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La psicofarmacologia Héctor Pérez-Rincén ‘Summary ‘This is a revision ofthe historic antecedents which favored the apparition of psychopharmacology, called "the tied revo- lution of psychiatry" and of its contribution to change the dally practice of this speciality ‘The contributions of Moreau, from Tours, the studies on the cerebral basis ofthe psychiatric processes, andthe devel- ‘opment of various clinical concepts slong the XIXth and XXth Centuries are analyzed. All this resulted in the works of ‘St Anne School, with Jean Delay as its guide ‘Se hace una revision de los antecedentes histéricos que favorecieron la aparicion de la psicotarmacologia, “Ia tercera revolucién de la psiquiatria.y de los cambios que generé en al ejercicio cotidiano de ests especialidad. Se analiza el papel dde Moreau, de Tours, por un lado, vi de los estudios de las bases corebrales de los procesos psiquittricos, por el otf v finalmente, el desarrllo de varios conceptos cliicos ao lar: 190 de lo siglos XIX y XX. Todo esto habria de fecundar fn [a labor de la Escuela de Santa Ana, con Jean Delay a la ccabezs, La aparicion de lo que los historiadores de la medici na llaman “la tercera gran revolucion de la psiquiatria”, en os primeros afios de ta década de fos 50, debe con- siderarse como un momento de sintesis y culminaci6n de la compleja evolucién de nuestra disciplina. Es un momento feliz en el que coinciden diversas herencias no fue por azar que tal conjuncion se diera en Francia se comunicara en la lengua materna de la psiquiata, Sélo es posible brindar ahora una visién general y ‘esquemitica de tales fliaciones y del fluir epistemolé- sgico que recorre el lapso comprendido entre las fechas que enmarcan la celebracién que hoy nos convoca, para situar diacronicamente los principales momentos que fecundaron el nacimiento de la psicofarmacologi. ‘A la revolucién que constituyé el tratamiento moral, la labor taxon6mica, la legistacion sobre los enfermos, mentales, etc., inspirada por Pinel y Esquirol, siguid muy tempranamente en esta compleja historia, un descubrimiento que habria de marcar profundamente alla psiquiatria: en 1832, un joven interno de Charen- ton, de sélo 23 afios, Antoine Laurent Jessé Baye, present6 una tesis sobre la aracnoiditis crénica y pos ‘ul6 esa lesién especifica como la etiologia de una enti- dad clinica bien detimitada, la pardlisis general progre- Este descubrimiento fue el paradigma y a rute para tuna buena parte de la medicina mental. Permitié la introduccién en ella del método anatomoctinico que habian ilustrado Bichat y Laénec y fomenté una espe- ranza largo tiempo seguida: la posibilidad de encontrar lesiones cerebrales especificas en las entidades que la nosografia individualizé. Histéricamente pueden situarse por un lado los autores a los que tal esperanza pronto decepcion> y prefirieron buscar explicaciones puramente psicodin: micas en las que el cerebro quedaba escotomizaco: por otro, los que haciendo abstraccién de la neuropa: tologia prefirieron elaborar correlaciones mas bien te6- ricas y pusieron el mayor énfasis en el analisis clinico; ¥ finalmente aquellos que siguieron sin desmayo la promesa del descubrimiento de Bayle. De estos «it mos, que consideraron que el destino de la psiquiatria estaba irremediablemente ligado al de fa neurologia, partié una de las ramas mas frondosas de la psiquiatrla germana, la que encabez6 Griesinger y que habrian de proseguir Maynert y Wericke. De hecho, una buena parte de la evolucion de la psi quiatria debe explicarse por el dificil didlogo, a tensién dialéctica y los esfuerzos adaptativos entre la psiquia: tria francesa y lade lengua alemana, La Gehirnpatholo- gie, que marcé el desarrollo de la psiquiatria en los afios 80 del siglo XIX, tuvo su equivalente en Francia, ‘yen ambos