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Anget I. PEREZ GOMEZ La cultura escolar en la sociedad neoliberal Tercera edicién it EDICIONES MORATA, S. L. Fundada por Javier Morata, Editor, on 1920 ‘Sy Mejia Lequerica, 12 28004 - Madrid tiga educativa y sus correspo pecs gue Tannen CAPITULO IIL “Las instituctones, por el mero hecho de su existencia, controlan la conduct ‘humana al establecer patrones de conducta que controlan y arientan el compor- tamiento individual en un sentido en contra de otros mitiples feéricemente posibles. {Lae inattuciones reflefan y hasta cierta punta mediatizan [os valores y las ralaciones sociales de una socleded determinada”(Bencén y LucIUN, 1967). La escuela, como cualquier otra institucion social, desarrolia y reproduce su propia cultura espectica. Entiando por tal el conjunto de significadas y compor- “TaTTENtOs-que-genereria escuela como insttucién social. Lgs trediciones, cos tumbres,rutinas, uales @ inercias que estima y 80-8 a ‘render rlucnels que'e jes experiencia. les y académicos de los individuos que en alla viven, con independencia de su Tefieo en 8h curriculum explicito y oficial. Teniendo en cuents la interesante pro- puesta de GOODMAN (1992), conocer las interacciones significativas, que se pro- ducan conscienta o inconscientemente entre los individuos en una determinada instituci6n social como la escuela, y que determinan sus modos de pensar, sen- ir y actuar, requiere un esfuerzo por decodificar la realidad social que constitu- ye dicha institucie Para comptender la relevancia de las interacciones que se producen en el contexto escolar es necesario entender tas caracterieticas de esta institucién ‘social en relacién con las determinaciones de la politica educativa que las dife- antes y superpuestas instancias administrativas van elaborando para acomodar las précticas escolares a las ias del escenario politico y econémico de cada época y de cada lugar. Asi, entender la cultura institucional de Ia escuela foquler un esiverzo de cacién entre os especibe mano y Tier, ents a © cones Mera, SL. v0 ta cura en's sociedad aaalberal Peculiaridad de los intercambios dentro de la insttucién, es imprescindible com- render la dindmica interactiva entre las caracteristicas de las estructuras orga- hizativas y las actitudes, intereses, roles y comportamientos de 10s individuos y de los grupos. El desarrollo institucional se encuentra intimamente ligado al desarrollo humano y profesional de las personas que viven la institucién y vice- versa, ia evolucién personal y profesional provoca el desarrollo institucional. El olvido de esta dinémica interaccién ha conducido a muchos tedricos y politicos a confundir la cultura institucional de la escuela con la cultura profesional de los docentes, sus tradiciones y sus exigencias, sin entender que éstas se encuen- tran a su vez condicionadas por las peculiaridades organizativas de la escuela y Por la funcin social que cumple en cada cantexto cultural. En el presente capitulo me detendré, por tanto, en la discusién de cuatro aspectos que considero fundamentales: Ia politica educativa sobre la escolariza- Ci6n, la organizacién de la institucién escolar, la cultura de los docentes y el desarrollo profesional de los cnismos. 1. La politica educativa en las socledades postmodernas. De ja iguaidad de opertunidades a la desregulacién del mercado Uno de los aspectos sustantivos de las sociedades democréticas, por haberse convertide en tactor de legtimacién social, es la extension de la escola- rizacién pablica, obligatoria y gratuita a todos los miembros de la comunitiad, independientemente de su condicién social, raza, religién o género. Asumiendo, al menos retéricamente, los presupuestos de la flosofia de Ja llustracién, las for- maciones sociales democréticas y, con mayor énfasis, aquellas gobernadas por ideas socialdemécratas, han considerado la escuela dbligatoria y gratuita como Un servicio piblico fundamental, puesto que la formacién de todos los ciudada- fos en una misma institucién y con un curriculum comprehensivo era el requi to imprescindible para garantizar una minima igualdad de oportunidades