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Arnold Hauser: Sociologia del arte Sociologia del publico el in Sun ‘Titulo orginal: Scioopie der Kens» Vicente Romina. Villalba iciones Guadorramo ser rial Labor, S. A. Cala, 235239, Coleccién Bara 3, BP Universitario. Deporte. M3197 de Balsilo ISBN: £153335006 obra compen ‘ be comple Punto Inpro en Gris Ira, SA Nate Herds, 3 Omega WADaID 19 El arte del pueblo 1. Teoria Lo ingenuo y lo No basta con mencionar el valor problemético de la produecion situada entre el arte sublimado de la dlite ilustrada y el arte del pueblo ingenuo y sin unin interior con ninguno de ellos, hay que poner en tela de juicio la claridad, pureza y validez estétca de la ingenuidad en el arte en general. La ereacién artistca del pueblo tampoco es totalmente «ingenua», enteramente impulsiva, sin se leccién ni critica. El arte empieza donde se reinen la intencion, el medio y la habilidad, La configuracin automitca, sin ningin plan que Ia dirija y sin ninguna critica que la controle, no tiene nada aque ver con él. Ya no exist, si es que lo hubo alguna vez, el ehom- bre sencillo, natural, de impulsos sanos y gusto no corrompido», ue corresponderia al ideal rousseauniano en el arte. El buen gusto, ; nace de necesidades culturales, aunque tenga condicio- nes naturales, ese a st aparente parentesco, el arte del pueblo y el arte po- pular tienen pocas puntos de contacto entre si. Generalmente, el arte del pueblo no es mis que un ealeo del arte sublime, y los valo- aras veces guardan una relacién apropiada con la pér: id artistca que experimentan los modelos en el proce- so. La concepeién que uno se encuentra a veces de que el arte des- tinado al actual pablico de masas es la continuacién del primitive arte del pueblo, se basa Gnicamente en el rasgo de lo propia, pero fuera de los distintos individuos coneretos mo hay nin ‘gin substrato real que portase estas manifestaciones.\¥ si hay algo asi como una propiedad espiritual colectiva, tal como se puede ima- 1 por ejemplo, el arte del pueblo, lo’ cierto es que no existe ningiin creador supraindividual, homogéneo, espiritualmente inte- ‘grado, a quien se pudiera atribuir el origen de lus partes individuales g . El alma del pueblo es uns construceién puramente pricoligiea; puede atribuirsele un sentido exactamente definible, pero no ninguna acted expla espontinesy suténoma.La-eactn_atstin colectiva que no estuviera compuesta a base de aportaciones indi- vidualmente suténomas seria impensable en su proceso y en si nexo,|Su nocién, en evinto unidad indivisible, forma parte de ese init del «genio del pueblos, que, segtin la opinién de Guillermo Dilthey, es tan inti! para la expicacion historiea de les procesos cspirtuales como, por ejemplo, el concepto de la fuerza vital para las tareas de la fsilogla . La obra de arte es producto de un indi- vviduo no sélo como totaidad final sino tambien en todas sus par- tes estéticamente diferenciables\ Igual que tuvo que abandonarse 2 tira del pueblo como portadora de una Tandon arisen, tambien hhay que abandoner el concepto de clase 0 grupo social como per sonifeacién del proceso ereador! No sélo cada cancién popular ais Tada o cada version de un cuento popular es producto de un autor individual, también las formas artsticas més impersonales, las vs- riantes més insignifieantes de una cancién y los adomos especiales mas pequefios de una decoracién por lo demas idéntica, proceden de personas individuales. La sociedad, el estamento o la clase, la ‘deologia de una comunidad de intereses carecen de ojos y manos, para pintar, de oidos y pulmones para cantar, de vivencias y de vo- Tuntad coleetivas, lo mismo que el alma o el espritu popular. Solamente el individuo puede pintar, cantar, expresarse de una manera comprensible, sungue lo haga’siempre «por encargo> y como «portavez» de un eoletivo y desde un principio sea parte de tun grupo 0 portador de su espirtu, de una ideologia que no puede revelarse de otra manera. Pero si