You are on page 1of 19
Giulio Carlo Argan - Bruno Contardi Miguel Angel arquitecto at Bavantti [1p LES 2ss2g Sumario 7 Miguel Angel como arguitecto 37 Capital T,Antes det aouitctra 1, Tomb de Fuio U.Priner proyecto, 1905-1306 36, 2, Bacon parse conchieén del tanbor dela cipal de Santa Maria del Fiore, 1507 y 1316 @ 5, Paricin azgitecsnice pntada en la boveda de la Capilla Sintna, 1908-1512 4 4. El edcalo de la Capla dels Saves Cosme y Damién en Castel Sens'Angeo, 1314 G] & Tombs de Jo 1 - Proyectos mcsivos, 1513-1542 81 Capitulo T, Florencia: 1516-1534 154 6. Dibujos del Gédice Coney cstudios de la arquitectura antigua, 1519-1517 4 Proyecto para la fachada de San Lorenzo, 1516-1520 172 8. Ventana inginochite del Palacio Médics,e. 1517 172 9, Proyecto para un palpi, 1518 173 10, Proyecto para un palaco, 1518-1520 11, Sacria nueva de San Lorenzo, 1519-1534 12 Biteen Larentia, 1519-1559. 198 15. Tribuna dels Religuias en San Lorenzo, 1525-1533 201 14. Puerta de Santa Apolnia, 1525-1935 202 15, Proyectos pura las forificacones de Florencia, 1528-1329 209. 16. Disefo para un puente sobre el Gran Canal en Veneca, 1529.6 191 209. 17, Disefos pars un puente en Sante Trinta, 1560, Capitulo I. Roma 1534-1546 (2 18. Ordenacién del conjanto capitoline, 1538-1564 ae 2 bop 33% 331 38 339 340 sat 342 = 342 348 350, 354 359 19. Palacio Farnesio, 1546-1549 Ce 2 Der pe eliccees axns 146348 22, Retmt dl pee Sn Mar 198 35, Ein rel paper dl Bloc ene Vee, seat 26 Mody ln dea came de Pb 131 25. Modelo para la fachada del palacio de Julio [I en el mausoleo de RBs 2 No pn asi dl Cos, 155 21 oe fas er Ter Ri 8 2 Dine yelp Sa Goan de Fen 1551560 3. Pryor en Sta Mas Maer, 198 30, Po ur Daksa 3h Sonu Mg Angel 360456 El testament Apéindices 377 332 384 387 Referencias bibliogificas Indice de los dibujos y disefos Indice de nombres Fuentes de documentacisn forogrifica Miguel Angel como arquitecto E pis salute, 0 per guerra o per gioco, super perdere asai che vincer poco Rime, 244), ‘Tenfa ya nombre divino, Miguel Angel, cuando empezé a hacer argu tectuta para obedecer « Leén X, Habia admirado al mundo con la béve- dade Sixtina, acabuda cuatro afios antes, v también all habia hecho arquitectura, pero s6lo pintada: no para simolar una arquitectura verda- deta mis alli de la cual se abriese la visidn celeste, sino como medida de su espacio y de su luz sobrenaturales, Ahora el Papa le pedia pasar de una arquitectura de imagen ala arquitectura rel, aunque todo se re- dducia, por el momento, a modelar la superficie de una fachada para alo- jar una bilera de estarus, Podemos, pues, decir que legé a la arquitec- tra desde Ta pintura y la escultura, con Ta gesta en una suprema coexistencla o-sinteis de las tres artes.” ‘No por modestia, virtod que no era en verdad una de sus eualidades, dijo y repitié que no ers profeso en arquitectura, que sus artes eran [a ‘scultura y la pinturs: como intelectual aristocrético que era, quiza lo dio para distinguirse de los arquitectos profesionales, de oficio, lo mis- ‘mo que, esribienda poesia, cio que no era un literato. Pero quizd pense: bo realmente que la arquitectura estaba por encima de las artes porque ‘no implicaba prestaciones manuales: el arquitecto no hacfa otra cosa que inventar, disefar, diigir y controlar. En efecto, su modo de proyectar ‘consist en idear formas mas que en preordenar construcciones. Y, de Ihecho, no fue un gran constructor y mas de una vez proyecté para no ‘Al menos en la primera mitad de su largo camino, se propuso como obje- tivo la sintesis de las artes, es decir, la superacién de la técnica especii ca de cada una de elles, Era necesatio para hacer del arte una actividad liberal ala manera de las otras diseplinas del sistema. Pero la arquitec- ‘ura no fue esa sintesis, ni siquiera uno de sus varios factores: fue el dei mo pazo del proceso