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LA VIDA COTIDIANA DE LOS VIKINGOS ’ (800 1050) REGIS BOYER LA VIDA COTIDIANA DE LOS VIKINGOS (800-1050) Maria Tebuyo y Agustin Lopez MEDIEVALIA Goad ngs Giger nam pn dc pba plese pacha roi Spade gina de esp Spo ei porci “slsiae Lapras copy gan prods agent pide Bien Me prc Bove or Tho i: a equine i bing 20.05) ion. Hac Pe (oat pal prose in: Joss .de Ole, Editor yal a a els yon en Tops eho St s ed PRONUNCIACION 4,6 1,4, dson vocales lrgas 1y€9 se promuncan coma law francesa, breve y larg respectivae tiene el sonido de una eabierea (como la del francés pre). com len franceta en bere conta len fanes en ex come len fanceta en cree. woman Las demés vocales, como en castellano. & como lath inglsa en te. b comola. Jf tiene sonido de f como inicial o en contacto con un sonido sordo; en los demés casos se pronuncia como lav francesa. £ es siempre gutual, salvo cuando va delante dei oj, que se ‘pronuncia como y. siempre muy aspirada; no hay b muda J siempre equivalente ala i consoiéntice, siempre como las frances, PROLOGO. Hielga PérblsdBrir se ve acasar pasado mains, Es una bonita ruchacha de unos catorceinvierns, tiene hacienda, pertenece a un alto linaje de poderosos bands* ene los que se cuentan innumera- bles dignatarios eminentes; las propiedades de su familia, bienes rueblesy bienes rales, forman una lst impresionane. Por otra parte, puede establecer su linaje» en un nimero respetable de gene- riones, como corresponde aun chica bien nacide, Con sus llama~ tivos ojos azales, su tz lechosa sus largoseabellos rubio, es «de bella aparencia y el vestido que leva denota su fortuna y su rango. La escena que acabo de inventar pudo suceder hacia el ato 950 en cualquiera de fos paises escandinavos, por ejemplo en Suecia, cerea de Sigrana, en Dinamarca, prea de OBinsvd (hoy Odense, ea Fionia) en Norucg, hacia Nidarts (hoy Trondheim), o en Islandia, en orila dl Borgafirdr ‘Se vaa cast» no s por otra parte la expresin adecuada, «Se la vaca casar» seria més correto, El matrimonio, que es con mucho + Hlletr encontrar alia de obra ua losario de las yess més importn- tes en cursiva,deutzo del teat, y las piaipales neciones setaladss por an 2 LA VIDA COTIDIANA DE LOS VIKINGS (00-1050) «acto més importance de Ia vide en la sociedad vikinga, nose deja jams al azar, no es un asunto de seatimientos —que, por supuexto, no se excluyen— sino un easuntos 2 secas (bkanp,literelmente, Ia ecompra dela novae). No debemos tampoco tomar «asunto» a su acepciénextrstamenteeconémice: el érmino se entende mejor nel plano social, No se casun bisicmente dos fortunas dadss, sino aque se asocia a dos familias (0 dos lanes) con un vinculo sagrado Jy en principio, indisoluble, dando implicitamente por supuesto el echo de que ai una ai otra es «pobre, no aplicéndose esta hima palabra ni necesatianiexclusivamente a ausencia de riquezas ma terials. Pues el concepto central en esta sociedad ea fails. Bs ella la aque rige hasta los menores detalles de a exitencia. Ya Tito, ens Germania, nse silos antes, observa el extrsordinariopredo no, en todos los eampos del militar al eligioso, de esta insieucion, [No, Helga no «se casa. Un casamentero, personae obligado paras ‘casin, que es en general un pariente muy cerceno del futuro ma- tido, se encarge de proponer y después arreglar fa unin. Eso no significa que ao se puede requeric el coasentiniento de los interess- dos, pero nos la norma, y evando en un texto se introduce esta concesin,estanios autorizads 2 consideralo «contaminado> por influenciascrstianas. No, lo que el casamentero a intentado es sok dar faertemente el linge de Pbrdft, padre de Fielge, cone de Bjéra, su futro marido, quiza por razones poltcas, quid para terminar asi con las inerminablesdisputas que envenenan desde hace siglos Jas relaciones entre los dos canes, es de esta manera como muchas sagas*islandesas encuentran finalmente un desenace felis quizé para asentar mis el peso y la auorided de un partido de boendr, si podemos expreserlo asi apelando a nuestra jerga politica actual, frente al inguierante sumento de las prerrogativas de los «reyes» de cspiita «moderna» que se inspiran en ejemplos continentales, ‘como el danés Haralde Gormsson o el noruego Haraldr de la Hier- movose 8 srosa Cabellera 0, pronto, el sveco lif Skénikonungs, por no bir blar de las prtensiones de algunos soberanos noregos sobre Islan- dia; 0 quis, yno es la raz6n menos important, para eificar una fortuna capaz de hacer frente a cualquier comperencia. ‘No imports. El mstsimonio de Bjéen y Helga representaré, en cualquier caso, una sabia e interesante operacin a vez econémica, socal y hasta diplomética, Por lo dems, el casamentero no ha esa timado esfuerzos. Su primera preocupacién fue consulta los rex ponsables legales de Helga, dando por supuesto que tiene el con- sentimiento de Bj y de sw padre, para far le ceremonia de los esponsales(festarmdl) que tuvo lugar hace ahora més © menos wm fo. Habia una condicia sie qua nom: que los dos partidos fuesen jiafnredi (de rango, calidad y fortunas similares). Como tal es el ‘ato, no hay problems. Sebre todo, habla que convenir las condi- comes materials, y todos ls tratos que a ello se refieren se han he- cho ante etigos, pues, reptémoslo, se tata de un acto deters ante Se ha convenide por tanto, conforme # a ley, que la novia aportaré como dote (beimenflgi, elo que la sigue desde su casi) tn conjunto de bienes de todo tipo de ua vlor global determinado, aque vende equilbrar el fj, procedente del matido, al que éte afadid una «pensi6u» de un montantefijado por la ley 0 mwnde (advintiéadose que le distncin tiljf-mandr noes tal vez segurs pes ls e6digosvaran sobre este punt), Aunque, después dl ma- ‘rimonio, corresponda al marido administrar el conjunto hei= manflgi-tilgjf-mund, y por coasiguiente irae por su renabil dad, ln casada sigue sendo propietaria de su heimanflygie y del ‘und en caso de divorcio 0 separai6n, yes importante por tanto ‘que se tomen todas as garanias para que elasunto se resveva a sa- talacin de todos. Por el momento hace pues un afio que han bebo la festa, Ia cerveza de los esponsaes (puesto que tods festividad equiva a tun banquete, que se expresa en términos dela cerveza, que alli se 4 LA VIDA Comtpnan E108 vK¥GOS 0-180) bebe y que puede tener virwudesespecticas de acuerdo con le ci cunstancie haber sido fabrceda en funcin de ét,y er en conse- cuencia mis menos fuerte), y el careter pablico y, por consi- tuiente, constrctivo de ee ritual ha sido debidamente establecido; todo hace pensar que ls ceremonis tanscurrré sin incidentes. En dos dias, aleanzaremos las «noches de invierno» (oetraetr las tres, noches que inauguran el inviemo, pues el alo no tiene, genera- mente, mis que dos sestaciones» o misser, verano einviemno). Las ‘vetmatr se sivian, pues, hacia finals de oceubre,segtin nvesro ca- lendaio,y seguramentedieron lugar, en las lejanas épocas pagans, nacho antes dels época viking, a importantes manifestacionesre- ligises. Es el mejor momento pars celebrar Iss bods: as cosechas «tin recogias, el heno, el més precado de todos los productos él suo, ha sido colocado en almiaresy, una vez secado, almacenados, el ganado, o ben etérecogido para el inviern,o bien sea sactifi- cado se ha preparado para su conservaién, igual que el pescado s0c0(skreid),y la «buena cerveza» yaa sido fabricads los trabajos, ‘en el exttior permiten por in un tiempo de desanso que por ots part hard obligedo el invierna que leg con gran rapide. ‘Helga esté lst. En un momento, legarén de easa de su novi Jos mensajeros para conducila al hogar de él. Esta costumbe, aun- que no obligatoria —pues Helga y su esposo pueden muy bien hs- bitar, al menos por un tiempo, en case de los padres de la prome- tids— est atestiguada por testgos interesantes, por ejemplo, esos, deaalles que dan como de pasada y sin prestarles mayor atencién, por sa propio caricter evident, los poemas éddicos*, cuyo propé- sito central es diferente: I Rigsbul de la Edda poéice! observa que la muchacha «se trnsporta ala easa de u futuro esposo. De abi, sin dada, el término bridlawp (bodas), lteraimente: ecarrera de la ‘novias, que pudo apicarse mucho tiempo ants al rapto de la novia con el que se sefalaba el primer momento de la bods, Pero en Ia époce viking (a. 800-e, 1050 esta costumbre ha caido en desuso. motoco 5 He ahi pues a Helga sobre uno de esos cabllos de pequefio tamasio ‘que todo el Norte conoce y que todavi exaten en Islands sus pa- ‘as especialmente firmes les permitian moverse con scltua por los temibles terrenos pentanosos que constitufan I mayor parte de ma chos paisajes nérdicos de la época. Debe liegae a case de sv novio al menos la vspera del matrimo- rio propiamente dicho, porque ese dia tend Iogar el «bao de novia; sobrevivencia, sin duda algun, de un aniguo sito de hstra- cin como el que conocieron todas nuestasculturas, con el objetivo cvidente de asegurr la epureza» dela novia, es deci, ibrar de to- dos los malosespiritus 0 influencas que pudieran estar epegados 2 ella. Ese «bao» —un paso por la sauna, en reaidad— es colectivo, se extiende a la novia a todas las damas de honor, y puede durat un buen rato, no impidindase ls prtcipames el consumo de go- losinas Se concluye con la confeccién de coronas de flores y hojas ‘que engalanaréa la cabeza de le novia, que, ademés, para su matri- monio propiamente dicho, cambiar de peinado. Por una pare, le- vari un velo de lino, costumbre que debe remontarse 2 antiguas creencas sobre los poderes del mal de ojo del que debe ser defen ida, x menos que se trate simplemente de que el novio debe ser el primero en desvelar el rosteo de su prometida. Por ota parte, ella se recogeré cn un mofo, osujetaré en ls nuca con una cinta o wna joya, los cabellos que hasta emtonces habia llevado sueltos y flocants. Serd en lo sucesivo el indicative de su nuevo estado, junto con el ranojo de Ilaves que como buena hisfreya (ama de la casa) levaré ‘la cintua:llaves de fos cofres que contienen ropas de valor y ob- jetos preciosos,laves de la despenss y de los armarios que const- tuyen el smobiliariow de la casa vikings. Después viene el gran éf 0, mejor dicho, los dias, pues las bo- das duran al menos tes dfas —de sbado tunes, en general en la época cristian, alrededor dl ao 1000— incluso més, seg la cali- dad y la impostanca de lo paricipantes. Quienes fueron invitados 16 LA VIDA CompIANA DE Los VEt¥G08 n0.1080) en su momento tienen como un honor haber sido convidados aunque parece que pudo existe la costumbre de ivitarsisteméti- camente a patients hasta de tercergrado!— y los excluidos se sien- ten gravemente ofendidos. En principio, su nimero deberd ser se- ‘mejante por ambos clenes. Incluso lege e suceder que, en la sla contin (kill) donde se afrceré el banguete (bridvezle), cada pando exté colorado en uno de los dos bancos longitudinale, con ‘un asiento més alto para el marido y otro para su mujer, en el cen- tro de cada banco y uno frente a otro, a no ser que sean part el dduetio de la casa y su compadte, Por supucsto, lo invtados no le- ‘gan con ls manos vacias. Habré que tener mucho cuidado de acor- darse de los regalos que traen, por rzzones de reciprocided, en esa sociedad donde la regla del wdoy para que des» apenas tiene excep- cones, sea el Ambito que se. Por otra pate, se prestaré gran aten- ci6n a la colocacin de los invitados, pues los vikingos eran expe- dalmente quisquilloss con rspecto alas precedencss. Todavfa en el siglo xr, las sagas se sentir obligades a precisar quién se sienta en cada sitio es decir, més o mens lejos de la puerta de entrada, més o menos lejos de los sients elevados, et. Pero no nos aticipemos. El primer dia de a boda a tenido hu- far probsblements, le ceremonia del matrimonio propiamente di- cho. Estamos mal informados este respect, por razones que see pondrin més adelante. Es evidente que existié un ritual que rmezclaba un culto venerable del hoger (0 del fuego del hog, ver dadera alma de la cass), unos gestossigificativos del paso de un clan 2 otro —que vale en los dos sentidos, puesto que Helga sepuiré siendo hija de su padre, Pirdlisdti-—; y, por supuesto, toda une serie de actos voivos, propiciatoios y de consagraci6n. Sihemos de creer Adin de Bremen’, se haeie una ofrenda a Frigg, larepresea- taci6n més expresiva de f antigua Dioss Madre, para atraer sobre Jos exposos el bienesta,lafrilidad-ecundidad y una cohabitaién pacifica,Segin Saxo Gramitico esa ofrenda se hacia a Freys (osu rRoLoco 7 paredro Freyje, otra figura dela misma Diosa Madre’), dios de a fe- Ticidad, el placer y los bienes terrenos. La prymskuiba de la Edde poética’ menciona a una diosa menos, poco conocida por otra part, ‘Vis, que escuchs y promueve las promesas, La sisma pryimskoide, sin embargo, hace alsin t lo que parecen ser ritos més venerable: oftenda de sacrifcios de animales (el poema habla de «veces de ceuernos dorados» y «bueyes negros») y sobre todo consagracion por el martllo de Plre,prética que podefs ser may antigua, en cfecto, y que sobrevivis todavia, en Suecia, hace apenss un siglo, ‘jo la forma del hemmarsing, el hecho de ocular un marillo en el lecho de a novia para asegucar la fecundidad de la pare Di, le ado el momento, que no exto en la exstencia de una cast 0 unt corporacin de esacerdores» en la eligién de los vikingos. Parece mis probable que {vera el eabeza de familia o del clan quien se en- carga de la direcin de esos tos cargados de sentido, En cual- aquier caso, ignoramos qué f6rmulas podian proaunciarse en este caso y bajo qué auspicios se situabaexpresamente lito, Bn una r= ligin que, como demos, nose plegeba,contrariamente a lof nién habia, a una estricta etegorizacién dumézlians, cada uno de los grandes dioses podia muy bien presdir la