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Anne-Marie Losonczy “La patria” como categoria en el post-comunismo Ensayos sobre Hungria y Rumania Bernardo Rengifo Lozano Adriana Parias Durdn Laura Rineén Traduccién Universidad Externado de Colombia Prohibida la reproduccion ocita impresa 0 electrénica total o parcial de esta obra, sin autorizacin expresa y por escrito del Departamento de Publicaciones de la Universidad Extemado de Colombia. ISBN 958-710-145-6 © ANNE-MAKIK LOSONCZY, 2006 © BERNARDO RENGIFO, ADRIANA PARIAS DURAN, LAURA RINCON (Trads), 2006 © UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA, 2006 ‘Derechos exclusivos de publicacion y distibucin de Ia obra Calle 121° 1-17 Bste, Bogoté - Colombia, Fax 342 4948 ‘yew ibrosuextemado.com Primera eicién: octubre de 2006 Disenio de cublerta, composicién, impzesicn y encuadermacién: Departamento de Publicaciones, Universidad Extemado de Colombia, con un traje de 1.000 cjemplares, Impreso en Colombia Printed in Colombia Conteno Presentacion Introduccién, Antropologta de la “patria”: el caso hiingaro El patrimonio del olvido, EL"Cementerio de las Estatuas” de Budapest: poyecto museografico post-comunista Cantar el pasado y el futuro. Construccién de la “patria” a través de los himnos centroewropeos Itinerarios de la patria. Construccién del espacio interpatristico entre Hungrfa y Transilvania (Rumania) El rechazo al exilio. Migraciones, autocton‘a y patriotismo entre Transilvania (Rumania) y Hungria Figuras rivales y complementarias de lo “popular” en Hungria Elautor 11 41 7 19 139 163 ‘PRESENTACION Con este libro “La patria” como categoria en el post-comunis- ‘mo. Ensayossobre Hungriay Rumania, ANNE-MARIELOSONCZY nos presenta una interesante paradoja: después de traba~ jar en Colombia con comunidades negras e indigenas*, se ‘vuelcasobreel pasadorecientedesutierranatal. Desdelas ciencias sociales y desde su propia vida ofrece una mirada sobre experiencias nacionales que aparecen en Hungriay Rumania después de 1992. LainnovaciGn desu trabajo consisteen reinterpretarlas “culturas nacionales”, tendencia original y reciente del andlisis antropol6gico. La categoria misma de post-comu- nismo queda sujeta al debate de Ja ruptura que sufti¢ el proyecto politico especifico de la Unién Soviética que aspiraba al sovialisuwu, y que tras su disolucién produjo cambios sustancialesy violentos enla geopolitica de Euro- paCentral y Oriental. Hungrfa y Rumania tienen la parti- cularidad de no haber sufrido cambios en sus fronteras pero, segtin la tesis de ANNE-MARIE LOsonczy, conllevan enel proceso detransformaciénunarecategorizacion dela nocién de “patria” y de los valores nacionales. Ver de la misma autora Vine y viblencia. La poradoj chansanica ened, Bogotd, Universidad Externada de Colombia 2006. 9 10 El aporte de este trabajo, ademés de su original enfo- que, esté representado, para el contexto latinoamericano, por la apertura de un debate que incluye las transforma- ciones de las “culturasnacionales”, después delasdictadu- ras, olarecomposicin de diversos tipos denacionalismos en la regién. Para la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Externado de Colombia és muy estimulante presentar este libro que ilustra debates de fondo para las ciencias sociales y para la interpzetacin de las transformaciones socio-poiiticas posteriores a las rupturas de modelos que se consideran estables 0, por lo menos, en proceso de estabilizaciGn, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas Universidad Externado de Colombia Intropucci6n MULTIPLES PASADCS Y MEMORIAS FRACCIONADAS: [REFORMULACIONES DEL LAZO PATRIOTICO EN LA CULTURA NACIONAL POST-COMUNISTA Los textos reunidos en este volumen fueron inspirados a partir del cruzamiento de dos fenémenos socio-culturales y politicos de gran amplitud: la configuracién y reconfiguracién de los marcadores de la “nacién”, de su historia y memoria en la esfera oficial y popular, y del proceso complejo del fin del comunismo y la emergencia de regimenes alternos de inspiracién democratica. La realidad histérica reciente los cruz6 en Europa Central y Oriental, asicomoen Asia Central. Elandlisis antropol6gico de los retos inéditos e interrelaciones y recomposiciones Paradojicas que la alimentan, debe anclarse en trabajos, recientes que propulsaron io nacional como escala, nivel y temética pertinentes en antropologia. Pero tal perspectiva implica su vez una concepcién mas general del quehacer