que legitime la “inevitable” aunque frecuertemente escendalosa desigual distribu- ién de los recursos econémicos y culturales. No obstante, y a pesar de la infiuencia satistactoria de la escolarizaci6n en la formacién de la mayoria de los ciudadanos, numerosas investigaciones e infor- mes (COLEMAN, 1966; Rist, 1977, BeRNSTeN, 1990; Perez Gomez Y GIMENO SACRISTAN, 1983; GOODSON, 1988; MACDONALD, 1997; INCE, 1997) han puesto de manifiesto que las adquisiciones y desarrollos que provoca la escuela estén profundamente relacionados con factores socioculturales que determinan la desigual distrinucién econdmica de la poblacién, de tal manera que el factor que explica mas claramente las diferencias en ¢! desarrollo cognitive y académi- co de los alumnos y alumnas esta configurado por las desigualdades sociocul- turales del contexto familiar. Por otra parte, como afirman entro otros VARELA (3981), ILuick (1974), FOUCAULT (1982), la escolarizacién obligatoria de la pobla- ién ha traido otras’ consecuencias, deseadas 9 no, dignas de ser estudiadas para comprender los efectos reales de la institucién escolar. Con lamentable tre- ‘cuentcia la vida en la institucién escolar ha estado presidida por la uniformidad, (© doiones Moria, SL ‘a cura netudorst 129 el predominio de ta disciplina formal, la autoridad arbitraria, la imposicién de una cultura homogénea, eurocéntrica y abstracta, la proliferacién de tituales arentes de sentido, el fortelecimienta del aprendizaje académico y disciplinar de conocimientos fragmentados, incluso memoristico y sin sentido, distanciado de los problemas reales que Iégicamente ha provocado aburrimiento, desidia y hasta fobia a la escuela y al aprendizaje La importancia del absentismo, abandono y fracaso escolar, asi como la conciencia generalizada de la ineficacia de la escuela como promotora de aprendizajes duraderos, significativos y relevantes para el desarrollo auténomo de los ciudadanos ha generado constantes y meritorias iniciativas pablicas y pri- vadas de cambio y reforma de la escuela y del sistema educativo, a la bisque- da de la perdida y deseada relevancia, dando lugar a propuestas bien diferen- ciadas de poltica educativa general y de concretas experiencias de innovacién educativa. No obstante, en las titimas décadas del siglo XX, las propuestas & ‘niviativas de reforma del sistema escolar no se encuentran motivadas tanto por la conciencia de las insuficiencias cualitativas de} sistema, por su incapacidad para facilitar el desarrollo educativo de ciudadanos auténomos, como por las ‘exigencias imperiosas e insoslayables de la economia de libre mercado. Las ‘polticas neoliberales proponen el desmantelamiento del estado de bienestar y a. concepcién de la educacién no como un servicio pablico sino como una mer- cancia de destacado valor, sometida, I6gicamente, a la regulaci6n de las rele- iones entre la oferta y la demianda. Para entender las peculiaridades, naturaleza y consecuencias de estas flore- cientes propuestas neoliperaies sobre {a destequlacién y privatizacion del siste- ma educativo es necesario analizar con mas detenimiento las exigencias que ia sociedad postmodema y la economia de libre mercado estén planteando al sis- tema educativo en general y a la escuela en particular. 1.1, Escolarlzacién y sociedad postmoderna: eficlentismo y mercantilizacién Entre las caracteristicas de la sociedad postmodema, ya comentadas en la cultura eritica y en la cultura social, que nos parecen més influyentes en ta determinacién de la vida de la institucién escolar cabe destacat las siguientes: ~ Relatividad y desfondamiento de la racionalidad. ~ Complejidad social y aceleracién del cambio tecrolégico. ~ Autonomia, descentralizacién y competitividad, = Rentabilidad y mercantiizacién del conocimiento. 