa paradisiaca x), ñame
(Dioscorea spp.), y yuca (Manihot esculenta), exhiben las mayores frecuencias. Cuantitativa y
estos carbohidratos está determinada por la disponibilidad de los productos durante las
diversas épocas del año. Así por ejemplo, el maíz se consume en Agosto y hasta Octubre
carbohidratos de Diciembre a Febrero. El mayor consumo de batata parece tener lugar de Mayo
a Julio. La yuca en cambio, al parecer se consume durante los meses de lluvia de Marzo a Mayo,
transportando los frutos en las expediciones como carbohidrato de refuerzo durante los
campamentos temporales.
Hotì.
200
Número de Individuos
150
100
50
0
0 año 1 año 2 año 3 año 4 año
segundo año para ser casi nula los años siguientes. Al maíz lo sustituyen en proporciones casi
significativamente a partir del cuarto año. Los Hotì cultivan sólo yuca dulce, y junto con los
conucos Hotì.
10000
Número de individuos
8000
6000
4000
2000
0
0 año 1 año 2 año 3 año 4 año
Comúnmente nuevos conucos se anexan a conucos de uno o dos años al talar y quemar
materializa esta habitual práctica agrícola. Por ejemplo, las gramíneas son cultivos de los
conucos nuevos y jóvenes, en tanto que sus frecuencias son nulas a partir del segundo año. El
254
maíz constituye un alimento muy preciado, que generalmente cubre en una porción mayor a la
introducción, es un cultivo muy apreciado por el paladar Hotì. Las cañas se siembran
especialmente luego del primer año del conuco y usualmente se cosechan para ser consumidos
en el mismo lugar de labranza, aunque pueden llevarse una o dos estacas al asentamiento. Una
10000
Número de Individuos
8000
6000
4000
2000
0
0 año 1 año 2 año 3 año 4 año
A partir del segundo año y hasta el cuarto, los tubérculos exhiben frecuencias más
en tanto que Manihot esculenta se siembra y resiembra paulatinamente hasta el tercer año y
empieza a interdigitarse con la flora silvestre local. A partir del tercer año, destaca la
3500
3000
Número de Individuos
2500
2000
1500
1000
500
0
0 año 1 año 2 año 3 año 4 año
160
140
Número de Individuos
120
100
80
60
40
20
0
0 año 1 año 2 año 3 año 4 año
colonización temprana tales como Heliconia spp., Cecropia spp., Phenakospermun guianense,
256
además de algunas Musa spp., Carica sp. De hecho como se observa en la gráfica siguiente,
estas dos últimas especies incrementan sus frecuencias paulatina pero constantemente.
2500
2000
Número de Individuos
1500
1000
500
0
0 año 1 año 2 año 3 año 4 año
Tanto las papayas como los bananos de diversas variedades se consumen prácticamente
durante todo el año. En especial el grupo plátanos-bananas ocupan sin duda un lugar central
estuviese presente.
Las plantas de Musa sp. producen frutos cosechables luego de 9 o 10 meses de haberse
cultivado y pueden ser productivas y activamente cosechadas por mas de tres años. Una vez
que la planta ha producido frutos, los Hotì cortan el pseudo tallo para liberar nutrientes y
hacer más accesible la luz a los vástagos o cogollos emergentes que rodean la base de la misma.
De esta manera, la producción de Musa sp. se extiende indefinidamente, por una segunda,
extraen y transplantan a nuevos conucos o localidades. Incluso luego de que los conucos se
257
produciendo en muchos casos interdigitadas con palmas como la Bactris gasipaes de lenta
maduración.
términos de tierra y trabajo que la yuca (Smole 1989:125; Beckerman 1985), esta última
y preservación tanto en estado natural como procesada (Schwerin 1985). Los bananos en
cambio tienen una producción fluctuante y poseen una capacidad mínima o nula de
anegadizos o escasamente irrigados por lo que las tierras aptas para su cultivo tienen una
distribución limitada (Beckerman 1993). El procesamiento de la yuca como pan o casabe por
otra parte, implica de alguna manera un mayor sedentarismo y fuerza de trabajo, en tanto que
productividad. Ello se traduce en mayor tiempo para dedicarse a otras actividades tales como
bosques, también a través de actividades hortícolas. Claros naturales causados por caídas de
paradisiaca, Ipomea batata, Dioscorea alata, D.trifida, Carica papaya, Bactris gasipaes,
ecológicos como estos abonan el terreno para reconsiderar las clasificaciones de grupos
los recursos silvestres. Se asiste en este hábito de ecología de subsistencia a una suerte de
Musa paradisiaca en un conuco abandonado a unos dos días de camino del asentamiento
permanente. Este conuco había sido cultivado por el padre de nuestro guía (un joven de 18
años aproximadamente) tantos años atrás que este no podía recordarlo. Pequeños conucos
Mosquito Alto y Bajo también. En estos casos, pareciera que la conveniencia de contar con
silvestres, estimula la siembra de áreas de otra manera ocupadas por plantas adventicias. El
encuentro con uno de estos conucos, pese a que no se hubiese participado en talas, quemas o
cultivos de los mismos, no cohibe a los caminantes a cosechar los productos. En otros
términos, aunque se reconoce la propiedad ajena del conuco, los recursos son tácitamente del
que los cosecha. En mas de una ocasión en caminatas por la selva nos beneficiamos de estos
(1983:195) acerca de la presencia de Musa sp. silvestre en el territorio tradicional Hotì. Las
áreas Hotì creemos que son muy bajas o nulas a la luz de nuestras bases de datos.
Argumentos acerca de un posible origen americano de la Musa sp. han sido polémicamente
discutidos en la literatura (Cook 1904; Poponoe 1914) incluso del Amazonas venezolano
(Smole 1976, 1980, 1989). Más recientemente, la presencia de restos fósiles del Eoceno
medio (43 millones de años atrás) al Noroeste de los Estados Unidos ha replanteado la
americano, con la llegada del colonizador europeo, debería asumirse también que esta especie
pareciera haber evolucionado junto con los Hotì en una dimensión temporal ecológica. Es decir,
sólo desde hace 500 años la Musa sp. se incorporó como cultígeno y fue cobrando relevancia
al extremo de considerársela gestadora del hombre. ¿Asumimos entonces que los rasgos
antigua? Resulta claro empero, que los plátanos-bananos representan más que productos
nomenclatura y la identificación de las plantas por parte de los Hotì. Se ofrece una discusión
interrogantes básicas de ¿Cuántas especies etnobotánicas reconocen los Hotì y cómo las
de la etnobotánica cognitiva (sensu Berlin et al. 1966, 1973; Berlin 1992)?. Se señalan
también las coincidencias y/o excepciones observadas entre los Hotì en su aprehensión del
mundo vegetal.
registrado significativas regularidades con respecto a la forma en que los seres humanos
recientemente se los revisó a la luz de nuevos datos (Berlin 1992). La idea central que
evidencian recurrencias estructurales condicionadas por tres elementos: (1) los seres
humanos estamos capacitados para apreciar a las bioformas (i.e. plantas, animales, hongos,
etc.) de manera similar, aunque de manera inconsciente, estamos dotados de mecanismos
culturales de las ordenaciones genéricas elaboradas por los grupos humanos; (2) las
para otros autores, sin embargo, el sitial funcional o utilitario que ocupen los organismos
Randall 1984). Gran parte de la teoría etnobiológica se ha dedicado a definir y debatir las
condicionantes.
aquellos principios que subyacen a las ordenaciones de las plantas y cuáles son las
aspectos interactúan dinámicamente y sólo se dividen en términos analíticos, aun cuando sus
límites pueden ser imperceptibles y arbitrarios. Estas áreas se han referido en la literatura
(Hays 1983:608-609).
En este sentido, se considera que todas las palabras o nombres participan de alguna
manera en algún sistema clasificatorio. Tanto más aun perceptos (objetos u eventos
naturales circunscritas conocidas y utilizadas por grupos humanos específicos. Dado que las
y un resultado final (Berlin 1992). El proceso clasificatorio del universo vegetal circundante
culturas del mundo (Brown 1985). Tales categorías universales, estarán sin embargo,
contextuales o ideológicos (Berlin 1992). En otros términos, el corpus teórico que se expone,
considera a los rasgos perceptuales como aquellos criterios centrales panhumanos que
generarán las clasificaciones biológicas generales. Estas actúan como cartografías cognitivas
Rudder 1978/9:350-1; Hays 1979:489; Casson 1981:269; Boster 1981:215; Atran 1985:306-7,
1987:300). Como resultado de los diálogos teóricos y a partir de nuevos cuerpos de datos, los
(Berlin 1992:21-35).
la flora o fauna existentes, la cual corresponderá a las especies locales más distintivas
mente humana entre los taxa mismos independientemente de los significados culturales que
superficial; (4) los taxa reconocidos estarán distribuidos entre cuatro a seis rangos
mutuamente exclusivos, donde los taxa de cada rango compartirán grados similares de
variación interna y estarán separados entre ellos por espacios perceptuales relativos; (5) los
taxa de cada rango exhiben marcadas similitudes en cuanto a sus números relativos y sus
rangos biológicos al comparárselos en diferentes sistemas clasificatorios; (6) los taxa de los
rangos genérico y específico muestran una estructura interna donde algunos miembros se
consideran como prototipos del taxón en tanto que otros son menos típicos de la categoría en
lugar la correspondencia más alta entre los taxa del rango genérico, en tanto que una
correspondencia frecuente se observará entre Familias y taxa del rango intermedio, además,
los taxa de los rangos forma de vida y subgenérico presentarán la correspondencia más baja
con taxa reconocidos por la Biología Sistemática. Los principios de nomenclatura están
resumidos como sigue: (8) los taxa de los rangos reino e intermedio generalmente no se
nominan, existe un cuerpo de datos creciente de que algunos taxa de forma de vida constituyan
también categorías cubiertas innominadas; (9) los nombres de plantas y animales exhiben
estructuras lexicales de uno o dos tipos universales, denominados nombres primarios (de tres
taxonómicos; (10) se observa una relación específica entre los nombres de los taxa y su rango,
así las formas de vida y los genéricos están denominados con nombres primarios y los
nombres primarios usualmente aunque no siempre cumplen dos condiciones, (a) ocurren cuando
además enfatizarse con la presencia de una glosa que traduce 'genuino' o 'ideal' o (b) ocurre
cuando genéricos no prototípicos se refieren a taxa subgenéricos de gran importancia cultural;
culturas con orientaciones ecológicas diversas en gran parte del mundo (Brown 1984). Dado
que los principios son de índole comprehensiva, cabe expandirse en algunos de sus elementos
menos dos niveles de abstracción de los taxa o clases: semántico y estructural. El primero
inclusión con otras clases del sistema) y el referente (la clase y su realidad material). La
taxonómica están explícitamente delimitados, siendo el concepto que los genera la definición
Ambos componentes deben satisfacer dos axiomas, incluir en la serie finita de taxa un
miembro generador del dominio (i.e. reino, plantas) y permitir el fraccionamiento de las series
en subseries estrictamente delimitadas. Los taxa que no permitan fraccionamiento pero que
pertenezcan a una subserie son considerados terminales. Los axiomas además, derivan la noción
de contraste (Kay, 1971: 877-8) o asociaciones relativas posicionales entre los diferentes taxa.
está centrado en el principio de inclusión estricta de los taxa o a sus posiciones fijas por lo que
transferible a cualquier otro taxón que ocupe la misma posición estructural al segundo. En este
sentido, no todos los taxa terminales se presentan al mismo nivel jerárquico, ni aun todos los
elementos teóricos mas específicos como aquellos que sustentan la realidad misma de los
per se o de sus potenciales locus en las mentes humanas que confieren o aprehenden
ordenamientos específicos de la biota local, constituye uno de los puntos álgidos en las
y extensión) de los rangos y las categorías etnobiológicas (cf. Atran 1985, 1990, 1997;
Berlin 1992; Brown 1977, 1984; Bulmer 1970, 1974; Ellen 1993; Hunn 1976, 1982; Randall
1982, 1987; Zent y Zent 1999). En este trabajo se asume válida la consideración de los
rangos como agrupamientos de taxa etnobiológicos delimitados distintivamente a diferentes
entre las diferentes categorías (Berlin 1976; 1992). Se defiende la realidad de los rangos
cognitivo etnobiológico, se asume análoga a los de la Sistemática Biológica en la que los taxa
son mutuamente exclusivos aunque si ocupan el mismo rango etnobiológico, pueden ocupar el
mismo nivel en una estructura taxonómica particular (Berlin et al 1973:215; cf. Atran
1993:53).
nominar plantas y animales. Las estructuras lingüísticas de las nominaciones de la biota ofrecen
claves que permiten establecer el status cognitivo de los organismos particulares aludidos en
los sistemas clasificatorios (Berlin et al. 1973: 216, 1974:27; Healey, 1978/79:362). En este
variable, y puede definirse tomando en cuenta no sólo criterios formales sino semánticos y
nomenclaturales. Así, desde los trabajos pioneros etnobotánicos (Conklin, 1955; 1962:120-137;
número de sus constituyentes lexicales (uno, dos, tres, etc.). Las unidades lexicales
ser además, productivos o improductivos. Una nominación posterior para la misma noción
(Berlin et al, 1973:217) habla de lexemas primarios (un constituyente), y secundarios (dos o
en cuestión, o no los describen. Los nombres secundarios son compuestos, y al igual que los
primarios productivos se identifican en que uno de los constituyentes indica una categoría
estructura de las categorías etnobotánicas observadas entre los Hotì. Las categorías
consensualmente ocurrentes sin cuestionamiento en los sistemas de clasificación Hotì son las
siguientes: Reino, Forma de Vida, Genérico, Específico y Variedad. Los datos sustentan
también el uso de una categoría intermedia potencial, aunque sólo algunos de los Hotì
entrevistados lo reconocían así. Se trata de un término que agrupa a las leguminosas, há, que
en este caso se refiere a la forma singular de los frutos de legumbre característicos de este
grupo de plantas. Sin duda es necesario explorar más los alcances de esta categoría en
trabajos futuros.
los planteamientos que predice la teoría etnobiológica. Sin embargo, dado que la lengua Hotì
Reino Vegetal.
equivalente al reino vegetal o al nombre primario plantas, no está codificado por lexema
alguno en la lengua Hotì. Cabe acotar no obstante, que algunos pocos Hotì mencionaron al
vocablo ·táwì como equivalente al español plantas, pero el acuerdo entre un número
significativo de Hotì es muy bajo o nulo, lo cual inclina a cuestionar seriamente la validez de
apropiada de ·tawì es 'árbol'. Dado que en el ambiente selvático, los árboles constituyen sin
duda la forma de vida más prominente, podría especularse que el término ·tawì podría estar
vegetal Hotì. Actualmente el mayor consenso observado entre los Hotì señala que la
categoría de mayor inclusividad, reino vegetal, aparece cubierta, aunque no por ello
indefinida. Algunos marcadores lingüísticos sustentan que la clase conceptual incodificada
'planta' está bien delimitada en la mentalidad Hotì. Plantas, animales y hombres, las esferas
especialmente para marcar sus esencias y sus extinciones. El marcador de la esencia animal o
su clasificador es el vocablo háõ en singular y háõtì en plural. Los hombres como se mencionó
en el capítulo II, se nominan ho en singular o hotì para el plural de donde deriva nuestra
designación de este grupo étnico. Las plantas en cambio carecen de un marcador exclusivo y
para que no se dude de la concepción Hotì de las plantas como integrantes de la esfera
descomposición es ·wálilìõde hái (en singular) confrontado con el término empleado por los
Hotì para referirse a animales o personas muertas biõyèlilìõ (en singular). El plural general de
hombres o animales se construye con el sufijo tì, en tanto que el plural de las plantas se
expresa con términos más complejos como áiwá, el cual se emplearía también si se refiriesen
a objetos inanimados en general. Podría especularse en este sentido, que la lengua Hotì
codifica en grados de espacios clasificatorios una auto percepción más cercana de los
añade el paralelismo de las etapas fenológicas de un ciclo de vida normal. Los conceptos de
padres (ái) e hijos (iliõ), en cambio, se aplican a plantas, animales y hombres, es decir a los
seres vivos.
segregar al dominio vegetal puede alegarse también. En este sentido, al solicitarse a niños,
adolescentes o adultos Hotì de ambos sexo salir a colectar plantas, no se registró un sólo
ocupan el segundo rango de mayor inclusividad, las cuales se nominan con los siguientes
términos*: ·yáì [árbol, planta de tallo ligneo madura], hele [arbolito, arbusto, palo, planta de
tallo ligneo joven o esencialmente pequeña), ibuhu (liana, bejuco leñoso o herbáceo], hiõ [palma
madura], hyáõ [hierba, planta erecta o rastrera de tallo suave no ligneo, hoja], ·wá·wá [planta
acaulescente o etapa de algunas plantas como las palmas], ·koõ·koõ [planta acaulescente, o
etapa de algunas plantas como las palmas, incluye rosáceas], toto [hierba o bejuco rastreros,
considera aquí que aunque estas categorías cumplen las predicciones enunciadas en la teoría
etnobotánica para determinar las FV, no todas ellas deberían considerarse FV. Así, la teoría
etnobiológica predice que la categoría FV, estará caracterizada taxonómicamente por ser el
subyace a la concepción misma de las FV sostiene la presencia de una esencia original de los
referentes botánicos (cf. Atran 1990, Berlin 1992). En este sentido, la segregación o
posean todos y cada uno de los caracteres o atributos que se asumen definitorios de la clase
su categoría mantendrán su membrecía pese a las mismas en virtud de su esencia natural (i.e.
inmaduros que no han alcanzado su aspecto más característico portan sin embargo un
clase misma. Una revisión más detallada de cada una de las categorías altamente inclusivas
de los sistemas de clasificación Hotì mencionadas, evidencia que al menos cinco de ellas
(hele, hyá, ·wá·wá, ·koõ·koõ, toto), apelan a referentes específicos en un momento histórico
teórica a algunas de las categorías Hotì que de otra manera bien podrían considerarse FV. La
tabla V.1 resume los caracteres definitorios más relevantes de cada FV y se describen
FV Caracteres/dimensiones
·yáì tallo ligneo-madera interna/planta erecta/madura/usualmente > 3
[árbol] m de altura/gran diversidad de follaje
hele tallo ligneo/planta erecta/inmadura o esencialmente baja <
[arbolito/arbusto] 3m/gran diversidad de follaje
ibuhu tallo ligneo o herbáceo/madura o inmadura/trepadora/altura o
[liana/bejuco] longitud no son caracteres definitorios/escasas o nulas hojas
hiõ tallo ligneo suave/planta erecta/madura/usualmente > 3 m/hojas
[palma] usualmente amplias flexibles
hyáõ tallo suave herbáceo/madura o inmadura/usualmente
[hierba/hoja] erecta/rastrera en ocasiones/usualmente < 1m de
altura/diversidad de hojas
·wá·wá sin tallo visible/forma suerte de macollas múltiples/madura o
[planta acaulescente] inmadura/altura no carácter definitorio/pencas/espatas/pecíolos
prominentes
·ko·ko sin tallo visible/forma suerte de macollas
[planta acaulescente] múltiples/erecta/madura /usualmente > 1 m/hojas
prominentes/pencas
toto tallo flexible herbáceo/rastrera o trepadora/ cespitosa o no/
[hierba/bejuco] madura /altura no definitoria/diversidad de hojas usualmente
aovadas
·te·te tallo flexible herbáceo/rastrera trepadora o
[hierba/bejuco] cespitosa/madura/altura o longitud no definitoria/ hojas
aovadas/cultivada usualmente
heláõ tallo hueco o con fibra muy suave acuosa no lignea o semilignea
[hierba erecta] /usalmente > 1 m/diversidad de hojas
El vocablo ·yáì (en singular) o su plural á·táì, podría traducirse como materia lignea
textura o dureza, acompañados de hojarascas diversas en sus copas densas o ralas, frutos y
flores característicos a los múltiples géneros ·yáì. Plantas categorizadas como ·yáì alcanzan
usualmente las mayores alturas en el espacio vegetal Hotì, siendo emergentes (> 30 m), o
impidiendo en continuum el paso del sol o la vista del cielo desde el sotobosque (un rango
aproximado se iniciaría a partir de los 5 m). La condición politípica de ·yáì se genera a partir
de la diversidad genérica que abraza más que de la diversidad morfológica que incluye. Sin
duda ·yáì categoriza a aquellas formas botánicas más frecuentes, numerosas y evidentes en
el paisaje vegetal selvático cotidiano a los Hotì. El clasificador ·yáì sin embargo, aparece
contrastado con el sustantivo ·tawì que traduce árbol, y que puede substituir al primero.
denominará ·ká·ká si aun conserva su postura vertical erguida, o bo si cayó sobre el suelo y
naturales o humanas pierda su copa y conserve solamente parte del tronco erguido se apelará
también como ·ká·ká aunque usual y eventualmente renazca, en cuyo caso recobrará su
esencia de ·yáì. De no renacer no se lo considerará ·yáì aunque permanezca por años
erguido. El apelativo ·yáì es singular y puede además referirse a todo el individuo o a sólo
una parte del mismo: su corteza interna maderera es la que esencialmente materializa el
·yáì. La forma derivativa de ·yáì, ·táukuè traduce bosque aunque más apropiadamente 'bajo
los árboles'. A la corteza externa se la apela con otro nombre biõhi, y se le atribuyen
en plural), aun cuando está categoría sea polisémica y apele a formas arbustivas, herbáceas
hele, formas botánicas con troncos delgados (i.e. alrededor de > 10 cm. DAP) alargados y
ser ralos más que abundantes, con frutos y flores característicos de los géneros
particulares. Las plantas consideradas hele suelen alcanzar de pocos centímetros a pocos
metros de elevación (en un rango aproximado de .3 a 4 m), y nunca adquieren la dureza del
·yáì. El carácter politípico de hele generado a partir de la diversidad morfológica que incluye
relativamente recto, incorporando formas no vivas inorgánicas ajenas a la cultura Hotì y que
en muchos casos están apenas percibiéndose por primera vez (i.e wáì deká hái hele
‘lapiceros’, áõkuõ deká hái hele ‘antena de radio’, boõktoõ dokwe i·cËeka hele ‘arpón de pesca’,
etc.). Individuos botánicos característicos de la categoría hele lo constituyen las Piper spp.
ibuhu (en singular) o en su forma diminutiva hu. Estos dos vocablos son intercambiables
observándose en efecto un uso más frecuente de la forma hu, siendo menos común el plural
presenten troncos flexibles que se amoldan o escalan a otras formas de vida vegetal, en
espiral o erectos independientemente de sus texturas o durezas, que ostentan muy pocas o
ninguna hojarasca por largos sectores de sus ramajes. Plantas consideradas ibuhu pueden
tener longitudes de pocos centímetros hasta varios metros (.10 a 45 m podría ser un rango
aproximado). Se consideran ibuhu todos los individuos botánicos que desarrollen formas de
un ibuhu no pierde su esencia apelativa clasificatoria bajo ningún estado o según las etapas
hu ‘hilo de pescar de plástico o de curagua’, nuwe káwáì hu ‘cuerda de amarre de las vigas de
las viviendas fabricados con lianas flexibles’, etc.). También será hu cualquier objeto natural
grandes (> 4 cm), como las ollas o las pelotas de jugar observadas en las misiones, ambas se
denominan sólo hu. La polisemia de este apelativo se extiende a un verbo, así, hu traduce
obstante en información fenológica a partir del juego de varios vocablos. Se considerarán hiõ
todavía hiõ. Este mismo clasificador se da a la mayoría de plantas en ese estado, recién
embriónica. No obstante, serán hyá también aquellas formas botánicas típicas de familias
semejantes, hierbas erectas con poco o mínimo follaje, muchos de los helechos, algunas
epífitas o parásitas, así como formas acuáticas poco comunes, conocidas o diferenciadas. El
clasificador hyá podría traducir con cierta aproximación ‘hoja’ en singular, o bien áiye en
plural 'hojas', aunque podría alegarse que es polisémico con esta traducción e incorpora como
clasificador aquellas formas botánicas más bien residuales en el espacio clasificatorio Hotì.
Esto es, formas botánicas que en virtud de su poca frecuencia en el universo botánico o de
conocidas. En efecto, motivos bioculturales agrupan formas botánicas que no parecen tener
esencialmente como ·koõ·koõ (en singular y kwinì en plural), aunque si se los incita los Hotì
característico del ·ko·ko, por lo que plantas de la familia Bromeliaceae, y algunas Asteraceae
(como las Espeletia spp.) o incluso de algunas epífitas, que se desarrollan como rosetas
usualmente acaules, se categorizan con ese apelativo. El aspecto de individuos de palmas
recién iniciando su crecimiento bien se asemeja a el de estos últimos descritos, por ello los
Hotì los consideran a todos ·ko·ko (o un término alternativo mucho menos frecuente y
esta etapa aun inmadura, sus formas se apelarán ·wá·wá. Este clasificador se adjudica de
preferencia a individuos como los descritos aunque algunos Hotì, si se los insta a hacerlo,
reconocerían que podrían clasificarse también como hiõ. No es voluntariamente, sin embargo
que los Hotì clasifican a las palmas juveniles como hiõ, en vista de que no constituye el
diferencia de las categorías mencionadas antes, las que categorizan a las palmas no
forma no nasalizada del clasificador ·wá·wá, actúa como una suerte de complemento del
sustantivo hele, aunque con menor frecuencia de uso. Se subraya de alguna manera así, la
así como la facilidad con la que los que aprenden la lengua Hotì confundan a los clasificadores
hiõ. En estos casos ostentarán además de troncos de maderas suaves y frondas de verde y
por espatas.
incluirse en cuatro categorías diferentes en virtud del espacio temporal fenológico en que se
información factual de los mismos. Por otra parte, tres de tales categorías se interdigitan
con diversas formas de vida vegetal ocurrentes en el espacio vegetal Hotì y que abrazan
complejidad y dinamismo de sus categorizaciones. Pareciera además, que las lenguas donde el
equivalentes a las FV de Berlin, son concebidas por Bulmer como ampliamente variables en
que dependen de rangos ecoculturales variables y numerosos (Bulmer 1974:20, 1967:6). Los
taxa de alta inclusividad (FV) son para Bulmer lógicamente natural pero no siempre
biológicamente naturales (Bulmer 1970:1087; cf. Hunn 1987). Cabe mencionar en esta línea
de plantas cultivadas, aquellas que producen los tubérculos de diversos tipos conocidos como
iye (Ipomea batata) y wáõleõ (Dioscorea alata, D. trifida), además de la gramínea introducida
áõ·lo (Oriza sativa). Estos géneros Hotì se clasifican al inicio de su crecimiento o en su etapa
embrionaria, como ibuhu y más comunmente sólo como hu, aunque algunos Hotì no
consideraban a este un clasificador apropiado para los cultivos mencionados. Cuando pueden
segregarse individuos en su etapa juvenil se los clasifica como ·lo·lo (singular). La expresión
cubrir extensiones significativas de los conucos, que en este caso gozan de intensa y directa
luz solar. Una vez alcanzada esta etapa, los Hotì dejan de clasificarlas como hu y las
consideran con mayor propiedad como toto (plural). Se conoce solamente de un otro ejemplo
donde se utiliza este clasificador, en una Ipomea considerada silvestre por los Hotì.
etapa fenológica del organismo clasificado sustenta en estos casos, el considerar como
criterio clasificador subyacente implícito el percepto o aspecto cambiente mas que la
consideran individuos ·te·te, aquellos herbáceos erectos que colonicen o se extiendan por
porciones de terreno, tales como algunos géneros de las familias Poaceae y Cyperacea.
Usualmente se registro este clasificador asociado con plantas de sabana o invadiendo áreas
estas dos familias mencionadas, se trata del vocablo kieloõ que es al mismo tiempo el nombre
genérico (siendo muchas veces el único dado a tales referentes botánicos) de la mayoría de
Cyperaceae silvestres observadas y puede tratarse como un clasificador también plural sin
presentar troncos de dureza suave a mediana, acuosos o secos pero huecos en ambos casos,
son además lisos. De no ser huecos los troncos, el clasificador apropiado dejará de ser heláõ y
deberá usarse hele alternativamente. Plantas consideradas heláõ son típicamente géneros de
organismos involucrados son irrelevantes para definir individuos heláõ. La categoría heláõ sin
embargo, puede referirse también a sólo una etapa en el ciclo de vida de un referente
etapa madura, la caña endurece en cierta medida su tallo y puede alcanzar alturas de 10 m.
