You are on page 1of 23
Gilles Lipovetsky y Jean Serroy La cultura-mundo Respuesta a una sociedad desorientada ‘Traduceén de Antonio-Prometeo Moya, A EDITORIAL ANAGRAMA 1. LA CULTURA COMO MUNDO Y MERCADO. Nadie ha conseguide come Nietzsche cearizar sobre la angustia del individue modemo ante sa muerte de Dioss. Ya-nada es verdader ‘Conforme aumenta el sentimiento de vacio, se multplican las formas de embria- guez para escapar a la noche de tun mundo sin valor, al abismo de la flea de finalidad y sentido. Mientras ano, en relacién con este modelo que subraya la base ontoldgica de In crisis del mundo moderno, hemos pasado « una etapa nueva, Pues la desorientacién actual 20 procede sélo de la depreciacién de los valores superioree y de la ruina de los cimientos memafisicos del conocimiento, la ley y el poder, sino tambien de la desintegracién de lor ceferentes sociales as corrientes, mds «bésicoss, provocada por In nucva oF ganizacién del propio mundo. En nuestros dias se habla a ‘menudo de la uglobalizacin liberal» como fuccor clave que cexplica la desestabilizacién del individuo. De entrada es tuna explicacién plausible, sin duda, pero resulta insuficien- te, Hay que tener en cuenta ovros elementos esrcturales, 33 En alg , I el desplome de los organigramas colts y la Individuacin de la existencia, que dj & los individuos a merced de su libre inicatra, oxi “ i He confguan la Buonorfa de lov nuevos empos: Ess Somat on: fuera mors de la mnndizacin econ Lie, go aio de la univeslidad tenia moder SI ue materia I xpi dl tom individual ya iberado de ls tadras eomuntaraalania i (ERD fora hipereoiads y exponen el edo mo come, sy gaye rin ne ‘componen un univers dona por la reenifiaién uns ‘ers le extercitorilisacion acclerada ya comercaizn iin exponen planeta. En ets condiciones es donde lo poea ve tune una elurs global 0 pebaia, cultura sin ones co objetivo noes ovo qe una sociedad univer de consamiores, Mero, tenoceni, indviduos:abandonados 3s sere exes rips ornare dminantes han dado ‘uz sn culurmundo sin precdenes en la Histor po. teadora den noc salearen la caltas, dena va rehein clr con c mun. En nue mundo de racionlzacin comer y tena, oo vende cult a dimensin call dl siema, bat pant «afizman, eel primer estado del condcs, los fctones de eae i wa mundo de simbolos, de signifiodes, de imaginarios sociales cuya cx M4 factories que ef RD V i hay gh Warde cukars-mundo no es so en tazén dle ntensifica Gin dela telacionescomerciesiternacionales losin «dels Fonters geri, sino rambign por una deep lain global que se da en todo os campos dela via soe ¢ inividual. No es slo scapitalmo desorgnizadon de los itereambion y de fos medios de comuniatién lo que define I culturesmundo, sino tambien un proceso gence lado de desincoaleacon dente ec ‘alacin y de destenvvialiacion que dsponen los nacxos «dros dla vida seca, cultural eindividal En etecapiuo analzamos ls cleurarmundo en euan- ' siema organizador del mundo; ene siguiente habe. ‘mos dela eleursemundo en cuanto cntendes produces, vendo y consumidos en ef mundo, La combina ce «sta ds dimensiones cave conforma la euler mun i permodera EL HIPERCAPITALISMO.O LA CULTURA GLORAL DEL MERCADO Desde los aos ochenta el capitalism ha entrada en un huevo cielo de funcionamiento, caactrizado por el des 2, Moponiend una ear ncpeligs de enon api lisa, Mall ols ice «capital no eal py ‘cond. Es ua forma enciade aden clr a eden ‘wal que pesto una forma pet dis de a Rely sis in alle, Caiman, 198), 233 [Cabunsy neon ‘Prive. Gels, Baten, 1988). Paes lenge lca dl ce tlio modem en canneo nsgficasin sal inugiatan vege Comes Castors Train imagine de let Sel, 1973 (insti magna de ended Tesqucts Bateons, 1983) 35 mantelamiento de los antiguos conuoles reglamencarios ‘que limiraban el mercado competitive, Las erabas protec: Cionistas y los limites adminiserativos han ido desaparecien- do, Con objeco de conseguir préstamos del FMI y del Ban- ‘co. Mundial, los paises del sur se han puesto’ a aplicar polticas de ajuste extruccural para promover el librecambio, ln teduccién de las barreras arancelarias y no arancelaras, la libre circulaci6n de capitales. Han aparecido vastas zonas de librecambio en Europa, y entre Canadd, Estados Unidos y ‘México (Alena). En el marco de este liberalismo sliberado>, las privatizaciones se han extendiddo como un maremoto, el peso del comercio internacional ha cambiado de escala, el Imercado se ha planctarizado. Con la caida del sistema sovie- tico, al iberalismo se ha difundido pricticamente por todo el mundo. La Europa del Esce y Rusia han entrado en la “bits del capitalismo. China se ha convertido en el taller del mundo. Ayer los eélebres wdragones» ~Corea del Sur, “Taiwin—y hoy el grupo BRIC -Brasl, Rusia, India, China~ oe tempresa debe orientar toda su actividad pensando en crear valor cotivable. El objetivo es llegar a cierto nivel de bene- ficios por accién, de acuerdo con las expectativas de los fondos de pensiones, los fondos de inversién y otras inves slones instirucionalizadas: en el hipercapicalisma se conso- Jida el poder de las finanzas y los grandes inversores.” En la 10, sft poder ha pasado a manos de los consumidose lor in ‘eniote. Hl sipecaptaieme ha reemplazade al eapitaliomo democré- ‘icon dice Rober Reich en Syprespitalime Vibert 2008. 9. 