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La légica de las practicas en Pierre Bourdieu.(*) Dr. Ricardo L. Costa El presente trabajo propone una aproximacién comparativa critica entre la légica de las préctioas tal como aparece formulada, por una parte, y de manera explfcita, en la teorfa dé la accién elaborada por Pierte Bourdieu en sus trabajos cientificos, y por otra, en Ta teorfa del ‘cambio implicita en sus tomas de posicién ptiblicas.' La comparacién implica ciertas decisiones que conviene explicitar. En primer luger, se intenta captar la l6gica de las précticas contenida en los trabajos cientificos de Bourdieu a partir de una dupla de conceptos centrales (campo y habitus) y de la relaci6n entre ambos”, Estos no surgieron al mismo tiempo ni, una vez incorporados como herramientas.teéricas, quedaron definidos para siempre. EI pensamiento de Bourdieu se desarrolla de manera recursiva, en espiral (Wacquant, 1992: 15), y fundamentalmente polémica, La primera nocién incorporada fue la de habitus, y en elo jugaron un papel importante las investigaciones y experiencias de campo Jlevadas a cabo en Argelia® que contribuyeron a la raptura con el estructuralismo, y se menifiesta especialmente en el paso de. “Ja regia” a “Ia estrategia” en el aborgaje de las précticas (Choses dies, 75). La nocién de ‘campo es posterior y Bourdieu mismo relaciona su emergencia con los trabajos que llevaba a cabo en los’ afios 60 sobre Sociologia del arte, y con el comentario al capitulo que Weber Abpticn en Economia y Sociedad ala sovilogi religios (Choses dts, 33, 6). En 1992 se réferiré criticamente al articulo “Champ intellectuel et projet créatew"(1966) diciendo que lo considera al mismo tiempo “esencial y superado”(Les regles de l'art, 260, Nota 17)° ‘Un recorrido por las modificaciones y precisiones introducidas con el tiempo por el autor en los conceptos sefialados mostraria en accién la “réflexivité réflexe” propuesta por Bourdieu (La misére du monde, 904). Sin embargo, éste seria un trabajo en si mismo, que exigiria situar al autor y su produccién intelectual en el marco del campo cientifico pertinente dentro det cual va tomando posicién’, as{ como discutir otras Jecturas’, El abordaje que proponemos no desvirtia e] andlisis en la medida en que el nticleo constitutivo de la légica de las précticas ha permanecido en gran medida invariante en los trabajos cientificos desde su formulacién, En segundo lugar, podrfa pensarse que las tomas de posicién piblicas de Bourdieu son (©) Version espafiola de: “The logic of the practices in Pierre Bourdieu”, in Current Sociology, Vol. 54(6): 873-895. SAGE Publications, Lonidres, 2006. intervenciones politicas que se ubicarian en ofro nivel de diseurso diferente al de los trabajos cientificos, y no serian, por lo mismo, susceptibles de la comparacién establecida. Bourdieu pone especial cuidado en aclarar el cardcter de fa intervencién de un investigador en el dmbito politico, y dice que en las intervenciones politicas fuera del dmbito académico el investigador compromete “la competencia y autoridad especificas”, manteniendo en su accién, “en Ia ‘medida de lo posible, las reglas vigentes en el campo cientifico”, sin abandonar “sus etigencias y sus competenoias de investigador” (Contre-fewx 2, 33 y 40). Por es0, el hecho de que las normas que rigen el discurso en el 4mbito politico no sean las mismas que las que se aplican en el académico, no seria suficiente para atribuir a las tomas de posicién piiblicas un rigor diferente al del discurso académico en fo que hace a la l6gica de las précticas enunciada. En tercer lugar, al trabajar sobre las tomas de posicién piblicas de los ‘90, no se quiere entrar en la discusién acerca del compromiso politico de Bourdieu, si el mismo comienza con estas intervenciones, o si la relacién con lo politico es constitutiva de su trabajo cientifico.* ‘Simplemente pretendemos identificar la logica de Ias précticas enunciada en las intervenciones piblicas, entendiendo que el nuevo modo de intervencién en el espacio piblico, ha dado lugar 2 una formulacién de las condiciones y mecanismos para el cambio que constituye, a nuestro entender, el diseflo de una teorfa del cambio social”. Su coherencia con Ia teorfa de fas pricticas elaborada en los trabajos cienificos es lo que estamos planteando"®, La logica de las pricticas esté directamente relacionada en Bourdieu con la manera de construir el agente social. Si, para el sociélogo, lo que esté en cuestién es el anilisis y explicacién de las précticas, incluidas aquellas que consisten en producir conocimientos, resulta fundamental proveerse de instrumentos que permitan identificar quién las produce. Para aproximamos a la manera como Bourdieu construye en sus trabajos cientificos el agente social y Ia 1égica de las précticas, es necesario prestar atenci6n al modo de entender la relacién entre posicién, disposicién y toma de posicién, partiendo de los conceptos de campo yy habitus, Esto conformaré la primera parte de nuestro trabajo. Poste rmente, tomando como corpus intervenciones péblicas de los °90, veremos fos términos en que plantea las condiciones de posibilidad y eficacia del cambio social, y en qué medida éstos ponen en juego una logica de las précticas que difiere de aquella construida en los trabajos cientfficos. Esta seré nuestra segunda parte, 1. Teoria de Jas précticas. 1.1. Un espacio de posiciones Bourdieu ha fecilitado'’ la tarea no sencilla de captar fos elementos centrales que constituyen el concepto de campo, y ha sefialado algunas fuentes, como cuando afirma haber construido la nocién a la vez, “contra Weber y con Weber”(Choses dites, 63). Lahire sefiala a Durkheim, especialmente La divisién del trabajo social, como otra de las fuentes (199,27). Bourdieu construyé la nocién de campo también con Marx, recuperando la légica econémica de Ins précticas (posicién, interés, lucha de intereses), y contra Manx al romper con Ia reduocién de las précticas a lo econdémico (apertura del concepto de capital). Rescatamos algunos aspectos que, en el concepto de campo, son centrales para captar la {égica de las précticas”. ‘e Elcampo es un sistema de posiciones y relaciones entre posiciones. © Lo que determina la posicién relativa es el control diferenciado del recurso que esté.en {juego en la relacién, El control del recurso interesa no tanto por la posesién misma, por la propiedad dirfamos con Marx, sino por la capacidad diferenciada de relacién que funda, En este sentido, control de recursos, capital, posicién, son conceptos fundamentalmente relacionales. Lo real es relacional, diré Bourdieu (Réponses, 72) + A las diferentes posiciones corresponden diversidad de intereses denominados objetivos en curanto ligados a las posiciones. © Las précticas sociales se explican a partir de Jas posiciones relativas ¢ intereses y no desde los \dividuos; las relaciones entre los agentes sociales son relaciones entre posiciones ¢ intereses (Choses dites, 150). ‘© Las posiciones e intereses no son meramente diferentes sino antagénicos (Choses dites, 152). © Las précticas deben ser, entonces, analizadas y explicadas en cuanto producidas en el marco de relaciones entre posiciones e intereses en pugna, El modo de fimcionamiento del sistema social que surge de Io dicho es agon{stico (Réponses, 77-78)". El componente central de fa ruptura con Marx, que tiene consecuencias tebricas muy importantes, consiste en Ja critica a la reduccién del concepto de capital a lo estrictamente econémico. Manteniendo la misma logica ya sefialada segiin la cual el control diferenciado de recursos criticos