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Eric HopspawM LA ERA DE LA REVOLUCION, 1789-1848 CriTICA ‘Gaupo Eprraprat PLANETA ‘BUENOS AmES. “tle original: The Age of Revolution, Burope 7769-2648 ‘Wesidenatd und Nictavn, Londree ‘Teaduocdn eatllanas Flix Kisénes de Bandoval edist do tap: Gustave Meer strain Pragmante dee Libertad guia af pevhi, lea de Bughne Dnincteit Tradl por Flloe Xmnar dp Sendovot en oveve7 0337443 | Thule 3, Hits Unhorat 8 aici, 2007 PP rmpresin, 2000 urn tends ue innit hd tn nnn Uttar ogre ses ee daren alpen ‘ety Sir cer et «aes, waa gto © 19, BJ. Hobsbawn © 1907 deja trades castalane para Rapata y Amécica, (Gage Eattoria Planeta GAIG/ Ortiex © 1007 Paid / Crain Deion 589, Bsencs Aires all ifuslonturespsidarcemar oe pidovargnntinasen.ar ‘Queda batho ol désito que provione Ye Lay 11.728 AEmproco en drgotion -Pritod ia Argentina Ingress en Bs, As Print, ‘Anatole Francs 670 Sarandon enero de 2000 ‘Trnda: 8000 elemplares . ISBN 976-9678917-148 i PREFACIO EI presente ttbro estudia ta transjormacion det mundo entre 1789 y 1848, debida a te que llamamos ta adobe revoluciéne: la Revolucién francesa de 41789 y la contemporénea Revoiucién industrial briténica. Por ello no es ‘estriciamene wi ena historia de Europa ni del mordo. No obstante, cuando tax pats cualquiera haya sufride las repercustones de ta doble revolucién de teste pertodo, he procurado referirme a él aungue sea ligeramente. En carte Dio, Sf el impacto de la revolucién fue imperceptible, lo he omitido. Ast el lector encontrard paginas sabre Egipto y no sobre et Japon; més sobre Irian- dda que sobre Bulgaria: mas sobre América Latina que sobre Africa. Natw- ralmente, esto no quiere decir que las historias de las paises y tos pucblos ‘que no figuran en este volumen tengan menos interés 0 imporiancia que las de ias incluidos. St su perspective es principalmente exropes, 0, mas con- ‘cretamente, franconinglese, #3 porque en dicho pertodo et mundo —0 at ‘menos gran parte de él ve transformdé en una base europea o, mejor dicho. Franco-inglesa. El objeto de este libro no es una narracién detallaa, sing une interpre tacidin'y lo que tes franceses aman haute vulgatisation. Su lector ideal send formado tedricamente, el ctudadano intligente yculto, que no stente wna ‘mara curiosidad por el pasado, sino que desea saber cérso y por qué ei maar do ha Hegado a ser lo que es hoy y hacia dénde va, Por ello, serta pedanie 2 inadecuado recargar el texio con wna aparatosa erudiciin. como si se des- nara a un piblico mds especializado. Ast pues, mis notas se refieren casi totalmente 1 las fuentes de las citas-y tas cifras, » en algin caso a reforzar 4a aatoridad de algunas afirmactones que pudleran parecer demaslado sor- prendenies 0 polemicas. Pero nos parece oportine decir algo acerca del materia! en el que se ha baiado una gran parte de este (thro. Todos las Historiadares son mis exper- ts (o, dicho de oti mado, mds ignorantes) en unos campos que én otros. Fuerd de una zona generaimente iimtiada, deben confiar ampliamenie en ta tarea de otros historiadores. Pars ei perlodo 1789-1848 sélo esta bibliogra- fis secundaria forme unc: masa impresa tan vésta, gue sobrepasa el conecl- ‘miento de cualquier hombre inciuso del que pudiene leer todos los idiomas fem que estd excrita. (De hecho, todos los historiadores estén liitados a ‘manejar tan sdio unas pocas lenguas.) Por eso, no negamas que gran parte 