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OIA Gr.W AO KM Oy. Whey CURSO DE DERECHO ADMINISTRATIVO SRR Hat eeraa tra tt BLO) ient CAPITULO VIN OTRAS FORMAS DE INTERVENCION Y PARTICIPACION ESTATAL SIMABMY Sexe $2, Las vemuan wocmrranien. A) UnsZ4cuim be LAB THOMAS et Dem COTO RRCT RS. OO RL Ratan ti (ke MEM AS I PERU AS ire — HY CRFTIGR 8 8B POMC SCTE A CFUR MIRCOAM LA EXIQTENCLA 1 RUEPRERAS RATATALRS PRRUTAIPICADAS BAID PUMM AS PRIVAT AS —~ 1) Conmene URMCIAR (ATE O8 DAI VA 1 LAS POTTUPAS MEGATOMIAS— LJ) LA UNUCAZAt ACM RUM BL ERTALAS Li La Pom Ma SOCTRTAREA HORRLANCTHL 7 8d, DkREC I POmLiC LA LEY NACw MAL BA Paice PAMIPSCHEN AMNTRONTRATIVOR— F) Trini WAL jtitar Ta! COMMA TEN TE EN OAM OR CABO VIA FANTICIFAC HD (10% PREevIRC IAS Om BOC IRDAER eT ata 18 — G) CCIE. — A BOOLEAN am PERERA OETA, AD AST RChte ER B) CLR TD. PIES Ih Doh PeeciaiN, OC) Crmatme ides JURA. Ly) NATUR Ata NR TAA APONTE, BY DIR ALAM HET RAL AO Fie aLieae fee BL wer, VY CBAC Fr LA int ibn Co) Rhames JURIUICEY LA HME OAIRILIEIATY Ut (998 NOAM DAL AWADAS RN (HTERKA, EL ROSCATI~ ZL SOCIRUALE TEL betatats A) NtCKOM WATURAL ELA [URNA A. BY Onprctee CO) Kinane Gal. CemeoRL Unies At CONGO DACAAR RLIG Y REA AC HOS trie hk CRONE ACIOS MEMAL IST RATIVA DY) LA APLIC acate HALT AL HONEA LR PROCES ERTOR AEMAIMITTRATIVER ALAS ROCERD ALS Fre art An PL CONT REL. ee 909 RETIN. K) Ed, AAAI ORE, PRR RCPRAS, OF LAS SOCK DAUES Un, ESTABO.— 3, OLIRDALURG AMCIMad, A) LA CT UNCadne Ia BST ADO UA SOCIRIDAD ANIGSEIMA, FE) ILA NOCKEDADD ASiLAGIBMA CO PARCTICHPACOM ROTATAL. MA VRID AME A BEE i 2", CPR AD Hahidas Oh LAR, |, EMRE OAR OM PRAIA WORE 2, LAR ONAL ES ERTATALES — 3, LA PUD ACHMED. A) ANT RCE: DENTS TAEDA POLITICA LEGISLATIVE SORIE LAS PUD ACIO€ Re Bf) RL CONCERTO OR PONIAEOS, DAV ER ECLAN COM LAR CORPORACION REO AROCIAL IEE. C) LA BART: C1PAC Hin Ur HAE 0 8 RL ATO PUREACION AL Y-LA MATURALEZA [URIDICA DR LA PUM DAC OM, Seccidn 1« Las formas societarias A) Utilizaci6n de las técnicas del Derecho Comercial por el Estado en las formas de personificacién EI proceso por el cual el Eatado asumié en su momenta la realizacion de actividades econémicas proplas de la Inicfativa privada en la mayor Parte de low patses de signo oceldental, especialmente europeos, signi- ficé come hechu objetive, ademds de las Empresas del Estado, la utiliza Clon de Jas distintas formas juridicas societarias del Derecho Comercial. Pero sia peser de lo disvalnoso de ewes Ultima mndencis le revlitae exiswencial muse ls eperition de wal tipo Ge entiGadss Kisii det, ict es Iz de desencredar el régimen juradico de Ie insckucion, coin qm las ideas propia no inSuyen pera ecribuirie cargcser pablo ena alo que se rige por el Derecho Privade y wicevers, ‘A Giierencia de lo que acommece en Ins principales paites compe (Francia. Espada, keis y Alemenis) que hen sido ke cone de mm Gencia, um sector de nese doctring propugme que el Estado. nor sx tal al acmar en ef compo juriiioo 2 reves de sus eniidadss, cries éxazs en personas de Derecho Publica y 2 sus actas en actos anise ei Derecho Privada. pero est finsion se desranece ¢ poco que se medite sobre les comexust- Glas de esczs tearizaciones que se encuentran fevorecidss machas ens por las contradicciones ¥ Iegunas que presents el propio ardensmieu jendica, Se he sosenidio que en be actuslidad se opera I superacién dele x gua tendencis que 2! poner el acenzo en les manifestaciones semarierits de lz Adminiseracién come ee del Derecho Adminisracive preseadit Hevar 2 ese campo relaciones que se encuadraben por su narurelest 2 el Derecho Privado, cuva ikima expresién hizo postle el samedi al Derecho Comercial de les actividades econdmicas que el Estado Bet a2.cabo en forme de emprese 2 través de figuras sociererias mercenciies" Par ello, lo logico es suponer que cuando el Estado utiliza les Sora jumidicas del Derecho Privado debe despojarse de les prermugucs & oder putbiico que ne guardan correspondenciz ni resuken aeceseis pare el objewn de actividades econdmicas que se propane realizar pork senciliz rezin de que aunque bas finalidades medianss que Essa de interés puiblien, éstas pueden constimuir también Ie secide de esse @) Orravtano, Virrosan, “Sometimicons de Ix. bisce 2] Derecho PA a enna eae a ee a ee = Coleg de Espass. Terug, IFT p 2k setae ee same qoe O3 SESS pes} | Stance bamexs | em Cuumma corresponds vision snes SS nelaciones exrre el Estadio wlos aciminiseradios. a et roma socimraming 38 na publica pia (doctrina por otra parte ya superada), sino la creacion ex novo de otro ente de propiedad estatal, pero con personali- dad jurfdica encuadrada en el Derecho Privado. Desde otro punto de vista y con una orientacién filos6fica que en lo sustancial compartimos, se argumenté que la personificacién de entida- des estatales bajo formas jurfdicas privadas resultaba violatoria de la re- Jacion existente entre Estado-bien comiin-justicia distributiva-Derecho Puiblico”. ‘Al respecto, se sostiene que: 1°) al Estado, y sélo a él, le compete la funcién de realizar el bien comtin temporal como sujeto activo de la re- lacidn de justicia distributiva, ya que es él quien distribuye las cargas y beneficios comunes, y 29) que las relaciones de alteridad propias de la justicia distributiva se rigen por el Derecho Public”. Pero aunque el Estado sea el principal realizador del bien comin temporal, de alli a sostener que sdlo a él le corresponde dicha tarea, im- plica una tesis que no armoniza con la concepcién aristotélico-tomista, que acepta la existencia de instituciones intermedias que persiguen el bien comun en forma inmediata o mediata, distintas del Estado. Se trata del bien comin propio de los grupos infrapoliticos, es decir, “de las agru- paciones o cuerpos intermedios entre la sociedad civil y el individuo"*® que persiguen su singular “bien ‘comtin” sin que exista antagonismo ni contradiccién entre ellos, teniendo en cuenta que el bien comun confi- gurauna totalidad con respecto alos bienes particulares que contiene®™”. De otra parte, cabe sefialar que la concepcién tomista no acoge la tradicional divisi6n entre Derecho Piblico y Privado que esbozara ARIS- ‘TOTELES y recogiera ULPIANO™, pero, ademas, debe advertirse que nin- guno de los criterios formulados hasta ahora para definir con caracter pniversal a los derechos puiblico y privado ha logrado imponerse, por cuanto la contingencia historica e institucional de cada Estado torna practicamente imposible esa tarea. (14) Banna, Roporro C., “La intangibilidad de la remuneracién del contratista par- ticular en los contratos administrativos", ED, 62-727. (15) Barra, Rovoteo C., “Acerca de la naturaleza juridica de tado’, ED, 67-601. (16) Soro Koss, EDUARDO, “La democracia jpara qué? Una vision finalista”, en gCri- sis de la democracia?, Santiago de Chile, 1975, p. 