antropoldgico que restituye a los hechos y representacio- nes sociales su dimensién temporal e historica que, por consiguiente, no borra su carécter maltiple, contextual, inacabado y procesal, ni tampoco reduce lo social aun “texto”. Asi, esta introduccién pretende explicitar las op- ciones, retos y contextos analiticos que subyacen a la aventura intelectual vivida por una antropéloga que, ha- biendo trabajado sobre sociedades negras e indfgenas en n 2 Colombia, regres6 a las turbulencias de su regién natal: el cambio consiguiente de escala analitica que, sin abando- nar lo local y lo pluri-local, los interroga en tanto puntos significativos de cristalizacién, donde se encuentran, se ‘impactan y se reconfiguran précticas y representaciones dotadas de valores nacionales, bi-nacionales y patristicos. Los presentes textos fueron escritos a partir de 1992, fecha en la cual el desmoronamiento y el fin de los regimenes comunistasen Europa Central y Oriental cede el paso a un proceso inédito, complejo, globaly dificil de transicién hacia la reconstruccién de la economia, las instituciones politicas, jurfdicas y sociales, enaras de un régimendemocratico y de una economia demercado que implicara también una radical recomposicién delasélites dirigentes y de los limites y relacionesentre losdiferentes grupos sociales y naciones. Por una parte, este proceso se compone de la constante supresién de leyes, institucio- nes y sectores econémicos enteros, de la répida desvalo- rizacién 0 desaparicién de competencias, estatutos y actividades anteriormente prestigiosose intocables, y de Ja aparicién simulténea de nuevas formas de préctica, discurso, publicidad y saberes econémicos, politicos y sociales, con la emergencia de nuevos modos de vida, de consumo y de relaciones sociales. De otro lado, el fin de Ja Unin Soviética y su control sobre el “Bloque Socialis ta” libera de la congelacién politica aspiraciones y ambi- ciones independentistas en pafses y regiones incluidos antes 0 después de la Segunda Guerra Mundial en enti- dactes nacionales més amplias. Estas se plasman en una efervescencia politica nacional e identitaria que aprove- cha Jos vacios institucionales internos y los intersticios abiertos por la democracia internacional para la creacin de nuevos Estados independientes, El nacimiento de Ucrania, Estonia, Lituania y Letonia, y de reptiblicas independientes en Asia Central, resultantes de la des- 13 composicién de fa Unién Soviética, la emergencia de Eslovenia y de Croacia, concomitantes con la guerra sangrienta que constituye el fin de Yugoslavia y la sepa- racién pacifica de Checoslovaquia en dos reptiblicas, muestran tantola phuralidad demodalidadesy de proce- 80s de reconstruccién nacional post-comunista, como la amplitud del cambio en la geografia politica. Paralela- mente, en paises cuyas fronteras nacionales no cambian, como Hungriay Rumania, lare-categorizaci6n propia de ciertos componentes de la poblacién como “minorias étnicas” o religiosas, crea nuevos lenguajes, conflictos y actores colectivos en la escena nacional e internacional, bajo la influencia de las instituciones europeas, a la vez, que una reconfiguracién de identidades regionales que reclaman una “madre-patria’” en un pafs vecino apoyado en la herencia de conflicts fronterizos pre-comunistas. Ambos procesos cuestionan tanto la imagen oficial como la percepeién popular de la nacién. Pero este “terremoto” que afecta el equilibrio geopolitico mundial, asicomolasidentidadesnacionales ylas de grupos e individuos en un lapso de tiempo muy breve, no constituye sino la parte més visible del fenéme- no socio-histérico Hamado “post-comunismo”. Dentro de los Estados-naci6n directamente afectados, los proce- sos de transicién hacia la democracia, el mercado y la globalizacién se enmarcan sobre todo en la conflictiva y paradGjica coexistencia de instituciones, leyes, cédigos de conducta y valores atin anclados en él régimen co- munista anterior. Innovaciones sociales y politicas loca les, importacién masiva y acomodacién de précticas, discursos y actividades de la democracia y del capitalis- mo internacionales, y Ia reactivacién, impulsada por diversos agrupamientos politicos o civiles, deemblemas, simbolos, conflictos, categorizaciones y discursos, todos anclados en sus historias nacionales anteriores al fin dela M Segunda Guerra, y por consiguiente, el establecimiento deregimenes comunistas ligados ala Unién Soviética. En