You are on page 1of 258
Sociologia aa eee Ga nao5 BEARS Tabi 210 ) BENS (ak MSR OG Ae) €p".G@aZ 22a OGA SBMA YA EVANS ely ® Sociologia 2 Serie CLA-DE-MA Se Theodor W. Adorno Introduccion ala sociologia ERM oc Re Roce CR TO Tome ce eee tec Plossl hg eds e RKP CMO a eRe Sen aataaccers tise c onan lel Coy Meret ceric Ones Cenc atnett tent ensrss tates Sn a eRe eect e MOP teeter gcc tasty dela sociologia. Las clases coincidieron con los acontecimientos en torno al mayo del CG Geman nen tae retain Senter yeti eM Ue LtR Reta R ms ose rs ols re LCR Meme at tstec es auC tic tel} Elec Cac mA ecg) awa era eRe ase ReMi EEC pragmitica, ya que sélo la teoria garantiza una posicién critica ante los pastor «Si me preguntan qué es realmente la sociologia, yo dirfa que debe ser tesa tony ete tner Co Reese tL MON ecto Rett td que esta comprensién sea critica y sepa medir lo que socialmente "es el caso" (...) con respecto a lo que la sociedad misma aspira a ser; asi se Rene tenteet est Rae EM Tenn on cee any cambio dela constitucién global dela sociedad.» En estas lecciones, Adorno muestra con gran madurez cmo hacerse cargo del limite entre la mera descripcién de lo dado y la posibilidad de Poslergobalmels eyes as aren meagan W eC Bieta aC Cee ace na acs se doctord con una investigacién sobre Husserl y obtuvo el grado de catedritico con un trabajo sobre Kierkegaard. Cofundador del Instituto Pete ete eco Cr Roce CS EL Oe Tras su vuelta a Alemania dirigié dicho instituto hasta su muerte en 1969. ul Bre) INTRODUCCION A LA SOCIOLOGIA. (1968) por Theodor W. Adorno Compilado por Christoph Gédde gedisa Tinto del original en ain: Ending die Silage 1 Satan rag Fane ame Main 1993 Trducn Eatd Rivers Liper Imagen de uber Linda Bleck ‘Primes ecn: 1996, Bareelom ‘Primer eimprein: 2000 Barcelona Derechos reservados pas oda ediciones en cal (Paral Gaia SA. Paseo Bonanon,9 1-1" (02 Barons (Espa) "Ta. 95 253.0908 Fax 93253 0905, Corre elesric: gedit com Ieper. com ISBN: 8474525668 Dept eal: B14 40412000 Iimpreo por: Canigat (Clow 31 Barcelona Iimpreso en Espa Prodi Spain ‘queda poi la teproducin tot parcial por culgie mato de (ei en forma sdénin,exeacads 9 modiada encase 0 ca ‘gue oto ima Obras de Theodor W. Adorno publicadas en espafiol Prisma. La ertica de a cultura a sociedad, Barcelons ‘Ail, 1982 ‘Notas de tertura Bardon, Ace, 1982, iaonancio. Made, Ral, 1965 Critica culture ssid. Baeeona, Are, 1968. Dispute det postmen la cela lemana,Barelons, ‘Grialo, 1972 iowa y superticlon, Mads, Annes, 1972 CConsignas. Buenas Aires, Amaro, 1878 iatdticenegtin. Madrid, Cuadernos pra ol loge, 1975, cine la miso. Madrid, Pundasenter, 281 cesta y progres Baresi, Tusquets, 1984 “Impromp, Bareslons, La, 1986 Minima moralie. Madsi Pars, 198 Mahler. Barcslona, Eaeions 62, 1967 Soriligica, Mads, Taurs, 1969 ‘Alban Berg. Madsid, Anan, 1990, ‘Tres estudion sobre Hegel, Madr, Taurus, 1993, erminlogia flosfca, 7. 1). Made, Taurus, 991 Terminolegtaflosfca. (7.2) Maid, Taurus, 1987 1 idetoga como lengua. Madr, Taurs, 1982 Dialitionnegatio, Mari, Taurus, 1992, ‘Teoria extn, Madrid, Taurus, 1902 ‘Obras maestras del pensamient contempordneo 62. Actunldad fost. Barclons, Planet: Agostini, 1994, Actulided dele low, Barcelona, Altay, 1994. Bao el sgno de lo astro. Barsolons, Las, 1994 Dialctin ce la Nustrecin: fragments filoefco, Madrid, Tots, 1994, Indice Clase Clase 2 Clase 3 Clase 4 Clase 5: Clase 6. Clase 7 Clase 8 Clase 9. Clase 10 Clase 11 Clase 12 Clase 13 Clase 14 Clase 15 Clase 16 Clase 17 [Notas Det coMPLavon APEXDICE EDITORIAL Iyo1ce De Noxwues PRoPt0s Sherisis DEL conTENIDO En 1962, euando Adorno dio su consentimiento para publicar tuna conferencia que habia eido pronunciada libremente, antepuso la ‘advertencia de que él era “conscente de que a palabra hablada y 1a ‘rite son totalmente diferentes encuantoa su elcacia. Sise hablara {alcomo cerigelarigurosidad dela exposicion resultartaincompren- ‘ible; pero nada de lo que uno expresa oralmente puede dar cuento de Toque secxige nun tertoesrita..) Enel hecho de que or todos lados tifa la tendenciaderabar el discurao re, tal como selodenomina, ‘para luego divulgaro, e puede obseroar un sincoma de aque modo de (eluar del mundo administrado que ve aferra ala palabra cflmera, ‘aya verdad reside en eu propa transitoredad, para luego comprome: tereon ello al orador. Una grabacién es como ta huella digital de un ‘oprituviiente”. Estas palabras valen de modo més acentuado para lapresentepublicocin del timo cielo de clases tedricas, que Adorno ‘ofreciden 1968, eLaodesurmuerte Bs, ademas, elunicociclode clases ‘deleual ha quedado la grabacién misma. Esta edicién va, por ell, un paso més all queel propio Adarno, cuando en ciertas ocasiones habia ‘dado a la imprente conferencias improvisadas, slo con algunas forreceiones, Agu se busca através de una reproduccién (hasta donde ‘Sea posibl, literal de a grabaci, transmit lo que de oro modo se Ihubiera perdido irremediablement: una impresion viva de as clases tedricas de Adorno, con tad lo inacesible que esto pueda parecer en tun texto impresa lector no deberfa olvidar en ningun momento que noes leyendo un testo de Adorno, sino el protocolo de un discurso ‘oral, que tuvo “eu verdad en su propia transioriedad”. 10 Clase 1 23 de abril, 1968" Seftoras y sefores: ‘Tal vez sea disculpable que me alegre de quehayan venido tantas personas aeste curso introductorio. Mentiria siquisiera engafarlos oengasiarme al respecto. Les agradezco también la, confianza que con su presencia me manifiestan, sobre todo en vista de ciertas voces que se han alzado publicamente,* y que seguramente no han pasado inadvertidas ni para ustedes ni para mi, Por otro lado, sin embargo, me siento obligado,justa ‘mente en vista de... grito: Mas fuerte!} No funcionan bien los altavoces? Por otrolado, precisamente en vista de su asistencia tan numerosa, me siento obligado a decir algunas palabras acerca de las perspectivas de la carrera de sociologia. Con ocasion de las Jornadas de Sociologia’ se ha advertido varias veces que la Sociedad Alemana de Sociologia‘ realmente hha quedado en deuda con ustedes, en cuanto a ofrecer informa- «ign fehaciente al respecto. Con todo, debo decir que justamente mi colega Kluth,’ de Hamburgo, presidente de la Comision de Asuntos Universitarios, ha hecho en este sentido los mayores ‘esfuerzos. Pero creo que debo presentarles al menos algo del ‘material que poseemos en Francfort, aun cuando sea insuficien- te, simplemente para que ustedes, en la medida en que sean realmente prineipiantes, puedan decidir con libertad si desean evar adelante la carrera de sociologa, y sobre do, si desean elegir esta disciplina como carrera principal. Y aqui debo ser claro: las perspectivas profesionales para los sociGlogos son malas.‘ Seria una mentira verdaderamente sin igual pasar por alto este hecho de un modo optimist. Las perspectivas no han ™ejorado, tal eomo se podia esperar, sino que han empeorado, u por un lado porque la cantidad de egresados ha aumentado de ‘modo lento pero constante; pero, por otro lado, también porque ‘ha disminuido la eapacidad de absorcién de egresados de socio- Togia, en el marco del proceso econdmico eonocido por todos.” [Debe decirse aqu también algo que antes yo mismo no tenia tan presente, y que he aprendido sdlo desde que me ocupo més de ‘cerca de estas cuestiones: que incluso enlos Estados Unidos, que (5, por aai decir, el paraiso de la sociologia, donde la sociologia jgova de una igualdad de tratamiento total dentro de Ia res publica de las eieneias, no puede decirse en absoluto que un ‘egresado de sociologia pueda encontrar un puesto de trabajo en ‘cualquier lado y sin esfuerzo, Por lo tanto, un desarrollo en ‘Alemania en el sentido de los Bstados Unidos, tal como yo lo habia previstoen estas cuestiones hace diez ios, nocambiaria nada esencial. La cantidad de estudiantes que siguen sociologia ‘como carrera principal ha erecido desde 1955* de un modo {ndescriptible. Les menciono solamente algunos datos: en 1955 ‘eran 30, en 1959, 163, en 1962, 331, en 1963, 382, y ahora son 6626, Tendria que serverdaderamente alguien muy encerrado en ‘mi especialidad (y trato de no serlo) si en estas condiciones ‘simplemente les dijera: Maraviloso, estudien soctologia! ‘Si se compara ademés la idea que tienen los estudiantes, ‘sus deseos profesionales, con ls profesiones que luego de hecho tjercen, el resultado es todavia peor. Seda, por ejemplo, el caso (G esto es muy interesante) de que solamente un 4% de los estudiantes deseaban continuar su actividad en una universi- ‘dad, mientras que de hecho el 28% de los egresados volvieron a ‘serincorporados ala universidad. En otras palabras:la univer- Sidad, que forma los scidlogos, es al mismo tiempo su consumi- dor principal, su principal cliente. Esta es una relacién que he earacterizado, haciendo un uso algo libre de la teoria ppsicoanalitica, como incestuosa. (Risas] Y ereo que esto no es precisamente to més deseable, Por otro lado, s6lo un 4% de los fstudiantes (les he dado nicamente algunas cifras porque no {Quisiera detenerme enestas cuestiones demasiado tiempo) desean ‘omo ocupacién las investigaciones de mercado y de opinin; in ‘embargo, el 16% trabajan.en este campo. En cambio, relativamen- ‘temuchos, el 17%, desean ejeeer en el émbito dela prensa, radio, television, pero silo el 5% de los egresados han encontrado allt 2 ‘un puesto de trabajo. En la sociologia de Ia industria y de la produccién aleanzan los aspirantes el 3%, ylos que ejercen de hecho, el 4%, es decir, una relacién algo mas favorable. ‘Noquisiera incomodarlos mas con estos datos, pero ustedes vven,en todo caso, cual esa situacién. El efor Von Friedeburg? tiene la hipétesis muy convineente de que el rol dela sociologia hhoy en dia es esencial en un estudio de formacin general; sin ‘embargo, aparecen contradieciones evidentes entre Ias_ne- ‘esidades y los deseos de formacién, por un lado, y las posibili: ‘dades de colocacion profesional, porotro. Existeen general entre ‘estas cuestiones una cierta tensién, y seria, por ejemplo, una problematica que no consideraria indigna de una sociologia Critica, jnvestigar cudl es la causa de que, en la sociedad en general, normalmente las ocupaciones que a uno le deparan ‘poco placer, en las cuales se esconde algo asi como un sacrificio fla sociedad, que van contra la naturaleza de uno, que tuno en realidad no quisiera, que en general (y aqui no me refiero obviamente al trabajo manual, sino a las llamadas profesiones {ntelectuales) uno rechazaria, en suma, esas cosas que uno hace contra sus deseos, estan, en general, socialmente mejor recono- cidas que aquellas en las que uno sigue lo que en épocas mas Jhumanas ha sido llamado “la condicion del ser humano".