19; MONTEJANO, BERNARDINO, “El fin del Estado: el bien comin”, Persona y Derecho, ‘vol. 3, Pamplona, 1977, p. 174, afirma, con razén, que tanto el bien comiin politico (fin dela sociedad politica) como el bien comin de los grupos infrapoliticos son conceptos ‘analogados que deben referirse al bien co- min trascendente, que es Dios, “pues de él participan yen él encuentran sufundamen- as sociedades del Es- to dltimo”, 7 (17) Soro Canper6n, JUAN C,, “Democracia ¥ bien comin’, en gOrisis de la democra- cla’, cit. itroduccién a la cues- vit, p. 227, en Ja in feca de Autores Cristianos, Madrid, 1956. (18) TomAs pe Aquino, Suma Teoldgica, t. 1ién 57 que efectia UnDANOz, TROFILO, Biblio\ 362 Cap, Vill - OTRAS FORMAS DE [NTERVENCION ¥ PARTICIPACION ESTATA, Tal es lo que ha acontecido con las concepcianes que basaron ja ls. tincién en las ideas de subordinacién (Derecho Publico) y de cogy, ding cidn (Derecho Privado), pues existen humerosas normas de Derg, Publico donde la nota central es la coordinacién (\.gr.,relaciones ing radministrativas entre provincias). Por eso es errado identificar absolutamente la virtud de la justicia distributiva con la naturaleza publica del ordenamiento, debiendg te herse en cuenta que las dos especies de justicia particular (distributivg y conmutativa) precisan ordenarse al bien comin, y contribuir ala per. feccién del hombre. Una aplicacién que se desprende de este razonamiento la Proporcip. na el hecho de que muchas de las normas existentes en las relaciones de Derecho Laboral (Derecho Privado) traducen criterias propios de la jus- ticia distributiva, impuestas por razones que hacen al bien comin po- litico y social, aun cuando el fin inmediato sea el beneficio Particular privado, C) Consecuencias que se derivan de las posturas negatorias Se pretende que, como consecuencia de la condicién de personas pt- blicas estatales que revisten las sociedades de Propiedad del Estado (to- tal o casi total), el régimen juridico aplicable a su actividad es el propin del Derecho Publico y que, en consecuencia, sus actos y Contratos son administrativos, Con particular referencia a las sociedades del Estada, creadas por la ley 20.750, se ha afirmado que todas las relaciones de tales entidades han de juzgarse por los principias del Derecho Administrative, debiendo acudirse a la analogia con la legislacién administrativa para resolver las situaciones que el Derecho Privado regula en forma incompatible conla naturaleza juridica publica de este tipo de sociedades”, Sibien la teoria cldsica se apoyaba en el postulada de que el Estado S6lo podia utilizar formas publicas de personificacién y en el correla tivo al encuadramiento enel régimen juridico publico para las entide- des descentralizadas, ambos postulados que, como expresaran GAR” CfA DE ENTERRIA y FERNANDEZ, eran apodicticos y concretaban por s! mismos todas las implicancias practicas de esta concepcidn, “han caido espectacularmente en el actual Derecho Administrativo"™”. (19) Bara, Rovotroc,, do’, cit., ED, 67-601. (20) Gancia Dm ENTERR(a, EDUARDO - PERNANDEz, TomAs R., Curso de Derecho At ‘ministrativo, 1, 8*ed., Madrid, p. 406, p. 408, “Acerca de la naturaleza juridica de las sociedades d¢ Es Se trata, en sintesis, de la utilizacién publica de técnicas “inst D) La utilizacién por el Estado dela forma societaria mercantil yel Derecho Publico. La Ley Nacional de Procedimientos Administrativos En las diferentes formas societarias que en nuestro ordenamiento za el Estado (sociedades de Estado, sociedades andénimas de parti- cipacién estatal mayoritaria, meras sociedades andnimas, sociedades de economia mixta, etc.) la actividad de tal tipo de entes se rige, en princi- pio, por el Derecho Privado, Mercantil en la especie, Ese es el principio, existiendo tanto excepciones de cardcter general como especfficas deregaciones impuestas por la normativa de cada tipo societario (v.gr., derecho de veto en la sociedad de econamfa mixta), La aplicacién del Derecho Publico se singulariza en todo lo atinente ala direccién y control que sobre esas sociedades ejerce la Administra- cién Publica, proyectandose al deber que ellas tienen de observar las di- rectivas generales y particulares que se impartan y, especificamente, ala naturaleza vinculante que posee-en este caso el Planeamiento estatal en la programacién de sus actividades"), (21) Vigr. ley 13.653, art. 18, con las modificaciones de las Jeyes 14.380 y 15.023; ley 18.360, art. 15. (22) Forstuare, Ennsr, Tratada de Derecho Admintstrativo, cit, ps. 654 y s3., quien apunta que la utilizacin de formas juridicas privadas se apoya en el cambio operado sntre el Estado y la vida social, especialmente en la economia. (23) Gancta br ENTeRRia, EDUARDO - FERNANDEZ, TOMAS R., Curso de Derecho Ad- ministrative, eit, 1, ps. 407/408, (21) Garcia pe ENTERRIA, EDUARDO - FERNANDEZ, TOMAS R., Curso de Derecho Ad- ‘ministrativo, cit., t. 1, ps. 409 yss., sefialan que la realidad subyacente a la forma mer- ‘antl obliga a regular aspectos de ella por el Derecho Publico, Pera esta regulacién es Parcial y de excepcién en el régimen de la entidad, salvo las derogaciones espectficas Propias de la regulacién normativa aplicable a cada tipo societaria. 366 _Cap. VIII - OTRAS FORMAS DE INTERVENCION Y PARTICIPACION ESTATAL Las consideraciones apuntadas imponen la necesidad de atribuir_ competencia en todos los casos a Ja justicia federal, cualquiera que sea, jurisdiccion que corresponda en razon’ del territorio, maxime teniendoen cuenta queen. laCapital Federal, lajusticiade esta clase admite la divisign, entre tribunales civiles y comerciales y contencioso-administratiyos, F) Laparticipacién de las provincias en sociedades estatales La menci6n que casi todas las leyes que regulan las sociedades de propiedad total (ley 20.705) 0 participacién mayoritaria estatal (ley 19.550) efecttian respecto de la posibilidad de que los socios sean las pro- vincias, ha conducido a ciertos autores a plantear algunas dudas cuando las Sociedades del Estado (por ejemplo) sean exclusivamente provincia. les, respecto de la aplicacién de la legislacién local. Lamayoria de tales interrogantes se suscitan en mérito a que se parte de un presupuesto erréneo: su conceptualizaci6n como personas juridi- cas publicas estatales. En efecto, si se acepta, como se ha visto, que se trata de entidades pri- vadas regidas, en principio, por el Cédigo de Comercio, no pueden al garse dudas respecto de que su encuadramiento es materia de la legisla- cién comtin que dicta el Congreso Nacional (art. 75, inc. 12, CN). En consecuencia, la legislacién provincial sélo puede reglar los as- pectos generales que corresponden al Derecho Administrativo (de natu- raleza local) que se limitan, basicamente, a las relaciones de direcciény control (a través de los medios de