En esta etapa, pierden su cualidad de heláõ y se clasifican como ·yáì, pese a que conservan su
Se ilustra a continuación las diferentes nominaciones de las partes de las plantas, así
como también ejemplos ideales o prototípicos de algunas de las categorías de alta inclusión
del segundo rango (véase figuras V.1 a V.6). Se ofrecen además representaciones
diagramáticas ramificadas para ilustrar algunas taxonomías del sistema clasificatorio Hotì
Genérico (G).
La categoría G del sistema clasificatorio de la flora local Hotì, constituye una suerte
de columna vertebral del mismo y en este sentido, coincide con las predicciones teóricas.
comúnmente la categoría más numerosa y es la primera reconocida por los niños, lo cual
evidencia la naturalidad y sencillez con la que se discriminan los genéricos. Los G ocupan
y la mayoría son monotípicos. Los G de Berlin, son el equivalente conceptual de los speciemes
(S) de Bulmer, definidos como las mínimas discontinuidades naturales perceptibles con
Bulmer 1974:21), y sostiene que se los segrega sobre la base de múltiples criterios
relevantes entre los Hotì para segregar a los referentes botánicos, determinados hábitats y
respectivamente (Hunn 1976). Las FV son deductivas ya que son monotéticas o definidas por
pocos rasgos abstractos, son además arbitrarias, de propósito especial y artificiales desde
el punto de vista biológico. Los G implican inducciones pues son politéticos, constituyen
elaboración de este modelo (Randall y Hunn 1984), sostiene que criterios ecológicos
registros de datos:
diferenciados no repetidos.
2. De las codificaciones de nombres. Las cuales provienen a partir de las 104 entrevistas en
las parcelas botánicas de las cuatro localidades y totalizan 387 nombres considerados G
por los Hotì, sin incluir sinónimos o repeticiones. Dada la metodología utilizada estas
codificaciones se refieren a individuos cuyo DAP es mayor a 10 cm., por tanto los G de
3. De las listas de asociación libre. Estas se llevaron a cabo durante las primeras semanas
asentados en las cuatro comunidades seleccionadas, los nombres de todas y cada una de
las plantas que pudiesen recordar. Se generan de aquí, un total de 209 G, aunque de esta
botánicos.
La cifra de 565 G, está dentro del rango de los quinientos como el límite o umbral superior
de taxa genéricos nativos nominados en los dominios orgánicos de plantas o animales (Berlin
contradicción con la teoría etnobotánica de corte evolucionista si se los considera con una
tendencia mas forrajera que agrícola. La propuesta evolucionista (Brown 1985:45) observa
una correlación positiva entre el número total de taxa etnobotánicos y modo de subsistencia
áreas ecológicas similares (Berlin 1992:99). El número de G reportado aquí para los Hotì
proviene sin duda de bases de datos sistemáticas y debe considerarse al reanalizar la
modos de subsistencia como rótulos prioritarios y entenderlos más como procesos dinámicos
culturales-ambientales. Los G reconocidos por los Hotì, sin duda reflejan además la
corteza o tallo de los referentes botánicos parece ser el primer atributo y/o parte de los
mismos, que los Hotì observan al identificarlos. Si la mera observación no provee una
identificación adecuada, los Hotì cortan parte de la corteza externa de la planta y la huelen
logra dar una nominación satisfactoria, los Hotì observan si el referente presenta flores o
observación de las hojas, usualmente secas y yaciendo en la superficie del suelo. En el caso
de plantas herbáceas, los atributos primarios de identificación parecen ser las hojas, en
desarrolle una planta específica puede eventualmente dar claves significativas para
Los G reconocidos por los Hotì están nominados mayormente por nombres primarios
ejemplifican con vocablos como los siguientes: áõláõwiõliõ ·yáì (Schlerolobium spp.,
Caesalpineacea), liõ·tu ·yáì (Cedrela odorata, Meliaceae) ·káõyeõlá hele (Lindackeria paludosa,
Heliconiacea). Los nombres productivos se expresan con vocablos como los siguientes, de
acuerdo a caracteres ecológicos, morfológicos o utilitarios: cËá·ká ·táwì ·yáì [árbol típico de
río abajo, no de montaña] (Hirtella elongata, Chrysobalanaceae), hetò ·táwì [árbol típico de
márgenes de ríos o corrientes de agua] (Brownea spp., Leguminosae) beõ ·táwì [árbol típico
Hippocastanaceae), i·cËeká ·táwì [árbol duro] (Qualea paraensis, Vochysiaceae), tuõwèõláõ ·yáì
[árbol rojo] (Pouteria caimilo, Sapotaceae), leõiláõ hyá [planta acaule baja] (Monotagma laxum,
·yáì [árbol que ilumina, con cuya resina se fabrican antorchas] (Protium heptaphyllum,
Burseracea), e·ko báõluè ·ko·ko [planta en macolla que se utiliza para teñir el cuerpo humano y
alejar culebras peligrosas] (Cymbopogon citratus, Poaceae), ábuwibìká hele [palo delgado con
el que se asean o bañan los seres humanos con fines benéficos] (Senna obtusifolia,
Clusiaceae), ·kule·tìlìáte ·yáì [árbol que provee excelente leña] (Raputia aromatica,
Rutaceae).
La tabla N° V.2 al final de este aparte, ofrece una síntesis numérica de la distribución de
G de acuerdo a la categoría de alta inclusividad del segundo rango del sistema clasificatorio
estará incluida taxonómicamente dentro de los rangos FV, es decir un número de G son
clasificación Hotì todos los referentes botánicos explorados se clasifican de alguna manera.
Cabe subrayar en este sentido que la totalidad de entes orgánicos y objetos inorgánicos
sobre los que se exploró este aspecto clasificatorio, son objeto de algún tipo de
nominal puede resultar muy confusa para el que se inicia en la lengua Hotì. Por ejemplo, todas
las legumbres o frutos de las leguminosas, se consideran há (en singular y ueyá en plural), y
también se clasifican con ese morfema a los tubérculos de la batata (iye há), al maíz (·tábuõ
há), al plátano (·wálule há), al cambur o banana (hetálá há), y al chinchorro (diye há). Desde
puntos de vistas sólo perceptuales, no parecieran existir muchos atributos análogos entre
estos grupos de referentes. Para la percepción cultural Hotì sin embargo, tales referentes
monotipos que predice la teoría etnobotánica (Berlin 1992:23). Así, un total de 108 G son
Específico (E).
comprehensivo con el que se cuenta: los números botánicos colectados. Los límites y alcances
abstracción de pocos atributos. Los E generalmente ocupan el cuarto rango del sistema
una sociedad con tendencias predominante forrajera, los datos registrados acerca de su
las E del sistema clasificatorio Hotì contradicen la aseveración de que las sociedades
forrajeras carecen del rango específico o presentan un desarrollo pobre del mismo (Berlin
Hotì. Cabe destacar que las series de contraste están conformada por más de dos E en
Dado que resultaría tedioso e inútil describir los E de los 145 G politípicos, se
ofrecen aquí ejemplos representativos que ilustran bien ambas categorías. A continuación se
presentan cinco ejemplos de G que incluyen entre tres y trece E. Vale destacar que la
con lo que predice la teoría (Berlin 1992:122), aunque también tienen lugar series con más
miembros como se ilustra acá. Aunque se describen sólo algunas de ellas, las series con más
de tres miembros, parecen ostentar una gran importancia cultural y ecológica por lo que se
Hotì adultos de ambos sexos, a los que se solicitó explícitamente que señalaran los aspectos
que hacían análogos o diferentes a los referentes clasificados bajo la misma categoría
superordinal y que formaban parte de una serie de contraste. Estos cuatro ejemplos además,
los ejemplos, Inga spp. y Protium spp., están entre las series de contrastes de plantas
silvestres con los mayores números absolutos de especies Hotì. Todos los ejemplos
asociados en una serie de contrastes en virtud de atributos definidos por el tamaño y color
de algunas de sus partes (véase figura V.7). Las descripciones basadas en el atributo color,
deben considerarse en virtud del rango de colores codificados en la lengua Hotì, solamente
los siguientes: ·cËábo ‘blanco, amarillo, cremas y tonalidades claras’, wále·te ‘negro, marrón,
gris y tonalidades oscuras’, luõ·tibo ‘verde, azul y tonalidades en todo ese espectro primático’
y tuõwèõlo o tueõbe ‘rojo y tonalidades anaranjadas, moradas, rojizas a lo largo de ese espectro
primático’. Se registró en dos oportunidades el uso del vocablo yáká para referirse al
amarillo pero la mayoría de Hotì con quien trató de usarse este vocablo no lo reconocía en
coloración de las mismas debe reinterpretarse a la luz del contexto cultural expresivo Hotì.
frecuente en los sistemas de ordenamiento botánico Hotì encontrar grupos de plantas donde
las series de contrastes sean sólo de dos o tres E. En este sentido sigue los enunciados que
predice la teoría. El G tipo, o categoría superordinal, está nominado por nombres compuestos
y aparece en este caso marcado con el morfema lìõ que traduce 'verdadero, genuino, tipo'.
Los otros dos miembros de la serie de contraste están nominados también por nombres
compuestos marcados por morfemas que describen el tamaño de una de las partes del
referente botánico, el fruto, marcado por háõliõ ‘pequeño’ y uli ‘grande’. En este caso la
correspondencia con el sistema de clasificación botánico para dos de los ejemplos es de 2:1,
ya que el mismo taxón Hotì presenta correspondencias con dos nombres latinos que además
son las mismas especies botánicas en cada caso. Es decir, las determinaciones latinas de
Sloanea laurifolia y S. laxiflora se aplicaron a los dos taxa Hotì, y además se cuenta con
presenta una correspondencia de 1:1. El ·táwáte ·yáì consiste en un grupo de árboles con una
individuos en otros sectores. Es decir, es una especie gregaria utilizada por los Hotì en la
En el segundo caso, de la Trichilia spp. pareciera que los tres atributos primordiales
de los referentes botánicos. Estos son considerados plantas centrales en la esfera de entes
colinas resulta altamente probable encontrar algún individuo de esta especie. La Botánica
(Gentry 1993:613). En este ejemplo, el G tipo consensualmente parece ser el lìõ háõliõ iye ·yáì
[el genuino, verdadero iye pequeño], con una correspondencia de 2:1, es decir al taxón Hotì
con el único género (Iryanthera) que en la serie no se determinó como Trichilia.. En tres de
los siete específicos Hotì, la correspondencia con las especies de la Botánica Sistemática, es
de 1:1. El caso del háõliõ iye ·yáì merece mención, ya que al menos cuatro especies del género
Trichilia fueron nominadas por los Hotì bajo esos lexemas. Este nombre compuesto alude al
tamaño de una parte del árbol y al referente mismo en relación a los miembros restantes de
cursos de ríos’, al tamaño y textura del fruto áte holowáká iye ·yáì ‘grande, rugoso y con
de verdaderamente silvestre, fuera del ámbito potencialmente domesticable, cËo iye ·yáì. El
primer miembro de la serie de contraste listado en la tabla, está nominado por un lexema
referente botánico y podría referirse a cierta semejanza global entre ambos grupos de
plantas.
aun con determinaciones a nivel de especie para la mayoría de los especímenes en gran parte
debido a la gran diversidad de este género. De hecho, se han registrado alrededor de 350
especies de Inga para las zonas neotropicales (Gentry 1993:519), lo cual dificulta
determinaciones confiables. Los atributos Hotì diferenciales más relevantes parecen ser de
nuevo el tamaño, los hábitats predilectos de los referentes en cuestión, así como la textura,
predecir con alta probabilidad la ocurrencia de alguna(s) de estas especies en los contextos
palabras, la frecuencia de estas Mimosaceae es alta en el área de ocupación Hotì. Las Inga
son en su mayoría comestibles, proveen de una madera apreciada como leña y de algunas
especies se utilizan las cortezas como tintes para pintar las calabazas o recipientes de
efectiva. Se han señalado también por los Hotì como indicadores de suelos fértiles o ricos
alimentarse o beneficiarse del ‘árbol en cuestión marcado por morfemas como los siguientes,
boõktoõ luwe ‘guamo del pez’, ·kwáõtìbò luwe ‘guamo del venado’, liõboõ luwe‘guamo del mono
araguato’ ejko luwe ‘guamo de la culebra’; morfológicos: álikwete luwe ‘guamo de legumbre
corta pequeña’, hebeõ luwe ‘guamo de frutos abundantes en racimos’, uli luwe ‘guamo de
de contraste: áe ‘término aplicado a los hombres maduros de mayor edad, puede traducirse
como padre de mi padre o sencillamente hombre mayor respetable’. En este caso el grupo de
considerado al parecer tipo, se marca consistentemente con el morfema lìõ ‘verdadero, real
tipo’, como sucede con otras series de contraste. Dos nombres compuestos no aparecen
observan unos pocos casos de subdiferenciación, pero hasta que no se cuente con
identificaciones del especialista del género Inga spp. no podrían hacerse pronunciaciones
uli ·táwáde ·yáì Sloanea laxiflora/ muy alto selvático vertientes coriácea verde duro espinoso pequeña rugoso
S. laurifolia grande verde grande blanca negro
sin resina
lìõ ·táwáde ·yáì Sloanea opposifolia mediano selvático suave verde suave pequeña rugoso
delgado larga espinoso blanca rojo negro
verde rojo sin resina
Tabla N° V.4: Atributos perceptuales característicos diferenciados entre las especies de iye ·yáì (Trichilia spp., Meliaceae).
báõláõtaiku iye ·yáì Trichilia mazanensis pequeño selvático anegadizo pequeña pequeño verde pequeña blanca sin
blanca resinas
verde
háõliõ iye ·yáì Trichilia brachystachya/ T. alto selvático colinas pequeña pequeño verde pequeña blanca
inaequilatera/T. pallida/T. suave verde gustoso blanca blanda sin
pleeana resinas
hetò iye ·yáì Trichilia inaequilatera muy alto bancos y márgenes pequeña grande verde pequeña blanca
de corrientes de suave verde gustoso blanca blanda sin
agua áreas resina
anegadizas
uli iye/áte holowáká Trichilia mazanensis/ T. muy alto selvático colinas grande suave grande verde pequeña verde
iye ·yáì pleeana/T. inaequilatera emergente verde gustoso blanca blanda sin
resina
294
Nombre Ho Nombre Latín Tamaño Hábitat Hoja Fruto Flor Corteza
· cá
Ë bo iye ·yáì Trichilia inaequilatera muy alto selvático montañoso grande suave pequeño verde grande blanca verde
T. pleeana vertientes verde gustoso blanda sin
resina
cËo iye ·yáì Trichilia micrantha alto selvático montañoso pequeña pequeño verde pequeña naranja
suave verde verde marrón
casi suculenta pedicelo rojizo resina
aromática
lìõ háõliõ iye ·yáì Trichilia quadrijuga/ alto selvático vertientes grande suave pequeño verde pequeña blanca sin
Iryanthera juruensis verde gustoso blanca resina
Tabla N° V.5: Atributos perceptuales característicos diferenciados entre las especies de luwe ·yáì (Inga spp., Mimosaceae).
Nombre Ho Nombre Latín Tamaño Hábitat Hoja Fruto Flor Corteza
áe luwe ·yáì Inga sp. muy alto selvático pequeña verde corta suave verde grande blanca roja rugosa
vertientes suave sin resina
montaña
ejko luwe ·yáì Inga sp. alto selvático pequeña verde corta suave verde pequeña blanca verde rugosa
vertientes suave sin resina
montaña
háõliõ luwe ·yáì Inga bourgoni mediano selvático colinas grande verde corta suave pequeña blanca negra rugosa
coriácea blanca sin resina
hetò luwe ·yáì Inga sp. pequeño selvático áreas pequeña verde corta suave verde grande roja roja rugosa
anegadizas suave sin resina
márgenes de
corrientes de agua
hili/hebeõ luwe Inga edulis pequeño selvático colinas pequeña verde corta dura verde grande blanca verde rugosa
·yáì coriácea sin resina
295
Nombre Ho Nombre Latín Tamaño Hábitat Hoja Fruto Flor Corteza
álikwete/ Inga bourgoni pequeño selvático pequeña verde corta dura verde pequeña blanca verde rugosa
báõyekáõloõ luwe vertientes colinas coriácea latex blanco
·yáì
boõktoõ/boõlo·ko Inga sp. alto selvático áreas grande verde corta suave verde pequeña roja roja rugosa
luwe ·yáì anegadizas suave resina roja
márgenes de
corrientes de agua
lìõ luwe ·yáì Inga bourgoni alto selvático grande verde corta suave grande blanca negra rugosa
I. edulis vertientes suave blanca sin resina
montaña
uli luwe ·yáì Inga edulis muy alto selvático pequeña verde corta suave verde grande blanca negra rugosa
vertientes coriácea sin resina
montaña
yelukye luwe ·yáì Inga sp. muy alto selvático grande verde corta suave verde pequeña blanca verde rugosa
vertientes suave resina roja
·kwáõ·tìbò luwe Inga sp. mediano selvático grande verde corta suave verde pequeña blanca blanca suave
·yáì vertientes colinas coriácea sin resina
bulõ e·telo luwe Inga sp. mediano selvático colinas pequeña verde corta suave pequeña blanca negra rugosa
·yáì suave blanco sin resina
õ oõ luwe ·yáì
lib Inga sp. pequeño áreas intervenidas grande verde corta tomentoso pequeña roja negra rugosa
selvático colinas tomentosa verde sin resina
296
Tabla N° V.6: Atributos perceptuales característicos diferenciados entre las especies de báõu ·yáì (Protium spp., Burseraceae).
haõliõ/o·tewáká/ Protium crassipetalum P. alto selvático pequeña pequeño rojo pequeña roja rugosa sua
·wiõleõ/·tuèlo báõu tenuifolium /P. montañoso verde lisa gustoso blanca resina olorosa
heptaphyllum/P. vertientes transparente
·yáì
sagotianum/P. cuneatum
Crepidospermum rhoifolium
i·cËeká báõu ·yáì Protium aracouchini alto ancho selvático pequeña pequeño verde pequeña roja roja rugosa dur
verde rugosa gustoso resina pegajosa
transparente
amarga
lìõ báõu ·yáì Protium spp. alto delgado selvático lejos de grande larga pequeño rojo pequeña blanca lisa suav
cursos acuáticos verde lisa gustoso blanca resina
transparente
áwelá báõu/báõlu Protium spruceanum/P. alto ancho selvático márgenes pequeña pequeño verde pequeña blanca rugosa
·yáì aracouchini de cursos verde suave poco gustoso blanca dura
acuáticos transparente
amarga
wále·te báõu ·yáì Protium heptaphyllum alto ancho selvático grande verde grande blanco grande blanca blanca rugosa
suave suave resina
olorosa amarga
blanca
hetò báõu ·yáì Protium unifoliolatum mediano selvático márgenes pequeña grande rojo pequeña marrón rugosa
de cursos verde rugosa intenso gustoso blanca resina
acuáticos dura indiferenciada
· cá
Ë bo báõu ·yáì Protium sp. mediano selvático pequeña grande rojo pequeña marrón clara
verde rugosa blanca rugosa
297
dura aromática
habitada por
hormigas
Tabla N° V.7: Atributos perceptuales característicos diferenciados entre las especies de we·kao ·yáì (Pourouma spp., Cecropiaceae).
háõliõ we·káo ·yáì Pourouma guianensis subsp. alto selvático grande verde pequeño pequeña blanca rugosa suave
guianensis/P. minor montañas coriácea negro gustoso negra sin resina
áreas
intervenidas
·kwáõtì we·káo ·yáì Porouma bicolor subsp. bicolor alto selvático grande verde grande blanco pequeña negra rugosa suave
vertientes coriácea gustoso negra sin resina
montañas
·kwète/·kwáte we·káo Pourouma melinonii/ alto selvático grande verde pequeño grande blanca rugosa suave
·yáì P. guianensis vertientes rugosa negro gustoso blanca resina negra
montañas coriácea
uli/kwayo/ Pourouma cucura /P. melinonii alto selvático grande verde grande negro grande blanca rugosa suave
we·káo ·yáì subsp. melinonii montañas coriácea gustoso blanca sin resina
áreas
intervenidas
yuwáõká we·káo ·yáì Pourouma spp. alto selvático grande verde pequeño pequeña negra rugosa suave
montañas cáustica negro gustoso negra sin resina
áreas coriácea
intervenidas
we·káo lìdi hái ·yáì Pourouma cecropiaefolia mediano cultivado grande verde grande negro pequeña blanca suave sin resina
coriácea gustoso blanca
298
299
interesantes en el sistema de clasificación botánico Hotì (véase figura V.8). Dado que los
referentes botánicos denominados báõu por los Hotì están representados en las parcelas
Hotì con respecto a este grupo de plantas pudo apreciarse con detenimiento. Así por
ejemplo, en el registro sólo verbal de nombres otorgados a las plantas consideradas báõu, se
cuentan 13 nombres compuestos diferentes, excluyendo los sinónimos y las repeticiones. Sin
ocurrencia factual de sólo siete E Hotì además del prototipo marcado. La mitad de los
nombres compuestos expresados por los diferentes individuos consisten en una suerte de
combinación de los nombres con el consenso más alto y aquellos de otra serie de contraste
con el que solía relacionarse o confundirse el báõu, y cuyo G tipo se denomina báõlu ·yáì
(Trattinnickia spp.). De hecho, uno de los E más representativos de este último grupo se
considera miembro de la serie de contraste de báõu, al punto de ser sinónimo con uno de los
miembros de dicha serie: áwelá báõu ·yáì que puede alternar nominalmente con la designación
báõlu ·yáì. Sin duda, estas dos series de contraste presentaban dificultades apareciendo
confusas y oscuras para la mayoría de Hotì entrevistados, en especial a los más jóvenes. No
Sistemática como se observa en la E haõliõ báõu ·yáì, denominada por algunos como o·tewáká
báõu ·yáì, ·wiõleõ báõu ·yáì o ·tuèlo báõu ·yáì. Esta E parece ser además la considerada tipo por
los Hotì. El haõliõ báõu ·yáì está determinado en dos géneros botánicos sistemáticos, aunque
300
aparece explícitamente un miembro de la serie de contraste nominado como lìõ báõu ·yáì
caso del uli báõu ·yáì llamado también yewi báõu ·yáì, la correspondencia abarca también dos
géneros botánicos, siendo el segundo ejemplo del grupo báõu que describa este fenómeno. En
ambos caso sin embargo se trata de miembros de la familia botánica Burseraceae. Las
plantas nominadas báõu ocupan un lugar significativo cultural y ecológicamente. Entre los usos
más frecuentes se pueden mencionar los siguientes. La resina de algunas de ellas constituyen
la materia prima por excelencia utilizada para teñir y proteger el cuerpo humano de alimañas
percibidas o no culebras, espíritus, jaguares, ancestros, etc.). Con la resina seca además, se
preparan una suerte de antorchas que provee de luz nocturna. Las frutas de la mayoría de
ellas son comestibles y apreciadas por los seres humanos. Son plantas además con una
ocurrencia segmentada pero frecuente en los bosques montanos y premontanos, así, se han
parecen ser las consistencias y coloraciones de las resinas y cortezas, los hábitats
predilectos por los referentes particulares y los frutos. Desde el punto de vista lingüístico,
todos los miembros de la serie de contraste están nominados por nombres compuestos
productivos, en virtud del tamaño de su fruto, háõliõ y uli ‘pequeño y ‘grande’ respectivamente,
del color de su corteza wále·te ‘negro’, de acuerdo a su asociación cultural a otros entes,
yewi ‘felino silvestre peligroso’, áwelá ‘espíritus invisibles o metamorfoseados que pululan y
humanas’, de acuerdo a su habitat predilecto hetò báõu ·yáì ‘de río o áreas anegadizas,
las E, son en este caso los diversos aspectos de cortezas, resinas y hojas. Este grupo de
plantas ostenta una correspondencia de 1:2 en la mayoría de sus referentes con respecto al
sistema botánico occidental, en dos casos la correspondencia es de 1:1. El uli we·káo ·yáì
también nominado ·kwáyo we·káo ·yáì, aparece subdiferenciado con una relación de 1:2, y
extendiéndose desde el uso de sus troncos para tallar utensilios culinarios o remos, hasta
consideran benéficas y sus hojas pueden actuar como abanicos o cobertores en las viviendas
Lingüísticamente, todos los miembros de la serie de contraste están nominados por nombres
culturales. Así, se nominan en virtud del tamaño, háõliõ y uli ‘pequeño y ‘grande’
consistencia dura usadas como lija’, o bien por su condición de cultivada como en el último
caso we·káo lìdi hái ·yáì, ocasionalmente denominado ·cËábo bá Hotì we·káo ·yáì [árbol de
we·káo de la gente de piel clara] en virtud de que los misioneros introdujeron las semillas o
302
incluso ·labi we·káo ·yáì especificando al misionero que les proporcionó eventualmente la
Cabe también mencionar las correspondencias observadas entre los taxa Hotì con
botánica sistemática, 285 presentan una correspondencia de 1:1 (58.8%), es decir una
especie botánica corresponde a un genérico Hotì; 114 G Hotì presentan una correspondencia
G Hotì presentan una correspondencia de 2 ó +:1 (17.56%),es decir, varios genéricos Hotì
fueron determinados en una especie botánica. Algunos ejemplos ilustrativos son los
siguientes, a la especie botánica Amphirrhox longifolia de las Violaceae, los Hotì pueden
denominar por al menos tres nombres: i·kotì ·táwì, ·cËábo hele o ·tiebo ·yáì , reconociendo
en cada caso que son E Hotì diferenciados, siendo la correspondencia 3:1. El Brosimum
guianense una Moraceae, es categorizado por los Hotì en dos grupos, el E háõliõ ·tìtìõweõká
se observa también en la liana lignea de la Dilleniaceae Davilla kunthii, que los Hotì incluyen
en dos G, ·kule ibuhu y ·yuwèõli ibuhu. Dado que aun no se han determinado todos los números
Variedad (V).
refieren a plantas cultivadas, entre los Hotì se registraron sólo 5 V, de las cuales 2
303
corresponden a plantas silvestres y 3 a plantas cultivadas. Debe aclararse sin embargo, que
cuestión, que en realidad apelan a un momento histórico en el desarrollo del mismo. Según la
por lo que serán taxa terminales. Las V pueden coincidir con subespecies del sistema
botánico Hotì.
El ejemplo de las V silvestres incluyen dos taxa: háõliõ hetò wáõiyoõ ·yáì (Pseuldolmedia sp.)
y uli hetò wáõiyoõ ·yáì (Pseuldolmedia sp.), taxa subordinales de la E háõliõ wáõiyoõ ·yáì
botánico dado que los morfemas háõli y uli traducen ‘pequeño’ y ‘grande’ respectivamente
consensuales entre los Hotì adultos y niños consultados y se refieren a tipos de ñame grande
(Dioscorea sp.): uli ·cËábo wáõle toto, uli wale·te wáõle toto y uli duèõbe wáõle toto. El atributo
que se destaca aquí, es el color del tubérculo, dado que ·cËábo, wale·te y duèõbe traducen
Finalmente, es menester señalar a las categorías residuales, o aquellos taxa que por
desconocimiento del Hotì entrevistado, por la poca frecuencia del referente botánico en
304
cuestión, por la poca conspiscuidad biológica del grupo de plantas a clasificar o por su poca o
nula importancia cultural, son considerados simplemente como miembros de los taxa de alta
inclusividad o del segundo rango del sistema clasificatorio. Se presenta en la tabla Nº V.8
plantas colectadas. Se considera esta información la más confiable dado que se trató de
colectar todos los G y E botánicos locales posibles, incluyendo aquellos desconocidos para los
Hotì.