constituye el principio de definicién de posiciones e intereses antagénicos desde donde se hacen comprensibles y explicables las practicas, Bourdieu sefiala que tales ‘yeoursos crfticos son tantos cuantos, en cada sociedad y en diferentes momentos histéricos, ‘sean constituidos como tales por el hecho de reunir dos caracteristicas fundamentales: ser ‘escaos ¢ interesar a diversos agentes". « El agente social es definido por la posicién ¢ intereses que surgen de la distribucién diferenciada de recursos especificos en cada campo y en el espacio social global. De todas meneras, la l6gica empleada en cada campo seré la misma: les précticas se explican como tomas de posicién desde una posicién e interés, en el marco de la lucha de intereses por el control / acceso al bien especifico que definen ef campo en cuestién. Bourdieu diré que Ia légica de las pricticas es una logica econdmica atin cuando ni el capital ni los intereses en Juego sean econémicos. La diversidad de campos y recursos, asi como la inevitable distribucién desigual de los mismos, no hace pensable en Bourdien una sociedad sin clases como Ia planteada por el marxismo, No seria posible una sociedad donde se elimine toda distribucton desigual de recursos tales como conocimiento, reconocimiento. La primera dimensi6n que acabamos de considerar, nos lleva, en sintesis, a definir el agente social a partir de la posici6n e intereses, y sus prétioas en cuanto tomas de posicién en funcion de Ia defensa de sus intereses. 1.2 El principio no elegido de toda elecci6n [La segunda dimensién que interviene en la construccién del agente social y explicacién de ‘sus pricticas se sintetiza en el concepto de habitus"*. S6lo retomamos brevemente el concepto a los efectos de mostrar que, para el autor, Ia definicién del agente social y la logica de sus priicticas no se reducen a posiciones e intereses, sino que incluyen necesariamente “lo hecho cuerpo”. ‘Algunas de las dimensiones més importantes, siempre seleccionadas en funcién de lo que nos ocupa en el trabajo, son: ‘* Sistema de disposiciones (ideas, valores, preferencias, gustos...) hecho cuerpo; « adquirido en la prictica @ partir de la experiencia misma de vivir en sociedad, es decir, desde una posicién social. Por eso ¢s un sistema socialmente constituido, una subjetividad sovializada (Réponses, 101), y “una historia incorporada, hecha naturaleza”, “presencia operante de todo el pasado del que es producto” (Le sens pratique, 94); ‘& que finciona, sin embargo, como principio de invenctén, porque, aunque es producido por Ia historia, no actia como mero mecenismo de reproduccién mecdnica de las condiciones de las que es resultado (Questions de sociologie, 134); ‘© perdurable (aunque no inmutable) en el tiempo (Réponses, 109), y tanto més cuanto su incorporacién se haya producido en los primeros afios de vida y las condiciones sociales en las que opera sean similares a aquellas en las que se form6; © orientado a la préctica, acttia como principio generador y organizador de “pricticas y representaciones que pueden estar objetivamente adaptadas a su fin sin suponer la biisqueda consciente de fines [...], objetivamente ‘reguladas’ y ‘regulares’ sin ser el producto de obediencia a reglas y, a la vez, colectivamente orquestadas sin ser ef producto de la accién organizadora de un director de orquesta” (Le sens pratique, 88- 89), Este “principio no elegido de todas las elecciones” (Le sens pratique, 102) constituye en Bourdieu un factor clave de ruptura tanto con el enfoque subjetivista de la accién que ignora Ia cocroi6n de fa estructura, cuanto con el objetiviste que, por acentuar Ia influencia de Ins condiciones objetivas, termina ignorando al agente social 1.3, La relaci6n entre campo y habitus Si bien les dos dimensiones sefialadas son la clave de la definicién del agente social y, por to mismo, de la explicacién de las précticas sociales, a los fines de identificar con mayor precisién la logice de las précticas, es necesario considerar en detalle la manera de concebir el autor Ia relacion entre posicién y habitus, estructuras sociales y mentales. “Existe una correspondencia entre las estructuras sociales y las estructuras mentales”, dice el autor (La noblesse d’état, 7). Pero, ,c6mo conceptualiza dicha correspondencia? La relacién entre habitus y condiciones objetivas es crucial en la propuesta teérica de Bourdieu para explicar las précticas y, por eso mismo, para pensar el cambio y sus mecanismos. Asi lo entiende ef autor cuando dice: “El objeto de Ja ciencia social no es ni el individuo dos realizaciones de la avci6n historica. Dicho de otro modo, la doble y oscura relacién entre los habitus, [... y los campos [...]”. (Réponses, 102) . [La respuesta a la pregunta acerca de c6mo entiende esta “doble y oscura relacion” entre el _] ni los grupos en tanto conjuntos coneretos de individuos, sino la relacién entre habitus y el cempo proporciona una primera aproximacién importante: La relacién entre el habitus y el campo es, ante todo, una relacién de condicfonamient: ef campo estructura el habitus, ue es producto de fa ineorporaciGn de la necesidad inmanente de este campo ode ‘un conjunto de campos més 0 menos concordants; las discordancias pueden ser el origen de habitus Aivididos, incluso desgarados. Pero también es uns relacién de conoclmiento 0 construcién cognitive: el habitus contibuye a constr ef campo como mundo significant, dotado de sentido y de valla, donde vale fa pone invert sus enesgias. De ah se desprenden dos conclurones: primera, la relacion de ‘conocimiento depende de a relacién de condicionsmiento que le precede y que confor las etrcturas des babitus; sequin [..] (Réponses, 102-103) {Qué significa, de todas maneras, que: ‘el campo condiciona el habitus; el habitus ontribuye a construir ef campo; Ia relacién de conocimiento depende de la relacién de condicionamiento? La manera de enunciar la respuesta @ estas preguntas desde la teorla contenida en los trabajos cientfficos ¢s lo que nos interesa poner en relacién con la formulacién de los mecanismos de cambio social propuestos en Jas intervenciones piblicas de Jos 790. 1.3.1. El campo condiciona (produce) el habitus. Las expresiones empleadas por el autor para explicitar esta relacién asignan no solo una ficacia relativa mayor al campo sobre el habitus en e] marco de una relacién dieléctica, sino ademés una pricridad historica y l6gica. El condicionamiento “precede” y “estructura” el habitus. Todo lleva @ pensar que la “complicidad inmediata” (Réponses, 111), “Ia complicidad ontoldgica” (103) entre 1a post prioridad causal que sugiere el hecho de que “el habitus est ligedo genéticumente (y también estructuralmente) a una posicién” (La noblesse d'état, 9). “Sin dudas los agentes sociales jon y las disposiciones debe ser leida en el marco de a construyen le realidad social, sin dudas entran en Iuchas y transacciones orientadas a imponer su vision, pero lo hacen siempre con puntos de vista, intereses y principios de visién determinados por Ia posicién que ocupan en el mismo mundo que buscan transformer 0 conservat” (La noblesse d'état, 8). Diferentes expresiones llevan a otorgar la misma priorided ‘las estructuras (Le sens pratique, 87 a 109). Bourdieu rechaza (Réponses, 110) el modelo determinista que se le atribuye a partir, fundementalmente, de la interpretacién del habitus como mero mecanismo de reproduceién de las condiciones de las cuales él mismo es producto. En diversas oportunidades subraya el carkcter activo y generador del habitus, aunque insistiendo siempre que, de todas maneras, tal Iibertad se da dentro de Jos limites que le imponen las condiciones objetivas que lo han generado. Asi: {los agentes sociales determinan aetvamente, mediante categoras de percepeion y epeciacion socal histricemente consituidss, la situssién que los determina. Se puede deci, inci, que fos sugentes sociales estin deterinados solamente en la medida en que 8° avlodeerminan; pero, Iss categoras de peropel6n y epresieién que forman Ia base de esta antodeterrinacién estén en sf mimmas determinadas en gran parte por las condiciones econdmices y sociales de su constitucién.