mente lisos». Ahora es cuando le he lanzado
desde las alturas mis espirituales al Tértaro
‘Tendra menos trabajo, pero le he arrebatado
toda la alegria.
Predico para los aristécratas. Soporte los or-
namentos en mi propio cuerpo si ést0s consti-
tuyen la felicidad de mi projimo. En este caso
también llegan a ser, para mi, motivo de con-
tento. Soporto los ornamentos del cafe, del
persa, de la campesina eslovaca, los de mi za-
patero, ya que todos ellos no tienen otro me-
dio para alcanzar el punto culminante de su
existencia. Tenemos el arte que ha borrado el
ornamento. Después del trabajo del dia vamos
al encuentro de Beethoven o de Thisldn, Esto
no lo puede hacer mi zapatero. No puedo arre-
batarle su alegrfa, ya que no tengo nada que
offecerle a cambio. El que, en cambio, va a
escuhar la Novena Sinfonia y luego se sienta a
dibujar una muestra de tapete ¢s un hipéerita
‘o-un degencrado,
La carencia de ornamento ha conducide a
las demés artes a una altura imprevista. Las
sinfonias de Becthoven no hubieran sido escri
tas nuinea par un hombre que fuera vestido de
ESTETICA DEL INGENI
LA PUJANZA DE LA MODERNIDAD
seda, terciopelas y encajes. El que hoy en dia
eva una americana de terciopelo no es un
artista, sino un payaso 0 un pintor de brocha
gorda. Nos hemos vuclto més refinados, mas
sutiles. Los gregarios se tenfan que difevenciar
por colores distintos, el hombre moderno ne-
‘cesita su vestido impersonal como mascara. Su
individualidad es tan monstruosamente vigo-
rosa que ya no la puede expresar en prendas
de vestir. La falta de ornamentos es un signo
de fuerza espiritual. EI hombre mocerno uti
liza los ornamentos de civilizaciones anteriores
y extrafios a su antojo. Su propia invencin la
concentra en otros objetos. ~
Dirigida a Jos chistosos con motivo de ha-
berse reido del articulo Ornamento y delilo
(1910):
Queridos chistosos:
Y yo os digo que llegaré el tiempo en que
Ja decoracién de una celda hecha por el tapi-
cero de palacio Schulze o por el catedritico.
Van de Velde servira como agravante de cas-
tigo.
ERO, ARQUITECTURA
Le Corbusier publics Vers une Architecture en forma de libro en 1923, recopilendo articnos aperecidos
titulo ay 0 pri
Le Corbusier (Chaws-de-Fonds, 1887— Roquebrane,
Traduecién castellana en Poseidén. Buenos Aires, 1964.
nla revista L/Esprit Nouveau. El tozo que a continuacin se reproduce estaba
situado en la 1.* edicién
rose reseiia su contenido.
1965). Vers une Architecture. Grés. Paris, 1923.Le CORBUSIER
Estética del ingeniero, arquitectura, dos cosas
solidarias, consecutivas, una en pleno desarro-|
Mo, otra en penosa regresién.
El ingeniero, inspirado por las ieyes de la
cconomia y guiado por el célculo matematica,
nos pone en acuerdo con las leyes del univer-
hae
E| arqui ‘con su disposicin de las for-
‘mas, realiza un orden que es una pura crea-
cci6n de su espiritus con las formas afecta in-
tensamente nuestros sentidos y provoca emo-
ciones plisticas; con las relaciones que crea
despierta profundas resonancias en nosotros,
nos da la medida de un orden que sentimos
‘que esta de acuerdo con el de nuestro mundo,
determina los diversos movimientos de nues-
tro espiritu y de nuestro corazén; entonces es
cuando sentimos la belleza.
ESTETICA DEL INGENIERO-
‘Tres advertencias a los arquitectos
El volumen
Nuestros ojos estan hechos para ver las formas
bajo |
ee. primarias son hermosas porque
pueden apreciarse claramente.
uitectos de hoy ya no realizan estas
ples.
on el célcuio, los ingenicros em-
plean formas geométricas, satisfacen nuestros
jos con la geometria y nuestro es
Jas matematicas; su trabajo esta en la linea del
buen arte.
La superficie
Un volumen est limitado por su superficie,
una superficie dividida sexdn las lineas direc-
trices y generatrices del volumen, que desc
ren la individualidad de este volume.
Los arquitectos tienen miedo hoy de los com-
ponentes geométricos de las superficies.
Los grandes problemas de la construccién
moderna deben tener una solucién geométrica
‘Obligados a trabajar de acuerdo con las ne-
cesidades estrictas de unas condiciones exac-
tamente determinadas, los ingenieros hacen
uso de los elementos generadores y definidores
de las formas. Grean hechos plasticos Iimpidos
¢ impresionantes
La planta
La planta es ia generatriz.
Sin la planta es el desorden, la arbitrariedac
La planta Heva en si la esencia de Ia sensi-
én.
Los grandes problemas de mafana, dicta-
dos por las necesidades colectivas, plantean Ia
cuestion de la «planta» en una forma nuevs.
Ta vida modema exige, y espera un nuevo
tipo de planta tanto para la casa como para
la ciudad.
Los trazados reguladores
—
Un clemento inevitable de te arquitectura.
La necesidad de orden. El trazado regula
dor es una garantia contra la arbitrariedad
Procura satisfaccién al espfritu
El trazado regulador es un medio, no una
receta. Su eleccion y su modalidad de expre-
si6n forman parte integrante de la creaci6n ar
‘quitect6nica.
Ojos que no ven
Las trasatlintcos
Acaba de comenzar una gran época
Existe un nuevo espfritu,
Existe una multitud de obras concebidas en.
el nuevo espiritu; se encuentran particularmen-
te en la produccién industrial,
La arquitectura se ahoga en la costumbre.
Los «estilos» son una mentira.
Elestilo es una unidad de principio que ani-
ma toda la obra de una época, ¢l resultado de
un estado espiritual caracteristico.
Nuestra época determina, dia a dia, su pro-
Bio estilo.
Nuestros ojos, desgraciadamente, todavia no
Gn expaces de-discernitio-10 4 PUJANZA DE LA MODERNIDAD
Los aviones ‘La quimera de ta planta
E] avidn es un producto de alta selecci6n. La planta procede de dentro a fuera. El exte-
La leccién del avién reside en la légica cue rior es resultado de un interior.
fia presidido ef ptanccarntento del peobleialyjos Los elementos arquitecténicos sof)Iaz,
su_realizacion. ~ la sombra, el muro y el espacio
E| problema de la casa todavia no se ha bi orden es la jerarquia de los tines, ia cla-
planteado. sificacion de las intenciones.
Las casas actuales de Ja arquite tara ya n@ El hombre contempla las cosas de la arqui-
‘responden a nuestras necesidades. tectura con sus ojos que estan a un metro se-
Sin embargo, existen estandares para la vie ienta del suelo, Sélo se puede contar con los
vend fines Asequibles al ojo, conslasrintencionesiq(i@
Ta mecinica Ieva en si el factor de econo- _toman en cuenta elementos arquitecténicos. Si
Wiayique selecciona _