Los 47 taxa residuales fueron nominados solamente a través del taxón de mayor
inclusividad al que se los consideraba subordinados. Cabe destacar que las determinaciones
residuales parece no estar nominadas o clasificadas como otro organismo vegetal, sino que en
realidad son desconocidas o ignoradas. Así por ejemplo, la categoría residual ibuhu y sus
variantes por tamaño (háõliõ, uli), o énfasis de cualidad silvestre (coõ), se han determinado en
las familias Asteraceae (en especies como Lycoceris triplinervia, Mikania amazonica,
(Passiflora spp.), Rubiaceae (Manettia spp.), y Solanaceae (Solanum spp.). Los ·táwì hele se
Ruellia malaca), y Rubiaceae (Chomelia sp., Isertia sp.). En la categoría residual coõ ·táwì, se
Malpighiaceae (Byrsonima spp.) y Rubiaceae (Hoffmannia spp., Paliconea spp.). En tanto que
en la categoría coõ ·táwì ·yáì se determinaron las familias Sapotaceae (Micropholis spp.), y
Coutoubea sp.), y Sapotaceae (Matayba spp.). El árbol clasificado como ·táwì ·yáì es una
Rubiaceae. La mayoría de estas once familias son comunes o frecuentes localmente, por lo
que su denominación puede obedecer a poco interés cultural en los taxa residuales, o pueden
segundo rango.
La tabla Nº V.8 no incluye ocho individuos de los que se posee referentes botánicos
haberlos visto antes (wede hái). Estos individuos han sido determinados en las familias
que al menos cuatro de estas familias no parece tener una frecuencia muy alta localmente.
Tal vez por ello, se explique parcialmente el desconocimiento de los Hotì acerca de estos
14
12
10
0
ibuhu 1·táwì hele
2 háõliõ ·3táwì cËo4 ·táwì ·5yáì háõl6iõ ibuhu 7uli ibuhu8 cËo ibuhu
9 ·táw
10ì ·yáì 11
hyá
[liana] [árbol] [arbolito] [árbol silvestre] [liana pequeña] [liana grande] [liana silvestre] [árbol maderero][hierba/hoja]
313
uli
·táwáte háõliõ
·táwáte
G
S. laxifolia
S. laurifolia
·táwáte ·yáì
S. opposifolia
lìõ ·táwáte
314
háõliõ báõu
uli báõu
P. crassipetalum, P.
tenuifolium, P.heptaphyllum, P.
sagotianum, Crepidospermum
rhoifolium
P. tenuifolium, P.
opacum, Tetragastris
G i·cËeká
báõu
wále·te
báõu
báõu ·yáì
P. acacouchini
P. heptaphyllum
lìõ báõu
áwelá
báõu
Protium sp.
P. spruceanum
Categoría Innominada
·yáì hele ibuhu hiõ hyáõ ·wá·wá ·ko·ko toto ·te·te heláõ
G1 G2.. G235 G1 G2..G68 G1…G133 G1…G15 G1…..G35 G1 G2 G19 G1 ..G28 G1… G4 G1 G2 G1 G2…..G26
V1........V3 V1............ V3
315
·táwáte ·yáì
316
iye ·yáì
báõláõtaiku iye ·yáì háõliõ iye ·yáì hetò iye ·yáì áte holowáká iye ·yáì jabo iye ·yáì
[árbol pequeño de iye] [árbol iye del río] [árbol de iye de fruto abultado] [árbol de iye blanco]
Trichilia sp. T. brachystachya T. inaequilatera T. mazanensis T. quadrijuga
(prototipo)
317
luwe ·yáì
áe luwe ejko luwe háõliõ luwe hetò luwe hebeõ luwe álikwete luwe boõktoõ luwe lì luwe uli luwe yelukye luwe ·kwáõ·tìbò luwe buõle·telo luwe liõboõ
luwe
[guamo ancho][g. de culebra][g. pequeño][g. de río][g. de racimo] [g. corto] [ g. de pez] [g. prototipo] [g. grande] [g. de
venado] [g. de araguato]
Inga sp. Inga sp. Inga sp. Inga sp. Inga sp. Inga bourgoni Inga sp. Inga sp. Inga sp. Inga sp. Inga
sp. Inga sp. Inga sp.
318
báõu ·yáì
yewi báõu ·yáì oõt·ewáká báõu ·yáì ijeká báõu ·yáì lì báõu ·yáì áõwelá báõu ·yáì wále·te báõu ·yáì
[árbol de perro de báõu] [árbol aceitoso de báõu] [árbol duro de báõu] [árbol verdadero/prototipo de báõu][árbol de espiritu báõu] [árbol negro de báõu]
Protium tenuifolium P. crassipetalum P. aracouchini Protium sp. P. spruceanum P. heptaphyllum
Tetragrastris altissima P. heptaphyllum
P. sagotianum
Crepidospermum rhoifolium
319
we·káo ·yáì
háõliõ we·káo ·yáì ·kwáõtì we·káo ·yáì ·kwète we·káo ·yáì kwáyo we·káo ·yáì yuwáõká we·káo ·yáì
[árbol de we·káo fruto pequeño] [árbol de we·káo hojas rugosas] [árbol de we·káo del mono capuchino] [árbol de we·káo de olor
desagradable]
Pourouma guianensis sbsp. guianensis P. minor P. melinonii P. cucura Pourouma sp.
P. melinonii sbsp. melinonii
(prototipo)
320
321
Capítulo VI -
Etnobotánica cuantitativa
ofrece una exposición de las diferentes metodologías utilizadas, contrastándolas donde sea
llevadas a cabo entre 104 Hotì en las cuatro parcelas botánicas, y en los análisis de
discuten los resultados obtenidos, los grados de consenso y desacuerdos entre los Hotì, y
comparan los resultados obtenidos con aquellos de bases de datos análogas publicadas en la
literatura etnobotánica.
poco uso de los métodos estadísticos, así como de la cuasi nula intención de replicar estudios
particulares, se han hecho eco desde la primera elaboración del tópico en los albores de la
carácter ecléctico de la Etnobotánica, una ventaja y una desventaja al unísono. Ello refleja
tanto su flexibilidad para incorporar propuestas teórico metodológicas de diversas áreas del
científicas (Antropología, Botánica, Ecología, Farmacias, etc.). Los voceros más significativos
dejo sentir más evidentemente en el debate acerca de la validez de extrapolar corpus de data
y conclusiones consecuentes desde uno o pocos informantes a todo el grupo étnico al que
1979; Boster 1981; Boster y D’Andrade 1989). En especial cuando se infiere una suerte de
homogeneidad conceptual entre todos los miembros de una comunidad en niveles cognitivos
1975, 1978, 1979, 1986, Gal 1973; Rudder 1978/9), o perceptuales (identificaciones de los
referentes a partir de ciertos atributos; Bulmer 1967, 1974; Stross 1973). Esta crítica se ha
omnisciente, y sus voceros más sonoros, han hecho explícita la importancia de subrayar la
ontología de la diversidad del conocimiento entre los miembros de un grupo humano que
comparte la misma cultura, así como la distribución y mecanismos de aprehensión del mismo. Se
cuantificar la información en términos de incorporar tantos miembros de una cultura como sea
hipótesis verificables así como la poca atención o ausencia de enfoques ecológicos dinámicos e
perspectiva, los fitoecólogos han señalado como crucial el cuantificar los estudios
locales mantengan sobre los recursos vegetales específicos (Prance et al. 1987; Prance 1991;
Phillips et al. 1994; Begossi 1996). La gran debilidad de la etnobotánica cualitativa, consiste
desde esta visión, en satisfacer solamente fines descriptivos, cognitivos, o ideológicos que
máximo posible los fines subyacentes de los actores científicos que las han propuesto e
324
ecléctico que se ha ido desarrollando y cada vez incrementa más la propia definición
proceso exploratorio, las propuestas iniciales de pioneros como Robert Carneiro, sentaron las
aplicados a porciones delimitadas del bosque en especies botánicas definidas (Boom 1985,
1986, 1987; Balée 1986, 1987, 1994; Prance et al. 1987; Pinedo-Vázquez et al. 1990;
Stoffle et al. 1990; Bennett 1992; Kayner y Duryea 1992; Bruni et al. 1997; Bernstein et
al. 1997; Lizarralde 1997; Mutchnick y McCarthy 1997; Baez et al. 1999),
2. cálculos de valores de uso de taxa vegetales indexados por informante o taxa, algunos con
énfasis en plantas medicinales (Adu-Tutu et al. 1979; Friedman et al. 1986; Johns et al.
1990; Moerman 1991; Bonet et al. 1992; Phillips y Gentry 1993a, 1993b; Phillips et al. 1994;
3. medidas acerca del significado de las actividades espaciales, de input y output de plantas
metodologías listadas arriba, que presentan perfiles mas bien etic, se ofrece en el trabajo de
Cultural (ICS) que pese a sus limitaciones le permita una tasación válida de la importancia
excluidos por la mayoría de estudios mencionados (cf. Adu-Tutu et al. 1979; Boom 1985,
1986, 1987; Prance et al. 1987; Bennett 1992; Phillips y Gentry 1993a, 1993b; Phillips et al.
1994; Bernstein et al. 1997), como la distribución de conocimiento entre los miembros de la
comunidad (variación de conocimiento entre los individuos) lo cual es central para entender la
importancia cultural de los etnotaxa. Por otra parte, al igual que Prance et al. se asignan
arbitrariamente valores numéricos para los taxa (de baja a alta importancia cultural (1 a 5)
lo cual descalifica la relatividad del lugar de las plantas en las diferentes culturas donde se
etnobotánica cuantitativa, aunque cabe destacar que se considera que pese a sus limitaciones
las mismas han resultado más efectivas que los métodos solamente cualitativos y que sin duda
vegetales. Se considera que una ponderada interacción de enfoques donde comulguen con igual
326
muestreo). El enfoque cuantitativo representa una ventaja sobre los enfoques cualitativos y
además de una mayor posibilidad de replicar estudios y verificar hipótesis. Datos numéricos
patrones de explotación y manejos de plantas, de los usos que las comunidades locales hagan
tipos de plantas. Así, metodologías cuantitativas pueden dar respuesta a interrogantes como
los siguientes: ¿cuánto de la diversidad vegetal es conocido y usado por la gente?, ¿qué
especies presentan los valores de uso más altos?, ¿qué familias botánicas presentan los
327
valores de uso más altos?, ¿qué comunidades de plantas presentan los valores de uso más
altos de acuerdo a las diferentes clases de significados culturales?, ¿cuán útil es una área
Algunas de estas interrogantes ocuparon el capítulo III y se discutieron antes, otras son
1. levantamiento de cuatro parcelas botánicas de una hectárea cada una en cada una de las
2. entrevistas estructuradas con 104 Hotì de diferentes edades y sexos en las cuatro
de dispersión, etc.).
328
un proyecto piloto entre grupos de Piaroa en el Amazonas venezolano (Zent 1995). Ello
solamente algunos de sus aspectos. Las cuatro parcelas botánicas son de 20 m x 500 m
(10,000 m²). En estas cuatro hectáreas, todos los individuos botánicos ≥10 cm DAP fueron
(incluye árboles, lianas y palmas básicamente) a lo largo del período de trabajo de campo. Los
fines generales de las parcelas en términos de las interacciones plantas-Hotì, son los
siguientes: (1) alcanzar índices numéricos de categorías de taxa asociados a los uso de las
plantas manipuladas y conocidas por los Hotì, (2) observar la distribución de conocimiento
botánico entre Hotì de diferentes categorías sociales (edad y sexo), ambientes naturales y
entre los Hotì y (4) proveer el esquema replicable para comparar los gradientes de
conocimiento y uso entre los Hotì y grupos étnicos similares donde existen bases de datos
análogas.
etnobotánica iniciada en la década de los ochenta. Las parcelas han constituido instrumentos
han influido en cierta manera el diseño metodológico de este trabajo son los dos siguientes.
329
florísticas parece haber sido un equipo de antropólogos y botánicos afiliados al New York
Botanical Garden (Boom 1987, 1989; Balée 1986, 1987; Prance et al. 1987). Estos trazaron
parcelas sistemáticas de 1 hectárea para explorar el uso de plantas por parte de indígenas
exactamente cuanto de la diversidad vegetal de las selvas Amazónicas era utilizada por los
diferentes grupos indígenas (Prance et al. 1987). Más recientemente, botánicos del
Missouri Botanical Garden utilizando parcelas de muestreo, compararon los usos que grupos
Amazonas peruano (Phillips y Gentry 1993a, 1993b; Phillips et al. 1994). El objetivo final de
este trabajo era alcanzar índices de valores de uso comparativos con fines de conservación
a largo plazo. Ambos estudios parecen limitar sus alcances en términos de las
Prance et al. por ejemplo, en realidad estructuraron sus entrevistas en base a números
estaban expuestos perceptualmente a los individuos botánicos vivos. Ello puede ser una
adecuadamente el inventario de usos particulares. Los individuos vivos además, actúan como
bosque entre las plantas. Sin embargo permite todavía comparaciones estadísticas
similares más recientes (Bernstein 1997), pareciera que tampoco se aventajan de las
330
muestreo, dado que se entrevistan pocos indígenas locales y como en el caso de Phillips et al.
número significativo de informantes acerca del mismo referente botánico y bajo las mismas
transparente desde el punto de vista cuantitativo (Zent 1999) en virtud de que las
interrogatorio (Martin 1995). Son al parecer las de este último tipo las que proveen de las
Hotì, se condujeron todas en lengua Hotì y estaban estructuradas en dos partes. Una
primera parte en la que se indagaban datos personales del Hotì a entrevistar: lugar de
través de datos indirectos (tales como historia de fertilidad para el caso de los adultos,
número de hermanos y posición relativa del entrevistado con respecto a ellos para los
adolescentes sin hijos o los niños, y los registros de nacimientos a partir de las bases de
datos etnobotánicos per se. En una primera instancia, se señalaba la planta marcada al Hotì y
se le solicitaba el nombre de la misma: hibì teke/tekáe ·kwe ·yáì/hu tá. Los siguientes
esquemas de preguntas estructuradas relativas a los usos específicos del referente botánico
3. cËo háõtì ·kwòõ teke bò tá - '¿los animales silvestres comen esta planta?’
4. ·kwè cËo háõtì ·kwòõ teke bò tá - '¿qué animales silvestres la comen?’ En esta pregunta
cuestión. Dado que la lengua Hotì no codifica estas categorías se indagaba directamente
sobre animales representativos: á·kuli [picure] (Agouti paca)·kwòõ teke bò tá, ·káli
332
[ardilla] (Sciurus spp.)·kwòõ teke bò tá, liõboõ [mono araguato] (Alouatta seniculus)·kwòõ
teke bò tá, uli ·kwáyo [mono marimonda/araña] (Ateles belzebuth belzebuth) ·kwòõ teke
bò tá, boõkto [peces en general]·kwòõ teke bò tá, ·kwái·le boõkto [pez caribe] (Pygocentrus
cariba) ·kwòõ teke bò tá, ·kwii [paují culo blanco] (Crax alector) ·kwòõ teke bò tá, ·woli
9. toto teke bò tá - ‘¿la corteza se utiliza como fibra para hacer ropas?’ De ser afirmativa
partir de la corteza, tales como: boko toto teke bò tá - ‘¿se utiliza en la fabricación de
antorchas como envolvente?’, icËu toto teke bò tá - ‘¿se fabrican cinturones con la
corteza?’ áuõ toto teke bò tá - ‘¿las mujeres lo utilizan como toalla sanitaria durante la
menstruación?’ hutibì báì teke bò tá - ‘¿se fabrican impulsadores para trepara árboles
con la corteza?’ láõláõ áluõ teke bò tá - ‘¿las amarras y asas de las cestas se fabrican con la
corteza?’, etc.
10. báõeláõ bu ·lu·lu teke bò tá - ‘¿las abejas succionan el néctar de las flores de esta
planta?’ wáõlebá bu ·lu·lu teke bò tá - ‘¿las mariposas succionan el néctar de las flores
de esta planta?’ ·tukuli bu ·lu·lu teke bò tá - ‘¿los colibríes succionan el néctar de las
flores de esta planta?’ o bien ‘¿qué insectos se alimentan de dicha planta? (abejas,
11. áu ·táwì báì teke bò tá o áu ·táwì háõ teke bò tá - ‘¿con el tronco de esta planta se
elaboran curiaras?’
aquellas que involucran sólo plantas específicas, la última pregunta comprendía una serie
los siguientes: totá hu teke bò tá - ‘¿con el tronco se fabrican pilones?’, tote ·káloõ teke
bò tá - ‘¿las partes madereras se utilizan como asas de las hachas?’, uliká e·te báì teke
bò tá - ‘¿se fabrican puertas con esta planta?’, áu tìlì teke bò tá - ‘¿esta planta se
utiliza como jabón o para el aseo, limpieza personal?’, boõkto beõ teke bò tá - ‘¿esta planta
se utiliza como barbasco?’, boõko hiu teke bò tá - ‘¿la resina se utiliza para fabricar
antorchas?’, báõ·lue ·láõ·láõ teke bò tá - ‘¿la resina se utiliza como pintura corporal?, biõhi
ká ·wáitá· tu/tuwi teke bò tá - ‘¿la corteza se utiliza para teñir calabazas?, ·láõláõ lu·luwe
báì teke bò tá - ‘¿se fabrican cestas con la fibra de esta planta?’, áu ·táwì e·te báì teke
bò tá - ‘¿se fabrican remos o canaletes con esta planta?, wáõlule o/ò hi teke bò tá - ‘¿se
elaboran rayos como para preparar el plátano con esta planta?’, áiye ·kwete ·wáláõ
cerbatanas?, ·kwáõláõká báì teke bò tá - ‘¿se fabrica mostacilla con esta planta?, lukuwi
báì teke bò tá - ‘¿se fabrican lanzas con esta planta?, toto e·te báì teke bò tá - ‘¿se
Debe destacarse que las preguntas dirigidas a indagar la utilidad de los referentes en
que incluye diversas categorías, corresponden a un(os) vocablo(s) Hotì específico. Es decir,
A todos los Hotì entrevistados se les solicitó la misma información a través de la misma
serie de preguntas y acerca de todas las plantas marcadas en cada una de las parcelas. No
hubo una sola entrevista iniciada que no se finalizara, ni plantas excluidas del
cuestionamiento planificado. Es decir, las 355 plantas de CI, las 538 de KA, las 556 de MO y
las 563 de MA fueron los objetos sobre los que giraron las 104 entrevistas etnobotánicas en
las parcelas de muestreo. Todas las entrevistas se realizaron individualmente, salvo en los
casos en que las mujeres con infantes o niños muy pequeños los traían consigo y además los
Hotì. El rango de duración de las entrevistas varía entre 5 y 15 horas debido a varios
inicial podía prolongarse con respecto a aquellos más confiados y habladores. También
entrevista, su velocidad para contestar a las preguntas y la rapidez con la que se entendían
en lengua Hotì las respuestas determinadas. Por ejemplo, al inicio las entrevistas se
realizaban mas pausadamente en tanto que el oído se acostumbraba al dialecto del Hotì
entrevistado y a medida que se adquiría un mejor manejo de la lengua. Para 1998, las
entrevistas tenían lugar en un espacio temporal mucho más abreviado, aunque con aquellos
Hotì muy conocedores de las plantas podía extenderse varias horas mas con relación a los
335
proceso muy flexible y espontáneo, análogo a la mayoría de actividades sociales Hotì. En las
entrevistable (excluyendo niños < 6 años), e incluso se invitó a participar en las entrevistas
concentrada en las misiones, en cambio, exigió que se preparase un censo segregado por
decidió entrevistar 16 personas en cada grupo sexual y de manera flexible se solicitó a las
personas que cotidianamente visitaban nuestra pequeña residencia a que participaran en las
entrevistas. En realidad, en muy pocas ocasiones los Hotì se negaron a participar en las
mismas, y en todos los casos de negativas los Hotì particulares tenían justificadas razones
para no desear pasar tantas horas en la selva respondiendo a preguntas sin sentidos tal vez
embarazadas, una incluso a pocos días de dar a luz. En cualquier caso, quiere subrayarse que
se contó con muy buena disposición a colaborar en las entrevistas así como las colecciones en
las parcelas de la gran mayoría de los Hotì. Ello simplificó considerablemente una actividad
nada sencilla en términos de esfuerzo físico e intelectual. Todas las entrevistas fueron
tanto que en KA, y MA, la mayoría de las entrevistas tuvieron lugar en el año 1998, aunque
33% de las entrevistas de MO se realizaron en 1998 también. Sin embargo, se tomará el año
en que se condujo cada entrevista particular como el central para ubicar las categorías
de consenso del informante puede usarse para desvelar la información acerca de la validez
cultural de las respuestas dadas por los informantes así como la distribución del
(1986, 1987), es decir, consiste en un modelo matemático diseñado para medir patrones de
acuerdo o desacuerdo entre los informantes acerca de un tópico cultural determinado. Los
datos colectados y analizados a través de este método, proveerán un estimado confiable del
337
Anthropac escrito por Stephen Borgatti (1996a, 1997) y basado en las fórmulas
matemáticas desarrolladas por Romney et al. (1986, 1987). Este permite alcanzar una
consenso del grupo completo entrevistado. Por otra parte, el modelo ofrece un estimado
los informantes. Usualmente la respuesta correcta coincide con la respuesta más popular,
pero no siempre es así. Además, el programa aplica una noción probabilística de respuesta
consenso entre las cuatro comunidades donde se entrevistaron a los Hotì así como las
entre dos o más variables. En este estudio se emplea el análisis de regresión lineal con el fin
VI.3 Resultados.
40-+ m
40-+ f
35-39 m
35-39 f
30-34 m
30-34 f
25-29 m
25-29 f
20-24 m
20-24 f
15-19 m
15-19 f
10-14 m
10-14 f
05-09 m
05-09 f
0 5 10 15 20
aprecia en el gráfico, las categorías masculinas en los grupos de edad infantil, adolescente y
población no alcanza los 30 años. El perfil demográfico describe una clara pirámide.
acuerdo entre los 32 Hotì entrevistados nominó 98 taxa de menor inclusividad (genéricos o
107 especies botánicas en esos 355 individuos. Aunque en la mayoría de los casos se observa
una correspondencia de 1:1 entre taxa científicos y Hotì, se aprecia también un pequeño
correspondencias). En este sentido cinco taxa Hotì aparecen subdiferenciados, pues se han
determinado en dos especies botánicas cada uno, aunque en todos los casos en el mismo
genero: háõliõ báõu ·yáì (Protium tenuifolium/P. spruceanum, Burseracea), uli áe·kwèõ ·yáì
we·tolo (Cecropia angulata/C. peltata Cecropiaceae). Por otra parte, ocho taxa Hotì
diferentes, aparecen sobrediferenciados pues se han determinado dos taxa Hotì en la misma
especie científica: báõli ·yáì y uli báõli ·yáì (Brosimum alicastrum Moraceae), wá·likyeláõ ·yáì y
·cËábo ·yáì (Clathrotropis spp. Leguminosae), bálo uluku y háõliõ uluku (Ocotea spp. Lauraceae),
y también sucede el mismo fenómeno en los taxa háõliõ wáõiyoõ ·yáì y uli wáõiyoõ ·yáì
segregación Hotì se hace en base al tamaño de partes de las plantas, como la fruta en el
ejemplo de la Moraceae del ejemplo al final, o el hábitat que consideran preferido por la
categorías Hotì incluyen o nominan a sólo un individuo botánico, las 54 categorías restantes
incluyen entre 2 y 19 individuos botánicos, siendo el taxa Hotì más numeroso en densidad
las respuestas estimadas como correctas por los programas estadísticos de consenso. En el
Apéndice 4a, pueden apreciarse las respuestas que presentan el consenso más alto luego de
correr los programas estadísticos (a nivel de taxa Hotì). Se incluyen además las
tabla Nº VI.2.
Tabla N° VI.2: Valores absolutos y porcentuales consensuales por categorías de uso, CI.
Tallos Taxa
Individuos Confiabilidad % Individuos Confiabilidad %
Alimento de Colibrí, ·tukuli, wálebáõ 351 .629 98,8 95 .447 96,9
Mariposas, Abejas, báõeláõ bu ·lu·lu
etc.
Alimento Animal cõo háõtì kwáõ 326 .986 91,8 87 .978 88,7
Construcción de luõwe hele 318 .941 89,5 89 .926 90,8
viviendas
Leña ·kule hele 316 .965 89,0 90 .949 91,8
Alimento Humano kwáõ teke 184 .973 51,8 44 .966 44,9
Corteza, Fibra: ropas, toto deke 47 .992 13,2 13 .989 13,2
cuerdas, etc.
Misceláneos/Varios 28 .916 7,89 6 .930 6,12
Benéfica áu ibì teke 7 .983 1,97 5 .983 5,10
Canoas/Curiaras áu ·táwì teke 3 .989 0,85 2 .989 2,04
Inductora de cacería áu woi teke 1 .985 0,28 1 .985 1,02
341
categorías los porcentajes se mantienen análogos. Las categorías donde se observan cambios
de valores significativos son Alimento humano, de 52% a 44%, Benéfica, de 2% a 5%, Canoas,
valor en términos absolutos más alto, ostenta también la confiabilidad más baja: alimento de
colibrí, mariposa y abeja. Esta pregunta de alguna manera indicaría la potencialidad de estos
animales a polinizar determinadas plantas. Sin embargo, el acuerdo entre los Hotì
requerirían mayores indagaciones o más precisas para poder concluir algo significativo. Las
nueve restantes categorías de uso sin excepción y tanto para tallos como taxas, ostentan
valores de confiabilidad bien altos y significativos. Ello indica según la interpretación del
consenso estadístico que las categorías están culturalmente bien definidas y aceptadas. Por
otra parte, la categoría construcción de viviendas aparece con un número absoluto alto de
plantas aludidas efectivas para ese fin. Sin embargo, pese al alto porcentaje que ostenta la
categoría, el tratamiento estadístico advierte sólo en este caso que el modelo de consenso
no se cumple pues los valores son muy bajos y el acuerdo dudoso. Aunque un porcentaje tan
dato cuantitativo el dato cualitativo a partir de las observaciones. Así, se puede aludir a la
alta movilidad tradicional de los Hotì y la poca atención relativa que se da conductualmente a
este sentido, como se señaló ya en otro lugar, la impermanencia volitiva dada a sus
períodos de campamento, cualquier tallo que parece soportar el chinchorro es útil y entra en
Sterlitziaceae, y Arecaceae pueden ser parte de las techumbres. En general los criterios
observados repetidamente al levantar una vivienda parecían simples, hojas anchas en el caso
parecía entrar en consideración. El dato numérico en este caso, un alto valor absoluto y
espacio-temporal Hotì.
Algo similar sucede con el alto valor que describe a las plantas lígneas consideradas
combustible. Aunque los Hotì entrevistados agregaban en sus aseveraciones adjetivos que
indicaban mayor o menor eficacia de la planta en cuestión para ser usada como leña (i.e.
maderos que producen poco o mucho humo, aquellos que se consumen lentamente y proveen
de calor por más tiempo, aquellos resinosos, etc.), en períodos de movilidad los maderos
hacer fuego. La dinámica local de bosques es tan alta sin embargo, que las densidades
fines de servir como leña. Arboles naturalmente caídos o partes de los mismos, surten como
las residencias. Aun, la colecta de leña es una tarea continua y de cada día, generalmente
La categoría utilitaria con el segundo valor más alto es sin duda parte de la
cotidianeidad Hotì: la verbalización de qué constituyen o qué están consumiendo los animales
conversación preferido y usual de los miembros de este grupo. Pareciera poco significativo,
pero como se comentó en otro lugar, las plantas no sólo constituyen el alimento de muchos
animales, sino además son receptáculo de nidos o abrigos de animales de cacería. Más
importante aun, las plantas conforman uno de los eslabones reales en la cadena de
considera que son muy importantes. No en valde, existe un alto acuerdo entre los Hotì
entrevistados acerca de qué plantas sirven de alimento a qué animales específicos que las
consumen. Es por ello que eliminar categoría alimento de animales como válida en los estudios
de etnobotánica cuantitativa como sugieren Prance et al. (1987) se considera errado: elimina
esferas hombre-plantas-animales.
En términos de entender la utilidad de una porción de territorio Hotì, los valores que
definen la utilidad de los tallos aparecen más ventajosos. Por ejemplo, en una hectárea de
terreno, sólo tres plantas ocurren como potencialmente utilizable para tallar una curiara,
correspondiendo a sólo dos taxa Hotì. En términos de la dispersión de los recursos estos
valores resultan significativos en tanto que los valores por taxa probablemente reflejen con
más precisión el uso por taxa que los Hotì dan a las plantas mayores a 10 cm DAP ocurrentes
Un 45% de los taxa son considerados como alimento humano con un alto acuerdo
cultural por parte de la muestra de Hotì entrevistados. Dada la condición forrajera de los
Hotì, esta cifra es reveladora, puesto que podría apuntar hacia la potencialidad de bosques
humanas. Esto podría constituir un argumento parcial para confrontar la hipótesis (cf. Baily y
Headland 1991) acerca de que la selva tropical no tiene los recursos para soportar a los
grupos humanos a tiempo completo. Se ha observado entre los Hotì una dependencia
estacional casi total de recursos forestales, tales como frutos de algunas plantas (i.e.
