Professional Documents
Culture Documents
Skandalakis Cirugia PDF
Skandalakis Cirugia PDF
VIII
D e d ic a d o a:
Dr. S a m A m b ro s e ,
G ra cia s, h e rm a n o , p o r m a n te n e rm e vivo.
A l Dr. J o h n A k in , y a fa llecido,
C on p ro fu n d a g ra titu d p o r s u a y u d a p a ra q u e lle g a ra a s e r Je fe d e R e s id e n te s .
JOHN E. SKANDALAKIS
Prólogo
Es todo un placer y un privilegio escribir el prólogo del libro del Dr. John E. Skandalakis. Conocido
por la mayoría como “Dr. Skan”, fue mi profesor e ídolo, y este libro es otra de sus muchas obras
de arte. Descubrí su personalidad única y contagiosa en Chicago, en una reunión en el American
College of Surgeons a finales de los años 70. Todavía era residente de cirugía en Johns Hopkins,
atravesaba la exposición de carteles que estaban expuestos, cuando me topé con unos de anato
mía quirúrgica. El contenido reflejaba la fama de su autor, Skandalakis, reconocido embriólogo, a
pesar de estar en su 3er año de residencia en Cirugía General. Por supuesto, me paré tratando de
absorber todo su contenido. Cuando comencé a leer, sentí una mano amable y cálida sobre mi
hombro, y una voz con un marcado acento me preguntó mi nombre. Me giré para identificarlo y
encontré una cara que reflejaba verdadero interés en mí y en mi fascinación hacia esos carteles.
En aquel momento no fui consciente de que ese sería el comienzo de una amistad que duraría
décadas y mi oportunidad de contar con un mentor en anatomía quirúrgica, y en los últimos años,
con un padre adoptivo (el mío falleció en 1983).
Los últimos 20 años han demostrado la importancia de aquel primer encuentro con este
gran anatomista americano de origen griego. A pesar de encontrarse en la novena década de su
vida, el Dr. Skan continúa siendo un profesor de anatomía que guía y enseña a sus discípulos.
Resulta extraño encontrar en el mundo de la cirugía a alguien tan dispuesto a ayudar a cualquiera
que lo necesite. Ha sido embriólogo/anatomista durante más de 50 años y seguramente sea el
más importante de nuestro tiempo. Los numerosos libros, artículos y capítulos que ha escrito
ponen de manifiesto un particular enfoque de la anatomía quirúrgica (de la superior a la inferior,
de la anterior a la posterior, de la cubital a la radial, de la plantar a la palmar). Al leer alguno de
sus trabajos uno se da cuenta de su habilidad con el pensamiento y las palabras; por ejemplo, si
alguien leyera únicamente los capítulos sobre peritoneo/omento o sobre el hígado, inmediatamen
te percibiría esa sensación.
El prefacio del Dr. Skan trata de sus 50 años de experiencia como profesor de cirugía y anatomía
quirúrgica. La magia de la claridad de su presentación junto con su medio siglo de experiencia
como cirujano le ha permitido identificar y seleccionar los puntos importantes de la embriología y
la anatomía dentro de este libro. Precisamente es eso lo que atrae de igual manera a los cirujanos
jóvenes como a los más experimentados. El Dr. Skan sigue recordándonos la importancia del
conocimiento de la embriología, no sólo para tratar anomalías en cirugía pediátrica, sino también
en los ensayos para la búsqueda de glándulas paratiroideas no orientadas típicamente o para
apreciar los caprichos de los vasos sanguíneos que se dirigen al hígado o a la vesícula, o en la
prevención de lesiones de los conductos biliares extrahepáticos anómalos durante una coledocec-
tomía. Además, con la llegada de la cirugía laparoscópica se demanda una visión diferente de la
anatomía, ampliando su ámbito de actuación. Mientras nosotros evolucionamos en este sentido,
la propia anatomía se queda estancada.
Uno de los métodos únicos y más efectivos del Dr. Skandalakis consiste en exponer históricamen
te algunos aspectos del pensamiento anatómico. Nos permite conocer cómo se ha desarrollado el
conocimiento de la anatomía y fusionar su historia con el concepto actual de fisiología. Podremos
comprobar cómo cada uno de ellos lleva a evolucionar al otro.
Prólogo
Permítanme contarles algo acerca del Dr. Skan como persona. Nació en Grecia, y siempre le
interesó la anatomía, tal vez por la influencia de sus antepasados, su herencia o la localiza
ción geográfica del país que le vio nacer. Vino a los Estados Unidos en 1951 para continuar
sus estudios. Tuvo la posibilidad de prosperar gracias al ambiente académico de Atlanta y a
sus mentores, privilegio y libertad que jamás olvidaría. Se tomó esta oportunidad en serio y
con responsabilidad, empleando tiempo, esfuerzo y devoción para avanzar en el estudio y
conocimiento de la anatomía. Además, este griego americano decidió quedarse en Atlanta
para participar de forma activa en el mundo académico y médico y en sus comunidades socia
les y religiosas. El Dr. Skan es conocido en Atlanta como un experto e ilustre cirujano, educa
dor consumado, filántropo social y todo un padre de familia. Su encantadora esposa Mimi ha
sido su apoyo en los últimos 50 años.
Incluso ahora a sus 83 años, la lucidez mental y verbal reflejada en el libro continúa guiándo
nos a través de la anatomía. Con su devoción y disciplina, fundó y dirigió el Thalia and Michael
Carlos Center for Surgical Anatomy and Technique y el Alfred A. Davis Research Center for
Surgical Anatomy en la Emory University School of Medicine. De estos centros han surgido
muchos cirujanos anatomistas, que seguirán manteniendo viva su voz, devoción y amor a la
anatomía. Este libro puede considerarse la Biblia actual del cirujano anatomista e indudable
mente permanecerá muchos años. Gracias, Dr. Skan.
XÜ
Prefacio
Para escrib ir esta obra cuento con la s vidas del re y A le ja n d ro y de César, e l c o n q u ista d o r de
Pom peya. H a y tanto m a te ria l d e lante de m í que com o pre fa cio ú n icam ente p e d iré a m is lectores que
no se lam enten si no relato su s h a za ñ a s m á s célebres o inclu so no h ablo de n in g u n a de ellas en
detalle, en la m ayoría de los ca so s seré breve.
Las tablas históricas no son completas, nuestro objetivo es tan sólo alentar al lector a
aprender con el esplendor del pasado.
Se han incluido algunos datos sobre embriogenia, ya que la embriología nos lleva a un
entendimiento más riguroso de la anatomía humana. Aplicamos la anatomía orientada
quirúrgicamente haciendo hincapié tanto en las aplicaciones quirúrgicas como en las formas de
evitar las complicaciones anatómicas. Estudiamos las entidades anatóm icas “sobre las
circunstancias de la práctica” , según dijo Treves. Presentamos aquellas con las que el cirujano
debería estar familiarizado. Puesto que la cirugía robótica y no invasiva es la que impera en la
actualidad y será la del futuro, el cirujano moderno debe conocer otro tipo de anatomía, la de “no
tocar” y “no ver”. En otras palabras, ha de conocerla COMPLETAMENTE.
La publicación de este libro nunca hubiera sido posible sin las personas que han
participado desde diversos ámbitos. Quisiera expresar mi gratitud más profunda a mis ayudantes
y a los colaboradores que aceptaron realizar este libro. La admiración que despiertan en mí me
hizo querer contar con ellos. Las “perlas quirúrgicas” del Dr. Roger. S. Foster, Jr. son un valioso
complemento al texto. El Dr. Gary Bernstein, antiguo alumno y asociado, ha revisado y mejorado
algunos capítulos. Ha sido un placer contar con un joven y prometedor residente, el Dr. David A.
McCIusky III, en la recopilación de datos para las tablas históricas.
1. Plutarco. Selected Lives and Essays (trans. Loomis LR), vol. 2 Roslyn, NY: Walter J. Black, 1951
2. Lindeboom GA. Herman Boerhaave: The Man and his Work. London: Methuen, 1968
$-4
Prefacio
%
Estoy profundamente agradecido a mis dos asistentes editoriales, Phyllis H. Bazinet y
I
Carol R. Froman, por su excelente trabajo. También doy las gracias a mi secretaria, Cyntia
Painter, por su ayuda incondicional.
Las excelentes ilustraciones de Eric Grafman aparecen en casi todos los capítulos. Su
talento y habilidades, así como las de su equipo: Susan Brust, Robin Jensen, Barbara Cousins,
Paul Chason, Andrew Matlock y Mary Beth Clough han potenciado la utilidad del libro.
En último lugar me gustaría mencionar a dos personas que han fallecido. Uno de nuestros
editores asociados fue el Dr. Thomas A. Weidman, gran embriólogo y compañero. Mi antiguo
alumno y colega, el Dr. Thomas S. Parrott, contribuyó a la redacción de muchos capítulos. Fue
un excelente urólogo pediátrico.
J o h n E. S ka n d a la k is , M D , P hD , F A C S
X IV
booksmedicos.org
Cuello
John E. Skandalakis; G ra n t W. Carlson; G e n e L. C olborn; Petros Mirilas;
Lee J. Skandalakis; A n dre w N. Kingsnorth; Panajlotis N. Skandalakis; Thomas A. W eidm an
(...) Corté hacia abajo hasta la arteria [carótida común] guiado por el borde interno del músculo esternocleidomastoideo; cuando
encontré la arteria estaba completamente flácida y vacía y, por supuesto, sin pulsación. La aguja de aneurisma se introdujo con
suavidad por debajo de ella desde el exterior; se elevó ligeramente el vaso para comprobar con seguridad que el nervio vago no es
taba en la aguja; entonces se ató la ligadura, y la herida que se había hecho con la operación se cosió con suturas. Yo diría que, o
se lesionó la artería carótida común inmediatamente antes de su bifurcación, o una o ambas arterias carótidas justo después de su
división; es indudable que la arteria tiroidea superior estaba seccionada, y tal vez la arteria lingual y posiblemente la facial corrie
ron la misma suerte, porque en algunos casos se originan muy cerca unas de otras.
Augusto Eves (1849)1
D e s a r r o llo normal
Re c o r d a r :
El cuello, tal y c o m o se ve en el ser h u m a n o a d u lto , no • Todos los surcos (hendiduras) faríngeos desaparecen, ex
existe en el e m b rió n . La embriogénesis de esta región es la ce p to el prim e ro , que persiste c o m o el c o n d u c to a u d iti
de los órganos que contie n e en su interior: p rin c ip a lm e n vo e xterno (m e ato a u d itiv o externo).
te, la farin g e y sus derivados, el tiroides, las paratiroides y • Todas las m em branas faríngeas (placas de cierre) desapa
la glándula tim o (tam bién se considera que esta ú ltim a fo r recen, excepto la primera, que persiste c o m o la m e m b ra
ma parte del m ediastino superior). Además, los vasos que na tim p á n ica (tím pa n o ).
atraviesan el cuello desde la cabeza hacia el tó ra x se alar • Arcos faríngeos:
gan y se m o difican d u rante el transcurso del desarrollo. - El p rim e r arco faríngeo (m a n d ib u la r) es responsable de
La faringe se alarga a las 5 semanas, y el esófago se alar la em briogénesis de los músculos de la masticación, el
ga más tarde. Después de que haya descendido el d ia fra g m axilar y la m andíbula, y la mejilla y los párpados infe
ma, estas tres estructuras separan la cabeza del e m b rió n riores. Recibe inervación de la rama m and ib u la r del ner
en desarrollo del corazón, que es bastante grande. Hacia las vio trig é m in o (V), y su vascularización procede de la ar
siete semanas se puede ver un cuello (Fig. 1.1). Se analiza teria facial.
rán más detalles sobre la diferenciación y la m ig ra c ió n en - El segundo arco faríngeo (h io id e o ) es responsable de la
los capítulos dedicados a los órganos específicos. em briogénesis de los músculos de expresión facial y de
Presentamos una descripción m u y breve del aparato fa la apófisis estiloides, el m úsculo e stilohioideo, el liga
ríngeo para que el estudiante conozca descripciones clínica m e n to estilohioideo, parte del hueso hioides, el estribo
m ente aplicables sobre el origen autógeno de las muchas es y el m úsculo del estribo, y el vientre posterior del m ús
tru c tu ra s anatóm icas del cuello, así c o m o su sign ifica d o culo digàstrico. Su nervio es el facial (VII), y su arteria la
filo g e n é tic o . La faringe em b rio n a ria está fo rm a d a p o r un carótida externa.
aparato branquial lateral a cada uno de los lados y un sue - El único m úsculo que se piensa p rocede del tercer arco
lo ventral im p a r entre ellos. Cada uno de los aparatos bran faríngeo (tiro h io id e o o glosofaríngeo) es el estilofarín-
quiales está fo rm a d o por bolsas endodérmicas, hendiduras geo. Está inervado p o r el nervio glosofaríngeo. Su arte
branquiales ectodérmicas, arcos branquiales mesodérmicos ria es la carótida co m ú n .
y m em branas branquiales (placas de cierre). - El cuarto arco faríngeo no tiene nom bre. Es responsable
El suelo im p a r tiene un origen e n d o d é rm ico , y da lugar de la embriogénesis del músculo cricotiroideo de la larin
a la lengua, la glándula tiroides, la laringe y la tráquea. La ge. Su nervio es la rama laríngea superior del nervio vago.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
Egipto 2780-2280 a.C. Estatuas que m uestran signos de la enferm edad de Graves
India 2000-1000 a.C. El Rig Veda h in d ú m enciona la canulación traqueal
China 1600 a.C. Utilización de esponja quem ada y algas para tratar el bocio
Sushruta 600 a.C. Introdujo el colgajo nasolabial
India 400 a.C. El Ayur Veda analiza el tratam iento y el diagnóstico de los bocios
Egipto 69-30 a.C. Un grabado de la pared de un tem plo muestra a Cleopatra con bocio
Celso 50-30 a.C. Describió el aspecto y la cirugía de los bocios quísticos
Galeno (aprox. 130-200 d.C.) Consideró que el tiroides era un am ortiguador entre el corazón y el cerebro. Llamó al
cartílago tiroides thyreos, que significa «escudo alargado»
Pablo de Egina (625-690) Trató quirúrgicamente u n broncocele. Atribuyó la parotiditis al desequilibrio h u m oral
en la cabeza (que se acumula en la glándula parótida durante la fiebre, por ejemplo)
Ali-ibn-Abbas aprox. 990 Describió el tratam iento quirúrgico de los bocios
Abul Casen 1050 Trató quirúrgicamente la «elefantiasis» de la garganta (bocios) y detuvo la hemorragia
Ebn Abbas utilizando cauterio de Khalaf y ligaduras
(Albucasis)
Wang Hei 1475 Describió la glándula tiroides a la vez que recomendaba utilizar tiroides seco para tratar
el bocio
Da Vinci (1452-1519) Dibujó ilustraciones de las glándulas tiroides
Paré (1510-1590) Describió las glándulas parótidas com o «emuntorios del cerebro»
Vesalio 1543 Escribió e ilustró las «Glandes laryngis radici adnatae» (glándulas tiroides) en su Fabrica
Eustaquio 1563 Descubrió el p u n to de conexión de los dos lóbulos tiroideos com o u n «istmo»
Severino (1580-1659) Realizó una traqueotom ía para abrir una vía aérea obstruida. Construyó un trocar para
m a n ten e r la vía aérea después de la intervención
Casserio 1601 Describió las glándulas tiroides llamándolas «las glándulas de la laringe»
Fabricio 1620 Pensó que el bocio era u n au m en to del ta m añ o de las glándulas tiroides
Feyens 1649 Realizó una traqueotomía, llamándola «broncotomía»
W harton 1656 Utilizó el térm ino «tiroides» correctam ente en su Adenographia. Pensaba que su función
era lubricar, drenar y calentar la laringe
Hesiter (1683-1758) Estableció el térm ino «traqueotomía» y realizó la primera descripción de la resección
quirúrgica del bocio
Von Haller 1743 Primero en describir un tu m o r del cuerpo carotídeo
D uphenix 1757 Escribió sobre la sudoración gustativa en Memoirs de UAcademie Royale de Chirurgie
Gooch 1773 Refirió haber realizado dos tiroidectomías
Von Haller 1776 Clasificó el tiroides, el tim o y el bazo com o glándulas sin conductos que liberan sus
líquidos hacia el torrente sanguíneo
Parry 1786 D ocum entó por primera vez el bocio exoftálmico
Desault 1791 Describió la resección con éxito de parte del tiroides
Blizzard 1811 Ligó con éxito las arterias tiroideas superiores, ofreciendo otra forma de tiroidectomía
Coindet 1820 Recomendó el yodo com o tratam iento del bocio
Parry 1825 En u n artículo que se publicó p o stu m am en te (murió en 1822) describió por primera vez
los efectos de la «tirotoxicosis», que en la actualidad se conoce como enfermedad de
Graves (en Inglaterra) y enfermedad de Basedow (en Europa)
Graves 1835 Observó y describió los efectos de u n tiroides hiperactivo
Owen 1852 Describió la glándula paratiroides de u n rinoceronte
Buck 1853 Realizó una laringectomía parcial
Lushka 1862 Describió con gran detalle los tum ores del cuerpo carotídeo
Czerny 1870 Realizó laringectomías en 5 perros (4 murieron)
Gull 1873 Describió el m ixedem a primario
Billroth 1873 Según señaló Gussenbauer en 1874, realizó u n a laringectomía
P. Von Brus 1878 Señaló: «La extirpación radical del cáncer de laringe por medio de una tirotom ía
ha resultado ser com pletam ente insatisfactorio e inútil»
Reigner 1880 Intentó la resección de u n tum or del cuerpo carotídeo
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello 1
F igu ra 1.1. Desarrollo embriológico del cuello. A, Arcos branquiales que delim itan el cuello. B, Séptima semana. Se produce
una constricción de los arcos y se delimita la separación entre cabeza y tórax. C, Duodécima semana. En este estadio ya está pre
sente verdadero cuello desarrollado. [sk4\
- C on fines p rá ctico s, d ire m o s q u e el q u in t o arco no músculos laríngeos. Su nervio es la rama recurrente del
existe. nervio vago.
- El sexto arco se fusiona con el cuarto para fo rm a r los • Las bolsas faríngeas:
cartílagos laríngeos, el cartílago tiroides y tal vez el ca - La prim era bolsa faríngea es responsable de la e m b rio
ya d o aórtico, la arteria subclavia derecha, las arterias génesis de la tr o m p a de E ustaquio, la ca vid a d t i m
pulm onares y el c o n d u c to arterial. El m e so d e rm o del pánica, el a n tro m a s to id e o ( a p ro x im a d a m e n te en el
sexto arco es responsable de la em briogénesis de los n o v e n o mes de la gestación) y las celdillas aéreas mas-
constrictores de la faringe, los músculos faríngeos y los toideas (a p ro x im a d a m e n te a los dos años de edad).
FutrellJW, Johns ME, Edgerton MT, Cantrell RW, Fitz-Hugh GS. Platysma myocutaneous flap for intraoral reconstruction. A m J
Surg 1978; 136:504-507.
Givel JC. Historical review. In: Givel JC (ed). Surgery of th e Thymus: Pathology, Associated Disorders and Surgical Technique.
Berlin: Springer-Verlag, 1990, pp. 1-8.
Gray SW, Skandalakis JE, Akin JT Jr, Droulias C, V ohm an MD. Parathyroid glands. Am Surg 42(9):653-656, 1976.
loannides C, Fossion E. Nasolabial flap for the reconstruction of defects of the floor of the m ou th . Int J Oral Maxillofac Surg
1991;20:40-43.
Liapis C, Gougoulakis A, Karydakis V, Verikokos C, Doussaitou B, Skandalakis P, Gogas J, Sechas M. C hanging trends in m a n ag e
m e n t of carotid body tumors. Am Surg 1995;61:989-993.
McIntosh D. Surgical interests in some anomalies of the cervical viscera. J R Coil Surg Edinburgh 1979;24(4):191-204.
Martin H. Surgery of Head and Neck Tumors. New York: Hoeber-Harper, 1957, pp. 3-13.
Martin H, Valle BD, Ehrlich H, Cahan WG. Neck dissection. Cancer 1951;4:441-499.
Nelson WR. In search of the first head and neck surgeon. A m J Surg 1978;154:342-346.
Pahor AL. Historical article: Ear, nose and throat in ancient Egypt. J Laryngoi Otol 106:863-873, 1992.
Panje WR, Little AG, M oran WJ, Ferguson MK, Scher N. Immediate free gastro-omental flap reconstruction of th e m o u th an d
throat. Ann Otol Rhino! Laryngoi 1987;96:15-21.
RamsayAJ. Experimental studies on the developmental potentialities of th e third pharyngeal pouch in the m a m m alian em bryo
(mouse). Anat Rec 1950;106-234.
Schwartz SI. Little glands, big names (editorial). C on tem p Surg 1993;42:402.
Wilkins EW Jr. Thymoma. In: Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Ginsberg RJ, Urschel HC (eds). Thoracic Sur
gery. New York: Churchill Livingstone, 1995, p. 1419.
Wilkins EW Jr. Thymectomy. In: Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Ginsberg RJ, Urschel HC (eds). Thoracic
Surgery. New York: Churchill Livingstone, 1995, p. 1483.
5
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
Esbozo de la
extremidad
A. 23 ± 1 día cardíaca B. 24 ± 1 día superior C. 26 ± 1 día
Estomodeo
Plano de sección J ¡
Membrana
Apófisis maxilar
E. 22 ± 1 día
F. 26 ± 1 día
Localización originarla
Cierre del surco de la membrana orofaríngea
neural Apófisis maxilar (linea discontinua)
Prosencéfalo
Placa ótica
Notocorda
Primera
bolsa Primer arco
Faringe faríngea faríngeo
Primera
Primera
membrana
hendidura .■^/Hendidura
branquial ^ faríngea
faríngea
Primer
Segundo arco faríngeo
cayado arterial con nervio, arteria y
aórtico cartílago
Apófisis Tercer arco
mandibular Membrana Bolsa
faríngea Corazón
orofaríngea Primera bolsa faríngea
Tejido mesenquimal Cuarto arco J.
del cuarto arco
F ig u r a 1.2. Dibujos que ilustran el aparato branquial. A, Vista dorsal de la porción craneal en el em brión precoz. B a D , Vis
tas laterales que m uestran el desarrollo de los arcos branquiales. E a G, Vistas faciales, que ilustran la relación entre el prim er
arco y el estomodeo o boca primitiva. H, Sección transversa a través de la región craneal del em brión, que ilustra los co m p o
n entes de los arcos branquiales y el suelo de la faringe primitiva. I, Sección horizontal a través de la región craneal del em brión,
que ilustra los com ponentes de los arcos branquiales y el suelo de la faringe. Cada arco contiene u n co m p o n en te de cartílago,
nervio, arteria y músculo. J, Sección sagital del embrión, que ilustra la abertura de las bolsas faríngeas en la faringe primitiva.
[mo3]
6
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
A n o m a l ía s c o n g é n it a s
Re c o r d a r :
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Cuello
• En varones con una musculatura bien desarrollada, la p o r pografía de las estructuras subyacentes en relación con
ción lateral del m úsculo trapecio prod u ce la m a yo r par la piel.
te de la p le n itu d de la suave curva que une la parte pos El cirujano selecciona la incisión más apropiada y su
Anatomía quirúrgica
Aplicaciones quirúrgicas
F ig u r a 1.4. El hueso hioides se en c u en tra a la altura de la
• La consistencia de la piel cervical cambia con la edad. La tercera vértebra cervical, y el cartílago tiroides a la altura de
hiperextensión del cuello perm itirá apreciar m e jo r la t o la tercera o cuarta vértebras cervicales, [brl].
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Nervio recurrente
penetrando en la laringe i ¡ Terminación de la faringe
e inicio del esófago
Arteria vertebral entrando
por el agujero transverso
Terminación de la laringe
Ganglio cervical medio, por
jjM n icio de la tráquea
encima o por debajo de la
arteria tiroidea inferior
Cartílago cricoides
zona I es la zona q u e Roon y C hristensen d e n o m in a ro n afectar a vasos en los que es difícil el c o n tro l p roxim al y dis
«baja», la zona II es la media, y la zona III la alta. tal. Recom endaron la exploración inm ediata.
En el m is m o e s tu d io c ita d o a n te rio rm e n te , Roon y • Roden y P o m e ra n tz6 ta m b ié n re co m e n d a ro n la o p e ra
Christensen afirm aron acertadam ente, desde un p u n to de ción te m p ra n a (exploración cervical) en las heridas pe
vista anatóm ico, que las lesiones altas y las bajas pueden netrantes del cuello. Sin em bargo, A tte b e rry y cois.7 con-
Vena yugular
Esófago
Fascia
superficial
Fascia
prevertebral
Fascia
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Cuello
A n a t o m ía t o p o g r á f ic a del c u e l l o
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
F ig u r a 1.9. Incisiones empleadas en la disección radical del cuello. A, Attie. B, Eckers y Byer. C, MacFee. D, Morestin. E, Con-
ley. F, Latyshevsky y Freund. G, Martin. H, Incisión en Z. I, Barbosa.[sf3]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
1 Exploración física
> Rx anteroposterior de tórax jodas las zonas
' Rx anteroposterior y lateral del cuello I
Anatomía quirúrgica
(Negativo)
Zona II
Cartílago cricoides Exploración Observación
I Zona II f-
Zona I
Í HAB 1 / \ í sw Ì
- © Signos/síntomas I / \ - © Signos/síntomas
División cervicofacial del nervio facial. La nom encla tu ra Exploración Tratamiento selectivo
i • Examen orofaríngeo
y la topografía de las ramas del nervio facial son confusas • Laringoscopia
I • Aortografía de 4 vasos
y variables. El nervio m a n d ib u la r (m a n d ib u la r m arginal) es
h a b itu a lm e n te la prim era rama de la división cervicofacial
del nervio facial. En todas las personas, esta rama cruza
F ig u r a 1.12. Guía para el tratam iento de las lesiones pene
trantes del cuello. HAF, herida por arma de fuego; HAB, he
superficialm ente a la vena facial a menos de 2 cm p o r d e
ridas por arma blanca; LAE, lesión de alta energía; *, trata
bajo de la escotadura a n gular de la m andíbula, en la que
m ie n to controvertido. [br2]
se pueden palpar los vasos faciales. Desde esta posición
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Submentoniano
terior del m úsculo digàstrico; 2, vientre posterior del múscu- Las estru ctu ras del s e g u n d o p lan o quírúr-
s u b m a n d ib u l a r .
lo digàstrico; 3, músculo accesorio; 4, band a fibrosa. [sq3J] gico, d e s d e la z o n a superficial a la p ro fu n d a , son la vena
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Cuello
Ganglio submandibular
terior.
Glándula
sublingual Triángulo subm entoniano
L í m i t e s . Los límites de este triá n g u lo son:
• Lateral: Vientre ante rio r del m úsculo digàstrico.
• Inferior: Hueso hioides.
Nervio XII
(hipogloso) • M edial: Línea media.
• Suelo: M úsculo m ilo h io id e o .
• Techo: Piel y fascia superficial.
C o n t e n id o . El triá n g u lo su b m e n to n ia n o co ntiene g a n
V. y a. lingual glios linfáticos. El c o n te n id o de este triá n g u lo se debe sa
crificar en la disección radical del cuello23.
D r e n a d o l i n f á t i c o . Los ganglios linfáticos del triá n g u lo
s u b m e n to n ia n o reciben linfa de la piel del m e n tó n , del la
bio inferior, del suelo de la boca y de la p u n ta de la len
gua. Envían linfa a las cadenas ganglionares s u b m a n d ib u
F igu ra 1.19. Cuarto plano quirúrgico del triángulo su b m an
lar y yugular.
dibular. La parte profunda de la glándula se encuentra expues
ta. [skS\
Triángulo carotideo
L ím ite s . Los límites son:
• Posterior: M úsculo esternocleidom astoideo.
pus a tensión, erosión de los vasos cervicales por el p ro • Anterior: Vientre anterior (superior) del músculo o m o h io i-
ceso infeccioso y trom bosis de la vena y u g u la r interna. deo.
• Superior: Vientre posterior del m úsculo digàstrico.
C u a r t o p l a n o q u ir ú r g ic o : B ase d e l t r iá n g u l o s u b m a n d i • Suelo: M úsculo hiogloso, co n s tric to r inferior de la fa rin
bular. Las estructuras del cuarto plano q u irú rg ico , o base ge, m ú scu lo tiro id e o , c o n s tric to r m e d io de la farin g e ,
del triá n g u lo , incluyen la porción p ro fu n d a de la glándula m úsculo largo de la cabeza.
subm andibular, el c o n d u c to su b m a n d ib u la r (de W h a rto n ), • Techo: Capa de re vestim iento de la fascia cervical p ro
el nervio lingual, la vena sublingual, la glándula sublingual, funda.
el n e rv io h ip o g lo s o (X II) y el g a n g lio s u b m a n d ib u la r
(Fig. 1.19). La parte unciform e de la glándula su b m a n d ib u C o n t e n id o . El triá n g u lo carotideo contiene:
lar rodea el b o rd e posterior del m ilo h io id e o y se sitúa en el • Bifurcación de la arteria carótida.
tejido conectivo que está por encima del mismo. Aquí se ori • Arteria carótida interna (sin ramas en el cuello).
gina el co n d u c to su bm andibular, y atraviesa el suelo de la • Ramas de la arteria carótida externa.
boca para te rm in a r en la carúncula sublingual, al lado del - Arteria tiroidea superior (p oco frecuente).
fre n illo de la lengua p o r delante. - Arteria auricular posterior.
El c o n d u c to su b m a n d ib u la r está debajo del nervio lin - A r t e r ia te m p o ra l superficial.
gual (e xcepto cu a n d o el nervio pasa p o r debajo del m is - Arteria m axilar interna.
m o ) y encim a del nervio hipogloso. - Arteria occipital.
- Arteria faríngea ascendente.
D ganglios linfáticos su b m andibu-
r e n a d o l in f á t ic o . Lo s - Arteria del m úsculo esternocleidom astoideo.
lares reciben con d u cto s aferentes de los ganglios linfáticos - A r t e r ia lingual (ocasional).
subm entonianos, de la cavidad oral y de las partes a n te rio - Arteria m axilar externa (ocasional).
res de la cara. Los con d u cto s eferentes drenan p rin c ip a l - A r t e r ia facial (ocasional).
m ente los ganglios yugulodigástrico, yugulocarotídeo y yu- • Tributarias de la vena yu g u la r interna.
g u lo o m o h io id e o de la cadena que a co m p a ñ a a la vena - Vena tiroidea superior.
y u g u la r interna (cadena cervical profu n d a ). Algunos c o n - Vena faríngea.
ductos pasan a través de los ganglios subparotídeos hacia • N ervio vago.
la cadena accesoria espinal. • N ervio accesorio espinal.
Los contenidos del triá n g u lo subm an d ib u la r se extirpan • N ervio hipogloso.
dura n te la disección radical del cuello m ediante la extirpa- • Asa del hipogloso.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
• Troncos simpáticos cervicales (parcial). Recuérdese que de manera ocasional hay que seccio
Es esencial p ro te g e r los nervios y los vasos y resecar el nar los músculos pretiroideos para facilita r la cirugía del ti
te jid o linfático. roides. Se deben seccionar transversalm ente en el tercio
El v ien tre p o s te rio r del m ú sculo d ig à s tric o (e n tre los superior de su lo n g itu d para evitar sacrificar su inervación.
triángulos su b m a n d ib u la r y carotideo) es una marca ana D r e n a d o l i n f á t i c o . El d re n a d o lin fá tic o del triá n g u lo
tóm ica fiable de una zona peligrosa. En p rofundidad respec m uscular se analizará con la glándula tiroides.
to del vientre p o sterior se pueden e n co n tra r las siguientes
estructuras anatóm icas:
Triángulo cervical posterior
• Arterias carótidas interna y externa.
• Vena yu g u la r interna. A veces se considera que el triá n g u lo cervical posterior
• Nervio glosofaríngeo (noveno nervio craneal). son dos triángulos, el triá n g u lo occipital y el subclavio, que
• Nervio accesorio espinal (u n d é c im o nervio craneal). están divid id o s p o r el vientre posterior (in fe rio r) del mús
• N ervio hip o g lo so (d u o d é c im o nervio craneal). cu lo o m o h io id e o (Fig. 1.20). A q u í se considerará que sólo
• Tronco sim pático. es una estructura.
Clavícula
Perlas clínico-quirúrgicas
Mi m é to d o h a sido seccionar sistem áticam en te los
m úsculos p retiroideos en la cirugía tiroidea, se cc io n an
d o en tre el tercio superior y los dos tercios inferiores;
Músculo omohioideo
esto p ro p o rc io n a u n a excelen te exposición, y creo que
(vientre posterior)
m ejora la seguridad de la técnica. C u a n d o se seccionan
los m ú sc u lo s pretiroideos n o es necesario le v an tar col
T riá n g u lo su b cla vio
gajos de los m ú sc u lo s p ro fu n d o s al m ú sc u lo c u tá n e o
Esternón
del cuello. Es u n a in cisión q u e el p ac ie n te tolera bien,
y p ro p o rc io n a u n a ex posición y visualización excelen
F igu ra 1.20. Triángulo posterior del cuello. Puede estar di
tes para el ciru ja n o y su ay u d a n te . (RSF Jr)
vidido en dos triángulos por el m úsculo om ohioideo. [sk4\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
Aplicaciones quirúrgicas
M. esternodeidomastoideo
M. esplenio de de los triángulos cervicales
la cabeza
M. trapecio Triángulo anterior
M. elevador • En el pasado, los procesos inflam atorios del cuello, c o m o
de la escápula la ang in a d e L u d w ig , se asociaban a una m o rta lid a d y
M. una m o rbilid a d elevadas. A unque estos procesos inflam a
medio
torios siguen produciéndose, son m u c h o menos fre cu e n
tes y tienen una m o rta lid a d menor, p o rque los a n tib ió ti
cos eficaces d e tienen y curan la inflam ación.
Vientre
inferior • N o c o n fu n d ir el seno carotídeo con el cuerpo carotídeo.
(posterior) A n a tó m ic a m e n te , el seno carotídeo es una zona dilatada
ael m.
omohioideo que h a b itu a lm e n te está localizada al co m ie n zo de la ar
teria carótida interna. Aquí, la m edia es delgada y tiene
M. escaleno
posterior poco m úsculo, pero la adventicia es gruesa; es rica en te
anterior
jid o elástico, receptores y fibras nerviosas sensitivas que
proceden del nervio glosofaríngeo.
F ig u ra 1.21. Suelo del triángulo posterior.
El seno carotídeo (Fig. 1.22) actúa c o m o b a ro rreceptor
y responde de manera refleja a m odificaciones en la te n
sión arterial. La elevación de la tensión o la co m p re sió n
del seno carotídeo pueden p ro d u c ir una ralentización de
Contenido la frecuencia cardíaca, una dism inución súbita de la tensión
arterial, una isquem ia cerebral y un síncope ipsilateral y
Entre la fascia de revestim iento y la fascia prevertebral
secundario.
están el nervio accesorio (XI) y una p orción de la vena y u
El cuerpo carotídeo (Fig. 1.22) es una estructura ana
gular externa. A una p ro fu n d id a d variable en el inte rio r del
tó m ic a lobulada bilateral y pequeña de 2 m m a 7 m m de
triá n g u lo están la arteria subclavia, la vena subclavia, los
ta m año. Está localizado en la bifurcación carotídea o en la
nervios cervicales, el plexo braquial, el nervio fré n ico , el
cara medial posterior de la arteria carótida c o m ú n 24. Pue
nervio frénico accesorio, el nervio accesorio espinal y g a n
de estar p a rcialm ente in c lu id o en la adventicia carotídea
glios linfáticos.
en la que se o rig in ó e m b rio ló g ic a m e n te . Está fo rm a d o p o r
Drenado linfático una cápsula fibrosa con tabiques que lo dividen en lóbulos
formados por células glómicas epitelioides, células de sopor
Los ganglios linfáticos occipitales superficiales reciben
te y sinusoides. Pueden aparecer tum o re s del cuerpo caro
linfa de la región occipital del cuero ca b elludo y de la par
tídeo, los cuales plantean im po rta n te s problem as q u irú rg i
te posterior del cuello. Los vasos eferentes pasan a un g a n
cos, particularm ente en relación con la hemorragia durante
glio linfático occipital p ro fu n d o (o, de manera ocasional, a
la operación.
más de un g a n g lio ) que drena hacia los ganglios cervica
El c u e rp o ca ro tíd e o es un q u im io rre c e p to r sensible a
les p rofundos situados a lo largo del nervio accesorio espi
concentraciones bajas de oxígeno, a concentraciones ele
nal.
vadas de d ió x id o de ca rbono y a la co n centración de iones
Notas quirúrgicas de hidrógeno. Responde a esas alteraciones aum entando de
manera refleja la ventilación respiratoria a través de sus c o
A c o n tin u a ció n se presentan consejos quirúrgicos que
nexiones con el tr o n c o cerebral. Su in e rva ció n p ro ce d e
se deben recordar sobre la parte su p e rio r u o ccipital del
p rin cip a lm e n te del nervio glosofaríngeo, a unque ta m b ié n
triá n g u lo posterior:
parece recibir fibras del vago.
• Extirpe con m u ch o cuidado los ganglios linfáticos que ro
dean el nervio accesorio espinal. Triángulo posterior
• Sacrifique el nervio si es a b solutam ente necesario. • La arteria subclavia se puede c o m p rim ir contra la p rim e
Consejos quirúrgicos para la parte inferior o subclavia del ra costilla m edia n te la presión del p u lg a r colocado en la
triá n g u lo posterior: fosa supraclavicular cu a n d o la m ano agarra el cuello.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
cesiva en el parto, caídas sobre el h o m b ro u otras cau vena. D urante la inspiración se puede p ro d u cir una em
sas de tra u m a tis m o contuso. bolia gaseosa m ortal.
- La arteria subclavia y el plexo braquial se pueden c o m • Recuérdese que hay tres características top o g rá fica s en
Anatomía quirúrgica
p rim ir cu a n d o cruzan la prim era costilla p o r detrás del la vecindad de la región del triá n g u lo supraclavicular de
m úsculo escaleno anterior. la parte «peligrosa» del triá n g u lo posterior. El surco inte-
- El nervio fré n ico pasa por debajo de la superficie ve n rescalénico y la fosa supraclavicular están en el inte rio r
tral del m úsculo escaleno anterior, p o r debajo de la co del triá n g u lo ; la fosa infraclavicular está justo debajo del
bertura de la fascia prevertebral. C o m o esta fascia se te rcio m edio de la clavícula, fuera del triá n g u lo posterior
d irige distalm ente, co m o la vaina axilar que recubre el (Figs. 1.23 y 1.24).
plexo braquial y la arteria axilar, los anestésicos qu e se - Surco interescalénico: Si se gira m u ch o la cabeza hacia el
inyectan en la vaina pueden afectar al nervio frénico, lado opuesto, se forma un triángulo delim itado por la cla
dando lug a r a una parálisis del h em idiafragm a. vícula por abajo, el músculo esternocleidomastoideo me
• Trayecto y relaciones topográficas del nervio frénico con dialm ente y el borde anterior del músculo trapecio late
otras estructuras anatóm icas del cuello: ralmente. Los escalenos anterior y m edio están en el suelo
- Posterior al vien tre inferior del m úsculo o m o h io id e o , de este triángulo. En otras personas se puede palpar el
m u y cerca de su te n d ó n inte rm e d io . surco que hay entre ellos con una facilidad variable.
- Posterior a la vena yu g u la r interna y a las arterias cervi Se puede utilizar la posición del cartílago cricoides
cal transversa y supraescapular. para d e te rm in a r de manera a p ro x im a d a el nivel de la
- Posterior al c o n d u c to torácico en el lado izquierdo del sexta v é rte b ra cervical. Ig u a lm e n te , el tu b é r c u lo de
cuello. Chassaignac de la apófisis transversa de C6 se puede
- A n t e r io r a la arteria subclavia. palpar justo detrás del borde p o sterior del esternoclei
- Posterior a la vena subclavia. d o m astoideo. Un p u n to que se localice de esta m a n e
Citam os de Kline y cois.27: ra en el centro del triá n g u lo señalará a p ro x im a d a m e n
te el p u n to de paso de la arteria subclavia y de salida del
El cirujano puede notar el borde anterior redondeado ca
plexo braquial de entre los escalenos a n te rio r y m edio.
racterístico del escaleno anterior cuando palpa a través de
La segunda parte de la arteria subclavia está detrás del
la grasa y del tejido linfático. Este es un dato importante,
m úsculo escaleno anterior. In tro d u c ie n d o un d e d o ha
porque la persona que tiene poca experiencia tiende a ope
cia abajo p a lp a n d o el surco interescalénico se notará
rar demasiado lateralmente y superiormente, olvidando de
p o r lo general el pulso de la arteria subclavia sin d ifi
esta manera todo el plexo braquial. El cirujano puede llegar
c u lta d 28.
fácilmente hasta el borde anterior del escaleno anterior sa
- Fosa supraclavicular: La fosa supraclavicular está fo rm a
biendo que el nervio frénico está profundo a la fascia prever
da p o r el b o rde lateral (posterior) del m úsculo esterno
tebral en este punto. Una vez que se ha disecado el nervio
cleidom astoideo, el b o rde ante rio r del trapecio y la m i
frénico y se ha preservado, se puede seccionar el escaleno an
tad o el tercio pro xim a l de la clavícula. Éste es el p u n to
terior después de que el cirujano haya visto que la artería
de presión de la arteria subclavia, q u e se puede palpar
subclavia se ha liberado de su superficie posterior.
entre el d e d o y la primera costilla.
N o ta: En ese punto, el nervio frénico entra en la cavidad - Fosa infraclavicular: La fosa infraclavicular es la conca
torácica, a n te rio rm e n te a la arteria torácica interna y al hi- vida d blanda y palpable localizada d e b a jo de la p o r
lio pulm onar, y entre la pleura mediastínica y el pericardio. ción media de la clavícula. Está d e lim ita da p o r el pec
Aquí, los vasos pericardiofrénicos son com pañeros de via toral mayor, el d eltoides y la clavícula. La vena axilar
je del nervio frénico. está p rofunda con respecto a la piel, la fascia superficial
• La pleura cervical y las partes apicales de los pulm ones se y la fascia clavipectoral. La arteria axilar, rodeada por
extienden hacia arriba por encima de la clavícula, hacia elem entos del plexo braquial, se localiza p ro fu n d a a la
la raíz del cuello. La biopsia de los ganglios linfáticos es vena axilar. En esta fosa ta m b ié n están los ganglios lin
calenos puede p ro d u cir neum o to ra x yatro g é n ico o lesión fáticos apicales e infraclaviculares.
del vértice pulm onar, así c o m o lesión de la parte más alta • El m úsculo escaleno ante rio r se o rig in a en los tubérculos
del c o n d u c to torácico izquierdo. centrales de las apófisis transversas de la cuarta a la sex
• La vena y u g u la r externa pasa hacia abajo desde la zona ta vértebras cervicales. Desciende casi ve rtica lm e n te has
del á n g u lo de la m and íb u la hasta la parte m edia de la ta insertarse en el tu b é rcu lo escaleno de la p rim era cos
clavícula. Justo encim a de la clavícula, la vena perfora la tilla, a n te rio rm e n te al surco de la arte ria subclavia. El
fascia de revestim iento y drena la vena subclavia. En esta m úsculo escaleno m edio, que es el m a yo r de los tres es
zona, una herida cervical p e n e trante con sección de la calenos, se o rig in a en los tu b é rcu lo s posteriores de las
vena puede p e rm itir que entre aire hacia la vena, p o rque apófisis transversas de las vértebras C2-C7. Se inserta en
la fascia p ro fu n d a está firm e m e n te fijada a la pared ve la prim era costilla, entre su tu b é rcu lo y el surco de la ar
nosa, m a n te n ie n d o de esta manera abierta la luz de la teria subclavia. El escaleno p o sterior se o rig in a en los tu-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
\
\
\
\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
Anatomía quirúrgica
Costilla cervical
Plexo braquial
Arteria subclavia
Primera costilla
Músculo escaleno
a nterior
Costilla cervical
Compresión del
plexo y arteria
F ig u ra 1.24. Com presión de la arteria subclavia y del plexo braquial. A, El músculo se encuentra relajado; B, C ontracción del
músculo escaleno anterior en presencia de u n a costilla cervical que puede producir la com presión de la arteria subclavia y
del plexo braquial; C, Sección del escaleno que puede resolver esta com presión vascular y nerviosa.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
bérculos posteriores de las vértebras C4-C6. Se inserta en vio torácico, pasa entre los músculos escalenos a nterior y
la segunda costilla. m edio. Aquí, la arteria y los nervios cruzan la primera cos
Harry y cois.29 afirmaron que la relación anatómica que tilla, y pueden estar sometidos a com presión.
se describe con más frecuencia, en la q u e el plexo bra- El síndrom e del desfiladero to rácico superior se refie
quial está entre los músculos escalenos a n te rio r y m edio, re realmente a la compresión en la abertura superior (zona
se observó sólo en el 6 0 % de los casos. Los mismos a u to de entrada, abertura superior). Tal vez sea incorrecta la uti
res encontraron las siguientes variaciones: lización de la palabra «desfiladero», p o rq u e el verdade
- Había un músculo escaleno m ínim o en el 4 6 % de los ca ro «desfiladero» es la abertura inferior del tórax.
sos (Fig. 1.25). Las relaciones topográficas de la entrada del tó ra x son:
- En el 15% de los casos, el m ú sculo escaleno a n te rio r
Posterior: C uerpo de la prim era vértebra torácica.
era perforado p o r las raíces C 5-C6 fusionadas. Anterior. Borde superior del m a n u b rio del esternón.
La vena subclavia cruza la prim era costilla ventral al
Lateral: Primera costilla.
escaleno anterior, d o n d e se asocia ín tim a m e n te con el
Citam os de O b u ch o w ski y O rtiz 31 sobre la resonancia
m úsculo subclavio, y con frecuencia está c o m p rim id a
m agnética (RM) del desfiladero torácico superior:
por el m ism o. A m e n u d o los pacientes que están afec
tados de esta m anera tienen tro m b o sis venosa axilar y Los bordes del desfiladero torácico superior definen un
subclavia espontánea o relacionada con el esfuerzo de plano oblicuo que tiene una angulación hacia abajo des
la extre m id a d superior (síndrom e de Paget-Von Schro- de la columna vertebral, en dirección anterior h a d a las p ri
etter), sin relación con enferm edades asociadas ni con meras costillas. Por lo tanto, es m ejor considerar que el
m anipulaciones yatrogénicas. Se puede tra ta r a los pa desfiladero torácico superior es una región o «zona» que
cientes que tie n e n este p ro b le m a con una c o m b in a se extiende a una pequeña distancia p o r encima y p o r de
ción de trom b o lítico s y anticoagulación, resección de la bajo de este plano, de modo que incluye la porción inferior
prim era costilla y angioplastia con b a ló n 30. del cuello infrahioideo y la porción superior del mediastino
• Síndrome del desfiladero torácico superior: La arteria sub superior. La capacidad de la RM m ultip la n a r permite sub-
clavia, acom pañada p o r el plexo braquial y con c o n tri dividir el desfiladero torácico superior en cuatro zonas di
buciones de los nervios cervicales C5-C8 y del prim er ner ferenciadas: visceral, neurovascular, pulm o n a r y vertebral.
F igu ra 1.25. Variaciones en las relaciones de los músculos escalenos con el plexo braquial. A, Arteria subclavia atravesando el
vientre muscular. B, Raíces C5 y C6 atravesando el vientre muscular. [ha3]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Cuello
La dila ta ción postestenótica de la arteria subclavia se El síndrome de Paget-Von Schroetter se asocia con fre
puede asociar con la aparición de trom bos. Estos trom bos, cuencia a una trom bosis de la vena axilar-subclavia causada
que se liberan hacia zonas distales de la arteria, pueden p ro p o r el ejercicio, dando lugar a la frase «trombosis venosa de
Anatomía quirúrgica
d ucir síntomas confusos similares al a trapam iento del ner esfuerzo». Esta enferm e d a d aparece c o m o una tu m e fa c
vio m ediano en el túnel carpiano. Sanders y Pearce32 obser ción súbita de la e xtre m id a d superior. Según Flye35, inclu
varon que el 8 6 % de los pacientes que tenían síndrom e del so con tra ta m ie n to m é d ico te m p ra n o la resolución c o m
desfiladero torácico superior tenían antecedentes de a lg u pleta se p ro duce sólo en el 1 5% al 3 0 % de los pacientes.
na form a de tra u m a tism o cervical, especialmente de lesio
nes p o r latigazo cervical. En estos pacientes es preferible la Fa s c ia s del c u e l l o
escalenectomía a la resección de la primera costilla.
La m usculatura escalena accesoria, las bandas fasciales La siguiente clasificación de los planos fasciales del cue
o una séptim a costilla cervical atípica pueden c o m p rim ir llo, que son bastante com plicados, sigue el trabajo de va
de manera variable la arteria, los nervios o ambos. Esta c o m rios investigadores:
presión da lugar al síndrom e del escaleno anterior, con d o • Fascia superficial.
lor, parestesias o pulsos débiles. D ura n te el desarrollo se • Fascia profunda.
fo rm a la séptim a costilla cervical, y después, n o rm a lm e n - Capa de revestim iento (capa superficial).
te, regresa hacia su apófisis transversa. Las variaciones de - Capa media o pretraqueal (rodea la laringe, la tráquea
este destino varían desde una costilla to ta lm e n te fo rm ada y la faringe).
a form as ru dim entarias que se asocian a una banda fib ro - - Capa prevertebral (capa p ro fu n d a o posterior).
cartilaginosa.
En un estudio de 390 resecciones transaxilares de la p ri Fascia superficial
mera costilla p o r com presión arterial, venosa o del plexo La fascia superficial del cuello está debajo de la piel. Está
b ra q u ia l en el d e s fila d e ro to rá c ic o su perior, M a k h o u l y fo rm a d a p o r te jid o co n ectivo laxo, grasa, el m úsculo cu tá
M ach le d e r33 observaron que el 6 6 % de 1 75 pacientes te neo del cuello, ramas cutáneas del plexo cervical, la división
nían m alform aciones únicas o m últiples que representaban cervicofacial del nervio facial y pequeños vasos sanguíne
variaciones del desarrollo: 86 músculos escalenos y 39 sub os cutáneos (Fig. 1.26). El cirujano debe recordar que los
clavios eran atípicos en cuanto a su form a o sus uniones; 20 nervios cutáneos del cuello y las venas yugulares ante rio r y
músculos escalenos eran supernumerarios, y 7 costillas mos externa están entre m úsculo cutáneo del cuello y la fascia
traban alteraciones (séptima costilla cervical o primera cos cervical profunda. Si se van a seccionar las venas, p rim e ro
tilla torácica atípica). se deben ligar. D ebido a su unión con el m úsculo cutáneo
En o tro estudio de pacientes con síndrom e del desfila del cuello p o r arriba y la fascia p o r deb a jo no se retraen;
dero torácico superior, M ach le d e r y cois.34 m ostraron que pueden p ro d u c ir una hem orragia grave, y el cirujano debe
había transformaciones morfológicas demostrables de las fi prevenir la posibilidad de que produzca una em b o lia ga
bras del m úsculo escaleno ante rio r que reflejaban cambios seosa. Con fines prácticos, se considera qu e no hay espa
m etabólicos y enzim áticos característicos de diversos p ro cio entre esta capa y la fascia p ro funda.
cesos adaptativos y patológicos. En esas alteraciones, que
se podían a trib u ir a la tensión tra u m á tica y a la lesión p o r Fascia profunda
estiramiento, las fibras musculares cam bian desde una fibra
de tip o 2 de contra cció n rápida a una fibra de tip o 1 de
C a pa de revestimiento
co n tra cció n lenta h ip e rtrofiada. Estas alteraciones apare La capa superficial (de revestim iento) d e la fascia cervi
cen prin cip a lm e n te en personas jóvenes co m o respuesta al cal profunda (Figs. 1.26 y 1.27) se une por arriba a los hue
ejercicio. sos occipital y te m p o ra l y a la m andíbula, posterio rm e n te
C on frecuencia se m ostró que la presencia de una cos a las apófisis espinosas y a los ligam entos supraespinosos de
tilla cervical (q u e se enco n tró en a p ro xim a d a m e n te el 1% las vértebras cervicales, y p o r debajo a la clavícula, a la es
de los casos) era indicativa de una variación de la m uscu cápula y al m a n u b rio del esternón. Recubre dos músculos,
latura escalénica o del plexo braquial, do n d e el p rim e r ner el tra pecio y el e sternocleidom astoideo, y dos glándulas,
vio torácico aportaba pocas aferencias y era sustituido p o r la parótida y la subm andibular. Forma dos espacios, el su
una c o n trib u c ió n im p o rta n te de C4. C uando la costilla C7 praclavicular y el supraesternal, y form a el techo de los triá n
era incom p le ta , la parte de la costilla que había regresado gulos cervicales a n te rio r y posterior.
había sido sustituida con frecuencia p o r una banda fib ro
sa. A p ro x im a d a m e n te el 6 7 % de las costillas cervicales son C apa pretraqueal
bilaterales. En el estudio de M a kh o u l y M a ch le d e r33 de pa A veces se afirm a que la capa m edia (pretraqueal) de la
cientes con síndrom e de Paget-Von Schroetter, el 5 5 % te fascia profu n d a (Fig. 1.28) recubre p o r delante los m ú scu
nían hipertrofia del te n d ó n del m úsculo subclavio, además los pretiroideos y se fusiona con la capa de revestim iento
de un a u m e n to del ta m a ñ o del tu b é rcu lo de inserción. superficial. Por el contra rio , ta m b ié n se dice que es una lá-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
1
engrosada para fo rm a r el ligam ento suspensorio de la glá n
dula tiroides (lig a m e n to de Berry).
Posteriormente, la fascia cervical m edia está mal d e fi
Grasa
nida y p erm ite que una glándula tiroides aum entada de ta
M. cutáneo
m a ñ o se extienda hacia atrás. Se puede considerar que esta
del cuello
porción posterior o p ro fu n d a de la fascia pretraqueal es la
Venas y tejido
celular p orción visceral de la capa fascial. C o n tin ú a p o ste rio rm e n
subcutáneo te con las fascias bucofaríngea y esofágica, co m o señala
Capa superficial de la
fascia cervical profunda
ron hace tie m p o C rodinsky y Holyoke37. D ebido a esta co n
tin u id a d , a lg u n o s a utores p re fie re n el té r m in o «capa
visceral» a «capa pretraqueal» c o m o n o m b re más adecua
F ig u ra 1.26. La fascia superficial se encuentra en el cuello,
do para la capa media de la fascia cerebral profunda.
entre la piel y la fascia cervical profunda. TC, tejido celular
Por delante, la capa m edia se une p o r arriba al m úscu
subcutáneo. [sk4\
lo hioides y p o r abajo al pericardio fibroso. Lateralm ente
c o n trib u y e a la vaina carotídea. La capa fascial c o n tin ú a
p o s te rio rm e n te con la fascia bucofaríngea, hasta la base
mina q u e es p ro fu n d a a los músculos pretiroideos, que se del cráneo; te rm in a in fe rio rm e n te a p ro x im a d a m e n te al n i
une con la capa de revestim ie n to superficial lateral a los vel de la b ifurcación traqueal, fu sio n á n d o se con la parte
m ism os36. De manera similar al p rim e r p u n to de vista, se alar de la fascia prevertebral.
dice que una capa posterior de la fascia pretraqueal envuel
ve la glándula tiroides, fo rm a n d o la cápsula falsa de la g lá n C apa prevertebral
dula (Fig. 1.29). Esta capa está fija a los cartílagos tiroides La capa prevertebral (posterior) (Fig. 1.27) está d e lan
y cricoides p o r arriba. La u n ión a los cartílagos puede estar te de los músculos prevertebrales. Se o rig in a en las apófi-
F ig u ra 1.27. Capas superficiales de los espacios por encima del hueso hioides, en un corte sagital. Se aprecia el «espacio p e
ligroso» y la continuación con el espacio retrofaríngeo; se establece u n a contin u id ad entre el espacio peligroso y el espacio re-
trovisceral, respectivamente, por debajo del nivel del hueso hioides. Se trata de espacios virtuales, más que reales. [ho4\
25
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandatakis
Cuello
Fascia pretraqueal
Fascia superficial
Anatomía quirúrgica
Esófago
Carótida común
simpática
Fascia prevertebral
Arteria vertebral
Porción alar
Fascia prevertebral Parte
prevertebral (j j J Capa pretraqueal
Capa superficial
Espacio supraesternal
de Burns
F ig u ra 1.28. Fascias del cuello. A, Corte transver
sal. D, «espacio peligroso» con la fascia prevertebral;
RV, espacio retrovisceral y retrofaríngeo entre el es
pacio la fascia prevertebral y pretraqueal (visceral)
B l co-*]■ B, Principales capas de las fascias posteriores
al hueso hioides. [col]
sis espinosas y el lig a m e n to nucal p o r detrás, y recubre los y 1.30), debajo del m úsculo esternocleidom astoideo. En el
músculos de la co lu m n a cervical, incluyendo los músculos inte rio r de este tu b o está la arteria carótida co m ú n , la vena
escalenos y la co lu m n a vertebral p o r delante. En su unión y u g u la r interna, el nervio vago y ganglios linfáticos cervi
con las apófisis transversas de las vértebras cervicales, la cales p ro fu n d o s. En la parte superior del cuello, el te jid o
fascia prevertebral se divide para fo rm a r un espacio p o r de conectivo de la vaina se fusiona con los revestim ientos fas-
lante de los cuerpos vertebrales, de m o d o que la capa an dales del m úsculo estilohioideo y del vientre poste rio r del
te rio r se d e n o m in a fascial y la posterior conserva la d e n o digàstrico. Por encim a, la vaina se adhiere más a los re cu
m inación de fascia prevertebral. brim ientos adventiciales de los vasos carotídeos y de la vena
y u g u la r interna.
Vaina carotídea Por debajo, la vaina carotídea se adhiere a la cara pos
Tres fascias (de revestim iento, pretraqueal y preverte te rio r del esternón y de la clavícula y es lateral al orig e n de
bral) fo rm a n un tu b o fascial, la vaina carotídea (Figs. 1.28 los m úsculos e ste rn o cle id o m a sto id e o y pretiroideos. Por
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Fascia axilar
La fascia axilar se o rig in a en la fascia prevertebral. Se
com e n ta en el ca p ítu lo dedicado a la m am a en el epígrafe
«Anatom ía to p o g rá fica y relaciones: fascia profunda».
Cartílago tiroides
Es p a c io s del c u e l l o
Cartílago cricoides
En el cuello hay muchos espacios que están definidos por
Ligamento de Berry las fascias (Figs. 1.27 y 1.28). C o m o este libro está d irig i
d o al ciru ja n o general, sólo se describirán aquellos espa-
Falsa cápsula
Verdadera cápsula
Glándula tiroides
Fascia bucofaríngea
Fascia prevertebral Mandíbula
La fascia bucofaríngea (Fig. 1 .27) c o n tin ú a p o r abajo
con el re cu b rim ie n to fascial visceral del esófago. Por arriba Hueso hioides
Fascia cervical
cubre las superficies posterior y lateral de la faringe, y c o n
Esófago profunda
tinúa h a d a delante sobre la superficie externa del m úscu
lo b u c in a d o r de la mejilla. Está unida de manera bastante
Tráquea
laxa a la capa alar de la fascia prevertebral p o r un te jid o Fascia pretraqueal
areolar delicado. El intervalo entre las dos capas fasciales
es el espacio retrofaríngeo (Fig. 1.27), que se extiende ha
cia arriba hasta la base del cráneo y term ina inferio rm e n te Pericardio
Espacio de
en la parte superior del tórax. Este espacio se puede infec
tar p o r infecciones descendentes, p o r perforaciones dire c
tas del esófago o p o r infecciones de los ganglios linfáticos F ig u ra 1.30. Dos esquemas del com p artim ento visceral del
cervicales p ro fundos que están adyacentes al m is m o 36. cuello.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Cuello
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Absceso agudo Re c o r d a r :
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Cuello
Anatomía quirúrgica
Nervio recurrente
laríngeo derecho
Glándula tiroides
Glándula paratiroides
Nervio recurrente laríngeo izquierdo
superior
Aprox.
Glándula paratiroides inferior 10 cm
Tronco tirocervical
Tráquea
)
Aprox. 3 cm
F ig u ra 1.33. Representación esquemática de las arterias carótidas com unes (vista posterior), [m ol]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
c o n d u c to torá cico es dorsal a la arteria a la izquierda. El funda respecto de los mismos. La arteria carótida interna no
nervio laríngeo recurrente derecho cruza el lado dorsal de da orig e n a n in g u n a rama en el cuello, p o rq u e su vascula
la prim era parte de la arteria carótida c o m ú n derecha. rización está lim ita d a a las estructuras intracraneales. La
Lu c e v y cois.43 estudiaron las variaciones de las grandes cruza lateralm ente el nervio hipogloso.
arterias del triá n g u lo caro tid e o en un brillante artículo que Colé y M a y44 describieron una arteria carótida interna
recom endam os al lector interesado. aberrante co m o una m alform ación vascular del oído medio.
Estos autores recogieron 45 casos. Papón y cois.45 analiza
C ir c u l a c ió n co lateral. Según M o n tg o m e ry 41, la circu ron la existencia de anastomosis entre las arterias carótida
lación colateral de la arteria carótida com ú n (Fig. 1.36) está interna y vertebral en el cuello. Estos hallazgos indican la p o
transportada p rin c ip a lm e n te por: sible necesidad de m o d ifica r la técnica quirú rg ica d u ra n te
• Anastomosis de la carótida interna de un lado con la ca una e n d a rterectom ía. M e d e r y cois.46 describieron seis ca
rótida interna del lado opuesto, y con las dos arterias ver sos de agenesia segm entaria de la arteria carótida interna.
tebrales a través del círculo arterial cerebral. Carsten y cois.47 recom endaron el estudio D o p p le r de
• Anastomosis de la arteria tiroidea inferior con la superior. cribado para d e tectar estenosis carotídeas asintomáticas.
• Anastomosis de la rama cervical p rofunda del tro n co cos-
tocervical con la rama descendente de la arteria occipital. Arteria carótida externa
• Anastomosis de las arterias tiro id e a superior, lingual, fa T o p o g r a f í a g e n e r a l . La arteria carótida externa c o m ie n
cial, occipital y te m p o ra l con las arterias c o rresp o n d ie n za en la b ifu rca ció n de la arteria ca rótida c o m ú n en T4,
tes del lado opuesto. C on tin ú a hacia arriba hasta un p u n to posterior al cuello de
• Anastomosis de la arteria o ftálm ica con la arteria angular. la m and íb u la (a p ro x im a d a m e n te 1,5 cm debajo del arco
c ig o m á tico ), d o n d e se bifurca para fo rm a r las arterias m a
Arteria carótida interna xilar y te m p o ra l superficial. Las arterias tiro id e a superior,
La arteria carótida interna (Fig. 1.37) se localiza en el lingual y facial surgen la cara ventral, cerca del orig e n de
in te rio r del triá n g u lo carotideo, debajo del m úsculo estilo- la carótida externa; las ramas faríngea ascendente, o c c ip i
hioideo y del vientre posterior del músculo digàstrico y p ro tal y auricular p o sterior surgen en el lado dorsal de la caró-
Carótida externa
— Hioides
Seno carotideo
— Omohioideos
Músculo escaleno — Cartílago tiroides
— Glándula tiroides
— Carótida común
— Esternohioideo
Vertebral
— Esternotiroideo
Subclavia derecha
— Tronco braquiocefálico
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
EM B R IO LO G IA
A N A T O M IA FISIOLOGIA
Carótida interna
Barorreceptores
Seno carotideo
Ouimiorreceptores
PATOLOGÍA TU M O R A L
A. carótida común
1 .Tres tipos:
A. Reproducción de la estructura normal
B. Aspecto epitelial con apariencia de células principales
(«seudoadenoma»)
C. Células principales fusiformes sim ulando células endoteliales
F ig u r a 1.35. Esquema de la embriología, an a to m ía y fisiología del («seudoangiomas»)
cuerpo de la carótida y del seno carotideo, [sil] 2. M alignidad
«Ocasional» hasta un 50%
A rte r ia ,
temporal
superficial
Arteria vertebral
Arterias labiales
cervical
profunda
Arterias tiroideas
Arteria cervical
ascendente
cervical transversa
Figura 1.36. Algunas de las anastomosis después
de la ligadura de la arteria carótida com ún. A la
derecha del cuerpo se observan las anastom osis
principales en tre am bos lados; a la izquierda se
aprecian las anastomosis longitudinales.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Arteria maxilar
Arteria auricular posterior
Arteria occipital
M úsculo estilohioideo
M úsculo om ohioideo
Arteria vertebral
tida externa. Las o ch o ramas variables de la arteria ca ró ti • Varios nervios del cuello se relacionan con la arteria caró
da externa son las arterias maxilar, te m p o ra l superficial, ti tida interna. Es im p o rta n te ser consciente de la p o sibili
roidea superior, lingual, facial, faríngea ascendente, o c c i dad de lesionar los pares craneales XII y X, especialmen
pital y auricular posterior. te d u ra n te la cirugía carotídea.
• Se puede realizar la ligadura de la arteria carótida exte r
El nervio h ip ogloso pasa lateral y a n te rio r
R e l a c io n e s .
na sin m ie d o si la arteria carótida interna no está lesiona
m e n te a la arteria carótida externa, justo p o r encim a del
da (Fig. 1.38). La ligadura se puede hacer p o r encim a o
nivel del hueso hioides. La carótida externa se localiza su
p o r debajo del origen de la arteria tiroidea superior si es
p e rficialm ente y algo a nterior y m edial a la arteria carótida
necesario.
interna. Interpuestas entre las arterias carótidas interna y
• A pesar de la a b u n d a n te circulación colateral de la arte
externa hay varias estructuras anatómicas:
ria carótida com ún, nunca se debe realizar la ligadura uni
• M úsculo estilofaríngeo. lateral de la arteria salvo que sea absolu ta m e n te necesa
• M úsculo estilogloso. rio, según H ollinshead36 (véase Fig. 1.36). Se ha d ich o
• Apófisis estiloides.
que la ligadura de la arteria carótida co m ú n reduce el flu
• N ervio glosofaríngeo. jo sanguíneo de la arteria carótida interna y, p o r lo ta n
• Ramas faríngeas del nervio vago. to, la vascularización del cerebro en a p ro x im a d a m e n te
La anatom ía de las ramas de la arteria carótida externa un 5 0 % 36. Según Roberts y cois.49, la arteria carótida ex
se analizará con los órganos relacionados. terna ta m b ié n aporta sangre a la carótida interna (a tra
vés de las anastomosis entre ambas), pero, incluso si no
hay enferm edad vascular, es suficiente sólo en el 5 0 % de
Aplicaciones quirúrgicas de la anatom ía los casos; esto es así p o rque el flu jo tiende a dirigirse des
arterial de la carótida interna hasta la carótida externa (lo opues
• De manera ocasional, puede haber una ausencia u n ilate to de lo previsto), derivando de esta manera todavía más
ral o bilateral de la arteria carótida externa. flu jo sanguíneo desde el cerebro.
• Las ramas de los vasos ausentes se o riginan en la arteria • Se debe evitar c o m o se pueda ligar la arteria carótida in
carótida externa o co m ú n del o tro lado. terna (Fig. 1.38). Según D a n d y50-51, h u b o un índice de
• En raras ocasiones puede no haber arteria carótida interna. m o rta lid a d del 4 % después de la ligadura de la carótida
• La carótida com ún se puede bifurcar en una situación alta interna p o r aneurismas intracraneales. P em berton y Li
al nivel de hueso hioides, o más abajo, al nivel del cartí v e rm ore52 obtuvie ro n un índice de m ortalidad del 1 5,7%
lago cricoides48. en un estudio de ligaduras de la carótida interna en 51 ca-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Vena occipital
relaciona m u y de cerca con varios nervios cutáneos cervica señala que el cuerpo de un a d u lto contiene sólo 4 0 0 -4 5 0
les. El nervio auricular m ayo r y el nervio cutáneo transver g anglios linfáticos, con 60-7 0 en la región de la cabeza y
so tienen particular im portancia debido a que realizan la in del cuello.
ervación sensitiva de la parte inferior de la oreja y de la parte Carlson afirm ó (com unicación personal entre C.W. Cari-
inferior de la cara en la región del ángulo de la m andíbula. son y J.E. Skandalakis, 22 de abril de 1996) que «hay m u
Éste es tam bién el p u n to de salida del par craneal XI. chos ganglios linfáticos en el p rim e r escalón de dre n a d o
En su trayecto, la vena y u g u la r externa se com unica con de la cavidad oral y de la faringe que nunca se extirpan q u i
la y u g u la r interna y recibe diversas tributarias en el cuello, rúrgica m e n te , p or lo que (...) el nú m e ro to ta l de ganglios
que incluyen las venas cervical transversa y supraescapu- linfáticos podría ser a p ro x im a d a m e n te de 150 a 300».
lar. H abitualm ente, te rm in a perfo ra n d o la capa de revesti D rinker y Yoffey62 escribieron que to d o el te jid o lin fá ti
m ie n to superficial de la fascia p ro fu n d a y uniéndose a la co del cuerpo h u m a n o (in clu ye n d o los linfocitos de la m é
vena subclavia, aunque ta m b ié n puede te rm in a r en la y u dula ósea) p robablem ente corresponde a a p ro x im a d a m e n
gular interna. te el 1 % del peso corporal total; esto puede ser igual a una
masa de la m ita d del peso del hígado.
Re c o r d a r :
La vena y u g u la r externa se puede ligar sin m ie d o si la Niveles de los ganglios
vena y u g u la r interna está intacta. M ancuso y cois. 63,64 han evaluado la a n atom ía y la pa
tología de los ganglios linfáticos cervicales y retrofaríngeos
Linfáticos con to m o g ra fía c o m p u ta riz a d a . Sin e m b a rg o , desde un
p u n to de vista q u irú rg ico , los ganglios linfáticos del cuello
Número de ganglios linfáticos se divid e n en cinco grupos o niveles. N o hay a cuerdo g e
Hay muchas opin io n e s diferentes sobre el n ú m e ro de neralizado sobre la nom e n cla tu ra de los gang lio s linfáticos
ganglios linfáticos que se piensa hay en el cuello. El texto y su división en grupos. C onsideramos que el sistema de
Bailey & Love's60 señala que existen a p ro xim a d a m e n te 800 Healey65 es el mejor y el más fácil de recordar; las «cadenas»
ganglios linfáticos en el cuerpo hum a n o , de los cuales 300 de ganglios se muestran en la Figura 1.40. Los gru p o s que
están en el cuello. Por el contrario, el libro Cray's Anatomy60 fo rm a n estas cadenas se e num eran en la Tabla 1.2. A lg u
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
nos de los ganglios de la cadena vertical intermedia se mues En el te c h o de la nasofaringe, en la cara su perior del
tran en la Figura 1.41. anillo de Waldeyer, está la amígdala faríngea (adenoides).
Las amígdalas linguales están en la cara inferior del anillo,
Anatomía quirúrgica
N iv e l I ( g a n g l io s s u b m e n t o n ia n o s y s u b m a n d ib u l a r e s ) .
a los lados de la base de la lengua. Lateralmente, las a m íg
El nivel I está fo rm a d o p o r to d o s los ganglios linfáticos que
dalas palatinas p ro te g e n la entrada a la faringe. Puede ha
están en el in te rio r de los triángulos s u b m e n to n ia n o y sub-
ber una banda de n o dulos linfáticos superficiales, la banda
m andibular, es decir, entre la línea media a n te rio r y el b o r
lateral, entre las amígdalas faríngeas y las palatinas. Estos ór
de a n terior del vientre p o sterior del m úsculo digàstrico.
ganos am igdalinos difieren de los ganglios linfáticos en que
N i v e l II ( c a d e n a y u g u l a r s u p e r io r ) . Este nivel incluye to dan origen a vasos linfáticos, pero no los reciben; la Figura
dos los ganglios linfáticos yugulares p ro fu n d o s del tercio 1.42 muestra los ganglios linfáticos hacia los que drenan.
superior del cuello. A rbitra ria m e n te , esta zona está lim ita
da p o r el tercio superior del bord e posterior del músculo Masas cervicales
esternocleidom astoideo y p or el borde m edial del vientre El cuello h u m a n o está diseñado de tal manera que se
posterior del digàstrico. Este lím ite se extiende p o r arriba puede ver fácilm ente la tum efacción de una estructura nor
hasta la zona occipital, y p o r debajo hasta una línea que mal o la presencia de una estructura anómala. Las neopla
corresponde al trayecto del nervio auricular mayor, en el sias y las infecciones pueden afectar a cualquiera de los 60-
p u n to p or el que cruza la parte superior del esternocleido 70 ganglios linfáticos, o a una docena o más de espacios
m astoideo oblicuam ente. El g a nglio yugulo d ig á strico (sub- fasciales del cuello. Estructuras em brionarias persistentes
d igástrico) ta m b ié n pertenece a este nivel. pueden ocu p a r espacios de los que ya no disponen. Las es
tructuras del cuello están tan ín tim a m e n te agrupadas que
N iv e l III ( c a d e n a Es a p ro xim a d a m e n te
y u g u l a r m e d ia ).
casi cualquier lesión se manifiesta c o m o una tum efacción
un triá n g u lo , fo rm a d o p o r d ebajo p o r el vien tre a n te rio r
visible o palpable. En la mayoría de los casos, incluso la ex
del m úsculo o m o h io id e o , late ra lm e n te (p o s te rio rm e n te )
ploración física más superficial mostrará la tum efacción.
p o r el borde posterior del tercio m edio del m úsculo ester
Skandalakis y cois.67 han estudiado los informes de 7.748
n o cleidom astoideo, y m e d ia lm e n te p or el hueso hioides.
masas cervicales que se en co n tra ro n en 2 3 2 .2 5 6 ingresos
N iv e l IV ( c a d e n a Los límites del nivel
y u g u la r in fe r io r ) .
N i v e l V ( t r i á n g u l o c e r v i c a l p o s t e r i o r ) . Éste es el triá n
g u lo posterior del cuello, que incluye los ganglios linfáti
cos cervicales posteriores en co n ju n to (ganglios accesorios
espinales, cadena horizontal inferior y ganglios escalenos).
Kraus y cois.66 describieron una baja incidencia de m e
tástasis en los ganglios linfáticos supraespinales en pacien
tes con carcinoma e p id e rm o id e de la cavidad oral y de la
oro faringe y ganglios linfáticos negativos.
A m íg d a l a s . La abertura entre las cavidades nasal y oral F ig u ra 1.40. Ganglios linfáticos del cuello según la clasifica
y la farin g e está pro te g id a p or un g ru p o de estructuras lin ción de Healey. SH, cadena superior horizontal; IH, cadena in
fáticas que se d e n o m in a n co le ctivam ente anillo de Walde- ferior horizontal. PV, cadena cervical posterior. IV, cadena in
yer (Fig. 1.42). termedia lateral. AV, cadena vertical anterior. [sk4\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Cadena vertical:
Ganglios cervicales Ganglios subparotídeos, Ganglios supraclaviculares
posteriores (triángulo cadena yugular, zona y cervicales profundos
posterior) occipital y mastoidea
Superficiales A lo largo de la vena
yugular externa
Profundos A lo largo del nervio
accesorio espinal
Ganglios intermedios Todos los demás ganglios Troncos linfáticos hacia los
(yugulares) del cuello conductos torácicos izquierdo
y derecho
Ganglios yuguloparotídeos Ángulo de la mandíbula,
(subparotídeos) cerca de los ganglios
parotídeos
Ganglios yugulodigástricos U nión de las venas facial Amígdalas palatinas
(subdigástricos) co m ú n y yugular interna
Ganglios paratraqueales Pared lateral de la tráquea Glándula tiroides, tráquea, Ganglios cervicales profundos
esófago y mediastínicos
Ganglios prelaríngeos Ligamento cricotiroideo Glándula tiroides, faringe Ganglios cervicales profundos
(de Delpho)
Ganglios pretraqueales Pared anterior de la tráquea Glándula tiroides, tráquea, Ganglios cervicales profundos
por debajo del istmo de la esófago y mediastínicos
glándula tiroides
Cadena inferior horizontal:
Ganglios supraclaviculares Triángulo subclavio Axila, tórax, cadena vertical Troncos yugular o subclavio
y escalenos hacia el conducto linfático
derecho y el conducto torácico
Fílente: S kandalakis JE, G ray SW, Rowe JS Jr. A n a to m ic a l C o m p l i c a t i o n s in G en eral Surgery. N u ev a York: M cGraw-H ill, 1983; c o n au to riz a c ió n .
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
Amígdala lingual bulatorios), los autores piensan que ambas reglas siguen
siendo útiles, y merece la pena recordarlas.
El m e jo r diag n ó stico de masas primarias o metastásicas
Anatomía quirúrgica
Amígdala palatina
de la cabeza en el cuello es una evaluación clínica c o m p le
Vientre posterior ta con biopsia o biopsias. Lyles y cois.68 y Feldman y cois.69
del digàstrico
observaron que la aspiración con aguja fina es fia b le y se
Ganglio yugulodigástrico g ura en el tra ta m ie n to del carcinom a e p id e rm o id e de la
cabeza y del cuello. Lee y cois.70 estudiaron a pacientes que
tenían carcinom a e p id e rm o id e metastásico del cuello con
Vena facial común anterior
del digàstrico
una lesión prim aria oculta. Recom endaron una evaluación
Ganglio yugulocarotídeo exhaustiva antes de la operación para localizar los tu m o
Ganglios
Arteria carótida común submentonianos res prim arios, y señalaron que la cirugía, la irra d iació n o
Vena yugular interna om ohioideo ambas pueden curar a a p ro xim adam ente el 5 0 % de los pa
cientes que tienen un tu m o r p rim a rio desconocido.
Ganglio
M. estemohloideo El ensayo clonal de los tum ores de la cabeza en el cue
llo fue el tem a de varios artículos desde principios de la dé
cada de 1980. C itam os de Johns71:
F ig u r a 1.41. Algunos de los ganglios linfáticos de drenado (...) El ensayo clonógeno en agar blando de las células
de la cadena vertical intermedia (yugular). [sk4\ tumorales de la cabeza y del cuello es una herram ienta
útil para estudiar su biología y las características de su cre
cimiento. Los estudios ultraestructurales son p a rtic u la r
mente útiles p ara determinar las características de las cé
quirú rg ico s desde 1 95 4 hasta 1972. De ellas, 3.625 se o ri lulas troncales tumorales y para conocer la histogénesis de
gina b a n en el tiroides (4 6 ,8 % ) y 4 .1 2 3 tenían un origen las neoplasias. Una baja eficiencia de la clonación (m enor
no tiro id e o (5 3 ,2 % ). que 0,005% ) se asoció a una buena p ro b abilidad de su
Con un p equeño redo n d e o de las cifras del estudio se pervivencia, mientras que una eficiencia elevada (0,005% )
ñalado se p u dieron observar dos reglas. Las reglas ofrecen se asoció con una recurrencia tem prana del cáncer o con
un m é to d o m u y claro para diagnosticar las masas cervica muerte p o r la propia enfermedad.
les no tiroideas.
Re g la del 80. La regla del 80 de las masas cervicales es Linfa a los gan g lio s de la p arte su pe rior de los
la siguiente: el 8 0 % de:
• Las masas no tiroideas son neoplásicas.
• Las masas neoplásicas aparecen en varones.
• Las masas neoplásicas son malignas.
• Las masas neoplásicas son metastásicas.
• Las masas metastásicas proceden de localizaciones p ri
marias p o r encim a de la clavícula.
co en la actualidad (a la mayoría de los pacientes que tie F ig u r a 1.42 . Estructuras linfáticas alrededor del a n illo de
nen linfadenopatía cervical se les trata co m o pacientes a m Waldeyer. [sk4\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Johns y Mills72 trabajaron sobre la relación de las p o b la rax. Puede haber ganglios linfáticos en el e x tre m o caudal,
ciones de células troncales vigorosas, que se m id e n p o r la pero n o hay n in g u n o a lo largo de su tra ye cto ascenden
eficiencia de la clonación, con la aparición de recurrencias te. La lesión del c o n d u c to en las secciones de los ganglios
y metástasis en los carcinomas epiderm oides de la cabeza linfáticos supraclaviculares da lugar a una linforrea c o p io
y del cuello. Johns y cois.73 señalaron que la prueba del en sa, depleción de líquidos corporales y pérdida de proteínas
sayo de fo rm a c ió n de colonias humanas ayudó a conocer y electrólitos. La solución es la ligadura.
el origen celular de las lesiones de las glándulas salivales y W echselberger y cois.75 p ro p o n e n el tra ta m ie n to de la
la sensibilidad a los quim iote rá p ico s de los carcinomas de fístula crónica del c o n d u c to torácico u tiliza n d o un colgajo
las glándulas salivales. del m úsculo esternocleidom astoideo.
F ig u ra 1.43. C onducto torácico derecho y conductos iin fá - F ig u r a 1.44. El conducto lin fá tico derecho se forma por la
ticos principales. Los troncos linfáticos son variables y pueden u n ió n de diferentes troncos; si entran separadamente, puede
entrar en la venas de form a separada o conjunta.[s/c4] que no se forme el conducto torácico. [sk4\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Los nervios del cuello siguen un trayecto peculiar des carótida interna se co m u n ica con los nervios vago, gloso-
de arriba hacia abajo, viajando a lo largo de to d o el cuello, faríngeo e hipogloso.
pero con un destino a n a tó m ic o d e fin id o para inervar los T o p o g ráficam ente, el gan g lio cervical m edio, que es el
vasos de la cabeza, la zona intracraneal, el cuello y las ex m e n o r de los tres (a p ro x im a d a m e n te 3 m m de d iá m etro),
trem idades superiores. Los nervios responsables de la iner se localiza a la altura de la sexta vértebra cervical y del car
vación de algunas estructuras anatóm icas del cuello o de tílago tiroides. La arteria tiroidea inferior es una excelente
otros territorios, pero que se o rig in a n en el cuello, son los marca a n a tó m ica para la top o g ra fía de este g a n g lio que
siguientes: está situado delante o detrás de la arteria. Estamos de acuer
• C inco pares craneales (VII, IX, X, XI y XII). d o con M c G re g o r y DuPlessis en que este gan g lio siem pre
• Nervios sim páticos cervicales. existe.
• Plexo cervical (superficial y p ro fu n d o ). El g a n g lio cervical m e d io da ramos grises c o m u n ic a n
• Plexo braquial. tes con los nervios cervicales q u in to y sexto, un plexo que
rodea la arteria tiro id e a inferior, y el nervio cardíaco m e
dio. Se c o m u n ica con el g a n g lio cervical inferior.
Cinco pares craneales El ga n g lio cervical inferior (cervicotorácico o estrellado)
está situado detrás de la arteria vertebral, y entre la a p ó fi
Los pares craneales (VII, IX, X, XI y XII) se tratan con de
sis transversa de la séptim a vértebra cervical y el cuello de
talle en varias partes de este libro, c o m o en el apartado de
la primera costilla, medial a la rama descendente de la rama
la glándula parótida de este capítulo (n ervio facial) y el del
costocervical de la arteria subclavia. Es m ayor que el g a n
tiroides de este capítulo y del capítulo del estóm ago (ner
g lio m edio, pero m e n o r que el g a n g lio cervical superior.
vio vago), y algunos otros nervios se explican en el análisis
Da ramos grises co m u n ica n te s con los nervios cervicales
de las com plicaciones anatóm icas de la cirugía de la enfer
C7-C8; rodea en fo rm a de plexo a la arteria subclavia y a
m edad metastásica del cuello en el apartado de disección
sus ramas, y da o rigen al nervio cardíaco inferior. El p rim e r
radical del cuello. A q u í se p o ndrá énfasis en la topografía
g anglio torácico y el ganglio simpático inferior con frecuen
de los ganglios de la cadena sim pática y de sus ramas, y
cia están unidos y fo rm a n el g a n g lio estrellado.
no en detalles de la acción de este sistema. Aun cuando se
sabe más sobre el sistema, todavía se desconoce mucho. Tal
vez tenía razón Sir W illiam Turner cu a n d o d ijo que «el sim Simpático craneal
Ganglio superior
pático comienza en n in g ú n lugar»76.
los nervios craneales IX, X y
XII y al bulbo yugular
Nervios simpáticos cervicales
Plexo a la arteria carótida
El tro n co sim pático del cuello está en la fascia preverte- interna y externa
bral, entre la vaina carotídea p o r d elante y los músculos
largos del cuello y de la cabeza p o r detrás. Se extiende po r
arriba hacia el cráneo c o m o un plexo que rodea la arteria al plexo faríngeo
carótida interna. C on tin ú a hacia abajo con el tro n co sim y al cuerpo
pático del tórax. carotídeo
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Kline y cois.27 han analizado la anatomía topográfica del lla entre el m úsculo escaleno m e d io y el elevador de la es
g anglio estrellado: cápula. Está recubierto p o r el m úsculo ECM. Las ramas del
Algunas asas o pequeñas raicillas entran y salen de TI plexo cervical están form adas p o r dos grupos: superficial y
y pueden llevar al cirujano al ganglio estrellado, y después pro fu n d o .
a la porción caudal de la cadena simpática torácica. Otra El g ru p o superficial (Fig. 1.47) está fo rm a d o por las d i
marca anatóm ica es la arteria v e rte b ra lq u e se puede en visiones primarias anteriores de los nervios cervicales C2,
C3 y C4. El destino fisiológico de este g ru p o es sensitivo.
contrar en su origen en la porción proxim al de la subcla
Los siguientes nervios pertenecen al g ru p o superficial, y to
via y dirigiéndose hacia arriba y medialmente hacia la apó
dos ellos se verán en la vecindad de la parte media del b o r
fisis transversa de C6. Elevando la porción proxim al de la
arteria vertebral habitualmente se puede encontrar el ga n de posterolateral del m úsculo ECM, en cuyo p u n to sale el
glio estrellado posterior a la misma; el resto de la cadena plexo superficial:
simpática torácica se halla inferior al mismo, debajo de los • O ccipital m e n o r (C2).
vasos subclavios y del mediastino superior. • A u ricular m a yo r (C2, C3).
• Cervical transverso (C2, C3).
Aplicación quirúrgica • Supraclavicular (C3, C4).
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Cuello
Anatomía quirúrgica
Tronco simpático
Nervio occipital menor
Nervio geniohioideo
Hipogloso descendente
Nervio cervical transverso
Nervio esternohioideo
Músculo trapecio
Vena de Kocher
Nervio supraclavicular,
rama posterior
Nervio
Cuello
A. y v. lingual
A. occipital
V. yugular interna
Asa del hipogloso y vena tiroidea medía
A. carótida interna
A. carótida común
vaina de la fasda prevertebral que cubre los músculos. Este Arteria supraescapular.
revestimiento conectivo de tejido conectivo se convierte en Clavícula.
la vaina axilar, que se puede inyectar con un anestésico en - Posterior.
las intervenciones quirúrgicas de la e xtre m id a d superior. M úsculo escaleno m edio.
N ervio torácico largo.
Aplicaciones quirúrgicas - Inferior.
• El plexo braquial en el cuello se puede palpar en un án El tro n c o inferior está apoyado sobre la p rim era costi
gulo que fo rm a n la clavícula y el borde lateral inferior del lla, haciendo una marca en ella, y se in te rp o n e entre
músculo ECM. la arteria subclavia p o r delante y el escaleno m edio
• El plexo braquial en el cuello se relaciona con las siguien p o r detrás.
tes estructuras anatóm icas de la zona superficial a la p ro • Con frecuencia (5 0 % ) la arteria escapular dorsal pasa en
funda: tre los troncos del plexo.
- Anterior. • Platzer80 clasifica las lesiones del plexo braquial en las d i
Piel. visiones superior e inferior. La lesión del ple xo superior
Fascia superficial y m úsculo cutáneo del cuello. puede p ro d u cir una parálisis de Duchenne-Erb, que afec
Ramas de los nervios supraclaviculares. ta a los m ovim ie nto s de la articulación del co d o d e b id o a
Fascia p ro fu n d a (raíz del triá n g u lo posterior). lesiones de las raíces de C5 y C6, con afectación secun
Vena y u g u la r externa y algunas de sus tributarias. daria de los aductores, rotadores laterales d e la articula
O m o h io id e o : Vientre posterior. ción del h o m b ro , flexores de la articu la ció n del c o d o y
Arteria cervical transversa. músculo supinador. Puede haber algún trastorno de la sen
N ervio del músculo subclavio. sibilidad en el h o m b ro y en el lado radial del antebrazo.
Tercera parte de la arteria subclavia delante del tro n co • El p u nto de Erb (Figs. 1.50 y 1.51) es la unión de varios ner
inferior. vios. A quí se form a el tro n c o superior del plexo braquial
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
C5 C6 C7 C8 T1
Anatomía quirúrgica
Punto de Erb
Nervio subclavio
Nervio escapular a
Tronco
Divisiones superior
anteriores
C8
Cordón
Tronco
lateral
medio
Cordón
posterior
Cordón
medial
Divisiones
Nervio torácico posteriores
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Glándula tiroides
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
posición cervical norm al, sino debajo del e p itelio de la len im p la n ta re n la pared a b d o m in a l anterior.
gua, en la localización del agujero ciego. LiVoIsi84 a firm ó
que el tiroides lingual (Fig. 1.53) se debe al fallo del descen
so del esbozo m edio desde la faringe. Restos persistentes del conducto
La glándula tiroides lingual habitualm ente es pequeña, tirogloso
pero normal, y es el único tejido tiroideo presente. La gam -
magrafía con y o d o radiactivo facilitará el diagnóstico y d e El agujero ciego de la lengua y el ló b u lo piram idal de la
terminará la presencia de o tro tejido tiroideo en el paciente. glándula tiroides son restos normales del c o n d u c to tiro g lo
Se puede e n co n tra r una glándula tiroides en cualq u ie r so. Los quistes del co n d u c to tiro g lo s o suponen el 6 2 ,8 %
lugar a lo largo del trayecto desde el agujero ciego hasta la de todas las masas congénitas del cuello. De ellas, según Li
localización norm al. Estas glándulas «descendidas parcial VoIsi88, hasta el 6 2 % co ntiene te jid o tiro id e o ectó p ico . El
mente» son poco frecuentes85. carcinoma p rim ario del co n d u c to tirogloso aparece en m e
Es necesaria la resección total de un tiroides lingual. Se nos del 1% de los casos89-90. W alton y Koch91 presentaron
debe te n e r cuidado, p o rq u e la g lándula está m u y vascula- un caso de quiste del c o n d u c to tiro g lo s o con carcinom a
Cuello
Perlas clínico-quirúrgicas
]
Sólo raras veces es necesaria la resección quirúrgica de tutivo con horm ona tiroidea, que suprimirá la TSH y hará
un tiroides lingual; la evolución natural del tiroides lingual, que regrese el tiroides lingual. Como la evolución natural del
al igual que la de otro tejido tiroideo no descendido, es la tiroides lingual es la aparición de hipotiroidismo, dudo m u
aparición de hipotiroidismo a medida que el niño crece y au cho que el tiroides lingual trasplantado aporte hormona ti
menta la demanda fisiológica de hormona tiroidea. El trata roidea suficiente para evitar la necesidad de un tratamiento
m iento habitual del tiroides lingual es el tratam iento susti- hormonal sustitutivo. (RSF Jr)
papilar, e indicaron que se han publica d o m enos de 150 man quistes. El drenado o la aspiración de estos quistes es
casos. La Tabla 1.4 muestra la co m p o s ic ió n histo ló g ica y ineficaz y con frecuencia da lugar a la fo rm a c ió n de una
otras características del carcinom a asociado al c o n d u c to ti- fístula, que h a b itu a lm e n te se infecta.
rogloso en 109 casos. N o se ha descrito cáncer m e d u la r de Se d eben resecar to d o s los fra g m e n to s del c o n d u cto ,
tiroides po rq u e no hay células C en el lób u lo p iram idal (las del agujero ciego y de la p o rción media de hueso hioides
células C o parafoliculares se orig in a n en el esbozo tiro id e o (técnica de Sistrunk). La recurrencia del quiste se debe a
lateral). A q u í hay concordancia co m p le ta entre la e m b rio no haber resecado to d o el c o n d u c to . El fallo de la resec
logía y la anatom ía patológica. ción de la porción central del hueso hioides d io lugar a un
Con frecuencia, los pacientes que tie n e n tiroides ectó- índice de recurrencias del 17 % en una serie de o p e racio
p ico ta m b ié n tienen ausencia de tiroides n o rm a l. Por lo nes94. Q u igley y cois.94 advirtie ro n co n tra la resección in
ta n to , antes de resecar el tiroides e ctó p ico es im p o rta n te advertida de una glándula tiroides parcialm ente descendi
averiguar si es el único te jid o tiro id e o del c u e rp o 92. da que se c o n fu n d e con un quiste del co n d u c to tirogloso.
Entre el agujero ciego y el lób u lo piram idal hay un tu b o
epitelial m u y pequ e ñ o que h a b itu a lm e n te está in te rru m Tejido tiroideo ectópico accesorio
p id o en varios p u n tos. De m anera ocasional, estos fra g
m entos epiteliales se h ip e rtro fia n , secretan líq u id o y for- La Figura 1.54 muestra no sólo las posibles localizacio
nes de te jid o ectópico, sino ta m b ié n los tejidos de otras es
tructuras anatóm icas que pued e n estar en el in te rio r del
paré n q u im a tiroideo.
B h a tn a g a ry cois.95 describieron un lób u lo accesorio de
la glándula tiroides localizado inte rio rm e n te a ambos ló b u
los laterales y al istmo. Su vascularización arterial procedía
de la arteria tiroidea inferior derecha, y su vena drenaba a
1. Tiroides lingual
través del plexo tiro id e o impar.
2. Tiroides sublingual M o n c h ik y M aterazzi96 señalaron que las masas tiro i
deas mediastínicas posteriores o aberrantes pueden preci
Epiglotis
sar un abordaje q u irú rg ic o torácico.
Cartílago tiroides
Tiroides prelaríngeo o
pretraqueal
Casos publicados de carcinoma
T a b la 1 .4 .
asociado al conducto tirogloso0
Normal
Histología: Carcinoma papilar 99
Tráquea Adenocarcinoma 2
Esófago Bocio maligno 1
5. Tiroides intracraneal Carcinoma epidermoide 7
Total (casos publicados) 109
Esternón 6. Tiroides intratoràcico
Mujer/Varón 66:42 (uno desconocido)
Edad 6 a 81 años
Antecedentes de 3
F ig u ra 1.53. Camino de descenso del tiroides durante el des radiación del cuello
arrollo embrionario. El tiroides ectópico puede encontrarse en
la lengua, o en cualquier zona del cam ino de descenso hasta a A d a p t a d o d e L iV olsi VA. S u rg ic al P a t h o l o g y o f t h e T h y r o i d . Fila
su localización habitual. También es posible u n descenso ex d elfia: W B S a u n d e r s , 1990.
cesivo y la localización del tiroides en el tórax a nivel retroes- Fuente: S k a n d a l a k i s JE, G r a y S W (eds). E m b r y o l o g y for S u rg e o n s,
ternal. [g¡:4\ 2 . a ed. B a ltim o r e : W i l l i a m s a n d W i l k i n s , 1 9 9 4 ; c o n a u t o r i z a c i ó n .
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
Lengua
Laringe te jid o tiro id e o , de acuerdo con todos los datos, era el teji
Tráauea Silla Q
Esófago do tiro id e o aberrante lateral.
Turca Conducto tirogloso
Ganglios linfáticos Siempre se debe considerar la posibilidad de un cáncer
Anatomía quirúrgica
Cuello
Por fuera de la cápsula verdadera, hay una capa bien En el po lo superior, la arteria tiroidea superior se divide
desarrollada (en m ayo r o m e n o r g rado) de fascia que p ro en las ramas a n te rio r y posterior. La rama a n te rio r se anas-
cede de la fascia pretraqueal. Ésta es la cápsula falsa, ta m tom o sa con la arteria co n tralateral108; la rama posterior se
bién den o m in a d a vaina peritiroidea o capsula quirúrgica. anastomosa con ramas de la arteria tiroidea inferior. Desde
Por delante y lateralm ente, esta fascia está bien desarrolla la rama posterior, una pequeña arteria paratiroidea se d iri
da; p or detrás es fina y laxa, y p e rm ite el a u m e n to del ta ge hacia la glándula paratiroides superior.
m año de la glándula tiroides hacia atrás. Hay un engrasa En un estudio de glándulas tiroideas extirpadas en la
m ie n to de la fascia que fija la parte posterior de cada uno autopsia de pacientes japoneses, N obori y cois.109 observa
de los lóbulos al cartílago cricoides; este en g ra sa m ie n to es ron que un vaso a n a stom ótico desde la rama posterior de
el lig a m e n to de Berry. La cápsula falsa, o fascia, no se ex la arteria tiroidea superior vascularizaba la paratiroides su
tirpa con la glándula d u ra n te la tiroid e cto m ía . p e rior en el 4 5 % de los casos. La mayoría de las 92 g lá n
Las glándulas paratiroides superiores n o rm a lm e n te es dulas (6 7 % ) tenía una única arteria nutricia; la tercera par
tán entre la cápsula verdadera del tiroides y la cápsula falsa te tenían dos o más vasos pequeños que e n tra b a n en la
fascial. Las paratiroides inferiores pueden estar entre las cáp g lá ndula. En las fotografías de las piezas, el patrón de ra
sulas verdadera y falsa, en el inte rio r del parénquim a tiro i m ifica ció n del vaso principal que vascularizaba la g lá n d u
deo, o sobre la superficie externa de la fascia. El m úsculo la parecía indicar que se o riginaba en la arteria tiroidea su
elevador del tiroides es una o más bandas musculares que perior.
ocasionalmente conectan el hueso hioides con la glándula W eigle in 10 describió una infrecuente variación de la vas
tiroides. Estos músculos rudim entarios son inconstantes en cularización sanguínea de la glándula tiroides. En este caso,
cuanto a su aparición, localización e inervación. Se han d i la arteria tiroidea inferior derecha había sido sustituida p o r
vidido en elevadores anteriores, laterales y posteriores. una arteria que se originaba en la arteria torácica interna de
recha. La arteria tiroidea inferior izquierda estaba sustitui
da p o r una arteria que se o riginaba en la arteria vertebral.
V a s c u l a r iz a c ió n
Arteria tiroidea inferior
La glándula tiroides co m p ite con las glándulas suprarre La arteria tiroidea inferior se origina h a b itu a lm e n te en
nales p or tener la m ayor vascularización sanguínea p or g ra el tro n c o tirocervical, pero en a p ro x im a d a m e n te el 1 5 %
m o de te jid o 107. Una consecuencia es que la hemostasia es de las personas parte directam ente de la arteria subclavia111.
un problem a im p o rta n te de la cirugía del tiroides, especial La arteria tiroidea superior asciende p o r detrás de la arte
m ente en pacientes que tienen un bocio tóxico. ria carótida y de la vena y u g u la r interna, y sigue un trayec-
A rterias
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Cuello
Músculo omohioideo
Arteria lingual
Músculo esternohioideo
Rama interna superior del nervio laríngeo superior
Rama infrahioidea
Arteria carótida externa
Arteria laríngea superior
Glándula tiroides
Tráquea
Nervio recurrente laríngeo
Cuello
E
D r e n a d o i n f e r i o r m e d io . Varios ganglios linfáticos d re
nan la parte inferior del istm o y las porciones mediales in
F ig u ra 1.57. Relaciones entre el nervio recurrente y la arte
feriores de los lóbulos laterales. Siguen a las venas tiro id e
ria tiroidea inferior. A-C, Variaciones frecuentes. Las frecuen
as inferiores y te rm in a n en los g a n g lio s p retraqueales y
cias se describen el la Tabla 1-9. D, Nervio n o recurrente que
n o se relaciona con la arteria tiroidea. E, Nervio form ando un braquiocefálicos.
asa por debajo de la arteria tiroidea. [íz]
Linfáticos
Patrones de drenado
D r e n a d o s u p e r i o r m e d i o . De tres a seis vasos se o rig i F ig u ra 1.58. Drenado venoso de la glándula tiroides. Las ve
nan en el b o rd e su perior del is tm o y en los bordes me- nas tiroideas presentan m uchas variaciones, [tz]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Cuello
Anatomía quirúrgica
F ig u ra 1.59. Los tres com ponentes del drenado de la glándula tiroides. A, Edis y cois352. B, McGregor y DuPlessis76. C, Ho-
llinshead36. Los tres sistemas de drenado tienen u n fun d am e n to com ún, [fcz]
D r e n a d o l a t e r a l d e r e c h o e i z q u i e r d o . Se originan troncos glios yugulares inferiores eran positivos. Los ganglios sub-
linfáticos en el b o rd e lateral de cada uno de los lóbulos. En mandibulares y mediastínicos raras veces se vieron afecta
la parte superior se d irigen hacia arriba con la arteria y la dos.
vena tiroideas superiores. Por debajo siguen el trayecto de La Tabla 1.5, que se basa en más de 1.000 pacientes de
la arteria tiroidea inferior. Entre estos dos grupos, algunos Shaha y cois.119, resume la incidencia de metástasis g a n
vasos se dirigen lateral, a n te rio r o poste rio rm e n te a la vai glionares y de metástasis a distancia en el carcinom a d ife
na carotídea para llegar a los ganglios linfáticos de la ca renciado de tiroides. Shaha y cois, concluyeron q u e el ries
dena yugular interna. D e manera ocasional, estos vasos dre go de metástasis ganglionares y a distancia varía m u c h o
nan hacia la vena subclavia derecha, la vena y u g u la r o el de acuerdo con la variedad histológica individual.
c o n d u c to torácico sin pasar por un ga n g lio lin fá tico 116.
Extensión metastásica
En la Figura 1.61 se muestra una im agen de las reg io
nes ganglionares linfáticas más im portantes en el tratam ien
to del carcinom a de tiroides. En la Figura 1.62 se muestran
los gru p o s de ganglios linfáticos que tienen el m a yo r ries
g o de metástasis regionales por un carcinom a diferenciado
de tiroides.
Un estudio de Gem senjáger y cois.117 de pacientes con
carcinom a diferenciado de tiroides concluyó que el carci
noma papilar pTI -3 NO MO y el carcinoma folicular m ínim a
m ente invasor sin metástasis ganglionares ni a distancia se
pueden tratar adecuadam ente con una hem itiroidectom ía
o con una tiroid e cto m ía total sólo y sin radioyodo, m ie n
tras que todos los demás tum ores, c o m o el cáncer folicular
invasor, se tratan adecuadam ente con una lobectom ía bila
teral total y radioyodo.
Feind118 encontró afectación metastásica de los ganglios
linfáticos yugulares m edios en 85 de 111 piezas de pacien F ig u r a 1.60. Los ganglios linfáticos reciben el d renado de la
tes que tenían carcinoma de tiroides. En 67 de ellas, los gan glándula tiroides. Según la descripción de Rouviere356. [tz]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
N. auricular mayor
N. espinal accesorio
V. yugular
A. carótida
F ig u ra 1.61. Ganglios linfáticos im portantes en el tratam iento del carcinoma de tiroides, [cal]
Ganglio
prelaríngeo
(delfiano)
Ganglios
Ganglios recurrentes
pretraqueales
laríngeos izquierdos
Ganglio mediastínico
derecho anterior
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
Metástasis Metástasis ca. Por lo ta nto, la cirugía del tiroides debe incluir la id e n ti
ganglionares a d istancia ficación y la conservación del nervio laríngeo recurrente y de
todas sus divisiones»121.
Papilar 61% 10%
En a p ro xim a d a m e n te el 1% de los pacientes, el nervio
Folicular 30% 22%
re cu rre n te d e re c h o se o rig in a n o rm a lm e n te en el vago,
De células de Hurthle 21% 33%
pero pasa m ed ia lm e n te , casi d irectam ente desde su origen
Fuente: Datos d e S h a h a AR, S h a h JP, Loree TR. P attern s o f n o d a l a n d hacia la laringe sin fo rm a r un bucle debajo de la arteria sub
d i s t a n t m etástasis b ased o n h isto lo g ic varieties in d ifferen tiated carci
clavia (Fig. 1 .63C). En estos casos, la arteria subclavia de
n o m a o f th e th y ro id . A m J Surg 172:692-694, 1996.
recha se o rig in a en la aorta descendente y pasa hacia la
derecha por detrás del esófago. Esta m alfo rm a ció n es asin-
I n e r v a c ió n tom ática, y el cirujano de tiroides rara vez es consciente de
ella antes de la o p e ración. Es incluso m enos fre cu e n te la
La glándula tiroides está inervada p o r el sistema simpá presencia de un nervio izquierdo no recurrente si hay un ca
tico que procede de los ganglios superior, m edio e inferior yado aórtico d e recho y una arteria subclavia izquierda re-
de la cadena cervical, pero en la cirugía del tiroides, los ner troesofágica (Fig. 1 .63D).
vios laríngeos recurrente y superior del sistema parasimpáti- En el tercio infe rio r de su trayecto, el nervio laríngeo re
co (vago), que no participan en la inervación de la glá n d u currente asciende p o r detrás de la fascia pretraqueal con
la, tienen la máxima importancia, por lo que los describiremos un ligero ángulo con respecto al surco traqueoesofágico. En
aquí. el tercio m e d io de su trayecto, el nervio puede estar en el
surco, m edial al lig a m e n to suspensorio de la glándula ti
Nervios la rín g e o s recu rren tes
roides (lig a m e n to de Berry), en el inte rio r del lig a m e n to o
(la rín g e o s inferiores) en el inte rio r de la sustancia de la glándula tiroides.
Skandalakis y cois.122 analizaron el trayecto del nervio
Anatomía normal
laríngeo recurrente en 102 cadáveres (2 0 4 lados). En a p ro
Los nervios laríngeos recurrentes derecho e izquierdo es x im a d a m e n te la m ita d de las piezas, el nervio estaba en el
tán íntimamente relacionados con la glándula tiroides. El ner surco traqueoesofágico. En la otra m itad, la mayoría esta
vio recurrente derecho se ramifica desde el vago cuando cru ba anterior al surco (paratraqueales); algunos eran poste
za p o r d e la n te de la arteria subclavia derecha. El nervio riores (paraesofágicos). En 8 de los 2 0 4 lados, el nervio es
recurrente derecho (Fig. 1 .63B) fo rm a un bucle alrededor taba en el in te rio r de la glándula (Fig. 1.64). Otros autores
de la arteria subclavia desde atrás hacia delante, cruza por de han o b te n id o un porcentaje ligeram ente m ayor de nervios
trás de la carótida co m ú n derecha y asciende por el surco intraglandulares123.
traqueoesofágico o cerca del mismo. Pasa por detrás del ló
bulo derecho de la glándula tiroides y entra en la laringe p or
detrás de la articulación cricotiroidea y del asta inferior de
cartílago tiroides.
El nervio laríngeo recurrente izquierdo se orig in a en el Perlas clínico-quirúrgicas
p u n to en el que el nervio vago se cruza con el cayado aór
tico, inm e d ia ta m e n te distal al origen de la arteria subclavia
izquierda en el cayado aórtico. Forma un bucle debajo del La asociación de los carcinomas foliculares verdaderos
ligam ento arterial y de la aorta, y asciende de la misma ma del tiroides con las metástasis ganglionares es poco fre
nera que el nervio derecho. A m b o s nervios se cruzan con cuente según mi experiencia y según la experiencia de la
las arterias tiroideas inferiores cerca del borde inferior del ter mayor parte de los anatomopatólogos quirúrgicos actuales.
cio m edio de la glándula. Los datos de Shaha y cois.119 son datos de un registro re
trospectivo que incluye muchos pacientes de una época
Variaciones anterior en la que muchos anatom opatólogos no distin
guían entre los carcinomas foliculares verdaderos y la varian
Se pueden p ro d u c ir diversas variaciones en el trayecto
te del carcinoma papilar del tiroides. La distinción se basa
de los nervios recurrentes; todas ellas aum e n ta n la p ro b a
en criterios otológicos, y no histológicos. Cuando se hace
bilidad de lesión del nervio d u ra n te la cirugía del tiroides.
esta distinción, las metástasis ganglionares son m uy fre
Katz y N e m iro ff120 hallaron 1.1 1 7 nervios faríngeos re
cuentes en el carcinoma papilar de tiroides, y poco frecuen
currentes. Señalaron que 747 (6 3 % ) se bifurcaban o trifu r
tes en el carcinoma folicular (incluyendo la variante oxífila).
caban a más de 0,5 cm del cartílago cricoides. Se observó
(RSF jr)
una bifurcación bilateral del nervio en 1 70 pacientes.
54
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Glándula tiroidea
Tráquea
Esófago
C olumna vertebral
Tronco simpático
F ig u ra 1.64. Trayecto del nervio recurrente laríngeo con respecto a la glándula tiroides en 102 cadáveres. En el 50% de los
casos se en cuentra en la corredera traqueoesofágica. A, Vista lateral. B, Sección transversal. [sk2\
Marchesi y cois.130 describieron un índice de aparición Sanders y cois.132, que e n co n tra ro n siete casos de ner
del nervio laríngeo inferior no recurrente en el lado d ere vios laríngeos no recurrentes en 1 .0 0 0 tiroidectom ías, in
cho del 0 ,3 4 % , y señalaron que constituye una gran rare dicaron lo siguiente:
za en el lado izquierdo. Describieron siete casos de nervio
laríngeo no recurrente, y subrayaron la e xactitud diag n ó s En dos de estos siete casos había en el lado derecho
tica de la angiografía m edia n te RM para la identificación tanto un nervio no recurrente como una ram a recurrente
anatóm ica de la m a lform ación vascular que se asocia siem adicional. Esta manifestación de nervio doble no se ha des
pre a esta m a lfo rm a ció n nerviosa. crito antes. Si no se tiene en cuenta esta posibilidad, se
El nervio no recurrente (izq u ie rd o o derecho, cu a n d o puede lesionar inadvertidamente el tronco no recurrente
esté presente) puede pasar d ire cta m e n te hacia la laringe principal, después de haber identificado sólo una pequeña
sin relacionarse con la arteria tiroidea inferior (Fig. 1 .57D), ram a recurrente. Insistimos en la necesidad de una técni
o puede form a r un bucle alrededor de la arteria (Fig. 1 .57E). ca de identificación completa del nervio.
Avisse y cois.131 describieron 17 casos de nervio larín
M iyauchi y cois.133 publicaron buenos resultados con la
geo infe rio r no recurrente derecho. En dos de estos casos,
neurorrafia o con un injerto (nervio vago-asa cervical) del
una arteria subclavia derecha aberrante coexistía con un
nervio recurrente lesionado. Los o ch o pacientes se recupe
nervio laríngeo inferior no recurrente.
Tabla 1.6. Relación del nervio laríngeo recurrente con la arteria tiroidea inferior
Frecuencia porcentual
1.246 casos de
102 cadáveres la b ib lio g ra fía
Relación Derecha Izquierda Ambos lados Ambos lados
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
raron de la disfonía, y la fo nación m á xim a m ejoró. Stein El nervio se puede ide n tifica r en su entrada en la laringe
berg y cois.134 afirm aron que las ramas del nervio laríngeo justo detrás del asta inferior del cartílago tiro id e s139. Si no
recurrente (ta n to motoras c o m o sensitivas), ju n to con los se encuentra el nervio, se debe sospechar un nervio no re
nervios simpáticos, inervan la laringe por debajo de las cuer currente, especialmente a la derecha.
das, la faringe, el esófago cervical y la tráquea cervical. Pelizzo y cois.140 recom endaron c o m o m e jo r fo rm a de
localizar el nervio laríngeo recurrente d u ra n te la tiro id e c to
Exposición mía el tu b é rc u lo de Z u ckerkandl, q u e está situado en la
p orción lateral de cada uno de los lóbulos del tiroides, y
Exponer el nervio recurrente dura n te cualquier o p e ra
según estos autores es una marca a n a tó m ic a co n sta n te
ción del tiroides es un prin cip io q u irú rg ic o establecido y se
cuando está presente (Fig. 1.65).
debe llevar a cabo siempre que sea posible. Si no se p u e
El tu b é rcu lo de Zuckerkandl es la extensión más poste
de e n co n tra r fácilm e n te el nervio, el cirujano debe evitar
rior de los lóbulos laterales de la g lándula tiroides al nivel
las zonas en las que pueda estar oculto. La fibrosis, una m a
del lig a m e n to de Berry141'142 (Fig. 1.66).
yor h e m orragia y la ausencia de relaciones anatóm icas cla
Para apartarm e un m o m e n to del tem a, yo (JES), c o o r
ras son causas de la m a yo r parte de las lesiones nerviosas.
d in a d o r de este capítulo, quisiera señalar que nunca, en
La e xp loración postoperatoria p o r hem orragia ta m b ié n se
mis 50 años de trabajo en el lab o ra to rio de anatom ía y en
asocia con un m a yo r riesgo de lesión nerviosa135.
el q u iró fa n o , he observado el tu b é rc u lo de Zuckerkandl.
En otra época se consideraba que el nervio recurrente Para mi vergüenza y frustración, no había oído de esta p ro
es tan delicado que «si se ve un nervio laríngeo recurrente tuberancia específica del lóbulo tiro id e o hasta que leí la ex
durante la tiro id e cto m ía , se lesiona»136. En el o tro e x tre m o celente publicación de Pelizzo y cois.140 antes m encionada.
están aquellos autores que precisan la d e m o s tra c ió n del En la po rció n in fe rio r del tra ye cto del nervio laríngeo
nervio m edia n te la estim ulación directa dura n te la obser recurrente se puede palpar el nervio c o m o una banda te n
vación laringoscópica de las cuerdas vocales137. Pensamos sa sobre la superficie traqueal. Hay más te jid o co n e ctivo
que sólo es necesaria la id e n tific a c ió n visual, e v ita n d o la entre el nervio y la tráquea a la derecha que a la izquierda.
tracción, com p re sió n o d e n u d a ció n del te jid o co nectivo.
N o es necesaria la disección anatóm ica com pleta, pero la
N e rv io la rín g e o superior
exposición sim ple no lo destruirá. De su investigación so
bre 803 operaciones por bocio y de una búsqueda en la El nervio laríngeo superior se orig in a en el nervio vago,
bibliografía médica, Jatzko y cois.138 ded u je ro n un índice justo debajo del agujero y u g u la r del cráneo. El nervio pasa
significativam ente m a yo r de lesión del nervio laríngeo re hada abajo, m e d ia lm e n te a la arteria carótida. Al nivel del
currente cu a n d o no se identificaba (5 ,2 % ) que cu a n d o se asta superior del hueso hioides se d ivide en una rama larín
exponía (1 ,2 % ). gea interna sensitiva g rande y una rama laríngea externa
El nervio laríngeo recurrente form a el borde m edial de m otora más pequeña que inerva el músculo cricotiroideo143
un triá n g u lo que está lim ita d o p o r arriba p o r la arteria t i y el cricofaríngeo. El p u n to de división h a b itu a lm e n te está
roidea inferior y lateralmente por la arteria carótida co m ún. en la bifurcación de la arteria carótida c o m ú n (Fig. 1.67).
F ig u ra 1.65. Tubérculo de Zuckerlandl y su tam año. 0, No identificable; 1, sólo u n ligero engrosam iento del borde lateral del
lóbulo tiroideo; 2, Menor de 1 cm; 3, Mayor de 1 cm. [pe]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
M. tiroideo
Cartílago tiroides
Tronco nervioso
A. tiroidea superior Constrictor inferior de la faringe
V. tiroidea superior
M. cricotiroideo
M. esternotiroideo
Cápsula del tiroides Cartílago cricoides
Tipo I Tipo II
Polo superior del tiroides
N. laríngeo superior
F igu ra 1.68. Cortes coronales de la laringe que m uestran los
troncos del nervio laríngeo superior en el triángulo esternoti- - A. Rama interna
roideo-laríngeo, que está lim itado lateralmente por el m úscu
lo esternotiroideo, m edialm ente por el músculo constrictor in B. Rama externa
ferior de la faringe y el m úsculo cricotiroideo, y en la parte
inferior por el polo superior del tiroides. A, Tronco único, 89
casos (74,2%); B, Tronco único, 1 caso (0,8%); C, Tronco d o A. tiroidea
superior
ble, 24 casos (20%); D, Tronco doble, 4 casos (3,3%); E, Tron
co triple, 1 caso (0,8%); F, Tronco con cuatro ramas, 1 caso
(0,8%). [su] M. cricotiroideo
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
F ig u ra 1.71. Clasificación de los tipos de rama externa del nervio laríngeo superior, de acuerdo con el potencial riesgo de le
sión durante una hipotética tiroidectomía. T ipo 1, El nervio cruza los vasos tiroideos superiores 1 cm o más por encima de un
plano horizontal que pasa por encima del polo superior del tiroides. T ipo 2a, El nervio cruza los vasos a m enos de 1 cm de este
plano. T ipo 2b, El nervio cruza los vasos por debajo del plano referido, [ce]
n e n te de la voz de los vocalistas profesionales. La fa tiga Hay una acumulación de un material gelatinoso coloidal
en el centro del folículo. Todos los folículos tienen dos tipos
ta m b ié n es frecuente después de una lesión de esta rama.
de células: células foliculares y parafoliculares, o células C.
Cernea y cois, recom endaron identificar el nervio en el q u i
Según Ross y Reith152, las células foliculares son respon
rófano, especialmente en los pacientes que tenían bocios
sables de las siguientes acciones: síntesis de tiro g lo b u lin a ,
grandes. En la Figura 1.71 se muestra la anatom ía to p o
yodación, alm acenam iento de la tiro g lo b u lin a , reabsorción
gráfica y las relaciones de los nervios y de los vasos tiro id e
de la tiroglo b u lin a , hidrólisis de la tiro g lo b u lin a y liberación
os. Cernea y cois, han presentado ta m b ié n otros hallazgos
de la h o rm o n a tiroidea hacia la sangre y los linfáticos.
sobre la a n a to m ía q u irú rg ic a del ne rvio larín g e o supe
Las células parafoliculares, o células C, se pueden en
rio r149'150. co n tra r en el estroma co n ectivo entre los folículos o en el
En la mayoría de los pacientes, los vasos sanguíneos se epitelio folicular. Característicamente, contienen varios gra
e n cuentran en el in te rio r del c o m p a rtim e n to visceral del nulos secretores.
cuello p o r debajo de la fascia pretraqueal, mientras que el
nervio laríngeo e x te rn o está entre la fascia y el m úsculo
c o n stric to r inferior de la faringe. Por lo ta n to , hay un pla
Fisiología
no de disección entre los vasos y el nervio. En a p ro x im a d a
m e n te el 2 5 % de las personas, el nervio está debajo de la Las células foliculares de la g lándula tiroides producen
fascia, ju n to a los vasos151. las horm onas tiroideas tiro x in a (T,) y triy o d o tiro n in a (T3).
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Las células foliculares captan y conce n tra n el y o d u ro des cirugía del tiroides. Aun así, co n o ce r la anatom ía q u irú rg i
de el suero. El p ro d u c to final, la tiro g lo b u lin a , se acum ula ca de la g lá ndula tiroides y sus posibles variaciones tiene
en el coloide. una im p o rta n cia fu n d a m e n ta l para realizar una cirugía se
Las Figuras 1.72 y 1.73 ¡lustran la síntesis de las h o rm o gura y eficaz».
nas de la glándula tiroides y la regulación de su secreción. Presentamos el útil d iagram a de flu jo de Johns155 para
Otra fu n c ió n de la glándula tiroides es la secreción de tiro- el tra ta m ie n to de los nodulos tiroideos solitarios (Fig. 1.74).
calcitonina, que es el p ro d u c to de las células parafolicula- D elbridge y cois.156 señalaron que la operación de elección
res o células C. en el b o cio m u ltin o d u la r b e n ig n o bilateral es la tiro id e c to
mía total, p o rq u e evita el b o cio recurrente y la necesidad
de una tiro id e c to m ía secundaria.
O tro dilem a q u irú rg ic o es el tra ta m ie n to del hiperpara-
] Perlas clínico-quirúrgicas
En general, estoy de acuerdo con el diagrama de flujo los nodulos autónomos es que aproximadamente un tercio
sobre el tratamiento de johns1S5, pero recomendaría una m o permanece estable, un tercio regresa espontáneamente y un
dificación de los siguientes recuadros: tercio progresa. Las únicas indicaciones del tratamiento de los
En el segundo recuadro después de la anamnesis y la ex nodulos autónomos hiperfuncionantes son que produzcan
ploración física recomendaría utilizar una prueba de TSH, hipertiroidismo, que sean tan grandes como para producir un
que es sensible, como única prueba de cribado de la función problema estético, o que produzcan síntomas debido a su
tiroidea. La moderna prueba de TSH en un buen laboratorio tamaño.
es eficaz para distinguir el hipertiroidismo (aparecerá una tsh El seguimiento de los pacientes que tienen un probable
baja incluso antes de la elevación de T4 o T3) del hipotiroi- nodulo solitario benigno después de administrarles trata
dismo (habrá una elevación de TSH antes de que bajen las m iento con T4 es una práctica que he realizado durante m u
concentraciones de T4 y T3) y el eutiroidismo. chos años, y con frecuencia el observador tiene la impresión
En el recuadro del patrón folicular, el térm ino debería ser de que se produce la regresión del nodulo. Sin embargo, es
patrón neoplásico folicular. Es evidente que las células ti tudios ecográficos secuenciales exhaustivos no han docu
roideas normales son foliculares. mentado una verdadera regresión a una velocidad mayor de
Entre el recuadro del nodulo autónomo y el recuadro que la que se produce espontáneamente a lo largo del tiempo
indica la cirugía o el tratamiento con I131 debe haber infor sin recibir T4. Sospecho que con el tratamiento con T4 hay
mación sobre el tamaño del nodulo autónom o y sobre si el una reducción del tamaño de las porciones normales de la
nodulo autónom o produce hipertiroidismo. Los nodulos au glándula tiroides que permite que la glándula disminuya ha
tónomos menores de 3 cm de diámetro raras veces (o tal vez cia el cuello y que el nodulo solitario se pueda palpar con
nunca) producen hipertiroidismo. La evolución natural de menos facilidad. (RSF Jr)
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
Tiroglobulina y,;
s-J•*r almacenada £■' * V
’í/
> v i '/ ’■ J'.V s’ -:.<s
F ig u ra 1.72. Síntesis y secrección de tirosina (T4) y triyodotirosina T3 TSH, h o rm o n a estim ulante del tiroides; MIT, m onoyo-
dotirosina; DIT, diyodotirosina. [po]
Captación radioactiva de
Perclorato estimulación
del tiroides
Linfocito Bíoensay°
Radioínmunoanálisis
Supresión TRH
Estimulación TREk
T4 yT3 libre
Cerebro
BMR
Reflejo aquíleo
F ig u ra 1.73. Regulación fisiológica de la secrección de ho rm o n a tiroidea y pruebas que m iden estos parámetros. TRH, h o r
m o n a reguladora de la liberación de h o rm o na tiroidea; TSH, h o rm o n a estim ulante de la liberación de h o rm o n a tiroidea; TSI,
inm unoglobulinas estimulantes del tiroides; LATS, estimulante de acción prolongada; TBG; globulina transportadora de tirosi
na; ITL, índice de tirosina libre, [pó\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
F ig u ra 1.74. Organigrama del tratam iento del paciente con n o dulo pulm o nar solitario. TSH, h o rm o n a estim ulante del tiroi
des; PAAF, p u n ció n con aguja fina; RAD, dosis absorbida de radiación, [/o]
En el carcinom a papilar de tiroides, N o g u ch i y cois.160 daciones: 1) el cirujano debe buscar ganglios en la parte
afirm aron que la afectación microscópica de los ganglios central del cuello; si están presentes, se deben resecar; 2)
linfáticos cervicales es del 80% . Mirallié y cois.161 presen se debe realizar una disección radical del cuello m o d ific a
tan tablas que m uestran la localización de la lesión en el da funcio n a l terapéutica, conservando los ganglios m o to
carcinom a p a pilar de tiroides (Tablas 1.7 y 1.8). Clark162, res en bloque; 3) no se debe realizar la disección cervical
en un c o m e n ta rio solicitado, hizo las siguientes re co m e n profiláctica po rq u e , p ro p o rc io n a lm e n te , pocos pacientes
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Cuello
N.° en pacientes con ganglios te, se ha observado enferm edad metastásica aislada en la
p ositivo s g lándula tiroides de tum o re s prim arios no tiroideos, que
L ocalización Ip sila te ra l C o n tra la te ra l incluyen los siguientes:
g a n g lio n a r (n = 71) (n = 30)
C arcinom a de células renales 5 casos
Paratraqueal 60 (83,3%) 25 (34,7%)
A deno ca rcin o m a esofágico 1 caso
Yugular medio 44 (61,1%) 12(16,7%)
C arcinom a e p id e rm o id e de p u lm ó n 1 caso
Supraclavicular 26 (36,1%) 5 (6,9%)
Subdigàstrico 20 (27,8%) 2 (2,8%) Leiom iosarcom a gástrico 1 caso
C arcinom a e p id e rm o id e lingual 1 caso
Fuente: Mirallié E, Visset J, S ag an C, H a m y A, Le Bodic MF, P ain eau J. C arcinom a de la g lándula parótida 1 caso
Localization o f cervical n o d e m etastasis of papilary th y r o id carcinom a.
W orld J Surg 19 9 9 ;2 3 : 970-974; c o n a u to rizació n .
Boyd y cois.164 recom e n d a ro n la aspiración con aguja
que reciben tra ta m ie n to con irradiación presentan recu fina preoperatoria de los tum ores tiroideos co m o una po
rrencia ganglio n a r de las metástasis; 4 ) la «recogida de fru derosa he rra m ie n ta d ia gnóstica en el cáncer de tiroides.
tos» es inútil, p o rq u e con ganglios linfáticos metastásicos Tarantino y cois.165 a firm aron que todavía no se ha defini-
Tabla 1.8. Afectación ganglionar según la localización del tumor en el lóbulo tiroideo
N.° según la lo c a liz a c ió n en el ló b u lo tiro id e o
Ganglios Tercio s u p e rio r Tercio m e d io Tercio in fe r io r D ifu s o Desconocido ís tm ic o
Paratraqueales ipsi 9 6 10 18 14 3
Yugulares ipsi 6 5 6 15 11 1
Supraclaviculares ipsi 3 3 2 13 5 0
Subdigástricos ipsi 7 1 1 5 5 1
Paratraqueales contra 2 4 1 10 8 0
Yugulares contra 1 2 0 7 2 0
Supraclaviculares contra 0 2 1 2 0 0
Subdigástricos contra 0 0 0 1 1 0
Perlas clínico-quirúrgicas
En general, estoy de acuerdo con la mayor parte de las ganglios estén unidos entre sí. Con frecuencia los ganglios
recomendaciones de Clark162 y sospecho que nuestro abor son m uy pequeños, y un cirujano que no estuviera fa m i
daje de la resección de las metástasis ganglionares clínica liarizado con su aspecto y su tacto podría pasarlos por alto.
mente identificables del carcinoma papilar de tiroides es si Además, puede ser necesario seguir realizando la denuda
milar. El té rm in o «recogida de frutos» significa cosas ción o la «recogida» hacia abajo, hacia el m ediastino, si
diferentes para cada cirujano diferente. Particularmente, hay datos clínicos de metástasis ganglionares adicionales.
a lo largo de los nervios recurrentes, los ganglios se deben Estoy de acuerdo en que no se debe realizar la disección
«recoger» de una manera que respete el nervio. Los gan cervical profiláctica. Según mi experiencia después de la
glios no se resecan co m o ganglios individuales, sino que inspección intraoperatoria meticulosa para detectar m e
se «recogen» o denudan en grupo. La denudación o reco tástasis ganglionares y de la resección de los ganglios clí
gida de los ganglios metastásicos se facilita algo por la ten nicam ente evidentes, la recurrencia ganglionar del carci
dencia de las metástasis de carcinoma papilar a provocar noma papilar de tiroides es muy poco frecuente, incluso sin
una reacción ligeramente fibrótica que contribuye a que los radioterapia. (RSF Jr)
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Cuello
C hao y cois.181 señalaron que la mayoría de los pacien La vena tiroidea media es corta y se desgarra co n faci
tes que tienen carcinom a de tiroides e h ip e rtiro id is m o aso lidad. Si se secciona de manera accidental se retraerá, lo
ciado tienen carcinomas pequeños. que hará que la hemostasia sea difícil. C uando se ejerce de
Anatomía quirúrgica
Shimizu y cois.182 describieron la resección endoscópi- masiada tracción sobre la glándula tiroides, la vena se apla
ca de tu m ores tiroideos en cinco pacientes. na y queda exangüe, haciendo que no se pueda reconocer
En los carcinom as tiroideos bien diferenciados que in hasta que se lesiona. Con frecuencia el desgarro se p ro d u
vaden la tráquea, Yang y cois.183 re com iendan la resección ce en la u nión entre la vena tiroidea m edia y la vena y u g u
quirúrgica seguida de reconstrucción prim aria. lar, y presenta riesgo de em bolia gaseosa. Esta lesión de la
vena precisa una reparación inm ediata.
La hem orragia d u ra n te la cirugía de los quistes del c o n
d u c to tirogloso, la resección del lób u lo piram idal o la sec
C o m p lica cio n e s a n a tó m ica s
ción de un istm o tiro id e o grueso d u ra n te la cirugía del ti
d e la tiroidectom ía roides o la tra q u e o to m ía se debe la mayoría de las veces a
una lesión de la arteria cricotiroidea. Esta arteria se o rigina
Le s ió n vascular en la arteria tiroidea superior o en su rama anterior, y sigue
el borde superior del m úsculo c ric o tiro id e o y de la m e m
Las arterias tiroideas se deben ligar con cuidado; la ar brana cricotiroidea (Fig. 1.76).
teria tiroidea superior tiende a retraerse, llenando de esta El co n d u c to to rá cico raras veces se lesiona d u ra n te la
manera el c a m p o de sangre. tiro id e cto m ía , aunque no es desconocida la lesión d u ra n
N o se debe pinzar la arteria tiroidea superior p o r enci te la disección radical del cuello. El c o n d u c to se puede li
ma del p o lo superior del tiroides, po rq u e se puede lesio g a r sin m iedo.
nar el nervio laríngeo e xterno. Si la arteria se pinza en el
p olo puede escapar una rama, con la consiguiente h e m o
rragia. Se debe pinzar y ligar el polo superior ju n to con la Le s ió n o r g á n ic a
arteria (Fig. 1.75).
La separación de la arteria tiroidea inferior del nervio la La pleura no suele lesionarse, pero tenem os los regis
ríngeo recurrente ha de realizarse con cuid a d o . C uando el tros de dos pacientes en los que se p ro d u jo n e u m o to ra x;
nervio pasa e ntre ramas de la arteria, se deben ligar y sec en uno, un inm enso b ocio tó x ic o se extendía m u y lateral
cionar por separado las ramas individuales. La retracción m ente, y en el o tro el tiroides era retroesternal.
de la arteria puede resultar un in te n to p re cipitado de he Las dos pleuras se acercan a la línea media, y p o r lo ta n
mostasia que lesionará el nervio recurrente. to entre sí, ta n to por delante c o m o por detrás. Un bocio in-
Avisse y cois.131 revisaron 1 7 casos de nervio laríngeo tratorácico puede descender hacia el m ediastino a n terior o
inferior derecho no recurrente. Había una arteria subclavia
derecha aberrante en tres casos. Teniendo en cuenta sus
casos y una revisión de la bibliografía los autores c o n clu
yen que esta alteración siem pre está presente cuando hay
un nervio laríngeo infe rio r derecho no recurrente. Los au
tores recogen las bases anatóm icas y e m briológicas y ana
lizan las im plicaciones diagnósticas y terapéuticas de esta
Superficie de
d o b le m a lfo rm ación. corte del
pedículo vascular
tiroideo
superior
Perlas clínico-quirúrgicas
]
Todo este asunto sobre utilizar pinzas alrededor del polo
superior del tiroides me molesta. Siempre he preferido una
técnica de ligadura en continuidad de los vasos del polo
superior (o de sus ramas) utilizando ligaduras finas. Esta
técnica permite visualizar el nervio laríngeo externo y tirar
de él para sacarlo de la zona peligrosa si es necesario. Se con
sigue una resección más completa de la glándula, y hay
menos probabilidad de que se deslice una pinza o de que F ig u ra 1.75. Los vasos tiroideos superiores deben ligarse en
la arteria se desgarre por una tracción excesiva. (RSF Jr) el tejido del polo superior. La ligadura incorrecta puede pro d u
cir un a hemorragia masiva, [ak]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Rama interna del nervio laríngeo superior Se pueden lesionar la tráquea y el esófago cu a n d o hay
tiroiditis, adenom a calcificado o neoplasia m aligna. La cáp
Arteria tiroidea
sula verdadera del tiroides, la fascia pretraqueal, la tráquea
superior
Arteria laríngea superior y el esófago pueden estar tan fijados entre sí qu e los in te n
tos enérgicos de separación pu e d e n p e rfo ra r la tráquea.
Una perforación traqueal puede precisar una traqueosto-
mía inm ediata.
Las glándulas paratiroides están cerca de la capsular ti
Membrana roidea posterior. En la tiro id e c to m ía conservadora total se
Rama externa del tirohioidea
nervio recurrente
p ro d u c e h ip o ca lce m ia en el 2 0 % al 2 5 % de los p a c ie n
laríngeo tes185,186. En la mayoría de los casos, la d is m in u ció n de la
conce n tra ció n de calcio (tal vez d e b id o al tra u m a tis m o de
las glándulas) es pequeña y transitoria; persiste en el 1 % al
Constrictor inferior 4 % de los casos. En la tiro id e cto m ía radical la incidencia es
mayor. La conservación de sólo una glá n d u la paratiroides
evitará los síntomas de h ip o p a ra tiro id is m o .
Músculo
cricotiroideo Le s ió n n e r v io s a
Arteria y nervios
laríngeos inferiores Lesión d e l v a g o
Perlas clínico-quirúrgicas
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
N e rv io la rín g e o re c u rre n te
Cuello
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
ringe y de los senos piriformes, lo que da lugar a la pér recurrente y superior). La lesión del nervio laríngeo supe
dida del reflejo de la tos y a dificultades con la aspiración rior sólo se puede ide n tificar p o r la rotación de la parte su
y la limpieza de las vías aéreas. En la lesión bilateral del ner perior de la glotis hacia el lado afectado y el arqueam ien-
Anatomía quirúrgica
vio recurrente, debido al estrechamiento de las vías aéreas to de la cuerda vocal afectada.
que prod u ce n los músculos cricotiroideos que no tienen C oin cid im o s con la a firm ación de Johns y Rood:
oposición, es necesaria la traqueostom ía. (,..)Un conocimiento exhaustivo de la anatom ía de la
Scanlon y cois.186 presentaron una serie en la que 6 de laringe y de las relaciones de su inervación con los múscu
los 145 pacientes a los que se les había realizado una tiroi- los intrínsecos de la laringe es un prerrequisito para la lo
d ectom ía to ta l presentaron una parálisis del nervio larín calización adecuada del p u n to de lesión en la lesión de los
geo recurrente. Todos menos uno se recuperaron en el pla nervios laríngeos. El tratam iento con éxito del paciente se
zo de un año. basa en un diagnóstico etiológico exacto™6.
La disfonia postoperatoria no siempre se debe a la lesión
q u irúrgica de los nervios laríngeos. Entre el 1 % y el 2 % de
C a d e n a s im p á tic a c e rv ic a l
los pacientes tienen una cuerda vocal paralizada antes de
la o p e ra c ió n del tiro id e s 188. Neel y cois., en la C línica Un ga n g lio sim pático se puede co n fu n d ir con un gan
M a y o 192, estudiaron 202 casos de parálisis de una cuerda glio linfático, y se puede resecar cuando el cirujano opera un
vocal, de los q u e 153 (7 6 % ) se pro d u je ro n después de una carcinoma papilar de tiroides metastásico. En uno de nues
tiro id e cto m ía , 36 (1 8 % ) tenían una etiología conocida va tros pacientes, el ganglio cervical inferior y el prim e r ganglio
riada y 1 3 (6 % ) tenían un origen idio p à tico . R ecom enda torácico estaban fusionados y fo rm a b a n una estructura si
mos que el cirujano general realice una laringoscopia in d i milar a un ga n g lio que se e x tirp ó 197. El cirujano debe iden
recta antes de la tiroidectom ía. tificar todos los aparentes ganglios linfáticos que se relacio
M iyauchi y cois.133 realizaron anastomosis entre el asa nan con la arteria vertebral y que están fijados delante de la
cervical y el nervio laríngeo recurrente en el cuello p o r pa apófisis transversa de la séptima vértebra cervical.
rálisis de la cuerda vocal debidas a lesiones mediastínicas. La lesión del nervio sim pático cervical p ro d u ce el sín
Presentaron una excelente mejoría de la fonación sin m o d ro m e de H orner: 1) c o n stricció n de la pupila , 2) ptosis
v im ie n to de las cuerdas vocales. parcial del párpado superior, 3) enoftalm os aparente, 4) di
Pensamos que se debe adve rtir al paciente de que, a latación de los vasos retinianos y 5) e n ro je c im ie n to y se
pesar de tod a s las precauciones, existe la p o sib ilid a d de quedad de la piel facial del lado afectado.
que pueda haber alguna discapacidad vocal después de la La tiro id e cto m ía de bocios de gran ta m a ñ o es más sen
tiro id e cto m ía . Se puede p ro d u cir disfagia p o r la lesión de cilla con la sección (alta, media o baja) de los músculos in-
las primeras ramas que se o riginan en los nervios laríngeos frahioideos. Cabe esperar que así se evite la lesión del asa
recurrentes qu e inervan el esófago193.
Rama
Lekacos y cois.194 observaron tres casos de lesión del del simpático
hipogloso
nervio laríngeo superior después de 54 ligaduras altas clá
Rama cervical Comunicación a la primera
sicas de la arteria tiro id e a superior. O bse rva ro n q u e los ventral
ventral
pacientes en los que se p roducía una pérd id a del nervio
laríngeo e x te rn o referían in e sta b ilid a d de la voz, fa tig a Rama a los
vocal rápida e im posibilidad para generar sonidos de to n o Raíz inferior del asa cervical
a g u d o , con d ific u lta d para cantar. N o se reg istra ro n le (cervical descendente)
Rama al geniohioideo
siones en otros casos en los que las ramas de la arteria t i Rama al tirohioideo
Raíz inferior del asa cervic '
roidea su p e rio r se ligaron en el p o lo superior. Según Dur- al vientre
ham y H arrison195, el nervio laríngeo exte rn o está paralelo superior del
otnohioideo
y p ró x im o a los vasos tiroideos superiores en a p ro x im a d a
m e n te el 2 0 % de los casos, e incluso pasa entre las ramas Rama al vientre
inferior del
de la arteria tiro id e a su p erior cerca del po lo su p e rio r en homohioldeo
el 6 % al 1 4 % de los casos. Rama al esternotiroideo
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
F ig u ra 1.83. Esquema del asa cervical, sus raíces y sus ramas H ip o p a ra tiro id ism o transitorio 5 ,2 %
para los músculos infrahioideos. H ip o p a ra tiro id ism o perm a n e n te 1,7%
Parálisis transitoria del nervio laríngeo recurrente 2 ,6 %
Parálisis p e rm anente del nervio laríngeo recurrente 1,7%
cervical. Farquharson y R intoul198 y Paparella y S hum rick199 Citam os de Profanter y cois.205 sobre el hiperparatiroi-
re com endaron la sección alta, W ilson200 la sección m edia, dism o p rim a rio (HPTP):
y Stell y M a ran 201 la sección baja.
La ecografía tuvo una exactitud global del 80% para
La fo rm a c ió n y la localización del asa cervical son varia
localizar correctamente las glándulas paratiroides aumen
bles. Hemos visto una raíz única en un caso, que es un fe
tadas de tam año, y la gam m agrafía tuvo una exactitud
n ó m e n o p oco frecuente. En la mayoría de los casos, hay
global del 78,6%. La exactitud de la localización aumen
dos raíces que se unen; de esta unión surgen ramas seg
tó hasta el 8 4 ,6% si se aplicaban ambas técnicas dia g
mentarias. El trayecto de estas ramas es bastante variable;
nósticas. En pacientes que tenían restos tiroideos n o rm a
por lo tanto, no hay una inervación segmentaria «típica» de
les, la exactitud de la ecografía fue del 85,7% , y era del
los músculos infrahioideos. Los músculos e sternohioideo y
700% si se utilizaba la gammagrafía. Las técnicas preope
e sternotiroideo están ¡nervados p or ramas que surgen des
ratorias de localización en pacientes con HPTP y cirugía ti
pués de la u n ió n de la raíz descendente superior (C1) con
roidea previa tienen una elevada exactitud; esto permite
la raíz descendente inferior (C2, C3) del asa cervical (Fig.
concebir una estrategia quirúrgica dirigida p o r las técni
1.82). De m anera característica, la entrada de la rama m o
cas de imagen, evitando de esta manera exploraciones cer
tora de estos dos músculos está cerca del cartílago tiroides
vicales bilaterales innecesarias, que se asocian con un ele
y justo p o r encim a de la escotadura yugular, o, más bien,
vado riesgo de lesión del nervio laríngeo recurrente.
bisecciona el á n g u lo entre el segm ento inferior del m úscu
lo e sternohioideo y la clavícula. C itam os de M ene g a u x y cois.206 sobre la tiro id e cto m ía
Desde el p u n to de vista q u irú rg ic o no cono ce m o s la secundaria:
to pografía de la un ió n ni el tra ye cto de las ramas del asa El índice de complicaciones permanentes es m ayor en
cervical en cada paciente concreto. Por lo ta nto, debem os las reintervenciones tiroideas que en las operaciones tiroi
prepararnos cuidadosam ente para hacer más sencilla la t¡- deas primarías; sin embargo, pensamos que este índice del
roidectom ía m ediante la sección unilateral o bilateral de los 2% es lo suficientemente bajo como pa ra pe rm itir la rein
cuatro músculos infrahioideos o pretiroideos que son iner tervención cuando sea necesaria, siempre que se respeten
vados p o r los ramos centrales de C1, C2 y C3 a través del unas reglas quirúrgicas dadas.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
Anatomía quirúrgica
Glándula paratiroides
i ‘» m m m m m m
paratiroides superiores (paratiroides IV) (Fig. 1.84). A m bos
primordios descienden desde su nivel de origen, pero las pa
ratiroides III están ín tim am ente asociadas a la glándula tim o
D esa rr o llo normal que deriva de la p o rción ventral de la tercera bolsa. Esta
asociación te rm in a h a b itu a lm e n te en la octava semana, y
En la q u in ta y sexta semanas de gestación, la farin g e
deja a la glán d u la paratiroides cerca del nivel del bo rd e in
e m brionaria está señalada e xte rn a m e n te por cu atro hen
fe rio r de la glándula tiroides. De manera ocasional, las pa
diduras branquiales de e cto d e rm o . In te rn a m e n te hay cin
ratiroides III quedan encapsuladas con el tim o y se pueden
co bolsas branquiales de e n d o d e rm o . Estas hendiduras y
desplazar hacia el m ediastino; h a b itualm ente esto no tiene
bolsas, ju n to con los arcos branquiales situados entre ellos,
im portancia para el paciente, pero puede ser frustrante para
fo rm a n el aparato branquial. A u n q u e es transitorio, el apa
el cirujano.
rato da lugar a algunos derivados normales: las glándulas
Es im p o rta n te considerar los puntos siguientes:
tiroides y paratiroides, el tim o , el cu e rp o u ltim o b ra n q u ia l,
la tro m p a de Eustaquio, el oído m e d io y el c o n d u c to audi • ¿Son las glándulas paratiroides de o rigen e c to d é rm ic o , y
tivo externo. Tam bién existe la p o sibilidad de que algunas p o r lo ta n to , proceden de las hendiduras faríngeas 3 y 4?
estructuras que n o rm alm ente son transitorias persistan has Tal vez.
ta la edad adulta. • ¿Las glándulas paratiroides se originan en la cresta neu-
Las glándulas paratiroides se o rig in a n co m o engrosa- ral (lo que significa que pertenecen al sistema APUD)? Tal
m ientos epiteliales del e n d o d e rm o dorsal de la tercera y vez.
cuarta bolsas branquiales. C o m o consecuencia de su pos • Lundgren y cois.207 m ostraron que el te jid o paratiro id e o
te rior m igración, los derivados de la tercera bolsa se c o n anó m a lo del h ip e rp a ra tiro id is m o p rim a rio n o rm ocalcé-
vierten en las paratiroides inferiores (paratiroides III), m ie n m ico se caracteriza p o r trastornos m orfo ló g ico s y fu n c io
tras qu e los de la cuarta bolsa se co n v ie rte n en las nales, que se ven de manera constante en los pacientes
con h ip e rp a ra tiro id is m o p rim a rio e hipercalcemia.
A n o m a l ía s c o n g é n it a s
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Localización
Tabla 1.10.Localización de las paratiroides
en 50 cadáveres
Localización
en la g lá n d u la P aratiroides P aratiroides
Vaina carotidea tiroides superiores, % inferiores, %
Intratiroidea Tercio superior 8 2
Tercio medio 80 12
Paraesofágica Tercio inferior o 12 86
debajo del
polo inferior
Intratimica
100 100
M ediastino
anterior Fuente: S kandalakis JE, Gray SW, RoweJS Jr. A n ato m ical C o m p lic a tio n s
(no timica) In G e n e ra l Surgery. N u ev a York: McGraw-H ill, 1983; c o n au to rizació n .
Mediastino
posterior
Las localizaciones extremas son m u y poco frecuentes,
aunque se han e n c o n tra d o glándulas tan altas c o m o en la
Ventana bifu rca ció n de la arteria ca rótida y tan bajas c o m o en el
aortopulm onar
m e d ia stin o 139. En la práctica, el cirujano debe em pezar en
F ig u ra 1.85. Localizaciones anatóm icas de las glándulas pa- el p u n to en el qu e la arteria tiro id e a in fe rio r entra en la
ratiroides, con la frecuencia de cada localización (n=54). [shl] glándula tiroides. Las glándulas paratiroides superiores p ro
ba b lem ente estarán a p ro xim a d a m e n te 2,5 cm p o r encim a
de la misma, y las glándulas inferiores 1,25 cm d e bajo de
la m ism a. Si no se e n cuentra la g lá n d u la in fe rio r es más
probable qu e sea más baja que más alta.
N o rm a lm e n te hay cuatro glándulas paratiroides, pero es
bastante fre cu e n te ten e r más o menos. C uando hay m e
A n ato m ía quirúrgica nos de cuatro glándulas, es difícil descartar la posibilidad de
i glándulas ectópicas. Dos glándulas paratiroides pueden es
tar fusionadas entre sí; esta pareja se puede diferenciar de
A n a t o m ía t o p o g r á f ic a g e n e r a l
una glándula bilobulada por la presencia de un plano de se
Las glándulas paratiroides se encuentran h a b itu a lm e n paración entre ellas139.
te en la superficie poste rio r de la g lá n d u la tiroides, cada H ooghe y cois.218 señalaron que en 4 1 6 paratiro id e cto -
una de ellas con su propia cápsula de tejido conectivo. Oca mías el 1 9 % de los órganos se encontraba en localizacio
sionalm ente están incluidas en la cápsula tiroidea, o una nes ectópicas, c o m o distales a los lóbulos tiroideos, a lo lar
de ellas incluso puede seguir a un vaso sanguíneo p ro fu n go del esófago o en el m e d ia s tin o a n te ro s u p e rio r en el
do en el in te rio r de un surco del tiroides. inte rio r de restos tímicos. De los pacientes de Hooghe, el
Se desconoce la frecuencia de estas glándulas ocultas. 5 % tenía paratiroides supernumerarias. Wei y cois.219 des
Farr y cois.212 encon tra ro n 10 ejem plos en 100 pacientes cribieron te jid o paratiroideo en el inte rio r del tim o con hi-
que tenían tum ores paratiroideos. Se descubren pocas glán p e rp a ra tiro id ism o prim ario.
dulas paratiroides intratiroideas en ausencia de e n fe rm e M c H e n ry y cois.220 estudiaron la localización de las pa
dad. Se han desarrollado varias técnicas para localizar las ratiroides con sestamibi m arcado con te cn e cio -9 9 m , y se
glándulas paratiroides ocultas213-214. ñalaron que la sensibilidad y el valor predictivo p o sitivo de
M c ln ty re y cois.215 describieron que 18 de 309 pacien esta técnica g a m m agráfica son comparables a los de otras
tes (6 % ) a los que se les había realizado una paratiroidec- técnicas de localización o incluso mejores. Los mismos au
tom ía tenían glándulas paratiroides intratiroideas. Libutti y tores describieron que la ausencia de sensibilidad de la prue
cois.216 describieron una glándula paratiroides intratiroidea ba para la d etección de la enferm edad m u ltig la n d u la r im
en el 7% de los casos, y recom iendan la ecografía para la pide su utilización en la exploración sistemática bilateral de
selección de los pacientes para resección tiroidea. pacientes con h iperparatiroidism o.
Gray y cois.217 tabularon la posición adulta de 200 g lá n A u nque se ha utilizado la TC, la RM y la gam m agrafía
dulas paratiroides de 50 cadáveres. La Tabla 1.10 muestra con tecnecio-99m /talio-201 para identificar las glándulas en
la localización de estas glándulas, todas las cuales se podrían el hiperparatiroidism o primario, se siguen buscando m ejo
considerar «normales». res m odalidades de imagen. Bonjer y cois.221 evaluaron la
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Cuello
booksmedicos.org
booksmedicos.org
N.° de casos
N.° de casos
Porcentaje
Porcentaje
N.° de casos
Porcentaje
F ig u r a 1.86. A; Esquemas de la localización de las glándulas paratiroides y su vascularización en 12 casos con 5 paratiroides
sin adenom a. Se indican en cada caso las paratiroides derechas e izquierdas. B, Variaciones en la localización de las glándulas
paratiroides en relación con la arteria tiroidea inferior en ambos lados en 354 casos con 2-5 glándulas. Los dibujos m uestran
una visión lateral de la laringe y la tráquea movilizando el tiroides y separándolo ventral y medialm ente. Las líneas horizo n ta
les indican los niveles de entrada de las ramas más superiores y más inferiores de la arteria tiroidea inferior en el parénquim a
tiroideo. Las áreas rayadas indican la localización de las paratiroides. Los casos sin arteria tiroidea inferior se en cu en tran en es
quemas separados, pero en esta localización n o se aprecian las paratiroides. [al\
form a d a p o r células oxífilas. Tal vez todas las células para- Para m a n te n e r norm al la con ce n tra ció n de calcio en la
tiroideas participan en la secreción de la h o rm o n a parati- sangre se form a un sistema de retroalimentación entre el cal
roidea y de parathorm ona (PTH), y en la regulación del m e cio circulante y la secreción de PTH. D em asiado calcio sé
tabolism o del calcio y del fosfato. Recom endamos al lector rico inhibe la produ cció n de PTH, y dem asiado po co esti
interesado en las paratiroides que lea el excelente trabajo mula su secreción.
de W eber y cois.228, que indica que el c o n te n id o en PTH Cisneros y cois.229 afirmaron que en los pacientes que tie
del te jid o paratiro id e o puede ser útil para difere n cia r los nen carcinom a e p id e rm o id e no metastásico de la piel se
órganos normales de los anómalos. puede p ro d u c ir una hipercalcemia h u m oral de la neopla-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
Fuente: S kandalakis JE, G ray SW, Rowe JS Jr. A n a to m ic a l C o m p l i c a t i o n s in G e n e r a l Surgery. N u ev a York: McGraw -H ill, 1983; c o n au to r iz a c ió n .
Parte superior
casos
M e d iastin ica s
A. Tiroides inferior B. Intratímicas
A. Cricotiroideas y B. Posterior al polo 6 casos ...2 %
S uperficies a n te rio r y poste rio r
yuxtacricoideas superior del tiroides 131 casos ...42%
241 casos ...77 % 6 8 casos ...22%
C. Y u x ta tir o id e a s
C. Retrofaríngeas y retroesofágicas 4 7 ca s o s 15%... 6 casos ...2 %
3 casos ... /%
F ig u ra 1.87. A. A-C, Distribución anatómica de 312 glándulas paratiroides superiores (paratiroides IV). B. A-D, Distribución
anatóm ica de 312 glándulas paratiroides inferiores (paratiroides III). [wá\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
LJs u
superior de la glándula tiroides, hasta el hueso hioides.
Cirugía d e las paratiroides Paso 4. Explorar los espacios retroesofágico y retrofa-
ríngeo.
La indicación más fre cu e n te de cirugía de las para tiro i Paso 5. Realizar una tiro id e c to m ía subtotal.
des es el h ip e rp a ra tiro id ism o . En m u y raras ocasiones se Paso 6. Explorar más a fo n d o el m ediastino en una se
asocian quistes paratiroideos al hip e rp a ra tiro id ism o , pero g u n d a operación. Esto se debe hacer sólo después de ha
nunca se ha observado que sean malignos. ber re cib id o el info rm e de anatom ía p a to lógica del tim o y
Safran232 presentó un caso de un quiste p a ra tiro id e o del te jid o tiro id e o y no se ha descrito n in g ú n te jid o para
fu n cio n a n te ; su revisión a firm ó que M itm a k e r había des tiro id e o 236.
crito sólo 162 casos de quistes paratiroideos de la bibliogra El orden de estos pasos es c o n tro v e rtid o , especialm en
fía m édica en 1991, con una m e n o r incidencia de quistes te los pasos 5 y 6. En una serie de 4 0 0 operaciones que
funcionantes. Safran re co m endaba la aspiración de estos presentaron Nathaniels y cois.238 había 84 tu m o re s p a rati
quistes, que se m anifiestan c o m o masas en la parte lateral roideos mediastínicos. Fue necesaria una m e d ia stin o to m ía
o inferior del cuello. Casi siem pre hay hipercalcemia, hipo- en 19. Sesenta y siete estaban en el m e d iastino anterior, y
fosfatemia y elevación de la parathorm ona sérica, pero des 1 7 en el m ediastino posterior. El resto se e x tirp ó a través
aparecen después de la resección del quiste. de una incisión cervical. Pensamos que la explo ra ció n me-
La degeneración m aligna de las paratiroides es poco fre diastínica debe ser la técnica de ú ltim o recurso.
cuente, pero p or supuesto puede afectar a una o más para-
tiroides. Los cirujanos deben d ecidir en el quiró fa n o có m o
debe ser de radical la técnica que utilicen, y si es necesaria A p l ic a c io n e s q u ir ú r g ic a s
la resección de las estructuras anatómicas adyacentes.
• La localización preoperatoria de las glándulas p a ra tiro i
des es una gran ayuda ta n to para el paciente co m o para
Es tr a te g ia p a r a e n c o n t r a r las el ciru ja n o . C up ta y cois.239 señalan que la localización
GLÁNDULAS PARATIROIDES p reoperatoria con sestamibi m arcado con te c n e c io -9 9 m
(M IBI) de los adenomas paratiroideos simples que cursan
Se ha descrito la localización norm al de las glándulas con h ip e rp a ra tiro id ism o perm ite reducir no sólo el tie m
paratiroides superiores e inferiores. T ra y n o ry cois.233 advir po q u irú rg ic o , sino ta m b ié n la extensión de la disección
tieron que la captación rápida de azul de m etile n o p o r las q u irú rg ic a y el riesgo.
glándulas paratiroides indica que cua n d o es difícil localizar • Farnebo y cois.240 afirm aron que el antígeno Ki-67 (antíge-
las glándulas durante la operación es posible su uso intrao- no asociado al ciclo celular) puede propo rcio n a r inform a
peratorio selectivo, en lug a r de una infusión preoperatoria ción útil sobre el potencial m a ligno de los tum ores parati
sistemática, sin un retraso significativo de la operación. Sin roideos, m ientras que no se ha d e m o s tra d o que la
em bargo, los cirujanos generales deben seguir pasos espe inm unorreactividad de la proteína del retinoblastom a sea
cíficos para localizar las glándulas, porque no pueden ex útil para distinguir entre los tum ores paratiroideos be n ig
plorar to d o el cuello. Los pasos siguientes son esencialmen nos y los malignos.
te los q u e han in d ic a d o A d a m s 234, C a d y 235, M c C a rity y • Ryan y cois.24' afirm aron que, después de la localización
Bostwick236 y Edis237: del adenom a paratiroideo, una exploración unilateral del
Paso 7. Explorar la superficie superior de la glándula ti cuello ofrece un resultado similar a la explo ra ció n bilate
roides. Ligar las venas tiroideas medias, retraer el lób u lo ral, y precisa menos tie m p o q u irúrgico.
medial y a n te rio rm e n te y e xp o n e r el nervio laríngeo recu • Angelos y cois.242 describieron un caso m u y poco frecuen
rrente. te de un paciente con hip e rp a ra tiro id ism o que tenía pa-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Cuello
rálisis espontánea del nervio laríngeo recurrente izquier marcada se p ro d u ce en los prim eros días después de la
d o después de la cual se resolvía la hipercalcemia. Después operación.
de la resección de un adenom a p a ratiroideo con fo rm a • Ryan and Lee250 resaltaron la eficacia y la seguridad de
Anatomía quirúrgica
ción de un absceso, la fu n ció n de la cuerda vocal volvió 100 paratiroidectom ías consecutivas en la norm alización
a la n orm alidad. de la conce n tra ció n sérica de calcio.
• Richards y cois.243 publicaron el noveno caso de infarto • Angelos251 estudió a pacientes con hiperparatiroidismo pri
espontáneo de un adenom a p a ra tiroideo en el hiperpa- mario a los que se evaluó con gammagrafía preoperatoria.
ratiroidism o prim ario. La anatom ía del infarto es e n ig m á Después de excluir a varios pacientes por sus antecedentes,
tica. Los autores señalados a n te rio rm e n te sugieren que al resto de los pacientes que tenían gammagrafías positivas
tal vez el infarto sea secundario al crecimiento excesivo del se les realizaron operaciones con éxito guiadas por estudio
tu m o r con respecto a su vascularización. D o w la ta b a d i244 radiológico, mientras que a los que tenían gammagrafías
ha descrito la trom bosis de la vascularización de las pa- negativas se les realizaron paratiroidectomías convencio
ratiroides. nales con éxito. Angelos concluyó que «aunque la cirugía
• Billingsley y cois.245 utilizaron el térm ino «paratímica» para de las paratiroides guiada p or gammagrafía es un procedi
referirse a una glándula paratiroides no descendida loca m ie n to quirú rg ico eficaz, muchos pacientes seguirán pre
lizada en la parte superior del cuello, justo p o r encim a o cisando la exploración estándar de las cuatro glándulas».
p or debajo de la bifurcación carotídea. Em briológicam en • M iccoli y cois.252 re com endaron la para tiro id e cto m ía en-
te, el té rm in o es correcto p o rq u e las paratiroides inferio doscópica después de la localización preoperatoria de las
res y el tim o se orig in a n en la tercera bolsa faríngea; sin lesiones paratiroideas y el análisis in tra o p e ra to rio de la
em b a rg o , co n fu n d irá al cirujano que n o esté fam iliariza h o rm o n a paratiroidea. Tuvieron buenos resultados en 39
d o con la localización o n to g é n ic a de las glándulas para- pacientes.
tiroides y que pueda pensar que se refiere a una localiza • Starr y cois.253 señalaron que la m e d ició n intraoperatoria
ción «tímica» de la paratiroides. de la h o rm o n a paratiroidea intacta para m e d ir la adecua
• Barry y cois.246 re com endaron la paratiro id e cto m ía sub ción de la resección del te jid o h ip e rfu n c io n a n te durante
total con tim e cto m ía transcervical sistemática para el tra la paratiroidectom ía redujo la obte n ció n de cortes conge
ta m ie n to del hip e rp a ra tiro id ism o familiar. lados, pero no m e jo ró el índice de n o rm alización de la
• Proye y cois.247 a firm aron que a los pacientes que tienen c o n centración sérica de calcio.
h ip e rp a ra tiro id is m o p rim a rio con a u m e n to del ta m a ñ o • Zaraca y cois.254 señalaron que la para tiro id e cto m ía total
de múltiples glándulas se les puede tratar con cirugía con con autotrasplante en 19 pacientes que tenían h ip e rp a
servadora, resecando sólo las glándulas q u e tienen un ratiroid ism o secundario (renal) grave alivia los síntomas
claro a u m e n to de tam año, sin biopsiar las glándulas de de h ip erparatiroidism o, y que el índice de recurrencia del
aspecto norm al. h ip e rp a ra tiro id ism o es bajo.
• Chen y cois.248 ind icaron que se puede realizar la parati • M o lle ru p y Lind e w a ld 255 afirm aro n que el h ip e rp a ra tiro i
roidectom ía en pacientes ancianos (más de 70 años) con d ism o prim a rio y la litiasis renal son frecuentes, pero que
elevados índices de curación, con baja m o rta lid a d , sin algunos pacientes e xp e rim e n ta n recurrencia de la litiasis
m o rta lid a d , con una duración breve de la estancia y con si hay co n ce n tra cio n e s norm ales de calcio después de
una elevada satisfacción del paciente. una p a ra tiroidectom ía con éxito.
• Pasieka and Parsons249 señalaron que la p a ra tiro id e c to • Caccitolo y cois.256 piensan que la corrección de la hipo-
mía reduce la sintom atología preoperatoria en los pacien calcemia postexploración utilizando criopreservación y au
tes con h ip e rp a ra tiro id is m o p rim a rio , y la m ejoría más totrasplante es fiable en teoría, pero difícil en la práctica.
Nota: S eg ú n C h e u n g y cois.357 y Sugg y cols.3SS, las técnicas agresivas c o m o la arteriografía y la e x tr a c c ió n selectiva d e sa n g re v e n o s a n o locali
z a n la g lá n d u la p aratiroides a n ó m a la .
78
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
C o m o puede aparecer h ip e rp a ra tiro id is m o después de lizado previamente en este capítulo) y a la cirugía radical del
un autotrasplante de te jid o paratiroideo h isto ló g ica m e n cuello (que se presentará más adelante)261,262.
te norm al, o después de un período de h ip oparatiroidis- La im p o sib ilid a d de e n co n tra r una glándula adenom a-
m o posquirúrgico, D'Avanzo y cois.257 ponen de relieve la tosa c u a n d o hay h ip e rp a ra tiro id is m o indica una técnica
im porta n cia de señalar la localización del trasplante pa inadecuada. Hellstróm e Ivem ark263 describieron la im posi
ratiroideo. bilidad de e n co n tra r la glán d u la enferm a en el 10 % de 92
U tilizando tecnología de láser e n doscópico, Stojadinovic pacientes.
y cois.258 resecaron un adenom a p a ra tiro id e o que se lo Para evitar la repetición de la paratiroidectom ía, Shen y
calizaba en el seno p iriform e. cois.208 recom e n d a ro n la e xploración cervical bilateral y la
A u nque son posibles períodos p ro lo n g a d os de remisión localización preoperatoria.
después de la paratiroidectomía subtotal, Burgess y cois.259 Lo y Lam 264 re co m e n d a ro n el autotrasplante inm e d ia to
señalaron que, fin a lm e n te , se pro d u ce h ip e rp a ra tiro id is de las glándulas paratiroides para evitar el hipoparatiroidis-
m o recurrente en la mayoría de los pacientes que tienen m o. A m bos autores a d virtieron que el autotrasplante siste
neoplasia endocrina m ú ltip le de tip o I (M E N I). m á tico se asociaba con una elevada incidencia de hipocal-
En la Tabla 1.12 se muestran los índices de cirugía satis cemia posq u irú rg ica 265.
factoria p or hip e rp a ra tiro id ism o prim a rio .
Berger y cois.266 afirm aro n lo siguiente:
Kikum ori y cois.260 describieron que el inje rto de las pa-
ratiroides en la tiroidectom ía total es eficaz, y que las glán
Hay una marcada heterogeneidad del tam año glandu
dulas fu n cio n a n du ra n te m u c h o tie m p o .
lar en los pacientes que tienen hiperplasia esporádica de
múltiples glándulas, similar a la que se encuentra en la ne
oplasia endocrina múltiple de tipo I. Esta heterogeneidad
C o m p licacio n es a n a tó m ica s puede llevar a no reconocer la enfermedad multiglandular
si se realiza una exploración cervical bilateral. El análisis in-
v\ d e la p ara tiro id e cto m ía
traoperatorio de horm ona paratiroideo puede ser un com
Las com plicaciones de la p a ra tiroidectom ía son las mis plemento im portante en esta población de pacientes en los
mas que se asocian a la tiro id e c to m ía (que ya se han ana que no se sospecha enfermedad multiglandular.
Tráquea cervical
fálica. La tráquea (anterior) y el esófago (posterior) se sepa
ran caudalm ente; en la cuarta semana aparecen los esbo
zos pulm onares en la punta del p rim o rd io traqueal. Al p rin
D e s a r r o llo normal cipio la bifurcación traqueal está en la parte alta de la región
cervical; en el m o m e n to del parto está a la altura de la cuar
Existe discrepancia en la bib lio g ra fía m éd ica sobre la
ta o q u in ta vértebra torácica.
utilización de los térm inos pared ventral del intestino ante
El ca rtílago aparece en la tráquea y en los b ro n q u io s
rior y pared dorsal del intestino anterior. Recuérdese que el
primarios la décim a semana, y las glándulas aparecen una
divertículo respiratorio aparece en la pared ventral del in
semana después267,268.
testino anterior, pero p or separación más tarde y p o r la fo r
mación del bord e esofagofaríngeo, el inte stin o a n terior se
divide en dos porciones: ventral, que es responsable de la A n o m a l ía s c o n g é n it a s
génesis del sistema respiratorio, y dorsal, que es responsa
ble de la génesis del esófago. M u y pocas veces la tráquea presenta m alform aciones.
Al final de la tercera semana de gestación, aparece el La fístula traqueoesofágica es la única m a lfo rm a c ió n que
surco laringotraqueal en la superficie ventral del extrem o su se encuentra con frecuencia. Su reparación no pertenece a
perior del intestino a n terior e m b rio n a rio . El e x tre m o distal la práctica del cirujano general.
del surco crece en dirección caudal, m ientras que el extre Burch y cois.269 han descrito la com presión vascular de
m o proxim al y el intestino a n terior crecen en dirección ce la tráquea.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
A n ato m ía quirúrgica
Anatomía quirúrgica
Estructura general
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Histología y fisiología
I n d ic a c io n e s de l a t r a q u e o s t o m ía
La histología y la fisiología de la tráquea se presentan
b re ve m e n te en el c a p ítu lo d e d ic a d o al sistema respira La traqueostom ía se realiza después de intervenciones
to rio . quirúrgicas extensas en el cuello cuando hay edem a larín
geo p ostoperatorio, co m o técnica asociada cua n d o se rea
liza una laringectom ía total, o después de un tra u m a tis m o
facial grave. También se puede realizar c o m o técnica de ur
Cirugía d e la trá q u e a gencia para establecer una vía aérea cuando haya una obs
tru cció n p o r un cuerpo extraño, un edem a laríngeo o una
A c o n tin u a ció n se presentan las técnicas más fre cu e n parálisis postope ra to ria de las cuerdas vocales. Se puede
tes que se realizan en la tráquea: realizar por encim a o p o r debajo del istm o de la glándula
• Traqueostomía. tiroides, aunque h a b itu a lm e n te se prefiere el abordaje in
• Resección de tum ores malignos (primarios o secundarios) ferior. El istm o se puede retraer hacia arriba o se puede sec
o de tum ores benignos. cionar entre pinzas de hemostasia.
• C om presión traqueal benigna o m aligna asociada a t u H ab itu a lm e n te se coloca un gan ch o de b a jo del cartíla
mores que están cerca de las estructuras anatóm icas que g o cricoides, en la línea media, para estabilizar la tráquea
se relacionan con la tráquea. y tira r de ella hacia d elante. La incisión de la trá q u e a se
• T ratam iento de la estenosis traqueal. puede realizar en dirección vertical u h o rizo n ta l; sin e m
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Cuello
bargo, generalm ente se seccionan ve rtica lm e n te los cartí cuello, justo p or encima del m anubrio; en los adultos está
lagos traqueales tercero, cuarto y q u in to desde arriba ha detrás del esternón, en la m ita d superior del m a n u b rio .
cia abajo. En la actualidad la mayoría de los cirujanos ex • Las venas tiroideas inferiores y la arteria tiroidea im a es
Anatomía quirúrgica
trae una ventana del segundo o del tercer anillo. La incisión tán situadas en la pared a n te rio r de la tráquea. Se deben
se m antiene abierta para la inserción del tu b o de traqueos- ligar para evitar la hem orragia.
tom ía. Es im p o rta n te seleccionar un tu b o del ta m a ñ o ade • La sección del is tm o del tiroides es una buena técnica
cuado para que la presión no produzca una necrosis de la para evitar com plicaciones.
pared traqueal posterior. • Las lesiones com binadas de la tráquea y el esófago se de
Después de evaluar la traq u e o sto m ía en 76 pacientes ben reparar de m anera primaria. Se puede in te rp o n e r el
pediátricos quemados (desde recién nacidos hasta tres años m úsculo e ste rn ocleidom astoideo entre los dos órganos
de edad), Coln y cois.271 co n c lu y e ro n que la tra q u e o s to reparados277.
mía pediátrica puede realizarse de fo rm a segura sin c o m • Upadhyay y cois.278 señalaron que se puede realizar la tra
plicaciones y con una m o rb ilid a d crónica aceptable. queostom ía con seguridad sin tra n sp o rta r al paciente al
Cuando está indicada una traqueostom ía de urgencia, q uirófano. Su estudio con 470 pacientes no m o s tró d ife
la técnica de elección es la crico tiro ido sto m ía . La técnica rencias significativas en cuanto a las com plicaciones en
es m u y sencilla. Después de estabilizar la laringe se realiza tre los 311 pacientes (8 ,7 % ) a los que se les realizó una
una incisión en la piel y en el te jid o subcutáneo con un cor tra queostom ía a pie de cama y los 159 pacientes (9 ,4 % )
te vertical co rto. Se palpa la m e m b ra n a y se realiza una in a los que se realizó la traqueostom ía en el quiró fa n o .
cisión transversal, que después se dilata. Se inserta el tu b o • Si se utiliza un tu b o de drenado, se debe sacar a través de
de traqueostom ía. una herida quirú rg ica del lado opuesto del cuello.
M aipang y cois.272 realizaron traqueostom ías mediastí-
nicas en 12 pacientes con carcinom a avanzado de la par Lesión vascular
te infe rio r del cuello y del m ediastino superior.
Los siguientes puntos le guiarán sobre los diversos va
sos que pueden sangrar d u rante la tra q u e o sto m ía 279.
O *
• Las venas yugulares anteriores se pueden encontrar cuan
.4« C o m p lica c io n e s a n a tó m ica s
d o se secciona la fascia de revestim iento.
• El plexo venoso tiro id e o que está p o r encim a de la g lá n
Tr a q u e o s t o m ía
dula tiroides drena hacia las venas tiroideas. Las venas t i
Precauciones generales roideas inferiores dre n a n en dirección infe rio r hacia las
venas braquiocefálicas, fo rm a n d o un único tro n c o o dre
Ger y Evans273 relacionaron las com plicaciones a n a tó n a n d o p o r separado. La vena tiro id e a in fe rio r con fre
micas de la traqueostom ía con la edad del paciente y la lo cuencia es asimétrica, y p o r lo ta n to es más propensa a
calización del estoma. Los recién nacidos y los lactantes tie la lesión.
nen más c o m p lic a c io n e s . Estos autores d e s c rib ie ro n las • Las ramas de las arterias tiroideas superiores e inferiores
com plicaciones que se p roducen cua n d o la traqueostom ía se pueden anastom osar a través de la línea m edia.
se realiza p o r encim a o p o r debajo del m ism o. La marca
anatóm ica es el p rim e r anillo traqueal, que se identifica por
debajo del bord e inferior del cartílago cricoides y p or en
cima del bord e superior del m ism o. Por supuesto, esto d e
pende del grosor y de la anchura del m ism o.
El espacio que hay entre el istmo y la escotadura supraes-
ternal está a la altura del segundo o tercer anillos traqueales
por encima y del cuarto o q u in to anillos traqueales por de
] Perlas clínico-quirúrgicas
bajo. La traqueostom ía alta puede p ro d u c ir estenosis tra En realidad la traqueostomía quirúrgica tradicional se
queal; la traqueostomía inferior tam bién puede producir m ul puede realizar a pie de cama, y puede no ser más difícil
titu d de complicaciones anatómicas en adultos y niños. para el paciente, pero sí más incómoda para el cirujano: el
campo quirúrgico está más alejado y exige una postura in
Re c o r d a r : cómoda. Puede que la iluminación no sea la mejor.
• La arteria braquiocefálica en los adultos está a n terolate Este problema se puede evitar utilizando una técnica
ral y a la derecha de la tráquea, y m u y cerca del estoma de traqueostomía percutánea endoscópica o guiada con
traqueal. Silen y Spieker274, Yang y cois.275 y Takano276 han ecografía. La traqueostomía percutánea debe ser una téc
descrito hem orragia letal p o r lesión. nica de cabecera más sencilla que la traqueostomía quirúr
• Conozca la localización de la vena braquiocefálica izquier gica abierta. (RSF Jr)
da. En los niños la vena se localiza en la parte inferior del
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
F ig u ra 1.90. Tubos de traqueostomía. A, Tubo demasiado curvo. Se puede lesionar la pared de la tráquea y com prim ir la ar
teria subclavia. B, Tubo colocado dem asiado interiorm ente. Puede ocluir la arteria subclavia. C, Tubo correctam ente colocado.
[sk4\
• De manera m u y ocasional, hay una arteria tiroidea ima, Nervios laríngeos recurrentes
y se debe ligar si se encuentra. Se puede p ro d u c ir la lesión de estos nervios d u rante la
• Se pueden lesionar la arteria braquiocefálica y la vena bra- traqueostom ía, así c o m o d u ra n te la tiro id e c to m ía (véase
quiocefálica izquierda si la disección p ro fu n d a se lleva de «Com plicaciones anatóm icas de la tiro idectom ía»).
masiado hacia abajo. La arteria se puede erosionar por
un tu b o de traqueostom ía, d a n d o lugar a una fístula tra- Laringe
queoarterial. Una traqueostom ía demasiado alta puede p ro d u c ir una
• La arteria y la vena subclavias pueden estar c o m p ro m e lesión directa de las cuerdas vocales. La colocación del tu b o
tidas p o r un tu b o de traqueostom ía que tiene una incur- a través de la m e m bra n a tiroidea ta m b ié n puede p ro d u c ir
vación incorrecta o que se inserta en una posición d e m a su lesión279. El estom a se debe fo rm a r d e bajo del p rim e r
siado baja (Fig. 1.90). anillo.
• La arteria ca rótida c o m ú n se puede lesionar cu a n d o se
intenta realizar una traqueostom ía en un recién nacido. Disfunción deglutoria postraqueostomía
Además, se ha c o n fu n d id o con la tráquea. La arteria ca Bonanno281 estudió el efecto adverso que un tu b o de
ró tid a c o m ú n izquierda se puede o rig in a r en el tro n c o
traqueostom ía con m a n g u ito tu v o en el m ecanism o de la
braquiocefálico, después de lo cual cruza la parte inferior
deglución. La evaluación de los nervios maxilar, glosofarín-
de la tráquea cervical. geo, recurrente y laríngeo externo m ostró que no influía la
lesión nerviosa. B onanno conclu yó que la disfunción esta
ba produ cid a p o r la inh ib ició n de la elevación y la rotación
Lesión orgánica a n te rio r de la laringe y p o r la im posib ilid a d de que el esfín
te r h ip o faríngeo se abra co m p le ta m e n te .
Esófago
La lesión del esófago h a b itu a lm e n te se p roduce no por
errores de percepción de la anatom ía, sino p o r errores en Técnicas inadecuadas
la utilización del tu b o de traqueostom ía. Sin e m b argo, es
posible crear una fístula traqueoesofágica yatrogénica por Es im p o rta n te d e te rm in a r el á ngulo de la tráquea con
una m anip u la ció n po co cuidadosa280. respecto a la superficie del cuello para seleccionar un tu b o
con la curva tu ra adecuada. Si el e x tre m o distal del tu b o
Neumotorax y neum om ediastino tiene demasiada curvatura, producirá una erosión de la pa
Tam bién se han descrito n e u m o to ra x y ne u m o m e d ia s red traqueal a n te rio r185. Roe282 re co m e n d ó una curvatura
tino. de 60° (Fig. 1.90).
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
C u e llo
C r ic o t ir o id o s t o m Ía • Enfisema subcutáneo.
• M o d ifica ció n de la voz.
Las com plicaciones anatómicas de la cricotiroidostom ía • Paresia del pliegue vocal.
Anatomía quirúrgica
Glándulas salivales
Las glándulas salivales principales (parótida, s u b m a n d i hacia delante entre los dos músculos p te rigoideos (« ló b u
bular y su b lingual) se m uestran en la Figura 1.91. lo pterig o id e o ») y sobre el m úsculo masetero (« lób u lo ac
Los coristomas, ham artom as y restos em brionarios sa cesorio»), y de manera ocasional se fo rm a incluso más m e
livales y las glándulas superficiales desplazadas que están dia lm e n te sobre el m úsculo bucinador.
en el inte rio r de hueso alveolar se pueden co n ve rtir en ne C oincidim os con Anson y McVay28é en que el te jid o ac
oplasias salivales intraóseas283. cesorio es frecuente (20 % ). El más frecu e n te es una agre
Ha y cois.2 describieron un coristom a poco habitual de gación local de te jid o g la n d u la r (parte parotídea o «socia
la glándula salival en el espacio del o ído m e d io q u e pare parotidis») a lo largo del c o n d u c to p a ro tíd e o , en el que
cía ser una m alform a ció n co n génita asociada a m a lfo rm a
drenan los pequeños co nductos del te jid o accesorio. Estos
ciones de las estructuras adyacentes.
tejidos parotídeos accesorios tienen su propia vasculariza
ción procedente de la arteria facial transversa.
Glándulas parótidas
A n ato m ía quirúrgica
R e l a c io n e s g e n er a les
Embriogénesis
La g lándula p a rótida está deb a jo de la piel, d elante y
D e s a r r o llo normal debajo del oído. Está en el in te rio r de la fascia de revesti
m ie n to de la fascia p rofunda del cuello, d e n o m in a d a fascia
Al p rin cip io de la sexta semana de desarrollo aparece el
parotídea. Está separada de la glándula s u b m a n d ib u la r por
co n d u c to parotídeo c o m o una excrecencia sólida del e p i
telio oral. Crece en dirección posterior, hacia el oído, recu un engra sa m ie n to fascial, el lig a m e n to estilom andibular.
brie n d o el nervio facial (VII) con sus ramas. Posteriorm en La glándula parótida ocupa el espacio parotídeo, cuyos
te los cordones sólidos se canalizan, y las células de la punta límites son:
de las ramas se diferencian en ácinos secretores. • A n te rio r: M ú s cu lo m asetero, ram a de la m a n d íb u la y
m úsculo p te rig o id e o medial.
• Posterior: Apófisis mastoides, m úsculo esternocleidomas-
A n o m a l ía s c o n g é n it a s
to id e o y vientre posterior del m úsculo digàstrico y ner
La ausencia co n génita de las glándulas salivales p rin c i vio facial.
pales es p o co frecuente. M artínez Subías y cois.285 descri • Superior: C o n d u cto auditivo e xte rn o y articulación te m
bieron la agenesia total de la glándula parótida. p o rom andibular.
No es raro ver te jido glandular accesorio separado de la • Inferior: M úsculo esternocleidom astoideo y vientre pos
glándula principal. El tejido parotídeo se puede e xtender terio r del m úsculo digàstrico.
84
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Conducto parotídeo
lin fá tico
Glándula parótida
Arteria facial
Carúncula sublingual
Músculo digàstrico
M úsculo estilohioideo
Conductos sublinguales
m ayor y m enor Vena y u gu la r interna
Glándula sublingual
Pliegue sublingual
Nervio lingual
M úsculo m ilohioideo
F ig u ra 1 .9 1 . Glándulas salivales y sus conductos. Disección que muestra las glándulas sublingual, subm andibular (submaxi-
lar) y parótida. Se aprecia una visión lateral de la lengua; se ha extirpado la ram a m andibular para exponer las glándulas y es
tructuras relacionadas. [an2\
• Lateral: Fascia de revestim iento de la fascia cervical p ro lo largo del c o n d u c to paro tíd e o . Un c o n d u c to accesorio
funda, piel y m úsculo cutáneo del cuello. corto puede e ntrar en el c o n d u c to p rin cip a l286,287.
• M edial: Capa de revestim iento de la fascia cervical p ro Algunos autores41,77 han descrito tres superficies (lateral,
funda, apófisis estiloides, vena yu g u la r interna, arteria ca anterior y posterior), tres bordes (anterior, medial y superior)
rótida interna y pared faríngea. y dos extremidades (superior o base e inferior o vértice).
Desde el b orde anterolateral de la glándula, el c o n d u c D urante m u ch o tie m p o ha h a b id o controversia sobre
to parotídeo (de Stensen) pasa lateralmente al músculo ma- los lóbulos de la glándula parótida. Dos estudios im p o rta n
setero. Gira en dirección medial en el b orde a n te rio r del tes, que aparecieron en 1956, ilustran este p ro blem a. Da-
músculo, d o n d e se relaciona con la alm ohadilla grasa de vis y cois.288 co n clu ye ro n que hay un ló b u lo superficial y
la mejilla o «bola de Bichat» (Fig. 1 -92). La alm ohadilla g ra un lóbulo p ro fu n d o de la glándula; las ramas del nervio fa
sa se localiza medial al conducto parotídeo, entre los múscu cial tra n s cu rre n e n tre ellos. Por el c o n tra rio , W in s te n y
los masetero y bucinador287. El conducto perfora el músculo W ard289 consideran que la g lándula es esencialm ente uni-
bucin a d o r. Entra en la cavidad oral al nivel del se g u n d o lobular; las ramas del nervio facial están « ín tim a m e n te im
m olar superior. Puede haber te jido parotídeo accesorio a bricadas en el interior del tejido glandular», sin que haya un
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Conducto parotídeo
I n e r v a c ió n
Venas
La vena te m p o ra l superficial (Fig. 1.94) entra en la su
perficie sup e rio r de la g lá n d u la p a ró tid a . Recibe la vena
m axilar y se convierte en la vena re trom andibular. Todavía
en el inte rio r de la glándula, esta vena se divide. La rama
posterior se une con la vena auricular posterior y fo rm a la
vena yu g u la r externa. La rama a n terior sale de la glándula
y se une a la vena facial, fo rm a n d o de esta manera la vena
facial com ún, que es una tributaria de la yugular interna. Re
cuérdese que el nervio facial es superficial, la arteria es p ro
fu n d a y la vena re tro m a n d ib u la r está entre ellos.
Linfáticos
Los ganglios linfáticos preauriculares de la fascia super
ficial drenan la zona te m p o ra l del cuero cabelludo, la par
te superior de la cara, las porciones laterales de los párpa
dos y la parte a n terior del pabellón auricular. Los ganglios
parotídeos del interior de la glándula drenan la propia glán
dula, así com o la nasofaringe, la nariz, el paladar, el oído m e F ig u ra 1 .9 4. Representación de las relaciones entre la glán
dio y el co n d u cto auditivo externo. Estos ganglios, a su vez, dula parótida y las venas tributarias de las venas yugular in
envían linfa a los ganglios subparotídeos, y fin alm ente a los terna y externa. [sk4\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
Nervio auriculotemporal
El nervio auricu lo te m p o ra l, qu e es una rama de la d iv i
sión m andibular del nervio craneal trigém ino, lleva fibras pa
rasimpáticas posganglionares hasta la g lándula parótida.
Las fibras parasimpáticas preganglionares que van a la ca
rótida son transportadas ¡n id a lm e n te p o r el nervio gloso-
F ig u r a 1.95. Esquema de la inervación parasimpàtica de la
faríngeo y su rama petrosa m e n o r; las fibras po sg a n g lion a
glándula parótida. La línea continua es la preganglionar y la in
res se o rig in a n en el g a n g lio ó tico, inm e d ia ta m e n te fuera
terrumpida la posganglionar.
del cráneo, profundas con respecto a la raíz principal de la
división m a n d ib u la r del nervio trig é m in o . Además, el ner
las neuronas del in te rio r del g a n g lio ó tico. Las fibras para- vio au ricu lo te m p o ra l es sensitivo y transporta info rm a ció n
simpáticas postsinápticas salen del ganglio, fo rm a n d o una sensitiva del oído exte rn o y del c o n d u c to a u d itivo , de la
de las dos raíces del nervio auricu lo te m p o ra l, que pasa a artic u la c ió n te m p o ro m a n d ib u la r y de la piel de la parte
am bos lados de la arteria meníngea media, cerca del a g u te m p o ra l de la cara. Atraviesa la parte superior de la g lá n
jero espinoso. Varias ramas del nervio a u riculotem poral pa dula parótida y sale con los vasos tem porales superficiales
san hacia la parótida, tra n s p o rta n d o fibras parasimpáticas p o r la superficie superior de la g lándula (Fig. 1.98).
postsinápticas hacia las unidades glandulares. Algunas de
estas fibras llegan a las unidades secretoras a través de ra
mas del nervio facial en su trayecto a través de la g lá n d u
la. Las fibras parasimpáticas son secretom otoras; cu a n d o
son estimuladas p o r estímulos sensitivos (o psíquicos), p ro
vocan una secreción acuosa profusa de la g lá n d u la (Fig.
1.96). Last292 utilizó una curiosa y práctica expresión en la Ganglio cervical
que a firm ó que las fibras secretom otoras llegan a la g lá n superior Glándula
dula «haciendo autostop». parótida
Ganglio ótico
Glándula parótida Ganglio cervical medio
Ganglio estrellado
Tronco simpático
torácico
Mastoides Trompa
Nervio timpánico
N ervi
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
V. y a. temporal superficial
N. auriculotemporal
parótida accesoria
N. auricular mayor
V. yugular externa
F ig u ra 1.98. Esquema de las relaciones de la glándula parótida con el nervio facial. [sk4]
En el in te rio r de la glándula, el nervio a u ricu lo te m p o ra l la, el nervio facial n o rm a lm e n te se d ivid e para fo rm a r cin
se comunica con el nervio facial. Desde el p u nto de vista qui co ramas: te m p o ra l, cig o m á tic a , bucal, m a n d ib u la r y cer
rúrgico, el nervio a u ricu lo te m p o ra l es sensitivo y secretor. vical. En la mayoría de las personas, una bifu rca ció n ini
H abitualm ente, el orden de las estructuras desde el tra cial, d e n o m in a d a «pie de ganso» (p le xo in tra p a ro tíd e o ),
go hacia delante es: nervio auriculotem poral, arteria y vena fo rm a una división te m p o ro fa cia l su perior y una división
tem porales superficiales, y rama tem poral del nervio facial. cervicofacial inferior, p ero se han d is tin g u id o seis p a tro
nes principales de ram ificación, que se basan en una serie
Nervios relacionados de disposiciones que pueden ser desde sencillas a c o m p le
jas288.
Dos nervios que están relacionados con la g lándula pa En general, el nervio y sus ramas están en un plano que
rótida, pero que no la inervan, son el nervio facial y el ner divide las porciones pro fu n d a y superficial de la glándula,
vio auricular mayor. pero no existe un plano fascial ve rdadero entre estas p o r
ciones.
Nervio facial Beahrs23 prop u so el siguiente m é to d o para ide n tificar
El nervio facial no participa en la inervación de la p a ró el nervio facial: se palpa la punta inferior de la apófisis mas
tida, pero lo presentamos a quí d e b id o a su estrecha rela toides y se coloca la punta de un d e d o en la superficie la
ción con las glándulas parótidas y salivales. teral, a p u n ta n d o hacia delante. El tro n c o del nervio facial
El tro n c o principal del nervio facial (Fig. 1.9 8 ) entra en estará p ro fu n d o y anterior con respecto al centro de la p u n
la superficie posterior de la glándula parótida a p ro xim a d a ta del dedo.
m e n te 1 cm después de su origen en el cráneo a través del El m é to d o más sencillo de identificación utiliza un a bor
agujero estilom astoideo, a p ro xim a d a m e n te a m e d io ca m i daje lateral. Se identifica la inserción del vientre posterior del
no entre el áng u lo de la m andíbula y el c o n d u c to a u d itivo m úsculo digàstrico. El nervio está in m e d ia ta m e n te medial
cartilaginoso. al p u n to de inserción.
Es im p o rta n te recordar que en el m o m e n to del n aci La apófisis estiloides es una referencia anatóm ica poco
m ie n to el niño no tiene apófisis mastoides; el agujero esti fiable d e b id o a las variaciones de su fo rm a y ta m a ñ o . Se
lo m a sto id e o es subcutáneo. Por lo ta n to , la posición del han p ro p u e sto otras marcas anatóm icas para localizar el
nervio facial hace que sea p a rticularm ente vulnerable. nervio facial, c o m o el c o n d u c to a u d itivo e x te rn o 293 y la su
A a p ro x im a d a m e n te 1 cm de su entrada en la g lá n d u tura tim p a n o m a sto id e a 294'295.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
Temporal
Trago
A n titra g o
Cigomático
Tubérculo labial
Escotadura intertrágica
Bucal
M arginal
Cervical
Escotadura m andibular
F ig u ra 1.99. Distribución superficial del nervio facial. Representación esquemática de las localizaciones habituales del ner
vio facial en relación con las referencias palpables de la cara. A indica el p u n to m edio de una línea que se encuentra entre el
ángulo del ojo y la parte anterior del pabellón auricular. Una línea trazada desde la escotadura intertrágica se solapa con la tra
yectoria de la rama temporal. B indica el p u n to medio de una línea trazada entre el ángulo de la m andíbula inm ed iatam en te
inferior al lóbulo auricular. Una línea trazada desde la escotadura intertrágica traza la trayectoria habitual de la rama cervical.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
el pus viajará hasta el espacio retro m a n d ib u la r, la a rticu una p a ro tid e cto m ía , una herida penetrante o una infec
lación te m p o ro m a n b id u la r o el c o n d u c to au d itivo e xte r ción de la parótida. Esta enferm edad puede estar p ro d u
no. Este absceso puede ser drenado a través de la cavidad cida p o r la estim ulación de las glándulas sudoríparas pre-
oral, u ocasionalm ente m e d ia n te una incisión vertical de auriculares. La regeneración irregular en la d is trib u c ió n
la piel con elevación de la glándula. de las fibras del nervio au ricu lo te m p o ra l pro d u ce enroje
La sialoadenitis esclerosante crónica, gue es una enfer c im ie n to y sudoración cua n d o se com e, se degusta o se
m edad inflam atoria crónica de las glándulas salivales (es huele. El tra ta m ie n to del síndrom e de Frey es la sección
pecialm ente de la g lá ndula subm a n d ib u la r), y que no se del nervio glosofaríngeo, que inerva las fibras preganglio-
puede distin g u ir clínicam ente de una neoplasia verdade nares de la glándula parótida.
ra, ta m b ié n se conoce c o m o tu m o r de Kuttner. Williams • El tra u m a tis m o de la zona parotídea puede p ro d u c ir la
y cois.296 describieron un caso de tu m o r de Kuttner de las lesión del nervio facial o la sección del c o n d u c to parotí-
glándulas su b m a n d ib u la r y p arótida que m ostraba una deo. La m icrocirugía es la técnica de elección en am bos
tu m efacción generalizada. casos. C u a n d o no es posible realizarla en el co n d u c to , es
Tunkel y cois.297 afirm aron que la infección por el VIH tie aceptable la ligadura proxim a l y distal. C uando hay una
ne manifestaciones extensas que afectan a la cabeza y al fístula salival puede estar indicada la ra d io te ra p ia para
cuello, y presentaron cinco pacientes seropositivos que pre p ro d u c ir la atrofia de la glándula.
sentaban a u m e n to bilateral del ta m a ñ o de la parótida. Se puede utilizar un injerto para el nervio facial em plean
Los tum ores parotídeos pueden ser benignos o malignos. d o los siguientes nervios co m o segmentos tisulares d o n a n
La m a yor parte de los tu m o re s benignos se localizan en tes: auricular mayor, ilio in g u in a l, cutáneo fem oral lateral y
el lóbulo superficial, y se deben resecar no m ediante enu sural. El nervio auricular m a yo r es el m e jo r p o rq u e se loca
cleación, sino m e diante lobectom ía. Los tum ores m a lig liza en la misma zona y p o rq u e su calibre es casi el m ism o
nos se deben tratar m e d ia n te p arotidectom ía total; sacri que el del nervio facial.
fiq u e el nervio facial si participa en el proceso.
• Recuérdese que el nervio facial es superficial, debajo del
Citam os de James and Sharma298 sobre la sarcoidosis de
nervio hay una vena y la arteria es la más p ro fu n d a .
la glándula parótida:
• La m a yo r parte de los tum ores de la parótida es benigna;
La sarcoidosis de la glán d u la paró tid a aparece en el la m a yor parte de los tum ores de las glándulas salivales
6% de los pacientes que tienen sarcoidosis. Fue bilateral m enores es m a lig n a 302. Se desconoce p o r gué es así.
en 24 (73%), ligeramente más frecuente en mujeres, y se • La inte rvención más habitual para tra ta r un tu m o r b e n ig
manifestó en la mayoría de los casos en el grupo de edad no es la resección del lób u lo parotídeo. La enucleación
de 20 a 40 años. Había una afectación generalizada de del tu m o r es m u y tentadora, pero es una técnica errónea
otros sistemas, particularm ente intratorácicos, y linfade- d e b id o al elevado índice de recurrencia. La p a ro tid e c to
nopatía periférica, uveítis, aumento del tamaño de las glán mía to ta l p o r tum ores m alignos es el tra ta m ie n to de elec
dulas lagrimales y enfermedad cutánea. Los patrones de ción a pesar del posible sacrificio del nervio facial. En los
afectación pueden ser patognomónicos, como en la enfer procesos inflam atorios y en la fo rm a ció n de abscesos se
m edad de Heerfordt. recom ienda una incisión anatóm ica para el drenado.
• N o rth y cois.303 d e m ostraron la eficacia de la ra d io te ra
En pacientes con carcinom a de la glándula parótida, Ke
pia postoperatoria para m ejorar la supervivencia y el c o n
lley y cois.299 recom iendan la disección cervical sólo en los
tro l local en pacientes con carcinomas de las glándulas
diagnósticos histológicos asociados a un m ayor riesgo de
parótidas y subm andibulares.
metástasis ganglionares y en aquellos pacientes en los que
• En una revisión de neoplasias pediátricas de las g lá n d u
sería más fácil si se hiciera una linfadenectomía. En otras
las salivales mayores, Shikhani y Johns304 re co m e n d a ro n
palabras, la disección cervical sólo se debe realizar cuan
la resección co m p le ta del tu m o r en la o peración inicial
d o hay ganglios clínicam ente aum entados de ta m a ñ o o
(Tablas 1.13 a 1.15).
cuando la TC aporta datos de afectación ganglionar.
• R ecom endam os al cirujano interesado en el tra ta m ie n to
Renehan y cois.300 analizaron el tra tam iento de los pacien
de los cánceres de parótida y salivales que estudie los tra
tes con adenoma p le o m o rfo recurrente de la glándula pa
bajos de Johns y cois.305'308.
rótida. Los que tienen recurrencias m ultinodulares presen
tan un riesgo elevado de recaída; se benefician de la cirugía
con radioterapia. A los pacientes con recurrencias unino-
dulares se les puede tra ta r adecuadam ente sólo con ciru
gía. Forty y Wake301 describieron un adenoma salival pleo
m o rfo poco frecuente en un adolescente. Le s ió n vascular
El síndrom e de Frey (síndrom e del nervio a u ric u lo te m p o
ral) se caracteriza por una sudoración gustativa y un en Se deben ligar y seccionar los vasos principales que c ru
ro je cim ie n to de la parte ipsilateral de la cara después de zan la paró tid a durante la p a ro tidectom ía. La hem orragia
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello 1
1.15. Resumen del tratamiento y la evolución de 272 casos de neoplasias
T a b la
de las glándulas salivales durante la infancia
T ra ta m ie n to N.° de
H istología in ic ia l casos R ecurrencia NED (%) DOD S eguim iento
Fuente: S h i k h a n i AH, J o h n s ME. T u m o r s o f t h e m a j o r saliv ary g lan d s in ch ild re n . H ead N eck Surg 1988;1 0 :2 5 7 -2 6 3; c o n a u to riz a c ió n .
Bucal
Auriculotem poral
Pterigoideo medial
Cuerda tim pánica
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
La p o rc ió n superficia l de la g lá n d u la s u b m a n d ib u la r
m ide aproxim adam ente 4 cm de lon g itu d y está en el triá n
a *
g u lo subm andibular, superficialm ente al músculo m ilo h io i-
deo. Una lengüeta de te jid o g la n d u la r pasa p ro fu n d a con
respecto al músculo, re cu rriendo su borde posterior para
Al C o m p licacio n es a n a tó m ic a s
A
Embriogénesis
Cirugía d e las glándulas Las glándulas sublinguales aparecen aproxim adam ente
subm andibulares en la octava semana. Se originan en varios esbozos e p ite
liales de origen e n d o d é rm ico localizados en el surco para-
En los tum ores m alignos es oblig a to ria la resección t o lingual. Los esbozos fo rm a n m últiples co n d u cto s p o r cana
tal. En ocasiones se deben sacrificar los nervios lingual e hi lización.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
díbula.
