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CAPITULO xv HERENCIA Y MEDIO AMBIENTAL [Per comprender las diferencias individuales surge una ue requiere contestacién: yNace una persona tal 2 ser lo que es como resultado del aprendizaje? La ite a lo largo de Ia psicologia y la hemos encon- el instinto y la percepcién espacial. El concepto Por supuesta la supervivencia de los més aptos y la lidades de adaptacién por medio de la herencia, Ge un enérgico componente hereditario en las di- Ss y, por consiguiente, en las diferencias individua- fo mantener las teorfas extremas de que todo lo cia, o de que todo lo que interesa es el medio de reflexién nos indicaré inmediatamente que hay tn organismo no puede desarrollarse sin el sostén fio. De aquf que, aunque acaso haya un compo- Ii estatura, Ia realmente conseguida dependerd de y adecuada, de la misma manera también, una ca- eta, tal como la inteligencia acaso, tenga un pero el nivel intelectual realmente logrado de- de estimulos durante el desarrollo, El problema entre Ia herencia y el medio, sino en aprender Io Tmitaciones impuestas por la herencia en el po- Je amplitud del cambio que puede producirse por worables. CONDUCTA. La genética moderna, o ciencia [smo las caracterfsticas fisicas del hijo derivan de Eeética de la conducta es una rama mds nueva de la herencia de la conducta més bien que de hay una cuestién interesante, si se afiade 0 no » ues con toda,seguridad ésta (si es hereda- Ge estructuras fisicas. Es decir, si la inteligencia persona més inteligente recibe un sistema ner- 102 Herencia y medio ambiental Vioso superior que el que otra persona menos inteligente ha heredado. At que esto parezca incluso bastante légico, la estructura heredada no Observada directamente; lo que se advierte, aun en rasgos tales como tamafio y el color, refleja la interaccién de la herencia y el medio, acuerdo con esta opinién, la habilidad de una rata para correr por laberinto puede ser un indicador tan util de la herencia como a de su cerebro. Asi, Ia herencia de la conducta, de la misma manera a Ja estructura fisica, pueden ser estudiadas por derecho propio. Antes examinar las pruebas de la herencia de la conducta revisaremos bre mente los principios fundamentales de la transmisién hereditaria. Fenotipos y genotipos Aunque la herencia en general produce semejanzas entre los pad y Ja descendencia, la genética nos ensefia a investigar por debajo de Superficiales; en realidad, ciertas ausencias de semejanzas entre los. pax Gres y la descendencia nos proporcionan claves principales del mecanis de la herencia. Por ej, los cobayos, cuyos hijos estén en la proporeién 3 negros por | blanco ilustran un principio fundamental de la herenc pio. Para comprender estos ejemplos tenemos que distinguir entre fenotipo—el individuo real tal como podemos describitlo (p. ¢}., el cobay 0 el padre que ve el color normalmente)—y el genotipo—el individes como portador de cualidades genéticas que pueden no ser manifesta: por él (p. ej., una madre que puede transmitir la ceguera del color a s hijos). Gromosomas y genes. El genotipo de un individuo consta de las unt dades hereditarias recibidas de sus padres y que transmitird a su descend: cia. Estas unidades las llevan particulas microscépicas que se encuent en cada célula del cuerpo, conocidas con el nombre de cromosomas. del padre y 23 cromosomas del évulo de la madre. Estos 46 crom: mas forman 23 pares, que se duplican en cada célula del cuerpo cuan el individuo se desarrolla. (Se pensaba hasta hace poco que el hombi tenia 24 pares de cromosomas, pero el niimero més bajo se ha establecida: como tipico, aunque hay algunos casos anormales.) (Tj10 y LEVAN, 195 Los genes también aparecen en pares—un gen de cada par proviene Jos cromosomas del espermatozoo y el otro gen del 6vulo—. Carecemos Fenotipos y genotipos 103 el mimero total en cada cromosoma humano es del orden de 100.000. Debido al hecho de que el ntimero de genes y cromosomas és