You are on page 1of 29
Capitulo Después de Aristoteles: la busqueda de la buena vida Después de que Esparta derroté a Atenas en la guerra del Peloponeso (431-404 a.C), las ciudades-estado griegas empezaron a decaer y los griegos se fueron desmoralizando. Sécrates, Platén y Aristétoles flore. Gieron en este entomno después de la guerra, pero habia aparecido un abismo que separaria ala filosotia de las necesidades psicolégicas de la gente. Poco después de la muerte de Aristételes (322 a.C.), los romanos invadieron tierras griegas, provocando que una situacién de por sf inestable se tornara todavia mas in- enturias personales, las fllosofias com- clerta. En esos aifos de enorm. plejas y abstractas no ofrecian mucho consuelo. Se necesitaba tuna flosofia més mundana, que abordara los problemas de Ta vida cotidiana. Las grandes interrogantes ya oserfan: {cuales la esencia de la realidad ma terial? ni qué pueden saber los humanos y mo llegar a ese conocimiento?, sino sigs Bien: jo6mo se vive mejor”, zeudl es Inesencia de una buena vida? o bier: get qué es posible creer? Las filoso- ffasde tos escépticos, los cinicos, os epictireos, los estoicos y, por ulti- mo, los cristianos oftec uestas 2 estas preguntas Escepticismo y cinismo El escepticismo y el cinismo cri- tleaban a otras filosofias y soste- nian que eran tanto falsas como inrelevantes para las necesidades hu- ‘manas, La solucién propuesta por el escepticismo planteaba que no se de- bia creer en nada y la del cinismo se- falaba que haba que distanciarse de la sociedad. Escepticismo Seaucle decir que Pirr6n de Elis (ea. 360-270 a.C.) fue el fundador de la escucla del escepti- ‘¢ismo, pero los escépticos tenfan mucho en comin can los primeros sofistas, Los escritos de Pirtén se han perdido y casi todo lo que sabemos de sus ideas proviene de su diseipulo Sexto Empitico, quien escribiera Outlines of Pyrrhonism (Esbozns del Pirronismo) (Bury, 1990) en el siglo m d.c. Er blanco principal delos ataques de los escépticos era el dogmatismo, Pata ellos, un dog- ‘atico era toda persona que dijera que habia legado a una verdad irrefutable. Los escépticos crefan que los argumentos a favor y en contra de una doctrina filoséfica cualquiera merecen el mismo crédito. Los escépticos proponfan que no se hicieran juicios, porque todas las descripciones de la verdad les parecian equivocadas. Sin embargo, no eran dogmaticos en sus creencias y siempre decian “ésta es nuestra o mi opinién al respecto”. Asi, no afirmaban ni negaban creencia alguna y sélo afirmaban que no tenian conocimiento de que existiera un criterio confiable para dliferenciar los distintos postulados de la verdad. Declaraban que “absolutamente nadie podia saber algo y, con coherencia loable, procedian a negar que ellos ‘mismos supiesen siquiera ese penosc hecho” (Barnes, 1982, p. 136) ‘Los escepticos sostenian que, como una cosa cualquiera que uno creyera podia ser falsa, uno podia evitar la frustracién de estar equivocado si sencillamente no crefa en nada, Como {os escépticos no emitian juicios sobre cosas que no podian comprender de verdad, busca ban una vida “quieta”, “tranquila” o “:mperturbable”. Los dogmaticos eran los ‘leaban entre siy llevaban vidas agitadas. Entances, sila “verdad” no guiaba la vida de los exeépticos, equé la regia? Tenfan dos reglas basicas para vivir: las apariencias y las.convenciones. Enten- dian las apariencias como simples senisaciones y sentimientos: Entendian las-convenciones como las tradiciones, las leyes y las costumbres de la sociedad. Por ejemplo, reconocfan que dlistintas sustancias tenfan un sabor dulce o amargo, pero decfan que no eran capaces de com- render la esencia de “lo dulce” o “lo amargo”, y de ahi su preocupacién, Reconocfan que Astintos actos produefan placer o dobr, pero que el concepto moral del bien o el mal estaba més all de su entendimiento. Aceptaban, en general, las apariencias (sensaciones y emocio-~ nes basicas) como guia de vida, pero no las opiniones o las interpretaciones de las apariencias. ‘Su voluntad para vivir de acuerdo con las convenciones sociales era una extension de su filo sofia del sentido comin. Una de las convenciones que los escépticos estaban dispuestos a aceptar ora “la instruc- ci6n en las artes” (Bury, 1990, p. 23; Hankinson, 1995, pp. 293-294). En este caso, arles se tefiere a los oficios y las profesiones para la supervivencia econémica que existen en una cul- {fura. Sin embargo, para los escépticos, el trabajo era trabajo, y la persona no buscaba enélun significado o propésito tltimo. Sexto Empitico, que era médico y también eseéptico, pensaba que el dogmatismo era una forma de enfermedad que se debia curar. Algunas de sus formas eran sumamente graves y necesitaban de un tratamiento muy potente (fuertes argumentos contrarios), pero otras eran ‘Tlenos graves y se podian tratar con remedios mas leves (argumentos menos fuertes) (Bury, 1990, p. 283). Es interesante sefialar que los soins , cuando las condiciones se estabilizaron, el gran interés era hacer que la sabiduria antigua fuese compatible con el Islam. Si bien estos esfuuerzos se concentraron principalmen- te en la filosofia de Aristételes, también estudiaron el neoplatonismo. Les traducciones al arabe de los fil6sofos griegos y romanos y las interrogantes que surgieron al tratar de que la sabiduria antigua fuese compatible cor el Islam, fueron empleadas muchos afios después cuando los cristianos trataron que fuesen compatibles con el cristianismo, En una cantidad asombrosa de sentidos, los dos esfuerzos fueron similares. Avicena ‘Hubo muchos fil6sofos musulmanes sobresalientes, pero s6lo veremos brevemente a dos de ellos, Avicena (hombre persa Tbn Sin8; #80-1037) fue un nitto prodigio que habfa memoriza~ do el Cordn cuando contaba con 10 afios: De adolescente “habia leido Metaphysics (Metafi- sica) de Aristoteles 40 veces y practicarrente la podia recitar de memoria” (Goodman, 1992, . 