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HISTORIA DEL TEATRO EUROPEO vez mas la existencia de vinculos irrompibles éntre los espectacu- Jos teatrales y los juegos folkléricos. Los miracles y las piezas de indole mundana ya no se repre- sentaban en el atrio de la iglesia, sino en circulos de aficionados al arte teatral que, en general, se encontraban patrocinados por Ja misma iglesia, Junto al edificio de la misma solian estable- cerse, para la gente lega, asociaciones especiales de caracter cul- tural, El clero y los feligreses s¢ dedicaban allf a la lectura de libros devotos, a cantar himnos sagrados, a componer y recitar versos y a representar piezas religiosas. ne Antes que en otros pafses, tales organizaciones hicieron su aparicién en Francia. Ya en el siglo xmt, en Cannes, Rouen y Beauvais existian junto a las iglesias los renombrados puys (se- gain su significado literal: estrado, lugar elevado, tarima). Espe- Cialmente famoso era el puy de la ciudad de Arras, donde se ponian en escena las piezas de Adam de la Halle. No obstante la tutela de la Iglesia, en esas asociaciones pre- dominaban intereses mundanos. Por algo serfa que cierto poeta de la ciudad de Arras decia de su puy: “Este esta creado para cantar las alabanzas del amor, la alegria y la juventud’”. Cuando en las ciudades comenzaron a surgir las asociacio- nes gremiales 0 corporaciones, las susodichas organizaciones cambiaron de lugar, y, rompiendo su contacto con la Iglesia, fueron a coexistir con las corporaciones de las ciudades. Justamente el momento en que la gente urbana logra su emancipaci6n artistica marca una etapa superior en el desarro- Ilo del teatro medieval. El drama litirgico, antes modesta representacién levada a cabo en la iglesia, surgia como un grandioso espectaculo popular. EL MISTERIO “De los siervos de la Edad Media formése la poblacién de i burgueses de las primeras ciudades; de ese ambiente ~_aeea mae nnanneananenea eae me "za obrera que necesitaba la ciudad, mientras los equefios bur- eae creme? Cran squelta masa de la cual sure 1a / LA EDAD MEDIA 63 it la burguesta SCOR tee cme En cada far burguesa se 3 Tos antepasados que se ocupaban de artesanias, yen cada familia de artesanos habia parientes campesinos, Las capas de poblacién de las ciudades de situacién sélida dentro del am- Biente local atin no se diferenciaban netamente de las masas populares. La poblacién de las ciudades en su totalidad estaba unida en su lucha contra el poderio feudal de los sefiores, que trataban de subyugar todas las citidades comerciales libres y ricas. Mas esta circunstancia no impedia las discordias intestinas en las ciudades. La estructura politica del burgo se distingufa por la forma corporativa de la propiedad, junto a la cual la cor- poracién de los artesanos absorbia la labor de los pequefios productores y poseia derechos monopélicos en el comercio y Ia industria. El acaparamiento de la labor por una clase social engendré la forma corporativa de las instituciones gremiales y el sistema comunal de la administracién urbana. La ciudad era regida por los jefes de corporaciones y gre- mios. En manos de ellos estaba también la organizacién del arte autéctono de la poblacién. La Iglesia ni la administracién mu- nicipal nunca consiguicron, empero, poner integramente bajo tutela el arte creador de la gente artesana. La caracteristica principal del misterio, que lo diferenciaba de los demas géneros teatrales de la Edad Media, consiste en que, no obstante la presién ejercida ‘SCaneado con Camscanne se “RISTORIA DEL TEATRO EUROPEO Escena del “Misterio de Santa Apolonia”, segiin miniatura de Jean Fouquet, evidente individualismo e independencia y acatamiento oficialis- ta de los misterios eclesidsticos y poderes municipales. © El misterio entraba a formar parte orgdnica de los festejos antici que solfan orga en los dias de feria, Para ese ia declaraba en todas partes la paz de Dios: por un ® 4 Escaneado con CamScanne an ee Escaneado con Camscanne Escaneado con Cam: LA EDAD MEDIA 67 1 | matérialmente el misterio dependia de las clases privilegiadas; ~ también su censura ideolégica se hallaba en manos de los pode- - res eclesidstico y municipal. Los textos de los misterios solian ser . revisados previamente por el obispo o el magistrado, y cada | “representacién necesitaba de un permiso especial. Ninguna censura, empero, por rigurosa que fuera, podia sal- var al mistério de Tos episodios realistas del medio ambiente, que irrumpian en él con impetu, y ocupaban lugar, frecuentemente, Junto a escenas de mis elevacién y patetismo. Muy caracteristico en este sentido es el misterio aleman que trata del descenso de Jestis a los infiernos, En ese misterio, lo divino y 16 humano se enlazan de la manera més grotesca, Jestis resucitaba, segtin aquella obra, no en la lejana Palestina, sino en aquella misma ciudad de Weismar, cerca de la cual, en el pue- blecillo de Redeutin, tenia lugar la representacién. Todos crefan en la posibilidad de tal hecho; por tal razén, ni a los actores ni a los espectadores del misterio les parecia extrafia la conjuncién entre leyenda evangélica y prosa diaria. El romano Pilatos, héroe tradicional de todas las funciones pascuales, figuraba alli en forma de un obeso burgomaestre fle- méatico y compenetrado de su propia dignidad. Los guerreros que enviaba para la custodia del Santo Sepulcro proporcionaban un motivo muy oportuno para burlarse de los guerreros feudales, tan aborrecidos por los ciudadanos; eran una copia exacta de los Iansquenetes ambulantes: entrechocaban los sables, se jactaban de su bravura, provocaban escdndalo mientras jugaban a los da- dos, bebfan cerveza y rugian sus canciones. Una vez ebrios, se acostaban a dormir y encargaban al sereno la custodia del sepul- cro. Llegaba el momento solemne —la campana del reloj mar- caba las doce, desde el cielo resonaba el coro armonioso y ma- jestuoso—, y Jestis surgia del