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2 GEOGRAFIA RURAL Angel Paniagua Consejo Superior de Investigaciones Cientificas, Espana éEs posible hacer una sintesis de la geografia rural internacional? Es un interrogante que surge ante la dificultad de encontrar ejes 0 hilos conductores en el propio desarrollo de la disciplina, més allé de los obviamente advertidos por el andlisis de uma subdisciplina netamente espacial. En todo caso, son tantas las salvedades, los diferentes ritmos, la superposicin de escuelas, la dificultad de encasillar muchos trabajos en alguna tendencia, la dificultad de encontrar centros (conceptuales) y periferias (aplicadas) que todo ensayo de revisién inter- nacional es dificil que pueda ofrecer una completa riqueza de opciones. A menudo los pro- pios trabajos de revisién conceptual suelen estar fundados en la propia dindmica o en escue- Jas nacionales, sobre todo donde existe una cierta tradici6n en la investigaci6n, En un esfuerzo de sintesis de los ejes vertebradores de la evolucién de la geografia rural internacional pesan, de una forma permanente, dos grandes factores: por una parte, una tendencia a aislar su objeto de estudio; ello proviene del caracter netamente espacial de esta subdisciplina geografica horizontal que, a menudo, lleva a considerarse como un mero con- tenedor de hechos o fendmenos. Por otra parte, también interviene una permanente influen- cia de las tendencias tedricas y metodolégicas generales de la geografia y en muchas ocasio- nes de las propias ciencias sociales. Estos dos ejes en la progresi6n de la geograffa rural tienen diferentes velocidades en las distintas éreas geograficas y cientificas que pudiésemos admitir: anglosajona, francesa, lati- noamericana o del sur de Europa, lo que determina una notable variacién de enfoques. También es fruto de realidades sociales, ambientales y propiamente espaciales diferentes. Esta variacién espacial en el desarrollo de la geografia rural pone de manifiesto el cardc- ter eminentemente aplicado de la disciplina. Los problemas en cada rea varian y en relacion aellos es preciso introducir cambios en los enfoques y en la agenda de investigacién. Este capitulo se estructura en las tres principales fases de la geografia rural. Una prime- ra etapa hasta los afios sesenta, en la que la geografia rural queda ligada a la geografia regio- nal, una segunda etapa de renovacién y autonomfa de la disciplina desde los aftos sesenta- setenta ligada al positivismo y la relevancia del estructuralismo, y finalmente una tercera que se desarrolla en las tiltimas dos décadas de manera asociada a la influencia de las co- rrientes ambientales y ético-reflexivas. TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA, nm Angel Paniagua 1. La geogratia rural en el marco de la geografia regional Seria posible indicar que la geograffa rural en Francia tiene su florecimiento en el periodo de entreguerras, notablemente ligado al desarrollo de las tesis regionales con un marcado fun- damento rural. En estas tesis existian tres grandes elementos a destacar: el paisaje, la rela- cién entre los componentes de la agricultura y la dinamica demografica y la influencia de un medio ambiente fisico (Sautter y Kayser, 1990). En opinién de Faucher (1975), la geografia agraria estarfa preocupada por describir las formas de los distintos espacios rurales y de la propia actividad agricola y serfa, en consecuencia, una geografia cualitativa al interpretar cada area por sus propios elementos definitorios. Este manual que ha sido considerado el primero propiamente de geograffa agraria en lengua francesa, introduce la nocién de tipos de cultivo, donde adquiere notable relevancia la interaccién singular entre la actividad hu- mana y el tipo de cultivo (Estébanez, 1986). Asi, se llegar a considerar que la interaccién entre las estructuras agrarias, la consistencia de las explotaciones, el tipo de propiedad, el rendimiento productivo y la propia demografia rural son los elementos constitutivos del paisaje humano en los espacios rurales (Sorre, 1958). La modificacién de uno de ellos afecta alos otros en el marco de un proceso hist6rico, repercutiendo finalmente en la distribucién de la propiedad y el tipo de explotacién agraria, que son finalmente dos de los ejes de la investigacién en Geograffa Rural a finales de los afios cincuenta (George, 1959). ‘Numerosos manuales y obras de detalle de esta época siguen estas directrices. El famo- so tratado de geograffa rural de Pierre George (1963 original en francés, 1964 en castellano) indaga sobre las condiciones naturales de la actividad agricola, las formas del habitat rural, las formas de tenencia de la tierra y los grandes tipos de agricultura en el mundo. Es decir, despliega una visi6n de la geograffa rural desde la agricultura, su organizaci6n, estructuras y actividades econémicas. Este libro supone un avance sobre el concepto de género de vida, que hasta ese momento habia sido tradicional en la geografia francesa (Estébanez, 1986). En todo caso, tales claves analiticas también presentaban una notable relevancia en el estudio de los nuevos sistemas agrarios, donde se concedia importancia a las posibilidades del medio fisico, la organizacién de las explotaciones agrarias y la estructura del poblamiento (Deffontaines y Meynier, 1953). En este sentido, cabe apuntar también el libro del profesor Lebeau (1983, original en francés de 1968). En el mismo se concede relevancia, por