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Primera parte La sombra de Freud © pe IAS2 4 MS8 scan Ne es Ge ate te Sinte Ce caniaNo! Me Maer o oe 1W32.. Tess Be pecreesac 6A) mMeniaunta: De la psicoss pasancica en SOs relaciones lm pecsonalidad } pyes BEL SIME Sas Peri 1} i j Gon 1133) Les eo pe Cas een) is ou NENA PEE, CL ESTES ele a5 LNV’ eA nse: Sess. Lig Et TF beret ectoRA! eee Ie oO ee ES ee [aie or such range ita Pe so anrdusis CoN i zs I43Z~ come’ poewenistN- oe psicoand Bu usis ea 1S : teem SIL ie! UI ROR LA NeEvEoHS Capitulo uno El mal de ser dos {Cudl fue el primer encuentro de Lacan con el texto freudiano? Data de (832, )o sea de su tesis de doctorado en medicina, De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad. Inaugura un periodo que terminaré con (@ invencién> el 8 de iulio de 1953, de tres nominacionesel Simbético, erimaginario, > Cel real Be ‘ese modo, ese dia, Lacan Ilamard, aprés-coup, con el nombre de iemaginario lo que habra leido durante veinte ajios, en el texto freudiano. En ese primer encuentro dé 1932 a 19537Lacan no es ain freu- dia, sino-Tacantain6 Como sus contempordneos que buscah introdacira Fread, hace una eleccidn entre los textos freudia- nos; no toma fodo el texlo para interpreta cada elemento por ‘otro; recoge en Freud lo que le sirve. En este caso, la segunda tpicaC@tio, yo y superyo}) Nada de la primera tOpica y de las primeras obras Tundamentales sobre las formaciones del incons- lente: sintomas, suenos, actos fallidos, chistes. Ahora bien, esos veinte afios se diferencian en tres etapas: 1) Con Ia tesis de 1932 y las paginas muy densas de'(933 Sobre Jos motivos del crimen de las Derma apa tacar sti la paranoia enol sentido psiquiatrico park qe & enfermedad-def farcisistio'y uno de Sus av: al Franqueado ha sido el de ligar evo frew are ‘mo, Lo franguea interpretando el yo del texto Freudiano como Fandamento del narcisismo y no como principio de conocimien- ‘Paris Seu, 1975, La ress fue pablleada inilatmente cn 1982.en Le Franco 2 El argulo: “Motivo del crimen paranoico: el erimen de as hermanas Papio™, aparecio ep Le Minoroure, 3, 1933 y se encuentra a coatinvacion dela tess, em La edicion en arpa ace __ 1932) Lacan tier nt qui & Seas its. Loven psiguatra) comienza su andl & 18 La sombra de Freud to objetivo, “sistema percepeién-conciencia” 0 sea, “Ta suma de aparatos a través de los cuales el organismo es ad principio de realidad” * cee ne 2) E13 de agosto dé 1936) Lacan invent i j en el Congreso 1g 1s La hi lige resorts eee tiene su origen temporal para ‘odo ser Kuniangan el esiadio ao” espejo comocconstitucién de la imagen del cuerpo propio: 3) Después de muchos aiios de silencio, a partir dd 1938) cera recta de saeco ea SAM Lacan 4 generalizar anudando las dos primeras etapas por este adelanto decisivo:_el_yo (leldo como freudiano) tiene una estructura Paranoica‘. De este modo, desligando psicosis y paranoia, Tiga. ‘€1¥0 al conocimiento paranoico, al punto de llegar a defigir ot Tams comer unainans en el sujetd Pero correlativamente, ese periodo de 1932 sin una época politicamente tormentosa que Lacan oo exclaye de su andlisis. Por el contrario, luego de su famoso texto de 1938 sobre(La Familia®’ncuentra en la segunda t6pica de Freud el” camino adecuado para abordar la crisis de la identificacién, abier- ta por el siglo veinte a través de la desintegracién de las socieda. des occidentales y el crecimient i Sh crldentalesy oe to de los efectos sociales de la El caso Aimée vi termina de recactar su t ado. Ahora bien, su encuentro con el picoanlisisvie~ sicosis; a la inversa de Freud que descu- la neurosis ye Tapscoatey en particular ijja-a Lacan poco a poco a tener en bre al inconsciente — la que 2: Jekacan, Beios México, Sito XX1, 1984, 1, p 168 eset. tp. 106, 5. Loe ei 8.8, p. 102. 6 J. Lacan, La femilia, Barcelona, Ed El mal de ser dos 19 cuenta al psicoandlisis freudiano. ;Cémo lo hace? Abramos su tesis. Qué revela la psicosis? Lacan se sorprende por esto: poco importa que haya o no déficit intelectual; la psicosis se muestra esencialmente como una perturbacién mental de la sintesis psi- ‘quica, Esa sintesis es lo que él lama /a personalidad. De ahi el titulo de su tesis: la psicosis paranoica es un padecimiento de la personalidad, definida ésta como efecto y manifestacién de un proceso de sintesis y de unificacién. De forma inversa, la psico- sis paranoica introduce una discordancia. Segundo punto: Lacan no se contenta con definiciones del fend- meno de personalidad. Se preocupa de hechos clinicos: elige por ello un caso, para explorarlo de manera exhaustiva y despejar en él un tipo clinico mal reconocido hasta entonces. No hay sin- tesis sélida sin una observaci6n rigurosa y profunda, limitada por ende, a pocos casos concretos; habiendo partido de 40 ca- ‘$08, 20.de ellos de psicosis paranoica, se concentra en uno, a quien. Mama! \e) nombre de la heroina de una de las novelas escritas por la sujefo en cuestion. ee Lo eleva asi al nivel de un pro‘otipo