(Réponses, np. 1.3.2 Cardeter activo y generative del habitus. “Todo parece indicar que el modelo de relacién entre campo y habitus no seria: Elcampo—p produce habitus —p que reproduce el campo Sino: Blcampo-> produce habitus» que produce representaciones del campo. En el texto citado anteriormente, Bourdieu conceptualizaba Te relacién del habjtus con el jento ode construccién cognitiva”. Que las campo como “relacién de conoci representaciones elaboradas por el habitus reproduzcan 0 no la estructura objetive que to producen depende, al menos, de: ¢ Ja capacidad generativa que se Ie asigne al habi © la maleabilidad y posibilidad de cambios del habitus mismo; 85 ‘e jamanera de entender la relacién entre “representaciones y estructuras objetivas otros té:minos: de Ja capacidad y eficacia que se atribuya a las representaciones dé producir cambios en las estructuras objetivas””. Retomemos las tres dimensiones que acabamos de sefialar. 1.3.2.1. El carter generativo del habitus. Bourdieu acentia especialmente este aspecto cuando sale al cruce de eriticas que entienden el concepto de habitus como mecSnico y puramente reproductor. Asf, para subrayar la diferencia entre su concepto de habitus y ciertos usos hechos con anterioridad, sofiala especialmente “la capacidad generadora, porno decir ereadora, que figura en el sistema de las Aisposiciones como un arte ~en el sentido fuerte de maestra préctica ~ yen particular, ars inveniendl, Bn resumidas cuentas, ellos elaboren una representacion mecanicista de un concepto construido contra el mecanicismo.” (Réponses, 97). Un poco més adelante, en el mismo texto, se refiere a fa relaci6n activa y oreadora del habitus con ef mundo. Uno de los aspectos que contribuye a entender el habitus como “principio de invencién aque, aunque es producido por Ia historia, esta relativaente desprendido de ella” (Questions de sociologie, 135), aunque es producto de las estructuras objetivas y esta genéticamente Tigado a ellas funciona, sin embargo, en términos de ars inveniendi y no mecénicos, surge de entender las estructuras objetivas, el campo, la posicién, en términos de condiciones que fijan limites y abren, al mismo tiempo, posibilidades, dentro de las cuales el habitus se forma y fanciona. Se pasaria del concepto mecéinico de una estructura que determina, a otro flexible y abierto, El autor se refiere en diferentes momentos al “espacio de los posibles” como espacio donde cabe el uso de estrategias dentro de los Ifmites objetivos oxistentes. Citemos un texto para mostrarlo: (4) sistema adgultido de prineipios(schbmes) generadres,c!babitus hee posible Ia prodcelén libre de todos fos pensamientos, todas las percepeiones y aeciones inscritos dentro dels limites que marean tes condiciones partioulares de su produccin, y s6lo estos. A través de él la estractura que To produce ubiema ls prctiea, no por la via de un dterminisme mecinico, sino a través de las constrestones y Timitesorigiariemente asignados asus invensiones. Capecided de generacién infinite y sin embargD ‘esiritamente limited (Le sens pratique, 92). Fs clara fa insistencia en el hecho de que la estructuras objetivas producen el habitus al mismo tiempo que producen los limites dentro de los cuales éste funciona. Bourdieu hace referencia a la proximidad de su concepto de habitus con la nocién de “gramética generativa’” as, ‘oreativas’, de Chomsky": “pretendia poner de manifiesto las capacidades activas, inver del habitus y del agente” (Les régles de l'art, 252). Esta competencia constituye un principio de invencién dado que hace posible la generacién de frases multiples en lugar de ser un mero: mecanismo repetitivo de frases aprendidas. De todas maneras, la posibilidad de generar se da deritro de los limites del manejo de la lengua adquirido. A modo de sintesis podriamos decir que el habitus tiene capacidad generativa de representaciones y précticas, pero que la misma se ejerce dentro de los limites que Ie fijan las estructuras objetivas que lo producen. Pero ello significa que la probabilidad de que las précticas producidas desde el hebitus introduzcan transformaciones de los limites que to definen, quedan muy acotedas. Hablar en términos de “capacidad inventiva” del habitus core el riesgo de generar una confusién entre dos modos de entender la capacidad de producir précticas disoursivas: a) como una no mera reproduccién mecénica de frases aprendidas” nivel en el que se ubica, a nuestra entender, Ja teoria explicita de 1a accién de Bourdieu - y b) como posibilidad de transformacién de los limites de generacién incorporados” (formulacién que estarfa més cerca de lo tequerido por a teorfa del cambio implicita formulada). El primer modo entiende la invencién como capacidad adaptativa, atada a los Yimites que imponen las condiciones objetivas generadoras del habitus; la segunda, por el contrario, como capacidad transformadora que puede romper los limites para cambiar las condiciones. Surge, entonces, Ia pregunta: goudl es la posibilidad de modificar los hebitus, la propia competency redefinir Jos limites? Retomando el hilo central de nuestra reflexién diremos que la respuesta a esta pregunta guarda estrecha relacién con la manera de pensar el cambio social, ya que la posibilidad de que cualquier agente modifique las estructuras objetivas que producen el habitus y establecen los limites de su funcionamiento, estaria estrictamente relacionada con ‘cambios en el habitus, con la capacidad de gestionarlos."? 1.3.2.2. La maleabitidad del habitus. El habitus es perdurable, dir Bourdieu, pero no inmutable (Réponses, 109). Es Iégico que si existe una relacién genética entre posicién y habitus, los cambios generados por la Iuche en las estructuras sociales produzcan también redefiniciones en los habitus. En cuanto producto de fa historia, las condiciones objetivas que generaron un habitus no son necesariamente las mismas que aquellas dentro de las cuales un agente social actéa, Silas condiciones actuales son similares a las de su produccién, el principio incorporado tenderd a producir las representaciones y précticas que reproduzean la estractura social y 1a propia posicién. Como “la mayoria de las personas estin estadisticamente destinadas a encontrar circunstancias similares a las que originalmente moldearon su habitus”, estaran también estadisticamente destinadas a “vivir experiencias que vendrén a reforzar sus disposiciones” (Réponses, 109) y, por lo tanto, a reproducir representaciones y précticas que reproducirén Ia estructura, El ajuste previo del habitus a las condiciones objetivas, aunque sea sin dudas el més frecuente, es s6lo un caso particular, dird el autor. B] hecho de tener que afrontar y adaptarse @ situaciones nuevas diferentes de aquellas en las que se form6, constituye otra de los principios clave de modificactén del habitus producido por la historia, aunque excepeionalmente pueda llegar a ser una conversion radical. (Questions de sociologie, 135-136). Esta capacidad de adaptacién del habitus lo harfa flexible y modificable: Y Por fa accién de nuevas condiciones objetivas que lo afectan; atin cuando su peso relativo en la produeci6n de habitus no sea igual al de las experiencias primeras Y Pero sin que tales modificaciones rebasen “ciertos limites, entre otras razones porque el habitus define la percepcién de la situacién que lo determina” (Questions de sootologie, 135). No son muchas las posibilidades de intervencién para cambiar las estructuras objetivas que abre este principio de modificacién del habitus, més allé de la propia l6gica de funcionamiento de las mismas estructuras objetivas. 