36 sctualidad, los traslados de capitales se hacen en tiempo real y constituyen un mercado propio en el que la especu- lacién, practicada ance la pantalla de un ordenador conec- ado con todor los ordenadores del mundo, pierde casi por completo el contacto com la realidad de las propias empre- sas yse convierte en una especie de juego virtual que com- porta todos los riesgos y equivocaciones de los juegos. La liberalizacién de los mercadlos, la rapidez de los movimien- tos de los capitales especulativos y la mulkiplicacién de los productos de rieygo han hecho que el sistema financiero ‘mundial sea muy inestable, tan opaco como incontrolable, La desreglamentacién de los mereados financieros ha en- gendrado un sistema que en realidad huye de todo control, Helga decir que los excesos Financieros no nacieron, 2ycr pe SERA. = pues cl ald de oto fteneeneee Mico y fen América Latina, también Wall Serer qued a merced de la vormenta, poniendo al descubierto [a fragilidad y el ox ‘eter ca6tica del hipercapitalismor un sector relativamence secundario del sistema —los préstamos inmobiliarios de Hesgo en Estados Unidos ha desencadenado una crisis fi rnancicra de repercusiones planetarias, Una simple chispa hha hundido la economia mundial en una ctsis de gravisi- 11, La insogurided creada por la deareglaci global no se limi ‘ala inerabilded Enanciers, ofecra ambien ala incenee xpansin Sela odes imeracionales del crmen organiad que se funen con Jas esfeas dea economia, las fnanasy la politica ease Jean de Mai lard Le Sdarche fin lo, Mlle er Une Nai, 2001 37 ‘mas consecuencias, Las quiebras burstiles y los movimien- tos imprevisibles de los mercados financieros originan una La victoria del librecambio planetario debla tracr desa- rrollo, estabilidad y reduccién de Ia pobreza, El resultado, ten demasiados casos, ha sido el aumento de la pobreza, la precariedad, la incersidumbre respecto del manana, lease l riesgo de Its hambrunas generalizadas, que ya crelamos desaparecido. Y en lo que respecta a Europa, conoce tn desempleo masive continuo, a isis dl Escada de bienes- tar, la fragilizacion del nivel de vida, la degradacién de la condicién asalariada, la acentuacién de las desigualdades, omelet ‘ms ticos son tech Sz ios, los mas pobres, cada ver mas pobres, En el ring planeeatio, los win dners dejan en la ona alos looses. La mitad dela poblacisn dl globo vive con menos de dos euros al dia. La media de los ingresos de los paises ricos es 37 veces superior a la de los veinte paises més pobres del planeta. Trescientos millo- nes de accionistas, el 9096 de los cuales esté en Noreeamé= fica, Europa y Japén, controlan casi todo el eapital bursitil del mando, ‘Aun nivel mis microeconémico sucede lo mismo: en Francia, 1 remsineracidn anal media de los presidentes de las sociedades del CAC 40 (ands de seis millones de euros) ‘en 2003 era 200 veces el salario medio y 400 veces el salario rndnimo incerprofesional.” En este contexta es donde el hhiperespicalismo acarrea esos «desengatios del progresor 12 Jean Perce, Le Cpanel Seu, 2005, pp 8-9 37. 38 analizados no hace mucho por Raymond Aron. Por codas partes ‘Como ya no Shomer ningun models stematvo quereemplaceai mer cad ee acres justin diferencias cuean xeon Ge sumen Toy cludadanosen la confusion ye edo a ba : ———— an desertoyanalizado clentos de veces. Las eens rma scintrnacionalzandesoclteas a pro. cen la tesladan a eames donde ls slrios Som mis Isjon Gon objeto de rule low comes sacar la mast tr reneded « sus iverson las grandes Reman, de meets que peda Ec confana, erosion de sentimiento de pertenencis at pron nchao eur oe Gecanon Para roponder «un mercado ms diverifcado y que exigeealdad a empresa ponfordiana ha desollade se ‘er formasde orgnteacton que; cuesonando las jerrutas } paclaconas buroceeas da ayloriomo, se concern Wdinaucenomy le esponsablded indvdsts apl ‘letonsubjeca, a poltlencta fa capacdad defenctonar 7 a iiegen Esa ransformacione «ive! enpnizive {ueinvlcran cadaver ms lesubjeeidad individual nc Sle ans pes Sasa as ess care cna exon Cis de sou un tmo permanente ce organizaciony adap Ceci so tambien ere low aselarados en general, pes todo aban sendo responsibes desu svuaconprofeon tly dene Rare: Al tubryar i dex de que el toy el Fac, en mara de comperencla dependentniamente 39 del individuo, la empresa postaylorista produce angustia, menosprecio de tuno mismo, autodevaluacién. Como lor wesign por ln dex, ertamientos de belleza, cirugia estética... manifesta Slones de una cultura de marcada tendencia nareisisra. Es tevidence que estas logicas se desarrollan de manera muy diferente en el planeta, pero por todas partes progresa la ddindmica de Ia individuacién, la autonomizacién de la exis tencia individual cada vez mas enfocada hacia s{ misma, la biisqueda de un bienestar personal y consumisea 25, Gilles ipower Bre side, Gallimard, 1983 (Len del aco, Anagrams, Berson, 1986), ¥ Ls Temps iypermedernes, ras (20 2004 {ar temps hipermadernor Anagraa, Barlona, 2006) 33 [Esta libertad nueva de que gozan los individuos no ha hecho més que completar su desorientacién, pues éta se ceeba bisicamente en lo politico. Sobre el eldn de fondo de tuna sociedad aligerada de megaideologias que prometen un fururo mejor y confundida por la desapaticin de los gran- des proyectos politicos estructuradores, crocen el esceptici