por su propia nominacién deparanoia de autoeastigo” de tal modo que el ‘caso Aimée", en lugar de agregar una nueva entidad clinica, hace caso de un imétodo de investigacién en funcidn de una intervencién adecuada. sea: un método que por su rechazo de las generalidades y su respeto de los trazos especificos de la historia del sujeto, tenga en cuenta su personalidad. iVolvamos a ello pues! En efecto, es el punto de cleccién de Lacan: la personalidad existe, y es un principio de comprehen- sién de lo que en un primer abordaje resulta incomprensible ba- jo el nombre de psicosis paranoica. Atin més: es lo que hace con-cordancia alli donde el psiquiatra s6lo ve dis-cordancia; pe- ro es evidente que se trata de una concordancia distinta de la del psiquiatra. Y, por tanto, surge otra discordancia, esta vez entre dos personalidades, el “‘enfermo”” y su psiquiatra’, .Es ésta su- pperable? Alli tenemos la apuesta de la tesis: instaurar una nueva comprensién, 7, De abil cita de Spinoza sobre la “‘disrepancia", puesta en acipite dela tess: "Quilt univs cujuegue individ affetus ab affecru aris antum, tfcrepot, quantum esentia unis ab esentaalterius difert™ 20° La sombra de Freud Apuesta ambiciosa que Lacan sostiene a través de la realizacién eat se método gue es su estudio y que define al afo s- como el “primer intento realizado, Francia’”.* ee El 10 de abril de 1930 una mujer de 38 afios hi con un cuchilio a la Sra. Z., una de las mas apteiadat aces del piblico parisino, en el momento que legata al teatro para actuar. Internada en Sainte-Anne, es “‘observada”” durante 7 afio y medio por Lacan. La llama Aimée. {Qué observa él? Dos delirios: uno de persecusidn y otro de grandeza. El primero concierne a su hi ‘ ijo. Alexin tiempo después de su ma- trimonio Aimée se separé de su marido; a él se le conti el nino, an varén. Aimée explica: jlo queria matar! Sus perseguidores encuestaron en su pasado como a la biisqueda de una falta: sos. pechan de mi, pero se equivocan, ;No es acaso lo que escribe en su novela a propésito de la historia que ahi cuenta: “En ver- dad el mal esté alrededor de ella, pero no en ella”? Asi, de entrada, Aimée : : plantea un problema ético: ha desorden en el mundo (Schreber hablaba de un “asesinato del alma”) y ella ene It misin de denunciarlo y temediarlo. Ali se encuentra la razén de la hostilidad de su id impedirle cumplir con su vocacién. seracas Por este sesgo se tronza el segundo tema delirante con el prime. ro: el tema de la grandeza. Introduce la cuestién planteada por Ja diferencia de case social, diferencia que Lacan prudentemen. tenombra como de “medio”. En efecto, a perseucion es obra de mujeres que por su rol social clevado tienen notriedad pi bles acres (a Sra. Z. Sarah Bernhardt) 0 esitores Ga Sra. C.), Ahora ben, toda els extn marcadas por los wazos les de los que Aimée intenta apropiarse: ella escribe dos novelas “cuyo valor literatio sorprendié a muchos esctitores desde Fargue y de qurido Creve, ave fueron ls primeros en eras, hasta Joe Bousquet, que ls coments amet y adi cablement y luard que hubo de recoger no hace mich su poesia 5. ¥. Lacan, Be fe psicosis. p49 t El mal de ser dos 21 ‘Autodidacta, Aimée intenta en tres oportunidades obtener su ba- ‘hillerato a pesar de su trabajo profesional. Pero busca con esta identificacién una finalidad opuesta a la de ellas: esas mujeres tienen una mala influencia sobre Ja sociedad y la misién de ella serd reformarla para un mundo mejor a través de un ideal de pureaa y entrega, Asie cierra el lazo: la raz6n de la persecucion ‘es hallada; asi lo atestiguan pruebas evidentes: el rechazo de los editores a la publicacién de sus escritos, el fracaso en el bachi- lesato y el rapto de su hijo para matarlo. Las explicaciones psiquistricas Lacan observa y se interroga: ge6mo explicar ese doble delirio? jL.a “‘tépica causal” recibida de sus maestros es suficiente para Gar cuenta de ellos? La primera interpretacion a través de la teoria organicista explica cl desencadenamiento del delirio por una causa ocasional. Ya sca ésta de orden orgénico (constitucién mérbida proveniente de un defecto congénito del caracter) 0 de orden organo-psiquico: los “*fenénemos elementales”” de la psicosis (es- tados oniroides, perturbaciones de la percepcién, ilusién de la memoria) constituyen un problema al que el delirio intentaria responder. En ambos casos la psicosis es un deficit. Lacan no se contenta con ello. En efecto, el contenido mismo del delirio, su fijacién y su organizacién quedan inexplicados. Mae atin, aquello que el delirio aporta de novedoso y por eso de discordante en Ia personalidad, rebasa su causa ocasional. La segunda interpretacién explica el contenido mismo del deli- rio por los acontecimientos singulares de orden traumatic de la historia del sujeto. Esos encuentros por ser conflictuales ¢s- tan en la fuente del delirio. Tal fue el fracaso del primer amor de Aimée por un hombre, poetastro de ta regién. Tal fue el en- uentro con la Srita. C., de la nobleza venida a menos. Lacan interroga a ésta; se entera que siendo ella jefe de oficina de tenia sobre ella un prestigio intelectual y moral; asi fue como al revelarle a Aimée los triunfos de la Sra. Z., futura victima, y de Sarah Bernhardt, le inspiré de que ellas también eran muje- res diferentes, diferentes con respecto al medio modesto en el que vivian, o sea exactamente lo que decia la familia de Aimée respec to de ella: no es como las otras. Por titimo y sobre todo, Lacan 22 La sombra de Freud conversa largamente con la hermana mayor de Aimée: aconteci (ukcnto decisive que determinard al conjunto de su trabajos ta, vo ese dia una intuicién que se renovara mas adelante al lecr cl relato del vinculo enigmatico que unia a Chtistine y Léa Papin. 