una parte, alos elementos visuales y organizativos del habitat y, por otra, a los aspectos técnicos y sociales incluyendo elementos de cohesi6n, organizaci6n y desigualdad social. En este libro, se habla de grandes tipos de paisaje agrario en el mundo, pero se introduce el hecho urbano y la agricultura periurbana en Europa, si bien lo caracteriza como una «agresin» a la organizacién tradicional de los tipos de paisajes agrarios. En Gran Bretafia, aunque no se le reconoce una posicién académica a la geografia rural sino hasta 1970, previamente estaba asociada, en un sentido amplio, a la geografia humana preocupada por el medio rural, principalmente por los sistemas de poblamiento y los gran- des usos agricolas del suelo, desde una concepcién principalmente econémica. En este sen- tido, es posible admitir que existfa una geografia regional que ponfa el acento en las respues- tas de tipo socioeconémico de la poblacién rural frente al medio ambiente fisico, sin grandes aportes tedricos y metodol6gicos (Cloke y Moseley, 1990). En todo caso, estas tendencias, convenientemente reformadas y con una mayor interactuacién con la economia agraria, tendrén continuacién en la geografta de la agricul- tura, que pone el énfasis en las caracteristicas sociales y en la forma de propiedad de la tierra dedicada a la agricultura, asf como en sus caracteristicas técnico-organizativas y en sus caracteristicas productivas (Kostrowicki, 1983). 72 ‘TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA Geogratia rural 2. La geogratia rural versus la geografia agricola, la ampliacion de tema Los signos de progreso de la geografia agraria hacia una geografia de mayor integracién tematica, son dispares y hasta cierto punto lentos. En Gran Bretafia, es posible apuntar que a partir de la Segunda Guerra Mundial se establecen signos expresan una cierta autonomia respecto a los estudios regionales o humanos més generales. Ello coincide con una relativa apertura del temario, fruto de los procesos de transformacion que tenfan lugar en algunas reas de este pais. Pero, durante mucho tiempo la consideracién de manera homogénea del espacio agrario-rural contribufa que se lo viera con escasa complejidad. Los agricultores y Jas actividades agrarias se muestran como las de mayor relevancia en los espacios rurales. En todo caso, este papel de la agricultura ofrece modificaciones entre escuelas nacionales. Asi en Francia, los estudios sobre agricultura tienen importancia y prestigio durante mucho més tiempo (Sautter y Kayser, 1990), y s6lo ofrecen claros signos de progreso desde los afios sesenta. Esto constituira uno de los elementos relevantes durante muchas décadas en la geografia rural: el caracter nacional del temario y el prestigio que entre los circulos académi- cos alcanzan o pierden cierto tipo de investigaciones. Con el desarrollo de una sociedad industrial en la Europa occidental se produce una transformacién en la geografia rural, que no es homogénea internacionalmente pero que de alguna manera reproduce la integracién econémica de los espacios rurales. Esta apertura de la geografia rural se puede situar en un contexto favorecido por diversos elementos: 1) en primer lugar, un contexto propicio en el conjunto de las ciencias sociales, tanto la sociologia, como la filosofia o la ética, que tienen como objeto especifico los espacios rurales, en dos direcciones de estudio: las formas tradicionales de la vida rural y la interaccién social entre los espacios rurales y urbanos, ligado a las formas de vida marcadas por el contexto geogriifico. En segundo lugar, 2) de forma paradéjica una discusi6n permanente sobre el propio objeto de estudio de la geograffa rural, respecto a otras subdisciplinas geograficas y que es reflejo de una mayor diver- sidad y permeabilidad del espacio rural y expresada en la laxitud de los ejes relevantes del trabajo geogréfico en las areas rurales, solventado mediante categorias de andllsis que trata- ban de combinar un poblamiento diferencial al urbano, un paisaje més natural y algunas transformaciones més relevantes tanto de indole social como econémica (Pacione, 1984). En tercer lugar, 3) se constata una estandarizacién de los circuitos académicos mediante el esta- blecimiento de grupos de trabajo, la creacién de foros de debate permanentes y un reconoci- miento pablico de la ciencia geografica rural mediante contratos especializados. La virtualidad del trabajo geogrdfico se resuelve mediante listas donde se detallaban los temas clave o las categorias de investigacién geografica: migracién, planeamiento, despoblacién-repoblacién. Es posible indicar que esta nueva geografia tuvo tres ejes temati cos esenciales, como recientemente ha indicado Woods (2005): una geografia de la agricul- tura; una geografia social del poblamiento rural; y, por tiltimo, una geografia del paisaje agrario y de los usos del suelo. En todo caso, la utilizacién de estas listas de trabajo pone al descubierto la debilidad te6rica o el trabajo geografico realizado al margen de la teorfa. La geografia de la agricultura es un area de estudio que presenta una cierta continuidad con la etapa precedente. Una de sus 4reas principales esta asociada a los cambios espaciales en la agricultura, La obra de Kostrowicki (1983) que pone énfasis en las caracteristicas so- ciales y en las formas de propiedad de la agricultura y en las caracteristicas técnico- organizativas de la agricultura, constituye un adecuado