Esta glándula mucosa tiene m últiples conductos: de 10 Músculo
a 30 según O 'R ahilly315, y de 8 a 20 según el te x to Gray's hiogloso
Glándula
sublingual
Carúncula
Cirugía d e las glándulas sublingual
Conducto
sublinguales y d e otras
glándulas salivales
Se puede fo rm a r un cálculo en el inte rio r de la sustan
cia de la glándula (sialolito). El cálculo se puede resecar a Músculo
través de una incisión en la mucosa, o puede resecarse la geniogloso
glándula en bloque. La zona peligrosa es el límite medial, en Nervio lingual
Glándula
el que están el c o n d u c to subm a n d ib u la r y el nervio lingual.
lingual Vena lingual
O tro caso p a to ló g ic o es la fo rm a c ió n de un q u iste o anterior
mucocele, la conocida ránula. La ránula se origina habitual
m ente en las glándulas sublinguales o en las glándulas sa Músculo
livales m enores, a u n q u e puede aparecer en el c o n d u c to hiogloso Arteria lingual
profunda
subm a n d ib u la r. Se reco m ie n d a la resección del quiste, o
del quiste más la glándula sublingual, si no tiene éxito la re
Múscuiu Glándula
sección parcial del te ch o de la ránula.
lingual sublingual
N o vamos a hablar aquí de todas las glándulas salivales,
inferior Conducto
especialmente no las menores (lingual, labial, bucal, pala
subm andibular
tina, etc.). Están situadas en la mucosa o en la submucosa
de la cavidad oral. N o tienen co n d uctos o tienen c o n d u c
F ig u r a 1.1 0 1 . Estructuras superficiales y profundas de la re
tos m u y cortos y d im in u to s .
g ión sublingual. (Derecha e izquierda ind ic a n el lado del d i
C o m o la m a yo r parte de los tum ores que aparecen en bujo.) A, Estructuras superficiales. La mucosa está íntegra en el
las glándulas sublinguales y en otras glándulas salivales son lado izquierdo; en el lado derecho, se exponen los vasos y ner
malignos, se recom ienda la resección en bloque. Johns y vios. B, Estructuras profundas. Se han e lim inado los vasos y
cois.73 consideraron que el carcinoma de las glándulas sa los nervios en el lado izquierdo; en el lado derecho los vasos
livales es «infrecuente en la cirugía de un solo cirujano». y nervios se encuentran in situ.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
Anatomía quirúrgica
Lengua
M úsculo m asetero
Rama de la m andíbula
M andíbula
G anglio subm a n d ib u la r
Nervio lingual
G lándula sublingual
Conducto subm a n d ib u la r
(de W ha rto n) M úsculo digàstrico
G lándula subm a n d ib u la r
M úsculo e stilohioideo
M úsculo m ilo h io ide o
A rte ria s u bm entoniana
Vena s u bm entoniana
Vena facial
A rte ria facial
Restos branquiales
de este ca p ítu lo hem os analizado estructuras adaptadas a
Embriogénesis fu n cio n e s nuevas: las g lá ndulas tiro id e s y p a ra tiroides y
Entre la cuarta y la sexta semanas de gestación, el in los cuerpos u ltim o b ra n q u ia le s. A q u í vam os a tra ta r las es
te s tin o a n te rio r e m b rio n a rio pasa de ser un tu b o aplana tru ctu ra s q u e n o rm a lm e n te desaparecen d u ra n te la vida
d o a c o n fo rm a r una serie co m p lic a d a de estructuras, al e m b rio n a ria : las h e n diduras e ctodérm icas y las bolsas en-
gunas de las cuales representan los prim o rd io s del aparato d o d é rm ic a s de la fa rin g e . De estos ó rg a n o s sim ilares a
respira to rio de nuestros antepasados ve rte b ra d o s a c u á ti b ra n q u ia s sólo persiste la p o rc ió n dorsal de la p rim e ra
cos. En los m am íferos, estas estructuras se reorganizan y h e n d id u ra y la p rim e ra bolsa, c o m o c o n d u c to a u d itiv o
se a d a p ta n a fu n ciones nuevas, o desaparecen, deja n d o e x te rn o la prim e ra y c o m o o íd o m e d io y tro m p a de Eus
sólo vestigios ocasionales (Tabla 1.16). En otras secciones ta q u io la segunda.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
B ra n q u ia l Derivados
Bolsa y Cayado N e rvio Estructuras Estructuras Restos
Arco h e n d id u ra a ó rtic o craneal blandas esqueléticas anóm alos
Fuente: S kandalakis JE, G ray SW, Rowe JS Jr. A n a to m ic a l C o m p l i c a t i o n s in G e n e ra l Surgery. N u ev a York: McG raw -H ill, 1983; c o n au to rizació n .
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
S enos
Los senos internos son espacios con un e x tre m o ciego
que se extienden hacia fuera desde aberturas en la fa rin
ge; los senos externos son espacios con un e x tre m o ciego
F ig u ra 1.103. Fístula o quiste cervicoauricular congènito. Es que se e xtienden hacia d e n tro desde aberturas en la piel.
u n resto em brionario de la porción ventral de la primera h e n Los senos internos h a b itualm ente son asintom áticos y,
didura branquial. El tracto puede abrirse o n o en el conducto p o r lo ta nto, no se d e te cta n 318. Los externos h a b itu a lm e n
auditivo externo.
te se o riginan en el borde anterior del m úsculo esternoclei
d om a sto id e o , y te rm ina n en una dilatación quística. M u
chos de estos senos se deben a un quiste infectado o a la
resección incom pleta previa de un quiste (Fig. 1 .1 04B).
B
Amígdala facial Sinus de la segunda
Agujero ciego h e n d id u ra .
Amígdala facial
Quiste de la segunda
hendidura
Sinus de la
segunda bolsa
Glándula tiroides
A. carótida común
A. carótida común
Tráquea
Esternón
F ig u r a 1.104. Resto de la segunda bolsa y h en didura farín
gea que discurre a través de la fosa palatina del cuello. A, Fís
tula completa. B, Sinus externo (cervical) e in tern o (faríngeo).
C, Quiste de la hendidura branquial que se origina entre las
carótidas. \sk4\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
Quiste
Quiste Faringe
Faringe
Tipo Tipo III
V A
Quiste
Quiste
Faringe
Faringe
Tipo II Tipo IV
F ig u ra 1 .1 0 5 . Cierre incom pleto de la segunda h endidura y bolsa branquiales que puede formar quistes. T ipo I, Superficial,
en el borde del m úsculo esternocleidomastoideo. T ipo II, Entre el m úsculo y la vena yugular. Tipo III, En la bifurcación de la
arteria carótida. T ipo IV, En la pared de la faringe. Los tipo 1, II y III tienen su origen en la segunda hendidura; el tipo IV deri
va de la segunda bolsa. M, músculo esternocleidomastoideo; V, vena yugular; A, arteria carótida. fsic4]
Q uistes
Le s ió n n e r v io s a
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
• Rama cervical del nervio facial (se debe realizar una inci Le s ió n o r g á n ic a
sión cutánea 4 cm o 5 cm d ebajo del á n g u lo de la m a n
díbula). La abertu ra faríngea de una fístula o de un seno in te r
Anatomía quirúrgica
• Nervio accesorio espinal (se puede lesionar cu a n d o se in no se debe cerrar sin p ro d u c ir un defecto ya tró g e n o g ra n
tenta liberar un quiste o un tra ye cto fistuloso del m úscu de; recuérdese q u e está en la fosa a m ig d a lin a o cerca de
lo esternocleidom astoideo). ella. La h e m o rra g ia no c o n tro la d a p uede ser un p ro b le
• Rama descendente del h ip o g lo so (raíz sup e rio r del asa ma.
cervical) (se puede cortar si es necesario).
• N ervio hipogloso (la fístula cruza el nervio p o r encim a de
la bifurcación de la arteria carótida co m ú n ).
Té c n ic a s in a d e c u a d a s
• Nervios laríngeos superiores (véase «Complicaciones ana
tóm icas de la tiro id e cto m ía : lesión nerviosa» para ver el El drenado y la aspiración de los quistes branquiales son
análisis de los efectos de la lesión). inútiles, y antes o después producirán una infección. La úni
• N ervio vago (es paralelo a la arteria carótida [la fístula cru ca fo rm a de curación es la resección de to d o el tejid o e p i
za el nervio cerca del nivel de la bifurcación carotídea]). telial.
Cuello
a Salvo q u e e s té n i n v a d id a s p o r el cáncer.
Fuente: S kandalakis JE, G ray SW, R o w eJS Jr. A n a to m ic a l C o m p l i c a t i o n s in G e n e r a l Surgery. N u ev a York: M cGraw-Hill, 1983; c o n a u to rizació n .
reduzca al m ín im o el riesgo de necrosis muscular. Kierner c o m p le ta m e n te las cadenas cervical transversa (h o rizontal
y cois.322 señalaron que «la vascularización arterial del te r inferior) y accesoria espinal de ganglios linfáticos.
cio infe rio r del m úsculo e sternocleidom astoideo procede El c o n d u c to to rá c ico a la izqu ie rd a y el c o n d u c to lin
siem pre de una rama de la arteria supraescapular». fá tic o a la d e recha están en una masa de te jid o c o n e c ti
vo areolar, p ro fu n d o s con respecto al m ú s c u lo esterno-
c le id o m a s to id e o y p o s te ro la te ra le s a la vena y u g u la r
Tr iá n g u l o s
in te rn a . A lg u n o s tro n co s linfá tico s p u e d e n abrirse in d e
Triá n g u lo a n te rio r p e n d ie n te m e n te en las venas subclavia o y u g u la r. Se d e
ben co n servar si es posible, pero, si se han lesionado, se
• Triángulo su b m e n to n ia n o : Resecar to d o su co n te n id o .
d eben ligar.
• Triángulo su b m a ndibular: Resecar la glándula su b m a n d i
Entre la vena y u g u la r interna y la arteria c a ró tid a c o
bular y los ganglios linfáticos.
m ú n se encuentra el asa cervical, que inerva los músculos
• T riángulo carotídeo: Resecar la vena y u g u la r interna. La
pretiroideos del cuello. Este nervio está sobre la vaina ca-
ligadura alta de la vena resulta más fácil m ediante la re
rotídea o en el inte rio r de la misma, m edial a la vena y u g u
sección del p olo inferior de la glándula parótida. Se debe
lar interna. Se puede cortar sin m iedo.
co rta r el nervio auricular m ayor y todas las ramas super
ficiales de los nervios cervicales. Se deben resecar todos
N e r v io s
los ganglios linfáticos situados a lo largo de la vena y u g u
lar interna. El resultado final se muestra en la Figura 1.106. N e rv io m a n d ib u la r m a rg in a l
El nervio m an d ib u la r marginal tiene una orientación h o
Triángulo posterior
rizontal (transversal). Se encuentra in m e d ia ta m e n te supe
Se debe resecar to d o el te jido que está p o r encim a del rior y superficial a la arteria y la vena faciales, justo debajo
nervio accesorio espinal, sin lesionar el nervio. Con una d i del m úsculo cutáneo del cuello y encim a de la fascia cervi
sección roma, se debe liberar el nervio del te jido subyacen cal profunda.
te. Se liga la vena y u g u la r externa cerca de la vena subcla N ota;
via, y se seccionan los músculos esternocleidom astoideo y • La rama cervical del nervio facial se puede c o rta r sin ries
o m o h io id e o . go p o rq u e inerva sólo el m úsculo cutáneo del cuello.
La zona que está debajo del nervio accesorio espinal es • La rama m arginal inerva los músculos del labio inferior
la «zona peligrosa»23 de Beahrs. C ontiene varias estructu (cuadrado del labio inferior y m e n to r llano). Por lo tanto,
ras que se deben id e n tifica r y conservar si es posible: los se debe p ro te g e r no sólo por m otivos funcionales, sino
nervios que llegan a los músculos rom boides y serrato an ta m b ié n por m otivos estéticos, para evitar una expresión
terior, el plexo braquial, la arteria y vena subclavias y el ner facial anóm ala y un á n g u lo de la boca m u y asim étrico.
vio frénico con el nervio músculo escaleno ante rio r entre • Una incisión en la piel 4 cm o 5 cm p o r deb a jo del á n g u
medias. El o b je to de la disección de esta zona es resecar lo m a n d ib u la r protegerá los nervios.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
Glándula parótida
M. digàstrico
V. yugular interna
M. esternocleidomastoldeo M. digàstrico
N.accesorio
M. m ilohioideo
N. hipogloso M J .— M. estilohioideo
- ------M. omohioideo
M. escaleno anterior
A. tiroidea superior
N .vago
V. tiroidea superior
N. frénico
V. yugular externa
F ig u ra 1 .10 6 . Disección radical del cuello. Las estructuras representadas restantes pueden ser extirpadas si es necesario por
in filtra c ió n del tejido m aligno. [sk4\
N e rv io lin g u al N e rv io h ip o g lo so
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello 1
m ienda al paciente que m ueva la lengua hacia el lado le hacer la incisión cutánea. En cam bio, se deben separar cu i
sionado cuando inte n te sonreír. Carney y A n d e rs o n 323 des da dosam ente los tejidos del trayecto del nervio del borde
cribieron el a tra p a m ie n to del nervio hip o g lo so y de la ar poste rio r del m ú sculo estern o cle id o m a sto id e o u tilizando
teria carótida interna p o r un proceso in fla m a to rio de los un hemostato, y avanzando oblicuamente hacia el borde an
ganglios linfáticos circundantes en la zona en la que el ner te rior del m úsculo trapecio, d o n d e el nervio accesorio es
vio está m u y cerca de la arteria. pinal desaparece p o r deb a jo del trapecio.
Hemos visto que el nervio accesorio espinal se bifurca
N e rv io v a g o y se trifurca antes de desaparerecer p o r debajo del tra p e
cio, o se bifurca y se trifurca m u y cerca del b o rde posterior
Es m u y raro que el nervio vago se lesione durante la d i
del m úsculo esternocleidom astoideo. También hemos vis
sección radical del cuello; aun cuando el nervio es posterior
to el e xtre m o del nervio en el b o rde posterior del m úscu
a la arteria carótida co m ú n y a la vena yu g u la r interna y no
lo esternocleidom astoideo. El nervio accesorio espinal reci
se ve fácilmente, la tríada carotídea, de la que form a parte
be c o n trib u c io n e s del se g u n d o , te rce r y c u a rto nervios
el vago, se reconoce con facilidad. Sin em bargo, si el nervio
espinales; p ro b a b le m e n te , esas co n tribuciones tienen una
vago está afectado por el tu m o r es necesario su sacrificio.
fu n c ió n sensitiva. Sin e m b a rg o , d e b id o a las c o n trib u c io
nes procedentes de C3-C5, algunos pacientes tienen fu n
N e rv io fré n ic o ción del trapecio aun cu a n d o se sacrifique el nervio crane
al XI. Las c o n trib u cio n e s más bajas pueden producirse en
El nervio frén ico está situado en la superficie ventral del
el triá n g u lo posterior.
m úsculo escaleno anterior, p ro fu n d o respecto de la fascia
S o o y cois.331 a firm aron que la inervación m o to ra exac
prevertebral. Las ramas laterales del tro n c o tirocervical, es
ta del m úsculo tra pecio es c o n tro ve rtid a . El nervio acceso
decir, las arterias cervical transversa y supraescapular, cru
rio espinal inerva p rá cticam ente todos los segmentos (re
zan superficialm ente al nervio. La parálisis unilateral del he-
giones) del músculo; sin embargo, cuando el nervio accesorio
midiafragmas después de la sección del cardiofrénico se to
espinal te rm ina en el m úsculo ECM, la inervación del tra
lera bien.
pecio se realiza a través de C3. De acuerdo con nuestra ex
periencia, la rama del nervio accesorio espinal para el trape
N e rv io a c c e s o rio e s p in a l
cio puede divergir del ECM, uniéndose a la rama procedente
El trayecto de este nervio en el triá n g u lo poste rio r es de C3 y descendiendo después hacia el trapecio.
e n ig m á tic o y peculiar. G o rd o n y cois.324 observaron que el Brown y cois.332 recom e n d a ro n cam b ia r el n o m b re del
nervio accesorio es vulnerable a la lesión a pesar de que se nervio accesorio espinal p o r plexo nervioso accesorio espi
tenga cuidado para conservarlo durante la disección q u irú r nal, p ro b a b le m e n te d e b id o a la co m p le jid a d de sus c o n tri
gica; es bastante vulnerable en el triá n g u lo posterior. Otros buciones y de sus patrones de ram ifica ción . O bservaron
autores325'327 ta m b ié n pusieron de relieve la vulnerabilidad que cu a n d o se pierde el nervio se p ro d u ce la parálisis del
del nervio a la lesión, y citaron la aparición de parálisis m us trapecio, con descenso y rotación interna del h o m b ro . Zi-
cular «sin una causa evidente». O 'B rie n 328 revisó las indica bo rd i y cois.333 presentaron una descripción m u y buena de
ciones de la disección radical m o dificada en los m étodos las consecuencias de la lesión del nervio accesorio.
para conservar el nervio accesorio espinal y otros nervios M u y cerca del n e rv io espinal en el tr iá n g u lo p o ste rio r
regionales im portantes. hay tres o cu a tro ganglios linfáticos. En la linfadenitis g ra
Se dice que el nervio accesorio espinal se localiza entre ve, el n e rv io p u e d e estar fija d o a un g a n g lio lin fá tic o , y
dos capas de fascia y que está separado del elevador de la se puede lesionar a ccid e n ta lm e n te d u ra n te la biopsia m e
escápula p o r una fascia densa y gruesa. Hemos c o m p ro b a d ia n te resección de los g a n g lio s lin fá tico s en el tr iá n g u
do esto de manera ocasional. Hemos visto el nervio m u y lo posterior. Según King y M o t ta 334, la biopsia de los g a n
cerca de la piel (0, 5 c m -1 ,5 cm), en el te jid o subcutáneo glios linfáticos fu e el prin cip a l m o tiv o de lesión del nervio
del triá n g u lo posterior; éste es el m o tiv o p o r el que el ner accesorio en 37 casos. B ro w n y c o is.332 ta m b ié n o b s e r
vio es tan vulnerable en esta zona. Se puede d e te rm in a r su va ron que el nervio accesorio se resecaba fá c ilm e n te con
localización a p roxim ada con una línea q u e se traza desde un g a n g lio lin fá tic o al q u e estaba m u y a d h e rid o . D on -
un p u n to que está a dos tercios de la distancia del borde ner y K lin e 33S a d v irtie ro n q u e el ne rvio accesorio espinal
posterior del esternocleidom astoideo y p o r o tro p u n to que era el n e rv io que se lesionaba con más fre cu e n cia en los
está a un tercio de la distancia hacia arriba del b o rd e a nte accidentes.
rior del tra p e cio 27. Se debe p roteger el n e rv io 329,330. Decker y DuPlessis336 señalaron que la arteria occipital
La dob le capa (superficial y p ro fu n d a ) de fascia en esta que cruza el nervio h ip ogloso da una rama esternom astoi-
zona tam b ié n es peculiar. La capa p ro fu n d a (fascia prever dea que sigue el trayecto del nervio accesorio espinal. La ar
tebral) es densa, pero la capa superficial (capa de revesti teria occipital cruza de manera m u y constante p o r encima
m ie n to ) es m u y fina, y en ocasiones pasa inadvertida. Por del nervio hipogloso, desde la zona a n terom edial hasta la
lo ta n to , re co m endam os no utilizar el bisturí después de posterolateral. C uando lo hace, da la rama del esternoclei-
103
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cuello
d om astoideo. Esta arteria llega al m úsculo paralela al p u n costilla y recibe la vena y u g u la r externa en la zona que está
to de entrada del nervio accesorio espinal en el ECM, pero enfrente de la porción media de la clavícula. Es o b lig a to ria
inte rio rm e n te al m ism o; p o r lo ta nto, este vaso puede ser la sutura in m e d ia ta de las venas. Se desconoce el índice
Anatomía quirúrgica
útil para localizar el nervio. real de m o rta lid a d p o r em bolia gaseosa. Tam bién se han
descrito n e u m o to ra x y neum o m e d ia stin o .
Arteria carótida
Venas yugulares interna y externa
Muchas personas pueden tolerar la obstrucción u nilate
La vena y u g u la r inte rn a se debe ligar tan cerca de la
ral de la arteria carótida, pero esta tolerancia no siem pre
vena subclavia c o m o sea posible. El reto rn o venoso se rea
se puede d e te rm in a r antes de la operación. La o b strucción
lizará entonces a través de los plexos venosos vertebral, fa
unilateral co m p le ta de la arteria carótida interna se asocia
ríngeo, p te rig o id e o , esofágico, cervical p ro fu n d o y o c cip i
con un elevado índice de m o rta lid a d . M o o re y cois.342 afir
tal. El más im p o rta n te de ellos es el plexo ve rtebral338.
m aron que el 2 3 % de los pacientes a los q u e se les realizó
La ligadura unilateral de las venas yugulares externa e
ligadura electiva de la arteria carótida tu vie ro n accidentes
interna produce una cianosis transitoria y un edema de la
cerebrovasculares, y el 17 % m urie ro n . De los pacientes a
cabeza. La ligadura o resección bilateral se debe realizar
los que se realizó una ligadura oblig a to ria , el 5 0 % tuvieron
con precaución. M a rtin 314 consideró que la ligadura bila
accidentes cerebrovasculares y el 3 8 % m u rie ro n . Dos pa
teral sim ultánea es «la inte rvención habitual en casos se
cientes de cuatro a los que se realizó ligadura bilateral de
leccionados». Sin e m b a rg o , a pa rtir del tra b a jo de varios
la arteria carótida sobrevivieron sin com plicaciones. M e re
autores, Z a re m 339 calculó que hay un índice de m o rtalidad
ce la pena re p ro d u cir aq u í el consejo de M o o re y cois.:
del 2 0 % si se realiza sim ultáneam ente la ligadura de a m
(...) se debe inte n ta r p o r todos los medios conservar la
bos lados. Zarem dejaría al menos un mes entre las lig a d u
integridad de este vaso [arteria carótida], y si se conside
ras para p e rm itir que las venas vertebrales com pensaran el
ra que su rotura es inevitable, es preferible la ligadura elec
a u m e n to del flu jo venoso.
tiva a la ligadura después de una hemorragia grave.
Demasiada tracción en la vena y u g u la r interna puede
p ro d u c ir un desgarro en su extre m o inferior; en ese caso, Schmeidek y cois.343 señalaron que todos los pacientes
la vena se retraerá p o r d ebajo de la clavícula, y será nece con oclusión unilateral de la arteria carótida inte rn a tu vie
saria la resección de la p o rción m edia del hueso para al ron episodios recurrentes de isquem ia cerebral focal. La
canzar y ligar la vena. evolución postoperatoria de la anastomosis entre la arteria
te m p o ra l superficial y la arteria cerebral m edia transcurrió
sin com plicaciones en 23 pacientes (8 2 % ).
Vena subclavia Puttini y cois.344 señalaron que la m o rb ilid a d y la m o r
talidad operatorias fueron del 4 ,1 % en casos de estenosis
Varios autores321,337,339 han advertido del peligro de e m carotídea clínica con estenosis contralateral.
bolia gaseosa a través de las venas yugulares interna o e x Southwick y Slaughter337 mencionaron un caso en el que
terna o de la vena subclavia. La vena subclavia es la c o n ti la arteria carótida com ún y el nervio vago se incluyeron ac
nuación directa de la vena axilar. Se relaciona con la primera cide ntalm ente en una ligadura de la vena y u g u la r interna.
104
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cuello
La presión p o r la m an ip u la ció n del seno ca rotideo en á n g u lo de la m andíbula (lo cual ta m b ié n p ro teg e la rama
la bifurcación de la arteria carótida puede p ro d u c ir una hi cervical). La identificación será más fácil si se recuerda que
potensión grave; si n o se puede evitar esta presión, se ha el nervio siem pre está p o r encim a de los vasos faciales.
p ropuesto la infiltra ció n de esta zona con xilocaina339. Se deben evitar otras ramas del nervio facial, y el p ro
p io nervio facial salvo que su sección sea necesaria por un
tu m o r de la glándula parótida.
C itam os de Saffold y cois.348:
Le s ió n n e r v io s a La disección cervical selectiva que se realiza de mane
ra que preserva las ramas de las raíces cervicales tiene una
Nervio accesorio espinal influencia pequeña y predecible sobre la sensibilidad de la
La sección del n e rvio accesorio espinal (XI) desnerva el cara y del cuello. La parte anterosuperior del cuello entre
m úsculo trapecio, lim ita n d o la a b d u cc ió n del brazo y la ambas escotaduras faciales de la m andíbula es la región
elevación del h o m b ro . La c o n s ig u ie n te e m a c ia c ió n del que suele quedar anestesiada. El sacrificio de las ramas de
m úsculo da lugar a un « h o m b ro caído». Se puede p ro d u la raíz cervical da lu g a r a un defecto sensitivo extenso
cir un «ángulo sup e rio r de la escápula alado». Si se consi y significativo que afecta a toda la p a rte ipsilateral del
dera que la resección del n ervio es innecesaria, se debe cuello.
p ro te g e r de la lesión. G o rd o n y cois.324 p u b lic a ro n 1 7 ca Brown y cois.349 señalaron que el d o lo r y la disfunción
sos de operaciones en el triá n g u lo p o sterior en las q u e se postoperatorios im predecibles que pueden aparecer des
p ro d u jo una lesión nerviosa a pesar del c u id a d o q u e se pués de la cirugía radical del cuello p ro b a b le m e n te sean
tu v o para evitarla. secundarios a la violación de la vascularización de los n er
Si la lesión se reconoce en el q u iró fa n o , la anastomosis vios craneales IX, X, XI y XII, y resaltaron la im p o rta n cia de
m icroquirúrgica té rm in o -te rm in a l es la técnica de elección; respetar tantos nervios y vasos co m o sea posible.
con frecuencia se utiliza un injerto del nervio auricular m a
yor. Si la lesión se reconoce en el p o stoperatorio, entonces
la reparación se debe realizar tan p ro n to c o m o sea posible.
Plexo braquial
La reparación después del tercer o cuarto mes tras la lesión
no te n d rá éxito. Se puede utilizar el nervio sural co m o in El cordón superior del plexo braquial se lesiona con más
jerto si no es posible una anastomosis té rm in o -te rm in a l. En frecuencia cua n d o se reseca el te jid o con e ctivo del espa
sus com entarios a D o n n e r y Kline, Hans-Peter Richter345 es cio retroclavicular337.
taba de acuerdo con Gabel y N un le y346 en que los resulta Recuerde conservar las siguientes estructuras:
dos de la reparación nerviosa son m u ch o peores si la repa
• Rama m a n d ib u la r m arginal del nervio facial.
ración se retrasa más de cuatro meses desde la lesión inicial.
• N ervio lingual.
Acerca de lo m ism o, T in d a ll347 observó además que el n er
vio era m u y superficial, a tan sólo 1 cm a 1,5 cm desde la • N ervio hipogloso.
superficie de la piel, y p o r lo ta n to se lesionaba con fa cili • N ervio vago.
dad. A firm ó que si se podía reparar p ro n to , se podía p re • N ervio frénico.
ver un p ro nóstico excelente. • N ervio accesorio espinal.
Sin e m b a rg o , si hay fijación con el tu m o r, se deben sa
Nervios laríngeo externo y laríngeo crificar las estructuras a n te rio rm e n te señaladas.
recurrente
De form a ocasional, estos nervios se pueden lesionar en L e s ió n o r g á n ic a
la disección radical del cuello. La lesión del nervio laríngeo
externo causa la im p o sib ilid a d de tensar la cuerda vocal. Se puede ligar de manera segura el c o n d u c to torácico si
La lesión del nervio laríngeo recurrente da lugar a una p o está lesionado. Algunos cirujanos339 p ro p o n e n la ligadura
sición paramediana de la cuerda, con problem as de las vías sistemática. El núm e ro de troncos linfáticos y su anatomía
aéreas. inconstante hacen que sea difícil evitar la fuga linfática.
D e f o r m id a d del c u e l l o
Ramo mandibular del nervio facial
D u c ic y H ilger350 recom iendan la disección cervical u n i
No se tiene p o r qué lesionar el ram o m a n d ib u la r del lateral en el plano p ro fu n d o para co nseguir una m ejo r si
nervio facial si se identifica y se protege. Para p ro te g e r el metría y redu cir la d e fo rm id a d cervical después de la d i
nervio, la incisión se debe hacer 4 cm o 5 cm por debajo del sección radical del cuello.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
En ocasiones, en la pleuresía crónica se forma una escara gangrenosa sobre la pleura que permite que el líquido producido sal
ga a través de los músculos intercostales, de manera que puede evacuarse, ya sea de forma natural o artificial, y el empiema se
cura.
Laennec1
Debemos a d m irar la sabiduría del Creador Supremo del m undo cuando construyó el tórax, pues no es ni del todo óseo ni
tampoco de carne, sino musculoso y óseo alternativamente, a diferencia del cráneo (enteramente óseo) y del abdomen (p rin
cipalmente musculoso). Este im portante aspecto no debe tomarse a la ligera, sino que debe recordarse y tenerse en cuenta.
Vesalio2
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Wilms 1913 Realizó una toracoplastia paravertebral resecando las secciones posteriores
de las primeras once costillas
Tuffier 1914 Utilizó epiplón para m a n ten e r el pulm ón colapsado después de la toracoplastia
Robinson 1915 Describió el drenaje abierto y la obliteración parcial de la cavidad del em piem a
utilizando el músculo dorsal ancho
Lilienthal 1922 Refirió el uso de tubos torácicos en el tratam iento postoperatorio de la cirugía torácica
Sauerbruch 1925 Desarrollo ulterior de la toracoplastia paravertebral
U.S. Army 1925 Recomendaron el drenado cerrado frente al abierto en el com ienzo precoz del em piem a
Empyema
Commission
(presidida por Graham)
Gudger 1926 Recopiló 31 casos de peces vivos en conducciones de aire y alimentos
Semb 1934 Añadió apicolosis extrafascial a la toracoplastia
Eloesser 1935 Describió la técnica de drenado abierto utilizando el colgajo de piel con perfil en U
(colgajo de Eloesser) com o válvula en un solo sentido. Se aplica al extraer un segmento
de costilla sobre un em piem a y suturar el colgajo de piel a la pleura. Una vez
completado, se cose el resto de los bordes junto con la piel
Bigger 1937 Realizó la toracotomía para resecar ampollas pulm onares
Sattler 1937 Trató el n eum otorax espontáneo m ediante toracoscopia
Alexander 1937 Introdujo la toracoplastia en tres etapas con resección de los segmentos posteriores
de las costillas y dejando el periostio intacto
Churchill 1941 Utilizó abrasión con gasa com o tratam iento del neum otorax
Gaensler 1956 Describió la pleurectomía parietal en la prevención del neum otorax recurrente
Clagett y Geraci 1963 Describieron la toracostomía de campo abierto en el tratam iento del em piem a
posneum onectom ía. Reinstauraron el drenado abierto com o m étodo viable
en el tratam iento del em piem a
Deslauriers 1980 Recomendó la toracotom ía axilar, la resección de la burbuja y la pleurectomía apical
en el neum otorax recurrente
Hansell y Strickland 1989 Describieron el em pleo de la TC para determ inar la extensión de la enfermedad
y la afectación pleural
Bibliografía:
Beauchamp G. Spontaneous p n eu m o th o rax and pneum om ed iastin u m . In: Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally
MF, Ginsberg RJ, Urschel HC (eds). Thoracic Surgery. New York: Churchill Livingstone, 1995, pp. 1037-1038.
Braimbridge MV. The history of thoracoscopic surgery. Ann Thorac Surg 1993;56:610-614.
Clerf LH. Historical aspects of foreign bodies in the air and food passages. South Med J 1975;68:1449-1454.
Deslauriers J. Empyema and bronchopleural fistula. In: Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Ginsberg RJ, Urs
chel HC (eds). Thoracic Surgery. New York: Churchill Livingstone, 1995, pp. 1017-1018.
Deslauriers J, Carrier G, Beauchamp G. Diagnostic procedures. In: Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Gins
berg RJ, Urschel HC (eds). Thoracic Surgery. New York: Churchill Livingstone, 1995, pp. 987-988.
Deslauriers J, Jacques LF. Thoracoplasty. In: Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Ginsberg RJ, Urschel HC, (eds).
Thoracic Surgery. New York: Churchill Livingstone, 1995, pp. 1140-1141.
Deslauriers J, M ehran RJ, Jacques LF. Therapeutic thoracoscopy. In: Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Gins
berg RJ, Urschel HC (eds). Thoracic Surgery. New York: Churchill Livingstone, 1995, p. 1149.
Deslauriers J, Perrault LP. Fibrothorax and decortication. In: Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Ginsberg RJ,
Urschel HC (eds). Thoracic Surgery. New York: Churchill Livingstone, 1995, pp. 1107-1108.
Gregoire J, Deslauriers J. Closed drainage and suction systems. In: Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Gins
berg RJ, Urschel HC (eds). Thoracic Surgery. New York: Churchill Livingstone, 1995, pp. 1121-1122.
Hansell DM, Strickland B. High-resolution com puted tom ography in pulm onary cystic fibrosis. Br J Radiol 1989;62:1-5.
Jacques LF, Deslauriers J. Open drainage. In: Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Ginsberg RJ, Urschel HC (eds).
Thoracic Surgery. New York: Churchill Livingstone, 1995, p. 1136.
Naef AP. Pioneers on the road to thoracic surgery. Thorac Cardiovasc Surg 1991;101:377-384.
Roussos C (ed). The Thorax: Part A: Physiology (2nd ed). New York: Marcel Dekker, 1995, p. xvi.
Zim m erm an LM, Veith IM. Ferdinand Sauerbruch and the explosive expansion of thoracic surgery. In: Z im m erm an LM, Veith
IM. Great Ideas in the History of Surgery (2nd ed). New York: Dover, 1967, pp. 536-547.
108
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Costilla
Costillas
Barras esternales (empiezan a Centros de Apófisis xifoides
Condensaciones condrificar y se fusionan cuando osificación
mesenquimatosas conectan las costillas)
q uierdo y derecho. Los espacios pleurales acogen los p u l • La parte parietal de las pleuras se desarrolla a p a rtir del
mones en expansión. El m esoderm o esplácnico cubre el ár e p itelio del celom a de la som atopleura (m e sod e rm o so
bol b ro n c o p u lm o n a r (pleura visceral). El m eso d e rm o so m ático).
m ático fo rm a la pleura parietal. • La parte visceral de las pleuras se desarrolla a p a rtir del
Las pleuras son unas m em branas mesoteliales finas y se m esénquim a esplácnico (m e sod e rm o que cu bre los p u l
rosas. La pleura parietal cubre la pared torácica, el medias mones).
tino, el diafragm a y la cúpula. Los reflejos de la pleura me-
diastínica cubren la superficie de los pulmones y se extienden A n o m a l ía s c o n g é n it a s
por las cisuras pulm onares (pleura visceral). Entre la pleura
visceral y la parietal existe un espacio virtual que contiene una
P a re d to r á c ic a
mínima cantidad de líquido para lubricar las superficies pleu
rales y facilitar el deslizamiento de las pleuras. Esternón
Re c o r d a r :
Las anomalías congénitas del esternón son:
• La fo rm a c ió n em brionaria de la cavidad pleural es nece
saria para p e rm itir la acción fisiológica norm al de los p u l • Depresión (pectus excavatum o tóra x en e m b u d o ) (Figs.
mones. 2.3A y 2.3B).
109
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Septo intermuscular
Ganglio espinal
Hipómero
Capas musculares
externa, intermedia
Rama ventral e interna del hipómero
primaria según se observa
en la pared del tórax
y el abdomen
Cavidad celómica
Columna rectal
F ig u r a 2.2. D iferenciación de los m io to m a s y fo rm a ció n del p rim o rd io del m ú sc u lo p rin cip al del ab d o m e n . Izquierda-.
Sección transversa en la regió n torácica de u n e m b rió n de cinco sem anas. P orció n dorsal de la m u sc u la tu ra de la pared
del cuerp o (epím ero) y p o rc ió n v en tra l (h ip ó m ero ) in e rv a d o p o r la ram a dorsal p rim aria y la v en tra l prim aria, resp ecti
v a m e n te . Derecha: Sección sim ilar a la de la izquierda, e n u n estadio m á s a v a n z a d o del desarrollo. El h ip ó m e ro h a fo rm a
d o tres capas m usculares separadas y el m ú sc u lo ventral lo n g itu d in a l, [sal]
Sadler'* constató que las deform idades en la m o rfo g é n e Dos casos d e tra ta m ie n to quirúrgico n eon atal d e un es
sis de las costillas y su c re cim ie nto son las causas más ha te rn ó n bifido realizados p o r Dòmini y cois.9 co n firm a ro n
bituales de anomalías esternales, co m o el pectus excavatum q u e el e s te rn ó n bifido d e b e repararse p r e c o z m e n te cuan-
y el pectus carinatum.
Wu y cois.5 recom endaron una corrección m ín im a m e n
te invasiva del pectus excavatum.
Robicsek6 observó que la reparación del pectus excava
tum incluía una corrección postural, con a co rta m ie n to del
esternón y el m a n te n im ie n to de la posición corregida m e
diante la acción del recto abdo m in a l y de los músculos pec
torales.
W ada y A d e 7 refirieron resultados positivos con el re
cam bio esternal (trasplante óseo o rto tó p ic o en posición in
A B C
vertida).
Ravitch y Steichen8 clasificaron los defectos esternales
en tres categorías:
• Esternón h e n d id o sin anomalías asociadas.
- Esternón h e n d id o superior.
- Esternón h e n d id o inferior.
D E F
- Esternón h e n d id o en su to ta lid a d .
• Ectopia cordis (n o rm alm ente es una m alform ación cardía Figura 2.3. Variantes de las deform idades torácicas (sección
ca fuera de la pared torácica). transversal). A y B, D eform idades p o r depresión. C y D, D e
• Pentalogía de Cantrell con las siguientes anomalías: form idades p or protrusión. E, P rotrusión bilateral. F, P rotru
- Esternón distal ausente o h e n dido. sión c o n d r o m a n u b ria l co n d ep re sió n del m a n g o . [sa2]
110
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Slovis y cois.14 refirieron que deberá sospecharse la fu con lo qu e resultará más fácil auscultar sonidos con el es
sión h e p a to p u lm o n a r en neonatos en los casos de hernia tetoscopio.
diafragm ática aparente que curse con un desplazam iento
Anatomía quirúrgica
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Romboides menor
Romboides mayor
Deltoides
Triángulo
de la auscultación
Nervio accesorio
Ramas cutáneas
del dorsal
Trapecio
Dorsal ancho
Ramas posteriores
del m. lateral cutáneo
Oblicuo externo
Ramas del cutáneo lateral
o n. iliohipogástrico
Triángulo lumbar (rama ventral de L1)
• La vena b raquiocefálica izquierda (in n o m in a d a ) se e n nón (Fig. 2.8). La clasificación en típicas y atípicas se debe
cuentra con la vena braquiocefálica derecha para fo rm a r más bien a características individuales de cada costilla.
la vena cava superior, p o r detrás del extre m o derecho del
C o s t i l l a s v e r d a d e r a s y f a l s a s . Esta clasificación divide
á n g u lo esternal y, ligeram ente p o r debajo, el arco v e n o
los doce pares de costillas en costillas verdaderas (las p rim e
so de la ácigos se une a la vana cava superior.
ras siete) y falsas (las cinco últimas).
• Es la ubicación de la bifurcación de la tráquea.
Las costillas verdaderas se articulan con el b o rde ester
• A esa altura, el c o n d u c to torácico cruza p o r delante de
nal m ediante su cartílago costal. De los ú ltim o s cinco pa
la co lu m n a vertebral de derecha a izquierda.
res, las costillas falsas, las costillas octava a décim a se arti
Cuerpo. El cuerpo (Fig. 2.6 ) del esternón del a d u lto tie culan in d ire c ta m e n te con el e s te rn ó n , a través del
ne una lo n g itu d que duplica a la del m a n u b rio esternal. Se consiguiente cartílago costal. Las costillas 11 y 12 (Fig. 2.9)
com p o n e de cuatro segmentos o esternebras. Finaliza apro no se articulan con el esternón. Sus extrem os te rm ina n en
x im a d a m e n te a la altura del disco intervertebral, entre las la musculatura de la pared a bdom inal; p o r ello, se d e n o m i
vértebras T8 y T9. Lateralmente, los cartílagos costales de nan costillas «flotantes».
las costillas tercera a la séptima se articulan directamente con En ocasiones no existe la costilla n úm ero 12. En algunos
la cara lateral del esternón. casos, las costillas adyacentes están fusionadas, o son bífi-
Apófisis xifoides. La apófisis xifoides tie n e un ta m a ñ o , das. N o son raras las costillas supernumerarias. En un 1%
perfil, g rosor y consistencia m u y variables. de los casos16 existe una costilla cervical asociada a la sép
tim a vértebra cervical. H ollinshead16 observó que el 10%
Costillas y cartílagos costales de los pacientes con costilla cervical presentan síntomas, y
T o p o g r a f í a . Más adelante se m encionan dos distintos que tales costillas cervicales se aprecian con el doble de fre
esquemas para clasificar las costillas: 1) costillas verd a d e cuencia en mujeres que en hom bres.
ras y falsas, y 2) costillas típicas y atípicas. La clasificación
de las costillas en verdaderas y falsas se basa en si las cos C o s t i l l a s t í p i c a s . L o s pares tercero a noveno se conocen
tillas tienen o no una articulación ind e p e n d ie n te del ester co m o costillas «típicas». Una costilla típica (Fig. 2.1 0 ) está
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Escotadura yugular
Escotadura clavicular
Anatomía quirúrgica
M . esternohioideo
M. esterno-
Escotadura costal I cleidom astoideo
Escotadura costal I
M. esternotiroideo
M anubrio
M. pectoral m ayor
Cuerpo
M. transverso torácico
Escotadura costal V
Escotadura costal V
Escotadura costal VI
Escotadura costal VI
Escotadura costal VII
Escotadura costal VII
M. recto abdom inal
co m p u e sta p o r las siguientes partes: cuello, tu b é rc u lo y de la vértebra con la que la costilla com parte el núm ero, fo r
cuerpo. m a n d o la articulación costotransversa. Una cápsula sino-
La cabeza de las costillas tiene una superficie articular vial reforzada p o r los ligam entos radiales cubre las a rticu
que se divide en la cresta interarticular y la cara inferior m a laciones.
yor. La cara superior se articula con la parte inferior de la si El cu e rp o de las costillas es típ ica m e n te p lano y d e lg a
g u ie n te vértebra supraadyacente. La cara inferior se articu do. Tiene una lo n g itu d media de unos 6 cm , m edidos des
la con la cara s u p e rio r del c u e rp o de la vé rte b ra , que de el tu b é rc u lo hasta el ángulo. La distancia se hace cada
c o m p a rte la num eración con la costilla, y fo rm a n las a rti vez m a y o r desde la segunda a la séptima costillas, d is m in u
culaciones vertebrocostales. La cresta interarticular está fi ye n d o poste rio rm e n te de nuevo. La ubicación del á n g u lo
jada al disco intervertebral correspondiente p o r fibras liga se indica p o r la zona rugosa de la fijación del m úsculo ¡lio-
mentosas. costal sobre la superficie posterior de la costilla. Las fra c tu
El cuello de la costilla m id e a p ro x im a d a m e n te 2,5 cm ras p o r una lesión indirecta h a b itu a lm e n te se pro d u ce n en
de largo. El cuello es una parte relativamente plana de la cos la costilla media, justo por delante del ángulo.
tilla entre la cabeza y el tu b é rcu lo . La superficie interna de la costilla se caracteriza por el sur
El tu b é rcu lo (Figs. 2 .1 0 y 2.1 1 ) es una prom in e n cia en co costal, qu e c o n tie n e el haz intercostal neurovascular.
la superficie posterior de la costilla, en la u nión de cuello y D orsalm ente, el surco se aprecia c o m o un rasgo en el b o r
cuerpo; tiene un co m p o n e n te articular y o tro no articular. de infe rio r de la costilla. En el á n gulo de la costilla, el sur
La parte articular del tu b é rc u lo tiene una carilla oval que co se hace más p ro fu n d o y parece más bien una caracte
se articula con la cara del e x tre m o de la apófisis transversa rística de la superficie interna de la costilla.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cayado aórtico
A. p ulm o na r derecha
Válvula aórtica
Ventrículo derecho
Aurícula derecha
Diafragma
Aorta
Esófago
] M ediastino m edio
| M ediastino posterior
La curvatura del cuerpo después de su extensión dorso- pared a b d o m in a l (para más info rm a ció n , véase la sección
lateral es hacia adelante, lateral y hacia abajo. A lo largo de sobre el diafragm a pediátrico en el capítulo «D iafragm a»),
este recorrido el cu e rp o se incurva parcialm ente, de form a
q ue la superficie externa se o rie n ta late ra lm e n te y hacia C o s t i l l a s a típ ic a s . Entre los doce pares de costillas, las
arriba. Desde los cartílagos costales tercero a séptim o, exis costillas primera, segunda, décima, undécim a y duodécim a
te un incre m e n to gradual en la lo n g itu d , una dism in u ció n presentan unas características individuales que son de algún
en el diám etro, y una form a medial fusiforme a medida que m o d o distintas a las de los pares tercero al noveno.
el cartílago asciende desde las costillas hasta su fijación con Primera costilla: En co m paración con las otras costillas,
el esternón (Fig. 2.8). La cavidad torácica tiene un perfil de la prim e ra es m u y corta, plana, ancha y m u y curva (Fig.
riñón en la sección transversal, d e b id o a las curvaturas de 2.11). Sus dos superficies se orientan craneal y ca u d a lm e n
los cuerpos costales y a la fo rm a en que sus articulaciones te, con un borde interno y otro externo. Su cabeza tiene una
ventrales se unen con el esternón. cara para su articulación con la prim era vértebra torácica.
A diferencia de la o rientación de las costillas del adulto, La orie n ta ció n es hacia abajo y hacia adelante desde el ex
las costillas del recién nacido se orientan a un plano casi trem o vertebral hasta el esternal. El ángulo de la primera cos
horizontal, de form a que dura n te la respiración se p ro d u tilla co in cid e con un tu b é rcu lo m uy p ro m in e n te .
ce un m o v im ie n to escaso de las costillas; p o r ello, en los Existen dos surcos poco p rofundos p ró xim o s al p u n to
recién nacidos, las principales fuerzas mecánicas de la res m e d io de la superficie craneal o superior de la prim era cos
piración se deben a los m ovim ie nto s diafragm áticos y de la tilla; estos surcos están separados por una elevación peque-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cara articular
A b e rtu ra to rá cica s u pe rior
Cuello
Anatomía quirúrgica
1 ,0r cartílago
C ostilla 2
costal
Surco costal
Á n g u lo esternal
Superficie a rticula r
de la cabeza
M. intercostal
e xterno
7.a costilla
Músculos
infrae ste rn a l intercostales
12.a costilla
interno y p rofun d o
ña y rugosa en la parte medial de la costilla (tu b é rcu lo es Posterior al surco de la arteria subclavia existe una zona
caleno) para la Inserción del m úsculo escaleno (Fig. 2.11). am plia para la inserción del m úsculo escaleno m edio, que
El surco más anterior se relaciona con el trayecto de la vena n o rm a lm e n te es poco evidente. En el b o rd e lateral de la
subclavia (Fig. 2.12). El surco posterior al tu b é rc u lo escale costilla, justo p o r detrás del surco de la arteria subclavia,
no se debe al curso de la arteria subclavia y, p o r detrás del está el p u n to d o n d e se o rig in a la prim e ra d ig ita c ió n del
m ism o, al del tro n c o del plexo braquial. músculo serrato mayor. El e xtre m o distal de la primera cos-
M. intercostal externo
11.a costilla
Arco costal
booksmedicos.org
booksmedicos.org
tilla es bastante grueso y p e rm ite el o rig e n del m ú sculo superficie articular de su cabeza tiene solam ente una cara.
subclavio (Fig. 2 .1 2A). La décim a costilla se articula con el c u e rp o de la décim a
Segunda costilla. La segunda costilla (Fig. 2 .1 1 ) casi d o vértebra torácica m e d ia n te esta cara articular.
bla en lon g itu d a la primera. Está bastante curvada, pero no Undécima y duodécima costillas. Las cabezas de las costillas
torsionada, de fo rm a que la costilla aislada tie n d e a q u e undécim a y duodécim a tienen solamente una cara articular.
dar plana p o r encim a la superficie. Las caras de la cabeza Casi no tienen ángulo o surco costal. Estas costillas no siem
se articulan con las caras adyacentes de los cuerpos de las pre tienen tubérculos. La longitud de las costillas undécima y
vértebras torácicas prim era y segunda. d uodécim a es variable, aunque la duodécim a es más corta.
La característica especial de la segunda costilla es su tu En ocasiones existe una costilla lum bar, que puede ar
berosidad rugosa en el b orde lateral para recibir parte de ticularse con la prim era vértebra lum bar. El algunos casos,
la inserción del serrato mayor, además de la segunda in la octava costilla puede fijarse al esternón a am bos lados o
serción de su origen. Puede producirse una fusión de la pri solam ente en uno ellos; nosotros hem os observado este
mera costilla y la segunda, te n ie n d o lugar tal u n ión a la al peculiar fe n ó m e n o en una ocasión.
tura del tubérculo. Spain y cois.17 observaron que la resección de la d u o d é
Décima costilla. La décim a costilla puede ser m u y pare cima costilla era un p ro c e d im ie n to útil para drenar absce
cida a una costilla típica, pero en la mayoría de los casos la sos subfrénicos.
V. vertebral
A. vertebral
Tronco tirocervical
Plexo braq.
A. torac. int.
M. fren, accesorio
M. subclavio cut.
A. cerv. profunda
Ganglio estrellado
1.a costilla
A. intercostal
Tronco costocervical
Tronco tirocervical
Plexo braquial
Asa subclavia
F ig u r a 2.1 2 . Salida torácica. A, Relaciones de los elem entos neurovasculares con el escaleno anterior. B, M ú sc u lo esca
le n o a n te rio r extraído para m ostrar la arteria subclavia y el plexo braquial. [edl]
117
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
son:
Asa subclavia
Anterior. Borde superior del m a n u b rio (escotadura y u
Tráquea
gular). M. escal. ant.
N. vago
Posterior. Borde superior de T I .
N. laríngeo ree.
A. subclav.
Lados (anterior, lateral, posterior): Primeras costillas y
Esófago
sus cartílagos.
Tronco
Descansando sobre la zona ventrolateral de la cabeza costocervical Gang, estrellado
de la primera costilla están la cadena sim pática y su g a n
N. intercostal
g lio estrellado (c e rv ic o to rá c ic o ) (Fig. 2 .1 2B), o diversas
supremo
co m b in a cio n e s de los ga n g lio s cervical inferior, to rá cico
p rim e ro y vertebral.
La arteria vertebral (Fig. 2 .1 2A) está estrecham ente re 1. n. to r
118
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Medio
A nterior
Vena subclavia
Esternotiroideo 1
Esternohioideo (
Pectoral mayor
intercostal externo
y bíceps
Pectoral mayor
Transverso torácico
Serrato mayor
Oblicuo externo
119
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
booksmedicos.org
booksmedicos.org
la pared torácica ante rio r y los músculos de la pared to rá A p a rtir de esta asa se o rig in a n m ú ltiples ramas pequeñas
cica posterior. que entran e irrigan al pectoral menor. Dos de las tres ra
mas c o n tin ú a n a través del pectoral m e n o r para irrigar las
P a r e d t o r á c i c a a n t e r i o r . Los m úsculos extrínsecos de partes esternal y costal del pectoral mayor. El nervio pec
la pared torácica a nterior son el pectoral m a yo r (Fig. 2.1 7), toral m edial (C8, T1) se o rig in a a partir del cordón medial
el pectoral m enor, el subclavio y el serrato anterior. del plexo braquial.
Pectoral mayor. El m úsculo pectoral m a y o r (Fig. 2.1 7) La inserción tendinosa del pectoral m a yo r es aquella en
se origina a p a rtir del tercio m edio de la clavícula, el ester la que las fibras claviculares pasan más superficialm ente y
nón, los cartílagos costales de las seis costillas superiores y se insertan más d ista lm e n te en el h ú m e ro que las po rcio
la lám ina anterior de la vaina del recto anterior. Se inserta nes esternocostales y abdom in a le s. La cabeza clavicular,
en el b orde lateral del surco bicipital del h ú m e ro . p or ello, ayuda en la fle xió n del brazo en el h o m b ro . El res
La inervación del pectoral mayor, en general, procede to del pectoral m a yo r actúa con fuerza para aducir el bra
de los nervios pectorales lateral y medial. De fo rm a más es zo. También interviene en la rotación medial del brazo c o n
pecífica, el nervio pectoral lateral (C5, C6, C7), después de tra resistencia. El músculo puede asistir de form a im portante
surgir a partir del co rd ó n lateral del plexo braquial, se d i en la respiración forzada, elevando las costillas superiores
vide enseguida en las ramas superior e inferior. La rama su cu a n d o la cintura escapular está fija.
perior pasa p ró xim a a la superficie p ro fu n d a de la clavícu Pectoral menor. El pectoral m e n o r (Fig. 2 .1 7 ) está p o r
la; atraviesa la fascia claviculopectoral y penetra en la cabeza debajo del pectoral m ayor; se origina a partir del borde su
clavicular del pectoral mayor. En caso de que el nervio pec p e rior y la superficie externa de la tercera (variable: a veces
toral lateral sufra una lesión, la cabeza clavicular se atro fia a p a rtir de la segunda costilla) hasta la q u in ta costillas. Se
rá, con la consecuencia de una d e fo rm id a d evidente. inserta en la apófisis coracoides de la escápula.
La rama inferior del nervio pectoral lateral se une con el C o m o se ind icó a n te rio rm e n te , el pectoral m ayor reci
nervio pectoral m e d io en un asa nerviosa ventral a la arte be su inervación de los nervios pectorales m edial y lateral.
ria axilar, justo distal al origen de la arteria toracoacrom ial. El pectoral m e n o r c o n trib u y e a la extensión de la escápu
M. deltoides M. trapecio
Acrom ion
M. pectoral m enor
M. pectoral mayor
M. pectoral m enor
M. subescapular
M. coracobraquial
M. dorsal ancho
Apófisis xifoides
M. cabeza corta del bíceps braquial
M. serrato m ayor
Línea alba
M. recto a nte rio r
M. oblicuo externo
M. oblicuo interno
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
la y en la rotación hacia abajo del á n g u lo lateral de la es teral de la clavícula. La inervación del tra pecio tie n e lugar
cápula. También puede elevar las costillas superiores en ins p rin c ip a lm e n te a p a rtir del nervio espinal accesorio (par
piración forzada. craneal XI), con participación, p ro b a b le m e n te p ro p io ce p -
Anatomía quirúrgica
Músculo subclavio. El subclavio (Fig. 2 .11) es un m úscu tiva, de los nervios cervicales C3 y C4.
lo más corto, de fo rm a cilindrica, que se o rig in a m e d ia l La acción más im p o rta n te del músculo trapecio es la ro
m en te a p a rtir de la prim era costilla y su cartílago. Pasa la ta ció n de la escápula, de fo rm a que la fosa gle n o id e a se
te ralm ente p o r d e bajo de la clavícula para insertarse en el eleva (al ad u cir el h o m b ro ) o se d e prim e. El m úsculo ta m
surco en la superficie p ro fu n d a del tercio m edio. El subcla bién eleva el h o m b ro o retrae la escápula.
vio está ¡nervado p o r una rama pequeña (C5, C6) que sur N o t a : Hemos co m e n ta d o el trapecio d e b id o a su ubica
ge del tro n c o del plexo braquial. Este m úsculo co n trib u y e ción en la parte posterior del tórax, au n q u e no p a rticipe
a estabilizar la clavícula en los m o v im ie n to s del h o m b ro , en n in g ú n m o v im ie n to de las costillas.
llevándola hacia adelante y atrás. Músculo dorsal ancho. El dorsal acho (Figs. 2.5 y 2.1 7)
Músculo serrato mayor. El serrato m a yo r (Fig. 2.1 7) se se o rig in a fu n d a m e n ta lm e n te en la p arte p o s te rio r de la
o rigina en las o c h o o nueve costillas superiores, con inser fascia to ra colum bar. Se fija m ediante una am plia a p o n e u
ciones que arrancan desde las proxim idades de la línea axi rosis a las apófisis espinosas de las vé rte b ra s to rácicas
lar anterior. A isladam ente, el serrato es un m úsculo plano, inferiores y de las vértebras lumbares y a los ligam entos su
que se adapta estrecham ente a la pared torácica entre las praespinosos. Además, el m úsculo se o rig in a más lateral
costillas y la escápula. El m úsculo se inserta a lo largo de la m e n te en la cresta ilíaca y a p artir de las tres o c u a tro cos
superficie p ro fu n d a del borde medial de la escápula. tillas inferiores. Desde el áng u lo infe rio r de la escápula se
La primera inserción, que se o rigina desde las primeras o rig in a n o rm a lm e n te un haz pequeño.
dos vértebras superiores, tiene lugar en la cara ventral del El dorsal ancho gira sobre sí m ism o cu a n d o pasa m e
á n g u lo superior de la escápula. Las siguientes dos insercio dial al húm e ro , de tal m o d o que su b o rd e in fe rio r se inser
nes se extienden a lo largo del borde medial de la escápu ta más cranealm ente, y después caudalm ente, en el suelo
la. Las cinco o seis inserciones inferiores co nvergen en la del surco inte rtu b e rcu la r del húm ero.
superficie ventral del á n g u lo inferior. El nervio toracodorsal (o subescapular m e d io ) p ro p o r
El serrato m a y o r recibe la inervación del nervio to rá c i ciona la inervación del m úsculo dorsal ancho. D icho nervio
co largo (C5, C6, C7). Este nervio se o rigina a p a rtir de las es una rama del co rdón posterior del plexo braquial con fi
raíces del plexo braquial y pasa p o r la superficie externa bras de C6, C7 y C8.
del músculo, p ró x im o a la línea medioaxilar. El dorsal ancho aduce, extiende y rota m e d ia lm e n te el
El serrato m a yo r e xtiende la escápula. El m úsculo lleva h ú m e ro . C o n trib u y e de fo rm a significativa a acciones tales
la escápula hacia adelante de tal m o d o que se conoce, de c o m o flexiones, cam inar con muletas y nadar. Ayuda a ex
fo rm a variable, c o m o el m úsculo de los que practican es te n d e r la co lu m n a y a elevar la pelvis y puede c o n trib u ir
grim a o ta m b ié n de los boxeadores. D ebido a sus distintas en la tos, e stornudo e inspiración p ro fu n d a .
partes, el serrato a n te rio r puede ayudar en la rotación de Músculos del serrato posterior
la escápula ta n to hacia arriba c o m o hacia abajo. El m úscu Superior. El serrato posterosuperior se o rigina a p artir
lo puede actuar para descender las costillas hacia abajo en del lig a m e n to de la nuca y de la apófisis espinosa de las
la inspiración forzada. vértebras de C 7 a T3. Desciende lateralm ente y se inserta
En la parálisis del serrato mayor, el á n g u lo inferior de la en los bordes superiores de las primeras tres costillas (oca
escápula sobresale, un fe n ó m e n o c o n o c id o c o m o «aleteo sionalm ente, las primeras cinco). La inervación corre a car
escapular», aleteo que se magnifica cuando el paciente e m go de las ramas ventrales de los tres prim eros nervios inte r
puja contra resistencia. costales. La fu n c ió n del serrato p o sterior es la de elevar las
costillas superiores en la inspiración.
P a r e d t o r á c i c a p o s t e r i o r . L o s músculos de la pared t o Inferior. El serrato p o ste roinferior se o rig in a a p a rtir de
rácica p o ste rio r (Fig. 2 .5 ) son el tra p e cio , dorsal ancho, la apófisis espinosa de las vértebras T 1 1 a L2 m e d ia n te un
rom boides m a yo r y menor, elevador de la escápula, serra origen a p o n e u ró tic o c o m ú n con el dorsal an ch o en la fas
to posterosuperior, serrato p o steroinferior y elevador cos cia to ra co lu m b a r. Las inserciones de este m ú scu lo pasan
tal (el ro m boides y el elevador de la escápula son m úscu superior y lateralmente, para insertarse p o r encim a de las
los de la e xtre m id a d superior, que no precisan com en ta rio tres o cuatro primeras costillas. Su inervación procede de
en este capítulo). las ramas ventrales de los nervios segm entarios espinales.
Trapecio. El tra pecio (Figs. 2.5 y 2.1 7) se o rigina a par El m úsculo serrato p o steroinferior lleva las costillas infe rio
tir de la línea nucal superior del hueso occipital, lig a m e n res hacia abajo y hacia afuera en la inspiración, contrarres
to de la nuca, co lu m n a de C7 y todas las apófisis espino ta n d o la tracción hacia d e n tro del diafragm a.
sas de las v é rte b ra s torácicas y de los lig a m e n to s Músculos elevadores costales. Los elevadores de las cos
supraespinosos im plicados. Se inserta en la apófisis espino tillas son músculos planos y delgados que se originan a par
sa y en la apófisis acrom ial de la escápula y en el tercio la tir de las apófisis transversas de las vértebras C7 a T 1 1. Cada
booksmedicos.org
booksmedicos.org
M ú s c u l o s i n t e r c o s t a l e s i n t e r n o s . La capa media de la
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Venas braquiocefálicas
Tronco yugular
Anatomía quirúrgica
Esternón
Ganglios paraesternales
Recto anterior
F ig u r a 2.1 8 . Pared torácica anterior. Relaciones de las estructuras vasculares y linfáticas (vista posterior). Músculo transverso
torácico extraído en el lado izquierdo para ilustrar los vasos con m ayor claridad.
Conducto torácico
Ganglios pretraqueales
V. braquiocefálica derecha
A. braquiocefálica
Aorta torácica
Conducto torácico
A. y v. intercostales
V. ácigos V. hemiácigos
M. subcostal
Cisterna quilosa
Tronco intestinal
Tronco lumbar
F ig u ra 2.1 9 . Relaciones linfáticas de la región torácica posterior. Obsérvense los músculos subcostales. [fr2\
pleura. Sin em b a rg o , p o r detrás de los dos prim eros espa teral (torácica interna lateral) en aproxim adam ente un cuar
cios intercostales, cada arteria torácica interna se separa de to de los casos, h abitualm ente lim itada al nivel de las cua
la pleura p o r una fina capa de la parte retroesternal de la tro costillas superiores (más o menos), descendiendo d e fo r
fascia endotorácica. Más caudalm ente, el segm ento distal ma oblicua a cierta distancia lateral a la línea paraesternal.
se separa de la pleura p o r el transverso torácico. La arteria pericardiofrénica sigue un tra ye cto o b licu o y
Las ramas de la arteria torácica interna son: hacia abajo y lig eram ente posterior entre la pleura y el pe
ricardio; esta arteria a co m paña al nervio fré n ico hacia el
• Ramas intercostales anteriores.
diafragm a hasta que se anastomosa con una rama ascen
• Arteria pericardiofrénica.
d ente de la arteria frénica superior.
• Ramas pequeñas mediastínicas al te jid o conectivo y ga n
Las ramas arteriales perforantes en los seis espacios in
glios linfáticos.
tercostales superiores pasan a través de la musculatura in
• Rama tímica al tim o o su rem anente y ganglios linfáticos.
tercostal y del pectoral mayor, co n tribuyendo a su irrigación
• Ramas esternales.
y a la de la fascia superficial y la piel adyacente. Las ramas
• Ramas pericárdicas.
perforantes segunda y tercera son im po rta n te s en la irriga
En ocasiones, la arteria bronquial o traqueal puede na ción tisular de la mama; en general, descienden lateralmen
cer en la arteria torácica interna. Existe una rama costal la te hacia la areola.
125
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Arterías intercostales posteriores. Las dos primeras arterias F ig u r a 2 .2 1 . Canales arteriales colaterales en la coartación
intercostales (intercostal más alta o suprema y cervical p ro aórtica, [edl]
127
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Rama colateral
Ligamento radiado
Rama comunicante
Nervio intercostal
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Venas
V e n a s t o r á c ic a in t e r n a , i n t e r c o s t a l p o s t e r io r
Y SUBCOSTAL
N o t a : L o s adjetivos («más alta», «superior» y «suprema»
se utilizan casi de m o d o intercam biable en diversos textos,
aunque con frecuencia describen vasos que son claram en
te distintos. La N om ina Anatómica15 utiliza el té rm in o «supe
rior», sin una designación co m o aplicación. En nuestro co
m entario, queremos pa rtir de que los térm inos «suprema»
o «más alta» son conceptualm ente sinónimos, mientras que
«superior» puede no ser necesariamente el vaso más alto.
Las venas intercostales anteriores fo rm a n las venas to rá
cicas internas (Fig. 2.20), uniéndose estrechamente al te r
cer cartílago costal. La vena torácica interna asciende para
unirse con las venas braquiocefálicas derecha e izquierda
F igura 2.24. Relaciones de los vasos intercostales y sus ramas (o, rara vez, con la vena cava superior en el lado derecho).
en las term inaciones nerviosas de los espacios intercostales. La parte inferior de las venas intercostales drena en la
[edl] vena hem iácigos (Fig. 2 .19), que h a b itu a lm e n te cruza la
129
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
m en te se une a la vena braquiocefálica, aunque resulta ex tal, que drena d ire cta m e n te la VCS.
tre m a d a m e n te variable. La ruta superior de la ácigos está relacionada con el lado
Desde la se gunda hasta la cuarta venas intercostales dere ch o de la aorta; se arquea p o r e ncim a de la raíz del
posteriores en el lado izquierdo drenan la vena intercostal p u lm ó n derecho y te rm in a en la VCS. El nervio esplácnico
izquierda superior, una trib u ta ria de la vena b raquiocefáli m a yo r derecho está localizado en su parte lateral derecha.
ca izquierda. Las venas intercostales interm edias posterio En su parte lateral izquierda están el esófago, el va g o de
res se unen h a b itu a lm e n te para fo rm a r la vena hemiácigos recho y la tráguea.
accesoria (Fig, 2.19), una vena m u y variable en cuanto a ta Vena hemiácigos. La vena hem iácigos (Fig. 2 .26B ) está
m año. La hem iácigos accesoria te rm ina d re n a n d o con la fo rm a d a po r la u nión de la lu m b a r ascendente izquierda y
hemiácigos en la vena ácigos. las venas subcostales izquierdas. En la mayoría de los casos
Cuando pasa la vena braquiocefálica izquierda, la vena se com unica con la vena renal izquierda. En su tra yecto ha
intercostal superior izquierda pasa a la izquierda del cayado cia arriba recibe a las tres venas intercostales inferiores pos
aórtico. Debido a su proxim idad con el cayado aórtico, cuan teriores y drena la vena ácigos (Fig. 2.19).
do la vena intercostal superior izquierda tiene un tam año im Vena hemiácigos accesoria. Grzybiak y cois.38 consideran
portante puede adoptar radiográficamente el aspecto de una que la vena hemiácigos (Fig. 2.26B) es la más variable de las
expansión con form a de botón del perfil aórtico. Esto lleva en venas ácigos. En la mayoría de los casos, recibe desde la cuar
ocasiones a un dia g n ó stico erróneo de aneurisma aórtico. ta hasta la octava venas intercostales posteriores, y ocasio
La primera vena intercostal posterior derecha (intercos nalmente las venas bronquiales izquierdas. En la región d e T 7
tal suprema derecha) es ta m b ié n variable en su te rm in a a T8 drena en la vena ácigos o puede, con la hemiácigos,
ción, d re n a n d o la braquiocefálica, subclavia derecha, etc. fo rm a r el tronco com ú n que se vacía en la vena ácigos.
Las venas intercostales derechas segunda, tercera y cuarta Ó z b e k y cois.39 refirieron las múltiples variaciones del sis
drenan la vena intercostal superior derecha, que a su vez tem a venoso de la ácigos, c o m o la ausencia de la hem iáci
drena la ácigos. La vena subcostal derecha, ju n to con la gos, con unificación de las venas intercostales octava, nove
vena lum b a r ascendente derecha, fo rm a la vena ácigos. La na y décim a que drenan m ediante un canal c o m ú n en la
vena subclavia izquierda se une con la vena lum b a r izquier vena ácigos.
da ascendente para fo rm a r la vena hemiácigos. Para otra exposición del sistema de la ácigos, re c o m e n
Por detrás de las uniones esternoclaviculares,
R e co rd a r: damos que se lea el capítulo del m ediastino.
la yugular interna de ambos lados se une para fo rm a r las ve
nas braquiocefálicas izquierdas (innom inadas). C i r c u l a c i ó n v e n o s a c o l a t e r a l . La circulación venosa co
booksmedicos.org
booksmedicos.org
In e rv a c ió n
Los nervios espinales, doce en n ú m e ro , son m ixtos. Se
Vena hemiácigos o rig in a n a pa rtir de la m édula espinal m e d ia n te dos raíces:
sensitiva (dorsal) y m o to ra (ventral). Existe un g a n g lio es
pinal a cada lado de la raíz nerviosa, d o n d e la raíz c o m ie n
Aorta torácica za su paso a través del fo ra m e n in te rve rte b ra l. En d ic h o
descendente
p u n to , las raíces ventral y dorsal se unen entre sí estrecha
m e n te p o r sus cubiertas meníngeas. Las raíces unidas a la
altura del fo ra m e n nervioso orig in a n el tro n c o del nervio
espinal, que se subdivide en cuatro ramas: meníngea, rama
dorsal p rim a ria , ram a ventra l p rim a ria y ramas c o m u n i
cantes.
F igu ra 2.25. Trayecto frecuente (quizá el más frecuente) que La rama meníngea surge p ro n to del tro n c o nervioso es
siguen la vena ácigos intratorácica, la hemiácigos y la hem iá- pinal, y vuelve a entrar p o r el foram en para inervar las m e
cigos accesoria. Se m uestran el contorno de la raíz del pulm ó n ninges y la colu m n a vertebral. Después, el tro n c o nervio
derecho y la aorta torácica descendente. [wí\ so se divide con rapidez en sus dos ramas principales.
La rama dorsal prim aria (Fig. 2 .28) p ro p o rc io n a fibras
motoras esqueléticas, motoras simpáticas, sensoriales y otras
fibras para los músculos y la piel de la espalda.
Los ganglios intercostales linfáticos (Fig. 2 .1 9 ) incluyen La rama ventral prim aria (Fig. 2 .2 8 ) en el tó ra x es res
uno o dos ganglios linfáticos p ró xim o s a la cabeza de cada ponsable de la fo rm a c ió n de los nervios intercostales; sin
costilla, en la parte posterior de to d o s los espacios in te r e m b a rg o , el p rim e r nervio torácico pasa p o r encim a para
costales. cruzar el borde superior de la primera costilla, uniéndose al
Los ganglios linfáticos viscerales se relacionan con las octavo nervio cervical para fo rm a r el tro n c o inferior del ple
estructuras anatóm icas intratorácicas (n o dulos p u lm o n a xo braquial. El d u o d é c im o nervio torácico espinal, siendo
res en las raíces e hilio, ganglios paratraqueales y ganglios un nervio subcostal, da o rigen a la rama que participa en
mediastínicos). Trataremos los ganglios linfáticos viscera la fo rm a ció n del plexo lum bar. Los ú ltim o s cinco nervios
les en los capítulos de los órganos individuales. espinales se extienden m edialm ente y hacia abajo para iner
Con todo, se debe mencionar en este punto que parte del var la pared abd o m in a l.
drenaje linfático desemboca en el co n d u cto torácico; otras Los nervios cutáneos anterior y lateral (Fig. 2 .2 8 ) ta m
rutas im portantes term inan en el tronco braquiomediastíni- bién pertenecen a la rama ventral prim aria. La rama c u tá
co derecho. El tro n co broncom ediastínico derecho puede nea a n te rio r em erge en la línea paraesternal y se d ivide en
unirse al co n d u c to linfático derecho; con m ayor frecuencia, ramas para la grasa subcutánea y piel. La rama cutánea la
sin em bargo, parece drenar por separado en el comienzo de teral abandona el espacio intercostal en la línea axilar m e
la vena braquiocefálica derecha. Hay que recordar que el dia, y se d ivide de nuevo en ramas a n terior y posterior.
c o n d u cto linfático (Fig. 2.18), que recibe los troncos y u g u R e c o r d a r : Las ramas cutáneas laterales del segu n d o nervio
lar y subclavio derecho, pasa n o rm a lm e n te a la unión de la torácico se e xtienden a la zona braquial para la inervación
y u g u la r interna derecha y las venas subclavia derecha. de la piel de esta región (superior y media).
Al m argen de los vasos específicos, ya sean b ro n c o m e Las ramas blancas y grises a b andonan las ramas p rim a
diastínico derecho o c o n d u c to linfático derecho, la linfa del rias ventrales y pasan p o r delante para alcanzar los gan-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Senos de Senos de
la dura la dura V. braquiocefálica d. V. braquiocefálica
(innominada) izda. (innominada)
Anatomía quirúrgica
V. intercostal
V. intercostal superior
superior
V. hemiácigos
accesoria
- V. intercostales
posteriores
V. hemiácigos
V. subcostal V. subcostal
V. renal i.
Vena cava
inferior
Femoral Femoral
F ig u ra 2 .2 6 . A, Principales com unicaciones venosas de la ácigos, cava y sistema vertebral. B, Principales venas del tórax. Lí
nea discontinua en los senos coronarios que indica el trayecto de la vena cava superior izquierda (anomalía rara). [orj
Ganglios
retromanubriales
Ganglios de
la mamarla interna
Lateral Lateral
\ / F igura 2.27. Ganglios retroma-
Ganglios diafragmátlcos anteriores nubriales. [h a i]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
‘ I n v e s t i g a c i ó n n o p u b l i c a d a r e c o g i d a p o r H a a g e n s e n (re f e r e n c ia s m á s a b a jo ) .
D a to s obtenidos de:
B l a n d KI, C o p e l a n d EM I I I . T h e Breast, 2 . a ed . F iladelfia; VVb S a u n d e r s , 1 9 9 8 , p á g s , 3 3 -3 4 .
H a a g e n s e n C D . D ise ases o f t h e Breast, 3 .a ed . Filadelfia; W b S a u n d e r s , 19 8 6 , p á g s , 3 6 -39 .
glios de la cadena simpática. Las ramas com unicantes bla n En ocasiones, la pleura parietal es gruesa y está fu e rte
cas constan de fibras simpáticas preganglionares con mie- m e n te fijada a la pleura visceral p o r los pulm ones; cu ando
lina y fibras viscerales generales aferentes. Las ramas grises esto sucede, la expansión y aireación del p arénquim a p u l
com unicantes son fibras sin m ielina posganglionares que m o n a r es m ínim a. El p ro c e d im ie n to para liberar al p u lm ó n
van desde los ganglios sim páticos hasta las ramas ven tra se d e n o m in a pleurectom ía, y se explica en «C om plicacio
les primarias; estas fibras siguen un tra ye cto entre las ra nes anatómicas».
mas dorsal y ventral prim aria, y después se d istribuyen por A la altura de los hilios pulm onares, la pleura parietal
la pared torácica. Los dos prim eros lum bares ta m b ié n tie (Fig. 2.2 9 ) co n tin ú a con la pleura visceral. De form a carac
nen ramas com unicantes blancas. Junto con los nervios t o terística, el m a n g u ito de la pleura se proyecta alrededor de
rácicos, fo rm a n la eferencia lu m b a r simpática. la raíz pulm onar, pero sobresale. Cuelga con la form a del
En s í n t e s is : g o rro de un obispo, y fo rm a el lig a m e n to pulm onar. C o in
• El p rim e r espacio intercostal recibe inervación sensorial cidim os con Last40 en que no se trata de un verdadero li
m ediante los nervios supraclavicular C3 y C4 desde el ple g a m e n to , sino más bien de un espacio q u e acoge a la raíz
xo cervical. del p u lm ó n descendente cuando baja el diafragm a.
• La pared torácica está inervada p o r T2 a T6. Este ligam ento avascular está fijado al diafragma. Se sec
• La pared abdo m in a l por encim a del o m b lig o está inerva ciona en la lobectom ía inferior, en la m ovilización esofági
da p o r T 7 a T9. ca inferior y en la v a g o to m ía transtorácica.
• La región um bilical está ¡nervada p o rT IO . La pleura visceral (Fig. 2.2 9 ) cubre la superficie de los
• Dos tercios de la región infraum bilical superior están iner pulm ones y se e xtiende d e n tro de las cisuras pulm onares
vados p o r T I 0 a T 1 2. (pleura p u lm o n a r).
R e c o r d a r : La pleura visceral está to ta lm e n te adherida al
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Tabla 2.4. Mapa de los ganglios linfáticos de la A m erica n Thoracic Society de la cavidad
torácica
Anatomía quirúrgica
Estaciones
ganglionares D efiniciones/E stadio ganglionar
1 D /I Supraclavicular
Supraclavicular de los ganglios escalenos (siempre N3)
2 D /I Ganglios paratraqueales superiores derecho/izquierdo
Ganglios a la derecha/izquierda de la línea media de la tráquea. Entre el ápex p u lm o n ar y el borde superior
del cayado aórtico (N2 si ipsilateral al tumor, en los dem ás casos N3)
4D Ganglios paratraqueales superiores derechos
Ganglios a la derecha de la línea media, entre el borde superior del cayado aórtico y el borde superior
de la vena ácigos (N2 si el tu m o r es ipsilateral, el resto de casos N3)
4I Ganglios paratraqueales inferiores izquierdos
G anglios a la izquierda de la línea m edia de la tráq u ea en tre el te ch o del cayado aórtico y el nivel
de la carina, medial al ligam ento arterioso (N2 si ipsilatreral, si no, N3)
5 Ganglios aortopulm onares
Ganglios subaórticos y paraaórticos laterales al ligam ento arterioso o la aorta o arteria p u lm o n ar izquierda
proximal a la primera rama de la arteria p u lm o n ar izquierda (N2 si ipsilateral, si no, N3)
6 Ganglios m ediastínicos anteriores
Ganglios anteriores a la aorta ascendente o a la arteria in n o m in ad a (N2 si ipsilateral, si no, N3)
7 Ganglios subcarinales
G anglios originados caudales a la carina de la tráquea, pero n o asociados con el b ro n q u io del lóbulo
inferior o a las arterías d entro del p u lm ó n (siempre N2)
8 Ganglios paraesofágicos
G anglios ro d ea n d o el esófago dorsal a la pared p o sterior de la tráquea, in c lu y e n d o los ganglios
relacionados con la aorta descendente + ganglios dentro del ligamento pulm o n ar derecho o izquierdo
(N2 si ipsilateral, en los demás casos N3).
10 D Ganglios traqueo/bronquiales derechos
Ganglios a la derecha de la línea media de la tráquea, desde un nivel del borde cefálico de la vena ácigos
hasta el origen del bronquio del lóbulo superior derecho (NI si ipsilateral, si no, N3)
10 I Ganglios traqueo/bronquiales izquierdos
N odulos a la izquierda de la tráquea entre la carina y el b ronquio del lóbulo superior izquierdo, medial
al ligamento arterioso (N2 si tu m o r ipsilateral, si no, N3)
11 D /I Ganglios intrapulm onares
Los ganglios que quedan en el pulmón distales al bronquio del lóbulo superior (NI si tum or ipsilateral, si no, N3)
14 Ganglios diafragm áticos superior
Ganglios adyacentes al pericardio d en tro de los 2 cm del diafragma (N2 si tum o r ipsilateral, si no, N3)
Fuente: Seg ú n m o d ific a c ió n d e M u rra y JG, B r e a tn a c h É. T h e A m e ric a n T h o ra c ic Society L y m p h N o d e M ap: a CT d e m o n s t r a t i o n . Eur J Radiol
17:61-68, 1993; c o n au to rizació n .)
La pleura visceral recibe su irrigación arterial de las ar El dren a d o linfático de las partes más posteriores de los
terias bronquiales; su d re n a d o venoso desem boca en las espacios intercostales se dirigen hacia los ganglios intercos
venas pulm onares. tales posteriores (Fig. 2.19) y los troncos mediastínicos pos
teriores. Los vasos linfáticos de la pleura mediastínica dre
Linfáticos nan los troncos mediastínicos a n te rio r y posterior.
Los vasos lin fá tico s de cada espacio intercostal de la Los linfáticos de los cuatro a siete espacios intercostales
pleura costal d renan los vasos que ta m b ié n recogen la lin inferiores drenan los troncos torácicos linfáticos descenden
fa de los m úsculos intercostales y del periostio costal; si tes, que pasan a través del pilar del d ia fragm a para acabar
guen un tra ye cto ventral. Los seis troncos superiores d re en el inicio del co n d u cto torácico. Los espacios más supe
nan los g a n g lio s paraesternales y sus vasos, d re n a n d o riores drenan el co n d u c to torácico p o r la izquierda y en el
p o s te rio rm e n te los tro n co s m ediastínicos anteriores. Los tro n c o broncom ediastínico derecho p o r la derecha. Los va
vasos de los espacios in fe rio re s fo r m a n un tr o n c o que sos de la pleura diafragm ática pasan a los canales linfáticos
te rm in a en los ganglios paraesternales más bajos. Resulta en la superficie torácica del diafragm a.
de interés destacar que los linfáticos de la pleura costal ha. El drenado linfático de la pleura visceral abarca los ple
cen posible una suerte de dren a d o del líq u id o del espacio xos superficiales y profundos. Los vasos superficiales siguen
pleural. un trayecto p o r la superficie del p u lm ó n , justo p o r deba-
134
booksmedicos.org
booksmedicos.org
F igu ra 2.28. A natom ía del espacio intercostal: relaciones y ramas de los nervios y vasos intercostales. Los nervios se m ues
tran a la izquierda; las arterias a la derecha, [agj
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
do las costillas están fagm entadas d e b id o a un im p a cto tra ta m ie n to s selectivos. Samuel y cois.50 re firie ro n una
directo, p o d rá n afectarse las siguientes estructuras: exitosa resección com p le ta de un lipobla sto m a intra- y
- El aparato neurovascular intercostal, ocasionando san extratorácico de pared torácica ante rio r que evitó una es
Anatomía quirúrgica
138
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
C A P Í T U L O
Mama
Jo h n E. S kandalakis; G e n e L. C o lb o rn ; Panajiotis N. Skandalakis; T hom as A. W e id m a n ; Lee J. S kandalakis
El número, el tam año y el desarrollo de las mamas es m uy variable. Las mam as se encuentran más desarrolladas en mujeres
que en hombres, debido a que deben generar la leche. Se localizan en el tórax; la localización y características de la m a m a
no se encuentran afectadas p o r haber en los miembros superiores presencia de pelo o dientes como en animales mamíferos;
tienen una am plia extensión y no tienen cubierta; en el tórax se sitúan en una zona que no produce molestias. Las mam as
se encuentran en conexión con el cerebro por nervios, con el corazón p o r arterias, y con el hígado y con el útero p o r venas.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mama
Egipto 1600 a.C. Diagnóstico y tratam iento de tum ores de mama. Los tratam ientos incluyen
(Papiro de Ebers) la cauterización y la extirpación de tum ores con cuchillo
Demócedes aprox. 525 a.C. Siguiendo a Herodoto, trató con éxito a u n a tnujer con un tum or mamario
Hipócrates (460-337 a.C.) Hizo referencia al cáncer de m am a y describió con detalle sus consecuencias
Celso (aprox. 14-37 a.C.) Recomendó el tratam iento quirúrgico debido a la diseminación del cáncer de mama.
Si se realiza la cirugía recomienda la extirpación de los músculos pectorales
Galeno (aprox. 130-200 a.C.) Explicó el cáncer de m am a por la producción excesiva de bilis negra (melancolía).
El tratam iento se basa en la nutrición y las purgas. La escisión quirúrgica sólo la
recom endó en los tum ores extirpables
Leónidas de Siglo i De acuerdo con Aétius de Amida (siglo vi), em pleó la cauterización extensiva
Alejandría con un cuchillo en mamas am putadas
Lanfrank 1296 Publicó Chirurgica Parva. Empleó los m étodos de Leónidas en la cirugía de la m am a
De Mondeville (1269-aprox. 1320) Propuso la incisión profunda, la escisión y la cauterización de tumores de mama.
En tum ores grandes em pleó cloruro de zinc como ácido
DeChauliac 1363 En su obra Chirurgica Magna, propuso las purgas y el tratam iento mediante dieta del cáncer
de mama. Para un tu m o r operable, recom endó la extirpación de los restos
Arees 1493 Propuso la extirpación de la m am a y la eliminación del tu m o r con ligadura
Fuchs (1501-1566) Com prim ió cánceres de m am a con placas de plom o
Vesalio (1514-1564) Trató los tum ores con escisión y realizó ligaduras para completar la hemostasia
Paré (1510-1590) Halló relación entre los tum ores de m am a y la extensión a la axila con afectación
de los ganglios. Los tum ores pequeños los trata m ediante extirpación. Los tum ores
grandes los trata con leche dulce, vinagre y otras sustancias. Emplea tam bién placas
de plom o para com prim ir el tejido tum oral
Fabricio y Aquapendente Realizaron la cirugía radical sólo en determ inados pacientes. Pensaban
(1537-1619) que la extirpación parcial empeora el pronóstico
Von Hilden (1560-1624) Diseñó un instrum ento que constreñía y fijaba la base de la mama
para una am putación más rápida
Cabrol 1570 Publicó la extirpación del pectoral mayor para el tratam iento del cáncer de m am a
Severinus 1632 Extirpó ganglios axilares al operar los tum ores de mama
Tulp 1652 Pensaba que el cáncer de m ama es una enfermedad contagiosa, argum entando
que u na criada lo había contraído a través de su señora
Clowes (1560-1634) Empleó un exorcismo para tratar el cáncer de mama. El médico de Isabel II, creyó que se pueden
tratar los tumores de mama realizando una imposición de manos sobre el tejido tumoral
De Houppeville 1693 Recomendó la extirpación de la m am a realizando tam bién la escisión de parte
de los músculos pectorales
Le Dran (1685-1770) Identificó el crecimiento del cáncer de mama a través de los linfáticos regionales; recomendó
extirpar los ganglios cuando sea posible. Reconoció la necesidad de intervenir quirúrgicamente
Sharp Siglo XVIII Realizó una incisión oval para extirpar la m am a y los nodulos de la axila
Bidloo 1715 Diseñó un bisturí especial para realizar la mastectomía
Tabor 1721 Diseñó un tipo de guillotina para realizar mastectomías
Petit 1774 F’ublicó Traite des Operations, do n d e explica la disem inación del cáncer en los ganglios
linfáticos. Propuso la ex tirpación de los ganglios, la fascia pectoral y algunas fibras
musculares
Bell 1784 Extirpó los tumores de forma temprana. Realizó la linfadenectomía axilar
y la mastectomía con colgajos cutáneos y preservó el músculo pectoral
Cruikshank 1786 Describió los linfáticos de la m am a en h um anos
Young 1818 Realizó una versión actualizada de la compresión de Paré
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Mama
Mama 3
Tabla 3.1. Historia de la anatomía y la cirugía de la mama (Continuación.)
McWhirter 1948 Propuso el tratam ien to mediante mastectomía simple y radioterapia de alto voltaje
Wangensteen 1949 Para el tratam iento del cáncer de m am a propuso la mastectomía radical intrapleural
ampliada incluso hasta el mediastino. La cirugía suprarradical incluye una esternotomía
media y una disección axilar, una disección mediastínica alta y una extirpación
de la cadena de los ganglios linfáticos de la mamaria interna
Pack 1951 Propuso la mastectomía bilateral profiláctica incluso si el cáncer es de una mama
Margottini 1952 Propusieron la extirpación extrapleural de los ganglios paraesternales al realizar
y Bucalossi la mastectomía
Urban 1952 Realizó la extirpación extrapleural de los ganglios paraesternales en la mastectomía
radical. Incluyó la resección en bloque de la mama y la axila, laextirpación del pectoral
menor, la escisión amplia de la axila con dos colgajos y la extirpación en bloque de los
ganglios de la mamaria interna (separando el esternón y las costillas 2.a-5.a)
G ershon-Cohen 1953 Publicaron curaciones con radioterapia
y cois.
Bauclesse, Ennuyer 1960 Realizaron lobectomía (tumorectomía) seguida de radioterapia
y Cheguillaume
Egan 1962 Realizó una interpretación correcta de las mamografías en 501 de 518 mujeres
con carcinoma (96,7%) y reconoció 351 de 383 lesiones benignas (91,6%)
Gros 1963 Propuso la senología como la especialidad de la patología mamaria
Dodd y cois. 1963 Realizaron un diagnóstico m ediante punción. Lo publicaron en 1965
W itten 1964 Afirmó que del 80% al 90 % de los cánceres de m am a que se diagnostican con biopsia
pueden diagnosticarse con la mamografía
Funderburk 1964 Localizó papilomas intraductales con la inyección de una solución al 50% de diatrizoato
de sodio en el conducto sangrante, y posteriormente realizó una mamografía
Berger y cois. 1966 Describieron la detección de lesiones no palpables m ediante mamografía
Olivari 1974 Realizó colgajos m iocutáneos de dorsal ancho
1976 Colocó u na prótesis de silicona bajo un colgajo
Frank y cois. 1976 Emplearon una aguja autoguiada
Dreaver 1977 Pionero en la reconstrucción mamaria con colgajos miocutáneos. Lo publicó
en im portantes revistas en 1981 y 1986
Bostwick 1978 Sistematizó el procedim iento del colgajo de dorsal ancho
Veronesi y cois. 1981 Primeros en m ostrar la misma supervivencia de la cirugía conservadora
que el procedim iento de Halstead de mastectomía radical
Hartramp y cois. 1982 Realizó un colgajo m iocutáneo de transverso
Lagios y cois. 1982, 1989 Desarrollaron los criterios para extirpar el carcinoma in situ
Laing 1984 El primero en emplear los ultrasonidos para punción con aguja
Sarhadi y cois, 1997 Estudiaron la inervación de la areola y el pezón
March y cois. 1997 Revisiones nacionales sobre el empleo de la biopsia con aguja gruesa
Servicios de la
Tasl< Forcé
Bibliografía:
Alien JG. Breast. In: Moyer CA, Rhoads JE, Alien JG, Harkins HN (eds). Surgery: Principies and Practice (3rd ed). Philadelphia:
JB Lippincott, 1965, pp. 621-661.
El lis, H. The treatm ent of brast cáncer: a study in evolution. Ann Roy Coll Surg Eng 1987;69:212-215.
Baum M. Breast cáncer 2000 B.C. to 2000 A.D.: time for a paradigm shift? Act Oncol 1993;32:3.8.
Figueira-Fo ASS, Salvador-Silva HM, Novais-Dias E. Reconstruction of the breast: types and techniques. In: Figueira-Fo ASS,
Salvador-Silva HM, Novais-Dias, Barros ACDS (eds). Mastology: Breast Diseases. New York: Elsevier, 1995, pp. 367-374.
143
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Mama
-Epidermis
-M esénqm m a
A n o m a l ía s c o n g é n it a s
Pezón
] Perlas clínico-quirúrgicas
Fisher BF. The revolution in breast cancer surgery: science or anecdotalism? World J Surg 1985;9:655-666.
Forest APM. Lister Oration: Breast cancer: 121 years on. J R Coll Surg Edinb 1989;24:239-248.
Goldwyn RM. Vincenz Czerny and th e beginnings of breast reconstruction. Plast Reconstruct Surg 1978;61:673.681.
Lewison EF. The surgical treatm ent of breast cancer. Surgery 1953;34:904-953.
Robinson JO. Treatment of breast cancer through the ages. A m J Surg 1986;151:317-333.
Rubin E, Simpson JF. Breast Specimen Radiography. Philadelphia: Lippincott-Raven, 1988.
Silverstein MJ. Ductal Carcinoma in Situ of the Breast. Baltimore: Williams & Wilkins, 1997.
Vaeth JM. Historical aspects of tylectomy and radiation therapy in the treatm ent of cancer of the breast. Front Radiat Ther
Oncol 1983;17:1-10.
144
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mama
Hipotálamo
Estimulación del
desarrollo de los conductos Estimulación de la función
por los estrógenos secretora de los ácinos por
la progesterona
Inhibición de
la secreción
de prolactina
Hipófisis
anterior
Estímulo neural
Hipófisis
m ediante la succión
iposterior
. / Liberación de
prolactina
Liberación
de oxitocina
Síntesis de
proteínas y lipidos
Secreción
\ C/Sf ^rtea
\ ^ ■
D
F ig u ra 3 .3 . Desarrollo de los conductos mamarios y control horm onal de la función mamaria. A, Recién nacida. B, Joven. C, Adul
ta. D, Adulta lactante. E, Poslactancia. [ca3]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mama
ral. La incidencia más alta se produce a los 14 años (61,1 %). Fascia cervical
La incidencia de ginecom astia en las distintas fases del des
Clavícula
arrollo en la adolescencia es del 34,6% . La incidencia de
Anatomía quirúrgica
A n a t o m ía t o p o g r á f ic a y r e l a c io n e s
Músculo pectoral
m e n o r ---------------
A u n q u e los té rm in o s « g lándula m am aria» y «m am a»
no son sinónimos, este ú ltim o té rm in o será e m p le a d o con
el fin de sim plificar para referirnos a la g lándula mam aria, Fascia pectoral
la piel que la recubre, la grasa y el te jid o c o n ju n tiv o , los
cuales son descritos a contin u a ció n .
En la m u je r adulta la m am a se sitúa con su fascia en la
superficie ante rio r del tórax. La base de la m am a se extie n
de desde la segunda hasta la sexta o séptima costillas en la
parte inferior, y desde el b o rde esternal hasta la línea me-
d io axilar lateralm ente. Dos tercios de la m am a se e ncuen
Espacio
tran sobre la parte a nterior del m úsculo pectoral el resto se
submamario
sitúa sobre la superficie del m úsculo serrato. Una pequeña
p orción se encuentra sobre la superficie de la aponeurosis
del m úsculo o b lic u o e xte rn o 12.
En el 9 5% de las mujeres hay una prolongación del cua
dra n te superoexterno de la m am a hacia el espacio axilar.
Esta p ro lo n g a c ió n o cola de Spence se sitúa p o r fuera del F ig u r a 3.4. Sección sagital de la m am a y de la pared toráci
cuadrante superoexterno, y llega al hiato (de Langer) de la ca en una mujer n o lactante.
fascia profu n d a de la pared axilar medial. Es el único te ji
d o m a m ario que se encuentra p o r debajo de la fascia p ro
funda.
Fascia profunda
Piel
La fascia profu n d a envuelve el m úsculo pectoral m a yo r
La epiderm is de la areola y el pezón se diferencian de la y continúa con la fascia abdom inal profunda por debajo. Se
piel circundante p o r el co lo r rosado deb id o a los vasos que inserta m edia lm e n te en el esternón y en la clavícula, y en
la irrigan y que se encuentran m u y p róxim os de la dermis la fascia axilar p o r la parte superior y lateral. La lám ina an
papilar. D urante la pubertad, y dura n te cada em barazo, se terio r de la fascia pectoral p ro fu n d a se une, a lo largo del
produce un increm ento del co n tenido de la melanina en las borde lateral del m úsculo pectoral mayor, con la fascia del
células basales, p ig m e n ta n d o de coloración más oscura esta pectoral menor, y más interiormente con la fascia del múscu
región. La dermis de la piel co n tin ú a con el lig a m e n to sus lo serrato anterior. Una extensión posterior de dicha fascia
pensorio, que envuelve el parénquim a m am ario. co n tin ú a en la aponeurosis del dorsal ancho y fo rm a el li
g a m e n to suspensorio de la axila.
Fascia superficial En la parte p rofunda del m úsculo pectoral m ayor la fas
cia c le id o p e cto ra l recubre el p e ctoral m e n o r y parte del
La fascia superficial (Fig. 3.4) envuelve la m am a y c o n m úsculo subclavio, y se inserta en el b orde inferior de la
tin ú a con la fascia superficial a b d o m in a l (de C am per) por clavícula, dividiéndose en dos láminas, una ante rio r y otra
debajo y con la fascia cervical superficial p o r encim a. En la p o sterior al subclavio (Fig. 3.5). La lámina posterior se fu
parte a n te rio r se ancla en la dermis cutánea. siona con la fascia de anclaje en la porción media del múscu-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mama
__________________________________________ _
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mama
Subclavio
Anatomía quirúrgica
Fascia
deidopectoral
M. pectoral A. axilar
mayor
M. pectoral
Piel menor
Ligamento Serrato
suspensorio anterior
Escápula
Subescapular Húmero
Serrato anterior
Bíceps
M. coracobraquial
Redondo mayor
3.a costilla
M. pectoral Esternón
Dorsal ancho
mayor
(Fig. 3.6C). La externa es la pared más estrecha, y está fo r ficial, que está en ín tim o co n ta c to con la fascia p ro fu n d a .
m ada p o r la corredera bicipital del h ú m e ro (Fig. 3.6 D). Estos lóbulos, ju n to con los cond u cto s, fo rm a n unidades
La axila co ntiene ganglios linfáticos (éstos serán descri anatóm icas, pero no quirúrgicas. Una biopsia m a m aria no
tos más adelante en este capítulo); la vaina axilar (que en es una lob u le cto m ía ; en cada p ro c e d im ie n to se e x tirp a n
vuelve los vasos y nervios); y los tend o n e s de la p orción uno o varios lóbulos.
corta y larga del bíceps braquial y del m úsculo coracobra Entre la fascia superficial y la profu n d a se e n cuentra el
quial (Fig. 3.7). espacio re tro m a m a rio (subm am ario), que es rico en vasos
M úsculos
más las fascias y la anatom ía top o g rá fica de los vasos san En la Figura 3.7 el nervio medial del pectoral penetra
guíneos. en el músculo pectoral menor, lo que es una variante m e
nos frecuente y en mi opinión carente de interés q u irú r
gico. Es más frecuente que el nervio medial del pectoral
M o r f o l o g ía discurra por el borde lateral del músculo pectoral m enor
en su trayectoria hacia el músculo pectoral mayor, y es aquí
Cada m am a presenta en su com posición entre 15 y 20
donde existe riesgo de lesionar en la disección axilar. (RSF Jr)
lóbulos, algunos más grandes que otros, en la fascia super-
148
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mama 3
A. axilar
(la vena no se muestra)
N. pectoral lateral
M. bíceps
M. coracobraquial
Pectoral menor
M. subescapular
N. pectoral medio
N. toracodorsal
M. dorsal ancho
M. serrato anterior
N. torácico largo
linfáticos (Figs. 3.8 y 3.4). Este espacio fue utilizado para d e te rm in a r el origen de una secreción sa n g uinolenta o se
la a d m inistración de líquidos cuando no se em pleaban los rosa c o m p rim ie n d o digitalm ente determinadas zonas del te
accesos venosos. jid o m am ario, com enzando en la periferia y te rm in a n d o en
Los ló b u lo s del p a ré n q u im a y sus c o n d u c to s se dis la areola.
trib u y e n radialm ente con respecto a la localización del pe El lig a m e n to suspensorio de C ooper fo rm a una estruc
zón; p o r ta n to , se d irig e n desde la periferia en dirección tura densa, una red de bandas densas de te jid o co nectivo
central hacia el pezón y finalizan en orificios in d e p e n d ie n distribuidas de fo rm a irregular desde la piel hasta la capa
tes del pezón. El s e g m e n to de c o n d u c to que se encuentra p ro fu n d a de la fascia superficial, que pasan p o r entre los
más p ró x im o al pezón es la porción más estrecha. Así, las lóbulos del parénquim a y se insertan en los elem entos pa-
secreciones elim inadas p o r las células tie n d e n a a c u m u renquimatosos y en los ductos. Ocasionalmente, la fascia su
larse en la parte distal, justo p o r debajo del pezón, dila tá n perficial se fija a la piel de tal fo rm a que no p e rm ite una
dose el c o n d u c to al acumularse la secreción celular. En la m astectom ía subcutánea satisfactoria.
zona p ró xim a al o rificio distal se fo rm a n dilataciones de los
condu cto s que se d e n o m in a n senos lactíferos (Fig. 3.9).
En la zona libre de grasa que se encuentra p o r debajo
de la areola, d o n d e se hallan las porciones de los c o n d u c
tos de los senos lactíferos, es d onde se almacena la leche.
Los papilom as intraductales pueden desarrollarse en esta
] Perlas clínico-quirúrgicas
misma localización. Los conductos están rodeados p o r vai La retracción de la piel no debe confundirse con la in
nas de te jid o c o n ju n tiv o laxo, que deriva de la dermis. En vasión tumoral directa de la piel por el tumor. La retracción
tre ellos hay un te jid o c o n ju n tiv o más denso que procede del ligamento no implica la extensión del tu m o r ni la aso
de la capa reticular de la dermis. D ebido a la d istribución ciación con un peor pronóstico. (RSF Jr)
radial de los condu cto s con respecto a la areola, se puede
149
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mama
Serrato ante rio r 1. 1.a y 2.a costillas Superficie costal de la N ervio torácico largo La lesión produce la escápula
(tres partes) escápula hasta el án alada
gulo superior
2. 2.a a 4.a costillas Borde vertebral de la es
cápula
3. 5.a a 8.a costillas Superficie costal de la
escápula hasta el án
gulo inferior
Dorsal ancho En la espalda en la cres Cresta del tubérculo N ervio toracodorsal El lím ite anterior forma la ex
ta ilíaca menor y corredera del tensión lateral de la mastec
húm ero tom ia radical; su lesión pro
duce una pérdida de fuerza
en la rotación y abducción
de la extremidad superior
Subclavio U n ió n de la 1.a costilla Corredera de la superfi N ervio subclavio
y su cartílago cie inferior de la claví
cula
Subescapular Superficie costal de la Tubérculo m e n o r del Nervios subescapulares Los nervios subescapulares de
escápula húmero superior e inferior ben preservarse
Aponeurosis del Músculo oblicuo exter Vaina del recto y línea Recordar la interdigitación del
oblicuo externo no alba, cresta ilíaca serrato y el pectoral
Recto del abdo Superficie ventral de los Cresta y rama superior Ramas de los 7.°-12." La vaina del recto es el lím ite
men cartílagos costales 5.° del pubis nervios torácicos inferior de la mastectomia ra
a 7." y apéndice x ifo i dical
des
Fuente: S kandalakis JE, G ray SW, Rowe JS Jr. A n a to m ic a l C o m p lic a tio n s in G en eral Surgery. N ueva York: McGraw -Hill, 1983; c o n au to rizació n .
Al producirse una invasión m aligna, las diferentes par En la mam a en reposo (no lactante), se encuentra pre
tes del lig a m e n to de C ooper pueden contactar, d a n d o lu sente el sistema ductal principal, pero no los ácinos secreto
gar al característico aspecto de la piel retraída fija y con h o res. D urante la gestación, se produce una proliferación de
yuelos (Fig. 3.10). Esta retracción no debe confundirse con los conductos, y los ácinos secretores se desarrollan en los
el aspecto de la piel d e n o m in a d o piel de naranja, que se extremos de cada una de las pequeñas ramas. El tejido c o n
p ro d u ce d e b id o a la obstrucción de los vasos linfáticos cu ju n tiv o in tra lo b u la r se hace más denso, y se fo rm a n ta b i
táneos po r células tumorales. En la piel de naranja las inser ques m uy bien vascularizados en do n d e finalizan ramas vas
ciones subdérmicas de los folículos pilosos y la piel edem a culares, que separan los ácinos de tejido secretor adyacentes.
tosa dan lugar al típico aspecto p u n te a d o de la piel. A unque se produce una considerable dism inución de la can-
150
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mama 3
salen ramas perforantes, que pasan a través de los m úscu
los intercostales de los seis prim eros espacios y del p e c to
ral m a yo r para irrigar la m ita d interna de la m am a y la piel
que la recubre. Las ramas más grandes son las dos p rim e
ras perforantes, aunque en algunos casos las ramas principa
les son la prim era y la tercera o la cuarta ramas p e rforan
tes. N orm alm ente, estas arterias se dirigen en la mama hacia
el c o m p le jo areola-pezón para vascularizarlo, y llegan fu n
d a m e n ta lm e n te p o r la parte superior del pezón (Fig. 3.12).
Por ta n to , es menos p robable que las incisiones radiales de
la parte su p e rio r de la m a m a lesionen la vascularización
que el q u e lo hagan las incisiones transversas. Estamos de
F ig u ra 3.8. Espacio retromamario. 1, Capa membranosa de
acuerdo con Morehead13 en que la parte inferior de la mama
la fascia superficial. 2, Espacio retromamario. 3, Fascia muscu
lar. [col] por debajo de la areola carece de vasos im portantes.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mama
Arteria
axilar
de la
torácica interna
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mama
D re n a d o a x ila r (3 5 ,3 g a n g lio s )
Perlas clínico-quirúrgicas
La ruta de las células cancerosas desde la mama hasta el cualquier área del cuerpo a través de la circulación sistèmica.
hígado a través de la vía portosistémica es una descripción Mediante estudios de reacción de polimerasa en cadena (PCR)
clásica de potencial ruta de metástasis. Aún así, hay datos se ha demostrado que se encuentran en la circulación un gran
experimentales que sugieren que el desarrollo de la metás número de células malignas. La posibilidad de metástasis es
tasis tiene que ver con la relación entre el tejido huésped y baja teniendo en cuenta el volumen de células malignas que
la afinidad de las células metastásicas por determinados te pueden entrar en circulación. La formación de una metásta
jidos. Las células cancerosas se pueden diseminar a través del sis dependede una compleja serie de fenómenos que interac-
sistema venoso o linfático. No todas las células que llegan al túan entre la célula maligna y el tejido donde anida: anclaje
sistema linfático son atrapadas en los ganglios; algunas pue déla célula maligna en el endotelio, migración de la célula
den pasar por vasos transversos o por el conducto torácico través del endotelio, proliferación y desarrollo celular y an-
al sistema venoso sistèmico. Una vez aquí, pueden alcanzar giogénesis tumoral y posterior proliferación celular. (RSF Jr)
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mama
D re n a d o d e la m a m a r ia in te rn a
(to r á c ic a ) (8 ,5 g a n g lio s )
Ganglios
escapulares Los vasos m am arios linfáticos parten del bord e medial
de la glándula en la fascia pectoral. A com pañan a los vasos
perforantes, term ina n en los espacios intercostales, p e rfo
Ganglios ran el pectoral m ayor y los músculos intercostales y drenan
centrales
los ganglios de la m am aria interna. Estos ganglios ta m bién
reciben linfa de la piel de la m am a del lado contrario, del
hígado, del diafragm a, de la vaina de los rectos y de la par-
Ganglios
Ganglios de la mamaria
interpectorales
externa
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mama
te superior de los músculos rectos del a b d o m e n 15. El n ú Nivel I: Lateral al b o rd e m edial del m úsculo pectoral
m ero de ganglios es a p ro xim a d a m e n te 4 ó 5 en cada lado; menor.
son pequeños, y gene ra lm e n te se e n cuentran en la grasa Nivel II: Entre los bordes del m úsculo pectoral menor.
y tejido conectivo de los espacios intercostales. Los vasos lin Nivel III: Por encima del borde medial del músculo pec
fáticos de la m am aria interna drenan el c o n d u c to torácico toral menor.
o el tro n c o linfático derecho; esta ruta al sistema venoso A lgunos autores a firm an que la afectación de los ga n
sistèmico es más corta que la ruta axilar. glios linfáticos es un in d ica d o r p rim ario de extensión de la
En la actualidad, la disección de los ganglios de la m a enferm edad, pero q u e no favorece esta extensión. La d i
maria interna ya no se realiza. Scatarige y cois.16 re co m ie n sección de la parte in fe rio r de la axila es, según algunos,
dan el estudio m e d ia n te radiografía de tó ra x lateral, TC, su ficie n te para e s ta d ific a r la e n fe rm e d a d . Estos autores
ecografía, RM y estudios linfográficos con isótopos. creen que m ediante la e xtirpación de algunos ganglios lin-
W in e r y cois.17 p ro p o n e n a m pliar la te rm in o lo g ía in c lu
y e n d o una ruta transpectoral del g ru p o de ganglios axilar.
Presentamos su clasificación.
Los vasos linfáticos de la mam a drenan a través de tres
rutas principales: axilar, transpectoral y m am aría interna.
Los ganglios intramamarios se consideran, a efectos de es
tadificación, ganglios axilares; las metástasis en cualquie Perlas clínico-quirúrgicas
ra de estos ganglios se consideran a distancia ( M 1), Inclu
yendo los ganglios supraclaviculares, cervicales, o de la
El procedimiento del ganglio linfático centinela ha sido
mamaria interna contralateral. Los ganglios regionales son
posible gracias a la identificación de la variabilidad del dre
descritos a continuación:
nado linfático del cáncer de mama en diferentes pacientes.
1. Axilar (homolateral): Ganglios interpectorales de Rotter Empleando un radionúclido y/o el colorante azul vital inyec
y ganglios de la vena axilar y sus tributarías, que pue tados en el tumor, es posible determinar la primera esta
den dividirse en los siguientes niveles: ción de drenado linfático, formada generalmente por uno
a. Nivel I (axila inferior): Ganglios linfáticos que se en a tres ganglios. Este procedimiento, realizado por cirujanos
cuentran p o r debajo del borde inferior del pectoral expertos, es seguro. Si no hay evidencia de metástasis en
menor. el ganglio centinela, la probabilidad de metástasis en otros
b. Nivel II (axila media): Ganglios linfáticos situados ganglios regionales es muy baja. El procedimiento también
entre los bordes medial y lateral del músculo pec ha identificado la variabilidad del drenado linfático de la
toral menor y el ganglio interpectoral de Rotter. mama. La mayoría de los cánceres drenan primero los gan
c. Nivel III (axila superior): Ganglios linfáticos situa glios axilares centrales, pero algunos la estación de drena
dos por encima del borde superior del músculo pec do está en los ganglios subclaviculares, ganglios de la ma
toral menor, incluyendo los subclaviculares, infra- maria interna o ganglios intramamarios. (RSF Jr)
claviculares o apicales.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mama
fáticos se puede realizar una estadificación segura de los gan Ganglios subclaviculares
glios axilares (positivos o negativos) del cáncer de mam a. (apicales)
G anglios axilares
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mama 3
Nervio dorsal escapular
Desde C4
Al nervio frénico
C5
Nervio supraescapular
Al escaleno
Nervio subclavio
C6
C7
C8
T1
Nervio axilar
Desde T2
Nervio radial
Primer nervio intercostal
F ig u ra 3 .1 8 . Esquema del plexo braquial. Los troncos posteriores están sombreados. Las fibras de C7 que se unen al nervio
cubital se indican en negro. Las letras y los números C4-C8 y T1-T2 indican las ramas ventrales de los nervios espinales cervi
cales y torácicos, [m ]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mama
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mama
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mama
Alveolos llenos
de secreción
C onducto interlobulillar
Iveolos
F ig u ra 3 .2 2 . Fotografía electrónica de la m am a desarrollada por completo. Este espécimen ha sido ob tenido en el q u in to mes
de gestación, cuando los cambios secretores asociados a la lactancia se hacen patentes. Los alveolos de la parte superior dere
cha se en cu en tran distendidos por el calostro m uchos de los alveolos de la parte inferior derecha n o h a n com enzado la función
secretora, [co.3]
Ey e c c i ó n láctea
A p licacio n es quirúrgicas
La eyección de la leche tiene lugar d u ra n te la lactancia.
Existen diferentes tipos de m astectom ía, que se d is tin
El estím ulo de la succión envía impulsos neurales al hipo-
guen p o r la extensión de la disección axilar. En la mastec
tá la m o . El h ip o tá la m o estimula la secreción de o xito cin a to m ía radical se extirpa la glándula m am aria, los ganglios
a través de las células de los núcleos paraventriculares, e
axilares y los músculos pectoral m ayo r y pectoral m e n o r y
in te rru m p e la secreción de h o rm o n a in h ib id o ra de la
la fascia. En la mastectomía radical modificada se extirpan la
prolactina (HIP). La oxitocina estimula las células mioepitelia- m am a y los ganglios axilares, y se preservan los músculos
les de los alveolos secretores de la m am a, e fe ctu a n d o el pectorales. En la m a stectom ía sim ple o to ta l se e xtirp a n
paso de la leche a los senos lactíferos. La secreción de p ro sólo la glándula mamaria. La tum orectom ía es la extirpación
lactina se m a ntiene cuando se suprim e la HIP y la lactan de una lesión mam aria con o sin los ganglios axilares. La
cia continúa. biopsia escisional extirpa un pequeño tu m o r, en ocasiones
no palpable, con un m argen de te jid o m a m a rio sano alre
d e d o r de la lesión.
R e g r e s ió n del t e j id o m a m a r i o
Peralta y cois.30 afirm an que la m astectom ía p ro filá cti
ca contralateral previene el cáncer en la m am a contraíate-
D ura n te el p e río d o de regresión del te jid o m a m ario ,
ral, y p ro lo n g a el intervalo libre de en fe rm e d a d y la super
desaparecen los alveolos y se reduce el ta m a ñ o de los ló
vivencia total.
bulos. Los elem entos que fo rm a n el tejido conectivo se ha
Nuestro a m ig o John Bostwick31 afirm a:
cen más gruesos.
Durante la m enopausia se pro d u ce un descenso de los En la actualidad, las mujeres con cáncer de m am a tie
niveles de estrógenos, d ando lugar a una atrofia del estro- nen mejores opciones de tratamiento, preservación y re
ma y de los elem entos del parénquim a m am ario. Los ca m construcción de la glándula mamaria. El equipo que trata
bios incluyen un crecim iento y una fu n ció n secretora irre el cáncer de m a m a en la mujer puede o p tim izar las opcio
gulares; algunos conductos proliferan, m ientras que otros nes y plantear la reconstrucción inmediata. La educación
fo rm a n quistes al acumularse las secreciones. de las pacientes favorece el tratam iento del cáncer así más
160
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mama
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mama
El diccionario define centinela, c o m o «aquel que vigila blem a co n tro ve rtid o no resuelto p o r c o m p le to en la actua
o perm anece observando». En térm inos q uirúrgicos y ana lidad. Finalmente, la «radicalidad» de la cirugía es un c o n
tóm icos, ga n g lio centinela es aquel que se encuentra en el c e p to que puede plantear diferentes opiniones desde un
Anatomía quirúrgica
p rim e r escalón de disem inación linfática de la enfermedad. p u n to de vista q u irú rg ico , y con el que diferentes grupos
Estamos de acuerdo con Borgstein y M e ije r43 en que «el de cirujanos p o d e m o s estar de acuerdo o no.
papel de la disección regional de los ganglios linfáticos en El estudio de A lb e rtin i y cois.47 indica que el m apeo lin
el tra ta m ie n to de tum ores sólidos es co n tro v e rtid o y to d a fá tico es posible en las pacientes con cáncer de m am a, y
vía provoca discrepancias». que el estadio h isto ló g ico del g a n g lio o ganglios linfáticos
Desde un p u n to de vista a n a tó m ico , el g a n g lio c e n ti refleja el estado de los ganglios axilares en riesgo. C o n fir
nela recibe en p rim e r lugar a las posibles células tum orales m a n d o sus resultados con los de otros investigadores, c o n
que se disem inan desde el tu m o r prim a rio . La localización cluye n q u e la c o m b in a c ió n del m a p e o lin fá tic o y la lin
to p ográfica del g a n g lio no se conoce, pero con la inyec fadenectom ía selectiva puede p e rm itir un tra ta m ie n to más
ción de azul vital o m edia n te marcadores isotópicos p o d e conservador.
mos localizar el g a n g lio en la axila hom olateral. C o m o afir O'Hea y cois.48 afirm an que la detección del mapa lin
ma S in g le ta ry 44, « d e b id o a la alta fre cu e n c ia de falsos fá tico en la cirugía de la m am a es té cn icam ente posible in
negativos en la d e te cció n del g a n g lio centinela, y a que y e c ta n d o 0,3 m C i de sulfuro coloide de te cn e cio -9 9 m en
depende de la experiencia del cirujano, se debe decidir cau fo rm a de 4 mi de solución salina a las 12, 3, 6 y 9 de las p o
telosam ente cu á n d o se realiza la lin fa d e n e cto m ía en pa siciones horarias en la periferia del tu m o r antes de la c iru
cientes con un g a n g lio centinela n e gativo (biopsia selecti gía. Esta técnica identifica el gan g lio centinela en la m a y o
va del ga n g lio centinela)». ría de los casos, y es una técnica más segura en tum ores
En 1977, Cabanas45 sugirió la existencia de un prim e r T I que en lesiones de m a yo r tam año.
g a n g lio m u y p ró x im o a un tu m o r p rim a rio que se puede Kern49 publica e ilustra un estudio con la esperanza de
detectar m ediante técnicas isotópicas, lugar de la primera que «las ilustraciones (...) perm itirán a los cirujanos realizar
metástasis. La im p o rta n cia de este tra b a jo en el carcinom a inyecciones subareolares de radiocoloide y azul vital de fo r
de pene no fue co m p le ta m e n te apreciado en su m o m e n ma segura y eficaz. A u n q u e e m p le a n d o la técnica de loca
to. En 1992, M o rto n y cois.46 plan te a ro n de fo rm a in d e lización del g anglio centinela m ediante la inyección de azul
pe n d ie n te la hipótesis del g a n g lio centinela. Recogemos vital subareolar para realizar el m apeo linfático se obtie n e
parte de su trabajo sobre el m e lanom a cutáneo prim ario: un é xito aceptable, aña d ir la detección con un radionúcli-
d o o radiocoloide increm enta la eficiencia de la técnica, y
Se ha desarrollado un nuevo procedimiento para de
la m o rb ilid a d a um enta m ínim am ente».
tectar el ganglio centinela con un colorante vital que per
De acuerdo con Sm ith y cois.50:
mite la detección intraoperatoria del ganglio centinela, que
es el ganglio más próxim o al melanoma y con la probabi La inyección subareolar fue más segura, incluso más
lidad más alta de albergar la primera metástasis. Éste se que la inyección peritum oral para la localización del g a n
puede extirpar para un estudio intraoperatorío inmediato glio centinela. Esta técnica es más simple que la inyección
que perm ita identificar clínicamente células cancerígenas peritumoral, y no precisa una inyección radioguiada en las
ocultas. Hemos identificado con éxito 794 ganglios centi lesiones no palpables.
nelas de 2 3 7 casos, y hemos detectado metástasis en 40
Foster51 afirma lo siguiente: «Si los datos iniciales52 in d i
(21% ) (...) Las metástasis las detectamos en 4 7 (18% ) de
can que no hay evidencia de metástasis en el g a n g lio cen
2 5 9 ganglios centinelas, mientras que detectamos metás
tinela, la p ro b a b ilid a d de detectar metástasis en otros g a n
tasis en ganglios no centinelas en sólo 2 de 3.079 g a n
glios es m u y baja (< 2 % ). Si esto se dem uestra con otros
glios procedentes de 194 linfadenectomías en las que se ha
estudios confirmatorios, la disección axilar com pleta se pue
bía identificado el ganglio centinela, lo cual representa una
de evitar entre la m ita d y las dos terceras partes de las pa
tasa de falsos negativos del 1%. Por tanto, esta técnica
cientes con carcinom a de mam a invasivo».
identifica, con un alto grado de seguridad, a los pacientes
Snider y cois.53 p u b lica n que en la e sta dificación del
con estadios precoces de enfermedad que presentan ade-
cáncer de m am a, la biopsia del g a n g lio centinela realizan
nopatías y que pueden beneficiarse de una linfadenecto
do cortes seriados y el estudio ¡n m u n o h is to q u ím ic o p re d i
mía radical.
cen el estado de los ganglios axilares, y es posible que sus
tituyan y eviten la linfadenectom ía axilar com pleta, con sus
Para el a u to r principal (JES), los aspectos de anatomía, consiguientes secuelas.
biología y cirugía hacen que el c o n ce p to de ga n g lio c e n ti Linehan y cois.54 prop o n e n para localizar el ganglio cen
nela sea quizás difícil de aceptar. C iertam ente, son necesa tinela la utilización de azul vital y la técnica isotópica e m
rios más estudios sobre la anatom ía to p o g rá fica del g a n pleando sulfuro coloide de Tc99m.
g lio ce n tin e la para d o ta r de más e n tid a d fisio ló g ica y Velanovich y Szymanski55 estudiaron 827 pacientes con
anatóm ica a la técnica. La biología del cáncer es un p ro carcinom a de la glándula mam aria en las que se había rea
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mama
lizado la llnfadenectom ía axilar, y observaron que el 8 ,3 % W in e r y cois.17 afirm an: «Los resultados iniciales del m a
desarrollaron llnfedem a, que reduce su calidad de vida. Ar peo linfático y de la biopsia del g a n g lio centinela son m u y
g u m e n ta n que el em p le o de la blopsia selectiva del g a n prom etedores. De todas formas, es necesario realizar una
glio centinela, con la disección selectiva de la axila, es útil correcta valoración de la técnica y de la selección de las pa
para d ism in u ir la incidencia de linfedem a. cientes y evitar la realización de la técnica en centros no
Nwariaku y cois.56 a firm an que la biopsia del g a n g lio acreditados y en poblaciones no seleccionadas. Todavía es
centinela predice con seguridad el estado de los ganglios necesario determ inar si la técnica del ganglio centinela pue
axilares en el cáncer de m am a y tiene gran valo r en el tra de reemplazar la linfadenectom ía axilar y si se podría trans
tam ie n to q u irúrgico de este cáncer. Rubio y cois.57 tam bién fo rm a r en un p ro c e d im ie n to estándar para el tra ta m ie n to
afirm an que la biopsia selectiva del g a n g lio es un p ro ce d i de las pacientes diagnosticadas de cáncer de mam a con
m ie n to de estadificación m u y seguro en el tra ta m ie n to de ganglios positivos o negativos.»
las enfermedades malignas de la m am a. Bas y cois.58 p ro Lucci y cois.62 escriben:
ponen que el m apeo linfático y la biopsia del g a n g lio cen
La biopsia selectiva del ganglio centinela ha supuesto
tinela son procedim ientos indispensables para el tra ta m ie n
un gran avance en el tratamiento quirúrgico del cáncer de
to del cáncer de mam a.
mama, pero aún hay cuestiones p o r determinar, incluyen
Tanis y cois.59 co m e n ta n sobre el m ap e o linfático:
do el empleo sistemático de técnicas de inmunohistoquí-
La elección del tratam iento más adecuado del cáncer mica fuera de centros en los que se realizan ensayos clíni
de mam a incluye la realización de un mapeo linfático para cos y sin tener en cuenta la experiencia del equipo quirúrgico.
detectar el ganglio centinela. La técnica de inyección super Proponemos que los cirujanos con un número alto de p a
ficial es eficaz cuando el propósito es evitar linfadenecto- cientes con cáncer de m am a realicen linfadenectomía axi
mías axilares innecesarias en pacientes sin metástasis axi lar para confirmar la idoneidad del procedimiento, y des
lares. La técnica de inyección intraparenquim atosa debe pués incluyendo estas pacientes en ensayos clínicos que se
emplearse cuando el propósito adicional es identificar el estén desarrollando en ese momento. Estos ensayos pueden
estadio con exactitud y la localización de otros ganglios responder a las cuestiones planteadas en la práctica del
centinelas. ganglio centinela, protegiendo los intereses de las pacien
tes con la información y el consentimientos adecuados.
Feldman y cois.60 afirman que la técnica del ganglio cen
tinela es segura para predecir el estado de los ganglios axi
lares, pero que no debe realizarse en pacientes sometidas
a escisiones amplias de tejidos antes de la radiolocalización
del gan g lio centinela. Sus trabajos concluyen que la b io p
sia escisional debe evitarse antes de la detección del g a n
glio centinela (Figs. 3.23 y 3.24).
C iu lia n o 61 afirma: «No hay duda de que la técnica del 4 sitios de inyección
g a n g lio centinela predice con seguridad el estadio p a to ló
gico de las pacientes del cáncer de mam a.»
3 Perlas clínico-quirúrgicas
Ganglio centinela
Muchos investigadores no han encontrado problemas
relacionados con la precisión del procedim iento del gan
glio centinela después de una biopsia escisional. Yo prefie
Vía del drenado
ro practicar esta técnica en el m om ento de la escisión, des linfático
pués de haber establecido un diagnóstico por biopsia de
aguja, pero no excluyo a un paciente porque se le haya
practicado anteriormente la biopsia escisional. Se ha suge Cavidad de una biopsia amplia
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Mama
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mama 3
Al con tra rio de lo que ocurre con la evidencia a n a tó m i
ca, en la m o rta lid a d existen marcadas diferencias entre le
siones de diferente localización en la mam a. En una serie de
142 pacientes publicada p o r Skandalakis y cois.77, el cua
drante inferior in te rn o es el que se ve afectado con menos
frecuencia, pero es el que presenta una m ortalidad más alta
(Fig. 3.25).
C ady78 plantea el cáncer de m am a c o m o una e n fe rm e
dad progresiva de evolución larga; no la considera sólo una
enferm e d a d sistèmica, y plantea unos prin cip io s básicos Incidencia
sobre cirugía o n cológica. de 3 2 8 casos
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Mama
Perlas clínico-quirúrgicas
Anatomía quirúrgica
Muchos cirujanos no extirpan un borde de tejido «sano» tejido sano, y el resultado estético suele ser peor. El térm ino
al realizar una biopsia escisional, y en lesiones benignas no es mastectomía total se emplea para indicar la extirpación de
necesario. En una tumorectomía por cáncer de mama invasi todo el tejido glandular (como en una mastectomía radical
vo, es suficiente tener un margen sano de al menos 1 mm en modificada), ya que en el pasado se han realizado muchas
las pacientes que van a recibir tratamiento con radioterapia. mastectomías simples con extirpación incompleta del tejido
Los términos empleados para describir los diferentes tipos glandular. Para mejorar los resultados estéticos de la cirugía
de mastectomía pueden crear confusión al ser empleados de de reconstrucción se ha desarrollado la mastectomía subcu
forma diferente por distintos autores. Tumorectomía se em tánea y la mastectomía con preservación cutánea. El térm i
pleó al principio com o un término peyorativo, pero se acep no mastectomía subcutánea se refiere a la extirpación de
ta en la actualidad para indicar la extirpación de un tum or con prácticamente toda la glándula, preservando sólo la zona
margen de tejido sano. Otros términos que suelen utilizarse posterior al complejo areola-pezón. La mastectomía con pre
en lugar de tum orectom ía, con el mismo significado, son servación cutánea preserva la mayor cantidad posible de te
mastectomía parcial, segmentectomía o tilectomía. La cua- jido cutáneo, extirpando la mayor parte del tejido ganglio
drantectomía precisa la escisión de una mayor cantidad de nar y el com plejo areola-pezón. (RSF Jr)
A n a t o m ía del l e c h o t r ia n g u l a r
DE LA MASTECTOMÍA
Mama 3
vena axilar fue considerada una causa im p o rta n te de la fo r
C o m p lic ac io n e s a n a tó m ica s m ación del edem a. Estudios posteriores88,89 han d e m o stra
d e la m astecto m ia d o que ésta no es la causa; la causa del edema es la obstruc
ción y la destrucción de los conductos linfáticos, que aparece
de fo rm a transitoria en la m ita d de las pacientes sometidas
a m astectom ía radical.
P iel
Le s io n e s n e r v io s a s
Le s io n e s vasculares
Nervio toracodorsal
Las causas más frecuentes de h e m orragia en las mas-
Si se lesiona el nervio toracodorsal (subescapular m e
tectomías son:
dio), se d e bilita la rotación y la ab d u cció n del brazo, au n
• Lesión de las arterias y venas perforantes, especialmente que no se p ro d u ce d e fo rm id a d .
las del p rim ero y segundo espacios intercostales.
• Lesión de la vena axilar y sus tributarias.
Nervio torácico largo
• Lesión de la arteria axilar y sus ramas.
La sección del nervio produce una d e fo rm id a d c o n o c i
La pérdida sanguínea dura n te una m astectom ía radical
da c o m o en escápula alada.
se ha estim ado en unos 732 m i85.
Los vasos perforantes deben ser ligados; los tres p rim e
ros son dem asiado gruesos para cauterizarlos. La vena axi Nervios pectorales
lar, si se rom pe, se debe ligar. La arteria axilar raram ente se (torácicos anteriores)
lesiona86, pero si lo hace se debe reparar clam pando con dos
La lesión desapercibida del nervio pectoral lateral p ro
pinzas Bulldog.
duce una atrofia de la región clavicular del músculo, p ro d u
El edema p o stoperatorio del brazo es una secuela h a b i
cien d o una d e fo rm id a d antiestética justo debajo de la cla
tual de la m astectom ía radical y de la linfadenectom ía axi
vícula.
lar extensa. De acuerdo con Horsley87, a p ro xim a d a m e n te
Si se lesionan las ramas de uno o am bos pectorales, el
un 10% de las pacientes sometidas a mastectomía radical
resultado es la atrofia del pectoral m a yo r y menor.
experim entan linfedema. Hace tie m p o , la obstrucción de la
Plexo braquial
] Perlas clínico-quirúrgicas Es posible la lesión directa del plexo, pero la m ayor par
te de las lesiones se producen por una elongación excesi
La mayoría de los desgarros de la vena axilar se deben va de los nervios durante la intervención quirúrgica. En una
a la avulsión de la entrada de una rama; esto es más pro- serie de 2 4 9 mastectomías, Z intel y N ay86 describen una
blable si se colocan pinzas grandes en la vena antes de re lesión del plexo con repercusión transitoria.
alizar la división. La técnica que yo realizo habitualmente
consiste en ligar las tributarias de la vena axilar antes de la
división para evitar poblemas; si una vena axilar lesionada C o m p l ic a c io n e s de l o s c o l g a j o s
se puede ligar, debería ser posible reparar la lesión en casi
Stevenson90 e studió las com plica cio n e s de los pro p io s
todos los casos. (RSF Jr)
colgajos y de la cirugía, y c o n clu yó que se debe te n e r un
167
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Mama
Perlas clínico-quirúrgicas
Anatomía quirúrgica
No puedo creer que el últim o apartado de este capítulo razones que no excluyen totalm ente la posibilidad de que
refleje la o pinión de Fisher y cois.93. Aunque ellos afirman los ganglios afectados sean «instigadores» de la enfermedad
que las metástasis ganglionares regionales son indicadores a distancia. Desde metástasis ganglionares se han demostra
primarios de riesgo de enfermedad a distancia más que fa do metástasis a distancia en modelos animales. La radiotera
vorecedores de la enfermedad, recomiendan algo más que pia regional reduce las recidivas y mejora el pronóstico del
una disección axilar inferior. Sus datos han demostrado que cáncer de mama. En un metaanálisis realizado con 35 ensa
tiene im portancia pronostica el núm ero total de ganglios yos aleatorios sobre radioterapia regional no se ha demostra
afectados por metástasis, y también que menos de 9 gan do una reducción de las muertes totales, pero sí disminuye
glios analizados no permiten una estadificación segura de la ron las muertes asociadas al cáncer de mama e incrementaron
axila. La disección debe incluir los niveles II y III. las producidas por causas cardiovasculares91. El mejor factor
Mi punto de vista es que las metástasis ganglionares axi pronóstico e indicador de evolución de la enfermedad a dis
lares tienen un valor tanto pronóstico com o biológico. El va tancia y muerte en pacientes con cáncer de mama es el es
lor biológico reside en que, en prim er lugar, si no son extir tado de los ganglios axilares. La posibilidad de diagnosticar
pados, los ganglios afectados puede hacer progresar la mediante la biopsia selectiva del ganglio centinela el estado
enfermedad y dar lugar a morbilidad asociada. En segundo de la axila es la esperanza actual. En pacientes con una pro
lugar, la posibilidad de que un pequeño porcentaje de pacien babilidad baja de tener ganglios afectados, la m orbilidad de
tes tenga más ganglios afectados es un dato que está por la cirugía axilar y /o la radioterapia no son aceptables. Estas
determinar. No se han demostrado diferencias con ensayos pacientes deben ser seguidas clínicamente de manera con
aleatorios entre la disección axilar profiláctica y la observación trolada, de forma que si aparecen metástasis ganglionares
y disección sólo en los casos positivos, aunque estos ensa reciban el tratam iento adecuado antes de que progrese la
yos no han sido lo suficientemente extensos. Existen otras enfermedad. (RSF Jr)
168
booksmedicos.org
booksmedicos.org
C A P 1 r *U L o
Mediastino
G e n e L. C o lb o rn ; Jo h n E. Skandalakis; Petros Mirilas; Thom as A. W e id m a n ; P a n a g io tis Sym bas
Una prueba sólida de que el corazón ocupa la región media del tórax es la pequeña mem brana denominada mediastino; del
mismo modo que esta mem brana divide todo el tórax en dos partes iguales, también divide igual el corazón. Esto no sería así
si el corazón no ocupara el centro exacto del tórax. No voy a decir más sobre este tema porque pienso que usted estará sobra
damente convencido p o r la evidencia de sus propios ojos y de su razón. Porque yo sé que hay dos instrumentos mediante los
cuales siempre buscamos la verdad: uno es la razón, el otro es la experiencia. Cualquiera que se rebele contra ellos, especial
mente cuando coinciden sus resultados, debería ser proscrito, en m i opinión, como un enemigo acerbo del conocimiento.
El térm ino «mediastino» significa «estar en el medio». En te rio r del tórax). El mesoesófago ventral es una c o n tin u a
su sentido anató m ico esta palabra se refiere a la región que ción del mesoesófago dorsal; su destino e m b rio ló g ico ta m
está a p ro x im a d a m e n te en la línea media entre los dos p u l bién es p ro p o rc io n a r apoyo al esófago.
mones y sus cubiertas pleurales. Es la región que ocupan Durante la vida em brionaria el mesoesófago dorsal c o n
p rin cip a lm e n te el corazón, los grandes vasos, la tráquea y tiene diversos órganos, co m o el esófago, la aorta dorsal y
los bronquios, el esófago y el tim o . las venas cardinales. Después co n tie n e los linfáticos, a lg u
nos nervios y los dos troncos sim páticos. El mesoesófago
ventral co n tiene los pulm ones, el p ericardio y el corazón.
Historia El mesoesófago es una de las entidades e m b riológicas que
c o n trib u y e n a la fo rm a ció n del diafragm a.
En la Tabla 4.1 se muestra la historia anatóm ica y q u i Si es cierto, c o m o d ijo Langerbartel, que el m ediastino
rúrgica del mediastino. es sólo la zona form a d a p o r el mesoesófago dorsal y v e n
tral, entonces la relación entre los órganos mediastínicos
no es sólo de p ro x im id a d anatóm ica, sino ta m b ié n de o ri
gen e m b rio ló g ic o ; p o r lo ta n to , el cirujano que está en el
q uiró fa n o debe recordar estas relaciones anatóm icas y e m
D esarrollo normal briológicas.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino 4
Tabla 4.1. Historia de la anatomía y la cirugía del mediastino (Continuación.)
Kaplan 1960 Utilizó radiaciones de megavoltaje para tratar diversos tumores malignos del interior
del mediastino
DiGeorge 1965 Asoció la hipocalcemia congènita, la aplasia del tim o y los defectos de la inm unidad
celular
Grillo 1966 Desarrolló la traqueostom ía mediastínica con u n colgajo en mandil torácico superior
bipediculado
Naigaishi 1972 Clasificó los ganglios linfáticos broncopulm onares
Heitzman 1977 Utilizó la aorta y la ácigos com o límites para clasificar la anatom ía mediastínica
Chasen y LaMasters 1981 Realizaron u n atlas de tomografia mediastínica
Krespi y cols. 1985 Realizaron la disección mediastínica utilizando u n colgajo m iocutáneo del pectoral
mayor en una etapa
Davis y cols. 1987 Tabularon las frecuencias de diversos tum ores y quistes mediastínicos primarios
Joyce y McGrath 1990 Reinfundieron con éxito la sangre mediastínica vertida durante la operación
Vilm ann y cols. 1993 a 1995 Fueron los pioneros de la ecografía endoscópica y de la biopsia m ediante aspiración
con aguja fina de las lesiones mediastínicas
Trenin 1994 a 1997 Estudiaron los nervios cardíacos cervicales
Langen y cols. 1995 Realizaron la dilatación artificial del mediastino para la biopsia de cadáveres
Gieger y cols. 1995 Estudiaron la anatom ía quirúrgica de la u n ión cervicotorácica
Bibliografia:
Albright F. A page out of the history of hyperparathyroidism. J Clin Endocrinol 1948;8:637-657.
Boyd E. The weight of th e thym us gland in health and in disease. Am J Dis Child 1932;43:1162-1214.
Bradford ML, M ahon HW, GrowJB. Mediastinal cysts and tumors. Surg Gynecol Obstet 1947;85:467-491.
Cooper A. The an atom y of the th ym us gland. London: Longman, 1832.
Crotti A. Thyroid and Thymus, vol. 2. Philadephia: Lea and Febiger, 1918, pp. 536-559.
Davis RD Jr, O ldham HN Jr, Sabiston DC Jr. The m ediastinum . In: Sabiston D CJr, Spencer FC. Surgery of the Chest, 6th Ed.
Philadelphia: WB Saunders, 1995, p. 576.
Friedleben A. Die Physiologie der Thymusdrüse in G esundheit u n d Krankheit vom Strandpunkte experimenteller Forschung
u n d klinischer Erfahrung. Literarische Anstalt, Frankfurt, 1858, pp. 115-162.
Givel JC (ed). Surgery of the Thymus. Berlin: Springer-Verlag, 1990.
Hassall AH. The Microscopic Anatomy of the H um an Body in Health and Disease, 2 vols. London: Highley, 1849, vol. 1, pp. 9-12.
Heitzman ER. The Mediastinum (2nd ed). New York: Springer-Verlag, 1988.
Hyde TL, Sellers ED, Owen M. Thymic cyst of the neck: report of a case. Tex State J Med 1944, 39:539-540.
Kirby TJ. Fell SC. Mediastinoscopy. In: Thoracic Surgery, Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Ginsberg RJ,
Urschel HC, eds. New York: Churchill Livingstone, 1995, p. 835.
Kohman LJ, Powers CN. Biologic Markers. In: Thoracic Surgery, Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Ginsberg
RJ, Urschel HC, eds. New York: Churchill Livingstone, 1995, p. 1411.
Laquer L, Weigert C. Beiträge sur Lehre von der Erb'schen Krankheit. 1. Über die Erb'sche Krankheit (Myasthenia gravis) (Laquer).
2. Pathologisch-anatomischer Beitrag zur Erb'schen Krankheit (Myasthenia gravis) (Weigert). Neurol Zentralbl 1901;20:594-
601.
MaipangT, Singha S, Panjapiyakul C, Totemchokchyakarn P. Mediastinal tracheostomy. A m J Surg 1996;171:581-586.
Naruke T. Mediastinal lym ph node dissection. In: Thoracic Surgery, Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Gins
berg RJ, Urschel HC, eds. New York: Churchill Livingstone, 1995, p. 909.
O ppenheim H. Weiterer Beitrag sur Lehre vo n deracuten, nicht-eitrigen Encephalitis u n d der Poliencephalomyelitis. Dtsch Z
Nervenh (J Neurol), 1899;15:1-27.
O ppenheim H. Die m yasthenische Paralyse (Bulbärparalyse o h n e anatom ischen Befund). Berlin: Karger, 1901, pp. 119-23.
Paltauf A. Über die Beziehungen der Thymus zum plötzlichen Tod. Klin W ochenschr 1889, 1890, 2:877-881; 3:172-175.
Pedersen BH, V ilemann P, Foike K, Jacobsen GK, Krasnik M, M ilm an N, Haneke S. Endoscopic ultrasonography and real-time
guided fine-needle aspiration biopsy of solid lesions of the m ediastinum suspected of malignancy. Chest 1996;110:539-544.
Platter F. O bservationum in hom inis affectibus plerisque,... L König, Basie, Book I, 1614, p. 172.
Pollosson A, Piery M. Un cas d'epitheliom a primitif du thymus. Province Med (Lyon) 1901;16:1-4.
Restelli A. De th y m o observationes anatomico-physiologico-pathologicae. Ex typog. Fusi et soci, Ticini Regii, 1845.
Robinson, JO. Treatment of breast cancer through the ages. Am J Surg 1986;151:317-333.
Smart J. A case of a large thym ic cyst successfully removed from th e anterior m ediastinum . Br J Tuberc 1947;41:84-88.
Veau V. Rapport sur la Chirurgie du th y m u s. C R Assoc Fr Pediatr 1910;1:77-126.
Von Haberer H. Zur klinischen Bedutung der Thymusdruse. Arch Klin Chir 1917;109:193-248.
171
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
Vena cardinal
Pulmón
izquierda
Los esbozos
pulmonares están
. , ventrales al esófaqo
4 .a s e m a n a 3
Nervio frénico
Conducto linfático
principal
• Posterior (vertebral): Desde la p rim era vértebra torácica esto ayuda a la localización y descripción precisas de las es
hasta la decim osegunda. tructuras que están en su interior.
• Pleural (lateral): Las pleuras mediastínicas derecha e iz La m ayor parte de las veces se dice que el m ediastino
quierda. se s u b d iv id e en los c o m p a rtim e n to s s u p e rio r e in fe rio r
• Superior (cervical): Abertura torácica superior, raíz del cue (Fig. 4.3 ) por m e d io de una línea im aginaria que va desde
llo. el áng u lo de Louis (unión del m a n u b rio con la prim era es-
• Inferior (diafragm ático): Tendón central del dia fra g m a y ternebra) al disco intervertebral que está entre la cuarta y
parte de la porción muscular del diafragm a respiratorio. la quinta vértebras torácicas. Además, el m ediastino inferior
se subdivide c o n ve n cio n a lm e n te en las regiones anterior,
Es una práctica aceptada pensar en el mediastino co m o media y posterior, de m o d o que el saco pericárdico es el úni
una región general que está fo rm a d a p o r varias subpartes; co ocup a n te del m ediastino m edio.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino 4
Pleura mediastínica dorsal... Conducto lin fá tic o principal
OBSÉRVESE QUE LAS DOS MEMBRANAS
PLEURALES MEDIASTÍNICAS PERMANECEN
...continúa sobre el pulm ón ¡\orta torácica
BÁSICAMENTE EN LA FORMA EMBRIONARIA,
Y DE ESTA FORMA COMPONEN EL en fo rm a de ple ura visceral...
Esófago
MESENTERIO COMPLETO DEL ESÓFAGO
M ediastino
Corazón
superior
M ediastino
posterior ESQUEMA DEL MEDIASTINO,
0 MESENTERIO COMPLETO
DEL ESÓFAGO, INCLUYENDO
M ediastino
SU CONTENIDO PRINCIPAL
medio
Tronco sim pático
A o rta torácica
Nervio frénico
Esófago
Aun así, hay algunas variaciones de inte rpretación. Por Nosotros preferimos la división tradicional del mediasti
ejem plo, Burkell y cois.4 subdividieron el mediastino en tres no en sus partes superior e inferior a la altura del ángulo es
partes (Fig. 4 .4): el m ediastino a nterior y superior, m edio ternal, y el m ediastino inferior se subdivide en las porciones
y posterior. Con este abordaje, el mediastino anterior/supe anterior, m edia y posterior, c o m o se ha descrito ante rio r
rior está fo rm a d o por la parte ante rio r superior ju n to a la m ente, aunque con frecuencia ta m b ié n e n contram os útil
anterior inferior. C om o es habitual, el m ediastino m e d io es subdividir el mediastino superior (Fig. 4.5) en las partes an
el pericardio y su conte n id o . El m ediastino posterior está terior (retrom anubrial), media y posterior (prevertebral), de
fo rm a d o p o r las porciones posterior superior y posterior in m o d o que los grandes vasos representan el co m p a rtim e n to
ferior. En lu g a r de trazar una línea im aginaria que se e x medio. Esto perm ite ser más preciso cuando se localizan en
tiende entre el á n g u lo esternal y el disco T4-T5, algunos tidades anatomopatológicas com o el tim om a (en posición an
autores utilizan el borde superior del saco pericárdico co m o terior) y los tum ores del tro n co sim pático (posteriorm ente).
línea de separación entre el m ediastino superior y el infe Es im p o rta n te no ser dem asiado restrictivo en la en u
rior. meración de las estructuras que residen en las regiones an-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
Mediastino superior
Anatomía quirúrgica
Manubrio
Cuerpo
del esternón
Mediastino
anterior
M ediastino
medio
M e d ia s t in o s u p e r io r
Límites
C o n te n id o d e l m e d ia s tin o superior
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
gen de la arteria subclavia izquierda. El nervio vago pasa al da a la escotadura supraesternal y a los m úsculos planos
lado del cayado aórtico, y crea el origen del nervio larín cervicales que se o riginan en el lado p o sterior del m a n u
geo recurrente izquierdo, que asciende hasta colocarse al brio. Después pasa hacia la parte posterior del m ediastino
Anatomía quirúrgica
lado de la tráquea. superior, e ntre los grandes vasos que o cupan la zona m e
dia. Se dice que la bifurcación de la tráquea, que está se
ñalada in te rn a m e n te p o r la carina traqueal, o quilla, está
Superior posterior
h a b itu a lm e n te a la altura del ángulo esternal; sin e m b a r
En el lím ite superior del m ediastino superior (para ser go, en inspiración c o m p le ta el á n gulo esternal asciende, y
más exactos, en el desfiladero torácico superior) se locali la tráquea desciende 2 cm , de m o d o que se puede obser
zan las siguientes e n tid a d e s a n a tó m ic a s , de d e la n te a var la bifurcación a nivel de la q u inta y sexta vértebras to
atrás: escotadura supraesternal, nervios frénico y vago, trá rácicas.
quea, esófago, prim era vértebra torácica y troncos sim pá
Raider y cois.8 describieron el triá n g u lo re tro tra q u e a l
ticos. La escotadura supraesternal p o r delante y la primera
del m ediastino superior posterior. Según estos autores, es
vértebra torácica p o r detrás no precisan n in g u n a descrip
la localización de muchas estructuras anóm alos que apa
ción ni explicación; las demás estructuras se analizan a co n
recen en el 2 % de todas las radiografías de tórax.
tinuación.
detrás de la vena braquiocefálica izquierda, y después cru e izquierdo entran en el m ediastino superior pasando p ro
za el cayado aórtico, dan d o lugar al nervio laríngeo recu fu n d o s a la prim era parte de la arteria subclavia, mediales
rrente izquierdo y pasando pro fu n d o a los elementos del hi al origen de la arteria vertebral, en cuyo p u n to está locali
lio del p u lm ó n izquierdo. zado el g a n g lio estrellado. En su descenso hacia la parte
p o sterior del m ediastino superior, la cadena sim pática si
T r á q u e a . La trá q u e a c o m ie n za su tra y e c to to rá c ic o g ue un trayecto intratoràcico in m e d ia ta m e n te ventral a la
en la parte ante rio r del m ediastino superior, justo p ro fu n cabeza de las costillas, p ro fu n d o a la pleura costal.
176
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino 4
M e d ia s t in o in f e r io r • Aurícula derecha.
• Vena cava inferior.
Lím ites • Vena cava superior.
• N ervio frénico derecho.
El m ediastino inferior se puede d istin g u ir del m ediasti • Vasos pericardiofrénicos derechos.
no superior a la altura de la extensión superior del saco pe-
Las estructuras localizadas por detrás de la raíz del p u l
ricárdico, así co m o en un plano que se extiende desde el
m ó n izquierdo incluyen:
ángulo de Louis hasta el borde inferior de T4, y en el disco
intervertebral adyacente a T4. El pericardio fibroso subdi- • Vena ácigos (el cayado de la vena ácigos pasa v e n tra l
vide el m ediastino inferior en tres partes: anterior, m e d io y m e n te por encim a del hilio del p u lm ó n derecho, para lle
posterior. g ar a la vena cava superior).
Los elem entos anatóm icos de los hilios de los p u lm o • Esófago.
nes pe rm ite n la co n tin u id a d de ciertas estructuras en el in • N ervio vago derecho.
terior del m ediastino inferior con los co n tenidos de los sa
Las Figuras 4 .10 A y B muestran ta m b ié n las entidades
cos pleurales. Las relaciones entre las estructuras hiliares y
anatóm icas del lado izquierdo del m ediastino inferior. Las
mediastínicas son im portantes, y difieren en un grado co n
estructuras que se localizan delante de la raíz del p u lm ó n
siderable entre los lados derecho e izquierdo del m ediasti
izquierdo incluyen:
no (Figs. 4.6 y 4.7). Hay estructuras anteriores y posterio
res a la raíz del p u lm ó n d e re ch o (Figs. 4 .8 y 4 .9 ). Las • Saco pericárdico izquierdo.
estructuras localizadas p o r delante de la raíz del p u lm ó n • V entrículo izquierdo.
derecho son las siguientes: • N ervio frénico izquierdo.
• Área epicárdica derecha. • Vasos pericardiofrénicos izquierdos.
N ervio frénico
Arteria braquiocefálica
Aorta
Nervio frénico
Ventrículo derecho
Plexo esofágico
Vena ácigos
Aorta
F ig u ra 4 .6 . M ediastino desde el lado derecho. Las aurículas y las venas sistémicas y pulm onares se m uestran en azul. Son pro
m inentes en este lado del mediastino. El nervio frénico está sobre estructuras venosas. El nervio vago toca la tráquea. El vérti
ce pulm o n ar está en contacto con la tráquea. [Ia3]
177
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
Arteria carótida
común ¡zqu1“ " 1’ Nervio vago
Nervio frénico
Anatomía quirúrgica
Arteria braquiocefálica
Vena intercostal superior
Vena braquiocefálica
Tronco pulmonar
Venas pulmonares
Nervio frénico
Plexo esofágico
Tronco simpático
F igu ra 4 .7 . Mediastino desde el lado izquierdo. Los ventrículos y las arterias sistémicas y pulm onares se m uestran en rojo; son
prom inentes en este lado del mediastino. El nervio frénico está sobre estructuras arteriales. El nervio vago y el vértice p u lm o
nar están separados de la tráquea por el cayado de la aorta y sus ramas. [Ia3]
Las estructuras localizadas p or detrás de la raíz del p u l Re c o r d a r : El tu m o r más fre cu e n te del m e d iastino inferior
m ó n izquierdo Incluyen: a n te rio r es el linfom a.
• Aorta torácica descendente.
• Arteria carótida c o m ú n izquierda. Inferior m edio
• Arteria subclavia izquierda. De m anera general, el c o m p a rtim e n to infe rio r m e d io
• N ervio vago izquierdo. del m ediastino incluye to d o lo que está en el inte rio r del
• Vena intercostal superior izquierda. pericardio fibroso (corazón y raíz de los grandes vasos). De
• Esófago. b id o a su localización entre las pleuras mediastínicas y el
saco pericárdlco, los nervios frénicos y la arteria y vena pe-
ricardiofrénicas ta m b ié n se consideran ocupantes n o rm a
C o n te n id o d e l m e d ia s tin o inferior les del m ediastino infe rio r m edio.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino 4
4 s?^\ ^ - N . frén. d. son más largas que las del lado izquierdo; pasan a través de
5 los cuerpos vertebrales del m ediastino posterior antes de
llegar a los espacios intercostales. Las arterias intercostales
posteriores pasan p o r detrás de los sistemas venosos ácigos
y hemiácigos y de los troncos simpáticos de los dos lados.
O casionalm ente la tercera arteria intercostal posterior
derecha da origen a una rama aberrante que representa la
retención de la p orción craneal de la aorta dorsal derecha
p rim itiv a ; este vaso aberrante pasa dorsal al esófago y a la
tráquea, trayecto similar al de una arteria subclavia d ere
cha retroesofágica (Fig. 4.11).
Si esa parte de la aorta dorsal derecha prim itiva, craneal
al origen de la arteria subclavia derecha, e xperim enta re
gresión, la arteria subclavia derecha se origina en el cayado
aórtico por detrás del p u n to de origen de la arteria subcla
via izquierda. En este caso, la arteria subclavia derecha sigue
un trayecto retroesofágico o un trayecto entre la tráquea y
el esófago. En los casos en los que aparece una arteria sub
clavia derecha retroesofágica tam bién puede haber un ner
vio laríngeo izquierdo derecho no recurrente. El nervio la
ríngeo inferior derecho no recurrente con frecuencia pasa
directam ente desde el vago hasta el po lo inferior de la glá n
F ig u ra 4.8. El nervio frénico sigue u n trayecto subpleural a dula tiroides, y está en situación de riesgo en inte rve n cio
lo largo de u n gran conducto venoso. N. frén. d., nervio fréni nes quirúrgicas de las glándulas tiroides y paratiroides.
co derecho; V. yug. i., vena yugular interna; V. inn., vena in n o Las arterias intercostales posteriores dan origen a las ra
m in ad a (braquiocefálica); VCS, v en a cava superior; VCI, mas dorsales cu ando llegan a la vecindad de la cabeza de
vena cava inferior, [g rl]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
V. inn. i
Anatomía quirúrgica
Conducto torácico
N. laríngeo rec. I.
Vago I.
A. pulmonar
Bronquio
Venas pulm.
Mesoesófago
A. intercostal superior
2.aT
A rte ria aberrante
AORTA
1 .3 a. intercostal
a órtica
F igu ra 4 .1 1 . Arterias intercostales, [edl]
180
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino 4
las costillas. Estos ramos dorsales vascularizan los cuerpos
vertebrales y las ramas medulares que entran en los orificios Esófago
intervertebrales, para dar vascularización adicional a las vér
tebras y abastecer a las arterias vertebrales de la médula. Los
ramos dorsales co n tin ú a n a través de la m usculatura de la Tráquea
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
Conducto torácico
y llega al lado izquierdo del esófago a nivel de la q u inta vér
tebra torácica. De aquí en adelante contin ú a hacia arriba a
lo largo del esófago. El co n d u cto se dirige después hacia la
izquierda, siguiendo un trayecto a n terior a los vasos v e rte
brales, al nervio fré n ico y al m úsculo escaleno anterior, y
posterior a las estructuras de la vaina carotídea. En la m ayor
parte de los casos finaliza en la unión entre las venas y u g u
Tronco intercostal lar interna izquierda y subclavia izquierda. Las Figuras 14.15
Cisterna del y 14.16 m uestran la unión más habitual y sus variaciones.
Tronco lumbar
C o n d u c t o t o r á c i c o . El c o n d u c to to rá cico (F ig . 4.1 3)
Mediastino 4
Estos ramos ta m b ié n contie n e n fibras aferentes viscerales,
p rin cip a lm e n te para el dolor, procedentes de los órganos
torácicos y abdom inales. El ram o gris está fo rm a d o p or fi
bras simpáticas posganglionares no mielinizadas que pa
san hasta los nervios espinales para distribuirse a la extre
m id a d s u p e rio r o a la pared del c u e rp o . Los g a n g lio s
torácicos inferiores con frecuencia están conectados al si
gu iente n ervio espinal Inferior p o r un ram o gris, además
de p o r su co n e xió n con el nervio espinal asociado.
Pasando en dirección medial desde los cuatro o cinco
ganglios superiores de las cadenas simpáticas torácicas es
tán los nervios viscerales torácicos, que están form ados p or
fibras simpáticas posganglionares que entran en los plexos
Conducto torácico nerviosos cardíaco, pulm onares y esofágico. En el inte rio r
de estos nervios ta m b ié n hay fibras sensitivas, p ro b a b le
m ente para el dolor, que proceden de los mismos órganos.
C om e n za n d o en la q u in ta vértebra torácica, las ramas m e
diales de las cadenas simpáticas fo rm a n los nervios esplác-
Cisterna del quilo
nicos torácicos mayor, m e n o r y m ín im o ; descienden hacia
el abdom en, donde sus fibras preganglionares form an sinap-
sis con los ganglios colaterales (paravertebrales) que se aso
cian a las principales ramas viscerales de la aorta a b d o m i
nal. Estos n e rvio s ta m b ié n tr a n s p o rta n m uchas fibras
aferentes viscerales para el dolor.
El g a n g lio estrellado puede estar co n e ctado con el sép
tim o y o ctavo nervios cervicales y con el p rim e r nervio t o
rácico p o r más ramos grises de lo previsto. El p rim e r ner
vio torácico ta m b ié n puede estar conectado con el g a n g lio
cervical inferior y con el segundo o incluso el tercer ga nglio
torácico, lo que hace que una slm patectom ía sea inú til si
sólo se reseca el g a n g lio estrellado.
F igura 4 .1 5 . Disposición habitual del conducto torácico, que Simpatectomía torácica. La resección de los ganglios sim
cruza la colum na vertebral en T5 o T6. páticos torácicos superiores puede estar indicada en el caso
de m u ñ ó n p o sta m p u ta ción , d o lo r fantasma del m ie m b ro ,
En su trayecto hacia abajo en el in te rio r del tó ra x las cade causalgia o problem as vasom otores de la e x tre m id a d su
nas llegan a estar en una posición más m edial sobre los perior. G e n eralm ente se hace una incisión vertical poste
cuerpos de las vértebras. Finalmente salen del tórax; el tra rior, paralela a las apófisis espinosas vertebrales y separada
yecto más habitual pasa detrás del lig a m e n to arcuato m e 5 cm de las mismas en dirección lateral sobre las costillas
dio, ventral al o rigen del m úsculo psoas, y c o n tin ú a n con que se van a resecar. Después de la retracción de los m úscu
la parte lu m b a r de la cadena. los y de la resección de la costilla, se retrae la pleura y se lo
El p rim e r ganglio torácico se une habitu a lm e n te al g a n calizan y resecan los elementos de la cadena simpática. Sha-
glio cervical inferior para fo rm a r el g a n g lio estrellado (cer- c h o ry cois.1'’ describieron un estudio de 290 simpatectomías
v icotorácico), en una localización p ro fu n d a y m edial a la endoscópicas p o r hiperhidrosis, en las que seccionaron el
arteria vertebral entre la apófisis transversa de C7 y la ca segundo, tercer y cuarto ganglios torácicos, lo que d io lu
beza de la prim era costilla. El segundo g a n g lio torácico o gar a un índice de é xito del tra ta m ie n to del 98% , aunq u e
incluso el g a n g lio torácico m edio ta m b ié n pueden fo rm a r la m ita d presentó sudoración com pensadora en otras par
parte de este c o m p le jo neural. N o rm a lm e n te hay 11 g a n tes del cuerpo. Se observó que este p ro c e d im ie n to q u irú r
glios torácicos, inclu ye n d o el p rim ero, que están dispues g ico no producía lesiones neurológicas, infecciones, in g re
tos de manera segm entaria con los espacios intercostales. so hospitalario p ro lo n g a d o ni necesidad de fisioterapia, al
Cada g a nglio está conectado a su p ro p io nervio espinal por c o n tra rio que la intervención abierta típica.
dos o más ramos com unicantes, grises y blancos, aunque
se pueden c o m b in a r en un ram o único. Se dice que el más Re c o r d a r : Los tum ores más frecuentes del m ediastino pos
lateral de los ramos com unicantes es el ram o blanco, que te rio r son los de origen neurogénlco. Los que se encuen
contiene fibras simpáticas preganglionares mielinizadas que tran con más frecuencia son los neurilem om as, de los cua
pasan desde el nervio espinal hasta la cadena simpática. les el 70 % son benignos y el 3 0 % malignos.
183
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
Anatomía quirúrgica
S is t e m a v e n o s o á c ig o s . La vena ácigos en el lado dere detrás de la aorta torácica descendente, p o r delante de las
cho y las venas hem iácigos y h e m iá d g o s accesoria en el arterias intercostales posteriores izquierdas y medial a la ca
lado izquierdo form an conductos longitudinales en el tórax dena simpática izquierda. Después de recibir las cuatro o cin
que reciben la sangre procedente de las venas intercosta co venas intercostales posteriores inferiores, la vena ácigos
les posteriores, y constituyen rutas venosas colaterales sig sigue un trayecto transversal u o b lic u o al nivel a p ro x im a
nificativas qu e unen las venas cavas superior e inferior. d o de la octava vértebra torácica, para unirse a la vena áci
La vena ácigos comienza a nivel de la prim era o segun gos. La hem iácigos con frecuencia se c o m u n ica con la he
da vértebra lu m b a r p o r la u nión de la vena lu m b a r ascen miácigos accesoria; estos dos vasos reciben tributarias del
dente m ayo r y la vena subcostal derecha; ta m b ié n se co esófago y de los tejidos mediastínicos.
m unica con la vena renal derecha o izquierda y con la vena Celík y cois.15 describieron un trayecto a n ó m a lo de la
cava inferior. Entra en el tórax a través del hiato a ó rtico o vena hemiácigos por delante de la aorta y p o r detrás del esó
detrás del pilar derecho del diafragm a, y se d irige craneal fago, que cruzaba la línea m edia en s e n tid o transversal.
m ente a lo largo del lado derecho de los cuerpos vertebra Este segm ento transversal se d e n o m in a vena interácigos.
les torácicos inferiores detrás del esófago, don d e recibe las La vena hem iácigos accesoria recibe, no siem pre de la
venas intercostales posteriores d e c im o p rim e ra a qu in ta . misma manera, las venas intercostales posteriores cuarta a
En su trayecto hacia arriba a través del tórax la vena áci octava, y tiene un ta m a ñ o bastante variable; es pequeña
gos está a la derecha de la aorta y del c o n d u c to torácico, cu a n d o hay una vena intercostal su perior grande, con la
y pasa ventral a las arterias intercostales posteriores dere que con frecuencia continúa. Por debajo la vena hem iáci
chas. En su lado izquierdo recibe una o más tributarias p ro gos accesoria tiene una o más conexiones con la vena he
cedentes de los sistemas venosos hemiácigos y hemiácigos miácigos, con la vena ácigos o con ambas. A veces falta la
accesorio, así c o m o numerosas co n trib u c io n e s de venas vena hemiácigos accesoria, y es sustituida p o r una vena in
medlastínicas y esofágicas. tercostal superior izquierda más grande.
A la altura de la cuarta vértebra torácica la vena ácigos En m uchos sentidos la vena intercostal superior izquier
se arquea sobre las estructuras hiliares del p u lm ó n derecho da es equivalente al cayado de la vena ácigos, y está p re
para entra r en la vena cava superior. Al co m ienzo del caya sente en aproxim adam ente el 6 5 % de los casos16. Recibe las
do de la ácigos, la vena intercostal superior derecha se une venas intercostales posteriores segunda a cuarta o quinta,
a ella, después de haber recibido las venas intercostales su y después se d irige hacia adelante a través del cayado aór
periores segunda, tercera y cuarta. tico, cruzando el origen de las arterias subclavia izquierda
El co m ienzo de la vena hemiácigos es com parable al de y carótida c o m ú n izquierda antes de entrar en el lado p ro
la vena ácigos, aunque es m u ch o más variable. Com ienza fu n d o de la vena braqulocefálica izquierda. D ebido a esta
en el lado izq u ie rd o de la c o lu m n a ve rtebral al nivel de p ro x im id a d con el lado izq u ie rd o del cayado aórtico, su
a p ro xim a d a m en te la primera vértebra lum b a r o la d e cim o- som bra se superpone a la del cayado en una radiografía
segunda vértebra torácica, y asciende ju n to a la c o lu m n a p osteroanterior en el d e n o m in a d o « b o tó n aórtico», y tiene
vertebral, al prin cip io p o r detrás del esófago y después p o r un aspecto similar a un pequ e ñ o aneurisma del cayado.
184
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino 4
D renado l in f á t ic o
Linfáticos p a rie ta le s
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
Linfáticos v is c e ra le s
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
Aorta Tráquea
Ganglios traqueobronquiales
Ganglios traqueobronqula-
derechos
les izquierdos
Ganglios esofágicos
Ganglios
izquierdos
Plexo nervioso
esofágico F ig u ra 4 .2 3 . Ganglios linfáticos de la trá
quea, de los bronquios y de los pulm ones.
ras mediastínicas. La respiración altera la caja torácica p ro cu enca de patología primaria de los órganos que contiene.
d u cie n d o la ventilación pulm onar. Clarke22 escribió: «Todos los cirujanos torácicos han oído his
torias de una biopsia inadvertida del cayado de la aorta, aun
cuando no hayan tenido experiencia personal de esta catás
It * C irugía del m ediastino trofe». Conocer la anatomía permitirá evitar este desastre.
De acuerdo con Krespi y cois.23, se podría conseguir ac
La cirugía del m e diastino es la cirugía de los órganos ceder al m ediastino superior m e d ia n te un abordaje trans-
que están contenidos en su interior. El cirujano debe c o n o cervical a través de una incisión que se realiza de 1 cm a
cer los detalles de la anatom ía y de la to pografía de d iv e r 1,5 cm p o r encim a del m a n u b rio .
sas entidades anatóm icas cuando realiza una m ediastinos- N arim atsu y cois.24 p u b lic a ro n buenos resultados con
copia, una e ste rn o to m ía m edia o una to ra c o to m ía para la esternotomía media utilizando un colgajo de e p iplón pe-
explorar el mediastino. Si se desea inform a ció n sobre la es diculado para el tra ta m ie n to de la m ediastinitis necrosan-
ternotom ía media, recomendamos el libro de Dalton y Con- te descendente.
nally Median Sternotomy: Historical Perspective a n d Current L o ré y cois.25 recom endaron la esternotom ía media con
Application20. Otras operaciones se realizan para e x tirp a r resección del m anu b rio o la resección de entre el tercio m e
quistes broncogénicos, tum ores neurogénicos, quistes pe- dial y la m ita d medial de la clavícula; según estos autores
ricárdicos, terato m a s, tim o m a s, bocios retroesternales y la m o rb ilid a d era m ínim a y no se p ro d u jo nin g u n a incapa
adenom as paratiroideos, así c o m o para tra ta r el n e u m o - cidad significativa.
m ediastino. M a rtin o d y cois.26 propusieron la resección toracoscópi-
Zylak y cois.21 estudiaron la utilidad de la radiografía d i ca de quistes broncogénicos mediastínicos en pacientes que
gital m e d ia n te to m ografía co m p u ta riza d a (TC) y la de la no tenían adherencias im portantes a estructuras vitales.
TC co n ve n cio n a l para diagno stica r el n e u m o m e d ia s tin o . La patología que hay en el inte rio r de los distintos c o m
Los signos radiográficos de n e u m o m e d ia stin o incluyen el p a rtim e n to s del m ediastino es variada, e incluye n e o p la
signo de la vela tímica, el signo del «anillo alrededor de la sias benignas y malignas, además de quistes congénitos de
arteria», el signo de la arteria tubular, el signo de la doble o rigen no neoplásico. Estas patologías se asocian con d i
pared b ro n q u ia l, el signo del diafragm a co n tin u o y el sig versos síndromes, aunque la presentación de los mismos
no extrapleural. excede el propó sito de este capítulo.
Otras enfermedades, co m o la mediastinitis, son la conse- Citam os de W rig h t y M ath ise n 27:
188
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Ligamento pulmonar
Ligamento
arterioso
Los tumores mediastínicos son poco frecuentes y con los tu m ores en cuatro c o m p a rtim e n to s mediastínicos, de
frecuencia son asintomáticos si son benignos. Estos tu m o la fo rm a s igu ie n te (nosotros presentam os seis c o m p a rti
res tienden a la originarse en uno de tres compartimentos mentos):
mediastínicos: anterior, medio o posterior. Si hay síntomas,
habitualm ente son de origen compresivo. La tom ografía Mediastino anterior
computarizada casi siempre es la m odalidad de elección.
Las lesiones de aspecto benigno normalmente se resecan T im o m a
para su curación. Las lesiones de aspecto m aligno preci Teratoma
san generalmente una biopsia mediante el procedimiento C arcinom a
menos invasor adecuado para el tipo tum oral que se sos Linfangiom a
pecha. H em angiom a
la n n e tto n i y O rrin g e r28 presentan las localizaciones de Lipom a
189
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
Linfoma
A denom a tiro id e o • Las venas braquiocefálicas derecha e izquierda están de
A denom a paratiroideo lante de las arterias.
• El nervio fré n ic o derecho está cerca de las venas; el iz
Mediastino posterior q u ie rd o , cerca de las arterias. Setina y cois.31 describie
ron que el nervio frénico derecho pasa entre la vena y la
T um o r n e urogénico
arteria subclavias, y después se localiza medial a la arte
Quiste entérico
ria m am aria. Después de entra r en el m ediastino supe
rior, el nervio frénico derecho está a la derecha de la vena
Mediastino m edio
braquiocefálica derecha y de la vena cava superior. Des
Quiste pericárdico pués de cruzar p o r delante de la arteria torácica interna
Quiste b ro n co g é n ico izquierda, el nervio frénico cruza el origen aórtico de la ar
Linfoma. teria subclavia izquierda para situarse en el surco que hay
e ntre las arterias subclavia y carótida c o m ú n izquierda.
En el caso de los tu m o re s mediastínicos hay que recor Después cruza el nervio vago izquierdo a la altura del ca
dar inclu ir en su dia g n ó stico diferencial la lipomatosis me- ya d o aórtico, p o r detrás de la vena braquiocefálica. Des
diastínica, que es una acum u la ció n benigna de grasa. Q uy de este p u n to , el nervio frénico pasa superficial al caya
N guyen y cois.29 recom iendan la TC ta m b ié n co m o parte d o a ó rtico y al hilio del p u lm ó n izquierdo.
del estudio del síndrom e de Cushing, p o rq u e todos los ca • La cuarta vértebra es una marca anatóm ica (Fig. 4.2 6 ).
sos descritos tenían datos de síndrom e de Cushing. El e s tu d ia n te de anatom ía debe recordar lo que se e n
cuentra en esta zona:
Re c o r d a r : - El á n g u lo de Louis.
• C uando se ve una desviación evidente de la tráquea en - El plano que hay entre el m ediastino superior y el infe
la radiografía, el m ediastino puede estar desplazado la rior.
tera lm e n te hacia la derecha o hacia la izquierda. - La aposición de las pleuras mediastínicas derecha e iz
• Puede haber una situación similar cuando hay un despla quierda.
z a m ie n to de la posición del latido de la p u n ta del cora - La u n ió n de las venas braquiocefálicas izquierda y d e
zón desde su localización norm al. recha para fo rm a r la vena cava superior.
• Todas las divisiones y subdivisiones del m ediastino, ex
cepto el m ediastino m e d io inferior (el pericardio), se co
m unican entre sí y con el m ediastino superior.
• Hay varios abordajes del m ediastino: transcervical, a tra
vés de la pared torácica derecha o izquierda y de la cavi
Glándula tiroides
dad pleural, o a través del hiato esofágico del diafragm a;
u tilizando m ediastinoscopia, esternotom ía m edia o c iru
Arteria
subclavia
gía toracoscópica asistida p o r vídeo. braquiocefálica
izquierda
• La glándula tim o (Fig. 4 .2 5 ) es la entidad anatóm ica más
anterior del m ediastino superior; está delante de la vena Vena
Vena
braquiocefálica
braquiocefálica izquierda y delante de la fascia pretraqueal. braquiocefálica
derecha
izquierda
• D eb id o a la posibilidad de que las venas del m ediastino
Nervio frénico
derecho se puedan e x p a n d ir m u cho, el cirujano y el en- Vena o venas
doscopista deben te ner m u c h o cuidado durante la disec Vena cava
laterales
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino
Pleura
C om ie nza la a o rta
descendente,
fin a liz a el cayado
2.° ca rtíla g o
costal Finaliza la trá q u e a ,
c o m ie n zan los b ro n q u io s
Á n g u lo de Louis
(a lg u n o e sternal)
F ig u r a 4 .2 6 . E n tid a d es a n a tó -
m icas de la re g ió n d e la c u a r ta
vérteb ra, [ b r i ]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
T u m o r e s n e u r o g é n ic o s T u m o re s T ip o de t u m o r Total In c id e n c ia (%)
N e u ro ñ b ro m a m esen q u im ato so s
Tumor neurogénico 500 21
N eu rile m o m a F ibrom a/fib ro sarco m a
Timom a 458 19
N eu ro sarco m a L ip o m a/lip o sarco m a
Linfoma 314 13
G a n g lio n e u ro m a L eio m io m a/
Neoplasia de células germinales 241 10
N eu ro b la sto m a le io m io sarco m a
Carcinoma primario 114 5
Q u e m o d e c to m a Rabdosarcom a
Tumor m esenquim atoso 144 6
P aragangliom a X a n to g ra n u lo m a
Tumor endocrino 151 6
T im o m a M ix o m a
Otros 65 3
Benigno M esoteliom a
Quistes 444 18
M aligno H e m a n g io e n d o te lio m a
Pericárdico 145 6
L in f o m a H e m a n g io p e ric ito m a
Broncogénico 151 6
Enfermedad de Hodgkin L infangiom a
Entéricos 55 2
Linfoblástico L in fan g io m io m a
Otros 93 4
P a tró n de crecim ien to L in fan g io p ericito m a
difuso de células T um ores e n d o c rin o s Total 2.431 100
grandes Tiroides in tra to rà cico
Fuente: D a v is R D J r, O l d h a m H N J r , S a b i s t o n D C Jr. T h e m e d i a s t i
Sarcoma A d e n o m a /c a rc in o m a n u m . En S a b i s t o n D C Jr, S p e n c e r FC. S u rg e ry o f t h e C h e s t , 6.a ed.
in m u n o b lá s tic o T p ara tiro id eo F iladelfia, W B S a u n d e r s , 19 9 5; c o n a u t o r i z a c i ó n .
Sarcoma C arcinoide
in m u n o b lá stic o B Q u istes
De células foliculares B roncogénico
esclerosantes Pericárdico
T u m o r e s d e cé lu la s Entérico
Localización anatómica de los
T a b la 4 .4 .
g e r m i n a le s Tímico tumores y quistes primarios del mediastino
T erato d erm o id e Del c o n d u c to torácico
T ipo de tu m o r o quiste P orcentaje
Benigno Inespecífico
M aligno H ip e r p la s ia g ig a n te d e Mediastino anterosuperior (n = 245)
S em in o m a los g a n g lio s lin fá tic o s Neoplasias tímicas 31
N o se m in o m a to so s E nferm ed ad de Linfomas 23
E m brio n ario C a stlem a n Tumores de células germinales 17
C o rio carcin o m a C ondrom a Benignos 9
E n d od érm ico H e m a to p o y e s is Malignos 8
C a r c in o m a s p r im a r io s ex tra m e d u la r Carcinoma 13
Quistes 6
Fuente: D a v is R D Jr, O l d h a m H N J r , S a b i s t o n D C Jr. T h e m e d i a s t i M esenquimatosos 4
n u m . En S a b i s t o n D C Jr, S p e n c e r FC. S u rg e ry o f t h e C h e s t , 6.a ed.
Endocrinos 5
F iladelfia, W B S a u n d e r s , 199 5 ; c o n a u t o r i z a c i ó n .
Otros 1
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino
In cid e n cia
T ipo de tu m o r Total (%)
Tumor neurogénico 250 35 C o m p lic ac io n e s an ató m icas
Linfoma 180 25 ■ - A\ d e la cirugía del m ediastino
Neoplasia de células germinales 75 10
Carcinoma primario 17 2 Las co m p lica cio n e s anatóm icas de la cirugía del m e
Tumor m esenquim atoso 69 10 diastino son las de las intervenciones quirúrgicas de los ó r
Otros 16 2 ganos que están en el in te rio r del m ediastino. Solamente
Quistes 116 16 consideraremos las com plicaciones de la mediastinoscopia,
Pericárdicos 5 1 que es una técnica para la evaluación y la biopsia de las le
Broncogénicos 54 7
siones mediastínicas, especialm ente del m ediastino ante-
Entéricos 42 6
rosuperior.
Otros 15 2
Es fundam ental que el mediastinoscopista recuerde la to
Total 723 100 pografía y el trayecto to rtu o s o de las arterias braquiocefá-
lica (in n o m in a d a ), subclavia y carótida y de sus ramas para
Fuente: Davis RD Jr, O l d h a m H N Jr, S ab isto n D C Jr. T h e m e d ia s tin u m .
En Sab isto n DC Jr, S p en cer FC. Surgery o f t h e C hest, 6 .a ed. Filadelfia, evitar su lesión d u ra n te la intervención. La aorta y la arte-
WB S aunders, 1995; c o n a u to riz a c ió n .
Medio A neurism a de la vena Estenosis valvular pulm o Varices de las venas pul Estenosis aórtica
cava superior nar monares Cayado aórtico derecho
Retorno v enoso p u lm o Dilatación idiopàtica del Confluencia venosa pu l Aneurisma aórtico del ca
nar anóm alo parcial a la tronco pulm o nar m onar yado transverso
vena cava superior Ausencia congènita de la A neurism a/fístula de la
A um en to de ta m a ñ o de válvula pulm onar arteria coronaria
la vena ácigos Embolia pulm o n ar
H ipertensión pulm onar
Arteria pulm onar izquier
da anóm ala
Fuente: Da vis RD Jr, O l d h a m H N Jr, S abiston DC Jr. T h e m e d i a s t in u m . En S ab isto n DC Jr, S pen cer FC. Surgery o f t h e C h e st, 6.a ed. Filadelfia,
WB S aunders, 1995; c o n au to rizació n .
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
I
Tomografía computarizada
Encapsulada Infiltrativa
(tiroides-timo)
B
Resección quirúrgica
I---------- ----------1
Mujer Varón < 50 años
Varón >50 años
Tratamiento I
Espacio
retrovisceral
Espacio peligroso
(espacio 4)
Quimio (s) Radio (s) Resección-------Quimio-radio Espacio
quirúrgica pretraqueal
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino
Antes de biopsiar cualquier estructura ta m b ié n se debe El te jido co n ectivo laxo y la grasa q u e rodean y dan so
aspirar a través de una aguja larga y fina para asegurarse de p o rte a las entidades anatóm icas que están en el in te rio r
que la estructura cuya biopsia se ha planificado no es un del m ediastino pueden p a rtic ip a re n la p atología de d ive r
vaso im p o rta n te . El falso aneurism a m e d iastínico q u e se sos órganos del in te rio r del m ediastino, y con frecuencia
origina en la aorta torácica pro xim a l es una com plica ció n se deben considerar durante la m ediastinoscopia. La entra
poco frecuente pero p o te n cia lm e n te m ortal de las opera da no reconocida en el esófago o en el árbol tra q u e o b ro n -
ciones de la aorta torácica, y precisa tra ta m ie n to q u irú r quial puede p ro d u c ir un proceso in fla m a to rio grave aso
g ic o 38. ciado a una elevada m o rta lid a d y m o rb ilid a d .
Timo
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
Glándula tiroides
Paratiroides
V. yugular
Paratiroides IV
Paratiroides III
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino 4
se encuentran pocos linfocitos. En la enfe rm e d a d p o r ¡n- de origen e n d o d é rm ic o , y que eran restos de los cordones
m u n o d eficiencia grave co m b in a d a los ganglios linfáticos epiteliales alrededor de los cuales se desarrolla la porción me-
sólo contienen células reticulares. senquim atosa. Von G a u d e k ke ry Schmale53 señalaron sim i
Hasta la séptim a semana de gestación sólo hay células litudes entre los corpúsculos de Hassall y los queratinoci-
epiteliales indiferenciadas. Esta masa celulares invadida por tos de la e p id e rm is u tiliz a n d o m é to d o s de m icroscopía
m esénquim a que co n tiene las células troncales linfocíticas. electrónica e histoquím icos. B onnefoy y cois.54 m ostraron
Durante la octava a décim a semanas de gestación los p re que las células epiteliales de la m édula tím ica y los corpús
cursores de las células hem atopoyéticas llegan al tim o des culos de Hassall c o m p a rte n una especificidad antigénica
de la m édula ósea y el hígado46'48. Hay datos tom a d o s de c o m ú n a las células de la granulosa epidérm ica.
em briones de p ollo de que la cresta neural puede actuar El tim o alcanza su m á x im o tam año en la pubertad. Des
co m o organizador de la interacción entre el p rim o rd io e pi pués exp e rim e n ta una involución lenta, aunque porciones
telial y el m esénquim a invasor49. Los lóbulos del tim o apa no atróficas pueden c o n tin u a r fu n c io n a n d o n o rm a lm e n te
recen en la novena semana de gestación, y hay corpúscu d u ra n te años. Hay una pérdida de la masa linfática total y
los de Hassall hacia la d e cim oprim era semana de gestación. una reducción ta n to de los linfocitos corticales co m o de los
Entre la decim osegunda y d e cim ocuarta semanas de ges linfocitos T de la sangre periférica. Gran parte del tim o está
tación están definidas la corteza y la m édula, y hay lo que sustituido p o r grasa. La Tabla 4.7 resume el desarrollo del
se supone son linfocitos T (células form adoras de rosetas)50. tim o .
Von G audeckery M üller-Herm elink51 han propuesto que
las células reticulares pueden tener un origen dual. Entre
A n o m a l ía s c o n g é n it a s
la décim a y decim osegunda semanas de gestación las cé
lulas reticulares de la corteza se diferencian a pa rtir de las En ocasiones el tim o no desciende hacia el m ediastino.
células epiteliales del p rim o rd io del tim o . Otras células si El fallo del descenso puede ser bilateral, aunque h a b itu a l
milares a las células reticulares de los ganglios linfáticos pe m e n te es unilateral, en el lado izquierdo. Afecta al d o b le
riféricos entran en la m édula con los tabiques del m esén de mujeres que de varones. La m a yo r parte de los casos se
q u im a . Según estos inve stig a d o re s, la d ife re n c ia en el desarrolla d u ra n te la lactancia o la infancia.
estroma se puede co rrelacionar con diferencias entre los H abitu a lm e n te el cuerpo principal del tim o desciende y
linfocitos corticales y medulares. deja una banda de te jid o tím ico o un resto fibroso a lo lar
No está claro c ó m o llegan al tim o los linfocitos T p re go de la línea del descenso e m b rio n a rio 55. Esta banda per
cursores. O w en y Jenkinson52 señalaron que el tim o del e m sistente puede separarse en nodulos de tim o accesorio. Los
brión de pollo no está vascularizado en la etapa en la que cuerpos de tim o accesorio ta m b ié n se pueden o rig in a r en
se p roduce la e m igración celular. Las células troncales de la cuarta bolsa faríngea56; pueden estar unidos a las parati-
ben salir de los vasos sanguíneos y deben atravesar el m e roides superiores, p u e d e n estar inclu id o s en la g lá n d u la
sénquim a para llegar al tim o epitelial p rim itivo . tiroides o pueden estar sobre su superficie posterior44,57. Se
Tam poco está claro el o rigen y el significado de los cor ha descrito la presencia ta n to del tim o c o m o de la g lá n d u
púsculos de Hassall; no están presentes en las primeras eta la paratiroides en la localización de la am ígdala (segunda
pas del desarrollo del tim o . Shier41 consideraba que eran bolsa)58. N in g u n o de estos cuerpos tím icos accesorios tie
ne significado clínico.
A u nque la tum e fa cció n del cuello h a b itu a lm e n te es el
Tabla 4.7. Cronología del timo en desarrollo único síntom a de tim o cervical, Epstein y Loeb59 describie
ron un tu m o r tím ico pedunculado en un lactante de tres se
S e m a n a de
manas que tenía una masa en la boca. Se diagnosticó co m o
E pisodio del desarro llo gestación
h a m a rto m a , y se e x tirp ó q u irú rg ic a m e n te sin secuelas. Se
Formación de la bolsa III 5.a ha descrito un descenso excesivo del tim o , de m o d o que
Elongación de los primordios epiteliales 7.a-8.a crecía un ló b u lo a n ó m a lo en el m e d ia s tin o p o s te rio r iz
Invasión del m esénquim a (células troncales) 7.a q u ie rd o y bloqueaba la expansión del p u lm ó n izqu ie rd o 60.
Desaparición de la porción cefálica, descenso
del tim o 8.a
8.''-10.a
Q uistes d e la te r c e r a b o lsa b ra n q u ia l
Células troncales en el tim o
Lóbulos visibles 9.a (quistes tím ico s)
Corpúsculos de Hassall presentes 11.a
Los quistes cervicales del tim o lo suficientem ente g ra n
Corteza y m édula definidas 12.a-14.a
Madurez del timo 15.a-20.a des c o m o para atraer la atención del paciente o del m é d i
Máximo tam añ o del timo Pubertad co son m u y p o co frecuentes. Hasta 1982 habían sido des
Fuente: G r a y SW, S k a n d a l a k i s JE. E m b r i o l o g y a n d c o n g e n i t a l a n o
critos un total de 38 casos, 35 p or Al-Shihabi y Jackson61 y
m alies. En G iv el J C (ed.): S u rg e ry o f t h e T h y m u s . Berlin: S p rin g e r- 3 p o r Baroudi y cois.62. Se vieron afectados a p ro x im a d a
V erlag , 1990; c o n a u t o r i z a c i ó n . m ente el doble de varones que de mujeres, y más de la m i-
197
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
A plasia tí m i c a ( s í n A u s e n c ia to t a l o p a r D ism in u ció n , A u sen cia d e p ara- Posible recesiva T rasplan te del M uerte te m p ra n a
drom e de Di- cial; gang lios lin fá ti cifra n o r m a l tiro id e s; facies a u to s ó m ic a t i m o y de por infección o
George) cos c o n c e n tr o s g er o a u m e n t o de c a ra cterística ; p a ra tiro id e s m alfo rm ació n
m inales pero con lin fo c ito s B m alfo rm acio n e s cardíaca
po co s lin fo cito s cardíacas
C o n d r o d is p la s ia m e- Au sen cia d e tim o, D is m in u c ió n E n a n ism o con Recesiva N inguno M uerte te m p ra n a
ta fisa ria c o n t i m o - am íg d a la s y g a n d e lin fo citos m a lf o rm a c io n e s a u to s ó m ic a p o r in fe c c ió n
lin fo p e n ia glios linfáticos Ty B esqu eléticas
ADA = a d e n o s i n a d es a m in a sa .
a H ay u n a fo rm a de este s í n d r o m e ligada al c r o m o s o m a X sólo e n v aro n es.
Fuente: G ray SW, Sk and alak is JE. E m b rio lo g y a n d c o n g e n i t a l a n o m a lie s . En Givel JC (ed.): S urgery of t h e T h y m u s . Berlín: Springer-Verlag ,
1990; c o n au to riz a c ió n .
tad de los pacientes tenían menos de 10 años. En dos pa ños66. Ruiz Santiago y cois, diagnosticaron un quiste tím ico
cientes de m a yo r edad se e n co n tró el quiste de manera ca que se manifestó co m o una masa cervical lateral67. S ustery
sual en una operación quirúrgica del tiroides; en un pacien Rosai68 describieron 18 casos de quistes tímicos mediastíni
te de 74 años se e n c o n tró en la necropsia. En un caso el cos múltiples, tal vez por un proceso reactivo adquirido.
quiste estaba presente en el m o m e n to del n acim iento; en
la m ayo r parte de los demás casos había sido evidente sólo A g e n e s ia , a p la s ia e h ip o p la s ia tím ic a
d u rante unos días a unas pocas semanas.
Los quistes tímicos cervicales que se han descrito eran fir Todas las clasificaciones de las enfermedades por defec
mes, inmóviles y raras veces dolorosos a la palpación. Su diá tos del tim o son difíciles de establecer, y se debe conside
m etro variaba desde 2 cm hasta 1 7 cm. H abitualm ente es rar que son sólo una tentativa. La disposición de Bergsma69
taban tapizados p o r un epitelio escamoso simple, aunque se en tres síndromes principales es tal vez la más co n ve n ie n
han descrito recubrim ientos cuboideos o incluso seudoes- te en este m o m e n to (Tabla 4.8). La m a y o r parte de los ca
tratificados. El c o n te n id o del líquido era de claro a marrón, sos parecen ser familiares, con genes recesivos autosómicos.
y habitualm ente contenían cristales de colesterol. A m bos sexos se ven afectados p o r igual.
Sería fácil a trib u ir a los quistes tím icos un o rigen en la La agenesia tím ica to ta l se asocia c o n frecuencia a la
tercera bolsa faríngea, pero con frecuencia no hay datos agenesia de las glán d u la s para tiro id e s (s ín d ro m e de D¡-
que apoyen esta atrib u ció n . El tejid o tím ic o en la pared de George), lo que indica el fallo del desarrollo de to d a la te r
un quiste es la excepción, aunque C raw ford y cois.63 lo en cera bolsa. En otros casos las paratiroides son normales.
con tra ro n en la pared de un quiste tím ico que resecaron Una variedad poco frecuente de inm unodeficiencia c o m b i
del cuello de un niñ o de seis años. Raras veces se han fo r nada grave está ligada al crom oso m a X y aparece sólo en
m a d o quistes tímicos en el m ediastino64; la m ayor parte de lactantes varones70. Todos estos síndromes dan lugar a una
los quistes mediastínicos son de origen pericárdico, bron- m uerte te m p ra n a por infecciones oportunistas.
cogénico o esofágico. H aynes46 p ro p u s o que el s ín d ro m e de D iC e o rg e se
Cure y cois, describieron dos casos de tim o cervical quís- d e b e a un fa llo te m p ra n o de la e n tra d a de las células
tico aberrante65. Estos quistes tímicos estaban localizados en tro n c a le s en el p r im o r d io e p ite lia l (1 -7 s e m a n a s); el
la profundidad de la pared faríngea posterior, cerca del seno síndrom e de inm u nodeficiencia c o m b in a d a grave se debe
piriforme. Spigland y cois, describieron casos similares en ni a un fa llo de la in d u c c ió n de la p ro life ra c ió n e p ite lia l p o r
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino
o
E
<u
■o
0
-o
01
E
<v
o
ai
Q.
25 50 75 100
F ig u ra 4 .3 4 . Cambios con la edad del peso del tim o h u m a n o norm al. Círculos = peso en h ú m ed o de la glándula tim o h u m a
na de 574 necropsias legales. Están superpuestas las medias. Las desviaciones típicas variaron desde 6,4 g a 9,9 g. Cuadrados =
peso del tim o en 464 personas que tenían una salud «normal» en el m o m e n to de la muerte, [ice]
parte de los Iinfocitos T. El tim o aplásico es peq u e ñ o ; ha tu d ia n te interesado leerá los trabajos de H ofm ann y cois.72
b itu a lm e n te hay células reticulares y tim o c ito s grandes, y Z airat'ia n ts73.
aunq u e no suele haber linfocitos pequeños ni cuerpos de Savino y cois.74 afirm aron que, c o m o el tim o es un ó r
Hassall. O tro s ó rganos linfáticos tie n e n pocos lin fo cito s, gano linfático, m u y p ro b a b le m e n te es diana de en fe rm e
y p o r sí m ism o s p u e d e n ser aplásicos. La re c o n s titu c ió n dades infecciosas. Papiernik y cois.75 propusieron qu e la fe-
de la fu n c ió n de los lin fo c ito s T m e d ia n te im p la n te s de topatía tím ica podría ser secundaria al sida. Prevot y cois.76
tim o y de la fu n c ió n de los lin fo cito s B y T m e d ia n te im observaron un a u m e n to del ta m a ñ o del tim o que sim ula
plantes d e h íg a d o fe ta l ha te n id o c ie rto é x ito . Los p a ba un tu m o r secundario a sida. M e rcado-D eane y cois.77
cientes con sín d ro m e de D iG eo rg e (ausencia de tim o y describieron la hiperplasia quística del tim o secundaria a la
de para tiro id e s) asociado a otras m a lfo rm a cio n e s c o n g é - infección por el VIH en un niño. Leónidas y cois.78 tam bién
nitas han so b re v iv id o con im p la n te s de tim o y de para- encontraron quistes tímicos multiloculares, tal vez secunda
tiro id e s 71. rios al sida.
Los tim o m as intrapulm onares prim arios se origin a n en
una localización intra p u lm o n a r sin un co m p o n e n te medias-
O tras a n o m a lía s
tínico asociado. Terashima y cois.79 re com iendan la disec
La hiperplasia tímica, verdadera o linfofolicular, con toda ción sistemática de los ganglios linfáticos mediastínicos si
p robabilidad no es una anomalía em briológica. Sin e m b a r g u ie n d o las rutas de disem inación del cáncer prim a rio de
go, m encio n a m o s este problem a confia n d o en que el es p u lm ó n en los casos malignos.
199
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
Venas
Arterias
La anatom ía venosa del tim o (Fig. 4 .2 5 ) es m u y varia
Las siguientes arterias son responsables de la vasculari ble. Los patrones más frecuentes de fo rm a c ió n del d re n a
zación del tim o : do venoso son los siguientes:
Saco pericárdico
F ig u ra 4 .3 5 . Sistema vascular del timo. La gran vena de Keynes, que es la principal vena del timo, no es visible porque está
detrás del órgano.
200
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino
• Una o dos venas se originan en el lado medial de cada uno que fo rm a n parte del sistema in m u n ita rio . Las células ep i
de los lóbulos del tim o . Después se unen y form an la gran teliales del tim o tienen una fu n c ió n esencial en la m a d u ra
vena de Keynes (según Kendall8S, una venda ancha y co r ción de los linfocitos T. D urante la vida fetal las células he-
ta), la cual se dirige hacia arriba hasta la superficie ante- m atopoyéticas fo rm a n e ritrocitos y leucocitos.
rior-in fe rio r de la vena braquiocefálica izquierda.
• Desde cada uno de los laterales de la glándula, una vena
drena la vena cava superior a la derecha y la vena bra Fisiología
quiocefálica izquierda a la izquierda.
C om o se conocía bien la función endocrina de las glán
• Pequeñas venas inn o m in a d a s de to p o g ra fía in c o n s ta n
dulas tiroides y paratiroides, generalm ente se asumió que el
te drenan otras distintas venas, c o m o la vena torácica in
tim o tam bién producía una horm ona. En los textos médicos
terna, la vena tiroidea I M A y la vena tiroidea inferior.
antiguos aparecieron muchos trabajos de hormonas tímicas,
aunque eran equívocos o no se pudieron confirmar. Sólo en
Linfáticos 1961, cuando Archer y Pierce95 resecaron el tim o en anim a
les recién nacidos, la reducción secundaria de la capacidad
Diversos autores, com o Goldstein y MacKay86, Hwang y
inm unitaria mostró la acción hum oral de la glándula.
cois.87, Bloodw orth y cois.88, Arya y cois.89 y W illiams82, han
H uston96 presentó una brillante y amena revisión de la
estudiado los linfáticos del tim o. El tim o no tiene linfáticos afe
biología del sistema in m u n ita rio en el jo u rn a l o fth e Ameri
rentes; sus linfáticos aferentes se originan en la médula y en
can Medical Association. Recom endamos este excelente ar
la unión corticomedular, y drenan los ganglios linfáticos bra-
tíc u lo y re p ro d u c im o s , no sin m o stra r nuestro a g ra d e ci
quiocefálicos, traqueobronquiales y torácicos internos.
m ie n to , la Figura 4.36, que ¡lustra la diferenciación de las
células troncales hem atopoyéticas.
I n e r v a c ió n A c tu a lm e n te se sabe que el tim o es una glándula e n
docrina, y ta m b ié n la g lándula de diferenciación de los lin
Los siguientes autores han estudiado la inervación tím i- focitos. Las horm onas tímicas son la tim u lin a , las timosinas
ca: Sergeeva90, Bulloch y M o o re 91, W illiams y Felten92 y Fel- y la tim o p o y e tin a . El tim o tiene una im p o rta n te fu n ció n en
ten y Felten93. A firm aron que el tim o está ¡nervado p o r una la in m u n id a d p o rq u e p ro d u c e linfocitos T, que m a duran
c o m b in a c ió n del sistema a u tó n o m o , del nervio fré n ico y p o r la acción del epitelio tím ico.
del asa cervical. Los trabajos de Savino97, Berrih y cois.98, Schmitt y cois.99,
Sin em b a rg o , a pesar del hecho de que en animales la Savino y D a rd e n n e 100 y C oh é n y cois.101 d e m o s tra ro n la
inervación de esta glándula se conoce bien, es un ca m p o pro d u c c ió n de tim u lin a p o r parte de algunas células e p ite
desconocido en el ser hum ano. La inervación simpática del liales tímicas. La tim u lin a está presente en el suero d u ra n
tim o procede del gan g lio estrellado. El nervio vago aporta te la infancia; después de los 60 años es indetectables102.
una rica inervación a la glándula a través de la vasculatura La fluorescencia del tim o finaliza en la pubertad, y c o
tímica. mienza la degeneración grasa. Sin e m bargo, muchos a u to
res han afirm ad o que el tim o está presente y que es activo
dura n te to d a la vida, y se debe considerar una entidad fi
Histología siológica útil a pesar de su involución grasa.
El estudiante que esté interesado en el tem a podrá e n
E xternam ente, cada uno de los dos lób u lo s del tim o contrar inform ación útil sobre la histología y la fisiología de
está encapsulado po r te jid o conectivo. En la cápsula se o ri la glándula tim o en el lib ro Surgery o f the Thymus, e d ita d o ;
ginan varias trabéculas que tienen un trayecto en el inte p o r Jean-Claude Givel102, del que se ha extraído el siguien
rior de la sustancia tímica, fo rm a n d o lobulillos. En el tejido te párrafo:
con ectivo se encuentran células plasmáticas, granulocitos,
mastocitos, macrófagos, adipocitos, nervios, vasos lin fá ti El hecho de que el tim o sea una glándula diferencia-
cos eferentes y vasos sanguíneos. dora de los linfocitos y una glándula endocrina está bien
En el inte rio r de cada lobu lillo hay una corteza (porción documentado. Las células epiteliales tímicas desempeñan
externa) y una médula (p o rción interna). la función principal. Influyen sobre los diferentes estadios
En la corteza hay células epiteliales ju n to a vasos san de la maduración intratím ica y presentan los productos
guíneos y linfocitos. En la m édula hay menos células e p ite del CPH (complejo principal de histocompatibilidad) a los
liales, ju n to al corpúsculo tím ico (de Hassall). Los peculia linfocitos. También producen factores quimiotácticos, que
res corpúsculos de Hassall son, a efectos prácticos, masas permiten que la glándula sea colonizada p or linfocitos pre-T
aisladas de células epiteliales m u y agrupadas entre sí y dis y hormonas tímicas, cuyas actividades biológicas se han de
puestas concéntricam ente, según Rossy Reith94. La g lá n d u mostrado in vivo e in v itro en los diferentes estadios de la
la tim o libera muchos linfocitos; éstos son los linfocitos T, diferenciación de los linfocitos T.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Mediastino
con los lóbulos tímicos. del tim o es una esternotom ía media de la m ita d superior.
La vena cava superior y la vena braquiocefálica izqu ie r Jaretzki y cois.103 re com endaron un abordaje c o m b in a d o
da pueden estar afectadas en los tumores tímicos malignos. cervical y transesternal.
Timo
L in fo c ito T
L in fo c ito NK
C élula p la s m á tic a
M a c r ò fa g o
C élula tro n c a l m ie lo id e o
M e g a c a rio c ito
M a s to c ito
UFC-M C
F igu ra 4 .3 6 . Diferenciación de las células troncales hematopoyéticas. Las células troncales pluripotenciales se diferencian en
células troncales linfoides o células troncales mieloides. Los linfocitos T, NK (citolíticos naturales) y B proceden de células tro n
cales linfoides. Las células troncales mieloides se diferencian en precursores específicos de linaje que son unidades formadoras
de colonias (UFC). Los neutrófilos, los monocitos y los macrófagos proceden por diferenciación de una UFC co m ú n de granu-
locitos y m onocitos (UFC-GM). Los eosinófilos (Eo), los basófilos (Baso) y los mastocitos (MC) se diferencian a partir de UFC
diferentes, al igual que las células hem atopoyéticas n o leucocíticas, los megacariocitos (Meg) y los eritrocitos (E). [hu]
202
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mediastino 4
• Sólo hay una in te rv e n c ió n q u irú rg ic a para la g lá n d u la
C o m p li c a c i o n e s a n a t ó m i c a s
tim o : la resección total (tim e cto m ía ), c o m o en la mias
tenia grave o en el tim o m a b e n ig n o o m aligno. d e la c ir u g ía d e l tim o
• El resultado de la tim e cto m ía , un ele m e n to habitual del
tra ta m ie n to de la miastenia grave, no se ve alterado por
La gran vena de Keynes es corta pero ancha. Se debe
una m ayo r edad, según un estudio de pacientes de 55
ligar con sum o cu id a d o para evitar una hem orragia
años o más de A b t y cois.104.
catastrófica.