10 Sin embargo, 1a intervencién en los procesos que plantea Bourdieu en las tomas de posicién piblicas postula otro camino de modificacién de las disposiciones y, de ese modo, de generacién de pricticas capaces de transformar la estructura objetive. En lugar de Ja ‘modificaci6n de habitus producida por los cambios de estructura que resultan de la lucha por el control / acceso a los recursos, se intervendrfa en cambios de estructura desde nuevas representaciones (conocimientos) generadoras de nuevas disposiciones y précticas y, por lo mismo, de un contra-poder eficaz. Se podré objetar que el pensamiento de Bourdieu no es lineal sino dialéetico, pero es fundamental recordar que en la relacién dialéctica entre posicién y habitus, hay una prioridad légica y genética planteada por ef autor. Cuando Bourdiew piensa ef cambio, se trate de aquel requerido en el sociélogo por la ruptora epistemoligica con las ideas recibidas y su propia posiotén, o del otro, referido a las structures objetivas, el principio clave es e! mismo: Ia toma de coneiencia, en el sentido de lo que denomina una reflexividad refleja (Science de la Science, 174), ,Cémo romper con Jos objetos preconstruidos?, se preguniard, La ruptura es de hecho, une conversén de la mirada y podem afirmar, en relacién con fa ensefianza de la investigacién soviolbgica, que ante todo debe “propotcionar nuevos ojos”, como a veoes dicen los ‘ldsofos inilaticos. Se trata de produc, si n ‘una mirada sociolégica. Y esto no es posible sin una verdadera conversién, una metarofa, una tun hombre nuevo”, por To menos “una nueva mirada", revolveiin mentl a cambio en toda fa isin del mando social (Réponses, 221) ‘Unas péginas més adelante, cuando expone lo que denomina objetivacién participante, iri que se trata del ejercicio més dificil que existe, “porque exige romper con las adherencias y edhesiones més profundas y més inconscientes” (191), La toma de conciencia como factor del cambio no sélo no supondria la modificacién previa del habitus, sino que se haria en ruptura con el habitus, y st constiuirla en el otto gran principio ~ junto con las transformaciones en las condiciones objetivas - generador de modificaciones en el habitus. Como consecuencia, generador de nuevas précticas susceptibles de transformar las estructura. “Nos encontramos aguf en el corazén mismo de ta concepeién de Bourdiew sobre las condiciones y mecanismos del cambio social que da lugar a preguntas fuertes desde su propia teoria. En efecto, si las categorias de percepoién y clasificacién estén genéticamente vinculadas a la posicién dentro del espacio social y a los intereses ligados a Ja misma, 2de donde surge 1a capacidad de produc visionesy précticas que rompan con el propio principio generador de las representaciones, producto de Ia historia hecha cuerpo? Desde el momento ‘en que el agente social se define por su posicién y habitus (genéticamente ligado a la primera " y con una creatividad adaptativa reducida a los limites que Ja misma Je impone), qué leva a pensar que en alin momento podré ver la realidad y estructurar sus précticas en rupture con los limites definidos por su posicién, interés y punto de vista correspondiente? ‘Sin dudas los agentes sociales costruyen la realidad soca, sin Gudes enran en lucbas transacciones covientadas a imponee so visin, pero lo hacen siempre con puntos de vst, itereses y principio de visién determinados por fa posicién que ccupan en el mundo mismo que busean transformar 0 conservar” (La noblesse d'état, 8). Los poderes y la violencia simbélica solo se ejereen en Ia medida en que cuentan con Ia complicidad activa de quienes los imponen 0 sufren, dir Bourdieu, sefialando que quienes fa sufren no estén determinados a hacerlo sino “en Ja medida en que se privan de la posibilidad de una libertad fandada en la toma de conciencia” (La nioblesse d’état, 12). EL determinismo ‘no opera plenamente sino con la complicidad del inconsciente, aliade, y por e50, si los. agentes han de tener alguna ‘oportunidad de convertirse en algo as{_como ‘sujetos’, ello slo serd en Ja medida en que dominen de manera, consciente Ja relacién que mantienen con sus propias disposiciones” (Réponses, 111). Pero, pensar en Ia posibifidad de dominar de manera conciente la relacién con las propias disposiciones (habitus), 420 significa situar, como Bourdieu sefiala de quienes hablan en términos de “ideologia, “en el orden. de las Fepresentaciones, susceptibles de ser transformadas por esta, conversiGn intelectual que se lama “toma de conciencia”, lo que se sitta en el orden de las creencias, es decir en lo mas profundo de las disposiciones corporales?” (Méditations Pascaliennes, 211)”. Por eso piensa que: “por razones I6gicas, este proceso (de formacién del habitus como o social incorporado) es relativamente irreversible: todos los ‘estimulos y experiencias condicionantes son, en todo momento, percibidos a través de las eategorias ya constituidas por las experiencias previas” (Réponses, 109). Si-atribuyéramos a la reflexién y toma de conciencia, con Bourdieu, la potencia de producie (ain a peser de ls limitactones objetivas) una conversién de la mirada, un cambio en las representaciones y disposiciones, susceptible de generar précticas capaces de modificar incluso las estructuras objetivas que definen la posicién ¢ intereses generadores de su habitus, seguiria, sin embargo, sin entenderse por qué el mismo esquema te6rico aplicado para pensar el cambio, no es puesto en préctica cuando se analiza y busca explicar las précticas practicadas por los agentes sociales, atin cuando los mismos, como los intelectuales de la academia que son cbjeto de andlisis en La noblesse d'état, estén en condiciones objetivas aptes que les permitirian la toma de conciencia y produccién de ruptura respecto @ la accién jercida por la estructura a través del habitus que esta produce, 12 Si esta lectura es correcta, estariamos ante Ja presencia, en Bourdieu, de la dicotomia identificable en otros autores”, de una teorfa explicativa cuando se trata de ‘entender por qué la gonte actiia como actiia por un lado, y una teoria normative al explicitar los mecanismos conducentes al logro de objetivos formulados (como el del cambio), por otro. El problema se plentea cuando existen contradicciones entre ambas, como seria el caso de una teoria normativa que postule como posible el cambio en la medida en que existan conversiones y acciones desinteresadas si la teoria explicativa ha planteado una légica de las précticas basada ‘en la existencia de intereses objetivos y lucha de intereses ligados a la posicién. Se reitere, de manera similar, el problema planteado por el marxismo sobre el pasaje de la “clase en sf” a la “clase para sf” gracias a la toma de coneiencia y organizacién que Gramsel conceprunliza en téritinos de “catarsis” (1966: 40), La similitud contnéa si se tiene en cuenta el papel protegénico asignado a Jos intelectuales por parte de Gramsci y Bourdiew en Te produccién del pasaje “de la necesidad a Ja libertad”. Para ver mas claramente las dificultades que se presentan al poner en relaci6n la gion de las préctions elaborada en los trabajos cientifics y Ja contenida en la propuesta de cambio la manera cémo Bourdieu conceptualize el cambio. Esto nos permitiré, también, abordar el de las intervenciones piblicas de los ‘90, pasamos al segundo punto enunciado al ini interrogante planteado con anterioridad, ain pendiente, acerca de Ia capacidad y eficacia que se otorgue a las representaciones de producir, por sf y por las précticas que generarfan, cambios en las estructuras objetivas. 