extraordinariamente improbable que dos seres humanos ten- ‘ma herencia aunque pertenezcan a los mismos padres. Sin em- y una excepcidn: la de los gemelos idénticos rtante consignar que el gen puede ser dominante o recesivo. miembros de un par de genes son dominantes, el individuo mos- rasgos determinado por los genes. Si uno es dominante y el otro mostrar el rasgo del gen dominante, pero Ilevard también el vo, que puede surgir como rasgo en la descendencia; aparece |mbos genes son recesivos. concreto de cromosomas tiene un interés particular: el aso- ‘el sexo del individuo y con los genes de ciertos rasgos “‘vincu- el sexo”, Una hembra normal tiene dos cromosomas X, un ma- tiene un cromosoma X y un cromosoma Y. bra hereda un cromosoma X de la madre y uno del padre, hereda su cromosoma X de la madre y su cromosoma Y del ido a que el cromosoma Y es un cromosoma defectuoso, ac- herencia como si Ilevase solamente genes recesivos. De aqui que reristica recesiva del macho, tal como la ceguera al color, apa- cuando se hereda un gen recesivo de ceguera al color de su Jes hembras son con menos frecuencia ciegas al color, porque seria necesario que tanto el padre como la madre fuesen ciegos © que ésta portara un gen recesivo de acromatopsia. Asi, los X e Y han ayudado a descifrar algunos de los enigmaticos de los rasgos hereditarios humanos. conocimientos referentes a los cromosomas humanos. Las han conducido a corregir el ntimero de cromosomas de 48 Tech también posibles otros avances en la genética humana, wte el descubrimiento de una base “cromosomal” para al- iticas dificultades del desarrollo. éstas, del desarrollo masculino, conocida con el nombre de KLINEFELTER, es aquella en que los drganos genitales no lo- e normalmente, Una muestra de tejido de la piel de los les da una prueba conocida.con el nombre de cromatina los casos del sindrome citado son de cromatina positiva, jhembras normales. Esta ambigiiedad sexual en el desarrollo ‘con un cromosoma sexo eztra, teniendo la persona dos cro- puntos actuantes o loci, estén ordenados en gran numero, em ‘como perlas en un collar. Los cdlculos sobre su mimero oscilan 700.000. Para la integracién de una caracterfstica hereditaria se nece- Este par es alelomorfo (procedente del padre y de la madre). Si uales el individuo es homocigote: si son diferentes, es hete- 104 Herencia y medio ambiental mhosomas X y un cromosoma Y, haciendo un total de 47 cromosom (Jacoss y STRONG, 1959), : Una dificultad ‘similar en la hembra, un estado conocido con el no: bre de sindrome de TURNER, muestra carencia de desarrollo de las ca racteristicas del sexo a la edad en que se esperan los cambios de pubertad. En el informe de un caso de este tipo, la joven era de croms tina negativa, como es usual en los machos, Result6 que tenfa 45 c1 mosomas, falténdole un cromosoma X (Forp y otros, 1959), Un estado no asociado con el sexo es una forma de subnormalida mental conocido con el nombre de mongolismo. El mongélico tiene pequefio cromosoma extra, probablemente uno de sus cromosomas reds Plicado (LEJEUNE, GAUTIER y TURPIN, 1959). Un buen ejemplo de la precisién con que los cromosomas extras pe den ser identificados lo tenemos en un caso en el que un enfermo. ma traba a la vez mongolismo y el sindrome de KLINEFELTER y tenia los cromosomas extras correspondientes (FoRD y otros, 1959)? Genética de la poblacién. Las caracteristicas bésicas de una pob cién de animales o de seres humanos dependen de los genes que exi en ella. Debido a los diversos factores selectivos que aparecen a lo larg de la reproduccién, a la muerte de los ineptos y a otros factores sem jantes, hay una “tendencia” en estos genes disponibles, de forma aa por. ej., algunos sectores humanos difieren notablemente en sus grup sanguineos, aunque todos comparten los mismos tipos basicos sanguinea E] estudio de la distribucién de genes en los grupos de individuos que casan entre sf y sus consecuencias para éstos se conoce con el non de genética de