° Algo {de esto puede aplicarse al caso al que me estaba refiriendo. Con lo se modifica seguramente también un poco el concepto de ‘necesidad de formacién en la sociologia. Creo quest uno investiga ® como laclientela, el sujeto delas necesidades, ‘encuentra, més alld de cualquier idea ingenua, preformada socialmente, y no sélo por el estado téenico de las fuerzas productivas, sino también por las relaciones econémicas, por mas diffil que sea controlar esto empiricamente, La abstrac- cion del valor de cambio se conecta, previamente a cualquier cestratificacién social determinada, con el dominio delo general sobre lo particular, de la sociedad sabre sus miembros. Ella no es neutral, tal como engana la logicidad del procedimiento de reduccién @ unidades, como la de tiempo de trabajo social promedio. En la reduccion de los seres humanos ‘ agentes y portadores del intercambio de bienes se esconde ‘dominio del hombre sobre el hombre. Esto sigue siendo cierto, f pesar de todas las dificultades, que entretanto se le han presentado a algunas categorias de crtiea de la econo: ‘mia politica. El contexto global tiene una forma, segtn la eual todos deben someterse 2 la ley de intercambio, si no quieren perecer, independientemente de si estan por ui ‘afin de uero’" Se puede extraerde esto a1 qué sentido enfético debe comprenderse la sociedad como un ‘coneepto funcional. Seguin lo que lesacabo de decir, nose puede ‘coneebir la sociedad, tal como lo haria el sentido comin, como Ta suma de todos los seres humanos que viven en un cierto periodoo época. Un concepto de este tipo, meramente cuantita- tivo, no corresponderia a la sociedad como tal. No seria real- ‘menteotra cosa que un cancepto descriptivo, si nose determina To que Marx denominé “el vinculo interno” en el contexto social. Pero se trata, ademés, de un concepto funcional,”?en el Sentido de que, al estar los seres humanos alli para otros, y al ‘estar determinados esencialmente por el trabajo, dejan de ser solamente algo en sf, una existencia, un mero hecho, y pasan a estar determinados por lo que hacen y por la relacién que rige tentreellos, es deir,justamente, por la relacién de intereambio. ‘Los positvistas argumentan en contra de nosotros que nuestro ‘concepto central, el concepto de sociedad, no es algo dado, que tL concepto de sociedad no se puede palpar, que uno no puede deci: vean, aqui esta la sociedad, aqui se la puedo mostrar, del ‘mismo modo como un médico que ha tenido la suerte de descubrir el agente de una enfermedad lo puede mostrar en su tubo de ensayo. Aesto debemos decir que, justamente, en razén de aquella determainacién segin lacual el concepto de sociedad tes un concepto de relacicn universalmente extendido, es decir, lun concepto de relacién entre elementos, queson, en definitiva, Jos seres humanos individuales que trabajan, y no una mera aglomeracién de esos seres humanos, el recurso alos elementos individuales no es suficiente, Con otras palabras: el erterio de sentido positivista de lo dado, el eriterio segin el cual se debe poder mostrar algo sensible, en iltima instancia, paradecir que fl sustrato buscado existe, no es aplicable al concepto de Sociedad, Brecht ha dicho, con el don de la senciller que lo caracterizaba en sus mejores momentos, que lo socislmente tesencial estd “desplazado hacia lo funcional", de modo que, si ‘uno quiere, por ejemplo, aber algo sobre el consorcio Krupp ¥ fentonces va y observa cada una delas fabricas de ese consoreio, fo podré saber nada sobre la esencia de lo funcional, es decir, Sobre el proceso de produccidn, sobre el proceso de explotacién {sobre las consecwencias que esto tiene para los seres huma- hos.” Brecht, debido a su amistad con Karl Korsch,'*tenia una 52 cierta inclinacion hacia el positivismo, Creo que él (yeonestono hhago, por Dios, ninguin reproche a este poeta) no reflexioné totalmente sobre las consecuencias de la alternativa que aqut adopta, pues si no, deberia haber comprendide que en este ‘concepto funcional de sociedad formulado por él mismo se nie- ga de raiz el eriterio de lo dado de los positivistas, A través de esto que dice Brecht, casi dirfa que se expresa en una formula coneisa y contundente la diferencia respecto del positivismo. Lo que les he dicho implica algo més. El hecho de que el concepto de sociedad deba ser considerado como un eoncepto funcional, como algo que no esta dado a la sensacion, que no puede ser percibido como un mero hecho, no significa que no ‘pueda ser determinado por el eonacimiento, que sea algo irra. cional. Esto es posible, en la medida en que uno muestre @ qué complicaciones y aque contradieeiones lleva necesariamenteel espliegue de este principio de socializacién. Pero el hecho de {que este despliegue, por otrolado,no pueda llevarse més allé de los hechos sociales, sino séloen la interaccién eon lo que es de 'un modo determinado, creo que les habra quedado clare luego de estas cuatro primeras clases. Gracias. [aplausos] Clase 5 7 de mayo, 1968 Seforas y senores: Quisiera, en primer lugar, decirles que hoy alanoche, alas 20.15, en el Instituto de Investigaciones Sociales tendré lugar ‘una conferencia del famoco psicoanalista Wyatt,® que se ocupa de las causas psicoldgico-cociales...[slbidos] {Esto es por la ‘conferencia sobre psicologia social? 0 por los parlantes? Creo {que con los silbidos tal vez seria bueno que se diferenciara, de modo que el docente sepa de qué se trata: si lo que tiene que hacer es hablar mas fuerte, por ejemplo, entonees, silbidos en ‘cambio si se esta en contra de lo que esta diciendo, entonces, segiin la vieja tradicién, igolpear el piso! [risas] Yo aconsejaria la reintroduccién de esta costumbre, con el fin de un mejor centendimiento. Bueno, como sea, el profesor Wyatt hablar hoy ‘la noche sobre Las eausas psicolégico-sociales dela agitacion estudiantil en los Estados Unidos”, y pienso que muchos de Ustedes estardn interesados, por lo cual les solicito que asistan. Debo pedir disculpas porque el ultimo jueves, cuando esta conferencia ya estaba planeada, me olvidé de anunciarla en clase, por locual se enteran recién hoy, 1n poco tarde. Peroseria realmente algo penaso para mi que fuera poca gente a esta ‘onferencia, $i asiste mucha mucha gente, nos trasladariamos ‘al auditor V. Senoras y sefores, en la ultima clase... [silbidos] St, no sé si este maldito aparata (risas] otra vez no funciona bien. ZAsi ‘est mejor? La clase pasada nos dedicamos a la problematica Gel concepto de sociedad e intenté mostrarles que, a pesar de {que no se trata de algo dado sino, si se quiere, de una categoria 54 relacional, y a pesar de que no hay datos sensibles que uno pudiera sefalar y decir: "Voila, aqui tienen la sociedad”, sin ‘embargo no es posible prescindir de este eoncepto. Ahora bien, cuando digo que uno no puede sefalar datos individuales cjemplificardiciendo: “estos la sociedad”, quisiera inmediats ‘mente corregirme un poco, Tal vez sea cierto que exista algo asi ‘como manifestaciones del “alma del pueblo”: cuando antes, por ejemplo, una adolescente esperaba tn hijo sin estar easada, se presentaban ante ella una cantidad de costumbres populares 4e protesta;o incluso hoy en dia, cuandola gente se reuine para ‘manifestar suindignacin sobre algo que es incompatible conel sentido de la comunidad; es decir, allidande se muestra lo que hhace més o menos setenta afiot en una famosa obra de la sociologia norteamerieana se earacterizé como folkways"™ (es Secir, “los modos del pueblo”), puede encontrarse de un modo inmediato lo que quiere decit “sociedad”, es decir, eonductas ‘que no tienen eausas racionales, ni tampoco se pueden inferir dela psicologia individual de os involucrados, sino que son algo asi como ritos arraigados; por ejemplo, casas como el famoso “Haberfeldtreiben” de la Alta Baviera [risasl™ pertenecen al ‘mismo contexto. Se trata de fenémenos que seialan lo que Durkheim caracteriz6, al referirsejustamente ala esencia de lo social, como un determinado momento de"impenetrabilidad” 7” Esto significa que uno comienza a pereibir (casi diria, a palper) ‘lasociedad, cuandose encuentra con determinadas conductas colectivas que poseen el rasgo de la tabuizacién y que, sobre todo, son mucho mas fuertes que los individuos por separado ue levan a eabo esas conductas, de modo que se podria decir, ‘on una leve exageracién, que, en el sentido de Durkheim, la soviedad se puede sentir de modo inmediato all donde duce, Por ejemplo, cuando uno esta en una situacién determinada, como la de quien debe buscar un trabajo y “se da contra ln pared’, y tiene la sensacién de que todas las puertas se le ‘ierran autométicamente, ola dequien debe dinero y no puede dar ninguna garantia de que lo va a poder devolver a tiempo, *Setratadeun antigo itodeautnustici, qu se era pera epine sctonqueeaian fueradelacompetencajurdin, por eeniplo ilacoreot las ‘estumbres ol moral. Costtaen meter alclpabeen na pl de earn yilevarl de un lado ot.) 55 se encuentra diea, veinte veces, de una cierta manera automa- tizada, con un ‘no’, y de quien se dice: si, és s6lo un ejemplar de una regularidad ampliamente generalizada, etc. estos son todos indicios del fenémeno de la sociedad. ‘Quisiera alentarlos también a que miraran alguna vez el libro Folkways de Sumner, en ol que se retine mucho material deste tipo, Tal vez haya sidoun errorde mi parte, alreferirme fa toda ests discusién sobre el cancepto de sociedad que hoy desempena un papel tan central en la disputa del positivismo, no haber llamado suficientemente la atenein sobre este nivel, fen el eual tno puede experimentar en carne propia lo que es la Sociedad. Sobre esto, puede verse también el trabajo sobre “Conflictos sociales de hay", que publicamos conjuntamente la sefiorita Jaerisch y yo (el cual existe hasta ahora sélo como tuna separata, dado que el tamo de homenaje « Abendroth, donde va. aparecer, hasta donde sé, todavia no ha aparecido). Este trabajo se refiee, justamente, a aquellas situaciones soeiales en las que se puede observar de un modo inmediato qué ts la sociedad; y considero que es una tarea nada despreciable Ge Ia carrera de sociologia capacitarlos en su experiencia vital inmediata para percibir lo que, en este sentido, llamamos sociedad. Por otro lado, seria errado, por supuesto, tal come hace jjustamente Durkheim (y ereo que es relevante para la diferen- tlacién del eoncepto de sociedad deeir algo al respecto), hipos- tasear a la sociedad como un tipo de “dato de segundo grado” 0 oun grado superior, es decir, convertirla en algoespiritual, por tel hecho de que no es algo dado sensorialmente o aprehensible ‘de un modo inmediato.” Esto iltimo, en la medida en que la sociedad es una eategaria mediadora y conceptual, tiene hasta cierto punto algo de verdad, pero no por ello debe hacerse de la Sociedad un “dato de segundo grado”, un dato al que, a pesar de no ser sensorial, se le atribuyan todas las propiedades que el positivismo tradicional (o incluso el actual, por ejemplo, en la YersiGn de Rudolf Carnap™) les atribuye a los datas sensibles. Este es la peculiaridad de toda la sociologia durkheimiana: ella sabe que los verdaderos hechos sociales no son equivalentes = realidades sensoriales individusles pero, por otro lado, les ‘torga un fuerte carscter derealidad. Deeste modo, lo social se 56 transforma milagrosamente en una “realidad de segundo gra- do", lo cual implica una cierta tendencia a reiterar a traves de la sociologia el proceso de cosificacion y de autonomizacién alos que la sociedad esta sometida por leyes inmanentes, en lugarde reflejarlosy disolverloscriticamente, asicomoatomarcomoun bsoluto esta cosificacin, ena cual seesconde algode aparien- cia social. ¥en esto reside también la tentacin y la tendencia (de la cual Emile Durkheim no ha estado libre en absoluto) de tomar esta cualidad cosficada de a sociedad como algotambign sitive, y de someterse aella. Con estoseocultaty creo que esto realmente importante para la determinacién del coneepto de sociedad) que, como les he intentado sefialar la clase pasada, el cconcepto de sociedad es un concepto que denota una relacion entre seres humanos. Considerando esta relacién como una “realidad de segundo grado", se pasa por alto que la sociedad se compone siempre de individuos, y que su concepto, sin los Individuos de los que se compone y entre los cuales rige esa relacién, resulta tan sin sentido y absurd como cuando, desde lotro lado, se considera que la sociedad s6lo es algo reducible 4 individuos aislados, y que fuera de lo individuos nada tiene significacien Ustedes pueden comprender claramentelaimportanciade la dialéctica. Pues seguramente muchos de ustedes deben hhaber ofdo que lo que la llamada Escuela de Franefort ensefia ‘es un examen dialéctico de la sociedad; y aquellos que no han vistonada de filosofia,siguiendo una tendenciaintelectual muy cextendida ylanzada con mucha estrategia, tenderdn adecir:"1o 4que los franefortianos llaman sociologia ‘no es més que una Filosofia extraviada que aqui nos quieren hacer pasar por sociologia” laplausos y risas). Por ello, apravecho la oportini- dad para mostraries, por medio del modelo relativamente simple que les he presentado, en qué sentido el concepto de sociedad en si mismo debe ser un concepto dialéctieo, yes un concept dialéctico, En la ultima clase les he mostrado detalladamente que este concepto, comorelacién mediada ymediadora entre indivi- duos separados, no puede ser pensado como una mera aglome- racién de individuos. Hoy les he mostrado, a través de las observaciones algo répidas que he hecho sobre el eoncepto de 37 sociedad en Durkheim, que, por otro lado, sociedad tampoco es lun concepto absolute, ms allé de los individuos. Bs decir que hoes la mera suma o aglomeracién (0 como lo quieran llamar) {Se