1 5 necasato considerar, como plantea Wiis (1990), que la escuela provoca fracaso escolar Por su cardctor retractaro a la cutura de oigen de las capes més marginadas y destavorecidas, ero que al mismo tiempo est efecto, en principio no deseado, puede sor un objeto no contesace, ‘Aue favorece la casiicacion y estratincacién sociat de la poblacién. El fracaso escolar orienta *voluntariamente” @ una parte importante do los Jovenes més desfavorscidos hacia el trabalo snarwal, que 88 corresponde con las oxpectatves de su medio socal. E © clones Moras, S. 190 La cuitura ont sociedad neoliberal Relatividad y desfondamiento de la racionalidad Tanto ol sisterna. educativo como la propia insttucion escolar se encuentran inmersos en un escenario de incertiduribre y ambigdedad, en lo que respecta a las finalidades més importantes que definen la tarea educativa y en los criterios éticos que determinan las decisiones cotidianas en los intercambios escolares. La pérdida de legitimidad intelectual de las propuestas derivadas de la flosotia de la llustracién y de sus consecuentes relatos globalizadores, que conferian sentido humanista a la instruccién ilustradora, intentando compensar las dife- rencias culturales de origen y ofrecer una plataforma cognitva de igualdad de oportunidades, sitdan al sistema educativo y a la instituci6n escolar an el ojo del huracén de las puras exigencias econémicas de la politica neoliberal. La politica educativa deja de ocupar el centro orientador en ta toma de decisiones y se convierte en puro instrumento de las exigencias del mercado. La incertidumbre, fa ambigiedad y la pérdida de iniciativa son las conse- cuencias inevitables de este giro copemicano en los factores de influencia. Como plantea GIDDENS (1993, 1995) con toda lucidez, también a la institucién ‘escolar le toca vivir las contradicciones sustantivas y en cierto sentido iresolu- bles que definen las coordenadas de lo que é! denomina la modemidad con- tempordnea y nosotros estamos aludierido como las condiciones de la postmo- demidad®. La ausencia de una racionalidad clara y universalmente asumi oriente el desarrollo educativo de las nuevas generaciones sumerge a la institu- cién escolar, al menos tedricamente, en el terreno complejo de Ia apertura y de la incertidumnbre, de las Oportunidades que oftece la plasticidad de la estructura social actual, y de fos riesgos y peligros que conilleva ia incertidumbre y la expo- sicién a factores e influencias contradictorias, imprevisibles y desconocidas. Cuanto més amplio y abierto es el horizonte, més expectativas y posibifidades se abren al conocimiento, al intercambio y a la accidn, pero al mismo tiempo mayor es la indefinicion, desorganizacién y caos del perfil que presenta la reali- dad actual y mayores son los reduisitos y Condiciones, los recursos personales y Materiales necesarios para afrontar la incertidumbre de un horizonte sin forma, ‘aleatorio e imprevisible. No obstante, como veremos inmediatamente, esta carencia de legtimidad intelectual de cualquier orientacién politica y éica en el gobiemo de los inter- cambios humanos en el terreno educativo no supone, en realidad, ta vivencia de la libertad, sino generalmente de la confusion y de la contradiccién, pues la ausencia de orientaciones ideolégicas viene acompafiada, paraddjicamente, de una clara determinacién de restricciones y prescripciones econémicas. Mejor que de ausencia de orientaciones hemos de hablar de cambio en sus fuentes de determinacién: de la filosoffa, ética y politica a la economia. Ahora bien, ® Es inoresante recordar aqui os cuatro marcos de experionca calécticamento relacionados: ‘que segin Sicoens (1993) deinen la experiencia paradoica y contradicora Ob laa vivencas cold ‘nas do los cludadanos contemporéngos: “Dosplazartiontoy reanciae: a interseccin dla familar con la xtafeza. \ntidaa e impersonalidac: a itarepccién de a conflanza personal con los lazos impersonales. Hapiidad experta y reeproplacién: la Interseccién de fo sistamas absiractos con el conocimiento cotiiano. Privacidad y compromisot la intarseccién de la aceptaciin praginétioa cone actvsmo" (pags. 182-155) © Edciones Mort, SL. 131 ‘como en el escanario educetivo es diffct legttimar las decisiones apoyéndose solamente en requerimientos econdmicos, se elabora todo un discurso de Pseudo justificacién en el que el juego con la ambiguedad seméntica es el prin- ‘Sipal instrumenta de persuasion y propaganda. Descentralizacién, autonomia, Participacién, democracia, calidad, son