feilided-fecundi- dad y queda por saber, por ota part si el matrimonio se colocabs realmente bso el signo de una figura divinadeterminada,o més bien bij la tuela de deidades coletivas como dises* oalfes*. ‘Sin duda es al jefe de familia o del clan a quien correspondia la responsibilidad de sbric el banguete nupcal,en el curso del cual como en todas los banguete solemnes, los brindis se dirgir pro- bablemente a los dioses —los textos nombran aOdinn, Birt, Njdrér, Freyr y «iodos los dioses>(serinreemplazados ena épocacristiana por Cristo a Virgen Maria y los santos)— pero, sin doda, también alos grandes antepasades, de uno y otro clan: esto se llama drekke iminn (beber a la memoria de) 0 drekk full. Consider este mo- ‘mento capital, pues «consagra» la perpetuacion del Hinaje en una 18 {LA IDA COMDIANA DE LOS VIINGOS (01050) cultura en la que los antepasadasno han muerto realmente nunca y cn a que el primer deber de un ser humano es no derogar Io esti- beside. ‘cabo de emplezr un verbo que exige una observacin. Y una cxpresin de pesar. Ya tendté ocasin de decir cul es a calidad de las fuentes de que bay que servirse para tratar est tema. El vikingo ‘que aparece, directa o indireesamence, en casi todas nucstrasfuen~ tes, noes un hombre del vlgo, no procede del pueblo llano. Sobre te, ebemos decir también que no sabemos nada, y es una lista, pues él era el hombre de base, el remero del skid. Pero las tumbas, Jos bacos funeraros, los poemas édicos y escilicos*, mis tarde las saga, no nos hablan jamés ded, si noes de pasada y con cierto ‘ono de burl. Helga, Biba, son hijos de earstécratas, disfamos, si «se término tuviera el mismo significado en esa cultura que en la esta lo que no ese aso. El famaso aventurero de los mares, testigo mayor de una civilizaci6n de la que se puede afirmar sin duda ninguna que aguanta ls comparacién con las mis eminentes, el ‘viking, no procede del rulgum pecus, aunque, también hay que de- «itl, la diferencias sociales no tuvieran, en esas latitudes, el igor ‘que conocieron en otros lugares. En cuanto a Bjérn y Helga, que ahora ya estén casados —sin ‘que sepamos con cereza sepin qué ceremonia precisa, salvo que sin duda se a hecho todo para que su unin fuera consaprada til és fiibar (por un ao Feeundo y por la paz), que esl mejor dfincion del universo mental religoso del vikingo—, se sientan en el ban- ‘quete donde se organiza I juerga, donde se bebe hidromiel y cer vveza, siendo la borrachers el final normal de un fest, hasta el pponto de que antes de comenzar se juran mutuamente no tener en cuenta ls palabras que se drén cuando estén borrachos. Ya die que sos égupes podien durar mucho tiempo. Estaban entrecortados por todo tipo de diversiones: delamaci6n de poemas 0 de relatos, can- tos y danza, esas iltimas probablemente de earécter ritual. Exami- Provos0 1s naremos mis de cerea (infra, pig. 259 y sigs el célebre banguetc de Dodas que se celebré en Reykishélar, Islandia, pero, desdi- chadamente para nosotros, en £119, es deci, casi un siglo después de Ia desaparicin del timo vikingo y en ua medio muy crctianizado; de la pluma,ademis, de un sutor que seguramente ers un clérgo y aque excrbie en plen siglo Xi, Esto nos permitira no obstante ha- cernos una idea, aunque sea lejana. (Queda el slkimo sito de paso en toda la fuerza de la expresién. La primera noche dels festividades de sus bodes, Bjirn y Helga se- rin acompafiados hasta su lecho nupeal. No se dice que, como su- cede en otras cultura, I eonsumacién de su unién debiera ser cons- tatada por expertos, pero no excluimos le posibilided. A la maiane siguiente de esta primera noche en comin, Bjémn debe hacer & Helge ‘un bonito rego, una joys dlicadamentetrabajada, ropa de magni fico lino, un cafre de madera escupida, ete es la morgingif el e- galo de la mafana, que se insttucionalizaré durante mucho tiempo (morgongéve en suezo modern0). ‘Asi terminan ls bodas de Helga Tendré muchos hijos a pesar de una mortalida infantil tan elevada aqui como en otros lugares de Occidene. Si sabe mostrars a la altura de sus funciones, coma pa- rece que sucedia 2 menudo, hari de ellos hombres y mujeres dignos se ese nombre os educaréen el respeo als tradiciones tanto de su clan como del de su exposo, y velaré por incularles el sentido del honor familiar que jamas debe perecer; en resumen, seré el alma de su hogar 5 ‘Ahora bien, se habrin observado dos cosas en Ia Lectura de es- as pigs ‘La primera son ls reservas de eaticterpropiamente histrico de que he debido rodearme. Est libro pretende describir la vida co- tidiana de los vikingos, pero a menudo es dificil saber si los docu- » {A VIDA COTIDIAN DE 10S VINGOS (200-1058) mentos de que disponemos ze aplican realmente a ellos, desde un punto de vista eronol6pico, se entiende. La segunda ela uilizaci6n de numerosos adverbios eaproxi- mativoso que se disteibuyen a lo largo de mi texto (probablement, tal vez, eventualmente..) Se deben aque salvo excepciones estadis- ticamente raras,es0s documentos no pueden ser tomados « priori como absolutamente fables. Demasindos errores se han comeido, desde hace mucho tiempo, por wsilizar sin dscernimiento fuentes aque exigen un andlissriguroso. En otrs palabras, noes posible aborder nuestro sema sin haber toinado al menos dos precauciones clementales: la primers, definir quello de lo que vamos a hablar, esos vikingos cuya vida coidiana nos gustaria conocer; la seguads, enumerar critica las fuentes de aque nos vamos 3 servr Ese doble esaer20 es indispensible, incluso si, a ojos del lector, se corre el riesgo de hacer pesada esta obra. En tal sentido, mi propésito va en dos direcciones tratar de informar correctamente, sse puede, por supuesto; pero, l mismo tempo, hi- char contra los innumerable absurdos o errores que oscurecengra- vemente la cuestin’ Pues los vikingos no fueron protagonistas en el escenario de nuestra historia més que durante dos siglo y medio, lo que, ens «8 ya considerable, pero no autoriza a confundirloscoa los germanos fen general ni, de manera més precisa, con algunos de sus antepass- dos como los godos, los burgundios, los vindaloso los lombardos, por ejemplo, Lor documentos que nos hablan direcamente de ellos, Tos que podifamos Ilmar de primera mano, son rafsimos. Y los ‘otto, la impresionante masa de todos los demés, deben casi por de- finicién, ponerse en tela de jc. I {QUE SE ENTIENDE POR VIKINGOS? Se a convenido en llamar viking, si actia en Occidente, 0 ‘veringr (varego) si escoge Rusia y Asia como campo de su acivi= ad, a un comerciante escandinavo (danés, noruego, sueco, y des- paés, partir més 0 menos del 900, islandés)particularmente dotado para el negocio y ls navegacién ~gracias alos marsvillosos barcos {que pusieron a punto después de siglos de ranteo, el seid 0 kndrr (o byrdingr, sic, langskip, ec, jpero en ningin caso la absorda sreacin francesa drabar*!}— que debié de exist como tal mucho antes del siglo &x pero ie un coneurso de circunstancias poco co- rn, en primer lgar el hundimiento de imperio carolingio después dela muerte desu fundador y por tanto la ausencia de una oposi- «in seria como la que dicho imperio podia presentar a un predador audaz y decidido,impulsé sdbitamente al primer plano de la actua~ lidad. La costambre es fijar el comienzo de este movimiento en la fecha del saqueo de la abadia de Lindisfarne, en Northumberland (Gran Bretais), donde estaba el selicario de San Cutberto, el 8 de junio de 793. Es admisible, per, acabo de suerisio, esti fuera de duda que los escandinavos frecuentaban desde hacia mucho tiempo los isineraios maritimos y luviales, que comaron quizé de los frisones 2 [LAMIDA COMDIANA DE LOS VIKINGOS 0-150) si se rata dela ruta det Oeste; , en cuanto ala ruta del Ester, hacia tiempo que era familiar alos svecos. 793 es un punto de cefe- renca e6mode, pero no sefala una verdsders novedsd ‘A partic de ahiimperaré un fenémeno que duraré unos dos si slos y medio (desde 800 hasta 1050 aproximadamemt, recordé- oslo) y que conoceré, durante esc largo lpso de tempo, impor- antes virjes 0, mis bien, modifcaciones sensible, sobre una base ‘que se mantendr firme. La balanza de pesar la plata picada* en una ‘mano, ls espada de dable filo en la otra, el vikingo, segin ls cir- cunstancas, negocio saques, robs, ncendi, cegtes cmbiaocap- tura, El objetivo, que no val, es eadquirisrquezas, como dicen las inscripciones rinicast, volver ala propia eata mejor provisto ‘que al parti. Innumerables debieron de ser los vikingos alos que se aplicard la inseripcin de Ulunda (Suecia): Pir befile Atrevidamente fue, flak sfladi riquezas gan, ‘ie Gritkiuum lejos en Grecia [= Asia Menor] axfa sium. para su heredero, Enel curso del camino, se le oftece Is ocasién de tatar de cerca 4 poblaciones con las que mantenia otras relciones distintas a ls bélieas, de examinar con cuidado sus condiciones de vida y sus mo- dos de implamtaci6n: llegado ol dia, sabed dénde acudir para esta. blecerse de forma fija Pragmitico, realists, audo observador, soma ‘buona nots igualmente de todas las novedades que descubre y que adaptaréa sus propias latinudes. Esto es por otra parte lo que hace un poco descorszonadores todos los intentos de estadio como éste (Cuando queremos descender al detalle, descubrimos en seguida que «es con frecuencia muy dificil hacer la distincibn entre eseandinavo propiamente dicho, cético, germainico continental, eslavo o bizan- ‘ino, incluso sin aborder ls creaciones del esprit. Un solo ejem- {Qu sm ENTIENDE POR ViKINGOS? 2B plo: cuando nos encontremos en el capitulo del vestdo, deberemas deci qu l rope mis comnin son los calzones (bd, pura Brezk). Parece sin embargo que la prenda y su uso sean de orgen clt..Por ow parte es tribus que el vikingo frecuentaaprecian « menudo su sentido de fa organizacién, amor por el orden, su espti colee- tivista 0 comanitario, y también la energia que le impusieron las duras condiciones climticas desu pais natal, como ya veia Montes~ aquieu. Esas poblaciones saben recordarlos a veces, sea para imitar- Jos, sea para pediles que vayan a transmitir a uno u otro lugar sus conocimientos pricticos. Asi nacié Rusia. Asi se generalizaré en todo Occident I uilizacién de cierto material ndutico con el vo- cabulario correspondiente, que todavia esti en uso en la actuslidad. Dos sigs y meio, en una époce en a que, de todas formas, Oc- cidente conoce grandes conmociones, no pueden ofrecer un aspecto uniforme ala mirada dl observador. El movimiento vikingo pasa, en cfecto, por cuatro fases sucesivas bastante bien dferencadas. La primera (800 850, ests fechas delimitantendencias, no tie~ nen nada de rigurosas y pueden varar con ls sfrentes») es un mo- mento de tanteos, de pequehos golpes de mano intentados un poco al azar y en lngaresen principio vlnerables por carcer de defensa Js adems, ricos(abadias, monasterios,ciudadesabiertss, etc.) La segunda (850 a 900) es mis importante porque, conscientes de su fuerza, los escandinavos oygenizan mejor sus expediciones, imponen condiciones 3 las poblaciones amedrentadas (pasarin a la historia como grandes maestros de la «guerra psicolégicas), mien tras que frente a ellos distinguimos, de un lado, «adversaros inca paces de defenders y, porlo tanto, dspuestos a negocaren las peo~ res condiciones; y del oxo, a ls naciones results a ress como Ja Inglaterra del Sur o la Espaia morisca) y frente alas cuales los vi- ingos no insistién. Subrayemos el hecho de que fue la compla~ 4 1A VIDA COMDIANA DE LOS VIKINGOS (80-1080) clsnteimagineriaromntes mantenida por dudosssteorlas moder na le que pretends hacer del vikingo un superhombre invencble ‘que imponis u ley por todas pares. No setenen ejemplos de una batalla en regla dela que el vikingo haya slido vencedo; es maes- tro de lo que llmarfamos Ia expedicién de comando, el golpe de mane rpido, pero no es un guerera en el sentido habitual. fin de cuentas, sus compaerosy dl son muy poco mumeroses(pense- tos que, todavia hoy, los excandinavos apenas son diecocho millo- tes en total para haber podido constitu las o tropa capaces de resultados erteundosos. Son los clérgos timoratos —autore casi txclusvos de os anaes 0 las erénicas que hemos conservadoypri- mera vetimas también de los saqueadores del norte— los que nos inducen al eror al muliplica las complacientes exgeracionesy las selacione patties. Ea reaide, sn hacer por supuesto del vikngo tun modelo de dulziray comportamiento pactio, basta comparario con suscontempordncos coneretos, srracenos y hingaros para to- sar la medida de su preendida ebararis. ‘Afiadamos 3 esto que tenemos tendencis 2 confundie a los e- candinavos de los silos by x con los ermanos (muchos de los cals eran escandinavos) dels siglos Val i (responsable étos de las ograndesinvasiones,lamadas también snvasions bitbares»)y comprenderemos de dénde proceden tatos errores y exagerncio- tes, Sin embargo, esta segunda fase es capital. En primer gar por- aque se instauraprogresivamente el sistema dels denegelds(-pago alos daness» es dei, se ributo, cuyo montante no dejaré de ce- ces, que reclamaban los vikingos para reerbarearse, a reyes psi rimese inespaes como el inglés Etelredo I ols dos Carls fran- ceses —el Gordo, y después el Simple— que, a largo plazo, hard baacuar el distema econémico de Occidene. ‘A continuacin y sobre todo, porque es en el curso de este pe- riod cuando se definen clarsmente las evatro grandes weurase cada tune con nmerosaevariante, que sguen los vikingos (ver mapa al .QUESE EATIENDE FOR VKINGOS? 