la poblacién. Los principios que se han desarrollado en relacién con la genética di la poblacién tienen una consecuencia importante para el estudio de genética humana, Como es posible obtener pruebas simult4neamente bre las caracteristicas de padres e hijos, son acumulables en el lapso di vida de un solo cientifico sin que sea necesario reunir historias de familia en varias generaciones. La aplicacién del método a problemas interés psicolégico ha sido hasta aqui escasa, pero es de esperar que call el tiempo se encuentren mds formas de utilizar este-método en la psic logia de Ia herencia, Un estudio interesante de la genética de la poblacién dio por cam secuencia el descubrimiento de una clase curiosa de deficiencia del tido del gusto en el 30 por 100 aproximadamente de la poblacién. Usk sustancia cuyo nombre quimico es feniltiocarbamida, cuando se lleva la boca en concentraciones bajas, sabe muy amarga al 70 por 100 de i poblacién. Es ins{pida para los demas, Hay algunas diferencias en 2 A medida que estas nuevas técnicas se perfeccionan recibimos informes nuevas anomalfas en los cromosomas. (MiLEs, 1961.) Genética de la poblacién 105 ero la distribucién resultante tiene dos modos3 como es de ia compuesta de dos “tipos” ig. 15-1). Como el gusto no- Gustadores 0.008 Cogcentracién de feniltiocarbamide (11 por 100 de solucién) BA— Curva de distribucion bimodal que resulta a partir de dos Poblacion, m de la poblacién de gustadores y no gustadores de feniltiocarbamida (Segdn CouEN y Ocpon), 0001 “tipos” de A 15-1 DE LA DEFICIENCIA DEL SENTIDO DEL GUSTO ANTE LA FENILTIOCARBAMIDA Nitios con deficiencia en el sentido del gusto [_—— ee ee Parejas de padres Predicha Observada Gastador por gustador (N=425) * 12,4% 123% Gustador por no gustador (N=289) 35,4 36,6 No gustador por no gustador (N=86) 100,00 97,9 Fuente: SNYDER. ©) N=Niimero de familias probadas, -, Una distribucién que tiene dos modos o puntos de alta frecuencia se lama Ustribucién bimodal. Tiend © @ aparecer cuando hay dos tipos principales entre la icién. Véase el capftulo XIII. 106 Herencia y medio ambiental es una caracterfstica por la que las personas elijan a su pareja, los de- terminantes genéticos para probar la feniltiocarbamida se distribuyen al azar por toda la poblacién. Es decir, entre 100 personas cualesquiera probadas procedentes de una poblacién dada de casados, la proporcién entre gustadores y no gustadores ser relativamente constante. Como la relacién es constante, es posible predecir las deficiencias en el sentido del gusto de la descendencia de matrimonios de gustadores y no gusta- dores, de acuerdo con los principios de la determinacién genética. La prediccién se basa en el supuesto de que la falta de gusto es un rasgo simple regresivo, determinado por un par de genes y de que la presen- cia del gusto es dominante. Puesto que se supone que todos los no gus- tadores son recesivos puros (ya que poseen dos genes recesivos) todos los hijos de dos no gustadores lo serdn también. Cuando ambos padres Tlevan un gen dominante y un gen recesivo, la descendencia, segin la ley de MENDEL, estard en la relacién de 3 gustadores por 1 no gustador. Siempre que un padre es dominante puro, todos los hijos seran gustado- res. En la tabla 15 se dan los resultados de un estudio de la herencia de la deficiencia del sentido del gusto. Los datos muestran hasta qué punto es certera la prediccién: los fenotipos aparecen en las proporciones es- peradas a partir de los fenotipos inferidos. La mayor parte de las caracteristicas psicolégicas no se prestan a un estudio tan directo como el de gustar o no gustar la feniltiocarbamida. La mayor complejidad se debe en parte al hecho de que las caracteris- ticas psicoldgicas entran en la eleccién de pareja y por ello no se puede Suponer una distribucién al azar de determinantes genéticos. Ademés, no es probable que muchas caracterfsticas psicolégicas estén determina. das por simples pares de genes. Herencia en la conducta animal