mo'y la desconfianza hacia los responsables politics, el dlesinterés del ciudadano por la cosa pablica, el descenso de la milicancia partidista la confusi6n de las identidades po- Iiticas. Hoy, tes de cada cuatro franceses afieman sentir desconfianza por Ia clase politica. Incapaz de mantener sus promesas y de aportar soluciones a los problemas del mo- ‘mento, el poder politico se juzge ineficaz, apartado de las preocupaciones esenciales de los ciudadanos. Al mismo ‘tiempo aumenta el abstencionismo, instalindose como fe- ‘némeno cr6nico de la vida politica: una minorla no vota nunca © casi nunca y crece la cantidad de electores que votan intermicentemente, segin las encuestas y as prome- sas, Muchos ciudadanos viven al margen de a vida politica, zo sienten interés por el programa de los partidos y no confian en ninguno para gobernar el pafs. Mis de scis fran- ceses de cada dier se declaran «poco o «nadar interesados por la politica, activud que manifiesta més del 70% de los Giudadanos comprendidas entre los 18 y los 29 afos. Ain- {que muchos franceses siguen posiciondndose, més de uno de cada tres se conficsa «ni de derechas ni de izquietdase y no confia en ninguno de los dos bandos para que le gabier- ‘ne. Un sondeo realizado en 2006 por el Instiuro Francés de Opinién Publica revela que mis de seis ranceses de cada diez ya no ven diferencias entre la derecha y la igquierda. 34 ae. érdida de orientacin politica que, como se exiende, cxprest la declinant influencia de los partidos en el cleceo: {ado y de las creencasy las identidades poiteas menos Consolidadas, El hiperindividvalismo coincide con la dix fminucién de las conciencias de clase y con una identifier én mis axa con las familias politias. Por un lado, la po- Tita produce mucha menos Wentidad social que en In era moderna; por el outa progresa la subjetvaciOn dela ident- {dad politica, El retroceso de a influencia de los partidos inp ideologias mesidnicas contibuye a que aumente el ni- sto defor elses qu no nig lcomnignas den rin partido, En la época del individualism desmesura Erccen las creencias sn fliacigne: lor clectores que se de- Glaran de acuerdo con una parte de las ideas de la forma- Sion polcea a la que piensin vorsr son aewalmente mds frumerosoe que lor que comulgan con la mayorla de exes ideas Ademés, los lecrores manifienan una propension Crecicntea ttubeat a decidir en el sltime momento. Con {V hipetindividualismo crecen el «worante extratgicon la distancia y lz autonomta de los individuos respecto de los partidos. i el momento de las idencidades pleas mix Ee mem modernidad no explica por si misma la desorienta- {hon acral, En una sociedad que ha perdido su eapacidad Canalizar la marcha econbmies de la sociedad y que Felice dristicamente el nargen de las scrunciones pabi- ‘De agui la desorientacion que se experizn taante los limites de un poder politico que no parece tenet 35 todas las claves para administrar el mundo. La imporencia ppara dirigir el curso de las cosas produce incertiduumbre © inseguridad en las sociedades en que, en principio, se ec0- noce que el pueblo es duco de su destino. tacion que ‘comporta- miento de los que en teoria lo representan, de aqui tambien cl interés que est dispuesto a prestar a todo lo que parece cambiar lo establecide una forma nueva de entender la politica, considerada mas moderna, més en sintonia can Ia realidad del mundo, de aqut igualmente la decepeién que se produce cuando esta actitud moderna choca con las rea- Tidades concretas: Bill Clineon y Tony Blair lo experimen- ‘aron, y no seran los times. Esta ola de desorientacién ha afectado particularmente ‘a Francia, tanto que es el pais europeo donde se registran Ia ‘mayor abstencién, la més baja cuota de filiacién politica y sindical, y los mayores tiunfos de la extrema derecha en los Likimos veinte affos. Como en Francia se reconoce que la aactuacién publica es el instrumento supremo de I eohesién social y la autoridad productora del bien publica, la wmun- ializacién liberal choca frontalmente con nuestra cultura politica tradicional. Los fianceses, poco dispuestos a confiar fen la economia de mercado, encajan la globalizacién econé- ‘mica como un golpe contra ellos, como una amenara pars | supervivencia de sa identidad nacional. La imporencia iibliea, en una nacién ampliamente decerminada por el centralismo del Estado y que tiene la costumbre de esperar ‘muicho del Estado, explica parte del malestar francés TE populismo vuelve a asomar la eabera, los discursos xenéfobos se vuelven cotidianos, la democracia se vacia de 36 su poder para gobernarte. zHabrfa que hablar pues de una crisis que pone en peligro el orden mismo de la democra- Ca? Sefalemos a propérico de este punto que el antiparla- ‘mentarismo ha perdido el cardcter violento que tenfa en el periodo de entreguerras, que el proyecto revolucionario no ‘entusiasma ya alas jévenes generaciones y que el derroca- miento de la democracia ya no estd a la orden del dia en. ninguna parte: la verdad es que Ia incersidumbre actual e5 inseparable del respeto por el orden democritico pluralist, No todos lor references han desaparecido. Aunque Ia poli tica exté desacreditada, nadie discute la democracia liberal la desestabilizacién hipermoderna planea sobre un fondo dle pacificacidn de los comportamientos