sepulcro. La accién se trasladaba en seguida al infierno. Alli sufrian terribles tormentos los pecadores, que desde hacia tiempo estaban 4 A RE a ee cote i Juz que to descendia sobre presentian un aeons iach asia e gabe con srata nueva: ucitado de entre los dirigia hac ‘SCaneado con Camscanne 6 HISTORIA DEL TEATRO EUROPEO besaban las manos, le abrazaban las rodillas lorando lagrimas de alegria, y luego, en compaiiia ce Jestis, ascendian al Paraiso, La escena patética era reemplazada por la satirica: el infierno aparecia vacfo; Lucifer estaba acongojado; uno por uno regre- saban los demonios; ninguno de ellos trata botin, pues no que- daban més pecadores en la tierra al haber escuchado todos la palabra divina. Entonces Lucifer recordaba a Liibeck, y los dia- blos en bullicioso grupo se dirigian hasta aquella rica ciudad * comercial, sin duda en desgracia, por algiin motivo, frente a los organizadores del misterio. En Litbeck se descubria gran canti- dad de pecadores: el panadero ponia muy poca levadura en la masa, el zapatero vendia el simple cuero de oveja como si fuera cordoban, el sacerdote pasaba las horas sentado en la taberna y faltaba a las misas, etc. A toda esa gente los diablos la condu- cfan al infierno. J La coordinacién grotesca entre lo patético:y lo simplemente realista, cotidiano, ten‘a su relativa légica, pues en la masa del pueblo vivia la firme fe en que todo lo descripto en las Sagradas Escrituras habia ocurrido en realidad. De tal manera, las leyen- das biblicas y evangélicas se convertian en simples historias. } Judas discutia con Caifas la venta de Jesis: Jupas. — Ese pfennig* es de color rojo. Carrs. — Te sirve para comprar carne y pan. Jupas. —Y éste es falso. CatrAs. — Mira, Judas, jqué bien suena! | Jupas. — Este esta quebraco. { CatrAs. — Y bien, toma otro, jy deja ce rezongar! Jupas. — Y éste es de estafio. _ Carr4s. — ¢Piensas seguir burlandote mucho mas de nos- otros? _ Eneste loge los personajes evangélicos figuraban sélo minalmente, realidad eran tipicos mercaderes de Pee : gumel bar ‘SCaneado con Camscanne oi MPPsBeswawaane es. __ LA EDAD MEDIA 69. plaza del mercado, se convertia en escena inmoral y grotesca, jue trataba de un charlatan cle feria y su servidumbre. , _ El que fuera digno vendedor de mirra en los cuatrocientos afios transcurridos desde cl siglo xt hasta el xv cambié de modo definitivo su caracter y se convirtié en un médico charlatan, Ip6- crates, que alababa sus drogas fortificantes y excitantes. El per- sonaje evangélico resulté gradual ¢ imperceptiblemente mudado en una figura real t{pica para las ferias medievales. Ipécrates acaba de legar con su esposa desde Paris, y nece- sita un ayudante, Aparece el astuto Rubin, que tiene un estigma en la mejilla y es un truhan bebedor y ladronzuelo. Ipécrates lo toma a su servicio prometiéndole como pago una libra de hongos secos y una tajada de queco fresco. Rubin se pone de acuerdo con dos bravos de su categoria: Pusterpalk y Lasterpalk. Los cuatro se largan a vociferar por toda la feria ponderando las famosas drogas de Paris. Tanta pro- paganda logra su fin: acuden compradores. Son las virgenes cuerdas. Estas se acercan lentamente a la carpa de Ipécrates cantando solemnemente: Hemos berdido a Jess, el consolador de todo el mundo, hijo de la Virgen Maria. Se ofrecen a las virgenes las mercaderias ms variadas, pero ellas rechazan todo. Dicen que sélo necesitan aceite para ungir el cadaver de Jestis, y tienden al mercader tres monedas de oro. Ipécrates se asombra de la falta de sentido de la economia de sus compradoras, y les entrega una ampolla del mejor aceite. En aquel momento aparece la mujer del médico y le grita que un aceite por ella misma preparado no debia venderlo tan bara- to, y las virgenes se llevan una ampolla de accite de calidad inferior, Cantando pausadamente sus himnos, ellas se retiran del escenario, dejando lugar a escenas desbordantes de comicidad e indecencia: marido y mujer disputan ruidosamente; ella se 1¢ incapacidad que muestra su esposo; el deforme Pus- | de Lasterpalk arrastran el ala a su ; . de ella, doble % ‘SCaneado con Camscanne Bo HISTORIA DEL TEATRO EUROPEO lena arrepentina. La santa pecadora era considerada patrona de Jas rameras. Su aparicién en los escenarios del misterio se acom- pafiaba siempre de situaciones indecentes. Circundaban a Maria de Magdala los soldados de Herodes, y esa dama cambiaba bro- mas frivolas con los caballeros. Después de oir a Jests, la Mag- dalena se acicalaba y preguntaba si tenia el cuerpo bien forma. do, linda la barbilla, expresiva la mirada. Luego se acercaba a Jestis con el deliberdo fin de tentar al hombre y cantaba una cancién de cortesana a su eleccién (a leur aise), segin indicaba la observacién al margen. € También el episodio del Diluvio Universal tornése un cua- dro realista de vivo colorido. En primer plano aparecia la que- jumbrosa desposada de Noé. Cuando el arca ya habia sido construida y se habian abierto los celestiales diques, la esposa de Noé se negaba tercamente a abandonar la tierra para introdu- cirse en el ridiculo cajén. Golpeaba al marido, injuriaba a los hijos, y se sentaba a tejer bajo la lluvia torrencial. Sélo por me- dio de la fuerza se lograba conducirla al arca. Tales desvios realistas del tema original no sélo eran una profanacién a la santa Iglesia, sino a veces hasta una burla y parodia de la misma. Tipico aparece, en este sentido, el misterio inglés del ciclo de Navidad, Los pastores de Belén. Es Noche- buena. Los pastores conversan pacificamente; Mack se destaca entre ellos por sus chanzas. Luego todos duermen. Mack se levan- ta sigilosamente, roba un corderillo y huye hacia su casa. La espo- sa lo recibe con reproches, pero Mack la calma, deposita el cor- dero en Ja cuna infantil, y pide a su mujer que se acueste y gima como si estuviera por dar a luz. Los pastores se despiertan, y, al descubrir la pérdida, se dirigen a la