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W. K. C. GUTHRIE HISTORIA DE-LA FILOSOFI[A GRIEGA I LOS PRIMEROS PRESOCRATICOS Y LOS PITAGORICOS VERSION ESPANOLA DE ALBERTO MEDINA GONZALEZ & EDITORIAL GREDOS MADRID oo BIBLIOTECA SCTORIANA DE CIENCIAS SOCIAIS HUMANIBADES 9. Ex Locos Heraclito_creyé primero _y ante todo en un Logos. El comienzo_de su libro era una afirmacién solemne de la verdad o existencia real_de este Logos, que, segtin él mismo dice, determina el curso_de_todo_lo_que_ acontece. Es razonable suponer (con Gigon) que los demés fragmentos que hablan del Logos en este mismo sentido pertenecieron también a la parte introductoria de la obra. Nuestra primera tarea consiste en com- prender qué era este Logos, pero debe destacarse un punto de antemano. Cuando Herdclito dice que «todo acontece de acuerdo con este Logos» (fr. 1), 0 habla de «el Logos que ordena todas las cosas» (fr. 72), parece que esta usando la palabra en un sentido especializado. Por otra parte, igos era una palabra comin que, en el uso corriente, abarcaba un am plio campo seméntico, y en otros contextos la emplea como nadie més Jo habfa hecho. No debe creerse que, aun cuando se apropia de ella para un uso peculiar a su propia filosofia, se aparta por completo de sus usos ordinarios. En los fragmentos siguientes no existe dificultad para traducir la palabra: se usa de una forma similar a la que podrfamos hallar en otros escritores del siglo v y, por supuesto, en Herddoto, que era también jonio. como él lo esta, de que, en consecuencia, Ia palabra inglesa nature «naturaleza» sea una traduccién completamente errénea. 396, Historia de la filosofia griega, I Fr, 108: «Ninguno de cuantos les he escuchado [dgoi ha legado a com- prender...»' (con el significado de «palabras»; infra, sentido 1). Fr. «Un esttipido se excita por cada ldgos» («rumors, «informacién»; infra, sentido 1). «Bfas... cuyo 1dgos fue superior al de los demas» («consideracién», ; infra, sentido 2). : «La Tierra... tiene su medida en el mismo /dgos que existia antes de que se convirtiera en tierra» («proporcién»; infra, sentido 6). Por todos estos motivos parece oportuno empezar con un breve bos- quejo de las formas en que la palabra solfa usarse alrededor de la época de Heraclito. Légos en el siglo v 0 con anterioridad significaba *: 1) Todo lo que se dice (de palabra o por escrito). Una historia, fébula © narracién (Hdt., I, 141)%, fuera ficticia o verdadera (Tuc. I, 97, de su historia de la Guerra del Peloponeso). Una exposicién de algo, explicacién de una situacién o circunstancias (Pind., Ol. VII, 21, Pyth. II, 66, IV, 132; Estesicoro, 11, 1 Diehl), Noticias, novedades (Eur., Bach, 663). Un discurso (Tuc., I, 22, 1, que describe su intencién al escribir los discursos, quiz no comin hasta finales del siglo v, aunque Hat., VIII, 100, 1, se aproxi- ma mucho). Conversacién en general (II. XV, 393, Od. I, 56; Pind., Pyth. IV, 101; Ar., Avispas 472; Hdt., III, 148, 1). Referido a la respuesta de un orécu- lo, Pind., Pyth. IV, 59. Rumor, informacién (Batr. 8; Tuc., VI, 46, 5; Hdt., I, 75, 3), algo que se dice cominmente o con cardcter proverbial (frecuente en los trégicos, por ejemplo, Esqu., Ag. 750; Séf., Tr. 1). Mencién, noticia. Asi el esclavo Jantias, de pie, con el equipaje a la espalda, mientras su amo habla con Heracles, se lamenta: «Pero de mi y de mi hombro dolo- rido no existe Idgos> (Aristéf., Ranas 87). Asi, también se dice que hay cosas que merecen /dgos. (En el invierno de Escitia «no hay Iuvia que merezca Idgos», Hat, IV, 28, 2. «Mas grande que 1gos», en Tuc,, II, 50, significa «imposible de describirs, Es facil ver aqui cémo vamos pasando sin darnos cuenta al significado de «valia», econsideracién», del sentido (2). Se usa con mucha frecuencia referido a meras palabras, en cuanto opuestas a Ia accién o los hechos. Asi