3 Perlas clínico-quirúrgicas
Se puede recurrir a los cirujanos para que traten masas me- traste o la resonancia magnética son particularmente útiles
diastínicas, mediastinitis, traumatismos mediastínicos o enfer y esenciales para excluir una lesión vascular antes de realizar
medades de alguno de los órganos que están contenidos en una técnica agresiva. Los timom as tienden a manifestarse
el interior del mediastino. Las distintas definiciones de las sub como un aum ento de tamaño predom inantem ente en un
divisiones anatómicas del mediastino han llevado a confusión. lado del mediastino, mientras que los linfomas son norm al
Las subdivisiones que se muestran en la Figura 4.5 son las que mente más difusos y bilaterales. Un teratoma benigno es un
utilizan tradicionalmente los anatomistas. Muchos cirujanos tu m o r frecuente del mediastino anterior en lactantes.
creen que una división en tres compartimentos, como la que Se puede producir una mediastinitis aguda después de
se muestra en la Figura 4.4, es particularmente útil para la eva operaciones en el mediastino o de traumatismos del mismo.
luación clínica: compartim ento anterior (prevascular), com Una causa frecuente de mediastinitis aguda es la perforación
partimento medio (visceral/vascular) y compartimento poste esofágica. Los principios del tratamiento quirúrgico de la me
rior (surcos costovertebrales). Con esta definición de los diastinitis son antibióticos y reanimación, control rápido de
compartimentos, el compartim ento anterior (mediastino an- cualquier fuga que produzca contaminación, drenado y des-
terosuperior) incluye la zona localizada entre la superficie in bridam iento de todo el tejido necròtico, y trasposición de
terna del esternón y el pericardio, y normalmente contiene la colgajos musculares o de colgajos de epiplón cuando sea ne
glándula timo, tejido linfático y grasa. cesario para proporcionar cobertura con un tejido bien vas-
El com partim ento medio/visceral normalmente contie cularizado.
ne el corazón y los grandes vasos, el árbol traqueobronquial, El tratam iento de los traumatismos mediastínicos se re
el esófago, el conducto torácico y el tejido linfático. El com laciona principalmente con cualquier lesión de los órganos
partim ento posterior/paravertebral normalmente contiene del com partim ento visceral del mediastino. Puede aparecer
la cadena simpática y los nervios intercostales. enfisema mediastínico como consecuencia de un traumatis
Las masas frecuentes del mediastino anterior son timomas, mo cerrado o penetrante, o puede ser secundario a un ba
linfomas y tumores de células germinales, así como lesiones rotraumatismo. De manera ocasional se puede producir en
tiroideas y paratiroideas ectópicas. Las masas frecuentes del fisema mediastínico espontáneo en el asma o después de un
com partim ento medio/visceral son ganglios linfáticos me- estornudo forzado. La entrada de aire en el mediastino pue
tastásicos, linfomas, quistes enterogénicos y quistes pericár- de proceder del árbol traqueobronquial, del cuello o del ab
dicos. Las masas del co m partim ento posterior/surco para domen. El enfisema mediastínico puede tener una presen
vertebral son habitualmente tumores neurogénicos o quistes tación alarmante, pero habitualm ente no es en sí m ism o
neuroentéricos. potencialmente mortal. Un neumomediastino a tensión su
En el caso de las masas mediastínicas anteriores, la d ifi ficiente com o para dificultar el retorno venoso hacia el cora
cultad más frecuente es la distinción entre los timomas y los zón es poco frecuente; los pacientes que tienen neum om e
linfomas. Los timomas habitualmente precisan una resección diastino con frecuencia refieren molestia retroesterna I. En la
quirúrgica; los linfomas pueden precisar una intervención auscultación sobre la parte anterior del tórax se oye habi
quirúrgica para el diagnóstico, pero el tratamiento principal tualmente un crujido precordial durante la sístole (signo de
es la quim ioterapia y /o la radioterapia. Muchos de los linfo Hamman). Generalmente hay una amplia disección del aire
mas del mediastino anterior forman parte del linfoma sistè hacia otros planos tisulares comunicantes bien descritos en
mico de Hodgkin o no hodgkiniano. Los síntomas «B» del este capítulo; la disección aérea puede inclu ir
linfom a como fiebre, pérdida de peso, anorexia y sudores el cuello, la cara, el tórax, la pleura y la parte superior
nocturnos pueden ser útiles para indicar un linfoma sistèmi del abdomen. El volumen del aire subcutáneo puede pro d u
co más que un tim om a. Los síntomas de miastenia grave, cir la distensión masiva del tejido subcutáneo, y en
com o cansancio generalizado, debilidad muscular o sínto ocasiones puede impedir que los pacientes abran los ojos.
mas oculares, señalarían un timoma. La TC de tórax con con (RSF jr.)
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Laringe
Ian N. Jacobs; John D elG audio; G e n e L. Colborn; Thomas A, W eidm an; John E, Skandalakis
Desde la nasofaringe el aire avanza en su camino, en prim er lugar, a la orofaringe ju n to con el tracto digestivo, y después nor
malmente a la laringofaringe. Por otra parte, los órganos fundamentales de la vía aérea, que son la laringe, la tráquea y los
pulmones, no forman parte, sin embargo, de otros sistemas del organismo.
David LangebarteP
Historia A n o m a l ía s c o n g é n it a s
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Laringe
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Laringe
Mackenzie 1871 Desarrolló la m anipulación quirúrgica de la laringe utilizando pinzas especiales curvas
con visión de la laringe m ediante un espejo
Billroth 1873 Realizó la primera laringuectomía por cáncer en humanos
Bottini 1875 Realizó la primera laringuectomía con éxito
Isambert 1876 Clasificó el carcinoma de laringe en intrínseco, extrínseco y subglótico
Cornil, Ranvier 1876 Describieron el cáncer de laringe com o una enfermedad extrem adam ente rara
Billroth 1878 Publicó la primera hem ilaringuectom ía vertical
Krishaber 1879 Clasificó los tumores laríngeos en intrínsecos y extrínsecos; describió los intrínsecos como
de crecimiento lento y los extrínsecos con una evolución más invasiva de tejido linfático
Störk 1880 «El carcinoma de laringe en pocas ocasiones se encuentra limitado, y con frecuencia
invade las fosas mucosas entre la epiglotis y la lengua, o entre la epiglotis y el esófago»
Butlin 1883 El carcinoma intrínseco es más frecuente que el extrínseco, y es el que tiene con más
frecuencia su origen en las cuerdas vocales. La prevalencia del cáncer intrínseco fue
confirmada por Semon (136 de 212 casos), Chevalier Jackson (98 de 141),
Tucker (144 de 200) y Schmiegelow (36 de 48)
Kobler 1884 Empleó cocaína com o anestésico local
Eisberg 1886 Primero en describir la endoscopia com o procedim iento para extirpar un carcinoma de
cuerdas vocales
Kirstein 1895 Empleó la laringoscopia directa
Foderi 1899 Realizó la primera traqueohioidoepiglotopexia
Semon 1903 Publicó la primera extirpación parcial de la laringe
Cole 1906 Describió la cirugía radical del cuello para extirpar el tejido linfático
Gluck y Sorenson 1911 Adoptaron la técnica de Crile
1922 Realizaron 160 laringuectomías totales
Trotter 1913 Describió la faringolaringuectomía parcial
Jackson 1915-1939 Creó un instrum ento que permite explorar la laringe por completo. Afirmó
que los niños no desarrollan estenosis laríngeas crónicas
Masson y Berger 1924 Primera descripción de los tum ores mucoepidermoides
Suchanek 1925 Primera descripción de un schw anom a laríngeo
Abrikossoff 1926 Primera descripción de un tu m o r de células granulares de laringe
Lynch 1929 Primera descripción de un ad enom a pleomórfico
Colledge 1930 Primera descripción de un neurofibroma de laringe
Mackenty 1934 Primera descripción de u n linfoma de laringe
Looper 1938 Describió el empleo del hueso hioides en lugar del cricoides para tratar la estenosis
subglótica
Watson 1942 Realizó u na disección del mediastino
Alonso 1947 Realizó una laringuectomía supraglótica en dos tiempos
H ofm ann Saguez 1950 Describió la laringuectomía parcial horizontal intravestibular
Lapido y cols. 1968 Describió el uso con éxito de la tirocondroplastia en animales
G oldm an y cols. 1969 Publicó el primer carcinoide de laringe
Laitman 1971-1982 Realizó estudios comparativos de la anatom ía de la vía aérea de primates, h o m ínidos
y Lieberman y hom bre m oderno
Grahne 1971 Describió el procedimiento de Réthi (división vertical y posterior de la lámina cricoides)
Jako 1972 Describió la cirugía con láser de las cuerdas vocales en perros
Fearon y Cotton 1972 Emplearon injertos libres y pediculados de cartílago tiroides para ampliar la luz del arco
anterior
Mozolewski 1975 Creó una derivación vocal con los aritenoides
Montgom ery 1975 Suturó las cuerdas vocales para evitar la aspiración (procedimiento de cierre glótico)
206
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Laringe
Singer y Blom 1980, 1981 Desarrollaron una técnica para restaurar la voz después de una laringuectomía
Hirano 1981, 1991 Estudió los músculos intrínsecos de la laringe
Holinger y cois. 1987, 1989 Estudiaron las estenosis congénitas de laringe y la laringomalacia
Quiney y cois. 1989 Estudiaron la papilomatosis laríngea
Kantor y cois. 1991 Propusieron la videomicrolaringoscopia
Andrea y Dias 1994 Introdujeron la microendoscopia
Bibliografia:
Andrea M, Dias O. Atlas of Rigid and Contact Endoscopy in Microlaryngeal Surgery. Philadelphia: Lippincott-Raven, 1995.
Fink BR. A brief history of ideas about the larynx. In: Fink BR. The H u m an Larynx: A Functional Study. New York: Raven, 1975,
pp. 1-15.
Kleinsasser O. Tumors of the Larynx an d H ypopharynx. New York: Thieme, 1988.
Myer CM III, C otton RT. Historical developm ent of surgery for pediatric laryngeal stenosis. ENT Ear Nose Throat J 1995;74:560-
562.
Silver CE. Historical aspects. In: Silver CE, Ferlito A. Surgery for Cancer of the Larynx and Related Structures (2nd ed). New York:
Churchill Livingstone, 1996, pp. 3-12.
Whicker JH, Devine KD. The com m em oration of great m en in laryngology. Arch Otolaryngol 1972;95:522-525.
Yanagisawa E, DAgostino. The larynx. In: Lee KJ (ed). Essential Otolaryngology (7th ed). Stamford CT: Appleton & Lange, 1999,
pp. 791-858.
realizar mediante una laríngofisura o una escisión endoscó- noepiglóticas y las fosas interaritenoideas p o r la parte su
pica con láser. La estenosis subglótica es la tercera causa perior, hasta el p rim e r anillo traqueal p o r debajo. La cavi
más frecuente de anomalía congènita. Se puede realizar una dad interna de la laringe se divide en tres espacios: supra-
interposición con cartílago cricoides en casos de hendiduras g ló tic o , g ló tic o y su b g ló tico (Fig. 5.3).
anteriores o múltiples del cricoides. El éxito de estos proce La entrada a la laringe d e n o m in a d a aditus laryngis se
dimientos puede llegar a ser de aproximadamente el 90%. abre en el vestíbulo laríngeo o espacio supraglótico. Este es
pacio se inicia en el borde libre de la epiglotis y de las fosas
En la Tabla 5.2 se especifican datos adicionales sobre
aritenoepiglóticas. La parte inferior se extiende desde el es
las anomalías congénitas de la laringe. Más detalles se pue
pacio supraglótico hasta el margen inferior de las falsas cuer
den enco n tra r en Embriology for Surgeons6.
das vocales (fosas vestibulares). Justo p or debajo de éstas se
W iatrak9 presentó una excelente revisión de las a n o m a
encuentra un divertículo par de mucosa laríngea d e n o m in a
lías congénitas de la laringe y la tráquea.
d o ventrículo laríngeo. Este ensancham iento se localiza cra
nealm ente a las verdaderas cuerdas vocales, fo rm a n d o unas
bandas blancas, las cuerdas vocales (ligam entos vocales).
A n ato m ía quirúrgica El espacio entre las cuerdas vocales se d e n o m in a espa
cio g ló tic o o rima glotidis. Las cuerdas vocales, ju n to con
La r in g e del a d u l t o el espacio g ló tico , fo rm a n la glotis.
El espacio su b g ló tico se extiende desde la glotis hasta
Uno de los órganos más complejos del cuerpo hum ano
el p rim e r anillo traqueal.
desde el pun to de vista em briológico, anatómico, fisiológico
y quirúrgico es la laringe (Fig. 5.2). Los numerosos cartílagos,
membranas y músculos de este órgano y el singular hueso Relaciones topográficas
hioides se encuentran cubiertos por mucosa y tejido conec
tivo, fo rm ando un órgano que a primera vista puede parecer La laringe se sitúa en la parte anterior de la tercera, cuar
simple. Todas estas estructuras form an una unidad integral ta, q u in ta y sexta vértebras cervicales. Se e xtie n d e desde
que coopera estrechamente con ambos hemisferios cerebra la base de la lengua hasta la p o rció n p ro xim a l de la trá
les en la fu n d ó n del habla, la respiración y la deglución. quea. El espacio potencial de la faringe se encuentra en ín
tim a relación con la laringe.
Las principales estructuras cartilaginosas son el cartíla
Principales características internas
go tiroides y el cricoides (Fig. 5.4). El esqueleto de la larin
de la laringe ge está suspendido del hueso hioides por la m e m bra n a ti-
La cavidad que fo rm a la laringe se e xtie n d e desde la rohioidea medial y lateral. Los lóbulos laterales del tiroides
parte superior de la epiglotis, pasando p o r las fosas arite- se encuentran sobre la parte lateral de los cartílagos ti roí-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Laringe
P ro m in e n c ia
e p ig ló tic a
Anatomía quirúrgica
E m ine n cia h ip o b ra n q u ia l
E ntrada a la
la rin g e
4.° arco fa rín g e o
H e n d id u ra la rin g o tra q u e a l
P ro m in e ncia s
a rite n o id e s
A g u je ro ciego Surco
de la len g u a te r m in a l
Fosa
Ep ig lotis
p a la tin a
Raíz de la
len g u a
C artílag o s
laríng e o s
F ig u r a 5.1. Desarrollo de la laringe. A, En la cuarta semana del desarrollo fetal la laringe com ienza a formarse en el extremo
proximal de la h endidura laringotraqueal. B, En la quinta semana se form an dos protuberancias aritenoideas en la parte lateral
y superior de la laringe. La protuberancia media anterior (la futura epiglotis) es u n derivado de la em inencia hipobranquial. C,
En la sexta semana, las protuberancias aritenoides m igran m edialm ente hacia la lengua, y la boca de la laringe tom a u na for
ma en T. La luz laríngea es sólo u n esbozo. D, En la décima semana, se h a n formado estructuras cartilaginosas y musculares en
la laringe derivadas de los arcos branquiales cuarto a sexto. [mo2 ]
des y cricoides. El istm o del tiroides se encuentra po r de neo. C uando estos músculos se separan, las estructuras de
lante del cartílago cricoides y cubre el p rim e ro o los dos la línea media, c o m o el tu b é rcu lo tiroides y la m em brana
prim eros anillos traqueales. cricotiroidea, son visibles.
Los músculos e sternotiroideo y e sternohioideo cubren La vaina carotídea y su c o n te n id o se encuentran justo
el cartílago tiroides, justo p o r debajo del te jid o s u b cu tá en la parte posterolateral de la laringe. El nervio recurren-
Atresia de laringe 6.‘'-10.a semanas En el nacim iento Igual Muy rara Evolución letal si no se realiza
traqueostomía inm ediata
M embranas laríngeas 10.a semana ? En el n ac im ie n to si Igual Poco
im portante; asinto- frecuentes
mática si pequeña
Estenosis subglótica 10.a semana En el nacim iento Niños Rara Los síntomas generalmente de
(cricoides) saparecen después del 2." año
Laringomalacia ? En el nacim iento Niños Frecuente Se ha sugerido tendencia fami
liar
H endidura laringotra- 6.a semana En el nacim iento Igual Muy rara
queoesofágica
Fuente: Skandalakis JE, Gray SW (eds). Embryology for Surgeons, 2.a ed. Baltimore: Williams & Wilkins, 1994; con autorización.
208
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Laringe
Fosa ventricular
Hendidura vocal
Espacio
supraglótico
Membrana
cuadrangular
Y
Vestíbulo
Ligamento
vestibular
Espacio de Reinke
Ventrículos
Ligamento vocal
Espacio
paraglótico Músculos intrínsecos
Cono elástico
Membrana
cricotiroidea
Espacio
subglótico
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Laringe
Anatomía quirúrgica
M. digàstrico
M. m ilohioideo
M. geniohioideo
M. hipogloso
M. estilohioideo
Mucosa faríngea
M. geniogloso
Cartílago tiroides
---;'nides
te laríngeo asciende p o r la corredera traqueoesofágica y tó m icas con el aparato laríngeo. El hueso hioides sirve de
entra en la laringe justo p o r la parte posterior de la a rticu inserción a la vía laríngea, la m e m bra n a tiro h io id e a y los
lación cricotiroidea. El extre m o palpable del cuerno infe músculos de la laringe. Se encuentra suspendido de la base
rior del cartílago tiroides sirve de referencia para la en tra del cráneo (hueso te m p o ra l) p o r los lig a m e n to s estilohioi-
da del n e rvio 10. La tercera y la sexta vértebras cervicales, deos.
los músculos prevertebrales y la fascia se encuentran en la El hueso hioides es la prim era estructura laríngea que
parte posterior de la laringe. se osifica; se encuentra total o parcialmente calcificado des
de los dos años de e d a d 11. Es un hueso con fo rm a de U,
Dimensiones de la laringe con un cuerpo (Fig. 5.6), dos cuernos menores y dos cuer
nos mayores (Fig. 5.5). Se localiza a la altura de la tercera
Las medidas de la laringe se encuentran en la Tabla 5.3.
Con el in c re m e n to de la edad, estos diám etros cambian.
La laringe se alarga más en hom bres que en mujeres; una Tabla 5.3. Medidas de la laringe
diferencia especialm ente im p o rta n te es el ta m a ñ o del car
tílago tiroides, que fo rm a la p ro m inencia conocida co m o Hombres Mujeres
«nuez».
Longitud 44 m m 36 m m
Diámetro transverso 43 m m 41 m m
Anatomía ósea
Diámetro sagital 36 m m 26 m m
Hueso hioides
Fuente: Bannister L.Respiratory system. En: Williams PL. Gray s
A efectos prácticos, el hueso hiodes (Fig. 5.5) se descri Anatomy, 38.a ed. Nueva York: Churchill Livingstone, 1995; con
be c o m o parte de la laringe d e b id o a sus relaciones ana autorización.
210
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Laringe
I n s e r c io n e s del hueso h io id e s
tical. El cuerno m a y o r del hioides se encuentra m u y p ró x i • El hueso hioides tiene c o m o fu n ció n elevar la laringe. Es
m o al nervio laríngeo inte rn o y a la arteria y la vena larín esencial realizar un cierre sin tensión distal de la vía aérea
Hueso hioides
Cuerno m enor
Cuerno m ayor
Cuerpo
C artílago tritíce o
Epiglotls
Cuerno superior
Tubérculo superior
del tiro id e s
Cartílago cornícula d o
Cartílago arítenoídes
C artílago tiro id e s
C arilla a rtic u la r
para el tiro id e s Cartílago cricoides
B
Hueso hioides
C artílago t r i t í c e o -----------------------O
Cartílago arítenoídes
Ligam ento
C artílago tiro e p ig ló tic o
cricoa rite no id eo
C artílago tiro id e s
F ig u ra 5.6. Laringe. A, Desarticulada. B,
C artílago cricoides
Articu la ción cricotiro ide a Normal. [/r5]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Laringe
al realizar una resección y una anastomosis traqueal. La • D urante la escisión de un quiste del c o n d u c to tirogloso,
laringe puede ser liberada y descendida desde el hueso la escisión de la superficie co m pleta situada por encim a
hioides para reducir la tensión en la línea de sutura dis del cuerpo del hioides reduce la frecuencia de recurren
Anatomía quirúrgica
Superficie anterior
de la epiglotis
Venas de la mucosa
vallecular
Ligamento tiroideo
Cuerno superior
del cartílago
tiroides
Pinza de
retracción
preepiglótico
traqueal
Línea de corte
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Laringe 5
Epiglotis se encuentran anclados a los cuernos mayores del hioides;
los Inferiores se articulan con el cartílago cricoides.
Cuernos En la parte lateral, la superficie externa de cada lám ina
mayor y del cartílago tiroides presenta una m ínim a cresta entre los
Hueso hioides menor del
tubérculos superior e inferior (Figs. 5.6 y 5.8). Esta cresta se
hioides
d e n o m in a línea oblicua, y sirve de inserción a tres m úscu
los: e ste rnotiroideo, tiro h io id e o y cricofaríngeo (una p o r
Cuerno
Membrana ción del co n s tric to r infe rio r de la faringe). La m em brana ti-
superior
tiroidea
rohioidea y el lig a m e n to tiro h io id e o m e d io se insertan en
Tubérculo
Ligamento el b o rd e superior del cartílago tiroides. Los ligam entos ti-
superior
tirohioideo rohioideos laterales se insertan en el cuerno m ayor del car
medio
tíla g o tiroides. Los lig a m e n to s crico tiro ide o s (m e m b ra n a
Cartílago Línea oblicua cricotiroidea) se insertan en el b orde infe rio r del cartílago
tiroides tiroides10.
Se insertan cinco ligam entos co m o si fueran uno único
Tubérculo en la cara p o sterior de la lámina tiroidea (con la superficie
Cuerno
Inferior
inferior interna cubierta p o r mucosa), cerca de la u n ión de ambas
Cápsula láminas (án g u lo ): el lig a m e n to tiro e p ig ló tic o m edio (F ig.
articular
Lámina 5.9), los dos lig am entos vestibulares y los dos ligam entos
cricotiroidea
cricoides
vocales.
Ligamento cricotiroideo
Arco del cricoides
y cono elástico Consideraciones quirúrgicas
• D ebido a que el cartílago tiroides es tan p ro m in e n te y sir
F ig u r a 5 .8 . Cartílagos y ligamentos de la laringe desde el ve de anclaje a numerosas estructuras de la laringe, un
frente. [ho6\ abordaje fu n d a m e n ta l en la cirugía de la laringe es la té c
nica de la laringofisura. En esta técnica se abre el cartíla
go tiroides en la línea media para e xp o n e r la e n d olarin-
ge y p o d e r realizar d ife re n te s p ro c e d im ie n to s (p. ej.,
El borde posterior de cada lámina se extiende hacia arri laringuectom ía parcial, laringotraqueoplastia y aritenoi-
ba y hacia abajo fo rm a n d o dos proyecciones corniform es, dectom ía).
los cuernos superior e inferior (Figs. 5 .6 y 5.8). Los cuernos • El m úsculo y los ligam entos vocales se insertan en la cara
son el origen de la lám ina tiroides. Los cuernos superiores interna del cartílago tiroides en una zona d e n o m in a d a
Epiglotis
C artílag o tritíc eo
C uerpo del hioides
Espacio p re e p ig ló tic o
C artílag o c o rnicu la d o y a c ú m u lo de grasa
Extrem o de la e p ig lo tis
L ig a m en to ve s tib u la r L ig a m en to tiro e p ig ló tic o
F ig u r a 5 .9 . Cartílagos y
Lám ina cricoides A rco del cricoides
ligamentos de la laringe en
sección sagital. [ho6\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Laringe
comisura a n te rio r (Fig. 5.9). La superficie laríngea e x te r los lig a m e n to s c ric o a rite n o id e o s poste rio re s (Figs. 5.9
na en hom bres adultos se encuentra a m ed io cam ino e n y 5.10). Las dos carillas articulares inferiores de la lámina
tre el tu b é rcu lo tiroides y el borde infe rio r del tiroides. Es se articulan con los cuernos inferiores del tiroides. El borde
Anatomía quirúrgica
ligeram ente más alto (2 m m a 3 m m ) en mujeres adultas. infe rio r del cricoides se une al p rim e r anillo traqueal a tra
Puede ser beneficioso, en el abordaje p o r laringofisura, vés del lig a m e n to cricotraqueal (m e m b ra n a cricofaríngea);
iniciar el abordaje q u irú rg ico p o r debajo de la línea m e este p u n to es el final de la faringolaringe y el inicio de la trá
dia para facilita r el acceso a la parte inferior realizando la quea. La lám ina se une en la línea m edia al esófago m e
división de la com isura anterior. d ia n te un lig a m e n to de fibras long itu d in a le s. En la parte
• El c a rtíla g o tiro id e s en el a d u lto p u e d e s u frir d e s p la lateral del anillo se encuentra el origen de los músculos cri
za m ie n to s o fracturas p o r tra u m a tis m o s d irectos (más coaritenoideos, que se insertan en la parte superior en los
p ro m in e n te en la zona del tu b é rcu lo tiro id e o en la u nión tubérculos musculares de cada cartílago aritenoides.
de ambas láminas). Se pueden p ro d u c ir fracturas simila Partiendo del arco del cricoides en la parte a n te rio r y
res o desplazam ientos en los otros cartílagos laríngeos, externa se encuentran los músculos cricotiroideos: éstos se
pero son m enos frecuentes. insertan a lo largo del borde inferior de la lám ina del tiro i
des, y están separados en la línea m edia p o r el lig a m e n to
Cartílago cricoides. El cartílago cricoides (Figs. 5.6, 5.8, crico tiro ide o m edio.
5.9 y 5 .10) tiene fo rm a de anillo de sello. La porción más
ancha del anillo se localiza posteriorm ente, y la más estre Consideraciones quirúrgicas
cha en la parte anterior, d o n d e generalm ente se palpa con • La lesión del cartílago cricoides secundaria a tra u m a tis
facilidad. El cartílago cricoides se localiza a la altura de la sex mos o a in tu b a c ió n puede p ro d u c ir una pe rico n d ritis y
ta vértebra cervical C6 (a veces, hasta la m ita d de C6), jus co n d u c ir a una estenosis s u b g ló tica 15.
to p or debajo del cartílago tiroides. El tra ta m ie n to q u irú rg ic o de las estenosis subglóticas
La lámina del cricoides presenta en su superficie dos ca de larga evolución precisa el e nsancham iento de la circ u n
rillas articulares, que se articulan con los cartílagos aritenoi- ferencia del anillo cricoides con injertos a u tólogos de car
des (Figs. 5.6 y 5.9) y se encuentran unidos al cricoides p or tíla g o 16.
Epiglotis
Cartílago tritíceo en el
c artílago tiro h io id e o lateral
C artílago co rniculado
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Laringe 5
• Las tra q u e o to m ía s se realizan g e n e ra lm e n te al m enos
un a n illo p o r d e b a jo del ca rtílago cricoides (s e g u n d o o
tercer anillos traqueales) para evitar la estenosis su b g ló -
tica. De todas formas, durante la c rico tiro ido to m ía de ur
gencia, el tu b o de tra q u e o s to m ía se in tro d u c e a través
de la m e m b ra n a c ric o tiro id e a . Este es el acceso más rá
p id o , sencillo y seguro a la vía aérea. Para e vita r una
estenosis laríngea perm anente, la c ric o tiro id o to m ía p u e
de transform arse en unos días en una tra q u e o to m ía es
tándar.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Laringe
Receso piriforme
M em brana tirohioidea
Articulación cricotiroidea La m e m bra n a tiro h io id e a (Figs. 5.8 y 5.1 3) p ro p o rc io
na una co n e xió n entre el cartílago tiroides y el hueso h io i
Lámina del cartílago
cricoides des b ila teralm ente y en la parte anterior. Forma una vaina
co ntinua de te jid o que se extiende desde el borde superior
de los cuernos mayores del hioides hasta los cuernos supe
riores del cartílago tiroides y su lámina.
La m e m bra n a tiroh io id e a se engruesa en la parte más
anterior, fo rm a n d o el ligamento tirohioideo medial (Figs. 5.9
y 5.1 3). El m argen engrosado de cada lado fo rm a el liga
F ig u ra 5 .12. M embrana cuadrangular y laringe desde la par
te posterior. [ho6¡ m e n to tiro h io id e o . El cartílago tritíce o (Figs. 5.9 y 5 .1 0 )
con frecuencia suele unirse y reforzar este lig a m e n to . El
nervio laríngeo superior, la arteria y la vena (Fig. 5.1 3) y el
e p i g l ó t i c o . El cartílago e p ig ló tic o (Fig. 5 .12) tie
C a r t íl a g o nervio laríngeo in te rn o penetran en la m e m brana tiro h io -
ne fo rm a de raqueta, es un cartílago elástico y m óvil, y se dea 4 m m o 5 m m p or delante del cuerno superior del car
sitúa en la parte posterior de la base o raíz de la lengua y tílago tiroides.
del hueso hioides y p o r delante de la entrada a la laringe C o n s i d e r a c i o n e s q u i r ú r g i c a s . En p ro c e d im ie n to s q u i
(vestíbulo o áditus laríngeo). El b o rd e superior del cartíla rúrgicos de la fa ringe se puede lesionar el pedículo neuro-
go es ancho. La parte más inferior se estrecha considerable
m ente y adquiere una fo rm a de pétalo o tallo (Fig. 5.9).
El cartílago ep ig lo tis se inserta en el cu erpo posterior
Ligamento tirohioideo
del hueso hioides p o r m ed io del lig a m e n to h io e p ig ló tic o
Nervio laríngeo
(Fig. 5.9). Por ta n to , se sitúa en una localización dorsal al interno
cartílago tiroides y la m e m brana cricotiroidea, d e lim ita n
do la entrada en la laringe. Nervio laríngeo
externo
El espacio entre la superficie a n te rio r de la epiglotis, la
m em brana tirohioidea y el cartílago tiroides se d e n o m in a
espacio p re g ló tic o (Fig. 5.9). La e p iglotis se inserta en el
cartílago tiroides m ediante el lig a m e n to tiro e p ig ló tic o . Las neurovascular
superior
hendiduras aritenoepiglóticas y la m e m brana c u a d ra n g u
lar (Fig. 5 .1 2 ) se insertan en los márgenes inferiores y late
Arteria y vena laríngeas
rales de la epiglotis. tirohioideo superiores
Consideraciones quirúrgicas. La ep ig lo titis aguda es una medio
enfermedad adquirida, que en niños puede cursar con obs Membrana tirohioidea
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Laringe 5
vascular laríngeo superior (Fig. 5.1 3). Se debe te n e r m u lagos aritenoides. Los ligam e n to s vestibulares se localizan
cho cuidado al realizar la disección del cuerno m ayo r del justo encim a de las cuerdas vocales, separados p o r dos es
hueso hioides y el cuerno superior del cartílago tiroides al pacios elíp tico s llam ados ve ntrículos laríngeos. Los lig a
realizar los abordajes de las faringotom ías. m entos vestibulares se d e n o m in a n ta m b ié n falsas cuerdas
vocales, y están cu b iertos p o r una gruesa m e m bra n a m u
Membrana cuadrangular cosa.
La m em brana cuadrangular (Fig. 5 .12) se extiende des Al igual q ue las fosas vocales verdaderas, las fosas ves
de ambos lados del cartílago epiglotis, en la parte a n terior tibulares se a p ro xim a n d u rante la m a niobra de Valsalva y
hasta las superficies anterolaterales del cartílago arite n o i- co n trib u y e n a p revenir la aspiración. La u nión de las cuer
des y posterior e in te rio rm e n te hasta el cartílago corn icu - das vocales verdaderas justo antes de la tos o el estornudo
lado. La m e m b ra n a c u a d ra n g u la r fo rm a con su re c u b ri refuerza la resistencia ante las presiones internas de la es
m iento mucoso la fosa aritenoepiglótica superior (Fig. 5.14) piración forza d a . Este m ecan ism o ta m b ié n c o n trib u y e a
y la pared medial del seno p iriform e de la faringolaringe. En evitar la aspiración de cuerpos extraños d u rante la d e g lu
la parte posterior, entre los cartílagos corniculados, se e n ción. Además, las fosas vestibulares pueden cerrarse c o m o
cuentra una c o n e xió n mucosa qu e fo rm a una depresión m ecanism o c o m p e n s a d o r de una parálisis de los a d u c to
llamada fosa o cisura aritenoides (Fig. 5.12). La m e m brana res de las cuerdas.
cuadrangular es gruesa en la parte infe rio r y se hace más El espacio que se encuentra entre las cuerdas (fosas ves
delgada en la superior; está cubierta en la parte interna por tibulares) se d e n o m in a rim a vestibularis.
mucosa laríngea, y p o sterolateram ente por una fina capa
de m úsculo y p o r la mucosa faríngea. Fosas aritenoepiglóticas
Las fosas a ritenoepiglóticas (Figs. 5.2, 5.14 y 4 .1 5 ) se
Fosas vestibulares encuentran una a cada lado, y contienen los músculos ari-
(falsas cuerdas vocales) te n o e piglóticos, músculos que se relacionan con el borde
Las fosas o ligam entos vestibulares (Figs. 5.9 y 5 .1 4 ) se superior de la m e m bra n a cuadrangular. La contracción de
encuentran en el b o rd e in fe rio r de la m e m bra n a cu a d ra n los músculos a rite noepiglóticos eleva la fosa vestibular (fal
gular. Estas hendiduras se fo rm a n en la parte a n te rio r del sas cuerdas vocales) al tensar las fosas aritenoepiglóticas.
cartílago tiroides, justo p o r d e b a jo de la inserción del car Las fosas a ritenoepiglóticas p rotegen la entrada a la larin
tílago de la epiglotis. Se en cu e n tra n conectadas en la p a r ge y la tráquea y actúan evitando la entrada en la vía aé
te posterior p o r las superficies anterolaterales de los cartí rea de co m id a , líquidos y cuerpos extraños.
CERRADA
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Laringe
Anatomía quirúrgica
Epiglotis
Vallécula
Fosa ve stib u la r
Cuerda vocal
Tubérculo cu ne ifo rm e
Rimaglotidis
Tubérculo c o rnicu la d o
Ligamento cricotiroideo (cono elástico) • De acuerdo con D over y cois.26, la arteria cricotiroidea es
El lig a m e n to cricotiroideo (Figs. 5.8 y 5.9) tiene diferen una rama de la arteria tiroidea superior (carótida externa)
tes n o m bres alternativos, c o m o m e m bra n a cricotiroidea, y cruza o b licu a m e n te la parte m edia del lig a m e n to cri
m em brana cricovocal y cono elástico. La variada nom encla c o tiro id e o . Una rama asciende en relación con la parte
tura es el resultado de la localización y el trayecto que pre p ro fu n d a de la lám ina tiroidea, irrig a n d o los músculos y
senta, y puede dar lugar, en algunas ocasiones, a confusión. el tejido conju n tivo . Se producen im po rta n te s anastom o
El lig a m e n to cricotiro ide o se extiende hacia la parte su sis a lo largo de su recorrido entre las arterias crico tiro i-
perior del arco del cartílago cricoides, d o n d e term ina com o deas de ambos lados. Al realizar una c ric o tiro id o to m ía se
un borde libre y fo rm a los ligam entos vocales. La parte an puede lesionar algún vaso, sangrar la vía aérea y p ro d u
te rio r de la m em brana cricotiroidea se engruesa para fo r cir un in c re m e n to en el riesgo de aspiración. La arteria
m ar en la parte media el lig a m e n to crico tiro ide o , que se cricotiro ide a g e n e ra lm e n te cruza p o r la m ita d superior
puede e m plear para establecer una vía aérea de urgencia. del lig a m e n to vocal. Por ta n to , es preferible acceder a la
El lig a m e n to crico tiro ide o une el arco del cartílago crico i vía aérea a través de la parte infe rio r del lig a m e n to e m
des con el cartílago tiroides, y los cartílagos aritenoides por pleando una incisión transversa.
m e d io de sus apófisis vocales. R ecom endam os la lectura
de la histología de la m e m brana cuadrangular y del cono Ligamentos, cuerdas y fosas vocales
elástico, que ha sido descrita e ilustrada de fo rm a brillante A efectos prácticos, los ligam entos vocales (Fig. 5.9) es
po r Reidenbach23,24. tán fo rm a d o s p o r el b o rd e su p e rio r del co n o elástico. El
cono elástico form a en la parte inferior una capa de subm u-
C o n s id e r a c io n e s q u ir ú r g ic a s cosa elástica, bien diferenciada de la parte superior, en la
• Little y cois.25 realizaron la disección de 24 cadáveres y es m e m bra n a cuadrangular. En la parte inferior, el cono elás
tu d ia ro n la vasculatura del área anterior de la m e m brana tico se inserta en el m argen superior del arco del cartílago
cricotiroidea. Observaron que el 79% de los cadáveres te cricoides (Figs. 5.8 y 5.9).
nían estructuras vasculares en esta área, y el 6 2 % tenían El té rm in o «cono» se emplea p o r la fo rm a que presen
las arterias y las venas en una orientación vertical, p o r lo ta esta estructura desde una visión fro n ta l. Desde esta pers
que podían lesionarse al realizar una crico tiro ido to m ía . pectiva, se aprecia c o m o un co n o in v e rtid o con el vértice
218
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Laringe 5
cortado y el b o rde posterior abierto vertica lm e n te . Una vi traqueales y, fin a lm e n te , los ganglios mediastínicos supe
sión superior y posterior ofrece una fo rm a de herradura, riores.
con la parte abierta hacia atrás. En la parte anterior, los dos
lados del co n o fo rm a n el lig a m e n to c rico tiro id e o m e d io . Ligamentos y fosas epiglóticas
Por e n cim a de esta zona, se inserta el b o rd e in fe rio r del Los ligam entos y fosas epiglóticas son:
cartílago tiroides, en una zona llamada comisura ante rio r • L igam ento h io e p ig ló tic o (Fig. 5.9).
(Fig. 5.9). • L igam ento tiro e p ig ló tic o (Figs. 5 .6 y 5.9).
C o m o se ha exp licado previam ente, los bordes supe • Fosa glosoepiglótica media (Figs. 5 .14 y 5.15), que se en
riores e n g rosados y lig a m e n to so s del te jid o elástico del cuentra en la línea media de la base de la lengua.
cono fo rm a n los ligam entos o cuerdas vocales. Se e x tie n • Fosa gloso e p ig ló tica lateral (Fig. 5.1 4 ) o fosa fa rin g o e p i-
den desde los extrem os mediales de las láminas del cartí glótica, que se sitúa entre la base del cartílago epiglotis
lago tiroides en la línea media (fo rm a n d o la com isura a n y la pared de la raíz de la lengua.
te rio r) hasta los vértices de las apófisis vocales de los • Vallécula (Figs. 5 .14 y 5.15).
cartílagos aritenoides en la parte posterior, a cada lado.
La vallécula epiglótica es una depresión («pequeño va
Las cuerdas vocales están recubiertas p o r una capa de
lle») que se encuentra entre la epiglotis y la lengua en cada
mucosa. La ausencia de capa submucosa y vasos sanguí
lado del plano m edio. Está lim ita d a p o r las fosas glosoepi-
neos hace que las cuerdas ten g a n un aspecto blanco per
glóticas m edia y lateral. La vallécula, ju n to con el receso
lado y brillante.
del seno p irifo rm e (Figs. 5 .1 4 y 5 .16), son con frecuencia
Las cuerdas vocales fo rm a n el lím ite superior y m edial
los sitios d o n d e se alojan los cuerpos extraños. La presen
de una zona llamada fosa vocal, que tiene una anchura ver
cia o a tra p a m ie n to de cuerpos e xtraños al ser ing e rid o s
tical a p ro xim a d a de 1 cm y es más ancha en la parte supe
puede o b s tru ir to ta l o parcialm ente la vía aérea.
rior que en la inferior. El espacio entre las verdaderas cuer
das vocales (espacio in te rm e m b ra n o s o ) se d e n o m in a rima
glotidis (Fig. 5.15).
Mucosa laríngea
En la parte posterior de las inserciones de los ligamentos La mucosa laríngea se encuentra cubierta p o r epitelio
vocales y del espacio entre los cartílagos aritenoides se fo r de tip o respiratorio, tam b ié n d e n o m in a d o epitelio ciliado y
ma un espacio triangular más pequeño; este espacio in te r colum nar, del m ism o tip o que el traqueal. Por otra parte,
cartilaginoso, o «espacio respiratorio», de la rim a glotidis, determinadas áreas de la laringe están cubiertas p o r ep ite
form a las dos quintas partes de la rima, y se encuentra lim i lio escamoso estratificado; esto incluye la parte superior de
tado en la parte posterior p o r el pliegue interaritenoideo. la superficie epiglótica dorsal, la m itad ventral de los pliegues
La rima glotidis m ide alrededor de 15 m m a 20 m m des aritenoepiglóticos y las cuerdas vocales10. La mem brana m u
de la parte a n te rio r hasta la parte posterior. A p ro x im a d a cosa de la laringe supraglótica es la contin u a ció n de la m u
m ente las tres quintas partes de su lo n g itu d son atribuibles
a las cuerdas vocales. La lo n g itu d de las cuerdas vocales se
puede in c re m e n ta r un tercio dura n te la emisión de los so
nidos con to nos altos27.
Por deb a jo de la periferia de la rim a glotidis, el espacio Extremo de la epiglotis
entre las cuerdas vocales es el área que fo rm a la glotis. Por y comisura anterior
ú ltim o , la parte inferior de la cavidad laríngea p o r debajo
del pliegue vocal fo rm a el espacio subglótico. Es, n o rm a l Falsa cuerda vocal
Introito ventricular)
mente, la parte más estrecha de la laringe. laríngeo
Las verdaderas cuerdas vocales se encuentran paralelas
entre ellas sólo cuando están próximas (Fig. 5.14 inferior de
Glotis
recha); en caso co n tra rio , se encuentran fo rm a n d o los la
dos de un triá n g u lo cuyo vértice se localiza en la inserción
vocal
del cartílago tiroides. La lo n g itu d de la base del triá n g u lo
aritenoides
que form an, así com o la sección de paso de la vía aérea, de
penden del g rado en el que las apófisis vocales de los car
piriforme
tílagos aritenoides se separan una de la otra. Si se deslizan
lateralm ente, aum enta la sección de la vía aérea.
Fosa
aritenoepiglótica
C o n s id e r a c io n e s q u ir ú r g ic a s . El epitelio de las verdade
ras cuerdas vocales no tiene vasos linfáticos. Por ta n to , la Comisura posterior
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Laringe
cosa faríngea. La región ¡nfraglótica de la laringe se encuen cer p o r fuera de la m em brana tirohioidea (laringocele e xte r
tra cubierta p o r mucosa respiratoria. Hay glándulas m u c o no). Pueden encontrarse d e fo rm a simultánea un laringoce
sas en la superficie posterior de la epiglotis, en el pliegue le interno y externo o (laringocele c o m b in a d o ) (Fig. 5.1 7).
Anatomía quirúrgica
aritenoepiglótico y en los apéndices laríngeos. En el borde Los laringoceles internos pequeños son tratados g e n e
de las cuerdas vocales no hay glándulas mucosas. ra lm e n te m e d ia n te un abordaje e n d o scó p ico lle v a n d o a
cabo una marsupialización. El tra ta m ie n to de los laringoce
le. Cualquier obstrucción del ventrículo laríngeo, com o un car cuerda vocal
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Laringe 5
De acuerdo con R eidenbach30: cios paraglóticos, un carcinoma no encuentra nin g ú n obs
La definición precisa de las regiones laríngeas clínica táculo para crecer más allá de la laringe. Por otra parte, la
mente importantes es todavía motivo de controversia(...) laringuectom ía supraglótica puede estar contraindicada.
El límite superior de la región subglótica se define p o r la
transición entre el epitelio escamoso estratificado que cu Articulaciones laríngeas
bre las cuerdas vocales a l epitelio respiratorio de la vía aé
Existen dos pares de articulaciones sinoviales entre los
rea. Se encuentra en el margen inferior del pliegue vocal a
cartílagos mayores de la laringe: cricotiroidea y cricoarite-
una distancia variable de las cuerdas vocales, y tiene un alto
noidea.
riesgo de carcinogénesis. El borde anterior de la región sub
glótica es el espacio crícoideo entre el cartílago tiroides y Articulación cricotiroidea
el arco del cricoides. La parte medial está lim itada p o r el
La articulación cricotiroidea (Fig. 5.12) se fo rm a entre
ligamento cricotiroideo. En la parte lateral se encuentra el
el lateral del cartílago cricoides y el cuerno inferior del ca r
espacio entre el cartílago tiroides y el cricoides, ocupado
tílago tiroides. El cartílago tiroides puede rotar sobre un eje
p o r tejido adiposo en la mayoría de los casos; este tejido
axial que une ambas articulaciones cricotiroideas. El m o v i
es continuación del tejido conectivo intra- y extralaríngeo.
m ie n to principal de esta articulación es la rotación. El m ú s
Por esta zona se puede extender el cáncer de laringe. El
culo c ric o tiro id e o p u e d e p ro d u c ir una su b lu xa ció n si se
cono elástico forma una m em brana fibroelástica en la re
m ueve la lám ina del cartílago cricoides hacia abajo cu a n
gión subglótica, pero es una estructura que puede estar
d o el cartílago tiroides se encuentra fijo y el m úsculo cri-
perforada p o r estructuras vasculares o p or cambios relacio
cofaríngeo relajado.
nados con la edad, facilitando la invasión de un cáncer.
La lám ina del cricoides es el borde dorsal del espacio sub- Articulación cricoarltenoidea
giótico, y se encuentra osificada parcialmente en la parte
La articu la ció n crico a rite n o id e a se encue n tra en tre el
superior; esta zona se puede ver afectada p o r la invasión
b o rd e s u p e rio r de la lám ina del ca rtílago cricoides (Fig.
tumoral. El borde inferior de la región subglótica está lim i
5 .1 0 ) y la base del cartílago aritenoides. Es una articulación
tado por el borde inferior del cricoides. A este nivel, el teji
bilateral que perm ite m o v im ie n to s de ascenso, descenso,
do submucoso endocricoideo contiene fibras de tejido co
g iro y deslizam iento entre el aritenoides y el cricoides18,19
lágeno, que p ro b a b le m e n te no actú a n como barrera
(Fig. 5.11). C ua n d o el cartílago aritenoides se desplaza la
anatómica.
te ralm ente, el tu b é rc u lo vocal gira m e d ia lm e n te y p ro d u
Espacios externos ce una a p ro x im a c ió n de las cuerdas vocales.
C ua n d o la articulación cricoaritenoidea p o sterior p ro
El área laríngea supraglótica se divide en tres espacios
duce un m o v im ie n to o desplazam iento posterior de la a p ó
laríngeos (Fig. 5.3):
fisis m uscular hacia la parte posterior y m edial, el tu b é rc u
• Los dos espacios laterales paraglóticos.
lo vocal se desplaza lateralm ente y se separan las cuerdas
• En la línea m edia, el espacio pre e p ig ló tico (Fig. 5.9).
vocales. El cartílago aritenoides se desplaza inferior y late
ralmente sobre la lámina cricoides. La distancia entre el vér
E p a c i o s p a r a g l ó t i c o s . L o s espacios p a ra g ló tico s (Fig.
tice del cartílago aritenoides y la lám ina tiroides se puede
5.3) se encuentran lim itados lateralm ente p o r el cartílago
in c re m e n ta r d e b id o al m o v im ie n to de g ir o 19 (Fig. 5 .1 1 );
tiroides, en la parte inferior y m edial por el cono elástico,
este m o v im ie n to tensa las cuerdas vocales. El cartílago ari
y en la parte medial p o r el ventrículo y la lámina cuadran
tenoides se desliza en sentido a n terom edial sobre la cara
g l a r 12.
superior de la lám ina cricoides.
Es p a c io El espado p reepiglótico (Fig. 5.9)
p r e e p ig l ó t ic o .
Un estudio de R eidenbach31 describe:
es un espacio único que está lim ita d o en la parte superior Al contrarío de lo que indican algunas descripciones de
p o r el lig a m e n to h io e p ig ló tico , en la parte a n te rio r por el la bibliografía médica, no hay fibras del ligamento cricoa-
lig a m e n to y la m e m brana tirohioideos, y en la parte pos ritenoideo que se unan a las cuerdas vocales. La parte me
te rio r p o r la epiglotis y el lig a m e n to tiro e p ig ló tic o . El espa dia del ligamento es especialmente im portante pa ra con
cio p re e p ig ló tic o tiene fo rm a de pirám ide invertida. C on trolar la aproximación y separación de las cuerdas vocales.
tin ú a con la parte sup e rio r del espacio p a ra g ló tico . Este Se puede alterar la voz si existe una asimetría estructural
espacio c o n tie n e a b u n d a n te grasa, vasos sanguíneos, lin del ligam ento crícoaritenoideo.
fáticos y glándulas mucosas.
Músculos laríngeos
C o n s id e r a c io n e s q u ir ú r g ic a s . El carcinom a e p ig ló tico
(supraglótico) puede crecer a través de las perforaciones de Los músculos laríngeos incluyen los músculos extrínse
la epiglotis hacia el espacio preepiglótico. Debido a que el cos, que m ueven p o r c o m p le to la laringe, y los músculos
espacio p reepiglótico co m unica lateralmente con los espa intrínsecos, que movilizan las cuerdas vocales.
221
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Laringe
• Estilofaríngeo.
• Palatofaríngeo.
Estilohioideo Los músculos extrínsecos que descienden la laringe son:
Esternohioideo
• O m o h io id e o .
• Esternohioideo.
Tirohioideo
• Esternotiroideo.
Omohioideo
Cricotiroideo La laringe se eleva d u ra n te la espiración y la d e g lución.
Desciende d u ra n te la inspiración y después de la d e g lu
ción.
Músculos intrínsecos
Los músculos intrínsecos (Figs. 5.19 A y B) son:
• C ricotiro id e o .
• C ricoaritenoideo posterior.
• C ricoaritenoideo lateral.
• Aritenoides con fibras transversas y oblicuas.
Esternotiroideo
• C om p o n e n te s vocales tiro a rite n o id e o y tiro e p ig ló tic o .
T iro e p ig ló tic o
C om p o n e n te
C arilla a rtic u la r para
vocal el c a rtíla g o tiro id e s
C ric o tiro id e o
A
F ig u ra 5 .1 9 . Músculos internos de la laringe. A, Desde la parte posterior, después de separar la faringe y el esófago. B, Vista
lateral, después de la extirpación parcial del cartílago tiroides. [ho6\
222
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Laringe 5
colum na vertebral gracias al m úsculo cricofaríngeo. El car Las fibras oblicuas del tiro a rite n o id e o , al discurrir p o r la
tílago tiroides se desliza hacia la parte a n terior e infe rio r en parte posterior, ascienden hasta el pliegue a rite n o e p ig ló ti-
un plano sagital al contraerse el músculo cricotiroideo. D u co. Algunas co n tin ú a n hacia la parte superior del cartílago
rante la d e g lución, el cartílago cricoides se desplaza hacia e p ig ló tic o y fo rm a n el m úsculo tiro e p ig ló tic o . Este m úscu
la parte a n te rio r al relajarse el m úsculo cricofaríngeo. lo p roduce un ensancham iento de la entrada de la laringe
y separa los pliegues a rite n o e p ig ló tic o s . Una fina lám ina
M úsculo c r ic o a r it e n o id e o p o s t e r io r . El m úsculo crico- del tiro a rite n o id e o pasa lateral a la m e m bra n a cuadrangu-
a ritenoideo es el único m úsculo verdadero a b d u c to r de las lar que lim ita el sáculo laríngeo.
cuerdas vocales; este m úsculo se inserta en la superficie
posterior de la lám ina del cricoides. Se fo rm a un rafe m e Suspensión de ia laringe
d io e ntre los dos músculos cricoaritenoideos. Las fibras se
d irigen hacia la parte anterior y superior para insertarse en Los aspectos más im po rta n te s de la suspensión de la la
la apófisis muscular del cartílago aritenoides. Se desplaza ringe son:
la apófisis muscular del cartílago aritenoides p o s te rio ry m e • Los ligam entos estilohioideos se insertan entre los h u e
d ialm ente, y además se p roduce una rotación de la a p ó fi sos tem porales y los cuernos menores del hioides.
sis vocal lateralm ente con el e x tre m o final del lig a m e n to • Varios músculos, incluidos el digàstrico, el estilohioideo
vocal. Este m o v im ie n to amplía los espacios inte rm e m b ra - y el m iloh io id e o , realizan una fu n c ió n de soporte y eleva
noso e intercartilaginoso. D eb id o a la o rientación de las fi ción de la laringe y del hueso hioides.
bras, los músculos crico a ritenoideos posteriores ta m b ié n • Las partes lateral y media de la m e m brana tirohioidea co
desplazan los cartílagos aritenoides hacia la parte posterior, nectan el borde superior de la lám ina tiroides y los cuer
a y u d a n d o al crico tiro ide o a tensar las cuerdas. nos superiores del cartílago tiroides con el cuerpo y los
cuernos mayores del hueso hioides.
M ú s c u l o c r ic o a r it e n o id e o lateral. El m úsculo cricoari • El lig a m e n to cricotiroideo (cono elástico o m em brana cri-
te n o id e o lateral se origina en la parte superior de la cara covocal) suspende el cartílago cricoides.
externa del cartílago cricoides; se inserta en la superficie • La m e m bra n a cuad ra n g u lar suspende el lig a m e n to ves
an te rio r de la apófisis m uscular del aritenoides y da lugar tib u la r de la e p ig lo tis y del cartílago aritenoides.
a una rotación m edial de la apófisis vocal, separando los li • El lig a m e n to cricotraqueal conecta la laringe con la trá
gam entos vocales. quea.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Laringe
Cartílago tiroides
Anatomía quirúrgica
Ligamento
vocal
Hueso
hioides
Cartílagos cricoides
y aritenoides
Pliegue
vocal
Vascularización
Arterias
Carótida
La arteria laríngea superior (Fig. 5.22) es una rama de interna
la arteria tiroidea superior, rama ésta del p rim e r segm ento Laríngea
de la arteria carótida externa. Junto con las venas, los c o n Carótida superior
d uctos linfáticos y el nervio laríngeo interno, la arteria la externa
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Laringe 5
m ente, presenta una invasión más lenta que afecta al te
jid o circun d a n te a las cuerdas vocales.
C o n s id e r a c io n e s q u ir ú r g ic a s
localiza sobre la placa del cartílago tiroides en relación con Grupo yugular
la arteria tiroidea superior; el ganglio del grupo medio de medio
la cadena yugular interna se sitúa en la confluencia de la
vena tiroidea media y la vena yugular interna.
Ganglio(s)
Pressman y cois.35 afirm an que las cuerdas vocales están delfianos
bastante libres de condu cto s linfáticos. El espacio p ro fu n
do de la fina mucosa de las cuerdas vocales se den o m in a Grupo yugular
inferior
espacio de Ranke, y no tiene un dre n a d o linfático directo.
Por ta n to , las colecciones fluidas d ism in u ye n lentam ente
por difusión. El crecim iento de un carcinom a, a fo rtu n a d a F ig u ra 5 .2 4. Drenado lin fá tic o de la laringe. [ tu2]
225
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Laringe
Inervación
La ine rva ció n de la larin g e puede resumirse de la si
gu iente fo rm a (Figs. 5.25 y 5.26): Aritenoideo
• Inervación general sensitiva:
Tiroaritenoideo
- N ervio glosofaríngeo (C9). Cricoaritenoideo Vocal
- N ervio vago (C 1 0). posterior
Cricoaritenoideo
• Inervación parasimpàtica:
lateral
- Rama laríngea interna de la rama laríngea superior del
Articulación
vago.
Rama posterior cricotiroidea
- Rama recurrente del vago (laríngeo inferior).
(«abductora»
Rama anterior
• Inervación simpática.
«aductora»)
• Inervación m oto ra :
- Rama laríngea superior del nervio laríngeo superior del
vago. F ig u ra 5 .2 6 . Ejemplo de distribución del nervio recurrente
- Rama recurrente del vago. laríngeo. [ho3]
226
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Laringe
neral e inervación parasimpática de la mucosa laríngea y a conocer mejor el reflejo deglutorio y a tra ta r mediante rei
la parte inferior de las cuerdas vocales. La localización de los nervación de la faringe los trastornos neurogénicos de dis-
cuerpos celulares de estas fibras es similar a la descrita en fagia y aspiración.
el nervio laríngeo superior. C om e n za n d o cerca de la sub-
glotis y c o n tin u a n d o hada abajo hacia la tráquea, el nervio
C o n s id e r a c io n e s q u ir ú r g ic a s
vago p ro p o rcio n a inervación visceral (fibras que recogen
sensibilidad mal localizada) y ramas parasimpáticas para las • El nervio laríngeo in te rn o es ide n tifica d o p o r el cirujano
fibras m otoras de la m usculatura traqueal. en raras ocasiones; sólo se observa cua n d o existe un gran
El nervio recurrente laríngeo discurre p or la corredera fo r crecim iento de la glándula tiroides que supera el nivel del
mada p o r la tráquea y el esófago, a p o rta n d o ramas a estas bord e superior del cartílago tiroides.
estructuras. El nervio se encuentra p ró x im o a la arteria ti El n e rvio laríngeo e xterno, ju n to c o n la vena y a rte
roidea inferior, y entra en la laringe justo p o r debajo de la ria tiroideas superiores, pasa p o r d e b a jo de los m ú scu
articulación crico tiro ide a , d ivid ié n d o se en dos ramas. La los esternotiroideos. El nervio pasa p o r de b a jo de los va
rama a n terior inerva los músculos abductores, y la poste sos sanguíneos y se d ivid e en una ram a a n te rio r para el
rior el m úsculo crico a ritenoideo posterior (Fig. 5.26). m úsculo c ric o tiro id e o y otra p o ste rio r para el cricofarín-
De acuerdo con Yoshida y cois.39: geo.
En la mayoría de los pacientes, los vasos sanguíneos
La mucosa faríngea desde la trompa de Eustaquio has
se e n cuentran en el c o m p a rtim e n to visceral del cuello,
ta la m ita d del nivel de la fosa aritenoepiglótica, excep
p o r debajo de la fascia pretraqueal. El n e rvio laríngeo ex
tuando la superficie de la epiglotis, se encuentra ¡nervada
te rn o se halla entre la fascia y el m úsculo c o n stricto r fa
p o r ramas sensoriales del nervio glosofaríngeo, mientras
ríngeo inferior. Hay un plano de disección entre los va
que la zona situada entre el vértice de la epiglotis y el n i
sos y el nervio. Se debe recordar la p ro x im id a d del nervio
vel del prim er cartílago traqueal en la laringe, entre la p a r
laríngeo externo cua n d o se van a ligar los tiroideos supe
te media del pliegue aritenoeplglótico y la parte caudal del
riores. En un 2 5 % de los casos, el nervio se encuentra por
seno piriforme, está inervada p o r fibras sensitivas larínge
debajo de la fascia, ju n to con los vasos41, y puede resul
as. La m ayo r parte de la mucosa, excepto la subglotis, tie
ta r difícil su exposición.
ne una inervación unilateral. La subglotis, incluyendo la
• La exposición del nervio recurrente laríngeo durante cual
parte caudal del pliegue vocal y la glotis posterior, tiene
q u ie r p ro ce d im ie n to q u irú rg ico de la glándula tiroides es
una inervación bilateral, con predominio ipsilateral. La den
un p rin c ip io q u irú rg ic o fu n d a m e n ta l, y debería ser prac
sidad de las fibras sensitivas del vestíbulo de la laringe que
ticado en los proce d im ie n to s relacionados con la fascia
se encuentran en la parte posterior de la eminencia arite
cervical visceral, c o m o los de laringe y tiroides. Si no se
noides es m ayor que en otras zonas. Las fibras nerviosas
p uede e n c o n tra r el nervio , el c iru ja n o d e b e e v ita r las
sensitivas que se encuentran alrededor de la amígdala p a
áreas d o n d e pueda ser lesionado.
latina, y en la raíz de la lengua y de la pared de la hipo-
El nervio recurrente laríngeo ha sido considerado por
faringe, son también más densas.
algunos tan delicado que, «si el nervio recurrente laríngeo
M u y Sanders40 aportan sus conocim ientos sobre la iner es visto du ra n te la tiro id e cto m ía , se lesiona»42. En el otro
vación sensorial de la faringe: extrem o se encuentran los que consideran que debe mos
La inervación sensorial de la faringe h um ana se en trarse la presencia del nervio mediante estimulación direc
cuentra orga n iza d a en ramas individuales que inervan ta d u ra n te la exploración laringoscópica de las cuerdas
áreas específicas, aunque estas áreas están conectadas vocales43. Pensamos que la iden tifica ció n visual, e vita n
p o r pequeñas anastomosis neurales. La densidad de la in do la tracción, com presión, o lesión del te jid o conectivo,
ervación es variable, con algunas zonas que no presentan es siem pre necesaria. La disección a n a tóm ica co m pleta
terminaciones nerviosas identificables (p. ej., la parte pos no es precisa, pero la sim ple exposición no produce n in
terior de la hipofarínge), y ciertas áreas que contienen una guna lesión del nervio.
gran cantidad de fibras nerviosas: los pilares posteriores Hay que te n e r en cuenta que el n e rvio vago recibe
de las amígdalas, la superficie laríngea de la epiglotis y las vascularización arterial de vasos subsegm entarios de las
regiones poscrícoidea y aritenoides. El p ila r posterior amig- arterias adyacentes, desde su o rig e n en la base del crá
dalino está inervado p or un plexo denso formado p o r r a neo y a través de la arteria carótida hasta pequeñas ra
mas faríngeas de los pares craneales IX y X. La epiglotis mas de la arteria tiroidea inferior. La m a n ip u la c ió n inn e
se encuentra densamente ¡nervada p o r ramas internas de cesaria del nervio v a g o p u ede p ro d u c ir la avulsión de
los nervios laríngeo superior y del p a r IX. Por último, las estas ramas arteriales, sim u la n d o una lesión del nervio
regiones aritenoides y poscrícoidea están ¡nervadas por ra vago o de sus ramas, in clu y e n d o las ramas m otoras del
mas del nervio laríngeo superior. La región poscrícoidea nervio recurrente laríngeo. La lesión sim ple del nervio la
tiene una densidad de inervación más alta que el área ari- ríngeo no siem pre predice la parálisis de los músculos
tenoides(...) Estos datos sobre la inervación contribuyen laríngeos.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Laringe
El nervio recurrente laríngeo fo rm a el b o rd e medial • La lesión bilateral del nervio recurrente produce g e neral
de un triá n g u lo que se encuentra lim ita d o en la parte su m ente una obstru cció n de la vía aérea y distrés respirato
perior p or la arteria tiroidea infe rio r y lateralm ente p or la rio grave, especialm ente si ambas cuerdas vocales se si
Anatomía quirúrgica
arteria carótida. En el lado izquierdo, el nervio discurre túan en posición param edial. Es preciso, habitualm ente,
p o r la parte superior de la corredera que se fo rm a entre realizar una tra q u e o to m ía . Para restaurar la vía aérea es
la tráquea y el esófago; puede ser ide n tifica d o en la p ar necesario realizar una a ritenoidectom ía o algún p ro ce d i
te q u e entra en la laringe in m e d ia ta m e n te p o ste rio r al m ie n to de lateralización de las cuerdas vocales, pero la
cuerno inferior del cartílago tiroides44. En el trayecto in voz perm anece entrecortada.
ferior, el nervio puede palparse c o m o una cuerda sobre • Después de la lesión unilateral de la rama externa del ner
la superficie de la tráquea. Hay más te jid o co nectivo en vio laríngeo superior, se paraliza el cric o tiro id e o del lado
tre el nervio y la tráquea en el lado derecho que en el iz afectado; esto pro d u ce una paresia del segm ento poste
quierdo. rior de la verdadera cuerda vocal, ronquera y voz e n tre
• Si no se encuentra el nervio recurrente, debe sospechar cortada. La comisura an te rio r gira hacia la parte inferior
se la presencia de un nervio laríngeo inferior no recurren y a n te rio r del lado lesionado.
te, especialmente en el lado derecho. Hay que recordar • La lesión del tro n c o principal del nervio laríngeo superior
que la presencia de un nervio laríngeo no recurrente es p roduce los siguientes efectos:
más frecuente en pacientes que tienen una arteria subcla - Parálisis crico tiro ide a con ronquera transitoria al reali
via derecha retroesofágica, d e b id o a las relaciones e m zar la fo n ación.
brionarias del desarrollo de la arteria subclavia y el nervio - C am bios sensitivos en la mucosa laríngea que causan
recurrente laríngeo. C uando se presenta, el nervio larín una a cu m ulación de secreciones en la vía aérea y en el
geo no recurrente puede te n e r una trayectoria práctica seno pirifo rm e .
m ente transversal desde su o rigen en el nervio vago has - Pérdida de sensibilidad del seno p irifo rm e e incapaci
ta el polo inferior de la glándula tiroides. dad para p e rcib ir la presencia de cuerpos extraños.
• La mucosa laríngea superior posee una a b u n dante iner • La lesión bilateral del tro n c o principal de ambas ramas
vación y es m u y sensible; p o r ta n to , su irritación puede del nervio laríngeo superior pro d u ce una parálisis bilate
p ro d u cir tos. ral de los músculos cricotiroideos (con una reducción de
la tensión de las cuerdas vocales), y una p é rdida de la
Inervación sim pática de la laringe sensibilidad de la parte superior de la mucosa de la larin
ge. El p ro b le m a de la pérdida de sensibilidad en las lesio
Los nervios laríngeos superior e inferior contienen fibras
nes bilaterales es m u y im p o rta n te ; c o m o se ha explicado
posganglionares simpáticas, la mayoría de las cuales parten
previam ente, se acum ulan las secreciones, y la presencia
del g a n g lio cervical superior y p ro b a b le m e n te ta m b ié n de
de cuerpos extraños en el seno piriforme no se detecta con
la cadena simpática cervical m edia. N o está m u y claro en
facilidad, p o r lo que el paciente tiene tendencia a aspirar
qué m o m e n to algunas fibras simpáticas entran en la larin
cuerpos extraños.
ge a co m p a ñ a n d o a los vasos que irrigan esta región. Las
fibras preganglionares simpáticas tienen los cuerpos celu
lares en los cu atro prim eros segm entos de la c o lu m n a in
Signos y síntomas de la lesión
Tabla 5.4.
del nervio laríngeo*
term edia lateral de la m édula espinal.
Cierre de
Cambios funcionales asociados Voz la glotis Vía aérea
a la inervación
Recurrente
• La lesión to ta l unilateral del nervio recurrente laríngeo Unilateral Débil Débil Buena
p ro d u c e la parálisis u n ila te ra l de la cuerda del m ism o Bilateral Normal Adecuada Regular
lado. La única excepción es el cricoides, que está ¡nerva
Rama superior externa
d o p o r el nervio laríngeo superior (rama externa). La pa
Unilateral Más baja Debilitada Buena
rálisis de una sola cuerda vocal puede p ro d u c ir ro n q u e
Bilateral Más baja Pérdida de Buena
ra, la cual puede desaparecer con el tie m p o d e b id o al
reflejo
d e sp lazam iento c o m p e n s a d o r de la cuerda contra la te -
ral, q u e cruza la línea m edia. En la Tabla 5.4 y en la Fi Lesion combinada
gura 5 .2 7 se describen e ilustran las consecuencias de la Unilateral Débil Regular Buena
lesión nerviosa. Bilateral Débil Débil Adecuada
• El m úsculo cricotiroideo, si tiene la inervación intacta y * A n tes de q u e t e n g a n lu g ar los c a m b io s c o m p e n s a to rio s .
ejerce su fu n c ió n , puede tensar las cuerdas vocales. Da Fuente: N e w s o m e H H Jr. C o m p l i c a t i o n s o f t h y r o i d surg ery. En:
lugar a un m o v im ie n to de las cuerdas hasta la línea m e G reen field LJ (ed). C o m p l i c a t i o n s in Surgery a n d T rau m a. Filadelfia:
dia o paramedia y produce voz ronca. JB L ip p in c o tt, 1984, págs. 601-611; c o n au to rizació n .
228
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Laringe 5
Izquierda normal Recurrente Superior (rama ext.) Combinada
Derecha normal
Recurrente
< & ( §
Combinada
F ig u ra 5 .2 7 . Diferentes tipos de lesiones del nervio recurrente laríngeo y visión en el laringoscopio, [ne]
La r in g e p e d iá t r ic a Consideraciones quirúrgicas
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Laringe
Los tra u m a tis m o s p u e d e n p ro d u c ir un ede m a im p o r región de las cuerdas vocales detiene el crecim iento de tu
tante y una obstrucción de la vía aérea. Se han desarrolla mores localizados adyacentes a las cuerdas.
d o in s tru m e n to s adecuados para realizar endoscopias
Anatomía quirúrgica
en niños.
• D ebido a la alta localización y a la estructura c a rtila g in o
Fisiología
sa de la laringe en el n iño no se p ro d u ce n fracturas en
los tra u m a tism o s cervicales cerrados. La laringe se e n N o es o b je tivo de los autores realizar una revisión ex
cuentra p ro te g id a p o r la m andíbula. haustiva de la fisiolo g ía y a n a to m ía de la laringe. Reco
• Los avances desarrollados en neonatología han increm en m endam os al lector interesado la lectura de la e d ición tri-
ta d o la supervivencia de los recién nacidos. Aun así, de gesimoctava de Cray's Anatomy50, que es una obra abreviada
b id o al calibre de la vía aérea en los niños, la incidencia pero realiza una excelente sinopsis de anatom ía. Por otra
de estenosis postintubación es más frecuente en ellos que parte, algunas notas sobre la laringe pueden ser útiles.
en los adultos48. La laringe tiene seis funciones esenciales:
• Es difícil localizar el espacio crico tiro ide o en el n iño. Por • Forma parte de la vía aérea. D u ra n te la inspiración, se
otra parte, en caso de urgencia puede ser necesario rea p ro d u c e una a b d u cció n rítm ica de la glotis, d a n d o lu
lizar una c ric o tiro id o to m ía . La vía aérea debe establecer g a r a un ensa n ch a m ie nto de la vía aérea. D ura n te la es
se con visión endoscópica si es preciso. pira c ió n , se p ro d u c e una a d u c c ió n de las cuerdas v o
cales.
• Protege a la vía aérea inferior de la entrada y aspiración
Histología de líquidos, sólidos y cuerpos extraños, y favorece la ex
pulsión de los mismos m edia n te la tos. La p rotección de
El ep ite lio de la mucosa de la laringe es p rim a ria m e n te la laringe tiene lugar a diferentes niveles. D urante la de
ciliado y de tip o columnar, el m ism o que tiene la faringe por g lu ció n , la epiglotis se sitúa sobre la glotis. Las verdade
e ncim a y la tráquea p o r la parte inferior. El epite lio esca ras cuerdas vocales se a p ro xim a n . La mucosa laríngea es
moso se encuentra en la m itad superior de la superficie pos m u y sensible deb id o a la gran cantidad de receptores que
te rio r de la epiglotis, los bordes superiores de las fosas ves presenta para p ro d u c ir el reflejo tusígeno. La e stim u la
tibulares, y las cuerdas vocales. ción de estos receptores cierra la g lotis y el espacio su-
A to dos los efectos prácticos, las secreciones de las n u pragló tico . Posteriormente, se p ro d u c e tos.
merosas glándulas del e p itelio respiratorio (especialmente • La laringe em ite sonidos debido a las vibraciones que pro
las superficies anteriores de los cartílagos aritenoides y los duce la salida de la co lu m n a de aire p o r la vía aérea des
ventrículos laríngeos) pro te g e n la laringe infe rio r y la su de los pulm ones, b ronquios y tráquea; esto es el resulta
perficie de las cuerdas vocales, evita n d o la sequedad y la do de un sinergismo entre las estructuras anatómicas que
ronquera. estrechan o ensanchan la vía aérea y su coordinación con
De acuerdo con M o n tg o m e ry 49, hay tres grupos de glán los m o vim ie nto s de la glotis (fonación).
dulas mucosas: anterior, m edio y posterior. El g ru p o a nte • Variando la tensión de las cuerdas vocales, cam bia las ca
rior se localiza en la parte de las superficies ante rio r y pos racterísticas de la voz.
te rio r del cartílago e p ig ló tico . El g ru p o m e d io se localiza • C o m o un agente principal, acom paña a la m anio b ra de
en la vecindad de la fosa vestibular. El posterior se localiza Valsalva, que facilita la m icción, la defecación, el parto y
en la parte a n te rio r del m ú scu lo a rite n o id e o transverso. los esfuerzos físicos: cerrando la vía aérea c o m p le ta m e n
M o n tg o m e ry afirm a que no existen glándulas cerca de las te después de la inspiración, la laringe se encuentra en
cuerdas vocales. situación de c o n trib u ir en las funciones que precisan un
esfuerzo. La apertura forzada después de la inspiración
m ed ia n te la tos favorece la expulsión de sólidos o líqui
dos de la vía aérea.
C o n s id e r a c io n e s q u ir ú r g ic a s
Laringe
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Laringe
Algunos pacientes, especialm ente aquellos que van a D eb id o a q u e la mayoría de las fístulas cierran esp o n tá
recibir tra ta m ie n to radioterápico, pueden precisar a lim e n neam ente, el tra ta m ie n to conservador precisa d re n a d o y
tación enteral a través de una sonda enteral o una gastros- derivación externa m ediante colgajos de piel y estructuras
tom ía de a lim entación. En casos raros puede ser necesario vitales (p. ej., grandes vasos). Si la fístula es persistente se
em plear un tu b o doble. Si persisten las aspiraciones, hay p uede precisar un colgajo m io cu tá n e o de pectoral mayor.
que considerar una laringuectom ía total o un p ro ce d im ie n Si se pro d u ce una estenosis hipofaríngea, puede ser nece
to de Lindem ann (separación laringotraqueal). saria una reconstrucción de la faringe con un colgajo m io
cu táneo ped icu la d o de te jid o yeyunal; esta técnica re q u ie
Hemilaringuectomía vertical re m icrocirugía.
Las fístulas faringocutáneas que se producen p o r una ex
Las com plicaciones de la h e m ila rin g u e c to m ía vertical cesiva tensión del cierre de la mucosa se form an en el pos
(lateral, fro n tolateral y fro n to la te ra l e xtendida) aum entan toperatorio enseguida. Otras causas son la mala cicatrización
con resecciones más amplias. Las com plicaciones incluyen de los tejidos asociados a enfermedades sistémicas (diabe
las estenosis subglóticas con im posibilidad de canular la vía tes, desnutrición), obstrucción distal (com o la estenosis, cuer
aérea con un tu b o de traqueostom ía y el desplazam iento pos extraños), infecciones, o recurrencias de tum ores.
pa to ló g ico de la glotis.
Estenosis neofaríngeas
Estenosis glótica
Se puede p ro d u cir estenosis glótica p o r diferentes m o Las estenosis neofaríngeas o neoesofágicas son el resul
tivos. En p rim e r lugar, es preciso asegurar que la cuerda tado de escisiones amplias de mucosa faríngea d u ra n te una
contralateral tiene una fu n c ió n norm al para evitar la este laringuectom ía total, o el p ro d u c to de cicatrices circu n fe
nosis. Además, los colgajos reconstructivos no deben ser renciales c o m o las que se fo rm a n después de radioterapia.
excesivam ente gruesos para evitar la estenosis de la entra La d e g lu ció n se encuentra alterada d e b id o a la afectación
da a la glotis; esto es especialm ente im p o rta n te cuando se de tres funciones fisiológicas (cierre de la glotis, aposición
emplean colgajos unipediculados o bipediculados de m ús laríngea en el suelo de la lengua y fu n c ió n fa ringoesofági-
culos pretiroideos para la reconstrucción de las cuerdas v o ca). Los tra ta m ie n to s incluyen dilataciones y colgajos m io -
cales. Si se pro d u ce la estenosis es preciso resolverla m e cutáneos libres para realizar reconstrucciones.
d iante cirugía con láser o abierta.
Estenosis del orificio traqueal
Desplazamiento de la glotis
El desplazam iento (escorzo) de la glotis es un p ro b le De acuerdo con O gura y Thawley52, la estenosis del ori
ma específico de los p ro ce d im ie n to s de la comisura ante ficio traqueal se puede prevenir «biselando la tráquea rema
rior. Puede resolverse m e d ia n te la reinserción de las cu e r nente en la parte superior de form a que se incre m e n te el
das vocales m em branosas en la parte a n terior del cartílago área de sección de este órgano». La estenosis traqueal pos
tiroides restante, o reconstruyendo la lám ina a n terior del toperatoria se puede solucionar mediante colgajos de avan
tiroides y las cuerdas vocales con un colgajo de epiglotis. ce en Y o en V.
Hemorragia
C o m p l ic a c io n e s d e la l a r in g u e c t o m ía
Los responsables de la hem orragia son los vasos larín
to ta l
geos superiores y los de la base de la lengua. Es im p o rta n
Formación de fístulas te identifica r el pedículo laríngeo superior d u ra n te el tra ta
m ie n to q u irú rg ic o de la faringe y la laringe. Por otra parte,
De acuerdo con Ogura y ThawleyS2, la form ación de una se puede lesionar la arteria carótida d u ra n te la disección
fístula depende del tip o de cirugía, de la radioterapia pre radical del cuello y en p ro c e d im ie n to s fa rin g o la rín g e o s .
via y de la técnica quirúrgica empleada. Las fístulas pueden C uando la faringe se encuentra en la disección radical m o
aparecer no sólo en la laringuectom ía total, sino ta m bién dificada del cuello que está en c o n ta cto con la arteria ca
en otros procedimientos com o la laringofaringuectomía par rótida, se puede enco n tra r desprotegida frente a la erosión
cial y la escisión de tum ores del seno piriforme. Es im p ro b a por una fístula salival. Es esencial p ro te g e r la arteria c a ró ti
ble que la cantidad de mucosa restante sea la responsable da con un colgajo m usculocutáneo. Una hem orragia a b u n
de la form a ció n de la fístula. Si es posible, se debe preser dante de la carótida puede precisar la ligadura del vaso, con
var la pared lateral del seno piriform e. Si se han e xtirpado las potenciales secuelas neurológicas que se producirán.
232
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Laringe
P é rd id a d e la vo z D e h is c e n c ia d e h e rid as
Tejido d e g ra n u la c ió n
booksmedicos.org
booksmedicos.org
i r o
Aparato respiratorio
John E. Skandalakis ;G en e L, C olborn; Thomas A. W eidm an; Panagiotis Symbas
Habiendo mirado la laringe miles de veces se despertó el anhelo de cruzar la frontera hacia las misteriosas y apenas visibles
vías aéreas profundas.
Chevalier Jackson1
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aparato respiratorio 6
T a b la 6 .1 . Historia de la anatomía y la cirugía del aparato respiratorio ¡
Asiria-Babilonia 3000 a Describieron los roncas sibilantes de la tuberculosis pulmonar: «Su respiración
1000 a.C. suena como una flauta»
China 1100 a.C. El Nei Ching clasificó los pulmones como uno de los cinco órganos formativos sólidos. También
se decía que los pulmones contenían la emoción del pesar
Egipcios 663 a 520 a.C. El Amuleto Sema representó la tráquea y los pulmones. Cuando se representaba en color,
el pulmón era claro, de color rojo brillante, o «color pulmón»
Galeno Describió los pulmones, el corazón y el tórax como partes necesarias para la respiración.
(aprox. 130-200 d.C.) Señaló que la vascularización de los pulmones procede de la aorta, aunque no le dio nombre.
Llamó a la tráquea «arteria áspera» e identificó las divisiones del pulmón. También observó
la presencia de la pleura
Rolando 1499 Resecó parte de un pulmón visible en una hernia de la pared torácica
Leonardo da Vinci Disecó los vasos bronquiales. Un dibujo muestra el aumento de la circulación bronquial
(1452-1519) como respuesta a (a inflamación
Andrés Vesalio Siglo XVI Utilizó la intubación endotraqueal para la anestesia en cirugía animal
De Pozze 1673 Primera descripción de la agenesia pulmonar
Ruysch 1696 Reivindicó el descubrimiento de la circulación bronquial: «Indudablemente afirmo
que este vaso no ha sido visto antes»
Von Sömmering 1808 Describieron la circulación bronquial como los «vasos nutricios» del pulmón
y Reisseissen
Antony 1823 Resecó una parte de un pulmón unida a una gran masa de pus en el tórax de un paciente
Virchow 1847 Afirmó que la circulación bronquial mantiene la función pulmonar en zonas de obstrucción arterial
Macewen 1878 Inició el uso de la intubación traqueal para la cirugía oral y el edema de glotis
Block 1881 Resecó parcialmente los pulmones de conejos. Estudió sus métodos en un paciente que padecía
tuberculosis, resecando el vértice de los dos pulmones. Cuando la operación fracasó, Block se suicidó
Weinlechner 1882 Resecó sin éxito un mixocondroma de la pared torácica y de lóbulo medio. También resecó
parte del lóbulo superior, eliminando varios depósitos metastásicos
Kroenlein 1883 Realizó una resección en dos etapas de la parte inferior del pulmón izquierdo después
de la recurrencia y extensión de un sarcoma osteogénico que se había resecado previamente.
El paciente se recuperó de la operación, pero murió posteriormente debido a una neumonía
Tuffier 1891 Realizó la primera resección pulmonar con éxito para tratar la tuberculosis pulmonar resecando
el vértice del pulmón derecho
1896 Desarrolló un tubo intratraqueal con un manguito inflable
Matas 1899 Desarrolló la respiración artificial mediante insuflación intralaríngea
Garré y Quincke 1901 Propusieron la adición de neumólisis intrapleural o extrapleural a la toracoplastia
Sauerbruch 1904 Intentó utilizar la respiración de presión positiva, utilizando una máscara facial muy ajustada,
mientras empleaba su cámara de presión negativa o «cámara neumática»
Meitzer y Auer 1909 Propusieron el uso de la intubación oral para facilitar la anestesia con presión positiva
Eisberg y Lilienthal 1910 Realizaron la primera toracotomía bajo anestesia intratraqueal
Kummel 1910 Realizó una neumonectomía sin éxito pinzando el pedículo y dejando las pinzas colocadas.
F,1 paciente murió seis días después
Stuerz 1911 Cortó el nervio frénico para conseguir la relajación del lóbulo inferior con adherencias
tuberculosas
Davies 1913 Realizó una lobectomía con disección mediante la ligadura de disección individual y la sutura
de las estructuras hiliares
Lilienthal 1914 Realizó una lobectomía en una etapa
Bull 1920 Publicó que había realizado una apicólisis hasta la cuarta costilla en 116 pacientes
Brun 1929 Público «Surgical Principles Underlying One-Stage Lobectomy», que ofrecía una descripción
detallada de la lobectomía en una etapa. Su primer caso del estudio se remontaba a 1918
235
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Aparato respiratorio
Shenstone y Janes 1929 Utilizaron un torniquete hiliar para la lobectomía. Describieron su uso en 1932
Sauerbach Década Desarrollaron la toracoplastia apical selectiva
y Brunner de 1930
Churchill 1931 Realizó una lobectomía con disección, restableciendo su eficacia después de la operación de 1913
de Davies
Nissen 1931 Tuvo éxito en la realización de una neumonectomía total en tres etapas para tratar bronquiectasias
difusas del pulmón izquierdo. Esta operación incluyó ligar el hilio con tubuladuras de goma y algunas
ligaduras de seda, y después esperar a que el pulmón necròtico se desprendiera dos semanas después
Kramer y Glass 1932 Crearon el término «segmentos broncopulmonares» para describir la anatomía pulmonar
Haight 1932 Realizó una neumonectomía total con éxito llevando a cabo una operación similar a la de Nissen
Bigger 1932 Realizó una broncotomía para extraer un tumor del bronquio izquierdo
Graham y Singer 1933 Realizaron una neumonectomía total en una etapa cuando de manera inesperada se vieron
forzados a resecar todo el pulmón al tratar un carcinoma broncogénico demasiado próximo
al punto de bifurcación lobular
Rienhoff 1933 Introdujo la técnica moderna de sutura bronquial cortando el cartílago en varios puntos
y utilizando suturas sueltas de seda para suturar el bronquio
Freedlander 1935 Describió un caso sin éxito de lobectomía pulmonar
Belsey y Churchill 1939 Realizaron una lingulectomía, que con frecuencia se considera la primera resección segmentaria.
Escribieron: «Se propone que el segmento broncopulmonar puede sustituir al lóbulo como unidad
quirúrgica del pulmón»
Eloesser 1939 Extirpó un adenoma que se originaba en el bronquio lobular inferior izquierdo
Kent y Blades 1942 Publicaron un artículo que durante mucho tiempo se ha considerado la base de las técnicas
de ligadura hiliar individual
Belsey 1944 Repararon un bronquio utilizando fascia después de extirpar un adenoma bronquial
Allison 1946 Describió una técnica que suponía la neumonectomía intrapericárdica con disección del tejido
mediastínico y de los ganglios linfáticos (neumonectomía radical)
Thomas 1947 Realizó una lobectomía con manguito bronquial
Sellors 1947 Realizó una valvotomía pulmonar
Juvenelle 1947 Publicó un trabajo de investigación sobre la denervación pulmonar que concluyó que los animales
podrían sobrevivir al autotrasplante pulmonar
Gebauer 1948 Realizó la primera operación de resección-reconstrucción bronquial utilizando un injerto dérmico
apoyado sobre un alambre
Overholt y Langer 1949 Sistematizaron las técnicas quirúrgicas de la resección segmentaria
Metras 1951 Describió el trasplante pulmonar canino, en el que los perros sobrevivieron hasta 29 días
Overholt 1952 Realizó una resección bilateral simultánea por bronquiectasias
Neptune 1953 Público la realización de intentos de trasplante cardiopulmonar en bloque en perros
Björk y Bagger 1954 Realizaron una resección pulmonar con valvulotomía pulmonar en un paciente que tenía estenosis
pulmonar y tuberculosis pulmonar
Price-Thomas 1955 Realizó una resección en manguito del bronquio, extirpando un adenoma del bronquio principal
derecho
Gaensler 1956 Propuso la lobectomía parietal para tratar el neumotorax recurrente
Brantigan 1959 Fue el primero que propuso que la fuerza necesaria para mantener abiertas las vías aéreas está
ausente en el enfisema; la resección pulmonar parcial podría mejorar la situación del paciente
restaurando esta fuerza
Hardy y Webb 1963 Trasplantaron un pulmón humano. El paciente sobrevivió 17 días
Jensik 1966 Propuso la irradiación antes de la resección broncopulmonar en manguito por cáncer de pulmón
Lower y Shumway 1980 Explicaron el trasplante cardiopulmonar en bloque en primates
Reitz 1981 Describió el trasplante cardiopulmonar con éxito en seres humanos
236
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aparato respiratorio 6
T a b la 6 .1 . Historia de la anatomía y la cirugía del aparato respiratorio (Continuación.)
Perelman 1983 Desarrolló y realizó la resección pulmonar limitada (menor que la segmentaria)
Swanson y cois. 1997 Primera descripción de una técnica mínimamente agresiva para la cirugía de reducción
del volumen pulmonar (CRVP) sin cortar la pleura visceral, reduciendo de esta manera
la morbilidad/mortalidad debida a fugas aéreas, mejorando la mecánica de la respiración
y reduciendo el traumatismo que sufría el paciente
Cooper 1997 Describió la mejoría de la resección pulmonar parcial por enfisema grave que desarrolló por
primera vez Brantigan en 1959. Se realizó una resección parcial de los dos pulmones a la vez con
una esternotomía media
La Tabla ha sido elaborada por David A. McClusky III y John E. Skandalakis.
Bibliografía:
Brantigan O, Mueller E, Kress MB. A surgical approach to pulmonary emphysema. Ann Rev Respir Dis 1959;80:194-202.
Cooper JD. The history of surgical procedures for emphysema. Ann Thorac Surg 1997;63:312-319.
Deffebach ME, Charan NB, Lakshminarayan S, ButlerJ. The bronchial circulation: small, but a vital attribute of the lung. Am Rev Respir
Dis 1987;135:463-481.
Fell SC, Kirby TJ. Segmental resection. In: Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Ginsberg RJ, Urschel HC (eds). Thoracic
Surgery. New York: Churchill Livingstone, 1995, pp. 854-855.
Grover FL, Fullerton DA, Zamora MR, Mills C, Ackerman B, Badesch D, Brown JM, Campbell DN, Chetham P, Dhaliwal A, Diercks M,
Kinnard T, Niejadlik K, Ochs M. The past, present, and future of lung transplantation. Am J Surg 1997;173:523-533.
Martini N, Ginsberg RJ. Lobectomy. In: Pearson FG, Deslauriers], Hiebert CA, McKneally MF, Ginsberg RJ, Urschel HC (eds). Thoracic
Surgery. New York: Churchill Livingstone, 1995, pp. 848-849.
Naruke T. Mediastinal lymph node dissection. In: Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Ginsberg RJ, Urschel HC (eds).
Thoracic Surgery. New York: Churchill Livingstone, 1995, p. 909.
Naef AP. The Story of Thoracic Surgery: Milestones and Pioneers. Toronto: Hogrete and Huber Publishers, 1990.
Naef AP. Early history of thoracic surgery. In: Shields TW (ed). General Thoracic Surgery. Baltimore: Williams and Wilkins, 1972, pp. 1-9.
Naef AP. Pioneers on the road to thoracic surgery. J Thorac Cardiovasc Surg 1991;101:377-384.
Swanson SJ, Mentzer SJ, DeCamp MM Jr, Bueno R, Richards WG, Ingénito EP, Reilly JJ, Sugarbaker DJ. No-cut thorascopic lung plication:
a new technique for lung volume reduction surgery. JACS 1997;185:25-32.
Tsuchiya R. Bronchoplastic bronchovascular techniques. In: Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Ginsberg RJ, Urschel
HC (eds). Thoracic Surgery. New York: Churchill Livingstone, 1995, p. 870.
Warren R, Surgery. Philadelphia: W.B. Saunders Company, 1963, pp. 598-599.
Waters PF. Pneumonectomy. In: Pearson FG, Deslauriers J, Hiebert CA, McKneally MF, Ginsberg RJ, Urschel HC (eds). Thoracic Surgery.
New York: Churchill Livingstone, 1995, p. 844.
Fase canalicular
Este período comienza apro xim a d a m e n te en la d e c im o
sexta semana y finaliza alrededor de la vigesim o q u in ta . El
aparato respiratorio de los pulm ones se fo rm a du ra n te este
período m ediante la ram ificación de los vasos sanguíneos
alrededor de los infundíbulos y alrededor de los prim o rd io s
de los alveolos pulmonares. Los tejidos pulmonares se hacen
m u y vasculares, y los m últiples bronquiolos tienen láminas
engrosadas. Es posible la respiración en la vigesim ocuarta o
vigesim oquinta semana, y el feto nacido puede sobrevivir.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Aparato respiratorio
Bolsas faríngeas
Esófago
Pulmón
Estómago
Epitelio hepático
dorsal
Vesícula b iliar
F ig u ra 6.2. Desarrollo de la tráquea y de los bro nq u io s. A, C u atro im ágenes anteriores e im ag en lateral del esbozo p u lm o
n ar al final de la q u in ta sem ana (ho rizo n te XIII). B, Im agen lateral a m ediados de la sexta sem ana (h o rizon te XV). C, Im a
gen lateral cerca del final de la sexta sem ana (horizonte XVI). [sfJ]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aparato respiratorio
Se ha d ic h o que:
• El b ro n q u io prin cip a l derecho tiene un trayecto caudal y
el izquierdo un tra yecto oblicu o . Así, un cuerpo extraño
traqueal se d irig irá con más frecuencia hacia abajo, ha
cia el b ro n q u io derecho.
• El b ro n q u io principal derecho e m b rio n a rio da lugar a dos
esbozos prim arios: el superior para el ló b u lo superior y el
infe rio r para el ló b u lo m edio. Después, el e xtre m o ciego
del b ro n q u io principal fo rm a el lób u lo inferior derecho. El
b ro n q u io p rincipal izqu ie rd o da lug a r sólo a un esbozo
p rim a rio que fo rm a el ló b u lo superior izquierdo. El ló b u
lo inferior izquierdo procede del e xtre m o ciego del b ro n
q u io principal izquierdo.
• Teóricam ente se fo rm a n 10 b ro n q u io s segmentarios en
el p u lm ó n derecho y 8 en el izquierdo.
F igu ra 6.3. D esarrollo de la trá q u e a y d e los b ro n q u io s.
Im ágenes a n te rio r y lateral al co m ie n z o de la sé p tim a se
m a n a (h o riz o n te XVII). La tráq u e a y el esófago se h a n alar A n o m a l ía s c o n g é n it a s
gad o y so n visibles cin co ó rd e n e s de ra m ific a c ió n b r o n
quial. [sfi] Las anomalías congénitas de la tráquea y los pulm ones
se m uestran en la Tabla 6.2 y en la Figura 6.4.
Lóbulos a c c e s o rio s
Según Shields5, los lóbulos accesorios frecuentes son el
N ota: Se fo rm a n más alveolos d u ra n te los prim eros años ló b u lo accesorio posterior, el accesorio inferior, el ló b u lo
posnatales. Se dice que el recién nacido tiene 20 millones de m edio del p u lm ó n izqu ie rd o y el «ló b u lo de la ácigos» del
alveolos; el ad u lto tiene a p ro xim a d a m e n te 300 millones. ló b u lo superior derecho (Figs. 6.5 y 6.6).
Fuente: S k an d alak is JE, G ray SW. E m b ry o lo g y for S urgeons, 2.a ed. Baltim ore: W illiam s & W ilkins, 1994; c o n a u to rizació n .
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandaiakis
Aparato respiratorio
A g e n e s ia u n ila te ra l, a p la s ia e h ip o p la s ia
d e l p u lm ó n
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aparato respiratorio
de la ácigos
Lóbulo accesorio
posterior izquierdo
Lóbulo accesorio
posterior derecho
Lóbulo accesorio
inferior izquierdo
Lóbulo accesorio
inferior derecho
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Aparato respiratorio
Clavícula
Anatomía quirúrgica
1.a costilla
Lóbulo de la
ácigos
V. innominada i.
V. ácigos
Pericardio
Lóbulo de
la ácigos
-Vena
ácigos
Lóbulo
superior
4 .a costilla
Lóbulo de la ácigos
Lóbulo de la ácigos
F ig u ra 6.6. L ó b u lo de la ácigos. A, Estructuras torácicas posteriores vistas en una im agen anterolateral; se muestra la vena
ácigos, los grandes vasos asociados y (en * ) la c o n e x ió n transversal entre las venas ácigos y hemiácigos. B, C o n te n id o de
la cavidad pleural derecha; se ha retraído el ló b u lo p u lm o n a r superior para e xponer el ló b u lo accesorio y la vena ácigos
anómala. Aparte: Vena ácigos anóm ala con parte de su re fle x ió n de la pleura parietal. C, Corte transversal a través del p u l
m ó n derecho y de sus estructuras relacionadas a la altura del bucle de la vena ácigos anómala. D a F, P orción superior del
p u lm ó n derecho que muestra las relaciones pulm onares de la vena ácigos anó m a la y sus conexiones; tres caras. In c id e n
cia del ló b u lo anóm alo, en el la b o ra to rio del a u to r65, 0,4% (8 casos de 2.000 piezas). V.i.d., vena in n o m in a d a derecha
(NA, braquiocefálica); V.i.i., vena in n o m in a d a izquierda; V.y.i., vena y u g u la r inte rn a ; V.y.a., vena y u g u la r a n terior; V.s.,
vena subclavia; V.c.s., vena cava superior; S.m., superficie m ediastínica; S.v.c., superficie vertebrocostal. [an4\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aparato respiratorio
Cartílago crícoides
El nervio recurrente
entra en la laringe
I Final de la laringe, comienzo
del esófago
La arteria vertebral entra
en el agujero transverso
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Aparato respiratorio
ciona con el esófago. La tráquea tiene de 15 a 20 anillos de nal la arteria tiroidea IM A está localizada justo debajo del
cartílago hialino en form a de U que son responsables de la istm o; estos vasos y el istm o están cubiertos p o r un del
rigidez lateral del órgano; estos anillos están unidos p o r una gado estroma de te jido conectivo.
delgada m em brana elástica. Por detrás, los anillos están uni • El istm o tiro id e o ésta delante del segundo, tercer y cuar
dos por el delgado músculo liso traqueal (músculo traqueal). to cartílagos traqueales.
Lateral
T o p o g ra fía y re la c io n e s
• Piel, fascia superficial y m úsculo cutáneo del cuello.
Tráquea cervical • Músculo esternocleidom astoideo y fascia de recubrim ien
Según K u b ik y Healey14, el origen de la tráquea cervical to cervical.
se localiza 1,5 cm a 2 cm p o r debajo de la piel. A nivel de • Vaina carotidea con la arteria carótida c o m ú n , la vena y u
la escotadura esternal está 4,5 cm a 5 cm por debajo de la gu la r interna y el nervio vago.
piel, y en la bifurcación la p ro fu n d id a d es a p ro x im a d a m e n • M úsculos o m o h io id e o , este rn o h io id eo y esternotiroideo.
te de 7 cm. • Vena tiroidea media.
A c o n tin u a c ió n se presenta un resumen de las relacio • Lóbulo tiroideo.
nes topográficas de la tráquea cervical (F ig. 6.10). • Arteria tiroidea inferior y nervio laríngeo recurrente.
• Ganglios linfáticos paratraqueales.
Anterior
• Piel. Posterior
• Fascia subcutánea con el m úsculo cutáneo del cuello. • Tejido alveolar delgado.
• Capa de re cu b rim ie n to de la fascia cervical profunda. • Esófago.
Fascia
Fascia visceral (pretraqueal)
Tráquea
alar
C o m p a rtim e n to visceral
Esófago
G lándula tiro id e s
Vaina carotidea
Fascia su perficial
F ig u ra 6 .1 0 . Corte transversal del cu e llo que m uestra las capas fasciales. P, «espacio peligroso» en el in te r io r de la fas
cia prevertebral. RV, espacio retrovisceral o re tro faríngeo, entre la fascia prevertebral y las capas fasciales pretraqueales
(viscerales), [col]
244
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aparato respiratorio
Anterior
• Ganglios linfáticos tra q u eobronquiales superiores e infe
riores, arteria p u lm o n a r derecha.
Posterior
Arteria torácica
interna • Plexo p u lm onar, arterias bronquiales.
Anterior
• Piel, fascia superficial, m a n u b rio del esternón.
• T im o y grasa tímica, vasos tímicos (Fig. 6.11).
Tráquea
• Vena braguiocefálica izquierda.
• Arteria braquiocefálica y arteria carótida c o m ú n izquier Esófago
pulm onar
• Esófago.
derecha
booksmedicos.org
booksmedicos.org
’ Skandalakis
Aparato respiratorio
Anatomía quirúrgica
Arteria subclavia
Nervios vago y recurrente derechos
Cayado de la aorta
Nervios cardíacos
Cayado de la v e ra ácigos
F ig u ra 6 .1 3 . N e rv io vago derecho.
Aparato respiratorio
Bronquio Bronquio principal izquierdo Arteria pulm onar Arteria pulm onar
principal derecho derecha izquierda
Bronquio
Bronquio lobular superior
lobular superior
B
Cayado
de la aorta
Aurícula izquierda
Aurícula derecha
F igura 6.14. Bronquios principales (A) y algunas de sus re
laciones vasculares anteriores (B y C). En C se muestra la re
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Aparato respiratorio
La vascularización b ronquial ha sido estudiada en de ta Los pulm ones son órganos móviles situados en el interior
lle p o r C auldw ell y cois.21, Olson y A thanasoulis22, Deffe de la cavidad torácica; sin e m b argo, los dos están anclados
bach y cois.20, M ille r y Nelems23 y otros investigadores. Los al corazón y a la tráquea. El p u lm ó n derecho está fo rm a d o
orígenes de las arterias bronquiales y el patrón de drenado p o r tres lóbulos, y el p u lm ó n izquierdo p o r dos.
venoso b ronquial son m u y variables. Tanto el hígado c o m o el corazón m o d ifica n el c o n to r
no externo de los dos pulmones. El p u lm ó n derecho es más
Arterias (Fig. 6.16, Tabla 6.3) corto debido al lóbulo hepático derecho; el pulm ó n izquier
El o rig e n de las arterias bronquiales derecha e izquier d o es más estrecho p o r la localización hacia la izquierda del
da es m u y variable. Pueden surgir en la arteria torácica in corazón y del pericardio. A m bos aceptan los bronquios, así
terna, en la arteria subclavia o en las arterias tiroideas infe c o m o los vasos pulm onares.
riores. En la m a yo r parte de los casos, la arteria bro n q u ia l Los dos pulm ones muestran las siguientes características:
derecha única se origina en la aorta o en la tercera arteria vértice, base, tres superficies, tres bordes y cisuras (Figs.
intercostal posterior derecha. El p u lm ó n izquierdo es vascu- 6.22 A y B).
larizado p o r dos arterias bronquiales que parten d ire c ta
m ente del com ienzo de la aorta torácica descendente. Las Vértice
variaciones del origen de las arterias bronquiales se mues El vértice está cu b ie rto por pleura. Se proyecta p o r e n
tran en las Figuras 6.1 7 A y B. cim a de la clavícula hacia la base (raíz) del cuello. La e x te n
Según Deffebach y cois.20, la red sanguínea arterial b ro n sión del p u lm ó n p o r encim a de la clavícula varía con la res
quial sistèmica «parece ser poco im p o rta n te » al p rincipio, piración, la postura, la c o m p le x ió n corporal y el án g u lo de
p o rq u e es posible su abolición d u ra n te el trasplante p u l visión. El vértice del p u lm ó n izquierdo es algo m ayor que
m o n a r (Fig. 6.18). Su excelente artículo explora la fu n ció n el del p u lm ó n derecho.
248
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aparato respiratorio
F ig u ra 6 .1 6 . Los cuatro p u n to s de origen más frecuentes y n ú m e ro de las arterias b ro nquiales de los p u lm o n e s derecho
e izquie rd o . Véase la Tabla 6.3 para conocer el porcentaje de ap a rició n de cada u no de ellos. [ca4]
Tabla 6.3. Origen y número de las arterias bronquiales en 150 piezas de autopsia disecadas
Núm ero de arterias Núm ero de arterias
Variación anatóm ica bronquiales derechas bronquiales izquierdas Incidencia porcentual
I 1 2 40,8
11 1 1 21,3
III 2 2 20,8
IV 2 1 9,7
V 1 3 4,0
VI 2 3 2,0
VII 3 2 0,6
V III 1 4 0,6
IX 4* 1 0,6
* U n a ra m a d e la arteria b r o n q u ia l izquierda an terio r al esófago pasa h acia el b r o n q u i o derecho, m ás dos arterias b ro n q u iales d erechas pro ced entes
de la ao r ta y u n a arteria b r o n q u i a l d e r e c h a p r o c e d e n te d e la arteria subclavia.
Fuente: C a u ld w e ll EW, Siekert RG, L in in g e r RE, A n s o n BJ. T h e b r o n c h i a l arteries: a n a n a t o m i c s tu d y o f ISO h u m a n cadavers. Surg G y n e c o l
O b s te t 1948;86:395-412; c o n au to rizació n .
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Aparato respiratorio
izquierda
Arteria
Segunda arteria Arteria carótida
braquiocefálica
intercostal posterior común derecha
Arteria bronquial
Izquierda superior
Bronquio
Arterias
izquierdo Arteria esofágica Cayado aórtico
esofágicas
Arteria bronquial
izquierda inferior
Bronquio derecho
Ramos segmentarios de
la aorta al esófago Arteria esofágica
Arteria bronquial
derecha
Quinta arteria
Arteria esofágica intercostal posterior
Principal vasculariza Esófago
ción en la región entre
el séptimo y el noveno
Aorta torácica
espacios intercostales
Arteria esofágica
Arteria esofágica
Esófago Arteria
Diafragma
Diafragma
A orta torácica
B
F ig u r a 6 .1 7 . Variaciones en el origen de las arterias bronq u ia le s y esofágicas. A, Vista desde la izquierda. B, Vista desde
la derecha.
F ig u r a 6 .1 8 . R epresentación es
quemática de la vascularización sis
tèm ica del p u lm ó n . Obsérvese que
el flu jo procedente de las vías aére
as extrapulm onares y de sus estruc
turas de soporte vuelve al corazón
derecho, mientras que el flu jo in tra
p u lm o n a r se anastomosa con la cir
c u la ció n p u lm o n a r y vue lve al co
razón izquierdo. [de2]
250
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aparato respiratorio
Vena ácigos
Arteria subclavia derecha
Primera costilla
Bronquio epiarterial
Arteria torácica interna
Pleura
Diafragma
Las relaciones del vértice son las siguientes: braquiocefálica izquierda a la izquierda.
• Lateral: m úsculo escaleno m edio, prim era costilla.
• Anterior: arteria subclavia, músculo escaleno anterior, vena
subclavia, nervio frénico, nervio vago.
• Posterior: tro n co sim pático, p rim e r nervio torácico, arte Base
ria intercostal superior. La base se relaciona con la superficie superior del diafrag
• Medial: tro n co braquiocefálico, vena braquiocefálica d e ma y con varios órganos subdiafragmáticos. El lóbulo inferior
recha y tráquea a la derecha, y arteria subclavia y vena derecho se relaciona con la pleura, el diafragma, el peritoneo
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Aparato respiratorio
V. braquiocefálica d. V. braquiocefálica i y el lóbulo derecho del hígado. El lóbulo izquierdo inferior iz
quierdo se relaciona con la pleura, el diafragma, el peritoneo,
el lóbulo izquierdo del hígado, el fo n d o gástrico y el bazo.
Anatomía quirúrgica
'V . Intercostal
superior Tres superficies pulmonares
V. intercostal - La superficie costal de los dos p u lm o n e s se relaciona
superior
con la pared torácica. Finaliza en los bordes p u lm onares
-V. hemiácigos
accesoria
anterior, p o sterior e inferior.
7
Seno coronario La superficie medial o mediastínica del p u lm ó n está en
'•1 c o ntacto con los órganos del m ediastino (Fig. 6.23). La par
8 T7f
9 í — V. intercostales te poste rio r de la superficie m edial se relaciona con la co
—1
V. subcostal-
12 ) 12
-V. hemiácigos
-V. subcostal
entrada y salida de b ronquios, vasos y nervios.
La superficie d iafragm ática derecha se relaciona con el
V. lum b a r- h e m id ia fra g m a derecho y con el lób u lo derecho del híga
-V. lum bar
ascendente ascendente do. La superficie diafragm ática izquierda se relaciona con el
fo n d o gástrico, el bazo y, de manera ocasional, con la fle
-V. renal i. xura esplénica del colon y el lób u lo izquierdo del hígado.
Vena cava -
inferior
Frija y cois.25 describieron la anatomía radiológica del bor
de pulm onar inferior utilizando la radiografía computarizada:
Ganglios paratraqueales i.
Ganglio de la ácigos
Ganglio hiliar
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aparato respiratorio 6
Esófago
Tráquea
Lóbulo superior-pulmón
derecho Lóbulo superior-
pulm ón izquierdo
Cisura horizontal
Cayado aórtico
Bronquio principal derecho
Carina traqueal
Pleura costal
Bronquio principal
izquierdo
Cisura oblicua
Cisura oblicua
Fondo gástrico
Lóbulo derecho del hígado
raespinal izquierda o con la línea paraórtica. El BPI ante Tres bordes pulmonares
rior derecho era visible en el 76% de los casos. La mayor
p arte de las veces era oblicuo hacia arriba y medialmente Los tres bordes pulmonares (anterior, inferior y posterior)
(4 6% ) o cóncavo hacia arriba (33%), y con frecuencia te co rresponden a las líneas de reflexión pleural (Figs. 6 .2 4
nía escotaduras (38%). El BPI anterior izquierdo era visible y 6.25).
en el 64% de los casos, y la m ayor parte de las veces era Los bordes derecho e izquierdo son atípicos; y n o siem
oblicuo h a d a adentro y hacia arriba (58%). Continuaba pre son constantes; la respiración p ro fu n d a o su perficial
medialmente con el receso precardíaco inferior izquierdo. m o d ific a la to p o g ra fía . El c iru ja n o siem pre d e b e re co rd a r
Los BPI anteriores eran más variables que los posteriores. la p ro y e c c ió n cervical hacia arriba del p u lm ó n y su p r o
Los BPI posteriores eran m uy similares, y su profundidad ye cc ió n y relaciones hacia abajo (receso c o s to d ia fra g m á -
difería sólo p o r la diferencia de altura de las cúpulas dia- tic o ) con los ó rg anos del in te rio r de la cavid a d p e rito n e -
fragmáticas. al, c o m o el híg a d o a la derecha y el bazo a la izquierda.
253
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Aparato respiratorio
M anubrio
Cayado aórtico
Anatomía quirúrgica
Arteria y vena
torácicas internas
Aurícula izquierda
Lóbulo superior-pulmón
Lóbulo superior-pulmón
derecho
izquierdo
Pericardio
Pleura costal
Cavidad pleural
Cisura horizontal
Ventrículo izquierdo
Cisura oblicua
Lóbulo inferior-pulmón
izquierdo
Aurícula derecha
Cuerpo gástrico
Receso
costodíafragmático
Aparato respiratorio
División
A. pulm onar izquierda
División inferior
Arterias
A. pulmonar
segmentarias
Arterias
segmentarias
ant.
A. bronquial superior
izquierda
A. bronquial derecha bronquial inferior izquierda
Pericardio, borde cortado
F ig u ra 6 .2 3 . Relaciones entre los p u lm o n es y los órganos del m ediastino. V.sup., v en a p u lm o n a r superior; V.inf., vena p u l
m o n a r inferior. [h e l\
tos basal medial y basal anterior, lo que daría al p u lm ó n iz Los segmentos broncop u lm o n a re s de los pulm ones tie
qu ie rd o ta m b ié n 10 segm entos bron co p u lm o n a re s, pero, nen localizaciones to p o g rá fica s específicas. Sus n o m bres
p o r d e finición, un se gm ento b ro n c o p u lm o n a r es una p o r indican sus posiciones respecto de la pared torácica y el
ción de te jid o p u lm o n a r tribu ta ria de un b ro n q u io de te r m ediastino.
cer orden.
Los segmentos se caracterizan por la localización central Pulmón derecho
de un b ro n q u io y de una rama de la arteria pulm onar. Las Los tres lóbulos del p u lm ó n derecho (superior, m edio e
tributarias venosas pulm onares siguen su trayecto entre los inferior) están definidos por una cisura m ayor oblicua que se
segmentos. para el lób u lo inferior del lób u lo m e d io y p o r una m e n o r
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Aparato respiratorio
Lóbulo superior
Anatomía quirúrgica
derecho
Lóbulo superior
Lóbulo
inferior
izquierdo
Senos de
reserva
pleurales
F ig u ra 6 .24. Límites d e la pleura y de los p u lm o n e s e n las p ro yeccio nes a n te rio r y posterior, [me]
que separa el lób u lo superior del lób u lo medio. El lóbulo su de los segm entos b ro n co p u lm o n a re s d ifiere de la del p u l
perior del p u lm ó n derecho tiene tres segmentos bron co p u l- m ó n d e re ch o . De m anera característica, los se g m e n to s
monares: apical, posterior y anterior. El lóbulo m edio se carac apical y p o ste rio r del ló b u lo su p erior iz q u ie rd o fo rm a n el
teriza p o r dos segmentos, medial y lateral. El lóbulo inferior « se g m e n to apicopo ste rio r» del ló b u lo su p e rio r izqu ie rd o .
tiene un segm ento superior y cuatro segmentos basales: ba Los segm entos basal m edial y basal a n te rio r tienen un o ri
sal anterior, basal medial, basal p o s te rio ry basal lateral. g en c o m ú n desde el s e g m e n to a n te ro m e d ia l del ló b u lo
inferior.
Pulmón izquierdo La parte infe rio r del lób u lo superior izqu ie rd o se d e n o
Los dos lóbulos del p u lm ó n izq u ie rd o (su p e rio r e in fe mina língula d e bido a una delgada prolongación p or delan
rior) están separados p o r la cisura oblicua. La d is trib u c ió n te del lado izquierdo del corazón. La língula co n tie n e los
Lóbulo superior
izquierdo
Lóbulo medio
derecho
Lóbulo inferior
izquierdo
Lóbulo inferior
derecho
Senos de reserva
pleurales
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aparato respiratorio
F ig u ra 6 .2 6 . Cisuras ex tern as de los p u lm o n e s y frecuencia de su aparición. La au sen cia de u n a cisura n o im p lica la al
teració n del p a tr ó n b ro n q u ia l su byacente. Las cisuras m e n o s frecu entes d a n lugar a lób u los dorsales y cardíacos. [s¿3]
segmentos b ro n c o p u lm o n a re s superior e inferior, que co Según W ozniak26, a pesar de que los segm entos super
rresponden a la posición ante ro in fe rio r de la lingula. T o p o num erarios son frecuentes, los b ronquios supernum erarios
gráficam ente, la lingula se relaciona con la sexta costilla y casi nunca se o riginan en la tráquea.
con el ventrículo izquierdo; es el h o m ó lo g o de lób u lo m e
dio derecho.
T a b la 6 .4 . Segmentos bronquiales
P u lm ó n d ere ch o P u lm ó n iz q u ierd o
Lóbulo superior
Apical 1 [1] División superior
Anterior 2 [3] Apicoposterior 1 + 3 [1 + 2]
Posterior 3 [2] Anterior 2 [3]
División inferior: lingula
Lingular superior 4 [4]
Lingular inferior 5 [5]
Lóbulo medio
Lateral 4 [4]
Medial 5[5]
Lóbulo inferior
Superior 6 [6] Superior 6 [6]
Basal medial (cardíaco) 7 [7] Anteromedial [7 + 8]
Basal anterior 8 [8] [basal medial-cardíaco]
Basal lateral 9 [9] [Basal anterior] [8]
Basal posterior 10 [10] Basal lateral 9 [9]
Basal posterior 10 [10]
Nota: Los términos y números entre corchetes son los de Nomina Anatomica, 1989.
Fuente: Shields TW. Surgical anatomy of the lungs. En: Shields TW (ed.). General Thoracic Surgery, 4a ed. Baltimore, Williams & Wilkins,
1994, págs. 80-90; con autorización.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Aparato respiratorio
Pulmón derecho
258
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aparato respiratorio
V. pulmonar superior
A. pulmonar superior
Lóbulo superior, a. segmentaria post.
V. ácigos N. frénico
N. vago
Hllio derecho, 2
proyección ant.
Hillo derecho,
Bronquio
lobular superior
A. pul. dcha.,
división Inf.
Bronquio lobular medio
Ramas segmentarias sup.
V. basal principal
Corazón
A. bronquial
Hilio derecho,
V. ácigos
vista post.
Esófago y n. vago
F igu ra 6 .2 8 . A bordajes del hilio p u lm o n a r d erecho. 1, A bordaje anterior. 2, A bordaje interlobar. 3, A bordaje posterior.
LSD, ló b u lo superior derecho; LMD, ló b u lo m e d io derecho; LID, ló b u lo inferior d erecho , [hel]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Aparato respiratorio
Ligamento
Nervio laríngeo
recurrente izquierdo
Hilio izquierdo,
Hilio izdo.,
vista a través de
vista anterior
la cisura oblicua
aórtico
N .vago
V. seg. anterior
A. y b ronquio segmentarios sup.
A. pulm onar i.
V. y bronquio basales principales
A. segmentaria apical post.
Hilio izquierdo,
vista post.
Esófago y n. vago
F ig u ra 6 .2 9 . Abordajes del h ilio p u lm o n a r izquierdo. 1, Abordaje anterior. 2, Abordaje in te rlo b u la r. 3, Abordaje poste
rior. LII, ló b u lo in fe rio r izquierdo; LSI, ló b u lo superior izqu ie rd o , [hel]
F ig u ra 6 .3 0 . Á rb o l b ro n q u ia l derecho. A, Vista
anterior. B, Vista lateral. Se u tiliz a la m o d ific a
c ió n de B oyden de la n o m e n c la tu ra n u m é rica .
[sh2]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aparato respiratorio
Árboles bronquiales
El b ro n q u io del lób u lo m e d io derecho se orig in a tal vez
Árbol bronquial derecho (Figs. 6.30, 6.31 y 6.32) 1 cm p o r debajo del o rificio del ló b u lo superior. Los seg
El b ro n q u io del lób u lo superior derecho tiene una lo n m en to s lateral y m edial se fo rm a n p o r bifurcación.
g itu d de 1 cm a 1,5 cm. Se o rigina en la pared lateral del El b ro n q u io del ló b u lo in fe rio r d e re c h o tie n e una lo
b ro n q u io principal derecho, p o r debajo de la carina, y da calización in fe rio r y p o ste rio r; para fines práctico s, se le
tres bronquios segm entarios (apical, posterior y anterior). considera el e x tre m o caudal del b ro n q u io p rin c ip a l d e re
La génesis de los bronquios segmentarios es bastante varia ch o . Da o rig e n a cin c o b ro n q u io s s e g m e n ta rio s (s u p e
ble; es probable que se fo rm e n p o r la trifurcación del b ro n rior, basal m edial, basal anterior, basal lateral y basal pos
q u io del lóbulo superior derecho. te rio r).
- Apical
Posterior
A n te rio r
Apical posterior
A n te rio r
Superior Superior
B
F ig u ra 6 .3 2 . Esquema de los b ro n q u io s segmentarios del F ig u r a 6 .3 4 . Esquema de los b ro n q u io s segmentarios del
p u lm ó n derecho. A, Vista anterior. B, Vista lateral. [M 5 ] p u lm ó n izquierdo. A, Vista anterior. B, Vista lateral. [hoS]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Aparato respiratorio
Irrigación sanguínea
Los pulm ones tienen una vascularización dual: una para
el intercam bio de gases (arterias y venas pulm onares) y otra
para el aporte n u tritiv o del p a rénquim a p u lm o n a r (arterias
y venas bronquiales [véase la sección sobre los bronquios]).
Aparato respiratorio
Arterias posteriores
Arteria anterior
Arteria segmentaria
Arteria ascendente posterior superior
Arteria segmentaria
Arteria lingular
superior
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Aparato respiratorio
Entre los bro nq u ios lobulares superior y m edio Ángulo entre los bronquios lobulares superior e inferior izquierdo
Debajo del bro n qu io lobular medio El encim a del bro n qu io lobular superior
Mediales al bro n qu io lobular superior Mediales al b ron q u io principal izquierdo
Encima del bro n qu io lobular superior Mediales al b ron q u io segmentario superior
U nión de las cisuras oblicua y transversa sobre la arteria Mediales bro nq u io lobular superior
p u lm o n ar derecha Encima del bro n qu io segmentario superior
Mediales al bro n qu io segmentario superior Anteriores al bro n q uio principal izquierdo
Posteriores al bron q u io lobular superior Detrás del bro nq u io principal izquierdo
Mediales al bro n qu io lobular medio Mediales al b ron q u io lobular inferior
Entre el bronquio segmentario superior y el bronquio Detrás del bronquio lobular superior
lobular inferior Laterales al bro nq u io principal izquierdo
Mediales a los bronquios del lóbulo inferior Laterales al bro nq u io lobular inferior
Encima del bron q uio segmentario superior Laterales al bro nq u io lobular superior
Entre los bronquios basales anterior y medial Entre los bronquios segmentarios del lóbulo superior izquierdo
Laterales al b ron q uio lobular inferior Entre el bronquio segmentario superior y los bronquios basales
Nota: Se enumeran en orden decreciente con respecto al número de veces que se identificaron ganglios linfáticos en cada localización.
Fuente: Borrie J. Lung Cáncer. Surgery and Survival. Nueva York: Appleton-Century-Crofts, 1965; con autorización.
tributarias que drenan los lóbulos superior y m edio del p u l • Los ganglios linfáticos hiliares están localizados a lo largo
m ó n derecho, tres del superior y una del inferior m edio. La de la región infe rio r de los bro n q u io s principales o p ró x i
vena p u lm o n a r infe rio r derecha está debajo y detrás de la mos a los vasos pulm onares derechos e izquierdos, cerca
vena superior derecha. de la reflexión de la pleura visceral.
• Los ganglios linfáticos lobulares están situados en el origen
V e n a s p u l m o n a r e s i z q u i e r d a s . La vena p u lm o n a r supe
de los bronquios lobulares, cerca de los vasos pulmonares.
rior izquierda está form ada po r tres o cuatro ramas que dre • Los tu m ores tienen una extensa fo rm a c ió n de plexos lin
nan el ló b u lo su p erior en su to ta lid a d . Su localización es fáticos con intercom unicaciones entre ellos, y m últiples
a p ro xim a d a m e n te a nterior a la arteria p u lm o n a r izquierda. ganglios que ta m b ié n se com u n ica n entre sí.
La vena p u lm o n a r inferior izquierda está fo rm a d a p o r dos • El tra yecto de los linfáticos pulm onares desde la periferia
ramas, y está localizada en posición inferior y posterior a la (pleura visceral) hacia el hilio y más allá de éste es el si
vena superior. guiente:
- Pleura visceral.
Linfáticos (Figs. 6.39, 6.21 y Tabla 6.5)
-T a b iq u e s lobulillares.
Con fines prácticos, los linfáticos pulm onares pertenecen
- Vasos bronquiales.
al grupo m ayor de linfáticos del tórax; esto se debe a su ex
- Ganglios linfáticos b ro n copulm onares.
tensa intercomunicación entre sí, así com o a sus grupos es
- Ganglios linfáticos traqueobronquiales.
peciales de ganglios linfáticos que también se intercomunican.
- Ganglios linfáticos paratraqueales.
Existen varias clasificaciones, que son confusas no sólo para
- Ganglios linfáticos mediastínicos.
los estudiantes, sino tam bién para los cirujanos en ejercicio.
-T ro n c o s linfáticos broncom ediastínicos.
La red linfática p u lm o n a r se puede d iv id ir en dos g ru
- C o n d u c to torácico.
pos: superficial y p ro fu n d o . El g ru p o superficial está fo rm a
- C o n d u c to linfático derecho.
do p o r los linfáticos que están debajo de la pleura visceral
y p o r los de los tabiques interlobul¡llares. El g ru p o p ro fu n
do está fo rm a d o po r linfáticos que están localizados alrede
Inervación
d o r de los vasos y de los bronquios. En la región hiliar hay
una extensa com u n ica ció n entre las dos redes.
El p u lm ó n está inervado p o r los sistemas s im p á tic o y
Re c o r d a r : parasim pático. Las dos divisiones c o n trib u ye n a fo rm a r los
• Los ganglios linfáticos intrapulm onares son escasos. plexos pulm onares, localizados en la raíz del p u lm ó n , p or
• Los ganglios linfáticos broncopulmonares son abundantes. delante y p o r detrás.
264
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aparato respiratorio
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Aparato respiratorio
B r o n q u io s
Pu lm o n e s
Aparato respiratorio
trasplante se realizan de acuerdo con la patología subya D urante la ligadura de las venas pulm onares se p ro d u
cente. ce un c o rto c irc u ito de la sangre y no se produce distensión
p u lm o n a r37. Si es necesario, se debe e ntrar en el pericardio
Segmentos para te n e r espacio suficiente para una ligadura correcta de
las venas pulm onares.
Cada segm ento p u lm o n a r es una unid a d in d e p e n d ie n Para prevenir la herniación cardíaca se debe abrir am plia
te y separada desde el p u n to de vista g u irú rg ic o . Se pue m ente el defecto pericárdico, o se debe reparar con pericar
den resecar en su to talidad, p o rg u e hay anastomosis m ín i d io bovino o con una prótesis, o bien de manera primaria.
mas entre segm entos adyacentes. Las venas pulm onares Se debe cerrar el b ro n g u io principal cerca de la carina;
están situadas entre los segmentos; son buenas marcas ana esto im p id e que haya un bolsillo ciego, con la co n siguien
tóm icas para la separación intersegm entaria y la resección te rotura del m u ñ ó n b ro n q u ia l o hemoptisis.
segmentaria. R othenberg38 describió la resección p u lm o n a r toracos-
Los segmentos apicoposteriores de los lóbulos superio cópica asistida p o r vídeo con éxito en lactantes y niños.
res y los segmentos superiores de los lóbulos inferiores son H ubo que tra n sfo rm a r la operación en una tora co to m ía es
localizaciones frecuentes de tuberculosis. tá n d a r en dos pacientes que tenían enferm edad metastá-
sica que precisaban resecciones extensas.
Cisuras
Las m alform aciones y variaciones congénitas, así co m o R e s e c c ió n s e g m e n t a r ia y l o b u l a r
diversas enfermedades, pueden distorsionar el trayecto de
las cisuras. Sin em bargo, hay que tener en cuenta que p u e Las características quirúrgico-anatóm icas de la resección
de no haber cisuras o que p ueden estar poco desarrolla segmentaria y lobular son las mismas que las de la n e um o-
das, especialmente la horizontal. nectomía. Sin em bargo, se deben tratar las fugas aéreas m e
diante la ligadura cuidadosa de los bro n g u io s pequeños.
To r a c o s c o p ia
McFadden y Robbins33 a firm aron que se puede utilizar v \C o m p lic a c io n e s a n ató m ica s
la toracoscopia asistida p o r vídeo en pacientes selecciona ¡ é
dos. Yim y cois.34 com pro b a ro n que es segura y eficaz co m o
Tr a q u e o s t o m Ía
m o d a lid a d te rapéutica y diagnóstica para la tuberculosis
p u lm o n a r cu a n d o no hay respuesta inflam atoria crónica ni La tra queostom ía se puede realizar u tilizando una té c
distorsión de la anatom ía. Liu y cois.35 recom endaron la to nica abierta, percutánea o translaríngea. MacCallum y cois.39
racoscopia co m o tra ta m ie n to de elección de pacientes con describieron qu e las traqueostom ías percutánea y transla
n e u m o to ra x que precisan tra ta m ie n to quirú rg ico . ríngea tienen m enos com plicaciones que la traqueostom ía
abierta.
To r a c o t o m Ía Escarment y cois.40, a la vez que m encionaban la co n
veniencia de la traqueostom ía percutánea m edia n te la d i
El p u lm ó n se puede abordar m ediante una toracotom ía
latación en una sola etapa, indicaron la necesidad de rea
posterior o ante rio r o una esternotom ía media. La to ra c o
lizar más estudios para evaluar las secuelas a largo plazo.
to m ía posterior se realiza a través del q u in to espacio in te r
costal y la ante rio r a través del tercero. Asaph y cois.36 de
fienden la esternotom ía media en lugar de la tora co to m ía Lesión vascular
en el tra ta m ie n to del carcinom a p u lm o n a r prim ario, c ita n
do que se puede realizar una estadificación c o m p le ta de Arterias
los ganglios linfáticos con índices favorables de infección Las ramas de las arterias tiroideas superior e inferior se
de la herida y de m ortalidad. pueden anastomosar a través de la línea media, especialmen
te las ramas cricotiroideas. De manera ocasional, hay una ar
teria tiroidea IMA, la cual hay que ligar si se encuentra.
R e s e c c ió n p u l m o n a r to ta l Una disección aguda m u y agresiva puede lesionar la ar
( n e u m o n e c t o m ia ) teria braquiocefálica. La erosión que p ro d u ce la colocación
del tu b o de tra queostom ía puede p ro d u cir una fístula tra-
La arteria pulmonar, de paredes finas, se debe disecar con queoarterial o traqueoesofágica. La arteria subclavia pue
extrem o cuidado m ediante una disección aguda y roma y de estar co m p ro m e tid a por un tu b o de traqueostom ía que
movilización digital. Téngase en cuenta que el nervio larín tenga una incurvación incorrecta o gue esté colocado d e
geo recurrente izquierdo pasa debajo del cayado aórtico. masiado bajo (Figs. 6.41 A y B).
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Aparato respiratorio
Anatomía quirúrgica
F igu ra 6 .4 1 . Tubos de traq u eo sto m ía. A, Tubo d em asiad o curvado: se p u ed e ero sio n ar la pared traq u e al y se p u ed e ocluir
la arteria subclavia. B, T ubo colocado d em asiad o bajo: se p u e d e ocluir el vaso subclavio. C, T ubo c o n la cu rv a tu ra correc
ta colocado de m a n e ra correcta. [sk4\
En recién nacidos, la arteria carótida co m ú n se puede le la utilización del tu b o de traqueostom ía; un uso y una m a
sionar o se puede c o n fu n d ir con la tráquea. En aproxim ada nipulación irresponsables pueden p ro d u c ir una fístula tra-
m ente el 2 0 % de las personas la arteria carótida co m ú n iz queoesofágica41.
quierda se origina en la arteria braquiocefálica, y no en el
Neumomediastino y neumotorax
cayado de la aorta. Esta arteria tiene un trayecto ventral a la
parte inferior de la tráquea, p or encima del esternón; su lo Las siguientes observaciones pueden ap o rta r explicacio
calización hace que corra riesgo de una lesión devastadora. nes sobre la génesis del neu m o m e d ia stin o y el neu m o to ra x
espontáneos.
Venas 1. La tensión mecánica es más intensa en los vértices.
El plexo venoso tiroideo que recubre la glándula tiroides 2. Esta tensión prod u ce la dilatación de los alveolos apica
drena hacia las venas tiroideas. Con frecuencia la vena ti les y la com presión de los alveolos basales.
roidea infe rio r es asimétrica, y p o r lo ta n to más propensa 3. Debido a la elevada presión, los alveolos apicales se ro m
a la lesión. pen y p roducen n e u m o m e d ia stin o p ro vo ca d o p o r la ro
Las venas yugulares anteriores se pueden encontrar cuan tura de una vesícula en el interior del parénquim a p u lm o
d o se hace una incisión en la fascia de re ve stim iento. Se nar, lo q u e da lu g a r a un enfisem a in te rs tic ia l. El aire
puede lesionar la vena braquiocefálica si se realiza la disec diseca los planos peribronquiales o perivasculares hacia
ción aguda dem asiado hacia abajo. el hilio y, finalm e n te , hacia el m e d ia stin o 42. C ua n d o se
La vena braquiocefálica izquierda (in n o m in a d a ) cruza rom pen las vesículas que están debajo de la pleura vis
la parte alta de la tráquea; esta vena se puede encontrar in ceral, se prod u ce un neum o to ra x.
m e d ia ta m e n te superior a la escotadura supraesternal. Por
Se puede e n co n tra r más in fo rm a c ió n sobre el n e u m o
lo tanto, es particularm ente vulnerable durante la traqueos
m ediastino y el n e u m o to ra x en el capítulo sobre el cuello
tomía. en «Disección radical de cuello».
También se puede c o m p ro m e te r la vena subclavia po r
un tu b o de traqueostom ía que tenga una incurvación inco Nervios laríngeos recurrentes
rrecta o que esté colocado demasiado abajo. Se puede p ro d u c ir una lesión de los nervios laríngeos
recurrentes dura n te la traqueostom ía, así c o m o dura n te la
Lesiones o rg á n ic a s tiro id e cto m ía (véase «Tiroidectom ía» en el ca p ítulo d e d i
cado al tiroides para más detalles).
Esófago
La lesión del esófago habitu a lm e n te no se prod u ce po r Cuerdas vocales
un error de percepción de la anatomía, sino p or errores en Una traqueostom ía dem asiado alta puede p ro d u c ir la
268
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aparato respiratorio 6
lesión directa de las cuerdas vocales. La colocación del tu b o R e s e c c ió n
a través de la m e m brana tiro hioidea ta m b ié n puede causar
lesiones43. El estom a se debería realizar debajo del p rim e r R e s e c c ió n tra q u e o b ro n q u ia l
anillo.
Se recom ienda la resección tra q u e o b ro n q u ia l con o sin
resección p u lm o n a r para las lesiones benignas y malignas
Disfunción deglutoria postraqueostomía
que afectan a la tráquea o a la tráquea y a los bronquios.
El efecto adverso de un tu b o de traqueostomía con m an Se debe inte n ta r realizar técnicas broncoplásticas para per
g u ito sobre el m ecanism o de la d e g lu ció n fue descrito p o r m itir la conservación pulm onar. Fahimi y cois.47 recom en
B onanno44. La evaluación de los nervios trig é m in o , gloso- daron la resección en cuña de la carina con una a p ro x im a
faríngeo, recurrente y laríngeo externo mostró que no se de ción en rotación para garantizar el difícil cierre del m u ñ ó n
bía a una lesión nerviosa. B onanno co n clu yó que la d isfu n b ronquial.
ción estaba p ro d u cid a p or la in h ib ic ió n de la elevación y la La resección y la re im p lan ta ció n de una rama lobular
rotación anterior de la laringe y por la ausencia de una aber lesionada son viables incluso en el c o n te x to de cirugía d i
tura co m p le ta del esfínter hipofaríngeo. ferida. Pilcher y cois.48 describieron la co rrecció n de una
avulsión del b ro n q u io lobular superior izquierdo secunda
T é c n ic a in a d e c u a d a ria a un tra u m a tis m o torácico no penetrante.
W o o d y Va11¡eres49 señalaron q u e en 50 pacientes a
Es im p o rta n te calcular adecuadam ente el á n g u lo de la los q u e se les realizó una resección tr a q u e o b ro n q u ia l con
tráquea en relación con la superficie del cuello para selec re c o n s tru cc ió n no h u b o m uertes, y el ín d ice de m o r b ili
cionar un tu b o con la curvatura correcta. El e xtre m o distal dad fue del 3 2% .
de un tu b o que tiene una curvatura excesiva erosionará la C ua n d o co m p a ró el cierre bro n q u ia l m e d ia n te sutura
pared traqueal a n terior45. Roe46 reco m e n d ó una curvatura m anual y m e d ia n te cierre con grapadoras convencionales
de 60° (Fig. 6.41 C). y endograpadoras, Asam ura50 registró índices aceptables
] Perlas clínico-quirúrgicas
La cirugía torácica n o cardíaca ha exp e rim e n ta d o una tratar las com plicaciones de las enfermedades infecciosas,
e vo lu c ió n notable du ra n te el siglo xx. Los avances de las aunque la in cid e n c ia cada vez m a y o r del tabaq u ism o ha
técnicas n o quirúrgicas han e vitado la necesidad de ope te n id o el efecto c o n tra rio d ebido a la e p id e m ia de cáncer
rar en algunas enfermedades, aunque los patrones cam de p u lm ó n .
biantes de las enfermedades y las nuevas tecnologías han Después de la p rim era n e u m o n e c to m ía con é xito rea
hecho posible la realización de intervenciones quirúrgicas lizada p o r Evarts G raham en 1932, se asistió al desarrollo
adecuadas para otras muchas enfermedades. de técnicas quirúrgicas para la disección, sutura y lig a d u
Antes el siglo xx la m a yo r parte de la cirugía torácica ra seguras de las estructuras pulm o n a re s que p e rm itie ro n
se relacionaba con el tra ta m ie n to de los traum atism os. La realizar neum onectom ías, lobectomías y segmentectomí-
a p a ric ió n de la cirugía torácica program ada en el siglo xx as cada vez más seguras. El siglo xx ta m b ié n v io el des
se v io fa cilita d a p or la m ejoría de las tecnologías de in t u a rro llo de sofisticadas técnicas q u irúrgicas para la m o v i
bación traqueal y ve n tila c ió n mecánica, por el desarrollo liz a c ió n de la tráquea, que fa c ilita r o n la resección y
de los a n tib ió tico s, p or las unidades de cuidados in te n s i reparación de la tráquea con seguridad.
vos y p o r la m ejo ría del tra ta m ie n to de la fisiología car- Los avances en la inm u n o d e p re sió n , así co m o las m e
d io p u lm o n a r, así com o p o r la aparición de la tecnología jorías de la técnica quirúrgica, han llevado al desarrollo del
de fibra óptica para la broncoscopia flexible y la cirugía to- trasplante p u lm o n a r para tra ta r la in s u fic ie n c ia p u lm o
racoscópica asistida p or vídeo. nar. El reciente desarrollo de técnicas de cirugía de reduc
La a p a rició n de los antibacterianos y la regresión de ción del v o lu m e n p u lm o n a r parece haber p ro p o rcio n a d o
la e p idem ia de tuberculosis han causado una gran reduc una m e jo r fu n c ió n p u lm o n a r a pacientes c o n enfisema
ción en la necesidad de técnicas quirúrgicas torácicas para grave seleccionados. (RSF jr)
269
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Aparato respiratorio
de fallo, incluyendo fístula b ro ncopleural, con las recientes el c o n d u c to to rá cico d e b id o a la expansión gradual de los
endograpadoras. vasos linfáticos colaterales.
Se puede p ro d u c ir una ro tu ra tra q u e o b ro n q u ia l des
Anatomía quirúrgica
270
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Pericardio, corazón
y grandes vasos del tórax
G e ne L, C olborn; Thomas A. W eidm an; Panagiotis N, Symbas; John E. Skandalakis
Comencé a preguntarme si no podría tener un movimiento circular, lo que después resultó ser cierto, y si la sangre era propul
sada y expulsada del corazón p o r las arterias hacia el hábito del cuerpo y todas las partes del mismo p o r el latido del ventrí
culo izquierdo del corazón, al igual que es dirigida hacia los pulmones a través de la vena arteriosa p o r el latido del derecho,
y si vuelve a través de las pequeñas venas hacia la vena cava y hacia la aurícula derecha del corazón, del mismo modo que
sale de los pulmones p o r la ya mencionada artería venosa hacia el ventrículo izquierdo...
• Ventrículo.
Historia • Aurícula.
En la Tabla 7.1 se muestra la historia de la anatom ía y • Seno venoso.
la cirugía del corazón. El estudiante no debe confundir el uso del té rm ino «tubo
bulbove n tricu la r» , el cual incluye el saco a órtico (a p a rtir
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Tabla 7.1. Historia de la anatomía y la cirugía del pericardio, corazón y grandes vasos
del tórax
Anatomía quirúrgica
Desconocido 3000 a.C. Se describe el corazón com o el centro de un sistema de vasos sanguíneos; el pulso
(¿Imhotep de y el corazón se correlacionan directam ente
Egipto?)
Hipócrates (460-377 a.C.) Describió las válvulas y las cavidades del corazón. Describió el pericardio com o «una túnica
lisa que envuelve el corazón y que contiene una pequeña cantidad de líquido similar a la
orina». Demostró que el flujo puede fluir sólo en una dirección a través
de la válvula aórtica
Herófilo (335-280 a.C.) Describió la arteria p ulm on ar
Galeno (130-aprox. 200) Observó que el corazón puede latir in d ependientem ente del control del sistema nervioso
central
M ondino de Luzzi (1270-1326) Describió con exactitud la anatom ía del corazón; cuestionó la o p in ió n de Galeno
de la existencia de poros en el tabique interventricular
Leonardo Da Vinci (1452-1519) Realizó disecciones e ilustró cuidadosam ente la anatom ía cardíaca; observó que el aire no
pasa a través del corazón
Malpighi 1661 Descubrió los capilares. Descubrió la u n ió n entre las arterias y las venas
Scarpa (1747-1832) Ilustró con exactitud los nervios de corazón
Romero 1819 Abrió con éxito el pericardio
Schuch 1840 Realizó una pericardiocentesis sin incisión
Fick 1870 Describió un cálculo del gasto cardíaco
Matas 1888 Describió la oclusión con éxito de u n aneurisma arterial
DelVecchio 1895 Sutura de una herida en u n corazón de perro
Rehn 1896 Sutura con éxito de una herida por arma blanca en el ventrículo derecho h u m a n o
Einthoven 1903 Realizó el primer electrocardiograma que obtuvo buenos trazados
Korotkoff 1905 Describió su m étodo de medición de la presión arterial, que ahora es una práctica estándar
Carrel y G uthrie 1905 Realizaron el primer trasplante biterminal con éxito de una vena en un perro
Rehn, Sauerbruch 1913 Introdujeron, por separado, la pericardiectomía
Berberich y Hirsch 1923 Publicaron reproducciones de angiografías de seres h um anos vivos
Cutler, Levine 1924 Operaron válvulas mitrales estenosadas
y Beck
A bbott y Dawson 1924 Publicaron un artículo sobre la clasificación de las malformaciones congénitas
Abbott 1936 Publicó el Atlas o f Congenital Cardiac Disease
Forssman 1929 Se realizó un cateterismo del corazón derecho a sí mismo
Dos Santos 1929 Describió el desarrollo de la aortografía translum bar
Claude Beck década de Realizó descripciones clínicas y experimentales im portantes que m ejoraron m ucho
1930 el conocim iento de la pericarditis constrictiva: «tríada de Beck» (corazón pequeño
e inm óvil con elevación de la presión venosa)
Hyman 1932 Describió el desarrollo del marcapasos cardíaco artificial
Gross 1939 Primer cierre con éxito de u n conducto arterioso
C ournand 1941 Describió el cateterismo cardíaco y su significado clínico
Blalock y Taussig 1944 Realizaron la derivación subclavia de u n pulm onar en la tetralogía de Fallot
para aum entar el flujo sanguíneo pulm onar
Crafoord y Cross 1945 Resección aórtica por coartación
Harken 1946 Describió la extracción de cuerpos extraños del corazón
Sellors 1947 Realizó la primera valvotomía pulm onar
Harken y cols. 1948 Descripción de una valvuloplastia mitral por estenosis mitral
Murray 1948 Cierre de una com unicación interauricular
Baiiey 1948 Realizó con éxito una valvulotom ía mitral
Gross 1949 Demostró que se podían utilizar hom oinjertos arteriales conservados en las arterias
principales
272
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Bigelow 1949 Demostró el uso de hipotermia profunda y parada cardíaca en la cirugía cardíaca en un perro
Hufnagel 1951 Demostró que la insuficiencia aórtica se podía controlar en parte con un dispositivo
con una bola de plástico encerrada colocado en la aorta descendente
Zoll 1952 Desarrolló un marcapasos cardíaco para su uso clínico
Gibbon 1953 Cerró con éxito una com unicación interauricular; utilizó derivación cardiopulm onar
(m áquina corazón-pulm ón)
Voorhees 1953 Utilizó con éxito un injerto arterial sintético en un ser h u m a n o
DeBakey y Cooley 1953 Resecó aneurismas de la aorta abdom inal y cubrió el defecto con hom oinjertos
Lillehei 1955 Corrigió malformaciones cardíacas congénitas con circulación cruzada
Lewis y Vareo 1956 Corrigieron el reto m o venoso p u lm o nar anóm alo total
Mustard 1957
Akutsu y Kolff 1958 Im plantaron un corazón artificial en u n perro
Senning 1959 Corrección de la trasposición de las grandes arterias
Lower y Shumway 1960 Primeros trasplantes cardíacos ortotópicos caninos
Sones y Shirey 1962 Publicaron un artículo fundam ental sobre la arteríografía coronaría selectiva
Kolesov 1964 Realizó la primera derivación arterial coronaria con arteria m amaria interna
Rashkind 1966 Introdujo la septostom ía auricular con balón para la corrección de la trasposición
de las grandes arterias
Barnard 1967 Realizó el primer trasplante cardíaco en un ser h u m an o
Stinson, Dong, 1969 Descripción de 13 trasplantes cardíacos en seres hum anos
Schroeder, Shumway
Favaloro 1969 Realizó u na derivación arterial coronaria utilizando la safena
Cooley 1969 Fue el primero en im plantar un corazón artificial en un ser hu m an o
DeVries 1982 Primer in ten to de la im plantación p erm anente de un corazón artificial en un ser
h u m ano
Bolman y cois. 1985 Describieron los resultados de una com binación inm unodepresora de ciclosporina,
prednisona y azatioprina
Ochsner y 1988 Describieron u na tasa de supervivencia al cabo de un año del 91% después
Eiswirth Jr. del trasplante cardíaco en seres hu m an o s (experiencia de Louisiana)
Battista y cois. 1997 Realizó la primera ventriculectomía izquierda parcial
Bibliografía:
Acierno LJ. The history of cardiology. New York Parthenon, 1994.
Barnard MS. Heart transplantation: an experimental review and preliminary research. S Afr Med J 1967;41:1260.
Battista RJ. Verde J, Nery P. Bocchino L, Takeshita N, Bhayana JN, Bergsland J, G raham S, Houck JP, Salerno TA. Partial left ven-
triculectomy to treat end stage heart disease. Ann Thorac Surg 1997;64:634-38.
Bolman RM, Elick B, Olivari MT, Ring WS, Arentsen CE. Improved im m unosuppression for heart transplantation. J Heart Trans
plant 1985;4:315.
Beck CS, Moore RL. Significance of pericardium in relation to surgery of the heart. Arch Surg 11:689-821, 1925.
Beck CS, Grisvold RA. Pericardiectomy in the treatm ent of the Pick syndrome: experimental and clinical observations. Arch Surg
21:1064-1113, 1930.
Carrel A, Guthrie CC. The transplantation of veins and organs. Am Med 1905,-10:1101.
DeBakey ME, Cooley DA. Surgical treatm ent of aneurysm of abdom inal aorta by resection and restoration of continuity w ith h o
mograft. Surg Gynecol Obstet 1953;97:157.
Ebert PA, Najafi H. The pericardium. In Sabiston DC Jr, Spencer FC (eds). Surgery of the Chest. 5 th Ed. Philadelphia: WB Saun
ders, 1990, p. 1230.
Gray SW, Skandalakis JE, Rowe JS, Symbas PN. Status of cardiac surgery: surgical embryology of the heart. In: Bourne GH (ed).
Hearts and Heart-like Organs. New York: Academic Press, 1980.
Harken DE, Ellis LB, Ware PF, N orm an LR. The surgical treatm ent of mitral stenosis. I. Valvuloplasty. N Engl J Med 1948;239:804.
Lower RR, Shumway NE. Studies on orthotopic transplantation of the canine heart. Surg Forum 1960;11:18.
Ochsner JL, Eiswirth CC Jr. Heart transplantation: the Louisiana experience. J La State Med Soc 1988;140:34.
Sones FM Jr, Shirey EK. Cine coronary arteriography. Mod Concepts Cardiovasc Dis 1962;31:735-38.
Stinson EB, Dong E, Schroeder JS, Shumway NE. Cardiac transplantation in man. Ann Surg 1969;170:588.
Weisse AB. Medical Odysseys. New Brunswick NJ: Rutgers University Press. 1991. 273
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
la porción ve n tricular del corazón prim itivo . D urante el de del collar renal no ha desaparecido todavía. Probablemen
sarrollo, el pliegue b u lb o v e n tricu la r desaparece to ta lm e n te es el últim o de los antiguos conductos que desaparece,
te. Es im p o rta n te saber esto para evitar pensar que da lu porque persiste la mayor parte de las veces como una VCI
Anatomía quirúrgica
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Factores e tiológi-
Nom bre del cos: alteraciones
síndrome Características clínicas Lesión cardíaca cromosómicas
Cara asimétrica Cara asimétrica durante el llanto (habitualm ente del Defecto septal u otra malfor
durante el lado derecho), debido a agenesia del músculo del mación
llanto ángulo de la boca(?) Tam bién puede haber otras
malformaciones congénitas
Bonnevie-Ullrich H abitualm ente se aplica al síndrom e de Turner que Véase el síndrom e de Turner Véase Turner
tiene características especiales en la recién nacida.
Prominencia de piel red u nd an te en la parte poste
rior del cuello; edema migratorio y linfangiectasia
de las m anos y de los pies. Uñas de im plantación
profunda
Grito de gato Retraso físico y mental. Grito parecido al de un gato. Variable Deleción parcial del
Microcefalia. Hipertelorismo. Pliegues epicánücos. brazo corto del cro
Inclinación hacia abajo de las fisuras palpebrales. m osom a 5
Paladar hendido
De Lange Retraso físico y mental. Manos y pies pequeños. Ce Variable. C o m u n ica ció n in Esporádico. Gen mu-
jas pobladas. Labios delgados, con grieta en la línea terventricular tante(?)
media en el superior y escotadura en el inferior
Di George 3 ° y 4.° La aplasia de la glándula tim o causa una alteración Defectos septales. Tronco ar Esporádico. Varones/
de la inm unidad celular, que produce susceptibili terioso. Malformaciones de mujeres: 2/1. Fallo
dad a las infecciones. La hipoplasia paratiroidea los grandes vasos; doble ca del desarrollo del
produce hipocalcemia con tetania y convulsiones. yado aórtico; in terru p c ió n 3.er y 4.° arcos bran
Retraso físico y mental. Atresia de coanas del cayado quiales
Down Facies mongoloide. Retraso mental. Hipotonía. Me- Canal auriculoventricular. De Trisomía 21 (94%)
tacarpianos y falanges cortos fecto septal. C onducto arte Trisomía 2 1 /n o rm a l
rioso permeable. Tetralogía (2,4%)
de Fallot Traslocación (3,3%)
Ebstein Disnea excesiva, cianosis, síncope, aunque muchos Desplazamiento de la válvula Esporádico
están asintom áticos. M uerte súbita o por insufi tricúspide hacia el ventrícu
ciencia cardíaca congestiva lo derecho. Aurícula derecha
grande. Arritmia. Lesiones
cardíacas congénitas asocia
das en u n tercio de los pa
cientes
Ehlers-Danlos Hipermovilidad de las articulaciones, hiperelastici- Com unicación interauricular, Autosómico
dad de la piel defecto septal auriculoven do m inante
tricular, tetralogía de Fallot
Condroectodér- Retraso del crecimiento. Extremidades cortas. Rodi C om unicación interauricular Autosómico
mico de Ellis- lla valga. Polidactilia, tórax pequeño, hipoplasia de (50%) recesivo
Van Creveld los dientes y de las uñas. Muerte cardíaca o respi
ratoria precoz en algunos pacientes
Holt-Oram Hipoplasia del pulgar, del radio y de las clavículas Variable. Comunicación inter Autosómico
con hombros estrechos. Puede haber focomelia. Es auricular o interventricular. d om in an te
coliosis Arritmia (frecuente)
Hurler Facies característica con hipertelorismo y protrusión La infiltración de las arterias Autosómico
Gargolismo de la lengua. Retraso físico y mental posteriormente coronarias (estrechamiento) recesivo
M u c o p o lisa c a ri- en el prim er año. Cifosis. O pacidades corneales. y de las válvulas (insuficien
dosis Hepatoesplenomegalia cia m itral) p roduce in su fi
ciencia cardíaca
Hipercalcemia in Retraso mental y físico. Facies característica: pliegues Estenosis aórtica supravalvu- Esporádico. D ietéti
fantil (véase sín epicánticos, hipertelorism o, nariz chata, boca de lar. Estenosis de las ramas de co. Exceso de inges
d ro m e de Wi carpa. Vómitos. Diarrea, hipercalcemia in con stan la arteria pulmonar. Coarta ta m aterna de vita
lliams) te (importancia incierta) ción de la aorta. H ip erten m ina D(?)
276 sión sistèmica
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Factores etiológi-
N o m bre del cos: a ltera cio n e s
sin d ro m e C aracterísticas clínicas Lesión card íaca cro m o só m ica s
■ Skandalakis
Turner Mujer de talla baja. Disgenesia ovárica. Linfedema Defecto cardíaco en más del Esporádico. Patrón
Disgenesia g o n a de manos y pies. Orejas prom inentes. M em brana 20%, y de éstos el 70% tiene cromosómico
dal cervical. Tórax ancho. Pezones m uy separados. Cú- coartación de la aorta 45,X0 (o mosaicos
bito valgo. Riñón en herradura. El frotis bucal no XX/XO, XY/XO o
m uestra crom atin a sexual fem enina (cuerpos de ausencia de parte
Barr) del cromosom a X
VATER VATER describe las principales malformaciones: mal Com unicación interventricu Esporádico
formaciones vertebrales; malformaciones vascula lar y otras lesiones
res, incluyendo comunicación interventricular y ar
teria umbilical única; atresia anal; fístula y atresia
traqueoesofágica; displasia radial; polidactilia; sin-
dactilia; malformaciones renales; arteria umbilical
única. Retraso físico y m ental (pero no en todos)
Williams (véase el Retraso físico y m ental. Pelo ralo. Uñas hipoplásicas. Estenosis aórtica supravalvular. Esporádico
síndrom e de hi- De manera ocasional se encuentra hipercalcemia Estenosis arterial pulm onar
percalcem ia i n periférica. Estenosis valvular
fantil) pulmonar. Comunicación in
terventricular
W olff-Parkinson- Taquicardia paroxística que puede producir insufi Habitualmente corazón por lo Nodulo auriculoven-
W hite ciencia cardíaca. ECG: entre los episodios se p u e demás norm al tñcular accesorio y
de enco n trar intervalo P-R corto y ascenso «em haz de conducción
pastado» del com plejo QRS de Kent. Esporádico
Fuente: Arnold R. Heart disease in the neonate. En: Lister J, Irving IM (eds.): Neonatal Surgery, 3.a ed. Londres: Butterworth, 1990; con
autorización.
una vena cava superior izquierda anóm ala para evitar su li • Se d irig e hacia abajo delante del cayado a ó rtico y delan
gadura durante la cirugía a corazón abierto. te de la arteria p u lm o n a r izquierda y de la vena p u lm o
La vena cava superior persistente izquierda es un d e nar Izquierda.
fecto frecuente que se origina en la q u in ta semana y que • Después de entrar en el pericardio se relaciona con la pa
afecta a ambos sexos p o r igual. Los síntomas se relacionan red posterior de la aurícula Izquierda y con el surco auri-
sólo con los defectos cardíacos asociados. Una vena cava su culo ve n tricu la r posterior.
p e rio r izquierda persistente no es a n óm ala en el situs in - • Forma el seno co ro n a rlo después de recibir la vena car
versus co m p le to . díaca mayor.
El trayecto de la vena cava superior persistente Izquier El trayecto a n a tó m ico de la vena cava superior izquier
da es el siguiente: da con ausencia de desarrollo del seno co ronario es sim i
• Se fo rm a p o r la unió n de las venas subclavia Izquierda y lar al de la vena cava superior izquierda persistente. En el
y u g u la r interna Izquierda. p rim e r caso, la vena drena en la parte superior de la aurí
• Recibe la vena intercostal superior y la vena hemiácigos cula izquierda entre la vena p u lm o n a r superior izquierda y
accesoria. la orejuela auricular. Evita el seno coronarlo, que n o está
Defectos congéni- 5.a-6.a semanas A cualquier edad, si Masculino Poco frecuente H ab itu alm en te asintom áticos;
tos del pericardio se manifiesta más frecuentes a la izquierda
Quistes y divertí- 4.a semana Adolescencia o más Masculino Poco frecuente Raras veces sintomáticos
culos pericárdicos tarde
Fuente: Skandalakis JE, Gray SW. Embriology for Surgeons, 2.a ed. Baltimore: Williams & Wilkins, 1994; con autorización.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Torsión aórtica 7.a semana? Ninguna Por igual Poco frecuente Asintomática
Hipoplasia aórtica 7 Adultos jóvenes Masculino Poco frecuente
Doble cayado aórtico 7.a semana Lactancia Por igual Infrecuente
Cayado aórtico derecho 7.a semana Edad adulta Masculino Infrecuente
Arteria subclavia 7.a semana A cualquier Fem enino Frecuente H abitualm ente
retroesofágica edad asintomáticos
Tercer arco persistente 7.a semana Infancia ? Muy poco frecuente
Fístula y aneurisma cardioaór- 6.a semana Edad adulta Masculino Poco frecuente Algunos casos son
tico adquiridos
Coartación de la aorta 18.a semana o más f Infancia Masculino Frecuente
Interrupción del cayado aórtico ¡ tarde | Lactancia Masculino Poco frecuente
Coartación de la aorta ab d o ? Adolescencia o Por igual Poco frecuente
m inal edad adulta
Conducto arterioso permeable En el m o m e n to Infancia Femenino Frecuente
del nacim iento
Tronco arterioso persistente 4.a a 7.a semana Infancia Masculino Poco frecuente
Fuente: Skandalakis JE, Gray SW. Embriology for Surgeons, 2.a ed. Baltimore: Williams & Wilkins, 1994; con autorización.
desarrollado y que no se ha fo rm a d o (seno coro n a rio no ración de las m alform aciones asociadas, y no con el tra
cubierto). ta m ie n to q u irú rg ic o de esta infrecuente situación».
• Las dos operaciones para la vena cava superior persistente
Re c o r d a r : son:
• Las venas pulm onares anómalas pueden entrar en la vena - Ligadura simple.
cava superior. Estas venas se deben reconocer y evitar d u - «Recubrim iento» del seno coronario u tilizando pericar
rante la operación. d io o parte de la aurícula izquierda. Esto dirig e la san
9 La ausencia de vena braquiocefálica izquierda puede in gre hacia la aurícula derecha.
dicar una vena cava superior izquierda. Se puede d etec • Todavía no está fijada la norm alización te rm in o ló g ica de
tar m e diante la palpación de un seno c o ro n a rio d ilatado las cardiopatías congénitas y de las enfermedades del pe
o p o r la entrada de la vena cava superior izquierda en el ricardio y de los grandes vasos. M avroudis y Jacobs9 han
seno c o ro n a rio lig e ra m e n te p o r e n cim a de la orejuela p ro p o rc io n a d o una in tro d u c c ió n al tra b a jo del Interna
auricular izquierda. tional Congenital Heart Surgery Nomenclature an d Data-
• Curtil y cois.7 describieron 27 casos de vena b ra quioce base Project; y reco m e n d a m o s al estudiante interesado
fálica retroaórtica izquierda de la siguiente manera: que estudie el n ú m e ro de abril de 2002 de Annals o f Tho-
Se hizo un estudio retrospectivo de 5 .2 1 8 cardiopatías racic Surgery.
congénitas [pediátricas](...) Se demostró una vena bra
quiocefálica retroaórtica izquierda en 2 7 pacientes, es de
cir, una incidencia del 0,5%. La principal cardiopatía de A n ato m ía quirúrgica
estos pacientes era una tetralogía de Fallot en 25 casos
(93%). En estos 25 casos de tetralogía de Fallot, el caya El conocimiento de la anatomía cardíaca detallada es un pre-
rrequisito para una cirugía con éxito. En ninguna parte es más
do aórtico era derecho en 19 casos (7 0 % )(...) El origen importante que en el contexto de las malfonnaciones cardía
embriológico de la vena braquiocefálica retroaórtica iz cas congénitas.
quierda (...) procede de los plexos transversales inferiores R.H. Anderson y B.R. Wilcox10
(pero no superiores), que conectan las dos venas cardina
les anteriores. En este capítulo se revisa con cierto d e tenim iento la ana
• En relación con la vena cava superior persistente izquier tom ía del pericardio, del corazón y de los grandes vasos. Los
da, H a m m o n y Bender8 escribieron: «Las com plicaciones avances de la instru m e n ta ció n quirúrgica, de las técnicas y
h a b itu a lm e n te se relacionan con la m a g n itu d de la o p e de la m edicación han fa cilitado el desarrollo de interven-
279
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Saco pericárdico
El saco pericárdico, o pericardio parietal, está fo rm ado por
dos capas: una capa fibrosa externa y una capa serosa in
terna, responsable de la secreción de la película líquida del
inte rio r del saco pericárdico (Fig. 7.3). El epitelio escamoso
simple (m esotelio) que fo rm a la capa serosa de la cavidad
Cavidad pericárdica
Las capas parietal y visceral del p e rica rd io fo rm a n un
dones quirúrgicas cardíacas para la reparación de defectos
saco cerrado, la cavidad pericárdica. Dos zonas topográficas
cardíacos congénitos, la corrección de la insuficiencia vas
del interior del saco tienen una im portancia especial. Una de
cular cardíaca, la sustitución de las válvulas cardíacas e n
fermas, im p la n ta c ió n de dispositivos electrónicos para la
regulación de la actividad marcapasos y la sustitución del
p ro p io corazón. El lector que busque aspectos particulares
de las intervenciones quirúrgicas relativas a la corrección
de las m alform aciones congénitas o de otros procesos pa
tológicos debe consultar textos especializados que traten en
p ro fu n d id a d la cirugía torácica o cardíaca.
P e r ic a r d io
Re la c io n e s to p o g rá fic a s
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Linfáticos
El p e ricardio drena su linfa hacia tres grupos de g a n
Anatomía quirúrgica
glios linfáticos:
• Ganglios mediastínicos anteriores.
Fibrosa
• Ganglios diafragm áticos.
Vena cava superior
• Ganglios tra q u e o b ro n q u ia le s inferiores.
Serosa
W a rre n 11 escribió sobre las neoplasias m alignas peri-
Aorta
cárdicas:
Rama de la a.
Sonda en el
pulmonar principal Las neoplasias malignas raras veces se originan en el
seno transverso
Vena cava superior pericardio. El mesotelioma, que es la más frecuente, es h a
Vena pulmonar bitualm ente irresecable y casi siempre incurable. Las neo
superior derecha
Sonda en el seno plasias malignas pueden afectar de manera secundaria al
Vena pulmonar oblicuo
pericardio m ediante extensión directa(...) Con más fre
inferior derecha
Fibrosa cuencia, las neoplasias malignas pueden afectar al p eri
Serosa
Serosa
cardio debido a un proceso de diseminación linfangítica
retrógrada o de diseminación hematógena; éstos pacien
Vena cava inferior tes tienen un derrame pericárdico sintomático, y de m a
nera ocasional taponam iento pericárdico. La pericardios-
F ig u ra 7.5. Anatomía del lecho cardíaco posterior del peri tomía subxifoidea con drenado es una intervención segura
cardio. Los senos pericárdicos principales se m uestran con son que proporciona un alivio sintomático eficaz y duradero
das en su interior. El receso superior (seno transverso) es u n
en estos pacientes que tienen una enfermedad terminal.
intervalo palpable entre las grandes arterias (aorta, pulm onar)
y las aurículas, a través del cual se p ued en pinzar de m anera
electiva las arterias, [sp] In e rv a c ió n
V a s c u la riz a c ió n
Arterias
A p ro x im a d a m e n te el 8 0 % de la sangre que llega al pe
ricardio procede de las arterias torácicas internas derecha
e izquierda p o r m edio de sus ramas pericardiofrénicas (Fig.
7.6). Además, la parte inferior del pericardio está vascula-
rizada p o r ramas de las arterias frénicas superiores. La p o r
ción p o s te rio r recibe ramas de las arterias b ronquiales y
esofágicas y ramas mediastínicas de la aorta descendente
torácica. Todos estos vasos se anastom osan librem ente.
Venas
Las venas siguen el trayecto de las arterias. Drenan las
venas ácigos y hemiácigos, las venas torácicas internas y F ig u ra 7.6. Vascularización del pericardio vista desde el lado
las venas frénicas superiores. izquierdo. [sl<6]
282
booksmedicos.org
booksmedicos.org
prevención, re com endaron que la punta del catéter quede para la pericardiectomía parcial se pueden utilizar dos abor
fuera de la silueta cardíaca en la radiografía de tórax. Es dajes, el s u b xifo id e o y el anterolateral.
evidente que cuanto m a yor sea la cantidad de líquido acu Para el abordaje su bxifoideo se hace una incisión en la
m ula d o más fácil será la aspiración, aunq u e más desespe línea m edia desde a p ro x im a d a m e n te la apófisis xifoides
rada será la situación del paciente. hasta más o menos la m ita d de la distancia hasta el o m b li
Recuérdese la tríada de Beck del tap o n a m ie n to cardíaco: go. Después, se reseca la apófisis xifoides. Con tracción ha
• Corazón pequeño e inm óvil. cia abajo del d iafragm a se exp o n e y se reseca el pericardio
• D ism inución de la presión auricular. anterior.
• A u m e n to de la presión venosa. En el abordaje anterolateral se realiza una tora co to m ía
anterolateral en el q u in to espacio intercostal izquierdo, y
Sobre el d e rra m e p e ric á rd ic o m a lig n o , c ita m o s a
se reseca de m anera parcial o to ta l el pericardio a nterola
Schrum p y N g u y e n 13:
teral izquierdo.
El derrame pericárdico m aligno es, con frecuencia, una
Para la pericardiectom ía total la esternotom ía media es
indicación de neoplasia maligna avanzada e incurable. Por
el m ejor abordaje, aunque en casos especiales se puede u ti
lo tanto, los objetivos de la intervención incluyen el alivio de
lizar una incisión subm am aria bilateral («clamshell»). Se re
los síntomas y la prevención de la recurrencia(...) Las in
seca el pericardio desde la aorta y la arteria p u lm o n a r p or
tervenciones quirúrgicas (pericardiostomía subxifoidea) o
arriba hasta el diafragm a p or debajo, y desde las venas p ul
las intervenciones médicas (pericardiostomía percutánea
monares izquierdas hasta las derechas.
con tubo guiada con ecografía y escleroterapia) tienen ries
gos aceptables y proporcionan resultados excelentes. Pro R e s p u e s ta i n f l a m a t o r i a a l t r a u m a t i s m o p e r i c á r d i c o . En
ponemos el drenado quirúrgico como abordaje primario de algunos pacientes, la apertura del pericardio se puede acom
los pacientes que tienen derrame pericárdico maligno debido pañar p or fiebre, derram e pericárdico y pleural y /o dolor.
a su sencillez y a su elevada tasa de éxito sin necesidad de Estas manifestaciones se han d e n o m in a d o «síndrome pos-
instilación pericárdico de agentes esclerosantes ni de m a p ericardiotom ía». Parece que la causa es la lesión del peri
nipulaciones del tubo que se pueden asociar a malestar del cardio y la presencia de sangre en la cavidad pericárdica.
paciente. El derrame pericárdico maligno recurrente se pue Los salicilatos y los corticoides alivian los síntomas. H abi
de tra ta r mediante la repetición de la pericardiostomía o tu a lm e n te la enferm edad es auto lim ita d a .
con la inserción de una derivación. Los pacientes que res
ponden al tratamiento con el control completo del derrame C o razó n
deben tener una supervivencia significativa y una expecta C a ra c te rís tic a s to p o g rá fic a s e x te rn a s
tiva de vida (promedio de 9 meses) compatible con la his
tología de la neoplasia maligna subyacente. Proyección del corazón sobre la pared torácica
anterior
A b o r d a j e p a r a e s t e r n a l . Se inserta la aguja en el q u in to La proyección del corazón vivo sobre la pared torácica
o sexto espacio intercostal, 2 cm lateral al im pulso apical o (Fig. 7.7) es m u y variable. Depende de la posición del cuer
in m e d ia ta m e n te medial al borde izquierdo de la m atidez po y de otros factores, c o m o la edad y la obesidad. Hay
cardíaca. Después se dirige la aguja hacia el h o m b ro dere cu a tro marcas anatóm icas, que se ide n tifica n en la Figu
cho. Se debe recordar la posición paraesternal de la arte ra 7.7 con los núm eros rom anos l-IV:
ria y vena torácicas internas para evitar el h e m o tó ra x por
I, vena cava superior: S egundo espacio intercostal de re
su laceración.
ch o o tercer ca rtílago costal de re
A b o r d a j e a b d o m i n a l ( p a r a x i f o i d e o ) . Se inserta la aguja 1 cm cho, 1,2 cm lateral al bord e ester
por debajo y 1 cm a la izquierda del xifoides, entre esta apó nal derecho.
283
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
• I y II con una línea convexa (desde la VCS a la VCI). S u p e r f i c i e p o s t e r i o r . La superficie poste rio r del corazón
• II y III con una línea recta (desde la VCI hasta la punta). está fo rm a d a por el ve n trículo izquierdo, los surcos auricu
• III y IV con una línea convexa (desde la punta del corazón loventricular e interventricular posterior, la aurícula izquierda
hasta la pu n ta de la aurícula izquierda). y sus cuatro (o cinco) venas pulm onares, y una p o rción de
• IV y I con una línea recta (desde la p u n ta de la aurícula la aurícula derecha (Figs. 7.12 y 7.1 3).
izquierda hasta la VCS).
S u p e r fic ie d i a f r a c m á t i c a o i n f e r i o r . La superficie inferior
La proyección de las cuatro válvulas cardíacas (Fig. 7.8) (o dia fra g m á tica ) del corazón está fo rm a d a p o r el tercio
es a p ro x im a d a m e n te la siguiente: d e re ch o del v e n tríc u lo derecho, el surco in te rv e n tric u la r
• P, válvula p u lm o n a r: Tercera u n ió n e s te rn o co n dra l iz posterior, los dos tercios izquierdos de ventrícu lo izquierdo
quierda. y una pequeña porción de la aurícula derecha en la en tra
284
booksmedicos.org
booksmedicos.org
A P
2
/ 'n
A P
2
F igu ra 7.8. Tonos cardíacos normales. El cierre de la válvula m itral (M), seguido por el cierre de la válvula tricúspide (T), pro
duce el primer to n o cardíaco (1). El cierre de la válvula aórtica (A), seguido por el cierre de la válvula p u lm o n ar (P), produce el
segundo to n o cardíaco (2). Obsérvese que 2 es más intenso que 1 en el segundo espacio intercostal adyacente al esternón de
bido a la intensidad de A. P es más intenso en el segundo espacio intercostal adyacente al esternón que en la p u n ta cardíaca.
En personas normales, el cierre p ulm on ar n o se oye en la pun ta, o se oye m uy levemente, Los círculos y el rectángulo que está
cerca del borde esternal izquierdo indican las zonas en las que los médicos auscultan para detectar los tonos y soplos cardíacos.
Los círculos elípticos indican la localización aproxim ada de las válvulas.
da de la vena cava inferior. Al contra rio de la form a conve hasta el se gundo cartílago costal izq u ie rd o , y fo rm a el
xa y redondeada de los lados a nterior e izquierdo del co borde superior. Se dice que una línea trazada a través del
razón, esta superficie está claramente aplanada por su c o n esternón a la altura del segundo espacio intercostal está
ta c to con el diafragm a. p róxim a a la «base clínica» del corazón, lo que indica el
nivel general de la inserción cardíaca de los grandes va
Relaciones de los bordes del corazón sos.
• Derecha: El b orde derecho está fo rm a d o p o r la parte te r
• Superior. La raíz de los grandes vasos se extiende en d i minal de la vena cava superior, la aurícula derecha y la
rección oblicua desde el tercer cartílago costal derecho vena cava in fe rio r suprahepática. Se e x tie n d e desde el
285
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Vena Vena
Vena
braquiocefálica subclavia subclavia
derecha Vena cava
Vena cava superior - I
superior
Aurícula izquierda
Aurícula —
A u ríc u la .
derecha
derecha
— Ventrículo
izquierdo
F ig u ra 7.9. Superficie esternocostal del corazón y de las grandes las venas, construida sobre líneas de proyección, [b a l]
tercer cartílago costal derecho, a 1,3 cm desde el borde m e nzando a la derecha del infu n d íb u lo , el surco descien
esternal derecho, hasta el sexto cartílago costal derecho. de hacia el lado derecho del b o rd e d ia fragm ático, pasan
• Izquierdo (oblicuo o pulmonar): El borde izquierdo está fo r do hacia la izquierda de la entrada de la vena cava inferior.
m ado por la convexidad del tro n c o pulm onar, la punta de C on tin ú a en p ro fu n d id a d p o r debajo del seno venoso co
la aurícula ¡zquierda y el ven trícu lo izquierdo. Se extie n ronario y de la aurícula izquierda, y asciende de nuevo has
de desde el segundo cartílago costal izquierdo, a 1,3 cm ta el lado izqu ie rd o del infun d íb u lo .
del b o rde esternal izquierdo, hasta la p u nta del corazón. Por delante, el surco auriculove n tricu la r separa la aurí
Esta h a b itu a lm e n te está localizada justo debajo del pe cula derecha del ventrículo derecho, y contiene la arteria co-
zón izquierdo y ligeram ente medial a la línea m ediocla-
vicula r en el q u in to espacio intercostal, a a p ro x im a d a
m e n te 9 cm de la línea media.
• Inferior. El b o rde inferior está fo rm a d o por los dos ve n trí
culos. Se extie n d e desde el sexto cartílago costal d ere
cho, a 1 cm de la línea esternal derecha, hasta la p u nta Ligamento arterioso
Surcos
Tan p ro n to c o m o se abre el pericardio se pueden ver
dos líneas irregulares de depósitos de grasa sobre la su
perficie externa del corazón. Estas líneas indican el surco
Surco
q ue separa las aurículas de los ventrículos y el surco que Punta
auriculoventricular
separa los ventrículos izquierdo y derecho. A. coronaria dcha.
®°rde inferior
Surco interventricular ant.
Surco auriculoventricular (coronario) A. interventricular ant.
V. cardíaca mayor
El surco auriculoventricular rodea casi to ta lm e n te el co
razón. Está in te rru m p id o sólo por el cono o infu n d íb u lo del F ig u ra 7.10. Vista anterior de u n corazón h u m a n o intacto.
v e n tríc u lo d e re ch o (tro n c o p u lm o n a r) p o r d e lante. C o [sk6]
286
booksmedicos.org
booksmedicos.org
V. braquiocefálica izqda.
pulm onar
auricular izquierda
Orejuela auricular dcha.
A. del
Ventrículo drcho.
Pericardio
Diafragma
Grasa preperitoneal
M. recto dcho.
F igu ra 7.11. Esternotomía media. Recuadro inferior, arteria costal lateral anómala. [ed2\
roñaría derecha y la vena cardíaca menor. Por detrás sepa Surco interventricular
ra la aurícula izquierda del ve ntrículo izquierdo y contiene El surco inte rv e n tric u la r indica la posición del ta b iq u e
el seno c o ro n a rio , la vena cardíaca m a yo r y la ram a c ir interventricular, subyacente entre los ventrículos derecho e
cunfleja de la arteria coronaria izquierda. izquierdo. En la superficie ante rio r sale del surco corona-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Vena cava válvulas, que rodean los orificios m itral, tricuspídeo, a ó rti
superior co y p u lm o n a r, y que están interco n e cta do s p o r agre g a
dos densos de te jid o conectivo. Estos elem entos fibrosos
Anatomía quirúrgica
Surco interauricular
Surco auriculoventricular
El surco interauricular separa las aurículas. Por delante - A . coronaria dcha.
- V. cardíaca mayor
está c u b ie rto p o r el tro n co p u lm o n a r y la aorta; p o r detrás
es m u y tenue. El surco interauricular no es una marca ana
tóm ica útil.
Surco interventricular post.
- A . interventricular post.
Esqueleto fibroso cardíaco - V. cardíaca media
H a b itu a lm e n te se describe el esq u e le to del c o ra zó n F igu ra 7.13. Imagen posterior del corazón h u m a n o intacto,
c o m o un arm azón de «anillos» fibrosos, los anillos de las [sk6]
288
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Trígono fibroso
Tendón
del cono
Trígono fibroso
derecho
Tendón deTodaro
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
fo rm a d a p or una parte inte rve n tricu la r situada detrás del rresponde al surco term ina l que se ve en la parte externa
velo septal de la válvula tricúspide, y una parte auriculo- (véase a n te rio rm e n te ). Esta cresta separa la zona posterior,
ventricular in m e d ia ta m e n te superior a la inserción del velo lisa, de la aurícula (seno de las venas cavas) de la zona an
Anatomía quirúrgica
septal, que fo rm a parte del suelo de la aurícula izquierda. terior, rugosa (re gió n trabeculada), la aurícula p ro p ia m e n
Los defectos del ta b iq u e m e m bra n o so producen h a b itu a l te dicha, y su orejuela. Las trabeculaciones se e x tie n d e n
m ente una com unicación interventricular a través de la par hacia afuera hasta el bord e de la aurícula (Fig. 7.1 7). Tam
te interventricular, aunque algunas veces pueden p ro d u c ir bién se d e n o m in a n músculos pectíneos, p o r su supuesta
una co m u n ica ció n entre el v e n trícu lo izquierdo y la aurí sim ilitu d con los dientes de un peine.
cula derecha a través de la parte auriculoventricular. La fosa oval de la pared del tabique interauricular es una
depresión que señala el p u n to de la co m u n ic a c ió n inte r-
auricular prenatal, el agujero oval. El bo rd e de la fosa, el
Cavidades del corazón
lim b o de la fosa oval, está fo rm a d o p or el borde del septum
Aurícula derecha secundum. El suelo está fo rm a d o por el septum prim u m del
corazón fetal. El lim b o está ausente en la parte inferior, y
La aurícula derecha se sitúa entre
R e la c io n e s g e n e ra le s .
c o n tin ú a con el velo izquierdo de la vena cava inferior. En
las aberturas de las venas cavas superior e inferior. La san
a p ro x im a d a m e n te el 15 % de las personas el suelo d e la
gre entra en la aurícula derecha desde las venas cavas, y
fosa oval no está sellado to ta lm e n te . H ab itu a lm e n te esto
sale a de ella para entrar en el ventrículo derecho. En c o n
no tiene consecuencias fisiológicas p o rq u e la m a yo r pre
jun to , la aurícula derecha y el ventrículo derecho fo rm a n el
sión del in te rio r de la aurícula izquierda m antiene el suelo
«corazón derecho» fisiológico.
de la fosa presionado y cerrado contra el lim bo.
Las relaciones de la aurícula derecha son:
Taylor y T aylor20 defienden la hipótesis de que la o re
• Superior: Vena cava superior.
juela auricular derecha, los músculos pectíneos y la cresta
• Anterior: Pericardio, p u lm ó n derecho, pleura medlastíni-
term ina l e vo lu cio n a ro n para vascularizar el m io c a rd io de
ca derecha.
co n d u c c ió n de la parte sinusal de la aurícula derecha. Al
• Posterior: Venas pulm onares derechas, aurícula izquierda.
igual que el ventrículo derecho, la aurícula derecha está es
• Lateral: Pericardio, nervio fré n ico derecho y vasos peri-
tru ctu ra d a c o m o una unidad única y c o m p le ta m e n te aca
ca rd io fré n ico s derechos, p u lm ó n dere ch o , pleura me-
bada. Los espacios interpectíneos y los sinusoides de Te-
diastínica derecha.
besio aportan indicaciones sobre la topografía del sistema
• Medial: Aorta ascendente, aurícula izquierda; la aurícula
de co n d u c c ió n y del n o d u lo sinusal.
derecha se relaciona con la pared derecha y a n terior de
la aorta ascendente.
A berturas. Las aberturas de la aurícula derecha in c lu
• inferior: Vena cava inferior.
yen los siguientes co m p o n e n tes anatóm icos:
• Orificios de la vena cava superior y de la vena cava inferior.
C a ra c te rís tic a s e x te rn a s . Las principales características
• Seno coronario.
externas en la aurícula derecha son las siguientes, desde
arriba hacia abajo:
• Vena cava superior.
• Aurícula derecha sobre la raíz de la aorta.
• Surco coronario, que separa la aurícula derecha del ven Aorta ascendente
Vena cava superior Tronco pulm onar
trículo derecho.
• Surco term inal. Tubérculo
• Vena cava inferior. Arteria pulm onar
• Varios orificios d im in u to s de pequeñas venas. cede de la m usculatura de la cavidad. Estas aberturas es
• Varias aberturas pequeñas e irregulares en cada una de tán presentes en las cuatro cavidades del corazón. C om o su
las cuatro cavidades del corazón. n ú m e ro es inversam ente p roporcional a la presión del in
• O rificio auriculoventricular. te rio r de la cavidad, son más numerosas en la aurícula d e
El o rificio de la vena cava su perior está en la p o rció n recha y m enos numerosas en el ve ntrículo izquierdo.
más alta del seno de las venas cavas. El orificio de la vena El o rificio interventricular, que ocupa to d a la pared an
cava inferior está en la porció n p o steroinferior del seno de te rior izquierda de la aurícula, está rodeado p o r un anillo fi
las venas cavas. Está c u b ie rto p o r la válvula propia (de Eus broso, y está c u b ie rto p or los velos de la válvula tricú sp i
taquio) de la vena cava inferior. de. En el corazón adulto, el orificio p e rm ite la in tro d u c c ió n
El seno coron a rio se encuentra en la pared m edial de la de tres dedos.
aurícula, entre el orificio de la vena cava inferior y la inser
ción de la cúspide septal de la válvula tricúspide. Está cu Re c o r d a r :
bierto p o r la válvula de Tebesio. Se dice que esta abertura • El n o d u lo sinusal se localiza detrás de la superficie epi-
es lo suficientem ente g rande c o m o para in tro d u c ir la p u n cárdica del surco te rm inal, en la base de la vena cava su
ta del m e ñ iq u e del cirujano. De manera ocasional, el seno perior. El surco te rm ina l se sitúa entre la orejuela tr ia n
puede estar c u b ie rto p o r una malla m u ltip e rfo ra d a de te g u lar y el seno de las venas cavas.
jido, la red de Chiari. • Hay cu atro entidades epónim as asociadas a la superficie
C itam os de Ortale y cois.21 de sus estudios en cadáve interna de la aurícula derecha:
res del seno coronario y sus tributarias: - Surco de Waterston: El lim b o superior es un pliegue del
surco in te ra u ric u la r, que se d e n o m in a surco de W a
Conocer las tributarias y las relaciones del seno coro
terston. Está localizado entre la fosa oval y la abertura
nario es im portante en la cirugía cardíaca, especialmente
de la vena cava superior. N o hay lim b o inferior.
cuando se disecan las arterias coronarías, así como la zona
- Tendón de Todaro: El te n d ó n de Todaro es un c o rd ó n fi
del trígono arteriovenoso(...) Se observó una anastomosis
broso de 1 m m de d iá m e tro que está debajo del e n
de aproximadamente 1 m m de diámetro entre las venas in-
d o c a rd io (véase Fig. 7.15). Se e xtiende desde el tr íg o
terventrículares anterior y posterior en el 19% de las pie
no fib ro so derecho del corazón (masa elíptica que está
zas. Se detectaron puentes miocárdicos p o r encima de la
e ntre las aberturas aórtica, m itral y tricuspídea) hasta
vena interventricular anterior o de sus tributarias en el 8%
la válvula de la vena cava inferior. Para ser a n a tó m ic a
de las piezas. La vena cardíaca m ayor formaba la base del
m e n te más correctos, su trayecto se dirig e desde la pa
trígono arterlovenoso de Brocq y Mouchet con las ramas
red auricular derecha hasta el e xtre m o medial de la vál
que se bifurcan de la arteria coronaria izquierda en el 89%
vula de la vena cava inferior.
de las piezas, y formaban un ángulo que acompañaba a
Kozlowski y cois.22 estudiaron la m orfo lo g ía del te n
estas ramas arteriales en el 11 %. En el trígono, las venas
d ó n de Todaro en cortes histológicos de corazones h u
interventricular anterior y cardíaca m ayor eran superficia
manos desde el estadio fetal hasta la senectud, y des
les a las arterias en el 73% de las piezas. La vena m a rgi
cribieron lo siguiente:
n al izquierda estaba presente en el 27% de las piezas, y dre
naba la vena cardíaca m ayor en el 81% de los casos y el
El tendón de Todaro, que se encuentra en la aurí
seno coronario en el 19% restante. La vena cardíaca me
cula derecha del corazón, tiene una im portancia clíni
nor estaba presente en el 54% de las piezas. En el surco co
ca considerable en los campos tanto de la cirugía car
ronario, la vena coronaría m ayor era adyacente a la rama
díaca como de la cardiología invaso ra (...) En los
circunfleja de la arteria coronaria izquierda en el 76% de corazones fetales(...) se observó una estructura b la n
las piezas y a la arteria coronaría derecha en el 5%; en el ca y m uy bien desarrollada que era convexa hacia la luz
19% no había relación con ninguna de las dos arterias. El de la aurícula(...) En el grupo de corazones de adultos
seno coronario mantenía una relación con la arteria coro jóvenes también era posible seguir el trayecto del ten
naria derecha en el 46% de las piezas, y con la arteria co
dón de Todaro macroscópicamente; sin embargo, cuan
ronaria izquierda en el 32% ; en el 22% no tenía ninguna
to más viejo era el corazón, menos visible era la con
relación con estos vasos. vexidad, y en los ancianos era completamente invisible.
Hay varios orificios d im in u to s de venas pequeñas. Éstas En los corazones de ancianos el tendón de Todaro for
son las venas cardíacas anteriores. Se originan en la super m aba tiras muy pequeñas de tejido conectivo. En el co
ficie a n te rio r del ventrículo derecho y cruzan la arteria co razón adulto el tendón que se examinó estaba locali
ronaria derecha para llegar al b o rd e de la aurícula. zado en la porción más profunda, y no se conectaba con
Las pequeñas aberturas irregulares y variables que se el endocardio(...) [E]l tendón de Todaro es una estruc
observan en la pared medial de la aurícula derecha seña tura estable que apareció en todos los corazones que
lan los p u n to s de entrada de las venas cardíacas mínim as se examinaron, aun cuando no fuera visible macros
(venas de Tebesio), que drenan la sangre venosa que p ro cópicamente.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
tral) es una marca anatóm ica que ayuda a localizar los en posición subendocárdica a lo largo de la superficie de la
com p o n e n tes auriculares del eje de co n d u cció n AV, y banda, y con frecuencia es visible c o m o una tira estrecha
un límite fiable del triá n g u lo de Koch. y clara de tejido.
- Triángulo de Koch: El triá n g u lo de Koch es la localiza Se pueden ver tiras delgadas de te jid o pálido, los seu-
ción del n o d u lo a uriculoventricular. Su bord e infe rio r d o te n d o n e s cardíacos, pasando hacia las paredes de la ca
es el tendón de Todaro; el borde superior es el velo sep vidad cerca de la base del músculo papilar anterior. Los seu-
tal de la válvula tricúspide. La base es el seno post-Eus- do te n d o n e s se pueden ver p a rticu la rm e n te bien cerca de
taquio. la pu n ta de la cavidad. C on tie n e n de fo rm a característica
- Seno de Keith: El seno de Keith es un bolsillo que está e n tiras delgadas de músculo cardíaco especializado para co n
cim a del orificio del seno coronario. Se relaciona con la d u cir el im p u lso contráctil hasta el m io ca rd io activo.
válvula tricúspide y con la extensión de la cresta te r m i En las trabéculas carnosas se originan proyecciones mus
nal. culares p iram idales o cilindricas, los m úsculos papilares.
• La superficie auricular derecha de la fosa oval está locali A u nque se d e n o m in a n anterior, posterior y septal de b id o
zada entre el triá n g u lo de Koch y la abertura de la vena a su posición en la cavidad, la fo rm a y el n ú m e ro de los
cava superior. músculos papilares son bastante variables, especialmente
• Un aneurisma en el seno aórtico de Valsalva se puede ro m los de los músculos papilares septales. Con frecuencia el
per hacia la aurícula derecha d e b id o a su proxim ida d . músculo papilar anterior p ro p o rcio n a anclaje para cuerdas
tendinosas delgadas que se d irig e n a los velos a n te rio r y
Ventrículo derecho posterior de la válvula tricúspide. El m úsculo papilar, que
R e l a c i o n e s g e n e r a l e s . El ventrículo derecho está detrás está situado en una posición más posterior, está u n id o a las
del esternón y a la izquierda de la aurícula derecha. Recibe cúspides posterior y septal.
sangre de la aurícula derecha, y la envía a través de la ar Un p e q u e ñ o m úsculo papilar, el m ú scu lo p a p ila r del
teria pulm onar. El m io ca rd io del ventrículo derecho es más cono, tiene más im p o rta n cia de lo que podría ind ica r su
grueso que el de las aurículas, y más d e lg a d o que el del d im in u to tam año. El m úsculo papilar del co n o se localiza
ventrículo izquierdo. en el e x tre m o m edial de la cresta extraventricular, la unión
Las relaciones del ventrícu lo derecho son: de las porciones lisa y rugosa de la cavidad; en este lugar
• Superior. Aurícula derecha y tro n c o pulm onar. la rama del fascículo derecho alcanza h a b itu a lm e n te una
• Anterior: Pericardio, pleura izquierda, borde a n te rio r del posición subendocárdica en el ve n trícu lo derecho, d o n d e
p u lm ó n izquierdo, esternón y pared costal del tórax. se p u e d e d is tin g u ir con frecu e n cia . En a lg u n o s casos el
• Posterior: Tabique interventricular. m úsculo papilar del cono está representado sólo p o r a lg u
• Inferior: Pericardio, te n d ó n central del diafragm a. nas cuerdas tendinosas que se o rig in a n en el borde de la
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
C a r a c t e r í s t i c a s e x t e r n a s . El ventrículo izquierdo es m a
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Orificio tricúspide
F ig u r a 7.22. Disección anatómica de la u n ió n auriculoventricular (cara auricular) después de la extracción de las cavidades
auriculares y de los troncos arteriales. Obsérvese la disposición de las arterias coronarias y la localización del nodo auriculo-
ventricular. [a n l]
ginal (arteria del borde obtuso) que con frecuencia es g ran im p o rta n te entre las arterias coronarias derecha e izquierda
de, y se ramifica para vascularizar la superficie posterior del en el inte rio r del tabique interventricular. C uando hay una
ven trícu lo izquierdo y de la aurícula izquierda. oclusión gradual de la arteria coronaria descendente ante
La arteria coronaria izquierda circunfleja puede dar lugar rior o de la arteria coronaria principal izquierda, ramas de la
a la arteria interventricular posterior (descendente posterior) arteria coronaria descendente posterior pueden p ro p o rcio
y a la arteria del nod u lo auriculoventricular; esto ocurre con nar vascularización colateral para el tabique. Por supuesto,
más frecuencia en varones. Este patrón de distribución co la vascularización del ta b iq u e interventricular puede, por lo
ronaria se denom ina dom inancia coronaria izquierda. tanto, estar co m p ro m e tid a en el caso de que las arterias co
El té rm in o «dom inancia coronaria» se refiere a la vas ronarias descendentes a n te rio r y posterior se o rig in e n en
cularización del ta b iq u e interventricular. En casi to dos los una arteria coronaria izquierda enferma.
casos, la rama DAI de la arteria coronaria izquierda irriga
los dos tercios anteriores del ta b iq u e interventricular. A r t e r ia c o r o n a r ia derecha. Después de su origen en el
Si la arteria coronaria derecha da lugar a la rama des seno coronario derecho de Valsalva, la arteria coronaria de
cend e n te posterior que vasculariza el tercio posterior del recha n o rm a lm e n te vasculariza to d a la aurícula izquierda
ta b iq u e , cabe la posibilidad de que se desarrollen interco (ju n to con el nodulo sinoauricular) y el ventrículo derecho.
nexiones anastomóticas abundantes en el in te rio r del ta b i Se produce una dominancia arterial coronaria derecha cuan
q u e entre las arterias coronarias izquierda y derecha. Estas do la arteria coronaria derecha da lugar a la arteria descen
interconexiones pueden p ro p o rc io n a r una irrigación cola dente posterior; cuando esto ocurre, también vasculariza par
teral p o te n cia lm e n te crítica en el caso de que haya una ar- te de la aurícula izquierda p o r detrás, parte de la superficie
teriopatía coronaria. Esta form a de distribución coronaria se posterior del ventrículo izquierdo, el músculo papilar poste
d e n o m in a dom in a n cia coronaria derecha. rior del ventrículo izquierdo y el n o d u lo auriculoventricular.
C uando la arteria coronaria izquierda circunfleja da lugar La prim era rama significativa de la arteria coronaria de
a la vascularización descendente posterior del tabique (d o recha, la arteria del cono, se d irig e h a b itu a lm e n te en d i
m inio coronario izquierdo) no hay una posible comunicación rección contraria a las agujas del reloj a lrededor del cono
296
booksmedicos.org
booksmedicos.org
¡Seno r f j
F ig u r a 7.2 4. Localización de los orificios coronarios (p u n
aórtico
p o s te rio rB j
tos) en relación con la u n ió n sinotubular y las zonas de apo
izquierdo sición en tre velos adyacentes. Im agen an terio r de la aorta,
Seno
Arteria coronaria abierta y extendida después de u n a incisión vertical en la p a
aórtico
derecha red anterior; cortada ap roxim adam ente a través de la com isu
anterior
ra entre los velos anterior (coronaria derecha) y posterior iz
quierdo (coronaria izquierda). La orientación de los velos es
com parable d irectam en te co n la Figura 7.25. La línea h o ri
zontal pasa por la u n ió n sinotubular, y las líneas verticales pa
Rama san por la porción más inferior de cada un o de los velos, divi
infundibular didos en décimos, [mu]
Seno aórtico posterior)
derecho
Válvula tricúspide
Seno no coro
jo nario ■
I Orificio |
coronario
derecho ¡
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cúspide no coronaria
Es esencial cono ce r la anatom ía exacta del origen aór mica-geográfica exacta de la angiografía fue crucial para re
tico de las arterias coronarias anómalas para las interven alizar con éxito de recanalización y revascuiarízadón de ur
ciones quirúrgicas. Felmeden y cois.30 afirm aron que la más gencia de la artería coronaría derecha verdadera con an-
frecuente de esas alteraciones es un origen aberrante de la gio p ia stia con láser y con balón. Una vez que se hubo
arteria coronaria principal izquierda o derecha en el seno de restaurado el flujo anterógrado, se descubrió otra variante
Valsalva equivocado. coronaria poco frecuente, es decir, una arteria del nodulo si-
Topaz y cois.31 describieron la aparición de una arteria co noauricular que se originaba en la porción media de la ar
ronaria interventricular posterior (descendente posterior) va tería coronaria derecha, que de nuevo era permeable.
riante y su relación con la arteria coronaria derecha: Nerantzis y cois.32 describieron q u e ; en algo m enos del
Con frecuencia se encuentra una oclusión trombótica 1 0 % de los casos, la arteria coronaria derecha no sólo per-
aguda de una arteria relacionada con un infarto en p a fundía el ventrículo derecho, sino que ta m b ié n vasculari-
cientes que tienen infarto de miocardio. En un paciente que zaba a p ro x im a d a m e n te la m itad del v e n trícu lo izqu ie rd o
tenía un infarto agudo de la pared miocàrdica inferior com m e d ia n te ramas extensas.
plicado p o r un dolor torácico continuo e inestabilidad he- Nerantzis y Koutsaftis33 describieron un caso en el que
modinámica, la arteriografía coronaria diagnóstica de ur la arteria coronaria izquierda se originaba en un tro n c o co
gencia mostró una «seudo» arteria coronaria derecha m ú n con la arteria coronaria derecha en el seno aórtico de
relacionada con el infarto permeable, mientras que, de he recho y se dirigía a través del tabique ventricular hacia el co
cho, este vaso era una variante anatómica infrecuente de razón izquierdo.
la ram a interventricular posterior que tenía un origen muy
temprano en la arteria coronaria derecha, y la arteria co A r t e r i a s i n o a u r i c u l a r . La siguiente rama de la arteria co
ronaria derecha verdadera estaba completamente ocluida ronaria derecha se origina habitualm ente en la cara más pro
p o r una obstrucción trombótica. La interpretación anató- funda de la arteria coronaria derecha. Asciende por la pared
booksmedicos.org
booksmedicos.org
O • A' ' A i i , /
Pericardio, corazon y grandes vasos del tórax
Arteria coronaria
arterias perforantes c o n tin ú a n sin ramificarse más, y te r
m in a n en un gran plexo su b e n d o cá rd ico (vasos d e clase
B). Por lo tanto, los músculos papilares están vascularizados
p o r vasos de clase B. Las anastomosis hom ocoronarias e in-
tercoronarias entre ramas de las arterias coronarias dere
cha e izquierda pueden te n e r im p o rta n te s repercusiones
en la fu n c ió n cardíaca y en la vasculopatía coronaria.
Las anastomosis intercoronarias (Fig. 7.26) se localizan
h a b itu a lm e n te en los siguientes puntos:
• A lre d e d o r de la base del cono p ulm onar, entre la rama
descendente a n terior de la coronaria izquierda y la rama
del cono de la arteria coronaria derecha.
• En el surco interventricular, entre las arterias d e scenden
tes an te rio r y posterior.
• En la superficie d ia fra g m á tic a del v e n tríc u lo izquie rd o ,
F ig u ra 7.27. Corte transversal de los ventrículos. Las ramas entre las ramas terminales de la arteria coronaria derecha
de las arterias coronarias se in troducen en la sustancia del co y la arteria circunfleja coronaria izquierda.
razón, VI, ventrículo izquierdo; VD, ventrículo derecho, [g r l] • En el interior del tabique interventricular, entre ramas sep-
tales perforantes de las arterias descendentes a n te rio r y
posterior.
Venas coronarias
anterior de la aurícula derecha, a la que vasculariza; después En su m ayo r parte, las venas coronarias siguen el mis
entra en el n o d u lo sinoauricular. En a p ro x im a d a m e n te el m o tra ye cto de las arterias coronarias, y suelen ser superfi
4 0 % de las personas esta arteria procede de una rama auri ciales a las mismas (Fig. 7.28).
cular izquierda anterior de la arteria coronaria izquierda. La vena cardíaca m a yo r (de Caleño) se orig in a cerca de
La arteria coronaria derecha sigue un trayecto en el sur la pun ta en el surco interventricular. Asciende hasta el sur
co a u ricu loventricular derecho. Da varias ramas para la su co auriculoventricular, d o n d e gira hacia la izquierda ju n to
perficie a n terior del ventrículo derecho y una rama m a rg i a la arteria coronaria circunfleja izquierda. En el b o rd e o b
nal derecha (arteria del borde a g u d o ) antes de llegar a la tuso la vena cardíaca m ayo r se une con la vena oblicua de
superficie d iafragm ática del ventrículo derecho, al que ha la aurícula izquierda (en este lugar tiene su inicio e m b rio
b itu a lm e n te vasculariza. C om o se ha señalado antes, en la lógico el seno venoso coronario). El seno venoso co ronario
m a yo r parte de las personas la arteria coronaria derecha drena la aurícula derecha, a la izquierda de la abertura de
cruza la cruz. Cerca de la cruz se orig in a la arteria descen la vena cava inferior.
dente posterior. En esta misma localización da la arteria del La vena oblicua (de Marshall) de la aurícula izquierda
n o d u lo auricu lo ve n tricu la r y una rama te rm ina l para la su drena la pared posterior de la aurícula izquierda. Es un res
perficie d iafragm ática del ventrículo izquierdo. to de la vena cardinal co m ú n izquierda. Su u n ió n con la
Sow y cois.34 utilizaron la disección de 45 piezas para vena cardíaca m a yor señala el inicio del seno venoso c o ro
estudiar la arteria del n o d u lo sinoauricular. Encontraron una n ario . Si persiste la vena card in a l c o m ú n iz q u ie rd a e m
arteria solitaria en el 88,89% , y arterias dobles en el 11,11 %. brionaria habrá venas cavas superiores bilaterales, con un
En el 6 4 ,4 5 % la arteria se originaba en la arteria coronaria gran aum ento de tam año del seno coronario debido a la fo r
derecha, en el 2 4 ,4 4 % se originaba en la arteria coronaria m ación de la vena cava superior izquierda.
izquierda, y en el 1 1 ,1 1 % se o riginaba en ambas. El tra La vena posterior o vena marginal del ventrículo izquier
yecto de la arteria cuando se originaba en la arteria c o ro d o asciende por la superficie diafragmática del ventrículo iz
naria derecha era variable, m ientras que desde la arteria quierdo, hacia la cual drena. Termina en el seno coronario.
coronaria izquierda era bastante uniform e. Sow y cois, p ro La vena coronaria media pasa hacia arriba en el surco
pusieron que algunas arritmias que se pro d u ce n durante interventricular posterior, superficial a la arteria. Recibe tr i
la cirugía cardíaca podrían ser secundarias al tra storno de butarias de ambos ventrículos y del ta bique interventricular.
la vascularización arterial del n o d u lo sinoauricular. Finaliza en el seno coronario, cerca de su finalización.
La vena cardíaca m enor se origina en el borde a g u d o del
D i s t r i b u c i ó n c o r o n a r i a y a n a s t o m o s i s . Desde las arterias ventrículo derecho. Pasa por el surco coronario derecho y se
que se pueden ver en el epicardio entran en el m iocardio une con el extrem o más derecho del seno venoso coronario.
ramas perforantes. Pequeñas ramas de las arterias p e rfo Las venas cardíacas anteriores, tres o cu a tro venas de
rantes se ram ifican in m e d ia ta m e n te para vascularizar los ta m a ñ o variable, se o riginan en la superficie esternocostal
dos tercios externos del m io ca rd io (vasos de clase A). Las del ventrículo derecho. Cruzan superficiales a la arteria co-
299
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Vena braquiocefálica
las aurículas. Sin embargo, mantiene que hay rutas eléc
Vena izquierda tricas preferenciales en el interior de las aurículas, seña
braquiocefálica
lando que la aurícula derecha es una «bolsa de agujeros»39.