2Qué fue pues esta hermana mayor? Viuda de un tfo que la hizo su mujer, no tuvo nunca hijos. Ocho meses después del matri- Monio de su hermana menor viene a vivir a casa de la nueva pa, Freja, para proporcionarles consejos y dedicacién, Primer Parto: de Aimée: un nifio nace muerto. Segundo parto: nace un varén Con respecto al cual su hermana cumple un rol materno. En corn Ahora bien, lo que Sorprende a Lacan es lo sig suiente: Ain Irena nan Fane pasos: inno tea sobre la actitud de su hermana, ella no confiesa jamds en for- fon cirecta sus agravios, muy justficados éstos sin embargo, a 17,008 de Lacan. Hay discordancia entre lo que &l cope ada y lo que ella dice, entre lo que é habria hecho en su lugar y lo que ella hizo: su identificacién imaginaria fracasa y deja una falla. Mientras mas él insiste, mas deniega elia: qe shemos reconocer que la denegacién no es sino la confesion G¢,aduello que tan rigurosamente se esta negando, a saber on fLeaso presente, el agravio que Aiuiée imputa a su heranend Go haberlearrebatado a su hijo, agravio en el que es impresoras sence él tema sistematizador de delitio. Ahora bien (yoo anal are Precise Megan), ese agravio en el delitio ha sido anon {ado de la hermana con una constancia cuyo verdadero alice va a sernos mostrado por el andlisis”" = Y Lacan coneluy. “La personalidad de Aimée no le i ‘ d Dermite reaccionar de manera Ton wagon una actitud de combate, que seria la verdadera rene, ion paranoica, entendida en el sentido que ha tcmado este 11. 4. Lacan, Dela scons... p, 211, 12) Loewe p 212 El mal de ser dos 23 término a partir de la descripcién de una constitucién asi desig- nada. En efecto, la fuente de donde la hermana saca su princi- pal fuerza contra Aimée no son los elogios que de ella hacen los amigos y conocidos, ni la autoridad que le confieren, sino la con- ciencia misma de Aiméc. Aimée reconoce en todo su valor las cualidades, las virtudes y los esfuerzos de su hermana. Est4 do- minada por ella que representa para Aimée, bajo cierto 4ngulo, la imagen misma del ser que clla es incapaz de realizar (...). La lucha sorda de Aimée con su hermana que la humilla y le quita, su lugar no se expresa mas que en la ambivalencia singular de los comentarios que hace acerca de ella’"." De este médo, Aimée dirige sus reproches a otras mujeres, no su hermana; la sustituye por otros objetos de odio, objetos mas dificiles de alcanzar: “‘Durante aftos el delirio aparece, pues, co- ‘mo una reaccién de huida ante el acto agresivo"™™, Surge enton- ces la pregunta: zpor qué esta resistencia a una lucha directa contra su hermana? ;Por qué renuncia ante ella a la reivindicacién moral de sus derechos? Mas alin, ;por qué si en su delirio no duda en acusar a la Srita, C. de la N. como su perseguidora, con- tinda deteniéndose ante su hermana? Ahora bien, sobre la razén de esta transposicién que asombra 4 Lacan, ta segunda explicacién de la causa del delirio por los acontecimientos trauméticos no dice nada; tampoco de la “*elec- cién’” de una psicosis paranoica en vez de una neurosis. El recurso a Freud No ¢s suficiente, por tanto, buscar la causa del delirio; lo im- Portante es descubrir la base misma de la psicosis paranoica. Para ello Lacan anuncia la nocién de personalidad, concebida como conjunto de relaciones funcionales especializadas que adaptan al animal-hombre a la sociedad. Ahora bien, estas relaciones es- tan hechas dindmicamente de tensiones sociales; y lo que define Justamente a la personalidad es el estado ya de equilibrio, ya de Fuptura de esas mismas relaciones. Por tanto, la personalidad ¢s “la unidad de un desarrollo regular y comprensible”™, a en- 13. Loc. eit, p. 211-242, M4 Loe. et p. 24, 1S. Loe 2) p36. 