2. LA REVOLUCION INDUSTRIAL [pce eabjos, » yo de aur perclonak. cts 5 conde. ccvencias, enea 'yacredian los wens de este hombre ingenicso y prdctco, euya Vohintad tens l mato donde. ‘quien que va, do haber pensar alos hore... Liberals Ge cea inderencia cevezcsa,soiclienta y estCpida, de esa octota neg _gencia que 18 cucadena a los readeros (lado de su ana <, sss curiosidad, sin imaginacién y sin ambicisn, y end segitidad de haoer o bien. (Qué serie de pentamintos. que exp. rim de lucha, qué masa de energia y esfuerro ha brctado'en ena fspecto de fa vide, de las obras de hombres como Brindley, Walt Priestly, Hanson Avdoweight...1 Zn gus campo de la actividad ‘podefaanos encontrar im hmtre que no ge sisters animado.en sis = ‘eapaciones contemplance la mesjuina de vaper de Wat”? Anmnue YOUNG, Tous bx England and Wales! Dede esa sucia atequia la axyor corrionte de ndustis fx ‘mona saldrf para fenilizyr al mundo entero, Dest etfs charca ‘corromipida brotaria oc pute. Agate hemanided alana su mls ‘completo decaratl. Aqua cviizacitnrealiea sus milagrs ¥ 1 ‘hombre evilizado se coaviere casi en um salvaje. A.de Tooquavae, sobre Manchester, en 1835? 1 ‘Vamos a empecer on ta Revolucion indus, es decir, con Gra Bret ‘a. A prime visa coun pono de pata sapchoce, poo Tas perc de esa revoucin no socio srr de manera aeuutvoca ems ton fer de Ingintera-— haste may avancado yr ol periodp que extn segormente wo aes de 183, problemen Wo ants de 1840, Sloe 1839 sc, int Youn, Tein Ensond an ie. ein de Londo Sobol Beane EM sme to py Brtghe Dame, Aum e Begtnd ond lon, sind Mtoe 195, eas? Sfectectos ‘sociaies de ia Revolucién indusitial: los grandes Bluebooks Libros 4 REVOLUCIONY NOUSTREAL 35 ‘iterate y las artes expiezan 2 senrirseatrafdes por Je ascousion de fa oe ialist, por ese mundo en el que todos los lzos sociales se aflo- Malvo los implacebles nexos del-oro y los pagarés (la frase ex de Carty- 1 Tr comedia mumana de Belae, el rconcmento més extraordiario dedi 1) con ascension, prtenece seat década, Pero hava cerca de 1840 no ae gran corriente de Iterature oficial y no oficial sobre ‘Riles) © investigaciones estadisticas ex Inglaterra, el Tableau de Iéiat ri Mnoral des oevers Ge Vlecmé a siuaclan dela elaseobrera eMinglaverra ce Engels, l obra de Dugpetiaux on Belgica y tos informes de Specrvadores inquitos t homrorizados Viajcros de Aleruaia a Espafa y @ Jos GRiados Unidos. Haswe 1640, cl proteiariada —eso hijo de In Revolucisa Jndustial— ¥ el comunismo, unigo ahora a sus movimnientos sociales —el fatasina dal Manifesto comanista-, no se povcn en tearcha sobre el cont pene. El mismo nombre de Revolucion industrial zefleja sw impacto relati- ‘Vamente rarefo sobre Europe. La cosa cxissia en Inglatera antes qe el pom bre. Hacia 1820, los socialistas ingleses y franceses —que formacban un gra po sin precedentes— lo inventaron probablemente por analogia con la revo- Roeton poltien de Francia ‘No obtante, couviene considerarlaantrs, por dos rtzones. Primo, por- ‘que en realidad ceatalin antes dela tome de la Baill; y segundo, porque Gin ella no podrvames comprender el impersonal subsuelo dela bistorta en el {que nacieron los hombres ¥ se produjeror. 10s sucesos mas singulares de resto periédo; la desigual compiejidad do su ritmo. 