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HANNAH ARENDT. Entre el pasado y el futuro Ocho ejercicios sobre la reflexién politica “Traduccién de Ana Poljak Ediciones Peninsula Barcelona Publicado por primera vez en Estados Unidos con el titulo: Betwween Past and Future de Hannah Arendt © Hannah Arendt, 1954, 1956, 1957, 1958, 1960, 1961, blicado pe 93967-1968 Publicado por acuerdo éon Viking Penguin, dlvsion de Penguin Books USA Ine Quedan siguosamente probs, sin a auroras xen Slots dl soph ue es scones exible sles soc el oe esa abe culties medio procedimino, compres la repronraia Yeltetanin infomsaico ys cbse de seapies ‘clams alter resume public, scone, ivesporacon« mporacan de suo gemplars pa tiene un sonido perverso en politica; se habla de ceducacién, pero la meta verdadera es la coaccién sin el uso de Ta fueraay EI que de verdad quiera crear un orden politico nue 188 vo a través de la educacién, 0 sea, ni por la fuerza y la coaccién ni por la persuasién, debe llegar a la temible conclusion plato- nica: hay que arrojar a todas las personas viejas del Estado que se procure fundar. Pero incluso a los nifios a los que se quiere educar para que sean ciudadanos de un mafana ut6pico, en rea lidad se les nicga su propio papel futuro en el campo politico porque, desde el punto de vista de los nuevos, por nuevo que sea el propuesto por los adultos, el mundo siempre sera mas Viejo que ellos. Es parte de la propia condicién humana que cada generacién crezca en un mundo viejo, de modo que pre- pararla para un nuevo mundo sélo puede significar que se quiere quitar de las manos de los recién Hegados su propia oportunidad ante lo nuevo. Este no es de ninguna manera el caso de los Estados Uni- dos y por eso justamente resulta tan dificil juzgar estos asuntos en tétminos correctos. El papel politico que la edueacién de- sempeiia en realidad en una tierra de inmigrantes, el hecho de que las escuelas no sélo sirvan para americanizat a los nifios sino que también afecten a los padres, el hecho de que se pro. teja un mundo viejo y se ayude a entrar en uno nuevo, da alas @ la dusién de que se construye un nuevo mundo a través de la ceducacién de los nifios. Por supuesto que la verdadera situa fall6s didcisis ufos, por lo que todos los ninos deben matricu larse en el instituto que, por tanto, es bisicamente una especie de continuacién de la escuela primaria. Como consecuencia de la falta de una escuela secundaria, la preparaciéa para cl curso niversitario tiene que estar a cargo de las propias universida- des, por lo que sus planes de estudio padecen de una sobrecar- 2a crdnica, lo que a su vez afecta la calidad del trabajo que se hhace en elas. A primera vista, quizd se podria pensar que esta anoralia esti dentro de la naturaleza misma de una sociedad de masas, en la que la educacién ya no es un privilegio de las clases ricas ‘Stechamos una mirada a Inglaterra, donde —como bien sabe- ‘mos— en afios recientes la educacién secundaria se puso al al: cance de toda la poblacién, veremos que no es éste el caso, En Gran Bretafia, al finalizar Is escucla primaria, cuando tienen ‘once aiios, los nifios deben pasar por los temidos exémenes de sclectividad que eliminan a casi cf noventa por ciento de los alumnos y aceptan al resto para el siguiente nivel educativo. El Figor de esta seleccién ni siquiera en Inglaterra se acogi6 sin protestas: en los Estados Unidos habria sido seneillamente im- posible. En el pals europeo se busca una «aneritocracia» que, tuna vez més, ¢5 el establecimiento claro de una oligarquia, en este caso no basada en la riqueza o el apellido sino en el talen: 191 to, Aunque los ingleses mismos no lo tengan del todo claro, esto implica que, aun dirigido por un gobierno socialista, cl pais seguicd siendo gobernado ral como lo viene siendo desde Ia noche de los tiempos, es decir, no por una monarquia ni por una democracia, sino por una oligarquia 0 aristocracia, esto t timo en caso de que se considere que los més dotados son tam bién los mejores, lo que de ningiin modo constituye tuna certe- za, En los Estados Unidos esa division casi tisica de los nifios en dotados y no dotados se consideraria intolerable, La