individuos, nies algo absolutamente aut6nomo situado por Sobre los individuos, sino que posve en sf simulténeamente ‘ambos momentos. Se realiza s6lo a través de los individuos pero, en tanto relacién, no puede reducirse a ellos; v, por otro ado, tampoco puede ser concebido como un concepio Superior pure existenteen si, EThecho de que este concepto no pueds ser Fedueido a una determinacion concluyente: o bien suma de {ndividuos, o bien algo existente en si (a la manera del organi- tcismo), sino que posea una cierta interacein entre los indivi- ‘duoay una objetividad enfrentada aellosde un modo auténomo, teste hecho, digo, es lo que podemos llamar un modelo macro- ‘ssmico (0, como se suele decir ahora, macrosoeioligico) de una tconcepeion dialéetica de a sociedad en sentidoestricto, Digo“en sentido estrieto”, porque y aqui pueden comprenderclaramen- te por qué la sociologia debe ser pensada dialécticamente) el tconvepto de mediacién entre las dos categorias opuestas, los {ndividuos por un lado, y la sociedad por otro, se esconde en fambas. Tiene muy poco sentido hablar, en sentido social, de {ndividuos, es decir, de seres humanos que puedan existir 0 texistan como personas con derechos propios y, ante todo, como realizadores de trabajo, salvo en relacién con la sociedad en la {que viven y que los conforma hasta en lomés intimo. Del mismo ‘modo, tampoco existela sociedad sin que su propio conceptoesté ‘mediado por los individuos; pues el proceso por el cual ella se ‘mantiene es, en ultima instancia, el proceso de la vida, el ‘proceso del trabajo, el proceso de produccién y reproduecién, {gue se mantiene en marcha a través de los individuossocializa- ddos. Esto es, en un sentido muy simple y, si ustedes quieren, flemental, un ejemplo de lo que puede caracterizarse como la ‘nevesidad de una consideracion dialéctica de la sociedad. ‘Naturalmente, se podria decir que tal concepto requiere para una justificacién desde el punto de vista de la teoria de! Eonoeimiento, algomés que loque leshe dichodentrodel campo {de lo constituido, es decir, dentro del campo de la experiencia ‘Social, Pero quisiera en este punto, como excepcién, espetar la ‘lvisin del trabajo, y suponer que una explicacién del concepto 58 de dialéctica, que yo aqui no les he deducido, sino, mas bien, mostrado, puede ser llevada a eabo de un modo suficiente solo dentro de la filosofia, Es decir que la justficacion de una ‘oneepeién que no considera ni a los individuos © momentos individuales, ni su concepto, como lo que es de un moda verda ero, sino que ve a ambos polos come mutuamente mediadon, ‘una coneepeién, por lo tanto, que se aparta de la légica ingemua habitual, pero que a la vez es decisiva dentro de la diseiplina cientifica misma, puedeserIlevada a cabo sélo por mediode una reflexion filosofca, que, si la abordara en estas clases, nos ‘ocuparia el resto del semestre. Y en este caso, ustedes se quejarian justificadamente (o al menos algunos de ustedes) diciendo que se les habia prometido una introduecién a la sociologiay, en realidad, se les da una introduceiGn ala légica yono quisiera esto. ;Bien! Ha quedado claro en el modelo que les he presentado all comienzo de a clase de hoy que el coneepto de sociedad puede, e algxin modo, aunque sea indirecto, percibirse o experimen: tarse. Por supuesto (y ahora me dirijo entre ustedes especial- ‘mente a quienes sean cientificistas), tal experiencia es falible, puede basarse en el error, o incluso en meros prejuicios. Las Interpretaciones de fenémenos inmediatos dele sociedad (en la ‘medida en quese deshacen de loscontroles mediadores) tienden ‘caer muy ficilmente en clisés, en aseveraciones estereotipa das; pero, por otro lado, este concepta de sociedad, tal eomo les he mostrado en la clase pasada respecto del eoncepto de inter. cambio, no es indeterminado, sino que puede, si ustedes quie ron, dedueirse a partir de su concepto, en su propia dindmica, La clase pasada les he mostrado también que la sociedad es esencialmente (y especialmente hoy en dia) un concepto ding ‘ico, yles he seftalado la funcionalidad de a sociedad, ex decir, elhecho de que a sociedad es una relacidn entre seres humanos ¥ no algo fuera o sobre los seres humanos, ni tampoco algo ‘interno al ser humano, puesto dentro de él, Ademas de esta determinacin de la dinamica, debe meneionarse otra que yace en elcapitalismo, y que el positivismo no toma en cuenta. Esta Aoterminacién no parte, en principio, de la legalidad dindmiea, sino de hechos individuales y, por lo tanto, hasta cierto punto, ‘estaticos, que el positivismo s6lo posteriormente pone en rela 59 don. Este tipo de dinémica a la que deseo referirme mo es cee Ge en cuenta generalmente por la sociologia, Is cual (Rrutene, digamos, un capitulo “Dinémiea” o"Dindmica social”, Gel mismo mode que contiene uno llamado "Conflito social”, “Control social, pero no ve que en la naturaleza especifica de la sociedad en la que vivimos (y que, ya sea como estadio o como forma de dominacion, es prototipica de la sociedad en toda Ia Gera) rige un principio dindmico que consiste, simplemente, cetjue la cociedad capitalista sGlo puede mantenerse expan Ghendoce, Ustedes habran observado (y esto aleanza hasta los pifengmenos delacoyuntura)quela medida parajuzgarelresl SRuapuesto despegue econdmico actual es que la economia po- o sue una tendencia ala expansion, si se expandeo no. Y en General puede decir (esto solamente lo presento aqui; 8 Bfaeba puede encontrarse en “Economia politica!) que ls Prynomia capitalista, y con ello la sociedad capitalista, en el Seomento en que se estanca, en ef momento en que no se Tapande corre el riesgo inmediato de una crisis y, con ello, de exMfeuadencia. En el capitalismo (esta es la ley esencial) lo que a Soto puede mantenerse si se expande y se extiende. ‘De este modo, pueden ver hasta qué punto el concepto de sociedad, si nose parte de un concepto abstracto, sino delo que ia significa en nuestro tiempo, es dinémico. Esto ba sido Shoorvado también por la sociologia no orientada hacia la covownia politica, es decir, por la sociologta que pertenece mis Fionn la tradicign de Auguste Comte, la cual, como se hebré vremtatado, se encuentra en total oposicién al tipo de pensa- Shiento que pretendo presentarlesen estasclases, Ciertamentey caer ha sido observado por Herbert Spencer, cuyo Sistema de ‘Sbeologta ea una obra trabajosa pero que, a diferencia dela de Comte, contiene un rico material de exémenes sociales indivi: Soules y de conocimiento social (por lo cual, si tienen tiempo Sara esta trabajosa Tectura, se la recomiendo). Yo dirfa que afehos de los grandes sisternas sociol6gicos posteriores (como aide Durkheim mismo, por ejemplo) no pueden ser comprendi sain conucer la obra de Spencer. Spencer define la dinémica aes gociedad en un sentido que quizé pueda caracterizarse Smo un crecimiento de Ia integracion.%? Y esta tesis de le comtente integracidn fue tomada por Durkheim casi textual 60 mente.* Lo que se quiere decir con esta tesis es solamente que sectores cada ver mas grandes de Ia sociedad entran en una conexion por la cual resultan mutuamente dependientes, Al hablar la vex pasada de la diferencia entre la sociedad en el sentido de las sociedades de némadas o de revoleetores, y "la sociedad’ en el sentido moderno, estaba pensando justamente tn esto, en que la socislizacién, es decir, la red de relaciones centre los eres humanoses cada vez mas apretada. Para decirlo ‘muy claramente: hasta hace unos cincuenta afos (y ello @ propésito un periodo relativamente breve), sino iba al campo, fn Alemania, la diferencia entre la ciudad y el eampo (entre las formas de vida y las formas de sustento de vida) era tan grande, que uno tenis la sensacién de que apenas existia alguna conexién entre ambos, Habla muchisimos campesinos en el campoyen a provineia quenunca habia estado en una cluded ‘¥que miraban a las grandes ciudades,o incluso las eudades medianas que habfa en su distrito, eon un cierto respeto, Conozeo ahhistoria de un hombre que se eriéen un pueblo cerca de Aschaffenburg, sin haber ido nunea a esta ciudad, y cuyo padre decia: “/Aschaffenburg! /Tengan respeto!” Esto era hace mas de ochenta aftos, pero digo: algo asi seria hoy en dia impensable, porquela redentrelaciudadyy eleampose ha hecho ‘muchisimomas densa, yno slo porlos medios de comunicacion © 1as modas o cosas de ese tipo, sino simplemente por el proceso ‘econémico, por ejemplo, por el hecho de que muchas industria ‘se desplazaron al campo, Este concepto de integracién, que es extraordinariamente ‘amplio, tiene ademas otras connotaciones muy distintas, de las cuales me gustaria mencionar una, dado que seguramente ‘aparece muy a menudo en muchas discusiones en las que ustedes intervienen, Me refiero al hecho de que, en la primera rmitad del siglo pasado (o mas exactamente, el segundo cuarto el siglo), existia todavia una clase que, por un lado, fectuaba al trabajo social, pero, por otro lado, estaba parcialmente ‘excluida de la sociedad, no estaba en absoluto integrada, y que, ademds, estaba totalmente atrapada por laideologia dominam, te,es decir, porloque se llama industria cultural, Aleonsiderar el eoncepto de integracién, entendido como el “hacerve abarca ble", y In conformacién racional de unidades eada ver mds ot grandes, se observa en el concepto de integracion desde un Comienzola tendencia a adaptaralos eres humanos al sistema ‘Geun modo total y completo, en la medida en que son integrados Si mismo, y a conformarles de scuerdo con la légica de 1a ‘adaptacign, transforméndalos en copias microeésmicasdel todo. ‘Esto tampoco ha sido siempre asi. Les habia sefialado anteriormente que el concepto de sociedad es dialéctico en sentido estricto, de modo tal que no puede ser reducido ni alos {ndividuos nia lasociedad comoun todo. Estose encuentra muy ‘Garamente expresado en Ia sociologia de Spencer, el cual (y en eto hay algo de cierto en la época en que é! escribia, hacia Inediados del siglo xn) erefa que al concepto de integracién progresiva le eorresponde simulténeamente, por obra de la ‘ivision del trabajo, una diferenciacién de la sociedad sein fanciones diversas, e incluso, si se me permite, une diferencia- ign de los individuos en si mismos.** Quisiera, ya queme estoy refiriendo a estas dos categorias de integracidn y diferencia- Gdn, Tlamarles le atencién sobre algo que no esta tratado Gxplicitamente en las Digresiones,® que probablemente mu- hos de ustedes estén leyendo o hayan lefdo: la relacion entre {ntegracién y diferenciacin esta sometida a una dindmica. Esto quiere decir que una progresiva integracign a través de tuna progresiva dominacién racional del proceso del trabajo no dnecesarvamente lleva a una progresiva difereneiacion, sino que Ia sociedad {y esto creo que es un punto de inflexion muy importante frente a la sociedad en nuestros dlas) parece, & partirde un cierto punto, desarrollar una tendenciaacontinuar Ja integracién hasta el extremo, pero, simultsneamente, @ detener la diferenciacién, La razin de esto reside, probable- mente, en ultima instancia, en el proceso del trabajo, es deci, tmel hecho de que, debido a una divisién del trabajo cada vez mayor, los procesos de trabajo resultan tan parecidos entre sf, ‘que ln supuesta diferenciacidn cualitativa producida por Is Givision del trabajo se anula a través de su propia consecuencia (nuevamente un motivo dialéctico). El resultado final es que ‘cualquiera puede hacer cualquier trabajo, En esto se halla un Shomento infinitamente fructifero, através del cual la sociedad {nseba su conformacion actual basada en la division del traba- Jo. En las condiciones actuales se halla a la ver también una 6 desdiferenciacién de la sociedad que pose consecuencias ex- ‘traordinariamente probleméticas para la conciencia de los seres bumanos. Con esto les quiero senalar solamente de qué mado el concepto de soviedad, en sus dos conceptos subordina dos esenciales, tanto desde el punto de vista sociolégico como econdmico, es decir, en losconceptos deintegracién ydiferencia- cidn, posee una diléetica historica Quisiera agregar algo, que quiz no sea necesario, pero reo que siloes, para evitar algunos malentendidos, Elénfasis con el cual utilizo el eoncepto de sociedad puede ser