38) Era médico antes de contar con 20aiios y de joven fue considerado el mejor de todos los ‘médicos musulmanes (Alexander y Selesnick, 1966, p. 63). Bscribié libros sobre muchos te- ‘mas, entre ellos medicina, matemiticas,logica, metatisica, teologia islimica, astronomia, po litica y lingtistica. Su libro de medicina, The Canon (El Canon), fue utilizado en universidades europeas durante més de cinco siglos (€, Smith, 1983). En casi toda su obra tomé mucho de Aristételes, pero hizo elgunas modificaciones a la filosoffa aristotélica que perduraron cientos de afios. En su andlisis del pensamiento humano, Avicena partfa de los cinco sentidos extenos: la Vista, el ofdo, el tacto, el gusto y el olfato. A continuacién, postulaba siete “sentidos interio- res” que seguian un esquema jerérquicc. Primero esta el sentido comtin, que sintetiza la in- formacién que proporcionan los sentidos externos. En segundo lugar, esta la imaginacion retentiva, 0 la capacidad para recordar la informacién sintetizada por el sentido comiin. En tercero y cuarto lugares, estén la imaginacién animal compuesta y la imaginacién humana compuesta. La imaginacin compuesta permite a los humanos y a los animales aprender a uses cosas del entorno se pueden acercar y cudles deben evitar. En el caso de los animales, se trata de un proceso de estricta asociacién. Los objetos o los hechas que son asociados con. eldolor son evitados més adelante, y los asociados al placer son buscados posteriormente. Sin embargo, la imaginacién humana compuesta permite una combinacién creativa de la infor- maci6n proveniente del sentido comin y de la imaginaci6n retentiva. Por ejemplo, los huma- ‘nos pueden imaginar un unicornio sin jams haber visto uno; los animales no humanos no Poseen esta capacidad. En quinto lugar esté la capacidad estimativa, la capacidad innata Para hacer juicios sobre los objetos del entorno. Los corderos pueden sentir un temor innato a 80 | Copitvio 3 Después de Aistoteles: la bUsquade de le bueno vido Jos Lobos, y los humanos pueden tenerlo a las araftas y las serpientes, 0 pueden tener una {tendencia natural a acercarse a las cosas conducentes a la supervivencia. En sexto lugar estd la capacidad para recordar los resultados de toda la informaciGn procesada que se presenta en niveles bajos de la jerarquiay-y en séptimo lugar esté la capacidad para usar esa informacion. Aristteles postulaba s6lo tres sentidos internos (el sentido comiin, la imaginacién y la memoria), pero Avicena planteaba siete. Avicena era esencialmente un aristotélico. Su distanciamiento de la filosofia aristotélica se refiere al intelecto activo. Para Aristételes, el in- telecto activo se utlizaba para comprender los principios universales que no se podian obte- er mediante la simple observacisn de los hechos empiricos. Para sAvicena, el intelecto activo tenia cualidades sobrenaturales; eral aspecto de los humanos que les permitia comprender elplan césmicoy establecer una relacién con Dios. Para Avicena, conocer a Dios representa- bba el nivel més alto del funcionamiento intelectual. ‘Como médico, Avicena empleaba una amplia variedad de tratamientos para las enferme- ddades fisicas y mentales. For ejemplo, trataba a los pacientes melancSlicos leyéndoles algo 0 utilizando 1a miisica como terapia. En ocasiones, incluso trataba de asustar a los pacientes Para que dejaran sus dolencias, Alexander y Selesnick (1966) ofrecen el ejemplo siguiente: La obra de Avicena tuvo enorme importancia para el desarrollo posterior de la filosofia occidental: “Si no hubiera sido por Avicena y sus colegas del mundo iskimico del sigio x, los logros filoséficos de Europa en los siglos xy xa —basados firmemente en el aristotelismo— serian practicamente inconcebibles” (D. N. Robinson, 1986, p.145). Averroes Averroes (nombre persa, Ibn Rushd, 1126-1198) discrepaba de Avicena en cuanto a que la inteligencia humana est ordenada en un sistema jerarquico en el cual sélo el nivel mas alto permite a los humanos estar en contacto con Dios. Segtin Averroes, todas i humana reflejan la influencia de Dios. Sin embargo, en casi todo lo demés coincidfa con Avicena y también era basicamente aristotélico. Los escritos de Averroes ‘son principalmente comentarios sobre la filosofia de Aristételes, con un énfasis especial en la obra aristotclica sobre los sentidos, la memoria, el suefo, la vigilia y los suefios. Asimismo, siguiendo a Aris- tteles, Averroes decia que s6lo el aspecto del alma correspondiente al intetecto activo sobre- vive después de la muerte, y como el intelecto activo c9 igual cn todo cl muy, deepues de la muerte no sobrevive nada personal. Por supuesto que esto era contrario al pensamiento cris- ‘iano y la interpretacion de Averroes, en tanto de Aristoteles, fue catalogada de averroismo y fue ferozmente atacada por fildsofos cristianos posteriores. Si bien Averroes fue conocido primordialmente por su obra filos6fica, también realiz6 una serie de aportaciones cientificas impresionante. Por ejemplo, Crombie (1961) le acredita ha- ber descubierto que la retina, y no el cristalino, es la parte del ojo sensible a la luz. Ademés, fue uno de los primeros en