impugnaci6n). Pero esta aplicacién del Derecho Publico ha de hacerse cuidando de no alterar el tipo juridico y régimen de la entidad, que se rigen por la ley comercial, sin perjuiciode las especfficas derogaciones que cada régimen consagra. G) Conclusiones Lo hasta aqui expuesto permite formular estas conclusiones: a) la utilizacién por parte del Estado de formas juridicas privadas para llevar a cabo actividades industriales 0 comerciales constituy® u" constante en casi todos los pa{ses de signo occidental, no contradiciendo ningtin principio filoséfico ni juridico, salvo los limites impuestos, &? plano de su justificacién, por la doctrina de la subsidiariedad. El régime juridico de estas entidades noes, sin embargo, adecuado cuando se a? (4) GonzAtEz DE Reca, Fi " forma jut dica de la organizacion de one eNC™ “Las sociedades del Estado como . Al 1977,ps.51 ys, empresas estatales", RADA, nro. 8, Plus Ultra, Bueno> LA SOCIEDAD DE ECONOMIA MICTA 367 tacion de un servicio publi i dela pres! . to publico, cualquiera que fi récter industrial, comercial o administrativo); a Sperone ce p)si bien el criterio basico para determinar la condicién de persona publica estatal del ente es el de su encuadramiento 0 pettenencta ala organizacion administrativa, el mismo cardcter se concilia plenamente con el que atribuye caracter comercial a las sociedades anénimas cual- quiera que fuere su objeto (por su forma), dado que, de acuerdo con su organizacién y régimen juridico privatistico, éstas no integran la Admi nistracion Publica, aun cuando el Estado posea la mayoria total o la ca: toialidad de las acciones y el poder decisorio en la entidad; c)las formas juris jicas mercantiles del Estada, no obstante que se re- gulan, en principio, porel Cédigo de Comercio, admiten una parcial in- jerencia del Derecho Publico en aquellas relaciones atinentes a la direc- ciény control de tales entidades en su vinculacién con la Administracién Publica, sin perjuicio de las derogaciones especificas que establezca el régimen normativo de cada ente respecto de las disposiciones generales dela ley mereantil. 1 LASOCIEDAD DE ECONOMIA MIXTA A) Antecedentes Los antecedentes de las Sociedades de Econom{a Mixta se remontan alas Companias de Indias, donde, con el fin de colonizacién y explota- cidn de las riquezas naturales, se crearon entidades sobre la base de la asociacién entre el Estado y los particulares. Pero, en realidad, la génesis delo que actualmente caracteriza a este tipo societario se encuentra en ‘Alemania, a comienzos de siglo, con la constitucién de una sociedad de esta clase, Su aparicién obedece a los primeros ensayos de intervencién estatal enel campo de la gestién econémica —preferentemente en los llamados merciales—, al reemplazar la figura servicios publicos industriales y cot del “concesianario”"*” por este tipo de entidades, que en el fondo torna- némico con. ban compatible el dogma del /aissez faire del liberalismo ecor laconveniencia o necesidad de fomentar yrealizar ciertas obras y activi- (85) HaLpnnin, Isaac, Manual de sociedades andnimas, Depal 1961, ps. 67/69. > G8 hwana, tiferon, Soeledades de-economia mixia, ima, Buenos Aires, Arayd, Buenos Aires, 1954, comerciales e industria- (57) Fame, “ de las actividades e, Maunice A. “El régimen Ean: les de los poderes pil élgica" resa. publica, gica’, en La empresa puiblica, fos podenes pablloas en Belgica! 368 __ Cap, VIII - OTRAS PORMAS DB INTERVENCION Y PARTICIPACION ESTATAL dades de interés publico®”. Por esta causa, en Inglaterra y los Patses cialistas, en los que el proceso de nacionalizaciones condujo a. una ton intervencién del Estado, la creacién de sociedades de economia mai no ha sido utilizada como tipo instrumental para llevar @ cabo lay wn vidades industriales y comerciales, optandose en cambio por las Public Corporations y las Empresas del Estado). La experiencia argentina en la materia, en rigor, fue bastante rica, como lo demuestra la existencia de varias sociedades anénimas que, aunque no revestian la tipologia del actual régimen, presentaban coms dato asociativo la presencia de sujetos estatales y particulares (v.gr,, Ban. co dela Provincia de Buenos Aires, Banco Central, Banco de la Provincia de Cordoba, Sociedad Mixta Siderurgica Argentina [Somisa] y Atanor Sociedad Anénima Mixta, Sociedades Mixtas de Aeronavegacién, Em. presa Mixta Telefénica Argentina, etc.”). El auge de este tipo de entidades, no obstante que en el afio 1946 se dict6 una regulacién especifica para ellas, comenzé a declinar pronta- mente a rafz de la polftica de estatizaciones que se inicié en esa época y al escaso interés que los particulares tienen en la inversi6n de fondos destinados al capital de estas sociedades. Esta situacién se produce por- que en la mayor parte de los casos no se les ofrece una participacién que les asegure el poder de decisién suficiente para prevalecer en las asam- bleas y en el directorio, alo cual hay que agregar que el otorgamiento al Estado del derecho de veto le asigna un mayor poder politico en el seno de la sociedad. Lo cierto es que, en la actualidad, el régimen de las Sociedades de Economfa Mixta instituido por el dec. 15.349/1946, ratificado por la ley 12.962, carece practicamente de aplicacién. B) Concepto. Fines que debe perseguir La Sociedad de Economfa Mixta es definida por la ley como aquella formada por el Estado nacional, los estados provinciales, las municipa- lidades o las entidades administrativas autarquicas dentro de sus facul- tades legales, por una parte, y los capitales privados, por la otra, par la explotacién de empresas que tengan por finalidad la satisfaccién dene (38) GaRRiDo PALLA, FERNANDO, “Las empresas piblicas’, ps. 140/141. (9) Brewer CaRias, RANDOLPH, Las empresas piiblicas en el Derecho comparad® cit. ps. 122/123. (40) Sobre antecedentes argentinos véase CAMARA, Hiictor, Sacledades de ect” mia mixta, cit, ps. 45 y ss; RODRIGUEZ ARIAS, JULIO C., La sociedad de economia mits Rosario, 1940, ps.93 yss. (41) Sociedad Mixta Siderirgica Argentina, Somisa (creada por la ley 12. modificaciones de la ley 15.801); Atanor SAM y Carboqu{mica Argentina SM 987, con as (ley 19.812) LA SOCIEDAD DE BCONOMtA NIIXTA 568 cesidades de orden colectivo o lait ° implantacién, el foment de actividades econémicas, ito 0 el desarrollo Ladefinicién que brindala ley nos parece: Susceptible de estas criticas: a) resulta incorrecto hablar de “estados Provinciales”, pues en nues- tra terminologia constitucional sélo cabe teferirse a las provincias, tal como lo reconoce el art. 146, CCYCN, al estatuir la condicién juridica de personas de Derecho Publico que ellas revisten; b) tampoco es admisible la mencién a los “cay quienes se asocian son siempre personas fisicas jetos de derecho”, pitales privados”, pues o juridicas, es decir, su- Hubiera