2, Condiciones y mecanismos para el eambio social. Bs importante distinguir y abordar dos dimensiones al respecto: 2 gn qué consiste, para Bourdieu, el compromiso politico de un intelectual? « ;Bajo qué condiciones dicho compromiso puede ser eficaz? 2:1. El compromiso politico det intelectual. Bourdieu es muy claro al respecto cuando dice que se “compromete en {a lucha politica fa competencia y autoridad especificas”, manteniendo, en su accion, “en la medida de lo posible, tas replas vigentes en cl campo cientifico” (Contre,fewx 2, 33 y 40). No se trata de que et intelectual, en razin de su compromiso, se convierta en un politico, sino que, como jntervencién propia, aporte conocimientos para contribuir a la accién necesaria en vistas al cambio de la sociedad. La puesta en evidencia, por parte del investigador, de los mecanismos sociales generadores de es desigualdades, exclusiones y, por 10 mismo, de las relaciones de dominacién, no puede quedar como simple producto de una investigacién celosamente ‘quardada en una biblioteca; poneria en circulacién, hacer lo posible para que su conoc trescienda el cfrculo de fos especialistas y Hegue a la mayor cantidad posible de quienes estén en posiciones de exclusién, privacién, constituye una responsabilidad ineludible, tanto como Ia de “asistir a personas en peligro”. “Ver y ayudar a ver” serfa una expresiin que sintetiza la responsabilidad y funda el ‘compromiso especifico del intelectual. Puesto que la dominacién se produce y reproduce en la articulacin de las estructuras objetivas y cognitivas, y que la reproduecién se realiza gracias a Ta complicidad de los dominados a través de las estructuras mentales incorporadas, faciliter las herramientas que contribuyan ala toma de conciencia de los mecanismos objetivos de dominacién y, por lo mismo, a 1a ruptura con los habitus y representaciones incorporadas, contribuirfa a romper, desde ef cambio de vision, el cfrculo de Ia reproduccién. Se trata de desmantelar las “pantallas que impiden a los ciudadanos, ¢ incluso a los dirigentes mismos, darse cuenta de su propia desposesién, y de descubrir los lugares y los desafios de la ‘verdadera politica” (Contre-feux 2, 10), La intervencién a nivel de las representaciones seria tina accién no sobre las condiciones objetivas en cuanto tales, sino sobre el conocimiento de jas mismas, y constituiria un factor que puede contribuir a transformar las condiciones objetivas, a través de la modificacién de las disposiciones y tomas de posicion Esté en juego la eficacia relativa de Jo simbélico, de la teorfa, en el “hace ver” a pesar dé Jo “hecho cuerpo”, y en la produccién y reproduccién de los procesos y estructuras sociales. Yo plenso que una defes debilldades de todos los movimientos progresistas reside en el hecho de haber subestimsdo la importancia de esta dimensin (la dimensia sities) y que no han fejado siempre tas armas aptas para combatirla ..] Uno de los errres teGrieo y préetion de muchas teoriss - comenzindo por It teoria marxsta - ha sido e} de olvidar tomar en cuenta le eficaca de ta tora (Contre-feux, 59). Esté en juego, también, un doble momento de ruptura, BI primero, el del propio cientifico que, més allé de su propia posicién, infereses y habitus, estaria produciendo una vision ‘objetiva, verdadera, que se contrapone a aguella que legitima y refuerza, ocultando, la domiinacion. Visién legitimadora que también es producida por intelectuales y quo, sirviéndonos de las herramientas tedricas de Bourdieu, analizarfamos como ligadas a sus 14 posiciones ¢ intereses. El segundo tendria lugar en los agentes sociales mismos que sufren los efectos de la exclusion y dominacién, ,Cudnta eficacia deberia tener el discurso de los intelectuales comprometidos para lograr que los desposefdos que los escuchan puedan “ver”, y viendo “movilizarse”, en ruptura con el peso de los esquemas “hechos cuerpo” que su propia condicién objetiva por una parte, y los discursos de los intelectuales que legitimarien la estructura existente contando con los recursos del poder, por otra, tenderfan a reproducir y reforzar? La lucha por la produccién y difusién de la visi6n del mundo que se contrapone @ la direceién cultural (en términos de Gramsei) y violencia simbélica ejercida desde los centros de poder y quienes Io sirven, especialmente a través de sus think tanks”, es un componente central del compromiso politico del intelectual. Pero, zbajo qué condiciones este compromiso puede ser eficaz en Ja produecién de! cambio social? 2.2. Condiciones de eficacia de Jas acciones para el cambio Bs necesario distinguir dos niveles diferentes cuando nos referimos a las condiciones de cficacia”: © Condiciones de eficacia en la lucha por la imposicién de una visién que se contrapone a la dominante. © Condiciones para que las nuevas representaciones que se haya logrado imponer sean capaces de traducirse en précticas para el cambio de la estructura social. 2.2.1. Eficacia en Ia lucha simbélica. La produccién ¢ imposicién de una nueva visién requiere la organizacién intemacional de los intelectuales tanto a nivel de produccién como de difusién. Bourdieu hablard de la “causa del internacionalismo intelectual” (Capital cultural, escuela y espacio social, 201), de “una movilizacién de los intelectuales y la creacién de una verdadera Internacional de los intelectuales dedicada a defender la autonomia de los universos dee produccién cultural” (Les ragles de l'art, 467). ‘Se requiere de un intelectual colectivo con capacidad suficiente como para contrarrestar dos dimensiones de la dominacién ejercida por el poder, fundamentalmente econdmico, sobre Ja cultura. Por una parte, aquelia consistente en el ataque a la autonomia propia del campo cultural a través de condicionamientos econdmicos y politicos, y por otra, la dominacién. 1s cultural ejercida dentro del mismo compo cultural por los intelectuales y comunicadores orgénicos que trabajan, con los recursos que les provee el poder, para producir ¢ imponer la visién “correcta, natural, evidente y normal”, sobre la realidad y el lugar que en la misma le corresponderia a cada uno, Bete intelectual colectivo no esté pensado para creat un contra-programa, o para asumir un rol de compatiero de ruta, experto o profeta de los movimientos sociales. Se trata de “crear un dispositive de investigaci6n colectivo, interdisciplinario ¢ internacional que asocie investigadores, militantes, representantes de los militantes, etc"(Contre-fevc, 62-63). La formulacién de Bourdieu hace surgir inmediatamente, desde el micleo mismo de su teorfa, la siguiente pregunta: ,Cudl serfa el interés de los intelectuales en unirse a esta organizaci6n internacional? Adn si respondiésemos que el interés os el de la defensa de la autonomia del campo cultural, gpodriamos convertir en semejantes los intereses de los intelectuales a pesar de Ja relacién de muchos de ellos (Jos lamados orgénicos) con los poderes econémico, politico, la diversidad de campos a los que pertenecen dentro del émbito de la cultura, las posiciones diferentes, y alin contrapuestas, en