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218 Néstor Luis CoRDERO (B) Traduccién Fragmento 1 1 Las yeguas que me conducen hasta donde llega mi 4nimo, me impul- saron, pues, guidndome, me llevaron hacia el camino de la diosa, leno de signos, la cual, ® conduce ? al hombre que sabe. 4 Ahi fui llevado, pues ahi me condujeron las muy conocedoras yeguas, tirando del carro, mientras las doncellas mostraban el camino. 6 El eje, que echaba chispas en los cubos, producia un silbido (pues es- taba presionado a ambos lados por ruedas circulares) cuando las Hijas del Sol, que abandonaban la morada de la noche, se apresuraban a im- pulsarme hacia la luz, quitandose con las manos los velos de sus cabe- zas. 11 Ahi se encuentran las puertas de los caminos de la noche y del dia, enmarcadas por un dintel y un umbral de piedra. Etéreas, ambas es- t4n enmarcadas por grandes hojas, cuyas Iaves, que se alternan, per- tenecen a Dike, la prédiga en castigos. 15 Las doncellas, calméndola, la persuadieron sagazmente con pala- bras acariciantes para que de inmediato quitara de las puertas las tra- bas que las clausuraban. Las hojas, al abrirse, produjeron un gran abis- mo, haciendo girar unos después de otros los bronceados ejes en los cu- bos, fijados con clavijas y bulones. Ahi, en medio de ellas, las doncellas dirigieron al carro y a las yeguas directamente por el gran camino. 22 La diosa me recibié amablemente, tomé con su mano mi mano de- recha, y, dirigiéndose a m{, pronuncié estas palabras: 24 jOh, joven, acompafiado por gufas inmortales y por las yeguas que te conducen al llegar a mi morada, salud!, pues no es un destino funesto el que te ha empujado a tomar este camino (que, en efecto, se encuen- tra fuera y separado del sendero de los hombres), sino Themis y Dike. Es necesario, entonces, que te informes de todo; por un lado, del cora- z6n imperturbable de la verdad bien redondeada, y, por el otro, de las opiniones de los mortales, en las que no hay verdadera conviccién. 31 Pero, no obstante, también aprenderds esto: cémo hubiese sido ne- cesario que lo que parece existiese realmente, abarcando todo incesan- temente. 8. Conjetura. Véase el texto griego. 9. Conjetura. Véase el texto griego. APENDICE 1 219 Fragmento 2 1Y bien, yo diré -y tu, que escuchas, recibe mi relato— cudles son los ‘inicos caminos de investigacién que hay para pensar: 3 uno, por un lado, que “es”, y que no es posible no ser; es el camino de la persuasién, pues acompaiia a la verdad; 5 otro, por otro lado, que “no es”, y que es necesario no ser; te enuncio que este sendero es completamente incognoscible, pues no conocerds lo que no es (pues es imposible) ni lo mencionaras. Fragmento 3 -- pues es lo mismo pensar y ser. Fragmento 4 Observa cémo lo ausente est4 firmemente presente para el intelecto; pues no se puede obligar a lo que es a no estar conectado con lo que es, ni dispersandolo completamente respecto del cosmos, ni reuniéndolo. Fragmento 5 ... es comuin para mf donde comience, pues alli mismo volveré nueva- mente. Fragmento 6 1 Es necesario decir y pensar que siendo, se es; pues es posible ser y la nada no es. Estas cosas te ordeno que proclames; 3 pues ” por este primer camino de investigacion, y luego por aquel forjado por los mortales que nada saben, bicéfalos, pues la carencia de recursos conduce en sus pechos al intelecto erran- te. Son Ievados ciegos y sordos, estupefactos, gente sin capacidad de juicio, que consideran que ser y no ser son lo mismo y no lo mismo; el camino de todos ellos vuelve al punto de partida. Fragmento 7 1 Pues que nunca se imponga esto: que haya cosas que no son. 2 Aleja tu el pensamiento de este camino de investigacion, y que la in- veterada costumbre no te obligue, a lo largo de este camino, a utilizar el ojo que no ve, el ofdo que resuena, y la lengua. Juzga mediante el ra- zonamiento la prueba polémica que te he enunciado. 10. Conjetura. Véase el texto griego 220 NEsTOR Luis CORDERO Fragmento 8 1 Queda entonces una sola palabra del camino: que “es”. Sobre él, hay muchas pruebas de que lo que esta siendo es inengendrado e incorrup- tible, total, unico, inconmovible y acabado. 5 Ni fue ni sera, sino que es ahora, completamente homogéneo, uno, continuo. {Qué génesis le buscards? {Cémo y de dénde habria aumen- tado? No te permito que digas ni que pienses que a partir de lo que no esta siendo, pues no es decible ni pensable que no sea. {Qué ne- cesidad lo habria impulsado a crecer antes o después, comenzando de la nada? 11 Asf, es necesario ser absolutamente, o no. La fuerza de la conviccién no permitira que, a partir de lo que no est siendo, pueda nacer otra cosa a su lado, pues ni nacer ni morir le permite Dike, aflojando los la- zos, sino que lo retiene. La decisién sobre estas cosas reside en esto: se es, o no se es. Ya se ha decidido, por necesidad, que uno quede como im- pensable e innombrable (pues no es el camino verdadero) y que el otro exista y sea auténtico. 