lados del Rhin se wrabjé intensamente en la busqueda de alteraciones en ol sustrato encefalico. los estudios de Wemnicke, Alzheimer, Von Economo, Vogt, Spielmayer, corresponden grosso modo los de Monakow, Mourgue, Dide, Guiraud, Klipel, Lhermite, etc,, en Francia. Paralelismo que habria de repetirse en Antoine LJ. Bayle Salud Mental V. 13 No. 1, marzo de 1990 15 Jules Bailtarger el terreno de la descripcién clinica entre los Bonhoefer, los Kleist, los Leonhard, los Schneider, ios Kretsch- mer, del lado aleman, y los Baillarger, los Ballet, los, Chaslin, los Claude, los Clérambault, del lado francés. Las diferencias y las interpenetraciones de ambas escuelas, que nunca tuvieron la virulencia que adopta- ron alrededor de ia guerra del 70 en el campo de la bacteriologia, son atin tema de Investigacion y todavia rho contamos con un estudio histérico como el que ha publicado resientamente Rudinesco, sobre la peculiar adaptacién en Francia de la segunda revolucion: la de Freud. La culminacién de la psiquiatria germénica en la escuela de Kraepelin generaria, @ partir de su obra, una tendencia més homogeneizante y universal. La gran nosografia kraepeliniana habria de predominar. De la gran variedad de entidades clinicas descritas por los autores franceses sélo sobreviviria la Boutfée Déliran- © como timo bastion de autonomia nosografica. No obstante, el ambiente médico en el que habria de “Ss Henri Claude 16 surgir la psicofarmacologia, era el digno heredero de una rica tradicién que se distinguié precisamente por tuna especial finura clinica. Solamente mencionaré ahora tres figuras: Jules Gabriel Francois Baillarger, interno de Esquirol fen Charenton, fundador de la Sociedad Médico-Psico- lagica y de sus Anales, quien precisé el concepto y la fenomenolagia de las alucinaciones, que e¢ uno de los problemas centrales de la psiquiatria, y cuya descrip- cién ain hoy en dia permite aproximaciones fisiolégi- cas. Henri Charles Jules Claude, quien fue titular de la Cétedra de Enfermedades Mentales y del Encéfalo en 1922, Se alej6 del rigido modelo anatémico charcoti 1no y adopté una perspectiva biolégica y dinémica que hhabria de nutrir en parte la doctrina del organodina- mismo de Henri Ey. En su servicio dio acogida y difu- sion a los primeros psicoanalistes franceses. Ahi asis- tid el joven Lacar Gaetan Gatian de Clérambault Y Finalmente, aquét a qui “nico maestro: Gaetan Henri Alfred Edouard Leon Marie Gatian de Clérambault. Su descripcién del Sindrome del “Auto- matismo Mental permitié un acercamiento mas deta- llado del fenémeno alucinatorio y delirante, aunque su concepcién de la psicosis como resultado de un sufri- miento neuronal parcelario lo aproxime @ Kleist y a otros sseguidores de lo que se llamé la Gehirnmythologie. tra linea de investigacién distinta que iria a secun- dar también el pensamiento dentro del que surgiré la psicofarmacologia, es la dela llamada psiquiatria expe- imental, cuyo primer exponente fue Joseph Moreau, de Tours. En su obra epénima sobre el hachisch y la alienacién mental, planteé el problema de la similitud 0 la identidad entre los sintomas que se observan de manera natural en las enfermedades mentales y aqué- los producto de la intoxicacién por sustancias psico- dislepticas. Esta ha sido una via de gran interés teérico para nuestra especialidad. De ella han derivado la etnoboté Lacan consideraba su nica, los estudios comparativos entre los principios actives de los productos naturales con accién sobre la mente y la estructura quimica de los neurotrasmisores cerebrales, la posibilidad de generar psicosis induci- das en las que el investigador especializado pueda rea- lizar una autoexperiencia, y la posibilidad de contar con un modelo operativo para el estudio de la accion de los psicoférmacos de accién antipsicética Todas estas corrientes habrian de concurrir para