24° La sombra de Freud tender alli: comprensible para el psiquiatra. O sea, la psicosis pa- Tanoica no escapa a esta ley unitaria: es un modo reactivo entre otros de la personalidad misma, ante situaciones vitales de ele- vada significacién, ‘a menudo del orden de un conflicto de la ‘conciencia moral’”". Por tanto, depende también a pesar de su discordancia aparente, de la “unidad de un desarrollo regular y comprensible””, en la medida en que es un “fendmeno de personalidad”. Pero, ;cémo sostener esa apuesta? El caso Aimée y el de las hermanas Papin son un prototipo que muestra lo siguiente: lo que sirve de base a la psicosis es la pul- sién agresiva inconsciente camuflada en ese compromiso que es el delirio. No basta con decirlo, hay que demostrarlo. Para ello Lacan parte de una comprobacién final de orden clinico: “El delirio se desvanece con la realizacién de los fines del acto”"", del acto del crimen. ;La naturaleza de la curacién no demostraria entonces la naturaleza de la enfermedad? Si, en efecto, esa es la via a desbrozar: estudiar los fines del acto y no el acto. Con Aimee, se trataria del autocastigo, o sea el cri- men como llamado para ser castigado por la sociedad juridica, el crimen como derecho a la sancidn, para expiar. Con Christine Papin sucede lo mismo: de rodillas recibe la noticia de que le cortardn la cabeza. Partiendo de este presupuesto terapéutico, Lacan hace de su tesis un estudio de esa respuesta que constitu ye la psicosis paranoica a la siguiente pregunta: {cd la pulsién agresiva? Es en este punto que Lacan introduce a Freud en la psiquiatria: al Freud dela segunda tépica. De él saca dos argumentos articu- Iados el uno al otro para explicar el caso Aimée como paranoia de autocastigo, 1) Un derecho al castigo La primera argumentacién de Freud se encuentra expuesta en su articulo de 1924: “El problema econémico del masoquis- mo" Al abordar el masoquismo observa Freud: ‘También es TS. Loe. eit, p28. Loe. eit po ME. 18. S. Freud, Obras completes, . Aires, Amoxro 1978, T. XIX, p. 172 El mal de ser dos 25 instructivo enterarse de que, contrariando toda teoria y expec- sativa, una neurosis que se mostré refractaria a los empefios te- rapéuticos puede desaparecer si la persona cae en la miseria de un matrimonio desdichado, pierde su fortuna o contrae una grave enfermedad organica”’. Se siente mejor. 4Se trata de un sentimiento inconsciente de culpabilidad (unbe- wusstes Schuldgefiihi)? El paciente tiene dificultad en admitirlo y tiene razén, escribe Freud, pues es incorrecto. Se trata de una ‘Strafbediirfnis, necesidad de castigo, a satistacer a través de ‘una palabra de ley: exigencia legal de sancién, derecho al castigo. Ahora bien, zcsmo diferenciar a este masoquismo de ta conciencia moral? Esta resulta de la victoria sobre el complejo de Edipo, 0 sea de su “‘desexualizacién’; de este modo el superyo es heredero por introyeccién de algunos rasgos esenciales de los padres. El masoquismo es otra cosa: resexualiza a la moral por regresién: hay fijacién en un punto de goce y detencidn en la evolucién de Ja agresividad. Asi de esta regresién proviene un sentimiento de culpabilidad de otra naturaleza; en efecto, en “Sérafbediirfnis” hay traduccion (Ubersetzen), derecho a scr castigado por una potencia paren- tal, ;De dénde proviene pues esa fijacion y, por qué ese avatar del superyo? 2) Una conversion (Umwandlung) Para responder a esta pregunta Lacan apela al articulo de Freud de 1922: “Sobre algunos mecanismos neuréticos de los celas, la paranoia y la homosexualidad””, articulo que con el precedente sobre el superyo esté en el centro de su argumentacion, El mis- ‘mo lo traduce al francés y lo publica en la Revue Francaise de Psychanalyse en 1932, al mismo tiempo que su tesis. Fuente esen- cial que determina lo que fue el encuentro de Lacan con Freud: el estudio de la segunda tépica, y en forma mas precisa la relacion Es sorprendente comprobar que la relacién entre la libido y el ‘yo estd en el centro de una interrogacién sobre la demencia pre- cor y la paranoia para Freud (por intermedio de Jung), y sobre Ja psicosis paranoica para Lacan. 26 La sombra de Freud Ahora bien, el hilo conductor de ese articulo de 1922 es la no- cién de “*narzissliche Objektwah?”, eleccién narcisista del obje- to. Nocién relativamente antigua, planteada por Freud en 1914 en su articulo “Introduccién al narcisismo”’. La libido inviste 10 sélo al otro sino al yo mismo, de tal manera que hay dos ti- pos de eleccién de objeto: el ofro por apuntalamiento, el yo por narcisismo; relacién de exclusién reciproca segiin fa cual lo dado a uno es retirado al otro y a la inversa. Pero con el articulo de 1922, Freud va més lejos. Relativiza sin destruir esa relacién de exclusién, mostrando que en algunos casos la segunda eleccién, la eleccidn narcisista de objeto, incluye al ‘otro como imagen del yo; el otro y el yo son investidos en forma correlativa por la libido. Y, para ser mds claro, completa el término “eleccién narcisista de objeto” por el de “eleccién de objeto del mismo sexo” (homo-sexual). De este modo, en tres oportunidades, con los celos, la paranoia y la homose- xualidad, pone Freud en evidencia una “conversién de sentimien- tos” —Gefiihlsumwandlung— de la agresividad en amor de tipo narcisista. Ya en 1915 en el articulo “Un caso de paranoia que contradice a la teoria psicoanalitica’’, adelantaba 1o siguiente: “El perse- guidor en el fondo es el amado 0 aquel que ha sido amado”. Afirmaci6n que Lacan retoma por cuenta propia a propésito de las hermanas