fécilmente malentendido en un sentido organicista o, como se dice en Ia reacein cultural alemana, en un sentido totalizador, como silo ‘que yo estuviera diciendo fuera que la sociedad es una summa de elementos, o una aglomeracién de elementos, que es més que ssuselementos, Desde el punto de vista formal, en adetermina- cin de la sociedad como una categoria relacional, se halla una cierta analogia que exige, de acuerdo con el métado preferideo, ‘as bien, con el artilugio preferido en la critica a Ia teoria dialéctica de la sociedad, denunciar a este tipo de sociologia critica, no ya como algo utopista o vanguardista (esto ya no ‘ocurre hoy en dia, uno ya esta muy curtido para eso), sino, por elcontrario, como una metafisica superada, a la que cualquier ‘persona progresista y esclarecida deberia renunciar. Me intere. sa queustedes aprendan acomprenderloque hay detras de este ‘topos, deesteartilugio, que une puede encontrar muy fécilmen= tecomo posicién, oal menos que aprendan a verlooadesconfiar e él, de modo de formarse un juicio auténomo sobre est cuestion, La ver pasada intenté mostrarles que el concepto de sociedad tiene su base abjetiva en la eseneia conceptual, on la relacién de abstraccién dela objetividad socal, Incualesta dada ‘através del intereambio. Con otras palabras: la totalidad en la que vivimos, y que podemos sentir en cada uno de nuestros ‘pasos y de nuestras acciones sociales, no esta determinada por ‘un vineulo mutuo inmediato y abarcador, sino que esta deter- ‘minada por el hecho de que, como ocurre justamente en la relacion abstracta de intercambio, estamos esencialmente s¢- parados unos de otros. Se trata de una unidad no sélo de lo separado, sino de una unidad que se produce y se constituye, 63 justamente, a través del mecanismo de separacion y ahstrac saree or lo tanto, se trata exastamente de lo opuesto dela ides Sranieista ytotalizador, tal como tal vez podria aphicarse en Tmt proyeccion retrospectiva alos sectores agrarios (en donde, nt Uiided, esta idea tampoco es apicable),perocon seguridad oo jos paises altamente industrializados. Para caracterizarel Toacepte de sociedad, el concepto de sistema ode orden hasta ‘lento punto impuesto abstractamente es mucho més adecuado fine ef concepto de totalidad o el de organism, sélo con I se eiceign de que, si hablamos de sistema de la sociedad, no se Tate de la sistematizacién de lo observado, sino que este ccardeter de sistema se halla en la cosa misma. ‘La palabra “alienacién’,utilizada hoy en dia ad nauseam, 1ydela que yo intent desligarme tanto como puedo, intervienes ee aalguier modo, en esta euestiOn, por lo cual puede ser stil rencionatla al menos para mostrar brevemente lo que opino al Teapecto, Vivimes,efectivamente, en una totalidad que une @ Teameres humanos entre si solo mediante su alienacién. Y al ocirles que la sociedad actual ests mediada solamente a través seis individuaesén, esto posee también un sentido critico, que sete subrayado suficientemente: justamente a causa del DPrincipium individuationis 0, con otras palabras, a causs de ee en las formas dominantes de la sociedad eada individuo Rusca su-ventaja, su benefico, aferréndose al principio de puviduacién el todo slo puede mantenerse vivoyy reproduc icon un sacrifcio indeseriptible. Quisiera agregar incluso que Sastamente el hecho de que la totalidad de la sociedad no se WMentenga viva solidariamente, como un sujeto social tinieo, Tino a través de intereses antagonicos de los seres humans, Tlova'a que en esta soviedad racional de intercambio, desde su fait, constivutivamente, aparezca un aspecto de irracionslidad Juc'en todo momento amenaza con hacerla explotar, Muchas ‘gracias. Clase 6 9 de mayo, 1968 [Seoras y sefiores: La vez pasada habia senalado que la sociedad, al mante- nerse viva, n0 como una totalidad solidaria o un sujeto social \inico, sino a través de los intereses antagénicos de los seres hhumanos,}" desarrolis en su progresiva racionalizacién tam- bin rasgos de progresiva irracionalidad. Si quieren ver expre- ssedo en una formula lo que, desde el punto de vista social, se entiende por “dialéctiea de la ustracién’, precisamente éste ese] momento. Pero quisiera ir un paso mas alld, para abrir el horizonte de la problemética, y preguntarme si con esta ere- ciente integracin de la sociedad, como fenémeno visible, nose producen simulténeamente tendencias ala desintegracién en ‘iertos estratos profundos. Me refiero a una desintegracién en cl sentido de que diferentes procesos sociales, que se encuen- ‘tran fusionados entre si, pero que, en gran medida, obedecen & intereses divergentes o contrapuestos, cada vez ejercen tna ‘mayor oposicién, en lugar de mantener aquel momento de neutralidad, derelativa indifereneia muta que habian tenido en fases anteriores del desarrollo social. Creo que en situacio- nesextremas de lasociedad burguesa tardia, comoel fascismo, ‘esto aparece de un modo muy claro. El fallecido Franz New ‘mann, en su obra Behemoth,*" que considero la descripeién social y econdmica mas acertada del fascismo que existe hasta ahora, ha mostrado que en el fascismo esta integraciGn es algo superficial, yque bajo a delgada envoltara del Bstado total, se ‘agita una lucha casi areaica y andrquica entre los diferentes ‘rupos sociales, Si esto puede aplicarse también a las socie- dades burguesas tardias pacificas, si, por ejemplo, en lo que se 65 caracteriza como phuraliamo, se esboza algo parecido, si no se Ceeonden también alli tales tendencias a la desintegracién, es Gna pregunta que no me atrevo a decidir; slo me interesa amar la atencion sobre el problema. Yo, personalmente, no tne inclinaria sin masa hablar aqui de esas tendencias, porque reo que este pluralismo, del cual tanto se habla, en gran Shedida es ideol6gico; es decir, porque creo que la coexistencia {de les fuerzas en le realidad esta atrapada y determinada Geencialmente por el sistema social dominador en el cual ‘En contra del concepto de sociedad se objeta hoy en dia que strata de un concepto metafisico. Es muy interesante (y amo Te atencién sobre esto, que considero parte importante de la teoria de la ideologia moderna) que a las ideas criticas hoy en layanoselasataca,comoantes, diciendoqueson disgregadoras SMagresivas,o algo parecido, sino que se intenta descalificarias, Gictendo que se han quedado atras en el desarrollo, y que todo foque no es septado por Ia situacién existente es algun tipode uslta ala metafisia, doctrina de las esencias, o (como me ha Ubjetado Scheuch) teologia disfrazada." Senoras y sefores: cl hhegho de que predomine hoy en dia este tipo de apologétie jndica cudl es la situacién social global en que vivimos. Justa- mente, el poteneial de esclarecimiento y de madurez, a posibi- Tidad de ser consciente de los acontecimientos sociales, en ugar fde aceptarlos de un modo ireflexivo, ha erecidode un modotal, (gue ya no es posible convencer con argumentos estancados en Gi pasado o, de algsin modo, restaurativos, y que lo retrasado puede justiiearse a simismo solamente presenténdose como 0 DProgresista, Y esto sucede de modo tal, que las corrientes positivistas en sentido amplio, quese aferranaloque esté dado, pueden presentarse como las més progresistas, justamente Porque la posibilidad de trascender lo dado, en vista del poder Evasallante de las circunstancias sobre los seres humanos, tiene realmente algo de quimérico. Esto es, por ast decir, la ‘notivacin, el trozo de realidad en que puede apoyarse este Tequema de argumentacién, Pero siobservan de qué modo este ipo de argumentacion se ha endurecido, considerando ahora ‘oho pasado de moda, 0 retrasado, o incluso supersticioso, lo (Que antes eracaracterizado solo como ut6pico, o comoextrema- 66 damente opuestoa la realidad existente, entonces quizas obser- ‘ven esta estrategia con cierta desconfianza, Porlo demas, es interesante destacar si seme permite una acotacién al margen) que este tipo de pensamiento, tal como ‘aparece hoy en dia en el ambito dela reflexion y la teoria social, hha aparecido anteriormente en el émbito de la extética. Esto se ha producido en aquellas corrientes de, aproximadamente, la ‘década de 1920,°que han echadomanoa formas yalargamente ‘superadas, preburguesas, pero que, al mismo tiempo, sin nin guna reflexién objetaban el concepto de progreso como, no ‘moderno, operando con conceptos como el de “fin de la moder- nidad”. ¥ el fascismo mismo tenfa tambien algo de este mati ideolégico de ser no modernos o antimnodernos, y sostener que esto e8 precisamente lo moderno, Esto se ha trasladado a la argumentacién contra la teoria eritica de la sociedad, y su cesquema es muy simple: el pensamiento metafisico, precritico ‘ha operado de un modo central con elconcepto de esencia, ycon Ja oposicion entre esencia y apariencia; esto ha sido superado porla Tlustracion; a teoria critica operatambién con leoneepto {e esencia (Marx lo ha tomado explicitamente de Hegel), por lo tanto, el pensamiento eritico vuelve al estado anterior a la Tustracién, Espero haberles mostrado en las primeras clases lo que yo centiendo por esencia, y que nose trata de ningiin modo de une ‘dea descabellada, sino de una categoria de mediacién, sin la ual los asi lamados hechos no serfan en absoluto lo que son. Y creo que es central que comprendan esta argumentacion, para poder entender la intencién de lo que les estoy exponiendo, Pero, luego de insistir tanto en el problema de la mediacién ‘entre hecho y eoncepto, entre “fait social” y sociedad, quisiera sefialar que, aun cuando uno parta dela faticidad (cosa que la investigacidn empirica hace y debe hacer), en algtin momento luno se ve llevado a determinaciones como las que les he intentado mostrar. Piensen, por ejemplo, en los acontecimien. tos que han ocurrido en Berlin, luego de que los estudiantes hicieron Ia demostracion por el atentado a Dutschke, aconteci- ‘mientos que sélo podemos calificar eomo un Progrom.”” Si uno reduce estos acontecimientos a la escala local, a la situacién specifica de Berlin, uno podria, tal vez(repito:tal vez) explicar er por qué se han producide justamente en Berlin deesa formatan extrema y no en otro lado, Pero ocurre que, desde el punto de Vista de la teoria del conocimiento y de la ciencia, es un problema abismal el de expliear por qué algo no ae produce en {allugar sino en otro, Dar pruebas de magnitudes negativas en Ciencias sociales, es decir de la no oeurreneia de fendmenos que eberian ocurrir, es enormemente forzado; y es, por asi decir, tuna espina clavada de todo pensamiento teérico en ciencias ‘Sociales (una espina que no quisiera esconder porquerealmente nos suele desconcertar un poco en nuestra creeneia de poder txplicarlotodo) elhechode que, post festu, uno puede explicar todo lo imaginable de un modo més o menos plausible, pero ‘cuando se trata de predecir a un hecho social (aun del tipo mas Simple) va a ocurrir primero aqui o en otro lado, normalmente se fracasa [risas]. Uno se podria haber imaginado, a priori, que estos graves disturbios o estas acontecimientos tipo Progrom se podrian producir més bien en otra ciudad, por ejemplo, en flguna ciudad eon una atmésfera reaccionaria, y no en Berlin, ton su fuerte poblacién obrera y con su fama de ser una ciudad teclarecida, sobria y progresista [risas). Ustedes ven entonces ‘que después de los hechos es muy féeil explicar por qué esto ‘currié justamente en Berlin, pero de antemano nohubiera sido para nada tan sencillo, es sefalo esto porque quiero mostrar- os que un concepto que desempefia un papel central en la concepeién positivista de la sociologia, a saber, el concepto de prediecidn (es decir, que el conocimiento sociolégico debe ser ‘capaz de predecir algo correctamente) de ningiin modo carece Ge toda justficacién. Quisiera, en la medida de lo posible, ‘mostraries y reseatar también los momentos de verdad en la ‘oneepeién opuesta a la que les estoy presentando. No quiero ‘decir eon esto en absoluto que la meta de la soriologia consiste ‘en hacer prediceiones, porque justamente estas predicciones fon siempre puramente inmanentes al sistema, y ademés, en ‘un plano mas profundo, porque poseen algo de "practicismo", ‘quieren ver la sociologia comprometida a asumir las taress due se le encomiendan en cada momento. Pero