observar que las personas afectadas por viruela que sobrevivian a continuacién eran inmunes a la enfermedad y sugirié la vacunacién como manera de preveniz la enfermedad. Maiménides Maiménides (0 Moisés ben Maimén, 1135-1204) era judio y nacié el 30 de marzo en Cérdo- ba, Espatia, en una época cuando los judfos y los musulmanes vivian en armonia, (Por cierto, Lo Infencia iskomica y lo juddice 1 89 Averroes nacié en Cérdoba también apraximadamente en la misma época que Maimdnides).. Maiméniies, ademas de ser un eruaito en la Biblia y el Talmud, era médico y, entre otras cosas, ‘se adelants al interés modemno por los trastornos psicosomticos mediante la demostracin de la relaci6n entre una vida ética y la salud mental (Alexander y Selesnick, 1966, p. 64). ‘Cuando os escritos de los fildsofos antiguos, especialmente los de Aristoteles, se volvie- ton més accesibles, la tensién entre la fiosofia y la eligidn auments. Maiménides escribi6 The Guide for the Perplexed (Guia para los Perplejos) (Friedlander, 1956) para los estudiosos que estaban confundidos ante el aparente conflcto entre la religién y el pensamiento cientifico y filoséfico de esos dias. Especificamente, Maim6nides buscaba la reconciliacién entre el juda‘s- ‘mo y la filosofia aristotélica. Trat6 de demostrar que muchos pasajes del Antiguo Testamento y del Talmud se podian comprender raconalmente y, por lo tanto, que no se deberian aceptar s6lo por fe. Otros pasajes sdlo se debian entender como alegorias y no se debian tomar lite- ralmente como ciertos. Maiménides incluso lleg6 a decir que si se puede demostrar que algo ¢s falso, se debe rechazar, a pesar de que esté enunciado como cierto en la Biblia o el Talmud. Por ejemplo, cuando le pidieron su opinién sobre la astrologia, la cual es mencionada en la Biblia el Talmud como cierta, Maiménides dijo: Al igual que los fil6sofos musulmanes, los esfuierzos de Maiménides por reconciliar la fe ‘ylaraz6n, o més especiticamente el judatsmo y el aristotelismo, influirian ostensiblemente en los tedlogos cristianos cuando més adelante trataran de hacer lo mismo con su religién. Casi habia llegado el momento para que el mundo occidental asimilara el aristotelismo a las creencias religiosas, pero faltaba dar un paso intermedio. La facultad para razonar de los humanos, que habia sido minimizada por la filosofia de San Agustin, pero que era tan impor- tante en la de Aristételes, tenia que volver a ser respetable. Era preciso conseguir que la razén. y la fe fuesen compatibles. Solo cubrirenos a dos de los filsofos que asumieron esta impor- tante tarea, Reconciliacién de la fe cristiana y la razén San Anselmo En Faith Seeking Understanding (Creer para buscar ta fe) (Deane, 1962), San Anselmo (ca. 1033-1109) argumentaba que la perceptién y la razéa pueden y deben complementar la fe cristiana, Si bien San Anselmo era bésicamente agustino, su aceptacion de la razén como me- dio para creer en Dios representaba un alejamiento importante de la tradicién cristiana, que habfa subrayado la fe. San Anselmo ejemplificé como se podia emplear la raz6n en la fe cris- tiana con su famoso argumento ontolégico de la existencia de Dios (véase Deane, 1962). Se trata de un argumento complejo, per en esencia dice que si podemos pensar en algo, algo debe estar causando ese pensamiento; es decir, cuando pensamos en las cosas, deben existir ‘cosas reales que eorrespondan a esos pensamientos (reificacidn). San Anselmo no recomen- ddabe que siguiéramos pensando en un serhasta que no pudiésemos pensar en uno mejor o mas grande “de lo que nada mas grande se 2uede concebir”. Este ser perfecto que hemos conju- rado es Dios, y como podemos pensar en El, El existe. Por supuesto que la existencia del dia blo se puede “clemostrar” aplicando la misma légica a la inversa. San Anselmo fue uno de los rimeros tedlogos cristianos que tratarade emplear la lgica para sustentar la creencia teligio- a, San Anselmo, al igual que todos los te6logos cristianos de ese tiempo, trataba de sustentar algo que ya consideraba cierto, es decir, la fe antecedia al esfuerzo para conocer. Dirigiéndose a Dios, San Anselmo dijo: 90 7 Copituio 3 Después de Mistoteles: la busqueda de Ia buene vido El argumento ontolégico de San Anselmo de la existencia de Dios ejercié suma influen= cia y mds adelante fue aceptado por fl6sofos tan notables como Descartes y Leibniz (Treash, Pak P: 22), Por otro lado, el argumento ha sido blanco de critcas durante siglos (véase Deane, 1962) y sigue siéndolo (véase Bencivenga, 1992). Sin embargo, otros creen que el a gumento de Anselmo ha sido malinterpretado y que posee una validez considerable (véase Hartshorne, 1965). ‘Peter Lombard También agustino, Peter Lombard (ca, 1095-1160) argumentaba con més fuerza a favor de un {ugar para la razén dentro del cristianismo que San Anselmo. Tal vez-mds importante, Lom. aid insistia en que era posible conocer a Dios mediante el estudio de sus obras. No es preci- 0 liberarse del mundo empirico para comprender a Dios, se le puede conocer estudiando el mundo empfrico, Luego entonces, para Lombard, habfa tres caminos para conocer a Dios: la fe, la raz6n y el estudio de sus obras (el mundo empitico), Fl6sofas como San Anselmo y Lombard ayudaron a crear un entorno receptivo para las obras de Aristétele, las cuales tom. drfan repercusiones importantes y duraderas en la filosofia occidental La escolastica ‘Las guerras santas habfan puesto al mundo occidental en contacto con las obras de Aristote- ‘ks Ahora, la interrogante era qué hacer con esas