se considera en este sentido la crea- ciém artistica como actividad inseparable del ‘ndividuo, no ocurre porque se supone, por ejemplo, que la génesis de una obra de arte dlepende neceseriamente de la efectvided de un ser inspirado y pre- \G. Dilthey: Binfotung in die Gsistcwtzenschaft, 1922, p31 y si. 709 supone la integridad e indivisibilidad de un espiritu miticarsente dotado y movido. La inevitabilidad de la participacién de una indi- Vidualidad en la creacién de una obra de arte puede mentenesse aunque uno no persevere incondicionalmente en el principio de is uniformidad y homogeneidad del factor creador. Las distintas facul- tades espirituales, fonciones, inelinaciones y objetivos de un indi- viduo, reveladas en el proceso ereador, la capacidad de concepeién artistiea y su ejecucién adecuada, las habilidades téenicas, los c terios del gusto, la autocritica, la voluntad y el valor de corregir y acomodar, de adaptacion mutua de los medios y del contenido ex- presivos presuponen una division tan amplia de las formas de pro- ceder dentro de la dotacién espiritual de la personalidad individual como la diferenciacién mas meticulosa de los cometidos y de la division mas especitica del trabajo dentro de un colectivo por variada que sea su composicién a idea de una capacidad espiritual comunal como origen de creases artistas es tan Impensabe como la de un artista que se expresara en formas totalmente personales, ‘inicamente creadas por y referidas a si mismo, sin pensar en ningin oyente ni obser- vador, en ningiin pablico ni en ninguna comunicacién entre el yo yeel til Mas si el individuo piense, siente y crea siempre en el con- texto de un grupo, no existe fuera de él ningin principio que entre en consideracién como portador del pensamiento o de la creacién por el grupo. La idea de que la propiedad espiritual comin de un pueblo, sus usos y costombres, convenciones € insttuciones, su arte y su poesia, son ereacion de un esfuerzo espiritual comin y resultado del trabajo coordinado segiin un plan o de la improviss- cid colectiva, no es mas que fantasia roméntica. No existe ninguna norma moral o costumbre decisva, ningin principio de fe o de de- recho, ninguna idea artistiea © poética, que deba su origen a un impulso puramente colectivo, anéaimo, completamente impersonal. Hasta el ornamento més sencllo, Ia cancién de amor mas corta y cl euento popular més ingenuo son creaciones individuales, aun: {que se las apropie en un tiempo muy corto un grupo social y se conciertan en «arte del pueblo» por adopeién, reproduccién 0 va riacién. No existe ningin alma popular que sea capaz y se sienta rotivada a componer un porma o una eancién, de inventar una historia o una decoracién, © incluso de crear tinieamente un nuevo sito lingiistico, una nueva imagen poétiea o la forma lingistica fextraordinaria mids sencilla, Una eancién, un cuento o un omamento no Thy vformae@ rp pueden ser, naturalmente, tan populares que al fin nadie pueda decir ya quién los invent, y debido a la repeticién constante y a la adaptacién continua adoptar un aspecto tan convencional que se borren sus rasgos peculiares, individualmente condieionados. Mas no por eso dejan de ser sus autores individuos, pues hasta el menor cambio en las figuras, como la torsién de una linea del modelo original o la sustitucién de una palabra por otra en un texto por lo demas inalterado, es una empresa personal, aunque el innovedor no tenga la menor conciencia de haber emprendido y realizado algo, Roman 19 y psleoanilisis Toda la teoria roméntica del arte del pueblo se basa én un ‘error de pensamiento:\jgnore_qne-en.la composicion de una can- cin pueden participar ciertamente varies individvos uno tas otro, ero no uno junto a otro, y que nace como resultado continuamente modifcado de una adaptacién paulatina, y mo como la decision tundnime de una especie de comité de accién,) Como todo estilo artistico y mental, el arte del pueblo ex Te ereacién de individuos y la propieded de muchos, y