politicos y de ad- hhesign sin precedentes a los valores del hberalismo demo- critic. tal, jurfdico y politico de los ciudadanos desligados de to- ddas las antiguas formas de filiacién colectiva uc hays un aumen comunitario y de los + sentimiento de que se pertenece a una colectividad. Mien tras retroceden los polos de identificacién de cardcter uni- versal, convertidos en abstracciones lejanas, los individuos vuelven a invertir sus energias en su comunidad particular 7 inmediata. Las identificaciones de los individuos se prod en cada vez menos por adhesién a principios politicos ge- reralesy cada ver mas por referencias pertinences ala His- roria, la cultura, lo religioso, Is etnicidad. Explosién de identidades que engendra un proceso de balcanizacién so- cial, con una variedad de minorfas y grupos que se ningu- ean 0 se hostigan. [Esta nueva configuracién no se produce sin riesgos. Los individuos, liberados de los organigramas colectivos pero «desorientados»y frgiles, podran buscar una integra ign etranquilizadora» en grupos, «sectasy, rganizaciones a veces radicales y violentas. No ex wn fenémeno pasajero! todo inviea a creer que proseguird en razén de las nuevas slemandas identicarias que generaré la hiperindividaacion, ansidgena. Otro rasgo de ln hipermodernidad es el aumen- 1 del caos balcanizado, las seetas y los movimientos terro- ristas. Aunque no consigan que la democracia se cambalee, las minorfas activas logran conmocionatla, introducen el ‘miedo en la cotidianidad, asestan un golpe tas oto a la ‘ranquilidad publica. La sociedad liberal es més sélida de lo gue se piensa y no se hunde, pero tampoco sale indemne. Sobre el teldn de fondo de Ia desestabilizacién psicoldgiea de los individuos, el peligro no consists en la destruceién violenca de las democraciasliherales, sino en cl acoso a que las someterin las muinortas peligrosas, en wn estado de inse- ‘guridad eréniea, La deserabilizacin de los mundos privados cin prenupcial, el alza de los nacimientos extraconyugales, Ii baja de la fecundidad. El orden opresivo del pasado ha Mtn snipers bts ney se propone el matrimonio entre homosexles, Ia familia Chums ten proceso de privatsnicn y desinsscnlonalea ‘Son radical ve ha convertido en un asunto eicernente afcciveypslolegio, ua instrurento pars uno de las per ona libce de imporciones de grupo. La dindmien de in Gividuacion ba devbado dl orden que someria los deseoe peondles a les tadiciones y «lov interes de grupo. La Shvgua invdoucion que obligaba y digi sc ha metarnerfo- trad cn instruc emoioedl fll en vino con- tracradl ques puede etableceryrexableces Heme: Al perder colo gu cases evident Tano mis porue lor papele de géneroconocen wna evolucin parctda: La condicén fermenina ba camblado tis en dl dluimo ‘medio nglo que en todos Jos milenloe precedents, Por prmnera vex en ta Hscoria, lugar feme- ino no ee yu predsterminade y orquevado de prinipio 2 in por orden social y narra To que hy gobterna a ondicidn emenina es ux principio de indesecninacion y dz libre dipenicign de In permona, Como lgico exe proceso de emancipacién we prodiie con permanencia Eoiina sete de megory funcioncshersado de In Hisar { post del face empuje dela cultura democriic, no ve tmoe ningtn inereanbio weal de lov papel wexoces. La tiujer hipermoderna coojuga ls revlucion madera dela 26. Louis Rowse, Lat Famille incerasing, Odile Jacob, 1989. 59 suconomia individualista y la continuidad de la heren- cia histdrica, la dinémiea de la igualdad y la conservacién de Ia disimetia social masculino/femenino” En el contexto de la pareja hi- ppermoderna, Ia idea de que el hombre es el cabera de fani- lia ha perdido toda legitimidad. El modelo que se consolida std caracterizado por la igualdad y la autonomfa, por la oma conjunta de decisiones. La division de papeles ya no cs inamovible, todo en principio es negociable y revisable, nada funciona ya por sf solo, En la vida de la pareja ya no hay nada que se dé de manera «naturals. :En qué momento tener hijos? ;Cudncor? ;Quién se ocupa de ellos y cuindo? :Quign hace las compras? :Quién se en: ‘Vemos por un lado la generaliza- cidn de la norma amorosa como norma de la pareja y por lotzo el desarrollo de conflcros que afeccan cada ver a més problemas, pues las partes se resiscen a hacer concesiones, las dos quieren realizarse, las dos reivindican autonomia ¢ igualdad, En estas condiciones, la cefera privada produce fanea inseguridad como la vida publica o mas. Las grandes desilusiones y frustraciones que padecemos son mucho més 27. Gilles Lipovethy, La Trios Femme, Permanence vole ‘ion afin, Gallimard, 1997 (Lat tecon major: Permanente 9 Me ‘luc de a fmenine, Anagrams, Barcelona, 1999) 60 de signo sentimental que de signo politico © consumista, {Quién no ha pasado por esta experiencia? Evidentemente, lestrecho vinculo que tiene el amor con Ia desilusién no es una novedad. Lo que ha cambiado es la multiplicacién dle las vivencias amorosas lo largo de la vida Desaparicién de las culcuras de clase, etroceso de los sentimientos de pertenencia @ una colectividad, fragilizs- ‘én de la vida profesional y afectiva, desestabilizacién de los papelesy las identidades sexuales,relajacién de los lazos familiares y sociales, debilicamiento de los sistemas religio~ sos: todas estos factores han acentuado la sensacién