merit: cracia contradice el principio de igualdad, el de una democra- cia igualitaria, no menos que cualquier otra oligarquia la medida de lo posible, entre personas con talento y sin talento, entre nifios y adultos y, Es evidente que ese proceso puede cumplirse de verdad sl ameticano, que ‘esta dficultad, arraigada en la actitud politica del pais, tiene in cluso grandes ventajas. cualquier caso, ests Factores pene- les no pueden explicar la isis en que hoy n0s encontrar, ni justficar las medidas que la precipitaron adultos solo deberan ayudar en ese gobierno. autoridad que dice a cada nifio qué tiene que hacer y qué no tiene que hacer esté dentro del propio grupo infantil y, entre otras consecuencias, esto produce una situacién en la que el adulto, como individuo, esta inerme ante el nifio y no estable- ce contacto con él. Sélo le puede decir que haga lo que quiera 1 y después evitar que ocurra lo peor. Asi es como se rompen las relaciones reales y normales entre nifios y adultos, surgi- das de la cocxistencia de personas de todas las edades. De modo que en la esencia de este supuesto basico encontramos el hecho de que toma en cuenta slo al grupo y no al nifio como individuo, Dentro del grupo, por supuesto, el nifo esta mucho peor que antes, porque la autoridad de un grupo, aun de un grupo infantil, siempre es mucho més fuerte y mis tirénica de lo que pueda ser la més severa de las autoridades individuales. Si se mira desde el punto de vista de cada nig, sus posibilidades de rebelarse o de hacer algo por su cuenta son practicamente au- Jas; ya no se encuentra en unta lucha desigual con una pessona que, sin duda, tiene una superioridad absoluta ante él sino en tina lucha con quien, a pesar de todo, puede contar con la so- lidaridad de otros nifios, es deci, de los de su propia clase; esté en la posicién, por definiciGn desesperada, de una minoria de uno enfrentada con la mayoria absoluta de todos los demas. Hay pocas personas mayores que puedan soportar semejante situacién, incluso cuando no esta apoyada por medios de com- kin externos; los nifios san, sencilla y totalmente, incapaces de sobrellevarla Por tanto, al emanciparse de la autoridad de los adultos, el iio no se libers sino que queds sujeto a una autoridad mucho més aterradora y tirénica de verdad: la de la mayoria. En eual- uier 350, el resultado es que se desterré a los nifios, por de cirlo asi, del mundo de los mayores; es decir que quedaron librados asf mismos 0 a merced de la tirania de su propio gru- o, contra el cual, a causa de fa superioridad numérica, no se pueden rebelar, con el cual, por ser nifios, no pueden razonar, y del cual no pueden apartarse para ir a otro mundo, porque el de los adultos esta cerrado para ellos, Ante esta presion, los ni- jos reaccionan refugiindose en el conformismo 0 ea la delin- ‘cuencia juvenil, y a menudo con una mezcla de ambas cosas. GEHAGOREEETR se va a transmit (UR nMeseasi Se BESS bba,es una perscna que, sin mas, puede enseharlo todo. esti preparado para ensefiar y no especializado en una asignatura especificap sta actitud, como veremos de inmediato, narra tente esti muy cercana al supuesto basico sobre el aprendiza je. Ademas, en los tlkimos decenios trajo como consecuen- ‘Ga un descuido muy serio de la preparacion de los protesores fen Sus asignaturas especificas, sobre todo en los institutos se- ‘eindarios piblicos, Como et profesor no tiene que conocerstt ‘propiasigiatura, ocurre con no poca frecuencia que apenas si fst una hora por delante de sus alumnos en cuanto 2 conoci- rientos. A su vez, esto significa G@OSkO quellOsyalumns est litcraimente abandonados a sus propias posibilidades sino también que ya no existe l fuente mas legitima de la auroridad GANPROIEGAScr una persona que, se mire por donde se mite, sabe mas y puede hacer més que sus discfpulos. Pero este papel pernicioso que feta goBia ISeaTeRsIe) profesorado estén desempefiando en la actual crisis ha sido po- sible por la teoria moderna sobre la enscinati2a, gue fe senci: Tlamente, la aplicacion I6qiea del rercersupuesto basico en nues to contexto. Se trata de nn criterio sostenido por el mundo moderno durante sighos, que enconiré