todos términos socialmente valorados Por una carga seméntica que no se corresponde con la que el discurso nealibe- fal actual esté utlizando para justifcar la privatizacion y desregulacién del siste- ma educativo?. Complejidad social, incertidumbre y aceleracién del cambio tecnolégico La complejitad de ta realidad! social, de las instituciones, sistemas y progra- mas do intervencién, asi como la aceleracién de los importantes cambios tec- nolégicos que se estan produciendo de forma constante y que significan sus- ‘antivas madificaciones en los instrumentos y medios con los que se desarrolla la intervencién humana, asf como en el mismo escenario © marco de actuacién, Provocan una generalizada sensacién de vertigo, incertidumbre e impotencia e la Vida cotidiana en general y en el quehacer educativo en particular. Las tecni logias cada dia mas complejas, 'a diversidad cultural, la flexibiizacién de las organizaciones, la fluidez de Ia polttca internacional, y la dependencia de la Potente y cambiante maquinaria econémica estén provocando el incremento de {a incertidumbte en la vida personal y la reciamacién de mayores responsabili- dades a los docentes y a las escuelas para que respondan con mayor aglidad a la movilidad y compiejidad contemporanea (HARGREAVES, 1993; TOFFLER, 1992). Vale decir, con Gi. CaLvo (1995, pég. 98) que en cierta medida tas carac- teristicas del presente suponen ei triunfo del azar sobre la necesidad, “enten- diendo el azar como aquella falta de causalidad que implde poder predecir por anticipado la futura ocurrencia de un suceso determinado”. El incremento de la ‘cantidad de informacién que circula por la opinién publica desborda las posibili- dades de procesamiento consciente y reflexivo por parte de ios individuios, y * A este respecte et corweniante repasar el interesante andlisie que Bete (1994) hace de la _ambigiedad terminolégica del discurso dominante: “Sin pretension de agotar os casas cosbles y ‘s6lo con intencén ejempitcadora, considérese la ambigdedad on el uso y abuso de trmnos tales ‘como: partcipacién (incorporacién af sistema formal de ropresontatvidad y toma de decisiones 0 ‘capridad efectva de delieracion y decision), comunidad (conjunto Inform de indviduos recepto ‘es do los servicios aducativos o red articulada para la defenea de inforeses colectvoe), profesiona- lismo (neremento de la capacidad para tomar decsiones profesionales suciontoments informadas © corocimiento experto sobre el que legimar las respuesias a las demandas de clentes 0 usu ‘desceniralzacin (vansterencia de competenca y responsabilidad a las unidades locales 0 juracion ce micropodetes Perencoe), ceaponsablidad (rendicién de cuentas 0 consigeraciones ticas relatvas alas implicaciones de las propias actuaciones), autonomia {de incvidvo, rofesic. Fal, usuaro @ iNstancia adminisrativa o del cludacano como sujefo socll frente a instancias do oder poltice, econémico, corporatvo, etc), democracia (competancia entre partidos polticos © ‘Capacisad de irtervercian drecta ~no delegada~ en todos os asurtos publica), cultura (relatvis- ‘mo dicamentaincferente © respeto a los raagos de Idondad de ios cerentas colacvos), evalua. len (emisién de jucie valoratvos 0 ejercieio ~simulado © real= de alguna forma de contl san- lonador), et, (64g. 88). eatin Mora, Si. we La cultura onl sociedad neoliberal puesto que tal informacién esté influyendo los comportamientos, las estructuras {@ mecanismos sociales, 10s medios e instrumentos de intarvancién, o el funcio- rnamiento complejo de las instituciones, para el individuo concreto el incremento dda informacién imposible de procesar provoca paralelamente el incremento de la incertidumbre, la aleatotiedad, Ia ausencia de control y la angustia concorni- tante. La complejidad de las redes sociales y sus mediaciones tecnolégicas impiden predecir las consecuencias de los actos humanos y més alin de sus intenciones. Las intrincadas redes de intercambio y la pluralidad de influencias simulténeas que se ejercen sobre los individuos y los grupos humanos provo- can la indeterminacién de las consecuencias y la imprevisibiidad de 10s efectos