favorecer las investigaciones que condujeron a la introduccién del primer medicamento antipsicético y dar nacimiento a la psicofarmacologia, Por supuesto que la medicina mental utilizaba fér- ‘macos hipnéticos y sedantes y que desde los afios 20 habia tratamientos fisicos y biolégicos de utilidad, el primero de los cuales fue la malarioterapia de Julius Wagner von Jaurega, eficaz en esa PGP en le que Bay- le habla descrito a aracnoiditis y que era tan fecuente antes de la quimioterapia antisfilitica, Pero la introdue- Joseph Moreau, de Tours ci6n de la clorpromazina tuvo realmente el carécter de revolucién que los historiadores le confieren, porque fue el primer férmaco que tuvo la accién especifica de modificar draméticamente la presencia y la evolucion de los sintomas frontales de muchas condiciones psi- céticas. Se pudo modificar asi fa evolucién clinica de algunos padecimientos y se modificé sustanciaimente cl ejercicio de la psiquiatra y el rostro de los hospitales psiquiatricos. Esta innovacién tuvo lugar en la Clinica de Enferme- dades Mentales y del Encéfalo, en el Hospital Santa Ana de Paris, bajo la égida de un hombre excepcional: Jean Delay. ‘Sucesor de Dupré y de Claude en esa cétedra, este psiquiatra y hombre de letras posela una muy s6lida formacién neurolégica y psicolégica. Esto favorecié el ue pudiera comprender el valor de esa droga, la clor- promazina, que Henri Laborit habia empezado a utili- zar como gangliopléjco en sus experimentos sobre la hibernaci6n artificial en el hospital del Val-De-Grace. Delay y su alumna Pierre Deniker describieron asi su Jean Delay efecto antialucinatorio, antidelirante, anticonfusional y antiagitacion. Los efectos sobre el psiquismo y sobre cl sistema nervioso de este primer producto, probaron €en 2! plano clinico las teorfas sobre el psiquismo sub- cortical de Paul Guiraud, quien por cierto habia utili do poco tiempo antes un compuesto emparentado con la clorpromazina: ol fenergén. Alestablecer la primera clasificacién de medicamen- tos psicotrépicos, Delay tomé el concepto de “Tonus Mental” de Pierre Janet, de quien puede ser conside- rado un alumno, y que esté dado por el equilibrio entre el nivel de vigila y el nivel de afectividad. El estudio psicolégico a través de los instrumentos, ccreados por fructifera colaboracién de los farmacélo- 9s y los psiquiatras —el fecundo dislogo del laborato- flo y la clinica— permitié un novedoso enfoque de la psicopatologia, precisando, comprobando, replantean- do, las teorlas de los predecesores en este campo. La introducci6n de los medicamentos antipsicoti- 0s, @ los que pronto seguitia la de los antidepresivos, represent6 también un paso hacia el conacimiento de Paul Guiraud ” las causas bioquimicas de los trastornos mentales. La psicofarmacologia es uno de los pilares de la psicoqui ‘mica, ciencia que constituye un valioso nivel epistemo- légico en la comprensin del eterno problema de la relaci6n mente-cerebro. La via abierta por Moreau, de Tours, pudo seguirse hasta el fin, gracias @ los estudios controlados sobre la produccién de cuadros psicéticos antficales, ya expe- Fimentaimente, ya por la difusién de las modernas tox comanias y su bloqueo por los antipsicéticos. La posi- bilidad de tales estudios aumenté no s6lo por contar ‘con nuevos farmacos de este tipo, sino porque con- temporéneamente se obtuvieron algunos principios activos de vegetales que algunas culturas utilizaban ‘con fines entedgenos desde Ia antigiedad. Hay que recordar que fue precisamente Jean Delay quien tuvo 8 su cargo el capitulo correspondiente en Ia obra de Helm y Wasson “Les champignons hallucinagénes duu Moxique’. Y claro, la que es mas importante a nivel de la praxis, Jos tratamientos medicamentosos, ademis de volver obsoletos o reducir al maximo la utiizacién de los métodos fisicos y biolégicos previos, permitieron