para llegar ella, la extincién de lo figurative y de sss téenieas diferenciadas, el logro de sucesivas renuncias al que se- uiria, como de hecho siguig, la renuncia total, incluso al proyecto, San- {a Maria degli Angeli, su ima obra, no fue ni proyecto ni construc- fue sélo un gesto, o un pensamiento, er humanismo, con Alberti, habia formulado una teorés de las fartes que atribuia a todas elas una comin razén matematica: era impo- sible no conseguir sa convergencia y su unidn en un mismo concepto. ‘Miguel Angel se sent el heredero y el eustodio de aquella alta cultura ss maestros ideales feron Brunelleschi, Donatello, Masaccio. Con el tiempo, aquella cultura le pareceria desviada, fuera de camino: teoriza ba ciereamente Ia sincesis de las artes pero la concebia ecléeticamente, ‘como una som. Una causa, quizé la mis importante, de este curso des viadlo era, o pensaba que era, Leonardo, con su escepticismo religioso, su indiferencia por lo antiguo, por Is historia, su experimentalismo, sa ‘niliss fenomenolégico de la realidad. El neoplatonismo, del que Lo: enzo el Magnifico habia hecho una filosofia de corte, era in duda una Tamada @ las fuentes del humanism; y fue en l efrelo intelectual me- iceo donde se form el joven Miguel Angel. De la incompatibilidad entre planteamiento fenomenalégico y espcita de trascendencia se habia derivado la vieja polémica entre Leonardo y Borticeli:el primero, ain oven, dejé Florencia por Milin ye segundo, casi al final de una carere mandana cay6 en una crisis de delianteas- cetismo, rechaz6 toda idea de progreso y malijo el siglo que nacia. De allfcoment6 el irceductibleantileonardismo del que hay hulls en toda Jn obra de Miguel Ange y que tavo rlacién no sdlo con la cultura flo zentina sino con la futuraorientacin, con el destino del arte en el mun- do, Fae an desacuerdo sobre la mayor relevancia de la pintora o de la tsculeura, sobre la relacién del are con la ciencia o ms bien con la poe- sfa, sobre la ideas de antiguo y modemo, del mondo y de Dios, de ex: ploraciGn cognosritiva que se extiende horizontalmente o de ascensibn vertical del alma. Ciertamente también Leonardo, concibiendo el arte como exploracin y andlisis de una realidad « descubri, lo lberabe de Ja obligacin de imitar una naturaleza insttueionalizaday una anti dad que se habia hecho eanénia; pero su visén progresista, cera real ‘mente mis moderoa que el sigrismo miguelangelesco, aparentemente casi reacionatio? :No se repti al final de siglo la divergencia que, al principio, habia opuesto el sparentemente abierto modernsmo, el tee- nicisme, el iternacionalismo tardog6tico, al antiguismo, al histories: ‘mo, al florentinism dela nueva cleara humanists? (De flor sobre la crin de oro de une guirlanda), epoi ch’ fui preso alla pristing strada / di itornaze indarno s'argomenta> («pues fui arran- ‘ado de mi pristina senda, es init] intentar volvers), «Tu sa'ch'io 50, signor mie, che tu sai... ¢ sai ch'io so che tu sa" ch’ son desso», Non so se ' la desiata luce» («Ti sabes que yo sé sefior mio, que ti sabes. y sabes que yo sé que ti sabes que yo soy aquel mismo»), edel fuoeo aloe di for / che m’arde or drentos (adel faeg0 ajeno entonces ‘gue ahora me arde dentro). La vocalidad del verso era quiza mayor en cl primer tiempo de su poesia, cuando miraba,indalgente, la fanitica sublimidad del ilkimo, profético, desesperadamente ascético Botticelli. Se ve también por su trabajo de burily cincel, ala vez refinedo y rudo, sobre el cuerpo fisico de las palabras talladas, esmeviladas, repujadas, pero al final resplandecientes como piedras preciosas; basta fijarse en 1 abuso de apécopes, epéstrofes, sincopas, para ver en qué medida era condhcido con precsisn artesanal el trabajo de tallado sobre la palabra No s6lo ra e hecho de ser artes metapsiquicas, mi ald dela mimesis, lo que aproximaba