sido, asimismo, preferible que la ley hiciera una mencién ge- nérica a las personas ptiblicas estatales en vez de senalar concretamente algunos tipos que estas entidades ostentan en el ordenamiento jurfdico. Alrespecto, entendemos que, por extensién, tanto de las Empresas del Estado regidas por la ley 13.653 como, en general, las entidades descen- tralizadas atipicas, habida cuenta de su condicién de Personas juridicas publicas estatales, pueden asumir el carécter de “socias” en esta clase de sociedades. Encuanto al objeto que pueden perseguir, la ley ha optado por un cri- terio amplio que engloba: 1) la prestacién de servicios puiblicos de cual- quier naturaleza, y 2) la realizacién de actividades industriales y comer- ciales. Si bien no compartimos las criticas que BIELsa“” formulara sobre esta figura societaria, pensamos que la realizacién de servicios publicos Por esta especie de sociedades, por la naturaleza y régimen de la acti- vidad, regida por el Derecho Administrativo, no es compatible con esta forma societaria. C) Condicién juridica Elrégimen legal (dec. 15.349/1946, ratificado por ley 12.962) prescri- be, en su art. 20 que “la sociedad de econom{a mixta puede ser persona de Derecho Puiblico o de Derecho Privado, segtin sea la finalidad que se Proponga su constitucién”. Ladeterminacién de su condicién juridica tiene su importancia en la medida en que su naturaleza se conecta con el respectivo ordenamiento, —_ (42) Dec. 15.349/1946, ratificado por la ley 12.962, art, 1°. (43) Cfr. CAmana, Hécror, Sociedades de economia mixta, cit, p.7. (44) BieLsa, RAFAEL, en el prélogo de la obra de Ropricusz ARIAS, JULIO C., La socie- de economia mixta, cit., p. IXyss. 370 _ Cap. VIII- OTRAS FORMAS DE INTERVENCION Y PARTICIPACION ESTATAL La doctrina no ha sido pacifica al respecto. Mientras un sector propi- cié el criterio del predominio que la Administracién Publica ejerza en la sociedad (especialmente en el capital y poder de decision) para adjudi. carle en tal caso cardcter publico, hay quienes asignaron trascendencia al criterio de los fines“® recogido por el art. 2° de la ley, y finalmente, se ha sostenido en la doctrina espafiola que se trata de un tertiumgenus'*, No obstante la redaccidn de la norma (art. 2°, dec. 15.349, ratificado por ley 12.962), las Sociedades de Economia Mixta tienen cardcter priva- do en mérito a las siguientes razones: a) por no hallarse encuadradas en la Administracién Publica y reves. tirla forma de “sociedad”; b) pese a la ambigua declaracién del art. 2°, la ley estatuye que con excepcién de las disposiciones especiales rigen para este tipo de socie- dades las prescripciones aplicables a las sociedades anénimas (art. 3°), lo cual pone en evidencia que se trata de una forma “especifica” de socie- dad mercantil; ¢) las sociedades comerciales constituyen personas juridicas priva- das (art. 33, Céd. Civil), y el caracter mercantil de una sociedad deriva de haber acudido a la forma societaria en algunos de los tipos previstos por la legislacién (argumento que emerge del art. 3°, ley 19.550). La interpretacién que hemos expuesto aparece confirmada en la Ex- posicién de Motivos que elevaron en su oportunidad los miembros dela comisién redactora de la Ley de Sociedades 19.550. Alli se expresd quela adopcién de tipos societarios establecidos por ley no “comporta un es- tancamiento para la adopcidn de nuevos tipos societarios, porque ello quedard siempre dentro de la competencia del legislador, como la expe- tiencia nacional lo demostré con las leyes 11.388, 11.645, 17.318 y cone! dec.-ley 19.349/1946""), D) Naturaleza de los aportes En materia de aportes, la legislacién que regula este tipo societati asume un cardcter especial, ampliando el concepto técnico del apor'® (45) VILLEGaS Basavini tivo, t eda) MARIENHOFE, MIGUELS., Tratado, de Derecho Administrativo,t.1,5*e4- act. Abe do Perrot, Buenos Aires, 1995, ps 506 y ss.; GORDILLO, AGUSTIN A. Empresas d¢l te utes 107/109; la postura de este mismo autor se encuentra en discrepanci® oie vende diode ntetia de socledades andnimas de participacién estatal donde el BA HEC anion €s otro (participacién total o casi total {2} del capital del Estado) © » HEcTon, Sociedades de economia mixta, cit, ps. 94/95, (47) GaRRivo FaLLa, Fern; “ ui 41) Gnaapors ANDO, “Las empresas publicas”, cit. p- 141. LA SOCIEDAD DE PCONOMIA MIXTA Eid} que es propio de las demas sociedades mercantiles, al admitir que éste se constituye por: a) concesién de privilegios de exclusividad o monopolio; exencién de impuestos; protecci6n fiscal; compensacién de riesgos; garantias de in- terés al capital invertido por los particulares; b) primas y subvenciones; aporte tecnoldégico; c) anticipos financieros; 4) aportes de caracter patrimonial, en dinero, en titulos puiblicos o en especie, concesién de bienes en usufructo™’. E) Direccién y administracién. Fiscalizacion. El veto Conforme a lo que preceptua el régimen legal, la direccién y admi- nistracién de la sociedad se lleva a cabo por un directorio, cuyo presi- dente y, por lo menos, un tercio de sus integrantes representan a la Ad- ministraci6n Publica y son nombrados por ésta (art. 7°, dec. 15.349/1946 ratificado por ley 12.962). Se trata de una participacién estatal de caréc- ter estatutario y permanente, donde no se sigue, en principio, el régimen que al respecto consigna la ley con relacién a las sociedades anénimas, El 6rgano de fiscalizacién también debe hallarse integrado por un re- presentante estatal (art. 7°, ley citada) aunque con motivo de la sanci6n de la ley 19.550 se transforma la sindicatura en las sociedades de econo- mfa mixta, que debe ser colegiada, en numero impar'. ¢Cual es la relacién juridica que vincula alos representantes estatales con la Administraci6n Publica? La doctrina distingue dos casos posibles: a) que el representante estatal sea al propio tiempo funcionario 0 empleado puiblico, en cuyo caso Ja relaci6n juridica es la propia de la re- lacin de funcién publica, dentro de cuyos deberes esta el de cumplir con las érdenes e instrucciones que le impartan los superiores jerarqui- Cos con relacién a la administracién de la sociedad"; 4) que dicho representante estatal no sea funcionario o empleado pu- blico, en cuyo caso la relacién juridica es la del “mandato” pero de Dere- cho Puiblico, sin perjuicio de la recurrencia analdgica a las reglas del De- techo Privado, dado que esta figura carece de regulacién en el Derecho Administrativo. (49) Dec. 15.349/1946, ratificado porley 12.962, art. 4°, (50) Ley 19.550, arts. 284 y 299, inc. 3¢, norma esta tiltima que precepta expresamen- tela fiscalizacién estatal permanente por la autoridad de contralor (Inspeccién Gral. de Personas Juridicas en la Cap. Fed.) para estas sociedades. (61) Para Marienhoff, el vinculo que relaciona