Anatomía quirúrgica
La inervación intrínseca del corazón procede del sistema cervicales, ramas cervicotorácicas procedentes del ga n g lio
de co n d u cció n cardíaco. Las partes del sistema son el n o estrellado y ramas nerviosas viscerales torácicas p ro ce d e n
d u lo sinoauricular, el n o d u lo a u ricu lo ve n tricu la r, las tres tes de los cuatro prim eros niveles torácicos de las cadenas
vías internodales, el haz auriculove n tricu la r (haz de His), el simpáticas. Estas fibras son cardioaceleradoras, vasodilata
fascículo izquierdo y sus ramas, el fascículo derecho y el sis doras y sensitivas (para el dolor).
tem a ventricu la r de fibras de Purkinje (Figs. 7.29 y 7.30). Las Figuras 7.32 y 7.33 m uestran una representación
Algunos investigadores piensan que hay células especia m u y esquemática de los sistemas sim pático y parasim pàti
lizadas que conducen las fuerzas eléctricas en las aurículas, co de inervación del corazón.
mientras que otros crean que sólo hay vías preferenciales.
P a r a s i m p à t i c o ( n e r v i o s v a c o s ) . El sistema parasim pàti
Agradecemos a nuestro estimado colega J. Willis Hurst la au
co incluye una rama cervical, una o dos ramas ce rvico to
torización para citar su libro Ventricular Electrocardiography*5
rácicas en el estrecho to rácico superior (a través del nervio
sobre las diferentes teorías de la conducción cardíaca:
vago principal o del nervio laríngeo recurrente derecho), y
Anton Becker, una de las autoridades modernas sobre de dos a c u a tro ramas torácicas proce d e n tes del nervio
el sistema de conducción del corazón36'39, no cree que haya vago principal y de su rama recurrente izquierda. Las fibras
ningún tejido de conducción especializado en el interior de parasim páticas del n e rvio va g o son p rin c ip a lm e n te car-
300
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Válvula aórtica:
Nodulo sinoauricular
Izquierda
Haz auriculoventricular
Derecha
Posterior
Nodulo auriculoventricular (His)
Seno coronario
Cruz izquierda
Cruz derecha
Rama superior anterior izquierda
Tabique interventricular
Músculo papilar anterior
Haz de His
Nodulo AV
Comunicación interventricular membranosa
Válvula
Ventrículo
F igu ra 7.30. Relación del sistema de conducción cardíaco con la válvula tricúspide y la parte m em branosa del sistema inter
ventricular. Se m uestran dos tipos de comunicaciones interventriculares.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Aorta y su plexo
Arteria pulmonar
derecha y su plexo Arteria pulm onar izquierda y su plexo
dio inhibidoras, de m o d o que las fibras colinérgicas llevan bre una red sináptica neuronal cardíaca intrínseca de gran
a cabo la reducción de la frecuencia de despolarización de c o m p le jid a d . La presencia de neuronas unipolares y b ip o
las fibras musculares del marcapasos cardíaco. La m a yo r lares (que h a b itu a lm e n te se consideran neuronas sensiti
parte de las fibras nerviosas que viajan con el vago son sen vas), además de células m ultipolares (¿parasimpáticas?), es
sitivas, ju n to con las que proceden del corazón y que trans intrig a n te . Pone de relieve nuestra falta de c o n o c im ie n to
p ortan info rm a ció n de barorreceptores, receptores de dis sobre la posible red n e u ronal visceral cardíaca, e n o rm e
tensión, q uim iorreceptores, etc. m ente com pleja. En particular, el c o m p o n e n te auricular de
Según O'R ahilly42, la anatom ía topog rá fica y el trayec esta red puede te n e r im plicaciones aplicables a la m e to
to de estos nervios cardíacos son m u y variables. Estamos dología em pleada en el trasplante cardíaco.
de acuerdo. El ciru ja n o to rá cico debe estar fam ilia riza d o
con las variaciones de los nervios cardíacos cervicales, cer- Recordar:
vicotorácicos y torácicos superiores. Estos nervios term inan • Los nervios vagos transm iten sus fibras sensitivas g e n e
de manera variable en el tejid o co nectivo del corazón y en rales desde las visceras hacia arriba, a los ganglios sensi
el in te rio r de la adventicia de los vasos. tivos superiores e inferiores de la base del cráneo, y pos
En un estudio de corazones hum anos, A rm o u r y cois.43 te rio rm e n te hacia el cerebro. Las fibras del dolor, que son
observaron la presencia de m uchas más células g a n g lio - transportadas p o r los antiguos nervios cardíacos sim pá
nares en las aurículas y en los ventrículos de lo que se ha ticos, son transm itidas a través de ramos com unicantes
bía descrito previam ente, con una estimación de más de desde las cadenas simpáticas hasta los nervios espinales
14.000 neuronas. Este hallazgo aporta algunos datos so torácicos superiores, y desde aquí hacia la m édula espi-
302
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Ganglio superior
N. ca rd ía co
to rá c ic o A n t.
Tronco s im p á tic o
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
superior
Nervio vago (X) especializadas están localizadas en el in te rio r del te jid o co
Ganglio cervical
nectivo del n o d u lo sinoauricular.
medio
La arteria del n o d u lo sinusal es una rama que se origina
Ganglio cervical Nervio torácico
inferior visceral
m uy p ro n to en la arteria coronaria derecha en la m ayor par
te de las personas, y que llega al n o d u lo después de subir
Ramos
Plexo cardíaco po r la pared ante rio r de la aurícula derecha. En otras per
comunicantes
(grises y blancos) sonas, la arteria se origina en la parte pro xim a l de la arteria
coronaria izquierda o de la arteria circunfleja izquierda. En
Ganglio celíaco
estos casos la arteria pasa en p rim e r lugar hacia arriba has
Plexo mesentérico ta la pared anterior de la aurícula izquierda. Después se di
superior
rige en sentido co ntrario a las agujas del reloj alrededor de
la base de la vena cava superior para entra r en el nodulo.
Plexo aortorrenal
En el n o d u lo sinusal se originan las vías internodulares
Plexo renal anterior, medial y posterior (véase el análisis anterior). Per
m ite n la transm isión rápida del im p u lso eléctrico e stim u
Plexo mesentérico inferior lante hacia el n o d u lo auriculoventricular. El im pulso co n
tráctil se disemina de manera radial a través del m iocardio
Esplácnicos lumbares auricular. Se pueden encontrar numerosas células ganglio-
nares parasimpáticas en la p ro xim id a d del n o d u lo sinoau
Plexo pélvico ricular en el tejido conectivo que está deb a jo del epicardio.
Ganglio simpático:
Cervical
Cervical medio
Cervical
Vagales
profunda (posterior al cayado aórtico y anterior a la b ifu r
cación trá q u e a l), c o m o se ha d e s c rito con fre c u e n c ia
Simpáticas
(Fig. 7.35).
• El nervio vago derecho actúa especialmente sobre el n o
d u lo sinoauricular; el izqu ie rd o lo hace p rin c ip a lm e n te Plexo cardíaco
superficial
sobre el auriculoventricular. Esto refleja la asociación e m
brionaria del nervio vago derecho con el asta derecha del
seno venoso, y la del nervio vago izquierdo con el asta Plexo cardíaco
capasos especializadas.
Nervios viscerales
Consideraciones anatóm icas torácicos
N o d u l o s i n o a u r i c u l a r . El n o d u lo sinoauricular, o n o
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
B
Anatomia quirúrgica
Interpretación habitual
no disecada
F ig u ra 7.40. Interpretación errónea de la topografía coronaria. A, Aspecto real de las arterias. Recuadro, interpretación erró
nea del origen arterial. B, Orígenes verdaderos de las arterias. Recuadro, giro en «U». [ja]
que m uscular antes de aparecer en una posición subendo- R a m a s d e l h a z . La rama derecha es c o m p a cta y estre-
cárdica en el ventrículo derecho. Aquí emerge com o la rama cha en su tra yecto a lo largo de la banda m od e ra d o ra (tra-
derecha del haz, adyacente al m úsculo p a pilar del cono, bécula septom arginal) hasta el músculo papilar anterior del
p ró x im o a la cresta supraventricular. ve n trículo derecho. Más allá de este p u n to , fascículos me-
Haz de His
Nodo AV
Triángulo de Koch
Tendón deTodaro
Orificio del seno coronario
Fosa oval
F ig u ra 7.41. Anatomía quirúrgica del tabique auricular derecho, incluyendo el triángulo de Koch. [feZ]
307
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
ñores pasan en todas las direcciones hasta el m io ca rd io del ral o de la vena yu g u la r interna derecha bajo fluoroscopia,
ventrículo derecho; algunas fibras retroceden hasta el ta y m e d ia n te la posible e x tra cc ió n del tr o m b o por aspira
b iq u e interventricular, y otras entran en el m io c a rd io de la ción. La intervención abierta se realiza a través de una es-
Anatomía quirúrgica
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Recordar: El nervio vago derecho desciende a la izquierda caras más superiores y laterales. Junto con sus uniones me-
del cayado de la vena ácigos. socárdicas, la vena cava inferior y la cara posterior de la au
rícula izquierda, las venas pulm onares form a n los límites su
En el inte rio r de la cavidad pericárdica las relaciones de
perior y lateral del seno pericárdico oblicuo.
la vena cava superior son:
De las cuatro venas, la vena inferior izquierda es la más
• Anterior: Libre en la cavidad pericárdica. visible, y la inferior derecha es la menos visible. En el 2 5 %
• Posterior: Aurícula izquierda, arteria p u lm o n a r derecha, de las personas, las venas pulmonares izquierdas se unen en
pericardio posterior y lateral. el in te rio r del pericardio para fo rm a r una vena p u lm o n a r
El pericardio está fijado con firmeza a la pared de la vena izquierda c o m ú n . En sólo el 3% hay una vena p u lm o n a r
cava superior. Es posible la movilización intrapericárdica des derecha c o m ú n fo rm a d a de esta manera.
pués de la sección cuidadosa de estas uniones pericárdicas. D urante la cirugía es aconsejable identifica r la localiza
Según lanne tto n i y O rrin g e r49, el síndrom e de la vena ción de todas las venas pulm onares en los defectos del ta
cava superior (obstrucción de la VCS) es secundario a una bique, p o rq u e puede haber un drenado anóm a lo parcial53.
neoplasia m aligna mediastínica en el 75% de los casos, y se
debe a procesos benignos en el 2 5 % de los casos. Las m a
nifestaciones clínicas del síndrome incluyen «edema facial y
Histología d el corazón
de la extrem idad superior, distensión de las venas de la ca
beza, del cuello, de los brazos y de la parte superior del tó La pared del corazón está fo rm a d a p o r tres capas: el
rax, y un rubor oscuro de estas zonas que indica cianosis». epicardio, el m io ca rd io y el e ndocardio. La pared contiene
S ch in d le ry Vogelzang50 indican que en el paciente que el esqueleto fibroso, que se encarga de la unión y soporte
tiene un síndrome de vena cava superior (SVCS) secunda de las válvulas, nervios (sistema de co n d u c c ió n interno),
rio a un proceso m aligno, la radioterapia y la a nticoagula arterias, venas y linfáticos.
ción p roporcionan un alivio inadecuado de los síntomas, y El epicardio está fo rm a d o p o r tejido conectivo que so
que se puede conseguir la mejor paliación con técnicas com o porta el re c u b rim ie n to de células mesoteliales. En el m io
trombólisis, angioplastia y prótesis endovasculares. Estos au cardio hay fibras musculares especiales que contienen m ito -
tores encuentran que el SVCS secundario a un proceso be condrias grandes y re tícu lo sarcoplásm ico. N o hay
n ig n o es más p roblem ático, y señalan que todavía se des regeneración ni sustitución de las células cardíacas. T am po
conocen los resultados a largo plazo de la im p la n ta ció n de co se dividen; son sustituidas por tejido conectivo fibroso. El
prótesis endovasculares. Proponen que, en estos pacientes, endocardio está fo rm a d o p o r células endoteliales lisas. El es
se evalúen los riesgos y los beneficios de la im p la n ta ció n de queleto fibroso está fo rm a d o p or tejido conectivo denso.
prótesis endovasculares frente a la derivación quirúrgica. N o se abordará aq u í la histología del pericardio y de los
Según D ow ns y cois.51, con frecuencia se p ro d u c e la grandes vasos.
perforación en la un ió n entre la VCS y la aurícula derecha
d u ra n te el cateterism o venoso central.
, Fisiología d el pericardio, del
Vena cava inferior
corazón y d e los grandes vasos
La vena cava infe rio r perfora el diafragm a a la altura de
la octava vértebra torácica, y entra en la aurícula derecha Resulta una tarea inmensa presentar la fisiología del co
a nivel de la un ió n xifoesternal. Su entrada está cubierta razón, del pericardio y de los grandes vasos en un libro de
p o r un pliegue de te jido, la válvula de Eustaquio. Esta par anatom ía. Este tem a es dem asiado co m p le jo para el á m b i
te de la vena cava inferior intrapericárdica m ide a p ro x im a to de este capítulo.
d a m e n te 1 cm de lo n g itu d . La porción extrapericárdica es Se puede e n contrar un e jem plo sorprendente de estas
casi o to ta lm e n te inexistente; cuando está, se relaciona con maravillas en la descripción de Severs54 de la célula m us
la pleura derecha y con el nervio frénico derecho. En un cular cardíaca:
sentido práctico, las porciones «torácica» e in tra p e ricá rd i El miocito cardíaco es la célula físicamente más enér
ca son idénticas. gica del cuerpo, en la duración media de una vida h u m a
Para más info rm a ció n sobre la vena cava inferior, insis na. Coordinando la actividad de latido con la de sus tres
tim o s en la consulta Surgery o f the Chest, de Sabiston y mil millones de vecinas en la principal bom ba del corazón
Spencer52, y Embriology for Surgeons, de Skandalakisy Gray3. humano, se bombean más de 7 .0 0 0 1de sangre al día, sin
ningún esfuerzo consciente, a lo largo de 165.000 km de
Venas pulmonares vasos sanguíneos.
Las venas pulm onares están fijas al pericardio. En el in El estudiante interesado encontrará a b u n d a n te in fo r
te rio r del pericardio son apenas visibles, sólo en una parte m ación en la edición más reciente de Hurst's The Heart?s.
de su circunferencia; el mesocardio dorsal oculta del to d o sus En este te x to se explica en p ro fu n d id a d la cuádruple
309
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
mecánica fu n d a m e n ta l del m úsculo cardíaco (precarga, vena cava superior. Repetimos que esta ligadura arriba m e n
poscarga, co n tra ctilid a d y frecuencia cardíaca), el co n tro l cionada SÓLO se debe realizar si es absolutamente necesa
nervioso y la regulación del flu jo sanguíneo. rio. Los sistemas venosos ácigos y hemiácigos son bastante
Anatomía quirúrgica
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
do el cirujano conoce bien la anatomía del corazón y de los a factores predisponentes previos. La esternotomía media
grandes vasos, cuando ha diagnosticado con e xa ctitud la cuando hay un ventrículo derecho m u y dilatado o un aneu
lesión cardíaca y cuando ha planificado su reparación. risma gue se adhiere a la placa posterior del esternón pue
Anatomía quirúrgica
Pericardiocentesis
Toracotomía lateral a través del cuarto,
Los grandes vasos, los vasos torácicos internos y los p ul quinto o sexto espacio intercostal
m ones se pueden lesionar p o r una pericardiocentesis des
cuidada. Los posibles resultados incluyen la perforación del Las com plicaciones inm ediatas de la to ra co to m ía late
estómago, la perforación del colon, el n eum otorax y el neu- ral son m u y poco frecuentes. Se puede p ro d u c ir una he
m opericardio. m orragia p o r una lesión de los vasos intercostales o de la
Se puede p ro d u c ir una hem orragia secundaria a la la arteria torácica interna, o p o r el p u lm ó n cuando está a d
ceración de la arteria coronaria, del ventrículo derecho y /o herido a la pared torácica. Complicaciones extremadamente
de la aurícula derecha. Otras posibles com plicaciones son raras pero p o te n cia lm e n te mortales son la fuga de líquido
el ta p o n a m ie n to cardíaco, el hem ope rica rd io y (raras ve cefalorraquídeo (con o sin neum ocefalia) y paraplejia des
ces) el hem otórax. pués de la cobertura de la incisión en la u n ió n entre la pa
rrilla costal y la colum na vertebral con Gelfoam .
El d o lo r torácico postoracotom ía es una secuela tardía
Pericardiotomía y pericardiectomía
frecuente de la toracotom ía lateral. El d o lo r se debe ocasio
Se puede evitar la co n ta m in a ció n de la cavidad pleural nalm ente a la fo rm a ció n de un neuro m a del nervio in te r
con el abordaje subxifoideo. costal. En la mayoría de los casos se desconoce la causa del
La hem orragia es una posible com plica ció n de la peri dolor.
cardiectom ía.
C o m p lic a c io n e s d e l a b o r d a j e C o m p l ic a c io n e s c a r d ía c a s
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Tronco pulmonar
Las com plicaciones anatóm icas de la cirugía del tro n c o
lesión isquémica del m ioca rd io se puede reducir al m ín im o
(arteria) p u lm o n a r son las que se producen después de una
o se puede prevenir p ro te g ie n d o el corazón dura n te el pin-
em bolectom ía p o r em bolia pulm onar, em pleando una téc
zado de la aorta; esto se consigue m edia n te la perfusión
nica cerrada o abierta. La hem orragia es una com plica ció n
anterógrada y retrógrada de las arterias coronarias con so
a n a tó m ic a de las dos técnicas. En la técnica a bierta, las
lución cardioplégica. Se consigue la h ip o te rm ia local su
com plicaciones se asocian con más frecuencia a las de la
plem entaria co locando hielo picado de suero salino sobre
tora co to m ía . La m o rta lid a d es m u y elevada.
el corazón.
El conocim ie n to preciso de la anatomía del corazón y de
las lesiones congénitas o adquiridas, ju n to con una té c n i Aorta torácica
ca q u irúrgica precisa, ayudará a reducir al m ín im o o a evi
Se van a presentar las com plicaciones de sólo las dos
ta r otras com plicaciones anatóm icas de la cirugía cardía
técnicas quirúrgicas siguientes: corrección de un conduc-
ca. A q u í p u e d e ser útil m e n c io n a r una vez más algunas
estructuras cardíacas im portantes:
• El n o d u lo sinoauricular está localizado debajo de la unión
anterolateral de la vena cava superior y de la orejuela de
la aurícula derecha. Según B o lling73, su vascularización M. esternocleidomastoideo Nervio frénico
procede de la arteria del n o d u lo sinusal que se origina en
M. escaleno ant.
la arteria coronaria derecha (6 0 % ) o en la circunfleja, que
puede pasar delante o detrás de la vena cava superior.
• El n o d u lo auriculoventricular se localiza en el inte rio r del
triá n g u lo de Koch (que está fo rm a d o p o r el anillo de la
válvula tricúspide, el orificio del seno coronario y el tendón
de Todaro). Se encuentra en el tabique auriculoventricu
lar muscular, en el lado auricular derecho del te n d ó n fi Arteria
broso central. En la m ayor parte de los casos está situado carótida
común V. subclavia izquierda
justo encima del seno coronario. El n o d u lo auriculoven
izquierda
tricular se puede lesionar durante operaciones mitrales de izquierda izquierda
b id o a la estrecha relación entre su parte izquierda y el
anillo de la válvula mitral. El n o d u lo recibe su vasculariza F ig u r a 7.43. Exposición de la arteria subclavia a través de
ción princip a lm e n te de la arteria descendente posterior. una incisión clavicular con resección de la m itad medial de la
• El tra yecto del haz de His comienza en el n o d u lo auricu- clavícula. [as2]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
A. subclavia izquierda
Tronco braquiocefálico
Clavícula izquierda
F ig u ra 7.44. Exposición del cayado aórtico y de la arteria subclavia izquierda proximal a través de una esternotom ía com bi
n ada con una incisión clavicular izquierda. [as2\
to arterioso perm eable y corrección de una coartación de Para más info rm a ció n , recom endam os el excelente li
la aorta. b ro Surgery o f the Chest, de Sabiston y Spencer52.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
ANTERIOR
Válvulas pulmonares
Válvulas aórticas
Tabique membranoso
F ig u ra 7.45. Las cuatro zonas anatómicas en las que pueden aparecer las vías de conducción accesorias. Espacio de la pared
libre izquierda, espacio septal posterior y espacio de la pared libre derecha definidos por las estructuras valvulares y ventricula-
res adyacentes.
1 ] Perlas clínico-quirúrgicas
A finales del siglo xix se consideraba generalmente que la los oxigenadores mediante derivación cardiopulmonar, téc
cirugía del corazón era un territorio prohibido. Billroth ha nicas de protección miocàrdica, operaciones a corazón abier
bía dicho que cualquier cirujano que se atreviera a operar el to para corregir cardiopatías congénitas y valvulopatías ad
corazón (sutura de heridas cardíacas) perdería la estima de quiridas, marcapasos cardíacos, angiografía coronaria, cirugía
sus colegas cirujanos75. Tal vez se pueda com prender esta de derivación arterial coronaria, cirugía de las arritmias, dis
afirmación si se piensa que aún no se habían desarrollado las positivos de asistencia cardíaca (bomba con balón) y cora
técnicas anestésicas que permitirían operar fácilmente el tó zones artificiales, y trasplante cardíaco y cardiopulmonar.
rax abierto y que no se disponía de transfusiones sanguíne La investigación y desarrollo actuales en el tratamiento
as. Sin embargo, poco después de esa afirmación, Rehn des de las cardiopatías implican a médicos, ingenieros y científi
cribió en 189676 la primera de muchas reparaciones con éxito cos; son extensos y apasionantes, e indudablemente propi
de heridas por arma blanca del corazón. No era posible que ciarán nuevas operaciones cardíacas más seguras. Sin em
los cirujanos del siglo pasado pudieran ver una era en la que bargo, es posible que el gran volumen de operaciones de
en todo el mundo se realizarían más de medio millón de ope cirugía cardíaca actual esté cerca de su máximo. M uy pro
raciones cardíacas al año. bablemente se asista a la sustitución de muchas de las in
Una serie de avances permitió el fenomenal desarrollo de tervenciones quirúrgicas actuales por tecnologías alternativas,
la cirugía cardíaca en el siglo xx. Cualquier lista de los avan muchas de las cuales podrán ser realizadas por médicos que
ces más importantes sería incompleta, aunque mi enumera no sean cirujanos. Además, la epidemia actual de vasculo
ción en un orden cronológico aproximado sería la siguien patia coronaria en Estados Unidos parece estar relacionada
te: sutura de las heridas cardíacas, resección del pericardio, en gran parte con el estilo de vida y con patrones dietéticos.
electrocardiografía, transfusión sanguínea, técnicas anesté Si una gran parte de la población modifica estos patrones
sicas, técnicas de sutura de los vasos sanguíneos, cateterismo y /o los tratamientos farmacológicos controlan o incluso re
cardíaco, cirugía valvular a corazón cerrado, cirugía cardía vierten la arteriopatía coronaria, habrá reducciones im p o r
ca congènita con precursores de máquinas corazón-pulmón, tantes de la necesidad de correcciones mecánicas de las oclu
resección e implantación de injertos de la aorta torácica, an siones vasculares. (RSF Jr)
ticoagulantes, masaje cardíaco y desfibrilación, desarrollo de
315
booksmedicos.org
booksmedicos.org
A I T U L O
Diafragma
John E. Skandalakis; G e n e L, C olborn; Thomas A. W eidm an; Panajiotis N, Skandalakis
DIAFRAGMA, n. Separación muscular que divide los trastornos del tórax de los digestivos.
Ambrose Bierce (1 8 4 2 -1 9 1 4 ? f
La historia de la anatom ía y la cirugía del d ia fragm a se A lred e d o r de la octava semana e m b rio n a ria las m e m
muestra en la Tabla 8.1. branas pleuroperitoneales cierran las com unicaciones dere
cha e izquierda entre las cavidades pleurales y peritoneales.
Inicialm ente, las m em branas son una parte im p o rta n te del
Embriogénesis desarrollo del d ia fragm a (Fig. 8.1 A), pero el m a yo r creci
m ie n to posterior del resto de elem entos reducirá su c o n tri
D e s a r r o llo normal bución a una p ro p o rc ió n más modesta (Fig. 8.1 B). Es po
sible q u e las m e m b ra n a s p le u ro p e rito n e a le s fo rm e n las
El diafragm a de los mam íferos es una estructura fo rm a partes laterales del diafragm a.
da a partir de cuatro orígenes em brionarios (Fig. 8.1 A): La m em brana pleuropericárdica puede estar relaciona
• Septo transverso. da con las m em branas pleuroperitoneales. La m em brana
• M ediastino (m esentéreo dorsal). pleuropericárdica es un pliegue único entre el septo trans
• M em branas pleuroperitoneales. verso y la apófisis xifoidea.
• Músculos de la pared a b d o m in a l.
Con los datos disponibles a ctualm ente, no es posible
d e te rm in a r los límites precisos de los cuatro com po n e n tes Músculos de la pared abdominal
e m b rionarios del d ia fragm a del adulto.
M e d ia n te su incursión de la pared torácica, los m io to -
mas de los segm e n to s s é p tim o a d u o d é c im o a p o rta n el
Septo transverso c o m p o n e n te lateral del diafragm a y fo rm a n el receso cos-
D urante la tercera semana del cre c im ie n to e m b rio n a to d ia fra g m á tic o . Este receso co n stitu ye la parte final del
rio, el extre m o de la capa en c re cim ie nto del e m b rió n des perfil de la cúpula d iafragm ática.
plaza la pared del m esoderm o hasta una posición craneal Las fibras del nervio frénico están presentes en el diafrag
al intestino m edio y caudal al corazón (Fig. 8.2). D icho m e ma desde la séptima semana; las fibras musculares pueden
so d e rm o representa el c o m p o n e n te ventral del fu tu ro d ia aparecer una semana después. Antes del n a c im ie n to exis
fragm a, que constituye su m a yo r parte. te un p re d o m in io de fibras blancas de contra cció n rápida
La superficie craneal del septo tam bién contribuye a fo r y una escasa capacidad de oxidación. Después, se p ro d u
m a r el te jid o co n ectivo del pericardio. La superficie caudal ce un incre m e n to de fibras rojas, de c o n tra c c ió n lenta y
pro p o rcio n a el te jid o conectivo de la cápsula y el estroma alta capacidad oxidativa, hasta que a lrededor del octavo
del hígado. mes de vida a p ro x im a d a m e n te el 5 5 % de las fibras son ro
El septo transverso es responsable de la fo rm a c ió n de jas y del tip o de contra cció n lenta. Estas fibras se fatigan
la parte tendinosa del diafragm a (te n d ó n central). menos que las blancas.
N o se sabe si todas las fibras musculares se o rig in a n a
p artir de la pared torácica y em ig ra n c e n tra lm e n te o sur
Mediastino (mesentéreo dorsal)
gen en el septo transverso y em igran periféricamente, pero
El m ediastino es el grueso mesentéreo dorsal del intes puesto que las fibras musculares diafragm áticas son iner
tin o anterior, que co ntiene el fu tu ro esófago y la cava infe vadas p o r C2, C3, C4 (n e rvio frénico ), y la c o n trib u c ió n
rio r (Fig. 8.1 A). Es bilateral, y co n tin ú a a n te rio rm e n te con de los nervios torácicos a la inervación dia fra g m á tica se li
el se pto transverso y p o s te rio rm e n te con el m e s o d e rm o m ita a fibras sensitivas de la parte periférica, parece más
axial. En su extensión p o s te rio ry caudal, se d ivide para fo r pro b a b le qu e las fibras musculares se o rig in e n a partir del
m a r el pilar diafragm ático. septo transverso.
316
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Diafragma 8
T a b l a 8 .1 . Historia de la anatomía y la cirugía del diafragma
Homero (Siglo 9 a.C.) Probablem ente conocía el diafragma com o u n elem entos anatóm ico por las precisas
descripciones de las heridas de guerra en la Guerra de Troya
Empédocles de Agrigento U no de los primeros en estudiar la fisiología de la respiración
(500-430 a.C.)
Hipócrates (460-359 a.C.) «Por ello digo que la cabeza representa el conocim iento, pero el diafragma debe
su nom bre [(ppgvsa; {(ppsv = mentej] al accidente y utilización, y n o a la realidad
y naturaleza, ya que n o conozco que posea poder, ni en forma de sentido ni tam poco
com o entendim iento, excepto cuando el hom bre se ve afectado por u n a alegría
o u n pesar inesperado, d ando punzadas y p roduciendo palpitaciones; debido
a su delgadez y al n o tener capacidad para acoger nada bu eno o malo en su interior,
sufrirá conm oción a causa de ambos, por su naturaleza débil»
Platón (427-327 a.C.) El diafragma n o se ve afectado por los m ovim ientos respiratorios, pero separa partes
del cuerpo
Aristóteles (384-322 a.C.) El diafragma «separando la parte superior, mejor, de la parte inferior, que únicam ente
ayuda a la superior», no tiene n in g ú n papel en la respiración; «las heridas de guerra en
la región del diafragma ocasionan risa debido al calor que se origina en la lesión»
Praxágoras de Cos (335 a.C.) Se creía que el objetivo de la respiración n o era enfriar el calor interior, sino más bien
proporcionar alim ento al medio psíquico (espíritu anim al o principio aéreo)
Erasístrato (siglo m a.C.) El diafragma es el principal músculo de la respiración
Galeno (129-200 a.C.) Estudió el diafragma a través de tórax y abdom en. Describió las acciones del diafragma
y cóm o la caja torácica se movía por él en las secciones de la médula espinal;
el diafragma puede moverse hacia arriba con una m aniobra isovolumétrica durante
el período de expansión de la caja torácica
Oribasius (siglo iv) Estudió la interacción entre el ab d o m en y la caja torácica para m antener la posición
del diafragma
Paré 1610 Describió las hernias diafragmáticas
Riverius (comienzo del siglo xvu) Primera descripción de las hernias diafragmáticas congénitas
Morgagni 1761 Primera descripción clara de la hernia hiatal. Primer caso de hernia paraesternal a través
del foram en de Morgagni (espacio de Larrea)
Petit 1774 Primera descripción de una eventración del diafragma
Percy 1812 Una «risa sardònica» es una indicación m uy sensible de lesión diafragmática
Bright 1836 Describió una masa hiatal masiva
Bochdalek 1848 Hernia a través del canal pleuroperitoneal. (El nom bre «foramen de Bochdalek»
antecede al conocim iento del desarrollo de los canales pleuroperitoneales; quizá
el térm ino hernia de Bochdalek sea impreciso)
March 1867 Primer caso clínico de eventración
Aue 1902 Primera reparación exitosa de u na hernia diafragmática (publicación del año 1920)
Grenier de Cardenal 1903 El caso referido más antiguo de defecto del te n d ó n central
& Bourderou
Broman 1905 Presentó u n diagrama esquemático del diafragma del adulto, indicando las zonas
derivadas de los diversos com ponentes embrionarios
Morison 1923 Primera reparación de una eventración
Akerlund 1926 U no de los primeros en clasificar las hernias hiatales del esófago; pudo ser el primero
en utilizar el térm ino «hernia hiatal».
Bremer 1943 Estudió el diafragma y sus hernias
Allison 1951 Estudió la anatom ía de la reparación de la hernia hiatal
Sweet 1952 Describió las características anatómicas y la reparación de la hernia de hiato
y del esófago corto congènito
Wells 1954 Estudió el desarrollo del diafragma h u m a n o y sacos pleurales
317
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Diafragma
Adzick y cois. 1985 Utilizó la ecografía prenatal para diagnosticar las hernias diafragmáticas congénitas
en 88 de 94 niños.
Krzyzaniak y Gray 1986 Primera publicación sobre el septo transverso accesorio
C onnors y cois. 1990 Utilizó el OMEC (oxigenador de m em brana extracorpóreo)
Harrison y cois. 1990 Trató seis casos cuidadosam ente seleccionados de fetos con hernias diafragmáticas
congénitas graves, utilizando cirugía fetal abierta (todos fallecieron)
Bibliografia:
Perenne JP, Debru A, Grassino, W hitelaw WA, The earliest history of diaphragm physiology. Eur Respir J;7:2234-2240.
P erenne JP, Debru A, Grassino, W hitelaw WA, History of d ia p h ra g m physiology: th e achievem ents of Galen. Eur Respir J
1995;8:154-160.
LongriggJ. Medicine and the Lyceum. In: van del Eijk PJ, H orstm anhoff HFJ, Schrievers PH (eds). Ancient Medicine in its Socio
cultural Context. Amsterdam: Rodopi, 1995, pp. 331-334.
Proctor DF (ed). A History of Breathing Physiology. New York: Dekker, 1995.
Skandalakis JE, Gray SW. Embriology for Surgeons (2nd ed). Baltimore: Williams & Wilkins, 1994.
Membrana
pleuroperitoneal
Músculos de la pared
Mesentéreo dorsal
(mediastino)
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Diafragma 8
Amnios
Posible cavidad
Posiblemente
cardíaca
septo transverso
Amnios
Intestino anterior
Cavidad
pericárdica
F ig u r a 8.2. Formación del septo transverso. A, Tercera semana. Corazón y pericardio desde la cabeza del embrión. B, Cuarta
semana. El crecimiento rápido de la cabeza hace rotar el corazón y el mesodermo, que se convertirán en septo transverso. Las
flechas indican la dirección del crecimiento del septo transverso. [57<"P]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Diafragma
% C1
8o
a
a
o
o
a
3 semanas
-C1
\
F ig u r a 8.3. Descenso del diafragma. Los números de la de
recha ind ica n los niveles vertebrales. Los números de la iz
quierda ind ica n la lon g itu d del em brión desde 2 m m hasta 24
r o
o
Agenesia diafragmática
La agenesia diafragm ática puede deberse al fallo en la
fo rm a ció n de los com ponentes del diafragm a o al fallo de
una fusión apropiada. La agenesia unilateral es rara, pero
la agenesia bilateral lo es aún más. Pelizzoy cois.2 refirieron
15 casos de agenesia d ia fra g m á tica que fu e ro n tratados
con una trasposición de colgajos de músculo.
Diafragma
Haeberlin3 y data del año 1945. Becmeur y cois.4 revisaron reparación inm e d ia ta de la HDC cu a n d o no se disp o n g a
31 casos de d iafragm a accesorio a lo largo del año 1995. de la MOEC.
Bruce y cois.5, y Doi y cois.6 refirieron casos de diafragm a Harris y c o is ." refirieron casos m u y raros de hernia dia-
accesorio asociados a problem as pulm onares. fra g m á tica en gem elos idénticos. Dichos casos ilustran la
Caso d istin to al diafragm a accesorio es la duplica ció n posibilidad de que la hernia diafragmática sean una anom a
aparente del septo transverso, el c o m p o n e n te ventral del lía hereditaria.
diafragma, referido p o r Krzyzaniak y G ray7. A m bos defec En el Fetal T reatm e n t Center de la Universidad de Cali
tos son adecuados para la reparación q u irú rg ic a cua n d o fornia-San Francisco se ha realizado la reparación in tra u te
no existen otros defectos graves asociados. rina de las hernias congénitas12'15. Aunque Nyhus expresó su
preocupación acerca de la técnica, nunca pensó que ofre
Hernias diafragmáticas congénitas ciera unas «visión te rapéutica verd a d e ra m e n te interesan
te».16 Skandalakis y Gray17 describieron esta situación com o
y adquiridas
el triu n fo de la cirugía sobre las anomalías congénitas.
D urante los dos prim eros meses de vida fetal no exis Se describen las hernias específicas en la Tabla 8.2.
te presión sobre el diafragm a en desarrollo ni p o r encim a La hernia hiatal p o r d e slizam iento se describe bre ve
ni p o r debajo. Por encim a los p ulm ones no está inflados, y m ente d e n tro de las anomalías congénitas. Las hernias N a
p o r debajo el c re cim ie n to del inte stin o se p roduce fuera tales fijas se m e n cio n a n en el apartado del esófago co rto
del ab d o m e n , en el co rd ó n um bilical. La prim era presión c o n g è n ito . Diversas hernias hiatales (incluida la c o m b in a
mecánica sobre el diafragm a se p roduce d u rante la décim a ción de las hernias p o r deslizam iento y paraesofágicas) se
semana, cuando el intestino retrocede desde el cordón u m presentan d e n tro de la sección «Anatomía quirúrgica».
bilical hacia el a b d o m e n . A esas alturas del desarrollo to
dos los co m p o n e n tes del diafragm a están en su em plaza
Anomalías paraesternales (M orgagni)
m ie n to n o rm a l y tie n e n su fic ie n te fu erza c o m o para
Existe un pequ e ñ o hiato en la m usculatura en uno de
m a n te n e r las visceras abdom inales, lo cual no sería el caso
los lados de la apófisis xifoides (foram en de M o rga g n i), en
si la cronología del desarrollo norm al estuviera alterada.
tre las fijaciones del diafragm a a la apófisis xifoides y al sép
Ciertas zonas del diafragm a pueden ceder a la presión
tim o cartílago costal. De acuerdo con Van T rig t,18 las her-
de las visceras abdom inales. La mayoría de las hernias d ia
niaclones en estos puntos representan solamente alrededor
fra g m á tic a s se inician en pequeñas zonas d e b ilita d a s y
del 3% de las hernias diafragm áticas tratadas q u irú rg ic a
aum entan con la edad.
mente. Los huecos se rellenan con grasa, y las arterias y ve
Kluth y cois.8 refirieron el desarrollo del e n tram ado dia-
nas epigástricas superiores pasan a su través (Figs. 8.5 y 8.6).
fra gm ático. Observaron la aparición de una hernia diafrag-
La herniación del e p ip ló n a través del agujero de M o r
mática c o n g è n ita (H DC ) en em briones con una edad en
g a g n i fue referida p o r Gossios y cois.19, S chm id y cois.20 y
tre los 1 3 y los 14 días. Establecieron que tal anomalía de
Kuster y cois.21. Kuster y cois, repararon la hernia de un pa
la parte dorsal del diafragm a perm itiría la penetración pre
ciente de 67 años mediante una técnica laparoscópica. Lima
coz del hígado, pero el e m p la z a m ie n to in tra to rà c ico del
y cois.22 realizaron una corrección laparoscópica con é xito
intestino se vería en estadios más tardíos (a p ro xim a d a m e n
en un niño sin la ayuda de prótesis. N ew m a n y cois.23 ta m
te en los días 21 ó 22). Kluth y cois, disienten con la teoría
bién refirieron la reparación laparoscópica de las hernias
de que los canales pleuroperitoneales fallan en el cierre al
de M o rg a g n i. Además, d o c u m e n ta ro n la u tilidad del d ia g
final del período e m b rionario.
nóstico laparoscópico.
Beaudoin y cois9 examinaron la relación entre la posición
Lin y M a g in o t24 refirieron un caso poco habitual de una
del hígado y el ca m in o del c o n d u cto venoso y la vena u m
mujer en el segundo día del posparto con una incarceración
bilical. El o b je tiv o era la evaluación del p ro n ó s tic o de la
intestinal y obstru cció n por una hernia de M o rga g n i.
HDC izquierda en el examen prenatal m e diante ecografía.
Veinte fetos m uertos (12 con HDC y 8 sin HDC) fueron eva
luados m e d ia n te valoración radiológica, disección an a tó Anomalías posterolaterales (Bochdalek)
mica y estudio transversal cruzado. Estos autores observa Esta anomalía se orig in a en el tríg o n o vertebrocostal,
ron que cuanto más hígado estuviera d e n tro del tórax, el p or debajo y lateral al lig a m e n to arcuato lateral izquierdo
á n g u lo entre el c o n d u c to venoso y el p la n o sagital sería (Fig. 8.5). En el m o m e n to en el que el inte stin o retrocede
mayor, y entre el c o n d u c to venoso y la vena um bilical m e d e n tro del abd o m e n , este tríg o n o es m em branoso, con es
nor. Puesto que estos ángulos pueden medirse con facilidad casas fibras musculares. Incluso en la m adurez, su ta m a ñ o
m e diante ecografía prenatal, podrá determ inarse el p ro y grado de desarrollo m uscular es variable. La distribución
nóstico en este período. de las fibras musculares p e rm ite que se fo rm e una a n o m a
W eber y cois.10 refirieron una mejoría im p o rta n te en la lía (el foram en de Bochdalek) y que se distribuya hacia arri
supervivencia de casos con HDC con la m em brana de o x i ba y hacia abajo en la cúpula del diafragm a, incluyendo el
genación extracorpórea (MOEC). Recom endaron evitar la lugar del canal e m b rio n a rio pleuroperitoneal.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Diafragma
] Perlas clínico-quirúrgicas
Anatomía quirúrgica
Como se indica en el texto acompañante, existe una pa sia pulmonar y también ha servido para demostrar que la co
tología asociada más compleja en la hernia diafragmática que rrección fetal quirúrgica conduce al desarrollo normal del
los defectos diafragmáticos simples, con herniaciones de di pulm ón. Los intentos de reparación intraútero en fetos hu
versas proporciones de los órganos abdominales en el tórax. manos, en quienes se han detectado hernias diafragmáticas
También se asociará una hipoplasia pulmonar en proporción importantes mediante ecografía, han tenido solamente un
variable con las hernias diafragmáticas congénitas. Las eco- éxito limitado. Un abordaje alternativo parece ofrecer ma
grafías fetales seriadas han mostrado que el m om ento y pro yores posibilidades de éxito. En los modelos experimentales
porción de la herniación de las visceras abdominales en la ca de hernias diafragmáticas, la obstrucción traqueal parece au
vidad pleural es m uy variable. Los desplazamientos más mentar el volumen de líquido dentro del sistema traqueo-
precoces e importantes se asocian con la hipoplasia pulm o bronquial y asociarse con un desarrollo pulm onar normal y
nar más grave. Las hernias más importantes conducen a la de revertir gran parte de la hipoplasia pulmonar. Esto ha hecho
tención en la maduración del parénquima pulmonar, que pue posible una cirugía intraútero más simple cuando se ha apli
de llevar a que el pulm ón tenga el tamaño, así com o las cado a un reducido número de fetos humanos. La técnica
características anatómicas y funcionales, de un pulmón de un incluye la colocación de un tapón traqueal transitorio, que se
feto de 14 a 16 semanas de gestación. La simulación experi retira al nacer. La hernia diafragmática podrá repararse des
mental de las hernias diafragmáticas en fetos de cordero y la pués del nacimiento en un niño con pulmones relativamen
consiguiente corrección intraútero ha reproducido la hipopla te normales (RSF jr).
El d e fe cto pue d e ser tan p e q u e ñ o c o m o de 1 cm de Se prod u ce con m a yo r frecuencia en el lado derecho. Los
diám e tro , o puede abarcar casi to d o el h e m idiafragm a. En órganos herniados son con m ayor frecuencia el e p lp ló n , el
el parto puede haber intestino delgado, estóm ago, colon colon y ocasionalm ente el estóm ago. Puede estar presen
o bazo intrarácico. D urante la intervención, n o rm a lm e n te te el saco, o puede estar ro to o haber desaparecido. Pue
n o se e n cu e n tra saco h e m ia rio . La anom alía es más fre de existir una predisposición a la hern ia ció n en personas
cuente en el lado izquierdo. El p u lm ó n del lado afectado con agujeros grandes o en aquellos que presentan más gra
suele ser hipoplásico (Fig. 8.7). sa entre las fibras musculares, aunque esto no está d e m o s
La incidencia de la hernia de Bochdalek es de 1 de cada trado.
2 .5 0 0 nacidos vivos25. Es unilateral en el 9 7 % de los casos, La rotura diafragmática y la fracturas costales c o m o con
de los cuales, entre el 75% y el 9 0 % se producen en el lado secuencia de la tos paroxística fueron ya referidas por Geor
izquierdo, lo cual se debe, aparentem ente, al cierre precoz ge y cois.30. La causa puede ser la oscilación de la presión
de la abertura p leuroperitoneal derecha. intratoràcica o las fuerzas musculares contrapuestas.
La hernia bilateral posterolateral co n gènita es e xtre m a
d a m e n te rara y difícil de diagnosticar. Z a m lr y cois.26 refi Hernia peritoneopericárdica
rieron un caso de n a cim ie n to de una hem bra con este d e Esta rara hernia es e m b rio ló g ica m e n te inexplicable. Se
fecto que no fu e co rrectam ente d ia g nosticado hasta que ha observado en recién nacidos y en adultos. En ocasiones
se reparó el hem id ia fra g m a izquierdo. Estos autores c ita se ha d e te cta d o un saco he m ia rio o un vestig io del m is
ron otros ocho casos. En estas publicaciones, solamente so m o 31'33. Puesto que el defecto se produce en el te n d ó n cen
brevivieron dos pacientes, y sólo uno fue diagnosticado co tral y en el pericardio supradyecente, se o rig in a en la par
rrectam ente antes de la operación. te del diafragm a fo rm a d a po r el septo transverso.
Ildstad y cois.27 refirieron el caso de un recién nacido Se ha d o c u m e n ta d o la herniación del h ígado en el pe
con una hernia derecha de Bochdalek que afectaba a la in ricardio a través del te n d ó n ce ntral34'36. Los autores obser
serción apical alta del h em idiafragm a derecho a nivel de la varon que los síntomas de herniación diafragm ática podían
segunda costilla. O tra publicación refería dos casos de in no aparecer hasta que la incarceración visceral se producía
serción diafragm ática derecha28. años después de la lesión causal.
Ehren y cois.29 establecieron que a pesar de la reparación
precoz exitosa de una hernia diafragmática congènita a tra Eventración del diafragm a
vés del agujero de Bochdalek, la mortalidad sigue siendo ele La eventración c o n g è n ita (Fig. 8 .8 ) describe la eleva
vada. Quizá se deba a la hipoplasia pulm onar. ción anómala de una hoja del diafragm a. La hoja entera se
abom ba hacia arriba, a diferencia del defecto localizado del
Hernia traum atològica agujero de la hernia de Bochdalek. El lado izqu ie rd o se ve
La h e rn ia c ió n a través de los hiatos m usculares es afectado con m ayor frecuencia que el derecho, y los h o m
casi siempre la consecuencia de una tra um atism o posnatal. bres más veces que las mujeres. El n e rvio fré n ic o parece
322
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Diafragma
Hernia a través del agujero de Hernia p o te n cia lm e n te co n Al principio está presente el Raro en párvulos y niños
Morgagni, (hernia retroester- gènita a través del h ia to saco. Puede romperse poste
nal, hernia diafragmática an m uscular a cada lado de la riormente, sin quedar restos
terior) apófisis xifoides Contenido:
N o rm alm ente en el lado de Niños: hígado.
recho, pero descritas las bi Adultos: epiplón. Tanto en
laterales. La herniación es la n iñ o s co m o en adultos
consecuencia de un trau m a p ued e acom pañarse pos
tismo posnatal teriorm ente de estómago
o colon
Hernia a través del agujero de Hernia congènita a través del Saco presente en el 10% al 15% Corazón y m ediastino despla
Bochdalek (hernia posterola trígono lumbocostal de los casos zados al lado contralateral
teral del diafragma) Puede crecer afectando a casi C ontenido: intestino delgado P ulm ó n ipsilateral colapsado
todo el hemidiafragma. Más h a b itu a lm e n te ; estóm ago, pero n o hipoplásico
frecuente en el lado izquierdo colon y bazo con frecuencia. La m alrotación secundaria es
Raro páncreas e hígado. Hí frecuente
gado so lam en te en las h e r Craniorraquisquisis, fístula tra-
nias del lado derecho queoesofágica y an o m alías
cardíacas
Hernia traumatològica Hernia adquirida. Fisura, n o r No hay saco
m alm ente desde el hiato eso Órganos herniados; n in g u n o
fágico a través de la cúpula al principio; bazo, ángulo es-
de la fijación costal izquier plénico del colon, estómago
da del diafragma y lóbulo izquierdo hepático
después
Hernia pleuropericárdica (ano Hernia congènita a través del Saco presente rara vez Se ha visto en recién nacidos
malía del tendón central, ano te n d ó n central y del pericar C ontenido: estómago, colon y adultos
malía del septo transverso) dio Quizá traumatológica en adul
tos
Rara
Eventración del diafragma Hernia congènita «Saco» formado por el diafrag Corazón y m ediastino despla
Diafragma delgado co n unas ma atenuado zados al lado contralateral
fibras musculares d istrib u i C ontenido: órganos abd o m i P ulm ón ipsilateral colapsado
das anárquicamente, que sin nales normales bajo u n a cú pero norm al. M alrotación e
embargo son normales pula elevada del hemidiafrag inversión de las visceras ab
Pueden afectarse un o o los dos ma dom inales frecuente
lados
El nervio frénico parece normal
Adquirida: parálisis del múscu Sin saco Com o arriba, sin malrotación
lo, que es norm al, a co n s e e inversión
cuencia de una lesión
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Diafragma
Hernia paraesofágica Hernia congènita potencial. El saco queda anterior al esó Un hiato esofágico más g ran
El cardias está en la posición fago y posterior al pericar de de lo norm al podría ser el
norm al. El fundus se hernia dio factor predisponente
a través del hiato, al interior C o n ten id o : p u e d e n entrar La herniación se produce en
del tórax después en el saco el fundus la etapa adulta de la vida
o en el cuerpo estómago, en
el co lon transverso, en el
epiplón y en el bazo
D eslizam iento c o m b in a d o y Hernia congènita potencial, La El saco queda anterior al esó H iato ya a u m e n ta d o p o r la
hernia paraesofágica u n ió n gastroesofàgica, el car fago y posterior al pericardio h ern ia de hiato. Progresa
dias y gran parte de la curva en el m e d ia s tin o d erecho hasta completar el estómago
tura m ayor se h ern ian d e n posteroinferior. El saco p u e torácico con vólvulo
tro del tórax de c o n te n e r al fu n d u s y el
cuerpo del estómago, el epi
plón, el colon transverso o el
bazo
Esófago corto Hernia congènita. Sin saco La lesión es rara. Parece ser la
El cardias del estómago está fi con secu en cia del fallo del
jado al mediastino esófago em b rio n ario hasta
alargarse lo suficiente para
llevar la u n ió n gastroesofági-
ca hasta dentro del abdom en
Fuente: M o d ificad o d e S kandalakis LJ, C o l b o r n GL, Skandalakis JE: Surgical a n a t o m y o f t h e d i a p h r a g m . En: N y h u s LM, Baker RJ, Fischer JE, eds.
M a stery of Surgery, 3.” ed. Boston; Little, Brown, 1997; c o n a u to riz a c ió n .
Agujero de
Morgagni
Agujero de
Bochdalek
Diafragma 8
trico p e rfo ra d o . M c ln ty re y cois.41 p u b lica ro n el caso de
nueve pacientes pediátricos con eventración y vólvu lo gás
trico a g u d o , siete de ellos con eventración del diafragm a.
El vó lv u lo s ig m o id e o asociado con la eventración del d ia
fragm a fue d o c u m e n ta d o p o r Tsunoda y cois.42.
El ascenso del estóm ago hasta el tórax a través del hia
to esofágico del diafragm a es una lesión frecuente y poco
conocida. Fue observado en fetos nacidos muertos, pero
su origen c o n g è n ito no está claro.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Diafragma
Anatomía quirúrgica
Pleura
F ig u ra 8 .9 . Hernias hiatales A, Hernia por deslizamiento vista desde la izquierda. U nión gastroesofágica intratoràcica. B; Her
nia paraesofágica vista desde la izquierda. U nión gastroesofágica en su localización normal; fundus h erniado al tórax a través
del hiato anterior al esófago. [sK9]
través de un hiato ante rio r al esófago que está a u m e n ta d o En el esófago m acroscópicam ente norm al, la parte in
de ta m a ñ o ; esto puede ocasionar una hernia d ia fra g m á ti- ferio r del esófago está fo rm a d a p o r mucosa gástrica (esó
ca hiatal (Fig. 8.9B). Existe un saco peritoneal a n te rio r al fa g o de Barrett)43.Esta e ntidad ta m b ié n se describe co m o
esófago que contiene estóm ago y, en situaciones extremas, mucosa gástrica heterogénea. Lejos de tratarse de una ano
c olon transverso y epip ló n . La obstrucción del esófago dis malía benigna, co m o muchos autores consideran44, puede
tai o del e stóm ago es la consecuencia habitual. ser el precursor de un aden o ca rcin om a 45'46. Esta m e ta p la
sia con frecuencia se asocia a un reflujo gastroesofágico47-48.
En la variedad irreductible del estóm ago verdadero par
Esófago corto congènito
cialm ente supradiafragm ático, el e stó m a g o se ha hernia
El esófago c o rto c o n g e n ito puede sim ular una hernia d o al tó ra x a través de un hiato d ia fra g m á tico aum e n ta d o,
hiatal. Está presente en niños, aunque puede cursar sin sín y se ha hecho fijo. Se trata de una hernia hiatal fija. En oca
tom as. El lig a m e n to frenoeso fá g ico es n orm al, no existe siones, la hernia fija no es congènita, sino adquirida, con ad
saco he m ia rio y la arteria gástrica izquierda está desplaza herencias tisulares.
da hacia abajo. Este trastorno es con frecuencia fam iliar, y Se requiere el hallazgo de un estóm ago verdadero, par
se asocia en ocasiones a una estenosis pilórica, m alrotación cialm ente irre d u ctib le y su p ra d iafragm ático al nacer, para
y síndrom e de Marfan. Se supone que, aunque rara, el esó diagnosticar un verdadero «esófago co rto co n gènito» (Fig.
fago c o rto es una m a lform ación con g è n ita verdadera. 8.10). Es m u y raro.
El esófago corto congènito ha sido durante m ucho tie m N yhus49 afirm ó que el esófago c o rto no es co n g è n ito ,
po o b je to de debate. A p o rta m o s tres posibles presenta sino que el a co rta m ie n to está ocasionado p o r causas se
ciones: cundarias en un esófago de lo n g itu d n o rm al. Se creía que
• Esófago m acroscópicam ente norm al. los niños con acalasia desarrollaban esofagitis péptica, se
• Estómago verdadero, parcialm ente supradiafragm ático e g uida del a co rta m ie n to esofágico.
irreductible. Barrett50 m anifestó que el esófago c o rto c o n g è n ito p o
• Estóm ago verdadero, parcialm ente s u p ra d ia fra g m á tico día observarse en ausencia de un saco h em iario. Las ramas
ya existente al nacer. de la arteria gástrica izquierda no pasan hacia arriba a tra-
326
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Diafragma 8
En el a d ulto, la angulación de las costillas hacia abajo,
de detrás hacia alante, supone el llam ado « m o v im ie n to de
b o m b e o » de las costillas para a u m e n ta r las dim ensiones
anteroposteriores de la caja torácica. En el a d ulto, la mis
ma angulación hacia abajo desde la parte m edial hacia la
lateral supone un « m o v im ie n to en asa de cubo» de las ca
ras laterales de las costillas para a u m e n ta r el v o lu m e n in te
rior transversal del tórax.
D eb id o a la o rientación horizontal de las costillas en el
recién nacido, su recorrido no es relevante en la mecánica
respiratoria. El niñ o respira en su m a yo r parte m e d ia n te la
respiración diafragm ática, y la mayoría de los cam bios del
v o lu m e n torácico tienen lugar en el plano vertical.
A n ato m ía quirúrgica
D ia f r a g m a p e d iá t r ic o
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Diafragma
D ia f r a g m a del A dulto
Porción costal (anterolateral)
Orígenes e inserciones de la musculatura
Las fibras musculares se originan en los cartílagos de las
diafragmática costillas séptim a y octava, en las partes de cartílago y hue
El diafragm a se c o m p o n e de una zona tendinosa cen so de la novena costilla y en las partes distales de los hue
tral desde d o n d e se irradian los músculos en todas las d i sos de las costillas décim a a d uodécim a. En su parte ante
recciones hasta sus fijaciones periféricas (Fig. 8.12). rio r estos orígenes se relacionan con los del transverso del
Tendón ce ntral
Fijación V
Brazos m u s c u la
p o s te rio r V
res del p ila r
de los arcos '
m e d ia n o , . \ s , \ xv
a bd o m in a l
M . cu a d ra d o lu m b a r
Trígono lum b o sacro
M . psoas m a y o r
Diafragma
9 casos
Pilar
El pilar se orig in a en la superficie a n te rio r de las vérte M uscular
bras lumbares prim era a cuarta del lado derecho y las dos 1 caso
Tendinoso
o tres primeras vértebras lumbares del lado izqu ie rd o y en
los discos intervertebrales y el lig a m e n to lo n g itu d in a l. Las
fibras del pilar pasan p o r encim a y an te rio rm e n te , consti
tuye n d o los brazos musculares que rodean las aberturas de F ig u r a 8 .1 3 . El pilar está compuesto tan to por tejido te n d i
la aorta y del esófago. Después, se insertan en el te n d ó n noso como por tejido muscular; solamente la parte tendinosa
central. m antiene las suturas. En 9 de 10 personas, el perfil medial del
En sus orígenes a partir de las vértebras, el pilar es te n pilar es tendinoso. [gr7\
dinoso, convirtiéndose en progresivam ente muscular a m e
dida que asciende hasta el p ro p io dia fra g m a (Fig. 8.13).
En estudios sobre cadáveres realizados p o r C ray y cois.44
observaron que el pilar era te n dinoso en el 9 0 % de los ca
Las fibras musculares de la parte p o sterior del d iafrag
dáveres, posterior y m edialm e n te , desde sus orígenes ver
ma parten de estos dos pares de ligam entos arcuatos en
tebrales a nivel de la décim a vértebra torácica. Las suturas
cada lado (Fig. 8.12). Sin em ba rg o , en las disecciones de
de aproxim a ció n del pilar siempre deben colocarse sobre
15 cadáveres de D eviri y cois.55, se m o s tra b a n am b o s
las porciones tendinosas.
ligamentos arcuatos fijados a las apófisis transversas de la L2
El patrón de los brazos del pilar en el hiato esofágico es
en 10 casos, y a las apófisis transversas de L3 en 5 casos.
variable. En el 5 0 % o más de la p o blación, ta n to el dere
cho co m o el izquierdo se originan a partir del pilar derecho
Tendón central
(Figs. 8 .14 A -1, A-2, A-3). En o tro tercio o más de la p o b la
ción el brazo izquierdo se origina desde el pilar derecho, y Toda la m usculatura descrita hasta el m o m e n to se in
el brazo derecho desde am bos pilares (Figs. 8 .1 4 B-1, B-2, serta en el te n d ó n fibroso central del d iafragm a. La parte
B-3). El resto de in d ivid u o s presentan diversos patrones engrosada, a n te rio r al hiato d ia fra g m á tico y a la izquierda
poco habituales. La hernia hiatal n o se asocia con n in g ú n de la abertura de la cava, se d e n o m in a en ocasiones liga
patrón hiatal específico. m e n to crucifo rm e (transverso). Las fibras en la parte supe
Delattre y cois.54 consideraban que el pilar d ia fra g m á rior del te n d ó n central se entrem ezclan con las fibrosas del
tico era un esfínter extrínseco verdadero; sin em bargo, se pericardio. Con frecuencia existen parches de m úsculo e n
necesitan más estudios fisiológicos que definan las acciones tre las fibras del te n d ó n central.
del pilar y sus aplicaciones quirúrgicas.
Aberturas del diafragma
Ligamentos arcuatos
Los ligam entos arcuatos laterales (arcos lumbocostales) Hiato de la vena cava inferior
fo rm a n un te jid o apone u ró tico grueso que cubre los extre El hiato de la vena cava inferior está en la cúpula dere
mos craneales de los músculos cuadrados lumbares. Estas cha del te n d ó n central, alrededor de 2,5 cm a la derecha
bandas tendinosas se fijan a las duodécim as costillas late de la línea m edia y a nivel de la octava vértebra torácica.
ralm ente y a las apófisis transversas de la prim era vértebra Los límites del hiato están fijos a la vena cava, que se aco m
lum b a r m e dialm ente. paña de ramas del nervio frénico (véase Fig. 8.6).
Los ligamentos arcuatos mediales (arcos mediales) cons Los haces de fibras de colágeno que fo rm a n el borde
tituyen la fascia de un grosor similar del m úsculo psoas. Se derecho del hiato de la cava cruzan p o r debajo de los ha
fijan lateralm ente a la apófisis transversa de la primera vér ces para fo rm a r los límites medial y posterior, y en c o n ju n
tebra lum b a r, y m e d ia lm e n te al c u e rp o de las vértebras to constituyen una rama fibrosa que se puede trazar por el
lumbares prim era y segunda. Los ligam entos arcuatos m e b orde del te n d ó n central.
diales están separados de cada uno p o r el pilar y el lig a Las fibras tendinosas qu e fo rm a n el b o rd e medial del
m e n to arcuato medial (descrito p o steriorm ente). hiato se fijan a las fibras musculares del pilar derecho; esta
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Diafragma
Anatomía quirúrgica
(41,6%) (16,6%)
A-2 A-3
F ig u r a 8 .1 4 . Patrones más
frecuentes de p ilar diafragmá
(31,5%)
tico. A - l y B - l vistos desde aba
jo. A-2, A-3 y B-2, B-3 vistos
desde arriba. E, Esófago; A, Aor
B-2 ta. [s.K9]
disposición se o m ite con frecuencia en las ilustraciones de p ilar d ia fragm ático. Los límites posteriores están form a d o s
los libros de te x to del hiato de la cava. El hecho de que la p o r el lig a m e n to arcuato (véase Fig. 8.12).
disposición de las fibras constriñan o dilaten el hiato de la Los troncos vagales a n te rio r y p o sterior y las arterias y
cava dura n te la inspiración ha sido m o tiv o de controversia venas esofágicas de los vasos gástricos izquierdos pasan a
d u ra n te bastante tie m p o . A u n q u e no puede encontrarse través del hiato con el esófago. Esta es una región en la que
n in g ú n paralelismo entre otras especies y el ser hum ano, se la circulación portal (vena gástrica izquierda) se co m u n ica
sabe que entre mam íferos marinos co m o la foca se p ro d u con la circulación sistèmica (ramas esofágicas de la vena
ce la constricción de la vena cava d u ra n te la inspiración. ácigos).
En estos mamíferos, un esfínter m uscular sustituye los ha Botros y cois.56, después de estudiar 50 diafragm as h u
ces fibrosos que se localizan en el diafragm a hum ano. manos, establecieron cinco variantes de la fo rm a c ió n del
hiato esofágico:
Hiato esofágico • En el 6 2 % de los casos el hiato está fo rm a d o p o r el pilar.
El hiato esofágico elíptico es una porción muscular del El pilar derecho fo rm a la m ayor parte del borde. El pilar
diafragm a de una pulgada o menos (2 cm a 2,5 cm ) a la izquierdo co n trib u ye solam ente a la fo rm a c ió n del borde
izquierda de la línea media a nivel de la décim a vértebra posterior.
torácica (Figs. 8.15 y 8.16). Los márgenes ante rio r y late • En el 10% , el hiato está fo rm a d o p o r igual p o r las partes
ral del hiato están form ados p o r los brazos musculares del mediales de ambos pilares.
330
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Diafragma 8
Hiato esofágico
A g u je ro de M o rga g n i • Esófago
• A. y v. epigástricas • Tronco vagal
superiores • Rama esofágica de la a.
F ig u ra 8 .1 5 . Aberturas del diafragma vistas desde abajo con las estructuras que lo atraviesan. E, esófago; VCI, vena cava in
ferior; A, Aorta. [5/<9]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Diafragma
Hernia hia ta i p o r deslizamiento (Fig. 8.1 7 B). En la her El hiato esofágico se separa del hiato a órtico p o r una
nia hiatal p o r deslizamiento, el esófago se mueve librem en fusión de los brazos de los pilares izquierdo y derecho. Si
te a través del hiato. En diferentes tiem pos, la unión gastro- las porciones tendinosas del pilar están fusionadas, el lig a
esofágica podrá estar ta n to en el tórax co m o en su posición m e n to arcuato estará presente c o m o un arco fibroso que
norm al. N o rm a lm e n te se encuentra en su posición norm al pasa sobre la aorta, c o m u n ic a n d o los pilares izqu ie rd o y
en la autopsia. Las hernias p o r deslizam iento dan cuenta derecho. C ua n d o la fusión es solam ente muscular, el liga
del 9 0 % de las hernias hiatales. A u n g u e estas hernias se m e n to estará mal d e fin id o o ausente.
deslizan hacia atrás a través del hiato, se d e n o m in a n p or El lig a m e n to arcuato m e d ia n o pasa p o r delante de la
deslizamiento d e b id o sobre to d o a que el estóm ago form a aorta a nivel de la prim era vértebra lum bar, justo por e nci
parte de la pared del saco h e m iario. Así, son similares a las ma del tro n c o celíaco (Fig. 8.12). El g a nglio celíaco queda
hernias inguinales gue, d e fo rm a característica, incluyen en justo p or debajo y lateral al tronco celíaco. El ligamento y ori
parte estructuras retroperitoneales. gen de la arteria celíaca desciende ligeram ente con la edad.
Una hernia hiatal p o r deslizam iento puede convertirse En el 1 6 % de los pacientes, un lig a m e n to m e d ia n o in
de fo rm a secundaria en fija p o r adhesión al tórax. En tales fe rio r cubre la arteria celíaca y puede c o m p rim irla . En la
casos, el esófago parece ser dem asiado co rto para alcan angiografía dicha com presión puede sim ular placas de ate-
zar el diafragma de b id o a la contracción de la cubierta m us rom a. Existe una circulación colateral, ya que dichos pa
cular lo n g itu d in a l. Esta variedad no es frecuente. cientes n o rm a lm e n te no presentan síntomas.
Bozzuto58 refirió una hernia hiatal p or deslizam iento in El lig a m e n to arcuato m ediano se ha relacionado con la
carcerada con la to ta lid a d del e s tó m a g o intrato rà cico . El angina a b dom inal en los casos en los que se observaba que
paciente m ostraba síntomas de o b stru cció n in te rm ite n te una cantidad im p o rta n te de tejid o fibrom uscular ejercía un
cuando el estóm ago estaba p o r encim a del diafragm a. efecto co n strictivo sobre el tro n c o celíaco o la aorta.62
Hernia h ia ta l paraesofágica (Fig. 8.1 7C). En las hernias C uando no existe un verdadero lig a m e n to y los v ie n
hiatales paraesofágicas, la un ió n gastroesofágica se m a n tres musculares de los pilares adelgazan p o r la extensión
tiene d o n d e está. El fu n d u s gástrico y la curvatura m ayor posterior del hiato esofágico, las aberturas esofágica y aór
a b o m b a n el hiato a n te rio r al esófago. Una co m p lica ció n tica llegan práctica m e n te a confluir, aunque siem pre exis
im p o rta n te es la herniación del estóm ago. ta te jid o co nectivo entre ellas.
Hernia combinada p or deslizamiento y paraesofágica (Fig. En casi la m ita d de los cadáveres con hernia hiatal e n
8.1 7 D). Las hernias combinadas p or deslizamiento y parae tre los observados p o r Gray y cois.44, el lig a m e n to era sufi
sofágicas fueron descritas p o r Peters y DeMeester59 y otros ciente para la reparación q u irúrgica del hiato esofágico. En
muchos cirujanos. La unión gastroesofágica se desplaza como el resto, existía suficiente fascia preaórtica lateral al tro n c o
en la hernia p or deslizamiento. El fundus y la curvatura m a celíaco para poder realizar una fijación posterior de la unión
y or están herniadas co m o en la hernia paraesofágica. gastroesofágica. Deberá evitarse el g a n g lio celíaco, justo
Peters y D eM eester59 creían que la mayoría de las her debajo del lig a m e n to arcuato.
nias paraesofágicas eran de la fo rm a com binada. Posterior W a g n e ry cois.63 presentaron el caso raro de un pacien
m ente W alter y cois.60 prop o rcio n a ro n pruebas que lo a p o te con herniación del co lo n transverso a través del hiato
yaban, al observar que más de la m ita d de sus pacientes aórtico. A este paciente se le había realizado previam ente
con hernias paraesofágicas presentaban un reflujo esofági una fu n d u p lic a tu ra laparoscópica de Nissen.
co anóm alo.
R ahry col.61 refirieron un caso de perforación intra to rà Otras aberturas del diafragm a
cica de una úlcera gástrica en una hernia hiatal masiva.
Por delante, los vasos epigástricos superiores pasan a
través de los espacios paraesternales (agujero de M o rg a g -
Es ó f a g o corto c o n g è n it o (Fig. 8 .1 7E). El esófago cor
ni). En la cúpula diafragm ática, los nervios frénicos atravie
to cong è n ito fue descrito previamente en este capítulo den
san la superficie superior para distribuirse por la superficie
tro de la sección «Embriogénesis (Anomalías congénitas)»
infe rio r entre el m úsculo y el peritoneo.
Abertura aórtica y ligam ento arcuato m edial La vena ácigos pasa entre el d iafragm a y la aorta (a la
derecha del pilar derecho), o puede atravesar el pilar de re
El trayecto o b licuo de la aorta sigue un curso p o r de
cho. Tam bién pasan a través del pilar los nervios mayores,
trás del diafragm a más que a su través (Fig. 8.16). El co n
menores y m ínim os (véase Fig. 8.15).
d u c to to rá cico y (n o rm a lm e n te ) la vena ácigos a c o m p a
ñan a la aorta a través de la «abertu ra » . A nivel de la
duodécim a vértebra torácica, el borde anterior de la abertu H ia t o e s o f á g ic o y e s ó f a g o a b d o m in a l
ra se puentea por el lig a m e n to arcuato. En su parte lateral,
el pilar del diafragm a fo rm a los bordes de la abertura. El li Desde el p u n to de vista anatóm ico, los últim os 0,5 cm
g a m e n to a rcuato m e d ia n o p u e d e parecer e n te ra m e n te a 4 ,0 cm del esófago quedan p o r d e b a jo del diafragm a,
muscular o c o m o una banda tendinosa de grosor variable. fo rm a n d o el esófago a b d om inal.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Diafragma 8
ANTERIOR POSTERIOR
Unión gastroesofágica
Peritoneo
Epiplón gastrocólico
F ig u ra 8 .1 7 . Hiato esofágico (sección sagital) A, Anatomía normal, B, Hernia hiatal por deslizamiento, C, Hernia hiatal pa-
raesofágica. D, Hernia com binada por deslizamiento y paraesofágica. E, Esófago corto congènito. [gr6\
333
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Diafragma
DeM eester y cois.64 afirm aron que con la reducción en La hoja superior del lig a m e n to frenoesofágico se inser
el tam año del esófago abdom inal, la presión necesaria para ta d e n tro del esófago en un p ro m e d io de 3,35 cm p o r en
m antener la co m petencia del esfínter esofágico infe rio r se cima de la unión del epitelio escam ocolum nar. En 2 2 7 pa
Anatomía quirúrgica
increm entaba e xp o n encialm ente. Según W inans65, la p re cientes con esofagitis, la inserción estaba solam ente unos
sión esofágica inferior normal varía entre 14,5 y 34 m m Hg. 0,5 cm p o r encim a de la u nión epitelial69.
K ra e m e ry cois.66, en su co m e n ta rio sobre la técnica de Botros y cois.70 estudiaron el desarrollo de la m e m b ra
Hill para el reflujo gastroesofágico, constataron que la te n na frenoesofágica. C oncluyeron, de acuerdo con Carey y
sión de la sutura debe ajustarse para pro p o rcio n a r una pre Hollinshead71, que en ambas superficies del diafragma se ori
sión in tra lu m in a l de 35 a 45 m m Hg. Indicaron que una gina un tejido conectivo laxo con fibras de colágeno y elás
presión por encima de 50 m m Hg provocaba disfagia, m ien tico y se fija al esófago. Se observa una capa de m úsculo es
tras que una presión p o r debajo de 25 m m Hg perm itiría tria d o entre estos co m p o n e n tes de fascia en el fe to de 10
el reflujo. semanas. Con la edad, las fibras musculares sufren una re
C uando la presión del esfínter esofágico inferior cae por gresión gradual y son sustituidas p o r fibras de colágeno.
debajo de 5 m m Hg, existirá reflujo en el 9 0 % de los pa Las fibras musculares de la m e m bra n a frenoesofágica del
cientes, in d e p e n d ie n te m e n te del ta m a ñ o del esófago ab a d u lto pueden considerarse remanentes.
do m in a l. Del m ism o m o d o , el reflujo se produce en el 9 0 % Botros y cois.70 observaron que el c o m p o n e n te supe
de los casos cuando la lo n g itu d del esófago abd o m in a l sea rior de la m em brana de la fascia diafragmática superior apa
m e n o r de 1 c m 67. Así, la in co m p e te n cia del esfínter es la rece al princip io . Constituye a p ro x im a d a m e n te los dos ter
consecuencia de una presión del esfínter inferior baja, un cios del g ro s o r to ta l a las 16 semanas de la edad
esófago a b d o m in a l c o rto o ambas. em brionaria. A las 20 semanas, las fascias diafragm ática su
M a h e r y Rogers68 observaron que cu a n d o el esófago perior e inferior co n trib u y e n p o r igual a la m em bra n a . La
abd o m in a l era el único fa c to r que influía en el reflujo, t o prim era consecuencia de la vida posnatal es la fusión de las
dos los pacientes con hernia hiatal tendrían esofagitis, pero capas com pactas internas de las superficies superiores e in
éste no es el caso. Establecieron que el saco hemiario, arras feriores de la fascia diafragm ática. C u a n d o alcanzan el esó
tra d o hasta el m ediastino, podía tra n s m itir la presión in- fago, se extienden para finalizar en la adventicia esofágica.
tra a b d o m in a l hasta el esófago distal y así m ante n e r el es C oin cid im o s con Botros y cois, en que después del parto
fínter. Parece claro que el esófago a b d o m in a l colabora en co n tin ú a el desarrollo de la m em brana.
la prevención del reflujo; lo que no queda claro es có m o . Las descripciones del lig a m e n to frenoesofágico varían
Para una in fo rm a c ió n u lte rio r sobre el esófago y con d e b id o a que los tejidos cam bian con la edad. En el feto,
respecto a aspectos de im portancia clínica y quirúrgica, de el esófago y el diafragm a están estrecham ente adheridos al
berá consultarse el capítulo del esófago. h iato p o r m e d io de te jid o conectivo. C on el co m ie n zo de
los m o v im ie n to s respiratorios y de la d e g lu c ió n en la vida
Ligamento frenoesofágico (membrana) posnatal, las dos estructuras quedan firm e m e n te adheridas
y el espacio entre ambas se rellena de te jid o conectivo laxo
En el hiato esofágico del diafragm a es preciso un sella y grasa.
do herm ético fuerte y a la vez flexible. D icho sellado se co n El desarrollo del lig a m e n to paraesofágico puede resu
sigue con la pleura p o r encim a y el perito n e o p o r debajo. mirse del m o d o siguiente, c o m o d e te rm in a ro n A ndro u la -
La fuerza y fle xib ilid a d las prop o rcio n a el lig a m e n to freno- kis y cois.72:
esofágico.
Los co m p o n e n tes mayores del lig a m e n to frenoesofági • En recién nacidos, el lig a m e n to frenoesofágico está pre
co son fibras de colágeno y elásticas que se originan c o m o sente.
una c o n tin u a c ió n de la fascia transversal in tra a b d o m in a l • En adultos, el lig a m e n to está aten u a d o y la grasa subpe-
p or deb a jo del diafragm a. Una hoja de dicha fascia pasa ritoneal se acum ula en el hiato.
p or encim a a través del hiato, fo rm a n d o un co n o tru n c a • A efectos prácticos, el lig am ento no existe en adultos con
do. Se inserta en el te jid o co n ju n tiv o de la adventicia y del hernia hiatal.
tejido inte rm uscular del esófago 1 cm o 2 cm p o r encim a
del diafragm a. Una segunda hoja de la fascia se vuelve ha
cia abajo y se inserta en la adventicia del esófago a b d o m i Unión gastroesofágico
nal y del estóm ago. Un c o m p o n e n te más ligero y menos
constante (se encuentra en a p roxim adam ente el 2 5 % de lo S h a c ke lfo rd 73 obse rvó que la u n ió n gastro e sofá g ica
casos, según Bombeck y cois.69) puede originarse en la fas (Fig. 8 .19) es un c o m p le jo de estructuras que se definirá
cia e n d o torácica, pasando p o r encim a hasta encontrarse de form a distinta de acuerdo con una perspectiva a n a tó m i
con las fibras de la fascia in tra a b d o m in a l. Las relaciones de ca, quirúrgica, radiológica o endoscópica. La Figura 8.2 0
estos c o m p o n e n tes del ligam ento frenoesofágico se mues muestra la u nión gastroesofágica desde d istintos p u n to s
tran en la Figura 8.18. de vista:
334
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Diafragma 8
Fascia
endoabdom inal
Peritoneo
• Anatomía macroscópica: «la te rm ina ció n del tu b o (esófa Las uniones gastroesofágicas interna y externa no co in
go), en el inicio de una bolsa (estó m a g o )» 74. ciden. Además, el te jid o con e ctivo laxo p e rm ite un consi
• A natom ía microscópica: la u nión escam ocolum nar. derable m o v im ie n to entre la mucosa y la m uscular exte r
• Cirugía: justo p o r debajo del diafragm a en el lím ite supe na, ca m b ia n d o la relación entre ellas cua n d o el estóm ago
rior de la reflexión del perito n e o desde el estó m a g o so se rellena de com ida.
bre el esófago distal. Para más detalles acerca de la u n ió n gastroesofágica,
• Radiología: una línea im aginaria desde el á n g u lo de His a véase el capítulo d e d icado al esófago.
la m ita d de la mucosa de la u nión de la curvatura menor.
Los pliegues longitudinales del esófago sustituyen a los
pliegues y transversos del estóm ago.
Esfínter esofágico inferior
• Endoscopio: la u nión de la mucosa esofágica, pálida y ro
Para una m a yo r in fo rm a ció n sobre el esfínter esofágico
sada, con la mucosa gástrica roja brillante (línea Z).
inferior, véase el capítulo d e d ica d o al esófago.
La u n ió n g a stroesofágica e xte rn a p u e d e describirse
c o m o el p u n to del tu b o esofágico en el que se convierte
en la cámara gástrica. Una parte del tu b o esofágico que va D ia g n ó s t ic o de h e r n ia de h ia t o
desde los 0,5 cm a los 4 cm queda d e n tro del a b d o m e n .
La unión externa está a nivel de la vértebra torácica u n d é Puesto q ue resulta p rá ctic a m e n te im p o s ib le la d e fin i
cima o d u o d écim a. ción de una hernia de hiato en pacientes vivos, en el sen
En su parte interna, la u nión está definida p o r unos lí tid o de si tienen o no una hernia p o r deslizam iento, resul
mites irregulares entre el epitelio esofágico estratificado y tará difícil relacionar los síntomas específicos con las diversas
el e p ite lio gástrico colum nar. El lím ite puede estar hasta estructuras anatóm icas específicas y sus funciones. Sola
1 cm p o r encim a de la u nión externa. La muestra para una m e n te la línea e sc a m o c o lu m n a r Z po d rá localizarse con
biopsia deberá tom arse al menos 2 cm p o r encim a de la precisión bajo visión directa76, pero incluso esta línea es ex
u nión externa. tre m a d a m e n te m óvil en relación con otros tejidos.
El epitelio co lum nar por debajo de la unión interna co n
tiene glándulas secretoras de m oco (las glándulas cardíacas Radiología
de los histólogos). Esta ausencia de células principales o pa
Los co m ponentes anatóm icos que no siempre se mues
rietales caracteriza a las células glandulares verdaderas del
cuerpo gástrico. Hayward propuso el té rm in o epitelio de la tran m e diante radiología son los siguientes:
unión para esta zona.75 • U nión epitelial e scam ocolum nar (línea Z).
335
booksmedicos.org
booksmedicos.org
’ Skandalakis
Diafragma
Endoscopio
La abertura cardíaca n orm al parece una roseta co n tra í
da de mucosa esofágica pálida, que desciende d u ra n te la
inspiración y se eleva d u ra n te la espiración. En la hernia
hiatal, la abertura cardíaca no desciende dura n te la inspi
ración; p o r el c o n tra rio se abre am p lia m e n te , m o stra n d o
la m ucosa rosada gástrica en p liegues lo n g itu d in a le s
(Figs. 8.21 A y B).
N o rm a lm e n te , la u nión epitelial (línea Z) bajo visión d i
recta cu a n d o el paciente inspira dos o tres veces, el o rificio
esofágico se contrae u oblitera, p ro b a b le m e n te p o r c o n
tracción del d ia fragm a. Si existe una hernia hiatal, la en-
doscopia m ostrará una línea Z p o r encim a del nivel de la
obliteración luminal cuando el paciente realice la inspiración
nasal (Fig. 8.21 C). El endoscopista puede cuantificar la her
Mucosa nia hiatal m id ie n d o la distancia entre la línea Z y la zona
gástrica
de la luz contraída dura n te la inspiración nasal.
La u n ió n epitelial (línea Z) puede apreciarse fá cilm e n te
F ig u ra 8 .19. U n ió n gastresofágica. E, U n ió n gastroesofági-
ca endoscópica; R, U n ió n anatómica gastroesofágica;. \gr6\ en la endoscopia, y de esta fo rm a se definen clara m e n te
los elementos de la unión gastroesofágica. Estas observacio
nes pueden aplicarse a las hernias hiatales p or deslizam ien
to. La endoscopia en pacientes con hernias hiatales parae
sofágicas no suelen facilitar esta inform ación.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Diafragma 8
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Diafragma
V e na p u lm o n a r in fe r io r
Anatomía quirúrgica
La pleura derecha está en c o n ta cto con el tercio infe bargo, existe una variada circulación colateral. La vena fré
rior del esófago, y llega casi hasta el hiato esofágico (Fig. nica in fe rio r derecha drena la vena cava inferior. La vena
8 .2 4 ); esta p ro x im id a d es causa de riesgo de penetración frénica izquierda drena la vena cava inferior y la vena supra
accidental d e n tro de la cavidad pleural dura n te las opera rrenal izquierda. Las venas discurren paralelas a los nervios
ciones a b dom inales sobre el h iato esofágico. Incluso así, frénicos y te rm in a n en las venas torácicas internas derecha
puesto que los cirujanos trabajan en el lado derecho de la e izquierda.
mesa, es más probable que se produzca un n e u m o to ra x o
un h e m o n e u m o tó ra x en el lado izquierdo.
La pleura diafragm ática es parte de la pleura parietal, y Re c e s o s perito neales de l a superficie
cubre todas las partes del diafragma a excepción de la zona INFERIOR DEL DIAFRAGMA Y DE LA UNIÓN
del te n d ó n central, que está en co n ta cto con el pericardio.
GASTROESOFÁGICA
Está fijado fu ertem ente al diafragma a través de la fascia fre-
nopleural de la fascia endotorácica, de tal m o d o que la se Los mesentéreos p rim itivo s dorsal y ventral del a b d o
paración del diafragm a es prácticam ente im posible. Con la m en fo rm a n diversos ligam entos relacionados con el dia
pleural costal sucede lo contrario, ya que puede separarse fra g m a y la u n ió n gastroesofágica (Fig. 8.25). Estos ligá-
ju n to con la fascia endotorácica. El receso costodiafragm á- m entos son los siguientes:
tico se muestra com o una reflexión de la pleura parietal des
• Falciforme, coronario y triangular.
de las costillas al diafragma. El receso frenom ediastínico está
• Hepatogástrico (gastrohepático).
entre el m ediastino y el diafragm a.
• Gastroesplénico (gastroileal).
La irrigación sanguínea de la pleura diafragm ática surge
• Gastrofrénico.
de la arteria torácica interna, la aorta torácica y la aorta ab
d om inal y la arteria celíaca. En la superficie inferior del dia
fragma, estas arterias form an ramas internas y externas, que Ligamentos falciforme, coronario
se anastomosan con el plexo vascular de la pleura costal. y triangular
Según Testut y Jacob77 y Testut78 (según Bernaudin y
Fleury79), las venas frénicas inferiores drenan la vena cava El lig a m e n to fa lc ifo rm e (u n re m a n e n te del m esenté-
y las venas frénicas superiores (pericardiofrénicas). Sin e m reo p rim itiv o ventral) (Fig. 8 .25) se o rig in a en la pared a b
338
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Diafragma 8
V. p u lm o n a r su pe rior
N. frénico izquierdo
c
I L - - - N. vaqo izquierdo
Liga m en to p u lm o n a r izquierdo
I
/
\
Plexo vagal esofágico
Pericardio
A o rta
Ligamento gastrohepático
(hepatogástrico)
Cavidad pleural
El esófago abd o m in a l queda entre las dos capas del li
gam ento gastrohepático (Fig. 8.26), que es la parte superior Cavidad pericárdica
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Diafragma
Lig. fa lciform e
Lig. gastrofrénico
Lig. hepatoesplénico
(epiplón menor)
Lig. esplenorrenal
Epiplón m ayor
F ig u ra 8 .2 5 . Recesos peritoneales del estómago, u n ió n gastroesofágica y área desnuda del diafragma. VCI, vena cava inferior.
[s¡<4]
Diafragma
El m a yo r a p o rte sanguíneo del dia fra g m a tie n e lug a r anastom osan con ramas de las arterias intercostales, fo r
p or la superficie inferior y procede de las arterias frénicas in m a n d o la arcada costofrénica a lo largo del d ia fra g m a
feriores (Fig. 8.27), pro ce d e n te de la aorta o del eje celía- costal.
co justo por debajo del lig am ento arcuato m ediano del dia • Las anastomosis de una arteria intercostal con o tra d e n
fra g m a . En un bajo p o rc e n ta je de in d iv id u o s , la arteria tro del m úsculo del diafragm a constituyen o tro anillo ar
frénica infe rio r derecha parte de la arteria renal derecha. terial en la zona del origen del diafragm a en las costillas.
Las arterias frénicas inferiores ta m b ié n aportan ramas a las
glándulas suprarrenales.
Arteria frénica inferior izquierda
C om tois y cois.80 estudiaron la circulación d ia fra g m á ti
y arteria gástrica izquierda
ca en 4 8 perros callejeros y concluyeron lo siguiente:
• Anastomosis entre las arterias frénicas y las arterias to rá El esófago a bdom inal y el estóm ago p roxim al están irri
cicas internas que fo rm a n un círculo arterial alrededor de gados por las ramas esofágicas de la arteria gástrica izquier
la hoja medial del d ia fragm a tendinoso. da. Estas ramas habitualm ente, aunque no siempre, se anas
• A p a rtir del círculo arterial descrito an te rio rm e n te , ramas to m o s a n p o r e n c im a del d ia fra g m a c o n las arterias
vasculares hacia la periferia del diafragm a. Estas ramas se esofágicas que proceden de la aorta (Fig. 8.28A ). En algu-
Recto
Ileon. Pliegue ileocecal inferió
M esorrecto
Apéndice verm iform e
M esosígm oideo
Ciego
Ovario
Trompa uterina
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Diafragma
Ramas suprarrenales
de la a. frénica inf. izda.
Tronco celíaco
Aorta
F ig u ra 8 .2 7 . Irrigación arterial del diafragma visto desde abajo. Las arterias frénicas inferiores p u ed en originarse a partir del
tronco celíaco o directam ente desde la aorta. E, Esófago; VCI, vena cava inferior. [sk9]
ñas personas, el esófago inferior ta m b ié n recibe ramas pe rias, y que las válvulas d e n tro de las venas intervienen en
queñas procedentes de la arteria frénica inferior izquierda la dirección del flu jo sanguíneo.
(Fig. 8.28B). En otros, ramas de la arteria frénica inferior En la superficie inferior, la vena frénica infe rio r derecha
irrigan el esófago inferior con ramas de la arteria gástrica iz sigue un trayecto ju n to con la arteria y drena en la cava in
quierda reducidas al cardias y al fundus gástrico (Fig. 8.28C). ferior. La vena frénica infe rio r izquierda puede e n tra r d e n
El lím ite del hiato siempre se nu tre a pa rtir de una rama de tro de la vena cava inferior, pero n o rm a lm e n te tiene una
la arteria frénica inferior izquierda. rama posterior que sigue un re corrido posterior para e n
trar en la vena suprarrenal izquierda (Fig. 8.29).
Arteria hepática izquierda aberrante
Vena frénica inferior izquierda
En alrededor de un 2 6 % de las personas la arteria he
pática aberrante p rocedente de la arteria gástrica izquier La vena frénica infe rio r izquierda puede d re n a r la vena
da discurre p or el ligam ento gastrohepático. Debe conside suprarrenal izquierda, la vena cava in fe rio r o ambas. La
rarse la posibilidad de tal arteria antes de dividir el ligamento rama que drena la vena cava para p o r delante del esófa
para alcanzar la unión gastrohepática. go, lo suficie n te m e n te p ró x im a c o m o para que se pueda
lesionar.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Diafragma 8
F ig u r a 8 .2 8 . Variaciones en la irrigación sanguínea del esófago distal y del hiato esofágico. A, La arteria frénica inferior irri
ga los márgenes del hiato. Una rama esofágica de la arteria gástrica izquierda irriga al esófago y se anastom osa con las arterias
del esófago torácico. Éste es el p atrón más frecuente. B, El esófago está irrigado por ramas esofágicas de las arterias gástrica iz
quierda y frénicas inferiores sin anastomosis craneal. C, El esófago está irrigado en su totalidad por u n a rama de la arteria fré
nica inferior, que se anastom osa con arterias esofágicas torácicas. Se trata de un p atrón raro. [sk4\
restantes. Es im p o rta n te recordar que las ramas tributarias nos y patológicos. En los nodulos NLDA hipertrofiados se
distales de la vena gástrica izquierda sangran por las anasto en co n tra ro n en los siguientes porcentajes:
mosis con las venas esofágica y hemiácigos en el tórax. Linfom a 41%
Cáncer de m am a 12%
Otros vasos Cáncer de colon 10%
El tro n c o celíaco, la aorta y la vena cava in fe rio r están Cáncer de p u lm ó n 6%
lo suficientem ente próxim as al hiato esofágico c o m o para Otras enfermedades m alignas 30%
estar en situación de riesgo d u ra n te la cirugía del hiato. C om pro b a ro n que los nodulos linfáticos del lado dere
cho eran más frecuentes que los del lado izquierdo. Llegaron
Linfáticos a la conclusión de que un buen co nocim iento anatóm ico de
ambos nodulos cardiofrénicos, derecho e izquierdo, ayuda
Todos los nodulos linfáticos quedan en la superficie su
ría al m édico que practica radioterapia en el tra tam iento de
perior del diafragm a. Estos nodulos pueden dividirse en los
la enfermedad de H odgkin y otras enfermedades malignas.
grupos anterior, m e d io y posterior (Fig. 8 .30). Reciben el
El lig a m e n to tria n g u la r izquierdo y el derecho y el liga
dren a d o de la superficie superior del hígado, la u n ió n gas-
m e n to fa lciform e llevan los vasos linfáticos desde el híga
troesofágica y la superficie a b d o m in a l del diafragm a.
do. Estos vasos llegan a los nodulos linfáticos precardíacos,
Los vasos linfáticos eferentes drenan hacia arriba, en los
frénicos superiores y yuxtaesofágicos, o pasan a los n o d u
nodulos paraesternales y mediastínicos a n te rio rm e n te y en
los celíacos85.
el m ediastino posterior y en los nodulos braquiocefálicos
En la Tabla 8.5 se e xp o n e n los nod u lo s linfáticos res
posteriorm ente.
ponsables del drenado de las estructuras pleurales en el ser
Las dos superficies serosas del diafragm a, torácica y ab
h u m ano.
d o m in a l, son activas en la e lim inación del líquido y células
de las cavidades pleural y peritoneal. Existen poros entre C onducto torácico
las células mesoteliales que van desde 4 m m a 12 m m de La cisterna quilosa (c u a n d o esté presente) está a la al
d iám etro y se abren directam ente en los vasos linfáticos del tura de los cuerpos de las vértebras prim era y segunda, en
diafragm a. Fueron apreciadas p o r primera vez en 1863 por tre el pilar derecho del diafragm a y la aorta. La sección del
Von Recklinghausen82, y su existencia fue co n firm a d a m e c o n d u c to torácico u otros vasos linfáticos grandes en esta
diante microscopía electrónica. región puede ocasionar una ascitis quilosa.
En un estudio realizado con to m ografía co m putarizada
p o r Kullnig y cois.83 en 1 32 pacientes con un lin fo m a m a
I n e r v a c ió n
ligno, el 1 1 ,3 % m ostraron afectación de los nodulos linfá
ticos del diafragm a. El nervio frénico derecho entra en el diafragm a a través
En la TC de 125 pacientes, Libshitz y H o lb e rt84 observa del te n d ó n central, justo a un lado de la abertura de la vena
ron nodulos linfáticos diafragmáticos anteriores (NLDA) sa cava inferior. En ocasiones pasa a través de dicha abertura
343
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Diafragma
Anatomía quirúrgica
V. suprarrenal izquierda
V. renal izquierda
F ig u r a 8 .2 9 . Drenado venoso del diafragma desde abajo. La arteria frénica inferior izquierda puede desem bocar en (A), la
vena cava inferior; (B), en la vena suprarrenal izquierda o en ambas. VCI, vena cava inferior. [5/c9]
Diafragma 8
Fuera de la zona desnuda, la superficie serosa (p erito-
Tabla 8.3. Nodulos linfáticos que drenan las neal) del diafragm a e hígado quedan superpuestas, con un
estructuras pleurales en el hombre espacio virtual entre ellas. Este espacio se d ivide p o r el liga
Grupos de nodu lo s Estructuras pleurales m ento falciforme en los com partim entos subfrénicos (supra-
lin fá tic o s drenadas hepáticos) derecho e izquierdo (véase Fig. 8 .25), los cua
les p ueden convertirse en los espacios de las colecciones
Esternal Pleura parietal: pared torácica ante peritoneales de líquido y abscesos subfrénicos.
rior
Los c o m p a rtim e n to s iz q u ie rd o y d e re c h o se d e fin e n
Pleura diafragmática: porción ante
c o m o sigue:
rior
El espacio subfrénico derecho está d e lim ita d o p o r enci
Intercostal Pleural parietal
Mediastino medio Pleura diafragmática: parte media ma p o r la superficie inferior de la hoja derecha del d ia fra g
Pleura visceral ma. Por debajo está d e lim ita d o p o r la hoja antero su p erio r
Mediastino anterior Pleura diafragmática: parte anterior del d iafragm a, la superficie anterosuperior del ló b u lo d e
Pleura diafragmática: parte posterior recho hepático y el se gm ento medial del ló b u lo izquierdo.
Mediastino posterior Pleura visceral: lóbulos inferiores M e d ialm ente queda d e lim itado por el lig am ento falciforme,
y p o ste riorm ente p o r los ligam entos coronario ante rio r de
Fuente: De JF B e m a ud in , J Fleury, A n a to m y o f th e b lo o d a n d ly m p h a tic
recho y tria n g u la r derecho. A n te rio r e in te rio rm e n te el es
c i r c u l a t i o n o f t h e p le u r a l serosa. En J C h r e t i e n , J B ig n o n , A H irsch
(eds.) T h e Pleura i n H e a lth a n d Disease. N u e v a York: M arcel Dekker, pacio se abre a la cavidad peritoneal mayor.
1985. R e p ro d u c id o c o n au to rizació n .) El espacio subfrénico izquierdo está d e lim ita d o p o r en
cim a p o r la superficie infe rio r de la hoja izquierda del dia
fragm a. Por debajo, sus límites son la cara superior del seg
da fo rm a n d o el ga n g lio frénico antes de su distribución. Se m e n to lateral del ló b u lo iz q u ie rd o h e p á tic o y el fu n d u s
ha p ro p u e sto una c o m u n ic a c ió n e ntre estas fibras y una gástrico. M edia lm e n te está delim ita d o por el lig a m e n to fal
rama posterior del nervio frénico derecho. Uno de los a u to c ifo rm e, y p o s te rio rm e n te p o r los lig a m e n to s coronarios
res (GLC) ha realizado su disección en varias ocasiones.' a n te rio r izquierdo y tria n g u la r izquierdo. A n te rio r y lateral
m e n te el espacio se co m u n ica con el espacio infrahepáti-
Tronco vagal co y la cavidad peritoneal. En la izquierda, las hojas a n te
rior y posterior del lig am ento coronario están superpuestas.
En los 100 cadáveres disecados p o r Skandalakis y cois.86
los troncos vagales anterior y posterior pasaban ju n to con el
esófago a través del hiato en 8 individuos (Fig. 8.32). En otros
tres, el plexo esofágico estaba presente en el hiato, y el tro n
co estaba por co m p le to dentro del a bdom en (Fig. 8.33). En
otros nueve, los troncos se dividieron por encima del hiato
y sus principales divisiones pasaban a través del mismo.
Para más detalles sobre el tro n c o vagal véase el ca p ítu
lo ded ica d o al estóm ago.
Ganglio celíaco
El g a n g lio celíaco está adh e rid o a la arteria celíaca en
su orig e n a nivel de la aorta y estrechamente relacionado
con el pilar del diafragm a a am bos lados. La suturas para
a p ro xim a r ambos pilares deberán realizarse p o r encim a del
g a n g lio y p o r debajo de la división celíaca del tro n c o vagal
posterior.
Es p a c io s s u b f r é n ic o s
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Diafragma
Plexo esofágico
D iafragm a esofágico
3
1
F ig u ra 8 .3 3 . Punto en el que emergen cuatro estructuras vagales a través del hiato; a saber: A, Divisiones que se separan jus
to por encim a del diafragma; B, Divisiones y ramas que se originan por encima del diafragma; o C, Elementos del plexo esofá
gico que se extienden por debajo del diafragma, Los troncos vagales están en su totalidad dentro del abdomen. 1 = división hepáti
ca; 2 = división gástrica anterior; 3 = división celíaca; 4 = división gástrica posterior. [sklO]
346
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Diafragma 8
Capa superior Seudomembranas
Seudomembranas
del lig. Pared anterior Pared anterior
! corona
Ant. Post.
Seudomembranas B
F ig u r a 8.34. Secciones parasagitales derechas. A, Acumulación de líquido en la parte anterior del espacio subfrénico derecho. B,
Acumulación de líquido en la parte posterior del espacio subfrénico derecho. Espacio relleno de líquido norm alm ente recubierto
por seudomembranas. Diafragma anorm alm ente elevado en la zona de la acumulación del líquido. [sk4\
Fisiología
- ■ / C irugía del d ia fra g m a
No fo rm a parte del pro p ó sito de este capítulo c o m e n
La cirugía del diafra g m a es la cirugía de la anomalías
tar la fisiología del diafragm a, pero la siguiente in fo rm a
congénitas y de los problem as adquiridos, c o m o el tra u
ción es necesaria.
m atism o, etc.
Los hallazgos radiológicos de Reddy y cois.88 apoyan la
hipótesis de que la masa cardíaca es responsable del des • Zierold y cois.92 desarrollaron un m odelo porcino de lesión
plaza m ie n to caudal del h e m id ia fra g m a co rrespondiente. diafragmática penetrante y com unicaron lo siguiente:
Los mismos investigadores disienten con la convención uni La ecografía demostró ser de gran ayuda diagnóstica
versalmente aceptada de que es el hígado el que eleva el en la evaluación de lesiones diafragmáticas con o sin her-
correspondiente hem idiafragm a. niación. Además, puesto que las lesiones «protegidas» del
La fu nción del diafragma, que está com puesto por mús diafragma en nuestro modelo curaron espontáneamente, se
culo esquelético voluntario, es tan autom ática c o m o la fu n atribuye cierta importancia al tratamiento no quirúrgico de
ción cardíaca. Sharp89 y M a c kle m 90 a firm a ro n con razón dichas lesiones diafragmáticas en la práctica clínica.
347
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Diafragma
Seudomembranas
Anatomía quirúrgica
Lig. coronario
izquierdo
Pseudomembranas
Páncreas Páncreas
F ig u ra 8 .3 5 . Secciones parasagitales izquierdas. A, Acumulación de líquido en la porción anterior del espacio subfrénico iz
quierdo. B, Acumulación de líquido en la parte posterior del espacio subfrénico izquierdo. Las seudom em branas lim itan el es
pacio ocupado por la acum ulación de líquido. [sk4]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Diafragma
• La unión gastroesofágica se m oviliza separando la m e m nias recurrentes podrán fijarse de form a similar a la primera
brana frenoesofágica (lig a m e n to ) cuando está presente. operación, pero se deberá prestar una especial atención res
• En un estudio realizado con 22 cadáveres, Skandalakis y pecto a la posibilidad de que el esófago sea corto. Las c o m
cois.77 explican que: plicaciones en relación con la reparación laparoscópica son
- una pinza de Kocher curvo aplicada a la curvatura m e escasas, y están más relacionadas con el ta m a ñ o de la her
nor en el e p ip ló n g a strohepático incluía siem pre las si nia y la edad del paciente que con cualquier otra circunstan
guientes estructuras: cia. En cualquier caso, este revolucionario avance en la re
♦ Arteria gástrica izguierda. paración de la hernia hiatal ha p e rm itido una calidad de vida
♦ N ervios a n te rio r y p o ste rio r de la curva tu ra m e n o r m u y mejorada para cientos de miles de individuos con reflu
(nervios de Latarjet). jo gastroesofágico sintom ático e historia de grandes hernias.
♦ División hepática del nervio vago. K rahenbiihl y cois.94 a d virtieron que la reparación lapa
♦ Arteria hepática izquierda aberrante (presente en cua roscópica de las hernias paraesofágicas incluía la reducción
tro casos). del estóm ago, la escisión co m p le ta del saco he m ia rio , el
♦ Vena gástrica izquierda (presente en todos los casos cierre del defecto hiatal, la fu n d u p lic a tu ra laxa de Nissen y
con d re n a d o de la vena porta y tres casos con dre n a la gastropexia anterior.
do de la vena esplénica).
• Perdikis y cois95 re com endaron el tra ta m ie n to laparoscó-
- una pinza norm al curva o recta de Kocher aplicada so
pico de la hernia paraesofágica.
bre el e p ip ló n gastrohepático con un ángulo de 4 5 a en
• S chauery cois.96 refirieron que la reparación laparoscópi
el m ism o cadáver incluía:
ca de la hernia paraesofágica sería el p ro c e d im ie n to pre
♦ Todas las estructuras expuestas ante rio rm e n te .
ferido.
♦ Vena gástrica izquierda (al m argen de su drenado).
• John G. H unter (com un ica ció n personal a John E. Skan • Existe cierta controversia en relación con el tra ta m ie n to
dalakis, febrero del 2000), a portó la siguiente inform ación quirúrgico de la hernia paraesofágica gigante. Geha y cois97
en relación con la cirugía laparoscópica de las hernias dia- advirtieron que el defecto deberá repararse precozm ente
fragmáticas: Las hernias hiatales quizá sean los tipos más una vez que haya sido diagnosticado, con la evaluación
habituales de hernias abdominales, pero con frecuencia del reflujo después de la reparación. Si se precisa la correc
son asintomáticas. C uando la hernia hiatal presenta sín ción antirreflujo, se realizará funduplicatura, reducción, ex
tomas, dichos síntomas serán los propios del reflujo gas- cisión del saco, gastropexia y cierre del pilar. Buenaventu
troesofágico (co m o la pirosis retroesternal) o los síntomas ra y cois.98 afirm aron que la reparación laparoscópica de
ocasionados por el estómago herniado, que serán dolor to las hernias paraesofágicas gigantes se asocia con m e n o r
rácico posprandial, náuseas, vó m itos y sangrado gastroin m orbilidad, una m e n o r estancia hospitalaria, una recupe
testinal evidente. Las hernias pequeñas y asintom áticas ración más rápida y excelentes resultados clínicos.
pueden dejarse, pero las de gran tam a ñ o necesitan una • Citam os de Watson y cois.99:
reparación quirúrgica. Actualm ente, en la mayoría de los Las hernias hiatales voluminosas pueden tratarse de
pacientes se prefiere la reparación laparoscópica. forma eficaz mediante laparoscopia. Separar el saco del
mediastino completamente antes de disecar el esófago per
La técnica laparoscópica se inicia con la colocación de
mite m ovilizar eficazmente el esófago.
cinco trocares abdom inales y con la elevación del lób u lo
hepático izquierdo, lo cual p e rm ite acceder a la hernia hia • Swanstrom y cois.100 refirieron que la reparación laparos
tal. El e stó m a g o en su to ta lid a d y el esófago se reducen cópica de la hernia paraesofágica en c o m b in a c ió n con la
d e n tro del a b d o m e n , y el pilar d ia fra g m á tico se diseca en fu n d u p lic a tu ra se tolera bien. Horgan y cois.101 c o m u n i
su perímetro. C uando el esófago se ha acortado p o r una es caron que la reparación laparoscópica de la hernia parae
trechez o un reflujo gastroesofágico p ro lo n g a d o, se pro ce sofágica, incluyendo el p ro c e d im ie n to a n tirreflujo, m e jo
de a un procedim iento de alargamiento, co m o la gastroplas- raba los síntomas, resolvía la anem ia y en casi todos los
tia de Collis antes de la reparación de la hernia hiatal. La pacientes evitaba las incarceraciones.
hernia se reparará posterior al esófago con suturas gruesas • Carlson y cois.102 recom endaron el uso de mallas protési
discontinuas. N o se recom ienda la utilización de una m a cas en el tra ta m ie n to de grandes hernias de hiato con es
lla protésica para cu b rir la hernia hiatal. El h iato se cerrará tó m a g o intratoràcico. En la misma p u blicación de la Jour
hasta el diám etro de cierre del esófago. N orm alm ente es útil nal o f the American College o f Surgery, D eM eester103 refirió
realizar una funduplicatura laxa después de la reparación de que los cirujanos que realizaban ocasionalm ente cirugía
la hernia hiatal; dicha fu n d u p lica tu ra no solam ente ayuda esofágica encontrarían un hiato amplio, y que la recomen
a evitar el reflujo, sino que además co n trib u ye a fijar la que dación de Carlson y cois, era « pertinente y valiosa».
se ha realizado d e n tro del a bdom en. • S chneidery cois.104 com unicaron que el tra ta m ie n to lapa-
El grado de recurrencia de la hernia hiatal después de la roscópico de la rotura diafragmática aguda tra u m a to lò g i
reparación laparoscópica no debe ser mayor del 5%. Las her ca ofrecía una alternativa válida a la cirugía convencional.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Diafragma
A p ó fis is xifo id e s
Esófago
L ig a m e n to F ig u ra 8 .3 7 . Hernias diafragmáticas.
a rc u a to A, Hernia posterolateral a través del agu
(a usente) jero de Bochdalek. B, Hernia anterior a
través del agujero de Morgagni. C, Her
nia a través del hiato esofágico. D, C o n
Pilar d ere ch o fluencia del hiato esofágico con el aórti
Pilar izq u ie rd o
co en ausencia del lig am en to arcuato.
A o rta
VCI, vena cava inferior. [s k l l ]
C o m p lica c io n e s a n a tó m ic as
d e la cirugía d ia fra g m á tic a Fijadón
I T U L O
Tienen ante ustedes una detallada descripción del abdomen completo. No tiene hueso alguno, pues en ocasiones debe m en
guar, como cuando no alberga alimentos; m u y a menudo, en cambio, se hincha con g ran cantidad de comida, o debido a la
concepción del feto en las mujeres embarazadas. En tales casos, los huesos constituirían un g ran obstáculo (...) Asimismo,
en el coito entre el hombre y la m ujer se produciría una colisión m u tu a si el estómago de ambos sexos fuera óseo; así, todos
evitarían el acto de la copulación cuanto les fuese posible, y la especie hum ana perecería en poco tiempo.
Andrés de Laguna (1535f
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Papiro de Ebers Primera referencia escrita a las hernias: «Cuando aprecies una hinchazón
(aprox. 1552 a.C.) en la superficie del vientre... lo que sale... [es] causado por la tos»
Herófilo de Calcedonia «Fundador de la anatomía.» Ligó vasos sanguíneos para la hemostasia
(aprox. 300 a.C.)
Erasistrato de Keos «Padre de la fisiología.» Realizó operaciones de hernia en Alejandría, Egipto
(aprox. 330-250 a.C.)
Celso (?-50 d.C.) Autor de De Medicina. Escribió detalladas descripciones de operaciones de hernia,
y creyó en la preservación del testículo en la cirugía. Fue el primero en emplear
el térm ino «hidrocele», que definió com o «un líquido (humor) que se acumula bien
en la túnica escrotal (hidrocele vaginal), bien entre las m em branas que recubren
las arterias y venas (hidrocele del cordón)»
Heliodoro (n. 98-117) Médico y cirujano de la época grecorromana. Puede que fuera el primero en realizar
una celiotomía
Galeno (129-199) El médico más destacado del período grecorromano. Introdujo el concepto de hernia
causada por rotura del peritoneo y la pared abdom inal. Aconsejó la ligadura de saco y
cordón con orquidectomía. Fue el primero en definir el proceso vaginal, «un co nducto
descendente hasta el testículo com o u n a pequeña ramificación del gran saco peritoneal
en el abdom en inferior». Fue el primero en recomendar el uso de sedal para el d renado
de hidrocele
Pablo de Aegina (625-690) Proporcionó una descripción meticulosa y precisa de la herniorrafia. Para el tratam iento
de hidrocele, sugirió seccionar la pared escrotal con un bisturí, destruyendo la túnica
vaginal m ediante cauterización, y suturar parcialmente los bordes
Albucasis (936-1013) Gran cirujano y escritor árabe, cuya obra De la cirugía y los instrumentos contiene
originales técnicas quirúrgicas realizadas con instrum ental diseñado por él mismo.
El propósito de este libro era «revivir el arte de la cirugía com o nos lo enseñaron
los "antiguos"». Empleó sedal y cauterización para la reparación de hidroceles
Avicena (980-1037) Empleó cauterización para drenar el líquido del hidrocele
Guillermo de Saliceto (1210-1277) Innovador de la cirugía. Primer autor, después de Celso, que propuso el redescenso
del testículo (en lugar de su mutilación) en la herniorrafia: «Y si estuvieres confiado
en esta técnica de apertura, permite entonces que el testículo descienda de nuevo
a su lugar, y no sueñes en m odo alguno con extirparlo, com o hacen algunos doctores
estúpidos e ignorantes que nada saben...». Seccionó el hidrocele con lanceta, y drenó
el líquido mediante una cánula
Borgognoni de Lucca (t 1252) Propuso seccionar el saco de hidrocele, taponar la cavidad con «hilas», y tratar la herida
con polvo de arsénico
Guy de Chauliac 1363 Realizó una clasificación más completa de las hernias
Marcel C um anus (t 1423) Recomendó la orquidectomía para el tratam iento de hidrocele
Paré (1510-1590) Propuso la ligadura de ¡os vasos y el cordón (a m en u d o con hilo de oro, como hizo
originalmente Gualdo de Metz), y el uso de bragueros para controlar las hernias.
Aconsejó el uso de sedal para el tratar el hidrocele
Falopio (1523-1562) Rechazó la intervención quirúrgica para la reparación de hidrocele. Propuso
la aplicación tópica de escayola secante para el tratam iento
Franco 1556 Describió la técnica de cirugía abierta, consistente en cortar entre la hernia estrangulada
y el anillo externo. En Traité des Hemies, desaconsejó seccionar el cordón espermático
y extirpar el testículo
Stromayr 1559 En Practica Copiosa, distinguió por primera vez entre hernias directas e indirectas.
Aconsejó la orquidectomía sólo en casos de hernia indirecta
Lusitanus 1571 Defendió la acupuntura para la reparación de hidrocele; realizó punciones en el saco
con numerosas agujas, propiciando la dispersión del líquido en los tejidos escrotales
Hildanus 1610 Suturó el saco, ligó el cordón y el saco
Cheselden (1688-1752) Creía que el hidrocele era una enfermedad generalizada, que se origina en el abdom en
y se extiende hasta el escroto
Heister 1724 Extirpó con éxito el intestino de un paciente con hernia estrangulada
352
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Ruysch 1729 Afirmó que los vasos espermáticos dilatados eran la causa del hidrocele
Richter 1778-1779 Describió el estrangulam iento parcial de la pared intestinal en el saco hem iario
Morgagni 1761 Atribuyó el hidrocele a la rotura de los quistes hidatídicos
Gimbernat 1793 Recomendó la escisión del ligam ento lagunar (que hoy lleva su nombre) en casos
de hernia femoral estrangulada
Camper 1801 Describió la capa superior de la fascia superficial de la pared abdom inal anterior inferior
y el conducto inguinal
Cooper 1804 Descubrió la com posición bilaminar de la fascia transversal, la aponeurosis
del transverso, y el ligamento que lleva su nom bre
Hesselbach 1806,1814 Describió el triángulo y el ligam ento que hoy llevan su nom bre
Monteggia 1816 Describió con exactitud los tipos y causas de hidrocele
Scarpa (1752-1832) Describió con exactitud la hernia deslizante y la capa profunda de la fascia superficial
de la pared abdom inal inferior y el ligamento inguinal
Wood 1863 Introdujo la ligadura subcutánea del saco en la herniorrafia
Demarquay 1863 Encontró microfilarias en el líquido de hidrocele
Bancroft 1876 Encontró gusanos vivos en el hidrocele del cordón espermático
Annandale 1876 A m en ud o se le ha considerado erróneam ente el primero en usar el ligamento
de Cooper en una herniorrafia. Puede que fuera el primero en introducir la vía
de acceso preperitoneal
Marcy 1878 Fue el primero en subrayar la im portancia de una ligadura alta del saco hem iario
y el cierre del anillo inguinal dilatado en la herniorrafia inguinal. Fue el primero
en describir la vía de acceso transabdom inal
Warren 1884 Propuso el concepto de tratam iento con inyección
MacEwen 1886 Plegó el saco peritoneal y lo fijó alrededor del anillo interno para que funcionase
com o u n tapón
Bassini 1887-1890 Desarrolló una operación de reparación de hernia que constituye la base de la
herniorrafia moderna. La reparación de Bassini consiste en ligadura alta y resección
del saco. Los músculos oblicuo interno y transverso abdominal, así com o la fascia
transversal, se suturan al ligamento de Poupart. Según Bassini, su técnica estaba
diseñada para «restaurar en el área del orificio de la hernia las condiciones existentes
en circunstancias normales»
Halsted 1889,1903 Realizó la herniorrafia colocando el cordón espermático por encima de la aponeurosis
del oblicuo externo (Halsted I). Colocó el cordón subyacente al pun to de reparación
(Halsted II). Fue el primero en describir la incisión de relajación en la aponeurosis
del músculo recto
Lucas- 1892 Fue el primero en realizar u n a herniorrafia con el cordón en la posición interm edia e
C ham pionniere imbricación de las capas de la aponeurosis del oblicuo externo
Socin 1893 Recuperó la técnica de ligadura y escisión del saco tras la introducción de la antisepsia
por Lister, haciendo posible la operación de las hernias que n o com portan un riesgo
de muerte inm ediato
Andrews 1895 Incorporó el cordón a la imbricación de la aponeurosis del oblicuo externo
Von Mikulicz 1896 Empleó un colgajo osteocartilaginoso extrapleural en la resección
Lotheissen 1898 Empleó el ligamento de Cooper para la herniorrafia inguinal
Ferguson 1899 Suturó el músculo oblicuo interno y su aponeurosis por encima del cordón espermático.
En 1899, escribió: «Dejen al cordón en paz, pues es la vía sagrada por la que pasan
elementos vitales, indispensables para la perpetuación de nuestra especie»
Horwitz 1901 Trató el hidrocele m ediante escisión y eversión de la túnica vaginal
Marwedel 1903 Practicó la incisión en la estenosis m ediante la técnica de separación del borde costal
Sauerbruch 1905 Propuso, au nque no lo llevó a la práctica, el acceso quirúrgico mediante doble incisión
(laparotomía y toracotomía)
Wendel 1909 Empleó la técnica de doble incisión (esofagotomía y gastrotomía)
353
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Janeway y Green 1910 Fueron los primeros en plantear la incisión única, pero sólo em plearon la técnica
de doble incisión
Cheatle 1920-1921 Describió el uso quirúrgico de la sección abdom inal m ediana sin penetrar en la cavidad
peritoneal (vía de acceso preperitoneal)
Huggins y Entz, 1931,1951 Descubrieron la etiología del hidrocele realizando estudios anatómicos
Rinker y Allan
Henry 1936 Revitalizó la técnica preperitoneal
Brock 1942 Primera esofagogastrotomía con éxito en Europa
McVay 1942-1949 Popularizó el uso del ligamento de Cooper en la herniorrafia publicando numerosos
artículos al respecto
Shouldice, 1950-1953 Realizaron la reparación en varias capas de la pared inguinal posterior em pleando
Obney, Ryan anestesia local (técnica de Shouldice)
Solomon, Lord 1955, 1964 Desarrollaron la cura radical de hidrocele m ediante plicatura de la túnica vaginal
sin movilización del saco del hidrocele
Nyhus 1959 Describió la reparación de la cintilla iliopúbica en la hernia femoral y la inguinal directa
m ediante el acceso quirúrgico preperitoneal. En 1989, escribió: «Estoy convencido
de que todas las hernias inguinales recurrentes deben abordarse posteriormente,
y que la reparación fascial debe reforzarse con material protésico»
Fasana 1973, 1982 Modificó la cura radical del hidrocele, prescindiendo de considerar el tam año del saco y
la afectación de la túnica vaginal
Ger 1982 Describió el «acceso intraabdominal» para la reparación de hernias en la pared
abdom inal. Se considera el primero en realizar una herniorrafia inguinal laparoscópica
en un ser h u m a n o
Stoppa 1984 Diseñó una técnica para reforzar el peritoneo em pleando grandes prótesis sólidas
Lichtenstein 1986 Introdujo la reparación libre de tensión reconstruyendo el suelo del conducto inguinal
con material protésico
Gilbert 1989 Diseñó una técnica de herniorrafia inguinal sin suturas m ediante u na prótesis a través
del anillo inguinal interno, que utilizó tam bién para reparar la pared inguinal posterior
Condon 1989 Estudió la anatom ía de la cintilla iliopúbica, sirviéndose de ella para la herniorrafia
Rutkow 1993 Modificó la herniorrafia con malla-tapón.
Tabla elaborada por David A. McClusky III y John E. Skandalakis.
Bibliografía:
Bendavid R. Prostheses and Abdominal Wall Hernias. Austin: RG Landes, 1994.
Fasana R Hydrocele in the Temperate and Tropical Countries. Boca Raton: CRC Press, 1983.
Nyhus LM, Harkins HN (eds). Hernia. Philadelphia: JB Lippincott, 1964.
Nyhus LM, C o n do n RE (eds). Hernia (3rd ed). Philadelphia: JB Lippincott, 1989.
Nyhus LM, C ondon RE (eds). Hernia (4th ed). Philadelphia: JB Lippincott, 1995.
Robbins AW, Rutkow IM. The mesh-plug hernioplasty. Surg Clin N orth Am 1993;73:501-512.
Warren R. Surgery. Philadelphia: WB Saunders, 1963.
pùbica; la otra (el anillo superficial), localizada en la apo m iento descendente de diversas estructuras anatómicas
neurosis del oblicuo externo, es superolateral a la espina del desde el espacio retroperitoneal bajo el ligamento inguinal
pubis. En el adulto, ambas aberturas se encuentran sepa hasta las extremidades inferiores. Lytle7 está en lo cierto al
radas a una distancia de 4 cm (...) afirmar que los músculos planos de la pared abdominal an
La formación del escroto resulta de la fusión de los plie terior que pasan ante el ligamento de Cooper proporcio
gues labioescrotales izquierdo y derecho. Un tabique escro nan el espacio donde se localizarán el cordón espermático
toI divide el escroto en dos mitades; esta separación es p a y los vasos mayores de la extremidad inferior.
tente externamente p o r el rafe que hay entre las mitades Las estructuras embriológicas y anatómicas que pro
escrotales derecha e izquierda. En la mujer, los pliegues labioes ducen el conducto femoral, y algunas que simplemente
crotales forman los labios mayores derecho e izquierdo(...) acompañan, son:
La formación del conducto femoral, misteriosa y oscu • Aponeurosis del transverso abdominal.
ra, tiene lugar tras la formación de los tres músculos planos • Fascia transversal y su engrosamiento.
de la pared abdominal anterior, la formación de la fascia • Ligamento de Cooper (pectíneo).
transversal y sus diferentes engrasamientos, y el desplaza • Ligamento de Poupart (inguinal).
354
booksmedicos.org
booksmedicos.org
¿Cómo es de fuerte — embriológica y anatóm icam en El conducto femoral es la pequeña abertura localiza
te— esta región de la pared inguinal posterior? Aquí, los da entre la inserción del ligam ento pectíneo y la fascia
engrasamientos de la fascia transversal y la presencia de transversal en la cintilla iliopúbica y la vena ilíaca exter
fibras aponeuróticas del transverso empiezan a desempe na. Esta abertura elíptica alberga de forma característica
ña r un papel fundamental. La vaina femoral está form a tejido linfático, tejido adiposo, y uno o dos pequeños va
da embriológicamente p o r la evaginación de elementos de sos — o menos que una arteria o vena obturatriz aberran
la pared abdom inal debida al crecimiento de los vasos fe te atraviese también la abertura desde su origen en la ar
morales. El revestimiento fascial parietal de la cavidad ab teria y/o vena epigástrica inferior— . Con una cuidadosa
dom inal que se extiende desde el transverso abdom inal disección, puede abrirse el conducto femoral a lo largo de
hasta el ¡Hopsoas, resulta casi en su to ta lid a d desplazado su paso bajo el ligam ento inguinal, y se puede observar la
al muslo proxim al p o r los elementos vasculares primitivos. convergencia y el paso de vasos linfáticos revestidos de
Puede apreciarse que la cintillo iliopúbica form a un arco grasa p o r la pared del conducto, así como su delicada capa
sobre los vasos para insertarse en el ligamento pectíneo, for interna. ¿Cuál es el objeto del conducto femoral? Tiene dos
mando así la extremidad medial del inicio de la vaina fe funciones importantes: pe rm itir el paso de vasos linfáticos
m oral con forma de embudo. La porción intermedia de la eferentes desde los ganglios linfáticos inguinales p ro fu n
cintillo, que se arquea sobre la arteria y la vena, queda dos hasta el abdomen, y perm itir la dilatación de la vena
desplazada hacia los vasos femorales ju n to con la fascia femoral cuando se eleva la presión venosa de la extremi
transversal. Esta capa se fusiona sin interrupción con la dad inferior9. Como explicaremos más adelante, esta dila
fascia del músculo ¡Hopsoas, subyacente a dichos vasos. tación no evita la hernia femoral.
La capa más interior de la vaina está form ada po r tejido La pregunta desde el p u n to de vista embriológico es:
conectivo preperítoneal. ¿Están las paredes posterior y lateral de la vaina femoral
Otra estructura anatóm ica que debe mencionarse es formadas po r las fascias del pectíneo y el psoas, así como
la fascia del iliopsoas, que puede considerarse continua in p o r la del ilíaco (lateralm ente)? Nuestras observaciones
teriormente a la fascia lata del muslo. En su trayecto h a nos inclinan a pensar que sí. Pero no enturbiaremos más
cia éste, presenta interconexiones con la fascia transver las aguas; retengamos simplemente que la vaina femoral
sal, lo cual da lugar a la formación de tabiques entre la es una prolongación de la fascia transversal hasta el mus
arteria y la vena ilíacas internas, y entre la vena ilíaca ex lo, posiblemente originada en su m ayor parte a p a rtir de
terna y el conducto femoral. En su avance hacia el muslo, la cintilla iliopúbica y la fascia transversal, o bien que pue
proporciona una pared posterior pa ra la vaina femoral. de tratarse de una formación independiente.
Según Lytle,7 el trayecto de la fascia lata se interrumpe en McVayi0 sostiene que la abertura de una hernia femo
la porción m edial del ligam ento inguinal, retrocediendo ral consiste en un estrechamiento de la inserción de la apo
desde el borde posterior del ligamento inguinal para formar neurosis del transverso abdom inal en el ligamento de Coo
el ligamento lagunar. per; afirm a tam bién11 que «una hernia femoral nunca es
La cintillo iliopúbica y la vaina femoral están estrecha de origen congènito, ya que no existe nunca un saco pe
mente relacionadas con el conducto femoral. Embriológi r ii oneal previamente formado, como sucede con la hernia
camente, ambas pertenecen a la fascia transversal y a la inguinal indirecta».
355
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
El argumento principal para rebatir el origen congèni tabique femoral — que, p o r supuesto, no impide la form a
to de la hernia fem oral ha sido su escasa incidencia en re ción de una hernia femoral.
cién nacidos y niños. Sólo hemos p odido encontrar tres Wilson20 afirmó que la conclusión de Hahn-Pedersen y
Anatomía quirúrgica
descripciones de hernia femoral en fefos12,13,14, las tres en cois.2' de que la hernia femoral se evita mediante la dilata
tre los dos y los tres meses de edad. N o hemos encontra ción venosa periódica de la vena femoral y la oclusión del con
do ningún caso sim ilar en la bibliografía reciente. ducto carece de fundamento; nosotros estamos de acuerdo.
Por su parte, M o n ro 15 afirm a que «una hernia femoral
no es nunca congènita», formulando la hipótesis de que
«una anomalía congènita consistente en una inserción es A n o m a l í a s c o n g é n it a s
trecha de la cintillo iliopùbica en la cresta pectínea del p u
Las anomalías de la pared corporal a n terior se e n u m e
bis que produce un ancho "hoyito fem oral" constituye un
ran en la Tabla 9.2.
factor etiológico». Tal vez. En todo caso, los factores em
Kluth y L a m b re ch t22 presentan un resumen de las te o
briológicos, anatómicos y etiológicos están en general pla
rías actuales del desarrollo e m b rio ló g ic o norm al y anorm al
gados de infinitas ambigüedades. La cuestión de si la her
de la pared a b d o m in a l anterior. Nielsen y cois.23 estudia
nia femoral puede tener un origen congènito no es fácil de
ron los efectos del d ia g n ó stico prenatal de las anomalías
resolver. En la bibliografía médica, han aparecido varias
de la pared abdom inal en la vía del parto y el resultado q u i
descripciones de hernia femoral en recién nacidos, cuyos au
rúrgico. A u n q u e tra ta r estas im p ortantes cuestiones exce
tores le atribuyen un origen congènito.
de el pro p ó sito de este capítulo, re co m endam os al lector
La debilidad de las estructuras en torno al conducto fe
interesado la consulta de los dos trabajos citados.
m oral no es fácil de visualizar en recién nacidos. Zim m er
Las hernias umbilicales congénitas y adquiridas se tra
m an y A nson'6 han observado que el m ayor debilitamien
tan más adelante en este capítulo, en la sección «Hernias
to de estas estructuras comienza a los veinte años de edad.
de la pared a b d o m in a l anterior».
Se han dado varías explicaciones acerca de la forma
ción congènita de un saco hemiario femoral.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Conviene recordar la sentencia de McVay y A nson24,25: a p roxim an a su inserción en la vaina del recto. En este p u n
n in g ú n m úsculo se orig in a ni se inserta en el lig a m e n to in to, una incisión para dividir los músculos revelará que las d i
guinal. Estamos de acuerdo. N o obstante, en Cray's Anatomy recciones de fibras musculares no difieren demasiado. Más
(3 8 .a e d .)26 se afirm a que existe cierto desacuerdo respec lateralmente, hacia el flanco, las fibras de los distintos mús
to a si las fibras del transverso a b d o m in a l em ergen d ire c culos son más divergentes. Para descubrir el aparato uro-
ta m e n te del lig a m e n to inguinal (es decir, del borde infe g e n ita rio m e diante incisiones laterales, se plantea a m e n u
rior de la aponeurosis del o b licu o e x te rn o ) o de la fascia d o la disyuntiva entre la escisión m uscular o una sección
ilíaca adyacente. transversal del músculo.
Inicialmente, se pensaba que las aponeurosis de los tres
músculos planos de la pared abdom inal a n terior se c o m p o
Porción anterolateral
nían sólo de una lám ina, y que cada una de ellas c o n tri
Los músculos oblicuos inte rn o y e xte rn o (Fig. 9.1) y el buía unilateralm ente a las láminas anterior y p o sterior de la
músculo transverso abdominal están dispuestos de tal m odo vaina rectal. Sin e m b argo, nuestro c o n o c im ie n to de la pa
que sus fibras son más o menos paralelas a m ed id a que se red estructural a p oneurótica es hoy más c o m p le to gracias
357
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Oblicuo Borde inferior de las 8 Aponeurosis de la • Compresión del Seis nervios ra
externo costillas inferiores línea alba, desde la abdom en quídeos torá
apófisis xifoides • Flexión y rotación cicos inferio
hasta la sínfisis lateral de la colum res
púbica, cresta ilíaca, na
espina ilíaca antero- • Depresión de las
superior costillas
Oblicuo • Fascia ilíaca • Borde inferior de las Las mismas que el • Seis nervios En contacto con mitad
interno • Cresta ilíaca anterior costillas 9.a a 12.a oblicuo externo raquídeos to lateral del ligamento
• Aponeurosis lumbar • Junto con su aponeu rácicos infe inguinal (aproxim a
rosis, en la línea alba riores damente), pero no se
• Pecten del pubis • Primer n e r origina en el liga
vio raquídeo m e n to
lum bar
Transverso • Cresta ilíaca • En la línea alba a tra • Com presión del ab Los mismos En contacto con el ter
abdom i • Fascia dorsolumbar vés de la aponeurosis d o m en que el cio lateral del liga
nal • Cartílagos de las costi • Pecten del pubis • D epresión de las oblicuo m en to inguinal, pero
llas inferiores costillas interno no se origina en el li
g am ento
Recto Cresta y sínfisis del pubis • Cartílagos de las cos • Com presión del ab Intercostales 6-
abd o m i tillas 5.a-7.a d om en 12
nal • Apófisis xifoides • Elevación del tórax
• Flexión de la colum
na
Cuadrado • Ligamento iliolumbar • 12.a costilla • Fijación de la última • T12
lumbar • Cresta ilíaca posterior • Puntas de las apófisis costilla • L1-L3
transversas de L1-4 • Flexión de la colum
na en el mismo lado
Ilíaco • Dos tercios superiores Con te n d ó n del psoas Flexión, y rotación la Femoral (L2-3)
de la fosa ilíaca m ayor in sertán d ose teral del muslo
• Labio interno de la cres en el trocánter menor
ta ilíaca
• Ligam ento sacroilíaco
anterior
• Base del sacro
Piramidal Pubis y ligamento púbico Línea alba Tensión de la línea T12
anterior alba
Cremáster • Músculo oblicuo Espina y cresta Ascensión Rama genital
interno del pubis del testículo del nervio ge
• Aponeurosis del nitofemoral
transverso abdom inal
358 M o d ificad o de Pan sk y B, y H o u se EL. Review o f Gross A n a to m y : A D y n a m ic A p p ro ach . M a cm illa n , N u e v a York, 1964, pág. 272; c o n a u to rizació n .
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Músculo oblicuo externo Borde lateral derecho El «anillo» inguinal superficial es una abertura tria n g u
del recto del abdomen la re n la aponeurosis oblicua externa localizada entre 1 cm
y 1,5 cm superior y lateralm ente a la espina del pubis. Esta
Anatomía quirúrgica
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Músculo oblicuo interno verso avanzan m edialm ente. Las más superiores se vuelven
El m úsculo o b lic u o inte rn o (Fig. 9.5) nace en parte de aponeuróticas bastante cerca de la línea m edia y, p o r ta n
la fascia to ra c o lu m b a r y la cresta ilíaca. Estas fibras se in to, p o ste rio rm e n te al recto a b d om inal. A la altura del o m
sertan en los rebordes inferiores de las tres o cuatro costi blig o , las fibras aponeuróticas em ergen en cierta m edida
llas inferiores. El más superior de estos haces musculares es lateralm ente al recto. Las fibras inferiores preservan el ca
esencialmente c o n tin u o a la capa muscular intercostal in rácter muscular hasta el borde lateral del anillo inguinal su
terna. Las fibras que em ergen de los dos tercios anteriores perficial.
de la cresta ilíaca discurren superior y m e d ia lm e n te (c o m o En la mayoría de los casos, el borde infe rio r arqueado
«manos en el bolsillo trasero»). Las fibras de o rigen más in del transverso se localiza a una altura levem ente superior al
ferior, que nacen de la fascia del iliopsoas, discurren casi a nillo inguinal p ro fu n d o y, p o r ta n to , no fo rm a parte del
h o rizontalm ente, o bien se curvan medial e inte riorm ente. revestimiento muscular del cordón espermático. En algunos
Las fibras más inferiores describen un arco sobre el co rd ó n casos, sin e m b a rg o , el transverso puede realizar una a p o r
espermático o lig a m e n to red o n d o , fo rm a n d o su capa cre- ta c ió n sustancial al m ú sc u lo c re m á s te r q u e re c u b re el
mastérica. c o rd ó n .
Sigue h a b ie n d o desacuerdo acerca de la relación del Por su naturaleza aponeurótica, las fibras de origen más
m úsculo o b licu o in te rn o con otras estructuras localizadas infe rio r del transverso a b d o m in a l co n trib u y e n a la fo rm a
en la región inguinal. M c V a y " considera que el origen del ción de la cintilla iliopúbica. Esta banda m uscu lo a p o n eu -
músculo es la fascia del músculo iliopsoas. Nosotros hemos rótica recibe una sustancia adicional de la fascia transver
observado este hecho en cadáveres recientes de individuos sal. C o m o puede observarse en el laparoscopio, la cintilla
delgados. Esta disposición puede apreciarse cuando el mús iliopúbica parece ta m b ié n recibir un a porte n o ta b le del te
culo oblicu o in te rn o puede separarse fá c ilm e n te del liga jid o conectivo extraperitoneal; este te jid o potencia aparen
m e n to inguinal e m p le a n d o un bisturí. Según McVay24'25, te m e n te la brillante reflectividad de la cintilla bajo ilu m in a
c o m o hemos m e n c io n a d o anterio rm e n te , n in g ú n m úscu ción laparoscópica.
lo nace del ligam ento inguinal o se inserta en él; se trata úni La cintilla iliopúbica suele presentarse diferenciada en
cam ente de inserciones fasciales. un p u n to varios centím etros medial a la espina ilíaca ante-
La te rm ina c ió n m edial del m úsculo o b lic u o in te rn o es rosuperior. Cerca de su origen, las fibras de la cintilla pare
ta m b ié n o b jeto de debate. M uchos cirujanos y anatom is cen divergir. Esta banda de fibras claram ente muscular se
tas concuerdan en que fo rm a parte de la lám ina rectal an arquea m ed ia lm e n te , pasando su p e rio rm e n te al anillo in-
terior. N o obstante, en ambos grupos de especialistas exis
te discrepancia acerca de la form ación del te n d ó n conjunto.
A bordarem os esta cuestión más adelante.
Nervio iliohipogástrico
Las fibras del m úsculo oblicu o interno no refuerzan sus
tancialm ente la porción inferior de la pared inguinal poste
rior, pues carecen de inserción ancha en el lig a m e n to de
C o o p e r33. La aponeurosis del o b licu o in te rn o está form ada
p or dos capas, a n te rio r y posterior. Estas capas se fusionan
y, ju n to con las otras dos aponeurosis bilaminares, c o n tri
buyen p rin c ip a lm e n te a c o n fo rm a r la lám ina a n terior de la
vaina del recto. En la línea alba se p roduce una decusación
de las fibras, que a pa rtir de este p u n to presentan c o n ti
nuidad con las aponeurosis contralaterales.
Las fibras más superiores del m úsculo transverso a b d o F ig u ra 9.5. Músculo oblicuo interno y su arco (se ha retira
m inal se entrem ezclan con las del diafragm a respiratorio. do la aponeurosis del externo oblicuo, sin retracción del cor
Desde sus diversos puntos de origen, las fibras del trans d ó n espermático). [sk4\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
guinal p ro fu n d o . Otras fibras, de naturaleza aponeurótica, que, en este sentido, el transverso abdo m in a l co n stituye la
discurren en p ro fu n d id a d al anillo inguinal p ro fu n d o y se capa más im p o rta n te de la pared a bdom inal. Si aceptamos
insertan en el lig a m e n to pectíneo de Cooper, c o n fo rm a n con Askar27 y Rizk28 que la aponeurosis de este m úsculo es
Anatomía quirúrgica
d o el borde medial del anillo fem oral. bilam inar, aceptam os ig u a lm e n te que ambas láminas (an
Conviene subrayar que una p orción más fina de la ban te rio r y posterior) se fusionan, o que existe cierta atenua
da a p o neurótica puede pasar s u p e rio rm e n te al anillo in ción de la capa posterior, c o m o ha descrito Rizk. El p ro p io
guinal pro fu n d o ; en tales casos, los bordes del anillo in g u i Rizk28 señala asim ism o que cada aponeurosis a b d o m in a l es
nal p ro fu n d o están fo rm a d o s , ta n to s u p e rio r c o m o bilaminar, y cada pared de la vaina rectal, trila m in ar (co m o
interiorm ente, por la cintilla iliopúbica. el contra ch a p ad o ).
El lig a m e n to inguinal no puede verse desde el interior Para un tra ta m ie n to más a m p lio del área co njunta (te n
de la cavidad a b d o m in a l, puesto q u e queda o c u lto p o r fi d ó n ) (F ig. 9.6), véase «Área co n ju n ta (te n d ó n )» más ade
bras musculares y aponeuróticas de los elem entos situados lante en este capítulo, en la sección «Anatomía q u irúrgica
a m ayor p ro fu n d id a d en la pared a b d o m in a l anterior; esto de la región ing u in o fe m o ra l» .
sucede ta m b ié n en la región del c o n d u c to fem oral, que es
la zona de «co n ta cto inferior» o inserción de los e lem en
tos aponeuróticos y fasciales en el lig a m e n to pectíneo m e Porción m edia
dial a la vena y arteria ilíacas externas. En localización jus
to distal a este p u n to , dich o s vasos sanguíneos, a q u í Músculos recto abd om inal y piram idal
renom brados vena y arteria femorales, acceden a la extre El recto es el músculo c a p ita l de la p ared
m idad inferior en el in te rio r de un c o n d u c to de te jid o co abdominal.
nectivo d e n o m in a d o vaina fem oral. Dr. O rnar A skar (co m un ica ción personal a
El c o n d u c to fem oral es un declive elipsoidal con fo rm a J. E. Skandalakis, 1990).
de e m b u d o medial a la vena ilíaca (fem o ra l) externa, a tra
vés del cual los vasos linfáticos de la p o rc ió n infe rio r del El m úsculo recto a b d o m in a l se inserta s u p e rio rm e n te
cuerpo penetran en la cavidad a b d o m in a l. El borde medial en los cartílagos costales q u in to , sexto y séptim o, y en la
del anillo fem oral, que co n stituye la entrada al co n d u c to apófisis xifoides. In te rio rm e n te se inserta en la cresta del
fem oral, está claram ente fo rm a d o p o r fibras aponeuróticas pubis, en el te jid o ligam entoso de la sínfisis púbica y en la
de la cintilla iliopúbica y la fascia transversal. Además, este rama superior del pubis. Es más ancho y más fin o superior
lím ite se ve reforzado más p ro fu n d a m e n te p o r la inserción mente.
de las fibras musculares del arco m uscular transverso, tras Cada m ú sculo recto es atravesado p o r tres líneas te n
pasar superio rm e n te al anillo inguinal p ro fu n d o . dinosas (las intersecciones o inscripciones te ndinosas) a
C uando la cintilla iliopúbica pasa bajo el anillo inguinal la altura de la apófisis xifoides, en el o m b lig o , y a m edia
profundo y frente a los vasos ilíacos externos, contribuye sus d istancia e n tre a m b o s p u n to s. Pueden darse una o dos
tancia lm e n te a la capa ante rio r de la vaina fem oral. Poste intersecciones fibrosas adicionales inferiores al o m b lig o .
riormente, esta vaina está formada por la fascia del iliopsoas, Estas bandas tendinosas irregulares, curvas o en zigzag, ha
con aportes más pro fu n d o s de la fascia del m úsculo pectí b itu a lm e n te están fijadas con firm eza a la lám ina a n te rio r
neo. de la vaina rectal. En ocasiones se insertan ta m b ié n en la
Las discrepancias respecto al origen del músculo oblicuo lám ina posterior, a u n q u e las fibras tendinosas no suelen
inte rn o en la región inguinal se e xtienden tam b ié n al m ús recorrer más de la m ita d del m úsculo. Los estudios de M i-
culo transverso abd o m in a l. De nuevo, estamos de acuerdo lloy y cois.34 dem uestran q u e el p a trón más frecuente p re
con McVay11 en que este m úsculo nace en la región in g u i senta tres in te rs e c c io n e s (5 8 % ) , y el s ig u ie n te , c u a tro
nal de la fascia del iliopsoas, y no en el lig a m e n to inguinal. (3 5 % ).
El arco transverso abdo m in a l es útil para la herniorrafia Algunos autores han conjeturado gue las intersecciones
inguinal. Esta estructura anatómica está form ada por el b o r tendinosas co rresp o n d e n a la se g m entación em brio n a ria
de inferior muscular y a p o n e u ró tico libre del músculo. M e original o a los tabiques que delimitan los m iotomas que fo r
dialm ente, sin em bargo, el arco es prin cip a lm e n te aponeu man el músculo. La prueba concluyente del origen de las
ró tic o . Hacia el a n illo in te rn o es ta n to m u s cu la r c o m o bandas sigue escapando a los investigadores. Es posible
a p o n e u ró tico . Cerca de él, el o b lic u o in te rn o es muscular, que las intersecciones fibrosas cu m p la n una fu n c ió n espe
y el transverso abdo m in a l apo n e u ró tico . El m úsculo trans cífica, en lugar de c o n s titu ir «restos» em brionarios. Estas
verso a bdom inal se inserta en el lig a m e n to de Cooper. Ade bandas fibrosas ligan firm e m e n te los músculos rectos a la
más, m e dialm ente, en la región ing uinal, todas las capas lámina anterior de la vaina rectal, así c o m o a la inserción su
aponeuróticas de los tres músculos planos son anteriores perior en la pared torácica semirrígida. De este m o d o , al
al m úsculo recto, y fo rm a n la lámina a n te rio r de la vaina. contraerse la porción supraum bilical del recto, esta porción
La inte g rid a d del músculo transverso abdo m in a l evita de la vaina rectal se tensa, c o n trib u y e n d o tal vez a m eca
la fo rm a c ió n de una hernia. C oin cid im o s con McVay11 en nismos fisiológicos respiratorios (o de o tro tip o ).
362
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Músculo piramidal
Sínfisis pubica
F ig u ra 9.6. «Área conjunta».
El m úsculo recto (Fig. 9.7 ) está re cubierto de una sóli se; así, el m úsculo recto a b d o m in a l m a n tie n e fijo el tóra x
da vaina fo rm a d a p o r las aponeurosis bilam inares de los para p e rm itir que los m úsculos e ste rnocleidom astoideos
tres músculos planos q u e dividen y rodean el m úsculo an fle x io n e n efica zm e n te el cuello. A u n q u e el recto es m u y
terio r y p osteriorm ente. C o m o se ha señalado, el espacio im p o rta n te en la flexió n del tro n co , no interviene apenas,
entre el m úsculo y la vaina p erm ite al m úsculo contraerse o en absoluto, en su rotación. Los músculos oblicuos par
librem ente sin apenas restricción, excepto en la porción su- ticipa n significativam ente en la flexió n del tro n co . El o b li
praum bilical. Desde el borde de la costilla hasta un p u n to cuo in te rn o es ta m b ié n m u y activo en el m a n te n im ie n to
a m edia distancia entre el o m b lig o y el pubis (línea sem i de la postura erecta del torso, mientras que los músculos
circular de Douglas), la vaina posterior está fo rm a d a p o r la ob lic u o exte rn o y recto perm anecen inactivos35.
lámina posterior de la aponeurosis del o b lic u o interno, la Los músculos o b licuo interno y transverso abdom inal se
aponeurosis del transverso a b d o m in a l y la fascia transver extienden superiorm ente sólo hasta el reborde costal, m ien
sal. In teriorm ente a esta altura, la pared posterior está fo r tras que el músculo recto pasa ventralm ente al reborde cos
mada solam ente por la fascia transversal, con aportaciones tal en su inserción superior. En esta región, p o r lo tanto, los
variables de bandas aponeuróticas del transverso a b d o m i cartílagos esternales y costales constituyen la pared poste
nal. Las arterias y venas epigástricas profundas recorren la rior de la vaina del recto. No existe la lámina aponeurótica.
cara posterior del m úsculo recto, de m o d o que, p o r deba En el cuarto inferior de la pared abd o m in a l, las ap o n e u
jo de la línea semicircular, están separadas del p e rito n e o rosis pasan a n te rio rm e n te al m úsculo recto, c o n fo rm a n d o
sólo por la fascia transversal. la lámina a n te rio r de la vaina del recto. La lám ina posterior
Los dos rectos están separados por la línea alba, una lí está fo rm ada aquí básicam ente sólo p o r la fascia transver
nea tendinosa en la que los tres músculos planos se fusio sal, ju n to con una cantidad m u y variable de haces aponeu-
nan y atraviesan la línea media en decusación. La decusa- róticos del transverso; esto perm ite el paso de los vasos san
ción de las fibras aponeuróticas pe rm ite que los músculos guíneos epigástricos inferiores que irrigan la vaina.
planos contralaterales sean co n tin u o s entre sí. Por e je m La línea sem icircular de Douglas marca el límite inferior
plo, las fibras aponeuróticas del músculo oblicuo externo en de la lám ina p o sterior aponeurótica. Esta concavidad de la
un lado son continuas con las del o b lic u o inte rn o del lado línea arqueada suele presentar una dirección descenden
o p u e s to 27,28; esta disposición es de e vidente im p o rta n c ia te, o bien descendente y lateral. Si el tránsito de la aponeu
para las propiedades contráctiles de la pared abd o m in a l. rosis a la fascia transversal es gradual, la línea aparece es
La línea alba es considerablem ente más ancha en su p o r casamente definida. Si el tránsito es abrupto, la línea aparece
ción superior al o m b lig o que en la inferior. Así, una in c i bien d elim itada.
sión en la línea m edia inferior al o m b lig o tenderá a atrave El m úsculo pira m ida l se adhiere a la cresta del pubis y
sar las láminas de la vaina rectal. los tejidos ligam entosos de la sínfisis, y se inserta en la lí
C u a n d o un in d iv id u o en posición supina com ienza a nea alba. La ausencia del m úsculo p ira m ida l a u n o o a m
elevar la cabeza, el músculo recto a b d o m in a l se pone en bos lados se da en el 1 0 % al 2 0% de los individuos36. Cuan
fu n c io n a m ie n to antes de que el tro n c o em piece a m o v e r d o el m úsculo está presente, su inserción en la línea alba
363
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Músculo recto
Fascia transversal
Peritoneo
Línea alba
M. o blicuo externo
Fascia trans.
Línea sem icircular (de Douglas)
Arteria y venas Peritoneo
Línea alba
A rteria y venas epigástricas
inferiores
M. o blicuo externo
M. oblicuo interno
es una referencia visual para una incisión precisa en la lí nal es la vertical en la línea media. La m enos destructiva es
nea m edia. la incisión subcostal.
Las arterias epigástricas superior e inferior irrigan el mús La investigación de Askar27 revela que la línea alba está
culo recto. Los vasos epigástricos superiores son ramas te r fo rm a d a p or la decusación de las fibras aponeuróticas de la
minales de la arteria torácica interna. Los vasos epigástricos vaina del recto. Según este autor, existe una única decusa
inferiores, de m a y o r tam año, nacen de los ilíacos externos. ción de las fibras de las láminas anterior y posterior de la vai
Las arterias serpentean p o ste riorm ente al músculo, p o r el na del recto en el 3 0 % de los casos. Una única decusación
in te rio r de su vaina. Los vasos epigástricos superiores e in de las láminas de la vaina a n te rio r del recto, y una trip le
feriores se unen en anastomosis a p ro x im a d a m e n te en el decusación de las láminas de la vaina posterior, se encuen
tercio m e d io del músculo. tran en el 1 0 % de los casos. En el 6 0 % se da una trip le de
El fe n ó m e n o más característico de las arterias epigástri cusación de las fibras aponeuróticas de las láminas an te rio r
cas superior e inferior tiene lugar cuando el músculo se c o n y posterior de la vaina del recto. Los ind iv id u o s p e rte n e
trae: los vasos epigástricos se deslizan con sus revestim ien cientes al g ru p o que presenta un ú n ic o cruce de fibras de
tos fasciales, lo que evita lesiones, hemorragias y la formación las láminas a n terior y posterior de la vaina del recto, p u e
de hem atom as en la vaina del recto. den ser más propensos a la hernia de la línea alba.
Dos venas, las venas satélites epigástricas superior e in La línea alba (Figs. 9.2, 9.3 y 9 .4 ) está bien fo rm a d a
ferior, a com pañan a cada arteria epigástrica. desde la apófisis xifoides del esternón hasta el o m b lig o . Sin
em b a rg o , in fe rio rm e n te al o m b lig o la fo rm a c ió n es m u y
Línea alba difusa y, en la mayoría de los casos, im p erceptible. Inferior
Rizk28 cree que la línea alba debería considerarse no ta n m ente, las fibras superficiales de la línea alba discurren an
to una inserción para los músculos abdom inales c o m o el teriores al recto para insertarse en la sínfisis pùbica. Las fi
área com ún de decusación de sus aponeurosis intermedias. bras profundas avanzan lateralm ente posteriores al recto
Según él, la incisión más destructiva en la pared a b d o m i para insertarse en la cara posterior de la cresta del pubis, fo r
364
booksmedicos.org
booksmedicos.org
cuente de hernia quirúrgica. Rath y cois.37 acom etieron un (arterias umbilicales obliteradas) y el uraco (c o n d u c to alan-
estudio de su m orfología y otros factores. Constataron que to id e o o b lite ra d o ) c o n trib u y e n a la fo rm a c ió n del anillo
los resultados m orfológicos perm itían defin ir la diástasis de u m b ilica l fib ro so . El lig a m e n to re d o n d o (vena u m b ilic a l
los músculos del recto de acuerdo con la edad del in d ivi ob literada) se o rigina en el borde infe rio r del anillo y pasa
duo. En aquellos menores de 45 años, se consideraba diás superio rm e n te al lig a m e n to falciform e. Según Orda y N a
tasis una separación superior a 10 m m entre los dos m úscu th a n ,38 el anillo u m bilical (Fig. 9 .1 0 ) y sus cuatro c o n d u c
los rectos superiores al o m b lig o , a 27 m m en el a n illo tos básicam ente sólidos (dos arterias um bilicales o b lite ra
umbilical, y a 9 m m inferiorm ente al o m b lig o . En los m ayo das, el uraco y el lig a m e n to re d o n d o ) se re lacionan del
res de 45 años, los valores correspondientes eran de 15 m m , siguiente m o d o :
27 m m y 14 m m , respectivamente. C itando directam ente • Ligam entos umbilicales:
de su descripción: «En el estudio b io m e cánico, la región - En el 7 4 % de los casos, el lig a m e n to cuadrado del hí
subumbilical presentaba un coeficiente de elasticidad supe g ado atraviesa el a n illo u m b ilica l, insertándose en su
rior al de la supraum bilical, si bien no se encontraron dife borde inferior.
rencias significativas de resistencia entre las distintas partes - En el 24% , el ligam ento cuadrado se bifurca e inserta en
estudiadas». el borde superior del anillo, fo rm a n d o un triá n g u lo . El
uraco se bifurca asimismo para fo rm a r un triá n g u lo li
Región um blilical
gado al b o rd e inferior del anillo. Es posible que la es
La mayoría de los manuales de anatom ía describen el tru ctu ra y fo rm a c ió n peculiares de estos triá n g u lo s in
o m b lig o en una o dos frases. D ebem os nuestro c o n o c i tervengan en la fo rm a c ió n de hernias supraumbilicales
m ie n to de la a n a to m ía del o m b lig o a O rda y N a th a n 38, e infraumbilicales.
quienes describieron con detalle las estructuras inte g ra n • Fascia um bilical:
tes y sus variaciones. - En el 36% de los individuos, un eng ra sa m ie n to locali
E m b riológicam ente, el o m b lig o (Figs. 9.8 y 9.9) es una zado de la fascia transversal en esta región, d e n o m in a
fusión en la línea media de los bordes aponeuróticos m e d o fascia um bilical, recubre el anillo u m bilical en su to
diales de ambas aponeurosis del recto abdom inal alrededor talidad. Este «amortiguador» fascial puede constituir una
del c o rd ó n u m bilical. La fusión puede producirse en to rn o protección frente a la form a ció n de hernias umbilicales.
a la décim a semana, una vez que el intestino m edio hernia - En el 38% de los individuos, la fascia um bilica l recubre
do se reubica en el in te rio r de la cavidad peritoneal. D u sólo la porción superior del anillo u m bilical.
rante el período de circulación fetal, pueden encontrarse - En el 6 % de los individuos, la fascia um bilica l recubre
en el o m b lig o las siguientes estructuras em briológicas: sólo la porción inferior del anillo u m bilical.
• Vena u m bilical izquierda.
• C o n d u c to vitelointestinal.
• Arteria y vena vitelinas.
• Uraco.
• Dos arterias umbilicales.
Las estructuras em brio ló g ica s que integran el co rd ó n
um bilical y el o m b lig o se m uestran en la Tabla 9.4.
Recuérdense las siguientes cuatro estructuras a n a tó m i
cas, que atraviesan el anillo um bilical en el recién nacido:
• Vena umbilical izquierda (ligam ento redondo del hígado).
• Uraco (lig a m e n to um bilical m edio).
• Dos arterias u m b ilica le s (lig a m e n to s u m b ilica le s m e
diales).
El o m b lig o se localiza en el centro de la región u m b ili
cal. A efectos prácticos, el o m b lig o es una cicatriz. N o es
idéntico en to d o s los individuos. Sus límites son la región
epigástrica superiorm ente, la región hipogástrica inferior-
mente, y las regiones lumbares derecha e izquierda lateral
mente.
El o m b lig o se ubica esencialmente en el p u n to m edio F ig u ra 9.8. Estructuras del cordón umbilical. V-I, vitelinoin-
vertical de la línea alba, señala el p u n to de unión entre el testinal. [b a l]
365
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Vena umbilical
Arterias umbilicales
Línea alba
Ligamento falciforme
Piel
Peritoneo
Tejido subcutáneo
y fascia transversal
Piel
Grasa
Peritoneo
Grasa
Línea alba
Fascia transversal
Peritoneo
Ligamento
Fascia Ligamentos redondo
umbilical medio
umbilical y falciforme
F ig u ra 9 .9 . A, Cara posterior de la pared abdom inal anterior en u n neonato, vista desde el interior del abdom en; el cordón
umbilical sigue inserto. B, Diagrama de sección sagital del ombligo norm al que muestra la relación del anillo umbilical con la
linea alba, el ligamento redondo, el ligam ento umbilical medio (uraco) y las fascias umbilical y transversal. Nótese la ausencia
de grasa subcutánea superior al anillo umbilical. C, Diagrama de sección sagital de u n a hernia umbilical pequeña; el saco her-
niario está recubierto solamente de piel. [sl<12]
C onducto umbilical (conduc Ausente o residual Ausente Divertículo de Meckel, o seno o fís
to vitelino) tula umbilical
Celoma extraembrionario Ausente N inguno
Intestino herniado Reubicado en el abdom en Reubicado en el abdom en Defecto de reubicación: onfalocele
Arterias vitelinas Ausentes Arterias m esentéricas su p e
riores e inferiores y celíacas
Venas vitelinas Ausentes Parte de la vena portal
Atlantoides Ausente o residual Uraco (ligamento umbilical Uraco persistente; descenso defec
medio) tuoso de la vejiga
Arterias umbilicales Ambas presentes Ligamentos umbilicales m e Una sola arteria umbilical (1%)
diales
Venas umbilicales Vena izquierda p resente Ligamento redondo en el li
ú n icam ente g am ento falciforme
M esénquima indiferenciado Tejido conectivo em briona N inguno
rio en el cordón
Fuente: Sk an d alak is LJ, G a d ac zT R , M a n s b e r g e r ARJr, M itch ell W E Jr, C o lb o r n GL y S k an d alak is JE: M o d e r n H e rn ia Repair: T h e E m b ry o log ical
a n d A n ato m ic a l Basis o f Surgery. N u ev a York: P a r t h e n o n , 1996, pág. 6; c o n a u to riz a c ió n .
A lgunos anatom istas consideran que la fascia transver culo peritoneal, se relaciona e m b rio ló g ica m e n te con el ani
sal es una capa lam inada de te jid o localizada entre el pe llo inguinal p ro fu n d o (para más detalles, véase el ca pítulo
rito n e o y la pared posterior del m úsculo transverso a b d o d ed ica d o al perito n e o ).
m in a l a n te r io rm e n te . Su c o n tin u a c ió n a s c e n d e n te se En la Tabla 9.5 se presentan algunas comparaciones e n
mezcla con la fascia diafra g m á tica inferior. Inferio rm e n te , tre las estructuras de los tres cuartos superiores de la pa
es continua con las fascias ilíacas y pélvicas, y a diversos en red a b d o m in a l y las del cu arto inferior.
grasam ientos de la región In g u in o fe m o ra l, d o n d e se cree
que se d ivid e en las láminas a n te rio r y posterior. En la p o r Irrigación sanguínea de la pared
ción de su tra ye cto p o sterior hacia la pared lu m b a r poste
abdominal anterior
rior, se fusiona con la lám ina a n te rio r de la fascia tora co -
lum bar. Si no han existido laparotomías previas, la irrigación de
Una pared p o s te rio r anóm ala, e n c o n tra d a en el 2 3 % la pared ab d o m in a l no plantea problem a alguno. Si existen
al 2 5 % d e los pacientes, carece de so p o rte de la a p o n e u cicatrices, el cirujano debería conocer bien los detalles del
rosis del m ú scu lo transverso a b d o m in a l39. La fascia tra n s a porte sanguíneo para evitar una necrosis p o r isquem ia en
versal, p o r lo ta n to , es la única e structura a n a tó m ic a que determ inadas áreas; si es posible, el cirujano debería p ro
c o n trib u y e a la c o n tin u id a d del su e lo 39. La d e b ilid a d es ceder; p or la cicatriz existente. Si se somete a múltiples o p e
tructural puede producirse cuando el arco se encuentra en raciones, la pared a b d o m in a l puede llegar a un estado de
una posición elevada, o c u a n d o éste in te g ra escasamen d e b ilidad q u e dé lugar a hernia aguda y dehiscencia o a
te las paredes posteriores y el suelo (Fig. 9 .11). En unos eventración; éstas derivan de una mala técnica quirú rg ica
pocos pacientes, los pilares de la fascia transversal p u e o de la afectación del aporte vascular a la pared.
den ser difíciles de localizar, d e b id o a su subdesarrollo. A
falta de datos estadísticos, sólo p o d e m o s p ro p o n e r que Arterias
se trata de una anomalía o variación congènita. Los tejidos superficiales de la pared a b d o m in a l antera-
lateral infe rio r son irrigados p or tres ramas de la arteria fe
Peritoneo m oral. Estas ramas, de lateral a medial, son la arteria ilíaca
El p e rito n e o es la capa más inte rio r de la pared a b d o circunfleja superficial (Fig. 9.12), la arteria epigástrica super
minal anterior, lateral y posteriorm ente. Presenta una cone ficial y la arteria p u d e n d a externa superficial. Algunas ra
xión laxa con la fascia transversal en la mayoría de las re mas de estas arterias discurren hacia el o m b lig o en los te
giones, excepto en el anillo interno, d o n d e la unión es más jidos conectivos subcutáneos.
resistente. Tam bién puede fusionarse con considerable in La arteria epigástrica superficial presenta anastomosis
tensidad con la lám ina posterior de la vaina del recto, ha con la arteria contralateral, y las tres arterias con las arterias
ciendo difícil su separación. El proceso vaginal, un divertí- profundas. Desde su origen en la arteria fem oral, la arteria
367
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
LUM
F ig u ra 9 .1 0 . Variaciones en el anillo y la fascia umbilicales vistos desde la cara posterior (peritoneal) de la pared corporal. A-C,
Variaciones en la disposición de los ligamentos umbilicales. Las flechas indican: A, Relaciones habituales (74%) del anillo umbili
cal (AU), el ligamento redondo (LR), el uraco (U) y los ligamentos umbilicales mediales (LUM). El ligamento redondo atraviesa el
anillo umbilical para insertarse en su borde inferior. B, Configuración menos co m ún (24%). El ligamento redondo se bifurca e in
serta en el borde superior del anillo umbilical. C, Configuración rara (menos del 1%). El ligamento redondo se ramifica antes de
llegar al anillo umbilical. Cada rama avanza con el ligamento umbilical medial sin insertarse en el anillo umbilical. D-G, Variacio
nes en la presencia y forma de inserción de la fascia umbilical. D, La fascia transversal engrosada forma la fascia umbilical que re
cubre el anillo umbilical (36%). Las flechas indican: E, La fascia umbilical reviste sólo la porción superior del anillo umbilical (38%).
F, La fascia umbilical reviste sólo la porción inferior del anillo umbilical (6%). G, Aunque presente, la fascia umbilical no subyace
al anillo umbilical (4%). (No mostrado en la figura: La fascia umbilical está com pletamente ausente en el 16% de los casos). [or3\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
T a b la 9 .5
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Venas
F ig u ra 9 .1 3 . Vasos que irrigan la pared abdom inal anterior. Las venas acom pañan a las arterias.
EOP, perforantes del oblicuo externo; SCI, arteria ilíaca circun En este m ism o capítulo, en «Irrigación de la región in
fleja superficial; SE, arteria epigástrica superior; DC1, arteria guinal», se ofrece más info rm a ció n acerca de la circulación
ilíaca circunfleja profunda; IE, arteria epigástrica inferior pro a b d o m in a l anterior.
funda; SIEA, arteria epigástrica inferior superficial. [he4]
Drenado linfático de la pared
abdom inal anterior
El d re nado linfático de la piel de la pared abdo m in a l an
terior se presenta en la Figura 9.15. El sistema linfático pue-
I de dividirse en las redes supraumbilical e infraumbilical, con
F ig u r a 9 .1 4 . Zonas principales de
los vasos que irrigan la pared ab d o
minal anterior. Arriba, izquierda: Zona
cutánea de la arteria epigástrica infe
rior superficial (SIEA). Arriba, derecha:
Zona cutánea de los vasos perforan
Zona cutánea del sistema ilíaco Zona cutánea del
tes del oblicuo externo (EOP). Centro:
circunflejo superficial (SCI) sistema ilíaco circunfle
Zona cutánea del sistema epigástrico
jo profundo (DCI)
profundo. Abajo, izquierda: Zona cu
tánea del sistema ilíaco circunflejo
superficial (SCI). Abajo, derecha: Zona
cutánea del sistema ilíaco circunflejo
profundo (DCI). [he4]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
D re n a d o D re n a d o
p r o fu n d o s u p e rfic ia l
Ganglios linfáticos
supraclavlculares
Ganglios linfáticos mamarios internos
Ganglios linfáticos
infraclaviculares
Ganglios
Ganglios linfáticos linfáticos axilares
del hilio hepático
Ganglios
linfáticos pectorales
Ganglios linfáticos
subescapulares
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
t
Anatomía quirúrgica
fascia transversal — la cintilla ilio p ú b ic a — que no siem • Superior: C intilla iliopúbica (q u e se inserta en el lig a m e n
pre es m u y apon e u ró tico . to de C ooper).
El a n illo ing u in a l in te rn o es una a bertura en la fascia • Inferior: Borde estratificado del lig a m e n to inguinal.
transversal co rrespondiente al p u n to m edio del lig a m e n to • Lateral: Pared m edial de la vaina fem oral.
inguinal (véase la sección sobre la acción del esfínter en la • Medial: L ig a m ento de G im bernat.
fisiología del c o n d u c to ing uinal). • «Suelo»: L ig a m ento de G im bernat.
El c o n d u c to in g u in a l co n tie n e , en el h o m b re , el c o r W antz54 señaló que Fruchaud55 no caracterizaba las h er
d ó n esperm ático y, en la mujer, el lig a m e n to re d o n d o del nias p o r su presentación clínica; antes bien, consideraba
útero. que todas las hernias inguinales se orig in a n en la ingle, en
La pared a n terior del c o n d u c to inguinal (Fig. 9 .2 0 ) está un área que d e n o m in ó orificio m io p e ctín e o (Fig. 9.23B).
fo rm a d a p o r la aponeurosis del m úsculo oblicu o e xte rn o y
parte del músculo oblicu o interno más lateralmente. C om o
p u n to de referencia, el m úsculo o b lic u o inte rn o en la re
g ió n inguinal es muscular, no apon e u ró tico . La pared su
p e rior («techo») del c o n d u c to inguinal está fo rm a d a p or
los bordes inferiores arqueados de los músculos oblicu o in
te rn o y transverso a b d o m in a l y sus aponeurosis. La pared
in fe rio r del co n d u c to in g u in a l está fo rm a d a p o r los liga
m entos inguinal y lagunar.
La pared posterior (Figs. 9.2 0 y 9.21) está form ada p rin
c ip a lm e n te p o r la fu sió n de la aponeurosis del m úscu lo
transverso a b d o m in a l y la fascia transversal en tres cuartas
partes de los individuos, y sólo p o r la fascia transversal en
el cuarto restante52.
Tanto desde un p u n to de vista a n a tó m ic o c o m o q u i
rú rg ic o , la pared p o s te rio r («suelo») es la pared más
im p o rta n te del c o n d u c to inguinal. M ed ia lm e n te , la pared
po sterior está reforzada p or la aponeurosis del o b licu o in
terno.
Según M a d d e n 53, la «fosa piriform e» fo rm a parte de la
pared poste rio r («suelo») del c o n d u c to inguinal; esta re
g ió n es un espacio sem iovoide relleno de te jid o fibro a d i-
poso, localizado en la porción medial del suelo. La fosa p i F ig u ra 9 .1 8 . Representación m uy esquemática del anillo in
riform e presenta los siguientes límites53 (Figs. 9.22 y 9.23A): guinal externo. [s k l3 ]
374
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Engrasamiento de la dam ente a las fascias de Camper y Scarpa. Los com po
fascia transversal
nentes del cordón se enumeran en la Tabla 9.6. El núm e
ro clave a recordar es «tres»: tres capas de fascia, tres a r
terías, tres venas; también numerosos vasos linfáticos y un
conducto.
F as cia s u p e rfic ia l
booksmedicos.org
booksmedicos.org
> Skandalakis
Fascia transversal
Anatomía quirúrgica
Fascia transversal
Ligamento inguinal
Ligamento inguinal
femoral
Cordón espermático
Anillo interno
Fascia transversal
Conducto deferente
Hernia inguinal
directa Gran vena
safena
Ligamento inguinal
lÌ
lagunar
Sínfisis pùbica
B
F ig u ra 9 .2 1 . A, Anatomía norm al de la pared posterior del conducto inguinal. Círculo inserto: Vaina femoral y su contenido.
B, Hernia inguinal directa. Obsérvese la cintilla iliopúbica. [s.k9]
ción de fascia de Colles (Figs. 9.24, 9.25 y 9.26). Se inser sando anterosuperiorm ente alrededor de los genitales has
ta lateralm ente en las ramas isquiopúbicas y, p o steriorm en ta alcanzar la pared a b d o m in a l anterior.
te, en la base del diafragm a urogenital. Así, el espacio lla
m a d o h e n d id u ra perineal superficial (Figs. 9 .2 4 y 9 .2 5 ) F as cia p ro fu n d a
queda lim ita d o posterior y lateralm ente. Esta h e n d id u ra li
m ita en p ro fu n d id a d con la fascia muscular (de Gallaudet) La fascia muscular p ro fu n d a de la pared anterior (c o n o
del fo n d o de saco perineal superficial. La extravasación de cida c o m o fascia in n o m in a d a o de G allaudet) (Figs. 9.24,
líquido en esta área se p roduce en dirección anterior, pa 9.25 y 9.26) contin ú a sobre el cuerpo del pene o el clíto-
376
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Fosa piriforme
F ig u ra 9 .2 3 .
A, Pared posterior («suelo») y fosa piriforme (flecha) del conducto inguinal. En esta ilustración, se ha reconstrui
do la fascia de la pared posterior suturando el segmento superior al inferior (cintilla iliopúbica). B, Vista anterior del orificio mio-
pectíneo de Fruchaud. [ma2]
377
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
\
Vaina rectal (línea alba)
Anatomía quirúrgica
L ig a m en to fu n d ifo rm e
L ig a m en to suspensorio
Fascia de Colies
F ig u ra 9 .2 4 . Fascia superficial (dartos): compuesta por la fascia de Scarpa (membranosa) y músculo, y por la fascia de Cam-
per, que es adiposa. La fascia de Gallaudet es la co ntinuación de la fascia de Buck.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
\
Fascia de Scarpa Músculo recto abdom inal
Cuerpo esponjoso
Hendidura superficial
Fascia de Gallaudet
(fascia perineal externa)
Fascia de Camper
F ig u ra 9 .2 5 . Fascias superficial y profunda del pene. Obsérvese la contin u id ad entre los elem entos de la fascia superficial (que
form an la fascia superficial del pene), así com o la continuidad de la fascia de Gallaudet de la pared abdom inal con la fascia p ro
funda (de Buck) del pene. Se muestra asimismo la h en didura entre la fascia superficial (de Colles) del periné y la fascia p ro fu n
da (de Gallaudet) del periné.
co rd ó n esperm ático o el lig a m e n to red o n d o . La fascia in y de nuevo en 1 9 8 5 65, los autores de N óm in a anatóm ica
n om inada que reviste el m úsculo oblicuo externo continúa ad m itie ro n que el uso m édico sancionaba «tendón c o n ju n
interiorm ente para fo rm a r la fascia espermática externa del to» antes que «hoz inguinal». Acordaron que «te n d ó n c o n
cord ó n espermático. ju n tiv o » podía considerarse una «alternativa oficial».
El te n d ó n co n ju n to es, p o r definición, la fusión de fibras
Á re a c o n ju n ta (te n d ó n ) inferiores de la aponeurosis del o b licu o in te rn o con fibras
similares de la aponeurosis del transverso a b d o m in a l en su
El té r m in o « te n d ó n c o n ju n to » está eclipsado p o r los inserción en la espina y la rama superior del pubis.
n om bres de las estructuras reales o im aginarias de la re Esta descripción es sencilla y clara. El problem a reside en
g ión ingu in a l. Si se consulta un diccionario m édico, puede que la config u ra ció n anatóm ica así descrita se encuentra
constatarse que los anatomistas decidieron en 18 9 5 60 que m u y rara vez. H ollinshead58 calcula su presencia en sólo el
debía llamarse «hoz inguinal»; cuando se to m ó esta deci 5 % de los casos; C o n d o n 66 a d m ite hasta un 3%; McVay61
sión, la a n atom ía ing u in a l se encon tra b a aún en fase de piensa que sólo se da secundaria a disección.
desarrollo. Con to d o , los cirujanos y anatomistas seguimos actuan
En to rn o a 1900, el té rm in o tendón c o n ju n to apareció d o c o m o si la presencia del te n d ó n c o n ju n to fuera h a b i
en la bibliografía61; no se ha determ inado cuándo se em pleó tual. Skandalakis y cois.52 revisaron 100 estudios de her-
por prim era vez. Aparece en la edición de Gerrish de Text- n io rra fia (in c lu y e n d o siete casos p ro p io s ) en los q u e se
book o f A natom y by American Authors62. En 1 9 5 0 63, 19 6 0 64, afirm ab a so le m n e m e n te q u e «se ha s u tu ra d o el te n d ó n
379
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Pared abdominal
Anatomía quirúrgica
co n ju n to al borde estratificado del ligam ento inguinal» o «al • El té rm in o «área conjunta» puede aplicarse correctam en
lig a m e n to de Cooper». te a la región que contiene el lig a m e n to de Henle, la apo
Para una herniorrafia inguinal, se usan en el q u iró fa n o neurosis del transverso a b d o m in a l, las fibras inferomedia-
la aponeurosis del transverso abd o m in a l, la fascia transver les del m ú s c u lo o b lic u o in te rn o o su apon e u ro sis, el
sal y el b o rde lateral de la vaina del recto. O ca sionalm en lig a m e n to inguinal pleg a d o y el borde lateral de la vaina
te, se em plean el m úsculo o b lic u o interno, la aponeurosis del recto.
del ob licu o interno, la hoz inguinal (en su sentido original),
el lig a m e n to inte rfo ve o la r o el lig a m e n to inguinal plega
do. N in g u n a de estas estructuras es «conjunta», pero exis
te una tendencia entre los cirujanos a em plear este té rm i
no para c u a lq u ie r masa de fascia o a p o n e u ro sis de los
músculos o b licu o in te rn o y transverso a b d o m in a l.
Puesto que en esta región se encuentran yuxtapuestas
diversas estructuras y el té rm in o «conjunto» está m u y ex
te n d id o , Gray y Skandalakis67 propusieron que el área del
te n d ó n c o n ju n to debería renombrarse co m o «área co n ju n
ta» (véase Fig. 9.6). Esta área puede identificarla fá c ilm e n
te el ciru ja n o in e x p e rim e n ta d o que sabe que ocasional
m e n te es tendinosa; d ich o de o tro m o d o , se trata del área Ligamento
en la que se localizaría el ten d ó n conjunto, si existiese. Cree Músculo ot licuó Aponeurosis del
mos que nuestra sugerencia se ajusta ta n to al m ito co m o oblicuo externo
Nervio ilioinguinal
a la realidad. Aponeurosis
Músculo
Hemos tratado de evitar esta controversia, pero los m u del transverso
Cordón abdominal
chos años de enseñanza de la anatom ía y práctica q u irú r
gica nos exigen adoptar una postura, basada en las siguien
tes afirmaciones:
• «El te n d ó n c o n ju n to no existe.» (M cVay)61.
• «La d istin ció n entre hoz inguinal y te n d ó n c o n ju n to es F ig u ra 9 .2 7 . Se ha practicado una incisión en la ap o n eu ro
de gran sutileza ana tó m ica , pero hemos de re conocer sis del oblicuo externo, con retracción superior y medial. Se
que tiene escasa relevancia práctica en el quiró fa n o , su ha movilizado y retraído el cordón espermático en el conduc
p o n ie n d o que se entienda tal distinción.» (C o n d o n )66. to inguinal. [s£4]
380
booksmedicos.org
booksmedicos.org
F ig u ra 9 .2 8 . Ligamento inguinal, ligam ento lagunar (de Gimbernat), ligam ento pectíneo (de Cooper), com p artim en to n eu
romuscular, com partim ento vascular, co m partim ento del conducto femoral. [s k l2 ]
381
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
riostio de la rama superior del pubis, firm e m e n te reforza Está reforzado p o r las fibras plegadas p o ste rio rm e n te de la
do p o r la fascia e n d o a b d o m in a l (fascia transversal), y ta m cintilla iliopúbica de la fascia transversal.
bién p o r la aponeurosis del transverso a b d o m in a l y la cin- M a d d e n 53 describe el ligam ento de Cooper co m o una lí
Anatomía quirúrgica
una extensión lateral de ias fibras inferiores del ligam ento • La cintilla iliopúbica se inserta superio rm e n te en el liga
lagunar a lo largo de 3 cm p or la cresta pectínea del pubis. m e n to de Cooper.
382
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Fascia transversal verso) a m edida que se apro xim a a la vaina del recto (véa
se Fig. 9.1). Cerca del anillo interno, está recu b ie rto p o r el
arco m u c h o más m u scu la r del m ú scu lo o b lic u o in te rn o
(véase Fig. 9.5), si bien aparece raras veces revestido en la
po rció n medial infe rio r de la región inguinal. Recuérdese
que, en la región del c o n d u c to inguinal, el o b lic u o inte rn o
es muscular. El transverso a b d o m in a l es a p o n e u ró tic o .
Fascia transversal
Cintilla
iliopùbica
Aponeurosis
pectínea
Cresta
pectínea
pectíneo
Músculo pectíneo
F ig u ra 9.3 0 . Inserción de la cintilla iliopúbica en el ligamen F ig u r a 9 .3 1 . El ligamento lagunar (de Gimbernat) recubre
to de Cooper y posible origen de la aponeurosis pectínea (muy parcialmente la aponeurosis pectínea (muy esq uem áticam en
esquemáticamente). [co5] te). [co5]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
El lig a m e n to Inguinal p le g a d o se c o m p o n e de fibras estar fa m iliarizado con la anatom ía topográfica, te ner pre
aponeuróticas del pilar infe rio r del anillo inguinal externo sente la fisiología quirú rg ica , y estar seguro de la técnica
que se extienden hasta la línea alba. Los anatom istas fra n de acceso a los pilares.
ceses lo d e n o m in a n pilar posterior.
Pilares de la fascia transversal
Cintillo iliopúbica
Los pilares de la fascia transversal son un e ngrasam ien
A le xander T h o m s o n d escribió la c in tilla ilio pú b ica to de esta fascia. Forman un anillo in c o m p le to con form a
en 183680. Algunos historiadores creen que Hasselbach81 pro de «V» o «U» invertida en el anillo inguinal p ro fu n d o (véa
porcionó una descripción ya en 1814. La cintilla se conoce se Fig. 9.19). Los pilares son dos. El largo pilar a n te rio r (su
po r diversos nombres: ligam ento de T hom son, arco crural perior) se inserta en el m úsculo transverso a b d o m ina l o en
profundo, arco femoral profundo, vaina femoral anterior y (en su aponeurosis. El co rto pilar posterior (inferior) se inserta
francés) bandelette iliopubienne [cintilla Iliopúbica]. en la cintilla iliopúbica.
La c in tilla ilio p ú b ic a es una ban d a a p o n e u ró tic a
que nace p ró xim a a la espina ilíaca anterosuperior. Se ex Recordar:
tiende m e dialm ente para insertarse en el lig a m e n to de Co- Los vasos sanguíneos del crem áster (Figs. 9.32 y 9.33)
oper. Forma el borde infe rio r de la capa m usculoaponeu- y la rama genital del nervio g e n itofem oral se localizan m uy
rótica p ro fu n d a , in te g ra d a p o r el m ú s c u lo transverso cerca de la cintilla iliopúbica, en la pared posterior del ca
abd o m in a l y su aponeurosis y la fascia transversal (véanse nal inguinal.
Figs. 9.21 A y B). Según C o n d o n 82, la cintilla iliopúbica es visible a lo lar
Lateralmente, la cintilla se inserta en las fascias del ilía go del borde infe rio r del anillo inguinal p ro fu n d o , si bien
co y el psoas. C on tin ú a más lateralm ente a la espina ilíaca está parcialm ente recubierta p o r el lig a m e n to inguinal.
anterosuperior. Discurre m e d ia lm e n te para fo rm a r el b o r Para m ostrar la cintilla iliopúbica a nuestros estudian
de infe rio r del a nillo inguinal inte rn o . Junto con la fascia tes, señalamos las siguientes regiones (Fig. 9.32):
transversal, la cintilla cruza los vasos fem orales para fo rm a r
• Proximal: En el b o rd e infe rio r del anillo inguinal p ro fu n
el borde anterior de la vaina fem oral. La cintilla se curva en
do, se eleva el lig a m e n to inguinal, se lim pia el te jid o lo
to rn o a la cara medial de la vaina fem oral para insertarse en
calizado inferior y p o ste riorm ente, y se agarra el área de
el lig a m e n to pectíneo. C on fo rm a el borde medial del ani
co lo r plateado con un hem ostato. Éste es el origen q u i
llo fem oral y el c o n d u c to fem oral. Su borde inferior se une
rú rgico de la cintilla iliopúbica.
al borde inferior del lig a m e n to inguinal a lo largo de una
• Distal: Tras lim p ia r la fosa p iriform e, los tejidos supraya-
línea de fusión de densidad variable en la región del c o n
centes se agarran con o tro hem ostato. Éste es el té rm in o
d u c to inguinal.
q u irú rg ic o de la cintilla iliopúbica. El m o v im ie n to de un
C o n d o n 66 e n c o n tró la presencia de la c in tilla ilio p ú b i-
h e m ostato generará el m o v im ie n to del otro.
ca en el 9 8 % de sus disecciones. Señaló que se ha c o n fu n • Medial: Una cuidadosa separación y elevación de la fu
d id o a m e n u d o con el lig a m e n to in g u in a l, el cual, a u n
sión entre el lig a m e n to inguinal y los tejidos localizados
q u e cercano, pertenece a la capa m u scu lo a p o n e u ró tica inferior y poste rio rm e n te revelará un eng ra sa m ie n to de
superficia l. La c in tilla ilio p ú b ic a fo rm a p a rte de la capa
la fascia transversal. Ésta es la cintilla iliopúbica.
p ro fu n d a .
El borde estratificado del lig a m e n to inguinal tiene una Arco iliopectíneo
localización ante rio r al arco ilio púbico; po r lo ta n to , puede
visualizarse el arco ilio pú b ico m ed ia n te una disección an El arco iliopectíneo es una banda de fascia y fibras apo
te rio r especial. Con el c o rd ó n esperm ático elevado, pue neuróticas que marca la inserción de la aponeurosis
de, en cierta m edida verse la inserción m u tu a del borde es del o b licu o externo en las fascias de los músculos ilíaco y
tratificado del o blicuo externo y la cintilla iliopúbica, o bien psoas. Se inserta lateralmente en la espina ilíaca anterosupe
su co n tin u id a d . rior y m edialm ente en la eminencia iliopúbica (iliopectínea).
C o m o se ha señalado ante rio rm e n te , M a d d e n 53 asume El arco iliopectíneo (Fig. 9 .34) divid e el espacio bajo el
que la cintilla iliopúbica es el segm ento inferior de la pared lig a m e n to inguinal en dos espacios separados: la laguna
posterior del c o n d u c to inguinal. Dejó escrito que la clave m uscular del m úsculo iliopsoas lateralm ente, y la laguna
para c o m p re n d e r la cintilla iliopúbica está en la fosa piri vascular de los vasos ilíacos externos m e d ia lm e n te . En la
form e, cuyos límites se han descrito previam ente en la sec región de la em inencia iliopectínea, la banda fascial se ve
ción titulada «Anatomía del c o n d u c to inguinal del adulto». reforzada por las profusas aportaciones de la fascia del mús
La cintilla iliopúbica, p o r ta n to , está im plicada inferior- culo pectíneo y otras estructuras, c o n fo rm a n d o un c o m -
384
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aponeurosis del
oblicuo externo
Arco del músculo
oblicuo interno
Cordón espermático
Área conjunta
Aponeurosis del
Terminación quirúrgica
oblicuo externo
de la cintilla iliopùbica (distai)
Ligamento lagunar
F ig u ra 9 .32. Cintilla iliopubica y relaciones con la rama genital del nervio genitofemoral. [co5]
piejo fascial d e n o m in a d o fascia ¡llopectínea. El cirujano no La inserción de las fibras del lig a m e n to inguinal.
emplea nunca directam ente esta fascia, pero es una im p o r El o rigen de parte del m úsculo o b lic u o interno.
tante u nión c o m ú n a muchas estructuras inguinales late El o rigen de parte del m úsculo a b d o m in a l transversal.
rales. Estas estructuras son: Parte de la inserción lateral de la cintilla ilio pú b ica . For
ma p arte asim ism o de la pared lateral de la vaina fe m o
• La inserción de las fibras de la aponeurosis del oblicuo ex
ral.
terno.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
A Arteria
epigástrica
inferior Saco hemiario con intestino
Ligamento inguin„.
F igu ra 9 .3 6 . Las capas de la pared abdom inal en la región inguinal se m uestran en B y D. Se muestra asimismo el trayecto de
la hernia inguinal indirecta. Las líneas discontinuas indican los pu n to s de incisión. A y B, Encarcelación en el anillo externo.
C y D, Encarcelación en el anillo interno. E, Hernia inguinal lateral inusual. Puede producirse la hernia a través de fibras del
músculo oblicuo interno, superior y lateralm ente al anillo inguinal interno, [ski 1]
suele pasar desapercibido en las descripciones convencio cos inferiores, señala, están desprovistos de revestimiento
nales de la anatom ía de la región inguinal en el contexto seroso, siendo accesibles para una ligadura sin necesidad
de la herniorrafia inguinal. La m ayor parte de esta arteria de separar el peritoneo.
es subyacente a la cintilla iliopúbica, y es atravesada por Presumimos que el espacio extraperitoneal descrito p o r
varios nervios de importancia. Bogros, en el cual pueden ligarse y sujetarse los vasos ilía
Bogros menciona el espacio extraperitoneal localizado cos externos y epigástricos inferiores, es la extensión con
interiormente en la cavidad abdominal, donde el perito ju n ta del espacio que hoy se denom ina «espacio de Bo
neo forma un pliegue desde la pared abdom inal anterior gros». Como ha a p u n ta d o el Dr. Bendavid, el espacio
hacia la fosa ilíaca. Allí, en un espado de unos 12 m m a preperitoneal de Bogros continúa con el espacio retropúbi-
14 m m de anchura, los vasos ilíacos externos y epigástri co de Retzius, y se accede a él en las herniorrafias externas
388
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Vena ilíaca
circunfleja
profunda
inferio r
Vena iliopùbica
F ig u r a 9 .3 8 . V asculatura ing u in al
profunda en el espacio de Bogros. [bel]
una arteria obturatriz aberrante. En una herniorrafia, a l das a la región inguinal, serían inaceptables p ara muchos
gunos autores recomiendan la escisión del ligam ento de investigadores contemporáneos. Entre otras cosas, consi
Gimbernat (ligam ento lagunar), pero esto puede lesionar deraba que la fascia lata del muslo da origen a la fascia que
la arteria obturatriz aberrante («el enemigo inferior»), p ro recubre la cavidad abdom inal y las paredes del abdomen
duciendo una hernia o una hemorragia abundante. externamente, lo cual es como decir que las manos y los
Al pensar en el llam ado «ligamento de Gimbernat», dedos son extensiones y derivados del pulgar.
suele asumirse que se trata de la porción lagunar del liga
mento inguinal, el cual, tras su inserción en la espina del
pubis, se inserta a lo largo del ligamento pectíneo de Coo-
per. Resulta interesante señalar que Bogros se refiere a la
fascia transversal y a la aponeurosis del transverso (¿el ex
tremo medial de la cintillo iliopúbica?) como ligamento de
Gimbernat, evidentemente en consonancia con la termino
logía acepada en la época.
La descripción del origen, trayecto y relaciones de los va
sos ilíacos externos y comunes es clara e interesante. Bo
gros observa que puede trazarse una línea comenzando
más o menos a 1 cm por debajo del ombligo en la línea me
dia, hasta el p u nto medio del ligamento inguinal, definien
do así la posición subyacente de la artería ilíaca y su dis
p o n ib ilid a d p a ra la palpación. Asimismo, señala que el
nervio femoral parte de la depresión existente entre el psoas
y el ilíaco, lateral a la arteria ilíaca externa, a cierta dis
tancia cranealmente del ligamento inguinal. Ésta es una ob
servación im portante actualmente, debido a la frecuente
colocación de grapas lateralmente al anillo inguinal inter
no en la herniorrafia laparoscópica.
Algunas de las explicaciones sobre las disposiciones fas- F ig u r a 9 .3 9 . A-D, Variaciones en la vasculatura del sistema
cíales presentadas p o r Bogros, particularmente las referi venoso inguinal profundo, [bel]
390
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Por supuesto, el principal objetivo de la tesis es elabo pas fijas de las ocho del escroto51. La tú n ic a vaginal es una
rar una vía de acceso segura y bien definida para descu m e m bra n a serosa del peritoneo.
brir las arterias epigástricas inferiores e ilíacas externas en Las arterias pudendas externas (superficial y p ro fu n d a )
una intervención quirúrgica, que no las lesione ni invada y las internas, así c o m o algunas pequeñas ramas de las ar
la cavidad abdominal. Su lúcida descripción del acceso y terias testicular y cremastérica, son los principales vasos que
su argumentación proporcionan una placentera lectura, irrigan el escroto y los vasos mayores. Las ramas te rm in a
además de sorprendente, considerando la época en que les de los vasos que irrigan la piel del escroto yacen trans
la escribió el autor. versalmente; p or ta n to , la exploración escrotal debe reali
En su tesis, Bogros dedica tres párrafos a detallar un zarse m e d ia n te una incisión transversa para m in im iz a r la
espacio que se ha denominado acertadamente «espacio hem orragia.
de Bogros», ta l vez para homenajear su excelente trabajo El d re n a d o linfático del escroto, los labios mayores y la
anatómico. La información descriptiva sustenta implícita piel de la región inguinal se realiza a través de los ganglios
mente las opiniones de Hureau y cois., la de Bendavid y la linfáticos inguinales superficiales; el de los testículos pasa cra
nuestra, de que Bogros definió adecuadamente el espacio nealm ente con los vasos gonadales hasta alcanzar los g a n
que lleva su nombre, localizado entre el peritoneo y la fas glios localizados a la altura del riñón.
cia transversal. En prim er lugar, Bogros afirm a que «el pe
ritoneo, al plegarse desde la porción ilíaca de la pared a b Triángulo de Hesselbach
dom inal anterior hacia la fosa ilíaca, abre anteriormente
El triá n g u lo de Hesselbach (Fig. 9 .4 0 ) presenta los va
un espacio de 72 m m a 14 m m de anchura, donde term i
sos epigástricos inferiores (p ro fu n d o s) c o m o bord e lateral
na la arteria ilíaca externa y comienza la arteria epigástri
o inferior, el bord e lateral del m úsculo recto del a b d o m e n
ca inferior». En segundo lugar, afirm a que «la arteria ilía
co m o borde medial, y el ligam ento inguinal c o m o borde ín-
ca externa y la porción inicial de la a rte ria epigástrica
ferolateral.
inferior recorren la porción ilíaca de la pared abdominal. Es
La mayoría de las hernias inguinales directas y las in g u i
tos vasos están dispuestos de ta l modo que están separa
nales supravesicales externas se pro d u ce n en esta zona. La
dos de la cavidad abdom inal inferior sólo p o r el peritoneo
vaina del recto, sin e m b a rg o , es la única estructura de p re
y una capa celular más o menos gruesa». En tercer lugar,
sencia natural disponible para una herniorrafia. Por supues
Bogros señala en su tesis que «una capa laxa de tejido ce
to, no pueden emplearse los vasos epigástricos superiores
lular la separa (a la arteria epigástrica inferior) de la fas
al triá n g u lo . Es preferible recurrir a la cintilla iliopúbica o al
cia transversal anteriormente. Posteriormente, una capa
lig a m e n to pectíneo antes que al lig a m e n to ingu in a l. Ac
más gruesa del mismo tejido la separa del peritoneo, poco
tu a lm e n te , las prótesis de malla libres de tensión se u tili
más allá de su origen».
zan cada vez más en las herniorrafias de la pared a b d o m i
Estamos en desacuerdo con muchas de las afirmacio
nal. Estas prótesis proporcionan un soporte fiable, duradero
nes de Bogros, pero el objeto de este capítulo no es pre
y bastante económ ico para la región con una abertura anó
sentar nuestras objeciones a diversas cuestiones irrelevan-
mala.
tes. Lo que deseamos es incluir el nombre de Bogros en los
anales de la Anatomía, ju n to con los de Hureau, Stoppa y Fosas de la pared abdom inal
Bendavid y cois., y los de tantos otros científicos franceses. anterior inferior
Estamos seguros de que Bogros nunca pensó que el espa
La cara posterior de la pared a b d o m in a l anterior, supe
cio que describió albergaría prótesis pa ra el tratam iento
rior al lig a m e n to inguinal, se d ivide en tres fosas de escasa
moderno de la hernia de la pared abdominal; pero Stop
p ro fu n d id a d (Fig. 9.41). Localizadas a a m b o s lados de la
pa; en su excelente trabajo, mantiene las prótesis confina
línea media, estas fosas están delim itadas p o r el uraco e m
das al espacio de Bogros.
b rio n a rio o b literado, y se extienden desde la cúpula de la
Hendidura perineal superficial vejiga hasta el o m b lig o (lig a m e n to u m b ilica l m e dio). Late
ralm ente, las fosas están separadas p o r los ligam entos u m
Este espacio potencial se localiza entre la fascia m e m bra
bilicales mediales (arterias umbilicales obliteradas) y late
nosa de Colles del periné y la fascia m uscular del saco pe
rales (arterias epigástricas inferiores o profundas).
rineal superficial. El saco superficial contiene los músculos
Las fosas son las siguientes:
isquiocavernoso y bulboesponjoso, y los cuerpos eréctiles,
etc. Este saco superficial recubre el diafragma urogenital, si • Las fosas inguinales laterales (Fig. 9.41), laterales a las ar
tu a d o a m a yo r p ro fu n d id a d . terias epigástricas inferiores, contienen los anillos in g u i
A efectos prácticos, la hendidura perineal superficial está nales internos. Las hernias inguinales indirectas se p ro d u
presente en el escroto o los labios mayores y es continua con cen aquí.
el espacio potencial localizado en profundidad a la fascia de • Las fosas inguinales mediales, situadas en tre las arterias
Scarpa de la pared a b d o m in a l anterior. Los testículos se epigástricas inferiores y los liga m e n to s um bilicales m e
mueven librem ente, siendo la piel y el dartos las únicas ca diales, son el lugar de una hernia ing u in a l directa.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
\ ^ Hesselbach
Ligam ento co y psoas mayor.
inguinal Mediales a la región que contie n e el músculo ilipsoas,
M úsculo el nervio fem oral y el cutáneo fem oral lateral constituyen el
iliopsoas c o m p a rtim e n to vascular que alberga la arteria y vena fe
A rteria fe m o ral morales.
Vena fe m o ral
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Vasos fe m o rale s
A n illo fe m o ra l
\ \
\
\
Cresta ilio pe ctín ea
L ig a m e n to de G im b e rn a t
A p on e u rosis del
o b lic u o e x te rn o
-Espina del
pubis
Fascia lata
A b e rtu ra h e m ia ria fe m o ral
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
La cresta ¡liopectínea y la línea arqueada fo rm a n la lí y un sistema más p ro fu n d o para los c o m p o n e n tes múscu-
nea term inal de la pelvis. La cresta ¡liopectínea del pubis y loaponeuróticos.
la cresta púbica c o n fo rm a n la porción anterior; la línea ar Tres ramas superficiales de la arteria fem o ra l c o n trib u
Anatomía quirúrgica
queada del ilion con stitu ye la porció n posterior. La línea yen a irrigar la pared a b d o m in a l inferior al o m b lig o , a p o r
term inal se e xtiende desde el p ro m o n to rio del sacro hasta ta n d o ramas que ascienden p o r el te jid o conectivo subcu
la sínfisis púbica (Fig. 9.44). táneo. De lateral a medial, éstas son:
La cresta ¡liopectínea es más relevante que la línea ar • Arteria ilíaca circunfleja superficial (p ró x im a a la cresta
queada en la anatom ía de las hernias, d e b id o a las siguien ilíaca).
tes razones: • Arteria epigástrica superficial (en la región inguinal m e
• Las fibras tendinosas del m úsculo pectíneo se insertan en dia, con una orientación vertical ascendente).
su tota lid a d en la cresta ¡liopectínea. • Arteria p udenda externa superficial (in fe rio r al lig a m e n to
• El lig a m e n to pectíneo de C ooper se inserta en la porción inguinal en la fosa oval).
medial de la cresta ¡liopectínea.
Existe anastomosis entre la arteria epigástrica superfi
• La cintilla ¡liopúbica se inserta asimismo en la cresta.
cial y la arteria contralateral, así co m o e ntre todas ellas y
La espina del pubis se localiza en el e xtre m o m edial de las arterias profundas.
la cresta ¡liopectínea. Las porciones mediales del lig a m e n Las arterias profundas se localizan e n tre los músculos
to lagunar y el «ten d ó n con ju n to » , cuando está presente, ob lic u o in te rn o y transverso a b d o m in a l. Son:
se insertan en la espina del pubis.
• Décima y undécim a arterias intercostales posteriores.
• Rama a n te rio r de la arteria subcostal.
Irrigación sanguínea de la región inguinal
• Ramas anteriores de las cuatro arterias lumbares.
Arterias • Rama asce n d e n te de la arteria ilíaca c irc u n fle ja
p rofunda.
El aporte vascular a la región inguinal es m u y rico. N o
pretendemos presentar aquí una descripción completa, sino El aporte vascular a la vaina del recto procede de las ar
algunos de sus aspectos. A efectos de descripción, puede terias epigástricas superior e inferior, que a m e n u d o pre
dividirse en un sistema superficial para la grasa subcutánea sentan anastomosis. La arteria epigástrica infe rio r penetra
M úsculo Iliopsoas
Saco h em ia rio
F ig u ra 9 .4 3 . Hernia femoral. A, Una arteria obturatriz aberrante pasa medialmente al saco h e m iario (es peligroso seccionar
el ligam ento lagunar). B, Una arteria obturatriz aberrante pasa lateralmente al saco h e m iario (no existe riesgo al seccionar el l i
gamento lagunar), [ s k l l ]
394
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Eminencia iliopectínea
postero- Eminencia
superior iliopectínea
Laguna
Línea arqueada
Ligamento inguinal
Ligamento lagunar
F ig u ra 9 .4 4 . Algunos elementos óseos y porciones ligamentosas de la región femoral inguinal. ASIS, espina ilíaca anterosu-
perior; PT, espina del pubis, [s ki 6]
en la vaina del recto p o r la línea semicircular de Douglas La arteria ilíaca circunfleja p ro fu n d a se localiza fuera
(línea arqueada), o cerca de ésta, entre el m úsculo recto y del espacio preperitoneal, profunda con respecto a la fascia
la lámina posterior de la vaina. La red arterial p ro fu n d a de del iliopsoas, próxim a al arco iliopectíneo. Desde su origen,
la pared a b d o m in a l se c o m p o n e de las arterias epigástrica la arteria ilíaca circunfleja profunda discurre lateralmente, pri
inferior e ilíaca circunfleja p rofunda. Ambas se orig in a n en m ero en p ro fundidad a la fascia ilíaca y después bajo la cin-
la porción distal de la arteria ilíaca externa. tilla iliopúbica. Su rama ascendente avanza verticalm ente,
De la arteria epigástrica inferior nacen dos ramas: en localización medial a la espina ilíaca anterosuperior y en
• Espermática externa (cremastérica), que se convierte en tre los músculos transverso y oblicuo interno. En la hernio-
parte del co rd ó n espermático. rrafia laparoscópica, la arteria ilíaca circunfleja profunda es
• Púbica, q u e atraviesa el lig a m e n to de C o o p e r y fo rm a susceptible de lesión debido a la colocación de grapas o su
anastomosis con la arteria obturatriz, convirtiéndose oca turas en las prótesis de malla-empleadas para la fijación, dan
siona lm e n te en arteria o b tu ra triz aberrante. do lugar a la form ación ocasional de hematomas.
395
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
inferiores y las ilíacas circunflejas profundas, dos por cada ar Ganglios inguinales profundos
teria, desembocan en la vena ilíaca externa. Atención: recuér
Existen dos o tres pequeños ganglios subyacentes a la
dese el círculo venoso de Bendavid88, m e ncionado previa
fascia lata, a lo largo de la vena fem oral. El m ayor de ellos
mente en la presentación del espacio de Bogros.