7008 significa fa frase wesallé te Revolucién indastrialn? Signifiea que un ia entre 1780 y 1790, y por primera ver en Ta historia humana, se liberd de sus cadenss al poder productive de las sociedades humanas, que desde fntonces se hicieron capases de une constant, rapida y hasta el presente ilk ‘itada mukiplicacion de hombres, bienes y servicios. Est 03 lo que ahora 4c denomina Wonieamente por los economists wel despepne (take-off) hacia fl crecimiento autosostenido». Ninguna sociedad anterior habia sido cupaz de romper los moros que una estructura social preindustral, una ciencia y una técnica defecmuoeas, el paro, el bembre y la taverte imponian perisdicamente ala produccidn. Bl zake-aff no fs, desde luoge, uno de esos fensmenos Gu, ‘cama los terremotos ¥ los cometas, sorpronden al mundo no técnico. Su pre histori en Enropa puede remontarse, segan el gusto del historiados y sa cla- se do interés, ab alo 1000, si no-anies, y sus primero intentos para satar al sire —torpes, como los primeros pasos de un pativo—~ ya hubieran podide reaibir el rombre de «Revolucién indusiriale en el sigh 2a, en el 201 y £0 las ditimas décadas de! xv". Deste mediados del XVI, el proceso de acele- saci6n a0 hace tan patente que Tos antignos bistoriadores tendian a stibair 3. Amma Beene, Tbe Early Uose of dh Ten lst Revelation, Quarterly Jour. sal ef Eccnomict, RXV (U9U-I9DD, p43. O.N. Catk, The lea ofthe industria! Rove “on Gasp, 1353, 36 a BRA 0B LA REVOLUCIN, 179.1840, su RevohucS6n industrial Ia fein inicial do 1760. Pero un esmdio mAs dete- ‘ido ba hecho a los expertog prefeir como decisiva la década de 1780 a ln 4de 1760, por ser en alia cuando Tos indices estadiaticos fomaron el sdbito, {ntonso y casi vertical imputso ascenderae que caractetiza al take-off La ec” nome empreuiis of vuelo. ‘Liemar Revolucion industrial este proceso es algo Kigico y confocme a una tadicién sélidamente establecida, anngue algsin tiempo bubo una tea- dencia entre 308 historadores couservadores —quiz4 debida a certo temor en presencia de conceptos incendiarios— a negar su. éxistoncia y a sustitis el termsino por otr0 mi apacible, como, por ejemplo, «evalua acclerada, Si Ja s0bita, cuaitaiva y fundamental tansformaei6n verficads hacia 1780 no foe uns tevoluci6n, iz palabra carece de an significado sensato, Claro que Ia RRevolucicn industrial no fue un episstio con principio y fin. Pregantar casn- do se complets es absurda, puss su esencia era que, on adelante, aNev0s cara ‘bios nevolucfonacios coustituyeran su norma. Y asi tigue-siendo; a 10 sumo ‘pademos preguntamos si las tansformaciones oconémicas fueron lo bastante lejos como para eitablecer una economia industalizada, caper de prodacit ~hablando on términos generaies— todo cuanto desea, deat del alsanee Je Jas técnicas disponibles, nna «madusa economia industials, por uilzar el ‘érmino vénico, En Gran Bret y, por tanto, en todo el mundo, ete pertodo inci do industrinlizacion coincide probablementey casi eon exacted con ¢l periodo quo abarca este libro, pes si empeas con el take-off en In década de 1780, podernos afimar que concluyé oor Ia conetmccién det feczocarsl y 1a creacidm de wma fuerte industria posada on Inglaterra en la década de 1840, Pero la revolacign ea si, el peufodo de late-of, puede datarse, con Ia rein posble en tales marevias a ls sro que come ente 1760 y 1800: es decir, simultaneamente, aunque con lige prioridad, a la Revolu- sign fancesa, ames Sea 10 que fuere de estos oGunputos fue probeblomente el acontecimiento unis importante dela historia del mundo y, en todo caso, desde Ia invencién