mayormente la arquitectura la poesia; en uno y otro caso el artista trabajaba con tn léxico institucionalizado, los antigios ionos erquitecténicosy las palabras, dotados ambos de un propio senti- do semdatico y de un propio diseBo que el artista conservaba al clabo- rarlos, dndoles, sin embargo, un significado diverso del corriente. Se Jha visto en Ia poesia la transmutacin del sentido de las palabras cane do, arrancadas de su habitual contexto sintéctico, eran incrustadas en el contexto poético: lo mismo ocurra con la morfologia arqutectSnica antigua de la que los sabios de la escuela romana se preocupaban de far las tipologias exactasy las medidas constantes. A Miguel Angel Ie inte resaba, como una de ls grandes variables, Ia forma de la ménsala de voiutas: le gustaba aquella apretada coneentracién de fuerzas en un cus ccurucho, el corrimiento en el trecho largo la més lenta reearga en el eu- curucho mayor. La uss, deliberadamente extrapolada, en la capilla de Leén X en Castel Sant’ Angelo, en el vestibulo Laurentino, en la iltima versiGn de la tumba. Su valor estaba, en ausencia de cualquier razéh fun- cional, en su perfecta gratuidad: gacaso los trigicos esfucr20s de las es tatuas estaban hechos para llevar pesos? ‘Sélo timidameate alguien ha hablado de careter en definitiva ornamental de la arguitectura de Miguel Angel, pero fue acallado en seguida: tenia ue ser forzuda, poderosa, titénica y demiirgica. Pero, en cambio, as- baba en ornato como los sales acaban en gloria: estaba carga de ferzas de ia que, enfin de cuentas, mostrabs la inutilidad, lo mismo que eran {nities los esfuerzos de los prisioneros vencidos y moribundos. El he- cho es que no aceptaba la distincinclsica entre construccicn y decor cin: la segunda era la primera como la primera al espacio natural. Para ‘Miguel Angel, en cambio, entre el dinamismo de las fuerzas de carga yyel de los miembros arquiteetdnicos visibles no haba una rlacin de deduccién sino, si acao, de continuidad o de rotura. No se equivocs del todo Vasari cuando dio de la eapilla medicea que era emuy diversa deo que de medida, orden ope hacia los hombres, sean el uso co- ‘min y sean Vitrubo y I anvigiedad y que asi se haba oto los lie tony las cadenst» del comin rar de los seguitectos,fueranantguos oomadernos. La gran novedad ers el orden de los ornamentos» ques na turamente, er cosa bllisima, pero no aconseuble a quien no poeves el genio del divno, Ina que en aque crnato para tada gratuit disca- ian io fico y exprtval, am impulse de remancayefecimiento vo- Tantarament legos, una gozosaosultida experiencia del mando que era rettida con a pureza dena letana visiv, as ease primera Seria vano biseat un dilema conceptual en los pares de contraroe que Henan, casi hasta el sto, las Rimar: vide muerte, anorodio, esti. nate, pedad-erucld,salvacin-eids, ete, Tenian un remotoorigen Tetriguesc, pero ningin contenido real eran nombres como iconos de conceptosy, como bien dice Beri, no ean palabras sino cos, nom- ties conificados, Del mismo modo, era intl dar una razon etitica slo micmbror de la ergultctora: ls grandes ménsulas de volutes de Iatemba de papa Julio no eran soporte de nada, eran eabeseos que solo conservaban el perfil o el escantillén de cuando realmente liberaban en elingeioesticico sus fveres comprimidas, Miguel Angel sabia qu la argtectara des tiempo tenia i évico antigua que dba set trans formad en moder: ét fe propsito al menos mientrs crt pen- Samiento no se dibs ota, y mayor, entnomia entre repeesentacin, ‘conacinient,y acc, 0 volintad El momento cca fue la inven ‘in dels Foricaciones: planets cargadas de farorcuyo resulta | do inogiario no eral construcién sino la accign de los combatientes Nofuc ssl enanie In aritetirasbiera, toda perspectives dvergen. } ‘es, de la plaza del Capitolio, ni la de signo contrario, fuertemente