ejemplo. La conclusién de estos trabajos siempre hace relacién al establecimiento de tipos 0 regiones agricolas, definidas a través de sus propios componentes agrarios. Las vias de progreso en este tipo de trabajos vienen a través de la influencia espacial de los cambios tecnolégicos, de los enfoques relati- vos a la alimentacién de la poblacién y la superaci6n de la pobreza, asi como la influencia de las politicas piblicas o de su interacci6n con las areas urbanas (Iibery, 1986). ‘TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA 73 Angel Paniagua La aparicién de la geografia social de los espacios rurales es futo del anélisis de la nueva politica de servicios y equipamientos, asi como de la creacion de nuevos espacios residenciales, y ligado a ello la generaci6n de nuevas clases sociales habitualmente urbanas, con sus particulares comportamientos espaciales urbanos. ‘Los estudios sobre el paisaje criticados por su carcter descriptivo, se ven revitalizados gracias a su asociaci6n con la politica de conservacién de espacios naturales en las Zonas rurales (Cloke y Moseley, 1990). Pero las tendencias de transformacién sefialadas también se ponen de manifiesto en la gcografia rural francesa. Un ejemplo es el tratado de geografia rural de Bonnamour (1973), en fl ue se senala que hasta ese momento haban existido ciertos «temas sagrados» como la estructura de la propiedad y el paisaje rural, fruto de la relevancia que habfan adquirido obras ya clésicas realizadas en las décadas de los afios cincuenta y sesenta, que impedian una mayor conceptualizacién. En particular existian dificultades para incorporar en el andlisis geogrfico élalcance espacial de los fenémenos globalizadores, y esta situaci6n generaba imprecision en Jos estudios sobre los cambios de los espacios rurales. Por otra parte, esta herencia impide el desarrollo de perspectivas estructuralistas emergentes en el ambito de las ciencias sociales, ‘Al igual que la geografia rural briténica, la francesa se plantea renovarse a la luz de las profundas mutaciones de los espacios rurales que ya no admiten una lectura horizontal, sino {que requieren de una lectura vertical del espacio, como consecuencia de una interdependen- Gay supeditacién de espacios cuyo motor es el proceso de urbanizacién. De esta forma, la geografia rural francesa inicia el trénsito del estudio de una realidad casi inmévil dada por Tos paisajes agrarios, hacia el andlisis de otra realidad concebida en constante transforma- cién, Esta modificacion en las caracteristicas del objeto de estudio generaba una transfor: macion en los conceptos y métodos de la propia geografia rural. ‘De esta manera se rompfa con la idea del espacio agrario fruto de la historia y con una gran identidad, para poner en primer término la notable interdependencia de los espacios agricolas, El andlisis geografico a pequenia escala queda condicionado a macrosistemas Sociveconémicos generales. Las interacciones espaciales a escala regional de las grandes fucrzas econémicas generales constitufan el nuevo objeto de la geogralia, En definitiva, los sistemas espaciales pasan a fundamentarse en esta 6poca en sistemas socioecondmicos. Con especial atencién al equilibrio—en cada érea— de las fuerzas socioecondmicas, la actuacién de los agentes privados o semiptiblicos y la resistencia o adaptacién de las estructuras antt- guas, Esta nueva perspectiva suponia una critica hacia los estudios estrictamente fundados en las estructuras funcionales de las explotaciones agricolas. "Ademés de una lectura socioeconémica del territorio, a partir de los afios setenta, al igual que habfa ocurrido en Gran Bretafia, el andlisis de los procesos de la complejidad residencial propios del espacio rural se constituye en otro de los temas que genera una nota: ble transformaci6n en la geografia rural. La ciudad entra en el temario de la geografia rural francesa como crisol de los procesos socioeconémicos mas generales, que provocaban el deterioro de las relaciones de proximidad y comunidad caracteristicas de las zonas rurales (p.e., Kayser, 19902 y b, recogiendo un trabajo de 1962 y otro trabajo de 1973). Otra caracteristica de esta nueva fase de la geografia rural francesa la constituye su propensi6n a realizar estudios de caracter comparativo entre diversos espacios rurales, Esta fendencia quedaba supeditada a las expuestas més arriba y tenia como finalidad establecer elprogreso relativo de cada zona. También, esta comparacién tenfa como finalidad conceder tun cardcter més sistematico a la propia disciplina. Esta dindmica se abocaba al estableci- miento de tipologias y modelos. Para construirlos era preciso el andlisis de mecanismos fundamentales y el estudio de las estructuras que los condicionaban. Estos cambios que se observaban en la geografia rural quedaron sistematizados por la Unién Geografica Internacional (Enyedi,, 1975). El grupo de trabajo de esta asociacién in- 74 ‘TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA Geografia rural ternacional, después de una encuesta entre los mas reputados especialistas de la geografia rural internacional, concluye que la urbanizacién y un proceso politico de subordinacién del espacio rural respecto al urbano, constituyen algunas de las caracteristicas del nuevo tema- rio de la geografia rural, sobre todo en los paises de la Europa occidental (Enyedi, 1975) A partir de este momento —Ia década de los aiios setenta— es posible hablar de tres factores