19 ,Cémo podria perecer lo que esta siendo? {De qué forma podria ha- ber nacido? Pues, si naci6, no es, ni tampoco si alguna vez sera. La gé- nesis se extingue y la destruccién es desconocida. Y¥ tampoco es divisi- ble, pues es completamente homogéneo. 28 No hay algo en mayor grado, lo cual impedirfa su cohesién, ni algo en menor grado: estd totalmente colmado de lo que esta siendo. Es to- talmente continuo: lo que esta siendo toca a lo que esta siendo. 26 Inmévil en los limites de grandes cadenas, est sin comienzo y sin fin, pues la génesis y la destruccién permanecen muy alejadas: las re- chazé la conviccién verdadera. 29 Permaneciendo idéntico en lo mismo, yace respecto de si mismo, y, de este modo, permanece firme, pues la poderosa necesidad lo mantie- ne en las cadenas del limite que lo clausura alrededor, ya que no es li- cito que lo que esta siendo sea imperfecto. En efecto, no tiene carencia alguna; si la tuviera, careceria de todo. 34 Pensar y aquello por lo cual hay pensamiento, son lo mismo; pues sin lo que esta siendo, gracias a lo cual él est4 enunciado, no encontra- rds el pensar; pues no hay ni habré nada aparte de lo que esta siendo, dado que la Moira lo obliga a permanecer total e inmévil. Por eso son s6lo nombres cuanto los hombres han establecido, creyendo que eran cosas verdaderas: nacer y morir, ser y no ser, cambiar de lugar y alte- rar el color exterior. 42 Pero como hay un limite supremo, es acabado por doquier, semejan- te a la masa de una esfera bien redondeada, completamente equidis- APENDICE 1 221 tante del centro; pues no es posible que sea ni un tanto més fuerte, ni un tanto mas débil, aqui o alla. 46 Pues lo que no esta siendo, que le impediria alcanzar la homogenei- dad, no existe; y lo que est siendo no es como si tuviera aqui o all4 ma- yor cantidad de lo que es, porque es completamente intacto. Igual por doquier a si mismo, permanece en forma homogénea en los limites. 50 Aca termino para ti el razonamiento confiable y el pensamiento acerca de la verdad; a partir de acd, aprende las opiniones de los mor- tales, escuchando el orden engafioso de mis palabras. 53 Ellos establecieron dos puntos de vista para nombrar a las aparien- cias, a los cuales no unificaron necesariamente —y en esto se han equi- vocado—: distinguen una forma enfrentada a ella misma y ofrecen de ella pruebas separadas las unas de las otras; por un lado, el fuego eté- reo de la llama, suave y muy liviano, completamente idéntico a si mis- mo, pero no idéntico al otro; por otro lado, aquello que es en si su con- trario, la noche oscura, forma espesa y pesada. 60 Te expreso todo este orden césmico probable para impedir que al- gun punto de vista de los mortales se te pueda imponer. Fragmento 9 Pero como todo ha sido denominado luz y noche, y aquello que tiene sus propios poderes fue nombrado gracias a éstos o a aquéllos, todo es- ta lleno al mismo tiempo de luz y de noche oscura, igual la una a la otra, pues, aparte de ellas, nada hay. Fragmento 10 Conoceras la naturaleza etérea y todos los signos que estén en el éter, y las obras destructoras de la llama pura del brillante Sol, y de donde proviene todo esto; y aprenderds las obras de la rotacién de la Luna que gira, y su naturaleza, y también conocerés el cielo englobante, de donde nacié, y cémo la necesidad que lo conduce lo aferra para mante- ner los limites de los astros. Fragmento 11 ... C6mo emprendieron su generacién la Tierra, el Sol, la Luna, el éter comin, la via lactea, el supremo Olimpo y el quemante poder de los as- tros. Fragmento 12 Los (canillos?) mas estrechos estan Ienos de fuego puro; los siguientes, de noche; pero entre ellos se escapa una porcién de llama. En medio de 222 Néstor Luis CORDERO esos (anillos?) se encuentra la Diosa que todo gobierna. Ella rige com- pletamente el odioso parto y la unién, empujando a la hembra a unir- se al macho, y, a su vez y a la inversa, al macho a la hembra. Fragmento 13 ... concibié a Eros, el primerisimo de los dioses. Fragmento 14 Brillante en la noche, errante alrededor de la Tierra, con luz presta- da... Fragmento 15 ... Vuelta siempre hacia los rayos del sol... Fragmento 16 Asi como en cada ocasién hay una mezcla de miembros prédigos en movimiento, asi el intelecto esta presente en los hombres. Pues, para Jos hombres, tanto en general como en particular, la naturaleza de los miembros es lo mismo que piensa; pues el pensamiento es lo pleno. Fragmento 17 Ala derecha, los j6venes; a la izquierda, las j6venes. Fragmento 18 1 Cuando la mujer y el hombre mezclan simulténeamente las semillas de Venus, la potencia que, en las venas, debe formar cuerpos con san- gre diferente, los elabora bien modelados si conserva la proporcién; 4 pero si las potencias de semilla mezclada luchan y no se unen en el cuerpo que resulta de ellas, perturban, con su doble semilla, el sexo que va a nacer. Fragmento 19 1 Asf nacieron estas cosas, seguin la opinion, y asi existen ahora. Y lue- go, una vez desarrolladas, morirdén. A cada cosa los hombres le han puesto un nombre distintivo.

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