su expresion conceptual sistematica en el pragmatism. (ESt@ BUUestS | DASICOlSOStiCNe aque solo se puede saber y comprender lo que uno misine bays hecho, y su aplicacién al campo educativo es tan primaria como Sobvias en la medida de fo postbte, hay que sustituir el xprenden por ele, La causa de que no se diera importancia « que ef jrofesor conociera su propia asignatura eta el deseo de obligar- To a cjercer la actividad continua del aprendizaje, para que no pudiera transmitir el asi llamado «conocimiento mucrta» y, a cambio, pudiera demostrar cémo se produce cada cosa tencién consciente no era transmitir conocimicnto sino ensefiar ‘una habilidad, y ef resultado fue que Tos institutes de ensenarza, ‘fapsformadosvenjentidadesyvocacionalcs, tuvieron en [a ense~ Fanva dela conduceldn de un coche, del uso de una maquina de cscribir 0, mucho més importante para el «arte» de vivir, de le forma de relacionarse con los demés y tener popularidad, bas: tante més éxito que en la posibilidad de lograr que los alunos adquirieran los fundamentos de un plan de estudios cortiente 194 ‘Sin embargo, esta descripcién es errénea, no sélo por su cevidente exageracion, que pretendia anocarse un punto a favor, Sing también porque no toma en cuenta que, dentro de este proceso, s¢ dio una importancia especial a borrar en la mayor medida posible la distincisn entre juego y trabajo, en favor del primero. Se considers que el juego era Ie forma més vivaz y ‘apropiada de comportamiento para el nifio, la tinica forma de actividad que se desarzolla espontaneamente desde su existen- Gia como nifio. Sd lo que se puede aprender através del jue- 0 hace honor a la vitalidad de los pequerios ER actividad i fantil caracteristica, se pensd, esté en el juego; cl aprendizaje aque, tal como se entendia antiguamente,obligaba a una criatu- raa.una actitud pasiva, Ic hacia perder su personal iniciativa li- dca Ta estrecha conexién entre estas dos cosas —la sustitucién del aprender por el hacer y del trabajo por el juego— ex rectamente ilustrada por la ensefianza de los idiomas(@@\gnsem@® Al nifo hablando, es decir, haciendo algo y no estudiando gra- ‘matica Ysintaxds, on otras palabras aienequeaprenderunaien, gu extranjera del mismo modo en que un bebe aprende su len guid materna; como sijugara y en la continuidad ininterrumpida defi enistencia cotdiana, Aparte de la cuestin de que esto sea posible 0 no —es posible, hasta cierto limite sdlo cuando se ppuede mantener al nif todo el dia en un émbito de hablantes de esa segunda lengua—, esta bien claro que este procedimien- to intenta conscientemente mantener al io, aunque ya no | sea, en el nivel del infante a lo largo del mayor aaa posible. Lo que tendria que preparar al nifio para el mundo de los adul ‘os, el habito de trabajar y de no jugar, adquirido poco a poco, se dj up ldo en favor de a autonomia del mundo dela in, Sea cual sea el nexo entre hacer y saber, ola validee de la formula pragmitica, su aplicacién al campo educativo, cs de- cit ala forma en que aprende el nif, procura dar un caricter absoluto al mundo infantil de ia misma manera que vimos en el caso del primer supuesto basico: También en este caso, con el prctexto de respetar Ia independencia del nifo, se lo excluye del mundo de ios mayores y se lo mantiene artificialmente en el suyo, si es que se puede aplicarle la denominaciéa de mundo, 195 Esta detencién del nifio ¢s artificial, porque rompe la relacion natural entre los mayores y los pequefios, que, entre ottas co sas, consiste en ensefiar y aprender, y porque al mismo tiempo va en contra de la indole de ser humano en desarrollo, de la que Ia infancia es una etapa temporal, una preparacién para Inetape adulta La actual crisis americana nace del reconocimiento del cle mento destructivo de estos supuestas bisicos y de un intento desesperado de reformar todo el sistema educativo, o sea de transformarlo por completo. Al obrar asi lo que en realidad se intenta —con excepcidn de los planes para un enorme aumen- to de las instalaciones destinadas a la preparaci6n en ciencias fisicas y en tecnologia— no es nada més que una restauraci6n la enscfianza volvera a impartirse con autoridad; el