generales de transformacién de la geograffa rural, sobre todo en el émbito anglo- saj6n: un definitivo alejamiento de los planteamientos de la geografia regional; la introduc- cidn de una nueva agenda fruto de los propios cambios espaciales y sociales sobre los que era preciso investigar; y la introducci6n de nuevos planteamientos tedricos y metodol6gicos. En especial, la progresiva introduccién del estructuralismo en la explicacién de los fenémenos geogrdficos y a su vez el desarrollo de una geografia rural integrada Como indican Cloke y Moseley (1990), la plena introduccién de los planteamientos procedentes del estructuralismo en la geograffa rural genera tres consecuencias principales, que se analizan a continuacién, 2.1. El dominio del positivismo en los estudios de geogratia rural Esta tendencia es propiciada a su vez por la sistematizacién de las fuentes estadisticas y la posibilidad de contabilizar a una escala reducida, asi como por el propio caracter aplicado de la subdisciplina. El caracter empfrico de la geograffa rural ha sido ampliamente sefialado desde muy variados puntos de vista, lo que ha sido asociado a su vez.a una débil conceptua- lizacién y generacién de metodologias descriptivas. Esta caracteristica, en diversas ocasio- nes, ha sido mordazmente utilizada por algunos geégrafos, al caricaturizar la disciplina a la vez. que para seftalar su carécter habitualmente de area cientifica neutral. Asi, la geografia rural ha sido caracterizada como una disciplina que en muchos casos ha estado al servicio del poder administrativo y politico establecido, sin generar pautas propias de modificacién dela utilizacion de los espacios. El notable desarrollo de las politicas agrarias y rurales en los paises occidentales ha servido para potenciar este papel de la geografia y los geégrafos rura- les, como interpretadores de un espacio definido, mas que como sustentadores de nuevas vias de andlisis y estudio (Hoggart y Buller, 1987). 2.2. Los andlisis de actuaciones publicas Esta Area de investigaci6n recoge la tradici6n de las politicas de planeamiento en éreas rura- les ligadas a la creacién de nuevas poblaciones y la instalacién de nuevos efectivos demogré- ficos, de una cierta tradicién en Gran Bretafa (Cloke, 1983), que durante los afios setenta y ochenta se le trataba de conceder un caracter cientifico mediante el establecimiento de rela- ciones causales. Ello le concedia al planeamiento rural un carécter politico para el cual se buscaba un marco de teoria social. En otras dreas meridionales estos procesos giraban alre- dedor de la colonizacién y la reforma agraria. La introduccién de la economia politica en el andlisis de la actuacién piiblica choca con las insuficiencias del andlisis geogréfico rural, en especial, como ya se indicé anterior- mente, con la posibilidad de buscar una especificidad en las areas rurales, mas alld de los procesos socioeconémicos generales. Esta dificultad se ve acompafiada por una débil teorizacién previa en este campo de la geografia y un notable empirismo en los estudios de la accién estatal. Uno de los planteamientos metodol6gicos para superar estas limitaciones es el estudio de reas rurales especificas donde se concretan los obstaculos a los procesos de implantacién (Hill, ‘TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA 75 Ange! Paniagua 2003; Robinson, 2002; Hoggart y Paniagua, 2001). Pero esta linea, lejos de solventar dificultades te6ricas propias de la geografia, contribuy6 a reforzar el empirismo en este tipo de estudios. Una de las obras clave en esta dea de trabajo la constituye la aportacién de Cloke y Little (1990), The rural State?, en la que se indaga, como su propio titulo lo apunta, en a existencia de tuna actuacién piiblica especitica en las areas rurales, Se admite, a partir de este texto, que las relaciones entre el Estado y la sociedad civil se plasman en las éreas ruralesa través de cambios significativos en el planeamiento. En consecuencia, es a través del propio examen de planeamiento en las dreas rurales como se puede adquirir mayor nivel te6rico para la aplica- cién de la economia politica en la geografia rural. En todo caso, desde esta 6ptica, se aceptaba que la organizacién socioeconémica se produce de una forma, cuando menos peculiat, en las reas rurales donde existe una serie de grupos sociales con intereses contrapuestos en relacién al suelo, el medio ambiente rural y que interacttian entre ellos de una forma original para cada espacio geogrifico. Asi, el espacio es visto como fruto del juego de los actores afectados, que no siempre son similares. En definitiva, se acepta que los procesos de especial dinamismo adop- tan formas espaciales peculiares (Paniagua, Hoggart, 2002). En todo caso la aportacién teérica es muy limitada y se produce una importacién de conceptos. Aste respecto es preciso hacer referencia a la influencia de marcos te6ricos que pro- vienen de otras disciplinas sociales en relaci6n a las dinamicas sociales en las areas rurales occidentales. Es posible citar el relieve que adoptan el estudio de nuevas clases medias en las transformaciones de los espacios rurales y los procesos conflictos entre los distintos grupos sociales. A este respecto es posible destacar la obra colectiva de Butler y Savage (1995). El desarrollo en la geografia de estas orientaciones se reproduciré muy a menudo en los, estudios sobre planificacién. Este tipo de estudios permite unir la perspectiva nacional, como