realmente, si tuna teorfa no es capaz también (repito: también) de predecir ‘algo, entonces estoconstituyedehecho una objecién importante ‘contra esa teorfa. Con otras palabras, creo que entre as tareas 68 de una teoria critica de Ia sociedad bien desarvollada deberia estar la aceptacién de elementos predietivos, slo que purifica ddos de un practicismo limitado, Quisiera volver ahora a nuestro ejemplo, Pero antes per- itaseme intercalarlosiguiente. Puede ser quealgin dialéctico estrictoentre ustedes me pueda reprochar correctamente el us0 deesta categoria del ejemplo. Pero yone puedo aqui presuponer ‘un puntode vista dialéctico, creo queen uncurso intreduetorio debe estar permitido que uno, en ocasiones,ilustre las abstrac- ciones con ejemplos, de modo que todos puedan entender qué es Toque esta detras de ells. De cualquier modo, intento corregir esta falencia de los ejemplos, en la medida de lo posible, utilizando ejemplos que no son irrelevantes, es decir, ejemplos enlos quenose pretendedemostrar determinados hechos desde el punto de vista logico-cientifico, sino que busco ejemplos que se encuentren en una relacién significativa con la verdadera ‘temitica, es decir, on Ia teorfa de la sociedad y el concepto de sociedad, Bueno, estocon respecto al principio de eleccién de los ‘ejemplos que ya les he presentado y que, todavia en mayor ‘medida, les seguiré presentando, Se pueden dar todas las razones locales y especificas pposibles de por qué se ha llegado a este verdadero Progrom justamente en Berlfn, aun cuando, como he dicho, la posibilidad de un argumento 0 fundamentacién opuesta puede ser igual- ‘mente plausible yeonvineente. Pero pensemos en loms convin- cent, es decir, en las provocaciones que la Prensa Springer durante un largo periodo realizé contra los estudiantes; sin ‘embargo, esta provocacién no habria sido efieaz i nose hubiera ‘orrespondido con un determinado potencial de los destinata- ros de esa provocacién. Pues es propio de la sociedad actual (y esto vale justamente para la asi llamada prensa amarilla) que 3s informaciones se eonvierten en bienes de consumo, es decir, {que las informaciones mismas producen, en aquellos a los que estén dirigidas, certo placer, o mejor, placer susttutivo, cierta satisfaccién sustitutiva, Sin este potencial de antiintelectua- lismo, y sobre todo, de odio contra aquellos que no estén to- talmente atrapados por la heteronomia del proceso del trabajo, ‘como es el easo de los estudiantes, probablemente esta prov" «in que, porlodemés, no puede separarse de motivas comercia- 69 Jes, no hubiera sido posible en la formaen quese ha dado. Ahora bien, uno se mueve aqui realmente en un plano tedrico especu- lativo, y seria importante realizar una investigacién empirica sobre estos importantes problemas. Creo que para entender realmente este fendmeno de la provocacién de la prensa, se ‘deberta legar aun fenémenoosindrome que va muchomas all, ‘saber, la problemética del antiintelectualismo. Esta proble- ‘atica, a su veo, se vincula, en tiltima instaneia, con la separa- cin del trabajo fisicoe intelectual, y con el odio de aquellos a los {que no les es permitido el trabajo intelectual y el cio; odio que, debido a los mecanismos de ocultamiento de la sociedad, no se dirige a las verdaderas causas, sino a aquellos que, real 0 aparentemente, se benefician de la situacién. Aunque no puedo dejar de sefialar que la idea dominante en grandes sectores de lapoblacién acerca dela supuesta situacién material privilegia- dade los estudiantes es, en gran medida, un mito (aplausos) Creo también que no seria nada malo que se refutara muy enérgicamente, por medio de pruebas evidentes y seguramente ‘muy ficiles de procurar, el argumento una y otra ver repetido de {que los estudiantes estan descontentos porque es va demasiado bien. Creo que este cisé, como el clisé de los estudiantes muy bien alimentados, que corren a toda velocidad en sus lujosos ‘autos risas], no ha contribuido en poco a este odio. 'No quisiera, por supuesto, subestimar en absoluto las ‘causas especificas de los acontecimientos de Berlin, Noquisiera Jjustifiear nila politica policiaca de as autoridades dela ciudad, ni a la prensa, que ha ineitado a todo esto. Lo que quiero destacar es solamente que en este acontecimiento, asf como en ‘muchos otros acontecimientos sociales que pueden ser observa- dos concretamente, sélo en apariencia son concretos. Segu ‘mente habré muchos entre ustedes que sucumben un poco ante ‘lencantoque poseela palabra conereto". Una vezmecontaron, Ja triste historia de que los nazis, cuando detenian a alguien ‘bajo sospecha de actividad politica y querian saber cul era st. convieeién, consideraban un indicio de conviceién comunista si lapersona utilizaba demasiado a menudo a palabra “conereto”. ‘Sipiensan, por otro lado, en la importancia que el concepto de Toconereto posee para a sociologia postivista, podrén hacerse tuna idea de las peculiares connotaciones afectivas que ha 0 cexperimentado este concepto, Probablemente (en esto quisiera ser absolutamente clare), esto ha ocurrido porque nuestro mundo esta tan dominado por rogularidades abstractas, y Porque las relaciones entre las personas mismas se han vuelto tan abstractas, que lo concreto se ha transformado en una suerte de utopia (ala cual efectivamente representa).y creemos ue, si uno es totalmente concreto, es decir, si nos referimos al ‘hic et mune, entonees ya la tenemos en el bolsillo, independien- ‘temente de quelo supuestamente concreto, es decir, los hechos, ‘sea en gran medida una expresin de aquel orden abstracto de relaciones, tal como he intentado demostrarles a través del concepto de sociedad. Esto quiere decir que en la investigacién fempirica uno continuamente se ve llevado, en la progresiva reflexin, a aquel concepto de contexto social que no solamente ‘std prohibido por las reglas de juego del empirismo cientifics- ‘ta, sino que, ademés, contradice aquella representaciin libidinosa de la conerecién, del concepto de lo eonereto. Algo muy parecido ocurre, por ejemplo, con las investigaciones ‘acerea del lima de trabajo una tarea sin duda legitima dentro de las metas del trabajo industrial), tal como. se realizan ‘actualmente. Con relativa rapidez resulta evidente que el intento de reducir este lima de trabajo las cireunstancias de la fabrica en cuestién tiene siempre algo de insuficiente. Natu ralmente, existen matices y diferencias entre fabricaytbriea, ‘pero los presupuestos decisivos se remontan a los acuerdos de paritarias;los acuertos de paritarias presuponen, asu vez, una Situacién de compromiso entre los gremios empresarios yobre- 0s, en dltima instancia, presuponen relaciones de poder y, con ello, los problemas estructurales de la sociedad misma. Lo que {ntento decir con esto es que no quisiera que, luego de haberles recaleado con cierto énfasisel eoncepto de sociedad por sobre los hechos, supusieran que existe una ruptura radical entre estas dos entidades. Quisiera, en cambio, que tuvieran elaro no s6lo ‘que es posible, tal comoo discutimos la vee pasada, percibirlos fenémenos individuales de la sociedad de un modo, en cierto sentido, fsonémico, sinoademés, quetodaslasexplicaciones de fenémenos individuales llevan, mucho més répidamente de lo {gue uno supone, a considerar cosas como la estructura social Quisiera lamarles la atencién de un modo drastio sobre algo n {que quiz pueda quedarles claro: cuando se ejerce una eritica Gentro de un sistema social existente y, sobre la base de esa critica, se realizan propuestas de mejoramiento de tipo particu- Jar, estas propuestas de mejoramiento inevitablemente se to- pan muy pronto eon un limit. Ese limite, sise parte puramente Be los momentos individuales dela critica, no resulta compren- sible; lo puede ser comprendido através del preordenamiento ola sociedad, que es muy sensible a cualquier tipode cambio, faun a los cambios particulares a través de los cuales se la fcuestione, aun en lo més minimo. ‘Les doy un ejemplo de estoextraidodeun campohoy en dia uy discutido y que creo que es realmente muy importante, & ‘aber, la formacion politica, Cuando se reprocha ala formacién politicg su falta de eficacia (sobre esto se han ocupado muy [otalladamente los estudios realizados bajo la direccion de ‘Teschner"), uno se encuentra a menudo con que cuestiones tales como ias relaciones politieas, la Ley Fundamental, los partidos politicos, el pluralismo, el papel de las empresas y Eindieatos, aparecen tratadas de wn modo muy formal, y que él trasfondo de todo esto, es decir, las cuestiones del poder, de la Dovesién de los medios de produccién y de la riqueza social, no Potoman en cuenta en absoluto, Alobservar este fendmeno mas detonidamente, uno se encuentra con que en nuestra democra- ‘Ga, definida formalmente, se exige que se eduque para esta democracia, pero, simulténeamente, también que no se toque ‘ninggin tema que pueda introdueir el punto de vista particular ‘de algén partido politico, Este tipo de limitacion impide de fantemano que puedan tratarse las cuestiones estructurales (que deberia tocar una formacién politica. Es decir, el maestro due, por una vez, en lugar de hablarles a los nifos sobre interlocutores sociales, les uente algo relativo alas contradic- Clones que se encuentran detrés, debers contar inmediatamen- teoon una cantidad de padres indignados que enviardn cartas f las autoridades de la escuela donde se diré que el maestro ha hecho propaganda politica, ha abusado de la ensefanza de la politica para perseguir fines politicos, y cosas parecidas. Como Ronsecuencia deesto, nose atreverd a hacer algo asinuevamen- te. se instrumentarda todas las instancias posibles para que no pueda hacerlo. n Creo que estos fendmenos en los que los limites inmanen- tes al sistema aparecen tan rapidamente, incluso frente a ‘modestas mejoras, les muestran muy claramente que, si bien el concepto de sociedad no es un hecho, es, sin embargo, algo muy real. Me parece que es muy importante esta paradoja, segdn la cual justamente lono factico, lo que no puede transformarse en percepeién sensible, no posea una realidad menor, sino, por el contrario, una realidad mayor, determinando la’ vida de los ‘eres humanos mucho mAs que los elementos coneretos con que os encontramos de un mod inmediato, Uno llega a conocer ‘esto (y quisiera aqui volver a referirme a la frase de Durkheim {que ya les he meneionado varias veces”) en el momento de la resistencia, en el cual no se puede avanzar mas, cuando, bien Juno pone la mano en una masa pegajosa o, lo que es més probable, se da la cabeza contra la pared. En realidad, este el modo en que, desde abajo, ascendiendo desde la asi llamada conerecién, uno puede eaptar aquello que se nos reprocha muy livianamente como un mero concepto metafisico. Los fendme- nosqueleshe mencionadoy muchos otrosdela misma categoria pueden caracterizarse como fenémenos dela experiencia, Seria ‘como decir: por qué unose tiene que dar continuamente contra lapared, cuando intenta practicarla formacién politica demodo tal que el concepto de democracia sea realmente sustancial? Estas constituyen progresivamente experiencias. Y lo mismo ‘curre con los otros ejemplos que les he dado. A mi me parece que el argumento realmente més fuerte contra la vision Dositivista de la sociedad es que ella, que tanto resalta en su nombre “empirismo”, “empirismo légieo", el concepto de expe- "encia, sin embargo encadena a la experiencia. Diria que noes casual que Hegel haya denominado a eu primera gran obra ‘Ciencia de la experiencia de Ia conciencia”, dela cual, como es ‘conocido, sslodesarroll6la primera parte, la Fenomenologia del espiritu,y luego reestructuré la obra." Este tipo de experiencia ‘ala que meestoy refiriendoes, dirfa, eanalizada, manejada por 1 positivism, pero a través de este manejo se impide que aparezca Ia experiencia. Probablemente, con el comeepto de ‘experiencia mismo, que esté muy vineulado con lo concreto a ue me he referido antes, se da que posee hoy en dia una ‘mportancia normativa tan enorme, porque, por un lado, en el a mundo en que vivimos casi no es posible una experiencia fgenuina, es decir, una experiencia de algo nuevo, de algo no dado previamente, y, por otro lado, porque Ia ciencia, a través ‘desu reglamentacién, de sistema dereglas queel conocimiento Te impone, en el fondo no permite que una experiencia de este tipo se produzea, No dudaria en definir Ia idea de una doctrina Gialéetica de la sociedad como la reconstitucion o, para ser mas ‘modesto, el esfuerzo por reconstituir la experiencia que n0s es denegada tanto porel sistema social mismo como por las reglas de la ciencia, Llevando las cosas un poco al extremo, se podria ‘decir que lo que intento presentarles aquf es algo asi como los principios de una rebelién dela experienciacontra elempirismo, Debo agregar, sin embargo, una vez més, que este tipo de experiencia que he intentado ilustrar con mis ejemplos no es tuna pura elucubracién, sino que esté guiada por problemas, ‘como pur ejemplo, el problema de la imposibilidad de una formacion politica realmente accesible. Esta experiencia se nos jmpone de modo tal que, si no se la prohibe por completo, no podemos eseapar de ella. Por lo tanto, sociedad es experiencia: esto seria luego deo aque les he dicho, lo que uno encuentra de inmediatoy, al mismo tempo, lo que uno reconoce como la eondicién de los aspectos {que pueden ser crticados, de los aspectos insuficientes, aun en. tin sentido llano e inmanente. Pero esto es, entonces, lo que impide que esos aspectos sean transformados de un modo real J eficaz. ¥, justamente, el peligro del ideal oficial de ciencia es ‘Secamoiear esta experiencia. Schelsky, en su polémica contra, ‘mi, que eva claramente una polémica positivista (a pesar de su foncepto de una “doctrina trascendental de Ia sociedad”), se ‘escandalizaba por el concepto de “experiencia no reglamenta- dda" 9 veia en é, diria que correctamente el punto clave que se ‘pone al positivismo.