Un porcentaje de casi la mitad de los taxa de la parcela como alimento humano podría
sustentar la hipótesis de que muchos más recursos vegetales son potencialmente consumidos
ropas, cinturones, portabebé, toallas sanitarias, etc. En términos relativos es un número alto,
búsquedas muy minuciosas para encontrarse con una planta que pueda suplir esas
necesidades.
especializados hasta cierto punto, e individualizados, son las benéficas y las inductoras. Los
rangos de confiabilidad son altos, sin embargo un escrutinio más cuidadoso del tratamiento
estadístico revela que los porcentajes de plantas usadas en esos dos renglones culturales, se
o inductores por mas de 11 de los Hotì entrevistados (un tercio del total entrevistado). En
11.2%. Resulta evidente que para algunas categorías demográficas este tipo de conocimiento
femeninas). El análisis de consenso también confirma esta conclusión, ya que indica que este
Por otra parte, es revelador que subgrupos o miembros de una familia extendida Hotì
consideren algunas plantas como inductoras en tanto que miembros de las mismas categorías
demográficas que estos pero de otras regiones del territorio de ocupación Hotì o de otras
tal utilidad efectiva. A ellos se añade, el que muchas de las plantas integrantes de estos
consideraciones sustentan aseverar que la metodología utilizada para arribar a una noción
cultural de estos dos renglones utilitarios no aparece del todo adecuada. Por una parte,
ambas categorías parecen formar parte de un tipo de conocimiento especial para el que los
eficientes en términos de interpretación certera. Por ejemplo, un total absoluto de 109 taxa
Hotì se consideraron como inductoras en las colecciones botánicas generales. Si este número
exclusiva plantas con ese fin. Este razonamiento sustenta además, un aspecto que se
346
benéficos aun, al rechequear con diversos informantes algunos pocos taxa se notó que la
información era poco conocida y compartida. Debe aclararse además, que este tópico no se lo
distintos, pese a que el asentamiento donde se situó la parcela contaba con una población
entrevistable de sólo ocho personas. Algunos Hotì ocupando áreas aledañas a alrededor de 5-10
horas de camino, con buena disposición aceptaron la invitación a participar en las entrevistas y
se acercaron hasta MO. Siete Hotì provenientes de Mosquito Bajo y cinco Hotì de Mosquito Alto
(nomádicos sin asentamiento declarado) tanto hombres como mujeres fueron entrevistados.
Debe subrayarse que el área de Mosquito parece constituir el núcleo de ocupación tradicional
Hotì. En este sentido, los asentamientos son pequeños en números absolutos, cambiantes y
muy movibles. Por otra parte, aunque no se poseen datos demográficos a largo plazo, los
ausencia de población en las mismas. Los dos extremos en el rango de edades son notables.
Por ejemplo, en ninguna de las zonas de Mosquito contactadas se registraron niños entre 6 y 9
años potencialmente entrevistables. Este vacío en el cuerpo de datos podría resultar muy
pero sin duda se enriquecería la perspectiva de poseerse datos con niños Hotì. La población
infantil constituye el grupo etáreo más vulnerable y experimenta pérdidas constantes. Por otra
parte, tampoco se registraron Hotì adultos maduros o ancianos, ya que al parecer su expectativa
40-+ m
40-+ f
30-34 m
25-29 m
25-29 f
20-24 m
15-19 m
15-19 f
10-14 m
0 1 2 3
específicos) Hotì. Hasta ahora se han determinado 43 familias y 188 especies botánicas en
Elaeocarpaceae), háõliõ áekwá ·yáì (Virola elongata/V. sebifera Mirysticacea). Ocho taxa
ellos se han determinado en aparentemente la misma especie científica: háõliõ olabo ·yáì, uli
olabo ·yáì y olabo ·yáì (Bathysa bathysoides Rubiaceae), háõliõ hoõloõáká ·yáì y háõliõ ·táwìáte
·yáì (Laetia procera Flacourtiaceae), uli báõu ·yáì, háõliõ báõu ·yáì y lu·te ·yáì (Protium
crassipetalum, Burseraceae).
las respuestas estimadas como correctas por los programas estadísticos de consenso. En el
Apéndice 4b, pueden apreciarse las respuestas con el consenso más alto a nivel de taxa. Se
Los porcentajes varían para todas las categorías utilitarias entre los dos parámetros
notorio los usos misceláneos. Como se aprecia en la tabla, los grados de confiabilidad son
bastante altos en todos excepto un caso: el de usos múltiples misceláneos. Para este grupo,
esta categoría no aparece culturalmente bien definida según el programa estadístico. El poco
acuerdo en esta categoría viene dado al parecer por la inclinación de algunos Hotì a vocalizar
mucho más sus respuestas que otros, que a su vez podría estar relacionado al mayor
Dos categorías de usos ostentan los porcentajes más altos: las plantas utilizadas
para construir viviendas y aquellas cuyas flores especialmente se asocian como alimento de
arquitectura Hotì expresadas en el aparte anterior para CI, aparece también aquí en MO un
alto número de plantas empleadas para erigir las viviendas. Vale enfatizar que en toda la
con los materiales más accesibles al lugar seleccionado para hacer el asentamiento. Suelen
medir alrededor de 2 x 2 m² aunque sin duda las dimensiones dependen del tamaño del grupo
que acampará en el albergue temporal. Por ejemplo, cinco de los Hotì que participaron en las
alegadamente no poseía conucos por lo que una parte significativa de los alimentos que
consumía provenían del forrajeo. Se observó que el tiempo invertido por este grupo para
levantar un asentamiento temporal no alcanzaba tres horas y los criterios para seleccionar
los materiales parecían consistentes al mínimo esfuerzo para acceder a ellos. En general, no
350
se abren claros en el bosque o se talan árboles mayores de alrededor de 15 cm. DAP para
hacer el asentamiento y construir las viviendas. Estas últimas no podrían divisarse desde el
cielo pues el continuo de bosque alto no se interrumpe para albergar las residencias, las
Generalmente sin embargo, los albergues Hotì se incorporan al suelo y forman parte de los
tanto que sólo 26% de los taxa se consideran alimento humano. Pareciera que los bosques de
para los hombres que CI. Una especulación preliminar explicaría parcialmente el nomadismo
local por una presencia menor en recursos vegetales comestibles. Igualmente, sólo 6% de los
taxa se utiliza como fibra para elaborar cuerdas, sostenedores, cinturones, etc. Un
porcentaje que apunta hacia la dispersión de plantas de esta categoría de uso. El porcentaje
nulo, aquel obtenido por la categoría de uso, troncos tallados como canoas, resulta
culturalmente significativo ya que los Hotì de esta región no practican la navegación y sólo
muy incipientemente algunos de ellos del sector Mosquito Bajo parecen introducirse en el
arte de tallar curiaras en virtud de su contacto con otros grupos étnicos. Los Hotì de
Mosquito Medio y Alto en cambio, se mueven lejos de las áreas de los caños potencialmente
navegables y parecen tener poco o nulo conocimiento sobre plantas aptas para la navegación.
potencial.
351
parámetro tallos, que en realidad definen sólo un taxa Hotì, aparece minimizada con el 1%.
Sin embargo, al considerar los taxa que más de siete Hotì entrevistados (un tercio del total
es válido aquí en MO: los datos tanto cuantitativos como cualitativos apuntan hacia una
parecer con la edad. Por tanto, el tratamiento cuantificado estadístico con la técnica de
análisis de consenso resulta insuficiente para explorar esta categoría utilitaria, pese que el
grado de confiabilidad es alto. Las plantas inductoras aun más, reflejan la individualidad de
este conocimiento de cacería. Se observa aquí nuevamente que subgrupos del universo
entrevistado apuntaban como inductoras plantas que miembros de otro subgrupo desconocían
cuantitativos. Los adolescentes masculinos del subgrupo nomádico de Mosquito Alto tendían
a señalar como benéficas aquellas que sus padres habían nominado en ese uso. Resulta
revelador a ese respecto que al tomar en cuenta las respuestas de plantas consideradas
benéficas por siete o más de los Hotì entrevistados el porcentaje se eleva de 2% a 5% con
oportunidades y fue posible entrevistarlos. Igualmente, tres jóvenes de Asita Alto visitaron
352
etáreas excepto el grupo masculino de 24 a 29 años puesto que ningún Hotì en esa categoría
40-+ m
40-+ f
35-39 m
30-34 f
30-34 m
25-29 f
20-24 m
20-24 f
15-19 m
15-19 f
10-14 m
10-14 f
05-09 m
05-09 f
0 1 2 3 4
aquí como en las dos comunidades mencionadas antes, la población es en general joven. Tanto
hace que algunas categorías excedan a la población total del asentamiento donde se
353
mismo.
mayoría de los casos la correspondencia de taxa científicos y Hotì es de 1:1 (véase Tabla Nº
son los siguientes: uli báõluõ ·yáì (Trattinnickia burserifolia/T. lawrancei Burseraceae), y hetò
MA, incluyen al menos 17 taxa Hotì como las siguientes: uli iliõo ·yáì y uli kubáõtoõ ·yáì
(Bellucia grossularioides Melastomatacea), hetò hoõloõ ·yáì y hetò ·tì·tìwáõká ·yáì (Brosimum
lactescens Moraceae), hetò iye ·yáì y hetò bálieká ·yáì (Casearia mariquitensis
Flacourtiaceae), kwáe·le ·táwì, hetò ileõbáõ ·yáì y i·cËeká ·táwì (Licania apetala
Chrysobalanaceae), ·cËieko ·táwì y hoõloõ ·yáì (Ouratea castaneaefolia Ochnaceae), uli báõu y
háõliõ báõu (Protium heptaphyllum Burseraceae), ·kábuõle ·yáì, uli lábìõ ·yáì, cËo ·táwì, i·cËeká
calculados a partir de las respuestas estimadas como correctas por los programas
más alto a nivel taxa. Se incluyen además las determinaciones científicas logradas hasta
ahora.
354
dificultades al programa consensual que advierte sólo en este caso para MA, que el modelo
tallo, y no entre los taxa lo cual sustenta ambigüedad relativa asociada al desconocimiento
discriminación entre la efectividad de los maderos leñosos es nula o poca, en especial entre
algunas clases demográficas como adolescentes y jóvenes masculinos. Para las niñas, las
adolescentes y las jóvenes femeninas la efectividad de la leña puede en cambio ser un tópico
Esto apunta sin duda a una cierta especialización del conocimiento en una categoría que en
muchos estudios se considera solo de sentido común (cf. Prance et. al. 1987), aunque
contradictoriamente a “leña”, como categoría de uso cotidiana debe tomarse como parámetro
la cocción de alimentos o abrigo son localmente inexistentes. Es por ello que se considera que
la exclusión de la categoría leña o combustible pareciera errado, lo cual se sustenta por una
parte por la ambigüedad cultural afirmada por el programa estadístico de consenso y por la
otra, por las prácticas de uso asociadas a la efectividad de los individuos leñosos como
La categoría utilitaria con el porcentaje más alto corresponde también con la que
presenta uno de los grados de confiabilidad más bajos: néctar de las flores succionado por
mariposas, abejas y colibrís. Al igual que en CI en MA, esta categoría no parece estar muy
355
bien definida culturalmente. Vale destacar no obstante que los Hotì mismos segregaron esta
categoría utilitaria durante las entrevistas iniciales por lo que su inclusión en el inventario de
expresados por la categoría alimento de animales. Se considera que eliminar esta última del
ecológicas que tiene lugar entre las esferas vegetales, zoológicas y humanas. Desde niños los
Hotì aprehenden esta realidad de la que puede depender su permanencia sino cultural,
biológica.
MA.
Tallos Taxa
Individuos Confiabilidad % Individuos Confiabilidad %
Alimento de Colibrí, ·tukuli, wálebáõ 549 .870 97,5 129 .859 97,7
Mariposas, Abejas, báõeláõ bu ·lu·lu 1
etc.
Construcción de luõwe hele 529 .930 93,9 118 .877 89,4
viviendas 6
Alimento Animal cõo háõtì kwáõ 524 .958 93,1 123 .911 93,18
Leña ·kule hele 512 .836 90,9 118 .852 89,4
4
Alimento Humano kwáõ teke 292 .980 51,8 33 .970 25
7
Misceláneos/Varios 121 .908 21,4 10 .880 7,58
9
Benéfica áu ibì teke 31 .981 5,51 5 .980 3,79
Corteza, Fibra: ropas, toto deke 21 .997 3,73 6 .992 4,55
cuerdas, etc.
Canoas/Curiaras áu ·táwì teke 2 .995 0,36 2 .988 1,52
Inductora de cacería áu woi teke 0 .986 0,00 0 .986 0
356
entre los parámetros tallos y taxa, esta dada por alimento humano. Ello apunta hacia pocos
taxa con densidades absolutas altas consumidos por los seres humanos, siendo prominentes
aquí las palmas. Así, sólo un 25% de los taxa de la parcela, representados por 292 individuos
(52%) son alimento humano. Se considera aquí, que más que la diversidad indudablemente la
densidad de Arecaceae útiles al ser humano contribuyen a hacer atractivo este espacio como
asentamiento relativamente permanente. Como se señaló en otro lugar, las palmas son formas
de vida asociadas a las culturas humanas. Las cinco especies de palmas presentes en MA
suman un total de 110 individuos es decir, 20% del total de la densidad absoluta de MA (en
un rango de 12 individuos entre las dos Attalea spp. a 59 para la Oenocarpus bacaba). Todas
son alimento humano preferido culturalmente, al punto de que en las localidades donde la
las altas densidades de algunas especies localmente. En esta parcela, se observó en cuatro
otro lugar, se cortaron los tallos de dos individuos para estimular que coleópteros
comestibles crearan sus nidos en los maderos talados en descomposición. En este sentido, el
análogo con relación a MO (26%), apunta más hacia diferenciaciones ecológicas en términos
pocas especies con altas densidades absolutas que parece ser el caso en la parcela de MA.
357
Las palmas son responsables también del descenso porcentual para la categoría
miscelánea entre los parámetros de tallo (21,5%) a taxa (8%). Ello, en virtud de que las
espatas, hojas, vainas de las hojas, cogollos, etc. de las Arecaceae son utilizadas en múltiples
casos: para elaborar recipientes, platos, bolsas, cestas, amarres, coronas, etc. Artefactos
elaborados por todos los miembros de la comunidad incluidos los niños. No en valde, las
palmas constituyen la forma de vida con el consenso más alto entre todos los informantes de
las cuatro áreas de estudio: salvo en los casos de sinónimo no se registró una sola respuesta
perceptual de las palmas, aunado a su gran utilidad hace de ellas la categoría que ostenta el
consenso total entre los 104 Hotì entrevistados. Ello no descarta que a mayor edad los Hotì
conozcan más acerca de los usos de las Arecaceae, pero la asociación entre forma:
identificación: uso potencial se da con mucha facilidad entre los Hotì más jóvenes que
taxa Hotì, se consideran útiles como fibras para ropajes, amarres, etc. Es notable el
MA y KA por ejemplo. Ello apunta a diferencias de hábitats predilectos para las especies (i.e.
Lecythidaceae en su mayoría) así usadas. Para los Hotì plantea el uso de fibras de menor
La poca frecuencia de fibrosas en MA sin embargo, no hace que este conocimiento se vea
empobrecido, por el contrario los grados de consenso y confiabilidad son altos para la
sólo dos individuos en dos taxa Hotì son potencialmente apropiados para tallar sus troncos
como canoas. Nuevamente, pareciera aquí que la densidad de plantas usadas como curiara es
baja. Ello podría indicar por una parte poco conocimiento cultural de troncos adecuados como
consideradas útiles para el fin en cuestión. Resulta curioso sin embargo, que una de las
diferencias de MA con respecto a las comunidades discutidas antes, es precisamente que los
MA son muy inestables e incipientemente talladas, de unos 4 m de longitud y aun sin ser
abiertas con el uso del fuego como hacen otros grupos (i.e. Ye’kwana, Piaroa, etc.). Además,
se destinan a viajes cortos: sólo a cruzar las márgenes de los cursos de agua, o a recorridos
está iniciando ahora en virtud de sus contactos con otros grupos étnicos.
Las plantas benéficas tienen una frecuencia de 31 tallos en sólo cinco taxa Hotì, es
plantas en las que siete o más Hotì estuvieron de acuerdo en señalar como benéficas. Las
ningún tallo o taxa fueron consensualmente considerados efectivos para inducir la cacería, es
decir 0%. Sin embargo los números revelan que el conocimiento está segregado más hacia los
añaden algunas mujeres adultas. Este subgrupo del universo entrevistado (≥7) señala 26
años. También aquí como en CI resulta evidente que la población está en franco crecimiento.
Hotì provenientes de diversas áreas, el universo muestreado es mucho más diverso que el de
las tres comunidades mencionadas antes. Incluso, dos miembros de los grupos de montaña,
entrevistarlos.
global. En la categoría infantil femenino, no pudo entrevistarse ninguna niña, y sólo un niño de
nueve años pudo entrevistarse. Aunque en ningún momento durante nuestro trabajo de campo
se suscitaron conflictos, un hombre adulto que había sido entrevistado y que ocupa una
entrevistar a niños de ningún sexo menores de 11 años. Las razones que estimularon está
que indujeron tal sugerencia que por supuesto fue respetada. Cabe señalar sin embargo, que
esta actitud contrasta agudamente con la independencia con la que se mueven los niños de las
restantes comunidades con quienes estuvimos en contacto. Una anécdota es ilustrativa del
campo, se solicitó permiso a la madre de un niño de unos 8 años para colectar plantas con él.
La respuesta de la madre fue significativa puesto que me subrayó que dado que mi intención
era colectar plantas con el niño debía solicitar permiso al niño mismo y no a ella. Este
fenómeno se repitió en muchos contextos, hasta que nos convencimos de que los niños Hotì
unidad de residencia.
40-+ m
40-+ f
35-39 m
35-39 f
30-34 m
30-34 f
25-29 m
25-29 f
20-24 m
20-24 f
15-19 m
15-19 f
10-14 m
10-14 f
05-09 m
05-09 f
0 5 10 15 20 25
transformación de la estructura social y poder han marcado nuevas conductas. Las razones
361
verbalmente alegadas para preferir que no se llevasen los niños a las entrevistas parecen
poco convincentes: (1) se prefería que no les diésemos a los niños ninguna compensación o
bien occidental, pues éstos se los comerían y (2) se prefería que los niños asistiesen a la
escuela y no faltasen ningún día. Probablemente el control del flujo de bienes occidentales
entre la población joven, subyace a la absurda idea de que los niños podrían comerse un
cuchillo por ejemplo. Tal vez una forma de expresar control sea evitando el deseo de los
niños por adquirir bienes poco accesibles a ellos. Creemos además que nos expresamos con
poca habilidad ante las misioneras al solicitar que un niño al día nos acompañase a la parcela
para conducir la entrevista. Siendo las misioneras quienes transmitieron el mensaje al Hotì
adulto que nos sugirió no entrevistar a los niños. En cualquier caso, algunos niños querían ser
donde los cambios acerca de la transmisión del conocimiento botánico podían ilustrarse muy
bien, no se cuente con los datos que permitan observar el proceso en marcha. Todas las otras
total.
(genéricos o específicos) Hotì, que hasta ahora han logrado determinarse en 45 familias y
171 especies botánicas. La mayoría de los genéricos o específicos Hotì, presentan una
correspondencia de 1:1 con respecto a los taxa científicos (véase Tabla Nº VI.6 para la
·táwì y háõliõ iõliõo ·yáì (Casearia sylvestris Flacourtiaceae), wáliõláõ ·táwì y leõ·teu ·yáì
Flacourtiaceae).
Las parcelas botánicas mencionadas antes están ubicadas muy cerca a las unidades de
asentamiento, entre 5 y 15 minutos de camino, excepto KA, donde las unidades de residencia
muestreo en KA fue sugerida por un grupo de Hotì adultos, quienes nos guiaron hasta el área
de bosque consideraban describía mejor su concepto de ·táuku o bosque alto. En CI, MA y MO,
también se siguió la sugerencia de los Hotì para levantar la parcela en áreas considerados
La tabla Nº VI.5 resume los resultados porcentuales de uso calculados a partir de las
Apéndice 4d, se encuentran las respuestas con el consenso más alto a nivel de taxa. Se
Tallos Taxa
viviendas 0
Alimento Humano kwáõ teke 161 .981 30,7 31 .978 25,4
8
Misceláneos/Varios 69 .848 13,19 11 .857 9,02
Corteza, Fibra: ropas, toto deke 59 .996 11,28 9 .994 7,38
cuerdas, etc.
Benéfica áu ibì teke 37 .982 7,07 8 .980 6,56
Inductora de cacería áu woi teke 13 .989 2,49 4 .987 3,28
Canoas/Curiaras áu ·táwì teke 4 .999 0,76 2 .998 1,64
Los grados de consenso de KA son altos para todas las categorías de uso. Sin embargo,
los valores de KA son reveladores, en tanto que consiste en una comunidad Hotì relativamente
recién instalada en un ambiente natural menos conocido que la selva alta, donde se suelen
ecotono sabana-bosque al que los Hotì parecen haberse sentido atraídos más por razones
explotar, degradar e incluso extinguir localmente especies animales o vegetales. Esta presión
ambiental aunada al nuevo ambiente cultural de contacto (grupos E'ñepa y criollo) ha sin duda
generado estrategias humanas de explotación nuevas a la cultura Hotì misma. En este sentido,
se esperaba que los valores resultantes de las entrevistas en KA expresaran mayor variación y
menor conocimiento de la esfera botánica que aquel expresado por miembros de las tres
En este orden de ideas, en KA, dos de las categorías de uso, construcción de viviendas
en tanto que la condición de que los informantes provengan de la misma base cultural, no se
cumplía'. Este resultado se hace expreso tanto en tallos como en taxa. Es por demás
interesante hacer notar que la variación de respuestas se expresaba en ambigüedad ante una
parcela, desubicaban al Hotì en cuestión quien usualmente reproducía un nombre genérico para
nominarlas tal como i·cËeká ·táwì (árbol de madera dura), beõ ·táwì (árbol de sabana), o bien cËo
·táwì (árbol silvestre), al punto de que la respuesta estimada como correcta según el programa
en algunos casos es uno de estos vocablos. En otras ocasiones se admitía que eran plantas
En el caso de las plantas de construcción, llama la atención que sea justo esta
para erigir viviendas. Los porcentajes de uso en CI, MO, y MA para la arquitectura no bajan en
ningún caso a menos del 89%, tanto para tallos como para taxa, en KA en cambio el valor
porcentual en el caso de tallos alcanza 69,7% gracias a las palmas y sólo al 19,7% a nivel de
taxa (24). Sin duda no sólo factores ecológicos pueden alegarse para explicar la diferencia
porcentual sino especialmente factores dinámicos de cambio cultural. Desde el punto de vista
fitoecológico, podría decirse, que muchos de los tallos de los cuadrantes de ecotono ostentan
plantas poco adecuadas para la construcción, por lo que unos 55 tallos (11%) podrían restarse al
365
porcentaje global de uso. Sin embargo pareciera que el factor cultural es más significativo aquí
como argumento explicativo: la arquitectura E'ñepa sin duda sólida y volitivamente erigida para
albergar y proteger por períodos largos a una población humana relativamente numerosa (i.e.
materiales constructivos como en la tipología misma de las viviendas Hotì. Vale destacar que
asentamientos restantes.
La ambigüedad cultural en el caso de los usos variados se explica tal vez por factores
de cambio también: usos más tradicionales que han pasado a desuso fueron mencionados por
algunos Hotì (i.e. kit para prender el fuego, mostacilla silvestre, etc.), otros usos alternos eran
desconocidos por Hotì jóvenes (fabricación de puentes temporales, agujas, etc.), además,
algunos usos al parecer han sido adoptados de los otros grupos y poco conocidos por algunos
(i.e. construcción de instrumentos de cuerdas sin tradición aparente entre los Hotì, mesas,
etc.). Resulta elocuente entonces que la respuesta estadística advierta que se miden variables
que no corresponden con la unicidad cultural acordada para hacer efectivo al modelo de
consenso. A ello se añade el hecho significativo de que Kayamá concentra, desde hace
ocupación tradicional.
Plantas usadas como leña, conforman la categoría de uso con el tercer porcentaje más
alto. Se revelan aquí otra vez al parecer pocos criterios discriminadores de efectividad de uso
por una parte, y por otra la no inmediatez de acceso al recurso como en las tres comunidades
Los porcentajes de plantas consumidas por los seres humanos aparecen análogos a
aquellos de MO. En KA, alrededor de 25,4% taxa y 161 individuos en términos absolutos fueron
declarados como alimento humano, siendo en este caso plantas dispersas con frutos sin
aparentes densidades muy altas. Es en cambio más significativo aquí el porcentaje de plantas
ampliamente compartido por los 32 Hotì entrevistados por lo que expresa un alto grado de
confiabilidad. Con igual grado de consenso aparecen las plantas destinadas a ser talladas como
canoas, con sólo 4 individuos repartidos en 2 taxa Hotì. Vale mencionar que se contaron 27
curiaras Hotì en una oportunidad en KA, todas talladas de árboles locales y aunque incipiente
aun en técnica de acabado aparecían mejor elaboradas que aquellas observadas en CI o MA.
Pareciera aquí, nuevamente, que la influencia de los E'ñepa (un grupo étnico de sabana no dado
a la navegación pero con una historia de contactos interétnicos más larga, compleja y dinámica
que la Hotì) es determinante. Las canoas Hotì de KA, se utilizan especialmente en recorridos
cortos en el Río Kayamá, y su afluente el Caño Moya, el cual sólo en porciones permite la
largo de todo el año. Los Hotì navegan por pequeños trechos del río, en recorridos de pesca,
367
Lo significativo aquí, es que la densidad de plantas aptas para curiara en las cuatro parcelas de
estudio es muy baja, no supera los 4 individuos en ninguna de ellas. Un total de 27 curiaras,
implica sin duda una suerte de intensificación de uso en esta categoría de uso en potencial
desmedro crítico de especies particulares consideradas apropiadas para ese fin. Aunque
como curiara no han sido objeto de procesos de extinción parcial o total regional en virtud de
intensificación de usos humanos tal como se reporta para la Amazonia peruana por ejemplo (cf.
Vickers 1988). En este caso, el parámetro de tallos parece ser más revelador que el de taxa si
resultados de las tres parcelas comentadas antes, aunque con porcentajes mucho más altos tal
vez en virtud de las densidades de algunas plantas con un alto consenso de uso (i.e. áte
holowáká iye ·yáì, háõliõ iye, káláõwá hiõ). Las benéficas duplican literalmente sus números
absolutos de taxa al añadir las respuestas en las que 11 o mas Hotì acordaron en señalarlas
como tal (un tercio del total entrevistado), sumando así un total de 16 (13,3%) taxa y 67
individuos en toda la parcela (12,8%). Caso parecido se observa entre las plantas inductoras,
con 9 taxa (7,5%) y 32 individuos (6,1%) al tomar en cuenta el consenso de 10 o mas Hotì al
correspondencias de los taxa genéricos Hotì con el consenso más alto y las especies
368
botánicas entre las plantas de cada una de las parcelas. El rango de correspondencia de 1:1
se extiende desde 76% a 92% dejando poca duda de que existe una significativa similitud
entre los perceptos Hotì y aquellos botánicos en cuanto a las diferenciaciones explícitas de
las mínimas discontinuidades naturales de la realidad vegetal entorno. Debe subrayarse son
Hotì), presentan porcentajes más bien análogos y relativamente bajos, solo en Majagua
botánicas que un fenómeno relacionado al sistema clasificatorio Hotì. Sin embargo, podría
también estar asociado a la particularidad de la flora local en virtud de que los Hotì no han
ocupado por mucho tiempo este sector de la Amzonia venezolana. La sobrediferenciación (la
presenta los porcentajes más bajos en las dos localidades asentadas en los ambientes
naturales de ocupación más tradicional: Iguana y Mosquito, en tanto que se triplica en las otras
dos localidades, Majagua y Kayamá. Este fenómeno podría explicarse además en términos de la
diversidad local a nivel de especies más que géneros botánicos (por ejemplo, diversas Clusia
369
spp., Costus spp., Ficus spp. entre otros géneros con presencia local conspicua), diferenciados
Se calculó además la matriz de taxa botánicos compartidos entre las cuatro parcelas
porcentajes de especies botánicas compartidas están en el rango de 14 a 33%, lo cual indica sin
duda una alta diversidad local en el área de ocupación Hotì. Por otra parte, señala que los taxa
Tabla Nº VI.7: Matrix de frecuencia de especies compartidas entre las cuatro parcelas.