obras. La reaccién de la Igiesia ante las obras secuperadas de la Antigiiedad pasé por tres etapas. Al principio las obras fueron bien recibi. das pero, cuando se vio que tenian inconsistencias con los dogmas de la Iglesia, fueron con- Genadas por paganas. Por iltimo, se realizaron esfuerzos por modifica esas obras, en especial les de Aristoteles,y ya en su forma modificada fueron incorporadas alos dogmas dea Iglesia. “Algunas de las mentes més hicidas de a historia del pensamiento occidental emprendieron la _ Golosal tarea de sintetizar la flosofia aristotélicay la teologia crstiana y de demostrar las im. Plicaciones de esa sintesis para vivrla vida propia, Esta sintesis se llama escoldstica, Peter Abelard Peter Abelard (1079-1142) marca el cambio hacia Aristételes coma ol fildenfo do la Slecotia ‘occidental. Ademés de traducir los escritos de Aristételes, Abelard introdujo un método de ‘studio que caracterizaria al periodo escoldstico. En su libro Sic et Non (en ocasiones treduci. do como A favor y en contra y otras como Si y No), Abelard formulé su método dialéctico. Elabor6 una lista de unas 158 interrogantes teoldgicas que habfan sido respondidas de forma ‘sontradictoria por las Escrituras y por diversos tedlogos cristianos. El crefa que estudiar los siBumentos y los contraargumentos era un buen camino para acarar estas cuestiones y para ‘conclusiones validas. Su meta no era contradecir los dogmas de a Iglesia, sino superar ‘sinconsistencias de las afitmaciones planteadas por los te6logos alo largo de los afos. Con La escolastice » 1 Realismo frente a nominalismo. Fn tiempos de Abelard se discutié mucho si existian los tuniversales; es decir, si en realidad existen esencias como lo “gatuno”, lo “humano” olo “ ce” independientemente de los casos individuales de estas cosas. Un lado decia que si, que tales esencias existen en forma pura y que los miembros individuales de estas categorias s6lo difieren por accidente. Quieres afirmaban que los universales y las esencias tenian una exis- tencia independiente real, fueron llamados realistas. El otto bando decia que lo que llamamos uuniversales s6lo son etiquetas verbales que permiten la agrupacién de objetos u hechos que se parecen entre si, Para estos normalistas, lo que algunos ilaman universales sélo son etique- tas verbales convenientes que resumen experiencias similares. La polémica fue profunda, porque tanto lafilosofia de Platén como la de Arist6teles aceptaban el realismo. El nomina- ismo coincidia mucho mas con la filosoffa empfrica que con el racionalismo. En esa época, la escuela de la catzdral de Notre Dame, en Paris, era la més famosa en el mundo cristiano y Guillermo de Champeaux era su profesor més famoso. Su aula, normal- mente, estaba llena de estudiantes procedentes de toda Europa y “la emocién que desperta- ban sus brillantes discursos a veces eta tanta que las autoridades civiles ten‘an que intervenir en aras del buen orden” (Luddy, 1947, p. 3). Contando con 20 afios, Abelard decidié discutir con William el tema del realismo frente al nominalismo. Guillermo era un realista devoto ¢ ilustrado, pero Abelard recurrié a su considerable habilidad para la ret6rica y la légica, y ha- bilmente expuso las falacias de la pesicidn de Guillermo. EI hilo central del argumento de Abelard sostenia que no debemos confundir las palabras con las cosas. Las conclusiones que se derivan de aplicar la l6gica a las palabras no necesariamente se generalizan al mundo ma- terial. Cuando se aplican al debate re'ativo a los universales, el hecho de que empleamos las, palabras para describir y comprender los universales —e incluso para la deducciGn logica de su existencia— no necesariamente implica que existan en efecto. Abelard argumentaba que la légica y la fisica eran dos disciplinas diferentes y queria mantenerlas claramente separadas. ‘Abelard acusé a Guillermo de confundir las dos disciplinas, y al hacerlo, de caer en la falacia de la reificacion (creer que si uno puede nombrar algo, necesariamente debe existir algo real que correspondia a ese nombre). En cierto sentido, a semejanza de Sécrates y en otro de Arist6teles, Abelard propuso el jsmo como téemino medio entre el realismo y el nominalismo, Argumentaba que las esencias universales no existen, pero que si hay similitudes entre las categorias de expe- riencias, Por ejemplo, todas las cosas que llamamos bellas tienen algo en comin. Con base en los puntos en comtin, nos formamos el concepto de la belleza. Por lo tanto, los eonceptos re~ sumen Tas experiencias individuales inominalismo); pero, una vez formados, los conceptos existen, en cierto sentido, aparte de las expetiencias individuales que fueron la base para for- ‘marlos (realismo). Radice (1974) resume asf el conceptualismo de Abelard: “Los universales no son realidades ni simples nombres, sino los conceptos que forma el intelecto cuando abs- trae las similitudes entre las cosas individuales percibidas” (p. 14). La posiciOn de Abelard ha sido calificada de realismo moderado, pero evidentemente esta més en el terreno nominalista que en el realista Al principio, Guillermo sintié erorme admiracién por Abelard como joven estudiante muy promisorio, pero cada vez se fue molestando mas con él: “El meollo de la cuesti6n era que el profesor mas famoso del mundo tuvo que modificar sut doctrina debido a la presidn de ese... jovenzuelo de 20 afios” (Luddy. 1947, p. 4). Tras vencer a Guillermo, Abelard decidié estudiar teologia con el famoso Anselmo, pero éste tampoco lo impresion6. 