casa de Mack. Este recibe a las visitas con animacién y alegria, y les explica su repentina partida por la necesidad de presenciar el parto de su mujer. Los pastores no le creen, y empiezan a registrar la casa. Cua acercan a la cuna, la mujer de Mack hace un esc4ndalo “—Fuera, de aqui, jladrones! —grita ella— ‘SCaneado con Camscanne LA EDAD MEDIA n de ternura de los pastores, y uno de ellos se arrastra sin ser notado hasta la cuna para b esar al nifio. “;Qué diablos? ;Un largo morro”, grita con sorpresa el hombre. Los pastores se arro- jan Ilenos de ira sobre Mack. Pufios y palos estan levantados prontos a desplomarse sobre la cabeza del ladr6n, En ese preciso instante resuena desde el ciclo el cAntico de los Angeles: “Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”. Las pasiones se apagan de inmediato; se enciende fulgurante la estrella y conduce a los pastores a Belén: al mo- desto albergue de José y Marfa, donde esta la artesa en que descansa, ya sin engafio alguno, no el corderillo robado, sino el Santo Cordero: Jestis. Es muy improbable que esta mérbida proximidad entre la escena realista y la religiosa fuera un acto de ironia premeditada. Sin embargo, es indiscutible el hecho de que en el misterio rei- naba un libre espiritu de burla y satira. Cobraban su parte no s6lo los monjes lascivos, los caballeros Jactanciosos, o los comer- ciantes deshonestos. La satira con frecuencia hostigaba a repre- sentantes del poder publico de la mas alta jerarquia, bajo los antiguos habitos de un Herodes, Augusto, Pilatos, Fara6n, o del legendario rey de Marsella. “Los reyes son la gente peor tratada en el misterio —escribe Jusseran—. Aquel placer con que el autor del misterio presentaba sus caricaturas se debia al hecho de que el original no sélo aludia a los paganos, sino también a los reyes de la época”. Sentimientos de enemistad hacia Jos héroes coronados resul- tan perfectamente comprensibles cuando se oyen, en cierto mis- terio inglés,, las palabras de José convertido aut corre nte real. Dice José con respecto del empera‘ ee habia So ate impuestos sobre los hom- eras ae “Los bienes del pobre siempre estdn expuestos Se i ie me quedaba. Con b a oi oy no comprendo por qué he de entregar al ae mis ahorros”. En el misterio, subordinado por com- ee acacia ec sc zacion, a las clases is de la ciudad, aoe sefleips. deprar i9g pleto, ‘SCaneado con Camscanne Escaneado con CamsScanne 74 HISTORIA DEL TEATRO EUROPEO te. El criterio para valorar sus méritos radicaba en otro terreno: el de la fe. El arte sélo ilustraba dramaticamente la historia yel dogma de la Iglesia. En cuanto a los episodios costumbristas y de ambiente, no eran para los motivos misticos otra cosa que elementos externos carentes de contacto orgdnico con la idea basica de la obra. Los episodios realistas rellenaban, enriquecian los motivos religiosos, los hacian mas accesibles y convincentes, pero, al mismo tiempo, introducian variedad en la concepcién artistica e ideolégica del misterio. Los motivos teolégicos abstractos adquirian en las escenas realistas su color nacional y cierta veracidad de cosa viva. Pero tales rasgos, no obstante el acierto y la fuerza que los caracteri- zaba estaban privados de integridad estética ¢ ideolégica inter- na. La ideologia religiosa de los mismos se mostraba ajena y hostil a la vida real, y este abismo entre idea y realidad no permitia al arte vivir y desarrollarse normalmente nutriéndose de jugos vitales. Mas, fuera de las causas objetivas, habia tam- bién las subjetivas que contribuian a dificultar el desarrollo del arte escénico. Los autores de misterios no se consideraban artis- tas puros, con el derecho de crear original e independientemente. Al producir Ja obra, veian antes que nada el cumplimiento de sus deberes religiosos. De ahi que su principal preocupacién con- sistiera en la coordinacién del drama con el texto de las Sagradas Escrituras, y del estilo dramatico con el solemne del oficio reli- gioso. En cuanto a los episodios realistas, éstos surgian de manera elemental y no tenfan contacto directo con la actividad creadora ~ del poeta. En el misterio, la poesia, subyugada por la religién, se veia privada de contacto directo con la vida, y por eso aparecia seca, _ pobre de contenido. La vida diaria no cobraba significado y justificaci6n poéticas, y quedaba de ella sélo una imagen aplas- tada que en nada descubria sus rasgos caracteristicos y su conte- nido interno. - i is ‘SCaneado con Camscanne LA EDAD MEDIA 5 F Como introduccién al misterio, salia un sacerdote y lefa el prdlogo en que se aba la historia piadosa que sirviera de argumento para la obra y se elogiaba a Dios y a los poderes municipales. A veces se inclufa en el prélogo la promesa de rogar por todos aquellos que no cometicran desmanes ni molestaran el juego de los actores. No obstante, durante el espectaculo mas de una vez resultaba necesario apaciguar al ruidoso auditorio, Pilatos en persona solia intervenir para restablecer el orden. Blandia su sable con aire amenazador e injuriaba enérgicamente a los groseros. Si no legaba a producir efecto, salia a escena un diablillo y grufiendo alegremente a la muchedumbre, manifes- taba que Lucifer estaba muy contento por los desafueros que reinaban entre los espectadores. El diablillo solicitaba la némina escrita de todos los gritones y pendencieros, que impedian tan tenazmente la prosecucién del espectaculo y hacian, con tal pro- ceder, gran favor al demonio; y aseguraba que Lucifer los con- sideraba sus parientes. Restablecido el silencio, proseguia la representacién, El ca- racter del espectaculo dependia en mucho del sistema escénico, ices a aie A he ee meee ~~ Escaneado con CamScanne a hg Representacién de un misterio en Inglaterra, ey ec ~~ - +--+ - Escaneado con CamScanne LA CDAD MEDIA 71 _ la tierra. Junto al paraico se aloja la orquesta: tres misicos estan sentados abajo, con los pies colgantes, y los