de ais- lamienco de las personas, su seguridad interior, la experien- estas cise table eieomenc dasmad pare. > hn Re ents eter en rracos de sui dio, la espiral de la ansiedad y la depresién, cl aumento de las toxicomantias, del consumo de psicotrépicos y de las de- smandas priquistricas > pa "Mas de a tercera = ‘de los europeos se sienten solos wde vez en cuando» 0 «a menddo». Como sila (caida de las barreras que limitaban la libertad individual no ‘Giera mas que para el encierto del individuo en una celda personal. Las ciudades rentaculares Vendslan a ser el sfmbo- 128 El indice de depresivos en Francia se muliplies por 7 enue 19703 1996) 11 ede lo eancese ha tend in episodio depresivo fn fecha reciente yel 12% declars haber sulrida sniedad general ca igi momento de los ltimor tit mere. El sucidio es a segunda ‘hse de movsaldad en la funja de los 15-24 aos y le primera a la ‘Solos 25-40, Una encuesta ecient revela que el 158 dos esti tes ba pena en suiidarse en lor limos doce meses y que el 59% lo Ie acento alg momento de xa vida. o fo de esta soledad individual colectivamente compartida Desde principios de los afios sesenea se ha duplicado el por centaje de personas solas, que en 2004 se situd cerca del 149. Hay 8,3 millones de ciudadanos feanceses que viven solos y casi Smillones son mujeres; uno de cada dos domi- Cilios parisinos esté habitada por una persona sola, La can- tidad de familias monoparentales se ha duplicado con cre- ces en treinca aos y representa el 2096 de las familias. Los ancianos estin mas aislados que los demés y pasan solos cada vex mis tiempo. Son muchos los estudios que subea- yan el drama del aislamiento afectivo y social que conocen los parados. De aqui que proliferen los clubs de solteros, los sitios de contactos on line, la aficién a los animales domés- ticos: en Francia hay mds de 56 millones y més de la mitad ddelos hogares tiene uno por lo menos. En ningsin momen- to de la historia humana ha habido tancas posibilidades de relacionarse con los demds gracias alas redes de comunica- cién, en ningin momento intensidad cl sislamiento @. Caanto mas fragile o frustrantes se vuelven los vinculos sociales ¢ interindividuales, més triunfa el consumismo como refugio, evasién, pequefia vaventura> que miciga la soledad y las dudas sobre uno mismo. IPERCONSUMO pre a ta los afios setenta, los productos que simbolizaban ol consumisme eran mayositariamence familiares: el coche, los electrodomésticos, el teléfono, la television, Ia cadena de alta fdeidad. La era hipermodema se caracteriza por fora evolucién consumista, en la que el equipo afecra ezen- Gialmente al individuo: el ordenador personal, el tléfono :éuil, el iPod, el GPS de bolsillo, los videojuegos, el smart phone. En estas condiciones, cada cual emplea su tiempo Come le parece, pues esti menos limieado por las prohibi- ciones colectivas y mucho mis interesado por rodearse de todo lo que conviene a su comodidad, a su forma de vivie, ala conducta que manifiestaeligiendo un mundo a su me ida. 1 espacio-tiem- po del consumo se ha convertido en el espacio-tiempo del individuo que constituye por sf mismo un componente principal y ua acelerador de Is cultura neoindividualisa, jue estructuraban los com- portamientos de los distintos medios sociales mediante presiones y otras intimidaciones. De ahf surge una mayor libertad para los consumidores: en correspondencia con el seurboeapitalismor, desreglamentado y globalizado,” se consolida el «eurboconsumidors, cambign llamado consu- midor liberado del lastre de las costumbres y de las tradi ciones de clase. Las clases superiores ya no consideran in- ddigno comprar barato y las marcas de lujo se concen y ambicionan en todos los grupos, incluidos los més modes tos, Las actividades y pasiones trascienden las diferencias sociales y crean wtribus» mixtas y abigarradas. Las revista, 29. Edward Lutewale Le Turbo-Captaione, Odile Job, 1999) (Terbocpitalima, Cotes, Barcelona, 2000) 63 la publicidad y la oferta comercial se hacen eco de ellas y lanzan articulos a la vez dirigidos a todo el cuerpo social yy segmentados en funcién del universo consumista al que ppertenccen. El compradar de nuevo estilo ya no esté com= partimencado ni es prevsible: se ha wuelto errante, némada, volitil, imprevisible, fragmentado, des ‘Consumimos por doquier, en todo lugar y ‘en todo momento: en los hipermercados y las galeria co- ‘mercales,en los cines, en las etaciones, en los aeropuertos nd horario tradicional de apertura al public, pero cada ‘yer mas en domingo, al atardecer, por la noche; stendidon por personal vendedor o siviéndonos solor, en méquinas ‘xpendedoras, comprande por Internet. ¥ as fcstas, ane. fo de guardar, son hoy invieaciones al goce, a parlpar en ‘orgas de consumo, Nucrtos intercambios son hoy mayo- Starlamence relaciones comerciales y casi coda nuesta vida ‘std colonizada por las marcas y el mercado, Este no ceva de txtenderse ni de penetraren todos los reaquicios de la vida: dlespucs de entrar los objeros en la maquinaria dela merca- ddoreenia y de la comercializacin integral, ban entrado Ia calra, el ate, a pllica, el Sempo, la comunieacin, las ‘ivencias, incluso lo religiso, Le epoca del hiperconsumo ts la época de la hinchauén extrema, la bipereofa de la ‘Cusnto menos impone este ultimo las modalidades