Los experimentos en la crfa de animales nos dicen algo sobre la in- fluencia de Ia herencia en la conducta, Algunas razas de ratontes, p. ej., se convulsionan cuando se les expone a sonidos de tono elevado mientras que otras no. Cuando se cruzan estas razas, la susceptibilidad a las con- vulsiones sigue reglas genéticas, como si aquellas fueran heredadas lo mismo que un rasgo dominante. (Witt y Hatt). La fiereza y la docilidad en las ratas son hereditarias. Segdin algunas autoridades en la materia, el cambio de un solo par de genes convertird una raza fiera en una raza mansa, (KEELER y KING). Se han dirigido algunos experimentos a un estudio de la herencia de la capacidad de aprendizaje en las ratas. Emparejando las que actuaron deficientemente en el aprendizaje del laberinto con otras-que también actuaron deficientemente, se produjo una raza “torpe”; emparejando Jas que actuaron bien con otras que también actuaron bien, se produjo Conducta animal 107 “inteligente” (HERON, Tryon). A pesar de que la separacién de teligentes” y “torpes” se logré con éxito, los experimentos fue- satisfactorios en dos aspectos: 1) la “inteligencia” y la “torpe- m_especificas para el aprendizaje del laberinto (SEARLE, 1949) y no fueron genéticamente puras, de modo que fue dificil de. determinantes genéticos comprendidos (HALL, 1951). Un ex- més reciente ha tendido a hacer frente a estas dos objeciones un tipo de laberinto mds andlogo a un test de inteligencia gene- F un control de genotipos que se ha intentado por medio de em- ientos de hermano con hermana. (THOMPSON, 1954). El experi- fuvo éxito en una separacién de razas en inteligente y torpe den- unas pocas generaciones (Fig. 15-2). 300 260 & 3 ¥ 220 2—Herencia del 2 ,,. de laberintos ata = 7 = 0. Inteigentes es de los erro- 340 “= de ratas “in ¥ “torpes” cri ‘ivamente para la en el laberinto a 1 2 3 4 5 6 Generaciones fan hecho experimentos bastante satisfactorios desde el punto de Ge Ia genética con la mosca de la fruta, drosophila. La conducta selecciond fue la fototaxia, es decir, la tendencia a ser atraida a un luz. Emparejando a las que tenfan una fuerte tendencia con Que también la mostraban y emparejando las que tenfan una ten- Gébil con otras que también la mostraban, se intentd una segre- de tipos. Los resultados con generaciones sucesivas condujeron a ja Clase de separacién encontrada antes en las ratas (Fig. 15-3), de la fruta tiene dos ventajas sobre la rata para esta clase de entos: 1) generaciones sucesivas tardan bastante menos tiempo desarrollo y 2) la diagramacién detallada de los genes y los cro- ha ido mucho més lejos. experimentos de crfa cuidadosamente controlados con animales posibles con seres humanos por muchas razones. Los obstéculos nos impiden hacer matrimonios para adaptarnos a las conve- 108 Herencia y medio ambiental niencias del genetista. Incluso si se planearan los matrimonios, la grat! amplitud de vida de los seres humanos haria dificil seguir diversas gene raciones, excepto volviendo a viejos registros que a menudo estin im completos. Sin embargo, las dificultades no nos impiden obtener una prue ba satisfactoria de que la herencia humana de algunas caracterfsticas s= gue en efecto los principios genéticos establecidos por el estudio de otras formas animales. La prueba es altamente satisfactoria para el co lor de los ojos, el color del pelo y de muchas partes del cuerpo. La prueba referente a la herencia de las caracteristicas psicol6gicas es mucho mas diffcil de evaluar. 20_ 38 S y » 8 Tento por clento de casos 8 Geet ests 49 Nimero de respuestas de aproximacién 678 Alta tendencla + + Baja tendencia 2 10 Fig, 15-3.