2 principio de este libro). No podemos pasar por alo su importancis, ‘ya que es seg sus ees como se orgonaa el complejo de intercam- bos, contacto eiaformaciones de donde naceréen buena pare Is Europa modern. A saber Ia ruta del Oeste (eestrwegr), que edmite dos vasiantes mayores, una, pleno oeste, hacia Iz Gren Bret, Juego Islandia, después Groenlanda (después, eventualmente, Vin- land? que se stuaria en algn lugar del Labrador la otra, oeste ¥ después sudoeste, que va # lo largo de les costs de Francie y Es- pafis,y franquea el estrecho de Gibralsar (NjGrvasund) para diri- firse, bien hacia Africa del Norte o bien a la Francia meridional ¢ Italia, pdiendo situarse su panto final en Bizancio. Después fa rata del Norte que interesa sobre todo alos noruegos: a partir del sur de su pas, bordean las costa hasta el eabo Norte y atreviesan el mat Blanco para recalar en Murmansk o en Arkhangelsk; ruta impor- tant aunque peligross, pusto que sv objetivo es procurarse as pie- les que ser, junto con los escavos la «mescancae por exeelencia ‘que negociardn vkingos y varegos. La tercera ruta es interior al Bal= tico y concierne especialmente als suecos, que mantienen as ela- ones duraderas con los finlandeses y explotan el mbes, que bunds en ls orillas de dicho mar y que es igualmente una de las es pecialidades de estos comerciantes. Esta ruta desemboca por otra pare, catualmente, en la rura del Este (enstroegy), que parte del fondo del golfo de Rigs para tomar el complejo de los nos ylagos rusos, a fin de legs, aa altura de la actual Odessa (que se llamaba Aldeigjuborg en norménico antgyo),al norte del mar Negro al que atraviesaen dirccin sur asta Bizancios como esta ruta cruza al- ‘gunos de los grandes itinerarios inmemoriales venidos del Extremo ‘Oriente (a ruta dela seda especialmente), pudo suceder que los var ‘egos la siguieran Las insripeionesrnicas suecas nos han conser- ado el recuerdo deal menos dos prestigiosas expediciones hacia el Exaremo Oriente que debencoincdircon este anslisis, ste periodo de medio siglo, que va del 850 hasta, eproximads- % LA VIDA COTDIANA DE LOS VIKINGOS (e080) ment, 900, ¢ en cualquier caso un momento de iatens sesvidad que tiene muy 2 menudo 2 ojos del objetivo observador moderno, sires de prospeccin: como silos escandinavos buscaran lo largo de sus recortidos los puntos seguros, las paradas e6modss, ls esable- cimilentos en que podrian hacer escalay entregarse sn tropiezo a sus fructferos intercambios. Pues el hecho esque los itineraios que aca- bbamos de esbozar estén literalmentejalonados por puertos o ciuda~ des que representan otras tantasesalas para un comercante sage. El periodo que sigue (desde, mis 0 menos, e ao 900 hasta los slrededores del 980) es el momento de las instalacionesy las coloni- zaciones siscemitics. Este punto, por lo dems, deberta hacer refle- ionar a cualguiera que quiere ver & los vikingos como invencibles guerreros o como cofradias militares superiormente orgenizadz. Los escandinavos se instalan en Islandia (con una pequefia anticipa- in sobee el desglose en periodos aqui propuesto: es colonizada por uns mezcla de noruegosy celta, entre 874 y 930), mis tarde, «en Groenlandia; en Normand; en la parte de Inglaterra Hamada después Danelaw (porque ali rena la ley, law, de los daneses, da es) en Inland del sur (con la que los noruegos especialmente man tenian relaciones continuadas desde hacia mucho tiempo); en las re~ sioneseslavassituadas alrededor de las aceuales Novgorod (antiguo ‘notménico, Hélmgar’r) y Kier (antiguo norménico, Keenugardr)s se instalan més o menos por la fuerza (Danelaw), 0 porque los luga- res estin més o menos desierto (Islandia, donde, contrariamente una opini6n admitida durante mucho tiempo, la invesigecin actual, descubre huellas de implantacin efltica anterior ala legada de los ‘scandinavos), o también porque las poblaciones locales les habrian invtado (Rusia, ue deberd su nombre alos vaegos, laniados rs rojizs,peirojs, sin duda porque Is extrafa coloracia del cabe- lo de muchos de ellos habia sorprendido, desde principios de nues- tra era alos observadores «pregose, es deci, bizantinos, eslavos y inabes) {QUE se ERMIENDE Pox vixtNcOs? 2 En todos los casos, salvo en Islandia, quizé, no se trata de co- Jonizacin verdadera en el sentido actual —y peyorativo— del tér- sino, Los reign legadosdebieron plegars cierto nimero de con- dicionesimplicits o explicitas:adaptarse a los marcos feudales de las sociedades en ls que entran;contribuir a la defensa territorial de su nueva «pati», lo que arin en toes partes de buen grado; y ‘bautizers, cota la que consentirin sin esfuerzo, bien sea por con- vieci6n o por politica; y esto es para nosotros de una importancia capital, puesto que, como podremos verificaraqut en mis de una ccasion, el vikingo deja de merecer ese nombre a partir del mo- mento en que se bautiza. En todos los casos, el observador queda «estupefacto por la facildad,y sobre todo la repidez, con que el vi- kkingo supo adaptarse a lis condiciones nuevas quc habia eegido. En dios 0 tres generacones, no hay ya escandinavos, no hay ya, por «empl, més que normandos (de Normandla) 0 russ. ‘Queda por deci, pars completar el cusdro, que el movimiento ‘conocerd una tima fase, de 960 1080, en verdad! mal explicadia y {que n0 ataie mis que a los daneses (hacia el aoroeste) y los suzzos (hacia el sudeste) Los primerostratan, con Sveinn el de la Barba Hiendida y su hijo Kaitr el Grande, de edquirr la supremacia sobre el conjunto de Escandinaviay Gran Bretaia conjuntament. No lo lograrén més que por unos pocos aio. Los segundos emprenden ‘una, ¢ incluso dos 0 mis, misterisas expediciones,aestguadas por ocumentos, especialmente rnieos, hacia el Asa leans, aparente- mente sin resultado, ; En realidad és es el fin del fen6meno vikingo. El mundo ha cambiado de tl forma desde hace doscientos cincuenta sos que los, ctiterios de comprensién han evolucionado radealmente. Numero= sas causis justifican este fins. Recordemos sobre todo que la ima sen del comerco internacional se ha modifiado radicalmente y ha hecho caer en desuso el kn vikingo o sus variants; que la cistia- nizacin del Norte ha echo entrar en pe de iguadad a esta parte w LA VIDA COTTDIANA DE Los RINGOS (00-150) del mundo en el concierto de las neciones europea y que, en nism Escindiaavia, Ie instaurain progtsia,segin el modelo continental, de fuertespoderes centraizados va en conta dela po- lice de golpes de mano individuals, f6rmula que podtia resumir con acierto la mayor parte de las expeicionesvikingas. Digamos aque la hora de los vikingos ha pasado. Ha durado unos doscieatos cincveat aon; ba dejado huells perdurables en muchos sectores de nvesr civiizeién; marca uno de ls tiempos fuertes de nvestra historia de lo doce skies sels, Pero noha garni pare aumen tar desmedidamente su importancia, i para rebajr ou dignidad Dicho esto ls palabra viking, eérmino cxya etimologi® parece shore elucidada —no es el bandido que se esconde en una bahia» (novménico antiguo, vik) para abalanzarse, de improviso, sobre el ‘arco mercante que pase por ll, sino el comerciante que va ejrciendo, su setividad de vieusen vias (de centro opmercial en centro comer~ cial}, no designa necesariamente a cualquier esandinavo de a época considerads, Todavfa hoy tenemos tendencia aconfundir bajo una de- ‘nominacin comin reslidedes que sn embargo, tienen rasgos espect ficos muy diferentes. Yel hecho esté muy difundido en la Edad Media ‘Convieae en efecto distinguir entre el danés, comerciante ma- ‘ullero siempre «le cabeza en a problemética del modernismo de la época, que acta prelerentemente en grupos pequeiios unidos por ‘obligaciones constrictvas(féleg, por ejemplo) y colocados bajo la avtoridad de un jefe—quizds esos enigmaticos «reyes del mar» (s2- onanger) de nuesteos textos—, y el noruego, seguramente menos ‘organizado, més tntado por la pura aventura —seriainjusto olvidar ‘este aspecto de la cuestién, esa llamada del oeste en particular, que ‘engendraré un éfa el fendmeno americano— y centrado en cimien- tos familiares 0 «politicos», es decis,representados por el «rey (ko- gr), que reins sobre el fondo de un fiordo o una porcién de un .QUESE ENTIENDE Pox VIKINGOS? » valle, En ovato al seco, el mis paclica de wos, al psreces, también el més comerdante, No esque no sea capaz de mangjar pe- ligrosiment el hacha de mango lrgo y amplio filo, pero los testi smonios, rabes soe todo, nos Jo muestran ocupado exencalnente cn actividades mercanies, Un dele, que no tiene nada de descr ballad, vendréa verifier este equema el dos preferido de os da- ‘neses fue ciertamente Odin, dios de los cargamentos (Parmatjr) y del comercio (los observadoresextranjeros lo identfcan sin es- fuerzo con Mercurio), pero también dos de a astucia, dl nga, dele caucelay de a victoria obtenida por cieniaestrtégica 0 e5- tratagems, incluso por traiién o por magi. No se pods describ mejor la idea que se hactan los vikingos —aqut daneses, si se quiere de su exstencia, Los norvegos preferian a rr, divnidad trata y ruidosa —es [a encarmacién dl trueo, de cuyo nombre ex porradora— pero bonachons, enedadora yeventualmente cata tiva. En cuanto alos suecos, aban, sinning género de dada, pre- ferencia a Preys, encarnci6n por excelencia de la fecundidad-fe lidad, En ouas palabras los dioses guerrero, 0 bien no son los preferidos de los vikingos o, todavia mejos, no ersten como rales. ‘Resbumos dever que el dios etatega OBinn rig as cagas de los ravi; a Be ae le atrbuye canto la resurrecién de sus machos ca trios como el triunfo sobre Ia sagacidad del enano Alviss (Que- todo-o-sabe) oe manejo desu mszs-emartll, Y nose podria ha- cer en aiagn caso de Freyr una divinidad marcia ‘No hablo de los itlndeses por razonesevidentes 0 esque las sagas no nos preseten reeventment, ass epediciones vikings como parte de a ifanca del héroe, pero éste e un tema més bien Tteravioy, de todas formas, los islandeses, por deirlo ax, hab tomado el fnbrr en marcha. Cuando redactan sus sagas, en el si- fo xt ene mejor de los casos, el emitovikingo> est y en vas de tlaboracn, Es sin embargo sin dada alguna esos mismos isha deses« quienes debemos el desubrimiento de Groenlania (hacia, 30 LA IDA COMDIANA DE Los visINGOS (00-1080) 980) y, a partir de ahi, del complejo Helluland-Markland-Vinland (alrededor del aio 1000, sel hecho tiene una realidad hisstica, cosa no segura). Pero esas proezasincumben solamente al tema del des- cabrimiento y no ofrecen una imagen complet del vikingo ‘Una km precision, evidente pero rara vex expueta ex senci- Jlamente imposible que el movimiento vikingo haya nacido de la nada y haya surgido de stbito, Recorrr en todes los sentido, de norte a sur y de este a oeste, el mando conocido, alejando eventual- ‘mente sus limites, imponer parcialmente su ley alos vejos imperios, enfrentarse al mundo bizantino, crear estados, apropiarge de jro- ‘incis,legar todo en vocabuarignéutico a es lenguas moderaas se intuye que para eso Fue necesaria una larg y lentaevolucién an- tes de permitr esta eflorescencia. Los siglas 1x y x no hacen sino ‘marca el panto terminal de esa evolicén, Es conveniente deci a mes algunas palabras sobre ello. Los escandinavos son antiguos eazadores-pescadores-recolee- ‘ores, presetes en los ugares ls que dieron su nombre unos diez nil aos antes de Jesuristo, Sufrieron la dominacidn indocuropea, al parecer en dos momentos sucesivos (hacia el 4000, y después hax is el 3000), Representan la rama septentronal de la «familia» ger- minica, lo que hace que la lengua que hablaban a comienzos de esta eray que a0 se diferencaré realmente en danés, sueco, nor- ego, islands y eros sino mucho més recientemente,escuviera es- trechamente emparentada con el germénico llamado comin, lo que los lingiists laman el proto-escandinavo. Aunque no faltan los testimonios anteriores, las primeras prucbas de la calidad de sv an- tigua cultura estn representadss, en Ia edad del bronce (sega Ia ‘erminologi admitida pare esas latitudes, del 1500 al 400 antes de Cristo) por dversos objetos y sobre todo por los céleres perogl- fos* presentes especialmente en Bohuslin (Suess, préxima a la ¢QUut Se ENTIENDE POR wixteces? a actual Giteborg), La calidad del tez0, la diversdad y la natutaleza de los motives, testimonian, alemés de preocupaciones aritcar indudables, prncipis rligiosos relacionados con la fertlidad-fe- cundied, con un simbolismo sls, y evidencian una précsca gene- ralizada del magi. Es notable el hecho de que ua buen siimero de css figuraciones demanden, sin tentzciones abusvas, la compara- cin inmedista con personajes o escenas presents en los grandes poemas de la Edda, jmis de dos milenios después! ‘Mas tarde, cuando la edad del hierro (400 2800), la evolucién de esa cvilizasi la levaré sufi primero una fuerte inftuencia cftea (entre ~400y 0}, después romana (02400), y por tltimo ger ‘minica continental (400 a 800). Es entonces cuando se pergefapro- sresivamente el barco que, poco a poco llegard se la maravilla sn Ja que la aventura viking habri sido sencillamente imposible; es entonces también cuando, exftuna especie de ensayo general as = bus escandinivasafluyen sobre la Europa meridional y oriental (eé- pecialmente lot gados y los lombardossy por slim, para no i mis lejos, cuando aparece una escritra primero pan-germénics, después progtesivamentetrensformads en especticamente escandi- nava: ls runas, sein un allabeto fubark de veintievatro signos, redueidos a diecstis hacia el 880, que, contrariamente & una de lt iis tenaces ideas establecidas, no son signos mégicos, sino un me- dio de comunicacién, como cualquier escritra Hci ef 80, en el momento en ques iicia deididamente el ‘movimiento vikingo, Escandinaviaposee una cultura, una ch cin perfectamente elaborada que no he tratado de presentar con mis detalles porque el estudio de sus consecuencias seré precisa mente el objeto de este libro. Un dltimo punto solamente: el lector ha debido sorprenderse sin duds, desde el inicio de esta obra al ‘verme manejar con cierta desenvoleuray,aparentemente sn dema~ siadas preocupaciones diferencadorss, aunque hays plnteado alga ras reserva, a daneses, noruepos, suecoseislandeses. 