(g a n g lio de C loq u e t), localizado en el anillo fem oral entre
la vena y el lig a m e n to lagunar, está casi siempre presente.
Drenado linfático de la región inguinal La metástasis al g a n g lio de C loquet, c o m o la metástasis a
los ganglios apicales de la axila, co m p o rta un mal p ro n ó s
Los ganglios linfáticos pueden dividirse en: tico. Todos estos ganglios están contenidos en el área de es
• Ganglios superficiales entre la fascia superficial y la fascia cisión radical (Fig. 9.46).
lata.
• Ganglios inguinales profundos subyacentes a la fascia lata. Ganglios aberrantes
• Ganglios inguinales aberrantes en el in te rio r del c o n d u c En los ganglios aberrantes se incluyen algunos ganglios
to inguinal. pequeños localizados en el c o n d u c to in g u in a l, su p e rio r
m ente a la sínfisis púbica, y en la base del pene.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
M úsculo ilíaco
Arco iliopectíneo
Ilioin gu in al (L1)
cintillo iliopúbica, ju n to con los vasos cramastéricos. La Sürücü y cois.104 han descrito el tra ye cto del nervio cu
compresión y lesión del nervio puede producirse sólo en táneo fem oral lateral. Se exam inó bilate ra lm e n te el nervio
casos de sutura profunda de la cintilla iliopúbica ( véanse en 22 cadáveres (44 nervios): veintitrés discurrían c o m o un
Figs. 9.32 y 9.33). único tro n co bajo el lig a m e n to ingu in a l; catorce atravesa
Los cirujanos deben además ser cautelosos para no da ban el ligam ento en un punto de cruce localizado a 1,52 cm
ñ a r los siguientes tres nervios: cutáneo femoral lateral, fe ± 0,84 cm de la espina ilíaca anterosuperior.
m oral y cutáneo femoral anterior (una variante frecuente). En la Figura 9.48 se muestran tres trayectos de la rama
398
booksmedicos.org
booksmedicos.org
F ig u ra 9 .4 8 . Tres trayectos de la rama genital del nervio genitofemoral en el conducto inguinal. A, Tipo I: Las ramas discu
rren sobre la cara superior del ligam ento inguinal en el anillo inguinal profundo. B, Tipo II: El nervio genitofem oral recorre la
cara infe rio r del ligamento inguinal, mientras que una rama recurrente del nervio perfora el ligam ento para penetrar en el con
ducto. C, T ipo III: Una rama de la rama genital atraviesa el músculo transverso abdominal, discurre por la cara interior del mús
culo oblicuo interno y, a una altura inferior, perfora el músculo oblicuo in te rn o para acceder al conducto. CR, cremáster; Fa, ar
teria femoral; fb, rama femoral del nervio genitofemoral; gb, rama genital del nervio genitofemoral; gf, rama genital del nervio
femoral; IEa, arteria epigástrica inferior; LI, ligamento inguinal; OE, oblicuo externo; OI, oblicuo interno; PB, pubis; SC, cordón
espermático; TA, transverso abdominal. [al<2]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
La inserción pùbica de la porción más inferior del múscu N uestro estim ado a m ig o Réné Stoppa y cois, han pre
lo transverso abdom inal se produce principalmente en la sentado recientemente nueva inform ación acerca de la ana
porción de la cresta iliopectínea llamada pecten. En el 93% tom ía in g u in o fe m o ra l. Presentamos dos extractos literales
Anatomía quirúrgica
de las 362 regiones inguinales estudiadas, el músculo trans de sus trabajos, acom pañados de ilustraciones.
verso y su aponeurosis formaban un estrato inguinal com
Intraoperatoriamente, los autores han observado que
pleto. Las fascias de ambas caras de la aponeurosis del
los componentes retroparietales del cordón espermático
transverso abdom inal avanzan p o r el cordón espermático
están contenidos en la vaina espermática, cuya perm ea
en calidad de fascia espermática interna, y se prolongan
bilidad y morfología han sido determinadas. En las disec
inferiormente sobre los vasos femorales como componen
ciones anatómicas, se han identificado sus relaciones con
te anterior de la vaina femoral. Cuando las fibras muscu
las estructuras fibrosas localizadas entre la pared y el pe
lares de la capa del transverso abdom inal se prolongan in
ritoneo y con los vasos ilíacos externos. Se recomienda la
feriorm ente revistiendo el cordón, se localizan en los
cautelosa preservación de esta «vaina espermática» en
confines de la fascia espermática interna, sin form ar p a r
una movilización dei cordón, p ara evitar la esclerosis pe
te de la capa del cremáster.
rivascular debida al contacto con las voluminosas prótesis
Bajo la línea semicircular, la continuación medial de la
de m alla empleadas en las herniorrafias inguinales. Es im
fascia transversal se bifurca p a ra revestir el músculo recto.
portante, pues, preservar la m ayor porción de vaina posi
Las ilustraciones que muestran la fascia transversal pasan
ble, que además es potencialmente útil si se requiere una
do del todo posteriorm ente al músculo recto, e interior
nueva intervención de cirugía vascular, transplante de ór
mente al pliegue de Douglas, son incorrectas; en el 1% de
ganos o linfadenectomía (Figs. 9.49, 9.50 y 9.51 ) 106.
las piezas estudiadas, la porción de la aponeurosis del
transverso inferior a la línea semicircular no contribuye a Un se gundo trabajo aporta la siguiente info rm a ció n :
f la vaina del recto, sino que se inserta directamente en la
Tras el estudio anatóm ico de la vaina espermática, y a
cara lateral del músculo recto, entremezclándose las fibras.
la luz de las disecciones anatómicas y las secciones trans
La vaina femoral es una prolongación al muslo de las
versales de cadáveres congelados, los autores definen las
fascias abdominales parietales que recubre los vasos fe
extensiones inferior y lateral de la fascia visceral descritas
morales. Es un tubo perfecto, siendo el componente ante
p o r Couinaud y Mathis, especialmente a los espacios de
rior continuación directa de los revestimientos fasciales de
Bogros (vaina espermática), Retzius (fascial umbilico-pre-
los músculos transverso y oblicuo interno, si bien está in
tegrada principalmente p o r la fascia transversal; el compo
nente posterior es un deslizamiento de la fascia del iliop
soas, no la propia fascia de éste. En el interior de la propia
fascia femoral, existe una vaina visceral, que continúa con
el tejido conectivo preperitoneal.
El límite medial del anillo femoral lo forma el borde la
teral de la aponeurosis de inserción del músculo transver
so abdom inal en el pecten del pubis, y no el ligamento la
gunar.
La hoz inguinal es la extensión lateral del tendón de
inserción del recto abdominal en el pecten del pubis. No se
ha encontrado el tendón conjunto tras realizar detalladas
disecciones, siendo su borde falciforme, habitualm ente,
producto de la disección. El ligamento interfoveolar es un
engrosamiento de la fascia transversal en el lado medial del
anillo inguinal abdominal, producido p o r la reduplicación
de esta capa fasciai p o r la fascia espermática Interna eva-
ginada.
En la reparación de una hernia ing u in a l directa, las F igu ra 9 .4 9 . Vista intraoperatoria esquemática desde el lado
izquierdo hacia el derecho del paciente durante una herniorra
aponeurosis de los músculos transverso y oblicuo interno
fia ing u in a l de acceso preperitoneal en la línea media. Puede
deberían suturarse a la cresta fibrosa que recubre el pec
apreciarse el aspecto intraoperatorio de la vaina espermática de
ten del pubis, el ligamento de Cooper y el ligamento p ù b i
recha tras su separación del peritoneo. La vaina tiene forma
co superior, con extensión lateral hasta la vena femoral, y triangular con su contenido, el conducto deferente (d) en su
no hasta el ligamento inguinal; esto propiciará una her- borde medial y el/los vaso(s) espermático(s) (s) localizados la
niorrafia firme e inflexible y, además, evitará que se produz teralmente. Obsérvese que los vasos ilíacos externos (a, v) son
ca una hernia femoral. La aponeurosis, y no la fascia, debe inm ediatam ente subyacentes a la vaina, y serán protegidos
ser el componente principal en toda herniorrafia. por ésta tras su «parietalización». [st4¡
400
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Acción esfintérica
La fascia transversal (Fig. 9 .55) fo rm a un anillo in c o m
pleto, en fo rm a de asa, en to rn o al anillo interno. Se trata
de un e n g ra sa m ie n to que fo rm a dos pilares: un pilar ante
rior largo y o tro p o sterior corto. El pilar a n te rio r está fijado
superio rm e n te al m úsculo transverso a b d o m in a l o su a p o
neurosis, y m e d ia lm e n te al anillo interno. El pilar posterior
F igura 9 .5 0 . Vista anatómica esquemática del segmento re- está co n ectado a la cintilla iliopùbica. La co n fig u ra ció n re
troparietal de la vaina espermática, que envuelve el conducto
sultante es un asa invertida en fo rm a de U. El asa ocluye el
deferente (d) y el/los vaso(s) espermático(s) (s). La capa supe
anillo in te rn o bajo el bo rd e m uscular del m úsculo oblicuo
rior de la vaina es más gruesa que la inferior. Obsérvense las re
interno m ediante la contracción del m úsculo transverso ab
laciones entre la vaina espermática y los vasos ilíacos externos
(a, v). [st4\ dom in a l.
Acción oclusiva
C ua n d o los músculos transverso a b d o m in a l y oblicu o
in te rn o se contraen sim ultáneam ente, el arco fo rm a d o por
vesical) y retrorrectal (fascial retrorrectal). Estos puntos son la aponeurosis del músculo transverso abdom inal (Fig. 9.56)
importantes en la cirugía de las hernias cuando se emplea se desplaza lateralm ente hacia la cintilla iliopùbica y el li
una prótesis retroparietal voluminosa, en la cirugía uroló g a m e n to in g u in a l. Esta a cción refuerza la pared p o s te
gica y en la cirugía colorrectal carcinológica (Figs. 9.52, rior del c o n d u c to . C ua n d o el arco no alcanza la región del
9.53 y 9 .5 4 )107. lig a m e n to in g u in a l, el p a cie n te es susceptible de p a d e
cer hernia en cualquier p u n to de las regiones inguinal o fe
Histología de la región inguinofemoral moral.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
En 1890, Bassini112 afirm ó: «Considerando to d o lo que - Sobreposición (onlay) intraperitoneal de malla (IPOM).
se ha escrito hasta la fecha sobre el tra ta m ie n to radical de - Extraperitoneal total (EXTRA).
la hernia inguinal, sería bastante osado p re te n d e r aporta r
El cirujano debe em plear la técnica que m e jo r conozca.
algo al respecto.» Cien años después, B endavid113 llegó a
Las estructuras que, a nuestro juicio, contie n e n «buen
co n ta b iliza r 81 técnicas de herniorrafia ing u in a l y 79 de
material», útil para la herniorrafia in g u in o fe m o ra l, son:
herniorrafia fem oral.
Los m éto d o s más conocidos para la reparación p rim a • L ig a m ento inguinal.
ria de hernias inguinales son114: • L ig a m ento lagunar (de G im bernat).
• M étodos abiertos: • L ig a m ento pectíneo (de Cooper).
- Técnica de Lotheissen-McVay o del lig a m e n to de C o o • Fascia transversal y apon e u ro sis del tra nsverso a b d o
per: Se sutura el arco al lig a m e n to de Cooper. m in a l.
-T é c n ic a de Shouldice: Im bricación de varias capas de • C intilla iliopúbica.
la región inguinal. • Vaina fem oral anterior.
- Técnica de Nyhus: Acceso q u irú rg ico peritoneal y repa • Fascia transversal crural.
ración de la cintilla iliopúbica con o sin malla protésica. • Area conjunta.
-T é c n ic a de Lichtenstein: Se coloca la prótesis a n te rio r • A rc o del o b lic u o in te rn o y m ú s c u lo tra nsverso a b d o
m ente para evitar la tensión. m inal.
F ig u ra 9 .5 2 . Vista lateral izquierda anterior de los espacios de Retzius y Bogros en una disección cadavérica (izquierda) y tra
zado (derecha), que muestra la porción pélvica de la fascia urogenital, su expansión lateral, su continuidad en la vaina espermá-
tica y la fascia umbilicoprevesical. 1, saco peritoneal; 2, fascia umbilicoprevesical; 3, arteria umbilical; 4, conducto deferente;
5, vasos ilíacos externos; 6, extensión lateral amplia de la fascia urogenital; 7, vasos espermáticos; 8, pared abdominal; 9, espi
na ilíaca anterosuperior derecha; 10, región del pubis. [st4]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
F ig u ra 9 .5 3 . Vista anterior del espacio de Bogros derecho y la fosa ilíaca en una disección cadavérica (izquierda) y trazado fo
tográfico (derecha). Se ha retraído medialmente la fascia urogenital para mostrar sus relaciones con el peritoneo y los vasos ilí
acos externos. La fascia urogenital, que recubre el riñ ó n derecho, se prolonga inferiorm ente hasta el in te rio r de la vaina esper-
mática y la fascia umbilicoprevesical, 1, saco peritoneal; 2, fascia umbilicoprevesical; 3, arteria umbilical; 4, fascia umbilicoprevesical,
retraída medialmente; 5, vasos espermáticos; 6, vasos ilíacos externos; 7, músculo iliopsoas; 8, nervio femorocutáneo lateral; 9,
riñ ó n derecho en su vaina; 10, espina ilíaca anterosuperior derecha; 11, pared abdominal; 12, región del pubis. [st4¡
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
M ú s c u lo o b lic u o e x te rn o y fascia las fibras, lo cual nos orientaba en la identificación del arco
M ú s c u lo o b lic u o in te rn o y fascia muscular del transverso abdom inal y de la cintillo iliopú-
bica. El tejido adiposo preperítoneal y el tejido m em bra
Anatomía quirúrgica
booksmedicos.org
booksmedicos.org
F ig u ra 9 .5 7 . Anatomía ing u in o fe
moral (vía de acceso preperitoneal).
Se ha trazado el nervio cutáneo fe
moral anterior aberrante (A) a través
de la cin tilla iliopúbica, revelándose
artificia lm en te el ligam ento in g u i
nal (IL). D, conducto deferente; EIA,
arteria ilíaca externa; EIV, vena ilía
ca externa; F, nervio femoral; FR, bor
de medial del a n illo femoral, form a
do p or el «contacto infe rio r» del
transverso abdominal; G, vasos go-
nadales; IE, vasos epigástricos infe
riores; IV, c in tilla iliopúbica; L, ner
vio cutáneo femoral lateral; TA, arco
muscular del transverso abdominal.
[br3]
lares e ilíacos externos. En un caso, en el que la ram a ge el músculo ilíaco o localizados entre éstas, entre la rama
n ital del nervio genitofem oral presentaba un diámetro de genital del genitofemoral y la posición habitual del nervio
más de 2 cm, resultó ser una fusión de las ramas ilioingui cutáneo femoral lateral, de localización justo medial a la
nal y genital que, tras atravesar el cordón espermático, sa espina ilíaca anterosuperior (Fig. 9.59). Describimos aquí
lía del conducto inguinal p o r el anillo inguinal externo, si brevemente estos nervios para subrayar el carácter impre-
guiendo después el trayecto n o rm a l de distribución del decible de los nervios que atraviesan la región.
nervio ilioinguinal. En los manuales y atlas de anatom ía o cirugía, el ú n i
En todos los cadáveres diseccionados hasta la fecha he co nervio descrito característicamente en localización la
mos encontrado uno o más nervios adicionales de diverso teral al anillo inguinal interno es la ram a femoral del ner
tamaño, superficiales a las láminas fasciales que revisten vio genitofemoral. El nervio descubierto era en varios casos
F ig u ra 9 .5 8 . Estructuras inguinofe-
morales vistas con laparosopio en un
acceso transperitoneal. La flecha in d i
ca la luz de una vena o b tu ratriz abe
rrante, avulsionada en su u n ió n con la
vena ilíaca externa. Debido a que fue
com prim ida mediante presión de insu
flación, el vaso aberrante no se apreció
hasta que resultó lesionado. Puede ver
se la rama genital del nervio genitofe
m oral suprayacente a la arteria ilíaca
externa, entre los vasos gonadales y el
conducto deferente. D, conducto defe
rente; G, vasos gonadales; IE, vasos epi
gástricos inferiores; IP, c in tilla fliopú-
bica; PL, ligamento pectíneo; TA, arco
m uscular del transverso a b d om inal.
[br3]
405
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
m ayor de lo esperado para la ram a femoral del nervio g e ma altura que lo hacen la arteria y vena epigástricas infe
nitofemoral, que suele ser un nervio cutáneo bastante p e riores, o bien varios centímetros distalmente a dicho ori
queño que inerva sólo la piel que recubre la región del trián gen. Dado que, inicialmente, los vasos epigástricos inferio
Anatomía quirúrgica
gulo femoral del muslo. Tras la disección del nervio de dos res se curvan abruptamente desde su origen en dirección
cadáveres, se constató que era un nervio cutáneo femoral inferior antes de ascender por la pared abdominal anterior,
anterior. En cuatro cadáveres, se trataba de una fusión de es fácil no percibir cuán proxim al es su origen en compara
la rama femoral del genitofemoral con el nervio cutáneo fe ción con los vasos ilíacos circunflejos profundos.
m oral lateral. En estos casos, en el p u n to donde el nervio M edialm ente a los vasos epigástricos inferiores, p u e
cutáneo femoral lateral iniciaba su trayecto subyacente a de identificarse habitualm ente sin d ificultad el ligamento
la cintilla iliopúbica, el nervio se localizaba al menos 2 cm pectíneo y, a continuación, el borde medial del anillo fe
medial a la espina ilíaca anterosuperior. m oral (Fig. 9.59). Al retirar el tejido conectivo adiposo y
Con frecuencia, pudo observarse un nervio innominado mem branoso de esta zona, hemos encontrado siempre
de tamaño pequeño o mediano (0,5 m m a 2,5 m m ) perfo venas iliopúbicas de lo n g itu d variable y, en la m ita d de
rando la cintilla a 7 cm o más lateralmente al anillo ingui los cadáveres, hemos advertido la presencia de una arte
nal interno, aportando a continuación pequeñas ramifica ria obturatriz aberrante pasando a través del anillo femo
ciones a la porción inferior de la musculatura de la pared ra l antes de cru za r el lig a m e n to pectíneo. Esta arte ria
abdominal anterior; en otros cadáveres, en cambio, los ner aporta p o r lo general una o más ramas a los tejidos con
vios visualizados en esta posición inervaban cutáneamente tenidos en el conducto femoral. La presencia de estos va
la cara anterior del muslo. En dos casos, el nervio resultó ser sos sanguíneos, tan to los normales como los aberrantes,
el origen de un nervio ilioinguinal aberrante, o bien del ner era habitualm ente inesperada, pues basta una pequeña
vio cutáneo femoral lateral. En otros dos casos, un nervio cantidad de tejido conectivo p a ra ocultarlos a la vista. En
observado inicialmente en profundidad con respecto a la un caso encontramos una gruesa trib u ta ria suprapúbica
posición de la ram a femoral del nervio genitofemoral, resul de la vena ilíaca externa, pero sólo tras visualizar la a m
tó ser un nervio de aparición temprana que inervaba el mús plia abertura vacía donde la trib u ta ria term inaba antes
culo pectíneo del muslo. En dos tipos de excepciones, los ner de avulsionar.
vios identificados lateralmente a la arteria ilíaca externa Los grandes ganglios linfáticos ilíacos externos pueden
atravesaban la cintilla iliopúbica, en localización lateral al ani ocultar la presencia de nervios laterales a los vasos ilíacos
llo inguinal interno. Las excepciones eran el nervio cutáneo externos. Los vasos y ganglios linfáticos mediales a la vena
femoral lateral normal y aberrante, y el nervio motor de apa ilíaca externa pueden ocultar la presencia de vasos supra-
rición temprana que inerva el pectíneo. púbicos u obturadores aberrantes. Estos elementos lin fáti
Lateralmente a la artería ilíaca externa, a media distan cos presentan continuidad con los contenidos en el con
cia entre la espina ilíaca anterosuperior y la espina del p u ducto femoral y, en la abertura a bdom inal del conducto,
bis, el nervio femoral se localiza en el surco que hay entre a menudo ocultan por completo una arteria obturatriz abe
el psoas m ayor y el ilíaco (Fig.9.59); este nervio no puede rrante, una vena obturatriz aberrante, o ambas, de d iá
visualizarse a menos que se retire la fascia que recubre el metro considerable.
ilíaco, aunque aparece subyacente al psoas m ayor en lo
calización aproximadamente 6 cm superior (craneal) a la Topografía
cintilla iliopúbica. El nervio femoral, como el cutáneo fe La anatom ía laparoscópica to p o g rá fica de la región in
m oral lateral, sale del abdomen y pasa profundo respecto guinal (capas, fosas y espacios q u irúrgicos, así c o m o otras
de los vasos ilíacos circunflejos profundos, la cintilla iliopú estructuras anatóm icas interpuestas), se in tro d u c e a c o n ti
bica y el ligamento inguinal. Un nervio cutáneo femoral nuación.
anterior de aparición tem prana es ventral al nervio femo
ral; puede atravesar la cintilla iliopúbica, o pasar en p ro C apas. El o r d e n d e la s c a p a s q u i r ú r g i c a s e s el s i g u i e n t e :
booksmedicos.org
booksmedicos.org
L v
f'Ira S k .
Ganglio de Cloquet
C intilla ¡liopúbica
Borde medial del anillo femoral
Ligamento pectíneo
Rama cutánea atipica
Arteria obturatriz
aberrante
Arteria y vena ilíacas
Nervio cutáneo
P e rito n e o
femoral lateral Rama retropùbica
Nervio cutáneo
fem oral anterior
F ig u ra 9 .5 9 . Estructuras anatóm icas descubiertas en un a herniorrafia iaparoscópica preperitoneal en el lado izquierdo, que
incluye un nervio cutáneo femoral atípico y una arteria obturatriz aberrante. Puede apreciarse cóm o de la arteria aberrante nace
una pequeña rama que se dirige a los tejidos del anillo femoral antes de descender atravesando el ligamento pectíneo. Se ha sec
cionado parcialmente la cintilla iliopúbica para descubrir los vasos ilíacos circunflejos profundos. [br3]
F o s a s . El orden de las fosas, de la línea m edia a la peri tejido circundante al anillo interno, en el que es más p ro
feria, es el siguiente: bable insertar suturas o grapas. El ángulo (media ± SD)
formado p o r el conducto deferente y los vasos testiculares
1. Supravesical.
era de 38,6 ° ± 4,4° en el lado derecho, y de 4 8 ,6 ° + 7,2g
2. M edial.
en el izquierdo (P < 0 ,0 5 ) (las medidas de los lados iz
3. Lateral.
quierdo y derecho corresponden a cadáveres distintos). El
Cada una de estas fosas es un p u n to potencial de hernia. grosor del tejido alrededor del anillo (peritoneo, fascia trans
El orificio m iop e ctín e o de Fruchaud se localiza en la f u versal y tejido conectivo interpuesto) varía en diferentes
sión de la lámina anterior de la fascia transversal con la apo puntos, siendo m ayor en localización lateral a los vasos
neurosis del transverso a b d om inal. Constituye el p u n to p o testiculares (2,2 m m ± 0,4 m m ) y m enor superiormente
tencial de una sola hernia, o de una com binación de hernias al conducto (0,2 m m ± 0,1 mm). El ángulo medido cons
inguinofem orales. tituye el vértice del «triángulo m ald ito »117, cuya utilización
O 'M a lle y y cois.116 estudiaron la anatomía de la cara pe permite predecir la posición del conducto deferente y evi
ritoneal del anillo inguinal p ro fu n d o desde un p u n to de vis ta rlo s vasos ilíacos externos subyacentes en la colocación
ta laparoscópico (Figs. 9.60 y 9.61). Los autores resum ie de grapas durante una herniorrafia.
ron sus hallazgos del siguiente m o do:
Resumen de la anatom ía Iaparoscópica
Hay una serie de estructuras importantes que deben
evitarse al suturar o gra p a r en una herniorrafia inguinal A c o n tin u a c ió n , presentam os un e xtra cto del estudio
Iaparoscópica, no siendo todas ellas fácilmente identifica- de la anatom ía cadavérica Iaparoscópica de la región in
bles en el laparoscopio, en particular, el conducto deferen guinal realizada p or Skandalakis y cois.118.
te. Se tom aron las medidas del ángulo que forma el con Las Figuras 9.37, 9.62 y 9.63 servirán de orientación
ducto deferente con los vasos testiculares y del grosor del para el estudio de las estructuras, pliegues y espacios ana-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
F igura 9.60. Vista intraabdominal del anillo inguinal profun R e c o r d a r ; Las venas colapsan con insuflación de gas
do derecho y estructuras asociadas en u n varón delgado. CT, en la región inguinal. El laparoscopista debe proceder, por
tejido del área conjunta; DD, conducto deferente (posición se
tanto, con sumo cuidado.
ñalada por la flecha blanca discontinua); IEV, tejido que recu
Tras retirar los tejidos fibroadiposos, el laparoscopista
bre los vasos epigástricos inferiores; MUL, ligam ento um bili
cal m edial (arteria um bilical obliterada); *, ángulo m aldito visualizará la estructura anatómica más superficial, los va
entre el c o n d u c to deferente y los vasos testiculares; Flecha sos epigástricos inferiores. Despejando aún más la zona,
blanca, vértice del triángulo; Sup, superior; Inf, inferior; Med, podrán verse el arco muscular del transverso abdom inal y
medial; Lat, lateral, [era] la cintillo iliopúbica. Ambos están en estrecho contacto con
el anillo interno: el arco conforma el borde superior, y la
cintillo iliopúbica el borde inferior del anillo (Fig. 9.65). N i
el ligam ento inguinal (de Poupart) ni el lagunar (de Cim-
bernat) pueden visualizarse en una laparoscopia. El liga
m ento de Cooper, en cambio, podrá apreciarse en el re-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Lámina posterior de la fascia transversal recha del vértice del triángulo, pero, proximalm ente, en
Peritoneo Lámina anterior de la Aponeurosis del
nuestras disecciones, se encontraban siempre en el inte
fascia transversal transverso abdominal rior del triángulo. En esta área se localizan asimismo los orí
genes de los vasos epigástricos inferiores e ilíacos circunfle
jos profundos.
Otro im p o rta n te triángulo es el orificio miopectíneo
de Fruchaud (véase Fig.9.23B). Sus límites son los siguien
tes:
Ligamento
umbilical medio
Ligamento umbilical lateral
Hernia supravesical externa
Cordón
espermático
Hernia indirecta F igu ra 9.63. Anatomía topográ
fica laparoscópica de la región in
guinal. En el hombre, los vasos es
permáticos se unen al conducto
deferente para form ar el cordón
espermático. Al contrario que la
hernia directa, la hernia indirecta
presenta la abertura fascial lateral
Vena y arteria o medialmente a los vasos epigás
Conducto
ilíacas externas tricos inferiores. [pe2]
409
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
• Círculo venoso (red venosa de la vena epigástrica inferior, conoce quién acuñó el término círculo de la muerte, razón
la vena iliopúbica, la vena rectusial, la vena retropúbica p o r la cual no se cita a u to r alguno). A continuación, pre
y la vena rectusioepigástrica comunicante)*8. sentamos estas tres áreas de riesgo.
• Arteria y vena epigástricas inferiores.
• El triángulo m aldito (Fig. 9.70) está formado p o r los va
• Arteria y vena ilíacas internas y externas.
sos gonadales lateralmente y el conducto deferente me
• Vasos del recto.
dialmente. Estas estructuras anatóm icas se unen en el
• Vasos suprapúbicos y retropúbicos.
anillo inguinal profundo. En el interior de este triángulo,
• Artería y/o vena obturatriz aberrante (presente en el 30%
se encuentran los vasos ilíacos externos, la vena ilíaca
al 40% de los casos).
circunfleja profunda, la ram a g e nital del nervio genito
Recuérdense los nervios laterales al anillo profundo:
femoral y el nervio femoral (profundo).
• Nervio cutáneo femoral lateral.
• El triángulo del dolor (Fig. 9.71) está formado p o r la cin
• Rama genital del nervio genitofemoral.
tillo iliopúbica inferolateralmente y los vasos gonadales
• Rama femoral del nervio genitofemoral.
superomedialmente. Este triángulo im aginario contiene
• Nervio femoral.
varios nervios, como el cutáneo femoral lateral, el cu tá
Recuérdense los vasos sanguíneos mediales e inferio neo femoral anterior, la ram a femoral del genitofem o
res al anillo profundo: ral, y el nervio femoral.
• Círculo venoso. • La red arterial del círculo de la muerte (Fig. 9.72) está
• Arteria y vena epigástricas inferiores. formada p o r la arteria ilíaca común, las arterías ilíacas
• Arteria y vena ilíacas internas y externas. externa e interna, la artería obturatriz, la artería o b tu
• Vasos musculares (del recto). ratriz aberrante y la arteria epigástrica inferior. Sus equi
• Vasos suprapúbicos. valentes venosos reciben el mismo nombre y presentan
• Vasos retropúbicos. el mismo trayecto y localización.
• Artería y/o vena obturatriz aberrante (presente en el 30% Para evitar complicaciones anatómicas en los nervios,
al 40% de los casos). conviene recordar que la mayoría tienen una localización
El triángulo m a ld ito u?, el triángulo del do/or119 y el lateral al anillo inguinal profundo. Evítense suturas y g ra
círculo de la muerte constituyen tres áreas de peligro (se des pas laterales inferiores a la altura del anillo.
410
booksmedicos.org
booksmedicos.org
A rc o transverso
a bd o m in a l
Peritoneo
Vejiga urinaria
-V a so s gonadales
U réter derecho
C onducto defe re n te
F ig u ra 9 .6 5 . Tras seccionar y retraer el peritoneo, son visibles los vasos epigástricos inferiores (las estructuras anatómicas más
superficiales). El arco muscular transverso abdom inal y la cintilla iliopúbica pueden o no ser visibles. [co6\
Grasa Arco
Vasos gonadales
Vejiga urinaria
C onducto deferente
Uréter derecho
F ig u ra 9 .6 6 . Tras una limpieza más profunda, resultan visibles el arco muscular del transverso abdominal, la c in tilla ilio p ú
bica y el ligamento de Cooper. [coó]
411
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Grasa ^
Anatomía quirúrgica
Cintilla Iliopúbica
Vasos gonadales
Ligamento de Cooper
Vejiga urinaria
Borde inferior del peritoneo
Uréter derecho / í \ . , t , ,
N Conducto deferente
F igu ra 9 .6 7 . Tras una limpieza aún más profunda, se hacen visibles el cordón espermático y los vasos ilíacos. [co6\
Arteria y vena epigástricas inferiores Pliegue umbilical medial (arteria umbilical obliterada)
Anillo inguinal interno
Pliegue umbilical lateral (arteria y
Arco transverso abdominal vena epigástricas inferiores)
Fascia ilíaca
jt r f e d ia ìi
Nervio cutáneo
femoral lateral
Nervio cutáneo
femoral anterior Vena ilíaca externa
Vasos gonadales
F ig u ra 9.68. Vista panorámica laparoscópica de las estructuras anatómicas de la región inguinal. [co6]
412
booksmedicos.org
booksmedicos.org
L ado s in fe rio r
Lado la te ra l
y m e d ia l
N e r v io s
1. C u ta n e o fe m o ra l la te ra l
Vasos
2. C u ta n e o fe m o ra l a n te rio r u o tra s
1. A rte ria y v ena ilíacas e xte rna s
ra m as v a ria b le s
2. A rte ria y vena e p ig á s tric a s inferio res C in tilla ilio p ú b ic a
3. R am a fe m o ra l del g e n ito fe m o r a l
3. A rte ria y /o v ena o b tu ra tr iz a b e rra n te
4. R am a g e n ita l del g e n ito fe m o r a l
4. Zona de a n a s to m o s is e n tre la a rte ria
5. Femoral
o b tu ra tr iz y la o b t u r a t r iz a be rra n te
5. Vasos s u p ra p ú b ic o s y re tro p ú b ic o s
El nervio cutáneo femoral lateral tiene una localización Pa r e d po sterio r ( lum bar)
lateral y subyacente a la cintilla iliopúbica. La ram a fe
m oral del nervio genitofem oral es lateral y paralela a la A n a to m ía y re la c io n e s to p o g rá fic a s
arteria iliaca externa. Para evitar lesiones en el nervio fe
moral, no debe seccionarse la fascia del ilíaco en localiza A natóm icam ente, la pared abdom inal posterior está fo r
ción lateral a los vasos espermáticos y a la arteria ilíaca m ada por un músculo, el cuadrado lumbar. En el á m b ito del
externa. tra ta m ie n to de p a to lo g ía re tro p e rito n e a l y h e rn iorrafias
Para evitar complicaciones en los vasos sanguíneos, pue lum bares (Figs. 9.73 A y C), puede hablarse ta m b ié n de
den usarse como referencia los vasos epigástricos inferiores una pared lum b a r posterior «quirúrgica». Del in te rio r al ex
para llegar hasta los vasos mayores, localizados inferior y te rio r (del perito n e o a la piel) (Fig. 9.73B), la pared lu m
medialmente al anillo profundo. Es preciso evi bar poste rio r quirú rg ica incluye las siguientes estructuras
tar cautelosamente los vasos mayores, pues su lesión po-dría anatóm icas:
provocar una hemorragia letal. Para evitar la orquitis isqué 1. Peritoneo.
mica, es preciso asegurarse de que no se lesionan los vasos 2. Tejido conectivo m em branoso y grasa extraperitoneales.
gonadales, que avanzan hacia el anillo inguinal profundo. 3. Fascia transversal.
Los vasos circunflejos profundos se localizan en paralelo, pero 4. Capa muscular profu n d a (músculos cuadrado lu m b a r y
en profundidad, respecto de la cintilla iliopúbica. psoas).
Para evitar complicaciones en los órganos, puede pro 5. Capa m uscular m edia (erector de la colu m n a , o b lic u o
tegerse la vejiga urinaria una vez identificada. Para loca in te rn o y serrato posteroinferior).
lizarla, debe encontrarse y seguirse el trayecto del ligamen 6. Fascia to ra c o lu m b a r (posterior, media y anterior).
to umbilical medial. Se debe evitar toda disección medial 7. Capa superficial (com puesta posterolateralm ente por el
al ligamento, así como toda lesión en el conducto deferen m úsculo dorsal ancho y anterolateralm ente por el mús
te en su trayecto hacia el anillo interno; esto es sumamen culo o b lic u o externo).
te im portante en la herniorrafia bilateral, ya que puede 8. Fascia superficial (form ada por dos capas de te jid o fi
producir esterilidad. broso con tejido adiposo entre ambas, grueso o fin o ).
9. Capa dura de piel.
R e c o r d a r : En aproxim adam ente el 30% de los casos, la
Re c o r d a r :
anatom ía laparoscópica de un lado no es un reflejo exac
to del lado contrario. • Las capas media y posterior revisten el m úsculo erector de
413
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
la c o lu m n a .
• Base: D uodécim a costilla y músculo serrato posteroinfe-
Borde medial rior.
conducto Borde lateral:
• Techo: Músculos o b lic u o exte rn o y dorsal ancho.
deferente vasos gonadales
• Suelo: Aponeurosis del transverso abdominal, form ada por
Arteria ilíaca la unión de las capas de la aponeurosis toracolum bar.
Rama genital
del nervio Triángulo lum bar inferior (de Petit)
Vena ilíaca genitofemoral
El triá n g u lo inferior, de m e n o r tam año, es derecho (el
vértice apunta hacia arriba). Es menos constante y más vas
cular. Sus límites son:
Borde posterior: • A nterior (abdom inal): Borde posterior del m úsculo o b li
borde peritoneal cuo externo.
• Posterior (lum bar): Borde a n te rio r (lateral) del m úsculo
F ig u ra 9 .7 0 . Triángulo maldito. [coó] dorsal ancho.
• Base: Cresta ilíaca.
• Techo: Fascia superficial.
• Suelo: M úsculo o b lic u o inte rn o , con c o n trib u cio n e s del
la colum na. Las capas m edia y ante rio r recubren el cua m úsculo transverso a b d o m in a l y la lám ina posterior de la
d ra d o lumbar. fascia to ra c o lu m b a r y del m úsculo o b licu o interno.
• La capa media se e xtiende lateralm ente hasta la a p o n e u Los dos triá n g u lo s p u e d e n com pararse del siguiente
rosis del m úsculo transverso a b d o m in a l p o r la fusión de modo:
las tres capas.
• ¿La aponeurosis del transverso a b d o m in a l es parte de la Triángulo superior Triángulo in ferio r
fascia to racolum bar? M u y proba b le m e n te . Triángulo inve rtid o Triángulo derecho
(vértice hacia abajo) (vértice hacia arriba)
Triángulo lum bar superior M ayor M enor
(de Grynfeltt) Más constante Menos constante
Punto más frecuente de Punto menos fre cuente de
El triá n g u lo superior, de m ayor tam a ñ o , es in ve rtid o (el
hernia lum b a r hernia lum ba r
vértice apunta hacia abajo) y más constante. Se relaciona
Relacionado con el duodécim o N o alberga nervios
con el d u o d é c im o nervio torácico y los prim eros lumbares.
nervio to rácico y el
A efectos prácticos, es avascular. Los límites del triángulo su
p rim e r lum bar
p e rior son:
Avascular Vascular
Recubierto p o r el m úsculo Recubierto p o r la fascia
dorsal ancho superficial y la piel
Borde lateral:
peritoneo plegado
booksmedicos.org
booksmedicos.org
F ig u ra 9 .7 3 . A, Izquierda, Hernia inferior a través del triángulo de Petit; la base del triángulo está formada por la cresta ilíaca;
Derecha, Hernia superior a través del triángulo de Grynfeltt; la base del triángulo invertido está formada por la duodécim a cos
tilla. B, Sección transversal esquemática de la pared corporal posterior en la región lumbar. El trayecto de la hernia lumbar su
perior viene indicado por la flecha. C -l, Hernia a través del triángulo lum bar inferior. C-2, Relaciones normales del colon des
cendente y la pared abdom inal posterior izquierda en una sección transversal. C-3, Hernia del colon descendente a través del
triángulo lum bar inferior. 1, músculo oblicuo externo; 2, músculo oblicuo interno; 3, m úsculo transverso abdominal; 4, m ús
culo psoas; 5, músculo cuadrado lumbar; 6, músculo dorsal ancho; 7, músculo sacroespinoso; 8, capa posterior de la fascia to-
racolumbar; 9, capa anterior de la fascia toracolumbar; 10, aponeurosis del transverso abdom inal, [ s k l l ] [sk!2]
415
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Suelo: union de capas de Suelo: fascia to ra colum bar, Teniendo presentes estas consideraciones a la hora de
la fascia to ra c o lu m b a r m úsculo o b lic u o interno elegir un tip o de incisión, existen una serie de factores que
para form ar la aponeurosis y, en parte, transverso deben tenerse en cuenta. C uando proceda, deben obser
Anatomía quirúrgica
booksmedicos.org
booksmedicos.org
subyacente. Sin embargo, reabrir una incisión previa puede sección transversal del m úsculo recto. C o m o en las e x
ser apropiado si el objetivo es descubrir adecuadamente un tensiones torácicas, es preciso em plear esta técnica cuan
punto p ara el tratam iento de un diagnóstico anticipado, o si do se encuentran lesiones imprevistas de localización la
se encuentra debilitada p o r una hernia postoperatoria, que teral. De haberse a n ticip a d o la existencia de las lesiones,
debe ser reparada. la incisión transversa habría sido suficiente.
Robert M. Zollinger123 • Una co n tin u a ció n descendente de la incisión en la línea
m edia es siem pre una o p ció n posible.
Incisiones verticales
Incisión en la línea m edia inferior y extensiones
Incisión en la línea m edia superior
Las técnicas de incisión en la línea m edia infe rio r son li
y extensiones
g e ra m e n te distintas a las de incisión en la línea media su
Las incisiones en la línea media superior de la línea alba perior. El cirujano encontrará algunas diferencias a n a tó m i
y la fascia transversal (Fig. 9.75) pueden revelar la presen cas entre la línea media superior al o m b lig o y la inferior. La
cia de grasa a b u n d a n te y bien vascularizada en la línea m e línea alba es estrecha y más difícil de localizar in te rio rm e n
dia superior. Sugerim os realizar las incisiones en el p e rito te. Recuérdese que la vejiga debe descom prim irse siempre
neo, ligeramente a la izquierda de la línea media, para evitar m e d ia n te una sonda antes de la in te rve n c ió n quirú rg ica .
el lig am ento cuadrado, localizado en el borde del liga m e n Deberían emplearse suturas de señalización para m antener
to falciform e; si nos e n contram os con él, p odem os ligarlo la alineación apropiada al realizar el cierre.
y diseccionarlo. Las extensiones viables son las siguientes:
Practicada la incisión en la línea alba, deben señalarse • Una extensión superior de una incisión en la línea media
los lados opuestos a ésta con sutura irreabsorbible de cali inferior es siempre posible para el cirujano. La incisión d e
bre 0, lo que garantiza una realineación precisa en el cierre. bería rodear el o m b lig o p o r la izquierda para evitar el li
Ciérrese la línea alba de arriba a abajo, o tal vez de caudal g a m e n to re dondo.
a craneal. Es preciso asegurarse de suturar la línea alba, y • Las extensiones laterales son iguales a las extensiones de
no la fascia del o b lic u o externo (de Gallaudet); esto p e rm i la línea media superior previam ente descritas.
te evitar una hernia yatrogénica. • Es im posible realizar una extensión infe rio r de la incisión.
Las extensiones viables son las siguientes: O casionalm ente, la anatom ía del o m b lig o p e rm ite una
• Una incisión en la línea media superior puede ampliarse extensión tra n su m b ilica l. El ciru ja n o debe asegurarse de
en dirección ascendente e x tirp a n d o la apófisis xifoides y que los pliegues umbilicales están limpios.
la extensión ascendente de la abertura peritoneal; esto
Incisión rectal (param ediana) y extensiones
ensancha el ca m p o q u irú rg ic o a p ro x im a d a m e n te entre
6 cm y 10 cm o más124 (Fig. 9.76). W angensteen125 e m La incisión rectal (param ediana) (Fig. 9.75B) es la pre
pleó una extensión sim ilar con e xtirpación de la apófisis ferida p o r el cirujano que desea cerrar la pared a b d o m in a l
xifoides y escisión extrapleural del esternón para p ro p o r en capas. N o d e struye el te jid o m uscu la r ni los nervios.
cion a r un acceso al b o rd e superior del hígado, la vena Debe retraerse el m úsculo recto late ra lm e n te para evitar
cava y las venas hepáticas, así c o m o a la u n ió n gastroe- que la tensión recaiga en los vasos sanguíneos y en los ner
sofágica (véase Fig. 9.74G ). vios (Fig. 9.77). Pueden encontrarse inscripciones te n d in o
• La incisión en la línea m edia puede continuarse lateral sas, sobre to d o en el a b d o m e n superior, que deben seccio
m e n te a través de los cartílagos costales inferiores, que narse. Los drenados deben colocarse a través de una incisión
pueden rasparse y seccionarse a co n tin u a ció n . La pleura aparte.
no resulta perforada. N ota: Entre los 70 casos de dehiscencia de suturas descri
• Puede realizarse una extensión torácica de la incisión de tas p o r Haddad y M a c ó n 127, el 16% podía a tribuirse a la
la línea media a b d o m in a l a través del octavo espacio in presencia de drenados en la incisión principal.
tercostal hasta el o m o p la to 126. En esta intervención, la in Las extensiones viables son similares a las descritas pre
cisión de la línea media es exploradora. La necesidad de v iam e n te en las incisiones de la línea media.
una extensión torácica depende de la patología revelada
en la exploración. Incisión pararrectal (de Kammerer-Battle)
• Puede emplearse la escisión esternal para c o n tin u a r su La incisión pararrectal (de Kammerer-Battle) (Fig. 9.75C)
p e rio rm e n te la incisión en la línea media. El anestesista se practica a lo largo del borde lateral de la vaina del recto.
debe estar p re parado para una abertura, intencionada o No es aconsejable, pues secciona transversalmente la iner
no, de la cavidad pleural. vación del músculo recto, pudiendo tam bién afectar al apor
• Una extensión lateral hacia un lado, o incluso hacia a m te sanguíneo procedente de la arteria epigástrica inferior.
bos lados, puede te n e r fo rm a de L o de T, e im plica la La incisión pararrectal no ofrece extensiones viables,
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
F ig u ra 9.7 4 . Variedades de laparotomía. A, Incisión en la línea m edia (línea alba). B, Incisión param ediana (rectal) co n re
tracción del músculo. C, Incisión subcostal. D, Incisión de McBurney. E, Incisión transversa abdom inal. F y G, Dos tipos de in
cisión toracoabdom inal. H, Incisión param ediana (rectal) con escisión del músculo. I, Incisión pararrectal. J, Incisión en palo
de jockey (toracoabdominal). [si<4] [sj<8]
418
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Incisión de Rockey-Davis
F ig u ra 9 .7 5 . Incisiones verticales. A, Incisión a lo largo de La incisión de Rockey-Davis es una incisión transversal
la línea alba. B, Incisión a través del músculo recto (parame- desde la espina ilíaca anterosuperior hasta el borde lateral del
diana), escindiendo el músculo. C, Incisión lateral a la vaina músculo recto derecho. Se emplea con m ucha frecuencia.
del recto (pararrectal). Los nervios segmentarios del músculo
recto (línea disco n tin u a ) se seccionarán. 1, piel; 2, los tres Incisión de Pfannenstiel
músculos planos y sus aponeurosis; 3, fascia transversal; 4, pe La incisión a b d o m in a l transversal de Pfannenstiel (Fig.
ritoneo; 5, músculo recto abdominal; 6, línea alba. [sk4\
9 .7 8 ) se realiza h o rizo n ta lm e n te , en un p u n to superior al
pubis. Las vainas rectales anteriores y la línea alba se sec
cionan transversalm ente y se pliegan superio rm e n te entre
8 cm y 10 cm. Los músculos rectos se retraen lateralm en
te, y pueden seccionarse la fascia transversal y el peritoneo
en la línea m edia. Debe identificarse y protegerse el nervio
ilio h ip o g á s tric o 129.
La excelente incisión de Pfannenstiel descubre de form a
porque se producirían lesiones adicionales en nervios y va
lim itada las cavidades pélvica y peritoneal inferior, lo cual
sos sanguíneos.
dificu lta m u c h o la reparación de lesiones en los uréteres,
la vejiga urinaria y el inte stin o grueso y delgado; sin e m
Incisión mesorrectal (transrectal)
bargo, tales com plicaciones son raras.
La mesorrectal (transrectal) derecha o izquierda es una Salgado y cois.130 señalan que la incisión de Pfannens
incisión vertical que disecciona el músculo recto. No se acon tiel perm ite una recolección co m pleta y eficaz del músculo
seja d ebido a que afecta a la inervación y a la irrigación. recto del a b d o m e n a efectos de reconstrucción de tejido.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
F ig u ra 9 .7 6. Abdom en más descubierto m ediante escisión de la apófisis xifoides. Izquierda, Incisión abdom inal en la línea m e
dia superior. Derecha, Espacio h abitu alm en te descubierto, de unos 6 cm (líneas discontinuas), y espacio descubierto de 10-11
cm tras extirpar la apófisis xifoides (líneas continuas). [sk4\
la ligadura de los vasos epigástricos inferiores. Una e x te n Lipton y cois.131 exam inaron las ventajas de una incisión
sión lateral excesiva puede d a ñar los nervios (Fig. 9 .79). costal «superior a dos dedos de distancia y paralela al b o r
Las incisiones transversales que se extienden demasiado la de costal derecho», desde la línea media hasta la línea axi
teralm ente pueden seccionar el nervio ¡liohipogástrico. Las lar derecha. Describieron una m ejor exposición para las in
incisiones inguinales pueden lesionar directa m e n te el ner tervenciones en las vías biliares, sin dehiscencia de suturas
vio ilio inguinal, o bien pueden quedar incluidas in v o lu n ta postoperatoria ni hernia quirúrgica, en 181 pacientes a los
riam ente en una sutura al cerrar la incisión. q ue se les hizo un seguim iento de dos años. N o obstante,
la incisión costal inferior a dos dedos de distancia y paralela
Incisiones oblicuas al b o rde costal derecho es la más empleada.
Una incisión oblicua puede extenderse lateralm ente ha
Incisión subcostal y extensiones cia el lado contralateral del cuerpo o hacia el m is m o lado
En una incisión subcostal, la vaina del recto se secciona siguiendo el b o rde costal y e vitando los nervios. Puede ex
transversalm ente. Se corta el músculo recto y se realiza la tenderse superior o inte rio rm e n te sobre la línea alba. Pue
escisión y la retracción del músculo o b licu o externo. La in de extenderse o b licuam ente hacia arriba a través del borde
cisión no debería extenderse lateralm ente más de lo nece costal y si es preciso convertirla en una incisión toracoab-
sario, para evitar así seccionar los nervios intercostales. El ci do m in a l.
rujano suele ver el pequeño nervio octavo y el nervio noveno
mayor. Es preciso retraer y preservar éste ú ltim o .
Incisión de McBurney (de Gridiron)
N o rm a lm e n te , puede realizarse la escisión de los m ús
y extensiones
culos o b lic u o externo, ob licu o inte rn o y transverso a b d o La incisión de M cB urney (de G rid iro n ) exige seccionar
minal. En ocasiones, las fibras del ob licu o externo deben la piel a lo largo de unos 8 cm, c o m e n za n d o 4 cm m edial
cortarse lateral e inferiorm ente. m ente respecto de la espina a n terosuperior derecha y si-
420
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Vaina del
' recto
M úsculo ■V NV Y "K- c
t\ \ ‘V / * V
recto Espina ' '' AW"
ilíaca a n te ro -
Nervio ¡liohipogástrico s u p e rio r
Lig a m e n to in g u in a l
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
la pared abdo m in a l posterior (lu m b a r), así c o m o diversas co m o posibles p roblem as la inestabilidad de la pared to rá
m odificaciones. Por otra parte, no hay acuerdo en la b i cica y un m a yo r d o lo r tras la sección transversal del re b o r
bliografía médica respecto a la te rm ino lo g ía y anatom ía to de costal.
Anatomía quirúrgica
pográfica de las incisiones lum bares. El cirujano debe estar Hoy en día, m uchos cirujanos se esfuerzan innecesaria
fa m ilia riza d o con la anato m ía local to p o g rá fic a , escoger m ente para em plear técnicas transabdominales difíciles que
una incisión que conozca bien, y ajustarla a la patología podrían realizarse más fácilm ente m ediante una incisión to -
subyacente. racolumbar, técnica que p ro b a b le m e n te se debería haber
Las incisiones lum bares deberían ser extraperitoneales, llevado a cabo en más ocasiones. Por otra parte, la incisión
extrapleurales y subdiafragm áticas. Deben tener una lon toracoabdom inal se realiza a m en u d o erróneam ente en in
g itu d suficiente y ser tan altas c o m o sea posible. Rolnick133 tervenciones en el hiato o el fo n d o esofágico, a los que se
nos da un consejo razonable: «Las incisiones pequeñas son accede m ejor transtorácicamente, sin extensión abdom inal.
inadecuadas y peligrosas; sin em bargo, tam b ié n es un error Sin em bargo, cuando está indicada, la incisión to racoabdo
practicar una incisión tan grande que casi descuartice" al minal descubre excelentem ente el abdom en superior a tra
paciente». vés del diafragma ampliamente abierto, permitiendo la retrac
Se han descrito diversas incisiones en la bibliografía: ción de la caja costal. D ependiendo del lado elegido, esta
• Incisión oblicua de Bergman-lsrael. vía de acceso puede tam bién emplearse para resecciones del
• Incisión vertical de Simon-Czerny. lóbulo hepático derecho, del esófago distal y el estóm ago
• Incisión transversal de Pean. proxim al, y en intervenciones en la aorta descendente.
• Incisión en cobertera de Bardenheuer. En el acceso to ra c o a b d o m in a l izqu ie rd o , de uso más
• Incisión para costectom ía. habitual, la incisión se extiende desde un p u n to en la línea
• Incisión de Israel-Mayo. axilar posterior cerca del ángulo del om o p la to , hasta el sép
• Incisión interespacial de Presman. tim o u octavo espacio intercostal (Fig. 9.86). A c o n tin u a
• Incisión de Nagam atsu. ción, cruza el re b o rd e costal y el m ú sculo recto o b lic u a
m ente en una línea hacia el o m bligo. La incisión se continúa
La presentación detallada de todas las incisiones e n u
descendiendo a lo largo de la línea alba hacia el pubis. Si se
meradas excede el o b je to de este capítulo, si bien descri
necesita una m a yo r exposición posterosuperior, la incisión
biremos b revem ente algunas de ellas.
puede atravesar los músculos serrato anterior y dorsal ancho.
Las porciones torácica y a bdom inal de la incisión pueden
Incisión oblicua moldearse para ajustarse a una técnica determ inada.
Para proceder al cierre, debe comenzarse por la reapro
La incisión o b licua (Figs. 9.80B y 9 .8 1 ) es una de las
xim ación del diafragm a, em pleando suturas irreabsorbibles
más empleadas p o r los urólogos. Se realiza desde el á n g u
discontinuas. Debe tenerse especial cuidado para incluir las
lo del riñón (bo rd e lateral del m úsculo erector de la c o lu m
tres capas (pleura, diafragm a y p eritoneo). Las suturas pe-
na y undécim a costilla) hasta la espina anterosuperior. Se
ricostales en form a de ocho se colocan alrededor de las cos
seccionan las siguientes estructuras anatómicas: piel, g ra
tillas, en sus rebordes superiores, pero se dejan sin atar. Tras
sa y fascia subcutáneas, músculo dorsal ancho, serrato pos
insertar una sonda pleural, se atan las suturas pericostales
te rio r inferior, m úsculo o b licu o externo, m úsculo o b licuo
y se sutura el b o rd e costal. Se colocan de nuevo las visce
interno, m úsculo transverso a b d o m in a l, fascia transversal
ras en sus localizaciones adecuadas, y se cierra el abdom en.
y grasa preperitoneal.
Incisión vertical
La incisión vertical (Figs. 9.80A, 9.82, 9.83, 9.84 y 9.85)
se realiza a lo largo del b orde lateral del erector de la co
lum n a , desde la d u o d é cim a costilla hasta la cresta ilíaca
con orientación perpendicular. Se seccionan las siguientes
C o m p l ic a c io n e s a n a t ó m ic a s
Transverso a b d o m in a l,
Fascia d o rs o lu m b a r
Oblicuo e x te rn o
car. M u n k y Kjer139 han descrito hernia epiploica tras una la- culos oblicuos. Se ha descrito que el d o lo r es m e n o r en las
paroscopia. La fo rm a ció n de fístulas secundaria a g ra n u lo incisiones transversales u oblicuas. Sin em bargo, si persiste
ma por sutura reviste m e n o r im portancia; tan p ro n to co m o el dolor, la causa más p robable es la com presión del nervio
se retire la sutura, la fístula curará espontáneam ente. y el neuroma.
Un fe n ó m e n o raro es la atrofia muscular secundaria a le
Lesión n erviosa sión de los nervios qu e inervan los tres músculos planos y
el m úsculo recto del abd o m e n .
Ciertas incisiones pueden lesionar el nervio, p ro d u c ie n Stulz y Pfeiffer141 observaron que dos nervios de la pa-
do una parálisis m uscular o la fo rm a ció n de una neurom a
doloroso. M cG uire140 señala que el d o lo r es m ayor en las in
cisiones paramedianas y verticales de la línea media; esto se
debe a la tracción ejercida desde am bos lados de los mús
11.a costilla
Pliegue pleural
Incisión
Oblicuo externo
Borde exterior del
sacroespinoso
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Dorsal ancho
Fascia transversal
Fascia transversal
Oblicuo externo
Borde seccionado del
oblicuo externo
Oblicuo interno
Oblicuo interno
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Lesión orgánica
Técnica Lesión vascular Lesión nerviosa p o r perforación Técnica inadecuada
Todas las incisiones Hemorragia Parálisis muscular Viscera abdom inal Evisceración
abdom inales Hematoma Formación de neurom a Dehiscencia
Isquemia Hernia quirúrgica
Incisión en la línea N inguna N inguna Viscera abdom inal Una incisión demasiado
media superior corta puede extenderse
superior e inferiormente
Incisión en la línea Ninguna Ninguna Vejiga Una incisión dem asiado
media inferior corta puede extenderse
superiorm ente
Incisión rectal Ninguna, con retrae- N inguna, con retrac Viscera abdom inal Una incisión dem asiado
ción lateral ción lateral corta puede extenderse su
perior e inferiorm ente
Incisión pararrectal Isquemia de la porción Lesión en el aporte n er Viscera abdom inal Una incisión demasiado
medial del recto vioso del músculo recto corta puede extenderse
Incisión transversal Arteria epigástrica Lesión en más de un Viscera abdom inal U na incisión dem asiado
superior superior nervio corta puede extenderse
Incisión transversa] Arteria epigástrica Nervio iliohipogástrico Vejiga Extensión lateral limitada
inferior inferior Nervio ilioinguinal posible
Incisión subcostal Hemorragia 8." y 9.° nervios inter Viscera abdom inal Puede extenderse en la línea
costales media abdom inal o la
Hemorragia pared torácica
Incisión de McBurney Hemorragia Nervio iliohipogástrico Viscera abdom inal Puede ser dem asiado peque
Incisión toracoabdo- Isquemia del colgajo Nervios intercostales Viscera abdom inal ña
minal cutáneo con incisio
nes en T
Fuente: S k andalakis JE, Gray SW, Rowe JS, Jr: A n a to m ic a l C o m p lic a tio n s in G e n e ra l Surgery. N u ev a York: M cGraw -H ill, 1983; c o n au to rizació n .
425
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
versales en varias capas en lugar de las de la línea media. ampliación de la hernia produce: insuficiencia respirato
Aunque los datos estadísticos pueden indicar una m ayor fre ria, atrofia y úlceras isquémicas infectadas de la piel su-
cuencia de evisceración en las incisiones en la línea media, prayacente a l saco hemiario, retracción y atrofia de los
Anatomía quirúrgica
no existen indicios concretos de que este tip o de incisión músculos abdom inales laterales que co ntribuyen así a
pueda dar lugar a dehiscencia o evisceración en un adulto. agrandar la abertura parietal, y atrofia de la porción vis
Los autores de este c a p ítu lo consideran qu e factores ceral derecha de la cavidad abdominal. Un neumoperito-
predisponentes co m o la obesidad, la caquexia crónica, o neo preoperatorio puede ser m uy beneficioso, pues extien
la distensión abdom inal postoperatoria, influyen más a m e de el abdomen y las adhesiones intraabdominales, fortalece
n u d o en este trá g ico fe n ó m e n o que una técnica d e fe c tu o el diafragm a y permite reducir el contenido del saco her
sa de cierre de la pared a b d o m in a l145,146. niado sin provocar el síndrome del compartim iento abdo
Para evitar la dehiscencia y la evisceración, re c o m e n minal, a menudo letal.
damos: Los objetivos de la hernioplastia incisional son cerrar
• Usar suturas irreabsorbibles. la comunicación parietal y reinsertar en la línea media los
• Emplear una buena técnica. El acceso anatóm ico a las fas- tendones de los músculos abdominales laterales retraídos.
das debe llevarse a cabo sin tensión. En Francia se han desarrollado dos técnicas que permiten
• De acuerdo con nuestra experiencia, el m ejor m é to d o es alcanzar estos objetivos; sus resultados son excelentes y
em plear una co m b in a ció n de suturas continuas y discon de larga duración, de modo que merecen un uso genera
tinuas. lizado. En la técnica más conocida, se im planta una m a
• Usar suturas de retención para evitar la evisceración. lla de gran tam año tras los músculos del abdomen. La m a
• Con una fascia intacta, realizar un ta p o n a m ie n to . lla más empleada es la de Mersilene (dacrón), ya que es
• O perar al paciente inm e d ia ta m e n te cuando la reparación suave, flexible, se integra rápidamente y conforma las cur
esté indicada. vaturas del abdomen y la pelvis. El elástico y suave dacrón
• Emplear succión nasogástrica. requiere tracción-fijación con suturas reabsorbibles que
• Evitar atar las suturas con excesiva fuerza; las suturas d e fu n cionan excelentemente p a ra el e stiram iento de los
masiado apretadas pueden causar isquemia local.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
músculos laterales y el aplanam iento del peritoneo. Las h erniorrafia laparoscópica es sólo de 2-3 años, pero que
grapas no son un sustituto adecuado de las suturas de esta técnica puede reducir la tasa de recaída en la hernia
tracción-fijación. El polipropileno puede sustituirse p o r po- en un 1 0 % a un 15% . El a u to r subraya la necesidad de una
liéster cuando la malla es pequeña y la superficie a bdom i vía de acceso seguro y de la im p la n ta ció n de un trocar.
na l plana. A menudo, no precisa fijación. Las piezas g ra n Los factores que c o n trib u y e n a una buena cicatrización
des de malla de polipropileno semirrígido deteriorarán la sin dehiscencia de suturas, hernia qu irú rg ica p o sto p e ra to
flexibilidad de la pared abdominal. Para evitar el contac ria, ni cicatriz desfigurante, son:
to de las visceras abdominales con la m alla permanente,
• Ausencia de tensión, presión y espacios muertos.
se interpone epiplón y/o m alla reabsorbible. Las incisiones
• Presencia de una buena hemostasia.
de relajación de Cibson y Clotteau-Prémont se emplean
• Desbridación.
para facilitar el cierre aponeurótico en la línea media.
• Irrigación.
En la reparación protésica premuscuiar, la malla debe ser
• Buena vía de acceso a la piel.
de polipropileno, porque la m alla de poliéster en esta loca
lización no es lo bastante fuerte para resistir al desgarro. La H odgson y cois.162, que a d m ite n que aún no se ha de
cola de fibrina se emplea para fijar la malla a la pared ab te rm in a d o el tip o de sutura ideal para cerrar la fascia a b d o
dominal, mejorando el resultado. En la reparación premus minal, recom iendan material de sutura irreabsorbible y una
cuiar, la línea media debe cerrarse con incisiones de rela técnica c o n tin u a para d is m in u ir la frecuencia de hernias
ja c ió n de Cibson y suturas superpuestas en los dos quirúrgicas.
segmentos mediales de la vaina del recto. A n th o n y y cois.163 señalan que los siguientes factores
El d re n a d o cerrado de succión es esencial para evitar inciden en los índices de recaída en la reparación de una her
seromas y hem atom as en el espacio que co n tie n e la malla. nia q u irúrgica:
Chrysos y cois.153 señalan que la reparación libre de te n 1. Las hernias quirúrgicas reparadas con m aterial protési
sión de la hernia ventral quirúrgica con un parche de PTFEe co son menos recurrentes que las reparadas m ediante
(p o lite tra flu o ro e tile n o e x p a n d id o ) es una técnica segura y re a p roxim ación del te jid o autógeno.
sencilla sin com plicaciones ni recaídas im po rta n te s 2. La obesidad está asociada a un n otable a u m e n to de la
M a ta p u rk a ry cois.154 presentaron la posibilidad de elim i incidencia de recaída.
nar la posible causa de recaída tardía en la hernia q u irú rg i 3. La mayoría de las hernias quirúrgicas recurrentes se p ro
ca mediante la reparación peritoneal con Marlex intercalado, ducen en los tres prim eros años postoperatorios.
que propició la regeneración de la aponeurosis de la pared Los autores han descrito ta m b ié n un índice general de
abdom inal en los experim entos realizados con 7 perros cru recaída del 4 5 % en la reparación inicial de la hernia q u i
zados. Carlson y cois.155 propusieron la expansión tisular para rúrgica, y de un 2 9 % en los pacientes tratados con m a te
restaurar el d o m in io abdom inal y hacer posible el cierre del rial protésico.
tejido blando en aberturas complicadas de hernia ventral. Los datos de A n th o n y y cois.163 se reflejan en la aseve
La técnica de «separación de com ponentes» para repa ración de L u ije n d ijk y cois.164: «Entre los pacientes con her
rar la pared a b d o m in a l consiste en el avance medial de un nias quirúrgicas en la línea m edia a b d o m in a l, la hern io rra
com puesto ¡nervado de m úsculo y tejidos fasciales para re fia con malla es m e jo r que la realizada con sutura p o r lo
co n struir las aberturas extensas y gruesas en la línea media que se refiere a la recaída, con independencia del ta m a ñ o
y las heridas a b dom inales156. Shestak y cois.157 señalan que de la hernia».
la «separación de com po n e n tes» evita la m o rb ilid a d ad i
cional en el área d o nante, pero advierten que sólo puede
llevarse a cabo si el músculo recto del ab d o m e n se encuen C o m p l ic a c io n e s a n a t ó m ic a s
tra inervado e intacto. DE LA LAPAROTOMÍA POSTERIOR (LUMBAR)
Sanders y cois.158 afirm an que el acceso laparoscópico
es una alternativa segura a la cirugía abierta para la repa Incisión o b lic u a
ración de la hernia quirúrgica.
Según Szymanski y cois.159, la herniorrafia laparoscópi- La invasión de la pleura p ro d u c e una c o n ta m in a c ió n
ca con malla arroja un bajo índice de recaída precoz, y pue p o r la infección subyacente o el desplazam iento superior
de llevarse a cabo con seguridad en un tra ta m ie n to a m b u de las células malignas. Para p ro te g e r la pleura, el cirujano
latorio del paciente. debe recordar que ésta atraviesa la m itad interior de la d u o
Heniford y cois.160 han descrito una tasa de finalización décim a costilla. En ocasiones, esta costilla es m u y corta. Si
del 98,1 % en sus herniorrafias laparoscópicas con malla de se da el caso, puede usarse la undécim a, pero recuérdese
hernias quirúrgicas y eventraciones, con índices de c o m q ue la pleura corre m u ch o peligro en esta parte de la ope
plicación y recaída aceptables. ración.
Larson161 señala que el período de seguim iento para una Es im prescindible p ro te g e r los nervios en cualquier in-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
• Intercostales.
• lliohipogástrico.
En esta sección, presentamos muchas hernias de la pa
• Ilioinguinal.
red a b d o m in a l a n te rio r y posterior. Las hernias a b d o m in a
Si fuera absolu ta m e n te necesario seccionar un o de es les internas se tratan en el capítulo d e d icado al p e rito n e o
tos nervios, secciónese sólo el iliohipogástrico. y los epiplones.
Las hernias de la pared abd o m in a l a n te rio r que tra ta re
Incisión v e rtic a l mos, son:
• Hernia epigástrica (ventral).
• La invasión de la cavidad peritoneal a través de una aber
• Hernia um bilical.
tura involuntaria en el p e ritoneo propicia la expansión de
- Hernias congénitas y adquiridas:
la infección o la neoplasia desde el espacio re tro p e rito
Hernia um bilical infantil.
neal a la cavidad peritoneal.
Hernia um bilical a d q uirida en adultos.
• Puede producirse la dehiscencia de suturas en incisiones
• O nfalocele (exónfalo).
oblicuas y en las de la pared a b d om inal anterior. La inci
• Gastrosquisis.
sión debe cerrarse in m e d ia ta m e n te para evitar una her
• Prolapso ileal en el o m b lig o .
nia quirú rg ica posterior, en ocasiones difícil de reparar.
• Hernia ventral lateral (de Spiegel).
• Las incisiones lumbares muy próximas a la línea media no sec
• Hernias ing u inofem orales (de la ingle).
cionan los nervios, ya que tienen una localización lateral.
- Hernia inguinal indirecta:
• Si la intervención se diseña para tra ta r una patología ex
Hernia inguinal indirecta deslizante.
terna a la fascia transversal, es preciso recordar las locali
- Hernias inguinales directas.
zaciones y relaciones de las glándulas suprarrenales, los ri
- Hernias supravesicales.
ñones y los uréteres superiores. Para más detalles, - Hernias inguinales m últiples.
consúltese el ca pítulo dedicado al riñón. - Hernias interparietales.
- Hernias femorales.
- Hernias infantiles.
I n c is o n e s TORACOABDOMINALES
Las hernias de la pared a b d o m in a l p o sterior q u e p re
D ado que las incisiones to racoabdom inales repercuten sentamos, a co n tinuación de las de la pared a b d o m in a l an
en com binaciones de estructuras torácicas y abdom inales, terior, son las del triá n g u lo lu m b a r superior (de G ry n fe ltt)
el lector encontrará más info rm a ció n en los capítulos dedi y el triá n g u lo lu m b a r inferior (de Petit).
cados al tó ra x y al a b d o m e n .
Re c o r d a r :
H e r n ia s de l a pared a b d o m in a l a n t e r io r
• Debe evitarse toda lesión en la red neurovascular de los
espacios intercostales. Dicha red se localiza en los re bor
H e rn ia e p ig á s tric a (v e n tra l)
des inferiores de las costillas.
• Si fuera necesario, debe seccionarse una costilla. El anillo de la hernia epigástrica (Fig. 9.87) se localiza en
• M e rendino165 señala que la lesión en el nervio frénico pue la línea alba, y se extie n d e desde la apófisis xifoides hasta
de evitarse e m p le a n d o incisiones circunferenciales en la 1 cm a 2 cm superiorm ente al o m b lig o . Se co m p o n e en su
periferia del diafragm a, o bien incisiones a través del te n to ta lid a d de fibras procedentes de la línea alba. A d ife re n
dó n central, llegando m e d ialm ente hasta la inserción del cia del anillo de la hernia um bilical, el de una hernia ve n
nervio frénico. El a u to r reco m e n d ó ta m b ié n evitar las in tral es c o m p le ta m e n te fibroso. El único p eligro lo c o n s titu
cisiones laterales y transversales. ye la perforación del intestino.
• La inserción del diafragm a en la pared torácica debe pre
servarse en su lugar para facilitar el cierre diafragm ático. H ernias u m b ilic a le s
• Una movilización cuidadosa evitará lesiones en el bazo, el
hígado, los riñones, los uréteres, el estóm ago y el colon. Congènita y adquirida
• El d iafragm a debe cerrarse em ple a n d o suturas irreabsor- Las hernias um bilicales se clasifican en superior, media
bibles discontinuas. Deben incluirse la pleura, el diafrag e infe rio r (véanse Figs. 9.10 A a G).
ma y el peritoneo. La abertura de la hernia superior es tria n g u la r. Se lo
• Debe evitarse la hem orragia prote g ie n d o la primera vena caliza en el in te rio r del lig a m e n to re d o n d o b ifu rc a d o , su-
lum b a r (localizada justo detrás de la vena renal izquierda) p ra y a c e n te al b o rd e s u p e rio r del a n illo u m b ilic a l (Fig.
du rante la m ovilización del riñón izquierdo. 9.1 OB).
428
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Piel
Grasa
Piel
Grasa
Porción anterior de la vaina del recto
Músculo recto abdominal
Porción posterior de la vaina del recto
Fascia transversal
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
con é xito de una hernia ventral tardía m e d ia n te un doble Existe un saco peritoneal, que contiene grasa preperitoneal
refuerzo de la vaina de te jid o fibroso subyacente a la piel. o una viscera.
D un n y Fonkalsrud168 afirm an que, a pesar de las m e jo Del in te rio r al exterio r, las capas que recubre el saco
Anatomía quirúrgica
la zona de Spiegel (fasciai), en cualquier p u n to a lo largo F ig u r a 9 .8 8 . Hernia um bilical. A, Sección del om bligo n o r
de la misma. Esta zona está lim itada lateralm ente p or las mal. B, Sección a través de la hernia um bilical. C, Vista late
fibras musculares del interno oblicuo, y m e d ia lm e n te por ral de la hernia. La línea discontinua representa la línea de in
el borde lateral de la lámina ante rio r de la vaina del recto. cisión. [ s k l l ]
430
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Peritoneo
Gr?c=
Músculo oblicuo externo
Piel
Matriz gelatinosa
Piel
F ig u ra 9 .9 0 . Gastrosquisis. La hernia es lateral al ombligo, y pasa a través de una abertura muscular congènita. Una matriz
gelatinosa, no u n saco, envuelve los intestinos herniados. Aunque la gastrosquisis se da en el lado derecho en la mayoría de los
casos, aquí se muestra en el lado izquierdo del paciente, [ s k l l ]
431
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Hernias inguinofemorales (de la ingle) te» hacia el anillo externo. N o presenta saco h e m iario. La
hernia em puja la fascia transversal hacia delante en su avan
El anillo inguinal profundo es una abertura normal en fo r ce. La arteria epigástrica inferior es lateral a la hernia direc
Anatomía quirúrgica
ma de V localizada en la fascia transversal, y está d e lim ita ta y medial a la indirecta. El anillo es p o co más que p e rito
d o p o r los pilares posterior y anterior. Las hernias suprave- neo y te jid o c o n e c tiv o p re p e rito n e a l, p o r lo q u e el
sicales directas y externas no presentan anillo; sin em bargo, e s tra n g u la m ie nto es poco habitual.
la pared posterior del c o n d u c to inguinal puede estar ate Las hernias inguinales directas suelen originarse en la
nuada parcial o to ta lm e n te , ca reciendo de la capacidad fosa m ediana. Se orig in a n ta m bién en la fosa supravesical,
para preservar la n o rm a lid a d en esa región. El anillo fe m o m e d ia lm e n te al lig a m e n to um bilical lateral118, y dan lugar
ral se localiza bajo el ligam ento inguinal, y constituye la en a las hernias supravesicales externas.
trada al c o n d u c to fem oral.
Hernia supravesical
Hernia inguinal indirecta
Algunas hernias inguinales (Fig. 9.93) guardan una estre
La hernia ing u in a l indirecta rara vez se da en la mujer,
cha relación con los ó rganos pélvicos del re b o rd e de la
pero es, con diferencia, la hernia más frecuente en el h o m
pelvis. La cara p o s te rio r de la pared a b d o m in a l a n te rio r
bre. C uando se em plea la palabra «hernia» sin adjetivar,
presenta tres fosas pares poco profundas a cada lado de la
suele hacerse referencia a una hernia in g u in a l indire cta
línea m edia (véase Fig. 9.41). Las hernias supravesicales se
(véanse Figs. 9.3 6 C y D).
dan en el suelo del par m edial de dichas fosas, separadas
Una hernia inguinal indirecta penetra en la pared c o r
p o r el lig a m e n to um bilical medial, los restos del uraco e m
poral a través del anillo inguinal interno, una abertura en
b rionario (véase «Fosas de la pared a b d o m in a l anterior»).
form a de V en la fascia transversal. Su existencia en el na
c im ie n to del saco h e m ia rio d e te rm in a el tip o . Si el saco Las variaciones en su p u n to de o rigen y re co rrid o ha
h e m ia rio es la p o rc ió n fu n ic u la r sin o c lu ir del proceso cen de las hernias supravesicales un g ru p o confuso. Propo
nemos la siguiente clasificación de estas hernias174:
vaginal, se dice que la hernia es «congènita» (Fig. 9.92A),
incluso si se pro d u ce a edades más avanzadas. Si el saco • Hernia supravesical externa.
no fo rm a parte de la túnica vaginal y está separado, en pa • Hernia supravesical interna:
ralelo, a un proceso vaginal n o rm a lm e n te cerrado, la her - Anterior.
nia se d e n o m in a «adquirida» (Fig. 9.92B). En am bos tipos, • Retropúbica.
la hernia pasa p o r el anillo inguinal in te rn o y el cuello del • Invaginada.
saco hem iario. El saco es lateral a la arteria epigástrica in - Lateral derecha o izquierda (paravesical).
ferior. - Posterior (retrovesical).
La hernia ing u in a l indirecta desciende p o r el c o n d u c to
Por su origen en la fosa supravesical, una hernia puede
ing u in a l, a n te rio r y late ralm ente al c o rd ó n esperm ático,
parecer exte rnam ente inguinal externa o fe m oral, fo rm a n
para em erger a través del anillo inguinal externo y penetrar
d o una masa palpable en la ingle (Fig. 9 .93). Casi la m ita d
en el escroto. Si la hernia llega hasta el escroto, se localiza
de las hernias inguinales directas se o rig in a n en las fosas
en la cavidad de la túnica vaginal («congènita»), o ju n to a
supravesicales175. En los estudios más antiguos, las hernias
ésta («adquirida»). La Figura 9.92 presenta los diversos ti
inguinales directas constituían en to rn o al 7 ,5 % de todas
pos posibles de abertura con cierre in c o m p le to del proce
las hernias176; las estimaciones actuales se sitúan en más del
so vaginal.
d o b le de dicha frecuencia.
Las hernias supravesicales externas no presentan sínto
H e r n ia i n g u i n a l d e s l iz a n t e in d ir e c t a . La hernia inguinal mas particulares ni dificultades diagnósticas. Estas hernias
deslizante indirecta (Fig. 9.92F) difiere de la hernia in g u i son siem pre palpables, y deben tratarse c o m o las demás
nal indirecta en que la pared de la viscera contenida es par hernias inguinales. Las com plicaciones son las mismas que
cial o to ta lm e n te la pared posterior del saco. En el lado de las de las hernias inguinales.
recho, es m u y probable que el ciego resulte afectado. En
el lado izquierdo, es el colon sigm oide el que resultará afec
Hernias inguinales múltiples
tado. Otras estructuras anatómicas afectadas son los ova
rios y las trom pas. Las hernias inguinales bilaterales son frecuentes, a m e
nudo se describen hasta tres hernias distintas en un lado en
un mismo paciente. Rowe y cois.177 describieron el caso de
Hernia inguinal directa
un paciente con ocho hernias distintas: una hernia inguinal
Una hernia inguinal directa (Fig. 9 .9 3 ) pasa p o r el c o n directa, una inguinal indirecta, una fem oral y una suprave
d u c to in g u in a l, pe ro no p o r el c o rd ó n e sp e rm ático. N o sical externa se daban sim ultáneam ente a cada lado (Fig.
atraviesa el anillo inguinal interno y, p o r lo tanto, no está 9.94). Una hernia inguinal directa e indirecta com binada en
recubierta p o r la vaina espermática. Avanza « d irectam en el m ism o lado da lugar a una hernia «en pantalón».
432
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Línea semilunar
Línea semicircular (pliegue de Douglas)
F igu ra 9 .9 1 . Hernia de Spiegel. A, Localizaciones de la hernia de Spiegel. Las secciones a través de la pared corporal normal,
superiores e inferiores al ombligo, revelan la zona semilunar de Spiegel. B, Relación de la hernia de Spiegel con las estructuras
inguinales. C, Disección de la hernia de Spiegel. [ s k l l ]
En una hernia interparietal (Fig. 9.95), el saco hem iario Hernia femoral
penetra en el anillo inguinal inte rn o de fo rm a similar a una Las hernias femorales (Figs. 9.42, 9.43 y 9 .9 4 ) pueden
hernia inguinal indirecta: en lug a r de descender hasta el considerarse «adquiridas», ya que no existe un saco her-
escroto atravesando el anillo externo (o además de presen niario pre via m e n te fo rm a d o . K in g 179 presentó el caso de
tar dicho trayecto), el saco pasa anteriorm ente entre dos ca una hernia fem oral deslizante estrangulada q u e contenía
pas cualesquiera de la pared abdominal. Pueden existir m ú l la tro m p a de Falopio y el ovario en una niña de seis meses.
tiples sacos. La denom inó «anomalía congènita antes que adquirida». Oh
433
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
F ig u ra 9 .9 2 . Defectos de cierre del proceso vaginal. Nota: Los dibujos A, B y F ilustran dos vistas: la vista de la m itad derecha
de cada diagrama representa una sección transversal del área indicada con su conexión con la línea diagonal. X, proceso vagi
nal. A, Proceso completamente abierto; u n asa intestinal o epiplón pueden seguir al testículo en su descenso al escroto (hernia
indirecta congènita). B, La porción craneal (funicular) del proceso permanece abierta; la hernia puede producirse más adelan
te (hernia indirecta adquirida). C, Todas las porciones, excepto la craneal, permanecen abiertas; el líquido seroso se acumula
form ando un hidrocele in fa n til. D, La porción media del proceso permanece abierta, form ando un quiste (hidrocele quístico).
E, Cierre no rm a l del proceso; puede acumularse líquido en la túnica vaginal (hidrocele adulto). F, Hernia inguinal indirecta
deslizante. La viscera descendente, habitualmente el colon, permanece en localización retroperitoneal; el saco (proceso vaginal)
puede permanecer abierto, o bien cerrarse. [sk4]
y cois.180 describieron un caso similar en una niña de dos m oral, para salir p o r el o rificio del safeno (fosa oval). En
años, h a b ie n d o e m p le a d o p e rito n e o g ra fía con contraste este p u n to , el d ia g n ó stico de hernia fem o ra l puede c o n
positivo para d iagnosticar hernia inguinal indirecta bilate fundirse con la presencia de una hernia inguinal, un absce
ral y hernia fem oral en cuatro individuos. Los autores afir so del psoas, un g a n g lio linfático h ip e rtro fia d o (g a n g lio de
m aron que estas hernias eran congénltas. Gray y Skanda C loquet), una variz de la vena safena o un lip o m a 182.
lakis181 describieron el caso de una recién nacida de 40 días A efectos de diferenciación, recuérdese que una hernia
con hernia fem oral que contenía Intestino delgado, ovarlo fem oral pasa bajo el lig a m e n to inguinal, mientras que una
y tro m p a . hernia inguinal lo hace su p e rio rm e n te a éste (Flg. 9.94).
Una hernia fem oral avanza desde el anillo fem oral bajo N o obstante, la obesidad del paciente o la o rientación de
el lig a m e n to Inguinal (Flg. 9.43), a través del co n d u c to fe la hernia pueden hacer la distinción menos evidente.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aponeurosis del
: ?— Ligamento umbilical medio
oblicuo externo
Músculo recto
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
H e r n io r r a f ia l a p a r o s c ó p ic a H e r n ia s de l a pared a b d o m in a l posterior
( lu m bar )
La h e rn io rra fia in g u in o fe m o ra l laparo scó p ica se ha
desarrollado a lo largo de los últim os 10 años. Presentar los En la región de la pared a b d o m in a l p o sterior (lu m b a r)
436
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Peritoneo
Grasa preperitoneal
Fascia transversal
Fascia de Camper
Anillo inguinal externo
Piel
F ig u ra 9 .9 5 . Hernia interparietal. El saco penetra en el a n illo interno, pudiendo introducirse en uno o más espacios entre las
capas de la pared abdominal. Puede tam bién darse una hernia indirecta. 1, preperitoneal; 2 y 3, intersticial; 4, superficial, [sk i 1\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Caliesen y cois.199 llegaron a la conclusión de que la téc vena cremastérica fluye hacia las venas epigástricas infe
nica q u irúrgica escogida para la reparación abierta de una riores; la vena deferente drena hacia el plexo pam p in ifo r
hernia inguinal indirecta primaria, no repercute en el d o lo r me y el plexo vesical, drenado éste p o r el plexo venoso
postoperatorio. prostático hacia la vena ilíaca interna.
La lesión en los nervios ilio hipogástrico, ilio in g u in a l o Wantz202 argumenta convincentemente que la atrofia
g e n ito fe m o ra l puede p ro ducirse p o r co n stricción cicatri testicular no se debe a la escisión o compresión de nin g u
cial, p ro vocando, m u y raras veces, un neurom a. El o b je ti na de las arterias mencionadas; antes bien: la orquitis is
vo es evitar la lesión. Si, a pesar de todas las precauciones, quémica debe atribuirse a una trombosis de las delicadas
se p roduce la lesión y el paciente sigue padeciendo dolor, venas pampiniformes, derivada de estiramiento u otros trau
la intervención idónea es la resección del nervio afectado matismos en dichos vasos sanguíneos. Wantz202 observó
y la m ovilización distante del segm e n to p ro xim al. que la atrofia testicular se produce más frecuentemente en
Para pacientes con d o lo r posto p e ra to rio tras una her- la herniorrafia clásica que en las intervenciones laparoscó-
niorrafia inguinal con im p la n ta c ió n de malla, H eisey Star picas, debido a la necesaria manipulación de los elementos
lin g 200 recom iendan retirar la malla y practicar una neuro- del cordón en la técnica abierta. Dicha atrofia puede ser
tomía. una secuela de la disección de todo el saco hemiario indi
Citam os a Skandalakis y cois.56: recto desde el cordón espermático (Fig. 9.98). El aporte ar
Se cree que la atrofia testicular y la orquitis isquémica terial colateral al testículo es tan rico, que puede seccionar
se el cordón sin que se produzca atrofia testicular203.
se deben a la lesión en uno o más de los siguientes vasos
sanguíneos: arteria testicular, arteria deferente, arteria cre-
La lesión en el c o n d u c to deferente debe repararse m e
mastérica y arterias escrotales anterior y posterior.
diante anastomosis té rm in o -te rm in a l con suturas finas irre-
Las arterias del testículo y el epidídimo se muestran en
absorbibles.
las Figs. 9.9 7 A y B. La arteria espermática interna, o tes
La lesión en el co rd ó n esperm ático suele deberse a la
ticular, se origina en la aorta, aproximadamente en L2. La
constricción secundaria a un cierre excesivamente entusias
arteria del conducto deferente (arteria deferente) nace de
ta de los anillos inte rn o o externo. La constricción causa in
la arteria vesicular inferior. La arteria espermática exter
suficiencia vascular y una dolorosa h in ch a zó n testicular,
na, o cremastérica, tiene su origen en la arteria epigástri
con la atrofia subsiguiente. El anillo no debe cerrarse d e
ca inferior.
masiado; debe que d a r espacio suficiente para que el c iru
Existe buena anastomosis entre las arterias gonadales
jano pueda in tro d u c ir su dedo m eñique.
y deferentes en todos los pacientes201. También hay anas
W a ntz204 afirm a que la mayoría de las atrofias testicula-
tomosis entre éstas y las arterias cremastéricas en aproxi
res o bedecen a la disección co m p le ta de un saco h e m ia rio
madamente dos tercios de los pacientes. Tras la disección
ing u in a l in d ire c to desde el co rd ó n esperm ático. El a u to r
del cordón, la circulación colateral es suficiente para evitar
aconseja dejar en su lugar la porción distal del saco.
la gangrena en el 98% de los pacientes. Se producirá atro
Tras estudiar una serie de 6.454 herniorrafias inguinales,
fia testicular en el 80% si se realiza la escisión del cordón.
Fong y W antz205 destacaron la posibilidad de que se pro d u z
Recomendamos encarecidamente no llevar a cabo esta es
can las com plicaciones de orquitis isquém ica y atrofia tes
cisión en ningún caso; si es necesaria la escisión del cordón,
ticular, aconsejando la disección lim itada del co rd ó n esper
es aconsejable m a ntener el testículo en el escroto, y no
m á tic o d ista l, así c o m o el uso de prótesis para re p a ra r
trasladarlo al campo quirúrgico. De esta forma, la circula
hernias recurrentes.
ción colateral resultará probablemente menos afectada.
N ahabedian y D ellon206 analizaron a 1 3 pacientes con
Entre los tercios superior y medio del testículo, la arte
d o lo r d e rivado de lesiones nerviosas en la región ilio in g u i
ria testicular se bifurca en las ramas testicular principal y
nal. Entre las causas de las lesiones, se encontraban la apen-
epididimaria. La disección del epidídimo en una epididimec-
dicectom ía, la herniorrafia inguinal, la linfadenectom ía in
tomía debe comenzar en el polo inferior del testículo, para
g u in a l, la o rq u id e c to m ía , la h iste re cto m ía a b d o m in a l
continuar en dirección ascendente (2,5 cm aproxim ada
co m pleta, la a b d o m inoplastia, el inje rto óseo de la cresta
mente). Desde este punto, el cirujano encontrará la bifur
del pubis, y la colocación de un catéter fem oral. La satisfac
cación, debiendo ligar solamente la rama epididimaria.
ción postoperatoria de los pacientes era elevada, llegando
El plexo venoso pam piniform e del cordón espermático
a recuperar to d o s ellos un nivel de actividad norm al.
está formado por 10-12 venas que se dividen en los g ru
Los órganos que pueden resultar dañados (especialmen
pos anterior y posterior. Cada grupo está drenado po r 3 ó
te en la hernia deslizante) son el intestino grueso, el intes
4 venas que se unen para form ar dos venas proximales al
tin o d e lg a d o y la vejiga urinaria. Las siguientes reglas p u e
anillo inguinal interno. Estas venas recorren el espacio ex-
den resultar útiles:
traperítoneal a ambos lados de la arteria testicular. La vena
testicular derecha desemboca en la vena cava inferior; la • El saco debe abrirse superior y a n teriorm ente.
testicular izquierda lo hace en la vena renal izquierda. La • N o debe seccionarse una adhesión hasta que el cirujano
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Hernia femoral
F ig u r a 9 .9 7 . Arterias del testículo y el epidídim o. A, La ar Las com plicaciones de la hernia fem oral son casi id é n
teria testicular (1) es la principal fuente de aporte sanguíneo ticas a las de la hernia inguinal. El cirujano ha de recordar
al testículo, si bien otras cuatro arterias forman anastomosis con
que deben evitarse lesiones en la vena fem oral. En los ca
la arteria testicular y entre sí para form ar un sistema de circu
sos de hernia estrangulada, no debe cortarse el lig a m e n to
lación colateral. 2, arteria deferente; 3, arteria cremastérica; 4,
arteria escrotal posterior; 5, arteria escrotal anterior. B, El p rin lagunar (de G im bernat), pues el corte puede lesionar una
cipal aporte vascular al testículo procede de la arteria testicu
lar, que nace de la aorta o de la arteria renal. El testículo tam
bién recibe sangre de la arteria del conducto deferente, que
nace de la arteria ilíaca interna, así como de la arteria cremas
térica, que tiene su origen en la arteria ilíaca externa. La arte
ria cremastérica irriga el músculo cremáster y la túnica del tes
tículo. Existe una nutrida circulación colateral entre el testículo
y las arterias de las estructuras adyacentes, como la próstata,
el escroto, etc. [sk4\
440
booksmedicos.org
booksmedicos.org
arteria o b tu ra triz aberrante (véase F¡g. 9.43). Resulta más aprendizaje aceptable, las com plicaciones anatóm icas de
seguro practicar el corte en un p u n to ventral a la hernia la herniorrafia laparoscópica serán cada vez menores.
encarcelada, seccionando parcialm ente el lig a m e n to in g u i Tras revisar la bibliografía existente entre 1993 y 1996,
nal (cintilla iliopúbica). H ernandez-Richter y cois.208 cons hemos encontrado complicaciones anatómicas de la hernio
tataron que la reparación laparoscópica era m u y eficaz en rrafia laparoscópica que afectan a la cavidad a b d o m in a l,
la herniorrafia fem oral sin carácter de urgencia, al tie m p o las paredes abdom inales, el escroto, los aparatos g e n ito u
que a d virtieron que las técnicas quirúrgicas actuales nece rinario y d igestivo (con o sin sus vasos sanguíneos y n e r
sitan perfeccionarse para evitar com plicaciones c o m o le vios correspondientes), y otras estructuras.
sión de vejiga, infección en el p u n to de entrada, h e m a to
ma, íleo y síndrom e de irritación nerviosa.
A u n q u e las hernias fem orales son raras en niños y re Cavidad abdominal, paredes
cién nacidos, sí se p ro d u ce n , y representan el 4 % de los y escroto
casos. La mayoría se prod u ce n en el lado derecho, y pre
d o m in a n en mujeres169. Las com plicaciones descritas son:
• H em orragia Intraperitoneal.
Hernia interparietal • Enfisema su b cutáneo masivo secundario a insuficiencia
de C 0 2.
Las complicaciones de la hernia interparietal son las mis • H em orragia en el p u n to de ubicación del trocar.
mas que las de la hernia ing u in a l. El cirujano debe ten e r • Hernia en el p u n to de ubicación del trocar, que afecta a:
presente que el saco hemiario es multilocular. Una disección - Peritoneo.
cuidadosa evitará la perforación del intestino delgado. - Asa intestinal.
- Hernia de Richter.
Hernia supravesical externa - Petequia.
- Equimosis.
Las com plicaciones son las mismas que las de la hernia - Serosas.
inguinal. - Hem atomas.
• A cum u la ció n linfática subcutánea.
• Adhesiones epiploicas.
C o m p l ic a c io n e s a n a t ó m ic a s Para re d u cir la hernia en el p u n to de p e n e tración, Ir-
DE LA HERNIORRAFIA INGUINAL ving y cois.209 recom iendan el uso de un p u n to de penetra
ción u m bilical de 12 m m y un laparoscopio de 5 m m .
LAPAROSCÓPICA
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
bajos. «No obstante», señalan los autores, «el cirujano debe nervio cu táneo fe m oral lateral, rama genital del nervio g e
ser meticuloso en la disección, d e jando intactos los nervios n ito fe m o ra l, rama fe m oral del nervio g e n ito fe m o ra l y ner
del cordón y e m p le a n d o a p ro p ia d a m e n te la malla p ro té vio fe m oral.
Anatomía quirúrgica
442
booksmedicos.org
booksmedicos.org
P I T U L O
Peritoneo, epiplón
y hernias internas ,J
John E. Skandalakis; G e ne L. C olborn; Thomas A. W eidm an; A n dre w N. Kingsnorth;
Lee J. Skandalakis; Panajiotis N. Skandalakis
Realizar la apertura de la cavidad abdom inal es bastante sencillo. De manera similar, el cierre de la cavidad abdominal, ta m
poco suele ser especialmente complicado desde el pu n to de vista técnico. Pero los procedimientos que se llevan a cabo entre
la apertura y el cierre del abdomen deben realizarse de forma correcta en beneficio del paciente (...) Y es un asunto que está
lejos de ser simple, que después de que el espacio peritoneal se ha abierto y cerrado posteriormente, existe un espacio de
tiempo operatorio crítico en el que cualquier m aniobra quirúrgica debe realizarse de forma cuidadosa con el fin de conseguir
el m ayor beneficio terapéutico pa ra el paciente. Es obvio que el cirujano que accede a la cavidad abdom inal debe estar pre
parado para cualquier circunstancia que pueda darse.»
EM Livingstone, 1 9 3 2 1
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Celso (activo aprox. 25 d.C.) D escrib ió la cirugía del e p ip ló n eviscerad o y diversas hernia s
Frugardi (siglo xn) Subrayó la im p o r ta n c ia d el e p ip ló n para realizar la rep aración de las hernias
Guillermo de Saliceto Realizó el d ia g n ó stic o d iferencial del e p ip ló n (lla m a d o «red») y la hernias in te stin a les
(siglo XII)
M o n d in o da Luzzi El e piplón se origina e n una reflexión peritoneal del diafragma, y se inserta en el estóm ago
(1275-1326) el co lo n y el bazo
Brunschwig (1450-1533) Realizó una descripción detallada de las heridas abdom inales
Da Vinci 1504 Realizó dibujos y anotaciones sobre el e piplón que fueron publicados en el siglo xvm
Da Carpi 1523 Afirmó haber realizado resecciones sin ligaduras ni cauterio; sugirió que la exp osició n al aire
causa gangrena
Fabricio Describió el e pipló n c o m o receptor de restos del estóm ago, bazo e hígado
de Aquapendente
(1537-1590)
Van den Spiegel 1632 Describió el peritoneo y una estructura que más tarde se llam ó lóbulo de Spiegel
Dionis (siglo XVIII) Primero en diagnosticar y resecar epiplón incarcerado en una hernia
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Ranvier 1874 Describió «puntos lácteos» e n el epiplón que actúan c o m o m eca n ism o de defensa
Senn 1888 Recomendó los colgajos libres de epiplón para proteger las líneas de sutura de la cirugía
intestinal y renal
Starling y Tubby 1894 Estudiaron la transferencia de sustancias de la cavidad peritoneal a la sangre y viceversa
Seligman 1946 Trató co n éxito perros nefrectom izados con diálisis de flujo c o n tin u o
Kiricuta 1963 Emplearon epiplón pediculado para reparar la pared en el tratamiento del cáncer de mam a
Tenckhoff y cols. 1964, 1972 Desarrollaron avances en la diálisis peritoneal continua ambulatoria
G oldsm ith 1973 Emplearon e pipló n pediculado c o m o su plem ento vascular en el cerebro
Lichtenstein y cols. 1989 Inició la reparación de las hernias introduciendo el c o n c ep to «sin tensión»
Phillips y cols. 1993 Realizaron la reparación preperitoneal laparoscópica de las hernias tipo Stoppa
McKernan y Laws 1993 Realizaron la reparación preperitoneal sin peritoneoscopia, evitan do totalm ente la cavidad
abdom inal
Robbins y Rutkow 1993 Docum entaron la reparación de las hernias inguinales co n una malla en el orificio inguinal
profundo tipo «paraguas»
B ibliografía:
Arregui ME. Laparoscopic preperitoneal herniorrhaphy. Presented at the Society o f American Endoscopic Surgeons Annual Meeting,
M onterrey CA, April 1991.
Blumenkrantz MJ, Roberts M. Progress in peritoneal dialysis: a historical perspective. Contr Nephrol 1979;17:101-110.
Fitzgibbons R], C a m p s], Cornet DA, N gu gen NX, Litke BS, Annibali R, Salerno GM. Laparoscopic inguinal herniorrhaphy: results of a
m ulticenter trial. Ann Surg 1995;221:3-13.
Halliday P. The surgical m an agem en t of subphrenic abscess: a historical study. Aust NZJ Surg 1975;45:235-244.
Lichtenstein IL, Shulm an AG, Amid PK, M ontllor MM. The tension-free hernioplasty. Am J Surg 1989;157:188-93.
Liebermann-Meffert D, W hite H (eds). The Greater O m en tum . N ew York: Springer-Verlag, 1983.
Mattocks AM, El-Bassiouni EA. Peritoneal dialysis: a review. J Pharmaceut Sei 1971;60:1761-1782.
McKernan JB, Laws HL. Laparoscopic repair o f inguinal hernias using a totally extraperitoneal prosthetic approach. Surg Endose 1993;
7:26-28.
Meyers MA. M orison pou ch (letter; c om m en t). Radiology 1995;195:578.
Phillips EH, Carroll BJ, Fallas MJ. Laparoscopic preperitoneal inguinal hernia repair without peritoneal incision. Surg Endose 1993;7:159-62.
Robbins AW, Rutkow IM. The m esh-plug hernioplasty. Surg Clin North Am 1993;73:501.
Skandalakis JE, Gray SW. Embryology for Surgeons (2nd ed). Baltimore: Williams & Wilkins, 1994.
445
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
A n o m a l ía s c o n g é n it a s
Ep ip ló n m a y o r
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Hígado
Epiplón m e n o r
4 capas
Prim era fu s ió n y fo rm a c ió n
del m esoco lon tra n sverso
2 capas
4 capas
Epiplón m e n o r M e s e n te rio
Las anomalías del epiplón m enor son m uy poco frecuen La raíz del m esenterio se extiende desde el cuadrante
tes; su variabilidad hace que sean difíciles de clasificar. Skan- superior derecho (prim era o segunda vértebra lum b a r) has
dalakis ha e n c o n tra d o diferentes alteraciones del desarro ta la articulación sacroilíaca derecha, y se fusiona con el es
llo del e p ip ló n m enor. H o d a c h 12 describe un caso de un pacio retrop e rito n e a l. Los defectos en la fusión, o la p re
varón joven con ausencia de epiplón m enor asociado a otras sencia de orificios en el mesenterio pueden p roducir hernias
m alform aciones. del intestino delgado (sintomáticas o asintomáticas). La her-
booksmedicos.org
448
Anatomía quirúrgica * Skandalakis
Longitud Justo por debajo del colon Cubre aproxim adam ente la Cubre la mitad del La mayor parte del Se extiend e más hacia 7-10 cm ó 14-35 cm
C om p osición M embrana vascular fina sin Fina m embrana vascular Grasa alrededor de Presenta mayor Presenta m ayor cantidad El vo lu m e n depende
grasa sin grasa los vasos cantidad de grasa; de grasa del peso corporal;
en ocasiones puede presentar una
algunos ganglios cantidad variable de
linfáticos grasa
Vascularización Se aprecia el patrón vascular Se aprecia el patrón Se aprecia el patrón El patrón vascular El patrón vascular es Muy variable; no tiene
vascular vascular puede ser perfectamente un patrón estándar;
apreciado mejor identificable impredecible
Observaciones Es un epiplón rudimentario, Ligamentos esplénicos Ligamentos El epiplón y el El e piplón y derivado Estructura típica del
que se extiende hasta el desarrollados; el epiplón esplénicos, m esenterio tienen epiploico muestra unos epiplón; graso o no;
bazo. Sus dos capas se cubre el diafragma especialm ente el sus límites límites casi normales v o lu m in o s o o no, en
fusionan en el co lo n esplenorrenal y el normales relación con el peso;
transverso y m eso coion gastroesplénico, todas las partes bien
mejor diferenciadas; se
desarrollados; pueden apreciar
mayor desarrollo arterias, venas y
del epiplón ganglios linfáticos
Esquema
. ^ ' 2 ^2
Datos tornados de Liebermann-Meffert D, White H, eds. Diseases of the Omentum: Congenital Abnormalities and Pediatric Disease. Nueva York: Springer-Verlag, 1983.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Hiato de W inslow
Páncreas
Estómago
Transcavidad de los epiplones
Mesocolon transverso
Cavidad peritoneal
Duodeno
Colon transverso
Intestino delgado
Epiplón mayor
Cavidad peritoneal
Útero
Colon rectosigmoideo
Vejiga urinaria
nia de Waldeyer se produce por la ausencia de fusión del me terio que produzca un espacio puede te n e r similares resul
senterio; esta anomalía puede asociarse a la ausencia de fu tados. La fosa intersigm oidea puede acoger hernias in te r
sión del m esocolon. La atresia yeyunal con agenesia del nas, así c o m o el m esocolon sigm oide.
mesenterio dorsal es conocida c o m o «síndrome de la m an Los quistes mesentéricos congénitos pueden clasificar
zana pelada»13, «deformidad en árbol de Navidad»14 o «atre se según su origen (Fig. 10.5):
sia de m ayo»15. • Endodérmicos: Quistes entéricos, duplicaciones quísticas
Se pueden p ro d u c ir hernias internas si se p ro duce un intestinales.
fallo en la inserción del mesocolon transverso en la segun • M últiples: Teratomas retroperitoneales.
da p orción del duod e n o , el borde del páncreas, o el polo • Mesodérm icos: Quistes linfáticos, quistes re tro p e rito n e a
inferior del riñón izquierdo. Cualquier d efecto del mesen- les o de origen urogenital.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Páncreas
Estómago
Colon transverso
Epiplón mayor
Mesocolon sigmoideo
Los quistes mesentéricos se describen con m ayo r de ta espacio, o una hernia adquirida en fases más tardías. C uan
lle en el capítulo acerca del intestino delgado, en el epígra d o se produce una hernia interna, el saco se d irig e a dere
fe «Intervenciones quirúrgicas del ye yu n o e íleon». cha o iz q u ie rd a ; p o r ta n to , p u e d e n p ro d u c irs e hernias
derechas o izquierdas.
Ligamentos Hay un n ú m e ro variable de espacios intraperitoneales y
aberturas en los que se pueden p ro d u c ir hernias. Las her
El defecto de la fusión del lig a m e n to fa lcifo rm e con la nias internas producen menos del 1% de las obstrucciones
pared abdom inal anterior da lugar a un defecto que se pue intestinales21; de éstas, las hernias paraduodenales son más
de asociar con hernias internas16. El lig a m e n to ancho, que del 5 0% .
es en su m ayor parte delgado y avascular, es una posible lo Los sacos hem iarios de las hernias c o n g é n ita s p ro tru -
calización de hernias internas. yen a través de los espacios, pero no hay pruebas de que
una hernia c o n g è n ita fo rm e un saco h e m ia rio en la vida
adulta. El espacio paraduodenal no es una localización p o
Espacios
tencial para p ro d u c ir hernias adquiridas, a u n q u e puede ser
M o y n ih a n 17 describió nueve espacios paraduodenales, la localización de una hernia congènita.
que según su teoría están form ados p or fusiones entre las La hernia paraduodenal izquierda se fo rm a al in tro d u
distintas fosas que pueden fo rm a r adherencias fisiológicas. cirse un asa intestinal a través del m esocolon descendente
N osotros consideramos que son cinco (cada uno d e n o m i d u ra n te el proceso de rotación del intestino en la décim a
nado con el n o m b re del a u to r o investigador que lo descri semana del desarrollo. Durante la fusión del m esocolon se
bió) los que tienen im portancia clínica suficiente para ser es form a el saco hemiario. El mismo proceso en el colon ascen
tudiados (Tabla 10.3 y Fig. 10 .6 )18-19'20. de n te da lugar a una hernia paraduodenal derecha.
Estos espacios son de origen co n g è n ito . El espacio pa Laslie y cois.22 sugieren que el saco h e m ia rio no se fo r
raduodenal se form a durante la décim a semana, cuando el ma en el m esocolon, sino que se fo rm a a p a rtir de la cavi
mesenterio del colon ascendente y descendente se fusiona dad celóm ica extraem brionaria, la cual fo rm a un asa intes
al p e ritoneo parietal de la pared a b dom inal posterior. En tinal al desarrollarse el co rd ó n um bilical, y p o ste rio rm e n te
tre el perito n e o y la unión d uodenoyeyunal, se puede p ro se in tro d u ce en el a b d o m e n . Este saco de la cavidad celó-
ducir una hernia congènita en el m o m e n to de formación del mica es avascular y se fusiona secundariam ente con el me-
450
booksmedicos.org
booksmedicos.org
T a b la 1 0 .3 . Espacios paraduodenales
Espacio y eponim o Lím ites anatóm icos Incidencia (%) Im portancia q uirú rgica
1. Fosa superior de Treitz En la parte posterior del espacio duodenal a la 30-50 Puede contener una hernia
izquierda de la cuarta porción del duodeno; la paraduodenal derecha
cavidad se extiende hacia arriba; el saco hemiario
se sitúa hacia la derecha
2. Fosa inferior de Treitz En la parte posterior del duodeno a la izquierda de 50-70 Puede contener una hernia
la cuarta porción; una cavidad se extiende hacia paraduodenal derecha
abajo, paralela al duodeno; el saco hemiario se
dirige hacia la derecha
3. Fosa mesentericoparietal Se localiza en la base del mesenterio en la primera 1 (Parsons, 1953) Puede contener una hernia
de Waldeyer porción del yeyuno, detrás de la arteria paraduodenal derecha
mesentérica superior y debajo del duodeno; es
más habitual en fetos que en individuos adultos;
el saco hemiario se sitúa a la derecha
4. Fosa intermesenterico- En la base del mesocolon transverso, donde junto Raro Puede contener una hernia
colica de Brosike con el páncreas forma la pared superior del paraduodenal derecha
espacio; la pared inferior está formada por la
unión duodenoyeyunal y la cuarta porción del
duodeno; la pared anterior está formada por el
peritoneo, que se encuentra entre el mesocolon
transverso y el mesenterio del yeyuno superior; la
arteria cólica media se encuentra a la derecha del
orificio; el saco hemiario se sitúa justo a la
derecha
5. Fosa paraduodenal En la parte inferior del espacio, uniendo la parte 2 (Parsons, 1953) Puede contener una hernia
de Landzert superior e inferior del espacio (Treitz); el espacio paraduodenal izquierda
contiene la vena mesentérica inferior y la arteria
cólica izquierda; el músculo psoas y el hilio renal
yacen posteriormente; el saco hemiario se dirige
a la izquierda
Fuente: Skandalakis JE, Gray SW (eds). Embriology for Surgeons, 2.a ed. Baltimore: Williams & Wilkins, 1994; con autorización.
socolon ascendente o descendente; puede fo rm a r una her está fo rm a d o por una capa fibrosa (la tú nica subserosa) y
nia paraduodenal derecha o izquierda. En algunos casos no una capa mesotelial (la túnica serosa).
se p roduce la fusión, y se fo rm a un saco h em iario m u y evi La cavidad peritoneal es un espacio potencial. N o rm a l
dente. Esta anomalía se d e n o m in a onfalocele interno. m e n te sólo contiene una pequeña cantidad de líq u id o pe
ritoneal, que lubrica las superficies y perm ite los m o v im ie n
tos del tracto gastrointestinal. En determinadas condiciones
patológicas se puede a c u m u la r gran cantid a d de líq u id o
A n ato m ía quirúrgica
en la cavidad peritoneal.
d el peritoneo El p e ritoneo no recubre p or co m p le to to d a la cavidad
peritoneal; algunas áreas se encuentran en c o n ta c to d ire c
El p e rito n e o es la m e m b ra n a serosa más extensa del to con las visceras, fu n d a m e n ta lm e n te a nivel posterior. Es
organismo, con una superficie aproxim ada de 2 2 .0 0 0 c m 2. tas áreas desnudas en la pared posterior se fo rm a n al de
Se d ivid e en una p o rció n p a rie ta l y otra visceral. La p o r sarrollarse el espacio re tro peritoneal, la pared p o sterior y
ción parietal recubre las cavidades a b d o m in a l y pélvica y los órganos situados a este nivel. Los órganos cubiertos sólo
la superficie a b d o m in a l del diafragm a. La capa visceral re parcialmente por peritoneo se denom inan órganos retrope-
cubre las visceras abdo m in a le s y pélvicas, in clu id o el m e ritoneales. Los órganos que están cubiertos p o r c o m p le to
senterio. p o r peritoneo, e xcepto en el p u n to de entrada de los pe
El perito n e o parietal se encuentra separado de la pared dículos vasculares, son de n o m in a d os órganos in tra p e rito -
a b d o m in a l p o r una capa de te jid o adiposo llam ada capa neales.
subserosa, mientras que el p e ritoneo visceral está íntim a- El o b je tiv o de este capítulo es recordar a los cirujanos
m entente adherido a los órganos que recubre. El peritoneo la anatom ía de los espacios peritoneales (Fig. 10.7) y resal
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
tar algunos nuevos conceptos que pueden c o n trib u ir a m e Desde este origen, el p e rito n e o parietal se d irig e hacia la
jorar el tra ta m ie n to de las colecciones peritoneales. Se p u e parte superior para fo rm a r el lig a m e n to falciform e, un liga
den utilizar diferentes m étodos diagnósticos c o m o TC, eco- m e n to con fo rm a triangular, con una estructura bilaminar,
grafía, RM o laparoscopia, para m ejorar el c o n o c im ie n to que se dirige desde la cara poste rio r de la pared a b d o m i
de los espacios peritoneales y reducir la m o rb ilid a d . Estas nal hasta la superficie inferior del diafragm a, sobre la su
pruebas de im agen son m u y útiles para el estudio an a tó perficie hepática. El lig a m e n to no está orie n ta d o de form a
m ico de los espacios y para evitar la m o rb ilid a d asociada a estricta en sentido anteroposterior puro; en los cortes trans
la cirugía. versales se aprecia una inclinación hacia la derecha en un
El cirujano general a b d o m in a l debe conocer el desarro plano p ró x im o al coronal, que se sitúa p o r encim a del o m
llo del p e rito n e o y sus particulares inserciones. Estudiar la bligo.
fo rm a c ió n de la anatom ía del m esenterio y sus espacios El lig a m e n to falcifo rm e es una m em bra n a fina, con una
es necesario para evitar las com plicaciones quirúrgicas (Ta capa de tejid o co nectivo escaso entre ambas láminas, que
bla 10.4). se prolonga en su borde libre con el liga m e n to redondo. En
el hígado, las dos capas del ligam ento co n tin ú a n con el pe
rito n e o visceral que recubre el hígado. A nivel de la inser
D e s c r ip c ió n de la a n a t o m ía del per ito n e o
ción diafragm ática, las dos capas se separan. La m e m b ra
Disposición vertical del peritoneo na derecha cruza la su p e rfic ie a n te rio r del h íg a d o para
fo rm a r la lám ina a n terior (superior) del lig a m e n to co ro n a
en la cavidad abdominopélvica
rio (Fig. 10.8); la capa izquierda cruza p o r encim a del seg
En la m ayor parte de los textos anatóm icos, se descri m e n to lateral del lóbulo izquierdo, fo rm a n d o la lám ina an
be la inserción del peritoneo en el área umbilical (Fig. 10.4). te rio r del lig a m e n to triangular.
452
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Ligamento falciform e
Anatomía quirúrgica
Ligamento coronario
(lámina anterior)
F ig u r a 10.8. Reflexiones del peritoneo que m uestran el área libre de inserciones del diafragma, o «área desnuda», los ligam en
tos coronario, triangular y falciforme. La flecha representa el paso en la parte posterior del esófago abdom inal a través del cual
se puede introducir u n dedo hacia la parte posterior del ligam ento coronario. [gr7\
plenorrenal, y se dirig e hacia el án g u lo esplénico del colon go, re cu b rie n d o los vasos gástricos izquierdos y los nervios
para fo rm a r el lig a m e n to frenocólico. de esta región. Esta zona del e p iplón m e n o r se d e n o m in a
Desde la parte izquierda del borde inferior de la super lig a m e n to gastrohepático. Después de incorporarse al es
ficie diafragmátlca del hígado, el peritoneo se dirige craneal tó m a g o y la prim era p o rción del d u o d e n o , las capas ante
m ente recubriendo la superficie visceral inferior. Alcanza el rior y p o sterior del perito n e o gástrico recubren el estóm a
borde a n terior de la porta hepatis y el lado izquierdo de la g o y la prim era porción del d u o d e n o , y desde la curvatura
fisura del lig a m e n to venoso. C ontinúa libre hacia la parte m a yor y el d u o d e n o se extienden hacia la capa a n te rio r del
inferior para cubrir el d u o d e n o y la curvatura m e n o r del es e p ip ló n mayor.
tó m a g o , fo rm a n d o la capa a n terior del e p ip ló n m e n o r y la La d o b le capa del p e rito n e o fo rm a la lám ina a n te rio r
parte inferior del m esenterio ventral prim itivo . El peritoneo del e p ip ló n mayor, desciende a lo largo del colon transver
co n tinúa con la capa posterior del liga m e n to coronario, re so y se p ro longa hacia la parte inferior en una distancia va
cubre el ló b u lo y el proceso caudados, y se d irig e hacia la riable. La lámina posterior del epiplón m a y o r asciende des
parte infe rio r desde el borde posterior de la porta hasta el de el b o rd e s u p e rio r del c o lo n tra nsverso y re c u b re la
lado derecho de la fisura del lig a m e n to venoso, fo rm a n d o superficie superior del m esocolon transverso, con la que se
la capa posterior del e p iplón menor. fusiona en grado variable; desde aquí recubre la cara ante
El m argen Izquierdo de las dos capas del epiplón m e nor rior del cuerpo y la cola del páncreas. La lám ina más infe
c o n tin ú a con el esófago; el borde libre derecho form a el lí rior del p e rito n e o desciende para fo rm a r la cara superior
m ite anterior del foram en de Winslow. El borde libre se p ro del p e rito n e o que recubre el colon transverso, y la parte
longa con la vaina que envuelve las arterias hepáticas, los más superior se p ro longa para fo rm a r el suelo de la trans
c o n d u cto s biliares extrahepáticos, la vena porta y el plexo cavidad de los epiplones.
nervioso hepático. En la parte posterior de este lig a m e n to El cirujano emplea estas especiales relaciones anatómicas
se encuentra el agujero epip lo ico , que co m u n ica la cavi para conseguir un acceso seguro a la transcavidad y al p á n
dad peritoneal p ro p ia m e n te dicha con la transcavidad de creas. El epiplón m ayo r se levanta para exp o n e r su superfi
los epiplones. cie posterior, se seccionan un núm ero variable de adheren
Las láminas a n te rio r y posterior de la transcavidad de cias del colon transverso, y se encuentra un plano entre la
los epiplones se separan en la curvatura m e nor del estóm a cara posterior de las láminas fusionadas del e p ip ló n mayor
454
booksmedicos.org
booksmedicos.org
y la cara anterior del peritoneo del mesocolon. La separa sacro y la pared lateral de la pelvis hacia los órganos u ro
ción de estas dos capas p e rm ite entrar en la transcavidad genitales. El p e rito n e o de la plica rectovesical asciende so
de los epiplones. El epiplón m ayor y el estóm ago se separan bre la parte superior de las vesículas seminales, y no se pone
hacia arriba para conseguir una amplia exposición del p á n en c o n ta c to con la g lá n d u la prostática. C o n tin ú a con la
creas. base y la cara superior de la vejiga urinaria y alcanza la pa
La parte del e p ip ló n m ayo r que se encuentra entre la red a b d o m in a l anterior.
curvatura m a y o r del estóm ago y el m esocolon transverso En la región lateral de la vejiga urinaria, el p e rito n e o
fo rm a el ligam ento gastrocólico. Este liga m e n to incluye ge pélvico form a el suelo de las fosas paravesicales derecha e iz
neralm ente las láminas a n terior y posterior del epiplón m a quierda. En la parte lateral, en cada fosa pararrectal, el c o n
yor, que se e n cu e n tra n fusionadas. Puede estar fo rm a d o d u c to deferente se dirige hacia la parte a n terior de la pelvis
p rim a ria m e n te p o r la lám ina a n terior del e p ip ló n m a yor si para alcanzar el anillo inguinal p ro fu n d o . C uando la vejiga
la transcavidad de los e piplones co n tin ú a desde la parte urinaria se encuentra vacía, se puede apreciar la fosa vesical
posterior del estó m a g o hasta la curvatura mayor, fo rm a n transversa entre ambos laterales de la pared de la pelvis. Este
do un nicho in fe rio r en la transcavidad entre las láminas espacio se encuentra entre ambas fosas paravesicales, cru
a n te rio r y posterior del epip ló n mayor, c o m o el nicho infe zando la vejiga urinaria p o r la parte superior hasta el espa
rior de la transcavidad de los epiplones. cio que ocupan am bos conductos deferentes.
La lámina peritoneal a n terior del m esocolon transverso En la parte superior de la vejiga urinaria, el p e ritoneo de
se prolonga en la parte inferior, recubriendo esta región del la pared a b d o m in a l c o n tin ú a con un resto e m b rio n a rio
colon transverso, y en la parte superior form a la lám ina pe que fo rm a un c o rd ó n fib ro so en la línea m edia: el uraco,
ritoneal posterior. Después de cu b rir la cabeza y la cola del o rem anente del saco alantoideo e m b rio n a rio . Se sitúa p or
páncreas, esta lám ina peritoneal se p ro longa para recubrir encim a del vértice de la vejiga hasta el o m b lig o , y en la
desde el páncreas hasta la tercera y la cuarta porciones del parte lateral se fo rm a n las fosas um bilicales medias. En la
du o d e n o . Hacia la derecha, el pe rito n e o deja el d u o d e n o re g ió n lateral a ambas fosas, el p e rito n e o o b lite ra los seg
para llegar a la cara posterior de la pared abd o m in a l. C er m e n to s de las arterias um b ilica le s. Más la te ra lm e n te se
ca de la línea media, el perito n e o acom paña a la arteria y e n c u e n tra n los vasos, la arte ria y la vena e p ig á s tric o s ,
vena mesentéricas superiores, y recubre la cara derecha del re c u b ie rto s p o r p e rito n e o , lim ita n d o las fosas u m b ilic a
mesenterio del intestino delgado. les laterales, q u e se sitúan sobre los m úsculos rectos, y no
C ontinúa con el yeyu n o y el íleon, para re cubrir de la en re la ció n con el o m b lig o , p o r lo q u e p ro b a b le m e n te
misma form a la cara izquierda del m esenterio del intestino la d e n o m in a c ió n de fosas um bilicales no sea la más a p ro
delgado. El p e rito n e o contin ú a hacia la izquierda sobre el piada.
co lo n descendente re tro p e rito n e a l y la pared a b d o m in a l Entre las fosas umbilicales media y lateral se encuentra
lateral. Desde la parte inferior e izquierda el pe rito n e o re el espacio supravesical, cuya p ro fu n d id a d depe n d e del gra
cubre la pared a b d o m in a l p o s te rio ry lateral y la cara a n te d o de repleción de la vejiga. En la parte infe rio r de este es
rior del mesocolon del sigma. Después recubre el colon sig pacio, la vejiga se encuentra en c o n ta c to con el pubis y la
m oideo y la pared lateral de la pelvis y la fosa ilíaca izquierda. parte inferior de la pared a b d o m in a l, separados p o r tejid o
Entonces, desde la parte inferior, el perito n e o del mesente conectivo que form a el espacio de Retzius y su prolongación
rio del intestino d e lg a d o se p ro lo n g a para re cubrir los seg a n te rio r o espacio de Bogros23. El pe rito n e o a cierta d istan
mentos inferiores de la aorta, la vena cava inferior y sus res cia p o r encim a de la espina del pubis no se encue n tra m u y
pectivas ramas y tributarias. a d h e rid o a la pared a b d o m in a l, y al replecionarse la vejiga
El p e rito n e o c o n tin ú a hacia la pa rte in fe rio r para re se separa el perito n e o de la pared.
c u b rir la pelvis. Recubre los laterales y la re g ió n ventra l En la parte lateral del liga m e n to u m b ilical se encuentra
del recto, y form a el suelo de la plica rectovesical en el h o m la fosa inguinal media. Justo lateral al lig a m e n to um bilical
bre, y el fo n d o de saco recto u te rin o de Douglas en la m u se encuentra la fosa inguinal lateral. La fosa ing u in a l lateral
jer. Se fo rm a n a am bos lados del recto las fosas pararrecta- es la región que aloja el anillo inguinal p ro fu n d o o interno,
les d e recha e izqu ie rd a , q u e tie n e n una p ro fu n d id a d d o n d e convergen de fo rm a más o menos diferenciada el
variable, y el espacio depende de la distensión que presen c o n d u c to deferente y los vasos espermáticos. Por debajo y
te el recto. medial al origen del ligam ento umbilical lateral se sitúa una
fosa relativam ente independiante, la fosa fe m o ra l, sobre la
superficie a b d o m in a l del anillo fem oral.
Pelvis masculina
En la pelvis masculina, los límites laterales de la fosa pa-
rarrectal co n tin ú a n con la vejiga urinaria y con los espacios Pelvis femenina
sacrogenitales. Estos espacios se form a n con el recubrim ien En la pelvis de la mujer, el p e ritoneo del fo n d o de saco
to del perito n e o sobre un tejido co nectivo denso, el uréter, recto u te rin o (D ouglas) co n tin ú a sobre el c u e rp o y el vér
y los nervios y vasos que discurren ce n tra lm e n te desde el tice de la vagina y recubre el cuello del útero. En la parte
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
lateral, en la fosa pararrectal y rectouterlna, se aprecian los la pelvis, en la fosa paraovárica, y asciende p o r la parte la
ligamentos uterosacros prom inentes. Los ligamentos utero- teral de la pelvis para dirigirse hacia el anillo inguinal p ro
Anatomía quirúrgica
Ligamento gastroesplénico
Tríada hepática
Ligamento esplenorrenal
Bazo
booksmedicos.org
booksmedicos.org
esplénico. Después de fo rm a r el lig a m e n to gastroesplénico, Las dos fosas supravesicales, derecha e izquierda (Fig.
el peritoneo recubre el bazo. En el lado izquierdo recubre el 10.10), se localizan entre la fosa um bilical central o m edia
liga m e n to esplenorrenal y el riñón izqu ie rd o y se dirig e ha na y las fosas um bilicales mediales. La p ro fu n d id a d y ex
cia la pared a b d o m in a l posterolateral y an te rio r hasta la lí tensión de estas fosas depe n d e de la repleción de la vejiga
nea alba. urinaria. La fosa inguinal medial se sitúa entre las fosas u m
En el abdom en inferior, el peritoneo fo rm a una fosa m e bilicales mediales y laterales. La fosa um bilical lateral se d i
dia y dos laterales. Estos cinco espacios se e n cuentran li ferencia de la fosa supravesical y um bilical lateral, e inclu
m itados por pliegues peritoneales, ta m b ié n llamados liga ye el anillo ing u in a l p ro fu n d o , a través del cual discurre el
m entos (Fig. 10.10): una fosa um bilical central, dos fosas proceso vaginal, p o r el que m ig ra el testículo d u ra n te el
umbilicales medias y dos fosas laterales. Estos ligam entos desarrollo e m b rio n a rio a través del c o n d u c to inguinal.
convergen en la región um bilical. En la región del c o m p a rtim e n to infram esocólico, el pe
La fosa umbilical central presenta el peritoneo recubrien rito n e o se puede e xte n d e r desde la parte lateral derecha
do el uraco, que se extiende desde el vértice de la vejiga en la línea alba hasta la vecindad del borde lateral del múscu
hasta el o m b lig o en la parte superior. lo cu adrado lum bar. Aquí, el p e ritoneo se retrae para fo r
En la parte lateral, medial a la fosa fe m oral (p o r debajo m ar en el lado derecho del colon ascendente la gotiera pa-
de la cual se encuentra el anillo fe m o ra l) y la cara lateral de racólica derecha. Cruza hacia la parte izquierda sobre la
la vejiga, se hallan las fosas umbilicales derecha e izquier superficie ventral y recubre el colon ascendente, el ciego y
da, que se encuentran elevadas p o r las arterias umbilicales el apéndice, y se localiza m e d ia lm e n te sobre el m úsculo
obliteradas. Llegan hasta el o m b lig o , recubiertas p or la fas psoas, el d u o d e n o y la vena cava inferior.
cia vesicoum bilical. Desde la pared a b d o m in a l posterior, el p e ritoneo c o n
En cada lado, a nivel de la salida de la arteria y vena ilía tin ú a p o r la raíz del m e s e n te rio , re cu b re los vasos m e-
cas externas del a b d o m e n , la arteria y vena epigástricas in sentéricos superiores, los c o n d u cto s linfáticos, los nervios,
feriores se sitúan p o r encim a y en ocasiones m e d ialm ente el íleon y el y e y u n o . Entonces, desde estos órganos, re
para penetrar en el m úsculo recto del a b d o m e n . Estos va c u b re la c o lu m n a v e rte b ra l. Desde la p a rte iz q u ie rd a
sos g e n e ralm ente producen una elevación del peritoneo, cruza hacia la aorta, el m úsculo psoas izquierdo y la parte
fo rm a n d o las fosas umbilicales laterales. El trayecto de los izquierda de la superficie retroperitoneal situada en el c o
vasos epigástricos form a el lím ite in te rn o del anillo inguinal lon descendente. Después de recubrir la parte izquierda del
p ro fu n d o . colon descendente, fo rm a el suelo de la gotie ra paracólica
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
izquierda y co n tin ú a p o r la pared ab d o m in a l hasta la línea posterior con el ovario y el ligam ento ovárico form an el me-
alba. soovario, que se extiende lateralm ente hasta la pared de la
Anatomía quirúrgica
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Recordar:
La inervación del peritoneo parietal, desde la parte su Fosa ile o c e c a l
perior hasta la inferior, es c o m o sigue:
La fosa ileocecal se encuentra fo rm a d a p o r la fosa Íleo-
• El p e rito n e o q u e re cu b re la s u p e rficie a b d o m in a l del cecal superior y la infe rio r (Fig. 1 0 .11). Una tercera fosa,
d ia fra g m a está in e rva d o en la periferia p o r los ú ltim o s conocida c o m o fosa subcecal o retrocecal, puede descri
seis pares de nervios intercostales y los nervios subcos birse ocasionalmente.
tales. La fosa ileocecal superior tiene los siguientes límites:
• El nervio fré n ic o recoge fibras sensitivas del p e rito n e o
• Anterior: Pliegue y arteria ileocecales.
de la parte central del d ia fra g m a . Los procesos p a to ló
• Posterior: M esenterio del íleon te rm ina l y lateral derecho
gicos q u e p ro d u c e n estím ulos en la p a rte ce n tra l del
del colo n ascendente.
d ia fra g m a son referidos c o m o d o lo r a través de los n e r
• Medial: Parte inferior del íleon term inal.
vios frénicos que estimulan las raíces C3, C4 y C5, y pue
den m anifestarse c o m o d o lo r en los h o m b ro s. La fosa ileocecal inferior tiene los siguientes límites:
• Los últim os seis nervios intercostales y los nervios lumbares • Anterior: Pliegue ileocecal.
inervan el peritoneo parietal de la cavidad abdom inal. • Posterior: Mesoapéndice.
• El p e rito n e o p é lvico está ¡nervado p o r el ne rvio o b tu • Inferior: Prolongación medial del pliegue ileocecal.
rador. • Superior: Ileon term inal y mesenterio.
La inervación del peritoneo visceral es incierta, pero los La fosa retrocecal o subcecal, cuando está presente, tie
nervios esplácnicos torácicos y lumbares recogen fibras sen ne unos límites inconstantes, que de p e n d e n de la e xte n
sitivas dolorosas. sión o p ro fu n d id a d y de una localización m edial o lateral.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Pliegue y fosa
ileocecal inferiores
F ig u ra 1 0 .1 1 . Hernia en la fosa ileocecal superior. A, Los pliegues ileocecales superior e inferior form an la fosa. B, El asa in
testinal se ha introducido a través del mesocolon durante la fusión del peritoneo con la pared abdom inal. [sklZ]
Se encuentra entre la gotiera cólica derecha y la superficie Las variaciones en la p rofundidad y lon g itu d del mesenterio
posterior del ciego a nivel de la gotiera ileocecal. En pre dependen de factores individuales co m o la raza o la dieta.
sencia de un ciego m óvil no hay fosa ileocecal. El autor que El uréter izqu ie rd o pasa a través de la base del mesosig
coordina este capítulo (JES) ha descrito una hernia del íleon ma y discurre en el receso inte rsig m o id e o (Fig. 1 0 .1 2B). La
te rm ina l en la parte posterior del ciego. cavidad que fo rm a la fosa se d irige hacia la parte infe rio r e
izquierda. Las estructuras anatómicas que se relacionan con
la cavidad inte rsig m o id e a son el u ré te r izquierdo y, en la
Fosa intersigmoidea
parte exterior, los vasos ilíacos externos.
La fosa intersigm oidea (Figs. 10.12 A y B) se localiza en
el m esocolon pélvico, que ocupa el espacio co m p re n d id o
entre la pared de la pelvis y S3. El m esocolon pélvico tiene Fosa supravesical
fo rm a de letra lambda (A).
Las inserciones del mesosigma a la pared abdom inal se La fosa supravesical (Fig. 10.10) se encuentra entre el
inician en la fosa ilíaca izquierda, y se extienden hacia la par lig a m e n to u m bilical m e d io (resto del uraco, o b lite ra d o o
te inferior y derecha en sentido diagonal. La inserción pue no) y el lig a m e n to medial (arterias umbilicales obliteradas).
de ser sinuosa, o to m a r fo rm a de «C», «S» o «U» invertida. Se encuentra en parte sobre la zona que ocupa el actual-
460
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Fo s a s p e r it o n e a l e s a n ó m a l a s
e in f r e c u e n t e s
Triángulo de Hesselbach
en la actualidad
Lig. Inguinal
M. iliopsoas
A. femoral
V. femoral
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Lig. falciform e
Lig. gastrofrénico
Lig. hepatogástrico
(epiplón menor). Lig. esplenorrenal
Lig. hepatoduodenal
Lig. gastroesplénlco
Epiplón mayor
V.
m e n tó hepatogástrico se extiende desde la porta hepatis liar c o m ú n , la arteria hepática y la vena porta. En un q u in
hasta la curvatura m e n o r del estóm ago y el esófago a b d o to de los pacientes, se puede e n co n tra r una arteria h e p á ti
m inal. El lig a m e n to cierra la unió n gastroesofágica a la de ca aberrante derecha, que gene ra lm e n te es una rama de
recha. Las dos hojas se unen de nuevo a la izquierda en el la arteria mesentérica superior. Esta arteria hepática derecha
lig a m e n to gastroesplénico, una parte del m esenterio e m ab e rra n te se e n cuentra siem pre en la parte p o s te rio r de
brio n a rio dorsal. La lám ina posterior no se une a la u n ión la porta, y no suele lesionarse en la resección del c o n d u c
gastroesofágica, por lo que queda un área desnuda en la pa to b ilia r o del lig a m e n to h e p a to d u o d e n a l en la c iru g ía
red p o sterior del estóm ago sobre el pilar izquierdo del d ia pancreaticobiliar. El cirujano p ru dente, no obstante, debe
fragm a. Se relaciona con la g lándula suprarrenal izquierda considerar su presencia en la liberación de la vena porta. El
y la vena gástrica izquierda37. lig a m e n to hep a to d u o d e n a l puede ser considerado el m e
El lig a m e n to gastrohepático co ntiene la arteria y vena senterio de la tríada portal. Tam bién fo rm a el lím ite a nte
gástricas izquierdas y la división ante rio r del nervio vago. rio r del hiato de Winslow.
O casionalm ente, puede co n te n e r la arteria y vena g ástri Los ligam entos coronarios, co m o se ha indicado previa
cas derechas y am bos troncos del vago. En uno de cada mente, son restos em brionarios del mesenterio ventral (Fig.
cuatro sujetos contiene la rama aberrante de la hepática iz 10.15). La superficie más externa form a el peritoneo, m ie n
quierda, que es rama de la arteria gástrica izqu ie rd a 38. Esta tras que la más interna fo rm a el lím ite del área desnuda.
rama hepática izquierda aberrante se puede lesionar al rea Los extrem os derecho e izqu ie rd o de los ligam entos co ro
lizar técnicas c o m o la vago to m ía supraselectiva o la devas narios fo rm a n los ligam entos triangulares. N o se localizan
cularización gástrica en la hipertensión portal. linealmente: el derecho es más p o s te rio ry lateral; el izquier
El lig a m e n to h e patoduodenal se extiende entre el híga d o es más superior y m edial. El lig a m e n to co ro n a rio y el
d o y la prim era porción del d u o d e n o , fo rm a n d o el borde triangular se describen con más detalle en el capítulo corres
derecho del lig a m e n to gastrohepático. C ontiene la vía b i p o n d ie n te al estóm ago.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
perficie ante rio r del páncreas. El e piplón debe ser liberado F ig u r a 1 0 .1 6 . A, Relaciones en el em brión. B, Relaciones
del páncreas de izquierda a derecha39. en el adulto. Localización de los ligamentos. [sMj
booksmedicos.org
booksmedicos.org
F igu ra 1 0 .1 8 . Desarrollo del epiplón y de la transcavidad. A, A los dos meses, el duodeno y el páncreas se encuentran en el
mesogastrio dorsal. La flecha indica la abertura del foramen epiploico en la transcavidad. B, A los cuatro meses, el duodeno y
el páncreas son retroperitoneales; el epiplón mayor se elonga. C, Configuración del adulto. La cavidad del epiplón mayor se o b li
tera; la pared posterior se fusiona con el colon transverso (CT) y el mesocolon transverso. H, hígado; E, estómago; Y, yeyuno;
P, páncreas; D, duodeno. La línea discontinua indica el plano de fusión. [sk4\
465
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Aorta
B
Vena cava inferior
d O
Anatomía quirúrgica
C S (Q í
F igura 10.19. Cambios que se producen en la relación del duodeno, el páncreas y la pared posterior del abdom en en el embrión.
A, Se encuentran presentes el mesenterio primitivo ventral y el primordio pancreático dorsal. B, Desaparición del mesenterio ven
tral y fusión del primordio pancreático. C, Posición final del duodeno y el páncreas. Compárese con la Figura 10.18C. [s k i8]
Lámina
superior del
Ló b u lo d e re c h o
ligamento
d e l h íg a d o
coronario
Posterior Anterior
Anterior
Pared abdominal
anterior
Seudo
membranas Lig
coronario
izquierdo
Posterior Anterior
Anterior Posterior
Seudo
Vesícula biliar
membranas
F igu ra 10.22. Relaciones de un absceso con la parte anterior F igu ra 10.24. Relaciones de u n absceso con la parte anterior
del espacio subfrénico derecho. [sk4] del espacio subfrénico izquierdo. [sk4]
467
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Pared abdominal
P u lm ó n d e re c h o anterior
Seudo-
membranas
Seudo-
membranas
Páncreas
Pa t r o n e s de drenado . La localización y el d re n a d o de
las colecciones en la cavidad peritoneal d e p enden de lo si
guiente:
• Localización y ta m a ñ o de la colección.
• Diferencias de presión en el abdom en.
• Separaciones entre las fosas peritoneales.
• Posición del cuerpo en relación con las zonas declives.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
m ental. M ayberri y cois.43 recom iendan el e m p le o de m a • Espado infrahepático izquierdo (subhepático) (Fig. 10.27);
llas de materiales reabsorvibles para el cierre de las laparo el meso a n te rio r y la transcavidad de los epiplones son
Anatomía quirúrgica
tom ías en pacientes con traum atism os graves que precisan localizaciones potenciales de abscesos.
una laparotomía.
Los espacios extraperitoneales son:
O rgan y Poter44 publican lo siguiente.
• Área desnuda del hígado y el diafragm a.
Uno de los grandes avances de los últimos años es la • Espacio e xtraperitoneal izquierdo.
laparotomía de control de daños en el tratam iento quirúr
gico general de los pacientes gravemente politraum atiza- La fo rm a c ió n de adherencias y seudom em branas pue
dosAS. La laparotomía de control de daños en el tratam ien de c o n trib u ir a la fo rm a ció n de diversas colecciones y abs
to quirúrgico de los pacientes gravemente politraumatizados cesos en cada espacio.
es la primera opción terapéutica y p lantea el tratam iento Estos espacios pueden ser abordados a través de inci
en tres pasos o fases. La primera fase es la laparotomía ex siones cutáneas a nivel intercostal (derecha o izquierda, an
ploratoria inmediata, que tiene como objetivo evitar la he te rio r o posterior), a la altura de las apófisis espinosas de la
morragia y la infección y consiste en un cierre rápido del ab prim era vértebra lum bar. N o se debe em plear un a b o rd a
domen. La segunda fase consiste en la reanimación en la je transpleural. Los em piem as y las lesiones del diafragm a
unidad de cuidados intensivos, corrigiendo la acidosis, la tienen una alta m o rb ilid a d y m o rtalidad.
coagulopatía, y la hipotermia y la coagulopatía. La fase fi
n a l es la del tra ta m ie n to definitivo de todas las lesiones
una vez que se ha completado la reanimación.
A n ato m ía quirúrgica del
Los pacientes con lesiones abdominales extensas, inclui epiplón y d e la transcavidad
dos los que han sido tratados con laparotom ía del control
de daños tienen un riesgo alto de presentar un incremen Rutherford M orison49 ideó el concepto del epiplón com o
to de la presión abdominal y un síndrome compartimental. «policía del abdom en» de la cavidad pleural. El epiplón p ro
El síndrome com pa rtim e n ta l produce un aum ento de la tege a la cavidad a b d o m in a l de procesos inflam atorios; y
presión en la vía aérea con hipoxia e hipercapnia e insufi puede ser una barrera fre n te a la disem inación de d ife re n
ciencia renal (oliguria y anuria)n 'A6. Ivatury y cois.46 des tes form as de cáncer (ovario, etc.).
criben los efectos de la hiperpresión abdominal. Las conse El e p iplón se subdivide en dos tipos: e p ip ló n m ayor y
cuencias adversas y las alteraciones hem odinám icas y e p ip ló n menor.
respiratorias asociadas a la hipertensión intraabadom inal
dan lugar a una perfusión tisular inadecuada, activan la
E p ip l ó n mayor
cascada de las citocinas y producen infecciones que causan
el fallo de diferentes órganos y la muerte. Desde el p u n to de vista q u irú rg ic o el e p ip ló n m a yo r se
subdivide en dos partes (Figs. 10.3, 10.4 y 10.5):
El síndrome com partim ental abdom inal es, por tanto, un
cu a d ro de hipertensión intra a b a d o m in a l asociado a tra u • El lig a m e n to gastrocólico que conecta la curvatura m a
matismos y otras entidades quirúrgicas. W atson y Howdies- y o r del estóm ago con el colon transverso.
hell47 presentan un excelente a rtícu lo sobre el sínd ro m e • La grasa del e p ip ló n m a y o r que cuelga desde el colo n
c o m p a rtim e n ta l; la im porta n cia de este síndrom e ha sido transverso en la cavidad a bdom inal.
reconocida recientem ente. Plantean la laparotom ía de des
A efectos prácticos, el e p ip ló n m ayor alberga el origen
com presión c o m o tra ta m ie n to d e fin itiv o de elección. Ertel
e m b rio ló g ic o del bazo, el páncreas y todas las ramas de
y cois.48 recom iendan la m edición continua de la presión en
la arteria y vena esplénicas. Por d e fin ic ió n , el e p ip ló n m a
la vejiga urinaria en pacientes de riesgo c o m o m é to d o más
y o r se e xtie n d e desde la cu rva tu ra m a y o r del e stó m a g o y
adecuado y coste-efectivo para la detección de las eleva
fo rm a la pared a n te rio r de la transcavidad de los e p ip lo
ciones de la presión abdom in a l. Los autores publican que
nes (véase Fig. 1 0 .3 ). En el a d u lto , el e p ip ló n m a y o r se
la descom presión m ediante la laparotom ía inm ediata res
e x tie n d e p o r d e b a jo del co lo n transverso, y se fusiona en
taura la fu n c ió n de los órganos afectados.
m a y o r o m e n o r m e d id a con el m esocolon transverso. Se
p ro lo n g a hacia abajo en la cavidad a b d o m in a l y recubre
Resumen
las asas del in te stin o d e lg a d o y, ocasio n a lm e n te, los ó r
Los espacios intraperitoneales son: ganos pélvicos.
• Espacio su p ra h e p á tico d e re ch o (s u b fré n ic o ) a n te rio r y Hay una gran variabilidad en el ta m a ñ o y lo n g itu d del
posterior (véase Fig. 10.20); puede albergar abscesos. e piplón. Anson y cois.50, en un estudio realizado en 125 ca
• Espacio suprahepático izquierdo (subfrénico) (véase Fig. dáveres, no encon tra ro n ep ip ló n en el 1 9 % de los casos. El
10.21) a nterior y posterior; puede albergar abscesos. e p ip ló n es un p equeño resto e m b rio n a rio en el 2% de los
• Espacio infrahepático derecho (subhepático) (Fig. 10.26). casos. Se extiende entre 14 cm y 19,5 cm p o r debajo de
470
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Arterias
Tr a n s c a v id a d de los epiplones
G riffith 51 describe m u y bien la vascularización del e p i
o b o lsa e p ip l o ic a
plón. A efectos prácticos, el epiplón es una lám ina transpa
rente con una excelente vascularización que procede de las La transcavidad de los epiplones es un espacio p o te n
arterias gastroepiploicas (Fig. 10.29). cial localizado en la parte p o sterior del e stó m ago. Se d iv i
Las arterias gastroepiploicas derecha e izquierda anasto- de en el ve s tíb u lo y la p ro p ia cavidad. El re c u b rim ie n to
mosan y fo rm a n el arco de Barkow en la lám ina posterior p eritoneal se e x tie n d e desde el bazo hasta la pared a b d o
del e p iplón (ramas epiploicas derecha e izquierda). El arco m inal posterior, re c u b rie n d o la superficie a n te rio r del pán
de Barkow recibe además ramas epiploicas anteriores de creas y fo rm a n d o parte del mesenterio p rim itiv o dorsal del
las arterias gastroepiploicas y ramas epiploicas posteriores estóm ago.
de los vasos pancreáticos. El ve stíb u lo se inicia en el a g u je ro e p ip lo ic o , y está
G riffith 51 pro p o n e la ligadura de la rama epiploica an te fo rm a d o p o r la fosa pancreaticogástrica, que contiene la ar
rior o la ligadura de la arteria gastroepiploica derecha dis teria gástrica izquierda desde el espacio retroperitoneal has
tal a su orig e n ; esto p e rm ite la v ia b ilid a d del e p ip ló n , ya ta la curvatura m e n o r del estóm ago. Forma un puente e n
que se preserva el arco de Barkow. Es una cuestión d is c u ti tre la aorta y el lig a m e n to gastrohepático, p ró x im o al hiato
ble si el p ro c e d im ie n to de G riffith es m e jo r que la ligadura esofágico del diafragm a. En la parte posterior se encuentra
de las ramas gástricas que proceden de las arterias gastro la fosa pancreaticoduodenal, que contiene la arteria hepá
epiploicas derecha e izquierda en la curvatura m a yo r del tica y cruza desde el espacio retroperitoneal hasta el liga
estóm ago. A u n q u e esta ú ltim a técnica puede resultar te m e n to h e p a to duodenal justo p o r encima del píloro y de la
diosa, los autores de este capítulo piensan que es una elec prim era porción del d u o d e n o . La abertura del vestíbulo en
ción m ejo r y más segura debido al m e jo r c o n o c im ie n to de la transcavidad se d e n o m in a agujero epiploico.
los vasos gastroepiploicos p or parte de los cirujanos gene La p ropia transcavidad, vista en sección m ediosagital
rales. (Fig. 1 0.18C ) está lim ita d a a n te rio rm e n te p o r el e p ip ló n
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Conducto
Colecciones en el espacio subfrénico derecho
torácico posterior (Fig. 10.23)
Bazo
Ganglios celíacos
Ganglios Los límites son:
gastroepiploi-
Ganglios pilóneos cos izquierdos
• Superior: D iafragm a.
• Anterior: Seudom em branas e hígado.
Estómago
Ganglio gastro-
• inferior: L igam ento co ronario superior.
Ganglio
epiploico derecho
mesentérico
Conducto
cístico
Vena porta
Estómago
Hiato de
W inslow
Ligamento
gastroesplénico
Páncreas
Bazo
Peritoneo posterior
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
3 Perlas clínico-quirúrgicas
Anatomía quirúrgica
Las adherencias peritoneales son algo más que el resul menos frecuentes com o origen de un proceso de inflama
tado de la simple pérdida del recubrimiento mesotelial pe- ción. Aunque existen variaciones entre individuos en cuan
ritoneal parietal o visceral. En ausencia de reacción infla to a la capacidad para desarrollar adherencias, el cirujano
matoria, después de una pérdida de superficie peritoneal puede ayudar a reducir el riesgo de adherencias, realizan
se produce una reperitonización que se resuelve en el pe do una técnica quirúrgica cuidadosa y evitando la exposi
ríodo de unas horas. La reperitonización se produce a par ción del peritoneo a materiales extraños. Es probable que
tir de la migración transperitoneal de células mesoteliales o evitar el cierre del peritoneo como una capa independien
células madre procedentes del tejido subperitoneal. En al te y cerrar la aponeurosis con sutura m onofilam ento reab-
gunos casos puede form ar adherencias. sorbible disminuya la aparición de adherencias entre el in
Las adherencias se forman com o resultado de procesos testino y la pared a b d om inal. Se han desarrollado
inflam atorios. El examen histológico de las adherencias investigaciones para reducir la adherencias con polietilen-
muestra una reacción de cuerpo extraño. La causa de los glicol, dextranos de alto peso molecular, vitamina E y fac
procesos inflamatorios pueden ser cuerpos extraños, sutu tor tisular activador del plasminógeno. El beneficio de es
ras, talco, alm idón, microorganismos y cualquier partícula tas estrategias, si existe, es reducir la posibilidad de
procedente del tubo digestivo. Con el cambio en el proce obstrucciones intestinales, pero no ha sido demostrado to
so de fabricación de los guantes, el talco y el alm idón son davía. (RSF Jr)
ma pueden s u b d iv id ir el espacio subfrénico izqu ie rd o en neral o principal. Un absceso típico en esta región form ará
pequeños co m p a rtim e n to s o colecciones próximas al tu b o adherencias y seudom em branas entre el hígado y la pared
digestivo, bazo o hígado. abdom inal a n terior y entre la pared a b dom inal y el epiplón
gastrocólico.
W h a le n 33 describe tres localizaciones frecuentes de los
P arte inferior d e l h íg a d o
abscesos y colecciones:
(s u b h e p á tic o s )
• A n te rio r al estóm ago, lim ita d o p or el hígado en la parte
Colecciones en el espacio subhepático derecho an te rio r y en la parte posterior p or la pared an te rio r del
anteroinferior (Fig. 10.26) estóm ago.
Los límites son: • Lateral al e stó m a g o , lim ita d o en la parte a n te rio r p o r la
superficie del bazo y p o s te rio rm e n te p o r el h ilio esplé-
• Superior: Hígado. nico.
• Inferior: C olon transverso y m esocolon transverso. • Posterior al estóm ago, lim ita d o a n te rio rm e n te p or la pa
• Anterior y posterior: Seudomembranas. red posterior del e stóm ago y la transcavidad de los epi-
plones y en la parte posterior p o r el espacio re tro p e rito
Colecciones en el espacio subhepático derecho neal del páncreas y el riñón izquierdo.
posterosuperior (Fig. 10.26)
Los límites son: Abscesos y colecciones en la transcavidad de
• Superior: Hígado. los epiplones (espacio subhepático posterior
• Posterior: Ligam ento co ronario inferior. derecho) (Fig. 10.27)
• Inferior: Riñón y d u o d e n o . La transcavidad de los epiplones es la localización más
• Anterior: Seudomembranas. fre cu e n te de los abscesos perihepáticos, pero se pueden
presentar en otras localizaciones:
Colecciones en el espacio subhepático anterior • Vestíbulo de la transcavidad.
izquierdo (Fig. 10.27) • Cavidad superior, detrás del e p iplón y el hígado.
Un absceso o colección puede encontrarse lim itado por • Cavidad inferior, en la parte posterior del e stóm ago y del
el seg m e n to lateral del lób u lo hepático izquierdo, el e pi epiplón mayor.
plón m enor, el estóm ago y el colon transverso. Esta lim ita • Cavidad esplénica, lim itada en la parte superior p or el es
ción no es co m pleta. El segm ento izquierdo del hígado es tó m a g o y el lig a m e n to gastroesplénico, en la parte infe
de pequeño ta m a ñ o p o r tanto, se co m u n ica por la parte rior p o r el páncreas y el lig a m e n to esplenorrenal, en la
superior con el espacio subfrénico izquierdo. Por la parte in parte posterior p o r el pedículo esplénico, y en la a n terior
fe rio r el espacio se com unica con la cavidad peritoneal ge p or seudom em branas.
474
booksmedicos.org
booksmedicos.org
I n f a r t o e s p lé n ic o
A b s c e s o h e p á t ic o
Ú lc e r a o c á n c e r de
e s tó m a g o p e r fo ra d o s
P e r fo r a c ió n d e v e s íc u la
b ilia r
P a n c r e a t it is a g u d a
Ú lc e ra d u o d e n a l
( p a n c r e a t i t i s n e c r o t iz a n t e )
p e r fo ra d a
C o lit is u lc e r o s a
D e h is c e n c ia d e
a n a s t o m o s is d e c o lo n
O b s t r u c c ió n d e lo s v a s o s
m e s e n t é r ic o s y n e c r o s is
in te s tin a l
P e r fo r a c ió n d e in t e s t in o
d e lg a d o
P e r fo r a c ió n d e u n
D e h is c e n c ia d e s u t u r a d e d iv e r t a lo de M eckel
a n a s t o m o s is d e l I n t e s t in o
d e lg a d o
P e r fo r a c ió n d e u n
c á n c e r d e c o lo n
A p e n d ic itis p e r fo ra d a
D i v e r t i c u l i t i s c o lò n ic a
O b s t r u c c ió n I n t e s t in a l
E n fe rm e d a d de C roh n
E n t e r it is
Ú te ro p e rfo ra d o A n e x it is p e r f o r a d a
] E s t ó m a g o , d u o d e n o (31 % )
| H í g a d o , v ía b ilia r, p á n c r e a s (11 % )
□ I n t e s t in o d e l g a d o ( 1 3 % )
□ A p é n d ic e (2 2 % )
I I C o lo n , r e c t o ( 2 0 % )
□ T ra c to u r o g e n ita l (3 % )
B
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
El anillo está fo rm a d o en la parte superior p o r el d u o d e • Anterior: Vena mesentérica inferior, arteria cólica izquierda.
no, en la parte a n te rio r po r la arteria mesentérica superior ♦ Lateral: A o rta (a la d e re ch a ), riñ ó n iz q u ie rd o (a la iz
o la arteria ileocólica, y posteriorm ente p or la co lum na ver quierda).
tebral. La incisión deb e realizarse en la parte in fe rio r del Una incisión en la parte inferior del anillo evita las lesio
anillo para evitar lesiones vasculares. nes de la vena mesentérica inferior.
Finck y cois.62 realizaron el diagnóstico y tra ta m ie n to de
la hernia co n gènita paraduodenal po r laparoscopia.
H e rn ia p a r a d u o d e n a l izq u ie rd a
• Superior: Á n g u lo d u o d e n o y e y u n a l, páncreas, vasos re Las hernias transmesentéricas se pro d u ce n a través del
nales. te jid o que fo rm a el mesenterio, el m esocolon transverso,
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Asa proximal
Vena mesentérica
Inferior
Asa distal
booksmedicos.org
booksmedicos.org
F ig u ra 1 0 .3 5 . Hernias paraduodenales. A, Localizaciones más frecuentes de las hernias paraduodenales (el yeyuno se ha des-
plazadado hacia la izquierda): 1,3,4 y 5 son hernias paraduodenales derechas; 2 es una hernia paraduodenal izquierda. B, Her
nia paraduodenal derecha en la fosa de Waldeyer (mesentericoparietal) (localización 5 en A). [s¡2] [s k l l ]
o el m esocolon sigm oideo (Fig. 10.37). Una rama de la ar Bircher y Stuart65 distinguen tres tipos diferentes de her
teria mesentérica superior o infe rio r fo rm a un o o más de nias en el m esocolon sigm oideo; inte rsigm oidea en la fosa
los bordes del defecto. La m ayor parte de los defectos del intersigm oidea, transversosigm oidea a través de un defec
mesenterio se encuentran entre el tro n c o ileocecal y la úl to en el m esocolon, e intrasigm oidea en la lám ina izquier
tim a rama ¡leal de la arteria y vena mesentéricas superio da cua n d o el saco se encuentra en el m esocolon.
res. En el m esocolon transverso, la m a y o r parte de los d e Los orificios que se fo rm a n en el m esocolon d u ra n te la
fectos se e n c u e n tra n e n tre los vasos cólicos m ed io s e cirugía deben cerrarse; si no, deben abrirse a m p lia m e n te
izquierdos63. Las hernias tra u m a to ló g ic a s transm esentéri- para evita r estrang u la cio ne s de asas intestinales. Deben
cas pueden presentarse c o m o un cu a d ro clínico de íleo es evitarse lesiones vasculares del m esenterio.
tra n g u la d o 64.
Mesocolon sigmoideo
Ángulo hepático
Ángulo
esplénico
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Asas de intestino
herniadas en la
Duodeno transcavidad de los
epiplones
F igu ra 10.38. Hernia a través del h ia to de W in slo w . A, Estructuras a través del h ia to d e W in slo w . B, H ernia e n la transcavi-
dad de los e p ip lo n e s . [skll]
Lig falciform e
Ombligo
Localización de la hernia
Fosa lateral
inguinal indirecta
Fosa supravesical
Hernia supravesical anterior
A. umbilical obliterada
Uréter izquierdo
Vejiga urinaria
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Parietal ] ..............................
— Fascia endopelvica
M. obturador interno
Visceral I
fueciraj)
Anatomía quirúrgica
Uréter
Vesícula seminal
A. rectal media
Vasos deferentes
Ion ascendente. Hemos descrito un caso en el que un asa ta m ie n to es parecido: reducción del asa intestinal herniada
de íleon term ina l se localizaba en esta fosa. y cierre del anillo h e m iario para evitar la recurrencia. Se d e
Las hernias ileocecales su p e rio r e in fe rio r (véase Fig. ben evitar las arterias ileocólicas y cólica derecha al seccio
10.11), que son poco frecuentes, se fo rm a n con un proce nar el anillo. Se deben valorar la aspiración del c o n te n id o
so de desarrollo similar a las hernias paraduodenales. El tra del asa p roxim al.
F ig u ra 1 0.41. C o m p a r a c ió n de las hernias supravesicales anterior posterior. Las m á s frecuentes s o n las anteriores. La hernia
posterior se ilustra e n u n a p a c ien te so m e tid a p r e v ia m e n te a h iste r e c to m ía . [ski 7]
482
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Peritoneo
Fascia vesical
Ligamento umbilical medio
Fascia rectal
Diafragma pélvico
Diafragma urogenital
Peritoneo
Fascia vesical
Fascia rectal
Membrana prostatoperitoneal
Diafragma pélvico
Diafragma urogenital
F ig u ra 1 0 .4 3 . Tres po sib les trayectos d e las h ern ias su pravesicales e n varones. 1, h e r n ia retrovesical verdadera. 2, hernia re
trovesical. 3, h e r n ia a través del f o n d o d e sa co rectovesical. [sklS\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Peritoneo
Ligamento umbilical
medio Fascia rectal
Fascia vesical
Espacio retrovesical
hipotético
Diafragma de la pelvis
Diafragma urogenital
F ig u ra 1 0 .4 4 . D o s trayectos p osib les de las hernias su pra vesicales posteriores in te rn a s e n las m ujeres. 1, h e r n ia rectovesical
verdadera. 2, hernia del f o n d o de saco v e sico v a g in a l. [s7<J5]
N o se debe seccionar, y el anillo debe ser cerrado des Los resultados de la paracentesis de b e n ser evaluados
pués de reducir el asa herniada. con precaución. La presencia de sangre incoagulable indica
una hem orragia intraperitoneal. La presencia de sangre co
agulada sugiere la aspiración de un vaso en el abdom en o
en la pared abd o m in a l; es frecuente en pacientes obesos.
La paracentesis guiada con ultrasonidos es el p ro c e d i
m ie n to de elección para la detección y el dren a d o de co
lecciones intraperitoneales secundarias a traumatismos, p ro
Pa r a c e n t e s is a b d o m in a l cesos inflam atorios, etc. Rodríguez y cols.74, Ross y cois.75
y G oletti y cois.76 publican excelentes resultados con este
La localización de la paracentesis puede determinarse des
p ro c e d im ie n to . La exploración ecográfica del a b d o m e n se
pués de realizar una ecografía o una TC. La localización ha
emplea para d e tectar la presencia de sangre en pacientes
bitual (Fig. 10.48) es en cada uno de los cuatro cuadrantes,
con tra um atism os abdom inales que afectan al hígado y al
el flanco derecho o izquierdo o la línea media del o m b lig o .
bazo77. Ross y cois.75 p ro p o n e n la paracentesis co m o m é
La paracentesis debe realizarse en condiciones de este
to d o para evacuar una ascitis de origen carcinomatoso. Jen
rilidad para evitar la peritonitis. A lgunos cirujanos a d m in is
nings y cois.78 recom iendan la paracentesis a través del ani
tran a n tib ió tic o s para evitarla. D urante la paracentesis, la
llo um bilical en el em barazo ectópico.
aguja puede perforar el intestino; esto gene ra lm e n te no es
Pueden presentarse diferentes co n tra in d ic a c io n e s . Se
peligroso, d e b id o a que el orificio cierra p o r sí m ism o de
debe evitar la paracentesis en caso de:
form a inm ediata.
Se puede realizar o p c io n a lm e n te el lavado peritoneal. • Distensión abd o m in a l.
M o o re y cois.73 publican que la frecuencia de co m p lic a c io • A b d o m e n con m últiples cicatrices.
nes y la seguridad del diagnóstico en el lavado peritoneal • Masas abdom inales quísticas.
cerrado son similares en pacientes que han presentado o • En la línea media, d e b id o a la presencia del lig am ento fal-
no cirugías abdom inales previas. cifo rm e que puede ser puncio n a d o .
Vasos
ováricos
F ig u ra 10.45. R eparación d e un a h e r n ia d e i l ig a m e n
Útero Ligamento ancho t o a n c h o , [ski2]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Ligamento redondo
Ligamento falciform e
Estómago
Anastomosis
Yeyuno
Asa herniada
Estómago
Yeyuno
Asa herniada
F ig u ra 1 0 .4 7 . Reparación de u n a h e r n ia pa-
raanastom ótica. A, La g a str o y e y u n o sto m ía se ha
realizado e n la parte posterior del c o l o n trans
verso (retrocólica). B, La g a s t r o y e y u n o s t o m ía se
ha r ea liza d o p o r d e l a n t e d el c o l o n tr a n sv e r so
(antecólica). [skl2]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
tados.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
son transparentes, pueden ser seccionadas con cuidado, Kuroyama y cois.102 proponen la transposición de epiplón
p ro te g ie n d o la serosa de las visceras. Si son gruesas, deben para el tr a ta m ie n to de la e s te rn o m e d ia s tin itis . O v n a t y
Anatomía quirúrgica
seccionarse em pleando pinzas hemostáticas, ligando ambas cois.103 realizaron una o m e n to p e x ia para tratar los linfoce-
partes. les recurrentes después de trasplantes renales.
Se debe prestar especial a te n c ió n con las adherencias Averbach y cois.104 realizaron una o m e n toplastia en la
asociadas a enteritis posradioterapia. M orgenstern y cois.100 pelvis después de una resección a n terior baja con escisión
re co m ie n d a n que la adhesiólisis se realice sólo si es nece mesorrectal.
saria, ya q u e p e q u e ñ a s a b e rtu ra s d el in te s tin o p u e d e n En 1906, R utherford M o ris o n 49 describió la a n g iogéne-
c o n d u c ir a la ap a rició n de fístulas o perforaciones. Reali sis en el e p ip ló n m ayo r con fo rm a ció n de nuevo te jid o vas
zar un bypass o una resección p u ede ser la decisión acer cular. W illia m s61 describe las situaciones en las que se p ro
tada. duce angiogénesis en el e p ip ló n (Tabla 10.5).
Shiraishi y cois.101 re com iendan la resección quirúrgica El tra ta m ie n to con laparoscopia de los infartos se g m e n
de parte del inte s tin o en caso de e n te ro c o litis p o sra d io tarios del e p ip ló n ha sido propuesto por Goti y cois.105
terapia; se reduce el sangrado y se increm enta la supervi El in fa rto s e g m e n ta rio puede producirse p o r una t o r
vencia. sión del e p ip ló n 106. D urante el em barazo se han descrito
torsiones del e p ip ló n 107. Al-Husaini y cois.108 afirm an: «Se
debe te n e r un alto índice de sospecha de torsión p rim a
Fosas ria del e p ip ló n cuando al realizar una incisión en la fosa ilía
ca derecha para tratar una apendicitis aguda se aprecie un
En las diferentes fosas se pueden p ro d u cir hernias que
apéndice n o rm al, especialmente ante la presencia de líq u i
pueden con d u cir a obstrucciones parciales o totales del in
do libre intraperitoneal serosanguinolento».
testino asociadas a la hernia interna. El cirujano debe recor
El estudiante interesado en el tem a puede a cu d ir a los
d ar las estructuras anatóm icas ín tim a m e n te relacionadas
excelentes libros de Lie b e rm a n n -M e ffe r y W h ite 4 y G old-
con las fosas, co m o el uréter en la fosa intersigm oidea, la
s m ith 109.
vena mesentérica inferior en la fosa paraduodenal, la tríada
hepática en el hiato de W inslow, los vasos epiploicos dere
cho e izquierdo, las arterias ileocólica derecha y cólica dere
Cierre peritoneal
cha, y la arteria mesentérica superior en la fosa mesenteri-
coparietal de Waldeyer. Es conocida la capacidad del peritoneo para reparar d e
fectos en horas o días. Las responsables son las células m a
dre localizadas en el te jid o subperitoneal. La p a rticipación
Pliegues de las células mesoteliales es fu n d a m e n ta l, ya que pueden
sufrir una m ig ra ción transperitoneal y proliferar, c o n trib u
Los pliegues peritoneales suspenden diferentes estruc
y e n d o a la reparación del peritoneo.
turas intraabdom inales; además recubren vasos, linfáticos,
Las adherencias se p ro d u ce n p or un retraso en la repa
y nervios relacionados con los órganos. El cirujano debe es
ración del peritoneo.
tar fam iliarizado con estos pliegues, que no deben conside
M a z ie r y co is .110 p u b lic a n que no existen d iferencias
rarse adherencias.
entre el cierre o no del peritoneo. T hom e Saint Paul y cois.111
D ebido a sus relaciones anatómicas, los fluidos pélvicos
a firm an que se p ro d u ce m e n o r n ú m e ro de c o m p lic a c io
pueden llegar al diafragma derecho (síndrome de Fitz-Hugh
nes (linfoceles, fie b re ) en los pacientes en los que n o se
Curtis, perihepatitis g o nocócica), presentando un cuadro
cierra el perito n e o . Spernol y cois.112 aseveran que el p e
clínico p a rticular de colecistitis aguda.
rito n e o no debe ser cerrado. Una recom e n d a ció n sim ilar
Recordar: Es im p o rta n te la localización anatóm ica del liga
realizan Nagele y cois.113. Than y cois.114 sugieren una evo
m e n to frenico có lico derecho.
lución s im ila r después de una h isterectom ía a b d o m in a l,
en especial en la in te rv e n c ió n de W e rth e im -M e ig s . Por
Epiplón otra parte, D im p fl y cois.115 publican sus p ropios resulta
dos en 343 m ujeres; no a p o rta n suficientes p ruebas de
El e p ip ló n puede p ro te g e r las líneas de sutura de una que evitar el cierre del perito n e o dism inuya las c o m p lic a
anastomosis intestinal. Puede ocasionalm ente cerrar p e rfo ciones.
raciones del tra cto gastrointestinal. Se puede u n ir a adhe En el tra ta m ie n to del cáncer colorrectal, Chen y cois.116
rencias o bridas form adas en otros procesos. realizan una reconstrucción de la cavidad pélvica para p re
El cirujano general debe te n e r en cuenta que el epiplón v e n ir la enteritis posradioterápica. Emplean la vaina p o ste
es m u y útil para prote g e r anastomosis, cub rir úlceras d u o rior del m úsculo recto del a b d o m e n y el p e ritoneo para re
denales perforadas y rellenar cavidades residuales después c u b rir la cavidad a b d o m in a l y la región del p ro m o n to rio
de e xtirpar quistes esplénicos o hepáticos. sacro y la región um bilical.
490
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Procedim iento Lesión vascular Lesión nerviosa Lesión de órganos Procedimiento inadecuado
Procedim ientos Numerosas lesiones N inguna C on órganos específicos Peritonitis-hem operitoneo
en el peritoneo
Exploración Hemorragia de adherencias N ingu na Órganos sólidos o hu ecos Incisión dem asiado pequeña
del abd om en seccionadas N o se reconoce la
patología
Paracentesis H em atom a de vasos Nervios espinales P unción de intestinos, N ingu no
y culdocentesis epigástricos, epiploicos, 9.° a 12.° vesícula, vejiga, hígado,
mesentéricos o pélvicos bazo o quistes de
ovario
Fuente: M o d ificad o d e S k an d alak is JE, G ray SW, Rowe JS Jr. A n a to m ic a l C o m p l i c a t i o n s in G en eral Surgery. N u ev a York: McG raw -H ill, 1983; co n
au to rizació n .
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Clasificación de acuerdo
T a b la 1 0 .8 . T a b la 1 0 .9 . Prevención de la peritonitis
con la localización de la infección
Estrategia
1. Peritonitis difusa Antes de la cirugía Antibióticos, sobrealimentación,
2. Peritonitis localizada enemas de limpieza, fisioterapia
• Absceso intraabdominal respiratoria
• Absceso interasas En la intervención Irrigaciones, antibióticos, drenados
• Absceso en Douglas cerrados, cierre retrasado de la piel
• Absceso subfrénico Después de la cirugía Antibióticos, sobrealimentación,
• Absceso retrocólico fisioterapia respiratoria
• Absceso pancreático Técnica Cirugía correcta
• Otros abscesos Anatomía quirúrgica Conocimiento de la anatomía
regional
Fuente: Wittmann DH. Intra-abdominal Infections. Nueva York: Mar
ee! Dekker, 1991. Fuente: Modificado de Skandalakis JE, Gray SW, Rowe JS Jr. Anatomi
cal Complications in General Surgery. Nueva York: McGraw-Hill, 1983;
con autorización.
Lesiones v is c e ra le s
dos. Se pueden p ro d u c ir lesiones vasculares, y la tracción
Se puede perforar el intestino d elgado o grueso, la ve del bazo, ocasionalm ente, puede p ro d u c ir su ruptura.
sícula biliar o la vejiga urinaria; la vejiga urinaria debe ser va Se debe evitar la lesión del po lo inferior del bazo al t i
ciada p re via m e n te a la p u n c ió n para evitar la lesión. Las rar del lig a m e n to gastrocólico y de un lig a m e n to accesorio
perforaciones intestinales cierran rápidam ente. La posibili descrito p or M o rg e n s te rn 126 c o m o « ligam ento criminal». El
dad de sepsis y peritonitis es rem ota, pero la lesión puede bazo se lesiona al tirar de este lig a m e n to .
ser im p o rta n te .
La p u n c ió n del hígado d u ra n te una paracentesis es si
m ilar a la de una biopsia hepática. Existe la posibilidad de C o m p l ic a c io n e s de la o m e n t o p l a s t ia
p ro d u c ir lesiones esplénicas, así c o m o la p u n c ió n de un
El em pleo del epiplón en cirugía puede asociarse a c o m
quiste de ovario. Se puede p ro d u c ir hem orragia o disem i
plicaciones anatómicas. Van Garderen y cois.127 describen
nación carcinomatosa secundarios a un quiste m a lig n o .
las diferentes c o m p lica cio n e s de la o m e n to p la stia . Entre
Roberts y A th e y 124 presentan seis casos en los q u e se
otras se encuentran la necrosis y el infarto del colgajo de epi
acum ula aire en el m io m e trio c o m o com plica ció n de una
p lón. Boiskin y cois.128 describen hernias del colon trans
culdocentesis. En 3.6 5 6 punciones transvaginales guiadas
verso de la o m e ntoplastia. Massard y cois.129 publican dos
con ecografía para o b te n e r óvulos, Dicker y cois.125 p u b li
casos de hernia diafragm ática asociada a o m e n toplastia en
can 14 casos de com plicaciones graves p o te n c ia lm e n te le
la cirugía de la pared torácica. John y B u c h m a n n 130 e m
tales.
plean colgajos de epiplón para cerrar la herida perineal des
pués de una resección de recto; en un caso, el e p ip lón se
C o m p l ic a c io n e s de la e x p l o r a c ió n necrosó parcialmente.
L e ch n e ry Cesnik131 emplean el e p ip ló n para reconstruir
DEL ABDOMEN
parcialmente el diafragma entre la verdadera cavidad a b d o
La e xploración del a b d o m e n no está exenta de c o m p li m inal y la pelvis (o m e n to p e x ia a b d o m in o p élvica). Evitan
caciones. Pueden producirse fallos en la id e n tifica ció n de do la presencia de asas intestinales en la cavidad pélvica se
la patología presente y al realizar procedim ientos inadecua d ism inuye el riesgo de enteritis posradioterapia.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Retroperitoneo
John E. Skandalakis; G e ne L. C olborn; Thomas A. W eidm an; Robert A. Badalam ent;
Thomas S. Parrott; Odysseas Zoras; Petros Mirilas
(...) no es el nacimiento, el m atrim onio o la muerte, sino la gastrulación, el tiempo verdaderamente más im portante de tu
vida.
Lewis Wolpert1
Muchos misterios clínicos yacen ocultos tras el peritoneo. En este territorio interior de mesénquima desordenado, con sus ple
xos vasculares y nerviosos, sus extraños restos embrionarios y sus límites fasciales indefinidos, el clínico se encuentra, con fre
cuencia, abandonado a la sola guía de su instinto y sus básicos principios diagnósticos.
The Lancet2
(...) todas las lesiones retroperitoneales nos recuerdan que lo que clínicamente es indefinido y difícil de ajustar a un único p a
trón, no parece serlo menos aunque se aumente m il veces.
The Lancet2
El diagnóstico de la enfermedad retroperitoneal proporciona un campo am plio para la grande synthèse (gran síntesis); pero
lo que solía ser la medida últim a de la agudeza diagnóstica de un solo clínico, es hoy una prueba mucho más rigurosa de la
pericia combinada de todo un equipo.
The Lancet2
1 *
D esa rr o llo
Embriogénesis
normal
A n o m a l ía s c o n g é n it a s
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Retroperitoneo 11
T a b la 11.1. Historia de la anatomía y la cirugía del retroperitoneo
Morgagni 1761 Describió un lipoma retroperitoneal hallado en autopsia
Cloquet 1817 Estudió la fascia perirrenal
Bogros 1823 Estudió la anatomía quirúrgica de la región ilíaca
Lobstein 1829 Usó por primera vez el término tumor retroperitoneal
Broca 1850 Descubrieron tumores retroperitoneales en autopsia
Moynier 1850
Treitz 1853 Estableció la teoría de «absorción». Describió la fascia retroduodenopancreática
Dickinson 1871 Describió un tumor teratomatoso semejante a los teratomas dermoides hallados
habitualmente en el ovario
Toldt 1879,1893 Teoría de las fascias viscerales conjuntas
Zuckerkandl 1883 Describió la fascia renal posterior
Bassini 1889 Describió un cistadenoma retroperitoneal parecido al cistadenoma seudomucinoso del ovario
Rogie 1894 Describió la anatomía retroperitoneal
Gerota 1895 Describió la fascia renal anterior
Poirer y cois. 1923 Estudiaron la lobulación del tejido adiposo en las regiones pararrenal y perirrenal
Drouet 1941 Estudió la región subperitoneal
Bumann 1945 Describió la embriología de la región renal
Altmeir & Alexander 1961 Describieron los compartimentos extraperitoneales por encima del borde pélvico
Stevenson & Ozeran 1969 Subdividieron la anatomía de la pelvis extraperitoneal en los espacios posterior, anterior,
inferior y superior
Meyers y cois. 1972 Descripciones de los espacios pararrenales y perirrenales anterior y posterior
Wickham 1979 Operó con neumorretroperitoneo para extraer endoscópicamente un cálculo ureteral
Hureau y cois. 1990, 1991 Estudiaron con tomografía computarizada losespacios extraperitoneales
Korobkin y cois. 1992 Emplearon la tomografía computarizada para estudiar la anatomía y las colecciones líquidas
en el espacio retroperitoneal
Gaur 1992 Realizaron cirugía renal retroperitoneal videoscópica
McDougall y cois. 1994
B ibliografía:
CreppsJT, Welch JP, Orlando R III. Management and outcome of retroperitoneal abscesses. Ann Surg 1987;205:276-281.
Hureau J, Agossou-Voyeme AK, Germain M, Pradel J. [The posterior interparietoperitoneal spaces or retroperitoneal spaces. 1:
Normal topographic anatomy], J Radiol 1991;72:101-116.
Hureau], Pradel J, Agossou-Voyeme AI<, Germain M. [The posterior interparieto-peritoneal or retroperitoneal spaces. 2: Pathological x-
ray computed tomographic image], J Radiol 1991;72:205-227.
Korobkin M, Silverman PM, Quint LE, Francis IR. CT of the extraperitoneal space: normal anatomy and fluid collections. AJR
1992;159:933-941.
McDougall EM, d a y m a n RV, Fadden PT. Retroperitoneoscopy: the Washington University Medical School experience. Urology
1994;43:446-452.
Pack GT, Tabah EJ. Primary retroperitoneal tumors. Int Abstr Surg 1954;99(3):209-231, 99(4):313-341.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Retroperitoneo
FT FTL
Anatomía quirúrgica
Saco
menor
Glándula suprarrenal
Grasa
Grasa
Tejido conectivo
— FR
Mesenterios: —
Mesocolon transverso
Mesenterio del intestino
delgado
Mesocolon pèlvico
i
EPRA
I
Colon
ascendente y1
descendente
Duodeno
Páncreas
Otros posibles
órganos
relacionados
F igura 11.1. Espacios retroperitoneales (muy esquemático). EP, espacio perirrenal; FR, fascia renal (de Gerota); P, peritoneo; EPRA,
espacio pararrenal anterior; EPRP, espacio pararrenal posterior; FTL, fascia toracoloumbar; FT, fascia transversal; M, músculos.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Retroperitoneo
Músculo cuadrado
lumbar
Fascia toracolumbar
anterior
Músculo dorsal
ancho
Las capas fasciales y los espacios relacionados con el ri terior, que incluye la fascia to ra c o lu m b a r (antes llamada
ñón son los siguientes, de a n te rio r a posterior: fascia lum bodorsal). Hay diferentes puntos de vista respec
to a la te rm in o lo g ía y to p o g ra fía de la fascia to ra colum bar,
• Peritoneo.
y sobre si consiste en dos o en tres capas.
• Espacio pararrenal a n te rio r (con cantidad variable de te
Desde nuestro p u n to de vista, la fascia to ra c o lu m b a r
jid o co n ju n tiv o laxo y grasa).
consta de tres capas de te jid o co n ju n tiv o que cubren o en
• Lámina ante rio r de la fascia de Cerota.
cierran a la m usculatura de la espalda, inclu ye n d o al cua
• Espacio perirrenal (el riñón y el uréter; la suprarrenal en
d rado lum bar. En la región lu m b a r la fascia to ra c o lu m b a r
un s u b c o m p a rtim e n to separado; grasa).
• Lámina posterior de la fascia de Cerota.
• Espacio pararrenal posterior (h a b itu a lm e n te con un gran
c o n te n id o de grasa más com pacta).
• Fascia to ra c o lu m b a r (lu m bodorsal) y fascia del músculo
psoas.
F ascia to ra c o lu m b a r
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Retroperitoneo
fascia to ra co lu m b a r
te rio r de la fascia toracolum bar. La capa media está e n g ro
sada en su parte superior por una cinta robusta, el ligam ento
lum bocostal, q u e está ligado a las apófisis transversas de
las dos primeras vértebras lumbares y a la superficie inferior
B de la d u o d é c im a costilla. El b o rd e a g u d o del lig a m e n to
Porción torá cica de la
lum bocostal es un ind icador m u y im p o rta n te de la línea in
fascia to ra co lu m b a r
fe rio r de reflexión pleural, y debería evitarse en la o p e ra
c ió n 4. Las láminas media y posterior envuelven al m úsculo
erector de la colum na.
La lámina anterior de la fascia toracolum bar es la más del
gada de las tres capas. Parte de las bases y superficies ven
trales de las apófisis transversas, en situación p ro fu n d a al
c m úsculo psoas (Fig. 11.6). Está reforzada en su parte supe
Lámina posterior- Porción lum bar
rio r p o r el lig a m e n to arqueado lateral que, en parte, co n
de la fascia to ra c o lu m b a r
trib u y e al origen del diafragma. La lámina anterior de la fas
cia to ra c o lu m b a r cubre la superficie ventral del cuadrado
lum b a r y continúa m edialm ente con el revestim iento fascial
del m úsculo psoas.
Las láminas media y a n te rio r encierran al m úscu lo cua
d ra d o lu m b a r y lo separan de la m usculatura más p ro fu n
da erectora de la colum na. Las tres láminas se unen late
ralm ente y co n tin ú a n con los orígenes a p o n e u ró tico s del
o b lic u o inte rn o y del transverso del a b d o m e n (Fig. 11.6).
F ig u ra 11.4. Tres com partim entos formados por la fascia to T opog rá fica m e n te puede ser útil recordar que el m úsculo
racolumbar. [b r l ] o b lic u o e xte rn o no se extiende p o ste rio rm e n te en c o n ti
nu id a d hasta la co lu m n a vertebral; su b o rd e p o sterior des
ciende casi verticalm ente desde la punta de la d u o d é cim a
se c o m p o n e de las láminas o capas anterior, media y pos costilla hasta la parte más elevada de la cresta ilíaca; por
terior. En realidad, el té rm in o fascia to ra c o lu m b a r describe ello, constituye un fácil indicador de la posición de dicha cos
i O b lic u o in te rn o
D orsal
ancho '
C uadrado lum bar
Ere cto r de la c o lu m n a
M u lt ífid o
Lám inas a n te rio r y p o s te rio r
de la fa scia to r a c o lu m b a r
F igu ra 11.5. C om partim ento osteofibroso del músculo erec
tor de la columna; com partim ento fascial para el músculo cua F ig u r a 1 1 .6 . Esquema de la fascia toracolum bar. Sección
drado lumbar, [b rl] transversal de la pared abdom inal posterior. [ho8]
498
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Retroperitoneo 11
El origen del o b licu o interno desde la lám ina a p oneuró-
tica p ro p o rcio n a una guía para las incisiones posteriores a
Musculatura de la pared corporal la altura del riñón. A este respecto, se debe recordar la p o
sición del nervio subcostal (nervio espinal T I 2) p o r debajo
de la d u o d é cim a costilla. De m o d o semejante, los nervios
Tejido conectivo iliohipogástrico e ilioinguinal (o la rama prim aria ventral de
retroperitoneal:
L1 d e la que p ueden pa rtir) están p recisam ente situados
Estrato externo
p o r debajo de la aponeurosis y el m úsculo o b licu o interno.
Estrato medio
O b via m e n te , están en situación de riesgo en las incisiones
Estrato interno
posteriores.
Epitelio celómico
Peritoneo
Fascia de fusión
Riñón
Espacio perirrenal
Espacio pararrenal
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Retroperitoneo
uréteres y los vasos y nervios. El estrato e xterno fo rm a la de su revestim iento peritoneal con el p e ritoneo parietal
fascia interna, que tapiza la pared corporal. Nosotros aña posterior.
diríam os la o p in ió n de que el estrato inte rm e d io represen • Posterior: La pared poste rio r del espacio se relaciona con
Anatomía quirúrgica
ta los tejidos conju n tivo s extraperitoneales, que están aso varios músculos. Estos son, en sentido lateral a medial: la
ciados con las paredes a nterior, lateral y p o s te rio r de la aponeurosis del transverso del a bdom en, el m úsculo cua
cavidad abdom inopélvica. Estos tejidos están condensados d ra d o lu m b a r y el m úsculo psoas, que es el más medial.
localm ente o, de o tro m o d o , especializados en su form a, Estos tres músculos están cubiertos p or una capa de fas
en asociación con diferentes órganos c o m o los riñones. cia bastante resistente, que es co m ú n con los músculos
Davies6 observó que el tejido co n juntivo extraperitoneal, iliopsoas. Sin e m b a rg o , la capa an te rio r de la fascia tora-
al igual que el tejido subcutáneo bajo la piel, se c o m p o n e de codorsal cubre el cu adrado lumbar. Estos límites fo rm a n
dos capas. La capa más cercana al peritoneo es grasa (com o la región lu m b a r del espacio re troperitoneal, en el cual
la fascia de Cam per). La segunda capa, más cercana a la fas se alojan la g lá n d u la suprarrenal derecha, el riñ ó n d e
cia muscular, es más m em branosa (c o m o la fascia de Scar re cho, el c o lo n asce n d e n te , el d u o d e n o , la g lá n d u la
pa). De acuerdo con esta teoría, las glándulas de la piel in suprarrenal izquierda, el riñón izquierdo y el colon des
vaden el tejido subcutáneo subyacente y, sim ilarm ente, las cendente.
visceras abdom inales y pélvicas se desarrollan d e n tro de la
Puesto que el espacio retroperitoneal te rm in a en el dia
capa fibroareolar del tejid o conectivo extraperitoneal, ad
fra g m a pélvico y se extie n d e lateralm ente hasta la m ita d
qu irie n d o sus mesenterios y cápsulas de te jid o conectivo.
posterior de la cresta ilíaca, debem os considerar otras dos
Algunos órganos reciben tam bién una cubierta adicional de
regiones desde un p u n to de vista q u irú rg ic o : la fosa ilíaca
peritoneo. Por tanto, los tejidos conjuntivos perirrenales con
y el b o rd e pélvico de la pelvis verdadera. Tam bién nece
sisten en una m atriz interna areolar-grasa y una capa exte
sitamos in c lu ir (o e x te n d e r el espacio re tro p e rito n e a l en
rior m em branosa de te jid o perirrenal.
sentido a n te rio r hasta inclu ir) las m últiples regiones entre
las hojas mesentéricas, c o m o el m esocolon transverso, el
Lím it e s de la r e g ió n r e t r o p e r it o n e a l mesenterio del intestino d e lg a d o y el m esocolon pelviano.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Retroperitoneo
N u n n y cols.8 propusieron una división anató m ica rea pared abdom inal anterior. Justo detrás de la grasa está la fas-
lista del espacio re tro p e rito n e a l en tres zonas (F ig . 11.9) cía m u ltila m in a r del ilíaco.
orientada a la descripción y to m a de decisiones en el tra El suelo de la fosa ilíaca es el m úsculo ilíaco. El nervio
ta m ie n to de una lesión retroperitoneal. Estas zonas, sus lí ilio hip o g á strico cruza h a b itu a lm e n te la fascia del ilíaco en
mites y co n te n id o son los siguientes: sentido medial-lateral p o r detrás de la p o rción inferior del
riñón. Otras ramas del plexo lum bar pasan a través del psoas
Zona I ( Centromedial)
m a yor y, al cruzar la fosa ilíaca, se sitúan p o r debajo de la
• Superior: Aberturas diafragm ática, esofágica y aórtica. fascia ilíaca. El nervio fe m o ra l desciende en la parte lateral
• Inferior: P ro m o n to rio sacro. del intervalo entre los músculos psoas e ilíaco.
• Lateral: Músculos psoas.
Las arterias y venas ilíacas com unes y externas, que dis
• Contenido: Aorta abdom inal, vena cava inferior, páncreas, curren en sentido inferior en to rn o al borde de la pelvis ver
d u o d e n o (en parte). dadera y sobre la superficie del psoas, están cubiertas por
Zona II (Lateral) una extensión m edial de la fascia del ilíaco. En un nivel in
• Superior: Diafragma. ferior, la fascia ilíaca c o n trib u y e a la fo rm a c ió n del tra cto
• Inferior: Crestas ilíacas. iliopúbico, ju n to con la fascia transversal y el músculo trans
• Lateral: Músculos psoas. verso del abd o m e n .
• Contenido: Riñones y sus vasos, uréteres y sus porciones
a bdom inales, colon ascendente y descendente, flexura E sp acio p erirre n al
hepática y esplénica.
El espacio perirrenal es el a lo ja m ie n to de los riñones;
Zona III (Pélvica)
p o r ta n to , am bos órganos están situados entre la lámina
• Anterior: Espacio de Retzius.
poste rio r y la lámina a n te rio r de la fascia de Gerota. A c o n
• Posterior: Hueso sacro.
secuencia de la c o m p a rtim e n ta c ió n del espacio retroperi-
• Lateral: Pelvis ósea.
toneal p o r los varios tejidos conjutivos retroperitoneales y
• Contenido: Pelvis en su totalidad, pared pélvica, colon rec-
fascias, el riñón está envuelto por las láminas anterior y pos
tosigm oide, vasos ilíacos, órganos urogenitales (en parte).
te rio r de la fascia renal (fascia de Gerota o fascia perinéfri-
Falcone y cois.9 d o c u m e n ta ro n que un h e m a to m a de ca o perirrenal) y p o r el te jid o graso situado d e n tro y fu e
grado m od e ra d o a grave en la zona I, consecuencia de una ra de la fascia.
contusión, ide n tifica d o p o r to m o g ra fía co m p u ta riza d a , y La lám ina a n te rio r se conoce ta m b ié n c o m o fascia de
unido a lesiones intraabdom inales múltiples o con una p u n Toldt, y la posterior c o m o fascia de Zuckerkandl.
tu ación de viscera sólida (SVS) m ayo r de cuatro, indicaba Last" calificó la fascia renal c o m o una «im precisa c o n
la necesidad de una e xploración urgente. densación de te jid o areolar entre el perito n e o parietal y la
La valoración radiológica del re tro p e rito n e o ha sido in pared a b d o m in a l posterior». Sin e m b argo, añadió que «al
vestigada p or Chaffanjon y cois.10. Estudiaron la anatom ía gunas de sus adhesiones m erecen a te n c ió n , puesto que
de cadáveres y sujetos sanos u tilizando resonancia m a g n é c o n trib u y e n a restringir el vaciam iento total de un absce
tica y tom o g ra fía com pu ta riza d a (RM y TC). Han propues so perinéfrico» (Fig. 11.10).
to que la o rie n ta ció n de las visceras re tro p eritoneales (el La fascia renal tiene un trayecto peculiar. C ubre la g ra
páncreas, las glándulas suprarrenales y los riñones) d e p e n sa de las superficies a n te rio r y posterior del riñón. Hay una
de ta n to de la m orfo lo g ía individual c o m o del ta m a ñ o del cierta fijación medial a las cubiertas adventicias de los va
hígado. Hay dos marcas hepáticas indicadoras para la im a sos renales, con extensión a la aorta p or la izquierda y a la
gen ra d iológica: la vena hepática m edia y la bifurca ció n vena cava inferior (VCI) p o r la derecha. Por arriba, hacia la
portal. Recomiendan usar planos de sección oblicuos para g lá n d u la suprarrenal y el dia fra g m a , se unen las láminas
los estudios retroperitoneales. an terior y posterior, o quizá se funden, y fin a lm e n te se ju n
En este capítulo presentaremos bre ve m e n te las carac tan con la fascia diafragm ática. N o obstante, en el po lo su
terísticas destacables de la fosa ilíaca. D escribim os la pared perior del riñón existe un tabique fascial que separa la glá n
pélvica en el capítulo sobre la pelvis y el periné, y las des dula suprarrenal del riñón.
cripciones de los mesenterios están incluidas en los c a p ítu Después del examen anatóm ico de diez cadáveres, Reich
los correspondientes a sus visceras asociadas. y cois.12 describieron una lam inilla m arginal vascularizada
de base ancha (co rrespondiente a la lám ina a n terior de la
fascia de Gerota) que quedaba en la región de la segunda
Fosa ilía c a
y tercera partes del d u o d e n o . Ésta cubría la vena cava infe
La fosa ilíaca está revestida p or el p e rito n e o que cubre rior, pero se fijaba a la aorta a b d om inal.
la grasa extraperitoneal. En sentido medial, c o n tin ú a hacia La extensión infe rio r de ambas láminas a n terior y pos
el espado retroperitoneal (región lum bar), luego hacia aba te rio r de la fascia renal es una incó g n ita . Algunos a n a to
jo hasta la pared pélvica y ta m b ié n hacia adelante hasta la mistas y cirujanos creen q u e las dos láminas se fusionan.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Retroperitoneo
C u a d ra d o lu m b a r
Fa scia p e r i n é f r i c a
Anatomía quirúrgica
A rte ria lu m b a r
L i g a m e n t o M e n o -r e n a l
M ú s c u lo p soas
A o rta
Fascia t r a n s v e r s a l
P án cre as
Saco m e n o r E p i p ló n
g a s tro e s p lé n ic o
Saco m a y o r
T e jid o a r e o l a r r e t r o p e r i t o n e a l
F ig u r a 11.10. Sección horizontal a través del riñ ó n izquierdo, bazo y estómago. [Ia3]
Sin em bargo, otros creen que no se fusionan y permanecen m e m bra n a parecida al mesenterio, p ro b a b le m e n te deriva
en estado de no-unión, lo que, p or tanto, perm ite solamen da de la fascia perirrenal. La extensión hacia abajo de la fas
te al riñón desplazarse hacia abajo, y no a la glándula su cia de Gerota se pierde en el espacio infrarrenal con el te
prarrenal (riñón ptósico, nefroptosis, o riñón flotante). Otros jid o graso pararrenal.
sostienen la ¡dea de una u nión débil, que puede romperse A lgunos investigadores, que intentan explicar la n e fro p
p o r una colección líquida en el espacio perirrenal, de arri tosis, la a trib u ye n a la pérdida de peso y, p o r ta n to , a la
ba abajo hacia la pared pélvica. Raptopoulos y cois.13 refi pérdida de grasa perinéfrica, la cual creen m antiene al riñón
rieron que la enferm edad perirrenal no se extiende al inte en su posición norm al.
rior de la pelvis a causa de la fusión de las fascias renales y La lámina renal posterior se une con la fascia renal ante
la fo rm a c ió n de un co n o que actúa c o m o barrera contra la rior cerca de la superficie posterolateral del colon ascenden
extensión de la enferm edad. te o descendente para fo rm a r la fascia lateroconal. Esta fas-
Quienes defienden la no-u n ló n a rg u m e n ta n que las ex
tensiones inferiores de las láminas ante rio r y posterior fo r
man la llamada vaina periureteral. U no de los autores de
este capítulo (JES) recuerda claram ente la época de la insu ] Perlas clínico-quirúrgicas
flación retroperitoneal con aire (neumografía presacra); esta
Me parece improbable que la grasa perinéfrica manten
técnica, utilizada antes de la TC, la RM, etc., dibujaba con
ga el riñón en su posición. Parece más probable que los pa
precisión el c o n te n id o renal d e n tro del espacio perirrenal.
cientes con una gran pérdida de peso hayan estado cata-
Señalaba ta m b ié n anomalías patológicas (si las había), es
bólicos, y que haya habido tanta pérdida de grasa com o
pecialm ente las de las glándulas suprarrenales (Fig. 11.1).
de proteínas, incluyendo la estructura proteínica de la fas
O tro de los autores de este capítulo (GLC) ha observado
cia retroperitoneal que mantiene la posición de los riñones.
en muchas disecciones que se ve descender el uréter por de
(RSF Jr)
trás de la lámina anterior de la vaina, trayendo consigo una
502
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Retroperitoneo 11
F ig u ra 11.11. A, Diagrama axial a la altura de los riñones. B, Diagrama sagital por el plano del riñ ó n derecho. Se muestran
los tres compartim entos retroperitoneales mayores: espacio pararrenal anterior (rayado), espacio perirrenal (rayas cruzadas), es
pacio pararrenal posterior (punteado). H, hígado; P, páncreas; Sm, saco menor; B, bazo; V, vena cava; A, aorta; R, riñ ó n ; RD, r i
ñón derecho; RI, riñ ó n izquierdo; C, colon; D, duodeno, [io]
c¡a continúa hasta juntarse con el peritoneo parietal en al los c o m p a rtim e n to s que ésta define (Figs. 11.11 y 11.12).
gún p u n to anterolateral de la región intestinal derecha o iz Estos autores hallaron q u e ambas láminas (a n te rio r y pos
quierda. Sin em bargo, con frecuencia, se ve que está redu te rio r de la fascia de G erota) pueden verse ra d io ló g ic a
cida a una delgada cubierta de tejido co n ju tivo interpuesta m e n te en el 5 0 % de los pacientes. Los m ism os autores
entre el peritoneo y la fascia transversal. afirm aro n que la lám ina posterior es más gruesa en c o m
C orresponde m erecida fama a Meyers y su g ru p o 14'16, paración con la anterior. La lámina p o ste rio r ta m b ié n se
O lip h a n t y cois.17'21 y Parienty y cois.22 p o r sus estudios so visualiza con m a yo r frecuencia. La an te rio r es más p ro m i
bre la anatom ía y anatom ía radiológica de la fascia renal y nente en el lado izquierdo.
F ig u r a 11.1 2. A, TC a la altura del riñ ó n izquierdo. Fascia renal anterior (flecha recta larga). Fascia renal posterior (flecha cur
va). Fascia lateroconal (flechas cortas). B, Diagrama de las mismas láminas de la fascia renal. C, colon; FRA, fascia renal ante
rior; FLC, fascia lateroconal; FRP, fascia renal posterior, [ico]
503
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Retroperitoneo
F ig u r a 11.1 4 . Extensión retrorrenal de líquido de pancreatitis. A, TC que m uestra líquido (L) en el espacio pararrenal an te
rior izquierdo que se extiende posteriorm ente hasta el riñón y produce una im agen característica en forma de cuña. B, Diagra
ma que muestra el líquido (área rayada) que disecciona las capas de la fascia renal posterior. La flecha indica la dirección de la
colección líquida en el EPA. EPA, espacio pararrenal anterior; C, colon descendente; FLC, fascia lateroconal; FRP, dos capas de
la fascia renal posterior, [to]
504
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Retroperitoneo
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Retroperitoneo
10
O tros e s p a c io s y f o r m a c io n e s
5
a n a t ó m ic a s r e l a c io n a d o s c o n el
Anatomía quirúrgica
E sp acio p é lv ic o s u b p e rito n e a l
(e x tra p e rito n e a l) 13 (P rim e ra capa)
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Retroperitoneo 11
P e r ito n e o
F a s c ia u m b i l i c o v e s i c a l
L ig . u m b ilic a l m e d i o
F a s c ia u m b i l i c a l p r e v e s i c a l
F a s c ia t r a n s v e r s a l
R e cto d e l a b d o m e n
F a s cia s s u p e r f i c i a l e s
De C a m p e r
D e S carpa
V a in a d e l re c to a n te r io r
M e m b ra n a
E s p a c io r e t r o p ú b i c o p ro s ta to p e rito n e a l
F ig u ra 1 1 .1 7 . A, Sección sagital que muestra el espacio perivesical y el espacio prevesical (retropúbico; espacio de Retzius).
B, La intro d u cció n de u n dedo dentro de) espacio retropúbico identificará las estructuras que entran por el agujero obturador.
[sk!2]
507
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Retroperitoneo
Músculo psoas
A n te rio rm e n te se han presentado las relaciones de la
fascia to ra c o lu m b a r y los músculos de la pared ab d o m in a l
posterior. A to d o s los efectos prácticos, el m úsculo psoas
se extiende desde el mediastino posterior hasta el muslo. En
su trayecto hacia abajo está intim am ente asociado con el es
F ig u ra 11 .1 8 . Vista sagital media de los espacios extraperi- pacio perirrenal y, quizá, con el espacio pararrenal posterior.
toneales de la pared abdom inal ventral. La fascia umbilicove- El m ayo r de los autores de este capítulo (JES) fue testigo de
sical rodea la vejiga urinaria y el uraco, que se sitúan dentro del
abscesos tuberculosos del psoas a p u n ta n d o en la zona su-
espacio perivesical. La adventicia fibrosa de la vejiga es u n d e
rivado de la fascia umbilicovesical. El espacio prevesical está
representado por el área negra anterior a la fascia um bilicove
sical y posterior a la fascia transversal. El espacio prevesical
tam b ién se extiende por u n p eq u e ñ o espacio potencial (fle
chas) entre la fascia umbilicovesical y el peritoneo. El ligamen FU V EPRV
Retroperitoneo
D renado l in f á t ic o
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Retroperitoneo
cirujano general debería estar fam iliarizado con los ganglios Desde un p u n to de vista a n a tó m ico , los ganglios linfá
linfáticos del tracto gastrointestinal y las tres glándulas im ticos retroperitoneales son más bien difíciles de clasificar.
pares. El uró lo g o debe conocer los grupos de ganglios lin Los linfáticos retroperitoneales fo rm an una cadena m u y rica
Anatomía quirúrgica
fáticos que corresponden al riñón, uréter, vejiga, próstata, y extensa desde el lig a m e n to inguinal y la pelvis hasta el
pene y testículos. El g in e có lo g o trata con los ganglios linfá diafragm a respiratorio y los ganglios mediastínicos poste
ticos del útero, trom pas de Falopio, ovarios y vulva. riores. H abitualm ente, estos ganglios se localizan cerca de
C o n d u c to to r á c ic o
VCI
G a n g lio s p re a ó rtic o s :
C e lí a c o s
C is t e r n a d e P e c q u e t
M e s e n té ric o s s u p e rio re s
G a n g lio s r e tr o a ó r t ic o s
M e s e n té ric o s in fe rio re s
C a d e n a lu m b a r de rec ha :
P re v en os o s C a d e n a lu m b a r iz q u ie r d a
( p a r a a ó r t ic a )
L a te ro ve n o so s
R e tro v en os o s
A o rta
In te ra o r tic o v e n o s o s
G r u p o la t e r a l
G r u p o m e d io (fo sa
lu m b o s a c r a )
G a n g lio s d e la ilía c a e x te r n a :
G r u p o in te r n o (g a n g lio s
G ru p o la te ra l d el p r o m o n to r io )
H ia to a ó r tic o
C o n d u c to to rá c ic o
M ú s c u lo psoas
C a d e n a lu m b a r C is te rn a de P ecq u et
R e tro ven oso s R e tro a ó rtic o s
L a te ro v e n o s o s P r e a ó r t ic o s T r o n c o in t e s t i n a l
T ro n c o lu m b a r
C a d e n a lu m b a r iz q u ie rd a derecho
P revenosos Tro n c o lu m b a r
(p a ra a ó rtic a )
iz q u ie r d o
In te ra o r tic o v e n o s o s
Retroperitoneo
la aorta o de la vena cava Inferior. Los g anglios linfáticos paraaórticos izquierdos (lum bares izquierdos) fo rm a n un
paraaórticos derechos están en íntim a relación con los g a n g ru p o de e n tre cinco y diez gang lio s linfáticos drenados
glios linfáticos paracavales Izquierdos. p o r el tro n c o lu m b a r izquierdo, en situación posterolateral
El n ú m e ro de ganglios linfáticos a b d om inales y p é lvi a la aorta a b d o m in a l. Los troncos linfáticos lum bares dere
cos es 230, a p ro x im a d a m e n te 40. La siguiente clasificación cho e izquierdo c o m u n ica n en sentido distal con los g a n
es m u y sencilla, lógica y anatóm ica. glios de la ilíaca c o m ú n , y drenan en sentido proxim al en
la confluencia a b d o m in a l (cisterna del q u ilo ).