suma, la tensién propia del fenémeno europeo post- comunista, mas allé de la penosa velocidad de cambios sociales mayores, juega entre un potente referente institucional e ideal politico-cultural que canaliza, dirige einternacionaliza el cambio desde el exterior, encarnado por la Unién Europea y la democracia intemacional, y valorizado por parte de la ascensién social ¢e la pobla- cién, y una reaccién social que reactiva lenguajes y me- morias pre-comunistas de la defensa nacionalista de lo propio. Ambos con el peso y la complejidad de la tradi- cidn y del reciente pasado comunista a cuestas. Esta emergencia de miltiples pasados, legitimando futuros controvertidos, dentro de un presente colectivo en cans- tante recomposicién, la imbricacién de temporalidades sociales e histéricas diferentes en el quehacer cotidiano y en el espacio piiblico, movilizadas por los actores socia- les como modos de legitimacién y de deslegitimacién, configuran de una manera renovada los sfmbolos, env blemas, conmemoraciones, rituales e idioma simb6lico del lazo de inherenciay de pertenencia a la “comunidad imaginada” (ANDERSON) quees unanaci6n, y al complejo de representaciones cargadas de emocién que subyacen aeste lazo, nticleo del patriotismo. La tematica de las “culturas nacionales” noemerge de Ja antropologia sino hasta hace unos veinte afios. La condicién previa de esta emergencia fue, en los afios cuarenta, la progresiva extension del interés de los antropélogos, habiendo forjado sus herramientas con- ceptuales en el examen de sociedades locales provistas de formas deautoridad clénicas, tribales 0 acéfalas, hacia “sociedades complejas”, concomitante con los estudios extensivos sobre comunidades campesinas que inducen un abandono relativo de Ia perspectiva aislacionista en 6 favor del examen derelaciones regionalesy trans-fronte- rizas. En cambio, en los ochenta, la problemética de las “culturas nacionales” entra en el campo antropoldgico, por un lado, gracias a su propio didlogo con la antropo- logfa histérica, y del otro, por la emergencia de estudios alrededor de modos de vida urbanizados. A través de estos andlisis, la “cultura nacional” aparece como una figura cultural particular que emerge en determinadas condiciones histéricas, sostenida por sistemas institu- cionales particulares, portadora de contenidos particula- res, y estrechamente relacionada con el Estado-nacién, sin ser enteramente reductible a él. Pero también se plantea como un conjunto de aédigos, referentes y com- petencias culturales que se manifiestan en el comporta~ miento cotidiano, y que pueden pensarse en tanto componentes nacionales de la identidad individual. Mientras en Europa Central y Oriental el programa cultural de la homogeneizacién de la lengua nacional culta y comtin, la creacién del teatro y de las editoriales de literatura, vehiculos de difusién de la cultura nacio- nal, se constituyeron en el sigio xr, la premisa y el motor de la construccién del Estado-nacién por venit, ERNEST ‘GELLNER (1983) -uno de los pioneros ingleses de la antro- pologia histérica de Io nacional en Europa occidental- ancla su emergencia en las exigencias sociales de la revolucién industrial, y de su corolario, el Estado moder- no. Para disponer de una mano de obra mévil y adapta- ble y de soldados méviles, se necesitaba la difusion generalizada de costumbres laborales e higiénicas, de competencias sociales elementales y de lenguas unifica- das: en suma, de una cultura de tipo escolar que impone desde arriba un aparato estatal homogeneizante, intervi- niendo cada vez més en la vida privada individual, y destruyendolas culturas ylas: solidaridades locales.Pero, Jo que GatineR conceptualiza como la imposicién a la 16 sociedad de una cultura funcional elaborada exclusiva- mente por una élite, los case studies mas empiricos (p. ej. Put. Dopp) lo muestran como el resultado dinimico dela interacciGn y negociacién complejas de diversos grupos de intereses locales, profesionales, regionales y de clase. ¢Cual puede ser pues la tarea del antropélogo en el examen de estos procesos? “Abajo”, se trata del andlisis de la forma como entre grupos locales 0 urbanos se encarnan, se negocian, se reconfiguran y se cargan de emocin, en la préctica y el discurso, variantes del refe- rente nacional en su relacién con otros (locales, regiona- les, internacionales). " Arriba”, se plantea mas bien el examen de modalidades y actores de la produccién, reproduccién