lo mismo que no existe ningune obre de arte que represente totalmente un estilo historic, tampoco hay ninguna version de una cancién popular que pueda considerarse la Ginica decisiva, todas las versiones son licitas y relevantes. El ca- ricter colectivo de las canciones populares consiste més bien en que vvan de boca en boca en vez de en el fenémeno més raro de que se canten por muchos al mismo tiempo y de igual modo. El romanticismo desvistié al arte del pueblo de sus rasgos histé ricos concretos,transiormandolo en un fenémeno conceptualmente indeterminado, indefnido por su génesis, a fin de poner de relieve su supuesto cardcter universal y primigenio. A ningin producto del ‘spiritu. humano se aferraron tanto Las idess ieracionales de la flo- sofia roméntica de la historia y del arte como en la epopeya, Ie can- cin y el euento populares, bs cuales, en Ia forma que los presents l romanticismo, son més bien su invencién que su descubrimiento Se necesita bastante tiempo hasta que la ciencia consiguié iberarse de In idea de un pueblo colectivamente improvisador y situado en tun medio indiviso de la prehistoris, y darse cuenta de que todo pro- ducto del arte del pueblo, Yoda cancién popular y todo motivo de tuna cancion tiene su hora y su lugar de nacimiento y su autor particular EI llamado crecimiento ingenuo y natural, vegetalmente orga nico e instintivamente inconsciente del arte del pueblo era para el romanticismo el_prototipo del acto secreto de ereacién, del que creian poder derivar todo lo artisticamente valioso. Los puntos de contacto entre romanticismo y psicoanilisis no son en ningiin sitio la fetichizacién de este acto aparentemente én psicoanalitica de las formas espirituales tuyo en el arte del pueblo su campo de investigacién mas feeundo, y el folklore romantico no experimenté mas estimulo ni confirma ‘ién aparente por ningiin método cientifico modemo que por el psicoanilisis. Evidentemente, la identifeaciin del pueblo con sus poetas y cantores es mis fuerte y duredera que In de los iustrados ‘con sus dirigentes y portavoces espirituales. Es sobre todo en este sentido en el que el arte del pueblo crea una situacion importante desde el punto de vista psicoanalitico. En esto radica el earicter eo- munitario y se basa la popularidad de las obras, A la proximidad fentre productores y consumidores del arte del pueblo se opone la incoherencia y discontinuidad de su estructura interna. Y Ia incohe. rencia de las ideas e imégenes que permite a menudo una mirada directa en lo inconsciente, deviene pars el psicoanilisis una fuente de informacién tan valiosa como la identifieacién total de los suje- tos receptores con las comunicantes. Por eso falta en las obras del arte del pueblo ese equilibrio de las contradieciones esa ligazon de las fisuras que predominan en las demés representaciones artis- ticas y borran las huellas delatoras de actividades mentales, impulsos e inclinaciones inconscientes. Ca panticularidad del arte del pueblo reside principalmente en la cireunstancia de que, pese a su necesided, Ia influencia del indi Viduo se reduce a un papel relativamente pequefio, y que, en cuanto portador del proceso artstico, es representante de los objetivos ar- tisticos uniformes de su grupo en un sentido mucho més riguroso que en el caso del autor o receptor de las obras de arte sublime,/Pues ‘aunque el elemento mas pequefio de una cancion popular 0 ~ trabajo artesanal_ campesino es un produeto individual, tamu.cn 6 cierto que sus formas mis complejas estin constituidas de tal manera que cada miembro de la comunidad puede sentirse como autor suyo. tuna cancién popular no pudo ser compuesta por cualquier miembro de Ta comunidad, ocurre que los talentos son, en verdad, individueles, pero los intereses espirituales y las Venis express son somaya repien constantent) 712 El piblico del arte del pueblo no es eapaz ni apto de considerar 1 arte como arte y juzgarlo segiin pautas formales, a diferencia del piiblico del arte