juego debe hacerse fuera de las horas de clase y una vez mas hay que vol- ver al trabajo serio; GeHES WAbe pasa Ue Isl hailidadeSIeR> tracurriculares al conocimiento determinado en el plan de es- tudios; por siltimo, incluso se habla de transformar los actuales planes de estudio de los profesores, para que ellos mismos ten- gan que aprender algo antes de transmitirlo alos nifios. Estas reformas propuestas, que todavia estén en la etapa de @ifeusi6ny son de interés solo en los Estados Unidos, n0 nos conciernen, Tampoco puedo analizar la cuestién mis técnica, aunque a largo plazo quizé més importante, de cémo hay que reformat los planes de la enseiianza primaria y secundaria en todos los paises, para que todos den respuesta a las totalmente nitevas exigencias del mundo actual, Dos cosas son importan: {es para nuestra argumentadn. Por un lado, ver qué aspectos del mundo moderno y de su crisis se reflejan en la crisis educa tiva, es decir, cules son las verdaderas razones de que durante decenios las cosas se dijeran ¢ hicieran en contradiccién tan manifiesta con el sentido comin. (Seas EERO ATER rminar qué podemos aprender de esta crisis en cuanto ala esen, tia de la ecucaciénsmo cn el sentido de gue siempre se puede apzender de los errores que no deberfamos haber cometido, sino mas bicu @ trai dela ellen sobre elpapel que aed: cacién desempefia en todas las culturas, 0 sea. sobre la obliga cién que la existencia de fos nifios implica para todo grupo so- cial. Empezaremos por este segundo asunto, 196 3 En cualquier época, una crisis en la educacién da lugar a serias preocupaciones, aun cuando no refleje, como ocurre en al presente caso, una crisis © inestabilidad mas generales de la sociedad moderna. Wiest &8asi pordue la eduucacion es uhialde las actividades mas elementales y necesarias de la sociedad hu- Gaia, que no Se mantiene siempre igual sino que se Fen ueva sin cesar por el nacimiento continuado, por la Iegada de nuevos seres humanos. Ademés, estos recién legados no estén hechos por completo sino en un estado de formacién. 1 /aii6) Sue to de la educacién, tiene para cl educador un doble aspecto: ¢s nuevo en un mundo que ie es extraio y esti en proceso de fransfortmacion, es wrrtracvo ser humano vse ests convirtiendo fn unt set humano, Este doble aspecto no es evidente por si mismo y no se observa en las formas de vida animal; corres: ponde a una doble relacién: por un lado, la relacién con el mundo, por el otro, lz relacién con la vida. El niio comparte lestado de transformacién con todas las cosas vivas:respecto de la vida y su desarrollo, el nifio es un ser humano que esté en un proceso de transformacién, tal como una cria de gato es un gato.en proceso de serlo. Pero el nfo es nuevo sélo en relacién con un mundo que existia antes que él, que continuara después de su muerte y en el cual debe pasar su vida, Si en este mundo ¢l nido no fuera un recién llegado sino sélo una cristura viva que atin no ha alcanzado el punto maximo de su desarrollo, la cdlucacién seria solo una funcidn vital y no consistiria més que en la preocupacién por el mantenimiento de la vida y el entre- namiento y préetica del vivi, del que todos los animales se ocu pan cuando tienen eachorros Sin embargo, los seres humanos teaen a sus hijos ala vida a través dela generacién y el nacimiento, y al mismo tiempo los introducen en el mundo. En la educacién asumen la responsa bilidad de la vide y el desarrollo de su hijo y la de la perpetua isn del mundo. Estas dos responsabilidades no son coinci- entes y, sin duda, pueden entrar en conilicto una con otra. La responsabilidad del desarrollo def nifio en cierto sentido s coniraria al mundo: el pequeio requiere una proteccién y un cuidado especiales para que el mundo no proyecte sobre él 97 nada destructivo, Pero también el mundo necesita proteccién para que no resute invadida y destruido por la embestida de Jos nuevos que caen sobre él con cada nueva generacién, ‘Como e! nific ha de ser protegido frente al mundo, su lugar tcadicional esti en la familia, cuyos miembros adultos cada dia vudlven del mundo exterior y evan consigo la seguridad de su Vida priveda al espacio de sus cuatro