Puede observarse también, una media de alrededor del 20% de taxa compartidos en las
cuatro parcelas, dejando una diversidad del 80% local. Aunque en todos los casos se trata de
sino de las mismas o similares provincias vegetales. Es decir de una flora relativamente
comparable. Estas cifras están sometidas a revisión una vez que se obtengan mas
Haciendo uso de programas estadísticos (Systat, Anthropac), se calcularon los promedios y las
Genérico (Gen), Específico (Esp) y las diferencias nomenclaturales (Nom) expresadas por los
370
explicaron en el capítulo anterior, debe aclararse sin embargo que se realizaron algunas
Brosimum alicastrum se denominó como báõliõle ·yáì o como cËá·õká ·yáì utilizándose ambos
nombres de manera intercambiable. Es decir, los Hotì reconocen que ese árbol posee por lo
lo constituyen los lexemas uli báõu ·yáì y yewi báõu ·yáì, siendo nuevamente ambos lexemas
reconocida como Nomenclatura se refiere a la forma lexémica precisa utilizada por los
cognitivo del específico particular, las formas lexémicas particulares son distintas y se las
trata como tal en la categoría nomenclatura. Así, a través de las 104 entrevistas, el contacto
cotidiano y las colecciones genéricas, además de los listados de asociación libre se pudo
botánico explorado.
los niveles, así a nivel Genérico se observa .78, en el Específico .67 y en el Nomenclatural .55.
Los promedios parecen indicar que algunos individuos poseen conocimientos muy altos en tanto
desviación estándar en esta comunidad es también la más grande, lo que implica una mayor
variación en las respuestas, especialmente en la Nomenclatura con .18, en tanto que Genérico y
Específico el valor de variación es de .15. El segundo nivel de consenso más alto se registró en
la comunidad de KA, que presenta valores de .7 a nivel Genérico, de .6 para Específico y de .54
371
para la Nomenclatura. En tercer lugar con el consenso más alto está MO, con valores de .69
para Genérico, .53 para Específico y .44 para Nomenclatura. En el último lugar de consenso
resultó la comunidad de MA, con valores de .61 para Genérico, .5 para Específico y .42 para
Nomenclatura. Las cifras parecen corresponder con las formas de asentamiento nucleado que
0.9
Gen
0.8
Competencia Etnobotánica Promedio
Gen Gen
0.7 Esp
Gen Esp
0.6 Nom Nom
Esp
Esp
0.5 Nom Nom
0.4
0.3
0.2
0.1
0
CI MO MA KA
Ave. SD
Debe destacarse además, que los niveles de consenso reflejan tipos de asentamientos
consenso bajos. A ello se añade el que los Hotì entrevistados en MA provienen de al menos
tres asentamientos dispersos por el curso del Majagua. En tanto que KA aunque corresponde
niveles de consenso más altos. La comunidad de MO por otra parte, está situada en lo que sería
el núcleo de ocupación ambiental tradicional pero además describe formas de uso del ambiente
dispersas, lo cual se refleja en valores consensuales más bien bajos. A esto debe añadirse el
Las variables de, asentamiento nucleado o disperso por una parte y su asociación a un
variación de valores de consenso observadas entre las cuatro comunidades. De esta manera, CI
etnobotánicos.
especial en aquellas de Genérico, Específico y Alimento Humano. Debe subrayarse sin embargo,
medicinales y aquella de plantas inductoras de una cacería eficiente. En estos últimos casos,
pareciera que el método estadístico señala sin duda que no existe consenso entre los
plantas sustentan esta aseveración, puesto que 109 plantas se consideraron inductoras en
tanto que 171 se señalaron como medicinales, por uno, dos o tres informantes a lo sumo. Las
plantas de usos especializados además, suelen ser hierbas, bejucos o juveniles que no entran en
el estudio de las parcelas debido a que sus tallos no son ligneos o nunca alcanzan diámetros
superiores a los 10 cm a la altura de pecho. Tal vez debido a una mayor concentración de
aunque cualquiera de las otras categorías (excepto las dos destacadas en el párrafo anterior)
adolescencia mayor alrededor de los 18-19 años (p = .00), a partir de esta edad pareciera que
los Hotì adultos entrevistados aquí, tanto hombres como mujeres, arriban a una suerte de tasa
el gráfico Nº VI.7. Vale subrayar aquí, no obstante, que la edad del universo de los 32 Hotì
sólo 6 años. La adquisición de conocimiento parece alcanzar una suerte de climax alrededor de
374
los 18 a 20 años (p = .039), y luego de esa edad se aprecia que el saber botánico de los
100
Grado de Competencia - Género
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
0 10 20 30 40 50
Edad
observándose nuevamente que se alcanza el climax de saber etnobotánico alrededor de los 18-
20 años (p = .003). El leve descenso observado en los valores medios de conocimiento botánico
para adultos parece estar relacionada nuevamente al hecho de que la comunidad de Majagua
está ubicada en un ambiente natural no tradicional para los Hotì, aunque esto no es
probablemente resultan poco conocidas para muchos adultos, en tanto que los más jóvenes
inician un acercamiento a una flora nueva que se expresa también en el gráfico Nº VI.8.
375
90
Grado de Competencia - Género
80
70
60
50
40
30
20
10
0
0 10 20 30 40 50 60 70
Edad
80
Grado de Competencia - Genérico
70
60
50
40
30
20
10
0
0 10 20 30 40 50 60
Edad
asentamiento y ambientes naturales más tradicionales a la cultura Hotì. En este caso, aparece
376
evidente que los jóvenes Hotì adquieren el grueso de su conocimiento a una edad mucho más
temprana que en las restantes tres comunidades. Resulta evidente aquí que ya desde
aproximadamente 10 años de edad, los Hotì poseen un conocimiento de la flora local análoga a
90
Grado de Competencia - Genérico
80
70
60
50
40
30
20
10
0
5 15 25 35 45 55
Edad
377
90 F
M
80 F M
M F
M
70 F
Competencia - Genérico
60
50
40
30
20
10
0
CI KA MA MO
mujeres se observa en KA (con un valor de apenas 1,25 a favor de las mujeres) y la máxima en
valor de 11,35 y en CI con 5,75 ambos a favor de los hombres. Estas cifras indican que los
hombres conocen un poco más de las plantas a nivel Genérico excepto en KA donde al parecer
observa además que la desviación estándar es más alta entre las mujeres lo cual indica una
En la categoría Específico, la variación entre los sexos se expresa sólo en tres de las
desviación estándar es mas alta entre los hombres (15,12 versus 8,31). La máxima variación se
observa en la comunidad de MA otra vez (con un valor de 13,54 a favor de los hombres),
seguida de MO (con 7,95 a favor de los hombres) y luego CI (con 5,69 a favor de los hombres
378
posiblemente se requieran estudios más específicos para explicar mejor este fenómeno.
80
M
70 F
M F
M
Competencia - Específico
60 M
F
50
F
40
30
20
10
0
CI KA MA MO
variación en las cuatro comunidades, menos pronunciada en KA (con un valor de 3,5 a favor de
los hombres) y más acentuada en MA nuevamente (con 11,7 a favor del grupo masculino). El
mismo patrón se repite con MO (9,71) y CI (8,81) ocupando los lugares centrales en la variación
mayor con respecto a las otras dos variables. La desviación estándar más acentuada se
(4,17) y en KA aun menor (3,1). Hombres y mujeres adquieren el conocimiento sobre plantas
alimenticias humanas, pero los datos en mano indican que el grupo masculino conoce un poco
90 M M
M
80 F F
M F
Competencia - Alimento Humano
70 F
60
50
40
30
20
10
0
CI KA MA MO
VI.5 Comparaciones pertinentes con otros grupos étnicos de tierras bajas suramericanas.
metodología similar a la empleada aquí, en 1987 (Prance et. al.). Pese a todo, sólo se conocen
nueve trabajos comparables con éste estudio. Desde el punto de vista geoecológico, todos ellos
se han llevado a cabo en las tierras bajas suramericanas, y excepto el estudio realizado entre
metodológicos, todos los trabajos se llevaron a cabo sobre una hectárea de bosque conocido y
utilizado por grupos indígenas locales, a los cuales se entrevistó acerca de las plantas
contenidas en esa hectárea que presenten valores ≥ 10 cm. DAP. En términos fitoecológicos,
se compararon los datos acerca de las familias y géneros botánicos presentes en las hectáreas
de bosque de tales estudios y se los encontró comparables también. En tanto que la gran
mayoría de familias son tropicales para todas las parcelas estudiadas, muchas de las especies y
380
géneros son las mismas. Esto no implica que cada hectárea no presente variaciones, u especies
grupos de plantas muy diferenciados, sino de las mismas o similares provincias vegetales. Por
trazaron las parcelas. En general, constituyen además grupos humanos con bajos números
relativos absolutos, siendo la única excepción significativa los Quijos Quichua y Shuar.
Igualmente, todos excepto este último grupo, mantienen una amplia gama de grados de
para su reproducción y existencia. Los Quijos Quichua y Shuar por otra parte, se cuentan
entre los grupos más organizados de la Amazonia y mantienen diversos grados de importancia
comercial a menor, mediana y larga escala con la cultura occidental (cf. Bennett 1992:600).
Tabla Nº VI.8: Población relativa de los grupos étnicos donde se han conducido estudios
de etnobotánica cuantitativa.
Como puede observarse en la tabla Nº VI.8, exceptuando a los Quijo Quichua y Shuar,
el rango de las poblaciones estudiadas va de menos de 200 personas con los Tembé a casi 3000
381
con los Barí. Es decir poblaciones relativamente pequeñas en números absolutos. Como es usual
entre las poblaciones de tierras bajas suramericanas, las densidades poblacionales varían en
globales y por categorías en cada uno de los estudios a comparar, el número de Hotì y el tipo
Debe aclararse que en todos los casos excepto en el de los Barí, los porcentajes de usos
Leña. Es decir, esas categorías se excluyen de la cuenta de usos globales dado que según
algunos autores se considera que todas las plantas servirían para esos fines (cf. Prance et. al.
1987), por otra parte, la validez de las categorías de usos definidas en los trabajos, se ha visto
cuestionada. Aunque en el caso de los Hotì, los usos están codificados en su lengua, Prance et
poblaciones con las que se trabaja. Se considera aquí que tales categorías de usos son válidas
en términos culturales y ecológicos (más aun sí se tienen fines conservacionistas como Prance
et al. declaran), pero se las excluye para hacer los parámetros comparativos más aceptables y
adecuados con los estudios publicados. Un guión en la tabla Nº VI.9 indica que no se reporta la
Tabla Nº VI.9: Porcentaje de plantas usadas por algunos grupos de tierras bajas suramericanas.
(Milliken 1992)
Waimiri/Atrori
Quichua/Shuar
Panare (Prance
Tembé (Prance
(Prance et. al.
(Boom 1990)
(Lizarralde
(Lizarralde
Panare-II
Hotì MA
(Bennett
Hotì KA
Chácobo
HotìMO
Hotì CI
Ka'apor
Barí-II
Barí-I
Quijos
1997)
1987)
1987)
1992)
1997)
Nº especies 94 119 99 70 44 200 225 93 102 107 188 164 171
% uso 79 61 77 49 52 79 91 56 62 96 100 94 49
Alimento Humano 40 22 34 34 - 27 23 30 32 45 26 25 25
Alimento Animal - - - - - - - 85 89 89 88 93 75
Leña - - - - - - 24 52 50 92 88 89 85
Construcción 17 30 20 3 - 32 77 34 31 90 98 89 20
Medicinal/ 35 11 21 7 - 15 7 3 3 10 8 5 7
Benéfica
Comercial 1 5 2 4 - 0 - 4 4 0 0 0 0
Misceláneos 19 25 28 4 - 31 11 17 16 6 10 8 9
Inductoras - - - - - - - - - 11 5 3 3
Cordaje/ - - - - - - - - - 13 6 5 7
Ropaje
Curiara - - - - - - - - - 2 0 2 2
Alimento de abejas, etc. - - - - - - - - - 97 98 98 97
Nº Indígenas - - - - - 7 - 13 13 32 20 20 32
entrevistados
Tipo de entrevista 1 1 1 1 1 1/2F - 2 2 2 2 2 2
382
383
El tipo de entrevista asignado con el número 2 se refiere a que la entrevista se llevó a cabo
en el contexto del bosque mismo y con el referente botánico vivo; es decir, se solicitaba al
botánicos marcados. Es probable en este sentido, que datos provenientes de los diferentes tipos
de entrevistas no sean del todo comprables como aquellos que provengan de la misma rutina
metodológica.El primer parámetro comparativo está dado por el número de especies en términos
absolutos involucradas en los estudios. El rango se extiende de 70 para los Panare a 225 para los
Quijo Quichoa, con una media de 129 especies. Estas cifras sin duda reflejan la riqueza de la
diversidad florística local y probablemente los valores podrían variar de tratarse de diferentes taxa
botánicos, en diversas áreas ecológicas o con diversos patrones de usos humanos. Se considera
que factores de hábitos de usos culturales por regiones sin duda ofrecerían porcentajes de usos
diferentes (i.e. áreas de conucos muy viejos reportarían porcentajes de usos diferentes a bosques
montanos con poca alteración, etc.). En las publicaciones comparadas, se asume que todas las
parcelas están ubicadas en áreas de bosques altos con pocas alteraciones significativas, es decir
en bosques maduros.
se extiende en el rango de 49% a 100%, con una media del 75%. Si se toma éste como el
único porcentaje comparativo, la hipótesis inicial acerca del conocimiento de los Hotì en
términos de usos sobre las plantas de su ambiente, estaría cuantitativamente probada: los
porcentajes de usos globales de las cuatro hectáreas Hotì no dejan ninguna duda de la
diversidad de usos y sus altos porcentajes, tanto en tallos como en taxa y en cuatro
parámetro fue verificado entre 104 Hotì de ambos sexos y de un rango de edades desde 6 a
60 años.
En esta vena de ideas, debe subrayarse, que el parámetro de usos globales está, sin
duda, influenciado por el número de indígenas que participó en las entrevistas en cuestión de
384
los estudios mencionados, y si las mismas se condujeron a través de la parcela o con la ayuda
este parámetro comparativo pierde algo de su profundidad y significado. En otros casos, sólo
algunas de las categorías demográficas se entrevistaron. Como es bien conocido, algunos usos
son sin duda del dominio de algunas clases etáreas (i.e. los usos medicinales pueden constituir
usualmente colectada y manipulada por niños o mujeres pueden reportar porcentajes que
distorcionan el conocimiento y eficiencia real de las plantas en cuestión, etc.), las cuales al
local, sino de las historias de ocupación particulares de cada grupo étnico en cuestión
constituye otra variable crucial en la ponderación de usos a un espacio vegetal dado. Tal
relevancia resulta muy evidente al ponderar los porcentajes de usos globales de las parcelas
de KA y MO por ejemplo. En KA, los Hotì confrontan paradójicamente una riqueza florística
diversa expresada en 45 familias del ecotono sabana-bosque pero de la que conocen usos
porcentaje de uso resultante en la parcela estudiada entre los Panare en una ambiente
natural similar, 49%. Como se recordará, los Panare, autodenominados E’ñepa y conocidos más
adecuadamente bajo tal nominación, según la historia oral han ocupado tradicionalmente el
área de Kayamá, de hecho tal vocablo toponímico proviene de la lengua de ascendencia Caribe
E’ñepa. El término Hotì para Kayamá es wáõláõ hetò o el curso de agua de las cerbatanas,
385
cabeceras arriba. El significado cultural del área para los Hotì parece estar codificado en su
lengua, una región a la que se accedía en búsqueda de la materia prima para elaborar las
cerbatanas. Esta interpretación se sustenta con el testimonio oral, puesto que al parecer el
no ocupada por los Hotì. Por una parte, el porcentaje de uso global de 49% para KA y la
parcela de los E’ñepa, es el más bajo no sólo para los Hotì en comparación con las tres
parcelas restantes sino para los 9 grupos étnicos explorados. Esto sustentaría una
restantes, dada una realidad florística donde muchas de las plantas ofrecen pocos atractivos
utilitarios para los grupos humanos. Una explicación más comprehensiva sin embargo, debería
incluir la historia de ocupación reciente de los Hotì del sector del ecotono de Kayamá y su
poco conocimiento de muchas de las especies locales, en contraste por ejemplo con la parcela
de MO, el corazón de la zona tradicional Hotì con un 100% de uso (excluyendo alimento
condiciones ecológicas (cf. Phillips y Gentry 1993a, 1993b; Phillips et. al. 1994). Si es posible
en períodos de tiempo de largo plazo para observar dinámicas en las esferas culturales y
ecológicas.
El porcentaje de uso con el segundo valor más bajo, lo ostenta la parcela I de los Barí
con sólo el 56%. En este caso factores microecológicos locales (i.e. altas densidades y
386
dominancias absolutas de taxa particulares con poco uso para los seres humanos) además del
número y naturaleza de categoría etárea de los Barí entrevistados podrían influenciar los
porcentajes. Los extremos de porcentajes de usos globales mas altos, están sin duda
(i.e. plantas usadas para la construcción de viviendas), como entre los Hotì MO y MA.
menos ambiguas culturalmente y bien codificada en las lenguas indígenas (Prance et al. 1987).
El rango porcentual se extiende de 23% a 45% para este uso, con un promedio de 30%. En
este parámetro, los porcentajes resultantes en las cuatro parcelas Hotì, están bajo (25%-
26%) o mucho mas allá (45%) del promedio de las trece parcelas. La diversidad ecológica,
pareciera actuar como la variable independiente en este parámetro, más que el conocimiento
de los Hotì sobre usos alimenticios de la flora local. Es interesante destacar que en ningún
caso la mitad de los taxa de una parcela son considerados alimentos humanos, lo cual
aparecen sin duda y esperadamente ostentando altos porcentajes en un rango del 75% al
89% para los siete valores con los que se cuentan cifras. Aunque en ningún caso se arriba al
100% como predecían algunos autores (cf. Prance et al. 1987:297), la potencialidad de este
consumen cuáles especies botánicas. Podría con ello ponderarse especies generalizadoras o
dispersión y coevolución de tanto animales como plantas locales. Fue precisamente esta parte
387
secuencia de preguntas, sugerido por la insistencia de algunos Hotì a señalar qué plantas
Los valores de la categoría Leña, aunque también excluidos del total porcentual
global son reveladores, variando en un rango del 6% al 92%. El amplio rango porcentual
apunta a una discriminación real de los indígenas hacia las plantas usadas como combustibles
y aunque en este caso el porcentaje más alto está cercano al 100%, todavía los indígenas
excluyen especies no aptas para este uso, lo cual invalida la predicción de Prance et al.
(1987).
oscila entre 3% y 98%, con un promedio de 43%. El porcentaje con el valor mas bajo se
presenta entre los E’ñepa (Panare), asentados en ambientes de sabana o a lo sumo de ecotono
arquitectónicamente viables es baja o nula. El valor porcentual más alto por otra parte, se
presenta entre los Hotì de MO quienes, como ya se señaló, exhiben pocos o ningún criterio
elocuente ejemplo en el que valores altos pueden simplificar y falsificar el significado de las
selectivos más rigurosos emitidos por grupos étnicos (i.e. Waimiri, Barí), donde las
etc.).
compleja, en por lo menos aspectos conceptuales culturales, éticos y legales, por mencionar
algunos. Se ha señalado que entre muchos grupos indígenas no existe una clara delimitación
cuerpo y el espíritu (cf. Etkin 1994; Johns y Kimanani 1991; Johns et al. 1990). Generalmente
prioritarias y relevantes a las plantas medicinales (cf. Bennett 1992; Voeks 1996) y
encuentran analogías entre la percepción indígena y la occidental. Entre los Hotì por ejemplo,
los términos que definirían una condición de bienestar, belleza, salud y limpieza están
codificados a través de los mismos vocablos tiháõ (tì) báõ háõ. De forma análoga, los
éxito en la cacería se designan con el mismo vocablo áu woi/áu ìbì/áu kwáõ. Estos ejemplos,
no caracterizan una realidad única a los Hotì, y la complejidad conceptual que abrazan
etnofarmacológico, incluyendo la percepción étnica del cuerpo humano (cf. López-Zent 1993).
Los debates éticos y legales asociados a las etno-prospecciones medicinales son por demás
complicados a nivel mundial y rebasan los alcances de este trabajo (cf. Cunningham 1993;
Posey 1996).
389
Hotì) en las parcelas de estudio, oscilan en un rango de 3% a 35%, con un promedio de 12%.
en virtud de intentar categorizar con más propiedad a las plantas benéficas, a los
porcentajes obtenidos en las parcelas de los Hotì, deberían añadirse además aquellos
resultantes para la categoría de plantas inductoras, siendo los valores porcentuales más
adecuados: 21%, 13%, 8% y 10%, para CI, MO, MA y KA respectivamente. Siendo las plantas
etnobotánico pobre, vale destacar que estas cifras consensuales, colocan a los Hotì en un
comparadas. Las plantas medicinales o benéficas entre los Hotì, no obstante, constituyen la
el argumento de que los Hotì son buenos conocedores de su ambiente vegetal y sustentan la
hipótesis nula.
incluye usos como elaboración de bateas para fermentar bebidas, pilones, tintes, cordajes,
ropajes, etc. El rango porcentual de esta multi-categoría oscila entre 4% y 48%, con un
promedio de 20%. Esta categoría parece ser la menos bien definida en términos
exploraron con menor rigurosidad, comparabilidad o sistematicidad entre las 13 parcelas. Por
ejemplo, grupos como los Quijos Quichua no considerarán relevantes plantas fibrosas para
elaborar cinturones o ropajes, fundamental para los Hotì; usos particulares de grupos no
compartidos o relictuales-extintos entre las diversas étnias entrevistadas, como los arcos
390
poco conocidos pero no utilizados ni elaborados por los Hotì aunque si por los Barí y en
desuso o extinción por los Quijos. Cabe mencionar en este contexto también, a las curiaras o
canoas, consideradas como comerciales entre los Chacobo, Tembé, Ka’apor, E’ñepa (Panare),
en tanto que para los Hotì, aun no participantes de la red de intercambio comercial
Conclusiones.
las especies ocurrentes en esas cuatro parcelas botánicas para arribar a sus valores
(véase tabla Nº III.7). Se observa que las familias más relevantes son tropicales en
botánicas (cada uno con cinco o más especímenes repartidos en diferentes herbarios
391
392
originalmente albergadas.
2. Explorar el estilo de vida de los Hotì, el grupo étnico menos conocido y contactado
análisis pertinentes en términos de sus contactos con las esferas bióticas, zoológicas
como utilitarios se explora cómo las plantas permean el estilo de vida Hotì al punto
del ser Hotì. Vale señalar que el aporte sintético del estilo de vida Hotì proviene de
(distribuidos entre Mayo de 1996 a Febrero de 1999), entre Hotì de diversos grados
de aculturación y contacto, siendo el rango cualitativo desde Hotì que jamás habían
visto otros humanos no indígenas hasta aquellos que conocen la capital de Venezuela y
manejan un español básico. Pese a todo, los Hotì describen un estilo de vida bastante
cognitiva. El capítulo V presenta una descripción analítica de las formas en que los
categorización con las categorías Hotì encontradas. En este sentido se exploran los
394
con el 20% predecible por la teoría. La hipótesis nula aparece verificada en tanto que
son análogos o superiores a los registrados para otros grupos étnicos similares del
por los Hotì. Se sugiere sin embargo, que en virtud de que la lengua Hotì constituye
empobrecido o riguroso por tanto los datos de esta sección sustentan la hipótesis
nula. Se exploran las correspondencias de los taxa Hotì con respecto a aquellos de la
sub y sobrediferenciacion de los taxa Hotì con respecto a los sistemáticos. Del total
395
genérico Hotì; 114 G Hotì presentan una correspondencia de 2 ó +:1 (23.5%), es decir
los grupos e individuos Hotì particulares. El capítulo VI ofrece una síntesis del
9 grupos étnicos siguiendo una metodología similar a la utilizada aquí. Los datos
cuantitativos resultantes sustentan sin lugar a dudas la hipótesis nula: “Los Hotì, un
globales de las parcelas botánicas exploradas entre los Hotì oscilan entre 49% y
al tratar de explicar estas cifras. Así por ejemplo, la diversidad florística local de
ocupación local del espacio por parte de los Hotì. En este sentido el área de ecotono
sabana-bosque de Kayamá aparece como subutilizada por los Hotì tal vez no sólo por
una baja densidad y frecuencia de plantas conocidas y usadas por los Hotì, sino
porque constituye un ambiente natural (y cultural) nuevo para los Hotì, quienes
apenas hace una década empezaron a incursionar en estos sectores. Se considera que
Resulta imperativo aclarar que se considera que las tipologías de los grupos humanos
Sedentarios, etc.), aunque pueden haber resultado útiles, aparecen ahora como simplificando
una realidad más compleja, a la luz de contactos más continuos, prolongados y profundos con
los grupos humanos amazónicos. En este sentido, los Hotì parecieran intensificar estacional y
las observaciones etnográficas previas a éste estudio entre los Hotì, se realizaron durante
la estación seca, cuando los Hot tì suelen intensificar los recorridos de forrajeo de
Aunque se estaría de acuerdo en afirmar que los Hotì parecieran describir una cierta
a lo largo de períodos temporales que cubran por lo menos un ciclo anual pueden permitir
entender con mayor propiedad los estilos de vida de un determinado grupo étnico.
más complejas.
conductuales, se ha demostrado que los Hotì conocen y manejan de maneras muy complejas
su ambiente florístico. Este trabajo aparece como una suerte de introducción sistemática en
el esfuerzo por entender y explicar las interacciones de un grupo humano en cierto sentido
relictual dada su unicidad cultural y estilo de vida. Es por ello que trabajos posteriores
de Maigualida.
Hotì con su ambiente vegetal, el fin último y a muy largo plazo de la investigación de ecología
humana entre los Hotì consistirá en proporcionar una sólida base de datos empírica que
398
creación de una forma de reserva cuyo propósito sería conservar la integridad biocultural de
del Ministerio del Ambiente y Recursos Renovables (MARNR) así como a la División de
Asuntos Indígenas (DAI) del Ministerio de Educación, entes éstos con los que se mantuvo
cooperación y contacto desde el inicio de ésta investigación y bajo cuya jurisdicción recaería
biólogos (Wilson 1988) y antropólogos (Sponsel 1995) de que la investigación básica en sus
campos de estudio respectivos debería estar mas involucrada con la tarea de defender la
alturas superiores a los 800 m snm, que han sido designadas Monumentos Naturales y
la mayoría de las zonas de ocupación de hecho están fuera de este cinturón protectivo. De
esta manera, gran parte de la biota regional así como las poblaciones indígenas están
selvática aborígen. Además, los Hotì pueden ser considerados como un grupo muy especial
aculturado y occidentalizado además del grupo culturalmente más independiente que aun
existe en Venezuela. Hasta ahora, los Hotì han logrado mantener vivo un estilo de vida
considerablemente nómada y de forrajeo, el cual fue una vez muy prevalente a lo largo de los
trópicos húmedos, pero ahora ha casi desaparecido. Siendo los Hotì una suerte de grupo
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Zent, E. y S. Zent. 1999 Is the Frailejon a Life Form or an Unaffiliated Generic?: Examining
the Rank of an Endemic Páramo Plant. Journal of Ethnobiology (en prensa).