y difusién de ideologias, mitos y rituales, partes de sistemas simbdlicos, que pretenden abarcar y subsumir a la sociedad entera. Las complejas relaciones entreeste “abajo” yel “arriba, permiten vislumbrar como las ideas se anclan en los quehaceres y rituales de lo cotidiano, Cémo objetos, précticas y discursos populares © periféricos pueden ser movilizados para renovar los simbolos del “centro” de lanacién; y cémo las represen- taciones se cargan de emocién al ser transmitidas en la esfera familiar, mediante interaccionesnoverbales que el antropélogo sueco O. LOrGREN lama “la socializaci6n muda” Esta se observa tanto en los actos de camaraderia como en los gustos y preferencias musicales, humoristi- cos, alimenticios y decorativos que, acortando la distan- cia cultural entre diversas capas sociales, constituyen los componentes de lo que el antropélogo estadounidense M. Hrrzez.p conceptualiza como cultural intimacy (inti- midad cultural). La necesidad de un consenso y de la difusién de la lealtad hacia el Estado se sirvi6 de la elaboracién masiva de simbolos, ritos y mitos de alcance nacional en la yw segunda mitad del siglo xx y comienzos del xx. Es este proceso de instalacién de simbologia nacional que se legitima en lo “popular” como herencia cultural a la vez singular, estable e inmemorial, Io que Exic Hovse wnt (1983) denominé “invencién de la tradicién”. Allado de “fiestas patrias”, banderas, conmemoraciones e himnos nacionales, inventados e inmediatamente sacralizados, lo nacional penetra en la vida cotidiana mediante la difusi6n de paisajes o recetas culinarias emblematizados como “nacionales” o por componentes practicos comoel nombre de calles o Jas estampillas. Este proceso lo enca- bezan burguesfas emergentes en busca de legitimidad y de modernizacién que desean encarnar una unidad su- perior por encima de intereses clasistas divisorios. El brillante y ya cldsico andlisis de HosspawM puede ensancharse con unos planteamientos inspirados en los, estudios que le siguen y su eco resuena en mi experiencia personal sobre el terreno colombiano. Lo primero es que, en momentos de crisis de legitimidad politica y social, la reformulacién de las simbologfas y los ritos nacionales histéricamente estabilizados y dominantes, mediante la inclusién de elementos anteriormente invisibles 0 periféricos, provenientes de grupos marginados que pu- jan por la representaciGn juridica y politica, puede apare- cer para el Estado como una estrategia de “cambiar para permanecer”, 0 como una alternativa a la guerra civil 0 internacional, asf como un medio para salir de las mismas. Paralosactores contestatarios,claborarunareformulacién permite anclar una legitimidad y visibilidad politicas alternas. En segundo lugar, los procesos actuales de etnicizacién de grupos diversos muestran la pregnanciay Ja funcionalidad sociologica de la “invenci6n de la tradi- ci6n” mds alia de la construccién propiamente nacional, en la afirmacién de una singularidad contrastiva local- 8 mente territorializada o, al contrario, genérica (como la “indfgena” o la “afro-descendiente”), significada por la simbolizacion étnica de elementos culturalesheterogéneos y la constraccién de una historia unificada, escrita y pen- sada como herencia para conservar en aras de la museificacién y la patrimonializacion. Este triunfo del modelo nacionalista, en la puesta en escena publica de identidades colectivas contrastivas no nacionales, mani- fiesta la interdependencia historica y sociologica entre *nacién’ y “etnia”, Por iiltimo, los estudios antropol6gicos aqui presenta dos, que se basan en materiales emptricos de terreno, concuerdan con ciertas reflexiones en antropclogia histé- rica para confirmar, en un momento histérico dado, la coexistencia publica o informal de varios modelos y simbologias de la historia y cultura nacionales. Concti- rrentes o complementarios, a menudonegociadosentre lo local, lo regional, lonacional, y entre clases sociales, estos modelos sostienen diversas visiones, emblematizaciones ¥ formalaciones de la pertenencia patristica, En ciertas condiciones histéricas y politicas esta diversidad tiende a ser radicalmente reducida en buisqueda de la cristaliza- cién de un modelo Gnicv, polarizado alrededor de la imagen del “enemigo” y, por ende, de indole a la vez agresiva y defensiva. Se trata del pasaje a la ideologia nacionalista que instrumentaliza y unifica los patriotis- mos, capitaliza su dimension