demas, agrupados en segundo plano. Los unos tocan cuernecillos, otros trompetas. Al | fondo se distingue el 6rgano. Habitualmente, la seccién con la orquesta se sittia junto al paraiso, para que los sonidos del érgano ~ _~~y de las trompetas Ileguen del lado del aposento divino. Podia _Suceder que se ubicara ‘a los miisicos en el paraiso mismo. En el centro de la construccién esbozada por Fouquet se encuentra el palacio del emperador. El emperador en persona baja con su séquito a tierra por una escalera de madera, y se dirige a pre- senciar la tortura de Santa Apolonia. Las clos secciones siguientes son los palcos para las mujeres. El primero y més rico est& des- tinado a las mujeres de la nobleza urbana. Se las puede recono- cer por sus tocas puntiagudas. El segundo se dedica a las mujexes de humilde cuna. La ultima seccién, en el extremo cerecho, es el infierno. Este se compone de dos pisos: abajo se encuentra la entrada en forma de boca abierta de dragén, mientras que arriba “se sittia el balcon en que se sienta Lucifer. La masa principal de Jos espectadores, de pie entre las estacas que soportan el tablado, se cierra a guisa de anillo en torno de los actores que ejecutan'su labor directamente en tierra en medio de Ia plaza, formada por ‘el tablado en forma de argolla. La accién del misterio no se des- arrolla cn un lugar Gnico. Puede trasladarse de una a otra seccion ———-¥oeurrir en varias secc‘ones a la vez. Cuando los participantes era interpretacién ro intervienen en alguno de los episodios, ccrriendo el cortinado, o sin correrlo, conversan a media voz, cambiando el traje, preparanose para los préximos papeles, ¥ a veces juegan a los dados 0 comen. Por algo en la miniatura de Fouquet se ve, en la seccién de los misicos, justamente al lado de la pared del paraiso, un canasto de provis‘ones y uaa botella * ede leche o de vino? ae oo La construccién en anfitcatro_ permitia destacar nitidamen- pevel cefitro de Ja compesicién escénica, pero era inc6émoza para espectadores, que s¢ veian obligados a andar por entre | los szones moviendo la cabeza para todos lados. Un sistema mas ~ completo era el de las casas (mansionés), ubic i s de fi pe ‘Scaneado con Camscanne | dos: 1) un salén con la seccién superior para los miisicos; 2) el Paraiso en un lugar levantado encima del salon; 3) Nazaret en forma de portén, frente al cual se ve un Cerco con portoncillo; 4) el templo; 5) Jerusalén, en forma también de portén; 6) el Palacio con la prisién debajo; 7) 1a mansion de los obispos en forma de torre sobre la pared trasera; 8) el portén dureo; 9) cl purgatorio; 10) el infierno en forma de dragén y torres con plataformas; 11) el mar, simbolizado por HISTORIA DEL TEATRO EUROPEO una piscina con una Ran AK KRHA A Da 6 ae ces, brocados y Divinidad. E1 infi instrumentos de tortura, su enorme oll: ca abierta de dragén, con muchos o} a, su fuego y humo, la tros accesorios del reino decorados de modo mu- ; un trono de oro en una casa significaba que la accién se desarrollaba en palacio; una simple carpa bastaba para representar el campamento el rey de Francia, mientras que el bote, con aparejos de buque, significa- ba mar y nav Las condiciones de la representacién, en una plaza, no per- mitian perfeccionar el arte escenografico y decorativo Mucho mis desarrollada estaba la técnica escénica. En el misterio sabian Producir con mucha habilidad la escensi6n de “Jesiis y la caida de los pecadores al i i _leas permitia elevarse repentinamente d profundos sétanos de los tablados hacian posible a los actores _ el hundirse stibitamente en los infiernos. Si en el sentido decorativo organizadores y espectadores no se mostraban muy exigentes, en cuanto a los efectos escénicos las ra Cosas eran a la inversa; en verdad, el mil oan b mas « = = = = = = = = = - la tierra al paraiso, y ci ‘SCaneado con Camscanne LA EDAD MEDIA a Ja excelente ejecucién de todas las tramoyas, un presente, y es- cribieron una carta a la mencionada ciudad disculpandose de haber retenido a gente tal indispensable, pues uno de ellos ven- dria a ser algo asi como Sargento de milicias urbanas. La tarea principal de los conducteurs de secrets era crear la ilusién completa del prodigio que se ofrecia desde el tinglado. El espectador admitia cualquier motivo legendario, cualquier ficcién, siempre que se le permitiera convencerse, por sus propios ojos, de la realidad del milagro que se realizaba ante él. No obs- tante lo facil que era suscitar la imaginacién, ésta no podia flota. en los mundos abstractos de la fantasfa cristiana. Exigia algan apoyo material aquel sentimiento de veracidad del hecho que formarfa la base para la fe en todos los milagros del género religioso. Por ello el misterio, teolégico por el contenido y con- vencional por la forma, posefa gran cantidad de detalles grose- ramente realistas. El asesinato se acompafiaba de torrentes de sangre procedente de vejigas de buey llenas de pintura roja que se escondfan bajo la camisa; una cuchillada perforaba la vejiga, y el sujeto ahogdbase en su propia sangre. Llevaban a escena tenazas calentadas al blanco, y todos podian observar cémo en el cuerpo del pecador se imprimia a fuego la marca. Puede juz- garse acerca de la variedad de tramoyas en el misterio, por la descripcién de la susodicha representacién en Valenciennes. El misterio duré veinticinco dias y “en cada uno fueron mostradas cosas magnificas y dignas de admiracién”, segiin afirma un his- toriador contempordneo del mismo, que agrega: “El cetro de Moisés, al principio seco y desnudo,. se cubria repentinamente de flores y frutos. Fue mostrado cémo el agua se convertia en vino de manera tan asombrosa y convincente que no se podia dejar de creer en el milagro. Ms de cien personas de entre los espectadores expresaron el deseo de probar el vino aquel. Cinco panes y dos peces fueron multiplicados y repartidos entre ms de mil personas; no obstante lo cual quedaron atin més