• G rupo aórtico:
- Ganglios preaórticos.
- Ganglios retroaórticos. Grupo de la vena cava
- Ganglios paraaórticos.
Ganglios precávales
• G ru p o de la vena cava:
Los ganglios linfáticos precávales están localizados en
- Ganglios precávales (prevenosos).
la pared anterior de la VCI. Healey y H odge4' afirm aron que
- Ganglios retrocavales (retrovenosos).
dos de estos ganglios son constantes, uno en la bifurcación
- Ganglios paracavales (laterovenosos).
aórtica y o tro al final de la vena renal izquierda.
• G rupo pélvico:
- Ganglios ilíacos comunes. Ganglios retrocavales
- Ganglios ilíacos externos. Los ganglios linfáticos retrocavales se localizan sobre el
- Ganglios Ilíacos internos (hipogástricos). músculo psoas y el pilar d erecho del diafragm a.
- Ganglios obturadores.
- Ganglios sacros. Ganglios paracavales
Los linfáticos paracavales se hallan en el lado derecho
de la cava. U no de los ganglios, a la entrada de la vena re
Grupo aórtico
nal derecha en la VCI, es lugar de metástasis de los tu m o
Ganglios preaórticos res testiculares malignos. Los ganglios paracavales izquier
dos están ín tim a m e n te asociados a los gang lio s aórticos
De u n o a tres ganglios celíacos se localizan en to rn o a
derechos.
la base de la arteria celíaca. Están estrecham ente relaciona
dos con el ganglión celíaco y los ganglios linfáticos de la arte
ria mesentérica superior. Estos ganglios reciben linfa del es Grupo pélvico
tó m a g o , h íg a d o , páncreas y g a n g lio s m e se n té rico s
Ganglios ilíacos comunes
superiores. Los eferentes de los ganglios celíacos fo rm a n el
tro n c o lin fático intestinal, que entra en la confluencia lin Hay de cuatro a seis ganglios linfáticos de la ilíaca com ún
fática abdom inal llamada cisterna del quilo (cisterna de Pec- localizados en to rn o a la arteria. Los ganglios mediales de
quet), entre la aorta y el pilar derecho del diafragm a. este g ru p o se apoyan en el cuerpo de la q u in ta vértebra
Dos o tres ganglios mesentéricos superiores reciben lin lu m b a r y se d e n o m in a n ganglios del p ro m o n to rio . Los efe
fa del in te s tin o d e lg a d o , colon dere ch o , parte del colon rentes pasan a los ganglios lumbares.
transverso y páncreas. C om unican con los ganglios mesen-
téricos inferiores y drenan hacia los ganglios celíacos. Los Ganglios ilíacos externos
dos ganglios de la arteria mesentérica inferior reciben linfa Hay de ocho a diez ganglios linfáticos ilíacos externos
del co lo n izquierdo. que se localizan en situación lateral y m edial, y ocasional
mente, anteriores a la arteria ilíaca externa. El g ru p o medial
Ganglios retroaórticos es, en esencia, la co n tin u a ció n interna de los linfáticos in
Los g anglios linfáticos retroaórticos p ro p o rc io n a n una guinales profundos, y reciben linfa de los ganglios In g u ina
estación de com unicación entre los ganglios pre- y paraaór les superficiales y pro fu n d o s. Reciben linfa del glande, el
ticos frente a las vértebras lum bares tercera y cuarta. Hea- clítoris, la pared a b d o m in a l anterior, la región de los vasos
ley y H o d g e 41 a firm a ro n que los g a n g lio s lin fá tic o s re obturadores, el cuello de la vejiga, la próstata y los ganglios
troaórticos son variables en n ú m e ro y no son verdaderos ilíacos internos. El gru p o posterior (in te rm e d io ) situado p ro
ganglios linfáticos regionales. fu n d a m e n te a la arteria ilíaca externa, cerca del anillo fe
moral, recibe linfa de la vejiga, la próstata, el cérvix y la par
Ganglios paraaórticos te superior de la vagina.
Los ganglios paraaórticos laterales derechos, ju n to con
los ganglios paracavales izquierdos, fo rm a n la cadena lu m Ganglios ilíacos Internos
bar derecha de ganglios que puede hallarse íntim am ente re Los ganglios linfáticos ilíacos internos se localizan p rin
lacionada con la vena cava inferior. Los ganglios linfáticos cipalm ente en los puntos de origen de las ramas de la ar
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Retroperitoneo
teria ilíaca interna. Los ganglios reciben linfa de los tejidos cuo in te rn o justo p o r d e n tro de la espina ilíaca anterosu-
irrigados p o r las respectivas ramas arteriales que pasan ha perior. Estos dos nervios pueden estar co m b in a d o s antes
cia el periné, la región glútea, el m uslo p o s te r io ry los ó r de su separación en la p ro x im id a d del anillo in g u in a l su
Anatomía quirúrgica
I n e r v a c ió n
Nervio genitofemoral: LI y L2
En el espacio re tro p e rito n e a l existen seis nervios y las
cadenas lumbares simpáticas (Fig. 11.24). Los seis nervios El nervio g e n ito fe m o ra l (Fig. 11.24) perfora el m úsculo
son ramas del plexo lum bar, que está fo rm a d o p o r una ra psoas en sentido anterior. En algunos casos, las dos raíces
m ificación de T I 2, así c o m o p o r las ramas primarias an te del nervio g e n ito fe m o ra l pueden perm anecer separadas a
riores de los cuatro prim eros nervios lumbares. La m ayo r su paso p o r el m úsculo psoas, juntá n d o se al e m e rg e r de
parte de las ramificaciones del plexo se relacionan con el este m úscu lo . El nervio da lu g a r a dos ram ificaciones: la
músculo psoas m ayor y pasan a su través o p o r detrás o se rama genital y la rama fem oral. La rama genital aban d o n a
fo rm a n d e n tro de él. la superficie ventral del psoas, pasa en situación ventral con
Los nervios fo rm ados p o r el plexo son: respecto a los vasos ilíacos externos y cruza v e n tra lm e n te
hacia el tracto iliopúbico, para entrar en el canal inguinal jus
• I liohipogástrico.
ta m e n te lateral a la arteria epigástrica infe rio r y al o rigen
• Ilioinguinal.
de la rama cremastérica de la arteria epigástrica inferior. Pa
• G e nitofem oral.
sando a través del canal ingu in a l, inerva el m ú scu lo cre-
• C utáneo fe m oral lateral.
m á s te ry parte de la piel escrotal. La rama fem oral pasa bajo
• O b tu ra d o r.
el lig a m e n to inguinal d e n tro de la lámina a n terior de la vai
• Femoral.
na fem oral, y participa en la inervación de la piel del triá n
g u lo de Scarpa (triá n g u lo fem oral).
Nervio ¡liohipogástrico: T12-L1
Partiendo de T I 2-L1 o sólo de L1, el nervio iliohipogás- Nervio cutáneo femoral lateral: L2 y L3
trico (Fig.11 -24) es el p rim e r nervio del plexo lumbar. Emer
El nervio cu tá n e o fem oral lateral (Fig. 1 1 .2 4 ) em e rg e
ge del borde lateral del m úsculo psoas. Después de pasar
del bord e lateral del m úsculo psoas a p ro x im a d a m e n te al
entre el polo inferior del riñón y el músculo cuadrado lu m
nivel de L4. Después de perforar el lig a m e n to inguinal, o
bar, perfora el músculo transverso del abdom en por encima
bien pasando p o r debajo de éste, cerca de la espina ilíaca
de la cresta ilíaca y co n tin ú a hacia abajo entre los músculos
anterior superior, se dirige posterolateralm ente para inervar
oblicuo inte rn o y transverso del abdom en, inervando estos
la cara lateral del muslo.
músculos. Se divide en dos ramas: la rama cutánea lateral,
para la piel anterolateral del área glútea, y la rama cutánea
Nervio obturador: divisiones anteriores
anterior. La rama cutánea anterior perfora el oblicuo in te r
no de 2 cm a 3 cm p or d e n tro de la espina ilíaca anterior su de L2, L3, LA
perior, y a continuación penetra la aponeurosis del oblicuo
El nervio o b tu ra d o r (Fig. 1 1 .24) nace y discurre p o r de
externo por encim a del anillo inguinal superficial. El nervio
trás del bord e interno del músculo psoas. Después, e n tra n
¡liohipogástrico inerva la piel de la región suprapúbica.
do en la pelvis verdadera, pasa sobre su pared lateral para
alcanzar el agujero obturador. Atraviesa el canal o b tu ra d o r
Nervio ilioinguinal: L1 con los vasos obturadores, c o n tin u a n d o hacia abajo para
El nervio ilioinguinal (F ig .1 1 -24) tiene el m ism o trayec inervar los músculos aductores y la piel de la parte interna
to general que el nervio ¡liohipogástrico, perforando el o b li del muslo.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Retroperitoneo
D iv is io n e s 1as a n te r io r e s
M. cuadrado lumbar
N. iliohipogástrico
N. iliohipogastrico
N. ilioinguinal
N. ilioinguinal
N. genitofem oral
Musculo psoas
N. genitofemoral D iv is io n e s 2 as p o s te r io r e s
M. iliaco N. femoral
N. femoral
D iv is io n e s 2 as a n t e r io r e s
N. obturador
N. obturador
Nervio femoral: divisiones posteriores ción. C om unican unos con otros, así com o con el tro n c o to
de L2, L3, L4 rácico, p o r arriba, y con el tro n c o pélvico p o r abajo. Varios
nervios esplácnicos lumbares surgen de la cadena derecha
El nervio fem oral (Fig. 11.24) em erge del borde lateral p o r detrás de la vena cava inferior y em ergen entre la cava
del músculo psoas. A m edida que se dirige hacia abajo, está y la aorta para unirse al plexo nervioso preaórtico. Las ra
más o menos ocu lto detrás de la fascia del iliopsoas entre el mas esplácnicas de la cadena sim pática izquierda pasan la
borde lateral del psoas y el ilíaco. Pasa a través de la lacuna te ra lm e n te a lre d e d o r de la aorta para e n tra r en el ple xo
musculorum (c o m p a rtim e n to crural del psoasilíaco) bajo el nervioso. Las ramas lumbares esplácnicas de la cadena iz
ligam ento inguinal, y está íntim am ente asociado con el mús q uierda pasan en to rn o a la cara lateral de la aorta para e n
culo iliopsoas. Inerva los músculos del c o m p a rtim e n to an trar en este plexo. Desde las cadenas simpáticas, pasan ra
terio r del muslo y p roporciona fibras sensitivas al muslo an mas co m u n ica n te s p o ste ro la te ra lm e nte , entre los discos
terio r e inte rn o y al lado interno de la pierna. lum bares vertebrales y el o rig e n te n d in o s o del m ú s c u lo
psoas, para unirse a las ramas ventrales primarias del plexo
nervioso lum bar.
Cadenas simpáticas lumbares
Las cadenas simpáticas lumbares derecha e izquierda se Patología y neoplasia
sitúan a lo largo del borde inte rn o del músculo psoas, a de
recha e izquierda, respectivamente. Cada cadena está co Es extensa la bibliografía acerca de la patología de la re
locada p o r delante de las vértebras lumbares, cubierta por g ión re troperitoneal. En este espacio am p lio y a n a tó m ica
la vena cava inferior en el lado derecho y por los ganglios m ente misterioso, que se extiende, a efectos prácticos, des
paraaórticos derechos en el lado izquierdo. Cada una está de el m ediastino posterior a la pelvis, se pueden e n co n tra r
fo rm ada p o r cuatro ganglios que varían en ta m a ñ o y posi procesos inflam atorios crónicos y agudos, neoplasias be
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Retroperitoneo
nignas y m alignas (p rim arias o metastásicas) y parásitos Gheysens y cols.58 refirieron un caso de e n ferm edad de
c o m o la filaria. Castelm an re tro p e rito n e a l. M iyashita y cols.59 han revisa
d o la b ib liografía sobre el sarcoma sinovial retro p e rito n e a l
Anatomía quirúrgica
prim a rio .
Pa t o l o g ía Hida y cois.60 e xtirp a ro n un schw a n n o m a re tro p e rito
neal, una fo rm ación lum bar paraespinal. De Peralta y cois.61
K h a w y cois.42 presentaron seis casos de pacientes h o m
a firm aron que los quistes retroperitoneales de tip o m ulle-
bres con masas inguinales secundarias a la rotura de aneu
riano requieren escisión, m e jo r que p ro cedim ientos menos
rismas aórticos abdominales. Refirieron que el ca m in o ana
radicales, a causa del posible co m p o n e n te maligno. Un gan
tó m ic o desde el espacio perirrenal es la fascia transversal
g lio neurom a retroperitoneal fue c o m u n ica d o por Lambrus-
que co n d u ce a la región ing uinal, luego al saco in g u in a l y,
chi y cols.62 Posner y cois.63 inform aron sobre amiloidosis re
fin a lm e n te , al escroto. Así, si el h e m a to m a se desplaza p o r
tr o p e rito n e a l difusa. La sarcoidosis re tro p e rito n e a l fue
detrás de la fascia transversal, a lo largo de los vasosilía-
publicada p o r Bach y Vellet64, y el quiste b ro n c o g é n ic o re
cos, alcanzará el anillo fem oral y luego el triá n g u lo fe m o
tro p e rito n e a l p o r Foerster y cols.65 y Reichelt y cois.66.
ral (Fig. 11.25).
N osotros aportam os info rm a ció n sobre quistes mesen-
Edwards y Eckhauser43 publica ro n una perforación re
téricos en el capítulo sobre el intestino delgado.
troperito n e a l del apéndice que se presentó c o m o enfisema
subcutáneo. M ichel y Pagliano44 in fo rm a ro n del segundo
caso de absceso re troperitoneal con ru ptura en la cavidad
peritoneal. Crepps y cois.45 constataron que, en sus series, C irugía
la causa más c o m ú n de abscesos retroperitoneales aislados
fue la enferm edad renal y la infección postoperatoria. Los El retroperitoneo puede ser abordado y explorado a tra
cálculos biliares retenidos después de la co le ciste cto m ia vés de varios accesos, incluyendo los accesos transperitoneal
laparoscópica pueden causar un absceso re tro p e rito n e a l. y extraperitoneal. La anatom ía quirúrgica y sus m odificacio
Galizia y cois.46 p ro p u g n a ro n la retirada de los cálculos per nes serán descritas al presentar la anatomía quirúrgica de las
didos m edia n te la incisión quirú rg ica o un p ro c e d im ie n to incisiones en la cirugía del sistema urinario superior e inferior,
laparoscópico. así co m o en la cirugía de otras entidades anatómicas retro
La poliarteritis nudosa retroperitoneal fue d o c u m e n ta peritoneales. F lum m e rfelty Karakousis67 aconsejan una c o m
da p o r Lie47. Roussell y cois.48 co m u n ic a ro n filariasis re tro binación de disección extraperitoneal y transperitoneal para
peritoneal. Jayatunga y cois.49 y M oko e n a 50 refirieron una la extirpación de tum ores retroperitoneales. La incisión se
fascitis retroperitoneal necrotizante que se recuperó. Pau lleva a cabo con el paciente en una posición supina lateral.
le y cois.51 describieron un linfocele re troperitoneal secun Malerba y cois.68 refirieron el tra ta m ie n to q u irú rg ic o de
dario a cirugía de la aorta abd o m ina l. 42 pacientes con sarcomas prim arios del te jid o retroperi-
La fibrosis retroperitoneal (FRP) es una rara entid a d m é
dica idiopàtica de las láminas y espacios retroperitoneales.
Afecta a órganos retroperitoneales co m o uréteres, vasos,
partes del tracto gastrointestinal, etc. El te jid o n orm al del M . transverso del abd o m e n
Vaina fe m o ral
N e o p l a s ia
Cordón
H em atom a
e sperm ático
Levine y cois.55 presentaron un caso de masas re trobul-
A. fe m o ral
bares orbitarias difusas y fibrosis retroperitoneal. La fibrosis V. fe m o ral
retroperitoneal con cáncer escirrogástrico fue publicada por F igu ra 11.25. H em atom a a consecuencia de rotura de aneu
D oh m e n y cols.56. La fibrosis retroperitoneal c o m o respues risma aórtico contenido en el espacio retroperitoneal por la fas
ta del huésped al carcinom a papilar de células renales ha cia transversal. Obsérvese el h em ato m a en el anillo inguinal
sido d o cu m e n ta da p o r F ro m o w itz y M ille r57. superficial y en la vaina femoral, [kh]
514
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Retroperitoneo
Tratamiento quirúrgico
T a b la 1 1 .2 .
de los hematomas retroperitoneales
M ecan ism o de la lesión
C o n tu sa P e n e tra n te
Zona I (centromedial) Explorar Explorar
Zona II (lateral) Observar Explorar
Zona III (pélvica) Observar Explorar
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Retroperitoneo
JPerlas clínico-quirúrgicas
Anatomía quirúrgica
Este capítulo concluye con una relación de problemas re- matomas pélvicos, porque la experiencia ha demostrado que
troperitoneales poco comunes e interesantes. Para algunos la disección dentro del hematoma conduce al aum ento de
cirujanos, la cirugía retroperitoneal es bastante habitual lo los requerimientos transfusionales y a una mortalidad más
que les ha proporcionado un gran conocim iento de la ana elevada.
tomía retroperitoneal. Algunos cirujanos vasculares utilizan comúnmente un ac
En el campo del trasplante de órganos, la recuperación de ceso retroperitoneal para la cirugía sobre aorta y arterias ilía
los órganos del cadáver tales como el riñón y el páncreas y sus cas.
vasos sanguíneos asociados ha llevado a una gran familiaridad Los cirujanos que tratan con tumores retroperitoneales
con el retroperitoneo. Un avance importante en el trasplante necesitan estar familiarizados con la anatomía re tro p e rito
renal ha sido la elección de la fosa ilíaca retroperitoneal para neal. Los sarcomas retroperitoneales de tejido blando re
el emplazamiento de los injertos renales: los vasos ilíacos es presentan un reto, puesto que tienden a crecer silenciosa
tán disponibles para las anastomosis vasculares, y la vejiga está m ente hasta un gran tam año antes de su detección, y su
cerca para una ureteroneocistostomía. localización anatómica limita la capacidad del cirujano para
Como queda descrito en el capítulo, los cirujanos que resecarlos con un margen adecuado. A pesar de las d ifi
tratan con traumatismos abdominales importantes están fa cultades para la resección, el principal fundam ento del tra
miliarizados con los accesos a las lesiones retroperitoneales. ta m ie n to actual es la resección com pleta o casi com pleta.
Las lesiones penetrantes habitualmente requieren explora El cirujano que practica la primera resección definitiva de
ción para controlar la hemorragia y/o reparar las lesiones de bería estar habituado a la anatomía retroperitoneal a fin
órganos como páncreas, duodeno, riñón y uréter. Los he de llevar a cabo la resección más amplia posible. La resec
matomas retroperitoneales debidos a un traumatismo con ción c o m p le ta de un sarcoma re tro p e rito n e a l de te jid o
tuso en el centro del abdomen son explorados habitualmen blando requiere la extirpación, en tres o cuatro inte rve n
te a través de uno de los accesos retroperitoneales descritos ciones, de uno o más de los órganos adyacentes im p lic a
en el capítulo, debido a la alta incidencia de lesiones de los dos. Romper el tu m o r en el interior y verterlo conduce a
grandes vasos y /o de órganos. Los hematomas del flanco o una recidiva local multifocal, con poca probabilidad de ser
perinéfricos debidos a traumatismo no penetrante pueden resecable. Una resección en bloque de un sarcoma re tro
tenerse en observación si no están en expansión y el urogra- peritoneal puede requerir la resección de tejidos adyacen
ma intravenoso es normal. Los hematomas pélvicos debidos tes tales com o riñón y suprarrenal, colon, intestino delga
a traumatismo contuso se asocian habitualmente con fractu do, estóm ago, páncreas, vena cava, vasos ilíacos, pared
ras pélvicas. Generalmente se evita la exploración de los he abdom inal, diafragma o estructuras pélvicas. (RSF Jr)
516
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Los vasos deben manejarse con cuidado y el endotelio debe protegerse del secado mediante una solución salina isotónica. Las
suturas estarán impregnadas y la pared vascular cubierta de vaselina. No se utilizarán pinzas metálicas peligrosas. Se tendrá
sumo cuidado para conseguir una aproximación precisa y suave del endotelio de los vasos sin invaginación. Se realizarán su
turas con agujas m uy delgadas y al mismo tiempo la pared se tensará ligeramente. Solamente se produce estenosis u oclusión
como consecuencia de una técnica equivocada.
Carrel, 1906 1
Aorta abdominal
te en la raíz de las principales arterias viscerales, c o m o una
Historia etiología rara de una hipertensión p o te n c ia lm e n te letal.
La historia de la anatom ía y la cirugía de la aorta a b d o Con frecuencia resulta difícil d e te rm in a rs i la coartación
minal es la historia del estudio del aparato vascular. Se ex aórtica es cong è n ita en su origen o se debe a una arteritis
pone en la Tabla 12.1. de Takayasu3. En relación con la arteritis de Takayasu, Piya-
c hon y Suw anw ela7 observaron variantes geográficas en la
frecuencia según sexo, d istribución anatóm ica y tip o de le
sión.
II Embriogénesis En un caso referido p o r Takeshita y cois.8 la aorta a b d o
m inal se dividía en dos vasos anómalos. Un vaso era la ar
D e s a r r o llo normal teria celiaca, mientras que el o tro se consideraba la aorta ab
d o m in a l. Estos autores e x p u s ie ro n sus observa cio n e s y
El saco aórtico es responsable del desarrollo e m b rio ló
tra ta ro n la base e m b rio ló g ica de esta rara anomalía.
gico de la aorta. El saco es la porción term inal del tro n co ar
terioso. El tro n c o arterioso representa la porción distal del
bulbo arterioso. Todas estas complejas entidades e m briona
rias se relacionan con la form a ció n del asa cardíaca. (Se re
A n ato m ía quirúrgica
comienda al lector interesado la lectura del texto Embríology
for Surgeons2).
To p o g r a f ía y ram as
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Areteo (aprox. 81-138 d.C.) Consideró la flebitis como un proceso séptico secundario a la infección
Galeno (aprox. 130-200 d.C) Creyó que la sangre circulaba desde las venas hasta las arterias a través de unos pequeños poros
en distintas partes del cuerpo. Primera descripción del conducto arterioso
Antyllus (350 d.C.) Ligadura por encima y debajo de un aneurisma aórtico abierto
Canario (mediados siglo xvi) Mostró las valvas y venas a Vesalio
Harvey 1628 Entendió el papel de las venas en la circulación
1651 Canulación de la vena cava inferior para mostrar la circulación pulmonar en una preparación
corazón-pulmón post mórtem
William Hunter 1757 Describió una comunicación traumatològica arteriovenosa
Hallowell 1759 Cierre con éxito de una arteria braquial uniendo los bordes de la herida con una pinza, alrededor
de la cual enrolló un hilo
White 1784 Describió la «pierna de leche». Apoyó la teoría de la obstrucción linfática frente al papel de la trombosis
John Hunter 1786 Introdujo la ligadura proximal aislada en la parte alta del muslo en el aneurisma poplíteo
Laennec 1819 Describió la «apoplejía pulmonar» (embolismo pulmonar)
Cruveilhier 1829 Observó que las ramas arteriales que desembocan en lesiones están «rellenas de coágulos
que se ramificaban según el árbol vascular»
Lobstein 1829 Primero en utilizar el término «arterieesclerosis»
Virchow 1846 Reconocieron el papel del coágulo en la flebitis y el embolismo
Cohnheim 1872
Welch 1899
Brodie 1846 Reconoció la claudicación intermitente en humanos como similar a la de los caballos
Raynaud 1862 Definió la enfermedad vasoespástica que lleva su nombre (enfermedad de Raynaud)
Fridländer,
Von Winiwarter 1870s Describieron la arteritis obliterante
Von Eck 1879 Realizó una anastomosis de la vena porta con la vena cava
Severeanu 1880 Intentó una trombectomía como tratamiento de la enfermedad oclusiva
Gluck 1881 Reparó heridas arteriales con pequeñas pinzas de marfil
Matas 1888 Describió la endaneurismectomía como tratamiento de los aneurismas
Connheim 1889 Estudió la isquemia tisular
Jassinowsky 1889 Reparó heridas arteriales mediante sutura
Trendelemburg 1890 Entendió la hemodinámica de las varicosidades y la estasis venosa de las extremidades inferiores
y el embolismo pulmonar. Extrajo un embolismo pulmonar
Murphy 1896 Realizó la primera anastomosis arterial con éxito
Carrel 1902 Experimentó con sustituciones arteriales. Publicó la técnica de sutura circular para los vasos sanguíneos
Exner 1903 Trasplante de injerto venoso autólogo
Payr 1904 Descripción del método para unir vasos separados mediante la invaginación de sus extremos
dentro de un cilindro de magnesio reabsorbible
Carrel y Guthrie 1906 Describieron la anastomosis arteriovenosa y el trasplante de órganos
Delbet 1906 Intento de trombectomía arterial como tratamiento de la enfermedad oclusiva
1911
Lexer 1907 Utilizó con éxito injertos venosos libres en la arteria axilar
Buerger 1908 Descripción amplia de la tromboangeítis obliterante, mostrando que la panarteritis nodosa
ocasiona solamente una pequeña proporción de casos de obstrucción arterial en las piernas
Jianu 1909 Intento de trombectomía arterial como tratamiento de la enfermedad oclusiva
Pirovano 1910 Primer trasplante clínico de arteria homologa de un hum ano a otro (sin éxito)
Labey-Mosny 1911 Embolectomía arterial con éxito
Warthmuller 1917 Aneurisma traumatològico tratado con éxito utilizando injertos venosos
518
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Voorhees, Jaretzki 1952 Utilización con éxito en experimentación animal de tubos de N-Vinyon construidos con
y Blakemore material poroso biológicamente inerte que se mantenían permeables
DeBakey 1953 Primera apertura con éxito de una tromboendarterectomía de la bifurcación carotídea
DeBakey y Cooley 1953 Primera resección con éxito de un aneurisma de aorta torácica y sustitución mediante injerto
Seldinger 1953 Introdujo la técnica del cateterismo arterial percutáneo
Gibbon 1953 Aplicó el dispositivo corazón-pulmón para el cierre de un defecto del tabique auricular en una mujer
Edwards 1953 Junto con el químico Tapp, introdujeron innovaciones en los injertos vasculares
Shumway y cols. 1955 Experimentaron con vainas de polivinilo (Ivalon)
Shaw y Maynard 1958 Primera endarterectomía de la mesentérica superior
Mikkelsen y Zaro 1959 Primero en resecar y reimplantar un AMS
Palma y Esperon 1960 Trataron el síndrome posflebítico con trasplante e injertos vasculares
Strom y Winberg 1962 Arteriografía selectiva de la mesentérica inferior
Boijsen y cols. 1963 Arteriografía selectiva simultánea del eje celíaco y la arteria mesentérica superior
Fogarty y cols. 1963 Cateterismo con balón para la extracción de un émbolo intravascular
Golomb y cols. 1964 Cateterismo selectivo vascular de las arterias para la infusión de quimioterapia en el cáncer
Waldhausen 1966 Introdujeron la angioplastia mediante colgajo de la subclavia
y Nahrwold
Harrison y cols. 1967 Introdujeron la endarterectomía por eversión
Connoly y Stemmer 1970
Bentall 1968 Introdujo la fijación directa de las raíces de las arterias coronarias a los injertos valvulares protésicos
Ochsner y cols. 1970 Refirieron 286 casos de ligadura de la VCI con sólo un 4% de secuelas posflebíticas
Amgwerd y Sege 1975 Primera experiencia clínica con los injertos arteriales heteroplásticos a partir de arterias de la pantorrilla
Rob y cols. 1976 Estudió la isquemia intestinal crónica. Realizó un refuerzo mediante una guía intraluminal
de un aneurisma aórtico abdominal
Greenfield 1976 Publicó unas excelentes monografías sobre embolismo pulmonar y los filtros en la VCI
Shumacher 1982 En pacientes seleccionados recomendó la cirugía extraperitoneal de la aorta abdominal, arterias
ilíacas y ramas viscerales de la aorta
Cabrol 1981,1986 Reimplantación de las raíces de la arteria coronaria a un injerto valvular sintético utilizando
un injerto de un pequeño conducto de Dacron
Crawford 1984, 1986 Realizó la sustitución de un injerto de aneurisma de aorta torácica descendente sin by-pass ni cortocircuito
1992, 1993 Técnica del «botón abierto» para la sustitución del injerto de una válvula protésica de la aorta proximal
1993 Refirió 1.509 pacientes sometidos a tratamiento de un aneurisma de aorta abdominal
Miller 1992, 1993Recomendó un tratamiento conservador de la disección torácica descendente crónica y aguda
B ibliografia:
Doby T. D evelopm ent of Angiography and Cardiovascular Catheterization. Littleton MA: Publishing Sciences Group, 1976.
Greenfield LJ. Surgery: Scientific Principles and Practice. Philadelphia: JP Lippincott, 1993.
Haimovici H (ed): Haimovici's Vascular Surgery (4th ed). Cambridge MA; Blackwell, 1996.
Heberer G, van D ongen RJAM. Vascular Surgery. Berlin: Springer-Verlag, 1989.
Sabiston DC Jr. Textbook of Surgery. Philadelphia: WB Saunders, 1986.
Shumacker HB Jr. Extraperitoneal approach for vascular operation: retroperitoneal review. South Med J 75(12):1499-1516, 1982.
Shumacker HB Jr. Little used techniques of value. Am J Surg 144:186-190, 1982.
Smith RB III. Presidential address: the foundation of m o dern aortic surgery. J Vase Surg 27:7-15, 1998.
Warren R. Surgery. Philadelphia: WB Saunders, 1963.
Yao JST, Pearce WH (eds). Progress in Vascular Surgery. Stamford CT: Appleton & Lange, 1997.
520
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Hiato esofágico
- Esófago
- Troncos vagales
- Rama esofagica
jo y ligeramente a la izquierda del o m b lig o , p ró xim o al p u n Agujero de Morgagni de la a. gástrica izquierda
- A. y v. epigástricas - Tributarias esofágicas
to m e d io de la línea que com unica la parte más alta de a m Hiato de la cava de la v. gástrica izquierda
superiores
bas crestas ilíacas (p la n o intercostal). - Vena cava inferior
- Ramas del n.
La aorta dism in u ye de fo rm a ostensible en su d iá m e tro frénico derecho
a m edida que desciende p o r el a b d o m e n , d e b id o al gran
Esófago
ta m a ñ o de sus principales ramas. A la altura de la u n déci
ma costilla, el d iá m e tro es de a p ro xim a d a m e n te 25 m m ;
por encima del origen de la arterias renales, de 22 m m ; por
debajo de dichas arterias renales, de 20 m m , y a nivel de
la bifurcación, de 19 m m 10.
Yahel y A ren sb u rg d o c u m e n ta ro n que la lo n g itu d de
to d a la aorta descendente no se correlacionaba con la es
tatura y que no era posible predecir su lo n g itu d 11.
La aorta se correlaciona estrechamente con los pilares
diafragm áticos derecho e izquierdo. Pasa por el hiato a ó rti
co (Figs. 12.1 y 12.2), p o r debajo del diafragm a y no a tra
vés del hiato d la fragm ático, co m o hacen la cava o el esófa
Hiato aórtico Aperturas menores
go; p o r ello, el hiato aórtico no se abre en el diafragm a. En - Aorta (a través del pilar)
- V. ácigos (variable)
el diafragma, la aorta se separa de la VCI y del g anglio celía - Conducto torácico
- N. esplácnico mayor
- V. ácigos (variable)
co derecho por el pilar derecho. En ese p u n to , la vena cava - V. hemiácigos (variable) - N. esplácnico menor
- N. esplácnico mínimo
a do p ta una posición ventral a la aorta, al angularse la cava - V. hemiácigos (variable)
hacia adelante, para atravesar el diafragm a y e ntrar en la F ig u r a 12.2. Aperturas del diafragma vistas desde abajo y es
aurícula derecha. En la bifurcación aórtica la VCI asume una tructuras que lo atraviesan. A, Aorta; VCI, vena cava inferior.
posición dorsal a la aorta, dividiéndose a la altura de L5. [sk9\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Diafragma
Anatomía quirúrgica
F ig u ra 12.3. Ramas de la aorta abdom inal dispuestas de acuerdo con los planos que ocupan (esquematizado en la Fig. 12-4).
Las ramas irrigan los siguientes territorios: A, Tracto gastrointestinal y tres glándulas impares; B, 3 glándulas pares; C, Techo y
paredes abdominales. AC, arteria celíaca; AMS, arteria mesentérica superior; AMI, arteria mesentérica inferior; S, glándula su
prarrenal; AS, arteria suprarrenal; R, riñ ó n ; AR, arteria renal; T, testículo; AT, arteria testicular; AF, arteria frénica; AL, arterias
lumbares; ASM, arteria sacra mediana, [g rl]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
mas presentan un origen separado, no existirá el tronco • La arteria gástrica izquierda se o rigina de la celíaca, se
celíaco (Fig. 12.5). La artería hepática empuja al tronco ce- g uida p o r la bifurcación hepatoesplénica: 4 9 % .
líaco a la derecha. Cuando la artería hepática no se origi • «Trifurcación típica» del tro n c o celíaco: 25% .
na a p a rtir del tronco celíaco, el resto del tronco gastroes- • Tronco hepatoesplénico: 5% . (La arteria gástrica izquier
plénico se dirige a la izquierda y parece continuar con la da se origina p o r separado de la aorta.)
arteria esplénica. Son poco habituales las variaciones en • Tronco gastroesplénico: 3%. (La arteria hepática co m ú n
el origen de la arteria esplénica. La vena gástrica izquier se origina p o r separado de la aorta.)
da se encuentra habitualm ente en la bifurcación del tron • Tronco g astrohepático: 1 %. (La arteria esplénica se o rig i
co en las arterías hepática y esplénica. La colateral más na p o r separado de la aorta.)
habitual del tronco celíaco es la arteria frénica inferior sim • Tronco gastroh e p ato e sp le n o m ese n té rico : 2 % . (Arterias
ple o doble. celíaca y mesentérica superior com binadas.)
• Tronco hepatom esentérico: 3%. (Arteria esplénica y gás
£ a v d a ry cois.17 refirieron un caso de tro n c o celíaco-me-
tricas izquierda a p a rtir de un tro n c o co m ú n .)
sentérico, una variación que se encuentra en sólo un 1% a
un 2 ,7 % de la población.
De las tres ramas impares principales de la aorta, el tro n
Arteria mesentérica superior
co celíaco es el más propenso a las variaciones. De acuer
do con Lippert y cois, en su revisión18, algunas de ellas y
A gradecem os al Dr. Jean-Pierre j. Van D a m m e 16 el per
sus porcentajes en la población son los siguientes:
miso para re p ro d u c ir su excelente descripción de la arteria
• O rigen de la arteria frénica inferior a p a rtir del tro n co ce mesentérica superior.
líaco: 50% .
La arteria mesénterica superior (AMS) es el eje alrededor
del cual se produce la rotación del intestino. La vena renal iz
quierda se localiza entre el origen de la arteria mesentérica
superior y la aorta. La artería y vena mesentérícas superio
3 ramas principales: 86% res siguen un trayecto entre el duodeno y el páncreas; a este
nivel, la arteria sigue su trayecto a la izquierda de la vena.
La parte horizontal del duodeno puede estar comprimida en
^ — Arteria gástrica izquierda
Arteria hepática común la horquilla entre la aorta y la artería mesentérica superior en
los casos de ptosis intestinal. Después del origen de la arte
Arteria esplénica ria ileocólica, la mesentérica superior solamente da ramas
¡leales. Es un vaso continuo que disminuye de diámetro p ro
gresivamente y se anastomosa con la ram a i leal de la arte
— Arteria mesentérica
ría iliocecal. A excepción de las ramas yeyuno!, ¡leal y cólica,
superior
la artería mesentérica superior también origina las ramas
pancreática y duodenal (arcadas pancreaticoduodenales, la
2 ramas principales: 12%
artería para el cuello, la arteria pancreática transversa, una
f f
rama del ángulo duodenoyeyunal). Ramas aberrantes de la
artería mesentérica superior son la artería hepática común,
una rama hepática derecha aberrante o excepcionalmente
la arteria esplénica o cística (Figs. 12.6 y 12.7).
í £
De acuerdo con K om ori y cois.20, que d o c u m e n ta ro n la
resección con éxito de un aneurisma de la arteria mesenté
rica superior con reconstrucción de la arteria mesentérica
superior m e d ia n te una anastomosis aórtica, solam ente un
8% de to dos los aneurismas de arterias viscerales se p ro
1% Tronco celiacomesentérico ducen sobre la arteria mesentérica. Constataron que: «Los
(Lit.)
aneurismas en este p u n to son m u y propensos a la ruptura,
F ig u ra 1 2 .5 . D ivisión del tronco celíaco. (Lit.), documenta al m argen de su ta m a ñ o , y pueden ser de difícil tra ta m ie n
do en la bibliografía médica, [v a l] to, incluso en caso de cirugía electiva. En ausencia de fac-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Arterias frénicas
inferiores
Arteria hepática
normal
Fuente: Fullen WD, Hunt J, Altemeier WA. The clinical spectrum of pe
F ig u ra 12.7. Colaterales de la arteria mesentérica superior. netrating injury to the superior mesenteric arterial circulation. J Trau
[va2] ma 12(8):656-664, 1972; con autorización.
524
booksmedicos.org
booksmedicos.org
I r r ig a c ió n n o r m a l y a lter ad a
de l a m é d u l a e sp in a l
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Arteria espinal posterior jia aguda flácida con retención urinaria y pérdida de sensi
bilidad espinotalám ica desde el nivel de la lesión, pero p re
servándose la sensibilidad táctil y posicional. La oclusión ar
Anatomía quirúrgica
Aorta
A rte ria in fra rre n a l ra d ic u la r
(de la arteria lumbar)
F ig u ra 12 .1 1 . D is trib u c ió n de las arterias lu m b a r e in te r
costal. Las arterias radiculares a n te rio r y poste rio r son ra F igu ra 1 2 .1 2 . Irrig a c ió n de la m é d u la espinal. Se m ues
mas de la arteria intercostal, [del] tra n las p rincipales arterias radiculares, [del]
526
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Arteria espinal
posterior
F ig u ra 1 2 .1 4 . El eje celíaco y sus ramas y la circu la ció n
colateral co n la arteria mesentérica superior, [b rl]
Arteria
radiculomedular de
T11-T12 o arteria de
Adam klewicz
Ra m a s arteriales c o la te r ale s
• Arco de Bühler. El arco de Bühler es una arteria que co- F ig u ra 1 2 .15 . C irc u la c ió n colateral de las ramas de las ar-
necta las arterias hepática com ún y la gastroduodenal con terias mesentéricas superior e infe rio r, [b rl]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Vasos Incidencia
Celiaco
Tres ramas (clásico) 65-75%
Cuatro ramas que incluyen la dorsal 5-10%
pancreática
Tronco celíaco-mesentérico <1%
Hepático
Hepático com ún desde la arteria celíaca 75%
Hepático desde la AMS 2,5%
F ig u ra 1 2 .16 . Arco de B üh le r fo rm a n d o u n a c o m u n ic a Arteria hepática derecha sustituida 17-18%
ción directa entre la arteria celíaca y la mesentérica superior. Desde la AMS 10-18%
[.ro4\ Desde la aorta <2%
Arteria hepática izquierda sustituida 15-18%
Desde la arteria gástrica izquierda 11-12%
Desde la AMS 2,5%
Arteria hepática derecha accesoria 7-8%
C o m p o n e n t e s a n a t ó m ic o s r e l a c io n a d o s Arteria hepática izquierda accesoria 2,5%
acó (Fig. 12.18). El ganglio celíaco está íntim a m e n te yu x ta ción del pilar d ia fra g m á tic o o p o r la to pografía del plexo
puesto a la parte lateral del tronco celíaco. Junto con el p ro celíaco? Harjola28 fu e el p rim ero en d o cu m e n ta r un caso de
fuso entram ado nervioso celíaco, ocultan el origen de la ar isquem ia mesentérica que pensó podía estar relacionado
teria y gran parte del trayecto del tronco. El ligamento arcuato con una presión extrínseca ejercida sobre el eje celíaco p or
medial y el origen de la arteria celíaca descienden ligeram en el ple xo celíaco.
te con la edad. En el 1 6 % de los pacientes26, un ligam en El diagn ó stico de síndrom e del lig a m e n to arcuato m e
to arcuato bajo cubre la arteria celíaca y puede c o m p rim ir dial p uede constatarse p o r e lim inación de otras causas de
la; en la angiografía, tal compresión puede simular una placa d o lo r a b d o m in a l, c o m o propuso Bech27. El ciru ja n o debe
ateroesclerótica. La ausencia de síntomas debidos a la co m recordar que este síndrom e es real, no im ag in a rio , y que la
presión vascular indica que tales pacientes tienen una circu sim ple disección del lig a m e n to arcuato puede curar al pa
lación colateral adecuada. El ligam ento arcuato medial se ha ciente. O casionalm ente puede ser ta m b ié n necesaria la re-
relacionado con la angina intestinal en casos en los que un vascularización del eje celíaco.
tejido fibrom uscular considerable en el hiato ejerce un efec C uando no exista un verdadero lig a m e n to arcuato y los
to constrictivo sobre el tro n c o celíaco o la aorta. brazos musculares del pilar estén adelgazados p or la exte n
Bech27 constató que, en casos raros, la com presión de sión p o s te rio r del hiato esofágico, las aberturas aórtica y
las arterias viscerales ocasiona una isquemia mesentérica. esofágica pued e n c o n flu ir, p rá c tic a m e n te ; sin e m b a rg o ,
Algunos autores piensan que el pilar izquierdo del diafra g siem pre existirá cierta cantid a d de te jid o c o n e c tiv o entre
ma genera el síndrom e de com presión de la arteria celíaca ellas.
(ta m b ié n co n o cid o c o m o com presión del eje celíaco, sín En a p roxim adam ente la m itad de los cadáveres con her
d ro m e de la banda celíaca y síndrom e de D unbar). Nues nia hiatal examinados p o r Cray y cois.2-29-30 el lig a m e n to es
tra o p in ió n es que en la mayoría de los casos el liga m e n to taba lo suficientem ente desarrollado c o m o para que se p u
arcuato es el responsable de este síndrome, al m argen de diera realizar una reparación quirúrgica del hiato esofágico.
las variaciones anatóm icas del «hiato» aórtico. En el resto existía suficiente fascia preaórtica lateral al tr o n
La cuestión que sigue en el aire es la causa. ¿Está oca co celíaco co m o para p o d e r practicar una fijación posterior
sionado p o r el origen alto del eje celíaco, p o r la baja inser de la un ió n gastroesofágica. En los p ro ce d im ie n to s q u irú r
Fijación esternal
Agujero de Morgagni
M .tranverso
Trígono lumbocostal
M. cuadrado lumbar
Psoas mayor
Pilares
F ig u ra 12.18. Fijaciones de los m úsculos del diafragm a vistas desde abajo. A, aorta; E, esófago; VCI, vena cava inferior.
[si<9]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
gicos de la hernia hiatal, se tendrán que evitar los ganglios dos o más aportaciones en ambos lados a partir de los seg
celíacos, localizados justo p o r debajo del lig a m e n to arcua- m entos lum bares de las cadenas simpáticas derecha e iz
to (o en su posición prevista). quierda. Numerosas fibras, que contienen fibras parasimpá-
Anatomía quirúrgica
DIAFRAGMA
Arteria frénica
derecha
(inferior) y plexo Arteria frénica izquierda
(inferior) y plexo
Glándula
suprarrenal
derecha
Glándula
suprarrenal
izquierda
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
dad de las técnicas quirúrgicas abiertas, se están investigan • Uréteres derecho e izquierdo.
do en la actualidad técnicas endovasculares. Las prótesis • Venas ilíacas derecha e izquierda (recuérdese que la ilía
endovasculares de las arterias aorta e ilíaca se insertan nor ca c o m ú n izquierda está atravesada y c o m p rim id a p o r la
malmente de forma retrógrada a través de la arteria fem o arteria ilíaca derecha c o m ú n ).
ral, utilizando para ello apoyo radiológico. (RSF |r) • Los orificios intraaórticos de la aorta lu m b a r y la arteria
mesentérica inferior.
M a rin o y cois.42, que estudiaron la aorta abdom inal p ro
xim al y de m o d o especial la región celíaca, recom endaron
la exposición del transplexo subpancreático izqu ie rd o del
eje celíaco y de la arteria mesentérica superior. Refirieron el
• Cavidad peritoneal.
hallazgo de dos tipos de plexos nerviosos: los plexos to ta l
• Venas ilíacas.
• Vena cava inferior. m e n te cu b iertos y los p a rcialm ente cubiertos. En el 70%
de los casos, los plexos nerviosos cubren com p le ta m e n te los
• Luz intestinal.
prim eros centím etros de las ramas. En el 3 0% , los plexos
R ecom iendan un d ia g n ó s tic o precoz y observan q u e nerviosos fo rm a n solam ente una cubierta fina desde d o n
rara vez se requiere la inte rru p ció n de la VCI. de surgen las ramas grandes.
De acuerdo con un estudio retrospectivo de 25 pacien
tes, W einstein y cois.40 ind ica ro n q u e aquellos pacientes A bordaje retroperitoneal
con una tensión norm al y una ru ptura «estable» del aneu En el abordaje retroperitoneal, estarán im plicadas dos
risma aórtico ofrecen al m édico una errónea sensación de estructuras anatómicas: la arteria mesentérica infe rio r y al
seguridad; los autores recom iendan en estos pacientes la g u n a vena lum bar, que drena la vena renal. La incisión en
cirugía urgente. este flanco izquierdo puede ampliarse a una incisión tora-
Surowiec y cois.41 refirieron que la oclusión aguda de la c o a b d o m in a l a través del espacio entre la décim a y u n d é
aorta, que suele verse de fo rm a secundaria a los ém bolos cima costillas, pero sin to racotom ía.
en silla de m o n ta r o tro m b o sis ateroesclerótica, presenta La arteria mesentérica inferior tiene q u e ligarse, y p o
una elevada m o rb im o rta lid a d . drá reim p lan ta rse m e d ia n te la técnica del b o tó n : con la
N o form a parte de los objetivos de este te x to describir re im plantación del orificio vascular ju n to con una pieza, de
d e ta lla d a m e n te las técnicas q u irú rg ica s de la co rrecció n a p ro x im a d a m e n te 1,8 cm de diá m e tro , de pared aórtica
q u irú rg ica del aneurism a aórtico; sin em b a rg o , para ilus que se sutura al injerto. Se ligará la vena lu m b a r que dre
tra r las potenciales com plicaciones anatómicas, la repara na la vena renal izquierda.
ción de los aneurismas aórticos se mostrará desde un p u n
to de vista rig urosam ente a n a tóm ico. Considerarem os los Com plicaciones anatóm icas
abordajes transa b d o m in a l y retroperitoneal. • El abordaje to racoabdom inal presenta el riesgo de neural
gia intercostal d e b id o a la lesión de los nervios intercos
tales.
A b o r d a j e s q u ir ú r g ic o s
ni
Abordaje transabdom inal
En el aneurisma abd o m in a l, el cirujano puede elegir un u
abordaje transa b d o m in a l m ediante una incisión am plia en
Perlas clínico-quirúrgicas
.
la línea media o una incisión transversal amplia. Recuérden
No existe consenso respecto al mejor m éto d o para evi
se las siguientes estructuras anatóm icas o referencias d u
tar la paraplejia en la reparación quirúrgica de un aneuris
rante estos p ro cedim ientos:
ma torácico. En manos de algunos cirujanos, unos tiempos
• Ligam ento de Treitz.
de pinzamiento vascular extremadamente cortos se asocia
• R etroperitoneo.
ron con una baja proporción de paraplejia. Algunos ciruja
• Mesentereo del intestino d e lgado (la raíz).
nos creen, sin embargo, que el by-pass auricular izquierdo-
• Vena mesentérica inferior y arteria mesentérica inferior.
femoral es más sencillo y supone una técnica que puede
• Trayectos tanto de la vena renal derecha com o de la izquier
preservar el flujo sanguíneo de la médula espinal, mesen-
da (recuérdese la posibilidad de una vena renal izquierda
térico y renal, evitando de este m odo consecuencias po
retroaórtica).
tencialmente catastróficas debidas a un tiem po de pinza-
• Ambas arterias ilíacas internas y externas derecha e izquier
miento prolongado. (RSF Jr)
da (se conservarán las arterias ilíacas internas para la irri
532
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Fuente: Járvinen O, LaurikkaJ, SaleniusJ-P, Lepántalo M, Finnvasc Según un estudio nacional realizado en Finlandia, Járvi
Study Group. Mesenteric infarction after aortoiliac surgery on the ba- nen y cois.44 docum entaron que 27 pacientes de entre 1.752
sis of 1752 operations from the national vascular registry. World J Surg sometidos a cirugía aortoilíaca sufrieron una isquemia intes
1999; 23;243-247; con autorización. tinal, y que el 1 ,2 % padecieron un infa rto intestinal. En la
Tabla 12.5 se describe la d istribución de la lesión según su
• En el abordaje to ra c o a b d o m in a l, la denervación de los localización.
m úsculos de la pared a b d o m in a l p u e d e o ca sio n a r un
a b o m b a m ie n to del flanco d e b id o a la atrofia. Citam os a Du T o it y Saaiman45:
• Puede producirse sangrado arterial o venoso. Un im p o rta n te p u n to débil de la reparación endovas-
® Puede producirse isquemia de las extrem idades infe rio cular de los aneurismas de aorta a b d o m in a l es el sangra
res. El m ejor tra ta m ie n to es la palpación, el estudio m e do posterior o la formación de una fuga interna debida
diante D o p p le r o la angiografía, realizados en el q u iró fa a un sellado incom pleto o a un puenteado de los orificios
no dura n te la aneurism ectom ía. de las ramas aórticas po r los catéteres intraluminales. Las
• La isquemia colónica (un riesgo que se observa especial fugas posteriores significativas, recurrentes y persisten
m ente en pacientes con una colectomía izquierda previa) tes son un asunto de interés clínico, y se deben a un se
puede evitarse re im p la n ta n d o la arteria mesentérica in llado incom pleto de la arteria mesentérica inferior o de
ferio r dura n te la resección del aneurisma. Si se produce la lumbar. El método óptim o p ara el diagnóstico y tr a ta
una diarrea sanguinolenta en el postope ra to rio se p ra cti m iento de estas fugas endovasculares está actualm ente
carán repetidos estudios colonoscópicos y, en fu n c ió n de en evaluación. D urante el tra ta m ie n to injerto-catéter de
los hallazgos, laparotom ía exploradora con colectom ía o los aneurismas de a o rta abdom inal, se p u e n te a n ta m
colostom ía transversa si fuera necesario. bién otras ramas aórticas importantes, que pueden poten
• La isquemia de la parte distal de la m édula espinal su p o cialmente m anifestar como secuelas una isquemia p e ri
ne una grave c o m p lica ció n con una elevada m o rtalidad férica.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Ausencia
A n a to m ía quirúrgica
Las ausencia de segmento hepático de la VCI es secunda
ria al fallo de las tributarias de la vena subcardinal derecha al
To p o g r a f ía y tributarias
conectar con las venas hepáticas durante la sexta semana.
Los trayectos de la vena cava infe rio r (VCI) y de la ao r
Duplicación ta abdom inal son paralelos a la línea media, guardando una
La existencia de dos venas cavas, izquierda y derecha, distancia entre sí de apro xim a d a m e n te 1 cm a 2 cm. La VCI
p o r debajo de las venas renales no es una anomalía tan rara es un «buen vecino», pero los aneurismas de la aorta inva
(Fig. 12.21 B). N o rm a lm e n te la u n ió n de la cava derecha e den en ocasiones la VCI y fo rm a n una fístula. La fijación
izquierda se p ro duce a la altura de las venas renales o po r densa de un aneurisma aórtico a la VCI deberá tratarse con
debajo y presenta com unicaciones con otras venas. Todas un cuid a d o especial, no siendo aconsejable la exéresis del
las variaciones cursan de fo rm a asintom ática. saco aneurism ático.
C o lb o rn 46 y S hing le to n y cois.47 han d o c u m e n ta d o la La VCI resulta de la u nión de las venas ilíacas com unes
d uplicación de la vena cava. El p rim e ro ha constatado re derecha e izquierda a la altura de L5 (Fig. 12.23). La VCI
c ie n te m e n te (observación no p u b lica d a ) la existencia de asciende a la derecha de la línea media y te rm ina después
una cava inferior bilateral en el cadáver de una m ujer con de atravesar el te n d ó n central del diafragm a a la altura de
una transposición visceral com pleta. T8. Penetra en la aurícula derecha a la altura del sexto car
tílago costal. El h iato de la vena cava infe rio r presenta una
abertura cu a d ra n g u lar en el te n d ó n central del diafragm a
Vena cava inferior preuretérica (uréter retrocavo) (Fig. 12.21 A). La vena cava supradiafragm ática m id e unos
La vena cava inferior preuretérica o uréter retrocavo se 2 cm a 3 cm y la infradiafragm ática entre 18 cm y 19 cm;
produce solam ente en el lado derecho. El uréter derecho juntas m iden p o r té rm in o m ed io 21 cm (a p ro x im a d a m e n
pasa p or detrás y alrededor de la VCI. Puede producirse una te 8,5 pulgadas). La VCI carece de válvulas.
o bstrucción del uréter con una posible hidronefrosis (véa A n a to m o to p o g rá fic a m e n te la pared posterior de la VCI
se capítulo sobre el riñón). suprahepática está anclada m ediante un «ligam ento» d el
La mayoría de las anomalías de la vena cava inferior son g ado pero fuerte al hiato diafragm ático, a la parte posterior
to ta lm e n te asintomáticas. Pocas presentan síntomas y se del lóbulo ca udado y al seg m e n to VIII hepático derecho.
cuelas y, p o r supuesto, necesitarán una intervención q u i En las disecciones no se suele apreciar el «ligam ento», a u n
rúrgica. que sí una fijación de la pared posterior de la VCI a los seg
N akatani y cois.48 describieron el caso de un paciente m entos hepáticos supradyacentes.
con una tríada anóm ala de una cava in fe rio r única en el La VCI recibe venas viscerales de estructuras anatómicas
lado izquierdo, una arteria subclavia derecha retroesofági- retroperitoneales y venas parietales de la extrem idades in
ca y arterias braquiales superficiales bilaterales (Fig. 12.22). feriores, pelvis y pared a b d o m in a l posterolateral. Puesto
Los mismos autores exponen la frecuencia de las anomalías que la VCI queda a la derecha de la línea media y es más
de la vena cava en la Tabla 12.7. dorsal a la aorta, la vena ilíaca c o m ú n pasa p o r detrás de la
534
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Cardinal anterior
Seno venoso
Cardinal común -
Venas umbilicales
Conducto venoso
— Venas vitelinas
- Venas subcardinales
Plexo subcardinal en desarrollo Cardinales posteriores Anastomosis intersubcard.
del mesonefros
— Subclavia —
Subcardinal
- Supracardlnal —
Cardinal post,
(en desaparición) - Anastomosis —
intersubcardinal
Anastomosis subcardinal
supracardlnal
Gonadal
^Meson.
Anastomosis ilíaca
C (6 semanas) D (7 semanas)
Braquiocefálico izquierdo
Yugular Interna
Subcl. I.
Subcl. derecha
Sinus coronario
Hemiácigos accesoria
Intercostales
Glándula suprarrenal
Vasos mesonéfricos
Vena renal
(en desaparición)
Gonadal
Ilíaca común
Sacra media
Ilíaca externa
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Fuente: S k an d alakis JE, Gray SW (eds). E m b ry o lo g y for Surgeons, 2.a ed. Baltim ore: W illiam s & W ilkins, 1994; c o n au to r iz a c ió n .
arteria ilíaca c o m ú n derecha. Si se p ro duce una c o m p re produce una in te rru p c ió n infrarrenal de la VCI o una tro m
sión se puede p ro d u c ir la fo rm a ció n de una trom b o sis ilía bosis, la sangre es derivada en dire cció n ascendente a la
ca o iliofem oral. VCS y al corazón. También p o r esta razón es posible ligar
Las trib u ta ria s venosas viscerales que se desplazan ha la vena cava infe rio r después de una lesión sin que se oca
cia arriba desde abajo son las venas gonadal derecha y ure sionen graves secuelas en relación con el dren a d o venoso
tèrica, renal, supra rre n a l dere ch a y vena h e p á tica (F ig . de las extrem idades inferiores.
1 2 .23). Las trib u ta ria s de la vena suprarrenal derecha y de El e n tra m a d o venoso está in te g ra d o p o r el plexo verte
la hepática, en especial las que drenan d ire c ta m e n te el ló bral, las venas gonadales, las venas lum bares ascendentes
bulo caudado, son con frecuencia dem asiado cortas, y por y ácigos y hemiácigos, así c o m o las venas de la pared an
ello se lesionan con facilidad y su reparación resulta c o m te rio r del tro n c o (epigástrica superficial, ilíaca circunfleja,
pleja. torácica lateral e intercostal). Las venas toracoepigástricas
Las tributarias de las venas parietales que se desplazan p roporcio n a n un d re nado potencial a m p lio entre las venas
hacia arriba desde abajo son las ilíacas comunes izquierda y fem oral y axilar a través de la anastomosis de las tributarias
derecha, las venas lum bares, la vena lu m b a r ascendente de la epigástrica superficial y la axilar. De acuerdo con Nes-
y las venas frénicas inferiores. Las venas gonadales izquier b it y W ear51, los vasos más im p o rta n te s de la circulación
da y suprarrenal izquierda drenan directa m e n te la vena re colateral en la mayoría de los casos d e o b s tru c ció n de la
nal izquierda (Fig. 12.21 C). La vena frénica inferior izquier VCI son los lumbares, vertebrales y ácigos.
da tam bién drena de este m o d o o de form a variable, ambas La circulación colateral de las venas es m u ch o m ejor que
hacia la vena renal izquierda y la VCI (Fig. 12.23). la de las arterias.
Existe una e norm e variabilidad en la anatom ía vascular C om o afirmaron Gazzaniga y C olodny52, Nesbit y Wear51
en esta región. Capellades y cols.S0 explicaron que la lesión y otros, la supervivencia a largo plazo después de una liga
de la vena ilíaca izquierda es una grave com plica ció n de la dura de la VCI p o r encim a de las venas renales es posible
fusión del disco L5-S1. Una unión iliocava baja ju n to con en casos extre m a d a m e n te raros. Por supuesto, recordamos
una ubicación medial de la vena ilíaca com ú n izquierda re al lector que debe evitar la ligadura suprarrenal de la VCI
duce el ta m a ñ o de la ventana quirúrgica, a u m e n ta n d o el siempre que sea posible.
riesgo de lesión vascular dura n te la cirugía.
Re c o r d a r :
Todas estas venas parietales y viscerales se tra ta n en
otros capítulos p o r su relación anatóm ica con los distintos • La VCI suprahepática está ubicada en la p ro x im id a d de
órganos intra- y retroperitoneales. la zona desnuda del hígado y a la izquierda. Recibe a las
tres venas hepáticas (y a veces más). La hipertensión p o r
tal, en ocasiones con varices asociadas, puede deberse a
una obstrucción suprahepática de las venas hepáticas (sín
T r ay e c to s v e n o s o s c o la te r ale s
d ro m e de Budd-Chiari).
M últip le s anastomosis constituyen una circulación co • La abertura diafragm ática de la vena cava inferior es a ni
lateral rica y al tie m p o com pleja entre el e n tra m a d o de la vel de T8, un hiato de perfil cuadrado, ubica d o en el he-
VCI y el de la vena cava superior (VCS). Por ello, cu ando se m id ia fra g m a derecho, p ró x im o a la línea media.
536
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Aorta
Diafragma
Esófago
Venas hepáticas
A. mesentérica superior
A. hepática común
Tronco celíaco
A. esplénica
V. suprarrenal izquierda
A. renal derecha
V. renal izquierda
A. renal izquierda
V. gonadal izquierda
V. renal
A. mesentérica superior
V. gonadal derecha
Aorta
F ig u ra 1 2 .2 1 . Vena cava in fe rio r a ia altura del diafragma. A, Relaciones. B, Cava in fe rio r doble anómala. En este esque
ma el vaso derecho es m a yo r y recibe todas las venas lumbares. C, Relaciones con otros vasos. [grlO]
• La vena suprarrenal derecha es corta y m u y frágil cuan te rio r de la falange distal se relaciona con la VCI y la su
do pasa a drenar la pared de la cava posterolateral p o r perficie del fle xo r se relaciona con la tríada hepática.
encim a de la vena renal. • La arteria renal derecha se localiza p o r detrás de la VCI y
• La VCI pasa p o r detrás del agujero de los epiplones. Si se a la derecha de la vena renal (Fig. 12.21 C). Se relaciona
inserta el d e d o índice en dicho agujero, la superficie pos dorsalm ente con la parte derecha del m úsculo psoas y la
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Histología y fisiología
La pared de la VCI está integrada p o r tres capas, sim i
lares a las de la aorta, aunque no tan bien definidas. La ad
venticia fo rm a la capa más gruesa y co ntiene unas capas
lon g itudinales llamativas de m úsculo liso y redes elásticas,
además de te jid o conectivo laxo.
La cava infe rio r retorna la sangre h ipoxém ica a la aurí
cula derecha.
A p licacio n es quirúrgicas
F ig u r a 12.22. Ilu stración de u n a v e n a cava inferior ú n ic a
e n el lado izquierda. AA, ao rta a b d o m in al; AD, aurícula d e 1La VCI puede interrum pirse total o parcialmente para evi
recha; GSI, g lándula suprarrenal izquierda; RI, riñ ó n izquier ta r el e m b o lism o p u lm o n a r secundario a la trom bosis ve
do; D, diafragm a; 1, v en a ren a l derecha; 2, uréter derecho; nosa p ro fu n d a de la pelvis o de las extrem idades in fe rio
3, v e n a ovárica d erecha; 4, vela ilíaca c o m ú n d erech a; 5,
res q u e no re s p o n d e a un tr a ta m ie n to c o n s e rv a d o r
venas hepáticas, 6, tro n c o celíaco; 7, arteria m esentérica su
(a n ticoagulantes). El m é to d o de elección es el de inser
perior; 8, v e n a ren a l izquierda: 9, uréter; 10, v e n a cava in
ferior e n el lad o izquierdo; 11, arteria m esen térica inferior; tar un filtro in tra lu m in a l (Figs. 12.24 y 12.25), que pe r
12, v e n a ovárica izquierda; 13, v e n a ilíaca c o m ú n izquier m itirá el flu jo ascendente de sangre pero no la tra n s m i
da; 14, plexo hip ogástrico. [na] sión de los é m bolos. O tro m é to d o de in te rru p c ió n de la
VCI es el de estrechar dicha vena p o r debajo de las ve
nas renales u tiliz a n d o un clip d e n ta d o o no d e n ta d o y li
gar la vena g o n a d a l izquierda. Antes de la in te rru p c ió n
de la VCI es im p re scind ib le la cavografía para la id e n tifi
cación de variantes o anomalías de este vaso (Figs. 12.21 B
parte derecha del pilar diafra g m á tico derecho. Por delan y 12.26).
te, la VCI y la vena renal derecha separan la arteria del Thomas y cois.53 recom iendan la evaluación clínica de
c o n d u c to hepático c o m ú n , la cabeza pancreática y la se los filtro s de VCI, ya que la tro m b o s is de la VCI puede
g u n d a porción del duod e n o . producirse entre el 6 ,5 % y el 7% de los casos.
La primera porción del duodeno se relaciona posteriormen 1Se puede ligar la VCI a través de una incisión en el fla n
te con la VCI y la arteria gastroduodenal. La tercera porción co derecho o a través del abdom en utilizando una incisión
del du o d e n o es anterior a la VCI. La superficie posterior de en la línea media o subcostal derecha.
538
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Los tu m ores m alignos retroperitoneales pueden c o m p ri tados im p id e la construcción de una derivación portosis-
m ir la VCI y ocasionar varicosidades unilaterales o, rara tém ica estándar. S c h w a rtz y cois.55 afirman que en el caso
vez, bilaterales de las extrem idades inferiores con edema. de algunos pacientes la exéresis del lóbulo caudado p er
Un útero grávido o fibroso gigante puede com p rim ir la VCI m itirá la derivación (Fig. 12.27).
y causar edema o varicosidades en una o ambas e x tre m i • La VCI puede quedar lesionada con consecuencias fatales
dades inferiores. d u rante la cirugía lu m b a r de los discos intervertebrales.
• Al tra ta r las lesiones de la vena cava inferior que requie • Una vena cava inferior lesionada de fo rm a ya tro g é n ica o
ran pinza m ie n to , se utilizará una vena de la extre m id a d c o m o consecuencia de un tra u m a tis m o debe repararse
superior para adm in istra r líquidos o sangre. La parte in- fu n d a m e n ta lm e n te de la fo rm a siguiente:
frarrenal de la VCI se lesiona con m a yor frecuencia. Ante - Cierre de la laceración.
cualquier sospecha de lesión de la VCI, se realizará una - Cierre del defecto con parche venoso.
e xploración ab d o m in a l m e diante una am plia incisión en - Reconstrucción m e diante injerto venoso de safena.
la línea m edia para d e tener el sangrado de fo rm a in m e - Reconstrucción m ediante injerto sintético.
diata y reparar el vaso. - Ligadura p o r debajo de las venas renales (evitar lig a d u
• Con la cirrosis hepática o el síndrom e de Budd-Chiari, los ra p o r encim a de las venas renales).
segmentos hepáticos I y VIII pueden estar aumentados, lo • Los tu m o re s pued e n in filtra r la VCI, y la resección y re
cual conduce a una co m presión segmentaria externa de co n s tru cc ió n de la VCI es una decisión q u irú rg ic a que
la vena cava seguido de la elevación de la presión v e n o se verá d e te rm in a d a p o r la parte de VCI afectada en los
sa. De acuerdo con Turcotte y cois.54, el atra p a m ie n to de procesos m alignos. O h w a d a y cois.56 re co m ie n d a n lo si
la VCI p o r el ligam ento y los segmentos hepáticos aum en gu ie n te :
539
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Vena hepática
Anatomía quirúrgica
Diafragma
V. renal izquierda
Riñón derecho Riñón izquierdo
V. testicular izquierda
Vena renal derecha
V. sacra medial
Fascia transversal
V. femoral izquierda
V. safena mayor
540
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
12 cm
V. ilíaca externa
Babu y cois.62 re com endaron un p ro c e d im ie n to agresivo media e inferior) las estructuras anatóm icas entre la VCI
c u a n d o las neoplasias renales o suprarrenales se e x te n y la vena porta principal son las siguientes:
dían p o r vía intra lu m in a l hacia la VCI. En la Figura 12.28 - Superior: hígado.
se muestra el nivel de la extensión. - M edia: en la mayoría de los casos, ninguna.
S ta e h le ry Brkovic63 indica ro n que cuando un tu m o r no - Inferior: ganglios.
llega a extenderse cranealm ente p o r encim a del nivel del
Los autores citados indican que las estructuras relacio
diafragm a, está justificada una cirugía radical en el carci
nadas con m a yo r frecuencia con la vena porta en sus tres
nom a de células renales que se extiende a la vena cava.
partes son:
1 M c L o u g h lin y Rankin64 evaluaron 100 TC y observaron
que la distancia entre la VCI y la vena porta principal es - Superior: hígado, arteria hepática y vesícula.
m e n o r de 1 cm en la m ayoría de los casos. C ua n d o la - M edia: hígado, estóm ago y páncreas.
vena porta principal se subdivide en tres partes (superior, - Inferior: páncreas, d u o d e n o y eje celíaco.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
A. Vista lateral
Lóbulo caudado
DI k VCI
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Faringe
la n N. J a c o b s ; Dimitry Rabkin; J o h n M. D e lG a u d lo ; J o h n E. S kandalakis
El acceso más corto y más práctico a la lipofaringe se consigue a través de la piel del cuello anterior, entre el cartílago tiroi
deo y el hueso hioides.
Hayes M a r t in 1
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Faringe 13
T a b la 1 3 .1 . Historia de la anatomía y la cirugía de la faringe
Morgagni 1717 Describió el nicho faríngeo de Morgagni, un espacio de la nasofaringe entre el borde superior
del músculo constrictor superior y la base del cráneo
Rosenmtiller 1808 Describió el nicho faríngeo lateral (fosa de Rosenmüller)
Zukerkandl 1882 Describió la amígdala palatina
Mikulicz 1886 Reconstruyó los estomas esofágico y faríngeo con pliegues de piel invertidos
Beck 1905 Emplearon un tubo gástrico invertido
Jianu 1912
Gavriliu y Georgescu 1951
Roux 1907 Emplearon el yeyuno como injerto para el pedículo
Herzen 1908
Vulliet 1911 Emplearon el colon transverso para la reconstrucción
Kelling 1911
Trotter 1913 Reconstruyó la pared hipofaríngea anterior y posterior con pliegues de piel horizontales
Kirschner 1920 Fue el pionero del trasplante gástrico, llevando el estómago hasta el cuello
Wookey 1942 Desarrolló una reparación en dos fases: dobló un pliegue de pedículo cervical largo, y lo suturó
a la faringe y el esófago, cerrando la superficie libre; reparó la fístula más tarde seccionando
y suturando los márgenes de la piel
Hynes 1950 Realizó una faringoplastia por trasplante muscular, produciendo un mecanismo semejante
a un esfínter
Goligher y Robin 1954 Empleó el colon izquierdo para la reconstrucción por vía preesternal
Asherson 1954 Realizó una escisión parcial de la pared posterior de la faringe debido a un carcinoma, y empleó
el tubo laringotraqueal proximal para la reconstrucción
Seidenberg y cols. 1959 Desarrolló la técnica microvascular empleando el yeyuno y anastomosando los vasos
mesentéricos a la arteria tiroidea superior y a la vena facial anterior
Ong y Lee 1960 Realizaron una anastomosis faringogástrica tras esofagofaringectomía para la corrección
de la laringofaringe y el esófago cervical
Iskeceli 1962 Experimentó con el trasplante de yeyuno a la faringe en animales experimentales
Bakamjian 1965 Empleó un pliegue deltopectoral para la reconstrucción faringoesofágica
Ogura y Dedo 1965 Emplearon un pliegue toracoacromial para reparar un faringostoma
Yamagishi y cols. 1970 Reemplazaron el esófago hasta la faringe con un tubo gástrico isoperistáltico totalmente aislado
Ariyan 1979 Empleó un pliegue de músculo pectoral mayor para la reconstrucción faringoesofágica
McLear y cols. 1991 Empleó un pliegue libre de yeyuno para la reconstrucción de la estenosis hipofaríngea
Anthony y cols. 1994 Realizó una reconstrucción faringoesofágica con un pliegue libre del antebrazo radial
Wax y cols. 1996 Reconstruyó la orofaringe con un pliegue libre del brazo lateral
Bibliografia:
Missotten FEM. Historical review of pharyngo-oesophageal reconstruction after resection for carcinoma of pharynx and cervical
oesophagus. Clin Otolaryngol 1983;8:345-362.
Pigott RW. The results of pharyngoplasty by muscle transplantation by Wilfred Hynes. Br J Plast Surg 1993;46:440-442.
Schmidt JE. Medical Discoveries: Who and When. Springfield, IL: Charles C. Thomas, 1959.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Faringe
Nervio
1 ,er arco
C artílag o fa rín g e o
H en d id u ra
E pitelio
fa rín g e a
e c to d é rm ico
2.° arco
Tejido
m e s en q u im a l 3 .er arco
laríngeo
F igu ra 13.1. El sistema de arcos branquiales. El sistema de ar F ig u ra 13.2. Fístula o quiste cervicoaural congènito. Esto es
cos branquiales aparece durante las semanas cuatro y cinco de u n rem a n en te persistente de la porción ventral de la primera
gestación com o cuatro arcos prom inentes, cada u n o consis hen did ura branquial. El tracto puede o no abrirse en el canal
tiendo de com ponentes musculares y cartilaginosos, u n nervio, auditivo externo. [s&S]
y una arteria, [sal]
Fuente: J o h n s o n KE, Slaby FJ, B o h n RC. A n ato m y : Review for USMLE, S tep 1, 2 .a ed. A lexandria, Va.: J & S P u b lish in g 1998, pág. 83; c o n
au to riz a c ió n .
546
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Faringe
D e fe c to s d e la h e n d id u ra y e l s a c o
Lig. e stilo h io id eo
tercero s
CE
Nadie ha descrito nunca una fístula co m pleta de la hen
d idura y saco terceros. Tal fístula, teóricam ente, pasaría d e
Fosa a m ig d alina
bajo del u n d é c im o nervio craneal, p o r encim a del nervio
laríngeo superior y del nervio hipogloso, y posterom edial a
C onstrictor m edio la arteria carótida interna. A co n tin u a c ió n se abre en la fa
ringe en la parte superior del seno p irifo rm e (Fig. 1 3.3).
Hueso hioides
Tipo I
Tipo II
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Faringe
D e fe c to s v e n tra le s
Se han descrito vías de los senos internos desde el te r La embriogénesis y las anomalías del desarrollo del tiro i
cer saco. Se o rig in a ro n en el ápice del seno p irifo rm e iz des, el paratiroides y el tim o , se encue n tra n fuera del al
q u ie rd o en todos los casos. cance de este capítulo. La info rm a ció n sobre el tiroides y
paratiroides está incluida en el ca pítulo sobre el cuello; el
D efectos d e la h en d id u ra y el s a c o cuartos tim o se explica en el ca pítulo sobre el mediastino. Sin e m
bargo, las anomalías en el descenso del p rim o rd io medial,
N o se ha descrito una fístula c o m p le ta de la hendidura el tiroides, son im p o rta n te s a la hora de hablar de la fa rin
y saco cuartos. Teóricam ente, la trayectoria de esta fístula ge, ya que ésta se relaciona con el tiroides lingual puesto
(Fig. 1 3.5) sería desde el ápice del seno p iriform e, a través que to d o el tiroides p u ede localizarse en la o ro fa rin g e y
de la m em brana cricotiroidea (in fe rio r al m úsculo cricoti- causar una obstrucción del paso del aire.
roideo), descendiendo a la hendidura traqueoesofágica y
haciendo un lazo en to rn o a la arteria del cu arto arco, pa
sando cefalodorsalmente a la carótida, describiendo un lazo
p o r encim a del nervio hipogloso, descendiendo p or el cue
llo, pasando a través de los músculos y la platisma, y salien
do en la parte inferior del cuello, a n te rio r al m úsculo ester-
nocleidom astoideo.
C o n s id e ra c io n e s q u irú rg icas
Faringe
El tiroides lingual se refiere al fallo del tiroides al descen m ie n to de Sistrunk. Si no se extirpa el cuerpo central del
der hasta su localización norm al. Esta glán d u la puede estar hueso hioides y se sigue el tra c to hasta el fo ra m e n ciego,
em be b id a en la lengua, en la localización n o rm a l del fora se increm enta el índice de recurrencia.
men ciego (Figs. 1 3.7 A y B). G eneralm ente es el único te
jid o tiroideo presente en el paciente. La escisión ina d ve rti
da de la g lá n d u la pue d e re sultar en un h ip o tir o id is m o R e g io n e s de la n a s o f a r in g e
perm anente. La supresión h o rm o n a l g e n e ra lm e n te resulta
efectiva para dism in u ir el ta m a ñ o del tiroides lingual. La ci La nasofaringe, oro fa rin g e y laringofaringe fo rm a n ju n
rugía puede utilizarse selectivam ente en casos de o b stru c tas un tra c to aerodigestivo c o m ú n co n o cid o c o m o la fa rin
ción de las vías respiratorias o d ificu lta d al tra g a r refracta ge (Fig. 1 3.8). Estas tres regiones separadas son, desde el
ria a la supresión horm o n a l. p u n to de vista del cirujano, bastante diferentes e individual
m en te complejas. Cada región es única con respecto a las
Consideraciones quirúrgicas lesiones que surgen en ellas, y cada una posee considera
D urante el descenso n orm al del tra c to p o r la glándula ciones estructurales y funcionales específicas. Las siguientes
tiroides, pueden quedar porciones glandulares (n o desapa páginas estudian estas tres estructuras.
recen). Estos remanentes se conocen c o m o quistes del c o n
d u c to tiro g lo so . El tra c to com ienza en la línea media del D esarrollo d e la n a s o fa rin g e
cuello y se extiende hasta el foram en ciego. Es esencial ex
tirp a r el tracto c o m p le to e inco rp o ra r el cuerpo central del La nasofaringe es m u y co m p le ja m o rfo ló g ic a m e n te y
hueso hioides; esto se conoce con el n o m b re de p ro ce d i en cu a n to a su desarrollo. C ontiene:
F igu ra 13.7. G lándula tiroides ectópica. A, Puntos en la vía de descenso del tiroides desde el agujero ciego (tiroides lingual)
hasta su localización normal. También se indica u n hiperdescenso al p u n to bajo el esternón. B, M étodo de exposición de la glán
dula tiroides lingual y esquema para controlar la hemorragia, [leí]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Faringe
Seno esfenoideo
Anatomía quirúrgica
M eato medio
Torus tubarius
Cornete inferior Nicho faríngeo
(fosa de Rosenmüller)
Paladar blando
M eato inferior
Arco anterior del atlas
Paladar duro
Diente axial
Lengua Laringofaringe
Amígdala palatina
Pliegue ariepiglótico
Arco palatofaríngeo
Músculo aritenoideo
Amígdala lingual
y cartílago aritenoides
Hueso hioides
Lámina cricoidea, placa
cartilaginosa cricoidea
Vallécula epiglótica,
seno piriforme Esófago
Ventrículo laríngeo,
pliegue vocal Tráquea
Istmo de la glándula tiroides
Arco anterior del cartílago cricoideos
F ig u ra 13.8. Sistema alim entario y respiratorio en la cabeza y el cuello. Aspecto medial; sección sagital ligeram ente a la d e
recha del plano medial. [frS¡
• Saco de Luschka (bolsa faríngea) (Fig. 1 3.9). • N eum atización del seno esfenoide supradyacente (edad
• Fosa de Rosenmüller (nich o faríngeo) (Fig. 1 3.8). 7-8).
• A nillo a m ig d a lin o de W aldeyer (Fig. 1 3.10). • Desarrollo de los dos primeros sacos faríngeos a cada lado.
• Am ígdala (tu b u la r) de Eustaquio (Fig. 1 3.10).
• Glándula de Luschka (am ígdala faríngea o tercera) (Fig. La nasofaringe ta m b ié n puede inclu ir los adenoides, los
13.10). quistes de la hendidura de Rathke, cordom as o craneofarin-
• Lecho eustaquiano (torus tubarius) (Fig. 1 3.8). giomas.
• Hipófisis faríngea (extrasillar) (Fig. 1 3.8). N om ina Anatómica se refiere a la nasofaringe c o m o el
pars nasales pharyngis, la parte nasal de la faringe. A pesar
Las consideraciones en c u a n to al desarrollo incluyen de que la nasofaringe es una parte de la faringe, es nece
(Fig. 13.11): sario recordar que es p uram ente un paso respiratorio. En
• Punta rostral de la notocorda. circunstancias normales, no fo rm a parte del tra c to d ig e sti
• Saco hipofisario (saco de Rathke). vo, c o m o hace la faringe.
• Canal craneofaríngeo. La faringe surge c o m o el e x tre m o cefálico e x p a n d id o
• Sincondrosis presfenoide-basisfenoide. del tu b o digestivo e m b rio n a rio (Fig. 1 3.12). Las cavidades
• Sincondrosis esfenooccipital. nasales se desarrollan po r separado desde la parte a n te rio r
• Receso tu b o tim p á n ic o . del intestino p rim itiv o , surgiendo a p a rtir de las fosas nasa-
550
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Faringe
A n o m a lía s c o n g é n ita s
les que profu n d iza n para fo rm a r los sacos nasales. Desde
d e la n a s o fa rin g e
los prim eros años del siglo xx, han existido controversias
sobre si la nasofaringe debería considerarse estrictam ente El desarrollo nasofaríngeo a n óm alo puede estar asocia
parte de la cavidad nasal o parte de la faringe. Desde la em- do a anomalías de las aberturas nasales posteriores, in c lu
briogénesis, se sabe que una zona de la cavidad o riginal ye n d o la atresia coanal, unilateral o bilateral (Fig. 1 3.1 3), y
pasa a fo rm a r parte de la sección inferior de las cavidades la m a lfo rm a c ió n de la cara p o sterior de la base del cráneo.
nasales. Una p orción de la cavidad faríngea original pasa a Las anomalías grandes, c o m o la iniencefalia o anencefalia,
yacer sobre el nivel del paladar defin itivo . Es esta porción ta m b ié n pueden estar asociadas con la m a lfo rm a ció n de la
de la faringe la que co n trib u ye al menos con una porción pared nasofaríngea.
A m íg d a la farín g e a
A m íg d a la fa rín g e a
A m íg d a la e us ta qu ian a
A m íg d a la (de Gerlach)
Banda lateral
e u sta q u ia n a
A m íg d a la p a la tin a
A m íg d a la lin g ua l
Am íg d a la p ala tin a
Linfa a los
g an g lio s lin fá tic o s
yu gu lo d ig á s trico s
A m íg d a la s linguales
l;ig u r n 1 3 .1 0 . Anillo am igdalino de Waldeyer. A, Sección sagital. [ho6\ B, Sección axial. [sk4\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Faringe
Canal
Futuro seno esfenoideo
Infundíbulo craneofaríngeo
Lumen del
Quiasma óptico
Anatomía quirúrgica
diencèfalo
Saco de Rathke .
,Parte tuberai
Parte nerviosa
Lóbulo
anterior
F ig u r a 13.11. A, Sección sagital a través de la parte cefálica de un em brión de 6 semanas que m uestra el saco de Rathke com o
u n pliegue dorsal de la cavidad oral y el infundíbulo com o u n engrosam iento del suelo del diencèfalo. B y C, Secciones sagita
les a través de la hipófisis en desarrollo (un rem anen te del saco de Rathke) en las semanas 11 y 16 del desarrollo, respectiva
m ente. Nótese la form ación de pars tuberalis, alrededor del tallo del pars nervosa, [sal]
Desintegración de la
Pared del cerebro membrana oronasal
Fosa nasal
Cavidad oral
Cavidad
Prominencia nasal medial
oral
Membrana oronasal
Lengua
Lengua
Cornetes
Labio superior
Coana primitiva
Labio inferior Coana definitiva
Paladar primario
M axilar inf. / " V
c
D
F ig u ra 13.12. A, Sección sagital a través de la fosa nasal y el borde inferior de la prom inencia nasal m edial de u n em brión de
6 semanas. La cavidad nasal primitiva está separada de la cavidad oral por la m em brana oronasal. B, Sección similar a la de A,
que m uestra la m em brana oronasal deshaciéndose. C, Embrión de 7 semanas con u n a cavidad nasal prim itiva en conexión
abierta con la cavidad oral. D, Sección sagital a través de la cara de u n em brión de 9 semanas, que muestra la separación de las
cavidades nasal y oral definitivas m ediante el paladar prim ario y secundario. Las coanas definitivas están en la u n ió n de la ca
vidad oral y la faringe, [sal]
552
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Faringe 13
El plano a n terior del paladar b la n d o (Fig. 13.8) p ro d u
ce el e x tre m o infe rio r de la nasofaringe. Este plano Ínter-
secciona con el arco a n te rio r del atlas en su e xtre m o pos
terior. Esta es la parte más estrecha de la nasofaringe. Se
d e n o m in a istmo, y lleva a la orofaringe en posición inferior.
La nasofaringe está ju s to in fe rio r al hueso esfenoides
(Fig. 1 3.15) y en la parte p o sterior del seno esfenoides. La
fosa hipofisaria (Fig. 1 3.15) y la glándula pituitaria son más
cefálicas con respecto al esfenoides. La porción basilar del
hueso o ccipital (Fig. 1 3 .1 5 ) desciende, fo rm a n d o el m a r
gen anterior del agujero occipital (Figs. 1 3.14 y 1 3.15), que
se localiza p o ste rosuperiorm ente a la nasofaringe.
De fo rm a anterosuperior, el v ó m e r se articula con la su
perficie inferior del hueso esfenoides (Fig. 1 3.15). Posterior
a esta articulación yace la fosa esfenoidal faríngea, y en ella
se e n c u e n tra la hipófisis faríngea (Fig. 1 3.8). Posterior a
F ig u r a 1 3 .1 3 . TC axial (tom ografia co m p u tarizad a) que
ésta, en el m ism o plano tisular, uno se encuentra con una
muestra atresia coanal bilateral. Las flechas blancas indican
acum u la ció n de te jid o lin fático c o n o c id o c o m o amígdala
las placas atréticas. V, vómer.
faríngea (Fig. 1 3.8).
Al desplazarse interiorm ente sobre la pared posterior de
la nasofaringe se encuentra el istmo. Localizado bajo la por-
Tuberosidad pterigoidea,
Cornete inferior hueso
hueso esfenoides
esfenoides
Coana
Foramen oval
Vómer
Apófisis estiloides del hueso temporal
Apófisis mastoidea
M eato acústico externo
Agujero occipital
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Faringe
Fosa hipofisaria
Surcos arteriales
Anatomía quirúrgica
Seno frontal
Hueso occipital
Hueso etmoides
(placa perpendicular)
Hueso nasal M eato acústico interno
Protuberancia occipital
Cornete nasal inferior externa
Fosa yugular
Apófisis palatina
del maxilar sup.
Agujero occipital
Apófisis mastoidea
H g u r a 13.15. Cráneo, aspecto medial; sección sagital ligeramente a la izquierda del plano medial. [fr5]
ción basilar del occipital (Fig. 13.14) está el arco anterior del lateral de la nasofaringe. La fascia faringobasilar densa, que
atlas (Fig. 1 3.8), y justo detrás, el diente del axis. se encuentra adherida a la base del cráneo p o r e ncim a y a
Num erosos ligam entos se localizan en esta región. El li la placa p te rig o id e a lateralm ente (Fig. 1 3 .14), se localiza
g a m e n to lo n g itu d in a l a n te rio r es la estructura lig a m e n to sobre la cara interna del co n stricto r superior. El espacio en
sa más estrecham ente relacionada con la pared posterior la fascia p e rm ite el paso de la tro m b a de Eustaquio. Sobre
de la nasofaringe. la cara exte rio r del m úsculo co n stricto r superior se en cu e n
Las paredes laterales de la nasofaringe ta m b ié n son ex tra la fascia bucofaríngea, más débil. Proporciona una fina
tre m a d a m e n te im portantes. La estructura más p ro m in e n cubierta para la pared de la nasofaringe.
te es la abertura del c o n d u c to auditivo (eustaquiano) (Fig. Una característica im p o rta n te de la nasofaringe es el de
1 3.14); se localiza justo detrás del tu rb in a d o nasal inferior sarrollo de los dos primeros sacos faríngeos a cada lado de
(cornete) (Fig. 1 3.15). La parte que sobresale p o r encima esta cavidad (Figs. 1 3.8 y 1 3.9). Esta relación es im p o rta n
y p o r detrás del o rificio se conoce co m o el torus tubaríus te con respecto al desarrollo del anillo de W aldeyer (Figs.
(Figs. 1 3.8 y 1 3.16); está fo rm a d o p o r el a b u lta m ie n to de 1 3.10 A y B). Se trata de un anillo in c o m p le to de te jid o lin
fib ro c a rtíla g o del p ro p io c o n d u c to au d itivo . La amígdala fático co m puesto p o r la amígdala faríngea, la am ígdala de
de Gerlach (am ígdala tu b a l o de Eustaquio) (Figs. 13.8 y Eustaquio, la amígdala palatina y la amígdala lingual.
1 3.10) es una colección de te jido linfático localizado en la Cerca de la nasofaringe se encuentran dos estructuras
m e m bra n a mucosa sobre el orificio faríngeo del tu b o eus e m briológicas dignas de m en ció n : el se g m e n to rostral de
taquiano. La fosa de Rosenmüller (lecho faríngeo) (Figs. 13.8 la n o to c o rd a y el canal craneofaríngeo (Fig. 1 3.11). Pue
y 1 3.1 7) se encuentra detrás del orificio tu b árico. Esto es den su rgir tum ores (co rdo m a y cra neofaringiom a, respec
una estructura bastante profunda y dirigida lateralmente. El tivam ente) a partir de estas estructuras; ambos pueden afec
co n stric to r faríngeo superior (Fig. 1 3.18) yace en la pared ta r a la faringe.
554
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Faringe
A m íg d a la fa rín g e a
C o rn e te s u p e rio r
M ú s c u l o p t e r i g o i d e o la t e r a l
N ic h o f a r í n g e o
(f o s a d e R o s e n m ü lle r ) Torus tubarius
M ú s c u lo e s tilo fa rín g e o
A p ó f is is m a s t o i d e a
C u e rp o p o s te r io r del
m ú s c u lo d i g à s t r i c o
C oana
P lie g u e s a l p i n g o f a r í n g e o C o rn e te m e d io
C o rn e te in fe r io r
G lá n d u la p a r ó tid a
P a la d a r b la n d o T a b iq u e nasa l
M u c o s a d e la n a s o f a r i n g e
M ú s c u lo p te rig o id e o m e d ia l
G lá n d u la s u b m a n d ib u la r A rc o p a la to g lo s o
A rc o p a la to fa rín g e o
Ú v u la
A m íg d a la p a la tin a
P a p ila s c i r c u n v a l a d a s
A m í g d a l a l in g u a l
A g u j e r o c ie g o
P lie g u e f a r i n g o e p i g l ó t i c o
E p i g lo t is
V a l lé c u la
Fa scia b u c o f a r í n g e a P lie g u e a r i e p i g l ó t í c o
Seno p irifo rm e
E n t r a d a d e la l a r in g e
P r o m in e n c ia s o b r e
P lie g u e d e l n e r v i o l a r í n g e o
e l c a r t í la g o c r ic o id e s
E s c o ta d u ra in te r a rite n o id e a
L ó b u l o d e r e c h o d e la g l á n d u l a
L ó b u l o i z q u i e r d o d e la t ir o id e s , g l á n d u l a p a r a t i r o i d e s
g l á n d u l a t i r o id e s , g l á n d u l a
in f e r i o r
p a r a tiro id e s in fe r io r
E s ó fa g o
C a rtíla g o tra q u e a l
F ig u ra 13 .16. Cavidad faríngea, vista dorsal. La pared de la faringe se ha cortado y se ha abierto a lo largo de la línea medio-dor
sal. [fr5]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Faringe
A m íg d a la fa rín g e a
C a r t í la g o d e l c a n a l a u d i t i v o
Anatomía quirúrgica
N ic h o f a r í n g e o
(f o s a d e R o s e n m ü lle r ) M . e l e v a d o r d e l v e lo p a l a t i n o
( s u p e r f ic i e c o r t a d a )
M ú s c u lo e le v a d o r
A p ó f i s i s e s t i lo i d e s d e l h u e s o
d e l v e lo p a l a t i n o
te m p o ra l
M . e s tilo fa rín g e o
M . t e n s o r d e l v e lo p a l a t i n o
M . e s tilo g lo s o R a m a d e la m a n d í b u l a
M . m a s e te ro
C oana
M . s a lp in g o fa rín g e o L ig a m e n to e s tllo h io id e o
T u b e r o s id a d p t e r i g o i d e a
M ú s c u lo e s tilo h io id e o
M . p te rig o id e o m e d ia l
C u e rp o p o s te rio r
d e l m ú s c u lo d i g à s t r i c o M . p a la to fa rín g e o
M ú s c u lo u v u la r
A m í g d a la p a la tin a
Ú v u la
P lie g u e f a r i n g o e p i g l ó t i c o
B a se d e la le n g u a
(m a rg e n c o rta d o )
E p ig lo t is ,
M . e s tilo fa rín g e o
e n t r a d a d e la la r in g e
C u e rn o s u p e rio r
C a r t í l a g o t ir o id e s
d e l c a rtíla g o tir o id e o
M . a rite n o id e o o b lic u o
M . a rite n o id e o tra n s v e rs o
C a r t í la g o c r ic o id e s
M . c ric o a rite n o id e o
p o s te rio r
M u c o s a fa rín g e a
M u c o s a e s o f á g ic a
F ig u ra 1 3.17. Cavidad faríngea, vista dorsal. La pared de la faringe ha sido seccionada y abierta a lo largo de la línea media
dorsal; la m em brana mucosa y el músculo constrictor faríngeo superior h a n sido parcialm ente retirados para m ostrar los dife
rentes músculos. [ñ'S\
p a latino subyacente (Figs. 1 3.8 y 13.1 7). Al observar el te buye a la glándula p ituitaria anterior, puede dar lugar a un
c h o de la nasofaringe, a m e n u d o puede verse una d e p re c ra n e o faringiom a. Éstos g e n e ra lm e n te se p ro d u ce n justo
sión de la línea m edia. Esta concavidad se conoce con el p o r encim a de la bolsa faríngea, en la línea m edia de la na
n o m b re de bolsa faríngea (Fig. 13.8). La mucosa de esta sofaringe, y tam bién pueden presentarse com o masas naso
bolsa está infiltrada p o r ganglios linfáticos en su periferia, faríngeas (Fig. 1 3.9).
que si es lo suficientem ente hiperplásica, fo rm a los adenoi
des. Un rem anente persistente de la n o to c o rd a e m b rio n a
C o n s id e r a c io n e s q u ir ú r g ic a s
ria en esta área puede observarse o c a sio n a lm e n te c o m o
una masa nasofaríngea quística en la línea m edia. Se co n o La nasofaringoscopia, con telescopios directos flexibles
ce con el n o m b re de quiste de T h o rn w a ld t, y g e n e ra lm e n o rígidos, perm ite la visualización de las estructuras y p u n
te aparece más adelante en la vida. tos descritos ante rio rm e n te . Un exam en m ediante un es
Elementos epiteliales residuales del saco de Rathke (Fig. pejo ind ire cto ta m b ié n p e rm ite una visualización excelen
1 3.11), una evaginación del techo estom odeal que c o n tri te de la nasofaringe. Sin e m b a rg o , este ú ltim o m é to d o se
556
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Faringe
P o r c ió n b a s il a r d e l o c c i p i t a l ( s u p e r f i c i e c o r t a d a ) T u b é r c u lo f a r í n g e o d e la p o r c i ó n b a s i l a r d e l o c c i p i t a l
Seno s ig m o id e o
B u l b o d e la v e n a
A p ó f is is m a s t o i d e a y u g u l a r s u p e r io r
Fascia f a r i n g o b a s i l a r
M . p t e r i g o i d e o la t e r a l
A p ó f i s i s e s t i lo i d e s
M . m a s e te ro
G lá n d u l a s f a r í n g e a s
(f a s c ia f a r i n g o b a s i l a r r e t ir a d a ) R a m a d e la m a n d í b u l a
M . p te rig o id e o m e d ia l M . e s tilo h io id e o
G lá n d u la s u b m a n d ib u la r
M . e s tilo g lo s o
C o n s tric to r fa r ín g e o
m e d io P la t i s m a ( m a r g e n c o r t a d o )
C o n s t r i c t o r f a r í n g e o in f e r i o r
A s t a m a y o r d e l h io i d e s
R a fe f a r í n g e o
G l á n d u l a p a r a t i r o i d e s s u p e r io r
L ó b u l o i z q u i e r d o d e la g l á n d u l a t ir o id e s
E sófa go :
G lá n d u l a p a r a t i r o i d e s in f e r i o r C a p a c ir c u l a r d e
t ú n ic a m u s c u la r
C apa lo n g itu d in a l d e
t ú n ic a m u s c u la r
T rá q u e a
encuentra lim ita d o p o r la experiencia del exam in a d o r, la resulta útil para la cirugía de atresia coanal, aunque en es
naturaleza invertida de la imagen especular y la cooperación tos casos n o siempre es posible pasar los catéteres p o r la
del paciente si el exam en se realiza fuera del quirófano. nariz; pueden ser necesarias otras m aniobras para retraer
La m ejor form a de exam inar detalladam ente la nasofa- el paladar.
ringe es con anestesia general y con el paciente en posición Con respecto a las m a lig n id a d e s confinadas a la na
supina. El paladar blando (Figs. 13.8 y 1 3.16) puede retraer sofaringe, es necesario realizar un exam en nasofarín
se pasando catéteres a través de las narinas hasta la cavidad geo c o m p le to y que el exam in a d o r sea p lenam ente cons
oral y saliendo por la boca. Los extremos de dichos catéteres ciente de la anato m ía n o rm a l y de las variaciones de
deben pinzarse, y el examinador, localizado a la cabeza del la nasofaringe. En el caso de pacientes que presentan masas
paciente, emplea un espejo para observar la nasofaringe, en el cuello que sugieren m alignidad, un examen nasofarín
c o m p ro b a r las características estructurales, y realizar una va geo debe fo rm a r siempre parte de su examen de cabeza y
riedad de procedimientos. Estos procedim ientos incluyen la cuello. También es extrem adam ente im portante examinar la
adenoidectomía, biopsias de cualquier área en la que se sospe nasofaringe de pacientes que presentan una obstrucción na
cha m alignidad, extirpación o marsupialización de pólipos y sal, una epistaxis, o una otitis media serosa. Todas ellas pue
quistes, canulación de las trom pas de Eustaquio, y cirugía de den resultar de procesos benignos o m alignos de esta re
estenosis nasofaríngea (Fig. 1 3.19). Un examen profundo de g ió n . Por ejem plo, los a n g io fib ro m a s pueden causar una
la estructura tridimensional de la nasofaringe con anestesia epistaxis interm itente además de obstrucción nasal. Un p ro
general es esencial para planear una reparación quirúrgica ceso cerca del orificio del tu b o eustaquiano, co m o un carci
co m o la que emplea solapas faríngeas con base lateral. nom a nasofaríngeo o un linfoma, puede presentar una o ti
El exam en nasofaríngeo con anestesia general tam b ié n tis media serosa unilateral co m o síntoma único.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Faringe
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Faringe 13
A . m e n ín g e a m e d ia — ra m a fr o n ta l A . c a ró tid a in te r n a — p a r te c e re b ra l
A . s u p ra o rb ita l
A. m e n ín g e a
m e d ia - ra m a
A . l a c r im a l p a rie ta l
A. e tm o id e a p o s te rio r
A . e tm o id e a a n te rio r
A. o ftá lm ic a
A . e tm o id e a a n te rio r— ra m a nasa l
A . s e p t a l p o s t e r i o r d e la n a r iz
A . nasa l la te r a l p o s te rio r
A. p a la tin a d e s c e n d e n te
A . m e n ín g e a m e d ia
A . a lv e o la r in fe r io r A. o c c ip i t a l
A. p a la tin a a s c e n d e n te A. te m p o ra l s u p e rfic ia l
A. fa c ia l
A. m a x ila r
A . lin g u a l
A. f a r í n g e a a s c e n d e n t e
A . c a r ó t i d a i n t e r n a — p a r t e c e r v ic a l
A. c a ró tid a c o m ú n
A . t iro id e a s u p e rio r
H i p ó f i s is T ra c to ó p tic o
N e r v io o c u l o m o t o r
A rte r ia c a ró tid a in te r n a
N e r v io t r o c l e a r
L ó b u lo te m p o ra l
N e r v io o f t á l m i c o
Seno c a v e rn o s o
S e n o e s fe n o id e o N e r v io m a x i l a r
N e r v io m a n d i b u l a r e n el f o r a m e n o v a l
H u e s o e s f e n o id e s S illa t u r c a N e r v io m o t o r o c u l a r e x t e r n o
F ig u r a 13.21. Sección coronal, ligeramente oblicua, a través de la fosa craneal media, que muestra las porciones cavernosa y
cerebral de la arteria carótida interna y el seno cavernoso.
559
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Faringe
G lá n d u l a
terna, y la arteria palatina ascendente, una rama de la ar
p a ró tid a E s p a c io
r e t r o v is c e r a l teria facial (Fig. 1 3.24). Estos vasos son los principales c o n
F a rin g e
tribuyentes de su m inistro sanguíneo a la nasofaringe.
M a x i l a r inf. E s p a c io
A u nque la anatom ía de la base del cráneo se encuentra
p a ra fa rín g e o
Lengua (fa rín g e o
fuera del alcance de este capítulo, es im portante familiarizar
la t e r a l) se con la localización de dos estructuras. El foram en espino
G lá n d u l a so (Fig. 1 3.14) es un c o n d u c to para la arteria meníngea m e
____e s d e l e s p a c io
s u b m a x ila r
s u b m a x ila r dia (Fig. 1 3.20). El foram en oval (Fig. 1 3.14) proporciona un
M ilo h io id e s
S u b lin g u a l
pasadizo para la rama m andib u la r del nervio trig é m in o (Fig.
S u b m a x ila r
13.21). Estos agujeros pueden p erm itir la disem inación de
células malignas originadas en la nasofaringe intracraneal.
F ig u r a 13.22. Espacios faciales de la región de la cabeza y el La nasofaringe es bastante insensible, con la inervación
cuello, [h o l] sensorial principal p ro p o rcio n a d a por las ramas de la d iv i
sión m axilar del nervio trig é m in o (Fig. 13.25): los nervios
palatinos m ayor y menor. El IX nervio craneal, el nervio glo-
y en el borde lateral del paladar blando. La contracción de sofaríngeo (Fig. 1 3.24), p ro porciona la inervación sensorial
los músculos elevadores del velo p a latino eleva el paladar a la pared mucosa, lle gando hasta el c o n d u c to eustaquia-
b la n d o y sella la cavidad oral de la o rofaringe. Este p rin ci no. Las intervenciones de la nasofaringe, c o m o biopsias de
pio es im p o rta n te cuando se trata a pacientes con una in mucosa y adenoidectom ías, sin em b a rg o , son más in d o lo
suficiencia velofaríngea y sus problemas asociados de d eglu ras, y las necesidades postoperatorias en c u a n to a analgé
ción y habla. sicos son mínimas.
560
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Faringe
G a n g lio s u p e rio r
d e l n e r v io v a g o T r o n c o n e r v io s o a c c e s o r io
N e r v io g l o s o f a r í n g e o
Seno s ig m o id e o
Hueso te m p o ra l
N e r v io a c c e s o r io e s p in a l
B u l b o s u p e r i o r d e la v. y u g u la r ,
A p ó f is is e s ti lo i d e s , r a m a a u r i c u l a r s e n o p é tre o in fe r io r
d e l n e rv io v a g o
A . o c c ip i t a l
G a n g l i o in f. d e l n e r v i o v a g o ,
fa s c i a f a r i n g o b a s i l a r , M . c o n s t r i c t o r f a r í n g e o s u p e r io r
g lá n d u la s fa rín g e a s
R a m a d e la m a n d í b u l a
M . e s tilo h io id e o , n e r v io h ip o g lo s o
G la n d . p a r ó t i d a , c u e r p o p o s t e r i o r M . p te rig o id e o m e d ia l
d e l m . d ig à s t r i c o
A . c a ró tid a in te r n a
G a n g l i o c e r v ic a l s u p e r i o r
R am as la rin g o fa rín g e a s A . fa r ín g e a a s c e n d e n te
R a m a fa r ín g e a del
Ram as fa rín g e a s
n e r v io g l o s o f a r í n g e o
N e r v io g l o s o f a r í n g e o A. fa c ia l
R a m a e x t e r n a d e l n e r v io
M . c o n s tric to r fa r ín g e o m e d io
l a r in g e a l s u p e r i o r
A s t a m a y o r d e l h u e s o h io i d e s A . tiro id e a s u p e rio r
R a m a i n t e r n a d e l n e r v io R a fe f a r í n g e o
la rín g e o s u p e rio r
A . c a ró tid a c o m ú n ,
P le x o f a r í n g e o v. y u g u l a r i n t e r n a
N e r v io v a g o P le x o f a r í n g e o
Tro n co s im p á tic o M . c o n s t r i c t o r f a r í n g e o in f e r io r ,
r a m a s f a r í n g e a s d e la a. t i r o i d e a
G lá n d u la p a r a tiro id e s s u p e rio r in fe r io r
L ó b u l o i z q u i e r d o d e la g l á n d u l a t i r o i d e s T r o n c o t ir o c e r v i c a l
G a n g l i o c e r v ic a l m e d i o A . t iro id e a in fe r io r
G l á n d u l a p a r a t i r o i d e s in f e r io r , e s ó f a g o A . v e rte b ra l
Tro n co R a m a s t r a q u e a l y e s o f á g ic a d e l t r o n c o t i r o c e r v i c a l
A . s u b c la v ia
F igu ra 13.24 . Vasos sanguíneos y nervios de la pared dorsolateral de la faringe, vista dorsal. El lado derecho resalta los va
sos sanguíneos, el lado izquierdo los nervios. [/r5]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Faringe
S e n o e s f e n o id e o N e r v io ó p t ic o , a. o f t á l m i c a
A . c a ró tid a in te rn a
P la c a c r i b i f o r m e D u ra m a d r e c ra n e a l
Anatomía quirúrgica
d e l h u e s o e tm o id e s N e rv io o c u lo m o t o r
P le x o c a r o t i d e o i n t e r n o
N e rv io tro c le a r
N e r v io s o l f a t i v o s N e r v io t r i g é m i n o
A . e s f e n o p a l a t i n a ( s e c c io n a d o )
C o r n e t e s u p e r io r
N e r v io , a . d e l c a n a l p t e r i g o i d e o
R a m a s n a s a le s l a t e r a l e s p o s t e r i o r y N e rv io p e tro s o
s u p e rio r d e l g a n g lio
N e rv io p e tro s o p r o fu n d o
p t e r i g o p a l a t i n o , a. n a s a le s
la t e r a le s p o s t e r io r e s G a n g lio p te r ig o p a la t in o
C o rn e te m e d io , c o rn e te in fe rio r A . m e n í n g e a m e d ia
R a m a s n a s a le s p o s t e r io r e s
d e l n e r v i o p a l a t i n o m a y o r,
A. te m p o r a l s u p e rfic ia l,
r a m a s n a s a le s in f e r io r e s
g a n g l i o c e r v ic a l s u p e r i o r
A , p a la tin a d e s c e n d e n te
A . m a x ila r , c u e r d a t i m p á n i c a
R a m a s e p ta l p o s te rio r
d e la a . e s f e n o p a l a t i n a ,
n e r v io n a s o p a la tin o
A. c a r ó tid a in te r n a
A . p a l a t i n a m a y o r,
A . c a r ó tid a e x te rn a
n e rv io p a la tin o m a y o r
A . p a la tin a s m e n ore s ,
N e r v io lin g u a l
n e r v io s p a l a t i n o s m e n o r e s
R a m a f a r í n g e a d e la a.
p a la tin a d e s c e n d e n te
F igura 13.25. Arterias y nervios de la p are d lateral de la cavidad nasal, paladar, y fosa infratemporal, vista medial. [/h5]
Fuente: Fu YS, Perzin KH. Non-epitelial tumors of the nasal cavity, pa *Tipos combinados de la OMS 1, 2 y 3.
ranasal sinuses, and nasopharynx: a clinicopathologic study. I. Gene Fuente: Neel HB III. Benign and malignant neoplasms of the naso
ral features and vascular tumors. Cancer 33:1275-1288, 1974; con au pharynx. En: Cummings CW. Otolaryngology-Head and Neck Sur
torización. gery (2.a ed). San Luis: Mosby, 1993; con autorización.
562
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Faringe
m a n d ib u la r
S u b m a n d ib u la r
O c c ip it a l
ción de metástasis bilaterales a los ganglios linfáticos del S u b m e n ta l
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Faringe
Anatomía quirúrgica
C a p a s u p e r f i c i a l d e la
f a s c i a c e r v ic a l p r o f u n d a
E s p a c io p e r i a m i g d a l i n o
A m íg d a la p a la tin a
Fosa d e R o s e n m ü lle r
M ú s c u lo m a s e te ro
Fascia v is c e r a l N e r v io li n g u a l
N e r v i o a l v e o l a r in f e r i o r
E s p a c io 3 A rte r ia m a x ila r
( e s p a c io r e t r o f a r í n g e o )
Fa scia a l a r P a r ó t id a m e d i a l
IX n e r v i o c r a n e a l
E s p a c io 4
A rte r ia c a ró tid a
(e s p a c io p e li g r o s o )
A p ó f i s i s e s t í lo id e s
Fascia prevertebral V en a y u g u la r in te r n a
E s p a c io 5 G lá n d u la p a r ó tid a
( e s p a c io p r e v e r t e b r a l )
E s p a c io
( f a r í n g e o la t e r a l)
M ú s c u lo p te r ig o id e o m e d ia l
O rific io d e l c o n d u c to a u d itiv o
F a s c ia t e n s o r a d e l v e lo p a l a t i n o
M a n d íb u la
IX NC
A rte r ia c a ró tid a G lá n d u l a p a r ó t i d a
Fosa d e R o s e n m ü lle r
FBF
E s p a c io f a r í n g e o la t e r a l :
T a b iq u e s a g ita l
ERF P o r c ió n p r e e s t i l o i d e a
R a fe d e la lí n e a m e d ia P o r c ió n r e t r o e s t i l o i d e a
Fascia a l a r
EP
EPV L ó b u lo p ro fu n d o
F a scia p r e v e r t e b r a l M ú s c u l o d ig à s t r i c o
Tro n c o s im p á tic o
X NC
X I I NC
X I NC
V e n a y u g u l a r in t e r n a
_ E s t ílo id e s
D
F ig u r a 13.27. A, Sección sagital que muestra los espacios parafaríngeo y retrofaríngeo y las estructuras anatóm icas asociadas.
B, Sección axial de la glándula parótida y la arteria carótida, y de los espacios periamigdalino, retrofaríngeo (espacio 3), peli
groso (espacio 4), prevertebral (espacio 5), y parafaríngeo (faríngeo lateral). FBF, fascia bucofaríngea; ERF, espacio retrofaríngeo;
EP, espacio peligroso; EPV, espacio prevertebral; NC, nervio craneal.
564
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Faringe
La siguiente sección estudia la anatom ía de la faringe, man una estructura semejante a un telescopio d o n d e los
describiendo, en p rim e r lugar, la estructura miofascial. A músculos inferiores solapan con los músculos superiores
c o n tinuación se describen las estructuras más im po rta n te s en el b o rd e inferior. Los tres grupos musculares se inser
que atraviesan esta estructura en dirección a la faringe, las tan p o s te rio rm e n te sobre un rafe faríngeo posterior en la
estructuras que constituyen la o ro fa rin g e y la laringofarin- línea media, cayendo superiormente desde el tubérculo fa
ge, y las estructuras más im p o rta n te s que lim ita n con la fa ríngeo de la po rció n basilar del occipital.
ringe.
Estos músculos constrictores faríngeos pareados están
recubiertos interna y externam ente p o r capas fasciales. In
Estructura miofascial ternam ente, los músculos constrictores están recubiertos
por la fascia faringobasilar, que es gruesa en su parte supe
La pared faríngea está com puesta p o r epitelio escamo
rior y fina en la inferior y recubre los músculos a lo largo
so estratificado, que recubre la superficie interna de la capa
miofascial. Esta capa se e xtiende desde la base del cráneo de la faringe. En su parte superior, la fascia faringobasilar se
s uperiorm ente hasta el nivel del borde inferior del cartíla une al tubé rcu lo faríngeo del occipital (Fig. 13.28), se ex
go cricoides in fe rio rm e n te (Fig. 1 3.8). Está com puesta por tiende a lo largo de la porción pétrea del hueso tem poral,
tres músculos pareados con fo rm a de «U» que se abren an y se une en su parte anterior a la placa pterigoidea medial
teriorm e n te : los músculos constrictores faríngeos superior, (Fig. 1 3.14) y al rafe pterigom andibular. La porción supe
m edio e inferior (Figs. 13.18 y 13.28). Estos músculos fo r rior, gruesa, de esta fascia, deja en suspensión al músculo
Tubérculo faríngeo
Fascia faringobasilar
M eato acústico externo Lengua— superficie dorsal
M. estilofaríngeo M. geniohioideo
M. constrictor
M. m ilohioideo (seccionado)
faríngeo superior
Cartílago tiroides
M. constrictor faríngeo inferior
M. cricotiroideo
Cartílago traqueal
Esófago— capa muscular
longitudinal
Ligamentos traqueales anulares
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Faringe
co n stricto r superior desde la base del cráneo. La superficie dea (Fig. 1 3.28). Las estructuras q u e atraviesan esta m e m
externa del músculo está cubierta p o r la fascia bucofaríngea. brana incluyen el nervio laríngeo in te rn o y la arteria y vena
Esta fascia cubre la fa ringe a la altura del m úsculo constric laríngeas superiores (Fig. 13.24). La rama interna del ner
Anatomía quirúrgica
to r su p e rio r y se fusiona p o r deb a jo de este nivel con la v io laríngeo superior penetra por la m e m bra n a tiro h io id e a
capa media de la fascia cervical p ro funda. La tercera fascia y sum inistra la inervación sensorial a la laringe supraglóti-
fo rm a la p orción restante de la cubierta fascial externa de ca y a la mucosa del seno p irifo rm e . La rama externa del
la faringe. nervio laríngeo superior c o n tin ú a in te rio rm e n te , lateral a
Los músculos constrictores faríngeos superiores se o rig i los m úsculos constrictores, y a c o m p a ñ a a los vasos tiro i
nan a partir de la placa p te rigoidea medial y el rafe pteri- deos superiores (Fig. 1 3.24) para inervar el músculo crico-
g o m a n d ib u la r en su parte anterior. Sus fibras se extienden tiro id e o (Fig. 1 3.28). La rama interna del nervio laríngeo
poste rio rm e n te en una dirección horizontal y ligeram ente s u p e rio r atraviesa la m e m b ra n a tiro h io id e a a p ro x im a d a
superior e inferior, para insertarse sobre el rafe faríngeo de la m e n te 1 cm p o r debajo y medial al asta m ayor del hueso
línea m edia posterior (F ig. 13.18). Estos músculos rodean hioides. La infiltración de anestesia local en esta zona crea
la orofaringe. rá un b lo q u e o del nervio laríngeo superior y anestesiará la
Los músculos constrictores faríngeos medios se originan laringofaringe y la laringe supraglótica. Ésta es ta m b ié n el
p o r su parte ante rio r en las astas m a yo r y m e n o r del hue área de la m em bra n a tiro h io id e a d o n d e un laringocele ex
so hioides (Fig. 1 3.28). Sus fibras se e xtienden hacia el ex te rn o se extenderá desde la cavidad endolaríngea hasta el
tre m o posterior en tres grupos separados (superior, m e d io espacio extralaríngeo.
e inferior) para adherirse al rafe de la línea m edia posterior El intervalo entre los músculos constrictores inferiores y
(Fig. 1 3.18). Los constrictores medios hacen de pue n te en las fibras transversas del m úsculo esofágico tra n s m ite un
tre la orofa rin g e inferior y la laringofaringe superior.
Los músculos constrictores faríngeos inferiores son los
más gruesos de los constrictores faríngeos y los m e jo r de
sarrollados. Surgen en su parte a n te rio r de la línea oblicua
de los cartílagos tiroides y cricoides (Fig. 1 3.28). A co n tin u a
ción se extienden hacia la parte posterior en una dirección
horizontal, superior e inferior, para insertarse sobre el rafe
de la línea m edia posterior. La p orción cefálica del m úscu
lo co n s tric to r inferior se d e n o m in a músculo cricofaríngeo.
El m úsculo cricofaríngeo fo rm a el esfínter esofágico supe
rior. Se extiende desde el cartílago cricoides en una dire c
ción horizontal e in te rd ig ita con la capa m uscular esofági
ca transversa.
Los intervalos entre las capas solapantes de los m ú scu Músculo constrictor
los constricto re s faríngeos están atravesados p o r estru c inferior
tura s q u e p e n e tra n en la fa rin g e . El in te rv a lo e n tre los
m úsculos co n strictores su p e rio r y m e d io está atravesado
p o r el m úsculo estilofaríngeo (Fig. 1 3.18). Este m úsculo se
Dehiscencia
o rig in a en la apófisis estiloides y se e xtie n d e en su parte de Killian
inferior y a nterior de fo rm a oblicua hacia la cara medial del Músculo cricotiroideo
m ú scu lo c o n s tric to r m e d io . El ne rvio gloso fa rín g eo s u m i
nistra la ine rvación sensorial a la base de la lengua y la fa Músculo cricofaríngeo
ringe, y ta m b ié n atraviesa este interespacio (Fig. 1 3 .2 4 ). (fibras transversales)
rior.
El intervalo entre los músculos constrictores faríngeos F ig u r a 1 3 .2 9 . Segmento faringoesofágico que m uestra las
m edio e inferior está o cu p a d o p o r la m em bra n a tiro h io i- áreas de potencial hem iación. [ho4]
566
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Faringe
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Faringe
Conducto parotídeo
Nervio facial— V. facial
Nervio facial,
ramas bucales
Anatomía quirúrgica
A. facial
Nervio facial—
ramas temporales
M. masetero
A. facial transversa Platisma (girado cranealmente)
A. y v. temporales superficiales
Ramas auriculares anteriores
M. m ilohioideo (seccionado)
Nervio facial, plexo intraparotídeo
Nervio hipogloso
Glándula parótida,
a. auricular posterior M. hipogloso, m. geniohioideo
A. occipital
Nervio accesorio, Cuerpo superior del m. omohioideo,
v. retrom axilar m. esternohioideo
F ig u r a 1 3.3 1. Vasos sanguíneos y nervios del cuello, vista ventrolateial. La glándula parótida, el m úsculo esternocleidomas-
toideo y los músculos supra- e infrahioideos h an sido retirados. [frS]
am igdalina. El paladar bla n d o previene el reflujo nasofarín Excepto el tensor del velo palatino, estos m úsculos es
geo de aire y comida aislando la orofaringe de la nasofaringe tán inervados p o r el nervio vago hasta el plexo faríngeo.
El m ú s c u lo e le v a d o r del ve lo p a la tin o (Figs. 1 3.1 7 y
du ra n te el habla y la d e glución.
1 3.30) fo rm a la m ayor parte de la masa del paladar b la n
El paladar bla n d o está com pu e sto por una mucosa es
do. Surge desde el suelo de la p o rc ió n pétrea del hueso
camosa estratificada que recubre una estructura muscular te m p o ra l y la p orción m edial del tu b o eustaquiano cartila
fo rm a d a p o r los cinco músculos siguientes: ginoso, m edial a la fascia faringobasilar. C o n tin ú a infero-
medialmente de forma oblicua para fusionarse con el múscu
• Elevador del velo palatino.
lo contralateral en la porción posterior del paladar b lando.
• Tensor del velo palatino.
El m ú scu lo tensor del velo p a la tin o (Fig. 1 3.1 7) es el
• M úsculo uvular. ú nico m úsculo del paladar bla n d o que está inervado p o r la
• Palatogloso. rama m a n d ib u la r del nervio trig é m in o en lugar de p o r el
• Palatofaríngeo. ne rvio va g o . Surge de la placa p te rig o id e a m e d ia l (Fig.
568
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Faringe
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Faringe
Conducto auditivo
Anatomía quirúrgica
Salpingofaríngeo
Paladar (blando)
Palatogloso
Palatofaríngeo
Interespacio
N. glosofaríngeo
Hiogloso
Ligamento estilohoideo
Mucosa de la base de la lengua
Epiglotis
lateralm ente en este interespacio a través de la fascia buco- infección a través de la vaina carotidea puede p ro d u cir me-
faríngea causa un absceso del espacio parafaríngeo (Fig. diastinitis. El nervio glosofaríngeo (Figs. 1 3.33 y 1 3.34) ta m
1 3.34); esto resulta en un té tano más intenso d e b id o a la bién atraviesa este interespacio entre los músculos constric-
irritación del músculo p terigoideo medial, y ta m bién sitúa a tores superior y m edio en el polo inferior de la amígdala, y
los grandes vasos del cuello en riesgo d e b id o a su localiza se sitúa en situación de riesgo si se p roduce una disección
ción en el espacio parafaríngeo. La disección inferior de una profunda durante la a m igdalectom ia.
Arco palatofaríngeo
Rama amigdalina de la
Rama palatina de
a. palatina ascendente
la a. lingual dorsal
Ramas amigdalinas del
n. glosofaríngeo
Faringe
Cinco ramas del sistema de la arteria carotídea externa tes viscerales generales y a las fibras aferentes viscerales es
sum inistran sangre a las amígdalas. El principal sum inistro peciales para el gusto. La m usculatura de la base de la len
procede de la parte inferior de la rama a m ig d a lin a de la ar gua está inervada por el nervio hipogloso (Fig. 13.24). El su
teria facial (Fig. 1 3.34). La rama faríngea ascendente, lingual m inistro arterial de la base de la lengua se realiza m e diante
dorsal y palatina ascendente de la arteria facial, y la arteria las arterias linguales. La base de la lengua posee un sistema
p alatina descendente, ta m b ié n irrigan las am ígdalas. El de d renado lin fático rico p rin c ip a lm e n te a los ganglios lin
d renado linfático de las amígdalas es p rin cip a lm e n te de los fáticos yugulo d ig á strico s (Fig. 13.26). El d renado linfático
ganglios linfáticos yu g u lo digástricos (Fig. 1 3.26). a ambos lados del cuello es la norm a. Esto requiere la aten
La inervación sensorial de la amígdala procede del ner ción del cuello ta n to ipsilateral c o m o contralateral cuando
vio glosofaríngeo y de las ramas palatinas m a y o r y m e n o r se tratan tu m ores de la base de la lengua, d e b id o a la p ro
de la rama m axilar del nervio trig é m in o (Fig. 1 3.25). El fe babilidad de metástasis bilaterales.
n ó m e n o co n o cid o c o m o otalgia (Fig. 13 .3 5 ) en casos de La base de la lengua se extiende posterio rm e n te en dos
am igdalitis, en tum ores a m igdalinos y después de la am ig- concavidades pareadas (valléculas) a lo largo de la base de
dalectom ía, está m e d ia d o p o r proyecciones co m unes de la superficie lingual de la epiglotis (Figs. 1 3.8 y 1 3.16). Las
las fibras orofaríngeas del nervio glosofaríngeo y del nervio valléculas están separadas en la línea media p o r un pliegue
de Jacobsen. El nervio de jacobsen (Figs. 1 3.24 y 1 3.35) es glosoepiglótico medial y lim itadas lateralmente por los plie
la rama tim p á n ica del nervio glosofaríngeo qu e inerva la gues glosoepiglóticos laterales (pliegues faringoepiglóticos)
mucosa del oído m edio. (Fig. 1 3.16), que adhieren la epiglotis a la base de la lengua.
El resto de la o ro fa rin g e consiste en la pared faríngea
Base de la lengua posterior y la pared faríngea lateral posterior a la colum na
La base de la lengua (Fig. 1 3.1 7) es el tercio posterior a m ig d a lin a posterior.
de la lengua que yace p o sterior a las papilas circunvaladas
(Fig. 13.16) y el agujero ciego, el área de origen de la g lá n Laringofaringe (hipofaringe)
dula tiroides. Se extiende poste rio rm e n te hasta el nivel de
las valléculas, y latera lm e n te co n tin ú a con el suelo de la La laringofaringe es la sección más larga de la faringe,
mucosa bucal en el polo inferior de las amígdalas (Fig. 1 3.8). extendiéndose desde el nivel del hueso hioides (Fig. 1 3.8)
La base de la lengua co n tiene depósitos linfáticos sub m u - superio rm e n te hasta el bo rd e inferior del cartílago cricoi-
cosos conocidos co m o las amígdalas linguales, que, ju n to des a la altura de la sexta vértebra cervical. Es más ancha en
con las amígdalas palatinas y adenoides (amígdalas faríngeas su parte superior y se estrecha hacia la inferior. La parte su
y tubáricas), fo rm a n el p reviam ente descrito anillo de Wal- perior de la laringofaringe es la porción más caudal del trac
deyer (Fig. 13.10), una defensa in m u n o ló g ic a de primera to aerodigestivo co m ú n . La parte inferior, incluyendo el re
línea. También se trata de un área infrecuente de presenta ceso p irifo rm e y el área poscricoidea, es el p rin c ip io del
ción de linfom a prim ario. tracto digestivo separado que desemboca en el esófago. La
La inervación sensorial de la base de la lengua procede larinqofarinqe se divide en las tres áreas separadas siquien-
del nervio glosofaríngeo, que suministra a las fibras aferen- tes (Fig. 13.16):
Agujero —
yugular
4 n \
(de Jacobsen)
del hueso hioides hasta el borde inferior del cartílago cricoi-
des, y c o n tin ú a lateralm ente con la pared lateral de los se
nos piriformes.
■ Agujero yugular Los senos piriform es son estructuras con fo rm a de e m
b u d o qu e se abren en su parte posterior en el rem anente
— Nervio
glosofaríngeo de la faringe. Están lim itados en su parte anterior y lateral
Rama interna del nervio i (IX) p o r la lámina del cartílago tiro id e o , y m e d ia lm e n te p o r el
laríngeo superior (X) pliegue a rie p iglótico, el cartílago aritenoide y el cartílago
Seno piriform e
cricoides (Fig. 13.8). El e x tre m o su perior se encuentra al
m ism o nivel que el pliegue fa rin g o e p ig ló tic o (Fig. 13.16,
1 3.1 7), y el ápice inferior está a la altura del m úsculo crico-
faríngeo (Figs. 1 3.29 y 1 3.32). Este ápice se aproxim a al ni
vel del ventrículo laríngeo.
F igu ra 13.35 . Via de la m encionada otalgia desde la orofa El área poscricoidea incluye la mucosa que recubre el
ringe. [de5] área, desde la articulación cricoaritenoidea posterior en su
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Faringe
La inervación sensorial de la larin gofaringe procede de Estoy de acuerdo con el punto anterior, relativo a la li
los nervios glosofaríngeo (Fig. 1 3.24) y vago. La pared fa gación de los vasos del polo superior cerca de la cápsula
ríngea posterior está ¡nervada p o r las fibras del nervio g lo del tiroides. En lugar de pinzar estos vasos, yo prefiero ligar
sofaríngeo a través del plexo faríngeo. Los senos piriformes los antes de dividirlos. En ocasiones es más seguro ligar las
y la mucosa poscricoidea están inervados p or la rama in ramas de los vasos del polo superior. (FSF jr)
terna del nervio laríngeo superior, que discurre bajo la m u
cosa del seno p e rifo rm e anterior. La anestesia de los senos
piriform es y la laringe puede obtenerse m e diante la anes
la laringe, y a la avanzada presentación de los tu m o re s h i
tesia tó pica de la mucosa del seno p irifo rm e o m e diante el
pofaríngeos, la resección q u irúrgica im plica a m e n u d o una
bloqueo percutáneo del nervio laríngeo superior en la m e m
la rin g o fa rin g e c to m ía to ta l o cuasi-total. La p ro p e n sió n a
brana tiro h io id e a (Fig. 1 3.28). La larin gofaringe está rode
la e xtensión subm ucosa de la p a tología en el esófago o ri
ada por el músculo constrictor inferior (Figs. 1 3.18 y 1 3.28).
g in a tu m o re s que afectan al ápice in fe rio r del seno p ir ifo r
La inervación m o to ra de este m úsculo está sum inistrada
me y / o la mucosa poscricoidea. Estos a m e n u d o re q u ie
por la rama externa del nervio laríngeo superior, que reco
ren una esofagectomía además de una laringofaringectomía
rre el b o rd e lateral del m úscu lo c o n s tric to r in fe rio r (F ig .
to ta l para asegurar los márgenes de la resección en el esó
1 3 .24) con el pedículo vascular tiro id e o superior.
fago. A co n tin u a c ió n se realiza una reco n stru cció n fa rín
C o m o se ha in d ica d o previam ente, el sum inistro vascu
gea to ta l. Empléese un pliegue yeyunal o fasciocutáneo en
lar a la laringofaringe se realiza a través de las arterias tiro i
el caso de defectos faríngeos cervicales. Para los defectos
deas superior e inferior y sus ramificaciones (Fig. 1 3.24). El
faringoesofágicos, e m plear te jid o gástrico.
dre n a d o linfático proviene de los ganglios linfáticos yu g u -
lodigástricos y m edioyugulares a través de la m em brana ti
rohioidea (Fig. 1 3.26), pero ta m b ié n de los ganglios linfá
Examen físico de la orofaringe
ticos re tro fa rín g e o s /p e ritra q u e a le s y periesofágicos. Los y la laringofaringe
tum ores de la larin gofaringe a m e n u d o se presentan en un
El exam en de la o ro faringe puede realizarse fá cilm e n te
estadio avanzado d e b id o a que el gran ta m a ñ o de la larin
m e d ia n te el uso de los depresores linguales. Una c o m p re
gofaringe perm ite que pase desapercibido hasta que se p ro
sión suave del tercio m e d io de la lengua en su parte infe
duce una obstru cció n de fo rm a tardía en el proceso de la
rior con una ligera tracción a n terior p e rm itirá una visuali-
e n fe rm e d a d . Los tu m o re s se presentan con disfagia, he
zación adecuada de las amígdalas, la base a n te rio r de la
m optisis y cam b io de la voz d e b id o a la invasión laríngea,
lengua, el paladar blando y la pared faríngea posterior. Para
y fre cu e n te m e n te con un g a nglio linfático metastásico en
pacientes con reflejos de a h ogo hiperactivos, puede utilizar
el cuello. La otalgia m encionada (Fig. 1 3.35) es un síntoma
se un anestésico tó p ico para m ejorar la visualización. El exa
inicial frecuente de los tu m o re s hipofaríngeos; se debe a
men de la base de la lengua y las valléculas requiere una
las proyecciones centrales com unes de la rama interna del retracción a n te rio r suave de la lengua con una gasa y el
nervio laríngeo superior, que inerva el seno p iriform e, y el exam en dire cto m e diante el uso de un espejo laríngeo. El
nervio de A rn o ld (la rama auricular del nervio vago), que espejo se sitúa superio rm e n te en la orofaringe, con la par
inerva una porción del canal auditivo externo posterior. Así, te trasera del espejo elevando el paladar bla n d o y la úvula
la otalgia en ausencia de la patología evidente del oído es sin c o n ta c ta r con la pared faríngea p o s te rio r para e v ita r
indicación para e xam inar cuidadosam ente el tra c to aero- ah o g a r al paciente. Además de la visualización, la p a lp a
digestivo en busca de una patología. ción de las amígdalas y la base de la lengua con el d edo
puede ayudar a detectar anomalías de la mucosa y s u b m u
Consideraciones quirúrgicas cosa.
Durante la tiro id e cto m ía pueden producirse lesiones de El exam en de la larin gofaringe y la laringe requiere el
la rama externa del nervio laríngeo superior si el pedículo uso de un espejo laríngeo o de un laringoscopio de fibra
neurovascular tiro id e o superior se liga en una parte eleva óptica a través de la cavidad nasal. Debería evaluarse el m o
da. Para evitar lesiones del nervio laríngeo superior se p in v im ie n to de la laringe y las cuerdas vocales. Los senos p iri
za el pedículo tiro id e o superior siguiendo la siguiente n or formes pueden visualizarse mejor durante la fonación del pa
ma: ligar el pedículo vascular en la cápsula del polo superior ciente, pues en ese m o m e n to los pliegues a riepiglóticos y
de la glándula tiroides, inferior al p u n to de divergencia de los cartílagos aritenoides son mediales, abriéndose así los
la rama externa del nervio laríngeo superior, alejándolo del senos piriformes. La presencia de saliva acum ulada en el in
pedículo vascular, hacia el m úsculo cricotiroideo. te rio r de un solo seno p irifo rm e debería hacer sospechar la
D eb id o a la estrecha relación entre la larin g o fa rin g e y presencia de una lesión en ese espacio. La presencia de una
572
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Faringe
cuerda vocal paralizada u n ila teralm ente debería hacer sos se e xtie n d e desde la base del cráneo en su parte superior
pechar un tu m o r que afecta al seno p irifo rm e y que se ex hasta la b ifurcación traqueal (a p ro x im a d a m e n te a la a ltu
tiende hacia el espacio paraglótico. La pared faríngea pos ra de la cuarta vértebra torácica), d o n d e la capa alar de la
te rio r ta m b ié n puede visualizarse con facilid a d m e diante fascia prevertebral se fusiona con la capa m edia d e la fas
un espejo o un laringoscopio flexible. cia cervical p ro fu n d a . El espacio re tro fa rín g e o c o n tie n e
El área poscricoidea es difícil de visualizar con cualquie gang lio s linfáticos (ganglios de Rouvier) además d e te jid o
ra de estas técnicas, y requiere una laringoscopia directa co n e ctivo. Las infecciones y abscesos del espacio retro fa
con anestesia general o local. La laringofaringe, en general, ríngeo g e n e ra lm e n te se presentan de fo rm a unilateral d e
se visualiza m ejor m e diante una laringoscopia directa. El la b id o a la adhesión de la línea m edia p o ste rio r al rafe de la
ringoscopio se inserta dire cta m e n te en la vallécula. A c o n línea media del m úsculo constrictor superior a la fascia pre
tinu a ció n , puede deslizarse lateralm ente en el seno p irifo r vertebral.
me, e le v á n d o lo a n te rio rm e n te para observar la p o rc ió n El espacio peligroso está lim ita d o en su parte a n te rio r
a n terior del seno p irifo rm e . C uando el laringoscopio se in p or la fascia alar, y en su parte posterior p o r la fascia pre
serta más p ro fu n d a m e n te en el ápice del seno, las paredes vertebral. Se extiende superiorm ente desde la base del crá
lateral y medial pueden visualizarse. El laringoscopio pue neo hasta el d iafragm a en su parte inferior.
de entonces rotarse m e d ia lm e n te en el área poscricoidea, El espacio prevertebral está lim itado en su parte anterior
elevando la laringe a n te rio rm e n te para a brir este área y la p o r la capa prevertebral de la fascia prevertebral, en su par
entrada esofágica. El laringoscopio a co n tin u a c ió n se des te p o sterior p o r los cuerpos vertebrales, y lateralm ente p or
plaza hacia el in te rio r del seno p irifo rm e contralateral. La las apófisis transversas. Se extiende su p eriorm ente desde la
pared faríngea p o sterior ta m b ié n puede visualizarse cuan base del cráneo hasta el coxis en su parte inferior.
do la laringe se eleva a n te rio rm e n te elevando la mucosa La afectación de estos espacios con infección puede de
poscricoidea. berse a la supuración de los ganglios retrofaríngeos, a una
Al exam inar el cuello, sujetar el cartílago tiro id e o y m o lesión penetrante, o a una dispersión desde espacios adya
verlo de lado a lado sobre la espina cervical debería p ro d u centes. Estos espacios pueden alcanzarse tran so ra lm e n te o
cir una crepitación laríngea a m edida que el cartílago de la transcervicalm ente.
laringe rueda sobre la espina cervical ósea. La ausencia de
este crepitar sugiere que una masa faríngea posterior o pos E s p a c io p a r a f a r ín g e o ( e s p a c io f a r ín g e o lateral). El es
cricoidea está im p id ie n d o el contacto cartílago-hueso. Esta pacio parafaríngeo, o faríngeo lateral, (Figs. 1 3.27 y 1 3.36)
parte del exam en debería realizarse de manera sistemática está descrito típ ic a m e n te c o m o un espacio con fo rm a de
d u ra n te la evaluación de la laringe y faringe. p irá m id e invertida localizado lateralm ente a la fa ringe. Su
e xtre m o superior se encuentra en la base del cráneo, inclu
Relación entre la faringe y los espacios
y e n d o una p o rción pequeña del hueso te m p o ra l y una co
profundos del cuello
n e xió n fasciai desde la placa pterig o id e s m edial hasta la
La orofaringe posee relaciones m u y im portantes con los espina del esfenoides m ed ia lm e n te . Se extiende en su par
espacios potenciales profundos del cuello, incluyendo los es te inferior hasta el asta m ayor del hueso hioides en su unión
pacios periviscerales (Fig. 1 3.22) y el espacio parafaríngeo con el cue rp o p o ste rio r del m úsculo dig à strico . El bo rd e
(espacio faríngeo lateral). A u n q u e no fo rm a n parte de la m edial superior está fo rm a d o p o r la fascia del te nsor del
faringe, estos espacios pueden estar im plicados en la p a to velo palatino (Fig. 13.27) y el m úsculo p te rig o id e o y la fas
logía que se origina en la faringe y que afecta a la misma.
cia faringobasilar. En su parte inferior, el b o rd e m edial está
C onocer la anatom ía de estos espacios y su relación con la
fo rm a d o por el m úsculo c o n stric to r superior. El b o rd e a n
faringe es necesario para una aproxim ación quirúrgica a es
te rio r lo fo rm a el rafe p te rig o m a n d ib u la r. Los límites late
tos espacios y para ser consciente de los peligros y tra m
rales son el m úsculo p te rig o id e o m edial, la m an d íb u la , la
pas de estas aproxim aciones.
p o rc ió n lo b u la r p ro fu n d a de la glán d u la p a ró tid a , y una
p o rción pequeña del m úsculo digàstrico en la parte poste
Es p a c io El área posterior de la faringe (el
r e t r o v is c e r a l.
rior. El bord e p o sterior es la fascia prevertebral.
espacio retrovisceral) (Fig. 1 3.22) puede dividirse en los tres
El espacio parafaríngeo se divide en los c o m p a rtim e n
espacios siguientes (Figs. 1 3.23 y 1 3.27):
tos pre- y retroestiloideos (Fig. 13.27) p or la fascia que se
• Espacio retrofaríngeo. extie n d e desde la apófisis estiloides hasta el m úsculo te n
• Espacio peligroso. sor del velo palatino. El c o m p a rtim e n to preestiloideo c o n
• Espacio prevertebral. tiene te jid o linfático y a la arteria m axilar interna, y se ra
El espacio re trofaríngeo está lim ita d o p o r la fascia bu- mifica a partir de la rama m a n d ib u la r del nervio trig é m in o .
cofaríngea en su parte a n te rio r y p or la capa alar de la fas El c o m p a rtim e n to retroestiloideo contiene la arteria caróti
cia prevertebral en su parte posterior. Lateralmente, c o n da, la vena y u g u la r interna, los nervios craneales IX, X, XI
tinúa con el espacio parafaríngeo. El espacio parafaríngeo y XII y la cadena simpática cervical (Figs. 1 3.27 y 1 3.36).
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Faringe
Pared faríngea w ,
a ------ Espacio faríngeo
lateral
mario, los ganglios linfáticos retrofaríngeos y los ganglios
linfáticos cervicales en la muestra extirpada. Carcinomas T2
y T3 pueden extirparse de modo eficaz en bloque median
Amígdala
Digàstrico y te la disección de la muestra retrofaríngea y del cuello. El
estilohioideo cierre prim ario se ha empleado en todos los casos, siendo
necesaria una m ínim a rehabilitación funcional y adminis
Esternocleido-
mastoideo
tración de radioterapia postoperatoria en el sitio primario
Asta mayor del hioídes
y a ambos lados del cuello.
A. carótida interna
y v. yugular Sessions y cois.3 escribieron sobre las metástasis del cán
cer hipofaríngeo:
F ig u r a 13 .3 6 . Visión frontal del espacio parafaríngeo.
Todos los planes del tratam iento del cáncer hipofarín
geo deben considerar ciertos factores: la gran mayoría de
estas lesiones m etastatizan a los ganglios linfáticos cervi
cales, y en el caso de la pared faríngea posterior, la m e
tástasis bilateral es la norm a en lugar de la excepción; el
C o n s i d e r a c i o n e s q u i r ú r g i c a s . La presencia de masas o in
40% de las lesiones de la pared faríngea posterior y p ro
fecciones en el espacio parafaríngeo se observa en form a de bablemente un número equivalente de lesiones del seno
a b u lta m ie n to s en la pared faríngea lateral, un desplaza piriforme superior, metastatizan a los ganglios retrofarín
m ie n to medial de la am ígdala y /o un paladar b la n d o m e geos; en aquellos pacientes con cuello clínicamente nega
dial e inte rio rm e n te con desviación de la úvula. El tétano tivo, la incidencia de metástasis oculta es sustancial; y en
es una com p lica ció n frecuente, especialm ente con absce tre el 20% y el 30% de las lesiones del seno piriforme, y
sos o tu m o re s grandes en el espacio parafaríngeo. Están probablemente un número equivalente de lesiones de la
causados po r la irritación o la im plicación del m úsculo pte- pared faríngea posterior, están asociadas con metástasis dis
rig oideo medial, que fo rm a la extensión lateral del espacio tantes. Incluso en las lesiones hipofaríngeas de estadios
parafaríngeo. Las infecciones pueden dispersarse hasta el menores, la elevada tasa de metástasis regionales requie
espacio parafaríngeo desde los espacios adyacentes (retro- re la inclusión del cuello en todos los planes de gestión.
faríngeo, p e ria m ig d a lin o ) o surgir p rim a ria m e n te a p artir
de ganglios supurados. Las infecciones o tu m ores de este
espacio pueden penetrar en la vaina carotídea y poner en
Histología
riesgo a las arterias carótidas y a la vena y u g u la r interna.
Las infecciones ta m b ié n pueden dispersarse inte rio rm e n te
en este espacio a través del m ediastino y la vaina carotídea. Desde fuera hacia d e n tro , la pared faríngea está fo rm a
El drenado de los abscesos parafaríngeos o la extirpación de da p o r la fascia bucofaríngea, una capa muscular, una capa
tum ores en el espacio parafaríngeo deberían realizarse des fibrosa y mucosa.
de el exte rio r para asegurar el co n tro l de los grandes vasos • La fascia buco fa rín g e a es una capa fina que recubre el
y nervios mayores del c o m p a rtim e n to retroestiloideo. Esto epim isio y, a todos los efectos prácticos, corresponde a la
debe realizarse especialmente en el caso de tum ores, d o n parte externa del m ism o.
de las estructuras neurovasculares pueden encontrarse des • La capa m uscular (m úsculos constrictores superior, m e
plazadas. d io e inferior) y su red fibrosa han sido descritas previa
Las lesiones penetrantes a través de la pared lateral de m e n te en relación con varias partes de la faringe.
la orofaringe pueden resultar en lesiones a estructuras del • La capa fibrosa soporta la mucosa que yace sobre ella.
espacio parafaríngeo. Aquellas más posteriores resultan en • La mucosa de la faringe puede dividirse en tres partes. La
lesiones de la arteria carótida, la vena yu g u la r interna, o los porción anterior consiste en un epitelio ciliado y seudoes-
nervios craneales superiores. Las lesiones que son más an tratifica d o . La capa transicional es epitelio colum nar. La
teriores pueden provocar lesiones de la glándula parótida, capa posterior es un epitelio escamoso estratificado no que-
su co n d u cto , o el nervio facial intraparotídeo. Los pacien- ratinizado. Existen varias glándulas mucosas presentes.
574
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Faringe 13
Fisiología C o m p lic a cio n es quirúrgicas
Los m o v im ie n to s coord in a d o s de los músculos palati- Á
nos y faríngeos tie n e n lu g a r ta n to d u ra n te la d e g lu c ió n
c o m o dura n te el habla. C o m o se ha m e n cio n a d o previa
m e nte, el velo (p a la d a r b la n d o y úvula) es fu n d a m e n ta l
A
\ (recon ocim iento y tratam iento)
m ig d a l e c t o m Ía y ADENOIDECTOMÍA
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Faringe
UVULOPALATOFARINGLOPLASTIA (UPPP) C ir u g ía de t u m o r f a r ín g e o
(F a r in g o l a r in g e c t o m Ía )
Las complicaciones de la UPPP son el resultado de la ex
Anatomía quirúrgica
tirp a c ió n excesiva de te jid o de paladar b la n d o o de una ci Las co m p lica cio n e s que siguen a la e xtirp a ció n de un
catrización excesiva. Et o b je tivo de una UPPP es e lim inar el tu m o r faríngeo están relacionadas con los efectos de la e x
te jid o faríngeo re d u n d a n te y acorta r el paladar para au tirp a c ió n de te jid o sobre la fu n c ió n , así c o m o con las lim i
m e n ta r la entrada orofaríngea y, por lo ta n to , co rreg ir el taciones de la reconstrucción. C o m o se ha descrito p revia
síndrom e de la apnea o bstructiva. La m ejo r realización se m e n te , el m e c a n is m o de la d e g lu c ió n es una serie de
consigue e x tirp a n d o las amígdalas (si están presentes), eli eventos fin a m e n te co o rdinados que perm iten el paso o r
m in a n d o la mucosa excesiva de la colum na am igdalina an d e n a d o de un b o lo desde la cavidad oral hasta el e s tó m a
terior, e xtirp a n d o de fo rm a conservadora la mucosa de la g o. La e x tirp a c ió n q u irú rg ic a de porciones de la fa rin g e y
colu m n a a m igdalina posterior, y realizando una resección su reco n stru cció n con porciones de te jid o distantes insen
de la úvula y el paladar b la n d o posterior. La elim in a ció n de sibles resultan en una disfagia d e b id o al m o v im ie n to fa rín
la mucosa de la colum na am ig d a lin a debe ser lo suficien geo d e so rd e n a d o y a la insensibilidad faríngea. En a lg u
te m e n te extensa c o m o para e lim in a r la redundancia de la nos casos, el m e c a n is m o de d e g lu c ió n p u e d e e star
mucosa y p e rm itir una ligera inclinación de la mucosa de s ig n ific a tiv a m e n te in te rru m p id o , lo que resulta en una in
la pared faríngea al final de la intervención. capacidad de p ro te g e r las vías aéreas y desencadena una
La insuficiencia velofaríngea, una c o m p lic a c ió n de la aspiración. Este p ro b le m a se trata inicialm e n te con te ra
UPPP, resulta de una e lim inación excesiva del paladar bla n pia del habla para instru ir unas estrategias c o m p e n s a to
do. Esto origina un paladar bla n d o que no es lo suficiente rias c o m o la inclinación de la cabeza o la adició n de p ro
m e n te largo c o m o para c o n ta cta r la pared faríngea poste ductos espesantes a la com ida para sobrepasar la disfunción
rio r y separar la o ro fa rin g e de la n asofaringe d u ra n te el de la d e g lu c ió n . En algunos casos, son necesarios una gas-
habla y la deglución, lo que causa un habla hipernasal y la tro stom ía p e rm a n e n te y un cese de la ingesta oral de co
re g u rg ita c ió n nasal de líquidos. Estos problem as pueden mida.
evitarse m e diante una e xtirp a ció n conservadora del tejid o Otras co m p lica cio n e s de la cirugía de tu m o re s fa rín
del paladar blando. En el m o m e n to de la UPPP, la línea de geos son la fístula y la estenosis. Una fístula fa rin g o c u tá -
resección del paladar bla n d o no debería extenderse an te nea resulta c u a n d o la saliva se escapa a través del cierre
riorm e n te al p u n to de co n ta c to entre el paladar blando y fa rín g e o al cu ello y crea un c o n d u c to hasta la piel. Esto
la pared faríngea posterior, generalm ente a la altura de una p u ede ser el resultado de un e rro r té cn ico , c o m o un c ie
depresión en la base de la úvula. El tra ta m ie n to de la insu rre in c o m p le to de la m ucosa o tensión en la línea de su
ficiencia del velo palatino es difícil, im p lica n d o ¡n id a lm e n tura q u e causa una necrosis isquém ica y ro tura, o in fe c
te terapia del habla, pero generalm ente necesitando un au ción. Es m e jo r evitarla m e d ia n te una sutura m e ticulosa y
m e n to de la pared faríngea posterior o del paladar b la n d o estrecha sin ten sió n . La m ayoría de las fístulas fa rin g o c u -
(pliegue faríngeo). táneas se cerrarán con un tra ta m ie n to conservador, v e n
O tra com plicación posible de la UPPP es la estenosis na dajes de presión sobre el cuello, y evitando la a lim entación
sofaríngea. La extirp a ció n de las amígdalas y la resección oral, pe ro o c a s io n a lm e n te p u e d e ser necesario el cierre
del paladar b lando crean un defecto prácticam ente circun de un plie g u e .
ferencial de la orofaringe, que puede contraerse y estrechar La estenosis faríngea siguiendo una cirugía tu m o ra l pue
la entrada orofaríngea. Es más probable si se han retirado de p ro ducirse d u ra n te el cierre con una c a n tid a d in a d e
un exceso de la mucosa orofaríngea lateral o de la c o lu m cuada de te jid o farín g e o o con una cicatrización c irc u n fe
na am igdalina posterior, causando una retracción posterior rencial secundaria. En general, el cierre faríngeo p rim a rio
del cierre o rofaríngeo lateral y un estrecham iento de la en puede realizarse mientras el cierre perm ita el paso del d e d o
trada. Esta co m p lica ció n puede evitarse m e d ia n te una ex índice o un o b je to m a y o r a través del lum en recon stru id o .
tirp a c ió n responsable de la mucosa de la co lu m n a a m ig Si n o puede cu m plirse este requisito, el cierre debería a u
dalina posterior con una m ovilización anterior de la mucosa mentarse con un pliegue. La cicatrización circunferencial
orofaríngea lateral y posterior (o, si es posible, e vita n d o la es un p ro b le m a m ayo r con la reconstrucción faríngea t o
e xtirpación p o r c o m p le to ), para situar una línea de sutura tal, y p u e d e evitarse con p ro ce d im ie n to s para ro m p e r el
a n te rio r a la altura de la incisión de la mucosa de la c o lu m cierre circunferencial, c o m o la inserción de pliegues con
na a m igdalina anterior. Además, el cierre co m p le ta de la form a de V. Si se produce estenosis, los trata m ie n to s inicia
mucosa del paladar y de las fosas amigdalinas reducirá la p o les deben in c lu ir intentos de dilatación, que pued e n reali
sibilidad de una cicatrización circunferencial. Una buena zarse p e rió d ic a m e n te según la necesidad. Si esto falla, el
técnica quirúrgica y una extirpación suficiente de tejido son a u m e n to de los pliegues para a u m e n ta r el lum e n faríngeo
la clave para evitar las com plicaciones de la UPPP. será necesario.
576
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago
D orothea U eberm ann-M effert; John E. Skandalakis
En 1871 demostré, con perros de raza grande, que es posible extirpar porciones del esófago. El esófago cicatrizó correctamen
te, con un ligero estrechamiento que podía dilatarse con facilidad. Czerny fue el primero en realizar esta intervención en el
hombre.
Theodor Billroth '
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Esófago
Papiro quirúrgico de Smith Descripción de una «herida profunda en la garganta con penetración en el esófago»
(3000-2500 a.C.)
C hinos (aprox. 1000 a.C.) Descripción de la disfagia secundaria al cáncer de esófago
Aristóteles (384-322 a.C.) Teorizó que el esófago obtiene su nom bre de «su longitud y angostura»
Galeno (130-200 d.C.) M encionó el crecim iento com o causa de obstrucción esofágica
Lanfranc (m. 1315) Colocó un tu bo de plata en la tráquea de un paciente con una fístula traqueoesofágica
para asistir la respiración
Vesalio 1543 Utilizó el tubo endotraqueal para m antener la ventilación en animales
Durston 1670 Pudo haber observado un caso de atresia esofágica
Willis 1679 Primera descripción de la acalasia; tratam iento m ediante dilatación
Gibson 1696 Describió u n «recién nacido monstruoso» con una fístula traqueoesofágica
M onroe (1670-1740) Reparó la tráquea y el esófago de un paciente con la tráquea seccionada y una herida
punzan te del esófago
Goursald y Roland 1750 Describieron la esofagotomía y la extirpación de cuerpos extraños
Ludlow 1769 Describió el divertículo faringoesofágico
Tarenget 1786 Describió la estenosis esofágica cervical
Bell 1816 Realizó el drenado externo de un divertículo
Campbell 1848 Intentó convencer a u n tragasables profesional para participar en una endoscopia
experimental; este últim o replicó: «Sé que puedo tragarme u n sable, pero me condenaré
si me trago una trompeta»
Cheever 1867 Realizó esofagotomías con éxito
Bevan 1868 Describió un esofagoscopio que utilizaba la luz reflejada por un espejo. Utilizó el
dispositivo para la extracción de cuerpos extraños y la exploración de estenosis y tumores
Kussmaul 1868 Diseñó un esofagoscopio ilum inado por lámpara de gas
Trendelenburg 1871 Realizó una traqueostom ía e introdujo un tubo endotraqueal con un tap ó n inflable
adm inistrando anestesia
Billroth 1871 Estudió la estenosis esofágica
Lamb 1873 Publicó el prim er inform e sobre la fístula esofágica sin atresia
Zenker 1877 Analizó la etiología, anatom ía patológica y sintomatología del divertículo
faringoesofágico (divertículo de Zenker)
Czerny 18 77 Realizó una resección esofágica suturando el extremo inferior del esófago en el interior
del cuello. El paciente sobrevivió
Nicoladoni 1877 Realizó la primera intervención de un divertículo faríngeo
Niehans ? Extirpó un divertículo esofágico; el paciente falleció por la hemorragia secundaria a la
fístula
Macewen 1880 Introdujo tubos endotraqueales por la boca sin realizar laringotomía ni traqueostom ía
Mikulicz-Radecki 1881 Mejoró el esofagoscopio y el gastroscopio
Gross 1884 Trató la estenosis esofágica
O'Dwyer 1885 Mejoró la intubación endotraqueal en la difteria, etc.
Mikulicz-Radecki 1886 Trató el carcinom a de esófago m ediante resección y reconstrucción plástica
Wheeler 1886 Realizó la primera resección con éxito conocida de u n divertículo de Zenker
Fell 1887 Utilizó un fuelle de pie conectado a una cánula de traqueostom ía para la ventilación
artificial
Nassilov 1888 Sugirió, aun q u e no utilizó, la vía extrapleural a través del m ediastino posterior hasta el
esófago
Biondi 1895 Propuso la resección ascendiendo el estómago hacia el tórax, seguida por la anastomosis
esofágica
Milton 1897 Recomendó la esternotom ía de la línea media para el abordaje anterior del m ediastino
Von Hacker 1899 Diagnosticó un carcinoma de esófago mediante esofagoscopia y biopsia
578
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago 14
Tabla 14.1. Historia de la anatomía y la cirugía del esófago (Continuación.)
Gottstein 1901 Sugirió el empleo de la esofagomiotomía para el tratam iento del cardioespasmo
Gosset 1903 Describió la esofagogastrostomía transdiafragmática mediante toracotomía
Sauerbruch 1904 Ideó y u tilizó la cámara con sistema de presión negativa
Roux 1907 Realizó una esofagoyeyunostomía con éxito
Voelcker 1908 Realizó con éxito la primera resección del esófago torácico distal mediante
esofagogastrectomía transabdominal
Schmid 1912 Practicó la diverticulopexia en cadáveres
Torek 1913 Extirpó con éxito un cáncer de esófago. Al paciente se le practicó una esofagostomía
cervical y gastrostomía
Heller 1913 Realizó una esofagomiotomía para el tratam iento de la disfagia
Von Ach 1913 Empleó la disección por planos desde el cuello y el abdomen en una esofagectomía
Denk 1913 Empleó la disección por planos para la extirpación del esófago, con restablecimiento
posterior de la continuidad esofágica. La intervención no tu vo éxito
Zaaijer 1913 Realizó con éxito la primera resección transtorácica del carcinoma de cardias
Mosher 1917 Utilizando el endoscopio, separó el septo existente entre el esófago y un divertículo de
Zenker
H ill 1918 Realizó la primera diverticulopexia en un paciente vivo
Konig 1922 Fijó el saco diverticular al hioides
Torek 1927 Describió la hiperpresión faríngea en la cirugía
Gray Turner 1931 Exploró el esófago distal desde el abdomen
Ohsawa 1933 Realizó la primera anastomosis gastroesofágicaintratorácica para restablecer la
continuidad intestinal
Adams y Phemister 1938 Docum entaron resecciones esofágicas con anastomosis esofagogástrica con éxito
Leven y Ladd 1939 Practicaron con éxito por separado la cirugía en m últiples tiempos para el tratam iento
de las fístulas y la atresia esofágicas
Haight y Towsley 1941 Realizaron una anastomosis del esófago en un tiem po dentro del mediastino
C hu rch ill y Sweet 1942 Practicaron una esofagectomía con anastomosis terminolateral
Garlock 1943 Ideó una técnica de cirugía esofágica
Kaplan 1951 Documentó por primera vez el uso de la m iotom ía cricofaríngea electiva
Sweet 1954 Ideó una técnica quirúrgica de resección
Skandalakis y cois. 1962 Revisión colectiva de casos de tumores del músculo liso del esófago documentados en la
bibliografía médica universal
Belsey 1966 Perfeccionó la cirugía de la acalasia
Ellis y cois. 1969 Estudiaron la fisiología de la acalasia y del divertículo de Zenker
Gavriliu 1975 Recuperó el uso del tubo gástrico para la sustitución esofágica
Orringer 1978 Recomendó la esofagectomía sin toracotomía
Liebermann-Meffert 1996 Estudió la cirugía, anatomía y embriología del esófago
Bibliografía:
Elmslie RG. Perspectives in the development o f oesophageal surgery. In: Jamieson GG (ed). Surgery o f the Oesophagus. New
York: C hu rch ill Livingstone, 1988, pp. 3-8.
Haeger K. The Illustrated History of Surgery. London: Harold Starke, 1988.
Kittle CF. The history o f esophageal surgery. In: Wastell C, N ythus LM, Donahue PE (eds). Surgery of the Esophagus, Stomach,
and Small Intestine (5th ed). Boston: Little, Brown, 1995, pp. 4-29.
Naef AP. The Story of Thoracic Surgery. Lewinston NT: Hnas Huber, 1990.
Skandalakis JE, Gray SW, Shepard D, Bourne GH. Smooth Muscle Tumors o f the A lim entary Canal: Leiomyomas and
Leiomyosarcomas, a Review o f 2525 Cases. Springfield, ÍL: Charles C. Thomas, 1962.
Skandalakis JE, Gray SW. Embryology for Surgeons (2nd ed): Baltimore: W illiam s & W ilkins, 1994.
Warren R. Surgery. Philadelphia: WB Saunders, 1963.
579
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Esófago
Anatomía quirúrgica
Estóm ago
Hígado
.Tráquea
Esófago
Estóm ago
Estóm ago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago
A n o m a l ía s c o n g é n it a s y r e p a r a c ió n 50% 10%
QUIRÚRGICA
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Esófago
p re n a ta l P resen tació n c ip a lm e n te
A n o m alía al inicio inicial a fe cta d o Frecuencia C o m en ta rio s
Atresia esofágica, estenosis 21-34 días Al nacer Por igual Frecuente —
y fístula traqueoesofágica
Hendidura laringotraqueoe- 3.a-5.a semana Al nacer Por igual Raro Tipos I al IV (de la laringe a
sofágica los bronquios)
Asociación VACTERL Variable; 3-5 se Al nacer Por igual 10% al 23%
manas de atresias
esofágicas3
M embranas y anillos esofá 7.a sem ana(?) (si A cualquier edad Varones Raro A veces asintomáticos
gicos son congénitos)
Duplicación verdadera 7.a semana A cualquier edad ? Muy raro A veces asintomática
Quistes enterógenos Final de la 3.a se Al nacer o a cual Mujeres(?) Raro
m ana quier edad
D ivertículos (excluyendo 5.° mes-nacimien- A cualquier edad Varones Infrecuente La debilidad muscular puede
los divertículos por trac to(?) existir indefinidam ente sin
ción) herniación
Mucosa heterotópica 5.° mes-nacimien A cualquier edad Por igual (?) Frecuente A veces asintomática
to (si aparece)
Esófago corto congènito 7.a semana Al nacer o a cual Varones Raro A veces asintom ático
quier edad
Acalasia Final de la 6.a se Lactancia Por igual Infrecuente Los casos que aparecen al fi
m ana^) nal de la vida no son de ori
gen em brionario
Calasia Final de la 6.a se- Poco después de Por igual Muy Se resuelve esp on tán eam en
mana(?) nacer frecuente te en la mayoría de los ca
sos cuando m adura el EEI
a De Chittmittrapap S, Spitz L, Kiely EM, Brereton RJ. Atresia esofágica y anomalías asociadas. Arch Dis Child 1989;64:364-368.
VACTERL, vertebrales (anomalías), anal (atresia), cardíacas (anomalías), traqueoesofágica (fístula) y/ó esofágica (atresia), renal (agenesia y
displasia), miembros (defectos); EEI, esfínter esofágico inferior.
Fuente: Modificado de Skandalakis JE, Gray SW (Eds). Embriology for Surgeons, 2.a ed. Baltimore: Williams y Wilkins, 1994; con autorización.
El esófago, un tu b o m uscular flexible, p e rm ite el paso c o m o goulée o gueule, que significa hocico o bo ca 19. Re
del a lim e n to entre la fa ringe y el estóm ago. cientem ente, el té rm in o gullet ha resurgido en inglés com o
Aristóteles (3 8 4 -3 2 2 a.C.), filósofo y m édico griego, su s inó n im o de esófago. En inglés am ericano, esófago se re
girió que el origen de la palabra esófago estaba relaciona fiere exclusivam ente al « tu b o o co n d u cto que va desde la
d o con «su lo n g itu d y angostura»16. El origen del té rm in o boca hasta el estóm ago, p o r el que pasan los alim entos y
se relaciona, p ro b a b le m e n te , con el té rm in o g rie g o o/so- la bebida»18,19.
pagos, fo rm a d o p o r oisein («llevar») y phagos («com er») o
p o r phagema («alim ento»). El té rm in o , a d o p ta d o p o r el la
P o s ic ió n del e s ó f a g o
tín medieval y po r el inglés m edio tardío, se co n virtió en
isophagus o ysophagus]6AS. La o rtografía correcta en ale El esófago es una estructura situada en la línea media,
m án y en inglés b ritá n ico es oesophagus, en francés eso- ante rio r a la co lu m n a vertebral y posterior a la tráquea. Se
phage, y en italiano esofago. inicia en el cuello a la altura del cartílago cricoides p o r de
En latín ro m an o a n tig u o , el n o m b re p o p u la r del esófa lante de la quin ta o sexta vértebra cervical, se in tro d u c e en
g o era gu/a18,19. La gula se definía c o m o un paso estrecho, el tó ra x a nivel de la escotadura esternal y sigue caudal
la boca, o la garganta. A p a rtir de este té rm in o en latín sur m ente p or el in te rio r del tórax en el m ediastino posterior.
gió el té rm in o vernáculo inglés gully, que significa curso es Termina en el a b d o m e n en la unión gastroesofágica, por
trecho para el agua, la salida o el cuello de una botella. El delante de la d u o d é cim a vértebra dorsal (Fig. 14.5). El hia
a djetivo del latín a n tiguo, gulosus o goulu, quería decir ávi to esofágico del d ia fra g m a se encuentra a la altura de la
do, voraz, g lotón. La palabra francesa gula se m antiene viva décim a vértebra dorsal.
582
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago 14
D is tan cia e n cm
T e r m in o lo g ía d e las seccio nes
Incisivos
e s o fá g ic a s s e g ú n la
Relieve esternal
cervical
torácico
distal
T1-10
E Diafragma
- TI 0-12
m Orificio gástrico (3)
abdominal
abdominal
EEI
Longitud total
39-48 cm
F igu ra 14.5. Divisiones, term inología y relaciones del esófago.
EES, esfínter esofágico superior; EEI, esfínter esofágico inferior.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Esófago
briológico procedente de dos orígenes tisulares diferen la organiza ció n tisular del tu b o d igestivo, e xcepto p o r la
tes y con la organización específica de los vasos, los ti ausencia de serosa. Las cuatro capas existentes (Fig. 1 4.7)
pos musculares y la inervación'1-22'23'27'28. La subdivisión son la tú nica mucosa, la tela submucosa, la túnica m uscu
de estos segm entos en dos secciones, p o r un lado, cer lar y la tú nica adventicia.
vical y torácica p ro xim a l, y p o r o tro , torácica distal y
a bd o m in a l, puede estar justificada26. Túnica mucosa
Epitelio, incluidas las glándulas
C o n f ig u r a c ió n del e s ó f a g o
La capa mucosa lim ita la luz esofágica. Se co m p o n e de
tres partes, que se describen a co n tin u a c ió n .
El esófago es el tu b o más estrecho del tra cto g astroin
testinal. C om ienza en el e x tre m o distal de la farin g o la rin -
ge (h ip o fa rin g e ), a la altura de la sexta vértebra cervical.
Termina ensanchándose para fo rm a r el estóm ago, la parte
más vo lum inosa del tra c to gastrointestinal. El esófago es
aplanado en sus porciones superior y media (Fig. 14.6A),
y redondeado en su porción inferior (Fig. 14.6B). C uando
están distendidas, estas porciones presentan diám etros de
2,5 cm por 1,6 cm y de 2,5 cm p or 2,4 cm , respectivamen
te. El tu b o esofágico se colapsa en reposo, oscilando su ta
m año entre 0,6 cm y 1,5 cm de d iá m e tro 29.
En general, el eje del esófago es recto, con sólo tres des
viaciones menores en su trayectoria. La prim era desviación
se dirige hacia la izquierda en la base del cuello (véase Fig.
14.5, flecha 1). La segunda se p roduce a nivel de la sépti
ma vértebra dorsal, d o n d e el esófago rota ligeram ente a la
derecha de la c o lu m n a (véase Fig. 14.5, flecha 2). La te r
cera desviación es la más p ro m in e n te , y se localiza justo
p o r encim a de la un ió n esofagogástrica (gastroesofágica),
d o n d e el esófago se desplaza d o rs a lm e n te y hacia la iz
quierda (véase Fig. 14.5, flecha 3). C ualquier distorsión de
este eje descubierta en la evaluación radio ló g ica sugiere
con enorm e probabilidad una invasión y retracción del m e
diastino. La causa suele ser un proceso m a lig n o 25,30.
D im e n s io n e s del e s ó f a g o
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago 14
UGE .
Cm:
• Epitelio escamoso de tip o estratificado, no queratinizado. La transición entre el epitelio esofágico escamoso y el
N o rm a lm e n te tapiza la superficie interna de la faringola- epitelio gástrico co lu m n a r constituye un p u n to de referen
ringe y el esófago tubular. cia o b je tiva m e n te identificable. Esta línea a b rupta y de n ta
• La mucosa esofágica contiene exclusivam ente glándulas da, conocida c o m o línea Z (Fig. 14.8), presenta «entre cua
serosas alveolares. Las glándulas cardíacas del esófago, tro y seis lengüetas, cortas y largas»32. N o rm a lm e n te se
m uy similares a las del estómago, se localizan entre el car localiza en las proxim idades del o rificio gástrico 33,34 o jus
tílago cricoides y el q u in to anillo traqueal. to encim a del m ism o. Por ello, los endoscopistas basan sus
• Las glándulas esofágicas son de tip o mucoso, pequeñas inform es en las diferencias de color, en el g ra d o de trans
y tubulares, y se localizan externam ente a la capa m uscu parencia del epitelio, en la estructura de la mucosa y en el
lar de la mucosa (Fig. 1 4 .7)31. espesor e pitelial32.
C ualquier m igra ción proxim al del e p ite lio c o lu m n a r de
Aspectos de interés clínico y quirúrgico tip o gástrico o intestinal hacia el esófago se considera pa
La transición entre la mucosa de la faringolaringe y la del tológica. Este ca m b io es secundario al reflujo gastroesofá-
esófago pasa desapercibida31. M acroscópicam ente, el en- g ico p ro lo n g a d o que ocasiona un d a ñ o crónico en la m u
doscopista se encuentra ante una mucosa esofágica de co cosa esofágica35,36. El resultado final es que «el esófago distal
lor rojizo en su porción craneal. El color se vuelve más pá queda circunferencialm ente tapizado p o r e p ite lio c o lu m
lido hacia el tercio inferior del esófago. La superficie lisa de nar en una extensión variable»32, transform ado en tip o gás
la mucosa esofágica se puede d is tin g u ir fá cilm e n te de la trico o intestinal. Esta patología, d e n o m in a d a esófago de
mucosa gástrica oscura y m am elonada. Barrett, se considera una enfermedad precancerosa26,32,34,36.
585
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Esófago
M u s c u la tu ra
Pleura
Anatomía quirúrgica
Pliegues esofágicos
M e m b ra n a fre n oe so fá g ica
P eritoneo
C urva tu ra m a y o r
Ribete
C am bio en la o r ie n ta
ción de los p lie g u e s =
plie gu e s gástricos
C urva tu ra m e n o r
F ig u r a 14.8. Diagrama esquemático de las estructuras tisulares de la u n ió n gastroesofágica tal y com o se observan desde la
luz. El esófago y el estómago aparecen abiertos a lo largo de la curvatura m ayor del estómago. Las paredes laterales están ever-
tidas, m ostrando la línea de intersección (/). La curvatura m eno r aparece en el centro. El tejido conectivo del espacio subperi-
toneal se extiende desde la inserción de la orejuela superior (a) a la inferior (ib) de la m em brana frenoesofágica. |7i.3]
Katada y cois.37 y W etscher y cois.38 in fo rm a ro n de que te jid o cone ctivo que form a redes de fibras areolares, elás
el in c re m e n to de la apoptosis en el e p itelio esofágico en ticas y colágenas (véase ta m b ié n Fig. 14.24). En la faringe,
presencia de un esófago de Barrett podría constituir un m e esta capa tiene poco espesor; en el esófago, la capa es más
canism o p ro te cto r para contrarrestar el aum e n to de la p ro volum inosa y co n tiene pequeños vasos sanguíneos, presu
liferación. Estos investigadores interp re ta n la in h ib ic ió n de m ib le m e n te linfáticos terminales, folículos, glándulas eso
la apoptosis en el esófago de Barrett c o m o una posible ac fágicas de tip o m ucoso y, en el esófago term inal, g lá n d u
tivación de las enfermedades neoplásicas progresivas. ¿Qué las similares a las glándulas cardíacas. Esta capa se proyecta
es la apoptosis? Brevemente, se trata de la m uerte celular hacia el in te rio r del epitelio, fo rm a n d o las papilas.
program ada, cuya co m p le jid a d ha sido revisada en el in
fo rm e de Kuan y Passaro39. Según Carlson (en un c o m u n i Lámina muscular de la mucosa
cado personal a W o o d y Skandalakis el 1 9 de febre ro de La lámina m uscular de la mucosa es una capa delgada
1998) los fibroblastos «se suicidan» al final de la cicatriza fo rm a d a p o r haces cortos de músculo liso. Comienza entre
ción. El fe n ó m e n o de la apoptosis requiere ser estudiado 6 m m a 8 m m p o r debajo de la unión faringoesofágica. Es
con m ayo r p ro fu n d id a d . tos haces musculares se disponen transversalm ente en la
Los autores de este capítulo recom iendan la biopsia en pared esofágica.
todos los pacientes con esófago de Barrett. Collard y cois.40 En la fa rin g o la rin g e , los pliegues de la mucosa están
consideran que la d etección te m p ra n o de la displasia de orientados oblicu a m e n te . El ca m b io se p roduce justo por
alto gra d o en el esófago de Barrett y la resección esofági debajo de la unión faringoesofágica, d o n d e la lám ina m us
ca radical con resección linfática radical ofrecen las m e jo cular de la mucosa atrae la luz esofágica hacia tres o cua
res o p o rtu n id a d e s de curación. Farrell y cois.41 afirm aron tr o pliegues esofágicos lo n g itu d in a le s de g ra n ta m a ñ o
que la fu n d u p lic a tu ra p ro p o rc io n a un alivio sin to m á tic o (Fig. 14.8).
equivalente en los pacientes con ERGE (enferm edad por re En el e x tre m o distal del esófago se producen cam bios
flu jo gastroesofágico) con o sin esófago de Barrett. estructurales. En esta zona, la lámina muscular de la m u c o
sa alcanza su m a y o r ta m a ñ o en el esófago42, m uestra el
Lámina propia de la mucosa m a y o r n ú m e ro de pequeños pliegues transversales (Fig.
De fo rm a similar a la lám ina propia del estóm ago, la lá 14.8) y adopta una fo rm a ondulada al contraerse33-42-43. El
m ina propia de la mucosa del esófago está constituida p or origen de este ribete puede ser el incre m e n to local de la
586
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago 14
masa muscular y la inserción de sus fibras en abanico en la la capa m uscular a n te rio r interna que en la capa lo n g itu d i
lámina propia de la mucosa44. C u a n d o el endoscopista in nal externa4-23,28. N o existe una línea de transición bien d e
sufla la luz esofágica, la pared se extie n d e to ta lm e n te y los finida. En su lugar, ambos tipos musculares aparecen entre
pliegues desaparecen. lazados sin un lím ite a n a tó m ic o aparente. A m edida q u e
En el punto de entrada al estóm ago la orientación de los descienden, los co m p o n e n te s del m ú scu lo liso se hacen
pliegues de la mucosa cambia bruscam ente desde los plie más num erosos y sustituyen — en la misma p ro p o rc ió n —
gues esofágicos longitudinales a los pliegues gástricos trans al m úsculo estriado (Fig. 14.12). Finalmente, sólo quedan
versales (Fig. 14.8). algunas fibras o hebras aisladas de tip o estriado entre el
músculo liso4-23,28. Caudalm ente a la bifurcación traqueal, las
Tela submucosa
La capa submucosa se localiza entre la mucosa y la mus
cular. La submucosa de la fa ringe es una vaina consistente
que actúa co m o aponeurosis (aponeurosis faríngea)45-46, d i
ferenciándose de la capa de separación laxa presente en la
pared del esófago y del estóm ago (Fig. 14.7). En esta loca
lización la submucosa se c o m p o n e de:
• Tejido co n ectivo areolar laxo que co ntiene fibras elásti
cas y de colágeno.
• Num erosos capilares sanguíneos (Fig. 14.7).
• Una red de con d u cto s linfáticos (Fig. 14.7; véanse ta m
bién Figs. 14.24 y 14.27).
• Nervios, incluyendo el plexo nervioso de la submucosa
(plexo de Meissner).
• Glándulas mucosas profundas (Fig. 14.7).
Las glándulas esofágicas son pequeñas glándulas ra m i
ficadas de tip o m ixto cuyos conductos penetran en la lám i
na muscular de la mucosa. El espesor de la submucosa au
menta en la unió n gastroesofágica.
Túnica muscular
C o m o se observa en las Figuras 14.9 y 14.10, la mus
culatura de la fa rin g e está p rin c ip a lm e n te dispuesta en d i
rección oblicua. La transición entre estas fibras musculares
oblicuas y las fibras transversales del músculo cricofaríngeo
origina un área tria n g u la r con una capa muscular adelga
zada (Figs. 14.9 y 14.10) p ro x im a lm e n te al esfínter esofá
gico superior, descrita y representada p o r Killian47. La luz
de la fa rin g e está ta p iza d a p o r una sola capa m uscular,
mientras que la del esófago lo está p o r dos capas m uscu
lares diferentes (Fig. 14.10). La m usculatura del esófago se
co m p o n e de una capa externa dispuesta lo n g itu d in a lm e n
te y otra capa interna transversal (Fig. 14.11). F ig u ra 1 4.9. Disposición de los haces musculares en la fa
Funcionalm ente, la fa ringe y el esófago presentan un ringe (F ), la u n ió n faringoesofágica (UFE), y el esófago (£) vis
espectro c o n tin u o de contracciones secuenciales. En c o n tos desde la cara posterior. Pieza de necropsia h u m a n a con fi
traste, histoló g ica m e n te los tipos musculares de estas dos bras secas n o disecadas tras la eliminación del tejido conectivo.
1, m úsculo constrictor medio de la faringe; 2, porción tirofa-
áreas son co m pletam ente diferentes. El músculo de la farin
ríngea; 3, porción cricofaríngea del músculo constrictor infe
ge es estriado, m ientras que el del esófago tu b u la r distal
rior de la faringe que se corresponde con el esfínter esofágico
es liso. In m e diatam ente por debajo de la unión faringoeso-
superior (EES). El triángulo de Killian se localiza cranealm en
fágica aparecen haces aislados de m úsculo liso28,48 e n tre te al EES. 4, capa muscular circular del esófago. Se ha retirado
mezclados con el m úsculo estriado. El n úm ero de haces de la capa m uscular longitudinal conservándose solamente algu
músculo liso aum enta en el p rim e r centím e tro de la tú n i nos haces residuales en la cara lateral. 5, restos de la glándula
ca muscular esofágica; esto ocurre a un nivel más alto en tiroidea; 6, tráquea.
587
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Esófago
2 capas
C apa muscular circular
Esófago
Rafe constrictor
Túnica adventicia
La túnica adventicia se expone más adelante en este ca Músculo M úsculo
p ítulo en el apartado «M em branas y adventicia.» esofágico esofágico
longitudinal circular
P e c u l ia r id a d e s del e s ó f a g o tu b u la r
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Esófago
El té rm in o cardias, que se emplea co m o alternativa para muscular en la faringe y en el esófago pro xim a l m uestran
el área de la u n ió n gastroesofágica, tiene dos significados: que el m úsculo cricofaríngeo (esfínter) es m u ch o más d e l
el p rim ero se refiere al corazón; el segundo, al orificio gás g a d o que las porciones bilaterales más proxim ales de los
Anatomía quirúrgica
trico 52,53'54. Esta denom inación se recoge por primera vez en músculos constrictores m e d io e inferior de la faringe, que
los textos hipocráticos y se refiere al e xtre m o cardíaco del se d isponen o b lic u a m e n te 57.
e stó m a g o 52. El esfínter actúa p rin cip a lm e n te evita n d o la distensión
del esófago dura n te la respiración y p ro te g ie n d o la tráquea
Esfínter esofágico superior (EES) y los p u lm ones fre n te a la entrada de material de reflujo y
a la aspiración por reflujo. N o rm a lm e n te el esfínter se m a n
Los com plejos mecanismos de las funciones faringoe- tiene en un estado de co ntracción tónica intensa som etida
sofág¡cas20'5S'56 im plicados en la deglución, la respiración, y al c o n tro l nervioso entre los episodios de deglu ció n .
el habla son posibles gracias a diferentes tip o s de te jid o En la m anom etría, el EES muestra una lo n g itu d de 2 cm
c o m o las estructuras cartilaginosas y óseas, y a estructuras a 4 ,5 cm, y se puede ide n tifica r rad io ló g ica m e n te p o r una
blandas co m o el paladar, la fa rin g e y los músculos esofági muesca posterior. Las mediciones asimétricas de la presión58
cos, incluyendo el aporte vascular y nervioso. en el esfínter esofágico superior se relacionan claram ente
La faringe incluye la nasofaringe, la orofaringe y la farin- con su constru cció n anatóm ica.
golaringe (hip o fa rin g e ). La fa rin g o la rin g e se d ivide en dos
conductos, la laringe ju n to con la tráquea, y el esófago (Fig. Esfínter esofágico inferior (EEI)
14.14). La laringe está fo rm a d a p o r una estructura de car
tílagos conectados m ediante mem branas y ligam entos; sus El esfínter esofágico inferior (EES) com ienza a p ro x im a
m o vim ie nto s se deben a los músculos laríngeos. Estas es d a m ente 3 cm por encima de la unión con el estóm ago. En
tructuras son responsables de los mecanismos del paso del este p u n to , el n ú m e ro de fibras musculares de la capa c ir
aire, del m o v im ie n to epiglótico, de la fonación y, ju n to a los cular del esófago tu b u la r aum enta, superponiéndose en
músculos constrictores inferiores de la laringe, de la acción tre ellas y d a n d o lugar a un e n g rasam iento m uscular p ro
del esfínter en la u n ión faringoesofágica. gre sivo (Fig. 1 4 .1 5 ). Este h e ch o es c o n s e c u e n te co n la
El esfínter esofágico superior (EES) se localiza al final de reordenación de los haces musculares en la u n ió n con el
la fa ringe y controla la entrada hacia el esófago y la larin estóm ago (Fig. 14.16, izquierda). Los haces musculares si
ge. Está fo rm a d o p o r dos elem entos anatóm icos. La pared tuados en el lado de la curvatura m ayor del estóm ago c a m
ante rio r es rígida, y corresponde a la cara posterior del car bian de dirección, fo rm a n d o las fibras gástricas oblicuas en
tílago cricoides, que ta m b ié n fo rm a la pared posterior de cabestrillo. Los haces situados en el lado de la cu rva tu ra
la laringe (Fig. 14.1 3). La pared posterior del EES es bla n m e n o r m antienen su orientación horizontal previa y se c o n
da y está fo rm a d a p o r un cabestrillo muscular c o n tin u o , el vierten en los anclajes musculares cortos33 que se m uestran
b u c le transversal en h e rra d u ra de la p o rc ió n distal del en las Figuras 14.11, 14.16 izquierda y 14.1 7.
m ú s c u lo c o n s tric to r in fe rio r de la fa rin g e (Figs. 14 .9 y Las fibras gástricas en cabestrillo com ienzan en el esó
14.10); este m úsculo cricofaríngeo se inserta en la apófisis fa g o te rm ina l (Fig. 14.11), rodean la u n ió n gastroesofági
lateral del cartílago cricoides. Las m ediciones del espesor ca y fo rm a n el á n g u lo de His. A co n tin u a c ió n descienden
N a s o fa rin g e
C avid a d nasal
P aladar M . c o n s tr ic to r s u p e rio r
O ro fa rin g e
M . c o n s tr ic to r m e d io
H io ide s
F a rin g o la rin g e
E p ig lo tis
. c o n s tric to r in fe rio r
C a rtíla g o tiro id e s
C a rtíla g o
cricoid es Esófago F ig u r a 14.14. Relaciones posicionales de las es
tructuras anatómicas implicadas en la deglución, la
Tráquea
respiración y el habla. Corte sagital.
590
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago
por las caras a n terior y posterior del estóm ago, a b rié n d o lar (el triá n g u lo de Killian). Esta zona es propensa a la fo r
se en a b anico en la d ire cc ió n de la curva tu ra m a y o r del m ació n de una p ro trusión de la pared faríngea p or encim a
estóm ago. Allí fo rm a n cabestrillos (Fig. 14.11), para fin a li del EES47. Este d ivertículo puede c o n te n e r el espesor to ta l
zar entre las fibras de la capa m uscular interna del an tro de la pared o solam ente mucosa y subm ucosa54, aunque,
gástrico33. d e b id o a su o rigen faríngeo, nunca contiene capas m u scu
Los haces cortos del lado de la curvatura m enor, d e n o lares de mucosa. El divertículo de Zenker es, p or definición,
m inados anclajes p o r L ie b e rm a n n -M e ffe rt33, se fijan firm e la p ro tru sió n de la línea m edia47. Los divertículos fa rin g o -
m ente en el te jid o c o n e ctivo a lo largo del bord e inte rn o laríngeos laterales se desarrollan en la entrada de los vasos,
de la vaina de las fibras gástricas en cabestrillo (Fig. 14.11). c o m o algunos autores han descrito sobradam ente45-46. Son
En ciertos puntos, estos anclajes están suspendidos o p ar raros en el h o m b re . Los m ecanism os q u e c o n d u c e n a la
cialm ente sujetos p o r las fibras gástricas en cabestrillo (Fig. fo rm a ció n del d ivertículo no están claros, y las causas ana
14.1 7). D iD io y Andersonsl muestran la fo tografía original tó m ica s y fis io p a to ló g ica s todavía suscitan co n tro ve rsia .
de C urti59 de los anclajes en su p u blicación sobre los esfín Para el tra ta m ie n to q u irú rg ic o del d iv e rtíc u lo de Zenker,
teres, aunque sin hacer referencia a los mismos. Peracchia y cois.61 recom ie n d a n la cirugía m ín im a m e n te
El m á x im o espesor m uscular aparece en la un ió n entre agresiva u tilizando una endograpadora lineal in tro d u cid a a
el esófago y el e stó m a g o , a d e lg a z a n d o en el e s tó m a g o través del endoscopio de Weerda.
(Fig. 14.15). El exam en m acroscópico de la pieza en fres En la bibliografía científica existen abundantes re ivin d i
co o del in d iv id u o vivo no revela un e n g ro sam iento m a r caciones a fa v o r de que el pilar d ia fra g m á tic o representa
cado. Este te jid o muscular bla n d o y con frecuencia elásti el e quivalente m ecánico del EEI. Sin e m b a rg o , la disección
co escapa fá cilm ente a la palpación d e b id o a su posición del d iafragm a y /o la in te rru p c ió n de la m e m bra n a fre n o e
oculta p ró xim a a la co lum na, porque está recubierto p or el sofágica no alteran la presión del EEI ni las características de
tejido conectivo transparente, y p o r la grasa situada bajo la la m is m a 62. Respecto a la localización a n a tó m ica n o rm a l
m em brana frenoesofágica. La pieza anatóm ica, sin e m b a r del EEI, la reordenación y el m á x im o espesor muscular son
go, muestra la musculatura en la fase de contracción. El es más notables precisamente en la unión gastroesofágica, en
pesor m uscular m á x im o de 4 m m que aparece en la unión la transición de los pliegues esofágicos a gástricos33.
gastroesofágica d u plica al del esófago y el estóm ago. Los siguientes factores apoyan el a rg u m e n to de que las
A este respecto, se debe subrayar que las presiones n o r estructuras musculares específicas situadas al final del esó
males del EEI son m uy inferiores a las de otros esfínteres. Os fa g o constituyen el EEI fisiológico:
cilan solam ente entre 14,5 m m Hg y 34 m m H g58'60, m ie n • Los estudios m o rfo rrad io ló g ico s sim ultáneos de la m o tí-
tras que, p o r e je m p lo , la presión del esfínter eso fá g ico lidad u tiliza n d o marcadores de pared han id e n tifica d o la
superior varía entre 30 m m Hg y 142 m m H g 58. localización del eng ro sa m ie n to muscular m á x im o con la
zona de alta presión del EEI62.
Aspectos de interés clínico y quirúrgico • C u a n d o se sum ergen in vitro las tiras musculares de la
La reordenación de los músculos faríngeos en la muscu unión gastroesofágica en un baño de pentagastrina a baja
latura del EES origina una zona de potencial d e b ilidad tisu- dosis, las contracciones tónicas se m a n tienen, o incluso
Localización (mm) Pared anterior Curvatura menor Curvatura mayor Pared posterior
I 'l g i m t 1 4 .1 5 . Mediciones del espesor de la túnica m uscular entre el esófago y el estómago. Espesor m edio m edido en 32 pie
zas hu m an as fijadas en form aldehído en 4 p u ntos de la circunferencia y en intervalos de 5 mm, utilizando el espesor m áxim o
como referencia. Las cifras m uestran claram ente la asimetría del EEI (esfínter esofágico inferior). UGE, u n ió n gastroesofágica.
[sfó]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Esófago
Anatomía quirúrgica
PA 20
F ig u r a 14 .16 . Correlación entre el espesor muscular axial y radial (en m m ) y la disposición muscular (izquierda), e im agen tri
d im ensional de la presión m anom ètrica (derecha) en la u n ió n gastroesofágica h u m a n a (UGE), o sea, en el esfínter esofágico in
ferior. Las presiones radiales en la UGE (en m m de mercurio) se esquem atizan alrededor de u n eje que representa la presión at
mosférica. PP, pared posterior; CM, curvatura mayor; PA, pared anterior; Cm, curvatura m enor; SM-M, submucosa-mucosa; MP,
muscularis propia (músculo liso). [sfc5]
aum e n ta n ; esto no sucede con las tiras musculares o b te centración de fibras y espesor m uscular es el á n g u lo de
nidas de niveles superiores o inferiores63. His33. Por lo ta n to , se puede decir que las fibras gástricas
• La extensión de la estructura m uscular especializada es en cabestrillo ejercen el efecto antirreflujo del esfínter53-68,69.
idén tica a la lo n g itu d del esfínter fu n c io n a l58,60. La dis • La inte rru p ció n q u irú rg ica de la m usculatura de la unión
posición asimétrica de los haces musculares de la capa m edia n te m io to m ía o m iectom ía parcial o total d is m in u
interna se corresponde con el e n grasam iento asim étrico ye significativam ente e incluso anula los valores de pre
de la musculatura de la unión gastroesofágica (Figs. 14.11B sión del EEI68,69. En el tra ta m ie n to q u irú rg ic o de los pa
y 14.16). Las asimetrías axial y radial establecidas del es cientes con acalasia, el p rin c ip io básico es la separación
fín te r fu n c io n a l reflejan la asim etría de las estructuras de la m usculatura del EEI. Recientemente, se ha realiza
musculares. Este hecho se demuestra m ediante d iferen d o una técnica de Heller m odificada con m io to m ía de la
tes técnicas m a n o m é tric a s 58,64, in c lu y e n d o las nuevas pared a nterior de la u n ión gastroesofágica. Sin em bargo,
técnicas de im agen trid im e n s io n a l65'67 (Fig. 1 4 .1 6 d e la lo n g itu d apropiada de la m io to m ía sigue debatié n d o -
recha). Además, la d istribución irregular de las fuerzas en se68,70,71. Se recom ienda que la incisión se inicie al menos
el EEI dem uestra claram ente la ausencia de un «anillo» 10 cm p ro x im a lm e n te en el esófago, y que la m io to m ía
muscular. se extienda al menos 3 cm en el cuerpo del estómago. Esta
• La especial musculatura, la organización muscular y el en distancia es considerablemente m ayor que el esfínter ana
g ra sa m ie n to corresp o n d ie n te se e xtienden hacia arriba tó m ic o . Bombeck y cois.68 y Ellis y otros autores72 han li
3 cm a 4 cm, atravesando el diafragma, y descienden por m ita d o la extensión de la m io to m ía gástrica a 0,5 cm y
d eb a jo del e x tre m o distal del esófago in tro d u c ié n d o s e 1 cm, respectivamente, para preservar la fu n c ió n del es
en la pared gástrica 1 cm a 2 cm. El área de m a yo r co n fínter, evitar el reflujo secundario a su rotura, e im p e d ir la
592
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago
A d v e n t ic ia y estructuras e s t a b iliz a d o r a s
Túnica adventicia
A diferencia de la fascia bucofaríngea del cuello, el te ji
d o periesofágico, o adventicia, está fo rm a d o por un tejido
c o n ju n tiv o laxo que envuelve al esófago y lo relaciona con
el m e diastino y las estructuras adyacentes. C on tie n e pe
queños vasos, con d u cto s linfáticos y fibras nerviosas.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Esófago
bral. Los anclajes del esófago son m u c h o más flexibles que EES
Tendón crícoesofágico
los de la faringe.
Esófago 14
m e m b ra n a s que fijan el m ú scu lo esofá g ico a la p o rc ió n
m em branosa de la tráquea (Fig. 14.19).
La porción inferior de la vaina desciende a lo largo del
cardias hasta la parte superior del fo n d o gástrico. A q u í se
une a la serosa gástrica (véase Fig. 14.8), al lig a m e n to gas-
tro h e p á tic o y al m esenterio gástrico dorsal (Fig. 14.18).
La parte infe rio r de la vaina de la m e m b ra n a frenoeso
fágica se identifica en la cirugía y en la laparoscopia po r su
b o rd e inferior bien d e fin id o y p o r el c o lo r a m arillento, in
cluso ante la presencia de periesofagitis grave. La m e m b ra
na está fo rm a d a p o r elem entos fibrosos colágenos y elás
ticos en la misma proporción, que garantizan una plasticidad
suficiente. Envuelve la u nión gastroesofágica c o m o un co-
llarete (Fig. 14.18). A pesar de que la c o n e xió n fibrosa con
la pared de la unión gastroesofágica m e d ia n te el te jid o c o
nectivo areolar subyacente es bastante laxa, to d a la m e m
brana frenoesofágica se separa claramente del músculo eso
fág ico en la u nión gastroesofágica4,23.
C o n s i d e r a c i o n e s c l í n i c a s y r e l e v a n c i a . La organización
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Esófago
rente con la sugerencia de Eliska84 sobre las hernias p o r des C on el o b je to de diferenciar las partes del sistema loca
lizam iento y con la observación de Ellis86, quienes afirm an lizadas e x te rn a m e n te al esófago de las que se alojan en la
que « n o rm a lm e n te los síntomas sólo aparecen en los a d u l pared, se han clasificado las estructuras c o m o intrínsecas
Anatomía quirúrgica
Irrigación arterial
C o m p a r t im e n t o s y e s p a c io s
Las hem orragias mediastínlcas letales procedentes de
El tejido conectivo laxo en el que están inmersos el esó los vasos esofágicos son preocupantes; sin e m b argo, la «li
fa g o y la tráquea está fija d o p o r planos fasciales a n terior y beración roma» del esófago sin to ra co to m ía para el tra ta
posteriorm ente, fo rm a n d o dos espacios potenciales entre m ie n to del c a rcin o m a ha d e m o stra d o ser bastante segu-
el cuello y el tórax. El espacio a n te rio r o pretraqueal (pre- r g 25,27,80,81 |_a escasa p é rdida de sangre d u ra n te la técnica
visceral) está lim ita d o d istalm ente p o r el te jid o fibroso del y la baja p ropensión a las dehiscencias anastom óticas pos
pericardio. El espacio p o ste rio r o prevertebral puede e x toperatorias sugieren que la irrigación esofágica es escasa.
tenderse, sin e m b argo, desde la base del cráneo hasta el N o obstante, el esófago m ovilizado q u irú rg ic a m e n te c o n
diafragma. serva la viabilidad a lo largo de «una distancia considerable»,
El espacio posterior tiene im p o rta n c ia clínica, ya que la c o m o sugieren W illiam s y Spencer Payne, cuando se m a n i
mayoría de las perforaciones instrum entales se p ro ducen pula con cu id a d o 87.
en la fa rln golaringe p o r encim a del esfínter cricofaríngeo.
El consiguiente flu jo de c o n te n id o esofágico co n ta m in a d o Arterias extramurales, extrínsecas
desciende rá p id a m e n te hacia el espacio fascial. La rotura La faringe y el EES están irrigados p o r pequeñas arte
del esófago (síndrom e de Boerhaave) y la dehiscencia de
rias que se orig in a n en las arterias tiroideas superiores.
una anastomosis esofágica en el inte rio r del tórax producen
n o rm a lm e n te un efecto similar al extenderse craneal y cau A r t e r ia s t ir o i d e a s in f e r io r e s : e s ó f a g o c e r v ic a l . El esófa
da lm e n te a través de estos planos. El d ia g n ó stico precoz
g o cervical está irrigado por las dos arterias tiroideas infe
es vital para el paciente, ya que el pro n ó stico de la p e rfo
riores (Fig. 14.20); éstas se o riginan en el tro n c o tirocervi-
ración esofágica sigue siendo m alo y depende c o m p le ta
cal de la arteria subclavia. Las arterias tiroideas inferiores
m e n te del tra ta m ie n to q u irú rg ic o urgente. p ro p o rcio n a n ramas de 2 cm a 3 cm de lo n g itu d d e n o m i
nadas arterias traqueoesofágicas, las cuales se dirig e n cau
dal y m e d ia lm e n te a cada lado del esófago hacia el surco
C o n s t r ic c io n e s
traqueoesofágico. Los vasos de am bos lados están «unidos
Algunas estructuras c o m p rim e n la luz del tu b o , causan por ramas anastomóticas a lo largo de la tráquea»88, y se d i
d o estrecham ientos clínicam ente identificables. La p rim e viden en tres o cuatro ramas traqueales y dos o tres ramas
ra constricción se debe al to n o de los músculos cricofarín- para el esófago. Éstas, a su vez, se subdividen en el te jid o
geos, y se identifica a p ro x im a d a m e n te 15 cm p o r debajo periesofágico, en vasos cuya luz tiene un d iá m e tro inferior
de los incisivos. La segunda, la co m p re s ió n aórtica, está a 500 |^m antes de entrar en la pared esofágica. Las varian
p ro d u c id a p o r el cruce del arco a ó rtic o con el b ro n q u io tes, co m o las ramas esofágicas originadas dire cta m e n te en
principal izquierdo, a 22 cm de los incisivos. El tercer es la arteria subclavia, en la arteria tiroidea superior, en la ar
tre c h a m ie n to no es constante. C ua n d o es p ro m in e n te , se teria tiroidea I M A y en la arteria carótida co m ú n son raras
localiza a 4 4 cm de los incisivos y se debe al efecto tó n ico y bastante insignificantes27,89.
del esfínter esofágico inferior. Las dos constricciones m us
A r t e r ia s t r a q u e o b r o n q u i a l e s y b r o n c o e s o f á g ic a s : es ó
culares se corresponden con los esfínteres esofágicos supe
rior e inferior, y se pueden identifica r m a n o m é tric a m e n te fago El esófago intratorácico recibe su irri
in t r a t o r á c ic o .
en cada e x tre m o del esófago. gación de dos sitios (Fig. 14.20): las arterias tra q u e o b ro n
quiales im p a re s 27,89, q u e se o rig in a n en g ru p o en la
concavidad del arco aórtico27 y pueden ser entre una y cua
V asos y n e r v io s : estructuras de so po r te tro ; y la arteria broncoesofágica. Las arterias tra q u e o b ro n
quiales dan lugar a varias ramas pequeñas para el esófago,
Los vasos y los nervios son estructuras de soporte del que se sub d ivid e n en el te jid o periesofágico en vasos de
esófago4,22. En realidad, no pertenecen al te jid o esofágico, 350 ¡am a 5 0 0 |am de diá m e tro . Con frecuencia, la arteria
pero los cordones vasculares canalizados y los cordones broncoesofágica se o rigina 1 cm a 3 cm p o r debajo del pa
nerviosos macizos nutren, drenan y proporcionan movilidad q u e te vascular de la cara a n te ro la te ra l de la aorta des
e impulsos sensitivos a los c o m p o n e n tes tisulares de la pa ce n d e n te 27. En esta área, que corresponde a la bifurcación
red esofágica. En resumen, estas estructuras m antienen la traqueal, todos los vasos son rectos y cortos (m enores de
fu n c ió n esofágica. 1,5 cm), y fo rm a n una conexión firm e entre la aorta, la trá
596
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago 14
quea y el esófago. Si existe alguna variante, co m o las ramas través de hasta 11 ramas arteriales. La arteria esplénica n u
procedentes de las arterias intercostales89, es insignificante tre prin cip a lm e n te las caras p o s te rio ry lateral izquierda (in-
para la vascularización del esófago h u m a n o . cisura cardíaca) m edia n te una o dos ramas directas o a tra
vés de vasos del fo n d o gástrico, incluyendo conexiones con
A r t e r ia e s o f á g ic a a ó r t ic a p r o p ia : e s ó f a g o in t r a t o r á c i- los vasos gástricos cortos. Las ramas de los dos troncos ar
co. C audalm ente, en la cara a n te rio r de la aorta descen teriales que irrigan el esófago ascienden rectas a lo largo
dente se puede o rig in a r una arteria esofágica propia im p a r de 4 cm a 6 cm p o r el te jido periesofágico a través del hia
(o raram ente, dos) con un d iá m e tro lum in a l de 1 m m a to diafragm ático. A diferentes distancias se originan peque
2 m m , que es un vaso exclusivo para el esófago27,89. C ua n ñas ramas trib u ta ria s con un d iá m e tro in te rn o in fe rio r a
do aparece, este vaso desciende oblicu a m e n te hacia el esó 500 |im antes de que los vasos principales penetren en la
fago por el inte rio r del m ediastino, dividiéndose en las ra pared esofágica27. La arteria frénica inferior izquierda p ro
mas ascendente recurrente y descendente. Ambas ramas porciona una irrigación arterial adicional.
se subdividen en varios vasos periesofágicos con un d iá m e
tro inferior a 5 0 0 |xm. Arterias iníramurales, intrínsecas
Tras haber p e netrado en ambas capas de la pared m us
A r t e r ia s g á s t r ic a iz q u ie r d a y e s p l é n ic a : e s ó f a g o abdo
cular, los pequeños vasos fo rm a n el plexo submucoso. En
m i n a l y c a r d i a s . El esófago abdo m in a l y el cardias están irri
la submucosa, una gran cantidad de pequeños vasos se dis
gados p o r las arterias impares gástrica izquierda27,89 y es
ponen en paralelo con una o rientación lo n g itu d in a l. Con
plénica27. Estas arterias se originan en el tro n co celíaco (Fig.
m enor frecuencia, otros form an vasos circunferenciales90. Por
14.20). La arteria gástrica izquierda irriga p rin cip a lm e n te
debajo del epite lio existen numerosas arteriolas y vénulas.
las caras a nterior y lateral derecha de la pared esofágica a
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Esófago
Conductos ¡ntraepiteliales
M úsculo —
F ig u r a 1 4 .2 1 . Diagram a del
Vena de la adventicia
d r e n a d o v e n o s o del esó fa g o en
el ser h u m a n o no r m a l. [kJ\
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago
Epiglotis
Cartílago tiroides
F igu ra 14 .22 . Plexos venosos faringolaríngeos vistos desde la cara posterior según la representación de Elze y Beck94. El pri
mer plexo profundo (esquematizado en el lado izquierdo de la ilustración) se localiza m edialm ente sobre ¡a cara anterior de la
faringe, recubriendo los músculos ariepiglóticos posteriores, transversales y oblicuos y la superficie posterior dura del cartílago
cricoides (visto desde la cara lum inal de la faringe). El segundo plexo profundo (desplazado tras disecar la pared hacia el lado
derecho de la ilustración) se localiza exactam ente en el lado opuesto de la luz de la faringe, posteriorm ente por debajo del m ú s
culo constrictor inferior y del cricofaríngeo (EES). [e/J
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Esófago
• Paratraqueales.