*' Sin embargo, todo depende (y esto es de ‘puevo una mediacién, no con el empirismo, pero si con los, ‘étodos empiricos) de que esta experiencia permanezca en un tontacto estrecho con os hechos y no vaya mas alla de un modo frbitrario y superficial. Por lo demés, quisiera sefialaries que ‘ccurre algo muy similar en algunas escuelas totalmente dife- ‘entes, como por ejemplo, la escuela fenomenolégica del s0ci6- Togo estadounidense Schutz, quien se encuentra muy cereano “ en sus posiciones tedrieas a mi colega de Franefort, Luck mann.** Aunque desde un punto de vista totalmente diferente, 1 saber, desde el punto de vista de Ia llamada experiencia fenomenolégica, también ellos han destacado expresamente ‘esta idea de que la experiencia viva debe prevalecer sobre la ‘experiencia cosificaday endurecida, Comoven, lacritiea que les he desarrollado aqui no es un privilegio de Franefort, sino que Jas mismas cuestiones pueden encontrarse en posiciones total- mente distintas dentro del pensamiento sociolégico. Muchas ‘gracias 6 Clase 7 14 de mayo, 1968 Senoras y sefores Dado que es sélo una feign que ustedes sean principian- tes en la sociologia, quisiera decirles... (silbidos) (Asi se oye mejor? Ahora esta mejor? Si, no sé, tal vez alguien podria, Senor Kulenkampff.” seria tan amable de ocuparse de esta ‘maquina... Muchas gracias, Ahora esta mejor? Bueno, sefior Kulenkampff, podria informar entonces a los téenicos; mien- tras tanto voy a comenzar, aunque sea a los gritos. (risas) Queria decitles algo acerea del problema dels division de 1a sociologia. Aquellos de ustedes que se estén preparando ya para el examen del Diploma o que tengan ya en vista algo por lest, habrén leido que se distingue entre “Sociologia gene- al” y “Sociologia especial’. Antes de entrar en este problema ‘eade el punto de vista cientifico y de la teoria de la ciencia, ‘Guisiera decirles algo precientifico: esta divisin tiene, en prin- ‘pio, un sentido practic. Este sentido préctico es distinguir, por un lado, as euestiones tedricas, fundamentales de la socio- Togia, y por otro, los aspectos particulares que, en parte, se relacionan con las téenicas y habilidades que ustedes deben fadquirir en las clases de sociologia, en el sentido de ta fapleabilidad practica, En esta distincién, naturalmente muy cuestionable, se expresa, hasta cierto punta, el cardcter doble dela sociologia, sobre el cual he lamado ya la atencién: por un Jado, 1a sociologia dirigida a satisfacer los requerimientos pricticos, en el sentido de un trabajo socialmente ail, ¥, Por ‘ero, la sociologia que se ocupa realmente de aquello que hace Fancionar todo el mecanismo. Deben tener presente (y creo que 6 ‘ex bueno que sepan esto ya desde el comienzo de su carrera de fsociologia) que le sociclogia no es (tal como, segin la idea tradicional, ocurre con la jurisprudencia o la medicina) un ‘cuerpo doctrinario cerrado, sino un conglomerado de discipl nna muy diversas entre si, que fueron ereciendo de a poco ‘onjantamente, luego de tener origenes historicos totalmente dietintos. Todo el campo de lo que hoy se denomina investiga- cidn social empiriea (del eval hay un buen resumen en el srtfeulo que ha preparado el Instituto de Investigaciones Soci lesen suconjunto parael Diccionario de ciencias politicas™) se hhadesarrolladoa partir delasciencias delasfinanzas, especial- mente del mereantilismo del siglo xvas, euando, por primera ver, surgié algo asi como la perspectiva de una economia y una ‘administracion planificadas, a cual requeria logicamente una viston general de todas las necesidades, deseos y relaciones testructrales, dentro de la poblacién. Por otro lado, lo que hoy ‘se denomina sociologia tedriea surgié de Ia filosofia, y el nom- ‘bre “sociologia", que, como les dije, no tiene mucho mas de cien aos de antiguedad y fue creado por Comte,** tiene un cierto rasgo de arbitrariedad. Casi se podria decir que no ha existido ‘ninguna gran filosofia que no haya tratado, de algun modo, ‘euestiones sociales. Y la historia de la filosofia ha sido tan diversa que, por ejemplo, las disciplinas ligicas y la teoria del ‘onocimiento han sido consideradas como instrumentos pera desarrollar la tica y, con ello, también la teoria de la sociedad, ‘Deseo agregarquela ética siempre haestado unida acuestiones sociales, dado que la étiea, como doctrina acerea de Ia conducta correcta, siempre ha incluido también la condueta social, 1a ‘condueta de seres humanos unos con otros; aunquees cierto que sélo tard~amente se descubrié quel llamada moral privada, es decir, las conductas y normas de conducta de seres individuales fon seres individuales, contribuye relativamente poco a las ‘uestiones decisivas de Ia ética, por ejemplo, la cuestion de la justicia la cuestign de la justicia de la estructura global no es tratada por la ética privada, Por lo tanto, Ia sociologia es una cioncia bien antigua, y lo nuevo, que se ha producido desde Saint-Simon y Comte, es, en realidad, sélo un proceso de ‘emaneipacién. Este proceso ha llevado a que la sociologia, aun fen sus partes tedrieas (como pueden observar claramente en 1 Comte), se sjerza como una ciencia particular entre otras Ciencias particulares. Si esto es una suerte o una desgracia, 0 fambas cosas, es una euestin que preferir(a no tratar ahora, Por lo demés, la cuestin de hasta qué punto la sociologia teérica es filosofia ha sido conflictiva desde un comienzo; pues ‘alos primeros pensadores modernos de a sociedad que pueden ‘caractetizarse como sociélogos, es decir, Saint-Simon y Comte, hhan efectuado graves objeciones en contra de la filosofia, que estos autores llaman metafisica, todavia en el entidodela vieja tradieién del siglo xm La actitud de estos pensadores fue, desde un comienzo, antifilosfiea, Y esta actitud tiene una ‘causa social, que es muy curiosa: estos pensadores, que esen- Cialmente han sido propagadores o apologistas de la sociedad burguesa, apliearon a cualquier tipo de actividad intelectual el criterio de la utilidad social 0, como se denominé mas tarde, del trabajo productive. Y, como eriticos de la ideologia, desprecia- bana todo aquel que hiiera algo imitil. Su caballito de batalla preferido eran los abogados, a los que denunciaban constante- mente como parasites, y, luego de ells, los otros chivos expia~ torios eran los flésofos, que lo Gnieo que producian eran burbujas de aire de las cuales la humanidad no obtenia nada en ‘hsoluto. Todo e] nuevo positivismo tiene su origen en una ‘ierta actitud hacia lo practico,en este rechszo alo socislmente {nti todo lo que no se acredita de un modo inmediato en el proceso de subsistencia de la sociedad. Valdria realmente I pena investigar los rigenes sociales especificos de positivismo, sdecir, este desprecio por el trabajo instil enel sentido de una Sociedad de intereambio consecuente. Hoy en dia no se dicen estas cosas de un modo tan abierto como en la época inocente de ‘sus padres fundadores", pero yo tengo la sospecha de que, en ¢lfondo, el positivisme no ha cambiado demasiado respecto de festa motivacién, Lies decia antes que, en principio, es bueno que tengan en cuenta esta division, dentro de su carrera de sociologia; espe- tialmente porque quisiera desaconsejarles que, justamente a ‘causa de este practiiamo, desprecien las disciplinas particula- res de la sociologia y se concentren exclusivamente en las ‘cuestiones tedricas, Un concepto de teoria que conciba la teoria ‘como algo abstracto frente a los aspectos particulares de la 6 sociedad es, en si mismo, problemstico, Pero, por atro lado, y también para justificar mi propio plan para estas clases tesri- cas, certas experiencias que he tenido en los ultimo dias con algunos aspirantes al Diploma me obligan a advertirles que, ‘aun cuando el nicieo de sus intereses sea alguna de las llama. das sociologias particulares, es decir, alguna “sociologia de tal cual cosa”, su formacién cientifiea se veré dafada sino estén atentos a los grandes problemas, tal como quizé les habra quedado clarode loque he diseutidoen as iltimas clases acerca de la mediacién universal de todo lo social a través de la sociedad. Dias pasados he examinado @ una joven que se habia ‘ocupado muy intensamente del problema de los “grupos peque- ‘Ros”.1" Ya habia trabajado este tema en un puesto docente que tenfa en algo asf como una clase préctica, y sabia realmente ‘mucho sobre esto. Entonces fui un poco mas alld y le pregunté sobre la importancia de los “grupos pequefos” en la sociologia de la industria, en la cual (como tal vex algunos de ustedes saben) este problema ha llegado a ser agudo, en conexién con la discusion sobre el taylorismo, es deci, a través del estudio de Mayo." El resultado de este estudio revels que la productivi- dad del trabajo crecia por medio de la coherencia de pequetios ‘grupos “informales’,es decir, no organizados. De locual results que en la organizacién social racional se incorporaron, por razonesracionales,sectoresirracionales, es decir, estas relacio- nesentrelos grupos. Y también resulté quelasociedad, aparen- temente racional, pero en su conjunto no tan racional, necesita para su subsistencia sectores irracionales, Para la saciologia tedrica, esto es un hecho extraordinariamente relevante € interesante. Luego de que la joven me expuso de un modo muy bonito sus conocimientas sobre Ia sociologia de los “grupos Pequeros”, le pregunté si en sociologia habfa alguna otra cosa ademés de la sociologta de los “grupos pequerios”(risas). Alo ‘ual me dijo, textualmente: ‘Si, también hay enfoques acerca de ‘imo se pueden conformar mas adecuadamente las relaciones sociales, por ejemplo, la historia dogmética”(risas], Laingenui- dad de esta formulacién es extraordinariamente reveladora, La Joven quiso obviamente transferir todas las probleméticas sociol6gicas que van mas alld de la aplicacién practica, all basurero de la historia, es decir ala historia dogmatica. Delo 9 que ella dijo no se podria extraer con toda claridad suintencion, Derolo que estaba detrés era algoast como lsiguiente:“Bueno, [bdemashay por allialgunos dinosaurios[risas]queaparecen en Tahistoria de la sociologia, y que se han ocupado de lo que se tentiende como ‘la orgenizacion adecuada de la sociedad’ " ‘ntendiendoesto tiltimo en un sentido propio de una institucion paternalista y benevolente, sin tener la menor idea de que la ociologia pudiera tener que ver de un modo esencial con las Iuchas sociales. Durante el examen intenté con algun esfuerzo evar la conversacién hacia la problematica que les he