recu: rrir a técnicas de psicoterapia y de socioterapia que hubieran sido en muchos casos impracticables antes de [a era de Ia quimioterapia. Esta nueva era se difundié universalmente y ha con- tribuido de manera importante al establecimiento de luna psiquiatria internacionalmente mas homogénea que ha ingresado al circulo de las ciencias. ‘A este propésito ha escrito Pierre Deriker: "La investigaci6n en el terreno de la etiologta biolégica de las psicosis, se situaré obligatoriamente sobre y a tra- vés de tres planos: el de la clinica, que es el del estudio de la personalidad en sus alteraciones y en su funcio- amiento normal; el plano fisiolégico que estudia las estructuras nerviosas que son el soporte de las distin- tas funciones psiquicas; y el plano quimico de la actvi- dad de los medicamentos 0 de las drogas sobre los receptores especializados”. Y agrega: “el progreso paralelo de la clinica terapéutica y de la psicofisiologia ha permitido redefinir y precisar nociones clésicas ‘como las de la funcién timica o regulacién del humor, las de vigilancia y discriminacién, las de la funcién del softar y del suefio paraddjico, y ha alcanzado los ‘medios para producir o reducir la actividad alucinato- fia”, ‘Nutride por las aportaciones de les neurociencias, sin que sea por otro lado reducible a ellas, 1a psiquia- trig de los Gltimos afios ha superado a través de esta empresa los dualismos y los dogmatismos empobre- cedores. Aun dentro del proceso de internacionaliza- Henti Ey ci6n en que se encuentra, en el que la comunicacion vehiculada en lengua inglesa logra por momentos difi- cultar la audicién de otros idiomas, la psiquiatra fran- cesa sigue dando muestras de originalidad y vitalidad, Dentro de fas diversas reuniones médicas que han celebrado en nuestro pais el bicentenario del movi- miento social que generé la Declaracién de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la de esta noche tiene un valor especial, pues como lo sefialaba fen la que calebré recientemente la Asociacién Psiquid- triea Mexicana, la psiquiatria es ante todo defensa de es0s derechos y respeto a la persona humans, o no es psiquiatria. Sigo en esto a dos figuras centrales de la psiquiatria francesa: 2 Henri Ey, quien en su “Défense et Illustration de la Psychiatrie” asenté muy claramen- te la responsabilidad social de la especialidad y su papel de carrefour entre la biologia y las ciencias humanas, advirtiendo sobre las amenazas constantes de perversion de su ejercicio: y a Jean Delay, el here- dero de esa rica tradicion médica y humanistica de cuya sintesis habria de obtenerse tanto alivio para los, pacientes mentales. Hace pocas semanas le ha sucet do en la Academia Francesa el oceandgrafo Cousteau. Tras referirse a su legado cientifico y Iiterario, el recipendario concluye con un didlogo imaginario entre os dos contempordneos que nunca se conocieron: “Ven conmigo, Jean, te mostraré la mar. —Y yo, JL¥.C., te conduciré hasta las fronteras de la libertad Esta es una buena definici6n de la psicofarmacolo- gla: algo que permitié ensanchar las fronteras de la libertad. BIBLIOGRAFIA DELAY J, DENIKER P: Méthodes Chimiathérapiques on Peychiatrie. Les nouveaux médicaments. psychotropes. Masson et Cie. Paris, 1961 DENIKER P: Psychopharmacologie et Pharmaco-Psychiatre. Confrontations Psychiatriques, No. 9, 1972 (9-29) LAMBERT PA: Le relation médecin-malade au cours des chi miothérapies psychiatriques. Masson, Paris, 1965. PEREZ-RINCON H: La Neuropsiquiatra (sesién de la Acade- 18 ‘mia Nacional de Medicina para colebrar el Bicentenario de la Revolucién Francesa). Rev. Médica LM.SS. V.27, N. 4, 1989 (333-334), PICHOT P: Un Siglo de Psiquiatra, . Hoffmann-La Rache y Cia, SA, Basilea, 1983. POSTEL J QUETEL C: Nouvelle Histoire de la Psychiatrie. Privat, Tlosa, 1963,

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