92 ] Copitule 3 Despues de Aistoteles: la busqueda de la buena vido Anselmo suftié enormemente por su choque con Abelard y murié poco después. Abelard decidis abrir su propia escuela y, como maestro, hizo gala de “una originalidad, vivacidad y versatilidad sorprendentes” (Luddy, 1947, p. 6). No pas6 mucho tiempo para que Abelard, o el “Maestro Pedro” como le llamaban sus alumnos, fuese un maestro tan famoso que las aulas de los profesores de més edad quedaran practicamente vacias: Suelocuencia.ingenio y capacidad para las exposicionesclaras su magnifica vor. noble porte y belleza de vostro y figura su atrevimiento para critcara las autordades mis venerables y ‘ara intentar una solucin natural para los misterios de la fe, se cominaron todos para ‘convertirle, sin punto de comparacién, en el maestro més popular de su tiempo. (Luddy, 1947, pp. 6-7) Larelacién de Abelard y Elofsa. Asi prosiguié la fama y la gloria de Abelard hasta que, a los 42 aos, conocid a Eloisa, una joven de 17 afios. Como canonigo de Notre Dame, le farna ylainfluencia de Abelard como maestro le generaron riqueza y distinciGn, lo cual complacia a sus amigos; pero enfurecia asus enemigos, como a su ex maestro Guillermo de Champeatn No obstante, el éxito fue un problema para Abelard. El éxito siempre infla el orguilo de los tontos y la seguridad mundana debilta la resolucién uno de los primeros filésofos occidentales que efec- tuaron una amplia revision de las obras de Aristételes y de las interpretaciones que los er itos islémicos y judfos habfan hecho de ellas. Fue una tarea monumental si consideramos que la Iglesia segufa considerando que Aristételes era un hereje. Alberto presents las opinio- nes de Aristételes sobre la sensaciGn, la inteligencia y la memoria a los estudiosos de la Iglesia y traté de demostrarles que la capacidad racional de los seres humanos se podia utili- zar para alcanzar la salvaci6n. Después de Aristételes, Alberto efectué detalladas observa~ Copitulo 3 Despues de Auistoteles: la busqueda de Ia buena viedo ciones de la naturaleza y realizé importantes aportaciones a la botinica. Fue uno de los primeros, desde los griegos, en tratar de conocer la naturaleza por medio de las observaciones empiricas cuidadosas. No obstante, si bien Abelard y Alberto fueron centrales para volver a inciuira la filosofia aristotélica en la tradici6n cristiana, el escoldstico mas destacado fue San- to'Tomés de Aquino. ‘“Santo\Tomdsde"Aquino Santo Tomds de Aquino (1225-1274) era un hombre grande ¢ introspectivo, a quien sus compafieras de trabajo llamaban buey silencioso. Provenia de una distinguida familia aristo- cratica y su padre tenia mucha influencia en la abadia benedictina de Monte Casino, que sélo estaba a unos cuantos kilémetros del castillo donde moraba. Se suponia que después de su preparacién para el sacerdocio, Aquino volveria a Monte Casino, donde la influencia de la fa~ ‘ilia lo ayudaria a legar a abad. En cambio, entr6 en la orden dominica y se convirtié en fraile mendicante. Con esta decisién, Aquino dio la espalda a la riqueza y el poder de su familia y disminuys su posibilidad de avanzar en la iia de la Iglesia. Su padre habia muerto, Deo adhe ootbe an SIS oo ‘su madre estaba tan molesta con la decision te coe ‘que, con un grupo de parientes, Jo secuestré y lo encarcelé en el castillo familiar alrededor de un aio. Extrafiamente, el en- carcelamiento no desperts su enojo. De hecho, dedied su tiempo a tratar de convertir a los miembros de su familia. Sin embargo, Aquino se puso furioso cuando sus hermanos pusieron a prueba su decisién de castidad introduciendo a una seductora prostituta a su cArcel. La sacé de la celda con un hierro candente recién sacado del fuego. Estaba més molesto de que sus hermanos pudiesen creer que algo tan mundano le haria cambiar de opinion que por la ten tacin misma. En el afio 1245, Aquino fue liberado por su familia y regres6 con los dominicos. ‘Como estudiante, Aquino era todo un prodigio. La Universidad de Parfs tenia la regla de que ‘una persona sdlo podia obtener un doctorado en teologia tras cumplir 34 afios. Sin embargo, en su caso hizo una excepcién y Aquino obtuvo el grado a los 31 afios. A continuacién, fue asignado a uno de las dos catedras dominicas de la Universidad de Parfs. Aquino se esforz6 mds que nadie para sintetizar las obras filoséficas de Aristételes y la tradicion una hazafia monumental que tenia un importante aspecto negativo. Cuando las ideas de Aristoteles habian sido asimiladas a los dogmas de la Iglesia, dejaron de ser cuestionables. De hecho, los escritos de Aristateles se volvieron casi tan sagrados como la Biblia. Esto fue muy desafortunado porque gran parte de lo que Aristételes habia dicho més adelante resultaria falso. La Iglesia hizo con Aristételes lo mismo que antes con Platon y puso Enfasis en las ideas que eran més compatibles con su teologia. Asimismo, combatié a aque- llas que no eran compatibles o las ignoré. Si bien fue mas facil cristianizar la filosofia de Platén. que la de Aristételes, éste habia dicho varias cosas que, con cambios minimosyy algunos ador- nos, se podian interpretar como apoyo para la doctrina de la Igiesia; por ejemplo, sus ideas sobre la inmortalidad de la raz6n activa, sobre la scala naturae (escala natural, esquema jerdr- quico de la naturaleza), sobre que la tierra era el centro del universo y sobre el motor inmévil -Reconciliacién de la fe y la raz6n. La importancia que el aristotelismo daba a la razén era fanta que nose podia pasar por alto. Despus de todo, el enorme acervo de