emocional, depuréndolos tanto de sus referencias locales como de las universalistas ocosmopolitas. El contexto post-comunista pareceala vez propicio para multiplicar los referentes patriticos en via delegitimacién, asu vez deslegitimando aotrosy endure ciendo en ciertos discursos ptiblicos el despertar de la belicosidad nacionalista, El factor diferenciador de ambas situaciones—quecoexisten enciertos patses, reconfigurando 19 Ia distancia entre élites y actores civiles~ parece ser la ausencia o la presencia histérica y cultural en el universo nacional, de un referente externo de pertenencia supra nacional de tipo ideal como “Europa”, sinénimodedemo- cracia y paz, traducible en instituciones politicas como la Unién Europea. La diversidad de las escalas de andlisis que componen y caracterizan pues el campo de la antropologia reciente dela “nacién”, ylanecesidad de entrecruzarlas dentro del contexto particular dela dinémica post-comunista, dejé su huella en Jos diversos textos aqui reunidos, que a mi parecersélo cobranun cabal sentidoen conjunto. Tados se construyen en la argumentada distincin entre patriotis- mo y nacionalismo, distincién tan necesaria como poco presente en otros estudios, de la que da cuenta un texto introductivo, més te6rico, programaticoy reflexivo, escri- toen colaboraci6n con ANDRAS ZEMPLENI El eje que articu- laladiversidad de objetos abordados posteriormente es el de la construccién, reconstruccién, negociacién y activa- cién dela multiplicidad de marcadores y anclajes del lazo patridtico popular, inscritos en el territorio, el ritual, oen la inmaterialidad de la lengua, la mtisica, el humor o la culinaria, soportes de intimidad cultural en continuo vai- vén con las recomposiciones patrimoniales, rituales y discursivas de Jo nacional de parte de las élites. La reactivaci6n ola supresiGn de diversos pasados comparti- dos aparece como la trama temporal y la tela de fondo del ‘hogar-patria en el andlisis de los himnos nacionales y sus uusos como rito y mito performativos, del patriotismo hiingaro trans-fronterizoy concurrente con Rumania enla regiOn “inter-patriética” de Transilvania. Nocién ritualizada en el lenguaje de una antigua peregrinacién reconfigurada, de la paradoja de Ja patrimonializacién (gmuseificacién?) de las esculturas comunistas monu- 20 mentales, de los avatares performativos de lo “popular” centre historia y neo-tradicionalismo urbano actual y del sentido entre local y transnacional de la migracién peri- dica entre los htingaro-hablantes rurales de Transilvania. Tal vez, més atin que otros objetos anizopol6gicos presentes en la investigacién desde mucho antes, el abor- daje de la “patria”, representacién y subjetivacisn, siem- pre en movimiento y constantemente cuestionada en diferentes niveles de la realidad social y del simbolismo, implica una concepcién del quehacer antropolgico que tomaencuentacl contextomés queel “texto” y queintenta darcuentadelatensin permanente entre pasado, presen- tey futuro, y sus relatos que constantemente transforman lavidasocialenhistoria. Enestaperspectiva,tanto losritos como los discursos, la puesta en escena de los objetos, las practicas de baile o de migracién, aparecen como modos particulares de actos e interacciones que trabajan las rela ciones entre actores sociales, creando un campo social de posibles en el que por algtin tiempo se cristalizan y se estabilizan normas, valores y practicas, soportes de valo- res sociales. Acercarse al pais natal, con la curiosidad y las herra- mientas conceptuales ofrecidas por la antropelogia, signi- ficatransformarsu propiopatriotismoenobjelo deandlisis. Talempresa me hubiera sido imposible sin haber compar- tido tanto tiempo y reiteradamente con la gente negra y emberé del Chocd y con mis interlocutores costefios y urbanos. Haber descubierto lo familiar en lo ajeno, me permitié regresar a descubrir lo extrafio en lo familiar. Mi deseo es que los esbozos de andlisis de este complejo mundo centroeuropeo tan Iejano a Colombia puedan Ilevar al lector mas cerca tanto de lo suyo como de lo ajeno. a Referencias bibliograficas ‘Geter, E,, 1983. Nations and Nationalism, Ithaca /New York. Doop, P,,s. £. “Englishness and the National Culture”, en R. Couis y P. Dopo. Englishness and Politics and Culture 1880- 1920, London /Siciney. LOFGREN, O,, 1986. Towards in Anthropology of the National, Focaal, Tydschrift voor Antropologie,

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