2 LAVIDA COMDIANA DE LO WiKINGOS 8001050) En realidad existe una unided eseandinava que permite, con los ruatices indispensable, pero menores en verdad, tratar del vida co- tidiana del vikingo independicasemente de su (irr vig rina). sto n0 impide —Ios poemas Eddics yexcldicos y ls sagas en . En cualquier caso, zo aportan, por le dems, sino eseasa informacién a quien seinteresa por la vida cotiiana del vikingo. Quiero evocar al menos a los ob- servadores mis bien imparciales por no ester directamente implica- dos ens acontecimients, alos testgos mis curiosos que realmente inveresados, como los diplométicos érabes «en su puestor (Ibn Fadblan, Ibn Rustah, Ibn Kordadhbeh..}, 0 un basil como Cons- tantino Porfirogénito, un esonista eslavo bien digpuesto con res- pecto alos rs como Néstor, 0 incluso un rey anglosajén consciente de su superiridad como Alfredo I de Wessex, sin hablar de Adin de Bremen, que esté todavia, cronoldgicamente, muy cerca de su tema cuando lena los margencs de sus Gesta Hammabnrgensis de esolios referentes a Escandinaviay sus habitanes,o incluso de Rimber, que redacte Ia vita de San Ansgario, evanglizador del Norte, y va dri- siendo una mirada cuross «todo lo que encuentra de camino. Intl seguir instrayendo este proceso. El lector hebré com prendido que es una especie de spueste trata de reconstrui la vida cotidana de ls vikingos, cuando slo los testimonios del suelo son ‘de una rlativaerediblidad. Sin emberg, es el ejerccio al que me ‘entregaré aqui, partiendo del principio de que cuzndo diversostipos de fuentes convergen o se completa, se iluminan, podemos pensat aque tenemos un fapmento de realidad. Sé que la imagen final dl vi= Kingo que sald de estas péginas tiene grandes posbildades de no coincdir con la que quiere en secreto nuestro corazén novelesco y que los rominticos complacientemente mancuvieron. Pero no creo ‘que muestra eventual admiraci6n por los slivas hijos del Norte se Pierda Se desplazari, eso es todo, sus puntos de aplicacibn, por ‘uevos que puedan parecer merecenciertamente ser stfialados. TL LA SOCIEDAD VIKINGA [No es casual que hayamnos comenzado este libro con conside- raciones de orden familiar, La familia, en un sentido amplio (act, dey), esl clula base de esta sociedas incluye, demés de los con- sanghineos, alos amigos ereanosy los hermanos juredos*, parien- tes adoptivos, pobres a cargo de la casa, ec. Por lo menos, una cin- ‘ventena de personas —en la medida en que tales cifras tengsn un sentido, pues nos encontramos en colectividades muy reducidas ‘donde nuestros datos numéricos modemnos no tienen mucho sen- tido— que dependen todas, en grados diversos, del jefe de fa (ishindi)y de su majee (brea). Porque, como hemos visto, un poema de la Edda, la Rigepwla, justtficara Ja triparticiin dela sociedad en cesclavos, hombres l= bres y jars o reyes, se considera que los vikingos se organizaban en cfecto en tes «clases capas sociales bien diferenciadas, Y muchos passes de sages vendrian oportunamente a verificar tales puntos de vista ‘Son en realidad los «esclavos» (ral!) quienes plantean el pr blema. Yo no digo que hayan sido desconocidos en el Nort, pero rho creo que correspondieran « la idea que solemos hacernos de a [LA IDA COTIDIANA DE 108 VIKINGOS (20-1050) ellos En primer lugar, antes dela era vikiogo, nade nos petite afir- sar que la sociedad escandinava hays conocido una clase» que no gozara de iberad. A continuacién, después de ls primetos golpes de mano que concluian a menudo con pillje tanto de hombres como de ganado 0 bienes, ex completamente verosimil que los vi= kingos hayan tenido esclavos. Necesitarén muy poco tiempo, pa rece, para descubrir que éa era una de las emercancias» més apre- cladas dela época. Digamos en seguida que e rico de esclavos se convertiré muy pronto en la actividad fundamental de exos comer cians prfectamenteenterados dels lees del «mercado europeo 0 asidtco, Por lo demés, en contacto constants como estuvieron, mucho antes del comienzo del enémeno vikingo propiamente d= cho, con el mundo europeo, no podian ignorar la existencia de esta categoria humana. Por ello su establecimiento de Hedeby (Dina- marca, antigo Haithabs) ser uno de los grandes cenros de ese rable, deade ese punto de vist, a Bizancio. Incluso parece estblecido que la ruta del Este, uno de les principales itine- ratio’ de aquellos navegantes,enlazaba precisamente Hedeby con Bizancio por el sur del Biltico, el complejo de ros ylagos rasos 2 partir del fondo del golfo de Riga, hast a ciudad imperial, atrave~ sando el mar Negro. (Que hayan levado a su pais 2 algunos de sus cautvos, que los hayanasociado ala vida desu granja, que los hayan tratado con bas- tance radeza, todo exo, en sua, est dentro del orden de las eos ‘ena época considerada(siglos y x). Que los autores de sages, en cl siglo x1, que no conocian ya esa costumbre més que de ofas 0 por sus lecturasclsieas, especialmente hagiogrfies,hayan hecho de ellos personajes convencionales de sus relatos ¢, incluso, bayan desarrollado a su costa una temitica tan eonvencional que parece completamente excesiva y dependiente de los «tise literarios a los que exoe autores son tan aficionados (cobarda desvergonzada de Jos eselavos, venlided 0 incurable necedad,véas la Saga de Snort {LASOCIEDAD VIKING, 85 ¢f Godi) todo eso se comprende bastate bien. No elvidemos nunca que una sage, por definicin, se inspira ea esquemas de escreura de la istoriografia clisica y de la hagiograffa medieval, una y otra en Isto, una y ots faniliarizadas con fa nocin de eselavo come ser in- fetioe y sin oro valor que el de mescanca. La tendencia mis re- ciente de Ia investgacin en Islandia, en torn a ls sagas, se con- centraen el hecho de que los islandeses que redectaron esos textos querian mis o menos conscientemente, a imitacién de lo que hacia, respecto de su propio pus el rey Halton Hakonarson de Norwegs, presumir de tener unas costumbres y una concepeién del mundo aristoerftcas: se comprende entonces que hayan desarollado con. predileccin el tema del escavitud.. Pero creemas tener fundamentos para decir que la nocién, asi considerada en una acepeién corriente n0 coincide con lo que po- demos saber de la psicologa de los antiguos escandinavos, Sin caer ‘en un romanticismo que no viene a cuento, los valores que adop- tuban y que ilustean toda su historia se oponian a exe desprecio de la persona humana. Una misma acttud se refleja, de alguna ma- tera, en el hecho de que si bien mataban sin problemas, no torty- aban. Por volver nuestro tema, uno se sorprende de Ie extrema faci- lidad con que wn «esclavo» —que puede se, pues, unindividvo cap- ‘turado en una expedicin, o tomado de otro pas escandinavo, segin nuestra Spica mederna~ se liberaba, fuera comprindose de nuevo, pagando una soma convenida (en est caso es un lesing, del verbo leysa liberar(se)) 0 en vreud de los servicios prestados (fridge, del verbo gefe, das, fas, que significa libre). De modo que a me sudo me pregunto si los textos de las sagas —o de las leyes— no ‘emplean la palabra bel! para designas, bien a un exteanjero, sea ‘ual seas procedenca, que nos ha integrado en la fel oe lan ‘por una otra ran6n, bien un epequefior béndl, un poco como, en cl sur de los Estados Unidos # prncipis del siglo x, se distingula 56 LA VIDA ComIbiAN DE L08 VIEINGOS (20-1080) claramente entre blancos normale, si puede decsse ash y (hor ‘vagy, plural konungar) ert escogide 0 elegide por los grandes dren, en ol inerior de algunas files (ky, de abi onagy), sin ‘que sepamos cules eran los crtesios que decidian esta preferencia, ‘Sa consagracién consistia en hacerle subir 2 una piedea seprada {como en Mora, Suecisssubsiste una en la catedral de San Pablo, en Londres), después, hacer secorter un itnerario dado, que €l «san- tifcabae mediante su presencia (es el Eirlksgata sueco) y donde se hacia reconocer como tal por los fing locales. Se dabs por supuesto que $i, por una u otra r226a, no dabs satsfccién, era destieuido de ess digni- dad se habia perdido, y que la insttucin se haba ceuropeizado> En resumen, probablement cl «rey> no desempefaba un papel tan considerable en esta sociedad. Y como he rechazado igualmente In importancia del eesclavo>, no me queda ya, decididamente, més ‘que el bind. Por diversas sezones, algunas de las cules ya hems entrevisto, lL bondi apenas pod vivir en autarqla:hébitat dispeso, cima di- ici, escasos reevtos, hacen que el sentido colectivo o comunitario «sit, por Ia fuerza dela cota, muy desarrollado en estas socieda- des, En esto permanecen files, incluso actualmente todsvi, cos- ‘umbres inmemriales. Se ponen (verbo leg, y de abi lag-) en co- ‘min (blag los bienes (8), para todo tipo de fines: he hablado del LA SoCtEDAD vINGR ‘ arco, pero no ay sector dela vida materiel en que la costubre ne pueda aplicrse, Cada uno de los contatames, o flag, se siente vinculedo por un lazo muy fuerte que puede llegar hassel deber de venganze. Tenemos ejemplos de mujeres que ensran en un fleg. Esto ofrece a veces resultados complejos: un individuo dado puede poseer un cuarto de brco, un tercio desu carga 0 casos semejantes. Es posible que esta asocacin, oligada, como hemos visto, haya sido sellada por geste sguifcenes de cerécter mis © menos el soso. Asi los varegos (veringjar) es dei, recordémosl, los vi ingos que acuaban ene este y no en el oste— deben tl vez 80 nombre 2 odrar (juramento solemoe}:el nombre, en este caso, se splicara una cofradia de comeriantes igados or juramentass2- arados, como existieron en toda la Europa de a époce. Y la deno- ninacidn convendefaperfectament alos vikngos. Existian por otra parte otros tpos de asocscones, semimercaniles,semieeigosas, como ls guilds, que son probablemente de oxigen fris6n. Exisie- ron durante la época vikings en Escandinavia, parece sr, para co- nocer una suerte excelete a continvacin, ea ls époea cians. Quizi no he inssio bastante en ste aspecto dela evestin: evidente que las condiciones en las que habia que negociar en la Edad Media no ean favorables para la seguridad del mereader, Pe- rece establecido que, en todas partes, se erearon asociaciones de co- mercantes, wnidos por fuertesjuramentos, que obligaban s pres tarse mucuamente ayuda, dsponieado de «esablecimientos» 0 ppontos de posta conerets sobreitnerarios dados. Me pareceriana- tural que ls ikingos, exyas actividades mercantile no dejo de co- Jocar en un primer plano hayan dispuesto de seadenas> de este gé- nero, que existan mucho antes del siglo vi. Pues, djando 2 un tudo cualgier romanticism, es dfllimaginarcémo el pegueto comerciante sido de Uppsalir 0 de Nidarés hubris podido de- dicarse, completamente sol, sn ayuda, por eventual ue étafuese, su comerco, por itinerarios tan peligross (veremos las dficults™ 8 [LA VIDA COTIDIAWA DE LOS VIEINGOS (00-1050) des que encontraban los 18s por parte de los pechenegos), esgos y veriados ‘Quiero decir con todo esto que el bdndi el vikingo, no pods ser un hombre solo Enel marco de su fail ode su clan, después una esala algo mis extens, de su distro, incluso desu lend (tér- sino sobre el que estamos mal informados), no dispone ms que de tuna libertad elatvs. Bs, por lo dems, un de as paredoas de estas sociedades, paradoja muy visible en la lectura de una sage, que ad- rite las fuertes personalidades que son sus héroes, pero oblighn- doles, de alguna manera, 2 plegarse a las reglas dela comunidad. No hay ninguna razén para pensar que, en este punto las sagas no vier~ ten de forma muy exacts ese aspecto de su mentalide. ‘De manera stmejante, ls mismos textos me ayudar a crticar severamente ovr idea admits, y false La sociedad vikings no era una sociedad exclusivamente «masculinist» en la que Gnicamente habrian contado los valores villes. Que ésos se hayan visto privi- legiados, es evident: estamos en los silos tx, Xy XL, Sera absurdo, 1 partir de no sé qué imagineria dela vallkyria wagneriana, hacer de Ja mujer escandinava de aguel tempo wna antecesora dela miltan- tes feminists actuaes. Pero es también abusivo borrar la silueta de Ja mujer detrs dela efigie del supermacho vikingo, En otras pala- bras, hay que decir l menos algo sobre l condicin de la mujer en sos paises que se han coavertido,actualmente, en Ja punta de laze del feminismo ms beligerante, No nos extraviemos ni del lado del ‘uperhombre nérdico ni del de la vociferedora cara a Técit; el ans- ‘cronismo, en un cto corto en otro, es suficientemente claro. La es- pposa del binds la isfreyje —pero, epitimosl, esta gran sefiort no fepresenta més que una minoria— gozaba de un estatuto comple- tamenteprivilegado,indiado ya por ls laves que leva en su cin- tara Ciertamente, no tieneel derecho de promover acciones de jus- tice estéexcluida de los asuntos piblics, si hemos de creer la Saga de Snoriel Got, mis por razones de orden isco —habia que {La S0cIEDAD VIKING ° venir ls fuerza ala ley, muy 2 menudo, para obtener satisfaccién— {gue por considereciones de inferiosidad. Hemos viewo ademés, en el Prélogo, que un mattimonio bien llevado cumentaba considerable- sientea veces su fortuna ene eso'en que ella decidiera divorciarse, sotitad que por lo dems no se encuentra con demasiada frecuencia, ‘Ba realidad, es sobre tado su sutoridad moral a que sorprende, He podido escribir que ella era el alma de una sociedad en la que su rarido no era mis que a brazo. Pues ella es la guardiana de las cri- diciones familiares —Ias suyas propiasy las de su marido— que in- clea «sus hijos, Ella defiende el honor de su clan, ella recuerda a Jos hombres de la cass su derecho de venganza en caso de ultra ‘mediante gestosaltamente simbélicos 0 intolerables palabras sareés- sieas, Eto puede culminar en sivusciones que calificarlamos