a los representantes del Estado dentro dela Sociedad de Economia Mixta con el Estado, es el del mandato del Derecho Privado, ENHOFF, MIGUEL S., Tratado de Derecho Administrativo, cit. t.1, ps.514y ss. 374___ Cap. VIII - OTRAS FORMAS DE INTERVENCION ¥ PARTICIPACION ESTATAL su andlisis con cardcter previo al de las restantes formas de intervenci y participacion estatal. Se trata de una figura que, utilizando como base la forma de la sp ciedad anénima, introduce al régimen de esta ultima derogaciones es pecificas, que contribuyen a dotarla de una peculiar fisonomia juric tan peculiar que para algunos autores ni siquiera llega a Configurar una sociedad”, Las principales derogaciones hacen a su estructura y son fundamen. talmente dos: a) la imposibilidad de que los particulares participen ene capital social, y b) la admisi6n de la sociedad unipersonal o sociedad de un solo socio. La exclusién de los particulares en el acceso a este tipo societario obedece precisamente a las razones que originan su aparicién: la regu- lacién de la actuacién exclusiva del Estado y sus entidades bajo formas societarias. Creemos que no se debe juzgar la bondad o no de esta sociedad en forma dogmatica y aislada, pues se trata de uno de los grados —el grado maximo— de utilizacién por el Estado, de manera instrumental, de téc- nicas del Derecho Privado, sin que ello implique justificar la interven- cién ni el medio empleado, que habré de juzgarse en relacién con cada caso en particular, teniendo en cuenta siempre el principio que ha de orientar la injerencia estatal: la subsidiariedad. Ello es asi tanto mas cuanto para los otros supuestos en que se con sidere posible o conveniente la participacién privada, puede acudirse 2 cualquiera de las restantes formas societarias (Sociedad de Economia Mixta, Sociedad Andénima de Participacién Estatal Mayoritaria y soc dad anénima comin). En segundo lugar, se alega que el acogimiento legislativo de la so” ciedad unipersonal —al igual que lo acontecido en el Derecho espa cuando el socio es el Estado— implica desconocer una caracteristic propia de toda sociedad, cual es la estructura juridica de contrato P rilateral de organizacién’, pretendiendo que por esta circunstanc entidad asume la condicién juridica de una Empresa del Estado®*. (61) Barra, ROpOLFo C, “Acerca de la naturaleza juridica de las sociedades ef — do", cit, ED, 67-601; SEGAL, RUBEN, “Sociedades del Estado”, LA LEY, 156-14259 MERO, José I., “Sociedades del Estado”, JA, 1975, secc. Doctrina, ps- 63lyss- ye.co8 (62) Elart. 19, ley 20.705, las define asi: “Son Sociedades del Estado aquelas opal exclusién de toda participacién de capitales privados, constituyen el Estad® 7 los estados provinciales, los municipios, los organismos estatales legalmen'® © dos al efecto o las sociedades que se constituyan en orden a lo establecid0 Per cas” te ley, para desarrollar actividades de caracter comercial 0 explotar servic (63) SEGAL, RUBEN, “Sociedades del Estado’, cit,, ps. 1425/1426. (64) Romero, José I, “Sociedades del Estado’, cit., p.3. LA SOCIEDAD DEL Estano 375 Enrealidad, esta ultima interpretacion no puede admitirse, en cuan- to el abandono del criterio contractualista por la tesis ‘ucional” no tiene en si nada de ilegitimo, entrando en la competencia del legislador Jafacultad de prescribir tal principio para una determinada forma socie- taria especial e, incluso, de establecerlo para las sociedades en general. Se trata de un criterio legislativo que si bien implica una derogacién del principio que rige la legislacién comtin de las sociedades comerciales, no traduce un apartamiento de la forma privatistica ni su regulaci6n ul- terior, que se articula sobre la base de las normas que estatuye el Codigo de Comercio. En lo que concierne a su calificacién como Empresa del Estado, ella es inadmisible, ya sea que se emplee el sentido amplio o restrictivo. El primero no podria ser usado ya que no existe la categoria Empresa del Estado (en sentido amplio) con notas comunes en su régimen juridico; existen, por el contrario, entidades descentralizadas atipicas que perte- necen a los cuadros de la Administracién Publica, situacién que no se da en este caso donde se regula un tipo genérico. Respecto al sentido res- trictivo, que es el técnicamente correcto, a nuestro entender, es decir, al que concibe que “Empresa del Estado” constituye la categoria juridica de persona publica estatal que estructura la ley 13.653 y sus modificatorias, éste tampoco se aplica a esta entidad, cuyo régimen difiere notoriamen- te del establecido en las citadas leyes. En sintesis, la entidad que estamos analizando constituye un nue- Vo tipo especifico de sociedad, regulada basicamente por el Codigo de Comercio, con las derogaciones establecidas en la ley 20.705. Y es socie- dad privada y no persona publica (estatal o no estatal) porque: 1°) uti- liza la forma “sociedad” y prescribe una remisién directa a las normas del Codigo de Comercio sobre sociedades andnimas*}; 2°) no integra los cuadros de la Administracién Publica, sin perjuicio de la aplicacién del Administrativo en aquellas relaciones juridicas con la adminis- fracién, direccién y control que hemos senalado al abordar el tema, con Carécter general, al comienzo de este capitulo, 8) Odjeto Conforme al art. 1°, ley 20.705, las sociedades del Estado pueden de- {irrollar actividades de carécter industrial o comercial como asimismo *xplotacién de servicios publicos. La inclusién de los servicios publicos, dentro del objeto que pueden evar a cabo estas sociedades, resulta criticable por las innumerables re- tae de Derecho Administrativo que genera esa clase de actividad _—— (5) Ley 20.706, art. a, 376 __Cap. VIII - OTRAS FORMAS DE INTERVENCION Y PARTICIPACION Estatay estatal, aun cuando se trate de los llamados servicios publicos ing les o comerciales. De otra parte, los controles que el Derecho Publ ia ganiza para un mejor servicio de los intereses de la comunidad, n°" den ejercerse de un modo pleno y sistematico respecto de las sori estatales, que han sido creadaso transformadas, muchas veces got"“® dir esos controles y no por razones que hacen a la naturaleza he chu vidad que desarrollan. acti Si bien es posible sustentar la aplicacién de esta figura para regu} las actividades comerciales o industriales tipicas del Estado (en la meq, da en que se hallan justificadas por el principio de subsidiariedad) nohg sido buena la politica legislativa de crear o transformar las Empresas del Estado, regidas por las leyes 13.653 y sus modificatorias, en sociedades del Estado, reguladas por la ley 20.705, en aquellos casos en que el objeto principal de su actividad sea la prestacién de un servicio piblico, habida cuenta de la falta de un régimen adecuado de control juridico, contable y presupuestario. En realidad, ha habido una suerte de deformacién de ja figura jurfdica, la que ha sido utilizada para regir actividades que, en su relacion con el Estado y con los particulares contratistas 0 usuarios, se regfan antes, sin mayores inconvenientes, por el Derecho Publico, pa- sando ahora a regularse por el Derecho Privado para escapar a la aplica- cidn del régimen administrativo, basicamente de los controles y de las garantfas debidas a los administrados. A partir del proceso de privati- zaciones la figura de la Sociedad del Estado ha perdido practicamente vigencia. C) Régimen legal: derogaciones al Cédigo de Comercio y aplicacién de la legislacién administrativa Entre las particularidades que presenta el régimen normativo dees: tas sociedades de comercio y la aplicacién de la legislaci6n administrs tiva se destacan: a) el capital de la entidad debe hallarse representado por “certifica- dos nominativos” que sdlo son negociables entre las personas enuncia- das en elart. 