informacion que Aristételes habia generado era producto de la observacién empirica guiada por la razon. Este énfasis en la raz6n colocal Iglesia posicién ¢ de: io habia subrayaco la revelacién, la fe y la experiencia espiritual y, por otro lado, habia minimizaco la observacién empirica y el racionalismo. Resulta que la tarea (y logro) mas grande de Aquino fue la reconciliacién de la fe Ja raz6n, lo cual consiguié argumentando de forma muy eficaz que in y la fe no son incony ‘a él, al igual que para otros escolasticos, todos los caminos llevaban a la misma verdad: Dios y su gloria. Asi, ahora se podfa conocer @ larevelacién, por las escrituras, por el ai de la experiencia interior o por la lég q z6n yelestudio de la naturaleza, ? ‘ Sibien la informacion sensorial volvié aser aceptada como fuente correctade conocimien’ toy Acting; despa Ascent que Toc sen los pala pproporcionar informacién tah Lo escolastica | 95 Solo sobre particulares, y no sobre universales; que la razén debe abstraerse de la informacién_ ‘senna Seinen ito porque las dos conducen a la misma realidad méxima: Dios. El filésofo utiliza la prueba yila demostracién logicas para comprobar la 6as= tencia dé Dios, mientras que el tedlogo no acepta la existencia de Dios por fe. Los dos llegaban a la misma verdad, pero ferentes caminos. Aquino dedicé mucho tiempo a ‘e=plicar las diferencias entre los humanosy los animales inferfores La dferencla mas grande «que reconocié fue que los animales n> humanos no poseen almas tacionales y, por lo tanto, determiné que la salvacidn no es para ellos. aa Lasintesis dé Aquina del pensamiento aristotélico y cristiano fue discutida ferozmente en ol interior de la Iglesia. Antes hemos dicho, en este capitulo, que los miembros conservadores de la Iglesia cristiana primitiva (como San Jer6nimo) argumentaban que los filsofos no cris- tianos deberfan ser condenados ¢ ignorados. Sin embargo, San Agustin argumentaba que la mayor cantidad posible de filosofia no cristiana deberia ser asimilada a los dogmas de la I sia, San Agustin gané la discusién. Ahora, unos 900 afios después, tenemos una discusién similar en torno a las obras de Aristételes. Una de las voces més influyentes del conservadu- rismo fue San Buenaventura (ca. 1217-1274), que condené las obras de Ariststeles. Buena- ‘ventura, siguiendo a San Agustin, creia que se legaa conocer a Dios por via de a introspeccion y no del razonamiento o el estudio de la naturaleza. Sin embargo, las posiciones de Aquino prevalecieron y finalmente fueron acestadas como doctrina oficial de la Iglesia. Con algunas modificaciones, siguen siendo la piedra angular de la filosofia del catolicismo hasta la fecha, La posicién representada por Buenaventura perdura en el protestantismo, en el cual las escri- turas tienen més mérito que la raz6n, 7 la relaci6n personal con Dios es més apreciada que el ritual y los mandatos de la Iglesia. Influencia de Aquino. La obra de tuvo varios efectos con el tiempo. Separé la raz6n. ylae, permitiendo su estudio por separado. Flizo que elesfudio de la naturaleza fuera respe- table y demostré al mundo que era posble discutirlos dogmas dela Telesia Si bien la meta de “Aquino era fortalever la posiién de laTplesia mediante la admisin de la razdn como Thedio para conocer a Dios, su obra tuvo el efecto contrario Varlos Albsofos desputs de él - taron que la fe yla razén podian estudiatse por separado y que la raz6n se podlfa estudiar sin Sun oeipiecie load ie ee corsbtardis ‘en.una posibilidad, una que no habia edstido desde hacia mas de mil aos. “Aquino, cuando menos cambio percialmente la atencion, dstrayéndola del cielo, para dlirigitla ala tierra, a pesar de que siguié poniendo énfasis en el Paraiso. Fue necesario que se registrara este viraje para que ocurriera el Renacimiento. Sin embargo, el Renacimiento era algo futuro y la Iglesia segufa controlando casi todas las actividades hurnanas, Limitaciones de la filosofia escolastica Una cosa es estudiar la naturaleza y tretar de encontrar los principios que aparentemente la ‘igen, como hicieron la mayorfa-de los griegos, y otra muy distinta suponer qué algo es verdad ¥y.después tratar de hacer que la naturaleza se cia a esa verdad. Los tedlogos cristianos trata tron de hacer lo segundio, En el tiempo que transcurrié desde San Agustin hasta Aquino, fe, la escoléstica consistia en Jemostrar la validez de los dogmas de la Iglesia. La ink m sOlo era aceptada sise podia demostrar que era compatible con Tos ‘mas dela Iglesia; si esto no era posible, la informacion era rechazada. Se habia encontrado “l verdad” y no era necesario buscarla en otra parte, Si bien los escolésticos eran estudiosos sobresalientes y avezados en el uso de la l6gica, no aportaron nada valioso a la filosofia ni a la psicologfa, Estaban mucho mas interesados reservar el orden establecido que en revelar informacién nueva. Ciertamente, no habia mu- cho interés por la naturaleza Por aquellos aspectos que se podian emplear para probar la existencia de Dios o demostraralgo acerca de la naturaleza de Dios. Como en el caso. de los principales fildsofos griegos que los antecedieron, los escolasticos buscaban verdades 0 principios universales més alld del mundo de las apariencias. Para los pitagéricos éstas eran Capitulo 3. Despues de Aristoteles: la busqueda de Ia buene vide 'as relaciones numéricas; para los platénicos, las formas puras 0 ideas; para los aristotélicos, {a entelequia, que daba su esencia a una categoria de cosas, y para los escolésticos, Dios. To. dos suponian que existia