sublime, que valora el producto artistico como una victoria de su autor sobre una dificultad téenica y se interesa mis por las vicisitudes inherentes a la creacién artistica que por el des- tino del héroe fieticio en torno al cual gira la obra. Los portadores del arte del pueblo ignoran por completo tales dificultades y los autores del arte popular estin precisamente orgullosos a menudo de no haber dado nunca con ellas. El arte del pueblo parece estar ya en relacién directa con el inconsciente a causa de esta despreocu- pacién formal, Jase popular y campesino, La separacidn fundamental de la poesia popular respecto de la artistica efeetuada por el romantiismo en el sentido de que el arte del pueblo es algo erecido orginicamente y trasplantado en el ca- mino de una tradicién ininterrumpida, mientras que el arte de los ilustrados es una actividad consciente y experimental de acuerdo con un plan, sigue siendo atin decisiva para Alois Riegl* Al ex- clair, en principio, del arte del pueblo todo lo que conlleva un ca acter profesional lo define sencillamente como trabajo e industria, domestica de los campesinos, quienes producen y consumen ellos :mismos sus utensilios. Pasa sobre todo a la construccién campesina asi como a la produecién de la mayoria de los utensilios para las iglesias y obras escultérieas. Cierto, el pueblo participa evidente- mente en la produecion del arte propio mucho mis que la clase sefiorial 0 la poblacidn urbana en estrecho contacto con éta, pero Ja mayoria de las representaciones figurativas, las tallas y grabados que adornan sus aposentos, los objetos insttucionales de las iglesias de aldea y de los lugares de peregrinacién, proceden en su mayor parte de artesanos que, por lo general, provienen del pueblo pero que apenas pueden inctuirse en el pueblo en el sentido de ese es tudio. Riel se aferra también a la teoria romdntica acerea de la homo: sgeneidad del espiritu popular e insste en que las formes tradiciona Tes de arte son propiedad comin de todo el pueblo y no de una clase especial. No ve que sdlo puede hablarse de un arte del pue- * Alois Rigl: Vollkunst, Houses und Hausindustre, 1894 713 blo ante la existencia de diferencias de clase y de educacion y dni- ceamente en contraste con el arte de capas de instruccién no perte recientes sl pueblo.\EL arte del pueblo no nnidad sino, como la produccion artistica sod gro social Cabo queen In identeacion de arte del poe blo con arte campesino Riegl haya sido inducido a error por la circunstancia de que el arte modermo del pueblo proviene en su mayor parte de los campesinos. Pero aunque todo arte del pueblo fuese arte campesino, no todo arte campesino podria figurar como arte del pueblo. En et Neolitico 0 en la época de las migraciones de pueblos, como ya se observ, puede hablarse por cierto de una cultura y de un arte campesinos, mas apenas si puede hablarse de un arte del pueblo en sentido propio puesto que junto al arte de los campesinos, la gran mayoria de la produccion activa, no existe nningin arte seforial, a no ser en forma de objetos de adorno para los campesinos ricos y unos cuantos gobemantes, objetos que, por €l tipo, no se diferencian de los demas productos del arte campe- sino. Pero si falta la diferenciacién social y educacional que forma parte del concepto de arte del pueblo, entonces hay que ealificar 1 toda la produceién artista de Ia época como «arte del pueblo», con lo que se oscurece asi el verdadero sentido del concepto, Calturn comus ‘Apenas puede pensarse ya en una «primitiva cultura comunita- ria» en los tiempos de las invasiones nordieas, por ejemplo, cuando las tribus campesinas germénicas eran las portadoras de la cultura, puesto que se ha roto ya Ia actitud animica subyacente a semejante cultura, aunque ain faltan las distintas eapas de instruccién en el sentido posterior. Es dudoso, ademés, que haya existido nunea tal «cultura comunitaria» segin la imagen romantica de Hans Nau- mann’, y que la nocién de cultura no incluya