Apéndices
417
418
Acanthacea
Aphelandra cf. fasciculata Wasshaousen iyetèlá, báut·e
Aphelandra pulcherrima (Jacq.) HBK bi·õ li·li ·yáì hele
Aphelandra scabra (Vahl) Smith ·tìõkèwáká hele
Justicia pectoralis Jacq. áõbiõyeõ, yewi
Odontonema bracteolatum (Jacq.) Kuntze ·tìõ·tìõweõká ·yáì
Ruellia malaca Leonard. ·tuõbiõeõte hele
Ruellia malaca Leonard. ·táwì ·yáì, hele
Mendoncia hirsuta (P. & E.) Nees leõwá ibuhu
Amaranthaceae
bá hu, cËo/bá hu, le›le
Alternanthera sp. ·wái·ká hele/·weleõweleõ hele
Alternanthera sp. áli·tuyo, uli
Alternanthera sp. ·wòli tuku hyá
Cyathula achyranthoides (HBK) Moq. totowibì káwá
Anacardiaceae
báõláõláõ ·yáì
·wiwe ·táwì ·yáì /láliwueõ
Anacardium giganteum Hanc. eloli ·yáì, uli
Anaxagorea sp. báõháwá ·yáì
Mangifera indica L. Sp. Pl. báõ·ko
Spondias sp. bo·õ we ·yáì
Spondias mombin L. bo·õ toõ ·yáì
Spondias mombin L. bo·õ we ·yáì, lìõ
Spondias mombin L. bo·õ we ·yáì, uli
Tapirira guianensis Aublet iyebuleláõko ·yáì
Tapirira guianensis Aublet ·wòli iku u·kwá·toko ·yáì
Thyrsodium spruceanum Benth. báõu ·yáì, i·ce Ë ká
Annonacea
báõlowá ·yáì
Anaxagorea sp. ·kutile ·yáì, lìõ
cf. Guatteria schomburgkiana Mart. báliyeká ·táwì ·yáì 3
Duguetia calycina Benoist. ·káliwèõkì ·yáì
Duguetia sp. ·kutile ·yáì, háõliõ
Guatteria aff. foliosa Benth. ·kutile ·yáì, lìõ
Rollinia sp. ·wáeká ·yáì, wáõiyoõ
Xylopia frutescens Aublet bi·õ li·li ·yáì, háõliõ
Apocynaceae
Aspidosperma marcgravianum Woodson ·ti·ti ·yáì, háõliõ
Aspidosperma marcgravianum Woodson ·ti·ti ·yáì, háõliõ lìõ
Aspidosperma marcgravianum Woodson ·tìõ·tì ·yáì, uli
Bonafousia sananho (R. & P.) Margraff wáõlebáõ ·yáì hele, i·cËeká
Bonafousia sananho (R. & P.) Markgr. wáõleb õ áõ ·yáì, ·te·õ teõ
Bonafousia sp. wáõleb õ á ·yáì hele
419
Araceae
báõlu ·ko·ko, tuwewe
cËieõloõ hu
e·lo to·ku ·ko·ko/e·lo tu ·ko·ko
le·lo áye/helá, hetò
·kwáták·á ibuhu bu tu, áwelá /á·tebo ·táwì
·káyá hu
·káõ·káõtobá ibuhu
·tuõwè bèõ·
Caladium sp. u·ku áte
Caladium sp. áliõluõ ·tukì
Caladium/Xanthosoma sp. áte, i·kò
Montsera sp. le·õ wá Ibuhu
Philodendron sp. ·káõ·káõto hyá
Xanthosoma sagittifolium (L.) Schott uli bèõ
Xanthosoma sp. bèõ ·tu
Xanthosoma spp. ·tuwáõ bèõ
Xanthosoma spp. ·tuèloõ bèõ
Araliaceae
Schefflera morofotoni (Aubl.) Maquire, Steyerm. báõlule ·yáì
& Frodin
Schefflera morototoni (Aubl.) Maquire, Steyerm. álukè ·yáì
& Frodin
Arecaceae
bá hiõ, ·koláli
bátáli õ hiõ
báõbáu hiõ, uli
iluwe, háliõ
·wá·táwá ·ko·ko hiõ
Astrocaryum cf. gynacanthum Martius bá hiõ
Astrocaryum gynacasthum Martius bá hiõ , háõliõ
Astrocaryum gynacathum Martius bátáli hiõ, háõliõ
Attalea macrolepis áwáhto hiõ
Attalea sp. ·kolowá hiõ/·ko·ko
Attalea maripa Aublet (Mart.) ulu hiõ
Bactris sp. bá hiõ, uli
Bactris gasipaes ·lebáõ
Euterpe catinga Wallace var. catinga ·wá·wì hiõ
Euterpe precatoria Mart. var. precatoria ·wá·wì hiõ
Geonoma sp. betá heõlá, háõliõ õ
Geonoma sp. be·tá heõláõ, uli
Geonoma deversa (Pait.) Kunth báõláyá hiõ
Maulitia sp. ·táõli hiõ
420
Asteraceae
wáõyáõbukì
Lycoceris triplinervia Less. ibuhu
Mikania amazonica Baker ibuhu
Piptocoma schomburgki (Sch.-Bip.) Pruski i·cËeká ·táwì ·yáì
Piptocoma schomburgki (Sch.-Bip.) Pruski uluku ·yáì, háõliõ
Piptocoma schomburgki (Sch.-Bip.) Pruski ·táwì ·yáì, cËo
Piptocoma schomburgkii (Sch. Bip.) Pruski ·táwì ·yáì, cËo
Piptocoma schomburgkii (Schultz. Bip.) Pruski báliyeká ·táwì ·yáì 1
Piptocoma schomburgkii (Schultz. Bip.) Pruski uluku ·yáì, háõliõ
Rolandra fryticosa (L.) Kuntze iõliõyo hele ·yáì, háõliõ
·káõláõwiõle táwì hele ·yáì
Bignoniaceae
·cá
Ë bo ibuhu
ibuhu
wáõiyoõ ibuhu
·kwáõyubu ibuhu
·kwáõyuweõ ibuhu
Jacaranda copaia (Aubl.) D.Don sub sp. bu·kwe ·yáì, lìõ
spectabilis (Mart.ex DC.) Gentry
Jacaranda copaia (Aublet) D. Don ·wòli ·yáì
Lagenaria siceraria ·lábo
Mussatia sp. ·wáõ ibuhu
Schlegelia sp. ·wáõ ibuhu
Tanaecium sp. áu ibuhu
Bixaceae
Bixa sp. ·kulilu hele, hetò
Bixa sp. ·kulilu ·yáì, cËo hetò
Bixa orellana L. ·kulilu hele
Cochlospermum orinoscence (HBK) Stued. ·tábálí ·yáì
Bromeliaceae
boko ·ko·ko, háõliõ áye
bu·õ kì ·yáì, lìõ cËo
bá heláõ, ibu/iyeboko ·ko·ko
ibáko ·ko·ko, uli
iyebáõ·ko ·ko·ko
liõ ibá·kwá/uli ·teluáõ /·tukuli hyá, uli
láõleke hu
·tu·kuá ·ko·ko, uli ·tuõliweõtì
Aechmaea cf. bromeliifolia (Rudge) Baker bè·ko hyá ·ko·ko, iye
Ananas ananasoides L. toõèõ
Ananas comosus (L.) Merr ·láõláõ hu
Bromelia aff. goeldiana L.B. Smith láõleke, cËo
421
Boraginaceae
Cordia nodosa Lam. kolo ·yáì, lib
õ oõ
Cordia nodosa Lam. ábáluweká ·yáì, uli
Cordia nodosa Lam. á·kukè ·yáì hele, háõliõ
Cordia nodosa Lam. á·kukè ·yáì hele
Cordia sericicalix A.D.C. eloli hele ·yáì
Burseraceae
bôu ·yáì, wáõiyoõ
báõlu, boõko
·tuwèto ·yáì
Brosimum sp. báõli, háõliõ
Crepidospermum rhoifolium (Benth.) Tr. & Pl. báõlu ·yáì, háõliõ
Crepidospermum rhoifolium (Benth.) Tr. & Pl. báõu ·yáì ·táwì, háõliõ
Crepidospermum rhoifolium (Benth.) Tr. & Pl. báõu, ·wiõleõ ·yáì
Dacrydium sp. bu·tá hele ·yáì
Dacryodes sp. ·lute ·yáì
Dacryodes sp. ·lute ·yáì, uli
Dacryodes sp. ·lute, háõliõ
Dacryodes peruviana (Loes.) Lam. báõu ·yáì, uli
Dacryodes peruviana (Lors.) Lam. ·lute ·yáì, áwelá
Protium sp. báõu ·yáì, i cËeká yewi
Protium sp. báõu, háõliõ/·tuèlo
Protium sp. báõu, wáõiyoõ yewi
Protium sp. wáõiyoõ ·yáì, háõliõ
Protium aff. cuneatum Swart. báõu ·yáì, uli
Protium aff. spruceanum (Benth.) Engl. báõlu ·yáì, áwelá
Protium aracouchini (Aubl.) March. báõlu ·yáì, áwelá
Protium aracouchini (Aublet) Marchand báõu ·yáì, i·cËeká
Protium crassipetalum Cuatrec. báõu ·yáì ·táwì, háõliõ
Protium crassipetalum Cuatrec. iye ·yáì, cËo
Protium cuneatum Sandwith báõu ·yáì ·táwì, háõliõ
Protium cuneatum Swart. báõu ·yáì
Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand báõlu ·yáì, háõliõ
Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand boõko ·yáì
Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand boõko ·yáì, háõliõ
Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand báõu ·yáì ·táwì, háõliõ
Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand báõu ·yáì, uli lìõ
Protium opacum Swart báõu ·yáì, uli
Protium opacum Swart. báõu ·yáì
Protium sagotianum Marchand báõu ·yáì ·táwì, háõliõ
Protium sagotianum Marchand ·táwáte ·yáì, háõliõ
Protium sp. boõko báõu, uli
Protium sp. boõko, uli
422
Cactaceae
Epiphyllum phyllanthus (L.) Haw sin nombre local
Epiphyllum phyllanthus (L.) Haw. ·táwì ibuhu
Caryocaraceae
Caryocar sp. ·káwále ·yáì, hetò
Caryocar microcarpum Ducke ·káwále ·yáì
Caryocar microcarpum Ducke ·káwále ·yáì, lìõ
Cecropiaceae
we·káu ·yáì, áye ·kuwète
Cecropia angulata I.W. Bailey we·tolo ·yáì, háõliõ
Cecropia peltata L. we·tolo ·yáì, háõliõ
Cecropia sciadophylla Martius we·tolo ·yáì, uli
Coussapoa asperifolia Trécul. telelá hu, uli
Coussapoa asperifolia Trécul. we·ká hu, báõeláõ uyu
Pourouma sp. we·káo, uli ·kwáyo
Pourouma bicolor Mart. supsp. bicolor we·káu ·yáì, ·kwáõtì
Pourouma cecropiiafolia Mart., Reise Bras we·káu lìdì hái
Pourouma cucura Standley & Cuatrecasas we·káo ·yáì, uli
Pourouma guianensis Aubl. sub sp. guianensis we·káo ·yáì, háõliõ
Pourouma guianensis Aubl. sub sp. guianensis we·káu ·yáì, ·kwáte
Pourouma guianensis Aubl. sub sp. guianensis ·tábuõ átehu/uli ·táwì lìõ
Pourouma melinonii Benoist sub sp. melinonii we·káo ·yáì
Pourouma melinonii Benoist sub sp. melinonii we·káo ·yáì, uli
Pourouma minor Benoist we·káo ·yáì, háõliõ
Pourouma minor Benoist ·kwáli ·yáì
Pourouma sp. we·káo ·yáì, yuwáõká
Chrysobalanaceae
uluku ·yáì, háõliõ cËo
weyo ·táwì hele
Hirtella aff. friandra Sw. weyá ·yáì
423
Clusiaceae
e·káwile hu
·tì·kwáiye ibuhu
Calophyllum brasiliensis ·kobáõ ·yáì/·táwì
Caraipa densifolia Martius welõ owõ elõ oõ ·yáì
Caraipa densifolia Martius ·kwiwi ·yáì
Caraipa densifolia Martius ·kwiwi ·yáì, háõliõ
Chrysochlamis membranacea Triana& Planchon á·kuli ·yáì
Clusia aff. rosea L. ·láláká hu
Clusia sp. telelá hu
Clusia sp. telelá hu, uli
Clusia sp. telelá hu, ·kwáõ·tìbò
Garcinia madruno (HBK) Hammel ·táõweõ ·yáì, holowáká
Lucia grandifolia telelá hu
Vismia cayenensis (Jacq.) Pers. titikì hele
Combretaceae
Terminalia amazonia (Gmel) Exell ·tuõbiõlu ·yáì
Terminalia amazonia (J. Gmelin) Exell ·tuõbiõlu ·yáì, uli
Commelinaceae
Tradescantia zanonia (L.) Sw. lu·ilu, háõliõ cËo
Tradescantia zanonia (L.) Sw. ·káyá, háõliõ
Cannaceae
424
Connaraceae
Connarus sp. báõu ibuhu, hetò bileõ
Convolvulaceae
Ipomea sp. iye toto, cËo
Ipomea batata (L.) Lam. iye toto
Costaceae
Costus arabicus L. ·luwilu, ·cáË bo
Costus cf. spiralis ·luwilu heõláõ
Costus sp. luwilo helá, tuwewe
Costus sp. luwilo helõ áõ, uli
Capparaceae
Cleome sp. báõlo áye, ·kwáyo
Caricaceae
Carica sp. ·wáyá ·yáì, cËo
Carica papaya Mill, Gard. wáyá
Carica sp. ·wáyá, háõliõ ·kili
Caesalpiniaceae
Bauhinia guianensis Aublet wáõleõkáõõ hu
Bauhinia guianensis Aublet ·wáõleká hu ibuhu
Brownea coccinea Jacq. ·weõleõweõleõ ·yáì
Brownea coccinea Jacq. ·wáeká ·yáì
Brownea coccinea Jacq. sub sp. capitella (Jacq.) ·weõleõweõleõ ·yáì
Velázq. & Agostini
Brownea coccinea Jacq. sub sp. capitella (Jacq.) ·weõleõweõleõ ·yáì, háõliõ
Velázq. & Agostini
Brownea coccinea Jacq. sub sp. capitella (Jacq.) ·weõle·õ weõleõ ·yáì, uli
V. & A.
Brownea coccinea Jacquin ·tobá hele, háõliõ
Clathrotropis brunnea Amshoff ·cáË bo ·yáì
Hymenaea cf. courbaril boõláõ báõye ·yáì
Maccolodium sp. bòõlò ·táwì, háõliõ
Sclerolobium sp. áõláõwiõliõ ·yáì
Senna bacillaris (L. f.) Irwin & Barneby báõ·báõi ·yáì
Senna obtusifolia (L.) I. & B. ábuwibìká hele
Swartzia grandifolia Bong. ex Benth. ·kwá·kwáli ·yáì
Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Herend bu·õ kì ·yáì, lìõ háõliõ
Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Herend. bu·õ ká ·yáì
Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Herend. bu·õ kì ·yáì
Tachigali sp. ·kwáli ·yáì, uli
Cucurbitaceae
bátiyá hu
hiliwe ibuhu
lilu hu
Cucumis melo L. ·láõbo ·to·to
425
Cyclanthaceae
Dicranopigium aff. yacu-sisa Harling bá·tiõleõ ·ko·ko
Dicranopygium aff. imeriense Harling oibute
Evodianthus funifer (Poit.) Lindm. sub sp. funifer ·tilõ eõ hyá, uli
Cyperaceae
·káláwiõleõ ·ko·ko
·káõláõwiõleõ helá/hoho, hetò
·káõláõwá helõ áõ, uli
Cyperus sp. ce Ë lõ o,õ háõliõ
Cyperus laxus Lam. ciË elõ o, uli
Cyperus luzulae (L.) Retz. ciË elõ o, uli
Cyperus odoratus L. ciË elõ o, uli
Cyperus sp. ·káõláõwilõ e, uli
Cyperus spp. háõliõ ·káõláõwilõ e
Cyperus spp. ·káõláõwilõ e
Rhynchospora sp. ·káõláõwilõ e,õ háõliõ
Dilleniaceae
Davilla Kunthii Sy. Hil. hyuwìli ibuhu
Pinzona coriacea Mart. & Zucc. ·tuèõ be ibuhu
Curatella americana L. beõ ·táwì
Curatella americana L. ·kuli kuli ·yáì
Davilla kunthii St. Hil. yue·ká ibuhu/kule ibuhu
Davilla kunthii St. Hil. ·kule ibuhu
Doliocarpus dentatus (AubL.) Standley sub sp. õ èõlo ibuhu/tuebe ibuhu
tuw
latifolia kubitzki
Dioscoreaceae
Dioscorea alata L. Sp. ·wále uli
Dioscorea trífida L. wáõle ,õ háõliõ
Ebenaceae
Diospyros pratermissa Sandwith/ D. vestita áõbiõyeõ ·táwì
Benoist
Diospyros vestita Benoist áõbiõyeõ ·táwì
Elaeocarpaceae
Sloanea guianensis (Aubl.) Benth. ·tote hele ·yáì, háõliõ
Sloanea laurifolia (Benth.) Benth. ·táwáte ·yáì, háõliõ
Sloanea laurifolia (Benth.) Benth. ·táwáte ·yáì, uli
Sloanea laxiflora Spruce ex Benth. ·táwáte ·yáì
Sloanea laxiflora Spruce ex Benth. ·táwáte ·yáì, uli
Sloanea laxiflora Spruce ex Bentham ·tote ·yáì, uli
Sloanea laxiflora Spruce ex Bentham ·táwáte ·yáì, háõliõ
Sloanea opposifolia Spruce ex Benth. ·táwáte ·yáì, lìõ
Sloanea robusta Uitten lotáõu ·yáì, uli
426
Erythroxylaceae
Erythoxylum amazonicum Peyr. i·cËeká ·táwì ·yáì
Erythroxilum sp. wálicËiáõláõ ·táwì hele
Euphorbiaceae
báõ háwá, bálo· kwá/boõuõ hele, kwá
wálicËiáõláõ ·táwì
·tìõ·tìõ ·yáì, ·cá
Ë bo
Acalypha cuneata Poepp. táwì, háõliõ
Acalypha macrostachya Jacq. sin nombre local
Acalypha sp. áõbiõyeõweká hele, uli
Actinostemom amazonicum Pax & Hoff. tuõwèõláõ ·yáì, háõliõ 1
Actinostemom amazonicum Pax & Hoff. uyuwè·ká hu
Actinostemon sp. weyá ·yáì
Actinostemon sp. weyá ·yáì, cËo
Alchornea discolor Poepp. káláilá ·yáì, uli áye
Aparisthmium cordatum (Juss.) Baill. cá
Ë ·ká ·yáì hele, háõliõ
Conceveiba guianensis Aublet ·kwáõ·keyábo ·yáì
Conceveiba guianensis Aublet ·káõbáõyáõ ·táwì/·wáibo
Conceveiba guianensis Aublet ·toõtoõtoõ ·yáì, háõliõ
Conceveiba guyanensis Aubl. ·káõbáõyáõ ·táwì
Croton cuneatus KL. ·káláwe, lìõ hetò
Euphorbia sp. tá, ibuhu
Hieronyma oblonga (Tul.) M.Arg. tuõwèõlo ·táwì hele
Mabea sp. tuwìli ·yáì
Mabea sp. ·káli iõleõbá ·yáì
Mabea sp. ·kálileõláõbukè ·yáì
Mabea sp. wáõleõkoõ hu, uli
Mabea sp. ·tá·tákáiká ·yáì
Manihot esculenta Crantz áleõ hele
Maprounea guianensis Aublet álikwete ·yáì
Micrandra cf. siphonioides Bentham ·káõbáõyá ·kwèõto ·yáì
Ricinus communis L. we·tolo ·yáì, háõliõ
Ricinus communis L. we·tolo, bálo·
Fabaceae
Clathrotropis aff. glaucophylla Cowan báõ·tuõleõ, háõliõ
Clathrotropis brunnes Amshoff ·wáõliõláõ ·táwì
Clathrotropis macrocarpa Ducke ·le·te ·yáì
Clathrotropis sp. ·tìõ·tìõ ·yáì
Clitoria javitensis (HBK) Bentham bátulè hu
Desmodium sp. ·tuèbo hyá
Dipteryx sp. ·wái ·yáì
Erythryna sp. titibu ·yáì
Faramea stenopelata Mart. lu·õ tiyebo ·yáì
Machaerium kegelii Meisner iye·telá ibuhu
Machaerium madeirense Pittier iye·telá ibuhu ·yáì
Machaerium madeirense Pittier lowekáto ibuhu
427
Flacourtiaceae
Casearia aff. sylvestris Sw. ·kule ·táwì
Casearia mariquitensis HBK báliyeká ·táwì ·yáì 5
Casearia mariquitensis HBK báõbáu ·táwì ·yáì
Casearia sp. ciË ek
õ o ·táwì ·yáì
Casearia sylvestris Sw. var. sylvestris ·kule·tìlìáte ·yáì
Cesearia mariquitensis HBK ciË ekõ o ·táwì hele, uli
Laetia procera (Poepp.) Eichler holowáká ·yáì, háõliõ 1
Lindackeria paludosa (Benth.) Gilg. holowáká ·yáì, háõliõ 2
Lindackeria paludosa (Benth.) Gilg. ·káõyelõ áõ ·yáì
Lindackeria paludosa (Bentham) Gilg ·káõbáõyáõ ·táwì
Gentianaceae
Coutoubea ramosa Aublet ·táwì ·yáì, háõliõ
Gesneriaceae
Besleria affinis Morton lá·te hele
Chrysothemis sp. le·wá ·wá·wá
Chrysothemis dichroa Leeuwenberg ·táu·ku cËo lá·te
Guttiferae
Garcinia sp. ·táwe ·yáì/ hebá
Haemodoraceae
Xiphidium coeruleum Aubl. ·káwái, buõ ·toè
Xiphidium coeruleum Aublet ·tái·kwálei
Xiphidium coeruleum Aublet. ·tuwekì wáõwá, boõ ·yáì
Hippocrateaceae
iluhu, IceË ká hetò
aff. Peritassa sp. ·wáõleõkoõ hu
cf. Prionostemma sp. ·kwáyo hu
Cheiloclinium cognatum (Miers.) A.C. Smith i·ce
Ë ká ·táwì ·yáì
i·ceË ká ibuhu
Helliconiaceae
áwelá hyá wáõwáõ
·táwe heõláõ, uli
·wáõI·tuku helõ áõ
Heliconia sp. bokotì wáõwáõ
Heliconia sp. bá·kátìwe helá, hetò
Heliconia sp. ·tewá helá, háõli/õ bilá helá, háõliõ
Heliconia sp. ·tewá hyá háõliõ ·tuku helá, háõliõ/·tuku helá, háõliõ
Heliconia sp. ·tewá ·wá·wá, wáõlule ibì
Heliconia sp. ·tábu ·tu hileõ helõ áõ
Heliconia sp. ·tìõ·tìõwá helá, háõliõ
Heliconia cf. acuminata ·tewá hyá ·wá·wá
428
Humiriaceae
Humiria balsamifera Aubl. ·táwìáte ·yáì, lìõ
Iridaceae
Eleutherine bulbosa (Miller) Urban ·ko·ko lìtìbiõbì
Eleutherine bulbosa (Miller) Urban ·ko·ko lìtìbiõbì
Lauraceae
uluku ·yáì, co Ë
Ocotea aff. sanariapensis Lasser · kubuw á k á · yáì hele
Ocotea schomburgkiana (Nees) Mez uluku · y áì , h áõliõ
Persea americana Mill. áõwáõkáte ·yáì/áõwáõ ·yáì
Rhodostemonodaphne Kunthiana (Nees)Rohmer uluku ·yáì, uli
Lecythidaceae
áli·ká ·tábáleõ
holõ o,õ co Ë
·káláyá ·yáì, ·cá Ë bo
Eschweilera aff. pedicellata (Rich.) Mori ho õ l o õ · y áì, háõ liõ
Eschweilera aff. tenuifolia (Berg) Miers holõ oõ ·yáì, hetò
Eschweilera parvifolia Mart. ex A.P.D.C. holõ oõ ·yáì, háõliõ
Eschweilera parvifolia Martius ex A. DC. · cá
Ë bo ·yáì
Eshwcilera sp. ho lõ oõ ·yáì, ·wáõle·te
Gustavia aff. poeppigiana Berg áwáká ·yáì
Lecithys sp. holõ oõ ·yáì, hetò
Lecithys sp. holõ o,õ uli
Lecythis corrugata Poiteau sub sp. rosea (Spruce holõ oõ ·yáì, báhtuõ
ex Berg.) Mori
Lecytis cf. corrugata Poiteau holõ oõ ·yáì
Leguminosae
be·toloáyoõ ·yáì, cËo
buõye ·yáì
bu·õ keõlo ·yáì, uli
báõbei, háõliõ
báõluwe ·yáì, hetò
háõliõ ·wáliõ ·yáì
lowetáe ibuhu
lá·táI
áõbiõyeõ ·táwì, i·cËeká
áõle ·táwì, háõliõ
·kiõleõ hu/bá hu, yewo iye
·kwiyo hu
·kwiõyo ·yáì, uli
·kwáõ, cËo
429
Liliaceae
báõluwè, ·tuku
bèõ· tu, háõliõ
·tuyeõte ·tuliwètì tuku ·ko·ko, háõliõ
Loganiaceae
Strychnos sp. báõláwá hu
Strychnos sp. báõláwá hu, hetò
Strychnos sp. ·wáilutì hu, báõláwá
Loranthaceae
·kwáõiõte hu ibuhu
Phoradendron crassifolium (DC) Eichl. ibuhu
Meliaceae
iyebuleláõkoõ ·yáì, háõliõ
·kwá·ulebo ihtiyebo
·káli ·táwì ·yáì
aff. Toulicia sp. iye ·yáì, ·cáË bo
Carapa sp. báõláõtáiku ·yáì, uli
Cedrela sp. li·tu ·táwì, i·ceË ká
Cedrela odorata L. li·tu ·yáì
Guarea guidonia (L.) Sleumer báõláõtáiku ·yáì
Guarea guidonia (L.) Sleumer báõláõtáiku ·yáì, háõliõ
Mouriri grandiflora DC. ·tuwè·ká
Trichilia sp. iye, holowáká uli
Trichilia sp. ·kwiwi ·yáì
Trichilia brachystachya Kl. iye ·yáì, háõliõ
Trichilia inaequilatera Penn. báõu ·yáì ·táwì, háõliõ
Trichilia inaequilatera Penn. iye ·yáì, ·cá Ë bo
430
Mimosaceae
Abarema jupunba (Willd.) Britt. & Killip. var. luwe ·yáì, ·kábì
trapezifolia
(Vahl) Barn. & Grim.