con- entrada, del auevo San Pedro, Cicrtamente, la arguitectura era com. -osicin de conos formes predefinidos como la poesa lo era de palabras Dreexistentes, pero no podeia ser total una obra de arte que no hubiese ‘sido también palabra. El golpe de martillo sobre la rodilla del Moisés es tis una patraia que una leyende; a aquella estat, lena de grandes anguosidades geometries, se le podia pedi todo menos que hablse: Jo confusamente se senfa que la imagen fuerte peda la palabra, el Fpombre. No se entende la obra de Miguel Angel sino se advert la Jpsenia ol incumbenca de In palabrs, su manifesta o sobreentendi- da smioss con las formas visbles, Ha sido sella la importancia de Miguel Ange en la historia de a epigrafla,ysutinente Petracc, 1986, Wiescrtaracn ls epigafes ciego, que son elemento frecuent, de alta ‘pifcacién, en arquitectura. Del mismo modo que las ventanas tape Hs, y por eanvo en contradcciSn consigo mismas, no estaban alll por Kimetria con as vencans abieras lo que signifcaban no era la abercura Facial espacio fisico sino su revocacién. Igualmente las columnas del [restbulo lurentino eran nominslmentecolumnas con Gotasi, basas y “sptls; oro nolo ean funcionalente pore, incrustadas de ese modo "evel muro, ran lo opuesto de ls colamnas [Gon el problema dela palabra serlacionsb el problema de a Tengua sin embargo, Miguel Angel no plates en términos de discus sino florensnidad. La cuestin de la lengua estuvo en el centro del debate ala principios del siglo x1; en este debate patiipd Maquiave 22. Miguel Angel, estudio pore iy 23. Miguel Angel. tunebs de tos papas Malis on ef core nbs de or «de Suy Lorenso, Cha Buonerot, A 46 Buono A 93 (C270. leon Maseum, . 3370 25, Miguet Ange, boxgujo paral ala ‘ei Bacio Sentara en tt Capt Soups por tuba de Ccchino ‘Broce bocets de deacon marcos Flores, Casa Buonanot, F190 (CSet {pues tenia también una importancia politice. Insttucionalizar una lengua italiana parecia necesario para establecer tn minimo de eohesisn ‘entre os desavenidos sefioris italianos en un momento en que se hacia ‘reciente el peligro de intervencién de potencias extranjeras, ): ya viejo, Miguel Angel se alejé de lo figuratvo. La figura era algo intrinseeamente acabado, concluido, y para superar sus Kenites hae bia que destruir la perfeceién fiscs. Lo inacabado miguelangclesco no tenia nada en comin con la manera bosquejaca que Vasari contraposo sla maners aeabada. Haciendo de ella un acto del existir en vex de un modo del conocer, el arte se converta constitutivamente en algo inaci- bac, como I existencia En esultur, lo inasbado se toca con lax anos des frm pid epaab al opera tabao del grading, te aes eee a ee eee fica gue glen o que oz, sino una luminosiad interior, desde den soe dclvay rgewerba lu vei: Lo inacabato, cx ple wo ee ee ee I ied stg cowl cmetan beeper oe pacio de la accién: la disociacién compositiva o el asustado apretarse de Bre elon Eesti lak eee ts Sea cect wecbats Por ques efiee a aguitectura, es sabido que no ac cs nada Be cased ee pa luce cee aa Satan esos po tbs por btn ns Fropectando como s cxtba ya construyend, Bellsimas es paginas cot ila lo lnmsabads tte hecrenice de Miguel Argeh conite, Seee acs aualbee 2 cuss Spall ae bs porn 7 a i reper Ak peasants Anca Sons incabedoyy te le anuicetare de Miguel Angel os rning Bean Ue Serrnrtasicots eerie ei A poyeetar:nperuesasinvenciones gue el rpido cto no legaba a tiempo a transcribir, como en el caso de las fortificaciones o de los Gicos paca San Giovanni dei Piven, replanteaentoeiiador Bea at ardent cag clo oe ers Dio Veer que, pura onstreico ox dec «at Certoy ect fiom ir te etd be aie els Batak plioos ection bts al JS caalgucs pail cairo, tee ce laksa reste le sipcpenicea de do cuceeigabecei eae Geeta nhc ane iVesd fees een Caer ea eye cee eiese ence Batenico yo detain constractiva? Micneas dvanaba