llamados secundarios y colaterales, que frecuentemente condicionan los resul- tados de las acciones en tanta o mayor medida que los efectos pretendidos*. En este sentido conviene recordar con LYOTARD (1992) que él incfemento de iafarrmaciones y el desarrollo de procedimientos de andlisis y medida cada vez ‘ms rigurosos, no Suponen, como frecuentemente se pretende hacer creer, ta disminucién de la incertidumbre a la que se enfrenta el individuo en sus inter- pretaciones y actuaciones. Por el contrerio cusle supaner el incremento de posi- bilidades y alteratvas, de informaciones y datos y la disminucién del control ‘por parte de los cludadanos. La informacién s6lo favorece la autonomia y el control cuando se integra en sistemas de pensamiento @ interpretaciin que confieren sentido a los fragmentos y a los datos inconexos de la mitiple y cam- Diante realidad {EwioTr, 1986). Al misma tiempo conviane recordar que, como veremos més adelante, l incremento acelerado de la complejidad social plan- tea un reto de extraordinarias proporciones al desarrollo del conocimiento y de las habilidades de tratamiento de la informaci6n, cada dia més abstracta y sofis- ticada, en las nuevas generaciones. Guando este conocimiento no s2 desarrolia de manera andloga en tos diferentes grupos sociales, las consecuencias de dis- criminacién son cada vez més escandalosas porque, quienes no alcancen un determinado nivel se encontrarén progresivamente excluidos tanto de la com- pprensign como de la intervencién en los aspectos més sustentives de ‘a vida s0cial y profesional de la comunidad. Por otra parte, los cambios acaleradas en el flexible y fluido mercado labo- ral, asi coma las innovaciones permanentes en las mediaciones tecnolégicas, estén provocando la movilidad incesante en las especializaciones laborales y profesionales y la necesidad constante de reciciaje y formacion. Ei reto para at sistema educativo y para la institucién escolar es de tal naturaleza que cuestio- na la estructura y funcionamiento tradicional de la misma. {Cémo preparar a las nuevas generaciones para enfrentarse de manera relativamente auténoma, eff caz y satisfactoria a la complejidad y variabilidad de las estructuras sociales, * Convene recorder aqui la relacén entre compejdag, indeterminacién y azar (Fenauson, E.s. ‘ey Gu Catv). Como aftma Gt. Cao (1986, pag. 100) ~.. 8 squl Trisme, en fas conpecuencias ‘fo Intencionadas de los actos, donde mejor podemos reconocer la presencia del azar. De hecho, hasta lag defniciones coinciden cas: en un caso (el de las consecuencias 1 Intencionadas), tone: ‘mos resultados Imprevigts; en ol oro (6 del azar, suceacs irrprevisibles, Oe esta manana, la mayor parte del continente dal azar (que podemos t6picamente asociar con la parte sumergida del ice 8 un producto sin Intancion: el conjunto de todos le resultados Improvistos (cea esta lmpro- vision avibulble a la ignorancia, a la inexperioncia o & la treepaneablldad) del comportaminto fumano, © Edolores Moras SL. La cultura insttuclonal 133 Cculturales, poiticas y laborales. que rodean la vide de los ciudadanos contem- Pordneos? /Cémo adaptar la escuela y al sisterna para responder a la compleji- dad y flexiblidad del conterta social, cuando parecen permanecer basicamente inalterables @ inalterados desde 10s origenes de su implantacion generalizada? Pocos dudan de la necesidad de que la escuela reconstruya su propio rol en la sociedad para afrontar las exigencias actuales de un contexto tan complejo y cambiante. El problema es definir hacia donde y como. Por tiltimo, el incremento de la potencialidad, omnipresencia y poder de per- suasién de los medios de comunicacién esté trastocando la naturaleza de la comunicacién tanto femiller como escolar, confundiendo ¢ intercambiando sus funciones y propésitos. Como plantea TEDESCO (1995), se podria formuiar ia hips- tesis de la existencia de una espacie de secundarizacién de la socializacién pri- maria y de primarizacién de la socializacién secundaria, "La secundarizacién de la socializacién primaria se expresa fundamentalmente a través del ingreso cada vez més temprano de los individuos en instituciones