S6f., El. 59: «¢Qué dafio me hace si muero de égos, pero de hecho estoy a salvo?» Hdt., IV, 8, 2: «Ellos dicen, en Iégos, que Océano rodea Ia tierra, pero no lo prueban realmen- tes; también, entre los filésofos, Demécrito, fr. 82, Anaxdgoras, fr. 7. Esto puede relacionarse con el hecho de que en la literatura més arcaica parece que se usa con mas frecuencia referido a palabras sutiles y engaftosas (Od. I, 56; Hes., Th. 229, 890, Erga 78, 789; H. Herm. 317; Teogn., 254). ‘Adn en este mismo apartado referido a cosas que se dicen o escriben, tenemos los significados de un tratado o acuerdo (Hdt., VII, 158, orden (Esqu., P. V. 40, Pers. 363); una seccién de una obra escrita (Hdt,, V, 36, VIL, 93, y cf. la distincién entre un 1égos y el siguiente en Hesio- do, Erga 106; Jenéf., fr. 7, 1 DK; Pind. Pyth, X, 54); citado en el sentido 35 No se ha intentado en esta cuestién ninguna discusién filolégica exhaustiva. Un andlisis mas minucioso puede verse en H. Boeder, en Arch. f. Begriffsgesch., 1958, pags. 82 y sigs. 36 Doy, por lo menos, un ejemplo de cada uso, aunque alguno es, por supuesto, tan comtin que los ejemplos se podrian citar por docenas o centenas. Herdclito 397 financiero (Hdt., III, 142, 5 «Tit rendirds Idgos de los fondos que han pasado Por tus manos»), y, asf, general o metaforicamente, Hdt,, VIII, 100, 3: erin. diendo Idgos de sus actos» (encarando las costas, pagando el castigo). 2) La idea de «mencisn», ya citada, lleva como consecuencia natural a a de valoracién, estima, reputacién y, por Io tanto, de fama (Pind., Isthm. V, 13 y 26, Pyth. VIII, 38). En Sét., 0. C. 1163, se dice que Ia proteccién de un dios no era de poco Iégos. Esto es comin en Herédoto, como, por ciemplo, ser de légos a los ojos de alguien (I, 120, 5), a los ojos del Rey CV, 138, 1), de mucho 0 poco iégos (II, 146, 3; I, 143, 2, etc). Mantener © fener a un hombre «en idgos» es honrarlo (Tirteo, 9, 1, Diehl). En Esqu., P. V. 231 se dice que Zeus no tenia 1dgos de los mortales, El mismo significado podrfa haberse expresado diciendo que no eran de ningin 16gos a sus ojos, pero, en este uso, la palabra probablemente corres- Ponde al encabezamiento siguiente de «pensamientos: Zeus no tenia pensa- miento © preocupacién de los mortales, no se cuidaba de ellos, (Asi también Pind., O1. VIII, 4; Hat,, I, 117, 1, et. En I, 62, 2, los atenienses al principio «no tuvieron dgos de Pisistrato», es decir, no se preocuparon de 4) 3) Para los griegos la nocién de tomar en consideracisn, sopesando los Pros y los contras, se presentaba por lo general como si uo mantuviera Una Conversacién consigo mismo, Debido a ello, Idgos adquiére también este significado”, Eur, Med. 872, muestra Ia transicién, porque el giro de Me- dea «yo he reflexionado detenidamentes significa, literalmente, «He reflexio- nado conmigo misma> (cf. Tro. 916). Como con anterioridad en Parmédi. des, 1dg0s puede oponerse, en este sentido, en cuanto pensamiento o razo- namiento, a la mera sensacién, aunque en otro lugar el mismo escritor lo usa referido a su verdadera exposicién de las cosas (8, 50) 0, en plural, con el simple significado de «palabras» (1, 15). Muy préximo se halla el significado de «en su 16gos» (Hdt., VIII, 6, 2) gue, de acuerdo con el contexto, significa «opiniéns, El Idgos (en este caso, de que la flota griega deberia destruirse) es lo que hubieran dicho ei se les hubiera preguntado y se lo hubieran dicho a si mismos, 4) Otra evolucién sencilla a partir del significado de palabra hablada o escrita es Ia nocién de causa, razén o argumento. «Por qué ella envié Ubaciones, por qué J6gos?» (Esqu., Cho. 515). «¢Por qué guardas silencio sin ningdn Idgos?» (S6f., Ph. 730). Asi, tener légos, referido a un stijeto neutro, Significa ser discutible o razonable (S6f., El. 466): desde el siglo 1, por lo menos, lo hallamos con un sujeto personal en el sentido del francés avoir raison (Plat6n, Apol. 34 B). Las Nubes de AristOfanes presenta la disputa entre el Logos Mejor y el Peor (argumento). Presumiblemente porque se trata de una razén basicamente hablada, se usa también referido a una causa que solamente se alega, a un pretexto (S6f., Ph. 352) y, a veces (como Por supuesto en Esqu., Cho, 515), es dificil estar seguro de si se alude a una causa auténtica o inventada. 