paredes. La familia vive su vida privade den:to de esas cuatro paredes y en ellas se escuca del mundo y, especificamente, del aspecto piiblico de! mundo, pues elles cierrar ese lugar seguro sin ef cual ninguna cosa vi- viente puede silt adelante, y esto es asf no s6lo para la etapa de Ia infancia sino para toda la vida humana en general, pues siem pre que se vea expuesta al mundo sin la proteccidn de un espa cio privado y sin seguridad, su calidad vital se destruve. En el mundo piiblico, comin 2 todos, cuentan las personas y también trabajo, es decir, el trabajo de nuestras manos con el que cada tuno de nosotros zontribuye al mundo comtin; pero alli no inte- zesa la vida por ke vida, El mundo no puede ser considerado con clay por eso hay que ocultarla y protegeca de él Todo lo vivo, y no sélo Ia vida vegetativa, nace de la oseu- ridad, y por muy fuerte que sea su tendencia natural hacia Ia Iz, a pesar de toro, para crecer necesita de la seguridad que da Ja sombra. Esta puede ser la causa de que los nifios de padres famosos tan a menudo tengan tantos problemas. Le fama sein miscuye entre las cuatro paredes, invade el espacio privado tra- yendo consigo, sobre codo en las condiciones actuales, el billo despiadado del émbito piilico que lo inunda todo en las vidas particulares de los que estan dentro y los nfios ya no tienen un ugar seguro en el que puedan crecer. Pero se produce exacta mente la misma destruccién del espacio vital verdadero cuan- do se intenta covertir a los propios nifios en una especie de mundo, Entre les diversos grupos surge entonces una especie de vida publica y ademas de que no se trata de algo real y de que todo este intento es una suerte de fraude, lo malo es que los ni- fos —o sea, seres humanos que estn en vias de serlo pero que ain no lo son por completo— se ven obligadas a exponerse & Ia luz de una existencia pablica Parece obvio que la educacién moderna, en la medida en aque aspira a estaalecer un mundo de nifos, destruye las condi 198 ciones nccesarias para el desarrollo yel crecimiento vitaes. Pero resulta muy extrafio que semejante perjuicio para los pequetios {que estdn en proceso de desarrollo sea una consecuencia de la ‘educacién moderna, ya que este tipo de educacion siempre sos- fuvo que sti meta exclusiva era la de servir a nifo y se rebel6 contra los métodos del pasado, porque en ellos no se habia to- ‘mado cuenta suficiente de cudles son la naturaleza intima y las necesidades del nifio, «El siglo del nifio», como podriamos llamario, iba a emancipar a los pequefios y'a liberarlos de las normas provenientes del mundo adulto. Por consiguiente, aos preguntamos cémo pudo ser que las condiciones de vida mas clementales y necesarias para cl crecimiento y desarrollo del nfo se pasaran por alto 0, sencillamente, no se reconocieran. ‘Ademis, tampoco entendemos cémo pudo ocursir que el niio dquedara expuesto a fo que mas caracteriza al mundo adulto, al aspecto piiblico, cuando se habia legado a la idea de que cl ertor bésico de toda la educacién antigua habia sido el de no ver en los grupos infantiles mas que grupos de adultos pequefios. La razén de este extrao estado de cosas no tiene una rela cién directa con la educacién, sino que ms bien hay que bus: cailaenlos ctiterios y prejuicios cerca dela naturaleza dela vida privada y del mundo piiblico y de Ia interrelacicn de ambos, ca- racteristica dela sociedad actual desde la época modems, unos critetios que los maestros, cuando empezaron a modemizar la educacién —relativamente tarde—, aceptaron como supuestos evidentes, sin advertr las inevitables consecuencias que tenian en la vida del nfo. Una peculiaridad de la sociedad moderna, y nada sobreentendida, es que considers la vida, es decir, la vida terrena del individuo y de la familia, como el bien supremo; por ‘sta razén, en contraste con los siglos anteriores, emancipé esa vide y todas las actividades relacionadas con su preservacin enriquecimiento de la ocultacién de lo privado, a la ver que las «expuso at la luz del mundo piiblio, Ese sentido es el que tiene la cmancipacién de los trabajadores y de las mujeres, no como per: sonas, desde luego, sino en la medida en que cumplen una