ls se ee canta cele, ce a Veni ng me ‘morit no lograba abovedar la ctipula, seria un pecado y una vergiienza, cers pra poner en peligro la saacn del la, El proceso del prope. thers ensuing, un desesperado eer intelectual yreligiso, dl que no se ve la utilidad que podia tener para Ia organizacién de la obra, Es Beers eens yee aler pallet eee nc ea cect tet ee is proyecto ecuio, En culgie cao, nutc ulin un proyecto doe ice ficlinnte sr rena yor un ial de costrcttn,¥ na BE oc dad cal cbs deters gx ca ata Borst roger comvencintcts de ue as on fo Bey iced paved, ur dds peca cpt arcase Bric purumetts mec acer Loinacabado no fuc, pues, lo interrumpido o lo suspendido por circuns- ag es pe vce mleccins poor ala Fa Bisnis ag al eoxepo, yal dein dea plies ne ‘guclangclesca, Podemos verlo en escultura (una escultura ya en Ia fron- Bee Incetecrar),cnle Copa Matic el dearer rims nce sabe ls pares l pasar de un expaalidad een, invadida por ls estaasalegSricas del tiempo, «I espacialdad de fa muerte yal empreo el refproceintegrarse dele statins inacabadas {eum tempo inacabado con las acebades, concludes, dels dugues di funtos. Fue inacabado arguitetGnico la lve y apenas estridente sere pancia proporconal en la perspectiva de Ia sala de letura yel enigma Eonturbunte dela columnar y del cscalinata de la Laarensna, Un jem: plo de inacbado fae tambien ls pleridirecionalidad de a paza del Ca- Pitlio , sobre todo, en San Pedro, agueltrabejar en los mérgenes de Inenvlture moral crando un continio i yveni del dentro al fers, como en escultra de Io saiene alo profundo, cel dlane al deta, Yale inversa, No bay y4, entre estos valores opuestos, ina igs com Trapositin, sino una anbelante fa dena oposiign clara de valores Cormo seria, precsumente, la oposicién entre entre exterior e interior planta del nuevo San Pedso Tue todo un slrgarae yun retraerae de ennormes) puntiagadospilares, para eviter que hicieran pared divisorn ‘Tampoce a una esatua se a ve toda entra a la ver, fontalmente y de «spall, sin embargo en a vst frontal se intuye ose supone la parte posterior no visible. Alababa la tan diferente planta de Bramant, oda sully clarcad formal; pero haba sido hechs ara da la imagen de la biblioteca, diendo un plus de cortesana elegancia al hacerlo peldaios de mirmal ‘qe Miguel Ange hubiera prefer de nogl. No sabemos lo precisss ‘que eran ls sugerencias para el paente de Santa Trinia taldas por Va- sari de Roma pero, simuy probablemente hubo una primera ides de Mi- sgiel Angel, Ammannatiintrodujo un corte de ineas, una asonancia em tte ls plates en forma de proa y el flujo de la corrente, y una visible relicién entre ls acos, el plano vari y las colina, tod ello muy de tanto de la clegante corte de Cosme I. ‘Vasari fue faim de Miguel Angel yl vida que exeribis, sobre fuentes, Ae primerisima mano, iene valor de auténico testimonio. En pinura, {its con verbosidad su disefio en las composciones excesivamente es. cerifieadas, En la mayor de sus arqutectuas, los dos paramentos exte- ors de los Uifiai que se vena lado de un espacio waco, mostrs haber entendido que la novedad del Capitol estaba, al menos en parte, en In simeteia de los dos palacios como paredes de una plaza, Fue precisa. mente Vasari quien, con la bendicién del maestro desde Roma, orques- {6 la ciiea miguelangeesca en la Academia que habia fundado en Flo- ‘También A, Vasari ra un manieristay, sin embargo, lré la fatal decadencia del arte después dl edivinon.2Para qué sev fan los genios si desde el cielo no protegeran a los mediocres? Quies hbo también una debil igazén con Venecia: en la base de las lipulas de San Marcos habia una corona de fuentes de kz como la hubo después, con las grandes ventanas del tambor, en San Pedro, Fue cn 1529 cantdp Miguel Angel xcap6 a Venecla, errorizado por el eco; yn se sabe si se encontré con Sansovino, que