sehala- doves deci, ala funcién de lo “grupos pequefios” como comple- ‘mento ocontrapunto irracional del mundo del trabajo aciona- lizado; pero evidentemente no pude lograr que ella pudiera ver a eonexion que los Ilamados problemas particulares poseen entre sf. Les aclaro, para su tranguilidad, que la joven, de ‘cualquier modo, aprobéel examen (isas}, pero creo que ustedes podran comprender claramente en este fenémenoque ocuparse fe log problemas de la sociologia considerados socialmente ‘iiles sin estar abiertos al horizonte te6rico lleva a unestrecha- rmiento tal, que realmente la funcién que debe cumplir la ociologia hoy en dia, que yo he caracterizado como la funcién formativa de la sociologia, no puede ser satisfecha, Al decirles cestode este modo tan general, es podré parecer algoobvio. Pero ‘S tomo en cuenta la experiencia de los ex4menes, justamente, Tos de los ultimos dias, resulta que lo que aparentemente es obvio, en la realidad no es tan obvio, En este amor irreflexivo hhacia este tipode diseiplinas particulares, comola sociologia de los grupos pequefios, que, por lo demés, aparece también en conexién con la asistencia social y disciplinas parecidas, se puede reconocer una cierta tendencia (la cual nuevamente se Felaciona con determinadas transformaciones sociales y fantropoldgicas) que no solamente ha sido advertida por los “franefortianos”. También ha sido sefialada, por ejemplo, por Helmut Schelsky y consiste en la tendencia hacia el conere- tismo,i0? es deci, la tendencia hacia una cierta atrofia de la capacidad de elevarse sobre sf mismo, de ir conceptualmente ‘mas allé de lo inmediatamente dado. Los seres humanos estén. igran medida fijados a situaciones dadas, en aras de su. Supervivencia, Esto es aquello que el psicoanalista Nunberg, 80 ‘muy bien lamé la “debilidad del yo", es decir, que los seres hhumanos, en su exceso de celo por lograr la adaptacién y la rreaccién inmediata a situaciones puntuales,no pueden llevara cabo la conformacién de un yo fijo, que no cambie de situacion fen situacin. Por lo demés, esta "debilidad del yo" es un hecho {que esté relacionado con problemas de identificacién en la Infancia, es decir, que tiene una raiz psicologica profunda. Con todo, no entraremos aqui en esta cuestién. De cualquier modo, se puede decir que, en la sociedad actual, para muchos seres hhumanos el yo se ha transformado en una carga tan grande, es decir, pensar de un modo consistente yeonsecuente provoca una ‘ncomodidad tal, que se opta simplemente, comose suele decir, ‘por “no pensar tonterias”, por considerar ques, enciertomodo, ‘més realista no educar demasiado el yo, segun el viejo refrin berlinés: “tienes suerte - eres un tonto” [risas). Algo de este refrain ha resultado ser cierto yjustamente me he referido ala relacién entre estos campos divergentes de la sociologia para amarles Ia atencién sobre ello, Dicho sea de paso (y creo que tal vez no sea inoportuno hhacer una referencia al respecto) las euestiones de la reforma tuniversitaria, sobre las cuales todos ustedes se ocupan con toda razén, tienen mucho més que ver con esto de lo que quizé se imaginan, Hace poco, en una reunién en esta facultad (no de ‘socidlogos),llamé la atencidn sobre algo que, segtin me dijeron alli, constituye un punto de vista novedoso, por lo cual me «gustaria exponerlo en esta clase, En toda esta reforma univer: Sitaria se diferencian dos motivaciones, que se encuentran ‘unidas, espetialmente en la conciencia de muchos estudiantes, y que en realidad se contradicen; y estos dos puntos de vista se ‘orresponden de modo bastante exacto con la dieotomia de la gue les he hablado. Por un lado, se trata de un movimiento realmente emaneipador, que aspira a que el pensamiento no ‘ea encadenado, a que la conformacién de una capacidad au- tonoma de juicio se oponga a la coercién dirigida a lograr la ‘adaptacién, tal como la sociedad la ejerve ycomolla industria de la cultura la administra, Estas reflexiones van més alld de lo ‘meramente institucional dela universidad, y se transforman en ‘una eritica a una sociedad que, al integrarde un madocreciente ‘os individuos, al mismo tiempo les quita sus posibilidades. Lo aL {que para un hombre ya mayor como yo resulta reconfortante en qiinovimiento estudiantil es comprobar que la suposicion (tal omo puede hallarse, por ejemplo, en las utopias negativas de Huxley! ode Orwell! de que estaintegracion se produce tan ficilmente, haciendo que uno viva en un infierno creyendo que teoel elo, no es cierta. En esto se halla algo increfblemente Gsperanzador. Me permito decirles que esta idea de que una {ntogracign que sélo perpetie las contradicciones es una apa Tonia que no se puede mantener, que debe explotar, Ia he ‘pnalizado detalladamente hace veinte aos en un trabajo sobre Brave New World,!® que ahora se puede leer en el libro Prismas, Tal vez pueden mirarlo en algiin momento, Junto.con ‘cetas tendencias emancipadoras de Ia reforma universitaria, maneipadoras no gélo dentro del ambito cientific, se puede ‘bservar una segunda tendencia que en absoluto se encwentra bien diferenciada de la primera. Dado que se trata dedefender Tnvazén y edificar instituciones racionales, esta tendencia pone tenel centro de gu demanda lo que Horkheimer ha denominado “Tazén instrumental)" locual leva,en realidad, a escolarizar Te universidad, a transformarla en una fibrica de individuos ‘que produzea la mercancia “fuerza de trabajo" del modo més Sucional posible, y que los capacite para vender bien esa mer- ‘anefa, Esta tendencia opera necesariamente a costa de aquel Shovimiento hacia la autonomia que parece estar detras de tal Teforma. ¥ si me permiten, sin intentar entrometerme en. su Rerecho a la libertad y a tomar decisiones por s{ mismos, les faconsejaria que reflexionen sobre este carécter doble de esta nica a la universidad y de la reforma universitaria, Incluso dria que las famosas propuestas del Consejo Cientifico!™, por {nds que estén motivadas por cuestiones précticas como la esproporcidn entre las posibilidades personales que ofrece la tuniversidady lacantidad de estudiantes, enelfondo,seencuen~ tra. favor de la nivelacin completa de la universidad através ela producciGn de trabajo stl. Estas propuestas pertenecen, for lo tanto, a la tendencia que promueve el mecanismo de Pgaptacion quejustemente se pretende, por otro lado, abolir. ¥ (eta os exactamente la miama dualidad que les he mencionado fantes en relacion oon el problema de la contradiccin o diver- {gencia entre el interés soioldgico de tipo tericoy el interés en 2 las disciplinas particularesconcretas. Les aconsejo,entonees, si ‘no se encjan conmigo, que reflexionen nuevamente acerea de esta, casi diria, antinomia del movimiento estudiantil, Pues ‘ocurre, como tantas veces en este tipo de movimientos de protesta, que, por un lado, uno esta insatisfecho de que la luniversidad noesté suficientemente streamlined’, es decir, de que como fabricano funcionebien,y, por otrolado, unose rebela encontra de que funcione como una fabriea, Creo que, en lo que luno tenga para contribuir ala critica a la universidad, deberia diferenciar estos dos aspectos, eintentar determinarla relacion ‘entre ambos. A favor de cusl de ellos yo me inclino, no necesita decirselos, Bueno, ahora quisiera tocar los verdaderos problemas relacionados con la divisin entre *sociologia tebrica” y “socio- logia especial”. Visto de este modo, el famoso (ficticio) homo sociologicus que viene a la universidad seguramente se imagi- naré que, por un lado, esté el conjunto total de la ciencia sociol6gica y de las disciplinas sociologicas que uno debe estu diar. Luego se subordinarian (si bien noen un sentido ligico)los diferentes campos particulares. De este modo, la *soeiologia, ‘general’, tal como lo indica su nombre, seria une instancia ‘abstracta superior, algo general que se podria extraer de todas las disciplinas socioldgicas particulares, y que seria como el resultado tiltimo que quedaria luego del estudio de esas disei- plinas particulares. Ahora bien, esta idea sugerida por las divisiones dentro de la sociologia ‘es, si se reflexiona seriamen- te, extraordinariamente problematica. Y ereo que no cometo ninguna indiserecién siles digoque yomismoheopuestomucha, resistencia contra esta organizacién dela sciologia,) pero por rrazones précticas, puramente practieas, no he tenido éxito, ¥, por otro lado, como suele oeurrir con estos conflietos de intere 508, me he sometido también a los fines practicos alos que me he enfrentado, sin que por ello mi posicion al respecto se haya ‘modificado en lo més minimo. Creo que les habré resultado claro por qué es problematica esta concepein acerea de la relacién entre “sociologia teérica” y “especial” o “sociologia. ‘eneral” y especial", a partirde lo quehe intentado mostrarles Tespeeto dela determinacion del concepto desociedad,eleual no 5 un concepto superior abstracto que abarca todo lo que es as individualmente algo social, sino que sociedad es (segsin Ia enominacién de Hegel, que Marx luego adopta) un concepto (general concreto;1 es decir, un concepto del cual todo lo {individual depende, pero que noha sido abstraido a partir de lo {ndividual, sino que contiene en s{ mismo, como condicion de su propia posibilidad, todos los momentos individuales, tal como Eon tratados por las diferentes sociologias especiales”, segin le division habitual de esta ciencia. Del mismo modo (si ustedes tienen presente que el método socioldgice y la soeiologia como Cencianose deben regir por el punto de vista metodol6gico, sino por'su tema, es decir la sociedad), la “sociologia tedrica” no es tlgo general abstracto frente a las diseiplinas particulares que fdbarea, sino que se refiere a las legalidades concretas a las cuales la sociedad esta sometida ‘No quisiera, con todo, uitarles todo valor adeterminadas perspeetivas particularescomparativas, esdeci, abstracciones Comparativas. S6lo quiero sostener que este procedimiento Comparative de abstraccién no funciona, si es excluyente, Le razdnes, simplemente, que las leyes del movimiento del mundo Capitalista, que constituyen, en ultima instancia, el destino, © hnovdestino, del cual debemos ocuparnos, no son algo general frente a todas las sociedades particulares que estan sometidas ‘aellas, sino que ellas son las legalidades que imperan como algo ‘ent mismo tinieo, pero al mismo tiempo determinante de todo Jovindividual. Acerea del problema de la abstraceién compara iva, y de lo que puede ofrecer, quisiera mostrarles lo que puede lextraerse de este enfoque. Hace algin tiempo, un norteameri- ‘ano sefialé en una investigacin,?" que en muchisimos paises ‘curve una cierta divergencia entre el Norte y el Sur, del Siguiente tipo: el Norte esta dominado por una moral del trabajo ‘urguesa, es industrializado, normalmente més rico, és puri- tano, mientras que enl Sur nadie se queda sin aire trabajando, se vive més apaciblemente, pero, por otro lado, la situacién es en muchos aspectos mas retrasada y elnivel de vida en general mas bajo, Bien, al ofr esto, ustedes pensardn, dado que segura- ‘mente habrén ofdo algo de la sociologia de la religion de Max Weber," en Ia distincién entre el medio protestante y el catélico, tal eomo se da en gran medida en Alemania. Pero lo ‘Curiogo es que, aun dentro de paises en los que esta distincién, a4 ‘entre protestantismo y eatolicismo no se produce en absoluto, ‘como Italia, gobierna exactamente la misma diferencia social centre Norte y Sur. En Italia, por ejemplo, hay un Norte alta: mente industrializado, y luego el Mezzogiorno, que, como es sabido, constituye una flenteconstante de intranguilidad para la republica burguesa italiana, porque, justamente, no se ha logrado la integracién del Sur, es decir, practicamente de todo lo que esta al Sur de Roma, especialmente Sicilia, En los ‘Estados Unidos, la relacién entre los Estados del Norte y los del ‘Sur es muy similar, aun cuando los Estados del Sur estan determinades, desde el punto de vista de la socilogia de la religion, por sectas protestantes muy rigurosas, por fandamentalistas, es decir, por aquellos que ponen un énfasis fextremo en las categorias basieas del protestantismo, como ‘metodistas y bautistas. Sin embargo, all también se produce la ‘misma