una verciad mas alta, ms alld de la que se podia experimentar por medio de los sentidos, Como hemos dicho antes, cuando Aquino separé la fe yla raz6n, slo seria cuestion de tiempo para que aparecieran otros que deseaban ejercer la az6n, pero sin cargar el peso de la fe. Guillermo de Occam: el Punto de quiebre Guillermo de Occam (a veces eserito Ockham; ca, 1285-1349) fue un monje franciscano [acidgen laglaterra que aceptaba a separacion de la fe y la razén de Aquino y que opis por mcreia at las cosas, no se deberfan hacer supuestos innece- arios; es decir, la explicaciOn siempre deberia ser lo més frugal (simple) posible. La creencia equi aie ee ‘extrafios de las explicaciones o los argumentos sellamaria, mgs adelante, Ia navaja de Occam. En sus muchos escritos, ‘planted su principio de varias: as) por ejemplo: "ESfitil hacer con muchos lo que se puede hacer con menos’ y "nose debe Ja pluralidad cuando no es necesario” (Kemp, 1998, p. 280). ccd apis si hav ala polenior ee polémica en torno a la existencia de universales. Como he- mos visto, algunos estudiosos creian que exstian ideas o principios universales y que las ex- perigncias empiricas individuales sdlo eran manifestaciones de esos srsales. De nueva ‘cuphta, quienes creian en la existencia independiente de los universales eran calificados de Por el contrario, los estudiosos que crefan que los llamados universales Sélo eran juetas verbales utlizadas para describir grupos de experiencias que tenfan algo en comtin ‘eran calificados de nominalistas. Dado que Occam consideraba que el supuesto de que los tuniversales tenjan una existencia independiente era innecesario, tomé partido por los nomi- nalistas, ando con fuerza que los llamados universales s6lo eran etiquetas verbales. Por ejemplo, como todos los gatos poseen ciertas caracteristicas ent comtin, es converiente sttiquetar de gatos a todos los objetos que poseen esas caracteristicas. Cabe decir lo mismo en eT’caso de Tos perros, los Arboles, los libros u otro objeto o experiencia cualesquiera, Seprin Oceam, elhecho de que las experiencias tengan caracteristicas en comiin nos permite utilizar sategorias generales para describrlas, pero el uso de tales categorias no significa que exist eneia o forma puras n pi alld de nuestras experiencias. ma la interrogante sobre la naturaleza del conocimiento de un problema me. {afisico a uno psicolégico. Le interesaba la realidad trascendente que sélo se der mediante un razonamiento abstracto 0 unalabospeccgn niece Para stenoeoets fra comprender cémo la mente clasfica la experiencia, y su respuesta fue que por lo habitual respondemos 2 Objetos similares de maneras similares, Aplicamos la palabra misera imma pee- ‘sha porque ella tiene suficientes cosas en comtin con otras que hemos llamado mujer. Antes hemos visto que Abelard ofrecié tuna solucién similar al problema del realismo frente al nominalismo, es decir, los universales solo son conceptos que utilizamos para orde- har nuestras experiencias, Occam lleg6 a la misma conclusién aplicando su navaja. Para él, el supuesto isten esencias no era necesario, porque simplemente podemos suponer Wiel patna Sos oe 10 la experimentamos, ——— (Ensa pinsme, Decam fue mis alld de Aritételes que creiaquela experiencia sensorial erala base del conocighiento, pero que era necesario aplicar la raz6n para extraer conocimien- ode fours ys esigs devvaas de as xpericvas nites Pass eee experiencia sensorial proporsioniaba informacién acerca del mundo y punto. La filosofia de ‘Oceam-marca-el-fin- de la escolésti de los esfuerzos de la Iglesia por suy esse Oe, isa cnschren oes ee - clo de Ia filosofia empirica moderna. En efecto, en Occam encontramos un fuerte indicio del “Préximo Renacimiento, Pese a su empirismo radical, Occam era basicamente un monje franciscano y crefa en Dios. Sin embargo, sf dijo que la existencia de Dios jamés podria ser Guiteme de Dogar a paints de quneone Capitulo 3 probada mediante el estudio de la natureleza, porque ésta no contenia nada que probara di- rectamente su existencia, Por lo tanto, la existencia de Dios se debe aceptar por fe. El ambiente de la época previa al Renacimiento Jos sips nv yn la losoiasegutasometida aa relist, como todo el mundo ytodo lo los cl personas: los creyentes y los no creyentes. Cuando no se consegufa onvertir a estos iltimos, eran castigadosisicamente, encarcelados o muertos; se consideraba eran estipidas'0 que estaban poseidos por el demonio. No habia puntos i ios Si el Dios contemplado por objetos del pensamiento, como lo s diablos y los monstruos. La astrologia go- zaba de inime id y la magia era practicada en casi todos los lugares por casi todas las personas. La supersticién no se limitcba tan sélo a los campesinos, sino que también era pica de reyes, eruditos. 