que estén ubicados (y que los definen como agentes ¢ inciden en sus tomas de posiciones) en sus campos respectivos, ¥ finalmente, ain considerando la diversidad de teorias, muchas veces en puja por la legitimidad dentro del campo y por el control de Jas instancias que reconocen el carécter clentifico, objetivo, de las produeciones? Pareceria que la respuesta del autor pasa por Ja afirmacién de que se tratarfa de un intelectual que compromete en el combate politico no sélo su autoridad y competencia especificas, sino también “sus valores de verdad o de desinterés” (Contrefeux 2, 33). Bstarfamos hablando de una “comunidad? dedicada (devouée, commited) a la objetividad, a Ja probidad y al desinterés"( 34); es decir, de intelectuales caracterizados por su rigor intelectual y valores éticos. Finalmente, Ia disputa por el sentido y contra las representaciones dominantes que define socialmente lo normal, atin siendo une lucha entre intelectuales, se Hleva a cabo, como Jo expresa de distintas maneras el autor, con una disponibilidad de recursos (Financieros, editoriales, comunicacionales.. dominante. En tal sentido, no se puede decir que sea una lucha s6lo entre intelectuales aunque muy inferiores por parte de quienes impugnan la ortodoxia se lleve a cabo con armas propias de los intelectuales. La dispota por la direceién cultural no se dirime a través de la fuerza que le darfa la verdad alas ideas - como lo sefiala Bourdieu mencionando a Espinosa -, por el rigor de la teorfa y el anilisis, aunque tales aspectos no sean indiferentes. Por medio de la organizacién 16 intemacional de los intelectuales se pondrian también en juego recursos espectficos de marketing, de pelea por el mercado (difusi6n, medios y eanales propios, etc.). 2.2.2. De la vision clara a la acci6n transformadora La eficacia de la lucha simbélica en el campo cultural, atin si la misma fuese logrando resultados progresivos en diferentes segmentos del mercado, no aseguraria por si misma Ia produccién de pricticas conducentes a cambios en la estructura. En otros términos, el pasaje de Ia idea a la accién no es automético; y la accién inspirada en una visién correcta de la realidad tampoco asegura por s{ sola que ser eficaz en la produccién de los resultados buscados. La unién de los inteleotuales con los movimientos sociales conformados por quienes ‘ocupan posiciones dominadas en el espacio social global y tienen, entonces, objetivamente, interés en cambiar la estructura, es indispensable para estar en condiciones efectivas de producir cambios Los investigadores tienen un papel eminente # desempeftar. Deben contibuir a der a la aocién politica nuevos fines ~ la demoticién de fas ereencias dominantes - y nuevos medios — enmas téenfoss fundadas cen la investigacién y el manejo de los trabajos clentificn, y armas simbélioas aptas para quebrar las reencias comunes dando una forma sensible os logros dela Investigacion (Contresfer 2, 53-58). Pero no se trata de pensar en un rol de profetas para los intelectuales; “el conjunto coherente de proposiciones alternativas” deberd ser elaborado “conjuntamente por investigadores y actores - evitando toda especie de instrumentalizacién de los primeros por los segundos e inversamente” (Contre-fewt 2, 54). De la misma manera que la accién de un intelectual aislado no lograrfa reumir la fuerza necesaria para disputar el control al poder establecido en el émbito simbélico, tampoco seria suficiente la unién de intelectuales y movimientos sociales que se redujese a niveles locales. Es necesaria la unién de una organizacién internacional de los intelectuales con una organizacién intemacional de los movimientos sociales. Se trata de hacer existir “un movimiento social critico, un movimiento de critica social, capaz de someter el trabajo de ‘constiuccién europea a una contestacién effcaz, es decir, suficientemente fuerte a nivel intelectual y politico como para hacerse escuchar y producir efectos reales” (Contre-fewe 2, 43), Esté claro que la lucha simbélica, ain teniendo en cuenta Ja eficacia de la teoria que no se debe olvidar, no es suficiente para producir cambios en las estructuras objetivas. La relacién Gel habitus con Ja posicién y el campo es, en términos de Bourdieu, una relacién de conocimiento, y e} conovimiento, por si s6lo, independientemente del rigor y verdad, no produce cambios en las condiciones objetivas, aunque pueda contribuir y fecilitar el camino. Bs necesaria la unién organizada a nivel internacional entre: © Los intelectuales; @ Los movimientos sociales; © Los intelectuales y los movimientos sociales. “Bsta lucha debe ser colectiva, porque la eficacta de fos poderes que se ejercen sobre ellos resulta en gran medida del hecho de que los intelectuales los enfrentan en orden disperso, y en competencia” (Les regles de l'art, 472). Si, luego de reouperar las condiciones y mecanismos para el cambio social eficaz, tratamos de analizarlas desde fas herramientas propuestas por Bourdieu en su teoria, surgen interrogantes respecto a los principios que harfan posible superar: ‘* Las limitaciones que imponen, tanto en los intelectuales como en los integrantes de os movimientos sociales, los habitus y las propias condiciones objetivas, a una ruptura con la propia posicién y lo hecho cuerpo. Es decir: godmo y desde dénde el agente social rompe consigo mismo, teniendo en cuenta que To que To define es su posicién y habitus? Bourdieu responderé, como lo hizo Marx y la tradicién marxista: desde Ia toma de conciencia, la reflexién critica, el conocimiento cientifico. ‘® Los intereses y las luchas de intereses entre los intelectuales por el hecho mismo de ‘ocupar posiciones diferentes y contrapuestas en el campo cultural y en el de sus respectivas disciplinas, La pregunta légica, desde el mismo Bourdieu, seria: ,Cual es el interés por superar los intereses y dejar de lado las luchas intemas por la dominacién? ,Cual serfa el interés por el desinterés? (Raisons pratiques, 147 y ss. Porque, incluso, si hablamos del interés que surgirfa por defender la autonomia del campo cultural en relacién al poder econémico y politico, no podria suponerse que Ja defensa de Ia autonomfa tendrfa siempre, en los agentes sociales 4que intervienen en el campo, un peso mayor que el interés por mantener y/o ganar posiciones en el campo, Més atin, uno de los recursos para aumentar la probabilidad de éxito en la lucha interna al campo consiste en aliarse con los poderes de otros campos que cuentan, en el momento, con un importante peso 1B relativo en el espacio social (como el econémico y el politico), a pesar de que esto pueda implicar cierta pérdida, al menos temporal, de Ia autonomfa, ‘© Los intereses y luchas de intereses existentes entre los integrantes de los movimientos sociales a nivel locel e intemacional, teniendo presente que estamos definiendo los intereses desde las herramientas conceptuales de campo, posicién, habit s. Bourdieu otorga, on este sentido, una enorme potencialidad al “conjunto coherente de proposiciones alternativas elaboradas conjuntamente por fos investigadores y actores” al afiadir, a continuacién: “capaces [tales proposiciones) de unificar el movimiento soctal superando las divisiones entre les tradiciones nacionales y, dentro de cada nacién, entre las categorias profesionales y las categotias sociales (trabajadores y desocupados especialmente), los sexos, las generaciones, los origenes étnicos (inmigrados y nacionales)” (Contre-few: 2, 54). «Las diferencias en historias (como procesos de produccién de estructuras objetivas 'y mentales), condiciones objetivas, habitus ¢ intereses