marco de actuacién de los poderes piblicos y su concrecién a un nivel de demarcacién administrativa minima representativa, donde se puede observar el proceso de efectiva im- plantacién. A través del proceso de implantacién se observa la interaccién singular, en cada caso, de los distintos grupos sociales con la actuacién piiblica. En Espafia y en el sur de Europa, como ya se indicé mas arriba, las politicas de creacién de nuevas poblaciones y la generacién de regadios constituyen el caso paradigmético, de gran tradicién de estudio en- tre los geégrafos espafioles (Ortega, 1979). La demostracion de estas tendencias se realiza en tipos representativos, pero también se recurre a la comparacién internacional. En todo caso, la admisién de niveles de andlisis y una lectura vertical de los mismos, constituira una tradicién en los estudios de geografia rural. A este respecto es muy representativa la tendencia que incorpora al analisis de la actuacién del Estado en las éreas rurales, el ambientalismo, como suma de opciones politi cas y de la actuacién de movimientos sociales. Algunos autores han interpretado que la ecologia politica constituye un marco tedrico adecuado para el andlisis estatal en las areas rurales. Para ello se plantea la insuficiencia y el caracter parcial de los planteamientos teori- cos utilizados previamente para explicar la actuacién del Estado, por parte del estructuralismo o diversas interpretaciones derivadas del mismo. En todo caso, este nuevo giro en los estu- dios geograficos es consecuencia de la progresiva introduccién, durante los afios ochenta € inicios de los noventa, de consideraciones ambientales en las actuaciones piblicas dirigidas al medio rural (Wilson y Bryant, 1997). 2.3. El conocimiento pragmatico del espacio rural, la diferenciacién social y el espacio-mundo Estos estudios tienen su inicio en la necesidad de conocer el territorio para el establecimiento de servicios piiblicos, fruto de un incremento de la poblacién del espacio rural en algunas 76 ‘TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA Geogratia rural reas, ligados al establecimiento de nuevas poblaciones 0 a la aparicién y/o reconocimiento social de las nuevas necesidades de la poblaci6n, asi como la extensi6n de los servicios publicos hacia areas muy alejadas. Las metodologfas se desarrollan ad hoc en cada area o pais, median- tela asignaci6n de valores medios espaciales que afectan a un conjunto dela poblacién (Paniagua y Hoggart, 2002). Su desarrollo es paralelo a una mayor complejidad espacial en la actuacion del Estado ya la produccién continua y cada vez mas compleja de estadisticas ptiblicas. Ello da lugar a escalas interpretativas de la ruralidad (Cloke, 1977) mediante variables establecidas previamente.! Con todos estos pardmetros se establecen gradaciones o escalas. La aplicacién de una via estructuralista a los estudios rurales lleva a la aceptaci6n tacita de Jos estudios rurales como una via de estudio especifica en una era de répidas transformaciones mundiales (Paniagua y Hoggart, 2002). La especificidad o no de los espacios rurales en el marco de rapidas transformaciones globales ha generado notables discrepancias (para mayor detalle, véase Hoggart y Paniagua, 2001). En muchos casos estas investigaciones han estado exentas del debido rigor académico, al enjuiciar de una manera simplemente positiva los grandes procesos de transformacién. Esta situacién ha debilitado el propio desarrollo teérico de la disciplina. Pragmaticamente, y ligado al anterior, existe un debate sobre las implicaciones del and- lisis de clases sociales en los estudios geograficos rurales. La aparicion de los estudios de clases sociales en los espacios rurales queda asociada a los procesos de formacién, pero también a los nuevos usos del territorio, que de la misma forma precisaban la dotacion de nuevos servicios, La aparicién de los estudios sobre clases sociales genera nuevas visiones respecio al espacio rural y la marginaci6n o inclusion de ciertos espacios. Pero, también expresa la necesidad de reconocer que la vida rural tiene un valor inmaterial en la nueva sociedad industrial (Bunce, 1982). En palabras de Bunce (1982), ello deriva en una transfor- macién que va de la homogeneidad rural a la heterogeneidad rural, pero que a su vez intro- duce preguntas sobre los valores universales de los procesos de formacién de clases sociales. En efecto, la aparicién de los nuevos interrogantes es fruto a su vez de la constatacién por parte de la geografia de la poblacién de procesos demograficos mas o menos generalizados durante los afios ochenta en los pafses occidentales (Cross, 1990). Esto contribuye a que fenémenos o conceptos que anteriormente parecfan ligados a otras disciplinas geograficas se introduzcan en el temario rural. El caracter multimodal y hasta cierto punto impreciso en la conceptualizacion de los nuevos procesos demograficos, serén un nuevo elemento de com- plejidad en la determinacién de los procesos espaciales rurales, dado que sera preciso conju- gar el andlisis desde la geografia rural con el andlisis mas poblacional. Otra area de anilisis son los estudios globales que condicionan el desarrollo de los procesos de transformacién de la agricultura. Aunque estos trabajos tienen su antecedente en los sistemas de clasificacion, ahora se veran mas influidos por los imperativos estructura- les de los procesos de cambio en la agricultura ligados a una economia mundial. El