del consumo personal, ims crece la influencia general del consumo en las formas de vida y en los placeres 64 Cues negar que el universo del hiperconsumo tiene muchos efecos bendfcos: benestar material, mejor salud, ‘mejor informacin, mejor communicacion;contibuye a por siblitar mayor autonomi de lor indiviuos en sus atta des cotidianas. Peo al mismo tempo desencadena un pro- ceso de desorientacin con la propia superoferca dela que fot benefiiamos en matetia de productos, modelos, mio- das, viajes, exile y marca. Genera en el comprador hiper- tmoderno nuevas incertdumbres vinculadae 2 la aperture del espacio de as eleecionesy que e manfiesan incluso en consumo cultura: al bombre perdido en le muitud (Toc: ‘gueville), huerfano de referents identiatice, se suma ca lice al eonsmidor ped op Ie pervade Is (GMB ultural que lanza al mercado miles de libros, cente- nares de peliculas y canciones todos los aos ‘Otros fendmenos reflejan la desorientacién del hiper- consumidor: compras compulsivas, endeudamiento exces vo de los hogares, obsesidn por los videojuegos, ciberd pendencias, coxicomanias, conductas adictivas, anarquia En clcomportmienc aimenato, bulla y obsidad, St ‘Teaptalisme de hiperconsumo ex contemportneo el vvenimienco del «consumidor profesional, xexpertor y res. ponsable, interesado por la salud, los precios y la calidad de ‘mos igualmente el aumento de fendmenos que revelan exceso y descontrol, comportamientos desarticulados, co sumos patolégicos y compulsivos, La debilitacién de los ‘ontroles colectivos, ls extimulos hedonistas y la supero- ferta consumista han contribuide a crear un individwo a menudo poco pertrechado para resistr la seducciones del exterior y los impulsos del interior. La culeura dela libertad, del individuo para clegir en el supermercado contempori- 6 neo de los modos de vida es tambien la cultura que ve crecer| Ja tendencia al desgobi ino mismo. En la sociedad 1 Od principe depen poten, at como las manifestaciones = Strti‘“Ce tuna época de desorganizacién de las conductas alimenta- ras, de confusién de referentes y criceriosy de aparicién de tuna auténtica «gastronomlas.* Ya no se trata tanto de co- fmer cuanto de saber qué comemos, puesto que estamos tnere los extimulos sibarteicos y el miedo a alimentarnos mal, a consumit demasiados azicares, demasiadas grasas, Cemasiados colorantes, de engordar en una sociedad que pone como modelo Ia delgadez. :Y es prudente consumir roductos genéticamente modificados sin saber qué conse- Cuencias tiene la modificacin? La inflacién de conmina- iones (higienistas, hedonistas, estéticas), la abundancia de datos y de discursos contzadictorios han dado por resultado la confusion alimencaria y la inseguridad del consumidor. La cultura que triunfa es una caltura a la vez hedonista y ansidgena, no la de Dioniso. “Toda la vida corziente es por el estilo: tomar ol avin, pero eso es contribuir a la contaminacién que calienta el planeta; telefonear con el mévil, pero eso es artesgarse a 430. Sobre estos punsosvéae Gilles Lipovely, Le Bonheu parse deel Eva us la tne dippercnsommation, Galimard, 2006 {x bcidad paredijicn Encao sobre laced de biperconsumt, Aap ‘nt, Bacto, 2007) SH, Claude Pachler, LHomnivore, Odile Jacob, 1990 (EI om ivor Anagrams, Hacceona, 1995}; JeamPiere Poulain, Secolge, 1 Fatimentacion, PUE, 200, 66 ‘que ls ondas desarrollen un eumor maligno en el cerebro, Nad ya pontinco: liege = ‘dado y tiene poca seguridad, acaba por no poder comer, ni corres, ni hablar, ni vestrse sin un instructor que le lleve de In mano para indicarle lo que hay que hacer. eV la flicdad? 0 se deviene agus En an mun- ddo invadido por el mercado, la pobreza adquiere un nuevo rosero, tanto mas cuanto que han desaparecido las antiguas cculruras de pobreza, La inmensa mayoria est ya incegrada en el universo del bienestar y todo el mundo aspira a gozar dlel consumo, el ocio y las mareas. Todos, al menos en espl- rica, somos hiperconsumidores, Los individuos educados fen un cosmos consumista y que no pueden beneficiase de al viven en un estado de frustracién, de descalificacién de si rismos, de fracaso. Solicitar ayudas sociales, economizar ‘Aunque el capitalismo de hiperconsumo hha acabado con la pobreza absoluta en nuestros lares, se agudizan la pobreza interior y la sensacidn de llevar una ssubexistencian entse quienes no pueden accedera la felici- dad consumista que se promete a rodor. Pero dela desorientacién en la civilizacién consumista, hay que hablar més globalmente todavia, més estractural- 67 mente, El PIB francés se ha duplicado desele 1975: zquid se atreverd a afirmar ue es dos veces mis dichoso? sociedad de hiperconsumo es la sociedad del «cada ver Ids», pero no hay’ «cada ver més felicidad». Los individos aspiran a ganar cada vez més dinero porque Ia oferta co- mercial no deja de ampliarse, pero una ver se aleanza cierto nivel de ingresos, los ingresos complementarios no intensi- fican Ia sensacidn de felicidad.” Solo lor mas desfavoreei- dos se conficsan mds felices cuando aumenta su nivel de vids. Por un lado, toda nuestra sociedad se ha lanzada a la carrera del consumo; por otto, éete no ctea ni waumentar Ia felicidad. »zCuindo la felicidad?s, canta Calis tene~ ‘mos la sensacién de que la respuesta se hard esperar cada ver més, En estas condiciones, aumenta