entre intelectuales y miembros de los movimientos sociales. La homologia estructural de la posicién de los intelectuales en e! espacio social, en cuanto fraccién dominada de la clase dominante, con la posicién de los integrantes de los movimientos sociales, podria asegurar las bases de una accién conjunta eficaz. contra el orden establecido si se tratase de una accién puntual. Cuando, por ¢! contrario, todo hace pensar en una lucha profongada en el tiempo, con lo que ello implica de organizacién, distribuci6n desigual de autoridad / poder y, por lo mismo, jerarquias y preeminencias, es dificil suponer desde la teorfa de las pricticas de Bourdieu, un’ mecanismo que neulralice las diferencias de posiciones, intereses y disposiciones, ‘al menos a niveles tales que no obstaculicen Ia continuidad y eficacia de la accién conjunta, 2.2.3. La fuerza de los valores En los textos de las tomas de posicién ptiblicas de los "90, que es donde més explicitamente Bourdieu enuncia Jas condiciones bajo las cuales es posible constituir sujetos cuyes pricticas puedan cambiar la realidad en vistas a generar estructuras objetivas mas incluyentes y justas, encontramos el uso frecuente de términes y conceptos casi ausentes en su teorfa de los textos clentificos, que identificartan Ios principios de respuesta @ los interrogantes arriba formulados, Més ain, a través de tales conceptos perecerfa poner en 9 funcionamiento una légice de las practicas diferente a la “I6gica econdmica de las précticas” en cuanto basadas en posiciones, intereses y luchas de intereses, aiin cuando Jos mismos no deban ser reducidos a los econémicos. Se podria objetar que el discurso académico no funciona de la misma manera que el politico, pero lo que esté en juego no es meramente uns diferencia en las formas discursivas, sino on la légica de las prictioas enunciada, ¢Qué razones podrian fundar la afirmacin segin la cual la logica de las priiticas variaria cuando se ‘rata de acciones para el cambio? El intelectual, segén la formulacion de Bourdieu, “compromete en la lucha politica la competencia y autoridad especificas”, manteniendo, en su accién, “en la medida de lo posible, las reglas vigentes en el campo cientifico” (Contre-feux 2, 33 y 40). La propuesta de mecanismos para el cambio no puede sino sustentarse en el conocitniento que le ha permitido acumular el trabajo intelectual respecto a “cémo funcionan Jas cosas en la realidad”. Formular enunciados que suponen una teorfa ético-normativa significaria, salvo que la misma sea consistente con la teorfa de la accién desarrollada, plantear un nuevo punto de referencia desde donde analizar de manera comparativa y critica ambas teorias. De lo contrario, no se darian las cond ynes que permitan “...superar la vieja altemativa del utopismo y el socfologismo para proponer utopias sociol6gicamente findadas” (Propos sur le charsp politique, 193) Algunos de los términos y conceptos que nos ubican en la l6gica de fas pricticas contenida en la propuesta de cambio hecha en las intervenciones piblicas de los *90, y que nos llevan a hablar de la presencia de una légica de las précticas diferente a ta elaborada en Ios trabajos clentfficos son: + Solidaridad (Contre-few: 2, 14) y Generosidad. Bourdieu propone “trabajar en inventar y construir un orden social que no tendria por nica ley la busqueda del interés egoista y Ia pasién individual del beneficio, y que darfa lugar @ colectivos orientados a la brisqueda racional de fines colecttvamente elaborados y aprobados” (Contre feux, 119), ‘© Conversién, Si bien no se pueden “ignorar los obsticulos inmensos a la verdadera conversién que les serfa [a los sindicatos de la Confederacion Europea] necesario operar” (Conure-feux 2, 17), “uno no puede privarse de un objetivo tan visiblemente ut6pico como el de la construccién de una confederacién sindical europea unificada”” (21); y habla de los “millares de conversiones de las disposiciones individuales que serdn necesarias para ‘hacer’ el movimiento social europeo” (21-22). © Autenticidad. Contra “la gente que cambia servicios ideolégicos por posiciones de poder” (Contre-feucr, 61), contra el telectual orginico’ y la ideologta profesional de 20 fos productores culturales de eperato, Bourdieu propone el “intelectual auiténtico” (Propos sur le champ politique, 105). ¢ Voluntad, “Sélo ef voluntarismo universalista de un movimiento social capaz de superar los limites de las organizaciones tradicionales, [...] podré combatir y contrarrestar eficazmente los poderes econémicos y financieros en el lugar mismo, en adelante internacional, en que se ejercen” (Conire-fewx 2, 23). La fuerza otorgada a los valores seria lo que permitiria responder los interrogantes planteados en el punto anterior. Y se trata de valores que no podriamos considerar ““genéticamente” ligados a las posicfones e intereses objetivos que producen los habitus. Se trata de una légica que rompe con la explicacién de las précticas por posicién, interés, lucha de intereses. Pot eso hablamos de una teoria ético-normativa 'Al comienzo propusimos una aproximacién comparativa critica entre 1a teorfa del ‘cambio implicita en las intervenciones piiblicas de Bourdieu en los ‘90 y las herramientas que conforman su propia teorla de las prcticas enunciada en los trabajos cientificos. BI desarrollo ‘nos ha permitido mostrar In existencia de lo que entendemos constituye una diferencia importante entre ta légica que postula su teoria cuando se trata de analizar y explicar las pricticas sociales (econdmicas, religiosas, académicas, artistas, ete.) y aquella que pone en juego al delinear bajo qué condiciones no sélo es pensable sino también posible el cambio social, La inconsistencia se plantea entre la manera de conceptualizar “la necesidad” (como: condiciones objetivas, estructura social, campo, posicién, intereses, habitus, estructuras mentales) y los mecanismos del cambio que requeritfan conversién en les disposiciones, superdciin de los intereses egoistas por medio de la generosidad y solidaridad, antenticidad y buena voluntad. Y como fuerza fundante de Ia ruptura con la necesidad, con los limites que impone In historia objetivada en estructuras sociales y en los cuerpos, se ubica la “toma de conciencia”, Ia “reflexién critica”. EL punto tebrico erftico se ubjca en el modo de plantear la relaci6n entre campo ¥ habitus, posici6n y disposiciones. Uno de los aportes sustantivos de la propuesta teérica de Bourdieu ha sido el de permitir recuperar el rol activo del agente en ruptura con ef objetivismo, pero sin caer en las limitaciones del subjetivismo, Sin embargo, Ta manera de plantear la relacidn entre las estructuras objetivas y el habitus, relaciOn que constituye para el autor “el objeto de Ia ciencia social”, parecerfa borrar el papel activo del agente al no dejar 2 casi mérgenes para Ia gestién, en el marco de les posibilidades y limitaciones en que se mueve, de su propia competencia™, de sus propias disposiciones. Esta capacidad de gestion, ‘al punto incluso de hacer posible la ruptura con “ta necesidad”, es tenida en cuenta, sin ‘embargo, como uno de los pilares de su propuesta de cambio social. La diferencia de légicas que hemos sefialado no podria constituirse en un argumento por medio det cual restarle valor ala teoria o privar de fundamento a la propuesta de cambio. Frente a la inconsistencia sefialada, si nuestra lectura es fundada, la tarea que se plantea es, nuestro entender, a de recorrer el camino inverso y analizer su teoria de las précticas contenida en tos trabajos cientificos desde 1a teorfa del cambio implicita en las tomas de posicién piblicas, Utilizando la expresién del autor: “Yo pienso que se puede pensar con Marx contra Marx o con Durkheim contra Durkheim...es asi como funciona (va) la cienoia"(Choses dites, 63-64), dirtamos que el presente trabajo propone “pensar con Bourdieu contra Bourdieu”. Se trataria de retomar el pensamiento de Bachelard, tantas veces mencionado por Bourdieu, que proponta como fitosofia del trabajo cientifico la “accién polémica incesante de la razén” (1970:135). Bibliografia ACCARDO, A. y Ph. CORCUFF (1986) La sociologle de Plerre Bourdieu. Textes cholsis et comentes. Bordeaux: Le Masceret. ALTHUSSER, L. (1969) Pour Marz, Paris: Maspero. ALTHUSSER, L. eta. (1968 a 1973) Lire le capital. Paris: Maspero. 