1° de la ley. Se excluye, en consecuencia, su negociacion con los particulares; ysuliquidaciéala Jativa'™s ¢) no pueden transformarse en Sociedades Andnimas de Particips cién Estatal Mayoritaria. Aunque la ley no lo expresa, €s by transformacién podr4 hacerse cuando ella fuera dispuest b)no son susceptibles de ser declaradas en quiebrays debe realizar el Poder Ejecutivo, previa autorizaci6n legis! (66) Ley 20.705, art. 4°. (67) Ley 20.705, art. 5°. La SOCIEDAD DEL EsTapo 377 jor una ley, pues la ley especial deroga ala ley general, a la inversa de lo ie acontece en materia de reglamentos (principio dela inderogabilidad singular del reglamento), En cuanto al art. 9°, es obvio que se refiere a aquellos casos en que no exista participacion privada; d)no se les aplica la Ley de Obras Puiblicas. El Reglamento de Proce- dimientos Administrativos rige respecto del recurso de alzada, como se veré seguidamente, no obstante la prescripcién expresa de la ley, D) La aplicaci6n de la Ley Nacional de Procedimientos Administrativos a las sociedades del Estado y el control de sus actos La admision 0 no del control que la Administracién Central ejerce sobre estas entidades (en el supuesto de tratarse de entidades cuyo ca- pital pertenece al Estado nacional o a alguna de sus entidades juridica- mente descentralizadas) plantea una dificultad interpretativa derivada delo dispuesto en la ley al estatuir la no aplicacién de la Ley de Proce- dimientos Administrativos. Pero de la circunstancia apuntada no deriva necesariamente que ciettos actos de direccién y contralor, que trasuntan actividades ex- ternas al ente, no puedan ni deban hallarse regidos por el Derecho Administrativo. El sentido que tiene la exclusién de la LNPA no puede ser otro que lano aplicacién de los requisitos sustanciales y adjetivos de dicho orde- namiento respecto de los actos unilaterales y bilaterales que celebre la cata, los que, como es obvio, se regulan por el Derecho Comercial 0 ivil. Esa interpretacion es la que mas se ajusta al Derecho po: nal, en cuanto el dec, 1883/1991 prescribe la posibilidad de aplicar a es- las entidades, por extensién, las disposiciones atinentes al recurso de alzada, Io cual se ha fundamentado en la “realidad subyacente a la for- ™amercantil de personificacién”™. —_ (68) Que autoriza al Poder Ejecutivo a transformar Sociedades Andnimas de Partici- Pacién Estatal Mayoritaria en sociedades de Estado. De lo contrario habrfa una expro- on ‘sin los requisitos constitucionales ni legales. u igo) Att: 4° (dec. 1883/1991) y ley 20.705, art. 6%, CASSAGNE, JUAN CARLOS, “La exten- sidelconcepto de tutelay el conivol delos actos de las sociedades del Estado", LALEY, 77, (0) Ley20.705, art. 6 . Dec. 1883/1991, art. 4°. 2) GARCIA De ENrennta, EDUARDO - FERNANDEZ, ‘ctFativo, cit., p. 412; CASSAGNE, JUAN CARLOS, Derecho Administrativo, ‘eNexis-Abeledo- Perrot, Buenos Altes, 2002, P-423- TomAs R., Curso de Derecho Ad- tL ed, 1 - OTRAS FORMAS DE INTERVENGION Y PARTICIPACION ESTATAL 378 CaP. La naturaleza del control que en tal caso se ejercite por parte de Administracién Central 0 entidad descentralizada poseedora de lag th ciones conduce a una nueva proyecci6n del concepto de tutela o control administrativo. Sabido es que esta especie de control, que procura asegurar el cum, plimiento de los fines de la entidad y preservar el interés genera» 0 Pen comtin, configura —a diferencia del control que dimana de la : rarquia- un poder condicionado o limitado™ que requiere atribuesys expresa y que es de interpretacién restrictiva. una facultad de revisin que ejerce la Administra. los actos de los érganos superiores de las enti- ecto de los actos de las personas pri- La tutela entrafia cién Central, tanto sobre dades descentralizadas como resp' vadas del Estado. En atenci6n a la oportunidad en que se ejercita el poder de tutela, la doctrina italiana efectua una distincién, que es ya cldsica en el Derecho ‘Administrativo”, diferenciando la tutela preventiva de la represiva. Ast, mientras la técnica de las autorizaciones se ubica en la tutela preventiva, las aprobaciones corresponden al tipo represivo. eral de la organizacién administrativa, su fin se orien- de un principio esencial: la unidad de acci6n del Es- idicas Enel plano gen’ taal mantenimiento tado, que debe alcanzarse cualesquiera que fueren las formas jur de personificaci6n que él adopte. El concepto de tutela 0 control administrativo posee una verdadera fuerza expansiva, al extenderse su régimen a entidades estatales que 0s- tentan condicién de personas jurfdicas privadas. Y esa fuerza extensiva aparece actualmente reconocida en la ultima modificacién efectuadaal dec. 1759/1972 (dec. 1883/1991, art. 4°), donde se prescribe la pos! ilidad de interponer el recurso de alzada contra los actos administrativos que emanen de los érganos de empresas o sociedades de propiedad total o mayoritaria del Estado nacional. Nada se opone a ello. El argumento de que los actos controlados a confundir el acto que emanan de una persona juridica privada implic: se fiscaliza con el sujeto de control: ,o acaso el control de los actos admi- nistrativos de las Sociedades Andnimas ejercido por la autoridad admi- (73) Hauriou apuntaba, en 1893, que si bien el término n blico se encontraba consagrado por el uso y era preferible conserva ice, Précis de Droit Administratif,Par(s, 1927, p. 437); GARRIDO FALLA s ministracién indirecta del Estado y descentralizacién funcional, Madrid, 1950 Pe Mey (74) Escoua, HécTor J., Tratado general de procedimiento ‘administrative, P' Buenos Aires, 1973, p. 357. og 6. 