die in agricultura y las cudades. ¥ lo fniciS Gran Bretaha. Lo cua, evidente- rien, no fue forte. Si en ei siglo xvi iba z celobrarvs una carera para iniciar-¥a Rovolucién industrial sélo hubo en realidad un eomredor que 3° adelanata. Habfa un gran avaace indostdal y comercial, impulsado por los ‘ministos y funcionarios incligents y neda céadides en cl axpecio ccontin- co de cada monarqufaihustrada europea, deste Portuga! hasta Rania, tos 108 cuales sentinn tania preocupacisa por ef wdesaolio econémico» comme la que preden sentir ls yoberantes de hoy. Algunos pequetos ectados y cegiones Hleanzaban una industrializacién verdaderamento impresionante, Como, por ‘emplo, Sajonia y el obispado de Lief, si bien sus complejos indusmiaies tan demasiado pequetos y localizados pars ejerer la evolucronara influen- ‘ia mundial de Ios ingleces. Pero perece claro que, incluso antes de la Tove Iucion, Gran Bretaia tba ya.mmiy por delante den principal compeddora ‘potencial on cuaato a prodeciin per capita y comerco. ‘Como quiera que fore, el adlanto brigénico no se debia a uaa supeion- | {EA BRVOLUCION INDUSTHIAL 37 ad cieotfica y téonica, En las clencias naturales, seguramente los franceses <7: {iperaban con macho a los ingleses. La Revolucion francesa acenmaria de _- ipso notable este vents, sobve todo en las matemdticas y en i fisice. Mien- ‘fas el gobiemo revolicionario francés estiaolaba las investigacionos cleat _ fp el reazcionatio beiténico las consideraba peligrosas, Hata en ls cisncias i se que hacfa de las ‘eonémicas un campo fundamenialmente anglosajén. La Revolucion industrial foro a estas ciencias en un primer agar indiscutbie. Los ecouonitas de la Escada de 1780 leno, si a Adam Smith, pero también —y guizd com mas pro- [Yecho— a 1s fsiGcratas y alos expertos hacenists franceses Quesnay, Tur 10, Dupont de Nemours, Lavoisier, y tal vex a uno o dos itaisioe. Los fra originales, como el telar Jacquard (1804), con- jjmto mecénico muy superior @ cualquiera de los conocidos en Inglaterra, y Consirufan mejores barcos. Los alemancs disponian de instituciones para la tcsefianaa iéenica como la Bergakadesie prusiaea, sin igual en ingistera, ¥ Ia Revolaci6a francesa cre6 ese organiswo impresionants y tnico que era le Facucla Poiitéonica. La ectucacién inglesa era una broms de dudoso gusto. anumque aus deficiencias se compensaban en perte con lak excclas rales las ‘austeras, tubulentas y democrdticas univeridades calvisisias de Escocia, que exviaban un fujo de j6venes belles, Inboriosos y ambiciosos al pale rhen- ‘ional, Emo ellos figaraban James Wat, Thomas Telford, Loudon MeAdara, ‘ames Mill y otos. Oxford y Cambridge las dos tnicas universidades ingle ses, eran intelectuaimente nis, igual que 1s sofolientas intomados privados ‘0 ineitatos, con ix excepcidn de las academias fundades por los disidentes, ‘excluidos del sistema educativo anglican. incluso algunas familias arisiocrs- ‘Seas que deseaban que sus hijos adquiriesen una baens educacién. fos con Fiaban a preceptares © los eaviaban a las univecsidades escocesas, i realidad, to hubovun sistema de ensefnza primaria hasta que el easquero Lancaster (G tas 6l sus rivalos anglicenos) cbmavo abundantisima cosechsa de gradvados elementals priasipios del siglo xr, eargande incideatalmente para siempre de discusiones sectatias la educacién inglesa. Los temores sociales Srustaban Ja educacign de los pobre ‘Por fortuna, eran