de doce canastos Ilenos. El oscurecimiento, el temblor de tierra, el des- plomarse de las piedras en el momento de la muerte del Salva- _ dor, fueron representados con gran arte”, aia “Muchos de aquellos milagros quedaron desconocidos en su > ‘SCaneado con Camscanne a HISTORIA DEL TEATRO EUROPEO geles, y de esta manera producian el prodigio de que de las narices y la boca y los ojos del diablo saliera fuego, de que el cayado del angel ardiera; en la piscina, por debajo del nivel del agua, colocdbanse tablas, Y por ellas caminaban tranquilamente Testis y el apéstol Pedro, que asi representaban la milagrosa mar- cha sobre las olas, Se llevaban a cabo répidas mutaciones: empe- zaban a torturar a un hombre, que era instantaneamente cam, biado por un mufieco en cuyo vientre, para mayor ilusién, _cosianse intestinos de carnero. Cortaban cabezas, brazos, piernas, " tod ello se ejecutaba con tal destreza que no rehufan el hacer, ~> 2 vista del piblico. San Lorenzo, yacente sobre las parrllas, pedia décilmente a sus verdugos: “Habéis asado la suficiente ya un costaco de mi cuerpo; ponedme ahora, por favor, sobre el otro, que si no quedard ileso”, San Dionisio, después de serle cor- tada la cabeza, la recogia con sus propias manos y se dirigfa hasta la tumba bafiéndose en sangre. Con gran arte sabian fa- bricar reptiles y animales en general, mecénicos. Con especial habilidad estaba construida la Serpiente del Paraiso terrenal; ésta abria la boca, movia la cabeza, el cuerpo, y sacaba la len- gua. En los misterios de Navidad figuraban habitualmente junto a la artesa de Jesis, un buey y un asno. Con respecto a so, dice en la nota marginal del misterio de Rouen (aio 1474): “Si no Se consiguieran cuerpos artificiales ce buey y asno, déjese en stis- Penso lo-que sigue. Si los hubiese, entonces ellos (los animales mecénicos) deben ponerse de hinojos ante el Nifio Jestis y soplar sobre él para calentarle”. Sucedia también que en el misterio hacian salir a escena animales vivos; los caballos tomaban parte en la escena de los Profetas, el asno en la entrada de Jests en Jerusalén, y en el episodio de El Arca de Noé aparecian los mas variados representantes del mundo de aves y cuadrtipedos, La parte espectacular del misterio se cesarrollé bastante hacia el siglo xv, lo que se manifestaba especialmente en cuanto -atafie al vestuario. Cada participante empefidbase en cubrirse _ con un traje lo mAs rico y hermoso posible, y hasta en caso en i el empefiar papeles de mendigo, el actor vest Ra colores y x blas } ‘SCaneado con Camscanne MSR R RD Ba me ae wo oo we 2 ~ +e + wwe LA EDAD MEDIA BL serie de signos caracteristicos, que ayudaban a los espectadores a determinar a primera vista el caracter del personaje. Las figu- ras pfas andaban en largas camisas blancas; los pecadores las vestian negras; el traidor Judas Ilevaba vestimentas amarillas; la Virgen Maria, azul celeste; los judios, ropas blancas cubiertas de inscripciones biblicas; Jestis Ilevaba peluca dorada y bar- ba, de las cuales salfa un efluvio que producia el efecto de una sagrada aureola; Adan y Eva figuraban en tejidos de punto, y después de expulsados del paraiso cubrianse ptidicamente con hojitas de arbol. de Valenciennes, segiin una miniatura. Escena de “La Pasi En los trajes, como en el misterio en su totalidad, no se ob- servaba en absoluto la veracidad histérica. Pilatos podia vestir él caft4n de un burgués alemdn o cubrirse, indistintamente, de fantAsticas ropas de sarraceno. Herodes andaba por las tablas en traje turco con un alfanje pendiente del costado; los sacerdotes hebreos vestian dalmaticas cristianas; los legionarios romanos uniformes medievales, mientras Maria Magdalena lucia crea- ciones de Ultima moda asombrando a la feria por lo decorativo de las mismas. Pintorescos en sumo grado eran los trajes escé- nicos de los diablos, que se cubrian de tejidos de punto color rojo vivo, tinicas velludas de piel de carnero, fantasticos disfra- ces con una enorme méascara sobre el vientre, y cantidad de caras que les cubrian todo el cuerpo. Una detallada de las vestimentas diabélicas nos pro orciona un re- juien muchas veces habia diablos en * ‘SCaneado con Camscanne 82 HISTORIA DEL TEATRO EUROPEO escena con ropas de tipo nistas de las piezas religiosas salian a o if : a la realista en este sen- local, y la parte mistica se subordinaba tido, ' Bs y, La contradiccién entre ambos principios, el realista y el mis- tico, se evidenciaba no sélo en el texto del libreto y en el aspecto exterior del misterio, sino con mayor intensidad en el estado psiquico de los actores y en cl estilo gencral de la interpretacion. Lo patético y lo caricaturesco eran coordinados de modo paraddjico en el teatro medieval, que, como toda representacién en plaza publica, no admitia moderacién en los colores de la realidad local. Los mondlogos patéticos, las escenas de milagros, las conver- saciones moralizantes, todo aquello que correspondia a la Sagra- da Familia, a los Profetas, a los santos, estaba compenetrado de profunda emocién. Los actores crefan con toda el alma cuanto, decian. Su entusiasmo personal torndbase fuerza motora y nervio animador del juego escénico, que era solemine, apasionado, y por su pompa religiosa se acercaba a las fantasticas predicaciones de los clérigos. ‘ En brusco contraste con este pathos, poniase de relieve lo ca- ricaturesco. Si cn la primera manera habia exageraciones en cl sentido de la exaltacién entusiasta, en la segunda resultaban exa- geraciones de tipo satirico. De las burlas e ironfas dirigidas con- _ tra la vida local, surgia el estilo caricaturesco, bufonesco, del juego escénico, dentro del cual se mofaban de santos, diablos, comerciantes y campesinos. El estilo bufonesco desarrollaba or- | gAnicamente la antigua tradicién de los juegos populares, absor- 4 biendo al mismo tiempo la experiencia de los profesionales del género: los histriones. ! Estas dos formas