de cor- nelianes avant la lettre y que son la especialidad de las grandes he- roinas de la Edda poética, Gubrin GjdkadBttir especialmente, press centre la necesdad de vengar a sus hermanos y obtener justicia para su exporo (se observari que en general esas heroinas permaneven fieles, en primer lugar, I ley de su propio clan). Podemos imagi- hat, con razén, que su ciencia de las genealogias debidamentealite- radas haya podido hacer de els I iniciadora dela poesia, asi como su freeuentacin fatima de la memoria de Jos grandes antepasados, por tanto su culto impicito a los muertos, podria dar cuenta de sv colusién con [a magia, dado el hecho de que magia y brojeria son con més frecuencia patcimonio de las mujeres que de los hombres. Podemos remontarnos lejs.en el tempo, antes de le época vi= kings’: parece establecido que la mujer escandinava, aun cuando no ‘ocupara un lugar en el ing, aunque no comara parte en los combs tes, gozabs de uns estima considerable, Las sagas de contemporé- _ne0s, por ejemplo, pmucban que jams fue considerada un objeto de placer, que se Is esperaba y que sus constjs eran siempre escuchs- dos, Pues era la sears indiscutidednnan hiss (en el interior de la ‘ata) 0, de manera ms precisa, innan stokks, pasada la viga del um- 70 ——_LAWIDA combraNA De Los viERNGOS (0-180) bal (tok) que delimitaba juridicamente el terttorio doméstco. ‘Mis ald de esta vige (tan stokks) nos encontramos en el dominio del hombre: al corresponden ls trabajos exteriors, su gestion al mencs, ls empreses de carderer politico (bing), marcal o econé- rico. Pero ina stole rena la bsfreyja. Y nadie le disputa eta precrogatva, «pesar dela presencia de las concabinas que est cul tra folerabs. Esto no acarreaba ninguna consecuenci, puesto QUE tas ao cenian ningin derecho legal, no entraban en la herencia a principio, os hijos que tenian no eran letimos. Le toca pues a Jn sefora de la casa, ayudads por un servicio doméstico que puede 2 veces ser bastante numeroso, velar por el aprovisionamiento y la preparacin de las comidas, ocuparse del mantenimiento dela case en su conjusto, easy educar(o hacer educa) los nis, que soa, en general, numerosos, tanto suyos como los de amigos o de relax ciones que, en vind de la costumbre del féstr(véase pig. 152), ha scogido en su exsn por ua tiempo, dedicarse a los euidados de la {anja qu le incumben como por definicién (le lecherfa por ejem- plo), ecuparse de los pobres y miserables que feeron sin dude una de las plgas de la Epocay, en sus momentos de descanso, que, ade cir verdad, no debian de ser ni argos ni numerosos, ter, bordar. ‘No hay que hacer un gran esfuerzo pars imaginar que sus dias esta- bban bien ocupados. Pero que era apreciada y admirads por las pe- qebascolectvidades familiares en el seno de las que actusba, es evident. Basta releer la Sega de Nj ef Quemado para constatat a cspecie de veneracién, el profundo respeto en cualquier caso, del aque gozaba Bergbéra SkarphedinsdBeis Evidentemente, yuna vex mis, BergbSra es lo que nosotros Ila- smariamos oy, 4 esala de esta sociedad, una gran sefora, como la mayor pare de as heroinas de las sagas, y debemos remitirnos de revo a las observaionesy las reservas que hemos debido hacer a propésito del bind. De la mujer del pueblo, de a wescandinava me- dian del silo x, no sabemos nada. Sin embargo, no existe ninguna La socirpao venice a ‘ax6n pra pensar ques suerte hay sido muy diferete dela de oe andes pertonsjsfemeninos de as sages En resumidas ener, Conjunto de los documentos de que disponemos concede a mojer tn har comparativaments mis importante que aw shermanay mis occidents) o meridional. Debernos decir iguainate une pulabra sobre los pobres que tan sido evocados de pasada hace un momento, Los paises escand- ravoe no eran ios, y yx hemos selado que no hay que buscar en crs pe una dels ents fundamentals de las expediciones vi ings Sela sefalado iguamente el sentido comuntario de es rociedades. Los pbres (itr) y los indigenes (mag, ralmente, el que no puede foubvenic ess necssidades) eran mume- rotos Pero la colectvidad nos desintereaba, | mucho menos de su suere, Los ebdigos de leyesy ls saga nos iluminan sobre el ‘suno, Eesti um sistema —que dur en realidad kara nuestro si- lo que conta en confiarun nai arog, ua casa deter trina, porn cierto tiempo, después deo cul pasa oma, yas rvcesvamente, No sé si fe muy orginal insiuciin del bref se aplica a la vez en toda Escandinavia (no esté atestiguada mis que ea Inland) yo exisn ya en la dpoca vikings x probable que naira. dela Iglesia, y noe nstiuionlzaa hasta el siglo x. Impicaba In vex, por hablar en términos modernos, seguro contra rods los visegos incendi, especialmente), seguridad soil y asistencia pix bis Sin desarrollo, contntémoos con seflar quel atencién al prjmo, dela que tendremos tgbién atin de ela ur fe tos veces negtvos (a emiada del otro») puede igualmente haber tendo sus anpector positives No terminaré eta vsgn eset y general sobre le composi- cid dela sociedad vkinga sin decir unas palabras sobre los nos ‘Que son, entonces como en nuestros dias, objeto de una solicitud sin blandenguera pero muy aena Las sagas, y un rasgo que a0 estan comin ena Iiteratra medieval de Oecidente, ns desciben n {LAID COMIANA DE LOS VIEINGOS (00100) x ocasiones sus juegos y sus intervenciones en Ia vida de los adul- tos, Se estatuto, sse puede decir ase efimerc: sees eadulto» alos doce aos, os extorce lo mis tardar en funcién de los lugares y las epoces,y desde ese momento es preciso asumir todas las esponst- bilidades que van unidas a esa condicin. Lo que no impide que, en ‘305 estas rudos,y acaso voluntatiamente negros, que son fas s3- ‘25, podamos ver cdmo se evora de passda a un nifo 0 una nia d- virtiéndose con los jguetes(pequefis animales de metal, por ejem- plo), como los nios de todos los tiempos. Iv LA VIDA COTIDIANA EN TIERRA El habitat Los descubrimientos arqueol6yicos, tanto en Escandinavia co- ‘mo en los terrtoris mis menos colonizados por las vikingos, nos permiten hacemos una idea muy precisa de Ia forma en que vivian fas gentes del Norte ‘Ya se trate de emplazamientos escandinavos propiamente di- chos (coma Birka o Hedeby) 0 de instlacones en la zona de ex- pansin vikinga (por ejemplo, Jarsthot, en las Shetland, o Ribble= head, en Yorkshire, o especialmente Sting en Islandia") el principio no vari: la unidad de habitaciOn es la granja (bor) de construc- ciones melkples, cuyos muros on,oblicuos 0 curvos (en general) y ‘estén constridos con bloques de turba dispuestos en hilerasdes~ plzadas alterativamente hacia a dereca y hacia a izquierda(vest- tos interesanesen Islandia). Cada una de eas construceiones cum- ple una funcionespecifica Los humanos viven en la skal 0 stofa, el édificio principal o vivienda, rectangular y de dimensiones veria- bles. A stulo de referencia, la granja de Sting tenfa una skal de doce metros de largo y cuatro de ancho, sino se toman en conside- ” 2A VIDA COTIDIANA DE LOS ViIISSOS (80-1080) racién mis que los propiosedifcos; se aeceia «ella por un pase cestecho, y estaba provista de construcciones adyacentes as que se legaba por estrechos corredores. No habla ventanas si aeaso,t- sgaluces de vejiga de cerdo tensada. Tampoco chimera: un simple agvjeto para el humo, ex I eckumbre, hac les veces. Enel eenteo de la skal, un hoyo para el fuego, longitudinal, de algunos metros, de larg, servia pars calenta, luminary cocina los alimentos en el caso en que la skal no estuviers flanqueada por una cocina (eldbis, cldail), Postes de madera delimitaban dos espacios paraelos, de Ia longitad de los muros longitudinales, que estaban eubiertos de ‘ordinario de revestimientos dispuestos# algunos centimetros de la paced pars luchar contra Is humeded -Bsosespacios estaban ocupados por sbancose, en realidad eea- fos, cuya tapadera podia levantarse: contenian la cama. De esta ma- era el banco servia de asiento durante el dia y de lecho durant la noche sla sklino estaba provista, como es el caso mencionado, de aleobas (okrebje). En el centro de cada una de ls dos hileras de bancos, un asiento mis alto (Gndeey) en el que podian senearse va- ries, destinado al dueho dela cas, y frente a el de aquel 0 aque- los de sus ivitados que querfa honrar de manera particular, Este siento alo, que sin duda tuyo en sus origenes un valor mite ju ico, mitadreligioso, era objeto de cuidados y respeto. Los largue- ros que lo enmarcaban estaban habitualmence esculpidos —quizd con la imagen de un dios, si hemos de crer los relatos del Land- inémablk—, Pado existit también la costumbre de disponer en el extreme de la skal una especie de estado (puerpalr o hipalt) re servado a la dueia de la casa y 2s mujeres [No existe, por asi deci, mobilaro: uizés uno o dos armarios de esquina (fi) donde almacenar ls viveres, pescado seco (kre) en particular. Las mesas son movibles, y estia formadas por uns plancha articolads sobre dos pies que se hunden en el suelo en el ‘momento de ls comidss, aungue este detalle no sta indispensable. LAVIDs COMDUWA Ei TERRA 8 En cuanto al suelo es de terra batida,y puede admits una especie de solado (gélf) que, de todss manera, no eubre toda I supericie ea peza. La iluminacin ests proporcionada por lémpara heckas de una bare lrg y delgeds de hierro retorcido en lo alo, que se clava en el suelo y termine en un recipient semiesérico donde arde sebo y accite de pescado, Est claro que la luz que debian dar esas lmparss no podia ser muy viva, Largas eadenas pendientes de las vigas del echo sostenian las marmitasdispuestas encima del fuego, que, por supuesto, se obeeniafrotando silex engestado en montures ad boc. Sobre los bancos se disponen las piles, menudo de gran v2- los, que son uno de los motivos de orgullo del duefio dela casa, asi como hermosos tapces, de los que se pueden admirarejemplares, bien conservados en el Museo Nacional de Reykjavik, ¢ incluso en cl museo de Cluny en Pars, y gue adornan igualmente los muros. El cscalds Ulfr Uggason deseibird con amor un tpiz de este tipo en casa de Olafr el Pavo Real en el siglo x. Sefalaremos de paso que sos tapes plantean muchos problemas, ei de su estilo, por ejem- plo, oe! del punto en que estinreslizados: se dice «punto de ojo», saugnasaumr, en islandés moderno y.. punto argelino en francés Puede ser también que los tableros de sevestimiento estén enters- mente grabados, como ese caso de Flatatunga, en Islandia, y se ha podido establecer que ese tabsjo original tenia un indudable as- pecto bizantino(). Aitadamos la valiosas armas, como las hermo- sas espadas, las hachas de hierro cop incrustaciones 0 los espléndi- dos escudos decorados que con tanta dleccién detallan los esaldas (como el noruego Bragi Boddason en la Ragnarsdripa). Exe edficio principal es, pues, dstinto de rode una seve de construcciones alas que puede estar unido por caminos empedrados ‘0 cubiertos de placas de maders, incluso por passdizas cubierts, —como en Sting, pero parece que est uso solo aparcié al final de 1a era vikinga. Ea las agranjasy més importantes puede suceder que % |LAVIDA COMIANA DE 10s viKiNGOS (01080) esas construcciones secundaria stan hasta une decena, comtpren- diendo apriscos,esablo, lechera, forje, hangar de barcor, grantro, despensa tc, sn hablar de los excusado, que estén siempre sitados a alguna distancia dela sl. Enconjuntospeticularmenterefinados, se encuentra un pabellén reservado alas mujeres (sem). Pero en genera, todas esas dependencias no esin aisladas de lash (0 de la tafe, ya quel dstincién entre las dos no siempre est cara) selv0 lecherfa, un conjunto para el ganado con reserva de foray la fax gua (0 taller) ques objeto de todas los cuidats del dueio dea casa pues ahi fabrica conserva o repara su material con sus tres instra- rmentos de base que, a decie verdad, se remontan a una ancigitedad l- jana y no han evolucionado mucho desde entonces: un mart, t- nazis y wn pequeto yunque muy aflado en una desu extremidades, La morada que acabamos de desribir esquematicamente no re- presenta més que usa parte, aunque muy mayoritaris, es certo, de Jas viviendas, El Norte conoci6 también casas cuadradas con un pa- tio interior, o ests construcciones de lrgos muros curvos con te- jado, que evocaninevitablemente un barcoinverido,sostenido por tuna hilera de poses oblieuos, como en Trelleborg (Dinamarea). El tejado esté hecho, en general, de planchas de madera recubiertas de pellas de urba con césped, Hasta en las obras de Ibsen (Peer Gynt) se encuentran esas techumbres muy bajs alas que en ocasiones se suben los carnerosa pasta En resumen, hay que decir que en ese campo como en muchos otros, los vikingos no hicieron més que perpewar costumbresytra- diciones muy anteriores a ellos. Haremos un lugar aparte 2 los bax ios o, mis exactamente,2 los baios de vapor, que gozaton de un fa ‘or maifiesto. La Edad Media no fue en absoluto una época sucia 1 sin higiene ef norte noes excepcién en este punto, Los baflos de ‘vapor podian tomarse en un edifcio especial o bedstofe (palabra que se vuelve a encontrar en su forma contracta en el seco modern, ‘asta; recordemos que sexs es un término figs), pero n0 era ne- LA VIDA COTIDIANA EN TERE 7 cesatio que asi fuse: bastabe con clentar, en el foro del fuego dels stofe, algunas piedras sobre las que se derramaba agua para obtenet tl efecto buscado. Esta préctcsy la pieza donde ten lugar cono- cieron ciertamente una predilecién nowora, puesto que en isandés rodetno la palabra basofeterminaré por significar «san» No estando la poblicin casi nunca agrupada, sino en algunos centros de tipo administrativo 7 sobre todo comercial, es el bor lo aque constcuye lx unided de base dele implantacin humana en el Norte, La aldesy, con mayor motivo, la ciudad, son desconocidas, salvo, quzds, en Jo que conciere ala