desarro- Ilo desigual de la agricultura capitalista (Munton, 1992), revestira antiguos debates auto- centrados en Areas mas concretas. Los adelantos tecnolégicos, las nuevas estructuras corpo- rativas o la liberalizacién del comercio agrario son los elementos clave de la agenda de trabajo, que en definitiva tratan de conceder explicacién a la posicién de los agricultores dentro de Jas nuevas relaciones globales. Estos debates que hemos citado hasta ahora también se reproducen en otras escuelas nacionales, aun cuando no sea con la misma consistencia te6rica y concediendo mayor peso 1, Variables habituales son (Paniagua y Hoggart, 2002): 1) densidad de poblacién; 2) cambios de poblacién; 3) poblacién por encima de 65 atios; 4) poblacién masculina entre 15-45 afios; 5) poblacién de mujeres entre 15-45 altos; 6-7) tasas de ocupacién censal; 8) servicios; 9) estructura ocupacional; 10) modelos de desplazamiento diario; 11) inmigracién; 12) emigracin; 13) balance migratorio; 14) distancia al centro urbano de més de 50.000 habitantes; 15) distancia desde el centro urbano mas cercano de 100,000 habitantes, y 16) distancia desde el centro urbano mas ccercano de 20,000 habitantes. ‘TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA 7 Angel Paniagua alos elementos espaciales (Deffontaines, 1985). El debate desde la geografia rural francesa esta incardinado en el peso que se ‘concede a la relevancia de la disciplina en Ja ordenacién Gel terttorio yen el andlisis estrictamente espacial, Esta caracteristica hace que en méltiples seasiones el debate sobre el espacio rural no sea estrictamente geogrifico. En tal debate se utiliza la expresion «mutaci6n» para interrogarse sobre la jidentificacion de la categorfa ru- ral en un perfodo de adaptaci6n y a Ja vez de resistencia a los cambios (Kayser, 2000). Asi se explora sobre la falta de homogeneidad del espacio rural, la transformacién social, la necesi- devi de una readaptaciGn de los criterios de clasificacién y las inercias del espacio fisico, Esta vendencia resume las preocupaciones de la geografia francesa, en la que el debate sobre la uralidad ha presentado tres ineas maestras (Berger, Rouzier, 1995): un eje espacial ligado a qa percepcign del mismo, de base més bien ético-cultural, un eje humano asociaclo al balance entre poblaciones nuevas y tradicionales, y un acercamiento territorial ms préximo a las cotividades socioeconémicas. Este debate ha quedado muy ligado a las definiciones admi- nistrativas y demogréficas del espacio rural, lo que ha limitado su transformacién, Aunque también ha generado conceptos nuevos como el de «espacio de vida», asociado a la ocupa- cién por comprender los nuevos grupos sociales de los espacios rurales y a la disociacién entre los espacios de residencia y Jos espacios de trabajo (Mathieu, 1982). En otros Ambitos geograficos nacionales, como el espafiol o el latinoamericano, la in- corporacién de estos debates es desigual pero ciertamente débil. En concreto en Espafia dominan los enfoques de tipo regional-paisajfstico, fundados en estudios de tipo comarcal 0 en sintesis mas regionales (Mata ‘Olmo, 1987). Una clara via de progresion de esta situacion: son los estudios de género en la geografia rural (Mayoral, 1991; Garcia Ramon et al., 1993). La geogratia vural en ottas Areas como Latinoamérica no presenta un desarrollo de tendencias homogéneas. Hasta los afios setenta, la geograffa rural era notablemente descrip- tive, poniendo énfasis en los modelos espaciales basados en la organizacién interna de Ia agricultura (Pinto, 1974; Becker, 1986). A partir de esos afios los andlisis pivotaran mas sobre 1 repercusiones del orden econémico internacional en los espacios rurales, en particular Jos procesos de modernizacién agricola en el marco de la complejidad urbano-industrial y Ios modatidades de penetracidn de las formas de produccién capitalista. También adquieren tina clerta relevancia los enfoques fundados en el poblamiento rural (Gutiérrez de MacGregor y Gonzdlez, 2001; Ramirez, 1992). En todo caso estos desarrollos tematicos y tedricos estan segmentados entre paises, & incluso entre centros de investigacién. de un mismo pais. Ademas han estado notablemente influidos por las relaciones internacionales de cada escuela nacional. ‘Con vn cierto retraso respecto al mundo anglosajén aparecen los debates sobre los espacios rurales 0 la actuacién del Estado, pero en general estan regidos por la economia: polftica, aunque desde el punto de vista del debate sobre los efectos de la globalizacién en Preas espaciales de distinto rango. Ello no queda exento del desarrollo de modelos fundados ae variables numéricas para definir lo urbano y lo rural (Gutiérrez de MacGregor y Gonzalez, 2001; Ramirez, 1992). Mas escasas son Jas aportaciones desde una perspectiva estrictamente social (Levi, 1991). 