opuestas del juego escénico —patética y ' bufa—, interiormente unianse en la hipérbole, en el afan de 4 destacar lo esencial, la idea fundamental del tema, el rasgo sa~ liente del caracter. El arte escénico era demasiado joven, y podia hacer resaltar lo fundamental sélo por el método de las exagera- 4 4 4 4 ciones, por la intensificacién de gestos y entonaciones. El fondo de un cardcter resultaba inaccesible para los representantes del _ misterio; hasta las mas agudas y penetrantes escenas carecian de - ién psicolégica. Tipica es en este sentido la escena entre _y Maria Magdalena. El caballero ve a Maria y ‘SCaneado con Camscanne Escaneado con Camscanne 84 HISTORIA DEL TEATRO EUROPEO go... Harfa azotar a quicn asi sobrepujara al mismo Trivigante; a quien quisiese ser mAs Herodes que Herodes. No lo imites, te lo ruego”. . Sin embargo, aquello que parecia chocante en el siglo xvr, era en cl xv lo mas atrayente. “En el espectaculo se encuentra el olvido”, decia Froissart. 7 Los representantes del misterio Ilegaban con frecuencia a olvidar que sélo cra una representacién. Hubo un caso en que Longinos y los soldados enviados por Pilatos para comprobar si Jestis no fingia estar muerto, cumplieron de manera tan escru- pulosa con el encargo, que el que interpretaba el papel de Jestis, después de recibir una serie de pinchazos de prueba, murié en la cruz sin esperanzas de resurreccién, Por ejemplo, cierto sacerdote de Neuchatel, llamado Nicole, haciendo el papel del Salvador, fue atado a la cruz, y ley6 en esa posicién varios cientos de ver- sos. “La vida del clérigo mencionado —observa el historiador— hallabase en peligro inminente, y por poco mucre en la cruz, ya que su corazén cesé de latir, y no se hubiera salvado de no ha- bérsele prestado ayuda de inmediato”, En otro caso, Lucifer mismo resulté victima de tanta natu- ralidad, puesto que “cuando se proponfa salir del sétano, como si apareciera de debajo de la tierra, incendidronse repentinamente las vestiduras alrededor de sus nalgas, de modo que sufrié que- maduras. Pero le auxiliaron con tal prontitud que fue como si nada le hubiese ocurrido: Io desvirtieron y tornaton a vestir, per- mitiéndole asi cumplir con su papel”, El infantil entusiasmo de los participantes llegaba hasta tal punto, que-ya no tenian en cuenta ni la situacién dramatica ni Ja idea basica de la obra. Cada cual queria centralizar la aten- cién de los espectadores en el afan de conmover y divertir, ac- tuando por cuenta propia. Dirijamonos a la miniatura de Fouquet ya mencionada. Representado esta en ella un episodio dramatico en que los ver- dugos torturan a una santa mirtir. De la actitud de los actores puede deducirse, sin embargo, que no obstante lo sombrio del tema, ellos tratan de hacer refr al ptiblico a toda costa. Uno, echado por tierra, tira con todas sus fuerzas de la soga que ata a Santa Apolonia; el segundo sostiene el extremo de la cuerda y también tira de ella adoptando una cémica postura, mientras el tercero con las tenazas tira de modo grotesco de la lengua de la victima; el cuarto Ja tironea por los cabellos. All{ mismo un payaso divierte al piiblico descubriéndose de manera inconve- Escaneado con CamScanne LA EDAD MEDIA 85 niente, y a su espalda vese un diablillo enjuto. Como resultado de ello, la escena de la tortura se convierte en accién de comi- cidad improvisada. Puede decirse que, en general, el misterio ofrecia las mas amplias posibilidades a la improvisacién. En Jos lugares en que debia hablar el bufén, el libreto solia contener una sola frase: Hic stultus loquitur (Aqui habla el bufén). Con frecuencia, es- tas improvisaciones estaban en contradiccién completa con la accién y estropeaban la solemnidad con una chanza fuera de lugar. Para sujetar la voluntad de los actores, su independencia en el juego, y subordinar al centenar de participantes a un plan {inico, habia un director de escena, el conducteur de jeu, cuyo pausado, solemne gesto, puede igualmente observarse en la mi- niatura de Fouquet. El director tenia ante todo que ponerse en contacto con las organizaciones corporativas, que tomaban parte en el misterio, para poder distribuir las fuerzas disponibles y fijar un plan uniforme. En York, el decreto municipal prescribia al alcalde, el maire, de la ciudad “durante el dia de Ayuno Ila- mar a su lado a cuatro actores de los mAs hAbiles y conocidos de la ciudad, y encargarles de hallar y probar a todos los actores, reconocer las piezas e investigar las construcciones de que pueden disponer los distintos gremios que intervienen en el espéctaculo del Corpus Cristi. Ellos deberdn elegir a los actores que por su experiencia y cualidades fisicas puedan hacer honor a la ciudad y a las artesanias que representen; las personas cuyo fisico no responda a las exigencias escénicas o carezcan de voz o habilidad suficientes seran categéricamente rechazadas”. Es curioso el hecho de que la comisién encargada de la se- leccién de los actores no tenia exigencia alguna en cuanto a ta- lento escénico. Buena estatura, bello rostro, sonora voz y un cuerpo. adiestrado bastaban para. desempefiar papeles que no precisaban, segiin ya fue dicho, de una interpretacién psicolé- gica profunda. Intervenir en el misterio considerabase obra pia. Los intere- sados-en representar a Cristo o a santos eran tantos, que en oca- siones esos papeles debian ser rematados. Después de la seleccién de los actores y distribucién de los papeles, empezaban los en- sayos, que, en la ciudad de Mons, alcanzaron cierta vez, para un“ misterio, el namero de cuarenta y ocho. La labor preparatoria duraba varios meses. Era necesario ensefiar de cien a cuatro- cientas personas, y coordinar episodios aislados por decenas. Era menester hacer indicaciones a cada participante por separado. Escaneado con CamScanne 86 HISTORIA DEL TEATRO EUROPEO ‘Tracmos aqui a colacién algunas indicaciones: “Avisale a Drago, hijo dé Lucina, que