Papin, convencidas segiin el decir de la policia de ser perseguidas: “Una negacién enloquccida de si misma que G..) designaria al ser amado en el perseguidor’”. Pero, por qué hay amor y por qué involucra al perseguidor? En 1922, Freud responde: primero hubo en el pasado agresivi dad con respecto al objeto del mismo sexo, Juego metamorfos en amor y eleccién narcisista de objeto por reaccién contra una pulsién agresiva: avatar del ‘complejo fraterno””. Luego, més adelante, en el hombre celoso, los celos se dirigen en general, no hacia la amante (su mujer), sino hacia aquél que es amado (el rival amado por la mujer); ahora bien, en un momento dado hay trans-posicién -Versetzung- por proyeccién en el sen- tido éptico: en el otto como espejo, el celoso se ve amado por la amante (su mujer). Y entonces, abandona la rivalidad. Lo mis- 19. J, Lacan, De te picosts 1p. 344, El mal de ser dos 27 1¢ en la paranoia: Ja rivalidad primitiva del sujeto, riva~ og ne aaumida simbolicamente, aparece afuera en lo real en ja persona del perseguidor. Por ditimo, en la homosexualidad en el desarrollo del sujeto, hubo abandono de la competencia fraterna y conversion del rival en objeto amado. ta esta transformacién con un estadio precoz de Fjaciony de inercia. Dice Freud: hubo Ubertreinbung des Vor- ‘gangs, “exageracidn del proceso que segin mi intuicién con- duce a la genesis individual de las pulsiones sociales”, El alto anterior, en Psicologia de las masas » andlisis del yo, describia por el contrario, al proceso normal del sentimiento social, como Gescansando **en la conversion de un sentimiento primero hos- til en un vinculo de caracter positivo, de la naturaleza de una ‘dentificacion” (cap. 9). Identificacién a un rasgo de una persona situada fuera del grupo, y formacién del ideal del yo. .ticulo de 1922, se trata de otra metamorfosis: pro- tiene de tna exageracion, de un forzamiento, con ausencia de dentificacion simbélica: identificacién sin mediacién™; se ve “ (Go, de entrada, es exteroceptiva.o no es, En primer lugar, Lacan toma este ejemplo de Wallon para no hacer de él mds que ‘“un caso particular", ilustracién de un fe- ~ némeno universal, que(nace entre los seis y los dieciocho meses, \\_ en todos, atin para quien no encuentra_ese objeto particular’ (~ Hamado espejo, En efecto (el otro es quien funciona como espe> > nun sentido estricror para el nino Tobo, jes et lobo! De este WHiodo el estadio del espejo sdlo es el paradigma, a través del cual el observador nomnina en esa tevelacién lo que se realiz6 de otro modo: nacimiento del yo..) THE Wallon, Les oigines da cracire chez enfant, Paris, Boivin, 1943, pss. 5. 5 Cacan, Baritos: Mésico, Siglo XX1, 1984, p. 89. 35 La sombra de Freud Cuatro elementos La invencién de Lacan es la sintesis de cuatro elementos const tutivos del nacimiento y de la naturaleza del yo: 1) Upa fatta de orden orgdnico Elcachorro humano nace prematuro. La mayoria de los anima- les pueden sobrevivir solos, por su motricidad y la capacidad de alimentarse. El instinto permite a los mamiferas realizar muchas mas cosas y mas répido; el cachorro humano debe aprender casi todo. En efecto, se ve librado a la buena voluntad del otro: tes tuna cuestién de vida o muerte! La insuficiencia del desarrollo del sistema nervioso lo coloca en yna dependencia radical del esto del prdjimo; el humano recién nacido esta desde su origen Condenado a la socializaci6n o a la muerte. Esta infetioridad bio. Logica con respecto al animal abre una brecha que lo entrega en manos del otro’. Hilflosigkeit, escribia Freud, que lo matca para siempre. 2) Una diacronia Por la visién del otro, el nifio anticipa su motricidad futura: aquello que hoy no puede realizar en su propia situacién anacli. tica, lo ve realizado en el otro. Nace asi una diferencia temporal entre lo visual y los otros poderes sensitivos. Esa primacia de lo visual permite al tfio ver su porvenir corporal: la fascinacion de la imagen del otro Jo suscita, lo levanta, le arrastra, como si sus ojos llevaran sus gestos. Sonreira pronto a la sonrisa de su madre, contemplada y ubicada con la mirada, Esta primacia hace ruptura con el animal: determina en la cul- tura el poder anticipador de la teoria sobre la praxis. En efecto, cuando a partir del speculum, la Speculatio nace; ésta engendra y justifica a la accion y no a la inversa, Se puede constatar efee. tivamente que la primera ética reconocida or todos ¢s la ética del maestro/amo: hombre de la scholé (ocio y escuela), domina Diginica una causa explcativa? Para quienesas lo leyeran {can responde en 1966 en los Burts (tf, 9. 