escolares, y del menor tiempo Pasado con los adultos més significativos (padres y madres), reemplazados por otros adultos més cistartes y neutrales afectivamente 0 por el contacto con los ‘Medios de comunicacién. Pero la primarizacién de la socializacion secundaria, en cambio, es un fenmeno que se caracteriza por la incorporacién de mayor carga ‘afectiva en el desempefio en instituciones Secundarias” (pag. 99). La escuela, que en Ia actualidad atlende desde edades tan tempranes el desarrollo de las nuevas ‘generaciones, ha de asumir funciones y desempefiar roles que anteriormente estaba reservados a la Vida familiar, por tanto también sus formas de organiza- cidn y sus modos de interacoién daben amparar y estimular las atenciones afecti- ‘vas tradicionalmente denostadas en la institucién escolar. Asi pues, \a transmision de los contenidos de la cultura ertica asi como su concracién en costumbres, ‘b4bitos 0 formas de interaccién y actuacién también comienzan a acompafiarse en fa escuela de una importante carga afectiva que condciorta su adquisicion y ‘su utlizacién posterior. Teniendo en cuenta tanto la transformacién de la institu- ‘cién familiar como la presencia temprana de los nifios y nifas en la institucién ‘escolar, ésta debe asumir inevitablemente, con todas sus Consecuencias, respon- sabilidades claras en la socializacién primaria de las nuevas generaciones. or otra parte, la exposicién de los individuos desde edades tempranas a {os mensajes informaciones que indiscriminadamente ofrece la television en el domiciio familiar ponen a los nifos y nifias prematuramente en contacto con los problemas, informaciones, ilusiones e intereses de la vida aduita, De este modo, en la familia, y a través de la ventana permanentemente abierta a la vida natural y social que ofrecen ios medios de camunicacién, los individuos amplian los orizontes de su socializacién primaria incluyendo informaciones, ideas, senti- mientos y estrategias de accién que no se corresponden con su mundo de inte- raccién inmadiata y que suponen el desarrollo de sus capacidades simbdlicas. En muchos aspectos, la interaccién de los individuos con los medios de comu- nicacién desencadena una acumulacién de conocimientos, un desarrollo de capacidades, y una estimulacién de intereses y expectativas correspondientes a los aspectos mas dinémicos de la cultura conte mpordinea, de tal grado e inten- sidad que puede superar las adquisiciones del docente en ese campo de la cu- tura, complicando la forma tradicional de entender su influjo socializador, asi ‘come las interacciones cotidianas. Biblioteca [SLM © Eedcongs Moria. 1 La cura ona socedad neotberal Autonomia, descentralizacién y competitividad Reconocida la necesidad de elaborar alternativas a una forma de concebir la ingtitucion escolar propia de las comienzos dal praceso de modemizacién hace ya dos siglos, se impone la exigencia de clarificar el sentido de las altemativas y delimitar los valores que subyacen a las propuestas que emergen de la mano de los requerimientos del sistema econémico, arropados en imagenes pseudo humanistas, al amparo de fa ambigiedad del lenguale (BELTHAN, 1894). Uno de tos ejemplos més evidentes de esta interesada utiizacién equivoca de términos con clara resonancia humanista para promover politicas que favore- cen la economia de mercado es la pretendida confusién entre autonomia, des- centralizacion y desregulacion del sistema. Es evidente que la autonomia profesional de los docentss y la autonomia de fas escuelas es una antigua reivindicacién pedagégica, apoyada en los requer- mientos de las teorfas del aprendizaje significativo y relevante (PEREZ GOMEZ, 1993; Brown; Couns y Ducu, 1988; GARDNER, 1894) y en los planteamientos cconstructivistes de un curriculum abierto y contextualizado (Stenhouse, Freinet, Freire... Es sin duds, una clara responsabilidad profesional de los docentas adecuar de manera auténoma el curriculum a las caracteristicas de los alumnas y de su contexto natural y social de modo que los procesos de aprendizale garanticen el desarrollo de capacidades auténomas de penser, sentir y actuar y no una mera y efimera