—Enserianza se- lectiva por fototaxis en la mosca de la fruta, Con diez oportunidades de efectuar respuestas de apro- ximaciéa a la luz, la des- cendencia de variedades seleccionadas por alto nti- mero de respuestas de acer- camiento, segin la media, mantuvo la tendencia: més alta en sucesivas generacio- nes que la de las selecciona- das por bajo niimero de aproximaciones. El eje ver- tical indica el porcentaje de casos segin el mimero de respuestas. La generacién original P se representa en el primer gréfico; la prime- ra descendente G,, en el se- gundo, la segunda G en el tercero, la séptima G; en el cuarto, Ja vigésimonovena Gu en el quinto (segin Hiscu y Bouprsav, 1958). LA HERENCIA EN LA CONDUCTA HUMANA, Las reglas fami- liares de genética se expresan en términos de rasgos unitarios determina- dos por pares de genes sencillos, pero realmente la mayorfa de los rasgos cuyos determinantes se conocen no son tan sencillos, El usual color Herencia e inteligencia 109 Ta mosca de la fruta depende segiin se sabe de la accién combi- 30 genes por lo menos. Los rasgos que varfan a lo largo de una mn, como ocurre con la talla en el hombre, tienden a estar deter- por mas de un gen. Si hubiera solamente un par, tendrfamos Sola talla para los hombres dominantes y una sola talla para los bres recesivos, de la misma manera que los gustadores y los no Sdores no forman més que dos grupos separables, La inteligencia va- somo la talla, en una escala que va desde el retraso hasta la gran ntez, sin la rigida solucién de continuidad que nos permitiria cla- Ear a los hombres en dos grupos: los muy inteligentes y los esti ps. De aqui que en la medida en que la inteligencia (0 cualquier otro complejo) puede ser heredada serfa de esperar que estuviera con. ida por cierto ntimero de genes. sponente hereditario en la inteligencia Para estuidar Ja posibilidad de los determinantes hereditarios de un complejo examinamos las semejanzas entre los padres y su des- cia o entre los mismos descendientes. Un indice conveniente de janza es el coeficiente familiar de correlacién, Ahora ditigimos nues. atencion hacia algunos estudios que usan dicho coeficiente para de- minar la prueba de la herencia de la inteligencia. Padres e hijos. Si los padres contribuyen a la inteligencia de los BS a través de la herencia, es de esperar que exista una correlacion © la inteligencia de unos y otros. Cuanto antes se hallase esta corre. en en la vida del nifio, més pruebas nos daria de la herencia; ya que ués de que un nifio ha vivido varios afios en el hogar no puede des- farse la influencia del medio. Pero el descubrimiento de una corre. in temprana en la vida depende de la posibilidad de poder medir eato la inteligencia. Se han preparado varias escalas para medir el desarrollo psicolégico sl nifio pequefio. Sin embargo, sabemos, a partir de estudios como el = sigue, que estas escalas no predicen adecuadamente las puntuationes el nifio obtendr4 més tarde en los tests de inteligencia. En 1928 y 1929, 59 madres de nifios nacidos en Berkeley, California, Soperaron en un estudio a largo plazo de sus hijos. Debido @ que la po. Ecién original comprendia dos pares de gemelos, habia 31 varones y 30 embras. El grupo fue estudiado durante 18 afios, permaneciendo 40 de ehos nifios durante la mayor parte del tiempo del estudio. Se les probé mensualmente durante los primeros 15 meses con la Ca- ia First-Year Mental Scale. Hasta la edad de 3 afios fueron proba- cada 3 meses con la California Pre-school Scale. Se utilizé la misma scala cada 6 meses hasta la edad de 5 afios. A la edad de 6 afios empe- on los tests anuales utilizando el Stanford-Binet, Terman-McNemar 10 Herencia y medio ambiental Group Test y el Wechsler-Bellevue (forma primitiva de la escala p: nifios), Se alternaron las diferentes formas para evitar demasiada fai liaridad con el test. Los resultados con estos nifios tan repetidamente probados nos una base para juzgar la estabilidad de las puntuacionts de inteligencia las edades en que se encuentra la semejanza entre padres e hijos (BAY LEY, 1933, 1949). TABLA 15-2 CORRELACIONES ENTRE LAS PUNTUACIONES DEL TEST DE INTELIGENCIA EN LOS ANOS PREESCOLARES. EL. CI ALA EDAD DE 6 ANOS Y LA MEDIA DE LA EDUCACIGN DE LOS. PADRES Correlaciones con la media de Correlaciones con el Cl a los 6 fi la