95) Distaeia, Feancango dethusion dt nite “Amaministrativo, tl Tt La Soctppap DEL Estapo 79 ec emu istrative de fiscalizacion tiene la virtud de transformar la esencia de los ‘os controlados? Si esto es asi, en el campo de las sociedades que per- fenecen 2 10s particulares no se advierte por qué no se puede efectuar el trol de los actos administrativos de las sociedades de Estado, a través gelsistema de recursos instituido por el RLNPA. Desde luego que la reso- jucion del recurso no dispondré —por ejemplo— la revocacién de la mis- ma manera que podria acontecer con un acto administrativo emanado Je una persona publica estatal, limiténdose a impartir las instrucciones ertinentes al directorio de la entidad para que proceda a dejar sin efecto elacto sometido a control. En lo que concierne al alcance del control, cuadra apuntar que son aplicables los criterios generales expuestos para el control de tutela, elcual procede tanto por razones de legalidad como de conveniencia 0 mérito”?. Desde luego que la legalidad del acto habra de juzgarse con grregloa las normas de Derecho Privado que lo rijan y que la apreciacién del mérito constituye una facultad privativa y discrecional de la Admi- nistracin, en tanto no sea irrazonable. De todos modos, como Ia ocurrencia a la via del recurso ante la Ad- ministracién Publica es optativa, el particular afectado en sus derechos subjetivos puede promover directamente la pertinente accién judicial sin requerirse previo reclamo administrativo™, En conclusién, los actos de las sociedades de Estado que agravien Jos derechos de los particulares, no obstante poseer naturaleza jur{di- caprivada en el sistema de la ley 20.705, son susceptibles de control por el Poder Ejecutivo o el ministerio competente, segtin los casos, a través de la aplicacién, en lo que fuere pertinente, de los preceptos conteni- dos en el Reglamento de Procedimientos Administrativos (t.0. por dec. 1883/1991), conclusién que reposa en un fundamento de justicia, legali- dad y eficacia, habida cuenta el fin de bien comun perseguido (indirec- tamente) a través de técnicas privadas, lo cual no implica que deba pro- tegerse la ilegalidad ni la decisin arbitraria o inconveniente por parte de quienes representan a esa “realidad subyacente” a la forma juridica mercantil, que es en definitiva el Estado. Lajurisprudencia de nuestros tribunales ha sostenido la aplicaci6n de los aspectos procesales de la LNPA, particularmente de las normas Sue reglamentan el amparo por mora de la Administracién™, para lo — (9) LavsaDéRE, ANDRE DE, Traité de Droit Administratift. l, LGDJ, Paris, 1970, Bs vei ‘VeDEL, GEORGES, Droit Administratif, Presses Universitaires de France, Paris, 3 P. 563, a Ver Garipo Fata, FERNANDO, Tratado de Derecho Administrativo, cit, p. 180. ( Ley 19.549, modificada por la ley 21.686, art. 32. 7 1ggo8 1 sostuvo la CNCont. Adm. Fed., sala 3%, “Amil, Andrés v. YPF’, LA LEY, ” Con nota de JoncE José Docoro. Alli se afirmé que aun cuando las actividades 380 Cap, VINT- OTRAS FORMAS DE INTERVENGION Y PARTICIPACION ESTATAL cual se basé en que la ley 21.686, al modificar el art. 32, LNPA, incluyen- doa lassociedades del Estado en el inc. f), dejé sin efecto la exclusién del art. 69, ley 20.705, en torno de la inaplicabilidad de la ley citada™. £) Elrégimen del personal de las sociedades del Estado El personal de las sociedades del Estado, ya sean directivas 0 em- pleados de ellas, no reviste la condicién propia de los agentes piiblicos, Con respecto al personal subalterno, la doctrina, en general, postula que constituye una relacién de empleo privado, aplicindole —por exten- sién— la jurisprudencia establecida por la Corte Suprema de Justicia de la Nacién y dems tribunales inferiores para la Empresa del Estadoreg- da por la ley 13.653 y sus modificatorias™”. En cambio, en el caso del personal que cumple funciones de direc- cién y de responsabilidad efectiva, un sector de la doctrina ha sostenido que se trata de una relacién de empleo ptiblico, aplicando de ese mode Ja jurisprudencia elaborada en torno de las Empresas del Estado regidas por la ley 13.653 ynormas que la modifican™. Tal postura es inaceptable por cuanto: a) las sociedades del Estado poseen naturaleza juridica privada, aplicdndose la legislacién mercan- til; b) esta legislacidn (especialmente los arts. 59 y 274, ley 19.550), resulla industriales ocomercialessiguen rigiéndose por el Derecho Privadoensucontenidavs” peeifico, nada impide que el aspecto procesal sea reglado por la Ley de Procedimientoe ‘Administrativas, fijanda la cuestién en la érbita del Derecho Pitblico. (80) La Corte consider6 ilegitima la negativa de una sociedad de! Estade a conceden® -vista de las actuaciones a un particular (recurso de hecho deducido por la actor? eal ‘ausaLa Buenos Airs Cia. de Seguros SA, Petraguimica. Blanca Sa" del 12/5198) ‘Ante la adjudicacién por parte de Petroquimica B. Blanca de un contrat por dc ‘habia llamado alicitacién publica y la negativa de la sociedad estatal de ocorgatle v5 de las actuaciones a la actora —oferente no adjudicataria en Ia citada licitaci6+ bigs promovié una acelin de amparo, A su procedencla xe opuso Ia sociedad estatal angumento de que sus actuaciones Internas no constitu/an expedientes adm inistratY ‘wos, sino papeles privados, y que en el casa se comprometfa la libre actividad y dea Ho de un comerciante, por tratarse de una empresa de naturaleza Juridica P ete shazada la acci6n en Jy 2+instancia, adopté la Carte la posicién contr lui primer lugar, dentro del concepto de “entes descentralizados’ aque se Feit ¢l th, ley 19.549, a las sociedades comerciales del Estado. Bajo-esa dptica ‘considerd aplie % a ella os principios del debldo proceso adjetivoen especial elderecho 2 se" oF. ine. flap. IP, LNPA) y, por ende, de obtener vista de las actuaciones no declel20 7 y vadas (arts. 38 y76, dec, 1759/1972), consecuencia légien del cardcter estatal del ent del principio de publicidad de los actos estatales ) Ben te R, Derecho Administrative Ecanémico, it. P-32)- 1, name 32) Docono, Jonce I, “Las sociedades del Estado yel ampato por mers E°.. 5 del nistraclon’, LA LEY, 1882-C 31; GowzAt#7 Dt te eromenicia, “Las socieease : taclo como forma juridica de la organizacién de las empresas estatales"sCHs Ps oge- trabajo ttulada "Las sociedades del Estado, Su regimen jut ¥ st Bede deaut mia’, Sindicaiura General de Empresas Piblicas, Buenos Aires, 1980, P- 27 SOCIEDADES ANONIMAS 381 incompatible con el régimen de la responsabilidad disciplinaria de los agentes ptblicos, propia del Derecho Administrativo®. 