6263) tenons ot falta pare afirmar ta primacia det Orr, lugar del simbolce ‘Mi querido semejante, mi espejo 37 bate y el trabajo. y el de su esclavo), lugar del combate flop B00 etdfora del epics ntultio ents! 13) Una totalidad unificada n 1934, Wallon sefalaba que en la imagen especular el ae wa primera ver se ve en su totalidad y ya no en forma parcial. ras 5 particular de esa funcién que ¢s la visién del otro como pone total, expuesta sin sombra, en dos: dimensiones. El cae Jo opera la victoria sobre la fragmentacidn de los miembros dis- ics y asegura la coordinacién motriz: unidad, dominio y iibertad de la estatura. El cuerpo del otro visto en su_ Gestalt, esla fuente: dela Se unica del cuerpo propo en una continuidad espacoempora, ne Por to tanto, es insuficiet leci de todo objeto del mundo. : : ae el estadio del espejo pueda nacer en pocos di harp nifio responde con una sonrisa a la sonrisa de i on e - adi tha ma: los seis meses y los diecios - dio se situa mas tarde, entre a . ie segtin cada uno y esto porque lo que esta et etaeet pin cosa: el yo mismo, como veremos, y no una imagen P: cuerpo. 4) La libido Pero lo nuevo en la invencién de Lacan concierne a una puesta on evidencia de la catectizacion libidinal del estadio el epelo. Wallon hablaba de la imagen especular en. re ognitives el ni moee’ asi Pre de representacién: el nifto se reconoce; : conocimiento de su cuerpo como objeto en el ‘mundo, Sin negar ese hecho, Lacan pone el acento en otro lado: en el *, i jante regocija al nifo, porque _ ibilo del nifo. La imagen del semejar a.al nin . ‘amos encuenra ssi Toque fala: dae Comino, Nbsrtad alli afuera. fioiriz) Por su mirada puede estar enter Aira bien —iy es lo exencial!—, esa imagen tiene wn poder de morfouénesis: to es puro reflejo pasivo, sino engendramiento de yo del nino. Aquello que se lama sntimient del euerp9pro- pio, donde la sensacidn interoceptiva del cuerpo p cht BB TE Witlon, Les origines du carucére - Loe. 6. BARB soe CAAT EMAL Naeics lo 4 OSes GUS NOS SONDUCe AL | 38 La sombra de Freud ‘matriz que es la imagen del otto. El nifio no se exterioriza; no Se Proyecta en una imagen. Por el contrario se constituye seatin ¥ a través de la imagen siguiendo el proceso planteado en la se. sunda topica de Freud: hay transmisién mediante la identifica, in, es devir, por el pasaje de un afuera aun adentro. Laimago ” Sauna Urdild, causalidad psiquica con efecto informative (iden, tificacién de...) y formativo (identi isuieto se identifica en su sentimiento desi con ta imagen del otro, y Ta imagen del otro viene a cautivar en él el sentimiento que tiene de su cuerpo". Tal es.cl transitivismo'del amor al préjimo; me duele tu pecho, {u mejilla abofetcada, —homenaje rendidc.a mi semejante por hacerme sentir mi set corporal—: “La estabilidad de Ta estacion, jertical, el prestigio de la estatura, el caracter impresionante de ‘as estatuas, nos dan el modo de identificacién segum al cand cl yo encuentra su origen, en la medida que dejan una huelia indeleble” Deeste modo Lacan, al designar por el estacio del espejo el fun- damento del yo freudiano, subvierte la naturaleza del narcisie, nto cerrado sobre si mismo, sino un tun adentro, ua alienacién originante. Ese nombre de imaginario Mis tarde, mucho més tarde, Lacan nombracé a esta identifica: cin con el nombre de imaginaria: 1) GBs lo itusorio? ““Esté en pleno imaginario”. Siguiendo asi la tradicién filosdtica y teolégica desde Platén a Spinoza, [o- naginatio Seria aquello due nos comiuce al engaiis. » ze af $1 Lacan, eros, México, Siglo XX, 198, 9% J Lacan en “Some reflections on the Pac en el Iter, Mpotisy, 1s aera eee | Mi querido semejante, mi espeio 39 2) gs lo irreat? Por el contrario, segin la tradicién roméntica, lo imaginario tendria una funcién poiética, de la cual el arte’seria el testigo privilegiado (cfr. André Malraux). En este sentido escribia Bachelard: “Gracias a lo imaginario, la imaginacién esencialmente es abierta, evasiva. Es dentro del psiquismo humane, la experiencia misma de la apertura, la experiencia misma de la novedad’’."* 3) Es una representacién pregnante? Asi, para algunos historiadores modernos, lo imaginario no seria ni bueno ni malo, ni pascaliano ni junguiano, sino lo que define las representaciones colectivas que una sociedad se da de las diversas funciones que la organizan. Cada cultura tendrfa su imaginario social, Con el estadio del espejo, Lacan excluye estos tres sentidos re- montandose a su fuente comin, El imaginario es lo corporal: no el objeto de estudio del bidlogo, sino la imagen del cuerpo humano; la imago latina, aquella que designaba a las estatuas de las divinidades hace su retorno. Es cierto: la Gestalttheorie ¥ Ia etologia la volvieron a poner en el pedestal pero con Freud, Por la catectizacién libidinal, se muestra al fin la puesta en Juego narcisista’™*, “Nosotros, psicoanalistas, dice Lacan, rein- roducimos una idea abandonada por la ciencia experimental, la idea de Aristételes de Morfé".!! Para hacer del psicoandlisis una psicologia ‘‘verdadera y cienti- fica”, se trata de reintroducir en la ciencia galileana aquello que ésta anulé: la “forma” aristotélica como causa explicativa. Lo que Freud redescubrié bajo el nombre de libido, es el poder de formacién de la imago en el organismo, segin una relacién de causa a efecto por similitud. La psiquis vegetal, animal, hu- 10." G. Bachelard, cre ios sueos, Méslco-Buenes Altes, Brevialos det FCE, 1988, p59. {Obis, Veremos cdo trinta as mis tarde Lacan dal imaginavio un extatuto de dimension topelégia, MT Lacan. ii NAeZamete 4 A4GECSN 04D Son Ce RL ETATWES 49, La sombra de Freud mana, no es una idea platénica, sino el extrafio poder de un cuerpo de engendrar otro cuerpo a su imagen... jen espejo!