fun- cién necesaria en el proceso vital de la sociedad, Los titimos afectados por este proceso de emancipacién fueron los nifios, ylo que habfa significado una verdadera libe: racion para los trabajadores y las mujeres —porque no eran 199 sélo tales sino ademas personas, que por tanto tenian detechos en el mundo pilico, es decir, podian reclamar que querian very ser vistos en él, que querian hablar y ser oidos— fue una centrega y traicidn en el caso de los nifios,insertos ain en la eta pa en que el simple hecho de la vida y de la crianza supera al factor de la personalidad. Cuanto mas descarta la sociedad mo- derma la distincién entre lo privado y lo piiblico, entre lo que sélo puede prosperar en un campo oculto y lo que necesita que Jo muestren a plena luz en el mundo publico, cuanto mas in serta esti entre lo privado y lo piblico una esfera social en la que lo privado se hace publico y viceversa, més dificiles son las cosas para sus nifios, que por naturaleza necesitan la seguridad de un espacio recoleto para madurar sin perturbaciones. Por muy serias que sean estas transgresiones de los ele- rmentos basicos del crecimiento vital lo cierto es que de ningiin modo son intencionales; la meta primordial de todos los es- fucrzos de la educacién moderna ha sido el bienestar del nifio, un hecho que no deja de ser sincero aun cuando los intentos realizados no siempre hayan tenido éxito en la direccién en que se esperaba para el avance del bienestar infantil. La situacion es por completo distinta en la esfera de las tareas educatives diri- das no al nfo sino al joven, cl recién llegado y extrafio que ya acid en un mundo preexistente que no conoce, Eses tareas son sobre todo, pero no exclusivamente, responsabilidad de las escueles, y tienen que ver con la ensefianza y el aprendizaje; el fracaso en este campo es el problema mas urgente en los Esta dos Unidos de hoy. ¢Que hay en el fondo de este asunto? Ee ae near flagyl und paras pol sin Gia. jen exige la asistencia ala escuela no ‘es Ta familia sino: istado, es decir, el mundo publico, y por consiguiente, en relacién con el nifio, la escuela viene a repre: sentar al mundo en cierto sentido, aunque no sea de verdad el ‘mundo. En esta etapa de la educacién, sin duda, los adultos asu- ‘men una vez més una responsabilidad con respecto al nifo, pero ‘ya no se trata de la responsabilidad por el bienestar vital de una Criatura en proceso de crecimiento, sino mas bien de lo que en 200 general Jlamamos libre desarrollo de cualidad y talentos espect ficos. Desde un punto ce vista general y esencial,en esto estriba el caricter de Gnico que distingue a cada ser humano de todos los demés, la cualidad por la que no es un mero extrafio en el undo sino alguien que nunca antes estuvo en él Como el nino no esté familiarizado atin con el mundo, hay que introducirlo gradualmente en él; como es nuevo, bay que poner atencién para que este ser nuevo llegue a fructificar en | mundo tal como ef mundo es. Sin embargo, en cualquier caso, los educadores representan para el joven un mundo cuya res ponsabilidad asumen, aunque ellos no son los que lo hicieron y aunque, abierta o encubiertamente, preferirian que ese mundo fuera distinto, Esta responsabilidad no se impuso de modo ar bitrario « los educadores, sino que esta implicita en el hecho de aque los adultos introducen a los j6venes en un campo que cam bia sin cesar. El que se niegue a asumir esta responsabilidad conjunta con respecto al mundo no rendri hijos y no se permi- «esa persona tomar parte en la educacién 10 son la misma cosa. Aunque tuna medida de calificacin es indispensable para tener autori dad, la calificacién més alta posible nunca genera autoridad por si misma, La calificacion del profesor consiste en conocer cl mundo y en ser capaz de darlo a conocer a los dems, pero su autoridad descansa en e! hecho de que asume la responsabi- lidad con respecto a ese mundo. Ante el nifio, el maestro es una especie de representante de todos los adultos, que le muestra los detalles y le dice: «Este es nuestro mundo» Todos sabemos cémo estin las cosas hoy en cuanto a la au toridad, Sea cual sea la actitud personal respecto a este proble- ma, es