necesarios pocos refinarnientos intelectuales paca hacer Ja Revolucion industrial Sus inventos téonieas fueron sumamente modestes, {¥en hingtin sentido superaron a los experiments de los artesanos inttigen- 4. Por ana paste, 2 satisfctvo ver oo fos inglees adgaicen wn io eso pee vit ote eee de oe mes agin ame ib ae pedro iat {ne pun de gue con fecenci ow arotesfertcentvot tan so pst aca tres, ‘edoaca scoped tevorabersnte po a Asus, ei qe Gs cits 0 dan do err ef [B Porcur per, no pew po enor sorpcmoe ewe am pe ue pedo ta Cendeocls wanatacuers, pc lo quc es create Ja acca de falls pueblo com Is ‘Scacin sta qu la fevoroean, So sven wach de aks meses ae de ‘acion ven. Bs igalmentessortroso fo mich que se he reatzad por homes carats de ta eddesign formal pres pofeion» (W. Wachumath, Eropactiche Suzngeschcie 5. (088, Leipat. 730 38 EA BRA DE LA REVOLUTION, 1760:18:8 tes ea wus areas, © las capacidades constructivas de lon carginteros, cons- ‘Tuctores de molinosy carajeres Ia tanzadera wlnne, la maquina para ila, sthiio mecénico. Haka su maquina més clentfica ia gratoria de vapor Sames Wal (1784)— no requir6 mis conocimientosfaioe de fos ascaubioe ‘en le mayor pare de sigle la verdadora teorta de las méqeinns de vapor Sto se desarolarta ex post facto por ek frances Carnot on TR20—~y sean ‘neceszias varus generaioncs para se wiliracion prictica, sobre (odo elas mines. Dadas las condiciones logaes, las inmovaciones técnices do Ia Ker VoliciGn industlal se hicieron realmente a s! mismss, excepto quizé en Ja induscia quimice, Lo cual no quiee decir que 10s primeros indstales 10 se interesaran con frecwsncia pot la cienca la Daqeda de lo benefcios Britis que ella pudiera roporeionaces?> Pero las condiciones legales se dejaban sentir mucho en Gran Bretsfia, ‘on donde habla pasado mas de un siglo desde que el primer rey fue peoce- sad en debida forma y ejeestado por su puebio, ¥ desde que el bencfcio ‘rivado y el desarolio csomémico habtan sido aceptados cou los objetivo Siprerios dela politica gubemramental. Para fines préctice, la nica sola- cin revolucionara bitéica para el problems agrtio ya habla sido com: trade. Un puado de terratonlences de mantaliged comiescial monepolaba casi Ja terra, que era cultvada por atvendataios que tsi vez emplesben = gentes sin teres 0 propictarios de pequesisimas prccelas, Mache Fesiduoe de la anges ecouomia aldeana subsiston todavia parn er batigos por las Enclosure Acts (1760-1830) y transucciones privadas, pero dificiimente se puede hablar de un scampesinaco brténicos en el mismo gentido en que Schabla de un cammposinado francés, alerién oso. Los urendanertoe s- tices eran aumerostsitns y Ios productos de Ie granjae dominaban foo mer ‘dos a manufactur ve habfa dfandidohecia tempo por el campo ao feu. ‘al. La agricatira estaba proparads, puss, para cemplir sus tes fanciones fundamenisles en una era de indusralizacion: aumenta in procuccin 3 Ia ‘productvidad pare alimentar a maa poblacion no agrasta en épido y xo. Sente anmeato; proporcionar a vasto y ascendents capo de poteacales reelutss para las cindades y les indostrias, y sumiistrar un mecaniomo pare J scunllacion de eaita wilizable por los sectores mds modemos de ie economia. (Otras dos fuciones eran prebablemente menos importantes en Gran Bretat: a de crear ua mereado sficenfemente ansplio etre la pablo. ion agraria —nowalmente ie gran masa Gel pueblo“ y a de propoveionst tin excedente pera