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Reconocer elementos fantasticos A continuacién aparecen un cuento breve y varios parrafos tomados de diferentes cuentos. Leelos y buscé en ellos los elementos fantasticos, Anoté en cada recuadro los elementos que encontraste y explica Por qué son fantésticos. Final para un cuento fantastico ‘Qué extrano —dijo la muchacha, avanzando con cautela—. Qué puerta més pesada! —ta tocd, mientras hablaba, y se cerré stibitamente, con un golpe. —iDios mfo! —dijo el hombre—. Me parece que no tiene pi- caporte det lado de adentro. Nos ha encerrado a los dos! \ —A los dos, no. A uno solo —dijo la muchacha. Pas6 a través de la puerta y desaparecto, |LA Ireland, "Vistations’ en Borges, .L, Ocampo, $.y Bioy Casares A Antologia de a Literatura Fantdstica. Buenos Aires, Sudamericana, 97) SESE -»Bnoch Conger, un viejo y solitario marino y pescador, decta que habia visto algo maravilloso esa no- ‘che. Habia sacado su barca hasta el Arrecife del Diablo, situado a mds de una milla de Innsmouth, yalli ha- bia echado su red. Si, habia sucudy muchos peces; pero en su red habia algo mds; algo que era una mujer y que, sin embargo, no lo era; algo que le hablaba como un ser humano, pero con el fono gutural de una rana y con el acompaamiento de una mmiisica aflautada como la que, en los meses de primavera, se oye en los pantanos; digo que tenia una gran incisi6n, profunda yan- cha, en lugar de una boca, pero una infinita dulzura en sus ojos; algo que levaba, bajo el pelo largo que cata de su cabeza. hendiduras como agallas: algo que le rogaha y le suplicaba para que le dejara volver a los fondos del ‘mar; algo que le prometié, a cambio, su propia vida si alguna vez la necesitaba. Una sirena —dijo uno con una risotada. —No era una sirena —dijo Enoch Conger H.P Lovecraft, “El pescador del Cabo del Haleén’ en La sombra fuera del espacio. Biblioteca Pagina 12,N° 8 8 LENGUA 7 EGE NARRAR LO FANTASTICO PARTE {6 Aiqu Grupo Ban $A. Pobibid ures, (© Age Grape tor $8. Poids proach. Estaba de pie bajo la ducha, Me di un susto tremendo ‘cuando sentisu viscosa presencia deslizandose entre mis piernas enjabonadas. A la altura de los tobillos. Atiné a aferrarme de la Mave del agua; si no, me desnuco contra el borde de la hanera. Permanect inmévil bajo el chorro tibio. ¥lo vi nitidamente —— ‘ruanda se produjo.un claro on la superficie eepumosa. jUn co- codrilo! Joaquin Gmer Bas, "El coco’, en $6 cuentos argentinos con humor. Buenos Aires, Plus Ulsra, 1999. Nadie sabe cudnto duré la fama de la Mulata, Lo que st se asegura es que un dia, de la villa de Cér- doha fue lewada prosa a las sombrias cérceles del Tribunal de la Inquisicién, en la ciudad de México, acu- sada de brujerta y satanismo. La mahana del dia on que iba a ser ejecutada, el carcelero entré en el valabozo de la Mulata y se que. d6 sorprendido al contemplar en una de las paredes de la celda el casco de un barco dibujado con carbén por la hechicera, quien sonriendo te pregunté: —2Qué le falta a mi navio? (..) —Desaichada mujer —respondié el carcelero — iEs perfecto! —Pues si vuestra merced lo quiere, si en ello se empena, navegard, y muy lejos. —2Como? : A ver? —Ast —aljo la Mulata y, ligera como el viento, salt6 al barco; éste, despacio al principio y después ré- ido va toda vela, desaparecié con la hermosa mujer por una de los rinconer del calabozo, Elcarcelero se quedé inmévil con los ojos salidos de sus érbitas los cabellos de punta y la boca abierta. ) ;A este barco lo tinico que le falta es que navegue! Version de Francisco Serrano, La mulata de Cordoba’ (leyenda mexicana), ‘en Cuentos de espanto y apariciones. San Pablo, Coedicién Latinoamericana, 1984, PARTE NARRAR LO FANTASTICO LENGUA 7 ECB 3

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