8. = ae que ane de investigaciones abiertas. Por emplear la terminolo- ia de Kuhn (1996), la investigacién se caracterizaba por un tinico paradigma: la concepcién {tistiana de los humanos y del mundo. Sibien Kuhn se interes6 principalmente por la ciencia, st_nocién del paradigma también se puede aplicar a otros campos de investigacion. Como sucede con otros paradigmas, el paradigma cristiano determinaba lo que era aceptable co- mo problema y lo que contaba como sclucién. Los filésofos se dedicaban a una “filosofia normal”, la ctial, al igual que la ciencia ncrmal, sdlo se interesa por explorar s implicaciones del paradigma aceptado. La ciencia normal o la filosofia normal entrafian muy poca creativi- dad. Kuhn nos dice que para que cambie un paradigma se deben presentar anomalias en el : apareciendo anomalfas por todas partes y estaba claro que la autoridad de la Iglesia estaba decayendo. Durante muchos sigios, casi no hubo are= cimiento filos6fico, cientfico ni teolégico.Para que hubiera progreso, la autoridad de la se debia quebrar y las grietas estaban empezando a aparecer practicamente por todas partes. Resumen ‘Tras la muerte de Aristételes, los fil6sofos se interesaron por los principios de la conducta humana y empezaron a plantear dudas. ;Qué significa una buena vida? Pirrin de Elis predicd «1 escepticismo. Para él, nada se podia conocer con certidumbre; luego entonces por qué creer en algo? El escéptico no se comprometia con ninguna creeneia particular, La vida debia estar guiada por simples sensaciones, sentimientos y las convenciones de la sociedad propia, Antistenes y Didgenes propugnaron por un regreso a la naturaleza como enfoque de vida, porque consideraban que la sociedad ere una distorsi6n de la naturaleza y que eta preciso. techazarla. Una vida sencilla, cerca de la raturaleza y carente de deseos y pasiones era lo me- jor. Més adelante, la posicién de Antistenes y Didgenes se llamaria cinismo. Epicuro de Samos. decia que la buena vida implicaba buscar la mayor cantidad posible de placer durante el tiem- ‘po mas largo posible. Este placer no se derivaba de poser mucho 0 muy poco, sino de una ‘Vida de moderacin. Zenén de Citio, el fundador del estoicismo, decta que la buena vida im- ‘plicaba vivir en armonfa con la naturaleza, que habia sido diseftada sujeta a un plan divino. Como todo sucede por alguna razén, se cebe aceptar lo que suceda con valor e indiferencia. Los estoicos erefan que las posesiones mareriales carecian de importancia y ponian énfasis en. lavirtud (a aceptacién del destino propio). Esté claro que los fl6sofos morales anteriores cafan en muchas contradicciones y que carecian de una base filos6fica firme. El problema qued6 “resuelto” cuando los fildsofos dejaron Despues de Aristoteles: la busqueda de la buene vide de centrar su atencién en la ética y la dirigieron a la religién. En Alejandria coexistieron la fi- Josofia griega, la tradicién judéica, las religiones orientales y las religiones de misterios, Flén, un neoplaténico, combin6 el judatsmo con la filosofia de Platon y cred un sistema que exaltaba lespiritu y condenaballa came. Plotino, otro neoplaténico, creia que del Uinico (Dios) emana el Espiritu; del Espictu y del Alma, el mundo material. Luego entonces, el Alma refleja al Eopi- Titu y a Dios. Al igual que todos los neoplaténicos, Plotino ense que el nico camino para llegar a la verdad, eterna e inmutable, es ponderando el contenido del Alma. San Pablo decia {ue Jestis era hijo de Dios y de ahi fundo la religion cristiana. En el afio 313, el emperador Constantino decret6 que el cristianismo seria una religidn tolerada en el Imperio Romano y, durante su gobierno, las diversas versiones de cristianismo que exisian en ese tiempo fueron trasformadas a un conjunto tinico de creencias y documentos, No obstante, el obispo Atanasio fue quien, en el afio 367, canonizé el Nuevo Testamento tal como lo conocemos hoy. San Agustin cijo que los humanos pueden conocer a Dios por medio de una introspec- i6n intensa. Consideraba que la mayor emocién humana era el éxtasis que se deriva de abrazar 2 Dios cognitivamente y que s6lo se podia alcanzar evitando 0 minimizando las experiencias camales. Al postular el ibre albedrio de los humanos, San Agustin logré varias cosas. Explicé el mal como resultado de que los humanos eligen el mal, en lugar del bien; los huranos se volvieron los responsables de su propio destino y la culpa personal se convirtié en un medio ‘muy importante para controlar la conducta. San Agustin afirmaba que un sentido interno le revela a cada persona cémo debe actuar como eristiana, El actuar en contra de este sentido intemo, o siquiera el tener la intencién de actuar en contra de él, produce culpa. No obstante, ‘vivir una vida libre de pecado no garantiza la vida eterna on cl Ciclo. Fata sélo ve puede alent Zar por gracia de Dios. San Agustin argumentaba que las experiencias del pasado, presente y futuro se explican en razén de los recuerdos, las impresiones sensoriales presentes y su anti- cipacién. En la Edad Media, la cultura islémica florecié y se extendi6 por toda Europa, Enuditos ‘musulmanes y judios tradujeron las obras de los filésofos griegos y romanos, y utilizaron esta sebiduria para lograr grandes avances en medicina, ciencia y mateméticas. Aviceria y Averroes se concentraron principalmente en las obras de Aristételes, las tradujeron y ampliaron, y tra- taron de hacerlas compatibles con el Islam. Maimonides, entre otras cosas, traté de reconciliar elaristotelismo con el judaismo. Antes de que el mundo occidental pudiese abrazar la filosofia aristotélica, seria preciso dar respetabilidad a la capacidad de razonamiento de los humanos, San Anselmo y Lombard fueron centrales para demostrar que la taz6n y la fe eran compatibles, mientras que Abelard ¥ San Alberto Magno fueron unos de los primeros fildsofos tedlogos de Oceidente que abra- zaron el trabajo de Aristételes, En el interior de la Iglesia se registrd un debate entre los rea Tstas y los nominalistas. Los realistas creian en laexistencia de universales (esencias)y que los hhechos empiricos individuales sdlo eran manifestaciones de ellos. Los nominalistas crefan que los llamados universales s6lo eran catcgorfas verbaics aplicaulas a wattyortas de experien

You might also like