• Bifurcación tra q u e o b ro n q u ia l.
• Yuxtaesofágicos.
• A ortoesofágicos.
La linfa del esófago a b d o m in a l se vacía en los sigu ie n
tes ganglios linfáticos:
• Gástricos superiores.
• Pericardiales.
• D iafragm áticos inferiores.
En piezas de necropsia sin cáncer, Lie b e rm a n n -M e ffe rt
y cois, y M ayr y Lieberm ann-M effert4,103'107 encontraron so
lam ente algunos ganglios linfáticos pequeños en el medias
tino. Los ganglios linfáticos eran más graneles y más n u m e
rosos a lrededor de la bifurcación traqueal. La mayoría de
ellos contenían partículas negras de carbón. Los autores no
p u d ie ro n d e te rm in a r si estos ganglios drenaban el esófa
g o y /o los p u lm ones ni si realizaban el transporte pro xim a l
o distalm ente. Esta observación coincide con el in fo rm e de
W irth y F ro m m h o ld 108, quienes en co n tra ro n ganglios lin
fáticos m ediastínicos en tan sólo el 5 % de 50 0 linfogram as
normales. En la actualidad, no es posible dem ostrar la exis
tencia de la cadena clásica de ganglios linfáticos que rodea
al esófago, tal y c o m o se describe en los libros de te x to y
ha sido ilustrada p o r N e tte r83.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago
F igu ra 14.24. Linfáticos iniciales (flechas) situados entre el límite inferior de la túnica mucosa y la submucosa en la represen
tación histológica (A) y con microscopía electrónica (B). Corte obtenido de la pared gástrica, au nque tam bién es aplicable al
esófago. MM, muscularis mucosa. [7eJ]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Esófago
Tumor
« If ¡r-- 1'- - [T I
- J a . - Lm UC° Sa
---------na— i Submucosa
"ir
- Colectores linfáticos ■ — Válvula - Adventicia
B
F igura 1 4 .26 . Drenado linfático local en el interior de la pared esofágica. A, Flujo linfático esperado en el individuo sano y en
las neoplasias en estadios iniciales. Las válvulas, presentes incluso en los conductillos, determ inan la dirección del flujo (véase Fig.
14.27). B, El flujo puede invertirse cuando la masa tumoral bloquea las vías linfáticas; cuando aum enta el flujo, la inversión de la
presión puede interferir con la función de las válvulas linfáticas. [1¡3]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago
M Tórax
El nervio laríngeo superior se o rig in a en el tro n c o vagal
en las proxim ida d e s del g a n g lio in fe rio r del nervio vago,
desciende a lo largo de las arterias carótidas y se d ivid e en
una rama laríngea interna y en el nervio laríngeo externo.
Este ú ltim o inerva el m úsculo c ric o tiro id e o y la porción cri-
cofaríngea del co n stricto r inferior de la faringe, que actúa
co m o esfínter esofágico superior. El nervio laríngeo interno,
Esófago term inal que c o n tie n e fibras parasimpáticas y sensitivas, inerva la
mucosa de la laringe p o r encima de las cuerdas vocales ver
daderas y la región de los senos p irifo rm e s31'116118.
Abdomen El NLR se o rig in a en el lado d e re ch o del nervio vago
frente a la arteria subclavia, gira hacia atrás rodeando la ar
teria (Fig. 14 .2 8 ) y asciende en d irección oblicua hasta la
cara lateral derecha de la tráquea y p o ste rio rm e n te a la ar
■ Ganglios linfáticos celíacos teria carótida c o m ú n 31,116-117.
Cisterna del quilo En el lado izquierdo, el NLR se orig in a en el nervio vago
frente al arco aórtico, gira hacia atrás rodeando la aorta p o r
F ig u ra 1 4 .2 7 . Vías linfáticas del esófago. Se muestra ta m detrás del lig a m e n to arterioso, y asciende o b lic u a m e n te
bién cómo, en condiciones normales, la linfa procedente de las hacia la cara izquierda de la tráquea.
áreas situadas por encima de la bifurcación traqueal drena cra C uando am bos NLR ascienden cranealm ente, se a p ro
n ealm ente, y la que procede de zonas por debajo de dicho x im a n al esófago y la tráquea, localizándose con fre cu e n
p un to drena preferiblemente en dirección caudal a través de cia en el surco traqueoesofágico117, y distribuyen un n ú m e
los ganglios linfáticos celíacos. El flujo linfático en la bifurca ro igual de fibras nerviosas para ambas estructuras (Fig.
ción traqueal parece tener una orientación bidireccional. Esta 14.29). Al alcanzar la unión faringoesofágica, ambos NLR
característica es esencial para com prender la potencial disemi se relacionan estrecham ente con el esófago, n o rm a lm e n
nación de los tumores. [Ii5\
te más cerca el izquierdo que el derecho. Cerca del po lo
inferior del tiroides, am bos nervios se relacionan siempre
ín tim a m e n te con la glándula, pasando a m e n u d o entre las
ramas de los vasos tiroideos inferiores (Fig. 14.29). Algunas
raímente a la co lum na vertebral, fo rm a n d o los nervios car- ramas nerviosas se intro d u ce n en el p a rénquim a tiroideo.
d io b ro n q u ia l y esplácnico periesofágico, que se o rig in a n A ambos lados, una rama term inal gruesa única del NLR
en el plexo celíaco. Entremezclado con fibras de los plexos penetra en la laringe justo p o r debajo de la banda m uscu
parasimpáticos cervical y torácico, el sistema nervioso sim lar cricofaríngea (Fig. 14.29). A q u í ambos se dividen en va
pático utiliza el nervio vago para transportar algunas de sus rias ramas para inervar to dos los músculos intrínsecos de
fibras31. la laringe (excepto el cricotiroideo), incluyendo los m úscu
los arite n o id e o s (vocales) y e p ig ló tic o s . En ocasiones, la
Nervios parasimpáticos
rama term inal principal se com unica con el nervio laríngeo
La inervación parasimpática se realiza a través del ner superior107 (véase Fig. 14.1 3).
vio vago, el X par craneal. El vago transporta fibras som á Posteriormente al hilio pulm onar, a la altura de la b ifu r
ticas generales y sensitivas viscerales, m otoras esqueléticas, cación traqueal, los nervios vagos fo rm a n una red de fas
y parasimpáticas hacia el esófago. La fa rin g o la rin g e recibe cículos, los plexos p u lm o n a r y esofágico. El nervio vago iz
la inervación sensitiva somática general y la inervación m o q u ie rd o c o n trib u y e p rin c ip a lm e n te al p le x o esofágico
tora esquelética a través del nervio vago. Los cuerpos ce anterior, y el vago derecho al posterior.
lulares de las neuronas sensitivas c o n trib u ye n a fo rm a r el En el e xtre m o distal del esófago, las fibras se re organi
g a nglio infe rio r del nervio vago (Fig. 14.28). zan en dos troncos que descienden p o r las caras a n te rio r y
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Esófago
D erech o Iz q u ie r d o
da y si los factores de riesgo son aceptables.
Los nervios laríngeos recurrentes tienen un alto riesgo
Anatomía quirúrgica
A s p e c t o s d e in t e r é s c l í n i c o y q u i r ú r g i c o . En un estudio
sobre el tra ta m ie n to de los pacientes con esofagectomía,
Ferguson y cois.119 calcularon los riesgos operatorios. Sus
resultados señalan la im p o rta n cia de la evaluación preope
ratoria de la fu n c ió n cardio p u lm o n a r, de una técnica q u i
rúrgica meticulosa, y de los cuidados respiratorios agresivos. F ig u ra 14.29. Ejemplo de la inervación de la faringolaringe
(1), el esófago cervical (2) y el tiroides (3) en una pieza de n e
Subrayan que el m o d e lo estadístico predictivo preopera
cropsia h u m a n a vista posteriormente desde la cara lateral dere
to rio nunca debe c o n s titu ir el ú n ico criterio de selección
cha. El nervio laríngeo recurrente derecho (4), envía ramas al
de los pacientes, sino que, además, el criterio q u irú rg ic o
ternativam ente para el esófago (2) y la tráquea (6) antes de que
ta m b ié n debe tenerse en cuenta. su rama term inal penetre en la laringe caudal y lateralmente al
M atsubara y cois.120 han in fo rm a d o de que a pesar del músculo cricofaríngeo (7). El tiroides se ha retirado lateralmen
riesgo asociado a la cirugía p u lm o n a r en los pacientes tra te para mostrar la arteria tiroidea inferior (5) que se enm araña
tados ta m bién q u irú rg ica m e n te p o r cáncer del esófago to con el nervio laríngeo recurrente. Obsérvense tam bién las pe
rácico, la combinación de estas dos cirugías no está contrain queñas ramas nerviosas que penetran en la glándula (8, flecha).
604
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago 14
del nervio p o r debajo del arco aórtico, del tra ye cto en el W etscher y cois.128 han in fo rm a d o de que, en los p a
á ngulo traqueal, de la estrecha relación con las estructuras cientes con enferm edad p o r reflujo gastroesofágico, la ci
anatómicas del mediastino posterior, y de la anastomosis mí rugía co n stituye el tra ta m ie n to de elección, ya que el tra
n im a existente e n tre las redes nerviosas esofágica y tra ta m ie n to m é d ic o no c o n tro la el re flu jo ni im p id e la
queal. Afirman que, quizá, las lesiones del nervio puedan ex regurg ita ció n , y tiene un escaso efecto sobre la disfagia.
plicar las com plicaciones respiratorias postoperatorias en M asón y co is.129 a p u n ta ro n que la fu n d u p lic a tu ra de
esta técnica quirúrgica. En los pacientes con carcinoma del Nissen im p id e el a c o rta m ie n to del esfínter a u m e n ta n d o la
esófago torácico, Matsubara y cois.125 re com iendan el ac co m p e te n cia del esfínter esofágico inferior ante la d iste n
ceso cervicotorácico para la disección mesoesofágica total,
sión gástrica progresiva.
in c lu ye n d o los ganglios linfáticos de la región del nervio
Jordán y T h o rn b y 130 observaron que la va g o to m ía de
recurrente.
células parietales ju n to a la fu n d u p lica tu ra de Nissen cons
Baba y cois.126 docum entaron que, de 141 pacientes con
titu y e una técnica segura q u e protege los troncos vagales,
esofagectom ía p o r ca rcinom a, 51 presentaron ronquera
pero que sólo debe realizarse en pacientes con e n fe rm e
p or parálisis de las cuerdas vocales (PCV) al alta hospitala
dad p o r úlcera péptica.
ria. En 21 de estos pacientes (4 1 % ), la PCV se resolvió es
Farrell y cois.131 com pararon la fu n duplicatura de Nissen
p o n tá n e a m e n te en un año, y en cuatro pacientes en dos
(fu n d o p lica tu ra con envoltura a n terior de 360°) con la fu n -
años. M uchos de los que tu v ie ro n PCV persistente m ostra
d o p lica tu ra de T ou p e t (fu n d u p lica tu ra con e n voltura pos
ron d e b ilidad al subir escaleras, con la de g lu ció n , etc.
te rio r de 270°). C o m p ro b a ro n que con la técnica de Nis
Debido a su localización, los nervios vagos se pueden le
sen no se p ro d u jo reflujo hasta la rotura; con la técnica de
sionar también durante la cirugía del esófago. La lesión de los
Toupet, el reflujo apareció con presiones intragástricas m u y
troncos vagales produce disfagia neurogénica y atonía gástri
ca. Se ha demostrado que la vagotom ía troncular completa bajas (< 2 m m Hg), p o r encima de las cuales no apareció re
abóle la función del EEI. Sin embargo, la denervación selecti flu jo hasta la rotura.
va del esófago terminal en los 5 cm a 7 cm proximales a la C a d e n s tá tte ry cois.132 observaron que la fu n d u p lic a tu
unión con el estómago, no afecta al to n o de reposo del EEI ni ra parcial posterior constituía una eficaz barrera antirre flu -
a su competencia. Esta técnica se emplea en la vagotomía de jo en los pacientes con trastornos de la m o tilid a d del cu e r
células parietales en los pacientes con úlcera gastroduodenal34. po del esófago; la disfagia p o s to p e ra to ria d is m in u y ó al
Son m u y abundantes las diferencias de o p in ió n respec m ejorar la fu n c ió n del cue rp o esofágico.
to a las distintas técnicas de tra ta m ie n to q u irú rg ic o del re Pélissier y cois.133 afirm an que la co m b in a c ió n de la he-
flu jo gastroesofágico. A c o n tin u a c ió n se enum e ra n a lg u m ifu n d u p lic a tu ra posterior y la fu n d u p lica tu ra circular c o r
nos ejem plos de los estudios más recientes que ponen de ta con fijación a los pilares es eficaz y mejora la actividad m o
relieve la controversia: tora, im p id ie n d o la aparición de las com plicaciones de la
Perlas clínico-quirúrgicas
Muchos cirujanos se m uestran indecisos respecto a La vagotomía selectiva hace referencia a la denervación
la utilidad y eficacia de las técnicas de vagotom ía. Pare total del estómago conservando la inervación vagal de los
ce que la vagotom ía tro n c u la r com pleta continúa sien otros órganos abdominales. Al separar las ramas nerviosas
do el tipo de vagotomía realizado con mayor frecuencia a pe parasimpáticas del antro es necesaria una técnica de drena
sar del inconveniente que presenta al denervar otras porciones do (com o la piloroplastia). La técnica se realiza en raras oca
del tracto Gl distintas al estómago. Con frecuencia se reali siones.
za form ando parte de un procedimiento de urgencia, y es La vagotom ía proxim al extendida descrita p or Dona-
más sencilla en manos de varios cirujanos. hue127 es una vagotomía de células parietales que incluye
La vagotom ía de células parietales, conocida tam bién también la separación del nervio gastroepiploico en la curva
como vagotomía gástrica proximal, vagotomía proximal se tura mayor. La vagotomía proximal extendida va acompa
lectiva y vagotomía supraselectiva, implica la separación de ñada norm alm ente por una técnica de drenado debido a
las ramas del nervio vago de la mayor parte de la masa de que jun to a la úlcera duodenal aparece con frecuencia una
células parietales. El objetivo consiste en conservar los nervios obstrucción pilórica funcional incluso cuando el endoscopio
del antro, preservando el vaciamiento antral; sin embargo, puede atravesar el píloro. Los efectos secundarios incapaci
puede ser necesaria una técnica de drenado si existe algún tantes de esta técnica son bajos, y se ha docum entado un
tip o de obstrucción pilórica. bajo índice de recurrencia de la úlcera a largo plazo. (RSF jr)
605
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Esófago
técnica de Nissen. Sin em b a rg o , no dism inuye los efectos laparoscópica y la abierta p roducen resultados similares.
secundarios. Karim y cois.140 no e n co n tra ro n diferencias sign ifica ti
H organ y cois.134 concluyeron que las razones p rin c ip a vas en las com plicaciones postoperatorias (o sea, fla tu le n
Anatomía quirúrgica
les del fracaso de las técnicas a n tirre flu jo son el fa llo del cia, disfagia) entre las técnicas de Nissen (tota l) y de Tou-
cierre del pilar y la m alfo rm a ció n de la envoltura. Subraya p e t (parcial) en los pacientes con e n ferm edad por reflujo
ron la im portancia de una técnica quirúrgica apropiada, de gastroesofágico som etidos a reparación laparoscópica.
un cierre m eticuloso, y de una construcción y fijación de C oelho y cois.141 subrayan que, «la transform ación y las
la e n voltura adecuadas. com plicaciones de la fu n d u p lic a tu ra laparoscópica son ba
Spechler y cois.135 advierten que la cirugía antirreflujo en jas y descienden significativam ente con la experiencia del
los pacientes con enferm edad p o r reflujo gastroesofágico cirujano, aunque pueden aparecer com plicaciones graves
(ERGE) no se debe realizar con la esperanza de a b a n d o n a r y letales». Entre estas com plicaciones se encuentran el neu
la m edicación antisecretora. En los pacientes con ERGE y m o to ra x , la hem orragia, la pancreatitis aguda, el absceso
esófago de Barrett, el tra ta m ie n to q u irú rg ico p o r sí solo no intraabdom inal, la perforación esofágica, la sepsis, el shock,
im p id e la aparición del cáncer de esófago. y la o b s tru cció n gástrica secundaria a la herniación de la
Nosotros citam os a Kahrilas136: fu n d u p lica tu ra .
Éstas son las buenas noticias para los pacientes con Eshraghi y cois.142, tras una revisión de las fu n d u p lica -
ERGE. A pesar de la pesada y prolongada sintomatología turas de Nissen realizadas en su práctica individual desde
que produce en la población, la ERGE tiene un índice de enero de 1989 hasta marzo de 1997, co ncluyeron qu e la
m ortalidad notablemente bajo. De hecho, se puede afir fu n d u p lic a tu ra laparoscópica de Nissen es preferible a la
m a r que la m ortalidad p o r ERGE es demasiado baja como técnica abierta para el tra ta m ie n to del reflujo gastroesofá
para verse afectada significativamente por cualquier inter gico.
vención en un ensayo controlado. V elanovich143 e n c o n tró un alivio s in to m á tico y una m e
Otra implicación de la baja tasa de m o rta lid a d p o r jora en la calidad de vida equivalentes entre la cirugía lapa
ERGE es que los resultados de cualquier estrategia preven roscópica y la abierta.
tiva para el adenocarcinoma de esófago serán bajos como Frantzides y Richards144 subrayan que, auna n d o los cri
máximo. Incluso entre los pacientes con esófago de Ba terios estrictos, la experiencia y la estandarización de la téc
rrett, para los que se acepta generalmente la existencia de nica, la fu n d u p lica tu ra laparoscópica de Nissen es segura y
un riesgo mayor, la incidencia anual de adenocarcinoma sus resultados son efectivos para el tra ta m ie n to de los sín
de esófago fue solamente del 0,4%. tom as crónicos en la enferm edad p o r reflujo gastroesofá
gico.
S p iva ky cois.137 afirm an que la laparoscopia p ro p o rc io
W e ts c h e ry cois.145 afirm aron qu e la fu n d u p lic a tu ra la
na una vía ó p tim a de acceso a la u n ió n gastroesofágica.
paroscópica de Toupet (fun d u p lica tu ra parcial posterior) es
Richardson y H u n te r138 han in d ica d o que se o b tie n e n
una técnica antirreflujo más eficaz para los pacientes con pe-
buenos resultados y una baja incidencia de disfagia al incluir
ristaltismo esofágico débil que la fu n d u p lic a tu ra flexible de
la m ovilización del fo n d o gástrico en la fu n d u p lic a tu ra la-
Nissen, ya que ofrece una m e n o r resistencia al vacia m ie n
paroscópica flexib le de Nissen. La m ovilización se realiza
to esofágico y una baja incidencia de disfagia posto p e rato
m e d ia n te la ligadura de los vasos gástricos cortos y de los
ria. C o m e n ta n d o este artículo, Jamieson146 afirm a que la
vasos gástricos posteriores para e xp o n e r la base del pilar
m e jo r intervención para todos los pacientes con en fe rm e
iz q u ie rd o , e lim in a n d o todas las adherencias g a s tro p a n -
dad p o r reflujo gastroesofágico no co m p lica d a es la fun-
creáticas posteriores y m oviliza n d o el peritoneo.
d o p licatura to ta l flexible.
Rantanen y cois.139 han elaborado una relación c o m p a
W eb e r147 recom ienda la fu n d u p lic a tu ra de T o u p e t para
rativa de las complicaciones entre la fu n d u p lica tu ra de Nis
el tra ta m ie n to del reflujo gastroesofágico en los niños.
sen laparoscópica y abierta.
D unn y cois.148 recom iendan la fu n d u p lica tu ra cón an-
En la fu n d u p lic a tu ra laparoscópica:
troplastia c o n c o m ita n te en los niños sintom áticos con re
a. 67% , disfagia tem p o ra l. flu jo gastroesofágico y retraso del vaciam iento gástrico d o
b. 2 0 % , disfagia persistente. cum entados. /
c. 9 7 % , reflujo leve o ausente. Floch y cois.149 co m unican que los fracasos de la cirugía
d. 5 0 % , flatulencia. a ntirreflujo se pueden c o rre g ir m e d ia n te técnicas laparos-
En la fu n d u p lic a tu ra abierta: cópicas antirreflujo.
a. 4 1 % , disfagia te m p o ra l. Ritter y cois.150 han d o c u m e n ta d o excélentes resultados
b. 18% , disfagia persistente. con la técnica de Collis-Belsey en los pacientes con enfer
c. 100 % , reflujo leve o ausente. medad p o r reflujo gastroesofágico avanzada sin disfagia.
d. 6 3 % , flatulencia. Esta técnica, consistente en una gastroplastia para el alar
Los autores de este estudio concluyeron que, excepto para g a m ie n to esofágico seguida por una fu n d u p lic a tu ra par
la disfagia te m p o ra l y para la flatulencia, la fu n d u p lic a tu ra cial, fue menos eficaz en los pacientes con disfagia p re o
606
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago 14
peratoria. Estos autores recom iendan la esofagectom ía en Sin e m b a rg o , O r rin g e r y co is.162 in d ic a n que la eso
los pacientes con disfagia cu a n d o se co m b in a la estenosis fa g ectom ía transhiatal puede realizarse con m a yo r segu
con una pérdida intensa de la m o tilid a d esofágica. ridad y m e n o r m o rb ilid a d que los accesos transtorácicos
Patti y cois.151 indican que las técnicas laparoscópicas tra d icionales en la m ayoría de los pacientes que re quie
a n tirreflujo contro la n la sinto m a to lo g ía de la enferm edad ren una resección esofágica p o r patologías benignas y m a
po r reflujo gastroesofágico m ediante: 1) la reparación de la lignas.
hernia, 2) la reducción del hiato a su ta m a ñ o n orm al, 3) la B u m m y cois.163 c o m p a ra ro n los resultados a co rto y
separación y ligadura de los vasos gástricos cortos, y 4) el largo plazo de la esofagectom ía transhiatal radical (ETR)
em pleo de una envoltura parcial o total anclada al pilar de com bin a d a con linfadenectom ía de dos cam pos con disec
recho o izquierdo. ción m ediastinoscópica del esófago to rácico superior (en-
Richardson y B o w e n 152 de fie n d e n la cirugía esofágica dodisección) con los o b te n id o s en la esofagectomía trans
m ín im a m e n te agresiva en las técnicas an tirre flu jo (fu n d u - hiatal co n v e n c io n a l (ETC) para el c a rcin o m a de esófago
plicatura), en la acalasia (m io to m ía de Heller) y en la her distal. Los autores concluyeron que el adenocarcinom a dis
nia paraesofágica. Los autores afirm an que las técnicas la tal del esófago se puede resecar con seguridad mediante ETR
paroscópicas consiguen resultados equivalentes a la cirugía con linfadenectomía de dos campos y endodisección, y que
abierta. esta técnica p e rm ite la resección radical «en bloque» del
A y e y cois.153 recom iendan la reparación laparoscópica tercio distal del esófago p o rta d o r del tu m o r (in clu ye n d o el
de Hill en los pacientes con m o tilid a d anóm ala asociada m ediastino inferior y la región paracardial). La ETR p ro d u
con reflujo. ce menos com plicaciones cardíacas y una m a yo r supervi
Rydberg y cois.154 plantean la hipótesis de que la ciru vencia global en los pacientes N1 -positivos cuando se c o m
gía antirre flu jo de ajuste — envoltura parcial o tota l basada para retrospectivam ente con la ETC.
en la fu n ció n m otora del esófago— puede evitar la disfagia Gluch y cois.164 com p a ra ro n la esofagectomía transhia
y otros síntomas obstructivos. Sin e m bargo, en su ensayo tal con la técnica de Ivor Lewis e in fo rm a ro n de que n in g u
clínico aleatorio, estos autores d e m ostraron que la disfun na de las dos técnicas era preferible cu a n d o los pacientes
ción m o to ra esofágica no se puede utilizar para diseñar la fueron clasificados para el tip o de tu m o r y el estadio. Los
cirugía a n tirre flu jo en los pacientes con e n fe rm e d a d po r autores co n clu ye ro n , p o r lo ta n to , que la esofagectom ía
reflujo gastroesofágico. transhiatal constituye una alternativa válida a la técnica de
Szwerc y cois.155 y C uret y cois.156 han a firm a d o que, Ivor Lewis.
aunque supone un desafío técnico, la re intervención lapa Parshad y cois.165 señalaron que los adenocarcinom as
roscópica es segura y eficaz en los pacientes con e n fe rm e del esófago distal y de la unión gastroesofágica pueden tra
dad p or reflujo esofágico recurrente som etidos p reviam en tarse m ed ia n te esofagectomía transhiatal o b te n ie n d o una
te a una técnica laparoscópica antirreflujo. paliación aceptable y ta m b ié n la posible curación de la en
Aún c o n tin ú a n las discrepancias sobre el tra ta m ie n to ferm edad en los estadios I y II. Nosotros citam os a Law y
q u irú rg ic o del cáncer de esófago de tip o epitelial y no e pi W o n g 166:
telial. Incluso en el estó m a g o existen distintas fo rm as de
Todavía no se ha demostrado si la aplicación de las te
neoplasia epitelial. Según D rim an y Ridell157, el adenocar
rapias neoadyuvantes puede sustituir a las técnicas qui
cinom a de cardias se diferencia claram ente del adenocar
rúrgicas más radicales para conseguir el control local y eli
cino m a del cu erpo y del a n tro gástricos. Tam bién existe
m inar las metástasis sistémicas. En los tumores localmente
controversia acerca de la técnica «ideal» u ó p tim a de re
avanzados o metastásicos, la quim iorradioterapia p rim a
sección esofágica (transhiatal o transtorácica), y respecto
ria parece una alternativa razonable.
a la ca ntidad de esófago que se debe e x tirp a r en presen
cia de un cáncer de esófago. Existen aún muchas discrepancias sobre el em pleo de la
Chu y cois.158 indican que el acceso transtorácico es pre lin fadenectom ía e xte n d id a ju n to a la esofagectom ía par
ferible al transhiatal para la resección esofágica del carci cial o tota l en los pacientes con carcinom a del esófago to
nom a del tercio inferior del esófago. P o m m ie ry cois.159 han rácico. N ishihira y cois.167 subrayan que la linfadenectom ía
info rm a d o de que la esofagectomía de Ivor Lewis y la trans e xtendida de los ganglios cervicales y mediastínicos supe
hiatal ofrecen índices de supervivencia equivalentes en el tra riores puede evitar la recurrencia y p ro lo n g a r la supervi
ta m ie n to del cáncer de esófago. Anikin y cois.160 aconse vencia tras la resección del carcinom a del esófago torácico.
jan la e so fa g e c to m ía to rá cica to ta l a través del tó ra x En un estudio que co m p a ra b a la esofagectom ía total
izquierdo con una incisión cervical izquierda separada para con la esofagectomía pro xim a l, Fujita y cois.168 indicaron
el carcinom a de esófago. Swanstrom y Hansen161 in d ic a que «la esofagectomía p ro x im a l con o sin laringectom ía y
ron que, a pesar del descon o cim ie n to del papel de la eso con linfadenectom ía cervical o mediastínica alta (o ambas)
fa g ectom ía laparoscópica tota l c o m o técnica curativa en está indicada en los pacientes con cáncer de esófago loca
los procesos malignos del esófago, técnicamente dicho pro lizado en la u nión cervicotorácica, a menos que el tu m o r
c e d im ie n to es factible, aunque tam b ié n difícil. afecte al esófago distal hasta el e xtre m o del arco aórtico y
607
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Esófago
se encuentren metástasis en los ganglios linfáticos distales sustituir el esófago resecado parcial o totalm ente (fig. 14.30).
al arco aórtico preoperatoriam ente». El secreto para una buena m ovilización gástrica consis
Baisi y cois.169 in fo rm a ro n de que la esofagectomía ra te en:
Anatomía quirúrgica
Es t ó m a g o
F ig u r a 14.3 0. La elongación del estómago se puede obtener
En el tratam iento del cáncer de esófago, la mayoría de los mediante un corte lo n g itu d in a l para alargarlo. A, Corte isope-
cirujanos utilizan el estómago o el tu b o gástrico26,80-174,175 para ristáltico. B, Corte retroperistáltico. [ea]
608
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esófago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Esófago
Esofagectomia Hemorragia Punción aórtica, perforación traqueal, per Dehiscencia anastom ótica, m ediastinitis
foración bronquial o peritonitis, estenosis anastomótica, n e
crosis parcial de la curvatura m ayor del
estómago
Esofagogastrectomia Hemorragia Las anteriores y hemorragia esplénica, pan Las anteriores y técnicas inadecuadas para
creatitis, parálisis diafragmática secunda el cáncer por no extirpar los 2/3 proxi-
ria a rotura del nervio frénico, necrosis males del estómago y 10 cm del esófago
parcial o total de los restos gástricos inferior hasta la carina
Interposición de yeyu Hemorragia Infarto del yeyuno o del colon secunda Las anteriores y torsión yeyunal inadver
no, colon, estómago rio a la ligadura venosa, lesión pleural y tida co n pro d u cció n de adh eren cias y
neum otorax, lesión del nervio laríngeo obstrucción
recurrente
Esofagectom ia tran s Hemorragia, Lesión del conducto torácico izquierdo Las anteriores
hiatal quilorrea,
quilotórax
Funduplicatura trans- Hemorragia Lesión pleural y neum otorax, perforación Las anteriores y movilización inadecuada
abdom inal de Nissen esofágica, perforación gástrica, hem orra del esófago abdom inal, la u n ión gastro-
gia esplénica, lesión del nervio vago, le esofágica, y el fondo gástrico, envoltura
sión de la vena hepática izquierda, lesión dem asiado tensa: distensión abdominal,
de la vena cava inferior disfagia, envoltura dem asiado laxa, cie
rre hiatal dem asiado tenso, cierre hiatal
demasiado laxo, sutura inadecuada de la
fun d u p lic atu ra (mal fijada), c o n tin u a
ción del reflujo gastroesofágico o de la
obstrucción, herniación de la fun d up li
catura en el mediastino
Gastropexia Hemorragia Hemorragia esplénica, lesión de la vena Las anteriores y h iato dem asiado tenso,
hepática izquierda-hemorragia ausencia del ligam ento arqueado m edio
Funduplicatura trans Hemorragia Las anteriores y perforación esofágica, le Las anteriores y funduplicatura mal fija
toràcica de Collis y sión del nervio vago, lesiones de la arte da, rotura de la funduplicatura
Nissen ria hepática izquierda recurrente, frénica
inferior, gástrica izquierda, gástricas cor
tas, venas pulm onares inferiores
Fuente: Basada e n d a to s d e O rrin g er MB. C o m p l i c a t i o n s o f esop h ag eal surgery a n d t r a u m a . En: G reen field LJ (ed). C o m p lic a tio n s in Surgery an d
610 T rau m a, 2.a ed. Filadelfia: JB L ip p in c o tt, 1990; c o n au to rizació n .
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Esòfago
F ig u ra 1 4.33. T é cn ic a s p o sib les tras la g a str e cto m ía total. A, T é cn ic a orig in a l e n Y d e R ou x tras un a g a str e cto m ía parcial c o n
g a str o y e y u n o sto m ía (189 7). B, La a n a s to m o sis e n Y d e Roux se p u ed e realizar desp u és de u n a gastrectom ía total situ a n d o la an a s
t o m o s is e so f a g o y e y u n a l por e n c im a o p o r d e b a jo del diafragm a (véase círculo). C, El asa d e R ou x (1 9 0 7 ) es d iferen te de la a n a s
t o m o s is e n Y de R oux y c o n siste e n u n asa d e y e y u n o q u e c o m p le t a la c o n t in u id a d n o r m a l tras u n a g a str e cto m ía total. D, La
a n a s to m o sis de Braun (1 8 9 3 ) es o tro m é t o d o u tiliz a d o para desviar la bilis del e só fa g o inferior. Es m e n o s eficaz q u e la a n a s t o
m o s is e n Y de Roux, ap artan d o la bilis 25 c m del esó fa g o , [ea]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Esófago
612
booksmedicos.org
booksmedicos.org
C A U L O
Estómago
Lee J. Skandalakis; G e ne L. C olborn; Thomas A. W eidm an; A n d re w N. Kingsnorth;
John E. Skandalakis; Panajiotis N. Skandalakis
(...) la cirugía del tubo digestivo constituirá, confío en que para siempre, la columna vertebral de la cirugía general.
M artin Allgówer1
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
Matthis/Croll 1609 Primera gastrotomía: extracción de un cuchillo; realizada por Matthis; docum entad a por Croll
Schwabe/Becker 1635 Schwabe extrajo un cuchillo del estóm ago; d o c u m e n ta d o por Becker
N olleson hijo 1767 Primera gastrorrafia
Gavard (1753-1802) Fue el primero en describir las fibras musculares oblicuas de la pared gástrica
aprox. 1792
Delpech, C ayroche/ 1819 Delpech recom endó la gastrotomía para la extracción de un tenedor del estóm ago de una mujer;
Huard, Imbault-Huart Cayroche realizó la gastrotomía; fue docum entad a por Huard e Imbault-Huart
Lembert 1826 Utilizó suturas discontinuas para la anastomosis intestinal incluyendo todo el espesor de la pared intestinal
Billroth, Gussenbauer, 1874-6 Billroth I - Resección gástrica distal con anastomosis del estóm ago con el duodeno (realizada en perros)
Winiwarter Billroth 11 - Anastom osis del estó m ag o con el y e y u n o a través del m e so c o lo n transverso
Péan 1879 Primera resección gástrica para el tratamiento del cáncer (el paciente falleció al q u in to día)
Kriege 1892 Primer cierre con éxito de una úlcera gástrica perforada
Braun 1893 Describió la y eyu n oy eyu n ostom ía c o m o c o m p lem e n to sistem ático a la gastroyeyunostom ía
Eiselsberg 1895 Separó el estóm ago proximal al cáncer realizando una anastom osis gastroyeyunal (exclusión antral)
Becher 1896 Mostró los límites del estóm ago en una cobaya m ediante contraste c o n p lo m o y rayos X
Mikulicz-Radecki 1897 Inició la resección segmentaria. La indicación para la resección segmentaria fue la úlcera péptica
de la curvatura menor
Fredet 1907 Realizó la m iotom ía extramucosa en una estenosis hipertrófica del píloro
Dufour, Fredet 1908 Realizaron una m iotom ía extramucosa con éxito. Incisión longitudinal y cierre transversal
Halsted 1910 Realizó la sutura y la anastom osis intestinal inclu y en do la capa submucosa, pero sin introducir
la aguja de sutura e n la luz intestinal
Carlson 1912 Registró los m ov im ien tos del estóm ago en animales m ediante un balón introducido a través
de una fístula
Cannon 1912 Dem ostró mediante rayos X que el dolor del hambre se debe a las contracciones del estóm ago
614
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago 15
T a b la 1 5 .1 . Historia de la anatomía y la cirugía del estómago (Continuación.)
Haberer 1919 D o c u m e n tó 2 resecciones gástricas con éx ito en la úlcera péptica perforada
Latarjet 1922-23 Tras com probar la existencia del retraso en el vacia m iento gástrico, añadió la gastroyeyunostom ía
a su vagotom ía
Lewisohn 1925 D o c u m e n tó una incidencia de úlcera del estom a tras la gastroyeyunostom ía para el tratamiento
de la úlcera duodenal del 34%
Odelberg 1927 D o c u m e n tó 20 casos de úlcera péptica perforada tratados m ediante resección gástrica
Judd 1930 Resecó una úlcera duodenal y realizó una piloroplastia transversal
Reichel/Polya Realizaron una anastom osis de toda la abertura del estó m ago separado co n el y e y u n o
(Polya 1876-1944)
M oynihan 1932 Recogió 1.000 casos de gastroduodenostom ía y gastroyeyunostom ía c on una sola m uerte y un 1,8%
de úlceras anastom óticas
Dragstedt 1943 Reintrodujo la vagotomía troncular con gastroyeyunostomía para el tratamiento de la úlcera duodenal
Zollinger, Ellison 1955 Estudiaron los tumores de células de los islotes pancreáticos y las úlceras pépticas en el yey u n o
Harkins (1905-1967) Finne defensor de la vagotom ía con antrectom ía m ediante la técnica Billroth I. D o c u m e n tó
u n índice de recurrencia de tan sólo el 0,5% para la úlcera duodenal.
Skandalakis y cols. 1962 D o cum entaro n 795 casos de tumores del m úscu lo liso del estóm ago
Johnston y Wilkinson 1969 Realizaron la vagotom ía selectiva sin drenado para el tratamiento de la úlcera
Miller 1988 Publicó un excelente libro sobre las bases fisiológicas de la cirugía m oderna
TablaelaboradaporDavidA. McCluskyIIIyJohnE.Skandalakis.
Bibliografía:
Garrison FH. History o f M edicine (4th ed). Philadelphia: WB Saunders, 1960.
George LL, BorodyTJ, Andrews P, Devine M, Moore-Jones D, Walton M, Brandi S. Cure of duodenal ulcer after eradication o f Helicobacter
pylori.Med J Aust 1990;153:145-149.
Hollé F, Andersson S (eds). Vagotomy: Latest Advances. N ew York: Springer-Verlag, 1974.
Johnston D, W ilkinson A. Selective va g o to m y w ith innervated antrum w ith ou t drainage for duodenal ulcer. Br J Surg 1969;56:626.
Schmidt JE. Medical Discoveries: W h o and W h en . Springfield, IL: Charles C. Thomas, 1959.
Skandalakis JE, Gray SW, Shepard D, Bourne GH. S m ooth Muscle Tumors o f the Alimentary Canal: Leiomyom as and Leiomyosarcomas,
a Review of 2525 Cases. Springfield, IL: Charles C. Thomas, 1962.
W angensteen OH, W angensteen SD. The Rise o f Surgery. M inneapolis: University o f M innesota Press, 1978.
Weerts JM, Dallem agne B, Jehaes C, Markiewicz S. Laparoscopic gastric vagotom ies. Ann Chir Gynaecol 1994;83:118-123.
den en co n tra r más inform a ció n en el te x to Embryology for trica inco m p le ta y con un megaesófago. C uando el tra ta
Surgeons de Skandalakis y Gray3. m ie n to m é d ico conservador, co m o la n u trició n parenteral
total o la a lim entación nasogástrica contin u a , no tiene éxi
Microgastria y agastria to, el tra ta m ie n to deberá ser quirú rg ico . Gerbeaux5 ha in
Sólo en los m onstruos inviables existe siempre una au fo rm ado sobre el reservorio yeyunal; y B lanky Chisholm6 so
sencia com pleta del estóm ago. La m icrogastria es una ano bre la gastroyeyunostom ía.
malia co n gènita e xtrem adam ente rara (m enos de 30 casos El cirujano debe tener en cuenta la existencia de otras
docum e n ta do s4) que consiste en la presencia de un peque anomalías asociadas con la m icrogastria y la agastria: los
ño estóm ago tu b u la r que se asocia con una rotación gás defectos cardíacos, la asplenia, el megaesófago, y otras.
615
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Estómago
i
Anatomía quirúrgica
F ig u ra 15.1. Representación esquemática de los cambios en la posición del estómago. A, B, Rotación del estómago a lo lar
go del eje lo n g itu d in a l (vista anterior). C, D, Efecto de la rotación sobre los anclajes peritoneales (corte transversal). [sa5]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
Malposición gástrica
La fo rm a más grave de m alposición gástrica se asocia
con la transposición visceral c o m p le ta (Fig. 15.8H). Se ha
descrito la asociación del vólvu lo gástrico con el bazo flo
tante secundario a la ausencia de conexiones ligamentosas
entre el estóm ago, el bazo y la pared a b d o m in a l posterior9.
C uando aparece un vólvu lo gástrico, se debe recurrir a la
cirugía de urgencia.
Cardias
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Estómago
Anatomía quirúrgica
F ig u ra 15.3. Diagramas de la sección transversal del estómago em brionario d u rante la séptima semana que ilustran las dos
hipótesis sobre la rotación del estómago. A, Hipótesis clásica: el límite dorsal rota hacia la izquierda, convirtiéndose en la cur
vatura mayor. B, Hipótesis de Dankmeijer y Miete352. El lado izquierdo se convierte en la curvatura mayor com o resultado ú n i
cam ente del crecimiento. No se produce la rotación.
Estómago
,a semana
(16 mm)
8a semana
(19 mm)
B
F ig u ra 15 .7. A, Patrón de aparición de las criptas gástricas se
F ig u r a 15 .5. Colocación de la m an o izquierda sobre el in gún las semanas de desarrollo embrionario. B, Patrón de m adu
testino anterior embrionario (origen de la dilatación gástrica).. ración del epitelio de la superficie gástrica según la semana de
[sk3] desarrollo embrionario. [sa6]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
Edad Sexo
prenatal Presentación p rincip alm en te
Anom alía al com ienzo in ic ia l afectado Frecuencia Com entarios
Fuente: Skandalakis JE, Gray SW (eds). Embryology for Surgeons, 2.a ed. Baltimore: Williams & Wilkins, 1994; con autorización.
transverso. La separación de estas dos estructuras sin pre da, el riñón izquierdo y el lig a m e n to falcifo rm e . Además,
caución puede com pro m e te r la irrigación del colon transver otros órganos co m o el páncreas (Tabla 15.3) son responsa
so al seccionar la arteria cólica media. O tro ejem plo de p o bles de la invasión directa y de la disem inación linfática en
sible riesgo viene dado p o r la lesión del bazo d e bida a la el estóm ago, así co m o en otras estructuras anatómicas.
avulsión de su cápsula durante la cirugía gástrica. En nuestra o p in ió n , la afectación esofágica y duodenal
M a in g o t13 estudió la invasión directa del cáncer gástrico en el cáncer gástrico es un hecho establecido, po r lo que
en los órganos vecinos. Los órganos afectados con m ayor se debe actuar ta m b ié n sobre el esófago distal y el d u o d e
frecuencia son el colon, el páncreas, el hígado, la vesícula no p roxim al (Fig. 15.9). En 1967 P aram anandhan1'' in fo r
biliar, el bazo, el d u o d e n o y el yeyuno proxim al. Los a u to m ó de que las lesiones gástricas pueden invadir el d u o d e
res de este capítulo han observado la invasión directa del no po r extensión directa, p o r disem inación linfática, o por
hem id ia fra g m a izquierdo, la glándula suprarrenal izquier ambas vías. Nosotros co incidim os con este autor.
620
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
L i g a m e n t o h e p a t o g á s t r i c o ( E p i p l ó n m e n o r ) . El lig a m e n
Es t ó m a g o y p e r it o n e o
to hepatogástrico constituye la parte p ro xim a l del e p ip ló n
El estó m a g o se e ncuentra c o m p le ta m e n te re cu b ie rto menor. Se extie n d e desde el hilio hepático hasta la curva
p or el p eritoneo, excepto en dos pequeñas áreas situadas tura m e n o r del estóm ago, y se d irig e hacia arriba, fo rm a n
en la superficie posterior del cardias y en la m ita d proxim a l d o el m e senterio ventral del esófago a b d o m in a l. El lig a
de la prim era porción del d u o d e n o . Si se desea una m a yo r m e n to contie n e h a b itu a lm e n te a la arteria y vena gástricas
e xa ctitud anatóm ica, téngase en cuenta que las curvaturas izquierdas, la división hepática del tro n c o vagal anterior,
m a yor y m e n o r del estóm ago no están recubiertas p o r pe las divisiones gástricas a n te rio r y p o ste rio r de los troncos
ritoneo; esta característica se puede observar d u rante la va- vagales (nervios de Latarjet), y ganglios y vasos linfáticos.
g o to m ía supraselectiva en la curvatura m e n o r y d u ra n te la Además, en el 2 5 % de los ind ividuos, se puede enco n tra r
ligadura de los vasos gástricos cortos en la esplenectomía. una arteria hepática izquierda aberrante en la parte p ro x i
Las dos capas del perito n e o están presentes p o r delante y mal del lig a m e n to hepatogástrico. Distalm ente, y a la d e
por detrás de los vasos. recha, el lig a m e n to h e p a to g á strico co n tie n e ramas de la
arteria y vena gástricas derechas. En esta región se encuen
Reflexiones peritoneales tran ta m b ié n la arteria hepática c o m ú n y la vena porta; se
o rig in a n v e n tra lm e n te para situarse a co n tin u a c ió n en el
Derivadas del mesenterio ventral
seg m e n to hepa to d u o d e n a l del e p ip ló n m enor.
Sólo la porción craneal del m esenterio ventral e m b rio
nario persiste en el adulto. La parte anterior de este mesen L i g a m e n t o h e p a t o d u o d e n a l . El lig a m e n to h e p a to d u o d e
te rio está representada p o r el lig a m e n to fa lc ifo rm e (Fig. nal constituye la parte derecha del e p ip ló n menor, y se e x
15.10), situado entre el hígado y la pared a b d o m in a l a n te tie n d e desde el hígado hasta los prim eros 2,5 cm del d u o
rior. La parte posterior del mesenterio ventral da lugar a los deno. Su b o rd e libre contiene la tríada hepática, form ada
mesenterios hepatogástrico y hepatoduodenal, que fo rm a n p o r la arteria hepática propia, la vena p o rta y los c o n d u c
el e p ip ló n menor. tos biliares extrahepáticos, además de p o r el plexo h e p á ti
co y los ganglios linfáticos. Por de fin ició n , la arteria hepá
L i g a m e n t o s f a l c i f o r m e y c o r o n a r i o . El lig a m e n to falci
tica p ropia es la porción de la arteria distal al origen de la
fo rm e, un resto del mesenterio ventral em brio n a rio , se ex
arteria gastroduodenal. Una arteria hepática derecha abe
tie n d e desde la pared a b d o m in a l hasta el d ia fra g m a y la
rrante, que se o rig in a con m a y o r frecuencia en la arteria
superficie a n te rio r del hígado. Por el borde libre del liga
m esentérica supe rio r (1 8 % al 2 0 % ) 15-16, puede ascender
m e n to corre el lig a m e n to re d o n d o (la vena u m b ilica l iz
hacia el hígado p or la cara p ro fu n d a o posterior de las es
quierda obliterada).
tructuras situadas en el lig a m e n to hepato d u o d e n a l.
Las hojas del ligam ento fa lciform e se separan al llegar al
W eiglein17 estudió la topografía arterial del epiplón m e
hígado, fo rm a n d o las capas anterior, superior y posterior
nor en 1 38 cadáveres. Sólo el 9 % mostraron una anatomía
(inferior) del lig a m e n to coronario. Lateralmente, estas ca
«normal»; el resto presentó una o más de las siguientes va
pas se reúnen para fo rm a r los ligam entos triangulares de
riantes (Figs. 15.11,15.12 y 15.13, y Tablas 15.4,15.5 y 15.6):
recho e izquierdo. A la izquierda, las capas a n te rio r y pos
te rio r del ligam ento coronario están casi superpuestas hasta • Arterias hepáticas aberrantes, 37% .
alcanzar el esófago abdom inal. A la derecha, las capas se se • Arteria en el margen del ligam ento hepatoduodenal, 19%.
paran a m edida que se a p ro xim a n a la vena cava inferior. • A rteria hepática derecha cruzando la vena porta poste
Esta a m plia separación es una característica del « lig a m e n riorm ente, 4% .
to c o ro n a rio derecho». • A rteria hepática derecha p e n e tra n d o en el triá n g u lo de
En realidad, los denom inados ligamentos coronarios de C alot anterio rm e n te , 2 9 % .
recho e izquierdo no existen co m o estructuras separadas, • Arteria hepática derecha p e n e tra n d o en el triá n g u lo de
pero, con propósitos descriptivos, es co n veniente para el Calot posteriorm ente, 7%.
cirujano em plear estos térm inos para designar las porciones • Arteria gástrica izquierda accesoria con origen en la arte
derecha e izquierda del liga m e n to coronario. Desde el p u n ria hepática izquierda, 2% .
to de vista q u irúrgico, la consideración del lig a m e n to tria n
g u la r izqu ie rd o y el lig a m e n to coro n a rio izqu ie rd o c o m o Derivadas del mesenterio dorsal
una un id a d está justificada a n a tó m ica m e n te para la e x p o El m esenterio dorsal p rim itiv o da origen a tres estruc
sición de la unión gastroesofágica. El cirujano debe tener la turas en la parte superior del a b d o m e n (Fig. 15.10): el liga
precaución de evitar la vena hepática izquierda, que se si m e n to gastrocólico (no se muestra), el lig a m e n to gastroes-
túa en la parte superior de la cisura segmentaria izquierda. plénico y el lig a m e n to gastrofrénico.
(Nuestra recom endación es la siguiente: Después de cor O casionalm ente, en el q u iró fa n o y en el laboratorio de
ta r el lig a m e n to tria n g u la r izquierdo y la m ita d lateral del anatom ía patológica -espe cia lm e n te en cadáveres recien
lig a m e n to coronario izquierdo, se debe realizar el a b o rd a te s- uno de los autores de este ca pítulo (JES) ha observado
je de la u n ió n gastroesofágica m ediante disección d igital.) varios pliegues peritoneales inconstantes o anómalos (de-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Estómago
Defectos esofágicos y
diafragmáticos (véanse capítulos
Anatomía quirúrgica
Divertículos
Defectos de la pared
Páncreas heterotópico muscular, duplicaciones B
F ig u r a 15.8 . A, Localización principal de las anom alías congénitas del estómago. B, Los cinco tipos de atresia gástrica, (a),
Atresia mem branosa; (b), M em brana perforada (estenosis); (c), Atresia lum inal con conducto endodérm ico microscópico; (d),
Atresia sólida completa; (e), Atresia com pleta con interrupción. C, Las dos explicaciones de la atresia gástrica, (a), Revestimien
to endodérm ico superfluo. El deslizamiento caudal del endoderm o forma u n pliegue circular; este pliegue puede o n o tener un a
abertura central. (b); Atenuación del endoderm o. La proliferación del en d od erm o no se m an tien e al m ismo ritm o que la elo n
gación del intestino anterior. Aparece la atresia e incluso la interrupción completa. D, Piloromiotom ía de Ram m stedt para la
estenosis pilórica del lactante. [sk3]
622
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago 15
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Estómago
Anatomía quirúrgica
J
F ig u r a 1 5 .8 (C o n tin u a c ió n .) J, D istrib u ció n del tejido
pancreático heterotópico en el estómago. K, Localización de la
mucosa gástrica heterotópica en otros órganos. El grosor de
las flechas indica la frecuencia. [sk3], [pa2], [rhj, [pa3]
Estómago
Diafragma
> - Bazo/Páncreas
Mesocolon transverso
Epiplón mayor
Intestino delgado
M ichels15 dem ostró que sólo la hoja a nterior del mesen- En la parte infe rio r del lig a m e n to gastrofrénico se en
terio dorsal queda com p le ta m e n te libre para fo rm a r el liga cuentran las arterias y venas gástricas cortas y los ganglios
m e n to gastroesplénlco. La hoja posterior no alcanza la unión linfáticos. La parte superior es avascular.
gastroesofágica, por lo que existe una pequeña «zona des
nuda» en la pared posterior del estóm ago. El área desnu Ligamento frenoesofágico
da se localiza sobre la crura izquierda del diafragm a, sien El esófago se encuentra fijado al diafragm a a la altura
d o fácil separarla de éste m e d ia n te el d e d o índice. La del hiato p o r un cierre «herm ético» fuerte y flexible c o n o
glándula suprarrenal izquierda y la arteria y vena gástricas cido c o m o lig a m e n to frenoesofágico (Fig. 15.15). La ple u
Izquierdas se localizan ju n to a esta zona. ra y el p e rito n e o garantizan que el cierre sea «hermético»,
En el In terior del lig a m e n to gastroesplénico se e ncuen mientras que las fibras de te jid o conectivo colágenas y elás
tran: ticas p ro p o rcio n a n la fuerza y la flexibilidad.
Las fibras se o rig in a n en la fascia e n d o a b d o m in a l del
• En la parte superior: Las arterias y venas gástricas cortas
diafragm a, atraviesan el hiato y se insertan en la adventicia
y los ganglios linfáticos.
y en el te jid o co n ectivo intram uscular del esófago 1 cm o
• En la parte inferior: La arteria y la vena gastroepiploicas iz
2 cm por encim a del h ia to 18-19. La segunda hoja de la fas
quierdas, las ramas terminales de la arteria esplénica y los
cia se pliega hacia abajo, insertándose en la adventicia del
ganglios linfáticos.
esófago a b d o m in a l y del estóm ago. Un c o m p o n e n te m u
L ig am ento g a s t r o f r é n ic o . El lig a m e n to g a s tro fré n ico cho más débil e inconstante se origina en la fascia e n d o to -
(Fig. 15.10) co ntinúa con el ligam ento hepatogástrico a la rácica y asciende para unirse con las fibras de la fascia e n
Izquierda, o, quizá frente al esófago. Presenta un área avas- d o a b d o m in a l20'21. Estas fibras p e rm ite n un m o v im ie n to
cular a través de la que se puede in tro d u c ir el d e d o con se esofágico vertical de a p ro x im a d a m e n te 2 c m 22.
gurid a d y se puede colocar un drenado de Penrose alrede El lig a m e n to frenoesofágico se aprecia m e jo r en los lac
d o r del cardias para traccionar del esófago hacia abajo. Se tantes y niños pequeños. Con la edad, la fijación del esófa
trata de una m aniobra útil en las vagotom ías. g o en el hiato es menos firm e, el lig a m e n to pierde su ten-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Estómago
Lig. falciform e
Lig. esplenorrenal
Lig. hepatogástrico
(epiplón menor)
Epiplón mayor
Estómago 15
F ig u r a 1 5 .1 1 . Variantes arteriales en el
epiplón menor. A, Patrón norm al. B, Arte
ria hepática derecha aberrante (tipo reem
plazante). C, Arteria hepática derecha abe
rrante (tipo accesorio). D, Arteria hepática
derecha aberrante (anastomosis con la arte
ria hepática com ún/izquierda). E, Arteria
hepática derecha a la derecha del conduc
to biliar. F, Arteria cística a la derecha del
conducto biliar. G, Arteria hepática dere
cha con origen en la arteria gastroduode
nal a la derecha del c o n d u c to biliar. H,
Arteria hepática derecha cruzando poste
riormente la vena porta. I, Arteria hepática
izquierda aberrante (tip o reemplazante):
tronco hepatoesplénico y arteria gástrica iz
quierda aislada. J, Arteria hepática izquier
da aberrante (tipo accesorio). K, Arterias he
páticas derecha e izquierda aberrantes:
tro n co gastroesplénico y arteria hepática
con origen en la arteria mesentérica supe
rior. L, Triple vascularización: arteria hepá
tica izquierda aberrante, arteria hepática de
recha aberrante y arteria hepática propia.
M, Arteria gástrica izquierda accesoria con
origen en la arteria hepática izquierda. N,
Triángulo de Calot: arteria hepática dere
cha dorsal al conducto hepático (64%). O,
Triángulo de Calot: arteria hepática dere
cha v e n tra l al con d u cto h e pático (29%).
[we3]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Estómago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago 15
ra angular y el surco interm edio. La unión gastroesofágica,
Variantes de la arteria hepática
T a b la 1 5 .6 . las curvaturas m ayor y m e n o r del estómago, y la unión gas
derecha en el triángulo de Calot troduodenal -ju n to a la vena prepilórica de Mayo com o p u n
to de referencia adicional si está presente- son los únicos pun
tos de referencia visibles. Por lo tanto, con fines prácticos, no
64% existen referencias externas claras que ayuden al cirujano o
al an a to m o p ató lo g o a definir con exactitud las subdivisiones
funcionales del estóm ago. De esta form a, concidim os con
29% G riffith26 en que son necesarios más estudios histológicos y
fisiológicos para delim itar las diferentes partes del estómago.
M o r f o l o g ía del e s t ó m a g o
POST ■ an t ■ i NUNCA
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
Mucosa
esofágica
Lig. frenoesofágico
(epitelio
escamoso
estratificado)
Pleura
Fascia endotorácica
Fascia
endoabdominal
Epitelio
Peritoneo de la unión
(columnar) F ig u ra 15 .15. Corte coronal a través
de la u n ió n gastroesofágica y del hiato
esofágico del diafragma. [sl<4]
Muscular
Los fisiólogos y los gastroenterólogos diferencian el estó Desde la perspectiva de los cirujanos, el estó m a g o fo r
m ago endocrino y el exocrino, considerando que el órgano ma parte de dos sistemas orgánicos casi separados, cada
está fo rm a d o p or dos unidades, una proxim al y otra distal: uno de ellos con su anatom ía p a to lógica y su acceso q u i
rú rg ic o propios. El p rim e r sistema se conoce c o m o « uni
• Estómago proxim al. El estóm ago proxim al (fo n d o y cuer
dad gástrica p ro xim a l» (Fig. 15.19), y c o n tie n e el estóm a
p o) (Fig. 1 5 .1 8 A ) recibe y almacena te m p o ra lm e n te el
g o p ro x im a l, el e sófago distal y el h ia to e s o fá g ic o del
c o n te n id o gástrico. En él se localizan las células parieta
diafragm a. El segu n d o sistema es la «unidad gástrica dis
les (Fig. 15.18B) que secretan ácido y factores intrínse
tal» (Fig. 15.20), e incluye el antro gástrico y el píloro, ju n
cos, así c o m o las células que pro d u ce n el pepsinógeno I.
to con la prim era p o rción del d u o d e n o .
• Estómago distal. El estóm ago distal (antro y píloro) (Fig.
15.18A) mezcla e impulsa el c o n te n id o gástrico. C on tie
ne tam bién la región de las glándulas pilórlcas que p ro Unidad quirúrgica gástrica proximal
ducen las hormonas gastrina y somatostatina (Fig. 15.18C). C o m o se ha observado anteriorm ente, la u nidad gástri
Chang y cois.27 han in fo rm a d o de que el estóm ago dis ca proxim al (Fig. 15.19) está constituida p o r el esófago dis
tal y el píloro ejercen p ro b a b le m e n te un im p o rta n te m eca tal, el hiato esofágico y el estóm ago p ro xim al. El esófago se
nism o in h ib ito rio sobre la regulación del m o v im ie n to gas une con el estóm ago en el ab d o m e n , justo p o r debajo del
tro in te s tin a l; no o b s e rv a ro n que el p é p tid o in te s tin a l diafragm a. La lo n g itu d del esófago a b d o m in a l varía entre
vasoactivo fuese el m e d ia d o r principal en la m otilid a d . 0,5 cm y 2,5 c m 3031. A llison32 ha señalado que, si conside
En relación a la concentración m áxim a de células parie ramos el nivel más bajo de las fibras del te jid o con e ctivo
tales que existe en el cuerpo del estóm ago (Fig. 15 .1 8B), la que fijan el esófago al diafragm a el lím ite in fe rio r del m e
co n centración de estas células en el fo n d o es a p ro xim a d a diastino, té cnicam ente no existirá el esófago «abdom inal».
m ente la m ita d , y a lo largo de la curvatura menor, de las A pesar de esta afirm ación, el cirujano tiene acceso a una
tres cuartas partes28. Ambas unidades -p r o x im a l y distal— lo n g itu d apreclable del esófago p o r debajo del diafragm a.
p ro d u ce n p e p sin ó g e n o II y bica rb o n a to . Debas29 afirm a: El esófago a b d o m in a l se localiza a la altura de la u n d é
«En realidad, to d o el estóm ago funcio n a c o m o un órgano cima o duo d é cim a vértebra dorsal, más abajo quizá en los
ta n to e n d o crin o c o m o exocrino». individuos altos de h á bito asténico, y más arriba en los in
Los a n a to m o p a tó lo g o s identifican tres subdivisiones en dividuos de estatura baja31. Sus relaciones con las estru ctu
el estóm ago: el fo n d o , el cuerpo y el antro. Éstas co n s titu ras vecinas son las siguientes:
yen la base de las descripciones en la anatom ía patológica • A nterior: Con la superficie posterior del ló b u lo hepático
m acroscópica localizada. izquierdo.
Los radiólogos, con fines prácticos, localizan la unión • Posterior: Con el pilar derecho del diafragma y con la aorta.
gastroesofágica justo «debajo de la unión», y d e n o m in a n a • Derecha: Con el ló b u lo caudado del hígado (de Spiegel).
la prim era p o rción del d u o d e n o b u lb o duodenal. • Izquierda: Con el fo n d o gástrico.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
Bolsa epiploica
Hígado
Epiplón menor
4 capas
4 capas
Epiplón mayor
F igu ra 1 5.16 . Formación del epiplón mayor. A, Después de la rotación del estómago y de la form ación de la transcavidad de
los epiplones. B, Primera fusión entre la pared posterior de la bolsa epiploica y el colon transverso y mesocolon. C-D, Segunda
fusión y anclaje de las paredes anterior y posterior de la transcavidad de los epiplones para formar el epiplón del adulto. E, estó
mago; P, páncreas; C, colon.
La unión histológica entre el esófago y el estóm ago está aparecer islotes de e p itelio c o lu m n a r gástrico a cualquier
dete rm in a d a p or un lím ite irregular entre el epitelio esca nivel del esófago34. Estos parches heterotópicos no son pa
m oso e s tra tific a d o y el e p ite lio c o lu m n a r s im p le (F ig . tológicos.
1 5 .1 5 )33. N o coincide con la unión externa. En el cadáver, En el paciente vivo, la identificación de la línea de tra n
esta un ió n epitelial se sitúa 1 cm p o r encim a de la unión sición entre el esófago y el estóm ago es más co m plicada
externa m acroscópica19. Por encima de este límite, pueden que en el cadáver. El tejid o subm ucoso es tan laxo que la
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
mucosa se desplaza lib re m e n te sobre la m uscular subya Se ha planteado la hipótesis de que la presencia de m u
cente, p ro tru y e n d o en pliegues en el in te rio r del estóm a cosa cardial en la unión gastroesofágica representa una ma
g o con cada d e g lu c ió n 20. Incluso en reposo, el nivel de la nifestación histológica precoz del reflujo gastroesofágico37.
Anatomía quirúrgica
Gastroepiploica izquierda
Epiploica izquierda
Arteria pancreática
Gastroepiploica derecha
Epiploica derecha
Arco de Barkow
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
Incisura cardíaca
Orificio cardíaco
Unión gastroesofágica
Canal gástrico
Incisura angular
Píloro
Surco intermedio
A A ntro pilórico B
i
/
F igura 15.18. Representaciones morfológica y fisiológica del
estómago. A, Tres líneas imaginarias subdividen el estómago.
La prim era separa el fondo del cuerpo, la segunda separa el
cuerpo del antro pilórico, y la tercera el antro pilórico del con
ducto pilórico. B, Distribución de las células parietales (secre
toras de ácido) en las diferentes áreas del estómago, relaciona
das e n tre sí. Los po rcentajes in d ican que la m áxim a
concentración de células se localiza en el cuerpo; en el fondo
la concentración es aproxim adam ente la m itad que en el cuer
po, y a lo largo de la curvatura menor, alcanza las tres cuartas
partes. C, Área en la cual se produce la gastrina por las glán
dulas pilóricas; y áreas en las que se produce el m oco (cardias,
píloro y duodeno proximal). En el duodeno proximal el moco
es secretado por las glándulas de Brunner. [be2]
candial no debe s o p o rta r el peso del c o n te n id o gástrico, culatura gástrica oblicua en cabestrillo es la más respalda
po r lo que no es necesario que sea tan p o te n te c o m o el es da. Jackson41 propuso el té rm in o «espiral constrictora» para
fín te r pilórico. la organización m uscular a la altura de la u n ió n gastroeso
Existen diferentes estructuras responsables del cierre del fágica.
cardias que im piden el reflujo desde el estóm ago al esófago: In d e p e n d ie n te m e n te del m ecan ism o im p lic a d o en el
cierre del cardias, el esfínter esofágico inferior, cuya presión
• El á n g u lo de His, a cuyo nivel el esófago c o n tin ú a con el
n orm al varía entre 1 4 ,5-34 m m H g42,43, o p o n e resistencia
estóm ago.
al reflujo esofágico. No todos los pacientes con hernia de
• La acción de abrazadera del diafragm a.
hiato presentan reflujo; el esfínter puede fu n c io n a r satisfac
• El ta p ó n de la mucosa esofágica laxa (roseta mucosa).
to ria m e n te en el tórax. Y a la inversa, en algunos pacientes,
• La m e m brana frenoesofágica.
el reflujo esofágico puede aparecer sin evidencia de hernia
• El cabestrillo de fibras oblicuas de la musculatura gástrica.
de hiato. Fisher44 considera que la presión del esfínter eso
Se puede e n c o n tra r in fo rm a c ió n adicional sobre estas fágico infe rio r es el fa c to r principal para im p e d ir el reflujo
estructuras en el artículo de M ann y cois.40 A lgunas de es en el paciente no inte rve n id o q u irú rg ica m e n te . Tras la her-
tas estructuras o todas ellas desempeñan a lgún papel en el niorrafia hiatal, otros factores c o n trib u ye n a la c o m p e te n
cierre del cardias, aunque la im portancia atribuida a la mus cia del cardias (véase Cap. 14, dedicado al esófago).
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
Antro gástrico
En el estóm ago abierto, el antro se distin g u e fá c ilm e n
te del cuerpo gástrico p o r su mucosa, que es más aplana
da y sin rugosidades. El antro (Fig. 15.18A ) com ienza dis
tal m e n te a la te rm in a c ió n del canal gástrico45. Tam bién se
d ife re n c ia h is to ló g ic a m e n te , ya que no presenta células
principales ni parietales (p roductoras de ácido).
El b o rd e del a n tro es irregular, a u n q u e bien d e fin id o .
E xternam ente, el antro es difícil de delim itar. El lím ite a la
altura de la curvatura m e n o r se sitúa n o rm a lm e n te en la in-
F igura 15.19. Unidad quirúrgica gástrica proximal (área som
cisura angular, y suele aparecer en las ilustraciones de los tex
breada). [sk4]
tos, a unque en el q u iró fa n o es inconstante y con fre cu e n
cia no se llega a apreciar. C oincidim os con G riffith 25 en que
«en el q u iró fa n o este lím ite no se identifica o sólo se reco
noce vagam ente».
Si el cirujano no se dispone a realizar una gastrotom ía
Relaciones de la unidad quirúrgica gástrica para localizar el lím ite antral, puede re currir a la «pata de
proximal (Fig. 15.21) ganso» del tro n c o vagal descendente a n te rio r c o m o p u n
• La unidad quirúrgica gástrica proxim al se relaciona con las to de referencia (véase más adelante «División gástrica an
curvaturas m a y o r y m enor, con la parte s u p e rio r de la terior» en el apartado «Inervación gástrica»). El a n tro sue
transcavidad de los epiplones (bolsa epiploica), y con la le iniciarse 3 cm o 4 cm p o r encim a de la «pata de ganso»,
unió n gastroesofágica (G-E). a p ro x im a d a m e n te 8 cm o 10 cm p ro x im a l al p ílo ro . No
• La curvatura m e n o r del cuerpo gástrico, la unión G-E y el existe n in g u n a referencia válida en la curvatura mayor. En
esófago a b d o m in a l se encuentran fijados con su co n te la mayoría de los casos el lím ite se e xtiende desde un p u n
nid o p o r el lig a m e n to hepatogástrico. to situado en la curvatura menor, a dos q u intas partes de
• La curvatura m a yo r se fija a la parte superior del epiplón la distancia entre el píloro y el esófago, hasta o tro p u n to
m ayor y a los distintos ligamentos esplénicos relacionados. situado en la curvatura mayor, a una octava parte de la dis
Los co m p o n e n tes anatóm icos de la unió n G-E se pueden tancia entre el píloro y el esófago.
e n c o n tra r en el capítulo d edicado al esófago.
Re c o r d a r :
• Las relaciones anteriores y posteriores sufren bastantes
variaciones.
• La relación más im p o rta n te de la unidad gástrica proximal
tiene lugar con la arteria gástrica izquierda, que debe li
garse en su origen, incluyendo los ganglios linfáticos aso
ciados con ella, y con el tro n c o celíaco.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
• Relaciones posteriores:
- Con el suelo de la transcavidad de los epiplones.
Piloro - Con el mesocolon transverso.
El p iloro (Fig. 1 5 .1 8A) es una región del estóm ago que - Con la cabeza y el cuello del páncreas.
se conoce ta m b ié n c o m o co n d u cto pilórico, anillo pilórico - Con la aorta y el tro n c o celíaco y sus ramas.
o válvula pilórica. Proxim alm ente, se fusiona con el antro - Con los ganglios y el plexo celíacos.
gástrico sin un lím ite externo d e finido; distalm ente, te rm i - Con la tríada hepática.
na de fo rm a abru p ta en la delgada pared del d u o d e n o . En - Con la arteria gastroduodenal.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
Muscular
La e s tru ctu ra y la o rg a n iz a c ió n de la capa m u s c u la r
Anatomía quirúrgica
La pared gástrica está fo rm a d a p o r la serosa, la m uscu [E]n los adultos sometidos a pilorom iotom ía p o r una
lar, la submucosa y la mucosa. estenosis hipertrófica del píloro durante la lactancia, los
patrones de la m otilidad pilórica son anómalos; el tono del
Serosa píloro es más elevado, mientras que el número y la a m pli
tu d de las ondas de presión fásicas del píloro son meno-
La serosa está constituida p o r el peritoneo, una delga res(...) el estómago tiene la capacidad de compensar las
da capa de te jid o conectivo laxo situada p o r debajo de la variaciones en la m otilidad pilórica, m inim izando los efec
capa de m esotelio escamoso simple. tos sobre el vaciamiento gástrico.
636
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
recurrencia se re d u c irá n lo su ficie n te c o m o para c o n s i entre la p rim era y la segunda p o rción del d u o d e n o , o es
d erar a la v a g o to m ía gástrica p ro x im a l e x te n d id a la té c in m e d ia ta m e n te distal a la porción del d u o d e n o recubier
nica ideal. ta c o m p le ta m e n te p o r peritoneo? Recuérdese que la p ri
En la actualidad, el tra ta m ie n to de la úlcera duodenal mera p o rción del d u o d e n o está recubierta p o r peritoneo,
es conservador, y consiste inicialmente en la erradicación de y que la segunda se localiza re tro p e rito n e a lm e n te . En otras
H. pyloríy en la supresión o reducción del ácido gástrico. So palabras, ¿el d ia g n ó stico de «m oteado» que realiza el ra
lam ente se considera la cirugía ante el fracaso de las m e d i d ió lo g o es bulbar, posbulbar, o duodenal? ¿Constituye el
das conservadoras. Son necesarios más estudios fisio ló g i b u lb o d u odenal la prim era porción del d u o d e n o ? Y, si es
cos y más estu d io s q u irú rg ic o s aleato rio s para q u e los así, ¿dónde se localiza el «m oteado»? ¿Representa d ic h o
investigadores del nervio vago y sus ramas evalúen las té c « m ote a d o » la presencia de una úlcera c u a n d o realm ente
nicas actuales con un m ayor c o n o c im ie n to . es una colección «norm al» de bario entre las rugosidades
En la Figura 15.23 se muestra el a lg o ritm o propuesto del ápex del b ulbo? Se desconoce. Nos sentim os confusos
p o r D onovan y cois.80 para el tra ta m ie n to selectivo de la al respecto, y te m e m o s que nuestros radiólogos ta m b ié n
úlcera duodenal perforada. Kuzin y Alim ov81 defienden la va te n g a n dudas.
go to m ía p roxim al selectiva con d u o d e noplastia c o m o té c En esta región, la anatomía de la mucosa duodenal debe
nica de elección para el tra ta m ie n to de la estenosis d u o d e ser inte rp re ta d a p o r el sexto sentido del ra d ió lo g o . ¿Dón
nal en los pacientes con úlcera duodenal. de se tra nsform a e xa ctam ente la mucosa d u o d e n a l de la
C hang y cois.82 in fo rm a ro n de que los pacientes som e «mucosa de tip o antral» en la mucosa de pliegues parale
tidos a d u o d e n e c to m ía parcial con va g o to m ía a ltam ente los del intestino delgado? ¿Esta tra n sfo rm a ció n se p roduce
selectiva para la o bstrucción de la úlcera d u odenal m ostra en el centro o al final del bulbo? Los radiólogos, al menos
ron un a u m e n to de peso. Además, la cirugía tu v o é xito al en las conferencias, no se ponen de acuerdo.
restablecer un vacia m ie n to gástrico casi norm al. Según Portis y Jaffe85, la úlcera posbulbar se localiza 5 cm
Uravic y cois.83 d efienden que el tra ta m ie n to de elec dista lm e n te al anillo pilórico. Si se acepta la lo n g itu d a d
ción para la obstru cció n duodenal secundaria a pancreati m itid a para la prim era porción del d u o d e n o , c u a n d o deci
tis crónica es la vagoto m ía con gastroenterostom ía. mos posbulbar, nos referimos al área situada entre la prim e
ra y la segunda porción del d u o deno.
En f e r m e d a d p o r ú lc e r a p é p t ic a
Sellada Fugas
Sellada
|
Tratamiento
no quirúrgico
Fu
Cierre
seguro
r
lado alcalino de la unión gastroesofágica. Tam bién se sabe
1
que el exceso de fo rm a ció n de ácido clorh íd rico y de p e p Tratamiento Cierre Evaluación (jara H. pylori
no quirúrgico* seguro*
sina es responsable del origen de la enferm edad p or úlce
Infección por H. pylorí H. pylori negativo
ra péptica, ju n to a la ausencia de protección de las m u c o 1 i---------- 1----------,
i i
sas gástrica y d u odenal. Tratamiento No tratamiento Tratamiento
Lu y Schulze-Delrieu84 indican que la localización más de H. pylorí previo previo
|
frecuente de las lesiones pépticas en el segm e n to pilórico Considerar
Tratamiento
es la protuberancia de la curvatura menor, d e n om inada ro cirugía
médico
dete pilórico. M uchas de las lesiones del rodete se e xtie n definitiva
de la úlcera
den hacia el seg m e n to muscular p ilórico distal destruido,
ocasionando el e n sancham iento de la salida gástrica y el F i g u r a 1 5 .2 3 . Esquema de tratamiento selectivo recomenda
a u m e n to del reflujo gastroduodenal. do en la úlcera duodenal perforada. El asterisco indica la con
A veces resulta ta m b ié n confusa la d e n o m in a d a úlcera sideración futura de cirugía electiva d e fin itiv a de la úlcera.
posbulbar. ¿La localización de esta úlcera es distal a la unión [do3]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
Teoría de Oi
En 1959, Oi pub licó su fam oso tra b a jo sobre la localiza
ción de las úlceras gástricas, duodenales y esofágicas. A b o r
F ig u r a 1 5.2 4 . En la enferm edad por úlcera péptica, las úl
dó la asociación entre la úlcera esofágica, gástrica y d u o d e
ceras se localizan siempre en el lado alcalino de la unión.
nal50, la localización de la úlcera gástrica51 y la localización
de la úlcera d u o d e n a l52. En 1966 se describió el d o b le c o n
tro l de la úlcera péptica p o r la mucosa y p o r la m u scu la tu
Úlcera duodenal: factores ra gástricas53, y en 1969 fue descrito un posible mecanis
contribuyentes/fisiopatología m o de d o b le c o n tro l en el o rigen de la úlcera p é p tic a 54.
Wastell considera90 q ue «la teoría de Oi es interesante, y
• A u m e n to del HCI. p ro b a b le m e n te explique la localización de algunas úlceras
• A u m e n to de la pepsina. duodenales, aunque no su causa».
• M o c o d is m in u id o o anóm alo. Wastell m a n tie n e qu e la diferenciación entre la úlcera
• D ism inución del ju g o pancreático alcalino. gástrica y la du o d e n a l «se está d ifu m in a n d o bastante» de
• D ism inución de la bilis. b id o a la evidencia según la cual H. pylori constituye el fa c
• Factores hereditarios. to r e tio ló g ico de la úlcera gástrica y la gastritis, así c o m o
• A u m e n to de la estim ulación vagal. de la úlcera d u o d e n a l91.
Las indicaciones y las correspondientes técnicas q u irú r
En el 1 0 % de los casos86 no existe el c o n d u cto de San
gicas para la gastritis aguda, la úlcera gástrica, la úlcera
to rin i. Esta podría ser una causa adicional en la génesis de
duodenal y el síndrom e de Zollinger-Ellison se muestran en
la úlcera duodenal.
la Tabla 15.8.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandaiakis
Estómago
• Gástricas cortas.
Linfoma
MALT • G astroepiploica izquierda (ramas principales).
UD
Anatomía quirúrgica
Arteria hepática:
• Gástrica derecha.
• Gastroduodenal. F ig u r a 1 5 .2 7 . Vascularización arterial del estómago. L Inf
- Pancreaticoduodenal superior anterior. Ph, arteria frénica inferior izquierda. SG, arteria gástrica cor
- R etroduodenal. ta. LGE, arteria gastroepiploica izquierda. RGE, arteria gastro
- Pancreaticoduodenal superior posterior. epiploica derecha. S, arteria esplénica. GP, arteria pancreática
- Supraduodenal. mayor. Inf P, arteria pancreática inferior. PD, arteria pancrea
- G astroepiploica derecha (ramas principales). ticoduodenal. DP, arteria pancreática dorsal. GD, arteria gas
troduodenal. RG, arteria gástrica derecha. H, arteria hepática.
Arteria esplénica: CT, tronco celíaco. LG, arteria gástrica izquierda. Post G, arte
• Gástrica posterior. ria gástrica posterior. [sk4]
642
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
quiera de estos vasos; sin e m b argo, la arteria cardioesofá- (Fig. 1 5 .28) y la gástrica izquierda puede ocasionar una he
gica se origina en la rama gástrica an te rio r con m a yo r fre m orragia retrógrada p roblem ática p ro ce d e n te de estas ra
cuencia. mas en la cara posterior del esófago.
Después de dar la rama cardioesofágica, la arteria gás Desde su origen, la rama a n te rio r de la arteria gástrica
trica izquierda describe una curva descendente hacia la de izquierda describe un á n g u lo de gran o b lic u id a d a través
recha, re co rrie n d o a c o n tin u a c ió n la curvatura m enor. A del cuerpo del estóm ago hacia la curvatura mayor. Term i
m edida que’ desciende, se bifurca en una rama anterior que na en num erosas ram ificaciones pequeñas, fo rm a n d o la
envía ramas a la pared gástrica anterior, y en otra rama pos «pata de ganso» vascular (de Payne) de fo rm a sim ilar al
terior que, de fo rm a similar, irriga la pared gástrica poste nervio gástrico a n te rio r de Latarjet. La rama a n terior fin a li
rior. En 25 de 6 0 piezas, El-Eishi y cois.108 e n c o n tra ro n a m za su recorrido a p ro x im a d a m e n te 4 -6 cm antes del píloro,
bas ramas, a n te rio r y posterior. A lo largo de la curvatura a 1 cm de la curvatura m enor, p e n e tra n d o en la capa mus
m e n o r observaron una p ro lo n g a c ió n más pequeña de la cular108.
arteria gástrica izquierda. En la mayoría de los casos, la rama posterior recorre la
Las ramas esofágicas a d o p ta n una distrib u ció n a n te rio r curvatura m e n o r a 1 cm o 2 cm del bord e hasta anastom o-
y posterior m u y diferentes en el lado derecho del esófago, sarse con la arteria gástrica derecha. Tras d ar origen a las ra
que no se asocia con la disposición de los tro n co s vaga- mas a n te rio r y posterior, la arteria gástrica izquierda c o n ti
les108. En A p ro x im a d a m e n te el 30 % de los casos nace una núa a lo largo de la curvatura m enor y term ina norm alm ente
rama hepática izquierda aberrante de la arteria gástrica iz con una rama en la incisura angular, anastom osándose ha
q u ierda1’ 1. Las arterias esofágica y cardioesofágica se o rig i b itu a lm e n te con la arteria gástrica derecha. El p rim e r ramo
nan a m e n u d o en dicha ra m a 108,110-111. de la rama posterior es bastante largo y tiene una d is trib u
A u nque la vascularización arterial del esófago tiene un ción extensa, irrig a nd o el cardias y la re gión posterior pro-
carácter segm entario entre las porciones cervical y a b d o xim al del cuerpo del estóm ago.
m in a l110, existen muchas anastomosis entre las ramas eso Las ramas gástricas a n terior y posterior pueden m ostrar
fágicas y gástricas111. La presencia de anastomosis entre las conexiones entre ellas y con la p ro lo n g a c ió n de la arteria
ramas esofágicas intercostales, la frénica inferior izquierda gástrica izquierda m a d re 108.
F igu ra 1 5 .2 8 . Arterias del esófago distal y del estómago proxim al. A, La arteria frénica inferior irriga el borde del hiato. La
rama esofágica de la arteria gástrica izquierda irriga el esófago distal y atraviesa el hiato para anastomosarse con las arterias eso
fágicas torácicas. B, Las ramas de las arterias frénica infe rio r y gástrica izquierda irrigan el esófago distal sin anastomosis con las
arterias esofágicas torácicas. C, Las ramas de la arteria frénica inferior irrigan el esófago distal con anastomosis torácicas (raro).
[sk4]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
el 6 6 % de los casos nace de la arteria esplénica p o r m edio ble necrosis con perfo ra ció n . Las arterias gástricas cortas
de un tro n c o c o m ú n con la rama esplénica polar inferior. p o r sí solas no son capaces de irrig a r a d e c u a d a m e n te la
La arteria gastroepiploica izquierda es la rama más lar porción distal de la u nidad q u irú rg ica gástrica proxim al.
ga de la arteria esplénica56. Alcanza el estóm ago en un p u n
to situado hacia la m ita d de la curvatura mayor, tras haber Arteria gástrica posterior
p ro p o rc io n a d o ya algunas ramas bastante largas para la Una arteria adicional se puede o rig in a r de fo rm a varia
zona más proximal de la curvatura mayor. Estas ramas alcan ble en el s e g m e n to p ro xim al, m edio, o distal de la arteria
zan el estóm ago a través del lig a m e n to gastroesplénico. esplénica. Se d irig e hacia arriba, p o r la cara posterior del
La arteria gastroepiploica izquierda da o rigen a la arte e stóm ago, para te rm in a r vascularizando el esófago distal,
ria epiploica izquierda y a las epiploicas anteriores. Junto el cardias y el fo n d o . Se trata de la arteria gástrica posterior
con ramas similares de la gastroepiploica derecha, form a n (o dorsal) (Fig. 15.27).
el arco de Barkow (Fig. 15.1 7), q u e ta m b ié n se encuentra De acuerdo con D iD io y cois.122, la arteria gástrica pos
reforzado p or las ramas epiploicas posteriores de la arteria te rio r fue descubierta p o r W alther en 1 7 2 9 123 y d e n o m in a
pancreática inferior (véase «Vascularización del epiplón m a da de esta fo rm a p o r Haller en 1 748. Su presencia fue o b
yor» en este capítulo). viada ta n to p o r los ana to m ista s c o m o p o r los c iru ja n o s
Durante la esplenectomía, la ligadura de la arteria y de la du rante m uch o s años. En los últim os años, se ha prestado
vena esplénicas debe ser distal al origen de los vasos gastro- mayor atención a esta arteria, debido especialmente a su im
epiploicos izquierdos. M ejor aún, el cirujano debería ligar los portancia clínica potencial. La ligadura o la sección in a d
vasos esplénicos m u y cerca de su entrada en el bazo; esto vertida de esta arteria puede o rig in a r complicaciones co m o
evitará la hemorragia postoperatoria secundaria a la ligadu la necrosis focal y la hem orragia postoperatoria.
ra proxim al al origen de la arteria gastroepiploica izquierda. La arteria gástrica posterior se ha d e n o m in a d o ta m b ié n
arteria gástrica izquierda accesoria y arteria gastroesofági
Arterias gástricas cortas ca posterior ascendente15. La arteria tiene un tam año im p o r
A p ro xim a d a m e n te entre cinco y siete arterias gástricas ta n te en la m ita d a las dos terceras partes de los p acien
cortas (Fig. 15.27) se o riginan en las ramas terminales de la tes124. La arteria gástrica posterior p o r sí sola es incapaz de
arteria esplénica o en la arteria gastroepiploica izquierda. irrigar adecuadam ente la porción distal de la unidad gástri
Parecen surgir del parénquim a esplénico a la altura del hi- ca proxim a l.
lio, originándose en las ramas esplénicas terminales en el in Las estimaciones de la frecuencia de aparición de la ar
terior del órgano. Los vasos gástricos cortos proporcionan la teria gástrica posterior varían m u ch o (Tabla 15.9), desde el
vascularización arterial del fo n d o y de la parte superior del 1 2 ,7% al 9 9 % de los casos, oscilando con m ayo r frecuen
cuerpo del estóm ago. Aunque sus ramas se distribuyen ta n cia entre el 4 8 % y el 6 8 % 124. Las diferencias en los datos son
to en la superficie anterior c o m o en la posterior, parece que atribuibles en cierta m edida a la técnica de identificación
la irrigación de la superficie posterior es bastante mayor. del vaso, m e diante angiografía o en la disección. Los crite
La prim e ra arteria gástrica co rta alcanza la curva tu ra rios para la identificación del vaso tam bién difieren. En alg u
m ayor a p ro xim a d a m e n te 2-6 cm a la izquierda de la unión nos estudios, se d e te rm in ó que la arteria era la gástrica pos
gastroesofágica108. Algunas de las arterias gástricas cortas son te rio r so la m e n te cu a n d o n o irrigaba el b a zo 111. En otros
bastante cortas; otras son largas. Los vasos más cortos son estudios, se consideró que se trataba de la arteria gástrica
los que plantean p ro blem as en la esplenectom ía, siendo posterior incluso cuando el vaso dio origen a una rama para
obligada su ligadura cautelosa. La im bricación de la curva el polo superior del bazo antes de alcanzar la región fú n d i-
tura m ayo r es una m edida de seguridad, no solamente para ca, si se o rig in ó en la arteria esplénica antes de la salida de
evitar la hem orragia, sino ta m b ié n para im p e d ir una posi sus ramas esplénicas principales terminales distales125.
Perlas clínico-quirúrgicas
En mi práctica no he incluido la imbricación del estóma siado cortas, será prudente la ligadura/sutura de los vasos en
go en el sitio de ligadura de las arterias gástricas cortas. Como la pared gástrica para que la dilatación del estómago no des
se ha señalado en este capítulo, el estómago posee una abun garre la ligadura simple, que incluye una parte de la pared
dante vascularización arterial y un rico plexo arterial submu- gástrica. A menos que la ligadura/sutura abarque porciones
coso. Se debe tener la precaución de no incluir la pared gás tan grandes que incluyan el suficiente espesor de la pared gás
trica en un p in zam iento o ligadura. C uando las arterias trica como para producir una necrosis de toda la pared, no
gástricas cortas son lo suficientemente largas, no debería entiendo la necesidad de imbricar la pared gástrica. (RSF jr)
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Estómago
radiografía o disección
Año Autores Incidencia D istrib u ció n
Disecciones anatóm icas
Año N om bre del autor % 1729 Walther N/D N/D
1745 Haller N/D Origen-Porción
1910 Piquand 99 media
1983 Wald y Polk 88 1796 Sommerring «A veces» N/D
1962 Aboltin 77 1873 Hyrtl «Inconsistente» N/D
1963 Tanigawa (estudios en fetos) 67,8 1901 Haberer «En la mayoría N/D
1959 Chiarugi 66 de los casos»
1932 Versari 66 1904 Rossi y Cova 65,8% A 2,5 cm del
1904 Rossi y Cova 65,8 tronco celíaco
1967 Delteil y cois. 64,3 1907 Leriche 12,7% Origen-Distal
1978 Suzuki y cois. 62,3 y Villemin
1968 Levasseur y Couinaud 50 1910 Piquand 99% Origen-Distal
1912 Rio-Branco 50 1912 Rio-Branco 50% Origen-Proximal
1957 Weisz y Bianco 48 1915 Helm 16% Origen-Proximal
1991 Berens y cois. 48 1928 Adachi 21,6% A 3,5 cm del
1980 DiDio y cois. 46 tronco celíaco
1985 Trubel y cois. 37,5 1931 Testut N/D N/D
1967 Kupic y cois. 36,8 y Latarjet
1963 Tanigawa (estudios en adultos) 36 1932 Versari 66% N/D
1988, 1990 Van Damme y Bonte 36 1952 Franchi N/D N/D
1988 Trubel y cois. 27,7 y Stuart
1928 Adachi 21,6 1955 Michels N/D N/D
1915 Helm 16 1957 Weisz 48% N/D
1907 Leriche y Villemin 12,7 y Bianco
1972 Laude y cois. 4,0 1959 Chiarugi 66% A 2,5 cm del
tronco celíaco
Fuente: Datos de Berens AS, Aluisio FV, Colborn GL, Gray SW, Skandala 1962 Aboltin 77,1% N/D
kis JE. The incidence and significance of the posterior gastric artery in 1963 Tanigawa Adultos 36% A 2,2-13,1 cm del
human anatomy. J Med Assoc Ga 80(8):425-428,1991; con autorización. Fetos 67,8% tronco celíaco
1963 Couinaud N/D N/D
1967 Delteil y cols. 64,3% N/D
En los estudios radiológicos de D iD io y cois.124, la arte 1967 Kupic y cols. 36,8% N/D
1968 Levasseur 50,0% N/D
ria gástrica p o sterior se o rig in ó en el se gm ento p ro xim a l
y Couinaud
de la arteria esplénica, y fue ind e p e n d ie n te de la vasculari 1972 Laude y cols. 4% N/D
zación esplénica en el 4 6 % de los casos. En los estudios de 1977 Ruzicka N/D N/D
disección de Berens y cois.126, el vaso fue enco n tra d o en 36 y Rankin
de 75 piezas (4 8 % ) (Tabla 15.10). Se o rig in ó en los p rim e 1978 Suzuki y cols. 62,3% 18,4% tercio
proximal
ros 3 cm de la arteria esplénica. En los estudios de Van Dam-
47,8% tercio medio
me y B onte111 utilizando una co m b in a c ió n de técnicas con 34,2% tercio distal
radiología, corrosión y disección, la arteria gástrica poste 1980 DiDio y cols. 46% N/D
rior se e n c o n tró solam ente en el 3 6% de los casos. Fueron 1983 Wald y Polk 88% N/D
excluidos tod o s los casos en los que alguna rama se in tro 1985 Trubel y cols. 37,5% 33% tenía rama
esplénica
d ujo en el bazo.
1986 Van Damme 36% N/D
De acuerdo con las observaciones personales de los au y Bonte
tores de este capítulo, y con las de Trubel y cois.127, presen 1988 Trubel y cols. 72,9% AGP solamente 27,7%
tam os la siguiente generalización: cu a n to más distal a lo AGE 45,2%
largo de la arteria esplénica encontrem os una arteria que se 1990 Yu y cols. 84% 13% tercio proximal
78% tercio medio
dirija ve rtica lm e n te hacia la región fúndica, más probable
9% tercio distal
será que p ro p o rc io n e una rama po la r esplénica superior. 1990 Kaneko Fetos-16% N/D
Más distalm ente, en la ram ificación term inal de la arteria 1991 Berens 48% Tercio proximal (3 cm)
esplénica, se puede o rig in a r una p e queña ram a fú n d ic a
AGP, Arteria gástrica posterior; AGE, Arteria gastroesplénica; N/D, No
para el estóm ago en la rama polar superior. disponible.
Trubel y cois.125 sugieren la alternancia de nombres para Fuente: Berens AS, Aluisio FV, Colborn GL, Gray SW, SkandalakisJE. The
el vaso ram ificado, p ro p o rc io n a n d o los porcentajes de in incidence and significance of the posterior gastric artery in human ana
cidencia de los diferentes patrones: tomy. J Med Assoc Ga 80(8):425-428, 1991; con autorización.
646
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
• Arteria gástrica posterior (solamente irrigación del estóma 1955, M ichels15 describió un cadáver en el que el tro n co
go ), 27 ,7 % . celíaco aparecía estrechado p o r la fusión de los pilares, de
• Arteria gastroesplénica (irrigación del estóm ago y origen tal fo rm a que su d iá m e tro era m e n o r en su origen aórtico
de la rama polar superior), 8,7% . que d istalm ente. El flujo arterial colateral apareció en fo r
• Arteria polar superior (con una rama gástrica pequeña), 2,9%. ma de una arteria pancreática dorsal agrandada.
El síndrome de compresión de la arteria celiaca tiene una
Algunas aberraciones de los datos sobre la frecuencia de
etiología enigm ática. D ebido a que ta n to el lig am ento ar
aparición de la arteria gástrica posterior se pueden elim inar
queado m e d ia n o c o m o el g a n g lio celíaco están estrecha
descartando todas las ramas arteriales que alcancen y reco
m ente relacionados con la arteria celiaca, no se sabe qué es
rran la curvatura m e n o r (la gástrica izquierda accesoria) o la
tru c tu ra a n atóm ica es la responsable de este raro cuadro
curvatura m ayor (arterias gástricas cortas), a lo largo de la lí
clínico. El ligam ento arqueado mediano parece estar más im
nea de fijación de los epiplones. Esto se encuentra en conso
plicado en el síndrome de com presión de la arteria celiaca.
nancia con los comentarios de Van D am m e y Bonte111.
El diagnóstico del síndrome de com presión de la arteria
R e c o r d a r : El patrón básico de denom inación de los vasos se celiaca es difícil de determ in a r132'134. Taylor y cois.135 descu
relaciona con el órgano alcanzado y vascularizado por la ar brieron que la com presión de la arteria celiaca por el liga
teria, y no con el origen de dicha arteria. Sólo se alcanzará el m e n to arqueado era reversible m ediante la relajación de los
m ayor grado de acuerdo en las observaciones siguiendo es pilares diafragmáticos en la inspiración profunda. D ocum en
trechamente esta recomendación siempre que sea posible. taron este fe n ó m e n o m ediante ecografía y arteriografía.
Se ha d o c u m e n ta d o la co m presión de la arteria celia-
Tronco celíaco y ligam ento arqueado m ediano com esentérica136. El tro n co celiacomesentérico es una an o
El hiato esofágico se encuentra separado p o s te rio rm e n malía e m b rio ló g ica rara (1 % -2 ,7 % )137. D eb id o a que m u
te del hiato a ó rtico p o r la fusión de los pilares d ia fra g m á ti- chos p a cientes con estenosis de la a rte ria celiaca están
cos derecho e izquierdo. Las fibras crurales fo rm a n un c o r asintomáticos, la circulación colateral será p ro b a b le m e n te
dón sobre la superficie anterior de la aorta justo p o r encima adecuada. La evidencia radiológica de la com presión celi
del tro n c o celíaco. C uando las porciones tendinosas del p i aca se había a trib u id o con frecuencia a las placas ateroes-
lar se fusionan, se fo rm a el lig a m e n to arqueado m e d ia n o cleróticas, hasta que una inte rve n ció n reveló la causa ex
co m o un cordón fibroso redondo con un grosor de 1 -3 m m , trínseca de la o b s tru cc ió n 138. En algunos pacientes se han
situado p o r detrás del esófago y frente a la aorta. Esta es descrito cam bios fibró tico s perm anentes en la íntim a de la
tructu ra retiene bien las suturas y es de extrem a utilid a d en
el abordaje vertical posterior de las cruras128 (Fig. 15.29).
C uando la fusión es sólo de fibras musculares, el lig a m e n
to puede aparecer mal defin id o , e incluso estar ausente129.
En el estudio de A ndroulakis y cois.23, se e n c o n tró un liga
m e n to arqueado m e diano bien d e fin id o en cinco de diez
cadáveres con hernia de hiato. En los otros cinco, estaba
p o co desarrollado.
El ligam ento arqueado m ediano pasa por delante de la
aorta a la altura de la primera vértebra lumbar, n o rm a lm e n
te justo por encima del origen del tronco celíaco. Los ga n
glios celíacos derecho e izquierdo se sitúan a ambos lados de Ligamento arqueado
la base del tro n c o celíaco, ocu lta n d o su origen en la aorta. mediano
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
arteria c o m p rim id a . En estos casos, la sección del lig a m e n mía? ¿Podría deberse al fracaso de la circulación colateral,
to arqueado m edia n o no resuelve la estenosis139. c o m o sugiere G riffith 26, o a algún otro factor? Quizá podría
Hill140 defendió el uso del lig a m e n to arqueado m ediano estar relacionado con las variaciones vasculares.
Anatomía quirúrgica
para fijar la un ió n gastroesofágica, siem pre que fuera posi La necrosis isquémica del rem anente gástrico fue in fo r
ble. Pensaba que el anclaje principal del esófago lo consti mada p or Rutter148, Spencer149, y Fell y cois.150 El plexo s u b
tuía el lig a m e n to frenoesofágico posterior, fib ro so y fuerte, m ucoso, que c o n tie n e muchas com unicaciones a rte rio ve
que se inserta en la fascia preaórtica y en el lig a m e n to ar nosas, es el reservorio colector de sangre arterial. N o existe
queado m e d ia n o 141,142. d uda de que d ic h o plexo es el pilar de la circulación c o la
Adams y L o b b 143 describieron hernias de hiato esofago- teral; de hecho, el m e d io de contraste puede alcanzar t o
aórticas en las que no aparecía el lig a m e n to arqueado. Las das las ramas intram urales de las cuatro arterias principales
aberturas esofágica y aórtica eran confluentes. H ayw ard144 después de lig a r todos los vasos extramurales e inyectarlo
negó esta confluencia de aberturas. Independientem ente de en cualquiera de estas cuatro arterias151. Peters y W o m a ck 152
los méritos de esta controversia, Gray y cois.145 observaron dem o stra ro n que el m á xim o a porte de sangre arterial a la
que el lig a m e n to estaba lo su fic ie n te m e n te desarrollado mucosa gástrica para la p ro d u cció n de líquidos gástricos
c o m o para ser u tiliz a d o en la reparación de la hernia de depende del mecanismo de cierre de las comunicaciones ar
h iato en tan sólo 14 (5 6 % ) de 25 cadáveres sin hernia de teriovenosas y, p o r lo ta n to , de la estasis de sangre arterial
hiato diseccionados p o r ellos. en la mucosa gástrica.
Takach y cois.146 ind ica ro n que la planificación de la in C om o consecuencia de estos hallazgos, Griffith25 estable
tervención para resolver la com presión celíaca debía hacer ció las siguientes puntualizaciones, con las que coincidim os:
se según los hallazgos encontrados en el q u iró fa n o . Reco • La ligadura de las arterias extrínsecas no es capaz de c o n
m e n d a ro n la d e s c o m p re s ió n m e d ia n te la escisión del tro la r la hem orragia en la úlcera gástrica.
lig a m e n to arqueado m e d ia n o y de las fibras nerviosas sim • El e stóm ago conserva su viabilidad tras la ligadura de t o
páticas, y, si fuese necesario, la revascularización. das las arterias excepto de la arteria gastroepiploica de re
cha, y quizá de la arteria gástrica derecha.
Circulación arterial de las paredes gástricas • En la gastrectom ía subtotal, el rem anente gástrico sigue
C om o se ha c o m e n ta d o a n te rio rm e n te , la ab u n d a n te siendo viable gracias a la circulación procedente de la ar
vascularización arterial del e stóm ago procede de diversas teria gastroepiploica izquierda y de las arterias gástricas
fuentes. El estóm ago puede sobrevivir a la isquemia o a la cortas, ya que la arteria gástrica izquierda se encuentra
necrosis tras la ligadura de todas sus ramas principales ex ligada. La arteria gástrica posterior, si está presente, p ar
ce p to una. Se sabe que el estóm ago puede presentar una ticipa en la supervivencia del rem anente gástrico.
circulación adecuada tras la ligadura de las tres ramas p rin • En las gastrectomías del 90 % al 9 5 % del estóm ago, el re
cipales (gástrica izquierda, hepática y esplénica) si se pre m ane n te gástrico sobrevive gracias a las arterias esofági
serva la arteria gástrica derecha o la gastroepiploica dere cas descendentes. Sin e m b a rg o , c o m o a p u n tó G riffith ,
cha, dejando in situ las otras ramas ligadas. C om o las ramas puede aparecer una necrosis m ortal.
más pequeñas de estas arterias perforan la muscular del es W o m a c k 119 señaló el potencial p eligro que acom paña a
tó m a g o , el plexo subm ucoso se m a ntiene vascularizado.
la frecuente presencia de arterias gástricas de o rig e n a n ó
Las arterias principales del plexo tienen un d iá m e tro de malo y quizá insospechado. Recomendó la consideración de
a proxim adam ente 200 pm . De estas arterias surgen arterio- este problem a.
las que penetran en el plexo. Las arteriolas se caracterizan La irrigación del reservorio gástrico p roxim al d e p e n d e
p o r la presencia de anastomosis arteriovenosas cuyo diá de tres fuentes:
m e tro es inferior a 140 | jm 116. El v o lu m e n de sangre que
llega a la mucosa está c o n tro la d o p or estas anastomosis147. • La rama ascendente de la arteria gástrica izquierda.
Este plexo subm ucoso es el que establece la conexión con • Las arterias gástricas cortas.
• La arteria gástrica posterior (si está presente).
las arterias extragástricas, p e rm itie n d o al estóm ago tolerar
la ligadura extensa de su vascularización extrínseca. C uando se extirpa el bazo, se deben sacrificar las a rte
Se debe te n e r en cuenta que la mucosa de la c u rva tu rias gástricas cortas. Hay que in te n ta r p o r todos los m edios
ra m e n o r se encuentra vascularizada p o r pequeñas ramas posibles evitar las ramas ascendentes de la arteria gástrica
extrínsecas de las arterias gástricas derecha e izquierda en izquierda. Las adherencias de la pared gástrica posterior no
m a yo r m edida que p o r vasos del plexo su bm ucoso116. se deben disecar, ya que entre ellas se puede localizar la ar
C onsiderando la rica vascularización del estómago, ¿por teria gástrica posterior.
qué se p ro d u ce n la necrosis y la perforación de la cu rva tu
ra m e n o r du ra n te la va g o to m ía proxim al selectiva en alg u Arterias frénicas inferiores
nos casos? De fo rm a similar, ¿cuál es la explicación de la A c o n tin u a ció n haremos una breve referencia a los va
necrosis y la perforación de la curvatura m e n o r tras la liga sos frénicos inferiores que, con fines prácticos, no se c o n
dura de las arterias gástricas cortas d u ra n te la esplenecto- sideran estrictam ente vasos gástricos, sino frenoesofágicos.
648
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
• La gastritis hem orrágica difusa se puede con tro la r en oca queda a m e n u d o enmascarada en fo rm a de gastritis, úl
siones m ediante la ligadura arterial extragástrica. Ritten- cera gástrica o atonía gástrica. Estos autores insistieron
house y cois.156 ligaron las arterias gástricas derecha e iz en que la isquemia gástrica se debe inclu ir en el diagnós
Anatomía quirúrgica
quierda y las arterias gastroepiploicas derecha e izquierda tic o diferencial, ya que el d ia g n ó s tic o y el tra ta m ie n to
con el cese in m e d ia to de la hem orragia. En 2 9 pacientes precoces pueden m ejorar el índice de supervivencia.
de Richardson y A u st157, no se p ro d u jo n in g ú n caso de • C o n s ta n tin o 163 y W itte y cois.164 han d o c u m e n ta d o la ro
necrosis gástrica tras la ligadura. El ple xo vascular sub- tura de aneurismas de las arterias gástricas.
m ucoso ayuda al cirujano a prevenir la isquemia al p e rm i
t ir la dism in u ció n de la presión arterial to ta l sobre la m u Venas
cosa. La desvascularización puede ser útil para evitar la
Es bien sabido que la localización más im p o rta n te de la
gastrectom ía en algunos pacientes.
circulación colateral de las venas gástricas se sitúa en el esó
• D urante la q u im io te ra p ia o la radioterapia para el trata
fago distal a b d o m in a l. Aquí, la vena gástrica izquierda (sis
m ie n to del linfom a gástrico puede aparecer una hem orra
tem a p orta) (Fig. 1 5.30) se co m u n ica con las venas ácigos
gia pote n cia lm e n te m orta l en el tra cto intestinal alto. Ke-
(sistema cava). A n te la o clusión de la vena p o rta, se de
lessis y cois.158 in fo rm a ro n de que la desvascularización
sarrollan varices esofágicas en esta zona.
de la parte del estóm ago afectada es segura y eficaz.
Tam bién se sabe qu e la oclusión de la vena esplénica
• Desde el p u n to de vista a n a tó m ico , la gastropatía isqué
(Fig. 15.31) origina la aparición de varicosidades extrínsecas
m ica es una p atología m u y e n ig m á tica . La vasculariza
obvias en las venas de la unidad gástrica proxim al (gástricas
ción del estóm ago es m u y rica. La circulación colateral es
cortas, gastroepiploica izquierda). También es posible la afec
excelente, co m o dem ostraron Brown y Derr151. Schlein159
tación ocasional de la vena gastroepiploica derecha, de las
consiguió en cadáveres, el llenado c o m p le to de los vasos
colaterales gástricas intrínsecas, e incluso varices d u o d e n a
gástricos intram urales con una sola de las arterias gástri
les. Salam y W arren165 indican qu e el endoscopista puede
cas principales perm eable. Es bien sabido que la desvas
c o n fu n d ir estas varices con la gastritis hemorrágica.
cularización gástrica casi to ta l se puede realizar con im
p u n idad, c o m o han in fo rm a d o Jacobsen160, Richardson y Re c o r d a r : D urante la hipertensión portal, se puede desarro
A ust152, e Isabella y cois.161. ¿Por qué aparece entonces la llar una gran arcada venosa entre las venas g a stro e p ip lo i
gastropatía isquémica tras la gastrectom ía subtotal o casi cas derecha e izquierda, o rig in a n d o un puente vascular con
tota l, la v a g o to m ía supraselectiva, la e sp lenectom ía, u gestionado entre las venas esplénica y porta.
otras técnicas? Se desconoce la causa. Salam y W arren165 dem ostraron efectivam ente la circula
En un estudio con siete pacientes con gastropatía is ción colateral del estóm ago ante la presencia de trombosis
q u é m ica , Casey y cois.162 señalaron q u e esta situación de la vena esplénica. Utilizaron sus conocim ientos para de-
cortas
V. gástrica izquierda
Venas porta y
gástrica derecha
izquierda
F igura 15.30. Distribución general y dre
nado de las venas del estómago. Las venas
Vena mesentérica superior gástricas cortas y las gastroepiploicas dre
y gastroepiploica derecha
n a n la vena esplénica. [ho8]
650
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
cadáveres inclu yó siem pre la vena gástrica izquierda in d e 1 5 .3 5 ) drena la vena mesentérica su p e rio r en la m ayoría
p e n d ie n te m e n te de su dren a d o , así c o m o todas las estruc de los casos.
turas enumeradas a n te rio rm e n te . V oiglio y cois.171 in fo rm a ro n de q u e la vena gastrocóli-
Anatomía quirúrgica
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago 15
~ »
70
76,1%
Linfáticos dei estómago metástasis desde la curvatura m a y o r a los gang lio s celía
cos, «el p u n to final de las cuatro vías principales que d re
Perspectiva clásica del drenado linfático nan el e stó m a g o » 177. C oller y cois.172 conclu ye ro n que se
gástrico deben resecar las cuatro zonas para m in im iza r la disem ina
ción metastásica.
En 1941, Coller y cois.172 definieron las cuatro zonas de
Balfe y cois.178 concluyeron, tras estudiar 200 TC, que el
d renado de los linfáticos gástricos; este sistema es el que
hallazgo de estructuras redondeadas mayores de 8 m m en
han seguido la mayoría de los autores173-174. Las cuatro zo
el ligam ento hepatogástrico es un indicador fiable de la afec
nas aparecen ilustradas en la Figura 1 5 .3 7 A y descritas en
tación de los linfáticos gástricos izquierdos p o r un carcino
la Tabla 15.11. La m a yo r parte del drenado linfático del es
ma o p o r un linfom a, o de la dilatación venosa coronaria.
tó m a g o se dirige hacia los ganglios celíacos.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
Ganglios pancreaticoesplénicos
Ganglios cardíacos
Ganglios celíacos
Ganglios hepáticos
Ganglios
pilóneos
F ig u ra 1 5 .3 7 . Drenado lin fá tico del estómago. A, Las 4 zonas definidas por C oller172.1, gástrica inferior; II, esplénica; III, gás
trica superior; IV, hepática. B, Las flechas indican que la mayor parte del drenado se dirige hacia los ganglios celíacos. [sk4]
Estos autores recom iendan la extirpación c o m p le ta de N am ieno y cois.196 inform aron de que en 1.1 37 casos de
los g a nglios linfáticos y de la grasa en to dos los tipos de carcinom a gástrico (lesión prim aria única) la incidencia t o
cáncer, excepto en el carcinom a in situ, y en caso de carci tal de metástasis fue del 9 ,5% . Las lesiones mucosas me-
n om a incipiente diferenciado. tastatizaron en el 2 ,6 % de los casos, y las submucosas en
S hchepotin y cois.193 info rm a ro n de que los pacientes el 1 6 ,5% , con afectación de los linfáticos perigástricos a lo
con cáncer gástrico localm ente recurrente se benefician de
la reescisión. Los pacientes que recibieron radioterapia y q u i
m ioterapia mostraron un incre m e n to de la supervivencia.
El estudio de Jakl y cois.194 m o stró que la extensión de
Tabla 15.11. Drenado linfático del estómago
la resección gástrica - to ta l o p ro x im a l- no influ yó en el ín
Zona I Los ganglios alrededor de las arterias
dice de supervivencia en los pacientes con cáncer gastroe- (gástrica gastroepiploica derecha y gastroduodenal
sofágico. N o obstante, existen discrepancias entre la m a yo inferior) drenan los ganglios situados alrededor de la
ría de los investigadores. arteria hepática, y éstos los ganglios celíacos
A dachi y cois.195 presentaron una clasificación sencilla Zona II Los ganglios alrededor de las arterias
de los ganglios linfáticos positivos alrededor del estóm ago. (esplénica) gastroepiploica izquierda y gástricas cortas
drenan los ganglios pancreaticoesplénicos, y
• Nivel I: Ganglios perigástricos positivos. éstos a su vez los ganglios de la arteria
• Nivel II: Ganglios interm edios positivos. esplénica para finalizar en los ganglios celíacos
• Nivel III: Ganglios distantes positivos. Zona III (gástrica Los ganglios alrededor de la arteria gástrica
superior) izquierda drenan los ganglios celíacos
El índice de supervivencia a los cinco años fue el siguiente:
Zona I V Los ganglios alrededor de la arteria gástrica
• Nivel I: 67% . (hepática) derecha drenan los ganglios celíacos
• Nivel II: 35%. Fuente: Skandalakis JE, Gray SW, RoweJSJr. Anatomical Complications
• Nivel III: 26% . in General Surgery. Nueva York: McGraw-Hill, 1983; con autorización.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
cho representa la existencia de metástasis linfáticas y la po 3. Ganglios gastroepiploicos derechos: Se relacionan con
sible disem inación a través de los linfáticos intram ucosos la arteria gastroepiploica derecha y drenan la m ita d de
distribuidos por la mucosa gástrica. recha de la curvatura mayor, incluyendo oca sio n a lm e n
Kodera y cois.198 in fo rm a ro n de que la linfadenectom ía te el píloro.
extendida para el carcinom a gástrico tip o IV de Borrm ann 4. G anglios gástricos izquierdos-p iló rico s-h e p á tico s: d re
parece m ejorar el p ro n óstico, aunque el índice de supervi nan la porción pilórica del estóm ago.
vencia sigue siendo poco satisfactorio. En un estudio pos Es e x tre m a d a m e n te difícil de fin ir grupos específicos de
te rio r199 d e te rm in a ro n que el n úm ero de ganglios regiona ganglios en los que drene la linfa. La to ta lid a d de los linfá
les metastatizados en el carcinom a de e stóm ago tiene un ticos del c u e rp o h u m a n o está som etida a a m b ig ü e d a de s
gran significado pronóstico. irresolubles.
De acuerdo con Gabella200, los linfáticos gástricos co n Desde el p u n to de vista anatom oquirúrgico, presentamos
tin ú a n en el cardias con los vasos esofágicos, y en el píloro ocho grupos de ganglios linfáticos en el estómago (Fig. 15.39):
con los vasos duodenales. En general, a co m pañan a los va
• G anglios paracardiales.
sos sanguíneos y fo rm a n cuatro grupos (Fig. 15.38):
• Ganglios gástricos izquierdos a la altura de la arteria gás
1. Ganglios gástricos izquierdos: Se relacionan con el reco trica izquierda.
rrido de la arteria gástrica izquierda y drenan las áreas • Ganglios celíacos a la altura de la arteria celíaca.
de las paredes gástricas ante rio r y posterior. • Ganglios suprapilóricos.
Esófago inferior
Ganglios esofágicos
cardíacos
Unión gastroesofágica
Estómago proximal
Duodeno
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
Ganglios paracardíacos
Ganglios gástricos cortos
Ganglios celíacos
Arteria hepática
Ganglios suprapilóricos
Ganglios infrapilóricos
Ganglios pancreaticoesplénicos
(gastroepiploicos izquierdos)
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
sometidos a resección gástrica subtotal, gastrectomía total, quier técnica q uirú rgica p a ra el adenocarcinom a de la
e incluso a una resección proximal o atípica. Wanebo y cols.21s unión gastroesofágica. En los pacientes con un verdade
indicaron que, en el m o m e n to de su investigación (1996), ro carcinoma de cardias (AGE de Tipo II) potencialm ente
los pacientes con carcinoma de estóm ago no m ostraron be resecable, esto puede conseguirse mediante la gastrecto
neficios con la disección ganglionar extragástrica de tipo D 2. mía to ta l con resección transhiatal del esófago distal y ex
En 1998, N am ieno y cois.216 re com endaron la cirugía li tirpación en bloque del drenado linfático de la parte infe
mitada, co m o la resección en cuña incluyendo todas las ca rior del mediastino posterior y a lo largo del tronco celíaco
pas gástricas, c u a n d o se dan las siguientes circunstancias y del límite superior del páncreas. Esta técnica se asocia con
en los pacientes con carcinom a gástrico: una m enor m o rbilid ad y proporciona una supervivencia
igual a largo plazo en comparación con la esofagogas-
• C arcinom a lim ita d o a la mucosa.
trectomía transmediastínica o abdominotorácica, técni
• T u m o r elevado m acroscópicam ente.
cas más radicales.
• T um or bien diferenciado h isto lógicam ente.
• T u m o r m e n o r de 10 m m .
U n i d a d d i s c a l . La u n id a d quirú rg ica gástrica distal d re
• N o úlcera o úlcera a co m p a ñ a n d o al tu m or.
na los ganglios suprapilóricos en la p ro x im id a d de la parte
En otro estudio, N am ieno y cois.217 observaron que la ci lateral del lig a m e n to hepatogástrico, así c o m o en el liga
rugía no estaba indicada en los carcinomas de estóm ago m e n to h e p a to d u o d e n a l en la parte distal de la curvatura
m o d e ra d a m e n te diferenciados. Estas lesiones se clasifican menor.
histoló g ica m e n te c o m o difusas. Nosotros co in cid im o s con M u lh o lla n d 176 en que las d i
ferentes agrupaciones linfáticas anatómicas son engañosas,
Aplicaciones quirúrgicas ya que las paredes gástricas presentan una rica co m u n ica
A contin u a ció n se consideran las aplicaciones q u irú rg i ción intra- y extram ural.
cas para las dos unidades quirúrgicas gástricas, p roxim al y
P ie z a de g a s t r e c t o m ía t o t a l en un c a r c in o m a de estó
distal.
m ag o La pieza ideal de gastrectom ía total en un carcino
.
U n i d a d p r o x i m a l . La linfa p rocedente de la unidad q u i ma de estóm ago (Fig. 1 5 .41) debería inclu ir las siguientes
rúrgica gástrica proxim a l drena a lo largo de la arteria gás estructuras si las condiciones generales del paciente lo per
trica izquierda hacia los ganglios gástricos izquierdos supe m iten:
riores, localizados en el liga m e n to hepatogástrico. La parte • Los 8-1 0 cm más distales del esófago y los ganglios pe-
p ro xim a l de la curvatura m a y o r drena los ganglios pancre- riesofágicos del m ediastino inferior.
aticoesplénicos. • El estóm ago (en su to ta lid a d ).
Kodera y cois.218 co m e n ta ro n la d e fin ició n del cáncer • Todos los tejidos y ganglios que rodean la unión G-E. Rea
del cardias gástrico y su peso en la intervención quirúrgica: lizar va g o to m ía troncular.
• El epip ló n m e n o r y sus ganglios linfáticos. Extirpados m e
En ¡apon se ha observado una llam ativa diferencia en
diante:
la distribución de los diferentes tipos de adenocarcinoma de
- Ligadura de la arteria gástrica izquierda en su origen
la unión gastroesofágica en comparación con los datos oc
(p ro te g e r el plexo celíaco m ediante una disección cui
cidentales previamente documentados. El subgrupo del car-
dadosa).
■ cinoma del estómago proxim al identificado como tipos II
- Ligadura de la vena coronaria.
y III puede no requerir gastrectomía proxim al si se realiza
- Esqueletización de la arteria hepática y de la vena p o r
una linfadenectomía lo suficientemente extendida.
ta hasta el hilio hepático. Arrastrar todos los tejidos (in
Estos autores se refieren a la clasificación del carcinoma cluyendo los ganglios de la arteria gástrica izquierda y
de cardias propuesta en 1996 p o r Siewert y Stein219. Tipo I: la arteria hepática) hacia la curvatura menor.
esófago inferior (distal); Tipo II: cardias («verdadero carci • El lig a m e n to gastrocólico y el e p iplón mayor.
nom a del cardias»); Tipo III: estóm ago superior (subcardial) • Entre 2 cm y 3 cm de la prim era porción del d u o deno,
(más frecuente). Esta clasificación fue aceptada en 1997 en in clu ye n d o los ganglios supra- e infrapilóricos.
la Conferencia In ternacional de la A sociación del Cáncer • Pancreatectomía distal y esplenectomía, in clu ye n d o los
Gástrico para el Consenso sobre el A d e n o carcinom a de la ganglios pancreaticoesplénicos.
U nión Gastroesofágica.
Es obvio que la gastrectomía total es una técnica inm e n
En una publicación más reciente, Siewert y cois.220 ofre
samente radical con una elevada m o rb ilid a d y m o rtalidad.
cen más detalles sobre el adenocarcinom a de la unión gas
¿Se puede considerar «ideal»? ¿Se curará el paciente con
troesofágica (AGE):
este p ro c e d im ie n to tan c o n tro ve rtid o ? La bibliografía m é
La extirpación completa del tu m o r p rim a rio y de su dica está repleta de controversias. La propia filosofía del ci
drenado linfático debe ser el objetivo p rin c ip a l de cual rujano general servirá c o m o guía.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
Anatomía quirúrgica
Esófago distal
Ganglios linfáticos
8 cm-10 cm
Cuerpo y cola
del páncreas
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
A n te r io r
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Estómago
Anatomía quirúrgica
Plexo esofágico
Diafragma Plexo
esofágico
F ig u ra 15.44. Cuatro o más estructuras vagales em ergen a través del hiato. A, Las divisiones se separan justo por encima del
diafragma. B, Las divisiones y sus ramas se originan por encima del diafragma. C, Los elem entos del plexo esofágico se extien
den por debajo del diafragma. Los troncos vagales se localizan por com pleto en el abdom en. 1, división hepática; 2, división
gástrica anterior; 3, división celíaca; 4, división gástrica posterior. [sklO]
• Dos estructuras vagales solam ente (Fig. 15.42): 88% . Las fibras descendentes paralelas se reúnen con los troncos n o r
estructuras habituales en el hiato esofágico son los tr o n males por debajo del diafragma. Esto demuestra que fo rm an
cos vagales a n te rio r y posterior, que todavía no se han parte del plexo esofágico.
separado para fo rm a r las cua tro divisiones típicas m e n Las divisiones de los troncos vagales, especialmente la
cionadas anterio rm e n te . A m b o s troncos se localizan n o r gástrica posterior, son inconstantes. C ua n d o se o rig in a n
m a lm e n te a la derecha de la línea m edia del esófago. El p o r encim a del diafragm a, pueden aparecer varias ramas
tro n c o posterior se sitúa más p ró x im o a la aorta que al descendiendo a través del hiato. De hecho, de entre las 50
esófago (Fig. 15.43). piezas estudiadas p o r Jackson41, sólo h u b o dos en las que
• C uatro estructuras vagales (Fig. 15.44A): 7%. Las cuatro la división gástrica posterior se o rig in ó co m o un haz ú n i
divisiones de los troncos vagales (hepática, celíaca, gás co. Estas ramas de las divisiones no son accesorias.
trica ante rio r y gástrica posterior) aparecen cuando la se
paración tiene lugar p o r encim a del diafragm a. Distribución de los nervios vagos
• Más de cuatro estructuras (Figs. 1 5 .44 B y C): 5% . C uan en el estóm ago
d o existen más de cuatro estructuras en el hiato, se trata
D i v i s i ó n g á s t r i c a a n t e r i o r . Entre 100 piezas disecciona
de divisiones y de ramas de divisiones (Fig. 15.44B) (los
das en el estudio de Skandalakis y cois.70, la separación de
troncos a nterior y posterior se localizan por c o m p le to en
las divisiones gástrica anterior y hepática se pro d u jo ocasio
el tó ra x) o de elem entos del plexo vagal esofágico (Fig.
nalm ente por encim a del diafragma, localizándose n o rm a l
15.44C ) (los troncos ante rio r y posterior se localizan por
m ente en el esófago a bdom inal o a la altura del cardias.
c o m p le to en el abdo m e n ).
En 96 de estas 100 piezas, la rama principal de la d iv i
Las estructuras nerviosas que se añaden a las dos estruc sión gástrica ante rio r d io lugar al nervio ante rio r principal
turas habituales a la altura del hiato se d e n o m in a n a veces de la cu rva tu ra m e n o r (n e rv io a n te rio r de Latarjet). Este
accesorias225. Este té rm in o es in c o rre c to . Los verdaderos nervio se localiza n o rm a lm e n te a una distancia de 0,5 cm
nervios accesorios deberían originarse en el plexo esofági a 1 cm de la curvatura menor. En una de las piezas el n e r
co y descender sin establecer conexiones con los troncos va- vio apareció por debajo de la serosa de la pared gástrica. En
gales normales. De acuerdo con nuestra experiencia, estas la mayoría de los sujetos es posible localizar este nervio dis-
662
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
F igu ra 1 5.45. Distribución de las divisiones gástrica anterior y hepática del vago. A, Distribución "típica". B, Duplicación de
la división gástrica anterior (nervio de Latarjet). C, Separación de la división gástrica anterior en dos porciones, superior e in
ferior (pieza con carcinoma). D, Inervación antral por la rama pilórica de la división hepática. E, Múltiples nervios de la divi
sión hepática contribuyendo todos ellos a la form ación de la rama pilórica descendente, [skló]
talm ente hasta el nivel de la incisura, aunque en muchos ca O casionalm ente, la división hepática está fo rm a d a p o r
sos alcanza el píloro y en algunos es visible hasta la p rim e m últiples nervios, y to dos ellos participan en la fo rm a c ió n
ra p orción del d u o d e n o (Fig. 1 5 .4 5 A y T a b la 15.12). de la rama pilórica (Fig. 15.45E).
Legras y G riffith 226 dem ostraron que las ramas vagales A u n q u e con frecuencia se observa la ram ificación del
subserosas en la superficie pueden p e n e tra re n la muscular,
c o n tin u a n d o su descenso hacia el antro p o r el plexo sub-
mucoso (de Meissner). Del nervio principal parten entre dos
y doce ramas hacia la pared gástrica. En los sujetos del es
tu d io de Skandalakis y cois.70 la media fue de seis ramas. En Extensión distal visible de las
T a b la 1 5 .1 2 .
dos de estos sujetos, el nervio anterior de Latarjet estaba d u divisiones gástrica anterior y gástrica
plicado; y cada u n o de estos nervios p ro p o rcio n ó sus p ro posterior del vago
pias ramas para la pared gástrica (Fig. 15.45B). Loeweneck227
Núm ero de Núm ero de
d e n o m in ó «nervio antral» al más largo de ellos. divisiones divisiones
En algunos sujetos, no existe un ve rdadero nervio de Term inación anteriores posteriores
Latarjet, sino que se fo rm a un abanico de ramas gástricas
Por encima de la incisura 6 21
a partir del tro n c o vagal a n te rio r p o r encim a del origen de
En la incisura 17 4
la división hepática, y una o más ramas largas por debajo En la incisura o por encima de ella 62 71'
de d ic h o origen, que descienden para inervar el antro (Fig. Por debajo de la incisura 6 1
15.45C). Incluso ante la presencia de un nervio de Latarjet En el píloro 3 3
bien definido, aparecen norm alm ente algunas ramas, a m e En la primera porción del duodeno 6 0
nudo muchas, para el cardias y el fo n d o gástrico, que par Total 100 100
ten del tro n c o ante rio r p ro x im a lm e n te al origen de la d iv i Fuente: Skandalakis JE, Gray SW, Rowe JS Jr. A n ato m ical C o m p lic a tio n s
sión hepática (Fig. 15.45D ). in G eneral Surgery. N u eva York; M cGraw -Hill, 1983; c o n autorizació n.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
T. vagal post.
Anatomía quirúrgica
División celiaca
División hepática
n e rvio de L a tarjet para fo r m a r la «pata de ganso» (Fig. n o r y p ro porciona menos ramas gástricas que el nervio an
15.46), este p a trón es inconstante, p u d ie n d o ser equívoco terior. En n in g ú n caso se ha observado que el nervio pos
en algunos casos y estar ausente en m uchos otros. El té r te rio r alcance el d u o d e n o .
m ino «pata de ganso» fue aplicado o rig in a lm e n te p o r Pay En un n ú m e ro im p o rta n te de piezas, las ramas gástri
ne228 a la te rm ina ció n de la arteria gástrica izquierda en la cas del nervio posterior de Latarjet fo rm a n dos grupos, su
misma localización. perior e inferior. Las ramas del g ru p o superior se originan
en el tro n c o vagal posterior justo d e b a jo e incluso encim a
D iv is ó n h e p á t ic a . La división hepática del tro n c o vagal
del diafragma. Las ramas del g ru p o inferior tienen su origen
anterior se separa n o rm a lm e n te de la división gástrica an
en el nervio posterior descendente de Latarjet, e inervan
te rio r a la altura del esófago abd o m in a l (Fig. 15.46). Se lo
solam ente la parte infe rio r del cu e rp o del estóm ago y el
caliza entre las hojas de la porción avascular del lig a m e n to
antro. Entre estos dos grupos de ramas, la curvatura m e
hepatogástrico. Con frecuencia fo rm a m últiples ramas pa
nor no presenta n in g u n a inervación visible m acroscópica
ralelas m u y próxim as entre sí (Tabla 15.1 3).
m ente.
D iv is ió n g á s t r ic a p o s t e r io r . En la mayoría de los suje En m uchas piezas del estu d io de Skandalakis y cois.70,
tos, la división gástrica posterior (Fig. 15.47) da origen al la rama gástrica más superior, el «nervio crim inal» de Gra-
nervio p o s te rio r p rincipal de la cu rvatura m e n o r (n e rvio ssi229, nacía en el o rig e n de la d ivisión celíaca o p o r e n c i
posterior de Latarjet). C o m o norm a general, el nervio pos ma de la m ism a (Fig. 1 5 .4 7 A ). N o rm a lm e n te , n in g u n a
terior te rm in a ligeram ente más craneal en la curvatura me- rama aislada pareció m erecer este d ra m á tic o té rm in o . Es-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
F ig u r a 15.4 8 . Diferentes técnicas empleadas por distintos investigadores para la sección de los nervios vagos desde 1814 a
1979. [wa3]
Estómago
C ir u g ía d e l e s t ó m a g o
Aquel quecombinelosconocimientosenfisiologíay
cirugíaconelladoartísticodesupersonalidad, alcan
zaráelidealsupremodelamedicina.
B illr o th 235 F ig u r a 1 5 .5 0 . Gastrorrafia
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
G a s t r o t o m ìa
C a r d io p l a s t ia
La gastro to m ia se realiza para la extracción de cuerpos
extraños, biopsias de la mucosa, etc. Se han d esarrollado d iferentes técnicas para el tra ta
m ie n to del cardioespasmo y del m egaesófago (Fig. 15.54).
G a s t r o s t o m ía , DUODENOSTOMÍA,
Ú lcera p é p t ic a s a n g r a n t e
DUODENODUODENOSTOMÍA
Se recom ienda e x tirp a r la úlcera gástrica para descartar
La gastrostomía (Fig. 15.51 ) se practica en procesos pa
m a lig n id a d m ed ia n te la sección congelada. El de fe cto se
toló g ico s c o m o la dilatación gástrica aguda, el carcinom a
cierra en dos planos.
de esófago o de estóm ago para el aporte de dietas elem en
tales, la descompresión gastrointestinal para evitar la c o lo
cación de una sonda nasogàstrica, etc. C ierre de l a ú l c e r a
Desde la época de Sédillot (m ita d del siglo xix) a la de
PÉPTICA PERFORADA
los cirujanos más actuales c o m o Sacks y Preshaw, se han
presentado diferentes m é to d o s de gastrostom ía en la b i Para la úlcera gástrica, véase «Úlcera péptica sangrante»,
bliografía m édica. N osotros ofrecem os alg u n o s de estos a n te rio rm e n te .
m é todos tal y co m o lo hicieron W augh y H ood en su p u Para la úlcera péptica, el cierre se realiza m edia n te su
blicación clásica237, añad ie n d o alg u n o más de la b ib lio g ra tura directa o e m p le a n d o un p e d ú n cu lo de grasa. Sharma
fía. La gastrostomía percutánea ha recibido el a p o yo de d i y cois.239 reco m ie n d a n el uso del ta p o n a m ie n to con epi-
ferentes autores contem poráneos. pló n libre c o m o un p ro c e d im ie n to seguro y rápido aplica
La d u o d e n o s to m ía con ca té te r (Fig. 1 5 .5 2 ) se utiliza ble en situaciones de urgencia.
para prevenir el «estallido» del m u ñ ó n d u o d enal. B lo m g re n 240 indicó que, d e b id o al bajo índice de recu
La duodenoduodenostom ía es el procedim iento de elec rrencias graves (14% ), el cierre simple de la úlcera péptica
ción para la atresia y la estenosis duodenal (Fig. 15.53). perforada constituye la técnica de elección en el anciano.
Recordar: Las fugas y la p e rito n itis se p ueden e vita r m e Sin em ba rg o , Wysocki y cois.241 recom iendan la resección
diante: gástrica antes que la sutura de la perforación d e b id o a su
elevada m o rtalidad.
• La sutura en bolsa de tabaco alrededor del catéter.
• La fijación de la pared gástrica a la pared a b d o m in a l an
terior. PlLOROPLASTIA
• El e m p le o de la m ism a técnica para la d u o d e n o s to m ía
C om o técnica de d renado, la piloroplastia (Fig. 15.55)
que para la gastrostomía.
se realiza en la obstrucción pilórica parcial o c o m p le ta se
• La realización de una incisión para el tu b o .
cundaria a la enferm edad por úlcera péptica, asociada o no
a la vag o to m ía . Se utiliza ta m b ié n co m o c o m p le m e n to de
G a s t r o p e x ia la cirugía de la unidad gástrica p roxim al (resección, hernia
de hiato, etc.).
La gastropexia consiste en la fijación de la pared ante La piloroplastia se emplea c o m o técnica de drenado con
rior del estóm ago en el área de la curvatura m e n o r a la pa o sin v a g o to m ía en el tra ta m ie n to de la e n fe rm e d a d por
red abdo m in a l anterior. Esta técnica se utiliza para el trata úlcera péptica con o sin o b strucción.
668
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
Anatomía quirúrgica
F igu ra 15.52. D uodenostom ía con catéter para el cierre inadecuado o dudoso del m u ñ ó n duodenal. A, El catéter debe ser como
m ín im o del n.°. 16F. Si es posible, se debe colocar u n colgajo grande de epiplón alrededor del catéter para sellar su trayecto. B,
Para drenar el m u ñ ó n cerrado se utiliza un tubo que sale del abdo m en a través de u n a incisión separada de la herida quirúrgi
ca. Nota: El tubo se introduce lateralm ente en el duod en o separado del cierre duodenal. [ny4]
PlLOROMIOTOMÍA GASTROYEYUNOSTOMÍA
La pilo rom ioto m ía (Fig. 1 5.56) es la técnica d e elección La g astro y e y u n o sto m ía (Fig. 1 5 .5 7 ) es u n a té cn ic a de
en los lactantes co n estenosis hipertrófica del píloro. d r e n a d o . C on fines prácticos, tien e las m ism as indicacio-
Estómago
Wendel 1910
F ig u r a 15.5 4. Intervenciones quirúrgicas para el tratam iento del cardioespasmo. Las técnicas de Marwedel y Wendel em ple
an una incisión longitudinal en la u n ió n gastroesofágica, incluyendo todas las capas, con u n cierre transversal. La variación de
Heyrovsky incluye incisiones separadas del esófago distal y el estómago proximal, y una anastomosis esofagogástrica. La técni
ca de Heller consiste en una incisión longitudinal en la serosa y la muscular, m an ten ien d o intacta la mucosa gastroesofágica.
El cierre es transversal. La técnica de Backer-Gróndahl es igual que la de Heyrovsky, pero en ella las incisiones se u n e n entre sí.
La variación de W angensteen consiste en una esofagogastrectomía (esófago distal-estómago proximal) co n anastom osis térm i
no-term inal y u n a pilorom iotom ía de Rammstedt (véase Fig. 15.55). [wa5]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Estómago
Anatomía quirúrgica
Heineke 1886
Mikulicz 1888
Defour-Fredet 1908
Weber 1910
F ig u r a 15.55 . Piloroplastia. Las técnicas de Heineke-Mikulicz consisten en u n a incisión longitudinal en la pared gastroduo
denal incluyendo todas las capas con u n cierre transversal del defecto. La m odificación de Jaboulay incluye dos incisiones lon
gitudinales separadas en las paredes gástrica y duodenal con una anastomosis latero-lateral. La técnica de Finney consiste en
u na incisión gastroduodenal en herradura (porción distal del estómago y primera y segunda porciones del duodeno) con u n cie
rre transversal. Defour y Fredet modificaron la técnica de Heineke-Mikulicz para los lactantes; su técnica consiste en una inci
sión longitudinal en la serosa y la muscular, dejando intacta la mucosa, con u n cierre transversal. Dos años después, Weber des
cribió una técnica idéntica a la de Defour y Fredet. La técnica de Rammstedt es esencialmente u n procedimiento de Defour-Fredet
excepto por la ausencia del cierre de la pared gastroduodenal, dejando la mucosa sin recubrir. La variación de Horsley consiste
en una piloroplastia de Heineke-Mikulicz con la escisión de las pequeñas úlceras de la pared duodenal anterior. El defecto se
cierra transversalmente. Las técnicas de Judd y de Judd-Nagel consisten en la escisión de un segm ento elíptico de la pared d u o
denal incluyendo la úlcera, seguido por u n cierre transversal. [wa4]
672
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago 15
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
nes que la piloro p la stia . La gastro ye yu n osto m ía se puede N yhu s242, de la Universidad de Illinois, en 1981. El espacio
realizar asociada o no a vagotom ía. Puede ser anterior o pos periesofágico muestra los siguientes límites:
terior, d e p e n d ie n d o de la localización de la anastomosis del
Anatomía quirúrgica
Estómago
El lóbulo hepático izquierdo se puede desplazar hacia aba Se deben recordar las estructuras anatóm icas presentes
jo, hacia d e n tro , y a la derecha. La perforación d ig ita l de la en esta área: los troncos vagales d e recho e izquierdo; las
reflexión peritoneal avascular perm ite el acceso al esófago pleuras mediastínicas; la vena hepática izquierda; las pe
abdo m in a l; el esófago se puede traccionar hacia abajo con queñas arterias, venas y co n ductillos biliares asociados con
un tu b o de Penrose. el lig a m e n to coro n a rio izquierdo; y la arteria hepática iz
La m o vilización posterior del cardias y el fo n d o se c o m quierda accesoria o reemplazante.
pleta con la disección cuidadosa de la parte p ro xim a l de El té rm in o «accesoria» indica que existe o tro origen adi
las curvaturas m a yo r y menor. A c o n tin u a ció n se ligan las cional de la vascularización diferente al más frecuente y tí
ramas de la arteria gástrica izquierda y los vasos gástricos pico. La arteria hepática «reemplazante», según Healey y
cortos. Schwartz243, no se o rigina en el tro n c o celíaco, y aparente-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
Anatomía quirúrgica
.f - í i',' •
Estómago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
L ocalización
del c a rc in o m a T écn ica Razón
Tercio superior Gastrectomía total: La pieza en bloque debe incluir: 1) el esófago distal El tumor metastatiza en todos los
hasta la bifurcación traqueal, 2) 1-2 cm del duodeno, 3) el páncreas ganglios regionales. El pronóstico es
distal, 4) el bazo, 5) la ligadura de la arteria gástrica izquierda en su malo. Actualmente cualquier tratamiento
origen, 6) la esqueletización de la arteria hepática, 7) la extirpación se considera paliativo.
del epiplón menor con los ganglios linfáticos, 8) la extirpación del
epiplón mayor, 9) una anastomosis en Y de Roux, 10) la resección de
otros órganos como el lóbulo hepático izquierdo y el colon transverso
si es necesario, o gastrectomía parcial proximal con piloroplastia
Tercio medio Gastrectomía del 80%-90%, y los pasos 2-8 y 10 como se han descrito El tumor metastatiza en un determinado
anteriormente si son necesarios en cualquier reconstrucción Billroth grupo de ganglios regionales. El
II, o gastrectomía total pronóstico es mejor que en los tumores
del tercio superior. Los índices de
morbilidad y mortalidad son inferiores
que en los tumores del tercio superior.
Tercio inferior Gastrectomía parcial distal y los pasos 2-8 y 10 como se han descrito El tumor exhibe también una
anteriormente si son necesarios en cualquier reconstrucción Billroth II «mentalidad regional». Mejor pronóstico
en comparación con las lesiones que se
localizan en los tercios superior y medio.
Fuente: Datos de Nyhus LM, Wastell C. Surgery of the Stomach and Duodenum, 4.’ ed. Boston: Little, Brown, 1986.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
y p o líp é p tid o pancreático) en los pacientes sometidos a delgado proxim al y distal en 1954. Éste es el origen del tra
este p ro c e d im ie n to fu e ro n superiores en c o m p a ra c ió n ta m ie n to q u irú rg ico (cirugía bariátrica) de la obesidad m ó r
con los de los pacientes que recibieron otros tipos de re- bida y colosal clínicam ente graves. A ctu a lm e n te , el by-pass
servorio. yeyunoileal ha sido a b a ndonado, y se e m p le a n nuevas téc
• H eim bucher y co l.255 d o c u m e n ta ro n una alteración de la nicas. Recom endamos a los estudiantes interesados la lec
m o tilid a d en pacientes asintomáticos tras la construcción tura de los excelentes artículos sobre el te m a que se reco
de un reservorio de H unt-Law rence-R odino. gen en el World Journal o f Surgery, vol. 22, 1998.
Las técnicas quirúrgicas para el tra ta m ie n to de la o b e
Esofagogastrectomía sidad m ó rb id a incluyen diferentes tipos d e by-pass gástri
co (Figs. 1 5 .74 a 1 5 .76), la gastroplastia vertical anillada
Las variantes de la esofagogastrectom ía se m uestran en (Fig. 15.77) y el by-pass b iliopancreático (Fig. 15.78).
la Figura 15.73. Benotti y cois.265 encon tra ro n una am p lia evidencia que
c o n firm a n d o el c o n tro l significativo del peso tras la cirugía
V a g o t o m Ía gástrica para el tra ta m ie n to de la obesidad grave.
Curry y cois.266 han afirm ado que el by-pass gástrico con
La vagotom ía puede ser troncular, hiperselectiva e hiper- resección co n stituye un p ro c e d im ie n to a lte rn a tiv o para la
selectiva extendida. obesidad m ó rb id a (Fig. 15.79).
Schuricht y cois.256 afirman que la vagotom ía p o r vía to- La colocación de bandas gástricas ajustables p o r vía la
racoscópica es una técnica segura en los pacientes s o m e ti paroscópica se ha utilizado en Europa sin evidencia de m uer
dos a una vago to m ía subdiafragm ática previa. tes, con un índice de com plicaciones razonable, y con éxi
A continuación ofrecemos una cita de D onahue257 sobre to en la reducción de peso267. La cirugía en Y de Roux p o r
la va gotom ía hiperselectiva (VAS): vía laparoscópica con una co n figuración sim ilar al pro ce d i
m ie n to a b ierto y con la construcción de un reservorio gás
Cuando los pacientes con úlcera requieren una interven
trico ha sido d o c u m e n ta d a p o r Higa y cois.268.
ción quirúrgica, una vagotomía debe formar parte del tra
tamiento; la VAS constituye la mejor opción quirúrgica, pu-
diendo realizarse con seguridad en la mayoría de los Tr a s p o s ic ió n g á s t r ic a
pacientes, excluyendo solamente a aquellos que están ines
tables y a los que padecen patologías médicas concomitan Spiro y cois.269 c o m p ro b a ro n que es posible utilizar el
tes graves que no permiten la pérdida del tiempo extra (apro estóm ago para restablecer la c o n tin u id a d Gl tras una eso-
ximadamente 30-45 minutos) necesario para su realización. fagectom ía cervical o una fa ringectom ía circunferencial. La
Mientras que el papel de las intervenciones quirúrgicas m o rta lid a d es elevada (11 %), y las com plicaciones son fre
abiertas para las complicaciones de la úlcera está bien es cuentes (5 5 % ). La mayoría de las com plicaciones son m e
tablecido, existen dudas acerca del incremento de pop u la nores, excepto la dehiscencia a nastom ótica (1 3% ) y la ne
ridad del acceso por vía laparoscópica en candidatos apro crosis gástrica parcial (3% ). Sin e m b a rg o , R uangtrakool y
piados. Debido a que los cirujanos en activo prefieren Spitz270 declararon que la baja m o rb ilid a d p o te n cia lm e n te
practicar intervenciones que ya han realizado durante años, m ortal y la baja m o rta lid a d de la trasposición gástrica c o n
y a que existe una disminución en la incidencia y preva- vierten a este p ro c e d im ie n to en la técnica de elección para
lencia de la úlcera en la m ayor parte del mundo, los ciru la sustitución esofágica en la edad pediátrica.
janos interesados en practicar la VAS deben realizar un es
fuerzo para preservarla. Si tenemos en cuenta las cualidades C á n c e r g á s t r ic o : o b s e r v a c io n e s
de esta intervención en comparación con sus alternativas,
la VAS tendrá siempre un lugar bien merecido entre las op SOBRE LOS FACTORES ETIOLÓGICOS
ciones quirúrgicas. El carcinom a gástrico constituye la segunda causa más
Sapala y cois.258 han descrito la aparición de colelitiasis frecuente de m u e rte relacionada con el cáncer271. La c o n
tras la va g o to m ía tro n c u la r con gastrectom ía subtotal. Ha troversia respecto al origen del cáncer gástrico c o n tin ú a .
llazgos similares han sido observados p o r Rehnberg y Ha- Se ha sugerido q u e los pólipos adenom atosos, la m etapla-
g lu n d 259, Lorusso y cois.260, C ipollini y cois.261, Ise y cois.262 sia intestinal, la úlcera gástrica, la anemia perniciosa y otros
e Inoue y cois.263. factores etiológicos posiblem ente desem peñen un im p o r
tante papel.
C ir u g ía g á s t r ic a en la o b e s id a d Pólipos adenomatosos
m ó r b id a y c o l o s a l
Kimura y cois.272 han especulado acerca de que el cán
C o m o in fo rm ó D eitel264, Kremen y cois, evaluaron e x cer gástrico se pueda desarrollar en los pólipos gástricos ade
p e rim e n ta lm e n te la im p o rta n c ia n u tric io n a l del inte stin o nomatosos.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
Localización de la
lesión primaria
Cardíacos
Anatomía quirúrgica
Tronco
izquierdos
Cardíacos derechos
e— Hilio espléníco
Hepático c o m ú n — o
Tercio superior Gástricos -------Arteria esplénica
Curvatura menor izquierdos
Supra- e
infrapílóricos
— Curvatura mayor
F ig u r a 15 .62 . Grupos Nj y N2 de los ganglios linfáticos relacionados con los carcinom as de los tercios superior, m edio e in
ferior del estómago. [ny4]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
Nota: Los ganglios que no pertenecen a los grupos enumerados en NI y N2 se designan como ganglios N3 o N4, de
pendiendo de la localización.
Fuente: Modificado de Fielding JWL, Alexander-Williams J. Adenocarcinoma of the stomach. En: Nyhus LM, Wastell
C. Surgery of the Stomach and Duodenum, 4a ed. Boston: Little, Brown, 1986; con autorización.
8 4% de las úlceras pépticas gigantes (>2 cm ) se pueden tra su op in ió n sobre la vagotom ía hiperselectiva extendida por
tar sin intervención quirúrgica. Solamente en los casos en los vía laparoscópica (VASE)281:
que fracasa la batería de medidas conservadoras el cirujano Nuestra preferencia p o r que la VASE laparoscópica se
tendrá que decidir qué técnica realizar. A continuación se ex convierta en la técnica laparoscópica de elección constitu
pone una muestra del pensamiento m édico actual. ye un estímulo para que los cirujanos modernos adopten
Hansson280 proporciona una excelente visión general so esta técnica. Desde esta perspectiva, quizá el m ayor desa
bre este tem a: fío sea para los centros docentes, que tienen la responsa
bilidad de enseñar a los residentes de cirugía tanto las me
Por el momento, no existe una evidencia convincente
jores técnicas antiguas como las nuevas.
de que la inhibición farmacológica de la secreción ácida
aumente el riesgo de cáncer de estómago. Sin embargo, Jordán y T h o rn b y282 prefieren la vagotom ía de células pa
algunos estudios indican que el tratam iento prolongado rietales para la úlcera d u o d e n a l a la va g o to m ía selectiva
con IBP puede acelerar el desarrollo de la gastritis atrófica, con antrectom ía, ya que, en ocasiones, esta técnica inca
un factor de riesgo para el cáncer gástrico, en los indivi pacita al paciente.
duos infectados p o r H. pylori. Por lo tanto, el uso a largo M a rtin y cois.283 piensan que la infección p o r H. pyori
plazo del tra tam iento in h ib id o r de la secreción ácida se no se encuentra influida p o r la vago to m ía hiperselectiva, y
debe contemplar con precaución. En un gran número de es que la recurrencia de la úlcera depende más de la com p le -
tudios se ha encontrado una relación que parece ser real tación de la va g o to m ía que del estado de la infección p o r
entre la resección gástrica previa y el cáncer de estómago. H. pylori. Johnson284 advierte que la aparición de futuras ce
El riesgo aumenta con el paso del tiempo, esperándose que pas de H. pylori resistentes a los antibióticos puede con ve r
se duplique 15 años después de la intervención inicial. tir a la v a g o to m ía gástrica p roxim al electiva en una té c n i
ca quirú rg ica más habitual.
D onahue y cois.233 indicaron que la vago to m ía gástrica Huang y H un t285 recomiendan la com binación de fárm a
hiperselectiva constituye la técnica ideal en la mayoría de cos antisecretores con antib ió tico s para acelerar la cicatri
los pacientes con úlcera duodenal. A continuación, citamos zación de la úlcera péptica.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Estómago
Anatomía quirúrgica
/<$■<a - .
Von Haberer 1933 Harkins-Nyhus 1962
F ig u ra 1 5.6 3 . Variantes técnicas de la gastrectomia Billroth I (Billroth I clásica, Billroth I estándar, y otras). [si3]
682
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago 15
Yeyunoyeyunostomía
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
Anatomía quirúrgica
F ig u r a 15 .6 5 . Resección gástrica con anastomosis gastroyeyunal; algunas variantes del Billroth II.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
Khulusi y cois.286 consideran que la metaplasia gástrica gías m alignas de tip o epitelial (a d e n o c a rc in o m a ), n o e p i
duodenal se debe en parte al ácido y en parte a la infección telial (sarcom a), y en los tu m o re s del e strom a. Esto sitúa
por H. pylori. al cirujano en la posición nada envidiable de tener que d e
c id ir la té cn ica que va a u tiliz a r y la c a n tid a d de e s tó m a
El c ir u j a n o y el c á n c e r g á s t r ic o go q u e va a resecar. ¿Debe llevar a cabo una lin fa d e n e c-
to m ía p a rc ia l o e x te n d id a ? ¿Debe re a liz a r la
Existe una g ran co n tro ve rsia sobre las características p a n cre a te c to m ía distal y la esplenectom ía? ¿Y la e p ip le c-
del tr a ta m ie n to q u irú rg ic o del e stó m a g o en las p a to lo to m ía ? ¿Qué c a n tid a d de esófago se debe resecar en el
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
Anatomía quirúrgica
>35 cm
50 cm
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
M cKittrick 1944
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Estómago
Anatomía quirúrgica
Lee 1951
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
carcinom a del cardias? ¿Cuál es el estadio del tu m o r? ¿Ha estado metastásico en el cáncer gástrico. Las estimaciones
m e ta statizado el tu m o r en otros órganos? ¿Se ha d is e m i de la su pervivencia se representan con m a y o r fia b ilid a d
nado a los g a n g lio s linfáticos? ¿Ha p e n e tra d o en las ca cu a n d o se exam inan al menos 15 ganglios.
pas de la pared gástrica? N u rn b e rg e r y cois.289 recom iendan la esplenectomía so
Todas estas cuestiones y consideraciones, así c o m o la la m e n te en los tu m o re s p ro xim ales avanzados, especial
edad y la situación del paciente, desem peñan un im p o r m en te en aquellos localizados en la curvatura mayor. Para
tante papel en la elección de la técnica p o r parte del ciru los tum ores incipientes recom iendan la linfadenectom ía del
jano. El pensam iento actual de los diferentes autores pre hilio esplénico para c o m p le ta r la gastrectom ía radical.
tende arrojar alguna luz sobre estas cuestiones. A continuación citamos a Pierie y cois.290 sobre los tu m o
Kikuchi y cois.287 observaron que la linfadenectom ía ex res del estrom a gastrointestinal:
tendida en el cáncer gástrico no tiene un im p a c to positivo
Actualmente, el único medio de curación de los tumores
sobre la supervivencia superior a la resección no curativa,
del estroma gastrointestinal es la resección quirúrgica m a
ni siquiera en los pacientes con cáncer gástrico y m etásta
croscópica completa. Los tumores con más de una mitosis y
sis simultáneas en el p e rito n e o adyacente o distante. Kar-
con un tam año superior a 5 cm tienen especialmente un
peh y cois.288 conclu ye ro n que el n ú m e ro de ganglios p o
m a l pronóstico, con una disminución en la supervivencia y
sitivos, más que su localización, es el m e jo r ind ica d o r del
un incremento de las recurrencias locales y ¡o distales.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
Anatomía quirúrgica
M arshall 1938
Adam s y Phemister 1938
Churchill y Sweet 1942
Estómago
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
Tsujitani y cois.294 recom iendan la cirugía lim itada en el Rüdiger S ie w e rty cois.302 presentaron una clasificación
cá ncer de e s tó m a g o en pacientes ancianos. Ish ig a m i y a n a to m o to p o g rá fic a de los tum ores de la u nión gastroeso-
cois.295 concluyeron que la disección g a n g lio n a r se debe li fágica:
Anatomía quirúrgica
Estómago
Kyzer y cois.309 declararon que, en los casos de cáncer En los pacientes som etidos a gastrectom ía parcial p o r
gástrico, la técnica B illroth I conlleva un índice de c o m p li e n ferm edad b e nigna 20 años atrás, Greene321 recom ienda
caciones y de m o rta lid a d postoperatorios significativam en la realización de una endoscopia anual para descartar un
te inferiores a la técnica Billroth II. El n ú m e ro de ganglios carcinom a del rem anente gástrico.
linfáticos extirpados fue prácticam ente el m ism o en ambos Sano y cois.322 aconsejan la gastrectom ía to ta l seguida
procedim ientos. Los autores indicaron que quizá la té cn i de q u im io te ra p ia en el tra ta m ie n to del lin fo m a gástrico.
ca B illroth I presenta un índice de recurrencia mayor. V aillant y cois.323 m anifestaron que la resección com pleta
Shibao y cois.310 concluyeron que en la anastomosis Bill fue superior a la resección prim aria para p ro d u c ir una rem i
roth II el rem anente gástrico es propenso a desarrollar car sión co m p le ta prolo n g a d a en los linfom as gástricos locali
cinomas. zados de bajo y alto grado.
Schepotin y cois.311 recom iendan encarecidam ente que D eb id o a la posibilidad de invasión, M u lh o lla n d 324 co n
en los pacientes con cáncer gástrico en estadio T4 el tra ta sidera que los intentos de resección curativa están indica
m ie n to de elección sea la resección quirú rg ica en bloque dos en casi to d o s los casos de tum ores del estrom a gástri
agresiva. co, carcinoides y tu m o re s n e u ro e n d o crin o s (le iom iom as,
Graham y cois.312 se m uestran m u y pesimistas sobre la leiomiosarcomas, etc).
evolución del aden o ca rcin om a del cardias gástrico. Estos Basando su estudio en la clasificación h istológica de las
autores emplearon la esofagogastrectomía transhiatal (78%), células e n d o crin a s que c o m p o n e n la m ucosa, Schindl y
la esofagogastrectom ía transtorácica (2 1 % ) y la esofago cois.325 plantearon los aspectos del s o b re tra ta m ie n to e in-
gastrectomía tra n sa b d o m in a l (1% ). El índice global de su fra tra ta m ie n to de los tu m o re s n e u ro endocrinos gástricos:
pervivencia a los 5 años fue a p ro x im a d a m e n te del 16%. Resulta obvio que el tratamiento quirúrgico de los tu
Kodera y cois.313 aconsejan que en el cáncer del tercio mores neuroendocrinos gástricos influye en el pronóstico in
p roxim al del estó m a g o solam ente se realice la pancreato- dividual y en la calidad de vida del paciente. El sobretrata
esplenectomía c u a n d o el cáncer se extienda al páncreas. m ie n to de los tumores de tipo 1 m e diante la resección
N e w m a n y cois.314 in fo rm a ro n de que los carcinomas gástrica extendida empeorará el bienestar personal inne
que se desarrollan en el rem anente gástrico de los pacien cesariamente, sin ninguna ventaja p ara esta patología be
tes som etidos p re viam ente a gastrectom ía p o r cáncer gás nigna. La polipectomía simple de los tumores invasivos de
trico son prácticam ente iguales que el cáncer prim ario. Los tipo 3 implica un considerable riesgo de recurrencia y de
autores re co m ie n d a n la realización de una resección p ri progresión de la enfermedad, con un pronóstico letal en de
maria co m o p ro c e d im ie n to curativo. terminados casos. Se ha comprobado que los tumores neu-
Lo y co is.315 a firm an q u e no existen diferencias en el roendocrínos gástricos tienen un comportamiento m uy di
c o m p o rta m ie n to clínico entre el cáncer del remanente gás vergente de la invasión local y la diseminación a distancia,
trico resecado y otros tipos de carcinoma del estóm ago. Es siendo los tumores de tipo 3 los que tienen m ayor riesgo. El
tos autores316 in fo rm a ro n sobre el o rigen del cáncer de es tratamiento individual adaptado al tipo tum oral se basa en
tó m a g o en el rem anente gástrico tras la gastrectomía parcial estos conocimientos, y cualquier médico que trate a pacien
para el tra ta m ie n to de una patología benigna; consideran tes con tumores neuroendocrinos gástricos es responsable
que el carcinoma de tip o intestinal apareció con m ayor fre de su correcta aplicación.
cuencia en el e stó m a g o distal (7 3 % ) que en el p ro xim a l
El tra ta m ie n to laparoscópico de los tu m o re s del estro
(5 0 % ).
ma gástrico posteriores ha sido d e fe n d id o p o r H e p w o rth y
El carcinoma del remanente gástrico no es tan raro com o
cois.326, quienes subrayan que la extirpación del tu m o r m e
se había pensado inicialm ente. De acuerdo con H errington
d ia n te gastrostomía es esencial para el éxito.
y Sawyers317, el 5 % de los pacientes gastrectom izados p re
A co n tin u a ció n se cita a Basso y cois.327:
senta un in c re m e n to del riesgo 10 o más años después de
la cirugía. Farrands y cois.318 d o c u m e n ta ro n la revisión en- [L]a resección laparoscópica de los tumores del estro
doscópica de 71 pacientes más de 15 años después de la m a gástrico debe considerarse el tratam iento de elección.
Generalmente se realiza la resección en cuña de las lesio
intervención gástrica, revelando la existencia de 11 casos
nes de la pared anterior. El tratam iento de las lesiones de
con displasia epitelial. Una de las lesiones fue un carcinoma;
la pared posterior sigue siendo controvertido. Según nues
o tro paciente desarrolló un carcinom a 18 meses después.
tra opinión, el abordaje directo se debe reservar para las
N ag a m a ch i319 in fo rm ó de que tras la gastrectomía total
lesiones localizadas en la pared posterior del cuerpo, a las
en los pacientes con cáncer gástrico, la trasposición de un
que se accede fácilmente a través del epiplón mayor, mien
pedículo se g m entario del colon transverso constituye una
tras que el abordaje transgástrico es preferible pa ra las le
técnica fa ctible y útil.
siones localizadas en el fondo y el antro.
Tsujitani y cois.320 sugirieron que quizá es posible reali
zar una gastrectomía limitada con disección g a n glionar de En resumen, la gastrectomía subtotal o total, proxim al o
p e n d ie n d o del aspecto m acroscópico y del ta m a ñ o del t u distal, constituye el trata m ie n to de elección paras los tu m o
mor. res malignos del estómago; la linfadenectomía extendida po
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Estómago
dría ser esencial, aunque aún resulta controvertida. Junto a sección gástrica para aquellas ocasiones en las que repre
la gastrectomía proximal, es necesario realizar una piloroplas- sente la m e jo r elección.
tia com plem entaria para un correcto vaciam iento gástrico. Las c o m p lic a c io n e s anatóm icas de las intervenciones
Anatomía quirúrgica
Todavía resulta controvertida la elección entre gastrecto gástricas se irán presentando de acuerdo con la técnica rea
mía subtotal o total ante un carcinoma gástrico. Harrison y lizada.
cois.328 afirm an que ambas presentan índices similares de Pickleman y cois.329 han declarado que las técnicas rea
supervivencia, así co m o en el tie m p o y en el índice de recu lizadas sobre el inte stin o an te rio r se acom pañan de un ele
rrencia. C oncluyeron que la gastrectomía total no es nece vado índice de fugas anastom óticas, a firm an d o de m a n e
saria en el cáncer gástrico proxim al (la supervivencia a los ra pesimista que
5 años fue del 4 3 % para la gastrectomía proxim al frente al
(,..)la dehiscencia anastom ótica intestinal continúa
4 1 % para la gastrectomía total).
siendo el principal problem a sin resolver en la cirugía gas
El siguiente c o m e n ta rio sobre la disección g a n g lio n a ry
trointestinal. Con escasas excepciones, existen pocas va
el carcinoma gástrico realizado p o r el Dr. Blake Cady en el riables predictivas relacionadas con el paciente y con la
39.° Encuentro Anual (2 0 0 0 ) de la Georgia Surgical Society
técnica, y p o r lo ta n to poco se puede hacer para reducir
proporciona una m a yor evidencia sobre la confusión exis
su incidencia. Globalmente, más del 80 % de la m o rta li
te n te acerca de la cirugía radical:
dad se debe a otros factores y, en consecuencia, aunque fue
El entusiasmo de los cirujanos japoneses en la última dé se posible elim inar las fugas, se observaría un escaso im
cada por la resección linfática hiperradical en el cáncer gás pacto sobre los índices de m ortalidad quirúrgica. Las fugas
trico ha sido cuestionado por los dos recientes ensayos mul- se producen en el postoperatorio más tarde de lo que n or
tiinstitucionales realizados en Holanda y Reino Unido, que m alm ente se asume, y p o r lo tanto, el alta hospitalaria
no muestran diferencias en la supervivencia. Además, como precoz puede resultar perjudicial para algunos pacientes.
cabía esperar, la cirugía más radical se asoció a un aumen
En nuestra o p in ió n la solución está en co nocer bien la
to significativo de las complicaciones y de la m ortalidad
em briología y la anatom ía, así c o m o de la técnica q u irú r
operatoria. Incluso teniendo en cuenta la elevada m o rta
gica.
lidad operatoria, no existe un aum ento en la superviven
cia del cáncer gástrico p o r la realización de una disección
g a n glionar más radical. G a s t r o r r a f ia
En la mayoría de las técnicas de reconstrucción se reco
La hemorragia intralum inal o extraluminal se puede p ro
m ienda la anastomosis tip o Billroth II m odificada, según las
d u c ir a nivel de la línea de sutura, d e b id o a la falta de lig a
necesidades del in d iv id u o y las preferencias del cirujano.
dura del plexo vascular submucoso.
La colocación apropiada de grapas ayudará al ra d ió lo
En caso de rotura de la línea de sutura o de peritonitis,
g o a localizar el área que se debe irradiar en las lesiones no
es oblig a to ria la re intervención para ligar el vaso sangran
resecables. Las técnicas paliativas m e d ia n te by-pass se p u e
te y cerrar la perforación.
den emplear en los grandes tum ores no resecables del d u o
deno, aunque no en los gástricos.
G a s t r o t o m ìa
Estómago 15
Tabla 15.16. Complicaciones anatómicas de algunas intervenciones gástricas, duodenales
y pancreáticas*
Técnica Lesión vascular Lesión de órganos Técnica inadecuada
Gastrectomia Hemorragia, isquemia, o necrosis Bazo, hígado, pleuras Vagotomía incompleta,
a. total a. esófago distal mediastínicas, pericardio, resección gástrica inadecuada,
b. proximal b. remanente gástrico cisterna del quilo, esófago, estoma pequeño, remanente
c. distal con o sin c. manguito duodenal necrosis del remanente antral, fugas anastomóticas,
vagotomía gástrico, infarto epiploico, estallido duodenal secundario
colédoco, páncreas, colon a obstrucción
Piloroplastia Hemorragia, dehiscencia de la línea de Páncreas, colédoco Estoma pequeño
sutura
Piloromiotomia Hemorragia Duodeno Estoma pequeño
Compresión vascular del Aorta, arteria y vena mesentéricas Colon, duodeno, yeyuno Fallo al seccionar el ligamento
duodeno superiores, arteria y vena mesentéricas de Treitz
inferiores, arteria cólica media, pequeños
vasos de los músculos suspensorios
Exploración del duodeno Arteria gástrica derecha, arteria Colédoco, páncreas, colon, Fallo en la movilización
proximal gastroduodenal, arcadas riñón derecho adecuada con múltiples
pancreaticoduodenales, arteria y vena secuelas
mesentéricas superiores, vena cava
inferior, aorta
Exploración del duodeno Las anteriores y la vena mesentérica Los anteriores y el yeyuno Los anteriores
distal inferior
Hernias paraduodenales Arteria y vena mesentéricas superiores, Páncreas, colon, yeyuno Cierre inadecuado del anillo
vena mesentérica inferior hemiario, cierre excesivo del
anillo hemiario con afectación
de los vasos mesentéricos
Pancreatoduodenostomía Las anteriores Los anteriores Los anteriores
y pancreatoyeyunostomía
*Las complicaciones anatómicas de la cirugía gastroduodenal están constituidas por una combinación de complicaciones con múltiples secue
las secundarias a la cirugía del estómago, páncreas y duodeno. La tabla no está completa. El objetivo es alertar al cirujano sobre estas compli
caciones con un solo vistazo, permitiéndole desarrollar un juicio y un procedimiento quirúrgicos adecuados en el quirófano.
Fuente: Skandalakis LJ, Pemberton LB, Gray SW, Colborn GL, Skandalakis JE. The duodenum. Parte 4: Surgery. Am Surg 55(8):492-494, 1989;
con autorización.
reinte rve n ció n es esencial para ligar los vasos sangrantes fáticas se pueden producir tras la lesión de la cisterna del q u i
del estóm ago o de la pared a b d o m in a l, y ta m b ié n para la lo. También es posible la estenosis esofágica inferior.
fijación del estoma de la pared gástrica al perito n e o de la La re in tervención es o b ligatoria. Si las com plicaciones
pared a b d o m in a l. se detectan en el q u iró fa n o , es posible realizar una incisión
La peritonitis es una com plica ció n yatrogénica, secun to ra c o a b d o m in a l y la reparación o ligadura de la vena he
daria a una mala co lo ca ció n 332 o a un e rror técnico (ausen pática izquierda. La cisterna del q u ilo se puede ligar sin pe
cia de fijación de la pared gástrica que cubre el estoma al ligro. A fo rtu n a d a m e n te , la disfagia secundaria a la esteno
p e ritoneo de la pared a b d o m in a l anterior). sis esofágica es transitoria. El reflujo gastroesofágico es raro,
De acuerdo con Kobak y cois.333, la retirada del tu b o de y se puede tra ta r de fo rm a conservadora.
gastrostomía endoscópica percutánea transcurridos 11 m e
ses desde su inserción requiere cirugía en lugar de tracción
para evitar la aparición de una fístula gastrocutánea persis C a r d io p l a s t ia
tente.
La técnica preferida para la cardioplastia es la esofagomio-
tom ía. Entre sus principales complicaciones se encuentran:
G a s t r o p e x ia
• Lesión del tro n c o vagal, que da lugar a piloroespasmo y
Las com plicaciones incluyen la hem orragia secundaria esofagitis p o r reflujo.
a la lesión de la arteria gástrica izquierda, la arteria frénica • División inco m p le ta del anillo muscular.
inferior, el bazo, o la vena hepática izquierda. Las fugas lin • Hernia d iafragm ática yatrogénica.
695
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
G a s t r o y e y u n o s t o m Ía
Ú lc e r a p é p t ic a s a n g r a n t e
Las com plicaciones incluyen el sangrado del plexo vas
La hemorragia y la dehiscencia de la línea de sutura son cular gástrico subm ucoso, la o b strucción secundaria a un
raras. C uando se producen, son obligatorias la reinterven estom a p e q u e ñ o y las fugas anastom óticas. La reinte rve n
ción y la reparación. En las úlceras duodenales, se debe de ción es o b ligatoria.
tener la hemorragia recorriendo el lecho de la úlcera donde
se localiza la arteria gastroduodenal sangrante (o raramente Hernia secundaria
la arteria pancreaticoduodenal superior posterior). Se utiliza a la gastroyeyunostomía retrocólica
rán suturas no reabsorbibles.
La anatom ía quirú rg ica del anillo se puede apreciar en
En el 1 0 % de los pacientes86 existe solam ente un
Re c o r d a r :
la Figura 15.80A. Los límites del anillo son los siguientes:
c o n d u cto pancreático, el c o n d u c to de Santorini. Se locali
za p o r debajo, o p ro fu n d a m e n te con respecto a la arteria • A nterio r: La gastroyeyunostom ía y el asa yeyunal aferen
gastroduodenal. Una sutura p ro fu n d a podría ligar el único te o eferente, d e p e n d ie n d o de si el asa aferente está fija
c o n d u c to del páncreas. da a la curvatura m ayo r o m e n o r del estóm ago.
• Posterior: El p e ritoneo parietal posterior.
• Superior: El mesocolon transverso y la pared posterior del
C ierre de l a ú lc e r a p é p t ic a p e r f o r a d a
rem anente gástrico.
Se puede desarrollar una estenosis gastroduodenal. Es • Inferior: El ligam ento de Treitz y el pliegue peritoneal duo-
necesario realizar una cirugía definitiva para la úlcera, c o m o denoyeyunal.
la piloroplastia con o sin vagotom ía. No se deben realizar incisiones. Se debe llevar a cabo
una e n te ro s to m ía para fa c ilita r la re d u c c ió n del asa. El
cierre del anillo previene las recurrencias.
PlLOROPLASTIA
Las complicaciones de la piloroplastia de Heineke-Miku- Hernia secundaria
lícz (1886-1887) (véase Fig. 15.55), la piloroplastia de Finney a la gastroyeyunostomía antecólica
(1902) y la piloroplastia de Jaboulay incluyen el sangrado, la
(Fig. 15.80B)
rotura de la línea de sutura, y un estoma pequeño d e b id o a
una técnica inadecuada. C om plicaciones más raras son la Los límites del anillo cuando el asa aferente se encuentra
pancreatitis secundaria a la ligadura del co n ducto de Santo fijada a la curvatura m ayor del estóm ago son los siguientes:
rini y la ictericia debida a la ligadura del colédoco. • Anterior: La gastroyeyunostomía y el asa yeyunal aferente.
Tras c o m p ro b a r que la ictericia no es transitoria se rea • Posterior: El epip ló n y el m esocolon.
lizarán la reintervención y la reparación.
• Superior: El colon transverso y el m esocolon.
• Inferior: El ligam ento de Treitz y el pliegue peritoneal duo-
PlLOROMIOTOMÍA denoyeyunal.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
S ín d ro m e d e l a s a a fe re n te
Figura 15.80. Hernias retroanastomóticas. A, Hernia secunda El síndrome del asa aferente (Figs. 15.81, 15.82 y 15.83)
ria a la gastroyeyunostomía retrocóüca. B, Hernia secundaria a la es secundario a la obstrucción del estoma p ro xim a l o a la
gastroyeyunostomía antecólica, [ski 1] obstrucción extrínseca de un asa corta p o r adherencias, de
un asa larga p o r torsión o vólvulo, o p o r una hernia retroa-
nastom ótica. La com plicación debida a una hernia interna
se puede pro d u cir ta n to en la gastroyeyunostomía antecóli
ca com o en la retrocóüca. Las complicaciones incluyen la dis
tensión del asa proximal, el estallido del m u ñ ó n duodenal, la
anastomosis en posición antecólica o retrocóüca, ni respec hemorragia, la necrosis de la pared del asa y la perforación.
to a la colocación del asa yeyunal en posición isoperistálti- El m é to d o utilizado con m a yo r frecuencia en el tra ta
ca o antiperistàltica. Fromm afirma que es m uy difícil encon m ie n to del síndrom e del asa aferente es la anastomosis en-
tra r una causa a n a tó m ic a o p a to ló g ic a d e fin id a de la teroentérica.
invaginación yeyunogástrica. Ya que existe una leve posi
bilidad, la m encionam os c o m o una probable com plicación S ín d ro m e d e l a s a e fe re n te
anatóm ica.
La o b stru cció n del estom a distal p o r to rsió n y la obs
Gastrectomia tru c c ió n extrínseca del asa p o r adherencias (Fig. 1 5 .8 4 )
pueden p ro d u c ir distensión gástrica y vó m ito s. El origen
Las complicaciones de la gastrectomia son las siguientes: n eurogénico (obstrucción fu n c io n a l) de este síndrom e sin
• H em orragia de la pared gástrica (intralu m in a l o extra lu la presencia de obstrucción ni de adherencias (atonía gás
m inal). trica) ha sido descrito p o r G oleen338.
• H em orragia esplénica d e b id o a la lesión de la cápsula. A nte la sospecha de atonía gástrica el tra ta m ie n to será
• H em orragia de los epiplones. conservador. Si se descarta la atonía gástrica, es esencial la
• Estallido del m u ñ ó n duodenal con peritonitis biliar secun reintervención.
darios a una técnica Inadecuada. La reintervención es o b lig a to ria en las com plicaciones
• Lesión del colédoco con peritonitis biliar. postoperatorias inmediatas.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Estómago
E s t a ll id o
V a g o t o m Ía
del m u ñ ó n d u o d e n a l
e s to m a p ro x im a l
• El n e u m o to ra x unilateral o bilateral secundario a la per
foración de las pleuras mediastínicas.
• La perforación esofágica.
• La estenosis esofágica parcial.
• La h e m orragia esplénica, hepática o epiploica.
• La lesión del páncreas, el colédoco, o el colon.
• La hernia de hia to postoperatoria.
D o lo r
to m ía laparoscópica. Shiino339 recom ienda la construcción
H e m o r r a g ia N e c ro s is
de una fu n d u p lic a tu ra laxa en los pacientes con disfagia.
P e rfo ra c ió n
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago 15
B illroth I se asocia con un in c re m e n to del riesgo de fís
tulas y de recurrencia del carcinom a en el pedículo he
pático.
• Wu y cois.300 sugieren que el índice de supervivencia se re
laciona con la extensión de las metástasis ganglionares. La
disección ganglionar sistemática podría tener un efecto be
neficioso.
• M a r k o w itz 343, la p rin c ip a l a u to rid a d en hernias retroa-
nastom óticas incarceradas, afirm a que: «La construcción
de c u a lq u ie r tip o de g a s tro y e y u n o s to m ía , bien c o m o
técnica aislada, o c o m o paso in te rm e d io para la realiza
c ión de una gastre cto m ía parcial, o rig in a la fo rm a c ió n
de un a n illo h e m ia rio in te rn o que puede causar d ific u l
tades graves en el p e río d o p o s to p e ra to rio in m e d ia to o
tardío».
• Para el tra ta m ie n to del síndrom e de vacia m ie n to gástri
co rápido, la anastomosis Billroth II puede transformarse
en B illroth I, o puede modificarse m e d ia n te el estrecha
m iento del estoma de la gastroyeyunostomía (Fig. 15.85).
En 1952 Henley344,345 propuso su técnica, que consiste en
la interposición (Fig. 15.86) de un segm ento yeyunal ¡so-
Figura 15.84. Las adherencias fibrinosas pueden obstruir par peristáltico de 10-20 cm de lo n g itu d entre el rem anente
cial o totalm ente el asa distal. [ha4]
gástrico y el d u o d e n o . Posteriormente, el segm ento y e
yunal isoperistáltico fue sustituido p o r un segm e n to c o
lònico o yeyunal antiperistáltico. Y aún contin ú a n las m o
dificaciones. Entre ellas se incluye el reservorio yeyunal
isoperistáltico con trip le p le g a m ie n to entre el rem an e n
• Úlcera m arginal (a p ro x im a d a m e n te en el 1 0 % de las ci te gástrico o el esófago y el d u o d e n o (técnica de Hays346)
rugías de by-pass g ástrico)340. (Fig. 15.87) y el reservorio yeyunal con d oble p le g a m ie n
to con una entrada isoperistáltica y una salida antiperis
Weiss y cois.341 indicaron que la im plantación de bandas
táltica (técnica de Poth). La invaginación yeyunogástrica
gástricas ajustables m ediante laparoscopia o rig in ó un d e te
sólo tiene lugar en las anastomosis Billroth II. Según Shack-
rioro en la fu n ció n del cuerpo del esófago, que co n d u jo a
m a n 347, se puede p ro d u c ir la invaginación del asa aferen
un peristaltism o esofágico débil.
te en el estóm ago, del asa eferente en el estóm ago, o de
ambas. La invaginación del asa eferente es la más frecuen-
Tr a s p o s ic ió n g á s t r ic a
booksmedicos.org
booksmedicos.org
J¡C
ra
Estómago
re
■o
c
ni
<0 Operaciones de reservorio
re
o
CT)
k.
'3
k.
'5
c
re
E
o
re
c
<
Duodeno
F ig u r a 1 5 .8 5 . Para el tratam ien to del síndrom e de vacia
m iento gástrico rápido, se puede realizar u na transform ación F ig u r a 1 5 .8 7 . Reservorios utilizados por Hays y Poth en el
de la anastom osis Billroth II en Billroth I, o se puede m odifi tratam iento del síndrome de vaciam iento gástrico rápido. [fr7]
car el Billroth II m ediante el estrecham iento del estom a de la
gastroyeyunostomía. [fr7]
Operaciones de interposición
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estómago
Fístula
Gastroenterostomía
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Estómago
te, apareciendo a p ro xim a d a m e n te en el 4 % de los casos. El o b je tivo de este te x to no es presentar las técnicas de
• La fístula gastroyeyunocólica (Fig. 15.88) es una c o m p li reintervención q u irú rg ica . La anatom ía norm al y la v irg in i
dad del área han sufrido alteraciones previas a la re in te r
Anatomía quirúrgica
702
booksmedicos.org
booksmedicos.org
A í T U L O
Intestino delgado
John A. Androulakis; Lee J. Skandalakis; A n dre w N. Kingsnorth; G e n e L, Colborn;
Thomas A. W eidm an; Daniel D. Richardson; John E. Skandalakis; Panajlotis N, Skandalakis
Al finaI he llegado a la conclusión de que unos buenos intestinos valen más que cualquier cerebro.
josh Billings'
intestino de lg a d o en estas tres porciones tiene lugar hacia respecto de la arteria y el d u o d e n o m e d ia n te otra rotación
el com ienzo de la tercera semana de desarrollo e m b rio n a de 1 8 0 ° en s e n tid o c o n tr a rio al de las agujas del reloj
rio. (Figs. 16.2 A y B).
La posición posterior del d u o d e n o con relación a la ar En el adulto, la tercera porción del d u o d e n o se sitúa en
teria mesentérica superior se ad o p ta c o m o consecuencia el án g u lo fo rm a d o por la arteria mesentérica superior y la
del desarrollo y la rotación norm al del intestino e m b rio n a ao rta tras pasar p o r d e b a jo de aquélla. Esta relación t o
rio. Según O'Rahilly y M ü lle r3, es poco probable que se p ro pográfica puede p ro d u c ir una com presión du o d e n a l p or la
duzca una rota ció n del d u o d e n o , y la cavidad peritoneal arteria.
ampliada será responsable de la fijación del d u o d e n o al me- El m o v im ie n to de los co n tenidos del d u o d e n o rara vez
senterio. Estos autores op in a n que el hecho de que el d u o se ve im p e d id o p o r la arteria mesentérica su perior en las
d e n o tenga una posición e m in e n te m e n te retro p e rito n e a l prim eras etapas de la vida. Se conocen algunos casos en
se debe al cre cim ie nto del m esénquim a alre d e d o r del d u o lactantes, aunque este trastorno no puede considerarse una
deno. anomalía cong è n ita manifiesta. Algunos sujetos, no todos,
Los intestinos, los cuales se elongan con m a yo r rapidez pueden m ostrar una predisposición a la com presión vascu
que la cavidad abd o m in a l, se curvan hacia el co rd ó n u m lar, a u n q u e es im p ro b a b le que llegue a reconocerse esta
bilical al c o m ie n z o del s e g u n d o mes de e m b a ra z o (F ig . tendencia. Las m odificaciones de los hábitos, las actitudes
16.1). Esta estructura constituye el intestino m e d io para el posturales y la alim entación en una fase posterior de la vida
e m b rió lo g o , pero no para el cirujano. El segm e n to hernia parecen revestir una im p o rta n c ia m ayo r que la c o n fig u ra
do com prende, aproxim adam ente, desde el tercio distal del ción anatóm ica en el n a cim iento. B u rrin g to n y W ayne4 d o
d u o d e n o hasta el tercio proxim al del co lo n transverso. Su cu m e n ta ro n la influencia de estos factores extrínsecos en la
irrigación procede de las ramas de la arteria m esentérica adolescencia.
superior, la cual constituye el eje de la herniación. Esta ar A p artir de la q u inta semana, el epitelio del d u o d e n o in i
teria, ju n to con el tro n c o celíaco y la arteria mesentérica in cia su proliferación, en especial a lo largo de la pared dere
ferior, es un resto del c o m p o n e n te arterial de la circulación cha pró xim a al origen del divertículo hepático. Afínales de
vitelina p rim itiv a hacia el saco vitelino. A u n q u e inicialm e n esta semana, ta n sólo se m antie n e n algunas hendiduras lu-
te fo rm a b a n pares dispuestos de m anera segmentaria, los minales en el epitelio m u ltica p a 5. El lum en se restablece ha
pares arteriales se fusionan y se reducen a tres hacia la sex cia la octava semana, y el epitelio se c o m p o n e de una ú n i
ta semana de desarrollo em brio n a rio . En esta etapa, la ar- ca capa celular al alcanzar la décima.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Intestino delgado
Sushruta Siglo vi a.C. Referencia escrita más antigua conocida de cirugía intestinal. Describió la utilización
de u n cauterizador sobre la tum efacción de las hernias estranguladas. Empleó
m andíbulas de hormigas negras para acercar los bordes de las heridas intestinales
Hipócrates (460-370 a.C.) Se manifestó en contra del tratam iento quirúrgico del abdom en. Ofreció
una descripción detallada de la obstrucción intestinal: «En la obstrucción intestinal,
el vientre se tensa y n o h ay tránsito intestinal; todo el abdom en duele, se observa fiebre
y, en algunos casos, el paciente sufre tan to que vomita bilis»
Praxágoras 350 a.C. Recomendó la apertura del abd o m en com o últim o recurso para aliviar la «pasión
ilíaca», realizando una incisión sobre la inflamación de la hernia estrangulada con
el fin de liberar el intestino y crear un ano artificial
Herófilo (334-280 a.C.) Se refirió al «comienzo de los intestinos, en el segmento anterior a las asas» com o el
«dodekadactilom
Rufo de Éfeso Observó que u n esfínter regulaba el flujo de los contenidos gástricos hacia el d u odeno
(98-117 d.C.)
Aretao de Capadocia Describió detalladam ente la obstrucción intestinal derivada de u n a hernia encarcelada
(81-138 d.C.)
Galeno (131-201) Mientras llevaba a cabo diversas intervenciones abdom inales com o cirujano de los
gladiadores romanos, observó y describió la anatom ía del intestino delgado
Fabricio Siglo xii Según Duverger, describió una intervención de reparación intestinal con anastomosis
de Aquapendente de extremo a extremo
Rogelio de Comienzos Escribió: «Si se lesiona una parte del intestino doloroso con la palpación, será mejor
Palermo siglo XIII dejar el tratam iento en las m anos de Dios que en las de los hombres, ya que la Muerte
seguirá pronto a la herida». Utilizó entrañas de animal para proteger el intestino
eviscerado hasta su reintroducción a la cavidad abdom inal
Lanfranc Siglo xm Empleó tráqueas de origen anim al para conectar segmentos divididos del intestino
(de Milán)
Rolando Aprox. Redactó un texto quirúrgico que incluye un dibujo de un médico preparando
1400 a un paciente con un intestino eviscerado usando el abdom en abierto de u n gato
Benedetti 1497 Afirmó que el d u o deno actuaba com o una com puerta que controlaba el paso
de alim entos del estómago al yeyuno
Paracelso (1491-1541) Observaron fístulas espontáneas debidas a una lesión intestinal penetrante
y Fabricio Hildanus
(1560-1624)
Santorio s i g l o XVI Trató la obstrucción intestinal adm inistrando mercurio metálico (hasta 1,5 kg)
a sus pacientes y utilizando el peso del mercurio para forzar la apertura de los intestinos
Vesalio 1543 Estudió la relación entre el d u od en o y el conducto biliar extrahepático
Franco 1556 Describió su experiencia en el tratam iento quirúrgico de la hernia inguinal estrangulada.
Realizó una incisión sobre la inflamación, dividió la banda de constricción, insertó una
cánula de pluma de ganso e introdujo de nuevo el intestino en el peritoneo
Sydenham (1624-1689) Administró opio en el tratam iento de la obstrucción intestinal. También recom endó
el reposo y m ontar a caballo
Kerckring 1670 Describió válvulas conniventes intestinales
Peyer 1677 Observó la presencia de folículos linfoides en el intestino delgado
Bidloo 1685 Elaboró una descripción de las papilas duodenales, la ampolla hepatopancreática,
y la unión de los conductos biliar com ún y pancreático
Nuck 1692 Relató su experiencia asistiendo a u n cirujano joven en el tratam iento del vólvulo
utilizando su dedo para extraer y tratar una hernia estrangulada
Mery 1701 Extirpó varias decenas de centím etros de intestino gangrenoso y estableció u n ano
artificial en una mujer que presentaba una hernia estrangulada
Vater 1720 Describió la papila duodenal conocida actualm ente com o papila de Vater
Le Peyronie 1723 Extirpó intestino gangrenoso en un varón con obstrucción intestinal. Arrastró dos asas
hacia la herida para crear un ano artificial, introduciendo tracción en u n a sutura situada
en el mesenterio entre ambas asas para favorecer la cicatrización rápida de la fístula
704
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado 16
Tabla 16.1. Historia de la anatomía y la cirugía del intestino delgado (Continuación.)
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Intestino delgado
Jourdain 1895 Llevó a cabo la que podría ser la primera movilización del duodeno
Mall 1896 Causó u n a obstrucción intestinal aguda al invertir u n segmento de intestino con el fin
de dem ostrar que la anatom ía intestinal garantiza que los movim ientos peristálticos
se dirijan exclusivamente en dirección aboral
Schlatter 1897 Anastomosó el esófago inferior a la porción superior del intestino delgado tras llevar
a cabo una gastrectomia total
Bayliss y Starling 1899 Descubrieron que el peristaltismo se debe a un reflejo del plexo nervioso intrínseco
Treves 1899 Tras obtener el Jacksonian Príze del RoyaI College ofSurgeons por su tesis sobre
los beneficios del tratam iento quirúrgico de la obstrucción intestinal, en 1899 escribió:
«Saltar desde el puente colgante de Clifton entraña u n riesgo m en or que presentar un a
obstrucción intestinal aguda y rechazar la intervención quirúrgica». Su trabajo estimuló
la transición hacia la era m oderna del tratam iento quirúrgico de la obstrucción intestinal
MacCormac 1899-1902 C om o cirujano de referencia durante la guerra de los Boers, afirmó: «... en esta guerra,
un hom bre herido en el abdom en muere cuando se le opera y continúa vivo cuando se
le deja en paz». Este «aforismo de McCormac» disfrutó de u n a amplia aceptación
Kocher 1903 Desarrolló su m étodo clásico de movilización duodenal (maniobra de Kocher)
Schwartz 1911 Utilizó radiografías para determ inar las áreas de distensión intestinal
Hartwell y Hoguet 1912 Demostraron que las inyecciones subcutáneas de solución salina prolongaban la vida
de perros con obstrucción intestinal (artificial). Sus hallazgos ayudaron a desacreditar
la teoría de la autointoxicación
Richards 1915 Describió su experiencia con cinco casos de laparotomía durante la Primera Guerra
Mundial. Dos de sus pacientes sobrevivieron a resecciones de 0,6 m a 1,2 m de intestino
Dragstedt 1918 Demostró que los animales de experim entación podían sobrevivir a una duodenectom ía
total
Kloiber 1919 Publicó u n artículo que destacaba la utilidad de las radiografías para distinguir el nivel
de obstrucción intestinal
Ryle Década de 1920 Ideó distintos m étodos para introducir tubos en el estómago para la descompresión
Gamble 1925 Utilizó la reposición ab u n d an te de líquidos en pacientes sometidos a cirugía abdom inal
Monrad 1926 Trató la invaginación intestinal m ediante m aniobras de taxias a través de la pared
abdom inal tras anestesiar a sus pacientes
Hipsley 1926 Recomendó utilizar presión hidrostática en un tubo rectal para tratar la invaginación
intestinal
Olsson y Pallin 1926-1927 Utilizaron una colum na de bario introducida a través de u n tubo rectal para tratar
la invaginación intestinal
Wangensteen 1932 Propuso métodos de descompresión intestinal para tratar la obstrucción intestinal
(los cuales permitían reducir la mortalidad de un 60%-80% a un 20%), aunque
recom endó la infusión de volúm enes excesivos de solución salina en pacientes con
una obstrucción alta. Modificó la fase inicial de la descompresión en tres etapas,
pasando de una yeyunostom ía cutánea proximal a una más distal; m an tuv o
las otras dos etapas (enterólisis y cierre de estoma)
Miller y Abbot 1934 Inventaron un tubo introductor para la descompresión intestinal
Segi 1935 Descubrió la concentración de células granulosas basales en las vellosidades intestinales
del feto (tesis publicada en 1936). Estructura denom inada «bulbo de Segi» en 1980
Klass 1950 Diagnosticó la isquemia mesentérica previa al infarto. Realizó una em bolectomía sin
resección intestinal (el paciente murió com o consecuencia de insuficiencia cardíaca
aguda)
Shaw y Rutledge 1957 Describieron una em bolectomía satisfactoria de la vena mesentérica superior
sin resección intestinal
Ende 1958 Primera descripción de isquemia mesentérica no oclusiva
Skandalakis y cois. 1962 Revisión colectiva de casos de tum ores del m úsculo liso del intestino delgado
publicados en la bibliografía a nivel m undial
Aylett 1963 Realizó una anastom osis ileorrectal con ileostomía del asa proximal
706
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado 16
Tabla 16.1. Historia de la anatomía y la cirugía del intestino delgado (Continuación.)
Root 1965 Utilizó la paracentesis para diagnosticar una lesión peritoneal (>200 leucocitos/ml)
Kock 1970 Desarrolló la ileostomía co ntinente abdom inal
G hanem y cois. 1970 Observó u n increm ento de los leucocitos del líquido peritoneal tras la interrupción
de la irrigación arterial intestinal en perros y gatos
Boley y cois. 1971 Editaron el primer libro de texto sobre la isquemia mesentérica
Guseinov 1975 Estudió la embriología de los capilares linfáticos del intestino delgado
V antrappen y cois. 1977 Publicaron la primera descripción del com plejo m otor interdigestivo del intestino
delgado h um ano
Traverso y Longmire 1978 Describieron una pancreaticoduodenectom ía respetando el píloro
Bookstein 1982 Utilizó la angiografía para diagnosticar y tratar las hemorragias del intestino delgado
Saini y cois. 1986 Describieron el drenado percutáneo de los abscesos diverticulares
Gauderer y Stellato 1986 Realizaron una gastrostomía sin celiotomía ni suturas
McKee y cols. 1994 Evaluaron las técnicas diagnósticas en la enferm edad diverticular (TC, enem a
de constraste, ecografía)
Zielke y cols. 1994
Yacoe y cols. 1997
Bibliografia:
Boley S], Sam m artano RJ, Brandt LJ. Historical perspective. In: Longo WE, Peterson GJ, Jacobs DL. Intestinal Ischemia Disorders.
St. Louis: Quality Medical, 1999. pp. 1-16.
Ellis H. The history of small-intestinal surgery. In: Wastell C, Nyhus LM, D onahue PE (eds). Surgery of the Esophagus, Stomach,
and Small Intestine (5th ed). Boston: Little, Brown, 1990, pp. 774-782.
G hanem E, Goodale RL, Spanos P, Tsung MS, W angensteen OH. Value of leukocyte counts in the recognition of mesenteric in
farction and strangulation of shorter intestinal lengths: an experimental study. Surgery 68(4):635-645, 1970.
Khubchandani IT. Evolution of surgical m anagem ent of ulcerative colitis. Dis Colon Rectum 1989;32:911-917.
Nelson RL Introduction and history. In: Nelson RL, Nyhus LM (eds.) Surgery of th e Small Intestine. Norwalk, CT.: Appleton and
Lange, 1987, pp. 3-12.
Peters JH. Historical review of pancreaticoduodenectom y. A m J Surg 1991:161:219-225.
Rachmilewitz D (ed). V International Symposium o n Inflam m atory Bowel Diseases. Boston: Kluwer, 1997.
Richardson DD, Gray SW, Skandalakis JE. The history of th e small bowel. J Med Assoc Ga 1991;80:439-443.
Skandalakis JE, Gray SW, Shepard D, Bourne GH. Smooth Muscle Tumors of the Alimentary Canal: Leiomyomas and Leiomyosar
comas, a Review of 2525 Cases. Springfield, IL: Charles C. Thomas, 1962.
W angensteen OH, W angensteen SD. The Rise of Surgery: From Empiric Craft to Scientific Discipline. Minneapolis: University
of M innesota Press, 1978, pp. 106-141.
La prim era porción del d u o d e n o conserva los mesente- cas rodeada de células m esenquim atosas indiferenciadas.
rios dorsal y ventral. Sin e m b argo, el asa duodenal se fija al Hacia el final de la cuarta semana com ienza la p ro life ra
espacio retroperitoneal durante la rotación. Por consiguien ción de la m ucosa d u o d e n a l, especialm ente a lo largo de
te, el m esenterio dorsal del resto del d u o d e n o desaparece. la pared derecha p ró x im a al o rigen del d ive rtícu lo hepá
El m esenterio d u odenal dorsal «en desaparición» se m a n tico, la cual se fo rm a a p a rtir de la pared ventral d u ra n te
tiene c o m o un plano avascular de te jid o c o n ju n tiv o laxo esta etapa. Al alcanzar la sexta semana, el e p ite lio conser
(la fascia de Treitz) (Fig. 16.3). N o tiene relación con el li va solam ente un re d u cid o n ú m e ro de hendiduras lum in a -
g a m e n to de Treitz. les. La luz se restablece casi p o r c o m p le to y p rá ctic a m e n
El m esenterio duodenal es un hallazgo m u y poco fre te to d a ella se c o m p o n e de una sola capa celular hacia la
cuente; los autores de este te x to solam ente han observa décim a semana.
do dos casos en 40 años de experiencia quirúrgica y de la A principios del siglo xix se creía que los divertículos, las
b o ra to rio . Este p la n o se dise ccio n a al llevar a ca b o la duplicaciones y la atresia se debían a la falta de recanaliza
m aniobra de Kocher, m aniobra de inclinación de la segun ción del ta p ó n e p itelial6. En la actualidad, se acepta que la
da porción del d u o d e n o hacia la izquierda con el fin de e x oclusión es un resultado casual de la proliferación epitelial
poner las regiones retroduodenales y retropancreáticas. más que un estadio d e fin id o y necesario del desarrollo del
En lo que respecta a la m a d u ra ció n del d u o d e n o , en intestino anterior. Es p ro bable que algunas duplicaciones
un p rin c ip io posee una única capa de células e n d o d é rm i- intramurales y divertículos de pequeñas dim ensiones sean
707
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Intestino delgado
Estadio 1: Herniación
La porción media del intestino en cre cim ie nto se curva
ven tra lm e n te y se proyecta hacia el celom a del c o n d u c to
vitelino durante la quinta semana (Fig. 16.1 A). Este co n d u c
to señala el vértice de la proyección. Su eje se define po r la
arteria mesentérica superior, la cual representa una fracción
de la irrigación prim itiva del saco vitelino. Esta asa intestinal
gira 90° en sentido co ntrario al de las agujas del reloj, de
m o d o que su rama «prearterial» (craneal) queda situada a
la derecha de la postarterial (caudal) (Fig. 16.1B). La rama
caudal se m antie n e p rá cticam ente recta, m ientras que la
craneal se alarga con rapidez y fo rm a asas intestinales.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado 16
F igu ra 16.2 . A, Regreso de los inte stin o s al abd o m e n d u ra n te la décim a semana de desarrollo. La ram a prearterial (pun
teada) regresa en p rim e r lugar y pasa p o r detrás de la arteria mesentérica superior. B, Posición fin a l de los inte s tin o s adop
tada poco después del n a c im ie n to . AMS, arteria mesentérica superior. [g rl2 ]
to mes (las vellosidades del colon desaparecen con poste- to m e s ". El borde estriado de las células epiteliales puede
rioridad al nacim iento). Las glándulas de Brunner aparecen visualizarse a p a rtir del tercer mes.
entre el tercer y cuarto mes de desarrollo, y son capaces El m úsculo circular aparece en el d u o d e n o a finales de
de llevar a cabo su fu n ció n secretora hacia el final del q u in - la qu in ta semana; el m úsculo lo n g itu d in a l se visualiza alre-
F ig u ra 16.3. Diagrama de la ro ta c ió n del páncreas y el duodeno. A, Relación p rim itiv a de los p rim o rd io s pancreáticos
dorsal y ve n tra l. B, D esaparición del mesenterio v e n tra l y ro ta c ió n del páncreas ve ntral. C, Posición re tro p e rito n e a l fin a l
del d u o d e n o y el páncreas. El p la n o de fu sió n del d u o d e n o se sitúa en la fascia avascular de Treitz. [g rl3 ]
M Á ! jM
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Intestino delgado
__________________________________________________
d e d o r del tercer mes. Antes de la aparición de este ú ltim o , L o y re y cois.15 re com iendan la d u o d e n e c to m ía -d u o d e -
algunos neuroblastos del plexo m ie n té rico siguen al ner noplastia c o m o tra ta m ie n to de la seudoobstrucción intes
vio vago hacia la superficie del m úsculo circular. Hacia la tinal crónica (m e g a d u o d e n o ).