se recucste sobre cl lecho haciendo como si muriese, ¢ inmediatamente después Sadock, Naro, Nabor y Epi- on Jo leven al sepulcro sin pronunciar palabra”, 0: “Entonces los susodichos guardianes se echan al suclo y hacen como si dur- micsen, mientras dos Angeles separaban la losa sepulcral y Jests se levanta sacando de la tumba primero la pierna derecha. ..” Terminado el periodo de ensayos; pasados los ensayos gene- rales, que en la ciudad de Romans los hubo, en 1509, en ntimero de seis, Ilegé el dia del espectaculo. El director de escena se diri- gia con tiltimas palabras de enhorabuena a sus actores. Habla .en el estilo de Shakespeare: “Que cada una repase bien su pa- pel; que Tisbe se ponga ropa interior limpia; y que al leén no se le ocurra cortarse las ufias; éstas deben asomar por debajo de su piel a manera de garras; y lo principal, queridos actores, no comais ni cebolla ni ajo... {No quiero contradicciones! j Adelante, y sin mucho comentario!” y Después de comenzar el espectaculo, el director no ‘cesaba en sus funciones tutelares. Andaba por entre los actores con un cémico caftén y alta gorra, con el libro en una mano y Ia batuta en la otra. Por el texto seguia él las salidas de los actores y hacia de apuntador, mientras con la-batuta probablemente rozara a aquellos a quienes correspondia salir a-escena. A juzgar por la miniatura de Fouquet, la presencia del director de escena no incomodaba mayormente a los actores, que seguian, con frecuen- cia, cometiendo indecencias y otros desafueros. Cuando no surtian efecto las amonestaciones moralizantes, se recurria a medidas drdsticas. Es interesante en este sentido el estatuto disciplinario. compuesto por los organizadores del miste- rio de Valenciennes (afio 1547). A todos los intérpretes del mis- terio se obligaba, en presencia de notario, a jurar que se subordi- narfan a los superiores, que eran elegidos de entre ellos mismos. Toda contravencién a la disciplina traia consigo una multa. Por faltar al ensayo cobrabanse tres dineros; por faltar a ensayo ge- neral, multa de seis dineros; por llegar tarde o no llegar al espectaculo, diez dineros; por retirarse durante el mismo, diez dineros. Se imponia multa también, en los casos en que los parti- cipantes se embriagasen, peleasen o disputasen con los superin- tendentes. Este documento da fundamento para hablar de ciertos cam- bios relacionados con el principio mismo de la organizacién de las representaciones de misterios, El misterio de Valenciennes ya Escaneado con CamScanne LA EDAD MEDIA 87 Esqenario de “La Pasién”, en Valenciennes, en 1547, no cra representado por los actores de los distintos gremios de la _ ciudad, sino por un conjunto artistico, A la cabeza de esta cua- drilla habia un consejo electoral. Los protagonistas de los princi- pales papeles aportaban un escudo de oro, y recibian el derecho de participacién en las entradas. En caso de déficit; los dineros reunidos con los aportes de los cémicos estaban destinados a ta- par la brecha. En aquel mismo documento de Valenciennes, la cuestién financiera estaba. desarrollada en detalle, Se establecia severa- mente que ningtin hombre ni mujer tenia derecho de acudir gratuitamente al espectaculo. La recaudacién de las entradas por Jos veinticinco dias de representacién era de 4.680 libras 14’suel- dos y 6 dineros, A esta suma se afiadié lo obtenido por la venta de los trajes y otros utensilios escénicos que alcanz6 a 728 libras = 12 sueldos y 6 dineros. Como el gasto para los “tablados, trajes para los actores y todas las mAquinas de tramoya” representaban 4.179 libras 4 sueldos y 9 dineros, la ganancia liquida. de las representaciones era de 1.230 libras 2 sueldos y 3 dineros. Esta suma fue distribufda entre los participantes de la manera siguien- te: la mitad fue dividida en partes iguales entre las Personas. que habian aportado el escudo de oro en calidad de cuota de ingreso; Ja otra mitad fue distribuida por los directores entre los demas, segtin sus méritos, El contrato entre los integrantes de la cuadrilla que Trepre- Escaneado con CamScanne 88 HISTORIA DEL TEATRO EUROPEO fe Valenciennes sefiala que el mismo tenia senté el misterio d (t pen n compaiiia se desintegraria inmedia- cardcter provisorio y que la c : tameiite de finalizado el espect4culo. Con el tiempo surgieron organizaciones tcatrales de caracter permanente. La mas famosa de todas fue la Hermandad Francesa de la Pasién, Confrérie de la Passion, que debido a una casualidad obtuvo la proteccién del rey, Este conjunto de comediantes aficionados, al principio en los suburbios de Paris y con frecuencia era causante _ Ge la ira del obispo, quien hasta s¢ vio obligado a promulgar uri decreto, con fecha de 1398, que prohibia a los actores ofrecer espectaculos sin su permiso especial. No obstante, los comedian- tes no se rendian, Cuatro afios duré la lucha entre ellos y el obispo, culminando con la victoria total de los cémicos. Estos se denominaron Hermandad de la Pasi6n, alquilaron un sal6n en la Casa de la Santisima Trinidad, e invitaron a presenciar sus es- pectaculos al rey Carlos VI. El rey era gran amante de diver- siones; y como el espectaculo le agradé mucho, dio a los actores un privilegio otorgindole el monopolio de las representaciones de misterios en Paris y sus suburbios devant notre commun (ante nuestro pueblo comin). El documento en cuestién data del 4 de diciembre de 1402; desde entonces la Hermandad de la Pasién se convirtié en la tmica organizacién teatral con permiso de escenificar en la capital “misterios, miracles, y otras piezas de in- dole religiosa y moral”. Corrfan los afios, pasaban las generacio- nes, y los asuntos de la Hermandad florecian. En el afio 1539 los actores alquilaron el Hotel de Flandes. El rey Francisco los visitaba con frecuencia. Los misterios representados por la Her- mandad gozaban de muy buen éxito, El afio 1541 le resulté par- ticularmente favorable: las