Acacia glomerosa Bentham bá ·yáì
aff. Adenanthera peregrina (L.) Sperg. ·kwáyo oõleõká toto ·yáì
Anadenanthera peregrina (L.) Speg. ·kwáyo wále·ká ·toto ·yáì
Enterolobium schomburgkii Bentham wáõleká totõ oõ ·yáì, wáõiyoõ
Enterolobium schomburgkii Bentham ·kwáyo olõ ekõ á toto ·yáì
Inga sp. luwe ·yáì, bo·õ toõ
Inga sp. luwe ·yáì, bulehtelo
Inga sp. luwe ·yáì, e·kò
Inga sp. luwe ·yáì, hebe
Inga sp. luwe ·yáì, hetò
Inga sp. luwe ·yáì, hetò uli
Inga sp. luwe ·yáì, lib õ oõ
Inga sp. luwe ·yáì, uli
Inga sp. luwe ·yáì, yelukye
Inga sp. luwe ·yáì, yá bo·õ toõ
Inga sp. luwe ·yáì, áe
Inga sp. luwe ·yáì, ·kwáõ·tìbò
Inga sp. luwe ·yáì, ·kábì
Inga sp. luwe, bolõ o·ko
Inga bourgoni (AubL.) DC. luwe ·yáì, báõyekáõloõ
Inga bourgoni (AubL.) DC. luwe ·yáì, háõliõ
Inga bourgoni (Aublet) DC. luwe ·yáì, lìõ
Inga bourgoni (Aublet) DC. luwe ·yáì, álikwete
Inga edulis Martius lue, lávi, ·yáì
Inga edulis Martius luwe ·yáì
Inga edulis Martius luwe ·yáì, hili
Inga edulis Martius luwe ·yáì, lìõ
Inga edulis Martius luwe ·yáì, uli
Malpighiaceae
háõli ibuhu
431
Melastomataceae
·tikuli, ·kule
·tukuli hele, kule
Aciotis purpurascens (Aqubl.) Triana háõliõ yowálete
Bellucia grossularioides (L.) Triana be·to ·yáì, uli
Bellucia grossularioides (L.) Triana ilõ iy
õ o ·yáì, uli
Bellucia grossularioides (L.) Triana ·kubèõto·yáì
Bellucia prossularioides (L.) Triana ·kubèõto ·yáì, uli
Clidemia hirta (L.) Don ilõ iyõ o hele ·yáì
Miconia aff. elata (Sw.) DC. ilõ iy õ o ·yáì, co Ë
Miconia aff. holosericea (L.)Triana ilõ iy õ o hele ·yáì, háõliõ
Miconia Aff. holosericea (L.)Triana i·te ·táwì ·yáì
Miconia holosericea (L.) A. DC. ilõ iy õ o ·yáì, co Ë
Miconia matthaei Naudin ilõ iy õ o hele ·yáì, háõliõ
Miconia nervosa (Smith) Triana ilõ iy õ o ·yáì, uli
Miconia sp. ilõ iy õ o hele ·yáì, háõliõ
Miconia spp. ilõ iy õ o hele ·yáì, háõliõ
Tibouchina geitneriana (Schltdl.) Cogn. báõláwá hu
Tibouchina geitneriana (Schltdl.) Cogn. ilõ iy õ o hele ·yáì
Malvaceae
Abelmoschus moschatus Medic. báõlu, i·ko
Hibiscus abelmoschus L. luwe, I·kobáõ
Wissadula sp. ·tuõwibì· káwá/·tubi·õ tele káwá
Monimiaceae
Siparuna guianensis Aublet wá·ká áye, beõ
Siparuna guianensis Aublet ·kubuwáká ·yáì hele
Siparuna guianensis Aublet ·tukuõye hele
Menispermaceae
·tábáli ibuhu, uli
Abuta rufescens Aublet i·cËeká ibuhu
Orthomene schomburgkii (Miers) Barneby & ·wá·táwá ibuhu
Krukoff
Orthomene sp. ·tábáõ hu
Moraceae
i·cËeká ·táwì ·yáì
oõleõkoõ ·yáì, lìõ
tuwáõleoteká ·yáì, áte
·láláká ·yáì, háõliõ
·ti·ti ·yáì, i·cËeká
432
Marcgraviaceae
433
Maranthaceae
luwáõbo ·toko wáõwáõ
·kábulu hyá ·wá·wá
·lewì hyá
Calathea lutea (Aubl.) G. Mey ·kábulu ·wá·wá wáitewá
Calathea inocephala (Kuntze) Kennedy &·tuèõbe buleilõ iõ ·ko·ko
Nicholson
Calathea inocephala (Kuntze) Kennedy & ·tokwo hele
Nicholson
Calathea latifolia (Link) Klotzsch ·táõ·weõ ·wá·wá
Calathea latifolia (Willd. ex Link) Klotzsch ·táõweõ, háõliõ
Hylaenthe sp. ·tu·kwo ·wá·wá/·toko hyá/ìle hyá/ìle hyá
Ischnosiphon sp. lileõ helá, háõliõ
Ischnosiphon sp. lileõ helá, i·ceË ká
Ischnosiphon arouma (AubL.) Koern. ·tábu ·tu ·ko·ko/·tábu ·tu helõ áõ
Maranta aff. ruiziana Koern. ·kwá ·ko·o
Maranta arundinacea L. ·kwò
Monotagma laxum (Poepp. & EndL.) K. Schum. láõláõ hyá
Myrsinaceae
·tobá ·yáì, hetò
Ardisia sp. ·kwáõláõlkáõ hele, cõo
Cybianthus sp. õ èõláõ ·yáì, háõliõ 2
tuw
Stylogyne longifolia (Mart. ex Miq.)Mez ·tokwá hele
Myrtaceae
i·cËeká ·táwì ·yáì
·toõwèõko ·yáì
·tìõ·tìõwo ·yáì, báõbáu
aff. Psidium submetrale Sw. ·tekõ wá, hutli
Myrcia aff. fallax (Rich.) DC. ·kwiyele ·yáì
Myrcia aff. inaequiloba (DC.) Legrand ilõ eõbá ·yáì
Psidium acutangulum DC. ·kwáyábá ·yáì, hetò
Psidium guajava L. ·kwáyábá ·yáì
Psidium sp. yuwáõká ·yáì
Psidium sp. ·te·õ tewõ áõláõ ·yáì
Psidium sp. ·tote·káõloõ ·yáì
Musacea
Musa paradisiaca x L. he·tálá ·wá·wá
Musa paradisiaca x L. wáõlule ·wá·wá
Myristicaceae
hiuuli, háõliõ
aff. Virola sebifera Aubl. áe·kwáõ ·yáì, háõliõ
Iryanthera hostmannii (Benth.) Warb. báõlo ·táwì ·yáì
Iryanthera hostmannii (Benth.) Warb. báõlákáliwáká ·yáì
Iryanthera juruensis Warb. uluku ·yáì
Iryanthera juruensis Warb. áe·kwáõ ·yáì, háõliõ
434
Ochnaceae
Ouratea aff. polyantha (Tr. & Pl.) Engler cËieõko ·táwì ·yáì
Ouratea castaneaefolia (DC.) Engler cËieõko ·táwì ·yáì
Ouratea castaneaefolia (DC.) Engler hôlô ·yáì, i cËeká
Ouratea castaneifolia (DC.) Engler áõláõwiõliõ ·yáì, ·ole·te
Olacaceae
holokáli ibuhu
Heisteria acuminata (H. & B.) Engler uluku ·yáì
Heisteria acuminata (H. & B.) Engler uluku ·yáì, háõliõ
Heisteria spruceana Engl. uluku ·yáì
Onagraceae
Ludwigia sp. báõbáu ·táwì, hetò
Opiliaceae
aff. Agonandra brasilensis Miers ex Bentham áuleõ ·táwì
Agonandra brasilensis Miers. ex Bentham ábáluweká ·yáì
Agonandra brasilensis Miers ex Bentham bo·õ we ·yáì, háõliõ
Orchidaceae
báõ hu, ·táwì wáõwáõlìõ
ilewá, tu ·wá·wá ·táwì
Papilionaceae
Cajanus cajan (L.) Millps. lìõtìõ háwá
Passifloraceae
·kukule ibuhu
·kwá·tekibá ·táwì
·tu·kwábáõleká hu
·tìõ·káõbekõ á hu ibuhu
·tìõ·kèõbeõ wu teká
Passiflora quadriglandulosa Rodschied. ·ku·káõbikõ ábu
Passiflora sp. ibuhu
Passiflora sp. oyolháie·tu ibuhu
Phytolaccaceae
Phytolacca rivinioides Kunth & Bouché ·tokwáwá hele
Piperaceae
le·õ káõlá hele, háõliõ
Peperomia sp. ·káõ·káõto hu
Photomorphe umbellata (L.) le·õ káõlá hele, uli
435
Polygonaceae
·cá
Ë bo ibuhu
·tu hele, áwelá
Coccoloba dugandiana Fernández beõ ·táwì
Coccoloba fallax Lindau ·tobá ·yáì
Poaceae
báõluwe hoho
cËieõloõ
luwiyo helá, háõliõ
luwáõbo hele
luwáõbo heõláõ
wiweõyo heláõ, ·cá Ë bo õ
·káõláõláõ hele
·táwibo heláõ, áwelá
Andropogon bicornis L. cËieõlo, uli
Arthrostylidium schomburgkii ·wáõlá ·yáì, lìõ
Arthrostylidium schomburgkii ·wáõláõ ·yáì heõláõ
Arthrostylidium sp. ·wáõláõ hele kwá
Arthrostylidium sp. ·wáõláõ iõliõ ·táwibo ·yáì
Arthrostylidium sp. ·wáõláõ iõliõbo ·ko·ko
Coix lachryma-jobi L. ·kwáõláõlkáõ hele
Cymbopogon citratus (DC) Stapf báõluè hyá, ehwá
Cymbopogon citratus (DC.) Starf. leõbolá káwá, hiõliõleõ
Elytrostachys sp. ·táwibo heláõ, háõliõ
Guadua sp. ·táwibo heláõ, háõliõ
Guadua sp. biyeõ heõlá
Olyra micrantha HBK ·táwibo heláõ, háõliõ
Olyra micrantha HBK ·táwibo heláõ, háõliõ
Olyra sp. cËieloõ
Oryza sativa áõ·loõ
Saccharum officinarum ·káláõláõ heláõ
Zea mays ·tábuõ
Proteaceae
Roupala montana Aublet ·kubá ·yáì
Quiinaceae
Quiina cruegeriana Grisebach luwekì hele
436
Rubiaceae
I·cËeká ibuhu
iye tá·uile
iõliõwebu/wiláká bu
wáõiyoõ ·táwì ·yáì
·lábo ·yáì, lìõ
·tikiwili ·yáì
·tiyebo hele, hetò
·tu·tiko ·yáì, cËo
·wáõI ·táwì hele ·yáì
Amaiova corymbosa HBK. I·cËeká ·yáì, háõliõ
Bathisa bathysoides (Steyerm.) Delprete bá ·yáì
Bathysa bathysoides (Steyem.) Delprete olábo ·yáì
Bathysa bathysoides (Steyem.) Delprete olábu ·yáì, uli
Bathysa bathysoides (Steyerm.) Delprete olábu ·yáì, háõliõ
Bathysa bathysoides (Steyerm.) Delprete ·wiõloõ ·yáì
Faramea occidentalis (L.) A. Rich. sub sp. ·kábále ·yáì
occidentalis var. meridionalis Steyerm.
Faramea occidentalis (L.) Rich. ·kábule hele, háõliõ
Genipa americana L. var. caruto (HBK) K.Schum áõláõ ·yáì
Geophila cordifolia Miquel ·ki·õ kile ·tu ái hyá
Geophila repens (L.) J.M. Johston ·kyáwelá ibuhu
Hamelia patens Jacq. bu tuèlá kábu
Hamelia patens Jacq. i·te ·kwá, ·táwì hele
Hamelia patens Jacq. lelõ áõ ·táwì hele
Isertia aff. parviflora Vahl ·kule·tìlìáte ·yáì
Jsertia sp. ·tìõ·tìõwekõ á ·yáì
Ladenbergia amazonensis Ducke tute·ká ·yáì, háõliõ
Landebergia amazonensis Ducke ·kálibule ·táwì, uli
Paliconea sp. ye hele
Paliconea sp. ·táwì ·yáì, cËo
Palicourea sp. háõliõ tièõbo ·yáì hele
Posoqueria latifolia (Rudge) Roem. & Schultes áwáká ·yáì
Psychotria lupulina Bentham ·tiyebo ·yáì
Psychotria poeppigiana M. Arg. ·wòli ·tuyo
Psychotria poeppigiana M. Arg. ·wáõI·tuku hele
Randia armata (Sw.) DC. bá ·yáì
Rudgea cornifolia (HBK) Standl. ·tiyebo ·yáì hele, háõliõ
Tocoyena sp. ilõ eõbá ·yáì, háõliõ
Uncaria tomentosa (Willd.) DC. bá ibuhu, álikwete
Warscewiczia coccinea (Vahl) Klotzsch báliyeká ·táwì ·yáì 4
Warscewiczia coccinea (Vahl) Klotzsch. tuw õ èõláõ ·yáì 1
Rutaceae
bá ·yáì, tuebe
Citrus limón (L.) Burm. f. liboõ
Raputia aromatia Aublet ·cáË bo ·yáì
Raputia aromatica Aublet báliyeká ·táwì ·yáì 2
Raputia aromatica Aublet báliyeká ·yáì, áye
Raputia aromatica Aublet ·kule·tìlìáte ·yáì
437
Sapindaceae
hebá ibuhu
huõle ·yáì, cËo
Allophyllus sp. iye ·yáì, hetò
Cupania americana L. oláõuõ ·yáì,
Cupania scrobiculata L.C. Rich báõu ·yáì, hetò
Cupania scrobiculata L.C.Rich. iyebuleláõko ·yáì
Dilodendron bipinnatum Radlk. bi·õ li·li ·yáì hele
Matayba sp. ·toõloõláõ ·yáì, lìõ
Matayba aff. elegans Radlk. ·toõloõláõ ·yáì, uli
Matayba arborescens (Aubl.) Radlk. áõle ·táwì ·yáì, i·cËeká toõloõláõ
Matayba arborescens (Aubl.) Radlk. ·kule·tìlìáte ·yáì
Matayba arborescens (Aubl.) Radlk. ·toõloõláõ ·yáì
Matayba guianensis Aublet ·toõloõláõ ·yáì
Matayba purgans Poepp. & Endl. ·táwì ·yáì, háõliõ
Matayba sp. á·tikwèõ ·yáì
Micropholis egensis (A.D.C) Pierre ·káile ·yáì táwì
Micropholis sp ·tìõ·tì ·yáì, uli
Paulinia pachycarpa Benth. áhkulitì báõláõ ibuhu
Paullinia leiocarpa Grisebach cËieõko ibuhu
Serjania sp. cËieõko ibuhu
Talisia sp. buõ ·táwì ·yáì
Talisia sp. ·kwái·le ·tu hele
Talisia retusa Cowan ·tu ·táwì ·yáì, buõ
Toulicia guianensis Aublet bo·õ wáilo ·yáì
Toulicia pulvinata Radlk. bo·õ wáilo ·yáì
Selaginellaceae
Selaginela sp. bá ibuhu, hetò yowálá
Selaginela sp. cËieõko heõláõ, hetò
Smilacacea
Smilax sp. bá ibuhu
Solanaceae
bá ·yáì, háõliõ
ibuhu
ibuhu
toáõ õletá hele, háõliõ
weyo ibuhu, uli
áõle ·yáì, ·ti·tikì
·kwá háwá wáwá, hetò
·te·õ teõwáõláõ ·yáì, háõliõ
·wòli ibuhu bu
Capsicum frutescens L. lá·te
Cestrum latifolium Lam. ·tokwáwá hele
Nicotiana sp. ·káwái, háõliõ
438
Sapotaceae
·kwáyo ·táwì
·káile ·yáì, cËo háõliõ
·káile ·yáì, háõliõ
·káile, báõbáu
·kálibuleláõkoõ hele ·yáì
Chrysophyllum argenteum Jacq. ·wáõlekõ oõ ·yáì
Chrysophyllum argenteum Jacq. sub sp. auratum wáõlek
õ oõ ·yáì, háõliõ
(Miq.) Penn.
Chrysophyllum argenteum Jacquin wáõleõkoõ hu, uli
Chrysophyllum sanguinolentum (Pierre) Baehni tuwiyu ·yáì
Chrysophylum argenteum Jacq. oõleõkoõ ·yáì
Ecclinusa guianensis Eyma wá·likye ·yáì
Ecclinusa sp. ·káwìle ·yáì
Manilkara sp. ·káile ·yáì, uli
Pouteria caimilo (R. & P.) Radlkofer tuõwèõláõ ·yáì 1
Pouteria venosa (Mart.) Baehni á·kuli ·yáì , háõliõ
Pouteria venosa (Mart.) Baehni sub sp. ·káõyeõláõ ·yáì
amazonica Penn.
Sterculiaceae
·tìlu hyá, háõliõ
aff. Sterculia pruriens (AubL.) Schum, lo·kwe ·yáì, háõliõ
Guazuma ulmifolia Lam. ·wáeká ·yáì
Guazuma ulmifolia Lam. ·wáeká ·yáì, háõliõ
Herrania lemniscata (Schomb.) Schult. á·kukè ·yáì, uli
Sterculia sp. lo·kwe hyeî
Sterculia pruriens (AubL.) Schum. lo·kwe ·yáì, co Ë
Sterculia pruriens (AubL.) Schum. ·tokwo hele
Sterculia sp. lo·kwe ·yáì, háõliõ
Strelitziaceae
Phenakospermun guyannense (L.C. Rich.) Endl.
ex Miq. ·kábáyá ·wá·wá
Phenakospermun guyannense (L.C. Rich.) Endl. ·káõláõwá hoho/hyá/·wá·wá
ex Miq.
Styracaceae
Styrax sp. õ èõláõ ·yáì 2
tuw
Theophrastaceae
Clavija lancifolia Desf. ·kwái·le ·tu hele
Clavija lancifolia Desf. ·tobo·õ te hele, ·kwáyo
Clavija lancifolia Desf. sub sp. chermontiana ·kwáyo ·tu hele
(Standl.) Ståhl
Clavija lancifolia Desf. sub sp. chermontiana ·káõ·káõto hu
(StandL.) Ståhl
Tiliaceae
439
Ulmaceae
Trema micrantha (L.) Blume tekwè hele
Trema micrantha (L.) Blume ·weõleõweõleõ ·yáì
Trema micrantha (L.) Blume ·wáeká ·yáì
Trema micrantha (L.) Blume ·wáeká ·yáì, háõliõ
Urticaceae
Urera caracasana (JACQ.) Griseb. lìõlìõ ·yáì
Violaceae
iliõwe hiõ táõli
Amphirrhox longifolia (St. Hil.) Spreng i·kwotì ·táwì
Amphirrhox longifolia (St. Hil.) Spreng. ·cá Ë bo ·yáì
Amphirrhox longifolia (St. HiL.) Sprenp. ·tiyebo ·yáì
Leonia cynosa Martius koloõte ·yáì, háõliõ
Leonia cynosa Martius ·kweyoko hele, háõliõ
Leonia cynosa Martius ·tote ·yáì, uli
Rinorea pubiflora (Benth.) Sprague & Sandw. ·tuõliweõtì hele
var. pubiflora
Vitaceae
lilu hu
li·lu hu, cËo
Cissus erosa L.C. Rich eloli ibuhu
Cissus sp. bo·õ toõ ibuhu
Cissus sp. yuwáòláká ibuhu
Vochysiaceae
Erisma uncinatum Warm. ·yáì
Erisma uncinatum Warm. ·kábule ·yáì
Erisma uncinatum Warm. ·káwìle ·yáì
Erisma uncinatum Warm. ·káwìle ·yáì, lìõ
Erisma uncinatum Warm. ·káwìle ·yáì, uli
Erisma uncinatum Warm. ·lá·bè ·yáì
Erisma uncinatum Warm. s.l. ·lábo ·yáì, uli
Qualea aff. dinizii Ducke hebá
Qualea paraensis Ducke ·cáË bo ·yáì
Qualea paraensis Ducke buõ ·táwì ·yáì
Qualea paraensis Ducke buõ ·táwì, coË
Qualea paraensis Ducke buõ ·táwì, co Ë uli
Qualea paraensis Ducke buõ ·táwì, uli
Qualea paraensis Ducke i·ceË ká ·táwì ·yáì
Qualea paraensis Ducke lábì ·yáì
Qualea paraensis Ducke lábì ·yáì, co Ë
440
Verbenaceae
i·cËeká ibuhu
Zingiberaceae
buleláõ ·ko·ko, tuwewe
·ká·wiye áye, báõlálá
Zingiber officinale Roscoe ·tuèõbe bule iõli·õ ko·ko
497
Nombre Ho Nombre Latín Flia U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
háõliõ ·káile ·yáì SPT sp. 1 SPT 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·tìõkèwáká ·yáì Brosimum lactescrus (S. Moore) C.C. Berg MOR 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·tuwobeleõkeõkeõ ·yáì Licania sp. CHB 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·wáõleká hu Bauhinia sp. CSL 0 0 1 0 1 1 0 1 0 0
uli iye Trichilia mazanensis Macbride MEL 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli ·káile ·yáì Micropholis egensis (A.D.C) Pierre SPT 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
wálicõiáõláõ ·táwì Clathrotropis sp. LEG 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli áe·kwáõ ·yáì Virola elongata (Benth.) Warb./V. surinamensis (Rob.) Warburg MYS 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ we·káo ·yáì Coussapoa sp. CEC 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ ·weõleõweõleõ ·yáì MOR sp. 1 MOR 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kwái·le ·táwì ·yáì Talisia sp. SAP 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Sloanea laxiflora Spruce ex Benth./S. opposifolia Spruce ex
háõliõ ·táwáte ·yáì Benth. ELC 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
le·õ káõláõ hele Piper reticulatum L. PIP 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0
·tìõ·tìõbo ·yáì Apeiba intermedia Uitt./Apeiba tibourbou Aublet TIL 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
wáõiyoõ ·wáeká ·yáì Rollinia sp. ANN 1 1 0 0 1 1 1 1 0 0
bulõ i hiõ Socratea exorrhiza (Mart.) Wendl. ARE 1 1 0 0 1 1 0 1 0 1
ilõ eb
õ á ·yáì Myrcia sp. MRT 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli báõliy õ o ·yáì Brosimum alicastrum Sw. MOR 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ iye ·yáì Trichilia brachystachya Kl. MEL 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
weyá ·yáì Hirtella sp. CHB 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·welõ ew õ elõ eõ ·yáì Brownea coccinea Jacq. CSL 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·káõyelõ á ·yáì Pouteria aff. venosa (Martius) Baehni SPT 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
áwáká ·yáì Gustavia aff. poeppigiana Berg. LCY 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Faramea occidentalis (L.) A. Rich. subsp. occidentalis var.
·kábule ·yáì meridionalis Steyerm. RUB 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
báõu ·yáì Protium crenatum Sandwith BRS 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
· cá
Ë bo/·cá
Ë bolá ·yáì Clathrotropis sp. LEG 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
·kwáõ·keyábo ·yáì EUP sp. 1 EUP 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli áe·kwá ·yáì Iryanthera juruensis Warb. MYS 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ wáõiyoõ ·yáì Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbr. MOR 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kwái·le ·táwì ·yáì Licania sp. 1 CHB 1 1 0 1 1 1 0 1 0 0
báliyeká ·táwì ·yáì Raputia aromatica Aublet RUT 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
wáõlek õ oõ ·yáì Chrysophylum sp. SAP 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
·wáõ ibuhu BIG sp. 1 BIG 0 0 1 0 1 1 0 1 0 0
uli holõ oõ ·yáì Lecithys sp. LCY 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
bálo/háõliõ we·tolo ·yáì Cecropia angulata I.W. Bailey/Cecropia peltata L. CEC 0 1 0 0 0 0 1 1 0 0
hebe luwe ·yáì Inga sp. 3 MIM 1 1 1 0 1 1 0 1 0 0
uli·tìõ·tìõbo ·yáì Apeiba schomburgkii Szyszyl. TIL 0 1 0 0 0 0 1 1 0 0
ili luwe·yáì Inga sp. 4 MIM 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõl/ileká ·wáeká ·yáì Guazuma sp. STR 1 1 0 0 1 1 1 1 0 0
uli uluku ·yáì LAU sp. 1 LAU 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·káwìle ·yáì Erisma uncinatum Ward. VOC 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
weyo ·táwì CHB sp. 1 CHB 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
wáõiyoõ wáõleb õ á ·yáì Helicostylis tomentosa (P. & E..) Macbride MOR 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kutile ·yáì ANN sp. 1 ANN 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
wá·likye ·yáì Ecclinusa guianensis Eyma SPT 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
tuw õ èõláõ ·yáì Warscewiczia sp. RUB 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
holowáká ·yáì Lindackeria sp. FLC 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ /co Ë áõláõwilõ iõ ·yáì Allophyllus sp. SPT 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
hetò eloli ·yáì Cordia sp. BOR 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·tolõ olõ áõ ·yáì Casearia sp. FLC 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·káwìkè ·yáì SAP sp. 1 SAP 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
bá ·yáì Bathysa sp. RUB 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
wáõiyowelotì ·yáì LEG sp. 1 LEG 0 0 0 0 1 1 0 1 0 1
·kwiwi ·yáì Caraipa sp. CLU 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·káõbáõyáõ ·táwì Luehea sp. TIL 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõlìõ ·yáì Urera caracasana (JACQ.) Griseb. URT 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0
bo·õ to luwe·yáì Inga sp. 5 MIM 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
tuwìli ·yáì Mabea sp. EUP 0 1 0 0 1 1 0 1 1 0
lìõ luwe ·yáì Inga sp. 6 MIM 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
coË ·ti·õ tiõ ·yáì Iryanthera sp. MYS 0 1 1 0 1 1 0 1 0 1
báõlo uluku ·yáì Ocotea sp. LAU 1 1 0 0 1 0 0 1 0 0
co Ë ·láliwekõ ì ·yáì Duguetia sp. ANN 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli wáõiyoõ ·yáì Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbr. MOR 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
ábáluweká ·yáì Agonandra sp. OPI 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0
olábo ·yáì Bathysa bathysoides (Steyerm.) Delprete RUB 0 0 0 0 1 1 0 1 0 1
uli báõu ·yáì Protium opacum Swart. BRS 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
cá
Ë bo iye ·yáì Trichilia inaequilatera Penn. MEL 0 1 1 0 1 1 0 1 0 0
44 87 5 1 89 90 13 95 2 6
88.7 90.8 96.9
% 44.90 8 5.10 1.02 2 91.84 13.27 4 2.04 6.12
500
Nombre Ho Nombre Latín Flia Cg Cs Cn U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
háõlõi telelá hu Coussapoa sp. CEC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
tuõwèõlá ·táwì Cybianthus sp. MRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõ ·lute ·yáì Dacryodes peruviana (Lors.) Lam. BRS 1 2 2 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ ·lute ·yáì Dacryodes sp. 1 BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli ·lute ·yáì Dacryodes sp. 2 BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·wáõ hu Dipteryx sp. FAB 2 2 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kutile ·yáì Duguetia sp. ANN 1 1 1 0 0 0 0 1 1 1 1 0 0
háõliõ ·tote ·yáì ELC sp. 1 ELC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kábule ·yáì Erisma sp. VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli káwìle ·yáì Erisma sp. VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli hoõloõ ·yáì Eschweilera sp. LCY 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
tuwìli ·yáì Especie no determinada 1 1 70 70 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kwáõ·keyábo ·yáì Especie no determinada 10 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ tuõwèõláõ ·yáì Especie no determinada 11 1 2 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõlõi li·lo ·yáì Especie no determinada 12 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõ ·wòli ·yáì Especie no determinada 13 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
tuõwèõloõ ·yáì Especie no determinada 15 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ /wáõiyoõ báliyeká ·yáì Especie no determinada 2 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
i·cËeká helá ·yáì Especie no determinada 3 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
helá ·yáì Especie no determinada 4 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ ·táwìáte ·yáì Especie no determinada 6 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·ko·ko Especie no determinada 9 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ tuwìli ·yáì EUP sp. 1 EUP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli telelá hu Ficus sp. MOR 1 2 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli báõláõtáiku ·yáì Guarea sp. MEL 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli/ wáõiyoõ ·wáeká ·yáì Guazuma sp. STR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
wáõiyoõ wáõleõbá ·yáì Helicostylis sp. MOR 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
álikwete luwe·yáì Inga bourgoni (Aublet) D.C. MIM 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
ili luwe·yáì Inga sp. 3 MIM 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ luwe ·yáì Inga sp. 2 MIM 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
boõlo·ko luwe ·yáì Inga sp. 1 MIM 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 0
boõlo·ko luwe ·yáì/ boõlo·ko táwì Inga sp. 1 MIM 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
cËo iye ·yáì Iryanthera sp. 2 MYS 2 2 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ holowáká ·yáì Laetia procera (Poepp.) Eichler FLC 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 0 0 1
háõlõi holowáká i·cËeká ·yáì Laetia procera (Poepp.) Eichler FLC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
wáõiyoõ toõtoõ ·yáì LCY sp. 1 LCY 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
bá·tu hoõloõ ·yáì Lecithys sp. LCY 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia Cg Cs Cn U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
wewelo ·háì LEG sp. 1 LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
wáõiwáiloõ ·yáì LEG sp. 1 LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli wáõ ·yáì LEG sp. 2 LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kwiõyo ·yáì LEG sp. 3 LEG 1 70 2 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
wáõiyoõ ·táile ·yáì LEG sp. 4 LEG 1 5 3 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
wáõiyoõ yowálá ·yáì Licania aff. cruegeriana Urban CHB 1 1 70 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõlõi uluku ·yáì Licania sp. 1 CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
áiye holowáká ·yáì Lindackeria paludosa (Benth.) Gilg. FLC 1 2 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli lotáõu ·yáì Lindackeria sp. FLC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·káõbáõyáõ ·táwì Luehea sp. TIL 1 1 1 0 1 0 1 1 1 0 1 0 0
uli tuwìli ·yáì Mabea sp. 1 EUP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõlõi·kálileõláõbukè ·yáì Mabea sp. 2 EUP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kálileõláõbukè ·yáì Mabea sp. 2 EUP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli ·káile ·yáì Manilkara sp. SPT 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõlõi ·toõloõláõ ·yáì Matayba sp. SAP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ /wáõiyoõ iye ·yáì MEL sp. 4 MEL 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli ibuhu Mezia includens (Benth.) Cuatrec. MLP 2 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli iõliõyo ·yáì Miconia sp. MLS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·káõbáõyáõ kwè·táwì Micrandra siphonoides Bentham MOR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ ·káile ·yáì Micropholis sp. SAP 1 70 70 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli iõliõyo ·yáì MLS sp. 1 MLS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
holowáká ·yáì MOR sp. 4 MOR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli ·toõwèõko ·yáì MOR sp. 6 MOR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
· cáË bo·yáì MRT sp. 1 MRT 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·toõwèõko ·yáì MRT sp. 2 MRT 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli iláõbá ·yáì MYS sp. 2 MYS 1 1 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
báõláõ uluku ·yáì Ocotea schomburgkiana (Nees) Mez LAU 1 1 1 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0
háõliõ ·tìõkèwáká hele Odontonema sp. ACA 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ bá·te hõi Oenocarpus bacaba ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 1
lìõ bá·te hõi Oenocarpus bacaba ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 1
·tuwobeleõkeõkeõ ·yáì Parinari sp. CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kwáyobu·õ kelo ·táwì Parkia pendula LEG 1 1 1 1 1 0 1 1 1 0 1 0 1
Phenakospermun guyannense (L.C.