5) En contraste con los significados de «palabras vanas» o «pretexto», tenemos Ja frase «el idgos real» (Hdt., I, 95, 1; 116, 5) indicando la verdad de la cuestién, algo como en I, 120, 2; los reyes verdaderos son «reyes en el verdadero Iégos». 27 _De un modo semejante también 8001 en Hom., I. I, 545, significa pensamientos indecibles, 398 Historia de 1a filosofia griega, I ‘Los significados considerados hasta aqui pueden amalgamarse con facili: dad entre si. Otros son un poco mas especializados. 6) Medida, plenitud o mesura, Hdt., III, 99, 2: «No muchos de ellos alcanzan el 1gos de la edad anciana»®. Cf, Tuc., VII, 56, 4 (el mimero completo). 7) Correspondencia, relacién, proporcién. Esqu., Sept. 517 y sigs.: Hiper- bio habia adornado su escudo con una figura de Zeus, el emblema de su ‘oponente es Tif6n. Como Zeus derrot6 a Tifén, é1 dard la victoria a Hiperbio ssegin el [égos del blasén» (como corresponde, conforme a). Teognis, 417 y sigs: «Yo soy como el oro que se somete a la piedra de toque del plo- mo, hay un Idgos de superioridad en mi» Hadt., II, 109, 2: Si una parcela de tierra de un egipcio era reducida por el Nilo, él pagaba el impuesto sobre lo que le quedara «en (de acuerdo con) el légos del impuesto origi- nalmente asignado». En VII, 36, 3, Herédoto habla de dos cuerdas de lino y cuatro de papiro. «Su sutileza y calidad eran idénticas, pero las de lino eran més pesadas en [égos.» (En proporcién: en sentido absoluto las dos pesarian menos que las cuatro cuerdas de papiro.) Luego, en Platén, este sentido es comin y se generalizé también hasta el punto de que frases adverbiales con 16gos no pueden significar sino «de un modo similar». En el sentido de proporcién estrictamente matemética 0 raz6n, ldgos es frecuente en Platén y Arist6teles, pero probablemente no existe ningtin ejemplo documentado, de un modo indudable, desde el siglo v, més cercano que el de Hat., VIT, 36, ya citado. Sin embargo, si tenemos en consideracion las exposiciones en Aristételes sobre los pitagéricos del siglo v, es imposible creer que no utilizaran la palabra en ¢: Otros dos sentidos de la palabra son particularmente relevantes para nuestro subsiguiente examen del uso que Herdclito hizo de esta palabra: «principio general, Jey o norma» y «la facultad de la raz6n», Estos no parecen, en modo alguno, la misma cosa; sin embargo, la misma palabra, Idgos, aparece en contextos en los que es dificil decidir cuél serfa la mejor traduccién. Otro punto que hay que: destacar es la escasez de ejemplos en fl siglo v, en donde ambas traducciones son indudablemente correctas. 8) Principio general o norma. Légos significa esto en algunos contextos del siglo 1v, como cuando Aristételes habla del «/dgos correcto» en las Zticas, Algunos ejemplos del siglo 1v parece que se han traducido erré- neamente, Por ejemplo, LSJ citan bajo este encabezamiento a Pind., Ol. 1, 22, donde parece significar «esta sentencia», y Nem. IV, 31. En este pasaje, Pindaro dice: «Se mostraria a si mismo como un inexperto en el com bate quien no comprendiera el Iégos: la hazafia leva aparejado el sufri- miento.» Las tltimas palabras venian a ser un lugar comin griego, y és indudable que para el espiritu griego representaban un principio general, un aspecto de los comportamientos normales del mundo, pero el sentido Bo exige que [6gos signifique algo més que

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