Capitulo
Después de
Aristoteles:
la busqueda
de la buena vida
Después de que Esparta derroté a Atenas en la guerra del Peloponeso (431-404 a.C), las ciudades-estado
griegas empezaron a decaer y los griegos se fueron desmoralizando. Sécrates, Platén y Aristétoles flore.
Gieron en este entomno después de la guerra, pero habia aparecido un abismo que separaria ala filosotia de
las necesidades psicolégicas de la gente. Poco después de la muerte de Aristételes (322 a.C.), los romanos
invadieron tierras griegas, provocando que una situacién de por sf inestable se tornara todavia mas in-
enturias personales, las fllosofias com-
clerta. En esos aifos de enorm.
plejas y abstractas no ofrecian mucho consuelo. Se necesitaba
tuna flosofia més mundana, que abordara los problemas
de Ta vida cotidiana. Las grandes interrogantes ya
oserfan: {cuales la esencia de la realidad ma
terial? ni qué pueden saber los humanos y
mo llegar a ese conocimiento?, sino
sigs Bien: jo6mo se vive mejor”, zeudl es
Inesencia de una buena vida? o bier:
get qué es posible creer? Las filoso-
ffasde tos escépticos, los cinicos, os
epictireos, los estoicos y, por ulti-
mo, los cristianos oftec
uestas 2 estas preguntas
Escepticismo y
cinismo
El escepticismo y el cinismo cri-
tleaban a otras filosofias y soste-
nian que eran tanto falsas como
inrelevantes para las necesidades hu-
‘manas, La solucién propuesta por el
escepticismo planteaba que no se de-
bia creer en nada y la del cinismo se-
falaba que haba que distanciarse de la
sociedad.Escepticismo
Seaucle decir que Pirr6n de Elis (ea. 360-270 a.C.) fue el fundador de la escucla del escepti-
‘¢ismo, pero los escépticos tenfan mucho en comin can los primeros sofistas, Los escritos de
Pirtén se han perdido y casi todo lo que sabemos de sus ideas proviene de su diseipulo Sexto
Empitico, quien escribiera Outlines of Pyrrhonism (Esbozns del Pirronismo) (Bury, 1990) en el
siglo m d.c.
Er blanco principal delos ataques de los escépticos era el dogmatismo, Pata ellos, un dog-
‘atico era toda persona que dijera que habia legado a una verdad irrefutable. Los escépticos
crefan que los argumentos a favor y en contra de una doctrina filoséfica cualquiera merecen
el mismo crédito. Los escépticos proponfan que no se hicieran juicios, porque todas las
descripciones de la verdad les parecian equivocadas. Sin embargo, no eran dogmaticos en
sus creencias y siempre decian “ésta es nuestra o mi opinién al respecto”. Asi, no afirmaban
ni negaban creencia alguna y sélo afirmaban que no tenian conocimiento de que existiera
un criterio confiable para dliferenciar los distintos postulados de la verdad. Declaraban que
“absolutamente nadie podia saber algo y, con coherencia loable, procedian a negar que ellos
‘mismos supiesen siquiera ese penosc hecho” (Barnes, 1982, p. 136)
‘Los escepticos sostenian que, como una cosa cualquiera que uno creyera podia ser falsa,
uno podia evitar la frustracién de estar equivocado si sencillamente no crefa en nada, Como
{os escépticos no emitian juicios sobre cosas que no podian comprender de verdad, busca
ban una vida “quieta”, “tranquila” o “:mperturbable”. Los dogmaticos eran los ‘leaban
entre siy llevaban vidas agitadas. Entances, sila “verdad” no guiaba la vida de los exeépticos,
equé la regia? Tenfan dos reglas basicas para vivir: las apariencias y las.convenciones. Enten-
dian las apariencias como simples senisaciones y sentimientos: Entendian las-convenciones
como las tradiciones, las leyes y las costumbres de la sociedad. Por ejemplo, reconocfan que
dlistintas sustancias tenfan un sabor dulce o amargo, pero decfan que no eran capaces de com-
render la esencia de “lo dulce” o “lo amargo”, y de ahi su preocupacién, Reconocfan que
Astintos actos produefan placer o dobr, pero que el concepto moral del bien o el mal estaba
més all de su entendimiento. Aceptaban, en general, las apariencias (sensaciones y emocio-~
nes basicas) como guia de vida, pero no las opiniones o las interpretaciones de las apariencias.
‘Su voluntad para vivir de acuerdo con las convenciones sociales era una extension de su filo
sofia del sentido comin.
Una de las convenciones que los escépticos estaban dispuestos a aceptar ora “la instruc-
ci6n en las artes” (Bury, 1990, p. 23; Hankinson, 1995, pp. 293-294). En este caso, arles se
tefiere a los oficios y las profesiones para la supervivencia econémica que existen en una cul-
{fura. Sin embargo, para los escépticos, el trabajo era trabajo, y la persona no buscaba enélun
significado o propésito tltimo.
Sexto Empitico, que era médico y también eseéptico, pensaba que el dogmatismo era una
forma de enfermedad que se debia curar. Algunas de sus formas eran sumamente graves y
necesitaban de un tratamiento muy potente (fuertes argumentos contrarios), pero otras eran
‘Tlenos graves y se podian tratar con remedios mas leves (argumentos menos fuertes) (Bury,
1990, p. 283).
Es interesante sefialar que los soins