3, El nuevo temario de la geografia rural: ética, naturaleza y relaciones entre agricultura y medio ambiente Las consecuencias del proceso de industrializacién bajo la forma de tendencias a la homogeneizacin entre poblaciones 0 al deterioro del medio ambiente, van a condicionar" el desarrollo de la geografia rural mas reciente. El rechazo por los procesos de globalizacion en todas sus formas, los procesos éticos de individualizaci6n o la generacion de politicas am- 78 TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA Geografia rural bientales en los espacios rurales promovern nuevas épticas de andlisis dentro de un tema- rio posmaterialista. En todo caso, estos nuevos planteamientos en muchas ocasiones tienen protagonistas semejantes. Algunos destacados gedgrafos reciclan su pensamiento y eso afecta el desarrollo de la disciplina, Una de estas transformaciones es el acercamiento ético en la geografia rural, que nace de un cierto agotamiento de las anteriores perspectivas principalmente de aquellas deriva- das de la economfa-politica, de la modificacién de trayectorias personales y ademas de un acercamiento a corrientes constructivistas de la realidad social, aplicadas al espacio. En su conjunto, estas transformaciones suponen la consideracién notable de un punto de vista social en las investigaciones sobre el espacio rural. Estos andlisis de tipo social en la geografia rural han tenido tres areas de estudio: el andlisis de la poblacién y sus caracteristicas en las dreas rurales, en especial los procesos de repoblaci6n rural o contraurbanizaci6n o los cambios en las estructuras de las familias rura- les, También el andlisis de procesos de cambio por grupos sociales o caracteristicas especifi- cas de los mismos, principalmente por grupos de edad, género, etnicidad y sus relaciones en el marco de la comunidad rural. Por tiltimo, el analisis social de politicas y estrategias espa- ciales, principalmente regido por el interés por el estudio del acceso a los recursos, al em- pleo, al transporte y la vivienda o las practicas de ocio en areas rurales. Ellibro colectivo editado por Champion y Watkins (1991) constituye uno de los hitos en este nuevo planteamiento de la geografia rural, junto con los diversos articulos publicados en revistas especializadas (revisados en Paniagua y Hoggart, 2002). La ética (entendida como una individualizacién de los procesos sociales) como dimensién analitica de los estudios rurales retine una serie de componentes basicos: 1) un componente individualizador como referente en los anilisis espaciales; 2) una componente elitista en la comprensién del espacio rural, fruto de una comprensién individualizada del mismo, como de su posible originali- dad, y 3) una unicidad espacial en el estudio posmaterialista del espacio rural. Dos fenémenos coinciden en el desarrollo de estas tendencias: 1) la utilizacién de reali- dades opuestas o binarias en el marco del andlisis de la geografia humana para identificar realidades espaciales. La geografia rural no escapa a esta tendencia y quedard comprendida no s6lo en los tradicionales planos humanos o fisicos, sino también por otro tipo de relacio- nes binarias, como la contraposici6n entre estructuras e instituciones, o entre naturaleza y sociedad u otras sobre atributos individuales como blanco-negro u hombre o mujer. En todo caso, la asociacién de estas realidades no entrafiaria un uso explicitamente contradictorio de los mismos. El anilisis de realidades binarias ha sido entendido como un referente en la generacién de terceros espacios, que van mas allé del plano horizontal de andlisis, como es el clasico en los estudios rurales. Los terceros espacios constituirfan marcos de estudio que trascienden las realidad observable (Cloke y Johnston, 2005). 2) La geografia rural tampoco escapa a otra de las recientes tendencias dentro de las ciencias sociales, como es la toma en consideracién del pensamiento filos6fico 0 como se ha denominado recientemente el acer- camiento filos6fico al espacio (Pryke, Rose y Whatmore, 2003). Aparece ligado a las obras de Henri Lefevbre, Pierre Bourdieu o Michel Foucault, Esta tendencia lleva a una comprension del espacio fundada en el argumento de la coproduccién del conocimiento y la selecci6n de elementos de anilisis para un entendimiento selectivo y, hasta cierto punto, elitista del espa- cio. Esta coproduccién se produce mediante una reflexividad en torno al espacio, pero tam- bién de los propios investigadores, los geégrafos rurales. Todo ello conduce a una ideo- logizacién del marco de estudio. Estos dos procesos conducen a una reinvencién de la metodologfa de estudio en torno a los estudios cualitatives que permiten determinar al investigador su objeto de andlisis en cada investigaci6n (Paniagua, 2004). Ciertas criticas se han vertido sobre este tipo de enfo- ‘TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA, 79 Angel Paniagua ques, que en muchos casos llevan a andlisis del lenguaje. Algunas de estas criticas se orientan a destacar la imposibilidad, en muchos casos, de transferir el conocimiento generado a los poderes piblicos a la propia sociedad civil, o bien, la constitucién de estudios para el interior de las comunidades académicas o universitarias y los problemas para realizar inter- pretaciones macro (Paniagua, 2004). Estas tendencias no se han trasladado ms que timidamente a otras escuelas naciona- les, sobre todo abordando la construccién de la ruralidad, o bien para establecer las interacciones entre la naturaleza y el espacio (Blanc, 1997). Los enfoques de género han tenido un papel relevante en la introduccién de estas orientaciones en algunas geografias, dominadas por el andlisis regional y paisajfstico de las areas rurales. Otra drea de estudio en el temario post de la geografia rural lo constituyen indudable- mente las aproximaciones al medio ambiente o la naturaleza. La incorporacién de los estudios de corte ambiental en la geografia rural presenta dos grandes consecuencias, todavia no desarrolladas en toda su amplitud, pero que han sido hasta cierto punto habituales