la expertacion que aysdase alae Hnporiaciones de api. tal) Un considerable volumen de cmpital social —el sontoso equipo general scesario paca pousr en marcba toda la econoraia— ya eetaba siendo cone- tiuido, prncipalmente en bugues, insisecionos porturias ¥ meforas do 5, {OF A.B. Musson y E. Robinson, «Science a Dnduony ia the Late ightenth Cen: tary, Eaonanie History lee, XI (2 de diiewbye de 19503 y oh cn RE Schotels ‘sole os indies de las Milan y la Sociedod ana, nt, fonraa do 19563 48 G7), Anais of Selnce, Haste de 1958), Ce. 2A REVOLUCION INDUSTRIAL 39 ‘casinos y canales. La politica estaba ya engranada con los beneficios. Las peticiones especificas,de los hombres de negocios podtan encontrar resis- ‘eacia en otros grupos de intereses; y como veremos inds adclante, los agti- caltores idan a alzar ona ditime tarreca para impedir ef avance de los industries entre 1795 y 1846. Sin embargo, en conjunto se acogtaba que el dinero no s6lo hableba, sino que gobemaba. ‘Todo lo que un industrial nece~ ‘sitaba adguirir pera ser admitide entre 1os regidores de la sociedad, era bas- tante dinero, El hombre de negocios estaba indudablemente en un proceso de ganar mis dinero, pues la mayor parte del siglo XIE fue para casi toda Europa un pets Ge prosperidad y de cOmods expansisa econdmalen: cl verdadero fon {do para el dichoso optitnismo det volteriano doctor Pangloss. Se puede arpbir be ms pronto o mus teraprano esta expansiGn, ayudada pos una suave infla- ida, habria impalsado & otros paises a cruzar él umbral que separa 2 la 2co- ‘noma preindustrial de la industrial. Pero el problema no es tan sencilio. Una _grur parte de la expansion industrial del siglo xvut no condujo de hecho, Inmediatamente o dentto del futuro previsibie, a ia Revoluclén industrial, por ‘ejemplo, a la creacién de un sistema de «talleres muecanizados» que a st vez ‘produjeran tan gran caatidad de articulos disminuyendo tanto su coste como para oo depender més de 1a demande existente, tino para crear en prapie mercado Asi, por ejemplo, Ja rama de ta construccidn, 0 11s numeroeas industrias menares que producian utensilios domésticos de metal — Fo saat RSET Se a eet eb on eae a we aba a ee a 48 |LA ERA DE-LA REVOLUCHORG, 179.1848 Induswia algodonera briténica encontré su suministro, al cual permanec! ligada su fortuna hasta 1860, en los recién abiertos extados del sur de los Estados Unidos. De-nuevo, entonces, en un momento crucial de la manuface ‘ra (singularmente en ef hilado) el algodén paiecié las consoouencias de luna merma de trabajo barato y eficente, vigndose impulsado a la mecaniza. ‘ion total. Una industria como la del Tino, que en wn principio tuvo muchas ‘és posibilidaces de cxpansiGn colonial que ef algodén, adolecid a la larga 4e'la facilidad con que su barata y no mecanizada produccién pudo exten derse por las empobrecidas regiones campesiuas (principalmence en Europa © aferrocartils or 6] que comeran laa vagdnetas era una respuesta evidems.Iropulsar eas ‘egonetas por méquinas fijas era tentaio: irapalsarlas Por miquinas moves to paroofa demasiado impracticable. Por otra pare, el coste de los teanspor- {es por sien de mercanelas voluminosas era tan alto, que resctabs faci ‘mo convencer a los propicarioe de mitas carbontferas en el interior de que la utiaaciGa de esos rSpidos medios de transport serfa enormemente Veata~ jen para ellos. La linea férree desde la 2ona miners interior de