primers, en Dinamarce, pues su contacto natural con el continente inctaba més 2 alinearse con los ‘sos extrenjeros, Por ello también el br constituye una unidad ju- ridice: es el lugat donde, legalments, reside un bind con toda It gente de su cas, el jbl, pes. Tien igualmente un valor religioso. Yahe seislado, a propéito dela duc de a casa el valor mtd ju ridic, mitad eeligiro, de a vige del umbra, stor, 0 mis exacta- mente réskjldr. Soy de los que piensan —tendeé ocasion de repe- tirlo aqui que el Norte no conocié un verdadero templo, a peset de as dudosesfabulaciones que nos proponen las sages escrta en el siglo xis (conio la Sage dé Snorsi el God) 0 los testimonies como quel, tan frecuentementeinvocado, de Adin de Bremen a propéxito del gran templo de Uppsala, en Suecia: Adin no vio aquello del que habla se supone que sfize las decleraciones de un testigo ocular. Por mi pare, creo que el bar era sagrado juridicay religioss- mente (suponiendo que hays que realizar una distincién entre los dos adverbios en esta culrors donde el derecho estaba basado en la religia, o bien, por decir lo mismo de manera diferente, donde la religinjunifiabs el derecho). Esto es perceptible en diversas cir- cunstanias: por ejemplo, en Ia existencia del si o prado cerrado inviolable. Se extendia ante a entrada de ask, yal se exbaba al animal, caballo, buey o sobre todo cerdo que se secrifcaria en las fiesta dl slsticio de inviecno (len la época cristina, lin serd w |LA VIDA COMDIANA DE LOS VIKINGOS (80.105) ‘onsagrado 2 un santo, Se percibe también, ene eareter intocable del gard, cercado —en general, un murete de piedrss 0 de blo- ues de turba— que rodeaba la totalidad de los eificios del bar. Desplazar el gerdr era propiamente un sacilegi, como lo prueba la Soge de Ghimr ef Assi, que se desatralla «partic de tal acto de violacin®. Ademis, ya he sefslado que el hisbéndi, el amo dels ‘casa, cra sin dada elsacerdore-sacrificador encargado de ejeeuta os grandes ros. A este efecto, legado ef momento el beer —laskélien partcular— era promovido temporalmente al rango de «tempo» y el casieato elevado> del dueto de la casa se converta nel luger donde se ejecutaba el ritual. Se ha excavado el supuesto emplazs riento del stemplo» de Uppsala, pare constatar que alléno habis ris que los agujeros de los poste que delimitarfan un espacio de- ‘asiado exiguo para un verdadero tempo, pero que convendefan al siento elevado del eventual duefo de los lugares El escaldsislan- és Sigvatr PBrGarson dice en el siglo x, cémo lees negads la hos- pitalidad ea una granjasueceprecsamente porque etaban sacrfi- cando en ese momento alos alles! se es pues, rosso modo, el bar ordinaso, Sera falso decir que tiende a bastarse asi mismo. Los rgores del clima y el nme li- rmitado de habitantes implican pars los trabajos fuertes —siega del hheno, reclecci6a en particular— una movlizacion de todos los brazos disponibles en un sector de cierta amplitud, No obstante el ‘binds wat, en la medida de lo posible, de asumir con su casa el imo de eabsjos indispensable. El vestido Aunque parezce bastante fuerte a buen nimero de sus contem- pporineos de otros pases, el vikingo no responde a la imagen t6pica {que nos hemos hecho de 61, Es importante que el lectar relegue de- AMIDA COMDIANA BeTIENA 7 finiivamente al almacén de os accesotios ims les imagenes sa- cadas de ls peliclas americans o de los ubeos. El vikingo, en su cas, leva un pantalin gu es, bien lrgo y con cierto vuelo como el nuesiro acca, bien cefido come un pantalén de esqu,o bien ahuecado como los ealaones de zusvo de no hace rucho (depende de ls zonas), por encima de unos calzoncillos lar- 105, de lana Secubre el torso con una casa amplis que llega hasta ‘medio muslo y que se entalla con un cinturén de cuero, 2 veces realzado con places de bronce decoradas, Puede llevar igualmente una especie de eamisa de cuello cuadrado y mangas largas. En la cabeza, un gorro de fcleroo de lana, o un sombrero de feleo que pod ser de diversostpos. En los pes, zapatos hechos de une nies pieza de euero ingeniosamente doblad, reforzada a veces con una suelay atada alrededor del tobillo con un cordén enrollado, En las ‘manos, gruesas manoplas de lana o feltzo. Ya he dicho que en oca- siones el pantalén es amplio y plegado, un poco como nuestros pan- talones de golf o como el tae folelério eretense. Por encima dela camisa, una especie de capa de tefido de una sola pieza sin mangas, fijads por encima del hombro derecho (0 justo dlante de és) me- diante uno de esos broches ovaes que los arqueblogos han encon- trado en grandes cantidades, Bsa capa deja libre el brazo derecho, «que debe poder coger ficilmente la espada colgada en el lado iz- quienlo dela cintura; de este modo, el faldén libre puede engan- charse ene! broche cuando el que lo lleva quiere montar a caballo En general, conserva roa la barbaypero esto no es obligatorio. No desdfia renzars la barba,y le gusta cuidar con esmero su large ct- bellera. En resumides cuentas, se ha observado que su vestimenta, cn sus elementos principales, recuerda mucho ala del same (apn) de nuestros dis. Se mujer se viste de manera bastante prictia. Por supuest, la ” rope interior, en su acepcién moderna, es desconocid sddemos que ‘sna invenci6n moderna, El ves principal es un vstido lego, “9 {LA VIDA COTIDIANA DE Los ViEINGOS 200-1080) de mangas de divers longiod, de lana plisade, que puede sbisse sobre cads uno de los senos —al estar le mujer casi siempre encince durante su periodo de fecundidsd— para permit fs lactanca de rio de pecho Ese gesto es posible gracias a dos broches ovales 0 redondos,idéaticos, muy amenudo hermosos yantsticas,eventual- mente de metal precoso y trabsjado, Por encima de ese vestido, lleva una especie de delantal hecho de una pieza de valioso tejido, rectangular y bordado, o bien de una pisza, o bien de dos feldones simétricos, o también susceprible de dar toda a veltaal cuerpo. A cite delantal estén enganchados, Is altura del seno izquierdo, los accesorios indispensable de costura. Los brazos estén adornados con pulseras, muy a menudo joyas de gran calidad. Los cabellos, trenzadoso en «cola de caballo, o recog en mofo, estén prote- tidos de ordinario con una pieza de tela, una especie de falar anu- dado en le nuca: Esta es la mace distntva de la mujer casad, Bxste también un gran chal sostenido en la parte alta del pecho por un broche o fibula, moda que podria ser de origenbizantino —como rmochos otros rasgos de una cultura que estsvo constantemente en ‘elacién con la ciudad imperial por el itinerario llamado eruta del Estes”— y que puede ser amplio, rerminado, en este caso, en punta cna espa, o ajustado Ya se trate de a mujer o del hombre, nose puede dejar de aprecae el valor funcional del vestdot y también su adaptabilidad «para hacer de todos. Ya pesque, are, tabaje en le foria, etc» no impide la libertad de movimientos, Insti es sadir aque, en el invierno, ls vstdos de lana gruese especialmente de ese pao partcularmente consstente Imado vedmdl, las pieles son ‘de uso cortiente, Si hemos de creer lo que dicen las sagas de con- temporincos, el vikingo habria estado muy preocupado por su as- pecto. Las deseripciones completas son poco frecuentes en 0s tex- tos, pero cuando se encuentran, se dedica siempre una atencin ‘inuciosa al aspect, y los personajes elegantes, incluso dandis, no son desconocidos. [LA VIDA COTIDIANA EN TIERRA aL Ni que decir tiene que todas esas vestimentas que aesban de descrbiese son de fabriacign casera. He dejado voluntarizmente en silencio, al dscrbir la ski, el emueble» mis importante: el célebre bastdor vertical de teje. Era de una uilided capital, no solamente para el vestio, sino también porque el eadmal que se febricsbs partir de la lana de corderos de largo vellén servia corrientemente de moneda de cambio. Buen mimero de veredictos se ponien en va~ ras de oadmdl ~er en esta «moneda» en la que habia que abonar ls malta estblecdas- y vemos mis de una ver 2 algén hombre em- bareindose para ir eal extranjero» (podemos entender también: en expedicin vikinga) provisto de todo un lote de fardos de vadmal con los que comereaeé 0 que lesevirin para abonar sus gastos de viaje, Por otra pate el telar se nos describe, en un contexto pati- cularmente macabro, es cierto, por el expléndido poema Darra ‘arfdd, quest a conservado en la Saga de Njall el Quemade?. En efecto cra vertical, ys alzsba en oblicuo contr le pared. Los hilos de la urdimbre se censaban mediante pesos que eran simples pied horadadas, delizéndose el hilo dels trama por medio de una slan- zadera> primitiva acionada 2 mano y apretado por un batin igual- mente muy simple. En la medida en que tenemos conocimiento de «llo, todo el rundo, hombres y mujeres indstinamente,trabajsba tejendo de eta manera, al vez scompatindose de cantos expec 0, de los que justamente el Darradelid seria una muestra. Por supuesto, el hilo de lana se obtenia por el hilado en la reeca, enros- céadose mano el hilo del ovillo con ayuda de una pes, en realidad ‘una expecie de cilindroaflado en los dos extremos y hecho de ma- dera, de terra cocida o de pisdrs,y al que se imprimia un répido ‘movimiento de rotacién, El lino se hilaba de Ia misma forms. El vvadmal o paio buriel, caliente, impermeable y de una resistencia poco comin, ha stravesado ls silos. La actual lpaislandesa, una especie de chaquetéa con cepucha, se confecciona con ext tide, Precisemos también que, si bien los tntes naturales, beige, marrén B LA VIDA Combuana DE Los vixmiGos (0-180) 1 negro sobre todo, eran los dominantes, el Norte no iguoraba la cxistenca de incuras obtenidas, all como en oxras parts, a partir de conchas machacades o plantas diversas. Ya he sefalado que el vikngo debis de ser sensible a su pa- rienea externa, Es incluso gracioso consatar que las sag3s, que n0 les», es deci las que delisitan un dominio, los campos, etc. Heros dicho que desplazarlas se consideraba un erimen, como se observa cen la Sage de Gls el asesino, ‘Es un momento agradable, Los terrore y los rigores de invies~ no estén definitivamente —jee piensa! olvidados. Los corderos son objeto de todos los cuidados. Se les libera de su Jana de in- vierno, todo el mundo se pone al esquileo, que se practica con ciza~ Iles, Heios visto todo el partido que se sacaré dela lana. Después, més o menos a mediados de junio, seré la trashumancia, egin un ‘proceso que se ha conservado muy bien en Noruega. Toda granja ‘que se precie pose, en la montafs, una dependencia que puede ser ‘muy importante. Es el sel, antepasado del moderno seter noraego {por supuesto lo que estamos diciendo no vale para las regione la- nas de Dinamares y Suecis). Unz buena parte de los integrantes de la casa sube all yall pasaré un minimo de dos meses, llevindose consigo fos corderos y también algunos bovinos. Es en el x! donde se fabricarin los productos Heteos de larga conservaciGn, En las re siones donde esa préctica no es posible, la caza de halon llega a 30 apogee. Esta ave prosperaba ene] Norte que poseia especies parti- cularmene aprecadas. Uno de los documentos més antiguos que poscemos, en francés, y en el que intervene la palabra «Islandia, refiere precisamente un acuerdo para una entrega de haleones. % LLAYIDA COTIDIRNA DE LOS viKIRNGOS (900050) Precisemos también que esos pafees que viven en estrecha sim- biosis con el mar precicaban una pesca intense, que no parece he- ber sido munca de altura. Los mares en cuestin (Béltio, mar del Norte) renfan peces en abundancia en quella époce (lo mismo, por ‘otra parte, que los 0s y las logos): bacalao sobre todo, abadejo y srenque. Se los pescaba con anzuclo y tembién con red. Una buena parte se consumia sin espera, poniendo el resto a secar en esos cu ‘ios0s edifcios en forma de Vinvertids que todavia seven enTslan- dio bien apilado en armarios, o en cuartos, por supuesto, una vez secado. Mdsinteresamte, y més apreciada también, era la caza de la ballena y de los grandes cetdceos. A decir verdad, se tienen muy po- «os ejemplos de cazaorganizada, En cambio, sucedia con freevensia ‘que ls ballenas viniesen« embarrancar en I oil verdadera ganga pare las gents del luge, de modo que las eyes deberén ocuparse en ello. Un capitulo especial de la mayor parte de los cédigos est reservado al rek: todo lo que viene a encallaren la orilla. En prin- cipio, era el propietario de esa porcién de orila quien tenis el usufructo del rei, pero los conflicts eran muy numerosos; espe cialmente el espedazamiento era muy a menudo un casas bell Di- {amos tambiéa, para no tener que volver sobre el tema, que pudie- ron existr verdaderasestciones de pesca: una de inviern, una de primavera, sin duds hacia abril-mayo, y, oeasionalmente, une de orofo. Sin embargo, estos datos parecen valer sobre todo para Is- landia, Lo que esti establecido esque est actividad debia tener moy 4 menudo aires de pesca milgrosa (a nuestros ojos), como sucede todavia, en muestos dis, en ciertosfiordos de Noruega Hiacia mediados de junio comienzs el mes elocuentemente de- nominado silmdnad, mes del sl. Esti fuera de doda que los escan- dinavosdedicaron un cult al astzo del dia desde los tiempos mis le janos. Es también completamente verosimil que siendo sl femenino en antiguo norménico, sla sol asumiera en el Norte la figurs de ls Diosa Madre o Gran Diosa de todas nuesras religiones preindoeu- 1A VIDA COTIIANA BA TIERRA a ropect, Pero volveremos ello. Quien haya vvido algunos aio en esas latitudes comprenderéféclmente la forma de adoracin espon- nea que all se dedica 2 un ast que no es nunca duro, ervel 0 implacable, sino, al contavo, dulce y siempre benéfico. También e pagenismo conocié certamente una gran festa en el solstici de ve- ‘ano, fiesta de le gue estamos, desgrciadements, mal informados ‘De todas formas, hay ahora