una desoriencacién que, aunque no llega al nibilismo, no deja de ser importance {CONFLUENCIA DE MODELOS © GUERRA Salvo que haya un eataclismo planctario, el mundo se mnizaré cada vex més en funcién de estos "Evolucionarin y llevarsn la huella de las cul- faras particulares, pero no dejarin de ser los principios estructuradores del mundo que se avecina. :Qué civiliza- cidn podria escapar a esta nueva «gran transformacién» a 132, Richard Layard, Le Pris uc bnew, Acmand Colin, 2007, 68 scala planctaria? Mis alli de las exiss, los eatrasoss, las i ‘en el desarrollo, no cabe duda de g ee (Gia berets de cacones lens crisis que sacuden los mercados financieros encon- ‘ranin seguramente nucvas medidas de regulacién pare ce- rmedistlas, pero en nuestro presente no vemos que haya. nada capaz de poner fieno a la expansidn del capicalismo tlobalizado. No queda més que el mereado competitive {auc se impone al mundo como tinico sistema econémico Ta teenaciencia se impone igualmente como medio univer sale incontenible hasta en los paises que, restableciendo el fundamentalismo teoldgico-politico, se dedican a poscer srmamento nuclear. ZY qué parte del mando no adopta Ia Fdeologia del crecimiento y no suieia con gozar de los paral- sof artificiales del universo consumisca? No hay duda de ue los problemas medioambientales acabarin promovien- do modos de consumo més sobrios, menor devoradores de cenengfa, menos destructores de la ecosfera, pero la comer Calizacién total dela experiencia se agudizard al planctari- arse. La integracion de la diseiplina que pide el desarrollo dluradero no seri la eamba del hiperconsume, sino el ins ‘rumento de su conservacién duradera en el planeta, Se critica a veces Ia idea de cultura-mundo recordando que ‘un signo distintivo de Occident Ero es no darse cuenta de que ee, ‘© menos reprimidas, en todas partes se oven voces pidiendo liberead individual y bienestar el principio dela libre dispo- icin de uno mismo y-al mismo tiempo la pulverizacion de Ia influencia de los modos tradicionales de vida, 6 Es una ingenuidad ereer que la dindmica de la indivi- dduacién se detiene a las puertas de Occidente, En la Rusia reconvertida en democtaciailiberal cunde la pasién por la ‘moda y el Iujo, el hambre del individualisme consumista, China, que no tiene las instituciones de las democracias Ii- bberales, contempla el desplieguc del individualismo posesi- voy el zeinado de la libre empress. ‘La individuacin esed en marcha incluso en los palses dominados por el fandamencalismo islimico, Lo indica en ceoncreto el deseenso de los indices de natalidad, que en ‘iertos palses, como Inin y Tine, son ya los mismos que fen Francia, Caida de la natalidad que refcje la destradicio- nalizacién de los comportamientos y los modos de vida, la modificacién de las relaciones de autoridad entre los eén- yyuges, el control de la descendencia en funcién de la valun- tad de los individuos. Mas en profundidad, por detris del ancioceidentalismo culeural se encuentra Ia avanzada del ‘modelo occidental individualista que afecta al orden fami- liar: en Jordania, Egipro y Argelia esté bajando el porcenta- je de matrimonios tradicionales entre primos hermanos; las Imujeres re easan mis tarde en el Libano y el Magreb, espe- sando a veces hastalos 28 6 los 30 afios; en Kazajstin, Azer- bayin y Albania hay un clevado porcentaje de abortos.” Incluso el neofundamentalismo teligioso aparece camo una religién del individuo, en la medida en que sustituye In re ligiosidad tadicional por el principio moderno de la op- cién y Ia conviecién personal. No vemos que se velva al ‘camino de los antepasados, antes bien vemos erfticas contra las autoridades tradicionales, In individuacién de las adhe- siones, la reapropiacién individual de la fe, aunque sea all 33, Pars exo ema, véae Youssef Courbagey Emmanuel Todd, Le Render sous de clans, Ss, 2007. 70 estilo ultrzortodoxo.* Por encima de los signos anuinciados de la reislamizacién de la culruray la sociedad, lo que pro- sgresa es la cultura moderna del individuo,” reorganizando los comportamientos familiares y religiosos eae nb ur a ‘dchaber una oposicign cadical fentre las culturas, é5tas no dejan de ser transformadas y re ‘modeladias por las fuerzas de la modernidad y la hipermoder- “Ain de cuentas, ella esté en el origen del despertar del fundamencalismo religioso en cuanto e- afirmacion dela fe en el seno de culturas que ven retroceder precisamente Ia influencia de lo religiose. Por debsjo de Ia Aliversidad de as formas culeurales discurren lincas de fuerzas tuniversales y comunes, que son iguales en todas partes, Pero rechazat la resis del conflicto de civilizaciones no, significa defender la idea de una homogencizacién del pla- neta que desintegre todas las divisionesy diferencias de cul- tuura, El individualismo no exté fuera de la historia, s6lo puede tomar cuerpo 8 partir de elementos particulares stra gados en las culturas seculares. Tocqueville sehalaba que “los pucblas acusan siempre st origen= todavia estamos abt 34. Olivier Roy, dam mondial, Sil, 2002 35: Incl la violencia tervrita de la sbonvbas Bamanats y ‘ots Kamikaze, 4 esa de a ideolog antiocidentl que la rates, presenta in carter moderno individual: dan tetimonio dello el Incerncionalsma de lor secutamientor, el volunearima 7 compro ‘miso