® Una oscilaci6n sin fin ‘Vimos en el capitulo precedente cémo Freud explicaba “a elec cién narcisista de objeto" por una conversion (Cimwandlung) de la agresi proceso de socializacién. Habria ali pasaje precoz y poco feliz de un tiempo al otro. Por el estadio del espejo, Lacan unifica esos dos tiempos en uno: Charcisismo y agresividad son correlativos,sen_ese momento de Tormacion del yo por Ta imagen del otro. En efeeto, el narcisis- ‘mo, segiin-el cual la imagen del cuerpo propio se sostiene en la imagen del otro, introduce una fensién: el otro en su imagen aa Ja vez me atrae y me repele; en efecto, yo no soy mas que en el otro y al mismo tiempo él permanece aliens, extranjero; es¢ ‘otro que soy yo mismo es otro que yo misme. De alli nace una agresividad inherente.al amor en,toda relacion ual, Exclusion reciproca: o uno 9 el otro, 0 ben. .. 0 bien. al-qué amo me excluye-excluyo aquel que amo. Pero, cada exclusién remite a su contrario en virtud de un -novimiento pen- dular, de tal modo que no hay resolucién posible con una nega- ccidn conciusiva. Tal ex@l “complejii Traterno’?: una inestabilidad sin verdadero proceso. Ejemplo: una mujer ve un lindo vestido on una vidriera: nacen las ganas: se Jo procura, pero jay! al salir de la tienda se encuentra a una vecina llevando el mismo ves- tido. Entonces de lindo que eta se le vuelve feo 1B Cuando Freud, en Psicologia ce ls masa » andlisis det yo, se intetrows Sobre lo que hace Lazo socal (Massebgung) de un gruro, habla de una Ibido que no es i homo ni heterosensa, “pues ov ed diferensiads {epi en senoy™ En ello retoma To que Aristteles lama anstad phil Some fundamenio dela sociedad y ala cue describe adnirablemente en Sipe": No pedemoe conterplaenos 2 nosotros miso... De igual moro gue, cando queremos conemplar esto rosir bhaceros et un ipeiov as también cuando queremosconoceenos anos 0s misines, AOS “onocemas vende en un ami Pues el amigo, desos,e 19 Noso- ‘tos mignas." (Magn, Mot. 1213, 4 15-22). No faa ona cuando Lavan ‘Siti de anpstad i eo del Presidente Sebneber con 0 mujer. i idad en amor, metamorfosis originada en una repre. * sién de la pulsién agresiva consecuente a una “‘exageracién”” del ~ estas intrins ‘Mi querido semejante, mi espejo 41 Lacan descubriré poco @ poco que esa relacién erdtico-agresiva Latresponde a lo que Mclanie Klein llama fase depresiva:(6 > iyo me mata. olo matoyn virtud de la discordancia imaginai ‘a a la constitucién del yo y ¢3 su signo esen- cial. Pero antes de la formacién del yo, Melanie Klein situaba Ja fase paranoide, la que aparece aprés-coup (en la fantasia 0 ‘en la alucinacién) con las imagenes plurales de un cuerpo frag- mentado, no yoico: “Ese cuerpo fragmentado, escribe Lacan, [parece bajo la forma de miembros desunidos y de esos 6rganos figurados cn exoscopia, que adquieren alas y armas para las per- Secuciones intestinas, los cuales fij6 para siempre por la pintura {1 visionario Jeronimo Bosco, en su ascensién durante el siglo decimoquinto al cenit jimaginario del hombre moderno. Pero esa forma se muestra tangible en el plano organico mismo, en las lineas de fragilizacion que definen la anatomia fantasiosa, ma- nifiesta en los sintomas de escision esquizoide o de espasmo, de Ja histeria’. Dicho de otro modo, el enigma de a relacién entre esas dos fa- ses kleinianas solo se esclarece por el estadio del espejo en la juntura entre una fase y Ia otra: paranoide antes del “‘espejo"", depresiva después. Pero, zcudl es el destino de esa tension entre el yo y el otro? That's the question. .. ja resolver! La tnica resolucién posibie seria la supresién real de la imagen amada a través del pasaje al acto: salida de la psicosis paranoica descubierta por Lacan cuatro afios antes. Aimée agrede fisica- mente ala Sra. Z.cn laentrada del teatro. ;Pewo no esté loco quien quiere! Th do baean, Bucs, Mésco, Siglo XX1, 1988, ¢01, 0. 91. (AB2z + Léa NAgeiesme Cimeey Clee Ee (Be Lie EL HS A Le anc) bot conare Pea KS SS CS eee IO [Fete | CONS Em IEAIS PAC ANCICO! eu Yo TENG Ona Ts TeQctees page ne te® Capitulo tres El conocimiento paranoico PEREBRCATAUTCR DE UNA aeentis. nla. re Aimée, Lacan liga el yo al narci ia yo sblo es narcisista) En 1936, conlel «siadio, del espeioy o.a [a imagen. del cuerpo propio: @ ‘s6lo es imaginario: Fi ‘Bimente, después de la guerra, desde 1946, inventa el nombre ae coniacimiento paranoico para decir qucGLyo tiene una estrucy {fafa paranoiea} tomando prestado a la psiguiatria el yerming o> ‘ranoia, lo convierte en el calificativo mismo del yo y ve alli la estructura fundamental de la locura ‘Ahora bien, estas tres etapas constituyen un periodo (de 1932 21953), en el curso del cual Lacan elige en el texto freudiano, ‘opera una seleccién; en el sentido etimologico del término ¢s un heresiarca: periodo mds lacaniano que freudiano. No ¢s acaso Caracterfstico de ello cuando al dirigirse a Tos psiquiatras, habla Gel conocimiento paranoico como de ‘‘mi concepcién del yo". Estamos ahi —y todavia— lejos de Freud: a medias EL cgnosiniento paransioa gt a ilustra eb Giadio del espejd,o sea.