de antemano, més bien, la de una division de Ia sociedad. La fase evolutiva en la que pudo aparecer Ia poesia, tal como nosotras la entendemos, tiene que haber emanado ya del estado de esa comunidad. Pues es im- pensable que se compusieran poesias antes de poder tener coneien: cia de si mismo como individuo y querer diferenciarse de los de- mas. Como ccurre siempre en el arte del pueblo, Ia individuacién » Hans Naumann: Primitive Gemeinichofikultr, (92t 74 pede relegarse al fondo, mas no po eo deja de ser una de as pre pions de toda actividad trtstica Em ning easo,pucde haber evstid el arte en un estado natuealaljace en le historia La newsidad de at, la habldad y ln valor aistcs son fe hdmenos histriamente condcionalos que s6lo pueden mariles tase tras la eonclsion de une evolulon puramente lestitea fl contenzo de una planifncin'y orgnizscion consents de lat tetividedes ndiidusles gual que con el arte campesino, el arte del pucblo tampoco pucdetdenifcace con el arte provineal. Su-contiaste con el ore Tens cludads yd los center elturales ertentaden por elas por certo, una de sus catacteristeas mis sallents, mes en modo Aiguno es un ave de terdeneiaa urbana tampeco pute seri Eran provincia diferencia del urbane, depende continuamente del gusto de In gran cludady, dei eto, va mateado por les hues de un setimieno de ffrioridod. Tambien late del pue bio eth inluenciad, natralment, pore ate superior ratiado en les monasteries, cores y cudadey pero nolo ima conscente € intencionadement. Cabe Que sen un erte de segura mano, per ho-uno que quien competire entire con otras dieciones —tisticas. ) Tn le-posstn del arte propio y de las tadeiones cltuales propias, el pueblo se balla atin fuera de la economia industrial y se feo compettive} no persigue ningun ate pertclait, fun damentaiente distin al dels tas eapessctles el ‘un arte del pueblo consciente, esto es, intencionalmente creado», irmaba con raz6n un. ite folklorista)’. El hecho de que ass tn eiaions poplars ns se compongan em Teco sno en i lengua Iterara® muestra mejor gue nada To libre tue esol pueblo de teda vandal y partion. Las caniones en dlalectoproceden en su mayor parte de posts profelonales que tree tener ue descender al pueblo, mientres que el pueblo, cuondo compone pases, no se ltece avralmenten, come opinaban los rominica, sino que se presenta emoctonal gulscamente en €) traje de los domingo S a +R. Forrer: Von alter und altester Bauernkunst, 1906p 6 ® Ch, Bduard Wechssler: Begriff und Wesen des Volisliedes, 1913, p. 13. FH, Mort: «Dat franz. Volkslids, en Dichtung und Sprache der Rome ren, I, 1811, p. 80. ms ‘Bien cultural disnvinuidon La representacién del arte del pueblo como un «bien cultural disminuidos se ha convertido en un lugar comin. Nadie duda ya de que temas © motives aislados, direeciones estilitieas y figuras formales, elementos sentimentales e intelectuales de Ia cultura sue perior descienden y devienen propiedad del arte dei pueblo.Segin la ‘opinién hoy generalmente difundida, el pueblo es esencialmente im- productivo; apenas produce artsticamente, sino que mis bien re- relucel Opiniones de que «no puede componer, sino,sélo armo- nizar 0 a lo sumo variar, de que no eres sino que elige>", 0 de que li mayor parte de las canciones populares no son més que plagio’, se explican en parte como meras reacciones contra la teoria roman tica del arte, admitida en este respecto por la critica socialista del arte a pesar de su ideologia realista. La estimactin del arte del pueblo fue de siempre un asunto politico, y de acuerdo con el campo ten que se esté, se interpretan los mismos rasgos, como, por ejem- plo, su renuncia a la particularidad y originalidad, unas veces en sentido positivo y otras en negative. Pero, en todo caso, el poeta popular, se considera bajo el aspecto que sea, es el tipico diletante 1 quien se le ocurren toda clase de modelos tan pronto como se ateeve a componer poesias. No puede liberarse de las canciones, imagenes y_giros que se le han