mucho menos trabajo en la grana Bsa es la razén por la que dos tipos de acontecimiento muy impor- ‘ents tienen lugar hacia mediados de junio. El primero es de orden piblico y politico: es la reunién del ‘ing, asamblea de todos los hombres libres, para tomar en comin las decisiones de orden legislativ,jurico y comercial que intere- sea toda ia colectividad. Como ahi se encuentra uno de os tre pi- ares (con el béndi, ue ahora conocemos bien, y la ett o familia) de le sociedad viking, volveremos sobre elo, a euento de otros ‘asuntos, en el capftolo VII, en el que trataremos de la vida intelec- ‘wal. Sealemos solamente que es generalmenteente el 15 y et 30de uesto mes de unio cuando se celebrael ping. Puede incuso durar sis, seg el tenor de la actalidad, como sucede con el alping de los islandeses(insttucién gue, sin embargo, no parece haber tenido equivalents en otras partes de Escandinavia, pues Islandia formaba un blogue deinitado por ls costs de la is). Ya hemos dicho que {os pases escandinavos continentales no tenan de ninguna forma et sentimiento desu signifiacin eritoriak ecordemos que las ideas de naci6n, Estado e incluso reno al estilo occidental no tienen nin- sin sentido en laépoct en que nos situamos aqui. Insistiré sobre un punto solamente: el fo, las dstancias (con siderables en todos esos paises de superficiesinmensas y poblacio- nes sumamente reducidas,dspersasademés, o bien constituidos por tn miimero impresionante de islas), hacen que esas poblacionessu- fran de un sislamientoevidente que no siempre cols la lia vida familiar agut evocada en varias ocasiones, de modo que una sed 8 {LA VIDA COTIDIANA DE LOS VINO (20-1050) comprensible de noticis, de novedades, marca a toda Bscandinave. ‘Ahora bies, mediados de junio es la fecha en que legan los bareoe procedents del extranjero,en la que wuelven ls grandes visjeros. ¥ se hace babar a los que Hegen. El ping, que estudiaremos mis ade- Tante en cuanto érgano jurdico y religios, marca uno de los tem- pos fuertes de la vida de la comunidad ese! momento y el lugar en aque cada uno sle de alguna manera desu cel. El oto acontecimiento nos toca mis de cerca Junio ese! mo~ mento en que el vikingo se embarca, se para los grandes viajes que lellevarén alos confines del mundo conocido de su época y quizés mis al, sea, mis generalmente, para uno de esos peripls en ls que slternarén los «negocios, transacciones, ventas y compras J, lle- ado el cso, las refriegaso ls golpes de mano fructferos. En prin- cipio, pire para aproximadamente tres meses, volverd para asegurar Ia estan de invierno, Sucede a veces que pas el invierno lejos de casa, pero noes a normal parece. Habré también esos perfo- dos de tanteos y de pruebas que preceden ala época de as clon zaciones (sta tims entree] 900 el 980 aproximadamente, recor- démosl), pero hay que isitr en elo: en general el vikingo se va para regresar, Tene los tres meses de primavera para acer fortuna Por supuesto, una expedicién vikinga es algo que se prepara. Aqui particularmente estamos mal informados y jes una pena para los afi- cionados las novela hstéricss! odemos imaginar ls cosas asi en alg sitio, un jefe, un «rey del mato, ha decido lanzat una expediein. Esto implica bareos, ‘mereancias, tipulacin. En ningin caso semejante aventura puede serimprovisada, y menos ain cvendo sees escandinavo, es deci, un hhombre de orden y organizacién, Por lo tanto, no hay necesidad de hacer un gran esfuerzo de imaginacién para comprender que el ssunto ha sido dado a conocer mucho tiempo antes, primero y ante todo en el plano material: aquién contrbuieé financiramente a la cxpedieién, quién proporcionaré un barco (o una parte de barco en LA DA CoTDIANA En THERE, ® caso de fag) quién aporaré las piles, el imba, el veda, los v- veres2,zquién estédispuesto a dar res, cuatro, cneo hombres (un banco de remeros, ua timonel, un oficial), dénde encontrar ls bue- nas armas, quién podré hacer de intérpcete? (la palabra se dize colt en antiguo norménico y es interesante constatar que és es un prés- tamo de los viejoseslaves), ¢d6nde hay un hombre que conozca de smemora los itnerariosy as posta, y os lugares en que es posible ‘conseguir informacién vera. sobre los golpes de mano que se pue- den intentar con fruto? ¥ muchas mis cosas... Noes sino cuando se tiene una respuesta concreta pars estas preguntas cuando se puede pensar en ponerse en camino. Pero reflerionemos sobre la incretble suma de cleulos, previ- sionesy, en defiitiva, en la dimensién del golpe de suerte que se in- teat. Siempre he pensado que lo mis ariesgado de una expedicién vikings no era su ejcucién sino su preparacin Pues, en defnitiva, Yuna ver mis, eso supone gastos pigantescos, nada permite prever at éxito de la empress, comenzando por los peligeos de la navegsr cin, sobre los que jams se pondré bastante el acento: el kndrr no es nunea mis que una bares no cubierta que soporta golpes de mar 4 porfia, los naufragios son frecuentes, y sobre todo existe una dis- paridadflagrate entre el objetivo perseguido y los medios emples~ das, Sin duda es abi donde se sia el verdadero «milagro» vikingo. Pero, al fn, los problemas se han reselto, se ha reunido ala si- polacin (una treintena de hombres jovenes como minimo, por re ala general), se ha embarcado el material asf como los viveres; se puede parti. En algunas semanss, se habréllegado al destino, si es {que existe un destino preciso, lo que parece haber sido, en efecto, lo habitual. Pues no creo que l aventur o el szar hayan dictdo esas Jocuras. Seba hacia un punto de destino preciso, habia un trayecto deinid,e incluso, sin hablar de verdaders especializacones como lasde los varegos suecos que patian para Bizancio, los vikingos da- neses que pontan Ia vst en el Denelaw que leva su nombre, o los %0 {Ls IDA CORDIANA DE 1.05 VEINGOE (01050) soruegos que solian ir al sur de Irland, es eas seguro que cada uno de estos navegantes conoeia por adelantada sv tinerarioy sus esca- Jas. Me sorprende que el descubriniento de Groenlandia y de Vin- land hayan podido ser debidos —los teaos lo dicen expresamente con una gran unanimidad— al hecho de que los marinos hubieran visto alterado su rumbo por el viento o le tempestad. Pues las ne- rraciones que dos marinas, uno de los cuales era con segorided un svkingoslamado Outars cen de sus periplos por el Blticoy el smar del Norte al rey Alfredo de Wessex, y que éteafade a su tx ducién de la Historia wnversl de Orosio, conveacen del hecho de «que esos hombres seguanitineraros bien defnidos" Pero estamos en el aio del vikingo. Henos agui a mediados de julio. Es un momento capital es beyanmir, el mes en que se siega el hheno,feena fundamental puesto que es necesario asegurar la super ‘vena del ganado durant los largos meses de invierno en que pet- moaneceré encerrado, ya que no es posible dejerlo fuera para cue basque por sf mismo su alimento. Durante csi dos meses, todos los integrantes de la case sega, rasrillarin, harén los aliares y me- ‘erin el heno en el granero después de secado, Se requieren todos los brazos disponibles, comprendidos los de los huéspedes que es- tn de paso, aungue sean mujeres. Puede releerse, porque es intem- poral, el episodio de Porgunna de as Hibridas en la Sage de Swarr el Gobi, Ese trabajo supera en cantdad y, por supuesto, en calidad, ala cosechapropiamente dicha que, en principio y para Snore Stu Ison elesalda, jusificari el nombre de Roraskurdarménadr(lie- rlmente, el mes en que se corte el grano) que leva el mes siguiente, desde mit de agosto a mitad de septiembre, por tanto. En realidad, la denominacién, sin duda més antigua, de ol manadr (mes doble), «qu se aplica por consiguiente al pciodo que va de mtd de jalio a rmitad de septiembre, indica bastante bien la confusin de las dos ta- seas fundamentals, a siega del heno y la recoleeci6n, Metiados de septiembre: heastménadr,literalmente, mes de LA Vip commun £1 TERED a ‘ovofo. Bs vambign el final del miseri de verano, Hay mucho que ha- cer, Ante todo, reunir a ganado, especialmente le corderos,que se hen dispersado veces hasta distncae considerables(eneomtramos un eco de ello a a vez patio y pitoresco, en I large nove ‘Avent de Gunnar Gunnarsson, que dae de 1937). Han sido marca- dos anes de que se los dejecspersare,yhabré que euilos ene prsco pblico o rét y separarlos all, operacién que no siempre teanscure de manera pacific, ni mucho menos, antes de recogeros, Después se procederé a a matanza, ques eects en funcién dels necsidades de a cas, ys dardn Js times toques alas reservas de heno, mientras que, para los humanos, se aaicéa ls provisiones de carne sla alas de pescado seco. En las ltieudes alas, se caven en suelo agujeros ecubiertos de woncos y se entera en ellos fs came junto con nieve ques ies pronto, primera vesin conocida de nuestros modernos productos congelades. En realidad, el «mes ‘de otofox es una especie de balance implicto del af. Es también, nos res paises contnentals la época del caza una de as gaa des ditractionesconocidas de aquellos hombres, za con aco 0 ‘on veaublo, para a que el Norte dsponia de pertos especialmente adiestrados.Ayudaban acazar elle, el reno, cévidos de tas cl- ses, yrambin el oso, sn hablar de a za menoe. Islandia no cono- 6 nunca esa préctica. Pero en todas partes la aves eran igualmente uy estimadas Se las cazabs en general con red. Hacia medias de octubre comienza el miser de inviero, el largo periodo de noche y deff que sigue siendo,rodsviahoy, a pe- sar de todos nuestros progress tecnicos, tan dificil de soporear. Por el momento, estamos en el gormdadr, que es ciertamente el més g0z080 del ao, poraue es por excolencia el mes de ls convvencia Fay carne en abundancia se ha fabrcado buena cerveza; las vet net en que he stuado les boda de Helga y Bjdrn, se aproximan: es el momento de recibir Las invitacioues se han enviado en el = mento oportuno a fests duraré varios dias, sin que sea aecesario “2 LA Vipa combusts DE-L0s viniNGOs 0-120) que un aconecmieno importa —como un matrimonio oun fe tin de funeral josifiqu ess fesividades. Los invtades, que han sido eseogidos con euidado —sobre todo, din las mals lenguas, enfuncién de su prevsiblecapacidad de devolver I invitacén— 20 han veido con las manos vac. Habré gue presar gran atencin a lugar que se les asigns, pues el esunto de ls precedencia da pie 2 muchas suscepibldades, yen el momento de su partds, se les agradecer vivamente el haber acuido, con buenas palabras, po si~ puesto, ero también con egos bien escogidos e incluso acompa- indoles parte del camino, todo en func de suimporcancia. ‘Después se vuelven a poner en condiciones toda las consiruc~ ciooes del bar para que puedan alronta os rigors de inviern. tiento puede spla teriblemente en Dinamarca y en Islandia, ls Tviay después la nieve hacen estagos en el noste de Noruega y Suecia, Habra que velar también por ls provisiones de combustible, turba o madera para el inviero, que instauraré una expecie de pequcfin muerte, al menos en las actividades exteriors. Sin duda, Sera posible patina ydesliarse, se sacar los trneos de fargo pa- tines, pro el fof es cudo y las tormentas de nieve son a menudo rortferss. ‘sa es larazbn por la que lor meses que vienen requieren me- nos explicaciones qu los que aabamos de considerar. Llevan nom bres muy aniguos,cuyo sent no capamos freminadr 0 in partir de la mid de noviembre, briomdnabr 0 mirsugro también jlminadr (seconocemas en este skimo nombre jb modern jx nuestra Nevidad), que comenzsria en la mitad de diciembre, des- prués, aia 15 de enero, fori, yun mes despues, gi. Bory g6i temitenprobablemente a divinidades arcaicas de laferila-feeun- Aided o dela vegeacién, teniend ls aplicaciones als dos meses nis duros del afo un valor evidentemente propcitorio. Queda cinminady, hacia mediados de marzo, que ciera el miseri de in- vizrno de esta manera el ao tl como lo hemos seguido, Esta di LAVIDA COMDIANA EN TIERRA % visi delos meses comespondecn ead es dens con Deenoidedesfate que deers sgve, Un psi dl indie obit de Ari Pongson el Sbio prc que ese dese (ue com- esslo, en lo que severe a Lana al menos, por la reac de Sn utenti (umento del verano) qe debemos entender amo la insucgn de une is sobrates dean x abi el eso. aos mete: de inverno pueden manifesta una vida leat, a mens eno que conierne sas atviades nel exer (y a0 In pst, por tjempl,prosigus en slag header epciaimen ta petra un agujeo enol hilo conn nsromene sproniado 1 coger un sell con ue anal, costume qe sg gent en Zetwaldad), pero sin embargo no sa improducivos ai sburids, En prime ga estén todos los tabjos que bay que realzar ea cast yperales que hasta entonce habia fad emp Tabor de lad eid de corte y contra de tpiceray bored, qu x= gen paenia plcacién.Entonces como todavia en mrs die, fs esenizaas es gosaba bora, Lo hasan con ayada de po Quetos cuales de madera perfrads con evo sq pot dlnde prsabas ls hilos. tin deste ls indispensable pure tions de as heramienas: los carpntros se dediean ello. Bs tam- bien enonces vendo se preparan as pizss qu entrar na on- feecién del Barco —e lo que volerenos a habla, cares, tenes et Y despots por noc, saves que oy como te puede alvin, elmer, ea ep Fst dard Iugara los bello argueros de asemo eleva, o alos mascrones depos del angship, 0 adecoracions de todo tipo, como la que se ‘ea en les dives objetosencontados en el baco-tumba de Ose- berg (Noregs, siglo m2) En a fags, os smi s extegan igualment as oficio. Enel momento adecadodiremos de qu maria eran capace. Inde pendcmemente del clad are de ss reizaciones, fabian igualmeneceraduresy aves de uningeio y una compliain ” AIDA COMDIANA DE Los vikinicos (2001080) sorprendentes. Se ha demostrado no abstanie que trabajzban sobre modelos romanes, pero ello no impide qu se necesitara un saber consumado para acer aquell