(ana dentitieacion imaginaria) El tral “Givisimo de un allo frente a otro algo mayor es su sign-in je ta por Max Scheler como base del sentimiento rail ri6 al ver al otro refr, gufto al verlo sultity raspos? De este oriaen deriva un_proceso que se define cont stasis del ser, desconccimiento de si, accidn suicida. RADETENCION 0 ESTANICAMIENTO. 1) Estasis del ser El conocimiento humano es paranoico por lo siguiente: por 1a Fista se opera una captacién del espacio del otro; fuera de Td Lacan, Eseritos, Mésico, Siglo XXT, 1984, tb ps 170 ‘4 La sombra de Freud ‘mi, por la visi6n, el campo espacial del otro me fascina, En efecto, durante el desarrollo temporal de la relacién intersubjetiva y de Ja dialéctica de produccién de sentido, la imagen det otro sit tamente fija mi mirada. Momento de detencién de la tempora. lidad social por la espacializacién visual, momentos eriticos escandidos por esos golpes que son los golpes de vista. Asi es la objetivacin humana: pongo adelante. .. por el “objetivo”, en el sentido éptico del término. De este mode la imagen toma los caracteres del ob-jeto": permanencia, identidad, sustancia. lidad. E1 surrealismo supo ponerlo en evidencia, con Dali, por ejemplo, y sus pequefias gafas. La memoria no es entonces poder de sintesis pasado-presente, sino album de fotos: imégenes inméviles, yuxtapuestas, dispersas. Lacan dice kal-eido-sedpica, que se descompore: bella-imagen- examinada. Roland Barthes, en La chambre claire’, describe de modo admirable este fendmeno de la imagen-fotografia: “En Ia fotografia la inmovilizacién del Tiempo solo se da de mo- do excesivo, monstruoso: el Tiempo es tragado (. ..) Aunque la Foto sea moderna, mezclada con nuestra mas quemante cotidia- lad, tiene no obstante, un punto enigmatico de inactualidad, una estasis extrafia, Ia esencia misma de una detencién (...). Slo Ja cosa exorbitada. La Fotografia es violenta no porque muestre violencias, sino porque cada vez lena la vista a la fuerza y en ella nada puede rehusarse o transformarse”. El acontecimiento tiene lugar, dice el genio de nuestra lengua: ‘Tuvo lugar y as{ 10 conozco. Todo conacimiento es espaciali- zante, en el espacio y la luz del otro. Asi es la imago, elemento tercero entre cl nnenwelt y el Umwelt: “tengo tres hermanos, Pedro, Pablo y yo", se dice el nifto, tal como se ve. Esta alienacién primordial determina una fijacién: captado por la imagen, la devengo: infatuacién del sujeto que se cree. Se cree ser, . . se toma por. . . porque cree en ello: pasida de ser un hom- bre o una mujer. Lo hemos visto, “una estasis del ser en una identificacién ideal”, sin mediacién, se dice en :érminos de ser; ‘0b; preposicién latina que sustica por, a causa de, char, lanza, acer acer 1960, p. 1423. ante fro: info 2 Ed. Gallimard Seu J Lacan, Bienias, México, Siglo XX1, 1984 0 1, pe 16, El conocimiento paranoico 45 hi la famosa formula de Lacan: “$i un hombre cualquiera oe ae oe rey esta loco, n0 lo est menos un rey que se cree Me ‘Los discursos edificantes sobre la. prevalencia det ser SO- Te el tener, encuentran alli su pizca de locura, y el fanatismo ee teacraci Su aieno. 7pOF 8 piace 2) Desconocimiento de si : jento: lucidez Justa sobr £1 conocimiento paranoico es conocimiento: 1 ery la desgracia propagados en este espacio delivers. Sa, 1 desconoeimiento de 10 que Soy: be ver bien fuera, pero en el encode lo gu sy; a far en el otro queda fuera de mi, alienus, " a la causa del desorden del mundo, yo no Fespondo pot jetivacién es objecién - ia de lo que me sucede, La objetivaci oe bilgad. Me excluyo a través de esa negacién Prop Smunciasién paranoica: "No soy yo quien... jino ell” () no: Jno ti! Pues através del ti me dirigiria en tia ese lugar pelo a tu fe y més allé entonces de mi conocimiento). {Qué ha pasado? zEl espejo se ha opacado? V oe 7 otto a i, no reconozc jeto malo, me veo ahi, pero no recor ‘ din enbeego esta en mi. Desconocimiento no ¢s ignorancia: de algiin modo lo negado es conocido. Pero, zseria posible sal Jo que alli conozco de mi sin reconocerme? eel 3) La accién suicida aig Un tercero puede saberlo. A falta de verme, actio atacand ‘objeto malo en esa imagen de mi mismo, que es el eae sign de Aimée a la Sra. Z. ala entrada del teatro, diatriba de ‘Tean-Jacques Rousseat contra. sus pereeidors, ilera de i tes: “Las palal ss Icestes al oir el soneto de Oront ee ‘entonces (raicionan patentemente que busca Capanion si mismo'’s. Pero aquello que ahi se traiciona solo ape para el espectador, y no para Alcestes. i peceecece En cada ocasin el oto es mi propia imagen en

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