grabado en la memoria; mas st ambieién tampoco esta er: la originalidad. No tiene que combatir iguna competencia ni necesita ninguna propagands. Le doctrina del bien cultural disminuido> incluye la tess del retraso del arte del pueblo. Desde el punto de vista de la historia del estilo va tun periodo de tiempo mis o menos largo por detris del arte de los ilustrados y expertes, y en las primeras fases de su desarrollo no se dispone a menude de otto erterio para su tipo especial que el del retraso, ‘Al popularzarse, el arte de Is élite ilustrada pierde no sélo st ‘modernidad sino también su calidad estética, El pueblo no sélo se aleja de él ai juzgarlo por normas inapropiadas a su ser, sino tam- bign por la praxis, creando objetos artisticos que sélo eonciben como «artes los ilustrados; el pueblo mismo los produce sin la conciencia de crear algo que trasciende los limites de sus formas de vida y sus necesidades diarias. El pueblo carece no sélo del concepto del arte * W. Tappert: Wandernde Melodien, 1868, p. 38. * Gabriel Veale: Etudes sur la podsie popular, 1902, p. 80 76 como una cose de por si, sino también de Ia facultad de distinguit lo mejor de lo menos bueno en arte. Fs sabido que, cuando se le pide que eante, el eampesino oftece siempre todo su repertorio y mezela verdaderas canciones populares con imitaciones pobres 0 coples ajenas al pueblo La ignorancia estética del pueblo no significa, sin embargo, que todo lo que produce en poesia, misica y decoracién sea artistiea- mente inferior. La famosa frase de Fraile Faguet: La litérature et Vart ne sont pas populaires qu’a condition d'étre médioere> *, es tan reductora Gnicamente porque barre de un modo tan radical ta leyenda romantica acerea del arte del pueblo, Mis correcto se- tia, empero, el juicio de que el pueblo es cietamente inseguro en su gusto, pero que en su creacion artistica no s6lo se rige por el {gusto Incluso en Ia hipétesis de tal ereacién acritica, hay que guat- “Tie en lee de sibuite psa tsdiots ‘que le impone un poder e inteligencia superior. A saber, el hecho de que en st Impulso ereador, y ante su timidee simultinea por ultimar, adopte formas tradicionales que con frecuencia no sabe apreciar acertada- mente, no significa que estas formas eaigan del cielo. También proceden de rendimientos individuales, y en el arte del pueblo hhabré de reconocerse In acumulacién de tales trabajos de primera 6 segunda mano, segin que se vea en él creaciones originales, con los defensores de Ia teoria productora, o repeticiones més groseras, con los representantes de la teoria receptora La moderna investigacién de canciones populares llevo a des ceubrimientos que demuestran que, en su mayor parte, las canciones populares son «canciones artisticas en boca del pueblo». No obs- tante, slo puede hacerse valer la teoriareceptore con ciertas limi taciones. Sobre todo hay que suavizar el contraste demasiado brusco entre arte «sublime e cinferiars, eculto» e «inculto», arte para expertos y arte para el pueblo. En este contexto hay que imaginasse también los procesos, igual que en Ia historia en general, como cami- nos con pasos, puentes y veredas laterales, en vez de accesosditec- tos. La coneepetén positvista de obras de arte sublime no eleva siempre al nivel mas alto. Y no s6lo son los diseipulos y epigonos los que pretenden hacer accesible a un piblico mis amplio las obras de un artista dificil al precio de algunas concesiones; los mismos ® Ch Henei Daveson: Le Liove des Chansons, 1946, pp. 26/21 Bole Faguet: Politiques et moralites. Tp. 167 1 ‘maestros, por rigurosos ¢ intransigentes que sean, pueden allanar yya el camino de una popularizacion complaciente a lo largo de su ropia creacién, Pocsia antintiea y poesia poplar El romanticismo indicd ya los limites fuidos entre poesia artis- Noy prin poplar A ee epet,Achin von Ari her fen une carta a Jacob Grimm que no existia «poesia natural» abso- lta, porgue, como él decia, «no hay ningin momento sin histo- ray”. Mas por