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— Probert bangraum fn perm de Noe expe orca Gaon Senco SN 1 rows De us exrsenes era vicioriana y contempordnea bajo Is forma del monSlogo dramdtico. La conexin entre per version moral y exceso rei6rico constituye, en rigor, el argumeato interno de este estudio. Su superficie discursiva nos presenta, en cambio, una propuesta int. Langbaum pretende establecer una defini lo que denomina poesfa de la experiencia, y para debe levantar una compleja carta literaria, un pr napa (extwal, con direcciones aparentemente equi y orientaciones invertidas. Su estudio puede leerse de varias mancras: como una tevisioa del concepto historicista de romanticismo; como una profundizaci6n cen los presupuestos cognoscitivos de la poesia lisico- meditativa de Wordsworth y Coleridge; como vna rigu- rosa excavacién en el suelo escéptico dramas de Shakespeare durante el inueve; como un techazo al tratadismo aristotélico desde la propuesta de una nueva poética de corte nletzscheano; como un intento, en definitiva, de comprender esa precisa genealogia textual que vincula poesfa de Pound, y que nos ro reside precisamente en el da a tematicas aparentemente tan distantes. Ello se logra mediante una singular pro- critica, el concepto de poesia de la experiencia. La descripci6n rigurose de este concepto exigirfa, en pri- een los presu gnosealdgicas lustracion habria separado los bos de los valores, «dejando por herencia un mundo en el cual el hecho es una cantidad men: tras ef valor es usorio, un ble mien- {eto humanos. EL fico, cuyos miximos responsables endo poco a poco e 1. Bra de esperar. La pulera ¥ convencional, s Lose be 1 Bouman ional deja paso a la primacia absoluta de lo 1 cho (fact) como sustrato, como fuente primers saciOn, y thtima ratio, asegurt Hume, de la razén misma: wr ‘you believe any particular matter of fact, which you relate, you must cell me some reason; and this reason ‘But as you roceed after this rm, you must at last terminate in come fact, which is present to memory or senses; or mus allow that your belief I wwithowt Foundation * una profu Deleuze lego 2 alteraci6n cognoscitiva, que el Re ismo. La nocion de al primer miembro de For26 en institus. Los avatares de esta consolicacién son rersos y cargados de matices pretende explorar esta heterogeneidad. herencia empirista y de la funcién que cj 4, Hume, D. Am Figuicy Concerning Human Understanding, in ‘The Phulspbtcal Works, oA by T. Hil Green & T. Hodge Grose, Scientia . 39. Si progunto por qué se acogen a I hace desde la coherencia |, y desde una La rons 081 mre les parecen mis un retorno a la barbarie escoldst que cempirismo. Es el caso de tos del genial Coleridge, cuyas incursiones, siempre cen ¥ equivocas, en el {dealismo alemsin, provo- 1 de wantos contemporineos, € ico, cuyo dislecto seré deliberadamente colo- quial. En dicho discurso cree descubrir el espacio de una nueva teoria del conocimiento. El mismo Coleri bsia participado, junto a Wordsworth, en el tazado de ese nuevo espacio discursivo, cayo exponente mas ge- nnuino serian las Lyrical Ballads, publicadas otiginalmente en 1798, Fl poema como proceso EL rasgo centrat de la aueva gnoseologia puede definisse como el caracter procesual de la razin postica. El poe- ta parte de una experiencia sensorial (fazed) que im fuertemente en sv imaginaci6n, a modo de epifania, y luego procede a la formulacién verbal de dicha expe- ricncia, Dicha formulaci6n, a lz que Langbaum alude tam- bien con los términos varticulations ta, no obstante, una tarea ardua, jalo yy luego ene lu cara de Lor Flesofica del poets fen Chics sn he Wierness, Toe Stuy of Literature | pp. 42-62, comeretie bones trayectorla en la p: y transcurso en el tiempo. El componente empirico de esta nueva teorta del ¢ BI proceso de imente alcanza una conclusion d de Ta nueva razon el empirismo —comregide juga Interminable, una huida e: de elocuencia, cuyo imposible y otra ver, 2 exper ma, lejos de desc cumbe a la mentira neogética de Pi al vertigo espacial de Friedrich ma infinitud originaria. La gnoseologia