educacién de los padres ** Edad en que se probé Ia inteli- gencia 13 meses 4-6 meses 7-9 meses j 10-12 meses 13-15 meses | 18-24 meses 2 afios 3 afios y 4 aiios 45 0,77 | I 050 0,58 057 5 afios a7 0,85, 6 aiios s & Origen: Basado en e] Berkeley Growth Study (BavLzY). * Para las puntuaciones hasta la edad de 2 afios, las correlaciones estén entre las medias de tres tests mensuales y las medias de los tres tests anuales a las eda- des de 5, 6 y 7 afios. **’Para jas puntuaciones hasta la edad de 2 afios, Jas correlaciones estén en- tre la cuantfa promediada de escolaridad de los padres y la puntuacién del test del mes medio. Debido al citado estudio en que los nifios pequefios fueron probados a intervalos frecuentes en los primeros meses de su vida, podemos pregun- tar cudn pronto se pueden predecir las puntuaciones posteriores. Por ahora tomaremos como puntuacién mds tardia la edad de 6 afios medida por el Stanford-Binet, Se dan dos series de correlaciones en la tabla 15-2, uma entre puntuaciones del test de inteligencia antes de la edad de 6 afios y el Cl de los 6 aiios, la otra entre los atios de escolaridad de los padres Padres adoptivos 111 puntuaciones del test de inteligencia del nifio en diversas edades. que durante el primer afio las correlaciones con el Cl de 6 aiios spreciables, de forma que podemos conjeturar dicho cociente tan el test como sin él, Hasta la edad de 2 afios no pasa de 0,50 lacién con el CI de 6 afios. También alrededor de los 2 aiios la én apreciable con la educacién de los*padres empieza a subir a Ja edad de 6 aiios. Debido a que sabemos el nivel educativo de antes de que probésemos al nifio, vemos que durante los 2 pri- anos podemos estimar mejor el CI del nifio a los 6 afios estudian. Padres que estudiando al nifio. Cuando éste tiene alrededor de el probarle nos dice mds de lo que nos dirfa el probar a los falta de estabilidad de las puntuaciones durante los. primeros impide obtener una estimacién temprana de la inteligencia li, J influencia del medio hogarefio. Parte de las razones de la baja on entre los tests tempranos y los posteriores estriba en el Gel contenido del test. Los tests para los nifios muy pequefios Sariamente no verbales, mientras que los verbales son mas im. més adelante. Hasta que el nifio no se vuelve “verbal” (hacia 0s segiin los resultados de nuestros tests) el CI no es predictive ‘0 CI. Dentro de los afios escolares, el CI es relativamente es. Jos retests inmediatos tienden a correlacionarse en 0,89, los tests por 20 meses, alrededor de 0,84 y los tests separados por 5 ededor de 0,70 (Braway, BAYLEY), Esperamos hasta los afios escolares en que el CI puede ser medido ‘Oriamente, encontramos una correlacién positiva entre el Cl de y del nifio. Con una muestra grande de padres y nifios (428 jo y 534 puntuaciones madre-hijo) la puntuacién lar. Conrap y Jonks). Esta correlacién es aproximadamente de proporcién que la obtenida entre padre e hijo para una carac. fisica tal como la talla y nos da una suposicién de la influencia ia, aunque, desde luego, el ambiente es ahora un factor. s adoptivos. l medio ambie: bajo adopcién. Como las adop- Son administradas por asistentes sociales, se aplican tests y se registros generalmente de modo que las posibilidades de estu- itinuados son buenas. importantes preguntas requieren respuesta: EI tiltimo CI de los nifios adoptados dentro de los primeros me- 2s de vida se correlaciona més con el de sus verdaderos padres © con el de sus padres adoptivos? 2El CI de los nifios adoptivos 12 Herencia y medio ambiental corresponde también a los niveles educacionales y laborales d sus padres adoptivos? ‘ 2. cla atmésfera generalmente favorable de los hogares en que Io nifios son adoptados eleva el nivel general de inteligencia, camba © no la correlacién? Como respuesta a las dos preguntas, utilizaremos los datos de 3 & tudios. 