acumuulacién enciclopédica de conocimiantos sin sentido. Por otra parte, como ya hemos comentado anteriormente en el Gapitulo I, a administracién y gestién de las instituciones sociales y empresariales esta suftiendo una profunda transformacién. En busca de la eficiencia y la reduccién de costes, los grandes sistemas y organizaciones burocraticas estén siendo sustituidas por redes de pequefias instituctones con relativa autonomia y res- ponsabilizacién sobre el proceso de produccién de mercancias o servicios. Tales instituciones de dimensiones mas reducidas, y organizadas en equipos de trabajo relativamente auténomos son mucho més flexibles y méviles para responder a las exigenaias cambiantes del mercado y a las necesidades de los clientes. Como afirmia TeDEScO (1995), esto supone pasar de una légica basada ef las pautas de funcionamiento de un sistema a una légica basada en las pau- tas de funcionamiento de una institucién. Lo que se pierde en planificacién y oordinacién se gana en flexiblidad, capacidad de iniciativa y agiidad de tes- puesta a las necesidades més inmediatas y locale: ‘Ambos planteamientos son utilizados para justificar tedricamente la polltica ceducativa neoliberal de fomentar la descentralizacién y la compatitividad entre {as instituciones educativas como estrategia fundamental para incrementar fa productividad de las escuelas, la mejora de los resultados en términos de ren- dimiento académico y la reduccién de costes, al tiempo que permiten a los padres ejercer el derecho a la libre eleocién de centro. En definitiva, son los pri- eros pasos en el camino de la desregulacién del sistema educativo, la privati- zacién de las instituciones 0 al menos de sus servicios y la consideracién y el tratamiento de la educacién como una mercancia més en el escenario conpetl- tivo del libre mercado. No obstante su extensa difusion y aparente aceptacién, la falacia argumen- tal se desmorona en cuanto analizamios ms allé de los esléganes propagandis- (© Eeciones Marta, BL. i i \ i} | | ‘Lr cutura nsthuclonal 135 ticos. Las dos fuentes de justificacién se repelen basicamenta. Las instituciones escolares abandonadas al libre juego del mercado no pueden cumplir su fun- ‘ci6n educativa por dos razones fundamentales: En primer tugar, el mercada reproduce e incrementa interesadamente las desigualdades de otigen, de modo que los nifios y nifias de clases favorecidas tendrén incomparablemente mejores condiciones y recursos para su desarrollo intelectual, en centros de primera categoria, condenando a los estudiantes de ‘clases dastavorecidas a la discriminacién, a la marginacién @ incluso a la exclu- sién del sistema en los casos més extremos, pot cuanto {as diferencias eco- ‘némicas y culturales se convierten a la Salida del sistema educativo en desigual- dad en el desarrollo de conocimientos y capacidades de comprensién e inter- vencién, es decir en desigualdad de oportunidades para toda la vida. Las desi- ‘gualdades contextuales 3 convertian en dasigualdades personales y profesio- Tales definitivas. En segundo lugar, pordue las exigencias del mercado no reparan precisa- mente en valores éticos y educativos sino en la obtencién de la tentabilidad a ‘cualquier precio. Asf pues, para todos, la consecucién del beneficio tangible y a corto plazo se convertiré en el objetivo central de ies instituciones escolares en abierta y despiadada competitvidad, a costa de 10s valores educativos de desa- rTollo auténomo de las capacidades de pensamiento, sentimiento y actuacién, Ccuyos efectos se manifiestan a largo plazo y de forma en parte siempre imprevi- sible, resultando, por ejemplo, en ta critica abierta de los valores del mercado y en la propuesta activa de la transformacion del sistema. En la politica neoliberal que hoy se estrena con la descentralizacién, y que se orienta decididamente a la desregulacién y privatizacién se desmorona la funci6n compensatoria de la ‘escuela y la busqueda de la igualdad de oportunidades y se desvanecen los Presupuestos humanistas de promover mediante la vivencia cultural, la ceflexién y la experimentacién, el desarrollo auténomo de los individuos y