tamente la de Fichte, exigia la presencia constante del no-¥o, la naturaleza, como pantalla metafisica frente & Una notable refleién sobre ef significado —ea sus resonane rons peu Semi pida dialéctica del proceso reflexivo, la tensién entre In- mediatez (Unmittelbarket) e Infinitud (Unendiicbket!) en la que se origina la autoconciencia?. La poesta de la ex: periencia no es ora cosa: geografia reflexiva, amblto de Ie auto-revelaci6n, superficie de lago donde el poeta se contempla y se descubre, lago en el lago, fondo impo- ble, ‘Otco simil que slustra flelmente la naturaleza i del proceso de la nueva raz6n por es Poulet explor6, desde forma en el periodo ro- méatico, ilustr6 la funcién del simbolo con una confe- sida de Tleck Um mir selbst war de Mittelpunkt aller Empfindungen)"” en la que el vate romantico asume la el circulo, desde donde absorbe experiencia circundante, Pero la cit que Langbaum tata de experiencia es parte de la experiencia misma, dmbito de la revelaci6a cog- te conniadencls coa que J. Hee Y lecusnte Pars, 1579, 24, Bd, 7,188 erence de proceso cog! bens 0 hermencutische Zirkel, me- mente por Heidegger y que in- parte de la Hermeneut especial los eseritos de Gadamer denomina Vorurteil 0 Voraussetung, traducible como prejuicio © suposicin previa, corresponde « un verbalizacion anticipada que inaugara, que abre el pro- >. Ba e] caso Ge Ia razon poética ipacion se la reserva s0 como transcurso, De ahi fo empleatlo por Gadames, . pp. 310-316, 12 2itkel und das es 270-281, Taanbien ca el ensayo Vos Ztkel Hermencuiih pp. 5745. [251 Le rata ne ta exces wemento de percepciOn Gadvance in perceptions 0 a por [diseorivarnente lv exp fecleced i ng poesia ofrecida por Wordsworth. Ver es baber oso, de- Ga Bernardo Soares, ndscar confesional de aquel adh tmirador de Coleridge que fue Pessoa, y en este sentido Gebemos comprender la idea de un avance en la per cepeidn. a emporlidad del dlscurso poltlco prortoga fl'impaco de l eplanis Inia, le concede el espacio experimental dela palabra, labors y feta smpo que el poeta prec de una experiencia. ¥, en ese sentido, tambi respecto de sus tales. El hablante prorrumpe en soprano prorrumpe en un aria, de con una dignidad casi ssequilibrio que provoca, : eresa [a funcién de aprendizaje, la dimension cognoscitiva del poema. Segia Langbaum, el hablante del monélogo habla para aprender algo sobre st mismo, 12, Woxdswoal,t, Prefer ote second Eaton ofsyrical Baad, en Poetical Wor, Oxford University Press, Oxford, 1990, p. 740. 26) jue su experiencia visionaria en un i inante revelacion, ima que ya es onocimiento, aprendizae como growth of consciousness esa intelecei6n final es el mismo canto, el ‘ocasiOn cosesponden, en el mond- ional y fisica qu arouse peu srenenck parc juicio corresponde tenta describir u ae una objetividad perdida, esta mode dad pretendid contestar el exhibicionismo emocional de los poetas roménticos, Tangbaum dedica parte de su I troducci6a a intentar probar Ia vincul fodos romantico, victoriano y roto con la disyuntiva objetividad-sul ica. Langbaum ve en ponente de una poesia nueva, en la que ya no resuena esa subjetividad acicalada y espuria propia de la poe: ica. La experiencia de integracin que el brutal avto-anagnérisis que el , exige un discurso nuevo, de iva, que compare- he Windhover, El poema como A lo largo del presente e se transforma a veces en la tes) Los Bea exam es tn mero seflejo del proceso {ze el propio héroe en mfntico y el poeta roméctico poseen us cion de experiencia y ejecutan, pues, ficacin proyectiva en el objeto. Langbaum alude de manera diversa x este mecani do. Mas de te por T. Fechner tablemen iclpios de la fenomenologia *: Langbaum estima que dicha empatia es +e] modo especificamente romntico de conocimientos, por cusn- to permite que el poeta extraiga su significado del puro materi oy ao de un cr xno de juicio. ‘a este respecto es maxima: «To know x must be it. ssonajes poseidos por esta suerte Manfied, Fausto, y tod ss que nos ofrece Browning, Fl mas llamativo lo constituye el primero, el insigne prin , cuya razonable y