4 Vols. BACHELARD, G. (1970) La philosophie du non. Paris: Presses Universitaires de France, BOURDIEU, P. (1966) “Champ intellectuel et projet créateur”, Les Temps Modernes 246: 865-906. = (1971) “Une interprétation de la théorie de Ia religion selon Max Weber”, Archives Buropéennes de Sociologie XII): 3-21. (1972) Esquisse d’ume théorie de la pratique. Précédé de trots érudes d’etnologte kabile, Geneve: Droz, —— (1980) Le sens pratique. Paris: Minuit, — (1984) Questions de soctologie. Patis: Minuit. (3987) Choses aites. Paris: Minuit. — (1989) La noblesse d'état. Paris: Sel —~ (1991) “Le champ littéraire™, Actes de la recherche en sciences sociales 89: 3-46. —— (1992) Les régies de Vart. Paris: Seu. ——— (1993) La misére du monde. Paris: Seu — (1994) Raisons pratiques. 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Pour une anthropologie réflexive. Paris: Seuil -—~ (2000) Las edrceles de la miserta. Buenos Aires: Manantial. Notas. * Nos referimos especialmente alas intervenciones y textos recopilados en Contre-feux (1998) y Gontre-feux 2 (2001), A lios van necesariamente unidos ottos conceptos como los de capital, interés, estrategia. Une presentacién sintética del ‘sistema de concepios* que componen su teorfa se puede encontrar en Les Structures sociales do économie (2000, trabajo en el que aplica este sistema de conceptos al gampo econémico ‘De ello dan cuenia trabajos como los que se incluyen en la Primera Parte de Esquisse d'une théorle de fa pratique en 1972, as! como Travail ¢travaileurs en Algérie (1972), y aticulos publicados en 1982-63. * Dos de fos trabajos significativos, al respecto, son: "Champ intellectuel et projet créateur" de 1968, y “Une interprétation de la théorie de la religién selon Max Weber” de 197 * Para faclitar la identificactén de las citas, hemos adoptado el citerio de consignar, de manera sintétca, el titulo del ibro y ef mero de pgina, poniendo todos los datos corraspondientes en ta bibliografia S*Comprendre, clest comprendre d'abord le champ avec lequel et contre iequel on s'est fal’, dice Bourdieu en Esquisse pour une autoanalyse (204,18). El trabajo de Louls Pinto (1298) se ubica en gsta tines. Podriamos, por ejemplo, considerar hasta qué punto entendemos fundada la apreciacién que Accardo y Corcuft (1986, 58) comparten con Catherine Paradeise, al hablar sobre o! habitus, en el sentido de que se hebria pasado de formulaciones més deterministas de La Reproduction (1970) @ iras actuales que foman especialmente en cuenta la invencin. El iro de Frank Poupeau y Thierry Discepoto (2002) es una explicita toma de posickin al respecto, Independientemente de que para Sourcieu “ia socioiogia es una ciencia eminentemente police’, (Wacquant, 1992, 40), compartimos lo dicho por Pinto: ‘Si fa politica ha estado siempre presente en fa manera en que Bourdieu ha entencido el trabajo citi (.), lo que ha cambiado en tres décades 28 la modalidad de la intervencion en el espacio pablico, que no poda ebstraerse de las condiciones gh que se produce.” (1998, 179). * Teoria que no desarrolla en sus trabajos cientifios, incluidos los de ta década del '90, ‘contemporéneos de fas intervenciones; salvo lo que hace a los mecanismos de camblo inherentes a. ia lgica misma de funcionamiento de ios campos, que retomamos més adelante. La diferencia entre “comprenider (en el sentido de Bourdieu) ios sufrimientos, miserias, malestares, y “proponer los 23 ‘medios y mecanismos para tratarios’, es claramente sugerida por Bourdieu cuando dice: hacer ‘concientes los mecanismos que hacen dolorose la vida, digarnos no vivble, no es neuitratizeros: byacer explicitas las contradicciones no significa resolveras” (La misére du monde, 944). No es nuevo e! planteo de interrogantes acerca de los posibles cambios, rupturas, incoherencias {que se potiien haber producido en el pensamiento de un autor @ lo largo de su trayectoria, Baste braver referencia a las discusiones habldas en tomo a las obras de la Juventud de Mark y su ‘comparacion ertica con El Capifal. Althusser propone un ordenamiento de las obras de Marx en cuatro categories: obras de la juventud, de la Tuptura, de la maduracion, de fa madurez. Su enfoque ‘se orienta a mostrar que Marx es un todo y que ‘el joven marx pertenece al manismo” (1868.27 y 60). De todas maneras, la ausencia de novedad no priva de pertinencia y consistencia al problema formuiado. 1 Eepecielmente en "Quelques propriétés des champs" (1984) y "Le champ litéraire® (1081) + Pata el concepto de campo es importante tener en cuenta todo el artfculo "Quelques propristés des gfiamps” del que, por eso, no tomamos citas zisiedas, Las citas sobre la nocién de campo podrian multplicarse. Baste mencionar los articulos de Bourdieu recoplados en Choses difes (1987) y Questions de sociologie (1904) Las ctas de textos de Bourdieu, salvo indicacién contraria, respetan las marcas de los mismos como: Bplabras en cutsiva, paréntesis, etc "Una competencia sélo tendra valor mientras tenga un mercado" (Questions de sociotogio, 126) Uno de los textos centrales pare abordar este concepto es Le sens pratique, 1980. ** Bt concepto de habitus es complejo y abarca diversided de dimensiones. Ver al respecto Questions gp sociologie (1984, 138 a 136) y Pinto (1988, 48) *"La simiitud con el problema, en tomo al cl continda el conficto de las interpretacionés, de la relaci6n planteada por Marx en el Prefacio a la Contribucién a fa crica de la economia politica de 41959 entre “ia base real y la superestructure” (1967) es evident. * Chomsky establece "una distincion fundamental entre la competencia (el conocimiento que el locistor-oyente flene dela lengua) y la performance (el empleo efective de la lengua en situaciones: coneretas)" (1871: 13). ¥ destaca que “El aspecto mas notable de la competencia lingbistica es lo que pderios lamar ia ‘creatividad del lenguaje” (1989: 11) * Salvo el cambio de las estructuras objetivas producido por ta misma idgica de lucha de los campos. * Podriamos mutipicar las citas al respecto. Agregamos una, también de Mécitations Pascalionnes: (215): "Sin dudas el habito no es un destino, pero la accion simbélica no puede, por sf sola, y fuera de {oda transformacion de las condiciones de produccién y de refuerzo de las disposiciones, extirpar las oreenciss corporates, pasiones y pulsiones que permanecen totalmente indiferentes a los embates y condenas de! universalismo humanist (el también enraizado a su vez en disposiciones y creencias)". De todas maneras, siempre habré luger, dice Bourdieu, para una “lucha cognitiva” (La domination ‘masculine, 18). # Seria el caso, a nuestro entender, de Habermas, Eister, entre otros. 2 Se puede ver al respecto: Wacquant, 2000. 2 Tomamos “eficacia" como relacion entre objetivos propuestos y resultados logrados. % Sobre el concepto de “competencia’, ver Costa ~ Maze, 2002.

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