evidente que en la vida paibliea y en la vida politica la au toridad no tiene ningéin papel —la violencia y el terrorismo «jercidos por paises totalitarios nada tienen que ver con la au- toridad—o a lo sumo tno muy discutido. Sin embargo, esto en sencia sdlo significa que la gente no quiere que cualquiera re- clame o reciba la responsabilidad de ocuparse de todo, porque donde quiera que haya existido una autoridad verdadera, se le adjudies la responsabilidad del curso de los asuntos del man: do. Si eliminamos la autoridad de la vida politica y publica, esto puede significar que en adelante se ha de exigir a cada uno luna responsabilidad idéntica respecto del curso del mundo, Pero también puede signficar que, consciente o inconsciente- ‘mente, se repudian las demandas del mundo y as exigencias de que haya un orden en él; se rechaza toda responsabilidad con respecto al mundo, la de dar drdenes no menos que la de obe- decerlas, No hay duda de que en la moderna pérdida de auto- ridad ambas intenciones tienen un papel y a menudo van jun- tas de una manera simultanea e inextricable. Porel contrario, en la educacién no puede haber tales am- bigtiedades ante la actual pérdida de la autoridad. Los nos no pueden desechar la autoridad educativa como si estuvieran en tuna situacién de oprimidos por una mayoria adulta, si bien hasta este absurdo de tratar a los nifios como si fueran una mi noria oprimida que necesita ser liberada se aplicé en las mo- demas practicas echicativas. Los adultos desecharon la autoridad y esto s6lo puede significar una cosa: que se niegan a asumir la responsabilidad del mundo al que han traido a sus hijos. Existe, por supuesto, una conexién entre la pérdida de la auroridad en la vida pablica y en la vida politica, por un lado, y la que se produjo en los campos privados y prepoliticos de la fa: nila y dela escuela, por otro. Cuanto mas radical es la descon: fianza de la autoridad en la esfera piiblica, tanto més probable cs que Ia esfera privada no se mantenga intacta. Ademés, esta el hecho adicional, y muy decisivo, de que desde ticmpos in- memoriales, en nuestra tradiciGn de pensamiento politico, nos acostumbramos a considerar que la autoridad de los padres so bre los hijos, de los profesores sabre los alunos, era el sa en una superioridad absoluta que icde existir entre adultos y que, desde el punto de vista de a dignidad humana, jamas debe existir. En segundo lugar, si guiendo el patrén de una guarderia, sc bas6 en una superiori- dad meramente temporal, y, por consiguiente, se autocontradi ; el supuesto bisico que es fundamento técito de todas las discusiones sobre este tema es que la cultura de ma: sas, l6gica ¢ inevitablemente, es la cultura de la sociedad de ‘masas. El hecho mas significativo de la breve historia de ambas expresioneses que, mientras hace unos pocos afios atin se usaban con un fuerte sentido reprobatorio —en el que estaba implicita la idea de que la sociedad de masas era una forma depravada de la sociedad y la cultura de masas una contradiccién en sus térmi- ‘nos—, hoy ya se han vuelto respetable tema de innuimeros estu: dios y proyectos de investigacin, cuyo principal efecto, como se- fialé Harold Rosenberg, es «afiadir a lo Asch una dimensién intelectual», Esta wintelectualizacién de lo kitscb se justifica di cienclo que, nos guste o no, la sociedad de masas va a seguir pre- sente en el fururo previsible ¥, por consiguiente, su «cultura, la cultura popular [no debe] abandonarse al populacho».’ Sin embargo, el problema consiste en silo que es verdad para la so- ciedad de masas también lo és para la cultura de masas 0, para decirlo de otra manera, sila relacién entre sociedad de masas y cultura sera, mutatis mutandis la misma que la relacién de la so- ‘iedad con la cultura que precedié a esta etapa, ‘La cuestin de la cultura de masas suscita ante todo un di lema distinto y fundamental: la muy problematica relacién de la sociedad y la cultura, Sélo se necesita recordar hasta que I nite todo el movimiento del arte moderno se inicié con una re- belién vehemente de los artistas contra la sociedad como tal (y 209

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