en el propio desarrollo de la disciplina recientemente. Una de ellas es la influencia e interaccién del medio ambiente en la sociedad, asi como el papel de los habitantes rurales en la modifi- cacién del espacio natural (Simmons, 1993). Ello se ha concretado de una manera lenta, al menos en los paises occidentales, por el marco regulador que ha encorsetado el desarrollo de formulas de andlisis totalmente novedosas, pero que a su vez ha permitido cimentar la co- nexién con un estudio més estructural del espacio (Bowler, Bryant y Cocklin, 2002). En efecto, la introduccién de consideraciones ambientales en la geografia rural se pro- duce principalmente a través del acercamiento fundado en la regulaci6n. Este punto de vista tiende a examinar los estrangulamientos politicos en la produccién de normas, mediante la consideracién de instituciones, organizaciones civiles y profesionales (Wilson y Bryant, 1997). La geografia rural adopta esta orientacién bajo un esquema hasta cierto punto repetitivo: anélisis de las normativas, andlisis institucional y andlisis del proceso de implantacién de la regulaci6n administrativa, con especial atencién al diferencial entre planteamientos y resul- tados espaciales, como expresi6n de los estrangulamientos entre las perspectivas politicas y Jas prdcticas sociales en un determinado territorio. Un punto de vista alternativo en los estudios geogréficos sobre el medio ambiente rural, se puede calificar de rupturisia dado que sugiere la necesidad de estudiar alternativas para Jograr un equilibrio entre las dimensiones sociales, econémicas y ambientales. Las principa- les transformaciones no se pueden lograr, segtin esta interpretacién, s6lo desarrollando nue- vas regulaciones, sino se acompafian de un punto de vista més social. El cambio de valores de las poblaciones rurales determina los procesos relativos a la implantacién de las regula- ciones en el érea ambiental, que en lineas generales s6lo han servido para reforzar el statu quo en las zonas rurales. En todo caso, a la ambigiiedad observada de la geografia rural se suma la ambigtiedad ena categorfa ambiental. Dicha ambigtiedad queda ligada a la relatividad de las demandas humanas en relacién a los objetivos ambientales a conseguir. En este marco han aparecido acercamientos conceptuales alternativos en términos de redes combinatorias entre los acto- res sociales y la naturaleza. Otra clara consecuencia de los estudios ambientales es la emergencia de andlisis sobre las actitudes entre los agricultores en la gestién de los recursos naturales y la adopeién de regulaciones agroambientales. Dos han sido las areas de preocupaci6n entre los geégrafos rurales: la relevancia de factores contextuales en relaci6n a programas agroambientales con- cretos y la generaci6n de nuevas divisiones sociales entre los agricultores participantes 0 no participantes en la aplicacién de normativas agro-ambientales. 80 ‘TRATADO DE GEOGRAFIA HUMANA 4. Conclusiones En la introduccién se planteaba si era posible realizar una sintesis de la geografia rural internacional. Al lo largo de las paginas de este capitulo se han analizado algunas areas de interés en los estudios rurales, sin pretender ser exhaustivos, no se han abordado las dimen- siones de género, del lugar, de servicios... En todo caso, algunas de las caracteristicas ms relevantes de la evolucién de la geografia rural son: 1) la existencia de cada vez mas vias interpretativas de la realidad, dado que la introduccién de nuevas tendencias nunca ha su- puesto la sustituci6n o eliminacién de las anteriores. Ello obedece al cardcter en buena medida aplicado de la disciplina, que genera sélidas tradiciones nacionales pero también un claro proceso de divisién de la subdisciplina en relacién a tematicas o planteamientos (Walford, Everitt y Napton, 1999). 2) La influencia del contexto académico de las ciencias sociales en el analisis rural, ligado en dltimo extremo a posiciones filoséficas, que quizds generan un alejamiento de la realidad ms tangible. 3) El desarrollo de aportaciones auténomas de consideracién cientifica dentro de la geografia rural de los paises mediterréneos, latinoame- ricanos o ex comunistas. 4) Un forzamiento de los limites de trabajo de la propia disciplina. Es decir, una especial concentracién de los trabajos geograficos en temétticas que se podrian calificar como secundarias dentro de las grandes tendencias geograficas o incluso, dentro de Jos temas socialmente mas relevantes. Asi, los limites de la geograffa rural como subdisciplina quedan muy asociados a las metodologias o teorfas transversales 0, a los acercamientos inmateriales como el que pone el énfasis en lo ético. ¢Seria posible hablar de un fin de la geograffa rural? La creciente especializacién de los geégrafos rurales en los procesos transversales permite reflexionar en muchas ocasiones sobre tal o cual perspectiva de estudio en un area alejada de las ciudades, pero bajo determi- nantes metodolégicos que aparecen en la geografia social, humanistica, econémica, de la poblacién, de las actividades recreativas, de la gestion ambiental. Bibliografia BERGER, Alan y Jacques RouzIER (1995), «Lespace rural, élargissement conceptuel et orientation méthodologique», Economie Rurale, n.° 229, pp. 3-10. BECKER, Bertha (1986), «Geography in Brazil in the 1980s: background and recent advances», Progress in Human Geography, 10-2, pp. 157-183. 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