estaba af desde 1527, muy préximo a Tiziano y ansioso por sensibilizar la arguitectra con sus Iu- ces edlidas y palpitantes. Lo logré, modelindola como wn alrorrelieve, ela fachada de la liberia de San Marcos, de 1337. Miguel Angel no ppudo vera en el original, pero no deja ciertamentede ser cuiosa la con- Frontacién con su proyecto del paramento exterior del placio de los Con. servadores, de pocos ais después. El dseBo ea, en Miguel Angel, més seco, més marcada la dstineién, mis plana a luz que eaia sobre las pran- des plasteas; pero Miguel Angel, como todos los que aman las ideas, las cogia donde las encontraba, El mis excéntrico de los miguelangestasGndreetosflorntins fue Buon- talenti cya formacin se bas precisamente en lo que Ligorollamaba le ruptura de los érdenes: en el «Casino Mediceo»rediseNs con sagt inscligencia critica la ventana inginocchiata* del placio Medics; y has: tallegé, en otro logar, a romper en ds a laneta del impo ya proyec- tar hacia fuera los dos toz0s. No andaba tan descaminado Vasari en su temor de que el gusto miguelangelesco de la decoracion acabase en puro desvari: pero, gracias al desvarfo, Buoptalenti pas6 por encima incluso de los eseripules devotos de Miguel Angel, puso de acuerdo la arguitectura con la jardineria, ennobleci la artesdnia de la orfebreria ¥ de las piedras dues, hizo gaya cenci o, como hebria dicho Cusano, ‘aru ratio. ¢No habia sido Miguel Angel el pricnero en pensar que el dlominio del srte era lo ieacional> No se escandalzs por esto la Academia, que habia sido fundada en sa nombre y sobre la interpretacén, enteramente en tminos de suprema belleta, que también de su poesa habia hecho Benedetto Varci: la cues tin, en Florencia no er ls dispute entre severo y extravagant, ambas costs igualmente lcitas en aquel momento, sino el diseo como idea del arte que estaba por encima del hacer téenico. Habia sido Miguel Angel el que, con su propia obra, habia afirmado la dignidad del pensamiento artistico, incluso sin el aval ce la matemticao de la historia, y su abso- Ista autonomia disciplnar. Cuando acebs el juego diléctico entre rela expricho, se vio que Mi uel Angel no era un milagro sino un problema: en lo figuratvo, el de bbuese produjo entre Annibale y Caravaggio «principios de sgh; ami tad de siglo, I arquitecrara fue interpretada en términos opuestos pot Bemini y Borromini, En los mismos aos en que Descartes definieca- racteres y limites del raciocinio, Bernini defnia lor dela imaginacisn por su vrosimilrud, que la haca diferente dela Fantasia quimérica por atribuida a Borromini: derramarse recogerse del alma, buscar hore «Nesta avait: sree yogué de ot deamon acada por Vata er eto pose Arp nel eel HW dT) 35 zontes cada vez més amplios ol contrat, subidas cada ver més esar- padas. Uno y otro partan de Miguel Angel: Bernini, pare abris San Pe- Ato de par en par bi ef ori, Borromini, para convertir una fe ya perdi- dda cn un temcraro jecico intelectal, De hecho, precisamente con Ia frquitectra, libre dl desviadorslegorismo de figurative, Miguel Angel habla planteado, no ya el problema de a perfeccién del arte, sino el de su intrinseca e iresoluble problematiciad. Ente fuc sv legado al mundo medemo, que se estab formando en tor- no suyo. ConsuiiS su vida en la hisqueds de una perfeccién que era del arte muert, de la entigtiedad. Yl inal reslvi el problema, pero negativamente. Lo antiguo no fue ya capaz de orientar a lo moder- no; ls neoclésicos lo evocaron pero slo para hacer de ello una solia Miguel Angel, lo demostré més con a arquitectura que con Io figurat- +o, no fe nun ttn ni un demiurgos foe sdlo un artista profundamen- te angustiado: habiendo renunciado dolorosarnente a un pasado protec- tor, vio eon mucha mas profundided que Leonardo el diffe futuro del arte en el mundo. Sintié anguata de exe fro

You might also like