sabjeivo de lor agente, elnino, [a huids acta dclante que ‘Rpresentn Ine derrutiones masa chiperapecaclats a A pesar de las potencias unificadoras de Ja cultura-mundo, las herencias culturales, los «caracteres rationales» y las religiones seguirin dejando su huella en las conductas, las formas de sery de sentir. No vamos hacia, tun mundo con gustos, modos de vida y costummbres idénti- 0s, sino hacia culturas diferentes reestructuradas por las rmismas légicas del capicalismo y de la técnica, del indivi- dualismo y el consumismo. No an modelo tinico, sino ver~ siones distintas de una culeura-mundo basada en el merea- o, la tecnociencia, el individuo. Las civiliraciones no son entidades impermeables entre st por encima de las reafie ‘maciones identitarias y fundamentalistas actuales, se acer- ‘an, pierden sus referentes tradicionales y sus hererogene!- dades. Culeura-mundo significa cultura Universal, pero n0 abolicién de la diversidad de las culeuras particulares del ‘mundo. Sobre la base globalista ya convergente y de origen ‘occidental pueden levantarse insticuciones polticas, ideo- Togias y valores dominantes que no sean en absoluo los del ‘Occidente liberal: la mundializaciéa hipermodetna no su unificado por el mereado es el planeta que multiplca los micronacionalismos separatistas y, en téeminos mds am- pilios, los Estados. Aunque algunos anuncian el marchica- Imiento inchictable del Estado-nacién,”* a causa de la glo- balizacién, de las redes eransnacionales, de In proliferacién, de didsporas, del crecimiento de las economias regionales, nnunea ha habido une baleanizaciéa del mundo tan gran: 36. Kenichi Ohmate, The Bud ofthe Naion Set, Tae Fe Pres, 1995 [Bt fine! Enadornacon, Andrés Bello, BarelonaSaniago de Chile, 1997], Asimismo, Jean-Marie Gughenno, ep. cit exp. R de, nunca ha habido tantos paises en la ONU: en 1945, mo- ‘mento de la fundacién de este organism, habia 51, en 1960 habia 99, 154 en 1980; en 2008 eran 192. Es innegable que ‘nuestra época esti caracterizada por la proiferacion de los Estados, por la revitaizacién del fenémeno nacional-estatal: lejos de reducirse a un residuo condenado a desaparcces, pa sece sin embargo que esti llamado a desurrllarse,”” El Esea- do-nacién conserva la solider, ya que las fuerzas ransnacio- nales fomentan la valoracién dea diferencia y de la identidad nacional, el apego al territotio y ala memoria, pero tang los egotsmos econémicos. Lo que configura el mundo no ¢> el enffentamiento entre siete & acho grandes civlizaciones (S. Huntington), sino la fagmentacién del mundo geopolt too en una multitud de Estados grandes y pequefios La Unidn Europea, donde cl debiliamiento de las na- ciones es a fin de cuentas moderado, ¢s un caso excepcio nal. Los Estados del resto del mundo, lejos de dar a com- parti su soberanta, se dedican a fortalecetla, a defender los intereses nacionales." La fuerza de la globalizacion no ha conseguido deslegitimas la idea de nacion: a pesar del furor del consumismo individualisa, la adhesin a la misma se ‘mantiene, aunque sea adoptando nuevas formas; los pc blos que no la tienen luchan por su independencia y son ‘muchos los que la consiguen. ‘organiza la sociedad civil y las relaciones inter nacionales, a hacerse cargo de los problemas de seguridad y Justicia. Las Fercas transnecionales no auguran en absolu- 237, Frangois Thual, Le lense dled, Ase, 2002, 35. Michael Mann, sBtacraton, more ou tanafigaraion? Europe ele monden, Le Débat. 84, sacerabil de 1998 2B to una era posnacional en la escens internacional, los pro- tagonistas de los conflictasy las negociaciones som siempre las naciones y sus intereses. ‘Aunque nada confirme el xchoque de eivilizacioness, ‘muchos indicios invitan a pensar que, en un mundo ml tipolar liberado de superestructuras eguladoras, quienes se imponen como agentes fundamencales del mundo inme- dato son las naciones y Ia defensa de sus incereses vitales, su seguridad en cuestién de suministros alimentarios” y energéticos, su politica independience de desarrollo, La globalizacién ve en concreto el aumento del poder de Bra- sil, de Rusia, de los nuevos gigantes asdvicos, que, dotados de dindmica propia y de fondos independientes, pesan cada vyer més en las inversionesy el fancionamiento de la econo- ‘mfa mundializada.®® No habra antagonismo de eivilizacio- nes, sino conflictos internacionales (y también alianzas, cooperaciones y asociaciones) que hundirdn sus raices en los intereses econémicos de las naciones, en las ambiciones de poseer armamento nuclear, en los elisicos objetivos de seguridad y fuerza politica. Esto tendré consecuencias en la fisonomia de la mundializacién: que los Estados, desde mediados de los afios ochenta, se hayan dedicado & cons- ‘uit un espacio econémico mundial unificado no desearsa, que este espacio, en el futuro, fomente formas nuevas y variadas de eapitalismo, més adaptadas a los proyectos po- liticos nacionales 39. A causa dea brascasubide de lor precios de lor comestible, algunos pater (Bran Indonesia, Vietany Indi.) han waunciad ‘gus van suprimiro erring us exporsaioncs deacon, paca pve. {et los mercador interiors, 440. Fn 2008 los fondos de pensions publica y los fondos inde pendicoes se essmaban en 3,5 bilones de dares y hacia 2015 po- rian asender a 12,5 illones. 74

You might also like