Durbar bas- (a la costa (Stockton-Darlingion, 1825) fur la primera de los modemes ferro- 2 1A BRA DO LA REVOLECION, 17aD 1848 ‘Sonducwores de locomotoras se reciutabsn virmalmente en sus respoctives ‘Ninguna de las innoveciones de ta Revolucign industrial encenderfa las ‘maginaciones como el ferrocarril, como lo demuestra el heco de que es el tur en cui eo cl mundo oeciesal, tung ts econ se pana ca sicos tis. Ls peimeras liens cor ae scone los Estadge Udoe a: 1827, en Traala ex 1828 y TKSS, en Aleiunie' Belgica sa 1829'y ee Rosia on 1897. La adn er indudablemene gue ningin ot iene reveae ton diznicmente al homie profano la fsceay fa Yelgerin ds tos pot evelason an rds sospenicot por I noable adres tonics oe dsnotraban incluso os prerosfetrcaes. (Velocidad de aeantn is 8 aoe, por epi, evan pertactamenteseansabes en 183018809 of Fon siperadss por ls decoearles de vapor postions) a locomotor fa ‘atdo al vesto sos ponchos ae humo a taves de puters connote, ee tecapleesy tinces, fn punts 9 extcioes, fummaban ts cole omar aio de tal Ia pe, ey acuodcten samosas i Grok Murali de tz Chine resutaban pido y prviocious El famous conte fhla ol gaa iano del hombre por metio Ue ato, ‘Deide ua punto de va ecole, a gan Ste ea su principal en: tsp. Sin cnda su expacidad para abrir eamiace hacia babes ses sopursios 8 comercio andl por eft peso de los tansporte. cl grea sotto fla velocidad ye volun de tar corminkacioues mens, tome paneer fonts como pra morcancta, iba aac ala lrg dela mafor myorieeia ‘Anes de 1848 eran menes importants etoomicasens: acre de Grane tai por los fecrocaries eran eseaeo; en Gran Bieta pore por o> el que estudia ol desaurollo econdmico, el immenso apetito de los fevrocare Jes, apetito de hierro y aceco, de carb6n y maquinaria pesada, de trabajo ¢ inversiones do capital, fue més importante en este etapa. Aquella enorme denianda era necesaria para que las grandes industrias se transformarat tan roftndamente como lo babéa hecho fa del algodén. En las dos peimerss ‘écadas del ferrocamrit (1830-1850), Is produccién de bierro en Gran Breta fia ascend de 680.000 a 2.256.000 toneladas, os deci, 9¢ tiplics. ‘Tambiéa Se triples en aquellos veimte aflos —de 15 a 49 millones de toncladas — la 28, Neal usd Gra rata ts msde 70 elas ef a ws ipaee Tona® iidustriales del siglo XIX, con unt sala excepejfa, estaban junio al Meee eta ceria, Téenicamants sl ferrocanil ese jo dele mia y espcismente siialinwrae di Geeragatr eee ners | ped esate bee Gree ae {Le REVOLUCION BDUSTRIAL 33 0 de carbén, Este impresionante aumento so debia principalmente 1° tendido do las vies, poes cada milla de Iinea requeefa unas 200 toneladas de ‘jieno aélo para los ines.” Los avances industiiales que por primera Vez = © jicioron posible esta masiva produccion de acer prosiguiron iaturamente oP Gales stoesvas OSoudan < 80T ann de cata sbi, inenca y esencal expansia ese en I psi, agarentmenteivacona, con le que las homes de tegucosy ioe inveio. ~ gsas se Tanzaron a ia consiugdén de ferocaris. in 1420 habla eocast- oer unas doconas de milan ce via Serax on too el mundo, cai tod 20 {einen de Liverpool Manchester in 1840 passion dela 4300 y en 1850 felis 23.500; La mayor pare de elas hese en unas cates Ha ‘tara de fone xpeeuatvo,conocas por las sccaras dl ferocar de 18051897, y expecaimente de 12-147; cai tags se cootrayron ce gan pare con copital rica, eso briudieo 9 maguinasyteniccs batinicos™ Evernoncs ta