3, SOCIEDADES ANONIMAS A) Laactuacién del Estado y la sociedad anénima Las actividades econémicas que el Estado Ilevé a cabo en muchos paises donde se operé el proceso de nacionalizacién de industrias hizo que en los comienzos el Estado utilizara la estructura de la sociedad anénima del Derecho Mercantil para continuar el desarrollo de tales actividades. Diversas razones confluyeron para ello, siendo quiz4 una de las més importantes la falta de flexibilidad de los sistemas del Derecho Adminis- trativo que, en principio, no resultan aptos para regular esta clase de ac- tividades. Pero, ademas, el principio de la continuidad empresaria, con todas las ventajas que ello implica en el orden comercial y crediticio, mo- tivé que se conservaran intactas las estructuras tradicionales de la so- ciedad anénima, teniendo en cuenta de que éstas favorecian el acceso a los mercados de capitales, necesarios para encarar nuevos proyectos de inversiones. Aunque ésta no fue una caracteristica untvoca en la evolucién opera- da en nuestro pais, pues en la primera época de este proceso se opté por la figura “Empresa del Estado’, que tipifica la ley 13.653, lo cierto es que también se ha apelado ala forma de la sociedad anénima comin del C6- digo de Comercio (vgr., el caso de Segba SA). Es evidente —como se ha expresado— que la utilizacién de la forma juridica de la sociedad anénima permite realizar una gestién eficiente enel logro del objetivo buscado (industrial o comercial) al no encontrar- se limitada por las reglas propias de los entes publicos estatales (Derecho Administrativo), especialmente por la existencia de inadecuados contro- les, que si bien pueden ser validos para el Derecho Publico resultan un freno para la rapidez y eficiencia que requiere una empresa comercial", (83) Marra, Héctor A, “Las sociedades del Estado o los Ifmites del Derecho Administrativo", LA LEY, 1981-A, 805, quien sostiene que la responsabilidad mercantil demanda una diligencia y asuncién de riesgos, que no son propios de la actividad burocratica, (84) HeRNANDez, BELISARIO J., “Las empresas publicas argentinas y el nuevo régi- men de sociedades anénimas con participacién estatal’, LA LEY, 130-964. Estamos de acuerdo con este autor en que la falta de eficacia que se puede observar en las empresas éstatales argentinas obedece a tres factores: a) inadecuada estructura juridica; b) des- Cuidada seleccidn de directivos y personal subalterno; c) falta de estabilidad de los cua- dros superiores. 382 _ Cap, VIII - OTRAS FORMAS DB INTERVENCION ¥ PARTICIPACION ESTATAL i it icipacion del Estado (mayoritario o minori intervencién y participacién de : ota viojen sociedades andénimas no se limita a la forma comin del Codigo de Golen So sino que se acude también ala estructura de la sociedad an. nima con Participacién Estatal Mayoritaria. B) Lasociedad anénima con participacién estatal mayoritaria El nacimiento de la figura de la Sociedad Anénima con Participacién Estatal Mayoritaria se produjo en el afio 1967 al dictarse a ese efecto la ley 17.318, apareciendo més tarde recogida en la ley 19.550 de sociedades (Gece. V1), como un tipo especifico de sociedad anénima. Los propésitos que se tuvieron a la mira al disponer su institucién, aparte de los ya expuestos, consistieron fundamentalmente en la con- veniencia de contar con una estructura societaria tipica que permitiera fortalecer el fenémeno de la participacién mayoritaria del Estado en el seno de la entidad, con prevalencia en las decisiones de las asambleas ordinarias y extraordinarias. Como la aparicién de este régimen se produjo poco antes de la san- cién dela Ley de Sociedades, muchas de sus normas, al ser recogidas por la legislacion general (v.gr., no exigencia del minimo de diez socios para laconstitucién de la sociedad anénima), no fueron después consagradas enlasecc, VI de la ley 19.550. La ley no regula una sociedad de economf{a mixta, ni siquiera una figura similar, habida cuenta de que pueden existir sociedades de este tipo sin participacién privada, ya que ello no configura una exigencia sine qua non de este tipo societario. Se trata de una diferente regulacion de determinadas normas aplicables a esta especie de sociedad anénima, rigiendo para las situaciones no modificadas expresamente las presctip- ciones propias de las sociedades anénimas), i Conforme alo preceptuado en el art. 308, ley 19.550, para que se col peure una Sociedad Anénima de Participacién Estatal Mayoritaria de- en reunirse los siguientes requisitos: expcgestate > nacional, las provincias (ta norma emplea la incorrecta les legalmente, os provinciales"), los municipios, los organismos estat este at nte autorizados al efecto o las sociedades andnimas sujet@s* gimen, deben ser propietarias, en forma individual o conjunta.¢° (65) B . pi a Henna YADOR D,,"Elrégimen creado porta ey 17.318", ADLA,XXVIB 15% (86) Esta interme eAN® | "Las empresas publicas argentinas... citsP:& prescribe “las modifcaciones a tie lo dispuesto en el art, 312, ley 19.550, €" ~s secclén dejan deanna hmen dela sociedad andnime estabeciss PO ‘ando se alteren las condiciones previstas en €l at” EMPRESAS SIN PERSONALIDAD JURIDICA 383 ,cciones que representen por lo menos el cincuenta y uno por ciento del apital social, y b) dichas acciones tienen que ser suficientes para prevalecer en las. sambleas ordinarias y extraordinarias. Las principales caracteristicas de su régimen juridico son: a) no se aplica la incompatibilidad que para ser directores o geren- es estatuye el art. 264, inc. 4°, ley 19.550, al prohibir el desempefio de tales cargos a los funcionarios de la Administracién Publica (art. 310, ley 19.550); b) no rige el art. 263, ley 19.550 (eleccién de directores por el siste- ma de voto acumulativo), previéndose que cuando hubiere participacién privada y ésta alcanzare al veinte por ciento del capital social, las accio- nes dardn derecho a una representacién proporcional en el directorio ya elegir por lo menos uno de los sindicos (art. 311, ley 19.550); c) cuando el contrato social exprese el propdsito de mantener la pre- valencia de las entidades enunciadas en el art. 308, ley 19.550, cualquier enajenacién de acciones que importe la pérdida de la situacién mayori- taria debera ser autorizada por ley, debiendo contener el estatuto, en tal caso, las normas necesarias para impedir que por nuevas emisiones se altere esa mayoria (art. 313, ley 19.550); d)la sociedad no puede ser declarada en quiebra” y su liquidacién sera cumplida por la autoridad administrativa que designe el Estado, de- signacién que corresponde efectuar al Poder Ejecutivo nacional, cuando lamayorfa accionaria pertenezca al Estado nacional, sus entidades o las Sociedades de su propiedad o participacién mayoritaria. Seccidn 22 Otras formas de gestién 1. EMPRESAS SIN PERSONALIDAD JURIDICA En el Derecho Comparado, en los inicios del proceso de asuncién Por el Estado de actividades industriales 0 comerciales, esta clase de ta- Teas fue asignada a érganos de la Administracién Central, carentes de Personalidad juridica. Asi nacieron en Francia las régies industrielles et ‘ommerciales, en el Derecho aleman las regiebetrieb y en Espaiia las Ila- —~ (7) Art. aig, ley 19.550,

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