diferencia, Se podria pensar también, por supuesto, en elclima, a muchos se les habré ceurrido, pero dado que, por un lado, el Norte de Italia, a Italia altamente industrilizada, esta ‘mucho més al Sur y posee un elima mucho més meridional que el Sur de Alemania y Austria, y, al mismo tiempo, muestra los +rasgos propios del Norte, parece que esto no concuerda, Crea {que no se ha encontrado todavia una explicacién satisfactoria de este fenémeno, aunque pensaria que este tipo de cosas pueden explicarse. Quise presentarles este ejemplo, por un Jado,como una curiosidad, pero tambien para mostrarlesdequé ‘modo puede aprovecharse muchisimo de la comparacién entre diferentes sociedades, tal como la lleva a cabo hoy en dia especialmente la llamada antropologia cultural, la cual compa- ra civilizaciones llamadas superiores con ciertas costumbres y habitos de pueblos mas omenos subdesarrollados,encontrando analogias muy llamativas. Del mismo modo, la sociologia no puede desprenderse totalmente de su relacin con la etnologia y la antropologia, sélo que no debe considerarse esta relacion ‘como una clave de estas disciplinas, Ciertamente, noes posible inferir de est tipo de coincidencias entre, digamos, determina- dos rituales propios de civilizaciones tardias y’rituales de ‘pueblos salvajes, una estructura esencial de la sociedad, Por el contrario, poseemos medios cientificos que nos permiten com prender estas coineidencias como fendmenos de regresién, es 85 decir, involuciones de las lamadas eivilizaciones superiores hhacia estadios tempranos. Por otro lado, no es posible coneebir lasociedad actual (dado que ella no puede ser ya explicada como ‘una generalidad abstracta) como un conglomerado de todas las Sociologia parciales o a partir de ciertas unidades sociales parciales. Muchos de ustedes habrén ofdo alguna vez algo dela fnstitucion del Atlas Social" Bxiste un atlas social de Hessen, fenel cual se muestra con ilustraciones muy bonitas que en tal tegién predomina laeria de porcinos, y en tal otra més bien el tultivo de patatas, y esta también una ciudad como Francfort, ‘que antiguamente ha sido una ciudad comercial, pero que hoy posee un fuerte sector industrial ete, ete. Representarse s0- Colgieamente el Estado de Hessen, o toda Alemania, segin et ‘modelo de un atlas social de este tipo seria tal vez, en cierto entido, muy ttl. Se podria obtener una idea clara, por ejemplo, dela distribucin del sector industrial yel sector agrario, ocusl tonstituye una perspectiva social que no se debe despreciar en ‘Sheoluto, Pero ereo que no necesito decirles que una adicién de ‘sectores particulares o de regiones geogrificas y sus estructu- ‘as sociales no dice nada socioldgicamente esencial, porque, en realidad, existe una conexién funcional entre todo esto, poraue la sociedad misma no es un mero agregado de momentos ‘coneretos que se van sumando, sino que la sociedad, como una “totslidad eoncreta”, es decir, como concepto concretoo gene- ralidad eonereta, se documenta en las relaciones de dependen- ‘Ga mutua de estas partes particulares, y (algo que me parece todavia mas esencial) porquedentro de los tipos predominantes de socializacion, es decir, dentro de los hechos realmente deter- ‘minantes dela sociedad actual, estos sectores presentados de lun modo tan pacifico uno al lado del otro poseen un peso muy diferente, de modo que no se pueden equiparar en cuanto a su relevancia para la sociedad. Muchas gracias. Clase 8 21 de mayo, 1968 Sehoras y sefiores: Quisiera decir algo antes de comensar la clase. Creo que sera tan dificil para mi dar hoy la clase como para ustedes, 01a mayoria de ustedes, escucharla. Sin embargo, e mi obligacién hacerlo, yles pidoque tengan pacienciay tambien que sean algo indulgentes, si no logro ser tan consecuente en mi exposicién ‘como creo que es mi obligacién, pero en la situacién actual es realmente un poco dificil Sefioras y sefiores, recordardn ustedes (para retomar el hilo de Ia clase pasada) que he intentado mostrarles que la so- ciologia no puede consistiren Ia suma dedeseubrimientossocio- lgicos individuales que se constatan dentro de determinados limites geograficos. El procedimiento que seacupa dela deserip- cin social de este modo anslogo al de la geogeafia se denomina sociografia¥ Esta es una suerte de rama especial dela socio- logia, que posee también su valor. Recordarén quehe intentado ‘mostrarles que el modelo del llamado atlas social de un Estado, ‘aun cuando nos informe exactamente de qué vive la poblacién dde un determinado distrito, no nos dice nada acerca de la ver- dadera estructura social de exe Estado, y mucho menos acerca de la estructura del pais en el que ese Estado se incluye. Ahora {Quisiera ampliar un poco el ejemplo algo erudo que les he dado, ¥¥ proponerles un experimento mental. Imaginense qué ocurri. ‘ia sisumaramos todas as llamadas “sociologias especiales", ecir, la sociologia politica, Ia sociologia de 1a economia, Ia sociologia de la organizacién, lo que se denomina hoy en dia sociologia del Estado, la psicologia social, ete. Creo que resulta 7 priori razonable creer quede esta adicién no surgeclaramente ‘qué es lo socialmente esencial. En el fondo, la posicion que vo efiendo, y quehe intentado presentarles respecto del concepto de Sociologia, noes algo tan terrible, tan osado, otan especula- tivo como pretenden en general los criticos de nuestra escuela. (Cuando el Fausto, en la primera parte, diee que a un determi- ‘nado tipo deciencia le falta séloel"lazo espiritual”" serefiere fxactamente a lo mismo, Y yo ereo que esta experiencia, la ‘experiencia de que ciencia es, justamente, lo que produce este “aco espiritual” frenteala mera transmision de hechos, ha sido lo realmente nuevo que fue introducido en la ciencia hacia el 1800, y que luego fue totalmente desplazado, Esto signifies ‘verdaderamente un giro de 180 grados. Todo lo que hoy en di pretende poseer el monopolio deo cientiico,justamente en las iencias sociales, en la época en que se escribieron la Doctrine ddelaciencia de Fichteola Ciencia de la Logica de Hegel, hubiera ‘ido considerado precientific, como una mera aglomeracién de Gatos, Su valor hubiera sido al menos relativizado, aunque no ‘necesariamente despreciado,"™ Mientras que hoy en dia domi- ‘hamas bien la tendencia de considerar el tipo deciencis basada fen aquel “lazo espiritual", y que se corresponde con aquel teoncepto enfitico de ciencia, no solamente comoextracientifico, ‘ino, ustamente, como precientifico, es decir, como un regres0 ‘2 un momento anterior a la verdadera historia de la ciencia. Tatedes pueden observar de qué modo un concepto como el de ciencia, que a primera vista posee un gran poder de fascinacién, testa sometido a una dinémica historiea. De este modo, cienc ro sélo no es igual a cienci, sino que bajo el término “ciencia” fe han comprendido en diferentes perfodos cosas totalmente distintes, De esto tal vez puedan eoncluir que resulta una {ngenuidad hipostasear un concepto de ciencia que doscientos ‘fos atrés ha sido criticado muy detalladamente, s6lo para ‘obtener una cierta monopolizacién. Ciertamente, creo que si tuno toma las diferentes disciplinas queles he mencionado, y as pone en relacién, pueden surgir conocimientos realmente esen- Giales. Quisiera aqui remitirme a un hecho que resulta indiseutido para la investigacién empirica y que siempre se repite, pero sobre el cual todavia no existe una verdadera texplicacin tebrica, Cuando uno se mueve dentro dea llamada 88 sociologia de a “social stratification’. es decir, de los grupos y estratos dentro de Ia sociedad, uno se encuentra eon que ‘iertas tendencias ultrarreaccionarias y ultranacionalistas se dan de un modo especialmente fuerte en un determinado es trato,asaber,en la pequeiia burguesia. Tambien en determina. dos estratos campesinas 0 agrarios, pero de manera prototipica ‘en la pequetia burguesia. Por otro lado, la psicologia social ha podido demostrar on propia evidencia (aunque con algunas restricciones) que estas disposiciones se corresponden con una estructura caracteroldgica muy definida, si bien no se pueda decir con toda seguridad de qué modo estn relacionados esa cestratificacin y (lo que resulta del °))!" tipo psicoldgico social, Hay, por lo tanto, [..1, y quisiera ser muy explicito en esto, innumerables problemas que se plantean en la integracign de las diseiplinas sociologicas particulares; pero probablemente les haya quedado claro que el problema, en un sentido realmen- te te6rieo, consiste en reunir en una conexiGn esencial esos fenémenos mutuamente contrastantes. ‘Ahora bien, existe una tendencia muy fuerte en la sociolo: ‘fa (que, por lo demas, encuentra un apaya importante en Ia ‘tendencia general hacia la matematizacién de la ciencia) que ‘ree que la formalizacion es la panacea contra la disgregacién de Las disciplinas socioldgicas particulares. La idea es que se debe desarrollarun enguaje simbélico unificado y sie posible, ‘matematizable para los diferentes campos, para lograr de este ‘modo algo asi como una unidad. Creo que, luegede lo que vengo diciendo, no necesito explicar detalladamente por qué no creo 4que la formalizacién sea una panacea, por qué no creo que pueda constituirse en el“lazo spiritual” faltante, La razén es, brevemente, que ella no vincula los fenémenos realmente desde dentro, sino que extrae sélo un elemento comtin de ellos, que resulta en general bastante débil, del cual, especialmente en vistas de la explicacién de fenémenos sociologicos coneretos, queda muy pero muy poco en las manos. Puede ser que, por ‘medio de la formalizacién, pueda uno encontrarse con ciertos eventos interesantes y esenciales. No quisiera negar esta posi- bilidads pero ella esconde al mismo tiempo la tendencia(y esto fe ocultado por la pasién por la formalizacign que domina hoy en dia) a alejarse del interés especifica por la soriedad conereta 89 predominante, Se podria inclusodecir que toda lacuestion dela formalizacién depende del cardcter crecientemente formal, es decir, abstractamente funcional de la sociedad misma, por lo ‘cual la formalizacién aparece menos como un fin oun ideal que ‘como un problema de la sociologia. La formalizacién est, por supuesto, relacionada de modo estrecho con el instrumentalis- ‘mo, es decir, con la idea de que por medio de un desarrollo muy ppulido delos instrumentos de investigacién yase garantizauna objetividad. Pero esto se paga en general con una ausencia de contenido, quedando apenas un resto relativamentedébil de los fenémenos de que esencialmentesetrata. Ahorabien, yoo soy ‘competente acerca de las tendencias ala formalizacién dentro de la soriologia, por lo cual no tengo por qué [entrar aqui] detalladamente en esta discusin. ‘A propésito de este tema, me interesa Ilamarles la aten- cign sobre algo que quizds es caracteristico en general de la sociologsa: el hecho de que no hay nada entre el cielo yla tierra (omejor, sobre la tierra) que no esté mediado por la sociedad!" ‘incluso eu opuesto aparentemente mésextremo,lanaturslezs, el concepto de naturaleza, esta mediado esencialmente por la necesidad de dominacién de la naturaleza, es decir, por una nevesidad social) incluye esta mediacién a través dela sociedad, La sociologia puede tratar, por lo tanto, absolutamente todo lo {que existe desde el punto de vista social. Considero que es una ‘exigencia estricta de la si me permiten expresarlo asi, hones- tidad intelectual del socislogo, no pretender, por haber apren- ‘ido scciologia, ser competente para todo. Si es que existe un derecho a a especializacin (y soy el ultimo en desconocer los ‘aspeetos de verdad de la especializacién), entonces ese derecho dentro de a especializacién consiste, a mi juicio, en que se tome ‘en cuenta en la sociologia que nadie puede ser especialista en todos os campos, Por ejemplo, para alguien quenoba realizado ‘un estudio especial de Ia sociologia de los hoy llamados paises fen desarrollo, es sencillamente imposible ofrecer un juicio realmente razonable sobrelos problemas sociales existentes en ‘esos paises. Entonces secae a cada momento en la tentacién de tener que hablar con cara de sabio de cosas sobre as que uno no puede hablar. Esto se hace, en general, en nombre del método, 90

You might also like