desconmtile paeven raaouabes, potgue et elidel pos ferrocriles eran mucho mds provecosos para 2 inversiousta que ous ‘egocioso empresa; In mayor pare proporsiosaben modests bots Y ‘Shunos abeslutamente ningun: on 1885 enters medio de apa vedo {atl fecocanles basco er eum 3,7 por 100. Sin Guda los promovores, peclainee oben ests no ayes pt nvr rant no pasabs de eve pect tanto por sen, Y, sa embargo en Se balan ioverio thusionadamente ea fevocarsies 28 inilonss de bras ‘fteins,y 240 millones en 1850. “Por qué? El becho fundamental en Inglaterra en las dos rimerss gene- < recfones del Revolucin inde So que las case as seuraularn ft {ar tan doprisay on tan grandes cantdndss que excodian a fod posed ae paaaran einvertsae(H sperdvtinvertle en 1840-1850 so cau en millones Ge bs ertelnas "Sin daa at scietades feral yaar frase luzsou a nlgaar um gran pri de eas rents en una vid e bo tina, Ijostsimes constaesionesy ols actividades sniccontmicas Ash l Seto dugue de Devonshire, cuya Znta nocal ea pincipesc, Neg «ej Su herdero, a medias del sgio x, un milin de libras de Ge, ge ee tere pido pagar pidendo pesado cla y mati y dedindowe& explo tar sue fens Pero el conjnto de la clase toed, que foemaba el leo 34. 1.HL Clapham, Ax Eeonomte History af Mader Brita 1926 pp, 427 er: Mall, op ip. UBL y 322. Rabin, The Rainey Ape, 1982, pp 3-3 '35.."Be 1900, un tio el capital de lor fanccaice ances er inglés aude E. ‘canara, Hratce and he Economie Developm! of Europe 1900916, VSB, 9-7) ‘36 Mall ope pp 497 SOL 3. LLM. Teak, The Migraon of rsh Copal to 2875, Nuova York y Londres, 1927, aia. "S_ Charo ext gue tales gastos tba eran Ia econcmn, pero de wna mae oe fea yon un senda corsplctinentecosrrs adel desarollo inden. 39, D. Speng. , Journal of Bea omic Hinary, XL O80. 4 LA ERA DELLA RavoLUCHEN, 17804848 ‘peinclpal de laversionistas, era aborrative mas bicn que derrochador, aunue ‘en 1840 habia muchos sintomas de que so sentis lo suficientemente tice pera (gestar tanto como invertia, Sus mujeres expezaron 2 convertirse en «damase Jnstruidas por los maneales de etiqueta que se multiplicaron en aquelia é20- ‘ce; empezaron a construirs8s-capillas en pomposas y costosos estilos,e inclu 50 comenzaron 2 celebrar so gloria colectiva consimuyenda esos horrises ayuntamientos y omas monstrucsidades civies, imitaciones gévicas o renscen- ‘istas, cuyo costo exacto y napolesnico registaban con orgullo Tos eronistas smunicipales.® "Una sociedad moderna préspera o socialista no habeia dudado en eroplear algunas de aquelias vasies sumas en Snetitcciones tocislee. Pero so avec porfodo nada ora menos probable. Victualmente res de impuestos, as clases ‘medias contiwaban acumaulanda rigueza en medio de una poblacidn hurn- ‘beienta, caya ambre era Ya contrapariida de aquella scumulaci6n, ¥ como no eran petanes que se conformaran con emplear sus ahomes ex medias de ‘ana 1 objetos dorados, tenian que encontrar mejor destino para ellos. Pevo jdéa- ‘de? Existan industrias, desde luego, pero insuficientes para absorber més de ‘use parte del cuperdvit disponible pare inversiones: aun suponienda que el vvolumen de la industria algoconera se duplicase, ef capsual nevesario abaorbe- fa a6lo una Traceién de ese superivit, Bra precisa, pues, una esponja lo Sas (ante capaz para recogerto tox." ‘Las imvessiones ef el extranjero cran tmna magnifica posibilidad. El resto

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