también puede hablarse de otro bien cultural ascendente, Las melodias populares las han utilizado representantes ‘auténticos de In misica clésica, como Haydn, Mozart, Beethoven y Schubert, sobre todo como temas de variacién, tan « menudo como utiizaron temas de la misica popular los sltimos romanticos, s0- bre todo en el Ambito cultural de Europa Oriental. Mas prescindien- do de los casos en que el arte sublime slo se apropia de lo que le pertenecié originariamente y se tomo de él, en la influencia del arte del pueblo sobre su configuracién, lo mismo que en sus influen- cias extemas en general, no se trata de ningsin estimulo realmente cereador sino tan s6lo de una oportunidad de renovacién interior- rmente actual y realizable. También en Béla Bartdk el descubrimien- to y ulizacién de la misica popular hiingara fue en parte expre- sion de su propia voluntad drtistica, en la que se revelaba su rechazo del romanticismo tardio y su interpretacion parcialmente negativa del impresionismo. Tanto la eleccién que efectud entre las cancio- nes aldeanas halladas como la formulacién que recibieron en sus composiciones era tan peculiar y ereadora que, desde entonces, se ha aprendido a ofr @ su manera toda la auténtica mésiea popular Iingara, Por tanto, también es dificil trazar en Je linea ascendente el limite entre recepcién y produecién. Pero esté donde quiera, el ‘mero hecho de que el arte sublime reciba estimulos del arte del pue- blo no demuestra en y de por si casi nada respecto al valor atistico de las formas que motivan los estimulos. Para el verdedero artista Son fecundos los motifos mis diferentes, mientras que en artistas de categoria distinta los mismos estimulos e influencias varian de tun caso @ otro. El estilo hiingneo de Liszt y el idioma musical de Bartok no tienen en comin més que un titulo superfcialmente peneralizador. 719 La cancién popular se diferencia det modo mas claro de la ar- tistica, de la que puede partir 0 a fa que puede conductr, por su ‘mayor difusién, de un lado, y por la homogeneldad de los grupos sociales interesados en ella, de otro. Cierto, también el arte sublime se rige por los deseos de una capa social mas o menos homogénea, pero siempre apela al individuo dentro de esta unidad, y se reiere 4 vivencias, sensaciones y estados de Jnimo que lo diferencian de Jos demas miembros del grupo y aumentan su especial sentimiento de personalidad. (EL arte del pueblo, por el contrario, sélo expresa conteriios animicos del patrimonio comiin 0 que pueden devenir propiedad de todos. Esto signifies, sobre todo, que es un bien sin duefo, y que ningin individuo puede o quiere hacer valer ningén derecho de propiedad sobre sus ereaciones| Las obras no son nece- sariamente andnimas, pero si son siempre impersonales. Cabe que en tal o cual aspecto y en tal o cual fase evolutiva sean originales, pero en modo alguno persiguen Ia originalidad, El mayor conven: clonalismo del arte del pueblo no depende, en todo aso, ni de un mayor sentimiento comunitario y solidario, que el campesino ape- nas siente nunca, ni de la falta de toda ambicién y vanidad, sino ‘inicamente del papel especial que desempeiia el arte en su vida Come, por lo general, ef arte del pueblo no es ningin medio de subsisteneia ni ningtin objeto de competencia y, por es esti exento del exagerado subjetivismo de la intelectualidad, no se slente como tuna manifestactén de Ia personalidad, aunque « menudo vaya pro- Visto de rasgos persons. Ya se sabe lo mucho que gusta ala gente de} pueblo escribir nombres y fechas en sus objetos decorados, aun- que earezcan de interés por estatuas y otras objetos que sirven para acentuar Ia personalidad ", También existen a este respecto dife tencias histéricamente condlcionadas entre las distintas comunida des del pueblo; y lo mismo que el individualism en la capa supe rior, la conciencia de a personalidad se forma también en el pueblo de acuerdo com les condiciones respective. Por ss posicién, los cam- pesinos viven