1. Un estudio hecho en la Universidad de Stanford comparé las laciones entre los nifios legalmente adoptados y sus padres adoptit con las relaciones similares entre nifios y sus padres verdaderos. El g po estudiado comprendia 214 nifios adoptivos y 105 nifios de control ¢: vivian con sus verdaderos padres. La edad media de adopcién de los = iios adoptivos era de 3 meses; todos fueron adoptados antes de la de 12 meses (BuRKs, 1928), 2. Un estudio hecho en la Universidad de Minnesota después a estudio de California repitié varias de las mismas comparaciones. El gra po de nifios adoptivos consistia en 194 nifios legalmente adoptados, © dos de nacimiento ilegitimo y todos colocados en el hogar adoptivo ants de la edad de 6 meses. Igual ntimero de nifios control, que vivian ca sus padres, suministraron los datos camparativos (LEaHY, 1935). 3. Se hizo un tercer estudio en la Universidad del Estado de low en el que a nifios adoptivos se les aplicaron tests sucesivos a medida ¢ crecfan y se comparé su ultimo nivel de inteligencia con el bajo ms de inteligencia de sus verdaderas madres. Todos los nifios habian Si puestos en adopcién antes de la edad de 6 meses, Anteriormente publicaron varios informes, pero uno final da los resultados del para los nifios adoptivos cuando alcanzaron la edad media-de 13 (el test final ala edad de 11 a 18) (Skopak y SKEELS, 1949). uCémo responden estos estudios a las dos preguntas anteriores? primer lugar podemos considerar los datos correlacionales. iEl e intelectual del nifio se parece al de sus verdaderos padres o al de padres adoptivos? Aqui los datos de Iowa son los més idéneos, pa Jas puntuaciones de los tests corresponden a las verdaderas madres, ¥ gunas pruebas también son del nivel educacional de los verdaderos dres. Los datos se presentan en la tabla 15-3. Si la educacién de los) dres afecta al nifio por medio del ambiente, esperaremos una correl con la educacién de los padres adoptivos con los que el nifio vive embargo, las correlaciones de la tabla 15-3 son significativas solamal con los padres verdaderos, con los que el nifio no ha vivido. Es so dente la carencia total de correlacién con la educacién de los pa adoptivos. Se esperarfa una pequeiia correlacién entre el padre y ef Padres adoptivos ¥3 fo baséndose en la colocacién selectiva, es decir, en el hecho de iss instituciones sociales sitéan a los nifios lo més a menudo posible beares que sean paralelos al nivel de su capacidad anticipada. Por alo, en el estudio de Iowa que consideramos ahora, el CI de la ma- sal y Ja posicién laboral del padre se correlacionaban 0,35 como re. © de una colocacién selectiva (MCNEMAR 1940), 15-3 CIONES ENTRE EL CI DEL VERDADERO PAD} RE Y LA EDUCACION, Y ENTRE LA DEL PADRE ADOPTIVO ¥ EL CI DEL Hm jO ADOPTIVO Correlacién con el CI Stanford-Binet del nifio probado a las edades de 10-18 atios (edad media 13 afios)* N r daderos con quienes el niffo no ha vivido fa madre y CE del nifio .. o one Se la verdadera madte en aos y CL del mie.) “95 632 m del verdadero yadre en afies y Ch aed niho 60 0,40 @doptivos con quienes el nifio ha vivide por lo menos 10 afios ion de la madre adoptiva y CI del nifio ein del padre adoptivo y CI del niffo . SKODAK y SKEELS, Os Jos nifios fueron puestos bajo adopcién antes de la edad de 6 meses. No dada en el informe, pero calculada de los datos mostrados aqui. La ver. Gducacion del padre era desconocida para los otros 40 casos de la taues- 100. los estudios de Stanford y Minnesota tenemos la posibilidad de © Jas semejanzas padre-hijo de los nifios que viven con sus pa- los nifios que viven con sus padres adoptivos. Para los que Sus padres tenemos, desde luego, la influencia unida de la ¥ del medio, Las principales comparaciones estan en la tabla 15-4. comparacién los hijos verdaderos se parecen a los padres mu. janzas padre-hijo son mayores con los verdaderos padres que padres adoptivos, al marge verdaderos padres. 114 Herencia y medio ambiental Gohan saad 22 | See astern Chelation Seheon chisoch ae sehen Sieahne —_Sonaae ETT

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