monol6gica locura supo cons lar una forma de amplia repercusion literaria, Shakespeare lugar central en el presente estudio debido pre~ cisamente a su capacidad de liberar a personajes como iitica, permitiéndoles esgrimir mils © menos subversivo, y tifieacion patologica ofrece, pues, dos direcciones yun mis _$. Histor de a st onorveciow te mecanismo de proyeccién psi= col ia especie de re. fgjo simpatico, de la identificacion del personaje: lemenciar gnose po jes, una demencia que se expre- Langbaum describe en aordinaria, una suente de Angulo mo: determinados personajes del dra romntico, y que luego pasa x ser la posici6 Jos hablantes del monologo extraordinary poems de Hopkins en busca de 1d visual o visionaria, I excel tun poeta exp te co! las eplfanias de lo real descubre en Juan Esco teosfa det inscape y el snsiress. 15. hi: Gardner, W. HL Hops, Oxford University sess, Ox'oxd, 1970 (Fount El t Le rota oF worms en 1919, «Hamlet (the man) is dominated by an emotion which is inexpressible, be excess of the facts ey appears, el pet parece efectivamente le~ herida y flaca con que Dante non Enéa, io non Paolo sono-Unfer Pero Sabemos que el peregrino de Dante, sino es Eneas, Tam- Menos atin sin Dante, pero eso no nos preocupa tanto. Lo que ocupa es precisamente lo posibilidad de trazar una genealogia de formas que permita vincular el sollloquio hamletiano y el mo- ndlogo dramatico eliotiano. eowooecae El poema como culpa introduccién como el pi relacionados con la literatura ies capitulos siguientes persigue ion de un marco formal y eo sdicado al célebre poe ma de Browning, una vasta y ambiciosa composici6n fix se secrea una causa por asesinato que avo lugar en Roma en 1698. EL marco teresante es la del propio ci el conde Guido Franceschini, responsable de haber asesinado a su mujer y se de ble personaje, como ya lo hiciera en su My Last Ducbess. como vehiculo de de Browning. No s6lo ha servido de punto-de partida a numerosos estudios, entre los que cabe destacar ef bro de Wamick sino que es punto de referencia inevitable para todo el que intenta adentrasse elas ex fas geografias Iircas del pocta inglés ®. Roy E. Gridley lo considera -the most influential essay on Browning of the past twenty-five years™, Resulta asimismo necesa~ rio subrayar que dicho ensayo liber6 a la critica de Browning de un peso descomunal y absurdo: la necesi- dad de revivir una vieja sorpresa ante el oscuro manierismo de Su lenguaje, dificil y abrupto, turbé a sus primeros lectores victorianos. Pese a su elo- cuente facia el poeta, George Eliot no two mas reme amén de una se enfrents femente a esa repetida «charge of obscurity, si bien encerré su discusién en los discretos margenes de una rudimentaria estilistica de corte psico- logico, ua aparato critico con el que demostrar Ia clari- dad de ideas de Browning ®. Pero no es precisumente esa supuesta clasidad lo que Langbaum pretende demos- trar en su estudio. Su apzeciacion critica no es estlist- ea, Laagbaum busca s6lo desvelar el mecanismo form: que permite la eficacia poética de Ios mondlogos de Browning, En este sentido, podemos afirmar que el pre- seate estudio constituye un elisico, una referencia im- 20. Browning, Rouladge & Kegan Paul, London, 1972,9.124 er Revit, Enero 1856, 29.290-296, Recogido en oven 0 tatbien por ta dlesapiin formal del oneloge & ete oiginal estudio ™.B Feticente a aocpiar la supe tectura, mas. que eriesga shan ia Tal, donde Ingaisice provoca donde vos y tan ostensi queda de manifiesco en su dramitico No ex le el ston 0 per Dersona. Ast, en el poeta The Ring and the Book hay tints personas como We i iulo «The Pecblem of Fors en nary, Maen : inceton University Pres, Pai 140-228. Fn consteto: p. 200 p. 230. (351 1 rons Dew exssenca , camara de ccos donde suena y resuena poeta manifiesta 2] comienzo su vocacion tumed, to free myself and 1 mundo no era si rdad de Roma, una verdad envuelta en profusa del rumor. Browning se deleita en una ante ecuacién —Rome and rumour (I, 943)—, para ssidad de esa nube que debe necesaria~ noche que debe atra vesar para alcanzar el rest ‘But through the blackness I saw Rome agai Se trata, sin embargo, de un resplandor perforado de ‘cuya verdad debe el Papa cuestionar (Libro X). EL (er procesual del poema de la experiencia ad ‘aa forma dominante. El poema es lteralmente pro- 108 de sus dos ios, predicaciones verbales con funcin patfa se convierte en una esp sinuosos y oscuros pasillos del poe: smo pone en juego, como vemos, la entera gn seologia poética que bozar. Comparece tico, concentrado Guido Franceschini, No s6lo asesina a su mujer, sino que reconoce pablicamente su culpa (V, 1661-64). Retornamos ast la pro-vocaci6n romans. I 4gora 25. Browaing, R. The Ring and the Book, Penguin, Har- ‘mondsworth, 1971, Book I, 478, p36. {361 Pero son distancias qi luz del estudio de Langbaum. Una reiérica® que contamina y verdad, y una El conde no tran: ino que, junto al insgrecle tambien, discreci6n, la interdicecion al que sacude Wy «dans ay en Wuthesat Height wn movimiento comparable at dela cada grea, ya que el sunto de est novela es la transguesta igi de nly. El ator Ge la Livosta 06 pouma También Langbaumn indaga, en el tlkimo capitulo, ef ley moral que se transgrede en ‘a raged oga, Y oa ang trazado de e ‘ca que pueda explicar tanto la-violen pata que despi 1 fa ejerce. Comprender al conde Guido es comprender # Hamlet. En ambos casos nos topamos con la inmensa paradoja de intentar com- pronder lo in-aprebensible, de medir lo in-conmensura, bile, esto es, de aferrar el exceso. ta qu La poesia como exceso CONVIENE consecuentemente valorar fa magnitud del ex- ees0 que Bliot descubsia en Hamlet, y decidir si fa ex- de dicho exceso pudo engendrar una pulsidn anti-aristotélica brota precisamente de es ‘oporciéa enue accién y personaje que loquio de Hamlet 0 descriptiva y analitica de de afirma que la tragedi clones y no de personas, sino que amenaza pio de prudencia ética que gobierna De ahi que la inmortalidad litera Postica de AristOteles, don- es mimesis o imitacton de ac- vrata yf Tans, =. Postica, VL. Vid, Aree Postioas, ed, de Anibal Gonzsler, “Teunus, Madd, 1987, p.55°57 Gs) rtarleza CH Nac Tr eA. Sineber anon ‘Wore spa heraus™, Tragedta o Grecia y e pes | Allenna, Maid, 1989) le} Li ross Bets porminese Bloom, quien mmpoco ha dudacio en decretar la sole- del vengador aGrdico: Hamlet (...) is Shakespeare with something that looks very much like an authorial consciousness, and one not espeare’s own”, Pero Langban rigores est malismo estructuralista, sino que jams sucumbe 2 tentaciones de una critica psicolégica © mitica. La pr sa metodologia critica de su libro es solo compre no obstante, si atendemos al impasse intelectual del que arranca, y que ya expresase Bliot, con intima soberbia y alsa resignacion: In English writing we seldom speak of tradition. Una tradicion critica inglosajona registr fuerte grado de insularizacion, Blo es patente-en su yada absoreiOn de un historicismo germanico que dieté las claves de lah vultural europe: allana y provenzal respectivamente, para afir- marse como creadoses. ¥ cuando, como en el caso de ornaron su mirada hacia su propio pasado liters rio, él resultado fue Is confeccion exquisitamente escru- pulosa de una wadicion « medida. Bien es cietto gue ensefié sus cartas con suficiente largueza: «Tradition is a ‘er of a much wider significance. It cannot be 51, Slakespeate, Center ofthe Cano en The Western Garon, ‘he Boohs aru School ofthe Ages, Harcourt Brace & Company, New ‘York, 1994, pp5-75, en concreto p64 le] oo Inherited, and if you want it you must obtain it by great labour *. No deja de sorprender, por lo tanto, la mez- quindad critica que sigue confundien¢ cién y levanta tompes caluny voces mas poderosis de este cién que, como deciamos, retorna obses blema de la influenc! cién de amor de Prufrock nada tenga que ver con lirica roméntica Inglesa? No es posible. Langbaumn lo sabe. Eliot no saberlo. Pero fueron muchos Tos que ignorancia. Es el caso de F. R. Leavis, ment in English Poetry (London, 1936). Ea el cap cedicado a Eo, cuestiona la seriedad de de

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