todavia en su unidad homogénea medieval, y en otros pases se sproximan a las formas de vida diferenciedas y dindmicas del proletariado industrial uebsno La improvisacién es el coneepto alterno de la inspiracién apli- cable al arte del pueblo, con Ia que el romanticismo designs el "A, Haberlandt: Gedanken iber Volkshunst. Die bildenden Kénste, 1019, p: 230. — Karl Spiess: Bauernkunst, the Art und thy Sinn, 1925, p 720 modo de ereacion del poeta agraciado por Dios. Ambos eonceptos provienen del legado espiritual de Herder, que fue a primero en hablar de una «poesia natural» en el sentido de manifetacin in- genua e inconsciente del pueblo, que habla y’ compone poesias lo smo que canta el pijaro y erece y Hlorew la planta. Asi, pues, el rasgo mis caracteristco de la poesia ertistic siguiésiendo, para el romanticismo, la espontaneidad e jagenuidad atribuidas por Herder a le poesia popular. Sin embargo, los romdnticos se dieron cuenta de le limitacion ¢ insufiiencia de este punto de vista. Como ya reconocié Charles Lamb, cel poeta suetia estar despierto, no esté dominado por su objeto sino que eferee dominio sobre él. Malraux no hace sino cambiar el pensamiento cuando dice: «El nifio se conduce a menudo artisticamente, pero no es ningiin artista, pues ‘sté dominado por su talento, en ver de dominarlo»(En este sentido afirna Marx que la circunstancia que distingue al peor arquitets de Ja mejor abeja estriba en que él tiene ya en su cabeza el plano del edificio que va_a-construir/En contraste con el artiste consciente, pradente y metédico, el pueblo, en cuanto produetor de obras de arte, pertenece a la misma categoria que el nifio, el hombre primi- tivo, el psiedpata y el animal, Todos estos seres que obran instint- vamente no son més que vehfculos y no directoes desu talento. ‘Mas seria erréneo suponer que la improvisacién del eantor del pueblo ¢ totalmente ingenua y una manifestacion completamente Instintiva y espontinea. La elecsin de férmules fas, motives ts- dicionales, gira tipicos,epitetosfrmes, metaforas e imégenes repe- tidas, principio: y finales estereotipados de determinados episois, se basa en jucios que los han hecho materia de eleccién. Salo se put de improvisarefcazmente donde la deseripeion se puede componer a base de pequetias porciones que existen ya terminadas ™.WLas. formulas posticas no devienen canvencionaies después de haberlas improvisado; no pueden improvisarse ino cuando se apoyan en t ‘convenciones que se han hecho ya fijas) Esto es igualmente caracte- ristco para el procedimiento de ls rapsodas homérios como ol de Jos eantores kiguises y servocratas”". Pero la prueba més contun- ® John Meier: Werden und Leben des Vollsepos, 1909, p. 13. ° George Thomson: Studies in Ancient Greek Society 1, 1949, pp. 527 540. — lbest B. Lord: The Singer of the Tales, 1964, pass. —- Milman Party: The Making of Homerie Vere, 1971 pass rk dente de la artificiosidad de su método es precisaimente esta utiliza- ‘cin itrelexiva de frmulas acabadas, es decir, 1o que a los ojos de ‘os roménticos parece demostrar su naturalidad. ese forma y cmencionalin, I postin dl pueblo no eTtalmente incapaz de evoluci6n ni estacionaria. Cierto, los distintos giros de expresién se repiten, pero la estructura de las piezas enteras esti sometids a un cambio continuo.) Le cancién popular se encuentra en un estado fictuante y nunca sale de esta condicidn. No tiene ninguna forma permanente, sino que, mis bien, cada una de sus versiones representa un estadio de transicién. En Ja poesia popular nunca ocurre esa interrupeién de la corriente evo- lutiva que se efectiia en el arte de lor maestros con cada obra im portante. Debido a esta continuidad pusde figurar en cierto respecto como el medio ejemplar de la historia del arte. El desarrollo y exe- cimiento de la poesia popular s6lo puede detenerse artilicialmente, al sacar una de sus diversas versiones, Yin este sentido decleraba ya Steinthal que

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