representaciones duraron ocho me- ses, desde el dia‘de, Pascuas hasta el dia.de Todos los Santos. Sin embargo, la mala suerte ya acechaba.a los actores. El pro- curador general dirigié al Parlamento de Paris un petitorio con- tra la Hermandad de la Pasién. Los actores no perdieron el 4ni- mo; y, tanta fe tenian en sus fuerzas y en el futuro, que lograron un nuevo local, el Hotel de Borgofia. Tres meses mas tarde, el dia 17 de noviembre de 1548, el Parlamento de Paris promulgé un ‘decreto que prohibia a la Hermandad las representaciones de misterios. Asi termina de manera repentina la historia del teatro del misterio en Francia. Més natural resulté la muerte del misterio en otros lugares. Italia —que temprano, mucho mas que los demés paises, salié al camino del desarrollo capitalista— librése de la tutela feudal de Escaneado con CamScanne ~ ra, 9 igi Mero’ iO KeioX RAG2 GEO ol | la nobleza y del clero. Por cso, en Italia, las renombradas sacre |. rappresentazioni atin en los albores de su desarrollo incluian ras- gos de la influencia de la antigiiedad pagana. : | En Inglaterra protestante, el misterio fue prohibido prime- yamente por cl arzobispo de York. In Espafia catélica, en cam- hio, las representaciones de misterios duraron mucho tiempo; autos sacramentales fueron escritos por Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderén; y no fue sino en 1756 cuando fueron oficial- mente prohibidas por decreto de Carlos TIT. ¢Cuales fueron las causas determinantes de la muerte del misterio? La afirmacién de la burguesia, con su concepcién prac- tica del mundo, naturalmente expulsaba de la vida diaria cle- mentos de ideologia mistica. El mundo se tornaba mas prosaico, y los conceptos generales de la gente mas ajustados a la realidad. La fe feudalista en la inmutabilidad de la estructura social, cedia a la opinién opuesta. La nueva clase, que en su lucha contra ei feudalismo contaba con el apoyo de la masa popular, se negaba a considerar el poder de los sefiores como algo permanente, eterno. Se comprende que los arcanos metafisicos se tornaran, por su estructura intima, extrafios para la concepcién practica de la vi- da burguesa. En el misterio habia una sola idea invariable: la de servir a Dios con abnegacién; y una sola realidad: la vida local del momento. Lo eterno-y lo temporal se encontraban en él en estado de completa abstraccién. La razén del disterio no reci- bia apoyo de los hechos, y su actualidad, privada de fundamen- tacién teérica, era una ‘expresién superficial de las intuiciones directas. El misterio no respondia’a las nuevas exigencias de la vida. Dej6 de responder a las exigencias de la religién. ' El catolicismo; que acusaba de la caida moral a los protes- tantes, siempre’sefialaba el vituperio de Dios hacia ellos en el misterio. Lutero, que se indignaba de la inmoralidad de los es- pectaculos'en plazas piiblicas, se proponfa, sin embargo, aprove- char el misterio para fines piadosos. En cuanto al patriarca de Ginebra, Calvino, expulsaba de su ciudad las representaciones teatrales én general. La Iglesia Catélica, defendiéndose de la Reforma, tenia que exterminar todas las causas de agresién po- sibles. Por eso, el clero exigia la prohibicién de los juegos diabd- licos, en que hasta hacia tan poco tomaba parte activa. A todo esto hay que afiadit que el misterio habia perdido también su base de organizaci6n. El poder real, después de su victoria sobre “Tos feudos, empez6 a'arrancar enérgicamente de raiz todas las: Escaneado con CamScanne 90 HISTORIA DEL TEATRO EUROPEO + __libertades burguesas —administraciones municipales, organiza- ciones corporativas—, Ya no quedaba quién pudiera organizar espectaculos de misterios. El Humanismo dio el golpe de gracia a este género agoni- zante, declarandolo un producto grosero de la barbarie, carente de todo arte. En el misterio, que iba desapareciendo del esce- “Wario, habia, empero, dos principios vitales: las escenitas alegé- i ricas y los intermedios de ambiente local. Ellos determinaron el” Ultimo perfodo del desarrollo teatral de fines de la Edad Media. 11. —LA MORALIDAD La caracterfstica principal de la moralidad consiste en la naturaleza alegérica y convencional de-sus personajes. Las fuen- tes de este nuevo género hay que buscarlas en el misterio. En el misterio de El Nuevo Testamento (1452), en el paraiso, junto a Dios y los Angeles, de un lado estaban sentadas la Paz y la Piedad y del otro la Justicia y la Verdad. En el misterio de Gringoire, relacionado con San Ludovico, junto con los perso- najes histéricos figuraban las alegorias —Caballerosidad, Con- sejero Real, Pueblo Comin—. Al contrario de los personajes del medio ambiente, las figuras alegéricas’ [egaban a integrar el misterio, no por impulsos elemientales, sino como resultado’ de la creacién consciente de-los poetas, una forma nueva en la cual Ja tendencia organica moralista del misterio se realizaba en for- ma pura. Como ya fue sefialado, la mitologia cristiana era alegérica por naturaleza, Si las im4genes de Jestis, Maria, los angeles y Jos apéstoles representaban algo concreto en la conciencia de los creyentes, estas imagenes encerraban a un mismo tiempo ideas morales, caracteristicas espirituales generales. Jesis era Hombre- Dios y su faz-exterior humana no disimulaba su sentido simbéli- co divino. Los angeles, en el misterio, no eran solamente seres reales, sino que simbolizaban a la vez a la Bondad divina. La moralidad supera la contradiccién tipica del misterio, entre lo.concreto y lo alegérico, suprimiendo lo concreto. A este precio, la moralidad trataba de conseguir una mayor unidad . interna. Més consecuente atin resulté la moralidad en el sentido di- dactico; pero la didactica estaba en ellos encuadrada dentro de Jas formas de historias.religiosas y ademés perdia su sentido debi- BRPHREDRHHRHRHRAMA MMMM mw w Escaneado con cam®&canne

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