la utiizacién Ctftica del conocimiento. La descentralizacién si no va acompafiada de una poltica que proporcione los recursos humanos y materiales, asi como de los programas de formaciGn y de las estrategias de coordinacién necesaries para evitar la desiguaidad y hacer vi ble la autonomia, no signficaré més que el abandono de las instituciones al juego de intereses ajenos a los objetivos educativos. Como afima GIMENO (1994, pag. ‘i4): “la desregulacién por si misma no es una solucién ni una democratizacién automatica de las comunidades educativas; es solo una oportunidad y tado depende de los valores que con ella puedan desarrollarse en unas determinadas circunstancias (..) Cuando el proceso de desregulacién que implica la descentra- lizacién no camina a la par que la organizacién de las comunidades para hacerse ‘cargo de ese poder, ni de la organicidad de ta profesién docente para vertebrario, la desregulacién puede no significar ni més autonomia ni més participacién, sino simplemente més anomia ante la decision”, Por iiltimo, recordar que la competitividad entre ceniros escolares, en aras del incremento de ta calidad de resultados, en una sociedad intensamente asentada en la desigualdad, no puede ser considerada sino como una grotesca pantomima formal, destinada a justificar la reproduccién educativa de la desi- ‘qualdad bajo la apariencia de igualdad de oportunidades, bajo el camufiaje del esfuerzo y mérto diferenciador. Incentivar la calidad del servicio pablico que se (© kedeones Mora, SL 198, Ln cultura on soctedad neoliberal ofrece en el sisterna educativo requiere precisamente la atencién mas intensa a 40s ceniras correspondientes a las zonas y grupos sociales mas desfavorecicios, ¥ 61 apoyo y estimulo a las experiencias de innovacién y experimentacion cola- Porativa. Rentabilidad y mercantilizacién del conocimiento En la base de las tendencias neoliberales en educacién se encuentra una concepcién mercantiista del conocimiento que, aundue no sé ha elaborado y ‘comunicado explicitamente, puede derivarse claramente del andlisis de las pro- ‘puastas que se hacen sobre su utiizacion. Los planteamientos neoliberales que justifican la desregulacion y privatizacién del sistema educativo conciben el co- Rocimiento como una mercancia, como un bien de consumo que adquiere su valor en el intercambio entré la oferta y la demanda. El conocimiento en términos de rendimienta académico de las instituciones escolares adquiere su sentido cuando 88 valora en ol intercambio mercanti, osanda sirve de indicador de adqui- siciones utiles para la acreditacién académica 0 para la legitimacién protesionel. ‘Come plantea ELuorr (1996), la economia postindustrial de globalizacién del libre mercado y dominio progresivo del escenario tecnolégico exige una Aueva ideologia epistemoldgica, lejos de las dos grandes nerrativas clasicas: la ‘especulativa y la emancipatoria. El conocimiento deja de tener sentido como ‘proceso idealista de enriquecimiento del saber especulativo o como instrumen- to de emancipacion individual y colectiva. El conocimiento en la era del libre mercado se vincula directamente a sus aplicaciones tecnologicas y adquiere valor porque sirve para optimizar la rentabilidad de cualquier proceso 0 de cual- quier producto: maximiza los productos reduciendo al minimo los costes. La biisqueda de la verdad se subordina a la bisqueda de la eficacia, de la utlidad, del bienestar, de la rentabilidad. Ahora bien, la busqueda de la rentabilidad, como hemos visto en el Capitulo Il, adquiere su propia autoromia y significa. Gi6n, de modo que se vineula a intereses particulares que no necesariamente se orientan a la satisfaccién de las necesidades colectivas. Por olra parte, como la aceptacién social del propio sistema de libre merca- do que produce tanta desigualdad y discriminacién no es una empresa ni facil fii estable, e! conocimiento Social cumple una importante funcién de elaboracién y difusién de pruebas que puedan utlizarse como argumentos de persuasién de la bondad o al menos de la inevitabilidad de tales planteamientos politicos y

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