Anatomía quirúrgica
Duodeno
Estenosis y atresias
A m e n u d o , la estenosis d u o d e n a l se asocia a un pá n
creas anular o a la presencia de te jid o pancreático aberran
te en la pared d u o d e n a l. Tam bién puede derivar de una
atresia d iafragm ática perforada (véase tip o III en un párra
fo posterior). El o rificio puede te n e r unas dim ensiones tan
reducidas que la atresia fu n cio n a l se desarrolla en una eta
pa posterior de la v id a 12.
Según Ladd y M a d u ra 13:
Las anomalías duodenales son poco frecuentes en el adul
to. El tratamiento más adecuado de las membranas duode
nales consiste en la escisión transduodenal y la duodenoplas-
tia. Generalmente, el páncreas anular se trata correctamente
mediante una derivación duodenal al duodeno distal o el ye
yuno. La división del anillo podrá llevarse a cabo cuando
éste sea extramural, cuando no exista estenosis duodenal
y sea preciso acceder a los esfínteres pancreaticobiliares.
La atresia puede dividirse en tres tipos (Fig. 1 6 .4 )9.
En la atresia de tipo A, una m em brana form ada p o r m u
cosa y submucosa ocluye la luz duodenal. Puede existir una
perforación secundaria. Este tip o de atresia es el más fre
cuente. El diafragm a parece hallarse en una posición más
distal que la que ocupa en realidad co m o consecuencia de
una invaginación de m o rfología convexa.
En el tipo B, los extrem os pro xim a l y distal son ciegos.
Se unen p o r m e d io de una banda fibrosa situada en el b o r
de del mesenterio.
En el tipo C, los extrem os p ro xim a l y distal no están co
nectados entre sí, y no existe m esenterio entre ellos. Se tra
ta de un tip o poco frecuente.
En los tres tipos de atresia, el segm ento p roxim al se en
cuentra dilatado y el p roxim al carece de dilatación alguna.
El 7 5 % de las estenosis y el 4 0 % de las atresias se localizan
en el duod e n o .
C o m o causas principales de m o rb im o rta lid a d en pa
cientes con atresia intestinal, Vecchia y cois.14 han señala
do las anomalías cardíacas (con atresia du o d e n a l) y el sín
d ro m e del intestino u ltra co rto (< 4 0 cm ), el cual requiere
n u trició n parenteral total a largo plazo y puede verse c o m
F ig u ra 16.4 . Tipos de atresia inte stin a l. A, La luz está ce
plicado p o r una hepatopatía con atresia yeyunoileal. Estos
rrada p o r u n diafragma mucoso y submucoso. B, El segmen
autores señalaron que existe la posibilidad de m ejorar los to atrésico es u n c o rd ó n fibroso sólido. C, Ausencia to ta l
desenlaces a largo plazo m ediante la administración de fac de u n segm ento del in te s tin o y su mesenterio. Obsérvese
tores de crecim iento para potenciar la adaptación y los ade la d ila ta ció n del in te s tin o en p o sición p ro x im a l a la atre
lantos registrados en el trasplante del intestino delgado. sia. [co7]
710
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado 16
lítanos, si bien pueden ser m últiples en algunos casos. Con ción son la anastomosis de lado a lado o la técnica de ex-
frecuencia, los divertículos duodenales son asintomáticos. teriorización de los extrem os de M ikulicz, la d ilatación del
Los divertículos sintom áticos de gran tam a ñ o deben so segm ento distal y el u lte rio r regreso del intestino al a b d o
meterse a una escisión y cerrarse con inversión del saco. La men. El paciente a q u e ja d o de atresia d u o d e n a l requiere
disección segura de divertículos situados en las p ro x im id a una d u o d e n o ye yu n o sto m ía retrocólica isoperistáltica bica-
des de las papilas d uodenales exige un tu b o en T y una pa siem pre que sea posible20. Las estenosis han de tratarse
duodenostomía. Neill y T h o m p so n 16 han estudiado las co m de fo rm a semejante.
plicaciones de los divertículos duodenales.
Vassilakis y cois.17 han p u b lic a d o que la cole d u o d e n o - Duplicaciones intestinales
y e yu n o sto m ía y la d u o d e n o y e y u n o s to m ía de Roux-en-Y Las d u p lic a c io n e s intestinales de g ra n lo n g itu d (Fig.
pro p o rcio n a n resultados satisfactorios c o m o tra ta m ie n to 16.5) se p ro d u ce n c o m o consecuencia de la falta de sepa
de los divertículos duodenales com plicados. ración del e n d o d e rm o de la n o to co rd a suprayacente entre
Chiù y cois.18 han evaluado una serie extensa de diver los días d e c im o c ta v o y vige sim o p rim e ro de embarazo. El
tículos del intestino d e lgado y han co n c lu id o lo siguiente: desarrollo e m b rio n a rio posterior origina una banda de cé
lulas endodérm icas unidas al intestino norm al en su extre
El divertículo duodenal fue el divertículo más frecuen
m o caudal y a la n o to c o rd a en su e x tre m o craneal. La b a n
te del intestino delgado. Los cuadros clínicos más h a bitua
da de células endodérm icas se diferencia en una estructura
les fueron el dolor abdom inal y la hemorragia digestiva.
tu b u la r semejante a un intestino en el lado mesentérico del
Con excepción del divertículo de Meckel, los divertículos
inte stin o n o rm al. La un ió n n o to co rd a l suele desaparecer,
del intestino delgado no precisan ningún tratamiento en au
si bien se conservan una o más vértebras anómalas que in
sencia de síntomas significativos.
dican el lugar de la unión anómala.
Las entidades resultantes pueden ser duplicaciones quís-
Yeyunoíleon ticas o duplicaciones tubulares largas en el m esenterio pa
ralelo al inte stin o norm al. Con frecuencia c o n tie n e n m u
Atresias y estenosis
cosa gástrica o pancreática, p o r lo general en su e x tre m o
La atresia intestinal congènita constituye el m o tiv o p rin proxim al. La co m u n ic a c ió n con el intestino norm al se en
cipal de o bstrucción intestinal en el lactante. Al igual que cuentra h a b itu a lm e n te en el e x tre m o distal.
sucede en el caso del d u o d e n o (véase apartado anterior), Las duplicaciones quísticas y las duplicaciones paralelas
se distinguen tres clases de atresia yeyunoileal (Fig. 16.4). cortas d e b e n someterse a una resección c o m p le ta ju n to
En la atresia de tipo A, la o bstrucción se debe a un dia con la p o rción de intestino n orm al irrigado p o r los mismos
fragm a o una m em brana de mucosa y submucosa. Puede vasos sanguíneos (Fig. 1 6.6A). Las duplicaciones de m a yo r
ser co m p le ta o presentar perforaciones. lo n g itu d y, p o r ta n to , el intestino adyacente, pueden co n
En la atresia de tipo B, los dos extrem os ciegos del intes servarse m e d ia n te la creación de una fístula en el e x tre m o
tin o se conectan p o r m edio de un co rd ó n fibroso situado distal de la d u p lica ció n (Fig. 16.6B) o la e xtirpación de la
sobre el borde del mesenterio inta cto . pared c o m ú n (Fig. 16.6C ) si no existe nin g u n a ulceración.
En la atresia de tipo C, los dos extrem os ciegos del in
testino no están conectados entre sí y no se observa mesen Divertículo de Meckel
terio entre ambos. Un resto de la porción proxim a l del c o n d u c to v ite lin o
En todas las atresias de tip o A, con exce p ció n de las (base del c o n d u c to vitelino) da lugar al divertículo de M e c
m em branas perforadas, el segm e n to p roxim al se caracte kel. Puede estar c o n e cta d o con el o m b lig o p o r un co rd ó n
riza p o r una n o table dilatación, m ientras que el segm ento fib ro so q u e p u ede p e rm a n e ce r (fístula ile o u m b ilica l). La
distal carece de d ilatación alguna. C ua n d o existen varias persistencia de la porción del co n d u cto situada entre el o m
atresias, la dilatación se localiza en la p ro x im id a d de la p ri b lig o y el íleon orig in a el divertículo de Meckel.
mera de ellas. Las estenosis y todos los tipos de atresia son El té rm in o «persistencia» es engañoso. C uando el c o n
más frecuentes en el d u o d e n o que en el íleon o el yeyuno. d u c to no degenera, no solam ente persiste, sino que crece
M a ts u m o to y cois.19 pu b lica ro n un artículo sobre atre al m ism o ritm o que el íleon, al que se encuentra u n id o . En
sia yeyunoileal en dos gemelos m o n o cig ó tico s, y a trib u ye algunos casos m u y p o co frecuentes, la p o rción a b d o m in a l
ron este caso a factores am bientales d u ra n te la gestación. del co n d u c to v ite lin o se m antiene en fo rm a de fístula on-
Los autores de este capítulo se resisten a aceptar esta e tio faloileal. En otros casos aún más raros, un seno um bilical o
logía en una anomalía tan rara. un p ó lip o um bilical puede representar el e x tre m o distal sin
El trata m ie n to consiste en la escisión del segm ento atré- degenerar del c o n d u c to , o un quiste a b d o m in a l puede in
sico o estenótico y la anastomosis de los extremos. La anas d ica r la desaparición de este c o n d u c to , e x c e p tu a n d o su
tom osis de e x tre m o a e xtrem o resulta com plicada d e b id o porción m edia. Con una frecuencia n o ta b le m e n te mayor,
a la diferencia de ta m a ñ o del segm ento proxim al d ilatado se conserva una pequeña porción del e x tre m o ileal que da
y el segm ento distal no dilatado. Las intervenciones de elec lugar a un d ivertículo ciego del íleo.
711
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Intestino delgado
Divertículo
Intestino
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado 16
p or encim a y p o r debajo de la unión del colon transverso
están revestidas de perito n e o visceral. La prim era y segun
da porciones del d u o d e n o se unen p o r detrás del margen
costal ligeram ente por encim a y m e d ia lm e n te con respec
to a la región te rm in a l del n o ve n o ca rtílago costal y a la
derecha de la prim era vértebra lumbar.
La segunda porción del d u o d e n o fo rm a un ángulo agu
d o con la primera, y desciende desde el cuello de la vesícu
la biliar p o r delante del hilio del riñón derecho, el uréter
derecho, los vasos renales derechos, el psoas m a yo r y el
bo rde de la vena cava inferior. Se relaciona ante rio rm e n te
con el lób u lo hepático derecho, el colon transverso y el ye
yu no. A p ro x im a d a m e n te en el p u n to m e d io de la segun
da p orción del d u o d e n o , el c o n d u c to p a ncreaticobiliar se
abre a su lado posterom edial cóncavo. El lado derecho se
relaciona con el colon ascendente y el áng u lo hepático del
colon.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Intestino delgado
cubierta p o r peritoneo. Los vasos mesentéricos superiores lla de Vater. La papila de Vater, la cual debería d e n o m in a r
la atraviesan anteriorm ente, y la raíz del mesenterio del in se papila duodenal mayor, es una proyección tip o esfínter
testino delgado la cruza m u y cerca de su extrem o. La te r de la mucosa duodenal a través de la cual el e xtre m o distal
Anatomía quirúrgica
cera porción se relaciona superiorm ente con la cabeza y la de la ampolla de Vater desemboca hada el duodeno. La a m
apófisis unciform e del páncreas. La arteria p a n creaticoduo polla de Vater (hepatopancreática) y sus formaciones repre
denal inferior se encuentra en un surco situado en la super sentan la unión de los conductos pancreaticobiliares.
ficie de contacto entre el páncreas y el duodeno. En posición La papila m a yo r se halla en la pared posterom edial de
a n te rio r e inferior, la po rció n que nos ocupa se relaciona la segunda po rció n (descendente) del duod e n o , a la d e re
con el intestino delgado, p rin cip a lm e n te con el yeyuno. cha de la segunda o tercera vértebra lumbar. En los pacien
tes de m a yo r edad puede encontrarse ligeram ente p o r d e
Cuarta porción (ascendente): 2,5 cm de lo n g itu d . bajo de este nivel. Se sitúa a una distancia c o m p re n d id a
Se extiende desde el lado izquierdo de la aorta hasta el b o r entre 7 cm y 10 cm del píloro, con m áxim os entre 1,5 cm
de superior izquierdo de L2. y 12 cm . Esta distancia se reduce en presencia de in fla m a
La porción cuarta, o ascendente, del d u o d e n o se dirige ción del b u lb o duod e n a l o de la región posbulbar.
oblicuam ente en sentido craneal. Su recorrido finaliza en la La localización de la papila desde la superficie mucosa
unión duodenoyeyunal en la izquierda y la segunda vérte puede resultar co m plicada (Fig. 16.8) d e b id o a la presen
bra lum b a r en la raíz del m esocolon transverso. Esta unión cia de pliegues mucosos; en algunas ocasiones se e n cu e n
se halla unos 4 cm p o r debajo y medial con respecto al ex tra to ta lm e n te recubierta p o r un pliegue transversal de m u
tre m o del noveno cartílago costal. La cuarta porción se re cosa duodenal. Su orificio ovalado o en form a de hendidura
laciona posteriorm ente con el tro n c o sim pático izquierdo, se localiza en su extre m o , cuyo límite p o sterior se p ro ye c
el músculo psoas y los vasos renales y gonadales izquierdos. ta hacia abajo y se eleva para fo rm a r un pliegue lo n g itu d i
Su term inación se encuentra m u y cerca de la porción te rm i nal c o n o c id o c o m o plica lo n g itu d in a l. A m e n u d o , el o rifi
nal de la vena mesentérica inferior, el uréter izquierdo y el cio presenta proyecciones viliformes denominadas válvulas.
riñón izquierdo. El e xtre m o superior de la raíz del mesente Algunas veces, la presencia de un divertículo en la p ro x im i
rio tam b ié n se une a esta región. La unión duodenoyeyunal dad de la papila puede d ificu lta r la tarea del ciru ja n o o del
se halla suspendida a través del lig am ento de Treitz, un res endoscopista.
to del m esenterio dorsal que se extiende desde el ángulo
duodenoyeyunal hasta el pilar derecho del diafragma.
Estructuras pancreaticobiliares
t‘ ,V*
La cuarta porción (in tra m u ra l) del c o n d u c to hepático
c o m ú n atraviesa ob licu a m e n te la pared de la segunda p o r
ción del d u o d e n o ju n to con el c o n d u c to pancreático p rin
cipal (W irsung). Otras estructuras asociadas son las papilas
duodenales m ayor y m enor, la am polla de Vater (cuando
está presente) y el esfínter de Boyden. En c o n ju n to , estas
i t i
estructuras fo rm a n lo que D o w d y bautizó c o m o el «siste ■lJFíl i .V . \. • . ’
ma vateriano»24. Este té rm in o expresa la unidad a n a to m o - -
■A '• ■
. :;-.n >,
q u irúrgica de dichas estructuras, si bien carece de relevan
cia fu n cio n a l. .••• í;> ' ■ ■
■ re ■■ ■
La p orción term inal del c o n d u c to biliar c o m ú n atravie
:Í • ''
sa la pared duodenal; tiene una lo n g itu d a p ro xim a d a de
1,5 cm , y se estrecha desde 1,0 cm en su región e x tra m u
ral hasta 0 ,5 4 cm en la papila. El c o n d u c to pancre á tico
principal entra en el d u o d e n o en posición caudal con res
pecto al c o n d u c to biliar, y ta m b ié n reduce su d iá m e tro .
Habitualm ente, los co nductos se alinean y c o m p a rte n una
capa adventicia co m ú n de varios m ilím etros de espesor. El
F i g u r a 1 6 .8 . D isposición en T de los pliegues de la m u c o
ta b iq u e existente entre ellos se reduce a una m e m bra n a
sa d u o d e n a l qu e in d ica la localización de la p ap ila d u o d e
mucosa antes de confluir.
n a l m ayor. En alg u no s casos, u n pliegue m u c o so p u ed e re
cubrir el orificio de esta papila. Rara vez se observa la p apila
Papila duodenal m ayor m ay o r de fo rm a ta n evidente co m o en esta ilustración. N in
Existe cierta confusión en la bibliografía acerca de las de g u n a estru c tu ra d e este tip o indica la localización de la p a
finiciones correctas de los térm inos papila de Vater y a m p o pila m eno r. [sk20]
714
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado 16
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Intestino delgado
Intestino delgado 16
rior de la prim era porción duodenal, las cuales pueden re
A. supraduodenal cibir las denominaciones de supraduodenal y retroduodenal,
respectivamente. Cada una de ellas puede surgir p o r sepa
A. gastroduodenal
rado o bien fo rm a r diversas combinaciones. Por consiguien
te, se recomienda no utilizar el té rm ino retroduodenal com o
sinó n im o de la rama pancreaticoduodenal posterosuperior,
cuya prin cip a l fu n c ió n es irrigar la segunda p o rción d u o
denal y la cabeza pancreática. N om ina Anatómica (6.a ed.)41
ta m b ié n reconoce que las arterias supraduodenales, retro-
Arcos pancreatico-
duodenales y pancreaticoduodenal posterosuperior consti
duodenales
tu ye n entidades separadas; sin e m b a rg o , la arteria supra
duodenal suele estar ausente.
Tras o rig in a r las ramas supraduodenal, retrod u o d e n a l y
pancreaticoduodenal posterosuperior, la arteria g a stro d u o
denal desciende entre la p rim era p o rción del d u o d e n o y la
cabeza del páncreas para dividirse en las arterias gastroe-
p iploica derecha y p a n cre a tico d u o d e n a l anteroposterior,
las cuales envían ramas term inales a la citada p o rción d u o
Última rama
denal.
duodenal
Las tres porciones restantes del d u o d e n o reciben su irri
gación de una arcada a n te rio r y otra posterior, de las cua
les nacen las ramas pancreáticas y duodenales. Las ramas
F i g u r a 1 6 .1 1 . P rin cip al irrigación arterial del d u o d e n o .
que irrigan el d u o d e n o se d e n o m in a n arterias rectas; pue
[sk20]
den estar inmersas en el p a ré n q u im a pancreático. C uatro
arterias p a rticip a n en las arcadas vasculares pancreatico-
núm e ro de sujetos, el segm ento superior del p rim e r centí duodenales:
m e tro ta m b ié n está irrigado p or ramas de la arteria gástri 1. Las arterias pancreatico d u o d e n a le s anteriosuperiores,
ca derecha. En algunas personas pueden observarse ramas g e n e ralm ente dos, surgen de la arteria gastroduodenal
pequeñas separadas hacia la cara superior y la cara poste en la superficie ventral del páncreas.
A. hepática
A. gastroduodenal
A. pancreaticoduodenal
ant. y post.
Duodeno
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Intestino delgado
A. hepática común . , , , .
r A. gastroduodenal
Anatomía quirúrgica
Arcada
A. mesentérica sup.
arterial post.
2. La arteria p a n creaticoduodenal posterosuperior (retro- vascularización, lo cual permite explicar el carácter hemo-
d u o d e n a l) suele pasar p o r delante del c o n d u c to biliar rrágico de las úlceras de esta región, ju n to con la hem o
co m ú n . A c o n tin u a ció n , gira hacia la derecha p o r d e rragia asociada a la erosión [de la arteria] gastroduodenal.
trás de este c o n d u c to y desciende hasta la cabeza del La predominancia de circulación del lado izquierdo expli
páncreas. Varias de las ramas de la arteria retrod u o d e - ca la posible isquemia del bulbo duodenal y/o la rotura del
nal se anastomosan in te rio rm e n te con algunas ra m ifi m uñón duodenal tras su Interrupción.
caciones de la rama p o sterior de la arteria pancreatico
d u odenal inferior. Venas
3 y 4. Las arterias pancreaticoduodenales a n te ro in fe rio r y
poste ro in fe rio r surgen de la arteria mesentérica supe Las venas de la p rim era p o rc ió n in fe rio r del d u o d e n o
rio r o de su prim era rama yeyunal, bien p o r separado o y el p ílo ro suelen de se m b o ca r en las venas g a s tro e p ip lo i-
a p artir de un se g m e n to c o m ú n . La sangre alcanza la cas derechas (Fig. 16.1 7), las cuales son venas s u b p iló ri-
superficie cóncava del d u o d e n o a través de los vasos cas. La p rim e ra p o rción su p e rio r del d u o d e n o es d renada
rectos de las arcadas pancreaticoduodenales. Estos va a través de venas suprapilóricas, las cuales d e se m b o ca n
sos irrigan, en p rim e r lugar, la capa muscular externa, en la vena po rta o en la vena p a n c re a tic o d u o d e n a l p o s
y posteriorm ente form a n un gran plexo en la subm uco- tero su p e rio r. Las anastom osis de las venas subpilóricas y
sa a pa rtir del cual las arterias atraviesan la mucosa mus suprapilóricas rodean al d u o d e n o ; se ha afirm ad o q u e una
cular para crear un segundo plexo justo p o r debajo del de ellas d e fin e la posición del p ílo ro (vena p re p iló ric a de
e p itelio de las vellosidades. El cirujano debe asegurarse M a y o )43: n o es un in d ic a d o r consta n te de la localización
de ligar solam ente una de las dos arcadas, la superior o de esta estructura.
la inferior. Las arcadas venosas que drenan el d u o d e n o siguen a las
arcadas arteriales y tie n d e n a encontrarse p o r encim a de
Recientemente, Hentati y cois.42 han propuesto una nue
ellas. La vena anterosuperior drena h ada la vena gastroepi-
va clasificación de la irrigación arterial del b u lb o duodenal
ploica derecha, mientras que la vena posterosuperior suele
(Figs. 16.14, 16.15 y 16.16):
pasar p o r detrás del co n d u c to biliar co m ú n para d e se m b o
Los dos pedículos arteriales (infra- y supraduodenal) car en la vena porta. Las venas inferiores pueden d e se m b o
alcanzan el bulbo en su cara posterior; cada pedículo se car en las venas mesentérica superior (Fig. 16.18), m esen
compone de dos tipos de circulación (derecha e izquierda); térica inferior, esplénica o primera yeyunal. Las venas pueden
la cara posterior del bulbo parece presentar una m ayor desem bocar por separado o en un segm ento com ún.
718
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado 16
disponían de tal fo rm a que el flu jo linfático norm al se d ir i
gía desde el páncreas hada el d u o d e n o y no del m o d o c o n
trario. Aún no se ha c o n firm a d o esta teoría. A pesar de que
los vasos linfáticos pancreáticos han re cibido alguna a te n
ción, la prestada a los correspondientes al d u o d e n o ha sido
m u y escasa.
I n e r v a c ió n
Linfáticos
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Intestino delgado
A n ato m ía quirúrgica
d el yeyu n o y el íleon
Anatomía quirúrgica
To p o g r a f ía y a n a t o m ía
Longitud d e l y e y u n o íle o n
A efectos prácticos, el 6 0 % de la lo n g itu d del tu b o d i
gestivo está fo rm a d a p o r el ye yu n o íle o n 49, el cual lleva a
cabo el 9 0 % de la absorción de este a p arato50,51.
El com ienzo y el final del ye yu n o y el íleon se relacionan
to p o g rá fica m e n te con los bolsillos o fosas peritoneales, las
cuales suelen ser poco profundas; en caso contrario, pue
den o rig in a r una herniación interna. En el segm ento inicial
del ye yu n o se encuentran las fosas paraduodenales, en su
e xtre m o final se hallan las fosas ileocecales, y en su porción
central hay un segm ento no fusio n a d o de la raíz intestinal.
En un estudio de necropsias pediátricas, Touloukian y
Smith52 indicaron que la longitud intestinal total estaba co m
prendida entre 142 cm ± 22 cm en los niños nacidos antes
de té rm in o (de 19 a 27 semanas gestacionales) y 304 cm ±
44 cm en los niños nacidos después de más de 35 semanas
F i g u r a 1 6 .1 6 . D iagram a general del b u lb o (según H enta- de gestación. Estos mismos autores d o cu m e n ta ro n un p ro
ti y cois.). A, corriente su p ra d u o d e n a l izquierda; B, c o rrie n m edio de lo n g itu d del yeyunoíleon de 2 48 cm ± 40 cm en
te s u p ra d u o d e n a l derecha; C, c o rrien te in tra d u o d e n a l iz
niños nacidos después de más de 35 semanas de gestación.
quierda; D, corrien te in tra d u o d e n a l derecha; ASD, arteria
Resulta s o rp re n d e n te m e n te difícil d e te rm in a r la lo n g i
su p rad u o d e n al; AIP, arteria in trap iló rica. [he5]
tu d del tu b o digestivo en el hum ano. En la bibliografía más
antigua, revisada p o r Bryant53, la lo n g itu d del yeyu n o y el
íleon en cadáveres abarcaba entre 300 cm y 1.200 cm . De
acuerdo con su propios datos, el p ro m e d io de lo n g itu d fue
de 6 2 4 ,8 cm . A p a rtir de sus tablas, los libros de te x to han
citado un p ro m e d io c o m p re n d id o entre 610 cm y 6 70 cm.
En el año 1924, se descubrió qu e la lo n g itu d «norm al»
de 6 10 cm a 670 cm no guarda n in g u n a relación con la
lo n g itu d del yeyunoíleon en el paciente vivo cuando Reis
y Schembra54 m idieron su lon g itu d en perros vivos y volvie
tivos, 2) com plejos sinápticos que d irigen la eferencia ner ron a d e te rm inarla con distinta frecuencia después de su
viosa, y 3) neuronas de inte rco n e xió n 45. muerte. Durante los prim eros 10 m in u to s se producía una
Las fibras parasimpáticas p re ganglionares contenidas elon g a ció n del 2 3 % al 2 5 % . C uatro horas después de la
en los plexos son co n d u cid a s in ic ia lm e n te p o r el nervio m u e rte del animal, el in cre m e n to de lo n g itu d había alcan
vago. Las fibras simpáticas posganglionares surgen de cuer zado un 1 35%, ya que la pérdida del to n o del músculo lon
pos celulares localizados en los ganglios celíacos y mesen- g itu d in a l se p roduce con una rapidez m u ch o m a yo r qu e la
téricos superiores, en cadenas ganglionares simpáticas c o m del m úsculo circular.
p re n d id a s e n tre T6 y T I 2, o bien d is trib u id a s de fo rm a Blankenhorn y cois.55 in tu b a ro n a 8 pacientes y calcula
dispersa a lo largo de la trayectoria de los nervios esplácni- ron un p ro m e d io de lo n g itu d de 22 cm para el d u odeno,
cos. Es posible que la inervación extrínseca del d u o d e n o 25 8 cm para el yeyunoíleon y 110 cm para el colon. La lon
incluya co m ponentes procedentes del plexo hepático an g itu d total del tu b o digestivo (desde la nariz hasta el ano)
te rio r cercano al origen de la arteria gástrica derecha. En 6 o b tu vo un p rom edio de 45 2 cm. Algunos indican datos que
de las 100 muestras examinadas p o r Skandalakis y cois.46, la lo n g itu d intestinal es m a yo r en los sujetos obesos56.
los nervios de la división hepática del tro n co vagal anterior Un trabajo publicado por N ig h tin g a le y Lennard-jones57
originaban una o más ramas que inervaban la prim era p o r en el año 1995 m ostró que la lo n g itu d norm al del intesti
ción d u o d e n a l. En casi todas las muestras analizadas fue no d e lgado del a d ulto h u m a n o , determ in a d a a nivel q u i
posible identificar algunas ramas en su recorrido ascenden rúrgico o en necropsia a partir del ángulo yeyunoileal, c o m
te hacia la incisura gástrica. Es bien conocida la va riabili prende entre 275 cm y 85 0 cm . Según N o rd g re n y cois.58,
dad del nervio vago47,48. el intestino de los pacientes aquejados de la enferm edad
720
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado 16
V. pancreaticoduodenal
ant. y post. sup. V. porta
V. gástrica izquierda
Duodeno
V. esplénica
Arcada venosa
pancreaticoduodenal ant. V. pancreática inf.
V. mesentérica inf.
V. gastroepipioica izquierda
V. mesentérica
sup.
V. pancreaticoduodenal
inf. ant. y post. V. gastroepipioica derecha
de C rohn es notablem ente más corto que el de sujetos con Weser60'61 estudió la capacidad fu n c io n a l del ye y u n o -
colitis ulcerosa y personas sanas. íleon. Publicó que una resección del 5 0 % presenta una bue
El cirujano parece preocuparse más p o r la lo n g itu d in na tolerancia p o r parte del paciente, m ientras que una re
testinal restante tras la resección que p o r la ca n tidad rese sección del 7 5 % o rig in a un s ín d ro m e de h ip o a b s o rció n
cada. Las publicaciones iniciales contienen listados de resec grave. W in a w e ry Z a m chek62 indicaron que la superviven
ciones de porciones intestinales mayores de 4 m o 5 m en cia del paciente es posible c u a n d o el d u o d e n o se m a n tie
pacientes que sobrevivieron a la in te rv e n c ió n 59. N o cabe ne tras una resección de unos 50 cm de yeyunoíleon. Wil-
duda de que el segm ento resecado se m id ió solamente tras m ore63 afirm ó que la resección de 15 cm de yeyuno o íleon
haber finalizado la resección y cerrado el a b d o m e n ; para con conservación de la válvula ileocecal es tolerable, pero
entonces, el proceso de e longación de la muestra ya había la resección de esta válvula exige m antener 40 cm de intes
avanzado. Es preciso efectuar determinaciones precisas con tin o d e lg a d o . La n u tric ió n parenteral to ta l co n stituye un
a n te rioridad a la extracción de la muestra y redu cie n d o al tra ta m ie n to de gran u tilidad para el síndrom e de intestino
m ín im o la m a n ipulación de la misma. N o logram os c o m co rto ta n to en los lactantes c o m o en los adultos.
p re n d e r el m o tiv o d e b id o al cual aún se aceptan las m e d i T h o m p s o n 64 describió los aspectos quirúrgicos del sín
ciones ¡nidales. d ro m e de intestino corto. Este a u to r a firm ó lo siguiente:
F ig u ra 1 6.18. D re n ad o v en o so del d u o d e n o y el pán creas y fo rm a ció n de la v ena p o rta hepática: vista posterior. [sk20]
721
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Intestino delgado
Características diferenciales
del yeyuno y el íleon
Resulta im posible identificar de form a certera un asa ais
lada de intestino delg a d o sin seguirla en una d irección ha
cia la u n ió n duode n o ye yu n a l o, en la otra, hacia la u n ió n
ileocecal. La Tabla 16.3 puede utilizarse c o m o orie n ta ció n
adicional, a unque no excesivam ente satisfactoria, para d i
ferenciar el ye y u n o del íleon. En nuestra o p in ió n , la d is tin
ción más clara entre ambas porciones radica en las d ife re n
cias to p o g rá fica s de la irrig a ció n sanguínea de estas dos
regiones intestinales.
F igu ra 16.19. R epresentación esquem ática del sistem a lin Debe recordarse que cada segm ento de ye yu n o se ca
fático d u o d en a l. [sk20] racteriza típicam ente por la presencia de una o dos arcadas
arteriales en el mesenterio. Estas arcadas se unen a las ar
terias yeyunales paralelas, de las que surgen vasos rectos
largos, y a co n tin u a c ió n atraviesan la pared intestinal. La
lo n g itu d apro xim a d a de estos vasos rectos es de 4 cm . Un
• A m e n u d o , la fo rm a c ió n de un estom a es una m edida
s e g m e n to ileal típico suele presentar tres o más arcadas ar
p ru d e n te en el m o m e n to de la resección inicial.
teriales en el mesenterio y un elevado n ú m e ro de vasos rec
• Es im p o rta n te tener en cuenta los factores que influyen en
tos co rto s (a p ro x im a d a m e n te , 1,5 cm de lo n g itu d ) que
el restablecimiento de la continuidad intestinal (Tabla 16.2).
atraviesan la pared ileal. La abundancia de vasos rectos pa
• Con frecuencia, es aconsejable llevar a cabo una colecis-
rece relacionarse con el im p o rta n te papel d e se m p e ñ a d o
tectom ía profiláctica con el fin de evitar la colelitiasis.
p o r el íleon en el proceso de absorción. De fo rm a sem e
• El tra ta m ie n to q u irú rg ic o incluye p ro ce d im ie n to s de ra-
jante, el incre m e n to de la propo rció n de te jid o adiposo o b
lentización del tránsito intestinal.
servado en el m esenterio de algunos sujetos se relaciona
• El trasplante intestinal puede representar la o p ció n tera
con la im p o rta n c ia de la absorción de com pu e sto s lip id í
péutica más p ro m e te d o ra .
eos en el íleon en co m paración con el yeyuno.
En una publicación más reciente, este investigador ha
señalado65:
El desenlace del síndrome de intestino corto se ve in Factores que influyen en la
T a b la 1 6 .2 .
fluido p o r diversos factores, como la patología intestinal,
decisión de restablecer la continuidad
la longitud y la localización del segmento restante, los de
intestinal
más órganos digestivos, y la adaptación intestinal(...) Los Factores a favor del restablecimiento de la co ntinuidad
pacientes aquejados del síndrome de intestino corto deri intestinal
vado de un proceso inflam atorio parecen tener un pronós Increm ento de la capacidad de absorción
tico nutricional m ejor después del prim er año. Aunque es Prolongación del tiem po de tránsito intestinal
más probable que hayan de someterse a varías reseccio Potenciación de efectos de ácidos grasos de cadena corta
Se evita la creación de un estoma intestinal
nes y presenten el síndrome de intestino corto con una lon
Factores en contra del restablecimiento de la co ntin u idad
g itu d m ayor del segmento restante, la enfermedad infla
intestinal
m a to ria constituye, p o r sí misma, un im p o rta n te factor Diarrea secretora producida por ácidos biliares
pronóstico. Podría deberse a la resolución de la enferme A um ento de complicaciones perianales
dad inflam atoria o a una mejor respuesta adaptativa. Restricciones alimentarias
Dyke y V inocur66 indicaron que la «neumatosis quística Increm ento de incidencia de nefrolitiasis
intestinal se ha de te cta d o en un gran n ú m e ro de lactantes Fuente: Thompson JS. Surgical aspeets of the short-bowel syndrome.
con enterocolitis necrosante y síndrome de intestino corto, Am J Surg 1995;170:532-536; con autorización.
722
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado
Arterias
La arteria mesentérica superior surge de la aorta p o r de
bajo del origen del tro n c o celíaco. A lred e d o r de un 1 % de
los sujetos presentan un tro n c o celiacom esentérico c o m
b in a d o 67. Las arterias mesentéricas celíaca, superior e infe
rior son restos de los pares de arterias vitelinas del em brión.
La arteria mesentérica superior cruza más allá del m argen
¡leal para irrigar el dive rtícu lo de Meckel (cuando está pre
sente).
N oer y cois.68, Michels y cois.67, y otros autores han des
crito los patrones básicos de las arterias intestinales. En ge
neral, el lado izquierdo de la arteria mesentérica superior ori
gina cinco arterias intestinales p o r encim a del origen de la
arteria ileocólica y 11 arterias p o r debajo de d ic h o nivel.
Otras ocho arterias surgen de la rama ¡leal de la arteria ¡leo-
cólica67. Estos vasos intestinales se ram ifican a una distan
cia de escasos ce n tím etros del m argen del inte stin o para
fo rm a r una serie de arcadas arteriales que conectan las ar
terias intestinales e ntre sí (Fig. 16.20). En posición proxi-
mal, el ye yu n o presenta entre una y tres arcadas; en posi
ción distal, el íleon posee un n ú m e ro m ayor de arcadas.
Los arcos vasculares fo rm a n las anastomosis primarias
de la irrigación arterial. Puede existir un canal c o m p le to F ig u r a 16.20 . Irrigación sa n g u ín ea del y e y u n o y el íleon.
desde la arteria pancreaticoduodenal posteroinferior, la cual La co m p lejid ad de las arcadas de la arteria m e sen térica su
transcurre en paralelo al intestino y se une a la arteria m a r p erio r se in c re m e n ta e n se n tid o distal. [sk4]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Intestino delgado
Anatomía quirúrgica
F ig u ra 1 6.21. A, Los vasos rectos p u e d e n dividirse en dos vasos cortos hacia el lado m e sen térico del in te stin o y dos v a
sos largos q u e irrigan el resto de la pared in testin al. B, Más a m e n u d o , u n ú n ic o vaso largo irriga u n lado del in te stin o y
se altern a co n u n vaso q u e irriga el o tro lado. C, U n ú n ic o vaso largo y u n vaso co rto irrigan so la m e n te u n lado. El 34%
re sta n te co rresp o n d e a diversas c o m b in a c io n e s de vasos largos o cortos ú n ic o s o en pares. [sk4]
cíeos de las vellosidades intestinales (Fig. 16.22). Consecuen submucosa y entre las capas circular y lo n g itu d in a l de la
tem ente, se distinguen dos regiones de anastomosis de las capa m uscular externa. Esta serie de plexos es drenada a
arterias intestinales: los arcos extramurales situados entre las través de grandes vasos linfáticos que cruzan el mesenterio
arterias intestinales y el plexo submucoso intramural. ju n to con arterias y venas. La linfa fluye hacia los ganglios
situados entre las hojas del mesenterio. En la p ro xim ida d de
Venas los vasos rectos y a lo largo de las arterias intestinales se en
Una o más venas de p e queño ta m a ñ o se o rig in a (n ) en cuentran más de 2 0 0 ganglios mesentéricos de pequeño
el vértice de cada vellosidad intestinal y sale(n) de éste para tam año. El drenado de los ganglios mesentéricos se dirige
recibir la c o n trib u c ió n de un plexo venoso situado alrede finalm ente hacia los ganglios linfáticos mesentéricos supe
d o r de las glándulas intestinales. Desem bocan en el plexo riores de la raíz del mesenterio. Los vasos eferentes de estos
subm ucoso, el cual es dren a d o a través de la capa m uscu ganglios y los ganglios celíacos co n fo rm a n el tro n c o linfá
lar por m edio de venas de mayor longitud que discurren con tico intestinal, el cual pasa p o r debajo de la arteria renal iz
arterias a lo largo del mesenterio hasta alcanzar la vena me- quierda y desemboca en el tro n c o linfático lum b a r izquier
sentérica superior. Estas venas intestinales se conectan en do (7 0 % ) o la cisterna del q u ilo (25% ).
tre sí m ediante arcadas venosas semejantes, au n q u e m e En resumen, las rutas linfáticas del intestino delgado son
nos complejas, a las arcadas arteriales acom pañantes. La las siguientes:
vena mesentérica superior pertenece al sistema porta, el
cual transporta la sangre del intestino hacia el hígado. • Intramural: quilíferos -> vasos de la mucosa -> plexo sub
m ucoso -> plexo subm ucoso.
Linfáticos • Extramural: vasos rectos -> ganglios linfáticos situados a
Los vasos linfáticos (quilíferos) surgen de los núcleos de lo largo de los vasos mesentéricos -> ganglios linfáticos
las vellosidades intestinales. Forman plexos en la base de las dispuestos a lo largo de la arteria mesentérica superior y
mismas, en la base de las criptas, en la capa muscular, en la la arteria celíaca -> cisterna del quilo.
724
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado 16
F ig u ra 16.22. M olde del sistem a vascular sa n g u ín eo de la pared del y e y u n o . 1, capilares de las vellosidades. 2, capila
res de las criptas intestinales. 3, su b m u c o sa c o n vén u las (Ve), venas (Vn) y arterias (Ar). 4, vasos de la capa m uscular. M i
croscopía electrón ica de barrido x 180. [ke2]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Intestino delgado
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado
F ig u ra 16.26. La arteria ileocólica se h a seccio n ado e n su F igu ra 16.27. A lgunas co n ex io nes vasculares en tre el arco
origen, sep arán d o la de la arteria m e sen térica superior para prim ario y el arco de seg u n do o rd e n se h a n seccionado para
elongar el eje m esentérico. [wi5] elon g ar el eje m esentérico . [wi5]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Intestino delgado
Anatomía p atológica
F ig u ra 16 .2 8. V álvula ileocecal. A, A specto pap ilar de la La o b s tru c c ió n causada p o r el d iv e rtíc u lo de M eckel
válvula en u n p ac ie n te vivo. B, A specto bilabial d e la v ál
co n stitu ye una co m p lic a c ió n , más q u e una enfe rm e d a d ,
vula en u n cadáver. [sk4]
de esta estructura. Androulakis y cois.78 han incluido la obs
trucción dentro de la patología del divertículo de Meckel de
b id o a que los hallazgos a n a to m o p a to ló g ic o s se o riginan
con éste.
en el adulto. Puede situarse a una distancia inferior a 15 cm
(4 % de los casos) o incluso a 1 67 cm de la válvula (Fig.
1 6 .2 9 )20. Se deben e xam inar c o m o m ín im o 2 m de íleon
para asegurarse de no haber pasado p o r alto la presencia
del divertículo.
91 cm
El divertículo puede tener una lon g itu d de tan sólo 1 cm
u ocupar hasta 26 cm: el 75% de los divertículos es de al
rededor de 1 cm a 5 cm, y el resto de ellos tiene una lo n g i
tu d m ayor9. A pesar de estas considerables variaciones, el
posible tam a ñ o y la posición de los restos del c o n d u c to vi-
telino están limitados. Su lo n g itu d no se m ide en metros.
N o surgen del colon, el d u o d e n o ni, siquiera, del yeyuno
(excepciones, consultar Benson76). Los restos del co n d u c to
vitelino no pueden proceder del lado mesentérico del íleon,
aunque pudiera parecer lo contrario. Recuérdese que los d i
vertículos de gran lo n g itu d , los localizados fuera del d o m i
nio del íleon, y los situados en el lado mesentérico no son
de origen meckeliano.
La Figura 16.30 detalla los tres tipos principales de d i
v e rtíc u lo de M e ckel. La e stru ctu ra más fre c u e n te (Fig.
16.30A ) corresponde a un divertículo ciego con un e xtre
m o libre m óvil (7 4 % ). La mayoría de los divertículos res
tantes (2 4 % ) presenta un extre m o u n id o a la pared c o rp o
ral a n te rio r a la altura del o m b lig o (Fig. 16.30B). En una F ig u ra 16.29. Localización en el íleon y frecuencia de apa
reducida p ro p o rció n de casos (2% ), la estructura se c o m u rició n del divertículo d e Meckel. [sk3]
728
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado 16
Inflamación
Invaginación intestinal
Ulceración
Tumor Obstrucción (vólvulo)
Inflamación
Ulceración
Tumor
Ulceración
Tumor
La ulceración engloba alrededor del 4 0 % de la p a to lo co clínico al d e m ostrar la presencia de mucosa gástrica ec
gía del divertículo de Meckel. Se debe a las secreciones p ro tópica en el d iv e rtíc u lo 79.
ducidas por la mucosa gástrica ectópica del divertículo. Ac Lichtstein y Herskowitz80 describieron el caso de un va
túa sobre la mucosa ileal carente de p rotección situada en rón de 91 años con hemorragia gastrointestinal masiva de
el d ivertículo o en el íleon distal a éste. La hem orragia rec rivada de un divertículo de Meckel con mucosa gástrica ec
tal de color ro jo intenso o rojo ocre derivada de la ulcera tópica.
ción se manifiesta en episodios ind o lo ro s79. En el 9 0 % de La o b strucción y la invaginación intestinal representan
los casos de hem orragia asociada a un divertículo de M e c alrededor del 3 2% de la patología del d ive rtícu lo de M ec
kel, el p e rte c n e ta to de te c n e c io -9 9 m (g a m m a g ra fía con kel. La obstrucción puede ser consecuencia de un vólvulo.
p ertecnetato de tecnecio) pe rm ite c o n firm a r el d ia g n ó s ti La fijación de un d ivertículo a la pared a b d o m in a l ta m b ié n
20-
Divertículo
Divertículo de
de Meckel
Meckel detectado complicado
10- de modo casual
Varones Varones
Mujeres Mujeres
Niños Adultos
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandaiakis
Intestino delgado
puede o rig in a r una obstru cció n p o r encarcelación de un culo de m úsculo no parece dism in u ir con la edad. Por ello,
asa intestinal. De acuerdo con O ld h a m y Wesley79, entre los efectos beneficiosos de la d iverticulectom ía detectada
un 5 % y un 10 % de los pacientes aquejados de en fe rm e de form a casual superan la m orbim o rta lid a d asociada a esta
Anatomía quirúrgica
Perlas clínico-quirúrgicas
El tratamiento de un divertículo de Meckel detectado de pecial los menores de dos años, se debe considerar la resec
m odo casual suscita controversia. En mi opinión, la resec ción en las siguientes situaciones: sospecha de mucosa gás
ción de un divertículo de Meckel asintomático no resulta ade trica heterotópica por un aumento de espesor palpable en la
cuada en todos los casos. La decisión se basa en la edad del base del divertículo; divertículo excesivamente largo con un
paciente y en el aspecto del divertículo. El desarrollo de pa orificio estrecho que pudiera obstruirse. La diverticulectomía
tologías relacionadas con el divertículo de Meckel es raro en puede considerarse en caso de fijación del divertículo al o m
el adulto, por lo que no creo que la escisión de un divertícu bligo, aunque podría ser innecesaria cuando tan sólo exista
lo de aspecto normal detectado de forma casual constituya una banda. (RSF Jr)
una medida adecuada, En los pacientes pediátricos, en es
730
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado
desembocan entre las bases de las criptas. El n ú m e ro de fibras de m ú scu lo liso que c o n tin ú a n co n las de la capa
estas glándulas, las cuales caracterizan a la porción d u o d e muscular lo n g itu d in a l del duodeno. Según O 'R a h illy y M ü
nal del intestino delgado, dism in u ye hasta desaparecer en ller3, el m úsculo suspensor del d u o d e n o , que se desarrolla
su segm ento distal. Sus secreciones son alcalinas, p ro b a a com ienzos del tercer trim estre, desciende desde las p ro
blem ente con el p ro p ó sito de neutralizar la secreción gás xim idades del tro n c o celíaco y el intestino delgado hacia el
trica acida del estóm ago. La submucosa está lim itada por á ng u lo d u o d e n o ye yu n a l.
la capa muscular externa, la cual consta de una amplia capa Por lo general, el lig a m e n to suspensor se inserta en el
de m úsculo liso circular y una capa superficial de m úsculo á n g u lo d u o d e n o y e y u n a l y las porciones tercera y cuarta
liso lon g itu d in a l. Estas dos capas c o n fo rm a n el c o m p o n e n del d u o d e n o (Fig. 16.32A ); puede insertarse única m e n te
te contráctil del peristaltismo. en dich o áng u lo (Fig. 16.32B), o bien tan sólo en la terce
El duodeno, ju n to con el píloro del estóm ago, controla ra y cuarta porciones (Fig. 16.32C ). Tam bién pueden exis
el paso de alimentos hacia el y e yu n o y el íleon. Esta acción tir varias fijaciones (Fig. 1 6 .32D ). El lig a m e n to está ausen
se basa en la estructura anatóm ica del d u o d e n o proxim al. te en casi un 2 0 % de los cadáveres sin q u e ello parezca
En la unión gastroduodenal, la c o n tin u id a d de la capa c o m p o rta r n in g ú n síntom a asociado85.
muscular circular se ve in te rru m p id a p o r un ta b iq u e a n u La m ita d p ro x im a l de la prim era p orción del d u o d e n o
lar de te jid o c o n ju n tiv o derivado de la submucosa. La capa está to ta lm e n te recubierta de p e ritoneo; las porciones res
m uscular circular se engrosa en posición p ro x im a l a este tantes se encuentran en el espacio retroperitoneal. Las p o r
anillo para fo rm a r el esfínter pilórico del estóm ago. En p o ciones segunda y tercera se solapan con la cabeza del p á n
sición distal se observa una repentina d ism in u ció n del es creas, de m o d o que una porción del du o d e n o no recubierta
pesor del músculo circular, que o rigina el d u o d e n o de pa p o r el páncreas ta m p o c o lo está p o r el perito n e o . Existe
redes delgadas. En su e x tre m o d istal, el p ílo ro (o rific io una segunda región descubierta en la superficie a n te rio r
pilórico) está rodeado por el fó rn ix duodenal. Es im p o rta n de la segunda p orción del duod e n o , en la zona de fijación
te recordar esta organización al llevar a cabo una piloro-
m iotom ía.
Igualm ente, la capa m uscular externa lo n g itu d in a l se
in te rru m p e , sin m o d ific a r su espesor, en la unió n gastro
duodenal (excepto en el lado de la curvatura m enor, en la
que algunas fibras musculares periféricas c o n tin ú a n con fi
bras de m úsculo duodenal). Es posible que esta disposición
ta m b ié n transm ita contracciones peristálticas a través de
la inte rru p c ió n del ta b iq u e de te jid o c o n ju n tiv o 8'1.
El aspecto de las glándulas submucosas de Brunner de
fine la unión gastroduodenal a nivel interno. En el ser hum a
no, las glándulas submucosas pueden extenderse varios cen
tím etros hacia el píloro. En algunas ocasiones, la mucosa
gástrica antral puede prolapsarse a través del píloro y p ro
ducir hallazgos radiológicos, pero n o un verdadero síndro
me clínico.
En el p u n to d o n d e el c o n d u c to biliar co m ú n y el c o n
d u cto pancreático principal atraviesan la pared del d u o d e
no para abrirse a su luz no existen glándulas de Brunner. La
desaparición de estas glándulas ta m b ié n denota in te rn a
m ente la unión d u odenoyeyuneal, mientras que la fijación
del lig a m e n to suspensor de Treitz la delim ita a nivel exter
no. N o existe ning u n a línea de dem arcación en esta unión.
El m ú scu lo suspensor (o lig a m e n to ) de Treitz es una
banda fibromuscular que surge del pilar derecho del diafrag
ma y se inserta en la superficie superior del ángulo duode-
noyeyunal. Pasa p o r detrás del páncreas y la vena espléni-
ca, y p o r delante de la vena renal izquierda. Puede rodear
F ig u ra 16.32. V a r i a c i o n e s d e la f i j a c i ó n d e l m ú s c u l o s u s
a la arteria celíaca o dirigirse hacia la izquierda de ésta en p e n s o r i o ( l i g a m e n t o ) d e Treitz. A, F ija c io n e s al á n g u l o y a
su trayectoria hacia la región te rm ina l del duod e n o . En su las p o r c io n e s tercera y cuarta d el d u o d e n o . Este tip o es el m á s
origen, la banda contiene fibras de m úsculo estriado que fr e c u e n t e . B, F ij a c ió n al á n g u l o d u o d e n o y e y u n a l . C, Fija
c o n tin ú a n con las del pilar derecho del diafragm a respira c i o n e s a la s p o r c i o n e s tercera y cuarta. D , M ú l t ip le s f i j a c i o
torio . Cerca de su inserción, la banda suspensora contiene n e s i n d e p e n d i e n t e s d e l l i g a m e n t o su s p e n s o r . [sk20]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Intestino delgado
del colon transverso (Fig. 16.33). En el cáncer pancreático Además de los mecanismos neurales, el d u o d e n o ejer
o en la pancreatitis, el páncreas y el mesocolon, ju n to con ce un efecto hu m o ra l sobre el e stó m ago. Parece respon
la arteria cólica media, se fijan con firm eza. Las estructuras der fu n d a m e n ta lm e n te a la cantidad de lípidos conte n id a
Anatomía quirúrgica
anatómicas responsables de la fijación del d u o d e n o son el en el q u im o gástrico. Los dos sistemas de re troalim enta-
píloro, los vasos mesentéricos superiores, el lig a m e n to de ción (neural y h u m o ra l) funcio n a n c o o rd in a d a m e n te para
Treitz y, p or supuesto, el p eritoneo. in h ib ir el vaciado gástrico cua n d o el d u o d e n o está repleto
o el q u im o contiene una cantidad excesiva de ácido, p ro
C a r a c te r ístic a s f is io l ó g ic a s del d u o d e n o teínas o lípidos. El vaciado gástrico depe n d e de la cantidad
de q u im o a procesar.
A u n q u e a n tig u a m e n te se conocía, o al m enos se sos
pechaba, la fu n ció n d u odenal de c o n tro l del vaciado gás
trico, la acción del d u o d e n o sobre el píloro es n o ta b le m e n H is t o l o g ía del y e y u n o y el Í leo n
te más c o m p le ja de lo q u e Rufo de Efeso p u d o h a b e r
La pared intestinal (Fig. 16.34) se c o m p o n e de una capa
im a ginado. Los reflejos nerviosos que actúan desde el d u o
serosa de peritoneo visceral, una pared form ada por múscu
deno hacia el píloro se tra nsm iten parcialm ente a través de
lo lo n g itu d in a l y circular, una submucosa de tejid o c o n ju n
los nervios extrínsecos. Algunos lo hacen a través de g a n
tiv o y una capa m ucosa fo rm a d a p o r te jid o c o n ju n tiv o ,
glios simpáticos prevertebrales y regresan a través de fibras
m úsculo liso y epitelio. Los pliegues circulares del intestino
nerviosas simpáticas inh ibitorias hacia el estóm ago. A d e
d e lg a d o son más evidentes en el ye yu n o . Las microvellosi-
más de los nervios extrínsecos, a ctu a lm e n te se reconoce
dades del yeyuno son las proyecciones más largas, y su fo r
que el sistema nervioso entérico del interior de la pared del
ma es de lengua o dedo. Por su parte, las vellosidades del
tu b o digestivo constituye un sistema unifica d o r in d e p e n
íleon son más cortas, presentan extrem os más redondea
d ie n te cuyas propiedades estructurales y funcionales están
dos y desaparecen g ra d u a lm e n te c o n fo rm e se a p roxim an
ín tim a m e n te relacionadas con las del sistema nervioso cen
a la válvula ileocecal.
tral. Así, el sistema nervioso entérico desempeña una fu n
Hace casi cien años, Halsted destacó la im p o rta n cia del
ción clave en la coordinación y program ación de las fu n c io
te jid o c o n ju n tiv o subm ucoso en el m a n te n im ie n to de la
nes g a s tro in te s tin a le s en las paredes del d u o d e n o y el
suturas87. Es preciso recordar que los carniceros utilizan esta
e stóm ago45.
cubierta en la elaboración de salchichas de vacuno o p o r
C itando a N em eth y cois.86 sobre la em briología del pe-
cino; igualm ente, las suturas de «tripa» solían fabricarse a
ristaltismo:
pa rtir de esta capa. El m iedo a p e rforar la mucosa con una
En los niños nacidos antes de término, la densidad neu- aguja parece c o n v e rtir las suturas serom usculares en las
ronal del plexo mientérico es notablemente m a yor en el más seguras, si bien la integridad de la anastomosis es m a
borde mesentéríco del intestino delgado que en el antime- y o r c u a n d o se incluye la subm ucosa88'91.
sentérico. Las llamativas diferencias morfológicas obser La capa serosa reviste com pletam ente el yeyuno y el íleon
vadas en la densidad neuronal del intestino delgado de los excepto en el borde mesentérico. Junto con la capa m us
niños prematuros puede contribuir a la falta de madurez cular, la serosa constituye el estrom a para la aplicación de
funcional del intestino delgado. suturas seromusculares d u rante las intervenciones q u irú rg i
cas. La capa muscular, la cual se co m p o n e de una capa cir
cular interna y una capa lo n g itu d in a l externa, debe consi
derarse una única capa desde el p u n to de vista q u irú rg ico .
Esta pared m uscular se encarga de la m o tilid a d intestinal.
C ontiene el plexo m ie ntérico de A uerbach ju n to con g a n
glios de fibras nerviosas no mielinizadas. La submucosa al
berga una rica red de elem entos neuronales pertenecien
tes al plexo de Meissner, así c o m o arterias, venas y ganglios
Zona pancreática desnuda
linfáticos. También acoge las placas de Peyer, las cuales se
c o m p o n e n de masas aisladas y conflu ye n te s de ganglios
linfáticos en el lado antim esentérico del íleon.
Zona desnuda
del mesocolon
transverso
C a r a c t e r ís t ic a s f is io l ó g ic a s
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado 16
• C o m p e tic ió n de la in h ib ic ió n que tie n e lug a r entre las
bacterias patógenas y endógenas.
La inte g rid a d histológica y fu n cional de la mucosa del
intestino delgado se conserva m ediante la aparición de nue
vas células que sustituyen a las células senescentes. El rápi
Vellosidades
do recam bio del epitelio de la mucosa del intestino delga
do (en com paración con la lenta renovación característica
del intestino grueso) convierte a las neoplasias en un hallaz
go poco frecuente. En un trabajo acerca de factores de cre
c im ie n to y neoplasias intestinales, Townsend y cois.94 in d i
caron que las interacciones de los factores responsables de
la proliferación y diferenciación se alteraban con una fre
cuencia m e n o r en el intestino d e lgado que en el grueso, a
pesar de la gran área superficial del prim ero. Sarr95 ha es
Cripta de Lieberkühn
peculado que los siguientes factores podrían explicar la m e
(glándulas intestinales)
nor incidencia de neoplasias benignas y malignas en el in
Capa muscular de la testino delgado en com paración con las del estóm ago y el
mucosa: circular interna
intestino grueso:
y longitudinal externa
• Las células de la mucosa se sustituyen con rapidez.
Submucosa
• El q u im o del inte stin o d e lgado presenta un elevado c o n
te n id o líquido, p o r lo que es menos «irritante».
Capa muscular externa:
circular interna y • Los conte n id o s del intestino d e lg a d o se m ueven rápida
longitudinal externa m ente, lo cual m in im iza la exposición a carcinógenos.
• El pH alcalino y la m e n o r co n centración bacteriana re d u
Serosa
cen al m ín im o la fo rm a c ió n de carcinógenos a p a rtir de
la bilis y los precarcinógenos ingeridos.
• La elevada actividad de la enzim a b e n zo p ire n o hidroxila-
F igu ra 16 .3 4 . C o r te d e la p a r e d d e l i n t e s t i n o d e l g a d o . La sa en la mucosa del intestino d e lg a d o p e rm ite elim inar
s u b m u c o s a d e b e i n c lu ir s e e n lo s p u n t o s d e su tu r a q u e fo r los carcinógenos.
m a n u n a a n a s t o m o s i s . [sk4] • El intestino d e lg a d o lleva a cabo funciones de vigilancia
inm u n o ló g ica celular y hum oral (IgA secretora, a b u n d a n
te te jid o linfo id e in m u n o c o m p e te n te ).
Sarr95 cree que la reducción de la vigilancia in m u n o ló g i
y la secreción. Las vellosidades poseen células absorbentes, ca global realizada por el intestino d e lgado puede c o m p o r
células exocrinas caliciformes y células de Paneth, así c o m o tar la aparición de neoplasias en sujetos ¡nm unodeprim idos.
linfocitos T y células del sistema APUD (amine precursor up-
take and decarboxylation). Según G u y to n 92, el intestino d e l
gado absorbe la m a yo r parte del líquido ing e rid o (alrede C ir u g ía d e l in te s tin o d e l g a d o
dor de 1,5 litros al día) ju n to con el líquido de las secreciones
gastrointestinales (unos 7 litros). El intestino grueso absor
D ecálogo de c ir u g ía intestinal
be tan sólo 1,5 litros. Entre las sustancias absorbidas p o r el
intestino d e lgado se encuentran el agua, diversos iones y CORRECTA Y SEGURA
nutrientes (hidratos de carbono, proteínas y lípidos). 1. C om ience exam in a n d o d etalladam ente la cavidad pe-
El inte stin o delgado lleva a cabo las siguientes fu n c io ritoneal y los órganos intraperitoneales respecto a en
nes no in m u n o ló g ic a s 92-93: ferm e d a d primaria, secundaria o metastásica, o bien
• Degradación de toxinas nocivas m e diante enzim as pro- metástasis de otros tum ores, en especial de un mela-
teolíticas entéricas, lisozimas y ácido clorhídrico. noma.
• In h ib ició n de bacterias y protección del epitelio e n térico 2. Inspeccione y palpe con suavidad el tu m o r a resecar.
por m e d io de mucina. 3. M a n ip u le adecuadam ente (ta n to proxim a l c o m o dis-
• Expulsión de bacterias y parásitos a través de la actividad ta lm e n te ) el área en cuestión con el fin de evitar te n
peristáltica. siones y realizar una anastomosis carente de tensión
• Dilución y exclusión de antígenos m ediante la rápida re alguna.
novación epitelial, la cual m inim iza la p erturbación de la 4. Sea especialmente cuidadoso en lo que se refiere a la
superficie epitelial. irrigación sanguínea. Una angiografía previa a la inter-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
In te stin o delgado
ser evidente, aunque una palpación suave puede per Los términos leiomioma y leiomiosarcoma son té rm i
m itir detectarlos. Una hem orragia leve en los bordes nos antiguos aplicados a tumores gastrointestinales. Los
constituye un signo bueno. anatomopatólogos del aparato digestivo comienzan a utili
Realice unos orificios proxim al y distal de gran ta m a ñ o zar una terminología más genérica para referirse a los tu m o
m ediante la colocación oblicua de grapas atraum ato- res estromáticos digestivos (malignos o benignos), dado
lógicas. que los estudios ultraestructurales o histoquímicos no han
6. Tras la resección, la aposición adecuada y libre de te n podido confirmar que el origen de todas estas lesiones sea
siones de los orificios p roxim al y distal con a p ro x im a muscular. Algunos tumores estromáticos digestivos presen
ción de las capas serosas reviste una e n o rm e im p o r tan características que concuerdan en mayor medida con
tancia. un origen neural, mientras que otros son ambiguos. (RSF Jr)
7. Prepare am bos orificios para la anastomosis m ediante
la e xtracción de te jid o a d iposo y adhesiones a unos
0,5 cm a 1 cm del b o rd e de resección (en especial en n o m a, p o r lo que la cirugía radical constituye el tra ta m ie n
el borde mesentérico, d o n d e suelen producirse fugas). to adecuado. Sin e m b a rg o , puesto que la descripción ana-
Incluya la submocosa con la capa seromuscular con el to m o p a to ló g ic a detallada de las numerosas lesiones que
fin de garantizar la inte g rid a d de la anastomosis intes pueden afectar al intestino d e lgado queda fuera del p ro
tinal. pósito de esta obra, no nos encargarem os de ella en este
Evite la fo rm a c ió n de hem atom as en el lado anasto- m o m e n to .
m ó tic o . W á n g b e rg y cois.98 estudiaron a 64 pacientes con t u
10. C o m p ru e b e la p e rm e a b ilid a d de la anastomosis con mores carcinoides disem inados en el intestino m e d io y su
los dedos pulgar e índice. girieron la utilización de una intervención q u irú rg ica acti
va en los sujetos con s ín d ro m e c a rc in o id e del in te s tin o
N e o p la s ia s del in t e s t in o d e l g a d o m edio. Las Figuras 16.37 y 16.38 resumen su pro g ra m a te
ra p éutico y sus resultados.
El segm ento de intestino delgado c o m p re n d id o entre la En un c o m e n ta rio sobre el artículo citado en el párrafo
unión gastroduodenal y la u n ió n ileocecal puede albergar a n te rio r, F a rle y " o b se rvó que el tr a ta m ie n to q u ir ú rg ic o
algunos tu m o re s benignos y m alignos raros. C o m o conse agresivo asociado a una terapia adyuvante m ejorada para
cuencia de la diferente to p ografía anatóm ica del d u o d e n o las neoplasias carcinoides ofrece resultados esperanzado-
y del y e yu n o /íle o n , la técnica quirú rg ica depende de la lo res a los pacientes con afectación hepática derivada de un
calización del tu m o r. tu m o r carcinoide del intestino m edio.
La clasificación y distrib u ció n de las neoplasias del in K irshbom y cois.100 afirm aron que los tu m o re s ca rcinoi
testino d e lgado puede consultarse en las Tablas 16.4, 16.5 des metastásicos de origen desconocido se c o m p o rta n de
y 16.6. Blanchard y cois.96, revisaron los tu m ores benignos
y m alignos del m úsculo liso; sus resultados aparecen en las
Figuras 16.35 y 16.36. Según Sarr95, los tum ores m alignos
Patología de tumores primarios
T a b la 1 6 .4 .
del intestino según la célula de origen
del intestino d elgado son el adenocarcinom a (3 0 % -5 0 % ),
el leiomiosarcoma (1 0 % -2 0 % ), el linfom a (1 0 % -1 5 % ) y los C élu la d e o rig e n B en ig n o M a lig n o
tu m ores carcinoides (1 3% ). De acuerdo con este autor, el
aden o ca rcin om a afecta al d u o d e n o en el 4 0 % de los ca Epitelio A denom a A d e n o c a r c in o m a
Tejido c o n j u n t iv o Fibroma Fibrosarcoma
sos, al yeyu n o en o tro 4 0 % , y al íleon en el 2 0 % restante.
M ú s c u lo liso L e io m io m a L e io m io sa r c o m a
Varios autores96,97 han re c o m e n d a d o tra ta r el le io m io
Tejido a d ip o s o L ipom a L iposarcom a
sarcoma del tu b o d ig e stivo c o m o un tu m o r m a lig n o d e
E n d o te lio H e m a n g io m a A n g io sa rc o m a
b id o a la d ific u lta d que supone elaborar un d ia g n ó stico a vascular
p a rtir de cortes congelados o fijados. Esta enig m á tica p re Sistem a lin fátic o L in fa n g io m a L in fa n g iosarc o m a
sentación exige una inte rv e n c ió n q u irú rg ic a radical in c lu Tejido lin f o id e S e u d o lin f o m a L in fom a
so a u n q u e pudiera tratarse de una lesión benigna. El ade N e r v io N e u r o fib r o m a N e urofibrosarcom a
n o m a velloso sésil presenta una situación sem ejante: el G a n g lio n e u r o m a Tum or G AN
tra ta m ie n to debe consistir en una resección segm entaria Célula argen tafin a — C arcin o id e
en lugar de e n te ro to m ía y escisión d e b id o a la posibilidad M ix to H am a rtom a
de cáncer. Fuente: Coit DG. Cancer of the small intestine. En: DeVita VT Jr,
Los pólipos y las poliposis son un problema similar. Sarr95 Heilman S, Rosenberg SA (eds). Cancer: Principles & Practice of On
ha afirm ad o que el 30 % de ellos contiene un adenocarci- cology, 5.a ed. Filadelfia: Lippincott-Raven, 1997; con autorización.
734
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado 16
Tabla 16.5. Distribución de tumores malignos del intestino delgado por localización
en 27 series
Tum or D uodeno Yeyuno íle o n T o ta l
Fuente: Coit DG. Cancer of the small intestine. En: DeVita VT Jr, Heilman S, Rosenberg SA (eds). Cancer: Principles & Practice of Onco
logy, 5.a ed. Filadelfia: Lippincott-Raven, 1997; con autorización.
L e io m io m a 24 64 47 1 3 5 (37%)
Pólipo, a d e n o m a 34 17 17 6 8 (19%)
Lipom a 11 13 30 5 4 (15%)
H em a n g io m a 1 10 26 3 7 (10%)
F ib ro m a 4 7 12 23 (6%)
O tro s 27 8 13 4 8 (13%)
Total 101 (27%) 119 (33%) 145 (40%) 3 6 5 (100% )
Fuente: Coit DG. Cancer of the small intestine. En: DeVita VT Jr, Heilman S, Rosenberg SA (eds). Cancer: Principles & Practice of Onco
logy, 5.a ed. Filadelfia: Lippincott-Raven, 1997; con autorización.
fo rm a sem ejante a los tu m o re s carcinoides del inte stin o 2. La resección de W h ip p le con linfadenectom ía regional
m edio en lo que se refiere a la p ro ducción horm onal, in d o constitu ye la técnica de elección en las neoplasias m a
lencia y supervivencia. lignas de la segunda porción.
La cirugía del d u o d e n o puede resumirse del m o d o si 3. C oin cid im o s con Rose y cois.101 y U lle m o e 102 en que el
guiente: c a rcinom a duodenal es co m parable desde el p u n to de
1. La resección segm entaria puede ser re com endable en vista b io ló g ico con el cáncer pancreático y gástrico; p o r
las neoplasias malignas de las porciones prim era, terce consiguiente, la intervención de elección es la pancrea-
ra y cuarta del d u o d e n o , si bien d epende de diversos to d u o d e n e c to m ía .
factores. 4. Según Farnell y c o is .103, «la p a n c re a to d u o d e n e c to -
F ig u r a 1 6 .3 5 . I n c i d e n c i a d e l l e i o m i o m a e n el i n t e s t i n o F ig u r a 1 6 .3 6 . I n c i d e n c i a d e l l e i o m i o s a r c o m a e n el i n t e s -
d e lg a d o . n = 8 8 6 casos, ju n to c o n 1 6 6 n o e sp e c ific a d o s. t i n o d e l g a d o , n = 1 . 2 6 8 c a so s, j u n t o c o n 3 8 7 n o e s p e c if ic a -
[ b ll] dos. [b ll]
735
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Intestino delgado
CIRUGÍA PRIMARIA S e g u n d a p o rc ió n d e l d u o d e n o
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado
fisis unciform e, que se sitúa m u y cerca de los vasos mesen- ravertebrales, así c o m o p o r la aorta. El lado anterior corres
téricos superiores. Varios vasos pequeños parten de la arca ponde a la arteria mesentérica superior; en algunas ocasio
da pancreaticoduodenal inferior; de la arteria mesentérica su nes ta m b ié n participan las arterias cólica m edia y derecha
perior salen muchas veces otras ramas pequeñas. (las dos primeras ramas de la arteria mesentérica superior
en el m esocolon transverso). La parte más estrecha del á n
Cuarta porción del duodeno gulo, situada p o r encim a del du o d e n o , co n tiene la apófi
sis u n c ifo rm e y la vena renal izquierda. La Figura 16.39
La cuarta porción del duodeno se relaciona con dos co m
muestra un corte sagital de la relación de la tercera p o r
ponentes anatóm icos relevantes: el liga m e n to de Treitz por
ción duodenal y la arteria mesentérica superior, la arteria có
encima y la vena mesentérica inferior, localizada a la izquier
lica m edia, la aorta y el m esenterio. La Figura 16.40 repre
da de la fosa paraduodenal. El cirujano debe com enzar la
senta una vista anterior del du o d e n o , la arteria mesentérica
exploración del d u o d e n o distal (tercera y cuarta porciones)
superior, la arteria cólica m edia y la colum na vertebral.
por la cuarta porción. Recuérdese que la m ovilización del
La localización del d u o d e n o por debajo de la arteria m e
colon derecho y la sección del lig a m e n to de Treitz son ne
sentérica superior es consecuencia de la rotación intestinal
cesarias para exp o n e r de form a adecuada el d u o d e n o dis
norm al. Rokitansky106 describió p or vez prim era el síndro
tal. La irrigación sanguínea procede de las divisiones de las
me de com presión vascular en el año 1861. La com presión
ramas intestinales de la arteria mesentérica superior y es se
en los pacientes con rotación patológica y relaciones vas
mejante a la del resto del intestino delgado. Las arterias de
culares n o ta b le m e n te alteradas107 o com presión duodenal
la cuarta porción duodenal poseen una circulación colate
p o r una anomalía en la d istrib u ció n de la vena p o rta 108 no
ral escasa o nula, y la irrigación sanguínea es «menos efi
se considera en esta obra.
ciente» en el borde «antimesentérico» (el d u o d e n o pierde
su mesenterio a lo largo de su desarrollo, a u nque la zona
Variaciones anatóm icas de la compresión
media de la pared anterior, que está recubierta de peritoneo,
vascular
debe considerarse su borde «antimesentérico» desde el pun
to de vista em briológico). Tres variaciones anatóm icas revisten im p o rta n cia en la
com presión vascular:
Úlcera duodenal hemorrágica 1. Variaciones de lon g itu d y fijación del músculo suspensor.
2. Variaciones del nivel al q u e el d u o d e n o cruza la c o lu m
Una úlcera d u odenal es una ulceración péptica locali
na vertebral.
zada en la pared posterior del bu lb o duodenal. La hem orra
3. Variaciones en el nivel de origen de la arteria mesenté
gia, cuando está presente, se debe a la erosión de la arte
rica superior.
ria g a s tro d u o d e n a l, y la erosión se e n c u e n tra cerca del
origen de la arteria pancreática transversal en la mayoría G eneralm ente, el d u o d e n o cruza la colu m n a vertebral
de los casos. Turnage105 re co m e n d ó efectuar una ligadura a la altura de la tercera vértebra lu m b a r109, pero puede ha
de tres puntos de estos vasos con el o b je to de evitar fu tu cerlo a un nivel más bajo, en especial en la mujer. En un
ras hemorragias. pequ e ñ o n ú m e ro de pacientes, puede pasar a la altura de
Es preciso recordar q u e en el 10 % de los casos32 tan la segunda vértebra lum bar. La tercera o la cuarta porción
sólo existe un c o n d u c to pancreático: el c o n d u c to de San del d u o d e n o puede situarse p o r delante de la colum na ver
torini. La arteria gastroduodenal pasa «por detrás» del d u o tebral.
d eno y p or delante de este con d u cto . Una sutura m u y p ro A parentem ente, un paso a un nivel infe rio r podría de
fun d a para in te rru m p ir la hem orragia puede ligar el único jar más espacio para el d u o d e n o ; sin e m b a rg o , la curva
c o n d u c to pancreático presente, con fatales consecuencias. lum b a r de la colum na vertebral adopta su posición más an
(Véase info rm a ció n adicional sobre el c o n d u c to pancreáti te rio r a la altura de la cuarta vértebra lum bar, p or lo que el
co accesorio en el a p a rta d o «Cuestiones quirúrgicas que espacio entre ambos lados del á ngulo no se increm enta.
deben tenerse en cuenta» en este capítulo.) Esta curva lu m b a r suele ser más pronunciada en la mujer.
El músculo suspensor del d u o d e n o (ligam ento de Treitz)
Compresión vascular del duodeno conecta el pilar derecho del diafragm a con el án g u lo duo-
denoyeyunal. La Figura 16.32 recoge las variaciones de in
Anatomía de la com presión vascular serción; el tip o representado p o r la Figura 16.32A es el más
Una consecuencia de la bipedestación en el ser h u m a frecuente. N o son raras las divisiones individuales m ú lti
no es que la arteria mesentérica superior sale de la aorta ples; se han descrito casos con tres y cuatro divisiones110.
con un á ngulo más a g udo que el observado en cu a d rú p e El d u o d e n o puede situarse a m ayor altura en el ángulo
dos. A través de este ángulo vascular pasa la tercera o cuar vascular cua n d o el m úsculo suspensor es co rto. Dado que
ta p o rción del du o d e n o , la cual m antiene su posición gra ú nicam ente puede elevarse el ángulo d u o d e n oyeyunal, la
cias al m úsculo suspensor de Treitz. El lado p o ste rio r del angulación de la cuarta p o rción se increm enta, al tie m p o
án g u lo está fo rm a d o p o r las vértebras y los músculos pa- que la tercera porción se m antiene a la misma altura.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado
Tratamiento
El tra ta m ie n to de elección se basa en la sección o la li-
sis del lig a m e n to suspensor (lig a m en to de Treitz). A lgunos
pacientes pueden requerir una duod e n o ye yu n o sto m ía .
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado 16
Cuestiones quirúrgicas que deben
Tabla 16.7. Ángulos aortomesentéricos
tenerse en cuenta
Á n g u lo (Véase la Tabla «Com plicaciones anatóm icas de a lg u
p ro m e d io In te rv a lo nas intervenciones gástricas, duodenales y pancreáticas»
N.° (grados) (grados) en el capítulo d e d ica d o al estóm ago).
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado
P r o c e d im ie n t o s q u ir ú r g ic o s
PARA EL YEYUNO Y EL ÍLEON
T éc n ic as d ia g n ó s tic a s p a r a
el y e y u n o y e l íleo n
La m orfología, la topografía, las alteraciones fu n c io n a F ig u ra 16.41 . La sección del lig am e n to su sp enso r co n lle
les y la patología pueden visualizarse p o r m edio de dive r va el descenso del d u o d e n o u n par de d edos p o r debajo del
sos m étodos, com o: o rigen de la arteria m esen térica superior (AMS). [ak4]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado 16
calización y la extensión de 120 invaginaciones intestina
les en lactantes y niñ o s128.
El d ive rtícu lo de Meckel supone la causa identificable
L
más frecuente de invaginación intestinal en el niño. Otras
causas conocidas son los pólipos intestinales, las d u p lic a
ciones, las atresiasy los tum o re s del intestino, si bien resul
P a rte d e l in t e s t in o
c\ q u e r e c i b e la ta im posible d e te rm in a r la etiología del 8 5 % de los casos
in v a g in a c ió n de in va g in a ció n intestinal en el paciente ped iá trico (Fig.
16.44). En esta p o b la ció n se ha observado un ciclo esta
cional en el cual aum enta el n ú m e ro de ingresos en p rim a
vera y v e ra n o 128.
Los Centers for Disease Control and Preventiorí29 de Atlan
ta (EE.UU.) han p u b lica d o algunos datos prelim inares que
S e g m e n to in te s ti
indican un m a yo r riesgo de invaginación intestinal en lac
nal in v a g in a d o
tantes sanos vacunados contra rotavirus. Es posible que este
virus constituya o tro agente e tio ló g ico en la invaginación
w \y
\\
intestinal.
Zapas y co is130, p re se n ta ro n un caso de d u p lic a c ió n
(quiste) ileocecal que co n fo rm a b a el p u n to focal de inva
ginación ileocólica. El tra ta m ie n to consistió en una resec
ción intestinal y anatosmosis primaria.
O ldham y Wesley79 han elaborado una tabla (Tabla 16.8)
de factores de p ro p e n sió n de desarrollo de invaginación
intestinal.
En el a d u lto puede aplicarse nuestra regla de los «dos
F igu ra 16.42. D iagram a de la a n a to m ía de u n a in v a g in a
tercios»131. El origen de la invaginación intestinal se c o n o
ció n in testinal. Esta fo rm a ció n p u ed e crecer en sentido dis
tal h asta q u e su e x tre m o d elan te ro alcance el an o . [sk4] ce en dos terceras partes de los adultos. De ellas, otros dos
tercios se deben a neoplasias. A su vez, dos terceras partes
• Adhesiones.
• O bstru cció n por alim entos, cuerpos extraños o cálculos
biliares.
o V ólvulo con necrosis intestinal.
• Divertículo de Meckel.
• D uplicación intestinal.
• Atresias y estenosis intestinales.
Bemelm an y cois.127 se inclinan p o r la resección ileocó
lica laparoscópica de la enfermedad de C rohn frente a la ci
rugía abierta, de acuerdo con los datos de alta hospitalaria
precoz y de superioridad de los resultados estéticos.
Este c a p ítu lo describe exclusivam ente la invaginación
intestinal, los quistes mesentéricos y la isquemia mesenté-
rica.
In v a g in a c ió n in t e s t in a l . La in v a g in a c ió n intestinal se
desarrolla cu a n d o un segm ento p ro xim a l de intestino (el
segm ento intestinal invaginado) invagina hacia la porción
intestinal in m e d ia ta m e n te distal a ella (la parte del intesti
no que recibe la invaginación) (Fig. 1 6 .42). Las invagina
ciones intestinales reciben su n o m b re en fu n ció n de su lo
calización; las más fre cu e n te s son las inva g in a c io n e s F igu ra 1 6.43. Localización de 120 in v agin acio n es in te sti
ileocólicas. Su lo n g itu d tiende a incrementarse, y aparecen nales e n n iñ o s. La cabeza de la flecha in d ica la po sició n del
con frecuencia en el ano. La Figura 16.43 representa la lo- ex tre m o a d e la n ta d o de la in vag inació n. [Ii7]
741
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Intestino delgado
Intestino delgado 16
ca n o se diferencia de la de los quistes mesentéricos. Knol
Epiplón menor y Eckhauser133 re com endaron exam inar la pared del quis
ligamento te d e b id o a posibles «proyecciones desiguales, friables o
hepatogástrico
papilares indicativas de cáncer», a pesar de la baja incid e n
Páncreas cia de las transform aciones neoplásicas.
Estómago
El origen de estos quistes ha re cibido muchas explica
Mesocolon
3.a porción del ciones. O ro b itg y cois.145 describieron un paciente p o rta d o r
transverso , .^
duodeno de un quiste mesentérico de origen linfático. Lee y cois.146
Colon presentaron un quiste de origen m ü lle ria n o localizado en-
transverso I 1/, j ’ Mesenterio del
intestino delgado
Epiplón
Mesocolon T a b la 1 6 .9 . Clasificación
mayor
sigmoide
I. Quistes em brionarios
A. Procedentes de restos em brionarios y tejido
secuestrado
1. Serosos
2. Quilosos
3. Sanguíneos
4. Dermoides
B. Procedentes de secuestro de tejido intestinal
F i g u r a 1 6 .4 5 . A n ato m ía topográfica q u e m u estra 5 q u is
1. Divertículo de Meckel incluido
tes epiploicos y m esen térico s (punteados ). [sk3] C. De origen urogenital
II. Seudoquistes
A. De origen infeccioso
1. Hidátides
mesenterio del intestino delg a d o (6 0 % ) o bien del colon 2. Degeneración quística de nodulos tuberculosos
(4 0 % )140 (Fig. 1 6 .4 5 ). M o u ra d y cois.141 d escribieron un B. Enfermedad neoplásica quística
quiste localizado en el m esenterio hepatogástrico y citaron III. Quistes em brionarios y del desarrollo
dos casos similares recogidos en la bibliografía especializa A. Entéricos
da. C hu n g y cois.142 d o c u m e n ta ro n varios quistes localiza B. Urogenitales
dos en el mesenterio del intestino delg a d o (5 casos), en la C. Linfoides
base del m esenterio con extensión retro p e rito n e a l (4 ca D. Dermoides
sos), en el m esocolon transverso (4 casos) y en el lig a m e n E. Defectos em brionarios en la form ación inicial de
to gastrocólico (2 casos). vasos linfáticos, ganglios linfáticos, etc.
IV. Quistes traumatológicos o adquiridos (pared del quiste
Existe confusión en la bibliografía con relación a las m a
formada por tejido fibroso sin revestirse de m em brana
sas mesentéricas, epiploicas y retroperitoneales; entre las
alguna)
neoplasias quísticas benignas o malignas y los quistes; y en
A. Causados por un traum atism o
tre las neoplasias sólidas y las quísticas. Queda fuera de nues 1. Hemorragia causante de un quiste sanguíneo
tra intención resolver esta cuestión; generalm ente se asu 2. Rotura de vasos quilíferos
me que las neoplasias mesentéricas quísticas benignas y los 3. Extravasación de quilo hacia el tejido
quistes mesentéricos engloban idénticas entidades p a to ló circundante
gicas, y estamos de acuerdo con este concepto. Se rem ite V. Quistes neoplásicos
al lector interesado en una descripción más detallada de la A. Quistes benignos
clasificación de los quistes mesentéricos a la Tabla 16.9. 1. Hiperplasia del sistema linfático que origina
La incidencia alcanza su cota m áxim a a lo largo de la linfangioma
B. Quistes malignos
cuarta década de vida, y sus valores m ínim os se observan
1. Linfangioendotelioma
en la prim era y la sexta décadas143. Takiff y cois.144 afirm a
VI. Quistes infecciosos y degenerativos
ron que los quistes son más habituales en los adultos de
A. Micóticos
mediana edad y en la mujer, aunque pueden aparecer en B. Parasíticos
ambos sexos a cualquier edad. Se ha p u b lica d o un caso de C. Tuberculosos
un quiste en un n e o n a to 142 y o tro caso en un sujeto de 72 D. Degeneración quística de ganglios linfáticos y otro
años de e d a d 138. tejido
Los tu m o re s quísticos del m esenterio son raros. Suelen
Clasificación de Caropreso P. Mesenteric cysts: a revievv. Arch Surg
tratarse de lesiones benignas. Los lin fangiom as quísticos 1974; 108:242-246. After Ford JR. Mesenteric cyst: review of the li-
son el tip o más frecuente de tu m o r b e n ig n o y están ta p i terature w ith report o f an unusual case. Am J Surg 1960;99:878-
zados de e n d otelio. A m e n udo, su estructura m acroscópi 883; con autorización.
743
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Intestino delgado
tre el hígado y los anejos derechos. Los quistes müllerianos • Evitar las zonas rugosas o irregulares de intestino o m e
del mesenterio y el espacio re troperitoneal son m u y poco senterio.
frecuentes, y su o rigen podría ser urogenital.
Anatomía quirúrgica
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Intestino delgado
Resección Isquemia en borde antim esentérico por C o ntam inación Resección de u n segm ento excesivamente
intestinal d año ocasionado a vasos rectos, en borde peritoneal, corto, fugas en la anastom osis a lo largo
mesentérico debido a hem atom as en la adhesiones de de la línea de sutura, estom a inadecuado,
u n ió n del m esenterio y el lugar de superficies no haber detectado otras posibles
anastomosis, por daños a las arterias y irregulares, tensión obstrucciones distales, anastom osis de
arcadas intestinales que irrigan el en la anastom osis lado a lado con u n m u ñ ó n largo de la
segm ento intestinal que se va a conservar rama proximal
Fuente: Skandalakis JE, Gray SW, Rowe JS Jr. Anatomical Complications in General Surgery. Nueva York: McGraw-Hill, 1983; con autorización.
:
B
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Intestino delgado
N ueva N ueva
C ategoría C o m p lic ac ió n in te rv e n c ió n M u erte C o m p lic a c ió n in te rv e n c ió n
adhesión han de ligarse para evitar una posible h e m o rra Debe evitarse cualquier tensión o distorsión de la anas
gia. Las adhesiones simples suelen ser avasculares, y no re tomosis. El cirujano debe asegurarse de que la tensión o la
quieren n in g u n a ligadura. torsión no se han tra n s m itid o sim p le m en te a una porción
Los cirujanos deben extre m a r las precauciones para no más distal o proximal. La resección de una obstrucción intes
p ro d u c ir superficies erosionadas d u ra n te la disección. En tinal no descarta la presencia de otra obstrucción en posi
algunos casos m u y poco frecuentes, la superficie erosiona ción distal a la anastomosis, lo cual reviste una gran im p o r
da debe repararse con Vicryl 3-0. Sin em b a rg o , la b io p a to - tancia en la cirugía de las atresias intestinales en el n iñ o 152.
logía de la fo rm a c ió n de adhesiones corresponde a la reac Myers y cois.176 han estudiado las com plicaciones rela
ció n fre n te a un cu e rp o e x tra ñ o , p o r lo qu e las suturas cionadas con la inserción de un catéter de yeyunostom ía,
actúan c o m o nidos para tales reacciones. La anastomosis de las cuales se enum eran en la Tabla 16.12. N o rth y N ava177
e x tre m o a e x tre m o es el m é to d o de elección para resec han señalado la posib ilid a d de in tro d u c ir aire en la vena
ción intestinal. C uando deba aplicarse una anastomosis de p orta d u ra n te la yeyunostom ía con catéter.
lado a lado, se m an te n d rá la abertura lo más cerca posible N u s s b a u m e ry cois.178 describieron un caso de perfora
de los extrem os ciegos con el o b je to de evitar la apertura ción tra u m a to ló g ic a del in te stin o d e lg a d o c o m o c o m p li
de los muñones o el síndrome del m u ñ ó n ciego (Fig. 16.47). cación infrecuente de una hernia inguinal.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Apéndice
Lee J. S kandalakis; G e n e L, C o lb o rn ; T hom as A, W e id m a n ; J o h n E. Skandalakis;
Panajiotis N, S ka n dalakis
«El médico tiene el deber de recordar que, a efectos prácticos, la peritifilitis, el tum or peritifilítico y el absceso perítifilítico su
ponen la inflamación del apéndice vermiforme.»
R eginald Fitz (1 8 8 6 y
«Lo que pretendemos lograr con el tratam iento de la apendicitis no es salvar a la m itad de los pacientes, n i a cuatro de cin
co casos, sino a todos ellos.»
C. M cBurney ( 1 8 8 9 )2
«Tan sólo existe un tratam iento lógico de la enfermedad, a saber, la escisión del órgano enfermo en cuanto se haya elabora
do el diagnóstico.»
A. Worcester (1 8 9 2 ) 3
«Resulta sorprendente y, a la vez, humillante, que un pequeño órgano que no realiza ninguna función útil en el hombre
tan a menudo origine problemas que, sin un tratam iento apropiado e inmediato, pueden tener consecuencias mortales y
cuya causa no comprendemos del todo.»
Basil M orson ( 1 9 7 2 )4
rugía del apéndice. lon derecho y el ciego alrededor de su eje lo n g itu d in a l. Por
lo tanto, el apéndice retrocecal constituye una estructura ju
venil. Los autores de este capítulo no están convencidos de
Embriogénesis esta teoría.
La sección transversal del apéndice es circular hasta la
D esa rr o llo normal d u o d écim a semana, m o m e n to a partir del cual ado p ta una
m o rfo lo g ía lobulada. Hacia los meses cua rto y q u in to se
El apéndice es la porción te rm ina l del ciego e m b rio n a desarrollan vellosidades q u e desaparecen con a n te rioridad
rio. Se distin g u e inicialm ente p o r su incapacidad para pro- al nacim iento. Un reducido n ú m e ro de vasos linfáticos apa
liferar al m ism o ritm o que el ciego p roxim al. Este d ife re n rece en la pared a p endicular hacia el séptim o mes; su ca n
te ritm o de proliferación se m antie n e a lo largo de la vida tid a d se increm enta hasta la pub e rta d y, a p a rtir de e n to n
posnatal. En el m o m e n to nacim iento, el d iá m e tro del c o ces, se reduce de fo rm a gradual. La oblite ra ció n de la luz
lon es 4,5 veces m a yo r que el correspondiente al a p é n d i es un hallazgo frecuente en el paciente anciano.
ce; en la madurez, su va lo r es 8,5 veces m ayor5.
El apéndice com ienza a visualizarse alrededor de la oc
tava semana de embarazo. Inicialm ente se proyecta desde A n o m a l ía s c o n g é n it a s
el vértice del ciego. A m edida que éste prolifera, el origen Debido a la naturaleza aparentemente vestigial del apén
del apéndice se desplaza en sentido medial hacia la válvu dice, cabría esperar una notable variabilidad de este ó rg a
la ileocecal (Fig. 17.1 C). Las tenias del revestim iento m us no, au n q u e en realidad no es así. Las variaciones apendi-
cular longitudinal del colon se originan en la base del apén culares son escasas y, en c u a lq u ie r caso, in fre c u e n te s .
dice y presentan el m ism o desplazam iento. A u n q u e el apéndice parece representar un ó rg a n o d ig e sti
En un 5 % a 1 5% de los sujetos no se produce el des vo vestigial en el ser h u m ano, se trata de un ó rg a n o linfoi-
plazam iento en sentido medial del apéndice a d u lto 6. En es de fu n cio n a l to ta lm e n te desarrollado.
tos casos, el apéndice adopta una m o rfología in fu n d ib u li-
fo rm e (Fig. 1 7.1 A). Cuando conserva su morfología normal,
A u s e n c ia d e a p é n d ic e
se dispone simétricamente sobre el vértice cecal (Fig. 1 7.1 B).
W akeley7 afirm ó que la posición asimétrica del a p é n d i Tanto M o rg a g n i (en 1 71 9 )9 co m o H un te r (en 1 7 6 2 )10
ce se debe al ritm o más rápido de las paredes cecales de- describieron la ausencia del apéndice. Se han p u b lic a d o
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Apéndice
17
T a b la 1 7 .1 . Historia de la anatomía y la cirugía del apéndice
Leonardo Da Vinci 1492 Representó el apéndice en dibujos y lo d eno m in ó «orecchio» (orejita); publicado
en el siglo xvm
Berengario da Carpi 1521 Primera descripción del apéndice
Andreas Vesalius 1543 Mostró u n apéndice en una ilustración, au n q u e no lo describió en el texto
acom pañante
Jean Fernei 1544 Descripción inicial de la apendicitis
Von Hilden 1652 Descripción inicial de la apendicitis
Lorenz Heister 1711 Descripción inequívoca de un apéndice perforado con formación de absceso
Giovanni Battista 1719 Primera descripción anatóm ica detallada del apéndice
Morgagni
Claudius Amyand 1736 ¿Practicó la primera apendicectomía? ¿O fue Tait en 1980? ¿O Krónlein en 1884?
Mestivier 1759 Describió la perforación del apéndice por u n alfiler; consideró que la perforación
era la causa del absceso; se trata del segundo caso inequívoco que identifica el apéndice
com o lugar de enfermedad
Jo hn H unter 1767 Describió un apéndice gangrenoso en u n a necropsia
John Parkinson 1812 Describió los hallazgos de necropsia de un n iñ o de 5 años con apéndice perforado
que contenía un fecalito
Louyer-Villemay 1824 Describió un apéndice gangrenoso mortal en dos varones jóvenes, primera historia
clínica de apendicitis supurativa aguda
François Melier 1827 Presentó seis descripciones de necropsia de apendicitis y sugirió la posible conveniencia
de la extirpación quirúrgica del apéndice
Goldbeck 1830 Describió la apendicitis supurativa aguda, aun qu e la atribuyó a la irritación del ciego;
primera utilización del térm ino «peritifilitis»
Guillaume 1835 Atribuyó los abscesos del CID a una causa pericecal sin m encionar el apéndice
Dupuytren
Stokes 1838 Administró dosis elevadas de opio para tratar la inflamación intraabdom inal
Thomas Addison 1839 Describieron la sintomatología de la apendicitis; afirmaron que el apéndice era el
y Richard Bright causante de m uchos o la mayoría de los procesos inflamatorios de la fosa ilíaca derecha
A. Grisolle 1839 Recomendó el drenado de los abscesos abdom inales tras una espera vigilante hasta
la fluctuación
Volz 1846 Identificó el apéndice com o origen de un proceso inflamatorio del CID
Henry Hancock 1848 Recomendó la cirugía precoz de d renado de los abscesos
Willard Parker 1867 Reconoció el origen obstructivo de la apendicitis; refirió cuatro casos de absceso
derivado de u n apéndice perforado; recom endó el drenado quirúrgico a partir
del qu in to día de enfermedad, au n q u e n o antes de producirse la perforación
Lawson Tait 1880 Extirpó un apéndice gangrenoso; en 1890 dejó de practicar la apendicectomía
Abraham Groves 1883 Extirpó un apéndice inflamado; no publicó el caso hasta 1934
Mikulicz 1884 Extirpó el apéndice a un paciente, pero éste no sobrevivió
Krönlein 1884 Quizá fuera el primer investigador en realizar una apendicectomía, en lugar de A myand
en 1736
Charter-Symonds 1885 Extracción extraperitoneal de u n fecalito
Reginald Herber Fitz 1886 Recomendó la extirpación quirúrgica precoz del apéndice agudo; utilizó por primera vez
el térm ino «apendicitis»
R.J. Hall 1886 Extracción satisfactoria de u n apéndice perforado con una hernia inguinal irreducible
con absceso pélvico
Jo hn H om ans 1886 Intervino a u n n iñ o de 11 años para drenar u n absceso; la recuperación del paciente fue
buena
Thomas G. M orton 1887 Extracción quirúrgica satisfactoria de un apéndice perforado con drenado del absceso
Edward R. Cutler 1887 Llevó a cabo una de las primeras apendicectomías sin rotura «limpias»; publicado en 1889
Henry Sands 1888 Extrajo dos fecalitos y cerró la perforación del apéndice
Charles McBurney 1889 Describió el dolor con la palpación en u n punto abdom inal (punto de McBurney)
Junio de 1894 Presentó la «incisión en parrilla» (incisión de McBurney) a la Chicago Medical Society (CMS)
749
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Apéndice
Lewis L. Julio de 1894 Publicó su técnica de incisión vertical de la línea media, cuya presentación se pospuso
McArthur a la reunión de junio de la CMS
G. R. Fowler 1894 a 1895 Recomendó plegar el m u ñ ó n apendicular
R. H. M. Dawbarn 1895 Recomendó la invaginación del m u ñ ó n apendicular con el fin de evitar la formación
de fístulas postoperatorias
William Henry 1897 Recomendó practicar una incisión vertical a través del m argen lateral de la vaina
Battle del recto derecho; igualmente, otros cirujanos abogaron por esta incisión, conocida
tam bién com o incisión de Battle-Jalaguier-Kammerer
A. C. Bernays 1898 D ocum entó 71 apendicectomías consecutivas sin mortalidad
Harrington, Weir, 1899 Describieron la extensión medial de la incisión en parrilla m ediante la división
y Fowler de la porción lateral de la vaina del recto (extensión de Fowler-Weir)
A. J. Ochsner 1902 Defendió el tratam iento no quirúrgico para localizar una peritonitis en progresión
Jo h n B. M urphy 1904 D ocum entó 2.000 apendicectomías sin n in g ún fallecimiento
H. A. Kelly 1905 Desaconsejó la «ligadura, am putación y recubrim iento del m uñón»
A. E. Rockey, 1905 Ambos recom endaron la incisión cutánea transversal (denom inada posteriorm ente
G. G. Davis 1906 «incisión de Rockey-Davis»)
P. Masson 1921 Describió neurom as del apéndice; estudió la relación existente entre las células
neuroendocrinas y el origen de los tum ores carcinoides
Arthur Rendle Short 1925 Investigó la apendicitis com o «una enfermedad de la civilización occidental»,
alim entación baja en fibra
LeGrand Guerry 1926 Citó 2.959 casos personales de apendicectomía
A. J. E. Cave 1936 Describió duplicaciones y anom alías apendiculares
D. C. Collins 1951 Describió la agenesia del apéndice
1955 Estudió 50.000 muestras de apéndice h um ano
1963 Estudió 71.000 muestras de apéndice h u m a n o
Skandalakis y cols. 1962 Revisión colectiva de casos de tum ores del músculo liso del colon y el apéndice
incluidos en la bibliografía médica universal
O'Neill 1966 Describió el uso del apéndice com o trom pa de Falopio
E. Higa y cols. 1973 Describió tum ores epiteliales proliferativos de mucosa apendicular
De Kok 1977 Apendicectomía con guía laparoscópica con m ini-laparotom ía
A. P. Dhillon, 1982 a 1983 Estudiaron las células neuroendocrinas subepiteliales; inm unorreactividad
L. Papadaki, J. Rode a la serotonina
Semm 1983 Apendicectomía laparoscópica
B ib lio g r a fia :
de Kok HJ. A new technique for resecting th e non-inflam ed not-adhesive appendix th ro ug h a mini-laparotom y with th e aid of
the laparoscope. Arch Chir Neerl 1977;29:195-98.
Moore FD. The gastrointestinal tract and the acute abdom en. In: Warren R. (ed) Surgery. Philadelphia: WB Saunders, 1963.
O'Neill JJ. The use of the vermiform appendix as a fallopian tube. Am J Obstet Gynecol 1966;95:219-21.
Skandalakis JE, Gray SW, Shepard D, Bourne GH. Sm ooth Muscle Tumors of the Alimentary Canal: Leiomyomas and Leiomyosar
comas, a Review of 2525 Cases. Springfield, IL: Charles C. Thomas, 1962.
Skandalakis JE, Gray SW. Embryology for Surgeons (2nd ed). Baltimore: Williams & Wilkins, 1994.
Williams GR. Presidential address: A history of appendicitis. Ann Surg 1983;197:495-506.
Williams RS. Appendicitis: historical milestones and current challenges. Med J Aust 1992; 157:784-87.
Williams RA, Myers P. Pathology of the Appendix and Its Surgical Treatment. New York: C h a p m a n & Hall Medical, 1994.
un reducido núm ero de casos de ausencia de apéndice o au se desarrolle al m ismo ritm o que el ciego, p o r lo que esta
sencia de apéndice y ciego. Collins detectó cuatro casos en ría presente sin d e m a rcación alguna con respecto al res
71.000 muestras examinadas11, y encontró solamente 46 en to de éste. Esta situación es más probable cuando existen
la bibliografía especializada (hasta el año 1931 ) 12. más de cuatro haustras en el ciego13. Según Williams14, la po
La ausencia de apéndice puede deberse a la falta de fo r sibilidad de autoam putación, invaginación o vólvulo15 apen-
m ación durante la octava semana. Otra posibilidad es que dicular exige realizar una exploración del intestino y la ca-
750
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Apéndice
17
Banda longitudinal La trasposición visceral puede predecirse a p a rtir de la
anterior (tenia) posición del corazón del paciente. Por el co n tra rio , la au
sencia de rotación puede pasar desapercibida si no se dis
pone de radiografías. Por otra parte, es preciso ind ica r que
el d o lo r asociado a la apendicitis se percibe en el cuadran
te infe rio r derecho (C ID ) en alrededor de un 5 0 % de los
sujetos con trasposición visceral.
Cuando el ciego y el apéndice no se encuentren en la fosa
ilíaca derecha será necesario explorar el canal paravertebral
en el espacio subhepático derecho; si aun así no se p u d ie
ra localizar el ciego, la incisión deberá cerrarse. Se practica
rá una incisión a lo largo de la línea media con el fin de ac
ceder a los cuadrantes inferiores izquierdo y derecho.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Apéndice
Anatomía quirúrgica
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Apéndice
17
nal, el epiplón mayor, o asas del íleon. En el cadáver, el vér
tice del ciego suele encontrarse ligeram ente desplazado ha
cia el lado medial de la m itad del ligam ento inguinal dere
cho.
En los pacientes vivos, la posición del ciego d e pende
de la postura, la respiración, el to n o m uscular abdo m in a l
y el estado de distensión intestinal. C uando un sujeto se si
túa en posición de bipedestación, el ciego y el apéndice
suelen descolgarse p o r encima del b o rde pélvico. Desde el
vértice del ciego (el único p u nto relativamente fijo), el apén
dice se proyecta en cualquier dirección y su e x tre m o p u e
de adherirse a prácticam ente cualquier ó rg a n o abdom inal,
con excepción del bazo (Fig. 1 7.4).
N o cabe duda de que la te rm in o lo g ía em pleada para
describir la posición del apéndice c o n stitu ye una im p o r
ta n te fue n te de co n fusión para el c iru ja n o que p retende
aplicar las descripciones contenidas en la bibliografía a la re
alidad del quiró fa n o . Sir Frederick Treves diseñó un esque
ma de posiciones apendiculares basado en las manecillas del
reloj (Fig. 1 7 .5 )37.
El s ig n ific a d o e x a cto de «retrocecal» resulta p re o cu -
p a n te m e n te confuso en un trabajo de Wakeley p u b licado
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Apéndice
Retrocólica
(por detrás del ciego)
Anatomía quirúrgica
Inguinal media
(hacia el ligamento inguinal)
F ig u ra 17.5 . Ilustración de la posición apendicular. [d e l] F ig u ra 17.6. Posiciones anterior y posterior del vértice apen
dicular. [oc]
en 19 3 3 7, d o n d e se revisaron 10 .0 0 0 casos post m ó rte m y La mayoría de las series coinciden con las dos posicio
se describieron cinco posiciones típicas del apéndice. Por o r nes más com unes descritas p o r Wakeley, si bien Buschard
den de frecuencia, las posiciones son: 1) retrocecal-retro- y Kjaeldgaard38 recopilaron algunas variaciones significati
cólica, libre o fija; 2) pélvica o descendiente; 3) subcecal, vas en las publicaciones de un gran núm ero de cirujanos (Ta
pasando hacia abajo y a la derecha; 4) ileocecal, pasando bla 17.2).
hacia arriba y anterior, izquierdo al íleon; y 5) ileocecal, p o r O 'C o n n o r y Reed39 estudiaron la posición del apéndice
detrás del íleon. C ua n d o se dice que la posición del apén en 129 pacientes som etidos a intervenciones a b d o m in a
dice es «retrocecal» o «retrocólica», ¿se indica si la posición les; estos autores utilizaron una te rm in o lo g ía p ro p ia para
del ó rg a n o es intraperitoneal o extraperitoneal? Esta d ife referirse a la posición anatóm ica del apéndice (Fig. 1 7.6).
rencia no resulta, en absoluto, trivial. La Tabla 1 7.3 presenta los resultados de estos investigado-
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Apéndice
17
T a b la 1 7 .3 . Distribución de las posiciones del apéndice vermiforme
P o sición 1 b Sin ap e n d ic itis A p en d ic itisc Total P o rcen taje'1
Preileal 1 5 6 4 (5%)
Postileal 7 3 10 8 (7%)
Subileal 11 8 19 15 (15%)
Pélvica 14 11 25 19 (19%)
Subcecal 9 5 14 11 (13%)
Paracecal 4 9 13 10 (13%)
24 42 33 (28%)
Retrocecal 18
res. A firm a ron que la posición retrocecal del apéndice era a p e ndicular media de 9,5 c m 'e n el varón y 8,7 cm en la
la más frecuente, si bien se observó únicam ente en un 2 8 % mujer.
a un 3 3 % de los casos. W akeley7, en un trabajo ce ntrado en el Reino Unido, se
De acuerdo con los datos de O 'C o n n o r y Reed, tan solo ñaló que tan sólo un 1,4% de los apéndices a d o p ta una
un 1 0 % del 2 1 ,5 % de apéndices retrocecales descritos po r posición ileocecal. En Nigeria, Solanke42 asignó esta posi
Collins12 era m óvil, aunque más del 4 0 % de los pacientes ción a un 19,2% de los apéndices. Buschard y Kjaeldgaard38
daneses (de un tota l de 5 6 ,7 % ) estudiados p or Buschard y co n cluyeron que la posición pélvica es indicativa de in m a
Kjaeldgaard38 tenían apéndices retrocecales móviles. Inde durez del desarrollo cecal, m ientras que la posición retro-
pe n d ie n te m e n te de la m ovilidad del apéndice, parece bas cecal representa un estado de m adurez com p le ta a p artir
tante razonable que el fa c to r más im p o rta n te en la apen- de determ inaciones efectuadas en Dinam arca y la antigua
dicectom ía se relaciona con su posición intraperitoneal o Checoslovaquia (véase Tabla 1 7.2). Esta teoría coincide con
extraperitoneal. las propuestas p o r W akeley7 y DeGaris43.
Puylaert40 clasificó la o rie n ta c ió n del apé n d ice c o m o Es posible que el apéndice pueda m o d ific a r su posición
m edial (3 5 % ), caudal (3 0 % ), re tro c e c a l/re tro p e rito n e a l en el paciente vivo cuando se m a n te n g a m ed ia n te adh e
(2 5 % ) y lateral (1 0 % ). rencias. Buschard y Kjaeldgaard38 tra taron de e n c o n tra r in
A jm ani y A jm an i41 estudiaron las arterias apendiculares dicios de tales m odificaciones, pero no o b tu v ie ro n n in g u
y la posición del apéndice en personas originarias de la In no. A u n q u e se ha su gerido con fre c u e n c ia 11,44, no se ha
dia. La posición más frecuente fue la retrocecal/retrocólica c o n firm a d o la existencia de correlación alguna entre la p o
(5 8% ), m ientras que la posición pélvica e n g lo b ó un 2 3 % sición del apéndice y la frecuencia de apendicitis. En una re
de los casos. Las posiciones restantes, po r orden descen visión retrospectiva de inform es q u irú rg ic o s y un análisis
dente de aparición, fueron las enumeradas a co n tinuación: de 94 apendicectom ías, Shen y cois.45 d e te rm in a ro n que
postileal, 10% ; subcecal, 5%; paracecal, 2% ; y preileal, 2% la posición retrocecal del apéndice no alteraba la evolución
(Tabla 1 7.4). Estos mismos autores publicaron una lon g itu d clínica de la apendicitis.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Apéndice
Pa r e d a p e n d ic u l a r V a s c u l a r iz a c ió n
La pared apendicular es semejante a la pared del colon. Arterias (Figs, 17.7 y 17.8) y venas
Anatomía quirúrgica
Se c o m p o n e de:
La arteria apendicular surge de la arteria ileocólica, una
• Serosa.
rama ileal o una arteria cecal. A u n q u e suele ser única
• La capa m uscular fo rm a d a p o r las capas lo n g itu d in a l y
(Figs. 1 7.7 A y B), Michels52 en co n tró dos arterias apendi-
circular. En la base del apéndice, el músculo lon g itu d in a l
culares en 10 de 1 32 muestras analizadas (Fig. 17.7C). Shah
produce un a u m e n to de espesor que se relaciona con to
y Shah44 describieron una frecuencia notablem ente más ele
das las tenias cecales.
vada de esta duplicación en sujetos originarios de la India.
• Submucosa, que co n tie n e un gran n ú m e ro de nodulos
En el 30% de los individuos incluidos en su serie presenta
linfoides.
ba dos arterias. Junto a la arteria apendicular típica, la base
• Mucosa.
del apéndice puede recibir irrigación de una pequeña rama
Según O w e n y N e m a n ic 46, las células epiteliales c ilin
de la arteria cecal a nterior o posterior.
dricas y las células M o células de tra n s p o rte de antíge-
En su estu d io acerca de sujetos nigerianos, Solanke53
nos a te n u a d o s tap iza n la m ucosa del a p é n d ice . Fergu-
observó variaciones en el p a tró n de irrig a ció n arterial al
s o n 47 a firm ó q u e , a pesar de la c o n o c id a a so cia ció n
apéndice; además de la irrigación procedente de la arteria
e xistente e n tre las células epiteliales cilindricas y los lin-
a p e ndicular principal, 80 de 100 cadáveres recibían irrig a
fo c ito s en el in te rio r de la capa ep ite lia l del in te s tin o y
ción de una o más arterias apendiculares accesorias. Este
otros órganos, la inve stig a ció n p e n d ie n te para d e te rm i
autor tam bién destacó la elevada frecuencia de anastomosis
nar la fu n c ió n real de las inte racciones e ntre los linfocitos
arteriales, las cuales podrían actuar c o m o rutas alternativas
y la mucosa entérica es extensa.
para la circulación en caso de oclusión de la arteria a p e n
Brunagel y cois.48, describieron una fístula apendicocu-
d icular principal.
tánea que se m anifestó c o m o una c o m p lica ció n del dre
Van D a m m e 54 a firm ó que la rama apendicular de la ar
nado abdom in a l.
teria ileocólica puede aparecer duplicada en un 5 % de los
sujetos. En concordancia con los datos de este investiga
dor, Bertelly y cois.55 consideraron las ramas cecoapendi-
M esenterio del a p é n d ic e
culares de la arteria ileocólica c o m o ramas terminales.
Hollinshead49 a firm ó que «dado que el apéndice perte En su estudio de sujetos originarios de la India, A jm ani
nece al ciego y este ú ltim o carece de un m esenterio ver y A jm a n i41 a firm a ro n que la arteria a p e n d icu la r princip a l
dadero, el apéndice ta m p o co lo presenta; sin em bargo, por surge de la arteria ileocecal. Las arterias apendiculares ac
lo general, aparece un pliegue peritoneal que co ntiene la cesorias procedían de diversos vasos en un 39% de los ca
arteria del apéndice y se d e n o m in a h a b itu a lm e n te mesen- dáveres exam inados (Fig. 1 7.8, Tabla 1 7.6).
teriolo o m esenterio del apéndice». La vena y la arteria del apéndice están recubiertas p or
Desde el p u n to de vista del desarrollo em b rio n a rio , el el m esenterio de este órgano. La vena apendicular se une
m esenterio apendicular procede del lado posterior del m e a las venas cecales para o rig in a r la vena ileocólica, la cual
senterio del íleon te rm inal. El m esenterio se une al ciego y desem boca en la vena cólica derecha56.
al apéndice pro xim a l. C ontiene la arteria apendicular. Con
frecuencia, la lo n g itu d del m esenterio parece ser excesiva Linfáticos
m ente reducida con relación al apéndice, el cual puede ple
El d re n a d o linfático de la región ileocecal se efectúa a
garse hacia atrás sobre sí m ismo.
través de una cadena g a n g lio n a r adyacente a las arterias
apendicular, ileocólica y mesentérica superior, y que trans-
M o r f o l o g ía del a p é n d ic e
El lado posterom edial del ciego origina el apéndice ver Perlas clínico-quirúrgicas
m ifo rm e a unos 1,7 cm del e x tre m o del íleon. Se han o b
servado variaciones a la altura del d iá m e tro apendicular en
Para tratar los casos raros de cáncer de apéndice es esen
la base del cieg o : H o llin s h e a d 49 re firió un p ro m e d io de
cial conocer el drenado linfático y los ganglios regionales.
0,6 cm , Anson y McVay50 p u b licaron un p ro m e d io de 0,8
Debería realizarse una hemicolectomía derecha formal en
cm, y M a in g o t51 presentó un intervalo de 0,5 cm a 1,5 cm.
caso de adenocarcinomas primarios del apéndice o tu m o
La lo n g itu d apendicular media descrita po r diversos au
res carcinoides mayores de 2 cm o menores de 2 cm con
tores se muestra en la Tabla 1 7.5. Parece variar en d istin
extensión al mesoapéndice. (RSF jr)
tas poblaciones, aunque no se ha e n co n tra d o correlación
alguna entre la lo n g itu d y su posición38.
756
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Apéndice
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Apéndice
Rama ileal
Anatomía quirúrgica
Rama apendicular
Rama cecal anterior
] Perlas clínico-quirúrgicas
Dos sistemas de inervación diferentes desde el punto de ponden a la inflamación. Por el contrario, la inflamación del
vista anatómico son responsables de los distintos patrones peritoneo parietal produce dolor. Este peritoneo recibe su
de dolor observados en la apendicitis. La distensión del g ru inervación de nervios sensoriales somáticos torácicos. Cuan
po de fibras simpáticas del peritoneo visceral del apéndice do el apéndice inflamado se halla en posición anterior, ori
ocasiona un dolor periumbilical moderadamente intenso de gina los hallazgos clásicos de hiperestesia inicial seguida de
tipo cólico o continuo. Cuando se distienden, las fibras ner dolor localizado y dolor con la palpación en la zona infla
viosas simpáticas que transmiten las señales de dolor no res mada. (RSF Jr)
758
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Apéndice
17
] Perlas clínico-quirúrgicas
Me he inclinado a utilizar los hallazgos clínicos para se
leccionar el lugar de incisión de la apendicectomía. La in
Cecal Asa arterial
cisión clásica de separación de fibras musculares se practi
anterior
ca a un nivel ligeramente por encima, por debajo o en el
Cecal p u n to de McBurney, dependiendo de la localización del
posterior Apendicular do lo r del paciente. He preferido una incisión (aproxim a
damente, del tip o transverso de Rocky-Davis) centrada so
bre el punto de máximo dolor con la palpación o cualquier
masa palpable. La incisión sk in lin e suele curar con una ci
7,69
Arterias apendiculares 59,61 catriz de reducidas dimensiones y puede extenderse me
25,00
accesorias
, 7,69
dialmente en caso necesario. (RSF Jr)
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
Apéndice
A p l ic a c io n e s q u ir ú r g ic a s
F ig u ra 17.1 0. Vista posterior del drenado lin fá tico externo F igu ra 17.11. Incisión de apendicectomía (línea azul) con re
del apéndice y el ciego que indica la posición de los ganglios lación al p u n to de McBurney. Recuadro: Localización real de
linfáticos ileocólicos inferiores (L). [m 6 ] 30 apéndices en 30 pacientes. [sk4]
760
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Apéndice
- Apéndice subhepático: d e b id o a la rotación patológica cecal con m a yo r frecuencia, aunque representaba sola
del ciego; cursa con síntomas biliares. m e n te un 3 3 % de los casos; en o p in ió n de estos autores,
- Apéndice en la línea media superior o inferior: d o lo r e p i este d a to puede favorecer una u tilización generalizada
gástrico o hipogástrico. de la a p e n dicectom ía laparoscópica.
- Transposición visceral: cua n d o aparece, el d o lo r se loca El tra b a jo de Hansen y cois.72 no d e te ctó n in g u n a d i
liza en el Cll. ferencia respecto a la m o rb ilid a d entre los casos laparos-
En el paciente p e d iátrico con un d ia g nóstico incierto de cópicos y abiertos de apendicitis aguda. M in n é y cois.73
apendicitis aguda, recom e n d a m o s llevar a cabo una in afirm aro n que la apendicectom ía laparoscópica no o fre
te rve n ció n q u irú rg ica u rg e n te en las niñas y so m eter a ce n in g ú n efecto beneficioso d e m o s tra d o en co m p a ra
los niños a un se g u im ie n to co n tin u o . Los c o m p le m e n to s ción con el abordaje abierto en el paciente n orm al con
diagnósticos, c o m o el enem a Gastrografin urg e n te , re apendicitis aguda. M u tte r y cois.74 refirieron que la apen
sultan útiles en algunos casos. El retraso d ia g nóstico su d ice cto m ía laparoscópica no se asociaba a n in g ú n efec
pone el fa cto r de m a yo r relevancia en la perforación se to beneficioso en co m paración con la técnica abierta en
gú n Berry y M a lt62. A pesar de la reducción del índice de los pacientes de sexo m asculino, y re c o m e n d a ro n res
m o rta lid a d observado en los últim os años, la m o rb ilid a d tr in g ir el abordaje laparoscópico a los varones con sinto-
contin ú a siendo elevada cuando se producen retrasos en m a tología atípica y a los pacientes con obesidad. Por el
el d ia g nóstico y la cirugía. contra rio , C ox y cois.75 a firm aron que esta interve n ció n
G u id ry y Poole63 describieron que el apéndice se hallaba conlleva ventajas significativas para los varones en té rm i
en una localización «escondida» en el 1 5 % de los pa nos de una recuperación más rápida que la observada en
cientes con apendicitis sim ple o sin apendicitis, en c o m la a p e n d ice cto m ía abierta, y que no se asociaba a n in
paración con un 6 8 % de pacientes con apendicitis g a n g ú n inco n ve n ie n te significativo.
grenosa o perforativa. Estos mismos autores concluyeron • La apendicitis en la m ujer embarazada constituye un p ro
que las variaciones anatóm icas observadas con relación a blem a d ia gnóstico. B a e ry cois.76 destacaron el desplaza
la localización del apéndice pueden ocasionar un retraso m ie n to del apéndice p o r el útero g rávido y la correspon
diagnóstico que se traduce en una apendicectomía tardía. d ie n te relocalización del d o lo r (Fig. 1 7.12).
Stevenson64 re co m e n d ó la apendicectom ía p rogram ada • Serour y cois.77 describieron 3 casos de apendicitis a g u
en el paciente con un d ia g nóstico clínico de cólico apen- da causada p o r un tra u m a tis m o a b d o m in a l co n tu so y,
dicular. después de haber llevado a cabo una revisión am plia de
W o n g y cois.65 abo g a ro n p o r la escintigrafía con IgG y la bibliografía publicada a nivel m undial llegaron a la co n
tecnec¡o-99m c o m o prueba diagnóstica definitiva en la clusión de que la apendicitis p o stra u m a to ló g ica co n s ti
apendicitis aguda. Esta prueba no produce resultados fal tuía una entid a d real a te ner en cuenta.
sos positivos. Chen y cois.66 p u b licaron que la ecografía • O h n o y cois.78 presentaron la prim era publica ció n de in
abd o m in a l dispone de una sensibilidad del 9 9 ,3 % , una vagin a ció n a p e ndicular produ cid a p o r un a d e n o m a tu -
pre cisión del 9 1 ,6 % , un v a lo r p ro n ó s tic o p o s itiv o del bulovelloso derivado del apéndice.
9 0 ,5 % , y un valor p ro n ó s tic o negativo del 9 7 ,0 % para • N y cu m y cois.79 d o c u m e n ta ro n un caso de invaginación
d e te cta r la apend icitis aguda. Estos investigadores de a sintom ática del apéndice causada por una e n d o m e trio
fen d ie ro n la realización de ecografías abdom inales siste sis. Tras haber estudiado 7 1 .0 0 0 muestras de apéndice
mática en los pacientes con apendicitis clínica. h u m a n o a lo largo de 40 años, Collins11 estableció la in
De igual m odo, en un trabajo semejante al de Chen y cois., cidencia de todas las causas de invaginación en un 0,1 %.
C rom be y cois.67 re co m endaron la ecografía a b d om inal • Hoeksema y Gusz80 se sirvieron de la colonoscopia para
sistemática en caso de sospecha de apendicitis aguda. diagnosticar la invaginación apendicular, cuyo tratam iento
Buckley y cois.68 defienden la apendicectom ía laparoscó- consistió en una apendicectom ía laparoscópica.
pica d e b id o a la reducción de com plicaciones y a la m e • Lessin y cois.81 afirm aron que la ecografía representa una
n o r estancia hospitalaria asociada a esta in te rv e n c ió n . m o d a lid a d diagnóstica de u tilidad en los casos e q u ívo
Reiertsen y cois.69 describieron esta técnica c o m o «al m e cos de apendicitis desde el p u n to de vista clínico.
nos igual de buena» q ue la apendicectom ía abierta. W i • Scineaux y cois.82 recom endaron la ecografía transvaginal
lliams y cois.70 refirieron que la apendicectom ía laparos- c o m o herram ienta diagnóstica en los sujetos aquejados
c ó p ica c o m p o rta b a una m e n o r analgesia p o r vía de d o lo r pélvico recurrente. Emplearon esta m o d a lid a d
parenteral y posibilitaba el alta hospitalaria en un plazo in para d ia gnosticar la apendicitis en mujeres con e n d o m e
ferior, si bien con un gasto significativam ente más eleva triosis crónica.
do. O rte g a y cois.71 m e n c io n a ro n estos efectos b e n e fi • A diferencia de los trabajos enum erados en los párrafos
ciosos, aunque ta m b ié n ind icaron una m a y o r duración precedentes, un estudio de Lee y cois.83 pon e en duda el
de la in te rv e n c ió n . La m ayoría de los pacientes no re v a lo r de la ecografía y la TC c o m o herra m ie n ta s d ia g
quiere una disección retroperitoneal. O 'C o n n o r y Reed39 nosticas, y respalda la utilización selectiva de la laparos-
señalaron que el apéndice adoptaba una posición retro- copia diagnóstica. Según sus propias palabras:
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Apéndice
Le s io n e s vasculares
Apendicectomía H em atom a del mesenterio, Perforación del ciego o asa Demora innecesaria en la localización del
hem operitoneo, hem orra inte stin a l, uréter dere apéndice, falta de extracción del extremo
gia in tra lu m in a l, arteria y cho, tro m p a u terina u apendicular, m uñón restante excesivamente
vena ilíaca derecha ovario derecho largo (posible recidiva de apendicitis)
Tomado de Skandalakis JE, Gray SW, Rowe JS Jr. Anatomical Complications in General Surgery. Nueva York: McGraw-Hill, 1983; reproducido
con autorización.
762
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Apéndice
17
] Perlas clínico-quirúrgicas
La visualización adecuada debe evitar daños a otras es Las fístulas fecales son una complicación molesta, aun
tructuras. Esta visualización puede resultar imposible en caso que por lo general poco peligrosa, de la apendicectomía. Se
de retraso diagnóstico en un paciente con una perforación han descrito asociadas a técnicas de inversión y no inversión.
localizada del apéndice que acude a consulta varios días des Una fístula fecal creada por una técnica de inversión puede
pués del inicio del proceso. En esta etapa, la masa inflama ser consecuencia de la necrosis de una sutura en bolsa de ta
toria puede incluir desde un flem ón hasta una cavidad de baco excesivamente tensa o de una lesión cecal. Las fístulas
absceso rellena de pus. Habitualmente, el tratam iento reco fecales de un muñón apendicular no invertido pueden de
mendado no es de tip o quirúrgico. Por lo general, los fle berse al desprendimiento de una sutura excesivamente laxa
mones remiten al administrar antibióticos. Los abscesos ver o a la necrosis de una ligadura excesivamente tensa. La ma
daderos pueden precisar su drenado quirúrgico o un drenado yor parte de las fístulas desaparece de forma espontánea, a
orientado por la imagen. Cuando se lleva a cabo la primera no ser que se haya retenido algún cuerpo extraño, exista
modalidad, generalm ente no se recomienda realizar una obstrucción del colon distal o se haya conservado un rema
apendicectomía, salvo cuando el apéndice pueda visualizar nente apendicular productor de mucosidad. La selección de ;
se de manera inmediata en el Interior de la cavidad abdo una técnica de inversión o no inversión parece relacionarse
minal. Normalmente, la opción más prudente consiste en más con la costumbre que con datos científicos. La técnica
practicar una apendicectomía retrasada tras la resolución de correcta permite tratar el muñón apendicular mediante una
la inflamación con el fin de evitar ocasionar daños a estruc ligadura simple o ligadura e inversión. (RSF jr)
turas adyacentes y /o derramar los contenidos del absceso en
la cavidad peritoneal.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
A L O
Intestino grueso,
recto y ano
John E, Skandalakis; A n dre w N. Kingsnorth, G e ne L, Colborn,
Thomas A. W eidm an, Panajiotis N, Skandalakis, Lee J, Skandalakis
En la práctica quirúrgica, la anatom ía funcional reviste una im portancia m ayor que la anatom ía variacional. De hecho, se
han aportado reglas y explicaciones funcionales que nos permiten comprender y, p o r tanto, memorizar con facilidad, el asom
broso número de variantes de la irrigación abdominal. La anatom ía variacional remeda el cableado de un televisor, mientras
que la anatom ía funcional constituye su mando a distancia.
Van D a m m e 1
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Frederick Salmon 1835 Salmón fue fundador y cirujano jefe del St. Mark's Hospital de Londres (RU), el cual constituía
la cima del conocim iento y el tratam iento de las enferm edades colónicas y rectales
William Allingham En este hospital, William Allingham escribió el prim er libro de texto dedicado
en su totalidad a la patología anorrectal; describe el tratam ien to de las hemorroides
m ediante su escisión y ligadura
Amussat 1835 Describió la cirugía del an o im perforado
1839 Adoptó el procedim iento de Callisen
G.M. Bushe 1837 Redactó el primer libro norteam ericano de proctología que posteriorm ente gozó
de un gran reconocim iento internacional
Nelaton 1839 Expuso, fijó y seccionó un asa distendida de intestino situada en posición proximal
a una obstrucción
Miller 1857 Primera intervención con éxito de un caso de agenesia anorrectal con fístula vesical
J.H. Bigelow 1858 Escribió que los niños con atresia rectal o anal deberían m orir sin someterse a ninguna
intervención com o consecuencia del estado actual de la cirugía en este campo
W.H. Bodenhamer 1860 Elaboró la primera clasificación definida de las malformaciones rectales y anales
Teale (1801-1868) Se inclinó por la cirugía exploratoria en la obstrucción intestinal
Mason 1873 D ocum entó 80 casos de colostomía para la obstrucción con una mortalidad del 32,5%
Wilks 1875 Describió la colitis ulcerativa
H utchinson 1878 «(...)las intervenciones exploratorias para aliviar la obstrucción intestinal cuya causa
no puede diagnosticarse, no son justificables». Afirmó que, para cuando se avisa al
cirujano, «ya ha pasado la etapa en la que la taxia abdom inal es más esperanzadora»
J.W. Matthews 1878 Este médico norteam ericano com enzó su carrera en Estados Unidos enseñando
los conceptos fundam entales de la cirugía anorrectal que había adquirido en el St. Mark's
Hospital de Londres
Edm und Andrews 1878 Fue coautor de u n o de los primeros textos sobre cirugía anorrectal
y E.W. Andrews
Billroth 1879 Realizó u n a resección sigmoidea y una exteriorización del intestino proximal como
colostomía perm anente
Kraske y Kocher aprox. 1880 Perfeccionaron el abordaje sacro del tratam iento de los tum ores rectales
Parker 1883 Impulsó la extensión del tratam iento paliativo prolongado de la obstrucción intestinal
Reybard 1884 D ocum entó la supervivencia de un paciente tras someterse a una intervención
de resección y anastomosis para el cáncer de colon
Greves 1885 Recomendó el tratam iento quirúrgico de la obstrucción intestinal
Bryant 1885 Invirtió las maniobras intraperitoneales de Pillore y Duret
Tait (1845-1899) Afirmó que el diagnóstico preciso tan sólo puede elaborarse por medio de la exploración,
«la cual es más recomendable antes que después de la m uerte del paciente»
H.O. Thomas 1885 Publicó una monografía en contra de la intervención quirúrgica de la obstrucción intestinal,
«El Colegiado de 1666 y los Colegiados de 1885». Indicó que los casos de obstrucción
intestinal aguda «pertenecían al ám bito de la medicina y el cirujano constituía un simple
asistente (...) El paciente puede precisar una intervención en el plazo de unas horas o bien
no necesitarla hasta pasadas unas semanas»
Mikulicz 1886 Retractándose de su abordaje quirúrgico previo, más agresivo, decidió que los resultados
de la laparotomía no garantizan el alivio de la obstrucción intestinal aguda
Hirschsprung 1886 Describió las necropsias de dos lactantes que m urieron debido a un megacolon congènito
(enfermedad de Hrischsprung)
Fitz y Senn 1888 Recomendaron una observación de 48 a 72 horas con anterioridad a la cirugía
del paciente con obstrucción intestinal
Retterer 1890 Estudió la cloaca y el tabique urorrectal
Bloch y Paul 1892 a 1895 Desarrollaron la «resección obstructiva», en la que la porción intestinal portadora
del tu m o r se extrae de la cavidad abdominal; después de 1 ó 2 días se divide con un
cauterio para crear una colostomía «en asa» o «de doble cañón»
766
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Bibliografia:
Estrada RL. Anomalies of Intestinal Rotation and Fixation. Springfield IL: Charles C. Thomas, 1958.
Kevorkian J. The Story of Dissection. New York: Philosophical Library, 1959.
M uldoon JP. History of colorectal surgery. In: Mazier WP, Levien DH, Luchtefeld MA, Senagore AJ (eds). Surgery of the Colon,
Rectum, and Anus. Philadelphia: WB Saunders, 1995.
Schärli AF. Malformations of the anus and rectum and their treatm ent in medical history. Prog Pediatr Surg 11:141-172, 1978.
Skandalakis JE, Gray SW, Shepard D, Bourne GH. Smooth Muscle Tumors of the Alimentary Canal: Leiomyomas and Leiomyosar
comas, a Review of 2525 Cases. Springfield IL: Charles C. Thomas, 1962.
Skandalakis JE, Gray SW. Embryology for Surgeons (2nd ed). Baltimore: Williams &Wilkins, 1994.
W angensteen OH, W angensteen SD. The Rise of Surgery. Minneapolis: University of M innesota Press, 1978.
Warren R. Surgery. Philadelphia: WB Saunders, 1963.
térico de A uerbach alcanzan el colon hacia la séptim a se p ro lo n g a n en sentido craneal, exclusivam ente a lo largo
mana, y la inervación parece com pletarse hacia la semana del borde m esentérico del colon, y alcanzan el ciego alre
d u o d é c im a 4. Las primeras fibras musculares longitudinales d e d o r de la u ndécim a semana. Hacia el cuarto mes, el c o
aparecen en el c o n d u c to anal d u rante la décim a semana. lon se encuentra recubierto en su to talidad, si bien la p ro
Por encim a del colon sigm oide, las fibras lon g itudinales se liferación de la hoja muscular no tiene lugar al m ism o ritm o
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Conducto de W olff
Conducto de W olff
22,8 mm
F i g u r a 1 8 .2 . Diagrama de las etapas del desarrollo del ano y el recto entre las semanas quinta y décima de gestación. A, Pla
ca en proceso de cierre (el proctodeo separa la cloaca del exterior). El tabique urorrectal (flecha) crece en sentido descendente
para d iv id ir la cloaca. B, La cloaca se encuentra prácticamente separada en u n recto dorsal y un seno urogenital ventral. Tail-
gut desaparece gradualmente. C, Fusión del tabique urorrectal y la placa en proceso de cierre para originar el cuerpo perineal.
D, Rotura de las placas en proceso de cierre. E, Ha finalizado la división del recto y el seno urogenital por el cuerpo perineal. [sk3]
La atresia m últiple hereditaria presenta varias carac tal del colon. Las células ganglionares neuroentéricas sue
terísticas peculiares: 7) la radiografía abdom inal muestra len originarse en la cresta neural, ingresan en el extrem o cra
signos de atresia gástrica o duodenal combinada con cal neal del esófago, y siguen a las fibras del nervio vago en
cificaciones redondas u ovaladas, p o r lo general de gran ta sentido caudal hasta inervar la to ta lid a d del intestino. Se
maño, en la cavidad abdom inal; 2) atresias amplias in- desconoce el m otivo p o r el que las células en proceso de m i
traoperatorías (exclusivamente de tipos I y II), 3) dilatación gración se detienen en algunos casos cerca del recto.
quística de los conductos biliares en el paciente con atre C om o se aprecia en la Figura 18.3, tan sólo el 4 % 12 de
sia pilórica y duodenal o yeyunal proxim al completa; 4) su los segm entos aganglionares del colon se disponen en p o
patogenia es meramente especulativa; se debe descartar sición p ro xim a l respecto del á n g u lo esplénico del colon.
una inmunodeficiencia combinada; y 5) normalmente sue Cabe destacar que las células de la cresta neural que form an
le tener un desenlace mortal. estos ganglios intestinales siguen el re c o rrid o del nervio
vago con un bajo índice de fracaso hasta el final de la dis
M e g a c o lo n a g a n g lio n a r c o n g è n ito trib u c ió n del m ism o, esto es, a p ro x im a d a m e n te hasta el
á ngulo esplénico del colon. El resto del c o lo n y el recto re
(e n fe r m e d a d d e Hirschsprung)
ciben su inervación parasimpàtica a través de los nervios
El m egacolon aganglionar aparece co m o consecuencia sacros segundo, tercero y cuarto, los cuales se caracterizan
de la ausencia de células ganglionares en un segm ento dis p o r un recorrido más difuso hasta el colon. Es posible que
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
MUJER HOMBRE
ALTAS ALTAS
/. Agenesia anorrectal 1. Agenesia anorrectal
INTERMEDIAS INTERMEDIAS
2. Fístula rectovaginal
1. Fístula anovestibular
3. Estenosis anal
2. Estenosis anal
cloaca
v /~v_.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Estenosis
Fístula Fístula
anocutánea anovestibular
Fístula
anocutánea
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Incontinencia anal idiopàtica está form ada p o r epitelio intestinal. A nivel superior, ju s
to debajo del ombligo, el íleo se abre a la superficie y sue
Peveretos y cois.24 d e scribieron tres casos de in c o n ti le presentar prolapso. Uno o, en algunos casos, dos apén
nencia anal idiopàtica. Se inclina ro n p o r una etiología se dices vermiformes desembocan en la mucosa intestinal
cundaria a la degeneración de los nervios que inervan los expuesta. En la cara inferior de la superficie de la m uco
músculos del suelo de la pelvis, la cual co m portaría la des sa desemboca un segmento de colon, el cual suele ser cie
aparición del d oble ángulo recto existente entre el c o n d u c go. Los uréteres desembocan a un nivel bajo de la m uco
to anal y el recto, el cual resulta fu n d a m e n ta l para la c o n sa la te ra l vesical, y los hombres pueden prese n ta r dos
tinencia anal. penes o hemipenes. En las mujeres pueden aparecer ori
En la obra de Skandalakis y G ray13 sobre la extrofia clo ficios de los conductos müllerianos en la mucosa vesical o
acal, el defecto de la pared ventral de m ayor gravedad y bien dos vaginas que pueden ser ciegas. El exónfalos pue
m e n o r frecuencia, leemos: de extender la anom alía en sentido craneal, separando
A nivel superficial, la anomalía recuerda la extrofia ve los huesos púbicos de forma semejante a lo que sucede
sical, si bien el tam año del defecto es m ayor (...) La p o r en la extrofia vesical. Son frecuentes la espina bífida, el
ción lateral de la mucosa expuesta corresponde a la p a mielomeningocele y la presencia de una única artería u m
red posterior de la vejiga, mientras que la porción central bilical (...)
F i g u r a 1 8 .1 0 . Com binaciones singulares de paradas del desarrollo, atresias y fístulas. Todas estas anomalías son infrecuentes.
A, Infrecuente. B, Cloaca. C, Cloaca. D, Infrecuente. E, Infrecuente. [s/c3]
774
booksmedicos.org
booksmedicos.org
La extrofia de cloaca se produce cuando el mesoder- a h í la formación de penes dobles) y el descenso del ta b i
mo secundario de la línea prim itiva no logra recubrir la p a que urorrectal, el cual separa la cloaca de la vejiga y el rec
red infraumbilical. Se diferencia de la extrofia vesical en to. Conforme se expone la cloaca, su porción central corres
que la rotura de la línea media tiene lugar en una etapa ponde a la pared posterior del intestino, mientras que sus
anterior del desarrollo (alrededor de la qu in ta semana), porciones laterales reciben los uréteres y se vuelven muco
con anterioridad a la fusión de los tubérculos genitales (de sa vesical.
775
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
booksmedicos.org
booksmedicos.org
F i g u r a 1 8 .1 2 . Longitudes y diámetros prom edio de los segmentos de intestino grueso (basado en u n prom edio de estimacio
nes de longitudes presentadas en los trabajos de u n gran n ú m ero de investigadores.)
ria ilíaca (interna); drena a través de las venas mesentérica su tas irrigan el lado mesentérico o medial del colon, mientras
perior e inferior y sus tributarias hacia la vena ilíaca interna. que las ramas de m ayor lo n g itu d irrigan su p orción lateral
o antimesentérica. Estas últimas originan dos pequeñas ra
mificaciones hacia los apéndices epiploicos (Fig. 18.15).
Irrigación arterial De m o d o similar, el colon transverso se irriga m e d ia n
te la arteria cólica media procedente de la arteria mesen
Arteria mesentérica superior
térica superior. Steward y Rankin30 refirieron que el á n g u
El ciego y el colon ascendente reciben la irrigación de lo esplénico del colon recibía irrigación de la arteria cólica
dos ramas arteriales de la arteria mesentérica superior: las m edia en el 37% de sus muestras. En la p ro p o rc ió n restan
arterias ileocólica y cólica derecha (Figs. 18.1 3 y 18.14). Es te, el á n g u lo y la porción izquierda del colon transverso re
tas arterias fo rm a n arcadas, a partir de las cuales los vasos cibían irrigación de la arteria cólica izquierda, una rama de
rectos atraviesan la pared colònica medial. Las ramas co r la arteria mesentérica inferior.
777
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
- Á n g u lo hepático izdo.
-Cólica
accesoria izda.
A. cólica dcha. -
A. m a rgin al-
A. ileocólica-
Idá
H
t 1K r,
A. ¡leal
n
sup.
F i g u r a 1 8 .1 3 . Esquema de la irrigación arterial del in testino grueso. Este p atró n básico presenta num erosas variaciones.
[sl<4\
Arteria mesentérica inferior colaterales del á n g u lo esplénico del colon aporta una irri
gación suficiente para el colon ascendente p ro xim a l tras la
La arteria mesentérica inferior (Fig. 1 8 .16) surge de la ligadura central de las arterias cólicas media y derecha. In
aorta frente a la porción inferior de la tercera vértebra lu m cluir el colon ascendente en una intervención de in te rp o
bar, en o cerca del m argen inferior del segm ento transver sición colónica alternativa p e rm itió a estos cirujanos o b te
so del duodeno. Su origen tiende a descender con el paso ner la su fic ie n te lo n g itu d de in je rto para e v ita r la
del tiem po31. La longitud de la arteria en el segmento anterior movilización del á n g u lo izquierdo.
a su primera ramificación oscila entre 1,5 cm y 9 c m 32. ¿Es cierto que el á ngulo esplénico del colon es vulnera
Las ramas de la arteria mesentérica inferior (Figs. 18.1 3 ble a una lesión isquémica debida a la afectación del riego
y 18.1 7 C, D y E) son la arteria cólica izquierda, con sus ra sanguíneo, co m o a firm ó Griffiths35? Sin respaldar ni recha
mas ascendente y descendente, entre una y nueve arterias zar la propuesta de este autor, Van D am m e y Bonte36 afir
sigmoides para el colon sigm oide, y la arteria rectal (h e m o m aron que el á n g u lo esplénico del colon posee tres tipos
rroidal) superior para el recto. A lrededor de un 38 % de los de arcadas: paracólica, anastomótica en el mesenterio y, po
sujetos presenta una arteria cólica m edia accesoria. La arte siblemente, una pequeña arcada intermesentérica o un vaso
ria cólica izquierda puede alcanzar el ángulo hepático del cólico accesorio en la p ro x im id a d del án g u lo duodenoye-
colon (8 6 % de los casos) o bien unirse a la arteria marginal yunal.
a una pequeña distancia de este á ngulo (1 4 % de los casos). D w o rkin y Alle n -M e rsh 37 observaron que «la significati
En la anatom ía de la vasculatura del colon, la rama as va reducción de la irrigación produ cid a p o r la ligadura de
cendente de la arteria cólica izquierda constituye la p rin ci las arterias mesentéricas inferior y distal respalda la h ip ó te
pal fu e n te de irrigación (96,91 % ) 33. De acuerdo con Furst sis de que las fugas anastom óticas posteriores a la escisión
y cois.34, una arteria cólica izquierda intacta con los vasos rectal restauradora pueden o rig in a r una isquem ia asocia-
778
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Arcada intermesentérica
Arteria ileocólica
Anastomosis
antimesentérica
Capa muscular
longitudinal (tenia)
Tejido liposo en un
apéndice epiploico Divertículo que se
prolonga hacia un
normal
epiploico
Tejido
cerosa
adiposo
F i g u r a 1 8 .1 5 . Diagrama del colon
transverso que muestra las ramas lar Capa muscular interna
gas y cortas de los vasos rectos. A la
izquierda se representa el apéndice
epiploico norm al; a la derecha, un
divertículo que se prolonga hacia u n
apéndice epiploico. Recuadro: Efecto
de una tracción excesiva en un apén
dice epiploico, la cual produce lesio
nes en u na de las ramas largas de los
Vaso recto
vasos rectos y se sigue de isquemia
antimesentérica. [sk4]
779
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Borde inferio r
del d uo deno
M a rge n i n f e r io r ---------- 42
a orta-b ifu rca ció n
Pro m on to rio
Ú ltim a a rte ria s igm oidea
A n o -------------------------- 300 |
da a una irrigación inadecuada en el colon sigm oide d e testino tras haberlo rodeado; las ramas cortas, ram ifica cio
pe n diente de la arteria m arginal. Es poco p robable que la nes de la arteria m arginal, irrigan los dos tercios mesoco-
circulación colateral incre m e n ta d a produzca una mejora lónicos del perím etro colónico.
de la inadecuada perfusión colónica intraoperatoria en el co
lon d e p e n d ie n te de la arteria m arginal dura n te los p rim e Arteria m arginal (de Drummond)
ros 5 días del período postoperatorio». La arteria m arginal (Figs. 18.1 7 A, B y C) está fo rm a d a
A dachi y cois.38 a firm aro n que una fu n c ió n intestinal p o r una serie de arcadas anastomosadas dispuestas entre las
deficiente tras una resección ante rio r se asocia a una liga ramas de las arterias ileocólica, cólica derecha, cólica m e
dura alta de la arteria mesentérica infe rio r y a una lesión dia, cólica izquierda y sigm oide, las cuales fo rm a n un ú n i
ocasionada al nervio a u tó n o m o pélvico, p o r lo que reco co vaso curvado. El recorrido de la arteria m a rginal es pa
m end a ro n o p ta r p o r una intervención q u irúrgica de m e ralelo al del borde mesentérico del intestino grueso, a una
no r agresividad. distancia de 1 cm a 8 cm de la pared intestinal. Puede de
Recuérdese la anatomía de los vasos rectos largos y co r sem bocar o no en la arteria rectal superior (Fig. 18.1 7C).
tos (Fig. 18.18): las ramas largas de los vasos rectos se bi La irrigación del colon es adecuada, si bien carece de
furcan y anastom osan en el borde antim esentérico del in un m argen excesivo de seguridad. Un 5 % de los sujetos
780
booksmedicos.org
booksmedicos.org
A. còlica media
A. marginai
A. sigmoideas
carece de la anastom osis situada entre las arterias cólica Punto crítico de Sudeck
derecha e ileocólica (Fig. 1 8 .17B )30.
Griffiths35 describió la existencia de una laguna isquém i A ctu a lm e n te , no se considera q u e el p u n to crítico de
ca en el á n g u lo esplénlco del colon. En un estudio en el Sudeck sea tan «crítico» c o m o se pensaba a n te rio rm e n te .
que p a rticiparon 200 pacientes, Michels y cois.32 observa Su localización carece de im porta n cia en las resecciones
ron una anastomosis adecuada de las arterias en esta re abdom inales y abdom inoperlneales practicadas hoy en día.
g ión en el 61 % de los participantes, anastomosis d e ficien Se incluye en este te xto debido a su relevancia histórica.
tes en el 32 % y ausencia de anastomosis en el 7%. Sudeck40 describió un p u n to localizado en la arteria rec
Haigh y Tem ple39 presentaron un caso de dilatación de tal superior en el que la ligadura de la arteria no c o m p o r
la arteria marginal (Fig. 18.19B) que aportaba una irrigación taría la devascularización de un s e g m e n to largo de unión
colateral desde la arteria cólica media hasta la arteria Ileo- del colon sigm oide con el recto. El p u n to se sitúa justo por
colónica con el fin de compensar la oclusión de la arteria me- encim a del o rigen de la ú ltim a arteria sigm o id e a ; su p o
sentérica superior causada por un vólvulo crónico del intes sición varía en fu n c ió n del n ú m e ro de estas arterias
tin o d e lg a d o . Estos autores re c o m ie n d a n : 1) co n o c e r (Figs. 18.1 7 D y E). En alrededor de un 5 0 % de los sujetos,
detalladam ente la circulación mesentérica colateral; 2) loca la arteria m arginal c o n tin ú a su re c o rrid o en s e n tid o des
lizar y situar de nuevo el intestino delgado, en caso necesa ce n dente para unirse a la arteria rectal superior. El p u n to
rio, antes de proceder al cierre del abdom en; y 3) delinear de Sudeck se encontraría en posición p ro x im a l con rela
la arteria marginal dilatada d e fo rm a previa a la intervención. ción a dicha unión.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Tenia libre
Apéndice epiploico
Anatomía quirúrgica
Apéndices epiploicos
M e s e n te rio --------------- S _ i
Arteria marginal
F ig u ra 1 8 .1 8 . Irrigación arterial term inal del colon y su relación con las tenias cólicas y los apéndices epiploicos.
La relevancia del p u n to de Sudeck de p e n d e de la in- zación del recto requería la ligadura de la arteria rectal su-
tervención q u irúrgica. En el año 1907, Sudeck se interesó perior.
p o r la escisión p erineal del re cto , q u e era la in te rv e n - En algunos casos de colectom ía izquierda en la que se
ción de elección a com ienzos del siglo pasado. La m ovili- conserva un m u ñ ó n sigm oide largo puede resultar c o m p li-
Arteria mesentérica
superior ocluida
Arteria marginal
dilatada
F ig u ra 1 8 .1 9 . A, Sistema vascular mesentérico norm al e irrigación colateral. B, Una arteria marginal dilatada suministra u na
irrigación colateral al intestino delgado en caso de oclusión de la arteria mesentérica superior.
782
booksmedicos.org
booksmedicos.org
cado acercar el colon transverso hada aquél d e b id o a la re Las venas rectales superiores, que desem bocan en la
ducida lo n g itu d del m esocolon transverso. Esta dificu lta d vena mesentérica inferior, se ocupan del drenado del rec
puede solventarse m ediante la ligadura de la arteria rectal to (Fig. 18.21). El d re n a d o se d irige al sistema de la vena
superior p or encim a del p u n to de Sudeck. porta. Las venas rectales media e inferior desembocan en
El co n c e p to de p u n to crítico de Sudeck no reconoce la vena ilíaca interna, a través de la cual lo hacen en la cir
otras dos fuentes de irrigación rectal. Una de ellas es la red culación sistèmica.
intram ural de arterias de la submucosa de la pared; la otra
corresponde a las arterias rectales m edia e inferior, espe Re c o r d a r :
cialm ente esta ú ltim a. G o lig h e r 41 a firm ó: «La experiencia • La vena rectal infe rio r se ocupa p rin cip a lm e n te del re to r
con las resecciones con conservación de esfínteres del car no venoso de los 2 cm distales del c o n d u c to anal.
cinom a del recto superior y el colon sigm o id e infe rio r d e • Existen anastomosis entre la vena rectal superior (p o rta l)
muestra que, tras la división del tro n c o hem o rro id a l supe- y las venas rectales media e inferior (sistémicas). C o n fo r
rior/mesentérico inferior, las arterias hemorroidales [rectales] m an una posible derivación portosistémica.
media e inferior son capaces de irrigar un m u ñ ó n rectal dis • D ado que las m alform aciones venosas del intestino infe
tal hasta un p u n to situado a una distancia m ínim a de 8 cm rior pueden ocasionar una significativa hem orragia gás
a 10 cm po r encim a de la reflexión peritoneal». trica, crónica o aguda, Fishman y cois .44 recom endaron
De acuerdo con Michels y cois.32, el recto y el colon sig practicar una colectom ía con m ucosectom ía y descenso
m oide disponen de otras posibles fuentes de irrigación cola endorrectal antes de desarrollar grandes necesidades trans-
teral además de los tres pares de arterias rectales (h e m o rro i fusionales.
dales):
booksmedicos.org
booksmedicos.org
■ Skandalakis
Venas ováricas/testiculares
Venas sigmoideas
F ig u ra 1 8 .2 0 . Irrigación venosa del colon y el recto. Azul oscuro, irrigación venosa sistèmica. Azul claro, irrigación venosa por
ta. [ga3]
entidad debe someterse a una hemicolectomía derecha. permite separar los ganglios linfáticos que acompañan a
La arteria cólica media se divide en una rama derecha y una la arteria rectal superior.
rama izquierda, cada una de las cuales presenta diferen
Re c o r d a r :
tes variantes de ramificación. Cuando las arterias cólica
• Los vasos linfáticos de los 2 cm distales del c o n d u c to anal
derecha y media compartan un tronco común, será preci
so efectuar una hemicolectomía derecha para el cáncer de desem bocan en los ganglios inguinales.
colon transverso del lado derecho. Si la arteria cólica iz
quierda y la primera arteria sigmoidea poseen un tronco co
I n e r v a c ió n
mún, se deben extirpar los ganglios linfáticos situados a
lo largo del mismo en el sujeto con cáncer de colon sig- In e rv a c ió n intrínseca
moide o descendente. Un 6,3% de los pacientes afectados
p o r cáncer de colon sigmoide presentaron metástasis en Entre el esófago y el ano, el tu b o digestivo recibe la inerva
ganglios linfáticos localizados a lo largo del recorrido de ción de dos redes nerviosas intramurales. El plexo mientéri-
la artería rectal superior. La sigmoidectomía parcial ta m co (de Auerbach) (Fig. 18.25) controla la m otilidad, mientras
bién puede curar el cáncer de colon sigmoide, dado que que el submucoso (de Meissner) regula la secreción. Las fi-
784
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Ileocólicos 29
Cólico derecho 11,1
Cólico medio 22,4
Cólico izquierdo 25,2
Sigmoides y rectales 32,8
F ig u ra 1 8 .2 2 . Las vías linfáticas del intestino grueso acom
pañan a las arterias y desembocan en los ganglios principales Fuente: S k an d alak is JE, G ray SW, Rowe JS Jr. A n a to m ic a l C o m p l i c a
en la raíz del mesenterio a través de ganglios epiploicos, para- tio n s in G en eral Surgery. N u ev a York: M cG raw -H ill, 1983; c o n a u t o
cólicos y mesocólicos. [sk4\ rización.
785
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
F ig u r a 1 8 .2 3 . La resección del intestino grueso ha de incluir la totalidad del área irrigada por la arteria principal, además de
la lesión en sí misma. Debe abarcar la mayor parte del drenado linfático. Los dibujos A-F m uestran las áreas de resección (p u n
teadas) de lesiones de diversos segmentos del intestino grueso. La localización de la lesión se indica por m edio de u n a flecha.
[sM]
In e rv a c ió n p a r a s im p á tic a Re c o r d a r :
S im p á t ic o
P a r a s im p à t ic o
Hacia ganglios (fu n d a m e n ta lm e n te
(preganglionar)
prevertebrales,m édula posg a n glion a r)
espinal y ta llo raquídeo
F ig u ra 1 8 .2 5 . Control nervioso de
la pared intestinal. Se representan: 1)
los plexos mientéricos y submucoso,
2) el control extrínseco de los mismos
m ediante los sistemas nerviosos sim
pático y parasimpàtico, y 3) las ñbras
sensitivas que pasan del epitelio lum i
nal y la pared intestinal hacia los ple
xos entéricos, a partir de los cuales se
dirigen hacia los ganglios prevertebra
les, la médula espinal y el tallo raquí
deo. [gu]
787
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Cavidad peritoneal
Apéndice
retrocecal
Peritoneo visceral
Peritoneo parietal
Músculo
Hueso iliaco Fusión del ciego al peritoneo Am plia franja de unión
parietal posterior del ciego al peritoneo parietal
F ig u ra 1 8 .2 6 . Cortes transversales del ciego y la fosa ilíaca que representan distintas variaciones del grado de fusión del cie
go al peritoneo. A, El ciego carece de u n ió n a este nivel y puede moverse con bastante libertad. B, La posición del ciego se m a n
tiene por m edio de u n estrecho pliegue mesentérico que posibilita u n a libertad limitada de m ovim iento. C, El ciego y el a p é n
dice retrocecal se en cu entran unidos al peritoneo ilíaco a lo largo de una amplia franja, [m cl]
descuelga desde su vértice. Presenta las tres tenias, las Sappey 51 atribuye el d e scu b rim ie n to de la válvula ileo-
cuales com ienzan en la basal apendicular. Esta fo rm a se cecal a C. Varolius basándose en el siguiente te x to p u b lica
m antiene en alrededor de un 2% de la población. d o por este ú ltim o en el año 1573:
• Segundo (niñez): El ciego a d o p ta una m o rfo lo g ía c u a En el p u n to donde el íleon se une al colon existe una
drada m ediante la fo rm a c ió n de sáculos mediales y late m em brana que sobresale hacia la cavidad de éste. A esta
rales respecto de la tenia anterior. El apéndice pende del membrana, que constituye el extremo del íleon que se pro
área c o m p re n d id a entre dichos sáculos, pero no del vér longa hasta la citada unión, yo que soy su inventor la de
tice. Este tip o persiste en casi un 3% de la población. nomino o p e rc u lu m del íleon.
• Tercero (adulto): La rápida proliferación del sáculo lateral
D iD io y A nderson 52 e m p le a ro n el té rm in o píloro ileal,
derecho o rig in a un nuevo vértice. El a n tig u o vértice se
desplaza al área lateral izquierda hacia la válvula ileoce que es más correcto desde el p u n to de vista anatóm ico que
cal. El apéndice cuelga bajo entre las tenias anterior y pos el té rm in o válvula ileocecal. A firm a ro n que el íleon desem
• C ua rto (g e riá trico ): Se p ro d u ce la atrofia del sáculo iz ción «válvula ileocecal» carece de significado a n a tó m ico .
q u ie rd o y la hipertrofia del derecho. El vértice y el a p é n Sin em ba rg o , p o r conveniencia c o n tin u a re m o s utilizando
dice se sitúan ahora en la p ro x im id a d de la válvula Íleo- el té rm in o «válvula ileocecal» para referirnos a este c o m
pone n te anatóm ico.
cecal. Esta fo rm a , q u e en re a lidad aparece c o m o
consecuencia de la progresión de la tercera, se detecta La válvula del cadáver está fo rm a d a p o r dos pliegues
en alrededor del 4 % de la población. transversales paralelos (labios o solapas) que se invaginan
hacia el colon y fo rm a n una h e n d id u ra transversal de 1 cm
Tras estudiar la estructura del ciego en 126 sujetos, Pav
a 1,5 cm. Los pliegues se unen en su e x tre m o y fo rm a n el
lov y Pétrov 48 los clasificaron del m o d o e n u m e ra d o a c o n
frenillo. A efectos prácticos, la p ro m in e n c ia del inte stin o
tinuación: tip o infantil (al que bautizaron co m o « in fu n d ib u
delg a d o en el colon se c o m p o n e de m úsculo circular del
lar»), 13% ; tip o a d u lto (al que d e n o m in a ro n «am pular»),
íleon te rm inal, el cual está recubierto de mucosa.
78% ; y tip o «interm edio», 9%.
En el sujeto vivo, la válvula ileocecal presenta una m o r
El ciego y el colon ascendente se relacionan p o sterior
fología papilar con una proyección o invaginación ¡leal en
m ente con las siguientes estructuras anatómicas, las cuales
fo rm a de b o tó n hacia el ciego.
deben protegerse d u ra n te la m o viliza ció n del colo n d e
K u m a ry Phillips 53 afirm aron que los ligam entos ileoce-
recho:
cales superior e inferior son responsables de la c o m p e te n
• M úsculo psoas mayor. cia de la válvula ileocecal.
• Nervios (cutáneo femoral lateral, femoral, genitofem oral). Se ignora cuál es la fu n c ió n de la válvula ileocecal. Bo-
• Arterias y venas gonadales. g e rs y Van M arck 54 señalaron que «la u n ión ileocecal cons
• Uréter. titu y e una región intestinal contro ve rtid a » . En una revisión
788
booksmedicos.org
booksmedicos.org
- Colon ascendente i
Mesenterio
ì -W ;
^ — fleon
V 4,67% V I 2,67%
T ipo IV 17,33%
F igu ra 1 8 .2 7 . Fijación del ciego, colon ascendente e íleon a la pared corporal dorsal, representada en función de su ti p o y fre
cuencia (las áreas de fijación se m uestran en color negro) de acuerdo con 300 muestras estudiadas. T ipos I y I-a, Fijación dor
sal casi com pleta del ciego. Tipo I - b , Ejemplos de receso retrocecal (espacios formados como prolongaciones de la fosa cecal)
dispuestos por orden de fijación descendente. T ipos II y Il-a, Fijación principalm ente medial (en Il-a, con adhesión la conti
n u ada del íleon terminal). Tipos III, Ill-a y IV, Ciego carente de adhesión dorsal, distintos grados. En varios casos, el segmen
to proxim al del colon ascendente tam bién carece de adhesión parietal posterior. T ipo V, Ausencia de fijación del ciego; la m a
yoría del colon ascendente dispone de movilidad. T ipo VI, Ausencia com pleta de adhesión dorsal, [m c l]
Pliegue y fosa
ileocecal sup.
Pliegue y fosa
ileocecal inf.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
de 1993, c o m e n ta ro n : «Según la bibliografía publicada al laparoscópica para el vó lvu lo cecal inte rm ite n te . Frank y
respecto, parece a u m e n ta r el n ú m e ro de datos indicativos cois .59 p u b lic a ro n la primera descripción del d ia g n ó stico
de una fu n ció n esfinteriana». m ediante TC del vó lvulo cecal, y destacaron la im p o rta n
Anatomía quirúrgica
La definición de la válvula ileocecal difiere en distintas cia del llam ado «signo del rem olino». M oore y cois .60 pre
especialidades. Los a natom opatólogos la definen co m o una sentaron un caso de vó lvu lo cecal y sigm oide sincrónico,
estructura de tip o bilabial con una h e ndidura horizontal, el cual re p resenta un fe n ó m e n o m u y p o c o fre c u e n te .
form ada por los labios superior e inferior, los cuales se unen T h e u e ry C headle 61 describieron o tro caso semejante.
medial y lateralm ente para fo rm a r el frenillo. Los endosco- • La pared del ciego es delgada en com paración con la de
pistas la consideran una estructura papilar semejante al cue otros segm entos colónicos. Su porción más adecuada y
llo uterino, una proyección redonda o cónica con un o rifi segura para la ceco to m ía , cecorrafia, anastom osis con
cio en form a de estrella, au n q u e carente de frenillo. Por su otras visceras y cecopexia corresponde a las tenias (en es
parte, los radiólogos 55 la describen co m o una p ro tu b e ra n pecial, la tenia anterior, de acceso más sencillo).
cia redondeada u ovalada que surge h a b itu a lm e n te de la • La inva g in a ció n ileocecal puede ser idiopàtica o derivada
pared posteromedial del ciego. Consta de un labio superior de tu m o re s b enignos o m alignos del íleon te rm inal y la
y un labio inferior, los cuales se estrechan en las esquinas región ileocecal. La invaginación idiopàtica es una p a to
de fusión para fo rm a r una p orción de la pared cecal. logía propia del período neonatal; puede deberse a la h i
La identificación de la región ileocecal puede c o m p le pertrofia de las placas de Peyer. VanderKolk y cois .62 es
tarse con una TC. En un estudio de Silverman y cois.56, la tu d ia ro n la in v a g in a c ió n cecocólica en el a d u lto y
región se identificó p o r m e d io de esta técnica en 18 de 25 re co m e n d a ro n su reducción p o r vía q u irúrgica; tan sólo
pacientes normales (72 % ). a b o g a ro n p o r la colectom ía en el paciente con un intes
tin o gangrenoso. N o obstante, los autores de este capí
Irrigación arterial y venosa tu lo creen que la cecopexia constituye una elección ade
La arteria ileocólica (Fig. 18.29), una rama term inal del cuada cu a n d o la pared intestinal está intacta.
lado derecho de la arteria mesentérica superior, supone la • La d iverticulitis cecal es una enferm edad poco frecuente.
principal irrigación del ciego. Se d ivide en dos ramas antes Las lesiones suelen ser solitarias, a diferencia de los m ú l
de acercarse a la pared cecal. La rama cólica se anastom o- tiples divertículos observados en la d iverticulitis del c o
sa con la arteria cólica derecha, mientras que la rama ¡leal lon izquierdo. El cirujano debe inte n ta r conservar la vál
lo hace con la rama intestinal term inal de la arteria mesen vula ileocecal siempre que sea posible al intervenir el área
térica superior. En la p ro x im id a d de su bifurcación, la arte ileocecal. Lear y cois .63 d o c u m e n ta ro n dos casos de d i
ria ileocólica se d ivide en otras dos ramas: las arterias ceca verticulitis aguda en una serie de siete casos de lesiones
les ante rio r y posterior. benignas del colon derecho. Los párrafos incluidos a c o n
La vena ileocólica desem boca en la vena mesentérica tin u a ció n proceden de ese artículo:
superior.
Vías linfáticas
Los vasos linfáticos del ciego (Figs. 18.30 y 18.31) d re
nan hacia ganglios linfáticos situados a lo largo de la red an
te rio r de arterias ileocólicas. Se d istinguen dos grupos de
ganglios linfáticos: los ganglios linfáticos ileocólicos se dis
ponen a lo largo del recorrido de la arteria ileocólica, m ie n
tras que los cecales se localizan en la p ro x im id a d de las ar
terias cecales ante rio r y posterior.
Inervación
El ciego recibe su inervación simpática de los ganglios
mesentéricos celíaco y superior. La inervación parasimpá-
tica del ciego procede del nervio vago.
Consideraciones quirúrgicas
• El v ó lv u lo del ciego c o n s titu y e un proceso e x tre m a d a
m ente infrecuente. A m e n u d o se emplea incorre cta m e n
te el té rm in o «vólvulo cecal». La te rm in o lo g ía correcta F ig u ra 1 8 .2 9 . Ramas de la arteria ileocólica. La arteria ileo
sería «vólvulo del colon derecho». Khope y Rao57 d o c u cólica puede considerarse u n tronco hasta su bifurcación en
m e n ta ro n un caso de v ó lv u lo cecal en un n iñ o de 2 m e dos ramas cecales. Las otras ramas son colaterales directas del
ses de edad. Shoop y Sackier58 han descrito la cecopexia tronco principal. [ va3]
790
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Glándulas del
apéndice
F ig u r a 1 8 .3 0 . Vías linfáticas
de la región ileocecal, vista v e n
tral. [sc5]
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
Un gran número de trastornos benignos afecta al co • Nelson 68 señaló que los cirujanos llevan a cabo una d iv i
lon derecho, y el diagnóstico diferencial de tales lesiones sue sión sistemática del área colorrectal en subregiones ana
le resultar complicado. Este trabajo se ha centrado en sie tóm icas al tra ta r el cáncer colorrectal. En su o p in ió n , la
Anatomía quirúrgica
te pacientes observados en el Piedmont Hospital a lo largo clasificación más correcta es la detallada a contin u a ció n :
de los seis últimos años, y cuyos diagnósticos finales ponen
7. Colon proximal: ciego, colon transverso, colon descen
de manifiesto varios de los numerosos trastornos benignos dente.
del colon derecho. Este trabajo no ha incluido a pacientes 2. Colon distal: sigmoide, rectosigmoide, recto (por encima
aquejados de apendicitis aguda n i de neoplasias de n a tu del conducto anal).
raleza frecuentemente maligna, como tumores carcinoi-
3. Conducto anal.
des y pólipos.
• Este sistema de clasificación se fu n d a m e n ta en datos e m
Astler y cols.6A dividieron las lesiones benignas del co
b riológicos (intestino m e d io -in te s tin o posterior).
lon derecho en los cuatro grupos siguientes:
• Poon y C h u 69 co m e n ta ro n :
7. Neoplasias benignas (variantes benignas de carcinoi-
des, hemangiomas, linfangiomas, lipomas, fibromas, La mayoría de las masas cecales inflamatorias se deben
adenomas, etc.). a una patología benigna, y la resección ileocecal represen
2. Trastornos inflamatorios y parasíticos (enteritis regional, ta la intervención de elección. N o recomendamos la hemi-
mucocele apendicular, ameboma, tuberculoma, acti- colectomía alta sistemática, ya que requiere una conver
nomicosis, etc.). sión a una incisión de la línea media y se asocia a una
3. Anomalías anatómicas y congénitas (divertículos, plie m ayor duración de la intervención quirúrgica, un índice de
gues mucosos hipertróficos, m uñón apendicular inver morbilidad más elevado y una estancia hospitalaria más
tido, etc.). prolongada. Sin embargo, una minuciosa evaluación in-
4. Anomalías fisiológicas (hipertrofia de la válvula ileoce traoperatoría y, en particular, el examen de las muestras
cal, fecalito, prolapso de la mucosa ileal, etc.). resecadas, revisten una importancia fundamental para ex
Esta clasificación no es exclusiva, y una lesión puede cluir la presencia de una neoplasia m aligna basal que ha
pertenecer a más de una categoría. Una neoplasia benig ría necesaria la citada intervención.
na, como, p o r ejemplo, un lipoma, puede afectar a la vál • La com petencia de la válvula ileocecal depende de la pre
vula ileocecal, la cual puede ulcerarse y producir una masa sencia y la acción del mecanismo esfinteriano de esta zona,
inflam atoria inespecífica. La Tabla 18.5 recoge los diag creado al formarse el esfínter de la válvula (la válvula en
nósticos pre- y postoperatorios. sí misma es un e n g rasam iento de m úsculo circular). En la
• El apéndice, el colon, el recto y el ano y el c o n d u c to anal mayoría de los casos se observa un estado retrógrado.
q u irú rg ico presentan las mismas patologías que otras re • En la obstrucción colónica total, la p orción colónica más
giones del tu b o digestivo, y desarrollan neoplasias de ori proxim al a la obstrucción se encuentra dilatada cuando la
gen epitelial y no epitelial. Se recom ienda al lector inte válvula ileocecal es c o m p e te n te . Este tip o de válvula
resado la consulta de dos trabajos realizados p o r Hatch y - q u e im p id e la entrada de contenidos colónicos en el íle
cois .65-66 acerca de tum o re s estromáticos del apéndice, el on, pero p e rm ite la entrada de los co n tenidos ¡leales en
co lon, el recto y el ano y el c o n d u c to anal (leiom iom as y el c o lo n - origina una fo rm a ció n cerrada semejante a un
leiomiosarcomas). asa al aum e n ta r la tensión. C uando la válvula ileocecal es
• El infa rto cecal aislado debe fo rm a r parte del d ia g n ó s ti in c o m p e te n te no se p ro duce el fe n ó m e n o del asa cerra
co diferencial del d o lo r a g u d o del cuadrante infe rio r d e da: el intestino delgado recibe los contenidos colónicos y
recho67. se distiende, lo que se acom paña de náuseas y vóm itos.
T a b l a 18.5. Diagnósticos pre- y postoperatorios de las lesiones benignas del colon derecho
N.° p a c ie n te Edad Sexo D iag n ó stic o p reo p e ra to rio D iag n óstico p o s to p e ra to rio
Fuente: Astler VB, Miller EB, S n y d er RS, M c In ty re CH, Lillie RH. B e n ig n surgical lesions o f th e cecu m . Arch Surg 1 % 3 ;8 6 :4 3 5 ; c o n a u to rizació n .
792
booksmedicos.org
booksmedicos.org
C o lo n a s c e n d e n te
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
booksmedicos.org
booksmedicos.org
transverso (3%)
Arteria cólica
izquierda
Arteria
colosigm oidea
hacia los ganglios aórticos y alcanzar fin a lm e n te el tro n c o Las fibras parasimpáticas preganglionares del nervio vago
lin fático intestinal. inervan dos terceras partes, o incluso más, del colon trans
Algunos de los vasos linfáticos pertenecientes a la red iz verso. El resto pro ce d e de la eferencia parasim pática es-
quierda acom pañan a la arteria cólica media, mientras que plácnica pélvica de la c o lu m n a celular interm ediolateral a
la mayoría sigue el recorrido de la arteria cólica izquierda los niveles S2, S3 y S4. Los ganglios terminales de la pared
hacia los ganglios linfáticos de la arteria mesentérica infe del co lon contienen somas posganglionares.
rio r y los ganglios linfáticos lumbares.
Consideraciones quirúrgicas
Recordar:
• El dre n a d o linfático del colon transverso p ro xim a l, in clu • La movilización del á ngulo hepático del colon puede efec
ye n d o el á n g u lo hepático del colon, se d irig e h a b itu a l tuarse m ediante: a) la incisión de la reflexión peritoneal
m ente hacia el sistema cólico derecho o m edio; rara vez lateral derecha superior (al igual que en la movilización del
se d irige hacia el sistema ileocólico. colon ascendente); b) la colocación del colon en una p o
• La porción central del colon transverso se drena a través sición medial.
del sistema cólico medio. o La m ovilización del colon derecho (ciego, co lon ascen
• El d renado lin fático del colon transverso distal, inclu ye n dente, ángulo hepático del colon) puede combinarse con
do el á n g u lo esplénico, se efectúa a través de los siste la m ovilización d u odenal m e d ia n te la m a niobra de Ko-
mas cólico derecho e izquierdo. cher (véase el capítulo d e d icado al d u o d e n o ).
• Las entidades anatóm icas retroperitoneales con las que
Inervación se relaciona el á n g u lo hepático son el riñón derecho y el
La inervación del colon transverso se lleva a cabo a tra uréter, así co m o la porció n descendente del d u o d e n o y
vés del sistema a u tó n o m o . Las fibras sim páticas posgan- los vasos gonadales.
glionares surgen de los ganglios mesentéricos superiores. • La vena gonadal derecha es más vulnerable que la arte
797
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
justo p or encim a de la fosa ilíaca derecha y viajan juntos tructuras anatómicas: m úsculo cuadrado lum bar, glándula
en sentido descendente. suprarrenal izquierda, riñón izquierdo y uréter izquierdo,
• Las relaciones anteriores con la vesícula biliar pueden o b vasos gonadales izquierdos y nervios iliohipogástrico e ilioin
servarse a d e cuadam ente m e d ia n te el abordaje o rto d o x o guinal.
o laparoscópico. Al igual que el colon ascendente, el colon descenden
• La separación de la pared gástrica posterior del m esoco te o izquierdo está recubierto de p e ritoneo en sus caras an
lon transverso ha de realizarse con sum o cuidado. terior, m edial y lateral. N o rm a lm e n te carece de m esente
• La separación esm erada del m e so co lo n transverso del rio. Durante la últim a década, algunos autores, c o m o Dixon
páncreas en el cuello de este órg a n o reviste, igualm ente, y cois .,88 han estudiado la anatom ía to p o g rá fic a superficial
una im p o rta n cia fu n d a m e n ta l. o retroperitoneal profunda del colon descendente m e d ia n
• El m e so co lo n iz q u ie rd o está m enos vascularizado que te TC y RM. Hadar y G a d o th 89, Sherman y cols.90, H op p e r
el d e re c h o . Estas zonas avasculares d e b e n utilizarse y cols.,91, Helms y cois.92, y Prassopoulos y cois .93 investiga
para la gastroyeyunostom ía posterior, la cirugía en Y de ron las relaciones retroperitoneales del colon descendente
y el riñón izquierdo. Sus publicaciones deberían haber in
Roux y otras intervenciones. Recuérdese que el «arco de
c lu id o más detalles sobre la a n a tom ía del co lo n descen
Riolan» puede estar presente en la porción más craneal del
dente, ya que pretendían evitar las com plicaciones an a tó
m esocolon. Se tra ta de una arteria de n o ta b le ta m a ñ o
micas y las lesiones ocasionadas al riñón izqu ie rd o cuando
que conecta las arterias mesentérica inferior o cólica iz
el colon descendente se encuentra en un nivel m u y p ro
quierda con las arterias mesentérica superior o cólica m e
fu n d o en las intervenciones vertebrales y renales p o r vía
dia. H ollinshead 86 ha señalado que Griffiths d o c u m e n tó
percutánea.
una incidencia cercana al 10% para este arco.
LeRoy y cois .94 ind icaron que un colon descendente lo
• El área posterior del án g u lo esplénico del colon no suele
calizado en una posición más posterior de lo esperado pue
revestirse de p e ritoneo y se fija a la pared a b dom inal pos
de sufrir daños cuando se realiza un abordaje excesivam en
terior. En algunas ocasiones, se recubre p o r co m p le to de
te posterior. Según D ixo n y cois.88, el co lo n descendente
p erito n e o y su m esocolon se adhiere al cuerpo distal y la
(el cual se halla inm erso en el te jid o adiposo re tro p e rito
cola del páncreas.
neal) pasa entre los músculos psoas m ayor y cuadrado lum
• El lig a m e n to e s p le n o c ó lic o , un re m a n e n te del e x tre
bar en una localización posterolateral, de m o d o que las in
m o izq u ie rd o del m e s o co lo n transverso, c o n fo rm a un
terve n cio n e s percutáneas posteriores p u e d e n lesionar el
p u e n te peritoneal entre el án g u lo esplénico y el bazo in
intestino. LeRoy y cols.94, Helms y cois.92, y Bonaldi y cois .95
ferior. La arteria gastroepiploica izquierda y algunos vasos
destacaron la posibilidad de perforar el colon descendente.
infe rio re s abe rra n te s pueden e n c o n tra rs e en la
De acuerdo con Dixon y cois.88, las variaciones observa
p ro x im id a d del m is m o . Se debe c o rta r el lig a m e n to
das en la topografía y localización del colon descendente
después de h a b e rlo aislado m e d ia n te clips para p ra c
pueden obedecer a distintas causas, c o m o la obesidad, las
tica r después una ligadura. Una tracción excesiva en el li
variaciones arquitectónicas y topográficas del músculo psoas
g a m e n to puede p ro d u c ir un desgarro del po lo espléni mayor, y la localización más posterior del colon en la m u
co con una hem o rra g ia abundante. jer. Los autores de este capítulo desean indicar que el origen
• El lig a m e n to fre n o có lico , el cual se sitúa entre el ángulo de estas variaciones no es congènito, y co inciden con Di
esplénico del colon y el diafragm a a la altura de la d éci xon y cois, en que constituyen variaciones anatómicas.
ma costilla en la línea axilar media, fo rm a un repliegue C uando el colon izquierdo o descendente posee un m e
en el que descansa el bazo. Es preciso seccionar este liga senterio, rara vez es suficiente su lo n g itu d para p ro d u c ir
m e n to para m o vilizar el ángulo esplénico. vó lvulo. La unidad quirú rg ica del colon izq u ie rd o se c o m
• Los quistes mesentéricos del intestino delgado o grueso son pone del án g u lo esplénico del colon, el colon descenden
lesiones poco frecuentes de naturaleza benigna o maligna; te y el colon sigm oide.
por consiguiente, el cirujano debe prestar atención a estas
estructuras. Horiuchi y cois .87 afirm aron que la resección Irrigación arterial y venosa
retroperitoneoscópica de estos quistes se asocia a un ries El colon descendente recibe su irrigación de la arteria
go más bajo de dañar el intestino que la escisión intraab- cólica izquierda. Su d renado venoso se efectúa a través de
dom inal laparoscópica, y ofrece la ventaja adicional de no la vena mesentérica inferior, la cual desem boca en la vena
c o m p rim ir otros órganos intraabdominales. El 4 0 % de los porta a través de la vena esplénica, la vena mesentérica su
quistes mesentéricos se localizan en el colon. El capítulo perior, o bien directam ente en la vena porta en la confluen
dedicado al intestino delgado recoge una descripción co m cia de las dos últimas. Estas rutas se observan con una fre
pleta de los quistes mesentéricos. cuencia p rá cticam ente equivalente.
798
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Según G rant y Basmajian96, «no es raro que una rama vilización, las estructuras anatómicas más vulnerables son
larga conecte el tallo de la arteria mesentérica superior con el uréter izquierdo y los vasos gonadales izquierdos.
la arteria cólica izquierda en la pared a b dom inal posterior». • Recuérdese que la vena mesentérica inferior ta m b ié n pue
Esta rama corresponde al arco de Riolan. de localizarse, a m e n u d o oculta, detrás del m esenterio
Van D a m m e 1 p u b lic ó las siguientes observaciones so del colon descendente, cua n d o exista tal m esenterio.
bre la irrigación arterial del colon izquierdo:
La artería cólica izquierda (...) posee un recorrido en for
Colon sigmoide
m a de S y finaliza en el ángulo esplénico del colon. Su com
portam iento se ve influido p o r la existencia de una arteria El colon descendente se convierte en el colon sigm o id e
cólica izquierda accesoria o una ram a (14% de las mues y adquiere un mesenterio a la altura de la cresta ilíaca. El co
tras) del grupo de la arteria cólica media, a pesar de p ro lon sigm o id e se d ivide en dos porciones: 1) p o rción ilíaca,
ceder de regiones completamente diferentes. La presencia la cual se fija y sitúa en la fosa ilíaca izquierda; y 2) porción
de este vaso cólico izquierdo accesorio implica la ausen pélvica, la cual es m óvil. Esta estructura se d e n o m in a «sig
cia, atrofia o desplazamiento de la vena cólica izquierda m oide» d e b id o a su m o rfo lo g ía en «S» en un gran n ú m e
norm al (12%). En los pacientes que carecen de arteria có ro de individuos. A efectos prácticos, se considera que el
lica izquierda, la artería colosigmoidea y la arcada para- colon sigm o id e com ienza en la cresta ilíaca y finaliza en la
cólica se refuerzan generalmente con un vaso accesorio (...) tercera vértebra sacra. La porción ilíaca co n stituye la c o n
La artería cólica izquierda origina los vasos colosigmoideos tin u a c ió n en sentido descendente del colon descendente.
(3 8 % ) y sigmoideos (4%) y, rara vez, una arcada inter- Carece de m esenterio y finaliza en el b o rd e pélvico, a p a r
mesentérica. Hemos introducido de nuevo el término «ar tir del cual comienzan el colon pélvico y su mesenterio (m e
teria colosigmoidea»97 debido a la función clave desempe socolon pélvico).
ñ a d a po r este vaso en el colon descendente y el colon El colon pélvico m óvil en form a de o m ega (Q) c o m ie n
sigmoide. Procede de un ángulo situado entre la arteria za en el borde medial del m úsculo psoas mayor. Posee un
cólica izquierda y la arteria mesentérica inferior, y apunta m esenterio (m esocolon pélvico) anclado a la pared pélvi
hacia el área de transición del colon sigmoide. Las ram ifi ca posterior; su fijación semeja la letra griega lam b d a (A).
caciones sigmoides provienen de las arterías colosigmoi El co lo n pélvico finaliza en la unión rectosigm oidea, loca
dea, cólica izquierda, mesentérica inferior o rectal supe lizada en la zona de la tercera vértebra sacra. El mesente
rior. La últim a arteria sigmoidea supone una problemática rio se in te rru m p e en este p u n to . La p o rc ió n m edia de la
herencia de la controversia acerca del pu n to crítico de Su- basal de lam bda se halla en el p u n to de cruce del uréter iz
deck40. No merece ninguna reseña especial. q u ie rd o sobre el borde pélvico -e n el receso m esentérico
Bertelly cois .42 concuerdan con otros autores en que la in te rs ig m o id e o - en posición lateral y posterior con respec
arteria cólica izquierda supone la única arteria cólica ver to a la fosa que c o n tie n e el ovario izquierdo. La rama iz
dadera. q u ierda de lam bda se une al borde pélvico, m ientras que
la derecha desciende en dirección m edial hacia la tercera
Vías linfáticas vértebra sacra. Los vasos rectales superiores se encuentran
en el in te rio r del mesenterio del colon sigm oide.
El d renado linfático se dirige a los ganglios situados en
Shafik 98 ha propu e sto que la unión re ctosigm oidea ac
el recorrido de la arteria mesentérica superior.
tuaría c o m o un esfínter funcio n a l: se abriría de fo rm a re
fleja con la contracción sigm oidea (reflejo in h ib ito rio rec-
Inervación
to s ig m o id e o ) y perm itiría el paso de la c o lu m n a fecal hacia
El sistema a u tó n o m o es el e n ca rgado de estim u la r el
el recto; se cerraría con la contracción rectal (reflejo exci-
colon descendente. Las fibras simpáticas preganglionares y
ta to rio re ctosigm oideo) para im p e d ir el reflujo fecal hacia
posganglionares llegan a través de las ramas esplácnicas
el colon sigm oide.
lum bares de la cadena simpática, y las fibras p re g a n g lio
nares fo rm a n sinapsis en los ganglios mesentéricos inferio
Irrigación arterial y venosa
res. Las fibras parasimpáticas preganglionares llegan a tra
Las ramas sigmoideas de la arteria mesentérica infe rio r
vés de los nervios esplácnicos pélvicos, a través de las ramas
irrigan el colon sigm oide. Puede existir una rama colico-
primarias ventrales de S2, S3 y S4; estas fibras sinaptan en
sigm oidea izquierda de la arteria cólica izquierda que iner
los ganglios parasimpáticos (terminales) intramurales en los
ve la porción proxim al del colon sigm oide. La vena mesen
ricos plexos intermusculares y submucosos.
térica infe rio r es responsable del d renado de esta área.
Consideraciones quirúrgicas
• La movilización del colon descendente se efectúa m edian
Vías linfáticas
te la sección de la reflexión peritoneal en el g u tte r izquier El recorrido de los vasos linfáticos del colon descenden
do a lo largo de la «línea blanca de Toldt». D urante la m o te es el descrito a con tin u a ció n : los vasos linfáticos drenan
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
hacia ganglios situados a lo largo de la arteria cólica izquier El uréter izquierdo atraviesa la basal del mesocolon sigm oi
da; a con tin u a ció n , se d irig e n a ganglios arteriales mesen- de a través del receso in te rsig m o id e o (Fig. 18.37B).
téricos; fin alm ente, drenan ganglios lum bares izquierdos o
Anatomía quirúrgica
Consideraciones quirúrgicas
• Es necesario p ro te g e r el uréter izqu ie rd o y los vasos go-
nadales izquierdos d u ra n te la m ovilización de las p o rcio Mesocolon sigmoide
nes ileal y pélvica del colon sigm o id e (al igual que suce
de en el caso del colon descendente).
• La vena mesentérica infe rio r se puede ligar librem ente.
Cuando sea posible, la ligadura se realizará cerca de su
te rm ina ció n o su desem bocadura en la vena m esentéri
ca esplénica o superior.
• Una sección del colon entre 3 cm y 4 cm p o r debajo del
tu m o r se considera adecuada en los tu m o re s rectosig-
m oideos, puesto que el flu jo lin fá tic o no es re tró g ra d o
en la m ayo r parte de los casos. La mayoría, si no todos,
los ganglios linfáticos afectados se e ncuentran a una dis
tancia de 2 cm o m enos p or debajo del tu m or.
• Es posible que el p ro m o n to rio del sacro constituya una
referencia para localizar la te rm ina ció n del colon s ig m o i
de. Recuérdese que algunos casos infrecuentes presen
tan lenguas de mesenterio co rto en el recto proxim al y en
el colon sigm oide term inal.
• La arteria mesentérica infe rio r ta m b ié n puede ligarse sin
daños en presencia de anastomosis normales entre la ar
teria cólica derecha (en caso de estar presente), la arte
ria cólica m edia y la arteria m a rg in a l que las conecten
con la arteria cólica izquierda.
• La un ió n del m esocolon sigm oide a la pared corporal se
caracteriza p o r una elevada v a ria b ilid a d ". En la mayoría
de las personas, la u n ió n com ienza en la fosa ilíaca iz
quierda y se p ro longa en diagonal hacia abajo y hacia la
derecha. En otros sujetos, la un ió n a d o p ta una m o rfo lo
gía sinuosa (en fo rm a de C, S o U invertida). De acuerdo
Fosa intersigmoidea
con los datos de Vaez-Zadeh y D utz100, el p ro m e d io de
lo n g itu d de la un ió n en 140 necropsias fue de 7,9 (Fig.
18.37A). Estos autores d o c u m e n ta ro n un p ro m e d io de
anchura del mesenterio c o m p re n d id o entre unos 5 ,6 cm
en 100 necropsias practicadas en Nueva York (EE.UU.) y F ig u ra 18.37. M e s o c o lo n sig m o id e . A, D im e n s io n e s (p r o m e
15,2 en 40 necropsias efectuadas en Irán. Se desconoce dio). B, Relación de la basal del m e s o c o lo n sig m o id e c o n el u ré
si esta diferencia se debe a causas genéticas o alimenticias. ter izquierdo. [sk4\
800
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Fuente: Skandalakis JE, Gray SW, RoweJS Jr. Anatomical Complications in General Surgery. Nueva York: McGraw-Hill, 1983; con autorización.
801
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
P e ritoneo
Anatomía quirúrgica
Recto in fe rio r
8 cm / , ---------------
4 cm C on d u c to
2 cm anal
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
fo rm a d a por la fascia del o b tu ra d o r interno, y su vértice se contiene los vasos sacros medios, y suele considerarse un
halla en el p u n to de confluencia de los músculos elevado espacio ind e p e n d ie n te (el espacio retrorrectal o presacro).
res con el m úsculo o b tu ra d o r interno. Am bos espacios se La porción ante rio r e xtraperitoneal del recto está recu
com un ica n posteriorm ente a través del espado retroesfinte- bierta por una capa fascial bilam inar ( fasda de Denonvilliers)
r/ano103. que se p ro lo n g a desde la reflexión peritoneal a n te rio r por
M illig a n 104 se ha referido a la porción infe rio r del espa encima del cuerpo peritoneal. Posterolateral mente, este ta
cio isquioanal (isquiorrectal) c o m o espado períanal. Late bique de te jid o co n ju n tiv o co n tin ú a en el te jid o c o n ju n ti
ra lm ente se co m u n ica con el te jid o adiposo g lú te o y el es vo de los pliegues sacrogenitales o uterosacros y el pilar la
pacio subcutáneo. Suele considerarse p e rte n e cie n te a la teral del recto. Esta capa fascial bilaminar, tam bién conocida
fosa isquioanal. c o m o tabique rectovaginal o rectovesical, separa el recto de
la próstata y las vesículas seminales en el h o m b re , o de la
Espacios pelvirrectales vagina en la mujer. Crea una barrera que im p id e la disem i
nación de procesos neoplásicos o infecciosos en sentido
Los espacios pelvirrectales se hallan p o r encim a de los a nte rio r o posterior.
elevadores, y están lim itados su p e riorm ente p o r el p e rito
neo pélvico, lateralm ente p o r el músculo pubo co ccíg e n o y Espacio submucoso
m e d ia lm e n te p o r el recto. C ontienen te jid o adiposo. Los
elem entos fibrosos del tejido, conocidos c o m o ligam entos El espacio subm ucoso de Shafik 105 se encuentra bajo la
laterales del recto, form an parte de la fascia pélvica y conec mucosa anal y el esfínter interno. Constituye la porción más
tan la fascia pélvica parietal con las paredes del recto y la distal de la submucosa del tu b o digestivo. A u n q u e puede
pelvis. Estos ligam entos co n fo rm a n un triá n g u lo cuya base suponer una ruta de disem inación de infección, no c o n tri
se localiza en la pared de la pelvis y cuyo vértice se une al buye a la disem inación lo n g itu d in a l del cáncer106. Los au
recto. Los lig am entos laterales con d u ce n vasos y nervios tores de este capítulo lo consideran una capa definida y re
rectales medios. lativamente resistente de pared entérica; no obstante, puede
Los espacios pelvirrectales laterales situados a ambos la calificarse c o m o un espacio.
dos del recto se com unican p o r detrás de esta estructura, Un lig a m e n to m ucoso descrito p o r Parks107 c o m o es
p o r delante del sacro y por encim a de los elevadores. Esta tru ctu ra de conexión de la mucosa anal y el esfínter in te r
c o m u n ica ció n se separa de la pared rectal p o r m e d io de la no confo rm a ría el lím ite infe rio r del espacio subm ucoso.
fascia propia del recto y del sacro a través de una fascia pél Ni Shafik 105 ni G o ligher 41 han log ra d o co n firm a r la presen
vica parietal engrosada denom inada fasda de Waldeyer que cia de este ligam ento.
booksmedicos.org
booksmedicos.org
Mm longitudinales
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandalakis
La lí n e a d e e s c is ió n i n c l u y e el m e s o r r e c t o
Anatomía quirúrgica
F ig u ra 1 8 .4 2 . El «plano sagrado». A, Representación diagramática. B, Plano propuesto de escisión indicado por una línea
punteada, [heó]
• Escisión mesorrectal.
• Escisión extrafascial del recto.
Law y cois .113 recom endaron la creación sistemática de
un estoma en el h o m b re y la utilización selectiva de la deri
P rnctata
vación en la mujer, a fin de evitar fugas anastomóticas bajas
tras la resección anterior baja con escisión mesorrectal total.
Varios autores se han inclinado por la escisión mesorrec
tal total o parcial del carcinoma rectal114'119. M a u re ry cois .120
afirm aron que la cirugía con conservación de la c o n tin e n
cia m e diante e xtirpación parcial o total del m esorrecto en
pacientes aquejados de carcinom a rectal o b tie n e resulta
dos satisfactorios en más del 8 0 % de los casos.
Ir r ig a c ió n a r t e r ia l y v e n o s a
booksmedicos.org
booksmedicos.org
* Skandalakis
D renado Drenado
in t r a m u r a l e x tra m u ra l
Anatomía quirúrgica
S e n tid o cra n e a l
P ed ículo
re c ta l s u p e rio r
(r e c to s ig m o id e )
R e f le x i ó n
p e r i t o n e a l a n t.
La anatom ía de las metástasis de los tum o re s m alignos 4. Rutas adicionales de diseminación tumoral. El cáncer se
del colon y el recto podría ser la descrita a c o n tin u a ció n disem ina: a) a través de vasos linfáticos desde los g a n
(Fig. 18.46): glios epiploicos cercanos a ganglios paracólicos, in te r
1. Estadio intramural. El cáncer com ienza en el epitelio de m edios y, fin a lm e n te , principales; b) p o r m e d io de la
la pared colònica. Su d isem inación lo n g itu d in a l en la cavidad peritoneal con im plantes en las superficies se
submucosa es poco frecuente y, en caso de darse, tan rosas de otras visceras. Ueno y cois .129 a firm aron que la
sólo se p ro lo n g a algunos c e n tím e tro s 106. N o aparece afectación neoplásica indirecta de los nervios a u tó n o
ninguna metástasis en ta n to en cuanto el tu m o r no haya mos extrarrectales y /o te jid o circundante es p ro p o rc io
invadido la mucosa y la submucosa y afectado a las ca nal al g rado de disem inación neoplásica al mesorrecto.
pas muscular y serosa. La afectación de un plexo nervioso c o m p o rta un p ro
2. Extensión directa. El te jid o adiposo pericólico suele ser nóstico desfavorable.
la prim era estructura vecina afectada. La disem inación linfática lateral es poco frecuente, y se
3. Drenado venoso. La vena mesentérica infe rio r y la vena lim ita a lesiones situadas a una distancia inferior a 4 cm de
p orta co n fo rm a n una ruta evidente de metástasis a hí la línea pectínea. Las lesiones localizadas p o r e n cim a de
gado y pulm ones. Una segunda ruta está fo rm a d a por este nivel se disem inan en se ntido ascendente a lo largo
las venas pélvicas a la venas vertebrales127, y perm ite ex del sistema arterial m esentérico inferior/rectal superior130.
plicar las metástasis a la co lu m n a vertebral. El hecho de que la recurrencia de los tum ores del tercio in
Según Koch y cois.128: ferior del recto sea notablem ente más elevada que la corres
La enfermedad metastásica en el cáncer colorrectal se p o n d ie n te a las lesiones de los dos tercios superiores hace
debe a la diseminación hematógena de las células tumo- pensar en una disem inación lateral más frecuente de lo que
rales (...) La tasa de detección estadísticamente significa se había pensado ¡n id a lm e n te 131.
tiva en sangre venosa mesentérica pone de relieve la im De igual m o d o , la disem inación en sentido descenden
portancia de la función del hígado como filtro de células te de las lesiones rectales es rara, y p ro b a b le m e n te se o b
tumorales circulantes en la sangre venosa porta. No obs serve en un 2 % de los casos132. La resección a n te rio r del
tante, la detección de células tumorales en sangre venosa tu m o r debe incluir un m argen distal de 2 cm a 3 cm con
central y periférica demuestra que se trata de una acción respecto al tum or.
limitada, e indica una diseminación hematógena sistèmi A pesar de la aplicación generalizada del sistema de Du-
ca precoz de dichas células en el cáncer colorrectal. kes de 1932 y de su s im p lic id a d y e xa c titu d , W illiam s y
808
booksmedicos.org
booksmedicos.org
M ucosa
Subm ucosa
Capa m u s c u la r E x t e n s ió n
T e jid o a d i p o s o
S e ro sa
M e tá s ta s is
D is e m in a c ió n p e r ito n e a l
Venas
F ig u ra 18.46. Diseminación de u n carcinoma
- V. m e s . inf. prim ario del epitelio colònico. Puede disem i
- V. p o r t a narse m ediante su extensión en la submucosa,
G a n g lio s p a ra c ó lic o s
- V. v e r t e b r a l o bien por disem inación peritoneal por exten
sión al tejido adiposo subseroso. Más a m e n u
do, las metástasis se disem inan a través de las
vías linfáticas hasta ganglios linfáticos princi
pales en la raíz del mesenterio o bien a través
de venas hacia el sistema venoso porta. El gro
G a n g lio s p rin c ip a le s sor de las flechas indica la frecuencia con la que
se produce la diseminación. [sk4\
Beart 133 a firm aron que los siguientes elem entos deberían el útero, las tro m p a s, los ovarios y la pared vaginal poste
considerarse factores pronósticos de supervivencia que de rior, los ligam entos cervicales laterales y anchos, los múscu
sem peñan una fu n c ió n en la ecuación de estadificación: los elevadores del ano y el tejido adiposo isquioanal (isquio-
n ú m e ro de ganglios linfáticos positivos, p ro fu n d id a d de la rrectal) en continuidad dentro de la resección del carcinoma
invasión, nucleopatología, características de la citom etría de los dos tercios inferiores del recto.
de flujo, g ra d o histo ló g ico e invasión vascular o linfática.
Estos autores se inclinan p o r el sistema T N M (tu m o r, g a n
glios, metástasis). I n e r v a c ió n
Granfield y cois .134 describieron que la TC sistemática
A c o n tin u a ció n se describe la posible inervación a u tó
de las regiones abdom inal y pélvica revela la distribución de
n om a del recto y el ano. La inervación m o to ra del esfínter
las metástasis regionales de ganglios linfáticos en el carci
rectal in te rn o procede de las fibras simpáticas que causan
nom a del lado izquierdo del colon, el recto y el ano.
su contracción. El nervio esplácnico pélvico (parasim páti-
co) y el nervio h ip o g á s tric o (s im p á tico ) inervan la pared
D re n a d o lin fá tic o a ó rg a n o s a d y a c e n te s
rectal inferior. En c o n ju n to , estos dos nervios con fo rm a n el
M a d d e n y M cV eigh 135 destacaron la im p o rta n cia de la plexo rectal. Los m úsculos elevadores del ano reciben la
com unicación linfática entre los tum ores del colon localiza inervación de los nervios sacros tercero y cuarto.
dos en el á n g u lo esplénico del colon y los ganglios lin fá ti Davies 137 c o m e n tó lo siguiente con respecto a la inerva
cos del hilio esplénico. Estos investigadores recom endaron ción del recto, la vejiga y los genitales internos en la disge-
la e xtirpación en b lo q u e de la m ita d distal del colon trans nesia anorrectal en el h o m bre:
verso, el á n g u lo esplénico del colon, la to ta lid a d del colon Se ha estudiado la anatom ía del plexo nervioso autó
descendente y el colon sigm oide p ro x im a l con sus mésen nomo pélvico en necropsias de hombres normales y anó
tenos, la m ita d distal del epiplón mayor, los dos tercios pro- malos realizadas mediante un abordaje sagital posterior
ximales del lig a m e n to gastrocólico, el bazo y la cola del para exponer las visceras y los nervios retroperítoneales.
páncreas c o m o resección adecuada que abarcase el siste Este plexo se halla en la superficie anterolateral del recto
ma linfático. inferior, y está rodeado de fascia endopélvica. Los nervios
Block y Enquist 136 identificaron un elevado n ú m e ro de autónomos que inervan el plexo llegan a él posterior y la
canales desde el tercio inferior del recto hacia la pared va teralmente con respecto a la línea media al pasar p o r en
ginal posterior, el fo n d o de saco, los ligam entos anchos y cima de la superficie del recto. Los nervios pertenecientes
los ligam entos cervicales (cardinales) laterales. Por este m o al plexo se distribuyen con las ramas terminales de las a r
tivo, recom endaron la inclusión del recto, el fo n d o de saco, terias ilíacas internas, fundamentalmente con los vasos del
809
booksmedicos.org
booksmedicos.org
• Skandaiakis
Cápsula fascial ción y las fibras parasimpáticas que las in h ib e n . Estas úl
del recto tim as llegan a través de nervios esplácnicos pélvicos, que
ta m b ié n transportan las fibras nerviosas aferentes que m e
Anatomía quirúrgica
V a s o s y n e r v io s
re c ta le s s u p e rio re s
V a s o s v e s ic a le s
in fe r io r e s
N e rv io s s im p á tic o s
ly c 'v io s p a r a s im p á tic o s
F a s c ia d e D e n o n v i l l i e r s F a s c ia d e W a l d e y e r
F ig u r a 1 8 .4 8 . A n ato m ía del plexo
nervioso pélvico en presencia de un rec
to y u n conducto anal normales, [da]
810
booksmedicos.org
booksmedicos.org