·káõláõwá·wá·wá Rich.) Endl. ex Miq. SRZ 1 1 1 1 1 0 0 1 0 1 1 0 0
tuõwèõlo ibuhu Pinzona coriacea Mart. & Zucc. DLL 1 1 1 0 1 1 0 0 0 0 1 0 0
wáõiyoõ /áiye ·kwete we·káo ·yáì Porouma sp. 3 CEC 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 1
háõliõ we·káo ·yáì Pourouma sp. 1 CEC 1 1 1 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia Cg Cs Cn U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
uli we·káo ·yáì Pourouma sp. 2 CEC 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli we·káo ·yáì Pourouma sp. 1 CEC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kwáiyo ibuhu Prionostemma sp. HCS 1 1 1 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0
áwelá báõlu·yáì Protium aracouchini (Aubl.) March. BRS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 1
uli báõu ·yáì Protium crassipetalum Cuatrec. BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ báõu ·yáì Protium crassipetalum Cuatrec. BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lu·te ·yáì Protium crassipetalum Cuatrec. BRS 1 3 2 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ táwáte ·yáì Protium sagotianum Marchand BRS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ boõko ·yáì Protium sp. 3 BRS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõlõi wáõiyoõ ·yáì Pseudolmedia laevigata Tréc. MOR 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 0
wáõiyoõ ·yáì Pseuldolmedia sp. 3 MOR 2 2 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli wáõiyoõ ·yáì Pseuldomedia sp. 2 MOR 1 2 2 1 1 0 0 1 0 0 1 0 0
cËo lábì ·yáì Qualea sp. 2 VOC 1 1 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
báliyeká ·táwì ·yáì Raputia sp. RUT 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Rinorea pubiflora (Benth.) Sprague &
·tuõliweõtì hele Sandw. var. pubiflora VIO 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ báliyeká ·yáì RUT sp. 1 RUT 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
i·cõe·ká áõláõwiõliõ ·yáì Sclerolobium sp. CSL 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ ·táwáte ·yáì Sloanea laxiflora Spruce ex Bentham ELC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõlõi /i·cËeká ·táwáte ·yáì Sloanea laxiflora Spruce ex Bentham ELC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli ·táwáte ·yáì Sloanea sp. 2 ELC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
· cáË bo ·ti·õ tiõ ·yáì Sloanea sp. 3 ELC 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ ·táwáte ·yáì Sloanea sp. 1 ELC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
buõli hiõ Socratea exorrhiza (Mart.) H. Wendl ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 0 0 1
cËo bo·õ we ·yáì Spondias mombin L. ANA 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
uli bo·õ we ·yáì Spondias sp. ANA 1 1 1 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0
cËo ·táwì SPT sp. 3 SPT 69 69 69 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kwáyo ·táwì SPT sp. 4 SPT 1 2 2 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
uli tuõwèõlo ·táwì hele SPT sp. 5 SPT 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
yeluweká ·káile SPT sp. 6 SPT 2 1 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ lo·kwe ·yáì Sterculia sp. STR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
uli lo·kwe ·yáì STR sp. 2 STR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
cËo tuõwèõláõ ·yáì Styrax sp. STY 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
i·cõe·ká báõliõyo ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli/i·cõe·ká báõliõyo ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kwái·le ·táwì ·yáì Talisia sp. SAP 1 1 1 1 1 0 1 1 1 0 1 0 0
lìõ bi·õ li·li ·yáì Tephrosia sp. FAB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 1
Nombre Ho Nombre Latín Flia Cg Cs Cn U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
i·cõe·ká /háõli·õ tuõbiõlu ·yáì Terminalia sp. CMB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
bo·õ wáilo ·yáì Toulicia sp. SAP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli iye Trichilia sp. 2 MEL 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli iye Trichilia sp. 1 MEL 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli áe·kwáõ ·yáì Virola elongata (Bentham) Warburg MYS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli áe·kwáõ ·yáì Virola sp. 3 MYS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
bálõáõkáõ hele Virola sp. 1 MYS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lábì ·yáì VOC sp. 1 VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
cËo lábì ·yáì/wáõiyoõ lábì ·yáì Vochysia surinamensis Staflew VOC 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
37 126 1 3 140 127 9 140 0 14
88.1 88.8
25.87 1 0.70 2.10 97.90 1 6.29 97.90 0.00 9.79
504
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
·kábì luwe Abarema tupunba (Willd.) Britt. & Killip. var.
·yáì trapezifolia (Vahl) Barn. & Grim. MIM 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·yáì ·tìõkèwáká
·yáì
hetò ·tìõkèwáká Brosimum sp./B. guianense (Aubl.) Huber/B. MOR/LCY/
·yáì lactescesn (S. Moore) C. C. Berg/Lecithys sp. CHB 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ ·kwiõyo
·yáì BRS sp. 1 BRS 1 1 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
yowálá ·yáì Byrsonima sp. MLP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli yowálá
·yáì Byrsonima sp. MLP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli ·kubá Calophyllum brasiliensis CLU 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 1 0
háõli ·kábule
·yáì Caraipa sp./Erisma sp. CLU/VOC 1 3 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõ ·káwále ·yáì Caryocar microcarpum Ducke CCR 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli ·káwále
·yáì ili Caryocar sp. 1 CCR 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
herò ·káwále
·yáì Caryocar sp. 2 CCR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
hetò báliyeká
·yáì Casearia mariquitensis HBK FLC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli ·tábáli Ceiba sp. 2 BOM 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0 1
toto ·tábáli
·yáì Ceiba sp. 1 BOM 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
liõboõ ·tábáli Ceiba sp. 2 BOM 1 69 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
cËo ·kwáõ ·táwì CHB sp. 1 CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Chrysophyllum argenteum Jacq. subsp. auratum
wáõleõkoõ ·yáì (Miq.) Penn. SPT 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ wálikielá
·táwì Clathrotropis sp. FAB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli ·kálibèõle
·yáì Couma macrocarpa Barbosa Rodríguez APO 1 2 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1
hetò iõleõbá ·yáì Coussarea sp. RUB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
báõláõláõ ·yáì Dipteryx sp. FAB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
wá·likye ·yáì Ecclinusa sp. SPT 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kwáyo oõleõká Enterolobium schomburgkii Bentham/aff.
toto ·yáì Adenanthera peregrina (L.) Sperg. MIM 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
wáekyálá Erythoxylum amazonicum Peyr. ERX 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
·kábì luwe Abarema tupunba (Willd.) Britt. & Killip. var.
·yáì trapezifolia (Vahl) Barn. & Grim. MIM 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·táwì
lìõ/hetò hoõloõ
·yáì Eschweilera aff. tenvifolia (Berg) Miers LCY 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
Eschweilera parvifolia Mart. ex A.P.D.C./Lecithys
hetò hoõloõ ·yáì sp./Brosimum lactescesn (S. Moore) C. C. Berg LCY/MOR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
báõiláõ ·táwì Especie no determinada 1 1 3 3 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli bá Especie no determinada 4 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0
·wá·wì hiõ Euterpe precatoria var. precatoria ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 0
uli telelá hu Ficus aff. velutina Willd. MOR 1 2 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
· cáË to·kutile
·yáì Guatteria aff. foliosa Benth./'Duguetia sp. ANN 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
uli uluku ·yáì Heisteria sp. OLC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 1 0
wáõiyoõ wáõleõbá Helicostylis sp./H. tomentosa (Poepp. & Endlicher)
·yáì Macbride MOR 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõ ·toõkoõloõ ·yáì Himatanthus articulatus (Vahl) Woods. APO 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ weyá ·yáì Hirtella bullata Bentham CHB 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
weyá ·yáì Hirtella elongata Mart. & Zucc. CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli luwe·yáì Inga sp. 2 MIM 1 2 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
bo·õ to luwe
·yáì Inga sp. 1 MIM 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
luwe ·yáì Inga sp. 3 MIM 1 1 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
báõláõ ·yáì Iryanthera hostmannii (Benth.) Warb. MYS 1 1 1 0 1 1 0 1 1 0 1 0 0
báliyeká ·yáì Ladenbergia amazonensis Ducke RUB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõ ·káwìle ·yáì Landebergia amazonensis Ducke RUB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ hoõloõ ·yáì Lecithys sp. 2//Ouratea castaneaefolia (DC.) Engler LCY/OCH 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
cËo ·kwiõyo ·yáì LEG sp. 1 LEG 1 69 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
i·cõe·ká /bû
·táwì LEG sp. 3 LEG 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 1
lìõ ·kwiõyo ·yáì LEG sp. 4 LEG 1 69 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kwiõyo ·yáì LEG sp. 4 LEG 1 69 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
yewo ibuhu Dioclea malacocarpa Ducke LEG 2 2 2 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0
tuõwèõlo ·táwì Licania aff. canegeriana Urban CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kwái·le ·táwì Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.)
·yáì Prance/Brosimum guianense (Aubl.) Huber CHB/MOR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.) CHB/VOC/
i·cËeká ·táwì Prance/Qualea paraensis Ducke/Myrcia sp. MRT/RUB 70 70 70 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
·kábì luwe Abarema tupunba (Willd.) Britt. & Killip. var.
·yáì trapezifolia (Vahl) Barn. & Grim. MIM 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ báliyeká
·yáì Lindackeria paludosa (Benth.) Gilg. FLC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Maccolodium sp.//Vochysia vismiifolia Spruce ex
Warm./Qualea paraensis (Ducke)/Erythroxilum sp. CSL/VOC/
cËo táwì /Coccoloba dugandiana Fernández ERX/PLG 69 69 69 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli bá ibuhu Machaerium kegelii Meisner FAB 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0
iye·telá ibuhu Machaerium madeirense Pittier FAB 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0
uli ·káile ·yáì Manilkara sp. SPT 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõ ·toõloõláõ ·yáì Matayba sp. 2 SAP 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli ·toõloõláõ
·yáì Matayba sp. 1/Matayba arborescens (Aubl.) Radlk. SAP 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
iõleõbá ·yáì MEL sp. 1 MEL 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ iõliõyo ·yáì Miconia sp. 1/Miconia holosericea (L.) A. DC. MLS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
SAP/MOR/
uli ·tìõ·tìõ ·yáì Micropholis sp. SPT 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
toto ·yáì MOR sp. 1 MOR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·tuõluõwete ·yáì MRT sp. 3 MRT 1 2 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli iõleõbá/hetò Myrcia aff. inaequiloba (DC.) Legrand/Licania apetala
iõleõbá ·yáì (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.) Prance MRT/CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·toõwèõko ·yáì MYS sp. 1 MYS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ bá·te hõi Oenocarpus bacaba ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 1
·cËieõko ·táwì
·yáì Ouratea castaneaefolia (DC.) Engler OCH 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·tuwobeleõkeõkeõ
·yáì Parinari sp.` CHB 1 69 69 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
i·cËeká hu Peritassa sp. HPC 73 73 73 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0
·káõláõwá Phenakospermun guianense (L.C. Rich.) Endl. ex
·wá·wá Miq. SRZ 1 1 1 1 1 1 0 1 0 1 0 0 0
·kwáõtì/háõliõ
we·káo ·yáì Pourouma guianensis Aublet subsp. guianensis CEC 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
uli we·káo ·yáì Pourouma sp. CEC 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli báõlu ·yáì Protium sp. 1 BRS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
hetò báõu ·yáì Protium sp. 3 BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ báõu ·yáì Protium sp. 2 BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli báõu ·yáì Protium sp. 4/P. aff. heptaphyllum (Aubl.) March. BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli lìõ báõu ·yáì Protium sp./P. heptaphyllum (Aubl.) Marchand BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
·kábì luwe Abarema tupunba (Willd.) Britt. & Killip. var.
·yáì trapezifolia (Vahl) Barn. & Grim. MIM 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ wáõiyoõ
·táwì ·yáì Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride MOR 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·te·õ teõwáõláõ ·yáì Psidium sp. MRT 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
káwìle ·yáì Qualea paraensis Ducke VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli káwìle ·yáì Qualea paraensis Ducke/Erisma uncinatum Warm. VOC 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
hetálá ·wá·wá Qualea sp. 2 VOC 1 69 69 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
hebá ·yáì Qualea sp. 1 VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli lábì ·yáì Qualea sp. 4/Qualea paraensis Ducke VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
· cáË bo·yáì
·táwì Raputia sp. RUT 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·tuõluõwete ·yáì RUT sp. 1 RUT 1 2 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
hetò ·tuõluõwete
·yáì RUT sp. 1 RUT 1 1 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõ á·tikwèõ ·yáì SAP sp. 1 SAP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·káwìkè ·yáì SAP sp. 1 SAP 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·toõloõláõ ·yáì SAP sp. 2 SAP 1 70 70 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõ lotáõu ·yáì Sloanea sp. ELC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli lotáõu ·yáì Sloanea sp. ELC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
buõli hiõ Socratea exorrhiza (Mart.) H. Wendl ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 1
bo·õ we ·yáì Spondias mombin L. ANA 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
háõlõi lo·kwe
·yáì Sterculia sp./Sterculia pruriens (Aubl.) Schum. STR 1 1 1 0 1 0 0 0 1 1 1 0 0
bá ·yáì STR sp. 1 STR 1 1 2 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
·kwáli·kwáli
·yáì Swartzia sp./Swartzia grandifolia Bong. ex Benth. CSL 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõ báõliõyo ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
i·cõe·ká báõliõyo
·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
báõliõyo ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG 1 2 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli báõliõyo ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG 1 2 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ báõliõyo ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõ/ háõliõ bo·õ we
·yáì Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Herend CSL 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
· cá Ë bo·toõloõláõ
·yáì Tapirira guianensis Aublet ANA 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
·kábì luwe Abarema tupunba (Willd.) Britt. & Killip. var.
·yáì trapezifolia (Vahl) Barn. & Grim. MIM 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõ ·tuõbiõlu ·yáì Terminalia amazonia (Gmel) Exell CMB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõliõ ·tuõbiõlu
·yáì Terminalia sp. CMB 1 1 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
cËo ·tìõ·tìõbo ·yáì TIL sp. 1 TIL 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
· cáË bo iláõbá
·yáì Tocoyena sp. RUB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli báõlu ·yáì Trattinnickia sp./T. burserifolia Mart. BRS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 1
Trattinnickia sp./T. lawrancei Standl. ex Swart var.
lìõ báõlu ·yáì boliviana Swart. BRS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 1
hetò/báõbáu iye
·táwì ·yáì Trichilia mazanensis Macbride MEL 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Trichilia mazanensis Macbride/T. inaequilatera
hetò iye Penn./Casearia mariquitensis HBK MEL/FLC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
· cá Ë bo iye ·yáì Trichilia sp. MEL 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõlõi áe·kwáõ
·yáì Virola sp./Virola elongata (Benth.) Warb. MYS 1 1 1 0 1 1 0 1 1 0 1 0 0
cËo lábì ·yáì VOC sp. 1 VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
hebá ·yáì VOC sp. 5 VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõ lábì/uli lábì
·yáì Vochysia sp./Qualea paraensis Ducke VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lábì ·yáì Voshysia ferruginea Martius VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
VOC/MOR/
háõliõ tìõ·tìõ ·yáì Voshysia sp. APO 1 1 1 0 1 1 0 1 1 0 1 0 1
33 123 5 0 118 118 6 129 2 10
25 93.2 3.8 0 89.4 89.4 4.5 97.7 1.5 7.58
509
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
·tìõ·tìõbo ·yáì Apeiba sp./Apeiba schomburgkii Szyszyl. TIL 1 1 1 0 1 0 0 0 0 1 1 0 0
áwá·to hiõ Attalea macrolepis ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 1
ulu Attalea maripa (Aubl.) Mart. ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 0 0 1
·tábáli ·yáì BOM sp. 1 BOM 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0
Brownea sp./Brownea coccinea Jacq.
·weõleõweõleõ ·yáì subsp. capitella (Jacq.) Velázq. & Agostini CSL 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
áõle ·táwì ·yáì BRS sp. 1 BRS 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
wáõiyoõ báõu ·yáì BRS sp. 2 BRS 1 5 7 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
beõ ·wilõ o ·yáì Byrsonima sp. MLP 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·kwiwi ·yáì Caraipa sp./Caraipa densifolia Mart. CLU 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 1
li·tu ·yáì Cedrela sp./Cedrela odorata L. MEL 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 1 1 1
·wáõlekõ oõ ·yáì CHB sp. 1 CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
wálikielá ·táwì Clathrotropis sp. FAB 1 2 1 0 1 0 1 0 1 0 1 0 0
wáõlilõ áõ ·yáì ·táwì Clathrotropis sp. FAB 1 2 1 0 1 0 1 0 1 0 1 0 0
Clathrotropis sp./Clathrotropis macrocarpa
·le·te ·yáì Ducke FAB 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·tikiwili ·yáì CLU sp. 1 CLU 1 1 1 0 1 1 0 0 0 0 1 0 0
láõláõká ·yáì Clusia sp. 1 CLU 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
háõli telelá ·yáì Clusia sp. 2 CLU 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·toba·yáì Coccoloba fallax Lindau PLG 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
eloli ·yáì Cordia sp. BOR 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
Crepidospermum rhoifolium (Benth) Tr. &
yuweká báõu ·yáì Pl. BRS 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·wiõleõ ·yáì ·táwì Crepidospermum sp. BRS 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 1
· cáË boáõláõwiõliõ ·yáìCSL sp. 1 CSL 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
·kuli kuli ·yáì Curatella americana L. DLL 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
áõbiyõ eõ ·táwì Diospyros vestita Benoist EBN 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·wáõi ·yáì Dipteryx sp. FAB 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·káliwekõ ì ·yáì Duguetia calycina Benoist. ANN 1 1 1 1 1 1 0 1 1 0 1 0 0
wá·likye ·yáì Ecclinusa sp./Ecclinusa guianensis Eyma MOR/SPT 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
coË lábì ·yáì Erisma sp./Qualea sp. VOC 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
háõli holõ oõ ·yáì Eschweilera sp./Lecythis sp. LCY 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
co Ë áõláõwilõ iõ ·yáì Especie no determinada 11 1 1 1 0 1 0 0
·wáõle·te hu Especie no determinada 2 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
uli ·kwáyo·yáì Especie no determinada 3 1 1 1 0 1 0 0
háõliõ i·kulu ·yáì Especie no determinada 4 1 1 1 0 1 0 0
kìbòõlòkòtì ·táwì
·yáì Especie no determinada 5 1 1 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
i·kulu ·yáì Especie no determinada 6 1 1 1 0 1 0 0
iye·telá ibuhu Especie no determinada 7 1 1 1 0 1 0 0
háõli ·kwáõ·keyábo
·yáì Especie no determinada 8 1 1 1 0 1 0 0
·kule·kuli ·táwì Especie no determinada 9 1 1 1 0 1 0 0
·wá·wì hiõ Euterpe precatoria Mart. ARE 1 1 1 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0
háõliõ telelá hu Ficus sp. MOR 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0
báõláõtáiku ·yáì Guarea sp./Guarea guidonia (L.) Sleumer MEL 1 1 1 0 1 1 0 0 1 0 1 0 0
· cá
Ë tì ·kutile ·yáì Guatteria sp. ANN//MRT 1 1 1 0 1 0 0 0 1 1 1 0 0
·táõwe ·yáì GUT sp. 1 GUT 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
Himatanthus sp./Himatanthus articulatus
·toõkoõloõ ·yáì (Vahl) Woods. APO 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
Hirtella sp./Hirtella davisii
Sandwith/Hirtella glandulosa
weyá ·yáì Spreng./Actinostemon sp. CHB//EUP 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
báõyekáõloõ luwe ·yáì Inga bourgoni (Aublet) MIM 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
áe luwe ·yáì Inga sp. 1 MIM 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
ili luwe ·yáì Inga sp. 2 MIM 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
Iryanthera sp./Iryanthera hostmannii
báõlo ·táwì ·yáì (Benth.) Warb. MYS 1 1 1 0 1 1 0 0 1 0 1 0 0
Iryanthera sp./Iryanthera juruensis
háõli iye ·yáì Warburg MYS 1 1 1 1 1 1 0 0 1 0 1 0 0
Isertia aff. parviflora Vahl//Raputia
·kule·tìlìáte ·yáì sp./Raputia aromatica Aublet RUB//RUT 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
uli uluku ·yáì LAU sp. 1 LAU 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0
bá·tu/·tuèõbe hoõloõ
·yáì Lecythis corrugata Poiteau LCY 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
álebá ibuhu LEG sp. 1 LEG 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0
háõli ·wáliõ ·yáì LEG sp. 2 LEG 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
háõliõ ·wáli ·yáì LEG sp. 2 LEG 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
·kwiyo ·yáì LEG sp. 3 LEG 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 1
háõli ·wá ·yáì LEG sp. 4 LEG 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
bo·õ to oõleõi·ká tito
·yáì LEG sp. 6 LEG 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
·kwái·le ·táwì ·yáì Licania sp./Bathysa sp. CHB//RUB 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·tuwobeleõkeõkeõ Licania sp./Parinari sp./Parinari excelsa
·yáì Sabine CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
EUP//FLC//
i·cËeká ·táwì Mabea sp.//Casearia aff. sylvestris Sw. MOR//MRT 70 70 70 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
háõliõ ·toõloõláõ ·yáì Matayba arborescens Aublet SAP 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
á·tikwèõ ·yáì Matayba sp. 1 SAP 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
uli ·toõloõláõ ·yáì Matayba sp. 2 SAP 1 2 2 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
áu·tuõleõkoõ ·yáì MLP sp. 1 MLP 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
iõliõyo ·yáì MLS sp. 1/POA sp. 1 MLS//POA 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
áiyáiyáite·ká ·yáì MOR sp. 1 MOR 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
háõli wáõiyoõ ·yáì MOR sp. 5 MOR 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 0
háõliõ i·cËeká ·táwì MRT sp. 1 MRT 70 70 70 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·kwiyele ·yáì MRT sp. 2 MRT 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
háõli ábáluweká
·yáì OPI sp. 1 OPI 2 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
·cËieõko ·táwì ·yáì Ouratea sp. OCH 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
Ouratea sp./Ouratea aff. polyantha (Tr. &
·cËieõko ·táwì ·yáì Pl.) Engler OCH 1 1 1 0 1 0 1 1 1 0 1 0 0
lìõ ·leõbáõle ·yáì Parinari sp. 2 CHB 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·leõbáõle ·yáì Parinari sp. 2/Parinari excelsa Sabine CHB 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
Phenakospermun guianense (L.C. Rich.)
·káõláõwá ·wá·wá Endl. ex Miq. SRZ 1 1 1 1 1 1 0 1 0 1 0 0 0
Piptocoma schomburgkii (Sch. Bip.)
Pruski//Casearia sylvestris Sw. var. AST/FLC//M
háõliõ iõliõyo ·yáì sylvestris LP 2 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
Pouteria sp./Pouteria caimilo (R. & P.)
tuõwèõláõ ·yáì Radlkofer SPT 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Protium aff. tenvifolium (Engler)
háõliõ báõu ·yáì Engler//Talisia sp. BRS//SPT 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
boõko ·yáì ·táwì Protium heptaphyllum (Aubl.) March. BRS 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 1
háõlõi boõko ·yáì Protium heptaphyllum (Aubl.) March. BRS 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 1
·tuwèto ·yáì Protium sp. 3 BRS 2 2 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
Protium sp. 4/Protium tenvifolium (Engler)
uli báõu ·yáì Engler ANA/BRS 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
Protium sp. 5/Tetragastris sp./Tetragastris
yewi báõu ·yáì altissima (Aubl.) Swart BRS 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 1
Protium unifoliolatum/Ocotea BRS//LAU//
háõliõ uluku ·yáì sp..//Vochysia sp. MOR//VOC 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
áu ·kubá ·yáì PRT sp. 1 PRT 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 1 0
báõliõyo ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
áõláõwiõliõ ·yáì Raputia aromatica Aublet RUT 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
áiye báliyeká ·yáì Raputia aromatica Aublet RUT 2 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
·tuõliweõtì hele Rinorea sp. VIO 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
wáõiyoõ ·wáeká ·yáì Rollinia sp. ANN 1 1 1 1 1 0 0 0 1 1 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
·wiõlo ·yáì Roupala montana Aublet PRT 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
báliyeká ·yáì RUB sp. 1 RUB 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
uli bá ·yáì RUT sp. 1 RUT 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
·káõyeõlá ·yáì SAP sp. 2 SAP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Schefflera morototon (Aublet) Maguire,
báluõleõ ·yáì Steyerm. & Frodin ARL 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
áláõbo áõláõwiõliõ ·yáì Sclerolobium sp. CSL 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
uli bá hu Smilax sp. SML 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
buõli hiõ Socratea exorrhiza (Mart.) H. Wendl ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 1
·káile ·yáì SPT sp. 1 SPT 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
háõli ·káile ·yáì SPT sp. 1 SPT 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
háõlõi lo·kwe ·yáì STR sp. 1 STR 1 1 1 0 1 0 0 0 0 1 1 0 0
uli lo·kwe ·yáì STR sp. 2 STR 1 1 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 0
Tachigali sp./Tachigali guianense (Benth)
bo·õ we ·yáì Zarucc. CSL 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·wòli iku
u·kwá·toko ·yáì Tapirira guianensis Aublet ANA 1 1 1 1 1 0 1 0 1 0 1 0 0
háõli ·tuõbiõlu ·yáì Terminalia sp. CMB 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
Terminalia sp./Terminalia amazonia
·tuõbiõlu ·yáì (Gmel) Exell CMB 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
bo·õ wáilo ·yáì Toulicia sp./Toulicia guianensis Aublet SPT 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
áte holowáká iye
yáì Trichilia sp. MEL 1 1 1 1 1 1 0 1 1 0 1 0 0
álikwete bá hu Uncaria tomentosa (Willd.) DC. RUB 1 1 1 0 0 1 0 0 0 0 1 0 0
háõli áe·kwáõ ·yáì Virola sp./Virola sebifera Aubl. MYS 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
lábì ·yáì Vochysia glaberrima Warm. VOC 2 6 2 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
háõliõ bi·õ li·l ·yáì Xylopia sp. ANN 1 1 1 0 1 0 0 0 1 1 1 0 0
Xylopia sp.//Dilodendron bipinnatum
bi·õ li·li/we·we Radlk. ANN//SAP 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1
31 91 8 4 24 103 9 118 2 11
25.4 74.6 6.56 3.28 19.7 84.4 7.38 96.7 1.64 9.02
514
3. Iguana
4. Kayamá
5. Attalea maripa 6. 7. Trattinnickia
lawrancei Tachigali
guianense Meliponinae
Oenocarpus bacaba /Rhynchophorus
palmarum
8. 9. 10.
11. Norantea guianensis
Gossypium barbadense
13. Arthrostylidium
schomburgkii
17.Agouti paca