carters de elas, en la que cada hi- Jere de cxsillascorresponde a uno de os principales tipos de moneda que tenian curso en Occidente en ess épocs, 0, todavia mejot, una cextraordinaria balanza de pesar plata picsda —de la que se han en- contrado varios ejemplaes similares— que podia plegase por en- tero pare ser transportadz en sus dos platos semiesfricos, que en , en verdad «pan curruscantes (seco hne- ebro, norugo flair, con toda sus vavantes) de cebada mola cn le muela acionada a mano, o titurada con el mazo. Existeron rmolinos (ina) de agua, ero su nombre es ya sufciente para mos- tear que son de origen latino (moling). Sobre ese pan, se extends mantequilla, sempre salada para asegurar su conservacin slmace- nada en cubos o caja cémodas de transportar en caso de navege- ibn, El plato consistente era el pescado, més frecuentemente seco (skreid) que fresco, en principio cocido con agua, a veces asado, y consumido con algesigualmente secadas o con certs legumbres como gusantes o habas. La carne era més rra. La norma, sin duda, ra majarla después de cocerla, como se ve todavia en Europe cen tral, pero los arquedlogos han encontrado un aimero importante de ‘utenslios para asarl, algunos de los cuales son muy originales y précticos, como esa larga varia de hierco terminada en una espral el mismo meta. Habieplatos, 0, més exactamente, escudilas de smaders teniendo cada uno, hombre y mujer, so propio cuehilley su cuchara de madera o de cuerno, Por supuesto, no exits el tenedos, como tampoco en otros lugares Namerosos pltos hondos de madera atestiguan que no eran esconocidos algunos pasteles Se los endulzaba con miel de abejas, {que recogian ahumando las colmenas, ARadamos que eran babitua- les todo tipo de sopas o decocciones diversas: calderos, marmitas, hervidores que se han encontrado ea todas partes a veees acompa- jiados de cucharones de mango largo para remover el quid y ser- vin son prucba de ello. Los products lcteos eran numerosos J va- riados, siendo los principals el skyr, una especie de leche cusjada a la que los vikingos eran muy aficionados (no confundi con el skfr sctual de Islandia, nombre que se aplica a un queto blanco suma~ LA VIDA COTTDIANA EN THERA 9 mente cremoso),y el sre, suero que se utilizaba como bebida co- sriente. El queso, ost, de cabra sn duda,figuaba igualmente en el ‘ment, como en todss partes, se prenssba pars dare forma, Se en- cuentrs en algunos textes, puesto que hablo de mens a serie sli, skreid ok ost, care, pescado seco y queso, que puede der na ides de las disponibilidaes. Le fruta no stabs ausente pero, como se pusde iemagiat fécil- ‘mente, no tenia ni fa riqueza ni la variedad que conocian los paises del sur. Nuestros extossélo mencionan las manzanas (ise trata de Dinamarca y el sur de Sueci; hay que desconfiar dela palabra epi, que se encuentra a menudo en contextos en que se aplica a cualquier {rata poro se han encontrado manzanasauténticas en algunas tom bas), avellanas y nucces, que parecen, por otra parte, haber gozado de un prestigio particular en algunos mitosreligiosos,y sobre todo bayas, todo tipo de bayas (singular ber), de las que, adem, se po- dia hacer una especie de «vino», berjevin. Es evident sin embargo «que una buen ama de ease no disponia de un paler iliitada para entiquecer sus meni. En este aspect, es divetdo el exfuerzo que hari un di los traductores-adaptadores de textos corteses france 43650 alemanes, para presentar los productos sexéticos» menciona~ dos aqui o all Digamos sin rodeos, y para simplifcar, que la gas- tronomia de eos pases no era seguramente muy recomendabl. En realidad, nuestas Fuentes insisten de manera significative mucho més en la bebida, en el hecho de beber, que en las vitalls propiamente dicha,teniendo con frecuencia elrérmino drykkj 0 deka (el 2ct0 de bebe, la bebids) el sentido de banquete. Se tra- taba, mis que de la satsfaccién de una necesidad elemental, de un gesto de convivenciacuya importancia es perfeetamente comprensi= ble en una sociedad de tipo més bin celular como hemos dicho, y donde la hospitaided era de rigor: Por consguieate, nose «celebra» unas bodas o unos funerals, sno que se los ebebe>(drekke ji, brilaup, er “100 _LA VIDA COTIDIANA DE LOS VIEINGOS (20-1050) Dicho esto, gqué bebian spare de agua y leche? Ante 1odooxt~ vera, pero el tering dl eubrerealdades diverse unque, en todos Tos casos, oe haya tratado de malts, cebado,y més raramente lipulo, fermentados y, eventualmente, especiados. Los textos no siempre cetablecen claramente Is diferencia, pero al menos tres términos se Splican a eta bebida 6 bjérr'y mang, ls tes conservadas en to- eles. La fabricacion de este brebaje era sparentemente un asunto delicadoe importante, y se confiaba a los cuidados de las expeca~ Iistas unos més reputados que otros. Parece que mungit, a pesar de ‘nombre (olosina), se aplicé més bien aI cerveza lige, sendo Uber mocho ms ferce (10s Aletisml subreyan ques lama de eta manera 2 la cerveza entte lox Aes) representando dl a cervera faere, aunque, como hemos dicho, la palabra pueds convenie dos ls casos. El vino ers impartado por definicién, y no conacié sie forone que la Hera, EL mito que afi que Obinn 20 se aTimentaba mis que de vino es sin duda simblic, de aeverdo con la ctimologia del nombre del dios (Sb, embriaguez furor extético). ero la bebida por excelencia, como buena civilizacién indoeuropea, ceradl bidromil, mdr,» bate de miel, como su nombre indica. A decir verdad, debieron de exist variedades de ecerveza» ea las que tenvraba mil asf como toda clase de especias, todo hace pensar que, muchas veces, cuando se a0s habla de 6! debemos entender mj. En cualquier caso, es bebidas eran probablementefueres, y Jos vikingos no parecen haber soportado bien la ingestin de be das sleohélica. La embriaguez era, por deciso as, la conus obligada de todo banquete, y textos como la Suge de Epil, hijo de Grime el Calvo no nos ahorran detalles repugnantes 0 ‘raculentos sobre ales fgapes. Se bebiaencuernos, naturales ode mets incluso dde madera, a menudo muy artisticamente decorados, pintados, gr4- bados, realzados con placas de metal y dispuestos sobre ingeniosos soporte, Le ersalera sin pie, se importaba del extranjero, sobre todo de Renania. O bien, como prueba el tapiz de la reina Mati, {A VIDA COMIDIANA EN TIERRA 101 se uilzaban cops sn pe, especie de cubilees may acampanados En todos los estos ae tratabs de reipientes que ere préticamente Jmposible poner en a mess; haba que vacaeos tan pronto estaban leno, y de shila ripidsembriaguersnteriormente seeds Existian stos de meta que pademas reconstruir «partie de lo , dicemos slgunas palabras el combate naval, aunque los indudables ejemplos que de él posee- ‘mos no sean nutnerosos yvalgan especialmente para enfrentamin- tos entre escandinavos, Nuestras fuentes sobre este punto son ex- clusivament literariasy, o bien proceden dela reconstrucién (caso de las sagas de la Heimskringla), o bien valen para épocas clare- ‘mente postrioes a a época viking (caso de la Starlunga sage). ‘Antes de un combate naval, habia que disponer Ia flota en or- dden de batala(flking),unindose los barcos par formar una lines ‘en cuyo centro estaba el esquife del jefe, Recordemos que cualquier enfrentamento, en terra yen mar, termina en el momento en que el jefe es personalmente derrotad. Por eso, en tierra, se le rodeaba de tuna muralla de eseudos (skjeldborg) que el enemigo se esforzaba por romper. Las hostilidades comenzaban con una granizada de LA VIDA EN EL RARCO us proyeciles de todo tipo, de piedras sobre todo, ya que todo bareo ‘ransportaba una buena cantidad como lastre para asegurar Su est2~ bilidad. Hablaemos més adelane del armament del vikingo. Lle- sudo el momenta, las fleches —eran muy buenos arqueros—, les Tanzas, Jos venablos, las jabalinas, etc, entraban en juego, hasta que fuera posible pasar al abardaje, siendo el objetivo poner al bareo ad- versio fuera de combate desmantelindolo y exterminando a sutri- pulacién. Sus miembros podian batesea muerte pedir una tegua Grid, gracia, si se quiere) mediando rescate 0 contrapatids. El barco as reducido quedaba ipso facto en manos del vencedor. Esto esl esencial. Para mas detalles, se pueden ler textos mis ‘© menos legendasios como la Sapa de les vikingos de Jomsborg’ © tuna saga de contemporineos, la Sega de Birdr Kaal,en la Sour lunge seg. Volvamos a nuestro barco. Quedan planteados numerosos pro- blemas que la sagacidad de los investigadores todavia no ha llegado a resolver Por ejemplo, mo los vikingos, que no conoefan la bré- jul, se orientaban en el mar? Digemos de entrada que todas las s0- luciones propuestas son insatisfactorias. Se ha quedo resolver este ‘enigma invocando la epiedrasolars(sblarstinn), de Ia que hablan varios textos: una supuesta vaiedad de cuarzo con la propiedad de indicar la posicién del sol incluso en tempo eubierto (en resided, sabemos ahora? que se trataba de una piedrs precios, un cristal, apreciado y evocado en cuanto tal), Una vill, grabula con mut cs, encontrada en Canterbury, o yn disco de maderstalldo con in~ ‘isiones trangulares, descubierto en Groenlandia en 1948 y que data de alrededores de 1200, no nos ofrecen nada segues ese disco, tuna vez reconstruido, lleva tein y dos divisiones, lo que parece cortesponder a los usos conosidos a finales dela Edad Media, pero, tana vez. mis, psade ya la 6poce viking; llevabs una aguja mévil alrededor de un ej central, tal vex para indicar la diveeciéns no se cxcluye que alguna de esas marcas, seladas mediante ligeras iaci- + 116 LAVIDA compu, DE Los vaso (00.1080) siones, hayan podido desigoar los puntos cardinales. Un conoc riento perleto de ls vietos, de las corrences, de los despezs- rientos de los bancos de peces o del vuelo de los pijaros, basado todo en una tadicién oral s6lids, puede haber desempefado tam- ‘ign wn papel importante, Repito que los verdaderas descubrimien- tos (Islandia, Groenlandis, quizés Labrador) no son en definitive 508. Tgualmente, los itinerarios seguidos por los vikingos eran co- nocidos por ellos y sus antepasados desde hacia mucho tiempo, sin dius, y fue necesria Ia increible conjuncin de factors histricos de finales del siglo 1x para tansformar el fendmeno hasta hacer de 4llo que ssbemos. El vikingo que parta nose embarcaba en general ppensardo acer muy lejos su primera escala,poseia«insrucciones» precias basadas en un experiencia antigua y sabia, en cada escala, ‘émo conseguir otras informaciones sobre la prolongacion que de- bis dara sus desplazamicntos.E incluso para travesasimpresionan- tes, como la que parte de Trondbeim y acaba en Reykjavik —esta proera ex casi moneda corrente en las sagas, yen todo cas0 no re- snumerosos en la historia de los vi (quiere més que rara ver algin comentario—, miremos un mapa: el sar del Nort, y después el Aclintco, estén como puntuados regu- larmente de isas 0 de islotes (Oreadas o Shetland, después las Fe- oe) que, poco que la orientaci6n incial sea buena en cada ocasién yy pueda mantenerse, formen otras tanta etapas hacia el objetivo spuntado. Todo hace pensar también que los escandinavos tenian bbuenos conocimientos astronémicos y una ciencia segura de la con figoracin de las costs. Pero en fin, para volver sobre lo que acabo de afirma, si bien la mayor parte de sus expediciones, que se hacfan bordeando las costs 0 atravesindolas en distanciss relativamente cortas de mares como el Bitico o el mar del Nort, ¢ incluso el mar Blanco, pueden hacerse sn la ayuda de téenicas ecemficase, queda sin embargo el hecho de que una travesta de BjOrgvin-Bergen al sur de Islandia, que podia exigir algunas semancs, incluso con esealas LAVIDA EN EL BARCO 7 conocidas y segurs,dfclmente pode levarse x cabo eon medios ppramente empiicos, aentras que el paso de Islandia Groenlan~ dia, y desde ahi 2 América del Nort, poi plantear menos dificul- tudes insuperables Sin embargo las necracionesdetlldas que bi- cieron de sus peregsinaciones al rey Alfredo de Wessex marinos conto Obthere o Walfstan!? no nos aclaran mucho, puesto que xi ‘uno ni otro se enfrenaron al Atlintico, Es necesaio no obstante ‘que los vikingos dispusieran de medios vidos. El estado actual de -niestos conocimientos no nos permite hacer sino meres conjetuss La vida abordo, ya lo he sugerdo, no debfa de ser fci, en par- ticular en el caso de las largastravesias, La comida —peseado seco, carne seca y salads, manteca salad, algas seas, epen curruscante>, reserva de agua potable eelosamente conservada en vesias con tapa— era escasa el ugar disponible, estrecho. La costumbre ere to- rat la comida de dos en dos, teniendo cada marino su métunenir, su compafero de alimento, de donde procede la palabra francesa ‘matelo, marinero. El lech ere elemental, la higiene se reducia, al minimo, Es cierto, ao hay que olvdarl, que las lrgas travesias zo era, ai mucho menos, la norma. La norma era el eabotae, con cecalas frecuentes ene curso de les cules, en los casos pacificos, se desembarcaba el material «de camping, esas tiendas de eampafa de armazén de madera de las que ya hemos hablado; se las aprovisio- aba y se cocinaba en tera. En stuaiones bélicas, se praticaba cl strandyipg,golpes de mano répidos euyo objetivo era la rapa, de bjetos precios legad el caso, de ganado y viveres en general ‘Una tétis conocida consisia en acoderarse en una pequeia isla bien situada, por eemplo en la desembocadura de un rio o cerca de ela y no lejos de uns ciudad ics, una opulentaabedta, un em- plasamiento de gran feria, e (por ejemplo, Oise! o Jeufosse para el Sena, coa Rouen, incluso Paris, como peespectiv; Thanet pare el ‘Tamesis, Londees no esté lejos; Noiemouter 0 Groix para el [Nantes y grandes abadias estén cores, etc}. Abt se esperaba el mo=

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